Acerca de Yucatán

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ACERCA AVES DE YUCATÁN

La península de Yucatán tiene varias especies de animales endémicas viviendo en sus selvas, pantanos y en su enorme
costa que abarca del Golfo de México al Mar Caribe. De todas las especies algunas de las más fascinantes son aves.
De Celestún a la Reserva de la Biósfera de Sian Ka’an, o de Rio Lagartos a Esárcega cerca de la frontera con Belice, la
península está cubierta con selva baja. Hay cientos de pozos que se conocen localmente como cenotes que son ideales
para observar la fauna, especialmente las aves por la mañana. Al menos se han observado 537 especies de aves en toda la
península.
Tan pronto como salga de las zonas hoteleras y empiece a explorar los alrededores, encontrará muchas especies
endémicas sin dificultad.
¨Pavo Ocelado: Sólo hay dos especies de pavos en el mundo. El Pavo Salvaje Norteamericano (que incluye 5 subespecies)
y el Pavo Ocelado. Este último vive en un área de 130, 000 km2 de la Península de Yucatán.
Yellow-lored Parrot: Este es un perico verde con algunas plumas azules, rojas y amarillas alrededor de sus ojos. Esta
especie vive en la selva baja principalmente y su dieta incluye todas las frutas tropicales del área. Podrá escucharlo al
caminar cerca de cenotes. Tiene un tono alto.
Black Catbird: Se les conoce particularmente por sus vocalizaciones, muchas de las cuales incluyen increíbles imitaciones
de otras aves. El Sinsonte Negro vive cerca de las costas y en Cozumel. Se les ha considerado cada vez menos frecuentes
debido a que su alimento principal (semillas de arbustos playeros) y hábitat están desapareciendo por las construcciones.
Otras especies incluyen el Tapacaminos Yucateco, el Atrapamosacas Yucateco, la Urraca Yucateca, la Matraca Yucateca, la
Golondrina Norteña, el Colín de Garganta Negra, el Carpintero Yucateco, el Granatelo Yucateco, el Quiquitrije de Pecho
Rosado, el Turpial Real y el Colibrí de Cola Hendida. El mejor momento para observarlos es temprano en la mañana.
Algunos de los mejores lugares para hacerlo son los sitios arqueológicos mayas, rodeados de exuberante selva y poca
actividad humana como Cobá, Mayapan y Labná.
ACERCA BIENVENIDOS A CELESTUN, MÉXICO
Celestún, en el la península de Yucatan, es uno de los parques de reserva más impresionantes de México. Es un verdadero
paraíso para los amantes de las aves ya que alberga a una de las poblaciones más grandes de Flamingos Rosados,
Sisnontes Tropicales, Martín Pescadores, Cardinales Norteños y algunas especies endémicas como el Chirivín de Yucatán
Codornices Yucatecas y Colibríes de Cola Hendida.
¿Cómo llegar? Celestún se enciuentra a 90 kilómetros al oeste de Mérida y a 210 kilómetros de la ciudad de Campeche, en
la costa del Golfo de México. Esta reserva de la biósfera tiene 59,500 hectáreas en los estados de Yucatán y Campeche. Al
sitio se puede llegar fácilmente en coche rentado. Desde Mérida sólo siga la carretera 281 a Campeche, o desde Campeche,
tome la carretera 180 hacia el norte.
Biósfera Celestún: Celestún obtuvo el estatus de Biósfera Especial en 1989 como una zona de ecosistemas
representativos que no han sido alterados por el hombre, y por la importancia del área para la reproducción del Flamingo
Americano y otras especies, muchas de ellas endémicas de la península de Yucatán. Hay más de 340 especies de aves en
Celestún, incluyendo Cardenales, Orioles, Momotos, Carpinteros, Colibríes, Atrapamoscas, Martín pescadores, Cormoranes,
magníficos Fragatas, Garcetas, Garcillas, Ibis Blancos, Cigüeñas, Águilas pescadoras, Gavilanes, Buitres, Correlimos,
Correcaminos, Buhos, Pelícanos, etc…
La mejor época para explorar esta Reserva Biósfera es en invierno ya que todas las aves migratorias abundan y la población
del Flamingo Rosado alcanza su mayor número.
Los tres ecosistemas más accesibles en Celestún son: la vegetación de duna costera, los manglares y la selva baja
caducifolia.
