Sermones de Romanos y Galatas

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Sermones de Romanos y Gálatas

El Significado de la Justificación
Nº 1
SERMON BASADO EN LA CARTA DE PAABLO A LOS ROMANOS

“siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención


que es en Cristo Jesús” Romanos 3:24

Pablo a los romanos habla de un hecho que todos compartimos. Él habla de la


naturaleza humana caída, y el primer capítulo del libro de Romanos lo describe, y él
lo hace en un lenguaje que usted no se atrevería a leer en público. Nunca he oído el
primer capítulo de romanos en una asamblea pública, y sin embargo, al leerlo, uste
d va a pensar que Pablo ha visitado nuestra nación, nuestro país y se describe la vid
a depravada y moderna de nuestra sociedad. Vemos a diario cosas macabras, crímene
s horripilantes, iniquidad, la transgresión, “no hay verdad, ni misericordia, ni conocim
iento de Dios en la tierra. Perjurar, mentir, matar, hurtar y adulterar prevalecen, y h
omicidio tras homicidio se suceden. Por lo cual se enlutará la tierra. (Oseas 4:1-3.)
Todas estas barbaridades y depravación inconcebibles e inimaginables, son el caso
de nuestro mundo, de nuestra nación, de nuestra sociedad, de nuestras colonias, de
nuestros jóvenes y este también es el comienzo del libro de romanos. Vivimos en una
cultura de muerte, padres que les quitan la vida a sus hijos recién nacidos, padres que
violan a sus hijas, cuerpos descuartizados, naciones que avalan el aborto.
Vamos de mal en peor, estas cosas demuestran la depravación total del hombre.
Por esto “Oíd palabra de Jehová, porque Jehová contiende con los moradores de la tierra”.
Oseas: 4:1. Jehová esta indagando con tanta atrocidad. Por esto “la ira de Dios se revela
desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la
verdad” Romanos 1:18. Ya lo dice Salmos 7:11-13 también: “Y Dios está airado contra el
impío todos los días. Si no se arrepiente, él afilará su espada; armado tiene ya su arco, y lo
ha preparado… ha preparado armas de muerte, y ha labrado saetas ardientes.”

“Dios no es en conjunto como uno de ellos, para ellos su condenación no se


duerme; el abismo está preparado, el fuego ya está listo, el horno está caliente,
listo para recibirlos; las llamas se inflaman y arden. La espada resplandeciente
está afilada y se sostiene sobre ellos, y el abismo ha abierto su boca bajo ellos.”
Jonathan Edwards

Esto es lo que le espera a un pecador que no quiere nada con Dios, pero para los que
han sido quebrantados hay esperanza, esperanza bienaventurada para los que quieren ser
librados, para los que claman por su desdicha hay salvación en Jesús: “Luego que
clamaron a Jehová en su angustia, los libró de sus aflicciones; Los sacó de las tinieblas y
de la sombra de muerte, y rompió sus prisiones.” Sal 107:14
Si estas angustiado por tu pecado, oro a Dios para que este mensaje sea instrumento
de liberación en las manos del espíritu santo. Hay salvación para los que esperan en él,
hay esperanza para los quebrantos de corazón, para los que quieren la paz para con Dios,
paz interior. Hay perdón, hay un agua que puede calmar la sed del pecador, “el que
bebiere del agua que Cristo da, no tendrá sed jamás; sino que el agua que Cristo da será en
él una fuente de agua que salte para vida eterna. Juan 4:14.
Tiene «una sed que ningún arroyo terrenal puede satisfacer, un hambre que ha
de alimentarse con Cristo o morir». Bienaventurados los que tienen hambre y sed
de justicia, porque ellos serán saciados. Mateo 5:6.
Hay una justicia que calma la sed. Y es una justicia divina. Es una justicia que solo
en Cristo podemos obtener. Entonces hablemos de esa justicia. Es una justicia que nos
permite tener una relación correcta con Dios. ¿Cómo obtener esa justicia? Gratuitamente.
Hablemos un poco de esa justicia que tanto anhelamos y necesitamos.

