Medidas Cautelares en El Proceso Laboral Venezolano
Medidas Cautelares en El Proceso Laboral Venezolano
Medidas Cautelares en El Proceso Laboral Venezolano
Caracas- Venezuela
Febrero 2014
Central University of Venezuela
Faculty of Law and Political Science
Centre for Postgraduate Studies
Specialization in Litigation. Mention Labor
Caracas-Venezuela
February 2014
Dedicatoria
i
ii
ABSTRACT
The purpose of this study is to determine the specificity of the interim remedy in the
Venezuelan labor process , to do the following specific objectives were established:
a) Establish the system of precautionary measures in the Venezuelan judicial
system, b ) Identify the fundamentals of precautionary measures, c ) Determine the
precautionary measures on the labor process , d ) Set the power of the labor court
injunction e) Indicate the role of the precautionary measures in the labor process .
The research questions that arise are: 1.- How is the system of precautionary
measures in the Venezuelan judicial system? 2.- What are the basics of the
precautionary measures? 3.- What steps precautionary measures can be taken in
the work process precautionary? 4 .- What power belongs to the labor court? , and
5-. Which roles do precautionary measures in the Venezuelan judicial process work?
The design methodology used was the non-experimental , descriptive design . The
research was descriptive chosen. Strategies for the treatment of documentary
sources used were based on the technical study and analysis the various
documentary sources.
iii
LISTA DE SIGLAS
iv
v
LISTA DE FIGURAS
Nº Descripción Pág.
vi
ÍNDICE DE CONTENIDO
Pág.
Agradecimiento i
Resumen ii
INTRODUCCIÓN 1
CAPÍTULO I
LA TUTELA CAUTELAR
Concepto y Fundamento 6
CAPÍTULO II
vii
Improcedencia de la Casación 45
CONCLUSIONES 66
MATERIALES DE REFERENCIA
Referencias 69
viii
INTRODUCCIÓN
1
cautelares, por desconocimiento en algunos aspectos de la novísima Ley
Orgánica Procesal del Trabajo, en lo adelante LOPTRA, sin embargo, el
mismo cuenta con los mecanismos necesarios para hacer uso de tales
medidas.
2
la moral y de las buenas costumbres y, por último, el goce de ciertos
beneficios económicos y sociales conceptuados indispensables para
una vida decorosa (Guzmán, 2000, p.60).
De lo anterior se deduce que el procedimiento laboral que se ventila en
sede jurisdiccional, tiene como fin proteger los derechos de los trabajadores,
razón por la cual el juez del trabajo en cada una de sus actuaciones le
corresponde no descuidar la protección de los mismos.
3
sus derechos y obligaciones o para el examen de cualquier acusación contra
ella en materia penal”. Dicha norma contempla el derecho a la tutela judicial
entendido como derecho humano.
4
De acuerdo a los objetivos establecidos para el desarrollo de la
investigación se escogió el diseño de investigación no experimental,
descriptiva, bajo un enfoque descriptivo. Por la naturaleza del diseño de
investigación escogido para la elaboración del trabajo, es una investigación
de tipo descriptiva, al respecto éste tipo de investigación “busca especificar
propiedades, características y rasgos importantes de cualquier fenómeno
que se analice” (Hernández, Fernández y Baptista, 2003, p. 119).
5
CAPÍTULO I
LA TUTELA CAUTELAR
6
tiempo que transcurre desde el momento en que es introducida la demanda
hasta el momento en el cual es emitida la sentencia, es suficiente para que
no se lleve a cabo la ejecución de la decisión por distintas causas.
7
Toda persona tiene derecho de acceso a los órganos de
administración de justicia para hacer valer sus derechos e intereses,
incluso los colectivos o difusos, a la tutela efectiva de los mismos y a
obtener con prontitud la decisión correspondiente.
El Estado garantizará una justicia gratuita, accesible, imparcial,
idónea, transparente, autónoma, independiente, responsable, equitativa
y expedita, sin dilaciones indebidas, sin formalismos o reposiciones
inútiles.
