SV 8 - Fragmento Solo para Fumadores

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IE “____________________________________” V° B° _________________

NIVEL DE SECUNDARIA Asesor(a) de Área

FICHA DE TRABAJO DE COMUNICACIÓN

COMPETENCIA: Lee diversos tipos de textos escritos en su lengua materna. Nivel de Logro
CAPACIDAD: Infiere e interpreta información del texto escrito.
DESEMPEÑO PRECISADO: Contrasta textos entre sí, y determina las características de tipos textuales
y géneros discursivos, o de movimientos literarios a través del cuento “Solo para fumadores” de Julio
Ramón Ribeyro.

SESIÓN VIRTUAL N°08: ANÁLISIS DE TEXTOS


I. Lee atentamente los siguientes fragmentos. Encontrarás por un lado a Julio Ramón Ribeyro
con “Solo para fumadores” y un artículo de internet realizado por Jorge Bella Espinoza,
colaborador de la newsletter “Further” titulado “Por el consumo de alcohol ya debería estar
muerta”. Luego completa el cuadro comparativo que se encuentra en tu material didáctico.
Recuerda que ese será el producto que presentarás en esta sesión. Ten en cuenta el correcto
uso de las reglas gramaticales y ortográficas para tu redacción:

Solo para fumadores


Julio Ramón Ribeyro

Sin haber sido un fumador precoz, pues en esa época vivía de propinas.
a partir de cierto momento mi historia se Cuando no tenía cigarrillos ni plata para
confunde con la historia de mis comprarlos se los robaba a mi hermano.
cigarrillos. De mi periodo de aprendizaje Al menor descuido ya había deslizado la
no guardo un recuerdo muy claro, salvo mano en su chaqueta colgada de una silla
del primer cigarrillo que fumé, a los y sustraído un pitillo. Lo digo sin
catorce o quince años. Era un pitillo ninguna vergüenza, pues él hacía lo
rubio, marca Derby, que me invitó un mismo conmigo. Se trataba de un
condiscípulo a la salida del colegio. Lo acuerdo tácito y además de una
encendí muy asustado, a la sombra de demostración de que las acciones
una morera y después de echar unas reprensibles, cuando son recíprocas y
cuantas pitadas me sentí tan mal que equivalentes, crean un statu quo y
estuve vomitando toda la tarde y me juré permiten una convivencia armoniosa.
no repetir la experiencia.
Al subir de precio, los
Juramento inútil, como otros Chesterfield se volatilizaron de mis
tantos que lo siguieron, pues años más manos y fueron reemplazados por los
tarde, cuando ingresé a la universidad, Inca, negros y nacionales. Veo aún su
me era indispensable entrar al Patio de paquete amarillo y azul con el perfil de
Letras con un cigarrillo encendido. un inca en su envoltura. No debía ser
Metros antes de cruzar el viejo zaguán ya muy bueno este tabaco, pero era el más
había chasqueado la cerilla y alumbrado barato que se encontraba en el mercado.
el pitillo. Eran entonces los Chesterfield, En algunas pulperías los vendían por
cuyo aroma dulzón guardo hasta ahora medios paquetes o por cuartos de
en mi memoria. Un paquete me duraba paquete, en cucuruchos de papel de seda.
dos o tres días y para poder comprarlo Era vergonzoso sacar del bolsillo uno de
tenía que privarme de otros caprichos, estos cucuruchos. Yo siempre tenía una
cajetilla vacía en la que metía los hacienda Tulpo, a ocho horas a caballo
cigarrillos comprados al menudeo. Aun de Santiago de Chuco, en los Andes
así los Inca eran un lujo comparados con septentrionales. A causa del mal tiempo
otros cigarrillos que fumé en esos no vino el arriero que traía
tiempos, cuando mis necesidades de semanalmente provisiones a la hacienda
tabaco aumentaron sin que ocurriera lo y los fumadores quedaron sin cigarrillos.
mismo con mis recursos: un tío militar Tío Paco pasó dos o tres días paseándose
me traía del cuartel cigarrillos de tropa, desesperado por las arcadas de la casa,
amarrados en sartas como si fuesen subiendo a cada momento al mirador
cohetes, producto repugnante, donde se para otear el camino de Santiago. Al fin
encontraban pedazos de corcho, astillas, no pudo más y a pesar de la oposición de
pajas y unas cuantas hebras de tabaco. todos (para que no ensillara un caballo
Pero no me costaban nada, y se fumaban. escondimos las llaves del cuarto de
monturas), se lanzó a pie rumbo a
No sé si el tabaco es un vicio
Santiago, en plena noche y bajo un
hereditario. Papá era un fumador
aguacero atroz. Apareció al día
moderado, que dejó el cigarrillo a tiempo
siguiente, cuando terminábamos de
cuando se dio cuenta de que le hacía
almorzar. Por fortuna se había
daño. No guardo ningún recuerdo de él
encontrado a medio camino con el
fumando, salvo una noche en que no sé
arriero. Entró al comedor empapado,
por qué capricho, pues hacía años que
embarrado, calado de frío hasta los
había renunciado al tabaco, cogió un
huesos, pero sonriente, con un cigarrillo
pitillo de la cigarrera de la sala, lo cortó
