México en El Año 1970 - Fosforo Cerillo

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CLEMENTIN

1844

La ciudad de México, según una descripción aparecida en la revista da en un gran cuadrado de cal y canto. Los trabajos de la nueva
El Liceo Mexicano (l844) afectaba la fonna de un cuadrado, cuya plaza del Volador fueron dirigidos por el arquitecto Lorenzo de la
extensión de oriente a poniente, lo mismo que de norte a sur tenía Hidalga. En el Museo Mexicano de ese año de 1844 se lee que la
más de una legua, sus calles eran anchas, tiradas a cordel, con una plaza del Volador "es un edifIcio que por su tamaño e importancia
población aproximada de doscientos mil habitantes, de comercio y ser único en su clase en México ha llamado la atención... su
activo que importaba todos los efectos extranjeros que entraban conveniencia consiste en su solidez, salubridad y comodidad".
por Veracruz y de otros puntos de la República: mantas, loza, Las refonnas hechas a la plaza del Volador modifIcaron notable-
azúcar, añil, frutas, granos, aguardiente y pulque, del que se hacía mente la vida que allí se desenvolvía, pues como cuenta Guillermo
gran consumo, en cambio no había exportación. Prieto en Memorias de mis tiempos dejó de ser el animado rumbo
El general Santa-Anna seguía detentando el poder, cometiendo con sus callejuelas, barberías, carnicerías, tiendas, puestos de frutas
sus conocidas arbitrariedades. La República se enfrentaba a la y de verduras, con sus vendedores de pasteles, empanadas, chuchu-
cuestión de Texas que no tardaría mucho en resolverse con la lucos, quesadillas, "indios vendedores de fajas, monteras, mantas
anexión a la Unión Americana de gran parte de nuestro país, sin de Texcoco, listones, medallas y voceadores de papeles", sin faltar
que este grave problema preocupase a Santa-Anna. el recaudador tiránico del impuesto, el prestamista y toda la gama
La adulación, sin embargo, rindió a Santa-Anna su tributo. El 5 de los llamados léperos: albañiles, tocineros, empedradores de
de marzo, gracias al empeño del empresario del mercado José calles, conductores de carros públicos. Por allí también se detenía
Rafae~ropeza y bajo la supervisión del contador Manuel Díaz de el aguador cargando su chochocol, tipo característico de la época,
Moctezuma se fundió la estatua de Santa Anna que debería consentido de cocineras y recamareras, esperado ansiosamente por
colocarse en la plaza del Volador. La estatua era obra del escultor las niñas, pues les llevaba cartas y recaditos de amor, y estaba,
español Salustiano Beza y del fundidor mexicano José López. además, enterado de la vida y milagros del vecindario.
El 13 de marzo de 1844 en el periódico El Siglo Diez y Nueve No sólo se aduló a Santa-Anna con una estatua, también se
apareció .fIrmado con el seudónimo de "Un mexicano", este pensó en consagrarle una calle, ésta se abriría por decreto y estaría
comentario en el que se resaltaba la participación artística del en línea recta con la de Alconedo, calle que se encontraba entre
fundidor José López: las calles hoy llamadas Luis Moya y Revillagigedo, la de Alconedo
"El 5 del C9rriente, en la casa número 2 de la primera calle de se llamó después Nuevo México y hoy Venustiano Carranza. La
Tezontlale, se ha verifIcado felizmente según todas las apariencias, apertura de esta calle dedicada a Santa-Anna, decía El Siglo Diez
la fundición de la estatua del Exmo. Sr. Presidente de la Repúbli- y Nueve de 27 de septiembre de 1844:
ca, general D. Antonio López de Santa-Anna... Esta es la primera "Además de dar hennosura y regularidad a muchos edifIcios, va
vez que un paisano nuestro al ejecutar una obra notable de a ser sumamente útil para la fácil concurrencia del público al
fundición dedicada para un monumento público, es dueño de su Paseo, particularmente la de los carruajes y caballos, pues teniendo
gloria artística, y si la hennosa estatua ecuestre del rey Carlos IV con frecuencia que componerse la calle de San Francisco que es la
llamó tanto la atención, no será menos digna de llamarla la de que única que hoy transitan les quedará otra amplia y más recta."
se trata. La calle se abrió, pero nunca se llamó de Santa-Anna, recibió el
"México tiene una nueva prueba de que sus hijos poseen talento nombre de Providencia y comprendía las calles entre las ahora
para distinguirse en la noble carrera de las artes." llamadas Revillagigedo y Balderas o sean Humboldt, Iturbide hasta
Jum de Dios Arias autor del tomo IV México a través de los llegar a Bucareli.
