Introduccion y Marco Teorico
Introduccion y Marco Teorico
Introduccion y Marco Teorico
Escribiremos acerca del discurso del método; Descartes busca reglas fijas para descubrir
verdades, no para defender tesis o exponer teorías. Descartes nos enseña que, planteado un
problema, es preciso ante todo considerarlo en bloque y dividirlo en tantas partes como se pueda.
Al llegar aquí es imposible seguir exponiendo el método de Descartes sin indicar algunos
principios de su teoría del conocimiento y de su metafísica. En la primera regla del discurso están
resumidas, más aún, comprimidas algunas de las más esenciales teorías de la filosofía cartesiana,
este discurso es demasiado largo por lo cual el discurso del método se divide en seis partes: en la
primera se hallarán diferentes consideraciones acerca de las ciencias, en la que Descartes pone en
duda todos los conocimientos aprendidos a lo largo de su educación. En esta primera parte
Descartes propone un nuevo método para llegar a un saber que sea seguro. Al mismo tiempo
realiza una rotunda crítica de las ciencias y de la filosofía escolástica de su tiempo. Descartes
admite que solo las matemáticas y el conocimiento de otras personas, mediante los viajes, ofrecen
un saber seguro, pero Descartes termina rechazando también los viajes debido a que las
contradicciones que existen entre unos pueblos y otros no le permiten descubrir la verdad.
Concluye diciendo que la única forma de encontrar la verdad es en uno mismo. ; en la segunda,
las reglas principales del método que el autor ha buscado; Señala que las ciencias al haber sido
realizadas por múltiples autores, cada uno con su diferente opinión, no son portadoras de un
verdadero saber. Propone renunciar a esta diversidad de opiniones que nos han sido enseñadas y
en su lugar elegir otras con nuestra propia razón, ya que las creencias a las que nos han educado
desde nuestro nacimiento dependen del entorno en el que hayamos nacido y de las personas que
nos las hayan inculcado. Debemos reformar estas creencias distinguiendo lo verdadero de lo
segunda parte había establecido la duda metódica para poder llegar a la verdad, pero él explica,
en la tercera parte que, mientras se dedica a dudar de todo, tiene que crear una moral provisional
que rija su vida, esta moral provisional tenía una serie de máximas; en la cuarta, las razones con
que prueba la existencia de Dios y del alma humana, que son los fundamentos de su metafísica.
La cuarta parte es el capítulo central del Discurso del método y en ella Descartes establece la
"duda metódica": viendo que el conocimiento recibido a través de los sentidos suele ser erróneo,
se dedica a dudar de todo para ver si puede llegar a un conocimiento que se pueda considerar
verdadero. Pero nota que mientras duda, está pensando, y si piensa, es signo de que existe. Con
esa premisa, crea un primer principio para su nueva filosofía, Pienso, luego existo, a partir de este
corazón y de algunas otras dificultades que atañen a la medicina, y también la diferencia que hay
entre nuestra alma y la de los animales, en este capítulo explica brevemente el contenido del
problema de la luz: el sol la produce, los cielos la transmiten, la tierra y los planetas la reflejan, y
el hombre es su espectador; y en la última, las cosas que cree necesarias para llegar, en la
investigación de la naturaleza, más allá de donde ha llegado, y las razones que le han impulsado a
escribir, en este último capítulo Descartes establece una serie de reflexiones sobre el alcance de la
personas.
Marco Teórico
práctica la lógica y la razón en la vida, como medio para alcanzar el conocimiento de todo lo que
nos rodea. Así, le concedió una epistemología a la mecánica de Galileo. Descartes no nos dice
qué es lo que debemos saber, sino que nos ayuda a saber cuándo estamos en lo correcto al saber
algo. Su prueba es que sabemos que lo sabemos y propone que debemos partir de esa certeza para
Con El Discurso del Método y sus Meditaciones, Descartes partió de manera radical
declarando que no se puede, y por tanto no se debe, confiar en la tradición ni en la fe. Todo lo
que sabemos a partir de la tradición no es verdadero, dice: no sabemos nada. Lo que sí sabemos
es que pensamos. Si bien no sabemos si lo que estamos pensando es correcto, no podemos negar
en su epistemología. Elabora una forma de acceder a la verdad que va de “no sé nada” a “lo sé
todo”. Todo lo que se argumente desde la premisa de “pienso, luego existo”, es verdad, afirma.
