Prefiguraciones Del Antiguo Testamento en El Nuevo Testamento

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PREFIGURACIONES DEL ANTIGUO TESTAMENTO EN EL NUEVO TESTAMENTO

¿Qué se entiende por figuras mesiánicas? Los personajes, objetos y acontecimientos que daban de
antemano las señales distintivas del Mesías: eran como retratos anticipados, y predicciones
mudas de su venida.

¿Cómo sabemos que el Mesías fue figurado de ese modo en el Antiguo Testamento? Lo sabemos:
1º Por la Sagrada Escritura. Entre otros testimonios, Jesucristo ha declarado que la serpiente de
bronce figuraba su muerte de cruz (Juan III, 14) y Jonás su resurrección (Mat., XII, 40). San
Pablo, refiriéndose al pueblo hebreo, dice que las cosas le sucedían en figura (I Cor., X, 11). 2º
Por la tradición. Todos los Padres de la Iglesia afirman que el Nuevo Testamento se halla oculto
en el Antiguo; que el Antiguo Testamento es como la rosa en pimpollo, y el Nuevo, como la rosa
abierta. 3° Por la perfecta conformidad entre las figuras y Nuestro Señor Jesucristo. No puede ser
el acaso, sino la sola sabiduría de Dios, quien ha establecido tan admirable conformidad.

¿Cómo se dividen las figuras del Antiguo Testamento? En figuras personales y en figuras reales,
según sirva de figura una persona o una cosa.

Es así como, en el curso de los siglos, el Dios de bondad, consolaba, y alentaba a los hombres en
sus desventuras, recordándoles frecuentemente, por imágenes sensibles. Al Redentor que los
libraría de sus males, que daba ya merito a sus obras y que les devolvería todos los bienes que
habían perdido.

Dios hizo aparecer esta larga secuencia de figuras también para nosotros. Afirmaba, mediante
ella, nuestra creencia, mostrándonos que la religión cristiana extiende sus raíces hasta los
tiempos más alejados, y que es el cumplimiento de un designio comenzado en el origen del
mundo y desarrollado sucesivamente durante cuarenta siglos.

1. Adán

A. Adán es la primera figura del Salvador prometido. Prefigura al Mesías por semejanza y
por contraste. Por semejanza es la obra maestra de Dios, tanto de la creación terrestre
como de la celeste.
B. Adán fue establecido rey del universo: Dios le dio el poder de dominar sobre los peces del
mar, las aves del cielo y sobre todo animal terrestre; Jesús declara que “todo poder le ha
sido dado, en el cielo como en la tierra”.
C. Adán duerme; de una de sus costillas Dios le forma una compañera; Jesús duerme sobre la
cruz con el sueño de la muerte; su costado es abierto y la Iglesia, su Esposa, surge
prefigurada por la sangre y el agua.
D. Entre Adán y Eva existe una sociedad insoluble; entre Jesucristo y su Iglesia existe una
sociedad que no terminará nunca: “He aquí que estoy con ustedes todos los días hasta la
consumación de los siglos”.
E. Adán peca y es arrojado del paraíso terrestre; Jesús se hizo pecado por amor a nosotros,
después de haber descendido del paraíso celeste a rescatar a todos los caídos.
F. Adán es el padre de todos los hombres según la carne; Jesús es el padre de todos los
hombres según el espíritu.
G. Por el pecado de Adán, todos los hombres cayeron en la condenación; por la justicia de
Jesús, todos los hombres reciben la justificación.
H. Por Adán vino la muerte; por Jesús, la resurrección de los muertos. Todos mueren en
Adán, todos revivirán, igualmente, en Cristo.

2. Abel

A. Abel, el segundo hijo de Adán es, también, una figura del Mesías: Abel fue pastor de
ovejas: Jesús es el pastor de almas, llama a los cristianos sus ovejas y a la Iglesia su
rebaño: “Yo soy el buen Pastor, y conozco a mis ovejas y mis ovejas me conocen”.
B. El sacrificio de Abel fue agradable a Dios; el sacrificio de Jesús es el único que Dios
acepta para la remisión de los pecados; los de la antigua ley carecen de valor para este
efecto: “Lo que se ofrece según la ley no te complació. Digo entonces: Heme aquí, vengo
para hacer, Dios mío, tu voluntad; abolió el primer sacrificio, para establecer le segundo
(Hebr 10, 9-9).
C. Abel por su piedad y su inocencia, excitó la envidia de Caín, su hermano; Jesús, por su
santidad y sus milagros, se atrajo el odio de los judíos, sus hermanos.
D. Caín dijo a Abel: “Salgamos”, y cuando estuvieron en el campo, lo mató; los judíos
condujeron a Jesús fuera de los muros de Jerusalén y lo crucificaron en el Gólgota. “La
voz de sangre de tu hermano clama hasta mí” dice Dios a Caín; la aspersión de sangre de
Jesús es más elocuente que la de la sangre de Abel”, dice San Pablo.
E. Adán es consolado por el nacimiento de Seth, hijo de bendición, perpetúa la raza de los
justos; Dios es, por así decirlo, consolado de la muerte de Cristo, por el nacimiento de una
multitud incontable de cristianos, hijos de Dios por adopción.

3. Henoch

A. El Mesías es también prefigurado por el Patriarca Henoch, que Dios llevó vivo al cielo:
Henoch llevó una vida pura y “caminó siempre con Dios”, dice la escritura; Jesús conoció
todas las miserias humanas, excepto el pecado, dice san Pablo.
B. Henoch, según el testimonio de san Judas, profetizó en estos términos: “He aquí que viene
el Señor, acompañado de todos sus millones de Ángeles, para juzgar y condenar a todos
los malvados y todos los impíos (Jud. XIV); Jesús, sin dejar de hacer al bien por todos
lados, no dejó de amenazar a los malvados con la cólera celeste.
C. Henoch fue llevado vivo al cielo: Jesús, después de su resurrección, subió al cielo por su
propia virtud, los santos Padres aplican a Henoch y a Elías estas palabras del Apocalipsis:
“Daré a mis dos testigos e poder de profetizar… la bestia que sube del abismo les hará la
guerra, los vencerá y los matará; … sus cuerpos permanecerán tres días y medio sin
sepultura… pero después Dios soplará sobre ellos un espíritu de vida… y subirán al cielo
en una nube, a la vista de sus enemigos (Apoc. II 3 y ss); “¿esta profecía no se ha
realizado en el Salvador? Jesús fue matado por los judíos, instigados por el demonio, y,
luego permaneció tres días en la tumba, resucitó glorioso y subió al cielo cuarenta días
después de su resurrección.

4. Noé
A. Noé fue el consuelo de su padre Lamec; que es lo que significa Noé. Jesús, que quiere
decir Salvador, por la salvación que procura a los hombres, consuela, es decir, aplaca a su
Eterno Padre, irritado por el pecado. “Este es mi querido Hijo, en quien tango puesta toda
mi complacencia” (Mat III, 17). “Noé fue varón justo y perfecto, en sus generaciones; con
Dios anduvo” (Gen., VI, 9). Jesús decía a los fariseos: “¿Quién de vosotros me
convencerá de pecado?” (Juan VIII, 46).
B. Noé, por orden de Dios, construyó un arca que debía salvar a todos los que estaban con él.
Jesús ha fundado la Iglesia fuera de la cual no hay salvación. Mientras Noé construía el
arca no cesaba de predicar la penitencia, y no lo escucharon. Jesús no cesaba de decir a
los Judíos, mientras trabajaba en establecer su Iglesia: “Haced penitencia: si no hiciereis
penitencia todos pereceréis ti” (Mat., IV, 17; Luc., XIII, 3), y tampoco lo escucharon.
C. El arca de Noé encerraba toda clase de criaturas, de animales puros e impuros. De la
Iglesia de Jesucristo forman parte habitantes de todas las naciones, justos y pecadores.
D. Después del sacrificio que ofreció Noé al salir del arca, Dios hizo alianza con él. Después
del sacrificio de la cruz, Dios ha hecho con Nuestro Señor, y por Él con los hombres, una
alianza que será eterna.
E. Noé repobló la tierra. Nuestro Señor pobló la tierra de justos y el cielo de santos. Cam se
mofó de Noé. Los Judíos se mofaron de Jesucristo crucificado. Cam fue maldecido en su
posteridad, y sus hermanos bendecidos de Dios. Los Judíos mofadores de Jesús han sido
maldecidos por Dios, y los verdaderos hijos de Israel, los discípulos de Jesucristo han sido
colmados de bendiciones.

5. Abrahán

A. Abrahán, dice la escritura, “estaba cargado de años (tenía cien) cuando engendró a Isaac;
Jesús es llamado por Daniel “el Anciano de los días” (Dan. VII.9)”.
B. Abrahán es el padre del pueblo de Dios: “Te haré padre de un gran pueblo, te bendeciré,
haré célebre tu nombre y serás bendito. Bendeciré a los que te bendicen y maldeciré a los
que te maldigan (Gen XII. 2.3); Jesús es el Padre del pueblo cristiano; es el bendito de
Dios y “recibió en heredad las naciones y en posesión las extremidades de la tierra. “Los
que bendicen son bendecidos y malditos los que maldicen.
C. Abraham es el padre, cabeza de un pueblo, el Mesías es presentado como “el rey de un
mundo nuevo, como un justo sufriente y perseguido, como un profeta amado por Dios y
despreciado por los hombres, como un salvador y, finalmente, como el padre de un pueblo
nuevo.