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Sermones de Romanos y Gálatas
I. La primera parte de nuestro texto dice: siendo justificados gratuitamente por su
gracia.
La palabra justificados se deriva de la palabra justificar. La justificación es una
declaración forense, es decir es una declaración legal, que compete solo a la autoridad
correspondiente. Solo un juez puede justificar. Todos necesitamos ser justificados “por
cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” Rom 3:23
Al empezar demostramos que el hombre es pecador, y el pecado lleva consigo un
gran problema, la paga del pecado es muerte, pero la muerte en si no es el problema, sino
morir sin esperanza y sin Dios. El problema del pecado es la condenación. El hombre es
culpable el hombre debe morir, el hombre ha pecado y tiene una deuda que saldar con la
justicia de Dios, el hombre tiene que rendir cuentas a Dios “de la manera que está
establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio. Heb
9:27
Y es aquí donde está el gran dilema: ¿Cómo, pues, se justificará el hombre para con
Dios? ¿Y cómo será limpio el que nace de mujer? Job 25:4. Si por un lado el hombre es un
pecador, está condenado, debe pagar con su vida en el infierno por la eternidad, y por el
otro lado esta Dios, esta su ira, su santidad. Jehová,… de ningún modo tendrá por inocente
al culpable. Núm 14:18. ¡Su justicia debe ser satisfecha!, Entonces ¿Cómo puedo
justificarme ante Dios? ¡Ningún hombre puede justificarse ante Dios! “Si yo me justificare,
me condenaría mi boca; si me dijere perfecto, esto me haría inicuo.” Job 9:20.
Ahora, la justificación no es algo que sucede dentro de la persona, no tiene que ver con
el interior de la persona, ni con su corazón. La justificación “no es una obra interna”; la
regeneración “si es interna”. Pero la justificación es un acto soberano que se lleva acabo
en el tribunal del cielo. Sucede fuera de la persona. Es una declaración por medio de la
cual Dios ¡Declara justo al pecador! Para comprender mejor esta verdad, veamos lo que
sucede con la justicia en nuestro mundo, en nuestros tribunales civiles.
La sociedad vive indignada por tanta corrupción, por tantos jueces que se venden a la
corrupción. Asesinos, violadores, estafadores y narcos que son liberados por jueces que
dan por inocente al culpable. Pero que piensa Dios de estas injusticias, que piensa el Juez
justo de toda la tierra: “El que justifica al impío, y el que condena al justo, Ambos son
igualmente abominación a Jehová”. Pro 17:15. Él tiene por abominación a los que hacen
tales cosas, a los que declaran inocente al culpable, también a los que declaran culpable
al inocente.
Ahora ¿Qué pensaría usted de un juez que ha liberado a un sicario? ¿Qué pensaría de
un juez que declara inocente a un asesino? ¿Que pensaría usted de un juez que ha
liberado al culpable? ¿Qué pensaría usted de un juez que declara inocente al asesino de
un familiar suyo? ¡Yo sé lo que pensaríamos de ese juez! Pensaríamos que ese juez es más
corrupto que las personas que ha liberado. Y sabemos que esto sucede en nuestra
sociedad. En las noticias, en los periódicos oímos constantemente que jueces corruptos
liberan a culpables. ¡Que indignada se siente nuestra sociedad!. Esas son las injusticias
de nuestro mundo. En un mundo donde la justicia tiene color verde, jueces que se
venden, y declaran inocente al culpable pero hay de ellos porque “El que justifica al impío,
y el que condena al justo, ambos son igualmente abominación a Jehová”. Pro 17:15.
¿Entonces cómo puede un Dios santo declararnos inocentes? ¿Cómo puede Dios ser
justo y a la vez declarar inocentes a los culpables?. Si Dios es justo, él debe condenarnos,
en su justicia y soberanía él puede condenar, así como condeno a satanás y sus
demonios, pero Dios es rico en misericordia. Efesios 2:4. Y aquí esta una verdad solemne
que debe provocar temor en nosotros:
“Si Dios es bueno él debe condenarnos” y según el estándar de Dios todos somos
pecadores: Romano 3:23. Pero hoy en día la gente no entiende esto, “porque tienen el
entendimiento entenebrecido, por la vanidad de su mente. Efesios4:18”. La gente dice;
¡Dios es bueno! ¡Y así es! pero lo que no entienden es que si Dios es bueno, él no puede
tolerar el pecado, si Dios es bueno él debe abominar la maldad. Pero vamos a oír a tantas
persona que para justificar su maldad y seguir en el pecado dicen Dios es bueno, él no va
a condenar a nadie, pero si Dios es bueno él debe condenar a pecadores. Y ellos piensan
que la bondad de Dios los librará en aquel día después de su muerte. ¡Ellos piensan que
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Sermones de Romanos y Gálatas
la bondad los librará! Pero será realmente los que los va a condenar. Si Dios es bueno él
debe condenar al pecador. Él es juez bueno y justo. Veamos unos ejemplos para
comprender más esta verdad:
¿Cuántos aman a los judíos? Entonces debes aborrecer el holocausto de los judíos, es
decir lo que los nazis y Hitler hicieron a los judíos. Otro ejemplo más: ¿Amas a los niños?
La Biblia dice que de los tales es el reino de los cielos y nuevamente ¿Amas a los niños?
Entonces debes aborrecer los abortos, debes aborrecer toda cosa que se promueve a favor
del aborto.
Ahora vamos nuevamente con el carácter de Dios: “Si Dios es bueno él debe
condenarte”. Si no tienes a Jesús como salvador en aquel día de juicio ante el juez bueno,
justo declararas y rendirás cuentas por todo lo que has hecho estando en el cuerpo y te
llevaras una gran sorpresa que te llenara de espanto. Porque sabrás que Dios te
condenara porque él es Bueno. Pero ahora hay tiempo de arrepentimiento, tiempo de
esperanza en Cristo. Porque “mientras hay vida hay esperanza” pero después de la
muerte ya no hay oportunidad, porque es en vida que puedes recibir el perdón, en vida
puedes ser justificado, ser tomado como inocente a los ojos de la ley de Dios, pero si te
arrepientes y crees en “aquel que justifica al impío”.
Ahora ¿Cómo es posible para Dios perdonar al impío? La respuesta es: “Dios, puede
perdonar todo sobre la base del sacrificio de Cristo”. “El sacrificio de Cristo satisfizo la
justicia de Dios”. “La deuda esta saldada”.
Ahora veamos un caso:
En nuestros tribunales hay algo que se llama indulto ó perdón por clemencia. Cuando
un asesino es declarado culpable debe de morir (En nuestro sistema de justicia no hay
pena de muerte), pero cuándo recibe el indulto el culpable es liberado y la justicia no cae
sobre él. En este caso la justicia no es satisfecha, nadie paga por el crimen. Ahora,
veamos el otro caso tenemos la justificación: donde el juez justo de toda la tierra declara
inocente al culpable, no en base a su arrepentimiento ó sus lágrimas sino en base a la
obra de Cristo, pero en este caso la justicia divina no es burlada, “la justicia de Dios ha de
satisfacerse antes de declarar inocente al culpable”. Entonces cuando un pecador recibe
perdón de sus pecados la justicia no queda burlada como en el primer caso. Sino por el
contrario Cristo vino a morir para satisfacer la justicia de Dios.
Cristo vino a morir públicamente para que nosotros pudiéramos entender esto. Un
predicador dijo: Que Dios bien pudo sacrificar a su hijo en el cielo, secretamente, pero él lo
hizo públicamente “para manifestar su justicia. Rom 3:25” Dios en la Cruz hizo algo
públicamente, lo que está diciendo es: “la justicia de Dios fue satisfecha, que los
pecadores que vengan a él arrepentidos pueden ser justificados, declarados justos a los
ojos de la ley de Dios por los méritos de Cristo”, no los nuestros. Entonces podemos decir
con alegría como “David acerca de la bienaventuranza del hombre a quien Dios atribuye
justicia sin obras, diciendo: Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas, Y
cuyos pecados son cubiertos”. Romanos 4:6-7.
De esta manera Dios se mantiene su justo; su justicia y santidad quedan intachables.
Así que nadie puede ganarse la salvación, a este juez nadie lo puede sobornar. Nadie
puede por obras ganarse la salvación, nuestro texto dice: “siendo justificados
gratuitamente por su gracia”. La salvación es un regaló, es inmerecida, es por gracia. Es
gratis: “A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad
y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche. Isaías 51:1

