La Juventud Sindical que conduce Cristian Jeronimo pidió por una "CGT participativa, propositiva y con mística revolucionaria" para enfrentar los desafíos de la post pandemia.
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La Juventud Sindical que conduce Cristian Jeronimo pidió por una "CGT participativa, propositiva y con mística revolucionaria" para enfrentar los desafíos de la post pandemia.
La Juventud Sindical que conduce Cristian Jeronimo pidió por una "CGT participativa, propositiva y con mística revolucionaria" para enfrentar los desafíos de la post pandemia.
La Juventud Sindical que conduce Cristian Jeronimo pidió por una "CGT participativa, propositiva y con mística revolucionaria" para enfrentar los desafíos de la post pandemia.
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Juventud Sindical Nacional
Somos Presente Construyendo Futuro
Hoy 12 de agosto es el día internacional de la Juventud. Momentos
complejos son los que estamos atravesando como pueblo, como nación. Un contexto mundial donde las principales economías se desplomaron inevitablemente como un castillo de naipes. Una miseria humana que pone en discusión la polarización entre “la vida” y “la economía”. El planeta se encuentra inmerso en una problemática sanitaria nueva que golpea tanto a las grandes potencias como a los países vaciados y asfixiados por gobiernos nefastos como el de Mauricio Macri. Los trabajadores/as resistimos en la calle la envestida del saqueo. Contuvimos la desmoralización de nuestros pares. Duplicamos las horas de militancia para que nuestras voces se escuchen y nuestros derechos se sostengan intactos. Robustecimos la organización para estar en todos aquellos lugares donde el estado abandonó su rol. Vimos como las lágrimas de los trabajadores/as corrían por sus rostros al encontrarse sin sus fuentes de trabajo. Sentimos en nuestros cuerpos el impacto de la represión brutal de las fuerzas policiales. Vimos morir a niños y abuelos frente a la reducción de alimentos y medicamentos. Percibimos el desmantelamiento y la precarización de la educación en todos sus niveles. Volvimos a encontrarnos de con las políticas neoliberales, como las precarizaciones, las flexibilizaciones, las hambrunas y las intenciones de matar a nuestro pueblo. La soberanía se escurre entre las garras de los que especulan con la dignidad. Los trabajadores/as somos actores protagonistas para frenar esto. El movimiento obrero organizado con los principios y valores rectores constituidos en los congresos de La Falda, Huerta Grande, y la CGT de los Argentinos se mantiene como punta de lanza para el proceso de lucha. Hoy estamos frente a una gran oportunidad de crecer recuperando las instituciones libres del pueblo, fortaleciendo la comunidad organizada donde la armonía sea la que reine. Producción y trabajo deben ir de la mano. Son momentos difíciles, donde la unidad será el elemento medular para la reactivación de la matriz productiva. Referentes políticos, sindicales, empresarios, trabajadores/as, debemos estar a la altura de la circunstancias para sacar nuestro país adelante. Necesitamos de todos y de todas, para recuperar la patria y el movimiento nacional. ¿Cuál es trabajo que tenemos como nueva generación política? Sacar a nuestro pueblo de la miseria estructural. Lograr el pleno empleo en nuestra Argentina. Que el federalismo sea una verdad y no solo una enunciación especulativa. El hambre es un valor y una realidad despreciable e intolerable para el conjunto de los trabajadores/as. Debemos darnos la tarea de convocar a los y las compañeras del todo el país a ser parte de esta patriada que llegara para quedarse. Desde Ushuaia a la Quiaca debemos pujar por un modelo nacional que saque a la Argentina de las condiciones paupérrimas en las que muchos compatriotas viven. Creemos tener la suficiente inteligencia, capacidad de organización, solidaridad y amor para trabajar, aportando a estos objetivos. La pasividad no será una posibilidad. La autodeterminación del rol no tiene freno. Sabemos quiénes somos, a dónde vamos y que es lo que queremos. Nada de personalismos, todo por la causa común, un proceso colectivo para las grandes mayorías. Somos una generación que vivió como en los 90 el país y su matriz productiva se derretían a fuego lento. Llevamos en el ADN esos recuerdos latentes, los cuales Macri y todos los que lo acompañaron se encargaron de refrescar. Esta juventud dice basta y se pone a disposición para conducir a nuestro país al pleno empleo, entendiendo que lo medular de esta tarea es la Unidad. Estamos dispuestos/as a hacer todo lo que sea necesario para que florezca nuestra patria y el hambre sea parte de la historia. Somos un pueblo fuerte, que alimenta a 400.000 millones de personas en el mundo, y es intolerable saber que el 35% de nuestros compatriotas están bajo el índice de pobreza. Particularmente esto nos quita el sueño. La unidad es fundamental en todo este trabajo de reconstrucción para lo que vendrá. Aunque las piedras gordas y ásperas se encuentren en nuestro camino, nos tomaremos la delicada y sensible tarea de predicar, propiciar, fomentar, sostener y fortalecer la unidad. Sabemos que también estamos rodeados de traidores, de vende patrias que se mueven en el mundo de la especulación como peces en el agua. Sepan que están destruyéndolo todo. Ese no es nuestro mundo, el nuestro es el del trabajo, la igualdad, el amor y la justicia social. El tiempo cambió y a las nuevas generaciones no nos gusta mirar desde las alturas de ciertas cúpulas a nuestros pares. Les pedimos solo una cosa, no prendan la máquina de impedir. Soñamos con una CGT participativa, propositiva y con la mística revolucionaria que la Capitana Evita nos dejó como legado. Las nuevas generaciones de dirigentes sindicales marcan con fuerza, solidaridad, organización e inteligencia, la necesidad de caminar junto a sus pares, haciéndose cargo del momento histórico que les toca conducir. El pleno empleo y la erradicación del hambre en nuestro pueblo es el horizonte, si no lo logramos, lo tomaremos como un fracaso. Por la contundencia de estas palabras, como decía el compañero y ex presidente Néstor Carlos Kirchner, “(…) no es rencor ni odio lo que nos guía (…)”, solo la alegría de saber que estamos en el camino correcto para lograr una Argentina, con independencia económica, soberanía política y justica social.