Art. 430.-Supresion, Destruccion U Ocultamiento de Documentos

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UNIVERSIDAD NACIONAL DE PIURA

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS

“AÑO DE LA LUCHA CONTRA LA CORRUPCIÓN E IMPUNIDAD”

TEMA: ART. 430 -

Supresión, Destrucción U Ocultamiento De Documento

CURSO: Derecho Penal IV: Parte Especial II

PROFESOR: Dr. Luis Yaipen Hidalgo

ALUMNA: ANGELLA COELLO VILCHERREZ

CICLO: V

SEMESTRE: I – 2019
CONTENIDO

CONTENIDO........................................................................................................1

INTRODUCCIÓN.................................................................................................2

SUPRESION, DESTRUCCION U OCULTAMIENTO DE DOCUMENTOS....3

1. Conceptos Preliminares...........................................................................3

2. Bien Jurídico Protegido...........................................................................4

3. Tipicidad Objetiva...................................................................................4

3.1. Sujeto activo.........................................................................................4

3.2. Sujeto pasivo........................................................................................5

4. Modalidad Típica.....................................................................................5

5. El Perjuicio............................................................................................11

6. Consumación.........................................................................................12

7. Tipo Subjetivo........................................................................................14

8. Pena........................................................................................................15

CONCLUSIONES...............................................................................................17

BIBLIOGRAFÍA.................................................................................................18

1
INTRODUCCIÓN

La justificación de penalizar las falsedades documentales, pasa por reconocer

que el tráfico jurídico haya de garantizar que los documentos sean portadores de sus

características esenciales, en cuanto a la posibilidad de que generen las consecuencias

jurídico-sociales que se esperan de ella; de ahí se habla de Ia confiabilidad del colectivo

hacia su validez, legitimidad y genuinidad, en cuanto a un interés jurídico de orden

supra-individual, pero, Ia sustantividad material de estos injustos tiene que ver con un

aspecto funcional del documento en el tráfico jurídico: de perpetuidad, de garantía y de

eficacia probatoria.

En estos casos, podría decirse que toda la falsedad se traduce en ese falso juicio,

y por eso puede afirmarse que, en cierto sentido, este hecho constituye una figura

intermedia entre la falsedad material y la ideológica; con la particularidad que el objeto

material puede ser tanto un documento público como un documento privado. Acá lo de

que se desaparece es la fuente de verdad conformada por el documento que se suprime,

destruye u oculta.

2
SUPRESION, DESTRUCCION U OCULTAMIENTO DE DOCUMENTOS

Art. 430.- “El que suprime, destruye u oculta un documento, en todo o en parte

de modo que pueda resultar perjuicio para otro, será reprimido con Ia pena señalada

en los artículos 427 y 428, según sea el caso”.

1. Conceptos Preliminares

En las falsedades por destrucción, supresión u ocultamiento de documento, (...),

no se realiza acción alguna del falsario sobre el texto en su sentido representativo o de

sentido, el cual se mantiene intacto en su formación de origen. Al suprimirse, destruirse

u ocultarse un documento, no afecta ni Ia autenticidad ni Ia legitimidad del documento,

sino más bien, su función probatoria, pues su titular se ve privado de poder emplearlo en

concretas relaciones socio-jurídicas.

Dicho lo anterior, mediando la materialización típica de este injusto, el agente no

pretende alterar algún elemento esencial del documento ni tampoco agregar datos que

no corresponden con la realidad de las cosas, simplemente ejecuta una acción dirigida a

evitar que sus titulares puedan emplearlo en el tráfico jurídico.

En estos casos se actúa con el propósito de evitar que a representación de sentido

del documento cumpla su función de medio de prueba, pues la destrucción, sustracción

u ocultamiento del soporte directamente excluye la imagen o representación auténticas

del tráfico jurídico, con la afectación de su función probatoria en el mismo.

En opinión de SOLER, este hecho muestra, en efecto, que las falsedades

documentales son castigadas, en realidad, porque determinan un falso juicio en aquel

que se sirve del documento.

3
2. Bien Jurídico Protegido

El bien jurídico tutelado es la fe pública, entendida como la confianza

generalizada en la autenticidad y el valor de ciertos objetos, signos o documentos que

suscita o impone la garantía que les dispensa el Estado, sea directamente o a través de

las instituciones o los funcionarios en quienes se delega al efectoi. Se trata de una fe

colectiva y pública, no solo subjetivamente, por ser creencia de todos, sino también de

manera objetiva, porque acompaña al escrito como si se incorporara a ellos y ante la

colectividad se les confiere un valor universal.