II. La segunda parte de nuestro texto dice: mediante la redención que es en Cristo
Jesús” Romanos 3:24
El texto lleva la palabra Redención en Cristo Jesús. Es de vital importancia comprender
lo que esto significa. Al principio redención significaba la recompensa de un esclavo,
dándole libertad por medio del pago de un rescate. En la cruz, Jesús pagó el precio que
satisfizo la justicia de Dios. Su muerte nos liberó de ser esclavos del pecado, y nos compró
para ser esclavos de la justicia de Dios.

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Sermones de Romanos y Gálatas
Cuando se predica el evangelio, muchos se preguntan:"¿Por qué ser cristianos
habiendo tantas religiones? “¿Por qué no podemos simplemente vivir haciendo lo bueno y
no creer necesariamente en Jesucristo?” “¿Por qué si hay tantos hombres sobresalientes
en la historia, Jesús es el único salvador?" Jesús dijo en Juan 14:6, "Yo soy el camino, y
la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí." También, Hechos 4:12 dice: "Y en
ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en
que podamos ser salvos." Dios dice que no hay otro nombre dado a los hombres en quien
podamos ser salvos solo en Jesucristo. No hay otro aparte de Jesús que pueda Salvarnos,
y sin aceptar a Jesús como nuestro Salvador, nadie puede recibir la salvación.
¿Entonces por qué Jesús es nuestro único Salvador? Porque se encuentra dentro de
la ley espiritual. Así como hay leyes en este mundo, también hay leyes en el reino
espiritual. Cuando alguien muere en lo espiritual o es perdonado por Dios debe ser
conforme a las leyes del reino espiritual.
La razón por la cual la humanidad fue condenada a la muerte después que Adán pecó
fue porque hay una ley espiritual que dice que "la paga del pecado es muerte." Cuando
Adán pecó, paso a ser esclavo del diablo porque dentro de las leyes del reino espiritual se
encuentra una ley que dice que: “uno es esclavo de quien obedece”. De la misma manera,
si alguien es libre del castigo de la muerte o recibe la salvación, esto debe ser según la ley
del reino espiritual.

¿Qué Es La Ley de Redención de La Tierra? ¿Entonces, cómo puede la humanidad, que es


pecadora, ser perdonada y recibir la salvación? Podemos encontrar la respuesta en la
Biblia que habla acerca de una ley llamada: "Ley de redención de La Tierra". Levítico
25:23-25 dice lo siguiente: "La tierra no se venderá a perpetuidad, porque la tierra mía es;
pues vosotros forasteros y extranjeros sois para conmigo. Por tanto, en toda la tierra de
vuestra posesión otorgaréis rescate a la tierra. Cuando tu hermano empobreciere, y vendiere
algo de su posesión, entonces su pariente más cercano vendrá y rescatará lo que su
hermano hubiere vendido."
Esta es una ley con respecto a la compra y venta de tierras en Israel. Se aplica no
solamente a la tierra en sí, sino que también a los hombres porque fueron hechos del
polvo de la tierra. Dios dividió la tierra de Canaán según tribus y familias. Originalmente,
la tierra pertenecía a Dios, por lo tanto las personas no podían vender la porción de tierra
que se les había dado. Si en dado caso tenían que vender la tierra por necesidad o
pobreza, sólo un pariente cercano podía comprarla y redimirla (o sea salvarla).
En este mundo cuando se vende un terreno, todos los derechos sobre el terreno le
corresponden al nuevo dueño. Si el nuevo dueño le vende de regreso el terreno a su dueño
anterior es muy decisión suya. Pero si el dueño anterior quiere comprar el terreno y el
nuevo dueño no quiere vendérselo, no hay más nada que hacer. Si el no quiere venderlo,
no lo vende, aunque el ex dueño ofrezca el doble de su valor, el nuevo dueño del terreno
tiene todo el derecho de aceptar o rechazar la oferta.
Esta ley practicada en Israel dice que aunque el comprador de la tierra no quiera
venderla, él tiene que devolver la tierra si un familiar del dueño original paga su precio.
¿Qué relación hay entre la Ley de redención de la tierra y la salvación de la
humanidad? La ley de la redención de la tierra representa de manera simbólica la forma
en que la humanidad puede ser salva.
Esta ley se refiere a la tierra que pertenece a Dios y también a los seres humanos que
fueron hechos del polvo de la tierra.
Génesis 3:19 dice: "Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra,
porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás." Y Génesis 3:23 dice: "Y
lo sacó Jehová del huerto del Edén, para que labrase la tierra de que fue tomado." También,
en Mateo 13 y Lucas 8, Jesús explica acerca del corazón del hombre y lo compara con el
campo, o sea la tierra.
Dios le dijo a Adán después de su desobediencia: "pues polvo eres, y al polvo
volverás." Aquí, el “polvo” simboliza al hombre porque fue formado del polvo. Por eso
cuando el hombre muere, regresa al polvo de la tierra.
La ley de la redención de la tierra dice que como todas las tierras le pertenecen a Dios, no
pueden venderse permanentemente. (Levítico 25:23-25). Significa que todos los hombres
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Sermones de Romanos y Gálatas
que fueron hechos del polvo de la tierra pertenecen a Dios y por lo tanto no pueden ser
vendidos permanentemente.
También Significa que toda autoridad y poder que Adán había recibido de Dios en el
Jardín de Edén no podía ser quitada permanentemente porque le pertenece a Dios.
Nuestro Dios justo envió un redentor perfecto y conforme a la Ley de redención de La
Tierra la autoridad de Adán fue entregada al enemigo Satanás y el diablo pero había
alguien apropiado para recuperar la autoridad que Adán había perdido. Dios que es justo
preparó un redentor perfecto que era conforme a lo establecido en la ley redención de la
tierra. Ese redentor es el Salvador de la humanidad.
Así como todo contrato tiene sus regulaciones, así también en el reino espiritual hay
normas dentro de las cuales una de ellas dice que el redentor debe cumplir los requisitos
para poder recuperar la autoridad que perdió Adán y fue entregada al diablo según la ley
de redención de la tierra.
Como toda la humanidad es pecadora a causa de la desobediencia de Adán, se necesita
un redentor que cumpla con los requisitos necesario para poder ser limpio de todo
pecado. ¿Pero cuáles son los requisitos para ser el redentor? ¿Por qué la Biblia dice que
sólo Jesucristo califica?

