Espacio Tiempo y Arquitectura
Espacio Tiempo y Arquitectura
Espacio Tiempo y Arquitectura
Universitarios de
Arquitectura
17
E S PA CIO,
T IEMPO
y arquitectura
Edición
definitiva
1 James Strike
De la construcción a los proyectos
Las nuevas técnicas en el diseño, 1700-2000
2 Federico García Erviti
Compendio de arquitectura legal
Derecho profesional y valoraciones inmobiliarias
3 Francesco Fariello
La arquitectura de los jardines
De la Antigüedad al siglo XX
4 Alfonso Muñoz Cosme
Iniciación a la arquitectura
La carrera y el ejercicio de la profesión
5 Steen Eiler Rasmussen
La experiencia de la arquitectura
Sobre la percepción de nuestro entorno
6 Jorge Sainz
El dibujo de arquitectura
Teoría e historia de un lenguaje gráfico
7 Christian Norberg-Schulz
Los principios de la arquitectura moderna
Sobre la nueva tradición del siglo XX
8 José Ramón Alonso Pereira
Introducción a la historia de la arquitectura
De los orígenes al siglo XXI
9 Jan Gehl
La humanización del espacio urbano
La vida social entre los edificios
10 José Miguel Fernández Güell
Planificación estratégica de ciudades
Nuevos instrumentos y procesos
11 Andrew Charleson
La estructura como arquitectura
Formas, detalles y simbolismo
12 N. Martín Chivelet · I. Fernández Solla
La envolvente fotovoltaica en la arquitectura
Criterios de diseño y aplicaciones
13 Inmaculada Esteban · Fernando Valderrama
Curso de AutoCAD para arquitectos
Planos, presentaciones y trabajo en equipo
14 Darío Álvarez
El jardín en la arquitectura del siglo XX
Naturaleza artificial en la cultura moderna
(sigue en la solapa posterior)
Estudios
Universitarios de
Arquitectura
17
ESPACIO, TIEMPO
y arquitectura
Colección dirigida
por Jorge Sainz
Walter Gropius, sede de la Bauhaus, Dessau, 1926.
Estudios Sigfried Giedion
Universitarios de
Arquitectura
17
ESPACIO, TIEMPO
y arquitectura
Edición Origen y desarrollo de una nueva tradición
definitiva
Traducción y edición
Jorge Sainz
Editorial
Reverté
Edición original:
Space, Time and Architecture: The Growth of a New Tradition
Harvard University Press, Cambridge (Massachusetts)
Copyright 1941, 1949, 1954, © 1962, 1967, 1969
The President and Fellows of Harvard College
© 1977, William J. Callaghan
© 1982, Andreas Giedion y Verena Clay-Giedion
Ediciones en español:
Espacio, tiempo y arquitectura: el futuro de una nueva tradición
· Hoepli, Barcelona, 1955, 1958 (2ª), 1961 (3ª)
· Científico-Médica, Barcelona, 1968 (4ª)
· Dossat, Madrid, 1978 (5ª), 1982 (6ª)
Esta edición:
© Editorial Reverté, Barcelona, 2009
Traducción:
© Jorge Sainz, 2009
[email protected]
Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o
transformación de esta obra, por cualquiera de los sistemas de difusión
existentes, sólo puede realizarse con la autorización de sus titulares, salvo en las
excepciones previstas por la Ley 23/2006 de Propiedad Intelectual, y en
concreto por su artículo 32, sobre ‘Cita e ilustración de la enseñanza’. Los
permisos para fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra pueden
obtenerse a través de Cedro (Centro Español de Derechos Reprográficos,
www.cedro.org).
Editorial Reverté, S.A.
Calle Loreto 13-15, local B · 08029 Barcelona
Tel: (+34) 93 419 3336 · Fax: (+34) 93 419 5189
Correo E: [email protected] · Internet: www.reverte.com
Impreso en España · Printed in Spain
Isbn: 978-84-291-2117-9
Depósito Legal: B 10820-2009
Impresión: Reinbook Imprès, S.L., Barcelona
Prefacios ............................................................................... 11
Introducción
La arquitectura en los años 1960:
esperanzas y temores .................................................... 17
Parte i
La historia como parte de la vida .................................. 39
Introducción ......................................................................... 40
La relación del historiador con su época .............................. 42
La exigencia de continuidad ................................................. 44
La historia coetánea .............................................................. 46
La identidad de los métodos ................................................. 48
Hechos transitorios y constitutivos ....................................... 54
La arquitectura como organismo .......................................... 55
Procedimiento ....................................................................... 59
Parte ii
Nuestra herencia arquitectónica .................................. 65
La nueva concepción del espacio: la perspectiva ................... 66
La perspectiva y el urbanismo ............................................... 77
· Requisitos para el crecimiento de las ciudades ................................... 77
· La ciudad en forma de estrella ...................................................... 78
La perspectiva y los elementos constitutivos de la ciudad ..... 89
· El muro, la plaza y la calle .......................................................... 89
· Bramante y la escalinata al aire libre .............................................. 93
· Miguel Ángel y el modelado del espacio exterior ............................... 96
· ¿Cuál es la verdadera significación del Área Capitolina? .................... 101
Leonardo y los albores de la planificación regional ............ 104
Sixto v (1585-1590) y el plan de la Roma barroca ............. 107
· La ciudad medieval y la ciudad renacentista ................................... 108
· Sixto V y su pontificado ............................................................ 114
· El plan general ....................................................................... 121
· El aspecto social ..................................................................... 129
El Barroco tardío ................................................................ 135
El muro ondulado y la planta flexible ................................ 137
· Francesco Borromini, 1559-1667 ................................................ 137
· Guarino Guarini, 1624-1683 ..................................................... 148
6 espacio, tiempo y arquitectura
Parte iii
La evolución de las nuevas posibilidades ................... 185
· La industrialización como acontecimiento fundamental ..................... 186
El hierro .............................................................................. 189
· Primeras construcciones de hierro en Inglaterra .............................. 190
· El puente de Sunderland ........................................................... 191
· Primeras construcciones de hierro en Europa continental ................... 194
De la columna de hierro al entramado de acero ................. 202
· La columna de fundición .......................................................... 204
Hacia el entramado de acero .............................................. 210
· James Bogardus ...................................................................... 215
· El frente ribereño de St. Louis .................................................... 219
· Primeros edificios de esqueleto ................................................... 222
· Los ascensores ....................................................................... 226
El cisma entre arquitectura y tecnología ............................. 230
· Las discusiones ...................................................................... 231
· La École Polytechnique: la conexión entre la ciencia y la vida ............. 231
· La exigencia de una nueva arquitectura ........................................ 232
· Las interrelaciones de la arquitectura y la ingeniería ......................... 233
Henri Labrouste, arquitecto-constructor, 1801-1875 .......... 236
Nuevos problemas constructivos, nuevas soluciones ........... 246
· Mercados cubiertos ................................................................. 246
· Grandes almacenes .................................................................. 250
Las grandes exposiciones .................................................... 259
· La Gran Exposición, Londres, 1851 ............................................ 264