Puede apreciarse, que no basta con el hecho de que el ciudadano acceda
a los tribunales, sino que se requiere la sustanciación de un juicio apegado al
debido proceso legal, que se dicte una sentencia ajustada a derecho, y
finalmente, que sea efectiva; es decir, que la decisión se ejecute.
8
En lo que respecta a Chiovenda (1922), maestro de Calamandrei, precisa
que las medidas provisionales se corresponden a una necesidad efectiva y
actual de remover el temor de un daño jurídico, si este daño era en realidad
inminente y jurídico, ha de resultar de la declaración definitiva.
9
decreta la medida), previene y evita el daño, garantizando que no quede
ilusoria la ejecución de la sentencia.
a. La Instrumentalidad.
1
“El poder cautelar implica una potestad reglada y el deber que tienen los jueces para evitar cualquier daño que se
presente como probable, concreto e inminente en el marco de un proceso en perjuicio de las partes y por supuesto
en detrimento de la administración de justicia”, en Sentencia de fecha 25/2/2013 del Juzgado Segundo de Primera
Instancia de Juicio del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Estado Lara. Asunto: KH09-X-2013-000010 (Caso
Miguel Rosal vs. Carnes El Pazo, C.A.).
10
En consecuencia, en virtud de esta característica, toda medida es
conducente a ser viable y posible la tutela jurisdiccional efectiva, que pudiera
otorgarse en una sentencia favorable a dictarse en un proceso de cognición
o de ejecución.
b. Temporalidad.
Siendo así, las medidas cautelares no son “una solución definitiva, sino
tan sólo una regulación temporal de las posiciones de las partes mientras
crean derechos” (Ramos, 1997, p. 725).
c. Provisionalidad.
11
Por dictarse la resolución cautelar con carácter de urgencia las medidas
cautelares siempre serán provisionales, lo que implica que el juez puede
revocarlas a solicitud de la parte o en el caso de una impugnación.
Igualmente, resulta posible variar las medidas en el ínterin del proceso
cuando cambien las circunstancias por las que se hicieron decretar. La
provisoriedad responde, entonces, al hecho sobrevenido que ponga fin a la
medida, a nuestro juicio a un “mientras tanto”, entretanto ocurra algo mejor.
d. Autonomía.
12
pretendido no puede conllevar tal decisión la declaración retrospectiva de la
inexistencia de una de las condiciones de la acción cautelar, y en
consecuencia, como evidencia de la ilegitimidad de la medida cautelar
concedida y ejecutada.
e. Mutabilidad.
13
f. Urgencia.
14
consecuencia la denegación de la misma presupone una clara
violación a la misma.
15
1. La medida cautelar como manifestación de la justicia preventiva, la
cual se constituye por todas aquellas medidas que tienen una finalidad
asegurativa o precautoria, afirmándose lo anteriormente dicho,
respecto a un desarrollo procesal que conlleva a la cautela como un
juicio autónomo.
2. La medida cautelar como instrumento en función de un juicio, al
respecto la medida no tiene una independencia propia, pero si en
cuanto a su aspecto procedimental. Es decir, la medida solo es útil
durante el transcurso del juicio, ya que ella contribuye a evadir los
riesgos que implican la durabilidad del mismo.
16
De la característica de instrumentalidad de la medida, esto es, la medida
como un medio para asegurar la eficacia de la sentencia, nace a criterio de
Ortiz (2004) la necesidad del fomus bonni iuris, es decir, la apariencia y
credibilidad del derecho que invoca la parte que solicita la medida.
b. El periculum in mora.
Alude al peligro que existe cuando “la lentitud del procedimiento ordinario
lo consienta”, la urgencia de que se dicte la medida cautelar recae no en la
satisfacción del derecho, sino en procurar asegurar los medios aptos para
que una vez dictada la sentencia principal, se intente su eficaz ejecución. Por
estas razones, no existe cosa juzgada y la relación sustancial sigue siendo
17
un hecho controvertido, la medida cautelar recae sobre bienes que
posteriormente pudieran ser objeto de ejecución, según corresponda el caso.
18
c. El periculum in damni en las medidas innominadas.