siglos, titulado "México independiente", cuenta que el acto de La calle Santa-Anna no tuvo fortuna y la estatua muy pronto
descubrir la estatua "levantada sobre erguida columna en la plaza dejó de estar en la plaza del Volador, ya que las arbitrariedades de
del Volador fue apadrinada por el general Valentín Canalizo" y Santa Anna, su persecución al periódico El Siglo Diez y Nueve, las
que la artillería la saludó con sus disparos "los granaderos con continuas exacciones, el decreto de subsidio de 21 de agosto para
triple descarga y las campanas de los templos con sus bulliciosos la guerra de Texas, dieron al traste con el prestigio del general,
repiques". Arias añade este malicioso comentario: desconocido como presidente por el general Mariano Paredes
"La estatua mostraba su brazo derecho extendido en dirección Arrillaga el lo. de noviembre de 1844. Santa-Anna sin permiso del
al norte, signifIcando, según un ilustrado historiador, su resolución Congreso se lanzó contra Paredes. En la ciudad de México el 6 de
de recobrar Texas, y Señalando, según don Carlos Bustamente, el diciembre la guarnición se pronunció acusando a Santa-Anna de
rumbo de la Casa de Moneda." violar la Constitución y el pueblo, en defensa del orden constitu-
La plaza del Volador para que luciera la estatua quedó converti- cionalle demostró su ira:
"No se pudieron librar de la indignación pública el pie del Francisco I. Madero), y cuyo duefio encargaba a Parú con la
general Santa Anna, que se encontraba en el Panteón de Santa debida anticipación los figurines para los trajes que alquilaba a
Paula, y la estatua de yeso del mismo general, situada en el teatro precios módicos.
de Vergara. Hoy ya está descendida, a virtud de las necesidades del En los días .santos triunfaba plenamente la gula sobre la
pueblo, la de bronce erigida en la plaza del Volador, picado el templanza, en el Portal de las Flores se instalaban los puestos de
busto de Santa·Anna que se hallaba sobre uno de los balcones de agua de chía, horchata y tamarindo, y en ese mismo portal, cuenta
la sociedad de la Bella Unión, y borrado su nombre en el Guillermo Prieto, se vendían también chorizón, poDo, fiambre,
frontispicio del nuevo teatro. Tales venganzas toma el pueblo más donoso, pasteles y empanadas.
moderado del sempiterno enemigo de sus libertades." Los domingos y días de fiesta el Paseo de Bucareli le Denaba de
La estatua de Santa·Anna se guardó y en 1846, se volvió a paseantes y de carruajes sin que importaran el piso desipal y Deno
colocar en la Plaza del Volador. de hoyancos, ni tampoco el polvo pues muchas veces el Paeo estaba
La vida en esta pequeña ciudad que era México en 1844, fuera sin regar.
d~l natural desasosiego provocado por Santa-Anna, los trastornos Las damas olorosas a pachulí, violeta, rosa o azahar y más de
políticos y la guerra de Texas, era bastante tranquila. Se regía por alguna abrillantada su preciosa cabellera con manteca de oso, se
el toque de las campanas y por los gritos de los vendedores que a dejaban ver en carruajes que ostentaban ''pescantes con bodones,
horas fijas anunciaban su mercancía. Los capitalinos asistían a corceles arrogantes de allende el mar y que eran seguidos de
misa, al rosario y a los Te deum, no perd ían palabra en los modestos y trepidantes simones".
sermones, cumplían con el ayuno, ganaban las indulgencias de las Al decir de los comentaristas de la época, las damas que más
cuarenta horas y no trabajaban los días señalados como fiestas de éxito tenían eran las blancas por su color a la demiere, y también
guardar que eran muchos. De la obligación de trabajar quedaban las de talle esbelto, pues las gordas no cabían dentro del círculo
exentos los indios que podían hacerlo en sus casas y en la de sus romántico. Las jóvenes distinguidas iban peinadas por los c6lebres
amos, como advertía el Calendario de Galván. peluqueros Carlos, de Shalhier y Monteauriol, y adornadas sus
Una obligación aunque no religiosa era la de vacunarse, lo que cabezas con las últimas novedades de París, que vendía Mme.
se hacía en las Casas Consistoriales de tres a cuatro de la tarde Virginia. Los géneros para vestidos que disfrutaban de mayor
todos los días hábiles. aceptación eran los terciopelos, gros, tornasol, list,do o de CIJa-
Cumplidas sus obligaciones religiosas y cívicas los capitalinos dros, la tarlatana. Las balsorinas también tenían buena acogida.
tenían varias ocasiones de divertirse: los bailes de máscaras durante Los figurines más hermosos podían copiarse del Le Petit Courrier.
el carnaval. Los disfraces para estos bailes se podían adquirir en la "Los vestidos, señalaba Le Petit Courrier, varían infinitamente;
peluquería de Juan Llames (segunda de San Francisco, hoy y tan caprichosas son las formas que se adoptan que sería
imposible especificarlas: ya son las mangas cortas o largas a la
religiosa, otros lindos accesorios y adornos a la última·moda como
guantes de cuarto brazo, con borlas de seda u oro, paftuelos
blancos bordados a la duquesa, abanicos de concha, dorados con
espejillos o retratos, así como adornos para el cuello." Las
Coleretas a la Cardinal, bertes y pelerinas, se encontraban en el
cajón del "Arco Iris", calle de Plateros, y en los cajones de la
"Mina de oro y del Sol" o en el "Cajón de las tres Garantías".
Al Paseo de Bucareli también hacían acto de presencia los
elegantes que se apegaban estrictamente a la última moda, llama-
dos leones, pues ya por ese tiempo estaban en desuso los normres
como dandys, petimetres, [ashionables y pisaverdes.
Los leones, hijos de ricos las más veces, compraban sus tnjcs
-cuenta Prieto- en los talleres más acreditados por su puntualidad
y fmas hechuras como eran los de Cussac y Gaillard, el de . , .
Chabrol; este último cortaba los mejores pantalones. En el ~.
Urigüen y Ragneau se recibían de París "los más selectos gérJeIt,ff
los más modernos figurines". Desiderio Valdés cuyo taller
en la segunda calle de la Monterilla, hoy Cinco de Febrero,
particular gracia para entallar los chalecos y formar un
gallardo."
