7 Tulchin. Investigaciones
7 Tulchin. Investigaciones
7 Tulchin. Investigaciones
Revästa de Educackm, núm. 282 (1987). pSgs. 293,259 235
ANTECEDENTES TEORICOS
, ;Cómo una persona manifiesta en qué, cómo y si ella/él está pensando? Aris-
tóteles dividió el conocimiento, que él interpretaba como el producto del pen-
samiento, en tres categorías básicas: teórica, práctica y productiva. Para él y aso-
ciada con cada forma de conocimiento hay una actividad apropiada del pensa-
miento. El conocimiento teórico es contemplativo y está orientado a la expli-
cación de las conclusiones. El conocimiento práctico es una actividad delibera-
da que está relacionada con la decisión o resolución para actuar. Aquí intervie-
nen los aspectos sociales y morales cuando las consecuencias se miden en fun-
ción del interés y bienestar de los demás. El conocimiento productivo tiene que
ver con el saber cómo realizar las tareas o con el ejercicio de las habilidades
adquiridas. Para Aristóteles, el pensar no era independiente de la virtud o de
la maldad pues cada actividad de la mente involucraba ciertos valores y nor-
mas de buena conducta. Era «imposible ser bueno... sin una sabiduría práctica
o ser un hombre de sabiduría práctica sin tener una moral sobresaliente o ser
un virtuoso» (2). Lo que Aristóteles hizo fue reconocer variedades de pensamien-
to para las que no había un simple conjunto de reglas o procedimientos sobre
cómo pensar, aplicables a todas las inquietudes intelectuales.
La división de categorías de pensamiento de Aristóteles plantea la siguiente
cuestión a los educadores modernos: cuáles de estas actividades del pensamien-
to delicti preocuparles? John Dewey se esforzó en examinar las diferentes acti-
vidades drl acto de pensar en la medida en que éstas se sucedían en la vida
real. El pensamiento reflexivo comienza en una situación que es ambigua, que
presenta un dilema y que ofrece alternativas. No es espontáneo pero tiene lu-
gar «para descubrir conexiones específicas entre algo que nosotros hacemos y
las consecuencias derivadas de ello» (3). El pensaba que nosotros actuamos con
fines previstos, con objetivos que valoran los hechos, sacamos conclusiones y
aceptamos la responsabilidad ante las futuras consecuencias. Para Dewey, el
pensamiento se evoca debido a la falta de certeza sobre algo y es un proceso
de investigación para encontrar las soluciones.
Así pues, los educadores se preocupan por los resultados del estudio de los
hechos y de cómo se deben resolver los problemas. Se interesan por los méto-
dos, procesos y productos del pensamiento. En la medida en que nuestro mun-
do avanza rápidamente hacia el siglo veintiuno, nosotros afrontamos el espino-
so espectro de la guerra nuclear, biológica y del rayo láser, los difíciles dilemas
que rodean la ingeniería genética y la colonización del espacio. Los jóvenes de-
berán ser capaces de hacer frente a las ramificaciones del progreso. Para ga-
rantizar la supervivencia de la especie, a nuestros estudiantes se les debe ense-
ñar a pensar con técnicas buenas y críticas, para que puedan llegar a ser adul-
(2) Aristotle, Nicomachean Ethics, traducida con introducción y notas con Martín Ostwald, New
York: Bobbs-Merrill, 1962, p. 172.
(3) John Drwey. Democracy and Education, New York: Macmillan, 1944.
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tos responsables y razonables. En nuestra búsqueda de un punto de arranque
para la introducción en las escuelas de un programa de pensamiento crítico, el
llegar a una definición del pensamiento critico o reflexivo que sea aceptable
para todos es de primordial importancia. Nosotros no queremos formarnos un
concepto pobre del acto de pensar, como un «saco de triquiñuelas», o ser ca-
paces de aislar algunas aptitudes pensantes para solucionar problemas especí-
ficos. Pero lo que sí queremos es mejorar la acción de pensar —una actividad
humana esencial— a través de la instrucción y la práctica, con el objetivo de
adquirir conocimientos y decidir sobre qué se va a hacer y por qué.
DIVERSAS DEFINICIONES
Primeramente, tenemos que ir más allá de los escollos semánticos. Una de-
finición pobre de «crítica» significa encontrar faltas. Pero si una crítica consiste
en alguien que encuentra alguna falta o hace un análisis, evaluación o juicio jun-
to con una explicación, como por ejemplo, de una película u obra de arte o de
literatura, entonces la crítica se entiende como una evaluación razonada de algo,
y se refiere bien a la actividad, proceso o producto de la evaluación. «Crítica»
significaría «caracterizado por una evaluación razonada o razonable» (4). Para
los antiguos griegos, la evaluación de argumentos y sofismas al razonar era una
actividad que requería un juicio cuidadoso y una reflexión continua. Por otra
parte, los educadores actuales difieren ampliamente sobre las características del
pensamiento crítico porque éste depende de lo que se esté evaluando, de los
objetivos de la evaluación y del método utilizado.
