Teoría de La Personalidad de Raymond Cattell

Teoría de la Personalidad de Raymond Cattell
Según este autor, la personalidad es aquello que permite predecir lo que alguien hará
en una situación dada, por lo tanto, su objetivo con el estudio de la personalidad era
poder anticipar comportamientos que pudieran presentarse en situaciones de estímulo
específicas. No hace referencia a una modificación de la personalidad, sino a estudiarla
de la forma en que es; todo esto con una explicación: sería imposible tratar de
transformarla sin conocer de forma previa lo que se debe cambiar. Schultz y Schultz
(2010) mencionan que Cattell se distingue por su manera de procesar los datos. Los
sometía al procedimiento estadístico del análisis factorial, el cual consiste en evaluar la
relación entre los pares posibles de medidas tomadas a un grupo de sujetos con el
propósito de detectar factores comunes. Cervone y Pervin (2009) argumentan que en un
típico estudio analítico factorial, un gran número de reactivos de evaluación son
administrados a muchos sujetos. Inevitablemente, algunos de estos reactivos están
efectivamente correlacionados uno con el otro, conceptualizando la correlación como un
número que sintetiza el grado al cual dos variables van juntas. Por lo tanto, si las dos
medidas mostraban una correlación elevada, Cattell concluía que median aspectos
similares o conexos de la personalidad. Así pues, se combinan dos conjuntos de datos
referentes a un individuo para obtener una sola dimensión –o factor– que describa la
información extraída de ambos conjuntos (Schultz y Schultz, 2010). Todos estos
factores, eran denominados rasgos, definidos por el mismo Cattell como tendencias
reactivas, relativamente permanentes, que son las unidades estructurales básicas de la
personalidad y que fueron clasificados en distintos sentidos:
Se encuentran los rasgos comunes y rasgos únicos; los primeros hacen referencia a
aquellos que todos poseen en cierta medida (por ejemplo, la extroversión), mientras que
los segundos se refieren a aquellos que solo algunos poseen y que nos distinguen como
individuos (por ejemplo, el gusto o interés hacia algo). Luego, se encuentran los rasgos
de capacidad, rasgos de temperamento y rasgos dinámicos; los primeros describen la
eficiencia y las habilidades existentes para lograr las metas propuestas, los segundos
hacen mención a la descripción del estilo general y tono emocional de la conducta en
relación al entorno, mientras que los terceros definen nuestras ambiciones e intereses,
siendo la “fuerza motora del comportamiento”. También, se encuentran los rasgos
superficiales, definidos por Schultz y Schultz (2010) como características de la
personalidad que se correlacionan, pero que no constituyen un factor porque no son
determinados por una sola fuente. Según los mismos autores, por otro lado, los rasgos
fuente son aquellos rasgos estables y permanentes que son los factores básicos de la
personalidad y se identifican mediante el análisis factorial. Estos mismos rasgos fuente
se clasifican en cuestión de su origen en rasgos de constitución o rasgos moldeados por
el entorno; el primero denota aquellos se producen en contextos biológicos, pero no
siempre son innatos, el segundo procede de las influencias del ambiente social y físico;
se trata de características y conductas aprendidas que imponen un patrón a la
personalidad.
Un ejemplo de personalidad construida a partir de los distintos tipos de rasgos