Por lo que se refiere a los militares que gustaban de vestirllill
compraban sus trajes con Pedro Laforgue.
Los leones completaban su elegancia con los sombreros adq1i-
ridos en la primera sombrerería de México, la de Aucecy Y
Toussaint, sita en el Portal de Mercaderes.
Los de última moda -asimismo informa Prieto- eran por esos
días, los de "ala un poco ancha y copa aclarinada, que constitUye
poco más o menos un l'eI'dadero chapeau crombleu como lo usaba en la plaza y bajos del Palacio, hasta que terminó la función, que
el portero Pipolit, de los Misterios de París," novela muy leída y estuvo brillante, propia, digna del acontecimiento que la motiva·
gustada en México. ba", escribió el cronista de Palacio.
Damas y /eones wstidos al último grito de la moda se lucían Los habitantes de la ciudad que preferían las representaciones
también en ~ Alameda. El paseo de la Viga con su entonces canal teatrales asistían. al Teatro Principal, llamado por parecer un
caudaloso, hoy comertido en congestionada calzada, tenía en cementerio, "Santa Paula", al de Nuevo México, conocido como el
aquellos aftos mucha concurrencia. "Corral de Belchite" y al recientemente construido por el arquitec·
Otras diversiones muy atractivas eran las corridas de toros, "los to Lorenzo de la Hidalga con fachada principal de orden corintio,
espectáculos sorprendentes de fuerzas", las ascensiones aerostáticas el Gran Teatro de Santa Anna, inaugurado con mucho bombo el
en la Plaza de toros de San Pablo, los días de campo en 10 de febrero de 1844, en el que los días 7 y 8 de diciembre de
Chapultepec y las ferias durante la Pascua del Espíritu Santo en ese mismo año' se puso en escena por primera vez en México, el
San Agustín de las Cuevas, hoy Tlalpan. Don Juan Tenorio de José Zorrilla.
y no menos atractivas resultaban las fiestas públicas con motivo Al iniciarse el año de 1844, la capital contó con un entreteni-
del cumpleaftos de Santa Anna o de su matrimonio. El cumpleafios miento más: el "Gran Diorama, cuadros químicos de Daguerre de
del 'general el 13 de iU!Úo se celebró rumbosamente con bailes, París" (plaza de la Constitución núm. 4), espectáculo nuevo en la
funciones de toros, recepciones en Palacio, solemnidades religiosas ciudad de México y en toda la República. Este espectáculo tan
y la erección de la estatua de Santa Anna en la plaza del Volador. novedoso había causado la admiración tanto en Europa como en
También muy rumboso fue el segundo y apresurado matrimonio los Estados Unidos "por el efecto sorprendente y por la ilusión
de Santa Anna, quien se casó con doña Dolores Tosta a los que producen del día a la noche, siguiendo todas las gradaciones
cuarenta días exactos de haber muerto su primera esposa, doña de la luz, nuevo procedimiento de pintura inventada por el célebre
Inés Garcla. La belleza de dofta Dolores Tosta puede admirarse en Daguerre".
el retrato que en, 1855 le hizo el pintor Juan Cordero, muestra El "Gran Diorama" exhibía cuatro cuadros que todos los
espléndida de nuestro arte académico. Santa Anna y Dolores Tosta espectadores podían ver a la vez sin el vidrio de aumento necesario
se desposaron el 3 de septiembre de 1844 a las siete de la noche con el cosmorama. .
en el salón de audiencias solemnes en Palacio y los bendijo el Los cuadros presentados en el "Gran Diorama" al módico
arzobispo de México. precio de cuatro reales por persona, y niños menores de siete afios
A continu8clón se sirvió un espléndido ambigú.. Se iluminaron a dos reales eran el interior del monasterio de Monserrat en
como en días de fiesta nacional los edificios públicos "y los Cataluña el derrumbamiento de una montafia en el valle de Goldo
músicos de todos los cuerpos estuvieron tocando piezas escogidas, en Suiz;, el interior de la Iglesia de San Esteban en París y la
celebración de la misa de gallo, en la misma iglesia y la inaugura-
ción del templo de Salomón en Jerusalén.
En la calle de Vergara núm. 6, (Bolívar) diariamente desde las
cuatro de la tarde hasta las diez de la noche, por el mes de agosto,
hubo otro espectáculo también novedoso: la Gran música mecánica
traída de Europa. El atractivo lo constituían dos monos que
ejecutaban, entre otras monerías~ la de .saludar a los co~currentes,
darse las manos y besos de carmo, bailar, tocar la guItarra y el
violín. . 1 . d
La primera galería de la música representaba as operaclOn,es e
la tropa de Napoleón Bonaparte, la segunda una compañIa de
alemanes bailando, la tercera una carroza de estado con los reyes de
Europa acompañados de muchos generales ~ tropa de todas las
naciones, y" por último, en la cuarta galena, dos damas y dos
caballeros bailando en una cuerda. La entrada costaba un real. (El
Siglo Diez y Nueve, 23 de agosto de 1844.)