El Parágrafo Primero del artículo 588 del CPC, establece que, con exacta
sujeción a lo dispuesto en el artículo 585 eiusdem, el Tribunal podrá acordar
las providencias cautelares que considere adecuadas cuando hubiere
fundado temor de que una de las partes pueda causar lesiones graves o de
difícil reparación al derecho de la otra.
19
a. Situación jurídica cautelable.
Para Ortells Ramos (1997) es, "la situación jurídica a que se refiere la
pretensión del juicio principal y para cuya tutela cautelar se establece la
medida" (p.164).
2.1. Mueble.
2.2. Inmueble.
20
3. Obligación de hacer.
4. Obligación de no hacer.
21
Las medidas cautelares que pueden adoptarse cuando se pretenda la
entrega de una cosa o bien mueble dependerá a juicio del precitado autor,
que la acción sea real o mixta sobre la cosa o que la entrega de la cosa
mueble sea en base a una acción personal, para lo cual la medida que se
requiere es el secuestro de la cosa, pero cuando la medida dependa de la
acción personal los requisitos para que el juez acuerde la medida deberán
ser más exigentes.
22
medida que decrete el juez conlleve la no ejecución de una obligación, como
la suspensión de una actividad que se está realizando.
23
Estas medidas son típicas para un procedimiento pero indeterminado en
su contenido, porque se deja al criterio del juez determinar el contenido de la
misma, pueda que se parezca a las indeterminadas en cuanto a su
contenido, pero las medidas cautelares a las que nos referimos no son
aplicables a cualquier procedimiento como las llamadas indeterminadas.
3. Medidas complementarias.
24
(sic) eficacia y el resultado de la medida típica o innominada previamente
decretada” (Ortiz, 1997, p. 191).
25
leyes, y ejecutar o hacer ejecutar sus sentencias”, y, en los mismos términos
lo hace la Ley Orgánica del Poder Judicial (1998), al señalar que “el ejercicio
de la potestad jurisdiccional de juzgar y hacer ejecutar lo juzgado,
corresponde exclusivamente a los tribunales”. Esas sub-funciones de “juzgar”
y “hacer ejecutar lo juzgado” se cumplen a través de dos tipos de procesos:
“el proceso de declaración o conocimiento” y “el proceso de ejecución”. Pero
puede suceder que la realización de esos dos procesos no sea suficiente
para satisfacer la pretensión procesal que se deduce en juicio y de la que
conoce el órgano jurisdiccional, en consecuencia la doctrina ha admitido una
tercera sub-función: la cautelar, que se materializa a través del proceso
cautelar. Tenemos así, que el cumplimiento de la función jurisdiccional se
cumplen a través de:
26
fundamento se encuentra en el periculum in mora y en el fomus boni iuris
para la adopción de medidas concretas.
27
resulte inerte al momento de querer hacerlo efectivo. En definitiva, lo que se
alcanzaría a producir es una injusticia y el quebranto del artículo 26
constitucional, referido al debido proceso.
28
CAPÍTULO II
29
Así, surge una competencia definida al Juez de Sustanciación Mediación
y Ejecución de dictar y sustanciar medidas cautelares que tengan como
finalidad proteger la eficacia de la sentencia en el futuro.
30
Cuando alguna de las partes efectúa una solicitud de las medidas
preventivas contenidas en nuestro ordenamiento procesal, el juez debe
ser muy cuidadoso en el cumplimiento de los requerimientos antes
mencionados, lo que obliga al juez a realizar un examen de tales
extremos en el caso bajo su revisión. Al cumplirse con las exigencias
que orienta la jurisprudencia patria se evitaría que el fallo carezca de las
razones necesarias, y que por su omisión se vea impedida la
apreciación en el fallo cautelar del proceso hermenéutico en la
aplicación de las normas por parte del juez, comportamiento
jurisdiccional que colinda con la tutela judicial efectiva.
En los procesos laborales, el poder cautelar del juez constituye una
garantía del adecuado cumplimiento de las obligaciones laborales que
eventualmente debe cumplir el demandado y, en la legislación especial
se encuentra inmerso el carácter tuitivo de las disposiciones de orden
público en aras de proteger el trabajo como un hecho social.
