Contestación Exp. 02741-2020
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Finalmente peticiona que se ordene la inmediata libertad del sentenciado en el caso se determinase mediante
las pruebas o exámenes científicos de ser portador sintomático o asintomático de Covid-19.
PRIMERO: Que, de la demanda, se desprende la supuesta afectación al derecho a la salud, toda vez que el
interno padecería los síntomas del COVID 19 y habría recurrido a los agentes del INPE , sin embargo, no se
apersonaron a su celda, en consecuencia, personal médico no le practicó la prueba rápida o molecular que le
permitiera descartar el COVID 19.
SEGUNDO: Al respecto, es menester señalar que, conforme a lo establecido en el artículo 77º del Código de
Ejecución Penal precisa lo siguiente:
“Todo establecimiento penitenciario tiene un servicio médico básico a cargo de
un profesional de la salud, encargado de atender el bienestar del interno y de
vigilar las condiciones del medio ambiente del establecimiento, con la
colaboración del personal profesional necesario." (énfasis agregado)
Pues el interno cada vez que lo considere necesario, tiene expedito su derecho de exigir la atención médica
correspondiente. Puesto que, de ser el caso en requerir una atención especializada o externa, tiene el derecho
de solicitarlo a la autoridad penitenciaria ya que estas se encuentran habilitadas para atender dichas solicitudes
conforme lo establece el artículo 82º del citado código:
Por consiguiente, el interno tiene derecho de exigir la atención médica correspondiente fuera del
Establecimiento Penal donde se encuentra recluido, previa junta médica, toda vez que puede ser derivado a
cualquier Hospital o Centro de Salud de su elección.
TERCERO. – Respecto a que no se le habría practicado la prueba rápida o molecular al tener supuestamente
los síntomas del COVID 19, pese de haber recurrido a personal del INPE. Al respecto, el INPE ha diseñado un
plan de acción actualizado frente al riesgo de introducción del coronavirus COVID-19 en los establecimientos
penitenciarios a nivel nacional, el cual comprende que de identificarse un interno sospechoso de infección por
COVID 19 dentro de un penal, personal del INPE en primer lugar deberá conducirlo al espacio de aislamiento
designado dentro de los penales , el cual deberá contar obligatoriamente con respiradores N95, mandilones,
gorros, guantes y lentes, consecuentemente la Dirección del establecimiento a través del área de Salud será el
encargado de notificar el caso sospechoso a Epidemiología del centro de Salud MINSA de la jurisdicción para el
descarte y/o confirmación de caso y para que determine o recomiende la ubicación física del caso sospechoso
en un centro hospitalario de mayor nivel de referencia que garantice su adecuado control y seguimiento del
COVID 19.
En caso se establezca el traslado del sospechoso o confirmado será hospitalizado fuera del establecimiento
penitenciario determinado por el MINSA, puesto que el área de salud del INPE coordinará previamente vía
telefónica con la entidad receptora informando el traslado del paciente para la espera y recepción del mismo.
Por consiguiente, existe un procedimiento riguroso a seguir por parte del INPE en caso se detecte sospecha de
contagio del COVID 19, situación que el INPE lo viene haciendo de oficio a fin de salvaguardar el derecho de
los internos, en ese sentido si el interno de presentar sospecha de contagio u otras enfermedades es
debidamente atendido por personal del INPE.
CUARTO: Respecto a que actualmente son varios los internos que están presentando síntomas compatibles
con la pandemia y presienten que de no ser atendidos su salud empeorara día a día. Al respecto, se advierte
que esta afirmación carece de verosimilitud puesto que el personal de salud y las autoridades penitenciarias se
encargan de salvaguardar este derecho, más aún con la coyuntura sanitaria en que nos encontramos, el INPE
viene realizando un trabajo riguroso y de mucho esfuerzo a fin de salvaguardar el derecho a la salud de los
internos, puesto que es un deber, de lo contrario vendría a ser contrario a sus obligaciones y que el propio
INPE advertiría de ello (sanción administrativa), por consiguiente el interno conserva el derecho de ser asistido
médicamente conforme al dispositivo legal señalado líneas arriba, así como también de alimentación y otros,
por lo que estando a tal afirmación por la defensa, carece de toda verdad, máxime si de la demanda no se
advierte que demuestre lo alegado, es decir prueba mínima que acredite el mismo, puesto que ya el Tribunal
Constitucional en su fundamente 6 del ATC Exp. N.° 01761-2014-PA/TC, precisó que es un deber de los
Del mismo modo, es menester precisar que, de detectarse que algún interno o trabajador penitenciario se
encuentra infectado con el COVID 19 dentro del Establecimiento Penitenciario de Piura, se va seguir
estrictamente el protocolo establecido en el Plan de Acción Actualizado Frente al Riesgo de Introducción del
Coronavirus en los Establecimiento Penitenciarios a Nivel Nacional, el cual en última instancia determina que el
infectado o los infectados tendrían que ser trasladados a un hospital en coordinación con el Ministerio de Salud
para su correspondiente tratamiento; en síntesis, el derecho fundamental a la Salud del beneficiario no se ha
visto vulnerado y menos amenazado debido a las previsiones antes anotadas, que hacen incierto y no
inminente una afectación a su salud ante un posible contagio con el COVID 19.