John Passmore desarrolla su propia definición en la que combina imagina-
ción y crítica en una sola forma de pensamiento que él denomina «crítico-crea-
tiva». Esto, dice él, no se enseña impartiendo realidades o adiestrando a los es-
tudiantes sino más bien a través de debates críticos que estimulen tanto al es-
tudiante como al maestro al defender sus puntos de vista, fomentando, por con-
siguiente, un espíritu crítico. El ser crítico simplemente planteando objeciones
es demasiado limitado para Passmore porque esto no cambia la manera en que
la persona evalúa los problemas. Para él una persona crítica posee iniciativa, in-
dependencia, coraje e imaginación en el ejercicio de las habilidades «fomenta-
das... como parte de la enseñanza de un tema» (5).
Por medio de una instrucción específica y de una práctica orientada los es-
tudiantes pueden ser instruidos en las estrategias necesarias para un pensamien-
to crítico. Pero hay que tener en cuenta, dice John McPeck, que el pensamiento
crítico está íntimamente relacionado con los campos del conocimiento en que
(4) Kenneth Hawes: «Understand Critical Thinking», ponencia inédita del «Institute on Thin-
king». Harvard University Graduate School of Education. 28 de julio al 1 de agosto, 1986, p. 1.
(5) John Passmore: «On Teaching to be Critical», en R.S. Peters (com.), Education and Reason,
London: Routledge and Regan Paul, 1967, p. 36.
237
éste se aplica y no se aprende o enseña bien si se aísla completamente del con-
junto del contenido (6). Para McPeck, el conocimiento y la comprensión son los
ingredientes principales del pensamiento crítico porque el componente del co-
nocimiento no es estático sino que sufre adiciones constantes, es reinterpreta-
do y evaluado desde perspectivas diferentes. Solamente en el juego «Trivial Pur-
suit», donde el conocimiento se limita a hechos puntuales, éste es completo y
carente de problemática porque se trata simplemente de memorizar. El «com-
ponente crítico consiste en la habilidad de reflexionar sobre algo, de preguntar
de manera efectiva, y de suspender el juicio o creencia sobre el conocimiento
requerido que conforma el problema en cuestión» (7). Para ser verdaderamente
eficaz, la formación debe estimular a los estudiantes a aplicar las habilidades
del pensamiento crítico a todos los aspectos de su vida. De esta forma cada cues-
tión pasa a ser simplemente el marco para adquirir el conocimiento de apren-
dizaje y los requisitos previos al razonamiento —aprendiendo las estructuras ló-
gicas, desarrollando la capacidad de leer eficazmente, aprendiendo a tomar en
cuenta los hechos antes de emitir juicios, aprendiendo a generalizar y a desarro-
llar hipótesis cuando sea necesario.
En contraste con la específica y puntual naturaleza del pensamiento crítico
de John McPeck, Robert Ennis, miembro del Informal Logic Movement (Movimien-
to Informal Lógico), propone una taxonomía de las habilidades del pensamien-
to critico y plantea éste como «pensamiento razonable y reflexivo que se cen-
tra en decidir qué creer o hacer» (8). Aunque Ennis nos ofrece una definición
amplia, caracteriza el pensamiento crítico a través de una lista de técnicas
que divide en conjuntos de disposiciones o aptitudes. Aunque no excluye
la creatividad porque considera la formulación de hipótesis como la búsqueda
de formas alternativas de enfocar un problema y la formulación de preguntas
como actos creativos, en su lista se da un énfasis importante a la tradición de
la lógica, basada en dos décadas de investigación. Además, actualmente su lista
constituye el intento más extenso en educación hasta la fecha, que ofrece una
nueva taxonomía al más alto nivel de las técnicas de pensamiento que va más
allá del análisis original, síntesis y categorías de evaluación de Benjamin Bloom,
producidas en 1956. Las listas de Ennis que enlazan el pensamiento crítico con
el desarrollo del conocimiento humano incluyen aquellas aptitudes utilizadas
para clarificar ideas, determinar la veracidad de la información, juzgar la credi-
bilidad de una fuente y analizar mediante argumentos inductivos y deductivos
todo aquello que es esencial en la consecución de su propósito al deçidir «qué
creer o hacer» (9).
(6) John McPeck: «Critical Thinking and Trivial Pursuit», Teachtng Phdosophy, 8:4, octubre,
1985, p. 303.
(7) Iba.
(8) Robert H. Ennis: «A Taxonomy of Critical Thinking Dispositions and Abilities», J.B. Ba-
ron y R.J. Sternberg (comps.), Teaching Thinking Mías: Theory and Practice, New York: W.H. Free-
man 1986, p. 10.
(9) Iba, p. 10.
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Barry K. Bener distingue el pensamiento critico de la resolución de proble-
mas y afirma que no se trata de la misma cosa. Él define el pensamiento critico
como «un conjunto de aptitudes independientes u operaciones, cada una de las
cuales combina en mayor o menor grado el análisis y la evaluación» (10). Re-
laciona los inventarios principales de las aptitudes del pensamiento crítico pu-
blicados entre 1954 y 1977, y que han sido el resultado de las investigaciones,
enseñanza y pruebas. Ver Figura 1 (11).
