Historia Crítica de La Literatura Hispánica - La Poesía Lírica Medieval
Historia Crítica de La Literatura Hispánica - La Poesía Lírica Medieval
Historia Crítica de La Literatura Hispánica - La Poesía Lírica Medieval
HISTORIA CRÍTICA
DE LA LITERATURA HISPÁNICA-1
LA POESÍA
LÍRICA
MEDIEVAL
taurus
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.
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ÍNDICE
ADVERTENCIA PRELIMINAR . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
HISTORIA ........................................... 13
1. Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
2. La poesía en latín: pervivenciase innovaciones . . . . . . 16
2.1. La transformación del lirismo, 16.-22. El renacimien-
to carolingio, 18.-2.3. Tropos y secuencias, 20.-2.4. Los
«Carmina Cantabrigensia», 23.-2.5. Los goliardos, 24.
3. El problema de las «jarchas» . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26
3.1. Introducción, 26.-3.2. Aspectos formales, 28.-
3.3. Contenido, 33.-3.4. Estilo, 36.
4. La poesía cortés: los orígenes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 38
4.1. Generalidades, 38.-4.2. Los trovadores, 39.-4.3.
Caracteristicas formales, 41.-4.4. Poética, 43.-4.5. Conte-
nido, 44.-4.6. Difusión de la poesia cortés, 48.-4. 7. Los
Cancioneros, 51.
5. La poesía cortés en la Penfnsu/aIbérica . . . . . . . . . . . . 52
.5.1. Introducción, 52.-5.2. La escuela gallega-portugue-
sa, 54.-5.3. Los géneros, 56.-5.4. Caracte~isticas formales
y estilisticas, 62.-5.5. Fin de la escuela gallego-portugue-
sa, 65.
6. L:,astransformacionesde la /fricacortés . . . . . . . . . . . . 61
6.1. Introducción, 67.-6. El «dolce stil nuovo», 68.-6.3.
Petrarca, 71.-6.4. El peso de la corte, 73.-6.5. La poesia
en catalán, 75.-6.6. Ausias March, 77.-6. 7. Epilogo, 80.
-7-
CRITICA . . . •. . . . . •. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 141
Estado actual de la critica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 143
Las «jarchas», 143.--Poesía cancioneril del siglo xv: los
Cancioneros cuatrocentistas, 144.-Poesia cancioneril del
siglo xv: los grandes poetas cuatrocentistas, 146.-Poesía
tradicional de la Edad Media tardía, 147.
BIBLIOGRAFIA •.................................... ·. 149
-8-
-17-
-21-
-23-
3.1. Introducción
-27-
(«Mi ~go (está) enfermo de mi amor, y no tiene curación. Que venga a mi,
que mi cercania le sanará.» Solá-Solé, p. 163.]
-32-
3.3. Contenido
ke /aré mam(m)a
mio al-lµzblb dt ad yana.
[«¿Qué haré, madre? / Mi amigo está en la puerta.» Texto, Solá-Solé, pá-
gina 252.)
-34-
[«¿Qué haré o qué será de mi?/ ¡Amigo mio,/ no te apartes de mi!» Texto y
traducción de Solá-Solé, p. 258.)
amanu ya IJ,abibi
al-wal}J me no f eraJ
bon beifa mía bokel(l)a
awJk tu no ira§.
[«Cuando mi seftor viene/ -¡qué buena albricia!-/ como rayo de sol sale/
en Guadalajara.» Texto y traducción de Solá-Solé, p. 221.)
3.4. &tilo
[«¡Tanto amar, tanto amar, / amigo, tanto amar! / ¡Enfermaron unos ojos
brillantes / y duelen tan mal!» Texto y traducción de Solá-Solé, p. 70.)
-36-
4.1. Generalidades
4.3. Característicasformales
4.4. Poética
4.5. Contenido
5.1. Introducción
-52-
5.2. La escuelagallego-portuguesa
-64-
6.1. Introducción
- 69 -
--
6.3. Petrarca
-76-
-78-
(l. Dejando aparte el estilo de los trovadores, los que, por pasión, exceden
la verdad, y evitando mi conmovido querer para que no me turbe, diré lo que en-
cuentro en vos. Todo mi hablar para los que no os hayan visto no valdrá nada,
porque no darán fe, y los que os vean, que vuestro interior no verán, al creerme,
su alma estará triste.