ACCIONES DESPLEGADAS POR EL INPE PARA LA PREVENCIÓN DEL CONTAGIO COVID 19 EN LOS
ESTABLECIMIENTOS PENITENCIARIOS A NIVEL NACIONAL.
SEXTO: Señor Juez, conforme es de público conocimiento los hechos suscitados en el Penal de Piura (ex Río
Seco) el pasado 18 de marzo de 2020, pues el INPE emitió el comunicado Nº 08-2020-INPE de fecha 19 de
marzo de 2020, mediante el cual afirmó que el INPE viene coordinando con las autoridades sanitarias las
acciones dirigidas precisamente para evitar la afectación del derecho a la salud de las personas privadas de
libertad y del personal penitenciario. Ello es así que, el INPE recibió del MINSA 13,000 pruebas rápidas para el
diagnóstico del COVID 19, pues la distribución de dichas pruebas está a cargo de la Subdirección de Salud
Otra medida para continuar con el fortalecimiento de la seguridad sanitaria es que el INPE realiza la distribución
de mascarillas comunitaria en los diferentes establecimientos penitenciarios del país con un total de 110,000
mascarillas comunitarias lavables como una de las medidas de bioseguridad para todos los servidores
penitenciarios y los más de 97,500 internos en las cárceles del país, estos implementos ya se han distribuido en
las oficinas regionales de Norte Chiclayo (EP de Piura), Oriente Pucallpa, Centro Huancayo, Cusco, Arequipa,
Altiplano Puno y Nor Oriente San Martín.
Por otro lado, señor Juez, es preciso además señalar que, el INPE anunció que replicará en los penales donde
hay casos de Covid-19 la exitosa estrategia aplicada en el del Callao para frenar el avance de la enfermedad,
esto significa que se les entregará mascarillas a todos los internos, se medicará con antibióticos a los que
tienen síntomas y se aislará a los que tengan algunas complicaciones. En las zonas de aislamiento los internos
son permanentemente controlados para constatar su nivel de oxigenación y si es necesario son hospitalizados.
Pues con la experiencia del penal del Callao donde se presentó el paciente cero de esos establecimientos el
pasado 30 de marzo, los casos ya se han reducido, la situación está casi controlada y actualmente hay solo dos
internos en aislamiento. Esa experiencia exitosa se repetirá en otros penales.
Por consiguiente el INPE viene agotando todas las medidas de prevención de contagio del COVID 19 en los
establecimiento penitenciario a nivel nacional, pues si bien es cierto, esta enfermedad tiene trascendencia a
nivel mundial, de ninguna manera puede ser atribuible al INPE y/u otras entidades del estado, puesto que no
son generadoras de este mal, más por el contrario como deber le corresponde una política penitenciaria de
prevención, asistencia, tratamiento médico, entre otros., pues mal se haría culpar al INPE como responsable del
contagio del COVID 19, puesto que viene haciendo todos los esfuerzos para prevenir un contagio masivo dentro
de los penales.
SEPTIMO: De los argumentos consignados por el demandante en su escrito de Habeas Corpus, se puede
advertir que estos tienen connotación penal, toda vez que se le está solicitando al Juez Constitucional disponga
la inmediata libertad del favorecido de determinarse estar contagiado con el COVID 19; siendo que su
pretensión debe ser materia de pronunciamiento y competencia exclusiva del órgano jurisdiccional ordinario;
por lo cual, no resulta acorde este pedido con la función del Juez Constitucional, pues por esta vía no se puede
realizar una nueva reevaluación de la decisión adoptada por el Juez penal que emitió su condena de prisión
efectiva. En ese sentido, debe considerarse que el Tribunal Constitucional viene subrayando en reiterada
jurisprudencia que los juicios de culpabilidad o inculpabilidad, la valoración de las pruebas penales y su
suficiencia, así como la apreciación de los hechos imputados, no están referidos en forma directa al contenido
constitucionalmente protegido del derecho a la libertad personal, toda vez que son aspectos propios de la
Debemos dejar clara nuestra posición jurídica respecto al pedido de excarcelación solicitado por el actor en la
presente demanda de hábeas corpus, en el sentido que a través de un proceso de hábeas corpus no puede ni
debe ser utilizado como vía indirecta para ventilar aspectos que son propios de la jurisdicción ordinaria,
correspondiendo a esta, y no a la justicia constitucional, cualquier tipo de variación.