· La Exposición Universal, París, 1855 ........................................... 270
· La Exposición de París de 1867 .................................................. 274
· La Exposición de París de 1878 .................................................. 277
· La Exposición de París de 1889 .................................................. 281
· Chicago, 1893 ....................................................................... 287
Gustave Eiffel y su torre ..................................................... 290
Parte iv
La exigencia de moralidad en la arquitectura .......... 303
Los años 1890:
los precursores de la arquitectura contemporánea ............... 304
· Bruselas, centro del arte contemporáneo, 1880-1890 ........................ 307
· La contribución de Victor Horta ................................................. 310
· La Bolsa de Berlage y la exigencia de moralidad ............................. 318
· Otto Wagner y la escuela vienesa ................................................ 326
índice 7
Parte v
La evolución norteamericana ....................................... 341
· Europa observa la producción norteamericana ................................ 342
· La estructura de la industria norteamericana .................................. 349
La balloon frame y la industrialización ............................... 352
· La balloon frame y la construcción del Oeste ................................. 355
· La invención de la balloon frame ................................................ 356
· George Washington Snow, 1797-1870 .......................................... 356
· La balloon frame y la silla Windsor ............................................. 358
Las superficies planas en la arquitectura norteamericana .... 360
· La planta libre y flexible ........................................................... 366
La Escuela de Chicago ........................................................ 372
· Los edificios de viviendas .......................................................... 379
Hacia las formas puras ....................................................... 384
· El edificio Leiter, 1889 ............................................................. 385
· El edificio Reliance, 1894 ......................................................... 387
· Louis Sullivan: los almacenes Carson, Pirie, Scott, 1899-1906 ............ 390
· La influencia de la Feria Mundial de Chicago, 1893 ......................... 394
Frank Lloyd Wright ............................................................ 398
· Wright y la evolución norteamericana .......................................... 398
· La planta cruciforme y la planta alargada ..................................... 401
· Superficies planas y estructura .................................................... 407
· El impulso hacia lo orgánico ...................................................... 413
· Edificios de oficinas ................................................................ 418
· La influencia de Wright ............................................................ 422
· El último periodo de Wright ...................................................... 424
Parte vi
El espacio-tiempo en el arte,
la arquitectura y la construcción .......................... 427
La nueva concepción espacial: el espacio-tiempo ................ 428
· ¿Necesitamos artistas? .............................................................. 428
La investigación del espacio: el Cubismo ............................ 432
· Los medios artísticos ............................................................... 434
La investigación del movimiento: el Futurismo ................... 440
La pintura, hoy ................................................................... 445
Construcción y estética: la losa y el plano .......................... 447
· Los puentes de Robert Maillart .................................................. 447
· Epílogo ................................................................................ 468
Walter Gropius y la evolución alemana .............................. 471
· Alemania en el siglo XIX ........................................................... 471
· Walter Gropius ...................................................................... 475
8 espacio, tiempo y arquitectura
Parte vii
El urbanismo en el siglo xix ......................................... 677
· Comienzos del siglo ............................................................
XIX 678
· La Rue de Rivoli de Napoleón I .................................................. 681
El predominio de la vegetación: las squares de Londres ...... 685
Las plazas ajardinadas de Bloomsbury ............................... 692
Un conjunto de viviendas a gran escala: Regent’s Park ....... 701
El predominio de la calle:
la transformación de París, 1853-1868 ........................... 706
· París en la primera mitad del siglo XIX ......................................... 706
· Las trois réseaux de Haussmann ................................................. 709
· Plazas, bulevares, jardines y plantas ............................................. 718
· La ciudad como problema técnico ............................................... 725
· El uso de los métodos modernos de financiación por Haussmann ........ 728
· La pieza básica de la calle ......................................................... 730
· La escala de la calle ................................................................. 732
· La previsión de Haussmann: su influencia ..................................... 735
Parte viii
El urbanismo como problema humano ................... 739
· Finales del siglo XIX................................................................ 740
· Ebenezer Howard y la ciudad jardín ............................................ 743
· Patrick Geddes y Arturo Soria .................................................... 746
· La ciudad industrial de Tony Garnier, 1901-1904 ............................ 747
Amsterdam y el renacimiento del urbanismo ...................... 754
· Los planes de Berlage para Amsterdam Sur .................................... 756
· El plan de expansión general de Amsterdam, 1934 .......................... 763
· Interrelaciones de la vivienda y las actividades de la vida privada ......... 769
Parte ix
El espacio-tiempo en el urbanismo ......................... 773
· La actitud contemporánea hacia el urbanismo ................................ 774
¿Destrucción o transformación? .......................................... 777
La nueva escala en el urbanismo ......................................... 782
· La parkway norteamericana en la década de 1930 ........................... 782
· Edificios altos en espacios abiertos .............................................. 791
10 espacio, tiempo y arquitectura
Parte x
En conclusión .................................................................. 825
· Sobre los límites de lo orgánico en la arquitectura ........................... 827
· Política y arquitectura .............................................................. 828
* A Decade of New Architecture · Dix ans (Nueva York: Reinhold, 1954); versión am-
d’architecture contemporaine, (Zúrich: Girs- pliada de la edición anterior: Walter Gropius
berger, 1951; texto en inglés y francés); 2ª (París: Crès, 1931).
edición, ampliada: A Decade of Contempo- ‡ Architektur und Gemeinschaft: Tage-
rary Architecture · Dix ans d’architecture buch einer Entwicklung (Hamburgo: Ro-
contemporaine · Ein Jahrzehnt moderner wohlt, 1956); versión española: Arquitectu-
Architektur (1954, texto sólo en inglés). ra y comunidad (Buenos Aires: Nueva Vi-
† Walter Gropius, Work and Teamwork sión, 1957).
prefacios 15
Confusión y aburrimiento
En los años 1960 hay cierta confusión en la arquitectura contem-
poránea, al igual que en la pintura: una especie de pausa, incluso
una especie de agotamiento. Todo el mundo se da cuenta de ello.
Normalmente la fatiga va acompañada de incertidumbre: qué ha-
cer y adónde ir. La fatiga es la madre de la indecisión, la que deja
la puerta abierta al escapismo y a toda clase de superficialidades.
