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KINESIOLOGÍA UC
Accidente
Cerebrovascular:
una alarma que
hay que detener a
tiempo
María Ignacia Parada, Catalina Tondreau, María Victoria
Covarrubias, María Jesús Varela, Constanza Varela,
Francisco Fuentes, Margarita Parada, Tamara Paredes y
Antonia Paz.
EDITORES:
Stefanía Nicolaides, Pamela Díaz,
Jorge Miranda, Javiera Fuentes
Epidemiología, patología y fisiopatología
Las enfermedades cardiovasculares (ECVs) son la causa número uno de muertes a nivel global, tomando un estimado
de 17.9 millones de vidas cada año. Las ECVs son un grupo de desórdenes en el corazón y los vasos sanguíneos, entre los
cuales se incluye la enfermedad coronaria, accidente cerebrovascular (ACV), enfermedades reumáticas del corazón y otras
condiciones. Cuatro de cinco muertes por ECVs son debido a ataques cardíacos y ACVs, y un tercio de estas muertes
ocurren prematuramente en personas menores de 70 años (OMS, 2020). Es por esto que es tan importante informar y
educar a la población con respecto a los ACV.
¿Que es ACV?
La OMS define un accidente cerebro vascular como “un síndrome clínico que consiste en signos de rápido desarrollo de
trastornos neurológicos focales (o globales en caso de coma) de la función cerebral, que duran más de 24 horas o conducen
a la muerte, sin una causa aparente que no sea una enfermedad vascular” (MINSAL,2018).
Prevalencia
A nivel mundial cada año cerca de 17 millones de personas sufren un ACV y se proyecta que para el año 2030 habrá
77 millones de sobrevivientes con esta patología en el mundo. Con respecto a Chile, se produjeron 8.437 muertes por
ACV el año 2016. Se estima que este problema de salud representa el 15% del total de muertes y discapacidad combinadas
(MINSAL, 2018).
Factores de riesgo
Existen varios factores que pueden aumentar la probabilidad de sufrir un ACV, ellos se pueden dividir en:
No modificables: edad, género masculino, antecedente de familiar con esta patología.
Modificables: hipertensión arterial (HTA), tabaquismo (TBQ), diabetes mellitus (DM), obesidad, sedentarismo,
alimentación alta en sodio, altos niveles de estrés, fibrilación auricular, hipercolesterolemia, apneas de sueños, arterias
carótidas bloqueadas, uso de pastillas anticonceptivas (Guiraldo, 2018).
Clasificación
Desde el punto de vista patológico, los ACV se clasifican en:
Hemorrágico
Corresponden al 10-25% de los ACV y se deben a la rotura de un vaso, la cual puede ser:
- Intracerebral: sangre se vierte directamente en el tejido encefálico.
- Intracraneal: acumulación de sangre en cualquier zona dentro del cráneo.
Síntomas Signos
- Comienzo agudo - Debilidad/paresia facial: sonrisa asimétrica
- Debilidad subjetiva de la extremidad superior (ES) - Debilidad de la ES: observar si puede elevar ambos
y/o inferior (EI) brazos por igual
- Dificultad del habla - Debilidad de la EI
- Parestesia de extremidades - Disfasia o disartria
- Cefalea - Marcha hemiparética
- Mareo o náuseas - Movimiento ocular anormal
- Alteración del campo visual
(Yew & Cheng, 2015)
2 (A) Visión lateral del hemisferio cerebral que muestra las principales áreas funcionales. (B) Sección sagital media de
los hemisferios cerebrales que muestra las principales áreas funcionales. (Crossman & Neary, 2007)
Accidente Cerebrovascular: una alarma que hay que detener a tiempo 6
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Tabla 2. Lóbulos y sus funciones.
Lóbulo Función
cerebral
Frontal • Área motora primaria: Inicio de movimientos voluntarios.
• Área de broca, lenguaje.
• Surco olfatorio.
• Comportamiento, planificación, ejecución, atención, concentración.
Parietal • Conciencia del tacto, presión, dolor y temperatura.
• Memoria episódica.
