1959 Lourdes Díaz-Trechuelo - Arquitectura Española en Filipinas (1565-1800) Ok

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ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS


(1565-1800)
LA
PUBLICACIONES DE
OS
DIOS HISPANO-AMERICAN
ESCUELA DE ESTU
DE SEVILLA

CXVII
(N.º general)

as en esto s tra­
y opiniones con tenid
Las no ticias, asertos e sus auto­
va respon sabilidád d
bajos son de la exclusi eri cano s s6lo
udios His pano -Am
res. L., Escuela de Est es .
tífic o d e sus publicacion
cie n
responde del interés
MARIA LOURDES DIAZ-TRECHUELO SPINOLA

ARQUITECTURA ESPAÑOLA
EN FtLIPIN AS
(1565-1800)

Premio Luis Vives (1955) del C. S. l. C.

Prólogo del
ExcMo. SR. DR. D. DrnGo ANGULO IÑIGUEZ
Catedr.itico de la Universidad de Madrid,
de la Real Academia de la Historia

...

SEVILLA
1959

...
ECHOS
RESERVADOS LOS DER

EVYLLA.
G. E. H. A.-Afonso XII, 12.-S
A mis padres
PRÓLOGO

El libro, para el que_su autora me pide unas líne(l)S de presentaci6n,


-es un nuevo testimonio, y de primera calidad, de lo que venimos presen•
ciando los que_ conocemos nuestra Universidad desde antes de 1920:
1-ln testimonio del progresivo mejoramiento del nivel científico de las
tesis doctoraleJi e,spaffolas, porque el bello volitm.en que el lector tiene
-en sus manos es esencialmente eso, la tesis presentada en la Universidad
de Madrid pata obtener el título de Doctor en su Facultad de filosofía
y Letras. No sé si esta importante mejora de nuestras "tesis es común !l
todas las Facultades, pero puedo atestiguar, con mi cerca de medio siglo
de vida universitaria, que e-ni la de Filosofía y Letras, y 'f:Oncretamente
en su sección de Historia, esa elevación d.e nivel ha sido verda.deramente
notable.
Ante un libro tan ex-celente como éste, debido a un antiguo alumno
de la Universida,d de Sevilla y elabora.do en Sevilla con la rica docu•
mentación del Archivo de Indias, no puede por menos de evocar quien
es,to e�mbe el panorama na.da alentador que cintes de los años 1930 se
ofrecía al estudiante sevillano que deseoha contribuir a la taréa de con·
tiniuar y de rehacer la historia de A-m.érica y d.e Filipinas, empresa a la
que con razón se creía, y debe continuar creyéndose, especialmente obli•
ga,do por disfrutar del extraordinario privilegio de tener el Archivo
de Indias tan cerca de si. Sin profesores fornur/!os en la investigación
que les guiasen, sal-vo en algún caso excepcional, sin bibUoteca a�ca-
VIII P RÓLOGO

informaci6n completar
nista que les ofre ciese garantías suficientes, d e ble,.
e d er inv e stigación alguna. La obra lauda
era a v enturadísim o en-v.p,r n
r átedras de, las div e r.m!J
inici<ula hace una treintena de añ os, de dotar c
ia d e Amé ric a , cá te d ras que ha n pe rmitido
e specialidades de la Histor
rofe.!:.o res, a la labor investigadora,.
la dedicación exclusiva de varios p
actual Escuela de Estudios Hispa­
y la formación de la Biblioteca de la
produciendo los fnutos que todos
noamericanos, h a ce y a añ os que viene
ión de los universitarios, e spa ­
deseábamos y esperábamos. La contribuc
ria de Aniérica es muy otra que
ñ oles a/, niejor con)Ocimiento de la Hist o
orta nte y alecci onador de lo qutr
la d.e hace treinfü años. Ello es conf
tras actividades intelect uales, si
p odría hacerse en otros campos de nues
cen.
se pusiera en ello el empeño que m.er.e
ndon ados en nue stros
Preci-samu:nte uno de los sectores más aba
e las Islas Filipinas. Por eso no­
estudio s de las antiguas, Indias era el d
la Srta. Díaz-Trechuelo Jwya
p odemo s por menos d� felicitarn os de que
de la vieja Monarquía Española,
fijad o stt mirada en ese lejano florón dar
os y del ago.tamiento que el ro
donde p·or fuerz a d, los acontecimie nt l cat a­
eng ua agoniza, y víctima d e
de los tie mpos trae consigo, nuestra l o s.
oS\ de los, v enerables edifici
clism o de la última guerra mundial, much tal o pMc i a lm e nte­
i frueron t o
conS1truído s por lo s sucesores d.e Legazp
q la au t ora tiene en el telar un nueVO'
arruinados. C omo me consta ue
, creo que pod emos salud ar en
trab aj o importante sobre tema filipin o
ella a nuest ro futuro espec
ialista en es,te necesario y abando�ado capí­
e s. Por mi parte de seo fer
­
tufo de his.toria de las, viejas Indias O ri ntal
e
acompañ an cuantos se han
viente mente , y en ese des.e. o creo que me
o cupado de América y Filipinas
, que persista en el estudio de la Historia
indudable éxito que espera a esti;
d e aquellas Is,las,, y confí o en que e l
in o emp,rendido.
lib,ro le animará para continuar en e l cam
comerci o e spaño l ultramari
nc,
.Como en los otros puertos claves de l
na de Indias-, la arquitectura
-piéns,,ese en La Habana y en Cartage nes, err
o militar. Las f<irtificacio
tiene en Manila un impm-tante ca.pf,l).ul
libro. En ella son estudiadqs, con la
efecto, ocupan buena p arte de este
proyectados y las obras ejecuta--_
mayor minucios-idad los varios planes.
soberanía español a. L a parte g,rá­
das p ara defensa de la ciudad bajo la
l de n()ticia,si es t ambién de vabJr
fica que ilwtra ese inestimable cauda repertorio de
oduce el riquísimo
-excepcional, pues no en vano se repr
P R Ó L O G O IX

planos de las fortificaciones. de Filipinas conservados, no s6lo en el


Archivo de Indias, sin·o en otros españoles.. El esttuáio de las defe'l'VS(J¡S
1

de Mamila, Cavite y de las restantes plazas significa un paso capit<Ñ, en


el cónocimiento de nuestra arquitectura militar ultramarina, que ya se
había enriquecido considerablemente hace wcos años, con los trabajos
decisivos de D. Enrique Marco Dorta y de D. José A. Calderón, alum­
nos entonces y catedráticos hoy de la Universidad de Sevilla, sobre
Cartagena d.e Indias y sobre Méjicó.
Pero el espléndido repertorio gráfico de las defen:.as filipinas,
tiene ademáls valor de primer orden para l,a hist'<Jria de la ciudad de
Manila. Pasando kJS láminas que ilu.11tran eS;ta ob.ra podrá ver el lector
c6mo crece y se transforma la ciudad, y cómo se forman pctMl.atinamentl!
sus barrios, es decir, podrá contemplar la historia urbana de Manila,
de.E.de el púino de Fray Ignacio Muñoz de 167 I hasta f.os de fines del
sriglo XVIII. Las ciudades fundadas por los españoles, no sólo pueden
casi siempre enorgullecerse de poseer acta de nacimiento conocida y ex­
tendida con todas las formalidades legales, sino que cuando son al mis­
mo tiempo puer.tos importantes en el conwrcio de Indias, en compensa­
ción del continuo es,tado de alerta y ·de zozobra en que vivieron, d�po­
nien koy de toda una ·se,:ie de planos, verdaderas actas de crecimiento,
poco frecuentes en las poblaciones del interior. De ello da buena fe el
bello álbum que el le.ctor tiene en sus manos.
En -cuanto a la arquitectura religiosa, quien esto escribe dio no.ticia
hace ya bastantes años de los platio.11 entonces aparecidos en el Archivo
de Indias y de las expedientes que los acompañan. Pero la Sr.ta. Díaz-,
Trechuelo, gracias a su investigación sistemática de los fondos del Ar­
chivo donde podían encontrarse datos de interés monumental, ofrece
ahora el m.á,s rico 1'epertorio de noticias de esta índole, repertorio a qtue
tendrán necesariamente que acudir en el futuro cuantos se ocupen de
la aquitectura filipina.
En .suma, el lector tiene en sus manos una obra excelente construída
con el más acendrado sentido de la responsabilidad científica y con ma­
teriales de primera mano e,ristentes en el Archivo de Indias, en el de
Simancas y en el Archivo Histórico Milifar. La naturaleza de esas
fuentes le otorgan el rango de obra básica indispensable para quien haya
de dedicarse en el fu.furo a la hi-storia artfstica de, la actual República
P RÓL OG O
X ,,
de Manila. Y, terminaré mamfes­
Filipina y a la historia de la ciudad
a conocer de visu esas ciudad.es
tando mi deseo de que la autora, pued
ha aportado no.ticias tan intere­
y esos monumentos para cuya historia
ncia. Tooto a la joven República
santes y tan de primordial, importa
inos culturales de la antigua me­
Filipina, como a quienes rigen los desi
esa visita que contribuirá m:u.v
tropoli, cumple y conviene ·posibilitar
de la riqueza monumental del her-
eficazmente al mejor conocimiento
moso país hermano.
DI'EGO ANGULO lÑIGUEZ
INTRODUCCIÓN

El Archipiélago filipino, situado frente a las co.r.tas de China, entre


Japón y las Malucas, se hallaba .en la Edad Moderna en posición privi­
legi.ada para centralizar el tráfico oriental,. Por eso, cuando España
renunció a sus derechos iobre estas islas, la atención de la Corona se
fijó en las Filipinas,'· cuya colonización se debió desde el primer mo·
mento a la iniciativa oficial.
La población española no fu.e nunca muy numerosa al,lí, y la orga·
nización económica determinó que viviese en su mayoría concentrada
en Manila, nudo del comercio con China y Japón y p,unto de partida
de la línea de navegación de la nao de Acapulco, que durante cerca de
doscientos años fue el único lazo de unión entre Filipinas y España, a
través de Méjico.
Sin duda, el factor "posición" ha hech0 que el Archipiélago quede
1

al margen del campo de estudio de los americanistas, pero es notorio


que, si •bien geográficamente las Islas Filipinas no son tierras de Amé·
,:ica, desde el punto de vista his,tórico se hallan .dentro deL conjunto que
constituye el mundo hispánico, y la historia del arte español en el Archi­
piélago es un capítulo, que u.un no se ha escrito, de la historia del arte his­
panoamericano. Por .eso, ha dicho con razón Pal, Kelemen, en su obra
Baroque and Rococo in Latin A:merica, que "la arquitectura colonial
española en Filipinas ha sido poco fotog.rafiada y todavía menos e..sltu·
diada/'. Nosotros hemos intentado dar un primer paso en tal estudio,
INTR OD UCCIÓN
XII
cias de pri­
un c onjunto de noti
reuniendo y sistematizando en esta obra riquísima docu·
de varios años s obre la
m era m ano, obtenidas con trabajo Sevilla, que con.s·
ivo Gene ral de Indias de
menta,ci6n e.xistetJ,te en el Arch paciente, com o la del cantero
su bas e f u nda m ental. Lab or dura y
tit uy e, que, uno a
ara labra rla en bloques
arr anc a a la pi edra sus entrañas, p
que ia de. Fili­
ha sido la nuestra. La Audienc
-uno, formarán el edificio; tal a d e siAI" fondos,
rtantes, por la abundanci
pinas es una de las m.lÍ-1" impo d e Indias.
yen la Sección V del Archivo
rntre las diversas que constitu sado detenfdam.ente •casi la
sús mil s e t en t a y dos legajo s hemos revi
De el Cabild o
Gobernadores y Audiencia, d
tot alida d; correspondencia de i on e s d e m.ér itos:
s oficiales r eal es, informac
Secular de Manila, y de lo aciones,
s, y .losi legajos titulados "for ific t
y servicios, cartas y e.x-pedicnite incidencias", en los q
ue
ch s de g ue rra , si tuados de tropa y sus
pert o to
uitectwra mi"litar. Es
re
en en am pl ias n ot ic ias r e 7ativas a la arq
se conti s examinado
cular; en el eclesiástico, hemo
p or lo que respecta al ramo se encia de los. arzobis
pos d e
s l gaj os q ue co n tienen la corr espond
todos lo e s, así c om o
eva Segovia y Nu eva Cácere
Manila y obispos d,e Cebrú, Nu ndante venero de noti·
l Ca bild o Ec les iás tic o de JJanila, ab u
las car ,tas de tas y e.xpe­
la catedral, y también UJ,S car
ci as rel.ativas a la historia de ipi nas, en las
cas y de los, misioweros de Fil
dientes de pers onas eclesiásti la arquitectura conventual.
lam o s alg u no s dat os de interés. s obre
que hal
chipiélago es muy
abundante; basta
La bibliografía sobre el Ar el Aparato
pertorios, a ella dedicados, c mo
o
n,cordar el volumen de los re e mbargo , las noticias
tal de Vindel. Sin
ac R etana, o la Bibliot��a Oriennv e enc uentran dispe
rsas en
e l te ma de n ue s t ra i estigación s
que sobr e
escasas.
ella, son bas tante
-Suce·
clesiás'ticos, hay uno cuya obra
Entre los historiadores no e fu ente de
Isl s Fil ipi nas -- constituye una importantísirna
.sos de lais a
la f echa t emprana de s u
llegada -Manila
primera rna n o , n o sól o p o r
las circunstan•
cuarto de siglo-, sino por
apenas ,contab a entonces un e su detallada descri
pción
nal e s de l au to · r . An tonio d e. Morga, n
cias pe rso de lo que debía
s da una impresi{m directa
d e la ciudad de Manila, no XVI.
o a fines. del $Í{¡lo
.ser la capital del Archipiélag
o po r las crónicas
o·bras es el form ad
Un imp ortantísimo grupo de on en Filipinas su minis-
d Or d e n es rel ig i Ósas que ejercier
e his!or ias e
INTROD UCCIÓN XIII

terio apos.tólico, y entre ellas de,s,tacan algunas por la abundancia de


noticia.9 relativas a. monumentos arquitectónicos.
Los agustinos, primeros religiosos que er,,1.prenáieron la conquista
.espiritual, de Filipinas, cuentan con una obra capi.tal, la del pa,dre Gas'.par
ae San Agustín, aparecida en Madrid en 1698, que aporta dato-s muy
interesan.tes sobre el convento de su Orden en M·anila, sobre la funda·
ci6n de la ciudad del Santí..simo Nombre de Jesús y sobre otras muchas
cuestiones de importancia.
Muy notable e� la Historia de la Provincia del Santo Rosario, de
Filipinas, Japón y China, del Sagrado Orden de Predicadores, comen­
.zada por el padre Aduarte y continuada P'or Baltasar de Sania Cruz,
cuyo prim..er tomo se publicó en Manila en 1640 y el segundo en Zara­
goza .en 1693. Esta obra, como es lógico, contiene principalmente datos
Yelativos a las iglesias y conventos de los dominicos, y de modo especial
al de Santo Domingo, de Manila.
En la bibliografía de la Orden de Predicadores figura también la,
cbra de Ferrando Historia de los Padres Dominicos en las Islas Fili­
pinas, imyesa en Madrid en 1870"72, y que si bien en la parte referente
a los siglos XVI y X'VII se limita a reco,ger las noticías de Aduarte
y Santa .Cruz, a,porta datos de in'terés para el siglo XVIII.
Entre los historiadores jesuitM hay que mencionar en primer lugar
al padre Quirino, autor de una Relación de las Islas Filipinas fechada
.en 1604. Este padre llegó al Archipiélago e_n 1590 con el gobernador
Gómez Pérez Dasrnariñas, y convivió con el arquitecto padre Antonio
Sedeño, sobre el que da noticias, de interés. Su obra con&tituye una
juen.te de primera categoría, am,pliamente utilizada por el padre Fran•
cisco Colín en su Labor Evangéliica, que., como el autor dice en el misl,no
título, está sacada de los manuscritos del anterior. Esta historia, publi­
cada en 166J, aporta datos originales para la época posterior a la del
padre Quirino.
A mediados del siglo XVIII aparece la Historia de la Provincia
de Filipinas de la Compañía d� JesÚIS, debida a la pluma del padre Mu­
rillo Velarde, que abarca desde 1616 hasta 1746 y tiene un gran valor
para nuestro estudio porque suministra muchos datos sobre el arquitecto
XIV INTR ODUCCIÓN

jesuita pa¡J,re Campi6n, a quien se debe la iglesia del Colegio Máximo


de San Ignacio .en Manila, descrita con todo detalle por el autor.
La Historia General Sacro-profana, políti/:a y natural de las Islas
de Poniente, de l,a que es autor el padre Delgado, oonque no añade nada
o las noticias del ante_rior, tiene en cambio interés pará el conocimiento
de los materiales de construcci6n y especialmente de las madera$ que paira
ella se utilizaba,n en Filipinas, a cuyo estudio dedica gran extensión.
Mencionemos también la importante síntesi.51 del padre Pastells,
publicada conjuntamente con el monumental Catálogo de los documen­
tos relativos a las Islas Filipinas existentes ien el Archivo General de
Indias, iniciado por Torres Lanzas.
No hemos de alargar más es-te recorrio bibliográfico, pero es im­
d

posible omitir la obra de Maldonado d.e Puga, cronis.ta de la Orden de


San Juan de Dios, cuya Religiosa Hospitalidad resul,ta fuente impres­
cindible para el estudio arquitect6nico de la iglesia y hospital d� sus
hermanos en Manila; la ilustran dos hermosos grabados de la facha·
da e interior del templo, m'Uy valiosos dada la escasez ae documentos
gráficos de la época.
Finalmente, otra obra fundamental es, la Historia General de Filipi•
nas, en catorce volúmenes, publicada en Manila a fines del siglo XVIII
por fray Juan de la Concepci,6n, agustino recoleto, que recoge abundan•
tes noticias de interés para la historia de la arquitectwra en el Archi­
piélago.
Mucho dudamos antes de adoptar el plan seguido en la, exposici6n
ile los capítulos relativos a Manila. Nos proponíamos presentar su evo­
lución y desarrollo .urba,no en los dos siglos largos, que van desde su;.
fundaci6n hasta el año I8oo, y al propio tiempo hacer la historia d�
sus monumentos. Para lograr el prrimer objetivo, tal vez hubiera s..idO'
mejor seguir un plan es.trictamente cronológico y estudiar dentro d�
cada e.tapa la arquitectura militar, religiosa y civil. Pero, a nuestro fui­
cio, este método presentaba el inconveniente de hacer más difícil el
seguir la historia de cada edificio, porque obliga a ir pasando de un
capítulo a otro, espigando un trozo aquí y otro allá. Por esta ra.z6n
decidimos adop.tar una s.olución que intenta -el lector ver4 si lo con­
sigue- evitar lo.s, escollos señalados. En el capitulo primero se trata
INTRODUCCIÓN XV

de da-r una visión panorámica de la evolución de la ciudad desde su


orig.en, señalando las etapas fundanientales de su crecimiento, para
terminar con e1 esi,tudio de los arrabaleJ'., que tanta importancia tienen
en el cpnjunto urbano de Manila.
Si la vida de una ciudad es.tá siempre srujeta a vicisitudes y pasa
por e.tapas de apogeo y decadencia, en las que influyen causas diversas
de orden político, social o económico, la capi.tal de Filipinas viose además
combatida por factores geográficos adversos. Puede afirmarse que los
cuatro elementos se conjuraron contra ella: las abundantes lluvias del
país, unidas a la temp.eratura f>ropia de su latitud, contribuía,n, podero·
samente a la -rápida desitrucción de los edificios, qu.e apenas, construídos
ya necesitaban grandes reparos. Huracanes y terremoto� asolaron la
ciudad con repetido furor, y el fuego la des,truyó varias veces cuando,
recién nacida aún, se componia de casas y edificios de caña y nipa. Pero
frente a la naturaleza es,tá el hombre, qu.e, aunque impotente para evi-tar
las catástrofes, vuelve siempre con tesón a reparar los daños una y o.tra
vez y, aprovechando las experienéias adquiridas, va poco a poco creando
una arquitectura adaptada a las circunstancias de espaoo y tiempo.
El fuego y los temblores actúan en sentido contrario; el primero
impulsa la construcción de casas y edificios de piedra, mientras que los
segundo$ aconsejan la ,vuelta al tmpleo de materiales ligeros, que ofre­
cen menos peligro para su moradores. Entr.e estos dos e%tremos se
mueve la técnica arquitectónica, intentando encontrar la fórmula ideal,
que hará sitr_qir poco a poco nue·vas soluciones.
El primitivo plano de Manila es semejante al d.e otras. ciudades
fundadas por los españoles en el Nuevo Mundo: calles tiradas a cordel,
solares iguales que se reparten entre los pobladores, y plaza mayor
cuadrada, en la que se reserva ya el lugar que ocupará la futura cate­
dral. Pero aquí, por imperativo del emplazamiento, el perímetro adopt<i
la forma de un p'olígono irregular; hay un frente del río y otro de la
marina, que convergen en la punta avanzada que guarda la fuerza de
Santiago, en la desembocadura del Pásig, y hay luego un frente de
tierra que abraza a la ciudad desde la orilla izquierda del río has.ta
la bahía.
Por lo que se refiere a la arquitectura militar, la documentación
INTRODUCCIÓN
XVI

te seg m r con gran detalle


toda la historia de
.es tan copiosa qu e p er mi
era y la primera
de el fue rte de mad
f tif i,ca ci o n es, d e la ciudad, des Ve_ra ,
las or
pi d ra c onstruída en t ie
mpo de don Santiago de
fortale z d e e q dó
a
y ct o elaborado despu
és de la guerra de 1762 ue
hasta que e l pr o e
la falta di un
XV I y XV II se caracterizan por
t erminad o . L o s si gl o s de cada G o ber·
según el criteri o
nt ; las o bras se realizan ra
nj ruído en la eta anteri or pa
plan d e c o u o pa
n , e .9 raro v er demoler lo const ici d el
nad or, y o
más eficaces a j u o
p o t r as pi ezM de fort ificación
�usti.tuirlo or

mievo .Capitán G eneral. ños


C erpo d e ingenieros
militar es en los primero.!'. a
La cr ea ci ó n del u
esde entonces hay y a u11
ac ab ó c o n .e st a anarquía. D ero ,
d el siglo XVlll 1

b ras y de e la bora
r los, pro yectos ; p
igi r las o
técnico encargado •de
r
se limita n a l a s
di
eros militares n o
F l p inas, los ingeni
{; oncr e tán do n o s a i i
qu e su activi dad se e
xtiende también a la
tif caci ó n, s in o
de Ciscara hace
o�as de f or i
Así, p or eje mpl o, Juan
vil y r e l i gi osa .
arquitectura ci
bú y d irige la constru
cción de la capilla de
d l de C e
e M ani la .
la traza de la cate ra
de Santo Domingo, d
S ñ ora d e l R o sario, e n la iglesia
N uestra e
rq u itectu ra re lig io
sa, las fuentes, docu ­
Por lo qu" res,pe ct a a l a a
tedral,
m nt e abundantes e n
lo que se refiere a la ca
mentales son e s p e cial e d i f i cio de
g u i rse paso a, paso .
Desde el primitivo e

