Yasmin - Resumen Cap. 27, Modificacion de La Conducta Cognitiva

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PRESENTACIÓN

ESTUDIANTE:
Yasmín Abreu

MATRÍCULA:
2009-321011

PROFESORA:
Eunice Ureña

ASIGNATURA:
Modificación de la Conducta II

TRABAJO DE:
Resumen Capítulo 27:
Modificación de Conducta Cognitiva

AULA: SECCIÓN
231 12

DÍA: HORA
Martes 5 a 7

FECHA:
23 de Julio del 2020
RESUMEN DEL CAPITULO 27:
“MODOFICACION DE LA CONDUCTA CONGNITIVA”
Modificación de Conducta
Garry Martin y Joseph Pear

La modificación de la conducta comenzó a emerger en las décadas de 1950 y


1960. La terapia cognitiva apareció en la década de 1970. El término cognición
significa creencia, pensamiento, expectativa, actitud o percepción. Los terapeutas
cognitivos establecen que su acercamiento se basa en ayudar a los clientes a
superar sus dificultades deshaciéndose de pensamientos o creencias
improductivas o lesivas y ayudándoles a adoptar otras más constructivas.

De estas dos apreciaciones surge la modificación de la conducta cognitiva


(Meichenbaum 1986) o terapia de conducta cognitiva (Ingram y Scout 1990).
Ambas posturas están firmemente comprometidas con la propuesta de que el
criterio para juzgar la eficacia de cualquier intervención es la mejoras verificable
obtenida en la conducta de los clientes.

Los tres procedimientos de terapia cognitiva son:

a) Tratamientos que ponen el énfasis en la reestructuración cognitiva para


reducir los pensamientos inadaptativos que causan emociones
problemáticas.
b) Estrategias auto-dirigidas para mejorar las habilidades manifiestas de
afrontamiento.
c) Tratamientos que incluyen plena conciencia, aceptación y valores, como
componentes importantes de la terapia.

METODOS DE REESTRUCTURACION COGNITIVA.

El objetivo básico de las terapias cognitivas es cambiar las cogniciones de los


clientes. Los pensamientos molestos son la causa de los problemas emocionales y
conductuales, y el foco primario de su intervención consiste en cambiar este
pensamiento defectuoso. Las estrategias para lograr este cambio se denominan
Reestructuración Cognitiva.

Terapia de Conducta Racional-Emocional.

Se reconoce al escuchar decir “Nunca hago nada bien”, “Soy muy torpe” o
“Siempre lo estropeo todo”. Estas son afirmaciones irracionales, ya que no
siempre somos torpes y no siempre estropeamos todo, o no siempre hacemos
todo mal. Estos pensamientos irracionales generan ansiedad, tristeza, enfado u
otros sentimientos molestos. Su enfoque terapéutico se centra en ayudar a las
personas a identificar estos pensamientos o creencias irracionales y sustituirlos
por enunciados más racionales.
El nombre original de este enfoque, terapia racional-emotiva (TRE), se basaba en
la premisa de que casi todos los problemas emocionales cotidianos nacen e
interpretaciones irracionales que las personas hacemos de los acontecimientos de
nuestras vidas. Albert Ellis impulso la modificación de la conducta cognitiva en la
década de 1960. Luego agregó la palabra comportamiento: “Terapia
Comportamental Racional-Emotiva (TCRE)”, ya que con frecuencia asignaba
tareas conductuales in vivo para hacer en casa.

Evaluación de la Terapia Comportamental Racional Emotiva.

Los resultados de la revisión de Gossette y O’Brien sugieren que una gran parte
del éxito de la terapia comportamental racional emotiva se debe a las tareas para
hacer en casa en lugar de al cuestionamiento de las creencias irracionales.

Terapia Cognitiva de Beck.

Aaron T. Beck (1976) desarrollo un procedimiento de terapia cognitiva similar a la


terapia conductual racional emotiva. Esta terapia se proyectó originalmente para
tratar la depresión, sin embargo, se aplicó posteriormente a una amplia variedad
de problemas, incluyendo estados maniacos, trastornos de ansiedad, histeria,
desordenes obsesivos, trastornos psicosomáticos y fobias. Además, ha publicado
un libro de autoayuda para parejas que muestra como pueden usar la terapia
cognitiva para mejorar sus relaciones. (Kingdon y Turkington 1994) han extendido
el enfoque a casos de esquizofrenia.

Comparación de los enfoque de Ellis y Beck.

