ManualPatologiaEdificacion Tomo-1

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 172

MANUAL DE PATOLOGÍA DE LA EDIFICACIÓN

FERNANDO LOPEZ RODRÍGUEZ


VENTURA RODRIGUEZ RODRIGUEZ
JAIME SANTA CRUZ ASTORQUI
ILDEFONSO TORREÑO GOMEZ
PASCUAL UBEDA DE MINGO

COORDINACIÓN: VENTURA RODRIGUEZ

DEPARTAMENTO DE TECNOLOGÍA DE LA EDIFICACIÓN (E.U.A.T.M)


UNIVERSIDAD POLITÉCNICA DE MADRID

TOMO 1 EL LENGUAJE DE LAS GRIETAS


PATOLOGIA Y RECALCES DE LAS
CIMENTACIONES
MANUALDEPATOLOGIADELAEDIFICACION TOMO 1

A MODO DE PRESENTACIÓN

Esta publicación es el resultado de la continuada relación entre la empresa


aseguradora FREMAP, la constructora O.H.L. S.A y el Departamento de Tecnología
de la Edificación de la Escuela Universitaria de Arquitectura Técnica de la
Universidad Politécnica de Madrid y supone una sustancial mejora, en cuanto a la
ampliación de sus contenidos, sobre la edición que el pasado año se efectuó sobre
el mismo tema.

La intención de este manual es servir de base documental para la impartición de


cursos sobre sus contenidos dirigidos preferentemente a profesionales, técnicos de
la construcción, de diferentes titulaciones universitarias que tengan relación con la
jefatura de obras de edificación.

Tras la experiencia acumulada el pasado año, en cuanto a la densidad de los


contenidos de los cursos que se impartieron, y el interés suscitado entre los alumnos
que los siguieron por ampliar algunos de los temas tratados, en la presente edición
se ha optado por dividir el contenido general del anterior manual en tres tomos de
los que se derivarán otros tantos cursos más monográficos de contenidos.

Siguiendo las directrices de las entidades que han encargado este trabajo, el equipo
redactor, entre las diversas posibilidades de tratar una materia tan compleja y amplia
de contenidos como esta, a optado por dar una visión práctica de los temas que se
tratan para facilitar la aplicación de los conocimientos impartidos al trabajo
profesional cotidiano de los potenciales alumnos a los que nos dirigiremos.

Por otra parte los contenidos expuestos en los tres manuales en los que se divide la
obra, se verán reforzados por los cursos presénciales, en los que cada una de las
materias podrán verse matizadas, puntualizadas y contrastadas con las experiencias
directas de los alumnos a pie de obra.
Todo ello tiene como objetivo alertar sobre aquellas prácticas constructivas o las
carencias de los proyectos susceptibles de provocar lesiones en los edificios que
puedan derivarse en riesgos para los mismos y especialmente para los usuarios y
para los que se efectúa una valoración razonada en cada uno de los capítulos.

En este sentido y para cada uno de los temas que se estudian, se pone especial
acento en las terapéuticas preventivas a aplicar en el desarrollo de los trabajos, así

DEPARTAMENTO DE TECNOLOGÍA DE LA EDIFICACIÓN - (E.U.A.T.M.) U.P.M. 2


como posteriormente en las soluciones para efectuar la reparación de cada
patología detectada, tanto en obras de nueva planta como en las de intervenciones
sobre edificios ya construidos.

Permítaseme por último una mención a los profesores redactores de la obra, todos
ellos con una amplia experiencia en cada uno de los temas tratados, tanto en sus
aspectos profesionales como en los docentes y que he tenido la satisfacción de
coordinar para la consecución de este trabajo que ahora ponemos en sus manos,
con nuestros mejores deseos de contribuir, aunque sea en una pequeña medida a
mejorar los parámetros de confort y seguridad que deben tener nuestros edificios.

Ventura Rodríguez

Madrid, Agosto de 2004


CONTENIDOS TEMÁTICOS DE LA OBRA:

TOMO 1 EL LENGUAJE DE LAS GRIETAS


PATOLOGÍA Y RECALCES DE LAS CIMENTACIONES

TOMO 2 PATOLOGÍA DE LAS ESTRUCTURAS: HORMIGÓN Y MADERA

TOMO 3 LESIONES EN LOS EDIFICIOS DEBIDAS A LAS HUMEDADES.


PATOLOGÍA DE LAS CUBIERTAS Y FACHADAS

EQUIPO REDACTOR

 LOPEZ RODRIGUEZ, Fernando


Aparejador, Arquitecto Técnico, Sociólogo
Profesor Titular en la Escuela Universitaria de Arquitectura Técnica (U.P.M)
en el Proyecto Fin de Carrera

 RODRIGUEZ RODRIGUEZ, Ventura


Aparejador, Arquitecto Técnico, Técnico Superior en Prevención de
Riesgos Profesor Titular en la Escuela Universitaria de Arquitectura Técnica
(U.P.M) en el Proyecto Fin de Carrera.

 SANTA CRUZ ASTORQUI, Jaime


Arquitecto
Profesor Titular en la Escuela Universitaria de Arquitectura Técnica (U.P.M)
en el Proyecto Fin de Carrera.

 TORREÑO GOMEZ, Ildefonso


Arquitecto, Aparejador, Arquitecto Técnico, Ingeniero Técnico Topografo
Profesor Titular en la Escuela Universitaria de Arquitectura Técnica (U.P.M)
en el Proyecto Fin de Carrera.

 UBEDA de MINGO, Pascual


Aparejador, Arquitecto Técnico, Doctor en Antropología
Catedrático de Mantenimiento y Rehabilitación en la Escuela Universitaria de
Arquitectura Técnica (U.P.M)

MAQUETACIÓN: Jaime SANTA CRUZ

COORDINACIÓN: Ventura RODRIGUEZ


TOMO 1 INDICE GENERAL DE CAPÍTULOS

CAP I: CONCEPTOS GENERALES DE PATOLOGÍA DE LA EDIFICACIÓN


Ventura Rodríguez Rodríguez pág. 6

1. LA CALIDAD EN LA EDIFICACIÓN
2. LA PATOLOGÍA EN LA EDIFICACIÓN
3. INTERVENCIONES OPERATIVAS

CAP II: LOS SÍNTOMAS DE LA PATOLOGÍA. EL LENGUAJE DE LAS GRIETAS


Pascual Ubeda de Mingo pág. 27

1. INTRODUCCIÓN AL DIAGNÓSTICO EN PATOLOGÍA DE LA CONSTRUCCIÓN


2. EL LENGUAJE DE LAS GRIETAS
3. EL PROBLEMA DE LA ESQUINA
4. GIROS Y ROTACIONES
5. PANDEO
6. TIPOLOGÍAS DE GRIETAS POR CEDIMIENTOS DEL ASIENTO
7. APLASTAMIENTO DE MATERIALES
8. PROBLEMAS DE DILATACIÓN
9. OXIDACIÓN DE ELEMENTOS
10. SISTEMAS DE CONTROL Y MEDICIÓN DE GRIETAS Y FISURAS

CAP III: OBRAS DE EMERGENCIA: APEOS Y APUNTALAMIENTOS


Pascual Ubeda de Mingo pág. 69

1. APEOS Y APUNTALAMIENTOS: CONCEPTOS GENERALES


2. LA MADERA COMO MATERIAL DE APEO Y APUNTALAMIENTO
3. ELEMENTOS EN LOS APEOS
4. TECNICAS CONSTRUCTIVAS EN LA EJECUCIÓN DE APEOS
5. APERTURA DE HUECOS EN MUROS
6. HUNDIMIENTO EN EMBUDO

CAP IV: PATOLOGÍA DE LAS CIMENTACIONES


Ildefonso Torreño Gómez pág. 108

1. PATOLOGÍA DE LAS CIMENTACIONES: INTRODUCCIÓN


2. CONCEPTOS GENERALES DE MECÁNICA DEL SUELO
3. CAUSAS DE LOS FALLOS PRODUCIDOS EN LAS CIMENTACIONES

CAP V: RECALCES Y REFUERZOS EN LAS CIMENTACIONES


Ildefonso Torreño Gómez pág. 151

1. RECALCES: INTRODUCCIÓN
2. RECALCES SUPERFICIALES
3. RECALCES PROFUNDOS
MANUALDEPATOLOGIADELAEDIFICACION TOMO 1

TOMO 1 CAPITULO I

CONCEPTOS GENERALES DE PATOLOGÍA DE LA EDIFICACIÓN


MANUALDEPATOLOGIADELAEDIFICACION TOMO 1

CAPITULO I

INTRODUCCIÓN A LA PATOLOGÍA EN LA EDIFICACIÓN

Ventura Rodríguez Rodríguez

Indice:

1. LA CALIDAD EN LA EDIFICACIÓN ..................................................................................... 8


1.1 Conceptos generales
1.2 La gestión de la calidad en el proceso edificatorio
1.2.1 Normativa reguladora
1.2.2 Agentes responsables
1.3 Consecuencias de la “no calidad”

2. LA PATOLOGÍA EN LA EDIFICACIÓN .............................................................................. 16


2.1 Conceptos generales
2.2 Fuentes de las lesiones en los edificios
2.2.1 Etiología en cada fase del proceso
2.2.2 Causas genéricas de las lesiones

3. INTERVENCIONES OPERATIVAS .................................................................................... 21


3.1 Proceso patológico
3.1.1 Interrelación entre fases y agentes
3.1.2 Tipología de las lesiones y sus agentes causantes
3.2 Proceso de actuación ante la presencia de lesiones
3.2.1 De la sintomatología al diagnóstico
3.2.2 La fase diagnóstica
3.2.3 La terapéutica a aplicar
3.2.4 Realización de las acciones
3.2.5 Seguimiento de los resultados
1. LA CALIDAD EN LA EDIFICACIÓN

1.1. CONCEPTOS GENERALES

En las sociedades desarrolladas los parámetros de confort y seguridad son cada vez
más demandados en todos los órdenes de las actividades humanas y sociales. En el
caso de nuestra propia vivienda y de los otros edificios que utilizamos para todo tipo
de actividades, las sociedades urbanas actuales pasamos las mayor parte de
nuestra vida, por lo que los anteriores parámetros adquieren una dimensión de
especial relevancia.

No es sencillo definir el parámetro “calidad”, por lo que comenzaremos por su origen


etimológico. Conforme al diccionario de la lengua la palabra “calidad” viene del latín
“qualitatem” y se define como “conjunto de cualidades que constituyen la manera de
ser de una persona o cosa”. En definición de la norma ISO : 9000 : 2001 “Calidad es
la facultad de un conjunto de características inherentes de un producto, sistema o
proceso pata cumplir los requisitos de los clientes y de otras partes interesadas”.

Aplicadas las definiciones anteriores al campo de la edificación y considerando el


edificio como el producto final de un complejo proceso industrial, podríamos definir la
calidad de la edificación, de una forma muy genérica, como: “la serie de condiciones
que debe reunir un edificio para que cumpla las condiciones básicas para las que ha
sido construido”.

Estas condiciones básicas están definidas en el artículo 3 de la Ley 38/1999 de


Ordenación de la Edificación (L.O.E), donde por primera vez en nuestro país se
determinan mediante una ley los requisitos que deben reunir los edificios desde el
primer momento de la concepción de su promoción hasta el final de su ciclo vital,
cuando deba procederse a su demolición, ya que se contemplan las fases de
proyecto, construcción, puesta en funcionamiento, conservación y mantenimiento.

En el esquema n º 1 han quedado resumidas las condiciones básicas recogidas en


el mencionado artículo con las que los edificios deben proyectarse, construirse
conservarse y mantenerse y que se encuadran en tres parámetros fundamentales:
las condiciones de funcionalidad del edificio, las de seguridad, en todos los aspectos
del mismo, y las de habitabilidad; en una palabra los que corresponden a las
condiciones de confort y seguridad que son intrínsecos a la calidad en la edificación.

Es evidente que la consecuencia de la falta de calidad del producto, en el supuesto


que nos ocupa de la edificación, serán la falta de cumplimiento de las comentadas
condiciones básicas, con las consecuencias finales del no cumplimiento, a su vez,
de los parámetros de confort y seguridad requeridos socialmente.

Esto adquiere diferentes niveles de importancia en función de cuál de los parámetros


básicos se vea afectado, pues es evidente que no se podrá hablar de calidad en un
edificio, que pudiera tener muy buenos materiales de acabados y sin embargo
presentase deficiencias importantes en su estructura, que pudiesen poner en peligro
su estabilidad o que la mala construcción de sus instalaciones pusiese en entredicho
las condiciones de confort o de habitabilidad. Por eso que no debe entenderse el
término calidad en la edificación, como algo asociado a los materiales de acabado,
en lo relativo a lo suntuoso, sino como un conjunto de cualidades que deben hacer
que el edificio funcione como tal para los fines para los que se ha construido y
además mantenga esas condiciones en el tiempo mediante la conservación y
mantenimiento adecuados.

1.2. GESTION DE LA CALIDAD EN EL PROCESO EDIFICATORIO

El producto edificatorio adquiere


cada vez mayores cotas de
complejidad en su elaboración y
en sus componentes, por lo que
la gestión de la calidad del
mismo se torna igualmente
compleja con la intervención de
múltiples agentes y procesos,
que con procedencias e
intereses dispersos han de
concurrir obligatoriamente en el
hecho edificatorio.

Es muy difícil encontrar ningún


otro proceso industrial en el que
el producto final, o sea el
edificio, se vaya elaborando en
el mismo lugar en el que va a
ser utilizado. En la edificación el
proceso fabril se desarrolla
sobre el propio producto y no en
determinadas instalaciones
como el resto de los productos
industriales, que son realizados
en una fábrica, taller, etc y
después son utilizados en
lugares diferentes a los de su
fabricación.
Esquema nº 1 : La calidad edificatoria

Esto hace que el seguimiento de la gestión de la calidad sea muy complejo, pues
han de tenerse en cuenta fundamentalmente tres tipos de productos, que a su vez
van a formar parte del “producto” final que es el propio edificio:

 Materiales fabricados fuera de la obra que mezclados entre sí forman sistemas


constructivos, como son por antonomasia los componentes de las estructuras de
hormigón, las fábricas de cualquier tipo o las cubiertas.
 Materiales manufacturados fuera de la obra que se colocan sobre la misma
mediante adhesivos de diversa naturaleza, como pueden ser los solados,
alicatados, aplacados, pinturas y revestimientos en general.
 Elementos complejos elaborados también en el exterior y que se superponen al
edificio, como pueden ser las carpinterías, cerrajerías, aparatos y componentes
de las instalaciones.

1.2.1 Normativa reguladora

Son tres las fuentes jurídicas donde debemos fijarnos para encontrar la regulación
en cuanto a la calidad en la edificación. En la primera se podrían agrupar las normas
de ámbito general del proceso constructivo, es decir las que regulan el proceso
desde dentro, que a su vez pueden dividirse en dos subgrupos, las normas que
regulan el proceso en sus aspectos generales y las referidas a condicionamientos
técnicos de la construcción. En un segundo grupo encuadraríamos las referidas a la
seguridad y calidad industrial, en términos generales, no de forma específica ni única
a la industria de la construcción y por último en un tercer paquete se incluyen las
normas que afectan a los materiales y elementos constructivos. En el esquema n º 2
quedan sintetizadas dichas normas y sus contenidos generales se analizan a
continuación.

 NORMATIVA DEL AMBITO ESPECIFICO DE LA EDIFICACION

 Ley 38/1999 del 05.11.99 de Ordenación de la Edificación, conocida como


la L.O.E es el marco
legislativo, de ámbito
estatal, que ha venido a
regular el proceso
constructivo y aunque no
tenga una referencia
especifica en cuanto a la
calidad, es evidente que la
delimitación de obligaciones
y responsabilidades de
cada uno de sus agentes
intervinientes, así como de
las condiciones básicas que
deben reunir los edificios,
analizadas anteriormente
(ver esquema n º 1), la
convierten en el texto de
partida para acercarnos al
análisis del parámetro que
venimos definiendo como
calidad de la edificación.
Esquema nº 2 : Normativa reguladora de la calidad edificatoria

 Ley 2/1999 del 17.03.99 de Medidas para la Calidad de la Edificación de


la Comunidad de Madrid. Esta ley de ámbito comunitario es de parecidos
contenidos a los de otras similares de las demás Comunidades Autónomas y
vienen a desarrollar de forma más específica temas relacionados con la
edificación. Aunque los parámetros relativos a la calidad tampoco aquí se
determinan de una manera pormenorizada si se analizan con más profundidad
que en la LOE, pues en el artículo 4 prescribe la necesidad ineludible de realizar
ensayos geotécnicos, en el art. 5, lo relativo al proyecto y en todo el capítulo
segundo, en lo relativo a la ejecución de la obra, se dictan normas relativas a la
calidad final que deben tener los edificios.

En cuanto a los contenidos del proyecto determina que habrán de definirse las
calidades de los materiales y procesos constructivos y las instrucciones para el
uso, conservación y mantenimiento del edificio. Por lo que se refiere al Capítulo
II, dedicado a la ejecución de las obras, en los artículos 9 al 14 dicta normas
sobre el control de la obra, replanteo de las mismas, programa de ejecución, la
recopilación de documentos, planos reales de la obra ejecutada para la redacción
del libro del Edificio.

Por último es importante resaltar como novedad en ambas normativas la


implicación de los usuarios del edificio en las labores de mantenimiento y
conservación del mismo. En la LOE se recogen estas obligaciones en el artículo
14 y en la Ley de la Comunidad de Madrid en los artículos 22 y 23.

 Normas similares a esta en el resto de las Comunidades Autónomas.

 NORMATIVA SOBRE CONDICIONANTES TÉCNICOS

Este paquete legislativo lo constituyen en la actualidad una serie de normas,


reglamentos, instrucciones, pliegos de recepción de materiales, etc, que de una
forma dispersa regulan el proceso constructivo en sus aspectos técnicos y que
vendrá a regular de forma armonizada el futuro Código de la Edificación que se
anunció en la LOE pero de cuya publicación todavía no se conoce la fecha
exacta.

Entre estos textos están las Normas Tecnológicas de la Edificación (N.T.E),


como se sabe de obligado cumplimiento solo en obras oficiales o de protección
estatal, que en la actualidad están anticuadas pero que han sido y todavía lo son
en algunos casos referencias técnicas interesantes de todo el proceso
constructivo.

Otras plenamente vigentes y de obligada observancia, son las Normas Básicas


de la Edificación (NBE), que regulan determinados aspectos tecnológicos:

 NBE. AE-88 Acciones en la edificación.


 NBE. QB-90 Impermeabilización de cubiertas con materiales
bituminosos.
 NBE. CT-79 Condiciones térmicas de los edificios.
 NBE. CA-88 Condiciones acústicas en los edificios.
 NBE. FL-90 Muros resistentes de fábrica de ladrillo.
 NBE. CPI-96 Condiciones contra incendios en los edificios.
 NBE. AE-95 Estructuras de acero en la edificación.
 NCSR-02 Norma de construcción sismorresistente.

Respecto de las instalaciones existen reglamentos que regulan las


características que deben reunir tanto los materiales como su puesta en obra,
cálculos, etc, que no son aquí el momento de pormenorizar, pero que atienden
instalaciones:
 Infraestructuras comunes en los edificios para el acceso a los servicios de
telecomunicación (Real Decreto-Ley 1-1998, de 27 de febrero)

 Reglamento regulador de las infraestructuras comunes de


telecomunicaciones para el acceso a los servicios de telecomunicación en
el interior de los edificios.

 RAEM. Reglamento de aparatos de elevación y manutención de los


mismos. (Real Decreto1314/1997,

 MIE-AEM 1Instrucción Técnica Complementaria del Reglamento de


Aparatos de Elevación y Manutención.

 RIGLO Reglamento de instalaciones de gas en locales destinados a usos


domésticos, colectivos o comerciales. (Real Decreto 1853/1993, de 22 de
octubre)

 Normas Básicas para las instalaciones interiores de suministro de agua


(Orden de 9 de diciembre de 1975)

 REBT-2002 Reglamento electrotécnico para baja tensión. (Real Decreto


842/2002, de 2 de agosto)
 RITE-98 Reglamento de Instalaciones Térmicas en los edificios

Por último dentro de este grupo deben incluirse las instrucciones y pliegos de
recepción de determinados materiales:

 EHE-98 Instrucción de hormigón estructural.


 EFHE Instrucción para el proyecto y ejecución de
forjados unidireccionales.
 RC-03 Instrucción para la recepción de cementos.
 RL.88 Pliego general de condiciones para la recepción de ladrillos.
 RB.90 Pliego de prescripciones técnicas generales para la
recepción de bloques de hormigón.
 RY.85 Pliego general de condiciones para la recepción de yesos
y escayolas.

 NORMATIVA REGULADORA DEL PROCESO INDUSTRIAL

En este grupo debe incluirse el Real Decreto 2200/1995 que regula la Seguridad
y Calidad industrial y que naturalmente afecta también a la construcción en
cuanto proceso industrial complejo que es. Este decreto regula todo el
procedimiento del aseguramiento de la calidad en cuanto a los organismos
competentes para la expedición de acreditaciones de sellos de calidad de
productos y sistemas.
 NORMATIVA REGULADORA DE LOS MATERIALES
Además de lo contemplado en las normas antes citadas, el Real Decreto
1630/1992 sobre Productos de la Construcción, que transpone a la legislación
española la correspondiente directiva europea CEE 89/106 sobre productos, está
comenzando a regular todo lo relativo a las condiciones que deben cumplir los
materiales y sistemas constructivos, y todo lo referente al marcado CE para los
mismos.

En definitiva y aunque por el momento de una forma dispersa, existe suficiente


regulación normativa respecto de la calidad que deben reunir los edificios y sus
materiales e instalaciones y lo que es más importante que parcela de
responsabilidad corresponde a cada uno de los agentes participantes en el proceso
constructivo respecto de esta materia.

1.2.2 Agentes responsables

En la normativa analizada,
singularmente en la Ley de
Ordenación de la Edificación
(LOE), se regula, por primera vez
en la legislación española, de una
forma relativamente clara el
deslinde de funciones y como
consecuencia de responsabil-
idades que todos los agentes
participantes en el pro-ceso
constructivo tiene en el desarrollo
del mismo desde la concepción del
hecho edificatorio y durante todo el
ciclo vital del edificio y por lo tanto
también en lo relativo a la calidad
del proceso. En el esquema n º 3
se resumen las participaciones de
cada uno de los agentes y su
relación con la calidad del proceso.

Esquema nº 3 : Relación de los Agentes con la calidad

 EL PROMOTOR debe establecer las caracte-rísticas del producto y definir las


calidades básicas con las que desea se realice la construcción, así como a la
finalización del mismo establecer las correspondientes garantías sobre dicha
calidad comprometida con el usuario final (Arts. 9 y 17 de la LOE).

 LOS PROYECTISTAS deben efectuar el proyecto de acuerdo a ese diseño inicial


pero atendiendo en sus conté-nidos a las normativas reguladoras antes citadas y
por lo tanto a las especificaciones mínimas de calidad establecidas (Arts. 10 y 17
de la LOE).
 EL CONSTRUCTOR debe ejecutar la obra conforme al proyecto recibido , pero
también conforme a la legislación aplicable, para alcanzar la calidad establecida
en el mismo y debe extender este compromiso a los sub-contratistas. También
aparece definida la figura del Jefe de Obra como representante técnico del
constructor y por lo tanto responsable directo de la calidad de la obra ejecutada
(Arts. 11 y 17 de la LOE).

 EL DIRECTOR DE LA OBRA en tanto que director de la puesta en obra del


proyecto tiene asignaciones específicas en temas de índole técnico, como
comprobar la adecuación de la cimentación proyectada al terreno y la correcta
interpretación del proyecto (Arts. 12 y 17 de la LOE)

 EL DIRECTOR DE LA EJECUCIÓN DE LA OBRA es al agente al que más


directamente se le responsabiliza de la calidad de la obra ya que debe verificar la
recepción de los productos y materiales de la obra y por lo tanto verificar sus
características y calidades determinadas en el proyecto y además dirige la
ejecución material de la obra siendo el responsable de los replanteos y de la
disposición de los elementos constructivos y las instalaciones (Arts. 13 y 17 de la
LOE).

 LAS ENTIDADES DE CONTROL Y LABORATORIOS DE ENSAYOS son


entidades que prestan su asistencia técnica a los demás agentes del proceso en
la calidad de los contenidos del proyecto y durante la ejecución de la obra
comprobando en algunos casos con los ensayos que se les encarguen la
idoneidad de determinados materiales (Art. 14 de la LOE)

 LOS SUMINISTRADORES DE PRODUCTOS deben cumplir las especificaciones


técnicas de los materiales, productos y sistemas que se integran en una
construcción y facilitar los correspondientes certificados de garantía de la
calidad.

1.3 CONSECUENCIAS DE LA “NO CALIDAD”

Los fallos que, en cuanto a la calidad, puedan producirse en cualquier tramo del
proceso, desde la concepción y diseño del producto pasando por su elaboración o
construcción y acabando con el uso y mantenimiento del mismo, tiene influencia, en
diferente medida, sobre el resultado del funcionamiento durante su vida útil. A veces
estos fallos se producen a la terminación y puesta en funcionamiento del edificio y
en otras ocasiones a lo largo de su ciclo vital, bien por el deterioro de los elementos
o materiales o bien por un defectuoso mantenimiento o por patologías introducidas
desde el propio diseño o en la ejeccución de la obra, como más adelante veremos.

El coste de la “no calidad” del producto edificado no es fácil de calcular pero


estimaciones de empresas aseguradoras lo fijan entre el 6 y el 10% del valor del
coste de la construcción, entiéndase en reparaciones realizadas en los primeros
momentos de vida del edificio.

Por otra parte el coste del mantenimiento de las calidades y condiciones básicas del
edificio se fijan entre el 4,50% y el 6,50% de su valor de construcción y a lo largo de
toda su vida útil (considerada entre 60 y 80 años), si bien este porcentaje se
aumenta hasta el 12% en el año 20 de vida del edificio, hasta el 14,50% en el año 30
y hasta el 20,5% en el año 40, aumento que corresponde a momentos en la vida del
edificio en los que se supone que es preciso efectuar obras de conservación y
renovación, por encima del mantenimiento normal, para mantener sus condiciones
básicas.

A los efectos de una empresa constructora y en el primer año de garantía de los


acabados que regula la LOE las carencias en el cumplimiento de calidad, si estas
son importantes, se transforma en gastos de reparaciones próximos al 5% del valor
de construcción.
2. LA PATOLOGÍA DE LA EDIFICACION

2.1 CONCEPTOS GENERALES

La palabra “patología” conforme al diccionario de la Real Academia procede de las


palabras griegas “pathos”, que quiere decir enfermedad o afección y “logos” que
significa estudio o tratamiento y en castellano se define como la parte de la medicina
que tratadle estudio de las enfermedades. La adaptación del vocablo al mundo de la
construcción nos hace definirlo como el estudio del conjunto de los procesos
degenerativos tipificados en la alteración de los materiales y los elementos
constructivos.

También teniendo en cuenta la concepción de edificio que se determina en el


artículo 3 de la LOE, (ver esquema n º1) podríamos definir la patología de la
edificación como el estudio de las lesiones o problemas que se presentan en un
edificio y que determinan la carencia de algunas de sus condiciones básicas de
funcionamiento, o sea las relativas a funcionalidad, seguridad o habitabilidad.

La adaptación del término médico a la construcción no es tan gratuito ya que un


edificio es conceptual y metafóricamente comparable con un ser humano, en cuanto
que se concibe por el promotor y se diseña y proyecta por los proyectistas, al igual
que una criatura humana se concibe por sus progenitores; se gesta durante su
construcción al igual que el ser humano en el vientre de su madre y finalmente se
pone en funcionamiento al igual que nace el ser humano. La vida útil del edifico es
finalmente equivalente a la de cualquier hombre.

Siguiendo con este símil al igual que al ser humano se le pueden presentar lesiones,
enfermedades, patologías en definitiva, derivadas de cualquiera de los momentos
antes enunciados de su concepción, gestación, crianza y vida, también el edificio se
puede ver afectado de problemas de funcionamiento o sea de patologías
edificatorias por fallos acaecidos en la fase de proyecto o en la construcción o en su
puesta en funcionamiento o a lo largo de su vida útil.