11. El ojo del hombre necio no tiene tan oscura vista que vuestro cuerpo no
tenga por gentil; no lo conoce igual que el que es sutil: si el color, pero no sabe
del lienzo. Cuanto es del cuerpo, sin participar con el espiritu, el grosero lo cono-
ce bien: vuestra color y el talle puede saber bien, mas ya de la actitud no podrá
hablar bien.
111. Todos somos groseros para poder explicar lo que merece un cuerpo
bello y honesto; jóvenes gentiles, buenos conocedores, lo han pretendido y, ham-
brientos, les conviene ayunar. Vuestra cordura hace lo que otro no abasta, pues
sabe regir la mucha sutileza; en hacer todo bien en vos se adormece Pereza; vir-
gen no sois porque Dios quiso linaje de (vos).
-79-
6. 7. Epílogo
1) Impreso o manuscrito.
2) Individual o colectivo.
3) Con o sin prosa.
4) Con o sin música.
5) Ante o post 1500.
- 90 -
por quitar el hastio a los lectores que por ventura las muchas
obras graves arriba leídas les causaron, puse a la fin las cosas de
burlas provocantes a risa, con que concluye la obra, porque coja
cada uno por orden lo que más agrada a su apetito.
-93-
-96-
POEMAS NARRATIVOS
(verso de arte mayor Poesia histórica, moral o religiosa,
y extensión larga) 1 satirica o «épica».
-97-
- 99 -
Y así es, ya que pasamos del infierno a las glorias del Mar-
qués, vencedor en el sitio de Huelma, La Coronación es un
poema difícil, a pesar del uso del octosílabo, que suele ir
unido a una poesía de tono menor; no hay mejor prueba de
su dificultad que el comentario que Menéndez Pelayo dedi-
có a esta obra en su Antología de poetas lfricos: «Nada su-
pera el hastío que La Coronación infunde, como no sean
los prólogos, exordios, preámbulos y notas pueriles que el
autor acumula sobre cada estrofa». Sin embargo, esta afir-
mación implica que el erudito español consideró los gustos
del siglo xv a la luz de la estética decimonónica, algo cuan-
do menos erróneo, ya que el poema tuvo gran importancia
en su momento, como parece indicar el elevado número de
copias e impresos que nos ha llegado.
El Laberinto de Fortuna es la obra más ambiciosa de
Mena; en ella se narra una visión alegórica, con fuerte car-
ga didáctica y moralizante, en un tono épico-narrativo. El
estilo es elaborado y artificioso, latinizado en léxico y sin-
taxis; su estructura, simétrica y trabada, remata una obra
-105-
- 109 -
Cantan de Roldón,
cantan de Olivero,
e non de 9orraqufn Sancho,
que fue buen cavallero.
Cantan de Olivero,
cantan de Roldón,
e non de 9orraqufn Sancho,
que fue buen barragán.
9.2. El villancico
La afirmación con la que hemos cerrado el apartado
anterior no hace sino recoger la célebre frase de Dámaso
Alonso que afirma: «El núcleo lírico popular en la tradi-
ción hispánica es una breve y sencilla estrofa: un villancico.
En él está la esencia intensificada: él es la materia precio-
sa». Este breve poema forma parte de unas composiciones
estróficas castellanas que denominamos del mismo modo.
En ellas, villancico sería sinónimo de estribillo, pero desde
el siglo XVI dicha denominación se hizo extensiva a su des-
arrollo, llamado glosa, que conforma el villancico tal como
lo conocemos. Así, no debe extrañar el uso que hace de es-
te término el Marqués de Santillana en el poema dirigido a
sus hijas que comienza «Por una gentil floresta» (el marbe-
te puede deberse a un copista o al propio impresor de algu-
- 112-
9.3. El Romancero
-117-
10. CONCLUSIÓN
-122-
-127-
- 132 -
-140-
LAS «JARCHAS»
-143-
-144-
-148-
LA POESÍAENLATÍN:PERVIVENCIAS
E INNOVACIONES
- 151 -
b) Gulas bibliográficas
HITCHCOCK,R., The Kharjas: a critica/ bibliography, Londres,
Grant & Cutler (Research Bibliographies & Checklists, 20),
1977.
c) Estudios
La mejor introducción al estudio de las jarchas es la de Mar-
git FRENK,Las jarchas mozárabesy los comienzosde la /fricaro-
mánica, México, El Colegio de México, 1975, publicado después
en La /fricapretrovadorescadel Grundrissder romanischenLite-
raturendes Mittelalters, 1, 2, Heidelberg, Carl Winter, 1979, con
una excelente bibliografla. La posterior polémica sobre las jar-
chas cuenta con los siguientes trabajos:
ARMISTEAD,S. O., «Some Recent Developments in kharja Scho-
larship», La Cor6nica, 8 (1980), 199-203.