cuya hist oria p- u .e d e se


hay t oda una s ie de er
l cat edr al b arro ca del XVIII,
caña y nipa hasta a
uiera .
llegan a terminarse siq
catedrales que a veces no
nv entos que existían
.en el pequeño recinto
Entre el c onju nt o de c o
ido v icto ­
st ca el de San Ag
us,tín, únic o que ha resist
s, e a estra·
r sísmicos e incluso los
ni o d
d e intra u a
l f ue g o y a l os nwvimie ntos . !'. pa ñola.
ri osamente a
edujo a escombros
toda la ciudad e
gue rra , q u.e r Clara
gos de la última nt D omingo, San F
ra nc isco, Santa
l s de S a o
Estudiamos también o
es, tan pró.i-imo s
"que d e un o a
nv ent os , i gl esiM y hos¡,i,tal E�calona ,
y demás c o
ofi cios", com o
escrib ió Ru iz de
yr l o s d iui n os
ctro se pueden o glesias
eron casi t odo s i
q r odea ban a la ciuda.d tuvi
l s tuyeron un grav eligr p
L os arra b a e ue e o
i .s< d e pi edr a, qu e c onsti
y otros fuertes e dific o
studio.
o de nuestro e
la pl z a . Ell o s s on también o bj.et
par a a
de uria
ua d o al extremo
sigu u pue rt o, Cavite, sit
A la capital e s
tan c ia fue grande e
n el siglo X'V'lI
hía. S u i mp or
punta avanzada en la ba y e fe nsa " de M a
nila, pero en el
mo "ll a ve d
en que s.e le conside raba co
INTRODUCCIÓN xvn

siglo XVIII va perdiendo valor estratégico, hasta el p,unto de que en


I797 el Gobgrnador Aguilar escribe que resultaba perjudicial como
plaza e inútil para contribuir a la defensa de aquella ciudad.
Nos ocupamoJ. también de la a1'quitectura religiosa, única que, ade•
más de la militar, tuvo importancia .en Cavile durante la época que
J!studiamos.
Asimi::.mo, dedicamos un capítulo a las, ciudades que fueron elegí·
oas como sedes de las Diócesis Sit4ragáneas de Manila: Cebú, Nueva
Segovia y Nueva Các.eres. La isla de Ceb-ú fue la primera tierra filipina
en que desembarcó Legazpi, que fundó en ella la villa de San Miguel,
el 8 de mayo de 1565: es por tanto la más antigua del Archipiélago,
llamada después Ciudad del Santísimo Nombre de Jesús. Su catedral,
gran edificio de tres naves y dos torres, fue proyectada, como antes
dijimos, por Juan de Ciscara y, después de muchas vicisitudes, quedó
termÁnada al fin en los primeros años. del siglo Xi/X.
Finalmente, las fortificaciones de Mindanao, Calamianes y Visayas,
áerran éste estudio. Destaca entre ellas el presidio de Zamboanga, eri·
gido a principios del siglo XVII. Abandonado a la mitad de esta cen­
turia, ante la n.ecesidad de concentrar fuerzas en Manila, amenazada
de un ataque de piratas chinos, fue restablecido, después de laboriosas
ges.tiones, impulsadas por los jesuitas, a principios del siglo X.VIII.
Este y el de Taytay, en la isla de Paragúa, son los dos más im•
portantes del conjunto de fortificaciones, destinadas a contener las
incursiones de los piratas joloanos, mindanaosi, camucones y otros, que
nrrasaban las cos,tas de las islas meridionales y centrales del Archipié·
lago, pero ninguno de ellos tuvo la importancia y valor estratégico del
.de Zamboanga, "antemural de aquellas Islas, y el ter,:or dg_ toda �a
morisma".
La naturaleza de nuestro trabajo, realizado sobre base documental,
_y la escasez de testimonios, gráficos, no permite en la mayoría de los
1:asos hac.er un estudio estilístico de los monumentos. Sin embargo,
hemoJ. de señalar el hecho de que en Filipinas se halla ausente por com·
plelo el estilo gótico, cosa lógica, por la fecha tardía en que llegaron
allá los españoles; pero extraña, por otra parte, tratándose de un país
XVIII INTRODUCCIÓN

tan cMtigado por los seísmos, que no se siguiera el ejemplo de Lima,


que en pleno siglo X,V'JII reedifica su catedral con bóvedas de crucería.
El barroco español, nwdificaáo por influencias locales, es el que
se extendió por las Islas, pero así como .en Afmiérica existe el indigenis•
mo, en Filipinas no puede hablarse de esto, a nuestro juicio, porque los
natural.es no tenían un estilo propio; y es más, ni siquiera intervienen
conw artífice.9 en la construcción de los edificios hispanos. Todos los
nombres de maestros alarifes y canteros no españoles que aparecen en
loj documentos, son chinos, y es,ta creemos que es la principal influencia
que cabe señalar. El Dr. Angulo Iñiguez notó ya, acertadamente, e[
predominio de las torres octogonales en las iglesias de Manila, indicando
como posible explicación la influencia del Celeste Imperio. Para llegar
a conclusiones definitivas, es impre�cindible el estudio directo de los
monumentos, principalm.ente de las iglesias diseminadas por los pueblosy
ya que en Manila la guerra ha hecho desaparecer casi todos los edificios.
Por orta parte, es indudable que las influencias locales_, en lo que u
refiere a ornamentación y motivos decorativos, inspirados en l a flora
del país, han de ser más fuer.tes en el interior de las Islas que en la
capital, donde debió mantenerse más libre de ellas, el estilo español.
"Un estudio inicial de la gran cantidad de conS,trucciones coloniales
que .existieron en las onces islas importantes y en loS, cientos menos
importantes que constituyen el archipiélago filipino --volvemos a cifar
a Kelemen-, enriquecería notablemente la historia del arte".
Esperemos, añadimos nosotros, que est.e estudio se realice pronto,
y entre tanto, tenemos la satisfacción de haber llevado a cabo una parte
de la tarea, la que es,taba a nuestro alcance, aportando al estudio his·
tórico y do,cuni.ental del arte español en Filipinas esta obra que hoy
sale a la luz.

* * *
.Cuando cursaba el último año de la carrera, en la Facultad de
Filosofía y Letras de la Universidad Hispalense, tuve la fortuna de ser
alumna del profesor Marco Dor.ta, recién venido entonces de su primer
viaje por tierras de América, y· escuché sus explicaciones en la cátedra­
de Historia del Arte Hispanoamericano, de la que hoy es titular. El me-
INT.RODUCCIÓN XIX

propuso como tema para mi tesis de doctorado el que .es objeto de est-a
monografía, y me presentó al Dr. Angulo Iñiguez, s1t maestro, que ama·
blemente aceptó la dirección de mi .trabajo. Sus nombres son por tanto
Jos primeros que debo citar en justicia rindiéndoles gustoJ'(J,mente un
honienaje de agradecimiento.
El inteligente magisterio del Dr. Angulo Iñiguez supo encauzar
mi inexperiencia de principiante, tra.zándom.e el camino a seguir, y al
mismo tiempo sosteniéndonie en los momentos de desánimo, que no
faltaron. Hoy añade a Joda esta labor, qu-e sinceraniente agradezco, el
prólogo con que honra a este libro y a sru autora. Aumenta así mi deuda
ae gratitud ha,cia él, que con gusto reconozco aquí.
Leída este tesis en la Facultad de Filosofía y Letras de la Univer•
.sidad de Madrid, obtuvo la cali'ficaci6n de Sobresaliente y Premio
Extraordinario de Doctorado, y má,s- .tarde, el Consejo Superior de
Investigaciones C{entíficas la galardonó con el Premio Luis Vives, 1955.
Desde aquí quiero agradecer una vez más estas dos recompensas, que
me han semdo de es,tím,ulo en la tarea investigadora, que prosigo sin
descanso.
Diversas ,circunstancias retrasaron hasta hoy la aparición de la
obra, que sale a la luz editada por la Escuela de Estudios Hispanoame·
ricanos de Sevilla y por el Consejo Superior d.e Investigaciones Cientí·
ficas. Aquí he de hacer éons.tar mi profundo agradecimiento, al antiguo
Direclor de dicha Escuela Excmo. Sr. D. Vicent-e Rodríguez Casado,
y al actual, Dr. D. José Antonio Calderón Quijano, catedrático de la
Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Sevilla, que ha
puesto tal interés en ello, que sin ninguna exageración he de decir que
a él se debe su publicación, a pesar de las dificultades que presenta la.
edición de un trabajo de esta índole. Pero si sólo dijera esito, no quedaría
-reflejada toda la parte que en mi obra ha tenido el Dr. .Calderón Qui­
jano, antiguo compañero de carrera y siempre buen amigo, que en todo
momento me ayud6 con su consejo y estímulo y me facilitó gran parte
del material gráfico que ilustra el trabajo, obteniendo personalmente
1.a.s fotografías de muchos de los planos. que se reproducen. Por otra
parte, su valiosa obra Historia de las Fortificaiciones en Nueva España,
también editada por !.a Escuela de Estudios Hispanoaniericanos, me
Jia servido de orientación para loSi capítulos de arquitectura militar y
XX INTRODUCCIÓN

personal y viva de(


he tenido siemp,re a mi disposició n la experiencia
as obras suyas.
autor, especialista e n la materia a la qu e ha dedicado otr
me ayu­
En este grato recuento de personas que de un modo u otro
co d e U n iv ersidaá
daron , he de mencionar ahora al Rector Magnífi
la
dez Díaz, que de e mi,v sd
Hispalen;.e, Excmo. Sr. Dr. D. José Herná n
e s'er su alumn a, hasta e(
años de estudiante, en los que .tuve la suerte d
, h on rá ndome con su amistad
día de hoy, me ha distinguido siempre
correr de los días., y
nunca, desmentida, en cu antas ocasiones hubo al
, e n solemne ceremonia .
de cuyas ma nos recibrÍ l,aS, insignias del Doctorado
personas han coope ­
Quiero también dar las gracias a todas ,cuantas
o aqu í sus nombres.
rado a q ue este libro se haga realidad, citand
ecer al fürcmo. señor·
En el Servicio Histórico Militar he de agrad
ección de Ultramar, capitán.
Coronel Director, así como al Jefe de la S me­
oriador, las fácilidades que
don Jua n Manuel Zapatero, insigne his-t y do c u me n tal.
ográf ic a
dieron para trabajar en sus secciones cart
o. Sr. D. Julio Gui llé nr
En el Muse o Naval, a su Director Excm ertO'
eniente de navío d on R ob
Subdirector Rvdo. P. Vicente Vela, al t m a ble n¡,e nti;r
Sánchez que tan a
Barreiro ·y a la señorita Ana M.ª Vigó n
me han atendido siempre.
ra señorita. Matilde Lópe:r
En la Biblioteca de Pal acio, a su Directo
a miga, que facilitó mucho
Serrano, ilustre investigadora y estimad'a
da Gijó n, de cuya amabilidaá
mi labor, así como a la señorita Esm,eral
abusé tantas veces.
ctor don Ricardo MagdalenO'
En el Archivo de Simancas, a su Dire e(
llenaron de atenciones en
y a todo e l personal del mismo, qite me
an eficacia.
ti empo que pasé allí, ayudándome con gr
evilla, a su antiguo Directo

En el Archivo General de Indias de S r
p. d.) mi muy querido profes o
don Cristóbal B.ermúdez Plata (q. e. actual'
n y afecto, y al Director
cuyo recuerdo cons-er1.V) �on veneració tfr· , auxil iar
el personal facult a o
don Jo::é de la Peña y de la Cámara, con
y subalterno del mismo.
panoamericanos, a su Vi·
Por último, en la Escuela de Estudios His
de la Secció n de Publica­
cedirector, Dr. D. Antonio Muro Orejón, Jefe
Fra ncisco Morales Padró n ,,
ciones, y al Secretario de la misma, Dr. D.
INTRODUCCIÓN xxr

que ,con tanto interés y cariño han dirigi,do l� edición de esta obra, así
como al Dr. D. Octavio Gil Munilla, Secretario de la Escuela y Con­
sejero Delegado de la lmpren_ta de la E. E. H. A. y del C. S. l. C. Al Jefe
d.e la misma, don Maximino Gómez Mesas, con el personal a sus órdenes,
quiero agradecerles el esrm,ero y pulcritud de su trabajo.
En la parte gráfica del libro, también me han 'pres-tado su colabora­
ción muchas personas. Don Fernando Zóbel de Ayala, agregado cttl­
tural -de la Embajada de España en Manila, me envió desde allá un
valio:o conjunto de fotografías, por mediación de mi buena amiga
ia señorita Matilde Gullón Jalón. También para .ella, mi gratitud.
Mi maestro don Diego Angulo Iñiguez, me proporcionó varias
foto{lrafías de Manila que posee, como se indica en su lugar. Don
Pedro Ortiz Armengol me autorizó amablemente para reproducir algu­
nas ilustraciones de su inr,por.tante obra Intramuros de Manila, y me
jacilitó la fotocopia del origi,nal de la vista panorámica de ésta, por
Fernández de Rojas, que se reproduce a gran tamaño, así como la foto­
grafía de la iglesia de San Francisco (fig. I33). La señorita Pilar
Sarasqueta, me énvió desde Manila varias fotografías de la iglesria de
los agus,tinos calzados, y mi buena amiga la señorita Joaquina Pérez
Alonso, me proporcionó la reproducción fotográfica del retrato de
Antonio de Morga. A don Guillermo Lohmann Villena debo la ilus,tra­
ción que se reproduce en la fig. IOJ.
Por último, el Laboratorio de Arte de_ la Universidad de Sevilla ,.
y la Cátedra de Historia de América y de la Colonización Espafiol:.t,.
de la Facultad de Filosofía y Letras pusieron a mi dis.posición la casi
totalidad de las fotografías de planos del Archivo de Indias, y del Ser­
vicio Histórico militar. z

1 Al Laboratorio de Arte debo las fotografías correspondientes a las figuras 4, 6, 1 1,


12, 14, 24, 26, 35, 43, 44, 46, 74, 75, 78, 85, 89, 96, 104 a 112, 147, 148, 155, 156, 159,
170 y 175. La Cátedra de Historia de América r de la Colonización Española, de la Fa­
cultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Sevilla, me facilitó las correspondientes.
a las figuras 16, 19 a 22, 26 bis a 32, 36 a 42, 45, 47 a 71, 73, 76, 77, 79 a 94, 86, 87, 88, 90·,
91, 93, 94, 95, 97 a 100, 120, 121, 134, 152, 153, 154, 160 a 168, 176, 177, 181, 1.&2, 1tl3
Y 184.
Lag fotografías obtenidas en Sevilla se deben a don Rafael Salas, Pbro. (q. e. p. d.),
a don Macario Valpuesa y al Dr. Calderón, como ya dije. En Madrid, a éste¡ y a don
Tomás Magallón y don Angel Castellanos. Las reproducciones han sido hecha,, por Foto­
grabados Caballero, así eomo la sobrecubierta, cuyo dibujo es original de don José de­
la Rosa.

,.
INDICE GENERAL

VII
PROLOGO . . • . . XI
INTRODUCCION . . • XXIII
INDICE GENERAL . • XXIX
INDICE DE FIGURAS

EVOLUCION URBANA DE MANILA DESDE SU FUNDACION HASTA


FINES DEL SIGLO XVIII . . . • . • . . . 1
Llegada de los españoles . . . . . . . . . . . . . 3
Fundación de la. ciudad. Su nombre y escudo de armas . • 5
Los primeros af10s de Manila. El ataque de Li-Ma-Hong . 7
Manlla1 después del ataque: dos incendios . 10
Manila en la primera mitad del siglo XVII 14
Manila en 1671 . • . . • 17
• Manila en el siglo XVIlI . . . . . . . 19
Los alrededores de Manila . • . . . . 22
Arrabales que rodean el frente de tierra. El Parián de los Sangleyes . 23
Otros arrabales del frente de tierra. El hospital de San Lázaro . 26
San Juan de Bagumba.yán . • . . . 27
La iglesia de Santiago . . . . . . • • . . • • • 29
La ermita de Nuestra Señora. de Guia . . . • . . . 31
La oirilla derecha. del Pásig, Binondo Bay-Bay, Tondo • 32
La alca.iceria de San Fernando . . . . . . . . 35

II
IFICACION DE LA CIUDAD
ARQUITECTURA MILITAR. LA FORT . . • . 37
• • . • • • . • .
HASTA 1700 . • . • • 39
. • . • . .
La fuerza de Nuestra Señora de Guia
do¡ Turrian0¡ el primer ingeniero
Manila., cercada de Muralla. ¿Fue Leonar 44
. .
que pasó a. Filipilll.a.s? . . • . . . 47
stico asedio" de Manil a .
Comienza el "domé 48
Aparece el peligro holandés . . . . 52
Manila
Otras expediciones holandesas contra 34
Nuevos preparativos de defensa . •
:ÍNDICE GENERAL
XXIV

ú'T
.
nda mitad del siglo XVII 60
orti fica ción de Manila en la segu .
La f
seng y la defensa
de M anila 64·
La amenaza de K,o siglo . . . . . . .
ació n hast a¡ fi nes de
La for tific
III
6T
FILIPINAS . 69
ILITARES EN
INGENIEROS M I.ngenieros 70
uerpo de
Creación del C ami rez 73,
y R
Juan de Ciscara 76-
y Andrade .
Tomás de castro ez . . .
81.
Góm
• Miguel Antonio uez y Trujillo 84'.
Feliciano Márq 88-
y Burke . .
Dionisio O'Kelly 8�
es de O'Kelly
Los colaborador 91.
y Pared
José Belestá 93,
San z . .
Tomás
. .
Gregorio Clavero
IV

EL NUEVO PR
M ANI L A HASTA 1762, Y . . . . . 95·
CION DE . . .
LA FORTIF ICA . . . . . . ividad, 9'T
. . . . . . eva etapa de act
YECTO . . . an do Val dés T am ón . Nu
de A ran dia. lOZ
don Fern y de don Ped ro
El Gobierno de Obi spo de Nueva Segovia Br etañ a .
104
del Gra n
• Los gobiernos y la guerra co
n la lO'T
acto de Familia . . . . . .
. . 111.
· El Tercer P a la ciudad . . .
ciu dad
ataq ue en la
• El sitio y sal to y saqueo 11Z-
reú ne 1� Jun ta de Gue,rra. A M anila . 114
. Se ción de
Paris y la devolu
· El Tratado de ación de M anila . 11!}
lfic
• La nueva foirt piedra . 121
El cinturón de .
ionales . . . .
Las obras provis
V 1_,..,.
.. .,.
OYECTO
ACION DEL PR 12'T
UR A MI LIT A R: LA REALIZ .
ARQUITECT . . . . . 129'
tramuros . . . de O'Kelly .
Otra vez los ex la dir ec ción 1:J1.
ila bajo
Las obras de Man sa provisional . 134-
defen
El proyecto de :136-
1770 : pro yectos y realidades !:l'T
El año
par a 1771
Plan de obras 13�
progre sos efe ctuados en 1772 141
Los oibras . . . . ad
Suspensión de las puertas de la ciud
fre nte de las obras. Las. l!llllevas 145
Tomás Sanz al
. . . . . . . . . . .
Hi>
el proyecto .
Las últimas obras d def ensa . .
rati vos de
Nuevos prepa
VI
14:,
. 151.
MILITAR Y CIVIL
ARQUITECTU RA . . .
go . . .
La fuerza de Santia
fNDICE GENERAL XXV

Páginas

Los reparos hechos por Curuzelaegui . . . . . . . 152


El padrastro de los almacenes . • . . . . . . . 153
El castillo de Santiago a comienzos del siglo XVIII . 154
Los reparos efectuados por Navamuel. El proyecto de Juan de Ciscara . 157
La. ruina de 18i muralla del frente de la balúa y su reparo. El castillo du-
rante el mando de Valdés Tamón . . . . . . • • • 159
El gobierno de Arechederra • . . . . • . . . . . • • 162
El castlllo det Santiago en el nuevo proyecto de fortificación • 163
Los cuarteles de Manila . . . 165
El Real Palacio y la Audiea11cla . 170
Los Almacenes Reales . . • • 175

VII

ARQUITECTURA RELIGIOSA: LA CATEDRAL DE MANILA 183


Erección de la Diócesis. Comienza la construcción de la Catedral 16S
El primer edificio de canterla . • . . . • . 187
El siglo XVII . . • • . . . . . • . . • 189·
Se reedifica la Catedral. El terremoto de 1645 • 191
Nueva reconstrucción . • . . • • . . . • . . 193
La Catedral en la primera mitad del siglo XVIII . 195
Fray Juan Angel Rodrfguez y la Catedral de Manila . 199
Fray Pedro de la SanUslma Trinidad y la reedificación de 1751 201
Ejecución del proyecto . . . 205
La inauguración del templo . . 212
La catedral en último tercio del siglo, 214
La ca¡pilla del Sagrario . . . . 218,

VIII

ARQUITECTURA RELIGIOSA: LAS FUNDACIONES DEL SIGLO XVI. 223'


Los primeros religiosos en Filipinas. El Conventa de San Pablo1 de Manila. 225
El Convento de San Francisco . 231
Los Jesuitas en Manila . . . . 232
El Convento de Santo Domingo 238
El Colegio de Santa Potenciana 241
Los hospitales de Manila: el de los españoles . 245
El hospital de los naturales . . . 24T

IX

ARQUITECTURA RELIGIOSA: LAS FUNDACIONES DE LOS SI-


GLOS XVII Y XVIII . . 249'
Los Agustinos Descalzos en Manila. El Convento de San Nicolás de
Tolentino . . . . . . . . . . . . 251
Los hospitales de la Orden de San Juan de Dios . 253
La nueva iglesia del hospital . . . . . . . . 25S
i:N»rcE GEN!:, RAL
XXVI

. . . 281.
inas: Santa Clara . .
rimer con vento de monjas en Filip • . • . • • . . . . 263
El p
de Sain ta. Cat alina de Sena . . Sant o Tom ás . 265
El Beaterio Universidad de
Cole gio de San Juan de Letrán y la 268
El 269
Encarnación
La Ca.pilla de la 272
rzob isp al • • . •
El Palacio A 278
nciliar • • • .
El Seminario Co a.
rio de Santa Rosa de Lim 279
El Monaste ext ram uros de Manila .
los
Las parroquias de
X
2b7
SIGLO XVII 2fl9
CAVITE EN EL
EL PUER TO DE . • . . . . 290
,puerto • . .
La fortificación del • . • • . • • • • . 296
Los proyectos de 165'9 Juan de Somovilla . :lOO
Carr y de
Pareceres de Ricardo • . . .
yecto . . • . • . Cruzat y Góngora .
302
J..a ejecución del pro ante el gobi ern o de
de Ca.vi te dur
Las obras
XI
CIUDAD
SIGLO XVIII• LA
FOR TIF IC ACIO N DE CAVITE EN EL . . . • • . . 307
L\ • .
OS . • . • . . 309
Y SUS EDIFICI de Cisc ara. • • . . . .
. . .
314
por Juan erra .
Las obras dirigidas (1711-1745). El Fuerte
de Are ched
317
de inac tivi dad . . . . .
Unos años . . • .
mitad del siglo . . provisional . 31.9
Cavite en la segunda Sus estragos . R eparo
2 de octubre de 1761. de fort ificación .
321
El temporal del 1 l'Os ingle ses. Nuevos proyectos 324
avite por
- La toma de C . • . • . • .
o Márquez . . • 327
El Plan de Felician erno de Basco y Vargas. . • . 329
gobi
Cavite durante el Maria Aguilar .
man do de don Rafael 330
Ca.vite durante el • . . . •
edificios . . . .
La ciudad y sus
XII

A CAC ERES Y NUEVA


EPI SCO PAL ES DE CEBU, NUEV 333
LAS CIUDADES . . . . • • • •
. • 335
SEGOVIA . . . bre de J esús . . 336
tisimo Nom
La ciudad del San .C ated ral .
al. Erección de su 339
Cebú, Sede Episcop X VIII . 344
en el siglo
La Catedral de. Cebú
ficios reli gioso s de Cebú . 345
Otros edi
de la Compañía . 346
La iglesia y casa
eres . . . . . . . . 347
Nueva Các 350
• . . . . .
La Catedral . . •
Epis cop al y el Seminario . 351
El Palacio 352