6. Melquisedec

A. San Pablo, en persona, nos muestra en Melquisedec la figura de Jesucristo (Hebr VII. 2.3)
“No se conoce ni a su padre ni a su madre, ni su genealogía, ni el comienzo ni el fin de su
vida “; Jesucristo no tiene padre sobre la tierra ni madre en el cielo; no tiene comienzo y
no tendrá fin.
B. Melquisedec quiere decir: rey de justicia y de paz: Jesucristo no es por excelencia el rey
de la justicia y de la paz.
C. Melquisedec era sacerdote del Altísimo; Jesucristo fue hecho “sacerdote eterno, según el
orden de Melquisedec”.
D. Melquisedec, en su calidad de sacerdote, ofreció pan y vino; Jesucristo instituyó el santo
sacrificio de la misa bajo esas mismas especies de pan y de vino.
E. Melquisedec bendijo a Abrahán y en él a todas las naciones; Jesucristo bendice a la
Iglesia, cuyos miembros son los verdaderos hijos de Abrahán, padre de todos los
creyentes.
F. Melquisedec ejerció su sacerdocio, no sólo respecto de los paganos, sino también respecto
de Abrahán, padre de los judíos; Jesús, el sacerdote por excelencia, instituyó su
sacerdocio para la conversión tanto de judíos como de gentiles.
G. Melquisedec era a la vez sacerdote y rey; Jesús, también, es sacerdote y rey eterno.

7. Isaac

A. El nacimiento de Isaac fue anunciado a Sara por un ángel; de manera semejante, un ángel
fue el que anunció a María el nacimiento de Jesús.
B. Isaac, hijo único de Sara, inocente, fue condenado a morir; Jesús, hijo único de María, la
inocencia misma, fue también condenado a muerte.
C. Isaac debe ser inmolado por su padre; es Dios Padre que ejecuta, por la mano de los
judíos, la sentencia de muerte pronunciada contra su Hijo.
D. Isaac subió el monte Moriah cargando la madera que debía consumirlo; Jesús subió la
montaña del Calvario, cargando el madero de la cruz sobre sus espaldas.
E. Isaac consiente a su inmolación y se deja amarrar a la hoguera sin resistencia; Jesús se
ofrece a la muerte y se deja clavar a la cruz, abandonándose a sus ejecutores.
F. Isaac no se inmola ni resucita más que en figura; Jesucristo muerte y resucita en realidad.
G. Isaac es recompensado por su obediencia por la promesa de una posterioridad numerosa:
Jesucristo, “se hizo obediente hasta la muerte de cruz. Por ese motivo, Dios lo exaltó y le
dio un nombre por encima de todo nombre”.
H. Esta figura agrega dos cosas a las figuras precedentes: nos dice en qué lugar será
inmolado el Salvador, y nos enseña que morirá por orden de su Padre. De esta manera, el
gran retrato del Mesías-Redentor se forma poco a poco.

8. El carnero inmolado por Abrahán

A. No es sino hasta el carnero que substituyó a Isaac por el sacrificio, que se encuentran
trazos de semejanza con el Mesías: El carnero, emblema de la inocencia, de la paciencia,
está consagrado a la muerte desde su nacimiento; Jesucristo, la inocencia misma, no vino
a este mundo sino para morir y, durante el curso de su pasión, jamás abrió la boca para
quejarse.
B. La lana del carnero sirve para hacernos vestidos; san Pablo nos invita a “revestirnos” de
Cristo (Rom XIII. 14).”
C. La carne del cordero sirve para nuestro alimento; Jesús mismo nos dice que “si no
comemos su carne y si no bebemos su sangre, no tendremos vida en nosotros (Jn VI. 50)”.
D. El carnero de Abrahán estaba cogido de los cuernos por las espinas de una zarza; es la
imagen de Jesús coronado de espinas.
E. Abrahán percibió al carnero detrás de sí; el Mesías no debía salir de su raza sino mucho
tiempo después de su muerte.
F. El carnero fue sacrificado en lugar del hijo de Abrahán; Jesús sufrió la muerte en lugar de
los hombres, hijos de Dios, que lo habían merecido.
G. El carnero fue inmolado sobre el monte Moriah, no lejos de Jerusalén; Jesús fue
crucificado sobre el monte del Gólgota, igualmente cercano a Jerusalén.

9. Jacob

A. Jacobo, dulce y virtuoso, fue perseguido por su hermano Esaú, debido a las bendiciones
que recibió de su padre: Jesús, la dulzura y la santidad mismas, fue también odiado por
los judíos, porque recibió de Dios, su Padre, omnipotencia en obras y en palabras.
B. Jacob, hijo de un padre muy rico, y él mismo muy rico, se pone en ruta solo y a pie; Jesús,
hijo de Dios, y Dios mismo, desciende del cielo en la absoluta indigencia.
C. Jacob, sorprendido por la noche, se vio obligado a dormir en medio del desierto, y a
colocar una piedra debajo de su cabeza para servirle de almohada; Jesús, es tan pobre que
no tiene siquiera una piedra donde descansar la cabeza.
D. Jacob, por mandato de su padre, va a buscar una esposa en un país lejano; no la obtiene
sino luego de largos y rudos trabajos y regresó a su patria para recibir de nuevo la
bendición de Isaac; el Hijo de Dios fue enviado por su Padre a la tierra para adquirir, al
precio de su sangre, la Iglesia que es su Esposa, y regresa al cielo donde será objeto de
una bendición eterna.
E. Jacob, por sus doce hijos, llega a ser cabeza de un pueblo numeroso. Jesús, por sus doce
Apóstoles, llega a ser cabeza de una multitud innumerable de elegidos.

10. José

A. Entre los hijos de Jacob, es una de las imágenes más sorprendentes del Mesías Redentor,
en Egipto es hallado luego de ser por sus hermanos desterrado, Jesús va a Egipto por el
destierro al que es obligado por Herodes.
B. José estuvo expuesto a los celos de sus hermanos porque era más amado que ellos por su
padre, quien les anuncia su grandeza futura; Jesús, objeto de las complacencias del Padre,
se proclama el Mesías y se convierte, por eso, en el objeto del odio y de la envidia de los
judíos, sus compatriotas.
C. José, enviado a sus hermanos, fue vendido por ellos a mercaderes extranjeros. Jesús,
enviado a los judíos, fue vendido por un judío, Judas, y entregado a extranjeros, a los
romanos.
D. La túnica de José fue empapada con la sangre de una cabra; la túnica de Jesús fue
embebida con la sangre de su flagelación.
E. José fue vendido como esclavo a Putifar; Jesús padeció el suplicio de la cruz, reservado a
los esclavos.
F. José, detenido con dos prisioneros, anuncia a uno su muerte, y al otro su liberación
gloriosa; Jesús crucificado entre dos ladrones, promete a uno la felicidad del cielo y
abandona al otro a la condenación, a causa de su impenitencia.
G. José pasa de su prisión a las gradas del trono; Jesús sale glorioso de la tumba.
H. José nutría al pueblo con el trigo que había almacenado; Jesús es el pan de vida bajado del
cielo.
I. El faraón cambió el nombre de José y lo llamó Salvador del mundo; Jesús es,
verdaderamente, el Salvador por excelencia.
J. José perdona a sus hermanos; Jesús perdona a sus verdugos.
K. El Faraón colma a José de honores; delante del nombre de Jesús toda rodilla se dobla
sobre la tierra y en los infiernos.
L. José como figura nos enseña que el Salvador será condenado por un crimen que no
cometió y que perdona a sus enemigos con la mayor bondad, Jesús perdona los pecados
de su pueblo.

11. Job

A. Job, hombre justo y temeroso de Dios, fue afligido por toda clase de penas; sufrió las
pruebas más terribles; pero en medio de tantos males, mantuvo una paciencia inalterable
reconociendo el supremo imperio de Dios y su sabiduría infinita: "Dios, dice, me lo dio,
Dios me lo quitó, ¡alabado sea el nombre del Señor"! Jesucristo, el justo por excelencia,
es despojado de todo, abandonado por sus discípulos, cubierto de llagas de los pies a la
cabeza; no abre la boca para quejarse: "Padre mío, dice, que se haga tu voluntad".

12. Moisés

A. Moisés se sustrae a las órdenes crueles de Faraón. Jesús se sustrae a las órdenes crueles de
Herodes. Ambos pasan los primeros años de su vida en Egipto.
B. Moisés se prepara a su misión de libertador de Israel por medio de cuarenta años de
destierro en el desierto y cuarenta días de ayuno en el Sinaí. Jesús se prepara a su misión
de Salvador del mundo por medio de treinta años de retiro en Nazaret y cuarenta días de
penitencia en el desierto.
C. Moisés hace milagros para librar a su pueblo de la servidumbre de Egipto. Jesús hace
milagros para librar a los hombres de la esclavitud del demonio.
D. Moisés manda inmolar el cordero pascual. Jesús, verdadero Cordero Pascual, se inmola a
sí propio y manda a los Apóstoles ya sus sucesores que continúen su sacrificio.
E. Moisés hace atravesar las aguas del mar Rojo al pueblo hebreo para librado de la
servidumbre de Egipto. Jesucristo hace pasar a los hombres por el agua del bautismo, para
librarlos de la esclavitud del pecado original.
F. Moisés guía a los hebreos a través del desierto hacia la tierra prometida. Jesucristo
conduce a los cristianos a través del desierto de esta vida, hacia el cielo, que es la
verdadera tierra prometida.
G. Moisés alimenta a su pueblo con el maná caído del cielo, y apaga su sed con el agua que
con su vara hace brotar de la roca. Jesucristo alimenta a los cristianos con el verdadero
pan de vida bajado del cielo, y apaga su sed con el agua que manará hasta la vida eterna
(Juan IV, 14).
H. Moisés es el legislador del pueblo hebreo. Jesucristo es el legislador de todos los
hombres. (Juan IV, 14).
I. Moisés es el profeta del Antiguo Testamento. Jesucristo es el profeta del Nuevo. En
efecto, Dios dijo a Moisés: “Levantaré para ellos un profeta de en medio de sus hermanos,
semejante a ti” (Deut., XVIII, 18).
J. La ley antigua se promulgó en el Sinaí, el día de Pentecostés, en medio de truenos y
relámpagos. La ley nueva se promulgó en el cenáculo, el día de Pentecostés, en medio del
ruido de un viento impetuoso que venía del cielo, y a la luz de las lenguas de fuego que
descansaban sobre la cabeza de los Apóstoles.
K. Al descender Moisés del monte, su rostro estaba inundado de luz. El rostro dé Jesucristo
resplandeció como el sol en el monte Tabor.
L. Moisés ofrece sangre de victimas para confirmar la antigua alianza. Jesucristo ofrece su
sangre para confirmar la nueva alianza.
M. Por mediación de Moisés se apacigua la cólera de Dios irritado contra su pueblo.
Jesucristo apacigua sin cesar la cólera de Dios irritado contra los pecadores. “Uno es el
mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre (I Tim., II, 5).
N. Moisés envía doce hombres a explorar la tierra de Canaán. Jesucristo envía doce apóstoles
para convertir al mundo.
O. Pero Moisés no introduce a los Hebreos en la Tierra prometida. No pertenece sino sólo a
Jesús, mucho mayor que Moisés, abrir el cielo a los hombres.
P. Moisés fue el más celebre de todos los profetas suscitados por Dios, sea respecto de las
profecías, sea respecto de los milagros que operó; Jesús está por encima de todos los
profetas que lo precedieron.