En un simposio celebrado en el Metropolitan Museum de
Nueva York en la primavera de 1961 se debatió la cuestión ‘La
arquitectura moderna, ¿muerte o metamorfosis?’. Como indica
este título, algunos consideran que la arquitectura contemporá-
nea es una moda y –como expresó un arquitecto norteamericano–
muchos proyectistas que habían adoptado los rasgos en boga del
Estilo Internacional descubrieron que esa moda se había pasado
y que estaban inmersos en una orgía romántica. Lamentablemen-
te, esa moda –con sus fragmentos históricos escogidos al azar– in-
fectó a muchos arquitectos de talento. En la década de 1960, sus
resultados pueden verse por todas partes: en esmirriadas univer-
sidades de estilo gótico, en una filigrana de fastuosos detalles por
dentro y por fuera, en soportes como palillos y en los conjuntos
de edificios aislados de los mayores centros culturales.
Se puso de moda una especie de arquitectura playboy: una ar-
quitectura tratada como los playboys tratan la vida, saltando de
una sensación a otra y aburriéndose rápidamente de todo.
No me cabe duda de que esta moda nacida de una incerti-
dumbre interna pronto quedará obsoleta; pero sus efectos pueden
ser bastante peligrosos debido a la influencia a escala mundial de
los Estados Unidos.
Estamos todavía en el periodo de formación de una nueva tra-
dición, todavía en sus comienzos. En Arquitectura y comunidad
ya se señalaba la diferencia entre el planteamiento de la arquitec-
tura en los siglos xix y xx. Hay una palabra cuyo uso deberíamos
evitar para describir la arquitectura contemporánea: ‘estilo’. En
el momento en que encerramos la arquitectura dentro de la idea
de ‘estilo’, abrimos la puerta a un enfoque formalista. El movi-
miento contemporáneo no es un ‘estilo’ en el sentido decimonó-
nico de descripción de la forma; es un enfoque de la vida que dor-
mita inconscientemente dentro de todos nosotros.
Parte I
Introducción
Desconocido en los Estados Unidos y usando un idioma que no
era el mío, tuve que buscar el camino más corto para entablar un
contacto directo con el público norteamericano. La vía del con-
tacto personal ha sido siempre el camino más corto para enten-
derse, no simplemente en los asuntos personales, sino también en
los generales. Así pues, permítanme comenzar diciendo unas pa-
labras sobre de dónde vengo y adónde pretendo ir, pues estos da-
tos tienen relación con la exposición que sigue.
Como historiador del arte, soy discípulo de Heinrich Wölfflin. En Heinrich Wölfflin:
nuestros contactos personales con él, así como gracias a sus pres- comparación
de periodos
tigiosas clases, nosotros, sus alumnos, aprendimos a comprender
el espíritu de una época. Los incisivos análisis de Wölfflin nos de-
jaban claro el verdadero significado y la importancia de una pin-
tura o de una pieza escultórica.
Wölfflin se deleitaba comparando un periodo con otro; em-
pleaba este método con la máxima eficacia tanto en su actividad
docente como en sus libros: en Renacimiento y Barroco (1888);
en El arte clásico (1899), donde el siglo xv se contrapone al xvi;
e incluso en los Conceptos fundamentales en la historia del arte
(1915), que acababa de aparecer cuando yo estudié con él en Mú-
nich.* Muchos de sus alumnos han tratado de emular este méto-
do de comparar estilos, pero ninguno ha alcanzado la misma pro-
fundidad y exactitud.
Jacob Burckhardt: el Jacob Burckhardt (1818-1897) fue el gran descubridor del Rena-
tratamiento integral de cimiento; fue el primero en mostrar cómo debía tratarse un pe-
un periodo
riodo en su totalidad, considerando no sólo la pintura, la escul-
tura y la arquitectura, sino también las instituciones sociales de la
vida cotidiana.
Mencionaré tan sólo un libro a este respecto, La cultura del
Renacimiento en Italia, que apareció por primera vez en 1860.*
La traducción inglesa se publicó en 1878. El 20 de octubre de
1880 apareció en el New York Herald una reseña extraordina-
riamente bien documentada. Burckhardt –que normalmente huía
de los elogios– quedó tan satisfecho con esta reseña que escribió
«Bravo» al pie.
En La cultura del Renacimiento en Italia, Burckhardt hacía
hincapié en las fuentes y los documentos más que en sus propias
opiniones; abordaba tan sólo algunos fragmentos de la vida del
periodo, pero los trataba con tal habilidad que en la mente de los
lectores se formaba una imagen de conjunto. Burckhardt no sen-
tía aprecio por su propia época: durante la década de 1840 con-
templó la creación de una Europa artificialmente constituida que
estaba a punto de verse arrollada por una avalancha de fuerzas
brutales. En esos momentos, el sur parecía haberse retirado de la
historia; para Burckhardt, tenía la quietud de una tumba. Por eso
fue al sur, a Italia, adonde se dirigió para refugiarse de todas esas
* Die Cultur der Renaissance in Italien pañola: La cultura del Renacimiento en Ita-
(Basilea: Schweighauser, 1860); versión es- lia (Escelicer, Madrid, 1941).
Parte II
Sin una visión clara de la relación que tiene con el pasado o del Por qué es necesario
camino por el que debe avanzar hacia el futuro, la vida de cual- conocer nuestra
herencia arquitectónica
quier periodo histórico consistirá en vivir al día, sin rumbo fijo.
Nuestra época ha padecido gravemente esta actitud corta de mi-
ras, inspirada en el liberalismo del laissez-faire, y la carencia to-
tal de planificación que da como resultado.
Pero resulta obvio que está en marcha una revuelta contra esta
visión miope en la ciencia, el arte y la industria. Hay una deman-
da creciente de un estudio más amplio de todos los ámbitos de la
actividad humana.
Es en relación con todo esto donde la historia tiene un impor-
tante papel que desempeñar. La historia puede revelar a nuestro
periodo los elementos olvidados de su propio ser, de la misma
manera que nuestros padres pueden recuperar para nosotros esas
peculiaridades infantiles y ancestrales que siguen determinando
nuestra naturaleza aunque no podamos encontrarlas en nuestra
memoria. Que exista cierta conexión con el pasado es un requisi-
to esencial para la aparición de una tradición nueva y segura de
sí misma.
La evolución de las
nuevas posibilidades
186 espacio, tiempo y arquitectura
La exigencia de moralidad
en la arquitectura
304 espacio, tiempo y arquitectura
La década de 1890:
los precursores de la arquitectura contemporánea
Hay décadas enteras en la segunda mitad del siglo xix en las que
no encontramos ninguna obra arquitectónica de importancia. El
eclecticismo reprimió toda la energía creativa. Aquí y allá –en es-
pecial a medida que iba pasando el siglo–, se alzaron algunas vo-
ces de protesta, pero no pudieron hacer nada por alterar la situa-
ción.
