Control Interno

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El Control Interno en la Economía Empresarial.

1. Introducción

2. Control interno. Principios básicos y normativas de control

3. Concepto, importancia del control interno

4. Objetivos del control interno

5. Control administrativo y control contable

6. Principios y normativas del control interno

7. Componentes del control interno

8. Limitaciones del control interno

9. Conclusiones

10. Recomendaciones

11. Bibliografía

INTRODUCCIÓN

Es inobjetable la importancia que reviste para la recuperación de la economía el


control de los recursos materiales, financieros y humanos.

Dentro de una organización el proceso administrativo constituye un desarrollo


armónico donde están presentes las funciones de planeación, organización,
dirección y control.

En nuestro país, donde casi la totalidad de las entidades y sus recursos son
propiedad social, administradas por las instituciones estatales, la aplicación de
sistemas de control en todos sus aspectos es de gran importancia, pues para
obtener resultados de eficiencia, eficacia y economía en la gestión empresarial no
se puede ignorar la planeación y la aplicación de un Sistema de Control Interno con
los requerimientos necesarios para el logro de dichos objetivos.

El control interno es una trama bien pensada de métodos y medidas de coordinación


ensambladas de forma tal que funcionen coordinadamente con fluidez, seguridad y

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responsabilidad, que garanticen los objetivos de preservar con la máxima seguridad,
el control de los recursos, las operaciones, las políticas administrativas, las
normativas económicas, la confiabilidad, la exactitud de las operaciones anotadas
en los documentos primarios y registradas por la contabilidad. En fin, debe
coadyuvar a proteger los recursos contra el fraude, el desperdicio y el uso
inadecuado.

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1.0 CONTROL INTERNO. PRINCIPIOS BÁSICOS Y NORMATIVAS DE
CONTROL.

El control interno ha carecido durante muchos años de un marco referencial común,


generando expectativas diferentes entre empresarios y profesionales. Sin estar
claramente definido se utiliza en leyes, normas o reglamentos.

Para desarrollar el presente capítulo vamos a basarnos en el llamado Informe COSO


(Committee of Sponsoring Organization), el cuál se le conoce también como “La
Comisión de Organizaciones Patrocinadoras de la Comisión Treadway”, donde a
través del mismo Control Interno fue sometido a un riguroso estudio. Entre los
miembros de COSO se cuentan el American Institute of chartered Public
Accountants (AICPA), el Financial Executives Institute (FEI), The Institute of Internal
Auditors (IIA), The Institute of Management Accountants (IMA), y la American
Accounting Association (AAA, que agrupa a profesores universitarios de
contabilidad), cuyas instituciones mencionadas anteriormente gozan de reconocido
prestigio y tienen relación directa con el Control Interno

El Informe COSO internacionalmente se considera hoy en día como un punto de


referencia obligado cuando se tratan materias de control interno, tanto en la
práctica de las empresas como en los niveles legislativos y docentes.

El Informe COSO cuenta con un objetivo primordial que es establecer una definición
de control interno y un desarrollo de los conceptos lo más claro posible, o sea que
fue modificada en cuanto a su enfoque tradicional, de forma que cuando se hable de
control interno todo el mundo esté hablando de lo mismo. Las definiciones del
Control Interno, el contenido de sus Componentes y sus Normas, se ponen en vigor
en la Resolución 297/2003 del Ministerio de Finanzas y Precios.

Por lo expuesto anteriormente consideramos de vital necesidad detenernos a


abordar el Control Interno desde su punto de vista conceptual, su importancia,
objetivos, principios y normativas, componentes y limitaciones.

1.1 CONCEPTO, IMPORTANCIA DEL CONTROL INTERNO.

Dentro de una organización el proceso administrativo constituye un desarrollo


armónico donde están presentes las funciones de Planeación, Organización,
Dirección y Control. El control en su concepción más general examina y censura con
anterioridad suficiente, determinada realidad que aprueba o corrige. Este puede ser
externo, de gestión e interno. Es conveniente destacar que en la práctica los dos
últimos convergen en uno solo.

El sistema de control interno se desarrolla y vive dentro de la organización, cumple


y/o alcanza los objetivos que persigue ésta. Los grandes avances tecnológicos
aceleran los procesos productivos que indiscutiblemente repercuten en una mejora
en los campos de la organización y la administración, pues ésta debe reordenarse
para subsistir. Ya a finales del siglo XIX se demostró la importancia del control

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sobre la gestión de los negocios y que éste se había quedado rezagado frente a un
acelerado proceso de la producción.

El control interno debe su existencia dentro de una entidad por el interés de la


propia administración. Ningún administrador desea ver pérdidas ocasionadas por
error o fraude o a través de decisiones erróneas basadas en informaciones
financieras no confiables. Así, el control interno es una herramienta útil mediante la
cual la administración logra asegurar, la conducción ordenada y eficiente de las
actividades de la empresa.

El COSO en su estudio define el control interno como aquel proceso que se encarga
de realizar el Consejo de Administración, la dirección y el colectivo restante de una
entidad, con el propósito de otorgar un nivel razonable de confianza en la
consecución de los siguientes objetivos:

− Asegurar la exactitud y confiabilidad de los datos de la contabilidad y de las


operaciones financieras.

− Proteger los recursos contra el despilfarro, el fraude o el uso ineficiente, así


como evaluar el desempeño de todas las divisiones administrativas y
funcionales de la entidad (eficacia y eficiencia de las operaciones).

− Asegurar el cumplimiento de las políticas normativas económicas de la


entidad.

Es por ello que podemos afirmar que el control interno es el conjunto de


mecanismos, sistemas, procedimientos y normas que aseguran una eficiente
gestión de la entidad, la consecución de sus objetivos y el mantenimiento de su
patrimonio, en un ambiente de participación e integración de todos aquellos que lo
emplean y con los que se relacionan: clientes y proveedores.

De todo esto se deduce que el control interno es el sistema nervioso de una


empresa ya que abarca toda la organización, sirve como un sistema de
comunicación de dos vías, y está diseñado únicamente para hacer frente a las
necesidades de una empresa específica. Incluye mucho más que el sistema contable
y cubre cosas tales como: las prácticas de empleo y entrenamiento, control de
calidad, planeación de la producción, política de ventas y auditoría interna. Toda
operación lleva implícito el control interno. El trabajador lo ejecuta sin percatarse de
que es miembro activo de su ejecución. Cuando se ejecuta un proceso el concepto
de control debe funcionar dentro de él.

El sistema de control interno se desarrolla y vive dentro de la organización, con


procedimientos o formas preestablecidas que aseguren su estructura interna y
comportamiento; además debe contar con un grupo humano idóneo para las
funciones a cumplir.

La definición de Control Interno anterior refleja los siguientes conceptos


fundamentales:

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El Control Interno es un proceso, donde se lleva a cabo un grupo de acciones
estructuradas y coordinadas, que están encaminadas a la consecución de un fin. El
mismo tiene un mayor grado de eficiencia cuando están insertados a los procesos y
se complementan como parte indisoluble de la entidad

El Control Interno es realizado por las personas en cada nivel de la entidad. Pues
desde la dirección de la entidad hasta el último trabajador deben sentirse partícipe
del mismo, de este modo cada uno de ellos podrá adquirir un alto grado de
conciencia en el momento de evaluar los riesgos, aplicar controles y estar en
condiciones de responder adecuadamente a ello. Pues es imposible que la entidad
se encuentre en condiciones de conocer todos aquellos riesgos a los que está
expuesta en cualquier momento.

El control interno solamente va a proporcionar un grado razonable de seguridad a la


administración de la entidad, por lo que conociendo sus limitaciones, se podrá
garantizar la consecución de los objetivos.

El control interno no puede ser un elemento restrictivo, sino que posibilite los
procesos, permitiendo y promoviendo la consecución de los objetivos en uno o más
ámbitos independientes, pero con elementos comunes.

1.2 OBJETIVO DEL CONTROL INTERNO.

Los objetivos pueden clasificarse y enfocarse para su análisis en tres categorías:

• Objetivos de las Operaciones.

Se refieren a la utilización eficaz y eficiente de los recursos en las operaciones de la


entidad. Son la razón de ser de las empresas y van dirigidos a la consecución del
objeto social. Constituyendo de este modo la parte más importante de todo el
proceso de construcción de las estrategias y de la asignación de los recursos
disponibles.

Por ello es de suma importancia que los objetivos sean coherentes y realistas.
Constituyen elementos de gestión y no de control interno, a pesar de ser una base
previa para el mismo. Este grupo de objetivos es peculiar para cada entidad, no así
los dos restantes que, con algunos cambios, son aplicables a todas las entidades.

La consecución de los objetivos operacionales no siempre está bajo el control de la


entidad. El control interno no es capaz de prevenir algunos sucesos externos que
pueden evitar el alcance de metas operativas, pero puede aportar un nivel
razonable de seguridad de que la administración esté informada en el momento
preciso del nivel de avance en la consecución de dichos objetivos.

• Objetivos relacionados con la información financiera.

Estos se enmarcan en la preparación y publicación de estados financieros


confiables, cuyo factor es de suma importancia en las relaciones con el exterior,

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además de ser un importante elemento de la gestión interna, es por ello que una
información financiera confiable es un objetivo importante a cumplir.

Para que los estados financieros sean confiables deben seguir los siguientes
requisitos:

- Tener principios contables aceptados y apropiados a las circunstancias.

- Poseer información financiera suficiente y apropiada, resumida y clasificada


en forma adecuada.

- Presentar los hechos económicos de forma tal que los estados financieros
reflejen adecuadamente la situación financiera, los resultados de las
operaciones y los flujos de orígenes y aplicaciones de recursos en forma
apropiada y razonable.
Las afirmaciones que subyacen detrás de los estados financieros son:

- Existencia: Los activos y pasivos existen a la fecha del balance y las


transacciones contabilizadas han ocurrido realmente durante un período
determinado.

- Totalidad: Todas las transacciones y acontecimientos ocurridos durante un


período determinado han sido efectivamente reflejadas en los registros
contables.

- Derechos y obligaciones: Los activos son los derechos y los pasivos las
obligaciones de la entidad.

- Valoración: El importe de los activos y pasivos y el de los ingresos ha sido


determinado con criterios adecuados de conformidad con principios contables
generalmente aceptados.

- Presentación: La información financiera presentada en los estados financieros


es suficiente, adecuada y está correctamente clasificada.

Objetivos de Cumplimiento.

Se refieren al cumplimiento por parte de la entidad de las leyes y los reglamentos.


Toda entidad debe desarrollar su actividad dentro del marco de la legalidad y los
reglamentos que regulan los aspectos de las relaciones sociales, como son:
normativa mercantil, civil, laboral, financiera, medio ambiente, seguridad, entre
otros. El no cumplimiento de los mismos puede ocasionar problemas y puede
afectar su prestigio. Cada entidad debe establecer sus propios objetivos de
cumplimiento dentro de los cuales moverse.

Luego de conocer los objetivos de control interno podemos decir que un objetivo
puede pertenecer a más de una categoría. En todo caso debe existir una
estructuración coherente de objetivos, clasificando los mismos por su importancia y
reconociendo las interconexiones y derivaciones de los mismos.

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Un grupo de objetivos de especial interés es el referido a “la salvaguarda de los
activos”, que se incluye dentro de los objetivos de tipo operativo, dentro de los
cuales está presente la utilización eficiente de los recursos evitando ineficacias,
pérdidas o malversaciones. Ellos pueden relacionarse con objetivos de cumplimiento
o con objetivos relativos a la información financiera. El control interno debe
conseguir que exista un nivel apropiado de información sobre la consecución de los
objetivos operativos.

Interrelaciones de los tres tipos de objetivos.

Las categorías anteriores se solapan, un objetivo puede pertenecer a más de una


categoría. La consecución de unos objetivos puede estar condicionada a la
consecución de otros, pero en todo caso debe existir una estructuración coherente
de objetivos, clasificándolos por su importancia y reconociendo las interrelaciones y
derivaciones de ellos.
Un grupo de objetivos de interés notable es el referido a la salvaguarda de los
activos, que se incluiría dentro de los objetivos de tipo operativo, en los cuales se
incluye la utilización eficiente de los recursos evitando ineficacias, pérdidas o
malversaciones. Estos objetivos pueden relacionarse con objetivos de cumplimiento
o con objetivos relativos a la información financiera, por ejemplo: es necesario
mantener un control apropiado sobre las pérdidas que se produzcan en las
existencias, para reflejarlas de manera adecuada en los registros contables.

Nótese que la antigua definición de control interno incluía como objetivo el


adecuado reflejo de las transacciones en los registros contables y la salvaguarda de
los activos. El Informe COSO ha trasladado la salvaguarda de los activos a los
objetivos operativos, dentro del contexto de mayor amplitud en la definición del
control interno.

Es el control interno el encargado de que exista un nivel apropiado de información


sobre la consecución de los objetivos operativos. Los sistemas de información están
muy directamente relacionados con los objetivos operativos y de información
financiera.

1.3 CONTROL ADMINISTRATIVO Y CONTROL CONTABLE.

Las distintas acciones coordinadas e integradas que se llevan a cabo por todas las
actividades de la organización, pueden ser clasificadas según los objetivos o fines
que cada una de ellas puedan alcanzar, pero siempre teniendo presente que no son
elementos aislados, que forman parte de un proceso y que están interrelacionados
con otras acciones que a su vez se encuentran integradas con los diferentes
procesos de gestión.

Tomando en consideración los intereses del auditor para la evaluación del Control
Interno y que en esencia al auditor externo lo que le interesa es opinar respecto a la
confiabilidad de los estados financieros, continúa siendo de vital necesidad
diferenciar las acciones que integran el proceso de control interno; pueden ser
clasificadas en control administrativo: Operativo y estratégico y control contable.

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El control administrativo está conformado por: control operativo y control
estratégico. El control administrativo, el cual es denominado por algunos autores
como operativo, hasta ahora ha sido identificado como el plan de la organización y
todos los métodos y procedimientos relacionados con la eficiencia operativa y la
adhesión a las políticas de la dirección.

Teniendo en consideración la conceptualización que el informe COSO expone acerca


del control interno y en el uso cada vez más generalizado de la dirección
estratégica, el control administrativo se puede definir como todas las acciones
coordinadas e integradas que son ejecutadas por las personas (desde el Consejo de
Dirección, hasta cualquier miembro de la organización), en cada nivel de la entidad
para otorgar un grado razonable de confianza en la consecución de los objetivos de
eficiencia y eficacia de las operaciones, los objetivos estratégicos y el cumplimiento
de las leyes y normas aplicables. Donde pudiera establecerse para su evaluación o
estudio subgrupos como:

1. Control operativo. Los controles, entendidos como las acciones estructuradas


y coordinas, para alcanzar un nivel razonable de confianza en el cumplimiento
de la legislación aplicable en el área operativa, y en lograr los niveles
esperados de economía, eficiencia y eficacia en las operaciones y en la
protección de los activos.

2. Control estratégico: Proceso que comprende las acciones coordinadas e


integradas a las unidades o actividades de la entidad, para alcanzar un nivel
razonable de seguridad en el éxito de las estrategias formuladas.

Control Contable son aquellas acciones estructuradas, coordinadas e integradas a


los procesos de gestión básicos de planificación, ejecución y supervisión con el
propósito de otorgar un grado razonable de confiabilidad sobre la información
financiera. Estas acciones están conformadas por los controles y procedimientos
contables establecidos con este propósito.

Son más efectivos los controles internos cuando se incorporan a la infraestructura


de una organización y comienzan a ser parte de su actividad más elemental. No
deben entorpecer, sino comportarse positivamente en la consecución de los
objetivos.

No obstante, para su instrumentación siempre se ha tenido en cuenta el costo


beneficio del sistema de control interno, así como las limitaciones inherentes a
cualquier sistema.

1.4 PRINCIPIOS Y NORMATIVAS DEL CONTROL INTERNO.

Como hemos planteado anteriormente el control interno comprende el plan de


organización, el conjunto de métodos debidamente clasificados y coordinados, las
medidas tomadas en una entidad para asegurar sus recursos, propender a la
exactitud y confiabilidad de la información contable, apoyar y medir la eficiencia de

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las operaciones y el cumplimiento de los planes, así como estimular la observancia
de las normas, procedimientos y regulaciones establecidas.

Deben ser tareas priorizadas de cada dirigente y trabajador, la implantación de las


medidas de control interno, así como la realización sistemática de los controles y de
la aplicación de divisiones para erradicar las deficiencias con el objetivo de lograr un
incremento de la eficiencia económica y la calidad y el resultado positivo de las
actividades realizadas por cada entidad.

Para lograr establecer un eficaz sistema de control interno, se deberá tomar en


cuenta previamente la organización de la entidad sobre la base de determinados
principios, entre ellos los fundamentales son los siguientes:

- División del trabajo.

En ningún caso una sola persona tendrá el control íntegro de una operación, para
procesar cada tipo de transacción el control interno debe pasar por cuatro etapas
separadas:

• Autorizada.

• Aprobada.

• Ejecutada.

• Registrada.

De modo tal que garantice que los responsabilizados con la custodia de los medios y
la elaboración de los documentos primarios no tengan autoridad para aprobar los
mismos y que ambos no tengan la función o posibilidad de efectuar anotaciones en
los registros contables de esta forma el trabajo de una persona es verificado por
otra que trabaja independiente y que al mismo tiempo verifica la operación
realizada posibilitando la detección de errores.

- Fijación de responsabilidad.

Garantizar que los procedimientos inherentes al control de las operaciones


económicas, así como la elaboración y aprobación de los documentos pertinentes,
permitan determinar en todos los casos, la responsabilidad primaria sobre todas las
anotaciones y operaciones llevadas a cabo.

Se deben proveer las funciones de cada área, así como las consecuentes
responsabilidades de cada uno de los integrantes de la misma, teniendo en cuenta
que la autoridad es delegable, no siendo así la responsabilidad.

- Cargo y descargo.

Debe garantizarse que todo recurso o servicio recibido o entregado sea registrado, o
sea lograr que se contabilicen los cargos de todo lo que entra y descargos de todo lo

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que sale, lo cuál servirá de evidencia documental que precise quién lo ejecutó,
aprobó, registró y verificó.

Debe quedar bien claro en que forma y momento una cuenta recibe los créditos y
los débitos, es por ello que toda anotación que no obedezca a las normas de una
cuenta se debe investigar en detalle.

La supervisión de las operaciones reflejadas en cada cuenta y subcuenta o análisis


en forma sistemática, por personal independiente al que efectúa dichas
anotaciones, permitirá observar si las operaciones registradas se corresponden con
el contenido de cada cuenta.

Resulta conveniente además aplicar la práctica de rotar a los trabajadores en sus


distintos puestos de trabajos teniendo en cuenta sus conocimientos y nivel
ocupacional, lo que limita los riesgos de la comisión de fraudes viabilizando su
descubrimiento en caso de producirse éstos y tiene además la ventaja de aumentar
la eficiencia del trabajo al conseguir un entrenamiento más integral.

Para que un Sistema de Contabilidad garantice un eficiente control interno, debe


suceder lo siguiente:

a) Toda empresa antes de comenzar sus operaciones debe tener definida


correctamente su organización, como mínimo debe poseer:

• Gráfico de organización

• Manual de funciones por cargos.

b) Fundamentalmente deben estar bien definidas las funciones de contabilidad y


tesorería, además de estar bien segregadas y establecidas las relaciones y
puntos de convergencias de las mismas.

c) El administrativo de la contabilidad debe ser responsable de sus actos ante el


funcionario de primer nivel de la empresa, lo cual quiere decir que este debe
tener independencia de criterio absoluto ante el resto de los funcionarios de
la empresa.

d) Toda entidad clasificada como mediana o grande de acuerdo a sus


actividades económicas, debe poseer la función de auditoría interna,
subordinada directamente al funcionario de primer nivel de la organización,
ante el cual debe rendir sus informes. La intervención interna consiste
fundamentalmente en la comprobación periódica de los mecanismos de
control interno establecidos en los procedimientos contables.

e) La entidad debe contar antes del inicio de sus operaciones con un clasificador
de cuentas donde se detalle el plan de cuentas que utiliza la contabilidad
para registrar los hechos económicos, el contenido económico de cada cuenta
con el detalle de sus abonos y créditos fundamentales y el sistema
informativo que emite la contabilidad periódicamente a la dirección de la
empresa, para dirigir económicamente la misma.

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f) Otro documento de dirección con que debe contar la entidad antes del inicio
de sus operaciones es el manual de procedimientos de contabilidad y control
interno, en el cual se describirán los procedimientos contables y los requisitos
de control interno a que cada operación descrita esté sujeta, con el objetivo
de su chequeo y comparación.

g) El sistema informativo periódico debe proporcionar a la dirección el


instrumento apropiado para dirigir, debe brindar entre otros aspectos los
siguientes:

• Variaciones de importancia con cifras normales

• Presupuestos o periodos anteriores.

Estos estados periódicos deben ser revisados y discutidos con la Junta Directiva,
Comité‚ Ejecutivo, Presidente, Tesorero, Jefes de Departamentos, etc., con vista a la
toma de decisiones económicas encaminadas a una mayor efectividad de la
empresa.

h) Para una dirección eficiente la institución debe contar con los siguientes
elementos:

• Sistema de Costo

• Control Presupuestario de costos y gastos.

• Análisis de la interpretación de ambos.

El sistema de costo es un documento donde se recogen el conjunto de métodos,


normas y procedimientos que rigen la determinación y el análisis del costo, así
como el proceso del registro de los gastos de una o varias actividades. Este sistema
debe garantizar los requerimientos informativos para una correcta dirección de la
entidad.

i) El control presupuestario establece la comparación de la ejecución real con el


pronóstico o presupuesto, determinando las desviaciones y sus causas.

j) El análisis de los costos y el presupuesto permite la adopción de medidas


concretas para erradicar los efectos negativos de las desviaciones.

k) La entidad debe tener definida la política general en cuanto a la cobertura


de seguro, así como la definición del funcionario en el cual recae la
responsabilidad de la revisión periódica de dicha cobertura.

l) En esta debe estar definido el formato de los comprobantes de diario, la


forma en que deben estar justificados y la persona y cargo del funcionario
que los aprueba.

m) Si se poseen sucursales, el control sobre ellas debe ser similar al de la


casa matriz en cuanto a las intervenciones internas.

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n) Debe estar establecido que todos los funcionarios y empleados
administrativos tomen vacaciones anuales y que en ese periodo sean
sustituidos por otros funcionarios o empleados según sea el caso.

o) En poder de un funcionario debe existir un calendario o archivo de fechas


relativo al vencimiento de liquidaciones de impuestos e informes especiales y
los términos para reclamaciones.

p) Los accionistas principales o funcionarios ejecutivos de la empresa, deben


estar obligados a declarar sus nexos con otras empresas con las que tiene
negocios la primera.

q) Recopilación de las Normas y Procedimientos a aplicar, basados en las


regulaciones emitidas por los organismos globales y ramales, así como los
específicos de cada entidad, atendiendo a las particularidades de su actividad
y a los requerimientos de su organización y dirección.

r) Diseño del conjunto de modelos y documentos que se necesitan utilizar en la


entidad, tanto de uso común que establezcan relaciones con terceros, como
los que soporten las operaciones de carácter interno, así como los de uso
específico, de acuerdo a las peculiaridades de las actividades que desarrollan,
incluyendo sus correspondientes metodologías y previendo el adecuado
archivo y conservación de los mismos, acorde a las regulaciones que en
materia de prescripción se legislen al efecto.

s) Establecimiento del Sistema Informativo Interno compatible con el Sistema


Informativo General vigente para toda la economía, que garantice las
necesidades de análisis a cada nivel.

1.5 COMPONENTES DEL CONTROL INTERNO.

El adoptar sistemas más avanzados y rigurosos, asimilables por la economía de las


entidades, influirá también en el estilo de dirección, teniendo en cuenta que
nuestras entidades no se supeditan a un único propietario o a un pequeño grupo de
ellos y que, por ende se obliga a una necesaria retroalimentación de los sistemas
de control interno y de las disposiciones y regulaciones establecidas por los órganos
y organismos del Estado competentes.

Los elementos del control son:

• Ambiente de Control.

• Evaluación de Riesgos.

• Actividades de Control.

• Información y Comunicación.

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• Supervisión.

Estas definiciones de los componentes del Control Interno, con un enfoque


estratégico en el desarrollo de las entidades, deben incluir normas o procedimientos
de carácter general para ser considerados en el diseño de los Sistemas de Control
Interno en cada entidad, acompañados de criterios de control y de evaluación en
algunas áreas de la organización.

• Ambiente de Control.

El ambiente o entorno de control constituye el punto fundamental para el desarrollo


de las acciones y refleja la actitud asumida por la alta dirección en relación con la
importancia del control interno y su incidencia sobre las actividades de la entidad y
resultados, por lo que debe tener presente todas las disposiciones, políticas y
regulaciones que se consideren necesarias para su implantación y desarrollo
exitoso.

El Ambiente de Control fija el tono de la organización al influir en la conciencia del


personal. Este puede considerarse como la base de los demás componentes del
control interno.