Por último, cuando al hombre se le presenta una patología acude al médico para que
se la diagnostique, una vez intuida su etiología mediante el análisis de la
sintomatología que presenta y le aplique la terapéutica adecuada para mantener su
“calidad” de vida y naturalmente prolongarla.

Del mismo modo aparecida la patología en el edificio debe ser examinada por el
técnico cualificado (patólogo de la edificación), para estudiada su sintomatología,
(los signos aparentes de la lesión) poder intuir la fuente u origen del problema
(etiología) y emitir una hipótesis en forma de diagnóstico para poder determinar las
actuaciones más apropiadas (terapéutica) para restaurar las condiciones básicas del
edificio (vida útil). Este proceso se desarrolla en el punto 3 y queda recogido en el
esquema 6.

En este punto resulta conveniente efectuar una aclaración lingüística, que a partir de
aquí afectará a la totalidad de los textos que conforman este manual. Se trata del
empleo de la palabra “patología” en singular o en plural. Es evidente que por su
etimología, antes definida, la forma correcta de emplearla es únicamente en singular,
ya que se trata del “estudio de las enfermedades” y por lo tanto no tiene sentido el
plural “patologías” ya que sería redundar en su propia definición.

Sin embargo en el lenguaje, no solo coloquial, sino en el científico y técnico, tanto en


la medicina (origen de la aplicación del vocablo), como en la construcción (palabra
adquirida por asimilación),si se emplea habitualmente el plural; no en su sentido
etimológico sino en el de aplicación, es decir se emplea como plural de diferentes
“enfermedades”, asimilando la palabra patología a enfermedad y no a la ciencia que
las estudia, y así se dice: ...el enfermo presentaba diferentes patologías... o el
edificio estaba afectado por distintas patologías...

2.2. FUENTES DE LAS LESIONES EN LOS EDIFICIOS

En base a las definiciones anteriores debemos entender la patología de la


edificación como un fallo en el proceso edificatorio puesto que el resultado no ha
sido el correcto, al producirse una diferencia entre lo que se pretendía o esperaba
con la construcción y lo que realmente se ha conseguido.

El ámbito genérico de los fallos hay que localizarlos en tres grandes periodos del
ciclo vital del edificio, como son el diseño y proyecto, la construcción y su puesta en
funcionamiento y uso del mismo. Los procesos de deterioro, por otra parte, pueden
surgir por disfunciones en un sistema o reacciones viciadas entre sistemas, por
involución natural de los productos o por la injerencia de agentes externos
imprevistos en el ciclo vital de la edificación (ver esquema 5).

2.2.1. Etiología en cada fase del proceso.

No son muy abundantes los datos estadísticos sobre las fuentes o causas de las
patologías en la edificación pero por los datos que manejan las casas aseguradoras
de este tipo de riesgos pueden extraerse las cifras que figuran a continuación,
representadas en el esquema n º 4.

12%

13%

ERRORES DE EJECUCION ERRORES DE PROYECTO FALTA DE MANTENIMIENTO


MATERIALES
40%

35%

Esquema nº 4: Porcentajes de fuentes genéricas de la patología en la edificación.


En base a todo lo expuesto se puede establecer la tabla de fuentes y causas de las
patologías de la edificación que se inserta a continuación, donde se registran tanto el
momento cronológico del proceso como la causa generadora de la patología
correspondiente.

FASE DEL PROCESO Y


ETIOLOGÍA DE LA PATOLOGÍA
FUENTES GENERICAS
o Inadecuadas soluciones constructivas.
 DEFICIENCIAS o Errores de dimensionamiento por deficiencias en las
hipótesis o sistemas de cálculo en las estructuras o
CONTENIDAS EN EL
las instalaciones.
PROYECTO O
o Ausencia o defectuoso diseño de detalles
DISEÑO DEL
constructivos.
PRODUCTO
o Cimentación inadecuada por tipología de diseño
o Cimentación inadecuada por defecto de cálculo
 INADAPTACIÓN o Aparición de vías de agua por roturas de
ENTRE EL EDIFICIO Y conducciones o presencia de nivel freático que
EL TERRENO alteren las condiciones del terreno.
SUSTENTANTE o Ausencia o defectos del estudio geotécnico.
o Corrosión de armaduras por presencia de sulfatos.

o Deficiente puesta en obra del proyecto


o Alteraciones introducidas en el proyecto,
 DEFICIENCIAS O mal resueltas en obra.
FALLOS DURANTE
o Falta de rigor en la ejecución de
EL PROCESO DE elementos fundamentales por las siguientes causas:
EJECUCIÓN O
ELABORACIÓN DEL  Empleo de materiales deficientes
PRODUCTO
 Mano de obra poco cualificada

o Ataques de xilófagos
 DAÑOS o Desastres naturales
GENERADOS POR o Degradación de estructuras de hormigón,
AGENTES por carbonatación o corrosión de armaduras.
EXTERNOS
o Meteorización de fábricas o elementos pétreos en
fachadas.
o Flechas y deformaciones en estructuras leñosas.
 DEGRADACIÓN o Escapes de agua por defectos en las instalaciones o
NATURAL POR EL mal uso de las mismas.
ENVEJECIMIENTO o Presencia de agua provinente del exterior por
DE LOS filtraciones, capilaridad, evaporación, etc.
MATERIALES o Defectos en general generados por el mal uso o la
falta de mantenimiento.
o
o Falta de revisiones preventivas del uso
y mantenimiento de las instalaciones.
 DEGRADACIÓN POR
o Ausencia o mal seguimiento del programa de
EL MAL USO Y FALTA mantenimiento.
DE MANTENIMIENTO
o No reparar inmediatamente lesiones o fallos que
acaban degenerando el elemento afectado.
2.2.2. Causas genéricas de las lesiones.
Es evidente la interrelación e interacción entre las fuentes de las lesiones en cada
una de las fases del proceso, no pudiendo aislar solamente una de ellas o
pudiéndolo hacer en pocas ocasiones. Otro tanto se puede decir en cuanto a las
causas genéricas responsables de las mismas, aunque suele darse una
predominante sobre las otras, en la mayoría de las ocasione, las causas básicas
donde podemos encontrar la etiología de las patologías de la edificación se pueden
encuadrar en estas tres :

 Presencia de agua en todas sus manifestaciones.


 Movimientos de los materiales o los sistemas.
 Acciones físicas, químicas o biológicas.

En las tablas que se inserta a continuación se pormenorizan las causas específicas


que corresponden a cada una de estas genéricas, así como el agente causante de
su origen y la forma de manifestarse.

CAUSA GENERICA CAUSAS ESPECIFICAS


FORMA DE
ORIGEN
MANIFESTARSE

o Provinente del exterior: o Condensaciones


PRESENCIA DE AGUA
o Lluvia, nieve, etc o Capilaridad
o Terreno o Filtraciones
o Provinente de instalaciones o Derramamientos
o Provinente proceso constructivo

o Movimientos del terreno o o Grietas y fisuras de


variaciones de sus diferentes tipologías
características
o Variaciones de las
cargas estructurales

o Vibraciones exteriores o dentro


MOVIMIENTOS EN LOS del edificio
MATERIALES
o Variaciones dimensiónales de
los materiales por diversas
causas:
o Diferencias térmicas
o Diferencias higrotérmicas
o Procesos físicos de
deformaciones y
flexiones
o Radiaciones solares o Decoloraciones o
descomposición
de materiales de
revestimiento.

o Procesos químicos de carbonatación o Corrosión de


y/o sulfatación. armaduras y
degradación del
hormigón.
PROCESOS FISICOS
QUÍMICOS Y
o Procesos químicos por presencia de o Oxidaciones,
BIOLOGICOS descomposición
humedades.
de materiales.

o Presencia de sales en materiales. o Exfoliaciones y


degradaciones de
materiales.

o Procesos biológicos por presencia de o Pudriciones de


xilófagos, hongos, etc. elementos leñosos
3. INTERVENCIONES OPERATIVAS

En esta tercera parte de la introducción, en la que se está haciendo un repaso


somero a los principios fundamentales de la patología de la edificación derivada de
la falta de calidad en el producto edificado, se explica cómo se desarrolla lo que se
conoce como proceso patológico, así como la forma de actuación que cualquier
profesional debe seguir ante la presencia de una patologías en la edificación. Es
importante señalar que esta forma de actuación, en cuanto a los procedimientos
técnicos, es común para todo tipo de profesional, independientemente del agente
que haya representado dentro del proceso edificatorio.

3.1 PROCESO PATOLÓGICO


Entendemos por proceso
patológico el conjunto de
acciones que se producen en un
edificio, o parte de él, desde el
momento en que se presenta un
deterioro en su funcionamiento o
una lesión, en definitiva una
patología y hasta el momento en
que el edificio recupera las
condiciones básicas para las que
fue construido, mediante la
correspondiente reparación. En el
esquema n º 5 se ha resumido el
diagrama de flujo del proceso,
relacionando las fases en las que
se puede producir la patología,
con los agentes causantes de las
mismas y los elementos que se
ven afectados.

Esquema nº 5 : Diagrama del proceso patológico

3.1.1 Interacción entre fases y agentes causantes.

Hemos visto antes las fuentes o etiología de las lesiones en la edificación, así como
en qué fase del proceso puede encontrarse el agente causante, siendo evidente la
posible interrelación entre unas y otras. Esta interrelación entre las causas genéricas
de las lesiones o deterioros y las fase del proceso en la que se produce el fallo, hace
en ocasiones difícil establecer un diagnostico claro sobre la fuente específica de la
causa y como consecuencia la responsabilidad del agente del proceso llamado a
evitar que se consumara la acción desencadenante de la patología.

En definitiva, unas son las causas tangibles que producen la alteración en el


producto edificado, bien en alguno de sus materiales compositivos o bien en algún
elemento del sistema constructivo, otras la temporalidad en que se produce y otra el
tiempo que la alteración permanece sin ser reparada, lo que generalmente aumenta
la gravedad y repercusiones de la lesión.

3.1.2 Tipología de las lesiones y agentes causantes.

En la tabla que se inserta a continuación extraída de la publicación “En torno a la


inspección técnica de edificios” de Ignacio García Casas e Igor Yánez Velasco,
editada por el Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Madrid, se
sintetizan las tipologías de las lesiones más frecuentes y la sintomatología que nos
puede ayudar a su detección y el diagnóstico del agente causante,
independientemente del origen de las causas que las producen y el momento
procesal en las que se han producido.

TIPOLOGIAS DE LAS LESIONES Y AGENTES CAUSANTES

TIPOLOGIA DE LA LESION SINTOMATOLOGÍA AGENTE PATOLOGICO

 HUMEDAD  Presencia de agua


 EROSION FÍSICA  Condiciones
 METEORIZACION atmosféricas
FISICAS  SUCIEDAD  Excrementos animales

 DEFORMACIONES  Cargas y sobrecargas


 AGRIETAMIENTOS  Incremento esbeltez
 Fallo de sustentación
 Dilataciones
 FISURACIONES  Dilataciones
MECANICAS  Retracciones
 DESPRENDIMIENTOS  Mala ejecución
 EROSION MECANICA  Acción del viento
 Uso continuado

 DISGREGACIÓN  Contaminantes
O DISOLUCIÓN ambientales
 OXIDACIÓN  Presencia de agua
 EFLORESCENCIAS  Presencia de agua.
 Disolución de sales
 EXPLOSION – COMBUSTIÓN  Presencia de llama
QUIMICAS  DEFORMACIÓN  Temperatura
 METEORIZACIÓN  Proceso involutivo

ELECTRO-QUIMICAS  CORROSION  Presencia de agua


 Mala ejecución

 PUDRICIÓN PARDA  Presencia de hongos


BIOLOGICAS  PUDRICIÓN BLANCA
 DISGREGACION  Presencia de xilófagos

3.2
3.3
3.4 PROCESO DE ACTUACIÓN ANTE LA PRESENCIA DE LESIONES
En el punto 2.1 se trataba el paralelismo entre la actuación de un médico respecto
de la aparición de una enfermedad o patología en el ser humano y las actuaciones
que debe efectuar el técnico patólogo de la edificación cuando se presenta una
patología o lesión en un edificio. En este punto se desarrolla el contenido de dichas
actuaciones que se sintetizan en el esquema n º 6.

3.4.1 De la sintomatología al diagnóstico. FASE DE ESTUDIO

En esta fase se trata de examinar organolépticamente o con el auxilio de


instrumentos que nos ayuden en el análisis, la patología presentada para establecer
los siguientes parámetros:

o Detección de la lesión,
anomalía de funcionamiento o
patología de la forma más inme-
diata posible a su aparición,
para evitar daños continuados o
acciones que pudiesen
agravarse en el tiempo.

o Acotación del área de influ-


encia del problema determi-
nando el elemento o sistema
constructivo afectado y delimi-
tando la zona o zonas del
edificIo que se encuentren afec-
tadas.
o Análisis detallado de la
lesión para establecer la
etiología o fuente de la lesión.
Para este análisis nos basare-
mos en la sinto-matología que
nos presente la lesión. El
síntoma es el signo vivo y
visible de un proceso patológico
que nos permite la detección y
nos ayuda en la lectura de la
lesión, como se esquematiza en
el diagrama que se inserta a
continuación.

Esquema nº 6 :Actuaciones en un proceso patológico

El signo es cualquier variación perceptible del estado original del edificio, como
expresión de las variaciones constructivas o patológicas acaecidas en el mismo y
pueden distinguirse las siguientes tipologías.
TIPOS DE SIGNOS

DISTINGUIBLES Elemento externos o aéreos del edificio.


OCULTOS Espacios no accesibles visualmente
VIVOS Con variaciones en curso que se dan en la revisión.

MUERTOS O APAGADOS Alteraciones consolidadas y estabilizadas sin variación temporal.

Comportamiento lógico del elemento o sistema constructivo por el


NATURALES
paso del tiempo
Producido de forma anómala y no relacionado con el correcto
PROVOCADOS
funcionamiento del elemento.

3.4.2 La fase diagnóstica. FASE DE DICTAMEN

En esta fase efectuaremos el diagnóstico del tipo de lesión y clasificación de la


importancia que pueda tener a los efectos de la gravedad de la repercusión sobre el
edificio. Es evidente que si todas las actuaciones del proceso patológico, que hemos
venido estudiando, tienen su importancia, sin duda el momento especialmente
delicado del proceso es aquel en que basados en el reconocimiento del problema y
tras su análisis emitimos nuestro diagnóstico sobre las causas que lo generan y los
agentes implicados en el mismo. Es la fase del proceso que conocemos como
diagnóstico o dictamen del problema.

Un error o incorrecta apreciación del problema en cualquiera de sus aspectos puede


condicionar el resto del proceso e invalidar en todo o en parte las actuaciones
posteriores, con lo que no sólo no habremos solucionado el problema sino que
habremos perdido el tiempo y el dinero. Dentro de la fase diagnóstica se han de
establecer dos parámetros, resultado de la interpretación de la sintomatología:

a) Determinar la etiología del problema en cuanto a la causa especifica


que lo ha causado y el agente que lo genera así como establecer la fase del
proceso en la que se ha fraguado su origen, mediante la elaboración de una
hipótesis diagnóstica. Para corroborar y afianzar esta hipótesis se deben
emplear, en virtud de la trascendencia de la patología que se esté estudiando,
las pruebas diagnósticas o ensayos que nos permitan su validación.

b) Clasificar el nivel de gravedad de la lesión que será la última parte de la


fase diagnóstica y equivalente en importancia, en cuanto a posibles
repercusiones posteriores, que la elaboración de la hipótesis en cuanto a las
causas y agentes de la patología estudiada. La clasificación que se plantea es
válida para cualquier elemento aislado, sistema constructivo o parte del
edificio y puede responder a los siguientes niveles:

 ESTADO DE CONFIANZA, puede considerarse cuando después del análisis


de la patología de que se trate y emitida la hipótesis con el diagnóstico
correspondiente, no se aprecien situaciones de ningún tipo de riesgos ni para
el elemento en cuestión afectado ni para el edificio.
 ESTADO DE PRECARIEDAD, se establece cuando se detectan carencias en
el sistema que disminuyen las garantías de seguridad por
debajo de un nivel considerado adecuado, pero sin llegar a poner en peligro la
estabilidad del sistema constructivo o del edificio y por lo tanto su
funcionalidad y habitabilidad.

 ESTADO DE PELIGRO. De las deficiencias detectadas se puede deducir que


es insuficiente para soportar las acciones a que puede verse sometida en su
utilización normal, tales como sobrecargas de uso o acciones naturales como
viento, nieve, etc.

 ESTADO DE RUINA FÍSICA. Se produce cuando debido a la gravedad de las


patologías, el edificio pierde su identidad como tal y como consecuencia las
condiciones básicas.

3.4.3 La terapéutica a aplicar. FASE DE DECISIÓN:

Como resultado del proceso y actuaciones anteriores deberán de llegarse a alguna


de estas conclusiones, en cuanto a las acciones que deban adoptarse para paralizar
el avance del problema y subsanarlo:

o REPARACIÓN es la actuación mediante la cual se pretende recuperar el


elemento o sistema dañado para desempeñar las mismas funciones que tenía
encomendadas en el edificio, pero sin ser precisa su sustitución ni la variación
conceptual del elemento dentro del sistema constructivo, por lo que el
elemento original dañado se mantiene en sus mismas condiciones de uso una
vez se haya realizado la obra.

o REFUERZO. Se procederá a realizar esta actuación, principalmente en


elementos estructurales, cuando la resistencia del elemento afectado se vea
comprometida para soportar las solicitaciones que tenga encomendadas, pero
que se mantengan las condiciones básicas de su diseño inicial. Por lo tanto
aquí también se mantiene el elemento o sistema original, añadiéndole el
material o elemento complementario que precise para recuperar plenamente
sus funciones con seguridad.

o SUSTITUCIÓN. A diferencia del caso anterior, este supuesto se dará cuando


se haya producido el agotamiento del elemento por daños de carácter
irreversible, que hacen necesario adoptar este tipo de actuación, o por peligro
de mantenerlo por poderse convertir en foco de extensión a otros posibles
elementos contiguos o con los que trabaje conjuntamente. En este supuesto
si se cambia el elemento de una forma total introduciendo uno nuevo en el
sistema y por lo tanto es la solución más costosa, pues en ocasiones no
puede efectuarse solo la sustitución de un elemento y hay que realizar obras
accesorias en los colindantes o colaboradores en el sistema constructivo de
que se trate.

o CONSOLIDACIÓN. La extensión del problema o la estratégica función que


desempeña el elemento dañado puede afectar al resto de todo un sistema
constructivo por lo que se hace preciso un tratamiento integral del mismo.
Este tipo de actuación puede implicar en ocasiones la mezcla de varias de las
anteriores, es decir para una consolidación a veces será preciso efectuar
reparaciones, sustituciones y refuerzos. Esto es especialmente delicado
cuando se trata de un sistema con compromiso estructural pues pueden llegar
a producirse situaciones de riesgo.

3.4.4 Realización de las acciones. FASE DE EJECUCION:

Conforma a las decisiones adoptada en la fase anterior se efectuaran las obras


determinadas, como terapéutica para subsanar la patología, teniendo en cuenta que
como se ha comentado anteriormente pueden presentarse situaciones de riesgo
para determinados elementos del edificio, zonas de este o incluso la totalidad del
mismo. Estas situaciones deberán ser valoradas por los técnicos que efectúen el
informe patológico bajo un doble punto de vista:

o El nivel de seguridad que presenta el edificio como consecuencia de la


patología que padece respecto de su propia integridad estructural y su
funcionalidad en relación con los habitantes del mismo, que puedan
determinar su evacuación.

o Las medidas a adoptar que sean precisas cuando se puede mantener la


funcionalidad del edifico y su habitabilidad, como pueden ser apeos y
protecciones provisionales que garanticen también esas condiciones durante
la ejecución de las obras.

3.4.5 Seguimiento de los resultados. FASE DE COMPROBACIÓN :

Una vez finalizadas las actuaciones y por lo tanto eliminadas las patologías y
devueltas al edificio sus condiciones básicas se hace imprescindible un seguimiento
de la evolución del mismo para comprobar que el diagnóstico emitido, y como
consecuencia la terapéutica aplicada ha tenido resultados positivos.
TOMO 1 CAPITULO II

LOS SÍNTOMAS DE LA PATOLOGÍA. EL LENGUAJE DE LAS GRIETAS


CAPITULO II

LOS SÍNTOMAS DE LA
PATOLOGÍA. EL LENGUAJE DE
LAS GRIETAS
Pascual Úbeda de Mingo

Indice:

1. INTRODUCCIÓN AL DIAGNÓSTICO EN PATOLOGÍA DE LA CONSTRUCCIÓN .............. 29

2. EL LENGUAJE DE LAS GRIETAS ........................................................................................ 30


2.1 Concepto de Marco
2.2 Las fisuras y grietas inclinadas

3. EL PROBLEMA DE LA ESQUINA ....................................................................................... 34


3.1 Efectos en los paramentos por problemas en la cimentación. Arrufos y quebrantos.

4. GIROS Y ROTACIONES ........................................................................................................ 38


4.1 Giros
4.2 Rotaciones
4.2.1 Rotación externa
4.2.2 Rotación interior

5. PANDEO ................................................................................................................................ 44

6. TIPOLOGÍAS DE GRIETAS POR CEDIMIENTOS DEL ASIENTO ....................................... 45


6.1 Asientos del terreno
6.2 Corrimientos y deslizamientos
6.3 Grietas por arcillas expansivas
6.4 Problemas producidos por los árboles
6.5 Propagación de grietas en edificios urbanos en función del tipo de estructura

7. APLASTAMIENTO DE MATERIALES ................................................................................... 53

8. PROBLEMAS DE DILATACIÓN ............................................................................................ 56


8.1 Efectos de las dilataciones en los forjados

9. OXIDACIÓN DE ELEMENTOS ............................................................................................. 59

10. SISTEMAS DE CONTROL Y MEDICIÓN DE GRIETAS Y FISURAS .................................. 61


1 INTRODUCCIÓN

En este capítulo nos vamos a centrar en el contexto de la construcción tradicional,


para intentar una aproximación a los principales problemas patológicos (no todos)
que se dan en la edificación. En este campo hemos tomado prestado parte del
lenguaje que se emplea en medicina, aunque, en nuestros supuestos, el enfermo
sea un edificio. El diagnóstico, en los problemas de construcción es una cuestión
fundamental, pero antes de entrar en su problemática concreta vamos a centrar éste
concepto.

Diagnosis en griego significa: conocimiento, juicio, decisión, fallo, medio de discernir


algo, pero siempre jugando dentro de los paradigmas admitidos por nuestra técnica.

Cuando un profesional, se enfrenta a la presencia de alguna patología en un edificio


se producen en él, unos mecanismos psicológico en el que se barajan los siguientes
parámetros:

 El técnico tiene conocimientos y experiencia suficiente para diagnosticar la


fuente del problema y actuar en consecuencia.

 El técnico no se atreve a enfrentarse al problema.

 El técnico duda, o quiere afinar; comparte su prediagnóstico, de forma


discreta con sus afines, o con especialistas.

Realmente es esta tercera postura la más frecuente, el profesional lo que intenta es


refutar el prediagnóstico para aceptarlo o desecharlo. Si el diagnóstico es
equivocado, es ineficaz el gasto empleado para paliar el efecto que produjo. En
definitiva, el técnico al diagnosticar, empleando un lenguaje llano : se la “juega”,
porque pone a prueba su prestigio y esto le puede condicionar su status social.

Otra cuestión que hay que señalar, es la relación causa-efecto. En patología de la


construcción es un principio cuasi cierto porque no es frecuente su aparición tan
nítida, es más normal que exista una causa y varios efectos que por cierto se suelen
dar en cadena, aunque también pueden existir varios efectos que por cierto se
suelen dar en cadena, aunque también pueden existir varias causas y varios efectos.
Con esto simplemente sugiero la puesta en guardia hacia las deducciones
simplistas; siendo más ortodoxo aunque más lento, el proceso de la refutación, o
dicho de otra forma la información directa (observación), cotejada posteriormente
con la prueba.
2 EL LENGUAJE DE LAS GRIETAS

Los edificios nos hablan, expresan sus problemas por sus grietas; hemos pues de
interpretarlos, aunque a veces esto es muy complejo, pues es posible y normal el
solapamiento de varios problemas que se suceden en cadena: leer, ordenar,
diagnosticar y actuar; serán las fases a seguir.

Ha sido muy frecuente, la actuación puntual en temas muy concretos y determinados


de especialistas en los mismos, pero hay que analizar y diagnosticar el edificio como
un todo complejo; a partir de ahí, que actúen los especialistas sobre la parte enferma
del edificio. Nos referimos al hecho de la importancia que tiene la formación de
técnicos con una visión global del comportamiento de los edificios y de sus posible
lesiones, equivalente al “médico de cabecera”, que sepan de la historia del edificio,
de su contexto y de su entorno; así, con ese objeto tendremos la primera
aproximación, que muy frecuentemente nos suele centrar en el problema, o nos
aproxima mucho.

2.1 CONCEPTO DE MARCO

Denominamos marco al rectángulo comprendido en un


plano vertical, limitado en su perímetro por elementos
horizon-tales (vigas, zunchos, forjados,…), por
elementos verticales (pilares, pilastras, pies derechos,
…), en la parte interior tenemos el relleno o cerramiento;
el marco puede estar junto al suelo o en el
espacio. (Fig. 1) Fig 1: MARCO

Pues bien, en general va a ser en el relleno interior del mismo, donde se van a
manifestar las fisuras o grietas por problemas patológicos, y es precisamente el
lugar donde los podremos leer independientemente de los problemas que se pueden
dar en los elementos del pórtico (hormigón, hierro o madera).

Fig 2 : DEFORMACIÓN DE LOS MARCOS

Supongamos que en el marco de la figura 2, existe un cedimiento en el extremo B, lo


que supone la existencia de una fuerza P 1, por lo que la parte sin deformación del
marco (Zona A) va a intentar equilibrar esa fuerza con otra igual y de sentido
contrario P2. En ese momento el sistema está relativamente equilibrado ya que las
fuerzas P1 = P2, pero al no estar situadas en el mismo eje, entre ambas se produce
un giro hacia B (en este caso en el sentido de las agujas del reloj), y para
equilibrarlo, es necesario la introducción de dos momentos M1 y M2 iguales y de
sentido opuesto (zonas superior e inferior del marco) que en realidad van a actuar
por rozamiento entre el relleno y los elementos horizontales del perímetro; este
mecanismo va a ser la causa de las manifestaciones de fisuras o grietas en los
cerramientos del marco.

Un ejemplo de lo que acabamos de


analizar sería el que observamos por el
interior de una habitación con paramento
(marco) de esquina. Se producen en el
encuentro techo-paramento fisuras en S,
se levanta el rodapié en la parte inferior y
hay fisuras verticales en los encuentros
de paramentos. (Fig. 3)

Fig 3 :EFECTOS DE LA DEFORMACIÓN DE UN MARCO

2.2 LAS FISURAS Y GRIETAS INCLINADAS

La razón de ser de las fisuras inclinadas a 45º (o mejor simplemente inclinadas)


como manifestación más frecuente de síntoma de cedimiento es la siguiente:

En la representación de la figura 4 imaginemos la existencia de un asiento según la


línea CD, por lo que se deforma alejándose los puntos B y D, y acercándose los
puntos A y C, y aparece la fisura o grieta inclinada AC. Todas las fibras imaginarias
paralelas AC están comprimidas, y más comprimidas cuanto más se acercan a la
diagonal. Por el contrario, todas las fibras paralelas a BD están en tracción, siendo
inversas y normales a las anteriores.

Fig. 4 : INTERPRETACIÓN DE UNA GRIETA INCLINADA Foto 1: Las grietas se orientan hacia el foco del
cedimiento (esquina)
La grieta es el resultado, de la rotura de los materiales de relleno del marco por
tracción, y se manifiesta en la línea de la isostática de máxima comprensión. En la
práctica estas líneas de rotura aparecen en forma de parábolas, más o menos
abierta.