humeando entre los dedos.
en dos con unas tijeritas y encendió una
de las partes. A la primera pitada lo Cuando ingresé a la facultad de
apagó diciendo que era horrible. Mis tíos derecho conseguí un trabajo por horas
en cambio fueron grandes fumadores y donde un abogado y pude disponer así de
es conocida la importancia que tienen los los medios necesarios para asegurar mi
tíos en la transmisión de hábitos consumo de tabaco. El pobre Inca se fue
familiares y modelos de conducta. Mi tío al diablo, lo condené a muerte como un
paterno George llevaba siempre un vil conquistador y me puse al servicio de
cigarrillo en los labios y encendía el una potencia extranjera. Era entonces la
siguiente con la colilla del anterior. boga del Lucky. Su linda cajetilla blanca
Cuando no tenía un cigarrillo en la boca con un círculo rojo fue mi símbolo de
tenía una pipa. Murió de cáncer al standing y una promesa de placer. Miles
pulmón. Mis cuatro tíos maternos de estos paquetes pasaron por mis manos
vivieron esclavizados por el tabaco. El y en las volutas de sus cigarrillos están
mayor murió de cáncer a la lengua, el envueltos mis últimos años de derecho y
segundo de cáncer a la boca y el tercero mis primeros ejercicios literarios.
de un infarto. El cuarto estuvo a punto de
Por ese círculo rojo entro
reventar a causa de una úlcera estomacal
forzosamente cuando evoco esas altas
perforada, pero se recuperó y sigue de
noches de estudio en las que me
pie y fumando.
amanecía con amigos la víspera de un
De uno de estos tíos maternos, el examen. Por suerte no faltaba nunca una
mayor, guardo el primer y más botella, aparecida no se sabía cómo, y
impresionante recuerdo de la pasión por que le daba al fumar su complemento y
el tabaco. Estábamos de vacaciones en la al estudio su contrapeso. Y esos
paréntesis en los que, olvidándonos de peces voladores del Caribe o hacerlo de
códigos y legajos, dábamos libre curso a noche en el bar de segunda jugando una
nuestros sueños de escritores. Todo ello encarnizada partida de dados con una
naturalmente en un perfume de Lucky. banda de pasajeros mafiosos. Era lindo,
El fumar se había ido ya enhebrando con lo reconozco. Pero al llegar a España las
casi todas las ocupaciones de mi vida. cosas cambiaron. La beca que tenía era
Fumaba no sólo cuando preparaba un pobrísima y después de pagar el cuarto,
examen sino cuando veía una película, la comida y el trolebús no me quedaba
cuando jugaba ajedrez, cuando abordaba casi una peseta. ¡Adiós, Lucky! Tuve
a una guapa, cuando me paseaba solo por que adaptarme al rubio español, algo
el malecón, cuando tenía un problema, rudo y demoledor, que por algo llevaba
cuando lo resolvía. Mis días estaban así el nombre de Bisonte. Por fortuna
recorridos por un tren de cigarrillos, que estábamos en tierra ibérica y la pobre
iba sucesivamente encendiendo y España franquista se las había arreglado
apagando y que tenían cada cual su para hacerles la vida menos dura a los
propia significación y su propio valor. fumadores menesterosos. En cada
Todos me eran preciosos, pero algunos esquina había un viejo o una vieja que
de ellos se distinguían de los otros por su vendían en canastillas cigarrillos al
carácter sacramental, pues su presencia detalle. A la vuelta de mi pensión
era indispensable para el montaba guardia un mutilado de la
perfeccionamiento de un acto: el primero guerra civil al que le compraba cada día
del día después del desayuno, el que uno o varios cigarrillos, según mis
encendía al terminar de almorzar y el que disponibilidades. La primera vez que
sellaba la paz y el descanso luego del éstas se agotaron me armé de valor y me
combate amoroso. acerqué a él para pedirle un cigarrillo
fiado. “No faltaba más, vamos, los que
¡Ay mísero de mí, ay infeliz! Yo
quiera. Me los pagará cuando pueda”.
pensaba que mi relación con el tabaco
Estuve a punto de besar al pobre viejo.
estaba definitivamente concertada y que
Fue el único lugar del mundo donde
en adelante mi vida transcurriría en la
fumé al fiado.
amable, fácil, fidelísima y hasta entonces
inocua compañía del Lucky. No sabía (Adaptado de
http://julioramonribeyro.blogspot.com/2009/04/sol
que me iba a ir del Perú y que me o-para-fumadores.html).
esperaba una existencia errante en la cual
el cigarrillo, su privación o su
abundancia, jalonarían mis días de
gratificaciones y desastres. Mi viaje en
barco a Europa fue un verdadero sueño
para un tabaquista como yo, no sólo
porque podía comprar en puertos libres o
a marineros contrabandistas cigarrillos a
precios regalados, sino porque nuevos
escenarios dotaron al hecho de fumar de
un marco privilegiado. Verdaderos
cromos, por decirlo así: fumar apoyado
en la borda del transatlántico mirando los
Por el consumo de alcohol ya debería estar muerta
Jorge Bella Espinoza

