La Historia de José

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LA HISTORIA DE JOSÉ (Hijo de Jacob)

Génesis 37:1-36; 39:1-23; 40:1-23; 41:1-57; 42:1-38; 43:1-34; 44:1-34;


45:1-28; 46:1-34; 47:1-31; 48:1-22; 49:1-33 y 50:1-26

Comentario bíblico:

BDV

JOSE
Como adolescente, José era demasiado confiado. Su confianza propia,
incrementada por ser el hijo favorito de Jacob y por conocer los designios de
Dios para su vida, resultaba insoportable para sus hermanos mayores, los
que a la larga conspiraron contra él. Pero esa seguridad, moldeada por el
sufrimiento y combinada con un conocimiento personal de Dios, permitió que
sobreviviera y prosperara donde muchos hubieran fracasado. Cuando añadió
sabiduría a su confianza, se fue ganando el corazón de todo aquel que
conocía: Potifar, el carcelero, otros prisioneros, el rey y, después de muchos
años, hasta aquellos diez hermanos.
Quizá usted se pueda identificar con una o más de estas penurias por las
que pasó José: lo traicionaron y expulsaron de su familia, se vio en una
tentación sexual, lo castigaron por hacer lo correcto, sobrellevó un largo
encarcelamiento, se olvidaron de él las personas que ayudó. Cuando usted
lea la historia, observe lo que José hizo en cada caso. Su respuesta positiva
transformó cada caída en un paso hacia adelante. Nunca pasó mucho tiempo
preguntándose ¿por qué? Siempre se decía: "¿Qué debo hacer ahora?" Los
que lo conocieron vieron que en todas las cosa que José hacía y en todos los
lugares donde iba, Dios estaba con él. Cuando usted esté enfrentado un
revés, adopte una actitud como la de José, y esté consciente de que Dios
está con usted. No hay nada como la realidad de la presencia de Dios para
dar una nueva luz a una situación oscura.

Puntos fuertes y logros:


-- De esclavo se levantó hasta ser gobernador de Egipto
-- Se le conocía por su integridad
-- Era un hombre con sensibilidad espiritual
-- Preparó a una nación para sobreponerse a una hambruna
Debilidades y errores:
-- Su orgullo juvenil le causó fricción con sus hermanos
Lecciones de su vida:
-- Lo que importa no son los sucesos ni las circunstancias de la vida,
sino nuestra manera de actuar ante ellos
-- Con la ayuda de Dios, cada situación puede ser usada para bien, aun
cuando otros pretendan causarnos daño

Datos generales:
-- Dónde: Canaán, Egipto
-- Ocupación: Pastor, esclavo, convicto, gobernador.
-- Familiares: Padres: Jacob y Raquel. Once hermanos y una hermana
mencionados en la Biblia. Esposa: Asenat. Hijos: Manasés y Efraín.

Versículo clave:
"Y dijo Faraón a sus siervos: ¿Acaso hallaremos a otro hombre como éste,
en quien esté el espíritu de Dios? (Gen_41:38).
La historia de José se relata en Génesis 30-50. También se menciona en
Heb_11:22.

Gén 37.3 En los días de José, todo el mundo tenía una túnica. La utilizaban
para resguardarse del frío, para envolver sus pertenencias cuando viajaban,
para envolver a los bebés, para sentarse sobre ella o para servir de garantía
de un préstamo. La mayoría de las túnicas eran sencillas, llegaban hasta la
rodilla y tenían mangas cortas. La de José era probablemente del tipo que
usaban los nobles: de manga larga, llegaba hasta el tobillo y tenía muchos
colores. El que le regalara una así a su hijo fue demostración de favoritismo
de Jacob hacia José, y esto agravó las relaciones ya tirantes que había entre
José y sus hermanos. El favoritismo en la familia puede ser inevitable, pero
deben de ser minimizados sus efectos ya que crean desacuerdos. Quizá los
padres no puedan cambiar sus sentimientos hacia un hijo predilecto, pero
pueden cambiar la forma en que tratan a los demás.

37.6-11 Los hermanos de José ya estaban enojados porque existía la


posibilidad de que su hermano menor quedara de jefe de ellos. Luego José
encendió el fuego con su actitud inmadura y sus alardes. Nadie aguanta a un
fanfarrón. El joven aprendió esta lección por el método más difícil: sus
molestos hermanos lo vendieron como esclavo para deshacerse de él.
Después de varios años de dificultades, José aprendió otra importante
lección: nuestros talentos y conocimientos vienen de Dios, y es más correcto
agradecérselos a Dios que alardear de ellos. Más tarde sí confesó que sus
triunfos se los debía a Dios (41.16).

37.19, 20 ¿Le ha hecho sentir la envidia deseos de matar a alguien? Antes


de que usted diga, "Claro que no", observe lo que sucedió en esta historia.
Diez hombres estuvieron dispuestos a matar a su hermano por causa de una
túnica de colores y algunos sueños. Su envidia se convirtió en una ira
terrible, cegándolos totalmente. La envidia puede ser difícil de reconocer
porque podemos buscarle justificación. La envidia, fuera de control, puede
crecer rápidamente y llevarnos a pecados más serios. Mientras más tiempo
cultive su envidia, más difícil le será desarraigarla. El momento de tratar con
la envidia es cuando uno nota que está llevando un registro de lo que poseen
los demás.