Nueva Segovia . . 354
án
La Catedral en Vig
El Palacio Episcopal .
iNDICE GENE,RAL XXVII

XIII
LAS FORTIFICACIONES DE MlNDANAO, CALAMIANES Y VISAYAS. 357
La fortificación de Mindanao . . . . . . • . . . 359
El fuerte de Nuestra Señora del Pilar de Zamboanga . 362
Nueva ocupación de la fuerza . . . . . . . 367
La población de Zamboanga . . . . . . . . 374c
Las fortificaciones de la provincia dei Calamianes 375
Los fuertes de Labo y Balabac. 378
Los fuertes de las Visayas . . . . 380
APENDICE DOCUMENTAL . • . . 383
LEYENDAS DE PLANOS Y MAPAS 445
FUENTES DOCUMENTALES 541
BIBLIOGRAFIA . 543
VOCABULARIO MILITAR. 549
INDICE ONOMASTICO 553
l
INDICE DE FIGURAS

Pá,rinas
�--Escudo de Manila. Impreso, que se conserva en la Biblioteca
Nacional. Madrid. Ms. 1.447, fol. 25 . . . . . . • • . 6 -7
.2.-Escudo de Manila. Dibujo a pluma existente en la Biblioteca de la
Real Academia de la Historia.. Madrid. Colección Muñoz, vol. 74,
folio 73 . . . . . 6-7
.3.-Iglesia de iPinaglabanan. San Juan del Monte, provincia de Rizal.
Cortesla de don Fernando Zóbel de Ayala . . . . . . 16-17
4.-Plano de Manila en 1671, iP'04" fray Ignacio Muñoz, O. P. Archivo
General de Indias. Sevilla. Filipinas, leg. 86, T. L. Filipililas, 10 . . 16-17
�.-Manila a fines del siglo xvn. Grabado que ilustra la "Description
de l'Universe ... ", por Allain Manesson Mallet. Parls, 1683, tomo II,
página 127 . 20-21
e.-Plano de Manila en 1763. por Miguel Antonio Gómez. A. G. I.,
Filipinas, 482. T. L. Filipinas, 42 . . . . . . . . 24-25
"7.-Vista de Ma.nilai desde el mar. Dibujo de Fernando Braml:>ila, uno
de los pintores de la expedición: Malaspina. Museo Naval. Madrid. 24-25
-8.-Vista de la orilla derecha del Pásig, según dibujo de Brambila.
Museo Naval. Madrid . . . . . . . . . 32-33
9.-Fachada de la iglesia de Binondo. Grabado del siglo XIX. De la obra
de F. Fulgosio "Crónica de Filipinas". Madrid, 1871, pág. 33 . . 32-33
10.-La iglesia parroquial de Binondo antes de su destrucción; en 1945.
Cortesia de don Femando Zóbel de Ayala . . . 32 33
11.-Hospital de San, Gabriel situado a la derecha del rio Pásig. 1774.
A. G. I., Filipinas, 714. Cosido al expediente . . . . 32-33
12.-Alcaicerla¡ de San Fernando. 1756. A. G. I., Filipinas, 160, T. L. Fi-
lipinas, 38 . . 32-33
13.-Vlsta general de Manila, por Fernando Brambila. Museo Naval.
Madrid . . . 34-35
14.-Manila y sus alrededores en 1814, según plano levantado por el
ingeruiero don Ildefonso de Aragón. A. G. I., Filipinas, 508. T. L. Fi-
lipinas 133 . . . . . 34-35
15.-Manila vista desde el mar. Grabado del siglo XIX. F. Fulgosio,
"Crónica de Filipinas". Madrid, 1871, pág. 17 . 34-35
16.-Planta del ¡primer fuerte dei piedra de Manila. 1585? A. G. I.. Fi-
Upinas, 27. Plams de Filipinas, 142 . 40-41
XXX iNDICE DE FIGURAS

17.-Retrato del historiador de Filipinas Antonio de Morga. Cuadro exis-


tente en el Instituto (antigua Universidad) de Osuna (Sevilla).
Cortesfa de la señorita Joaquinai Pérez Alonso . . . • . • . . 40-41
18.-Vista de la babia de Manila. De la obra "The East and West Indian
Mirror, being an account of Joris van Speilbergen's Voyage round
the World (1614-1617) and the Australlan Navlgatlons of Jacob Le
Maire". Londoai, 1906. Hakluyt Society, 2. 1 serle, núm. 18 . . . . 52-53
19.-Firmas de los ingenieros militares que trabajaron en Filipinas du-
rante el siglo XVIII . . . . . . . . . . . . . . . . . . 88-�
19 bis.-Manila en 1720. Plano sin terminar, dedicado a Felipe V. Archi-
vo de Simancas. G. M. 3785. M. y P. V-71> . . • . . . • • • 88-89'
20.-Plano del frente de Bagumbayán, comprendido &litre los baluartes
de s. Diego y San Andrés, por Tomás del Castro y Andrade. 1731.
A. G. I., Filipinas, 919. Pla.n:ost de Filipinas, 1(9 . . . . . . . . 98-99
21.-ProyectQ de almacén de pólvora en el baluarte de San Nicolás! o
de Carranza, por Castro y Andrade. 1731. A, G. I., Filipinas, 919.
Planos de Filipinas, 150 . . . . . • . . . . . . . . . . 98-99
22.-El frente de Bagumbayán con sus obras exteriores. renovadas du-
rante el gobierno de Valdés Tamón. 1734. A. G. I., Filipinas, 919.
Planos de Filipinas, 151 . . . . . . . . . . . . . . . . 98-89
22 bis.-Vista panorámica de Manila, delineada por Antonio Fernández
de Roxas. De la obra de Pedro Ortlz Armengol, "Intramuros de
Manila" . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 100-1
23.-Manila en 1739, según plano remitido en este año por el gobernador
Valdés Tamón. Biblioteca de Palacio Real. Madrid. Ms. 264, fol. 6. 104-f>
24.-Plano de Manila por Tomás de Castro y Andrade, en el que se
señalan los puntos atacados por los ingleses en 1762. A. G. I., Filipi-
nas, 719, T. L. Filipinas, 43 . . . . • . . . . . . . . . . 104-5
25.-Iglesia de Malate, Manila. Estado actual. Cortesía de don Fernando
Zóbel de Ayala . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • 110-11
26.-Nuevo proyecto de fortificación de Manila, por el !ingeniero don
Miguel Antonio Góme2. 1764. A. G. I., Filipinas, 922. Planos de Fi-
lipinas, 160 . . . . . . • . . . . . . . . . . . . • 110-11.
26 bls.-Dos planos de Manila, por Miguel Antonio Gómez. Archivo de
Simancas G. M. 3617, M. y P. XIX-160 y 161 . . . . . . . . . 118-19
27.-Proyecto de t'Olrtificaclón de Manila por don Juan Martin Cermeño,
según copia de¡ Luis Angel Garcfa. 1840. B. c. '.M., M-m-9-29 . . . 118-19
27 bis.-Pl8il'IO del nuevo pr()l,Yecto de fortificación de Manila, por don
Juan Martiin, Cermeño. Original conservado en el Archivo de Siman-
cas G. M. 7247, M. y P. IX-62 . . . . . . . . . . . . . . . 188-19
28.-Plano que muestra el estado de las fortificaciones de Manila para
la mejor comprensión del nuevo proyecto. Original de Martín Cer-
meño. B. C. '.M., M.-m-12-43 . . . . . . . . . . • . . • . 118-19
29.-Perfiles correspondientes al proyecto de Martin Cermeño. B. C. M.,
M-m-16-33 . . . . . . . . . . . • . . . . . . . 118-19-
29 bis.-Ampliación del proyecto de Martín Cermeño. Archivo de Si-
mlllniCas G. M. 7247, M. y P. IX-62 . . . . . . . . . . . . . 118-19
30.-Plano de la puerta del Parián. por Miguel Antonio Gómez. 1767.
B. C. M. M-m-16-1 • . . . . . • . . . . . . . . . . . 128-29
fNDICE DE FIGURAS X.XXI

Pásinas
31.-Fachada exterior, de la misma Puerta. B. C. M. M-m-16-1 128-29
32.-Alzado de la Puerta del !Parián. vista desde el Interior de la Plaza.
B. C. M. M-m-16-1 • . 128-29
33.-La vieja muralla de Manila, que hasta 1945 delimitó el recinto
de intramuros. Coirtesia del Excmo. Sr. Dr. D. Diego Angulo Iñiguez. 128-29
34.-Un ángulo de la muralla) con su garita. Cortesia de don Fernando
Zóbel de Ayala . . . . . . • . . • • . 128-29
35.-Plano de Manila y sus contom.os, en 1767. Por el Ingeniero don Fell-
ciano Márquez. A. G. I., Filipinas, 488, T. L. Filipinas, 51 . . 128-29
36.-Plano del fortin construido en 1755 para defender la entrada al
puente principal sobre el rio1 Pásig. B. C. M. M-m,-16-28, 2.• hoja . 128-29
37.-0bras ejecutadas desde septiembre de 1767 a junio de 1768, en el
sector correspondiente a, la Puerta del Parián y revelliml que la, cu-
bre. Por Fellciano Má.rquez. A. G. I., Filipinas, 486, T. L. Filipinas, 52. 128-29
38 y 39.-Perflles correspondiente al plano. anterior. A. G. I., Filipinas,
486, T. L. Filipinas, 53 y 54 . . . . . . 128-29
40. -Plano del sector correspondiente a la Puerta del Parián y Baluarte
de Dllao, que expresa su estado en mayo de 1769. Por don Feliclano
Má.rquez. A. G. I., Filipinas, 489. T. L. Filipinas, 55 . 128-29
41 y 42.-Perfiles correspondientes al plano anterior. A. G. I., Filipinas,
489, T. L. Filipinas, 56 y 57 . . . 128-29
43.-Angulo correspondiente a los frentes de tierra y de la marina, que
expresa el estado de las obras en l.• de julio de 1770. Por Dionisio
O'Kelly. A. G. I., Filipinas, 925, T. L. Filipinas, 59 . 128-29
44.-El frente de la bahia, y parte del frente de tierra, en junio de 1771.
Por Dlonisio O'Kelly. A. G. l., Filipinas. 925, T. L. Filipinas, 65 . 136-37
45.-Perfiles correspondiente al plano anterior. A. G. I., Filipinas, 925,
T. L. Filipinas, 69 . 136-37
46.-Plano levantado por O'Kelly para expresar las diferencias que halló
entre el recinto que debía tener la Plaza, según: el proyecto de for­
tificación aprobado, y el que realmente tenla.. 1771. A. G. I., Filipi-
nas, 925, T. L. Filipinas, 72 . . . . . . 136-37
47.-Perfiles correspondientes al plano anterior. Frentes de s. Gabriel,
, Dilao, Bagumbayán y la marina. A 1 G. I., Filipinas, 918, T. L. Fi-
lipinas, 78 . . . . . . 136-37
48.-Perfiles correspondientes al plano anterior. Frente del rio Páillg.
A. G. I., Filipinas, 918, T. L. Filipinas, 77 . . 136-37
49.-Malecón proyectado en el foso de la fuerza de Santiago, por Dionisio
O'Kelly. 1771. A. G. I., Filipinas, 925, T. L. Filipinas, 68 . 136-37
50.-Plano de los malec�s proyectados en el foso de la Plaza, por
Dionislo O'Kelly. 1771. A. G. I., Flli¡llnas, 918, T. L. Filipinas, 76 . 136-37
51.-El malecón ejecutado en el foso de la Plaza de Manila. 1.• de julio de
1772, por Dlonisio O'Kelly. A. G. I., Filipinas, 918, T. L. Filipinas, 76. 136-37
112.-El: revemn de Bagumbayán, en 15 de diciembre der 1771. A. G. I.,
Filipinas, 925, T. L. Filipinas, 66 . . 136-37
53.-El mismo, en l.• de julio de 1772. A. G. I., Filipilllas, 918, T. L. Fi-
Upinas, 73 . . 138-39
54.-El revellin de Dilao, en 15 de diciembreí de 1771. A. G. I., Filipinas,
925, T. L. Filipinas, 67 . 138-39
xxxn ÍNDICE DE FIGURAS

55.-El mismo, en l.• de julio de 1772. A. G. I., Filipinas, 918, T. L. 'Fi-


lipinas, 74 . . 138-39
56.-Progresos de la. obra. del revell[n del Parián desde diciembre de 1771
a. julio de 1772. A. G. !.,Filipinas, 918, T. L. Filipinas, 75 . . 138-«9
57.-El m¡ismo, en enero de 1773. Los perfiles permiten a.preciar los pro-
gresos rea.liza.dos. B. C. M. K-m-9-46, l.• hoja. . 138·39
68.-El revellin del frente de Dila.o en anero de 1773. B. C. M. K-m-9-46,
3.1 hoja. . . . 138-39
59.-Revellln del frente de Ba.gumba.yá.n, en enero de 1773. B. C. M.
K-m-9-46, 5.• hoja. . . . . • . 138-39
60.-Pla.no de la. luneta. que según el proyecto a.proba.do debía. construirse
sobre la. capital del ba.lua.rtillo. de Santa Isa,bel, en el frente de la.
marina. B. C. M. K-m-9-3'9, l.' hoja. . . . . . 138-39
61.-Proyecto de los reductos que debían construirse en el frente de la.
marina. 1773. B. c. M. IK-m-8-39, 2.• hoja: . 138-39
62.-Plano que expresa. el esta.do de las obras de los mismos/ reductos,
en l.• de enero de 1776. A. G. I., Filipinas, 926, T. L. Filipinas, 87 . 138-39
63.-Esta.do de la. obra. de los pe.re.petos del baluarte de S. Diego1 y ca-
minO' cubierto de este sector, en 30 de noviembre de 1778. A. G. I.,
Filipinas, M7. P1a.nos de Filipinas, 172 . 138-39
64.-El reducto de Santiago, situado sobre, el ba.lua.rtillo de San Fran-
cisco, del frente .de la. marina. 1778. A. G. I., Filipinas, 687, Ple.nos
de Filipinas, 173 . 138-39
65.-0bras rea.liza.das en el frente de Ba.gumba.yán, 'hasta el 30 de abril
de 1779. A. G. I., Filipinas, 927, T. L. Filipinas, 94 . 138-39
66.-El frente de Ba.gumba.yán y sus obras exteriores, en noviembre de
1779. A. G. I., Filipinas, 494, T. L. Filipinas, 95 . 138-39
67.-Planoi levanta.do por el ingeniero don José Belestá, pe.re. expresar
las obras ejecuta.das desde diciembre de 1779 hasta abril de 1780.
A. G. I., Filipinas, 4196, T. L. Filipinas, 98 . 144-45
68.-Pla.nta, corte y alza.dos de la. Puerta. Real nueva., en l.• de me.yo de
1780, por Belestá. A. G. I., Filipinas, 496, T. L. Filipinas 99 . . 144-45
69.-La antigua. Puerta. Real, y su transformación en un almacén de mu­
niciones, por Belestá. 1780. A. G. I., Filipinas, 496, T. L. Filipinas, 100. 144-45
70.-Plano, perfiles y elevación del almacén que se construyó en el lugar
ocupado por la. antigua Puerta Real. Tomás Se.nz. 1781. A. G. I.,
Filipinas, 927, T. L. Filipinas, 109 . 144-45
71.-La Puerta. Real nueva., ya. termina.da. Tomás Se.nz. 30 de abril de
1781. A. G. I.. Filipinas, 927, T. L. Filipinas, 107 . 144-45
72.-La Puerta Real, antes de 1945. Coatesia del Excmo. Sr. Dr. D. Diego
Angulo Iñiguez . 144-45
73.-iPla.no y perfiles de las bóvedas de entrada. a la Puerta Real, por
Tomás Sanz. 1781. B. C. M. M-m-16-38 . 144-45
74.-Plano, perfiles y elevación de la Puerta de Santa. Lucia. y sus bóvedas,
por Sanz. 1781. A. G. I., Filipinas, 1927, T. L. Filipinas, 110 . 144-45
75.-Amplla.ción de la facha.da exterior de la. misma puerta. . 144-45
76.-Pla.no, perfiles y elevación de la. Puerta y cuerpo de guardia. del
Parián, por Sa.nz. 1782. B. C. M. M-m-9-12 . . 144-45
ÍNDICE DE FIGURAS XXXIII

Pá1dnas

'77.-El Postigo ol surtida al camino cubierto, por Sanz. 1783. A. G. I.,


FÚipinas, 928, T. L. Filipinas, 119 • • • . . 144-45
78.-La fortificación de Manila en 1781. Plano levantado por el ilILgeniero
don Tomás Sanz. A. G. I., Filipinas, 927, T. L. Filipinas, 106 . . . . 144-45
'7'9.-Perflles correspondientes al plano anterior. A. G. I., Filipinas, 927,
T. L. Filipinas, 114 . . • . . . . . . 144-�S
:80.-El reducto de Santiago, totalmente concluido. 1781. A. G. I., Filipinas,
927, T. L. Filipinas, 111 . . 144-45
81.-El reducto de San Pedro, t�lén concluido. 1781. A. G. I., Filipinas,
927, T. L. Filipinas, 112 . 144-15
:82.-Un sector del revellin de Bagumbayán, que expresa las obras eje­
.. cutadas hasta el 30 de abril de 1781. A. G, I., Filipinas, 927, T. L.
Filipinas, 108 . . . . . . 144-45
83.-Plano y per.flles de la nueva compuerta para dar entrada en el foso
a las aguas del rlo, por Sanz. A. G. I., Filipinas, 927, T. L. Fi-
lipinas, 125 . . . 144-45
:84.-Puente construido sobre el contrafoso, frente a la Puerta Real.
A. G. I., Filipinas, 929, T. L. Filipinas, 126 . 144-45
85.-La fortificación de Manila en 1783. A. G. I., Filipinas, 928, T. L.
Filipinas, 120 . . 144-45
:86.-Perfiles CO<rrespondientes al plano anterior. A. G, I., Filipinas, 928,
T. L. Filipinas, 121 . 146-47
.87.-Plarn.o en el que se indican todas las obras realizadas bajo la direc-
ción de Tomás Sanz, desde 1779 hasta 1784. B. C. M. K-m-9-44,
1.• hoja . . 146-47
.88.-Perfiles correspondientes al plano anterior. B. C. M. K-m-9-44,
2.• hoja . . . 146-47
.89.-Las obras de Manila en 31 de mayo de 1785, ,por Sanz. A. G. I., Fili-
pinas, 929, T. L. Filipinas, 123 . 146-47
90.-Perfiles coa-respondientes al plano anterior. B. C. M. M-m-16-40,
5.• hoja . . 146-47
'91.-El baluarte de S. Gabriel, modificado con arreglo al proyecto de
Martin Cermeño. 1787. B. C. M. K-m-9-47, l.• hoja . . . . . 146-47
92.�Plano de Manila y sus contornos, por Gregorio Clavero. Indica un
nuevo proyecto, de fortificación para el frente del rlo Pásig. 1793.
A. G. I., Estado, 47. Planos de Filipinas, 185 . . 146-47
93.-Copia del ,plano anterior, en el que se ve la situación en que estaba
el frente del rio, que Clavero propone modificar. A. G. I., Estado,
47. Planos de Filipinas, 185 . 146-47
94.-Plano de Manila y sus alrededores, que expresa las obras proyec-
tadas y ejecutadas hasta el 28 de junio de 1796. A. G. I., Estado, 46,
T. L. Filipinas, 131 . . . . . 148-�
95.-Proyecto aprobado para la fortificación del frente del río, por el
· Director General de Ln,genieros, Francisco Sabatinl, B. C. M.
M-m-12-48, V hoja . • . • . . 156-47
96.-Planta de lal fuerza o ciudadela de Santiago, por Juan de Ciscara.
1714. A. G. I., Filipinas, 217. T. L. Filipinas, 19 . 156-57
97.-Plano de la fuerza de Santiago, que expresa su estado en diciembre
XXXIV ;íiNDICE DE FIGURAS

de 1771, por Dio111Jsio O'Kelly. A. G. I., Filipinas, 918, T. L. Fi-


lipinas, 70 . . 164-65
98.-Proyecto elaborado por O'Kelly para mejorar la fortificación del
castillo de Santiago. A. G. I., Filipinas, 918, T. L. Filipinas, 71 . 164-65
99.-Almacén de pólvora en¡ el baluarte Santa Bárbara, de la fuerza de
Santiago. El plano expresa la necesidad de repararlo. 1780. A. G. I.,
Filipinas, 496, T. L. Filipinas, 101 . . 164-65
100.-EI mismo almacén, ya repara.do y en condiciones de recibir la pól-
vora. 1781. A. G. I., Filipinas, 496, T. L. Filipinas, 101 . 164-65
101.-=-Entra.da. a la ciudadela. de Santiago,. De la obra "Pictorial History of
the Philippines", pág. 211 . . . . . . 164-65
102.-La porta.da del castillo de Santiago, antes de 1945. Cortesía del Ex-
celentísimo Sr. Dr. D. Diego Angulo Iñlguez . 164-65
103.-Esta.do en que quedó, después de la guerra. Cortesía. dei don Gui-
llermo Lohmann Villena. . . 166-67
104.-Proyecto de cuartel de infantería, por Castro y" Andra.de. A. G. I.,
Filipinas, 421, T. L. Filipinas, 27 . 166-67
105.-Cuartel para el regimiento de Dragones de Luzón, por O'Kelly. 1773.
A. G. I., Filipinas, 925, T. L. Filipinas, 86 . . 166-67
106.-Esta.doi del edificio en 1.11 de julio de 1774. A. G. I., Filipinas, 925,
T. L. Ffüpinas, 86 . 172-73
107.-Plano del Palacio, Audiencia y Contaduría de Manila, en 1733.
A. G. I ., Filipinas, 178, T. L. Filipinas, 26 . . . . . 172-73
108.-El mismo edificio, en 1747 según plano levantado por Castro y An-
drade. A. G. I., Filipinas, 153. Cosido a su expediente . 172-73
109.-La Audiencia en 1778. A. G. I., Filipinas, 590. En el legajo . 172-73
110.-Proyecto para la cárcel de Corte, por Clavero. 1793. A. G. I., Ultra-
mar, 566, T. L. Filipinas, 129 . 172-73
111.-Plano de la catedral vieja de Manila, antes de su reedificación en
1751. A. G. I., Filipinas, 1.008, T. L. Filipinas, 36 . . . . 202-3
112..-Plano de la catedral de Manila, que expresa el plan de su reedifica-
ción, po:r Uguccioni. A. G. I., Fili.pinas, 292, T. L. Filipinas, 35 . 202-3
113.-Facha.da de la catedral de Manila, levantada en el siglo XIX, antes
de su destrucción en 1945. Cortesía del Excmo. Sr. Dr. D. Diego
Angulo Iñiguez . . 202-3
114.-La misma facha.da, en 1945. Cortesía de don Fernando Zóbel de
Ayala . . . 202-3
115.-EJ interior del edificio, después de su destrucción. Cortesía de don
Fernando Zóbel de Ayala . 216-17
116.-Detalle del crucero. Esta; parte, de madera, quedó totalmente des-
truida. Cortesia de don Fernando Zóbel de Aayala. . 216-17
117.-La catedral, de Ma.ndla, terminada en 1879. La torre coirresponde al
edifici o destruido por el terremoto de 1863. Dibujo publica.do en
"La Ilustración Filipina", del 7 de diciembre de dicho año . 216-17
118.-Los movimientos slsmicos de julio de 1880 destruyeron la torre.
De la obra "Pictorial Histocy of the Philippines", pág. 223 . 216-17
lUI.-La plaza mayor de Manila. Al fondo la catedral, tal como quedó
después de la reconstrucción hecha por Uguccioni. A la izquierda,
lNDICE DE FIGURAS XXXV

las Casas de Cabildo. Dibujo de Fernando Brambila. Museo Na.val.