Se podía charlar sabrosamente en los cafés "La Gran Sociedad",
"El Progreso", "Las Cuatro Naciones:', el "G~an café de. las
E scalerillas" , "El Aguila de Oro". Guillermo "Pneto en su libro
',( d V I "
Memorias de mis tiempos, alude al famoso Cafe e. ero y •
situado en la calle del Coliseo (Bolívar), en donde se s::rvtan cafe
con leche,- tostadas, molletes, roscas de manteca, té, cafe, cop~ de
catalán de licor y, a hora oportuna, ponche o re~rescos. . Los
frecuentaban -dice Prieto- militares, empleados OCIOSOS, veJe~es
calaveras, tahures empedernidos, niños fmos, y polluel~,s pre~enslO­
sos, oficiales y políticos". En el "Café de Veroly se Jugaba
ajedrez y dominó. , . 1
El también muy famoso "Café del Cazador' SItuado en e
Portal de Mercaderes No. 2, en donde hoy está la "Joyería del
Portal, S.A." esquina portal de Mercaderes y Francisco I. Madero,
anunciaba el 27 de septiembre de 1844 en El Siglo Diez y Nueve,
que había sido elegantemente restaurado por su dueño, quien sin
escatimar gasto alguno para satisfacer al público, ponía también a
la disposición de éste una bien surtida pastisserie.
En recuerdo de aquel "Café del Cazador" un nuevo Café con
ese mismo nombre funciona ahora en el Portal de Mercaderes.
Entre las fondas que ese año se anunciaban para comer bien
"en estilo muy distinguido", con buen servicio y limpieza y a
precios razonables estaba en la calle de San Francisco número 1,
junto a la iglesia de la Profesa, la fonda de Tomás Laurent. Y en
su tienda de comestibles "las personas aficionadas a la gastro-
nomía", encontraban jamones, quesos, salchichones, pasteles, gela-
tinas, trufas, vinos y licores como champaña, Borgoña, Burdeos de
todas clases, jerez, marrasquino, curazao, anisete y cogñac, todo a
precio muy moderado.
También la dulcería "Del Puente" en la calle del Espíritu Santo
número 9 (cuadra que e1>tá hoy entre Madero y 16 de septiembre),
recibía un gran surtido de productos ingleses y franceses, "pesca-
dos, aves, conservados, licores, fmtas en aguardiente o en almíbar,
en medias botellas de las primeras fábricas de Europa, dulces,
jarabes y chocolates fmos".
Las familias distinguidas a la comida tradicional del país
añadían el gusto por las viandas europeas.
La ciudad podía recorrerse a pie o bien en coche. Los que
carecían de vehículos alquilaban uno de los coches que se situaban
en la plazuela del Colegio de Niñas, o en la vinatería de la esquina
de Tiburcio, y Tercera Orden de San Agustín. La calle de Tiburcio
es la cuadra que está entre Isabel la Católica y Bolívar. Y la de la
Tercera Orden, es la que está a un costado de Isabel la Católica,
entre Uruguay y República del Salvador. El precio del alquiler era
de tres reales la hora los días de trabajo y cuatro los días de fiesta.
También tipos muy propios de esos años eran los cocheros. censura y sin registro como en las aduanas... La lluvia es ~
Cito, otra vez, a nuestro informante Guillermo Prieto, quien nos cosecha, toman a veces por sí los coches, los monopolizan, Y
dice que había el cochero aristócrata, de casa rica vestido de frac, entonces como Júpiter entre los truenos y relámpagos imponen la
con guantes y que guiaba arrogantes mulas o frisones; el cochero ley a los mortales".
rústico, que trabaja con un canónigo, el cochero de justo medio, El cochero providente tiene su enemigo: el soldado "que
que eran los de casa venida a menos el cochero médico el descarga su furia sobre él en los paseos, interrumpe sus honúcidas
cochero marcial y el cochero empleománi~o. ' carreras, lo acecha en los teatros, lo maltrata en todas partes."
Para Prieto el tipo verdaderamente curioso era el cochero Toda proporción guardada, las costumbres y argucias del coche·
providente o cochero del sitio, que cobraba un sueldo nominal de ro providente y las de su enemigo, parecen repetirse en los
catorce pesos al mes del que se le descontaban seis para el mulero conductores y vigilantes de nuestros días.
y que, atenido a su ingenio y astucia, debía procurarse unos pesos Los transportes para ir al interior de la República se reducían a
más. El cochero providente -informa- "vivo, afectuoso y servicial las diligencias lentas y riesgosas y cuya casa se encontraba en el
escoge su carga, midiendo con la vista su fortuna, acoge a las callejón de Dolores. De esta casa salían diligencias para Querétaro,
parejas furtivas, pasea a las amigas clandestinas ya ante el cuadro Guanajuato, Lagos, Guadalajara, Cuemavaca, Puebla, Jalapa Y
sombrío de la Alameda, ya en la desierta calzada de Bucareli; ya Veracruz. Diligencias conducidas por el cochero errante, mezcla
por la sombría arboleda de la Viga, o por la arquería de la original -sentencia Prieto, de yankee y lépero. -
Verónica. Conoce todas las calles, sitios donde se encuentra al La vida cultural se desenvolvía en la Universidad, en la Acade·
usurero; la comadrona, el músico, el confesor, el repostero, la mia de las Tres Nobles Artes de San Carlos, en la Sociedad de
mejor fonda, las hijas de la alegría, es -dice Prieto- un almanaque Geografía y Estadística, la Academia de la Lengua, la de San Juan
vivo, una guía de forasteros animada, una enciclopedia con espue- de Letrán, el Ateneo Mexicano, sociedades a las que pertenecían
la, un sacerdote del amor, el más astuto". las personalidades más distinguidas.