Esa idea nos lleva a Dios: según Descartes el pensamiento de la idea de Dios es inherente a la
mente humana, pero esto también significa que en ese universo mecanicista existe un Dios
subordinado al pensamiento. Por lo mismo llega a una prueba lógica de la existencia de Dios: no
a través de la fe, la gracia, la emoción o el misterio. Para Descartes Dios es una ecuación
1
Introducción a la filosofía de Descartes, S.f, https://www.webdianoia.com/moderna/descartes/desc_intro.htm.
2
Idem.
Como no podemos confiar en nuestros sentidos, al igual que en la tradición, el acceso al
conocimiento no puede ser a través de estos sino a través de la razón y el pensamiento lógico. El
sistema cartesiano es un sistema comprendido de verdad, ampliado a través del método: “el
discurso del método”3. Si todo es reducible a un proceso lógico y razonable, el mundo está
inerte. Pero tomando en cuenta su visión metafísica y epistemológica, Descartes separa el mundo
en dos órdenes, presentándonos un mundo dualista. Por un lado, está todo lo cuantificable: lo que
puede ser graficado o calculado, la “res extensa”, es decir el mundo material. El orden paralelo,
que no interviene, es “res cogitans”, de donde vienen todas las formulaciones matemáticas: las
ideas. Estos dos mundos están radicalmente separados. Determina que todos los cuerpos y los
animales son máquinas, que responden a sistemas como lógicos como el del reloj, excepto los
seres humanos, que poseemos mentes, que son una extensión del deseo Divino: el cogito. Así
como Dios es libre, los seres humanos poseemos libre albedrío. La materia en cambio, está regida
por leyes matemáticas deterministas, está forzada a obedecer ciertos comportamientos. En las
leyes de la materia no existe el libre albedrío que los humanos poseemos por lo que éste debe
Al igual que Descartes, John Locke, invitará al ser humano a no dejarse llevar por la fe y la
tradición –por lo que otros dicen- sino a buscar la verdad por uno mismo, siendo la única
autoridad para ello, si bien con una perspectiva distinta, proponiendo una nueva manera para
puramente racionalista, la de Locke será empirista. Esa nueva filosofía va a ser clave en el trazo
3
Pensamiento de rene descartes, S.f, https://es.m.wikiversity.org/wiki/L
%C3%ADneas_principales_del_pensamiento_de_Ren%C3%A9_Descartes.
4
Idem.
del camino que habría de seguir la ciencia moderna, la religión moderna y el concepto del
individualismo.5
Según la propia confesión de Descartes, tanto en el Discurso del método como en las
Meditaciones, las enseñanzas del colegio le decepcionaron, debido a las numerosas lagunas que
presentaban los saberes recibidos, a excepción de las matemáticas, en donde veía la posibilidad
Esta muestra de escepticismo, que Descartes presenta como un rasgo personal es, sin embargo,
una característica del pensamiento de finales del siglo XVI y principios del XVII, en los que el
pirronismo ejerció una notable influencia. Terminados sus estudios Descartes comienza un
verdadero saber.
"Por ello, tan pronto como la edad me permitió salir de la sujeción de mis preceptores,
ciencia que la que pudiera hallar en mí mismo o en el gran libro del mundo, dediqué el resto de
mi juventud a viajar, a conocer cortes y ejércitos, a tratar con gentes de diversos temperamentos y
que la fortuna me deparaba, y a hacer siempre tal reflexión sobre las cosas que se me
Después de sus estudios opta, pues, por la carrera de las armas y se enrola en 1618, en
Holanda, en las tropas de Maurice de Nassau, príncipe de Orange. Allí conocerá a un joven
científico, Isaac Beeckman, para quien escribe pequeños trabajos de física, como "Sobre la
5
Filosofía moderna, noviembre 3, 2018. https://enciclopediaonline.com/es/filosofia-moderna/
6
El discurso del método, Editorial Leyde, Ciudad Leiden, 1637.
presión del agua en un vaso" y "Sobre la caída de una piedra en el vacío", así como un
compendio de música. Durante varios años mantienen una intensa y estrecha amistad, ejerciendo
Beeckman una influencia decisiva sobre Descartes, sobre todo en la concepción de una física
matemática, en la que había sido instruido por Beeckman. Continúa posteriormente sus
"científico" y universal.7
Pasa su tiempo en una habitación calentada por una estufa, donde elabora su método, fusión de
posibilidad de una matemática universal (la idea de una ciencia universal, de un verdadero saber)
La noche del 10 de noviembre de 1619 tiene tres sueños sucesivos que interpreta como un
mensaje del cielo para consagrarse a su misión filosófica. La importancia que concede Descartes
a estos sueños choca con las características que se le atribuyen ordinariamente a su sistema
(racionalismo), pero según el mismo Descartes nos relata, estarían en la base de su determinación
el conocimiento y, con ello, reconstruir el edificio del saber sobre cimientos firmes y seguros.
