2 Co rin t io s 7: 1

1 As í qu e , a ma d os , p u es t o q ue t e ne m o s t a les pr o m es as , l i mp i é mo n os d e to d a
c on t am i n ac i ó n d e c ar n e y d e es p ír it u , p er fec c i on a nd o l a s a nt i d ad e n e l te m or de D ios .

2 Corintios 6:14-18 7:1

14 No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo

tiene la just icia con la injust icia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?
15 ¿Y qué concor dia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyent e con el
incrédulo?
16 ¿Y qué acuer do hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros
sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo:
Habitaré y andaré entre ellos, Y ser é su Dios, Y ellos serán mi pueblo.
17 Por lo cual, Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, Y no
toquéis lo inmundo; Y yo os recibiré,
18 Y seré para vosotros por Padre, Y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el
Señor Todopoderoso.

EL TEMA DE ESTA ENSEÑANZA SE LLAMA: ¡ PERFECCIONANDO L A S AN TI D AD!

S ANTID AD.

La palabra sant idad, proviene del verbo santif icar. Esta palabra se ha traducido en el
antiguo testamento del hebr eo ‫ ׁשדק‬qadash, que signif ica: estar limpio, ceremonial o
moralmente, consagrado, dedicado, puro. En el nuevo Testamento se ha traducido de
la palabra griega ἅγιος hagios, que signif ica: sagrado, f ísicamente puro, moralmente
irreprensible y ceremonialment e consagrado, santo.

1 Pedro 1:16
15 sino, como aquel que os llamó es sant o, sed también vosot ros santos en toda
vuestra maner a de vivir;
16 porque escr ito está: Sed sant os, porque yo soy santo.

Dios quiere de nosot ros que seamos santos, porque Dios es Santo, como estar en su
presencia sino tenemos ese vest ido que se llama santidad. Dios ha enviado obr eros
para que seamos perf eccionados para la obra de Cr isto.

Efesios 4:11-13
11 Y él m ismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros,
evangelistas; a otros, pastores y maestros,
12 a fin de perfeccionar a los santos para la obr a del minister io, para la
edif icación del cuerpo de Cr isto,
13 hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocim iento del Hijo
de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cr isto;

EL TRAJE QUE DEBO VESTIR SE LLAMA SANTIDAD y si aún no me lo he puesto HOY

ME VO Y A VESTIR DE SANTIDAD.

Hoy Dios una vez m ás nos llama vest irnos de ese traje que nos permite estar en su
presencia, si en su palabr a dice que la luz no tiene com unión con las tinieblas,

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 2 Co rin t io s 7: 1

1 As í qu e , a ma d os , p u es t o q ue t e ne m o s t a les pr o m es as , l i mp i é mo n os d e to d a
c on t am i n ac i ó n d e c ar n e y d e es p ír it u , p er fec c i on a nd o l a s a nt i d ad e n e l te m or de D ios .

entonces como pensar que podem os entrar a la presencia de Dios y recib ir los
benef icios del cielo si primer o no entram os en posición de justicia, si pr imero no nos
vestimos de santidad!. CO MO QUEREMO S SER ESCUCHADOS POR DIOS SI
NEGAMO S A JESUCRISTO, COMO QUEREMOS RECIBIR BENDICIONES SI
LLEVAMO S UNA VIDA DE APARENTE SANTIDAD PERO POR DENTRO EL PECADO
ES EL QUE ESTÁ REINANDO.

Este tema no gusta a muchos, pero a mí no me interesa que guste a muchos, mi interés
es que tú y yo hoy sepamos y tengamos claro que si no nos vest imos de santidad
sencillamente nunca vamos a conocer a Dios, nunca vamos a ser salvos , yo no vine a
mover carne ni gente, vine a mover tu espír itu a través de la palabr a de Dios .
Necesitamos vestirnos de santidad, necesitamos dejar atrás el viejo hombre y las
malas costumbres q ue lo único que hacen es contam inar nuestro cuerpo y nuestro
espír itu y alejar nos de la presencia de Dios.

Efesios 4:22-24
22 En cuanto a la pasada manera de vivir , despojaos del v iejo hombre, que est á
viciado conforme a los deseos engañosos,
23 y renovaos en el espíritu de vuestra mente,
24 y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la just icia y sant idad de
la verdad.