La «fe pública» es una expresión que, como observa Carrara, no debe

interpretarse como fidelidad en el mantenimiento de una obligación contraída, sino en el

sentido de confianza. Algunos autores consideran como fe pública solo la impuesta por

la ley, pero tal opinión no del todo es aceptable, pues la fe pública reconoce a

determinados documentos destinados a probar hechos originadores de consecuencias

jurídicas. Un documento es una manifestación de voluntad en forma escrita, capaz de

probar hechos de trascendencia jurídica.

3. Tipicidad Objetiva

3.1. Sujeto activo

Conforme se desprende de Ia redacción literal del artículo 430 del CP, tenemos

que autor de este injusto puede ser cualquier persona, no se exige una cualidad especial

de carácter funcional; por tales motivos, puede ser tanto el particular como el

funcionarlo público. Inclusive puede atribuirse responsabilidad penal al formante del

documento, v.gr., quien obligado a presentar en juicio un documento no lo hace, al

haberlo destruido y/u ocultado.

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Si son dos los individuos, que se reparten las tareas, en cuanto a Ia supresión de

cada uno de los elementos esenciales del documento, podrán ser reputados como co-

autores, siempre que en aquellos concurran todos los elementos subjetivos exigidos en

el tipo penal.

Todos aquellos que no ejecuten materialmente Ia acción, pero, proporcionen una

contribución necesaria, para que el protagonista principal pueda suprimir o destruir el

documento, habrán de responder a título de participación delictiva (complicidad).

Si quien ejecuta formalmente Ia acción típica, obra instrumentalizado por el

“hombre de atrás”, quien pretende impedir que el documento sea empleado en el tráfico

jurídico, dará lugar a una Autoría Mediata.

3.2. Sujeto pasivo

En principio es el colectivo, que se ve defraudado con Ia acción que ejecuta el

autor, al destruir o suprimir el documento, sin embargo, podrán identificarse victimas —

directamente afectadas, merced a Ia imposibilidad de que el documento sea usado en

concretas relaciones socio-jurídicas.

En tal entendido, Ia necesidad de protección penal de los documentos que

forman parte del tráfico jurídico, para por garantizar Ia confiabilidad del público, de

aquella percepción cognitiva, que permite que los negocios jurídicas y Ia vida social

general puedan desenvolverse bajo un ambiente de tranquilidad y confianza; por tales

motivos, no se tutela ámbitos precisos de derechos individuales, sino más bien un

ámbito de naturaleza colectiva (pública).

4. Modalidad Típica

Cuestión importante a saber, es que si bien la materialidad típica, recae en

principio sobre el soporte documental, -sobre todo en Ia acción de destruir-, en esencia


5
sobre los elementos esenciales de aquel que se ven afectados en su integridad, en el

sentido de que se ve comprometido los elementos que revisten de validez y eficacia

probatoria del documento.

A lo dicho, cabe agregar que Ia materialidad típica debe recaer sobre un

documento revestido de autenticidad, es decir, con aptitud y/o idoneidad para generar

efectos probatorios con su empleo en el tráfico jurídico.

En consecuencia, no basta Ia destrucción de una copia substituible de una

escritura pública. Conforme lo anotado, es de verse, que Ia configuración de este injusto

de falsedad material, requiere verificar que no pueda obtenerse fuente alguna

documental, de Ia cual pueda extraerse Ia información que se requiere para probar un

determinado hecho jurídico y social: siendo así, si es que se destruyó una copia, pero

queda Ia matriz, no podrá observase Ia afirmación de Ia tipicidad objetiva, pero ello

dependerá también de las posibilidades reales de poder obtener esa otra fuente

documental.

a) Primer verbo: suprimir

Significa borrar, es hacer cesar, hacer desaparecer algún elemento esencial del

documento, que precisamente resulta imprescindible para poder garantizar sus efectos

probatorios en el tráfico jurídico. Un documento se suprime cuando se le hace

desaparecer materialmente como documento. El agente actúa a fin de querer que el

documento no cumpla sus efectos jurídicos, se le priva a una persona del documento.

En Ia doctrina se apunta que un documento se suprime cuando se hace

desaparecer materialmente o como documento. Lo primero ocurre cuando Ia acción

recae sobre Ia materialidad misma. Lo segundo cuando se obra sobre el contenido, de

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modo que resulte inútil como tal documento, por ejemplo, haciéndolo ilegible, en su

totalidad o en partes que impiden entenderlo en su sentido especifico1.

