Chacobo
Chacobo
Chacobo
Hábitat
El hábitat chácobo está caracterizada por la espesa vegetación, con ligeras y eventuales
pampas o llanos. Un abundante y variada flora y fauna complementan la exquisita zona,
que por sus peculiaridades favorece grandemente a la sostenibilidad de la vida.
La región que habitan cuenta con numerosos ríos y lagos, entre los que podemos referir
al río Yata, el Ivon, Genesguaya, Azulón, Blanco y otros. Se sabe que antiguamente el
desplazamiento de los chácobo llegaba hasta el lago Rogaguado en el extremo de su
territorio tradicional.
EL clima comparte todas las características de un bosque húmedo tropical; puesto que la
cantidad de precipitaciones pluviales es considerable, especialmente en la primavera y
el verano. Durante el otoño y el invierno puede darse condiciones de sequía por la
carencia de precipitaciones. En esta temporada es que llegan a la Amazonía los frentes
fríos o “surazos”.
Las primeras referencias que se tiene sobre los Chácobo han sido hechas por los
cronistas que entraron por el lado de Mojos, probablemente en el siglo XVIII (ef. Chávez
Suárez). En algunas de estas noticias se dice que los chácobo vivían en la inmediaciones
del lago Rogaguado y que desde allí habían tenido enfrentamiento con los Sirionós,
Cayubabas y Movimas que ocupaban la parte central actual Beni.
Durante la conquista del norte de Bolivia por los explotadores de la goma elástica, los
chácobo fueron confundidos con varios grupos étnicos que habitaban la zona, pero que
pese a pertenecer a una misma rama etnolingüística, guardaban entre sí diferencias
considerables. De esta manera Antonio Vaca Díez, en un artículo publicado en 1888 en el
Barracón Orthon dice que “los Chácobo son los mismos Pamas Caripuna, Pacahuara y
Sinabos”.
Heinz kelm, considera que el primero que da referencia comprobada sobre la existencia
de los chácobos fue Agustín Palacios en 1845. Posteriormente en el año 1884, lo
chácobos que vivían en las inmediaciones del río Ivon son visitados por el Padre
Armentia, igual que otro grupo que habitaba en el río Genesguaya. En la crónica de su
viaje, Armentia detalla que los chácobo son un grupo bastante numerosos y que tienen
bastante similitud culturales con los Pacahuaras.
Los contactos más recientes se han realizado por un espacio que van desde 1955 hasta
1980 por los esposos Gilbert y Mariam Prost del Instituto Lingüístico de Verano, que
lograron concentrar a la mayoría de la población chácoba en aldeas permanentes. Es
reciente también las investigaciones de tres miembros del Centro Argentino de Etnología
Americana; Mario Califano y Marcelo Bórmida (1976) y Silvia Balzano (1983) quienes
escriben artículos sobre distintos aspectos de la vida de los Chácobo.
El Ethos
La solidaridad es algo que está muy dentro del ser de los chácobo. No se puede entender
un complejo sistema de reciprocidad y colaboración mutua entre familias y
comunidades, si antes no entendemos que la solidaridad en al cultura chácobo es un
valor que adquiere significación. Una persona que no es solidaria, al menos con su
familia extensa, es mal vista por toda la comunidad, que crea mecanismos incluso de
obligatoriedad y marginamiento.
El ser del chácobo guarda mucha relación con el principio elemental de la vida. La
totalidad de las pautas características de esta pueblo, están enfocadas hacia una
encomiable ética y respeto por la persona, tanto a nivel moral como físico. Se encuentra
drásticamente el aborto y la muerte es llorada por toda la familia.
Participación en la cultura
En el aspecto productivo, encontramos que en la pesca –por ejemplo- hasta los niños
participan activamente. Las mujeres en la cultura chácoba tienen una forma de
inserción en la sociedad que se distingue de otras, por amplitud de criterios y
oportunidades que ello implica. Vemos que diferencia de sexo, no es ninguna dificultad
para que a partir de un rol, se aporte a la consolidación y transmisión de la cultura.
Algunas mujeres han llegado incluso a dirigir comunidades y aldeas de manera eficiente,
siendo respetadas por todos los miembros. Citamos como ejemplo a Mama Tói, que a la
muerte de sus esposo logró articular muchas aldeas bajo su liderazgo y poder.