37.26, 27 A los hermanos les preocupaba la culpabilidad por la muerte de su


hermano. Judá sugirió una alternativa que no era correcta, pero que los
libraría en caso de que los acusaran. Algunas veces optamos por una
solución que es "menos mala" pero de todos modos incorrecta. Cuando la
gente propone una solución aparentemente viable, primero pregúntese: "¿Es
lo correcto?".

37.28 Aun cuando los hermanos de José no lo mataron, pensaban que no


sobreviviría mucho tiempo como esclavo. Estaban muy dispuestos a que
aquellos crueles traficantes de esclavos hicieran la maldad que ellos mismos
no se atrevían a cometer. José tendría que enfrentarse a un viaje de treinta
días a través del desierto, probablemente encadenado y a pie. Lo tratarían
como equipaje y, una vez en Egipto, lo venderían como una mercancía. Sus
hermanos pensaron que nunca lo volverían a ver. Pero Dios estaba en el
timón de la vida de José.

37.29, 30 Rubén regresó al pozo a buscar a José, pero José ya se había ido.
Su primera reacción fue "¿qué será de mí?", en vez de "¿qué le sucederá a
José?" Cuando usted se ve en una situación difícil, ¿se preocupa primero por
usted mismo? Considere a la persona que se ve más afectada por el
problema, y lo más probable es que encuentre la solución.

37.31-35 Para cubrir su malvada acción, los hijos de Jacob engañaron a su


padre al hacerlo pensar que José estaba muerto. Jacob mismo había
engañado a otros muchas veces (incluyendo a su propio padre; 27.35).
Ahora, aunque bendecido por Dios, todavía le tocó enfrentarse a las
consecuencias de sus pecados. Quizá Dios no castigó a Jacob
inmediatamente por sus engaños, pero las consecuencias llegaron de todos
modos y le duraron el resto de su vida.

37.34 Rasgar las vestiduras y ponerse cilicio era una señal de duelo, como
en la actualidad lo es el vestirse de negro.

37.36 Imagínese el impacto que le causó la cultura a José al llegar a Egipto.


José estaba acostumbrado a vivir como nómada, a andar por todo el país
con su familia, a cuidar ovejas. De repente, se ve lanzado a la sociedad más
avanzada del mundo con grandes pirámides, hermosas casas, gente
refinada y un nuevo idioma. Pero además de observar los adelantos y la
inteligencia de los egipcios, vio su ceguera espiritual: adoraban a muchos
dioses que relacionaban con cada faceta de la vida.

39.1 La fecha exacta de la llegada de José a Egipto no se sabe. Muchos


eruditos creen que llegó durante el período de los reyes hicsos. Los hicsos
eran extranjeros que llegaron de la región de Canaán. Invadieron Egipto y
gobernaron el país durante casi ciento cincuenta años. Si José llegó en el
período de los hicsos, se entiende por qué pudo ascender por la escalera
real. Como los hicsos eran extranjeros, no les importaba la estirpe de aquel
joven y brillante extranjero.

39.1 Faraón era el título que se daba a todos los reyes de Egipto. Era un
título como "Rey" o "Presidente" utilizado para designar al líder del país. Los
faraones que se mencionan en Génesis y Exodo eran personas diferentes.

39.1 El Egipto antiguo era una tierra de grandes contrastes. La gente era o
exageradamente rica o totalmente pobre. Casi no había términos medios.
José sirvió a Potifar, un miembro extremadamente rico del gabinete de
Faraón. Las familias ricas, como la de Potifar, se construían casas de dos o
tres pisos con jardines y terrazas hermosos. Les gustaban la actuación de
artistas en la casa mientras escogían frutas deliciosas de tazones finísimos.
A su alrededor había floreros de alabastro, pinturas, hermosos tapetes y
sillas talladas a mano. La cena se servía en platos de oro e iluminaban sus
cuartos con candelabros de oro. Los sirvientes, como José, trabajaban en el
primer piso, mientras que la familia ocupaba los pisos superiores.

39.9 La esposa de Potifar fracasó en seducir a José, el que resistió esta


tentación al decir que sería un pecado contra Dios. José no dijo: "Te estaría
haciendo daño", ni "estaría pecando contra Potifar", ni "estaría pecando
contra mí mismo". Cuando estamos bajo presión, uno fácilmente puede
racionalizar esas excusas. Recuerde que el pecado sexual no es
simplemente un acto realizado por consentimiento mutuo entre dos adultos.
Es un acto de desobediencia a Dios.

39.10-15 José evadía a la esposa de Potifar lo más posible. Pero un día tuvo
que huir de ella. Algunas veces tratar de evadir la tentación no es suficiente;
debemos voltearnos y huir, especialmente cuando las tentaciones son
demasiado grandes, como suele ser el caso con las tentaciones sexuales.

39.20 Las prisiones eran lugares horribles de pésimas condiciones. Allí


albergaban a los trabajadores forzados o a los acusados que estaban
esperando juicio, como José. En los tiempos antiguos, en todas partes los
prisioneros eran culpables hasta que se demostrara su inocencia, y no tenían
derecho a que se les juzgara en seguida. Muchos prisioneros nunca llegaban
a la corte, ya que los juicios se llevaban a cabo a capricho del gobernante.
José estuvo dos años en prisión antes de aparecer ante Faraón, y esto
porque lo llamaron a interpretar un sueño, no para que lo juzgaran.