FIGURA I
3. Juzgar si ciertas manifestaciones se contra-
dicen.
1. Identificar las cuestiones principales. 4. Juzgar si sigue una conclusión necesaria•
2. Reconocer las suposiciones subyacentes. mente.
3. Evaluar las evidencias o autoridad por me- 5. Juzgar si una afirmación es especificamen.
dio de: te suficiente.
a) Reconocimiento de clichés o estereo- 6. Juzgar si una afirmación es realmente la
tipos. aplicación de un principio determinado.
b) Reconocimiento de predisposiciones 7. Juzgar si una afirmación de observancia es
o factores emocionales en la presenta.
fiable.
ción. 8. Juzgar si una conclusión inductiva es ga-
e) Distinción entre datos verificables o
rante.
no verificables.
9. Juzgar si el problema ha sido identificado.
d) Distinción entre lo relevante y lo irre- 10. Juzgar si algo es una suposición.
levante. II. Juzgar si una definición es adecuda.
e) Distinción entre lo esencial y lo acce- 12. Juzgar si una declaración de una supuesta
sorio. autoridad es aceptable (15).
E) Reconocimiento de la idoneidad de la (Robert H. Ennis, 1962)
información.
g) Determinación de si los hechos apo- IV
yan una generalización.
h) Verificación de las consecuencias. Determinar la probable precisión de una
4. Sacar conclusiones justificadas (25). deducción (incluyendo la identificación de
(Paul Dressel y Lewis B. Mayhew, 1954) la deducción).
2. Reconocer los supuestos.
II 3. Deducir las conclusiones.
4. Interpretar la información.
1. Determinar la importancia de los datos. 5. Evaluar la fuerza de un argumento (en tér-
2. Evaluar la fiabilidad de los autores. minos de la relevancia e importancia de
3. Diferenciar entre hechos y opiniones. una cuestión) (22).
4. Examinar los supuestos.
5. Verificar (la precisión de) los datos. (Goodwin Watson y Edward M. Glaser, 1980)
6. Detectar inconsistencias (18).
(Dorothy McClure Fraser y Edith West, 1961) V
Determinar si:
III
1. Una declaración se deriva de las premisas.
1. Hacerse con el significdo de una afirma- 2. Algo es una suposición.
ción. 3. Una declaración de observancia es fiable.
2. juzgar si hay ambigüedad en el proceso 4. Una supuesta autoridad es fiable.
de razonamiento. 5. Una generalización sünple es justificada.
(10) Barry K. Beyer: «Critical Thinking Revisited», Social Education, 49:4 (abril, 1985), p. 272.
(11) lbid., p. 273.
239
6. Una hipótesis es justificada. 3. Reconocer las suposiciones formuladas de
7. Una teoría es justificada. las no indicadas.
8. Un argumento depende de una equivoca- 4. Reconocer las inconsistencias lógicas en
ción. un argumento.
9. Una afirmación es demasido vaga o dema- 5. Distinguir las hipótesis de las conclusiones
siado especifica. justificadas.
O. Una razón es relevante (24). 6. Reconocer las irrelevancias.
(Robert H. Ennis, 1966/1982) 7. Reconocer los errores lógicos.
8. Reconocer las tendencias o marcos de re-
VI ferencia.
9. Reconocer la organización de las técnicas
I. Distinguir entre declaraciones de hechos
o principios.
y manifestaciones de opinión.
10. Reconocer las técnicas de persuasión (31).
2. Discriminar entre declaraciones de hechos
(Jean Fair, 1977)
y manifestaciones de intención.
3. Determinr la dificultad de las pruebas.
VIII
4. Reconocer las manifestaciones tendencio-
sas. 1. Recabar información.
5. Sacar conclusiones. 2. Detectar las predisposiciones (especial-
Evaluar las fuentes de información (5). mente en términos de falta de fiabilidad
(Horace T. Morse y George H. McCune, revisa- y generalización excesiva).
do por Lester E. Brown y Ellen Cook, 1971) 3. Evaluar el proceso de razonamiento.
4. Sopesar las evidencias.
VII
5. Buscar las suposiciones no indicadas.
6. Identificar las declaraciones ambiguas.
1. Separar las declaraciones de hechos de los 7. Identificar las declaraciones equivo-
juicios de valor. cas (32).
2. Distinguir las hipótesis de las evidencias. (Bryce Hudgins, 1977)
A partir de estos inventarios Beyer nos ofrece diez técnicas clave que él con-
sidera reflejan un consenso sobre la naturaleza del pensamiento crítico y sus
operaciones cognitivas clave en los estudios sociales:
1. Distinguir entre hechos verificables y reclamaciones basadas en juicios
de valor.
2. Determinar la fiabilidad de la fuente.
3. Determinar la precisión objetiva de una afirmación.
4. Distinguir la información, demandas o razones importantes de las irrele-
vantes.
