Agnosia

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CORPORACIÓN UNIVERSITARIA MINUTO DE DIOS


PSICOLOGÍA III

ASIGNATURA:
Neuropsicología

Estudiantes:
Angie Lizette Muñoz Carvajal ID: 648067
Brisvani Estefanía Mosquera Caicedo ID: 642283
María Camila Díaz Mazeto ID: 651025

Docente:
Vladimir Ilich Montealegre Marín
Nrc: 18211

Florencia Caquetá Octubre del 2018


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CAPÍTULO 9

AGNOSIA

Agnosia es, entonces, la pérdida de la capacidad de transformar las sensaciones


simples en percepciones propiamente dichas, por lo que el paciente (a pesar de ver, oír o
sentir) no puede reconocer los estímulos visuales, auditivos o táctiles. La definición de
agnosia lleva implícita la idea de que hay integridad sensorial primaria, y ausencia de
deterioro intelectual global. La agnosia aparece en casos de lesiones de la corteza parietal,
temporal y occipital. Las zonas afectadas son las llamadas áreas de asociación, que
participan en el análisis e integración de información de una o varias modalidades
sensoriales.

CUADRO 9.1. Clasificación de las agnosias (Basado en De Renzi, 1982; Hécan y


Albert, 1978
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 AGNOSIA VISUAL
Es la incapacidad para reconocer estímulos visuales familiares, a pesar de que se conserva
(al menos parcialmente) la sensación visual; es decir, el defecto perceptual no deriva de una
falla en la resolución visual o de una ceguera. Quienes sufren este tipo de agnosia pueden
“ver”, o sea identificar líneas, formas, diferentes niveles de iluminación, describir las partes
del estímulo visual y en ocasiones copiar un objeto, pero son incapaces de reconocer el
significado de lo que ven, que es el objeto. Estas alteraciones se pueden observar disociadas
para el reconocimiento de objetos (agnosia visual de objetos), colores (acromatognosia),
palabras (alexia agnósica), caras (prosopagnosia) o para integrar las partes de un estímulo
complejo (agnosia simultánea o simultagnosia) (Biran y Coslett, 2003; Riddoch y
Humphreys, 2003).

Freud (1891) introdujo la denominación de agnosia, entendida como un trastorno en


el reconocimiento perceptual. El término acabó por imponerse. Lissauer (1890)
proporcionó la primera demostración clínicoanatómica de la agnosia visual en seres
humanos y distinguió entre agnosia aperceptiva y agnosia asociativa.

De acuerdo con él, había dos aspectos en el reconocimiento visual de los objetos: a)
el proceso de reconocimiento perceptual de la impresión sensorial, y b) el proceso de
asociar esta percepción con perceptos previamente almacenados. En este sentido, la agnosia
aperceptiva sería un defecto básico en la percepción visual, evidente en la incapacidad de
reconocer las diferencias entre dos objetos similares y de reconstruir mentalmente formas
visuales.

 AGNOSIA VISUAL PARA OBJETOS

Se refiere a un defecto perceptual específico para interpretar visualmente los objetos


reales. El paciente no sólo es incapaz de nombrar el objeto o de señalar cuál es su función,
sino que no recuerda haberlo visto nunca (Hécaen y Albert 1978). Sin embargo, el objeto
puede ser reconocido a través de otra modalidad sensorial, como el tacto. Para diagnosticar
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la agnosia visual para objetos es necesario que exista una integridad intelectual, ausencia de
afasia y, al menos, cierta visión residual.

La distinción propuesta por Lissauer entre agnosia aperceptiva y agnosia asociativa se


puede aplicar a la agnosia para objetos (De Renzi y Luccheli, 1993; Warrington, 1985). En
la aperceptiva hay incapacidad de identificar la forma de los objetos asociada con la
imposibilidad de parear objetos semejantes, así como para copiar dibujos de objetos. En la
agnosia asociativa, por el contrario, se conservan la capacidad de describir el objeto, la
posibilidad de parear objetos similares y de copiar un objeto, pero no se puede reconocer el
objeto.