Existen algunas similitudes entre el enfoque de Beck y la terapia conductual


racional emotiva de Ellis. Ambos suponen que la dificultad de los clientes radica en
algún tipo de patrón de pensamiento inadecuado, como la tendencia a exagerar o
catastrofizar acontecimientos desagradables. Se centran en modificar los
pensamientos irracionales de los clientes y ambos utilizan tareas conductuales
para hacer en casa.

Entre las diferencias podemos notar que Beckno enfatiza tanto la tendencia de los
clientes a catastrofizar o terribilizar como Ellis. Beck emplea un acercamiento más
amable, menos polémico que Ellis cuando discuten los pensamientos irracionales
de los usuarios. También el acercamiento para cambiar las creencias irracionales,
ya que Ellis intenta modificarlas cuestionándolas de forma agresiva mediante
argumentos lógicos implacables y Beck lo intentan ayudando a desarrollar tareas
que las pongan a prueba empíricamente.

Evaluación de la terapia cognitiva de Beck.

Aunque Beck y sus colaboradores han aplicado su enfoque a una gran variedad
de trastornos, consideran que es especialmente efectivo para las personas con
depresión. La terapia cognitiva ha demostrado ser el menos tan efectiva como la
medicación en episodios agudos de depresión, aunque menos efectiva que la
medicación para la depresión crónica.

Las tareas conductuales se basaban básicamente sobre la identificación de


problemas cotidianos específicos y la prescripción de un conjunto de actividades
semi-estructuradas que ayudaban a los participantes a entrar en contacto con los
reforzadores naturales del entorno.

Este enfoque se centra en sustituir los pensamientos irracionales o erróneos por


una evaluación de la realidad que conduzca a pensamientos más adaptativos.

METODOS AUTODIRIGIDOS DE AFRONTAMIENTO.

Otras estrategias de modificación cognitiva de la conducta se centran en el


entrenamiento en auto-instrucciones y de solución de problemas para ayudar a los
clientes a emitir conductas manifiestos útiles para afrontar situaciones difíciles y a
menudo ansiógenas.

Entrenamiento en Auto-Instrucciones.

Meichenbaum y Goodman (1971), desarrollaron originalmente un entrenamiento


en auto-instrucciones para ayudar a los niños a controlar sus comportamientos
impulsivos que suele incluir los siguientes cinco pasos:

1. Demostración de auto-instrucciones por parte del modelo adulto.


2. La niña realiza la tarea mientras el modelo adulto la verbaliza en voz alta.
3. La niña realiza la tarea y la verbaliza en voz alta.
4. Desvanecimiento de las autoinstrucciones manifiestas.
5. Realización de la tarea con auto-instrucciones encubiertas.

Su verdadero enfoque está más en enseñar a afrontar emociones negativas que


en eliminarlas completamente.

El primer paso en el enfoque de Meichenbaum para afrontar la ansiedad es


identificar determinados estímulos internos producidos por la situación estresante
y por afirmaciones negativas que los clientes se hacen a sí mismos. Segundo,
mediante modelado y ensayo conductual, los clientes aprenderán a contrarrestar
las autoafirmaciones negativas en la propia situación ansiógenas. Tercero, los
clientes aprenden a proporcionarse auto-instrucciones sobre los pasos que tienen
que seguir para ejecutar la actividad adecuadamente mientras la lleva a cabo. Y
por último, aprenden a hacerse afirmaciones auto-reforzadoras inmediatamente
después de haber afrontado con éxito la situación estresante.

Inoculación de Estrés.

Meichenbaum 1985, desarrollo la técnica de inoculación de estrés, para vacunar


contra el estrés. Esta técnica procede típicamente en tres fases:
a) Fase de Reinterpretación. Los clientes aprenden que el factor estresante no
es la causa de su nerviosismo o reacción de estrés, sino la forma en que se
vive ese acontecimiento. También, aprenden a verbalizar que son capaces de
dar los pasos adecuados para manejar la situación.

b) Fase de Entrenamiento del Afrontamiento. Se aprenden varias estrategias


de afrontamiento, tales como la relajación, las autoinstrucciones, el
autoreforzamiento.

c) Fase de Aplicación. Los clientes aplican su auto-discurso y habilidades de


afrontamiento ante estímulos estresantes, la investigación indica que la
inoculación de estrés es particularmente útil para clientes con trastornos de
ansiedad o estrés.

Evaluación de los Métodos de Auto-Instrucciones.

