Novena A San Judas Tadeo
Novena A San Judas Tadeo
Novena A San Judas Tadeo
Señal de la Cruz
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Acto de Contrición
Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío.
Por ser Tú quien eres, Bondad infinita, y porque te amo sobre todas las cosas,
me pesa de todo corazón haberte ofendido. También me pesa porque puedes
castigarme con las penas del infierno. Te ofrezco mis sufrimientos como
expiación de mis pecados, propongo confesarme y cumplir la penitencia que me
sea impuesta. Ayudado de tu gracia propongo firmemente no pecar más y evitar
las ocasiones próximas de pecado. Amén.
Oración a Dios
Oh Dios, que nos concediste la gracia de que lleguemos a conocer tu santo
nombre, mediante la predicación de tu Apóstol San Judas Tadeo, concédenos
también que adelantemos en la virtud. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
Novena
Novena Día 2
Pidámosle que nuestro corazón esté siempre inflamado del amor a Jesús.
Novena Día 3
Novena Día 4
Fe en San Judas Tadeo
"Fe se te pide, y vida recta, dice la Imitación de Cristo (Lib. IV, Cap. XVIII), no
elevado entendimiento, ni el profundizar los misterios de Dios. Si no entiendes ni
alcanzas las cosas que están debajo de ti, ¿cómo comprenderás las que están
sobre ti? Sujétate a Dios y humilla tu razón a la fe". San Judas siguió con
fidelidad y fe ardiente el llamamiento a la vida penosa del apostolado que le hizo
su Santo Primo Nuestro Señor Jesucristo y aunque era pariente tan cercano de
Jesucristo, le reconocía como su Maestro, Señor e Hijo de Dios, aunque hecho
Hombre. El predicar la fe y la doctrina de Jesucristo fue su ocupación constante
desde que fue llamado al apostolado, y por esa misma fe dio su vida. "Ustedes,
queridos", dice en su carta, "elévense como un edificio espiritual de santísima fe,
oren en el Espíritu Santo y manténganse constantes en el amor de Dios".
Y exhorta a los fieles a que no olviden los avisos y enseñanzas que les habían
dado los apóstoles y que se guarden de los falsos profetas e impostores que
habían de venir al mundo.
Devoto de San Judas, si quieres merecer la protección de este Santo, guarda
firmemente tu fe, aún a costa de tu sangre si fuese necesario.
Novena Día 5
Novena Día 6
Novena Día 7
Novena Día 8
Novena Día 9
Oraciones Finales
Padre nuestro que estás en el cielo. Santificado sea tu nombre. Venga a nosotros
tu reino. Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan
de cada día y perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a
los que nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita eres entre
todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre
de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
Gloria al Padre, Gloria al Hijo y Gloria al Espíritu Santo. Como era en un principio,
ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Padre nuestro que estás en el cielo. Santificado sea tu nombre. Venga a nosotros
tu reino. Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan
de cada día y perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a
los que nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita eres entre
todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre
de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
Gloria al Padre, Gloria al Hijo y Gloria al Espíritu Santo. Como era en un principio,
ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Padre nuestro que estás en el cielo. Santificado sea tu nombre. Venga a nosotros
tu reino. Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan
de cada día y perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a
los que nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita eres entre
todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre
de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
Gloria al Padre, Gloria al Hijo y Gloria al Espíritu Santo. Como era en un principio,
ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.