En tal caso no puede ya advertirse por los terceros de Ia vida social Ia aptitud

probatoria para el tráfico, dado que Ia materia transformada no resulta idónea para servir

de medio de prueba, pues aunque permanece a Ia vista do los agentes del tráfico el

sentido representativo ya no puede ser comprendido por los demás.

Para establecer si un hecho constituye supresión, debe tomarse en cuenta Ia

posibilidad do que el documento desempeñe oportunamente su específica función

probatoria: el autor debe haber procedido rerum non apparet.

Conforme lo anotado, se presenta Ia materialidad típica de sustracción, cuando

quien tiene Ia obligación de presentar el documento ante las autoridades (judiciales y/o

administrativas), no lo hace, neutralizándose las funciones probatorias de aquel. Habrá

supresión, escribe SOLER, además en los casos de sustracción, en aquellas situaciones

en las cuales el dueño o poseedor de un documento tiene el deber jurídico de

conservarlo y presentarlo en determinado momento o ante determinada persona o

autoridad.

No debe perderse de vista, que las acciones de supresión y de destrucción, se

encuentran Íntimamente relacionadas, en el sentido, de que Ia supresión total del

documento, puede significar a Ia larga su destrucción.

Mediando Ia acción material de supresión, el documento ha de perder sus

funciones de garantía y de probación, al neutralizar su intrínseca validez; por ejemplo,

cuando se suprime el nombre del comprador del bien o el tenor del documento, donde se

hace alusión al objeto del contrato.

1
FONTAN BALESTRA, C.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 985.

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Cuando Ia supresión es total, por ejemplo se borran todos los elementos

esenciales del documento, el tenor, Ia fecha y Ia firma del declaran, quedando integro el

soporte lo contiene, pero cuando Ia supresión es entendida como su desaparición,

prácticamente se obvie el mismo resultado de una destrucción total del documento.

La supresión parcial, par su parte, significa únicamente el borrado y/o dejar

ilegible uno de los elemento esenciales del documento.

Puede presentarse un entrecruzamiento normativo, entre Ia falsedad material por

adulteración, con Ia supresión de alguna parte esencial del documento; a tal efecto, debe

anotarse que en el primero de las mencionadas, el agente no solo suprime —por ejemplo

Ia fecha o el nombre del titular-, sino que consigna un dato irreal, inveraz, a fin de

emplearlo luego en el tráfico jurídico; en cambio, en Ia falsedad documental por

supresión, Ia materialidad típica se limita al borrado del nombre o de Ia fecha u otro

elemento esencial del documento, acá no se consigna un elemento ajeno a Ia realidad

de las cosas; podría decirse, que en Ia hipótesis de Ia supresión aún se está en Ia

posibilidad de reconfeccionar el documento, en cambio, en Ia acción de destrucción ya

el objeto documental se encuentra definitivamente imposibilitado de reconfeccionarse,

en tanto, su integridad ha sido completamente dañada.

Por su amplitud, anota CREUS, Ia supresión puede funcionar subsidiariamente

respecto de Ia destrucción; por ejemplo, el imputado de haber destruido el documento

cuando no se acredito con certeza esa actividad, puede ser alcanzado típicamente como

autor de supresión si, teniendo Ia obligación de hacerlo, no lo presentó oportunamente

al serle requerido.

Atendiendo, pues, a Ia típica autonomía de ambas conductas, se dice que

suprime el documento el que hace imposible su utilización en Ia oportunidad en que

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debe ser utilizado, cuando, estando legalmente en su poder tiene Ia obligación de

hacerlo, colocándolo en lugares donde no puede ser localizado, etcétera. Lo destruye el

que lo rompe, borra su escritura o Ia inutiliza de tal modo que el documento deja de

revelar el tenor que contenga.

b) Ocultar:

Ello implica colocarlo a buen recaudo, ubicarlo en un lugar que no pueda ser

localizado por los sujetos interesados en emplearlo en el tráfico jurídico o simplemente,

no entregarlo a quien legalmente tiene el derecho de tenerlo en su poder, aunque de

todas maneras se encuentra fuera del alcance de quien lo requiere; acá no se suprime,

borra o hace inelegible los elementos esenciales del documento, sino que lo mantiene

fuera de Ia vista de quien tiene Ia necesidad de utilizarlo. Por consiguiente, Ia acción de

ocultación solo tendrá relevancia jurídico-penal, cuando quien lo tiene en su poder, no

lo entrega en Ia oportunidad que Ia ley lo exige así, por ejemplo, cuando en un proceso

judicial por otorgamiento de escritura pública, así lo demanda Ia autoridad judicial.

