Módulo 3

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¿QUÉ SON LAS INSTITUCIONES?

François Dubet:

Distingue 3 conceptualizaciones:

1. De origen antropológico: entiende las instituciones como prácticas sociales rutinarias


o ritualizadas y sistemas simbólicos que se imponen como hechos. Serían
instituciones las religiones, las lenguas o las costumbres
2. De origen político: define las instituciones como los marcos y procedimientos que
aseguran la soberanía y gobiernan la resolución de conflictos y la toma de decisiones.
Constituciones políticas, los parlamentos, los procedimientos de arbitraje, etc.
3. De origen organizacional: equipara las instituciones con organizaciones que, a lo largo
de su historia, han ganado legitimidad. Empresas y entidades que defiende el interés
general.

ELEMENTOS PARA DEFINIR LAS INSTITUCIONES SOCIALES

Las instituciones sociales son la forma más duradera y estable de vida social. Son el
fundamento de la sociedad, la forma básica de organización colectiva.

La existencia de instituciones distingue a una comunidad organizada de lo que sería una masa
desorganizada de individuos.

La palabra latina institutum significa “propósito”, “diseño”, “plan”, “decreto”, “instrucción”.

En distintas formas de definir las instituciones sociales subyace la idea de que estas sirven a
una finalidad y que, de hecho, existen por y para esta finalidad.

Las instituciones pueden pensarse como una respuesta ordenada común a un problema social
específico: una “solución permanente a un problema permanente”.

Una de las definiciones comunes de institución apunta a una combinación entre formas de
acción práctica recurrente y modos de pensamiento o de significado establecidos. Así,
MacKinnon y Heise (2010) definen las instituciones como la intersección de la estructura
social y la estructura cultural.

La estructura social incluye distintos sistemas sociales observables, compuestos de patrones


de relaciones entre miembros de una sociedad. Todos los grupos y organizaciones –desde las
familias hasta los gobiernos– son estructuras sociales que forman parte de una estructura
mayor: la sociedad

La estructura cultural se refiere a regularidades en las creencias, valores, normas y otros


elementos simbólicos compartidos por una comunidad organizada.

Definición de institución del autor:

Aquellos aspectos culturales de orden normativo, estructurado y propositivo (normas, valores,


significados, identidades, objetivos) que se expresan a través de formas recurrentes de
organización de la acción social (y que, de hecho, alcanzan sus fines a través de la actividad
humana organizada).
Subyace a esta definición una distinción entre el fenómeno institucional en sí mismo y su
manifestación visible en la forma de organizaciones sociales.

APROXIMACIONES CLÁSICAS A LA IDEA DE INSTITUCIÓN SOCIAL

ESCUELA FRANCESA

Durkheim

Para Émile Durkheim la sociedad se compone de individuos que, aunque separados unos de
otros, renuncian a su independencia en favor del colectivo.

Para Durkheim las instituciones son grupos definidos y organizados racionalmente. Estos
grupos surgen de un proceso de evolución en e que las nuevas instituciones se superponen a
las antiguas.

Mauss

Las instituciones son reglas públicas de acción y pensamiento. Se trata de formas dadas de
actuar y de pensar en común. Objetos como los calendarios, actividades como las fiestas y
nociones como lo sagrado son instituciones porque solo existen en la mente de los individuos
en la manera en que la sociedad se los presenta.

Las personas encuentran estos fenómenos ya hechos (instituidos), los reciben desde fuera a
través de la educación.

ESCUELA ALEMANA

Weber

No utilizó la palabra institución en su acepción latina, sino el término alemán Anstalten.

Anstalten: se refiere al establecimiento de los arreglos o preparativos necesarios para llevar a


cabo algo.

Weber define Anstalten a partir de la idea de organización.

Una organización, de acuerdo con Weber,

Es una forma de asociación formal de la que solo pueden participar las personas que hayan
sido oficialmente admitidas, en la que hay un personal que trabaja continua y racionalmente, y
cuyo gobierno está a cargo de individuos poseedores de autoridad. El Estado y la Iglesia serían,
para Weber, ejemplos de organización por excelencia.