En 1628 se retira a Holanda para trabajar en paz. Permanecerá allí veinte años, cambiando a
pequeño tratado de metafísica sobre el alma y Dios del que se dice satisfecho y que debe servir a
la vez de arma contra el ateísmo y de fundamento de la física. Dicho tratado contendría ya las
7
Rene descartes, s.f, https://historia-biografia.com/rene-descartes/.
8
La primera verdad, s.f, https://www.webdianoia.com/moderna/descartes/desc_cogito.htm
algunos estudiosos del cartesianismo, opinión no compartida por otros, que creen demasiado
En 1643 conoce a Elizabeth de Bohemia, hija del elector palatino destronado y exiliado en
Holanda. La princesa lo adopta como director de conciencia, de donde surgirá una abundante
correspondencia en la que Descartes profundiza sobre la moral y sobre sus opiniones políticas y
que le conducen en 1649 a la publicación de "Las pasiones del alma"9, más conocida como el
Tratado de las pasiones, que será la última obra publicada en vida del autor y supervisada por él.
los descubrimientos de Galileo, Kepler y de sus propias investigaciones científicas. De ese modo,
planteó la necesidad de elaborar una nueva lógica de la ciencia natural mecanicista, que sería,
según él, el método universal que establecería la vía adecuada de la investigación científica. En
consideraba que en la razón humana conviven las ideas innatas, independientes de la experiencia.
De esta forma determinó que los principios lógicos y matemáticos fundamentales del método son
Descartes propugnó la unidad de todas las ciencias que dependen de un único método,
obtenido a partir del modelo que ofrecen las matemáticas. Así otorgó a la razón la condición de
Según su expresión, sólo puede alcanzarse la meta de formular el método reclamado por la
ciencia si el investigador lograba revelar la célula del mismo; es decir, la condición que permite
al método convertirse en teoría y a la teoría en método, y esta necesidad derivaba del carácter
instrumental del método. Sobre tales principios asentó su método que era, al mismo tiempo, el
9
Las pasiones del alma, s.f. https://es.wikipedia.org/wiki/Las_pasiones_del_alma.
punto de partida y el cierre de su filosofía. Como la inteligencia es propia de todos los hombres,
el método debe ser uno y universal, no limitado a materia alguna en particular, sino aplicable a
todo conocimiento. El método tiene como principal objetivo facilitar el uso natural de la razón.
realidad. Ello exigía la consideración de las ideas como modelos a los que debía ajustarse la
realidad, o más bien la realidad misma. De esta manera, el pensamiento fue para Descartes la
condición del ser y el "cogito" el principio o punto de partida del que la realidad puede ser
deducida.
El método de Descartes parte de verdades evidentes (axiomas) para extraer o deducir a partir
de ellas otras verdades. Lo primero que hay que hacer es indagar, investigar, dudar, y así la
propia duda deviene método o camino que orienta la búsqueda del saber. Según sus criterios, para
pensar correctamente hay que pensar ordenadamente; es decir, hay que seguir un método para
Para Descartes, intuición y deducción son las dos operaciones fundamentales de la mente. La
intuición es el acto intelectual mediante el cual la razón alcanza la evidencia. Según el propio
un concepto de la mente pura y atenta, tan sencilla e innegable que no queda ninguna duda
justifica a sí misma, ya que tiene como garantía la transparencia entre razón y contenido intuitivo;
por tanto, es aquella idea clara y diferente que refleja "sólo la luz de la razón", aun cuando haya
10
Razón y método, s.f, https://www.webdianoia.com/moderna/descartes/desc_metodo.htm
la verdad; por consiguiente, supone un camino, una demostración o encadenamiento lógico o
proposición estableciendo lazos entre las verdades intuitivas. En otro momento Descarte
De acuerdo con Descartes, el método consiste en dictar ciertas reglas y sencillas para emplear
correctamente estas dos operaciones mentales e impedir que jamás la razón admita un error por
juicio suyo está en nada contribuye al descubrimiento de nuevas verdades. La verdadera lógica
aseguraba no son las formas del silogismo, sino las reglas que guían la razón y permiten al
matemática.
11
Idem.