Jurídicamente el ocultamiento no es esconder, en sentido semántico, Ia prueba

sino el sustraerla al uso del tráfico que potencialmente puede basarse en Ia misma por

parte de terceros. El ejemplo lo demuestra: Ia persona A, asediada por su acreedor,

puede que le entreguen Ia letra de cambio vencida para pagarla, y en vez de hacerlo Ia

toma en su poder y se Ia lleva consigo. Si bien se conoce dónde está el titulo valor, éste

no puede cumplir Ia función probatoria que le es propia.

Resulta importante, Ia acotación que se hace en Ia doctrina, cuando se menciona

que en Ia ocultación toma lugar una realidad distinta a Ia que aparece en las acciones de

supresión o de destrucción, en tanto Ia existencia física del documento no se ve alterada

9
o afectada, por lo que aún puede haber oportunidad, que quien lo tiene en su poder lo

haga visible ante quien lo requiere legalmente2.

c) Destruir:

Lo que importa la desaparición del objeto documental, dejarlo en añicos,

alterándose su propia esencia y/o configuración, su estructuración material es objeto de

una total modificación, impidiendo que el documento pueda ser reconfeccionado.

Equivale a desintegrar lo que estaba unido por Ia naturaleza o por artificio humano.

Destruir total o parcialmente un documento es o bien hacerlo desaparecer del

todo, de manera que no exista más (quemarlo, borrarlo totalmente) o bien romperlo, de

manera que los trazos restantes carezcan de significado o adquieran uno diferente del

que tenían antes de Ia acción destructiva.

Si bien mediante Ia materialidad típica de destruir lo que toma lugar es el

dañado del soporte documental, lo que pretende el agente en realidad, es hacer

desaparecer los elementos esenciales del documento; por lo que será parcial, cuando

Ia que hace es romper Ia parte del papel donde consta Ia firma del titular del derecho.

El documento se destruye cuando se da fin a su existencia material total a

parcialmente. Lo mismo que para Ia acción de suprimir, Ia destrucción parcial debe

incidir en el contenido específico del documento.

Las maneras de destruir puede ser diversas, echar al fuego, romperlo a pedazos,

son ejemplos de destruir3.

2
GARCIA DEL Rio, F.; Delitos contra Ia Fe Pública, cit., p. 55.
3
PAREDES INFANZON, J.; Delitos contra Ia Fe Pública, cit., p. 168.

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Cuando Ia destrucción es parcial, puede tratarse de un documento que

comprende varios folios, justamente el autor destruye aquel folio, que contiene su

obligación pecuniaria frente a su acreedor.

La destrucción parcial en su sentido material todavía no constituye delito de

falsedad por destrucción si el documento mantiene o preserva, no obstante, Ia función

de media de prueba que viene cumpliendo desde su introducción al tráfico, ante el

hecho evidente de que su aptitud probatoria no se afecta, y por lo mismo todavía puede

servir de prueba. Sin embargo, si aquella destrucción tiende a hacer desaparecer de Ia

materialidad documental un elemento esencial de aquel, si perderá su función

probatoria.

5. El Perjuicio

El legislador en Ia redacción normativa del artículo 430° del CP, ha sometido

y/o condicionado Ia punición de Ia conducta, a una circunstancia que se integra en Ia

estructuración típica de Ia figura, cuando se dice que: el ocultamiento, supresión o

destrucción del documento, total a parcial, de modo que pueda resultar perjuicio para

otro; esto quiere decir, que no basta para que se cumpla Ia tipicidad penal, con que el

agente realice cualesquiera de las modalidades típicas que hemos tenido oportunidad de

analizar, sino que dichas materialidades del injusto, han de ser idóneas y/o aptas para

poder provocar un perjuicio al derecho subjetivo de un tercero.