• Comprender el espacio y distancias
Temporal • Corteza auditiva primaria.
• Área de Wernicke.
• Comprensión del lenguaje hablado.
• Memoria largo plazo.
• Comportamientos y emociones.
Occipital • Corteza visual primaria: responsable de la percepción visual.
• Corteza de asociación visual: responsable de la interpretación de las imágenes
visuales.
Insular • Procesamiento de la experiencia emocional y regulación de las vísceras y órganos.
(Crossman & Neary, 2007)
Irrigación
Las arterias que irrigan el encéfalo están organizadas en un círculo denominado polígono de Willis. Este polígono está
formado por la unión de las 2 arterias carótidas internas, 2 arterias cerebrales anteriores (ACA), 2 arterias cerebrales medias
(ACM), 2 arterias cerebrales posteriores (ACP), la arteria comunicante anterior, 2 arterias comunicantes posteriores y la
arteria basilar que resulta de la unión de las 2 arterias vertebrales. Todas las arterias principales del polígono de Willis
presentan vasos secundarios que llevan la sangre a las diferentes regiones encefálicas (ver figura 3). (Crossman & Neary,
2007)
Las ACA y ACM forman la circulación anterior, mediante ramas que irrigan la corteza del encéfalo anterior y otras que
irrigan estructuras profundas como los ganglios basales, el tálamo y la cápsula interna. La circulación posterior, compuesta
principalmente por ramas arteriales de las arterias ACM, basilar y vertebral, irrigan la corteza cerebral posterior, el
mesencéfalo y el tronco encefálico. (Purves et al., 2008, pp. 681-707); (Crossman & Neary, 2007, pp. 59-66); (Blumenfeld,
2010, pp. 400-401)
Irrigación
La irrigación del cerebelo surge a partir de la circulación posterior, específicamente desde la arteria basilar, donde nacen
bilateralmente la arteria cerebelosa superior (SUCA) y la arteria cerebelosa anteroinferior (AICA), junto con las arterias
vertebrales donde nace una arteria cerebelosa postero inferior (PICA) correspondiente a cada arteria vertebral. (Crossman
& Neary, 2007) En la tabla 4 se muestra la zona de irrigación de cada arteria cerebelosa junto con las alteraciones que
producen.
Lesiones en el cerebelo
A modo general, una lesión en la línea media del cerebelo va a generar pérdida del control postural, a pesar de mantener
coordinación de los miembros. A diferencia del cerebro, una lesión unilateral generará incoordinación del hemicuerpo
ipsilateral lo que llevará a temblor intencional en el miembro superior y una marcha vacilante en ausencia de debilidad o
pérdida de sensibilidad en el caso del miembro inferior. Por otro lado, una lesión bilateral se manifestará con disartria e
incoordinación de ambos miembros superiores y marcha tambaleante con base de sustentación amplia (ataxia cerebelosa).
(Crossman & Neary, 2007)
Como se puede ver en la tabla 4, una lesión cerebelosa puede generar diversos síntomas dependiendo de la zona
afectada, y dos de los más comunes e importantes son la dismetría y la ataxia.
En ausencia del cerebelo, el sistema de control motor subconsciente es incapaz de predecir la distancia a la que llegarán
los movimientos. Por tanto, su realización corrientemente rebasará el punto deseado; entonces, la porción consciente del
cerebro contrarresta por exceso y en sentido opuesto con el siguiente movimiento de compensación. Este efecto se llama
dismetría, y depende de los movimientos descoordinados que reciben el nombre de ataxia. La dismetría y la ataxia también
pueden obedecer a las lesiones en los fascículos espinocerebelosos porque la información de retroalimentación que recibe
el cerebelo procedente de las partes del cuerpo en movimiento resulta fundamental para que se coordine el cese de su
realización. En la tabla 5 se describen algunas de las alteraciones cerebelosas.