Madrid . • . . . . • . • . . . . 216-17
120 y 121.-Planta. y alza.do de la cúpula de la catedral, remitida. ,por el
Arzobispo en 1769. A. G. I., Filipinas, 622. En el legajo . 216•17
122.-Vista. exterior de conjunto, de la iglesia y cOIWento de San Pablo
de Manila., de los agustinos calza.dos. Cortesia. de don Fernando
Zóbel de Ayala. . • . . . . . • . . . 228-29
123.-Porta.da. y torre de la misma Iglesia.. Esta.do actual. Cortesia. de la
señorita. Pilar Se.rasqueta. . . . 228-29
124.-Iglesia. del convento de San Pablo. Puerta principal, detalle de la
misma, y puerta lateral. Las dos primeras son cortesia. del Excelen­
tlsimo Sr. D. Dieg:o Angulo Iñlguez, y 1 la tercer� de don Fernando
Zóbel de Ayala . . . . . . . . . . • . 228-29
125.-Interlor det la iglesia. de Sasn Pablo. Cortesia. de la señorita Pilar
Sara.squeta. . 228-29
126.-Na.ve central de la iglesia. de San Pablo. La.do del evangelio. Cortesia.
de don Fernando Zóbel de Ayala. . 228-29
127.-Na.� central, la.do de la eplstola.. Cortesía de la señorita Pilar
Sarasqueta . . . . . . 228-29
128.-Detalle del coro de la Iglesia. de San Pablo. Manila. Corrtesla. de don
Fernando Zóbel de Ayala. . . 228-29
129.-Vano correspondiente al tramo de bóveda Inmediato al coro. La.do
del evangelio. Cortesia. de la señorita. Pilar Sa.ra.squeta . 228-29
130.-Angulo del patio principal del convento de San Pablo. Cortesia.
de la señorita. Pilar Se.rasqueta . . . . . 228-29
131.-0tro patio del mismo convento. Cortesla. de la Srta. Pilar Sa.rasqueta. 228-29
132.-La plaza de San Francisco, poi Fernando Br�ila.. A la izquierda
el convento de los franciscanos, y más a la derecha, la ca.pilla.
de la Venera.ble Orden Tercera.. Museo Na.val. Madrid . . . 230-31
133.-La. iglesia. de San Francisco, reconstruida en el siglo XIX. Cortesía.
de don Pedro Ortiz Armengol . . . • . . 232-33
134.-Plano, cortes y alza.do de la iglesia. de San Ignacio. Manila. B. C. M.
M-m-14-7 . . . . . . . • . 232-33
135.-La. iglesia. de San Ignacio, semidestrulda, en el siglo XIX. Fctogra.fia.
que ilustra. la obra de Waldo Jiménez de la Romera., "Cuba., Puerto-
to Rico y Filipinas", págs. 876-77 . 238-39
136.-Facha.da de la Iglesia. de Santo Domingo de Manila, reconstruida. en
1863, por el arquitecto don Félix Rojas. De la obra de Fr. Juan
Ferrando, "Historia. de les PP. Dominicos eni las Islas Filipinas".
Tomo I . . . . • . . . 238-39
137.-Abside de la Iglesia. de Santo Domingo. 1863. De la "Historia." de
Ferrando, tomo IV . . . . . . • 238-39
138.-Iglesia. y convento de los Recodetos. Manila. De la obra de Jimé-
nez de la Romera, "Cuba., Puerto Rico y Filipinas", págs. 872-73 . 238-39
139 .-Vista. exterior de la iglesia. de San Nicolás, de los PP. Recoletos,
después de su destrucción en 1945. Cortesla. de don Femando Zóbel
de Ayala. . . • . . . . 252-53
140.-Interior de la misma iglesia. de San Nicolás. Cortesia. de don Fer-
nando Zóbel de Aya.la . . • . . . . • . • 252-53
XXXVI ÍNDICE DE FIGURAS

141,-Detalle de una de las ventanas del convento de San Nioolás, Cor-


tesía de don Fernando Zóbel de Ayala . 252-53
142.-Interior de la iglesia del hospital de San Juan de Dios, de Manila,
según grabado que ilustra la obra de Maldonado de Puga, "Reli-
giosa Hospitalidad" . 260-61
143.-Fachada de 'la iglesia y convento de San Juan de Dios. Grabado
de la misma obra . . . . . . • . . . • • . 260-61
144.-La cabalgata de los Doctores, pasa por delante de la iglesia de
Santo Domingo. El edificio de la izquierda, que hace esquina a la
plaza, es la Universidad de Santo Tomás. De la obra de Juan
Sánche:.: y Garcia "Sinopsis histórica documentada de la Univer-
sidad de Santo Tomás de Manila, pág. 42 . 266-67''
145.-Plano de la Universidad de Santo Tomás, por fray Juan Peguero.
De la obra de Juan Sánchez y Garcia "Sinopsis histórica do­
cumentada. de la Universidad de Santo Tomás de Manila", pág. 16. 266-67"
146.-Fachada de la Universidad de Santo Tomás, en intramuros, des-
truida eilll 1945. Cortesia de don Fernando Zóbel de Ayala . . 266-67
147---Plano del Seminario comenzado por Juan Bautista Sid!Oti. 1706.
A G. l., Filipinas, 308. Cosido a su expediente . 266 -67"
148.-Plano del monasterio de Santa¡ Rosa de Lima., proyectado por los
arquitectos Domingo de la Cruz González y Juan Bautiflta Nieto•.
A. G. I., Filipinas, 1.048. En el legajo . 278-79
149.-La iglesia de Santa Cruz, extramuros de Manila. De la obra de
Waldo Jiménez de la Romera "Cuba, Puerto Rico y Fili,pinas",
Barcelona, 1887, pág. 823 . . . . 271:1-79
150.-La ig1'esia del pueblo de Qui�po. De la mism.a. obra que la anterior,
página 825 . 278-79
151.-Iglesia de Paco, pueblo situad01 en las inmediaci!Ones de la capital.
De la misma obra, pág. 877 . 278-79"
152.-Edificios perjudiciales a la defensa de la Plaza. Plano levantado
por Tomás Sanz en 1782. Se señalan en él las iglesias del Parián,
San Miguel, Dilao, hospital de San Lázaro y, ermita de San Antón.
Archivo de Simancas G. M. 6898, M. y P. IX-43 . 2B·79·
153.-Plano del puerto de Cavite y sus fortificaciones, en 18 de junio
de 1659. A. G. I., Filipinas, 9 Planos de ¡.'ilipinas, 143 . 290-91..
154.-Plano de Cavite que expresa las nuevas fortificaciones que debian
construirse para su defensa. Remitido junto con el anterior por
don Sabiniano Manrique de Lara. 1659. A. G. l., Filipinas, 9. Planos
de Filipiruls, 144 . . . • . 292-93
155.-Proyecto de fortificación de Cavite, por Ricardo Carr. 1663. A. Q-. l.,
México, 39, T. L. Filipinas 8 . • . . • . 296-97'
156.-Proyecto de fortificación de Cavite po,r Juan de. Somovilla Tejada.
A. G. l., México, 319, T. L. Filipinas, 9 . 296-97'
157.-Plano de la punta avanzada de Cavite, con el castillo de San Felipe.
1738. "Relación" de¡ Valdés Tamón, folio 11. Museo Naval. Madrid. 310-11
158.-Plano de Cavite que figura e'll la "Relación" remitida en 1739 por
Valdés Tamón. Biblioteca de Palacio Real. Madrid. ms. 264, fol. 12. 310-11
159.-Cavite en 1765. Plano levantado por doai Tomás de Castro y Andrade.
A. G. l., Filipinas, 719, T. L. Filipinas, 44 . 322-23-·
iNDICE DE FIGURAS xxxvu

160.-Plano que exipresa la situación de Cavlte en 19 de junio de 1767. Por


don Feliciano Márquez. A. G. l., FilipÍilllllB, 923, Planos de Fill-
,pinas, 162 . . . . • . . . . . . . 322-2�
161.-Plano de Cavite levantado por Márquez para servir de base a su pro­
yecto. 15 de septiembre de 1767. A. G. l., Filipinas, 488, T. L. Fi-
lipinas, 47 . . . . . . . . . . . 324-25
162.-El proyecto de fortificación de Cavite, propuesto por dio111 Feliciano
Márquez. Archivo de Sima.neas, G. M. 3617. M. y P. V-47 . . . . . 324-25
163.-Detalle del proyecto de Márquez • . 324-25
164 y 165.-Perfiles correspondien,tes al , proyecto de Márquez. A. G. l.,
Filipinas, 488, T. L. Filipinas, 49 y 48 . . . 324-25
166.-Proyecto formado por don Juan Martín Cerm¡e:ño, a la vista del
elaborado por Márquez. Archivo de Sima.neas. G. M. 7247, M. y P.
IIl-10 . . . • . . . . 326-27
167.-0tro plan de fortificación de Cavite, por! Francisco Sabatlni. Archi-
vo de Simancas, G. M. 7247. M y P. ill-14 . . . . . . 326-27
168.-Cavite en 1797. B. C. M., M-m-13-24 . . . . . . . . 336-37
169.-Plano de la ciudad de Cebú y planta de su fuerza de San Pedro. 1738.
"Relación" de- Valdé� Tamón, fol. 44. Museo Naval. Madrid . 336-37
170.-Planta de la cate-dral d� Cebú; poll' Ju8111: de Ciscara. 1719. A . . l.,
Filipinas, 1.027, T. L. Filipinas, 21 . . . . . 338-39
171.-Fachada principal de la catedral de Cebú. Cortesia del Excmo. Sr. Dr.
D. Diego Angulo Iñiguez 338-39
172.-Iglesia del Santo Niño, de Cebú. Fachada princiJ)al. Cortesía de don
Fernand o Zóbel de Ayala . . . . . 344-45
173.-Iglesia del Santo Niño, de Cebú. Detalle del primer cuerpo de la
torre. Cortesia de don Fernando Zóbel de Ayala . 344-45
174.-La fuerza de San Francisco, en la ciudad de Nueva Segovia. "Re­
lación" de Valdés Tamón, fo!. 15. Museo Naval. Madrid . 352-53'
1715.-PlBIII.O de la catedral de la diócesis de Nueva Segovla, en Vigan.
1800. A. G. l., Ultramar, 682, T. L. Filipinas, 132 . 352-53
176.-Mapa de la isla de Mindanao, en el que se indican los presidios exis­
tentes en 1683. A. G. l., Filipinas, 201, T. L. Filipinas, 11 . 360-61
177.-Mapa de Mindanao, levantado en 1757 por Nicolás Norton Nlcols.
Se Indican las fortificaciones que habla emonces. A. G. r., Filipinas,
199, T. L. Filipinas, 39 . . 360-61
178.-Plano de la fuerza d e lligan (Mindanao). 1738. "Relación" de
Valdés Tamón, fol. 46. Museo Naval. Madrid . 360-61
179.-La fuerza de Daipitan (Mindanao). 1738. "Relación" de Valdés Ta,­
rnón, fol. 50. Museo Naval. Madrid . 360-61
180.-Plano de la fuerza de Cagayán (Mindanao). 1738. "Relación" de
Valdés Tamón, fol. 48. Museo Naval. Madrid . . 360-61
181.-Mapa de la ensenada de Pangui (Mindanao), que expresa la situa­
ción del fue-rte de Nuestra Señora de la Concepción. A. G. I., Fi-
lipinas, 603-B. Cosido a su expediente . . . • . . . . 360-61
182.-El fuerte de Nuestra Señora de la Concepción, de Pangui. 1760.
A. G. r., Filipinas, 603-B. Cosido a su expediente . . . . . 360-61
183.-El fuerte de Pangui en 1765, por Miguel AntolI!.!o Gómez. A. G. I.,
Filipinas, 611, T. L. Filipinas, 46 . . • • • . 360-61
ÍINDICE DE FIGURAS
XX.XVIII

os, por Juan de


de Zamboanga y sus contorn 372-73
184.-Plano de la fuerza pinas, 394 , T. L. Fili pin as, 20 .
Ciscara. 1719. A. G. l., Fili " de Valdés Tamón, fol. 53. Museo
1738 . "R elac ión 372-73
185.---Zamboanga en . . . • . . . . . . . ."
Naval. Madrid • . . por Fer nando Brambila. Museo
de Zamlboamga, 374-75
186.-Vista del puerto • • • . . • . • •
. • • • .
Naval. Madrid • . . la: isla de Pa ragu a. 1738. "Relación"
Isabel, en 374-75
187.-La fuerza de Santa Ma dri d • . . . . . . •
30. Museo Naval-
de Valdés Tamón, fol. 173 "Relación" de
8.
de Doilo (isla de Panay) 374-75
188.-Planta de la fuerza Museo Naval . Ma drid . . . . . • • • .
Valdés Tamón, fol. 42.
1
E.VOLUCION URBANA DE MANILA DESDE SU FUNDACION
HASTA FINES DEL SIGLO XVIII

"En una bella circular Bahía


campa Manila, cuya amena playa
es freno del orgullo y osadía
de el encrespa.do mar, que tiene a raya".
(Gaspar de San Agustín: "Descripción..•
de el suntuoso Templo de... la Virgen San­
tÍllima de Guía...• ").

(1)
Llegada de los españoles
En la costa occidental de ,)a isla de Luzón se abre la hermosa bahfa
de Manila, en cuyo fondo desemboca el río Pá!sig. Ceñida por �1 mar
y por dicho río, queda una punta arenosa, lug_ar estratégico por las fa­
cilidades que ofrecía ,s,u defensa, ya que por la banda de tierra la rodea•
ban terrenos pantanosos que estorbaban el ataque. Por estas favorables
circunstancias, cuando lqs españoles llegaron a Filipinas, existían ya
en la desembocadura· del Pásig dos poblaciones de moro,s,, situada una
de ellas a la derecha del río, y la otra a la izquierda. Manila y Tondo
se llamaban estos poblados cuyos respectivos reyezuelos eran Rajamora
y Raja Matanda.
El adelantado Miguel López de Legazpi que salió del puerto de
Navidad, en Méjico, el 21 de noviembre de 1564, desembarcó en la isla
de Cebú, el 27 de abril de 1565 y fundó la ciudad del Santísimo Nombre
de J�ús, primera población española en Filipinas.
Después de permanecer allí algún tiempo se trasladó con su gente
a la isla de Panay� donde tuvo noticias de la existencia de una gran
ciudad en la de Luzón, que mantenía activo comercio con la China y
a la que todos los años acudían muchos navíos de esta procedencia.
Tales informes determinaron a Legazpi a enviar allá una expedición
que salió de Panay el día 8 de mayo de 1570 1 al mando del maestre
de campo Martín de Goyti y del capitán Juan de Salcedo, que llevaban
órdenes de obtener por medios pacíficos el reconocimiento de la sobera­
nía del rey de España, por parte de los habitantes de Manila.
Llegados a dicho puerto el diez de junio, intentaron entablar rela-

I Guido de Lavezaris, Andrés Cauchela y Andrés de Mirandaola al Rey, "Deste


rrío de Panae", a 25-VII-1570. (A. G. I., Filipinas, ag).
RECBUELO gph(OLA
M·ª LOURDES DÍAZ-T
4
pob ladores, qu ienes, e n
apa riencia, se moo­
tad , c on s us
que se trataba
dones de am is pro nto s e pt11so de m anifie sto
c o s , pero
traro n a ello prop i i
enzaron los moros a cañonea
r
o, p u e s i
s. n p rev io av iso, com
de un e ng añ .
el barco que había c
onducido a la. expedición
ellos y los mo ros
pañoles para lu char co n-
Saltaron a tierr a los es as y harigues gruesoo que tení
an
r on en u n f uerte de palm mont a d as
se concen t ar
., e n el que habí a
q u ed a e nt re el río y el ma r ce , co n­
en la p unta q u e
de scarga de arcab u s
t ill e rí a . P ero a la pri mera l os·
seis piezas de ar il leros que, co n
uerte a. los art
o exp ed ici onarios d ar' m
n a disparar los_ca ño nes .
s ig ui e r on l s
s en la m ano, se ap restaba
botaf u e go
o e l enem igo, al cabo
de una hora de lu cha
Desconcert ado po r ell
de los españoles,
ent once s lq s n atural es,, am igos
emprendió la huída, y
incendiaron l a c iudad. falcanes, de más de
a P a nay, llevándose cuatro
Volv ióse Goyt i
2 gran des, p iezas toda
s de br once
n o, y sei s ve rs o s
la c art a
veinte quintales cada u hace en Malinas ", d ice
b a j a das, mej o r "que lo que se
y bie n tra
que ,da estas not icias. e xpedic ión a M
ani la porque
t a n c i a tuvo esta primera eza
Gran i mpor
on g ran cantidad de
datos acef"Ca de la riqu
los españoles obt u v ier
Supieron de su un· a b
g nade ra d e la �s la d� Luzón .
y ofreóa el cultivo de la
a
minera, agrícola po sibilidades que
oc ro n las
dan cia en oro, con ie
r que el v acu no,
que "dicen que
y la e x i stenc ia d e ganado m ayo
t ierra, vaca.
rne era semejar.te a la de
son bu f an os ", y cuya c a hicieron comprender
es r ec og id as e n esta e mpresa,
Las infonnac ion gar i ndicado para esta·
d dad d e Manila era el lu
al Adelant a do q ue la u
r su situación
podría s er
de l A rch ipié la go, pu es po
blecer la c ap i t a li dad
la Ch ina y el J apón,
y desde ella sería más
c i o con
el éentro del com er
res con la N ueva
España.
com u n icaciones regula
fácil est a b l ece r
zp i isalió de P an.ay
decidido a llevar a cabo
Por ello, en 157 1 L eg a
rrir a la violencia,
en tre ga sin t ener que rec u
logró su gar en que
la ocupació� y e sp añoles el lu
R jam o ra ,c-ediera a lo s
con siguie ndo q u e a mayo, fiesta de
e q ue t omó posesión el día 19 de
estaba emplaza da, d l
legida p atrona
de Mani la.
na , q u e po r e st a caus a fué e
Santa Potencia

culebrina.
re eran la mitad de la
que en tamaño y calib
2 Piezas ligeras de artillería,
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 5

Fundación de la ciudad. Su nombre


y escudo de armas
El 24 de junio se celebró solemnemente la fundación de la nueva
ciudad, cuyo plano se ajustó des<le d primér momento al que y¡i, era
común en el Nuevo Mundo; calles rectas que delimitan solares iguales.
semejando un tablero de ajedrez.
En la fecha en que nace Manila, aunque todavía no habían apare­
cido las "Ordenanzas Generales de Descubrimiento y Nueva Pobla­
ción", dadas por Felipe II en 1573, los españoles tenían ya una larga
ex;periencia urbanística en América, que comienza con la fundación
de Santo Domingo en la Isla F.spañola, primera ciudad del Nuevo
Mundo con plano en damero. En 1571 se habían dado ya varias "Ins:
trucciones" 'Sobre fundación de ciudadeis y pueden considerarse como
remoto precedente de las "Ordenanzas" de 1573, las que llevó Pedra­
rias Dávila, fechadas en Valladolid a 4 de agosto de 1513. En ellas
se lee: "Vistas la,s cosas que por los asientos de los, lugares son nece·
sarias, y escogido el sitio más probechoso... · aveys de repartir los sola•
res del lugar para fazer las casa,s y éstos han de ser repartidos segund
la:s calidades de las personas, y sehan de comien.c;o de dar por orden;
por manera que echos los solares el pueblo parezca ordenado, así en
el lugar que ¡s,e dexare para plaza, como �1 lugar e n que oviere la ygle·
sia, como en la orden que tovieren las calles ... ". 3
Estas Instrucciones se repiten e n 1521 a Francisco de Garay y �
todos los descubridores en general, y dos años má,s tarde, a Hemán
Cortés, es decir que se trata de las mhsmas disposiciones que luego fue­
ron incorporadas en la Recopilación de Leyes de Indias. 4
Sin embargo, en el caso de Manila, oomo en el de otras muchas
ciudades ame.i:icanrus, no se cumplieron varias de las normas estableci­
das. Por ejemplo, las Ordenanzas de 1573 --<J.Ue ya sabemos recogen
disposiciones anteriores- refiriéndqse a la plaza mayor, dice n que su
forma ha de ser "en cuadro prolongada que por lo menos tenga de
largo una vez y media ,su ancho", no debiendo ser "menos que de

3 Apud Serrano y Sanz, Manuel: Orígenes de la dominaci6n esJ,afiola en Amirica'


I, Nueva Biblioteca dé Autores Españoles, tomo .25, Madrid, 1918,, pág. .281.
4 Cfr. Palm, Et'Win Walter: Los origenes del u;.banismc imperial en América, e'l1
"Contribuciones a la Historia Municipal de América", Instituto Panamericano de Geografía
e Historia, México, 1951, pág. .255.
ELO SPÍNOLA
y.• LOURDES DÍAZ-TRECHU
6
de ochocien·
y tre scientos de largo, ni mayor
doscientos pies en ancho, ancho., y quedará
de
ien to s t reinta y dos ,de
tos pies de largo y quin de seiscientos pies de lar y go
ana y b u e na p roporción si f uere
med i
cu�tr ocientos de ancho ". ue
lugares mediterráneos n o se fabriq
Tamb ién ise ordena que " en edifiq uen " l as casas R ea ­
p la za" y e ntr e ésta y aq uél s.e
el te m p lo en la
ana y Atarazana ". s
}es, Cabildo o Conce jo, Ad u planta
plaza mayo r de Manila de
P ues bien, Legazpi trazó la iglesia mayor, f utu
ra ca­
, y r erv ó su fr ente NO. para la
cuadra d a es el m ism o
colQCó las ca:Sas de Cabildo. En
tedral, y t:n el que m ira al . S. r r , tamb ién
de los mor os, hizo constru i ot o
lugar donde estaba el fuerte la q ue siituó l as c a sa s reales.
d r , co n una pla za de armas, eri
de ma e a
os, p rimeros r e­
un so lar a los agu stin
Quedó a$imiismo adjudicado para edificar el hos-­
inas, y se señal ó otro
ligi osos q ue pasar on a Filip ido en solare s igual
es, separa•
ea . El res to de l terreno, f u� divid s,
pita ntre los conq uistadore
l r l
r d a s a co r del, y ,&-e repartió e
dos por c alle s ti a
sus casas y
e tierQn la tarea de l�vantar
q ue co n tanto empeño acom m es de u comienza
s
aña y nipa, q ue al
demás ed ificios de madera, c
6
eran ya habitables. mar
d� tierra q ue avanza entre el
Asentada Manila en la pun ta hubo d e s er i rre gu­
rati vo topográfico,
y el río,' su perím et ro, por impe s fr�ntes venía impues por to
y ca nv ria b le y a que por dos de su
de Góm ez Pérez Das­
lar, si i a
ez . C st r u yóse su m uralla en t iempo
la tu\tural a on
intram uro..s
pron� el pequeño recinto de
mariñas (15go-1593) y m uy conjunto
más tarde formarán parte d el
se vio rodeado de pueblos que
ipiélago.
u rbano de la capit al del Arch n ombre indí•
l a nueva ci ud ad e l
Los españoles conservaron para nes. Según una 1
n hay diver,sas opinio
gena, sobre cuya signíficació sea por los que hace el rí0
l g d e remo lin os o corrientes., ya
significa u ar
o ya por los m ucho
oca con las mareas,
cuando llega a este punto y ch s a la bahía.
re las i slas adyacent e
m ayores q u� hay mar a f uera, ent
Madrid, 1774, tomo 11,
de los Reinos de Indias,
5 Vid. Recopilación de Leyes se reco ge lo disp uest o en las Ordenanzas.
I y IX, en donde
lib. IV, título VU, leyes VII Islas Filipinas, nast.J.
los Padres Dominicos en las
6 Ferrando, Juan: Historia de
o I, pág. 143.
el año 1J40. Madrid, 1870. Tom del Santo Rosario de Filipinas
..•
Sant a Cruz , Baltasar de: Historia de la Pr()f;incia . 84-S 5.
'l , 1693 . Tom o II, pág,,
ores. Zaragoza
del Sagrado Orden de Predicad
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Arnus de la inlignc y_fi_cmprc leal Ciudad de Mánilá, Cabc�a.
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las Iílas Filipinas, la mas prin cipal dclb �- de oro
- Vncícudo,cnla mirad del ala parte fopcrior vnCaíl:i11o � ·::
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�ul , y con vna
en campo coloado,ccr�d0, puert a y vcntan:asdc a ..

