¿Que Es El Posmodernismo?: Charles J Encks Prologo
¿Que Es El Posmodernismo?: Charles J Encks Prologo
AR;¡
.Ac;¡B.-. .n:coN
ll ,.,
LA POSMODERNmA n
E
1 desarrollo del posmodernismo ha se para el campo de batalla. Su empleo del término
guido un curso sinuoso, incluso tortuo en 1963 y 1966 fue lo bastante malévolo como
so. Desviándose primero a la izquierda para herir, hacerse popular, y después resultar
y luego a la derecha, avanzando des positivo- la misma trayectoria que E. H. Gom
pués por el centro, se asemeja a la forma natural brich ha demostrado para los términos gótico,
de una raíz o de un río lleno de meandros que manierismo, barroco, rococó y romántico. Las
se divide, cambia su curso, vuelve sobre sí mis etiquetas, como los movimientos que describen,
mo, y luego sigue una nueva dirección. Su signi tienen a menudo este poder paradójico: tener
ficado es todavía polémico, no sólo a causa de un resultado provechoso a pesar de haber salido
esta naturaleza cambiante, sino también porque de boca de detractores. No es de extrañar por lo
ha representado dos tradiciones bien diferentes tanto que su desarrollo pueda asumir una forma
para escritores, filósofos y artistas. En algunas orgánica tortuosa, no sólo la de un árbol o la de
partes se le considera progresista, en otras se le un río, sino, en el caso del posmodernismo, la
condena por reaccionario y nostálgico; por un de una serpiente.
lado se le apoya por su realismo social y tecnoló El escritor Leslie Fiedler fue de los primeros
gico, por otro se le acusa de escapismo. Incluso en emplear el prefijo «pos» con matiz positivo
a veces cuando se condena su esquizofrenia, sus cuando en 1965 lo repitió como si fuera un en
defensores vuelven este defecto en virtud. Es salmo y lo asoció a tendencias radicales contem
inevitable que, como su progenitor el modernis poráneas que constituían la contracultura: «pos
mo, tenga los defectos de cualquier movimien humanista, posmasculino, posblanco, posheroi
to, siendo los más evidentes una producción ex co... posjudío». Estas creaciones anárquicas al
cesiva de artefactos y una inflación de teoría. Un margen de la ortodoxia, estos ataques al elitismo
crítico de la literatura posmoderna, Charles modernista, el academicismo y la represión puri
Newman, considera precisamente que su cuali tana representan realmente los albores de la cul
dad característica es el crecimiento incontrolado tura posmoderna, como señalaba Andreas
tipificado por una economía multiplicativa. Pero Huyssen en 1984, aunque Fiedler y otros auto
una lectura crítica de la evidencia demostrará res de los años 60 nunca llegaron a proponer es
que los mismos problemas de producción en te argumento ni concretar la tradición. Para eso
masa y de consumismo acosan a otros movi habría que esperar hasta los años 70 y la publica
mientos modernos, y se puede hablar legítima ción de la obra de Ihab Hassan, momento en
mente de un modernismo de cultura de masas, que los movimientos radicales que Fiedler había
de un futurismo kitsch, de un tardomodernismo celebrado se consideraban, irónicamente, pasa
nostálgico, y así sucesivamente. dos de moda, reaccionarios o muertos.
Desgraciadamente, el exceso de producción y Transcurrida la mitad de la década de los 70,
la devaluación en que éste desemboca son com Ihab Hassan se había autoproclamado portavoz
partidos democráticamente por todos los mo de lo posmoderno, y clasificaba así las ideas del
dernismos. experimentalismo en las artes y la ultratecnolo
Parece que el primero en utilizar el concepto gía en la arquitectura -William Burroughs y
fue el escritor español Federico de Onís en su Buckminster Fuller, «Anarquía, Agotamiento/
Antología de la poesía española e hispanoameri Silencio... Decreación/Deconstrucción/Antíte
cana (1934) para describir una reacción surgida sis... Intertexto...» en resumen, aquellas tenden
desde dentro del modernismo, y luego Arnold cias que yo y otros caracterizaríamos posterior
Toynbee en su A Study of History, escrito en mente como pertenecientes al tardomodernis
1938 pero publicado después de la guerra, en mo. En la literatura, y después en la filosofía, a
1947. Para Toynbee el término se refería a una raíz de las obras de Jean-Fran9ois Lyotard
categoría que abarcaba el nuevo ciclo histórico (1979) y de una tendencia a aunar deconstruc
que empezó en 1875 con el final del dominio oc ción y posmodernismo, este término a menudo
cidental, el ocaso del individualismo, el capita ha mantenido sus asociaciones con lo que Has
lismo y el cristianismo, y el ascenso de las cultu san llama «discontinuidad, indeterminación, in
ras no occidentales. Además se refería, y con manencia». La obra de Mark C. Taylo, curiosa
matiz positivo, a un pluralismo y a una cultura mente titulada Epring, A Postmodern A/Theology
2
PARA ACABAR Corv
LA POSMODERNTnll n
aconsejó a un entusiasmado público de moder da a cabo por intelectuales y otras mentes privi
nistas «Señoras y caballeros, LES RUEGO QUE legiadas: siempre entretiene, aunque oscurezca
SUELTEN A LOS ZORROS Y LES DEN CA tanto como explica. Y lo que ha ocultado son las
ZA» -lo cual no se diferencia mucho de las tác raíces fundamentales del movimiento.
ticas nazis que decía deplorar, aunque los perros
y los zorros dan cierto sabor de Osear Wilde a 11. DEFINICION DEL POSMODERNISMO
este programa. Si van Eyck aconsejaba soltar a
los perros a la caza de los posmodernistas, el ve El posmodernismo, como el modernismo, es
terano arquitecto modernista Berthold Lubet distinto para cada arte, tanto en sus motivos co
kin, al recibir su medalla de oro del RIBA, se li mo en su marco temporal, y aquí lo voy a definir
mitó a categorizarlos junto con homosexuales, sólo dentro del campo con el que estoy más re
Hitler y Stalin: «Esta es una arquitectura traves lacionado: la arquitectura. La responsabilidad de
tida, es Heppelwhite y Chippendale en travestí». haberlo introducido en el subconsciente del arte
Y siguió comparando el posmodernismo con el arquitectónico corresponde a Joseph Hudnut,
kitsch nazi en posteriores soirées nostálgicas en quien, al coincidir en Harvard con Walter Gro
París y en el RIBA, llegando a comparar al prín pius, quizás quisiera hacer pasar a este pionero
cipe Carlos con Stalin por su ataque al moder del movimiento moderno alguna noche en vela.
nismo. Se podrían citar insultos parecidos de En todo caso, empleó el término en un artículo
modernistas de la vieja escuela en Estados Uni publicado en 1945 bajo el título de la casa pos
dos, Alemania, Italia, Francia y en realidad en moderna (escrito enteramente en minúsculas, si
casi todo el mundo. Por ejemplo, el famoso crí guiendo la práctica del Bauhaus), pero no lo vol
tico italiano Bruno Zevi considera el posmoder vió a mencionar dentro del texto, ni tampoco lo
nismo un «pastiche... un intento de copiar el definió de una manera polémica. Aparte de al
clasicismo» y «represivo» como el fascismo. guna mención esporádica por Philip Johnson y
En todos estos gritos de protesta se detecta la Nikolaus Pevsner, no volvió a emplearse hasta
aparición de una definición negativa, una defini que yo empecé a escribir sobre el tema en 1975.