LA INSTITUCIONALIZACIÓN

Las instituciones son vividas por las personas como fenómenos autónomos, esto es, como
hechos objetivos. Por ejemplo, los centros educativos en los que hemos sido formados ya
estaban fundados antes de que nosotros empezáramos a estudiar en ellos.
Como miembros de la institución, tuvimos que asumir que nuestro comportamiento se vería
regulado e incluso sancionado con atención a normas y tradiciones que nosotros no
establecimos y que no podemos modificar unilateralmente.

Estos centros educativos existen con independencia de nosotros y tienen vida propia. Sin
embargo, son productos históricos de la acción humana.

Su forma de organizarse es resultado de un largo proceso conocido como institucionalización.

LA INSTITUCIONALIZACIÓN PARA BERGER Y LUCKMANN

La realidad que vivimos, aunque parece independiente de nosotros, es un producto social: las
personas crean, juntas unas con otras, determinados cuerpos de “conocimiento” que se
establecen socialmente como “realidad”.

El proyecto de estos autores es el de una sociología que sea capaz de estudiar la construcción
social de la realidad a partir de lo que las personas “conocen” como “realidad” en el día a día.

Para Berger y Luckmann (1986) el conocimiento es un conjunto de “verdades generalmente


reconocidas como válidas” sobre la realidad. A su vez, entienden la realidad como la cualidad
de ciertos fenómenos de ser independientes de nuestra propia voluntad.

Este proceso es la institucionalización  Los autores defienden que existe un proceso


continuo y dialéctico a través del cual el conocimiento (subjetivo o, más bien, intersubjetivo)
que orienta la conducta en la vida cotidiana da origen a los hechos sociales (objetivos) que, a
su vez, impactan en la conciencia individual.

El proceso se da en una secuencia que incluye 3 pasos:

1. Externalización: después de muchas repeticiones, las actividades humanas se


habitualizan: se produce el conocimiento de que el comportamiento X se lleva a cabo
de acuerdo con ciertas pautas (roles) y, por tanto, tienden a ejecutarse siempre de la
misma manera. Con el tiempo, dichas rutinas y los actores que las ejecutan reciben
nombres cuyo significado es accesible a todos los miembros del grupo implicado. En
este último caso, los autores hablan de tipificación recíproca.
2. Objetivación: Cuando las tipificaciones recíprocas se enseñan a nuevos miembros del grupo, estas
se les ofrecen como una realidad social-objetiva. Las rutinas se presentan como soluciones
permanentes a problemas igualmente permanentes. Se transforman en objetivaciones cuyo
significado puede ser reconocido tanto por sus productores como por otros. Para quienes no
participaron directamente en su creación, los roles y las expectativas asociadas a ellas se
experimentan como hechos impuestos por tradición.
3. Internalización: Las objetivaciones son traspasadas de una generación a otra a través de la
socialización. Su significado es aprendido y pasa a formar parte de la realidad subjetiva de cada
persona.

De acuerdo con estos autores, las instituciones se manifiestan en la experiencia


del día a día a través del lenguaje y de otros productos sociales
(como los artefactos); pero sobre todo gracias al ejercicio repetido
de roles sociales (acciones que han sido habitualizadas y tipificadas socialmente,
que se conectan con determinados tipos de actores).
Lenguaje

De acuerdo con Berger y Luckmann, los signos (un tipo especial de objetivación) están en el
corazón de la institucionalización. Tanto para tipificar la acción social, como para transmitir las
tipificaciones y aprenderlas, los seres humanos necesitan dotarse de sistemas de signos. Entre
ellos, el más importante es el lenguaje

En tanto que sistema de signos, el lenguaje es objetivo. Esto no quiere decir que refleje la
realidad tal cual es, sino que para las personas que lo aprenden se percibe como algo externo a
ellas mismas.

Universos simbólicos

El lenguaje genera cuerpos de conocimiento teórico sobre realidades que no son


experimentadas en la vida cotidiana. Mitológico, religioso, científico.

Los universos simbólicos se desarrollan con posterioridad a la institucionalización y legitiman


las instituciones.

Legitimación

Es el proceso a través del cual se logra la aceptación, por parte de las personas, del orden
institucional objetivado

Consiste, básicamente, en explicar por qué el individuo debe comportarse de determinada


manera y no de otra, así como en justificar por qué las instituciones son como son.

LA INSTITUCIONALIZACIÓN COMO EVOLUCIÓN ORGANIZACIONAL

la institucionalización también se expresa en la aparición de formas concretas y visibles de


organización social.