En las dunas usted podrá observar relativamente fácil varias aves tropicales, como los Sinsontes, Martín pescadores, los
Atrapamoscas de cresta marrón y la Paloma de alas blancas que son muy comunes. Otras especies son: el Cardenal
norteño, el Carpintero de rostro dorado, Garrapateros, Vireos de manglar, Colibrí Canela y Carpinteros listados.
En los manglares puede ver enormes poblaciones de Garcillas y Correlimos, Fragatas, Pelícanos cafés, Cormoranes de
doble cresta, Gaviotas reidoras y muchos otros.
Para explorar la Reserva de la Biósfera a fondo necesitará rentar una lancha con guía, temprano en la mañana para tener
las mejores condiciones y comenzar su aventura a través de los manglares y la costa de Celestún. Visite la famosa Isla de
los Pájaros con su gran población de Flamingos, Cormoranes, Fragatas y grandes Garzas tomando turnos para anidar.
Usted se encontrará con algunas de las aves más hermosas como la Garceta Tigre, el Chocuaco nocturno y si observa el
cielo por un rato, seguramente podrá ver al Gavilán común, al Gavilán zancón o al Gavilán colicorto. Pídale a su guía que le
lleve a Baldiosera que es un hermoso ojo de agua, con agua dulce y cristalina donde se puede refrescar.
Información No intente acercarse demasiado al Flamingo Rosado, cuando se hallan en tierra se están alimentando. El ruido
y su presencia pueden asustarlos y echarán a volar. 
Por favor recuerde que Celestún es un área protegida, no tome nada, ni flora ni fauna. Muchas de las especies son
endémicas y están en peligro de extinción.
ACERCA BOAS EN YUCATÁN
Una de las cosas más bellas e interesantes que uno puede descubrir al visitar la imponente ciudad maya de Chichen Itzá, en
Yucatán, es la ubicua presencia de la serpiente: como columnas, en bajo-relieves, en frescos y en la majestuosa escalinata
de El Castillo. Se trata sin duda de representaciones del dios Kukulcán o Serpiente Emplumada, síntesis de dos figuras
centrales en la religión maya: la serpiente y el quetzal.
Muy al contrario de la tradición judío-cristiana, la serpiente para los mayas representaba la tierra, la agricultura, la fertilidad y
toda la sabiduría que conllevan. La sensibilidad artística de los mayas para representar al animal es de llamar la atención, y
no es para menos: Yucatán cuenta dentro de su fauna silvestre a la boa yucateca o Cancún, que despliega elegantes
diseños en tonos grises, ocre y negro en su piel escamosa.
La boa yucateca es una especie de la familia boidae, hermana de la boa constrictor imperator y la anaconda de América del
Sur, parientes de la familia de las pitones del hemisferio oriental. Todas ellas son miembros de la gran grupo de las
henofidias, que se caracterizan por su gran tamaño (aunque las que viven en islas tienden a ser más pequeñas) y por no
tener veneno. Pese a su imponente apariencia, las boas no representan ningún peligro para el hombre.
El nombre de boa viene del latín “bos” que significa vaca. Tal nombre se debe al mito de que las boas succionaban vacas
enteras. Todas las boas matan a su presa por asfixia: enrollan su cuerpo alrededor de ella y lo comprimen. Como todas las
serpientes, las boas tragan a su presa por completo, destrabando sus quijadas para dar paso a al gran bocado. La boa
yucateca es un cazador nocturno y se alimenta principalmente de iguanas, monos y algunos roedores como tlacuaches.
Las boas yucatecas llegan a medir hasta 2 metros y viven en zonas húmedas de la península. Las hembras suelen ser más
largas que los ejemplares masculinos. Hasta donde se sabe el clima es determinante para la reproducción, ellas entran en
celo durante la estación cálida-húmeda. Son ovovivíparas, es decir que una vez que los huevos son fertilizados los
mantienen cuerpo hasta que los bebés nacen. La gestación dura de 2 a 3 meses y llegan a producir hasta 100 en una
estación.
Su gran tamaño, la elegancia de su apariencia y su docilidad han provocado que se le tenga como mascota y que se le cace
para producir artículos con su piel. Su número en estado salvaje se ha visto reducido alarmantemente. En nuestros días se
le considera como una especie en peligro de extinción. Cuando vea una, no le tema y haga lo que los mayas: respétela.
