MOTIVACION
MOTIVACION
CARRERA PSICOLOGÍA
CATEDRA:
“PSICOLOGÍA GENERAL I”
Tema:
LA MOTIVACIÓN EN EL APRENDIZAJE.
Docente:
Psicología xxXXXXX
INDICE
INTRODUCCIÓN..................................................................................................1
DESARROLLO.....................................................................................................2
CONCLUSIONES.................................................................................................6
BIBLIOGRAFIA....................................................................................................7
INTRODUCCIÓN
1
DESARROLLO
El ser humano desde hace unos siglos atrás entendió que la motivación se compone
en el real motor del aprendizaje; es eso que hace dar mucho más a una persona, es
esa chispa que aprueba el encenderlo e incentivarlo el mismo desarrollo del proceso
del aprendizaje. Según Woolfolk “la motivación se define usualmente como algo que
energiza y dirige la conducta”(P. González & Villarrubia, 2011). De esta manera,
entra a formar parte activa del accionar del estudiante, no solo en su parte
académica, sino más bien en su vida diaria. El papel de la Psicología ha tenido un
rol fundamental en el desarrollo de esta, interfieren en la composición de diversas
tesis sobre la psicología afectiva, desde las bases iniciales del estudio de la
psicología, gracias a los primeros estudios de la conducta y el inconsciente. Antes
de entrar al papel que tiene la psicología afectiva en el desarrollo del aprendizaje
vamos a repasar conceptos. Como el de Afectividad, que según Arauz ‘’es la
respuesta emocional y sentimental de una persona otra persona, a un estímulo o a
una situación’’(Ospina Rodríguez, 2006). Para el psicólogo clínico es muy importante
saber diferenciar:
2
sustentada de la mente y la hipotesis de la afectividad humana, también plantea que
la psicología afectiva es relevante y pertinente.
Como dice Garcés: ‘’La afectividad es el motor de la existencia humana, esta tesis
se sostendrá a partir de dos argumentos. El primero radica en el sustento que
subyace los fundamentos evolutivos de la afectividad y el segundo se basa en lo que
ha sido el desarrollo conceptual de la afectividad, es decir, profundiza en las raices
epistemologicas, a coger el hatillo de las multiples atmosferas relaciondas con los
orígenes del bienestar del ser humano.
Gracias a los primeros estudios sobre la afectividad que se reportan desde 1970
pero es en 1982 cuando Krashen ‘’apunta a la afectividad como clave del éxito para
el aprendizaje de una lengua y establece tres variables para fundamentar su idea: la
actitud, la motivación y la personalidad’’(Víctor Zabala A., 2017). Según este gran
psicolingüista, decía que vive un tamiz entre nuestro aforo para alcanzar nuevos
conocimientos, lo que quiere decir que estos dos están muy relacionados uno del
otro, lo que favorece del análisis psicoanalítico. Lo que Krashen, mencionaba era un
filtro afectivo, ósea un conjunto de situaciones como el miedo, estrés, la falta de
interés, desmotivación, angustia, entre otros. Que domo menciona Zabala
‘’funcionan como un muro que bloquea la adquisición de los códigos
lingüísticos’’(Víctor Zabala A., 2017).
Por esta sencilla razón para el psicólogo debe de ser fundamental la actitud positiva
del aprendiente ya que le permite un mayor ingreso de información y una apertura
mental mucho más favorable que le permite procesar los datos de forma más
extensa. Podemos destacar entonces que según lo estudiado para que cualquier
estudiante tenga una mejor aceptación del aprendizaje, será indispensable tener
muy presenta como esta su autoestima, como tiene su confianza, la empatía que
presenta hacia las demás personas y su disposición positiva, que tenga para
aprender.
3
estudiante en sí, cuyos fundamentales compendios poseen que ser la empatía, el
débito en asistencia con remanentes almas y la autorrealización en sentencia breve
de aprendizaje, que proporcionara el progreso cognitivo y conductual de los
estudiantes.
4
individualista, sino más bien Grupal, en donde entre la familia del menor. La familia
compone el medio natural en el que el niño encara su coexistencia y lo educa a
través de los estímulos y de las experiencias que recibe, las cuales le establecen
intensamente a lo largo de toda su existencia; la permanencia y su ritmo en su
correspondencia materna-paterna, así como con el resto de los miembros de la
familia, definen el clima afectivo, en el que transcurre la primera etapa de su vida.
