Fiesta de Muertos
Fiesta de Muertos
ORIGEN DE LA CELEBRACIÓN
SANTO SÚCHIL
Ofrenda de flor y luz que se coloca en los principales, ritos nocturnos de los danzantes
concheros, herederos de la antigua tradición mesoamericana. Su elaboración se hace de
forma ritual por dos parejas. La primera "tiende la forma" a partir de media noche hasta
antes de las tres de la mañana. La segunda pareja "levanta la forma" y la coloca cubriendo
el soporte entre las tres de la mañana y el amanecer. Su forma nos indica la tradición de
los Cuatro Vientos, fundamento de la cultura náhuatl (de nahui – cuatro). La “santa forma”
que se coloca al centro simboliza el ciclo de vida sobre la tierra, los periodos solares, por
eso presenta los ocho rayos del sol. En medio encontramos un espejo, la presencia de
Tezcatlipoca, espejo humeante, señor de la sabiduría y amo de los destinos (ipalnemoani).
En ocasiones la ofrenda es hecha con maíz de los cuatro colores, pues cada uno de ellos
se asocia a una dirección del mundo.
IN XÓCHITL
Las flores, llenas de fragancia, tienen como origen mítico el Mictlan, el inframundo.
Cuando los dioses se reunieron para hacer a la humanidad del quinto sol, usaron los
huesos de los antiguos gigantes para hacer su esqueleto; con el aguamiel del maguey
hicieron sus fluidos corporales; para su carne amasaron el maíz. Quetzalcóatl sangrose el
prepucio para la sangre de los varones. Pero la diosa de las flores, la alegría y los cantos
se encontraba prisionera en el inframundo. Zinacantecuhtli, el señor murciélago va en su
busca y toma la sangre de su sexo, que lleva a los dioses creadores y sea para la sangre
de las mujeres. En el trayecto, derrama sangre y de ella emanarán las flores olorosas.
Debido a que las flores nacen en el Mictlan, constituyen un vinculo con el mundo de los
muertos. Por eso, en algunos lugares se hace un camino florido para mostrar la vía a los
difuntos.
COYOLXAUHQUI
El Mictlan estaba ubicado en el noveno piso del inframundo, y era el lugar a donde iban
aquellas personas que no morían ni en guerra, ni de parto (ellos iban al Tonatiuhichan o
Casa del Sol), ni por muerte relacionada con el agua, (ellos iban al Tlalocan o Casa del
dios Tláloc). Al Mictlan iban los muertos comunes. Presidiendo el Mictlan estaba
Mictlantecuhtli, quien tenía su contraparte femenina, llamada Mictlancíhuatl. Se les
representa con el rostro calavérico y en ocasiones con partes de su cuerpo encarnadas.
Sus partes óseas aparecen decoradas con círculos amarillos con puntos rojos, que
simulan huellas de descarnación. Su existencia en un lugar frío y obscuro como el Mictlán
no tiene ninguna connotación moral ni se trata de un diablo, es simplemente el que guarda
los huesos de los muertos comunes.
Tlalocan, el paraíso de Tláloc
Tlalocan, en la mitología azteca, ‘donde está Tláloc’, lugar mítico donde vivían los elegidos
por este dios, considerado como señor de la abundancia, la vida, la humedad y la lluvia. El
Tlalocan era un sitio de deleite, comida abundante y temperatura agradable. Nunca
faltaban allí las mazorcas de maíz verde, las calabazas, el amaranto, los chiles, la
verdolaga, los tomates, los frijoles verdes en vaina y las flores. Los que fallecían de muerte
producida por el agua o por enfermedades estimadas de origen acuoso, como la
hidropesía (véase Edema), iban a ese lugar. Existen antiguas representaciones del
Tlalocan, que los primeros investigadores llamaron “paraíso terrenal”; una de las más
interesantes se encuentra en un palacio del barrio de Tepantitla, en la antigua metrópoli de
Teotihuacán.Conocemos la descripción de esta morada del dios gracias a los escritos
hechos por el padre Sahagún y otros personajes, que lo oyeren de boca de los indígenas.