La dirección de la entidad y el auditor interno, son los encargados de crear un


ambiente adecuado mediante una estructura organizativa efectiva, de sanas políticas
de administración y así se logra que las leyes y políticas sean asimiladas de mejor
forma por el trabajador.

El Ambiente de Control es, la base para el desarrollo del resto de los elementos, sus
fundamentos claves son:

• La integridad, los valores éticos, la competencia profesional y el compromiso de


todos los componentes de la organización, así como su adhesión a las políticas y
objetivos establecidos.

• La filosofía y estilo de dirección.

• La estructura, el plan de organización, los reglamentos y los manuales de


procedimientos.

• Las formas de asignación de responsabilidades y de administración y desarrollo


del personal.

• El grado de documentación de políticas y decisiones, y de formulación de


programas que contengan metas, objetivos e indicadores de rendimiento.

• En las organizaciones que lo justifiquen, la existencia de Unidades de Auditoría


Interna con suficiente grado de independencia y calificación profesional.

Normas para el Ambiente de Control.

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 Integridad y valores éticos.

La máxima autoridad del organismo debe procurar, difundir y vigilar la observancia


de valores éticos y el Reglamento de los Cuadros del Estado y del Gobierno
aceptados, que constituyan un sólido fundamento moral para su conducción y
operación.

Los valores éticos son esenciales para el Ambiente de Control. El Sistema de Control
Interno se sustenta en los valores éticos, que definen la conducta de quienes lo
operan. Estos valores éticos pertenecen a una dimensión moral y, es por ello que
van más allá del mero cumplimiento de las Leyes, Decretos, Reglamentos y otras
disposiciones legales.

El comportamiento y la integridad moral encuentran su sustento en la


cultura del organismo, lo que determina, cómo se hacen las cosas, qué
normas y reglas se observan y si estas se eluden. La dirección superior
de la entidad, en la creación de una cultura apropiada a estos fines
desempeña un papel principal la dirección superior de la entidad, ya
que con su ejemplo contribuirá a desarrollar o destruir diariamente
este requisito de control interno.

 Competencia profesional.

Los dirigentes, funcionarios y demás trabajadores deben caracterizarse por poseer


un nivel de competencia que les permita comprender la importancia del desarrollo,
implantación y mantenimiento de controles internos apropiados, o sea que deben
contar con un nivel de competencia profesional en relación con sus
responsabilidades, comprender, suficientemente, la importancia, objetivos y
procedimientos del control interno, así como asegurar la calificación y competencia
de todos los dirigentes y demás trabajadores.

La dirección debe especificar el nivel de competencia requerido para las distintas


tareas y traducirlo en requerimientos de conocimientos y habilidades. Los métodos
de contratación de personal deben asegurar que el candidato posea el nivel de
preparación y experiencia, ajustados a los requisitos del cargo. Una vez incorporado,
a la entidad debe recibir la orientación, capacitación y adiestramiento necesario en
forma práctica y metódica.

 Atmósfera de confianza mutua.

Para el control resulta esencial un nivel de confianza mutua entre las personas, la
cual coadyuva el flujo de información que las personas necesitan para tomar
decisiones y entrar en acción. Propicia, además, la cooperación y la delegación que
se requieren para un desempeño eficaz tendente al logro de los objetivos de la
entidad. La confianza está basada en la seguridad respecto a la integridad y
competencia de la otra persona o grupo.

La comunicación abierta crea y depende de la confianza dentro de la


entidad. Un alto nivel de confianza estimula para que se asegure que

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cualquier tema de importancia sea de conocimiento de más de una
persona. El compartir tal información fortalece el control, reduciendo la
dependencia del juicio, la capacidad y la presencia de una única
persona.

 Organigrama.

Toda entidad debe desarrollar una estructura organizativa que atienda al


cumplimiento de la misión y objetivos, la que deberá ser formalizada en un
organigrama. La estructura organizativa, formalizada en un organigrama, constituye
el marco formal de autoridad y responsabilidad en el cual las actividades que se
desarrollan en cumplimiento de los objetivos del organismo, son planeadas,
efectuadas y controladas.

Lo importante es que su diseño se ajuste a sus necesidades, proporcionando el


marco de organización adecuado para llevar a cabo la estrategia diseñada para
alcanzar los objetivos fijados. Lo apropiado de la estructura organizativa podrá
depender, por ejemplo, del tamaño de la entidad Estructuras altamente formales
que se ajustan a las necesidades de una entidad de gran tamaño, pueden no ser
aconsejables en una entidad pequeña.

 Asignación de autoridad y responsabilidad.

Toda entidad debe complementar su organigrama, con un manual de organización y


funciones, en el cual se debe asignar la responsabilidad, las acciones y los cargos, a
la par de establecer las diferentes relaciones jerárquicas y funcionales para cada
uno de estos.

El Ambiente de Control se fortalece en la medida en que los miembros de una


entidad conocen claramente sus deberes y responsabilidades. Ello impulsa a usar la
iniciativa para enfrentar y solucionar los problemas, actuando siempre dentro de los
límites de su competencia.

Existe una nueva tendencia de derivar autoridad hacia los niveles inferiores, de
manera que las decisiones queden en manos de quienes están más cerca de la
operación. Una cuestión crítica de esta corriente es el límite de la delegación: hay
que delegar tanto cuanto sea necesario, pero solamente para mejorar la
probabilidad de alcanzar los objetivos.

Toda delegación de la autoridad contribuye a la necesidad de que los jefes


examinen y aprueben, cuando proceda, el trabajo de sus subordinados y que ambos
cumplan con la debida rendición de cuentas de sus responsabilidades y tareas.

También requiere que todo el personal conozca y responda a los objetivos de la


entidad. Es esencial que cada integrante de ella conozca como su acción se
interrelaciona y contribuye a alcanzar los objetivos generales.

Para que sea eficaz un aumento en la delegación de autoridad se requiere de un


elevado nivel de competencia en los delegatarios, así como un alto grado de

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responsabilidad personal. Además, se deben aplicar procesos efectivos de
supervisión de la acción y los resultados por parte de la dirección.

 Políticas y prácticas en personal.

La conducción y tratamiento del personal de la entidad debe ser justa y equitativa,


comunicando claramente los niveles esperados en materia de integridad,
comportamiento ético y competencia.

Los procedimientos de contratación, inducción, capacitación y adiestramiento,


calificación, promoción y disciplina, deben corresponderse con los propósitos
enunciados en la política.

El personal es el activo más valioso que posee cualquier entidad y se debe tratar y
conducir de forma tal que se obtenga su más elevado rendimiento. Debe procurarse
su satisfacción personal en el trabajo que realiza, propendiendo a que en este se
consolide como persona y se enriquezca humana y técnicamente.

La dirección asume su responsabilidad en tal sentido, en diferentes momentos;


selección, al establecer requisitos adecuados de conocimiento, experiencia e
integridad para las incorporaciones a la entidad; inducción, al preocuparse para que
los nuevos empleados sean metódicamente familiarizados con las costumbres y
procedimientos del organismo; capacitación, al insistir en que sean capacitados
convenientemente para el correcto desempeño de sus responsabilidades; rotación y
promoción, al procurar que funcione una movilidad de organización que signifique
el reconocimiento y promoción de los más capaces e innovadores; sanción, al
aplicar, cuando corresponda, las medidas disciplinarias que transmitan con
rigurosidad que no se tolerarán desvíos del camino trazado.

 Comité de Control.

En cada entidad debe constituirse un comité de control integrado, al menos, por un


dirigente del máximo nivel y el auditor interno titular, siempre que las condiciones
lo permitan. Su objetivo general es la vigilancia del adecuado funcionamiento del
Sistema de Control Interno y su mejoramiento continuo.

La existencia de un Comité con tal objetivo, refuerza el Sistema de Control Interno y


contribuye positivamente al Ambiente de Control. Para su efectivo desempeño debe
integrarse adecuadamente con miembros que generen respeto por su capacidad y
trayectoria integral, que exhiban un apropiado grado de conocimientos y
experiencia que les permita apoyar a la dirección de la entidad mediante su guía y
supervisión.

Evaluación del Ambiente de control.

Conocimiento y aceptación consciente de las normas escritas (Códigos de Conducta)


y de Ética establecidos en la entidad, que deben incluir cuestiones referidas a las

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prácticas empresariales de general aceptación, los conflictos de intereses y los
niveles esperados de comportamiento ético.

Comprobar que las respuestas sean eficientes y contundentes en los casos de


actuaciones no conformes con las reglas establecidas, sobre la base de lo
establecido en la legislación vigente. Verificar que se comunican las medidas
correctivas para que sean conocidas por toda la entidad.

Cumplimiento de los procedimientos de selección, capacitación, formación,


evaluación y promoción de los recursos humanos necesarios en la entidad, así como
que estén definidos, de forma clara y explícita, los contenidos de cada puesto de
trabajo y actividades que se le vinculan.

Evaluar si la estructura organizativa es adecuada al tamaño de la entidad, tipo de


actividad y objetivos aprobados, si se definen las líneas de responsabilidad y
autoridad, así como los canales por los que fluye la información.

Valorar la utilización de estilos de dirección correctos en cualquiera de los niveles


jerárquicos de la entidad, en lo referente al respeto por los procedimientos de
control interno implantados. Verificar que el comité de control funcione
adecuadamente y contribuya al mejoramiento continuo del Sistema de Control
Interno implantado.

• Evaluación de Riesgos.

El control interno ha sido pensado esencialmente para limitar los riesgos que
afectan las actividades de las entidades. A través de la investigación y análisis de
los riesgos relevantes y el punto hasta el cual el control vigente los neutraliza, se
evalúa la vulnerabilidad del sistema. Para ello debe adquirirse un conocimiento
práctico de la entidad y sus componentes como manera de identificar los puntos
débiles, enfocando los riesgos tanto de la entidad (internos y externos) como de la
actividad.

Cabe recordar que los objetivos de control deben ser específicos, así como
adecuados, completos, razonables e integrados a las globales de la institución.

Una vez identificados los riesgos, su análisis debe incluir:

• Una estimación de su importancia y trascendencia.

• Una evaluación de la probabilidad y frecuencia.

• Una definición del modo en que habrán de manejarse.

• Cambios en el entorno

• Redefinición de la política institucional.

• Reorganizaciones o reestructuraciones internas.

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• Ingreso de empleados nuevos o rotación de los existentes.

• Nuevos sistemas, procedimientos y tecnologías.

• Aceleración del crecimiento.

• Nuevos productos, actividades o funciones.

Normas para la evaluación de los riesgos.

 Identificación del riesgo.

Se deben identificar los riesgos relevantes que enfrenta una entidad en el logro de
sus objetivos, ya sean de origen interno, es decir, provocados por la entidad
teniendo en cuenta la actividad específica o sus características internas en el
funcionamiento, como externos que son los elementos fuera de la organización que
afectan, en alguna medida, el cumplimiento de sus objetivos.

La identificación del riesgo es un proceso interactivo, y generalmente integrado a la


estrategia y planificación. En este proceso es conveniente "partir de cero", esto es,
no basarse en el esquema de riesgos identificados en estudios anteriores.

Su desarrollo debe comprender la realización de un análisis del riesgo, que incluya


la especificación de los dominios o puntos claves del organismo, la identificación de
los objetivos generales y particulares y las amenazas y riesgos que se pueden
afrontar.

Un dominio o punto clave de la entidad puede ser:

• Un proceso que es crítico para su supervivencia.

• Una o varias actividades que sean responsables de parte de prestaciones


importantes de servicios a la ciudadanía.

• Un área que está sujeta a leyes, decretos o reglamentos de estricto


cumplimiento, con amenazas de severas penas por incumplimiento.

• Un área de vital importancia estratégica para el Gobierno (Ejemplo: defensa,


investigaciones tecnológicas de avanzada).

Al determinar estas actividades o procesos claves, fuertemente ligados a los


objetivos de la entidad, debe tenerse en cuenta que pueden existir algunos de estos
que no están formalmente expresados, lo cual no debe ser impedimento para su
consideración. El análisis se relaciona con lo crítico del proceso o actividad y con la
importancia del objetivo, más allá que este sea explícito o implícito.

Existen muchas fuentes de riesgos, tanto internas como externas. A título


puramente ilustrativo se pueden mencionar, entre las externas:

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• Desarrollos tecnológicos que en caso de no adoptarse, provocarían obsolescencia
de la organización.

• Cambios en las necesidades y expectativas de la población;

• Modificaciones en la legislación y normas que conduzcan a cambios forzosos en


la estrategia y procedimientos;

• Alteraciones en el escenario económico financiero que impacten en el


presupuesto de la entidad, sus fuentes de financiamiento y su posibilidad de
expansión.

Entre las internas, podemos citar:

• La estructura de organización adoptada, dada la existencia de riesgos inherentes


típicos, tanto en un modelo centralizado como en uno descentralizado;

• La calidad del personal incorporado, así como los métodos para su instrucción y
motivación.

• La propia naturaleza de las actividades de la entidad.

Una vez identificados los riesgos a nivel de la entidad, deberá practicarse similar
proceso al nivel de programa y actividad. Se considerará, en consecuencia, un
campo más limitado, enfocado a los componentes de las áreas y objetivos claves
identificados en el análisis global de la entidad.

 Estimación del riesgo.

Se debe estimar la frecuencia con que se presentarán los riesgos identificados, así
como cuantificar la probable pérdida que ellos pueden ocasionar.

Una vez identificados los riesgos a nivel de institución y de programa o actividad,


debe procederse a su análisis. Los métodos utilizados para determinar la
importancia relativa de los riesgos pueden ser diversos, e incluirán como mínimo:

• Una estimación de su frecuencia, o sea, la probabilidad de ocurrencia.

• Una valoración de la pérdida que podría resultar.

En general, aquellos riesgos cuya concreción esté estimada como de baja


frecuencia, no justifican preocupaciones mayores, por el contrario, los que se
estiman de alta frecuencia deben merecer preferente atención. Entre estos
extremos se encuentran casos que deben ser analizados cuidadosamente, aplicando
elevadas dosis de buen juicio y sentido común.

Existen muchos riesgos difíciles de cuantificar que, como máximo, se prestan a


calificaciones de "grande", "moderado" o "pequeño"; pero no debe cederse a la
difundida inclinación de conceptuarlos rápidamente como "no medidos". En muchos
casos, con un esfuerzo razonable, puede conseguirse una medición satisfactoria.

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Esto se puede expresar matemáticamente en la llamada Ecuación de la Exposición:

PE = F x V

donde:

PE = Pérdida Esperada o Exposición, expresada en pesos y en forma anual.

F = Frecuencia, veces probables en que el riesgo se concrete en el año.

V = Pérdida estimada para cada caso en que el riesgo se concrete, expresada en


pesos

 Determinación de los objetivos de control.

Luego de identificar, estimar y cuantificar los riesgos, la máxima dirección y los


responsables de otras áreas deben determinar los objetivos específicos de control y,
en relación con ellos, establecer los procedimientos de control más convenientes.

Una vez que la máxima dirección y los responsables de otras áreas han identificado
y estimado el nivel de riesgo, deben adoptarse las medidas para enfrentarlo de la
manera más eficaz y económica posible.

Se deberán establecer los objetivos específicos de control de la entidad, que estarán


adecuadamente articulados con sus propios objetivos globales y sectoriales. En
función de los objetivos de control determinados, se seleccionarán las medidas o
salvaguardas que se estimen más efectivas al menor costo, para minimizar la
exposición.

 Detección del cambio.

Toda entidad debe disponer de procedimientos capaces de captar e informar


oportunamente los cambios registrados o inminentes en el ambiente interno y
externo, que puedan conspirar contra la posibilidad de alcanzar sus objetivos en las
condiciones deseadas.

Una etapa fundamental del proceso de Evaluación del Riesgo, es la identificación de


los cambios en las condiciones del medio ambiente en que la entidad desarrolla su
acción. Un sistema de control puede dejar de ser efectivo al cambiar las condiciones
en las cuales opera.

Se requiere un sistema de información apto para captar, procesar y transmitir


información relativa a los hechos, eventos, actividades y condiciones que originan
cambios ante los cuales la entidad debe reaccionar.

A título de ejemplo se consignan algunas condiciones que deben merecer particular


atención:

• Cambios en el contexto externo: legislación, reglamentos, programas de ajuste,


tecnología, cambios de autoridades, etc.

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• Crecimiento acelerado: una entidad que crece a un ritmo demasiado rápido está
sujeta a muchas tensiones internas y a presiones externas.

• Nuevas líneas de productos o servicios: la inversión en la producción de nuevos


bienes o servicios generalmente ocasionan desajustes en el Sistema de Control
Interno, el que debe ser revisado.

• Reorganizaciones: generalmente significan reducciones de personal que


ocasionan, si no son racionalmente practicadas, alteraciones en la separación de
funciones y en el nivel de supervisión.

• Creación del sistema de información o su reorganización: puede llegar a generar


un período de exceso o defecto en la información emitida, ocasionando en
ambos casos la probabilidad de la adopción de decisiones incorrectas.

Evaluación de Riesgos.

Comprobar la existencia de procedimientos idóneos para anticipar los riesgos,


identificarlos, estimar su importancia, evaluar su probabilidad o frecuencia y
reaccionar ante los acontecimientos o cambios (rutinarios o no) que influyen en el
logro de los objetivos previstos, tanto de fuentes internas como externas, así como
a nivel de empresa y de las unidades o funciones más importantes (ventas,
producción, finanzas, recursos humanos, etc).

A nivel de empresa

Factores externos

Nuevas tecnologías, productos, servicios o actividades.

Cambios en las necesidades y expectativas de la población.

Modificación en la legislación y las normas.

Alteraciones en el escenario económico financiero del país o en el contexto


internacional.

Factores internos

Estructura de organización existente.

Calidad del personal incorporado, así como los métodos para su instrucción y
motivación.

Reestructuraciones internas.

Sistemas de información.

La propia naturaleza de las actividades de la empresa.

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Verificar la existencia de políticas y criterios de actuación definidos por la dirección
y comunicados a los niveles correspondientes dentro de la entidad, referidos a:

Autorización de transacciones.

Aprobación de transacciones.

Proceso y registro de las operaciones.

Clasificación de las operaciones.

Verificación y evaluación del registro contable.

Salvaguarda física de los activos.

• Actividades de Control.

Las actividades de control son procedimientos que ayudan a asegurarse que las
políticas de la dirección se llevan a cabo, y deben estar relacionadas con los riesgos
que ha determinado y asume la dirección.

Las actividades de control se ejecutan en todos los niveles de la organización y en


cada una de las etapas de la gestión, partiendo de la elaboración de un mapa de
riesgos, conociendo los riesgos, se disponen los controles destinados a evitarlos o
minimizarlos.

En muchos casos, las actividades de control pensadas para un objetivo suelen


ayudar también a otros: los operacionales pueden contribuir a los relacionados con
la confiabilidad de la información financiera, estas al cumplimiento normativo y así
sucesivamente.

A su vez en cada categoría existen diversos tipos de control:

• Preventivo y correctivos.

• Manuales automatizados o informáticos.

• Gerenciales o directivos.

En todos los niveles de la entidad existen responsabilidades de control y es preciso


que los agentes conozcan individualmente cuáles son las que les competen, para
ello se les debe explicar claramente tales funciones.

Las cuestiones que se exponen a continuación muestran la amplitud abarcadora de


las actividades de control, viéndolas en su sentido más general, aunque no
constituyen la totalidad de ellas.

• Análisis efectuados por la dirección.

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• Seguimiento y revisión por parte de los responsables de las diversas funciones o
actividades.

• Comprobación de las transacciones en cuanto a su exactitud, totalidad,


autorización pertinente: aprobaciones, revisiones, cotejos, recálculos, análisis de
consistencia, prenumeraciones.

• Controles físicos patrimoniales: arqueos, conciliaciones, recuentos.

• Dispositivos de seguridad para restringir el acceso a los activos y registros.

• Segregación de funciones.

• Aplicación de indicadores de rendimiento.

Consideramos que en este componente deben incluirse todas las normativas


vigentes en el país referidas a los Subsistemas de Control Interno.

A continuación mostramos un conjunto de actividades mínimas a incluir en un


Manual de procedimientos de Control Interno a elaborar en las entidades,
respetando la regla general de que debe tenerse en cuenta las características
específicas de la entidad.

Normas de Actividades de control.

 Separación de tareas y responsabilidades.

Las tareas y responsabilidades, esenciales, relativas al tratamiento, autorización,


registro y revisión de las transacciones y hechos, deben ser asignadas a personas
diferentes.

El propósito de esta norma es procurar un equilibrio conveniente de autoridad y


responsabilidad dentro de la estructura de organización.

Al evitar que las cuestiones fundamentales de una transacción u operación queden


concentradas en una misma persona o sector, se reduce notoriamente el riesgo de
errores, despilfarros o actos ilícitos y aumenta la probabilidad que, de producirse,
sean detectados.

En las entidades pequeñas es necesario establecer un balance entre esta


separación de tareas y responsabilidades y el beneficio que se puede obtener de
ellas, sin descuidar lo que nos costaría dividir funciones, por lo que habría que
reforzar la actividad de supervisión y monitoreo.

 Coordinación entre áreas.

Cada área o subárea de la entidad debe operar coordinada e interrelacionadamente


con las restantes áreas o subáreas. En una entidad, las decisiones y acciones de

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cada una de las áreas que la integran, requieren coordinación. Para que el resultado
sea efectivo, no es suficiente que las unidades que lo componen alcancen sus
propios objetivos; sino que deben trabajar mancomunadamente para que se
alcancen, en primer lugar, los de la entidad.

La coordinación mejora la integración, la consistencia y la responsabilidad y limita la


autonomía. En ocasiones una unidad debe sacrificar en alguna medida su eficacia
para contribuir a la de la entidad como un todo.

Es esencial, en consecuencia, que funcionarios y empleados consideren las


implicaciones y repercusiones de sus acciones en relación con la entidad. Esto
supone consultas dentro y entre las entidades.

 Documentación.

La estructura de control interno y todas las transacciones y hechos significativos,


deben estar claramente documentados, y la documentación debe estar disponible
para su verificación.

Toda entidad debe contar con la documentación referente a su Sistema de Control


Interno y a las cuestiones pertinentes de las transacciones y hechos significativos.

La información sobre el Sistema de Control Interno puede figurar en su formulación


de políticas y, básicamente, en el referido manual, incluirá datos sobre objetivos,
estructura y procedimientos de control.

 Niveles definidos de autorización.

Los actos y transacciones relevantes sólo pueden ser autorizados y ejecutados por
dirigentes, funcionarios y demás trabajadores que actúen dentro del ámbito de sus
competencias.

La autorización es la forma idónea de asegurar que sólo se realizan actos y


transacciones que cuentan con la conformidad de la dirección. Esta conformidad
supone su ajuste a la misión, la estrategia, los planes, programas y presupuestos.

La autorización debe documentarse y comunicarse explícitamente a las personas o


sectores autorizados. Estos deberán ejecutar las tareas que se les han asignado, de
acuerdo con las directrices, y dentro del ámbito de competencia establecido por las
normas.

 Registro oportuno y adecuado de las transacciones y hechos.

Las transacciones y los hechos que afectan a una entidad deben registrarse
inmediatamente y ser debidamente clasificados.

Las transacciones o hechos deben registrarse, en el momento de su materialización


o lo más inmediato posible, para garantizar su relevancia y utilidad. Esto es válido
para todo el proceso o ciclo de la transacción o hecho, desde su inicio hasta su
conclusión.

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Asimismo, deberán clasificarse adecuadamente para que, una vez procesados,
puedan ser presentados en informes y estados financieros con saldos razonables,
facilitando a directivos y gerentes la adopción de decisiones.

 Acceso restringido a los recursos, activos y registros.

El acceso a los recursos, activos, registros y comprobantes, debe estar protegido por
mecanismos de seguridad y limitado a las personas autorizadas, quienes están
obligadas a firmar las Actas de Responsabilidad a rendir cuenta de su custodia y
utilización.

Todo activo de valor debe ser asignado a un responsable de su custodia y contar


con adecuadas protecciones, a través de seguros, almacenaje, sistemas de alarma,
pases para acceso, etc.

Además, deben estar debidamente registrados, y periódicamente, se cotejarán las


existencias físicas con los registros contables para verificar su coincidencia. La
frecuencia de la comparación depende del nivel de vulnerabilidad del activo.

Estos mecanismos de protección cuestan tiempo y dinero, por lo que, en la


determinación del nivel de seguridad pretendido, deberán ponderarse los riesgos
emergentes, entre otros del robo, despilfarro, mal uso, destrucción, contra los
costos que puedan derivarse del control.

 Rotación del personal en las tareas claves.

Ningún empleado debe tener a su cargo, durante un tiempo prolongado, las tareas
que presenten una mayor probabilidad de comisión de irregularidades. Los
empleados a cargo de dichas tareas deben, periódicamente, emplearse en otras
funciones.

Si bien el Sistema de Control Interno debe operar en un ambiente de solidez ética,


es necesario adoptar ciertas protecciones para evitar hechos que puedan propiciar
actos reñidos con el código de conducta del organismo.