Sustentamos nuestro precedente en la posición de resolución Nº 04 de fecha 17 de abril de 2020, emitida por el
Juez del Quinto Juzgado de Investigación Preparatoria de Trujillo, en la demanda de habeas corpus interpuesta
a favor de Edward Augusto Lama Tinoco, y dirigida contra el Director del EP de Varones de Trujillo (Exp. N°
1809-2020), ante similar petitorio declaró improcedente dicha demanda presentada, decisión tomada teniendo
en cuenta, entre otros, los siguientes fundamentos:
“Que, en la línea desarrollada se infiere que por mandato constitucional, el único ente facultado
para expedir sentencia condenatoria privativa de libertad es el Poder Judicial a través del
Juzgado Penal competente, y el INPE es el órgano estatal encargado de ejecutar la pena
privativa de libertad que impone el Juez Penal, asimismo se infiere que ninguna autoridad distinta
al Poder Judicial, puede avocarse a procesos judiciales con autoridad de Cosa Juzgada, ni
restringir sus efectos o interpretar sus alcances; sin embargo, de la demanda presentada, se
acude a la Sede Constitucional con la finalidad que contra los propios textos constitucionales y
legales, se ordene al Director del Establecimiento Penal de Varones de Trujillo – INPE, que
ordene la excarcelación del beneficiario, y disponga el cumplimiento de la pena en forma
suspendida en su domicilio, lo cual de por sí además de ser inconstitucional, deviene en obligar a
un funcionario público incurra en responsabilidad civil, administrativa o penal, por cuanto se
estaría atentando contra la Función Jurisdiccional y soslayando la institución de la cosa juzgada,
por lo cual la presente demanda de hábeas corpus deviene en improcedente.
(…)
Que, estando a lo desarrollado en el considerando anterior, se colige que la legitimación procesal
es la expresión de titularidad de un derecho u obligación subyacente en una relación jurídico
material, siendo el hábeas corpus el mecanismo que protege al derecho fundamental a la libertad
personal y a los derechos conexos, razón por la cual la demanda puede ser interpuesta por
cualquier persona, no es necesario tener representación, pero respecto a la legitimación pasiva
se interpone en contra de quién hubiera afectado el derecho a la libertad personal, ratificando la
posición de la A Quo que suscribe en el sentido que el demandado en su calidad de Funcionario
del INPE no ordenó el internamiento del beneficiario en el penal”.
Esta es la verdadera pretensión de la demanda interpuesta, la que, por su carencia de verosimilitud en los
hechos enunciados y ser manifiestamente ilegítimo, acertadamente el juez constitucional declaró su
improcedencia por la causal establecida en el artículo 5 numeral 1 del Código Procesal Constitucional.
Del fragmento anterior se observa que la Sala Superior de Emergencia de Lambayeque, de manera clara e
inequívoca, sostiene que la solicitud de variación en la modalidad de la ejecución de la pena (como en el
presente caso del pedido de variación de la pena de prisión efectiva por una medida de detención domiciliaria)
NO es competencia del Juez Constitucional, pues en rigor es una competencia directa del Juez Penal , es decir,
de la Justicia Ordinaria.
OCTAVO: Asimismo, se debe tener presente que, sobre el contenido constitucionalmente protegido de los
derechos fundamentales, el Tribunal Constitucional 1 precisó que todo ámbito constitucionalmente protegido de
un derecho fundamental se reconduce en mayor o menor grado a su contenido esencial y que la determinación
del contenido esencial de los derechos fundamentales no pueden efectuarse a priori, sino a la luz de cada caso
concreto. Teniendo ello en cuenta el TC considera que la aplicación de la causal de improcedencia referida
debe ser examinada en tres pasos de evaluación conjunta:
a. En primer lugar, el juez constitucional debe identificar el derecho o derechos que expresa o implícitamente
podrían verse afectados por los actos arbitrarios que son demandados. En esta actividad el Juez,
conforme a la obligación constitucional de protección de los derechos fundamentales debe dejar de lado
aquellas interpretaciones formalistas y literales sobre los derechos presuntamente afectados para dar
paso a la búsqueda e identificación de aquellos otros derechos fundamentales, que, si bien no hubiesen
sido mencionados expresamente en la demanda, son plenamente identificables desde una lectura atenta
de los hechos contenidos en la demanda.