Respecto al primero de los presupuestos, el periculum in mora o peligro en
la mora, como explicamos en el capítulo anterior, es el peligro de un daño
jurídico urgente y marginal derivado del retraso de la sentencia definitiva. La
“mora” se traduce en el retardo en que se incurre el pronunciamiento por
parte del órgano jurisdiccional, constituye una condición típica y distintiva de
las medidas cautelares. Se observa entonces que de manera implícita la
norma exige el periculum in mora, siendo que la medida tiene por fin evitar
que se haga ilusoria la pretensión, es el fin mismo de la medida, por lo que
en todo caso no se requiere de un medio probatorio. Para La Roche (2003),
“la naturaleza de las medidas cautelares conlleva intrínsecamente la
exigencia del peligro en la mora, cuando la norma reza que el fin de la
medida es evitar que se haga ilusoria la pretensión” (p.390), criterio que
compatimos.
31
se desprende de la condición de trabajador, esa condición debe crear
presunción grave, es decir, resultar de un instrumento público y auténtico.
Probada la condición del trabajador son tutelables los derechos que se
derivan de ella, tal como pago de prestaciones sociales, indemnización de
daños por accidentes laborales, etc.
32
Superior, inclusive en Sala de Casación Social, reiterando en este sentido, el
principio a la tutela judicial efectiva, criterio que más adelante es acogido por
el Tribunal Primero de Primera Instancia de Juicio del Trabajo de la
Circunscripción Judicial del Estado Zulia con sede en Cabimas de fecha 02
de Mayo de 2011, asunto: VH22-X-2011-000005, cuando alude que:
33
Juez de Primera de Instancia de Sustanciación, Mediación y Ejecución, antes
o durante el juicio principal.
34
En este sentido, el decreto cautelar al igual que la sentencia, debe estar
debidamente fundamentada. Fundamentar de acuerdo a lo dicho por la Real
Academia Española, significa “establecer, asegurar y hacer firme algo”, esa
firmeza al plano jurídico que estamos tratando, refiere a cuando esa
afirmación o planteamiento, se requiere establecer con certeza los
fundamentos y razonamientos, constituido del “por qué” esos fundamentos
hacen que tal afirmación sea convincente; entonces, fundamentar, es invocar
las razones, para que esa afirmación sea aceptable y convincente.
35
Respecto al propósito de la motivación del fallo, alude la referida Sala, que
consiste en llevar al ánimo de las partes la justicia de lo decidido y permitir el
control de la legalidad en caso de error, y es precisamente la legalidad del
dispositivo del fallo, lo que se busca es verificar a través de la exposición de
motivos, el conocimiento y convencimiento de las partes, y la condición y
presupuesto para el control del pronunciamiento por medio de los recursos
de apelación y casación.
36
pero todo ello es secundario frente a una sentencia que no permita
conocer adecuadamente las razones de la decisión. En definitiva, la
motivación de las resoluciones es para el justiciable una de las más
preciosas garantías. Le protege contra la arbitrariedad, le suministra la
prueba de que su acción ha sido examinada racionalmente y, al mismo
tiempo, sirve de obstáculo a que el juez pueda sustraer su decisión al
control de la casación. De esta manera, se garantiza la naturaleza
cognoscitiva del juicio, vinculándolo en derecho a la legalidad y de
hecho a la prueba. (El hecho y El Derecho En la Casación Civil. Sergi
Guasch Fernández. Barcelona. España). (Sentencia Sala de Casación
Social del TSJ, de fecha 27 de junio de 2005. Núm. 0717)
Cabe resaltar, la resolución judicial que contiene la medida cautelar, es un
acto de carácter declarativo, pero las diferentes medidas tienen forma distinta
de materializar o ejecutar aquel decreto, por ejemplo, el embargo, en materia
civil, se materializa en el momento en que se cautela físicamente o con
presencia del tribunal bienes del demandado, así mismo, en materia de
secuestro la situación es similar, en las prohibiciones de enajenar y gravar la
materialización se produce con la llegada del oficio al registrador
competente, y en el caso de las cautelas innominadas, la característica
declarativa es la misma, pero la ejecución tiene en cada medida un momento
distinto y especial, que va desde la toma de conocimiento por el afectado, o
quien lo represente, de la cautela decretada hasta la realización de un acto
mediante el cual el Juez o un funcionario competente hace acto de presencia
para notificar de la medida.