12
Polo Leonardo, evidencia y realidad en Descartes,1996.
De lo anterior puede inferirse que el método racionalista de Descartes es matemático por su
naturaleza y se reduce a las reglas de no admitir nunca como verdadero aquello que no es
conocido con evidencia lo que era, ni aceptar juicios no claros que lleven a la duda. Este principio
de la evidencia es subjetivo y tiene un carácter idealista porque incluso, muchas cosas que
Descartes consideraban evidentes y claros no eran más que errores. Dividir cada una de las
dificultades investigadas en tantas partes como sea posible y necesario para superarlas mejor.
Mantener determinado orden del razonamiento, empezado por los objetos más sencillos y de más
ampliando ese orden incluso allí donde los objetos del razonamiento no aparecen en su vínculo
natural. Elaborar siempre una relación tan completa y general que permita tener la seguridad que
no se ha cometido omisiones.
Este método racionalista de Descartes, progresivo para su época, tuvo sin embargo serias
subjetivamente porque no tenían en cuenta las leyes propias de los objetos estudiados, lo que
demuestra que la concepción cartesiana del método científico no pudo superar su concepción
exterior. Independientemente de los argumentos que revelan los puntos débiles del método
13
El método cartesiano, s.f,
https://es.m.wikiversity.org/wiki/L%C3%ADneas_principales_del_pensamiento_de_Ren%C3%A9_Descartes
avance en el desarrollo de la concepción acerca de la metodología científica de la Época
Moderna, a la vez sirvió de arma teórica en la lucha de la filosofía moderna contra la escolástica.
El método deductivo elaborado por Descartes, respondía a las exigencias del desarrollo
profundización de los conocimientos acerca de la naturaleza y un recurso muy útil para combatir
filosofía en un camino racional hacia la verdad. Uno de sus grandes logros fue su progresiva
fundamentación de su proyecto inicial de unidad entre todas las ciencias, para lo cual elaboró su
método como propuesta universal del conocimiento científico. Su doctrina ha sido llamada
dos tipos esencialmente distintos de sustancias en el mundo: la res ex-tensa y la res cogitans. Al
primer tipo pertenecen todas las cosas físicas, extensas, es decir, aquellas que caen bajo las leyes
en el espacio y cuya esencia es la actividad cognitiva, el pensar. Así, todo aquello que caiga
dentro de la categoría de la res cogitans se resistirá a ser explicado en términos de leyes causales,
pues éstas sólo gobiernan en el ámbito de la res extensa, la idea básica del dualismo de sustancias
descansa, según Descartes, en la intuición clara y distinta de que nuestra alma es esencial para
metódica que consiste, a grandes rasgos, en poner en duda todo aquello de cuya existencia
podemos dudar.
14
Teoría del conocimiento y metafísica, s.f, p.2
De esta forma, él logra dudar no sólo de la existencia de todos los objetos del mundo sino
también de su propio cuerpo, hasta el punto de llegar a deducir que lo único indudable es el hecho
de que él es una cosa que duda. Y como dudar es un acto del pensamiento, juzga conveniente
postular como una verdad irrefutable, clara y distinta, que es, en esencia, una cosa que piensa. A
partir de esta noción, Descartes desarrolla una serie de argumentos a favor del dualismo de
sustancias que siguiendo a Flanagan pueden ser resumidos en tres. El primero de ellos aparece
Argumento uno: a) No puedo dudar de que yo existo como un ser pensante. Pero,
inmediatamente después, advertí que, mientras deseaba pensar de este modo que todo era falso,
era absolutamente necesario que yo, lo pensaba, fuese alguna cosa. Y dándome cuenta de que
esta verdad: pienso, luego soy, era tan firme y tan segura que todas las más extravagantes
suposiciones de los escépticos no eran capaces de hacerla tambalear, juzgué que podía admitirla
sin escrúpulo como el primer principio de la filosofía que yo indagaba. b) Puedo, sin embargo,
dudar de que existo como un ser extenso ya que puedo dudar de la existencia de mi cuerpo.