ción paranoica hecha por modernistas batiéndo Durante aquel primer año de conferencias y po
se en retirada, intentado mantener incólume la lémicas en Europa y Estados Unidos, lo utiliza
fe ortodoxa, emitiendo diariamente edictos con ba como una etiqueta temporizadora, como una
tra la herejía, sosteniendo las creencias entre un definición que describía no a dónde íbamos, si
número de fieles cada vez más reducido. Es no más bien de dónde habíamos partido. Era un
cierto que todavta controlan la mayor parte de hecho evidente que arquitectos tan diferentes
las academias, forman parte de los equipos edi entre sí como Ralph Erskine, Robert Venturi,
toriales de las revistas de estética y reprimen a Lucien Kroll, los hermanos Krier y Team Ten
cuantos artistas y arquitectos posmodernos pue habían dejado atrás el modernismo y habían to
den, pero gran número de los jóvenes profesio mado rumbos distintos que sin embargo mante
nales han huido de la vieja ortodoxia protestan nían alguna huella de su punto de partida común.
te, aburridos de tabúes y supresiones. Ahora en Todavía hoy definiría el posmodernismo como
cualquier concurso internacional, más de la mi lo hice en 1978 como un doble código: la combi
tad de los trabajos presentados son posmoder nación de técnicas modernistas con otra cosa
nos, y esta generalización se refiere tanto a la es (normalmente la edificación tradicional) para que
cultura y la pintura como a la arquitectura. La la arquitectura comunique con el público y con
puerta está abierta de par en par, como durante una minoría comprometida, por lo general otros
la década de los 20 cuando el modernismo había arquitectos. El motivo de este doble código era
derribado las anteriores barreras académicas; la en sí mismo doble. La arquitectura modernista
ironía está en que los veteranos modernistas de había dejado de ser creíble en parte porque no
hoy están empeñados en ser tan paranoicos, tan comunicaba eficazmente con sus auténticos
reaccionarios y tan represivos como lo fueron destinatarios -el argumento principal de mi li
sus propios perseguidores, representantes a su bro The Language of Post-Modern Architecture-y
vez de las Beaux Arts. Precisamente las calum en parte porque no enlazaba eficazmente con la
nias vertidas contra los posmodernistas suenan ciudad y la historia. De ahí la solución que yo
a veces como los vitriólicos ataques nazis y aca entendía y definía como posmoderna: una ar
démicos dirigidos contra Le Corbusier y Walter quitectura que tuviera una base profesional y
Gropius durante los años 20. lSerá que la histo que a la vez fuese popular, además de basarse si
ria se repite al revés? No estoy seguro, pero creo multáneamente en técnicas nuevas y formas an
que estas caracterizaciones no han cumplido su tiguas. Para simplificar, este doble código signi
objetivo -cortar el avance del posmodernismo fica tanto elitista/popular como nuevo/antiguo y
sino que más bien han contribuido a inflarlo existen razones convincentes para estos empa
hasta convertirlo en un acontecimiento de los rejamientos de contrastes. Los arquitectos pos
mass media. Mi mayor pesadilla es que los reac modernistas actuales fueron discípulos de los
cionarios se vuelvan de repente corteses y edu modernistas, y están comprometidos con el uso
cados. A todo el mundo, pero sobre todo a la de la tecnología contemporánea además de te
prensa, le encanta una discusión injuriosa lleva- ner que enfrentarse con la realidad social actual.
5
PAR;¡
A.CA.Bll ,.,
·=corv
LA POSMODERNTn.zt n
Bastan estos compromisos para distinguirlos de mente, habrá dicho sin embargo lo que quería
los nostálgicos o tradicionalistas, y esto merece decirle a la mujer: que la ama, pero que la ama
destacarse, puesto que es lo que crea su lengua en una época que ha perdido la inocencia. Si la
je híbrido, el estilo de la arquitectura posmoder mujer acepta esta táctica, habrá recibido de cual
na. Esto no es completamente cierto en el caso quier forma una declaración de amor. Ninguno
de los artistas y escritores posmodemistas, quie se sentirá inocente, los dos habrán aceptado el
nes pueden utilizar las técnicas tradicionales de reto del pasado, de lo que ya se ha dicho, que no
la narrativa y la representación de una manera puede ser eliminado, los dos participarán en el
más directa. Todos los creadores que podrían juego de la ironía consciente y placenteramen
llamarse posmodemos, sin embargo, mantienen te... Pero los dos habrán logrado una vez más
algo de la sensibilidad modernista -alguna in hablar de amor».
tención que distingue su obra de la de los nos Eco destaca así el uso que hace el amante del
tálgicos- sea ésta la ironía, la parodia, el despla doble código posmodemista, y lo extiende, claro
zamiento, la complejidad, el eclecticismo, el rea está, al uso social que hacen el novelista y el
lismo, o cualquiera de los numerosos objetivos poeta de las formas pretéritas. Enfrentados con
y tácticas contemporáneos. De acuerdo con lo un modernismo restrictivo, un minimalismo de
que ya decía en el prólogo, el posmodemismo medios y de objetivos, escritores como John
tiene el doble sentido esencial: la continuación Barth se han sentido tan limitados como los ar
del modernismo y su trascendencia. quitectos obligados a construir siguiendo el Es
El motivo principal de la existencia de una ar tilo Internacional, o empleando solamente el
quitectura posmodemista es claramente el fraca acero y el cristal. El más notable, y quizás el me
so social de la arquitectura modernista, su míti jor empleo de este doble código en la arquitec
ca «muerte» repetidamente anunciada durante tura, se ve en la ampliación de la Staatsgalerie
diez años. En 1968 una torre de viviendas en In en Stuttgart, hecha por James Stirling. Aquí se
glaterra, Ronan Point, sufrió lo que se dio en lla puede ver cómo se prolonga el carácter de la
mar un «derrumbamiento acumulativo» al hun- . ciudad y del museo ya existente de una manera
dirse los pisos como consecuencia de una explo divertida e irónica. La forma de palazzo en U
sión. En 1972 se volaron muchos bloques de vi que tenía la galería antigua se ve reflejada en
viendas prefabricadas en Pruitt-Igoe en St una construcción colocada sobre un plinto ele
Louis. Hacia mediados de los años 70, estas vo vado o «Acrópolis» por encima del tráfico. Pero
laduras se iban convirtiendo en un método em esta base tan clásica contiene un espacio muy
pleado cada vez con mayor frecuencia para solu real y necesario, un aparcamiento, cuya entrada
cionar los problemas creados por el fracaso de está señalada irónicamente por unas piedras que
los sistemas de construcción modernistas: la se han «caído», como si de ruinas se tratara, al
prefabricación barata, la falta de un espacio per suelo. Los boquetes que por lo tanto quedan
sonal defendible y la urbanización alienante. abiertos en los muros permiten ver el tipo de
Todos fuimos testigos de una manera muy viva construcción -hecha no con los gruesos blo
de la «muerte» de la arquitectura moderna y de ques de mármol de la Acrópolis auténtica, sino
su ideología de progreso, que ofrecía soluciones con un armazón de acero con revestimiento de
técnicas a problemas sociales. La destrucción piedra que permite el grado de ventilación exigi
del centro de las ciudades y de edificios históri do por la ley. Uno se puede sentar entre estas
cos era casi igualmente evidente para la pobla falsas ruinas y ponderar la verdad de nuestra
ción, y otra vez hay que destacar estos motivos inocencia perdida: que vivimos en una época
sociales y populares porque no son exactamente que sabe construir con una albañilería bella y
los mismos en la pintura, el cine, la danza o la li expresiva, siempre que no sea más que superfi
teratura. En estos campos, no ha tenido lugar cial y se cuelgue de un esqueleto de acero. Por
una «muerte» parecida y tan clara del modernis supuesto, un modernista se privaría y nos priva
mo, ni quizás haya existido tampoco la motiva ría de este placer por múltiples razones: <<auten
ción social que se halla en la arquitectura pos ticidad de los materiales», «coherencia lógica»,
modema. Pero incluso en la literatura posmo «honradez», «sencillez»- todos los valores y
dema existe un motivo social para el uso de for tropos retóricos celebrados por modernistas co
mas pretéritas de manera irónica. Umberto Eco mo Le Corbusier y Mies van der Rohe.