La primera vez que bebí tenía 13 celebrar lo bien que había salido. Antes
años. Tengo un pueblo en el que suelo de un examen, y después.
veranear y ahí cogíamos a escondidas
Creía que caía bien gracias al
botellas de alcohol para tomarlas por la
alcohol. Concebía que eso salía bien
noche.
gracias al alcohol, que yo caía bien
A partir de ahí empecé a orientar gracias al alcohol, que yo era divertida
salir con el alcohol. Me encantó el efecto gracias al alcohol, que dejé de tener
que tenía en mí. Me convertía en una miedo gracias al alcohol.
persona desinhibida, divertida. Me
Mi vida dependía completamente
atrevía a hacer todo, no era nada tímida,
del alcohol, me daba igual beber con
no me daba vergüenza hablar con chicos.
gente conocida o salir y perderme y
Era otra persona distinta a la que había
beber sola y encontrarme a alguien por
sido hasta entonces. Había sido siempre
ahí. Conocí a un montón de gente gracias
una persona muy callada, con
al alcohol. Casi todos bebían tanto como
muchísimo miedo a relacionarme con los
yo, y alababan muchísimo mi aguante,
demás. Empecé a beber todos los fines
me encantaba. Nunca había recibido una
de semana.
palmadita en la espalda y ahora
Cuando tuve 18 años me fui de impresionaba a todos lo muchísimo que
casa de mis padres para venir a la podía beber.
universidad. Tuve la oportunidad de
En parte ahora siento que todos
“inventarme” una vida nueva. La presión
mis días estaban estructurados alrededor
que tenía porque tenía que conocer gente
de cuando iba a tomarme una cerveza.
nueva era increíble, pero esta vez me
Beber se normalizó en mi vida. Para mí
sentí fuerte, porque podía acceder al
tomarme una botella de fiesta era lo
alcohol sin tener el temor de que mis
normal. Beber cerveza desde las 11 de la
padres no me pillasen.
mañana hasta las 9 de la noche era
Poco a poco fui pasando de beber normal. Incluso pensaba: ‘Una cerveza
solo de fiesta los fines de semana a no es alcohol’. Me metí en un bucle del
incrementar el consumo a todo el día. que no era consciente.
Vivía a base de empalmadas. Hasta que
Fue muy difícil darse cuenta de
caía en la cama un día por pura
esto porque yo solo pensaba: ‘Pero si
extenuación.
esto es normal, es lo que hacen todos,
No concebía mi vida sin beber: si seguro que todos sienten los mismo que
tenía que quedar con alguien me tomaba yo hacia el alcohol’.
un par de cervezas antes para ir relajada;
Muchas veces no recordaba nada
si tenía una fiesta o un botellón en casa
de lo que había hecho bebiendo. Y luego
iba ya “empilada”, como yo decía; si
me enteraba de que había cruzado una
tenía que hablar en público para exponer
autopista corriendo, me había intentado
algo en clase me tomaba alguna
tirar de un tejado, había pegado a mi
cervecita para calmar los nervios de
hermana, a mi primo, a algún amigo, me
antes y nada más terminar otra para
levantaba en sitios que no conocía,
incluso en una ciudad distinta a la mía. Además, todos beben, ¿cómo voy a
No recordaba prácticamente nada del dejarlo? Soy joven’.
tiempo en el que había estado bebiendo.
Y muchísimo menos pensaba que