b. En segundo lugar, el juez constitucional debe identificar la verdadera pretensión del demandante. Para
ello debe tenerse presente no solo el petitorio sino también todos los hechos alegados en la demanda, es
decir, que la demanda debe ser examinada en su conjunto.
c. En tercer lugar, el juez constitucional deberá analizar si la verdadera pretensión del demandante, forma
parte del contenido constitucionalmente protegido de alguno de los derechos fundamentales que son
objeto de tutela del proceso de habeas corpus. Si la pretensión no busca proteger tal contenido, la
demanda debe ser declarada improcedente.
NOVENO: En atención a los tres pasos antes expuestos en el precitado fundamento, es que se debe resolver si
la pretensión demandada forma o no, parte del contenido constitucionalmente protegido del derecho
fundamental a la libertad personal o conexo a este por el proceso de hábeas corpus. Así, en el presente caso,
de los hechos expuestos no se advierte vulneración al derecho a la salud del favorecido en conexidad a la
libertad, pues como se ha señalado no se encuentra bajo amenaza alguna; es decir la supuesta vulneración
alegada no ha sido configurada.
1
STC N°1417-2005-PA/TC, fundamentos 21 y 22.
- Artículo 47° de la “Constitución Política”, que establece que la defensa de los intereses del Estado está a
cargo de los Procuradores Públicos.
- Artículo 1º del “Código Procesal Constitucional”, señala que los procesos constitucionales tienen por
finalidad proteger los derechos constitucionales, reponiendo las cosas al estado anterior a la violación o
amenaza de violación de un derecho constitucional, o disponiendo el cumplimiento de un mandato legal o
de un acto administrativo.
- Artículo 7º del “Código Procesal Constitucional”, que establece que la defensa del Estado o de cualquier
funcionario o servidor público está a cargo del Procurador Público o del representante legal respectivo.
V. ANEXOS:
1-A. Copia de mi Documento Nacional de Identidad.
1-B. Copia de la Resolución Suprema N° 035-2019-JUS.
1-C. Plan de Acción frente al riesgo de introducción del Coronavirus COVID-19 en los penales.
POR TANTO:
A Usted señor Juez, solicito respetuosamente tener presente todo lo expuesto, y declarar INFUNDADA la
demanda, o subsidiariamente IMPROCEDENTE, ordenando su archivo definitivo.
OTROSI DIGO: Que asimismo, en uso de las facultades concedidas y al amparo del artículo 33.7 del Decreto
Legislativo 1326° “Del Sistema Administrativo de Defensa Jurídica del Estado” y su respectivo reglamento aprobado
por D.S 018-2019-JUS, art. 15, inc. 15.5 numeral 1, delego representación a favor de los abogados Carlos Enrique
Sánchez Baldeón (Registro CAL N° 71920), Danny Richard Sánchez Espinoza (Registro CAL N° 49302), Edward,
Skinner Ríos Trujillo (Registro CAL N° 78255), Juan Astuhuamán Baldeón (Registro CAL N° 75408), Juan José Hilario
Cañi (Registro CAL N° 67426), Julio César Nolasco Flores (Registro CAL Sur N° 1073), Karen Salazar Gamarra
(Registro CAL N° 78315), Karol Assayag Chumbe (Registro CAU N° 227), Keyla Valdivia Sandoval (Registro CAL N°
49722), Lesly Carol Deza Vásquez (Registro CAL N° 41555), Lina Espino Villar (Registro CAL N° 52349), Lucía
Mercedes Paco Prucil (Registro CAL N° 79998), Nancy Liz Valcárcel Bardales (Registro CAU N° 0714), Pedro Carlos
Álvarez Cárdenas (Registro CAL N° 68684), Rolando Zorrilla Nieto (Registro CAL N° 81020), Jhonatan Guillen Quiñonez
(Registro CAH N° 429); para que sin perjuicio de mi intervención directa, de manera conjunta o individual pueda
ejercitar la defensa del Estado en el presente proceso, pudiendo concurrir a todas las diligencias que se programen
e interponer los medios impugnatorios que la ley nos franquea.