Cuando cae un cliente poco avisado cobra de más, se extiende El Ateneo Mexicano citaba a sus miembros después de bs
en marchas adelante de Chapultepec "y transporta hasta ocho en oraciones, es decir, a las siete de la noche. Aquí, en el Ateneo, el
su coche al Peñón, templo de Venus, orgza tremenda, sin previa 25 de febrero de 1844 en lectura pública, José María Lafragut
pronunció un notable discurso sobre "El carácter y objeto de la
literatura", en donde afloró su preocupación por una literatura
propia.
"Inútemos -aconllej~a Lafragua- a los antiguos más que en
sus producciones en su estudio; beneficiemos la mina virgen aún de
nuestra patria, creando una literatura nacional."
También en el Ateneo se escuchó otro discurso muy importante
para la historia de la literatura mexicana, el de Luis de la Rosa
titulado "Utilidad de la literatura en México", y publicado el 21
de julio de 1844 en el Ateneo Mexicano, órgano de esta asocia-
ción, Luis de la Rosa deseaba fervorosamente que nuestra literatu-
ra se nutriera en nuestras raíces y se enalteciera con los temas
nacionales.
A fmes de 1844 el Ateneo Mexicano convocó a un certamen
con el objeto de "honrar los trabajos, útiles, con el tema: Un plan
para extender en la Repl1blica la mejor educación popular prima-
ria".
La Universidad se hallaba frente a la- plaza del Volador, que
ahora ocupa la Suprema Corte de Justicia, y aún se encontraba en
su hermoso patio la estatua de Carlos. IV, que el año de 1852 sería
trasladada al sitio donde hoy se encuentra, y donde nadie puede
adniirar en medio del tráfico la obra de Manuel Tolsá, expresión
espléndida del arte neoclásico.
La Universidad interesaba y sigue interesando a la prensa
periódica. El Siglo Diez y Nueve el 25 de octubre de 1844 se
quejaba en el apartado "La Universidad de México" del elevado
precio, doce pesos que tenía que pagar por su título un bachiller,
pues lo usual era cobrar cuatro re31es.
"Preguntamos -decía El Siglo Diez y Nueve- ¿por qué ha
encarecido tanto esta mercancía cuando la escasez de consumi-
dores parece que debería haber hecho bajar-ese precio?"
El pretexto para elevar a doce pesos el costo de un título de
bachiller se debía a que la U!ÚVersidad no se limitaba a conferir el
título sino que, además, se~xtendía a conferir el grado. D. Juan María Flores, que se ocupa, cumpliendo con lo acordado,
"La intervención de un doctor, magistrali ínfula omatus -afir- de montarla en un pie que halague más al público, de establecer
maba El Siglo- nos parece en el caso 'presente no sólo inútil y mensualmente un premio de veinte mil pesos, y según progresare
ridícula" como siempre, no sólo gravosa, puesto que da pretexto a celebrará todos los años algún sorteo extraordinario con un premio
exigir dóée pesos a un pobre estudiante, que Dios sabe los trabajos de cincuenta mil... el aliciente de un premio considerable y
con que sigue su carrera y que consume en el colegio, la parte más mucha mayor probabilidad de costearse debe aumentarse el núme-
hermosa de su vida, .,mo además ilegal y arbitraria." ro de los entrantes, quienes considerarán que los productos van a
El periódico 1lartJaba la atención de la junta directiva de emplearse en sostener y fomentar un establecimiento de tan
instrucción pl1blica sobre este asunto que consideraba escandaloso, conocida utilidad común como es la Academia, que florecerá a
y esperaba que "en este país en que pt'Ir todo se cobra, sin que el proporción de lps recursos que se le den, y hará renacer y
país perCIba los beneficios que se le debían procurar con el prosperar en la república las Bellas Artes, cuyo esplendor o
producto de los gravámenes", los estudiantes fueran exceptuados decadencia indica el estado de la civilización de las naciones".
de esa "plaga universal", pues en ellos la patria ponía sus Los estudiosos y amantes de la lectura en las reputadas
esperanzas tanto "para la ilustración y moralidad del pueblo", librerías, "La Librería Mexicana", la Alacena de don Antonio de la
como por los servicios que prestarían a la república.' . Torre, la de don Cristóbal de la Torre, la de don Luis Abadiano, la
A principios del afto de 1844, el 17 de febrero, El Siglo Diez y "Librería Americana", la "Antigua librería de Galván", podían
Nueve insertó. el aviso fmnado por Francisco Manuel Sánchez de hallar todas las novedades que salían de las prensas eúropeas, ya en
Tagle, secretario de la Academia de' San Carlos en el que se el idioma .original, francés, inglés o en traducciones, también se
notificaba que por supremo decreto de 16 de diciembre de 1843 podían adquirir libros en latín o en griego y, desde luego; todos
había sido cedida la renta de la lotería a la Academia, "y de su los publicados en España. Los libros de mayor demanda eran los
cuenta se celebran los sorteos' desde el presente afto... [además] catecismos, silabarios, diccionarios, biblias, vidas de santos, sermo-
para dirigir y administrar la lotería, la junta superior de gobierno nes, historias sagradas, crónicas, memorias, historias, novelas, come-
de la Academia ha nombrado otra directiva compuesta de los dias, sin que faltara el interés por los libros científicos de
señores D. Francisco Javie! Echeverría, D. Gregorio Mier y Terán y matemáticas, física experimental, geología, mineralogía, etcétera.