13. Aarón

A. Aarón es el pontífice de la Antigua Alianza; Jesús es el Pontífice de la Nueva Alianza.


B. Aarón está consagrado al servicio de Dios con el óleo santo; la palabra Cristo significa
consagrado por unción santa.
C. Aarón entraba solo, una vez al año al Sancta Sanctorum, no sin llevar sangre que ofrecía
por si ignorancia y por la del pueblo; Jesucristo entró una vez en el Santuario con su
propia sangre, a cuyo precio nos conquistó una eterna redención.
D. Aarón debía cargar las iniquidades de los hijos de Israel por las faltas cometidas en los
sacrificios; Jesús “tomó sobre él nuestras debilidades y cargó nuestros dolores; fue herido
por nuestras iniquidades y quebrado por causa de nuestros crímenes”, dice el Profeta
Isaías.
E. Aarón era el mediador entre Dios y el pueblo hebreo; no hay más que un mediador entre
Dios y los hombres, dice san Pablo, es Cristo Jesús”.
F. Cuando el fuego del cielo caía sobre Coré, Dathán y Abirón, Aarón de pie entre los
muertos y vivos, oraba por el pueblo y la peste cesó; para impedir que la humanidad
pereciese bajo la multitud de los pecados, Cristo vino a liberarnos y a ponernos a salvo.

14. Josué

A. El nombre Josué quiere decir Salvador; el nombre Jesús, también, significa Salvador.
B. Josué era guerrero; Jesús vino a manejar la espada de la palabra.
C. Josué sucedió a Moisés después de su muerte; Jesús vino a traer al mundo la ley nueva
para reemplazar la ley mosaica.
D. Fue Josué, y no Moisés quien introdujo a los hebreos en la tierra prometida, después del
paso del Jordán; es la nueva ley de Cristo y no la ley antigua dada por Moisés, la que nos
introduce en el cielo, después de hayamos sido purificados por las aguas del bautismo.
E. Josué hizo elevar un altar con doce piedras tomadas del lecho del Jordán; Jesús eligió
doce apóstoles que destinó a ser el fundamento de su Iglesia y les da un jefe cuyo nombre
es Pedro (piedra).
F. Josué fue “grande para salvar a los elegidos de Dios, para derribar a los enemigos que se
elevaban, con el fin de conquistar la herencia de Israel”; Jesucristo es el “león de la tribu
de Judá, que domina a sus enemigos y los quebrará como vaso de alfarero”.

15. Gedeón

A. Gedeón es el último entre sus hermanos; Jesucristo quiso aparecer como el último de los
hombres.
B. La misión de Gedeón le fue manifestada por milagros; de la misma manera, fue por medio
de milagros que Jesucristo demuestra su misión divina.
C. Gedeón, a pesar de su debilidad, fue elegido por Dios para liberar a su pueblo de la tiranía
de los Madianitas; Jesús, a pesar de su debilidad aparente, fue elegido por Dios para
liberar al mundo de la tiranía del demonio.
D. Gedeón, antes de liberar a su pueblo, ofrece un sacrificio; Nuestro señor no libera al
mundo sino después de ofrecerse como sacrificio en la cruz.
E. Los soldados de Gedeón no se detenían ni para beber; para convertir al mundo, los
apóstoles olvidaban las cosas más necesarias para la vida.
F. Los soldados de Gedeón no tienen más que trompetas y antorchas; los apóstoles de Jesús
no tienen más que la trompeta de la predicación y la antorcha de la caridad.
G. Gedeón triunfa sobre los madianitas con una pequeña hueste; con doce apóstoles,
Jesucristo hace la conquista del mundo.

16. Sansón

A. El nombre Sansón significa sol; Jesús es llamado “Sol de justicia”. Un ángel apareció a la
madre de Sansón y le dijo: “Eres estéril y no tienes hijos, pero concebirás y parirás un hijo
que será nazareno de Dios. Es él quien comenzará a liberar a Israel de los filisteos. El
ángel Gabriel dijo a María: He aquí que concebirás en tu seno y parirás un hijo a quien
pondrás por nombre Jesús. Él salvará a su pueblo de sus pecados”. Y Jesús habitó en
Nazareth, cumpliendo la profecía: “Será llamado Nazareno”.
B. Sansón eligió su mujer de entre los filisteos y le confió sus secretos; Jesús forma su
Iglesia de pueblos paganos y le confía el depósito de su doctrina.
C. Sansón, sin armas, encontró un leoncillo que separó en partes. Jesucristo, si armas, domó
a los gentiles y les hizo aceptar su yugo.
D. Sansón mató mil filisteos con la quijada de un asno; Jesús triunfa sobre sus enemigos por
medio de la simplicidad de sus apóstoles y sus santos.
E. Encerrado en Gaza, Sansón arranca, en medio de la noche las puertas con los cerrojos y
las lleva a través de una emboscada de soldados hasta lo alto de una montaña; encerrado
tres días en la tumba, Jesús quiebra, durante la noche, las puertas y los cerrojos de la
muerte, y las carga a través de sus gradas hasta el cielo, donde la muerte nada puede
contra él ni contra sus elegidos.
F. Sansón muere voluntariamente, bajo las ruinas de un edificio que derriba y, a través de su
muerte, destruye más enemigos de los que mató en vida; Jesús, muriendo
voluntariamente, derriba el poder del demonio a quien hizo más daño mediante su muerte
voluntaria que durante su vida.

17. Samuel
A. Samuel, hijo único de una madre hasta entonces estéril, fue consagrado por ella al
nazareato: Jesús, hijo único de una Virgen, pasó la mayor parte de su vida en Nazareth.
B. “El joven Samuel, leemos en el primer libro de los Reyes, crecía y complacía tanto a Dios
como a los hombres (I Re, XX 26)”; “Jesús, dice el evangelista, crecía en sabiduría lo
mismo que en edad y en gracia delante de Dios y delante de los hombres (Lc II.52)”.
C. Samuel fue sacerdote y profeta; Jesús es el sacerdote eterno y el profeta por excelencia.

18. David

A. David, nacido en Belén, recibió de Samuel la consagración real por orden de Dios; Jesús,
nacido en Belén, fue establecido rey por Dios sobre Sión, su montaña santa.
B. David, con un golpe de honda, derribó al gigante Goliat; Jesús, con su cruz doma a Satán,
príncipe de los infiernos.
C. David no llegó a reinar sobre la casa de Israel sino luego de grandes trabajos y de
numerosas persecuciones; Jesús no fue reconocido como el Rey de reyes sino después de
33 años de humillaciones, y después de tres siglos contra su Iglesia.
D. David regresó a Jerusalén el arca de la alianza que había sido secuestrada por los
Filisteos; Jesús, después de haber quebrado el poder del demonio, estableció su Iglesia
sobre una base firme.
E. David fue el triste testigo de la división y de la guerra entre sus hijos: Jesús, nuestro
padre, es todavía el testigo de las caídas y de los crímenes de los hombres que son sus
hijos.
F. David es a la vez rey y profeta; Jesús es el Rey de reyes, desde la fundación de su Iglesia,
fue frecuentemente traicionado, abandonado, expuesto al odio de muchos.
G. David terminó por triunfar sobre todos sus enemigos; Jesucristo triunfa siempre sobre
todos sus enemigos.

19. Salomón

A. El nombre Salomón significa paz; Jesús es Príncipe de la paz; la mayor parte de los
profetas lo llaman el “conquistador pacífico”.
B. Salomón toma por esposa a la hija del rey de Egipto; Jesús elige la Iglesia, su esposa,
entre los Gentiles.
C. Después de las guerras y las conquistas de David, Salomón tuvo un reinado tranquilo y
glorioso; después de sus luchas y sus victorias terrestres, Jesús sube al cielo donde su
reino no tendrá fin.
D. Los judíos y los tirios, invitados por Salomón, se unieron para la construcción del templo
e Salomón; los judíos y los Gentiles, llamados por Jesucristo, se unieron para fundar la
Iglesia.
E. La sabiduría de Salomón era renombrada en tierras lejanas y atraía a los reyes de las
naciones con ricos presentes; la sabiduría de Jesucristo, conocida en el mundo entero,
hace afluir hacia él a los reyes y los pueblos que ponen a sus pies sus corazones y sus
riquezas.
F. La reina de Saba, atraída por todos los elogios que se hacía a Salomón, fue a admirar su
sabiduría y sus riquezas; la Iglesia primitiva, compuesta en gran parte de paganos
convertidos, se entregó enteramente a Jesús, vencida por la sublimidad de su doctrina, por
sus virtudes y su gracia.

20. Jeremías

A. Jeremías, santificado en el seno de su madre, permanecerá virgen durante toda su vida;


Jesús es la santidad misma, la pureza por excelencia.
B. Desde su infancia, Jeremías fue elegido por Dios para enseñar al pueblo la voluntad
divina; Jesús vino a la tierra para traer a los hombres la nueva ley que debían cumplir.
C. Jeremías vino a desviar a muchos judíos del culto a los ídolos Jesús vino a sacar a los
hombres de las tinieblas de las idolatría para conducirlos al conocimiento del verdadero
Dios.
D. Jeremías fue, por causa de su piedad y de sus actos buenos, maltratado por el pueblo
judío, al que quería sacar del mal camino; Jesús, debido a los milagros y a las curaciones
que operó, fue acuitado y condenado por los judíos.
E. Jeremías soportó con dulzura y paciencia las injurias y los malos tratos, pidiendo incluso
perdón por aquellos que lo maltrataban; Jesús aguantó sin decir nada los insultos y los
golpes y, sobre la cruz, pidió a Dios perdón por los sayones.
F. Para vengar a su servidor, Dios castigó duramente a la nación judía; algún tiempo después
de la muerte de Jesús, Dios permitió que en expiación de sus crímenes, el pueblo judío
perdiera su nacionalidad.

