Galgo Español

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Galgo espa�ol

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Galgo espa�ol
Galgo Espa�ol hembra 02.jpg
Galgo hembra
Otros nombres Lebrel Espa�ol o Spanish Greyhound
Regi�n de origen Flag of Spain.svg Espa�a
Caracter�sticas
Tipo Perro
Peso 25 a 30 kg en machos, 20 a 25 kg en hembras
Otros datos
Federaciones FCI,1?AKC,2?ANKC,3?CKC,4?KC,5?NZKC,6?UKC7?
[editar datos en Wikidata]
El galgo (del lat�n gallicus canis, 'perro de la Galia')8?, o galgo espa�ol, es una
raza canina aut�ctona de Espa�a perteneciente al grupo de los lebreles de pelo
corto (grupo X.3 en la clasificaci�n de la FCI).9? Aunque tambi�n existe una
variedad de pelo duro.

Se trata de una raza pura, es decir, que sus caracter�sticas se han logrado por
selecci�n a trav�s de los siglos y no por cruce de otras razas. Los galgos son
grandes perros corredores que pueden alcanzar 70km/h.

�ndice
1 Apariencia
2 Historia
3 Uso cineg�tico
4 Galgo como animal de compa��a
5 V�ase tambi�n
6 Referencias
Apariencia
Galgo Espa�ol perfil 001.jpg

Tiene un f�sico ligero y estilizado, con patas largas y pecho voluminoso, que le
permite alcanzar grandes velocidades. La altura a la cruz suele ser 62-70 cm en los
machos y de 60-68 cm en las hembras. La capa t�pica es de pelo corto, liso y muy
fino. Pero existe tambi�n la variedad de pelo duro, que presenta pelo �spero y
largo, repartido homog�neamente por el cuerpo, con barba, bigotes y tup�. Los
colores m�s t�picos son: barcino o atigrado, negro, barquillo, tostado, canela,
amarillo, rojo, blanco, berrendo o p�o.

Historia
Suele hablarse del parecido entre el galgo y las representaciones caninas del arte
egipcio; el galgo probablemente tiene sus principales ancestros en los perros
fara�nicos egipcios, igual que el podenco. Es probable adem�s que el Vertades
romano sea otro de sus antepasados. Lo cierto es que las primeras referencias
escritas del galgo ib�rico se hallan en el tratado romano del siglo II a. C.
Cynegeticus de Arriano de Nicodemia, quien fue c�nsul de la B�tica.

Denario romano en el que podemos ver representado un perro tipo galgo


El autor, desde su experiencia personal en Hispania, describe la caza de la liebre
con galgos de manera pr�cticamente id�ntica a como se hace en la actualidad en
Espa�a, a�adiendo que era una costumbre propia de los hispanos sin distinci�n de
clase social. Adem�s, diferencia entre galgos de pelo liso y pelo duro, variante
esta �ltima muy infrecuente en la actualidad en Espa�a, aunque muy apreciada en
otros pa�ses europeos.

No es f�cil precisar qu� sucedi� con la raza en los primeros siglos de la Edad
Media pero el hecho es que sobrevive, haci�ndose evidente a partir de cierto
momento su florecimiento.

En los siglos IX y X ocurre la colonizaci�n de grandes �reas de Castilla


coincidiendo con la Reconquista. Las grandes extensiones de terrenos bald�os y
barbechos producen un incremento de las piezas de caza, consolid�ndose la tradici�n
a las carreras de liebres con galgos, pr�ctica com�n tanto en los reinos �rabes
como cristianos.

Nos da constancia del aprecio que el galgo suscitaba en estos a�os el gran n�mero
de leyes que penalizan su hurto o su muerte: Fuero de Salamanca (siglo IX); Fuero
de Cuenca; Fuero de Zorita de los Canes; Fueros de Molina de Arag�n (siglo XII);
Fuero de Usagre (siglo XII). En el Cartulario de Eslonza se encuentra la escritura
de una donaci�n de heredad en Villacantol otorgada por el Mayor Guti�rrez en favor
de Diego Citid, fechada el 3 de noviembre de 1081, en la que se dice:

"Urso galgo colore nigro ualente caetum s�lidos dae argento";


Hallar este tipo de perro inventariado nos da una idea del alto valor estimativo en
que se le ten�a.