5. Detectar las influencias.
6. Identificar suposiciones no indicadas.
7. Identificar reclamaciones o argumentos ambiguos o equívocos.
8. Reconocer las inconsistencias o falacias lógicas en el proceso de razona-
miento.
9. Distinguir entre reclamaciones justificadas o injustificadas.
10. Determinar la fuerza de un argumento (12).
El criterio principal observado por cada aptitud de su lista es que «diferen-
240
cia la verdad de la falsedad, los hechos de la ficción» (13). Para Beyer, las téc-
nicas son «el proceso para determinar la autenticidad, precisión y valor de la
información o del conocimiento» en el análisis y la evaluación (14).
Puesto que mejorar la capacitación de los estudiantes es un objetivo desta-
cado de los educadores, un paso importante en su consecución sería el conse-
guir un acuerdo o consenso en el significado del pensamiento critico. Aristóte-
les nos ofrece las diversas actividades asociadas con el conocimiento —un pro-
ducto del pensamiento— pero no un conjunto de reglas o procedimientos so-
bre cómo pensar. John Dewey considera el pensar en términos de propósitos
o problemas específicos. John Passmore combina imaginación y crítica en su de-
finición e indica que las técnicas se deben enseñar en discusiones críticas en la
escuela. John McPeck enfoca el pensamiento crítico como un método que se
debe enseñar en áreas específicas, mientras que su homólogo, Robert Ennis,
considera el pensamiento crítico como centrado en el decidir qué hacer toman-
do como base una lista de las habilidades pensantes de nivel superior para sa-
tisfacer los propósitos. Barry K. Beyer nos ofrece diez técnicas clave con las que
podemos analizar y evaluar el conocimiento y la información para discernir «lo
verdadero de lo falso». Para nuestros propósitos en este artículo, es necesario
establecer una definición.
DEFINICION
241
ALGUNOS OBJETIVOS A CONSIDERAR
(17) David N. Perkins: «Knowledge as Design: Teaching thinking through content», en J.B.
L.
Baron y R.S. Sternberg (comps.): cet., p. 64.
(18) Iteic , p. 83.
242
resultados (19). Cuando hay ausencia de objetivos en un programa oficial, los
profesores siguen sus propios instintos respecto de lo que los estudiantes deben
aprender. Los objetivos proporcionan uniformidad y dificultan la no participa-
ción de cada profesor en la enseñanza de las aptitudes para pensar.
(19) Kim Marshall: «Social Studies curriculum revision, K-8: The Boston experience», Social
Education, 49:4 (abril, 1985), pp. 315-316.
(20) Michael F. Batcheller: «Implementing a critical thinking skills program in [he social stu-
dies curriculum, K-12», Social Education, 49:4 (abril, 1985), p. 308.
243
propiamente dicha en un determinado nivel escolar. El programa piloto ten-
dría la ventaja de ser «un programa de estudios experimental vivo» (21), sujeto
a revisiones y modificaciones. Cuando tenga lugar la puesta en práctica total
en un nivel específico, los cambios realizados habrían estado ligados a la parti-
cipación del profesor transformándolo de esta forma en un verdadero progra-
ma vivo.
El decidir qué enfoque del pensamiento crítico se debe adoptar no es fácil
porque los programas ofrecen muchas variaciones. Los programas que se apo-
yan demasiado en ejercicios para elevar la facultad de pensar son probablemen-
te muy pobres y no conseguirán hacer de los estudiantes pensadores críticos
consumados. Aquellos enfoques que acentúan el contenido de conocimientos,
que incluyen tanto el «saber cómo» como los propios hechos, necesitan años
para hacerse efectivos en cada campo, así que es probable que sean demasiado
lentos para conseguir buenos resultados. La enseñanza de tácticas parece pro-
ducir rápidos resultados y David Perkins nos ofrece un nuevo término, «mar-
cos de pensamiento», que se definen como «una guía para organizar y apoyar
los procesos del pensamiento» (22). «Considerar ambos lados de la cuestión» es
un ejemplo de una de sus tácticas que nos obliga a considerar no solamente
nuestro lado preferido. Las metáforas que él nos ofrece para explicar su nuevo
término son perfectamente válidas. El marco del pensamiento es una estructu-
ra muy similar a la de un edificio, que soporta su totalidad, o un visor de imá-
genes de una cámara que «organiza la imagen dentro de ella» (23). En el proceso
de aprendizaje uno elabora un repertorio de estrategias, tácticas o marcos de
pensamiento que sirven de guía para pensar de forma correcta.
Para David Perkins la gente aprende a pensar mejor a través de la adquisi-
ción de marcos de pensamiento que dominan, entienden y aplican a ejemplos.