Los libros más anunciados en ese año de 1844 por las citadas periódico semanario musical.
librerías, entre otros muchos, fueron El Compendio del año En la Alacena de don Cristóbal de la Torre, se encontraban al
cristiano, La Mistica ciudad de Dios o vida de la Santisima Virgen moderado precio de doce reales los últimos ejemplares de la vista
Maria, por la madre Agreda, monja concepcionista del siglo XVIII, de la plaza de México "dibujada por el célebre director de la
las novelas de Balzac, de Víctor Hugo, de Eugenio Sué, Jorge Academia D. Rafael Ximeno y grabada en cobre por el director de
Sand, obras de Byron, Lamartine, Chateaubriand, Moliere, poesías la misma D. Joaquín Fabregat en 1797".
de Espronceda, Zorrilla, Hartezenbuch, Campo amor, obras comple- La Librería número 7 del Portal de Mercaderes ofrecía un San
tas de Francisco de Quevedo, de Mariano José de Larra, las Pedro pintado al pastel por José Luis Rodríguez AIconedo.
Aventuras de Telémaco de Fenelón, el Ensayo polz'tico sobre la En la Librería Americana, calle del Refugio (hoy la. de 16 de
Nueva España de Humboldt, y los recientemente publicados: el septiembre) se anunciaba como gran novedad la ICQlusa célebre
Viaje a Méjico de Mathieu de Fossey (1844), editado por Cumpli- mexicana instruida a los que asesinaron en Tacubaya a los ingleses
do, Las disertaciones sobre la Historia de la República Mexicana en D. Florencio Egerton y Da. Inés Edwards, aparecida en mayo de
tres tomos de Lucas Alamán (1844) salida de las prensas de José 1844 Y publicada por los editores del observadór judicial. Impresa
Mariano Lara y la Vida en México de la Marquesa Calderón de la por Leandro J. Valdés, Calle de la Cazuela No. 3 (en Alcaicería).
Barca (1843). De esta obra "que ha llamado tanto la atención de Está impresa en un cuaderno de cuarenta páginas a la rústica y el
los mexicanos -dice el anuncio- y que se ha hablado de ella con precio de cada ejemplar es de dos reales y dos pesos la docena".
tanta variedad, han llegado algunos ejemplares en inglés, idioma en Daniel Tomás Egerton y no Florencia, pintor inglés, avecindado
que la escribió su autora, y con algunas vistaS btográficas, a la en Tacubaya, estuvo en nuestro país en 1830 y después regresó en
alacena de libros de D. Antonio de la Torre, consta de dos tomos 1840. Su obra sobre México hoy día estudiada y justamente
hermosamente encuadernados en lienzo realzado, y se expende al valorada, comprende hermosos óleos, acuarelas y litografías. En
equitativo precio de 6 ps. 4 rs. ella destacan el Valle de México, el Lago de Pátz~o, la vista de
El 4 de noviembre apareció la primera entrega de la Historia de la la carretera de Cuernavaca desde San Agustín de las Cuevas, y son
Conquista de México, por William Prescott y traducida por Joa- muy interesantes las vista del Zócalo, de Tacubaya y otros paisajes
quín Navarro. Se vendía en la Librería Mexicana y en la Alacena y escenas de la vida mexicana.
de D. Antonio de la Torre. El 27 de abril de 1842, Egerton y doña Inés Edwards que
En estas librerías se vendían los periódicos El órgano de Jalisco, pasaba por ser su mujer fueron asesinados en las afueras de
El Veracruzano, La Colmena, El Feligrés instruido, La Democracia Tacubaya. Tras de muchas averiguaciones los asesinos descubiertos
Pacifica, diario de París, El Instructor de Londres, El Correo de y aprehendidos fueron condenados a muerte y uno a veinte años
Ultramar, periódico publicado en París , el Instructor Filarmónico , de prisión.
El interés de la Causa célebre que tanto había llamado la
atención de la sociedad radicaba -según el anuncio- en que en
ésta se podía advertir una crueldad que era muy rara tanto entIe
los mexicanos como en los extranjeros. Además, la causa tenía
interés para todo el mundo, y especialmente para los que se
dedicaban a la ciencia del foro. 1
No sólo en estas librerías sino también en las anteriormente
citadas se vendían El Boletin de Noticias, publicación literaria e
informativa, Imp. de la calle de la Cazuela. Boletín de la Sociedirl
Mexicana de Geografia y Estadistica. Semanario artistico, publica-
ción para la educación de los artesanos de la República Mexicana,
Imprenta de Vicente Carda Torres, El Zurriago literario, literaria Y
científica, Imr,renta de Ignacio Cumplido. El ateneo MexiCJJ1lO.
Imprenta de Vicente Carda Torres. El Museo Mexicano, misceJá.
nea pintoresca de amenidades curiosas e instructivas editado por
Ignacio Cumplido.
Por su magnífica presentación eran muy buscadas las preciosas
revistas de Ignacio Cumplido y de José Mariano Lara, muy
apreciadas también por su rico, interesante e instructivo matemI:
artículos científicos, poesías, historia, literatura, modas, etcétera.
En estas revistas colaboraban los más connotados escritores de
aquellos años.
Hay que decir que tanto Cumplido como Lara fueron los más
famosos impresores del siglo XIX, y que se disputaban el realizai'
las más bellas y pulcras ediciones. .
Ese año de 1844 apareció una nueva y hermosa revista, el Liceo
Mexicano salida de las prensas de José Mariano Lara, calle de la
Palma núm. 4.