Economía
En la región donde viven los chácobo, la tierra es de muy pobre capacidad para el
cultivo de los plátanos, por lo que esta fruta constituye elemento preciado y escaso. La
producción agrícola no se destina exclusivamente para el consumo familiar o
comunitario, sino también para conseguir mercancías diversas que son usadas para otras
necesidades. El algodón por ejemplo, se cultiva para hilar y tejer hamacas y adornos, el
pirichuchio utilizan para la elaboración de flechas.
La pesca no es sólo actividad de los hombres adultos, sino también de los niños. Pescan
ordinariamente y con mayor facilidad utilizando arcos y flechas, además de las trampas,
el verbasco y el anzuelo. Los chácobo de los ríos Yata y Benicito disfrutan de mayor
cantidad de peces que los que viven en aldeas de arroyo de Ivon, pues este arroyo la
mitad de año está seco, hecho que incluso provoca escasez de agua.
Los chácobo fabrican todos sus utensilio de uso doméstico. Hacen tinajas y tiestos de
diferentes tamaño; hilan hamacas –elemento indispensable en la vida cotidiana del
hombre- y bolsones. La corteza de bibosi y bibosillo para hacer telas destinadas a sus
vestimentas (moro).
Tipos de poblamiento
Las aldeas están ubicadas en medio de la selva tropical, generalmente sobre la orilla de
un río. Las concentraciones que se ubican en el río Ivon son Alto Ivon, Núcleo, Motacusal
y California se encuentran distante del tráfico de la gente blanca, pues la carretera
troncal Riberalta – La Paz, queda a muchos kilómetro.
Todas las actividades de la preparación de comida son hechas por las mujeres – traer
alimentos del chaco, cocinarlos, cortar y traer leña, acarrear agua-. También el hilado
fino es arte de las mujeres, pues ellas hacen hamacas, bandas para coletas de los
hombres y adornos para los brazos. Hacen la tinta para pintar sus cuerpos y para teñir el
hilo. Las mujeres además son encargadas –junto a sus hijos- de la recolección de frutas
silvestres.
El cuidado de la casa y los niños es otro trabajo de responsabilidad para las mujeres.
Ayudan también a sus esposos en la siembra y cosecha de los chacos. El trabajo de los
hombres consiste en la construcción de las casas, desmonte y sembrado de los chacos, la
pesca y la caza. Además es actividad masculina, hacer las bateas, canoas, sogas,
recolectar frutas, telas de corteza, etc. Ahora los hombres han aprendido el trabajo del
rayado de la goma.
Estructura de la Comunidad
La movilidad espacial de los grupos, no les impide que al interior de su estructura social,
se encuentre fuertes vínculos entre miembros y familias que se concretizan en la
comunidad y los grupos itinerantes. Cada una de las agrupaciones tiene su jefe con
relativos poderes, pues más cumple la función de líderes. Paralelamente a estos jefes,
encontramos la figura del hechicero, que es bien respetado, aceptado y temido en la
comunidad.
La comunidad chácoba está integrada por varias familias nucleares. Estas viven en
constante colaboración y reciprocidad y guardan entre sí cierta relación de parentesco.
En la comunidad chácoba se acepta la propiedad particular, cada familia posee sus
bienes propios que están representados en chacos, viviendas y utensilios. También es
importante la propiedad común, como una casa grande (búpana) donde se reúnen los
hombres a charlar y es lugar de hospedaje para los visitantes bolivianos; algunos
sembradíos para el consumo son de propiedad de toda la comunidad.
Familiar Nuclear
Parentesco
El parentesco es dado exclusivamente por la línea del padre, sin embargo, el tipo de
residencia es matrilocal, pues el novio se va a vivir a la casa de la mujer. La unidad
fundamental de parentesco se la encuentra en la familia, a la que se le suma la
pertenencia a la línea del hombre.
Las relaciones de parentesco pueden tener doble intencionalidad; una es la que implica
relación entre miembros de una misma familia nuclear y otra que está en espacios
grandes, como puede ser el grupo, donde las interacciones adquieren un carácter más
cultural y económico. De esta manera, encontraremos una cierta intensidad de
parentesco, cuya permanencia recurrirá a reglas como la del matrimonio.