Primero, El Redentor Debe Ser Un Hombre. En Levítico 25:25, dice, "Cuando tu hermano
empobreciere, y vendiere algo de su posesión, entonces su pariente más próximo vendrá y
rescatará lo que su hermano hubiere vendido." La ley de redención de la tierra dice que si
un hombre se empobrece y vende su terreno, un pariente cercano puede recuperar el
terreno comprándolo de nuevo. 1 Corintios 15:21-22 dice, "Porque por cuanto la muerte
entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. Porque así
como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados." El primer requisito
para ser Redentor y poder recuperar la autoridad que Adán perdió es ser hombre.
El libro de Apocalipsis nos habla más en detalle acerca de esto en el capítulo 5:1-5:
"Y vi en la mano derecha del que estaba sentado en el trono un libro escrito por dentro y por
fuera, sellado con siete sellos. Y vi a un ángel fuerte que pregonaba a gran voz: ¿Quién es
digno de abrir el libro y desatar sus sellos? Y ninguno, ni en el cielo ni en la tierra ni debajo
de la tierra, podía abrir el libro, ni aun mirarlo. Y lloraba yo mucho, porque no se había
hallado a ninguno digno de abrir el libro, ni de leerlo, ni de mirarlo. Y uno de los ancianos
me dijo: No llores. He aquí que el León de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido para
abrir el libro y desatar sus siete sellos."
“El apóstol Juan no pudo encontrar alguien digno de desatar los sellos y abrir el
libro. No encontró ninguno en el cielo, en la tierra, ni debajo de la tierra. Esto ya que en el
cielo los ángeles no son seres humanos, en la tierra todos los hombres son pecadores a
causa de ser descendientes de Adán, y debajo de la tierra tampoco encontró ninguno
porque solo hay espíritus malignos que pertenecen al diablo y almas de fallecidos con
destino al infierno.
En ese momento, uno de los ancianos le dijo a Juan, "No llores. He aquí que el León
de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete
sellos." Aquí, "la raíz de David" se refiere a Jesús que nació descendiente del Rey David de
la tribu de Juda. Hechos 13:22-23 también habla acerca de esto, "Quitado éste, les levantó
por rey a David, de quien dio también testimonio diciendo: He hallado a David hijo de Isaí,
varón conforme a mi corazón, quien hará todo lo que yo quiero. De la descendencia de éste,
y conforme a la promesa, Dios levantó a Jesús por Salvador a Israel." Por eso, Jesús
califica con la primera condición de la ley de redención de la tierra.
Algunos pueden decir: “pero Dios es uno solo y Jesús ciertamente es Dios porque es
Hijo de Dios. Entonces no es posible que Jesús pueda ser hombre." Recuerde que en Juan
1:1 dice: "y el verbo era Dios," y Juan 1:14 dice: "Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó
entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de
verdad."
Dios fue la Palabra que se hizo carne y vivió aquí en la tierra entre nosotros. Jesús
provenía de Dios y se hizo carne o sea hombre. Él era la Palabra y también el Hijo de Dios.
Él tenía naturaleza humana y también divina. Sin embargo, Él nació y creció de igual
manera que los seres humanos. Incluso la historia de la humanidad se divide en dos

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Sermones de Romanos y Gálatas
partes: el nacimiento de Jesús, A.C. antes de Cristo, y D.C. después de Cristo. Esto
testifica acerca de que Jesús ciertamente se hizo carne y vino a esta tierra hecho hombre.
El nacimiento de Jesús, su crecimiento, y crucifixión también forman parte de este hecho.
Por lo tanto, Jesús si fue hombre y calificó para ser nuestro Redentor.
Segundo, No debe ser descendiente de Adán. Un deudor no puede pagar la deuda de otro
deudor. Alguien que no tiene deudas si puede tener la capacidad de pagar la deuda de
otro. Así mismo, el redentor de la humanidad debe ser libre de culpa y de pecado para
poder salvar la humanidad de la muerte y el pecado. Como todas las personas son
descendientes de Adán, entonces todos son pecadores. Esto ya que Adán es el ancestro de
toda la humanidad y heredó a todos sus descendientes su naturaleza pecaminosa.
Ninguno de sus descendientes califica para ser el redentor de la humanidad porque
todos son pecadores. Ni siquiera lo más grandes hombres de la historia pueden pagar por
los pecados de los demás.
¿Jesús cumple Con este Requisito? Mateo 1:18-21 describe el nacimiento de Jesús. Él fue
concebido por el Espíritu Santo y no fue producto de la unión de un hombre y una mujer.
En estos versículos dice, "El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su
madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo.
Mat. 1:19 José su marido, como era justo, y no quería infamarla, quiso dejarla
secretamente. Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le
dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es
engendrado, del Espíritu Santo es. Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS,
porque él salvará a su pueblo de sus pecados. "
Jesús era descendiente de David según su genealogía (Mateo 1; Lucas 3:23-37). Sin
embargo, Él fue concebido por el Espíritu Santo en el vientre de María antes de que se
casara con José. Por esta razón, Su naturaleza no era pecadora. Todos nacemos con el
pecado original porque este se hereda de padre a hijo y como todos somos descendientes
de Adán, entonces todos nacemos con la naturaleza pecaminosa. La naturaleza
pecaminosa ha sido heredada a todos los seres humanos y hasta estos tiempos. A esta
naturaleza pecaminosa también se le llama "pecado original." Por esta razón, todos los
descendientes de Adán son pecadores y no pueden redimir la humanidad.
Por eso Dios Padre planeó desde un principio la venida de Su Hijo Jesús que sería
concebido por el Espíritu Santo en el útero de la Virgen María. De esta manera vino Jesús
a este mundo hecho carne y no fue descendiente de Adán. Y no tienen ningún pecado, ni
ha peco jamás; entonces Jesús es cordero santo inmaculado, es el sacrificio perfecto por
nuestros pecados, es por eso que solo él puede salvarnos. Dios recibe este sacrificio del
santo. Juan dijo de él “He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.” Juan
1:29