Así tenemos que el cerramiento de un elemento vertical, como el ejemplo de la


figura 5 producirá ramas de parábola en los marcos adyacentes (5a) o bien, el fallo
en un elemento vertical inferior, que producirá fisuras en el marco superior, (5b).
Pero puede suceder que un elemento se levante, o bien que permanezca fijo y bajen
todos los de su entorno, entonces aparecen las fisuras en sentido contrario. (5c)

Fig. 5 : FISURAS POR ROTURA DEL MARCO POR TRACCIÓN

Si tenemos como en la figura 6 el cedimiento de un elemento B, en la parte inferior,


todos los elementos o marcos a él adyacentes se agrietarán, y también pueden
aparecer fisuras secundarias y parabólicas en la crujía continua C-D. (6a).

Otro caso es el que se da cuando son dos elementos contiguos centrales los que
ceden, pues las ramas de parábola aparecen en los marcos laterales, pero no en la
crujía de los elementos cedidos B-C ya que están descargándose por comprensión.
(6b)

Fig. 6 :FISURAS EN MARCOS POR CEDIMIENTO DE ELEMENTOS

Cuando en el interior del marco existan huecos, sucede una cierta distorsión en las
líneas isostáticas de tracción, concentrándose en las esquinas del mismo, en
nuestro caso en los puntos M y O, produciéndose precisamente en estos puntos la
máxima abertura de la grieta, como queda representado en la figura 7.
Fig. 7 : FISURAS EN BORDES DE HUECOS Fig.8 : ROTURA DE CERRAMIENTOS DE LOS MARCOS

También los cerramientos de marcos pueden romper en forma de escalera, es decir:


por las juntas y tendeles del material que lo forman o bien, por una familia de ramas
de pequeñas parábolas inclina-das. En ambos casos hay que leerlas como la fisura
equivalente según la diagonal AC. (Fig. 8)

Una manera de detectar el asiento de


un punto en el espacio, es analizar los
marcos que coinciden en él. El punto M
en la figura 9 es la unión de cuatro
marcos: el cerramiento de patio que
dispone de una ventana tiene las figuras
ya analizadas con anterioridad en la
figura 7; así mismo el tabique con hueco
de puerta rompe en la parte superior
como un hueco de ventana, en la
inferior se manifiesta en el marco junto
al suelo. El tabique cerrado rompe como
una parábola y el otro cerramiento de
patio una familia de pequeñas ramas de
parábola, equivalente a una fisura
continua. (Fig. 9)
Fig. 9 :EFECTOS DEL ASIENTO DE UN PUNTO

En general, y respecto a los asientos diferenciales podemos establecer los


parámetros que se indican en la siguiente tabla, en la que para cada tipo de asiento
por porcentaje de la luz se determinan las posibilidades de la aparición de fisuración
y el asiento equivalente en milímetros para una luz de 5.00 metros.:

ASIENTO RESULTADO
EFECTOS EN CUANTO A FISURACION
DIFERENCIAL Para luz 5,00
Es un límite bastante seguro para la inexistencia de
1/500 10 mm
fisuraciones.
Puede producir grietas y fisuras en la tabiquería y
1/300 17 mm
cerramientos.
1/150 Puede producir agrietamientos en los muros. 33 mm

3 LOS PROBLEMAS DE LA ESQUINA


El conocido como fenómeno de la “esquina” es una de las patologías más
frecuentes, en cuanto a formación de fisuras y grietas por asiento que se presentan
en la edificación. El estudio de las mismas queda representado en la figura 10,
donde en un muro macizo se produce un cedimiento M en uno de sus extremos, es
decir en una esquina produciéndose las siguientes grietas :

a) Grieta horizontal cercana al suelo, más ancha en la esquina y capilar en el otro


extremo, a veces no se manifiesta o tarda más que las otras fisuras. Surge sobre
todo si el cedimiento es muy rápido (1).
b) Grieta característica en forma de S estilizada, más ancha en su parte central que
en los extremos (2).
c) Grietas claramente más verticales aunque ligeramente inclinadas en cabeza,
más anchas por arriba que por abajo (3 y 4).
d) Las grietas 5, 6, 7 … son claramente verticales pero ya muy débiles aunque más
marcadas en la parte superior que en la inferior.

Fig. 10 : TIPOLOGIAS DE GRIETAS POR CEDIMIENTO Fig. 11 : GRIETAS POR “ESQUINA” CON
PRESENCIA DE UNA ESQUINA DE HUECOS

Toda la familia de grietas tiene la característica de estar en el mismo plano vertical y


esto nos sirve para no confundirlo con otros fenómenos que veremos más adelante.
En conjunto podemos denominar este fenómeno como de quebranto parcial.
Evidentemente si este paramento está aligerado por huecos entonces las fisuras
suelen canalizarse con la morfología anteriormente expuesta, pero apoyándose en la
mínima sección que presentan los huecos, tal como se representa en la figura 11.

En el caso de cedimiento puntual de la “esquina” equivale a una carga aislada y por


tanto a un punzonamiento con las isostáticas de compresión radiales en el suelo tal
como se aprecia en la figura 12b.

El fenómeno se va a producir por fases; prime-ramente el témpano A-A’ que hace


trabajar en ménsula al conjunto y a medida que aumenta la tensión, se va a producir
la rotura del siguiente témpano B-B’ (12a).

La grieta aprovechará claro los huecos existentes porque ofrecen la mínima


resistencia y por último se suele interrumpir precisa-mente en el elemento horizontal
de carrera y contracarrera que sirve de zuncho y coronación del muro al mismo
tiempo que de apoyo de cubierta. Otra cuestión a tener en cuenta es que el asiento
en m m’ queda marcado en la parte superior del témpano (12 c).

Fig 12 a : EL FENÓMENO DEL CEDIMIENTO DE LA ESQUINA

Cuando existe un corrimiento de dentro


hacia fuera los témpanos se desprenden
conjuntamente pero quedan separados en
distintos planos, es decir: A’ y B’ ya no
están en el plano vertical primitivo y otro
tanto pasa con A-B como se aprecia en la
planta de la figura 12 c y además se
presentará una grieta más ancha por abajo
que por arriba.

Fig. 12 b . EFECTO DE PUNZONAMIENTO Fig. 12 c : DESPRENDIMIENTO DE TEMPANO

Foto nº 2: Rotura por punzonamiento. Se aprecian las fisuras por compresión (radiales) y las de tracción (concéntricas), hasta
su rotura en forma de “tapón”.
3.1 EFECTOS EN LOS PARAMENTOS POR PROBLEMAS EN LA
CIMENTACION. ARRUFOS Y QUEBRANTOS
Si tenemos un paramento como el representado en figura 13 en el que ha cedido las
dos esquinas A y B, y el apoyo rígido queda exclusivamente en la parte central,
entonces aparecerán una serie de grietas radiales concentradas en ese punto. Esto
es equivalente a cuando tenemos el problema de punzonamiento que se forma por
una fuerte carga aislada sobre el plano horizontal.

Fig. 13 : EFECTOS DEL CEDIMIENTO DE DOS ESQUINAS

La forma que adopta la fachada de un edificio aligerada por huecos, como la


representada en la figura 14 a, en la que el cedimiento de los dos extremos se
produce al mismo tiempo, es lo que se conoce como fenómeno de “quebranto”, con
los efectos que se ven, es decir con tracciones en las zonas superiores y
comprensiones a nivel de la cimentación, en las zonas en las que se produce el
descenso. En la Fig. 14 b, el cedimiento es central, la forma de las grietas es en el
sentido perpendicular a las anteriores y en este caso el fenómeno se conoce como
“arrufo” y se comprimen las zonas centrales en la cimentación..

En ambos casos, los zunchados horizontales por plantas a nivel de los forjados, que
contrarresten los esfuerzos señalados en la figura con flechas, y los recalces por
bataches o micropilotes en la cimentación, es la solución más habitual.

Fig. 14 a : QUEBRANTOS Fig. 14 b : ARRUFOS


Foto nº 3: Efecto quebranto en una antígua fachada de sillería
4 GIROS Y ROTACIONES

4.1 GIROS

Este fenómeno, representado en la figura 15, es muy frecuente en edificaciones muy


esbeltas, tales como torres de iglesia, silos, etc., y se produce por el movimiento de
la zapata de apoyo del muro exterior de una construcción.

El giro con una abertura  que se produce en la zapata de la cimentación es el


mismo que aparece en el desplome de la fachada o muro exterior, entonces lo que
sucede es que por el lateral exterior (plano perpendicular al eje de giro) aparece una
fisura con inclinación del eje hacia arriba. Es el témpano de la figura que tiene por
eje de charnela la cimentación y aprovechará los huecos dado que dan la mínima
sección para partir por ellos. En el interior los forjados sobre todo si peinan paralelos
al eje de giro romperán con grietas horizontales.

La reparación se efectúa con el atirantando horizontal del muro o fachada girada por
plantas y el recalce de la zapata por ménsula con pilotes o micropilotes.

Fig. 15 : FENÓMENO DEL “GIRO”

Un caso de “giro” frecuentísimo se da en los barrios periféricos de nuestras ciudades


en edificios con planta en H como el que se representa en la Fig. 16, cuando se han
construido a media ladera, de tal forma que hay una diferencia de altura desde el
hueco de la escalera en el paso a las viviendas de media planta habitualmente. En la
figura puede apreciarse como ha cedido la fachada A, que produce el giro del bloque
1 rompiendo el módulo de escalera con grieta vertical más ancha por arriba que por
abajo.
Foto nº 4: Derrumbe de una torre de iglesia por efecto de un giro Foto nº 5: Pandeo en muros de fachada

Fig. 16 : GIRO EN BLOQUES A MEDIA LADERA

Otro problema clásico de giro, se presenta en los edificios de esquina de manzana,


en los que el muro lateral no está atado por los forjados, como el supuesto de la
figura 17a, ya que estos peinan en el sentido perpendicular a la fachada más larga.
Fig. 17 a : GIROS EN EDIFICIOS DE ESQUINA Fig. 17 b : EFECTOS DE LOS GIROS

Existen parámetros externos que pueden favorecer esta situación, como pueden ser
redes de saneamiento próximas con fugas permanentes, zanjas de instalaciones,
modificación de cargas dinámicas en la calzada por tráfico, etc. En estos casos el
muro va a pandear exteriormente, y la cara exterior va a estar sometida a tracción,
por tanto puede aparecer alguna fisura horizontal en la fachada, los tabiques por el
interior se separan con grietas verticales (Fig.17 b).

4.2 ROTACIONES

Es frecuente confundir los fenómenos patológicos conocidos como “giros” y


“rotaciones”, cuando en realidad la fuente de cada uno de ellos es totalmente
diferente. En el primer caso, como ya se ha visto, se trata de asientos en la
cimentación que provocan movimientos en las fachadas y/o muros del edifico,
mientras que en el caso que nos ocupa de las rotaciones las causas hay que
buscarlas en empujes de diferentes elementos estructurales, como pueden se
cubierta o forjados. A su vez se pueden distinguir dos tipos de rotaciones :

4.2.1 Rotación externa

El caso más recuente de rotación externa es el debido


empujes de la estructura de cubiertas, por rotura de tirantes,
u otras causas. Los síntomas, en este caso, son grietas
verticales exteriores más anchas por arriba que por abajo. La
parte inferior de la fisura es capilar, y termina en el
denominado eje de charnela que suele ser el forjado situado
inmediatamente debajo de aquel elemento que ha producido
la rotación y que es el punto A en figura 18. En el supuesto de
que este forjado también se encontrase en mal estado el eje
de charnela se situaría en el forjado inferior, punto B en la
figura y en el límite hasta el suelo.

Fig. 18 : ROTACIÓN EXTERNA


Imaginémonos que en la figura 18 se ha roto el tirante, y la fábrica ha de soportar el
empuje del par; m1 = E x h entonces rota.

Foto nº 6 Foto nº 7 Foto nº 8

Foto nº 6: Grietas verticales, propias de una rotación producida por el caballete de encuentro de dos faldones (Pedraza)
Fotos nº 7 y 8: Grietas de rotación por empuje de cubierta

Veamos ahora los efectos sobre la fachada. El témpano ABCD por el exterior
(rayado en la figura 19 a) no pertenecen al plano vertical en el que está contenida la
fachada, sino que aparece en un plano que se va inclinando hacia el exterior desde
el eje de charnela hasta la cubierta, en este caso. A su vez y para complementar el
diagnóstico por el interior tendremos:

Fig. 19 a : ALZADO Fig. 19 b : PLANTA Fig. 19 c : PARTICIÓN LIGERA Fig. 19 d : PART.

PESADA Fig. 19 : EFECTOS DE LA ROTACIÓN EN FACHADAS

a) Una fisura en el suelo pegada al muro en la zona de trasdós, o bien en la


primera hilada de solado (fig. 19 b)

b) Los tabiques y cítaras ligeras perpendiculares al témpano que, rota se


partirán verticalmente junto al trasdós del muro, como se aprecia en la figura
19 c y cuando se trate de un muro perpendicular de cierta rigidez y bien
encajado, entonces partirá como en la figura 19 d.
 Secuencias de patología por rotación en la plaza de toros de Ronda (Málaga):

Foto nº 9 Foto nº 10

Foto nº 11
Foto nº 9: Cubierta con pares no atirantados en un principio, que empujan a la fachada plateresca que da al
ruedo. Foto nº 10: Acción y desplome de columnas y arcos superiores.
Foto nº 11: Detalle de atirantamiento con perfilería y ménsula de hiero forjado como elemento de sujección de la piedra
de fachada.
Si consideramos la sección del edifico por su proximidad a la fachada como un eje
de abcisas y coordenadas, puede decirse que los elementos ligeros, como tabiques
o particiones rompen, por causa de las rotaciones, en grietas próximas al eje de las
abcisas x-x´ y los elementos más rígidos como muros de una cierta entidad y p0or lo
tanto más rígidos van rompiendo aproximándose al eje de las ordenadas y-y´.

4.2.2 Rotación interior.

Son debidas generalmente a problemas y


patologías en los forjados. Es el caso que
se representa en la figura 20 en el que un
forjado isostático, apoyado sobre muros
de fábrica, es sometido a una fuerte
flecha, bien por sobrecarga o por fatiga
en los materiales. En este supuesto lo
que ocurre es que los muros “rotan” hacia
el interior, produciendo la rotación del
mismo nombre.
Fig. 20 : ROTACIÓN INTERIOR POR FORJADO

Otro caso frecuente es el representado en la


figura 21 en el que la rotación interior se
produce en un muro debido a un error
construc-tivo grave, cual es el de apoyar una
cercha de una cubierta, cuyas dimensiones
son superiores al ancho que se pretende
cubrir, en un punto interior del tirante y no en
su extremo. En este supuesto se produce un
par de giro provocado por las fuerzas Ra y Rb
que puede rotar el muro de apoyo (siempre y
cuando que previamente no se haya roto por
flexión el primer tramo de tirante).
Fig. 21 : ROTACIÓN INTERIOR POR LA CUBIERTA:
5 PANDEO

Es un fenómeno muy parecido al anterior en cuanto a los efectos que se producen


salvo que, en estos casos, la cimentación no siempre esta afectada. Se produce por
falta de atado de los forjados o bien por rotura de los mismos en los encuentros con
el muro, siendo este uno de los problemas más frecuentes, tal como queda patente
en la figura 22

Fig. 22 : CAUSA DEL PANDEO

En la planta de la figura 23 podemos apreciar la solución más habitual para este tipo
de patología, en la que la fachada pandeada es la MN porque las cabezas de las
viguetas de madera del forjado, en todas sus plantas, están podridas. La solución
consiste en colocar viguetas IPN (v) perpendiculares a fachada con sus
correspondientes anclajes, apuntalando previamente el forjado de madera. A
continuación se coloca una alineación de brochales (B) que se convierten en zuncho
rata para la alineación B y el muro.

Fig. 23 : SOLUCION PARA REFUERZO DE FORJADO QUE EVITE EL PANDEO


6 TIPOLOGÍAS DE GRIETAS POR CEDIMIENTOS DEL ASIENTO

6.1 ASIENTOS DEL TERRENO

El cedimiento del plano de asiento del edificio, equivale al descenso de una parte del
apoyo del mismo. Las causas que provocan esta patología son múltiples y se
analizan en profundidad en otro lugar de esta publicación, por lo tanto aquí nos
ocuparemos de sus dignos aparentes, pero no obstante es preciso al menos
enumerarlas :

 Mala elección del firme.


 Modificación, por aumento, del número de plantas
del edificio.
 Errores en el dimensionado de la cimentación.
 Mala ejecución.
 Inadecuación del sistema constructivo al tipo de
terreno.
 Fugas de agua, tubificación,
excavaciones próximas, etc.

Fig. 24 : BULBO DE PRESIONES

Según Boussines las presiones transmitidas por una zapata a un terreno, se


distribuyen siguiendo unos bulbos de igual presión, que arrancan de los extremos de
las zapatas, con una inclinación aproximada de 45º; y cuyo campo de acción
depende de las dimensiones de la cimentación. (Fig. 24)

En principio la presión en un punto cualquiera P del


terreno, bajo la acción de una carga Q responde a la
fórmula (Fig. 25):

3Q 5
2
2
 p  2 b2  1 1
a b 

 

Fig.25 : PRESION EN UN PUNTO DEL TERRENO

Imaginémonos que sobre una cimentación en zanja corrida se


nos van a producir asientos debidos, por ejemplo, a un fenómeno
de tubificación, que consiste en la existencia de bolsas de arena
en el terreno que en un momento dado por filtraciones son
lavadas, (por cierto, fenómeno frecuentísimo en Madrid) (Fig.
26 a).

Fig. 26 a : FENÓMENO DE TUBIFICACION


Foto nº 12: Excavación del solar, en el que se aprecian diferentes galerías que se daban a distintas profundidades (Tordesillas)

Fig. 26 b Foto nº 13: Rotura de parábola apuntada y sin cerra en la zona superior, como
consecuencia de la apertura de un hueco

Fig. 26 c Foto nº 14: Ejemplo de cedimiento de muro de medianería en su primera crujía.


Fig. 26 d Foto nº 15: : Ejemplo de cedimiento con rotura horizontal en el machón.

Entonces se pueden dar los tres casos representados en la figura 26 (b, c y d) con
diversos grados de gravedad, en función de que el espacio afectado por la bolsa de
arena lavada lo sea en el centro de la zapata (b), en más de la mitad de la misma o
en su totalidad. En la figura también se representan el aspecto que presentaran las
grietas en cada uno de los casos.

Foto nº 16: Ejemplo de inicio de parábola por cedimiento de una zona importante de medianería en edificio colindante a una
obra en su inicio.

6.2 CORRIMIENTOS Y DESLIZAMIENTOS

Otro fenómeno frecuente por causas del terreno es el “corrimiento”, que se da en los
edificios exentos y a media ladera. Puede deberse a problemas de fugas
persistentes en la pocería, o servicios exteriores de conducciones de agua. El
corrimiento es un deslizamiento de la edificación y su manifestación son grietas
verticales más anchas por abajo que por arriba, según se aprecia en la Fig. 27.
Fig. 27 : EFECTOS DEL CORRIMIENTO Foto nº 17: Grieta en fachada por corrimiento (machón 3º desde esquina)

El deslizamiento total del terreno, es el caso de movimiento horizontal del mismo


como aparece en la Fig. 28 y se da en zonas de ruinas, cortes en terrenos en los que
existen edificios con grandes cargas, etc.

Fig. 28 : EFECTOS DEL DESLIZAMIENTO

6.3 GRIETAS POR ARCILLAS EXPANSIVAS

Aunque se tratan ampliamente en otro capítulo de esta publicación las causas de las
patologías debidas a los suelos y especialmente a las arcillas expansivas, son
precisos algunos conceptos básicos, en este punto, para entender sus efectos.

La patología por arcillas expansivas se produce por los cambios de volumen que las
misma experimentan en función de la presencia o no de humedad en el terreno. De
ahí que aún en circunstancias normales los simples cambios de humedad
producidos en el suelo por las variaciones estacionales, sean suficientes para
generar este cambio de volumen.
Estos tipos de terrenos producen en nuestras fábricas y estructuras, problemas por
arrufos y quebrantos, vistos anteriormente, combinados con empujes horizontales.
(Fig. 29)

Fig. 29 : EFECTOS EN LOS EDIFICOS DE LAS ARCILLAS EXPANSIVAS

Los efectos por este tipo de problemas, son grietas verticales combinados con
grietas inclinadas en ambos sentidos. Pero hemos de tener en cuenta cuestiones
tales como que los edificios bajos y pequeños son más vulnerables que los altos; o
que la cimentación superficial a zanja corrida es más vulnerable que la cimentación
profunda y protegida.

Los pavimentos por el interior se pueden partir por


buzamiento, según la teoría de las líneas de rotura
representada en la figura 30. La pocería puede
romperse y efectuar al edificio con asientos de
conjunto en cuña, o con movimientos perimetrales.
Fig. 30 : ROTURA DE PAVIMENTOS

Foto nº 18: Efectos de las arcillas expansivas

El esquema de la figura 31 nos da el comportamiento del suelo de una arcilla


expansiva. En España la cota normal media de los terrenos, en la que se da un
grado de humedad uniforme a lo largo del año es de – 2,50 mts.

Considerando tres puntos en el terreno expansivo, uno en la superficie (A), otro a un


metro de profundidad (B) y un tercero por debajo de la cota estándar de humedad
(C), en el gráfico de la derecha se representa las variaciones del grado de humedad
en función de la estación del año que se representa

Fig. 31 : COMPORTAMIENTO DE UN SUELO EXPANSIVO

En virtud de lo anterior puede decirse que no existe en general dentro de nuestro


país problemas con las arcillas expansivas relativas al plano de asiento, por debajo
de -2,50.

La mejor prevención para las arcillas expansivas es la construcción de drenajes por


el exterior para evitar el contacto del terreno con el edificio y para evitar los
problemas de hidratación en época de lluvias. La previsión de aceras y jardines, es
también una buena medida para edificios exentos. Y en cualquier caso el
aislamiento de la cota de apoyo de la cimentación sobre el terreno mediante la
interposición de paneles aislantes, como pueden ser poliestirenos estrusionados
(Fig. 32).

Fig. 32 : AISLAMIENTO DE LA CIMENTACION EN ARCILLAS EXPANSIVAS

6.4 PROBLEMAS PRODUCIDOS POR LOS ÁRBOLES

En edificios aislados en un solar o con terreno circundante la proximidad de árboles,


principalmente cuando estos adquieren cierto porte con el paso de los años, pueden
ser causa de algunas patologías. Los árboles que suelen dar más problemas son
los de crecimiento rápido, sauce, acacia, chopo, álamos, olmo pumila, etc. Para
evitarlos deben plantarse los árboles manteniendo una distancia de seguridad entre
ellos y la cimentación equivalente a 1,5 H siendo H la altura de crecimiento máximo
del árbol. En caso contrario los efectos que pueden causar sobre el edificio son los
representados en la figura 33, que serán diferentes en función de que el árbol
esponje el terreno por efecto de sus raíces (33 a) o que por el contrario absorba
humedad al terreno produciendo su deshidratación (33 b).
Fig. 33 a : EFECTO POR EMPUJE DE LAS RAICES Fig. 33 b : EFECTO POR DESHIDRATACIÓN DELTERRENO

En el primero de los supuestos se producirán grietas escalonadas arrancando en


zonas de muro próximas a la cimentación que se abren más por la zona inferior y se
van perdiendo hacia arriba.

En el segundo supuesto los efectos son exactamente los contrarios produciéndose


las grietas de forma similar al fenómeno de la “esquina” es decir formándose un
témpano cuyo vértice se encuentra próximo al árbol y con espesor de la grieta
prácticamente uniforme en todo su recorrido parabólico.

6.5 PROPAGACIÓN DE GRIETAS EN EDIFICIOS URBANOS, EN FUNCIÓN


DEL TIPO DE ESTRUCTURA

Cuando la estructura del edificio es totalmente de fábrica, sin entramado de madera,


ni de hormigón, ni metálica y se produce un cedimiento de un machón o entrepaño
en la zona izquierda, las grietas en los huecos son del tipo representadas en la
figura 34 a.

Cuando el edificio siendo todo de fábrica, está cimentado sobre arcos, las fisuras o
grietas se forman en los huecos como en la figura 34 b.

Fig.34 a Fig. 34 b

Fig. 34 : CEDIMIENTOS EN FABRICA DE LADRILLO

Cuando el edificio siendo todo de fábrica, está cimentado sobre arcos, las fisuras o
grietas se forman en los huecos como en la figura 34 b.
En el caso de estructura de entramado de madera, revestida con revoco, en el que el
pie derecho ha cedido, (caso muy frecuente), entonces aparecen una serie de firmas
en forma de lentejas, agrupadas a lo largo del eje del pie derecho cedido que son
más pequeñas las inferiores 1, 2,… y van creciendo hacia las que están situadas en
posición más alta. (Fig 35)

Fig. 35 : CEDIMIENTO DE PIE DERECHO Fig. 36 : CEDIMIENTO EN ESTRUCTURAS METALICAS

En caso de estructura metálica revestida de fábrica, en la que asienta un soporte de


la misma, las grietas se propagan como en la figura 36, apareciendo en el marco
junto al hueco, primeramente la 1 y luego la 2, con el sentido de las aberturas
cambiadas como aparecen en la figura 36.
7 APLASTAMIENTO DE MATERIALES

El fenómeno de aplastamiento de materiales se


manifiesta en los muros de diferentes materiales
por las causas que más adelante se analizan y el
efecto que produce es el representado en la figura
37. El muro debido a una sobrepresión de la fuerza
Q, tiende a ensancharse según M y N,
disminuyendo en altura Ay.
Fig. 37 : FENÓMENO DEL APLASTAMIENTO

Las principales causas por la que se producen los aplastamientos de materiales son
las siguientes :

 Vejez de los materiales


 Mala calidad de los materiales
 Por exceso de carga del elemento
 Por descompensación de materiales por causas externas
 Por combinaciones de estas variables

El caso de exfoliación es característico en los muros de mampostería, en los que por


falta de trabazón del mortero, por alguna de las causas antes citadas se produce la
separación en folios del muro, tal como se representa en la figura 38 a

Fig. 38 a : MAMPOSTERÍA Fig. 38 b : ESQUEMA DE DEFORMACIÓN POR APLASTAMIENTO

También se da el fenómeno de la esfoliación por aplastamiento, aumentando o


disminuyendo la sección para luego exfoliarse, en el caso de muros con materiales
blandos como el adobe o el tapial o en fabricas de ladrillo de mala calidad. Este
proceso se ve aumentado en presencia de humedad en el muro, por filtraciones o
capilaridad.

En cualquiera de los supuestos la forma de


deformación de los muros es la
representada en la figura 38 b. En el caso
de muros de fábrica de ladrillo macizo,
cuando el aplastamiento se produce por
exceso de carga, la fisuración se produce
como se representa en la figura 39.
Fig. 39 : FISURACIÓN EN FABRICA DE LADRILLO
Foto 20: Rotura a compresión en
machón de fábrica como consecuencia de una actuación previa para la apertura de hueco en fachada.

Otra interpretación que se puede deducir de la tipología de las grietas debidas a este
fenómeno son las representadas en la figura 40 donde se ve la forma que adoptan
en el caso de aplastamiento generalizado a lo largo del muro (40 a), en su aspecto
frontal, y en el supuesto de aplastamiento localizado en un punto del muro (40 b).

Fig. 40 a :GENERAL Fig. 40 b : LOCALIZADO

En columnas y pilastras de piedra la rotura por aplastamiento del material tiene los
efectos, en cuanto a fisuras, que se representan en la figura 41 :

Fig. 41 : ROTURA DE PILASTRAS Y COLUMNAS

Cuando se produce el aplastamiento en un muro con un revoco de capa gruesa,


este se desprende abolsándose hacia el exterior como se representa con la zona
rayada en la figura 42; entonces el bolsón hay que delimitarle y marcarle
exteriormente.