¿TU TE HAZ PREGUNTADO SI TE HAZ DESPOJADO DEL VI EJO H O MBRE? O

¿CREES QUE AUN QUEDA ALGO DEL VIEJO HO MBRE?

Entonces dice la palabra:

Limpiémonos de toda contaminación de carne y de espírit u.

¿COMO NOS LIMPIAM OS DE TOD A CO NTAMIN ACIÓ N DE C ARNE Y DE ESPÍRITU?

Lo primer o es saber que está contam inado en nosotros, que es eso que no per mite
que podamos estar en santidad delante de Dios. Y vamos a empezar por:

1. Corazón.

Marcos 7:21-23
20 Pero decía, que lo que del hombre sale, eso contam ina al hombre.
21 Porque de dentro, del cora zón de los hombres, salen los malos
pensam ient os, los adulter ios, las fornicaciones, los hom icidios,
22 los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la
maledicencia, la soberbia, la insensate z.
23 Todas estas maldades de dentro salen, y contaminan al hombre.

Acá estamos tocando la raíz de todos los males, todo lo que tu evidencias sale del
corazón. Siempr e que tienes una mala conducta es porque en tu corazón lo haz
consentido. El hombre o la mujer no adultera por accidente, cuando eso ocurre es
porque en tu corazón consentist e adulter ar.

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 2 Co rin t io s 7: 1

1 As í qu e , a ma d os , p u es t o q ue t e ne m o s t a les pr o m es as , l i mp i é mo n os d e to d a
c on t am i n ac i ó n d e c ar n e y d e es p ír it u , p er fec c i on a nd o l a s a nt i d ad e n e l te m or de D ios .

Mateo 5:27-30
27 Oísteis que fue dicho: No cometerás adulter io.
28 Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya
adulteró con ella en su cora zón.
29 Por tanto, si tu ojo derecho te es o casión de caer, sácalo, y échalo de ti;
pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo
sea echado al inf ierno.
30 Y si tu mano derecha te es ocasión de caer, córtala, y échala de ti; pues
mejor te es que se pier da uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea
echado al inf ierno.

La sant idad no es cualquier cosa, Dios quier e que caminemos como Cristo anduvo en
la t ierra, la palabr a de Dios dice que Cristo f ue tentado en todo según nuestra
semejanza per o sin Pecado. Piensas que vivir en santidad es solo serle f iel a tu esposa
sin tener contacto sexual con otras mujeres, pero en tu int erior vives codiciando a
otras mujeres. No la santidad es tot al, no podemos albergar en nuestro cor azón nada
que pueda contam inarlo. Aveces entram os en la cultura del no seamos exagerados,
del no pasa na da, del después de que no me meta con ella o con él no te he sido
inf iel, pero es que acaso quien dijo que el adult erio se dio como dijo un político
conocido: todo f ue a mis espaldas. NO DEFINITIVAMENTE EL ADULTERIO SE DA
PORQUE SE PERDIÓ LA SANTIDAD, PORQ UE DI LUGAR AL PECADO EN MI
CORAZON.

Esto en cuanto a los matrimonios, pero lo mismo pasa con los hom icidios, con los
hurtos, con la envidia y con toda maldad que sale de nosotros.

Por eso la santidad no es vest ido exter no, la santidad es un vest ido qu e llevamos
dentro, es un vestido que llevamos en nuestro corazón, un corazón santo para Dios,
un corazón en donde no albergamos malos pensam ient os, un corazón que rendimos a
Cristo, un corazón que realmente teme f allar le a Dios.

Si quieres ser sant o, nece sitas al sant o, si quieres ser santo necesitas a Cr isto,
necesitas al Espíritu Santo de Dios. Solo con Él puedes cam inar en santidad.

Hebreos 12:14-17
14 Seguid la pa z con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.
15 Mir ad bien, no sea que a lguno deje de alcan zar la gracia de Dios; que
brotando alguna raí z de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean
contaminados;
16 no sea que haya algún fornicar io, o profano, como Esaú, que por una sola
comida vendió su primogenitura.
17 Porque ya sabéi s que aun después, deseando heredar la bendición, fue
desechado, y no hubo oportunidad para el arrepentim iento, aunque la procuró
con lágr imas.

Cuant os han vendido la salvación por un plato de pecado, cuantos han llegado a los
pies de Crist o, han sido min istrados por el Espír itu Santo de Dios han recibido
milagros en sus vidas y después le han dado la espalda a Dios.