Alabanzas a nuestro salvador y Señor. GRACIAS A ÉL “Dios puede justificarnos


gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús” Romanos 3:24
¡Amen!

Bibliografía del sermón:

 Comentario del libro de romanos. Willian MacDonald.


 La doctrina Bíblica sobre la cruz de Cristo. Horacio Alonzo.
 La Cruz de Cristo. Jhon Stott
 Comentario de Romanos. Martin Lutero.
 Justificación y regeneración. Charles Leiter
 Romanos el evangelio de Dios, Comentario de Romanos. Charles Stanley.
 El Mensaje de la Cruz. Jaerock Lee
 La satisfacción y la justificación obtenidas por cristo. Dr. R. L. Hymers, Jr.
 La Justificación por Gracia. Charles Spurgeon
 Los Dos Problemas del Hombre: La Condenación y el Poder del Pecado. Paul Washer.
 Libro de texto Romanos y Gálatas Serie fe y acción

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Sermones de Romanos y Gálatas

Los Propósitos de la Ley


Nº 2
Sermón Basado en La Carta de Pablo a Los Gálatas

“¿para qué sirve la ley?”


Gálatas 3:19

Si la ley no salva ¿Para qué sirve ley? Esta es la pregunta que hace Pablo en el
Capítulo tres versículo 19 de Gálatas. ¿Para qué sirve la ley?
Ahora vamos a responder a esta pregunta en esta hora. Si un hombre es salvo por
gracia y no por las obras de la ley; si el camino de la salvación por gracia fue dada antes
de la ley; si somos justificados por la fe y no por la ley, entonces ¿por qué la ley? ¿Para
qué sirve la ley? En primer lugar hablaremos que la ley señala nuestra pecaminosidad.
Para que el hombre conozca su depravación, su suciedad su pecado, y como queda ante la
ley santa de Dios. La ley de Dios le quita su máscara y le muestra quien verdaderamente
el es.
El segundo lugar la ley tiene la función de condenar al pecador, mostrarle que ha
transgredido la ley y debe de pagar. En tercer lugar la ley fue dada para tapar las bocas de
las personas que quieren justificarse y se creen buenas personas. Es Para eliminar toda
justicia propia en los no regenerados. Examínate a ti mismo. Bueno, mírate. ¿Amas a Dios
con todo tu corazón, con toda tu mente, y con toda tu alma? ¿Usted? ¿Amas a tu prójimo
como a ti mismo? ¿Usted? ¿Hay alguien aquí que nunca en el secreto de su corazón,
nunca ha transgredido los mandamientos del Señor Dios? Oh! Cuando empiezas a poner
su vida por el lado de los puros y rectos, mandamientos, santos de Dios, ¡cómo
transgredimos! ¡Cómo pecamos! Usted puede ser un buen hombre. En comparación con
otros hombres y otras mujeres, es posible que sea un hombre excelente. ¡Pero, en
comparación con la ley de Dios, eres un pecador! Ese es el propósito de la ley. Fue
añadida a causa de la transgresión. Y en último lugar la ley fue dada para llevarnos al
salvador. Hablemos un poco más de cada una de estas cuatro funciones o propósitos de la
ley y como ella actúa con su poder perfecto que convierte el alma.

I. Entonces tenemos aquí el primer propósito de la ley de Dios es señalar nuestra


pecaminosidad.

“Entonces, ¿para qué sirve la ley? Fue añadida a causa de las transgresiones, hasta
que viniese la simiente a quien fue hecha la promesa; y fue ordenada por medio de
ángeles en mano de un mediador.” Gálatas 3:19

Fue añadida para señalar nuestra pecaminosidad, que nuestros pecados pudieran ser
sobremanera pecaminosos. Bueno, ahora otra pregunta muy importante ¿por qué Dios
quiere hacer eso? Para eso existe una sencilla razón: para llevarnos a Jesús, para que nos
llevara al médico. Para señalarnos la medicina. Ahora una manera sencilla de ilustrar esta
verdad es hablando un poco acerca de nuestra propia vida, el principio es este: si usted
nunca reconoce la necesidad de un Salvador, usted nunca lo buscara, usted nunca tendrá
ningún sentimiento de necesidad de él. En primer lugar debe haber un reconocimiento de
que, "necesito a Dios; soy un hombre perdido. Soy un pecador perdido. Estoy deshecho.
¡Debo tener a alguien que me salve! "Pero si nunca se da cuenta que usted necesita ser
salvado. Nunca buscará a Dios, nunca sentiría ninguna necesidad de él.