Fue precisamente en ese momento cuando una oleada de cons-
trucción sin precedentes barrió Europa. Las ciudades adoptaron
la forma que aún padecemos hoy en día.
Los pintores fueron capaces de retirarse de ese ambiente ago-
biante. Las figuras que hicieron un trabajo importante en ese pe-
riodo renunciaron a cualquier perspectiva de alcanzar la fama o
tener su público, y practicaron su arte recluidos. Por ejemplo, Cé-
zanne y Van Gogh se encerraron en la soledad de la región de la
Provenza. Los arquitectos no tenían esa opción; ni uno solo con-
siguió escapar de la atmósfera del eclecticismo.
La insatisfacción con este estado de cosas casi universal alcan-
zó su punto culminante hacia 1890. A finales de siglo, Hendrik
Petrus Berlage iba a realizar un edificio que serviría para purifi-
car la arquitectura de toda Europa: la Bolsa de Amsterdam. En la
década de 1890, Berlage ya denunciaba la arquitectura dominan-
te como «pura apariencia; es decir, imitación; es decir, mentira».*
«Nuestros padres y abuelos, igual que nosotros mismos,» –escri-
bía Berlage– «han vivido y todavía viven en un ambiente más ho-
rrendo que todo lo conocido hasta entonces. La mentira es la re-
gla; la verdad, la excepción.»
El enconado odio al eclecticismo llegó a su punto culminante
en Europa con una prontitud asombrosa, al igual que una red de
pesca puede extenderse durante mucho tiempo sin que ocurra
nada y luego, en un momento, toda la captura aparece de una vez
amontonada. En la historia de la arquitectura, este momento no
llegó por casualidad: hacía tiempo que la industria había alcan-
zado su pleno desarrollo y se daban las circunstancias para la
aparición de grandes cambios. En la primera parte del siglo xix,
las décadas pasaron sin lograr nada en la arquitectura; hacia el fi-
nal del siglo, casi cada año tuvo su importancia. La ambición re-
sucitó y trajo consigo el valor y la energía para oponerse a las
fuerzas que habían impedido que la vida encontrase sus verdade-
ras formas. Los adelantos llegaban en una oleada tras otra. La di-
versidad de movimientos, con su variedad de tentativas experi-
mentales, indica la vitalidad del periodo. Los fallos concretos y la
Las exigencias morales Según la sencilla explicación que se ofreció más tarde, este movi-
del nuevo movimiento miento se desarrolló como aplicación de dos principios: el aban-
dono de los estilos históricos y –como consecuencia de ello– el
uso como criterio de la fitness for purpose, la ‘adecuación a la
función’. La explicación es correcta en cuanto a que estos dos fac-
tores desempeñaron su papel, pero no llega lo bastante lejos. El
movimiento extraía su fuerza de las exigencias morales que eran
su verdadero origen. Se lanzó el lema ‘¡Acabemos con esta at-
mósfera infecta!’
Van de Velde: lo que le El joven pintor Henry van de Velde estaba entre los que más enér-
llevó a la arquitectura gicamente atacaba esa ‘atmósfera infecta’. A finales de los años
1890 se puso a la cabeza de la batalla en favor del art moderne;
luchó por él primero en su Bélgica natal, luego en Francia y des-
pués en un país que en aquel tiempo estaba completamente abier-
to a cualquier movimiento nuevo: Alemania. Cuando, en su pri-
mer viaje al extranjero, le enseñó sus muebles a un marchante de
arte de París, éste los rechazó; un año más tarde, en Alemania,
tanto los críticos como el público se mostraron sumamente re-
ceptivos. Éste fue el inicio de su fama internacional. Yo conocí a
Van de Velde en 1938, cuando acababa de regresar de poner la
primera piedra del pabellón de Bélgica en la Feria Mundial de
Nueva York. Sabiendo que había comenzado su carrera como
pintor, le pregunté cómo se le había ocurrido dedicarse a la ar-
quitectura. Me respondió describiendo la situación que prevale-
cía hacia 1890: «Todas las formas estaban tapadas. En esa épo-
ca, la revuelta contra las mentiras de las formas y el pasado era
una revuelta moral.»1
Y continuó contando cómo una crisis nerviosa le había dejado
incapacitado para trabajar. En ese momento conoció a su futura
esposa, quien le infundió un renovado valor para afrontar las ad-
versidades de la vida. «Me dije –esto fue en 1892–: nunca podré
aceptar que mi esposa y mi familia se encuentren en un ambiente
que sea inmoral.»2
Pero en esas fechas todo lo que se podía comprar a precio de
mercado estaba cubierto de esa mensonge des formes que Van de
Velde aborrecía. Y por eso tuvo que diseñar para sí mismo todos
1. «Toutes les formes étaient cachées. À 2. «Je me disais – c’était en 1892 – jamais
cette époque la révolte contre les mensonges je ne veux pas admettre que ma femme et ma
des formes et le passé était une révolte mo- famille se trouvent dans un milieu qui est im-
rale.» morale.»
340 espacio, tiempo y arquitectura
Éste es un proyecto que analizaremos con cierto detalle más ade- 201. Tony Garnier,
lante.9 La cité industrielle, proyectada cuando Garnier tenía sólo estación central, 1901-
1904. Proyecto. En una
30 años, marcó realmente las pautas para toda su producción fu- época en la que las
tura. Los grands travaux de Lyón, las obras públicas llevadas a estaciones ferroviarias
cabo durante la alcaldía de Édouard Herriot en la ciudad natal de solían realizarse a la
Garnier, fueron en la práctica productos derivados de su proyec- manera de enormes
monumentos, Garnier
to juvenil. Estos grands travaux eran muy extensos: incluían los vuelve a las funciones
mataderos (1909), el estadio (1915), veintidós pabellones del reales y aprovecha los
hospital Grange-Blanche (comenzado en 1911, pero construido a nuevos materiales:
lo largo de un periodo de unas dos décadas) y parte de un barrio el vidrio y el
hormigón armado.
residencial (el Quartier des États-Unis) que se inició en 1920. El
trabajo posterior de Garnier incluyó pabellones en diversas ex-
posiciones francesas, su propia casa y una serie de villas en la Ri-
viera francesa. Puede considerarse que todos estos edificios se
desarrollaron a partir de su primera obra importante, y es su cla-
rividente proyecto de esta cité industrielle lo que otorga a Garnier
un lugar en la historia de la arquitectura (figura 201).
Nos acercamos al momento en que la arquitectura europea
pudo resolver los problemas coetáneos gracias a los medios crea-
dos por los ingenieros. En esa época, la gente podía ver que las
técnicas modernas ofrecían los únicos medios de expresión para
los sentimientos que derivaban de la vida moderna. Pero primero
tenemos que volver a los adelantos habidos en los Estados Uni-
dos, cuya influencia sería efectiva tan sólo cuando esta arquitec-
tura europea empezó a recuperarse de sus propios males.