21. Jonás

A. Jonás, durante una tempestad espantosa, cuando los marineros temblaban por sus vidas,
dormía tranquilamente; Jesús, sentado en una barca con sus apóstoles, duerme en medio
de los furores de la tempestad.
B. Antes de arrojar al mar, los marineros oraron al Señor para que no se les imputara el
crimen de la muerte de un inocente; Pilatos, antes de entregar a Jesús a la muerte, se lava
las manos diciendo: “Soy inocente de la sangre de este justo”.
C. Jonás fue arrojado al mar para salvar el equipaje y de inmediato las olas se apaciguaron;
Jesús da su vida para salvar al mundo.
D. “Jonás estuvo tres días y tres noches en el vientre de la ballena; igualmente, el hijo del
hombre estaría en el seno de la tierra tres días y tres noche (Mat XII 40)
E. Jonás clamó al Señor: “He sido rechazado delante de tus ojos”; Jesús sobre la cruz
exclamó: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?
F. Jonás, arrojado vivo del seno de la ballena, predicó la penitencia a los ninivitas, que se
convirtieron; “Hagan penitencia, dice Jesús, porque el reino de los cielos está cerca”

22. Zorobabel y Jesús, hijo de Josedec

A. Finalmente, los dos jefes que sacaron a los judíos de la cautividad son también figuras del
Mesías: Zorobabel, como Jefe civil, Jesús, como jefe religioso.
B. Zorobabel, de la raza de David, se encargó de conducir a Jerusalén a los judíos liberados
de la cautividad de Babilonia; el Mesías, hijo de David, vino a la tierra para sacar a los
hombres de la servidumbre de este mundo y conducirlos a la Jerusalén celeste.
C. Zorobabel reconstruyó el templo de Jerusalén; Jesucristo construyó el edificio de su
Iglesia con las “piedras vivas” que son los cristianos. (I Pe 5).
D. El sumo sacerdote, hijo de Josedec, fue, con Zorobabel, el guía de los judíos que
regresaban de la cautividad; la sagrada Escritura lo representa revestido con hábitos
sórdidos, con Satán a su derecha, para hacerle la guerra (Zac III, 1 a 3); Jesús, sumo
sacerdote de la nueva ley, vino a liberar a los hombres de la cautividad del pecado. Para
esto, se revistió con nuestra débil y humana naturaleza y declaró a Satán una guerra sin
cuartel.
E. “Un ángel, dice el profeta, hizo quitar a Jesús, hijo de Josedec, sus vestiduras, lo revistió
con un hábito precioso y le colocó sobre la cabeza una tiara resplandeciente”; Jesucristo,
después de haber dejado sus despojos humanos, para revestir la inmortalidad, fue a recibir
en el cielo la diadema del triunfo.
F. El ángel dijo al hijo de Josedec: “Gobernarás mi casa y guardarás mi templo (zac III 7)”
Jesucristo fue establecido por su Padre Juez soberano del universo y guardián de toda la
Iglesia.
G. El hijo de Josedec trabajó en la restauración del templo; Jesús fundó una Iglesia que es el
templo del Dios vivo.

El Mesías prefigurado por hechos simbólicos

1. El árbol de la vida

A. ¿Cómo es el árbol de la vida figura del Mesías? El árbol de la vida, plantado en medio del
paraíso, daba un fruto que tenía la virtud de reparar el cuerpo y preservarlo de la muerte.
Jesucristo, pendiente del árbol de la cruz, es el verdadero fruto de vida que da la
inmortalidad. “Quien comiere de este pan vivirá eternamente, y el pan que yo daré es mi
carne para la vida del mundo” (Juan VI, 52).

2. El cordero pascual

¿Cómo es el cordero pascual figura del Mesías? El cordero que los Judíos inmolaban y comían en
la fiesta de Pascua había de ser sin mancha. Jesús es el cordero inmaculado y, sin tacha (I Pedro,
19). Dios ordenó a los Hebreos cómo debían comer el cordero pascual “Ceñiréis vuestros lomos,
y tendréis zapatos en los pies y báculo en las manos, y lo comeréis apresuradamente, porque es la
Fase (esto es el paso) del Señor” (Éxodo XII, 11). El que come la carne del Cordero de Dios,
debe tener ceñidos los lomos, es decir, ser casto; un báculo en la mano, esto es, ser fuerte contra
el demonio; calzados los pies, es decir, ser viajero que camina hacia el cielo. El sacrificio del
cordero se ofrecía en expiación de los pecados. Jesús es el Cordero de Dios que, por su muerte,
quita los pecados del mundo. La sangre del cordero, con la cual se rociaron las puertas de las
casas de los Hebreos, preservó a éstos de la plaga que hirió a los Egipcios. La sangre de
Jesucristo salva a los hombres que se aplican sus méritos. Estaba prohibido quebrantar los huesos
de la victima. Cuando los soldados llegaron a Jesús, como lo vieron ya muerto, no le quebraron
las piernas…, en cumplimiento de la Escritura: “No le quebraréis ni un hueso” (Juan XIX, 33,
36). El cordero pascual había de comerse con pan sin levadura. “Jesucristo, nuestro Cordero
pascual, ha sido inmolado. Por tanto, celebremos la fiesta no con levadura añeja, ni con levadura
de malicia y de corrupción, sino con los panes ázimos de la sinceridad y de la verdad” (I Cor., V,
7, 8). Después de haber comido el cordero pascual, los Hebreos se vieron libres de la servidumbre
de Egipto. Jesucristo, en la Sagrada Eucaristía, nos hace triunfar de nuestras pasiones y del
demonio.

3. El maná

¿Cómo es el maná figura del Mesías? La Sagrada Escritura llama al maná pan de los ángeles, pan
del cielo. Jesucristo es el verdadero pan de los ángeles bajado del cielo. “Moisés no os dio pan
del cielo, mi Padre es quien os da a vosotros el verdadero pan del cielo. Porque pan de Dios es
aquel que ha descendido del cielo, y que da la vida al mundo. Yo soy el pan de vida” (Juan VI,
32, 33, 35). El maná se dio a los Hebreos en el desierto después de salir de Egipto, hasta que
entraron en la Tierra prometida. El verdadero pan del cielo es para los que, una vez salidos del
pecado, atraviesen la vida presente como un desierto, y suspiren por el cielo, en donde verán a
Aquel en quien creyeron sin haberlo visto (I Pedro, I, 8). “Si creyeres, verás la gloria de Dios”
(Juan XI, 40).

4. La serpiente de bronce

¿Cómo es la serpiente de bronce figura del Mesías? Por orden de Dios, Moisés erigió una
serpiente de bronce a cuya vista se curaban las picaduras de las serpientes, venenosas. “Así es
menester que el Hijo del hombre sea levantado en alto, para que todo aquel que crea en Él, no
perezca, sino que logre la vida eterna” (Juan III, 14, 15). La serpiente de bronce se parecía a las
serpientes venenosas en todo, menos en el veneno. El Hijo de Dios fue enviado revestido de una
carne semejante a la del pecado (Rom., VIII, 3). Ha experimentado todas las tentaciones, a
excepción del pecado (Hebr., IV, 15).

1. El cordero pascual

El cordero que los judíos inmolaban y comían en la fiesta de la Pascua no debía tener mancha;
Jesús es el cordero inmaculado y sin mancha.

Para comer este cordero, los judíos debían ceñir sus riñones, calzar sus pies y tener un bastón en
la mano; cuando se come la carne del Cordero de Dios, hay que tener los riñones ceñidos, es
decir, ser castos, un bastón a la mano, es decir, ser fuerte contra el demonio; los pies calzados, es
decir, ser un viajero que camina al cielo.

El sacrificio del cordero era ofrecido en expiación de los pecados; Jesús, el Cordero de Dios,
borra, con su muerte, los pecados del mundo.

La sangre del cordero, impresa sobre las puertas de las casas de los hebreos, los preservó de la
plaga que abatió a los egipcios; la sangre de Jesús salva a los hombres que se aplican sus méritos.

Estaba prohibido quebrar los huesos de la víctima; los soldados enviados para asegurarse de la
muerte de Jesús no le quebraron las piernas.
Había que comer el cordero pascual con el pan sin levadura: "Comamos la Pascua, dice san
Pablo, no con una vieja levadura, ni con una levadura de malicia y de maldad, sino con los
ázimos de sinceridad y de verdad". Después de haber comido el cordero pascual, los hebreos
fueron liberados de la servidumbre de Egipto; Jesucristo, en la Sagrada Eucaristía, nos hace
triunfar de nuestras pasiones y del demonio. Esta figura nos hace conocer que el Mesías será de
una admirable dulzura, que se unirá a los hombres como la comida se une a nuestro cuerpo, y que
no habrá más salvados que los unidos a Él.

2. La nube luminosa

Se lee en San Pablo: “No quiero que ignoren, hermanos míos, que nuestros padres estuvieron
todos bajo la nube, que pasaron todos el Mar rojo, que uniéndose a Moisés, fueron bautizados
todos en la nube y en el mar; que todos comiendo de una misma carne espiritual y que bebieron
todos una bebida espiritual; porque recibían esta bebida de la piedra espiritual que los
acompañaba, y esta piedra era Jesucristo (I Cor. X, I)

Estas palabras nos dan a entender que la columna que iluminaba a los hebreos durante la ruta, el
maná que caía del cielo para su alimento y el agua que brotaba de la roca golpeada por la vara de
Moisés. Eran misterios y profecías para el futuro.

Si para limitarnos al significado de la nube luminosa, los hebreos fueron como bautizados bajo la
conducción de Moisés en la nube y en el mar, no es permitido ver en ellos la figura de los
cristianos que “eran bautizados en nombre de Jesucristo” (Hech.).