En tal sentido, la rotación en el desempeño de tareas claves para la seguridad y el


control es un mecanismo de probada eficacia y muchas veces no utilizado por el
equivocado concepto del "hombre imprescindible".

 Control del sistema de información.

El sistema de información debe ser controlado con el objetivo de garantizar su


correcto funcionamiento y asegurar el control del proceso de los diversos tipos de
transacciones.

La calidad del proceso de toma de decisiones en una entidad, descansa fuertemente


en sus sistemas de información. Un sistema de información abarca información
cuantitativa, por ejemplo, los informes de desempeño que utilizan indicadores, y
cualitativa, lo concerniente a opiniones y comentarios. El sistema deberá contar con

25
mecanismos de seguridad que alcancen a las entradas, procesos, almacenamiento y
salidas.

El sistema de información debe ser flexible y susceptible de modificaciones rápidas


que permitan hacer frente a necesidades cambiantes de la dirección, en un entorno
dinámico de operaciones y presentación de informes. El sistema ayuda a controlar
todas las actividades de la entidad, a registrar y supervisar transacciones y eventos
a medida que ocurren, y a mantener datos financieros.

Las actividades de control de los sistemas de aplicación están diseñadas para


controlar el procesamiento de las transacciones dentro de los programas de
aplicación e incluyen los procedimientos manuales asociados.

 Control de la tecnología de información.

Los recursos de la tecnología de información deben ser controlados con el objetivo


de garantizar el cumplimiento de los requisitos del sistema de información que la
entidad necesita para el logro de su misión.

La información que necesitan las actividades de la entidad, es provista mediante el


uso de recursos de tecnología de información, los que abarcan: datos, sistemas de
aplicación, tecnología asociada, instalaciones y personal.

La administración de estos recursos debe llevarse a cabo mediante procesos de


tecnología de información agrupados naturalmente, a fin de proporcionar la
información necesaria que permita a cada trabajador cumplir con sus
responsabilidades y supervisar el cumplimiento de las políticas. A fin de asegurar el
cumplimiento de los requisitos del sistema de información, es preciso definir
actividades de control apropiadas, así como implementarlas, supervisarlas y
evaluarlas.

La seguridad del sistema de información es la estructura de control para proteger la


integridad, confidencialidad y disponibilidad de datos y recursos de la tecnología de
información.

Las actividades de control general de la tecnología de información se aplican a todo


el sistema de información, incluida la totalidad de sus componentes, desde la
arquitectura de procesamiento de grandes computadoras, mini computadoras y
redes, hasta la gestión de procesamiento por el usuario final. También abarcan las
medidas y procedimientos manuales que permiten garantizar la operación continua
y correcta del sistema de información.

 Indicadores de desempeño.

Toda entidad debe contar con métodos de medición de desempeño que permitan la
preparación de indicadores para su supervisión y evaluación.

La información obtenida se utilizará para la corrección de los cursos de acción y el


mejoramiento del rendimiento.

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La dirección de una entidad, programa, proyecto o actividad, debe conocer cómo
marcha hacia los objetivos fijados para mantener el dominio del rumbo, es decir,
ejercer el control.

Un sistema de indicadores elaborados desde los datos emergentes de un


mecanismo de medición del desempeño, contribuirá al sustento de las decisiones.

Los indicadores no deben ser tan numerosos que se tornen ininteligibles o confusos,
ni tan escasos que no permitan revelar las cuestiones claves y el perfil de la
situación examinada.

Cada entidad debe preparar un sistema de indicadores ajustado a sus


características, es decir, tamaño, proceso productivo, bienes y servicios que
entrega, nivel de competencia de sus dirigentes y demás elementos que lo
distingan. El sistema puede estar constituido por una combinación de indicadores
cuantitativos, tales como los montos presupuestados y cualitativos, como el nivel
de satisfacción de los usuarios.

Los indicadores cualitativos deben ser expresados de una manera que permita su
aplicación objetiva y razonable. Por ejemplo: una medición indirecta del grado de
satisfacción del usuario puede obtenerse por el número de reclamos.

 Función de Auditoría Interna independiente.

La unidad de auditoría interna de las entidades debe depender de la máxima


autoridad de estas y sus funciones y actividades deben mantenerse desligadas de
las operaciones sujetas a su examen.

Las unidades de auditoría interna deben brindar sus servicios a toda la entidad.
Constituyen un "mecanismo de seguridad" con el que cuenta la autoridad superior
para estar informada, con razonable certeza, sobre la confiabilidad del diseño y
funcionamiento de su sistema de control interno.

Esta unidad de auditoría interna, al depender de la autoridad superior, puede


practicar los análisis, inspecciones, verificaciones y pruebas que considere
necesarios en los distintos sectores de la entidad con independencia de estos, ya
que sus funciones y actividades deben mantenerse desligadas de las operaciones
sujetas a su examen.

Así, la auditoría interna vigila, en representación de la autoridad superior, el


adecuado funcionamiento del sistema, informando oportunamente a aquella sobre
su situación. Por su parte, los mecanismos y procedimientos del Sistema de Control
Interno protegen cuestiones específicas de la operatoria para brindar una razonable
seguridad de éxito en el esfuerzo por alcanzar los objetivos de organización.

Evaluación del componente Actividades de Control.

Comprobar que está debidamente segregada y diferenciada (en la medida de lo


racionalmente posible) la responsabilidad de autorizar, ejecutar, registrar y

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comprobar una transacción, teniendo en cuenta la necesaria coordinación entre las
distintas áreas de responsabilidad definidas en la entidad.

Verificar el registro y clasificación oportuna de las transacciones y hechos


importantes, atendiendo a la importancia, relevancia y utilidad que ello tiene para la
presentación razonable de los saldos en los estados financieros.

Comprobar la realización de conteos físicos, periódicos, de los activos y su


conciliación con los registros contables.

Evaluar la calidad y cumplimiento de los planes de rotación en el desempeño en las


tareas claves del personal involucrado.

Verificar que la dirección efectúe análisis, periódicos y sistemáticos, de los


resultados obtenidos, comparándolos con períodos anteriores, con los presupuestos
y planes aprobados y otros niveles de análisis que les sean útiles.

Evaluar la utilización del sistema de indicadores de rendimiento implementado en la


entidad para la puesta en marcha de acciones correctivas que disminuyan o
eliminen las desviaciones importantes.

Valorar el funcionamiento, utilización y respeto a los resultados de la Auditoría


Interna.

Comprobar el cumplimiento de los controles de la tecnología de información


referidos a:

• Seguridad física de los equipos de información.

• Controles de acceso.

• Controles sobre software.

• Controles de las operaciones de proceso de datos.

• Controles sobre el desarrollo y mantenimiento de las aplicaciones.

• Controles de las aplicaciones.

Revisar que el plan de prevención elaborado ha tenido en cuenta el diagnóstico de


los riesgos internos o peligros potenciales, el análisis de las causas que lo provocan
o propician y las propuestas de medidas para prevenir o contrarrestar su ocurrencia.

Comprobar que el plan de prevención, en cada una de las acciones, define el


tiempo o los momentos de ejecución, los ejecutantes y los responsables de su
control.

• Información y comunicación.

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La información relevante debe ser captada, procesada y transmitida de tal modo
que llegue oportunamente a todos los sectores y permita asumir las
responsabilidades individuales.

La comunicación es inherente a los sistemas de información. Las personas deben


conocer, en tiempo, las cuestiones relativas a su responsabilidad de gestión y
control. Cada función debe especificarse con claridad, entendiendo como tal las
cuestiones relativas a la responsabilidad de los individuos dentro del Sistema de
Control Interno.

Los informes deben transmitirse adecuadamente a través de una comunicación


eficaz, incluyendo una circulación multidireccional de la información: ascendente,
descendente y transversal. La existencia de líneas abiertas de comunicación y una
clara voluntad de escuchar, por parte de los dirigentes, resultan vitales.

Además de una buena comunicación interna, es importante una eficaz comunicación


externa que favorezca el flujo de toda la información necesaria y, en ambos casos,
importa contar con medios eficaces, como los manuales de políticas, memorias,
difusión institucional, canales formales e informales, la actitud que asume la
dirección en el trato con sus subordinados. Una entidad con una historia basada en
la integridad y una sólida cultura de control no tendrá dificultades de comunicación.
Una acción vale más que mil palabras.

Normas de Información y Comunicación.

 Información y responsabilidad.

La información debe permitir a los funcionarios y empleados cumplir sus


obligaciones y responsabilidades. Los datos pertinentes deben ser identificados,
captados, registrados, estructurados en información y comunicados, en tiempo y
forma.

Una entidad debe disponer de una corriente fluida y oportuna información relativa a
los acontecimientos internos y externos. Por ejemplo, necesita tomar conocimiento
con prontitud de los requerimientos de los usuarios para proporcionar respuestas
oportunas o de los cambios en la legislación y reglamentaciones que le afectan. De
igual manera, debe tener conocimiento constante de la situación de sus procesos
internos.

Los riesgos que afronta una entidad se reducen en la medida que la adopción de las
decisiones se fundamente en información relevante, confiable y oportuna. La
información es relevante para un usuario, en la medida que se refiera a cuestiones
comprendidas dentro de su responsabilidad y que él cuente con la capacidad
suficiente para apreciar su significación.

La supervisión del desempeño de la entidad y sus partes componentes, opera


mediante procesos de información y de exigencia de responsabilidades de tipos
formales e informales. La cultura, el tamaño y la estructura de organización
influyen, significativamente, en el tipo y la confiabilidad de estos procesos.

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 Contenido y flujo de la información.

La información debe ser clara y con un grado de detalle ajustado al nivel de la toma
de decisiones. Se debe referir tanto a situaciones externas como internas, a
cuestiones financieras como operacionales.

Para el caso de los niveles directivo y gerencial, los informes deben relacionar el
desempeño con los objetivos y metas fijados. El flujo informativo debe circular en
todos los sentidos: ascendente, descendente, horizontal y transversal.

Es fundamental para la conducción y control de la entidad disponer de la


información satisfactoria, en tiempo y en el lugar necesario, y por ende, el diseño
del flujo informativo y su posterior funcionamiento adecuado, deben constituir
preocupaciones centrales para los responsables de la entidad, para la toma de
decisiones, si no de nada serviría.

 Calidad de la información.

La información disponible en la entidad debe cumplir con los atributos de: contenido
apropiado, oportunidad, actualización, exactitud y accesibilidad. Esta norma plantea
las cuestiones a considerar con vistas a formar juicios sobre la calidad de la
información que utiliza una entidad y hace imprescindible su confiabilidad.

Es deber de la autoridad superior, responsable del control interno, esforzarse por


obtener un grado adecuado de cumplimiento de cada uno de los atributos
mencionados.

 Flexibilidad al cambio.

El sistema de información debe ser revisado y de corresponder, rediseñado cuando


se detecten deficiencias en su funcionamiento y productos. Cuando la entidad
cambie su estrategia, misión, política, objetivos, programa de trabajo, etc, se debe
contemplar el impacto en el sistema de información y actuar en consecuencia.

Si el sistema de información se diseña orientado en una estrategia y un programa


de trabajo, es natural que al cambiar estos, tenga que adaptarse, atendiendo a que
la información que dejó de ser relevante siga fluyendo en detrimento de otra que sí
pasó a serlo, cuidando porque el sistema no se sobrecargue artificialmente,
situación que se genera cuando se adiciona la información, ahora necesaria, sin
eliminar la que perdió importancia.

 El sistema de información.

El sistema de información debe diseñarse atendiendo a la estrategia y programa de


operaciones de la entidad.

La calificación de sistema de información se aplica, tanto al que cubre la


información financiera de una entidad como al destinado a registrar otros procesos
y operaciones internas. Aquí se explica en un sentido más amplio por alcanzar
también al tratamiento de acontecimientos y hechos externos a la entidad,

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refiriéndose a la captación y procesamiento oportuno de situaciones referentes a:
cambios en la normativa, legal o reglamentaria, que alcance a la entidad, conocer la
opinión de los usuarios sobre el servicio que se le proporciona, sus reclamos,
inquietudes y sus necesidades emergentes.

Tal sistema de información, deberá ser diseñado para apoyar la estrategia, misión,
política y objetivos de la entidad.

La entidad necesita información que le permita alcanzar todas las categorías de


objetivos: operacionales, financieros y de cumplimiento. Cada dato en particular
puede ayudar a lograr una o todas estas categorías de objetivos.

 Compromiso de la dirección.

El interés y el compromiso de la dirección de la entidad con los sistemas de


información se deben explicitar mediante una asignación de recursos suficientes
para su funcionamiento eficaz.

Es fundamental que la dirección de una entidad tenga cabal comprensión del


importante rol que desempeñan los sistemas de información, para el correcto
desenvolvimiento de sus deberes y responsabilidades y, en ese sentido, debe
mostrar una actitud comprometida hacia estos.

 Comunicación, valores de la organización y estrategias.

Para que el control sea efectivo, las entidades necesitan un proceso de


comunicación abierto, multidireccionado, capaz de transmitir información relevante,
confiable y oportuna.

El proceso de comunicación es utilizado para transmitir una variedad de temas, pero


queremos destacar, en este caso la comunicación de los valores éticos y la
comunicación de la misión, políticas y objetivos. Si todos los trabajadores de la
entidad están imbuidos de los valores éticos que deben respetar, de la misión a
cumplir, de los objetivos que se persiguen y de las políticas que los encuadran, la
probabilidad de un desempeño eficaz, eficiente, económico, enmarcado en la
legalidad y la ética, aumenta notoriamente.

 Canales de comunicación.

Los canales de comunicación deben presentar un grado de apertura y eficacia


adecuado a las necesidades de información internas y externas.

El sistema se estructura en canales de transmisión de datos e información. En gran


medida el mantenimiento del sistema radica en vigilar la apertura y buen estado de
estos canales, que conectan diferentes emisores y receptores de variada
importancia.

La comunicación con los empleados, para que estos puedan hacer llegar sus
sugerencias sobre mejoras o posibles cambios que proporcionen el cumplimiento
de las tareas y metas.

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Evaluación de Información y Comunicación.

Existen mecanismos para conseguir la información externa pertinente sobre las


condiciones de mercado, programas de competidores, novedades legislativas o de
organismos de control y cambios económicos.

Se suministran, a los directores y jefes de departamentos, la información que


necesitan para cumplir con sus responsabilidades.

La información está disponible, en tiempo oportuno, para permitir el control efectivo


de los acontecimientos y actividades, posibilitando la rápida reacción ante factores
económicos comerciales y asuntos de control.

Se ha desarrollado un plan informático, a largo plazo, vinculado con las iniciativas


estratégicas.

Se aportan recursos suficientes, según sean necesarios, para mejorar o desarrollar


nuevos sistemas de información.

Las vías de comunicación, sesiones formales o informales de formación, reuniones y


supervisiones durante el trabajo, son suficientes para efectuar tal comunicación

.Existen mecanismos establecidos para que los empleados puedan aportar sus
recomendaciones.

• Supervisión o Monitoreo.

Es el proceso que evalúa la calidad del control interno en el tiempo. Es importante


monitorear el control interno para determinar si este está operando en la forma
esperada y si es necesario hacer modificaciones.

Las actividades de monitoreo permanente incluyen actividades de supervisión


realizadas de forma permanente, directamente por las distintas estructuras de
dirección.

Las evaluaciones separadas son actividades de monitoreo que se realizan en forma


no rutinaria, como las auditorías periódicas efectuadas por los auditores internos.

Algunas de las cuestiones a tener en cuenta son:

• Constitución del comité de control integrado, por un dirigente del máximo nivel
y el auditor interno, cuyo objetivo sería la vigilancia del adecuado
funcionamiento del Sistema de Control Interno y su mejoramiento continuo.

• En las organizaciones que lo justifiquen, la existencia de unidades de auditoría


interna con suficiente grado de independencia y calificación profesional.

El objetivo es asegurar que el control interno funcione adecuadamente, a través de


dos modalidades de supervisión: actividades continuas o evaluaciones puntuales.

32
Las primeras son aquellas incorporadas a las actividades normales o recurrentes
que, ejecutándose en tiempo real y arraigadas a la gestión, generan respuestas
dinámicas a las circunstancias sobrevivientes.

En cuanto a las evaluaciones puntuales, corresponden las siguientes


consideraciones:

• Su alcance y frecuencia están determinados por la naturaleza e importancia de


los cambios y riesgos que estos entrañan, la competencia y experiencia de
quienes los controlan y los resultados de la supervisión continuada.

• Son ejecutados por los propios responsables de las áreas de gestión, de la


auditoría interna incluidas en el planeamiento o solicitadas especialmente por la
dirección y los auditores externos.

• Constituyen todo un proceso dentro del cual, aunque los enfoques y técnicas
varíen, prima una disciplina apropiada y principios insoslayables. La tarea del
evaluador es averiguar el funcionamiento real del sistema: que los controles
existan, estén formalizados, que se apliquen cotidianamente como una rutina
incorporada a los hábitos y que resulten aptos para los fines perseguidos.

• Responden a una determinada metodología con técnicas y herramientas para


medir la eficacia directamente o a través de la comparación con otros sistemas
de control probadamente buenos.

• El nivel de documentación de los controles varía según la dimensión y


complejidad de la entidad. Existen controles informales que, aunque no estén
documentados, se aplican correctamente y son eficaces, si bien un nivel
adecuado de documentación suele aumentar la eficiencia de la evaluación y
resulta más útil al favorecer la comprensión del sistema por parte de los
empleados. La naturaleza y el nivel de la documentación requieren un mayor
rigor cuando se necesite demostrar la fortaleza del sistema ante terceros.

Debe confeccionarse un plan de acción que contemple el alcance de la evaluación,


las actividades de supervisión continuadas existentes, las tareas de los auditores
internos y externos, áreas o asuntos de mayor riesgo, programa de evaluaciones,
evaluadores, metodología y herramientas de control, presentación de conclusiones y
documentación de soporte, seguimiento para que se adopten las correcciones
pertinentes.

Normas de Supervisión o Monitoreo.

 Evaluación del Sistema de Control Interno.

La dirección de la entidad y cualquier funcionario que tenga a su cargo un área de


segmento de organización, programa, proyecto o actividad, debe evaluar
periódicamente la eficacia de su Sistema de Control Interno y comunicar los
resultados ante quien es responsable.

33
Un análisis periódico de la forma en que ese sistema está operando le
proporcionará, al responsable, la tranquilidad de un adecuado funcionamiento, o la
oportunidad de su corrección y fortalecimiento.

 Eficacia del Sistema de Control Interno.

El Sistema de Control Interno se considera efectivo en la medida en que la autoridad


a la que apoya cuente con una seguridad razonable en la información acerca del
avance en el logro de sus objetivos y metas y en el empleo de criterios de economía
y eficiencia, la confiabilidad y validez de los informes y estados financieros, el
cumplimiento de la legislación y normas vigentes, incluida las políticas y los
procedimientos emanados de la propia entidad, esta norma fija el criterio para
calificar la eficacia de un Sistema de Control Interno, basándose en las tres materias
del control:

• Las operaciones.

• La información financiera.

• El cumplimiento con las leyes, decretos, reglamentos y cualquier tipo de


normativa

 Auditorías del Sistema de Control Interno.

Deben practicarse auditorías, las que informarán sobre la eficacia y eficiencia del
Sistema de Control Interno, proporcionando recomendaciones para su
fortalecimiento si correspondiera.

En el juego de interrelaciones de elementos que configuran y sustentan el Sistema


de Control Interno, las auditorías desempeñan un papel importante.

Estos exámenes, practicados sobre bases de normas y procedimientos


generalmente aceptados, permiten obtener una opinión técnica válida sobre el
estado y funcionamiento de un Sistema de Control Interno.

La naturaleza, extensión y frecuencia de las evaluaciones del Sistema de Control


Interno deben variar en función del nivel de riesgo determinado y de la ponderación
de la importancia del control para reducirlo.

La auditoría debe ajustarse a un método objetivo y sistemático que,


razonablemente, incremente la probabilidad de la formación de un juicio acertado.

 Validación de los supuestos asumidos.

Se deben validar, en forma periódica, los supuestos que sustentan los objetivos de
una organización.

Los objetivos de una entidad y los elementos de control que respaldan su logro
descansan en supuestos fundamentales acerca de cómo funciona su entorno.

34
Con frecuencia se sostienen ampliamente, en una organización, los supuestos
acerca de cómo funciona el sistema, aunque el personal puede desconocerlos.
Dichos supuestos inconscientes pueden inhibir la capacidad de adaptarse al cambio,
debido a que conducen al personal a descartar toda aquella información que no se
ajusta a sus conceptos. Se necesita un diálogo abierto para identificar los supuestos.
Si los supuestos de una organización no son válidos, el control puede ser ineficaz,
por lo que la revalidación periódica de los supuestos de la organización es clave
para la eficacia del control.

 Tratamiento de las deficiencias detectadas.

Toda deficiencia que afecte o pueda llegar a afectar la efectividad del Sistema de
Control Interno debe ser informada.

Deben establecerse procedimientos que determinen sobre qué asuntos, en qué


forma y ante quién se presentará tal información.

Las deficiencias en el funcionamiento del Sistema de Control Interno, dada su


importancia, deben ser rápidamente detectadas y comunicadas. El término
deficiencia debe entenderse en sentido amplio, es decir, cualquier "condición"
dentro del sistema que sea digna de atención.

La identificación de las deficiencias puede surgir de diferentes fuentes: el propio


control interno, la supervisión y la evaluación. También, a través de la relación con
terceros, por medio de reclamos, demandas, etc.

La comunicación de las deficiencias debe seguir, normalmente, el camino que


conduce al inmediato superior, pero la orientación general debe ser que finalmente
llegue a la autoridad que puede tomar la acción correctiva. Un caso que puede
servir de ejemplo es aquel en el que el problema detectado invade los límites
organizacionales; aquí la comunicación debe ser dirigida al nivel suficientemente
elevado como para asegurar una acción apropiada.

Se deben informar las deficiencias detectadas que superen un límite señalado en


cuanto a su relevancia y repercusión.

Evaluación de la Supervisión y Monitoreo.

La dirección, responsable de las operaciones compara la producción, las existencias,


las ventas u otra información conseguida en el curso de sus actividades diarias, con
la información generada a través de los sistemas.

Evaluar hasta qué punto las comunicaciones recibidas de terceros corroboran la


información generada dentro de la organización o indican problemas.

Comparación periódica de los importes registrados por el sistema de contabilidad


con los activos materiales.

Analizar la respuesta de la entidad ante las recomendaciones de los auditores


internos y externos para fortalecer los controles internos.

35
Se insiste en el cumplimiento del código de ética o conducta de la entidad y si
regularmente se llevan a cabo actividades de control esenciales.

Valorar la efectividad de las actividades de auditoría interna.

1.6 LIMITACIONES DEL CONTROL INTERNO.

• El concepto SEGURIDAD RAZONABLE está relacionado con el reconocimiento


explícito de la existencia de limitaciones inherentes del Control Interno.

• En el desempeño de los controles pueden cometerse errores como resultado de


interpretaciones erróneas de instrucciones, errores de juicio, descuido,
distracción y fatiga.

• Las actividades de control dependientes de la separación de funciones, pueden


ser burladas por colusión entre empleados, es decir, ponerse de acuerdo para
dañar a terceros.

• La extensión de los controles adoptados en una organización también está


limitada por consideraciones de costo, por lo tanto, no es factible establecer
controles que proporcionan protección absoluta del fraude y del desperdicio, sino
establecer los controles que garanticen una seguridad razonable desde el punto
de vista de los costos que son inherentes a todos los sistemas de control interno,
como por ejemplo: las opiniones en que se basan las decisiones pueden ser
erróneas, los encargados de establecer controles tienen que analizar su relación
costo/beneficio, etc. Además los controles pueden evadirse si dos o más
trabajadores se lo proponen. También la Administración podría hacer caso omiso
del sistema de control interno.

Conclusiones:

• El Control Interno es una herramienta de suma importancia para


salvaguardar y proteger aspectos tales como de índole financiero,
económico, etc. Pues su debida utilización trae consigo que en las entidades
permanezca un debido orden acorde a lo establecido por las resoluciones
pertinentes en cada territorio nacional para las entidades.

• La utilización del Control Interno en las entidades permite que se reduzcan


en gran magnitud las ilegalidades y corrupción dentro del marco laboral, ya
que obliga a cada elemento de la organización a ser mayor controlado por la
persona pertinente.

Recomendaciones:

• Recomendamos a seguir profundizando en este abarcador y abundante tema


en cuanto al control interno, con fines de llevarlo a su máxima utilización en
las entidades.

36
• Tener en cuenta las nuevas modificaciones y resoluciones establecidas, tanto
en el ámbito territorial e internacional emitidas por las instituciones
pertinentes, para darle cumplimiento interno en cada institución.