Alteración Descripción
Disdiadococinesia Incapacidad de realizar movimientos alternantes rápidos. Cuando el sistema de
control motor no consigue predecir dónde van a estar las diversas partes del cuerpo
en un momento determinado, «pierde» la percepción de ellas durante la realización
de los actos motores rápidos. Como consecuencia, el movimiento siguiente puede
comenzar demasiado pronto o demasiado tarde, por lo que no habrá una «sucesión de
movimientos» ordenada. Esto puede ponerse de manifiesto si se pide a un paciente con
una lesión cerebelosa que gire su mano hacia arriba y hacia abajo a un ritmo rápido,
quien comenzará a efectuar una serie de intentos bloqueados, pero confusos, en vez de
los desplazamientos coordinados normales hacia arriba y hacia abajo.
Disartria Incapacidad de progresión en el habla. Otro ejemplo en el que existe un fallo
en la sucesión de los movimientos afecta al habla debido a que la formación de las
palabras depende del encadenamiento rápido y ordenado de movimientos musculares
independientes en la laringe, la boca y el aparato respiratorio. La falta de coordinación
entre estos elementos y la incapacidad para corregir por anticipado la intensidad de
cada sonido sucesivo o su duración da lugar a una vocalización confusa y un habla en
última instancia que muchas veces resulta ininteligible.
Temblor intencional Cuando una persona ha quedado privada del cerebelo y realiza un acto voluntario,
los movimientos tienden a oscilar, especialmente a medida que se acercan al punto
deseado, primero revisándolo y después vibrando varias veces hacia atrás y hacia
adelante antes de lograr fijarse sobre él. Esta respuesta se denomina temblor intencional
o temblor de acción, y obedece a la superación del punto deseado y el fracaso del
sistema cerebeloso para «amortiguar» los actos motores.
Nistagmo cerebeloso Es un temblor de los globos oculares que suele ocurrir cuando se intenta
fijar la vista sobre una escena situada a un lado de la cabeza. Este tipo de fijación
descentrada desemboca en unos movimientos rápidos y temblorosos de los ojos en
vez de su mantenimiento estable. Sucede en especial cuando están dañados los lóbulos
floculonodulares del cerebelo; en este caso, también va asociada a una pérdida del
equilibrio debida a la disfunción de las vías que atraviesan esta zona, procedentes de
los conductos semicirculares.
Hipotonía Descenso del tono de la musculatura. La desaparición de los núcleos profundos
del cerebelo, especialmente del dentado y el interpuesto, provoca un descenso del
tono en la musculatura periférica del mismo lado del cuerpo que la lesión cerebelosa.
Esta hipotonía surge al perderse la facilitación que ejerce el cerebelo sobre la corteza
motora y núcleos motores del tronco del encéfalo mediante las señales tónicas emitidas
por los núcleos cerebelosos profundos.
(Crossman & Neary, 2007)
En cierto sentido, constituye una prolongación de la médula espinal que asciende hacia la cavidad craneal, porque
contiene núcleos sensitivos y motores capaces de cumplir funciones de este tipo para las regiones de la cara y la cabeza del
mismo modo que la médula espinal desempeña estas funciones desde el cuello hacia abajo. Pero en otro sentido, el tronco
del encéfalo es dueño de sí mismo, porque se encarga de muchas funciones de control especiales, como:
• Control de la respiración
• Control del aparato cardiovascular
• Control parcial del funcionamiento digestivo
• Control de muchos movimientos estereotipados del cuerpo
• Control del equilibrio
• Control de los movimientos oculares (Guyton & Hall, 2016)
Es por esto que una lesión a este nivel va a generar los llamados “síndromes cruzados”, caracterizados por alteraciones
de vías largas contralaterales (hemiparesia, hemihipoestesia) y signos ipsilaterales cerebelosos o de pares craneales. En caso
de ser bilateral puede producir pérdida de la conciencia brusca, con o sin recuperación posterior. (Amosa, 2014)
• Mesencéfalo
Se encuentra delimitado por los colículos superiores y cuerpo mamilares. En él se encuentran varios núcleos importantes
como el núcleo del nervio oculomotor (III par craneal), núcleo del nervio troclear (IV par craneal) y núcleo rojo, además
