Poema para Niños
Poema para Niños
Poema para Niños
De un quesito dorado
Ratón y Ratona
Comerse el queso
Pero…
¡Si se quieren!
Ratón y Ratona
Donde va Ratón
Le sigue Ratona
y nada salada
POEMABECEGRAMA
Andaba Balbuceando Ciertamente Distraído
Enumeraba Frunciendo Guirnaldas Habilidosas
Ignorando Juicios Kilométricos
La Maraña Nació Ñoña
Oportunamente Pensó Que Regresaría Sin Tener
Un Viaje Windsurfista Y Zozobró
Así Berreó Con Destreza, Entonando Fabulosas
Galimatías Hilarantes, Incluyendo
Justamente Kiwi, Lo Magnificó
Ningún Ñandú Oso Partir
Que Risas Salieron Tomando
Unos Viejos Walkie-talkies, Y Zanjó
Asintiendo Con Democrático Esfuerzo Finalizó
Gran Hacer Improvisado
Jalearon Kiwi, La Misión “No Koala”
Oportunamente Parecía Que Resistiría
Sin Terminar Un Whiskies Yuxtapuesto Zingarillo
Sabías que… en la literatura de los siglos XVI y XVII fueron utilizados por Cervantes
y Lope Vega con la denominación de “abecé”
AEIOU
Aurelio era un murciélago
Subido a un eucalipto
Eustaquio, mi abuelito
lo miraba sentado en un neumático
Con educativo entusiasmo le cantó,
aludiendo su funerario vestuario
Ambos se miraron hasta
que asumieron
Que aquella oda sería otra cosa
Si les acompañase una orquestina
Menuda ocurrencia tener más
concurrencia
Esta es una ecuación donde solo
caben dos
Y no fue por darle esquinazo
Ni por la ausencia de guitarreo
Pero Aurelio con su vestuario funerario
Harto de tanta coba
A mi abuelito dejó
Cero redondo
Como un lucero
De un barco velero
No eres la O
Pero también
Te quiero
UNO
No lo confundas
Como es el primero
No le cuesta reír
Por eso es
El número feliz
DOS
Es el número pareja
Ni bajito, ni en la oreja
Ya lo sabes
TRES
Del taburete
Mi amigo Rodrigo
CUATRO
Para ganar
Altas y fuertes
Cinco…
Cinco…
Meñique, anular
Las verduras son muy ricas que nos brinda muchas vitaminas. Ellas nos hacen crecer y a la vez son un buen
entremés. Por eso comemos todos las verduras por que Mamita les gusta todas. **********************
Apio, Berenjena, Col, Espinaca, tomate y frejol son nuestras ricas verduras que están en nuestra nevera.
********************** Bada bing, que no se ria la amiga sandia, bada bong, cuidado con gago del señor
nabo. Bada bing, cojamos las petacas de doña espinaca Bada bong, gracias señoria por las zanahorias. Bada
bing, buen mate señor tomate. Bada bong, que bonito pingo señor Pepino. **********************
Los Medios de Comunicación son divertidos a la vez muy entretenidos. Hablemos para comunicarnos sin llegar a
gritarnos, todos juntos jugando disfrutando los medios de comunicación rimando. El Periodismo siempre
informando cada día investigando, la Radio siempre variada pero muy entretenida. La televisión muy útil y
complaciente con personajes muy interesantes El Teléfono nos comunica de aquí y para allá todos platican. By
Mr. Dandi
Fuente origina Silvina Gallina
Silvina mi gallina
usa zapatitos de bailarina
se peina y se alista
igual que un artista
y con su copete
se hace un rodete
Rabito
El conejo rabito
se metió en su huequito
calentito se durmió
de mañana despertó
se comió su zanahoria
y acabó con esta historia
El Sapo
Sapo, sapito, sapón
ya se asomó el chaparrón
canta, canta tu canción
sapo, sapito, sapón
El Pato
Pato, patito
cua, cua, cua
abre el piquito
cua, cua, cua
Paloma Bumbuna
Paloma bumbuna
llévame a tu cuna
dame de comer
semillas de tuna
Un Pajarito
Un pajarito
me dijo al oído
pío, pío, pío
tengo mucho frío
La Gallinita
Con una corona
plateada y bordada
llegó mi vecina
la buena gallina.
