Intervención Social y Intervención Dirigida Alfredo J. Carballeda

La intervención social.
La intervención dirigida
La intervención social busca dar soluciones a problemas sociales identificados,
respondiendo a una demanda proveniente de algún ente social, esta tiene diferentes
formas de proceder; primero a través de intervenciones dirigidas y segundo
participativas. Pero, además de revisar los dos modelos de intervención se analizaran
tres ámbitos distintos de intervención. En primer lugar, están algunos modos de
intervención relacionados con los servicios social como institución del Estado cuya
responsabilidad es la de intervenir para garantizar y facilitar a los ciudadanos
prestaciones y servicios que tiendan a favorecer el desarrollo libre de las personas y
colectivos dentro de la sociedad y evitar formas de exclusión y/o marginación de
personas o grupos. En segundo lugar, están las cooperaciones internacionales como
otro ámbito de desarrollo teórico. En tercer lugar, analizaremos propuestas alrededor de
los desarrollo sobre apoyo social. Cada uno de los ámbitos involucra diversas
instituciones, teorías, técnicas concretas, formas de acercamiento etc.
Por otro lado, la intervención psicosocial es un proceso de redistribución de recursos
contemplando a la comunidad, el grupo o al usuario como recurso. Tiene el objetivo de
atacar los problemas sociales presentes en la sociedad a partir de modelos teóricos que
explican que es lo social y cuáles son las presuntas causas de los problemas; y
modelos prácticos sobre cuáles son las mejores maneras de incidir sobre estos
problemas a favor de las personas involucradas en las situaciones.
Así mismo, la intervención requiere de conectar una teoría con la realidad, por ejemplo
en psicología social aplicar sería poner los conocimientos producidos por las ciencias
humanas y sociales sobre situaciones concretas consideradas como problemáticas.
También, en el área de la teoría sobre la intervención social es importante el
diagnóstico y estudio de los científicos social sobre los problemas y la manera en que
pueden llegar a manifestarse en contextos específicos.
El autor desarrolla algunos modelos que permiten entender los problemas sociales y las
formas posibles de intervención. Primero, la orientación de la patología social y la de la
desviación social las personas o grupos que se desvían son vistos como un problema
social, entonces se da la resocialización con los no desviados y se disminuya el
contacto con los grupos desviados. Cuando ocurre la desintegración social hay un fallo
en las reglas de convivencia que se pueden dar por conflictos culturales o por
inconformidad con las reglas existentes. Se interviene para incorporar de nuevo el
equilibrio en el sistema.
Por otro parte, la perspectiva del conflicto es tratada por este autor como conflicto de
valores e intereses existentes entre diferentes grupos de la sociedad, lo que ocasiona
oposición. Y por último, la orientación “burocrática” afirma que los problemas sociales
son característicos de las sociedades avanzadas; por lo tanto, las instituciones deben
procurar intervenir en las situaciones que surgen como producto de los cambios en la
sociedad para atenuar los efectos de estos problemas (Clemente Diaz, 1992).
Así como los anteriores hay otro modelos que ayudan a la intervención social, por
ejemplo, el modelo ecológico utilizado como perspectivas dentro de la psicología
comunitaria (citadas por Chacón y Garcia, 1998), consiste en postular la relación
dependiente entre el individuo y el ambiente. En estas perspectivas de toman en cuenta
los recursos materiales, sociales y psicológicos de los que dispone la persona para
hacer el estudio de la situación y las formas de intervención. Otro modelo es el marco
organizacional, se sostiene que los problemas de las organizaciones y comunidades
deben mirarse desde el ángulo de las relaciones personales involucradas. En cambio
el 'marco conceptual transaccional' centra su atención en los cambios que se producen
a través del tiempo en las relaciones estudiadas; implica tomar en cuenta no sólo los
elementos que se presentan en la situación problemática dada, sino rastrear la
evolución que han tenido las diferentes relaciones involucradas en el problema.
Por último, los autores anteriores describen el marco de acción o cambio social' según
el cual se produce un marco teórico explicativo sobre cómo los sistemas producen
reacciones psicológicas. Este modelo enfatiza en la participación comunitaria, no para
mejorar la efectividad de la organización, sino para lograr una mejora de la distribución
de recursos en la propia comunidad.
Algunos modelos vistos anteriormente no reflejan posturas marxistas ya que ni colocan
el énfasis de la definición de los problemas en las estructuras sociales (los colocan más
bien en problemas individuales o en problemas relacionales que se dan en
determinados contextos), ni buscan una transformación de la sociedad, sino que siguen
una visión funcionalista de lo social.
Además, los servicios sociales son un producto de las políticas sociales que se ponen
en marcha dentro del 'Estado de bienestar' para aumentar la 'calidad de vida' para las
personas a partir de demandas individuales, grupales o institucionales. Casado (1994)
afirma que en tanto los servicios sociales son utilizados para modificar las situaciones
que resultan del juego 'espontáneo' de instituciones y fuerzas económicas y sociales,
pautas culturales vigentes, etc.; son herramientas de política social.
A partir de esto algunos autores han determinado 9 principios de los servicios sociales,
estos son: principio de responsabilidad pública, principio de simplificación,
racionalización y eficacia, principio de igualdad, principio de solidaridad, participación
ciudadana, reconocimiento y promoción de la iniciativa social, principio de integración o
normalización, principio de descentralización, principios de planificación y coordinación,
principio de prevención y principio de acción social globalizada.
Estos principios son las bases que rigen la actuación de los servicios sociales. Por un
lado, éstos operan en localidades, intentando proceder sobre los problemas sociales
dentro de los propios contextos donde aparecen y también buscan atender a las
personas con necesidades especiales a través de los servicios sectoriales o
secundarios. Del mismo modo los servicios sociales trabajan con base a dos grandes
estrategias que estudiaremos a continuación. La primera es la atención primaria, son
aquellos servicios de carácter global y polivalente, organizados bajo responsabilidad
pública, cuyas actividades tienen por finalidad la atención de los problemas de la
comunidad residente en la zona, el desarrollo de la misma y la mejora de su calidad de
vida (Corral, Díaz y Sarasa, 1988).Por otro lado, los servicios específicos o sectoriales
se encargan de problemáticas concretas de colectivos, por ejemplo, infancia, juventud,
drogadicción, discapacidad, etc.

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