La evolución norteamericana
342 espacio, tiempo y arquitectura
202. Relojes
norteamericanos,
hacia 1850.
El espacio-tiempo en el arte,
la arquitectura y la construcción
428 espacio, tiempo y arquitectura
¿Necesitamos artistas?
Algunas personas se cuestionan si es posible tener una sensibili-
dad común en un periodo como el nuestro; consideran que la
ciencia y la industria son enemigos del arte y la sensibilidad: don-
de las primeras prosperan, las segundas decaen. O bien algunos
entienden que la ciencia invade las artes y abre camino a nuevos
medios de autoexpresión que nos hacen independientes de ellas.
Hay cierto fundamento en visiones como éstas. Entonces, ¿real-
mente seguimos necesitando a los artistas?
espacio-tiempo en arte, arquitectura y construcción 429
Una vez más debemos volver al siglo xix. Sólo podemos apreciar
lo que hoy se requiere en la esfera del urbanismo si entendemos
cómo se ha llegado a la situación actual.
Si hace falta una actitud universal en algún aspecto de la arqui- Una actitud universal,
tectura, ese aspecto es el urbanismo. En ausencia de un estudio básica para
el urbanismo
amplio, de un punto de vista clarividente, no puede haber orden
urbano. Los periodos incapaces de alcanzar una visión conse-
cuente del mundo también son incapaces de hacer realidad esa
clase de urbanismo que va más allá de una simple colección de re-
tazos. Ejércitos de especialistas no resultan de mucha ayuda cuan-
do lo que falta es una actitud universal que abarque el conjunto
de la vida.
Por el contrario, los especialistas que carecen de una actitud uni- El reinado de los
versal son incapaces de captar las relaciones reales. Por muy va- especialistas en el
urbanismo del siglo XIX
lioso y preciso que pueda ser su trabajo, los resultados serán li-
mitados y desequilibrados, quizás incluso perniciosos, puesto que
alguna tarea se acentúa en exceso a expensas de otras. Los perio-
dos que dependen de los especialistas no pueden tener un urba-
nismo acertado. Lo que ocurre en esas épocas es algo similar al
caso de una persona que lee un libro con una exactitud tan ex-
trema que nunca logra pasar de las primeras diez páginas: pierde
el significado del conjunto al atender a los detalles. Hoy en día la
situación es análoga. Pese a la existencia de muchas asociaciones
urbanísticas serias y de especialistas formados en la planificación
y la administración de las ciudades, lo que prevalece es una es-
candalosa falta de orientación y una incapacidad para eliminar
los inconvenientes más obvios.
Este castigo no puede eludirse, puesto que durante cien años
casi no ha habido nada más que caos en el urbanismo. Las orde-
nanzas por sí solas no pueden ofrecer la solución, pues también
llevan el sello de las personas que las hacen. Se necesita una nue-
va visión universal.
No sería razonable esperar nuevas soluciones a los problemas
del urbanismo por parte de un periodo como el siglo xix. Un si-
glo que (especialmente en su fase tardía) estuvo dominado por el
espíritu del liberalismo y por el control de los especialistas, no era
un tiempo adecuado para el urbanismo, que por su propia natu-
raleza debe ser fruto de una perspectiva y una previsión amplias.
No cabe duda de que el encanto de muchas formas de vida
concretas del siglo xix se reconocerá de un modo cada vez más
completo en el inmediato futuro. Pero esta revalorización que se
avecina no incluirá el urbanismo.
Nuestro interés en el urbanismo puede reducirse a tres cues-
tiones: ¿continuó durante el siglo xix ese arte urbanístico suma-
el urbanismo en el siglo xix 679
El urbanismo barroco En épocas en las que hay una visión universal que descansa sobre
tardío: resumen una larga y sólida tradición, el urbanismo es algo que se da por
sentado. Hemos estudiado algunas soluciones del siglo xviii que
eran interesantes por su clarividencia y por la sensibilidad que
mostraban hacia el espacio. Muchos planes de una calidad asom-
brosamente alta son obra de arquitectos anónimos, incluso de es-
peculadores. Es importante señalar que las soluciones que surgie-
ron de la visión universal del siglo xviii siguieron siendo válidas
mucho después de la desaparición de la sociedad –o del ideal de
sociedad– para la que se formularon, e incluso después de cam-
bios en las circunstancias que sus proyectistas nunca habrían po-
dido prever. Pero cuando la visión de un periodo está influida pre-
dominantemente por los especialistas, las soluciones a las que se
llega no satisfacen ni siquiera las necesidades de la época.
El Barroco tardío mostró un magnífico poder para dominar el
espacio exterior. Este periodo era plenamente consciente de las
distintas relaciones existentes entre un edificio y otro, y también
entre los edificios y la naturaleza: entre las construcciones y la
vida orgánica.
La vida social de la que surgió el urbanismo barroco limitaba
su atención a las conexiones entre las residencias palaciegas y el
tratamiento espacial de hermosas plazas en las grandes ciudades.
El urbanismo tardobarroco es la expresión de dos absolutis-
mos: el primero, creado por la Contrarreforma; el segundo, por
la monarquía. Todas las grandes construcciones del periodo se
construyeron para la Iglesia, para el rey o para quienes les ayu-
daban a gobernar.
Ningún interés en las Los alojamientos para el pueblo llano no entraban en estos es-
viviendas para el pueblo
quemas; no se pensaba que planteasen ningún problema. El pue-
llano: la propuesta
de Vauban blo formaba el cimiento invisible y el soporte del estado; todas las
construcciones nuevas estaban destinadas, sin duda alguna, a la
clase dirigente. Algunas personas de gran experiencia y amplias
miras –como Vauban, el gran ingeniero militar de Luis xiv– veían
los peligros de un sistema que ponía tales cargas sobre el pueblo.
Pero su Projet d’une dixme royale (‘proyecto de un diezmo real’,
1707)1 le costó el favor del monarca por su afirmación de que «lo
que erróneamente se llama la escoria del pueblo» merecía la aten-
ción en serio del «rey celestial». «Esta masa es [...] muy impor-
tante» –continuaba Vauban– «en vista de su cantidad y de los ser-
El urbanismo como
problema humano
740 espacio, tiempo y arquitectura
1. Véase Der Städtebau nach seinen künst- española: Construcción de ciudades según prin-
lerischen Grundsätzen (Viena, 1889); versión cipios artísticos (Barcelona: Canosa, 1926).
el urbanismo como problema humano 741
La fe de Otto Wagner Otto Wagner (1841-1918) pertenecía a una generación que había
en la gran ciudad conservado esa actitud esperanzada del siglo xix hacia la indus-
tria; nunca habría imaginado que llegaría un tiempo en que la
gran ciudad –por entonces en pleno crecimiento– vería grave-
mente amenazada su prosperidad.