de dar sitio al lemnisco medial, por donde ascienden fibras somatosensoriales hacia el tálamo y a los tractos piramidales por
donde descienden axones motores. (Brazis et al., 2014)
• Puente
Se encuentra entre el mesencéfalo y el bulbo raquídeo, siendo su límite superior los colículos inferiores. Tiene una
región ventral que contiene núcleos pontinos y fibras nerviosas que cruzan en diferentes direcciones, y una región dorsal
que contiene los núcleos de los pares craneales V (trigémino), VI (abducens) y del núcleo motor del VI (facial). (Brazis et
al., 2014)
• Bulbo Raquídeo
El bulbo raquídeo se ubica desde el borde caudal del puente hasta la médula espinal a nivel del foramen magno. Este
no sólo contiene muchos núcleos de nervios craneales que están vinculados con funciones vitales (p. ej., regulación de la
frecuencia cardíaca y la respiración) sino que también sirve como conducto para el pasaje de los tractos ascendentes y
descendentes que conectan la médula espinal con los centros superiores del sistema nervioso. Estos tractos pueden verse
afectados en enfermedades desmielinizantes, neoplasias y trastornos vasculares. (Crossman & Neary, 2007)
Irrigación
La ACM es la encargada de irrigar toda esta zona, ya que al seguir la bifurcación de la carótida interna, esta arteria se
dirige lateralmente en la base de los hemisferios a través del surco lateral, donde se divide en 2 o 3 grandes ramas corticales
(bifurcación o trifurcación de la ACM) que proporcionan la irrigación para casi toda la superficie lateral de los hemisferios
cerebrales, exceptuando la estrecha banda irrigada por la ACA, el polo occipital y la cara inferolateral del hemisferio que
están irrigados por la ACP. Antes de dividirse, la arteria cerebral media emite alrededor de 20 ramas perforantes que se
denominan arterias lenticuloestriadas, que penetran al parénquima para irrigar la cabeza y cuerpo del núcleo caudado,
globo pálido, putámen, una pequeña porción del tálamo y la rodilla y brazo posterior de la cápsula interna. (Crossman &
Neary, 2007)
Funciones y estructuras corporales Deficiencia, son los problemas en las funciones o estructuras
corporales tales como una desviación significativa o una
“pérdida”. Ej. hipotonía, falta de fuerza, hipoacusia,
hipoestesia, disfagia, etc.
Actividad Limitación en la actividad. Acciones que no puede realizar
que son relevantes. Ej. comunicación, escritura, bañarse,
vestirse, transiciones, marcha, etc.
Participación Restricción en la participación. ¿qué cosas se le impiden al
paciente en base a sus gustos, hobbies, trabajo, deporte, rol
familiar? Ej. adquisición de bienes, actividades recreativas,
jugar con los nietos, asistir a talleres comunitarios, etc.
Factores contextuales
Ambientales Constituye el ambiente físico, social y actitudinal en el que
una persona vive. Los factores son externos a los individuos
y pueden constituirse en facilitador o barrera del desempeño
del individuo como miembro de una sociedad.
Personales Compuesto por los aspectos individuales que forman parte de
una condición o estado de salud. Estos pueden incluir el sexo,
la raza, la edad, el estilo de vida, los hábitos, los antecedentes
sociales, la educación, la profesión y los aspectos psicológicos.
Ejemplo:
Durante la etapa aguda, se han propuesto varios protocolos de movilización temprana. Uno de los más utilizados es el
“Protocolo de movilización Temprana de Morris”, explicado a continuación:
Nivel I: Inconsciente
En la etapa aguda de hospitalización son fundamentales las medidas de neuro protección: farmacológicas (hipotensores)
y no-farmacológicas: unidades especializadas, monitorización continua de control de oxigenación cerebral (SatO2>95),
control de presión arterial, control de temperatura corporal, control de volemia y resistencia vascular, y control de la
glicemia. (Del Brutto, 2003). Mantención de la PPC, semi fowler.
Se realiza cambios de posición y movilización pasiva (2 veces al día)
Nivel II: Consciente
El paciente responde bien por lo menos 3/5 órdenes simples.
Se agrega la movilidad activa y activa-asistida en las cuatro extremidades (2 v/d)
Posición sedente en cama mínimo 20 minutos.