-, «Speed or Bacon? Further Meditations en Professor Alan
Jones' "Sunbeams"», La Cor6nica, 10 (1982), 148-55.
ARMISTEAD,s. G., y J. T. MONROE, «Albas, mammas, and
Code-Switching in the kharjas•: A Reply to Keith Whinnom»,
La Cor6nica, 11 (1983), 174-207.
-, «Beached whales and roaring mice: additional remarks on
Hispano-Arabic strophic poetry», La Cor6nica, 13 (1985),
206-42.
-, «Pet Theories and Paper Tigers: Trouble with the Kharjas•»,
La Cor6nica, 14 (1985), 55-70.
DRONKE, P., «Nuevas observaciones sobre las j&r9as moWa-
- 152 -
-153-
LA LÍRICACORTÉSEN LA PENÍNSULAIBÉRICA
-154-
Petrarca
El peso de la corte
-155-
POESIACANCIONERILDELSIGLOXV:
LOSCANCIONEROSCUATROCENTISTAS
a) Ediciones
Cancioneros castellano del siglo XV, de R. Foulché Delbosc,
2 vols., Madrid, N.B.A.E., 19 y 22, 1912 y 1915.
Cancionerode Baena, ed. facsimil de H. R. Lang, Nueva York,
1926 (rep. Nueva York, Hispanic Society, 1971).
Cancionero de Baena, ed. J. M. • Azáceta ·, 3 vols., Madrid,
C.S.I.C., 1966.
Cancionero de Stúlfiga, ed. Elena y Manuel Alvar, Zaragom,
C.S.I.C., 1981.
Cancionerode Palacio (Ms. No. 594), ed. F. Vendrell de Millás,
Barcelona, 1945.
Chansonnier espagnol d,Herberay des Essarts, Le, ed. Ch. V.
Aubrun, Burdeos, BEHE Hispanique, 1951.
-156-
e) Estudios
Sólo citaremos los trabajos generales de poética que es nece-
sario revisar tras el trabajo de Dutton, aunque habrá que esperar
a que dispongamos de las transcripciones del conjunto de los
cancioneros; a éstos aftadimos el excelente articulo de Lázaro
Carreter:
CLARKE, D. C., -Morphology o/ f,jteenth century Castilian verse,
Pittsburgh y Lovaina, Duquesne University Press y Neuwe-
laerts, 1963.
LE GENTIL, P., La poésie lyrique espagnole et portugaise a la fin
du Moyen Áge, 2 vols., Rennes: Plihon, 1949-1953.
LÁZARO CARRETER,F., «La poética del arte mayor castellano»,
Studia hispanica in honorem R. Lapesa, I (Madrid, Cátedra-
Seminario Menéndez Pidal y Gredos, 1972), pp. 343-378;
reimp. en Estudios de poética (Madrid, Tauros, 1976), pági-
nas 71-111.
Para la bibliografla sobre cancioneros, su marco de composi-
ción y su poética remitimos a la ya citada obra de Dutton, en el
primer caso, y al divulgadisimo tomo I de la Historia y Critica de
la Literatura Espallola, preparada por Alan Deyermond, para el
-157-
Original from
Digitized by Go ogle UNIVERSITYOF MICHIGAN
resto. Afladiremos alguna referencia moderna en cada uno de los
apartados:
a) Ediciones
-158-
1. Santillana
Comedia de Panza, La, ed. M. P. A. M. Kerkhof, Groninga,
Universiteit, 1976.
Defunsión de don Enrrique de Uillena, seflor docto ·e de exrellen-
te ingenio, ed. M. P. A.M. Kerkhof, La Haya, Martinus Ni-
jhoff, 1977.