En casos simples, cuando el estudiante es capaz de aplicar el marco, el proce-
dimiento pasa a ser automático. La transferencia es el último paso en el pro-
ceso del pensamiento crítico cuando los marcos se aplican a otros contextos,
diferentes del ejemplo original. La gente necesita formas específicas en cada
área para organizar sus percepciones y atacar los problemas. La clave de este
enfoque es el uso de los marcos de pensamiento que son variados y ayudan
con formas específicas para cada campo a atacar los problemas, apoyando y or-
ganizando el pensamiento (24).
En la enseñanza del pensamiento critico, dqué método —o proceso de pen-
samiento— sirve mejor a este propósito? Los métodos son herramientas que
adoptan de acuerdo con las necesidades y características de cada persona.
Los estudiantes aprenderán lo que ellos quieran saber basados en su propio co-
nocimiento, hábitos, actitudes y objetivos. Ellos experimentan y descubren lo
(21) 'bid.
(22) David N. Perkins: «Thinking Frames: An Integrative Perspective on Teaching Cognitive
Skills», en J.B. Baron y R.J. Stemberg (comps.), op. cit., p. 47.
(23) Ibid.
(24) !bid., pp. 57-58.
244
que les va o no les va, y adoptan lo que les resulta útil, consecuentemente in-
dividualizando los métodos. Es más un método de tanteo porque para pensar
de una forma crítica no tiene que determinar si el método usado es verdade-
ramente fiable y si los resultados obtenidos satisfacen el propósito o problema
en cuestión. Los estudiantes deciden sus razones para pensar —sus objetivos—
y seleccionan los métodos de cómo proceder (25). El intentar nuevas formas y
áreas del pensamiento y su integración dentro de los métodos antiguos incre-
mentará la gama de experiencias empleadas en el pensar. De esta manera, los
estudiantes pueden ampliar su repertorio de marcos de pensamiento y aplicar-
los a áreas en las que ellos estén capacitados y estén dispuestos a ser críticos.
UN ENFOQUE FILOSOFICO
245
son tus amigos? ¿Son todos sus amigos gente que te gusta? Nombra tres carac-
terísticas que más te gustaría que tuviera un amigo tuyo. Al final de la clase,
los estudiantes fueron capaces de pensar sobre lo que para ellos significaba la
amistad y de utilizar las técnicas del pensamiento lógico al explicar sus contesta-
ciones.
¿Qué es lo que hace a la filosofía interesante para los chicos? Varios facto-
res nos vienen a la mente. Su énfasis en los significados más que en hechos ais-
lados, en el pensar más que en el memorizar, en temas que interesan a los alum-
nos. Al ayudar a los estudiantes a hacerse más reflexivos, los alentamos a tra-
tar cuestiones razonando conjuntamente. En un grupo de debate desarrollan
su capacidad de pensar por ellos mismos. La clase les sirve de foro abierto don-
de los estudiantes entablan discusiones críticas y llegan a un acuerdo con su pro-
pia capacidad de razonamiento al analizar y evaluar los temas discutibles para
especular sobre lo que ellos harían en determinadas situaciones.
Los resultados de las pruebas muestran que los alumnos están mucho más
motivados para aprender técnicas y las retienen durante más tiempo y en más
profundidad si se utiliza un contenido que sea personal y socialmente relevante
para ellos. La transferencia y utilización de las técnicas de pensamiento a otros
contextos de la vida se consigue con más facilidad cuando son importantes.
Lisa, el segundo libro de la serie Lipman, que se utiliza en séptimo grado (1,
cuenta la historia de unos alumnos de enseñanza media que se enfrentan a di-
lemas «morales». Por ejemplo, el personaje principal de la novela, Lisa, reflexio-
na sobre el tratamiento de los animales. Se asombra por el hecho de amar a
los animales y disfrutar al comer pollo o «roast beef». Si ama a los animales,
entonces ¿cómo puede comérselos? Lisa se preocupa por la inconsistencia de
sus valores. Cree que querer o no a un animal es cuestión de preferencia per-
sonal, tal como es comer o no pollo o vaca. A Lisa no le preocupa si otros com-
parten estos valores sino la conexión entre ellos. Si amo a los animales, ¿cómo
puedo comérmelos? Al principio de la novela, Lisa y sus amigos tienen proble-
mas explicando y justificando sus ideas, pero, hacia el final, han aprendido a
valorar las evidencias, detectar las inconsistencias e incompatibilidades, crear hi-
pótesis, sacar conclusiones válidas y llegar a las soluciones lógicas de algunos
de sus problemas.
El debate estimula la utilización de la lógica ya que las discusiOnes filosófi-
cas tienen que ser cuidadas, escrupulosas, rigurosas y disciplinadas. Para expo-
ner un tema se tienen que ordenar los argumentos de forma eficiente y cohe-
rente. Hay que demostrar un entendimiento claro de los supuestos y de cómo
moverse lógicamente de estas suposiciones a sus conclusiones. Las discusiones
críticas enseñan a los alumnos a buscar alternativas nuevas, tomar en conside-
ración distintos puntos de vista y aprender los requisitos previos básicos del ra-
zonamiento-consistencia, relaciones lógicas y fiabilidad de las fuentes. Sin em-
bargo, no aprenden contestaciones correctas ya que muchas veces no hay nin-
246
guna en estos tipos de discusiones. Los estudiantes aprenden a escuchar las
ideas y opiniones mutuas y a desarrollar la tolerancia y el respeto hacia las di-
ferencias. El programa cambia las percepciones que tienen los chicos y les alien-
ta a pensar críticamente sobre temas polémicos.