Puso un huevito
y muy pronto nació
su hijo el pollito
!y rápido creció!l: http://rimasparaninos.blogspot.com/2014/11/rimas-de-los-medios-de-comunicacion.html
i Amiga"
Poemas cortos
Poemas de amistad
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"Tu Cuaderno"
Poemas cortos
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"Para Mamá"
Poemas cortos
Poemas de amor
Azul es el cielo,
blanca es la arena,
¡qué linda es mi madre!
tan duce y tan buena...
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Poemas de desamor
Poemas tristes
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Poemas de amistad
–8–
Es tanto lo que te adoro,
es tanto lo que te quiero,
que si me sacan los ojos
te miro con los aujeros.
-9–
Quisiera ser el solcito,
que nace en el cielo azul;
para besarte en la frente
con un rayito de luz.
- 10 –
Pensando en que me dejaste,
lloro tanto y tan de veras,
que la gente de mi casa
se imagina que hay goteras.
A su hermano Emilio Froilán Ovallo
46
Relincha en la noche triste
sin su jinete un caballo,
sabe que partió sin vuelta
mi hermano, el Emilio Ovallo.
47
De la muerte hablar no quiero
pero tengo un dolor fuerte
y a fuerza de desahogarme
empiezo a hablar de la muerte.
48
La vida es un pollo blanco,
la muerte es un gallo negro,
siempre bebe sangre tierna
la arena del reñidero.
49
La vida como una rosa
con los pétalos de arena
en el viento se deshoja
cuando la sopla la pena.
50
Cuando alguien muere, qué cosa,
en los velorios se advierte
que no lloramos al muerto
sino nuestra propia suerte...
51
Esta noche tengo el alma
como las ruedas de un carro,
dos bueyes color de sombra
callados la van tirando.
Coplas de caja y muerte
52
La muerte tiene una caja
que sabe de contrapuntos,
por payador que uno sea
lo mismo queda difunto.
53
“Ya murió Eleuterio Ovallo,
ya lo llevan a enterrar…”,
así cantará mi sombra,
conmigo la enterrarán.
54
Si se muere este critiano
no tiene por qué haber pena,
cantemén coplas alegres,
no me recen la novena.
55
Cuando yo muera no digan:
“el viejo Ovallo se ha muerto”,
porque si alguien me recuerda
será como estar despierto.
56
Para pelearle a la muerte
el hombre es igual que el grillo,
de aliada tiene en la sombra
la copla como un cuchillo.
57
Con aloja empapemén
cuando muera mi mortaja
y por flores pongamén
entre mis manos mi caja[1].
Coplas de amor y de olvido
58
Vidita, si me enamoro
crecen flores en la arena
y en el viento lloran pájaros
los ojos de mi pena.
59
Como un caballo con alas
una copla suelto al viento,
yo voy cabalgando en ella
machadito de contento.
60
Todo se hace musical
cuando el agua da en la roca
y todo se vuelve miel
cuando yo beso tu boca.
61
Me besa loca la tierra
en cada trago de vino,
cuando me acueste con ella
será el final del camino.
62
Qué hermoso será morirse,
morirse siendo querido,
pero qué amarga la muerte
cuando el amor es olvido.
63
Qué pena la de la rosa,
nacer para morir pronto,
si no en la mano del hombre
se muere sola en su tronco.
Coplitas tristonas
35
Oscurito se levanta
silbando mi corazón
como bandada i charatas
cantando en la ramazón.
36
La agüita besa las flores
en el verde pastizal
pero a mi alma ha besado
la boca del arenal.
37
Mis amigos fueron muchos
mientras tuve unas monedas,
las monedas se acabaron,
ningún amigo me queda.
38
Soy del monte y tomo vino,
mi tata fue alambrador,
los postes le florecían
mojados por su sudor.
39
Pongo el lomo para el rico
puntualmente, sol a sol;
él compra tractor y finca,
yo compro frascos de alcohol.
