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CAUSA - EFECTO
El Karma es el juez de nuestros actos, es la energía transcendente e
invisible que se deriva de nuestros comportamientos y que va acumulando consecuencias y pagos conforme a ellos. Las leyes del Karma nos dicen en esencia que las fuerzas que pusimos en movimiento hace diez minutos o hace diez vidas volverán a nosotros.
La gran ley: es la ley de causa y efecto como os decíamos antes. Viene a
decir que recogerás aquello que has sembrado, y normalmente vuelve con una energía 10 veces más fuerte de la que emitiste tú… por lo que cuidado con la energía negativa. Podríamos decir que esta ley o el Karma como tal, es el juez social, el juez de nuestros actos. Algunas corrientes religioso- espirituales, como el budismo, utilizan el concepto de karma. La ley del karma afirma que las acciones de las personas acaban repercutiendo, tarde o temprano, en su propia vida. Si nuestras acciones son buenas, recibiremos consecuencias positivas; pero, si son malas, acabaremos recibiendo también nuestro merecido. La suerte no existe, sólo es la denominación de una Ley desconocida. La suerte es una palabra sin valor, ya que aunque existen multitud de planos de causas y efectos en los cuales los superiores dominan a los inferiores, ninguno de ellos escapa totalmente a la Ley. El hecho de que haya ocasiones en que llamamos casualidad a algún suceso, la verdad es que obedece a que sólo es el efecto de una causa no conocida o percibida.
Esto lo sabe la Ciencia desde hace muchos años y ya fue anunciado por los instructores herméticos en los tiempos antiguos.
Si bien han surgido diferencias y disputas entre las varias escuelas de
pensamiento, éstas han girado mayormente alrededor de los detalles sobre el funcionamiento del principio que nos ocupa, así como sobre el significado de determinados términos. El Principio de Causa y Efecto ha sido aceptado como correcto por todos los auténticos pensadores del Mundo. Negarlo sería sacarlo del Universo para pasar a denominarlo casualidad.