Algunos siglos después, se descubrió en Teotihuacan un mural bellísimo en que se veía
representada punto por punto esta descripción. Así se pudo conocer de manera gráfica lo
que ya se conocía a través de lo escrito.
XIPE TÓTEC
Nuestro Señor el desollado, cubre su faz con la piel del sacrificado. Simboliza así el cambio de piel
de que se presenta en la naturaleza. Es el renacimiento del verdor que regresa después de su
paso por la muerte. Es la renovación de la vida en el ciclo anual, es el brote de la semilla después
de estar en la oscuridad del inframundo. Por esto uno de los nombres del inframundo es el de
Cincalco, lugar (de donde viene) del maíz. Una celebración mexica dedicada a Xipe era
precisamente Xócotl huetzi, cuando se levantaba el palo encebado, símbolo de fertilidad, y esta
correspondía a la celebración mesoamericana de Hueymiccáilhuitl, la fiesta de los muertos. Luego
entonces, la vida viene de la muerte misma.
COATLICUE
Nuestra Señora, Falda de Serpientes, Señora de la Tierra, madre de nuestro señor Huitzilopochtli,
se manifiesta también como Tlaltecuhtli, señor(a) de la tierra. Nos da la vida y nos devora. Nos
crea y nos recibe en su seno a la hora de la muerte. La vida es un incesante sacrificio donde cada
ser muere para que otro viva, La serpiente simboliza la líneas de fuerza de la tierra y las fauces de
las serpientes el aspecto destructivo de la divinidad. Su dualidad formada por dos cabezas
serpentinas (los chorros de sangre de la decapitación) y sus ofrendas mostradas en el pectoral
formado por los corazones y manos de los sacrificados.
ZOMPANTLI
Los zompantli son figuras arquitectónicas mexicas realizadas en el clásico Náhuatl. Se trata de
muros recubiertos de cráneos humanos esculpidos o reales en forma reticular. El carácter sagrado
de los restos humanos en la cultura mexica les daba la función de ser depositarios de restos de
sacrificados.
Los zompantli de huesos reales eran comunes del campo de batalla. Los erigidos en piedra tenían
el objetivo de remembrar guerreros caídos.
El pan de muerto y el altar del dos de noviembre presentan elementos sincretizados de la tradición
del zompantli.
QUETZALCÓATL
"Serpiente Emplumada" es el héroe cultural por excelencia. Señor de los vientos, es el primer
chamán mesoamericano, Realiza la proeza de bajar al inframundo sobreviviendo a pruebas
extraordinarias; entre ellas, debe cruzar un espantoso río de sangre. Para lograrlo, es ayudado por
un perro mágico, Xólotol, que también es su nagual, es decir, su manifestación zoomórfica en el
mundo mágico. Este es el origen de la tradición indígena de enterrar un perro con el occiso.
CIHUATETEO
Las Cihuateteo o Cihuapipiltin en la mitología azteca eran espíritus que eran almas de
mujeres nobles muertas al dar a luz (mociuaquetzque). Se las honraba como a los
hombres muertos en batalla.
Al comienzo de los signos de los días de la quinta trecena (1 Ciervo, 1 Lluvia, 1 Mono, 1
Casa, y 1 Aguila) bajaban a la tierra y causaban travesuras especialmente peligrosas. Así,
volvían al mundo de los vivos para cazar al acecho a viajeros por las noches en los cruces
de caminos, así como para encantar templos.Las Cihuateteo eran pálidos esqueletos de
blancas caras con garras de águila en vez de manos y vestidos de encaje decorados con
tibias cruzadas.
El texto explica cómo para prevenirse de sus ataques, los vivos colocaban alimentos en
altares construidos en los cruces de caminos.
por Tepóztloc