Representaci�n de galgos en la ermita de San Baudelio de Barlanga, Soria


Las pinturas murales de la ermita de San Baudelio de Berlanga, en Soria, que datan
del siglo XII muestran una escena de la caza de la liebre donde aparecen tres
galgos con caracter�sticas muy similares a los ejemplares actuales.

En el Renacimiento Mart�nez del Espinar escribe en su (Arte de Ballester�a y


Monter�a):

"Muchas maneras hay de matar estos animales". (las liebres) "Muchas, dir� las que
en Espa�a usan: correnlas con galgos, que aqu� los hay liger�simos, y as� mismo lo
son algunas liebres, que se les escapan sin poderlas alcanzar; y no porque corren
hoy dejan de volver a sus querencias; antes estas liebres corredoras las contin�an,
porque tienen conocido el camino de su uida, y por la mayor parte se encaman cerca
de alguna senda o camino, orilla de alg�n soto, monte o ladera, o tierra pedregosa,
y as� huyen de ellas y de ir cuesta abajo que las alcanzan luego en las laderas y
tierra tiesa, parece que vuelan".
El galgo se va forjando en la estepa castellana, en la Meseta Central,
extendi�ndose por todas aquellas zonas llanas en las que no puede hacerle
competencia el sabueso.

Galgo Espa�ol ante su h�bitat ib�rico.


Hay referencias a los galgos no solo en textos de monter�a, sino tambi�n en
expresiones y refranes e incluso en la literatura espa�ola, siendo quiz� la cita
m�s c�lebre la contenida en la primera frase de El Quijote:

"En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo


que viv�a un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, roc�n flaco y
galgo corredor."
En Espa�a es de uso com�n la expresi�n "de casta le viene al galgo (ser rabilargo)"
para resaltar que determinadas personas o cosas tienen una determinada
caracter�stica muy acentuada, y que era de prever porque tambi�n la han tenido
siempre sus predecesores. Ya Benito P�rez Gald�s lo recogi� en su novela Amadeo I
(1910).

Cachorro de galgo espa�ol atigrado o barcino10?


De igual forma, el refr�n "A galgo viejo, echadle liebre, no conejo" sugiere que es
oportuno emplear a alguien experimentado en una tarea dif�cil, y que de paso sus
capacidades se ver�n as� premiadas y puestas en pr�ctica.

"Galgo que va tras dos liebres, sin ninguna vuelve" recomienda no dividir
esfuerzos, "M�s corre el galgo que el mast�n; pero si el camino es largo, m�s corre
el mast�n que el galgo. No obstante, los dos corren bastante" nos resalta las
diferencias entre corredores de fondo y velocistas, sin dem�rito de sus respectivas
naturalezas, y as� un largo et c�tera.

La expresi�n "cuando menos se piensa salta la liebre", empleada hoy hasta la


saciedad para pedir atenci�n al interlocutor frente a algo inminente, tiene tambi�n
su origen en la caza.

Las denominaciones de Galgo y Lebrel se han asentado en la actualidad como


verdaderos sin�nimos; sin embargo, no siempre fue as�, puesto que tenemos
documentaci�n que nos demuestra que el lebrel del siglo XIV pose�a un tama�o medio,
una cabeza bastante gruesa y alargada, la barriga voluminosa y unas ijadas
poderosas. As� se desprende de la lectura del libro de la Caza de Gast�n Phoebus.
Con el paso del tiempo fue variando su morfolog�a, al mismo tiempo que cada vez m�s
a menudo se les denominaba lebrel o galgo indistintamente.

Aparentemente esta raza no sufre ninguna circunstancia especial en los siglos XVIII
y XIX, manteniendo su vocaci�n natural de perro r�pido de caza. De hecho ha quedado
un refr�n de principios del XIX: "A los galgos del Rey no se les escapa la liebre",
que se emplea para ironizar sobre los tramposos desde tiempos de Fernando VII,
cuyas cacer�as, se dice, estaban frecuentemente ama�adas.