Wagner empezó a formular sus ideas cuando la influencia de
Sitte estaba en su apogeo; y la ciudad jardín acababa de propo-
nerse como solución al problema residencial urbano. Desde el
principio, Wagner reconoció que la ciudad jardín no podía resol-
ver el problema de la vivienda en las ciudades importantes. Mu-
cho más tarde, la opinión popular se vio obligada a reconocer que
Wagner estaba en lo cierto.
La visión y la energía arquitectónicas apreciables en gran par-
te de la obra de Wagner parecieron quedar sometidas a una espe-
cie de parálisis cuando entró en el campo del urbanismo. En un
esfuerzo por evitar el habitual desarrollo urbano arbitrario y caó-
tico, Wagner trazó unos planes detallados para todo un barrio de
Viena (figura 482).2 Su proyecto incluía una considerable super-
ficie abierta en medio –«un centro para el aire»–, pero el trazado
en su conjunto era rígidamente regular y mucho más estático que
las intervenciones de Haussmann en París. La pieza dominante de
2. Otto Wagner, Die Grossstadt, eine Stu- Estos estudios se remontan a la década de
die über diese (Viena: Anton Schroll, 1911). 1890.
Parte IX
El espacio-tiempo en el urbanismo
774 espacio, tiempo y arquitectura
Los urbanistas –tal como los ve Van Eesteren– no se ocupan pri- Van Eesteren y su idea
mordialmente de la arquitectura; y tampoco creen que la ciudad del urbanista
sea esencialmente un objeto de especulación financiera ni, como
en la fórmula rusa, uno de los instrumentos de la producción. Los
urbanistas tratan de descubrir cómo se hizo realidad la ciudad y
cómo ha alcanzado su actual fase de crecimiento; quieren saber
todo lo posible del emplazamiento (una cuestión de importancia
singular en Holanda) y de sus relaciones con la región circun-
dante y con el país en su conjunto. Sobre todo, los urbanistas es-
tudian las diferentes categorías de personas que han de ser aloja-
1. Van Eesteren –que se formó como ar- ñalado, colaboró con Theo van Doesburg; y
quitecto– decidió muy pronto concentrarse cuando era joven, su formación junto a ar-
en el urbanismo; y aprovechó una beca de quitectos modernos como los miembros del
viaje para establecer contactos con los prin- grupo De Stijl sentó las bases para su evolu-
cipales artistas europeos. Como ya hemos se- ción posterior.
el espacio-tiempo en el urbanismo 775
das, cada cual con su estilo de vida; detectan si son jóvenes o vie-
jos, si están casados o solteros, si tienen pocos o muchos hijos.
Los urbanistas deben considerar dónde trabajan esas personas,
los recorridos que ha de seguir la circulación, la distancia que de-
bería haber entre los sectores residenciales e industriales; también
deben establecer un control de la relación entre las comunicacio-
nes de la ciudad y los barrios de viviendas. Los urbanistas ya no
piensan en términos lineales de calle y eje, sino en función de las
densidades de población; su enfoque de la ciudad está condicio-
nado por esa densidad de población, que en el plan de expansión
de Amsterdam, por ejemplo, se permitió oscilar entre 110 y 550
habitantes por hectárea.
En conclusión
826 espacio, tiempo y arquitectura
Aalborg, museo: 638 Amsterdam: 319-326, 361, 465; figuras: 275, 284,
Aalto, Aino: 640, 641 472, 571, 668, 742, 752, 285
Aalto, Alvar: 13, 16, 35, 754-771, 774, 793; Ascoral: 670, 671
459, 467, 492, 497, 500, figuras: 184, 186-188, Ashbee, Charles Robert:
536, 550, 597-641, 644, 510 309, 399 (nota 3)
647, 667, 675, 818; Amsterdam Norte, plan: Ashby, Thomas: 175
figuras: 277, 383-393, 649 (nota 10)
395-425 Amsterdam Oeste, plan: Ashland, bloque: 372
Aalto, Elissa: 641 767, 769; figuras: 499, (nota 1); figuras: 231
Abbott, O.F.: 709 (nota 4) 501 Asinelli, torre: 807; figuras:
Abbott, Stanley: 784 Amsterdam Sur, plan: 756- 521
(nota 5) 762, 764; figuras: 490- Aspdin, Joseph: 332-333
Académie des Beaux-Arts: 493, 495, 496 Asplund, Erik Gunnar: 644
236, 237, 396 Amsterdam, plan general: Associated Press, edificio:
Ackerman, James: 95 763-769; figuras: 498 809
(nota 8) Amsterdamse Bos: 765 Atenas: 16, 19, 28, 505,
Acqua Felice: 115, 120, André, Édouard: 723 668, 742, 800, 829;
125, 129; figuras: 29, 39 (nota 15) figuras: 307-310
Adam, hermanos: 172, Andreas, Alfred: 357, 372 Atenas, acrópolis: 28, 823
684, 691, 698, 701 (nota 1) Atenas, ágora: 800
Adams, W.J.: 344 Antonino, columna: 127; Atenas, embajada de
Adelphi Terrace: 684, 691, figuras: 37 Estados Unidos: 16, 505-
698 Apollinaire, Guillaume: 508; figuras: 307-310
Adler, Dankmar: 48, 373, 434 Atget, Eugène: 711
375, 380, 398, 400, 523, Appel, J.H.: 254 (nota 8) Au Bon Marché,
586; figuras: 319 Aquisgrán: 569 almacenes: 250, 253,
Adriana, villa: 139 Arago, François: 52 254-257, 280 (nota 13),
Adriano: 658 Arc de Triomphe de 290, 391; figuras: 138-
Aeg: 473, 570 l’Étoile: 717 140
Aeg, fábrica de turbinas: Architects’ Cooperative Auditórium, edificio: 48,
472, 475, 476, 570 Partnership: 467 373, 380, 398, 523;
Ahmedabad: 544 Ardmore: 406; figuras: figuras: 319
Aire-la-Ville-Peney: 460 246, 247 Augusto: 829
Aix-en-Provence: 671, 813 Argel: 503, 795, 822 Aureliano, muralla: 123;
Albers, Josef: 480, 500 Argel, plan urbanístico: figuras: 27, 32
(nota); figuras: 305 179-180, 616; figuras: Avenue de l’Impératrice
Alberti, Leon Battista: 71, 85, 85a, 85b (Foch): 713, 800; figuras:
81, 108, 139, 189; Argel, rascacielos: 503, 471