Bias contra Fortuna, ed. M. P. A. M. Kerkhof, Madrid, Aguirre
(Anejo 39 del BRAE), 1982.
Poesías completas, I, ed. M. A. Pérez Priego, Madrid, Alham-
bra, 1983.
«"Las Serranillas" dei Marqués de Santillana», ed. R. Lape-
sa, en El com~ntario de textos, 4 (Madrid, Castalia, 1983),
pp. 243-276.
«La Pregunta de nobles del Marqués de Santillana», edición cri-
tica», ed. M. P. A.M. Kerkhof, El Crotalón. Anuario de Fi-
lología &pafio/a, 1 (1984), 331-357).
Los Sonetos «Al It6/ico Modo», ed. M. P. A.M. Kerkhof, Madi-
son, Hispanic Seminary of Medieval Studies, 1985.
2. Mena
Obra /frica, ed. M. A. Pérez Priego, Madrid, Alhambra, 1979.
Coplas de los siete pecados mortales, ed. G. Rivera, 1981.
-159-
b) Gulas bibliogr6ficas
Santillana y Mena tienen una amplia información bibliográfi-
ca en las ediciones citadas; sólo Manrique dispone de la guia de
M. Carrión, Bibliografla de Jorge Manrique (1479-1979), Palen-
cia, Diputación, 1979.
c) Estudios
Ejemplos destacados de investigaciones sobre determinados
poetas son los siguientes:
BATIESTI-PELEORIN,J., Lope de Stúfliga: Recherches sur la
poésie espagnole au XVeme siecle, 3 vols., Aquisgrán, Uni-
versité de Provence, 1982.
MACPHERSON,l., «Secret Language in the Cancioneros: Sorne
Courtly Codes», Bul/etin o/ Hispanic Studies, 62 (1985),
51-64.
SCHOLBERO,K. R., Introducción a la poesfa de Gómez Manri-
que, Madison, Hispanic Seminary of Medieval Studies, 1984.
TILLIER, J. Y., «Passion Poetry in the Cancioneros», Bulletin o/
Hispanic Studies, 62 (1985), 65-78.
WHINNOM,K., La poesfa amatoria cancioneril en la épocade los
Reyes Católicos, Durham, DMLS, 1981.
-160-
POESÍATRADICIONAL
EN LA EDADMEDIATARDÍA
a) Ediciones
Aparte antiguos trabajos como los de Wolf y Hofman (1856),
las ediciones modernas del Romancero se abren con el primer vo-
lumen publicado por don Ramón Menéndez Pidal del Romance-
ro tradicional de las lenguas hispánicas (1957 y ss.), tarea conti-
nuada por el Seminario que lleva su nombre, con frutos como la
reciente publicación de las Voces nuevas del Romancero castella-
no-leonés (1982). Satisfacen las antologías de romances como las
de M. Díaz Roig (1976), G. Di Stefano (19782) o Debax (1982),
con buenas presentaciones y bien anotadas. Por lo que respecta a
la lírica popular, los útiles de trabajo siguen siendo las antologías
de Dámaso Alonso y Blecua (19692), Alin (1968) o Margit Frenk
(1966).
b) Gulas bibliográficas
Para el Romancero antiguo son fundamentales el Diccionario
de pliegos sueltos (1970) y el Manual de Cancioneros y Romance-
ros (1973-78) de don Antonio Rodríguez Mollino. El romancero
oral dispone de múltiples trabajos de documentación y bibliogra-
fía realizados por el Seminario Menéndez Pidal y sus colabora-
dores, del tipo de:
- 161'-
c) &tudios
La obra básica es el Romancero Hispánico (Hispano-portu-
gués, americano y sefardQ. Teoria e Historia, de Menéndez Pidal
(19682), de la que arrancan numerosas investigaciones posterio-
res. No querríamos dejar de citar dos excelentes trabajos sobre el
estilo del romance:
'
GILMAN, S., «On Romancero as a Poetic Language», Homenaje
a Casalduero... , eds. R. Pincus Sigele y G. Sobejano (Ma-
drid, Gredos, 1972), pp. 151-160.
LAPESA,R., «La lengua de la poesía épica en los cantares de ges-
ta y en el Romancero viejo», De la Edad Media a nuestros
días (Madrid, Gredos, 1967), pp. 9-28.
-162-