Tips para Escribir Una Buena Introducción y Conclusión en Trabajos Universitarios
Tips para Escribir Una Buena Introducción y Conclusión en Trabajos Universitarios
Tips para Escribir Una Buena Introducción y Conclusión en Trabajos Universitarios
Por Grecia Toukoumidis
18 JUN 2018
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2. Ve de lo general a lo particular: una vez hayas creado tu mapa mental, dale
estructura a la información usando la técnica de la “pirámide invertida”. Consiste en formular el
tema principal en la introducción y desarrollarlo a través de ideas secundarias en el cuerpo de
texto.
3. Hazla “corta pero sustanciosa”: la introducción cumple el papel de “abrebocas”:
debe dejarte con ganas de más. Así que no te desgastes dando explicaciones desde el
principio, simplemente resume el tema sin profundizar en los detalles.
4. Sé práctico: recuerda emplear un lenguaje simple y concreto a lo largo de todo el texto.
Después de todo, estás ayudándole a tu lector a responder una pregunta.
5. Hazla impactante: dicen que “la primera impresión es la que cuenta”. Pues en el caso
de las introducciones, la primera frase es la que cuenta.
1. Atender los 3 Ps: propósito, problema y posibilidad.
3. Resumir los puntos más fuertes. Despunta los puntos primordiales, demostrando cómo la
lectura solucionó un problema.
4. Tener una llamada a la acción. El objetivo es mantener el lector interesado y comprometido
con tu trabajo.
5. Crear expectativas. Busca convencer el lector a leer más sobre el tema o asuntos relacionados.
6. Enfatizar los beneficios. Muestra al lector cómo puede hacer uso del conocimiento que ha
adquirido.
En las introducciones de cualquier tipo de trabajo, lo que se necesita es lograr dos
objetivos: a) Informar al lector sobre el tema que se leerá, dando información más
general, aportando definiciones necesarias para entender el grueso del trabajo,
contextualizando la información (decir, por ejemplo, por qué se trata de un tema de
interés o de actualidad) y dando a conocer los objetivos del trabajo. b) Motivar la
lectura del trabajo: hay que lograr que después de leer la introducción, el lector
esté convencido de que el resto del trabajo le aportará información importante o
atractiva. En algunos trabajos que requieran de reflexión, por ejemplo, comenzar
una introducción con una anécdota relacionada con el tema o con una observación
personal puede ser muy efectivo en esta tarea. En el desarrollo del trabajo, te
explayas, das a conocer todo aquello para lo cual fue realizado el trabajo,
presentas las teorías, clasificas la información, la ordenas y presentas un cuerpo
estructurado de ideas. La conclusión, finalmente, debe dar cuenta de los efectos o
consecuencias a los que ha conducido el desarrollo anterior. Aquí no sólo se trata
de reflexionar, sino más bien ver qué se puede desprender de todo lo dicho, de
forma lógica. Las conclusiones deben estar directamente relacionadas con el
objetivo del trabajo; si el objetivo es dar cuenta de las características del clima de
una región determinada, las conclusiones deben orientarse a los efectos que
producen tales condiciones climáticas en las poblaciones(de personas o animales)
que las habitan, o bien pueden centrarse en las diferencias climáticas de todas
ellas, haciendo hincapié en el papel que cumple el clima en el desarrollo
geográfico y de las especies de cada región. Por último, también puedes incluir en
tu conclusión los posibles alcances del tema, como su relación con el creciente
calentamiento global u otras problemáticas actuales, involucrando al lector en
relación a las responsabilidades que tenemos frente a la naturaleza y su cuidado
OTROS TEMAS:
Introducción
Desarrollo
Conclusión
(Párrafo 1: Introducción)
(Párrafo 2: Desarrollo)
(Párrafo 3 Desarrollo)
(Párrafo 4 Conclusión)