37
PRESENTACIÓN

El control visto según quien lo ejerce

Desde la perspectiva de quien lo ejerce, el control se ha clasificado en dos, el


externo y el interno. A nivel mundial, en el sector público el control externo incluye
desde la acción de los Órganos Superiores de Control hasta la de la sociedad civil,
que exigen transparencia, eficiencia y eficacia en el uso de los fondos públicos, y el
control interno incluye la acción de la Administración Activa como la principal
responsable de la idoneidad de ese control interno y de su aplicación, y la de las
Auditorías Internas como un mecanismo más de control, que desempeña una
función asesora y de servicio que agrega valor a la gestión institucional y debe
proporcionar una garantía razonable de que la actuación del jerarca y del resto del
personal se ejecuta de conformidad con sanas prácticas y el marco legal vigente.

En materia de control interno, el apoyo de los Órganos Superiores de Control a la


Administración Activa, sujeto pasivo de su competencia, se materializa mediante la
emisión y actualización de normativa, labores de asesoramiento e informes con
instrucciones que propicien mejoras y fortalecimiento en los sistemas de control
interno que diseña, aplica y mantiene esa Administración.

Nuevos enfoques de control interno

El crecimiento de los mercados, los cambios tecnológicos, la necesidad de


seleccionar la información más útil de entre grandes cantidades, la promulgación de
leyes y otros instrumentos jurídicos con mayores exigencias de control, la aparición
de nuevas formas de abuso de los bienes públicos y el creciente reclamo a los
administradores públicos de rendir cuentas por su gestión, son condiciones que
requieren la toma de acciones concretas por parte de la Administración Activa para
mejorar sus sistemas de control interno, a fin de que éstos se conviertan en
herramientas efectivas para conducir a las instituciones hacia el logro de su
cometido, aprovechar al máximo los recursos disponibles y prevenir el desperdicio y
el uso inadecuado o ilícito de esos recursos.

Como respuesta a esos cambios, se han desarrollado métodos que permiten tener
una visión global y estratégica de las organizaciones y de su entorno, como punto
de partida para el éxito en la gestión. Estos esfuerzos han dado como resultado
diversos enfoques de control interno que actualmente configuran una concepción
más novedosa e integral del papel que el control debe cumplir como parte de los
sistemas administrativos y por ende, de un sistema de rendición de cuentas.

Estructura de las normas La presente normativa es de carácter general y se


estructura en seis grupos de normas; el primer grupo se refiere al concepto de
control interno, sus objetivos, sus componentes y los responsables de él; a
continuación aparecen cinco grupos de normas asociados con cada componente
funcional del control interno (ambiente de control, valoración del riesgo,
actividades de control, sistemas de información y seguimiento 1). Todas las

38
normas se interrelacionan y regulan el cumplimiento de la finalidad del sistema de
control interno; por tanto, deben considerarse integralmente. Cada norma
comprende un enunciado y una declaración interpretativa. El enunciado es la parte
que, con las excepciones en contrario que se indiquen donde corresponda, reviste
carácter vinculante para la Administración; por su parte, la declaración
interpretativa procura aclarar conceptos y ofrecer comentarios sobre la manera
como se espera que las instituciones implanten lo dispuesto en el enunciado
respectivo, sin obviar la necesidad de analizar su situación particular y determinar
cuál es, en sus circunstancias distintivas, la mejor manera de poner en práctica lo
dispuesto por la norma correspondiente. Para una mayor comprensión se adjunta un
glosario de términos utilizados en la elaboración de esta normativa y un resumen
ejecutivo que orienta respecto de los criterios básicos para establecer y mantener
un control interno efectivo.

Evolución del concepto de control interno

La primera definición de “control interno” apenas presentaba indicios de la


composición y la finalidad de ese concepto, y no daba respuesta a interrogantes
como cuál es la relación entre el control y los objetivos de la organización, quién es
el responsable del control y qué relación existe entre el proceso administrativo y el
control.

Posteriormente, la Comisión de Normas de Control Interno de la Organización


Internacional de Instituciones Fiscalizadoras Superiores (INTOSAI) definió el control
interno como el plan de organización y el conjunto de planes, métodos,
procedimientos y otras medidas de una institución, orientados a proporcionar una
garantía razonable de que se cumplen los objetivos de promover operaciones
metódicas, económicas, eficientes y eficaces, así como productos y servicios de la
calidad esperada; preservar el patrimonio de pérdida por despilfarro, abuso, mala
gestión, errores, fraudes o irregularidades; respetar las leyes y reglamentaciones y
estimular la adhesión de los integrantes de la organización a las políticas y
objetivos, y obtener datos financieros y de gestión completos y confiables y
presentados a través de informes oportunos.

A partir de ese momento se estableció un mejor señalamiento sobre algunos


elementos fundamentales del actual concepto de control interno, el cual se ha
definido como un proceso cuya responsabilidad corresponde a la máxima autoridad
de la organización, y que debe asegurar razonablemente el logro de los objetivos
institucionales. La Comisión mencionada se refiere al control interno como “una
herramienta gerencial usada para brindar una seguridad razonable de que los
objetivos gerenciales están siendo alcanzados”; asimismo, ha mantenido que el
garantizar en sus organizaciones un ambiente de control eficaz es parte primordial
de la responsabilidad que sobre el uso de los recursos públicos tiene la
Administración. En la actualidad el uso del término “control interno” no se limita al
sentido tradicionalmente financiero y, por tanto, al control de las actividades
administrativas, sino que abarca un concepto más amplio de “control de gestión”.

Conviene comentar que como parte de esa evolución conceptual en diversos


momentos se generó discusión en torno a si el control interno correspondía a una
estructura, un proceso, un sistema o conjunto de sistemas o acciones, discusión que

39
terminó por referirse al control interno como un proceso, sin perjuicio de las demás
clasificaciones.

Informe COSO: el concepto actual de control interno

Finalmente, diversas agrupaciones profesionales de alto renombre a nivel mundial


unieron esfuerzos con el fin de establecer un marco conceptual de control interno
integrador de las definiciones y conceptos preexistentes, que permitiera a las
organizaciones públicas y privadas, a las auditorías interna y externa, a los
académicos y a los legisladores contar con un modelo de referencia común sobre el
tema de control. Como resultado, fue emitida la definición de control interno que
aparece en el Informe COSO2, como un proceso ejecutado por el con-2 COSO.—
Corresponde a las siglas de “Committee of Sponsoring Organizations of the
Treadway Commision” (Comité de Organizaciones Patrocinadoras de la Comisión
Treadway, agrupación que reunió la información sobre tendencias y conocimientos
relativos a control interno a nivel mundial y presentó una visión actualizada de la
materia, incluyendo el concepto que se encuentra vigente en los Estados Unidos de
América y que ha logrado reconocimiento en diversos países y organizaciones
internacionales. sejo de directores, la administración y otro personal de una
institución, diseñado para proporcionar seguridad razonable con miras a la
consecución de objetivos institucionales agrupados en tres categorías, a saber: la
efectividad y eficiencia de las operaciones, la confiabilidad de la información
financiera y el cumplimiento de las leyes y regulaciones aplicables a la organización.

Fue así como se estableció que el control interno constituye, esencialmente, una
herramienta útil para que la administración activa dirija su gestión y obtenga una
seguridad razonable de que las actividades se están conduciendo al logro de los
objetivos institucionales; por ello, también brinda elementos al jerarca3, a los
titulares subordinados y, en general, a todo funcionario, para cumplir con su
obligación de rendir cuentas en torno a su gestión respecto de los recursos públicos.

Informe COSO: los componentes del control interno

Bajo este nuevo concepto, el control interno está conformado por cinco
componentes que son el ambiente de control; la valoración de riesgos; las
actividades de control; la información y la comunicación, y el monitoreo, todos los
cuales están inmersos en el contexto de la administración. El control interno es
parte del proceso administrativo, sin embargo, no todas las actuaciones o
decisiones de la administración son elementos del control interno; ejemplos de esas
actuaciones excluidas son la definición de objetivos, misión y valores institucionales,
la planeación estratégica, la determinación de objetivos por actividad, la
administración de los riesgos y las acciones correctivas.

Declaración de control interno

Teniendo en cuenta esta evolución, la Contraloría General de la República ha


decidido emitir, en su carácter de órgano rector del Ordenamiento de Control y
Fiscalización Superiores de la Hacienda Pública, y en un afán por contribuir al
mejoramiento de los sistemas de control interno institucionales y, por ende, al
manejo legal, eficiente y eficaz del patrimonio público, estas “Normas generales de

40
control interno para la Contraloría General de la República y las entidades y órganos
sujetos a su fiscalización”, en las que se ha definido el control interno como: “La
serie de acciones diseñadas y ejecutadas por la administración activa para
proporcionar una seguridad razonable en torno a la consecución de los objetivos de
la organización, fundamentalmente en las siguientes categorías: a) Proteger y
conservar el patrimonio público contra cualquier pérdida, despilfarro, uso indebido,
irregularidad o acto ilegal; b) Confiabilidad y oportunidad de la información; c)
Eficiencia y eficacia de las operaciones; y d) Cumplir con el ordenamiento jurídico y
técnico.”

¿Qué tópicos contempla el control interno?

De acuerdo con la nueva percepción, el control interno

no acaba en el mantenimiento de registros contables correctos

y la detección de fraudes; sino que además sirve

como elemento facilitador y orientador para que la administración

conduzca la institución efectivamente hacia

el cumplimiento de su misión y el logro de sus objetivos.

Tomando como base el deber constitucional de todo

funcionario público, y particularmente los jerarcas, respecto

a rendir cuentas acerca del desempeño institucional,

no se puede dejar de lado que éste se sustenta con

asuntos de naturaleza estratégica—aunque como ya se

comentó no son parte del control interno—, tales como:

xvi

la identificación de un estado futuro deseado, la creación

de un ambiente que propicie un trabajo entusiasta con

miras a ese estado futuro, y la definición de criterios y

parámetros que permitan conocer, por una parte, los logros

de la institución, y por otra, los modos como diversas

variables internas y externas propician su avance o

lo dificultan, de tal suerte que sea posible introducir

41
cambios sobre la marcha para reencauzar una ejecución

desviada o estimular los factores que propicien un cumplimiento

exitoso de lo previsto.

¿Quién es responsable

por el control interno?

El enfoque propuesto es claro en afirmar que la mayor

responsabilidad por el establecimiento, la evaluación y

el perfeccionamiento del sistema de control interno es

inherente al jerarca unipersonal o colegiado de la institución

y a sus titulares subordinados—principio recogido

en los artículos 2 y 10 de la Ley General de Control

Interno, en el artículo 18 de la actual Ley de Administración

Financiera y Presupuestos Públicos y en otra

normativa aplicable—. En ese sentido, dado que no

existe ningún sistema de control uniforme que se pueda

aplicar en todas las organizaciones sin que resulte necesario

adaptarlo a cada una de ellas, corresponde a la

máxima autoridad, con el apoyo de sus titulares subordinados,

analizar las características institucionales distintivas

(lo que implica sopesar, entre otros factores, su

disponibilidad de recursos, sus necesidades de información

y los rasgos particulares que le definen sus entornos

interno y externo) para proceder a diseñar un sistema de

control interno específicamente adaptado a la organización,

así como evaluarlo periódicamente para determinar

la necesidad de introducirle modificaciones que contribuyan

42
a aumentar su eficiencia.

xvii

¿Quiénes ejecutan

el control interno?

Como complemento, no puede dejarse de lado el hecho

de que el control es efectuado por personas, por lo que la

institución debe esforzarse por obtener un recurso humano

que cuente con características idóneas para el

cumplimiento de sus labores, incluyendo la aceptación

de la responsabilidad que le compete por la práctica y la

ejecución de los controles aplicables a su área específica

de trabajo y por procurar que aquellos funcionen de modo

eficaz y se vayan perfeccionando.

¿El control interno

garantiza el éxito?

En relación con lo anterior, se debe considerar que, por

la naturaleza falible intrínseca al ser humano, el control

interno está sujeto a la probabilidad de ser mal entendido

o mal ejecutado, por el desconocimiento o actitudes

como el descuido y la apatía, estados como la fatiga o

acciones como la colusión, así como a la imposibilidad

práctica de establecer sistemas de control interno que

cubran todos los posibles riesgos que enfrente la organización.

Estas situaciones provocan que el control interno

sólo pueda rendir una seguridad razonable, y nunca una

certeza absoluta, acerca del cumplimiento de los objetivos

43
organizacionales. Lo comentado debe ser advertido

por el responsable del control interno, a quien corresponde

hacer el mejor esfuerzo para superar dichas limitaciones;

de lo contrario se afectarían negativamente los

sistemas respectivos y, consecuentemente, el éxito de

los esfuerzos por cumplir con los objetivos institucionales.

Costo/beneficio de los

controles internos

Como parte de la evaluación de las condiciones institucionales

distintivas, se hace referencia al análisis del costo

frente al beneficio como un criterio adicional para

decidir si la operación de un mecanismo de control determinado

podría beneficiar a la institución, tomando en

xviii

cuenta que no es lógico ni aceptable implantar controles

cuyo costo sea mayor que el beneficio que pueda esperarse

de ellos. En tal caso, lo que procedería, entre otros,

es que la administración instale controles adicionales y

complementarios, y aumente la supervisión sobre los

procesos involucrados, procurando siempre que los controles

diseñados e implantados agreguen valor a los procesos

institucionales y no se conviertan en un obstáculo.

Unidad de auditoría

interna

Finalmente, es necesario recalcar la conveniencia de que

se establezca una unidad de auditoría interna bien organizada,

44
a la que se dote de los recursos necesarios para

llevar a cabo sus funciones, según prescribe el artículo

27 de la Ley General de Control Interno. No obstante,

el jerarca y el titular subordinado deben tener presente,

en todo momento, que la creación de tal unidad no los

exime de su responsabilidad por el control interno. La

auditoría interna debe percibirse, como un mecanismo

más de control, que desempeña una función asesora y de

servicio que agrega valor a la gestión institucional, apoya

a la administración en el descargo de sus labores de

control interno, mediante el suministro de comentarios y

sugerencias derivadas de la evaluación de las medidas

de control que operan en la institución, generando resultados

tendentes a mejorarlas y que proporciona a la ciudadanía,

una garantía razonable de que la actuación del

jerarca y del resto del personal se ejecuta de conformidad

con sanas prácticas y el marco legal vigente.

En todo caso, la administración debe estar atenta a los

requisitos y plazos que para el trámite de los “informes

de auditoría”, disponen los artículos 36, 37 y 38 de la

Ley General de Control Interno, teniendo presente las

eventuales responsabilidades por incumplimientos y

xix

las consecuentes sanciones previstas por el ordenamiento

jurídico.

45
CAPÍTULO I. NORMAS GENERALES RELATIVAS

AL CONCEPTO DE CONTROL INTERNO

1.1. Definición del control interno

1.2. Objetivos del control interno

1.3. Componentes del control interno

1.4. Responsabilidad por el control interno

1.1. Definición del

control interno El control interno4 será definido como la serie de

acciones diseñadas y ejecutadas por la administración

activa para proporcionar una seguridad

razonable en torno a la consecución de los objetivos

de la organización, fundamentalmente en las

siguientes categorías: a) Proteger y conservar el

patrimonio público contra cualquier pérdida,

despilfarro, uso indebido, irregularidad o acto

ilegal; b) Exigir confiabilidad y oportunidad de la

información; c) Garantizar eficiencia y eficacia de

las operaciones; y d) Cumplir con el ordenamiento

jurídico y técnico.

Declaración interpretativa

El control interno constituye una faceta fundamental

de la gestión administrativa. Se trata de la serie de

sistemas, decisiones, acciones e instrumentos de aplica-

4 Según Ley Nro. 7428 del 7 de setiembre de 1994, “sistemas de control interno” o
“sistema de

control interno”.

46
2

ción consistente, articulados en los procesos y proyectos

de la organización, que se desarrollan en puntos previos,

coincidentes o posteriores a determinados actos administrativos

como un medio para el logro de los objetivos

previstos. Así, el control interno está presente en todos

los procesos institucionales desde antes que éstos den

inicio y, mediante procesos de verificación y otros similares,

hasta después de que han concluido. En efecto, los

cinco componentes del marco integrado de control interno

que se identifican en este manual—a saber, (1) el

ambiente de control, (2) la valoración del riesgo, (3) las

actividades de control, (4) los sistemas de información,

y (5) el seguimiento, sobre los cuales se diseñará la

normativa general de control interno aplicable al Sector

Público Costarricense—están interrelacionados y se integran

al proceso de gestión institucional.

El control interno, lejos de ser un fin en sí mismo

que interfiera el accionar de las organizaciones, es un

medio más para el logro de objetivos y la protección del

patrimonio público. Por lo tanto, debe entenderse como

un proceso que, bajo la responsabilidad indelegable de

la máxima autoridad, es ejecutado por ella y por todos y

cada uno de los integrantes de la organización. En este

sentido, es un control administrativo que se crea dentro

de los organismos como parte de su infraestructura y de

47
la dinámica de los procesos de trabajo, para ayudar a los

administradores en su labor de dirección, de manera que

les permita alcanzar los resultados programados en sus

planes tácticos y estratégicos. Es así como, mediante el

control interno, se promueve la administración basada

en resultados.

1.2. Objetivos del

control interno El control interno tiene como fin coadyuvar con

la organización en el cumplimiento de sus objetivos,

fundamentalmente en las siguientes categorías:

• Eficiencia y eficacia de las operaciones.

• Confiabilidad y oportunidad de la información.

• Cumplimiento de la normativa vigente.

• Protección y conservación del patrimonio contra

pérdida, despilfarro, uso indebido, irregularidad

o acto ilegal.

Declaración interpretativa

El control interno procura proporcionar una seguridad

razonable de que la organización alcance los objetivos

en las siguientes categorías:

• Eficacia y eficiencia de las operaciones, lo que implica

una conducción adecuada de las actividades organizacionales,

haciendo un uso apropiado de los recursos

disponibles y atendiendo las mejores prácticas que

dicten la técnica y el ordenamiento jurídico, lo que

48
idealmente debe conducir al logro de los objetivos al

menor costo.

• Confiabilidad y oportunidad de la información, incluyendo

informes sobre la ejecución presupuestaria,

estados financieros y otros informes contables, administrativos

y de otra naturaleza, para uso interno y externo.

Los informes serán confiables si contienen la

información precisa, veraz y exacta relacionada con el

asunto que traten; y serán oportunos si contienen los

datos suficientes y se comunican en tiempo propicio

para que las autoridades pertinentes emprendan acciones

adecuadas para promover una gestión eficaz y

eficiente al servicio de la ciudadanía.

• Cumplimiento de la normativa aplicable, sea ésta de

carácter jurídico (leyes, decretos, reglamentos, jurisprudencia

legal y constitucional, etc.), técnico (documentos

normativos emitidos por autoridades con

competencia en materias específicas) o administrativo

(disposiciones internas de la institución). Debe tenerse

particularmente presente el principio de legalidad

consagrado en el artículo 11 de la Constitución Política

y en el artículo 11 de la Ley General de la Administración

Pública.

• Obtención de una seguridad razonable en cuanto a la

protección de los activos y a la detección y corrección

49
oportunas de eventuales desviaciones y usos indebidos.

Por ello se dice que el control interno también

resulta útil como “primera línea de defensa” que

sirve de salvaguarda de los activos y coadyuva en la

prevención y detección de errores y fraudes.

El sistema de control interno debe promover el esfuerzo

de los miembros de la organización a todos los

niveles, con miras al cumplimiento de estos objetivos,

cuya consecución llevará, mediante un resultado sinérgico,

al logro de las ideas rectoras de la institución, a

saber, su misión, su visión y sus valores claves. Asimismo,

debe señalar las actuaciones impropias que

eventualmente se presenten, incluyendo al efecto métodos

para detectar si las medidas y los mecanismos de

control adolecen de alguna debilidad o han sido violados.

Esto permitirá que la administración disponga lo

pertinente para fortalecer el sistema y para corregir actuaciones

apartadas de los objetivos o contraproducentes

para ellos, a raíz de esas eventuales infracciones.

1.3. Componentes del

control interno Los componentes del control interno son funcionales

y orgánicos. Los componentes funcionales

son el ambiente de control, la valoración del riesgo,

los sistemas de información, las actividades de

control y el seguimiento. Los componentes orgánicos

50
son la Administración Activa y la Auditoría

Interna.

Declaración interpretativa

Las tendencias mundiales, con base en el Informe

COSO, reconocen los siguientes cinco componentes

funcionales del sistema de control interno:

• El ambiente de control, relacionado con las actitudes

y acciones de los jerarcas, los titulares subordinados y

demás funcionarios de la institución, sus valores y el

ambiente en el que desempeñan sus actividades dentro

de la institución, que sirva como fundamento para

la operación exitosa de los demás componentes y el

sistema como un todo.

• La valoración del riesgo, que conlleva la existencia

de un sistema de detección y valoración de los riesgos

derivados del ambiente—entendidos como los factores

o situaciones que podrían afectar el logro de los

objetivos institucionales—, que permita a la administración

efectuar una gestión eficaz y eficiente por medio

de la toma de acciones válidas y oportunas para

prevenir y enfrentar las posibles consecuencias de la

eventual materialización de esos riesgos, entendida

como el hecho de que el perjuicio al logro de los objetivos

institucionales por esos riesgos deje de ser probable

y se convierta en una realidad.

• Las actividades de control, que comprenden todos los

51
métodos, políticas, procedimientos y otras medidas

establecidas y ejecutadas como parte de las operaciones

para asegurar que se están aplicando las acciones

necesarias para manejar y minimizar los riesgos y realizar

una gestión eficiente y eficaz.

• Los sistemas de información, que comprenden los

sistemas de información y comunicación existentes en

la institución, los cuales deben permitir la generación,

la captura, el procesamiento y la transmisión de información

relevante sobre las actividades institucionales

y los eventos internos y externos que puedan

afectar su desempeño positiva o negativamente.

• El seguimiento, que consiste en un proceso de seguimiento

continuo para valorar la calidad de la gestión

institucional y del sistema de control interno.

La administración activa, como componente orgánico

con la responsabilidad establecida, debe fortalecer los

cinco componentes funcionales del control interno a fin

de obtener un sistema sano y confiable. En efecto, si

bien el ambiente de control constituye la base fundamental

del sistema, sobre la cual se apoyan e interactúan

los otros componentes, lo cierto es que el sistema será

tan fuerte como el más débil de sus componentes. Por

ende, para aseverar que la organización cuenta con un

sistema de control interno adecuado, es necesario poder

52
afirmar lo mismo respecto de cada uno de sus cinco

elementos. Por su parte, la Auditoría Interna, con su responsabilidad

de asesoría, advertencia y fiscalización,

debe emitir recomendaciones y sugerencias relevantes y

oportunas para reforzar dichos componentes.

1.4. Responsabilidad

por el control

interno

La responsabilidad principal por el diseño, la

implantación, la operación, la evaluación, el mejoramiento

y el perfeccionamiento del control interno

es inherente al jerarca y a los titulares subordinados

de cada organización. Por su parte,

las jefaturas en cada área de la institución deben

velar porque las medidas de control específicas

relativas a su ámbito de acción sean suficientes y

válidas, y porque los funcionarios sujetos a su autoridad

jerárquica las apliquen cumplidamente.

Declaración interpretativa

Esta norma es congruente con el artículo 10 de la

Ley General de Control Interno, con el artículo 18 de la

Ley de la Administración Financiera de la República y

Presupuestos Públicos y con otra normativa aplicable, se

relaciona estrechamente con la obligación que tienen los

administradores de los recursos públicos, de rendir cuentas

53
a la colectividad acerca del modo como han usado

tales recursos en la gestión organizacional, ya que el

control es el instrumento básico de que disponen para

asegurarse de que, en el desempeño diario, se actúe de

conformidad con valores y con disposiciones legales,

técnicas y administrativas previamente establecidos para

promover el cumplimiento de la misión y el logro de los

objetivos trazados para la institución.

En virtud de lo anterior, el jerarca establece los criterios

fundamentales de control y aprueba los mecanismos

y medidas correspondientes para su puesta en práctica.

Por su parte, los titulares subordinados son responsables

por el control interno que funciona dentro del

ámbito de acción específico y de ejercer una supervisión

directa sobre los miembros de su equipo de trabajo para

guiarlos en la observancia de los controles aplicables.

Finalmente, corresponde a todos los funcionarios sujetarse,

en todo momento, a los controles definidos por la

dirección para su puesto de trabajo; aplicarlos oportuna

y correctamente, y hacer notar a sus superiores las deficiencias

que observen en tales controles.

CAPÍTULO II. NORMAS GENERALES RELATIVAS

AL AMBIENTE DE CONTROL

2.1. Ambiente propicio para el control

54
2.2. Actitud de apoyo superior al control interno

2.3. Valores de integridad y ética

2.4. Administración eficaz del potencial humano

2.5. Estructura organizativa

2.6. Delegación

2.7. Coordinación de acciones organizacionales

2.8. Participación del personal en el control interno

2.9. Adhesión a las políticas institucionales

2.10. Atmósfera de confianza

2.11. Auditoría Interna

2.1. Ambiente propicio

para el control La administración activa, principalmente el jerarca,

debe fomentar un ambiente propicio para

la operación del control interno, mediante la generación

de una cultura que promueva, entre los

miembros de la institución, el reconocimiento del

control como parte integrante de los sistemas institucionales.