40
No lo quisiera ofender
pero tengo una gran duda,
si su amistad es sincera
o si es como la de Judas.
41
El agua de lluvia borra
las manchas de soledad,
pero yo he nacido justo
donde hay sólo sequedad.
42
Por esos cerros, silbando,
de tarde me gusta andar,
que oiga el viento silbador
que yo también sé silbar.
43
Como va la almita en pena
yo voy de noche silbando,
más despacio que el silencio,
como el alma, más despacio.
44
Por las noches me conformo
con matear junto al fogón,
la nostalgia que no es nada
de golpe se hace un montón.
45
A bagualear me invitaron
y yo no sé bagualear,
la copla se vuelve herida
y mi canto empieza a sangrar.
Se terminó de imprimir
en los talleres gráficos de Imprenta
FAMA GRAF
Avda. 9de julio 655 (4190),
Rosario de la Frontera, Salta,
100 Coplas
Populares
de Rosario de la
Frontera
(Recopiladas por Carlos Jesús Maita, 1985 – 2001)
Agradecimiento
este libro:
Zenón Casasola
Ricardo López
Juana ramos
Mónica Lobo
Nimio Núñez
Adrián Guerrero
Pedro Pinto
Demetrio Maita
José Moya
Pedro Montenegro
Sixto Masías
Santos F. Medina
“Lalo” Delgado
Sonia Condorí
“Pancho” Rivero
Justina Aparicio
Felipa Aparicio
Carlos Gómez
Antonio Velata
Marcelo Condorí
Mercedes Luna
Reymundo Zapana
“Machaquita” Machaca
Ramona E. Lombardi
Eleuterio Ovallo
Del pago
A mi vino lo derramo
en la tierra en carnaval
a Rosario de portal,
A Rosario yo lo llevo
n’ el pago El Algarrobal.
Yo ‘i nacido en El Naranjo,
sentadito o acostado.
10
De amor
11
yo hi clavado mi facón,
adentro mi corazón.
12
13
14
15
en el cielo o el infierno
16
No mezquinés tu hermosura
17
Picantes y picaronas
18
19
20
21
así yo te lambería
noche y día sin parar.
22
23
24
De amor, dolidas y tristonas
25
te perdí en El Arenal,
y te perdí en El Ceibal.
26
27
28
29
De amor, casamenteras y sabiondas
30
Ya quisiera verte yo
en la finca El Duraznito
31
Ya quisiera verte yo
32
Ya quisiera verte yo
33
Ya quisiera verte yo
en la finca La Australasia
34
Ya quisiera verte yo
casándote en el altar,
De carnaval
35
penitas en mi corral,
36
Ya se viene el Carnaval
37
borrachos y coloraos,
la sangre de un puñaliao.
38
39
40
41
a mi mujer descuidé,
ni el rastrito le encontré.
De desdicha
42
reparando en mi pobreza,
me acompaña la tristeza.
43
44
45
46
en el pago de Rosario
47
48
49
50
y sólo yo el desgraciado.
51
52
53
54
de nadie me despedí,
De costumbres
55
ma ver si se va la yeta
56
Chinita, ya va a llover,
57
Mi abuelita me ha enseñao
58
tenía su sabiduría,
59
60
Li traido, doña Venancia,
61
y ha inventado la inorancia
62
de quebracho y guayacán.
63
Para hacer buena empanada
echale papa y huevito,
cebolla, carne picada,
pasa de uva y ajicito.
64
Hi llegao a esta cantina
guiado por dos instintos;
sírvame un locro pulsado
y una jarra i’ vio tinto.
64
Por los campos de Balboa
cuatreriando mos andao.
Mos enlazao a escondidas,
escondidos mos carniao.
65
Siento una cosa bien fiera
cuando degüello un novillo
igual que si me corriera
por el cogote un cuchillo.
66
De noche por Barba Yaco
se aparece el Ucumar,
hay que ser bien corajudo
pa’ bandear ese lugar.
67
Si te silban las almitas
no te de por contestar,
te aporrean sin que las veas
y hasta te pueden matar.