Se emplea una técnica organoléptica muy sencilla que consiste en ir golpeando con
una maceta el perímetro exterior aparente del embolsamiento; el cambio del sonido
campanil a un sonido más tosco nos da el límite aproximado del bolsón.
Fig. 42 : EFECTOS EN REVOCOS Y SU REPARACION

La solución más sencilla para reparar esta patología es el zunchado del muro en la
zona dañada a los efectos de contrarrestar las fuerzas horizontales M y N que se
producen por el aplastamiento según quedó representado en la figura 37. Este
zunchado hay que realizarlo con módulos de cuajada, y a veces combinarlo con
apuntalamientos por e l interior y apeos exteriores en virtud de la importancia de la
zona afectada. (Figura 39)

En nuestro país ha sido muy frecuente la elevación de plantas en edificios


construidos con fábricas de ladrillo, en ocasiones de hueco doble, o sobre bloques
huecos de hormigón, construcción muy frecuente en zonas del Mediterráneo. En
estos casos la patología por aplastamiento de materiales se manifiesta mediante
grietas verticales y exfoliación en una determinada zona que luego se extiende, en
virtud de la importancia de la patología (Fig.43 a).

Fig. 43 a : EFECTO EN FABRICAS DE LADRILLO HUECO Fig. 43 b : SOLUCION CON LLAVES Y MALLAZO

Cuando esto ocurre, no es posible aplicar la solución del zunchado, antes apuntada
para los revocos, porque los huecos del muro, que frecuentemente llegan al 50 % de
la superficie de la fachada, hacen que el sistema no sea eficaz porque la grapa
desprendida quedaría por dentro. La solución en estos casos, es colocar capas de
mallazo de polietileno reticulado por dentro y por fuera conectados con unas llaves e
unión a modo de tirafondos, y gunitar posteriormente con mortero de cemento y
arena de río M-80 (Fig. 43 b)
8 PROBLEMAS DE DILATACIÓN

Las patologías debidas a problemas de dilatación en la edificación suelen ser muy


importantes, cuando no se han diseñado correctamente las juntas correspondientes,
tanto en su número como en su disposición dentro de la estructura del edificio.
Evidentemente este diseño está en función de la longitud de la pieza dilatada, o de
la longitud del edificio. La detección de la lesión es sencilla pues casi siempre la
fisura se produce con la forma representada en la figura 44

Como es bien sabido la longitud máxima del modulo de edificio que precisa ser
separado por una junta de dilatación está en función de la longitud del mismo, del
gradiente térmico (A1 – A0) y del coeficiente de dilatación del material  y responde
a la siguiente fórmula :

lm  L Ai - A0  

Fig. 44 : GRIETA POR FALTA DE JUNTA DE DILATACION

Al final de este apartado se inserta


la tabla con los coeficientes de
dilatación de los materiales más
frecuentes empleados en la
construcción.

Foto 21: Grieta en esquina debida a junta dilatación


entre dos cuerpos de edificio

8.1 EFECTOS DE LAS DILATACIONES EN LOS FORJADOS

En los muros donde apoyan forjados de vigas sometidas a dilatación, por los
problemas de diseño antes apuntados, se pueden producir lesiones por empujes,
con diversas consecuencias que se han representado en la figura 45. Si el muro no
es muy rígido y está próximo al suelo, se produce una doble rotación externa (Fig.
45 a), que tiende a separar ambos muros de su apoyo, en el terreno en el caso de la
planta baja y con eje de charnela en el apoyo de cada forjado en el caso de plantas
superiores.
Por el contrario en muros muy rígidos, en
los que no se ha tenido en cuenta la
dilatación del forjado, este puede llegar a
pandear (Fig.45 b). También puede
producirse el desplazamiento asimétrico
del muro produciendo desplazamiento por
cizallamiento en uno de los lados del
forjado y punzonamiento por el otro que se
puede llegar a manifestar por el exterior
con abultamiento del muro (Fig. 45 c). Por
último otra forma de poderse manifestar las
dilataciones de los forjados es con el
desplazamiento de una de las partes del
muro y el arrancamiento o punzonamiento
inverso por el otro (Fig. 45 d)
Fig. 45 a : EMPUJE SIMÉTRICO DEL FORJADO

Fig. 45 b : PANDEO DEL FORJADO Fig. 45 c : DESPLAZAMIENTO Y PUNZONAMIENTO

Fig. 45 d : DESPLAZAMIENTO Y PUNZONAMIENTO INVERSO Fig. 45 e : APOYO LIBRE DE FORJADO

Para prevenir este tipo de dilataciones de los forjados se debe efectuar el apoyo de
los mismos en muros no excesivamente gruesos de modo que el forjado pueda
moverse libremente sin llegar a tocarlo y evitar de este modo los empujes (Fig.45 e).

En los casos de forjados inclinados como base de cubiertas los problemas debidos
a dilataciones pueden tener dos tipos de consecuencias que se representan en la
figura 46 : Lesiones en los muros de apoyo del forjado por retracciones del mismo
con el efecto de desplazamiento del muro hacia el interior dela edificación (Fig. 46 a)
produciéndose grietas en sentido descendente desde el encuentro del forjado con el
muro hacia el interior y con ese mismo sentido en cuanto a su abertura; o bien el
efecto contrario de dilatación con efecto de desplazamiento del forjado hacia el
exterior del muro y las grietas contrarias a las anteriores (Fig 46b).
Fig. 46 a : RETRACCIÓN FORJADO DE CUBIERTA Fig. 46 b : DILATACION FORJADO DE CUBIERTA

CUADRO DE COEFICIENTES DE
DILATACIÓN MÁS CORRIENTES
EN
EDIFICACIÓN
Hormigón 11,7 x 10-6
Fábrica de bloques (5,6 a 9,4) x 10-6
Fábrica de ladrillo 10 x 10-6
Granito 8,5 x 10-6
Caliza 3,5 x 10-6
Arenisca (5 a 12) x 10-6
Vidrio 9 x 10-6
Normal a las fibras 50 x 10-6
Madera
En dirección de fibras (4 a 6) x 10-6
Acero 12 x 10-6
Aluminio 23,5 x 10-6
Cobre 16,9 x 10-6
Acero inoxidable 17,3 x 10-6
Hierro fundido
10,6 x 10-6
9 OXIDACIÓN DE ELEMENTOS

La patología que se produce por la oxidación en las edificaciones tradicionales es


muy frecuente, y el tema de éste fenómeno está muy estudiado como se puede
comprobar en la abundante bibliografía sobre el mismo.

En general se produce porque lo elementos de hierro empleados en distintos puntos


del edificio por una serie de circunstancias y en presencia de agua, se transforma en
óxido de hierro aumentando varias veces su volumen de esfoliación. Se trata de una
acción expansiva que produce la rotura del material en contacto con la zona
oxidada.

Cunado en la unión que se da entre hierro y piedra, se produce oxidación, la piedra


sufre agrietamientos radiales o longitudinales, como se aprecia en la foto nº 22. El
hierro ha aumentado de volumen al oxidarse y ha roto el granito.

Foto nº 22: Columna de granito fisurada (Catedral


de Zamora)

Foto nº 23: Rotura enprotección de columna de alta tensión por oxidación de tubo
En la protección de un cerramiento de fábrica de una torre de alta tensión situada en
zona urbana, el ladrillo se encontraba en contacto con la tubería metálica de
protección del cableado, que al oxidarse produjo la rotura vertical de éste
cerramiento (foto nº 23).

Quizá sea el hormigón armado el material mas vulnerable a los problemas de


oxidación, bien por la exposición de las armaduras al agua o al medio ambiente,
pero también por los procesos de pérdida de protección del armado como es el caso
de la carbonatación, o la permeabilidad de la masa envolvente. Este tema se tratará
con profundidad en el capítulo V.

A modo de ejemplo, en la foto nº 25, vemos


el pretil de hormigón con la parte superior
agrietada por oxidación.

Foto nº 25: Rotura en pasamanos de pretil de H.A. (oxidación)

En la foto nº 26, observamos como se ha deteriorado una vigueta de hormigón


pretensada, al oxidarse su armadura interior:

Foto nº 26:Rotura por oxidación de vigueta pretensada de H.A.


10 SISTEMAS DE CONTROL DE GRIETAS Y FISURAS

Hay varios sistemas para controlar las grietas y fisuras. El más usual en edificación,
con diferencia, es el testigo del yeso. Se trata de la colocación de tarjetones de
yeso de unos 70 x 40 mm. y 6 mm. de espesor que hay que colocar, al menos uno
en el arranque de la grieta, otro en el centro y otro en cola; fecharlos numerarlos y
llevar un estadillo para la inspección y comprobación de al menos una vez por mes
(Fig. 47 a). También se puede sustituir el tarjetón rectangular, por el de doble cola de
milano (Fig. 47 b), colocados en los mismos lugares que el anterior

Fig. 47 a: TESTIGO RECTANGULAR Fig. 47 b: TESTIGO EN COLA DE MILANO

Tradicionalmente en edificios de sistemas constructivos clásicos, se estima que una


fisura que se abra 1mm. en 1 año no es peligrosa, pero si puede empezar a serlo si
se abre 1mm. cada mes, lo que nos obligaría a tomar medidas de apeo para
contención de la patología que haya producido la grieta.

Otro sistema son los Strain-Ganges, se emplean


para deformaciones de materiales metálicos o de
hormigón, en realidad miden y sirven para estudiar
deformaciones. Consisten en unas cápsulas planas,
normalmente de plástico y de doble pared, que llevan
en su interior un circuito impreso de un conductor
eléctrico muy sensible conectado en sus extremos a
un medidor tipo. (Fig. 48).
Fig. 48: STRAING-GANGES

El S.G. se pega sobre la fisura, si hay deformación queda registrada, se debe


emplear en grietas de tracción no en comprensión. El alargamiento o acortamiento
total de esa dimensión es la “Deformación total” y el cociente de este por la longitud
original de la pieza es la deformación unitaria y los SG miden siempre deformación
unitarias.

Otro procedimiento, para medir grietas con precisión, es el comparador mecánico,


que se fija a ambos lados de las fisura, y nos permite dibujar la gráfica:
Tiempo / incremento de
deformaciones, también podemos
observar la incidencia de la
temperatura, al objeto de descontar
esta variable dentro de los incrementos
totales medios.

Otro procedimiento consiste en trazar


una línea perpendicular a la fisura y
sobre ella anclar a pistola, sendos
clavos a cada lado. Después con un
calibrador se puede realizar la
medición. La precisión es del orden de
o,1 mm. suficiente en general para
nuestro trabajo.

Otro de los procedimientos de medición de grietas, son las plantillas:

Se trata de una tarjeta de plástico


transparente en la que se encuentran
grabadas diferentes gruesos de líneas
normalmente entre 0,05 Mm. hasta 2,00 Mm.
se trata simplemente de hacer coincidir la
línea representada con el grueso de la fisura o
la grieta que queremos medir (ver figura
adjunta).
Los fisurómetros son medidores de
grietas bastante generalizados. Los hay
del tipo que nos dan la lectura en mm. y
las décimas por medio de un nonius,
son de cartulina o plástico y se adhieren
a la base del material donde se ha
formado la grieta.

Otro tipo son los de cristal, conformados con dos placas con una cuadrícula central
en la que se puede observar el grosor de la grieta y su dirección.
Actualmente se emplean los fabricados con metacrilato transparente en el que cada
placa se adhiere a uno y otro lado de la grieta. (ver la figura a tamaño natural).

Se aporta un esquema con las instrucciones de uso:

1. Colocar el fisurómetro sobre la línea vertical o encima de la cuadrícula roja.


2. Usa un adhesivo para fijar el fisurómetro.
3. corta el adhesivo transparente como en el dibujo (se trata simplemente de un papel celo que
mantiene unidas las dos placas antes de su uso).
4. Ahora las dos placas son independientes, y el movimiento de la grieta queda indicado en la
cuadrícula, y se puede anotar.
ENDOSCOPIA:

Se trata de un sistema óptico de observación en lugares totalmente inaccesibles,


mediante un visor iluminado y una sonda de longitud variable con un núcleo de fibra
óptica, pudiéndose acceder a grietas, oquedades o perforaciones muy pequeñas
hasta profundidades importantes de hasta 3 m. O más, se puede visualizar la imagen
en una pantalla directamente, e incluso es posible la incorporación de un micrófono
para tener una mayor información en un determinado momento.
ULTRASONIDOS:

Las ondas ultrasónicas, son oscilaciones mecánicas cuyas frecuencias están por
encima del nivel audible (el límite entre el sonido audible y el sonido ultrasónico se
da normalmente a la frecuencia de 20 KHz = 20000 Hz (ósea 20.000 oscilaciones
por segundo), y depende de cada material en el hormigón por ejemplo se da entre
los 45 – 54 KHz, en metales 15 KHz.

Los ultrasonidos se trasmiten rela-tivamente


bien en medios líquidos y sólidos, pero mal
en el aire; por ello es posible el ensayo ya
que las ondas permanecen dentro del
material ensayado.

Para producir las ondas ultrasónicas hay


diferentes técnicas (mecánicas,
piezoeléctricas, hidráulicas, etc..). Pero
nosotros nos referiremos a la posibilidad de
obtención de ultrasonidos por medio de la
excitación de piezocristales empleando para
ello una corriente eléctrica.

Algunos materiales cristalizados como el cuarzo, el sulfato de litio, el titanio de bario,


o el metabionato de plomo, tienen la propiedad de deformarse al recibir la corriente
eléctrica cambiando el material de tamaño y produciendo ondas de presión.
Para emitir los ultrasonidos se emplea el palpador, y son varios los tipos existentes
en cuanto a tamaño, formato y cristal empelado.
Características de los palpadores:

-Sensibilidad: se trata de la capacidad del palpador para convertir la energía


eléctrica en energía sonora.
-Poder resolutivo: es la capacidad del palpador para diferenciar las señales de
dos discontinuidades en el material muy próximos (por ejemplo el esquema
adjunto).

El sonido generado pasa a través del material que se pretende ensayar, pero es
necesario aislar el palpador utilizando en su superficie de contacto materiales
untuosos como parafina, vaselina, grasas o aceites.

Si la medición tuviese que tener una larga duración, se pueden fijar los palpadores
con escayola o algún tipo de pegamento o silicona. El aparato empelado para las
mediciones en obra indica en su display “el tiempo” de recorrido del sonido entre los
dos palpadores a través de un determinado material, pero también conocemos la
distancia entre el emisor y el receptor. La unidad de tiempo en que se opera es el
microsegundo; en el aparato el tiempo de recorrido puede variar entre o,1 /seg. y
999,99 /seg. La velocidad de propagación se calcula teniendo en cuenta que la
velocidad es igual al espacio recorrido partido por el tiempo.

Velocidad = L en mm./ t en m/seg. = Km./seg.

Por ejemplo, supongamos una pieza de 400 mm. entre caras y el tiempo de recorrido
es de 75 /seg.

V = 0,000400 Km./ 0,000078 seg. = 5,33 Km./seg.

La velocidad de propagación se incrementa cuando la resistencia del material


aumenta el display tiene cinco dígitos y por lo tanto el tiempo máximo marcado es
9999,9 /seg.
En realidad los impulsos son audibles en el palpador que actúa de emisor. Las
formas de colocación del emisor/receptor para la realización de los ensayos pueden
ser las indicadas a continuación.

Es conveniente, que periódicamente se proceda a través del aparato, este trazado


se debe hacer en relación a elementos de los cuales se conozca previamente sus
características por haber hecho otro tipo de ensayos como sería el caso de los de
tipo destructivo.
Los módulos indican la resistencia de un material frente a las deformaciones, por ello
cuando se aplica una carga sobre un material homogéneo e isótropo se pueden
producir dos tipos de deformaciones.

a) Aumento o disminución de la longitud L como a continuación se indica:

Después de la tensión en comprensión

L’ < L Y M’ > M

O bien, después de la tensión en tracción

L’ > L Y M > M’

b) Un incremento o disminución de la sección.

La relación entre estas deformaciones  = L/M es el coeficiente de Poison.

Todo ello da lugar a la existencia de una correlación entre la velocidad de


propagación y la resistencia a compresión, y por ello podemos ensayar la
resistencia del hormigón u otro tipo de fábricas, y esto además nos permite un
cierto tipo de análisis de la masa de material interno que no podemos visualizar.
Peritación de la profundidad (P) de una grieta utilizando ultrasonidos.

Para poder conocer la profundidad de una grieta en una fábrica de un determinado


material, se usa el método superficial, para ello se coloca el emisor en un punto A
distante X de la grieta o fisura, ya la misma distancia se coloca el receptor A’; y
tenderemos un determinado tiempo que denominamos t 1 (en la práctica debemos
intentar que la distancia X sea 15 cm.)

Sobre la línea que une A-A’ colocamos el emisor a una distancia X de A y tendremos
el punto B, y de la misma forma por simetría tendremos B’, es decir la distancia
AA’=2X, y la distancia BB’=4X y el recorrido en tiempo entre B y B’ lo denominamos
t2

P (profundidad grieta) = 4t2


x
t2
1 2
t2 t2
2 1

X = 15 cm.
TOMO 1 CAPITULO III

OBRAS DE EMERGENCIA. APEOS Y APUNTALAMIENTOS


CAPITULO III

OBRAS DE EMERGENCIA
APEOS Y
APUNTALAMIENTOS
Pascual Úbeda de Mingo

Indice:

1. APEOS Y APUNTALAMIENTOS: CONCEPTOS GENERALES ........................................... 71


1.1. Nomenclatura

2. LA MADERA COMO MATERIAL DE APEO Y APUNTALAMIENTO ..................................... 74


2.1. Escuadrías más usuales
2.2. Pesos específicos de la madera de pino más usuales en los apeos
2.3. Tensiones mecánicas admisibles
2.4. Clavazón
2.5. Puntales de madera (piezas cuadradas). Capacidad de carga
2.6. Alturas máximas de los puntales según su diámetro
2.7. Tensiones admisibles de la madera
2.8. Fórmula de cálculo LUMBER

3. ELEMENTOS EN LOS APEOS ............................................................................................. 79


3.1. Jabalcón o tornapunta
3.2. Muletilla
3.3. La unión jabalcón – terreno (zapatas)

4. TECNICAS CONSTRUCTIVAS EN LA EJECUCIÓN DE APEOS ........................................ 82


4.1. La asnilla
4.2. Normas empíricas a seguir en los apuntalamientos
4.3. Apeos de fachadas
4.4. Verificación de la estabilidad contra la rotación
4.5 Sistemas actuales de apeos. Apuntalamientos y rigidización

5. APERTURA DE HUECOS EN MUROS ................................................................................. 97


5.1. Apertura de huecos en muros y fachadas
5.2. Proceso de ejecución

6. HUNDIMIENTO EN EMBUDO ............................................................................................... 106


1 APEOS Y APUNTALAMIENTOS: CONCEPTOS GENERALES

Los apeos y apuntalamientos son construcciones auxiliares generalmente realizadas


en madera, aunque también pueden ser metálicas; se emplean para detener
movimientos en un edificio, amenazas de ruina o lesiones. También se emplean
para realizar reformas o modificaciones estructurales.

La diferencia entre apuntalamientos y apeos consiste en que mientras el primero


transmite las cargas a un estrato inferior mediante elementos colocados en posición
vertical denominados puntales, enanos, virotillos, o pie-derechos; el apeo transmite
las cargas por medio de elementos inclinados denominados jabalcones o
tornapuntas.

En la realización de un trabajo de apeo hay que observar tres aspectos:

 El estudio de las causas, y su relación respecto a los efectos.

 El diagnóstico en función del apartado anterior para adoptar las soluciones


más adecuadas.

 La elección del sistema idóneo, teniendo siempre presente las variables


tiempo y coste.

1.1 NOMENCLATURA

Postes o puntales.- Piezas colocadas verticalmente, de sección cuadrada


rectangular o circular (en madera o hierro). Se denomina rollizo a la pieza de madera
de sección circular, capaz de transmitir cargas en posición vertical.

Pie-derecho.- Elemento vertical (normalmente de la altura de una planta, formado


por una o varias piezas). (Fig. 1)

Fig 1: sección de pie derecho

Virotillo o enano.- Pieza de las mismas características del pie derecho pero más
corto.

Zoquete.- Pieza que


rigidiza elementos
horizontales. (Fig. 2)

F
i
g 2: zoquete
Brochal.- Nudo formado por la interrupción de piezas horizontales. (Fig. 3)
Fig 3: Brochal Fig 4: Codal

Codal.- Pieza que contrarresta pequeños empujes, se suele emplear esta


denominación con más frecuencia en las entibaciones. (Fig. 4)

Mechinal.- Perforación u oquedad que se realiza en un muro que permite la


colocación de un andamio o la acometida de un apeo. (Fig. 5)

Fig 5: Mechinal

Mangueta.- Pieza que une dos o más tornapuntas, también se puede denominar
abrazadera; puede ser articulada o fija. (Fig. 6)

Fig 6: Mangueta Fig 7: Encepado

Encepado.- Forma de unión de tablones que constituyen una pieza de apunta-


lamiento o de apeo. (Fig. 7)

Ejión.- Tope para absorber los empujes inclinados. (Fig. 8)


Fig 8: Ejión Fig 9: Ménsula

Ménsula.-
Apoyos fuera de la pieza donde se produce la reacción. (Fig. 9)

Brida o Braga.- Pieza metálica para unir o encepar varios tablones que constituyen
un elemento de apuntalamiento o apeo. (Fig. 10)

Fig 10: Bridas o bragas

Muletilla.- Pieza colocada en la parte superior del tornapunta, con la misión de unir
ésta pieza con el muro que transmite la carga. (Fig. 11)

Fig 11: Muletilla

Embarbillado.- Corte que se hace en la madera para que encaje con otra pieza.
(Fig. 12)

Fig 12: Embarbillado


2 LA MADERA COMO MATERIAL DE APEO Y APUNTALAMIENTO

2.1 ESCUADRIAS MÁS USUALES

TIPO ANCHO (CMS) GRUESO (CMS)


20 7
TABLÓN 25 7
20 5
TABLONCILLO 25 5
TABLA 10 – 20 2–3
TABLA MACHIEMBRADA 9,5 – 19,5 0,9 – 2,2
RIOSTRA 10 5
CUADRADILLOS 10 – 12 – 15 10 – 12 – 15
ROLLIZO O PUNTALES DIÁMETROS VARIOS
DENOMINACIÓN PUNTA DELGADA ENTRE  8-10 CMS

2.2 PESOS ESPECÍFICOS DE LA MADERA DE PINO MÁS USUALES EN LOS


APEOS

CONDICIONES PINO PAIS PINO NORTE


SECA AL AIRE 574 Kg/m3 599 Kg/m3
SECA A 105 º 530 Kg/m3 577 Kg/m3
SATURADA 841 Kg/m3 797 Kg/m3

2.3 TENSIONES MECÁNICAS ADMISIBLES EN Kg/cm2

FLEXIÓN 125 Kp/cm2


COMPRESIÓN PARALELA A LAS FIBRAS 100 Kp/cm2
COMPRESIÓN PERPENDICULAR A LAS FIBRAS 35 Kp/cm2
ESFUERZO CORTANTE 10 Kp/cm2
MÓDULO DE ELASTICIDAD MEDIO 112.500 Kp/cm2

2.4 CLAVAZON

Diámetros a emplear entre 0,18 y 0,66 cm. Longitudes a emplear entre 2,5 y 15 cm.
La carga admisible al arranque:

P = 121 x D x Pe5/2

P = carga en kilogramos
D = diámetro en cm.
Pe = peso específico.
La carga admisible lateral se calcula: L = K x D3/2
L = carga admisible.
K = coeficiente entre 150 y 230.
D = diámetro en cm.

Esta fórmula es válida para una penetración de 10  .

2.5 PUNTALES DE MADERA (PIEZAS CUADRADAS) CAPACIDAD DE CARGA


(LIBRE DE PANDEO)

ESCUADRIAS LONGITUDES
CM. 2,4 MTS. 3,0 MTS. 3,6 MTS.
10 x 10 4 TM. 2,5 TM. 2 TM.
15 x 15 17 TM. 13 TM. 9 TM.
20 x 20 37 TM. 35 TM. 30 TM.

2.6 ALTURAS MÁXIMAS DE LOS PUNTALES SEGÚN SU DIÁMETRO

 Cm. Altura en Mts.


6 - 10 3
8 – 12 4
10 - 15 5
15 - 20 7,5

En apuntalamientos no deben emplearse los empalmes, y han de colocarse sobre


durmiente en suelo y sopanda en techo y nunca directamente sobre el terreno.
Cuando el apuntalamiento es para obra nueva en ejecución, se pueden empalmar
los puntales hasta un 50% y menos de 1/3 de los que sujetan vigas. Teniendo
siempre en cuenta el cuadro anterior.

Cuando el apuntalamiento tiene cierta importancia, las piezas a borde de durmiente


deben cumplir: que la longitud de durmiente sea 1,5 veces la altura del durmiente.
En todos los casos el tipo de cuña a emplear será de relación 1/5 a 1/6 en madera
de álamo negro.

2.7 TENSIONES ADMISIBLES PARA LA MADERA

MALA CALIDAD CALIDAD MEDIA BUENACALIDAD


Clase de solicitación Roble y Roble y Roble y
Pino Pino Pino
Haya Haya Haya
Flexión 70 75 100 110 130 140
Tracción en dirección de las fibras 0 0 85 100 105 110
Compresión en la dirección de las fibras 60 70 85 100 110 120
Compresión perpendicular a las fibras 20 30 20 30 20 30
Cortante en dirección a las fibras y
9 10 9 10 9 12
juntas encoladas
Nota: En tracción, la madera de muchos nudos y poca calidad, no debe emplearse.
Para cargas centradas, hay que calcular la carga “P” afectada por un coeficiente de
pandeo “W” que corresponde a su grado de esbeltez:
L
 min . P. W
i S 

 = longitud de la pieza dividido por el radio de inercia mínimo).


P = Esfuerzo a compresión centrada de la pieza.
W = Coeficiente de pandeo.
S = Sección de la barra.
 = Coeficiente de trabajo de la madera.

min . J
min . i 
S

J = diámetro mínimo de la sección transversal de la barra sin debilitar).

 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 
0 1,00 1,01 1,01 1,02 1,03 1,03 1,01 1,05 1,06 1,06 0
10 1,07 1,08 1,09 1,09 1,10 1,11 1,12 1,13 1,14 1,15 10
20 1,15 1,16 1,17 1,18 1,19 1,20 1,21 1,22 1,23 1,24 20
30 1,25 1,26 1,27 1,28 1,29 1,30 1,32 1,33 1,34 1,35 30
40 1,36 1,38 1,39. 1,40 1,42 1,43 1,44 1,46 1,47 1,49 40
50 1,50 1,52 1,53 1,55 1,56 1,58 1,60 1,61 1,63 1,65 50

60 1,67 1,69 1,70 1,72 1,74 1,76 1,79 1,81 1,83 1,85 60
70 1,87 1,90 1,92 1,95 1,97 2,00 2,03 2,05 2,08 2,11 70
80 2,14 2,17 2,21 2,24 2,27 2,31 2,34 2,38 2,42 2,46 80
90 2,50 2,54 2,58 2,63 2,65 2,73 2,78 2,83 2,88 2,94 90
100 3,00 3,07 3,14 3,21 3,28 3,35 3,43 3,50 3,57 3,65 100

110 3,73 3,81 3,89 3,97 4,05 4,13 4,21 4,29 4,38 4,46 110
120 4,55 4,64 4,73 4,82 4,91 5,00 5,09 5,19 5,28 5,38 120
130 5,45 5,57 5,67 5,77 5,85 5,98 6,08 6,19 6,29 6,40 130
140 6,51 6,62 6,73 6,84 6,95 7,07 7,18 7,30 7,41 7,53 14
150 7,65 7,77 7,90 8,02 8,14 8,27 8,39 8,52 8,65 8,73 150

160 8,91 9,04 9,18 9,31 9,45 9,58 9,72 9,86 10,00 10,15 160
170 10,29 10,43 10,58 10,73 10,88 11,03 11,18 11,33 11,48 11,64 170
180 11,80 16,95 12,11 12,27 12,44 12,60 12,76 12,93 13,07 13,26 180
190 13,43 13,61 13,78 13,95 14,12 14,30 14,48 14,66 14,84 15,03 190
200 15,20 15,38 15,57 15,76 15,95 16,14 16,33 16,52 16,71 16,91 200

210 17,11 17,31 17,51 17,71 17,92 18,12 18,33 18,53 18,74 18,95 210
220 19,17 19,38 19,60 19,81 20,03 20,25 20,47 20,69 20,92 21,14 220
230 21,37 21,60 21,83 22,06 22,30 22,53 22,77 23,01 23,25 23,49 230
240 23,73 23,98 24,22 24,47 24,72 24,97 25,22 25,48 25,73 25,99 240
250 26,25 -- -- -- -- -- -- -- -- -- 250

Nota: Para edificación no provisional conviene no excederse de un  = 150


Nº PIEZAS POSICION A (cm2) Ix (cm4) ix (cm) Wx (cm3) Iy (cm4) iy (cm) Wy (cm3)
1 140 4667 5.77 467 572 2.02 163

2 280 9333 5.77 933 4573 4.04 653

3 420 14000 5.77 1400 15435 6.06 1470

4 560 18667 5.77 1867 36587 8.08 2613

VALORES PARA LAS DIFERENTES SECCIONES QUE SE PUEDEN FORMAR CON TABLON DE 200x70mm

2.8 FÓRMULA DE CÁLCULO LUMBER

Cálculo de puntales: Sección transversal, es el área de la pieza perpendicular al eje:

S = a . b cm2

a = es el lado menor
b = es el lado mayor

Esbeltez Alturadelapieza 1
= 
la dimensiónmenordela sección a

Pero la esbeltez puede ser:

TIPOS DE ESBELTEZ CARGA ADMISIBLE

1) Esbeltez 10 P=a.b
1  4
2) Esbeltez entre 10 y K
P=a.b.. 1-   
3 K.a
 
2
π a.b.E
P
3) Esbeltez K  l 2
36. 
a

I = longitud de la pieza a = lado menor de la pieza


P = Carga admisible b = lado mayor de la pieza
K = Coeficiente de trabajo de la madera paralelo a la fibra E = Módulo de elasticidad
Vamos a continuación a poner un ejemplo de cálculo de apuntalamiento para aclarar
las fórmulas.