247
difíciles; cómo pensar de una forma crítica sobre una información y cómo tra-
tar ésta. Sacan deducciones de dobles premisas; formulan preguntas; trabajan
con analogías e identifican suposiciones subyacentes. Un buen ejemplo de este
tratamiento es decir, mira estas fotos de las víctimas de los campos de concen-
tración. (iQue cosas horribles hicieron para haber sido tratados de esta forma?
Este curso obliga a los alumnos a estudiar situaciones o dilemas y a pensar por
ellos mismos en los temas. Tienen que considerar y reflejar sus propios valores
y opciones morales. No siempre se puede hacer lo que sería apropiado que todo
el mundo hiciese en circunstancias similares. El comportamiento humano en
los campos de concentración no tenía más líneas maestras ya que el hambre,
la inanición y el tratamiento infrahumano no permiten acciones razonables.
Volviendo a lo que se dijo anteriormente, en una clase donde se presta aten-
ción al método de raciocinio conjunto en un grupo de debate, los estudiantes
comienzan a implicarse en la metacognición —su propio pensamiento— que es
un paso importante en su crecimiento como pensadores críticos. Los chicos ana-
lizan el concepto de Hannah Arendt: «éPodría la actividad de pensar como tal...
estar entre las condiciones que hacen a los hombres abstenerse de la maldad o
realmente los condiciona contra ella?» (27). Para mejorar la forma de pensar,
los alumnos necesitan estar motivados para ser inquisitivos o nunca practica-
rán las técnicas previas de cognición. Las cuestiones que tratan temas polémi-
cos en este estudio de la historia —el abuso de poder, la razón y los derechos
humanos— provocan conflictos y hacen que las respuestas simples de los estu-
diantes degeneren constantemente en problemas complejos. Los alumnos tie-
nen que ponerse en el lugar de la otra persona y comprender más de una pers-
pectiva. Trabajan arduamente con los dilemas y aprenden a tratar críticamente
acontecimientos históricos controvertidos. Cuando lo consiguen, empiezan a es-
tar de acuerdo con sus propios valores e identidad al ser conscientes de las es-
tructuras lógicas del razonamiento; desarrollando la capacidad de interpretar si-
tuaciones; aprendiendo a tener en cuenta los hechos antes de emitir juicios y,
lo más importante, aprenden a generalizar las técnicas del pensamiento a otras
áreas de sus vidas.
¿Qué criterios se utilizan en el estudio de la subida al poder de la Alemania
nazi? Los criterios para evaluar argumentos, analizando las evidencias, el razo-
namiento o la lógica, los valores, los juicios de valor y el lenguaje, son algunas
de las múltiples técnicas más importantes empleadas. También se utilizan acti-
vidades dentro de los diferentes medios para ampliar la base del desarrollo cog-
nitivo distinto del pensamiento reflexivo. Al pedir al alumno que tome notas y
responda específicamente a las lecciones, la escritura se convierte en una herra-
mienta cognitiva importante; aumenta el conocimiento afectivo al facilitar unos
medios para registrar el proceso y progreso del pensamiento, ya que el pensa-
miento crítico tiene también lugar en interacción —cuando se escriben palabras
en un papel, se dibuja o se habla alto—. Los ordenadores, fotografías, dibujos,
248
vídeos y películas son algunos de los métodos múltiples y más poderosas herra-
mientas para que los alumnos se comprometan activamente en el entendimien-
to de no aceptar soluciones simples a problemas de historia y comportamiento
humano complejos. «Fue dificil pensar», recuerda un ciudadano alemán. Y aun-
que pueda ser difícil, queremos desafiar al pensamiento más avanzado de nues-
: tros estudiantes y darles experiencias que les hagan encontrar su camino y des-
cubrir por ellos mismos la validez de sus ideas. La lección de la historia es que
el hombre racional siempre tiene opciones, ninguna historia es inevitable.