En cuanto al articulado se advierte que fijar Ia posibilidad de causar un perjuicio,

no solo tiene que ver con el principio de lesividad, que sostiene Ia legitimidad de Ia

intervención del Derecho penal, sino también ligado a las funciones esenciales del

documento: de perpetuidad, de garantía y de eficacia probatoria; sobre todo este

último, ha de verse afectado, cuando el agente ejecuta Ia materialidad de las acciones de

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suprimir, ocultar y/o destruir, donde puede aparecer Ia potencialidad lesiva, que el

legislador ha fijado, como complemento del disvalor de Ia acción, configurando un

delito de peligro concreto esto es, ha de verificarse en Ia situación específica, que Ia

supresión o destrucción del documento (público o privado), colocó en una verdadera

situación de peligro de lesión al derecho subjetivo de un tercero, ello podrá verificarse,

cuando por ejemplo, el agente es requerido por Ia administración de justicia para que

presente el contrato de compraventa que suscribió con el agraviado o, cuando en un

Proceso Penal, se le insta al procesado a presentar ante Ia autoridad competente, el

documento donde consta Ia transferencia de las acciones de Ia empresa a su favor.

La posibilidad de causar un perjuicio ha de ser medido conforme un doble

baremo a saber: primero, conforme la idoneidad y/o potencialidad de a acción típica,

para alterar y/o desintegrar los elementos esenciales del documento y, segundo, en lo

que respecta a una situación concreta, donde el documento debe ser empleado como

media de prueba en una situación específica.

Dicho lo anterior, no se presentará Ia posibilidad de causar un perjuicio, cuando

Ia supresión ha recaído sobre un elemento no esencial del documento a cuando Ia

destrucción ha recaído sobre Ia copia del documento, contándose con Ia matriz de aquel.

Sin embargo, Ia destrucción o supresión del documento será típica, cuando Ia copia sea

el único testimonio de un documento original destruido o desaparecido por causas

extrañas al agente.

6. Consumación

La perfección delictiva de las figuras delictivas comprendidas en el artículo 430

del CP, ha de analizarse por separado, pues es de verse que cada una de ellas cuenta con

una naturaleza jurídica particularizada.

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a) Supresión:

La perfección delictiva toma lugar, cuando el agente logra suprimir un elemento

esencial del documento o en su defecto, cuando el agente —estando obligado a hacerlo-,

no presenta el documento ante Ia autoridad competente en su debida oportunidad. A ello

debe añadirse, que dicha acción ha de ser idónea y/o apta para poder producir un

perjuicio al derecho de un tercero, mas no debe acreditarse su efectiva causación.

Pueden advertirse actos anteriores, que puedan dar inicio a Ia ejecución típica,

que el agente sea sorprendido en circunstancias en que pretende emprender Ia acción de

supresión de una parte esencial del documento. Por eso Laje Anaya afirma que sin la

necesidad real de la prueba, el delito no se cometería. Por ende, se puede dar la

situación de que alguien se apodere ilegítimamente del documento, pero que luego,

antes del momento de su presentación, lo devuelva, con lo cual no habría falsedad

b) Ocultación:

La perfección delictiva se alcanza cuando el agente llega a poner a bien recaudo

el documento a cuando no lo entrega, a quien legalmente lo requiere; siempre que

cumpla con Ia posibilidad de poder producir un perjuicio al derecho subjetivo de un

tercero.

Siendo así, conductas de esta naturaleza, no parecen admitir Ia procedencia de

un delito tentado.

c) Destrucción:

La perfección delictiva toma lugar cuando el objeto documental es eliminado en

su integridad estructural, cuando desaparecen sus elementos esenciales; cuando el

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agente rompe, prende fuego o lo parte en pedacitos, haciendo de aquel un objeto

impropio para generar su funcionalidad probatoria.

El documento se destruye cuando se lo hace desaparecer del todo, de modo que

ya no exista, como sería el borrarlo, quemarlo, etcétera, y se termina su existencia

material. También se lo puede destruir parcialmente, que significa que se lo rompe de

modo que los trozos restantes carezcan de su significado o de las funciones que debe

cumplir. La destrucción parcial debe incidir en el contenido específico del documento.

El procedimiento seguido para lograr la destrucción carece de todo significado legal.

Hay que atender, que para que se haya consumado el delito, Ia destrucción o Ia

supresión tienen que concretar el resultado de Ia desaparición del tenor del documento:

es decir, haber anulado completamente su representatividad4.

7. Tipo Subjetivo

La incriminación de todas las modalidades típicas, comprendidas en el

enunciado normativo del artículo 430 del CP, únicamente resulta penada a título de

dolo; conciencia y voluntad de realización típica.