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 2 Co rin t io s 7: 1

1 As í qu e , a ma d os , p u es t o q ue t e ne m o s t a les pr o m es as , l i mp i é mo n os d e to d a
c on t am i n ac i ó n d e c ar n e y d e es p ír it u , p er fec c i on a nd o l a s a nt i d ad e n e l te m or de D ios .

Cuant os después que Dios los sacó de lo vil y lo menospreciado volvieron al vómito
por un plato de pecado. Esaú era el prim ogénito de Isaac, sobre él estaba la Herencia,
pero por el hambr e que le despertó un plato de lentejas de Jacob la vendió.

No vendas tu salvación, no pisot ees el sacrif icio de Cr isto por una mentira del diablo,
Nadie ha dicho que vivir en santidad sea f ácil, pero recuerda que si tienes a Dios lo
tienes todo, si quier es ver a Dios vístete de santidad, debem os renunciar a la tibieza,
a llevar una vida medio cr ist iana, Dios exige de nosotros ¡q ue seamos santos! PARA
ESO VINO CRISTO, PARA ESO NOS DEJO A SU ESPÍ RITU SANTO.

Todo aquel que cree que la salvación no se pier de, para no entrar en controversias te
lo voy a responder de esta manera: Si no haz podido dejar el viejo hombre y la vida
pecado a tras, sencillamente no es que la pier das, es que nunca haz recibido
ver daderamente a Cristo. Una persona q ue ha recibido a Cr isto, es una persona que
ha nacido de nuevo, es una persona que busca en todo tiempo llevar una vida en
santidad y guarda su corazón para Dios.

2. La lengua.

Santiago 3:5-11
5 Así también la lengua es un m iembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas.
He aquí, ¡cuán grande bosque enciende un pequeño fuego!
6 Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entr e
nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la cre ación,
y ella misma es inflamada por el infier no.
7 Porque toda natur ale za de best ias, y de aves, y de serpientes, y de seres del
mar, se doma y ha sido domada por la naturale za humana;
8 pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un m al que no pue de ser
refrenado, llena de veneno mortal.
9 Con ella bendecim os al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que
están hechos a la semejan za de Dios.
10 De una misma boca proceden bendición y maldición. Her manos míos, esto no
debe ser así.
11 ¿Acaso alguna fuente echa por una misma abertura agua dulce y amarga?

¿CO MO ES TU LENGUA?¿DE TU BOCA SALE PALABRA DE BENDI CIÓN O DE

MALDICIÓN?

Muchos en el altar son los más elocuentes, en la iglesia son los educados, pero
cuando se bajan de altar, cuando salen de la puerta de la iglesia se quitan el disf raz
del nuevo hombre tr ansf ormado por Cr ist o y sale a relucir su ver dadera natur aleza.

La santidad no se tr ata de que aparentemente lleves una vida de buena conducta, la

santidad también se lleva en lo qu e salga de tu boca. No es que yo soy el mejor líder,
el mejor ministro, el mejor anciano pero a tu esposo lo tratas como si f uera el peor de
tus enemigos, pero a tus hijos los tratas como tratas a la basura, y nisiquiera eso,
porque la bolsa la envuelves c on cuidado para que quede estética.

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 2 Co rin t io s 7: 1

1 As í qu e , a ma d os , p u es t o q ue t e ne m o s t a les pr o m es as , l i mp i é mo n os d e to d a
c on t am i n ac i ó n d e c ar n e y d e es p ír it u , p er fec c i on a nd o l a s a nt i d ad e n e l te m or de D ios .

Cuant os hermanos se han ido de la iglesia a causa de tu lengua, a cuant os en vez de

bendecir los los haz maldecido, porque no creas que solo basta decir la palabra
maldición, cuando le deseas el mal a alguien lo estas m aldiciendo, cuantas veces haz
orado para que a tu hermano no le vaya bien en el minist erio porque crees que esa
promoción es para ti. Debemos tener mucho cuidado con lo que sale de nuestra boca.
Porque de cada palabra daremos cuenta delante de Dios.

1 Pedro 3:10-12
10 Porque:
El que quier e amar la vida
Y ver días buenos,
Refrene su lengua de mal,
Y sus labios no hablen engaño;
11 Apártese del mal, y haga el bien;
Busque la pa z, y sígala.
12 Porque los ojos del Señor est án sobr e los justos,
Y sus oídos atentos a sus oraciones;
Pero el rostro del Señor está contra aquellos que hacen el mal.