Imaginemos (caso normal), un puntal sacado de un derribo, madera de pino cuenca


sana de una escuadrilla de la época de 20 x 20 cm., la altura de la planta baja que
tenemos que apuntalar es de 3,00 m. (Este tipo de madera la hacemos trabajar a 80
Kg/cm2).
Esbeltez = 300/20 = 15 K = 20,3

Estamos pues en una esbeltez entre 10 y “K”, que es el segundo caso, y su fórmula
es la que aplicamos:

  1 4
1   4  P 32.000 1 - . 0,738

P a . b .  . 1 - .   
3  K. a    
   3 

28,800 Kg. nos aguantará cada puntal

Si utilizamos la misma madera y


escuadría a base de cortarla para
reponer los enanos de una
cubierta, sustentada a par e
hilera, con un altura de 1,20 m.
(Fig. 13)

Esbeltez =120/20 = 10 Fig 13: Esbeltez de un enano en una


cubierta

Es decir, la esbeltez es 10. Estamos en el caso primero y la fórmula es:

P = a . b .  = 20 x 20 x 80 = 32.000 Kg.

El valor de “P” es lo que aguantará cada mano de cubierta.

Pero supongamos ahora que la longitud de la pieza, tal y como se encuentra en


obra, es de 5,00 m., o sea no hay necesidad de cortarla, la escuadría es de 20 x 20
cm. y  = 80 Kg/m2 y que vamos a emplearla como jabalcón de esa misma longitud,
y necesitamos saber cuántos kilogramos es capaz de soportar.

Esbeltez = 500/20 = 25 K = 20,3

25 > K, luego estamos en el tercer caso y su fórmula es:


2
π a.b.
E 3,14 x 20 x 20 x112.500
P P 2
 19.718 Kg.
36. l  2 36  500 
   
 a  20 
3 ELEMENTOS DE LOS APEOS

3.1 JABALCÓN o TORNAPUNTA

Son piezas que se colocan inclinadas para soportar los esfuerzos de compresión, a
través de ellas se transmiten al terreno o a un nivel inferior las cargas. (Fig. 14)

R = P / Sen () (Hay que comprobar el


pandeo)

Para transmitir cargas verticales se


colocarán las piezas lo más verticales
posibles, para soportar empujes
horizontales.

Fig. 14: Jabalcón o tornapunta

3.2 MULETILLA

Se denomina a la pieza entre el muro y el tornapuntas, y varían en función de la


estructura o tipo de fábrica.

En fábricas de ladrillo o mampostería se ha de tener en cuenta que la muletilla ha de


colocarse hasta que el nudo o unión con el jabalcón sea un tercio del grueso del
muro. En el caso de que la fábrica sea de sillería o mampostería concertada, el tipo
de muletilla es de escuadra sobre cajón. Consiste en realizar un mechinal
perfectamente cortado para colorar una “L” formada por tablones, para sobre ésta
pieza embarbillar el jabalcón. (Fig. 15)

Fig 15: Muletillas para muros macizos


A: Penetra al menos un tercio en muros macizos. Apeo realizado con replanteo
B: Penetra al menos un tercio en muros macizos. Apeo de emergencia
C: Muletilla de chaflán
D: Muletilla semiempotrada con embarbillado

En el caso de que la estructura tenga una carrera de madera o bien un zuncho de


hormigón, hay que utilizar estos elementos como muletillas para la unión con el
jabalcón. (Fig. 16)

Fig 16: Colocación de muletillas para unión con el jabalcón

Cuando la fábrica a apear sea de altísima calidad, o bien que no queramos hacer
ningún mechinal se puede proceder de distintas formas:

a) Colocar la muletilla sobre fijas metálicas ancladas a los tendeles,


interponiendo una arpillera o un muletón plástico para no dañar la piedra y
proceder al encaje con el embarbillado.(Fig.17)

b) Colocar un casquillo metálico con anclaje químico o mecánico coincidente


con llagas o tendeles, atornillar en esa pieza la muletilla para poder
posteriormente embarbillar. (Fig.18)

Fig 17: Muletillas con fijas metálicas Fig. 18: Muletillas con casquillo metálico

3.3 LA UNIÓN JABALCÓN-TERRENO (ZAPATAS)


Los anclajes sobre el terreno, en realidad son zapatas o elementos auxiliares o del
propio suelo, que nos sirven para repartir la carga que se transmite por el jabalcón o
tornapunta.

El más elemental consiste en repartir las cargas sobre empuje por medio de estacas
o perfiles clavados en el suelo. (Fig. 19)

Fig 19: Apoyo del jabalcón en el terreno

Cuando es roca, se puede cajear y colocar


el durmiente o el dado de reparto en la
caja, pero teniendo cuidado de dar salida al
agua.

Si el terreno es blando, o bien se plantea a


largo plazo, se puede realizar una zapata
de hormigón y la armadura nos servirá para
absorber los empujes del durmiente. (Fig.
20)
Fig 20: Apoyo sobre zapata de hormigón

Cuando el apeo es metálico la unión se realiza por placa de anclaje. (Fig. 21)
Cuando se plantea un apeo a largo plazo, el durmiente se puede colocar sobre una
viga de hormigón fundida sobre la zanja con anclajes y tirafondos que sirven para
fijar el durmiente de madera en caso necesario, el empuje se puede reforzar con
perfilaría anclada al suelo. (Fig. 22)

Fig 21: Apoyo a través de placa metálica Fig 22: Apoyo a largo plazo
4 TÉCNICAS CONSTRUCTIVAS EN LA EJECUCIÓN DE APEOS

Los tablones que forman la pieza van a trabajar a compresión, por tanto se pueden
empalmar, pero hay que procurar que la distancia mínima entre empalmes sea
superior a 1,10 m. (Fig. 23)

Fig 23: Uniones de tablones para apeos

La madera de mejor calidad hay que emplearla en las piezas exteriores, procurando
adoptar la posición “m”, si la brida es mayor que el canto hay que girarla hasta su
tangencia con la pieza posición “n”, porque si no se producen las tangencias exclusi-
vamente en los bordes y no quedan los tablones embridados.

Fig 24: Embridado de tablones

Hay que procurar que la sección final sea cuadrada (3 tablones de 7 x 20 ó 4 de 5 x


20). (Fig. 24) Para el acuñado se empleará siempre cuñas de álamo negro. Hay que
tener en cuenta, que en apeos de forma directa no son compatibles los encuentros
libres de madera-hierro. Cuando sean necesarias estas uniones, hay que realizarlas
con anclajes, esperas y pasadores. (Fig. 25) En apeos planteado a largo plazo, hay
que creosotar la madera y tratar los cortes y juntas.

Fig 25: Uniones madera – acero sobre el terreno


4.1 LA ASNILLA

Cuando es necesaria la apertura o reparación de un muro macizo, se puede hacer


por asnillas de madera o metálica. Cuando es de madera al ser muy corta, casi
siempre va a estar penalizada por el cortante y no por el momento flector, por eso es
frecuente colocar una cáscara de iPN en la zona superior, la inferior al ser de
madera permite las uniones perfectamente. (Fig. 26) La asnilla puede estar formada
por pasador o familias de tornapuntas.

La asnilla en burra o en castillete, se utiliza para poder realizar trabajos que


presentan problemas de altura. En la actualidad han sido sustituidas por elementos
metálicos.

Fig 26: Apeos por el sistema de asnillas


4.2 NORMAS EMPÍRICAS A SEGUIR EN LOS APUNTALAMIENTOS
 La madera a utilizar debe ser enteriza, sana, y de buena calidad (pino,
castaño,...).

 El apuntalamiento deber de estar debidamente arriostrado, ejecutado con el


menor material posible y la máxima sencillez.

 La puesta en carga de los puntales debe hacerse con cuidado, para no


producir acciones directas sobre la edificación.

 El proceso a seguir en un apuntalamiento será siempre de abajo a arriba.

 Comprobar sistemáticamente el ajuste entre las piezas. Cuando vayamos a


apuntalar o apear los huecos, esta operación puede hacerse de diferentes
maneras:

4.3 APEOS DE FACHADAS

Son diversas las causas por las que hay que apear, pueden ser rotaciones,
aplastamientos, pandeos, empujes, etc. Estas construcciones auxiliares
frecuentemente se hacen en madera pero también se pueden realizar en perfilaría,
en tubo o pueden ser mixtos. También se pueden realizar técnicas a base de fábrica
con muros auxiliares que se derriban una vez han cumplido su misión, o bien muros
no derribados de edificios colindantes que se dejan con la forma de gálibo del
contrafuerte. También se puede en algunos casos sustituir el apeo por
atirantamientos metálicos en el caso de empujes, o por cuajadas con zuncho de
muros en el caso de aplastamiento de materiales. (Figs. 27 y 28)

Fig 27: Apeos de huecos para rigidizar fachadas

 SOLUCIÓN CUANDO NO HAY POSIBILIDAD DE APUNTALAR (ver dibujo):


Fig 28: Formas de realizar apeos y apuntalamientos
Cuando aparecen problemas puntuales en determinada altura del edificio y el mismo
está ocupado en las plantas inferiores, se puede resolver a base de tijeras o
triangulaciones que recogen las cargas con tornapuntas inclinadas y absorben los
esfuerzos de tracción con tirantes colocados sobre el suelo, con la condición de que
las reacciones se centren en el eje de los muros.

 COMENTARIOS SOBRE ESQUEMAS DE APEOS:

Comparando el apeo A con el B, es preferible el


segundo ya que el primero requiere mas espacio y
mas trabajo para el apoyo por ser varias las cargas
aisladas. Tiene además peores posibilidades de
arriostramiento
En el apeo B, es posible la concentración de las
cargas en un solo punto y pasa a ser una solución
muy resoluble con (p.ej.) estructura metálica.

El eje de tornapunta debería coincidir con el punto de


corte M (fig. C) entre los ejes de muro/forjado. Pero
constructivamente es difícil colocar la muletilla en tal
posición.

Se debe procurar entonces que al menos el eje de


las tornapuntas coincida con la intersección del plano
inferior del forjado con el eje del muro (punto N).

 ESQUEMA DE APUNTALAMIENTO-APEO PARA ACTUACIONES EN LA BASE:


 SOLUCIONES ALTERNATIVAS PARA ABSORBER LAS TRACCIONES DE LAS
TORNAPUNTAS DE BASE:

 SUSTITUCIÓN DE MUROS O PILARES:


Cuando se realiza el apeo con angulares, perfiles o tubos metálicos, se hace una
estructura triangulada para evitar deformaciones. Cuando hay una familia o conjunto
de tornapuntas próximos, es necesario arriostrarlos por triangulación para evitar su
deformación, y hacer trabajar al conjunto de forma solidaria. (Fig. 29)

Fig 29: Estructura para evitar deformaciones

Cuando se hace apeo que sirve para contrarrestar dos empujes puros se llega a la
composición horizontal. Se soluciona con elementos planos o espaciales, a esta
disposición se denomina apeo a la romana. (Fig. 30)

Fig 30: Apeo a la romana Fig 31: Apeo con collarines y carga al terreno

La sustitución de columnas o pilastras se realiza frecuentemente por “collarín y


tornapuntas”, a veces los esfuerzos de tracción se contrarrestan con arriostra-
mientos horizontales o con codales inferiores. (Figs. 31 y 32)

Fig 32: Apeo con collarines y tornapuntas con arriostramientos


4.4 VERIFICACIÓN DE LA ESTABILIDAD CONTRA LA ROTACIÓN.

Imaginemos un edificio entre medianerías (ver esquema) en el que se ha derribado


el colindante, dándose la posibilidad de empuje a nivel de planta baja, por la
existencia de un comercio con fuertes sobrecargas apoyando en una bóveda de
cañón. El edificio es antiguo; con fábricas que van disminuyendo a medida que se
elevan, las anchuras son:

En plantas 4 y 3 =a
En plantas 2 y =b
En plantas baja y sótano =c

Las luces en baja y sótano es “L” pero a medida


que nos elevamos aumentan por la disminución
de los gruesos. Tomamos una anchura de 1,00
m., P1, P2 y P3 son los pesos de los muros, “q” el
peso propio y sobrecarga de forjados. Tomamos
momentos respecto al punto “0”.

M1 = P1 x a/2
M2 = P2 x b/2
M3 = P3 x c/2

Momentos debidos a los forjados respecto al


punto “0”:

m3  m  2 x q x 1 2  ele 2

 (c - b) x 2b/3
4
m1 
m2xqx 12
2
 ele 2

 (c - a) x 2a/3
ele 2
m  q x1 2  2c/3
5

Entonces se tiene que verificar que:

 Mm    x h1
Mf EB

O sea, la suma de momentos de forjados y


muros están equilibrados o son menores que el
empuje EB, respecto al punto “0”. En caso
contrario hay que apear.
4.5 SISTEMAS ACTUALES DE APEOS. APUNTALAMIENTOS Y RIGIDIZACIÓN.

En la actualidad. Los apeos clásicos realizados en madera, sobre todo en los casos
en los que se ha realizado un estudio previo y una metodología adecuada al proceso
de obra, están siendo sustituidos por elementos metálicos constituidos por módulos
de vigas metálicas aligeradas (alveoladas), pero con una gran flexibilidad de unión,
lo que permite por medio de piezas especiales adoptar cualquier solución tanto de
apeo como de apuntalamiento.

En España, la firma SOLDIER ha introducido éste sistema en sus dos variantes: El


SUPER-SLIM SOLDIER, y el MK-II, que se adaptan a cualquier tipo de diseño para
apeo, y por ello no aparece condicionante alguno, salvo los propios de la obra.
5 APERTURA DE HUECOS

5.1 APERTURA DE HUECOS EN MUROS y FACHADAS

Antes de entrar en esta cuestión, conviene centrarnos en la idea del “EFECTO


ARCO”; este fenómeno es un arco ideal que se produce de forma espontánea al
fallar el cargadero de un hueco de fábrica, al abrir sin ninguna seguridad en un muro
un paso, al fallar una cimentación corrida, etc. (Fig. 33)

En el dibujo adjunto lo tenemos: podemos


incluso experimentarlo con un rejal de ladrillo
en seco, en nuestra obra, si interrumpimos un
rejal por el hueco “H” con dos tablones de
jamba y otro de viga, atados a una soga para
tirar de este marco rápidamente, la fábrica no
se caerá según la zona marcada entre “M” y
“N”, sino que se caerá la zona existente desde
el dintel hasta una parábola ideal (marcada por
puntos), a partir de esta parábola y hacia
arriba, el valor que adquieren las flechas es
independiente de la altura del muro; aunque sí
es función de la luz del hueco.
Fig 33: Efecto arco en una fábrica

La zona rayada de la parábola es la que carga encima del dintel, pero se hace por
consenso equivalente a un triángulo, como ejemplo es el caso de las denominadas
“capuchinas” que se abren en las medianerías de las obras para subir material del
solar o acopio contiguo. (Fig. 34)

Fig 34: Cargas que actúan para el efecto arco

La condición para que esto se cumpla es que debe tener estribo necesario capaz de
absorber los empujes. El triángulo equivalente es equilátero, de lado la luz, y altura
3
L (para fábricas
normales) 2

En las vigas que sirven de dinteles bajo paredes, sólo se computará el paso del
muro comprendido en el triángulo teórico existente sobre la viga. (Fig. 35).
Fig 35: Porción del muro que se considera

Los forjados o cargas fuera del triángulo no se tienen en cuenta en obra de fábricas
normales.

En el caso de cargas aisladas, lacenas por ejemplo que vengan a caer del triángulo
o próximas a él, puede hacerse una distribución de cargas como las de la figura
siguiente: (Fig. 36)

Fig 36: Distribución de cargas aisladas

Si las cargas aisladas caen fuera del triángulo de carga, sólo se tendrán en cuenta
las que se encuentren en una franja horizontal trazada a 25 cm. del vértice del
triángulo y que esté dentro de la prolongación vertical de las jambas.

O sea, el dintel hay que calcularlo con :

cada una en su posición relativa.

Para que sea aplicable lo anterior se sobrentiende que a los lados y por encima de la
viga puede crearse una especie de arco de descarga, “efecto arco”, pero no habrá
aperturas que lo perturben, y por supuesto es necesario la existencia de machones o
estribos que permitan el proceso.

Ángulos para los distintos tipos de fábrica:

 Para fábricas en buenas condiciones de mortero de cemento (ladrillo,


mampostería, bloques, etc.), el ángulo adoptado es de 60º.

 Para fábricas en malas condiciones, realizadas con morteros de cal,


erosionado, fábricas esfoliadas, etc., el ángulo adoptado es de 75º.

 Para muros de hormigón en masa, masas ciclópeas, no hay uniformidad,


estimándose en 45º.
Si existen huecos por encima de la zona afectada, en la que teóricamente la carga
estaría afectada por el área ABC es preferible pasar a la zona señalada en el
gráfico, en la figura 1 de la Fig. 37.

Cuando tenemos sucesiones de huecos en altura (frecuente con la existencia de


balcones), entonces consideraremos no la carga del triángulo ABC sino el de la
totalidad de la fábrica existente entre huecos (figura 2 de la Fig. 37)

En huecos de distinta luz, las líneas que limitan las zonas de cargas cortan a la
jamba del hueco superior, en este caso, junto al punto “M”; la distancia hasta el
dintel es “a”, el cargadero inferior “ab” no estará afectado por la reacción superior
“Q”. ( figura 3 de la Fig. 37). Si esto se cumple, hay que considerar la superficie
delimitada por las líneas que une los extremos de los dinteles más bajo y más alto,
es decir: ABCD.

Fig 37: Influencia de los huecos en el efecto arco

Para poner un ejemplo práctico de evaluación de cargas, consideremos el caso de


apertura de un local para tienda en planta baja; desde el dintel inferior trazamos el
ángulo “  “ que corta a la jamba superior en el punto “M”, la carga en el apoyo “Q”
del dintel superior, no influirá en el inferior si se cumple lo indicado en el apartado
anterior.

Desde el dintel inmediato superior seguiremos trazando nuestro ángulo que cortará
a la jamba de la tercera planta; continuaremos así hasta cerrar el diagrama tal como
se indica en la figura.

Pero si hubiera caído en cualquier punto de la peana del hueco de la tercera planta,
la línea de cierre no sería a partir del punto “F”, sino que tendríamos que continuar
desde el punto “T” hasta cerrar el gráfico. (Fig. 38)
Fig 38: Caso práctico de apertura de hueco

Evidentemente sobre el dintel gravitará la parte del muro incluida dentro de la zona
delimitada por las líneas trazadas con el ángulo correspondiente, más los forjados
correspondientes (en las zonas afectadas).

Es típico es estos casos un esquema de cargas uniformes de cada forjado, en forma


de escalera y una carga “P” aislada que corresponde al muro, pasando en definitiva
a una carga triangular y una carga aislada. (Fig. 39) Una vez realizado todo este
cálculo y haber dimensionado el cargadero a colocar, se puede proceder a la
realización de las obras.

Fig 39: Gravitación de cargas

5.2 PROCESO DE EJECUCIÓN

En primer lugar hay que realizar el apeo y apuntalamiento de la parte afectada por
las cargas transmitidas. Con las cargas obtenidas del proceso de cálculo se
dimensionaría el apeo. También hay que proceder al recercado de los huecos de
ventanas que están dentro de la parte afectada, a fin de darlos una mayor rigidez y
evitar que pudieran tener pequeños desplazamientos o giros. Una vez realizado este
proceso de apuntalamiento podríamos comenzar la obra en sí.

Si la obra se va a realizar con cargaderos metálicos, lo primero que hay que realizar
son las cajas verticales dónde se van a introducir los soportes metálicos que
transmitirán las cargas a la cimentación.
Generalmente, habrá que realizar un estudio de la cimentación del muro para
comprobar el estado y capacidad del mismo. Si el caso lo requiere, se reforzará
mediante dados de hormigón. No obstante, en el mejor de los casos, siempre habrá
que preparar una placa de palastro para dar arranque al soporte.

Una vez colocados los soportes en su sitio se procederá a la apertura de la roza


horizontal en la que se introducirá los cargaderos. Esta se realizará en dos fases: en
la primera se abre hasta la mitad del espesor de la fábrica introduciéndose la viga
metálica (cargadero) y se suelda a los soportes metálicos ya colocados. A
continuación se acuña cada 50 ó 60 cm., mediante cuñas de acero, retacándose a
continuación con un mortero expansivo a fin de asegurar el perfecto apoyo sobre la
viga de la fábrica que queda por encima.

La segunda fase consiste en realizar la apertura de la roza por la otra parte del
muro, es decir, abrir el resto del espesor de la fábrica que quedará de la primera
fase; hay que realizarla por partes, a modo de bataches de unos 60 ó 70 cm. de
longitud introduciendo según se van realizando, unos enanos que vayan
transmitiendo las cargas; una vez realizada toda la roza se procede a quitar los
enanos e introducir en ella, lo más rápido posible, la segunda viga que compondrá el
cargadero, siguiendo un proceso idéntico al del cargadero colocado por la otra cara.

Previamente a la colocación de la segunda viga se colocan unos conectadores-


separadores que vendrán preparados de taller, que tendrán la función de hacer
trabajar las dos vigas de forma solidaria, formando un solo conjunto, (a veces esta
operación se sustituye por cordones o puntos de soldadura). Cuando se estime que
el mortero ha fraguado lo suficiente, se procederá a retirar los apeos por fases, de
forma que todo vaya asentado homogéneamente. La última operación será el
derribo de la fábrica que haya quedado por debajo del cargadero. (Fig. 40)
Fig 40: Proceso de apertura de hueco en planta baja

Cuando la obra se realiza con hormigón armado, hay que proceder de forma
totalmente distinta. En primer lugar, y dando por supuesto, que como en el caso
anterior debe estar la fábrica debidamente apuntalada y apeada, se procederá al
derribo de la fábrica por partes, es decir, igual que si actuásemos por bataches de
50 a 70 cm. de longitud y colocando en ellos unos soportes o enanos metálicos
formados con dos perfiles en cajón que tienen la función de absorber y transmitir la
carga a la cimentación. (Fig. 41)

Fig 41: Apeo de muro con soportes metálicos

Una vez realizada la apertura total del hueco hay que proceder al montaje del
encofrado, éste ha de realizarse también por fases: la primera consistirá en montar
el fondillo y toda la estructura de éste, después se montará la armadura (que deberá
realizarse sobre el fondillo, ya que los enanos metálicos estorbarían para la
introducción de una armadura ya preparada en taller).

Realizada la colocación total de la armadura se procederá al montaje de los


costeros, uno de éstos, deberá ir provisto de un bebedero por el que introduciremos
el hormigón.

Cuando se estima que se ha producido el endurecimiento del hormigón, se puede


proceder al desencofrado y retirada de apeos y puntales. En cuanto a los soportes
que han quedado embebidos en el hormigón por la cara inferior de la viga serán
cortados con soplete rematándolos posteriormente con cemento. (Fig. 42).
Fig 42: Colocación de cargadero de hormigón

Respecto al apoyo del cargadero de hormigón en la fábrica, se realiza reforzando


ésta con un dado de hormigón, o simple-mente, si el caso lo permite, preparando
una cama con mortero antiretráctil.

Como última operación tanto en el caso de solución con cargadero metálico como de
hormigón armado, es proceder a la organización de los acabados, que en cada caso
se realizarán de modo distinto.

Otro procedimiento para la realización de cargaderos con hormigón es mediante la


utilización de asnillas metálicas:

 Se hacen mechinales que atraviesan el muro por encima de la futura cara


superior de la viga de hormigón.

 Se colocan asnillas metálicas con perfiles IPN, que se acuñan y retacan con
mortero expansivo.

 En los extremos de las asnillas se sueldan soportes metálicos arriostrados


entre sí, y con apoyo corrido en el suelo.

 Se demuele la fábrica por debajo de estas asnillas hasta el nivel que ocupará
el fondillo de la viga.
 Se encofra el fondillo, colocando las armaduras y posteriormente los costeros
del encofrado en los que se dejará previsto al menos en uno de ellos
bebederos para el vertido del hormigón.

 Se procede al hormigonado.

 Se desencofra y derriba el resto de la fábrica inferior hasta dejar diáfano el


hueco.

 Se procede a la retirada de las asnillas cortando los perfiles a ras del muro.
(Fig. 43)

Fig 43: Apeo de muro por asnillas


6 HUNDIMIENTO EN EMBUDO

Es muy frecuente el fenómeno de hundimiento en embudo que se suele producir


cuando existe una concentración de esfuerzos verticales en áreas relativamente
pequeñas, como es el caso de patios, cajas de escalera o ascensores,etc.

Las causas directas pueden ser los fallos de cimentación o bien la compresión de
muros en las plantas inferiores (ver figura).

Sección de edificio con cedimiento en embudo por fallo Sección horizontal de la caja de escalera del edificio
a compresión de la fábrica inferior

Un buen procedimiento es la combinación de apuntalamientos perdidos y bataches.

Proceso de bataches en el muro hasta completar todo el perímetro dejando las esquinas para el final
Se trata de ir abriendo rozas estrechas en todo el ancho del muro (bataches A1, A2
y A3 de la figura) para proceder a realizar un sector de zanja de cimentación en la
que se ancla una placa, y sobre la que se suelda un tubo estructural con base, que a
su vez se acuña en la parte superior (cuña metálica) y se rellena con un mortero
expansivo del 4%.

Inmediatamente después, se encofra el batache dejando el puntal metálico en su


interior y perdido. (ver croquis de detalle).

Detalle de batache de muro

A continuación se procederá a realizar nuevos bataches siguiendo el mismo


procedimiento (ver croquis), y así se cerraría todo el perímetro, dejando las esquinas
para el túnel.