39.21-23 Como prisionero y esclavo, José pudo haber perdido las


esperanzas. Sin embargo, ponía todo su empeño en cualquier tarea que se
le asignaba. El jefe de la cárcel notó pronto su diligencia y su actitud positiva,
y lo promovió a administrador de la prisión. ¿Está usted en medio de una
situación difícil y ya perdió la esperanza? En el trabajo, en la casa o en la
escuela, siga el ejemplo de José y ponga todo su empeño en cualquier tarea
que se le presente. Recuerde que Dios cambió la situación de José. El ve
sus esfuerzos y puede transformar hasta la adversidad más abrumadora.

40.1-3 El panadero y el copero eran dos hombres de la mayor confianza de


Faraón. El panadero tenía a su cargo la elaboración de la comida del rey, y el
copero probaba toda comida y bebida antes de dársela a Faraón, por si
estaba envenenada o contaminada. Un día se sospechó que habían hecho
algo malo, quizás conspirar contra Faraón. Al poco tiempo soltaron al copero,
pero ejecutaron al panadero.

40.8 Cuando surgió el tema de los sueños, José hizo que todos volvieran la
mirada hacia Dios. En vez de aprovecharse de la situación para beneficio
propio, se puso a hablar de Dios. Uno de los secretos de tener buen éxito al
hablar de Dios es aprovechar las oportunidades para relacionar a Dios con la
experiencia de otras personas. Cuando llegue la oportunidad, debemos tener
el valor de hablar, como lo hizo José.

40.23 Cuando el copero de Faraón se vio libre, se olvidó de José. No sería


sino hasta dos años después que José tendría otra oportunidad (41.1). Pero
su fe era profunda, y cuando se presentara la siguiente oportunidad, habría
de estar listo. Cuando nos sentimos ignorados, despreciados u olvidados, no
debe sorprendernos que la gente sea malagradecida. En situaciones como
esta, confíe en Dios como lo hizo José. Quizá ya estén llegando a sus
puertas nuevas oportunidades.

41.8 Los magos y los sabios eran comunes en los palacios de los
gobernadores antiguos. Entre sus tareas estaba estudiar las artes sagradas y
las ciencias, leer las estrellas, interpretar los sueños, predecir el futuro y
hacer magia. Tenían poder (véase Exo_7:11-12), pero su poder era satánico.
No pudieron interpretar el sueño de Faraón, pero Dios se lo reveló a José.

41.14 Nuestras oportunidades más importantes pueden llegar cuando menos


las esperamos. Inmediatamente sacaron a José del calabozo y lo arrojaron
ante Faraón. ¿Tuvo tiempo de prepararse? Sí y no. No le habían advertido
que lo sacarían repentinamente de la prisión ni que el rey lo interrogaría. Sin
embargo, José estaba listo casi para cualquier cosa por su correcta relación
con Dios. No era el conocimiento que tenía José acerca de los sueños lo que
lo ayudó a interpretar su significado. Era el conocimiento de Dios. Prepárese
para cuando se le presenten oportunidades aprendiendo más de Dios. Así
estará en condiciones de clamar a El cuando sea necesario.

41.16 José le dio todo el mérito a Dios. Nosotros debemos procurar hacer lo
mismo. Tomarnos la gloria es robar lo que pertenece a Dios. No se quede
callado cuando usted sabe que debe estar dando la gloria y el crédito a Dios.

41.28-36 Después de interpretar el sueño de Faraón, José ofreció al rey un


plan de supervivencia para los siguientes catorce años. La única manera de
prevenir la hambruna era a través de un plan cuidadoso; sin un plan para
combatir el hambre Egipto hubiera dejado de ser poderosa o se hubiera
arruinado. A muchos les aburren o se les hacen innecesarios los planes
detallados. Pero los creyentes deben reconocer que planear es una
responsabilidad, no una opción. José pudo salvar una nación al traducir el
plan que Dios tenía para Egipto en acciones prácticas (implementación).
También nosotros debemos tomarnos el tiempo para traducir en acciones
prácticas el plan que Dios tiene con nosotros.

41.38 Faraón reconoció que José era un hombre que poseía el espíritu de
Dios. Usted probablemente no tendrá la oportunidad de interpretar sueños
para un rey, pero los que lo conocen deben poder ver a Dios en usted, a
través de sus palabras amables, actos de misericordia y consejos sabios.
Sus parientes, vecinos y compañeros de trabajo ¿lo ven a usted como una
persona en la que habita el Espíritu de Dios?

41.39, 40 José llegó muy rápidamente a la cima, de las paredes de la prisión


al palacio de Faraón. Su entrenamiento para esta importante posición incluyó
ser esclavo primero y luego prisionero. En cada ocasión aprendió la
importancia de servir a Dios y a los demás. Cualesquiera que sean sus
circunstancias, por indeseable que sean, considérelas parte de su programa
de entrenamiento para un futuro servicio a Dios.

41.45 Quizá Faraón procuraba que José fuera más aceptable a la cultura de
Egipto al darle un nombre y una esposa egipcios. Probablemente quería (1)
restar importancia al hecho de que José era un pastor nómada, profesión
que los egipcios menospreciaban, (2) hacer que el nombre de José fuera
más fácil de pronunciar y recordar y (3) demostrar el gran mérito que tenía al
darle a la hija de un funcionario egipcio prominente.