En el Liceo Mexicano se publicó un pequeño artículo titulado En pleno siglo XX, la conversación de don Próspero y Ruperto
"México en el año 1970", fInnado con el seudónimo de "Fósforo es interrumpida por el doblar de las campanas de todas las iglesias
Cerillos". El articulito si bien es una crítica encubierta a la de México. Ruperto le aclara que el telégrafo eléctrico había
situación política y a los desmanes de Santa-Anna, resulta muy avisado a las siete de la mañana la muerte del gobernador de las
atractivo por decirnos este hombre medianamente culto que vivía Califomias ocurrida a las cinco y media de esa misma mañana y
en la ciudad de México en 1844, cómo sería México ciento que, para honrar a este gobernador notable por sus muchas
veintiséis años más tarde. virtudes, vasta instrucción, honradez y laboriosidad -un garbanzo
La cultura y conocimientos científicos de "Fósforo Cerillos", de a libra- el presidente había ordenado un suntuoso funeral en la
según se deduce de su escrito, se basan en las lecturas de revistas y catedral para el día siguiente a las diez de la mañana y quedaban
periódicos en donde aparecían las novedades científicas que, obligados a concurrir los gobernadores y autoridades de todos los
naturalmente, inquietaban a los lectores, novedades recogidas y departamentos, así como las guarniciones militares de México,
difundidas, por ejemplo, en los muy populares Calendarios de Puebla, Veracruz, Jalisco, Matamoros y Chihuahua. El viaje se
Galván. haría en ciento veinte globos aerostáticos.
En 1844 el Calendario de Galván publicó el pequeño apartado El presidente -dice Ruperto- también había mandado "que se
"De la Luna" en el que se proporcionan datos sobre el movimien- grabe la vista de la comitiva del paseo fúnebre en una lánúna de
to del satélite alrededor de la tierra, las investigaciones hechas por daguerrotipo que tenga ocho varas de largo y seis de ancho, y que
los astrónomos en ese año y que negaban que las cavidades y las se coloque en un salón del palacio de las Californias, pero sacándose
manchas fueran mares, o la disputa científica sobre si la luna tenía otra igual que debe colocarse en las Casas Consistoriales de México,
atmósfera o carecía de ella. Acerca de los posibles habitantes de para que recuerde siempre a los gobernantes de este departamento
nuestro satélite se lee en el Calendario: que el buen porte produce siempre la estimación pública. Además se
"Si los hay deberán de tener una constitución muy singular, ha de pu blicar en los periódicos la descripción del funeral".
unos pulmones de rara fonnación, sin aire que respirar, sin agua ni "Fósforo Cerillos" hombre que soporta un mal gobierno, imagi-
vino que beber y Dios sabe si tendrán algo que beber. na cómo se comportará un presidente de México en el siglo XX.
"En la curiosa cuestión sobre los habitantes de la luna, los En primer lugar obligará a sus ministros a dar audiencia a todo el
fIlósofos así como los poetas, han tenido más circunspección de lo mundo dos horas antes del despacho, "pues ha tenido repetidas
que acostumbran en otras materias; el ingenioso Fontanelle no se quejas de que se encierran en sus gabinetes y no quieren oír las
atrevió a dar idea alguna de la especie de criaturas que pueden solicitudes de los que a ellos recurren".
habitar allí; otras suponen su habitación por razones de congruen- Asimismo, en el siglo XX, se castigará con la muerte a los
cia, y por temor de disparatar concluyen, con que su investigación ministros que se enriquezcan durante su gestión.
es inútil y fuera de nuestro alcance."
"Si la luna influye en la constitución humana, -dice el
Calendario-, excitando a los maniacos cuando está llena, y por eso
se llaman lunáticos, es de suponer que sus habitantes tengan muy
endurecidos los sesos para poder resistirla."
Tales eran las ideas en tomo a la luna que prevalecían en 1844.
¿Pero qué profetiza para el año de 1970 este "Fósforo Cerio
llos"?
Es por medio de un diálogo entre don Próspero, viejo de
noventa años y su joven sobrino, la manera que encuentra
"Fósforo Cerillos" para predecir el México de 1970. Don Próspero
y Ruperto viven en 1970 y como hombres del siglo XX comentan
los adelantos gigantescos de este su siglo, por todos conceptos
maravilloso.
"Lo que más me ~ntusiasma -asegura don Próspero- y me
hace concebir las más lisonjeras esperanzas de que nuestra juventud
va a causar una revolución brillante en las ciencias y en las artes,
es que, por fm, los hombres se han convencido íntimamente de
que la piedra ftlosofal para todas las empresas, es que cada
individuo se dedique exclusivamente a un solo ramo, y trate de
hacer en él cuantas refonnas juzgue convenientes."
"Fósforo Cerillos" censura de esta manera el enciclopedismo del
XIX y no se equivoca al señalar la especialización como una de las
metas y logros del siglo XX. El autor no sólo critica el enciclope-
dismo que "producía charlatanes lo más superficiales que puedan
concebirse", sino también el costumbrismo, pan de cada día en el
siglo XIX, que impedía encontrar en los periódicos literarios
"algún buen artículo científico o histórico".