Hoy varios padres, queriendo acomodar a las situaciones de las épocas y con el
rodeo de no estorbar y frustrar a sus hijos, caen en el error de decir Sí a todo lo que
los niños piden. Como menciono García: ‘’Esta postura no deja de ser utópica y, por
qué no decirlo, cómoda y con frecuencia sinónimo de egoísta por parte de los
padres; estos padres son los típicos paternalistas o permisivos, que no se implican
en nada, de las conductas de sus hijos, que les suponga algún tipo de esfuerzo.’’(E.
González, n.d.)
En los Adolescentes:
Dentro del desarrollo afectivo del adolescente, arrebataremos como rasgos
primordiales y esenciales de comprensión para el objetivo del presente trabajo dos
temas. Esta demás hay que recalcar que la adolescencia es una situación en donde
nos caracterizamos por la búsqueda y obtención de la conciencia más personal.
Esta identificación es de netamente de naturaleza psicosocial y domina
imprescindibles situaciones de una naturaleza cognitiva. El adolescente se califica a
sí igual de la propia forma de cómo es visto por los otros, y se confronta con ellos.
Según García: ‘’Estos juicios pueden ser conscientes o inconscientes, con
inevitables connotaciones afectivas, que dan lugar a una conciencia de identidad
exaltada o dolorosa, pero nunca afectivamente neutra.’’(E. González, n.d.) El
autoconcepto es el elemento central de la identidad personal, pero integra en sí
mismo elementos corporales, psíquicos, sociales y morales.
Los cambios fisiológicos exigen a examinar y reparar la imagen del propio cuerpo.
La angustia por el oportuno físico pasa a primer plano. ``El adolescente tiene una
enorme necesidad de reconocimiento por parte de los otros, necesita ver reconocida
y aceptada su identidad por las personas (adultos, compañeros) que son
significativas para él. Es este reconocimiento y aceptación lo que asegura un
concepto positivo de sí mismo.’’ (Víctor Zabala A., 2017). Los sentimientos fluyen en
el adolescente con una pujanza y una inestabilidad asombrosas. La adolescencia es
la edad de los grandiosos esfuerzos y de los grandiosos desánimos, de los grandes
ideales y de las grandes desconfianzas. Una etapa en la que brota posiblemente un
retrato adecuada rígido y discordante, con habituales vacilaciones y sueltas y
difíciles cruzadas interiores.
A esa edad hay algunas vicisitudes que establecer adentro de uno mismo. Los
sentimientos fluyen en el adolescente con una pujanza y una inestabilidad
asombrosas. La adolescencia es la edad de los grandiosos esfuerzos y de los
grandiosos desánimos, de los grandes ideales y de las grandes desconfianzas. Hay
5
quizá muchos proyectos, desilusiones e inseguridades. Y no hay siempre una lógica
y un orden claros en lo que piensa el estudiante. El psicólogo clínico, tiene que tener
muy encuentra que para el niño y el joven se le mezclan muchos sentimientos que
pugnan por salir a la superficie. Las influencias de estas personas en la vida del
menor son esenciales para que el sujeto alcance una estabilidad conductual y un
nivel de madurez adecuado que le permita ser autónomo y responsable.
CONCLUSIONES
Logramos concluir que, para el psicólogo clínico, no solo basta en centrar su análisis
individualista, sino más bien grupal, en donde entre la familia del menor. La familia
compone el medio natural en el que el niño entabla su vida e instruye su educación
básica a través de los estímulos y de las vivencias que recibe, las cuales le
condicionan profundamente a lo largo de toda su existencia; la estabilidad y
equilibrio en su relación materna-paterna, así como con el resto de los miembros
familiares, definen el clima afectivo, en el que transcurre la primera etapa de su vida.
6
BIBLIOGRAFIA
González, E. (n.d.). EDUCAR EN LA AFECTIVIDAD.
González, P., & Villarrubia, M. (2011). La importancia de la variable afectiva en el
aprendizaje de L2. Actas de Las IV Jornadas Didácticas Del Instituto Cervantes
de Mánchester (2011), 37–43.
https://cvc.cervantes.es/ensenanza/biblioteca_ele/publicaciones_centros/PDF/m
anchester_2011/06_gonzalez_villarrubia.pdf
Ospina Rodríguez, J. (2006). La motivación, motor del aprendizaje. Rev. Cienc.
Salud (Bogotá), 4(2), 158–160.
https://revistas.urosario.edu.co/index.php/revsalud/article/view/548/472
Ruiz. (2018). Desarrollo Afectivo-Emocional.
http://psicologiauce.blogspot.com/2010/09/desarrollo-afectivo-emocional.html
Víctor Zabala A. (2017). Motivación del Aprendizaje.
https://cvc.cervantes.es/ensenanza/biblioteca_ele/publicaciones_centros/PDF/m
anchester_2011/06_gonzalez_villarrubia.pdf