Declaración interpretativa

La labor fundamental de la administración activa,

primordialmente el jerarca, radica en conducir actividades

para satisfacer objetivos determinados, planificando,

10

organizando, dirigiendo, coordinando y controlando para

ello el esfuerzo humano y el uso de los recursos disponibles

en la organización. Entre otras cosas, lo anterior

implica generar un ambiente de trabajo que, por un

55
lado, contribuya con la prestación oportuna de los servicios

y la realización eficiente de las operaciones por parte

de todos los funcionarios, y por otro, incentive el apoyo

continuo a las actividades, prácticas y mecanismos de

control vigentes dentro de la organización.

Como parte de ese ambiente, la administración debe

promover actitudes acordes con la cultura de control,

mediante la aplicación de una filosofía y estilo administrativos

propicios para ese objetivo, y el empleo de las

herramientas y los recursos que estime pertinentes para

difundir esa cultura, como son los sistemas de incentivos

y la capacitación.

2.2. Actitud de apoyo

superior al control

interno

El jerarca, en su calidad de responsable por el

sistema de control interno, debe mostrar constantemente

una actitud de apoyo a las medidas de

control implantadas en la institución, mediante la

divulgación de éstas y un ejemplo continuo de

apego a ellas en el desarrollo de las labores cotidianas.

Declaración interpretativa

La actitud de apoyo al control que muestre el jerarca

se convertirá en un elemento catalizador especialmente

importante para generar, en todo el personal, un

compromiso de aplicación eficaz de los procesos y mecanismos

56
de control correspondientes a su área específi11

ca de actividad. En vista de lo anterior, el jerarca y, por

extensión, los integrantes de su nivel directivo son responsables

de fijar la pauta en cuanto al comportamiento

aceptado en la institución. Para ello, no basta con que

expresen verbalmente su adhesión a las disposiciones y

reglas de control vigentes, sino que, en todo momento,

deben conducirse con estricto apego a ellas.

2.3. Valores de

integridad y ética Los responsables del control interno deberán determinar

y fomentar los valores de integridad y

ética de aplicación deseable para beneficiar el desarrollo

de los procesos y actividades institucionales,

así como establecer mecanismos que promuevan

la adhesión del personal a esos valores.

Declaración interpretativa

El accionar de la organización refleja los valores o

motivaciones que inducen a sus miembros a comportarse

como lo hacen. Por esa razón, el jerarca y los titulares

subordinados deben identificar cuáles son los rasgos y

cualidades éticos y morales necesarios en su personal

para impulsar el sistema organizacional hacia un óptimo

funcionamiento. A los efectos, los procesos de reclutamiento

y selección de personal deben conducirse teniendo

presentes esos rasgos y cualidades, de forma que se

asegure la contratación de nuevos funcionarios que ya

57
los reúnan o que, al menos, ostenten principios congruentes

con los impulsados por el jerarca y, en general,

por la administración activa.

Con todo, la labor de la administración al respecto

no acaba en la etapa de selección; por lo contrario, le

12

corresponde asegurarse de que las características de integridad

y ética continúen presentes en sus funcionarios

y se manifiesten en su accionar diario. Así, la administración

puede valerse de medios de difusión de la cultura

que presenten aquellas características o actitudes que,

directa o indirectamente, reflejen los valores de integridad

y ética deseables en la organización.

Por otra parte, la administración debe implantar

medidas y mecanismos válidos para fomentar la adhesión

permanente a una escala de valores correcta desde

el punto de vista social, profesional y de la cultura

organizativa, así como la sujeción permanente al ordenamiento

jurídico vigente.

2.4. Administración

eficaz del potencial

humano

El control interno debe incluir las políticas y los

procedimientos necesarios para asegurar una

apropiada planificación y administración del potencial

humano de la institución, de manera que

58
se asegure desde el reclutamiento y hasta el mantenimiento

al servicio de la institución, de funcionarios

que reúnan competencias (habilidades, actitudes

y conocimientos) idóneas para el desempeño

de cada puesto

Declaración interpretativa

La importancia del elemento humano radica en que

el funcionamiento eficaz de los sistemas de control interno

dependen de cuán adecuadamente desempeñe su

función cada uno de los miembros de la organización y

de cuán claramente comprendan su papel para el cumplimiento

de los objetivos. En efecto, la aplicación exi13

tosa de las medidas, los mecanismos y los dispositivos

de control implantados por la administración está sujeta,

en gran parte, a la calidad del potencial o recurso humano

con que se cuente, pues a éste le corresponde la ejecución

de esas medidas y el accionar de esos dispositivos

y mecanismos de manera idónea.

En vista de lo anterior, el jerarca debe diseñar y poner

a operar un proceso de administración de recurso

humano que le garantice la adquisición y el mantenimiento

de personal idóneo. En el primer caso, se contemplan

actividades de planificación de necesidades,

reclutamiento, selección y contratación técnicamente

correctas y transparentes. En el otro, se agrupan, entre

otros asuntos, la creación de condiciones laborales idóneas,

59
la promoción de actividades de capacitación y

formación que permitan al personal aumentar y perfeccionar

sus conocimientos y destrezas, y la existencia de

un sistema de evaluación del desempeño, rendición de

cuentas e incentivos que motiven la adhesión a los valores

y controles institucionales.

El proceso de administración mencionado debe

contemplar definir políticas y procedimientos adecuados

para que se ejecuten correctamente todas las tareas referentes

a la planificación, adquisición, conducción y desarrollo

del personal, considerando que tales políticas y

procedimientos constituyen, a la postre, una combinación

de controles aplicables a la gestión de recursos humanos

por parte de los encargados de ésta, a saber, la

unidad respectiva y los funcionarios que, por detentar

cargos de jefatura, deben ejercer liderazgo sobre los individuos

que conforman el equipo de trabajo puesto a

sus órdenes. En todo caso, debe tenerse presente, además,

que una administración apropiada del personal requiere

la aplicación de principios de justicia y equidad,

14

así como la adhesión al régimen de derecho y al marco

jurídico de la relación laboral.

En general, la definición del número de servidores

requeridos y de las competencias deseables debe estar

respaldada por un análisis de la organización y sus actividades

60
y ser producto de una adecuada planificación de

personal. Los requisitos que se establezcan deben observar

no sólo los conocimientos prácticos o académicos

que posee un individuo y que, por ende, lo deberían capacitar

para desarrollar un trabajo de conformidad con la

excelencia que la organización debería esperar y promover

en él, sino también los valores, actitudes y habilidades

personales que puedan servir como criterio para determinar

si un futuro empleado podría colaborar eficazmente

en el desarrollo de las tareas y ajustarse a lo largo

del proceso a la institución y su cultura.

Por lo demás, en cuanto se refiere a fomentar la

permanencia de personal idóneo en la institución, es necesario

contemplar dos asuntos que, forzosamente, requieren

atención, a saber: (1) que el personal continúe

siendo competente y (2) que se mantenga al servicio de

la institución, en virtud del capital intelectual que ello

provee y la dificultad que tiene la institución para volver

a contar con él una vez que pierde miembros valiosos de

su personal.

15

2.5. Estructura

organizativa El jerarca debe crear una estructura organizativa

que apoye efectivamente el logro de los objetivos

organizacionales, y por ende, la realización de

los procesos, las labores y la aplicación de los

61
controles pertinentes.

Declaración interpretativa

La organización es una de las funciones administrativas

básicas. Implica definir una estructura organizativa

que apoye el logro de los objetivos institucionales, lo

cual implica definir las actividades, procesos o transacciones,

especificar las labores que deben completarse

dentro de la organización, distribuirlas entre los diferentes

puestos, y asignarles a estos últimos no sólo la responsabilidad

por su cumplimiento, sino también la autoridad

necesaria para ejecutarlas a cabalidad. Adicionalmente,

deben establecerse las relaciones jerárquicas entre

puestos, los canales de comunicación, coordinación e

información formal que se utilizarán en la organización.

2.6. Delegación

La delegación de funciones o tareas en un funcionario

debe conllevar no sólo la exigencia de la

responsabilidad por el cumplimiento de los procesos,

actividades o transacciones correspondientes,

sino también la asignación de la autoridad

necesaria a fin de que ese funcionario pueda tomar

las decisiones y emprender las acciones más

oportunas para ejecutar su cometido de manera

expedita y eficaz.

Declaración interpretativa

16

62
Es indispensable que el individuo a quien se exige

la responsabilidad por un asunto en particular y se demanda

la consecuente rendición de cuentas, también reciba

la autoridad necesaria para dirigir a las personas,

obtener los recursos, la capacitación y los controles que

hayan sido establecidos para llevar a cabo todas las gestiones

requeridas para cumplir con las responsabilidades

asignadas.

Por consideraciones elementales de control, la delegación

de autoridad hecha por el jerarca y por los demás

niveles jerárquicos de la administración activa debe

quedar formalmente establecida por escrito (en manuales

u otros documentos de vigencia prolongada), como

una medida de protección para la administración y el

funcionario respectivo, y con el propósito de que éste

conozca los límites de su ámbito de acción y actúe

siempre dentro de ellos. Asimismo, debe tenerse presente

que, si bien cada funcionario es enteramente responsable

ante sus superiores formales por el desarrollo eficaz

de sus labores, el jerarca y el titular subordinado que

asignan una tarea o proceso y delegan parte de su autoridad

en procura de su cabal cumplimiento, comparten la

responsabilidad final con aquel en quien la designación

recae. Por lo demás, el ejercicio de la delegación debe

realizarse, en todos los casos, de conformidad con los

límites y consideraciones establecidos en los artículos

63
89 a 92 de la Ley General de la Administración Pública,

Nro. 6227 del 2 de mayo de 1978.

17

2.7. Coordinación

de acciones

organizacionales

El control interno debe contemplar los mecanismos

y disposiciones requeridos a efecto de que los

diversos funcionarios y unidades participantes en

la ejecución de los procesos, actividades y transacciones

de la institución, desarrollen sus acciones

de manera coordinada y coherente, con miras

a la implantación efectiva de la estrategia organizacional

para el logro de los objetivos.

Declaración interpretativa

Es indispensable que la normativa interna establezca

mecanismos de coordinación específicos, incluyendo

los de autorización y aprobación de transacciones, operaciones

y procesos; la supervisión; el examen de la gestión

en asuntos específicos; la evaluación regular del

desempeño del personal; la celebración de reuniones

periódicas para monitorear el avance de determinados

trabajos, y la revisión, por parte de personal especializado

en diferentes disciplinas, de las tareas que lo ameriten.

Igualmente, es conveniente contemplar el valor de

la cultura organizacional como elemento catalizador para

64
la coordinación y coherencia institucional.

Asimismo, debe considerarse que la coordinación

tiene como fundamento a la planificación y que para su

apropiado ejercicio se requiere una estructura orgánica

idónea. Por ello, los mecanismos de coordinación deben

preverse convenientemente desde las primeras etapas del

proceso planificador e integrarse en la estrategia y en las

consideraciones relativas a la organización formal y a

las relaciones entre los diversos puestos.

18

2.8. Participación del

personal en el

control interno

El jerarca, con el apoyo de los titulares subordinados,

deberá instaurar las medidas de control

propicias a fin de que los miembros del personal

reconozcan y acepten la responsabilidad que les

compete por el adecuado funcionamiento del control

interno. De acuerdo con esa responsabilidad,

los funcionarios deberán participar activamente

en la aplicación y el mejoramiento de las medidas

ya implantadas, así como en el diseño de controles

aún más efectivos para las áreas de la organización

donde desempeñan sus labores.

Declaración interpretativa

Todo servidor debe rendir cuentas por la manera

65
como ha desempeñado las actividades a él encomendadas,

por el uso que ha hecho de los recursos recibidos

para llevarlas a cabo, por el ejercicio de la autoridad que

se le ha otorgado para facilitar el cumplimiento de aquellas

y, finalmente, por los resultados de su gestión. Por

tanto, le corresponde ejercer un control permanente sobre

su propio trabajo, para determinar si su avance es

satisfactorio, si se conduce con eficacia al logro del objetivo

correspondiente y cómo mejorar los controles

aplicados al respecto. Para ello se requiere, además, una

actitud crítica y constructiva con respecto a los controles

que operan en el entorno de su labor, así como la disposición,

según corresponda, de mejorarlos o brindar sugerencias

para fortalecerlos. Con ese fin, es especialmente

necesario que cada servidor tenga un conocimiento cabal

del sistema de control interno y de la importancia de

su contribución al logro de los objetivos organizacionales,

a fin de que desarrolle un sentido de compromiso al

respecto.

19

2.9. Adhesión a las

políticas

institucionales

En el ejercicio de sus funciones, los servidores

deben observar y contribuir con sugerencias a las

políticas institucionales y a las específicas aplicables

66
a sus respectivas áreas de trabajo, que hayan

sido emitidas y divulgadas por los superiores jerárquicos,

quienes además deben instaurar medidas

y mecanismos propicios para fomentar la

adhesión a las políticas por ellos emitidas.

Declaración interpretativa

Los funcionarios deben realizar sus funciones tomando

en consideración las políticas establecidas por

sus superiores jerárquicos y cuando corresponda, deben

sugerir mejoras al respecto. Por su parte, los superiores

jerárquicos deben asegurarse de que la adhesión requerida

se dé continuamente, mediante el establecimiento

de controles y factores motivadores adecuados.

2.10. Atmósfera de

confianza Los responsables del control interno deberán estimular

entre el personal la generación y el mantenimiento

de una atmósfera de confianza basada

en la difusión de información veraz, la comunicación

adecuada, la delegación de funciones y técnicas

de trabajo participativo y cooperativo con

miras a la promoción de la lealtad, el desempeño

eficaz y el logro de los objetivos institucionales.

20

Declaración interpretativa

El funcionamiento eficaz del sistema de control interno

y su integración a todos los procesos organizacionales

67
requieren la existencia de una atmósfera de confianza

derivada de los factores que señala el enunciado.

Esta atmósfera apoya el flujo de información entre la

gente para tomar decisiones y actuar. Por consiguiente,

se debe reforzar la existencia de mecanismos de apoyo,

cooperación y retroalimentación permanentes que contribuya

al mejoramiento de la calidad en el trabajo. Esto

implica que todo asunto trascendente, que interfiera con

la buena gestión organizacional, pueda no sólo ser detectado

sino también transmitido oportunamente, por los

canales de comunicación adecuados.

La apertura de las comunicaciones y, a su vez, la

disposición de los superiores a delegar, son indicadores

del nivel de confianza que existe, con base en la seguridad

acerca de la integridad y la competencia de otra persona

o grupo. Un alto nivel de confianza anima a la gente

a asegurarse de que todos los asuntos pertinentes e

importantes sean conocidos por más de un individuo.

Compartir la información y el conocimiento que ello

implica, constituye un medio para lograr buenas comunicaciones

y fortalecer el control al reducir la dependencia

continua en la presencia, el juicio y la habilidad de

una sola persona.

21

2.11. Auditoría Interna

Con las salvedades que procedan, cada institución

68
debe contar con una auditoría interna adecuadamente

organizada, que disponga de la independencia,

el apoyo superior y los recursos necesarios

para que pueda brindar una asesoría oportuna

y profesional en el ámbito de su competencia

y, de este modo, agregar valor a la gestión institucional

y una garantía razonable de que la actuación

del jerarca y demás funcionarios se realiza

con apego a la legalidad y sanas prácticas. El

jerarca y los titulares subordinados, por su parte,

deberán fortalecer la auditoría interna y procurar

la implementación de las medidas necesarias para

solventar las situaciones señaladas por ella, de

conformidad con la normativa jurídica, técnica y

de otra naturaleza que resulte aplicable.

Declaración interpretativa

Con las excepciones previstas por la ley, toda institución

componente de la Hacienda Pública debe tener

una auditoría interna5 que se organice y funcione conforme

lo disponga el auditor interno y en congruencia

con la normativa aplicable, particularmente con las

disposiciones, normas, políticas y directrices que emita

la Contraloría General de la República6. Por su parte,

la administración activa debe brindar su apoyo a dicha

auditoría y dotarla de los recursos necesarios para que

pueda llevar a cabo su gestión de fiscalización7; con

69
ese propósito, también es requisito la independencia

funcional y de criterio que establece el ordenamiento

5 Ley General de Control Interno, artículo 20.

6 Ley General de Control Interno, artículo 23.

7 Ley General de Control Interno, artículo 27.

22

jurídico8.

La auditoría interna es necesaria porque actúa como

un control de controles respecto del sistema de control

interno, y mediante su acción agrega valor a los procesos

organizacionales como un apoyo a la administración.

Además, el resultado de la fiscalización que lleva

a cabo debe constituirse, para la ciudadanía, en una

garantía razonable de que la actuación del jerarca y

del resto del personal se realiza con apego a la legalidad

y sanas prácticas. Conviene señalar que que el establecimiento

de la unidad de auditoría interna no debe

ser para el jerarca una razón para considerarse exento en

modo alguno de su responsabilidad básica por el diseño,

la implantación, la evaluación y el perfeccionamiento

del sistema de control interno. En realidad, esta es una

unidad que contribuye con él en un mejor desempeño de

esa responsabilidad, pero no puede ni debe aceptar una

obligación superior a la que le compete en lo referente al

sistema. Aún más, es sólo mediante la acción del jerarca

que las propuestas de la auditoría interna pueden ponerse

70
en práctica, ya que ésta no tiene autoridad funcional

para exigir su aplicación.

En concordancia con lo anterior, la normativa jurídica

y técnica identifica a la administración activa como

responsable de ejecutar, en los plazos definidos por

esa misma normativa9, las recomendaciones contenidas

en los informes de auditoría de la auditoría interna10,

sin perjuicio de la eventual discusión de tales recomendaciones

ni de que la misma administración proponga

soluciones alternativas para los problemas identi-

8 Ley General de Control Interno, artículo 25.

9 Ley General de Control Interno, artículos 36 a 38.

10 Ley General de Control Interno, artículo 12.

11 Ley General de Control Interno, Capítulo V.

23

ficados en el ejercicio de la función de auditoría. Por lo

demás, el desacato y la falta de atención oportuna de

los acuerdos en que el jerarca ordene la ejecución de

las recomendaciones de la auditoría interna u otras

medidas tendentes a mejorar el sistema de control interno,

acarrearán al infractor las responsabilidades

tipificadas en el ordenamiento jurídico y, en consecuencia,

las sanciones aplicables 11.

Respecto de la auditoría interna existe una normativa

específica emitida por la Contraloría General, contemplada

fundamentalmente en el “Manual para el Ejercicio

71
de la Auditoría Interna”, según dispone el mencionado

artículo 62 de su Ley Orgánica, en complemento

con lo que al respecto dispone el artículo 23 de la Ley

General de Control Interno.

24

CAPÍTULO III. NORMAS GENERALES RELATIVAS

A LA VALORACIÓN DEL RIESGO

3.1. Identificación y evaluación de riesgos

3.2. Planificación

3.3. Indicadores de desempeño mensurables

3.4. Divulgación de los planes

3.5. Definición y comunicación de políticas

de apoyo a los objetivos

3.6. Revisión de los objetivos

3.7. Cuestionamiento periódico de los supuestos

de planificación

3.1. Identificación y

evaluación

de riesgos

La administración deberá identificar y evaluar

los riesgos derivados de los factores ambientales

que afectan a la institución, así como emprender

las medidas pertinentes para que ésta sea capaz

de afrontar exitosamente tales riesgos.

Declaración interpretativa

El riesgo se entiende como la probabilidad de que

72
un evento interno o externo afecte negativamente la capacidad

organizacional para alcanzar los objetivos planteados

con legalidad, eficacia, eficiencia y economía.

Así las cosas, por ser la Administración la responsable

de conducir la gestión hacia los resultados esperados, a

ella le corresponde identificar y evaluar los riesgos a

25

nivel de organización, direcciones, departamentos, actividades,

etc.

La valoración de los riesgos incluye su identificación

y evaluación, y es un componente fundamental de

todo sistema de control interno bien orientado, que sirve

como insumo para la toma de decisiones, la conducción

de las actividades y la revisión de los planes para su

ajuste a las condiciones cambiantes y a los retos que

plantea el riesgo identificado. Puede verse como una

consecuencia directa de la observación permanente del

ambiente, pues los riesgos que enfrenta la institución

tienen origen en fuentes internas y externas. Además, de

la misma manera como ocurre con el estudio del ambiente,

la valoración de los riesgos es más que un esfuerzo

teórico y de reflexión que se lleva a cabo una sola

vez; en realidad, constituye un proceso activo, continuo,

diario y repetitivo que realizan, con la ayuda de un sistema

de información adecuado, las personas que toman

decisiones en todos los niveles de la institución, como

73
base para emprender medidas congruentes con la estrategia

institucional y con las condiciones imperantes en

un momento dado. Así, más que el conocimiento de los

riesgos propiamente dicho, lo importante de la evaluación

radica en que permite:

a. Identificar los factores que contribuyen a elevar el

riesgo o a que éste se materialice. Para ello, la administración

debe hacer un análisis de las circunstancias

internas y externas en que se desarrolla la

gestión institucional para determinar cuáles conllevan

algún grado de riesgo, determinar en cuáles ese

riesgo es más relevante (es decir, el riesgo tiene una

mayor probabilidad de materializarse y ocasionar

perjuicio al logro de los objetivos), y en consecuencia,

asignarles prioridades para su enfrentamiento.

26

En ese sentido, conviene aclarar que, dada la limitación

de recursos de una institución, es preciso definir

cuáles riesgos merecen una atención inmediata y

cuáles pueden recibir un menor esfuerzo.

b. Emprender acciones adecuadas para enfrentar el

riesgo y reducir su impacto. En efecto, habiendo

identificado los riesgos más relevantes, la administración

diseña estrategias para enfrentar esos riesgos,

y con base en ellas implanta los controles que se

ajusten mejor a sus posibilidades y que le den una

74
mayor seguridad de realizar una gestión de riesgo

exitosa. Debe tenerse presente que no es posible

anular por completo los riesgos ni sus efectos, pero

la administración, como responsable de la buena

marcha de la institución, sí debe establecer mecanismos

de control de diversa naturaleza encaminados

a prevenir la materialización de los riesgos y de sus

eventuales consecuencias, a reducir el impacto de éstos

sobre el funcionamiento de la organización, y a

rendir información oportuna para la toma de decisiones

y reorientar la gestión cuando ello sea necesario.

c. Permanecer alerta ante cambios eventuales que podrían

aumentar o disminuir la incidencia del riesgo

sobre las actividades institucionales. Lo anterior

implica una labor de seguimiento o evaluación constante

para determinar la forma como se han modificado

los riesgos y como deben cambiar los controles.

27

3.2. Planificación

La identificación y evaluación de los riesgos, como

componente del control interno, debe ser sustentado

por un sistema participativo de planificación

que considere la misión y la visión institucionales,

así como objetivos, metas y políticas establecidos

con base en un conocimiento adecuado

de los medios interno y externo en que la organización

75
desarrolla sus operaciones.

Declaración interpretativa

El propósito general del control interno consiste en

brindar una seguridad razonable de que la organización

alcance sus objetivos de corto y largo plazos. Por ende,

pese a que la planificación no forma parte del sistema de

control interno, la valoración de los riesgos, como componente

del sistema sí tiene como requisito previo un

sistema de planificación que establezca, en planes estratégicos

y operativos conocidos y aceptados por el personal,

cuáles son los objetivos que se pretende lograr y

controlar mediante el sistema. Así, la identificación y

evaluación de riesgos se basa en una apropiada planificación

porque, precisamente, se trata de riesgos que obstaculizarían

el logro de los objetivos previstos. De este

modo, el proceso de planificación debe considerar, en

sus etapas estratégica, operativa y presupuestaria, los

riesgos pertinentes para su análisis.

En su faceta estratégica, el proceso planificador

formula un estado futuro que resulta deseable, y define

de manera general, medios y acciones idóneos para alcanzar

plenamente ese estado. Para ello, efectúa un

examen concienzudo de la situación actual, un análisis

de las fuerzas que operan en el entorno y de las características

internas más relevantes, y una evaluación de las

28

76
disposiciones legales y de los aspectos vitales para una

operación institucional exitosa, así como de otros factores

relevantes; todo este esfuerzo se traduce en la definición

clara de la misión (razón de ser u objetivo fundamental

para cuya satisfacción fue creada la institución) y

de la visión (situación en que la institución desea encontrarse

en el futuro), como base para determinar los objetivos

generales y las acciones globales que deben ejecutarse

para llevar la institución hacia ese estado futuro

deseado.

Como complemento, el proceso de planificación

operativa convierte el plan estratégico en acciones concretas

tendentes a obtener, como efecto conjunto final, el

cumplimiento de los objetivos generales y, por ende, el

alcance de la visión institucional. Para ello, es preciso

generar metas y objetivos específicos y de corto plazo

que identifiquen, entre otros, los recursos disponibles,

las personas responsables de llevarlos a la práctica, la

coordinación que debe darse entre las unidades participantes

y la identificación y el análisis de los riesgos pertinentes.