Evolución organizacional

se refiere al progresivo crecimiento, fortalecimiento y formalización de los grupos dedicados a


la protesta y la transformación social.

Se trata del proceso por el cual los movimientos sociales dejan de ser outsiders políticos y
pasan a formar parte del conjunto de actores aceptados en los procesos de toma de decisiones
y de elaboración e implementación de políticas.

La idea pues es que, a medida que los movimientos acceden de manera estable a la política
institucional, inevitablemente se consolidan y se transforman en instituciones (por ejemplo, en
sindicatos, partidos políticos o grupos presión).

Así, cuando un movimiento social acaba de nacer solo cuenta con el compromiso y el trabajo
de sus seguidores y militantes. La cantidad de grupos que se unen a su causa es pequeña. Pero
en la medida en que el movimiento obtiene reconocimiento público sus bases crecen y algunas
élites empiezan a apoyarlo.

Cuando los activistas y sus colectivos tienen acceso a mayores recursos humanos (trabajo de
nuevos activistas y simpatizantes) y monetarios (afiliaciones, subvenciones públicas,
patrocinios, etc.) se ven en la necesidad de constituir organizaciones formales capaces de
gestionarlos eficientemente

Cuando un movimiento social experimenta desarrollo organizacional empieza a exhibir un


grado creciente de estructuración. Así, se observan los siguientes fenómenos:

1) Formalización: aparecen criterios de membresía formal, las organizaciones de


movilización redactan estatutos y procedimientos establecidos, crean liderazgos
formales y estructuras burocráticas.
2) Profesionalización: El socio-activo se convierte en suscriptor-pasivo y el militante comprometido
en personal contratado. La participación de este último en el movimiento se transforma en parte de su
carrera profesional.
3) Diferenciación interna: El trabajo que ha de desarrollar el grupo se distribuye entre sus miembros
de acuerdo con una estructura de tareas. En organizaciones grandes aparece la descentralización
territorial (se crean subunidades territoriales).
4) Integración: las diferentes subunidades territoriales desarrollan mecanismos para
coordinarse y crean centros de toma de decisiones. Aparecen oligarquías: un número
reducido de personas empiezan a ganar creciente influencia en las organizaciones.
5) Cambio en objetivos y repertorios: Las estructuras de movilización se vuelven moderadas,
empiezan a preferir la presión política convencional y la cooperación con las autoridades. La
retención de afiliados y fuentes de recursos se vuelven actividades primarias de la organización.

Alberto Melucci (1999) defiende que la institucionalización no es el destino ineludible de la


acción colectiva, sino que es parte de los retos que los movimientos han de gestionar
continuamente.

En esta dirección, el psicólogo social italiano sostiene que los movimientos sociales se debaten
entre la fragmentación y la integración. La integración es otra forma de llamar a la
institucionalización.

LA DINÁMICA INSTITUIDO/INSTITUYENTE

Hasta ahora hemos mencionado que las instituciones siempre tienen una historia de desarrollo
que ocurre a lo largo del proceso de institucionalización. Al examinar este último proceso
hemos visto que incluso colectivos que propenden por transformaciones sociales tienden a
convertirse en instituciones. Esto nos lleva a revisar la relación entre el orden social instituido
(y aparentemente sólido y estable), y el cambio social que lleva a la emergencia de nuevas
instituciones.

Instituido / instituyente

Estos conceptos provienen del pensamiento sociológico francés de los años setenta.

Entre otros autores, entre los que se encuentra Cornelius Castoriadis, estos conceptos fueron
utilizados para dar cuenta de la burocratización política que parece seguir a toda revolución.

Estos autores proponen que, con el tiempo, el espíritu revolucionario se fosiliza y da paso a la
burocratización política.
La institucionalización da origen al orden social instituido mediante una naturalización
paulatina de la norma:

Ahora bien, en la fosilización de lo instituido se esconden las semillas de un nuevo proceso


transformador. Contra el anquilosamiento del orden social, surgen procesos tendentes a su
revitalización: surge la acción instituyente.