La columna de nubes, sombra durante el día, luminosa durante la noche, era para los hebreos, a la
vez, una luz, un fuego, una guía; Jesucristo es llamado por los Profetas, la Luz, el Fuego, el Jefe
que conduce.

La nube acompañaba a los hebreos durante todas las peregrinaciones del desierto; Jesús nos
acompaña y camina con nosotros cuando derrama sobre nosotros sus gracias; por otro lado, ha
prometido estar con nosotros hasta la consumación de los siglos.

3. El maná y la peña de Horeb

El maná es llamado en la Sagrada Escritura el pan de los Ángeles, el pan del cielo. “Diste a tu
pueblo el alimento de los ángeles; tu le hiciste llover pan preparado sin trabajo alguno, que
contiene en sí todo deleite (Sab XVI 20-21); Jesucristo es el verdadero pan de los ángeles bajado
del cielo: moisés, dice, no le dio de ninguna manera el pan del cielo… soy yo quien soy el pan de
vida. Sus padres comieron el maná del desierto y murieron; este pan ha bajado del cielo y el que
coma de él no morirá (Jn IV 32, 48-51).

El maná fue dado a los hebreos después de la salida de Egipto, en el desierto, hasta su entrada a la
tierra prometida; el verdadero pan del cielo es para aquellos que, salidos del pecado, atraviesan
esta vida como un desierto, aspiran al cielo, donde verán a Aquél en quien creen.

Para calmar la sed del pueblo en medio de las arenas candentes del desierto, Moisés golpeó la
roca y sacó benéficas aguas; para calmar las inquietudes de los hombres en medio de las
sequedades de esta vida, Jesús permitió que de sus llagas dolorosas cayera sobre ellos el rocío de
la gracia divina: EL que beba del agua que yo le diera, dice a la samaritana, no volverá a tener
sed; pero el agua que le de será para él una fuente de agua que brotará hasta la vida eterna”.

4. El chivo expiatorio

No es sino hasta el chivo expiatorio, que no hay semejanza con Jesucristo (Huet). El chivo
expiatorio recibía la maldición de todos los pecados de Israel, era cazado a través del desierto
donde iba a perderse; Cristo, siguiendo las palabras del Apóstol, quiso ”tomar todos nuestros
pecados en su cuerpo” y, cargado de este fardo, fue conducido fuera de Jerusalén condenado a
muerte.

5. Los sacrificios

En la antigua ley, había dos clases de sacrificios: el sacrificio sangriento y el sacrificio no


sangriento; desde que Cristo confirmó su nueva alianza, hubo, en los cristianos el sacrificio
sangriento del Calvario y permanece el sacrificio incruento de nuestros altares.

La materia del sacrificio incruento, bajo la ley antigua, era harina y vino; la materia del sacrificio
incruento bajo la nueva ley es el pan y el vino.

Todos los sacrificios de la Antigua Ley era ofrecidos por cuatro fines principales: adorar,
agradecer, pedir y expiar; el sacrificio de la Nueva Alianza encierra en él sólo todas estas
ventajas: es un sacrificio de adoración de acción de gracias, de petición y expiación.

En la Antigua Ley, para realizar todos los sacrificios, se inmolaba cada día, mañana y tarde, un
cordero sin mancha; para perpetuar el sacrificio del calvario, que reemplaza todos los sacrificios
antiguos, el Cordero de Dios se inmola cada día y a cada hora del día y de la noche sobre nuestros
altares.

En resumen, todos los sacrificios de la Antigua Ley no eran sino la figura del sacrificio de Jesús
como la Antigua Ley misma no era sino figura de la Nueva.

6. La serpiente de bronce

Moisés, por orden de Dios, hizo fabricar una serpiente de bronce cuya contemplación curaba las
mordeduras hechas por serpientes venenosas: “De la misma manera, es necesario que el Hijo del
Hombre sea elevado, para que cualquiera que crea en el no perezca, sino que tenga la vida eterna”
(Jn III, 14, 15). Con excepción del veneno, la serpiente de bronce se asemejaba a las otras
serpientes; el Hijo de Dios fue enviado en una carne semejante a la del pecado. Con excepción
del pecado, experimentó, como nosotros, todas las tentaciones.

La serpiente erigida por Moisés fue elevada en el aire; Jesús mismo fue elevado en el aire y
suspendido sobre una cruz.

La serpiente de bronce fue elevada como un signo de curación; Jesús de acuerdo a la profecía del
anciano Simeón, fue enviado para ser un “signo de contradicción”.
7. El deseado de las naciones

Y ahora puede venir el Mesías esperado, figurado y profetizado; es según la palabra del profeta
Ageo; “el deseado de todas las naciones”. El universo entero lo llama con todas sus voces y repite
con los profetas:

¡“Oh Sabiduría, salida de la boca del Altísimo, que lo alcanza todo de un extremo a otro y
dispone todo con fuerza y dulzura, ven a enseñarnos el camino de la prudencia!”.

¡“Oh Adonai, oh Jefe de la casa de Israel que te apareciste a Moisés en la llama de una zarza
ardiente, y le diste la ley sobre el Sinaí, ven a extender tu brazo para rescatarnos!

¡“Oh brote de Jesé, que has sido expuesto delante de las naciones como un estandarte, delante del
cual los reyes guardarán silencio, a quien las naciones vendrán a ofrecer sus oraciones, ven a
liberarnos sin tardanza!”

“Oh llave de David, cetro de la casa de Israel, que abres, sin que nadie pueda cerrar, que cierras
sin que nadie pueda abrir, ven a sacar al prisionero del calabozo en el que está sentado en
tinieblas a la sombra de la muerte!”

“Oh Oriente, esplendor de la luz eterna, Oh sol de justicia, ¡ven a iluminar a los que están en
tinieblas y en sombras de muerte!”

“Oh Rey de los pueblos, Deseado de las naciones, piedra angular, que de dos pueblos no haces
más que uno solo, ven a salvar al hombre que formaste del limo de la tierra!”

“Oh Emmanuel, nuestro Rey y nuestro legislador, la Espera y el Salvador de las naciones, ve y
sálvanos, oh Señor, Dios nuestro (Antífonas de Adviento).

RESUMEN

De las figuras del Mesías en general.– Las figuras del Mesías eran como retratos que daban a
conocer los rasgos característicos del Mesías y las circunstancias de su vida. La autenticidad de
esas figuras se comprueba por la Sagrada Escritura, por la Tradición y por la conformidad
perfecta entre las figuras y Nuestro Señor. Divídense las figuras en personales y reales, según sea
una persona o una cosa lo que sirve de figura.

Personajes que han figurado al Mesías.- Adán, Abel, Noé, Abraham, Melquisedec, Isaac, Jacob,
José, Job, Moisés, Aarón, Josué, Gedeón, Sansón, David, Salomón y Jonás son los personajes
que, en la ley antigua. figuraron al Mesías. Adán es figura del Mesías por semejanza y por
contraste. Adán es el rey del universo, y forma con Eva una sociedad indisoluble. Jesús declara
que le ha sido dado todo poder. Entre Él y la Iglesia existe una sociedad que jamás tendrá fin.
Adán es el padre de los hombres según la carne, Jesús lo es según el espíritu. Abel fue pastor de
ovejas, ofreció un sacrificio agradable, y fue perseguido y muerto por su hermano Caín. Jesús es
el buen pastor; Dios Padre aceptó su sacrificio, y los Judíos lo crucificaron. Noé fue hombre justo
y perfecto; salvó a la humanidad del diluvio y repobló la tierra. Jesús fue el justo por excelencia,
a quien nadie pudo convencer de pecado; ha establecido la Iglesia, y puebla la tierra de justos y el
cielo de santos. Abraham es el padre del pueblo de Dios. Jesucristo es el padre del pueblo
cristiano. Melquisedec, sacerdote del Altísimo, ofreció pan y vino. Jesucristo, verdadero pontífice
según el orden de Melquisedec, instituyó el sacrificio de la Misa bajo las especies de pan y vino.
Isaac, inocente, es condenado a muerte; debe ser inmolado por su padre, y él mismo lleva la leña
para el sacrificio. Jesucristo, la inocencia misma, es entregado a la muerte por su Padre, cuya
sentencia ejecutan los Judíos, y sube al Calvario cargado con la cruz. El virtuoso Jacob se ve
perseguido por su hermano Esaú. Jesucristo, la santidad misma, se ve odiado por los Judíos.
Jacob tuvo doce hijos Jesucristo eligió doce apóstoles. Enviado José a sus hermanos, éstos le
venden, y al ser encarcelado, no se defiende. Jesús es enviado a los Judíos, vendido por Judas, y
calla delante de sus acusadores. Detenido José con dos prisioneros, anuncia al uno la muerte, y al
otro la libertad. Jesús, crucificado entre dos ladrones, promete al uno el cielo, y abandona al
impenitente a la condenación. José perdona a sus hermanos Jesús perdona a sus verdugos. La
paciencia de Job en medio de sus males es admirable. Jesús, abandonado y cubierto de llagas, no
abre la boca para quejarse. Moisés es enviado de Dios, obra prodigios, libra al pueblo de Israel de
la servidumbre, y le da la ley escrita. Jesucristo es el enviado de Dios, obra milagros para librar a
los hombres de la esclavitud del demonio y se constituye legislador de la nueva alianza. Josué
introduce al pueblo hebreo en la Tierra prometida. Jesucristo ha abierto el cielo a los elegidos.
Gedéon vence a los Madianitas con un corto número de hombres. Jesús con doce apóstoles
conquista el mundo. Aarón figura al Mesías en su sacerdocio. Sansón, en su fuerza; David, en sus
humillaciones y en su gloria. Sasón, en su sabiduría, y Jonás, en su resurrección.