Finalmente, el plan anual lleva aparejado un

presupuesto que expresa los recursos financieros necesarios

para ejecutar dicho plan, de conformidad con las

disposiciones aplicables.

3.3. Indicadores de

desempeño

77
mensurables

Los planes de la institución deberán establecer

los mecanismos, criterios e indicadores que la

administración usará para dar seguimiento al

avance en el cumplimiento de esos planes y la

medida en que han contribuido a satisfacer las

metas, los objetivos y la misión institucionales.

29

Declaración interpretativa

Los planes no se considerarán completos si no establecen

de manera explícita los criterios que se emplearán

para evaluar su ejecución. Por ello, la Administración

deberá asegurar que incluyan los indicadores pertinentes,

los cuales deberían haber sido adoptados en consenso

con los funcionarios responsables de la ejecución

de dichos planes y por ende del cumplimiento de dichos

indicadores.

Por regla general, debe procurarse que los indicadores

respectivos sean claros, uniformes, fácilmente

aplicables, medibles y de conocimiento general. En ese

sentido, se dice que las metas deben ser evaluables en

términos cuantitativos (por ejemplo: número de casos

atendidos, cantidad de reparaciones efectuadas, etc.)

más que cualitativos (por ejemplo: nivel de eficiencia,

grado de satisfacción del cliente externo, etc.). Sin embargo,

la naturaleza de algunas metas hace imposible su

78
cuantificación y obliga a recurrir a características cualitativas.

El uso adecuado de los indicadores en el momento

oportuno es tan importante como su definición acertada:

si no se recurre a ellos para evaluar el desempeño del

personal y los responsables de las unidades, el esfuerzo

de definirlos será infructuoso y, aunque estén óptimamente

diseñados, no harán notar a tiempo las desviaciones

ocurridas respecto de los planes y a los resultados

esperados.

30

3.4. Divulgación de

los planes Los planes deberán ser divulgados oportunamente

entre el personal respectivo para procurar un

conocimiento y una aceptación generales, así como

el compromiso requerido para su cumplimiento.

Declaración interpretativa

Una vez que los planes oficiales han sido preparados

y están listos para entrar en vigencia, es necesario

que, atendiendo a las responsabilidades de cada quien,

sean dados a conocer al personal—el que debe haber

participado en su definición—para que todo miembro de

éste sepa a cabalidad cuál es la contribución que se requiere

de él como apoyo a la voluntad organizacional.

Es indispensable que los planes se presenten al personal

como instrumentos de gestión, y que su divulgación se

oriente a conseguir su uso efectivo como herramientas

79
para canalizar las actividades organizacionales.

3.5. Definición y

comunicación de

políticas de apoyo

a los objetivos

El jerarca debe definir y comunicar las políticas

necesarias para orientar el quehacer organizacional

en aras de apoyar el cumplimiento adecuado

de los objetivos institucionales. El personal

debe cumplir con dichas políticas y cuando corresponda

canalizar sugerencias al jerarca respectivo.

Declaración interpretativa

Las políticas son orientaciones básicas y parámetros

de acción para el desempeño de las tareas. Constitu31

yen conceptos o directrices de carácter general que el

jerarca debe promulgar para guiar el raciocinio en la

gestión; su esencia radica en la definición de un margen

de discreción y de ciertos límites dentro de los cuales el

funcionario puede actuar y tomar decisiones, cuando las

circunstancias indiquen que ello es necesario para implementar

mejor los planes, por ello la importancia de su

acatamiento y recomendación de mejoras en aras del

cumplimiento de los objetivos institucionales.

3.6. Revisión de los

objetivos El jerarca respectivo, con el apoyo del resto del

personal deberá revisar periódicamente los objetivos

80
e introducirles las modificaciones requeridas

para que continúen siendo guías claras para

la conducción de la institución y proporcionen un

sustento oportuno al control interno institucional.

Declaración interpretativa

El proceso de planeamiento (estratégico, operativo

y presupuestario) no debe considerarse concluido con la

emisión de los planes. Es un proceso permanente y repetitivo

que constituye un mecanismo de aprendizaje gerencial,

mediante el que se obtiene un conocimiento mejorado

de la institución, de sus características positivas y

negativas, y de las fuerzas que la afectan o la benefician.

Como continuación y complemento de él, el monitoreo

del ambiente interno, del entorno exterior y de la propia

gestión institucional, es esencialmente un proceso continuo

que brinda nuevos datos acerca de la propiedad y la

vigencia de los objetivos definidos en los planes.

En este esfuerzo por analizar los objetivos, jugarán

32

un papel especialmente importante los parámetros y criterios

de evaluación que hayan sido definidos como parte

de los planes. Efectivamente, ellos no sólo son instrumentos

que dan a la organización la capacidad de

identificar y subsanar cualquier desviación en la ejecución

de los planes, sino que también son útiles para indicarle

la necesidad de enmendar sus estrategias, señalando

81
incluso en qué áreas de su accionar deben realizarse

las modificaciones respectivas.

3.7. Cuestionamiento

periódico de los

supuestos de

planificación

Las premisas básicas que sustentan los procesos

de planificación y, por ende, el desarrollo de las

labores institucionales cotidianas, deberán ser

analizadas y cuestionadas periódicamente para

determinar su validez ante los cambios ambientales

internos y externos y asegurarse el cumplimiento

de los objetivos y la misión institucionales.

Declaración interpretativa

No puede pretenderse que algún proceso de planificación

sea perfecto y se fundamente en datos que indiquen

con una certeza total cuáles serán las circunstancias

internas y externas que deberá enfrentar la organización

para ejecutar eficazmente la estrategia formulada.

Así las cosas, los planificadores deben fundamentar su

trabajo en supuestos y escenarios que tengan una elevada

probabilidad de ocurrencia.

Algunos de esos supuestos están dados por la cultura

organizacional. Muchos de ellos son aceptados inconscientemente

por los individuos en cada nivel de la

institución, quienes dan por sentado que una línea de

82
33

conducta es el camino óptimo para desarrollar las actividades.

Otros supuestos deben ser establecidos mediante

el análisis de las tendencias ambientales y demás factores

importantes.

En vista de la naturaleza inherente a las premisas en

cuestión, existen razones válidas para que la institución

mantenga una actitud crítica al respecto, entre las cuales

pueden citarse como ejemplo las siguientes:

a. No existe una seguridad absoluta acerca del futuro,

sino sólo una cierta capacidad de previsión basada en

el análisis de la institución y su entorno.

b. Los factores que condujeron a establecer esos supuestos

y a asumir esos escenarios pueden cambiar,

por lo que la organización se ve obligada a emprender

medidas apropiadas para adaptarse a la nueva situación.

c. Del mismo modo como actuar con base en principios

correctos, bien fundamentados y ajustados a la realidad

será de gran beneficio para el éxito organizacional,

la existencia de paradigmas inconsecuentes con

la verdadera situación de la institución puede convertirse

en un obstáculo para el logro de los objetivos.

d. Los asuntos estratégicos son sumamente importantes

por su sensible efecto sobre el futuro de la organización,

de modo que esta última no puede permitirse el

fundamentar sus actos en premisas erróneas.

83
Mediante la evaluación de los supuestos de planificación

y de la forma como han sido afectados por la dinámica

de los riesgos, la institución podrá identificar la

necesidad de revalorar las bases sobre las cuales se han

apoyado los procesos institucionales—incluyendo la

planificación—, para reconciliarlas con la realidad im34

perante y convertirlas, a la luz de tales riesgos y de las

condiciones actuales, en instrumentos efectivamente útiles

para definir el rumbo que se quiere imprimir al quehacer

organizacional.

35

CAPÍTULO IV. NORMAS GENERALES RELATIVAS A

LAS ACTIVIDADES DE CONTROL

4.1. Prácticas y medidas de control

4.2. Control integrado

4.3. Análisis de costo/beneficio

4.4. Responsabilidad delimitada

4.5. Instrucciones por escrito

4.6. Separación de funciones incompatibles

4.7. Autorización y aprobación de transacciones

y operaciones

4.8. Documentación de procesos y transacciones

4.9. Supervisión constante

4.10. Registro oportuno

4.11. Sistema contable y presupuestario

4.12. Acceso a activos y registros

84
4.13. Revisiones de control

4.14. Conciliación periódica de registros

4.15. Inventarios periódicos

4.16. Arqueos independientes

4.17. Formularios uniformes

4.18. Rotación de labores

4.19. Disfrute oportuno de vacaciones

4.20. Garantías a favor de la institución

4.21. Dispositivos de control y seguridad

36

4.1. Prácticas y

medidas de control La administración debe diseñar y adoptar las

medidas y las prácticas de control interno que

mejor se adapten a los procesos organizacionales,

a los recursos disponibles, a las estrategias definidas

para el enfrentamiento de los riesgos relevantes

y a las características, en general, de la

institución y sus funcionarios, y que coadyuven

de mejor manera al logro de los objetivos y misión

institucionales.

Declaración interpretativa

Las labores y los procesos organizacionales deben

incorporar medidas de control que permitan saber si en

la gestión se ha actuado de conformidad con la normativa

legal, técnica y administrativa aplicable, así como

determinar el grado en que el cumplimiento de los objetivos

85
ha sido impulsado por el desarrollo de esas labores

y procesos.

Al definir cuáles mecanismos de control son los

más apropiados, deben considerarse los riesgos identificados

y evaluados para los diferentes procesos y actividades;

la posibilidad de que se presenten errores, omisiones

o acciones contrarias a los intereses de la organización

durante el procesamiento; el costo que implicaría

la operación de los mecanismos de control en cuestión, y

la capacidad del personal para ponerlos en práctica. Por

ello, las consideraciones de control que se presentan en

esta sección son puntos de aplicación general y no resultan

exhaustivos; por ello, cada institución debe tener

presente que, dependiendo de su giro normal, pueden

existir consideraciones adicionales que beneficien su

sistema de control y el logro de sus objetivos.

37

4.2. Control integrado

Las medidas y las prácticas de control interno diseñadas

por la administración deberán establecerse

para ejercer control previo, concomitante y

posterior de modo tal que estén integradas en los

procesos, actividades, operaciones y acciones y

promuevan su ajuste a los objetivos y misión organizacionales.

Declaración interpretativa

Debe procurarse que el control interno se ejerza en

86
todas las etapas de los procesos que desarrolla la organización;

consecuentemente, esos procesos deben contemplar

medidas y procedimientos de control previo, concomitante

y posterior. Cada uno de estos tipos de control

tiene sus beneficios y sus desventajas; por ende, su

aprovechamiento máximo depende de que la administración

diseñe un sistema que combine los controles adecuadamente

con las actividades y procesos.

En todo caso, los procedimientos y las medidas de

control previo, concomitante y posterior aplicables en la

organización deben quedar establecidos en los manuales

de procedimientos que emita la administración, como

parte inherente de estos procedimientos. No obstante,

debe tenerse presente que, por ser el control interno un

proceso dinámico, tanto el sistema como los controles

deben ser revisados constantemente aún cuando estén

formalmente establecidos, a fin de introducir las mejoras

que procedan.

38

4.3. Análisis de

costo/beneficio La implantación de cualquier medida, práctica o

procedimiento de control debe ser precedida por

un análisis de costo/beneficio para determinar su

viabilidad, su conveniencia y su contribución al

logro de los objetivos.

Declaración interpretativa

87
La Organización Internacional de Entidades Fiscalizadoras

Superiores (INTOSAI) —agrupación internacional

de organismos superiores de control— señala que

mantener un sistema de control interno que eliminara

todo riesgo de pérdida, resultaría una empresa utópica y

probablemente más costosa que los beneficios obtenidos.

En efecto, el control interno es de tal naturaleza que

resulta imposible implantar un sistema que resulte perfecto

y satisfaga a cabalidad todas las necesidades de la

organización, por causa de factores tales como la disponibilidad

de recursos de la institución y la falibilidad de

los seres humanos encargados de diseñar los controles y

de ponerlos en práctica.

En vista de lo anterior, es necesario determinar la

importancia relativa de los riesgos que se pretende minimizar

con un control, evaluar los costos de los diversos

controles que podrían implantarse, y confrontarlos

con su contribución esperada al éxito de la institución en

el cumplimiento de su misión, al logro de los objetivos y

a los esfuerzos por minimizar riesgos.

Como criterio elemental, debe tenerse en cuenta

que ningún control debería implicar un costo mayor que

el beneficio que pueda rendir. Se habla, entonces, de la

viabilidad y la conveniencia como las dos consideraciones

esenciales de si una medida de control será útil para

39

88
la organización. La viabilidad tiene que ver con la capacidad

de la institución de implantar y aplicar el control

eficazmente, lo que está determinado, fundamentalmente,

por su disponibilidad de recursos, incluyendo personal

con capacidad para ejecutar los procedimientos y

medidas del caso y obtener los objetivos de control pretendidos.

Por su parte, la conveniencia se relaciona con

los beneficios esperados en comparación con los recursos

invertidos, y con la necesidad de que, como indica

otra norma, los controles se acoplen a los procesos, transacciones,

operaciones y acciones de los funcionarios de

manera natural y se conviertan en parte de ellos, a fin de

que contribuyan al logro de los objetivos.

Por lo demás, debe tenerse en cuenta que si un procedimiento

o una práctica de control no satisfacen los

criterios mencionados, los responsables de diseñar, implantar

y perfeccionar el control interno deberán analizar

la posibilidad de establecer medidas y procedimientos

supletorios, de manera que las eventuales debilidades no

queden al descubierto ni expongan al riesgo innecesariamente

a la institución.

4.4. Responsabilidad

delimitada La responsabilidad por cada proceso, actividad,

operación, transacción o acción organizacional

debe ser claramente definida, específicamente

asignada y formalmente comunicada al funcionario

89
respectivo, según el puesto que ocupa.

Declaración interpretativa

La definición de la estructura organizativa conlleva

realizar un análisis de las labores que se efectúan dentro

40

de la institución y asignar la responsabilidad por su ejecución

al puesto idóneo y, por ende, al individuo apropiado,

indicando cuál será el alcance de su injerencia

sobre los diversos procesos, actividades, operaciones,

transacciones o acciones organizacionales, y los parámetros

con base en los cuales se evaluará su desempeño.

Normalmente, la comunicación de tales asuntos se

hace mediante las descripciones de puestos en manuales

o compendios, o por medio de instrucciones impartidas

por escrito y en términos claros y específicos. Esos manuales

de puestos, funciones, competencias u otros, deben

estar a disposición de todo el personal para que pueda

utilizarlos como referencia. Igualmente, deberían utilizarse

como medio de capacitación—o como referencia

para ésta—a fin de que los servidores de nuevo ingreso

tengan un primer acercamiento con sus cargos y con las

funciones respectivas.

4.5. Instrucciones

por escrito Las instrucciones de alcance general deben darse

por escrito y mantenerse en un compendio ordenado,

actualizado y de fácil acceso que sea de conocimiento

90
de todos y cada uno de los funcionarios

de la institución. De igual manera, las órdenes

e instrucciones más específicas y relacionadas

con asuntos particulares de especial relevancia

deben emitirse mediante nota o memorando a los

funcionarios responsables de su cumplimiento.

Declaración interpretativa

Las instrucciones que deban ser observadas por

todos los funcionarios de la institución deben ser emi41

tidas de manera clara, concisa y por escrito, independientemente

de que ello se haga utilizando comunicaciones

impresas o medios electrónicos. Lo anterior conlleva

la necesidad de que se utilice un estilo de redacción

que las haga fácilmente comprensibles con el fin de

evitar que las disposiciones internas para la ejecución de

las labores sean olvidadas o se presten a interpretaciones

erróneas, lo que a su vez podría conducir a resultados

insatisfactorios o adversos. Tales instrucciones deben

ordenarse en una especie de manual o compendio de

operaciones que debe ser actualizado periódicamente

para ajustarlo a los cambios en las necesidades y procesos

organizacionales. También, es necesario que tanto el

manual como sus actualizaciones se divulguen ampliamente

en la organización y estén disponibles para su ulterior

consulta por parte del personal interesado.

Por otra parte, las instrucciones dirigidas a uno o

91
varios funcionarios, que tengan especial importancia

en virtud de su efecto sobre las operaciones, las actividades

o los procesos, o de su impacto sobre los puestos

respectivos también deberán darse por escrito, como

medida de protección tanto para la institución como

para los servidores. Ejemplos de tales instrucciones

son la asignación de nuevas funciones, la solicitud de

reportes especiales y la designación para participar en

comisiones o en grupos de trabajo con un fin específico.

42

4.6. Separación de

funciones

incompatibles

Deberán separarse y distribuirse entre los diferentes

puestos, las funciones que, si se concentraran

en una misma persona, podrían comprometer

el equilibrio y la eficacia del control interno y

de los objetivos y misión institucionales. Igualmente,

las diversas fases que integran un proceso,

transacción u operación deben distribuirse adecuadamente,

con base en su grado de incompatibilidad,

entre los diversos funcionarios y unidades

de la institución, de tal manera que el control

por la totalidad de su desarrollo no se concentre

en una única instancia.

Declaración interpretativa

92
Al asignar las labores a cada puesto, es preciso asegurar

que en ninguno de ellos se concentren funciones

de carácter incompatible, entendidas éstas como aquellas

tareas cuya combinación en las competencias de una

sola persona, eventualmente podría permitir la realización

o el ocultamiento de fraudes, errores u omisiones.

De conformidad con lo dicho, entre otras, las funciones

de autorización, ejecución, aprobación y registro de

transacciones, así como las de custodia de recursos, deben

separarse adecuadamente para reducir el riesgo de

que se presenten situaciones irregulares que menoscaben

la seguridad de los bienes de la institución y el cumplimiento

de los objetivos. Por las mismas razones, debe

procurarse que ninguna unidad tenga a su cargo la totalidad

de una transacción; operación o proceso, a efecto

de evitar que posea un control completo de los recursos

y las decisiones involucrados en su conclusión o requeridos

para ella.

Como parte de las acciones tendentes a satisfacer

43

esta norma, los manuales o compendios de procedimientos

aplicados por la institución deben prever la secuencia

lógica de actividades que conforman un proceso organizativo,

y su asignación a funcionarios diferentes (de

unidades distintas hasta donde sea posible) con base en

la incompatibilidad existente entre ellas, según se indica

93
en el párrafo anterior.

Conviene señalar que la implantación efectiva de

medidas orientadas a asegurar la división del procesamiento

de transacciones procura un control cruzado (entre

unidades e individuos) de las actividades respectivas,

con lo que se asegura, como efecto colateral, la corrección

del resultado final.

Por lo demás, es claro que las limitaciones de recursos

pueden ser un obstáculo para que algunas instituciones

implanten plenamente lo dispuesto por esta norma

de control interno. En tales casos, deberán efectuarse

las separaciones referidas hasta donde sea posible sin

elevar el costo del control más allá de límites razonables,

y suplir las eventuales deficiencias mediante la

aplicación de medidas alternas, como pueden ser una

supervisión más estrecha, el requerimiento de informes

más frecuentes, la ejecución de arqueos en lapsos menores,

etcétera.

44

4.7. Autorización y

aprobación de

transacciones y

operaciones

La ejecución de los procesos, operaciones y transacciones

organizacionales deberá contar con la

autorización respectiva de parte de los funcionarios

94
con potestad para concederla. Asimismo, los

resultados de la gestión deberán someterse al conocimiento

de los individuos que, en vista de su

capacidad técnica y designación formal, cuenten

con autoridad jerárquica para otorgar la aprobación

correspondiente.

Declaración interpretativa

Para que puedan rendir cuentas satisfactoriamente

por el descargo de los asuntos que les han sido encomendados,

los administradores de todo nivel deben ejercer

un control permanente sobre los procesos, las operaciones

y las transacciones de su competencia, según la

delegación recibida de parte de los niveles superiores.

Entre los mecanismos de que disponen al efecto, les corresponde

otorgar la autorización previa para la ejecución

de esos procesos, operaciones y transacciones, así

como evaluar los resultados del desempeño para conceder

la aprobación posterior o emprender medidas destinadas

a corregir cualquier producto insatisfactorio. Con

ello se previene que se lleven a cabo acciones o transacciones

inconvenientes o contraproducentes para la organización,

para sus recursos y, por ende, para su capacidad

de alcanzar los objetivos; a la vez, se obtiene una

seguridad razonable de que lo realmente ejecutado se

ajuste a lo que se planeó hacer y contribuya, en consecuencia,

a la eficaz puesta en práctica de la estrategia.

95
45

4.8. Documentación

de procesos y

transacciones

Los controles vigentes para los diferentes procesos

y actividades de la institución, así como todas

las transacciones y hechos significativos que se

produzcan, deben documentarse como mínimo en

cuanto a la descripción de los hechos sucedidos, el

efecto o impacto recibido sobre el control interno

y los objetivos institucionales, las medidas tomadas

para su corrección y los responsables en cada

caso; asimismo, la documentación correspondiente

debe estar disponible para su verificación.

Declaración interpretativa

Los objetivos institucionales, los controles y los aspectos

pertinentes sobre transacciones y hechos significativos

que se produzcan como resultado de la gestión,

deben respaldarse adecuadamente con la documentación

de sustento pertinente. El primer requerimiento puede

quedar satisfecho en los planes estratégicos y operativos

de la organización y en la normativa interna vigente

(manuales de puestos y procedimientos; circulares; disposiciones;

acuerdos que consten en actas y se comuniquen

a quien corresponda, etc.). El segundo tiene que

ver con los documentos fuentes y los comprobantes de

96
las transacciones y operaciones.

Para que se considere útil y adecuada, la documentación,

en general, debe reunir los siguientes requisitos:

- Tener un propósito claro.

- Ser apropiada para alcanzar los objetivos de la organización.

- Servir a los directivos para controlar sus operaciones.

- Servir a los fiscalizadores u otras personas para ana46

lizar las operaciones.

- Estar disponible y ser accesible para que el personal

apropiado y los auditores la verifiquen cuando corresponda.

4.9. Supervisión

constante La dirección superior y los funcionarios que ocupan

puestos de jefatura deben ejercer una supervisión

constante sobre el desarrollo de los procesos,

transacciones y operaciones de la institución,

con el propósito de asegurar que las labores se

realicen de conformidad con la normativa y las

disposiciones internas y externas vigentes.

Declaración interpretativa

La supervisión es un recurso y una obligación de

todo funcionario que realice funciones de administración

a diversos niveles. Como recurso permite adquirir, sobre

la marcha, una seguridad razonable de que la gestión

real es congruente con lo que se planeó hacer y mantener

el control sobre cada paso de los procesos, transacciones

y operaciones, desde el momento en que se proponen

97
y hasta después de su materialización. Como

obligación, la supervisión es mucho más que una mera

observación de la forma como se desarrolla el quehacer

organizacional, pues además involucra comunicar a los

subalternos las observaciones y recomendaciones pertinentes

para mejorar la gestión, aplicar justamente la autoridad

precisa para que aquéllas se implanten con eficiencia

y puntualidad, y generar en el personal la motivación

requerida para que colabore en la ejecución eficaz

de los planes.

47

4.10. Registro oportuno

Lo hechos importantes que afectan la toma de

decisiones y acciones sobre los procesos, operaciones

y transacciones deben clasificarse y registrarse

inmediata y debidamente.

Declaración interpretativa

Los datos sobre transacciones realizadas por la organización

y sobre hechos que la afecten, deben clasificarse

y registrarse adecuadamente para garantizar que

continuamente se produzca y transmita a la dirección

información fiable, útil y relevante para el control de

operaciones y para la toma de decisiones. Con ese fin,

debe establecerse la organización y efectuarse el procesamiento

necesario para registrar oportunamente la información

generada durante la gestión organizacional y

98
para elaborar los reportes que se requieran.

4.11. Sistema contable

y presupuestario Se establecerán sistemas contables y presupuestarios

de conformidad con las disposiciones legales

y técnicas vigentes.

Declaración interpretativa

Como medida fundamental para un control interno exitoso,

debe establecerse y mantenerse actualizado un sistema

de contabilidad que brinde una garantía razonable

de que los registros consideran tanto los recursos disponibles,

como las obligaciones adquiridas por la institución,

y que brinde un conocimiento oportuno de las tran48

sacciones y una expresión de los resultados de su gestión,

de conformidad con los criterios técnicos y legales

aplicables. Asimismo, es preciso que exista un sistema

presupuestario congruente con la normativa aplicable y

que permita a la institución conocer su disponibilidad de

recursos para la ejecución de los planes. Para tales efectos

debe considerarse la normativa emitida por las autoridades

competentes en el sector público.

4.12. Acceso a activos

y registros El acceso a los activos y registros de la organización

debe estar claramente definido y delimitado,

de modo que sólo lo obtengan los funcionarios

autorizados por razón de su cargo y de las labores

correspondientes.