ha descrito esta ironía o doble código: «Yo en Por el contrario, Stirling, como los amantes
tiendo la actitud posmodemista como la de un que describe Umberto Eco, quiere comunicar
hombre que quiere a una mujer muy culta y sa más valores y valores distintos. Para transmitir
be que no le puede decir «Te amo locamente» la naturaleza permanente del Museo, ha em
porque él sabe que ella sabe (y que ella sabe que pleado la rusticación tradicional y formas clási
él sabe) que estas palabras ya han sido escritas cas que incluyen una comisa egipcia, un pan
por Bárbara Cartland. Pero hay una solución. teón abierto, y arcos segmentales. Estos ele
Puede decir «Como diría Bárbara Cartland, te mentos son bellos de una manera modesta y
amo locamente». En este momento, habiendo convencional, pero no son nostálgicos debido a
evitado una falsa inocencia, habiendo dicho con las pequeñas distorsiones y al uso de un mate
claridad que ya no es posible hablar inocente- rial moderno como el hormigón armado. Dicen
6
Gordo11 Wu Di11i11g flall. Pri11ce1011, Ncir Jcrsn-. Ven111ri Rauch _1· Seo/! Broirn, /98/3
«Somos bellos como la Acrópolis o el Partenón, ficación urbana, en parte porque no consiguió
pero también estamos basados en la tecnología comunicar con los habitantes y otros usuarios a
del hormigón y en el engaño». Se ve este doble quienes podía no gustarles el estilo, no com
código llevado a extremos en los puntos de en prender lo que significaba o no saber utilizarlo.
trada. El perfil de un templo construido de acero De ahí que el doble código, la definición esen
que señala la parada de taxis, y los baldaquines cial del posmodernismo, se haya empleado co
de acero de estilo modernista que señalan al pú mo una estrategia de comunicación en varios ni
blico la entrada. Estas formas y colores recuer veles a la vez. Prácticamente todos los arquitec
dan a De Stijl, ese lenguaje tan quintaesencial tos posmodernistas -Robert Venturi, Hans Ho
mente moderno. Pero han sido superimpuestos llein, Charles Moore, Robert Stern, Michael
a modo de collage a un fondo tradicional. El Graves, Arata lsozaki son ejemplos notables
modernismo se enfrenta así al clasicismo de tal emplean en su obra signos populares y también
modo que sorprendería, e incluso ofendería, signos elitistas para conseguir objetivos muy di
tanto a modernistas como a clasicistas. No apa versos, y sus estilos son esencialmente híbridos.
rece la sencilla armonía y coherencia de ningu Para simplificar, en Stuttgart las barandillas azu
no de los dos lenguajes o visiones del mundo. les y rojas y la policromía vibrante encajan con
Es como si Stirling quisiera decir con este len la juventud que visita el Museo -recuerdan lite
guaje híbrido y sus confrontaciones incómodas, ralmente su pelo y sus anoraks de colores fosfo
que vivimos en un mundo complejo donde no rescentes- mientras que el clasicismo atrae más
podemos negar ni la belleza pretérita y conven a los amantes de Schinkel. Este es un edificio
cional, ni la realidad sociotécnica actual. Atrapa muy popular entre los jóvenes y la gente más
do entre este pasado y presente, y poco dispues madura, y cuando hice entrevistas a personas
to a simplificar excesivamente nuestra situación, que se encontraban allí -un grupo de pintores
Stirling ha creado la belleza más «real» de la ar callejeros, escolares y hombres de negocios
quitectura posmoderna hasta la fecha. descubrí que sus diversos gustos y percepciones
Esta realidad tiene tanto que ver con el gusto se acomodaban y se adaptaban. El pluralismo al
como con la tecnología. El modernismo fracasó que tantas veces se apela para justificar el pos
en los campos de la vivienda popular y de la edi- modernismo es aquí una realidad tangible.
7
PliR.A
liC.ABlf ,..,
�corv
LA POSMODERNTnA n
ción pública y privada antes de diseñar. Sus bi «italianismo» siempre está entrecomillado, es
planos son, por supuesto, irónicos comentarios una fabricación irónica de sus raíces hecha tanto
posmodernos sobre la conveniencia de una re para la Nueva York que de vez en cuando habi
gresión tecnológica. tan como en respuesta a una necesidad interior.
Existen inevitablemente muchas más tenden Mientras que en el pasado era la tradición y el
cias dentro de la arquitectura posmoderna que mecenas quienes proporcionaban una mitología
las dos principales que representa la obra de a un artista, en el mundo posmoderno esta mi
Stirling y Krier, y he procurado demostrar que la tología se elige y se inventa.
pluralidad consiste en seis tradiciones, o «espe Mariani, en plena década de los 70, creó a sus
cies» básicas. Estas especies identificables coin ficticios académicos del siglo XVIII -Goethe,
ciden en parte, y los arquitectos pueden saltar Winckelmann, Mengs, etc. -y luego pintó algu
de una categoría a otra o aparecer en varias ten nos lienzos que faltaban para redondear una his
dencias a la vez. Hay dos aspectos fundamenta toria mítica. En los primeros años de la década
les que habrán de añadirse a nuestra anterior de los 80, trasladó esta mitología al presente y
definición del posmodernismo: es un movi pintó una alegoría del Parnaso posmoderno con
miento que empieza aproximadamente en 1960 sus amigos, enemigos, críticos y marchantes, y
como una serie de partidas plurales del moderni él mismo en el centro -una versión actualizada
mo. Claves para su definición son el pluralismo del tema tratado tradicionalmente por Rafael y
tanto filosófico como estilístico, y la asociación Mengs. Aquí vemos una serie de textos super
dialéctica o crítica con una ideología preexisten puestos, estratificados, como un comentario
te. No hay un sólo estilo posmodernista, aunque enigmático, como la estructura de un mito. lEs
hay un clasicismo dominante, de la misma for esto serio, o es una parodia, o es, más probable
ma en que no había un sólo tipo modernista, mente, una combinación de la ironía y la alego
aunque había un Estilo Internacional dominan ría? Las expresiones y los detalles de las caras
te. Además, si se pretende clasificar algo tan sugerirían esta doble lectura. Mariani, tan so
complejo como un movimiento arquitectónico, lemne como arrogante, se encuentra sentado
hay que emplear muchos elementos de defini debajo de Ganimedes, a quien Zeus está raptan
ción. Anthony Blunt, en un texto fundamental do: Ganimedes no es sólo el hermoso efebo de
sobre el barroco y el rococó, manifiesta la nece la mitología griega atrapado por el abrazo eróti
sidad de emplear diez elementos de definición, co del águila que es Zeus, sino también un re
y para distinguir el posmodernismo del moder trato del artista Luigi Ontani; de ahí el aro y el
nismo y del tardomodernismo en la arquitectu palo. A la derecha, la mirada de Francesco Cle
ra, yo he empleado veinte. La mayor parte de es mente pasa por encima de un lienzo sostenido
tos elementos implican diferencias de simbolis por Sandro Chia; Mario Merz es Hércules en
mo, decoración, humor, tecnología y la relación una bañera bastante modesta; un conocido mar
que mantiene el arquitecto con culturas presen chante neoyorkino repta hacia el agua converti
tes y pasadas. Los modernistas y los tardomo do en tortuga; los críticos escriben y admiran
dernistas tienden a destacar soluciones técnicas sus propios perfiles. Todo se lleva a cabo en el
y económicas, mientras que los posmodernistas estilo seudo-heroico de finales del siglo XVIII,
tienden a destacar adiciones contextuales y cul el estilo de la pittura coita que Mariani ha hecho
turales a sus creaciones. suyo. Nadie que dedique un análisis extenso a
Muchas de estas puntualizaciones podrían ha esta «pintura culta» la llamaría dieciochesca, ni
cerse hablando del arte posmoderno. También tampoco puramente nostálgica, aunque muchos
se inició aproximadamente en 1960 con una su críticos con pocas simpatías hacia el posmoder
cesión de partidas del modernismo -principal nismo han tachado la obra otra vez de «fascis
mente el pop-art, hiperrealismo y fotorrealismo, ta». Las convenciones de la representación han
el realismo alegórico y político, la pintura nue sido rechazadas por los modernistas como un ta
va-imagen, la transvanguardia, el neo-expresio bú, como el arte fríamente académico.