figuras: 2 822; figuras: 85a, 85b Avenue de l’Opéra: 717,
Alberto, príncipe: 262, 264 Arnodin, Ferdinand: 302; 718; figuras: 473
Alejandro Severo: 129 figuras: 174-176 Aymonino, Carlo: 744
Alexanderpolder: 818 Arp, Hans: 415, 468, 499 (nota 6)
Alfeld an der Leine: 475; (nota 3), 599, 638, 670;
figuras: 291 figuras: 305 Baalbek: 139, 146 (nota 7)
Alfred Place: 696 (nota 5) Arquitectones (Malévich): Bacardí, edificio (Cuba):
Algeciras: 467 439; figuras: 260 590, 591; figuras: 379
Alphand, Jean-Charles- Art Manufacturers: 473 Bacardí, edificio (México):
Adolphe: 287 (nota 18), Art Workers’ Guild: 309 16, 590-591; figuras:
296, 724, 725 (nota), Artek: 640 373-378
727, 733, 734; figuras: Arts & Crafts: 310 Bach, Johann Sebastian:
467, 477 Arts and Crafts Exhibition 135
Ammannati, Bartolomeo: Society: 309 Back Bay Center: 503-504,
85 Arup, Ove: 467, 655 823; figuras: 306
Amstellaan: 759, 760, 762; Arve, puente sobre el río: Badovici, casa: 563
figuras: 495, 496 456 (nota 8), 460, 461, Badovici, Jean: 669
Nota del traductor y editor
Jorge Sainz Este libro tiene una historia apasionante. Aparecido originalmen-
te en 1941, desde el principio fue todo un éxito editorial y con el
tiempo se convirtió en un ‘clásico’ de la historiografía de la ar-
quitectura moderna. Además, el autor se preocupó de actualizar-
lo periódicamente, de modo que su contenido siempre incluyó la
información más reciente. Giedion murió en 1968, pero un par de
años antes había preparado la que sería la quinta y última edición
del libro. Curiosamente, esta versión final nunca se tradujo a las
otras cuatro grandes lenguas occidentales (italiano, español, ale-
mán y francés), porque se pensó que la edición anterior (la cuar-
ta, de 1962) sería la definitiva. Por eso la presente edición espa-
ñola tiene un carácter singular, ya que es la única versión no
inglesa que recoge todas las modificaciones y ampliaciones que
Giedion incorporó a la última revisión de su libro.
El autor
Sigfried Giedion nació en 1888, en Praga, en el seno de una fa-
milia suiza; se formó como ingeniero en Viena y como historia-
dor en Múnich. A comienzos de los años 1920 entró en contacto
con la vanguardia arquitectónica moderna, conoció a Walter
Gropius y a Le Corbusier, y en 1928 fue nombrado secretario ge-
neral de los Congresos Internacionales de Arquitectura Moderna
(Ciam), puesto que conservó hasta la disolución de éstos en 1956.
En 1938, por iniciativa de Gropius, Giedion fue invitado a dar
clase en la Universidad de Harvard y con el material docente de
sus enseñanzas en la cátedra Charles Eliot Norton se preparó la
edición original del presente libro, Space, Time and Architecture:
The Growth of a New Tradition.
a. Primera edición
norteamericana:
Harvard University
Press, Cambridge
(Massachusetts), 1941.
nota del traductor y editor 851
Las traducciones
El primer gran idioma occidental que contó con una versión de
este libro fue el italiano; la publicó la editorial Hoepli (Milán) y
la traducción corrió a cargo de Enrica y Mario Labò. La primera
edición de Spazio, tempo ed architettura –que correspondía a la
2ª edición norteamericana (1949)– apareció en 1954. La segunda
edición salió a la luz en 1965 e incluía el contenido de la 4ª nor-
teamericana (1962). Desde entonces no ha habido más que reim-
presiones: la última –en el momento de escribir este texto– es de
2008 (figura c), lo que indica que el libro sigue teniendo plena vi-
gencia en la cultura arquitectónica italiana.
La versión española fue la siguiente en aparecer. En 1955 se
publicó la primera edición de Espacio, tiempo y arquitectura, con
el sello editorial de Hoepli / Científico Médica (Barcelona), y con
traducción de Isidro Puig Boada; seguramente esta edición co-
b. Quinta y última
edición norteamericana:
Harvard University
Press, Cambridge
(Massachusetts), 1967,
reimpresión 2009.
c. Segunda edición
italiana: Ulrico Hoepli
Editore, Milán, 1965,
reimpresión 2008.
Obsérvese la errata en
el apellido del autor.
852 espacio, tiempo y arquitectura
d. Sexta edición
española: Editorial
Dossat, Madrid, 1982.
La maquetación
El diseño de las ediciones norteamericanas lo hizo Herbert Bayer,
compañero de Gropius en la Bauhaus (figura g). Este dato se
menciona todavía en las ediciones italianas, que han seguido fiel-
mente, incluso en la cubierta, la maquetación original (compá-
rense las figuras a y c). Al proceder de las ediciones italianas,
también las españolas se ciñeron al diseño original, al menos en
el interior del libro.
Por el contrario, la edición alemana se apartó sensiblemente
del diseño original. Probablemente debido a lo voluminoso del li-
bro, los editores alemanes se decantaron por una composición en
dos columnas (figura h), lo que permitía mayor cantidad de tex-
to por página, pero a costa de reducir el tamaño de la mayor par-
te de las ilustraciones y de renunciar a las sutiles disposiciones
gráficas de algunas famosas dobles páginas de la edición norte-
americana.
Las ediciones francesas han tenido una maquetación mucho
más variada. La primera (1968) reproduce la de la edición ale-
g. Ejemplo de
mana, con el texto compuesto en dos columnas y las ilustraciones maquetación de la
intercaladas. La segunda (1978) está dividida en tres volúmenes edición norteamericana.
nota del traductor y editor 855
h. Ejemplo de
maquetación de la
edición alemana.
