El Fenomeno Del Niño y La Niña en El Peru
El Fenomeno Del Niño y La Niña en El Peru
El Fenomeno Del Niño y La Niña en El Peru
agricultura
Agroecología Informe N°3
● Curso: Agroecología
● Grupo: F
● Integrantes:
Alba Chauca, Irene
Millones Rojas,
Mario
II. Objetivo
- Describir el impacto de fenómeno el niño y la niña en la agricultura.
¿Qué es EL NIÑO?
A fines del siglo XIX, los pescadores del norte del Perú apreciaron que todos
los años hacia finales de diciembre, cerca de la Navidad, solía ocurrir un
incremento de la temperatura del agua del mar, la cual era observable a lo
largo de la costa norte.
Atribuyeron este calentamiento a la llegada de una corriente marina de aguas
cálidas a la que llamaron la corriente de “El Niño”. La presencia de estas aguas
cálidas a lo largo de las costas peruanas, es un fenómeno recurrente que tiene
una duración de varios meses. Ahora sabemos que este calentamiento marino-
costero se acentúa cada cierto número de años, siendo una manifestación de
los cambios que ocurren en las capas superficiales y subsuperficiales del
océano. Esto está vinculado a interacciones complejas con la atmósfera que se
producen en el Océano Pacífico ecuatorial, a miles de kilómetros de la costa
peruana.
Evolución de la definición de El Niño
El significado del fenómeno El Niño ha ido cambiando a lo largo de los años.
En algunos países de Sudamérica como Perú y Ecuador, se denomina “El
Niño” al incremento de la Temperatura Superficial del agua del Mar (TSM) en el
litoral de la costa oeste de Sudamérica con ocurrencia de lluvias intensas.
Antes, era considerado como un fenómeno local. Actualmente, se le reconoce
como el principal modulador de la variabilidad climática interanual en todo el
mundo.
El término “El Niño” comprende los cambios observados en la TSM en el
Pacífico ecuatorial central, así como los cambios de la presión atmosférica en
el Pacífico, desde Australia (Darwin) hasta Tahití (Pacífico tropical central –
oriental). En los últimos años, para centrar la atención en el proceso de la
evolución de las temperaturas de la superficie del océano y en los vientos, los
científicos han sectorizado la franja ecuatorial del Océano Pacífico en cuatro
cuadrantes (Figura 1). La mayoría de ellos concentran su atención en los
cuadrantes Niño 3 y Niño 3.4 para tratar de comprender la formación de este
fenómeno.
ESTRÉS:
Presencia de un factor externo a la planta provocado por el medio
ambiente cambiante, que ejerce una influencia negativa sobre su
desarrollo óptimo
STRAIN:
Cualquier cambio físico o químico producido por el estrés. Condición
establecida que fuerza al sistema a salir de su estado termodinámico
óptimo.
IV. Niño Modoki y Niño Canónico
Fuente:
https://2.bp.blogspot.com/5zjDNhrtKo4/VpUow1hbryI/AAAAAAAAOOk/0eiW_TILU/s1600/fenomeno
%2Bclimatico%2Bla%2Bni%25C3%25B1a%2By%2Bel%2Bni%25C3%25B1o%2B1.jpg.
Registros de pérdidas
Los registros de pérdidas por El Niño Oscilación del Sur (ENOS) no son fáciles
de identificar, porque tanto El Niño como La Niña generan amenazas que no
son aisladas ni de carácter estático. Dos eventos ENOS pueden generar
fenómenos físicos de similar magnitud; sin embargo, sus impactos serán
distintos y esa diferencia sólo puede entenderse teniendo en cuenta el contexto
económico, social, histórico, ambiental y político de las zonas afectadas (Lavell
& Brenes, 2008). Además, los efectos de dos ENOS distintos no se expresan
de manera similar en todos los territorios, aun cuando en algunos, como en el
norte del Perú, tiendan a ser similares (abundantes lluvias y sus efectos
durante El Niño fuerte). Estos mismos autores, con base en estudios
adelantados en nueve países en función de efectos de ENOS desde 1970
hasta el año 2003, postulan que es imposible tomar ENOS, es decir, sus
efectos en términos de pérdidas, aislándolo y que, al contrario, se debería
tomar como una dimensión de la variabilidad climática y del cambio climático
global.