 ACROMATOPSIA Y ACROMATOGNOSIA

Los defectos en la percepción de colores por lesiones en el sistema nervioso central,


en ausencia de enfermedad en la retina, se denomina acromatopsia. El paciente tiene una
adecuada percepción de las formas, pero las ve sin color, en diferentes tonos de gris. El
defecto en la percepción del color se puede observar en sólo una parte, o en todo el campo
visual.
La acromatognosia (agnosia al color) se refiere a un defecto en la categorización de
los colores, aunque el paciente los perciba correctamente. Éste podrá percibir colores pero
no podrá parear adecuadamente colores del mismo tono, seleccionar un color por orden
verbal o denominar los colores en ausencia de afasia. En este último caso, sin embargo,
sería más apropiado referirse a una anomia al color y no a una agnosia al color, pues el
paciente tampoco será capaz de reconocer el color adecuado de objetos específicos —como
el color de la sangre, del pasto, del cielo, etc. —. La agnosia al color rara vez se observa
con todos estos síntomas descritos: en ocasiones aparece más como un defecto amnésico-
afásico, en el que el paciente no es capaz de denominar los colores ni comprender sus
nombres; es como si hubiera una anomia exclusiva para colores. En otros casos, el defecto
agnósico es más puro, con dificultades evidentes para agrupar colores y hacer uso de ellos
(por ejemplo, al colorear figuras).
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 ALEXIA AGNÓSICA (ÓPTICA)

La alexia sin agrafia —también conocida como alexia óptica, alexia pura o alexia
occipital— es una agnosia visual para palabras. En este tipo de alexia el paciente puede
reconocer letras pero no leer palabras, aunque conserva la escritura espontánea, al igual que
su capacidad de escribir al dictado. La alexia sin agrafia se asocia con hemianopsia (o al
menos cuadrantopsia), defectos en el reconocimiento de los colores (acromatognosia) y
simultagnosia. Se sabe que el lóbulo occipital izquierdo, en particular la circunvolución
lingual, y el esplenio del cuerpo calloso son los sustratos anatómicos de este tipo de
agnosia.

 PROSOPAGNOSIA

La prosopagnosia es una forma de agnosia visual específica para rostros familiares.


La palabra prosopagnosia proviene del griego prosopos =rostro o persona, y gnosis
=conocimiento. Bodamer (1947) fue el primer investigador que utilizó el término para
definir el trastorno en el reconocimiento de rostros, sin relación con otros tipos de agnosia
visual. Sin embargo, estudios sobre este trastorno habían sido realizados ya por Quaglino y
Borelli en 1867 (Benton, 1990). En casos muy graves, el sujeto no puede determinar el sexo
y la edad del rostro (Lopera y Ardila, 1992).

 SIMULTAGNOSIA
Se refiere a la incapacidad de interpretar la totalidad de una escena compleja, con
descripción de detalles o partes individuales. Se trata de una agnosia visual que se
caracteriza por la imposibilidad de reconocer, simultáneamente, varios elementos visuales.
Se pueden percibir los aspectos individuales que componen el estímulo, pero no integrarse
a un todo organizado. Si a un paciente con simultagnosia se le presenta la imagen de una
mujer lavando platos, dirá que ve “un plato”, “el agua” “una mujer”, pero no podrá integrar
todos los elementos de la escena para lograr un reconocimiento unificado; cuando atiende a
uno de tales elementos, los otros “desaparecen”.
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 AGNOSIAS ESPACIALES

Son los trastornos en el reconocimiento y utilización de información de naturaleza


espacial que presenta una persona como consecuencia de una lesión cerebral. Es la
incapacidad perceptual para reconocer e integrar información espacial sin que exista una
alteración sensorial primaria que la justifique (Rosselli, 1986).

 TRASTORNOS EN LA EXPLORACIÓN ESPACIAL

Cualquier conocimiento que se obtenga del mundo externo exige una adecuada
exploración del espacio mediante una atención selectiva que permita atender un objeto
determinado, pero que al mismo tiempo sea lo suficientemente flexible para permitir
redirigirla a otro punto de interés potencial. También es muy importante la exploración
visual integrada que permita ver al mismo tiempo varios componentes de un estímulo o de
una situación para poder interpretarlos adecuadamente.

 SÍNDROME DE BALINT

Balint describió (1909) un síndrome al que denominó parálisis psíquica de la


mirada, el cual se caracteriza por un trastorno de los movimientos oculares voluntarios y se
constituye de tres elementos: 1) apraxia de la mirada o apraxia oculomotora; 2) ataxia
óptica, y 3) defectos en la atención visual. El paciente atendido por Balint presentaba
también problemas en el cálculo de distancias, secundarias a los defectos atencionales y
que, según De Renzi (1982), deben representar una cuarta característica del síndrome.
Holmes informó en 1918 de seis casos con un síndrome semejante al trastorno estudiado
por Balint, al que agregó un elemento más: la fijación de la mirada.

