Poesia Hispanoamericana S. XX
Poesia Hispanoamericana S. XX
Poesia Hispanoamericana S. XX
1953 .. 1956
ELLOS
.
------~- C'.,~c,· . ~-------
POEMAS DE OTROS
como víveres1973-1974 si te quiero es porque sos
Canciones de amor ay desamor
q~e buscan su hambre mi amor mi cómplice y todo
mIran y miran y en la calle codo a codo
y apagan mi jornada somos mucho más que dos
las paredes se van y por tu rostro sincero
queda la noche y tu paso vagabundo
las nostalgias se van y tu llanto por el mundo
no queda nada porque sos pueblo te quiero
ya mi rostro de vos y porque amor no es aureola
cierra los ojos ni cándida moraleja
y es una soledad y porque somos pareja
tan desolada. que sabe que no está sola
te quiero en mi paraíso
es decir que en mi país
la gente viva feliz
TE QUIERO aunque no tenga permiso
320
ROBERTO FERNANDEZ RETAMAR
Cuba, 1930
,
poeSla
reunida
1948-1965
223 12
BOLSILlBROS UNION ®
-
210 ROBERTO FERNANDEZ RETAMAR POEslA REUNIDA.
1
EPITAFIO
Muchas son las palabras
llt los héro~s caldo,. t'n h, Cfénaga. d~ Zapata
Del idioma:
Palabras grandes
Como animales, raras
Abandonando el sembradío o el beso A veces, y olras
O el monte del oscuro carbón, Pequeñas
Avanzamos sobre los invasores que armara y oscw'as,
[el extranjero. Hechas de piedra
Defendimos con nuestros pechos trabajadores y noche.
No sólo este territorio mitad tierra mitad agua, Pero no son
Sino Ja isla toda, y más allá de sus costas Muchas
El inmenso mundo que confiaba en nos otro;; Las palabras
-Hasta caer, agujereadas las camisas azules y Que necesitamos
[verdes. Para decir las cosas
Sin las cuale3
Viajero: ve a decir a nuestros hermanos vivos N o podríamos
Que aquí sigue flameando la bandera de Cuba Vivir.
y da sombra a la fértil cosecha de nuestros huesos. Para pedir un vaso
De agua,
Para llamar
A la madre,
Para amar.
2
¿Cuántas palabras
Necesitas
212 ROBERTO FERNANDEZ RETAMAR POEsíA REUNIDA 213
Para enamorar?
Apenas la palabra
Querer, la palabra
Flor,
La palabra CASABLANCA
Que al fin
No vas Su corazón es un parque de sombras suaves
A encontrar.
En cuyo torno vuelan antiguos los balcones
Que entre el hierro cantado y el giro de las aves
3 A los ojos les hacen creerse corazones.
Antes de ser,
El barco la corteja como a ciudad lejana.
Un poema Está al borde del agua y comienza en los muelles
Es
De manera mordida su lenta caravana
Una hoja blanca Hasta precipitarse detrás de las estrellas.
y un montón de memorias,
Una hoja blanca Es el lugar escogido por el amor:
y el corazón entusiasmado,
Ruinas abandonadas y trenes al partir,
Una hoja blanca Un perro solitario, algún árbol en flor,
y más deseos de vivir,
y una palabra y otra que se vuelve a decir.
Una hoja blanca
y el pueblo cantando en las calles,
Una hoja, blanca,
y el trueno de la Revolución.
2l.¡
pou.Í.\ REUNIDA 215
e
EDITORIAL LETRAS CUBANAS, LA HABANA, CUBA
pero veo AMO A MI AMO
«los galeotes dramáticos»
el corsario sombrío '
con su arco de napalm
en el fondo del golfo.
,1
Cimarrón en la noche estamos en las aguas 11
azules y encuentras nuevas islas 1
nuevos seres 1
112 113
y la seda del tiempo hecha trizas. MUJER NEGRA
Oyendo hablar a los viejos guardieros, supe
que ml amor
da latigazos en las calderas del ingenio,
como si fueran un infierno, el de aquel Señor Dios
de quien me hablaba sin cesar.
¿Qué me dirá?
¿Por qué vivo en la morada ideal para un murciélago?
¿Por qué le sirvo?
¿Adónde va en su espléndido coche
tirado por caballos más felices que yo? Todavía huelo la espuma del mar que me hicieron atravesar.
Mi amor es como la maleza que cubre la dotación, La noche, no puedo recor~arla.
única posesión inexpugnable mía. Ni el mismo océano podrta recordarla... ,
Pero no olvido al primer alcatraz qu~ dlvlse. .
Maldigo Altas las nubes, como inocentes testigos ?reser:clal~~.
¡~
Acas~ no he olvidado ni mi costa perdlda, n1 ml engua
esta bata de muselina que me ha impuesto; , ancestral.
estos encajes vanos que despiadado me endilgó; Me dejaron aquí y aquí he vivid~.
estos quehaceres para mí en el atardecer sin girasoles; y porque trabajé como una bestia,
esta lengua abigarradamente hostil que no mastico; aquí volví a nacer. .
estos senos de piedra que no pueden siquiera amamantarlo; A cuanta epopeya mandinga intenté recurrtr.
este vientre rajado por su látigo inmemorial;
este maldito corazón.
Me rebelé.
Amo a mi amo pero todas las noches,
Su Merced me compró en una plaza. ,
cuando atravieso la vereda florida hacia el cañaveral donde a
Bordé la casaca de Su Merced y un hijo macho le pan.
hurtadillas hemos hecho el amor,
me veo cuchillo en mano, desollándolo como a una res sin Mi hijo no tuvo nombre. d' l'
culpa. Y Su Merced, murió a manos de un impecable 101< mg es.
i
Por casa tuve un barracón. Nuestras la magia y la quimera.
Yo misma traje piedras para edificarlo, Iguales míos, aquí los veo bailar .
pero canté al natural compás de los pájaros nacionales. alrededor del árbol que plantamos para el comulllsmo.
Su pródiga madera ya resuena.
Me sublevé.
Me fui al monte.
bajé de la Sierra
116 117
1
1
VOLUMEN CCXCI DE LA COLECCI6 N VISOR DE POEsíA
1a edición,
2a edición,
1992
1995
EL OJO DE
3" edición,
4" edición,
1997
1998
LA MUJER
© Gioconda Bclli
© VISOR LIBROS
Isaac Peral, 18 - 28015 Madrid
ISBN: 84-7522-291-9
Depósito Legal: M-45.007-1998
Impreso en España - Printcd in Spain
Gráficas Muriel. e/ Buigas, s/n. Getafe (Madrid)
y DIOS ME HIZO MUJER
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SOY LLENA DE GOZO ESTOY DESEANDO
1\'
"\ 39
TENGO MATERNIDAD 11
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:d que quiero sin ver
y conozco sin conocer,
;mtriéndote y esperando
FETO
el momento de nuestra cita.
Tú
pequeño ser,
estás creciendo dentro de mí
dándome una nueva dimensión.
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