Se trata de un método muy eficaz con el que se puede resolver de forma económica
y sencilla un fenómeno de patología muy frecuente.
TOMO 1 CAPITULO IV

PATOLOGÍA DE LAS CIMENTACIONES


CAPITULO IV

PATOLOGÍA DE LAS CIMENTACIONES

Ildefonso Torreño Gómez

Indice:

1. PATOLOGÍA DE LAS CIMENTACIONES: INTRODUCCIÓN ............................................... 110

2. CONCEPTOS GENERALES DE MECÁNICA DE SUELO......................................................... 112


2.1 Criterios que influyen en el dimensionado de las cimentaciones
2.1.1 Introducción
2.1.2 El terreno de cimentación. Tipos de suelo
2.2 Determinación de la capacidad portante de un suelo
2.2.1 Introducción
2.2.2 Distribución de presiones en el plano de la cimentación
2.2.3 Distribución de presiones en el terreno

3. CAUSAS DE LOS FALLOS PRODUCIDOS EN LAS CIMENTACIONES ...................... 133


3.1 Daños producidos por desconocimiento del terreno
3.2 Daños producidos por el agua
3.3 Cimentaciones en suelos expansivos
3.4 Cimentaciones en suelos colapsables
3.5 Daños producidos por las heladas
3.6 Cimentaciones en suelos inestables
3.7 Cimentaciones en terrenos con materia orgánica
3.8 Cimentaciones en terrenos agresivos al hormigón
3.9 Patología debida a excavaciones y ejecución de sótanos
3.10 Patología debida a excavaciones y ejecución de sótanos
3.11 Errores de ejecución

ANEXO 1: Recomendaciones contratación de Estudio Geotécnico ............................................ 147


1 PATOLOGÍA DE LAS CIMENTACIONES: INTRODUCCIÓN

Una de las causas más frecuentes que en nuestro país ocasiona fallos en la
cimentación, es el diseño de cimentaciones inadecuadas, debido a la falta de
informe geotécnico, estar éste mal interpretado o ser inadecuado e insuficiente para
el tipo de terreno y edificio que se va a construir.

El informe geotécnico debe de encargarse, facilitando, si es posible, el tipo de


edificación a realizar: alturas, orden de magnitud de las cargas a nivel de
cimentación, etc., indicando todos los antecedentes posibles que permitan elegir el
número de sondeos, ensayos y pruebas de laboratorio que sean necesarias realizar
con el objeto de que el informe nos determine; las cimentaciones alternativas
adecuadas, profundidad del estrato resistente, asientos, precauciones a tener en
cuenta en la ejecución de la cimentación, agresividad del terreno y el agua freática,
cota del nivel freático si existe, la evaluación de las propiedades geotécnicas, así
como la formación geológica y estratigrafía del terreno, etc.

Existe una publicación del INCE (RTA) denominada Estudios Geotécnicos que
desarrolla unas recomendaciones Técnico-Administrativas para la contratación de un
Informe Geotécnico. Anexo nº 1.

Con esta información se puede realizar el diseño de una cimentación, sin olvidar que
además de las características técnicas del terreno y de la que imponga el edificio, se
han de tener en cuenta los factores económicos y las interacciones que plantean las
edificaciones próximas. En el esquema que se adjunta, se analiza el esquema de
decisiones a tener en cuenta para el diseño correcto de una cimentación. Anexo 2.

En definitiva la patología de las cimentaciones se produce por causas imputables a


la propia cimentación y al suelo sobre el que se asienta y también como
consecuencia de efectos o causas inducidas de edificaciones próximas.

Tanto en unas causas como en otras se produce una deformación del suelo, que
produce movimientos horizontales, verticales, giros y hundimientos que se
transmiten a los elementos estructurales, y en función de lo valores absoluto y
relativo de estos movimientos, así como del estado de conservación y rigidez del
sistema estructural del edificio, puede producir desde una fisuración inapreciable en
tabiquería hasta la ruina estructural del edificio afectado.

Sobre la morfología de las grietas no se indica nada en ésta conferencia por ser
tratado ampliamente en otra parte del curso.

Las causas inducidas por las edificaciones próximas, provienen de que el terreno es
un medio continuo, de manera que cualquier alteración del estado de tensiones
inicial, producida por el edificio no solo afectan a los límites del solar donde se
ejecuta la obra, sino que afecta a una zona de influencia situada alrededor de la
misma, y a veces bastante lejana como es el caso de apertura de túneles, galerías
de servicios, etc.
Los efectos pueden provenir por transmisión directa de cargas debidas a
cimentaciones próximas, como ocurre en suelos arcillosos blandos, granulares
flojos, rellenos o terrenos aún no consolidados a los que se transmitan las cargas de
la cimentación directamente (ejemplo, una cimentación por losa), o bien por
mecanismos más complejos como puede ser las variaciones en el nivel freático, que
pueden producir socavaciones, colapsos en terrenos permeables y variaciones de
los límites de Atterberg en suelos arcillosos, disminuyendo su capacidad portante y
facilitando la expansividad en terrenos arcillosos.
2 CONCEPTOS GENERALES DE MECÁNICA DE SUELO

2.1 CRITERIOS QUE INFLUYEN EN EL DIMENSIONADO DE


LAS CIMENTACIONES DE ESTRUCTURAS DE
EDIFICACIÓN.

2.1.1. Introducción.

La cimentación de un edificio, es la encargada de transmitir las solicitaciones de su


estructura al terreno. Actúa como medio de transición y de contacto entre estos dos
medios distintos (estructura y terreno) y ha de tener la capacidad perdurable de
amortiguar propiedades antitéticas entre ambos medios.

El cimiento "parte del edificio que está debajo de la tierra y sobre el que estriba toda la
fabrica", es un elemento constructivo que permanece habitualmente oculto, no
influyendo en los aspectos estéticos, y de diseño del edificio, a veces sí en los
funcionales del mismo y tiene como misión: recibir los esfuerzos de la estructura y
trasmitirlos al terreno. Garantizando que la deformación del suelo y la deformabilidad
de la estructura sean compatibles. Así, en una de las propiedades más características
antitéticas, entre estructuras y suelo, la cimentación debe amortiguar en lo posible los
posibles asientos. Debido a las diferentes características entre la resistencia de la
estructura y la del suelo, el cimiento deberá tener la suficiente rigidez y superficie para
actuar como elemento valido de transición.

Así pues en el dimensionado de un cimiento tendremos, por encima de condicionantes


funcionales y económicos, dos condicionantes fundamentales intrínsecos al sistema
suelo-estructura:

A.- Condicionantes que impone el terreno:

 Características y parámetros extrínsecos e intrínsecos del terreno.


 Profundidad a la que se encuentra el estrato resistente.
 Capacidad y homogeneidad de asiento del estrato de apoyo
 Situación, tipo y variaciones del nivel freático.
 Cotas de socavaciones debidas a corrientes subterráneos.
 Heladicidad y variaciones de humedad en las capas superficiales.
 Condiciones debidas a las características especificas de terrenos difíciles:
Rellenos artificiales, suelos con materia orgánica, colapsables, suelos
especialmente expansivos, laderas inestables, zonas de subsidencia, zonas
mineras, zonas sísmicas, etc.
 Condiciones derivadas de las condiciones especiales existentes en el terreno:
Agresividad del terreno y del agua.

B. Condicionantes que impone la estructura:

 Cuantía, forma de aplicación (dinámica, gradual en el tiempo, instantánea) y


dirección (verticales, horizontales, inclinadas) de las cargas trasmitidas.
 Capacidad de asiento diferencial total entre elementos estructurales ( capacidad
de desplazamiento vertical, antes de producirse la rotura por flexión).
Dependerá de la rigidez estructural y del uso de la edificación.

 Influencia de estructuras próximas.

A.- Condicionantes que impone el terreno:

A.1. Un análisis somero de estas condiciones, nos indica que la profundidad a la


que se encuentre el estrato resistente, determinara, en la mayoría de los casos, la
tipología de la cimentación a ejecutar.

 Cimentación por zapatas. Es la solución tradicional, para edificaciones hasta


10 plantas, en suelos normales, con cohesión suficiente para mantener la
excavación y sin afluencia de agua, con resistencias medias-altas (presiones de
1 a 3 Kp/cm2). Sin estratos intermedios de zonas blandas, bajo la zona de
influencia del bulbo de presiones que transmite la cimentación y sin zonas
afectadas por superposición de presiones de zapatas adyacentes.

Para edificaciones de poca altura y muros de carga las cimentaciones de


zapatas corridas, son frecuentes, mejorándose con el armado de las mismas su
capacidad frente asientos diferenciales. Las zapatas aisladas rígidas, de canto
constante, se suelen arriostrar para homogenizar los asientos, mediante el
empleo de riostras que deben ser lo suficientemente rígidas para que puedan
cumplir su misión.

 Cimentación por losas. Cuando el terreno tiene una capacidad portante media
baja (Tensión admisible = 1- 1,5 > Kp/cm2), y las cargas pueden ser
importantes, es una solución frecuente. También se utiliza cuando la disposición
de la superficie de las zapatas ocupan del orden del 50% de la planta del
edificio.

Si se desea reducir asientos diferenciales en terrenos erráticos o heterogéneos


sí se requiere ejecutar un sótano en terrenos bajo el nivel freático o cuando se
intenta obtener una mejora de la presión de trabajo del terreno, compensando la
excavación del terreno para construir un sótano, es frecuente acudir a las
cimentaciones con losa, debiéndose contemplar y estudiar la influencia del
amplio y profundo bulbo de presiones bajo la losa. Por lo que no es aconsejable
su ejecución en edificios entre medianeras. Es una solución costosa, que se
debe de estudiar comparativamente con el empleo de pilotes, en su doble
vertiente económica y técnica.

 Cimentaciones semiprofundas. Cuando el terreno de cimentación se


encuentra entre 3 y 6 metros, y las características de la obra no requiere la
cimentación por pilotes, se suelen utilizar cimentaciones mediante pozos,
recreciendo el terreno y cimentando sobre el recrecido. Es un sistema, que
permite la absorción de empujes horizontales y plantea ciertos problemas de
seguridad y agotamiento en terrenos con afluencia de agua.
 Cimentaciones profundas por pilotaje. Se utiliza cuando el firme se encuentra
a una profundidad mayor de 5 metros, y las cargas son importantes. Cuando se
quieren limitar asientos en el edificio y la permeabilidad del terreno impiden la
ejecución de las cimentaciones superficiales. En éste tipo de cimentación , el
rozamiento del fuste del pilote con el terreno, actuará positivamente en la
adsorción de las cargas que transmite la estructura.

 Otros tipos de Cimentación. Zapilotes, pilote corto con base ensanchada.


Pilotes con bulbos ensanchados a lo largo del fuste. Losa sobre pilotes
flotantes. Emparrillados sobre pozos de cimentación y diversas combinaciones
de tipos de cimentación, que se aplican a cada caso concreto.

A.2 La capacidad de asentamiento del estrato resistente de apoyo a la


cimentación. Dependerá de la heterogeneidad del terreno y de las circunstancias en
que se encuentre. Así un suelo coherente saturado, puede responder bien a las cargas
que sobre el se le apliquen y sin embargo puede tener importantes deformaciones
verticales, cuando por la acción de las cargas que transmite la cimentación al terreno,
se produzca una expulsión del agua y por tanto una disminución de volumen del suelo,
al consolidarse el terreno. Otras veces, el perfil litológico del terreno, presentan
estratos de diversa formación, naturaleza y propiedades geotécnicas. Si las capas
tienen una resistencia creciente con la profundidad, no suele presentarse ningún
problema. Sin embargo cuando no se mejora la mayor capacidad portante a mayor
profundidad, por existir capas blandas deformables interpuestas con otras de mayor
capacidad portante, habrá que estudiar y dimensionar la cimentación no pro las
tensiones de contacto sino por la distribución de tensiones por debajo de la misma,
hasta una profundidad mínima de 1,5 veces el ancho de la superficie de la
cimentación superficial.

Otro aspecto a tener en cuenta en la capacidad de asiento del terreno, es la


superposición de tensiones, cuando existen zapatas próximas, losas, y zapatas de
medianería de cargas dispares. En el caso de cimentación por pilotes, la influencia de
capas blandas erráticas, puede hacer variar la capacidad resistente de varios pilotes, la
aparición de empujes horizontales y rozamiento negativo en éste tipo de cimentación
se tendrá que estudiar y considerarlos constructivamente.

Cuando aparezcan estratos de costras o rocas de alta resistencia, difíciles de penetrar


y de pequeña potencia, habrá que valorar su espesor y las características geotécnicas
de las capas que se encuentren por debajo, para evitar, en el caso de que existan
capas blandas, su rotura por punzonamiento. Caso típicos de suelos muy
carbonatados (Triciclo del ensanche de Barcelona).

A.3 Las variaciones del nivel freático, como consecuencia del régimen de lluvias,
rotura de canalizaciones, apertura de zonas verdes, construcción de sótanos,
bombeos, etc, tienen una influencia notable en las condiciones y características
mecánicas de los suelos y por supuesto en las estructuras que se apoyan en él. Su
influencia dependerá de la naturaleza del terreno y de su permeabilidad, traduciéndose
de forma directa en empujes de tipo hidrostático sobre muros y losas y subpresiones
en las cimentaciones.
A.4 Heladicidad y humedad en las capas superficiales.

 En suelos arenosos, el aumento de humedad se puede traducir en una


disminución de resistencia al corte, y al lavado y disolución de sales que actúan
como matriz cementante y además a la disminución y anulación de la tensión
superficial que tiende a unir y cohesionar los granos de éste tipo de suelo. Por
este motivo, debido a su fuerte permeabilidad, en éste tipo de suelos se debe
evitar cimentar por debajo del nivel freático, y cuando sea menester por la
presencia de sótanos, se deberán realizar pantallas, establecer un agotamiento
de agua, con sus correspondientes precauciones de para evitar el sifonamiento.

En todo caso, deberá realizarse un estudio que ponga de manifiesto las


variaciones del nivel freático, de manera que la cimentación se coloque por
encima del nivel máximo posible o a ras del nivel más deprimido. Para evitar
asientos bruscos o colapsos, tanto más fáciles cuanto más flojo este el terreno
en su estado original antes de se inundado.

 En terrenos arcillosos, la presencia de agua disminuye su cohesión. Sí el


terreno es arcilloso blando, el terreno al estar saturado, tendrá una resistencia
baja y presentará problemas en la estabilidad de excavaciones y taludes,
debiéndose tener en cuenta la presión intersticial en el cálculo de muros y
pantallas de contención. El levantamiento de los fondos de la excavación
pueden producir giros y asientos importante, que habrá que contener en
consideración.

Cuando las arcillas son terciarias, suelen ser terrenos muy consolidados y
duros, con un alto índice de plasticidad, fácilmente alterable por la presencia del
nivel freático, variando drásticamente las características mecánicas de éste tipo
de terrenos. Su presencia se manifiesta por pequeños caudales de agua que se
filtran por lisos y fisuras y por la plasticidad de la arcilla. Se aconseja cimentar
por encima o por debajo de la zona de oscilación del nivel freático, que marca
una zona de menor resistencia.

En el caso de arcillas de alto índice de plasticidad, es conveniente que no varié


el grado de humedad, por lo que cuanto más próximo al nivel freático se
encuentre mejor, porque habrá una menor disminución de volumen, debiéndose
valorar la perdida de resistencia del terreno.

La cimentación deberá de superar la cota de socavaciones del terreno como


consecuencia de corrientes de agua.

 También deberá de superar la cota de cimentación la profundidad de la cota de


heladicidad, que en España se puede considerar en 70 centímetros, a partir
del terreno natural. El agua, puede saturar el terreno, por filtración o por
capilaridad, y ante una helada aumentar su volumen, pudiendo provocar
empujes laterales y levantamiento de la cimentación.
A.5 Condiciones debidas a las características de los terrenos.

 La cimentación en rellenos, presenta siempre problemas derivados en


asientos y empujes laterales, afectando seriamente a los pilotes (rozamiento
negativo). Siendo aconsejable la sustitución del terreno, efectuar mejora del
relleno mediante inyecciones, mediante compactación de tipo dinámico,
vibroflotación, etc, y en todo caso efectuar cimentaciones mediante losas
suficientemente rígidas, o mediante pilotes a rotación, o micropilotes. Cuando el
relleno artificial, se ha realizado con materiales adecuados, arena o materiales
granulares, se ha compactado, por tongadas de 30 cm., controladas al 100%
del Proctor Normal, haciéndose controles de densidad y humedades, se
pueden obtener presiones de trabajos de hasta 2,5 Kp/ cm2. Planteándose una
cimentación por losas o pilotes, cuidando que el terreno se proteja de
inundaciones que puedan saturar el terreno y producir asientos. Por lo que se
debe de cuidar la red de saneamiento y evitar la entrada de aguas pluviales.

 En suelos colapsables de tipo eólico, limos yesiferos, loess, se deben de


tomar precauciones ante la presencia de agua, porque sufren asientos
instantáneos de gran importancia. Se debe de aumentar el coeficiente de
seguridad de la tensión de hundimiento y evitar las inundaciones accidentales.
En suelos con materia orgánica, turbas, restos vegetales, debido a su gran
deformabilidad, por descomposición de la materia orgánica, dará lugar a
asientos importantes, por lo que no es aconsejable cimentar sobre ellos.

 Los terrenos yesiferos de tipo Kársticos, presentan problemas de


cimentación, debido fundamentalmente al reconocimiento de éstos terrenos y la
determinación de las galerías disueltas por el agua. Otros terrenos que
presentan dificultades especiales para la cimentación son aquellos afectados
por el desplazamiento de laderas y los fenómenos de subsidencia,
asentamientos de terrenos, que afectan a grandes áreas. Son originadas por
las actividades humanas, tales como excavaciones mineras, aperturas de
túneles, etc. La cimentación en éste tipo de terrenos se debe de estudiar
puntualmente.

 Las condiciones químicas del terreno, pueden afectar al diseño de las


cimentaciones, debido a su agresividad a los materiales utilizados en la
cimentación. Así existen terrenos agresivos al hormigón, con un contenido
importante de sales, sulfatos o magnesio, que en presencia de agua, y debido a
las características de permeabilidad del terreno atacan al hormigón. El
problema esta resuelto, una vez determinado la agresividad el terreno y las
características del nivel freático, que sea extático o dinámico, mediante
cementos especiales, revestimientos especiales. (Plásticos, metálicos,
cerámicos, etc.).

B. Condicionantes que impone la estructura:

Las cargas que transmita la estructura a la cimentación, su forma y dirección,


determinará la superficie necesaria de la cimentación, de manera que esta no solicite
al macizo resultante de esfuerzos superiores a los que pueda absorber por cortante y
que la respuesta de esta sea adecuada a la tensión admisible del terreno,
determinando la búsqueda del estrato resistente.
La aparición de asientos diferenciales entre dos cimientos, se deben a la excesiva
deformabilidad del estrato de apoyo y casi siempre a los subyacentes y la diferencia
de cargas transmitidas por los distintos pilares. ¿Como se puede solucionar y evitar
estos asientos? Si aumentamos la sección del cimiento, disminuimos la tensión de
contacto y disminuimos la deformación del suelo. Para reducir la tensión de contacto
de los pilares mayor cargados, habría que aumentar las dimensiones del cimiento
(aunque transmitan la misma presión al terreno que los menos cargados). Esto supone
que la zona del bulbo de presiones será mayor, produciendo esfuerzos en un volumen
mayor del terreno, por lo que el asiento puede ser mayor. Es sabido que la
deformación de un sólido es directamente proporcional a los esfuerzos que los
solicitan, a las constantes de deformabilidad del material y al volumen de la muestra
sobre la que se actúa.

El comportamiento del edifico ante los asientos diferenciales, estará marcado por la
rigidez de su estructura, (sin contar con la rigidez que le transfiere los cerramientos
exteriores y la tabiquería). Cuando la estructura se ha calculado y construido como
hiperestática, formada por nudos rígidos, como sucede con una estructura de
hormigón armado, el asiento diferencial de un pilar respecto de los contiguos, ocasiona
una nueva redistribución de los esfuerzos en las distintas secciones de la estructura,
se producen acortamientos de pilares y flexiones en jácenas, produciendo
solicitaciones en los cerramientos, que en general son capaces de absorber. Cuando
éstos elementos no pueden absorber estos esfuerzos, por ser importantes los asientos
diferenciales, se produce la rotura de los mismos, cuando ya se han producido las
deformaciones y daños en la estructura.

Figura n º 1: Asiento en apoyo intermedio

El caso más desfavorable, se produce cuando se efectúa una nueva redistribución de


los momentos flectores sobre los dinteles. Sí el asiento se produce en un apoyo
intermedio (Figura 1), la deformada indica que en el nudo 2 y 5, se produce un
importante incremento de los momentos negativos, como consecuencia del asiento del
nudo 4. El punto 3, sufrirá un aligeramiento de los momentos negativas y en función
de la importancia del asiento diferencial entre 1-4 y 1-6, se puede llegar a producir un
cambio de signo del momento en el nudo 3, con las consecuencias lógicas para una
estructura que no se ha dimensionado para estas circunstancias. En la figura siguiente,
se esquematiza el cuadro de la patología que se produce. (Figura 2)
Figura n º 2: Patología por asiento intermedio.

Cuando la estructura es isostática, caso de ser metálica, con apoyos o articulada en


sus nudos, cuando se produzca el asiento de un pilar, se producirá un giro en las
articulaciones próximas solicitadas, no existiendo esfuerzos en flexión. Es evidente que
se producirá unas grietas en cerramientos, que pueden inhabilitar funcionalmente el
edificio, pero la estructura seguiría funcionando (Figura 3).

Figura n º 3: Asiento en estructura metálica

La consecuencia, serás que habrá que diseñar una estructura cuyas deformaciones
sean tolerantes y compatibles con las deformaciones del suelo. Un cuadro general de
deformaciones producidas por asientos en estructuras de hormigón seria el que se
marca en la figura 4.

Otro aspecto a valorar en el diseño de las cimentaciones, es la existencia de


edificaciones próximas, en lo que se refiere a influencia de las tensiones generadas por
la nueva cimentación, existencia de vaciados y construcciones de sótanos, variaciones
de niveles freáticos y también por el estado de la estructura próxima, que además
puede condiciona la tipología de la nueva cimentación y su forma de ejecución.

La consideración de parámetros extrínsecos, es decir ajenos a la cimentación y al


terreno, se deberán también de considerar, como por ejemplo las condiciones que
imponen: las zonas sísmicas; la seguridad en la ejecución; los aspectos de rapidez y
seguridad y aspectos económicos y funcionales. En el organigrama de la página
siguiente se puede ver un resumen de los criterios de diseño de una cimentación.
Reconocimiento geotécnico + pruebas y ensayos
Antecedentes Tipo de edificio, cargas, etc
e información previa

Terreno cohesivo (arcillas)


Terreno granular (arena, gravas) Tipo de terreno

Influencia del nivel freático sobre las operaciones constructivas


Roca aflorante a pequeña profundidad Alta Baja Alta
Resistencia Deformabilidad

Media

Baja Media Problemas de interacción SI


Baja Alta O ptimización de excavaciones
Deformabilidad Deformabilidad con edificios adyacentes

Media Alta NO

Estrictas
Tolerancias del edificio Análisis según tipo edificio Negativo

Amplias Positivo

Cimentación superficial (zapatas, losas) Mejora del terreno Cimentación profunda (pilotes)

Esquema de decisión en la selección de cimentaciones

2.1.2 El terreno de cimentación. Tipos de suelo

Parece lógico que hagamos mención de los tipos de suelos sobre los que se asientan
las cimentaciones, lo haremos de una forma breve y esquemática, como procede por
el tipo de publicación, pero que sirva para establecer un lenguaje común, en el tema
que nos ocupa. La Sociedad Española de Mecánica del Suelo y Cimentaciones
establece que los terrenos de cimentación se clasifican en rocas y suelos.

El concepto de roca y suelo es bastante arbitrario, así un geólogo entiende que el


termino roca implica todo el material que constituye la corteza terrestre, par un
edafólogo el suelo es la parte superficial de la corteza terrestre. En ingeniería se
considera como suelo a todo agregado natural de partículas minerales separables y
excavables por medios mecánicos de poca intensidad, con una tensión admisible de
hasta 3 Kp/cm2. Se considera que es una roca al agregado de partículas minerales
unidos por fuerzas cohesivas poderosas y permanentes, necesitándose para su
excavación medios mecánicos potentes y que tienen una tensión admisible superior a
los 4 Kp/cm2.
Figura n º 4: Diagramas de asientos

CLASIFICACIÓN DE LA ROCAS.

 Igneas. Formadas por magma procedente del interior de la tierra, que al salir al
exterior se solidifica. Granitos, basaltos, gneis ,pórfidos, etc.

 Sedimentarías. Proceden de las anteriores y se han formado mediante un


proceso de erosión y sedimentación: Calizas, areniscas, etc.

 Metamórficas. Proceden de las rocas sedimentarías, por transformaciones


sufridas en el interior de la, que han estado sometidas a grandes presiones y/o
temperaturas: Pizarra, esquistos, mármol, etc.
TIPOS DE SUELOS.

Independientemente del origen de sus elementos, los suelos se dividen en dos


grandes grupos:

 SUELOS DE ORIGEN ORGÁNICO, formados in situ, por descomposición de


restos orgánicos (turbas o por acumulación de esqueletos inorgánicos o de
conchas orgánicas. En general en mecánica del suelo se entienden como suelos
orgánicos a aquellos suelos transportados, producto de la descomposición de las
rocas, que contienen cierta cantidad de materia orgánica vegetal descompuesta.
Suelos cuyo origen se debe a la descomposición física y química de las rocas,
produciéndose un erosión y transporte mayor o menor, de manera que a su vez se
clasifican en los siguientes tipos de suelo:

o Suelos residuales. La erosión y disgregación de las rocas da lugar a la


aparición de materiales sueltos que cuando quedan depositados en el mismo
lugar de la roca se denominan suelos residuales. Un ejemplo de éstos suelos
los constituye el llamado "saulo" que procede del granito descompuesto. En
climas semiáridos o templados son suelos firmes y estables de profundidades
medias, adecuados para la cimentación.

o Suelos transportados. Son suelos residuales que han sido transportados por
la gravedad y el agua. Dan lugar a los siguientes suelos:

- Suelos de tipo glaciar. Depósitos formados por las morrenas de los


glaciares y acumulaciones de rocas no estratificadas, de cantos grandes.

- Suelos Coluviales. Formados por los productos arrastrados por la acción


de los fenómenos de deslizamiento lento sobre pendientes suaves (creep).
Estos depósitos que se encuentran al "pie de monte", mal clasificados
granulométricamente, pueden dar lugar a graveras.

- Suelos de tipo aluvial. Se produce cuando los materiales son arrastrados


por la fuerza viva del agua. Caso típico de torrentes. Cuando la fuerza de
arrastre del agua es inferior a la mínima necesaria para producir el
transporte se produce la depositación, es decir el aluviamento. La
granulometría de los materiales arrastrados va decreciendo a medida que la
distancia al origen va aumentando. Se pueden producir de forma alternativa.
Pueden ser de tipo fluvial, lacustre o marinos (deltas). Hay que tener
cuidado, en la interpretación del perfil de éstos terrenos para ubicar en ellos
la cimentación. Se pueden distinguir las siguientes zonas:

 Zona superior, donde la menor crecida de caudal arrastra todos los


materiales detríticos, cualquiera que sea su grosor y pone la roca al
descubierto.
 Una segunda zona, donde es necesario una fuerte crecida para
arrastrar los cantos.
 Una tercera zona, donde solamente una excepcional crecida arrastra
los cantos.
 Una cuarta zona donde se depositan arenas.
 La última zona donde la fuerza de erosión es mínima por alcanzar la
corriente de agua su perfil de equilibrio, en la que se depositan limos,
materiales finos, restos orgánicos formados por animales y plantas,
etc.

- Suelos eluviales. Constituidos por fragmentos de rocas que proceden de la


alteración del subsuelo. El transporte es lento, por darse en suelos llanos o
de pendientes suaves, por tanto son cantos poco rodados. A veces, la
descomposición de las rocas es elevada y las partículas pueden estar
clasificadas como limos o incluso arcilla (Figura 5)

Figura n º 5: Suelos eluvilaes

- Suelos de tipo eólico. Los loess, sedimentos algo fedespaltico, elástico


compuesto de una mezcla bien seleccionada de arena fina, limo y arcilla,
dispuesto según una textura abierta pero coherente. Suelen ser porosos de
baja plasticidad permeables verticalmente. Cuando esta sometido a carga y
se humedece se consolida rápidamente, produciendo asientos en las
cimentaciones.

