Una Carta de Amor Benedetti
Una Carta de Amor Benedetti
Una Carta de Amor Benedetti
Mario Benedetti
Una carta de amor del escritor Mario Benedetti trabaja la estructura de una carta para
expresar el mensaje del texto. Estamos acostumbrados en que los cuentos se escriban en tercera
persona omnisciente y el escritor sea un simple espectador de lo que ocurre en el texto, pero
Benedetti se adentra en la estructura narrativa para conseguir una conexión más directa con los
lectores. Esta carta no abandona su formato para entrar en una narrativa en tercera persona, esta
se mantiene en primera persona de principio a fin. Si la analizamos con La carta se José Luis
González se puede hacer la comparación que al final del cuento de González cambia de voz
narrativa a tercera persona, este de Benedetti no, utiliza sus sentidos, su voz, su experiencia y su
divertido humor para llevarnos en el autobús y disfrutar de las ocurrencias de este, sin abandonar
el formato de carta.
Los personajes del cuento son parte de las descripciones de Benedetti, pero no tienen una
función activa, todos son lo que describe el autor. Desde el inicio del cuento, sus bien ubicadas
descripciones e imágenes literarias te llevan a ver la cotidianidad del contenido. Tanto así que te
transportas en el autobús con la imaginación y puedes percibir cada parada y la señorita gruesa
sentada. Hablar de personajes sería solo ver por los ojos del escritor, ya que es una carta que
pudo haberla escrito desde el mismo autobús, desde su casa o cualquier otro lugar, sin restarle la
genialidad de la obra.
Benedetti con sus recursos estilísticos, llenos de humor, nos entretiene pero no deja de
hacer fuertes críticas a la sociedad y sus estereotipos. Desde un inicio se fija en la señorita, pero
no necesariamente porque quiera algún romance con ella, sino porque tenía un asiento. En la
carta se describen cada uno de los detalles para hacerle saber a la persona que se fijaba en cada
detalle del viaje y de sus acciones. Los argumentos utilizados por el galán sobre porque debería
hacerle caso descansa en el pensar popular que las mujeres tienen que cesarse rápido, que las
gordas no son atractivas o que el matrimonio es un preacuerdo de salidas. La obra completa nos
presenta el cómo la sociedad ve lo que es belleza, amor y conveniencia. Hubiera sido un gran
final conocer si la señorita se colocó los clips de frutilla o si la respuesta a la carta cargaba todo
aunque en algunas partes vemos como el narrador es testigo de lo que relata y cambia la voz a
primera persona. Algunos ejemplos de estos son: “me decía el jincho Marcelo” y “Y vi al jincho
luchar en su mente estrecha” entre otros ejemplos de cómo cambia de tercera persona a primera
presentado por el narrador. El cuento es uno popular dentro de la cultura puertorriqueño ya que
muchas imágenes literarias y de adjetivos para llenar la obra literaria de recursos estilísticos que
pueden remontar a los lectores a la época en que se desarrolla. El vocabulario cuenta con
palabras típicas de un jibaro, algunos con apócopes, elisión de letras y palabras regionales,
El análisis de los personajes presenta una división entre el apoyo al producto nacional y
el repudio o menosprecio al de aquí. Por un lado tenemos a Marcelo, el jincho que había criado
al toro y lo quería, y por el otro lado tío Leopo que fue quien compró a los Velilla el toro
americano para padrote con su argumento de mejorar la crianza. En ambos vemos cómo el valor
de los toros cambia, para uno es amor, lealtad, familiaridad y para el otro es progreso sin mirar
aspectos sentimentales. Los otros personajes son los toros que forman parte de la obra y se tienen
que estudiar como personajes ya que sus acciones y problemas son los que desarrollan la trama
de la obra. El toro Josco era altivo, fuerte y era el padrote del valle tuvo una fuerte lucha contra
el toro blanco y aunque ganó no le dieron el padronazgo. Esto provocó que una noche se
desnucara por un farallón, porque además de quitarle el padronazgo lo castraron y colocaron a
trabajar en el yugo, acción que provocó su ira. El toro blanco se conoce que era de los Velilla y
por ser blanco y más grande le dan el padronazgo aunque en la pelea con el Josco se ‘juyó’,
demostrando que era un cobarde. Estos personajes son personificados como la lucha entre el
puertorriqueño y el americano.
cuentos de Abelardo tratan el tema del nacionalismo ante los elementos americanos. Muchos
simbolismo patriótico de sus narrativas establecen ese amor patrio y miedo a ser sustituidos por