Cuant as mentiras salen de tu boca, muchas veces somos probados en pequeñas

cosas, y se nos olvida que llevar una vida en sant idad. Mentimos por no quedar mal
delante de los hombres y no nos importa quedar mal delante de Dios. Cuantas veces
haz tenido que mentir para obtener un benef icio propio y para no ser avergonzado por
un error que cometiste. Si f allaste conf iésalo pide perdón, reconoce tu error, asume
tu responsabilidad, pero no mientas, no manches tu ropa por no tener el carácter de
decir la ver dad. Quien con su boca mient e, sencillamente est á negando a Cristo.

1 de Juan 2:20-23
20 Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas.
21 No os he escr ito como si ignoraseis la verdad, sino por que la conocéis, y
porque ninguna mentira procede de la verdad.
22 ¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Este es
anticr isto, el que niega al Padr e y al Hijo.
23 Todo aque l que niega al Hijo, tampoco tiene al Padre. El que conf iesa al Hijo,
tiene también al Padre.

¡Un hijo de Dios jamás miente! Porque cuanto mentimos ponemos al diablo por delante
de Dios, podemos equivocarnos no som os perf ectos, pero debemos asum ir nuestr os
errores, cuando tú le das lugar a Dios. Dios te respalda, quizá vivas un momento
dif ícil, pero Dios ve tu f idelidad, Dios ve como pref ieres ser virle a Él que al mundo,
Dios ve cómo te comportas como un ciudadano del Reino de Dios y es ahí cuando
añade a tu vida una bendición mayor.

1 Tesal onicenses 5:22 -23

22 Abst eneos de toda especie de mal.
23 Y el mismo Dios de paz os sant if ique por completo; y todo vuestro ser,
espíritu, alma y cuerpo, sea guardado ir reprensible para la venida de nuestro
Señor Jesucr isto.

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 2 Co rin t io s 7: 1

1 As í qu e , a ma d os , p u es t o q ue t e ne m o s t a les pr o m es as , l i mp i é mo n os d e to d a
c on t am i n ac i ó n d e c ar n e y d e es p ír it u , p er fec c i on a nd o l a s a nt i d ad e n e l te m or de D ios .

La palara nos dice que nos abstengamos de toda especie de mal, todo me es lícito
mas no todo me conviene:

Ahora la pregunta es ¿Guardas irreprensiblemente tu cuerpo para la venida de Cr isto?

¿Guardas irreprensiblemente tu espír itu para la venida de Cr isto?

¿Qué tipo de vida estas llevando?¿Que pasar ía si Crist o viniese en este mismo
instante? Te encontr ar ía llevando una vida de sant idad o te encontrar ía llevando una
vida pecado.

Es importante que no dejemos pasar más tiempo sin tomar la decisión de llevar una
vida en sant idad para Dios, no sabemos cuando viene nuestr o Rey, pero lo único que
si podemos sentir es que ese día está muy cerca.

Mateo 24:35- 44
35 El cielo y la t ierra pasarán, pero mis palabras no pasar án.
36 Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo
mi Padr e.
37 Mas como en los días de Noé, así ser á la venida del Hijo del Hombre.
38 Porque como en los días antes del diluvio estaban com iendo y bebiendo,
casándose y dando en casam ient o, hast a el día en que Noé entró en el arca,
39 y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así ser á
también la venida del Hijo del Hombre.
40 Entonces estarán dos en el campo; el uno será tomado, y el otro será dejado.
41 Dos mujeres estarán moliendo en un molino; la una ser á tomada, y la otra
será dejada.
42 Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor.
43 Pero sabed esto, que si el padre de familia supiese a qué hora el ladr ón
habría de venir, velaría, y no dejaría minar su casa.
44 Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre
vendrá a la hora que no pensáis.

Pudiera hablarles de otros temas, pero Dios quier e que su ig lesia esté prepar ada para
su venida, y es necesario que todos procedamos al Arrepent imiento, a llevar una vida
en sant idad, por eso es necesario hablar de esto, por eso Dios puso en mi corazón, y
sé que en muchos otros ministros este tipo de temas porque él no viene por una iglesia
entretenida, el viene por una iglesia gloriosa, santa, sin arruga ni cosa semejante,
pura y sin mancha. Así debemos procurar que sea nuestra vida. Que siempre estem os
en orden delante de Dios.