99
Declaración interpretativa

Las responsabilidades de los funcionarios conllevan

la necesidad de que éstos logren el acceso a los activos y

la información requeridos para que su desempeño sea

adecuado; por consiguiente, los controles deben prever

la posibilidad de que cada individuo disponga de los activos

precisos, a la vez que se previene el acceso a éstos

de otro personal no autorizado. Lo anterior es particularmente

importante en relación con activos muy sensibles

en virtud de su facilidad de sustracción o eventual

abuso o uso inadecuado; como en los casos del efectivo

y de la información que no pueda considerarse de carácter

público a la luz de la legislación vigente.

Por otra parte, es preciso contemplar el efecto de

los sistemas de información computadorizados sobre el

acceso a los recursos, particularmente en cuanto a las

49

aplicaciones que se utilizan para conceder autorizaciones

y aprobaciones, así como para obtener acceso a información

específica que puede resultar sensible. En todo

caso, deben implantarse las claves y los niveles de

acceso pertinentes, así como los controles de uso, tales

como bitácoras y pistas de auditoría, que permitan seguir

el rastro en el uso de las facilidades de cómputo e

informática para conocer lo actuado por los funcionarios

con acceso a los sistemas y para determinar su procedencia

100
y legitimidad.

4.13. Revisiones de

control Las operaciones de la organización deben ser sometidas

a revisiones de control en puntos específicos

de su procesamiento, que permitan detectar

y corregir oportunamente cualquier desviación

con respecto a lo planeado.

Declaración interpretativa

Como parte de las labores de control concomitante,

corresponde a la administración identificar los puntos de

cada transacción, proceso u operación en los cuales debería

aplicarse, sobre la marcha, una medida o un procedimiento

de control—tal como una conciliación de anotaciones,

una verificación de datos o una revisión de resultados

intermedios—para asegurar el avance correcto

y legítimo de las actividades organizacionales.

Por lo demás, la intervención de funcionarios diferentes

en etapas secuenciales de las operaciones y de los

procesos, permite un control cruzado intermedio que

procura un resultado de mayor calidad. La aplicación de

estos controles concurrentes no elimina la necesidad de

50

la autorización para el inicio de las transacciones, la

aprobación final de los resultados ni la eventual verificación

posterior por la administración o auditoría interna,

cuando lo consideren pertinente.

101
4.14. Conciliación

periódica de

registros

Deberán realizarse verificaciones y conciliaciones

periódicas de los registros contra los documentos

fuentes respectivos, para determinar y enmendar

cualquier error u omisión que se haya cometido

en el procesamiento de los datos.

Declaración interpretativa

Las conciliaciones proceden tanto entre los registros

y los documentos fuente de las anotaciones respectivas,

como entre los registros de un departamento contra

los generales de la institución, para la información

financiera, administrativa y estratégica propia de la gestión

institucional.

El primer caso es, por ejemplo, en el área financiera,

el correspondiente a los estados bancarios, que se

comparan contra los registros de las cuentas corrientes

para verificar la exactitud de los saldos y efectuar las

correcciones que sean necesarias, incluyendo la posibilidad

de solicitar ajustes al banco; otro ejemplo es de los

valores en custodia por un agente externo, que requiere

una corroboración de los registros institucionales contra

los estados periódicos de la central de valores o el puesto

de bolsa, según corresponda. De igual manera aplica

para información sensible que externamente alimenta o

102
sirve de referencia para controlar los datos incluidos en

los sistemas de información sustantivos de la organiza51

ción.

Tratándose de comparaciones de registros departamentales

contra los generales, los primeros deben cuadrar

con las cuentas de control. No obstante, debe tenerse

presente el efecto que sobre los registros contables

tiene el procesamiento electrónico de la información;

así, cuando las transacciones se registran en línea, es

probable que se tenga un solo registro global y que la

verificación, si es precisa y procedente, sea exclusivamente

contra los documentos que originaron las anotaciones.

4.15. Inventarios

periódicos La exactitud de los registros sobre activos y disponibilidades

de la institución deberá ser comprobada

periódicamente mediante la verificación

y el recuento físico de esos activos u otros como la

información institucional clave.

Declaración interpretativa

La necesidad de contar con información financiera,

administrativa y de otra naturaleza para la toma de decisiones

es indicativa de la importancia de que los registros

sean oportunamente actualizados y, aun más, de que

sean exactos y confiables. Una práctica orientada a fomentar

estos dos atributos es la verificación física de las

cantidades y características de los activos que puedan

103
ser sujetos a recuento, como son el mobiliario y equipo,

los vehículos, los suministros en bodega, así como la

información y el conocimiento clave para la institución.

La aplicación de esta medida pretende detectar eventua52

les discrepancias entre los registros y los activos o existencias

físicas, que pueden obedecer a causas tales como

la sustracción, la omisión de anotaciones o una contabilización

o custodia errónea. En consecuencia, una vez

efectuado el inventario físico, es preciso analizar las

desviaciones y su origen, a efecto de implantar las acciones

procedentes para corregir o ajustar los registros y,

si es del caso, mejorar el control. Por su parte, el jerarca

deberá establecer y mantener actualizadas las políticas

que deberán observarse en cada caso.

4.16. Arqueos

independientes Deberán ser efectuados arqueos independientes y

sorpresivos de los fondos y otros activos de la institución

(incluido el acopio de información clave),

por funcionarios diferentes de aquellos que los

custodian, administran, recaudan, contabilizan y

generan.

Declaración interpretativa

Los fondos fijos, las cajas chicas (de efectivo, de

timbres, etc.) u otras disponibilidades de que disponga la

institución deben someterse a arqueos sorpresivos; de

igual modo debe procederse—sin perjuicio de las disposiciones

104
específicas que la Contraloría General o autoridad

competente emita en relación con ellos—cuando se

trate de otro tipo de activos e información clave que se

caractericen por su facilidad de sustracción, aun cuando

éstos sean custodiadas por agentes externos.

En general, al aplicar el procedimiento deben ob53

servarse algunos puntos esenciales para garantizar la

eficacia y corrección de lo actuado y de las medidas que

puedan llegar a adoptarse para corregir cualquier discrepancia.

Así, es preciso (1) efectuar el arqueo de manera

sorpresiva, a fin de que el custodio no tenga oportunidad

de cubrir cualquier faltante o disimular cualquier hecho

que perjudique la integridad del fondo o activo y del cual

él tenga conocimiento; (2) asignar la realización de

este control a un funcionario distinto de quienes custodian,

administran, recaudan o registran el activo, a fin de

mantener la separación de funciones incompatibles; (3)

requerir la presencia del custodio durante todo el procedimiento;

(4) dejar constancia del arqueo, con las firmas

de los funcionarios participantes; (5) analizar las causas

de cualquier desviación; y (6) emprender las acciones

correspondientes para corregir las discrepancias, actualizar

los registros, introducir las mejoras que procedan en

los controles del caso u otros, todo de conformidad con

los reglamentos y las políticas que haya definido la institución.

4.17. Formularios

105
uniformes Deberán implantarse formularios uniformes para

el procesamiento, traslado y registro de todas las

transacciones que se realicen en la institución, los

que contarán con una numeración preimpresa

consecutiva que los identifique específicamente.

Igualmente, se establecerán los controles pertinentes

para la emisión, custodia y manejo de tales

formularios, según corresponda.

Declaración interpretativa

Debe establecerse, en las distintas áreas de la insti54

tución, el uso permanente de formularios uniformes para

la documentación importante que se utiliza en el procesamiento

de las transacciones, por ejemplo, en materia

financiera, incluye las solicitudes de cheque, los cheques

propiamente dichos, las órdenes de compra, las requisiciones

de materiales y suministros, las acciones de personal,

las solicitudes de servicios internos, etc.

Tales formularios deberán ser prenumerados cuando

se cuente con ellos físicamente; en caso de ser generados

por un computador, el programa respectivo deberá

asignarles un número que los identifique individual y

específicamente. Esto permite obtener un consecutivo de

toda esa documentación, lo que a su vez facilita la verificación

de que ningún formulario haya sido sustraído

para fines diferentes a los que persigue la organización.

A fin de obtener los beneficios mencionados, también

106
es necesario poner en práctica los mecanismos de

control idóneos y pertinentes para la emisión, custodia y

manejo de los formularios en cuestión. Asimismo, debe

considerarse el efecto de la tecnología sobre el uso de

formularios. En ese sentido, los sistemas informáticos

deberán considerar controles para asegurar la continuidad

y secuencia a que se ha hecho referencia respecto de

los formularios virtuales que se generen en la institución,

independientemente de si éstos llegan a imprimirse

o no. Con tal fin, es preciso implantar los controles de

acceso a los sistemas (niveles, claves, etc.) que resulten

más apropiados. Téngase presente, la demás normativa

técnica que sobre el particular emitan la Contraloría General

de la República y otros órganos competentes.

55

4.18. Rotación de

labores Deberá contemplarse la conveniencia de rotar

sistemáticamente las labores entre quienes realizan

tareas o funciones afines, siempre y cuando la

naturaleza de tales labores permita efectuar tal

medida.

Declaración interpretativa

La rotación de labores tiene que establecerse, cuando

las circunstancias lo permitan, en forma sistemática

entre quienes ejercen tareas o funciones afines en distintas

áreas de la institución. En el área financiera, por

107
ejemplo, una institución podría asignar la custodia de los

fondos fijos de caja chica por períodos definidos a funcionarios

diferentes. Igualmente, las conciliaciones de

cuentas bancarias pueden rotarse entre los funcionarios

encargados de elaborarlas, de tal modo que ninguno de

ellos concilie una misma cuenta en períodos consecutivos.

La práctica en cuestión procura que los funcionarios

no tengan permanentemente el control de partes específicas

de una transacción ni de los recursos empleados

en ellas, lo que brinda cierta seguridad de que no se

presentarán situaciones irregulares en relación con tales

transacciones y recursos. Asimismo, suministra parámetros

de eficiencia mediante la comparación del desempeño

de funcionarios distintos en la misma actividad, lo

que permite descubrir más claramente las habilidades

particulares de cada uno y asignarles las tareas para las

que están mejor dotados. Finalmente, la rotación de deberes

sirve como un mecanismo de capacitación, pues al

desarrollar actividades diferentes (tanto a modo de procedimiento

normal, como en el caso de suplencia de los

compañeros que se encuentran en vacaciones o incapaci56

tados), los funcionarios entran en contacto con las diversas

etapas de los procesos organizacionales, y así llegan

a comprender su integración en el logro de objetivos

mayores.

4.19. Disfrute oportuno

108
de vacaciones Deberá aplicarse la práctica de que los funcionarios

disfruten oportunamente de las vacaciones

que les correspondan de conformidad con la ley y

los reglamentos internos.

Declaración interpretativa

Esta práctica permite efectuar una rotación de funciones

de manera indirecta. En efecto, cuando un funcionario

se encuentra disfrutando de sus vacaciones, otro

debe asumir temporalmente esas labores, lo que no sólo

permite un control indirecto de las actividades correspondientes

(y por ende, la detección de omisiones o

errores accidentales o voluntarios, así como la identificación

de modos más eficientes de realizar las mismas

labores), sino que evita la creación de “funcionarios indispensables”

(aquellos sin cuya presencia no es posible

continuar con procesos específicos, por lo que resultan

virtualmente peligrosos para la salud de la organización,

ante una eventual renuncia, incapacidad u otra situación

que los aleje de la institución o los convierta en elementos

negativos para ella).

Debe tenerse presente que el propósito de las vacaciones

consiste en permitir que los funcionarios disfruten

de un descanso periódico que permita mantener adecuadamente

la salud, la integridad física y mental para

servir eficaz y eficientemente, en virtud de la importan57

cia estratégica que ello reviste para la organización. Por

109
ende, las políticas institucionales deberían disponer que

los funcionarios tomen al menos una parte de sus vacaciones

como un período continuo de tal duración que

obtengan ese descanso.

4.20. Garantías a favor

de la institución La administración deberá velar porque los funcionarios

encargados de recaudar, custodiar o

administrar fondos y valores propiedad de la institución,

rindan de su peculio las garantías que

procedan, a favor de la Hacienda Pública o la institución

respectiva, de conformidad con las disposiciones

legales y técnicas vigentes.

Declaración interpretativa

Sin perjuicio de otras medidas complementarias, la

administración debe velar porque los funcionarios encargados

de la recepción, administración, control y custodia

de los recursos públicos, estén respaldados por una

garantía razonable y suficiente, que sirva como medio

para asegurar el adecuado cumplimiento de las obligaciones

y deberes que les corresponden, con estricto apego

a principios de lógica, eficiencia, eficacia, economía

y legalidad.

58

4.21. Dispositivos de

control y

seguridad

110
Los equipos utilizados deberán contar con dispositivos

de control y seguridad apropiados para

garantizar su óptimo uso en las labores que corresponde

cumplir a la institución.

Declaración interpretativa

Como ya se ha comentado, una de las limitaciones del

control interno obedece a que el sistema respectivo es

operado por personas, las que están propensas a cansancio,

fatiga, descuidos, y situaciones similares—

incluyendo la posibilidad de colusión—que eventualmente

podrían conducir a errores y fallas. Por lo contrario,

los equipos mecánicos, automáticos y electrónicos

normalmente rinden tasas de productividad y exactitud

apropiados, con lo que reducen el margen de error en las

diversas operaciones una vez que son ajustados y programados

adecuadamente. Considerando lo anterior, las

instituciones deben utilizar tales equipos y dispositivos

siempre que su disponibilidad de recursos y las características

de las operaciones implicadas lo hagan posible.

No obstante, estos equipos también deben ser sometidos

a las medidas de control pertinentes para asegurar, entre

otras cosas, que sólo sean accesados por personal previamente

autorizado, que se instalen y almacenen considerando

condiciones adecuadas para su seguridad y preservación,

y que se utilicen de manera apropiada y exclusivamente

en labores estrictamente atinentes a la gestión

111
corporativa. Igualmente, el personal responsable de

ellos debe saber cómo hacer uso de las facilidades correspondientes,

por lo que puede llegar a ser necesario

brindarle alguna capacitación para que adquiera las

habilidades y los conocimientos pertinentes.

59

CAPÍTULO V. NORMAS GENERALES RELATIVAS A

SISTEMAS DE INFORMACIÓN

5.1. Obtención y comunicación de información

efectivas

5.2. Calidad y suficiencia de la información

5.3. Sistemas de información

5.4. Controles sobre sistemas de información

5.5. Canales de comunicación abiertos

5.6. Archivo institucional

5.1. Obtención y

comunicación de

información

efectivas

La organización debe poner en ejecución los mecanismos

y sistemas más adecuados para obtener,

procesar, generar y comunicar de manera eficaz,

eficiente y económica, la información financiera,

administrativa, de gestión y de otro tipo requerida

en el desarrollo de sus procesos, transacciones

y actividades, así como en la operación de sus sistemas

112
de control con miras al logro de los objetivos

institucionales.

Declaración interpretativa

La información es un ingrediente vital para la conducción

exitosa de una institución. Igualmente lo es la

existencia de medios eficientes para comunicar esa información

en un formato claro y conveniente, en los

plazos más oportunos. Por lo anterior, corresponde a la

60

administración diseñar y operar métodos y mecanismos

para obtener y comunicar la información financiera, gerencial

y de otro tipo necesaria para guiar sus actividades

y para satisfacer los requerimientos de terceras partes

externas que tienen alguna relación con la institución,

ya sea por razones comerciales, de fiscalización o

de otra naturaleza. También es importante el mantenimiento

de registros históricos sobre las operaciones organizacionales.

Por lo demás, tales métodos y mecanismos deben

resultar adecuados a la organización, considerando sus

características particulares, los procesos que realiza, su

disponibilidad de recursos, las habilidades de los funcionarios

que habrán de operarlos, etcétera.

5.2. Calidad y

suficiencia de la

información

El control interno debe contemplar los mecanismos

113
necesarios que permitan asegurar la confiabilidad,

calidad, suficiencia, pertinencia y oportunidad

de la información que se genere y comunique.

Declaración interpretativa

La información es fundamental para la toma de decisiones,

la dirección de las operaciones y, en general,

para la administración de cualquier empresa. Por esa

razón, el sistema de información debe contemplar mecanismos

y procedimientos coherentes para asegurar

que la información recopilada y generada presente un

alto grado de calidad, para lo cual debe contener el detalle

adecuado según las necesidades de los distintos niveles

de gestión, poseer valor para la toma de decisiones,

61

ser oportuna (facilitada en el tiempo adecuado), estar

actualizada, y ser fácilmente accesible para las personas

adecuadas. Además, la cantidad suficiente de información

también es importante; debe procurarse que se disponga

de la información necesaria para la toma de decisiones,

sin que ello lleve a manejar volúmenes grandes

de información, más allá de lo requerido, suficiente y

conveniente.

5.3. Sistemas de

información El sistema de información que diseñe e implante

la organización deberá ajustarse a las características

y ser apropiado para satisfacer las necesidades

114
de ésta.

Declaración interpretativa

Los sistemas de información—sean computadorizados,

manuales o una mezcla de ambos—constituyen

un instrumento para la implantación exitosa de las estrategias

organizacionales y, por ende, para la consecución

de los objetivos y las metas. Por ello, la institución debe

analizar sus propias necesidades y diseñar e implantar

los sistemas que requiera con el propósito de disponer

de información adecuada y suficiente. Lo anterior significa

que, en aras de su efectividad, los sistemas de información

deben ser diseñados e implantados “a la medida”

de la institución y, por consiguiente, fundamentarse

en un plan estratégico, vincularse a la estrategia global

de la institución, y orientarse a la consecución de los

objetivos globales de la institución y a los específicos de

cada actividad.

No debe obviarse la preeminencia de los sistemas

62

computadorizados y las facilidades que brindan para la

obtención expedita y oportuna de información que reúna

características idóneas para su utilización por los funcionarios

que cuenten con la autoridad precisa para actuar

con base en el conocimiento que tengan de los resultados

de tales transacciones y hechos. En efecto, particularmente

en el procesamiento en línea, se asegura la

115
actualización inmediata de los datos y se prevé la generación

automática de reportes. Con todo, debe tenerse

siempre presente la aplicación de controles adecuados a

dichos sistemas, así como el cumplimiento de cualesquiera

otras disposiciones técnicas y jurídicas que guarden

relación con el asunto.

Conviene señalar que, en materia de sistemas de información,

debe contemplarse la normativa técnica que

al respecto emita o adopte la Contraloría General de la

República y otros órganos y entes con competencia al

efecto.

5.4. Controles sobre

sistemas de

información

Los sistemas de información deberán contar con

controles adecuados para garantizar la confiabilidad,

la seguridad y una clara administración de

los niveles de acceso a la información y datos sensibles.

Declaración interpretativa

La calidad de la información se verá parcialmente

determinada por los controles de acceso que se apliquen

a los sistemas de información. En el caso de sistemas

computadorizados, debe tenerse presente la existencia

de controles generales, de aplicación, de operación y

63

otros de conformidad con la normativa vigente al efecto;

116
respecto de éstos, debe crearse una estructura adecuada

para asegurar el funcionamiento correcto y continuo de

los sistemas, su seguridad física y su mantenimiento, así

como la integridad, la confiabilidad y la exactitud de la

información procesada y almacenada.

5.5. Canales de

comunicación

abiertos

Deberán establecerse canales de comunicación

abiertos, que permitan trasladar la información

de manera segura, correcta y oportunamente a

los destinatarios idóneos dentro y fuera de la institución.

Declaración interpretativa

El funcionamiento eficaz del sistema de control interno

requiere la existencia de canales que posibiliten e

incentiven la comunicación abierta, correcta y oportuna

entre el personal. En general, los canales oficiales deben

ser tales que permitan la circulación expedita de la información,

de modo que ésta sea trasladada al funcionario

competente para actuar con base en ella, en un formato

adecuado para su análisis, y dentro de un lapso

conveniente para que sea posible tomar las decisiones

pertinentes. Como medida preventiva, debe insistirse en

que estos canales sean usados uniforme y constantemente

por el personal, pero ello no implica que deba desestimarse

por completo la posibilidad de que, para efectos

117
internos, en determinadas circunstancias y bajo condiciones

previamente definidas, algunos canales informales

lleguen a ser útiles para hacer llegar, a la persona indicada

dentro de la institución, el conocimiento requerido

acerca de las situaciones dignas de atención.

64

Por lo contrario, para la comunicación externa sí

deberían aplicarse controles más rigurosos, a fin de procurar

que se entere a las partes externas sobre la información

que proceda y evitar que se divulguen datos cuya

difusión sería inconveniente; asimismo, esos canales

deben promover la captación de conocimientos útiles

sobre el entorno.

5.6. Archivo

institucional La institución deberá implantar y aplicar políticas

y procedimientos de archivo apropiados para

la preservación de los documentos e información

que deba conservar en virtud de su utilidad o por

requerimiento técnico o jurídico, incluyendo los

informes y registros contables, administrativos y

de gestión con sus fuentes de sustento.

Declaración interpretativa

La importancia del mantenimiento de archivos institucionales

se pone de manifiesto en la necesidad de

contar con material de referencia sobre la gestión, y particularmente

cuando se considera la eventual responsabilidad

118
de los servidores públicos y, por ende, la obligación

de contar con evidencia cuando ella se requiera.

El artículo 39 de la Ley del Sistema Nacional de

Archivos (N° 7202 del 24 de octubre de 1990) se refiere

a dos tipos de archivos en las instituciones de la

Hacienda Pública, los cuales deben mantenerse técnicamente

organizados; ellos son:

65

- Archivos de gestión: Son los archivos de las divisiones,

departamentos, secciones y cuales quiera

otras unidades institucionales, en los cuales éstas

reúnen, conservan, clasifican, ordenan, describen, seleccionan,

administran y facilitan la documentación

que ellas producen.

- Archivos centrales: Son unidades específicas que,

en relación con el archivo, cumplen las mismas funciones

que las otras unidades, pero centralizando la

documentación de toda la institución.

Por lo demás, el ordenamiento jurídico no contempla

un período de permanencia de los documentos en los

diferentes archivos, sino sólo lapsos aproximados para

su traslado de los archivos de gestión a los archivos centrales

y de éstos al archivo histórico o final que mantiene

la Dirección General del Archivo Nacional (artículo

62 del Reglamento a la Ley del Sistema Nacional de

Archivos, Decreto Ejecutivo Nro. 24023-C del 30 de

119
enero de 1995). Por lo contrario, se indica que las instituciones

productoras de documentos son las responsables

de fijar la vigencia administrativa y legal de cada

tipo documental, con base en lo dispuesto por el artículo

129 de ese Reglamento y tomando como referencia los

lapsos que indica el artículo 62 mencionado, para lo cual

se requiere la existencia de un comité institucional de

conservación de documentos que creará tablas de plazos

de conservación (instrumentos en los que constan todos

los tipos documentales producidos o recibidos en una

oficina o institución, en el cual se anotan todas las características

de éstos y se fija el valor administrativo y

legal), en tanto que la Comisión Nacional de Selección

y Eliminación de documentos determinará el valor científico-

cultural de los documentos que hayan finalizado

su trámite administrativo, para su eventual traslado al

archivo final.

66

Así las cosas, corresponde a la administración establecer

los procedimientos y las políticas que deberán

observarse en la creación y el mantenimiento de sus archivos,

con base en las disposiciones técnicas y jurídicas

atinentes, en apoyo a los demás elementos del sistema

de control interno.

67

CAPÍTULO VI. NORMAS GENERALES RELATIVAS

120
AL SEGUIMIENTO

6.1. Seguimiento del control interno en operación

6.2. Seguimiento de las actividades

6.3. Seguimiento constante del ambiente

6.4. Evaluación del desempeño institucional

6.5. Rendición de cuentas

6.6. Reporte de deficiencias

6.7. Toma de acciones correctivas

6.8. Asesoría externa para seguimiento del control interno

6.9. Acatamiento de la normativa en auditorías externas

6.1. Seguimiento del

control interno en

operación

Deberá observarse y evaluarse el funcionamiento

de los diversos controles, con el fin de determinar

la vigencia y la calidad del control interno y emprender

las modificaciones que sean pertinentes

para mantener su efectividad.

Declaración interpretativa

El control interno es un proceso permanente que

debe llegar a convertirse en una actitud de todos los funcionarios,

quienes deben percibirlo como un medio para

procurar el cumplimiento los objetivos de la institución.

Se habla, entonces, del “autocontrol”, como una obligación

inherente a todo funcionario.

68

121
Puesto que el control, en su naturaleza previa, concomitante

y posterior, forma parte de todas las actividades

organizacionales, es preciso analizar cuál es su efecto

sobre las diversas fases de los procesos respectivos,

tomando en consideración los criterios de viabilidad y

conveniencia de tales controles, así como la posibilidad

de mejorar y perfeccionar el sistema de control interno.

Con ese propósito, es preciso aplicar una evaluación sobre

la marcha, mediante la puesta en práctica de actividades

administrativas y de supervisión durante las actividades,

así como el ejercicio del autocontrol que deben

efectuar sobre sus propias labores los funcionarios encargados

de tareas específicas. Igualmente, el jerarca

debe poner en práctica los mecanismos más apropiados

para que, periódicamente y cuando se estime conveniente,

se conduzcan evaluaciones del sistema de control interno

y de las diferentes medidas de control que se encuentran

en operación.