Posteriormente, examinando con atención lo que yo era, y viendo que podía fingir que carecía de
cuerpo, así como que no había mundo. c) Luego, el pensamiento es esencial para mi existencia,
naturalezas distintas. llegué a conocer a partir de todo ello que era una sustancia cuya esencia o
naturaleza no reside sino en pensar y que tal sustancia, para existir, no tiene necesidad de lugar
alguno ni depende de cosa algún material. De suerte que este yo, es decir, el alma, en virtud de la
cual yo soy lo que soy, es enteramente distinta al cuerpo, más fácil de conocer que éste y, aunque
conclusión a través de una vía ligeramente distinta: Argumento : a) Si puedo concebir (esto es,
tener la idea de) dos cosas como separadas, entonces puedo concluir con certeza que son de
naturalezas distintas. ...basta con que yo pueda entender clara y distintamente una cosa sin otra
para que esté cierto de que una es diferente de otra, b) Por una parte tengo la idea clara y distinta
de mí mismo, en tanto que soy sólo una cosa pensante, no extensa, y, por otra parte, la idea
distinta del cuerpo, en tanto que es sólo una cosa extensa, no pensante. c) Por lo tanto, es cierto
que yo soy realmente distinto de mi cuerpo, y que puedo existir sin él. Ambos argumentos han
sido ampliamente cuestionados desde hace ya mucho tiempo, y reconstruir la totalidad de las
críticas es una labor que no tengo pensada desarrollar. Baste aquí con resumirlas del siguiente
modo.
Al respecto del argumento 1, se dice que éste sólo funciona en caso de que se acepte la
siguiente suposición: cuando se conoce con certeza que una entidad tiene la propiedad x, pero no
se conoce con certeza que tiene la propiedad y, entonces x es esencial para la entidad, pero y no.
Pero este supuesto es falso, ya que puede considerarse el caso de que exista un objeto del que
sólo conocemos una propiedad, y no otra, aunque ambas le sean esenciales. Por ejemplo, uno
puede saber con certeza que la trilateralidad es una propiedad esencial de todo triángulo, pero
ignorar que la suma de sus ángulos internos es igual a 180º. En ese sentido, de ser cierta la
suposición, sólo la primera propiedad sería esencial en el triángulo, pero sabemos que la segunda
también lo es.
Del argumento 2, por otra parte, se dice que Descartes cae en una petición de principio, pues le
resulta imposible dar cuenta de lo que es percibirse como algo que piensa e inextenso. La única
forma que él tiene para explicar la no extensión del alma es contraponiéndola a la extensión del
cuerpo, pero si todo conocimiento de la res extensa es, ex hipótesis, incompatible con el
conocimiento de la res cogitans, ¿cómo puede ser posible que lo uno sea la clave para entender lo
otro? Este contra argumento ha sido considerablemente desarrollado por el conductismo lógico y
Sin embargo, aún es posible encontrar también en la Meditación VI- un tercer argumento
sutilmente distinto a los anteriores, aunque igualmente susceptible de recibir la crítica que, como
antes anunciaba, se le formuló al segundo: Argumento a) Una entidad no puede poseer una
propiedad y su opuesta. b) Encuentro que mi cuerpo es divisible, mientras que mi mente no lo es,
advierto aquí, en primer lugar, que hay gran diferencia entre la mente y el cuerpo, pues el cuerpo
Entonces, el cuerpo es distinto de la mente. y esto solo bastaría para enseñarme que la mente es
Es importante anotar en este punto que algunos teóricos, preocupados por la radicalidad del
dualismo de sustancias, han preferido interpretar de un modo distinto este último argumento. La
conclusión a la que llegan, en breve, puede exponerse así: no es que haya una sustancia mental
distinta de una física, sino más bien que hay algo físico que tiene ciertas propiedades mentales
que ninguna otra cosa física tiene. De este modo, concluyen que el cerebro tiene propiedades
mentales que ninguna otra cosa física tiene. Estas propiedades le permiten al cerebro tener la
capacidad de dudar, entender, concebir, afirmar, negar, querer, no querer, imaginar, sentir, entre
otro, y, en general podría decirse la misma clase de actividades que Brentano describiría como
intencionales.
15
Piñuel José, Metodología y técnicas de Descartes, Copyright Estudios de Sociolingüística, 2002.
Esta nueva versión del dualismo, más débil que el cartesiano, ha sido denominada dualismo
palabras, que mientras el cerebro causa los fenómenos mentales en virtud de su actividad física,
estos últimos no tienen ningún poder causal sobre dicho órgano y, en consecuencia, sobre
ninguna otra cosa física. La segunda doctrina, en cambio, busca eliminar la impotencia causal de
lo mental sobre lo físico y sostiene que, si bien las facultades mentales son propiedades
emergentes de la actividad cerebral, sí tienen poder causal sobre el cerebro y, de allí, sobre el
comportamiento.