68
Los espantos andan sueltos
por el Paso La Angostura,
ai pasa la Viuda Negra
montada en el Alma Mula.
69
Una lechuza que chita
es una bruja encarnada,
mostrale un trapito blanco
pa’ que se venga en picada.
70
Virgencita de los Valles,
ti traído mi puñal,
vendecilo que esta noche
vua peliarle al Familiar.
De humor
71
El marido está en la cama
y ella está en la cabecera
con el rosario en la mano
rezando pa’ que se muera.
72
Mis hijos cuando me enfermo
corren a darme asistencia
y a la vuelta de mi cama
discuten sobre la herencia.
73
Cuando murió su mujer
ese viudito celoso
cuidaba que la finada
no se le cruce de pozo.
74
L’otro día pal día las almas
a tu tumba fui a alumbrar,
al recordar tus engaños
me puse encima a bailar.
75
¡Qué lindos los cementerios
el día de los difuntos,
tan floridos y alumbrados,
dan ganas de ser pie–juntos!
76
Con los pulgares mi suedra
las empanadas repulga,
pensar que con esos dedos
también revienta las pulgas.
77
Mi suedra aparenta mansa
pero no es tan oveja,
pasemén el ensillao
para domarla a esa vieja.
78
Parece que se enrollara
la luna cuando se mengua,
qué lindo si te enrollaras
vieja chismosa la lengua.
79
De delante de las suedras
espantaos corren los yernos
como juyen los santitios
de las puertas del infierno.
80
Mi suedrita es bondadosa,
siempre quiere verme bien,
bien aplastao en las vías
bajo las ruedas de un tren.
81
Una chica de quince años
se empachó comiendo tunas
y al cabo de nueve meses
tiró el empacho en la cuna.
82
Estas chicas de mi pago
son como jardín florido,
no saben pegar remiendos
y quieren tener marido.
83
–Adiós, arrope de tuna,
por tu amor vivo quisquido.
–Aguantá que ahorita viene
a destrancarte mi marido.
84
El coi anda en los caminos,
la perdiz en los maizales,
vos aquí y tu mujercita
con otro en los pajonales.
85
Si tu mujer anda rara,
santulona y religiosa,
seguila que con el cura
debe andar haciendo cosas.
86
Sombreros tienen los gauchos,
los reyes tienen corona,
pero vos tenís los cuernos
que te pone la patrona.
87
Mis vecinos me critican
porque me paso de vicio,
no saben que es el descanso
el mejor de los oficios.
88
Si un policía te dice:
–Venga, maula, marche preso…,
meté la mano al bolsillo
que lo arreglás con un peso.
89
Cuando me pongo a cantar
no tengo sueño ni duermo,
mandemén a trabajar,
ai ya no puedo de enfermo.
90
Quedé inútil pal trabajo,
la yeta hizo que me quiebre.
Debe ser chistoso ver
a un rengo correr la liebre.
91
Canten como yo canto,
como yo canto así canten,
no de adelante pa’ tras
sino de atrás pa’ delante.
92
Quién dice que el toro es bravo,
yo soy más bravo que el toro,
el toro pela y mete,
yo meto cuero y todo.
93
Como las ollas de fierro
tenís de negras las patas,
los güevos hai ser más negros,
ni qué pensar la batata.
94
Yo soy bravo como el tigre
y metedor como el potro,
me gusta robar ganao
y a la mujer de los otros.
95
Quisiera ser buscapié
pa’ brincar entre tus patas
y mirarte de abajito
aunque se enoje tu tata.
96
Dicen que la garza mora
lo cruza al mar de un volido,
yo también lo cruzaría
si nos juna tu marido.
97
Cuando hai venir pa’ Rosario,
lo invito con gran placer;
a usté le daré el asao
y el chorizo a su mujer.
98
Ropa de chala la humita,
ropa de chala el tamal;
sin ropa vení, chinita,
te espero dentro el maizal.
SEGUNDA PARTE
Coplas
por mi abuelo Eleuterio
Ovallo
A su memoria
Carlos Jesús Maita, 1980–1985
Por mi abuelo Eleuterio
1
Mi abuelo fue analfabeto
pero leía de corrido:
en las miradas el alma,
en la luna los destinos.