propuestos por Cattell sería un sujeto femenino de 22 años; esta persona considera que
hace amigos con mucha facilidad y se le hace fácil hablar en públicos grandes. Además,
relata que siente gusto por la botánica e historia desde que era una niña, coleccionando
libros en su biblioteca sobre ambos temas. Menciona que una de sus prioridades
principales es el obtener buenas calificaciones en la universidad (donde estudia
literatura), por lo que considera a su experiencia como universitaria con una sola
palabra: perseverante; argumentando también que es dedicada al momento de perseguir
sus metas en cualquier ámbito, obteniendo nuevos conocimientos a partir de libros o
cursos prácticos en donde pueda adquirir nuevas destrezas. Señala que se considera una
persona asertiva y amable, y que suele reflexionar sobre sus acciones con frecuencia, sin
actuar desde el impulso en la mayoría de las veces; por lo tanto, los conflictos no son
algo que forme parte de su día a día. Su mayor interés está en la escritura, siendo esta
actividad la que más le motiva y esperando poder publicar un libro en algunos años,
relatándolo como su sueño más preciado y por el cual continúa educándose. Dice que, a
veces, el miedo irracional e inseguridad le nubla el pensamiento al considerar en ciertos
momentos que lo que escribe no podría ser considerado para formar parte de un libro, y
que no sabe si pudieran contratarle en un futuro, pero también relata que suele gestionar
bien este tipo de emociones y suele cambiar de pensamiento con facilidad, confiando en
la forma de expresión que más le gusta; las palabras. Si tuviera que describirse a sí
misma en pocas palabras sería; independiente, bondadosa, sociable, detallista, serena y
entusiasta, y distingue cada característica como algo que siempre ha sido. Por otro lado,
suele sufrir de insomnio debido a que se acostumbró a escribir durante la noche y gran
parte de la madrugada, una especie de rutina que mantiene desde hace dos años y que no
ha podido modificar. Sin embargo, para tratar de llevar una vida más saludable, empezó
a ir al gimnasio desde hace seis meses y decidió, por la influencia de sus compañeros y
todo lo que investigó por su cuenta, el hacer un cambio drástico en su alimentación al
empezar a seguir una dieta vegetariana.
Como identificación de cada uno de los rasgos, se tiene que:
1. Rasgos comunes: “considera que hace amigos con mucha facilidad y se le hace
fácil hablar en públicos grandes”; siendo la extroversión un rasgo de este tipo
debido a su presencia en todos los individuos en menor o mayor medida.
2. Rasgos únicos: “relata que siente gusto por la botánica e historia desde que era
una niña”; representados como lo que nos distingue de cada individuo a través
del gusto o interés hacia algo.
3. Rasgos de capacidad: “argumentando también que es dedicada al momento de
perseguir sus metas en cualquier ámbito, obteniendo nuevos conocimientos a
partir de libros o cursos prácticos en donde pueda adquirir nuevas destrezas”;
haciendo referencia a la eficiencia existente para cumplir las metas propuestas.
4. Rasgos de temperamento: “se considera una persona asertiva y amable, y que
suele reflexionar sobre sus acciones con frecuencia, sin actuar desde el impulso
en la mayoría de las veces; por lo tanto, los conflictos no son algo que forme
parte de su día a día”; como descripción del estilo general y tono emocional de
la conducta en relación al entorno.
5. Rasgos dinámicos: “su mayor interés está en la escritura, siendo esta actividad la
que más le motiva y esperando poder publicar un libro en algunos años,
relatándolo como su sueño más preciado y por el cual continúa educándose”;
como descripción de sus intereses y motivaciones.
6. Rasgos superficiales: “a veces, el miedo irracional e inseguridad le nubla el
pensamiento al considerar en ciertos momentos que lo que escribe no podría ser
considerado para formar parte de un libro, y que no sabe si pudieran contratarle
en un futuro, pero también relata que suele gestionar bien este tipo de emociones
y suele cambiar de pensamiento con facilidad”; estos rasgos son formados a
partir de rasgos fuente, caracterizados por ser inestables y transitorios, debido a
que se fortalecen o debilitan en diversas situaciones y no derivan de una sola
fuente. Como ejemplo, Schultz y Schultz (2010) describen que varios elementos
de la conducta, como la ansiedad, la indecisión y el miedo irracional se
combinan para formar el rasgo superficial llamado neuroticismo, el cual no se
deriva de una sola fuente.
7. Rasgos fuente: “si tuviera que describirse a sí misma en pocas palabras sería;
independiente, bondadosa, sociable, detallista, serena y entusiasta, y distingue
cada característica como algo que siempre ha sido”; en este apartado, se
identifican seis rasgos fuente presentes en los dieciséis rasgos fuente
identificados por Cattell a través de sus estudios con el análisis factorial. Sin
embargo, es importante considerar la importancia de la última para identificarlos
de forma correcta, debido a que, según Schultz y Schultz (2010), cada uno de
estos rasgos da origen a algún aspecto de la conducta. Son factores individuales
que se obtienen con el análisis factorial y que, combinados, explican los rasgos
superficiales.
8. Rasgos de constitución: “suele sufrir de insomnio debido a que se acostumbró a
escribir durante la noche y gran parte de la madrugada, una especie de rutina que
mantiene desde hace dos años y que no ha podido modificar”; denota aquellos se
producen en contextos biológicos, pero no siempre son innatos. Dependen de
nuestras características fisiológicas.
9. Rasgos moldeados por el entorno: “para tratar de llevar una vida más saludable,
empezó a ir al gimnasio desde hace seis meses y decidió, por la influencia de sus
compañeros y todo lo que investigó por su cuenta, el hacer un cambio drástico
en su alimentación al empezar a seguir una dieta vegetariana”; estos rasgos se
caracterizan por proceder de las influencias del ambiente social y físico. Se
aprenden por medio de la interacción.

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Un ejemplo de personalidad construida a partir de los distintos tipos de rasgos

Como identificación de cada uno de los rasgos, se tiene que:

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