El cuaderno de notas proporciona un medio de expresión de dos actos cog-
noscitivos tanto teóricos como productivos. La escritura puede reforzar, clari-
ficar y evaluar la forma de pensar para profesores y alumnos. Como actividad
continua, desarrolla muchas aptitudes asociadas con la evolución de las técni-
cas de pensamiento. Favorece la persistencia y precisión tanto en el pensamien-
to como en el uso del lenguaje. Para ayudar a la elemental clarificación y pre-
cisión, se necesita ampliar el vocabulario. El enseñar a los alumnos a plantear
y contestar preguntas y cuestionar la información precisa tener claros los sig-
nificados de las palabras para llegar a un acuerdo mutuo. Los alumnos pueden
redefinir las palabras según las van utilizando y entenderlas más profundamen-
te. Algunas de las palabras en la unidad como totalitarismo, burocracia, dicta-
dura y genocidio presentan problemas de comprensión a cualquier nivel de
edad, pero son particularmente difíciles para los del nivel 7.° (1, ya que se trata
de conceptos abstractos. Los estudiantes pueden encontrar más productivo tra-
zar sus nociones sobre estas ideas por medio de líneas y formas: pesado, ligero,
curvado, en zig - zag, recto, retorcido, etc. Para muchos, los dibujos representan
más ideas de lo que las definiciones puedan representar. Tanto la escritura como
el dibujo ayudan a encontrar lo que los alumnos piensan y lo que quieren de-
cir (28). Los cuadernos de notas proporcionan a los estudiantes un medio para ob-
tener ideas nuevas del profesor que les lee y evalúa sus ideas relacionadas con
el pensamiento no solamente para un nivel determinado sino para que poste-
riormente elaboren, clarifiquen y justifiquen su manera de pensar y sugieran
formas de cambiar sus enfoques o mejorar su organización.
Para ayudar a guiar y a dominar las técnicas en la identificación y evalua-
ción de pruebas, Kevin O'Reilly ha desarrollado una «Guía del Pensamiento Crí-
tico» y ha restaurado su curso en la historia de América enseñando las técnicas
de una manera deliberada y sistemática. La Guia es un folleto sobre cómo ana-
lizar y evaluar los temas. Ello lleva consigo una explicación de tipos de argu-
mentos en historia, ejemplos de sofismas en lógica, una lista de nombres para
evaluación de pruebas, un ,método para analizar posiciones valorativas, mane-
ras de identificar supuestos y otras informaciones sobre la lógica. Quizá sus
ideas más sobresalientes son la utilización de siglas para ayudar a los estudian-
tes a recordar los ingredientes claves para pruebas y temas escritos. A los es-
249
tudiantes se les enseña a identificar tres clases de pruebas preguntándoles: ¿Es
esto una declaración de un testigo, un documento escrito, o un objeto? Si no
es nada de esto, entonces no constituye una prueba sino una información ob-
jetiva, una distinción importante que los estudiantes de historia deben hacer.
Una vez que se identifica la prueba, entonces ellos pueden evaluarla haciendo
cuatro preguntas sobre ella con la ayuda de las siglas P.R.O.P., que significan:
¿Causa primaria o secundaria? ¿Razón o falsedad? ¿Otras pruebas para apoyar
esto? ¿Público o privado? (29). Solamente mediante la práctica repetida del uso
de esta técnica, estas tácticas de pensamiento llegarán a ser una parte reflexiva
y automática del aprendizaje de pensar.
Otra guía de referencia que Kevin O'Reilly usa para analizar los temas his-
tóricos y ayudar a los estudiantes a recordar los ingredientes clave para temas
escritos es un modelo llamado MARKER. Esto lo explica mediante un cartel col-
gado en la pared de una clase.
M - Halla el Motivo principal.
A - Localiza Afirmaciones no confirmadas y valora los juicios.
R- Identifica algunos tipos de Razonamiento.
K - Haz preguntas Claves sobre los tipos de razonamiento (1.
E • Identifica y evalúa el Examen de las pruebas.
R - Piensa en cualquier información Relevante (30).
Del mismo modo que no se puede esperar que los estudiantes empiecen sus
estudios de cálculo en matemáticas sin enseñarles primero y mejorar sus apti-
tudes básicas, tampoco se puede esperar que los estudiantes se conviertan en
pensadores críticos sin el mismo entrenamiento en técnicas de razonamiento bá-
sico. Los estudiantes aprenden la lógica del pensamiento de las disciplinas de
filosofía e historia y tácticas como las siglas de Kevin O'Reilly ayudan a los es-
tudiantes a ganar confianza y práctica en el uso de técnicas necesarias en el aná-
lisis de elementos de pensamiento.
En el estudio de historia alemana se estimula a los estudiantes a razonar y
pensar sobre las implicaciones de una sociedad que abusa de las libertades ci-
viles y censura la libertad de pensamiento. Ellos tienen que discernir entre me-
canismos de comportamiento con referencia a los individuos y a los grupos,
intentan resolver el papel de la víctima, el que se hace la víctima, y el es-
pectador, ya que analizan una amplia gama de respuestas humanas. En
este punto, en el estudio de la Alemania nazi, yo pongo una película titulada
«Joseph Schultz» sobre un soldad,o alemán que es incapaz de obedecer las ór-
denes de unirse a un escuadrón de castigo que estaba tirando sobre unos cam-
pesinos yugoslavos. Esta película trata de la resistencia individual, y empiezo
mi debate con una afirmación de Albert Einstein, un brillante matemático que
(29) Kevin Critica! Thinkmg m American ikstory, Booldet 4, South Hamilton, Ma.: Cri-
tical Thinking Press, 1983, p. 18.
(30) !bid., p. 21.
(*) El sonido de la «C» aquí equivale al de la «K».