* Esta información tengo que agradecér- nes francesas en uno de sus frecuentes viajes
sela a José Ramón Alonso Pereira, que se to- académicos a París.
mó la molestia de revisar las diversas edicio-
856 espacio, tiempo y arquitectura
1 James Strike
James Strike
Estudios
Universitarios de
Arquitectura
1
De la construcción a los proyectos
De la La influencia de las nuevas técnicas
CONSTRUCCIÓN en el diseño arquitectónico, 1700-2000
a los proyectos
Editorial
Reverté
3 Francesco Fariello
Francesco Fariello
Estudios
Universitarios de
Arquitectura
3
La arquitectura de los jardines
La arquitectura De la Antigüedad al siglo XX
de los
JARDINES Edición corregida
Edición
corregida
ISBN: 978-84-291-2103-2
Reimpresión
2008
398 páginas · 589 ilustraciones
Reimpresión 2008
De la Antigüedad al siglo XX
Editorial
Reverté
Editorial
Reverté
Colección Estudios Universitarios de Arquitectura
Editorial
Reverté
6 Jorge Sainz
Jorge Sainz
Estudios
Universitarios de
Arquitectura
6
El dibujo de arquitectura
El Teoría e historia de un lenguaje gráfico
DIBUJO Edición corregida y aumentada
de arquitectura
Edición
corregida y
ISBN: 978-84-291-2106-3
aumentada
Reimpresión
2009
253 páginas · 177 ilustraciones (12 en color)
Reimpresión 2009
Editorial
Reverté
7 Christian Norberg-Schulz
Christian Norberg-Schulz
Estudios
Universitarios de
Arquitectura
7
Los principios de la arquitectura moderna
Los
Sobre la nueva tradición del siglo XX
PRINCIPIOS
de la arquitectura ISBN: 978-84-291-2107-0
MODERNA
Reimpresión
284 páginas · 239 ilustraciones
2009
Reimpresión 2009
Editorial
Reverté
HISTORIA
de la arquitectura Edición actualizada
Edición
corregida y
ISBN: 978-84-291-2108-7
aumentada
Reimpresión
2009 378 páginas · 520 ilustraciones
Reimpresión 2009
Editorial
Reverté De los orígenes al siglo XXI
9 Jan Gehl
Jan Gehl
Estudios
Universitarios de
Arquitectura
9
La humanización del espacio urbano
La humanización del La vida social entre los edificios
E S PA C I O
URBANO ISBN: 978-84-291-2109-4
Reimpresión
2009
217 páginas · 289 ilustraciones
Rempresión 2009
Editorial
Reverté La vida social entre los edificios
Editorial
Reverté
11 Andrew Charleson
Andrew Charleson
Estudios
Universitarios de
Arquitectura
11
La estructura como arquitectura
La Formas, detalles y simbolismo
ESTRUCTURA
como arquitectura
ISBN 10: 84-291-2111-0
ISBN 13: 978-84-291-2111-7
259 páginas · 334 ilustraciones
Editorial
Reverté
Editorial
Reverté
Colección Estudios Universitarios de Arquitectura
Editorial
Reverté
14 Darío Álvarez
Darío Álvarez
Estudios
Universitarios de
Arquitectura
14
El jardín en la arquitectura del siglo XX
Naturaleza artificial en la cultura moderna
El J A R D Í N
en la arquitectura del
SIGLO XX ISBN: 978-84-291-2114-8
497 páginas · 657 ilustraciones
Editorial
Reverté
En preparación:
Juan Bordes
La fotografía de arquitectura
Gillian Darley
La fábrica como arquitectura
Lilia Maure
La arquitectura del clasicismo en Inglaterra
Colin Rowe · León Satkowski
La arquitectura del siglo XVI en Italia
Darío Álvarez
El paisaje en la arquitectura del siglo XX
Peter Blundell Jones
Modelos de la arquitectura moderna
Steen Eiler Rasmussen
Ciudades y edificios
Este libro, compuesto con tipos
Sabon (de Jan Tschichold, 1964) y
Syntax (de Hans Eduard Meier, 1969),
se imprimió en Barcelona,
el mes de abril del año 2009,
en los talleres de Reinbook Imprès.
15 A. Borie · P. Micheloni · P. Picon
Forma y deformación
De los objetos arquitectónicos y urbanos
16 Alfonso Muñoz Cosme
El proyecto de arquitectura
Concepto, proceso y representación
17 Sigfried Giedion
Espacio, tiempo y arquitectura
Origen y desarrollo de una nueva tradición
En preparación
Juan Bordes
La fotografía de arquitectura
Modos de mirar el espacio, 1839-2005
Gillian Darley
La fábrica como arquitectura
Historia de un tipo edificatorio
Lilia Maure
La arquitectura del clasicismo en Inglaterra
De Inigo Jones a John Soane
Colin Rowe · Leon Satkowski
La arquitectura del siglo XVI en Italia
Artistas, mecenas y ciudades
Editorial Reverté
www.reverte.com
Espacio, tiempo
y arquitectura
Edición definitiva
Este libro tiene una historia apasionante. Aparecido originalmen- S IGFRIED G IEDION
te en 1941, desde el principio fue todo un éxito editorial y con el (Praga, 1888 - Zúrich
1968) se formó como
tiempo se convirtió en un ‘clásico’ de la historiografía de la ar- ingeniero industrial en
quitectura moderna. Además, el autor se preocupó de actualizar- Viena y como
lo periódicamente, de modo que su contenido siempre incluyó la historiador del arte en
información más reciente. Giedion murió en 1968, pero un par de Múnich. En 1928 fue
nombrado secretario
años antes había preparado la que sería la quinta y última edición general de los C IAM ,
del libro. puesto que conservó
La presente edición española tiene un carácter singular, ya que hasta su disolución en
es la única versión no inglesa que recoge todas las modificaciones 1956. En 1938 empezó
a dar clase en la
y ampliaciones que Giedion incorporó a la última revisión de su Universidad de
libro. Además, al abordar esta nueva edición se decidió volver a Harvard, donde publicó
hacer la traducción empezando desde cero. Para ello se ha parti- la edición original del
do de la última edición norteamericana, aunque se ha recurrido a presente libro. En 1946
fue contratado como
la versión alemana (supuestamente la redacción original) para re- profesor en la
solver dudas y ambigüedades. Universidad Politécnica
Esta obra puede entenderse como una historia del Movimien- Federal (E TH ) de
to Moderno: desde las innovaciones de los pioneros (como Eiffel Zúrich. También hay
versiones españolas de
o Sullivan) hasta las obras maduras de sus principales protago- sus libros La
nistas (Gropius, Le Corbusier, Mies y Aalto). Pero además Gie- mecanización toma el
dion pretende buscar los orígenes de este nuevo movimiento en la mando (1948),
Arquitectura y
propia historia de la arquitectura, y para ello se remonta hasta el
comunidad (1956), El
Renacimiento, con el descubrimiento de las leyes de la perspecti- presente eterno (1962 y
va, y al Barroco, con su nueva concepción dinámica del espacio 1964) y La
arquitectónico. Un énfasis especial se pone en el desarrollo de los arquitectura, fenómeno
de transición (1969).
nuevos materiales constructivos durante el siglo XIX , especial-
mente el hierro y el hormigón armado.
El concepto más trascendental introducido en el libro es el de Ilustración de cubierta:
‘espacio-tiempo’, mediante el cual el autor explica la nueva con- Vladímir Tatlin, proyecto
para un Monumento a la
cepción de la arquitectura que se desarrollaría a lo largo de todo Tercera Internacional,
el siglo XX . Moscú, 1920.
Editorial Reverté
www.reverte.com