Y es aquí donde tenemos el gran problema los hombres que proclámanos las buenas
nuevas. ¿Qué método debo usar al evangelizar? La experiencia universal nos dice que las
mayorías de hombres se creen buenos y justos antes Dios. Siempre que se les comparte el
evangelio. La mayoría de “nuevos convertidos” solo están en la iglesia uno o dos meses
luego la abandonan. ¿Por qué? ¿Por qué será que muchos nuevos convertidos no
perseveran en el evangelio?
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Sermones de Romanos y Gálatas
La respuesta es el tipo de evangelio que tenemos, los nuevos métodos que tenemos
producen solo personas que toman una decisión “aceptan a Cristo” pero luego se alejan de
la iglesia. Estas personas nunca dieron frutos. ¿Porque? Porque a estas personas no se les
predico el evangelio verdadero, sino un evangelio leudado. Por lo tanto los nuevos
convertidos no dieron testimonio de su fe ni frutos y mucho menos se mostraron
agradecidos. Nuevamente ¿Por qué? Porque no se les predico un evangelio centrado en
Dios, sino que recibieron un evangelio centrado en el hombre y sus necesidades. Se les
predico un evangelio de prosperidad material. Un evangelio que prometía felicidad, y
éxitos a raudales.

Cuando una persona desea seguir a Cristo debe hacerlo por los motivos correctos.
Repito si una persona quiere seguir a Cristo debe hacerlo por los motivos correctos. Y el
principal motivo para que un pecador venga a Cristo arrepentido es que necesita un
salvador que lo libre de la condenación en la que ha caído por causas de su pecado.

Pero el evangelio que tenemos hoy dice: “Cristo te ama” ¿Quién no sabe que Dios le
ama? De que le sirve al pecador saber que Dios le ama. Y este es el problema más grande
del evangelio hoy en día. El evangelismo dice: “Tienes problemas, ven a Cristo él lo va a
solucionar” Entonces si la persona recibe el mensaje, lo está haciendo por los motivos
equivocados. El motivo correcto sería “Debes venir a Cristo para huir de la ira venidera”
El pecador debe saber que debe ir a Cristo por los motivos correctos. Si una persona
busca a Cristo porque él va a resolver sus problemas, cuando esta persona vea que solo
tiene problemas y problemas estará resentida con el evangelio porque se le prometió paz y
felicidad duradera, también éxitos y que no habrían problemas. ¡Entonces se van de la
iglesia porque se da cuenta que todo lo que se le prometió es una mentira!

No olvidemos que Jesús dijo: “En el mundo tendréis aflicción pero confiad yo he vencido
al mundo”

La tragedia del evangelismo moderno es que alrededor del principio del siglo veinte cuando abandonó a la
ley en su capacidad de convertir al alma, para traer a los pecadores a Cristo, el evangelismo moderno tuvo
que, por ende, encontrar otra razón para que los pecadores respondieran al evangelio. Y el tema que el
evangelismo moderno escogió para atraer a los pecadores fue el de: “el mejoramiento de la vida”. El
evangelio se degeneró en “Jesucristo te dará paz, alegría, amor, realización y felicidad duradera.” Ray
Confort

Recuerdo que un predicador dijo a un pecador: !Oye! si no quieres recibir a Cristo está
bien. Dios es tan caballeroso que respeta tu decisión!”. Esto no es el evangelio es una
desgracia: “Quien es el hombre para que no se someta a Dios y siga faltándole el respeto
con su pecado.

Pero el predicado dijo: “Dios es tan caballeroso que respeta tu decisión” Estos son los
que desean agradar a los hombres y no a Dios. Pero Pedro y los apóstoles dijeron: “Es
necesario obedecer a Dios antes que a los hombres” Hechos5:29. Porque aunque un
pecador no desee a Cristo como señor de su vida; sepan pues que Cristo siempre es Rey y
Señor; y aunque el impío no desee someterse a Cristo sepan que: “Dios le ha hecho Señor
y Cristo.” Hechos 2:36

!Debemos decirle a los impíos que Ahora! “Dios manda a todos los hombres en todo lugar,
que se arrepientan” Hch 17:30

II. El segundo propósito de la ley de Dios es condenar.


“…el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito
Hijo de Dios”. Juan 3:18
Alguien dijo: que no tenemos un evangelio de condenación. ¡Que verdad! Es cierto que
no tenemos un evangelio de condenación, pero si el evangelio son buenas noticias solo lo
serán para un hombre que sienta la necesidad de ser salvado; porque está bajo juicio y
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Sermones de Romanos y Gálatas
condenación. No necesitamos condenar a las personas, porque no somos jueces; pero
tenemos que decirle que viene un día de juicio, donde estaran todos, grandes y pequeños
para recibir la sentencia. Repito no tenemos un evangelio de condenación, pero la gente
debe saber que sin Cristo estan condenados. Que deben creer en él. “El que en él cree, no
es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre
del unigénito Hijo de Dios.” Juan 3:18
Muy claro lo dice el texto, las personas ya están condenadas. Y para eso sirve la ley
para mostrarle al hombre cuan pecador es ante los ojos de la ley de Dios. Que no ha
pecado contra el alcalde de un pueblo chiquito, sino que ha quebrantado la ley del
todopoderoso creador del universo.
El impío debe saber de la ley, ya que ella explica lo que Dios considera bueno y malo.
El hombre impío es culpable, como lo éramos en otro tiempo cuando no teníamos la fe en
Jesús. Dios es juez justo y debe castigar el pecado.
Los hombres deben de saber que están condenados por la ley de Dios.
Pero el hombre impío hoy en día no piensa que será juzgado y condenado. Piensa que se
las puede todas y que de alguna manera en el día del juicio podrá salir libre de la justicia
divina; y dice en su corazón: “Dios es amor, no condena a nadie” Entonces debemos
explicar a estos hombres acerca de la justicia inquebrantable de Dios. Piensan que Dios
es como ellos pero Dios dice: “Estas cosas hiciste, y yo he callado; pensabas que de cierto
sería yo como tú; pero te reprenderé, y las pondré delante de tus ojos.” Sal 50:21