Las regañinas en mi entorno se sería alcohólica. Eso era demasiado:
volvieron lo habitual. La gente se hartó ‘Eso es de gente mucho mayor, gente de
de mí y acabó alejándose. Me decían que la calle… el borrachillo del banco de
tenía que beber menos, que me debajo de casa, pero yo no’.
controlase… y terminaban mandándome
Hasta que en febrero de 2019 no
muy lejos, porque decían que era
pude más. Mi pareja se fue de casa, mi
insoportable. No salían conmigo, no me
madre me había dado un ultimátum y yo
invitaban a los viajes porque siempre la
quería irme del país y dejarlo todo, lo
liaba.
poco que me quedaba, porque no
Mi forma de afrontar durante años soportaba más. Mi familia llegó a
este asunto ha sido intentar beber menos tenerme miedo: a mis reacciones, a cómo
o cambiar lo que bebía. Tuve una me levantaría ese día, miedo a que
temporada de whisky y en una saliese y no volviese a casa. He
borrachera le partí a mi primo una silla maltratado psicológicamente a mi pareja
en la espalda. Dejé el whisky porque me prácticamente a diario, porque pagaba
ponía agresiva. Cambié al ron, tuve otro mi frustración de no poder beber con él.
episodio agresivo y decidí entonces que Todo mi entorno ha sufrido con mi
solo bebería cerveza. También decidí ir consumo.
al psicólogo para mejorar mi autoestima,
Volví a buscar en internet y escribí
así me encontraría mejor, y el alcohol me
un correo a Alcohólicos Anónimos. Me
sentaría bien.
contestaron, llamé y fui a mi primera
Cada vez perdía a más gente, cada reunión. En un principio, lo que quería
vez me sentía más sola, más arrepentida, era preguntarles si yo tenía un problema.
más triste, peor. Solo quería ser capaz de Saber cómo se sabe si uno es alcohólico.
no beber o de beber sin que pasasen Contarles mi problema y que me dijesen
cosas malas. Esto último se convirtió en qué hacer. Cómo beber sin que me
una obsesión pensaba: ‘¿Cómo hago pasasen cosas. Creí que me harían un test
para que no se me vaya de las manos?’. o algo. No me hicieron ninguno, pero sí
Llevo intentando resolver esta pregunta me explicaron que el alcoholismo es una
desde que tengo 19 años, que fue la enfermedad. Que nadie es culpable de
primera vez que sentí que estaba viva estar enfermo y que si yo quería podían
porque debo de tener una caterva de ayudarme, echarme una mano para no
ángeles. beber. Desde aquella primera reunión
han pasado unas cuantas. La
Busqué en internet páginas que me
comprensión recibida, el apoyo, la
ayudasen a dejar de beber. Me planteaba
identificación que siento al escuchar los
si tendría yo un problema, pero me
testimonios de los compañeros. Me
resultaba surrealista. Pensaba: ‘A ver, tú
identifico tanto con sus vivencias que no
no tienes un problema con el alcohol, el
me quiero ir de allí.
problema es que te sienta a veces mal.
Pero eres muy joven, es normal que de (Adaptado de https://theobjective.com/further/por-
el-consumo-de-alcohol-ya-deberia-estar-muerto-
vez en cuando se te vaya de las manos. relatos-de-tres-jovenes-alcoholicosl).

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