37
Medios de Impugnación de las Medidas Cautelares
38
Contra dicha decisión se admitirá recurso de apelación a un solo
efecto, dentro de los tres (3) días hábiles siguientes, contados a partir
del acto que se impugna, la misma será decidida en forma oral e
inmediata y previa audiencia de parte, dentro de los cinco (5) días
hábiles siguientes por el Tribunal Superior del Trabajo, sin admitirse
recurso de casación contra dicho fallo.
La incomparecencia del recurrente a la audiencia se entenderá
como el desistimiento que el recurrente hace de la apelación.
Como puede apreciarse, el único medio de impugnación establecido
contra esa decisión es el recurso de apelación. El precitado artículo al
enunciar “Contra dicha decisión se admitirá recurso de apelación a un
solo efecto…”, expone que la apelación que se interpone contra la decisión
del juez de Sustanciación, Mediación y Ejecución que declare con o sin lugar
la medida se oirá en un sólo efecto, es decir, la apelación es en el sólo efecto
devolutivo y no suspensivo, por ende, el juez de Sustanciación, Mediación y
Ejecución puede continuar con la práctica o ejecución de algún acto o
providencia cautelar que sea necesaria, a pesar de la impugnación de la
medida cautelar.
39
contra el decreto de medidas cautelares, y que puede muy bien aplicarse por
analogía en el proceso laboral. En concreto, el afectado tiene dos
posibilidades para impugnar la decisión cautelar, a través de la oposición de
parte a las medidas preventivas y el recurso de apelación.
40
oposición permite una instrucción (alegaciones y pruebas) más amplia que
los medios de impugnación, y después de esta instrucción, incluso la
posibilidad de una apelación, tal como se refleja en el artículo 602 del CPC.
El art. 602 del CPC y el art. 466-C de la LOPNNA, establecen que una vez
dictada la medida preventiva, es decir, la solicitud cautelar formulada por el
demandante ya ha sido resuelta favorablemente, la parte afectada podrá
oponerse a ella, ésta defensa no suspende la ejecución de la medida
cautelar, pues la oportunidad para oponerse es posterior a la ejecución de la
misma. De las normas que se mencionan, se desprende que la oposición se
formula contra una decisión judicial contenida en una resolución que declara
fundada la solicitud cautelar.
41
En tal sentido, consideramos que la oposición funciona adecuadamente en
un modelo de contradicción previa, es decir, una vez que se gravó al
afectado con la solicitud cautelar, éste ejercerá contradicción por intermedio
de la oposición. En un modelo de contradicción diferida, el afectado ejercerá
su defensa contra la decisión cautelar contenida en resolución por intermedio
de un recurso impugnatorio, que en el derecho procesal venezolano se
denomina igualmente “oposición de parte a las medidas preventivas”.
42
casación, oposición de terceros al embargo; y Excepcionales: invalidación,
amparo contra decisiones judiciales, revisión constitucional), Medios no
recursivos de impugnación: procedimiento de nulidad incidental, tacha de
testigos, tacha documental, y, Demandas de Nulidad: demanda de falsedad
del art. 507, ordinal 2º, del Código Civil.
43
particular regula el establecimiento de las medidas preventivas, ajustadas a
configurar una tutela al derecho sustantivo y adjetivo, que resulta ser similar
al derecho del trabajo, porque en materia de menores de edad, es el niño,
niña y adolescente el que tiene la preferencia de protección, y en el derecho
del trabajo resulta ser el trabajador.
44
Partiendo de la clasificación anteriormente mencionada, la apelación es un
medio de gravamen siempre ordinario, esto quiere decir que, la ley lo admite
por regla general contra toda clase de resoluciones, y que tiene como
característica fundamental un segundo grado de conocimiento.