En la Figura 5 Se presenta el número de registros de pérdidas por año
causadas por lluvias, inundaciones, deslizamientos y otros fenómenos
hidrometeoro lógicos, compilados en las bases históricas de Des Inventar. Se
destacan en rojo los años catalogados como episodios fuertes de El Niño y en
azul los de La Niña.
En Ecuador y Perú se evidencia el incremento de registros de pérdidas durante
los episodios de El Niño, especialmente en los años 1983 y 1997-1998. El
análisis de las bases de datos no permite establecer una correlación clara
entre el comportamiento de los registros de pérdidas y episodios de La Niña
para Ecuador y Perú. En Colombia se pueden observar comportamientos
diferenciados de los desastres por fenómenos hidrometeorológicos ocurridos
durante la presencia de ambos fenómenos: incremento durante La Niña y
disminución en episodios de El Niño. En Bolivia los datos disponibles no
permiten llegar a una diferenciación clara del comportamiento de los impactos.
Figura 5: Registros de pérdidas por fenómenos hidrometeorológicos en la
subregión, 1970 - 2007
El crudo invierno que se siente en gran parte del país es una señal de que el
Fenómeno La Niña ya está presente. De acuerdo con el Comité Multisectorial
Encargado del Estudio Nacional del Fenómeno de El Niño (ENFEN), dicha
condición climática mantendría las temperaturas del aire y de la superficie del
mar por debajo de lo normal entre agosto y setiembre de este año.
El ENFEN indicó que el Índice Costero El Niño (ICEN) viene reportando
condiciones frías por tres meses consecutivos, por lo que se confirma la
presencia de La Niña en el mar peruano. "La temperatura superficial del mar y
el nivel medio del mar se mantuvieron en niveles por debajo de lo normal por
tres periodos consecutivos.
Para Fernando Cillóniz, profesor de la Maestría en Administración de Agro
negocios de ESAN, el fenómeno La Niña suele tener más impacto en la sierra
sur, en los cultivos de papa o en las pasturas, pero aseguró que no afectaría
los cultivos en la costa, que dependen más del acuífero, también señala que si
la Niña es lo que ya vivimos, es muy favorable para cultivos de la costa, como
la uva, paltas, alcachofas, espárragos, cítricos, etc., que se siembran.
EN EL PERÚ
Históricamente las regiones más afectadas en Perú por impactos del fenómeno
El Niño han sido los departamentos de Piura y Tumbes en términos de lluvias
excedentarias y sus consecuencias asociadas, las inundaciones. En los
sectores de la costa central se evidencian lluvias en términos de duración corta
pero abundante, mientras que en la sierra sur se evidencian lluvias de corta
duración y deshielos que provocan crecidas de ríos. Ciertos períodos de
sequía se han evidenciado pero con una duración no muy extendida (Lagos,
Silva, & Nickl, 2005) (Francou & Pizarro, 1985).
Para el caso del evento de 2015 2016 el sector agrícola tuvo una afectación
menor a la esperada y territorialmente afectó de distinta forma a la que
tradicionalmente se habían presentado durante los eventos fuertes. En
términos de cultivos afectados1 el mayor número de hectáreas se presentó en
las regiones de Puno con cerca de 1853.5 ha afectadas y cerca de 300 ha de
cultivo perdidas, seguido de Piura con un área afectada de 915 ha y cultivos
perdidos en 152 ha. En un tercer grado de impacto están las regiones de
Madre de Dios, Junín, San Martin y Tumbes con 728, 545 ,580 y 470 ha
respectivamente. La mayor cantidad de hectáreas de cultivo perdido se dio en
Loreto con 862 ha y San Martin con 600 ha aproximadamente. Los cultivos
más afectados fueron la papa y la 1 Tomando como referencia el periodo de
Noviembre 2015 a marzo 2016 17% 26% 29% 28% Superficie de cultivo (%)
con mayor afectación en la etapa invernal enero marzo de 2016 MANABI
GUAYAS ESMERALDAS LOS RIOS 16 quinua en los sectores de la sierra
donde la región de Puno ha visto una escasez hídrica que ha puesto en riesgo
los cultivos mencionados.
Hay más 90 mil hectáreas pérdidas por el Fenómeno El Niño, esto significa que
Indicó que otras 150 mil hectáreas de cultivo se encuentran seriamente
afectadas por las inundaciones y se requieren unos 600 millones de soles para
la recuperación de los sembríos instalados.