Acción instituyente

 Toma la forma de crisis sociales y acontecimientos revolucionarios que regeneran las


instituciones.
 Emerge como novedad transitoria, a la que sigue una actividad restauradora de la vida
social instituida, fortalecida y renovada.
 lo instituyente, aunque parece débil, tiene la potencia necesaria para crear
expresiones culturales nuevas y alternativas a las estructuras sociales instituidas.
PARECE PARADÓJICO LO INSTITUYENTE DE EL MOVIMIENTO DE LA ESPAÑA VACIADA,
PUES PROVIENE DE LO “ANTIGUO, LO RURAL, LO ATRASADO”

Lo instituido

Lo instituido y las instituciones no son lo mismo

Las instituciones no se agotan en lo instituido, porque son el producto histórico de la sociedad


instituyente y se desarrollan y cambian gracias a las fuerzas instituyentes.

La relación entre lo instituyente y lo instituido hace posible la incesante regeneración del


cuerpo social, evitando su solidificación.

Hacen de la vida social un vaivén permanente, siempre inacabado: un equilibrio móvil.

LO INSTITUIDO Y EL IMAGINARIO SOCIAL INSTITUYENTE

Cornelius Castoriadis

Uno de los autores que ha hecho célebre la fórmula de lo instituido y lo instituyente.

Para este filósofo, economista y psicoanalista turco, la sociedad es cambio social permanente,
la historia en proceso que resulta de la unión y de la tensión entre la sociedad instituida y la
sociedad instituyente.

La sociedad instituida está conformada por aquellas instituciones que una vez creadas se
estabilizan y se autoperpetúan.

Castoriadis distingue las:

 instituciones transhistóricas, compartidas por todas las sociedades (como el lenguaje,


la religión, la familia o el mismo individuo),
 instituciones específicas, propias de determinadas sociedades (como la polis griega o
la empresa capitalista)
La sociedad instituyente,

 es un fenómeno eminentemente creativo que se manifiesta en la producción continua


de nuevas formas de ser y nuevas instituciones.
 Es una expresión de la capacidad de toda sociedad para gobernarse a sí misma,
dotándose de sus propias normas.

Desde el punto de vista de Castoriadis, tanto la sociedad como sus instituciones son productos
sociales que no resultan de fuerzas trascendentales o externas a la sociedad misma (Dios, la
naturaleza, las leyes del mercado, etc.), sino de un proceso inmanente de autoconstitución.
Por esto, el autor sostiene que la sociedad es autoinstitución

En la obra de Castoriadis, la relación entre la sociedad instituida y la sociedad instituyente se


sustenta sobre el imaginario, concepto que remite a tres ideas:

1) Significados sociales imaginarios:


 La sociedad es un orden de significado que se desarrolla a partir del conjunto
de ideas, valores y objetivos que crean los colectivos sociales anónimos.
 Tales representaciones son los significados sociales imaginarios.
 Estos establecen el marco primario de todo pensamiento social: definen la
identidad primordial de una sociedad y su lugar en el mundo.
 Esta identidad funciona como principio organizador, delimitando lo que es real
y lo que es ficticio (y, por tanto, lo que puede ser instituido y lo que no).
 Los significados imaginarios pueden tener la forma de imaginario real o de
imaginario radical.
2) Imaginario real o imaginario social instituido:
 Se trata del conjunto de significados establecidos en una sociedad que son el
producto de nuestra capacidad de representar objetos, incluso en su ausencia.
 Está encarnado en las instituciones transhistóricas y en las específicas.
 Aunque tales instituciones son creaciones humanas, las personas llegan a
experimentarlas como externas a ellas mismas a medida que se conforman
con las creencias y las ideas dadas (“así son las cosas”).
 Por esta vía, las sociedades y los individuos se vuelven heterónomos:
incapaces de modificar sus representaciones del mundo y sus formas de ser.
Esto es lo que le ocurre al movimiento obrero cuando empieza a delegar su
poder en los partidos. Al hacerlo, los obreros dejan que otros decidan por ellos,
con lo que su potencial creativo y de autogestión se ve constreñido.
3) Imaginario radical o imaginario social instituyente:
 Las sociedades tienden a la heteronomía, pero existen momentos de ruptura
en los que el imaginario social y sus instituciones son cuestionados.
 Estos momentos históricos son animados por nuestra capacidad de engendrar
representaciones que no provienen de estímulos externos (es decir, que no
reemplazan algo ya existente), sino que se refieren a algo que aún no existe.
 El conjunto de tales representaciones integra el imaginario radical: aquellos
significados que emergen como una novedad genuina; es decir, que no
resultan de la mera repetición o combinación de significados previos.
 El imaginario radical crea un nuevo modo de ser de la sociedad desbordando y
modificando el imaginario instituido. Esto es lo que ocurre en la antigua Grecia
cuando se inventa la democracia (Castoriadis, 1997a). En dicho periodo se crea
la política entendida como la acción mediante la cual la sociedad transforma
reflexiva y deliberadamente las instituciones que la gobiernan (lo político).
 Debido a que las nuevas instituciones creadas por el imaginario instituyente
tienden también a independizarse y a someter una vez más a la sociedad,
Castoriadis defiende que el contenido del proyecto revolucionario debe
apostar constantemente por la autonomía.
 El objetivo revolucionario debe ser una sociedad autónoma, capaz de darse a
sí misma sus propias leyes, de decidir sobre su propio modo de ser y de
renovar constantemente sus instituciones a través de la actividad política