Improcedencia de la Casación
45
contenido indeterminado, típicas en razón al procedimiento previamente
establecido (procedimientos que se ventilan en el proceso laboral), pero de
contenido indeterminado, en razón de que el Juez de Sustanciación,
Mediación y Ejecución puede “acordar las medidas cautelares que considere
pertinentes”, la medida cautelar en este sentido responderá al tipo de acción
que conocerá el juez laboral, estas acciones se derivan de los derechos y
obligaciones de las partes de la relación laboral y se encuentran contenidas
en la normativa legal vigente, a saber:
46
8. Ley de Alimentación para los Trabajadores y las Trabajadoras (LATT) de
fecha 4 de mayo de 2011. Publicada en la Gaceta Oficial de la República
Bolivariana de Venezuela No. 39.666.
10. Ley para las personas con discapacidad (LPCD) de fecha 05 de enero de
2007. Publicada en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de
Venezuela No.38.598.
47
17. Reglamento Parcial del Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley
Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras, sobre el Tiempo
de Trabajo de fecha 30 de abril de 2013. Publicada en la Gaceta Oficial de la
República Bolivariana de Venezuela No. 40.157.
48
Nacional de Prevención, Salud y Seguridad Laborales (Art. 99
LOPCYMAT)
9 Demandas incoadas por los trabajadores afectados por el incumplimiento
del empleador de las obligaciones impuestas por la LOPCYMAT (Art. 100
LOPCYMAT)
9 Conocer de las demandas de responsabilidad por la ocurrencia de un
accidente o enfermedad ocupacional como consecuencia de la violación
por parte del empleador de la normativa legal en materia de seguridad y
salud en el trabajo (Art. 129 LOPCYMAT)
9 Procedimiento de estabilidad laboral (Art. 89 y ss LOTTT)
9 Participación en los juicios concursales de carácter laboral (Art. 77
Reglamento de la LOT 2006)
9 Acción de amparo constitucional en materia laboral (Art. 8 LOTTT)
49
9 Acción judicial contra la decisión del inspector del trabajo en
materia de renganche o restitución de la situación de un trabajador
amparado de fuero o inamovilidad laboral. (Art. 425.8 LOTTT)
9 Acción de nulidad contra las decisiones de los árbitros laborales.
(Art. 495 LOTTT)
9 Amparo laboral contra la providencia del funcionario que fije los
servicios de mantenimiento y de seguridad de la empresa durante
el ejercicio del derecho a la huelga (art. 180 Reglamento de la LOT
2006)
9 Convocatoria a nuevas elecciones en una organización sindical, las cuales
no han sido debidamente convocadas (Art. 406 LOTTT)
50
Así esta medida preventiva, siempre requiere que la obligación sea
pecuniaria, puesto que “ésta asegura la ejecución de la sentencia de
condena a la entrega de cantidad de dinero, mediante la afección de bienes
del patrimonio del demandado” (Ortells, 1998, p.98).
51
Al respecto, estas medidas corresponden a acciones que contengan
obligaciones de hacer o no hacer, como es el caso de las demandas por
reclamación del despido, por ejemplo, puede el juez de sustanciación,
mediación y ejecución acordar una medida que procure la continuidad del
trabajador en su puesto de trabajo con goce de sueldo, siempre y cuando se
comprobare que ese trabajo es el único sustento para el trabajador y su
familia.
52
El Poder Cautelar del Juez Laboral
Este poder cautelar general tiene naturaleza discrecional, pero sin que ello
se traduzca o se interprete como arbitrariedad, comprende entonces, la
libertad del juez de elección o de determinación, dentro de los límites de la
ley, para determinar qué medida cautelar aplicará al caso concreto. Esta
facultad se corresponde con la inevitable existencia de “lagunas” dentro del
orden jurídico, porque la ley, por su necesaria abstracción y generalidad, se
53
ve a menudo imposibilitada de determinar las reglas de conducta para las
peculiaridades infinitas de los casos concretos. Ante este supuesto, el juez
debe ser verdaderamente juez, y la metodología a emplear no puede
reducirse al viejo silogismo (premisa mayor: la ley, premisa menor: las
circunstancias de hecho, conclusión: la decisión). Por el contrario, él tratará
de hacer posible la adaptación del derecho al problema, el juez debe valorar
independientemente; porque el legislador no puede prever todas las
pretensiones de la realidad social.