nismo, y un sinfín de otros movimientos más o Si es cierto que Mariani inventa y adapta su
menos fabricados. Indudablemente, las presio mitología, no lo es menos de muchos posmo
nes del mercado del arte para que se produzcan dernistas que están relacionados con la alegoría
nuevas etiquetas y escuelas sintéticas han au y la narrativa. Esta inquietud por el contenido y
mentado el ritmo y la fuerza de este cambio. Y el tema es hasta cierto punto comparable con la
la influencia de los medios de comunicación in renovada inquietud de los arquitectos por el
ternacionales, tan recalcada como un aspecto simbolismo y el significado. Mientras que el
definidor de la sociedad posindustrial, ha conse modernismo, y particularmente el tardomoder
guido que estos movimientos crucen las fronte nismo, centraban su atención en la autonomía y
ras nacionales. Las artes plásticas posmodernas, la expresión de la forma artística individual -la
como la arquitectura, se dejan influir por la al dimensión estética- los posmodernistas se cen
dea global y la sensibilidad que conlleva: un cos tran en el aspecto semántico. Esta generaliza
mopolitismo irónico. Si uno contempla a tres ción es válida en el caso de artistas tan diversos
posmodernistas italianos, Cario Maria Mariani, como David Hockney, Malcolm Morley, Eric
Sandro Chia y Mimmo Paladino, nota que su Fischl, Lennart Anderson y Paul Georges, algu-
9
nos de los cuales han pintado alegorías enigmá ra, la definición del posmodernismo que he da
ticas, otros una combinación de narrativas se do arriba refiriéndome a la arquitectura es válida
xuales y clásicas. El llamado «retorno a la pintu también para los artistas plásticos e incluso creo
ra» de los años 80 es también un retorno a la para figuras literarias como Umberto Eco, David
preocupación tradicional por el contenido, aun Lodge, John Barth, John Gardner y Jorge Luis
que es un contenido que se diferencia del arte Borges, entre muchos más. No es válida, sin em
premoderno. bargo, para tantos artistas agrupados bajo la eti
Primero, debido a que estos posmodernistas queta del posmodernismo y para quienes exis
han tenido un aprendizaje modernista, están ten apelativos mucho más apropiados.
preocupados inevitablemente por la abstracción
y la realidad básica de la vida moderna, es decir, 111. DEFINICION DEL MODERNISMO Y EL
una cultura de masas laica dominada por moti TARDOMODERNISMO
vaciones económicas y pragmáticas. Esto pro
porciona a su obra la misma complejidad, el El movimiento moderno, como he sugerido,
mismo manierismo, y el mismo doble código fue en la arquitectura una Reforma Protestante
que están presentes en la arquitectura posmo que declaró su. fe en los aspectos liberadores de
derna, y también un estilo ecléctico o híbrido. la industrialización y de la democracia de las
Ron Kitaj, por ejemplo, el artista más relaciona masas. Le Corbusier llevó a cabo su «cruzada»
do con temas literarios y culturales, combina las (según su propia denominación) a favor de «un
técnicas modernistas de collage y de una com nuevo espíritu» (también según su propia termi
posición gráfica plana con tradiciones renacen nología) y su religión reformada debía cambiar
tistas. Su enigmática alegoría If Not, Not corres la actitud del público hacia la producción en ma
ponde visualmente a The Waste Land (La tierra sa. Tan convencido estaba este profeta de lps
baldía) de T. S. Eliot, obra sobre la que en parte efectos positivos de un ambiente bien diseñado
está basada. Supervivientes de una guerra se que terminó su biblia -Towards a New Architec
arrastran a través del desierto hacia un oasis, su ture- con la exhortación: «Arquitectura o revo
pervivientes de la civilización (el mismo Eliot) lución. La revolución puede evitarse». Walter
se dedican a acciones absurdas, algunas de las Gropius, otro militante de la fe en la Reforma
cuales incluyen elementos de culturas exóticas. del Diseño, fundó el Bauhaus como una «cate
Un cordero, un cuervo, una palmera, un lago dral del futuro» y en 1923 proclamó la doctrina
azul turquesa y un paisaje toscano consciente ortodoxa: «arte y tecnología: una nueva uni
mente adaptado de la tradición clásica, propor dad». Mies van der Rohe apeló repetidamente al
cionan una armonía de connotaciones. Apuntan Espíritu de la Epoca, el Zeitgeist de la nueva in
hacia un fondo cristiano y occidental con el mo dustrialización, y declaró que podía resolver to
dernismo, el culto al primitivismo, y el desastre dos nuestros problemas, incluso los «sociales,
superimpuestos. El monumento clásico en la económicos y artísticos».