41.46 José tenía treinta años cuando llegó a gobernador de Egipto. Era de
diecisiete años cuando sus hermanos lo vendieron en esclavitud. Por lo
tanto, había pasado once años como esclavo y dos en prisión.

41.54 El hambre era una catástrofe en los tiempos antiguos, como lo es en


muchas partes del mundo hoy día. Se requerían condiciones perfectas para
producir buenas cosechas, ya que no había fertilizantes químicos ni
pesticidas. Cualquier variación en el balance delicado de la lluvia o los
insectos podía hacer que se perdieran las cosechas y hubiera hambre
porque la gente confiaba casi exclusivamente en sus propias cosechas. La
falta de almacenamiento, refrigeración y transporte convertían una hambruna
en una situación desesperada. El hambre para la que José preparó a Egipto
fue descrita como "terrible". Sin la intervención de Dios, la nación egipcia se
hubiera desmoronado.

42.1, 2 ¿Por qué el grano era tan valioso en esos días? Como fuente de
alimento era universal y se utilizaba casi en cualquier cosa que se comiera.
Podía secarse y almacenarse mucho más tiempo que cualquier verdura,
productos lácteos o carne. Era tan importante que hasta lo usaban como
dinero.

42.4 Jacob quería mucho a Benjamín porque era el único hermano


verdadero de José y -hasta donde sabía-, era el único hijo sobreviviente de
su amada esposa Raquel. Benjamín era el hijo más joven de Jacob y el hijo
de su vejez.

42.7 José pudo haber revelado su identidad a sus hermanos al momento.


Pero el último recuerdo que José tenía de ellos era cuando los miró a la cara
con horror en el momento en que los traficantes de esclavos ismaelitas se lo
llevaban. ¿Seguían sus hermanos siendo malvados y traicioneros o habían
cambiado a través de los años? José decidió ponerlos a prueba.

42.8, 9 José recordó los sueños que tuvo en que sus hermanos se inclinaban
ante él (37.6-9). ¡Aquellos sueños se estaban cumpliendo! Cuando niño,
José se sintió grande en sus sueños. Como hombre, jamás hizo alarde de su
posición. No sintió la necesidad de decir "se los dije". Todavía no era tiempo
de que revelara su identidad, así que se quedó callado. Algunas veces es
mejor quedarnos en silencio, aun cuando quisiéramos tener la última palabra.

42.15 José estaba probando a sus hermanos para asegurarse de que no


habían sido crueles con Benjamín como lo habían sido con él. Benjamín era
su único hermano de padre y madre y quería verlo.

42.22 Rubén sí no pudo resistir el decir "ya se los dije". "Se nos demanda su
sangre" significa que pensaban que Dios los estaba castigando por lo que
habían hecho a José.

43.1 Jacob y sus hijos no habían tenido alivio en la hambruna de la región.


No captaban que el plan de Dios era enviarlos a Egipto para reunirse con
José y alimentarse en los almacenes de víveres egipcios. Si usted está
orando que Dios le envíe ayuda en su sufrimiento o dificultad y Dios no se la
está mandando tan rápidamente como usted quisiera, tal vez lo está guiando
a tesoros especiales.

43.9 Judá aceptó la responsabilidad de cuidar a Benjamín. No sabía lo que


podía significar para él, pero estaba determinado. Al final fueron las palabras
conmovedoras de Judá lo que provocó que José se quebrantara y revelara
su identidad a sus hermanos (44.18-34). Aceptar y cumplir con las
responsabilidades es difícil, pero eso fortalece el carácter y la confianza, y
gana el respeto de los demás.

43.11 Eran muy valiosos los regalos de bálsamo, miel, especias, mirra,
nueces y almendras. Eran artículos que no eran comunes en Egipto y por
causa de la hambruna eran aún más difíciles de encontrar.

43.12 Cuando los hermanos de José llegaron a su casa encontraron en los


sacos de grano el dinero que habían pagado (42.35). Algunos meses más
tarde debieron regresar a Egipto por más comida. Jacob ordenó pagar el
grano anterior junto con la nueva compra. No trató de aprovecharse de la
situación. Se comportó con integridad y pagó lo que compró,
independientemente de si tenía que hacerlo o no. Debemos seguir su
ejemplo y proteger nuestra integridad. Una reputación de honestidad vale
mucho más que el dinero que nos podamos ahorrar al arriesgarla.

43.23 ¿Cómo fue a parar el dinero en el costal? Lo más probable es que


José haya dado instrucciones a su mayordomo de devolverles el dinero y
explicarlo como lo hizo. Note que el mayordomo le dio el mérito al Dios de
Israel, y no a una divinidad egipcia.

43.32 ¿Por qué José comió solo? Era lo que dictaba la ley del sistema de
castas egipcio. Los egipcios se consideraban altamente inteligentes y
refinados. Tenían a los pastores y nómadas por incultos y vulgares. Por ser
hebreo, José no podía comer con los egipcios, aunque los superaba en
jerarquía. Como extranjeros y pastores, los hermanos de José tenían un
rango más bajo que cualquiera de los ciudadanos egipcios, y tenían que
comer separados también.

44.2 La copa de plata de José era un símbolo de su autoridad. Se creía que


tenía poderes sobrenaturales, y robarla era un delito muy serio. Tales copas
se utilizaban para predecir el futuro. Una persona vertía agua en la copa e
interpretaba los reflejos, las ondas y las burbujas. José no necesitó la copa,
pues Dios le dijo lo que necesitaba saber acerca del futuro.