INSTITUCIONES SOCIALES, SUBJETIVIDAD Y SUBJETIVACIÓN

Las instituciones tienen su correlato en la constitución de determinadas formas de ser y de


comportarse, en nuestras experiencias personales e identidades.

Así como la sociedad se crea y re-crea a sí misma a través de sus instituciones, también crea y
re-crea a sus miembros: inscribe un orden simbólico-cultural en las personas, instituyendo así
a los individuos.

APROXIMACIONES A LA RELACIÓN ENTRE LAS INSTITUCIONES Y LA SUBJETIVIDAD

Macrosociología

Para los macrosociólogos las instituciones preexisten a las personas y se les imponen como
hechos. Así mismo, los individuos existen antes de las instituciones en calidad de estructuras
psicológicas.

La macrosociología clásica entiende la relación entre la institución y las personas a partir de


dos planos: el de lo exterior al individuo (las instituciones) y el de su interioridad (la
personalidad).

Estos dos planos se han entendido como realidades separadas que están sujetas a una relación
de subordinación: la exterioridad se impone sobre la interioridad.

la relación entre el plano de lo exterior y el de lo interior se abordan desde una perspectiva


dialéctica: las instituciones y las personas se producen mutuamente a través del proceso
histórico de la institucionalización. Este proceso empieza con la habitualización de prácticas
sociales que son mutuamente tipificadas, presentadas como realidades objetivas a las nuevas
generaciones e internalizadas por estas.

Fenomenología e interaccionismo simbólico

A medida que nos alejamos de la macrosociología y nos acercamos a la fenomenología y el


interaccionismo simbólico, las cosas empiezan a cambiar.

Tanto la fenomenología como el interaccionismo simbólico ponen un especial énfasis en la


experiencia vivida por las personas comunes y corrientes.
MICHEL FOUCAULT: DISCURSO Y SUBJETIVACIÓN

Niega que exista algún tipo de individualidad interior que sea fuente de la acción y del
significado.

Rechaza la noción moderna de sujeto, es decir, se aleja de concepciones que entienden a la


persona como una realidad ontológica (un ser) que en entidad racional indivisible, que es
individuo autónomo, pensante y coherente, idéntico a sí mismo a lo largo del tiempo y
portador de derechos naturales inalienables.

Entiende las subjetividades como productos históricos de determinados discursos

Discurso: HAY UN DISCURSOS DE LOS DE LA ESPAÑA VACIADA

 Se refiere a un cuerpo de conocimiento y práctica social que está organizado de acuerdo


con un conjunto de reglas.
 Este cuerpo de conocimiento sirve para mucho más que dar sentido al mundo; de hecho,
no refleja o representa la realidad, sino que la constituye activamente.
 Los discursos son productos sociales y dependen de diferentes condiciones políticas e
históricas; por este motivo, cambian con el tiempo.

“Los discursos alrededor del «maestro efectivo» proveen a los profesores de identidades

con las que pueden llegar a ser reconocidos por otros. Quizá más importante para quienes

trabajan en educación es que tales identidades permiten que los maestros se reconozcan

a sí mismos” (p. 19, traducción propia). Margaret Walshaw.

Subjetividad

La subjetividad es “el modo en que el sujeto hace de la experiencia de sí mismo un juego de


verdad en el que está en relación consigo mismo” (Foucault, 1990, p. 21).

Subjetivización

El proceso mediante el cual los individuos se apropian de los discursos que reclaman su
definición en tanto que sujetos.