54
dentro del cual pueden dictarse (los procedimientos que se ventilan en sede
laboral); y b) generalidad de contenido por el cual se permite dictar “cualquier
medida cautelar” que sea necesaria, adecuada y pertinente a las
necesidades de prevención de las partes.
El proceso laboral se diferencia de los demás procesos, por una parte, por
la especialización del órgano llamado a decidir, es decir, establece una
jurisdicción autónoma y especializada: los tribunales del trabajo, y por otra
parte, porque la pretensión que se discute en el proceso pertenece a la
55
materia contencioso - laboral, es decir, que el derecho sustantivo aplicable es
Derecho del Trabajo o de la Seguridad Social.
56
artículo 15, numeral 4, el cual no excluye la posibilidad de transacción, al
respecto señala lo siguiente:
57
Visto lo anterior, se hace necesario resaltar lo dicho por la Sala de
Casación Social en sentencia de fecha 17 de mayo de 2000: “Los juicios
laborales difieren de los civiles por su naturaleza social, es decir, sus fines
sociales hacen que la jurisdicción se ejerza sin la rigidez que impera en los
demás procesos”, de lo anterior se abstrae las razones por las cuáles el
legislador previó para el nuevo proceso laboral, un sistema cautelar general,
pero, es que el poder cautelar general no es un poder cautelar rígido, al
contario, permite que el juez y las partes cuenten con una herramienta capaz
de preservar los derechos que se litigan en juicio en honor a la justicia.
58
espacio de tiempo entre la realización de un acto y otro, esto con el fin de
evitar dilaciones en la resolución del conflicto.
59
todo esto se infiere que el principio fundamental que caracteriza el
nuevo Derecho Procesal del Trabajo es la acción protectora de la parte
débil de la relación procesal, lo que implica una modificación sustancial
del principio de igualdad procesal, con el fin de lograr la protección del
débil jurídico.
De este modo, los principios y lineamientos con los cuales se edificó
el proceso laboral están dirigidos a proteger al hiposuficiente y a
asegurarle que en un breve plazo el conflicto de intereses que perjudica
sus derechos sustantivos será resuelto aplicando los principios de
equidad y de buena fe, basamentos esenciales de la justicia social.
De manera que, el proceso laboral no puede ser formalista, por el
contrario, la simplicidad, la sencillez de las formas de sus actos y la
celeridad son características esenciales e insustituibles del mismo, lo
que necesariamente debe traducirse en garantizar y facilitar el acceso
de los trabajadores a la jurisdicción, en una reducción de formalidades
procesales (…) (subrayado nuestro).
7. Principio de publicidad. De conformidad con lo establecido en el
artículo 4 de la LOPTRA, los actos del proceso serán públicos, salvo aquellos
actos establecidos por la ley, la publicidad refiere a que las partes y los
terceros ajenos a la controversia puedan revisar las actuaciones del tribunal
y de las mismas partes. En lo referente a la audiencia preliminar constituye
una de las excepciones, por cuanto se realiza a puerta cerrada, las partes y
el juez, con el propósito de promover la conciliación y la mediación.
60
proceso, sin que exista intermediarios, este principio permite que exista
consonancia entre quien decide y quien sustancia la causa.
11. Principio in dubio pro operario, según el cual siempre que hubiere
dudas con respecto a la aplicación de una norma laboral, se aplicará la que
más favorezca al trabajador, como lo dispone el Artículo 9 de la LOPTRA y
tal como a la letra reza el Artículo 89 numeral 3 de la Constitución: "Cuando
hubiere dudas acerca de la aplicación o concurrencia de varias normas, o en
la interpretación de una determinada norma, se aplicará la norma más
favorable al trabajador o trabajadora. La norma adoptada se aplicará en su
integridad"
Visto lo anterior, queda clara las razones por la cuales el legislador previó
un sistema cautelar general para el proceso laboral, sin embargo, como se
mencionó anteriormente esta modalidad cautelar no está expresamente
regulada, es decir, no existe en la LOPTRA un articulado que regule un
procedimiento exclusivo para las medidas cautelares. Dando lectura al
artículo 137 de la LOPTRA, podemos observar que lo que ostenta resulta
61
muy escaso, sin embargo, podemos afirmar que existe un “comodín”, al
respeto el artículo 11 ejusdem, establece que:
Todo ello implica que el juez no puede ante la ausencia de una forma
procesal para establecer medidas cautelares limitarse o inhibirse de dictar las
medidas que considere necesarias, y dejar de lado el carácter tutelar de
derecho sustantivo y adjetivo del derecho de trabajo así como los principios
procesales que rigen el proceso laboral, y que son específicos en virtud de la
pretensión que se ventila en juicio.