 TRASTORNOS EN LA PERCEPCIÓN ESPACIAL


Entre de los trastornos en la percepción espacial hay cuatro categorías: 1) incapacidad para
localizar estímulos; 2) alteraciones en la percepción de profundidad; 3) distorsiones en la
orientación de las líneas, y 4) cálculo erróneo del número de estímulos observados.
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 TRASTORNOS EN LA MANIPULACIÓN ESPACIAL

Implicarían un defecto en la integración, transformación y uso de la información espacial


que no pueden ser atribuidos a fallas perceptuales ni de memoria. Hécaen y Albert (1978)
denominan a este trastorno apractoagnosia para relaciones espaciales, y lo asocian con otros
defectos característicos por lesiones del hemisferio derecho, como apraxia construccional,
hemiasomatognosia, y agrafia, alexia y acalculia espaciales. En la manipulación espacial se
incluyen dos tipos de trastornos: 1) la agnosia espacial unilateral, y 2) la pérdida de
conceptos topográficos (Hécaen y Albert, 1978).

 AGNOSIA ESPACIAL UNILATERAL

Conocida también como negligencia espacial unilateral, se refiere a la falta de


respuesta ante estímulos presentados en el campo visual contralateral a una lesión cerebral,
sin que haya una dificultad motora o sensorial primaria que la justifique.

El síndrome de agnosia o negligencia espacial unilateral se refiere a la ausencia de


respuesta unilateral ante estímulos visuales, auditivos o táctiles, contralaterales a una lesión
cerebral, sin que exista una hemianopsia, hipoacusia o hemianestesia que la justifiquen. Los
pacientes no presentan respuestas de orientación (dirigir la mirada hacia la fuente de
estimulación) ante estímulos visuales o auditivos novedosos que se presenten en el lado
contralateral a la lesión cerebral.

 TRASTORNOS EN LA ORIENTACIÓN Y LA MEMORIA ESPACIAL

La amnesia topográfica, por el contrario, se refiere a un defecto amnésico y no


perceptual. Los pacientes con amnesia topográfica pueden reconocer las señales
topográficas del medio externo, pero han olvidado su ubicación espacial. Así, un sujeto
puede identificar las casas y las calles que le hacen saber que se encuentra en su
vecindario, pero ha olvidado en qué dirección se encuentra su casa; ignora cuál es su
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ubicación espacial específica. El paciente se desorienta porque no sabe cómo dirigir su


cuerpo de acuerdo con las marcas espaciales, cuándo voltear y en qué dirección hacerlo.
Además, es incapaz de mantener relaciones espaciales entre lugares y no puede realizar
mapas mentales en los que se especifique el cambio de dirección para lograr un objetivo
dado. Los objetos o marcas geográficas se reconocen, no así la relación espacial que
hay entre ellos.

 AGNOSIAS AUDITIVAS

Se refieren a la incapacidad de reconocer los estímulos auditivos verbales y/o no


verbales, aunque el término no siempre se ha empleado de manera consistente. Para
algunos autores la agnosia auditiva incluiría únicamente la incapacidad de reconocer la
naturaleza de los estímulos no verbales.

 AGNOSIA PARA SONIDOS NO VERBALES

El paciente con este tipo de agnosia no puede reconocer el significado de los


sonidos no verbales a pesar de que conserva la capacidad de reconocer melodías y cuya
agudeza auditiva está dentro de los límites normales. El paciente puede confundir un
sonido con otro o le pueden parecer similares todos los sonidos; asimismo, puede no
reconocer sonidos familiares, como el tañer de una campana, el timbre del teléfono,
etcétera.

Un tipo específico de agnosia auditiva para sonidos no verbales es la fonoagnosia, que


es la pérdida de la capacidad de reconocer voces individuales. La fonoagnosia impide
establecer semejanzas o diferencias entre voces desconocidas o identificar voces
familiares (Van Lanker et al., 1988).
La agnosia para los sonidos aparece en casos de lesiones bilaterales temporales
y parieto-temporales; esporádicamente, aparece en casos de lesiones unilaterales
temporales derechas.
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 AMUSIA
Con este término, se describe la pérdida de la habilidad musical como consecuencia de
patología cerebral. No se incluye, desde luego, a personas que siempre han carecido de
habilidad musical, ni a las que padecen de sordera periférica (Henson, 1985). La amusia
ha sido poco estudiada dentro de la neuropsicología, debido quizá a que es un síndrome
neuropsicológico poco frecuente y no siempre forma parte del examen neuropsicológico
de rutina.