El agente dirige su conducta, a suprimir, ocultar o destruir un documento,

sabiendo que con dicha materialidad conductiva está neutralizando las funciones de

perpetuidad y de eficacia probatoria del documento (público a privado).

El elemento cognitivo del dolo ha de comprender todos los elementos

constitutivos del tipo penal; de que se está suprimiendo, destruyendo u ocultando un

documento (público o privado), y que mediando dichas acciones, se está generando un

daño potencial de lesión hacia el derecho subjetivo de un tercero.

4
CREUS, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 460.

14
Aparte del dolo, no se exige Ia concurrencia de un elemento subjetivo del injusto

de naturaleza trascendente.

8. Pena

La pena es la señalada en los artículos 427 y 428, según sea el caso.

Artículo 427.- Falsificación de documentos o Falsedad material

Conforme a la descripción del tipo, tenemos la acción positiva del agente de

hacer en todo un documento falso, también denominado imitación total ya sea copiando

un documento verdadero en su totalidad o en parte, incluyendo modificaciones

sustanciales en referencia al documento verdadero que sirviera de guía; la segunda

forma se origina con la creación de un documento nuevo, es decir, sin antecedentes

como el mencionado anteriormente. La Falsedad material, supone en esencia, actos de

alteración, modificación, adulteración sobre los elementos esenciales del documento,

esto es, toma lugar actos de materialidad típica que implican la creación (total o

parcial) de un documento, atacando la legitimidad y veracidad de aquel.

Si se trata de un documento público será reprimido con pena privativa de

libertad no menor de dos ni mayor de diez años y con treinta a noventa días-multa

La definición de documento público la encontramos en el artículo 235 del

Código Civil, el mismo que ad litteran declara:

“Artículo 235.- Es documento público:

1. El otorgado por funcionario público en ejercicio de sus atribuciones; y

2. La escritura pública y demás documentos otorgados ante o por notario

público, según la ley de la materia.

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Si se trata de un documento privado será reprimido con pena privativa de

libertad no menor de dos ni mayor de cuatro años, y con ciento ochenta a trescientos

sesenticinco días-multa

Documento privado, su definición también se remite al Código Civil, así se

declara:

“Artículo 236.- Documento privado:

Es el que no tiene las características del documento público. La legalización o

certificación de un documento privado no lo convierte en público”.

Artículo 428.- Falsedad ideológica

En el delito de falsedad ideológica el documento ha sido elaborado en forma

legal, es decir, es verdadero y contiene todos los elementos necesarios para surtir

efectos jurídicos. Sin embargo, el vicio se encuentra en el contenido del documento

público: las declaraciones han sido insertadas en este (o se han hecho insertar) con

conocimiento de su falsedad, con fin de hacer pasar como cierto lo que no es.

Pena privativa de libertad no menor de tres ni mayor de seis años y con ciento

ochenta a trescientos sesenticinco días-multa.

16
CONCLUSIONES

a) Del análisis realizado respecto al delito de falsificación de documentos, se

debe señalar que la antijuricidad se manifiesta en el actuar contrario a la fe

pública, faltando a la confianza, certeza y seguridad jurídica representada en

el documento público o privado.

b) El verbo adulterar se identifica con el verbo “alterar”, que ha sido entendido

como “sinónimo de modificar o cambiar la existencia material de un

documento auténtico ya formado”, de tal manera que su consecución se da

mediante las acciones de “supresión” y “sustitución”. De ahí que la

realización de las mismas sobre la escritura del documento se da alterando lo

ya existente, siendo que lo que se cambia y deforma es su sentido, sin llegar

a crear parcialmente un documento.

c) Debe entenderse que el recurso de la ley que fluye de la frase “si de su uso

puede causar algún perjuicio” constituye un elemento integrante del tipo

objetivo, cuya utilización es propia de la técnica legislativa empleada en la

construcción de los delitos de peligro y pretende remarcar la idoneidad que

la conducta de falsificación (la llamada acción falsaria) debe cumplir para

ingresar al tráfico jurídico, afectándolo.

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BIBLIOGRAFÍA

A. PEÑA CABRERA, Derecho Penal- Parte Especial IV, IDEMSA, Lima, 2017.

E. ALBERTO DONNA, Derecho Penal Parte Especial Tomo IV, Rubinzal -


Culzoni Editores, Buenos Aires, 2004.

CARRARA, Programa de Derecho Criminal. Parte especial, Temis, Bogota,


1964.

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