ACERCA COCODRILOS EN YUCATÁN
Algunos kilómetros al sur de Cancún se encuentra un parque muy peculiar. Crococun es un refugio para la vida salvaje del
área, que provee las condiciones naturales necesarias para que tanto plantas como animales se reproduzcan con éxito
mientras se les investiga Aunque ahí viven diferentes especies de mamíferos, reptiles y aves, los habitantes más
consentidos son los cocodrilos.
De las cuatro especies de cocodrilos que existen en América, sólo dos se encuentran en territorio mexicano: el Cocodrilo
Americano, que se encuentra en lagunas y esteros del Pacífico, y el Cocodrilo Moreletti de las costas yucatecas, ambos
presentes en el parque. Los cocodrilos son especies muy evolucionadas del orden de los reptiles, y todos tienen un origen
común en una especie denominada Arcosaurio que vivió en la Era Mesozoica.
El cortejo y apareamiento de los cocodrilos sucede en la época seca, cuando el nivel de agua baja en las rías y esteros. La
hembra desova justo antes del comienzo de la época de lluvias. Primero cava un hoyo donde depositan de 20 a 45 huevos y
después los cubre de arena. La hembra suele vigilar muy de cerca el nido durante los 80 días que dura la incubación, ya que
éste es constantemente asediado por coatíes y mapaches.
Se cree que las hembras responden al llamado de los neonatos porque misteriosamente acuden a desenterrarlos en el
momento indicado. Tanto el macho como la hembra protegen a los jóvenes de los depredadores de un modo tan especial,
que se creía que hacían todo lo contrario: los meten delicadamente entre sus fauces. Los pequeños cocodrilos comienzan a
alimentarse de moluscos y pequeños peces, al crecer amplían su dieta a mamíferos de gran tamaño, tortugas y otros
reptiles.
Algunas especies de cocodrilos llegan a vivir más de 100 años, sin embargo casi todas se encuentran en peligro de
extinción. La resistencia y belleza de la piel del Cocodrilo Moreletti ha sido objeto de la codicia humana durante años.
Aunque el comercio con productos de piel de cocodrilo no esta prohibido, le recomendamos considerar antes de comprar
que es muy difícil hacer que se reproduzcan en cautiverio.
ACERCA EL ORO VERDE DE YUCATÁN
Es una planta resistente a altas temperaturas y poca precipitación por lo que su cultivo no ofrece mayor complicación. Tiene
una vida productiva de 7 a 10 años durante los cuales puede llegar a producir de 200 a 250 hojas. De las hojas se extrae la
resistente fibra mediante un proceso de molido. Una vez extraída, la fibra es puesta a secar al sol y luego se somete a un
proceso textil para obtener hilos y cuerdas de diferente calibre, dependiendo del uso que le sea asignado.
Se sabe que los Mayas cultivaban el henequén alrededor de sus casas, incluso se sabe que lograron cierto grado de
hibridación para aumentar su resistencia. Ellos las usaban para hacer hamacas, sacos, bolsas, cordeles y otros productos
domésticos y de trabajo. Más tarde, durante la primera mitad del siglo XIX, hubo una importante demanda de cordeles de
henequén en los países del norte, lo usaban principalmente para embalar alimentos para el ganado durante el invierno.
No es hasta la segunda mitad de dicho siglo que se descubrió la gran utilidad que la fibra tiene para otras industrias como la
portuaria y la textil, entonces la fibra y los productos del henequén se empezaron a exportar a todo el mundo. Durante esos
años la península de Yucatán, especialmente la ciudad de Mérida, vivió un auge económico sin precedentes. Muchos
hacendados lograron amasar fortunas impresionantes, visibles hoy en la ostentosa arquitectura civil y privada del primer
cuadro de la ciudad.
Sin embargo, gracias a la intensa labor de investigación que generaron las dos Guerras Mundiales y la necesidad de bajar
costos por la crisis económica mundial de 1929, llegaron las fibras sintéticas al mercado y la demanda de la fibra de
henequén decayó. La economía yucateca tuvo que diversificarse para sobrevivir, y la fibra de henequén vio reducido su
campo de utilidad a la fabricación de alfombras y cuerdas.
Afortunadamente, en años recientes la popularización de la "conciencia ecológica" ha hecho que la industria vuelva a mirar
hacia el henequén como un valioso recurso reciclable, aunque no ha alcanzado todavía la demanda que tenía en el pasado. 

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