Nivel III: Consciente
Puede mover los MMSS en contra de la gravedad.
Se agrega sedente al borde de la cama.
Nivel IV: Consciente
Puede mover los MMII en contra de la gravedad.
Se agrega la transferencia activa a una silla mínimo 20 minutos.
Además, cada sesión de tratamiento ya sea en fase aguda, subaguda o crónica, se puede estructurar en fases para llevar
un orden lógico desde lo más selectivo a lo más funcional:
Fase de preparación: estrategias orientadas a corregir déficits concretos en sistemas o funciones corporales, ayudan
a preparar tejidos y articulaciones y permiten favorecer una correcta alineación. Ejemplos: manejo de tejido blando,
fortalecimiento de un grupo muscular o sensibilización/ desensibilización planta del pie.
Fase de facilitación: etapa que se enfoca en entregar experiencias de movimiento, favoreciendo la correcta ejecución,
control postural y movimiento selectivo a través de información aferente (auditiva, visual y kinestésica) que orienta y
estabiliza al paciente. Ejemplos: movimiento selectivo de la pelvis en sedente, facilitación de transferencia de peso entres
EEII en bípedo, etc.
Corrientes terapéuticas
Es importante destacar que existen varias corrientes terapéuticas, las cuales tendrán principios y enfoques distintos
entre sí, algunas de ellas son:
• Concepto Bobath: neuroplasticidad, aprendizaje motor, control motor, control postural, movimiento normal.
• Reaprendizaje motor orientado a la tarea.
• Perfetti: Teoría neurocognitiva de la rehabilitación.
• FNP: Facilitación Neuromuscular Propioceptiva. Tiene como objetivo mejorar la respuesta motora mediante la
estimulación de los receptores del sistema neuromuscular. (Bertinchamp, 2010)
Pronóstico funcional
Al plantear un pronóstico funcional es importante nombrar para qué función y en qué periodo de tiempo (corto/
mediano/ largo plazo) lo estamos proponiendo. Este puede ser favorable, incierto, reservado o desfavorable.
Por ejemplo, el pronóstico de XX para lograr una marcha independiente a mediano plazo es desfavorable debido a que,
a pesar de XX factores positivos, presenta XX factores negativos que tiene más peso.
Es por esto que se deben considerar todos los factores que rodean al paciente, tanto positivos como negativos y “ponerlos
sobre una balanza” para evaluar cuáles tienen más peso.
Considerando el ejemplo dado en el ítem “IV. Razonamiento clínico”, tenemos a una paciente con los siguientes
factores a considerar:
Personales:
• 64 años
• HTA y diabetes
• Jubilada profesora de arte (educación superior completa)
• Previamente autovalente, sin uso de ayudas técnicas. Actualmente bastón mano derecha.
• Patología no progresiva
• Etapa crónica de patología
• Motivada
Contextuales:
• Buena red de apoyo
• Casa de 2 pisos, su pieza en el segundo
• Uso de transporte público
Tipo de ACV: isquémico
Si dividimos los factores entre positivos y negativos y los organizamos en una tabla quedaría como la tabla 9.
Positivos Negativos
• Previamente autovalente • Comorbilidades: HTA y diabetes
• Educación superior • Etapa crónica ACV
• Patología no progresiva • ACV isquémico
• Motivada • Casa de 2 pisos
• Buena red de apoyo • Uso de transporte publico
Con esta información podemos plantear un pronóstico. Por ejemplo: “presenta un pronóstico favorable a mediano
plazo para lograr marcha con 1 bastón en ambiente extradomiciliario debido a que actualmente ya logra marcha con bastón
en ambiente intradomiciliario, tiene buena red de apoyo y disposición a la terapia y su patología no es progresiva. Este será
positivo siempre y cuando se mantenga un control de las comorbilidades para evitar cualquier empeoramiento de salud y
también generar adaptaciones en el hogar para que pueda desenvolverse adecuadamente y sin barreras arquitectónicas”.
Accidente
Cerebrovascular:
una alarma que
hay que detener a
tiempo