Acerca de Los Conflictos en El Matrimonio
Acerca de Los Conflictos en El Matrimonio
Acerca de Los Conflictos en El Matrimonio
La sola naturaleza de la relación matrimonial produce conflictos. Los conflictos que son
resueltos pueden ser beneficiosos en la medida en que ellos produzcan equilibrio en el
matrimonio. Los conflictos no resueltos llevan a una respuesta pecaminosa.
1. Sea honesto consigo mismo. Esté dispuesto a admitir que pudo haber cometido una
falta. Tenga humildad para escuchar y pedir perdón.
2. Nunca trate de herir o tomar venganza. Respeto, admiración y confianza deben
permanecer en un matrimonio.
3. Cuando un deseo de herir aflore, pare por un tiempo. Evite un encuentro si es
necesario. Tome tiempo para recapacitar y recobrar su perspectiva. El mejor recurso
es la oración. Deje que Jesús restaures su autocontrol.
4. Siempre diga estas dos importantes palabras: “Te perdono”. Decir que todo está bien
es tanto como decir una mentira y un insulto. Hasta que la cruz de Cristo limpie, no
hay ningún “Todo está bien”, no importa lo que pensemos o sintamos.
La familia bíblica sólo prospera donde existe una comprensión de las necesidades del
espíritu y del alma y cuando hay el deseo de edificarla de acuerdo con la Palabra de
Dios.
Dios ha colocado a los padres en una posición tal, que puede darle a El acceso, o
impedir Su gracia para la familia. la bendición de un padre dirige el fluir de la
generosidad divina, atrayendo el favor de Dios sobre una persona.
1. A través de los genes heredamos tanto la salud corporal como la tendencia hacía el
buen carácter.
2. Recibimos bendición por un deseo físico de llegar a sentirnos muy bien.
3. Por la ley de sembrar y cosechar, el hombre no sólo cosecha de lo sembrado en su
vida, sino los hijos de sus hijos también cosecharán de esta siembra.
Los padres pueden ser una bendición o una maldición; ellos deben orar para encontrar la
dirección de Dios, y así poder bendecir específica y proféticamente a sus hijos.
Aun cuando Satanás tiene sus implementos de guerra estropeados él se niega a ceder.
Tenaz mente retiene su terreno, manteniendo su diabólica empuñadura sobre alguna
“fortaleza” dentro de los hijos o hijas en un hogar. 2 Corintios 10:4,5. 1 Pedro 5:8,9.
Otras referencias: Hebreos 2:14; Romanos 8:37; Juan 8:32; Santiago 4:7; Efesios 6: 10-
13.
Dios pone una especial protección alrededor de las familias, en respuesta a la acción de
un padre, cuando cumple fielmente las funciones específicas.
1. Desarrolle como primera prioridad el vivir una vida tal, como para llevar gloria a
Dios y estar fuera de la censura de los hombres y de la acusación de Satanás. Mateo
6:33. 2 Timoteo 2:4.
2. Desarrolle aquellas características que se necesitan en la vida de un padre, para
establecer la “cerca de protección” Job 1-10.
3. ¿Qué hará que la “cerca” sea inefectiva? ¡Nuevo pecado! Números 14:18. Otras
referencias: Éxodo 20:5; 34:6,7; Deuteronomio 5:9.
4. Pasos para hacer efectiva esta “cerca” (Obediencia a Dios). Ezequiel 22:30.
5. Cómo restaurar a un miembro rebelde de la familia construyendo una “cerca de
espinas” a través de la oración. Oseas 2:5-7.
La Palabra de Dios nos dice que nuestros hijos son un regalo y una recompensa. Salmos
127:3-5. Otra referencia: Éxodo 13:2. El proceso de levantar hijos es actualmente un
ejercicio de fe, y cuando encomendamos nuestros hijos a Dios sabemos que El los
guardará y cuidará.
La responsabilidad que tenemos ante Dios por la vida de nuestros hijos nos mantendrá
sobre nuestras rodillas en continua oración, y traerá profundo crecimiento espiritual en
nuestras vidas. Juan 17: 9, 15, 17.
Cuando consideramos a los hijos como una custodia sagrada del Señor y los enseñamos
y tratamos responsabilidad, entonces podemos confiar en que obtendremos finalmente
los mejores resultados.
Como padres debemos entender que nuestros hijos están observando la forma como
reaccionamos ante los hechos comunes y disciplinas de la vida diaria. Cuando nuestras
reacciones en situaciones difíciles son como las de Cristo, y los patrones de nuestro
diario caminar siguen la Palabra de Dios, estamos modelando el carácter de nuestros
hijos más que con cualquier otra cosa que digamos o enseñemos.
Necesitamos corregir a nuestros hijos en el amor de Dios, el cual trata con su naturaleza
rebelde y pecaminosa y forma en ellos un buen carácter. Distingamos entre
irresponsabilidad (inmadurez) y rebelión antes de aplicar disciplina. Nuestra obligación
es enseñar en áreas de irresponsabilidad y disciplinar en áreas de rebeldía. Debemos
instruir a nuestros hijos acerca de sus obligaciones y responsabilidades antes de
disciplinarlos. Los padres deben disciplinar de común acuerdo entre ellos.