44.13 El rasgarse las ropas era una expresión de gran tristeza y una manera
tradicional de mostrar pena. Los hermanos tenían miedo de que le hubieran
hecho daño a Benjamín.

44.15 ¿Practicaba José la adivinación? Probablemente no, debido a su


relación con Dios. Este planteamiento tal vez fue para enfatizar cuán
importante era la copa.

44.16-34 Cuando era más joven, Judá no mostró ninguna consideración por
su hermano José ni por su padre Jacob. Primero convenció a sus hermanos
de que vendieran a José como esclavo (37.27); luego él y sus hermanos
mintieron a Jacob en cuanto a lo que le había sucedido a José (37.32). ¡Pero
qué cambio se produjo en Judá! Estaba tan preocupado por su padre y su
hermano menor, Benjamín, que estaba dispuesto a morir por ellos. Cuando
esté a punto de perder toda esperanza en usted mismo y en los demás,
recuerde que Dios puede lograr un cambio completo aun en la persona más
egoísta.

44.18-34 Por último Judá no soportó más y dio un paso adelante para
explicar lo que había sucedido. Esto era riesgoso pues José podría haber
mandado que lo mataran. Pero Judá defendió con valor su vida y la de sus
hermanos e imploró misericordia. Y ofreció ocupar el lugar de Benjamín. Hay
momentos en que debemos guardar silencio, pero hay momentos en que
debemos hablar, incluso si esto tiene serias repercusiones. Cuando enfrente
una situación que necesita una voz fuerte y una acción valerosa, acuérdese
de Judá y hable.

44.32, 33 Judá había prometido a Jacob que garantizaría la seguridad del


joven Benjamín (43.9). Ahora Judá tenía la oportunidad de guardar su
promesa. Convertirse en un esclavo era un destino horrible, pero Judá
estaba decidido a mantener su palabra ante su padre. Mostró un gran valor
al cumplir su promesa. Aceptar una responsabilidad significa llevarla a cabo
con determinación y valor, a pesar del sacrifico personal.

44.33 José quería ver si sus hermanos habían cambiado, y puso a prueba la
forma en la que se trataban. Judá, el hermano que dio el primer paso en el
plan para vender a José (37.27), en esta ocasión dio el primer paso para
tomar el castigo que iban a aplicarle a Benjamín para que este pudiera
regresar con su padre. Este acto tan valeroso convenció a José de que sus
hermanos habían cambiado para bien de una forma dramática.

45.4-8 Aun cuando los hermanos de José quisieron deshacerse de él, Dios
se valió de aquel acto perverso para cumplir el propósito divino. Dios
utilizaría a José para preservar la vida de la familia de Jacob, salvar a Egipto
y preparar el camino para el inicio de la nación de Israel. Dios es soberano.
Sus planes no cambian por lo que hagan los hombres. Cuando otros intenten
hacerle mal, recuerde que son sólo herramientas de Dios. Eso fue lo que
quiso decir José a sus hermanos: "Vosotros pensasteis mal contra mí, mas
Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en
vida a mucho pueblo" (50.20).
45.17-20 A José lo rechazaron, raptaron, esclavizaron y encarcelaron. A
pesar de que sus hermanos le fueron infieles, él los perdonó
bondadosamente y compartió con ellos su prosperidad. José demostró que
Dios nos perdona y nos colma de bondad aun cuando hayamos pecado
contra El. Este mismo perdón y estas mismas bendiciones serán nuestros si
lo pedimos.

JUDA
Las personas que son líderes siempre sobresalen. Quizás no se destacan ni
actúan de una determinada manera hasta que surge la necesidad de entrar
en acción. Entre sus cualidades están la franqueza, la decisión, la acción y el
control. Estas cualidades pueden utilizarlas lo mismo para hacer mucho bien
que para hacer mucho mal. El cuarto hijo de Jacob, Judá, era un líder
natural. Los sucesos de su vida le proporcionaron varias oportunidades de
ejercitar esas cualidades. Desafortunadamente, las decisiones de Judá
siempre reflejaban más la presión del momento que un deseo consciente de
cooperar con el plan de Dios. Pero cuando se daba cuenta de sus errores,
estaba dispuesto a reconocerlos. Su experiencia con Tamar y la
confrontación final con José son ejemplos de la disposición de Judá a
reconocer su culpa cuando lo confrontaban. Fue una de las cualidades que
transmitió a su descendiente David.
Ya sea que tengamos o no cualidades naturales de líder como Judá,
tenemos en común con él la tendencia a cegarnos ante nuestro propio
pecado. Pero no muy a menudo tenemos la misma disposición a reconocer
nuestros errores. Podemos aprender de Judá que no es sabio esperar a que
nuestros errores nos fuercen a reconocer que actuamos mal. Es mucho
mejor que abiertamente confesemos nuestros errores, carguemos con
nuestra culpa y busquemos el perdón.
Puntos fuertes y logros :
-- Era un líder natural, franco y decidido
-- Pensaba con claridad y sabía actuar bajo mucha presión
-- Estaba dispuesto a cumplir su palabra y afrontar las consecuencias si
era necesario
-- Era el cuarto de doce hijos. De su descendencia Dios haría nacer al
rey David y a Jesús, el Mesías
Debilidades y errores :
-- Sugirió a sus hermanos que vendieran como esclavo a José
-- No cumplió su deber con su nuera Tamar
Lecciones de su vida :
-- Dios lo tiene todo bajo control a pesar de la situación inmediata
-- La indecisión a menudo empeora las situaciones
-- El ofrecimiento de Judá de dar su vida por la de Benjamín es un
ejemplo de lo que su descendiente Jesús haría por la humanidad
Datos generales :
-- Dónde: Canaán y Egipto
-- Ocupación: Pastor
-- Familiares: Padres: Jacob y Lea. Esposa: la hija de Súa (1Ch_2:3).
Nuera: Tamar. Once hermanos, al menos una hermana, y por lo menos cinco
hijos
Versículos clave :
"Judá, te alabarán tus hermanos; tu mano en la cerviz de tus enemigos; los
hijos de tu padre se inclinarán a ti. Cachorro de león, Judá; de la presa
subiste, hijo mío. Se encorvó, se echó como león, así como león viejo:
¿quién lo despertará?" (Gen_49:8-10).
La historia de Judá se relata en Génesis 29.35-50.26. También se menciona
en 1 Crónicas 2-4.