62
de las medidas innominadas cuyos requisitos para su procedencia se
encuentran bien delimitados: el periculum in mora, el fomus boni iuris y el
perriculum in damni.
63
la jurisprudencia, sino abrir la mente a otras posibilidades, en aras de la
justicia y del bien común.
La pregunta pertinente sería: ¿Cuáles son las razones por las cuales
existe un escaso decreto de medidas cautelares por parte de los jueces de
primera instancia laboral?
64
traduce en la ausencia de alguno de los requisitos previstos en el
artículo 137 de la LOPTRA.
65
CONCLUSIONES
En este mismo sentido, las medidas cautelares deben ser adecuadas a los
principios constitucionales que rigen el proceso, la epistemología y la lógica
del conocimiento judicial. De lo contrario, seguiremos prefiriendo la intuición
por sobre el conocimiento, el privilegio antes que la igualdad, la arbitrariedad
antes que el derecho, la opresión en detrimento de la libertad.
66
2.- Las medidas cautelares dentro del proceso laboral tienen
características que le son propias, no se equiparan con el sistema cautelar
previsto por el legislador en el Código de Procedimiento Civil, la primera de
ellas responde a que las medidas cautelares se adecuan a un proceso que
carece de formalismos procesales, y se fundamenta en principios de
uniformidad, brevedad, gratuidad, celeridad, oralidad, inmediatez,
concentración, prioridad de la realidad de los hechos, la equidad, rectoría del
juez en el proceso, sencillez, eficacia, accesibilidad, imparcialidad, idoneidad,
transparencia, autonomía, independencia, responsabilidad, atendiendo el
debido proceso, sin dilaciones indebidas, sin formalismos o reposiciones
inútiles.
67
contra el decreto cautelar, sin embargo no puede siempre ser así, por cuanto
no se garantiza el derecho a la defensa y a la igualdad procesal que debe
privar en todo proceso judicial, al limitar a la parte afectada por la medida de
un solo medio de impugnación, en este sentido encontramos como
herramienta la aplicación del artículo 11 eiusdem, el cual da como solución la
posibilidad de que Juez aplique por analogía las normas previstas en la
LOPNNA, las cuales como se explicó durante el redesarrollo de este trabajo,
son las que se adecuan mínimamente a los principios procesales del derecho
procesal laboral.
68
MATERIALES DE REFERENCIAS
Referencias
69
http://www.ulpiano.org.ve/revistas/bases/artic/texto/RDUCV/130/ucv_2
007_130_123-134.pdf
Carrion Lugo, Jorge. (2007). Tratado de Derecho Procesal Civil. Volumen II,
Editora Grijley, Lima.
Chiovenda, José. (1922). Principios del Derecho Procesal Civil, trad. De José
Casais y Santaló. Madrid: Editorial Reus (S.A).
Guzmán, Rafael (2000). Nueva Didáctica del Derecho del Trabajo. 11ª
edición. Caracas: Editorial Melvin.
70
Hernández, Fernández y Baptista. (2003). Metodología de la Investigación.
3ra Edición. Editorial McGraw-Hill Interamericana.
71
Ortells Ramos, Montero Aroca y Gómez Colomer. (1997): Derecho
Jurisdiccional. Tomo I. Volumen 2. Valencia: Tirant lo Blanch,
Valencia.
72
Urdaneta S., Carlos Alberto. (2004). Introducción al Análisis Sistemático de
las Medidas Cautelares Atípicas del Código de Procedimiento Civil
Venezolano (pp. 49-236). En Revista de la Facultad de Derecho No.
59. Caracas: Universidad Católica Andrés Bello.
73