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se sintió forzado a huir de la Alemania nazi porque era judío: «El mundo es de-
masiado peligroso para vivir en él, no a causa de la gente que hace el mal sino
a causa de la gente que permanece sentada y permite que esto suceda.» Esto
enfoca la atención de los estudiantes para investigar el poder de una decisión
y pensar en formas de actuar cuando las consecuencias de estar a favor de lo
que es correcto pueden ser mortales. Antes de mostrar la película yo pido a los
alumnos que busquen el punto de vista, las deducciones, las técnicas de persua-
sión y el testimonio de la película. Kevin O'Reilly inteligentemente ha escrito
la palabra «PIPE» para que sus estudiantes evalúen las películas teniendo en
cuenta los objetivos de análisis (30). Además, yo pido a los estudiantes que con-
sideren si creen o no en la autenticidad de la película, si ellos conocen otra sa-
lida, y qué habrían hecho si se hubieran encontrado en la posición del soldado.
Después, nosotros discutimos las aseveraciones del filme y las ideas de los es-
tudiantes y, algunas veces, vuelvo a proyectar la película una vez más. Finaliza-
mos con un debate sobre las afirmaciones de Pastor Martin Neimoller, un mi-
nistro luterano alemán que se opuso a Adolf Hitler y que fue enviado a The-
resiendstadt, un campo de concentración nazi, en Checoslovaquia:
«En Alemania, los nazis vinieron a por los comunistas y no levanté mi
voz porque yo no era comunista. Después vinieron a por los judíos y no
levanté mi voz porque no era judío. Luego vinieron a por los sindicalis-
tas y no alcé mi voz porque yo no era sindicalista. Más tarde, a por los
católicos y no alcé mi voz porque yo era protestante. Después vinieron
a por mí, y para entonces ya no quedaba nadie que alzara la voz por
mí» (31).
Los objetivos generales de mi enseñanza sobre las técnicas de pensamiento
crítico se han dirigido a involucrar a los alumnos en el aprendizaje para que,
de esta manera, puedan analizar y mejor evaluar lo que leen y ven, y así me-
jorar las técnicas de escritura interactuando con la asignatura que ellos están
estudiando no de una forma únicamente reflexiva y desarrollar así su confianza
en su capacidad para empezar a pensar por ellos mismos. Como profesora de
pensamiento crítico, adopto y utilizo programas tales como Filosofía para Ni-
ños y Haciendo Frente a la Historia y a Nosotros Mismos, que ofrecen diversi-
dad y además tienen elementos comunes sobre lo que yo creo que es el pen-
samiento crítico —habilidades, capacidades, actitudes y disposiciones utilizadas
en el pensamiento de evaluación razonado que requiere un juicio cuidadoso y
una reflexión continua—. Una estructura mental y un número de operaciones
mentales específicas componen otra dimensión de este pensamiento y son con-
sideraciones importantes cuando se habla de su desarrollo. He tratado de rees-
tructurar la clase para crear un grupo de debate que demande razones para es-
tablecer opiniones, explicar acontecimientos desconcertantes, pedir significados
y explorar alternativas facilitando un proceso y una estructura para traducir es-
tos conceptos en un programa integrado de pensamiento-instrucción orienta-
(31) Margot S. Strom y William S. Parsons (comps.): Op. cu., pp. 146-147.
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da. Mi creencia es que a los estudiantes se les puede enseñar las técnicas de
aprendizaje para analizar temas, películas y videos por medio del examen de
pruebas, razonamientos, valoraciones, puntos de vista y lenguaje —aspectos cla-
ves del pensamiento crítico—. La historia sirve como diseño, una estructura a
través de la cual el pensamiento crítico y creativo se traduce en una práctica
en la clase. Es principalmente en las aulas donde se van formando la! mentes.
Cualquier táctica que ayude a los estudiantes a usar las estructuras de pensa-
miento —como las siglas clave de O'Reilly— y al hacerlo automático ayudará
a transferir las estructuras de pensamiento a contextos extraescolares. Sin em-
bargo, depende de la dedicación del profesor el reestructurar el enfoque, revisar
la metodología, proporcionar instrucciones sistemáticas, práctica orientada y
uso repetido de las técnicas para alcanzar los objetivos de enseñanza del pen-
samiento crítico.
Como seres humanos, nuestro comportamiento cognitivo nos distingue del
resto del reino animal. Nosotros tenemos opciones y capacidad para elegir. So-
mos capaces de anticipar las consecuencias de nuestra elección y evaluar las op-
ciones antes de seleccionarlas. Por lo tanto, debemos renovar y ampliar nues-
tros esfuerzos mentales para inculcar un pensamiento de orden más elevado en
nuestro programa de estudios. Si retrocedemos a las bases del pensamiento de
los antiguos filósofos griegos quizá podamos sobrepasar sus esfuerzos de ense-
ñanza y lograr mayores éxitos. Aprender del pasado nos ayudará a convertir-
nos en mejores pensadores y asegurar nuestras oportunidades para sobrevivir
como especie racional.
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