A los impíos y los cristianos les encanta escuchar “Dios es bueno todo el tiempo” y como
Creyentes sabemos que esta es una verdad maravillosa que “Dios es bueno todo el
tiempo”.
Por un lado tenemos los creyentes. Esta verdad: ¡Dios es bueno!. Es hermosa y tan dulce
al oído cristiano, porque tienen su fe en Jesús. Dios padre los ha adoptado como hijos
suyos; y ellos gustan de sus bendiciones. Ellos llenos de alegría rebosante dicen ¡Dios es
bueno!. “Gustad, y ved que es bueno Jehová; Dichoso el hombre que confía en él.” Salmos
34:8. Los cristianos saben que son benditos de su padre y que les espera en lugar de
condenación, gozo, paz y alegría perpetuas: y su bondadoso y buen rey les espera:
“Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino
preparado para vosotros desde la fundación del mundo.” Mat 25:34. ¡Qué bueno es Dios!
Ahora por el otro lado tenemos al impío, a los pecadores, idolatras, a los amadores de
sí mismos. Piensan también lo mismo de Dios ¡Dios es bueno todo el tiempo! Ellos
piensan que Dios por ser bueno los salvara de la justicia en el día del juicio, lo que no
entienden es que si Dios es bueno debe condenarlos.

Para entender mejor esta verdad veamos la siguiente ilustración:


Un criminal que ha quebrantado las leyes civiles; un asesino en serie. Debe ir a juicio.
Pero el criminal no está para nada aterrorizado en el tribunal, ante el juez. En lugar de
tener terror por la sentencia que escuchara; él está contento y arrogante. Sabe que lo
dejaran libre, porque él sabe quién lo va a juzgar: ¡un juez corrupto!.
Ahora veamos una situación diferente con otro criminal.
Este otro asesino sabe que debe ir a juicio. Está aterrorizado porque sabe que ha violado
la ley. Esta triste, desolado y temblando. Este criminal no está para nada arrogante
porque sabe que no lo dejaran libre. Él sabe quién lo va a juzgar: ¡un juez bueno y justo!.

Entonces si Dios es bueno, el debe condenar al pecador. Porque este ha quebrantado la


ley de Dios, y le ha tenido en poca estima. Ha pisoteado los mandamientos del altísimo.
Entonces tenemos este principio: Si Dios es bueno el debe condenar a pecadores. Si él es
justo debe hacer justicia. “Porque todos los que dependen de las obras de la ley están bajo
maldición, pues escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas
escritas en el libro de la ley, para hacerlas.” Gálatas 3:10

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Sermones de Romanos y Gálatas
III. El tercer propósito de la ley de Dios es tapar la boca.
“Pero sabemos que todo lo que la ley dice, lo dice a los que están bajo la ley, para que
toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios”. Romanos 3:19. Entonces
una función de la ley es tapar la boca.
Para tapar la boca al pecador de que se justifique a sí mismo y diga “hay mucha gente
peor que mí. Yo no soy realmente una mala persona. En Verdad.” No, la ley detiene la
boca de justificarse y deja a todo el mundo, no sólo los judíos, pero todo el mundo
culpable frente a Dios.
Romanos 3, versículo 20 dice: “porque por las obras de la ley ningún ser humano será
justificado delante de él; porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado.”

Cierto día evangelizando a un joven le dije:

--“Si tu murieras hoy. Al estar en la presencia de Dios. Si Dios te pregunta: ¿Por qué
te debo dejar entrar al cielo?” ¿Qué le dirías tú?
La respuesta del joven me dejo perplejo. Él dijo:
---Si Dios me pregunta. Yo le diría: “Porque voy a la iglesia, le agrado y guardo sus
mandamientos.”
---Mi respuesta a su respuesta lo dejo muy asustado. Yo le dije:
“Ten la seguridad que con esa respuesta no entrarías al cielo, sino al infierno”. Este joven
estaba justificándose así mismo. Y me recordó la historia del joven rico en Lucas 19:16-
30.

––El joven rico, por cierto también era líder religioso y guardador de la ley, hace la
pregunta del millón a Cristo. Era la pregunta más importante de su vida. Él dijo: “Maestro
bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?” Marcos 10:17.
––Cristo le dice: “Los mandamientos sabes: No adulteres. No mates. No hurtes. No digas
falso testimonio. No defraudes. Honra a tu padre y a tu madre. Marcos 10:19.
––El joven para justificarse a sí mismo dijo: “Maestro, todo esto lo he guardado desde mi
juventud.” Marcos 10:20

Típica respuesta de un religioso. Pero la verdad siempre sale a la luz, y Cristo conocía
el corazón y la avaricia de aquel joven, Cristo sabía que el joven había quebrantado el
primer y más grande mandamiento “no tendrás dioses ajenos delante de mí” Éxodo 20:3.
––Entonces Jesús para revelar el corazón malvado del joven y taparle la boca para que
se siguiera justificando así mismo le dice: “Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que
tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme.” Marcos 19:21.
––“Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones.” Mateo
19:22

Para esto sirve la ley para tapar la boca y evitar que los hombres se justifiquen. La ley
dejo en evidencia la avaricia en el corazón del joven. “Pero sabemos que todo lo que la ley
dice, lo dice a los que están bajo la ley, para que toda boca se cierre y todo el mundo quede
bajo el juicio de Dios”. Romanos 3:19

“Oyendo el joven esta palabra” se fue triste, porque él amaba las riquezas, ellas eran su
Dios. Nadie puede servir a dos señores.
El joven que mencione anteriormente, no el joven rico, sino el joven de mi comunidad.
Nos muestra la gran necesidad que hay acerca de hablar acerca de la ley de Dios. Es
necesario que el creyente sepa para qué sirve la ley.