parte superior, que tanto recuerda a Aldo Rossi Es decir, los tres arquitectos modernistas más
y a los edificios de frente posmodernista, tam importantes no sólo practicaron un estilo co
bién sugiere los campos de exterminio, que de mún, protestante, sino que creyeron que si su fe
hecho representa. En realidad, el infierno can llegaba a gobernar la industrialización, podía
dente del cielo, el cadáver y el dique roto, los ár cambiar el mundo para mejor, tanto física como
boles negros y truncados, todo ello evoca la vida espiritualmente. Esta religión del modernismo
después de la Segunda Guerra Mundial: plural, triunfó en todo el mundo al ser diseminada por
confusa, y atormentada, pero que contiene islo santos y misioneros -sir Nikolaus Pevsner, sir
tes de paz (y una búsqueda de la unidad). El James Richards, sir Leslie Martin con la Biblia
título, con su doble negación -Jf Not, Not (Si no, según Siegfried Giedion, Space, Time and Archi
no)- fue sacado de un antiguo juramento políti tecture. Se formaron academias modernistas en
co que significaba más o menos: si vos, el rey, las principales universidades, como Cambridge
no defendéis nuestras libertades y leyes, noso y Harvard, y desde ahí fueron dispersadas las
tros no os defenderemos a vos. Así las conse doctrinas puristas de Calvino Corbusier, Martín
cuencias de promesas incumplidas y de una cul Lutero Gropius y John Knox van der Rohe. Sus
tura fragmentada constituyen el contenido de blancas catedrales, sus cajitas blancas y negras
este apasionado drama, al que se ha dado una del Estilo Internacional se extendieron por el
gravitas y una dignidad clásicas. mundo, y durante cierto tiempo el pueblo y los
Se podrían dar muchos más ejemplos de este intelectuales siguieron en la fe. La decoración,
tipo de narrativa solapadamente moralizante: la policromía, la metáfora, el humor, el simbolis
Robert Rauschenberg, David Salle, Hans Haac mo y la convención fueron incluidos en el Indi
ke, Ian Hamilton Finlay y Stephen McKenna se ce, y todas las formas de decoración y de refe
sirven todos de la tradición clásica al describir rencia histórica se convirtieron en tabú. Los re
nuestra situación cultural actual. Tienen opinio sultados son bien conocidos: «la arquitectura de
nes políticas y éticas muchas veces encontradas, las buenas intenciones», como la llamó Colin
pero comparten la intención de dar nueva vida a Rowe, y existen suficientes urbanizaciones blan
la tradición del arte moralizante. De esta mane- cas y hospitales de estética mecánica para de-
10
nido este objetivo irreducible: concentrarsé en
la esencia de cada lenguaje artístico. Haciendo
esto, argumenta, se evita la pérdida de los valo
res en una era de secularización, donde existen
muy pocos valores compartidos y donde queda
muy poco de un sistema simbólico común. Lo
único que puede hacerse en una época agnóstica
de pluralismo consumista es hilar muy fino en la
profesión de uno, o «purificar el lenguaje de la
tribu», como definieron Mallarmé y T. S. Eliot
el papel del poeta.
Esta idea está muy relacionada con la noción
decimonónica de vanguardia, y el modernismo
está basado, naturalmente, en el mito de una
vanguardia romántica que se adelanta al resto de
la sociedad para conquistar un nuevo territorio,
una nueva conciencia y un nuevo orden social.
La metáfora de la vanguardia como una avanza
dilla política y artística fue formulada en la segun
da década del siglo XIX, y aunque había muy po
cos artistas activos en la política, como Gustave
- Courbet, y aun menos agitadores, como Marinetti,
- . - � .
el mito del activismo social proporcionó un papel
TrC's muchacho� C'II una batsa. Sane/ro C/11a, 1983. . importante a una clase que se estaba quedando sin
, mecenas. Los artistas, como los arquitectos, esta
mostrar que las intenciones no iban siempre to ban a menudo subempleados y a merced de un
talmente descaminadas. sistema despiadado o, al menos, falto de interés.
La religión reinante del modernismo arquitec Donde antes tenían una relación social definida
tónico podría denominarse una mejora pragmá respecto a un mecenas -el. estado, la Iglesia o un
tica, es decir, la creencia de que «sacando más individuo- ahora se relacionaban con un mercado
de menos», como dijo Buckminster Fuller, los que era competitivo y agnóstico.
problemas sociales desaparecerían poco a poco. Así puede verse el modernismo como la pri
El progreso tecnológico en áreas limitadas como mera respuesta ideológica importante a esta cri
la medicina parece apoyar esta ideología, aún sis social y al ocaso de una religión compartida.
dominante entre los tardomodernistas. Enfrentados a una sociedad poscristiana, los in
Así podríamos definir la arquitectura moder telectuales y la élite creadora formularon un
nista como el estilo universal e internacional pro nuevo papel para sí mismos, inevitablemente sa
cedente del hecho de los nuevos medios de cons cerdotal. En su papel más exaltado cerrarían las
trucción adecuados a una nueva sociedad indus heridas de la sociedad; al «purificar el lenguaje
trial, que tiene como fin la transformación de la de la tribu», podrían purificar su sensibilidad y
sociedad, tanto en sus gustos como en su compo ofrecer una base estético-moral, si no una base
nente social. Pero hay una anomalía en este mo política. De este papel poscristiano surgieron
dernismo que es abrumadora y a la vez pasada dos posturas y una contradicción entre ellas que
por alto por los críticos del tema. Es todo lo con ha producido mucha confusión. Para tratar esta
trario del modernismo más extendido en otras confusión acudiré, como han hecho otros, Frank
artes y en la filosofía; pues éstas no son en abso Kermode y Robert Stern por ejemplo, a dos tér
luto optimistas ni progresistas. Piénsese en minos técnicos, ya que la palabra «moderno»
Nietzsche, Goedel, Heisenberg, Heidegger y oculta al menos dos sentidos diferentes.
Sartre -más cerca del nihilismo que del positi Está el papel curativo del artista, el de salvar
vismo de Fuller. O piénsese en Yeats, Joyce, la «división entre el pensamiento y el senti
Pound, T. S. Eliot, o De Chirico, Picasso, Du miento» que T. S. Eliot y Siegfried Giedion si
champ y Grosz- no exactamente liberales, no tuaron en el siglo XIX, y éste conduce a lo que
muy socialistas, y desde luego, muy poco opti ha sido denominado «modernismo heroico».
mistas. Mientras el modernismo en la arquitec Luego está el papel subversivo y romántico del
tura ha propagado la ideología de la industriali artista al conquistar nuevo territorio, «crear algo
zación y el progreso, en casi todos los demás nuevo», hacer el arte distinto, difícil, auto-refe
campos el modernismo ha luchado contra estas rente y crítico: lo que yo llamaría «modernismo
tendencias o las ha lamentado. En dos áreas cla agonístico». Estos dos sentidos están relaciona
ve, sin embargo, están de acuerdo los diferentes dos con lo que Stern denomina «modernismo
modernismos: en el valor de la abstracción y el tradicional frente al modernismo cismático»,
papel primordial de la estética, o la perfección humanismo frente a agonismo, continuidad
del medio expresivo. El modernismo, según lo frente a «la novedad», optimismo frente a nihi
ha definido Clement Greenberg, siempre ha te- lismo, etcétera. Para Stern y otros escritores co-
11
P.A.R,4
--.rccorv
.AC){l:1 ,
h
LA POSMODERNTnA n
-
• •
mo Ihab Hassan, la segunda de estas tradiciones los años veinte, bastantes críticos aplicaron de
-el modernismo cismático o de resistencia- se masiado libremente el prefijo «pos». Por ejem
ha transformado en posmodernismo cismático. plo, los críticos populares Paul Goldberger y
Así, Hassan escribe: «El posmodernismo, por Douglas Davis lo utilizaron en el New York Ti
otra parte, es esencialmente subversivo en la mes y Newsweeek para hablar de la obra ultra
forma y anárquico en su espíritu cultural. Dra moderna de Hardy, Holzman y Pfeiffer, Cesar
matiza su falta de fe en el arte aun cuando pro Pelli y Kevin Roche, todo lo cual exagera la obra
duce obras de arte que intentan acelerar la de hightech de Mies y Le Corbusier. El crítico de ar
sintegración tanto cultural como artística». te Edward Lucie-Smith, como lo hicieron otros,
Como ejemplos de esto Hassan menciona la llegó incluso a aplicarlo al Centro Pompidou de
literatura de Genet y Becket -lo que George Piano y Rogers. En fin, que posmoderno quería
Steiner llama «la literatura del silencio»- el arte decir absolutamente todo lo que fuera diferente
de auto-supresión de Tinguely y Robert Morris, al modernismo puro, y esto significaba, por lo
el arte mecanizado y repetitivo de Warhol, la general, rascacielos de formas extrañas, colores
música no estructural de John Cage, y la arqui chillones y tecnología vista. El hecho de que ta
tectura técnica de Buckminster Fuller. Todo es les arquitectos estaban en contra del pluralismo,
to lleva el modernismo de la primera época y su la decoración y la convención del posmodernis
noción de la discontinuidad radical a un extre mo se les escapó a estos críticos. Se limitaron a
mo que conduce al hermetismo de los años 60 y hacer uso de la expresión de moda para referirse
70. Debido a que esta tradición más tardía era a la discontinuidad y metieron en el mismo saco
obviamente diferente al modernismo heroico de cualquier desviación de la norma.