2
Siempre tenía un refrán
dispuesto como un cuchillo
y sabía leer los rastros
escritos en los caminos.
3
Mi abuelo, peón de arreo,
medio coya y medio indio,
se instruyó leyendo el campo
siempre abierto como un libro.
4
Hablaba de Martín Fierro
como de alguien conocido
y punteando una guitarra
lo recitaba seguido.
5
Cantaba sin apurarse
bajo el parral, con su vino,
cerrando fuerte los ojos
para mirar dentro mismo.
6
Mi abuelo salteño ha sido,
nació en el cerro El Cajón,
era bravo trabajando,
fue copla su corazón.
Milonga del Eleuterio
7
En Los Churquis nací yo
como un indio, bajo un árbol,
de a poquito me hice duro,
curtido como el quebracho.
8
Medio el monte me crié
hambreando y trenzando lazos,
con el arreo y el hacha
se encallecieron mis manos.
9
No soy cría de patrones,
apenitas soy un gaucho,
a la muerte la respeto
y a la vida me la aguanto.
10
Madrugo en los callejones
sombra y perro, senda y zaino,
como el viento en los tierrales
suelto mis penas silbando.
11
El viento silba sus penas,
yo silbo por no llorar,
y así silbando en el monte
los dos vamos a la par.
12
Sé del vino y de la sed,
sé de la nada en el vaso
cuando beben tierra seca
los vasos de mi caballo.
Coplas de agua y montañas
14
El cielo por las lagunas
se mete siempre a beber,
unos caballos lo encuentran
y se lo beben a él.
15
La montaña es la mujer
que se desnuda en invierno
y cuando llega el verano
se viste de pasto tierno.
16
La montaña tiene pechos
como tiene la mujer;
maman la luna grande
y el sol del amanecer…
17
Espejo de agua es el río
donde los cielos se bañan;
yo me baño con las nubes,
los potros y las montañas.
18
Tempranito en la montaña
veo la tierra florecer,
así florece en los hombres
el amor por la mujer.
19
El río lleva en su canto
la música del amor,
es decir lleva alegrías,
es decir lleva dolor.
Coplas querendonas
20
Para cantarte de noche
ser como el grillo quisiera
y que tú, como la noche,
enamorada me oyeras.
21
El amor en ocasiones
es igual que el carnaval,
dura poco, sin embargo
no se lo puede olvidar.
22
Sangre dulce de otros días
saben guardar las granadas,
ay, la miel entristecida
de tu boquita pintada.
23
El vino de tu mirada
me duele cuando lo trago,
por esos clavos azules
yo vivo crucificado.
24
Tengo una pila de leña
juntito del alambrado
pa’ quemar mi corazón
cuando te estoy recordando.
25
Frente a mí todo es oscuro,
hasta el sol más encendido;
se enlutan con tu recuerdo
las cosas que yo he querido.
Coplas del errante
26
Cuando nos vamos del pago
nos damos cuenta, ya lejos,
que el pago viene con uno
llorando adentro del pecho.
27
Cuando uno se va alejando
de los lugares queridos
la sangre entera es recuerdo
y hasta es recuerdo el olvido.
28
Ir llorando en los caminos
sin olvido ni consuelo,
mojando con sal la tierra
debajo del dulce cielo.
29
Aunque se sequen los ojos
ir llorando por adentro,
el corazón contraído
como una flor en el fuego.
30
Cuando andamos otros pagos
no somos nosotros solos,
hablamos y ya se sabe
que el pago va con nosotros.
31
Andar andando caminos
sin poder volver atrás,
como el río peregrino
que no regresa jamás.
32
Siempre soñando volver
andamos en otros pueblos.
¿No es el sueño recordar,
recordar no es sólo un sueño?
33
Los sueños son traicioneros,
lo agarran a uno dormido;
los recuerdos como perros
nos siguen por el camino.
34
Si hay pena más dolorosa
que la de ser forastero
cuando en el pago de uno
lo tratan como a extranjero.