A. Agricultura
El cultivo de granos básicos (arroz, frijoles, maíz, sorgo) es uno de los más
afectados durante “El Niño”. La falta de lluvias sobre todo en zonas
ubicadas en el lado pacífico de Centroamérica, afecta las siembras primera
y postrera. Cuando hay “Niño”, en la postrera se observan los mayores
impactos, debido a que la salida del invierno suele adelantarse,
provocando importantes pérdidas a de los cultivos. Si no tomamos las
medidas apropiadas, las pérdidas de cosechas pueden ser tan grandes
que muchos agricultores se quedan sin semilla para sembrar en el
siguiente período o ponen en riesgo su condición de sujeto de crédito. Si
Usted siembra en una zona donde normalmente las lluvias son escasas,
recuerde que en un “año Niño”, es muy probable que esa región
experimente una sequía, y por lo tanto debe redoblar los cuidados y estar
muy bien informado sobre el comportamiento y evolución del clima de su
región.
También sufren pérdidas otros cultivos como el tabaco, el café, la caña de
azúcar, el banano, el plátano, el mango, el melón, el palmito y hortalizas
entre otros. Afortunadamente la aparición de “El Niño” puede predecirse
con el tiempo suficiente, como para tomar algunas medidas que nos
ayuden a evitar o disminuir sus impactos. Ante el anuncio de “un Niño”,
Usted debe pensar en la posibilidad de cambiar las fechas de siembra,
adaptándolas a lo que le recomienden los técnicos en Agricultura y
Meteorología.
Es posible que si su zona de cultivo se ubica en una región en la cual se
anuncian condiciones de sequía extrema, deba entonces suspender alguna
siembra o disminuir las áreas de cultivo. También es recomendable
sustituir cultivos por otros más resistentes. Una de las medidas más
importantes que como agricultor debe tomar, es realizar todo el esfuerzo
para almacenar agua a través de la construcción de pequeños embalses.
Una buena “cosecha de agua” es fundamental para hacerle frente a los
meses más críticos de sequía. Si por el contrario, sus áreas de cultivo son
propensas a inundaciones, debe mantener en buenas condiciones los
drenajes.
V. Recomendaciones:
- Promover la diversificación agrícola en zonas de riesgo.
- Reducir las áreas nuevas de siembra en época de sequía.
- Sembrar en zonas cercanas a fuentes de agua.
- Usar variedades de ciclo corto.
- Usar variedades resistentes a la sequía.
- Sembrar escalonadamente en el tiempo para variedades de ciclo largo.
- Ajustar fechas de siembra de acuerdo con el comportamiento del clima.
- Reforzar la vigilancia sobre el desarrollo de plagas.
- Aprovechar al máximo las facilidades de riego.
- Sembrar en terrenos que retengan humedad, con poca pendiente y
utilizar el uso de coberturas y abonos verdes para evitar la pérdida de
humedad del suelo.
- Construir embalses de agua y para escorrentías.
- Promover el desarrollo de obras de riego.
- Realizar la cosecha y siembra de agua en las qochas (Almacenar el
agua y canalizar aguas de lluvia).
VI. Discusión:
VII. Conclusión
VIII. Bibliografía
Bayal, A. (2009). Contingencia agropecuaria en Bolivia. En: Memorias
Taller Subregional “La Incorporación de la Gestión del Riesgo en la
Planificación, Inversión Pública, la Protección Fi - nanciera de Activos
Frente a Desastres y en el Sector Agropecuario”. Proyecto PREDECAN.
27- 29 de mayo de 2009. Bogotá D.C.
BJERKNES, J. Atmospheric teleconnections from the equatorial Pacific.
Monthly Weather Review, v. 97, p. 163-172, 1969.
CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) (2006)
Estudio Económico de América latina y el Caribe 2005-2006. 355 p.
Disponibe en:
http://www.eclac.org/publicaciones/xml/5/26135/lcg2314e.pdf
CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) (2009)
Anuario Estadístico de América Latina y El Caribe 2008. 430 pp.
CAF (Corporación Andina de Fomento) (2000a) Las lecciones de El
Niño. Bolivia. Memorias del fenómeno El Niño 1997-1998. Voll. Retos y
propuestas para la región.