12
PliRA liCABzr,.,
�co1v
LA POSMODERNTnA n
Esta misma categorización permisiva se prac bert Morris, Robert Smithson, Michael Heizer,
ticaba en la teoría del arte y la crítica, y como Richard Serra, Walter de Maria, Robert Irwin,
consecuencia, cuando se celebraban congresos Sol LeWitt, Bruce Nauman (entre 1968 y 1970)
sobre el tema, los artistas no teían muy claro si habían llegado a una situación cuyas condicio
apoyaban el posmodernismo o si estaban en nes lógicas no pueden describirse ya como mo
contra de él. De hecho se dedicó un libro com dernistas.» En sus términos esquemáticos, lógi
pleto a esta confusión: The Anti Aesthetic: Essays cos, esto es cierto, pero luego pasa a hacer una
on Postmodern Culture. Aquí el editor Hal Foster deducción falsa: «Para dar nombre a esta ruptu
lo utiliza en el sentido de una resistencia cultu ra histórica y a la transformación estructural del
ral y política al statu quo. Para uno de los auto campo cultural que la caracteriza, hay que recu
res, Craig Owens, es el uso crítico de técnicas rrir a otro término. El que ya se utiliza en otras
posindustriales (ordenadores y fotografía) en el áreas de la crítica es posmodernismo. No parece
arte y la «pérdida de narrativas maestras» (en es que haya razón alguna para no usarlo».
to está de acuerdo con J. F. Lyotard). Frederic Pues sí que no la hay, usando su misma no
Jameson lo utiliza como un término genérico forma de no-definición, ya que si hay algo que
que cubre todas las reacciones al modernismo no se oculta es el hecho de que no se pueden
puro (John Cage y William Burroughs), la elimi definir las cosas eficazmente por medio de lo
nación de las distinciones entre la cultura de éli que no son. Todas las cosas que hay en una ha
te y la cultura de masas y dos de sus «rasgos dis bitación que no son hombres no son necesaria
tintivos» -el pastiche y la esquizofrenia. Jean mente mujeres: hay un número prácticamente
Baudrillard lo ve como un epítome de nuestra infinito de otras categorías de cosas. Y esos ar
era y de su «muerte del tema», producida bási tistas que menciona no son posmodernistas, si
camente por la televisión y la revolución infor no realmente tardomodernistas. lPor qué? Por
mática. («Vivimos en el éxtasis de la comunica que como los ultra o neo-modernistas, llevan la
ción. Y este éxtasis es obsceno».) Casi todos los disyunción y la abstracción modernistas al ex
demás autores lo utilizan en formas diferentes, tremo. Esencialmente su práctica va contra los
algunas de las cuales están relacionadas con la treinta y tantos elementos de definición del pos
idea de resistir y «deconstruir» conceptos co modernismo que he mencionado antes -contra
múnmente asumidos por nuestra cultura. En re todos los que están relacionados con la semánti
sumen, quiere decir casi todo y por lo tanto casi ca, la convención, la memoria histórica, la metá
nada. fora, el simbolismo y el respeto por las culturas
Antes de discutir este «Posmodernismo de la existentes. Su trabajo se acerca mucho más al
Nada» donde hay muy poco en juego, quisiera modernismo agonístico, sólo que es más extre
mencionar una de sus causas: la idea de que la mo, más exagerado -es decir, «tardío».
palabra puede apropiarse para significar cual De hecho, esto nos lleva a la definición esen
quier ruptura con el modernismo puro. El en cial del tardomodernismo: en arquitectura tiene
sayo de Rosalind Krauss, Sculpture in the Expan una ideología social pragmática y tecnocrática y a
ded Field, incluido en esta y en otra antología so partir más o menos de 1960 lleva a su máxima ex
bre el arte posmoderno, muestra esta apropia presión muchas de las ideas estilísticas y muchos
ción. Su ensayo, elegante e ingenioso, intenta valores del modernismo para resucitar un lenguaje
definir todas las desviaciones de la escultura que gris y manido. El arte del tardomodernismo tam
parecen salirse de los límites de la escultura mo bién posee por lo tanto un sólo código y como el
dernista -la Endless Column de Brancusi, pon modernismo de Clement Greenberg, tiende a
gamos por caso- y extender éstos hasta incluir ser auto-referente y a estar inmerso en su len
los edificios arropados y la Running Fence de guaje específico del arte, llegando incluso a ser
Christo, el uso que Robert Smithson hace de es minimalista en su concentración, como han seña
pejos cubiertos de tierra en el Yucatán, un labe lado tantos críticos, por ejemplo Umberto Eco.
rinto de madera construido por Alice Aycock en
1972, y varios terraplenes y «terrenos marca IV. EL POSMODERNISMO CISMATICO ES
dos», como el hoyo excavado en la tierra y en TARDOMODERNISMO
marcado que Mary Miss realizó en 1978.
Krauss utiliza un diagrama estructuralista Lo que estoy sugiriendo aquí no es un cambio
para describir este campo ampliado de la escul de nomenclatura sin importancia, sino una reor
tura -es decir, los objetos que no son arquitec ganización completa de las categorías: es decir,
tura, no son paisaje, y desde luego no son escul la redefinición, casi siempre como «tardomoder
tura, y su ingenio consiste precisamente en ha nismo», de lo que Davis, Goldberger, Foster, Ja
cer que el diagrama se extienda hasta incluir un meson, Lyotard, Baudrillard, Krauss, Hassan y
gran número de «noes» combinados. La estrate tantos otros definen frecuentemente como «pos
gia no es muy distinta de la práctica modernista modernismo». Es principalmente tardomoder
de definir cosas por medio de lo que no son, ex nismo porque está aún comprometido con la
tremando así sus diferencias y su esencialidad, tradición de lo nuevo y no tiene esa compleja re
pero ella presenta su ampliación como una «rup lación con el pasado, el pluralismo y la transfor
tura» con el modernismo: «...uno tras otro Ro- mación de la cultura occidental -la preocupa-
13
P.,qi:,"
•vt AC.AB11,.,
'-ltCO¡,¡
LA POSMODERNTnA n
ción por el significado, la continuidad y el sim siempre, el uso imaginativo y coherente del len
bolismo. No pienso ni por un momento que es guaje técnico de la arquitectura. La moralidad
tos escritores vayan a estar de acuerdo conmigo, del tardomodernismo consiste en esta integri
pero sí creo que lo que está en juego es algo más dad de invención y de uso; como la defensa de
que una distinción pedante. Es una diferencia la moralidad modernista que Clement Green
de valores y de filosofía. Llamar a un tardomo berg hace, la obra ha de ser juzgada como un
dernista posmodernista es equivalente a llamar mundo hermético relacionado internamente,
a un protestante católico porque ambos practi donde los significados son auto-referentes. Lite
can una religión cristiana. O es criticar a un bu ralmente, lencaja el high-tech y es efectivo desde
rro por no ser un buen caballo. Tales errores de una perspectiva visual, poética y funcional? Las
categorización llevan a lecturas erróneas, y esto respuestas a todas estas preguntas parecen ser
puede ser muy fructífero y creativo -los rusos positivas, aunque es demasiado pronto aún para
han leído Don Quijote como una tragedia- pero asegurarlo.