IV. El cuarto propósito de la ley de Dios es llevarnos al salvador

“De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que
fuésemos justificados por la fe.” Gálatas 3:24

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Sermones de Romanos y Gálatas
¿Qué hace que un hombre se acerque a Dios es su falta, su necesidad, su
fragilidad, su humanidad, su carne, su pecado. Que sea excesivamente pecaminoso, que
mira y ve a sí mismo como alguien muy grave y desear superar la necesidad, y cuando se
vea a sí mismo en tan gran necesidad dira: "Señor, Señor, mira, mira! Un hombre
moribundo, un moribundo; Señor, mira! Mis manos se debilitan, y mi vida en reposo.
Señor, un hombre moribundo. Señor, Señor, un hombre pecador, solo hay iniquidad en
mi vida. No siempre he estado a la altura de todo lo que Dios esperaría. Mira Señor, un
hombre perdido, un hombre perdido; Acuérdate de mí, acuérdate de mí".

Para que el hombre conozca y acepte su necesidad, y se convierta a Cristo, solo lo


puede hacerlo la ley de Dios. “La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma” Salmos
19:7. ¿Qué es lo que dice la Biblia que es perfecta y en realidad convierte al alma? Las
escrituras lo hacen ver muy claramente que “la ley del Señor es perfecta, que convierte al
alma”. Ahora, para ilustrar la función de la ley del Señor.

El pecador está en la prisión de su pecado. Ha sido llevado cautivo por el diablo.


Está atado con las cadenas del pecado y está sentenciado a muerte. Está dormido en su
pecado. Vive en un mundo de sueños. Pero la luz del evangelio no le despertará. ¿Cómo
podrán las “buenas nuevas” inquietar a un pecador? No, sino que la ley es la ley la que
debe zarandearle. Necesita ser golpeado por los rayos del Sinaí, y despertado por sus
truenos. Esto le mostrará su situación en el umbral de la muerte. Entonces, se levantará
y el Evangelio le quitara las cadenas del pecado y de la muerte. Será “El poder de Dios
para salvación”. Entonces se ceñirá con la verdad, se pondrá su calzado del evangelio y la
coraza de justicia.

Se necesita que haya un despertar antes de que el Señor nos pueda dar luz. El Dr.
Timothy Dwight declaró: “Muy pocos son los que han sido despertados y convencidos de su
necesidad por los dones y promesas del Evangelio; casi todos lo son por las denuncias de la
ley”.

Jonathan Edwards dijo: “La única manera en que podemos saber si estamos pecando es
conociendo su ley moral”. George Whitefield dijo a sus oyentes: “Antes de que pueda
traerles paz a sus corazones, ustedes tienen que ser ayudados a ver, sentir, llorar y
lamentar sus transgresiones contra la ley de Dios”. Es sólo cuando predicamos todo el
consejo de Dios cuando trabajamos en armonía con El Espíritu Santo para convencer a
los hombres de pecado.

Walter Chantry escribe:

“La ausencia de la santa ley de Dios en la predicación moderna es probablemente tan


responsable como cualquier otro factor de la impotencia evangelística de nuestras iglesia y
misiones. Solamente a la luz de la ley se puede exponer el pecado del corazón. Satanás ha
logrado acallar la Ley, que es tan necesaria para llevar a los hombres a Cristo”

Nuestro Dios es el legislador y juez y nadie lo puede sobornar. El único escape de su


justicia es correr a la ciudad de refugio que es Cristo. Allí el vengador de la sangre no nos
puede tocar. Como en aquel día de liberación de la esclavitud. Cuando los israelitas
untaron sangre en los dinteles de las puerta. El ángel de la muerte pasaba de lejos al ver
la sangre. Así, es con cada creyente cuando tenemos la sangre de Cristo. Dios al ver la
sangre pasa de lejos su justicia de nosotros. Debemos confiar en Cristo, confiar que su
sangre nos limpia de todo pecado, de lo contrario nos espera un día terrible y espantoso.
Recuerda, nadie es salvo por la guardar las leyes de Dios. La ley actúa con el hombre
como lo hace el médico cuando quita lo que obstruye el ojo del ciego. Los hombres que
creen en su justicia propia son ciegos, aunque se consideran buenos y hasta excelentes.
La ley quita esa obstrucción, y les permite descubrir cuán viles son, y cuán
completamente arruinados y condenados están, si permanecen bajo la sentencia de la ley.

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Sermones de Romanos y Gálatas
“De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que
fuésemos justificados por la fe.” Gálatas 3:24

Así es la ley, es como un maestro, un guía, que no lleva a Cristo.

Charles Spurgeon, al hablar de la preparación del terreno del corazón con el arado de la
ley dijo:

“Otra razón, por la que esta tierra era tan inadecuada es porque estaba totalmente sin
preparación para recibir la semilla. No hubo arado antes de sembrar la semilla, ni tampoco
rastrillo que la recogiera después. El que siembra sin arar, puede segar sin una hoz. El que
predica el evangelio sin predicar la ley, puede sostener todos los resultados en sus manos
ya que no habrá mucho que sostener”.

Como cristianos debemos de predicar la ley, ya que la ley prepara los corazones para
que reciban la gracia de Cristo.

Una persona debe venir a Cristo por los motivos correctos. Deben arrepentirse porque
han quebrado la ley de Dios, de lo contrario si un pecador viene a cristo por tener éxito, o
por sus bendiciones o solo por sanidad. Tendremos a un apostata más, un falso
convertido. Cada persona que proclama el evangelio debe predicar primeramente la ley de
Dios para que El Espíritu Santo convenza de pecado justicia y juicio.

Bibliografía del sermón:

 El Secreto que el Infierno Guardo Mejor Ray Comfort


 Los usos de la ley. Charles Spurgeon
 El evangelio solo son buenas noticias para gente necesitada. Paul Washer.
 Libro de texto Romanos y Gálatas Serie fe y acción
 La llave de oro del evangelismo Ray Comfort
 Dios tiene un plan maravilloso para tu vida. Ray Comfort
 El cristiano y la ley. Armando alucín
 El propósito de la ley. Dr. R. L. Hymers, Jr.
 Los diez mandamientos. Loron Wade
 Lo que cada Cristiano debe conocer. Adrian Rogers

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