La Música Sacra Contemporanea

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 3

¿Hoy día se puede hablar de música sacra?

¿Con qué genero podríamos


identificarla?…

Identifique los géneros de la musica contemporánea. 

El concepto de música sacra en occidente tiene dos componentes principales que


determinan su ontología: el primero es que es música compuesta con fines
litúrgicos o religiosos. La música sacra se escribe con textos bíblicos, salmos,
oraciones, o composiciones con motivos espirituales.
El segundo elemento ontológico de la música sacra occidental es que responde
principalmente a las creencias de dos iglesias: La católica y la protestante.
Sabemos que existen innumerables religiones e iglesias alrededor del mundo,
pero el concepto actual de música sacra proviene de la tradición musical
eurocentrista, desde el medioevo hasta nuestros días.

Si reconocemos que el concepto de música académica es principalmente un


modelo eurocéntrico de apreciar la música, en consecuencia sólo llamaremos
música sacra a las composiciones que se enmarquen dentro de un estilo musical
académico europeo, con las características antes mencionadas. Por eso en este
trabajo no abordaremos las músicas compuestas por las demás iglesias alrededor
del mundo, no porque carezcan de valor musical y espiritual, sino para ceñirnos a
lo anteriormente expuesto.

La música académica, y por ende la música sacra, no ha desaparecido de las


plumas de los compositores. Quizás la característica más fuerte de la música
sacra actual es que abandonó el espacio eclesiástico como punto de origen, es
decir, es muy poca o nula la cantidad de música que las iglesias antes
mencionadas encargan componer. Por el contrario, los artistas compositores se
han dedicado a elaborar piezas sacras de concierto, para ser apreciadas
principalmente fuera de la iglesia.

La figura del maestro de capilla, tan recurrente en el renacimiento y barroco,


prácticamente ha desaparecido en nuestros días. El maestro de capilla era un
compositor e instrumentista que contrataban las iglesias para que estableciera una
residencia permanente en su sede, con el fin de componer música nueva
semanalmente para las santas misas, además de coordinar y dirigir los ensambles
corales e instrumentales. Quizás el maestro de capilla más famoso en la historia
de la música fue Johann Sebastian Bach.

Las composiciones desde y para la iglesia ya no son frecuentes; prácticamente


han desaparecido. En cambio encontramos una proliferación de artistas que
componen música con contenidos sacros para ser interpretadas en conciertos.

En el siglo XX y XXI hallamos autores que componen música sacra con técnicas
modernas de armonía, desde la reutilización de melodías sacras con
armonizaciones complejas, hasta las técnicas más complejas del dodecafonismo y
serialismo.
Quizás el compositor más relevante de música sacra para conciertos en el siglo
XX y XXI, fue el polaco Krzysztof Eugeniusz Penderecki (1933-2020). En su obra
podemos encontrar salmos, misas, oratorios, entre otros. Una de sus principales
características de composición es la utilización de las disonancias, especialmente
el semitono y el tritono. Además, el alejamiento de la tonalidad, convierte a la
música sacra de Penderecki en una tribuna de efectos sonoros, texturas
armónicas y vocales de mucha complejidad tanto para su interpretación como para
su escucha.

Escuchemos el “Stabat Mater” de Penderecki:

https://www.youtube.com/watch?v=zjO5Jn_N5GM

Tambien encontramos compositores modernos que escriben música sacra


evocando elementos y melodías antiguas, incorporándolos en sus armonías ricas
y densas. Un ejemplo claro es el compositor estadounidense Morten Lauridsen
(1943-), quien ofrece en sus obras una sensación de calma y tranquilidad, con
cierto toque de dulzura y, sobre todo, con momentos de extrema luminosidad.
Todo esto lo consigue a través de series armónicas sencillas llenas de primeras
inversiones (especialmente en acordes mayores), acordes de novena que aportan
un especial colorido, frases largas y delicadas, saltos de cuarta justa y acordes
desplegados en las diferentes voces. Dentro de su obra sacra, podemos destacar
el ciclo “Lux Aeterna” (1997) para Coro y orquesta de Cámara.
Escuchemos el “Ave Dulcissima Maria” de Lauridsen, que según mi parecer, es
una de las piezas sacras más hermosas del siglo XXI. Está compuesta para coro
masculino, evocando las melodías medievales y renacentistas. Inclusive, es
recurrente el uso de miembros melódicos del “Ave Dulcissima Maria” del
compositor renacentista Gesualdo.
https://www.youtube.com/watch?v=92DW6YKGbJs

Un ejemplo de oratorios contemporáneos lo encontramos en la “Pasión según san


Marcos”, del compositor argentino Oswaldo Golijov (1960-). En esta obra para
coro, solistas y orquesta afrocaribeña, encontramos muchos pasajes bíblicos en el
género Salsa, Samba, Gregoriano, Tango, entre otros.
Escuchemos el número “¿Por qué?” de este oratorio, en género salsa para coro,
orquesta afrocaribeña y solista mezzosoprano. La voz de Jesus está representada
por la solista, y el pueblo que increpa a Jesús está representado por el coro, quien
le recrimina por haber aceptado un vaso de alabastro de perfume de gran precio,
que una mujer derramó sobre él en señal de devoción. El pueblo furioso reclama
que ese perfume se pudo vender y dar el dinero a los pobres.
https://www.youtube.com/watch?v=6zZYRBYaCfI

También podría gustarte