Una vez establecido los tipos de suelo en función de su formación, describimos los
suelos más comunes:

 Arenas y las gravas o ripios y cantos rodados. Son agregados sin coherencia
de fragmento granulares o redondeados, poco o no alterados de rocas y minerales.
Las gravas, son partículas con diámetro equivalente mayor de 2 mm. llegando
hasta 20 centímetros, formadas al desintegrarse la roca y el trasporte es
generalmente arrastrado por el agua. Las arenas son partículas con diámetro
equivalente comprendido entre 2 y 0,023 mm., proceden de la erosión física de las
rocas y se componen de granos de sílice o cuarzo y materiales calcáreos.

Son inertes y no existe cohesión entre sus partículas, no son plásticas. La


estabilidad de los suelos arenosos se consigue mediante la interacción mecánica
entre sus partículas ( ángulo de rozamiento interno).

 Limos inorgánicos son suelos de grano fino con poca o nula plasticidad. Su
diámetro equivalente esta comprendido entre 0,02 y 0,002 mm. Sus características
físicas y químicas son análogas a las de las arenas. La estabilidad de estos suelos
la aporta también el ángulo de rozamiento interno y el agua intersticial las un cierto
grado de cohesión. Son susceptibles a las heladas y en reducida escala presentan
entumecimiento y una pequeña retracción.
Debido a su textura suave se pueden confundir con las arcillas. Se pueden
distinguir, mediante el ensayo de sacudimiento, de la siguiente manera. Saturando
una pasta de limo inorgánico, sacudiéndose en la palma de la mano, la pasta
expele suficiente agua , produciendo una superficie brillante, pero si la doblamos
entre los dedos , se vuelve nuevamente opaca. Los limos orgánicos, después de
secos se vuelven frágiles y pueden desprenderse polvo con los dedos. Son
relativamente impermeables.

 Limos orgánicos. Contiene restos orgánicos con granos finos más o menos
plásticos. Tienen colores grises muy oscuros, pueden contener cantidades
apreciables de azufre, anhídrido carbónico y otros gases, por descomposición de
materia orgánica, que les da un olor característico. Son muy compresibles y su
permeabilidad es muy baja.

 Arcillas. Son agregados de partículas microscópicas (diámetro equivalente por


debajo de 0,002 mm.), que proceden por la erosión física y química de las rocas,
dando lugar a materiales cuya constitución es distinta de la roca primitiva.
Químicamente son silicatos de aluminio hidratados.

Se distinguen físicamente de la forma de las arenas y limos, por su tamaño y por


su forma plana y alargada o laminar, lo que supone que tenga una área superficial
mucho mayor por unidad de peso, a lo que se debe su plasticidad en presencia del
agua. Las partículas se pueden orientar con sus caras paralelas y la película de
agua que las rodea permite el deslizamiento de unas láminas sobre otras. Las
partículas de arcilla absorben el agua en su superficie, están hidratadas. Las
fuerzas de adsorción disminuyen en intensidad cuando la distancia respecto a la
superficie de la partícula aumenta, el estado del agua en contacto con ella también
cambia. La más próxima a la superficie esta fuertemente retenida en forma sólida,
a cierta distancia el agua se encuentra en su estado liquido. En los puntos
intermedios posee características intermedias entre un sólido y un liquido. Estos
efectos se manifiestan en los fenómenos de succión, entumecimiento y retracción.

Son suelos muy plásticos, que secos son duros, sin que sea posible sacar polvo
frotando con los dedos de una pasta arcillosa. Son muy poco permeables, siendo
por tanto duelos de difícil drenaje, tardando mucho tiempo en ser consolidados, no
siendo susceptibles de sufrir daños por heladas.

 Las arcillas orgánicas, son aquellos suelos de éste tipo que tiene materia orgánica
finamente dividida. Son muy compresibles cuando están saturados y secos
presentan una resistencia elevadas. Tiene colores que varían de gris oscuro a
negro y pueden presentar un olor muy característico.

2.2 DETERMINACIÓN DE LA CAPACIDAD PORTANTE DE UN SUELO.

2.2.1 Introducción

Realizados los correspondientes informes geotécnicos del terreno, y determinados sus


parámetros hay que evaluar su capacidad portante máxima admisible. de manera que
se pueda diseñar la cimentación. La capacidad portante máxima admisible de un suelo
viene determinado por el menor de los siguientes valores:
 La carga de punzonamiento del suelo afectado por un coeficiente de seguridad
( Gadm= Qh/F). F=3 ó 4.

 El valor de los asientos admisibles (totales y diferenciales) capaces de ser


tolerados por el sistema estructural del edifico.

El estudio lo hacemos para cimentaciones superficiales, no siendo valido el


razonamiento para el caso de cimentaciones profundas (pilotes).

Al aumentar la carga de una cimentación aumenta en la misma


medida la presión del terreno y con ello el asiento de la estructura
(Figura 6). El terreno se comprime bajo la cimentación y en torno a la
misma, debido a la transmisión lateral de presiones.. Si la carga se
aumenta hasta la carga límite de rotura, la cimentación se hunde sin
posterior aumento de carga. El suelo bajo la cimentación alcanza en
ésta fase su máxima densidad y se desplaza lateralmente.
Figura n º 6: Curva: carga-asiento

Según la teoría de Terzaghi, seguida por Caquot, el mecanismo de rotura de un suelo


solicitado por una cimentación superficial, seria el siguiente:

 Al alcanzar la carga de rotura se forma bajo una cimentación corrida una cuña
prismática y bajo una zapata una pirámide de terreno compactado. Esta cuña ,
solidaria con el cimiento, produce bajo la cimentación zonas de deslizamientos,
empujando al suelo lateralmente, manteniéndose en equilibrio estricto con el peso
de este suelo (al que se le supone en condiciones de plasticidad y en una fase de
equilibrio pasivo), y con el rozamiento sobre una superficie de fractura
(Parámetros del ángulo de rozamiento interno y cohesión del terreno).

Cuando se produce la rotura (el colapso), se produciría la penetración instantánea del


cimiento en el suelo, produciendo una sobreelevación del mismo en el entorno de la
cimentación (Figura 7).

Figura n º 7: Hundimiento de una cimentación con


carga centrada

Sí el plano de la cimentación se encuentra a cierta profundidad D, el sobreelevamiento


se contrarresta con el peso propio (D) de las tierras, asegurando el equilibrio. El
desplazamiento lateral del terreno puede ser hacia ambos lados o en el caso de
cargas inclinadas, hacia un solo lado. En éste último caso, además del hundimiento se
produciría un vuelco de la cimentación. Para calcular la carga de hundimiento, han
aparecido varias ecuaciones, siendo la más general la debida a Terzaghi (Figura 8).
qh = c Nc + q Nq + ½  B N.
Esta fórmula general tiene diversas modificaciones, en función del número de estratos,
forma del cimiento (zapatas circulares, zapatas aisladas, continuas, etc.) (ver cuadro
adjunto).

Las variables Nq, Nc; N , se denominan factores de capacidad portante, son función
del ángulo de rozamiento interno. Suelen estar tabuladas. El ángulo de rozamiento
interno, se debe de obtener con la mayor precisión.

Figura n º 8: Fórmula de Terzaghi

2.2.2 Distribución de presiones en el plano de cimentación.

La distribución de presiones en el plano de la cimentación de una estructura depende


de:
1.- La rigidez de la estructura.
2.- De la magnitud de la carga, expresada por la seguridad frente
al hundimiento.
3.- Del tipo de carga, puntual o
repartida. 4.- De la profundidad de la
cimentación. 5.- Del tipo de suelo y su
estratificación.
En todo caso , al aplicar una carga sobre el terreno a través de una cimentación, se
produce unas tensiones en el mismo distribuyéndose de manera que su resultante
equilibre exactamente la acción total aplicada, decreciendo estas tensiones a medida
que se alejen del punto de aplicación de la carga.

Según la distribución de presiones, serán distintas las distribución de solicitaciones


(momentos flectores, cortantes) (Figura 9) y el armado debería tenerse en cuenta para
evitar asientos diferenciales.

Cuando tengamos el caso de cimentaciones asociadas, la distribución de las


tensiones transmitidas por el conjunto de la cimentación determinará la posibilidad de
tener asientos diferenciales excesivos (Figura 10).
Figura n º 9: Distribución de presiones Figura n º 10: Asientos diferenciales excesivos

En el caso de estratos homogéneos, y que el suelo se comporte como un semiespacio


elástico, homogéneo e isótropo, sí el cimiento es extremadamente flexible respecto al
suelo donde se apoya, no existirá ninguna distribución alguna de presiones. La carga
de ser puntual, originará una reacción del mismo tipo (Figura 11).

Figura n º 11: Reacción en el semiespacio

Cuando el cimiento aumenta su rigidez, pero sigue siendo más flexible que el terreno,
se producirá una ligera distribución de la carga debajo del punto de aplicación de la
misma. Cuando se igualen las rigideces, de manera que la estructura flexible se
deforme análogamente al terreno, la carga puntual aplicada se distribuirá
uniformemente. La estructura totalmente flexible se adaptará al terreno, en forma de
"cubeta". Existirá uniformidad de presiones de contacto pero no de deformaciones.
(Figura 12).
Figura n º 12: Reacción uniforme

En el caso de zapatas muy rígidas, indeformables, la propia cimentación impone al


suelo la condición de asiento uniforme. Boussinesq dedujo que en el caso de zapatas
circulares , el valor medio de la presión de contacto es igual a Q/2, en el centro de la
zapata e infinito en los bordes (Figura 13).

Figura n º 13: Presión media

En la realidad esto no es así, pues para cargas pequeñas se produce la plastificación


del suelo, pero no se podrían alcanzar tensiones infinitas en los bordes. La distribución
de presiones varia al aumentar la carga. (Figura 14)
Figura n º 14: Variación de las presiones bajo una cimentación.

En el caso de un terreno coherente (arcillas), al estar solicitado por una carga


pequeña, se comporta como un material elástico, con tensiones limitadas en sus
bordes, limitada por la fluencia plástica del suelo ( Curva C1). Cuando en los extremos
se alcanza las tensiones de plastificación y aumentamos las cargas, el suelo tiene que
oponer un volumen de tensiones suficiente lo que se traduce en un aumento de las
tensiones en el centro de la zapata (C2). La distribución se hace uniforme, cuando la
superficie de contacto entre suelo y cimiento plantifica bajo la misma.(C3).

En suelos granulares, con carga débil, la distribución es análoga al suelo anterior (C1),
pero al aumentar las cargas, la curvatura se invierte, siendo máxima en el centro y
menor en los bordes (C2). Al incrementar las cargas, las curvas pasan de C3 a C5. El
valor sobre el borde se mantiene constante en todas ellas ( -DNq), como consecuencia
de cierta fluencia de acomodación de los granos más solicitados que se encuentran
debajo del borde.
En suelos cohesivos-granulares, para cargas poco elevadas se comportaría como las
arcillas. Pero al aumentar las cargas, la presión en el centro iría aumentando,
tendiéndose en los bordes hacia un valor constante, como sucede con los suelos
granulares.

En la práctica, se admite generalmente que la presión de contacto está distribuida


uniformemente sobre la zapata, de manera que se facilita el diseño y armado de
cimentaciones al considerarse zapatas y losas como vigas o placas trabajando al
revés y cargadas precisamente por las presiones uniformes de contacto.

En el caso de arenas, este sistema está del lado de la seguridad, en las arcillas, puede
plantear algún problema, paliado por los altos coeficientes de seguridad (3 a 4)
utilizados en mecánica del suelo.

2.2.3 Distribución de presiones en el terreno.

Cuando una parte de suelo situado en el interior del terreno a una determinada
profundidad, se encuentra sometido a una presión vertical igual al peso de las tierras
que tiene encima, sometida, además al empuje de Arquímedes si está sumergida
tendría una liberación de carga, en el caso de existir una excavación.

Cuando una estructura se apoya sobre un suelo, se produce una modificación del
estado tensional, no solamente en el plano de la cimentación, sino que afecta al
interior del mismo. Al ir avanzando en profundidad se interesan secciones cada vez
mayores y consecuentemente al repartirse la carga una disminución de tensiones
hasta alcanzar valores inapreciables. Representando la variación de presiones con la
profundidad obtendremos el gráfico de la (Figura 15). La profundidad se da en función
del ancho(B) de la zapata cuadrada. Este gráfico permite determinar la presión en
cualquier punto del cimiento.

Figura n º 15: Variación de presiones con la profundidad


En los cálculos tensionales más antiguos se suponía que las cargas se distribuían a
45ª y las tensiones en la zona afectada eran prácticamente constantes, en el gráfico
siguiente (Figura 16) se observa que ya se contempla la concentración de tensiones
bajo el centro de la estructura

Figura n º 16: Distribución de tensiones verticales bajo una cimentación corrida

Una forma simplificada de obtener la presión en profundidad por una carga aplicada
en la superficie de un suelo se basa en suponer que la carga interesa, a profundidades
crecientes delimitadas por planos inclinados (27º) que pasan por el borde de la
superficie de carga, a lo largo de los cuales no se ejerce ningún esfuerzo de corte, se
produce una pirámide de relación base/altura igual a 1/2. La tensión debida a la
sobrecarga en cada una de las profundidades se supone uniformemente repartida en
toda su superficie. (Figura 17).

Figura n º 17: Tensión debida a la sobrecarga

Calculando la tensión transmitida en función de la carga y la superficie interesada se


puede obtenerse un diagrama como el de la figura siguiente, en el cual en función del
ancho de la cimentación podemos obtener a una determinada profundidad la tensión.
(Figura 18)
Figura n º 18: Diagrama tensión-profundidad

Un estudio más completo, se obtiene idealizando el terreno, considerando el


semiespacio como elástico e isotropo (módulo de Poisson m= 0,5). Ante una carga
vertical que actúa en la superficie del semiespacio se difunden en forma circular,
ocasionando tensiones radiales y tangenciales. En mecánica del suelo, las tensiones
más importantes son las verticales que se pueden calcular en cada punto a partir de
las tensiones radiales y tangenciales. Si se unen todos los puntos que tienen la misma
tensión vertical (isobaras), se obtiene bajo la carga puntual una superficie aproximada-
mente esférica, a la que se denomina bulbo de presiones, tanto más deformada en
cuanto el terreno sea poco elástico y no isótropo ( el coeficiente de Poisson de un
suelo real suele ser de 3 a 4). (Figura 19)

Figura n º 19: Tensiones producidas en un semiespacio elástico e isótropo.

Los procedimientos más exactos se basan en los criterios de Bossinesq, quien hallo
que la componente vertical de las tensiones originadas en un punto de tal semiespacio
por una carga Q, aplicada a su superficie es, según se indica en la figura 20.
Figura n º 20: Distribución de tensiones interiores

En el diagrama de la figura 21, se muestra como las tensiones producidas por la


estructura disminuyen al aumentar la profundidad (sección A-B) y son máximas bajo el
centro de la superficie (sección C-D). Para calcular asientos, a determinadas
profundidades, no se suele utilizar la tensión máxima que se obtiene sobre el eje del
cimiento, por que daría lugar al ser mayores a asientos teóricos muy exagerados. se
suele hallar una tensión promedio extendida sobre una superficie aproximada de la
cimentación.

Figura n º 21: Distribución de tensiones en el terreno.


3 CAUSAS DE LOS FALLOS PRODUCIDOS EN LAS
CIMENTACIONES

De una forma general podemos clasificarlos como causas imputables a la propia


cimentación y causas inducidas por ejecuciones de obras próximas.

De una forma particular se pueden agrupar en los siguientes puntos:

 Daños producidos por desconocimiento del terreno y su comportamiento


ante una cimentación.
 Daños producidos por el agua.
 Cimentaciones en suelos expansivos.
 Cimentaciones en suelos colapsables.
 Daños producidos por heladas.
 Cimentaciones en suelos inestables.
 Cimentaciones en suelos con materia orgánica.
 Cimentaciones en terrenos agresivos al hormigón.
 Patología debida a excavaciones y ejecución de sótanos.
 Patología debida a rellenos.
 Errores de ejecución.

3.1 DAÑOS PRODUCIDOS POR DESCONOCIMIENTO DEL TERRENO

En la primera parte de la conferencia, explicábamos en que consiste el concepto de


“bulbo de presiones”.

El bulbo de Presiones de una zapata cuadrada, afecta al suelo en una profundidad


de 1,5 B, siendo B el ancho de la cimentación, de manera que la distribución de
presiones no depende de la carga sino de la forma de la zapata, así para zapata de
distinta superficie, implica que el suelo activo es distinto, pudiendo producirse en el
caso de existir estratos compresibles, asientos diferenciales (Fig. 22).
Fig. 22: Distribución de presiones interiores verticales

En el caso de cimentaciones por pilotes, el suelo activo es el que se indica en la


figura 24, debiéndose tener en cuenta en esta tipología de cimentaciones los
conceptos de: coeficiente de grupo y cimentación equivalente.

Fig. 23

La figura 23, indica que hay que ser precavido en extrapolar los resultados de los
ensayos de suelos realizados por placas, al comportamiento de los suelos en la
realidad.
Fig 24: Cimentación equivalente

3.2 DAÑOS PRODUCIDOS POR EL AGUA

Las características de un suelo por incorporación de agua, pueden ser fácilmente


alterables, sobre todo en suelos cuyos límites de Atterberg son bajos, caso de limos,
produciendo una patología típica de asientos en edificios antiguos, como
consecuencia de las variaciones geotécnicas del terreno de cimentación. Estas
variaciones de agua pueden producir incrementos de tensiones considerables por
empuje hidrostáticos sobre muros y pantallas de contención y que no se han tenido
en cuenta en su dimensionado.

Las variaciones de humedad de los suelos pueden producirse entre otras causas por:
 Apertura de zonas verdes.
 Rotura de albañales, de redes de abastecimiento de aguas, etc.
 Creación de nuevos cauces.
 Desvío de corrientes por construcción de pantallas, sótanos, etc.

En suelos arenosos, el agua puede modificar la capacidad portante del terreno,


disolviendo las sales cementadas de sus granos o haciendo desaparecer los meniscos
de tensión superficial que se producen en su estructura a bajo contenido de humedad.
El agua también puede producir arrastre de finos que hace que se produzca un
socavón bajo la cimentación, cediendo total o parcialmente ésta (Fig. 25).
Fig 25: Arrastre de finos por bombeo (descenso del nivel freático)

En suelos arcillosos blandos la saturación del suelo hace que éste adopte una
consistencia blanda o fluida, lo que implica una resistencia baja, creando problemas
en la estabilidad de taludes y en los fondos de las cimentaciones, produciéndose
asientos y deformaciones importantes en los edificios.

En suelos arcillosos duros y consolidados, pueden producir caudales de agua hacia


las excavaciones a través de lisos y fisuras, de manera que el nivel freático marca
una zona de alteración de la consistencia del suelo que es preciso evitar (Fig. 26).

Fig 26

En zonas karsticas (zonas de calizas o margas yesíferas) el agua puede disolver el


yeso excavando el terreno formando cavidades que en un momento dado, ante la
carga de una cimentación puede hundirse (Fig. 27).

Fig 27: Fases de la formación de socavones en regiones cársticas


Existen suelos estructuralmente inestables, que sufren importantes cambios de
volumen espontáneos cuando experimentan variaciones de humedad, producidas
por lluvias, inundaciones, variaciones de nivel freático o también debidas a sequías
prolongadas.
A estos suelos pertenecen los suelos expansivos y los denominados colapsables.

3.3 CIMENTACIONES EN SUELOS EXPANSIVOS

Los suelos expansivos pueden hincharse al entumecerse y retraerse cuando se


desecan. Son suelos de grano muy fino, cuanto menores son los granos de su
estructura mineral, mayor se acusa el fenómeno, ya que se forman meniscos más
pequeños y, convenientemente, aparecen fuerzas inter-granulares más potentes,
que tienden, cuando el suelo se seca a comprimir éste, disminuyendo de volumen,
que si no es libre produce agrietamientos en el suelo.

Cuando se incrementa el contenido de humedad, se produce una relajación de la


compresión interna y el suelo pasa a estar menos comprimido, expandiéndose.

Este fenómeno se da, pues, en suelo de granos muy finos, como son las arcillas, y
dentro de éstas, las más activas son las que están compuestas por montmorillonita,
sepiolita y atapulgita. Detectadas por análisis mineralógicos, particularmente de
difracción de rayos X, realizadas sobre muestras del terreno.

La expansividad dependerá de:


 Tamaño de las partículas (inferiores a dos micras).
 Composición mineralógica de las mismas.
 Variación de la humedad, que a su vez depende del estado de humedad
inicial.
 Del clima (variaciones estacionales, lluvias, inundaciones).
 Del terreno en si (permeabilidad).

Todos estos factores contribuirán a ocasionar daños en edificaciones cimentadas


sobre arcillas expansivas. Estos daños podrán agravarse dependiendo de los
siguientes factores:

o Época de la construcción.
o Profundidad de la cimentación.
o Número de plantas y peso total del edificio (presión que transmiten los
cimentos al terreno).
o Rigidez o flexibilidad de la estructura y resistencia de las fábricas.
o Situación y capacidad de deformación de las redes de saneamiento y
abastecimiento de agua, para evitar fugas de agua.
o Diseño de la red de pluviales.
o Pavimentación perimetral.
o Existencias próximas de jardines, masas de árboles, etc.
o Existencia de instalaciones de calefacción u hornos que puedan
provocar desecaciones en el terreno.
El clima de la Península Ibérica es esencialmente monzónico, con veranos muy
secos e inviernos muy lluviosos, a excepción del litoral cantábrico y atlántico, y las
regiones del Levante y Sureste. Estas últimas tienen un clima de tipo sahariano,
caracterizado por un déficit de humedad, debido a que la evaporación es superior a
la precipitación.

Cuando se construye un edificio en un clima monzónico, se produce una elevación


del terreno en época lluviosa y un descenso en la estación seca, con una mayor
amplitud a medida que su profundidad es menor, de manera que los puntos que
estén debajo de la capa activa, al no sufrir variaciones de humedad, no
experimentan cambio de volumen y su movimiento por tanto será nulo.

En las figuras 28, 29 y 31, se muestra esquemáticamente la tipología de daños que


experimenta un edificio cimentado en arcillas expansivas en clima monzónico.

Fig 28: Levantamientos y hundimientos de cimentaciones directas sobre arcillas expansivas en climas monzónicos

Fig 29: Edificio en clima monzónico


Fig 30: Edificio en clima sahariano

En un clima sahariano, la construcción de un edificio protege al suelo donde se


asienta, de la evaporación, creando bajo el mínimo, una especie de bulbo de
protección, que dependerá de la ocupación en planta del edificio, hacia cuyo interior
existe una migración de humedad, produciéndose un hinchamiento del terreno bajo
el mismo, que da lugar al denominado levantamiento en “cúpula” que dependerá
también de la orientación y asoleo de las fachadas (Fig. 27).

Como es de suponer, éste movimiento en “cúpula” tarda en manifestarse, del orden de


3 a 5 años.

La expansividad y retracción de las arcillas expansivas se manifiestan en todas las


direcciones, dando lugar también a movimientos horizontales, que provocan
empujes horizontales sobre las cimentaciones, sobre todo cuando la potencia de la
capa activa es pequeña, produciendo cuando estos predominan, un agrietamiento
en vertical de los edificios y provocando vuelcos de muros.

Las arcillas expansivas tienen unos colores predominantes, como son los grises,
verdes azulados y marrones, pertenecen generalmente a las eras geológicas del
Terciario; Oligoceno, Mioceno y Plioceno, tienen un índice de plasticidad alto, y una
resistencia a compresión simple que supera los 4 Kg/cm 2.

Es evidente que una vez detectadas, la cimentación debe de tratar de adecuarse al


fenómeno, lo que encarece normalmente el proceso constructivo, al adoptar
soluciones que pueden ser:

 Soluciones que eliminen o traten de mitigar la variación de humedad


(anchas aceras, etc.)
 Tratar de aislar la cimentación del terreno activo (Pilotes, pozos, etc.)
 Soluciones que adopten la rigidez de la estructura a las deformaciones
previstas o por el contrario realizar estructuras muy rígidas, etc.
Fig 31: Movimientos horizontales en arcillas

3.4 CIMENTACIONES EN SUELOS COLAPSABLES

Estos suelos de baja densidad, gran índice de poros, con una apariencia rígida,
corresponden a limos flojos poco cohesivos no saturados, cuando se saturan, el
agua disuelve el cemento natural que da rigidez a su estructura mineral y se produce
el colapso.

En estado natural pueden perfectamente tolerar taludes verticales de considerable


altura.
Como terrenos de cimentación, pueden ser adecuados mientras no se saturen, en
cuyo caso asientan bruscamente.

Un relleno mal compactado, o compactado con la densidad debida pero con una
humedad de compactación por debajo de la óptima, suele ser colapsable, sobre todo
si es de arena de miga.

La cimentación adecuada sería la que transita sus cargas a estratos más profundos
no colapsables (pilotes). En caso de que no fuera posible, se podría cimentar
directamente sobre un colchón de suelo compactado, de 2 a 4 m de potencia, en
función de la colapsabilidad del suelo y bulbo de presiones, con una densidad no
inferior a 1,60 T/m3.

3.5 DAÑOS PRODUCIDOS POR LAS HELADAS

En terrenos húmedos, cuando se produce una helada, el agua se convierte en hielo


y aumenta de volumen.

Si el terreno es granular y no está saturado, el aumento de volumen puede ser


absorbido por los huecos que quedan libres, pero si el terreno es de grano fino, al
helarse y aumentar el agua intersticial de volumen, se esponja, y cuando se produce
el deshielo ocurre el fenómeno contrario, de manera que una cimentación ligera que
esté dentro de la zona de influencia de la helada, a menos de 0,50 m. de
profundidad, tendrá movimientos que tenderá a levantarla durante las heladas y a
descender con el deshielo.

Normalmente esto no ocurre actualmente, lo que sí es más corriente es que se


cimiente en época invernal y sorprenda una helada sin estar protegidos los
cimientos.

3.6 CIMENTACIONES EN SUELOS INESTABLES

La inestabilidad de los terrenos puede ser debida a efectos superficiales que pueden
abarcar grandes zonas, como son los desplazamientos de laderas, y a efectos más
profundos como los problemas de subsidencia y cavidades.

Las laderas inestables. Suelen ser producidas por terrenos con un ángulo de
rozamiento interno pequeño, es decir suelos plásticos, como es el caso de arcillas,
que sobre bases rocosas, impermeables, con cierta inclinación, tienden por causa
del agua a expansionarse, haciéndose inconsistentes, deslizándose.

Generalmente son reptaciones lentas, en laderas en equilibrio estricto, alteradas por


obras de urbanización, acumulación de edificaciones, apertura de nuevos viales,
etc., que afectan a capas de poco espesor de 1 a 3 metros.

En taludes arcillosos o margosos, con fuertes pendientes, mayores de 25º, cuando


aparecen incrementos del nivel freático o sufren socavaciones debidas a tormentas,
riadas al pie del mismo, se produce un deslizamiento curvo que afecta a grandes
áreas.
En cornisas rocosas, pueden producirse desprendimientos de granes bloques por
meteorización de la misma o por erosión de las capas arcillosas subyacentes.

El fenómeno de SUBSIDENCIA, es el asiento generalizado del terreno por


consolidación, disolución o extracción del mismo en capas inferiores.

Es el caso de la existencia de túneles, galerías provocadas por la disolución de


terrenos yesíferos por el agua.

3.7 CIMENTACIONES EN TERRENOS CON MATERIA ORGÁNICA

Los suelos con restos de materia orgánica, turbas, restos vegetales, etc., no son
aptos para cimentar, pues la descomposición de la materia orgánica produce
asientos importantes, que dependerán entre otras causas de la presencia de agua y
de la potencia del estrato, de manera que es necesario sustituirlos o atravesarlos
con cimentaciones profundas.

3.8 CIMENTACIONES EN TERRENOS AGRESIVOS AL HORMIGÓN

Las cimentaciones pueden ser atacadas por el terreno que las rodea.