acaba siendo violento y estéril. El concepto de posmodernismo se confunde a
Si uno intenta leer el Hongkong Shanghai menudo con el de tardomodernismo porque
Bank que Norman Foster acaba de terminar co ambos surgen de una sociedad posindustrial.
mo un edificio posmoderno no pasará de la «no Naturalmente existe una conexión entre estos
puerta» donde las dos escaleras mecánicas están dos «pos», pero no la conexión simple y directa
colocadas en ángulo para acomodarse al princi que el filósofo Jean-Franc;ois Lyotard insinúa.
pio chino de Feng Shui. lEs contextual, guarda Este autor empieza su libro The Postmodern
relación con los edificios circundantes y con el Condition: A Report on Knowledge con la fusión
lenguaje vernáculo de Hong Kong y de China? de estos dos términos: «El objeto de este estu
Sólo en el sentido muy indirecto de que es high dio es la condición del conocimiento en las so
tech y de que en uno de sus lados tiene un grupo ciedades más desarrolladas. He decidido utilizar
de torres esbeltas y pintorescas. lEstá relaciona la palabra posmoderno para describir esa condi
do las «culturas del gusto» de los habitantes y ción... defino posmoderno como incredulidad
usuarios de la zona? Sólo en el sentido sublimi hacia las metanarrativas... nuestra hipótesis de
nal de que su estructura esquelética sugiere trabajo es la de que el estado de conocimiento
fuerza muscular. De acuerdo con las definicio se altera a medida que las sociedades entran en
nes permisivas del «Posmodernismo de la Na lo que se conoce como la era posindustrial y las
da» debería pertenecer a esta categoría, puesto culturas entran a su vez en lo que se conoce por
que es una «ruptura» con el modernismo y está la era posmoderna».
totalmente comprometido con la tradición de lo El estudio de Lyotard trata principalmente del
nuevo. En efecto, muchas secciones del edificio, conocimiento en nuestra era científica, sobre to
basadas en la tecnología aeronáutica y naval, do de la forma en que éste se legitima a través
fueron construidas ad hoc en diferentes partes de las «grandes narrativas» como la liberación
del mundo, precisamente para que fueran nue de la humanidad, el progreso, la emancipación
vas. Es el primer edificio radicalm�mte «multina del proletariado, y el aumento de poder. Estas
cional» (partes de él fueron fabricadas en Gran «narrativas maestras», arguye, han seguido los
Bretaña, Japón, Austria, Italia y Estados Uni pasos de otras anteriores, como la religión, el es
dos) resuelto por medio de todas las"tecnologías tado-nación, y la creencia en el destino del mun
de la sociedad posindustrial, incluyendo natural do occidental; se han hecho no-creíbles e increí
mente los ordenadores y la comunicación uni bles. En realidad, todas las creencias, o narrati
versal instantánea, y por lo tanto según las defi vas maestras, se convierten en imposibles en
niciones de J. F. Lyotard y otros, qebería
f ser un una era científica, sobre todo la del papel y la le
ejemplo destacado de posmodernis uo. Pero no gitimidad fundamental de la ciencia en sí mis
lo es, y si lo fuera, constituiría un· fracaso. ma. De ahí@\ nihilismo, el anarquismo y el plu
No; ha de ser juzgado como el último triunfo ralismo de lQf«,iuegos lingüísticos» que luchan
del tardomodernismo, y celebrado por lo que in entre sí, de ·:áhtsu creencia que la cultura pos
tenta ser, a saber, la expresión más poderosa del moderna conlleva una «sensibilidad hacia las di
armazón estructural, de la tecnología ligera, y de ferencias» y una «guerra a la totalidad». Lo pos
un vasto espacio abierto encaramado en el aire. moderno se define por lo tanto como un «perío
El coste del edificio -y se le llama el edificio do de relajo», un período en que todo se «desle
más caro del mundo -refleja directamente estas gitima». Dado este nihilismo y la jerga sociológi
intenciones, pues resulta que el dinero se invir ca, uno puede comprender por qué nuestro pe
tió en la estructura (que recuerda la de un puen riodista dominical de Le Monde estaba tan preo
te) y en su magnífico uso de los materiales de cupado por el fantasma que amenazaba con des
acabado. No puede menos que sorprender que cender, cual tormenta verbortérca, sobre la mesa
estos conceptos se lleven una parte tan impor del desayuno. Lyotard casi ha definido el pos
tante del presupuesto. Por lo tanto no intento modernismo como esta relatividad del «relajo».
criticar el edificio sólo por sus deficiencias pos Pero en otra sección, increíblemente, define lo
modernas, sino también alabarlo por sus virtu «posmoderno» como premoderno: «lQué espa
des tardomodernistas. Estas son, como casi cio cuestiona Cézanne? Los impresionistas.
14
PAR;¡
ACABllh
�cor,¡
LA POSMODERNTnA n
lQué objeto atacan Picasso y Braque? El de Cé Sin embargo no es sorprendente, porque el
zanne... Una obra puede convertirse eñ moder «error» como tal tiene una larga tradición ante
na sólo si es primero posmodema. El posmoder rior a la obra de Ihab Hassan, en el que Lyotard
nismo así entendido no es el modernismo ago basa gran parte de su evidencia cultural. Así
nizante sino naciente, y este último estado es pues estamos en un momento de «crisis» -para
constante.» utilizar unos de sus conceptos de legitimación
Esta idea absurda al menos tiene la virtud de en el· que hemos de decidir si queremos conti
ser original y ha llevado a la creencia de Lyotard nuar utilizando la palabra posmodemo para
en el experimento continuo, el agonismo <;le la abarcar dos significados opuestos y dos tradicio
vanguardia perpetua y de la revolución conti nes divergentes. Es realmente absurdo conti
nua. Esto llevó también a su exposición de ex nuar con esta confusión lingüística. Es más, yo
perimentos con los medios de comunicación en mantengo que los significados y definiciones
el Centro Pompidou llamada Les Immatériaux que he propuesto -con la dicotomía de tardo y
que, según las crónicas, parece haber sido eti posmodemismo -cobran fuerza precisamente
quetada erróneamente como posmodemista. No en tanto en cuanto se utilicen juntos, ya que
estoy seguro, ya que no he visto la exposición, aclaran intenciones opuestas, tradiciones artísti
pero está claro que Lyotard continúa confun cas y arquitectónicas que están fundamental
diendo en sus escritos el posmodemismo con el mente enfrentadas. Lyotard, debido a que es un
último vanguardismo, es decir, con el tardomo filósofo y sociólogo del conocimiento, y no un
demismo. Produce cierto sonrojo que el primer historiador o crítico de estas tendencias cultura
filósofo del posmodemismo pueda estar tan les, no tiene el· oído afinado a sus diferencias.