Hechos simbólicos.- Son también figuras del Mesías el árbol de la vida, el cordero pascual, el
maná y la serpiente de bronce. El árbol de la vida era una prenda de inmortalidad para el cuerpo.
Jesucristo es el verdadero fruto de vida, prenda de la eterna bienaventuranza. La sangre del
cordero pascual preservó a los Hebreos de la terrible plaga que afligió a los Egipcios. La sangre
de Jesucristo salva a los hombres que se aplican sus méritos. La Sagrada Escritura llama al maná
pan de los ángeles, pan del cielo. Jesucristo es el verdadero pan de los ángeles bajado del cielo.
La serpiente de bronce colocada en lugar elevado curaba a los Hebreos que la miraban. Del
mismo modo, el Hijo del hombre ha sido levantado en la cruz para redimir al hombre.
Resumen del tema

Para mí, el Evangelio me basta”. Así decía una señora para justificar su rechazo al Antiguo
Testamento. ¿Tenía razón? ¿No es necesaria la lectura de toda la Biblia?

Hoy día se acepta que en el antiguo testamento hay hechos históricos, personas o cosas, que
tienen una conexión con el Nuevo.

La historia de Jonás, por ejemplo, engrandece la figura el Señor. El profeta huye en un barco.
Una tormenta amenaza con hundir la nave. Jonás es arrojado al mar. Nos dice la Biblia:

Jonás estuvo tres días y tres noches en el vientre del pez. Jon 2,1.

Cristo se identifica con Jonás; lo ve como una alegoría de su sepultura y de su resurrección:

Así como Jonás fue una señal para los habitantes de Nínive, de igual manera el Hijo del Hombre
será una señal para esta generación. Lc 11,30.

La Biblia describe a Abraham como padre de todos los creyentes.

Por la fe Abraham, llamado por Dios, obedeció la orden de salir para un país y partió sin saber
adónde iba. Gn 12.

En la carta a los Gálatas se menciona a Cristo plenitud de la promesa.

En Cristo Jesús por la fe recibimos la promesa, que es el Espíritu. Ga 3,14.

Dios le pide a Abraham la ofrenda de su único hijo. Isaac iba a ser el cordero para el sacrificio.

Llevamos el fuego y la leña, pero ¿dónde está el cordero para el sacrificio? Gn 22,8.

Jesús es el cordero que Dios ofrece por la salvación de los hombres, llevando la cruz al calvario,
Jn 19,17.

Melquisedec es otro personaje que prefigura al Señor.

Él trajo pan y vino, pues era sacerdote del “Dios Altísimo”. Gn 14,18.

Melquisedec prefigura Cristo al ser puente (sacerdote) entre Dios y los hombres. Así lo reconoce
la carta a los Hebreos.

Melquisedec, a semejanza del Hijo de Dios, es el sacerdote que permanece para siempre. Hb 7,3.
Moisés es la figura de Jesús como profeta, mensajero del Altísimo. Así se anunció.

Yavé hará que se levante para ti, de en medio de tus hermanos, un profeta como yo: a él habrán
de escuchar. Dt 18,15.

San Lucas en su libro de los Hechos recoge la frase del Génesis y ratifica que Jesús es el gran
profeta anunciado y esperado en Israel.

Moisés afirmó: El Señor Dios hará que un profeta como yo surja de entre sus hermanos. Hch
3:22.

Estos ejemplos nos muestran que el estudio del Antiguo Testamento ayuda a conocer al Señor.
¿Le gusta a usted leer los evangelios a la luz de los antiguos personajes?

Cuando Dios creó a Adán y Eva, les dio el aliento de vida. El primer regalo anuncia el
don del Espíritu Santo en Pentecostés — el aliento de Dios — que le dio a los apóstoles
la propia vida de Cristo.

Cuando Dios vio la maldad en la tierra en la época de Noé, Dios lavó sus pecados con
el diluvio. El diluvio del Antiguo Testamento nos anuncia el bautismo, que lava el
pecado original de nuestro cuerpo y nuestra alma.

Nuestros corazones se angustian con la historia de Isaac: cómo Dios le pidió a


Abraham que sacrificara a su único y amado hijo. Nos maravillamos al ver que Isaac
inclusive llevó la madera para su propio sacrificio. El sacrificio que Abraham no tuvo que
completar nos anuncia el sacrificio que Dios Padre completó — dándonos su único y
amado hijo, y permitiéndole cargar la madera al sacrificio perfecto de la cruz.

Una y otra vez, en niveles aún más profundos, el Antiguo Testamento prefigura el
Nuevo Testamento, y este se cumple en Cristo. Las lecturas de la Semana Santa y el
Triduo muestran este patrón.

En el antiguo testamento, un cordero sin mancha es sacrificado en la Pascua. Su


sangre es aplicada en el dintel y en los postes de las puertas de las casas para proteger
del ángel de la muerte a las personas que estaban dentro. En el nuevo testamento,
Jesús es el cordero sin mancha que es sacrificado en la Cruz. Su sangre fue derramada
para salvarnos de la muerte eterna.

En el antiguo testamento Dios alimenta a su pueblo en el desierto con el maná — Él les


proporciona el pan de cada día. En el nuevo testamento, Jesús nos alimenta con su
cuerpo y sangre — el verdadero pan del Cielo se transforma en nuestro pan de cada
día en la eucaristía.
En el antiguo testamento, Josué lleva al pueblo de Dios fuera del desierto a la tierra
prometida de Canaán. En el nuevo testamento, Jesús lleva al pueblo de Dios fuera del
desierto espiritual del pecado a la tierra prometida del cielo.

Dios tiene un plan. El plan es prefigurado a través del antiguo testamento, y se cumple
en Cristo. Las lecturas de la Semana Santa y el Triduo nos dan grandes ejemplos de
este patrón de prefiguracion y cumplimiento.

Pero el plan de Dios no está realmente completo aún. Su plan más profundo es
ofrecernos la oportunidad de compartir el misterio de la vida de Cristo, su muerte y su
resurrección.

Así que, aquí está mi motivación para ustedes: no se pierdan la oportunidad que nos
ofrece la Semana Santa de ver, entender más profundamente, y compartir el plan de
Dios. 

TIPOLOGIAS DE CRISTO EN EL ANTIGUO TESTAMENTO. (Estudio bíblico)

Al estudiar la Biblia nos encontramos con la REALIDAD de Dios manifestada en Jesucristo. Son
las Sagradas Escrituras las que dan testimonio de él.

“Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas
son las que dan testimonio de mí”
Juan 5:39

Mientras más nos sumerjamos en el estudio de la Palabra de Dios, mayor será nuestra convicción
en su contenido.

Presento a continuación, buena parte de un estudio bíblico elaborado por William S. H. Piper,
D.D. quien desarrolla de una manera amplia y profunda el testimonio que dan las escrituras sobre
nuestro Señor Jesucristo.

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TIPOLOGIAS DE CRISTO EN EL ANTIGUO TESTAMENTO


William S. H. Piper, D.D.
INTRODUCCION.

Se debe tener en mente que el Señor Jesucristo es el sujeto y el tema del Antiguo Testamento
como también del Nuevo Testamento. El objetivo de este estudio sobre la tipología es para
despertar en cada uno una mayor consciencia del valor del estudio del Antiguo Testamento que
resultará en un amor más profundo para Cristo.

IMPORTANCIA DE LA LECCION.

Cristo es el centro, el sujeto y el tema de todas las Escrituras. Está en cada libro. Muchos tipos de
Cristo son evidentes a través del Pentateuco (Los cinco primeros libros de la Biblia).

Un estudio sincero añadirá entusiasmo a su estudio bíblico y le dará una apreciación profunda
para el Antiguo Testamento y una devoción más profunda para Cristo.

Un conocimiento de los tipos hace que el Antiguo Testamento resalte con vida y reafirme el
hecho de que la Biblia, aunque contenga 66 libros, es en realidad un GRAN LIBRO revelando la
redención del hombre por medio del sacrificio, la resurrección, y la gloria futura de Cristo.

LA AUTORIDAD PARA LOS TIPOS.

En cuanto a personas y eventos lea 1ª Corintios 10:1-11.

En cuanto a objetos, símbolos, colores, días especiales, sacrificios,


fiestas, etc. y todo lo referente al tabernáculo, lea Hebreos 9:1-26

EL PROPOSITO DE LOS TIPOS.

Para ejemplos - 1ª Corintios 10:11, “Y estas cosas les acontecieron como ejemplo” en otras
palabras, los tipos eran ilustraciones de lo que debíamos esperar en nuestra relación para con
Cristo.

Para nuestra admonición - 1ª Corintios 10:11 “y están escritas para amonestarnos a nosotros” Los
tipos no eran meramente ilustraciones sino que eran exhortaciones, dados para amonestarnos. Lea
también 2ª Timoteo 3:16, 17.
Para enseñarnos - Romanos 15:4, “Porque las cosas que se escribieron
antes, para nuestra enseñanza se escribieron...” Los tipos no eran sencillamente ilustraciones del
significado de grandes verdades.

Para revelar y magnificar a Cristo y para enseñarnos a considerarle a él. Lucas 24:27, “Y
comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las
Escrituras lo que de él decían” Lucas 24:44, “Y les dijo: Estas son las palabras que os hablé,
estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la
ley de Moisés, en los profetas y en los salmos.” Juan 5:39.

LOS TIPOS EN GENESIS.

Adán - Note 1ª Corintios 15:45 y Romanos 5:14 para la verificación en el Nuevo Testamento.
Adán era un tipo positivo de Cristo en algunas maneras y tipo de contraste en otras.

Positivamente:

Los dos eran cabezas de nuevas creaciones - Adán, la vieja (Génesis 1:26-28; 2:15-26; Lucas
3:38) y Cristo la nueva (Apocalipsis 11:15; 20:6; 2ª Corintios 5:17; Efesios 2:10; 4:24).

Los dos fueron heridos y de las heridas en sus costados las “esposas” fueron formadas. (Génesis
2:22-25; Efesios 5:22-32).

Ambos fueron desafiados por Satanás (Génesis 3:1- 6; Mateo 4:1-11).

Los dos fueron tentados en cuanto a sus apetitos físicos (Génesis 3; Mateo 4:3, 4).

En cuanto a contraste:

A Adán le fue dado vida (Génesis 2:7); Cristo es el que da vida (1ª Corintios 15:45; Juan 10:10,
28).