En el caso de cimentaciones de pilotes de madera, cuando existen variaciones


freáticas, la parte del pilote que está situada por encima del nivel freático, se
destruye por ataque de hongos que atacan a sus células, y putrefactan al pilote.

En el caso de pilotes metálicos estos pueden sufrir la corrosión, en medios


suficientemente agresivos.

En el caso de cimentaciones de hormigón, éste puede ser atacado por numerosos


productos contenidos en las tierras o disueltos en las aguas, descomponiendo el
cemento y corroyendo las armaduras. Estos productos son, sales, sulfatos de cal o
yeso, sulfato magnésico y aguas que hayan circulado por terrenos que contengan
cloruros (sódico, potásico).

Los efectos de la agresividad dependerán de la existencia y presión del agua, su


composición, de la permeabilidad del terreno y de las características del hormigón y
cimentación utilizada.

La facilidad de renovación de las substancias agresivas, incrementa la velocidad de


ataque, así un hormigón sometido a aguas agresivas en movimiento, será más
atacado que si está enterrado en un suelo arcilloso, dado que la baja permeabilidad
de éste, limita la renovación del agua y, como consecuencia, la aportación de
nuevas sustancias deteriorantes sobre el hormigón.

El análisis del agua que baña la cimentación, así como su presión y variación del
nivel freático es fundamental para estudiar las soluciones posibles.

La agresividad del terreno se puede evaluar mediante:


a) Análisis del agua
- Valor del PH
- Contenido en ácido silícico
- Contenido en ión calcio
- Contenido en ión magnesio
- Contenido en ión sulfato
- Contenido en ión cloro
- Contenido en ácido carbónico
- Dureza del agua

b) Análisis del suelo


- Contenido de materia orgánica
- Contenido de sales solubles
- Determinación del PH del suelo

Una vez analizada la agresividad del entorno de la cimentación, se utiliza los


cementos especiales adecuados.

En el caso de terrenos próximos a zonas industriales y fábricas de productos


químicos, no será suficiente el utilizar solo cementos especiales, debiendo recurrirse
a recubrir las cimentaciones son revestimientos especiales, (plásticos, anti-ácidos,
metálicos, cerámicos, etc.)

3.9 PATOLOGÍA DEBIDA A EXCAVACIONES Y EJECUCIÓN DE SÓTANOS

Cuando se realiza una excavación, se provoca una alteración de tensiones en el


terreno contiguo, provocándose deformaciones horizontales y verticales.

Las deformaciones horizontales, son debidas a los empujes del terreno, agravado en
el caso de que existan cargas debidas a cimentaciones próximas.

Las deformaciones verticales, son debidas a las distintas cargas isostáticas a que
está sometida la solera de la excavación, tal como se explica en la figura.

Entre los factores que intervienen en estos movimientos, tenemos que tener en
cuenta los siguientes:
 Condiciones y características del suelo
 Existencia de nivel freático
 Dimensiones y profundidad de la excavación
 Sistema y tiempo de ejecución de la excavación
 Rigidez del soporte de contención y secuencia de ejecución
 Cargas adyacentes. Tipos de edificios, (nuevos o viejos)
 Existencia de vibraciones
 Condiciones climatológicas

En la actualidad, en las ciudades de gran densidad urbana, debido a la carestía de


solares, ordenanzas limitando altura y obligación de construir aparcamientos, a dado
lugar a la existencia de grandes excavaciones urbanas de gran volumen, en zonas
donde la tipología del terreno no es la adecuada para tal fin, creando una patología
definida por:
 Descalces de cimentaciones superficiales
 Movimientos horizontales y verticales
 Variaciones del nivel freático, con reducción de la capacidad portante o
bien, aumento temporal de presiones intersticiales.
 Erosión interna del terreno por arrastre de finos.
 Creación de grandes bulbos de presiones que afectan a las estructuras
próximas.

Fig 32 Fig 33: Movimientos del terreno en el trasdós


de muros pantalla por efecto de la
excavación

Fig 34: Movimientos del terreno durante la excavación

3.10 PATOLOGÍA DEBIDA A RELLENOS

Cuando se dispone de un relleno sobre el suelo, este incremento de carga provocará


unos asientos del terreno, que dependerá del peso del relleno y de la
compresibilidad del suelo. Al ser el suelo un medio continuo, el asiento afectará a los
solares colindantes, viéndose por tanto afectadas las cimentaciones próximas,
provocando asientos diferenciales de las zapatas en función de la proximidad del
relleno.

Si la cimentación de los edificios próximos está formada por pilotes, el relleno


producirá al asentarse, un incremento de cargas verticales, debido al rozamiento
negativo, y por otra parte, debido a los desplazamientos horizontales del
asentamiento produce, sobre todo en la fila de pilotes más próximos al relleno, uso
esfuerzos horizontales que pueden llegar a partir el pilote, sobre todo si éste trabaja
por punta, al no armarse el pilote a flexión.

3.11 ERRORES DE EJECUCIÓN

Los errores de ejecución, prescindiendo del error de dimensionado, se produce


fundamentalmente en cimentaciones realizadas por pilotaje, sobre todo cuando la
excavación se ejecuta a rotación y el terreno no es suficientemente coherente y/o
existe nivel freático, lo que puede producir cortes en el hormigonado.

En las figuras 35 a 40, se representan los casos más característicos de errores de


ejecución de pilotajes.

Dentro de este apartado pueden incluirse algunos de los anteriores, sobre todo los
que utilizan cimentaciones inadecuadas al terreno y los fallos que se producen en
las excavaciones urbanas.

Fig 35

Fig 36
Fig 37

Fig 38

Fig 39: Hinca de pilotes en terrenos duros

Fig 40
ANEXO 1: MODELO DE PLIEGO DE CONDICIONES PARA LA REALIZACIÓN
DE ESTUDIOS GEOTÉCNICOS
TOMO 1 CAPITULO V

RECALCES Y REFUERZOS EN LAS CIMENTACIONES


CAPITULO V

RECALCES Y REFUERZOS EN LAS CIMENTACIONES

Ildefonso Torreño Gómez

Indice:

1. RECALCES: INTRODUCCIÓN .............................................................................................. 153

2. RECALCES SUPERFICIALES ............................................................................................... 154


2.1 Elevación del plano de apoyo
2.1.1 Perforación y pasador
2.1.2 Cajeado
2.1.3 Capitel superior
2.1.4 Capitel invertido
2.1.5 Barras soldadas
2.1.6 Resina
2.1.7 Capitel invertido y resina
2.2 Mantenimiento del plano de apoyo
2.2.1 Ensanche de zapatas
2.2.2 Refuerzo de zapatas
2.2.3 Sustitución de zapatas
2.3 Profundización del plano de apoyo
2.3.1 Zapata aislada
2.3.2 Zapata corrida
2.3.3 Perforación e inyeción
2.4 Mejora del terreno
2.4.1 Inyecciones
2.4.2 Cosido o armado del terreno
2.4.3 Drenaje e mipermeabilización

3. RECALCES PROFUNDOS ..................................................................................................... 167


3.1 Pilotes atravesando la cimentación
3.2 Pilotes adosados a la cimentación y encepado posterior
3.3 Pilotes con control de carga
1 RECALCES: INTRODUCCIÓN

No debe entenderse la palabra recalce sólo como la solución a una operación


realizada o al arreglo de un cimiento mal ejecutado. En muchas ocasiones debe
recalzarse un cimiento cuando se produce un aumento de cargas por circunstancias
tales como, el cambio de uso del edificio y otras.

Un cimiento puede recalzarse de muchas maneras, pero todas ellas pueden


agruparse en dos tipos principales.

Si el terreno es capaz de soportar las solicitaciones de las cargas que le transmite el


edificio, se realiza un recalce superficial. En caso contrario, cuando la capacidad
portante, al nivel del plano de apoyo, es inferior a la requerida y cuando hay peligro
de compresiones del terreno y los asientos consecuentes se efectúa un recalce en
profundidad.

En el siguiente cuadro figura esquemáticamente una relación de los tipos más


importantes de recalce, que vamos a analizar seguidamente:

SUPERFICIALES
1.- Elevando el plano de apoyo ----------- Losas

A) Ensanche de zapatas
2.- Manteniendo el plano de apoyo B) Refuerzo de zapatas
C) Sustitución de zapatas

A) Zapata aislada
3.- Profundizando el plano de apoyo B) Zapatacorrida–Bataches
RECALCES C) Perforación e inyección

A) Inyecciones
4.- Mejora del terreno B) Cosido o armado
C) Drenaje

PROFUNDOS

5.- Pilotes atravesando la cimentación


6.- Pilotes adosados a la cimentación y
encepado 7.- Pilotes con control de carga
2 RECALCES SUPERFICIALES

2.1 ELEVACIÓN DEL PLANO DE APOYO

Cuando la capacidad portante del terreno es insuficiente, cabe la solución de realizar


una losa que disminuirá sensiblemente la presión de carga.

Esta losa se realiza normalmente a la altura de la cara superior de las zapatas


existentes y por ello decimos que se ha elevado el plano de apoyo.

Hay distintas soluciones para su ejecución, que se diferencian fundamentalmente en


la conexión a la base de los pilares.

Las soluciones más comunes, son las siguientes:

1.- Perforación y pasador


Fábrica de ladrillo sobre 2.- Cajeado
zapatas de mampostería 3.- Capitel superior
4.- Capital invertido
LOSAS
1.-Barras soldadas
Estructura de hormigón. 2.- Resina
3.- Capitel invertido y resina

2.1.1 Perforación y pasador


Consiste en perforar la zapata de mampostería horizontalmente, colocando luego las
armaduras necesarias, según el cálculo, para armar la base del pilar, luego se
hormigona.

2.1.2 Cajeado
Consiste en realizar una caja en las caras de la fábrica de ladrillo, donde luego se
alojará la armadura de la losa.

Debe realizarse esta operación cuidadosamente y apeando antes para evitar que, al
disminuir la sección del muro, éste no sea capaz de soportar la carga y se produzca
un hundimiento.
2.1.3 Capitel superior
Tras apear, se elimina parte de la zapata y se colocan las armaduras en forma de
capitel, elevándose por encima del nivel de la losa, luego se hormigona.

2.1.4 Capitel invertido


Es una solución análoga a la anterior, pero el plano superior de la losa queda
horizontal y el capitel armado se coloca invertido, para lo cual es necesario taladros
en la zapata, con el fin de pasar las armaduras que deben doblarse posteriormente.

2.1.5 Barras soldadas


Al ser, en este caso, la estructura de hormigón, se descarna superficialmente la cara
del hormigón del pilar hasta llegar a descubrir las armaduras, que luego se sueldan a
las de la cara inferior de la losa. Las de la cara superior se colocan atravesando el
pilar por los taladros realizados al efecto.
2.1.6 Resina
En este caso, la losa se adhiere al hormigón del pilar, utilizando una formulación de
resina epoxi adecuada para la unión de hormigón fresco a hormigón endurecido.

2.1.7 Capitel invertido y resina


Este es un caso análogo al anterior, con la variante de colocar un capitel invertido
que se introduce bajo la zapata antigua.
2.2 MANTENIMIENTO DEL PLANO DE APOYO

Si se mantiene el plano de apoyo de la cimentación, las zapatas pueden


ensancharse, reforzarse o sustituirse.

2.2.1 Ensanche de zapatas

Puede realizarse el ensanche por los siguientes procedimientos:


a) Perforación y resina
b) Perforación y tirantes
c) Recorte en cuña
d) Perforación, tirantes y dentado
e) Sistema PYNFORD
f) Puentes

a) El procedimiento de perforación y resina consiste en realizar en la cara inferior de


la zapata, unas perforaciones para el paso de las armaduras y luego aplicar una
formulación de resina epoxi adecuada para la unión de hormigón fresco con
hormigón endurecido.

(a) Perforación y resina (b) perforación y tirantes

b) El sistema de perforación y tirantes consiste en realizar la unión entre hormigón


fresco y endurecido, con unos tirantes previa perforación y colocación de armaduras.

c) El procedimiento de recorte en cuña consiste en realizar un corte inclinado como


el indicado en la figura, para asegurar la transmisión de cargas a la parte nueva de
la zapata.

(c) recorte en cuña (d) perforación, tirantes y dentado


d) El procedimiento de perforación, tirantes y dentado es una variante de los
anteriores, con la única diferencia de que las caras exteriores de la zapata se pican
dejando una zona dentada para conseguir la trabazón entre el hormigón fresco y
endurecido.

e) El Sistema Pynford consiste en la utilización de unos castilletes metálicos,


denominados “Pynford”, que se colocan en unos huecos abiertos en la zapata. Tras
colocar un anillo superior de refuerzo y pasar las armaduras, que van a zunchar la
zapata a través de los huecos de los castilletes, se hormigona la nueva zapata
ensanchada.

f) A veces, una solución cómoda puede consistir en el puenteo del cimiento por
encima del mismo. De esta forma se crea un nuevo cimiento alrededor del existente
y sobre él se carga a través del puente creado. Existen numerosas soluciones de
puenteo, pero las más utilizadas son:

 Carrera y viga pasante metálica


 Carrera y viga pasante de hormigón
 Carrera y gatos
 Hormigón en masa y viga armada
 Hormigón en masa y viga armada con junta dentada
 Hormigón en masa y doble viga armada con tirantes

Los sistemas de puenteo que se describen a continuación, se realizan siempre en


zapatas corridas de muro. En los tres primeros se coloca a cada lado de la antigua
cimentación, una carrera o viga continua armada, que es la encargada de realizar la
función de nuevo cimiento.

En los tres casos no hay viga armada, sino un relleno de hormigón o una inyección
del terreno para su mejora.
Carrera y viga pasante metálica Carrera y viga pasante de hormigón

Carrera y gatos Hormigón en masa y viga armada

Hormigón en masa y viga armada con junta dentada Hormigón en masa y doble viga armada con tirantes
2.2.2 Refuerzo de zapatas

Para el refuerzo de las zapatas, suelen usarse las inyecciones que consiguen servir
de aglutinante de la mampostería antigua. Los casos normales son los siguientes:

 Inyección directa: Se realiza inyectando


directamente en la zapata.

 Marco de cierre e inyección: Se


realiza previamente un marco de
hormigón y luego se inyecta. Se
evita así, que parte de la
inyección se pierda.

 Carreras de hormigón e
inyecciones: Tras realizar una
carrera a cada lado de la
cimentación corrida de un muro,
se introduce una inyección
química en la zona inferior, que
además de consolidar, evita la
salida de la inyección de
cemento que se efectúa a
continuación.

 Tablestacado e inyección: Se ejecuta


previamente un tablestacado con
madera o metálico. Se colocan tirantes
para evitar que la presión de la
inyección le haga ceder y luego se
efectúa la inyección de cemento.
2.2.3 Sustitución de zapatas

Se realiza cuando la primitiva está muy deteriorada. Para ello es necesario apear el
forjado y colgar el pilar, después se coloca la armadura y se hormigona. Al
hormigonar conviene que el nivel superior de la zapata esté un poco más alto que el
primitivo, con el fin de conseguir que exista un contacto total con el pilar y no se
produzcan asientos al entrar en carga.

2.3 PROFUNDIZACIÓN DEL PLANO DE APOYO

2.3.1 Zapata aislada

Se realiza apeando el forjado y colgando el pilar como en el caso anterior, para


posteriormente, ejecutar la nueva zapata en dos períodos; en el primero se colocan
las armaduras dobladas y luego, tras eliminar la segunda parte de la zapata, se
enderezan y hormigona.

2.3.2 Zapata corrida

Si se trata de una zapata corrida de muro, se ejecuta la nueva zapata según se


indica en el gráfico siguiente. Hay que tener en cuenta que la anchura de la zanja
que se abre junto al cimiento debe tener un mínimo de 80 centímetros para permitir
el acceso de los trabajadores y para hormigonar sin ninguna dificultad.
La nueva zapata debe encofrarse y entibarse para evitar desprendimientos.

Esta operación no puede ejecutarse realizando la apertura de la zanja de una sola


vez pues fallaría la cimentación y se hundiría el edificio. Debe realizarse por puntos
o bataches.

Se recomienda en la norma tecnológica ADZ – 1976, que se realicen las siguientes


operaciones:

 Apear la estructura previamente.


 Entibar siempre que los pozos tengan una profundidad mayor que 1,30 metros.
 La anchura de los bataches deber ser menor que 1/3 de la luz entre pilares.
 La separación entre dos bataches que se realizan consecutivamente debe ser de
4 metros.

Según lo anterior, un esquema ordenado de la ejecución de los bataches puede ser


el siguiente:
2.3.3 Perforación e inyección

Un interesante procedimiento ha sido puesto en práctica por la firma alemana Séller,


se denomina “Soilcrete”.

Consiste en realizar una perforación


con un pequeño taladro inclinado
bajo el cimiento que se pretende
recalzar. Luego se inyecta por él
agua a una presión variable entre
100 y 300 Kg/cm2. De esta forma se
consigue abrir un batache de hasta
1 metro de diámetro.

La cavidad se rellena luego con


mortero de cemento y de esta forma,
repitiendo la operación cuantas
veces sea necesario se consigue
recalzar el muro completo.

2.4 MEJORA DEL TERRENO

Los procedimientos para mejorar el terreno figuran en el siguiente cuadro:

Lechada de cemento
De cimentación Gel de sílice
Resinas

Inyecciones De relleno Bentonita-cemento


Poliuretanos

De compactación

Cosido o armado del terreno

Drenaje

2.4.1 Inyecciones

Pueden ser de cementación, de relleno y de compactación. Las inyecciones de


cimentación se deben utilizar cuando el material base es de árido grueso (inyección
de cemento) o de arenas finas (inyección de gel de sílice o resina).

Se realizan en el terreno taladros cuyo diámetro no exceda los 10 centímetros, y por


él se inyecta un fluido que en un tiempo relativamente corto se hace rígido y da al
terreno la cohesión y resistencia de la que éste carecía.
Este tratamiento debe estudiarse con mucha atención y comprobar el estado del
terreno y su entorno antes de decidir su utilización. El motivo de tomar estas
precauciones previas es la peligrosidad que puede implicar su falta de control, ya
que puede introducirse en la red de saneamiento (tuberías y arquetas) y bloquearla,
o también arrastrar arenas bajo la cimentación y producir asientos. Si la presión
aplicada es muy fuerte, puede llegar a levantar la solera del sótano e incluso las
cimentaciones.

Una vez estudiado el terreno y su entorno y aplicado el tratamiento pueden


alcanzarse resistencias que en el caso de la lechada de cemento es equiparable a la
del hormigón. Con el gel de sílice puede llegar hasta los 40 Kg/cm 2 y con la resina es
muy variable, de acuerdo con la formulación utilizada.

Hay que tener en cuenta que los asientos son siempre inevitables y por ello deben
tomarse las medidas oportunas para evitar graves problemas estructurales.

Las perforaciones que se realizan para ejecutar la inyección suelen estar separadas
entre 1 y 2 metros.

El volumen de inyección depende del terreno. Si éste es arenoso y compacto puede


llegar al 20% del volumen de suelo tratado. Si es de grava alcanza hasta el 40%.

Las inyecciones de relleno suelen utilizarse para rellenar huecos importantes en el


terreno. Estos huecos pueden haberse producido por arrastre de partículas (erosión
interna) o por disolución (karstificación).

Se pretende con este relleno, no sólo completar los huecos existentes, sino también
que la resistencia final sea capaz de soportar las cimentaciones.

Suelen utilizarse las lechadas de bentonita-cemento o los poliuretanos y en general


los tubos de inyección no se extraen, permaneciendo en el terreno como recalce.

Las inyecciones de compactación se realizan introduciendo en el terreno un mortero


plástico de arena-cemento a presiones entre 40 y 70 Kg/cm 2. El mortero desplaza al
terreno en lugar de introducirse en él como ocurre con las otras inyecciones.

Se aplica en suelos arenosos y el control del procedimiento es mayor que en los


procedimientos anteriores.

El diámetro de los taladros varía entre 50 y 75 mm. y suelen realizarse en una malla
de 2 a 3 metros de lado. La consistencia del mortero es bastante seca (menor de 2,5
cms. el asiento en el cono de Abrams) llegando a alcanzar resistencias de 50
Kg/cm2.

Aunque con este procedimiento pueden, teóricamente, levantarse edificios que


hayan cedido y colocarlos en posición vertical, aún no se conoce ninguno donde se
haya realizado.
2.4.2 Cosido o armado del terreno

Para conseguir la cohesión del terreno, se utiliza también este procedimiento que
consiste en perforar el terreno con una serie de barras metálicas que lo “cosen”. Las
cargas se transmiten a estas barras por rozamiento lateral, habiendo también
aumentado la resistencia del terreno por la compactación a que se ve sometido a
causa de las barras.

No debe confundirse este sistema con un recalce por micropilotes. En el cosido, las
barras metálicas no atraviesan la cimentación.

2.4.3 Drenaje e impermeabilización

En ocasiones, el terreno contiene o puede contener agua en exceso que quizás


llegue a colapsarlo y producir un grave deslizamiento. Para evitar que esto suceda
caben dos soluciones:

La primera consiste en realizar un drenaje que eche las aguas fuera rápidamente.

La segunda consiste en impermeabilizar para evitar que las aguas penetren.

a) Zanjas de grava próximas al perímetro del edificio con pendiente hacia el


exterior.
b) Zanjas con grava y tubería porosa, conectada a la red de saneamiento.
c) Cámara bufa que recoge el agua en la canaleta situada al fondo y la saca
al exterior.
d) Pozos-dren de pequeño diámetro (30 cms.) situados estratégicamente
alrededor del edificio. Tienen el inconveniente de necesitar un bombeo
posterior.

Si los suelos tienen un árido fino, los procedimientos anteriores no sirven pero puede
conseguirse que la humedad desaparezca creando una diferencia de potencial
eléctrico entre unos ánodos metálicos que se hincan en el terreno y un pozo cátodo
de extracción. Este procedimiento se denomina electroósmosis y es muy eficaz,
aunque caro.
3 RECALCES PROFUNDOS

Se realizan cuando la compresibilidad del terreno no permite ir a una de las


soluciones de recalce superficial vistas hasta ahora. También cuando se pretende
aprovechar su ejecución para ampliar el edificio con sótanos, y cuando la capacidad
portante del terreno sea insuficiente, el nivel freático esté muy alto o vayan a
realizarse obras junto al edificio que puedan afectar su estabilidad.

Este tipo de recalces se realiza de tres formas principales, que son:

- Pilotes atravesando la cimentación


- Pilotes adosados a la cimentación y encepado posterior
- Pilotes con control de carga

3.1 PILOTES ATRAVESANDO LA CIMENTACIÓN

Los pilotes utilizados en estos trabajos son de pequeño diámetro y se denominan


micropilotes. La firma italiana Fondedile los patentó en 1953 con el nombre de “pali
radice” (palos raíz).

Según la forma de ejecutar el micropilote se divide en:


- Realizados con batería de perforación o rotación.
- Realizados en seco. Sin entubación y con barrena helicoidal.
- Con bulbo inyectado a presión.

Los micropilotes realizados con batería de perforación a rotación necesitan agua


para refrigerar la corona de corte, lo cual es un inconveniente, pues puede alterar los
terrenos inestables que atraviesa.

El tubo se coloca por tramos cortos, con lo que la maquinaría puede ser de pequeño
tamaño y trabajar en sótanos o en el interior de plantas de poca altura.

Al finalizar la perforación se coloca la armadura y luego se rellena el taladro con


mortero, retirando poco a poco la entubación por tramos.
Los micropilotes realizados en seco, sin entubación y con barrena helicoidal pueden
utilizarse en terrenos duros y secos, sin nivel freático en la profundidad perforada.

La armadura puede ser de dos tipos: de redondo de acero corrugado o tubular.

En el primer caso, una vez limpia la perforación se coloca la armadura y se inyecta


el mortero fluido con una tubería auxiliar.

Si la armadura es tubular se inyecta el mortero por su interior y al llegar al fondo,


éste fluye por la parte externa del tubo hasta llegar a la superficie.

Los micropilotes con bulbo inyectado a presión, tienen una capacidad portante muy
superior a los anteriores.
Se realiza la perforación por el sistema que aconseje el terreno y se introduce luego
una armadura tubular especial que lleva en sus tramos inferiores manguitos
elásticos que hacen de válvulas anti-retorno. Por el interior de la armadura tubular se
coloca un tubo, por el que se inyecta la lechada fluida que sale por las válvulas y
rellena el espacio comprendido entre el terreno y la armadura tubular. Se forma así
una vaina de mortero. Antes de que esta vaina haya fraguado, se sigue inyectando
nuevamente, pero ahora a la presión suficiente para que la vaina quede rota a la
altura de las válvulas y se forme un gran bulbo de mortero. Finalmente, se retira
poco a poco el tubo interior hasta que la armadura tubular quede totalmente rellena.

Todos los micropilotes estudiados hasta ahora,


taladran las cimentaciones y quedan empotrados en
el firme. Una solución de recalce realizada por ellos
podría ser como se indica en el gráfico siguiente,
donde se aprecia que generalmente suelen llevar una
inclinación de unos 15º hacia fuera, con lo que
mejora la estabilidad del apoyo.

3.2 PILOTES ADOSADOS A LA CIMENTACIÓN Y ENCEPADO POSTERIOR

Suele utilizarse este sistema para recalzar muros y zapatas corridas. Los pilotes
utilizados son de diámetro bastante superior al de los micropilotes (varía de 30 a 60
cm. de diámetro). Necesitan una maquinaria de mayores dimensiones que los
micropilotes, pues deben alcanzar una longitud superior a la que tengan los pilotes.

Los pilotes se adosan a la cimentación primitiva y sus cabezas se unen


posteriormente, bien mediante vigas pasantes, que pueden ser metálicas, de
hormigón armado o de hormigón pretensado, o bien mediante vigas carreras
paralelas a la cimentación que se atirantan contra el cimiento.

Se indican a continuación varias de las soluciones mencionadas, incluyendo el caso


especial de recalce con pilote que lleva una ménsula en su cabeza.
Esta última solución debe realizarse con mucha precaución. En primer lugar, porque
es necesario realizar una excavación por bataches bajo el cimiento antiguo, en
segundo lugar, porque es difícil calcular correctamente las dimensiones de la
ménsula de hormigón y de la armadura necesarias para soportar las cargas del
edificio.

3.3 PILOTES CON CONTROL DE CARGA

Se utilizan únicamente cuando se trata de edificios de gran interés histórico-artístico


que no deben sufrir ningún tipo de asiento ni deformación.

Se emplean dos sistemas fundamentales:


 Pilotes hincados a presión bajo el cimiento.
 Pilotes cargando contra macizos de hormigón adosados al cimiento.
Los pilotes hincados a presión bajo el cimiento, están formados por tramos de pilote
con longitud variable entre 1,20 m. y 1,60 m., y diámetros entre 45 y 60 cm., de
acero u hormigón.

Para trabajar bajo el cimiento es preciso abrir


bataches de 1,80 metros de altura, colocar un
tramo de pilote e hincarlo en el terreno
mediante gatos. Cuando el pilote ya está
totalmente terminado, se coloca un perfil
metálico que acuña el pilote a la cimentación,
se retiran los gatos y se hormigona luego el
espacio libre entre cimiento y cabeza del
pilote. De esta forma el pilote entra en carga
sin producir asientos en el edificio.

Este tipo de pilote se conoce con el nombre de


“Pre-test” y fue patentado en Estados Unidos
en 1917 por Prentis y White.

Existen dos variantes del anterior. La primera


se conoce con el nombre de pilote “mega” y
está realizado con elementos de hormigón con
un hueco tubular interior.

La segunda es el pilote tipo Bjurström, de acero galvanizado y a veces forrado de


plástico que se rellena de mortero de cemento, teniendo un diámetro muy pequeño
que varía entre 60 y 76 mm.

Los pilotes cargando contra macizos de hormigón adosados al cimiento.

Es un sistema parecido a otro explicado anteriormente y consiste en adosar a los


cimientos unas vigas de hormigón y unas ménsulas pretensadas que absorberán el
empuje. Luego se pilota con pilotes inclinados hincados a presión con gatos y se
ponen en carga apoyando contra las ménsulas.

Un esquema del procedimiento se indica a


continuación:

También podría gustarte