Un gran número de estudios revelan que el entrenamiento en auto-instrucciones


es eficaz para tareas relativamente específicas como el control de la impulsividad,
el aumento de la asertividad y la mejora del ocio. Las aplicaciones a cuestiones
más complejas, tales como la fobia social y los trastornos de personalidad suelen
tener menos éxito. Las reglas que no se ajustan a estas puntualizaciones tienen
menor probabilidad de logro sus cometidos.

METODOS DE SOLUCION DE PROBLEMAS

Los métodos de solución de problemas se centran en enseñar a las personas a


resolver satisfactoriamente sus dificultades personales mediante razonamiento
lógico. D’Zurilla y Goldfried (1971) destacaron los seis pasos generales en la
solución de problemas personales:

a) Orientación General. Se anima a los clientes a reconocer los problemas y


a darse cuenta de que es posible manejarlos actuando de forma sistemática
en lugar de hacerlo impulsivamente.
b) Definición del Problema. Cuando se le pide que especifique el problema,
la mayoría de los clientes responde en términos vagos.
c) Generación de Alternativas. Después de definir el problema con precisión,
habrá que realizar una tormenta de ideas para generar posibles soluciones.
d) Toma de Decisiones. Examinar las alternativas cuidadosamente, eliminar
aquellas que son obviamente inaceptables. Se consideran entonces las
posibles consecuencias de las restantes alternativas a corto y largo plazo.
e) Implementación. Se diseña un plan de acción para llevar a cabo la mejor
solución al problema. A veces esto requiere aprender habilidades nuevas.
f) Verificación. Cuando el plan se ha puesto en marcha, e anima a los
clientes a establecer un seguimiento del progreso para asegurarse de que
les alcanza la solución del problema. Sin o se logra, la secuencia de
solución de problemas debe reiniciarse e intentarlo con otra alternativa.
CONCIENCIA PLENA Y ACEPTACION.

La plena conciencia implica ser consciente de, darse cuenta, observar y describir
las conductas manifiestas y encubiertas, tal como ocurren, sin juzgarlas, así como
la observación de los antecedentes y las consecuencias de esas conductas.

La aceptación hace referencia al conjunto de conductas generadas como reacción


a las actividades de plena conciencia, absteniéndose de juzgar las propias
sensaciones, pensamientos, sentimientos y acciones como buenas o malas,
placenteras o desagradables, útiles o inútiles. Los sentimientos, tanto positivos
como negativos, se aceptan como parte de la vida.

En la década de 1990, varios terapeutas comenzaron a incorporar los


procedimientos de la plena conciencia y aceptación a la terapia de conducta
cognitiva. Los profesionales que ampliaron el marco terapéutico con estas
estrategias de cambio experiencial han sido descritos como la tercera ola de
terapeutas conductuales. Uno de estos enfoques terapéuticos es la terapia de
Aceptación y Compromiso.

Terapia de Aceptación y Compromiso.

La Terapia de Aceptación y Compromiso desarrollada por Hayes y sus


colaboradores se lleva a cabo en tres fases:

a) Mediante el uso de metáforas, paradojas, historias y otras técnicas verbales


por parte del terapeuta, los clientes aprenden que los intentos pasados de
controlar los pensamientos y las emociones molestas no solo no han tenido
éxito, sino que además sirvieron para aumentar la frecuencia de tales
obsesiones y emociones.
b) Mediante el entrenamiento en la plena conciencia y los ejercicios de
aceptación, los clientes aprenden a experimentar y abrazar pensamientos y
emociones sin juzgarlos, incluyendo los más desagradables.
c) Sin tener en cuenta si las creencias y sentimientos inadaptativos son
eliminados, se anima a los clientes a identificar los valores en varios
ámbitos de la vida, como el trabajo, la familia, la salud y las relaciones
íntimas. Esta es la parte de compromiso de la Terapia de Aceptación y
Compromiso: facilitar que los usuarios identifiquen metas valoradas en sus
vidas y se comprometan con las acciones conducentes a alcanzarlas.