En Adán todos mueren (1ª Corintios 15:22); En Cristo todos los que creen serán hechos vivos, (1ª
Corintios 15:22; 1ª Juan 5:12; Juan 20:31).

A Adán le fue dado una esposa que fracasó (Génesis 2:22-3:6) A Cristo le fue dado una “esposa”
que no puede fracasar (Efesios 5:25-27; Apocalipsis 19:7, 8).
Adán era cabeza de lo natural y de lo de la tierra. Cristo es cabeza de lo espiritual, lo celestial. Él
es el Señor del cielo. (1ª Corintios 15:46-48).

Eva - un tipo del creyente y de la iglesia.

Ella fue creada de Adán (Génesis 2:22). Nosotros somos creados “en Cristo Jesús” (2ª Corintios
5:17).

Ella había de ser la esposa de Adán y su ayuda idónea (Génesis 2:18-24). La iglesia es la esposa
de Cristo y su ayuda idónea, (Efesios 5:22-32; Juan 3:28, 29; 2ª Corintios 6:1).

A ella le fue dada la naturaleza de Adán, (Génesis 5:2; 2ª Corintios 11:2, 3). A nosotros nos es
dada la naturaleza de Cristo, (Gálatas 2:20; 2ª Pedro 1:4; 2ª Corintios 5:7).

Las túnicas de pieles – Génesis 3:21. Proveídas por Dios para esconder la vergüenza de Adán.
Estas pieles son típicas de la ropa de la justicia de Cristo por la cual todo creyente es vestido -
(Filipenses 3:9; 1ª Corintios 1:30; Isaías 61:10; Romanos 3:21; Apocalipsis 19:8).

Caín y Abel - Estos hermanos son tipos de contraste del incrédulo y del creyente - (Génesis 4:1-
15). Caín no quiso reconocer su pecaminosidad y su necesidad de un sacrificio. Lleno de orgullo,
buscaba la aprobación de Dios por traer una ofrenda de sus propias manos y escoger. Siendo
rechazado, dio lugar en su vida a la ira y homicidio. Abel es un tipo del hombre espiritual.
Mientras que no era mejor hombre que Caín naturalmente, “ofreció a Dios más excelente
sacrificio que Caín”, Hebreos 11:4. Era obediente. Por fe, reconoció su pecaminosidad y su
necesidad para una salvación sustitutiva por la sangre derramada. Lea Hebreos 9:22; 11:4; 1ª Juan
3:12.

Los primogénitos de las ovejas - Génesis 4:4. Un cordero es el tipo de Cristo que no falla y que es
continuo como el Salvador sufriente. (Juan 1:29; Hebreos 9:26). Cristo era el cordero inocente,
humilde, y sin mancha quien fue “guiado al matadero” (Isaías 53:7; Mateo 26:52-54).

Enoc - Génesis 5:22-24. Un tipo de aquellos creyentes, vivos cuando venga Cristo, quienes
seremos “arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire”. Lea
Hebreos 11:5 y 1ª Tesalonicenses 4:16, 17.

Abraham - Génesis 15:6 es el padre y también el tipo de todos los que son justificados por la fe -
Gálatas 3:6, 7; Romanos 4:3; Santiago 2:23. Es también un tipo de Dios Padre que no escatimó a
su propio Hijo, Génesis 22:9; Romanos 8:32; y quien buscó una novia para su hijo, Génesis 24;
Romanos 7:4; 2ª Corintios 11:2.
Melquisedec (un sacerdote cuyo nombre significa “Rey de Justicia”) Génesis 14:17, 18, es un
tipo de Cristo el Rey Sacerdote. También era rey de Salem que significa “paz”. Como tipo, se
aplica estrictamente a la obra sacerdotal de Cristo en la resurrección - la autoridad real y duración
sin fin de su sacerdocio - Hebreos 5:6; 6:20; 7:2.

Sara - Génesis 21:3, un tipo de gracia “la mujer libre” en contraste a Agar. Génesis 17:15-19;
Gálatas 4:21-31.

Isaac - Génesis 21:3 es un tipo de varias cosas. Las más sobresalientes son:
De Cristo obediente hasta la muerte - Génesis 22:1-10; Filipenses 2:5-8;
De Cristo como el novio de una novia gentil (La Iglesia). Génesis 24; Mateo 25:10; Efesios 5:22-
31.

De la resurrección - Hebreos 11:17-19.

El carnero trabado en un zarzal - Génesis 22:13 - un tipo de Cristo, nuestro sustituto quien fue
ofrecido por nosotros. Hebreos 10:5-10; 11:17-19.

TIPOS EN EXODO.

El libro entero es un tipo de la redención.

Era enteramente de Dios - Éxodo 3:7, 8; Juan 3:16; Efesios 1:7.

Era por medio de una persona - Éxodo 2:3; Juan 3:17; Colosenses 1:14.

Era por sangre - Éxodo 12:13, 23, 27; 1ª Pedro 1:18,19.

Era por poder - Éxodo 6:6; 13:14; Romanos 8:2; Gálatas 5:16.

Moisés.

Un tipo de Cristo (Deuteronomio 18:15; Hechos 3:22) nuestro Libertador divinamente escogido
(Éxodo 3:7-10; Isaías 61:1,2; Lucas 4:18; 2ª Corintios 1:10; 1ª Tesalonicenses 1:10)

Divinamente escogido - Éxodo 3:7-10; Hechos 7:25.

Rechazado por Israel, se viró hacia los gentiles - Éxodo 2:11-15; Hechos 28:17-28.
Aparece otra vez como libertador de Israel y es aceptado – Éxodo 4:29-31; Hechos 15:14-17;
Romanos 11:24-26.

Tipifica a Cristo como:

Profeta - Hechos 3:22,23;


Abogado - Éxodo 32:31-35; 1ª Juan 2:1,2;
Intercesor - Éxodo 17:1-6; Hebreos 7:25;
Líder - Deuteronomio 33:4,5; Hebreos 2:10.

La pascua - Éxodo 12:1-28. Tipo de Cristo, nuestro Cordero de pascua y


Un nuestro Redentor - Juan 1:29; 1ª Corintios 5:6,7; 1ª Pedro 1:18,19. El
Cordero tenía que ser:

Sin mancha - Éxodo 12:5,6; Lucas 11:53,54; Juan 8:46; 18:38; 1ª Pedro 1:19.
El Cordero “aprobado” había de ser matado - Éxodo 12:6; 1ª Pedro 1:19; Hebreos 9:22; Hechos
2:23; Apocalipsis 5:6; Lucas 9:22; Apocalipsis 13:8.

Se tenía que aplicar la sangre - Éxodo 12:7; apropiamos la sangre de Cristo por fe - Juan 3:36;
Romanos 3:25.

La sangre solamente aplicada proveía un refugio perfecto del juicio Éxodo 12:13; Hebreos
10:10,14; 1ª Juan 1:7.

La fiesta, que seguía la liberación, tipifica a Cristo, el Pan de Vida y corresponde a la Santa Cena
- Juan 6:48; Mateo 26:26-28; 1ª Corintios 11:23-26.

Mara (Agua amarga) - Éxodo 15:22-27. El agua amarga hecha dulce por un árbol que tipifica a
Cristo, quien por el “árbol” del calvario, hace que nuestras vidas amargas sean dulces - 1ª Pedro
1:6-8.

Maná - Éxodo 16:35. Este “pan liviano” (Números 21:5) o “trigo de los cielos” (Salmos
78:24,25) es un tipo de Cristo, el “Pan del cielo”, en humillación dando su vida para que el
creyente tenga vida (Juan 6:49-51). Reflexionar en Cristo, es comer del maná del cielo (Juan
6:38-41).

La peña de Horeb - Éxodo 17:6 - un tipo de Cristo, la ROCA de nuestra salvación - 1ª Corintios
10:4; Mateo 16:18; 1ª Corintios 3:11; 1ª Pedro 2:4-8; Efesios 2:20; Salmos 62:2,6; Isaías 8:14;
28:16; Números 20:11.

Hay muchos aspectos de este hermoso tipo:

Herida (como lo fue Cristo) por Dios, Isaías 53:4; por hombre, Juan 18:22, 23.
El agua fue vertida (tipo del poder del Espíritu Santo que da vida), Juan 7:37-39; Romanos 8:2;
Juan 6:63.
La gente no era digna (no lo somos nosotros), Romanos 3:9-12.
El agua era gratis (así también la salvación), Romanos 5:16, 18. Todo por la gracia y el poder de
Dios (así también la salvación), Efesios 2:8, 9.
El agua era abundante (así también la gracia de Dios), 2ª Corintios 9:8; Romanos 5:20.
El pueblo solo tenía que tomar y vivir por fe (así también es con nosotros), Juan 7:38, 39.
El tabernáculo - Éxodo 25-31 y 36-40. El tabernáculo entero es tipo de Cristo hasta el menor
detalle. Esperamos que lo que aprenda aquí le despierte la curiosidad para estudiarlo más a fondo.
Primero, lea cuidadosamente Hebreos 9:1-26 para ver de donde proviene la autoridad de decir
que es un tipo.

Generalmente, el Nuevo Testamento declara que el tabernáculo es tipo de tres maneras:

De la iglesia o santuario - Éxodo 25:8 como “habitación de Dios por el Espíritu”, Efesios 2:19-
22.
Del creyente - 2ª Corintios 6:16.
Como una figura o modelo de cosas celestiales Hebreos 9:23-24.

Aún los colores eran tipos. El significado de ellos generalmente aceptado es como sigue:

El oro representa la deidad de Cristo.


La plata significaba redención.
El bronce habla de juicio.
Azul representa lo que es celestial en naturaleza y origen.
Púrpura significa la realeza de Cristo y
La grana habla de la sangre del sacrificio.

El arca, Éxodo 25:10; 37:1-5. Hecho de madera de acacia y oro, tipificaba la humanidad y la
deidad de Cristo. Su contenido de la Ley, el Maná, y la vara de Aarón (Hebreos 9:4) tipificaban a
Cristo como teniendo la ley en su corazón, como siendo alimento para su pueblo y el Cristo
resucitado.

