La isla de La Española fue dividida en dos colonias, Santo Domingo Español y Santo Domingo Francés, por los tratados de Nimega en 1678 y Rijswijk en 1697. Esto condujo a diferencias en el territorio, religión, idioma, población y economía entre las dos colonias. El tratado fronterizo definitivo de 1929 estableció la frontera actual entre la República Dominicana y Haití.
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La isla de La Española fue dividida en dos colonias, Santo Domingo Español y Santo Domingo Francés, por los tratados de Nimega en 1678 y Rijswijk en 1697. Esto condujo a diferencias en el territorio, religión, idioma, población y economía entre las dos colonias. El tratado fronterizo definitivo de 1929 estableció la frontera actual entre la República Dominicana y Haití.
La isla de La Española fue dividida en dos colonias, Santo Domingo Español y Santo Domingo Francés, por los tratados de Nimega en 1678 y Rijswijk en 1697. Esto condujo a diferencias en el territorio, religión, idioma, población y economía entre las dos colonias. El tratado fronterizo definitivo de 1929 estableció la frontera actual entre la República Dominicana y Haití.
La isla de La Española fue dividida en dos colonias, Santo Domingo Español y Santo Domingo Francés, por los tratados de Nimega en 1678 y Rijswijk en 1697. Esto condujo a diferencias en el territorio, religión, idioma, población y economía entre las dos colonias. El tratado fronterizo definitivo de 1929 estableció la frontera actual entre la República Dominicana y Haití.
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Los tratados Fronterizos y la División de la isla en dos colonias y sus diferencias
en territorio religión, lenguas, habitantes y economía.
Los Tratados Fronterizos: La frontera entre la República Dominicana y la República de Haití nació tras el reparto de la isla la Española mediante tratados de paz firmados entre España y Francia para dirimir sus diferencias territoriales en Europa y en el Nuevo Mundo. El primero de ellos fue el Tratado de Nimega de 1678, legitimado diecinueve años después por el Tratado de Rijswijk en 1697, en donde España aceptó definitivamente la división de la isla en dos colonias: Santo Domingo Español (oriental) y Santo Domingo Francés (occidental), si bien no existía una demarcación oficial precisa de la frontera. Posteriormente ambas metrópolis europeas firmaron varias convenciones con la intención de delimitar sus posesiones en la isla, en particular el Tratado de Aranjuez de 1777 y el Tratado de Basilea de 1795. En el Tratado de Aranjuez se relacionaron por primera vez y minuciosamente los límites entre la parte occidental francesa y la oriental española de la isla, mientras que, por el Tratado de Basilea, Francia obtuvo también la parte española, aunque España mantuvo esta posesión, tras superar varias invasiones, hasta la ocupación de Haití de 1822 que duró 22 años. A partir de la independencia de la República Dominicana de Haití en 1844 y tras múltiples reuniones infructuosas entre ambos países, fue establecida la frontera definitiva por el Tratado Fronterizo de 21 de enero de 1929 firmado por los presidentes Horacio Vásquez y Louis Borno, ratificado en 1936 por Rafael Trujillo y Sténio Vincent. Para lograr esos acuerdos la República Dominicana tuvo que ceder a Haití un total de 6200 km² del territorio que le pertenecía a España por el Tratado de Aranjuez. La división de la isla en dos colonias: La isla empezó a ser conquistada inicialmente por los españoles en 1493, durante el segundo viaje de Colón. Pero a mediados de la segunda mitad del siglo XVII, los franceses buscaban también colonizar tierras nuevas. Hecho que produjo conflictos en las inmediaciones, los cuales hicieron que España tuviera que retirar sus tropas apostadas en la isla de La Tortuga, para poder así fortalecer las defensas en el área de Santo Domingo, según dice Moya Pons. Con ayuda de piratas, los franceses fueron adentrándose más y más en la Española, ganando territorio español y atacando los pueblos que encontraban en su camino. “A medida que avanzaban, se fueron dando cuenta de cuán inhabitada estaba dicha colonia y, podría decirse que sin oposición, siguieron su marcha hasta que finalmente terminaron creando los dos primeros asentamientos franceses: Cul-de-Sac y La Yaguana. A partir de ese momento, las tierras ocupadas por los franceses pasaron a llamarse: Saint-Domingue; las cuales estaban en la parte oeste de la isla.” Los españoles se sustentaban gracias a la detención de barcos europeos que deseaban navegar más allá de los trópicos, sosteniendo que ninguna otra nación debía compartir sus aventuras o posesiones (Barskett, 1972: 55). Al mismo tiempo, rechazaban cualquier tipo de influencia francesa que pudiera producirse en su colonia, atacando de esta manera y en repetidas ocasiones, los asentamientos galos. Sin embargo, los franceses siempre se las ingeniaban para volver y reconstruir sus asentamientos, en especial el de la Tortuga, el cual era de mucho valor para ellos.
Diferencias en territorio religión, lenguas, habitantes y economía.
Territorio: La extensión territorial de Santo Domingo Español era de 56,000 KM/2, en cambio, la de Saint- Domingue o Haití de 22,000 KM/2. Religión: En Santo Domingo predominaba la religión: Católica y formas de religiosidad popular; a diferencia de Saint- Domingue, que predominaban las religiones: protestante para los (blancos), y voudou para los (esclavos negros). Lenguas: Santo Domingo dominaba la lengua: Castellana y Saint-Domingue la lengua: Francés, para los (amos); y patois o creole para los (esclavos). Habitantes: Santo Domingo contaba con 125,000 habitantes; 30,000 esclavos, en comparación con Saint- Domingue que tenía una población de 500,000 esclavos negros y mulatos, y 70,000 hombres libres (40,000 blancos y el resto libertos). Economía: La economía de Santo Domingo Español disfrutaba de una ganadería extensiva basada en el hato; agricultura comercial en las estancias, y de autoconsumo en los conucos y producción artesanal. A diferencia de Saint- Domingue o Haití que tenía una economía de enclave colonial basada en la existencia de un sistema de grandes plantaciones, muy diversificado (café, cacao, plátanos, caña de azúcar, tabaco, añil, víveres, yuca, etc.), y cuya producción se destina a la exportación; ganadería intensiva (producción, en potreros, mular y caballar); tenerías y destilerías; fábricas de ron o tafiá; ingenios azucareros (más de 900); comercio de exportación- importación (movilizaba más de 1,000 grandes navíos de carga por año); comercio interior y producción de artesanías.