45.26, 27 Jacob necesitaba alguna evidencia antes de aceptar la noticia


increíble de que José estaba vivo. Tomás tampoco creyó que Jesús había
resucitado mientras no pudo verlo y tocarlo (Joh_20:25). Es difícil creer lo
que nos dicen sin conocer todos los hechos, y algunas veces dudamos con
hechos y todo. Las nuevas de Dios pueden ser difíciles de creer. No pierda la
esperanza de que Dios le tenga guardado un futuro maravilloso.

46.3, 4 Los israelitas se convirtieron en una gran nación, y con el tiempo los
descendientes regresaron a Canaán. El libro de Exodo cuenta la historia de
los cuatrocientos años de esclavitud de Israel en Egipto (cumpliendo las
palabras de Dios a Abraham en 15.13-16). El libro de Josué relata con
entusiasmo la entrada de los israelitas a Canaán y la conquista de la tierra
prometida.

46.3, 4 Dios dijo a Jacob que saliera y viajara a una tierra extraña y distante.
Le alentó con la promesa de que iría con él y lo cuidaría. Cuando las nuevas
circunstancias o las nuevas cosas que lo rodean lo atemoricen o preocupen,
reconozca que es normal temer. Sin embargo, dejarnos paralizar por el
miedo es indicio de que estamos poniendo en duda la capacidad de Dios
para cuidarnos.

46.4 Jacob nunca retornó a Canaán. Esta fue una promesa a sus
descendientes. "Y la mano de José cerrará tus ojos" se refiere a que él
atendería a su padre en el lecho de muerte. Esta fue una promesa de Dios a
Jacob de que nunca tendría la amargura de volver a estar solo.

46.31-34 Jacob se trasladó con toda su familia a Egipto, pero quisieron vivir
separados de los egipcios. Para lograr esto, José les indicó que dijeran a
Faraón que eran pastores. A pesar de que Faraón sentía cierta simpatía por
los pastores (probablemente descendía de una dinastía de los hicsos
nómadas), la cultura egipcia despreciaba a los pastores y todavía no estaba
lista para aceptarlos. La estrategia funcionó y la familia de Jacob se vio
beneficiada por la generosidad de Faraón y por el prejuicio de los egipcios.

47.1-6 La fidelidad de José afectó a su familia por entero. En el pozo y en la


prisión debe haberse preguntado acerca de su futuro. En lugar de
desesperarse, obedeció con fidelidad a Dios e hizo siempre lo correcto. Aquí
vemos uno de los resultados sorprendentes. Es posible que no siempre
veamos los resultados de nuestra fe, pero podemos estar seguros de que
Dios premiará nuestra fidelidad.

47.29-31 Se ponía la mano debajo del muslo en señal de promesa. Jacob


hizo que José le prometiera que lo enterraría en su tierra natal. Muy pocas
cosas se escribían en esta cultura, así que la palabra de una persona tenía la
misma fuerza que un contrato escrito. En la actualidad a la gente se le hace
muy fácil decir "no quería decir eso". Sin embargo, el pueblo de Dios debe
hablar la verdad y vivir la verdad. Permita que sus palabras sean tan firmes
como un contrato.

48.8-20 Jacob dio la gran bendición a Efraín, en lugar de a su hermano


mayor Manasés. Cuando José se opuso, Jacob lo reprendió, ya que Dios le
había dicho que Efraín iba a ser más grande. A menudo Dios trabaja de
formas inesperadas. Cuando elige a alguien para ejecutar sus planes,
siempre va más allá de la apariencia, de la tradición o de la posición. Algunas
veces nos sorprende al elegir a la persona menos obvia, al menos para el
razonamiento humano. Dios puede usarlo a usted para llevar a cabo sus
planes, aunque quizás piense que no es el más calificado para hacerlo.

48.11 Cuando a José lo hicieron esclavo, Jacob pensó que estaba muerto y
lloró de desesperación (37.30). Pero al final el plan de Dios permitió que
Jacob recuperara no sólo a su hijo, sino también a sus nietos. Las
circunstancias nunca son tan malas que estén fuera del alcance de la ayuda
de Dios. Jacob recuperó a su hijo. De la misma manera, Job recuperó una
nueva familia (Job_42:10-17) y María recuperó a su hermano Lázaro
(Joh_11:1-44). No debemos desesperarnos, porque pertenecemos a un Dios
amoroso. Nunca sabemos qué bien traerá de una situación desesperada.