C_oronaencima,y enlaparte inferior co campo a�ul medio Lcon, y
•· • ".,�

:¡--
guias ,que es
• clotro medio Dcl6n de plata;armado,y tan paífado dedpad:a, con {u
:1 ,
Vrías,y lengua de colorado, teniendo en fu pata vna

b�

mi' ...
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gua�icion ,y puñ<?. � Dicionfclc por prouifion fecha en Aran
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•i�,�·-itW�:.-��
juez a so.de M:iyo de 1 f9'·
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� · ·�t:��-�,.c�� ��
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�"'\:;lldf.".��"·""",-,;.¡,,
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··��,:;;..
�,¡ ..... �, .•,>j ;iri .�1 �: . ,.� �j!t j�'¡ ¡�,;
a en la Biblioteca Nacional. Matlrid
Fig. 1.-Escudo tle M'anila. Impreso que se conserv
MANILA.
CAP ITAL D E LI\S is LAS
. m iLÍP ÍNA S

de la Real Academia
Dibu jo a pluma, existente en la Biblioteca
ila.
Fig. 2.-Escudo de Man de la Historia. Madrid
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 7

Según otra opinión, más probable, se deriva de "may nilad" o


''nilar, que es tanto comq decir �itio poblado de nilad". 8
A los tres años de su fundación Manila fue honrada con los títulos
<le Insigne y Leal, por real cédula de 20 de junio de 1574. En 1595 se
la declaró "cabeza de Filipinas" y al año siguiente una real cédula,
.dada en Aranjuez a 20 de marzo, otorga "por Armas conocidas de la
<licha Ciudad de Manila en la.$ dichas Islas Filipinas, un escudo que
-en la mitad de la parte superior tenga un Castillo de oro en campo
colorado y cerrado con puerta y ventana azules, y una corona encima,
y en la parte inferior y en campo azul, m�dio León y medio delfín de
plata, armado y lampasado d� gule$,, qu e son uñas y lengua coloradas,
teniendo <licho León en su pata una espada con su guarnición y
puño ... " . 9

Los primeros años de Manila.


El ataque de Li-Ma-Hong

En agosto de 1572 murió Legazpi 10 dejando ya perfectamente


.:asentada la nueva ciudad, y le ,5,ucedió en el gobierno Guido de Lave­
_zaris, que hasta entonces desempeñó el cargo de tesorero de la Real
Hacienda.
Menos de tres años habían transcurrido desde la fundación de
Manila cuando .surgió el primer peligro serio, de los muchos que a lo
largo de la historia habían de amenazar su existencia. Fue éste el ataque
,del pirata chino Li-Ma-Hong, que un día del mes de noviembre de 1574

8 El hilad es un arbusto de seis pies de altura, cuyo nombre científico es Ixora.


Vid. P. Blanco: Flora de Fili¡,inas, voz "Ixora M'anila". El Padre Delgado dice que
""según la apariencia es un hermosísimo plátano de los que se hallan en la.a fértiles orillas
· -<!el citado Guadalquivir". Historia General Sacro-Profana, Política y Natural de las Islas
41., Ponicnle llamadas Filipinas. Madrid, 189.2, tomo I, pág. 18.
9 Cedulario de la Insigne iM11.y Noble y Siempre Leal Ciudad de Manila, CapitaJ
.dt estaJ I slaJ Filipinas, destinado al uso de /os Señores Regidores que componen su
EKmo. Ayuntanítento. Sin lugar, Imp. de J. M. Dayot, 1836, pág. 7. Una copia manuscrita
-de esta real cédula se conserva en el A. G. l., Filipinas, 2'¡. En una descripción impresa
.al pie de un ¡¡'rabado existente en la Biblioteca Nacional, Madrid, figura una fecha equivo­
.c:ada para la concesión de este escudo, pues dice "Diéronsele por provisión fecha en Aran­
juez a 30 ·de mayo de 1596". (Núm. 1.447 del "Catálogo de Manuscritos de América "',
ndactado por Julián Paz).
10 Fray Martín de Rada en carta al Virrey de Nueva Espaiía, dice que Legazpi
murió el día 20. (A. G. l., Patronato, .24, ramo :u) y fray Francisco de Ortega, en carta
de 6-VI-1573, afirma que fue el .21. (A. G. l., Patronato, .24, ramo .27).
8 M•• LO URDES DÍAZ·TRECHUELO SPÍNOLA

se presentó en la bahía con setenta embarcaciones bien artilladas y mil


hombres de de.sembarCQ.
. Trató primero de tomar por sorpresa la ciudad y para, ello mandó
a su general Sioco con seiscientos hombres escogidos que fueron cos­
teando de nqche hásta llegar al pueblo de Parañaque, que, equivocada­
mente, creyeron ser Manila. Al descubrir s,u error siguieron caminando
por la playa y llegaron a la.ciudad en la que entraron por sorpresa•.
precisamente por el sitio en que, andando el tiempo, había de cons­
truirse la Puerta Real. A pesqr de lo ine.s,peradQ del ataque, los espa­
ñoles hicieron _gran resistencia, y una de las primeras víctimas fue el
maestre de campo Martín de Goyti. La casa de ést�, .situada en la
llamada entonces calle Mayor, y más tarde ·calle de Palacio, fue la
primera atacada por_ lo.s chinos, por haberlos provocado desde la ven­
tana su espQsa doña Lucía del Cornal o del Corral. 1-1 Estaba Goyti
enfermo en cama, y apenas tuvo tiempo de levantarse, ceñirse una cota­
de malla y tomár espada y rodela. El maestre, y los cuatro soldados de
su guardia vendieron caras 1sus vidas, pero, al fin, oolo uno d e ellos pudo
salvarse.
El h�ho de haberse detenidq los chinos en la casa de Martín de
Goyti, fue de gran ayuda para los españoles, pues les dio tiempo a
replegarse hasta el fuerte, donde �e defendieron valientemente has.ta
que la llegada de los capitanes Alonso Velázquez, Amador de Arisan
o Arriarán y Gaspar Ramírez, obligó al enemigo a retirarse hacia la
playa y reembarcar.
Ocurrió este suceso el día 30 de noviembre, f�tivi dad del apóstol
San Andrés, que por tal motivo fue elegido p,atrono de Manila.
No cejaron tan pronto en su empresa los piratas y tres días des­
pués decidieron repetir �l ata,que; lo� españoles api:ovecharon esta
tregua para fortificarse, reparando "un fortezuelo que avía que todo
él estaba caydo"; al mismo tiempo se iban concentrando en la ciudad los
que habitaban en los alred�dore.s, y oportunamente llegó un refuerzo
de cincuenta y cinco hompres mandados por Juan de Salcedo; se encon­
traba éste en la provincia de Ilocos, y tuvo noticia de la v�ida de
Li-Ma-Hong sobre_ Manila, apresurándose a acudir �n socorro de la
dudad. Fue precisamente dicho capitán, nieto de Legazpi, el de.signado

11 Caro y Mora, Juan: Ataque de Li-Ma-Hon.g a Manila en 1574. M'ani-Ja, 18�8..


pág. 42.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 9

por Lavezari:s para sustituir a Goyti e n el cargo de maestre de cámpo,


nombramiento acertado, pues �ra uno áe los mejores militares que
había allí por entonces.
El 2 de diciembre, de madrugada, llegó a Manila la noticia de que
Li-Ma-Hong levaba anclas, y pronto apareció su numerosa escuadra
que fondeó frente a la ciudad.
De ella salieron mil quinientos hombres a las órdenes de Sioco, que
los dividió en tres columnas, y dejando una de reserva, en la playa, envié,.
otra a lo largo del Pásig, y él al mando de la tercera, entró en la ciudad
por el mismo lugar que la vez anterior. Los chinos, ebrios de furor por
el primer fracaso, degollaron a los indígenas que cayeron en sus manO&'.
e incendiaron el convento de los agustinos.
Llegados ante el fuerte, Sioco retó a fos españoles a que salieran
a luchar con él y luego ordenó el asalto, que fue rechazado repetidas
veces. Ya se iban replegando hada la playa cuando Li-Ma-Hong, a!
mando de cuatrocientos hombres, vinQ en ayuda de su general; pero
fue en vano. Los piratas estaban ya desmoralizados, había caído Sioco.
y todos preferían morir en la playa antes que volver a las trincheras.
Al fin, el jefe hubo de dar la qrden de reembarcar, y en su retirada, aI
pasar frente a Parañaque, desahogó �u rabia arra.5ando �te pueblo y
degollando a cuantos indígenas encontró.
El ataque de Li-Ma-Hong diq a los naturales una oportunidad
para sublevarse, pero -fueron fácilmente pacificados, siin que los· espa­
ñoles tuviesen siquiera que hacer uso de las armas.
Entre tanto, el pirata se había establecido a unas cuarenta leguas
de Manila, fortificándose allí; por ello, s•e organizó una expedición af
mando de Juan de Salcedo, cqmpuesta por trescientos cincuenta solda­
dos y dos mil indígenas, que después de quemar la flota china, pusieron
cerco a los pifatas, sitiándolos en el fuerte que habían construído. Seis·
meses duró dicho asedio, durante los cuales los chinos construyeron
treinta barcos y una mañana consiguieron romper el sitio y botarlos at
a�a, escapando así. 12

1.:1 Los oficiales real� Guido de Lavezaris, Andrés Cauchela, Andrés de Mirandaola
y Salvador Aldaue, q) Rey, en Manila, a 30-V-1576. {A. G'. I., Filipinas, 29).
Z-TRECHUELO SPÍNOLA
M•ª LOURDES DÍA
10
endios
del ataque: dos inc
Manila después a·
a que el tira no Li-M
ey, 3 co munic
1
ci u dad al R
Una ca,rta de la: quemada, Por lo que el
gobernador
a Ma n ila destr uída y t res años sin
Hong dejó
e , llegado allá en
157 5, lleva ba
d e S a n d ada .
don Francisco e<lifi cac ión y en cerc
arla de paliz
�u re
�sar de trab ajar e n
u e l mis mo gobe
rnador hizo "una muy
d ic e q e S a n augus·
En esta carta � c a ted ral y u n mones te rio de
ma yo r y en e n a�r el
.sunt uosa yglesia para "qu e da an.ssí mism
o dand o hord
y tiva·
tín e un osp i tal rr ea l "
pad res f ranciscos r
ecién benidos". Efec
a d e lo s
77, y tuv iero n p rim ero
monesterio y cas g ar on a Ma nila en ·15
nos lle nd io
mente, los f rancisca uemó en el ince
ma d e ra y c añ a s, que se q
d e
un convento e iglesia
de 1583. r don Gonzal
o Ronquillo, y
Sa nd e f u � s us tituído po había
El año 158o
ad a l Re y 4 s a b e
1 mos qu� un a ño antes
por ot ra carta de la c iud
ncen dio, que d es tru
yó el monas io de t er
e gun do i de
s ufrido Manila su s el gob ierno anterior
- y gran cantidad
ad o e n ue llegó
S an Ag u stín �dific resu ltó d i ficil
hoS;l)C<lar a la gente q
p u n to q ue
casas, hasta el
con Ronquillo. -- se v a da nd
o horden
-dic e la c itada carta ara
"Agora d e �uevo de ac;oteas p
ca sas· e yg le sias se hazen
en que los edificios
de las
y la ciudad esta
rá mejo r
r o s d el f uego
huir segu costo.so y
v.oderse par e sta vía au nq ue a los vec inos• le s es más
nsa
decorada y en d efe
trabaj oso". de M an ila en sus
primeros años,
r an en em i go El año 1583,
Pero el fuego, ese g �h a ce r se de es ta catástrofe.
iudad p ara r stín los
no dio tregua a la c g le s ia del mo
nast erio de S an Agu
an en la i u lo y de
cuando se cele bra b endió al túm
onq u ill o, una v ela p r
Gonza l o R tor J uan
f u nerales por don e e ra d � paj a. E n u na carta del fac
techo qu que soplaba
éste se prop agó al al Consejo
de India s, se die�
iri g ida incen·
Bautista Román, d
t ierra, lo que
fue causa d� ue el
q
la p art e de el f u erte ;
·.in fu ert e viento d e e , ab r a sándo se toda
la dudad y
ra p id z
mun iciones
e n él
dio se exten diese con e xp lo ta ron la pólvor a y
illería y
se fundió la art
u-
guardadas. armas, sin m
R o mán - q ued�mo s sin
s c ribe
"Desta man er a -e
27).
(A. G. I., Filipinas, 271).
al Rey, en Ma nila, a z¡-VII-1578. G. I., Fili pina s,
13 La Ciudad 20-VI-1580. (A.
Rey, en Manila, a
14 La Ciu dad al
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 11

niciones y sin haziendas a beneficio d e los naturales que dizen que no


_pagan tributo a nosotros sino a nuestros arcabuces, y al de dos mil y
.quinientos chinos que estauan en el río en susi nauíos venidos a contra•
-tar. Al fin quiso Dios tenemos de su mano y cegarles el entendimiento
-para que no usasen de la ocasión que se 1� ofrecía y de sus mesmas
lntenciones que son bien dañadas contra nQSQtros". 1 s
Otra carta de los oficiales reales 1 6 indica que el hecho ocurrió
-el último día de febrero y ooincide con la anterior en la descripción de
los daños causados, añadiendo que ello.s lograron salvar la caja real.
y los cuatro libros.
Quedó reducida Manila a "una triste ma:sa en pavesas y cenizas"
<iice fray Juan de la Concepción 1 1 y esta catástrofe impulsó la cons•
trucción de cas•as de piedra, a lo que contribuyó mucho fray Domingo
.de Salazar, primer obispo de la nueva diócesis 18 qu e repartió entre
:ios vecinos tres mil pesos de su hacienda, para que hiciesen sus casas,
y procuró convencerlos de la ne{;'esidad de que éstas, fuesen de cal y
.canto. además d� ocuparse personalmente de que se fabricase n tejas
para rubrirlás,y se abriesen canteras.
También tuvo una parte importantísima en la reconstrucción de la
-ciudad el nuevo gobernador, don Santíago de Vera, que llegó a Manila
el 25 de mayo de 1584. Una información hecha a solicitud de su hijo
Gaspar 19 nos da noticia de que habiendo ,hallado quemada la ciudad,
y las ,casas que había de madera, caña y nipa, mandó CC>rtar piedras, de
.canteras muy hermosas, y estimuló a los �ecinos a labrar de cantería
-0 de ladrillo, procurando que no se hiciesen de otros, materiales com­
bustibles.
Consiguió también qu� .los naturales y los chinos aprendiesen a
labrar de cantería, y de este modo --0ice la información citada- "se
ba hecho ya la mayor parte de la ciudad de piedra, con edificios, casas
'Y templos muy hermosos, fuertes y suntuosos" pudiendo servir cada
·uno de fortaleza para la defensa.

15 Copia de una carta del factor Juan Bautista Román, al Consejo de Indias, en
'Manila, .a 15-VI-1584. (A. G. l., Filipinas, 29).
16 Los oficiales reales al Rey, en Manila, a 18-VI-1583. (A. G. l., Filipinas, 29).
17 Concepción, Juan de la: Historia General de Fili{>inas, M'anila, 1788. Tomo II,
��
18 Real cédula, en Madrid, a 21-XIl-1590. (A. G. l., Filipinas, 339).
19 Información hecha a petición de Gaspar de Vera, en Manila, a 30-IV-1590.
(A. G. l., Fi.lipinas, 5,9).
AZ-TRECBUELO SPÍNOLA
K•ª LOURDES DÍ
12
Virrey de Nueva Espa

nti go de Ver a, en carta a l


El propio Sa a Mani·
l f a cilid ad con que
se producían incendios en
bl a nd o de a p evit arl o&
ña ha2(1
m adera, caña y
paja, dice que ara
sus edifi ci o s de que cas a s-
la, pÓr•ser
c onsi n tió que se hiciesen en adelante más
en el futuro, n o
n omía de
de piedr a.
d a dq ui rien4 o por o a poco un a nueva fiso orido.
Así fue la, ciud a
ado u na esta
mpa llena de col
o ni o de M o rga n os h a dej om o oidor de
la,
la q ue An o de 1595, c
t
Archip iéla g o e n ju ni
Morga llegó a aquel ó allá hasta julio
de 16o3-, en que fue:
nna neci
Audiencia de M anil a y p�
n p ropia . Su o bra
"Sucesos de la s
, a pet ició
traslad ad o a l a de
M éjic o
d ud ad �n 16og, co
nstituye p or tan to
da en es ta des·
Islas Filipinas" p ublic ano, y en ella se encuentra una detallada
a

u n a fu ente de
primera m ollo urbaníst
ico alcanzado-
pe rmit e con o cer el desarr
cripción que n os
siglo 2CVI.
21
l fine s• del a, o bra que
por l a C a pi ta a a de canterí
d d ce r c ad a de mu rall
HaUábase ya la ciu a
ez Pé rez Dasmariñ a
s, que también
mino Gó m
comenzó y llevó' a feli
zt é r
de San tiag o , en el
lug ar ocup ado
ucción del c a s till o el
emprendió la constr ma,.d er a, d se a en la
punta avanzada entre
f u erte de
por · el primitivo
mar y el rí o . n ad a que quedab a
frente. a la p uerta.
mas, o e xpl a de
En la plaza de ar
ll a b a n l os a lmac en es reaJes• y la fábrica
•$e h a mo
principal del castill o, fu� trasladada lejo
s de la ciud ad,, co
más a del a nte
pólvora, que
ución.
lógica medida d e preca las ca¡sa.s• re ales, ya
en este-
l a pl aza de arm as estaban redore�
T ambién en i os rodeado s de
c or
ca nte ría, co n d os pat
mom ent o fabricad as de be dor
rna
esos pil a r es. En dic has casas residí a el Go Real
al tos y b aj os de g ru mis mo edi ficio se hallaba establecida la
el
con s u familia, y en
A udiencia. ado éom o sabe-
r estaba ocup
de l a plaz a mayo
Uno de los f r en tes
, lab radas d•e can t
ería y en cuyo p iso infe�
de C a bild o
rio.s. En la mis•
mos por las Casas udi e nci a de alcaldes ordina
la cár cel y a
ienq. o que era.
rior se hallaban que Mor g a describe dic
la c at ed ra l s• alta s,
ma plaza se levantaba c o n su c apill a
may or, y c oro de silla
e res n a ve s,
"de cantería, d t

Villamanriqu e, eir
paña , Marqués de
o de Vera al Virrey de Nueva Es la obra de M orga, nota núm. 56,
20 Santiag de
&7. Citad á por Retana en ,;u edición nas. E dició n· de W. E. Retana,
Manila, a 26-V l-15 Islas Filipi
de: Sucesos ele las Morga que se harán
roá&
21 Morga, Antonio '¡oda s las citas de la obra de
y sigs.
Madrid, 1909, pág. 1�
esta edición.
adelante, se refieren a
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 13

y bajas, cercado de rejas, adornado d e órgano, atriles y lo demá�


:necesario... ".
Cuatro iglesias conventuales, con �us respectiva:s residencias para
1os religiosos, había ya en Manila por este tiempo: el monasterio de
San Agu!Stín cuyo· hermoso templo ·se hallaba en construcción, el de
Santo Domingo. junto a la muralla, a la banda del río, y los de San
Francisco y la Compañía de Jesús.
Menciona Antonio de Morga tres hoopitales intramuros de Mani­
la; el hospital n�al de los españqles, fundado por Legazpi, el de: la Mi­
-resicordia sostenido por la Hermandad de este nombre que se estable­
.dió en Manila en 1594, y el hospital de los naturale.s, junto al convento
. .de los franciscanos que fueron sus fundadores. Este último se tras�dó
más tarde al pueblo de Dilao, extramuros de Manila. Existía ya tam­
bién el Colegio de Santa Potenciana, para hijas de españoles, con una
buena igle.sia d e cantería.
El risueño aspecto de Manila es descrito así por el autor cita­
<lo: "Las calles de la ciudad son bien pobladas de casas, las más de
cantería, y algunas de ma,dera, muchas tejadas de teja de barro, y otras
-de nipa, buenos e<lifitios, alt� y anchurosos, con piezas grandes, mu­
chas ventanas, y balcones, y rejas de: hierro que las adornan; y cada
-día se van fabricando y perficionando más. Serán seiscientas casas, las
.que hay de las murallas adentro, sin más de otras tantas que ay die
madera, fuera en los arrabales, todas son vivienda y poblazón de
-españoles.
Las calles y plazas e iglesias están muy llenas de ordinario de
_gente <le toda suerte; especialmente de españoles, todos vestidos y adere­
:zados curiosamente de seda, hombre y mujeres, co n muchas galaS' y
-todos trajes, por la comodidad que para esto tienen; de manera, que e.s
una de las poblawnes más alabada de los forasteros que a ella acuden,
(]Ue ay en el mundo ... ".
No cabe duda de que a pesar de 1� repetidos incendios., Manila
1:uvo una vida próspera e n sus primeros años, y ya a fines: del siglo era
-una hermosa ciudad, "noble de pobladores, rica de mercaderes, valerosa
<le milicias, envidiada de muchas de la Corona ... ", escribe el padre
Baltasar de Santa Cruz ·22 y la· prosperidad de sus moradores les lievó
-a levantar "palacios con torre� y galerías, que llama el arte soberbias,