Sin embargo, a principios del siglo xx ocurre un mestizaje masivo de Galgo Espa�ol
y Galgo Ingl�s, descendiente suyo y variedad de galgo m�s veloz. Esto se debe a la
pretensi�n de conseguir animales m�s r�pidos con los que competir en los
can�dromos, que hac�an furor en Inglaterra y estuvieron muy de moda en la Espa�a de
esa �poca. Esta circunstancia puso en peligro la pureza de la raza (considerada una
raza pura, es decir, que no es el resultado del cruce, sino de la selecci�n
prolongada en el tiempo). Tras notables esfuerzos, se logr� reconducir la raza a
partir de los a�n abundantes galgos espa�oles "puros" que segu�an en manos de
criadores y cazadores.

Pese a su antig�edad y relevancia, el Galgo Espa�ol fue reconocido bastante tarde


por las asociaciones caninas, que por su origen principalmente anglosaj�n tienden a
ver al Galgo Ingl�s como la referencia m�s destacable de este tipo de perros. Esta
�ptica debe matizarse consider�ndolo, sin embargo, un probable descendiente del
Galgo Espa�ol.

Si a esto a�adimos la conflictiva historia espa�ola del siglo XX, es comprensible


que esta riqu�sima raza haya sido vista con cierta indiferencia por propios y
ajenos. S� puede pensarse, sin embargo, que esa situaci�n va camino de arreglarse,
ya que el Galgo Espa�ol ha emprendido el Siglo XXI en el contexto de un aprecio
cada vez mayor por su raza, y la Espa�a contempor�nea es progresivamente m�s
consciente del valor de este espl�ndido animal.

Uso cineg�tico

Este art�culo o secci�n necesita referencias que aparezcan en una publicaci�n


acreditada.
Este aviso fue puesto el 10 de febrero de 2013.
En Espa�a, el galgo fue utilizado para la caza mayor en monter�as y para la caza de
la liebre en campo abierto, donde el perro caza la pieza sin la intervenci�n del
hombre tras una persecuci�n. Este tipo de caza, que en la actualidad tiene car�cter
deportivo, en el pasado era un acto de prestigio social en el que la caza era un
pretexto para demostrar qui�n era el poseedor del mejor ejemplar.

Debido a sus condiciones tan particulares, Espa�a es probablemente el pa�s donde el


galgo es utilizado en un mayor n�mero de modalidades cineg�ticas y deportivas.

El galgo de campo mueve en Espa�a anualmente del orden de sesenta millones de


euros, c�lculo que solo se refiere a una parte de los aficionados del pa�s
incluidos en sociedades galgueras. Esta peque�a parte de galgueros preparan al a�o
entre tres mil y cuatro mil galgos con motivo de su participaci�n en los distintos
Campeonatos de Campo Abierto. Este tipo de pruebas, donde cada a�o se premia al
ejemplar m�s caracter�stico.

Galgos para carreras en La Rioja.


El mestizaje con el Galgo Ingl�s para conseguir animales m�s r�pidos en carreras se
ha detenido y erradicado por varios motivos:

Por una parte, esta actividad cineg�tica evoluciona a pasos agigantados para
convertirse en un verdadero deporte, donde el hecho de matar la liebre es
secundario en favor de la belleza de la carrera. El galgo h�brido pierde gran parte
de dicha belleza, por lo que se valora cada vez m�s la pureza del Galgo Espa�ol.

Por otro lado, el hecho de que a la liebre se la proteja m�s que nunca contra las
escopetas y que cada vez sea m�s fuerte por selecci�n natural (ha ido perdiendo sus
zonas naturales de refugio por el aumento de terrenos roturados y caminos de
concentraci�n), hace necesaria su caza con galgos de mayor dureza.

De hecho, las circunstancias particulares dentro de la geograf�a tienen incidencia,


y nunca un galgo que lleva corriendo generaciones en Andaluc�a tendr� las mismas
caracter�sticas que otro que de igual forma lleva corriendo otras tantas
generaciones en Castilla.