48.15 Jacob habló de Dios como el que lo había pastoreado a través de la


vida. En su ancianidad, podía ver con claridad su dependencia de Dios. Esto
marca un cambio total de la actitud intrigante y deshonesta de su juventud.
Para cultivar una actitud como la de Jacob, deje que Dios lo pastoree y
confíe en su provisión y cuidado. Cuando descubra que todo lo bueno
proviene de Dios, podrá dejar de intentar tomarlo por usted mismo.

48.20-22 Jacob estaba dando a aquellos muchachos la tierra ocupada por


los filisteos y los cananeos. Pero el regalo de Jacob se hizo realidad cuando
la tribu de Efraín y la mitad de la tribu de Manasés ocuparon los lados este y
oeste del río Jordán (Josué 16).

49.3-28 Jacob bendijo a cada uno de sus hijos, luego dio una predicción
acerca de su futuro. La forma en la que habían vivido en el pasado jugó una
parte muy importante en la forma en la que Jacob bendijo y profetizó.
Nuestro pasado también afecta nuestro presente y futuro. Cuando el sol
salga mañana, nuestras acciones de hoy serán ya parte de nuestro pasado.
Sin embargo, ya empezaron a forjar el futuro. ¿Qué acciones puede hoy
llevar a cabo o evitar para forjar positivamente su futuro?

49.4 El hijo mayor debía haber recibido dos porciones de la herencia. Pero
Rubén perdió este honor especial. Impetuoso e incontrolable, especialmente
en los días de su juventud, llegó muy lejos al dormir con una de las
concubinas de su padre. Jacob no podía dar una bendición tan honorable a
un hijo tan indigno.

49.8-12 ¿Por qué Judá, el culpable de que vendieran a José como esclavo y
el que trató de defraudar a su nuera, fue tan grandemente bendecido? Dios
había elegido a Judá para que de sus descendientes surgiera el linaje real de
Israel (este es el significado de "no será quitado el cetro de Judá"). Esto pudo
haber sucedido debido al gran cambio que ocurrió en el carácter de Judá
(44.33, 34). Del linaje de Judá saldría además el prometido Mesías,
Jesucristo.

49.10 "Hasta que venga Siloh" puede ser traducido "Hasta que venga aquel a
quien corresponde". Este es un pasaje difícil de comprender y todavía se
discute su significado. Siloh puede ser otro nombre del Mesías, ya que
literalmente significa "enviado". Puede también referirse al tabernáculo que
se levantó en la ciudad de Siloh (Jos_18:1).

49.18 En la mitad de su profecía sobre Dan, Jacob exclamó: "Tu salvación


esperé, oh Jehová". Estaba recalcando que Dan llegaría a ser un gran líder,
pero sólo si ponía su confianza en Dios, no en su fuerza natural ni en sus
capacidades. A los que son fuertes, atractivos o talentosos suele serles más
fácil confiar en sí mismos que en Dios, el que les dio esos dones. No olvide
agradecer a Dios lo que usted es y lo que tiene para que su confianza no se
extravíe.

49.22 Realmente José fue fructífero, con algunos descendientes heroicos.


Entre ellos están Josué (el que llevaría a los israelitas a la tierra prometida,
Jos_1:10-11); Débora y Gedeón, jueces de Israel, (Jdg_4:4; Jdg_6:11-12); y
Samuel, un gran profeta, (1Sa_3:19).

49.23, 24 Estos versículos son un canto a las veces en que Dios corrió al
rescate de José cuando sus enemigos lo atacaron. A menudo luchamos y
nos fatigamos sin pensar que Dios puede ayudarnos a pelear nuestras
batallas, ya sea contra hombres armados o contra fuerzas espirituales. José
se asía más de Dios conforme aumentaba la adversidad. Confiar en que Dios
nos puede rescatar es señal de gran fe. ¿Puede confiar en El cuando la
injuria y la persecución van dirigidas hacia usted? Tales batallas espirituales
requieren un trabajo de equipo entre gente valiente y fiel y un Dios poderoso.

PARALELOS ENTRE JOSE Y IESU


José Semejanzas Jesús
37.3 Sus padres los amaban entrañablemente
Mat_3:17
37.2 Pastores del rebaño de sus padres
Joh_10:11, 27

37.13, 14 Sus padres los enviaron a sus hermanos


Heb_2:11
37.4 Sus hermanos los odiaban
Joh_7:5
37.20 Otros conspiraron para hacerles daño
Joh_11:53
39.7 Fueron tentados
Mat_4:1
37.25 Fueron llevados a Egipto
Mat_2:14, 15
37.23 Les arrebataron sus túnicas
Joh_19:23
37.28 Fueron vendidos por precio de esclavo
Mat_26:15
39.20 Los ataron con cadenas
Mat_27:2
39.16-18 Los acusaron falsamente
Mat_26:59, 60
40.2, 3 Los situaron junto a dos prisioneros, uno se salvó y otro
se perdió Luk_23:32
41.46 Ambos tenían 30 años al comienzo de su vida pública
Luk_3:23
41.41 Fueron exaltados después del sufrimiento
Phi_2:9-11
45.1-15 Perdonaron a los que les hicieron mal
Luk_23:34
45.7 Salvaron su nación
Mat_1:21
50.20 Lo que el hombre hizo para lastimarlos, Dios lo convirtió en bien
1Co_2:7, 8

50.1-11 Cuando Jacob murió a la edad de 147 años, José lloró y llevó luto
varios meses. Cuando alguien cercano a nosotros muere, necesitamos
mucho tiempo para acallar nuestro dolor. El llorar y manifestar nuestros
sentimientos a otros nos ayuda a recobrarnos y a reanudar la vida.
Concédase usted mismo y a los demás la libertad y el tiempo suficientes
para lamentar la pérdida de un ser querido.