22 Ob: cit., tomo II, pág,s. 84-Bs-.


QLA
M•ª LOURDES DÍAZ•TRECHUELO SPÍN
14
rámides impertinentes, de provecho
llenas de festones, moldu ras, y pi para ver
azándose unas c asa s a otras
sólo para ocupar el aire y embar ntand ¡& u el s y a rremp u-
an a competencia l eva
o o
e l m ar y aun la luz, ib
j an<k:J tejados a las nubes ... ".
l siglo XVII
Manila en la primera mitad de
r ama de vida fácil y
grata, que:
Pr onto había de cambiar el pano ido fines del
descripciones. El terremoto ocurr
a
reflejan las anteriores inq uietu­
de entrada a una centuria de
año 16oo viene a se.r el pórtko que incendios y
antes de Manila, en la
des y sobresaltos para los habit ues d e los holandeses,
tie-
s, blev ciones •de los sangleyes y aiaq
seísmo su a
ciudad.
nen continuameQte en jaque a la
he el temblo r de que tratamos.
Sucedió " al p unto de la media noc3 a.
- :2 tan largo que duró de seis
-<iice fray Juan de l a Concepción e di­
vaivenes que así se meneaban los
siete minutos, tan furioso en .SLt·s s be y b j de
lterado mar, ,cuando u a a
ficios c omo suele un navío en a
popa a proa".
de 16o3 en el que se vio asolada.-
Terrible fu e para Manila el año ja,
enzó por una ca sa cubierta de pa
por un espantoso incendio qu e c�m de­
mió muy pronto la tercera parte
y favorecido por el viento, consu min g , e l Ho s­
convento de Santo Do o
la ciudad, quedando destruídos el it ctu a,
cu enta casas ; las más de arq u e r
P.ital Real y "más de ciento y cin c()r
ncia de su próspero y caudaloso
grandes y sumptuosas, corresponde sos.
as en un millón de pe
merdo" Z4 calculándose las pé rdid atástrofe
ad de tan espantósa c
Aún no ;se había repuesto la ciud ­
nto de lct. sangleyes, a;s cuyo número
cuanoo ocurrió el primer alzamie lo s que cad a.­
sante, por ser muchos
había ido aumentando de modo ince
alrededor•es de la ciu da d.
año se quedaban en los
Manila �ó refiere al rey estos
Una carta del Cabildo secular de las cer•
suces os diciendo que eran
ya varios millare;s losi que había en
sólo s(! hallaban setecient
os espa-
canías de la capital, mientras en ésta
ñoles entre ve cinos y soldado-!:>.
23 Ob. cit., tomo II, págs. 383-84.
:24 Ibídem, tomo IV, pág. 30. inas porqu�
los chinos que se quedaban en Filip
25 Los españoles dieron este noinbre a atar" , con lo que se expresa la ocupa-.
"tratar y contr
las palabras "san" y "gley" �ignifican
ción principal de estos inmigrantes. -1603. (A. G. I., Filipinas, 27).
:26 La Ciudad al Rey, en M'anila, a 9-XII
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 15

Comenzó la sul:>levación "un viernes, víspera de San Francisco"


--3 de octubre- en el pueblo de Quiapo, situado a la derecha del Pásig.
agua.s arriba, de Manila. Dicho pueblo fue incendiado, y los chinos
mataron a muchos españoles -con grande� crueldades.
Amanecido el siguiente día mandó d Gobernador una escuadra de
soldados al pueblo, de TondQ, consiguiendo evitar su destrucción. Aquí
vivía el ex gobernador don Luis Pérez Da.smariñas, que con unos cien­
to veinte hombres quiso atacar a un fuerte que habían levantado los
chinos a una legua de allí, pero cayó en una embqscada y casi todos
los españoles fueron muertos.
Aún no habían tomado parte en el alzamiento los sangleyes que
vivían en el Parián, barrio situado bajo las murallas. de Manila, pero
el martes siete de octubre, unidos a los otros, asaltaron la plaza, siendo
rechazadoo con grandes pérdidas y al día isigui�nte fue incendiado el
Parián, con lo que levantaron el cerco, perseguidos por españoles e
indígenas, que acabaron oon ellos.
Durante los primeros años del :siglo la capital de Filipinas, se en­
riquece con numerosos edificios, casi todos ellos, de carácter religioso,.
unos recién construídos y otros reedificados con mayor solidez y sun­
tuosidad, como por ejemplo, la iglesia de los agus,tinos, terminada
en 1614, y que ha resistido hasta nuestros días, no sólo la furia de los
elementos sino la barbarie de los hombres, siendo el único edificio de
la época española que ha quedado en pie dentro de la ciudad murada ,.
después de la última guerra.
También la iglesia de Santo Domingo fue reconstruída con mayor
esplendor, después del incendio de 16o3, y cubierta ahora con bóveda
de piedra, !;: igualmente se reedificó el templo de los jesuitas.
En el primer cuarto de sigl9 se fundan el convento de San Nicolás:
de Tolentino, de agustinos descalzos, el de Santa Clara, que fue el
primer convento de monjas que hubo en Manila, el Colegio de Santo
Tomás, luego elevado a la categoría de Universidad, y otros que con­
tribuyen a realzar la· fisonomía urbana de Manila, dándole categoría
de gran ciudad.
El padre Murillo '27 dice que la capital de Filipinas era en aquer

27 Murillo Velarde, ·Pedro: Historia de la prc,rincia de Filipinas de la Com,pañla


de Jesús. Segunda parte que comprende desde el año 1616 hasta el de 1746. Manila,
1749, Lib. II, fol. 140 v.•
16 M•ª LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

tiempo el mayor· emporio del Oriente y nos da esta descripción de ella:


"' El terreno es llano, las calles están todas tiradas a cordel, largas,
anchas, llanas, hermosas y desahogadas, y cruzándose por opuestos
rumbos, dexan dividida a la ciudad en muchas quadras, que quedan
aisladas de las calles: por lQs quatro rumbos. Las casas eran grandes,
alta,s, espaciosas, hechas de piedra y de buena arquitectura, todas igua­
les por la dirección del cordel, con balcone.:z balados, que sirviendo de
desahogo a las casas, servían d e grande belleza a los edificios, v de
gran conveniencia al vecindario, pues con su sombra no menos los, de­
fendía de los ardores del sol, qúe del rigor de las lluvias, caminando
:Siempre a cubierto. Sobre los techos había hermosas 'galerías o azoteas.
donde de noche subían a tomar el fresco, coronaban las orillas del río
muchas fértiles hermosas huerta:s, jardines., quintas y casas de campo.
De suerte que Manila era la ciudad más hermosa, magnífica y soberbia
del Oriente por la grand�za de sus edificios, que ca.si todos, parecían
:Sumptuosos Palacios".
Pero pronto toda ella había de quedar reducida a escombros, y
-aquellos "penachos de piedra" de que habla el padre Balta:sar de Santa
Cruz, serían d�rribados. "El día de San Andrés tembló la tierra en
estas Islas con tanto vigor que se vinieron al suelo caisi todos los edi­
ficios de la Ciudad y los que quedaron están tan lastimados que no se
-pueden habitar"; esto escriben al Rey los franciscanos de Manila 128
refiriéndose al espantoso terremoto que asoló la ciudad en r645 de·
jándola casi destruída. Por espacio de sesenta días se prolongaron las
sacudidas, pero sólo la primera fue bastante para derribar las dos
1

:torres mayores que eran la de la catedral y la del convento de Santo


Domingo, cuya iglesia quedó arruinada en un t�mblor más violentQ
-0eurrido al quinto día, que acabó oon los edificios que se habían salvado
.del prim�rQ.
Los do$" grandes enemigos de Manila, el fuego y los temblcres,
influyen de modo opuesto sobre su arquitectura, y así niientra,s el pri­
mero impulsa la construcción de casas y edificioo de piedra, los segun­
dos obligan a sus habitantes a volver al empleo de materiales ligeros.
Por eso, el gran desastre de r645 hace reaparecer las casas de madera
y, el terremoto del día de San Bernardo de 1658 causó menores estra-

28 Los franci�canos del convento de Manila, al Rey, en 4-VIII-1646. (A. G, I., Fi­
lipinas, 81).
Fig. 3.::...Iglesia de Pinaglabanan. San Juan <le! Monte, provfocia de Rizal.
In
G t
GJJ E LA B .A I .A
Fig. 4.-Plano de Manila en 1671, por fray Ignacio Muñoz
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 17

gos que el anterior, porque como d,ice el citado cronista Baltas.ar d�


Santa Cruz, encqntró "humilde a la ciudad d� Manila y por el suek�
aquellos penachos de piedra"� aunque, a pesar de ello, afectó a todos
los principales monumentos. Una carta de la ciudad al Rey confirma
esta impresión al decir que atemorizados por los terremotos, "andan
los moradores descarriados auitando en cas�s <le caña y de madera". 3°
Quedó por tierra la iglesia d� San Nicolás, tan maltratada la del con•
vento de Santa Clara, -que hubo que derribarla; la de Santo Domingo se
vino abajo, y el Palacio Arzobispal �tuvo a punto <l e sepultar al Pre•
1ado entre sus ruina,s. Para precaver� en lo sucesivo, según refiere fray
Juan de la Concepción, 3 1 "arbitró contra tales fracasos otros, modos
la arquitectura arrimando a las paredes gruesas ,columnas de madera
sólida, sobre que descansasen, y se· enlazasen los tech9s; de modo que
.aunque ise destruyesen las canterías, mantuviesen rst9s postes los texa­
<los, dando lugar los baivenes a librarse del peligro: no eran obras
i... curiosas, pero prestaban firmeza; también arrimaron a los templos
pilares q estrivos muy fuertes, gruesos y sólidos; como estos aditamen•
o
e:,.
tos afeaban las fábricas los han evitado en las obras modernas, ocu·
-criendo a los riegos con lo grueso. y robusto de las paredes, sólida y
"" profundam�te cimientadas".

Manila en 1671
De este año es el más antiguo plano que de Manila se conserva en
el Archivo General de Indias, d� Sevilla (Fig. 4), delineado por un
,dominico, fray Ignacio Muñoz, 32 que había estado en Filipinas, de donde
_salió en 1669. Por lo tanto, si el plano fue r�almente dibujado en
1671, debió ser hecho de memoria, cosa del todo improbable teniendo
en cuenta su exactitud que se comprueba por comparación con otros
posteriores levantados por ,los ingenieros militares,. Por_ ello parece

29 Ob. cit., tomo II, pág. 83 y sigs.


30 La Ciudad al Rey, en Manila, a' 15-VII-1659. (A. G. I., Filipinas, .:aB).
31 Ob. cit., tomo VII, pág. 4 y sigs.
3.:1 Este religioso era natural de Valladolid y llegó a Filipinas en 1635, según
W. E. Retana ( Breve ·Diccionario biogr6fico de lor Ingenitros Militares que han estado
4!ff las Islas Filil>inas desde I565 hasta I898, Madrid, 1923, pág. 61). Volvió a España al
ser "nombrado catedrático de matemátitas en la Corte con mil ·ducados de renta al año"
{Cfr. Ocio: Compendio de la reseña biogr6fica de los dominicos. Manila, 1895; pág. 163).
El año de su regreso consta en el Informe que acompaña al plano de Manila. Dicho informe
lleva fecha a:8-XI-1671. (A. G. r .- , Filipinas, 86).

(2.)
..
RECHUELO SPÍNOLA
M•" LOURDES DÍAZ-T
18
ent re sus. papeles
es.te plano de la ciudad,.
e t e r ía el
1ógico pensar qu ra
da di b ujase para el Co
n sejo de Indias
fech a ind i c a "lOIS
aunqµe en la vo, o bien que tuvo a la vista sta
que se gu a rd a en el Ar chi M iña s h a
ejemplar dores desde Pérez das
ar
dos p or los gob em a de
planos envia
Ret a na, qu e califi,ca
de "trabaj o excelente" el
Salcedo", como d i ce
fray Ignacio Muñoz. a mura.lladd de Manila,
que en su s-
ve r e l r�d nto qu e
En él padem os
nd á i n variable.. De
sde la punta avanzada
nte r en fo rm do
ma r
lin eas gener a
les � de l p lano) se ab
a n
nt ago (nú m. 4
ocupa la fu erza de
Sa i
b a hí a , defendido
éste por c inco for­
río y de la
ángulo los frentes del dd, a la cril la d e
l m ar , de planta
pentagonal
ct v a nza nrique:
tines., y un redu o a abiniano Ma
nte el gob ie rno de don S
d lo
este foso natural, só
d s u ra
(le tra r), construí o
ío, po r contar con
de l r y un a m edia
de Lara. En, el frente Domingo (núm. 11)
lu r te, lla mad o de Sa nto
existía un ba a
6).
arte del Castillo ( n úm.
naranja que forma p q ue se extie
nde desde el baluarte
de
de t i er r a, Diegq.
El amplio frente 12), hasta e l de San
a ori lla de l río ( núm. d os, áng ulos
San Gabriel, la
pre sen t a irregular fig
u ra, con
( letr a p )., (nú m. 15) ,.
próximo al · mar a rtes .San Franc
i sco de Dilao
de lo s b alu
salientes que defien n
Carranza (n:úm. 16).
y San Nicolás, o de l P ari án
0

Ma i po r este frente: la puerta de


chino de este n omb re,
ení n la
Dos salidas t a
f rente al barrio
po r d ar
de Bagumbayan
(núm. 13), as.í llamad a
q e ha: ce f rente al pueblo
úm. 17), u ue
y la Puerta Real ( n se h allaba en el
centro de la cortina q
pue rt a n o p ó xi ma a
(letra m). Dich a
Die g o y San Nicol
ás, sñ.no más r
de S a n e la
une los baluar
tes
ll Real, q ue
desde ella conduc a
y enfi lada co n l a ca e en este
este ú ltimo,
del P ala ci o del Gobernador, establecido
Plaza Mayo r, delante
·
lu gar en 1654.
núc leo ur ban o e n
el que hay nu-
do a b ra z a un ir ,.
El recinto fortifica ca,si t odo s ellos en su pe
riferia, es, dec
igles ia s, fensa.
merosos conve ntos e r cunstanc� a per
ju dicial a la buena ·de
m u ral la, ci e c iudad
fundaron antes de qu
la
inm�iatos a la muc hos se
q e
ya Dom ingo ( letra R) r
u
pero que se explica. Ta es el c aso de Santo
a. l
de su n omb re-
fuera cer cada de .pied
r
obre e l río , ent re el baluarte
e s
adosado a la cortina que c
a

y el de San Gabriel. o ,se ha di cho ,


fue el primer con-
T). , q u e , co m
Santa Clara (letra l mu ral la sólo
o j s que h u b o en Ma ni�a, está 1separado de a
v�nto de m n a
ARQUITECTtJ'.RA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 19

por la ronda y forma un bloque con el Hospital Real de los españoles,


frente al que está situado el Colegio de Santo Tomás (letra a), cuya
fachada principal mira al convento de Santo Domingo.
Tras la cqrtina que une los baluarte� de San Gabriel y San Nicolás
está el hospital de San Juan de Dios (letra Z), y próximo a él, el con­
vento de San Francisco (letra S), también frontero a la muralla; así
como el de los Recoletos (fetra X), fmplazado en el lugar en que estuvo
la primitiva casa de fundición, trasladada a otro lugar por don Juan
de Silva, que cedió este solar a los agustinos descalzos. 33
Los jesuitas fundaron su iglesia y colegio en un lugar próximo al
que ocupó la antigua fortaleza de Nuestra Señora de Guía, construí da
por don Santiago de Vera; ambos edificios (letras Y, y b), se encuen­
tran al final de la calle Real, haciendo esquina a la ronda de la muralla.
Bajando por la citada calle hacia la Plaza Mayor, encontramos el
magnífico edificio del convento e iglesia de los agustinos (letra V),
cuya suntuosa fábrica es el mejor ornato de la ciudad española. Sepa­
rado de él por una :ealle transversal se señala en el plano el Colegio de
Santa Isabel (letra P), fundado por la Hermandad de la Misericordia,
establecida en Manila a fines del siglo XíVI, como ,se ha dicho, y que
tuvo vida muy próspera.
El Real Colegio de Santa Potenciana (letra Q)� que se creó para
la educación de hijas de españoles, t;n tiempo de Gómez Pérez Dasma­
riñas, ocupa un solar entre la.is calles Real y del Cabildo, paralela a la
anterior y llamada a-sí por desembocar en la Plaza Mayor frente a las
Casas Consistoriales. En dicha plaza sólo ,s.e señala en el plano la ca­
tedral (letra N), que ocupa el frente SE. y cuyo eqificio, reconstruído
por el arwbispo don Miguel de Poblete, se estrenó precisamente por
este tiempo.

Manila en el siglo XVIII


En 1762 terminó la guerra con la Bran Bretaña, uno de cuyos
episodios fue el sitio y conquista de la ciudad por los ingleses. Se trató
entonces de fortificarla con arreglo a un nuevo Proyecto y con motivo
de su ejecución s e levantan numerosos planos de Manila, por los inge-

33 La donación fue hecha en 16-XII-1609, según testimonio que va unido a ia solici­


tud de fray Rodrigo de San Miguel, que pide les sea confirmada. (A. G. l., Filipinas, 79).
RUELO SPÍNOLA
M•ª LOURDES DÍAZ-TREC
2{)
no
tro, F elicb
Ant i G óm ez, Tomá s de Cas
gu
nieros militares Mi
el o n o

O' K el ly, Tomá:s Sanz


y_ Gregorio Clavero.
Márqu ez., Di n id
Gómez, _para expre sar gráfica
o is mente
qu h o M iguel A ntonio flej
En el e iz
62 (fig. 6), se re a la
za p los ing leses en 17
el aisedio de la Pla or
�l e spacio de un si glo
q expe i m entó Ma,nila e n
rándolo c on el
r
evolución urbana ue
de 17 63. Compa
, ya q ue este plano es
ap rox i fl)ad a m e n t e como el Beaterio de
e di fic ios, tales
r ecer nuevos
anterior, v mos p a uan de Let r án,
i mo a San J
e a
Sen (n ú�. 34), p róx
Santa C atalina d a
go. La Plaza
frente a Santo Domin.
e
as ( m. 36) ,
y la C asa de Re gi de cante ría, e l de la,s
co d nú

en q cid con u n _edifi cio


opuesto al Pala cio
a
M ayor se ve ahora
ri u e

C i ( m. 28Y,; que ocupan el f rente vieron, según


c asas de ab ldo nú
miento s e n 1758; tu
as des de los ci
on van a torre con
Real, y fu
�n
tad
de la p laza, y un
er le
rta s d o el f r ente
parece, u nos s oPo le to

r eloj. 34 la Compañí a
de J esú s
fi s el d el Beaterio de
Otro nu evo edi cio e
legio Máxi mo
de San Ignacio.
d a la e s palda del Co
( núm. 45), u m. 3 1 ), estableci do po
s it a o r el
ve el S emi nario (nú rá s
También p u ede rse
nas casas situadas de t
i w de la C u esta en u
arzo bisPo f ray F ra nc s
di ficio comenza
d en
o
m. 30), n dona ndo el e
aba dab a
del Palacio Real ( nú
\ S h al laba pr óximo
a é ste, pues
anteces�r, cu y o sol ar e
sta 1 77 1
t iemPo d� su
zo i spal. El n uevo
Semi nario isubsi�tió ha
f rente al Pa ac o b ent peli­
dejado en inmin e
l i a r
r ó der ri b a r lo por haberlo
en cuyo año s
e a co d
o el 1 .0 de febrero. 5
3
l er remoto o currid ,
gro uin e t edi ficios públicoo
i l a v ei nticinco
de r a
om n M an
Había en este m
en
bstante su ca rácter
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os, pero, no o
g lesias y co nv ent eru>s
e n su mayo , p del siglo, un aspecto m
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ad of ecí a, a mediados
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monu me ntal, la ciu d
ada c en turia. L a cau
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floreci ente que dur er f altado varios
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busca rla en la decade
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Esp aña . "Pérdi das
de N avíos y arribadas
las naos d e N v tra edias en
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t in uo teatr o de
u e a
cep ci ón- es un con
la C iem bros;
f ray Juan de a todos los m
on
d un ga león trasciende
estas i sla•s; la pé di da e eculares y
los pobres ; a s
r
y In ; lo s r i cos y a
m altrata españ ole s ci dad o des·
dios a

l p nto concéntric
o de que pen de su fe li
eclesi á:s ticos ; e s e u
o despojo... "
36
gracia ; su ,conservación EskJd'stico-His16ric
o de
n,ario Geogmfic0-
Felipe Bra"vo: Diccio
31 Buzeta, Manuel y g. 219.
Madrid, 1851, tomo
II, pá (A. G. 1..
la.1 Islas Filipinas. nila, a 16-VII-1771.
Simón de Anda a Arriaga, en Ma
35 El Gobernador
Filipinas, 925).
pág. 1 y sigs.
36 Ob. dt., tomo VII,
,.,
,,�_ ..
ºy
'I
'
1 p .. ,
e•.•.
Dtscriptio11 de l'Univers
siglo XVII , ,según grabado que ilu�tra 1a poco just a do al texto,
del o a
Fig. 5. M anil a a fines rtista ha hecho un dibuj gure d'une femelle. Elle
allet, París, 1683. El a Baye qui a l a fi
por Allain M anesson M ent d'une par
est d ans l'enf oncem est arrousée de l'a•itre
que dice así: "Cet te Ville Terre que la Mer bat d'une costé, et qui dív erses sortes de
pointe de j mb es de
e..;t située sur une a ses pilles ou a
sur un Pont de bois qui le grandeur.
une Riviere qu l'on passe r aisonnab aties
pierre; cette Riviere por
te des B arque s d'u ne
tres-be1le; se,s
m aisons sont tootes b
M nill e est pet ite; m ais elle est prope et bel ir. Ses Rue son t larges et droites,
Manila ou a
grands, dégage et en a
apparentements j
de pierres, et ont leurs heures du our" ...
s'y peu t pro men er á l'o\nbre á toutes les
et toutefois l'on
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 21

En 1749 estuvo en Manila el jesuita padre Juan José Delgado,


<tU'ien nos ha dejado la siguiente descri pción: "El caserío de la ciudad
no pasa de un alto piso por lo ,oomún, desde las grandes ruina:s, que
anteriorment� padeció esta ciudad con los célebres terremotos, y tem­
blores de San Andrés el año de 1645, pero es muy cómodo y desahc·
gado, aunque no de especial arquitectura por nQ pennitír otra cosa la
tierra. No obstante, fuera al presente muy hermosa la ciudad si todos
los edificios fueran iguales, pero hay mucho caserío ruin y pobre; mu­
chos solares desamparados y desiertos por falta de vecinos y g�nte
europea que los habiten ... " ; 37 calcula t:n novecientas el número de
casas particulares. 38
El des.cuido del a'Specto urbano de Manila se fue acentuando en
la :segunda mitad del siglo, y ya en los últimos años. de éste, el ·gober­
nador don Rafael María Aguilar ( 1793-18o6) dice 39 que a su llegada
encontró la Plaza Mayor convertida en "un conjunto de ruinas, de
escombros y de inmundicias" sin que, a pesar de sus hermosas pr�
porciones, quedara un espacio cómodo para coches, y peatones, pues
además se encontraba llena de mesillas de vendedora,s, y de animales
de toda especie.
El resto de las calles de la, ciudad estaba en parecidas condiciones. 0

y como ya· decía el paore :Oelgado, junto a edificios nobles y elegantes


había "casillas de cañas y nipa facilís!mos de incendios" que desludan
el conjunto no obstante el carácter mooumental de Manila. Deseoso el
Gobernador de poner remedio a estos males, buscó la colaboración de
algunos vecinos cuyo patriotiismo y amor a la ciudad, conocía; fueron
entre otros, el coronel de milicias don Manuel Camus Herrera, el ron·
de de Lizárraga, el regidor don Manuel Conde, el comisario de obras
don Antonio Madrigal y el corregidor de Tondo don Santiago Sa·
laverría.
El plan de urbanización elaborado al efecto, dio tomienzo por el
arreglo de l:;¡. calle de Santa Cruz, a la que se hizo en el centro un
sólido firme con mezcla "compuesta de cal, arena, conchuela de la mar
y miel de cañas", que en pocos días se' consolida y petrifica. A ambos