La Terapia de Aceptación y Compromiso difiere de la terapia cognitiva de Ellis y


Beck en varios aspectos.

a) La Terapia Cognitiva supone que los pensamientos desagradables


constituyen la causa básica de las emociones inquietantes, mientras que la
Terapia de Aceptación y Compromiso considera que tanto los
pensamientos como las emociones son simplemente respuestas, y asume
que ambas son causadas por varias contingencias ambientales.
b) Un punto principal de la Terapia Cognitiva es abordar los pensamientos
disfuncionales directamente mediante reestructuración cognitiva, mientras
que la Terapia de Aceptación y Compromiso usa la práctica de la plena
conciencia y los procedimientos de aceptación para enseñar a abrazar y
aceptar pensamientos y emociones, en lugar de juzgarlos como dolorosos e
intentar cambiarlos directamente. La Terapia de Aceptación y Compromiso
enseña a que, en lugar de experimentar pensamientos desagradables y
sentimientos aversivos, aun se pueden tomar medidas constructivas para
conseguir las metas apreciadas.
c) Un propósito básico de los deberes asignados es ayudar a superar los
pensamientos perturbadores. Con la Terapia de Aceptación y Compromiso,
los deberes conductuales contribuyen a construir planes de actuación cada
vez más certeros en la consecución de las metas valoradas. Por todas las
razones mencionadas previamente, la Terapia de Aceptación y
Compromiso es considerada, por algunos más como un tipo de terapia
conductual que de terapia cognitiva.

Evaluación de la Terapia de Aceptación y Compromiso.

La terapia de Aceptación y Compromiso es un enfoque relativamente nuevo, y


hace falta aún más investigación para establecer claramente su eficacia. De todas
formas, algunos estudios tempranos han sido positivos. Se ha demostrado que es
equivalente a la desensibilización sistemática en corregir la ansiedad que
producen las matemáticas (Zettle, 2003), y ha sido efectiva para reducir el estrés
en el lugar de trabajo (Bond y Bonce, 2000). Los resultados de otros estudios
fueron revisados por Hayes, Masuda, Bissette, Luoma y Guerrero (204). Para
encontrar lecturas adicionales sobre la Terapia de Aceptación y Compromiso, se
puede consultar el número especial de Behavior Therapy (2004, Vol. 35, No. 4).

UNA INTERPRETACION CONDUCTUAL DE LAS TÉCNICAS COGNITIVAS


CONDUCTUALES.

Dos categorías importantes de conductas son la Operante y la Respondiente.


Gran parte de lo que consideramos pensamientos y sentimientos en la vida
cotidiana, se puede describir5 en términos de estas dos categorías conductuales
fundamentales. Los principios y procedimientos del condicionamiento operante y
respondiente se pueden aplicar de igual forma a conductas privadas y públicas.

La conducta se modifica para conseguir cambios deseados en la conducta pública.


Evaluaremos algunos de los métodos que otros han denominado procedimientos
cognitivos:

- Primero: La Reestructuración Cognitiva. Algunos terapeutas cognitivos creen


que los pensamientos perturbadores son la causa de los problemas
emocionales y conductuales, y que el objetivo básico de este es cambiar estos
pensamientos disfuncionales. Se cree posible que algunos tipos de
autoafirmaciones funcionen como un estímulo condicionado que elicita los
componentes respondientes de la ansiedad, del enfado o de alguna otra
emoción. Los terapeutas cognitivos cuestionarían estas autoafirmaciones
irreales, desafiarían a Jim para que las sustituyeran por verbalizaciones
racionales y le asignarían deberes que fomentaran razonamientos lógicos. Las
técnicas de reestructuración cognitiva podrían ser efectivas, desde un punto
de vista conductual, porque reducen la frecuencia de autoafirmaciones
irracionales que elicitan el componente respondiente de las emociones
desagradables y, mediante el discurso verbal y los deberes
comportamentales, enseñan a los clientes a repetir las reglas que identifican
las circunstancias concretas de las conductas favorables que probablemente
sean mantenidas por el entorno natural.

- Segundo: esta relaciona las diferencias entre la conducta moldeada por


contingencias y la gobernada por reglas. La plena conciencia y la aceptación
delas propias emociones implican la exposición a contingencias naturales, por
ello generarían conductas moldeadas por contingencias. La conducta
moldeada por contingencias ha sido descrita como natural, reactiva e intuitiva,
en tanto que la conducta gobernada por reglas tiende a ser más inflexible y
rígida.

- Tercero: una vez que las sensaciones características de los pensamientos y


emociones desagradables se aceptan como simples respuestas, y nada más,
los clientes son más proclives a la identificación de los valores de la vida, la
articulación de metas concretas que representen esos valores, y el
compromiso con actividades concretas para conseguir esos objetivos. Por eso,
la Terapia de Aceptación y Compromiso utiliza estrategias para realzar la
conducta moldeada por contingencias en las dos primeras fases del
tratamiento para posteriormente aprovechar tanto la conducta gobernada por
reglas como la moldeada por contingencias en la tercera fase de la
intervención.

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