50.2, 3 El embalsamamiento era típico de los egipcios pero poco común para
estos pastores nómadas. Como creían que los muertos iban al otro mundo
en sus cuerpos físicos, los egipcios los embalsamaban para preservarlos
para que pudieran funcionar en el más allá. La familia de Jacob permitió que
lo embalsamaran por cortesía y respeto hacia los egipcios.

50.5 José ya había demostrado ser digno de confianza como consejero de


Faraón. Por sus antecedentes, Faraón tenía muy pocas dudas de que no
regresara a Egipto después de enterrar a su padre en Canaán. Cuando nos
ganamos la confianza de la gente a menudo obtenemos ciertos privilegios y
libertades. Debido a que la confianza debe ganarse gradualmente con el
paso del tiempo, aproveche cada oportunidad para demostrar que se puede
confiar en usted aun en asuntos menores.

50.12, 13 Abraham había comprado la cueva en el campo de Macpela como


sepulcro para su esposa, Sara (23.1-9). Iba a ser un sepulcro para toda su
familia. Jacob era nieto de Abraham y los hijos de Jacob regresaron a
Canaán para enterrarlo en esa cueva junto con Abraham e Isaac. Su deseo
de ser sepultados en esa cueva expresaba su fe en la promesa de Dios de
que daría a sus descendientes la tierra de Canaán.

50.15-21 Ahora que Jacob (o Israel) había muerto, los hermanos temieron
que José se vengara. ¿Los había perdonado realmente por haberlo vendido
como esclavo? Para sorpresa de ellos, José no sólo los perdonó sino que
ofreció cuidar de ellos y de sus familias. El perdón de José fue completo.
Esto nos ilustra cómo Dios nos acepta por su gracia aun cuando no lo
merecemos. Saber que Dios nos perdona, aun cuando lo hemos
menospreciado o rechazado, debe motivarnos a ser misericordiosos y
perdonar a los demás.

50.20 Dios produjo algo bueno de la maldad de sus hermanos, de la falsa


acusación de la esposa de Potifar, de la negligencia del copero y de los siete
años de hambruna. Las experiencias en la vida de José le enseñaron que
Dios saca cosas buenas de lo malo para aquellos que confían en El. ¿Tiene
usted suficiente fe en Dios para esperar pacientemente que El utilice una
situación mala para su bien? Podemos confiar en El porque, como José
aprendió, Dios puede anular las malas intenciones de los hombres para
cumplir sus propósitos.

50.24 José estaba listo para morir. No tenía dudas de que Dios cumpliría su
promesa y que un día llevaría a los israelitas de regreso a su tierra. ¡Qué
ejemplo tan tremendo! El secreto de esta clase de fe es una vida entera de
confianza en Dios. Nuestra fe es como un músculo: crece con el ejercicio,
adquiere fuerza con el paso del tiempo. Después de una vida en la que
hayamos practicado la confianza, nuestra fe puede ser tan fuerte como la de
José. Entonces en nuestra muerte podremos estar seguros de que Dios
cumplirá todas sus promesas a nosotros y a todos los fieles a El que vendrán
después de nosotros.

50.24 Este versículo establece el escenario de lo que comenzaría a suceder


en Exodo y terminaría en Josué. Dios iba a hacer de la familia de Jacob una
gran nación, los sacaría a Egipto y los llevaría a la tierra que les había
prometido. La nación podía confiar totalmente en su promesa y José enfatiza
su fe de que Dios cumpliría lo que había prometido.

50.26 El libro de Génesis nos da descripciones muy amplias de las vidas de


muchos de los grandes hombres y mujeres que caminaron con Dios. En
ocasiones triunfaron y en otras fracasaron. Sin embargo, aprendemos mucho
al leer las biografías de esta gente. ¿Pero de dónde obtuvieron su inspiración
y valor? La obtuvieron al darse cuenta de que Dios estaba con ellos a pesar
de sus faltas. El saber esto nos debe animar a mantenernos fieles a Dios,
apoyarnos en El cuando necesitamos guía y utilizar el potencial que nos ha
dado.

HIJOS DE JACOB Y SU NOTABLE DESCENDENCIA


Los doce hijos de Jacob fueron los antepasados de las doce tribus de Israel.
La nación entera de Israel provino de esos hombres.
RUBEN: Ninguno
SIMEON: Ninguno
LEVI: Aarón, Moisés, Elí, Juan el Bautista
JUDA: David, Jesús
DAN: Sansón
NEFTALI: Barac, Elías (?)
GAD: Jefté (?)
ASER: Ninguno
ISACAR: Ninguno
ZABULON: Ninguno
JOSE: Josué, Gedeón, Samuel
BENJAMIN: Saúl, Ester, Pablo

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