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    The Hare and The Turtle

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    Marlon Ugalde Changanaquí
    La liebre, conocida por ser la más rápida de los animales, se burlaba constantemente de la lenta tortuga. Un día, la tortuga propuso una carrera entre ellos para demostrar quién era más rápido. Aunque la liebre tomó ventaja al principio descansando, la tortuga continuó avanzando lento pero sin detenerse, y eventualmente ganó la carrera mientras la liebre seguía descansando. La liebre aprendió que no debe subestimar a los demás.

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    The Hare and The Turtle

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    Marlon Ugalde Changanaquí
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    La liebre, conocida por ser la más rápida de los animales, se burlaba constantemente de la lenta tortuga. Un día, la tortuga propuso una carrera entre ellos para demostrar quién era más rápido. Aunque la liebre tomó ventaja al principio descansando, la tortuga continuó avanzando lento pero sin detenerse, y eventualmente ganó la carrera mientras la liebre seguía descansando. La liebre aprendió que no debe subestimar a los demás.

    Descripción original:

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    THE HARE AND THE TURTLE

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    La liebre, conocida por ser la más rápida de los animales, se burlaba constantemente de la lenta tortuga. Un día, la tortuga propuso una carrera entre ellos para demostrar quién era más rápido. Aunque la liebre tomó ventaja al principio descansando, la tortuga continuó avanzando lento pero sin detenerse, y eventualmente ganó la carrera mientras la liebre seguía descansando. La liebre aprendió que no debe subestimar a los demás.

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    La liebre, conocida por ser la más rápida de los animales, se burlaba constantemente de la lenta tortuga. Un día, la tortuga propuso una carrera entre ellos para demostrar quién era más rápido. Aunque la liebre tomó ventaja al principio descansando, la tortuga continuó avanzando lento pero sin detenerse, y eventualmente ganó la carrera mientras la liebre seguía descansando. La liebre aprendió que no debe subestimar a los demás.

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    THE HARE AND THE TURTLE

    En el mundo de los animales, había una liebre considerada muy arrogante, pues les dijo a
    todos que ella era la más rápida. Es por ello que siempre se estaba riendo de la lenta
    tortuga.
    - ¡Miren a la tortuga! ¡Hey tortuga, no corras mucho o te cansarás por ir tan rápido! – solía
    decir la liebre, riéndose de la tortuga.
    Un día, ellos estaban hablando y se le ocurrió a la tortuga hacer una extraña apuesta con
    la liebre.
    -Estoy seguro de que puedo ganarte en una carrera-ella dijo.
    - ¿A mí? - preguntó la liebre asombrada.
    - Sí, a ti. Apostemos por esa piedra y veamos quién gana la carrera.
    La liebre, muy encantada, aceptó. Todos los animales se reunieron para ver la carrera. El
    camino y la línea de meta fueron marcados. Una vez que todo estuvo listo, la carrera
    comenzó entre grandes aplausos.
    Confiando en su velocidad, la liebre dejó a la tortuga avanzar y ella se quedó
    holgazaneando ¡Ella tuvo tiempo suficiente para ganar como una criatura lenta!
    Luego comenzó a correr; corrió tan rápido como el viento mientras la tortuga iba lento,
    pero sin detenerse. De inmediato se adelantó. Se detuvo al lado del camino y se sentó a
    descansar.
    Cuando la tortuga pasó a su lado, la liebre se burló de ella una vez más. Dejó su ventaja y
    dio un paseo rápido. Hizo lo mismo varias veces, pero, a pesar de sus burlas, la tortuga
    siguió su camino hasta que llegó a la línea de meta. Cuando la liebre despertó, corrió con
    todas sus fuerzas, pero era demasiado tarde: la tortuga había ganado la carrera.
    Ese día fue muy triste para la liebre y ella aprendió una lección que nunca olvidaría: nunca
    debes burlarte de los demás.

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