As�, en Andaluc�a y muchas partes de la Mancha impera la vi�a y el olivo, teniendo


la liebre perdederos pr�ximos. De igual manera al ser el clima benigno, contar� a
lo largo del a�o con comida abundante sin necesidad de recorrer grandes distancias.
Adicionalmente se la molesta menos al encontrarse dentro de grandes fincas sin
caminos vecinales. Todas estas cuestiones van a hacer que el galgo que impere en
estas zonas sea m�s peque�o y su musculatura algo m�s corta y redondeada, es decir,
mayor potencia en los cuartos traseros. Esto se debe a que debe ser un galgo que
las llegue r�pidamente y salga de los cortes con mayor facilidad. Menos pesado por
la blandura del terreno donde pisa y en definitiva m�s r�pido y menos resistente,
aunque una propiedad no tiene por qu� excluir a la otra.

En Castilla, donde prevalecen los grandes espacios, la liebre recorre grandes


distancias en busca de alimento y su �nica defensa al estar sus perdederos alejados
son sus patas y su coraz�n. En este tipo de terreno se va a imponer otro tipo de
galgo, m�s duro de huellas, con mayor profundidad de pecho, de musculatura m�s
larga y plana, en definitiva un galgo de mayor resistencia. Estos galgos al ser m�s
pesados tendr�n m�s alzada, y de hecho han sido los considerados m�s puros de cara
a la estabilizaci�n de la raza.

Asimismo, fuera de Espa�a, concretamente en Chile (principalmente en la Zona


Central), estos perros son usados en las competencias que se efect�an en Fiestas
Patrias.

Galgo como animal de compa��a

Galgo Espa�ol adoptado.


En los �ltimos a�os se ha hecho adem�s m�s corriente el mantenimiento de galgos
espa�oles como animales de compa��a. Tienen la consolidada reputaci�n de ser
animales nobles, m�s bien t�midos y que se adaptan bien a la vida en una casa.
Suele sorprender su frecuente tolerancia a compartir el espacio con otras mascotas
como gatos, aunque los que han participado en cacer�as pueden llegar a dar peque�os
problemas con los gatos y las peleas entre estos se podr�an llegar a convertir en
diarias. Por otra parte, su actitud dom�stica tiende a ser pasiva, durmiendo la
mayor parte del tiempo, siempre y cuando se les permita un ejercicio regular, que
suele consistir en correr con cierta frecuencia, o recorrer paseos, como cualquier
otra raza. El galgo es un animal de gran belleza y temperamento dulce que empieza a
ser apreciado y acogido en el mundo urbano.

Como a otras variedades de lebreles, la ligereza f�sica y la gen�tica depurada


siglo a siglo ponen al Galgo Espa�ol a salvo de la displasia de cadera que es com�n
en otros perros de la misma talla.

Muchos de esos galgos son animales que han sufrido tratos crueles y han sido
abandonados al acabar las temporadas de caza. Los menos afortunados encuentran la
muerte: los ahorcamientos, tirarlos a pozos o envenenarlos son m�todos usados con
frecuencia.11?12? De los galgos rescatados, muchos son adoptados fuera del pa�s,13?
aunque cada vez m�s son m�s apreciados dentro de Espa�a como animales de
compa��a.14?Numerosas organizaciones han empezado en la �ltima d�cada a concienciar
sobre la situaci�n y a rescatar galgos para ofrecerlos en adopci�n. Es com�n que se
los esterilice con la intenci�n de contener la poblaci�n, ya que se estima que
pueden existir unos 250.000 galgos en situaci�n de abandono[cita requerida].
Paralelamente, asociaciones a favor de los derechos de los animales han pedido, sin
�xito, que se proh�ba la caza con galgos.15?

Precioso galgo con bufanda


Galgo espa�ol hembra
Hay que ser positivos y activos para su cuidado. Es recomendable sacarlos tres
veces al d�a, siendo como m�nimo dos , las que lo tenemos que hacer, llev�ndolos a
un sitio en el que puedan correr libremente sin collar.

Si en alg�n momento le notas con un poco de ansiedad tambi�n es buena idea


proporcionarle alg�n juguete de adiestramiento para estimular su mente.

En invierno, hay que abrigarlos bien ya que no soportan las bajas temperaturas, si
no le pones alguna ropa para perros, pasar� fr�o. Disponiendo de una oferta en el
mercado desde camisetas para perros, como bufandas o impermeables para que no se
mojen.

En octubre de 2011 un grupo de eurodiputados expres� en una carta al expresidente


Rodr�guez Zapatero su preocupaci�n acerca de �la crueldad que se ejerce contra los
galgos en Espa�a�.16?

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