Por su parte, la unidad de auditoría interna debe colaborar

en esa labor, aportando sus comentarios, sugerencias

y asesoría, a la luz de los resultados de los estudios

que practique, sin perder de vista que la responsabilidad

primordial por el sistema corresponde al jerarca y

a sus titulares subordinados.

6.2. Seguimiento de las

actividades Las actividades que se efectúan en la organización

122
deben estar sujetas a un proceso de monitoreo

constante que permita conocer oportunamente

si la institución marcha hacia la consecución de

sus objetivos, encauza las labores hacia tales objetivos

y toma las acciones correctivas pertinentes.

69

Declaración interpretativa

Las actividades institucionales deben ser objeto de

un monitoreo constante mediante la aplicación de las

medidas de control previo, concurrente y posterior que

corresponda, a fin de guiar las operaciones y conocer

oportunamente el grado de efectividad de su desempeño.

Lo anterior permitirá identificar eventuales desviaciones

y emprender medidas correctivas en el momento propicio,

así como otras acciones que prevengan el surgimiento

de situaciones similares en el futuro.

6.3. Seguimiento

constante del

ambiente

El jerarca, en primera instancia, y por extensión,

los titulares subordinados de todos los niveles de

la organización, deben efectuar un monitoreo

constante del ambiente interno y externo que les

permita estar al tanto y tomar medidas oportunas

sobre factores y condiciones real o potencialmente

incidentes en el desarrollo de las funciones

123
institucionales, la ejecución de los planes y

el cumplimiento de los objetivos previstos.

Declaración interpretativa

Las fuerzas ambientales tienen un impacto notable

sobre el desempeño de la organización. Por ese motivo,

su observación es una actividad esencial para que la

administración sepa cuáles son los condicionantes externos

y los rasgos propios a que debe dirigirse la mayor

atención. Así, al evaluar el ambiente, la administración

debe contemplar como parte de él tanto el medio externo

como la propia situación institucional y las características

internas.

70

El conocimiento de la institución y su entorno dará

a la administración activa una herramienta de apreciable

valor para realizar un trabajo que le permita conducir

efectivamente a la institución hacia el cumplimiento de

sus objetivos, de su misión y de su visión, enfrentando

para ello las debilidades y amenazas y aprovechando las

fortalezas y oportunidades. Por ese motivo, es necesario

que el jerarca y los titulares subordinados conciban la

observación del ambiente como una actividad constante.

6.4. Evaluación del

desempeño

institucional

El jerarca y todos los funcionarios que participan

124
en la conducción de las labores de la institución,

deben efectuar una evaluación permanente de la

gestión, con base en los planes organizacionales y

las disposiciones normativas vigentes, para prevenir

y corregir cualquier eventual desviación

que pueda poner en entredicho el acatamiento de

los principios de eficiencia, eficacia, economía y

legalidad aplicables.

Declaración interpretativa

La administración activa debe ejercer un control

permanente sobre la ejecución de los procesos, las transacciones,

operaciones y eventos para asegurarse de que

se observen los requisitos normativos vigentes (jurídicos,

técnicos y administrativos; de origen interno y externo)

y para prevenir y corregir cualquier eventual desviación

que pueda poner en entredicho el acatamiento de

los principios de eficiencia, eficacia, economía y legalidad

aplicables. Durante el proceso respectivo, los indicadores

de desempeño establecidos en los planes tam71

bién deben aplicarse como puntos de referencia.

Esta labor de vigilancia debe conducirse desde antes

del inicio de las operaciones, transacciones y procesos,

durante su ejecución y después de que ésta ha concluido,

considerando que, en cada una de estas etapas, la

evaluación se lleva a cabo para satisfacer propósitos diferentes.

El proceso en cuestión permite crear una conciencia

125
de rendición de cuentas respecto del logro de los resultados

organizacionales, tanto dentro de la institución

como hacia la colectividad. Asimismo, contribuye al

aprendizaje de la institución, pues la observación de las

labores desde antes de su ejecución permite apreciar y

evaluar el desempeño como indicador de la capacidad

institucional para ejecutar cabalmente la estrategia.

Asimismo, la retroalimentación obtenida con respecto al

cumplimiento de los planes permite conocer si es necesario

modificarlos para fortalecer a la organización y

enfrentar cualesquiera peligros ambientales que existan

en el momento o que puedan preverse en el futuro.

6.5. Rendición de

cuentas El jerarca y los demás funcionarios en todos los

niveles de la institución están obligados a rendir

cuentas por el uso de los recursos, el cumplimiento

de los objetivos institucionales y el logro de los

resultados esperados, para lo que se apoyarán en

el control interno.

Declaración interpretativa

El jerarca y los funcionarios de todos los niveles de

72

la organización son los responsables de distribuir y utilizar

convenientemente los recursos financieros, materiales,

tecnológicos y humanos con que cuenta la organización

para asegurar la generación de los resultados esperados.

126
En consecuencia, de acuerdo con las disposiciones

constitucionales, legales y técnicas vigentes, deben

estar preparados para rendir cuentas en cualquier momento

(como mínimo anualmente) ante la instancia que

corresponda, acerca del uso de los recursos y de los resultados

de la aplicación de éstos a las actividades organizacionales.

Con ese fin, el sistema de control interno

debe ser tal que refuerce y apoye el compromiso por la

rendición de cuentas, mediante un sistema de información

gerencial que permita disponer de la información

precisa para la evaluación del desempeño y la consecuente

toma de decisiones.

6.6. Reporte de

deficiencias Las deficiencias y desviaciones de la gestión de

cualquier naturaleza y del control interno, deben

ser identificadas oportunamente y comunicarse

de igual modo al funcionario que posea la autoridad

suficiente para emprender la acción preventiva

o correctiva más acertada en el caso concreto.

Declaración interpretativa

La obtención de datos útiles y concretos sobre el

funcionamiento del sistema de control interno y la corrección

del desempeño institucional requiere, por una

parte, que los controles hayan sido adecuadamente definidos

a la luz de las características institucionales y los

recursos disponibles al efecto, y por otra, que esos con73

127
troles se apliquen con oportunidad para conocer cualquier

situación anómala o adversa en la gestión institucional.

A su vez, el uso eficiente y eficaz de ese conocimiento

requiere que se comunique convenientemente y

en el momento preciso a los funcionarios responsables

de los procesos, transacciones y operaciones afectados,

para que ellos lo tomen en consideración al emprender

las decisiones y acciones pertinentes. En consecuencia,

la administración también debe establecer formalmente,

mecanismos y canales de comunicación que permitan a

quienes detecten una deficiencia (los funcionarios, los

supervisores, los auditores, etc.) informar de las situaciones

detectadas a la persona capaz de emprender las

disposiciones y de ejercer la autoridad precisa para corregirlas.

6.7. Toma de acciones

correctivas Cuando el funcionario responsable con autoridad

al efecto detecte alguna deficiencia o desviación

en la gestión o en el control interno, o sea informado

de ella, deberá determinar cuáles son sus

causas y las opciones disponibles para solventarla

y adoptar oportunamente la que resulte más adecuada

a la luz de los objetivos y recursos institucionales.

Declaración interpretativa

La efectividad del sistema de control interno depende

en buena parte, de que las deficiencias o desviaciones

en la gestión sean identificadas oportunamente,

128
de que éstas se comuniquen en el momento preciso a la

persona apropiada dentro de la organización, y de que

esa persona determine con claridad las opciones más

74

convenientes para solucionar el caso particular y actúe

de conformidad con ellas, para beneficiar la ejecución

de los planes organizacionales.

Por ende, el funcionario responsable debe analizar

y solucionar oportunamente toda deficiencia o desviación

que se identifique, para prevenir o corregir cualquier

consecuencia capaz de menoscabar la eficacia organizacional.

De acuerdo con este enfoque, cuando la

persona que descubra una situación negativa no disponga

de autoridad suficiente para imponer las medidas

preventivas o correctivas procedentes, deberá trasladar

el caso al funcionario de nivel superior idóneo en el

tiempo más próximo posible para que éste tome la decisión

pertinente a efecto de que determine e implante la

solución respectiva. En última instancia, el recurso definitivo

corresponde al máximo jerarca de la institución,

como encargado principal del sistema de control interno

y de los demás sistemas organizacionales.

6.8. Asesoría externa

para seguimiento del

control interno

Cuando la Administración estime oportuno contratar

129
asesores externos cuyo servicio o producto

final conlleve la emisión de recomendaciones

orientadas a fortalecer el control interno, deberá

coordinar con la unidad de auditoría interna a

fin de obtener criterios que coadyuven para el

éxito de la contratación y sus resultados, se eviten

duplicidades, ineficiencias u otros posibles inconvenientes

en el uso de los recursos destinados a la

fiscalización.

75

Declaración interpretativa

Cuando se contraten servicios profesionales externos

como complemento a las actividades de monitoreo

que sobre el sistema de control realiza la Administración,

el responsable de dicha contratación deberá de estar

bien definido respecto del objetivo, alcance, enfoque

y del producto resultante desde la perspectiva del control

interno de los fondos públicos involucrados. Asimismo,

debe evitar posibles duplicidades e ineficiencia en relación

con el plan de trabajo de auditoría interna. Por ende,

el funcionario responsable debe analizar y solucionar

oportunamente toda deficiencia o desviación que se

identifique, para prevenir o corregir cualquier consecuencia

capaz de menoscabar el uso de los fondos públicos

destinados a la contratación.

6.9 Acatamiento de la

130
normativa en auditorías

externos

Cuando se empleen los servicios de auditores externos,

el jerarca deberá tomar las previsiones y velar

porque, en los contratos respectivos, se contemple

la obligación de que dichos auditores, en lo correspondiente

verifiquen el cumplimiento, por parte

de la entidad u órgano, de las normas jurídicas y

técnicas de control interno. De igual modo, la administración

debe garantizar que en esos contratos

se incluya como obligación para los contratados,

en lo pertinente, el cumplir con la normativa de

auditoría vigente para el Sector Público.

Declaración interpretativa

Los contratos en los que se estipulen los servicios

que brindarán los auditores externos deberán indicar

76

la obligación que tendrán éstos por cumplir la normativa

en materia de auditoría que les resulte aplicable;

como parte de ella, deberá considerarse la emitida por

la Contraloría General de la República y la que provenga

de otros órganos y entidades con potestad para

la promulgación de normativa en áreas específicas, de

conformidad con los asuntos que vayan a ser cubiertos

por los servicios de los auditores externos. Igualmente,

deberá preverse la verificación, por parte de esos auditores,

131
de que la institución haya observado las normas

y disposiciones provenientes de la Contraloría General,

de los órganos de control y de otras instancias facultadas

para normar, regular o fiscalizar la gestión organizacional

respectiva. En el caso particular de los Despachos

o auditores externos que vayan a ser contratados

por la administración, deberán demostrar niveles

satisfactorios en términos de cantidad y calidad del

personal y otros recursos para brindar los servicios

requeridos

77

GLOSARIO

Actividades de control Uno de los cinco componentes funcionales del control

interno. Corresponde a las políticas y los procedimientos

que los jerarcas y los titulares subordinados deben establecer

para asegurar que se realicen las actividades necesarias

para un desempeño institucional satisfactorio,

como base para una administración eficaz del riesgo con

miras al logro de los objetivos de la organización.

Administración activa Uno de los dos componentes orgánicos del control interno.

Desde el punto de vista funcional, es la función decisoria,

ejecutiva, resolutoria, directiva u operativa de la

Administración. Desde el punto de vista orgánico, es el

conjunto de órganos de la función administrativa que

deciden y ejecutan, incluyendo al jerarca como última

instancia. Es el sujeto pasivo de la fiscalización superior

132
que realiza la Contraloría General de la República (incluye

a la Auditoría Interna).

Administración de

riesgos

Gestión que se efectúa para limitar y reducir el riesgo

asociado con todas las actividades de la organización a

diferentes niveles. Incluye actividades que identifican,

miden, valoran, limitan y reducen el riesgo. De esas actividades,

el control interno contempla la identificación

y la valoración de los riesgos.

Ambiente de control Uno de los cinco componentes funcionales del control

interno. Comprende el conjunto de factores del ambiente

organizacional que el jerarca, los titulares subordinados

y demás funcionarios deben establecer y mantener, para

permitir el desarrollo de una actitud positiva y de apoyo

para el control interno y para una administración escrupulosa

del patrimonio público.

78

Auditoría interna Uno de los dos componentes orgánicos del sistema de

control interno. Es la actividad independiente, objetiva,

asesora y que proporciona seguridad al ente u órgano,

que se crea para agregar valor y mejorar sus operaciones.

Contribuye a que se alcancen los objetivos institucionales

mediante la práctica de un enfoque sistémico y

profesional para evaluar y mejorar la efectividad de la

administración del riesgo, del control y de los procesos

133
de dirección en las instituciones y órganos. Debe proporcionar

a la ciudadanía una garantía razonable de que

la actuación del jerarca y demás servidores de la institución

se realiza con apego a sanas prácticas y al marco

jurídico y técnico aplicable.

Control interno También denominado “sistema de control interno”.

Comprende la serie de acciones diseñadas y ejecutadas

por la administración activa para proporcionar una seguridad

razonable en torno a la consecución de los objetivos

de la organización, fundamentalmente en las siguientes

categorías: a) Proteger y conservar el patrimonio

público contra cualquier pérdida, despilfarro, uso

indebido, irregularidad o acto ilegal; b) Confiabilidad y

oportunidad de la información; c) Eficiencia y eficacia

de las operaciones; y d) Cumplir con el ordenamiento

jurídico y técnico.

Criterios fundamentales

de control

Orientaciones básicas emitidas por el jerarca para el

funcionamiento de cada uno de los componentes del sistema

de control interno vistos individualmente y en su

interacción.

Eficacia de las

operaciones

Capacidad de las operaciones para contribuir al logro de

los objetivos institucionales de conformidad con los parámetros

134
establecidos.

79

Eficiencia de las

operaciones

Capacidad de las operaciones para aprovechar racionalmente

los recursos disponibles en pro del logro de los

objetivos institucionales, procurando la optimización de

aquéllos y evitando dispendios y errores.

Informe CoCo Guía de control emitida en 1995 por la Junta de Criterios

de Control (CoCo, por las siglas en inglés de Criteria of

Control Board) del Instituto Canadiense de Contadores

Certificados (CICA, por las siglas en inglés de Canadian

Institute of Chartered Accountants), que desarrolla veinte

criterios para un control interno efectivo, agrupadas

en cinco categorías, a saber:

• Propósito

• Compromiso

• Capacidad

• Vigilancia

• Aprendizaje

Informe COSO Informe sobre el “Marco Integrado de Control Interno”

(Internal Control—Integrated Framework) elaborado en

1992 por el Comité de Organizaciones Patrocinadoras

de la Comisión Treadway (COSO, por las siglas en inglés

de Committee of Sponsoring Organizations of the

Treadway Commision), con base en una recopilación a

135
nivel mundial de información sobre tendencias y conocimientos

relativos a control interno. El informe presenta

una visión actualizada de la materia, que se encuentra

vigente en los Estados Unidos de América y ha logrado

reconocimiento en diversos países y organizaciones internacionales.

INTOSAI Siglas en inglés de la “Organización Internacional de las

Entidades Fiscalizadoras Superiores” (INTOSAI), organismo

autónomo, independiente y apolítico, con sede en

Viena (Austria), creado como una institución permanente

para fomentar el intercambio de ideas y experiencias

80

entre las Entidades Fiscalizadoras Superiores de los países

miembros, en lo que se refiere a la auditoría gubernamental.

La Contraloría General de la República de

Costa Rica está adscrita a este organismo.

Jerarca Superior jerárquico supremo del órgano o ente y quien

ejerce la máxima autoridad dentro del órgano o ente;

puede ser unipersonal (ejemplos: ministro o presidente

ejecutivo) o colegiado (ejemplos: concejo municipal o

junta directiva).

Misión Enunciado que describe el propósito fundamental y la

razón de existir de una dependencia, institución o unidad;

define el beneficio que pretende dar, y establece las

fronteras de responsabilidad, así como su campo de especialización.

Objetivos estratégicos Propósitos definidos en términos generales que identifican

las finalidades hacia las cuales deben dirigirse los

136
recursos y esfuerzos para dar cumplimiento a la misión

y los propósitos institucionales.

Objetivos operativos Expresión cualitativa de un propósito particular en un

periodo determinado, que debe responder a las preguntas

“qué” y “para qué”. Se diferencia del objetivo estratégico

por su nivel de detalle y complementariedad. Su característica

principal es que debe permitir cuantificarse

para que sea expresado en metas.

Planificación estratégica Proceso que permite a la organización y a sus


dependencias

establecer su misión, visión, valores y demás ideas

rectoras, así como definir sus propósitos y elegir las estrategias

para la consecución de sus objetivos, a efecto

de satisfacer las necesidades a las cuales se orientan sus

bienes o servicios.

81

Planificación operativa Proceso mediante el cual la organización selecciona


alternativas

y cursos de acción, en función de objetivos y

metas generales, tomando en consideración la disponibilidad

de recursos reales y potenciales para concretar

programas y acciones específicas en el tiempo y el espacio.

Políticas Criterios o directrices de acción elegidas como guías en

el proceso de toma de decisiones al poner en práctica o

ejecutar las estrategias, programas y proyectos específicos

del nivel institucional. Sirven como base para la implementación

de los procedimientos y la ejecución de

137
los controles atinentes.

Rendición de cuentas Obligación de responder por la responsabilidad conferida.

Incluye la obligación de explicar y justificar acciones

específicas realizadas con el patrimonio público.

Riesgo Probabilidad de que un factor, acontecimiento o acción,

sea de origen interno o externo, afecte de manera adversa

a la organización, área, proyecto o programa y perjudique

el logro de sus objetivos.

Seguimiento Uno de los cinco componentes funcionales del sistema

de control interno. Incluye las actividades que se realizan

para valorar la calidad del funcionamiento del sistema

de control interno —y, por ende, el logro de los

objetivos institucionales— a través del tiempo y asegurar

que el sistema pueda reaccionar de manera dinámica

según requieran las condiciones imperantes y, más específicamente,

la evolución del riesgo. Asimismo, para

asegurar que los hallazgos de la auditoría y los resultados

de otras revisiones se atiendan con prontitud.

Seguridad razonable El concepto de que el control interno, sin importar cuán

82

bien esté diseñado y sea operado, no puede garantizar

que una institución alcance sus objetivos, en virtud de

las limitaciones inherentes a todos los sistemas de control

interno, tales como los errores de juicio, las limitaciones

de recursos, la necesidad de considerar el costo

de los controles frente a sus beneficios potenciales, la

138
eventualidad de violaciones del control, y la posibilidad

de colusión y de infracciones por parte de la administración,

y el impacto de otras actuaciones que no son elementos

del control interno, entre otros, la determinación

de la misión, visión e ideas rectoras.

Sinergia Acción de dos o más causas cuyo efecto es superior a la

suma de los efectos individuales.

Sistemas de información Uno de los cinco componentes funcionales del sistema

de control interno. Se refiere al proceso mediante el cual

la administración activa identifica, registra y comunica

en la forma, el tiempo y las condiciones precisas, la información

financiera, administrativa o de otra naturaleza,

relacionada con actividades y eventos internos y externos

relevantes para la organización y para otras instancias

interesadas. (Véase Artículo 16 de la Ley General

de Control Interno.)

Titular subordinado Funcionario de la administración activa responsable de

un proceso, con autoridad para ordenar y tomar decisiones.

Ejemplo: gerentes y jefes de unidad.

Valoración del riesgo Uno de los cinco componentes funcionales del control

interno. Corresponde a la identificación y evaluación de

los riesgos que enfrenta la institución, tanto de fuentes

internas como externas, relevantes para la consecución

de sus objetivos, que deben realizar el jerarca y los titulares

subordinados, con el fin de determinar cómo se

deben administrar dichos riesgos.

139
83

Valores éticos Valores morales que permiten a quien toma una decisión,

determinar un curso de comportamiento apropiado,

basados en lo que está bien, lo que puede ir más allá de

lo que es legal.

Visión Perspectiva que describe un escenario altamente deseable

como estado futuro de la organización. Permite tener

claridad sobre lo que se quiere hacer y a dónde se quiere

llegar en una organización, pues permite visualizar los

deseos, sueños, anhelos, aspiraciones que se quieren

traer a la realidad.

84

ANEXOS

Resumen ejecutivo para establecer y mantener

un control interno efectivo

Responsabilidades y Roles de los Auditores

• Mantener independencia de hecho y de apariencia.

• Competencia profesional del personal de auditoría.

• Asesorar a la máxima autoridad y titulares subordinados

en áreas de riesgo.

• Establecer metas y un plan estratégico de auditoría.

• Desarrollar auditorías operativas.

• Evaluar sistemas de tecnología de información.

• Recomendar maneras de fortalecer el control y mejorar

las operaciones.

• Asegurarse de que las recomendaciones son implementadas

140
efectivamente y en su totalidad.

• Coordinar actividades de auditoría con auditores externos.

• Implementar un sistema de control de calidad.

Responsabilidades y Roles de la Administración Activa en el

Control Interno

• Crear un ambiente de control positivo

• estableciendo un ambiente ético positivo,

• brindando la guía para un buen comportamiento,

• desalentando las prácticas no éticas,

• promoviendo la disciplina,

• preparando un código de ética de los empleados.

• Asegurar que el personal tenga las competencias necesarias para

cumplir con sus tareas.

• Definir áreas clave de autoridad y responsabilidad.

• Establecer las guías apropiadas para hacer reportes.

• Establecer políticas de control gerencial y procedimientos basados

en análisis de riesgo.

• Utilizar la capacitación, las comunicaciones y las acciones cotidianas

de los directivos y gerentes para reforzar la importancia

del control interno.

• Dar seguimiento a las operaciones de control de la

organización por medio de evaluaciones

y reportes para los altos niveles

jerárquicos.

Prácticas comunes

de control interno

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• Las prácticas de control interno están

usualmente diseñadas para cumplir con las

normas de control interno y el marco jurídico vigente.

• La fuerza de trabajo de una organización es capacitada

y dirigida efectivamente para lograr resultados.

• Se desarrollan y monitorean indicadores de desempeño.

• Las tareas y responsabilidades clave se reparten entre la gente para reducir el


riesgo de error o fraude.

• Los gerentes comparan el desempeño actual con los resultados planeados


esperados y analizan las diferencias.

• El procesamiento de la información se controla con la verificación de los datos


ingresados y los procesos establecidos en los sistemas.

• El control físico se establece para asegurar todos los activos físicos vulnerables.

• Las transacciones y otros trámites son autorizados y ejecutados por personas bajo
el alcance de su autoridad.

• El acceso a registros y recursos está limitado a individuos autorizados. Se debe


rendir cuentas sobre su uso y su custodia.

• Las transacciones son registradas con prontitud para mantener valor y relevancia
para la gerencia en la toma de decisiones y en el control de las operaciones.

• El control interno, y todas las transacciones, así como otros eventos importantes
son documentados, y dichos documentos deben estar disponibles para su consulta.

Supervisar continuamente las prácticas de control interno a través de la


organización y modificarlas apropiadamente

Evaluar periódicamente la efectividad de las prácticas de control interno

Lista de control

Al establecer el sistema de control interno, usted ha

• ¿Valorado los riesgos a los que se enfrenta la organización?

• ¿Identificado los objetivos del control para manejar los riesgos?

• ¿Establecido las políticas y procedimientos de control para alcanzar los


objetivos del control?

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• ¿Creado un ambiente de control positivo?

• ¿Mantenido y demostrado integridad personal y profesional y valores éticos?

• ¿Mantenido y demostrado un nivel de habilidad necesario para ayudar a


asegurar un desempeño eficaz y efectivo?

• ¿Mantenido y demostrado una suficiente comprensión de los controles


internos para delegar responsabilidades eficazmente?

Para implementar el control interno, usted ha

• ¿Adoptado el control interno eficazmente en su organización?

• ¿Basado el control interno de la organización en normas de control interno?

• ¿Incluido en el sistema de control interno de la organización prácticas de


control rentables y apropiadas?

• ¿Prescrito las prácticas de control por medio de directrices de la gerencia, de


planes y de políticas?

• ¿Establecido los medios para supervisar continuamente el funcionamiento de


las prácticas de control interno de la organización?

Con respecto a la función de auditoría, usted ha

• ¿Comprendido la diferencia entre el control interno y la auditoría interna?

• ¿Reconocido que la función de auditoría es integral con el control interno de


su organización?

• ¿Establecido una función de auditoría y proporcionado los recursos necesarios


para su actuación?

• ¿Asegurado la independencia de la auditoría de la organización?

• ¿Delegado la responsabilidad a la auditoría de la organización para evaluar la


efectividad de las prácticas auditadas de control interno de la organización?

• ¿Establecido un sistema para supervisar el progreso de la organización al


implementar las recomendaciones del auditor interno y externo?

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