EL SUJETO EN LA ERA POSTSOCIAL

La sociedad –como ente orgánicamente unificado– se convirtió no solo en una entidad


objetivamente avalada por la ciencia, sino también en algo que podía ser ordenado
activamente en el marco de los estados-nación.

De esta manera, los colectivos humanos se integraron en una unidad social territorializada que
podía gobernarse con atención a intereses de protección, justicia y solidaridad social,
mediante políticas sociales, servicios sociales, seguridad social, etc. EMPEZAR CON ESTO: ¿DE
DÓNDE VIENE EL CONFLICTO DE LA ESPAÑA VACIADA? ¿CÓMO SE FORMA LA SOCIEDAD?
Sin embargo, de acuerdo con Rose (2007), esto está cambiando. A medida que la globalización
debilita la idea de una “economía nacional” y que se proponen críticas al estado del bienestar,
la “sociedad” pierde su importancia como herramienta para pensar, organizar e intervenir la
experiencia individual y colectiva.

En consecuencia, emerge una era postsocial en la que el control de las poblaciones se lleva a
cabo mediante nuevas formas de gubernamentalidad. Concretamente, mediante tecnologías
del yo que operan en el interior de nuestras relaciones de obligación mutua, en el interior de
las comunidades a las que pertenecemos.

Las comunidades son “esas redes de lealtad con las que uno mismo se identifica existencial,
tradicional, emocional o espontáneamente, en apariencia, más allá y por encima de cualquier
valoración calculada, basada en el propio interés” (Rose, 2007, p. 122). Todos estamos ligados
a diferentes comunidades por parentesco (como la familia), residencia (el barrio), dificultades
compartidas (grupos de pacientes, víctimas, afectados), afinidad moral (grupos religiosos,
movimientos sociales, etc.) o estilos de vida.

En el contexto de la crisis de “lo social”, los sujetos son individuos que asumen

su propio desarrollo y autogobierno. Su responsabilidad moral ya no es la

de los ciudadanos con respecto al Estado, sino la de personas comprometidas

consigo mismas y con los seres con quienes están asociadas. POR ESTO YO NO ME PREOCUPO
DE LA ESPAÑA VACIADA, PORQUE ME QUEDA MUY LEJOS, MUY A DESMANO. NOS
PREOCUPAMOS DE LOS NUESTROS

Anticomunidad

Una anticomunidad es aquella red de compromisos establecida entre personas cuya


moralidad, estilo o comportamiento resulta amenazante para el orden político: criminales
callejeros, estafadores, vagabundos, etc. Las anticomunidades reúnen a “aquellos que podrían
ser emprendedores, pero que intencionalmente rehúsan funcionar dentro de los valores de la
civilidad y autogestión responsable” (Rose, 2007, p. 136).

En la tercera parte del módulo la subjetividad surge como un tema de primera

importancia en relación con el estudio de las instituciones. Así como la sociedad

se crea y re-crea a sí misma a través de sus instituciones, también crea y

re-crea a sus miembros: instituye a las personas. En la última parte del módulo

nos hemos dedicado específicamente a este tema y hemos recapitulado lo

que distintas teorías (macro- y microsociológicas) tienen que decir sobre la relación

entre las instituciones y la individualidad. Hemos centrado la atención

en la mirada foucaultiana, trabajando sobre la noción de subjetivación. De

acuerdo con esta idea, la subjetividad es el resultado de nuestra apropiación de

discursos disponibles para definir (y constituir) determinados “sujetos” en un


periodo histórico dado. Tal como hemos visto, la subjetivación puede ocurrir

debido a las relaciones de poder-saber que establecen las instituciones con las

personas, así como debido a un conjunto de prácticas que las personas ejercen

sobre sí mismas (las tecnologías del yo). Adicionalmente, hemos subrayado

que, en la actualidad, los discursos y prácticas que definen la subjetividad están

articulados con nuevas formas de gubernamentalidad. Estas instrumentalizan

nuestras relaciones de lealtad comunitaria y movilizan innovadoras tecnologías

del yo para el control poblacional mediante el autogobierno. En esta

reciente tendencia, el conocimiento psicológico y las neurociencias vienen

aportando discursos expertos que definen –e instituyen– sujetos autónomos,

responsables y capaces de cuidar de sí mismos y de sus seres más cercanos.

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