Descartes llega a la conclusión de que existen dos sustancias distintas en el mundo, a través de
persona. Claramente, para que la estructura del argumento funcione en todos por igual, el filósofo
presuponía que cualquier persona podría reproducir sus argumentos para sí mismo, de forma que
Sin embargo, valga decir, la idea cartesiana de que la introspección nos lleva necesariamente a
la conclusión de que existimos como una res cogitans, ha sido cuestionada casi desde su misma
aparición y contamos con argumentos suficientemente sólidos (Kant y Hume son sólo dos
ejemplos) que nos invitan a ponerla seriamente en duda. En todo caso, lo que me interesa rescatar
en este punto es que, de ser cierto, el dualismo implicaría algo que un par de siglos más tarde
Brentano describiría del siguiente modo; la psicología es la ciencia que estudia las propiedades y
leyes del alma, que descubrimos en nosotros mismos directamente por medio de la percepción
16
La filosofía de descartes, s.f.
Esta característica introspeccioncita ha llevado a muchos teóricos a sostener que la aceptación
del dualismo implicaría la imposibilidad de una ciencia psicológica, ya que, si la mente humana
sólo puede ser conocida en primera persona, sería imposible cualquier estudio psicológico
intersubjetivo, a menos que se aceptasen leyes establecidas por analogía. Por supuesto, esto haría
pues las cosas que ésta estudia son, por definición, objetivas y, como tales, susceptibles de ser
analizadas en tercera persona. En caso de que fuera cierto, el dualismo haría que el ámbito de la
por esta vía sólo pueden darnos luces al respecto de nuestra propia mente, pero nada pueden
decirnos con certeza sobre las demás (Tesis de la introspección). Esta consecuencia está a su vez
amparada por otro corolario que –en principio- se seguiría de la aceptación del dualismo, y que
ha resultado siendo una de las principales razones para cuestionar la postura cartesiana.
enriquecer nuestro saber psicológico, pues las leyes a través de las cuales explicamos la
naturaleza de los objetos físicos serían inaplicables en el ámbito del alma humana (Tesis de la
autonomía de la psicología).
lo que se conoce como ‘irreductibilidad de lo mental’. Los fenómenos mentales son por
naturaleza irreductibles a los fenómenos físicos, es decir, los primeros no pueden explicarse en
términos de los segundos (Tesis de la irreductibilidad de lo mental). Estas consecuencias han sido
disputas en filosofía de la mente. En particular, han dado origen a dos de los más discutidos
aprietos conceptuales de los últimos cien años, el problema de las otras mentes y el problema
mente cuerpo.
que, de aceptarse, no habría forma de saber con certeza nada de ninguna mente, salvo de la
propia. Podemos, por supuesto, inferir por analogía que si una persona sonríe o se queja está
sintiendo alegría o dolor, ya que eso hacemos nosotros cuando experimentamos tales eventos
mentales. No obstante, de ser cierto que no podemos sino tener acceso a nuestra propia vida
mental, no habría modo de construir leyes psicológicas justificadas que se aplicasen a todas las
entredicho.17
aceptación del dualismo, en cualquiera de sus formas, enfrentaría serios problemas al momento
de dar cuenta de la causación mental. Una de las consecuencias que Descartes pretendía extraer
de su teoría, era que no todas las cosas en el mundo estaban supeditadas a las explicaciones
causales mecanicistas; en realidad, sólo aquellas cosas que caían bajo el dominio de la res extensa
Pero el alma humana, al ser una sustancia distinta y contrapuesta a los objetos de la física, no
se encontraba determinada por ninguna ley causal, de forma que las acciones intencionales del
17
Reglas para la dirección del espíritu, s.f.
18
Idem.
Descartes creía que la encargada de comunicar al alma con el cuerpo era la glándula pineal,
una complicada parte del cerebro en la que el alma encontraba asiento y en virtud de la cual podía
unirse a él, no como un piloto a su navío, sino más estrechamente, casi confundiéndose, para
Descartes definía al alma, lo que estaba haciendo en realidad era describir negativamente a la
res extensa, usando antónimos de los adjetivos que utilizó al hablar de los objetos físicos. El
alma, así definida, se entendía como una cosa inextensa, indivisible, no física, etc., pero como
una ‘cosa’ al fin y al cabo; del mismo modo, sus procesos se entendían como otra clase de causas
y efectos, pero ‘causales’ en todo caso. Era como si Descartes estuviera buscando un tipo de
sustancia que, sin comportarse del modo en que lo hacían los objetos físicos, se ‘pareciera’ a
ellos.