El propiciatorio, Éxodo 25:17-23; 37:6-9. Está cubierta para el arca estaba rociada con sangre por
el Sumo Sacerdote en el Día de Expiación. Cuando Dios veía esa sangre de un sustituto inocente,
sabía que sus demandas de santidad habían sido satisfechas. Lo que hubiera sido el asiento de
juicio ahora es el “propiciatorio”. Todo esto era tipo de Cristo quien es nuestro propiciatorio, y
sacrificio sustitutivo quien satisface la justicia de Dios en nuestro favor. Romanos 3:24-26.

El pan de la proposición,- Éxodo 25:23-30; 37:10-16. Revela a Cristo como el Pan de Dios que
da vida y la sostiene, Juan 6:32-58.

El candelero,- Éxodo 25:31; 37:17-24. Tipo de Cristo, la Luz del mundo alumbrando en el poder
del Espíritu - Juan 1:4, 9; 8:12; 9:5; Isaías 11:2; Apocalipsis 1:4.
El lino torcido - Éxodo 26:1; 36:8 - es tipo de la justicia de los redimidos Apocalipsis 19:8, y de
la justicia personal de Cristo.

El velo interior - Éxodo 26:31; 36:35. Un tipo del cuerpo de Cristo. Lea Hebreos 10:20; Mateo
26:26; 27:50, 51.

El altar bronceado - Éxodo 27:1; 38:1, 2. Es un tipo de Cristo en la cruz como nuestro
holocausto, ofreciéndose a sí mismo sin mancha a Dios, Hebreos 9:14.

El aceite, “de olivas machacadas para el alumbrado”- Éxodo 27:20; 35:8, 28. Un tipo del Espíritu
Santo. Únicamente por el Espíritu podemos caminar en la luz, Zacarías 4:2-6; 1ª Juan 1:7;
Gálatas 5:16; Hebreos 1:9. Cristo fue ungido con el Espíritu Santo, Hechos 10:38.

Aarón y sus hijos, - Éxodo 28:1; Números 3:10. Cristo conduce su oficio sacerdotal tras el
modelo de Aarón. Hebreos 8:1-6; 9:1-28.

Los hijos de Aarón son tipos de los creyentes sacerdotes de la edad de la iglesia, Apocalipsis 1:6;
1ª Pedro 2:9.

El altar para quemar el incienso,- Éxodo 30:1; 37:25-29 es un tipo de Cristo, nuestro intercesor,
Hebreos 7:25; Juan 17:1-26.

La Puerta del atrio,- Éxodo 38:18-23, es tipo de Cristo, la única puerta de la salvación, Juan 10:9;
Juan 14:6. Había solamente una puerta. (Así es la puerta de la salvación, Apocalipsis 22:17). Las
cortinas hablaban de la humildad de Cristo, los colores hablaban de su carácter y las columnas
hablaban de los cuatro evangelios que soportan su Deidad.

LOS TIPOS EN LEVÍTICO.

Las ofrendas - estas cinco ofrendas demuestran la gran ofrenda del cuerpo de Cristo. Las tres
primeras son “ofrendas de olor grato”, que son tipos de Cristo en su propia perfección y su
devoción a la voluntad del Padre. Las dos últimas son “ofrendas de expiación (no gratas)” que
son tipos de Cristo cargando la pena y culpa del pecador.

El holocausto. Levítico 1:3-17; 6:8-13 – esto representa la obra de Cristo hacia Dios,
ofreciéndose a sí mismo sin mancha a Dios. La santidad de Dios se satisface y su justicia es
vindicada. Es voluntaria y sustitutiva. No hay mención de pecado porque “y que de todo aquello
de que por la ley de Moisés no pudisteis ser justificados, en él es justificado todo aquel que cree,”
Hechos 13:39; note Hebreos 10:7, 8; 2ª Corintios 5:19.

La oblación - Levítico 2; 6:14-23; 21:17 - no hay sangre. Esto es tipo de la virilidad sin mancha
de Cristo. Es una ofrenda a Dios para asegurar un favor. Cristo es nuestra “oblación”, el Pan de
Dios. El que sostiene la vida. Es aquél del cual el creyente se alimenta, Hebreos 7:26; Juan 6:51.
Sacrificio de paz - Levítico 3:1-17; 7:11-13. Cristo, por su muerte, llega a ser nuestra paz y
reconciliación con Dios. Note Romanos 5:11; Colosenses 1:20.

Las ofrendas de pecado y prevaricación. Estas dos ofrendas son idénticas con excepción de su
significado típico. Levítico 4 y 5 y 6:1-7. La ofrenda de pecado - Cristo haciendo expiación por la
naturaleza pecaminosa del hombre. Aquí Cristo (es hecho pecado por nosotros), 2ª Corintios
5:21. Aquí el pecado es “no dar en el blanco”, Romanos 3:23. El animal fue quemado “fuera del
campamento”. Así también Cristo fue ofrecido “fuera del campamento”, Hebreos 13:11. La
ofrenda de prevaricación - ve a Cristo como el que carga los delitos y hechos pecaminosos del
creyente. Los pecados son perdonados por Aquel que los cargó en su propio cuerpo en la cruz, 1ª
Pedro 2:24; Isaías 53:6.

Las fiestas de Israel

La Fiesta de la Pascua - Levítico 23:4, 5; Éxodo 12:12, 13. Se hacía para conmemorar la muerte
del cordero de Pascua y el rociar la sangre en los dos postes y en el dintel de la puerta para estar
asegurados contra el ángel de la muerte. Cristo es nuestra Pascua, 1ª Corintios 5:7.

La Fiesta de Pan sin Levadura - Levítico 23:6-8. Todo pan con levadura (tipo de pecado) se tenía
que desechar. Cristo es el que no tiene pecado (sin levadura) es en El que nos alimentamos.
Tenemos que abandonar la “levadura” si deseamos alimentarnos y tener comunión con El, 1ª
Corintios 5:7; 2ª Corintios 7:11; Gálatas 5:9.

La Fiesta de las primicias de los primeros frutos - Levítico 23:9-14. Los frutos de la cosecha
temprana se mecían delante el Señor. Cristo murió durante la fiesta de la Pascua. Se levantó de
los muertos y llegó a ser “primicias de los que durmieron”, 1ª Corintios 15:20, 23.

La Fiesta de Pentecostés - es la segunda de las grandes fiestas, quiere decir 50 (también se dice de
semanas), Levítico 23:15-25. Ocurrió a los 50 días después de la primicia de los “primeros
frutos.” Pentecostés ocurrió 50 días después de la resurrección de Cristo. Ahora se traía pan y no
gavillas. Levadura ahora está presente en el pan. En Pentecostés el Espíritu Santo formó a los
creyentes en un molde, 1ª Corintios 12:12, 13, pero había pecado (levadura) en la iglesia, Hechos
5:1-10.

La Fiesta de las Trompetas - Levítico 23:23-25 - Es una fiesta del año nuevo después de la
cosecha. Cuando se tocaban las trompetas, todo negocio cesaba. Cuando Cristo vuelve, sonarán
las trompetas y amanecerá un nuevo día. 1ª Tesalonicenses 4:16; 1ª Corintios 15:52. Esta fiesta
que anticipa el arrepentimiento y la restauración de Israel - Un nuevo día después de la edad de la
iglesia – Hechos 15:14-17.

La Fiesta de la Expiación - Levítico 23:23-25 – observada anualmente para ayunar y descansar


cinco días antes de la Fiesta de Tabernáculos. En este día el Sumo Sacerdote entraba al lugar
Santísimo para hacer expiación por todo el pueblo de Israel. Cristo es nuestro Sumo Sacerdote,
Hebreos 9:1-11, 26. En cuanto a tipo, esta fiesta habla de la limpieza y preparación de Israel para
la venida de Cristo - Deuteronomio 30:1- 10.
La Fiesta de Tabernáculos - Levítico 23:33, 34. “Tabernáculos” se refiere a las viviendas donde
moraban los israelitas durante esta fiesta. Una vez al año en Jerusalén, como la santa cena para la
iglesia, se conmemoraba su liberación pasada, versículo 43, con la mira hacia la gloria futura, 1ª
Corintios 11:24-

OTROS TIPOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO.

La Serpiente de Bronce - Números 21:5-9 - un tipo de Cristo siendo hecho pecado por nosotros,
2ª Corintios 5:21; Juan 3:14, 15.

Josué- significa “Jehová Salvador”, Josué 1:1-9. Un tipo de Cristo, el


Capitán de nuestra salvación, Hebreos 2:10.

El sigue a Moisés, Juan 1:17.


El guía a victoria, 2ªCorintios 2:14.
Él era abogado en la derrota, 1ª Juan 2:1, 2.
Él proporcionaba la herencia, Efesios 1:11, 14.

El cruzar del Río Jordán - Josué 3 - es un tipo de nuestra muerte y resurrección con Cristo,
Romanos 6:1-10; Efesios 2:5, 6; Colosenses 3:1-
3. El poseer a Canaán no es un tipo de entrar al cielo, porque es un tiempo de prueba, de
conflictos, guerras con derrotas y victorias. Es pues, tipo de nuestra vida resucitada en Cristo en
la cual luchamos contra los poderes de la oscuridad, Efesios 6:12, 13; y de la debilidad de nuestra
carne, Gálatas 5:16, 17.

Rut y Booz - en el libro de Rut, lea 2:1; 3:10-18; 4:1-10. Rut, una gentil (Pagana), reconoce que
su esperanza y su redención estaba en Booz a quien reconoce como su pariente cercano redentor.
Booz paga el precio de la redención y se casa con Rut. Cristo es nuestro Pariente Cercano
Redentor.

CONCLUSIÓN

Tenga en mente que el estudio de los tipos nos asegura que toda Escritura es dada por inspiración
de Dios, 2ª Timoteo 3:16, y que testifica acerca del Señor Jesucristo, Juan 5:39; Lucas 24:27, 44;
Hechos 8:35, etc.

Hay tipos que no hemos tocado y verdades que no se han enseñado. Nuestra oración es que este
estudio haya creado en su corazón un hambre para profundizar más y más en la Palabra de Dios.

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