37 Delgado, Juan José: Historia General Sacro-Profana, PoUtica y Natural de las


Isla., de Poniente llamadas Fili/>inas. Madrid, 1892, tomo I, pág. 53.
38 Ibídem, pág. 55.
39 'Don Rafael M.• Aguilar al Príncipe de la faz, en M'anila, a 28-Il-1797. (A. G. l.,
Papeles de Estado, 46).
22 114•ª LOURDES DÍAZ·TRECHUFLO SPÍNOLA

lados se formaron ac_eras de losa,s de Cantón, elegidas por ofrecer "una


hermosa vista y ser de una duración incalculable".
Poco a poco todas lai& calles experimentaron la misma transforma­
ción y en dos años el aspecto de la ciudad. había ·cambiado completa­
mente. Para la obra de la Plaza Mayor, cl Gobernador utilizó cierto
número de -losas de China y tres mil pesos en efectivo que dejó dispo·
nibles ,su antecesor, abriendo además una suscripción pública. De este
modo --escribe Aguilar en 1797- la Plaza quedó convertida en "un
agradable jardín" en cuyo centro habría de colocarse una estatua del
Rey Carlos IV; el modelo, que se encargó al escultor de cámara don
Juan Adam, ftté enviado desde España a Manila para que allí se eje­
cutase el vaciado en bronce. También se remitió de España el diseño
del pedestal, pero la urgencia de las obras de fortificación,· de las que
se hablará en su lugar, dejó en suspenso por algún tiempo la co!ocación
del monumento. 4°
A don Rafael María Aguilar se debe también el primer alumbrado
público que hubo en Manila, establecido en la Plazá Mayor y en la
calle del Parián. 4 1

Los alrededores de Manila


El recinto amurallado de la ciudad fué siempre pequeño y se
mantuvo el mismo, con escasas modificaciones, desde que Gómez Pérez
Dasmariñas trazó �u planta. Pero muy pront<� Manila rebasa estos lí­
mites estrechos y se derrama por ambas orillas del Pasig, en núcleos
de población que forman parte integran.te del conjunto- urbaf!o de la
capital.
Extiéndense estos arrabales en forma semicircular, rodeando el
recinto de intramuros, y se escalonan unos --Quiapo, Binondo, Bay•
Bay, Tondo- a la derecha del río, mientras que otros --el Parián, San
Miguel, Dilao, San Lázaro, San Juan de Bagumbayan, Santiago, etcé•
tera, etc.- rodean el frente de tierra.
En todos estos barrios se construyen bien pronto edificios de pie­
dra, especialmente iglesias de religioso<;, que perjudicaban a la defensa
de la ciudad, por lo que ésta y los· Gobernadores trataron de oponerse,

40 El mismo, eri Manila, a II-lX-179& (A. G. I., Papeles de Estado, 46).


41 El mismo, en otra carta de z8-II-1797, que está en el legajo citado.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 23

aunque sin éxito, ya que si bien es ci�rto que en determinadas ocasiones


5e llevó a cabo la demolición de estos monumentos, volvieron a ser
,-reconstruídos nuevamente. Así, por ejemplo, don Sabiniano Manrique
<le Lara,. ante lq.1S amenazas dd pirata chino: Pumpuan Coseng, tomó
una serie de medida,s de carácter defensivo, y fué una de ellas la demo·
lición de trece edificios �glesias, conventos y ho¡pitales- que eran
padrastros de la fortificación, medida qu� le valió el calificativo de
hereje, y perseguidor de la Iglesia, que !� aplicaron los franciscanos en
�! púlpito, isegún refiere él mismo. 42
Los acontecimi�ntos vinieron a darle la razón, andando el tiempo,
pues al ser sitiada Manila por las tropas británicas en 1762, encontra­
ron éstas finnes apoyos en varios edificios próximos a las murallas de
la pláza, especialmente en Ja;s iglesias de Nuestra Señora d� Guía, y
Santiago. Esta experiencia fue causa de que cuando se trató de forti•
.ficar de nuevo la ciudad, con arreglo al proyecto aprobado por S. M.
en 1766, ingenieros militares y_ gobernadores r�oblasen sus esfuerzos
para conseguir que fueran derribados estos "padrastros" de las murallM
.de modo qu� apenas hay carta que trate de asunto de guerra en la que
no se hable de éste, pero los intereses contrarios eran tan poderosos
,que no llegó a verificarse. 43

Arrabales que rodean el frente de tierra.


.El Parlan de los Sangleyes
El comercio de los chinos con la isla de Luzón existía ya antes de
la llegada de los españoles y así lo declara Miguel López de Legazpi,

42 Don Sabiniano Manrique de Lara al Rey, en Cavite, a 4-VIII-1663. Punto nú­


mero t"3 de la carta. (A. G. l., Filipinas, 201).
43 Por Real Orden .de 16-IX-1784 se exceptúan expresamente las iglesia11 del Parián,
Dilao y el Hospital de San Lázaro, cuyos edificios sólo en caso de guerra o peligro d,:
·invasión "deben destruirse como perjudiciales a la buena defensa". Y sin embargo de que
� Gobernador hizo presente (en carta de 6-VI-17S5) que sería difícil llevar a cabo oportu­
namente la demolición en las circunstancias indicadas, por Real Orden dada en Aranjuez,
.a 5-V-1786, se reitera lo ,dispuesto en la anterior, que también prohibía edificar mievas
,casas en estos Jugares, hasta lograr que la humedad y demás factores cli'matológicos pro­
,dujesen ,poco a poco su desaparición, y sólo cuando dichos barrios queden "exterminados o
.cuasi extinguidos" ... se procederá a demoler las iglesias y hospital citados por cuenta de
la real Hacienda, aprovechando o vendiendo los ma teriales resultantes para resarcirse
<le los gastos causados por el derribo. Las dos Reales Ordenes se contiénen en el "Cedulario
de la Insigne Muy Nobl e y Siempre Leal Ciudad de Manila... destinado al uso de los
Señores Regidores que componen su Exmo. Ayuntamiento". Sin lugar, ,Imp. de José
María Dayot, 1836, págs. 130 y 141 respectivamente.
24 JI:•• LOURDES DÍAZ•TRECHUFLO SPÍNÓLA

en carta escrita desde Cebú el año I 567-44 diciendo que los chinos y
"japones" iban a contratar con los habitantes de aquella tierra "y lo
que traen es sedas telillas, campana·�. porcelanas, olores, hierro, estaño,..
mantas de algodón pintadas y otras menudencias".
Este comercio no se interrumpe cuando los e¡pañoles se establecen
en Manila, 'Sino que, pqr el contrario, se hace más intenso desde loo;
primeros años. Sólo habían trat15Currido tres desd� la fundación de la
Ciudad, cuando Guido de Lavezarís afirma 45 que cada año eran más
numerosos los chinos que a ella aqidían, proveyendo a los españoles
de artículos alimenticios tales «)lll() harina de trigo, cebada y frutas�
y de otros géneros como sedaJS, porcelanas, hierro, etc.
Muchos áe es.tos mercaderes chinos se quedaban en Manila, y su
número llegó a preocupar a los españoles, par lo que el gobernador
don Gonzalo Ronquillo decretó que los que quedasen en la ciudad de­
bían vivir reunidos en un lugar que para ello les señaló, a tiro de arca­
buz de la muralla, para tenerlos bien dominaeos, y en la misma orilla
del río en que se asienta la capital.
Los religiosos misioneros que había en Manila comenzarqn a tra­
bajar en la, conversión de estos infieles, y desde el año 1587 fueron los.
dominicos los entargados de tal ministerio, para lo que fundaron una
iglesia bajo la advocación de San Pedro Mártir, en un lugar próximo
al convento de Santo Doplingo, que como ,se ha dicho está junto a la
muralla que cae sobre el río. En es.te lugar. en que más tarde se levan�
taría el baluarte San Gabrie� fundaron también un hospital, pero al
año siguiente, para estar más cerca del barrio de los chinos, lo trasla­
daron fuera de la ciudad, poniéndolo baj<? la ·advocación dél mencio­
nado arcángel, cuyo nombre salió tres veces seguidas en los sorteos.
efectuados para elegir patrono. 46
Fue al principio el edificio una casilla de nipa, que se quemó en
1597 47 y entonces quisieron construirlq de piedra, llegando a sacar
los cimientos y levantar una sala capaz para veinte camas, pero los­
vecinos de Manila se opusieron a su continuación por .constituir un
peligro P.ara la ciudad la existencia de un eciificio de cantería tan cerca

44 Miguel L6pez de Lepzpi al Rey, en Cebú, a 23-VII-1567. {A. G. 1., Filipinas, 6)�
45 Guido de Lavezaris al Rey, en Manila, a 30-Vll-1574, (A. G. l., Fili.pinas, 6).
46 Aduarte� Diego: Historia de la Provincia del Santo Rosario de FilipiHa.f ..• del
Sagrado Ordett de Predicadores. Zaragoza, 16!>3, tomo I; pág. 97.
47 Ibídem, pág. 97.
¡·.

....,
6
c3
Of.JDE .EL ·MAR..
uno de los pintores d.!
mar. Dibujo de Fernando Brambila,
Fig. 7.-Vista de Manila desde el
la expedición Malaspina
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 25

de sus murallais. 48 Por �te motivo fue trasladado en 1598 a la orilla


derecha del río, como s.e verá.
Quedó entonces el Parián de 1� sangleyes ;s,ín ningún templo y
por ello, años más tarde, obtuvieron los dominicos la licencia necesaria
para levantar una iglesia y casa pequeña de madera cubierta de teja�
que comenzaron el año 1617.
Pero la naturaleza pantanosa d�l terreno, y la poca fortaleza de
las maderas fueron causa de que prqnto el edificio amenazara ruin:t
por no poder resistir el �so <le la techumbre, Entonces, bajo la direc· ·
ción del Padre Bartolomé Martínez, se empezó a destejar la iglesia para
evitar que se derrumbase, pero fue sin duda tardía esta medida, pues
cuando •se hallaban en pleno trábajo se hundió el techo con gran es•
truendo, dejando sepultados entre sus restos a diecinueve obreros que
sobre él se hallaban �n el momento en que ocurrió la catástrofe. Todos
ellos salieron ilesos, cosa qu� el cronista _de la Orden fray Diego de
Aduarte atribuye a milagro. 49
Inmediatament acometió el padre Martínez la construcción de una
suntuosa iglesia en el mismo lugar y de mayores dimension� que la
anterior. Dicha iglesia se hizo toda de madera y se componía .de unais
mii piezas, que encajaban perfectament e entre sí, sin un solo clavo.
Fue su constructor un chinQ infiel, cuyo nombre no consta, el cual ca�'.ó
enfermo cuando ya todas las piezas estaban terminadas y a punto para
comenzar a ensamblarlas, operación que dirigió desde el lecho, y según
Aduarte no se halló una sola que no ajustase de modo perfecto. so
Este templo, dedicado a los Santos Reyes, fue de corta vida, pues
a los pocos años, por efecto del clima, comenzaron a pudrirse las
maderas, no obstante haberlas elegido entre las mfus fuertes. Aduarte
atribuye su escasa duración a que " por hacerla de prisa no se tuvo
cuenta con el corte de las maderas que fuese en men-guant� como debie­
re", y la describe_ diciendo que era de tres naves y "tan hermosa ,y
bella que a dicho de todos los españoles no había otra tal de lo que ella
era en toda la Cristiandad" ; en s.u construcción se invirtieron más <le
veinte mil ducados de Ca:stílla. s 1
Antes de que se consumase la ruina fue derribada, levantándos�

48 Ibídem, pág. 97.


49 Ibídem, pág. 464.
so Ibídem, pág. 465.
51 Ibídem, pág. 593.
M•ª LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA
26 1

de pi edra, que no pudo hacerse d�


.en · el m ismo lugar otra, de p ilares
i a a la plaza . No ob stante resultó
mayor fortaleza por estar próx m
i erta toda ella d e arriba abajo
ht:rm os a y "muy bien adornada, cub
elegidos cuidad osamente p ara que
de cuadros" cuyos asuntos fueron
escogiéndo se escenas del Anti-
&irvi es en de instrucción a los s angleyes,
gu{) y Nuevo Testamento. .,
5
nd i o en el Parián , que quedó
En enero de 1628 hubo un terri ble ince aja,
s sus ed ific iC>S de madera y p
completamen te arras ado r.or ser tQdo g los
de lo� dominicos, racia s a
salvándose sólo el convento e iglesia Lo­
d el maestr e d e c ampo don
esfuerzos realizados bajo la dirección
catástrofe e l gobernador, don
renzo Ol aso. Al comunicar al Rey est a
estaba r eedificado casi todo el
Juan N iño de Távorg., añade que ya esto
ios de lo que antes tení a y
arra bal "c on mucha mejor traza y ed ific c u d".
linda fábrica esta 53
.en tanto extremo que ha hermoseado tan
i da

yendo en el Parián u na
En 1649 54 los dominicos estaban constru
Diego Fajardo con esta§.
igles ia a la que se refiere el gobernador don ·
ión con tod o secreto y p res
pa labras : "Obra van los frayles desta relig P r á e
io del s.itio d el
d
teza un ed ificio de p iedra fortísima en med
a i n

d la muralla· desta ciudad".


los sangleys que está a tiro de arcabuz
e
el Gobernado r y sus p iedr
ais se
Dicho edificio se demol ió por ord en d
-utilizaron en la fortificac ión de M anila.
la de 27 de mayo de 165 I
D io lugar la acusa ción a que por real cédu
este abuso, a lo que respondió
fueran amonestados los domini cos p or
pidi endo se abriese infor mación
el Provin c ial fray M ateo Bermúdez
la carta del Gobernador, sugerida,
sobre los e xtremos contenidos en
M anuel Estado que tení a sobre
según él, por el sargento mayor don
go de los domin icos. ss
Fajardo gran influen c ia y era enemi

Otros arrabales del frente de tierra.


El hospital de San Lázaro
y siguiendo el c ontorno de la
A partir d el Parián de los sangleye;, Láza ro.
an Antón, D ilao y S an
Pl aza, se encontraban lo s pueblos de S

s:a Ibídem, pág. 467. G. l., Ff-


en Manila, a 4-Vlll-1628. (A,
53 Don Juan Niño de Tavora al Rey,
lipinas, 7). inas, 9).
ila, a 31-VII-1649. (A. G. l., Filip
54 Don Diego Fajardo ai Rey, en Man la citad a. (A. G. 1,, Filip inas, 81).
real cédu
55 La respuesta va unida a la copia de la
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 27

En todos ellos hubo iglesias de piedra, y en el último, un hc,spital para


1os naturales a cargo de los frandscanos.
Tuvo éste un primer edificio d e cañas y zacate que fue destruído

1
-por el fuego, siendo reedificado ·entonces de cante ría. P�ro en 1662
M anrique de La.ra o rdenó demoler todas las casas y edifici� de piedra
de los extramuros, y el hospital de San Lázaro fue uno de los trece mo•
numentos que corrieron esta suerte. Lo·!i f ranciscanos volvieron a re·
construirlo de maderas y caña, porque no se les aut oFizó a hacei-lo
.esta vez de piedra, y solicitaron s e les siguiese ayudando con la limosna
que les fue concedida por real cédula de 2 de marzo de 1634. 56
Esta petición dio lugar a un expediente e n el. que aparece un
informe del dominico fray Ignacio Muñoz, que debía ser arquitecto
-0 ingeniero puesto que levantó un detall ado plano de la ciudad y sus
-contornos, del que se ha hecho referencia. 57 Por este informe sabemos
,que el hospital demolido por orden de Manrique de Lara, se asentaba
sobre pilares de piedra y estaba situado frente a la cortina que une
.entre sí los baluartes d e Dilao y_ Carranza, a menos de sei scientos pies
geométricos de la muralla, p9r lo que era sumamente peligroso para
1a ciu dad. Termina diciendo que después d� su derribo se levantó un
camarín y capilla de n;iadera y hoj as de nipa ; la administració n de este
· nuevo hospital no estuvo a cargo de los franciscanos, sino que se dio a
1os clérigos y en este estado se hallaba el asunto en 1669, año en que
:Salió de Filipinas fr!l,Y Ignacio Muñoz. 58
Pero un siglo más tarde, cuando el ingeniero militar don Feliciano
Márquez d e�ribe la. plaza de Manila y sus contornos afirma que el
convento de Dilao y el hospital de San Lázaro "ron unos grandes edi­
ñcios de cantería situados a cuatrocientas setenta y cinco varas de la
.cortina. Dominan los baluartes de la Plaza de San Lorenzo y San
An drés ". 59

San Juan de Bagumbayan


La Orden de los Ermitaños de San Agustín, más conocida po r el
56 Alude a ella fray Miguel Juan Serret, en carta de 20-VI-1670. (A. G.. l., Fi-
lipinas, 86).
57 Vid. nota núm. 32.
58 Así lo expresa en su informe citado en la nota 32.
5� El ingeniero militar Feliciano Márquez: "Relación del actual estado en que se
'halla la Plaza de Manila y de las circunstancias esenciales a ella anexas". Manila, 30-IX-1767.
1..,A. G. l., Filipinas, 918).
ELO. SPÍNOLA
M•ª LOURDES DÍAZ•TRECHU
28
De sc alzos o Re coletos, pas
ó a Filipinas en lo�
nombre de Ag u sti nos ada a M anila
o XVII, y püco después d e la lleg
prin¡.eros años del sigl o d e Ac uña
os murió el Gobernador don Pedr
de sus pri meros reli gios o en B agumba yañ,.
24 ju nio de 16o6 ):Tenía ést� una casa de recre os:
R eal de la ciuda d, y los agustin
(e l de
l t ua do f r en te a la P uerta vo
arrab a si
mer convento que la Orden tu

adquirieron di
cha c asa, que fue el pri
l para iglesia pública c uy
a
E e l la h ab ilit aron un loca
en Filipinas. n
eptiembre; d e 16o6
, poniéndola bajo la

c ó n s e ce lebró el 10 de s de este
d edi c a i
Nic o lás de Tolent ino
, porque a,l patrocinio --
advoc a ció n d e S an
antes d e sal ir de Es
em p r esa los r eligioso s,
n daron � u
santo �nc ome
00 San J uan y
paña. este título por el de
t arde se cam bió
Pero añ o s m á s
nvento h a sta el
año 1762 en
ron· iglesia y co
1

e subs isti e ego ordenó­


c on este nom br
la guerra con
lo s ingleses, y lu
ant e
por ser padrastro de
r du r
en que se qu�ma
on
roi n ais s e q uitasen de allí
el Gobernador
que s us

la P laza . r�
autoriza ción pa
és 61 los agustinos s oli citaron
Tres años desp u
ro lugar que no
perjudicase a la
v c on v en to e igl esia en ot to p or eI
ese d espachado el asun
-hacer nu e o
, y ant es d e que fu
de fensa de l a c iu d ad
Re y p idie ndo licenc ia
• para edificarlo en
g i eron al
Gobernador, se º diri
ista de Imus, provincia
de Cav it e..
h c i e n da d e S an J uan B aut on la con

le a c on cederla c
la a
e mos tr ó fav o rab
El Consej o de Indias s pot los ingenieros mili-­
e o f ues e recono c i do ant es
dició n de q ue
el ter r n
eva fábrica n o
perj u di-­
c erti fica ron que la n u
la, y ést os
mbi én el C onsejo
tare s de M ani ite . P ropone ta
p uerto d e Cav
caría a la Cap ita l ni al
mil pe sos apli c a
nd o a est e fin
c u n a ay uda de cuatro ula
que se le s co 1766 s e expidió real céd
n eda
c es. E l 30 de octubre de
el producto de va ant
en tregó la limosna
pu est o que años má�
s e les
e n est e sentido, pero no
o pidió in forme
al Gobe rnador­
los a gu st inos ; el Consej 1774 c ontesta
tarde r ecl a m an
dic iem bre de 1
a q ue c on fecha 23 d e
y a la Aud ien c ia , l
fu ndac ió n, pues ya
en la misma haciend:r
s la nu ev a
62 No obstante, el Fiscar
que no era nec e a ria
na buena c asa .
r ec ol e to s u
de Imus tenían los
o IV, pág. 245, de \a-.
n de la: Ob. cit., tom en el legajo 1.001,
60 Concepción, Jua orige n esta solicitud, se halla
iente a que dio
61 El exped ll➔773
Audiencia de Filipinas,
A. G. l. en Cavite a 17-Xl
José Fara udo al Gober nador, fech ado buena y bien labradar
61 Informe de don asa es de piedra y
teja muy
1., Filipinas, 637). Dice asi: �su c Costó unos 6.000 pesos, merced a que:
(A. G. ción".
edar perso nas de distin
grande y capaz de hosp
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS

de S. M. opinó que debían abonársel�s los cuatro mil- pesos concedidos


.con anterioridad, puesto que no se dieron a título d e limosna sino
.como indemnización por haberse demolido el convento, para limpiar
Jos alrededores de la ciudad.
A la vista de �ste informe, el Consejo acordó pedir parecer al
.conde de Tep� que había sido fiscal de la Audiencia de Manila en el
tiempo en que los agustinos presentaron su solicitüd; éste responde
.que en Filipinais se les negó la licencia para la nueva fundación, Y se
muestra opuesto a que se les den los cuatro mil pesos concedidos, por
lo que, de acuerdo con ello, el Consejo denegó la instancia en 12 de
�nero de 1778, no obstante el par�cer contrario del fiscal, y en este
sentido se expidió Real Cédula. 63

La iglesia de Santiago
Fue ésta ·una primitiva parroquia de españoles que en la primera
mitad del siglo XVIII se reedificó con gran fortaleza, para desgracia
de Manila a cuya pérdida contribuyó notablemente este edificio, pues
.ocupado por los ingleses en 1762, ks sirvió de punto de apoyo muy
sólido para el ataque a la ciudad.
Gobernaba el arzobispado de Manila fray Pedro de la Santísima
"Trinidad Martínez de Arizala � cuando se llevó a cabo Ja reconstruc­
oeión de esta iglesia, por iniciativa del alguacil mayor don José Antonio
de Memije y Quirós, que en septietnbre de 1747 viendo próxima a su
ruina la parroquia de Santiago se presentó al arzobispo en unión del
:almirante don Baltasar de Arana, y solicitó y obtuvo licencia para pedir
limosnas entre los vecinos con el fin de reedificarla.

l
Está colecta produjo 7,990 pesos y 5 reales, con cuya cantidad se
«m1enzó la obra en febrero de 1748 "con Mapa y dirección de 6-ujeto
foteligente en el arte, y dedicado por devoción a este trabajo"; es muy
P,Osible que éste fuese el padre Joaquín Mezquita, S. J., que en 1749
-realizó por orden del arzobispo un rec<;¡p.ocimiento de ta catedral 65 y es