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"La pena -dice don Próspero a su sobrino- te parecerá muy tes disfrutar de libertad, de salubridad y de una paz inalterable en
rígida; pero solamente así se ha conseguido desterrar el infame la ciudad más hermosa de América, pediría se le volviese inrnedia· -
abuso de que los que tienen el poder comercian vilmente con él. tamente al sepulcro por temor de encontrarse por todas partes con
Hace muchos años que ni aun se oye hablar en México de estos la maldición de los hombres".
desórdenes, y hoyes preciso que se haga ver que la justicia no La ciudad de México según la predicción de "Fósforo Cerillos"
tiene miramientos con nadie, sino que al contrario, los hombres en 1970 tendría una cultura floreciente y sus habitantes - ¡oh
públicos son los que deben tratarse con un rigor más implacable dichosos! - habían encontrado la fórmula de la felicidad, buscada
cuando delinquen." con tanto anhelo desde la Ilustración, en la paz, la libertad y la
Si la ley se cumple al pie de la letra, la muerte aguarda al salud pública.
Ministro de Comercio que antes de entrar al ministerio tenía Si resucitara "Fósforo Cerillos" mucho se asombraría al com-
sesenta mil pesos, los que aumentó a trescientos mil y, además, probar cuán por debajo de la realidad quedaban sus predicciones
"posee una colección de treinta mil monedas sacadas al electroti- hechas para el año de 1970, puesto que como siempre la realidad
po". había superado a la ficción. No daría crédito a los progresos que
La mala suerte persigue al Ministro de Comercio, ya que no en nuestros días ha alcanzado esa especialización en la que él veía
sólo la prensa de oposición ha descubierto sus malos manejos sino,
también, tiene graves problemas familiares. Su sobrina, rica he-
la piedra fIlosofal del siglo XX. Se quedaría atónito ante el
de los cosmonatuas estadounidenses a la luna, lo pasmarían la
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redera a la que pensaba casar con su hijo se había fugado con su rapidez de las comunicaciones que tanto le preocupaban, los
amante sin que los pudiera perseguir: la fuga había sido en globo. medios actuales para recibir y trasmitir las noticias, las imágenes y
Para colmo, la sobrina desde el carro del aerostático a una el sonido, la "luz intensa" que convierte la noche en día y tantas
altura de cincuenta varas, se burlaba de su tío. otras invenciones de la ciencia y de la técnica que es impoSlole
Aunque parezca inverosímil que a' las doce y media de la noche enumerar.
y el ministro viera a su sobrina -dice "Fósforo Cerillos": Se entristecería al ver que la ciudad de México no es la más
"Esto alude a un proyecto que tiene en París un francés, y es: hermosa de América, ya que la destrucción y abandono de sus
producir una luz tal y colocada de modo que desempeñe perfecta- monumentos artísticos -ha sido en mengua de su belleza. Eso sí, se
mente en la noche las funciones del sol en cuanto a la luz. Parece admiraría al constatar que su ciudad es una de las ciudades de
descabellado a primera vista el proyecto; pero no lo es, pues lo crecimiento más desorbitado, de vida atropellada, con una pobla·
primero casi se ha logrado dirigiendo una corriente de hidrógeno- ción de ocho millones de habitantes, de comercio activísimo Y
bicarbonado inflamada sobre cal viva: la luz que resulta es tan próspero, con almacenes que rivalizan con los mejores del mundo,
intensa, que a trescientas varas de distancia se puede leer una con tiendas de autoservicio, con modernos transporte~ como el
carta. La dificultad, pues, de producir el rayo solar, (así llama su "Metro", con bibliotecas, con muchos teatros techados y al aire
autor a su feliz pensamiento) consiste en colocar el aparato que da libre, teatros en que presentan espectáculos de todo el mundo,
la luz a una altura en que sin dañar demasiado la vista de los que museos espléndidos, galerías de arte, librerías, magníficas instala-
están cerca de él, puede alumbrar a grandes distancias. Como antes ciones hospitalarias, centros de investigaciones científicas y huma·
dijimos, el proyecto no nos parece desatinado, y creemos que si su nísticas, y con una gran actividad cultural social y poütica. No
autor imita a Daguerre en su asidua laboriosidad llegará a ver dejaría de enorgullecerlo nuestra Ciudad Universitaria y el interés
coronados sus esfuerzos." que existe por la educación y por la salubridad que, como
A seguidas "Fósforo Cerillos" habla de la gran actividad teatral aseguraba "Fósforo Cerillos", sería uno de los grandes beneficios
que en el año de 1970 hay en la ciudad de México: los lunes y los que disfrutaría México en 1970.
jueves una gran compañía de teatro formada por los mejores Lo que sí, seguramente, desencantaría a "Fósforo Cerillos" es
actores franceses viene desde ürleans al teatro situado cerca de la que en medio de tantos progresos que hacen de México una gran
Ciudadela; las demás noches, en este mismo teatro, la segunda ciudad moderna, sus profecías de orden moral no se han cumplido,
compañía de Milán deleita a los asistentes con las más gustadas pues son, al parecer, más difíciles de realizarse que todas aquellas
óperas. predicciones que rebasaron su imaginación.
P.ara terminar su artículo "Fósforo Cerillos" se complace en
imaginar la sorpresa que se llevaría, si resucitara, "uno de los 1 Con motivo, de la exposición de Daniel Tomás Egerton en el Instituto
Francés de la América Latina, de la ciudad de México del 4 al 15 di
seudo grandes del siglo pasado, si viera que el año de 1970 la diciembre de 1954, el Instituto de Investi~aciones Estéticas reprodujo en SU!
ciudad de México cuenta con 22 teatros, 43 bibliotecas, 164 Anales (No. 23, México, 1955) la Causa/célebre/contra/los asesinos/de/don
institutos literarios, 32 hospitales, en fm, si viera 800000 habitan- Florencio Egerton/y doña Inés Edwards/Estracto de la originllL

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