Términos de Parentesco
Ahuini-Esposa
Bene-Esposo
Noho noma requene-Hermano mayor
Noho noma bo-Hermano menor
Yaxaca requeme-Hermana mayor
Baque a) Hijo
b) Cualquier niño
Janini a) Hija
b) Cualquier niña
Cai a) Madre
b) Usado por la tía materna
c) Anciana
Papa a) Padre
b) Usado por el tío paterno
Ehuati Abuelo
Chahita
Abuela
Jato Chaita Nieto/nieta
Coco Tío
Yaya Tía
Jahuenabo Familiar nuclear
Jamibo Pariente
Noho mamána Primo
Chahi Cuñado
Ahuiri requeme
Cuñado mayor
Chahi noma Cuñada menor
Pahacajonicato
Sobrino
Pihayoxacato Sobrina
Ciclo Vital
Embarazo y Parto
Los chácobo desconocen la relación que tiene la menstruación con el embarazo. Se dan
cuenta que la mujer espera un niño tocándose el estómago o cuando empiezan los
primeros movimientos del pequeño. A partir de este momento existen alimentos
prohibidos tanto para la mujer como para el esposo.
El alumbramiento tiene lugar en al casa o en algún claro del bosque. Generalmente son
las mujeres ancianas que ayudan en el parto, pero el marido u otro familiar también
pueden hacerlo. Es costumbre en las comunidades amazónicas, que todas las personas,
incluidos los niños, puedan presenciar el parto; después del nacimiento toda la
población se reúne para festejar la venida de un nuevo ser.
Cortan el cordón umbilical con un cuchillo –antes lo hacían con tacuara-, la placenta es
amarrada con pitas hechas de algodón para enterrarla después del parto. Al niño tras
que nace se lo baña con agua fría que traen en un tutuma grande; la mujer queda en
cama hasta el otro día que es cuando reinicia sus actividades cotidianas.
Cuando la mujer muere durante el parto, aunque el niño esté vivo, lo entierran junto
con ella. Es costumbre entre los chácobo, que si nacen mellizos no se permita vivir a uno
de ellos, pues creen que es imposible que la madre pueda amantar simultáneamente a
los dos. Los hombre prefieren que le primer hijo sea varón, pues se convierte en un
compañero y ayuda.
Es probable que el aborto sea considerado delito grave. Si un bebé muere dentro del
vientre se culpa a la madre. Los de la aldea al miran mal y de manera acusadora y el
esposo puede incluso separarse de ella.
Ritos de Iniciación
Una vez que la herida del septo cicatrizó, el padre prepara un ramillete de plumas de
tucán de color azul y roja, y se le da al joven chácobo para que la lleve de adorno nasal.
A partir de este momento, el joven que pase este rito, adquiera su mayoría de edad y
puede buscar pareja para el matrimonio, así como ejercer derechos de adultos.
Matrimonio
Una vez realizado este hecho, el joven se va vivir a la casa de los padres, donde es
ayudado hasta que aprende eficientemente a trabajar.
Una práctica curiosa en los chácobo, es cuando un hombre quiere a una mujer
independiente, viuda o solterona para su esposa, lo único que hace es ofrecerle carne
fresca para se la cocine, si ella acepta hacerle el trabajo, automáticamente lo acepta
también como esposo.
En la tradición chácoba lo poliginia está permitida y es hasta hoy practicada. Este hecho
ocasiona disputas entre las co-esposas, especialmente por el trato diferente que el
marido suele dar a los hijos de cada una. Normalmente el hombre tiene más afecto a la
primera esposa que es la encargada de la distribución de los alimentos y administrar la
casa. El hombre chácobo y sus esposas vive en una misma casa; las mujeres con sus
respectivos hijos se ubican en rincones opuestos, el marido tiene su cama o hamaca al
centro.
Muerte y sepelio
La muerte sucede generalmente en la cama que para los chácobo adultos es la hamaca;
los niños mueren en brazos de su madre. Al morir una persona, todos los familiares
comienzan a llorar y a gritar fuertemente, esto sirve como aviso a los demás miembros
de la comunidad, que muy pronto rodean al difunto y convierten el dolor en un llanto
general.
Pasadas las 24 horas del deceso, ocurre el entierro en un pozo poco profundo, el lugar
escogido es la casa en el sitio debajo de donde solía dormir. El cadáver lo lían con
corteza de árboles introduciéndolo en posición fetal, junto al cadáver le acompañan las
pertenencias principales del difunto, como armas, hamaca y adornos.