Coplitas tristonas
35
Oscurito se levanta
silbando mi corazón
como bandada i charatas
cantando en la ramazón.
36
La agüita besa las flores
en el verde pastizal
pero a mi alma ha besado
la boca del arenal.
37
Mis amigos fueron muchos
mientras tuve unas monedas,
las monedas se acabaron,
ningún amigo me queda.
38
Soy del monte y tomo vino,
mi tata fue alambrador,
los postes le florecían
mojados por su sudor.
39
Pongo el lomo para el rico
puntualmente, sol a sol;
él compra tractor y finca,
yo compro frascos de alcohol.
40
No lo quisiera ofender
pero tengo una gran duda,
si su amistad es sincera
o si es como la de Judas.
41
El agua de lluvia borra
las manchas de soledad,
pero yo he nacido justo
donde hay sólo sequedad.
42
Por esos cerros, silbando,
de tarde me gusta andar,
que oiga el viento silbador
que yo también sé silbar.
43
Como va la almita en pena
yo voy de noche silbando,
más despacio que el silencio,
como el alma, más despacio.
44
Por las noches me conformo
con matear junto al fogón,
la nostalgia que no es nada
de golpe se hace un montón.
45
A bagualear me invitaron
y yo no sé bagualear,
la copla se vuelve herida
y mi canto empieza a sangrar.
A su hermano Emilio Froilán Ovallo
46
Relincha en la noche triste
sin su jinete un caballo,
sabe que partió sin vuelta
mi hermano, el Emilio Ovallo.
47
De la muerte hablar no quiero
pero tengo un dolor fuerte
y a fuerza de desahogarme
empiezo a hablar de la muerte.
48
La vida es un pollo blanco,
la muerte es un gallo negro,
siempre bebe sangre tierna
la arena del reñidero.
49
La vida como una rosa
con los pétalos de arena
en el viento se deshoja
cuando la sopla la pena.
50
Cuando alguien muere, qué cosa,
en los velorios se advierte
que no lloramos al muerto
sino nuestra propia suerte...
51
Esta noche tengo el alma
como las ruedas de un carro,
dos bueyes color de sombra
callados la van tirando.
Coplas de caja y muerte
52
La muerte tiene una caja
que sabe de contrapuntos,
por payador que uno sea
lo mismo queda difunto.
53
“Ya murió Eleuterio Ovallo,
ya lo llevan a enterrar…”,
así cantará mi sombra,
conmigo la enterrarán.
54
Si se muere este critiano
no tiene por qué haber pena,
cantemén coplas alegres,
no me recen la novena.
55
Cuando yo muera no digan:
“el viejo Ovallo se ha muerto”,
porque si alguien me recuerda
será como estar despierto.
56
Para pelearle a la muerte
el hombre es igual que el grillo,
de aliada tiene en la sombra
la copla como un cuchillo.
57
Con aloja empapemén
cuando muera mi mortaja
y por flores pongamén
entre mis manos mi caja[1].
Coplas de amor y de olvido
58
Vidita, si me enamoro
crecen flores en la arena
y en el viento lloran pájaros
los ojos de mi pena.
59
Como un caballo con alas
una copla suelto al viento,
yo voy cabalgando en ella
machadito de contento.
60
Todo se hace musical
cuando el agua da en la roca
y todo se vuelve miel
cuando yo beso tu boca.
61
Me besa loca la tierra
en cada trago de vino,
cuando me acueste con ella
será el final del camino.
62
Qué hermoso será morirse,
morirse siendo querido,
pero qué amarga la muerte
cuando el amor es olvido.
63
Qué pena la de la rosa,
nacer para morir pronto,
si no en la mano del hombre
se muere sola en su tronco.
Se terminó de imprimir
en los talleres gráficos de Imprenta
FAMA GRAF
Avda. 9de julio 655 (4190),
Rosario de la Frontera, Salta,
en el año 2001
[1]
Copla de Carlos Jesús Maita galardonada como Mejor Copla de Carnaval en el Concurso realizado por
la Municipalidad de la ciudad de Salta 1997. Luego empezó a cantarla el “Bagualero” Vázquez.