 AGNOSIAS TÁCTILES

La pérdida de reconocimiento táctil de objetos, con una adecuada sensibilidad primaria,


se denomina astereognosia. Ésta puede ser primaria o secundaria. En la astereognosia
primaria el paciente es incapaz de reconocer las características físicas del objeto, que le
impide generar imágenes táctiles. En la astereognosia secundaria, conocida también
como astereognosia pura o asimbolia táctil, hay memoria de las imágenes táctiles, que,
sin embargo, se encuentran aisladas de otras representaciones sensoriales (Botez, 1985).
La astereognosia pura es un síndrome neuropsicológico que aparece por lesiones del
lóbulo parietal (Albert y Hécaen, 1978; Botez, 1985; Reed y Caselli, 1994).
En algunos casos, la astereognosia o asimbolia táctil aparece como una anomia
específica para objetos explorados táctilmente (anomia táctil).

 AGNOSIAS SOMÁTICAS (ASOMATOGNOSIAS)

Por asomatognosia se entiende una alteración en el conocimiento del esquema corporal


como consecuencia de una lesión cerebral. Para algunos autores, el término
“esquema corporal” es poco claro y los trastornos incluidos en esta denominación
podrían interpretarse como alteraciones afásicas y/o espaciales. Para otros, sin embargo,
estos síndromes deben ser considerados en forma independiente de otras alteraciones
neuropsicológicas.
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 ASOMATOGNOSIAS BILATERALES

Este tipo de agnosias se presentan en ambos lados del cuerpo, a pesar de que son
resultado de una lesión unilateral, usualmente izquierda. Entre las asomatognosias
bilaterales se cuentan la autotopagnosia, la agnosia digital, la desorientación derecha-
izquierda y la asimbolia al dolor. La agnosia digital y la desorientación derecha-
izquierda forman parte —junto con la acalculia y la agrafia— del denominado síndrome
de Gerstmann.

 AUTOTOPAGNOSIA

Pick (1908) definió la autotopagnosia como la incapacidad adquirida de señalar y


denominar partes del cuerpo. Los pacientes presentan grandes dificultades para
localizar y denominar partes del cuerpo, sea del propio o del examinador. Se observa en
pacientes con autotopagnosia una discrepancia evidente entre la habilidad para señalar
objetos externos y partes del cuerpo.
La autotopagnosia suele relacionarse con lesiones del hemisferio izquierdo, en
particular del lóbulo parietal posterior, pero también la puede haber en caso de lesiones
bihemisféricas extensas. En casos de demencia, es frecuente observar la presencia de
autotopagnosia (Ardila y Rosselli, 1986; Sirigu et al., 1991). Asimismo, ésta se
relaciona con otros elementos incluidos por lo común en el síndrome de
Gerstmann (Frederiks, 1985; Odgen, 1985).

 AGNOSIA DIGITAL

Este trastorno fue descrito inicialmente por Gerstmann, en 1924 (Gerstmann,


1940), entendido como la incapacidad de distinguir, nombrar, reconocer o dibujar los
dedos de la propia mano, del examinador o de un dibujo de la mano. El paciente tiene
problemas para mover en forma selectiva los dedos de la mano, por orden verbal o en
ausencia del control visual. Los errores son más evidentes en los tres dedos de la mitad.
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Cuando ello ocurre, el sujeto no tiene clara conciencia de sus errores ni se esfuerza por
corregirlos (Della Sala y Spinnler, 1994).

 OTRAS AGNOSIAS
Se podría suponer que hay dificultes perceptuales en otros sistemas sensoriales, como el
gusto y el olfato. El examen del gusto y el olfato, sin embargo, corresponden al ámbito
neurológico, no al neuropsicológico, simplemente porque el gusto y el olfato no
participan en los procesos cognoscitivos estudiados por la neuropsicología.
No obstante, al menos con respecto al gusto, se menciona la posibilidad de que haya
defectos perceptuales sin que exista un trastorno primario en la sensibilidad
(Lopera y Ardila, 1992). Recientemente, Small et al., (2005) informaron de un caso de
agnosia gustativa en una mujer de 39 años con una atrofia bilateral del lóbulo temporal
medio. La paciente presentaba umbrales gustativos normales, respuesta afectiva
apropiada, más un aumento en el umbral de reconocimiento. Además tenía graves
impedimentos para reconocer diferentes sabores (dulce, salado, amargo, ácido).
Los autores concluyeron que el lóbulo temporal anteromedial desempeña un papel
fundamental en el reconocimiento de la cualidad de los sabores.

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