fundamentalmente equivocado. Una vez expuesta esta necesidad de una dis
tinción fundamental entre posmodemismo y
tardomodemismo, hemos de añadir, sin embar
go, ciertas matizaciones que modifican esta dife
rencia absoluta. Ambas tradiciones empiezan
aproximadamente en 1960, ambas reaccionan
ante la decadencia del modernismo, y algunos
artistas y arquitectos -por ejemplo David Salle,
Robert Longo, Mario Botta, Helmut Jahn, y Phi
lip Johnson- vacilan entre ellas o las unen. Esta
fusión, o esta mezcla existencial de categorías,
es lo que cabe esperar de cualquier período des
pués del Renacimiento cuando, por ejemplo, un
artista como Miguel Angel podía pasar de solu
ciones del renacimiento primitivo a manieristas
o barrocas, en problemas de escultura y arqui
tectura. Así pues, muchos artistas que Hal Fas
ter y otros incluyen en su corpus como «posmo
demistas de la resistencia» debieran también ser
incluidas como posmodemistas: Robert Raus
chenberg, Laurie Anderson, algunas obras de
arte feminista que utilizan temas convenciona
les de modo irónico, Hans Haacke, y otros que
pueden ser denominados «agonísticos» o com
bativos. Pero deben clasificarse así sólo en la
medida en que su intención era la de comunicar
con la sociedad y sus élites profesionales por
medio del doble código, y aunque tales artistas
sean denominados posmodemos, esto no garan
tiza su valor, que debe depender como siempre,
de la transformación imaginativa de un sistema
simbólico compartido. El papel del crítico debe
ser en primer lugar el de definir el campo -es
decir, las tradiciones palpables que están en evo
lución- y luego hacer distinciones de calidad y
de valor, un proceso que yo he empezado con
un árbol evolutivo que muestra las cinco ten
dencias principales del arte posmodemo clásico:
los clasicistas metafísicos, narrativos, alegóricos,
111Nior del Ho11g/..011g S/Ja11g/Jai 8011/... iVorma11 Fosrcr r Asociados.
realistas, y los que comparten una sensibilidad
982-6. clásica. Podemos ver en este retomo a una tradi
ción occidental más amplia un movimiento len-
15
PA.R.A ;¡c.,,¡
BARco1v
LA POSMODERNTn.ll n
to de nuestra cultura, ahora a nivel mundial, ha rramientas nuevas, adaptadas a esta nueva época
cia un «centro que se desintegraba» (para dar un animada por un nuevo espíritu. La ley económi
giro diferente a las palabras de Yeats). El retor ca domina inevitablemente nuestras acciones y
no tiene varias causas, pero entre las más impor nuestros pensamientos. Debemos crear el es
tantes está la idea de que el valor de cualquier píritu de la producción en masa. El espíritu de la
obra debe depender en parte de la tradición, pa construcción de casas en serie. El espíritu de la
ra su ubicación y su calidad. La tradición de lo vida en casas producidas en serie...».
nuevo convirtió la discontinuidad en tal fetiche La retórica de un renacimiento espiritual, se
que ahora una obra radical de calidad puede gún se proclamaba en el Nuevo Testamento de
muy bien tener la novedad de lo viejo. la Estética de la Máquina, logró por fin expulsar
el mal de las Beaux-Arts y fue elevada a los alta
V. LA CONTRARREFORMA EN LA res en el Weissenhof Settlement, Stuttgart, en
ARQUITECTURA 1927. El estilo blanco, protestante y reformista
fue creado allí por los principales arquitectos de
El período heroico del modernismo durante Europa y lo impresionante de este hecho no fue
los años veinte no se restringió a la arquitectura tanto la calidad de los edificios como el que to
sino que se extendió a la vanguardia de otras dos los líderes habían practicado versiones de la
formas artísticas. Durante un corto período de misma doctrina, un dogma que excluía la con
tiempo T. S. Eliot y Ezra Pound en la literatura, vención, la artesanía tradicional y casi cualquier
Stravinsky en la música, Eisenstein en el cine, cualidad que la arquitectura occidental había
Brancusi en la escultura, y Leger y Picasso en la consagrado, excepto la belleza de construcción y
pintura, compartieron un papel implícitamente el espacio dinámico. La estética tradicional y el
reformista de creadores de una nueva sensibili urbanismo fueron incluidos en el Indice calvi
dad. La vanguardia y la élite intelectual definían nista.
un papel común, el de ser líderes de una nueva Cincuenta y tres años más tarde, en el viejo
cultura de masas. Este ideal de un nuevo lide Arsenale de Venecia, toda esta transvaloración
razgo resultó en parte del resquebrajamiento fue a su vez transvalorada. Paolo Portoghesi y
que causaron tanto la Primera Guerra Mundial y otros críticos y arquitectos, incluido yo mismo,
la Revolución Rusa como la revolución indus organizamos la nueva Bienal de Arquitectura en
trial. Pero sus raíces más profundas se remonta torno al tema «La Presencia del Pasado». Vol
ban al siglo XIX y a los efectos radicales que la vían la decoración, el simbolismo y otros tabúes.
ciencia, el darwinismo y la secularización tuvie La Strada Novíssima, basada en un decorado
ron sobre la cultura cristiana. La ideología pos teatral renacentista, consistía en veinte fachadas
cristiana, proclamada por primera vez por diseñadas por destacados arquitectos posmoder
Nietzsche como la filosofía del superhombre, nos. La mayor parte de ellas manifestaban un
iba dirigida directamente a una élite creativa y clasicismo de estilo libre, estilo que utilizaba el
no es de extrañar que los jóvenes Le Corbusier repertorio completo de molduras, piedras clave
y Walter Gropius crecieran, como tantos artistas y órdenes de columnas, pero normalmente en
de principios de siglo, bajo los pronunciamien tono irónico, indicando su lugar en la historia
tos proféticos de Zaratustra: «Y quien tiene que después del modernismo, reconociendo que el
ser un creador en el bien y en el mal: en verdad, retorno a la tradición había de estar basado en
ése tiene que ser antes un aniquilador y que las realidades sociales y técnicas contemporá
brantar valores ... iy que caiga hecho pedazos to neas. Desde entonces el clasicismo posmoderno
do lo que en nuestras verdades -pueda caer he más interesante ha cobrado fuerza y es practica
cho pedazos! iHay muchas casas que construir do en todo el mundo -incluso en la India y el
todavía! [Está claro por qué esto resultaba atrac Japón- utilizando materiales como el hormigón
tivo a los arquitectos] Muertos están todos los prefabricado y el aluminio.
dioses: ahora queremos que viva el superhom Esta contrarreforma ha tenido también sus
bre. Yo os enseñaré al superhombre. El hombre santos y sus celosos obispos, que no han perdi
es algo que ha de ser superado. lQué habéis he do ocasión de establecer una ortodoxia renova
cho vosotros para superarlo?...» da. Aldo Rossi, el nuevo papa italiano de la ar
La vanguardia adoptó este papel darwiniano quitectura, ha emitido decretos sobre el neo-ra
de «transvalorar todos los valores» y Le Corbu cionalismo y la importancia de la memoria para
sier, al leer estos textos, incluso adoptaba el to reconstruir la ciudad (destruida por el modernis
no bíblico de su maestro. Cuando se leen los mo). La idea de una arquitectura autónoma
manifiestos de arte y arquitectura de los años -una arquitectura que responda a sus propias
20, de Berlín a Moscú, pasando por París, todos leyes tipológicas de calles, plazas y bloques ur
suenan como estas escrituras sólo que en ver banos- ha resurgido. El monumento, que los
sión telegrama. Y su estilo evangélico es básica modernistas habían declarado materia prohibi
mente el de Nietzsche. Le Corbusier: «Una gran da, ha sido rápidamente rehabilitado en una
época ha comenzado. Existe un nuevo espíritu. encíclica tras otra. El apóstol más militante, un
La industria, anegándonos como una marea que auténtico Ignacio de Loyola, Leon Krier, ha fun
avanza hacia su destino, nos ha provisto de he- dado su propia escuela llamada Arquitectos Ra-
16
. ..,»•
The Cruel/y of de Fatha. David Salle 1983.