Si una persona muere lejos de sus aldea, es enterrada en las afueras del lugar donde
visitaba. Es costumbre en ellos participar de una aldea a otra, la muerte de una de sus
miembros y retribuir con el pésame oficial.
Después del entierro, los familiares enojados destruyen todas las pertenencias del
finado, llegan incluso a cortar las plantas que pertenecían al desaparecido y a matar a
los animalitos regalones. Una enraizada costumbre en los chácobo, es quemar la casa
después del funeral. En el verano de 1984, una fuerte epidemia de sarampión atacó a la
población chácoba, cobrando una decena de víctimas principalmente jóvenes. En esa
oportunidad se verificó que todas las familias que perdían a sus familiares quemaban la
casa para marcharse a itinerar en la selva.
Mitología
Se dice que Cáco hizo la leña de un hombre brasileño, que encontró en la selva y lo
mató para apoderarse del machete que llevaba. Aquí encontramos varios símbolos que
han sido adquiridos después del contacto con gente boliviana y brasileña en las zonas
gomeras, tal es el caso del color de los brasileños que relacionan con el tizón que queda
de la leña.
Cáco dio origen a los ríos cuando se estaba refrescando en las aguas de un pequeño
arroyo. Era tanto el calor que sentía, que necesitó que aguas subieran y de esa manera
aparecieron los ríos que pueblan el hábitat chácobo; el Beni (wini), el Mamoré (Ani
Chahita), el Yata (Tiaróa) y el Genesguaya (Shúa).
El origen de los chácobo y de los bolivianos se encuentra en los tatúes que poblaban la
selva. Cáco ordenó que estos armadillos adquieran la forma de personas. La mitad
vistiendo “moro” y la otra mitad con vestimentas de los blancos. De esta manera se da
forma humana a la naturaleza. Aquí es importante anotar, que la cosmogonía chácobo
parte de un mundo ya creado, y que Cáco tiene sólo una función de recreación.
Escatología
Creen en la inmortalidad de alma. Al morir un chácobo su alma deambula por la selva
durante mucho tiempo, después se va a vivir a un lugar imaginario, donde dicen se
encuentra una casa grande y cómoda, rodeada de abundante carnes y alimentos. En este
lugar no hay jefes, todos son iguales y hacen lo que les place, aseguran también que en
el lugar destinado a los muertos, no viven los blancos.
Establecen que existe dos tipos de almas o espíritus; las buenas y las malas. Los espíritus
malos permanecen por mayor tiempo peregrinando en la selva, y en oportunidades se
encarnan en animales y plantas. Los espíritus buenos van directamente a un lugar de
placer y abundancia.
Dada las pautas sobre las creencias después de la muerte, es reconocible en la cultura
chácobo la práctica de una ética encomiable; respetan la vida, practican la justicia y
valoran la solidaridad.
Seres sobrenaturales
En la religión chácobo se tiene la idea de que existen seres o divinidades malignas que
atacan y engañan a los hombres de distintas maneras. Estos seres sobrenaturales están
para castigar a las personas que violan las reglas de la comunidad, como las leyes de los
tabúes de reproducción.
Mucho se escucha hablar de “Xochini”, que es una especie de espíritu que vive en la
espesura de la selva y en las profundidades de los ríos; este ser asusta a las personas
causándoles daño cuando se incumplen las normas de la cultura. Junto a este espíritu,
encontramos a otros que tienen como fin equilibrar la relación simbólica entre los
hombres y la naturaleza.
El cada vez más permanente contacto con la sociedad regional, ha hecho que los
chácobos actuales hayan asumido muchos aspectos de la cultura occidental, en
desmedro de sus propias manifestaciones tradicionales.
Gracias a las movilidades indígenas en torno a la CIRABO, los chácobos han consolidado
un área territorial de 43.000 hectáreas con títulos ejecutoriales de Reforma Agraria, y
han desarrollado importantes avances en materia de educación intercultural bilingüe y
medicina tradicional y primaria.
Como comentario final, podemos decir que el pueblo chácobo ha comprendido que la
forma de garantizar su futuro, es recuperando su pasado. Su desarrollo tiene que darse
con identidad y el marco de la sostenibilidad del bosque.