,el maestro de obras que la dirigió era religioso de la Orden. La iglesia era de nipa y
.cañas eon capacidad para doscientas persona,s, "pero al presente están cortando maderas
yara fabricar (según dicen) otra iglesia mucho más capat, de madera y nipa".
63 En el Pardo, a ao-IV-1778. La Audiencia de Manila acusa rec:ibo de ella en
.carta de 29-V-178o. (A. G. I., Filipinas, 648).
64 El Arzobispo da cuenta al Rey, en Manila, a 17-VI-1752, con testimonio que
�ontiene la h,istoria de la reedificación. (A. G. I.; Filipinas, 1.007).
65 Martínez de Arizala al Rey, en M'anila, a 29-V-1749. (A. G. l., Filipinas, 1.007).
30 :u:.• LOURDES DÍAZ·TRECHUELO SPÍNOLA

calificado por el Prelado como "inteligente arquitecto". O tal vez don


Tomás de: Castro y Andrade, ya que los ingenieros militares en ·muchas
ocasiones llevaron a cabo obras de carácter civil o religioso.
Abriéronse unos cimientos de cuarenta y tres. varas de largo por·
unas doce de ancho, que cogían parte del buque de la antigua iglesia y
otra parte del cementerio anejo a ella. A principios de marzo, el arz­
obispo colocó solemnemente la. primera piedra, y sacados los cimientos
se les dejó reposar unos meses para que quedaran bien asentados, le-­
vantándose luego las paredes de menos de 'SIÍete brazas de alto, que se
cubrieron de madera y teja.
Una relación eocrita por Memije en 18 de junio d e 1751 66 dice que
la obra resultó por dentro y por fuera "muy agradable a la vista por
su curiosidad, comisería y demás, perfecciones que tiene, aunque lo
más de ello de obra lisa", por la escasez de medios con que fue comen­
zada, no obstante � ayuda del Prelado, que contribuyó ton mil pesos.
Cuando escribía esto el alguacil mayor, iban gastados más de
nueve mil quinientos pesos, y estaban preparadas las maderas necesa­
rias para la bóveda y media naranja del presbiterio. Memije expresa
su esperanza de obtener nuevas limosnas de los vecinos a la llegada def
galeón de Acapulco, y no quedó defraudado. Con -los donativos reci­
bidos se continuó la obra, levantándose una bóveda "artesonada y de
• especial idea, con su media naranja en el presbiterio"; 61 se entarimó
el cuerpo de la iglesia, y se enladrillaron presbiterio y sacristía. Tuvo­
también este templo una tribuna para el coro y una fuerte torre <le
cantería, en la que se colocaron sus campanas, y que por ser más ele--·
vada que las murallas y baluartes de la Plaza, los dominaba. Con esto
quedó terminada la parte arquitectónica y se comenzó el exorno interior
de la iglesia; el retablo mayor llevaba en el centro del primer cuerpo
una imagen de Nuestra Señora de R egla y en el segundo otra del
apóstol Santiago titular de la parroquia, cuya imagen fue tallada en
Méjíco por encargo expreso. Completab.án el retablo una imagen de
San José., al lado del evangelio, y otra de San Francisco al lado opuesto.
Tuvo también dos colaterales; en el dd lado del evangelio se
colocó un crucifijo de especial devoción en todó aquel pueblo y el de la
epístola se dedicó a San Juan Népomuceno.
66 Incluida en el testimonio citado en la nota 64.
67 Informe hecho por José Antonio de Memije, en 3-Il-170.2. Incluido en el tes­
timonio citado.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 31

El 12 d� octubre de 1751 se: celebró la dedicación de la iglesia 6S


que bendijo el Arzobiispo <:on gran solemnidad, pero aún faltaban mu­
chos detalles entre otros el dorado de su retablo mayor, todavía no
empezado el 3 de febrero de 1752, fecha en que -s.e estaban dorando y
estofando los colaterales. � El Prelado comunicó al Rey en 17 de junio
del mismo año 7° que la reedificación quedaba acabada sin gasto alguno
de la Real Hacienda, y por céd�la de 9 de septiembre de 1753 se aprueba
todo lo ejecutado. 7 1

La ermita de Nuestra Señora de Guía


Encontrábase este edificio a mil cuarenta y nueve varas de la ciu­
dad, siguiendo la orilla del mar en dirección sur y tuvo su origen en
el hallazgo de .una imagen de la Virgen, que fu e eneontrada por un
soldado de Legazpi en una espesura d� pandanes. 7� Las más antiguas.
-crónicas recogen la tradición de que esta imagen se hallaba en Filipinas
desde tiempo inmemorial, siendo adorada por los indígenas que recu·
rrían a ella en susi necesidades, y quisieron ·varias veces mudat'la de
sitio pero siempre volvía al mismo lugar. Fray Juan de la· Concepción
e n su "Historia General de Filipinas" apunta la idea de que esta ima­
gen· pudiera ser procedente de la India, donde por mucho tiempo se
mantuvieron unos restos de cristianismo mezclados con groseras su­
persticiones, como consecuencia de la predica,ción evangélica que allá
hiciera el apóstol Santo Tomás. Sea como fuere, el hecho innegable
es que la imagen fue encontrada allí y de momento se la trasladó a la
entonces parroquia de Manila y futura catedral, hasta que en el lugar
de su invención "se construyó una iglesia decente para aquellos­
tiempos". 73
Grande fue la devoción despertada por esta imagen a la que se­
atribuyeron prodigios y especialmente la invocaron los navegantes a:
quienes se debe el título de Nuestra Señora de Guía con que pronto­
fue designada, porque a Ella confiaban su feliz arribada al puerto.

68 Lo dice el Prelado en la carta citada en nota núm. 64.


69 Informe citado en la nota 6.J,
70 Carta citada en la nota 64.
71 El Arzobispo acusa recibo de esta real cédula, en 24-Vll-175 6. (A. G. l., Fi­
lipinas , 1.017J ..
7:, Planta de la familia de las p andanáceas, cuyo nombre científico es "pandanw;.
spiralis".
73 Concepci6n, Juan de la: Ob. cit., tdmo I , pág. 413 y siga.
114.• LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA
32
esia "d e suntuos
a fábri•
Esta d e voción les llevó a levantar una igl lo s
puntos d� apoyo que encontr�ron
ca" que fue uno d e los principales ente
el año 1762, ,sirv iéndoles preci
sam
ingleses en su ataque a Manila
este edificio d e cua,rtel g�ne ral.
bre ro de 1771- un g ran terre-
Años más ta rde --el dí3: 1 de fe
o tanto que no hubiese podid o s er
mo to la perj udicó oastante aunque n
ci rcun stancia para llevar a cabo
reedifica da . Per o se aprov echó esta
en el que influyó com(j es lógico l a
su co mpleta d emolición, acuerd o
pasada experiencia d e la guerra.
mayor d e la capilla del Sagrario
La im agen fue trasladada al altar uya
se esta ba ree dificand o , y p ara c
d e la cate dral, que por �sta f echa Nuestra Señ ora
il p esos de la caj a d e
obra tomó el Arzobispo cuatro m
nueva capilla,. 74
de Guía por ded icárse a su culto l a

ondo,
La orilla derecha del Pa sig, Bin
Bay-Bay, Tondo
iedra, d u­
un bu en puente de: p
Próx imo al Parián se construyo stinó a este fi n
iño de Távora, q ue d e
rante el g ob ie rno de don J uan N que eran
unid a d d� los san leyes
g
treinta m il peros de las caja,s, de com
. 75
1os más beneficiados con dicha obra
7 rnad or comunica al· Rey que
En 1 de agosto de 1629 6 el Gobe ltando muy
stab a ya en �rvici o, fa
.el puente .comenza do a ños atrás e be: "E sta ciu dad
año siguiente escr i
·poco para su total conclusión, y al a de seys
e l puente que si rve más
-que da muy ilustrad a con la obra d a
:meses". 77
o hi zo construir a la entra da
Añqs más tarde don Diego Salced ba el
rda del río, un fortín q ue domina
.d e este pu ente, a la orilla i zqui e � nom bre
zándolo con la puerta de ste
-Parían y !'J.US inmediaci ones enla 1 8
a con su empav e sada.
-por medio d e una contraesca rp pob l ciones escalonadas
ban tre!\' a
Atrave sa do el Pasig, ise encontra
refere_ncia a esta carta y
al Rey, en z3-VII-1776. Hace
74 El Arzobispo de Manila ía de 1-IX -177 S. (A. G. I., Filipinas, 1.0oz
).
e de la Cont adur
resumen de la misma, un inform Grau de Mon tfalc ón, Procurador General de
de don Juan
75 Extracto de una carta en 16-VII-1635. (A. G. l.,
Filipi-
pero fue remitid.a al fiscal
Manila, al Rey. Sin fecha,
i-
nM, 27). a 1-VIII-1629. (A, G. l., Filip
Tavora al Rey, en C.avite,
• 76 Don Juan Niño de
II-1630. (A. G. l., Filipinas,
:na!, !!). 8).
77 El mismo, en Manila, a 4-VI l., Filipinas, 201).
o de Salc edo al Rey, en Manila, a zs-VI-1665. (A. G.
78 Dieg
Fig.8.-Vista de la orilla derecha del Pásig, según dibujo de Brambila. La torre de la iglesia de Santa Cruz se deBtaca.
.,.

Fig. 9.-Fochoda de la iglesia de Binondo. Grabado del siglo XIX.


Fig. 10.-La iglesia parroquial de Binondo, entes de su destrucción en 1945.
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ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 3J

río abajo hasta la orilla del mar: Binondo, Bay-Bay y Tondo, habitadas
por chinos cristianos.
En Bay-Bay construyeron los dominicos, con licencia de don
Santiago de Vera, una iglesia d edicada a Nuestra Señora de la Purifi­
cación. Este ministerio les fue disputado por los agustinos, pero al fir.
ISie llegó a un acuerdo en la transacción verificada el año 1613 entre

ambas Ordenes religiosas. La iglesia quedó suprimida en 1614 por


disposición del Capítulo provincial de los dominicos y el pueblo se
:incorporó a la parroquia de Binando. 79
La iglesia de este último se fundó el año 1596 8o cuando el au·
mento del número de chinos cristianos hizo que Bay�Bay resultara
insuficiente. Entonces, don Luis Pérez Dasmariñas, hijo de Gómez
Pérez, compró este terreno, para estabiecer un nuevo pueblo de chinos,
y al fundarse éste fue necesario hacer una iglesia mucho mayor que
la de Bay-Bay. Esta iglesia de Binondo cuando escribía Aduarte era
ya "un hermosísimo Templo, muy capaz, muy claro, muy alegre, todo
él de piedra, muy fuerte y muy vistoso, de treinta y ocho brazas de
largo, y más de ocho de ancho, y ocho brazas y media d e alto" con cin·
cuenta ventanas rasgadas que k hermosean mucho ... ". 81
Fue esta gran mole ele piedra uno de los padrastros más formi­
dables de la ciudad, que solicitó repttidas veces su demolición, incluso
antes de que se hubiese terminado. Gobernaba don Rodrigo de Vivero,
!:uando la ciudad le pidió --el año 16o8- que matJ,dase derribar la
obra de piedra que los dominicos estaban levantando "a la orilla del
río que se llama Minondo, frontero de la ciudad". 8 2 El Gobernador
dio la orden de qut: fuera demolido, pero los dominicos reclamarcm
y comenzó un pleito que duró algún tiempo, salvándose al fin esta
iglesia, "de fuerte y desmesurado grandor" 83 con una torre octogonal
d,.e sei:s cuerpos, toda de mampostería. 84 (Figs. 9 y 10).
Ya vimos cómo en 1598, fue trasladado el hospital de San Ga•
briel a la orilla derecha del Pasig en el pueblo de Binondo. Aquí .se hizo

79 Ferrando, Juan: Ob. cit., tomo -1, págs. .281-.28.2.


80 Ibídem, tomo I, pág . .281.
81 Aduarte J;)iego: Ob. cit., tomo I, pág. 99.
8.:1 Copia de una carta del procurador general de Manila, Lope de Vallejo, en
1:7-VIl-1609. (A. G. l., Filipinas, 27).
83 Franci,;co de la Torre al Rey, en Manila, a 17-VIl-176 4, (A. G. l., Filipinas, 9.22).
84 "Relación", de don Feliciano �ár<¡uez, citada en nota núm. 59.

(3),
M•ª LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

un primer edificio de rriadera ,cQn gran capacidad para ochenta camas 8s


que más tarde fue construído de pilares de piedra, ampliándolo a tres,
salas en las que cabían más de ciento cincuenta enfermos. 86
Por real cédula de 8 de febrero de 1619 87 se encargó oficialmente
a los dominicos de la administración del hospital, que romo tantos otros
edificios quedó arruinado por el terremoto de 1645, y fue reconstmído
con gran fortaleza, siendo unQ de los que perjudicaron a la ciudad en
el sitio de 1762.
Tal vez por tal motivo y atendiendo a las repetidas manifesta­
ciones de los ingenieros militares y gobernadores, se decretó por real
cédula en el año 1766, que qu�dase extinguido cuando faltasen los san•
gleyes cristianos., para los que fué edificado, y en 1774, la Audiencia,.
creyendq llegado el momento oportuno, lo suprimió. Pidieron los do•.
minicos que fuese revocado este auto. pero lejos de ello fue confir­
mado, y el fiscal pidió además que s.e demoliese "el frontis de la iglesia
ya que carecían de licencia para tenerla pública.
Los religiosos recurrieron entonces al Rey, en su Consejo de
Indias., y esto dio lugar a un expediente, al que acompaña un plano
del hospital (fig. 11) que nos permite conocer su distribución. 88
En 1775 solicitaron los dominicos que ·se les dejase el edificio co-­
mo casa de convalecencia para los religiosos de su -Orden, pero la Au­
diencia deseaba destinarlo a casa de recogida:s, y tres años des1,>ués aún
no se había resuelto el a&unto que al fin terminó siendo arrendado el
hospital a varios particulares. 89
El pueblo de Tondo se extiende desde la desembocadura del rÍ<>
a lo largo de la orilla de la bahía. Aquí tuvieron los agustinos un mo­
nasteriq que en 1578 era de madera, pero "no menor ni de menos
hobra que el d,esta fyiudad". 90 Más tarde pasó su administración a los
dominicos que edificaron un convento e iglesia de mampos.tería. 9 1

85 Aduarte¡ Diego: Ob. cit., tomo I, páw. 97.


8 6 Ibídem.
87 Se contiene en el expediente formado en 1774 al ser suprimido el hospital por
auto de la Audiencia de Manila. (A. G. l., Filipinas, 714).
88 Angulo lñiguez, Diego: Planos de Monumentos Af'qtiitert6nicos de América y F,
li/>inas e.ristentes en ,l Af'chivo de Indias. Sevilla 1934-39. Lám. 260.
8g Buzeta, Manuel : Ob. cit., tomo II, pág. 239.
90 La Ciudad al Rey, en Manila, a 27-VII-1578. (A. G. l., Filipinas, z;).
91 "Relación del actual estado en que se halla la Plaza de Manila", por Feliciane>
Márquet. 30-IX-1767. (A. G. I., Filipinas, 918).
de la expedición Malaspina.
ila por Fernando Brambila,
Fig. 13.-Vista general de Man con las puertas de Almacen
es
la muralla del frente del río,
Este dibujo permite ver toda la puer ta del Pari án, reco nstru ida
aparece en el frente de tierra,
y de Santo Domingo. También conjunto urbano: la catedral,
edifi cios religiosos predominan en el
pocos años antes. Los En primer término un puen
tecillo
, San Agustín, San Ignacio ...
Santo Domingo, San Francisco por el artista para ver a la ciud ad.
al Pásig ante el lugar elegido
sobre un estero que se une
puerto de Cavite.
Al fondo, apenas se divisa el
"("I "!) •y) "U\llluy 0p
00Jop0p0•¡• sns Á B[!UBJll- ºtl "li M
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j
Fig. 15.-Manila vista desde el mar. Grabado del siglo XIX.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 35

La alcaicería de San Fernando


La real cédula de 14 d� noviembre de 1752 por la que se ordenó
la expulsión d e los sangleyes, mandaba al propio tiempo que par� la
continuación del comercio con la China, que tanta importancia tuvo
para Manila desde sus primeros años, se construyese una alcaicería
donde pudieran acudir aquéllos a verificar sus tratos anuales. Dicha
alcaicería debería e�plazarse en un lugar dominado por el fuego d�
la Plaza. Cuando esta orden llegó a Manila gobernaba el Archipiélago
don Pedro Manuel de Aran<iía (1754-1759), que decidió colocarla a
la orilla der!;!cha del P.;isig, cerca ya de su barra, y frente a la fuerza
de Santiago, bajo cuyos fuegos quedaba. Como la Real Ha<:ienda no
d,isponía por �1 momento de la cantidad necesaria para ejecutar esta
obra, el Gobernador llegó a un acuerdo con un vecino acaudalado de
Manila, don Fernando de Mier y Noriega que se comprometió"a costear
la mitad de la misma a cambio de ser nombrado alcaid e perpetuo, título
que llevarían también sus herederos.
El día 5 de junio de 1756 9.2 se subastaron las obras siendo adjudi­
cadas en cuarenta y ocho mil pesos al único postor, don Antonio de
Figueroa, cabo de obras reales. Pero éste desistió de realizar la cons­
trucción de la alcaicería, y hubo de celebrar�e nueva subaista, a la que
precedió el aprecio de la obra, hecho por el maestro arquitecto fray
Lucas de_ Jesús María, lego de los agustinos descalzos. Celebrada la
puja, fue adjudicada la obra a un sangley cristiano y maestro arqui­
tecto llamado Antonio Mazo. 93 Con carta de 24 de julio de 1757 94
remitió Arandía al Consejo el plano Jemostrativo de que la alcaicería
quedaba bajo la artillería de la Plaza, según se le ordenaba por la rea!
cédula antes mencionada ,y el año anterior había enviado el di.seño det
edificio 95 (fig. 12) que es de planta octogonal, dejando en _el centro
una plaza rodeada de pórticos o .;oportales a los que se abren tres
i:iendas en cada frente, salvo �n los dos de acceso en los que sólo hay
una, y las oficinas de la contaduría. A cada una de dichas tiendas co­
rresponde un patio interior, y el conjunto de cada frente tiene forma
trapezoidal, quedando a su espalda una calle que rodea todo el edificio,

9� Los oficiales reales de Manila al Rey , en 1-VII-1758. (A. G. l., Filipinas, 1.0.:n).
93 Ibídc'm.
94 Pedro de Arandía a Arriaga, en Manila, a 24-VII-1757. {A. G. l., Filipinas, 679}.
95 Angulo Iñiguez, Diego : Ob. cit., lám. .263.
.36 M:•11 LOURDES DÍAZ·TRECHUELO SPÍNOLA

llamada en el plano "calle de la muralla" porque la delimita la que


.abraza la alcaicería. En ella se abren <los puertas, una sobre el río,
1lamada "del muelle" y otra denominada "puerta de tierra", que según
el plano mira ,hacia el sur. En el piso superior, cubierto de azotea, se
<lisponen unas habitaciones con seis balcones a la plaza en cada uno de
1os frentes.
A principios del añq 1758 quedó terminada la obra, 96 cuyo impor­
te fue abonado a medias, según lo convenido, por la Real Hadenda y
por don Fernando de Mier y Noriega. Al dar cuenta de su conclusión
:dice Arandía que remite plano de iu aspecto interior y exteriqr, en el
(}Ue no se dibujan las puertas por no estar acabadas. Dicho plano no ha
llegado haista nosotros.
Diósele el nombre de: Real Alcaicería <le San Fernando, y se estre­
nó al llegar los primeros champanes de la Ghina el año 1758 "con
gusto de los mismos contratantes pues aunque sea para mantenerse
en reclusión, su disposición y desahogo les da la conveniencia en la
mandón". 97
Ponderando la magnificencia de la obra, die� el Gobernador con
enrevesado estilo dieciochesco, "el qual vestigio y proporcionada hechu­
ra se ha logracfo, en vista y comodidad de estimable obra a quantos
inteligentes han acudido, haciéndole merecedora del Real nombre del
Rey nuestro Señor, y por renombrada sin par en este remoto conti­
nente Asiático de su Real Dominio y como particular en todo él".
Este edificio se quemó �n un incendio ocurrido el 20 de mayo
<le 1810, después del cual no s� reconstruyó el piso principal, por temor
:de que perjudicara a la plaza, sino que se cubrió el bajo co11- madera
y teja vana. 98

96 Pedro de Arandía a. Arriaga, en Manila, a 24-VII-1758. (A. G. I., Ffüpinas, 680).


97 Ibídem.
98 Buzeta, Manuel: Ob. cit., tomo II, pág. 238.
11
ARQUITECTURA MILITAR. LA FORTIFICACION DE LA CIUDAD
HASTA 1700

el sitio de su poblac;ón e&


admirable porque más de la mitad
está en la playa de la mar, donde
no pueden acercarse ninguno<, ene­
migos, a otro peda,;o de muralla le
baña el río ... ".
Don Juan Cerezo de Salamanca al
Rey, en 1634.
La fuerza de Nuestra Señora de Guía

Desd.e los primeros momentos tratóse de fortificar y déf ender la


ciudad de Manila, cuya posición era ciertamente ventajosa desde el
punto de vista estratégico, pues ocupaba una punta avanzada entre el
Pásig y la costa de la bahía de su nombre.
Con ello, uno de sus frentes quedaba ceñido por un foso natural
--el río--- y el otro sólo podía atacarse desde el mar, siendo fácil su
defensa. Restaba por tanto el frent� de tierra, cuya fortificación fuei
siempr e la que m�s preocupó a los Gobernadores de Filipinas, aunque
también aquí existía una defensa natural; el carácter pantanoso del
terreno, que al par que dificultaba el avance del enemigo, creaba la
posibilidad de establecer un sistema de fosos uniendo entre sí las nume­
rosos canales y esteros que lo atraves.aban.
Esta disposición topográfica fue causa de q11e el recinto fortificado
de la ciudad se mantuviese sin modificaciones sensibles a lo largo del
tiempo, incluso cuando, después de la toma de Manila por los ingleses
en 1762, se emprendió la ejecución de un nuevo proyecto defensivo.
Lo reducido del recinto de intramuros hiw que muy pronto la
ciudad lq desbordaise como ya se ha visto, extendiéndose en arrabales
por ambas orillas del Pásig, y esta expansión de Manila tuvo funestas
consecuencias en el orden estratégico, pues en ellos, contraviniendo las
reales órdenes se levantaron fuertes edificios de piedra, -iglesias y con·
v�ntos- que perjudicaron gravemente a la Plaza. Por esto, a lq largo
de la historia d� la fortificación de Manila, oiremos a Gobernadores
e Ingenieros, señalar repetidas veces el peligro que representaban estos
¿, padrastros" y pedir su demolición, que no cqnsiguieron.
Antes de que los españoles ocupasen la ciudad de Manila; sus
40 M.ª LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

habitantes habían construído .un fuerte de palmas y harigues grues�


en la punta avanzada entre el río y el mar, y coi:nenzaban a cercar de
estacada la población. Dicha estacada la continuaron los españoles por
orden de Legazpi, que ta_mbién mandó construir un fuerte de madera,.
que se quemó en el incendio de 1583, en tl mismo lugar ocupado por
el de los naturales.
Con el tercer Gobernador del Archipiélago, don Francisco de
Sande (1575-1579), llegó a Filipinas Sancho Díaz de Ceballos, a quien
aquél mandó "diese la traza en la ciudad y en la fortifieqCión -de ella". i­
Este pretendió trasladar la población quinientos pasos aguas arriba de[
Pásig, ·porque "el sitio que ah<>ra .tiene es arena muy menuda y así et
calor intolerable y la!'! cél!s.as cada viento las derriba por no tener fun•
<lamento y ser de madera". Creyó innecesario hacer un castillo "por
muchas razones" que no especifica, sino que "la ciudad toda se hiciese
fuerte, pues todo.s los vecinos eran_ soldados" ; pero no se siguió s.u
dictamen, de lo que se lamenta en la misma carta en que expone su.
proyecto.
Años más tarde, gobernando don Santiago de Vera (1584-1589) r
se levantó en la ciudad la primera fortaleza de piedra, llamada de­
Nuestra Señora de Guía, que a creer lo que dice una información
hecha a petición de Gaspar de Vera, hijo del Gobernador .2 era "for·
tísdma y de buena tra�, capaz para la ciudad" (Fig. 16).
El propio Santiago de Vera, en una extensa relación, 3 da toda
clase de detalles sobre la construcción de este fuerte que estaba situado�
"junto a los teatinos", o sea próximo al convento de San Agustín..
primer edifu:io religioso que tuvo Manila". 4
La relación citada comienza diciendo que la fortaleza que ante­
riormente existía en la ciudad, era de madera, por lo que necesitaba
continuas reparaciones, y viendo la abundancia de cal y piedra de
excelente calidad -"la mejor que ay en el mundo para cosas de for­
tificaición"--,, determinó hacer un fuerte de dichos materiales. Para

x Sancho Díaz de Ceballos al Virrey de Nueva España, en Manila, a 4-Vll-1576.


(A. G. l., Filipinas, 34).
;;i Información hecha a petición de don Gaspar de Vera, híjo de don Santiago de
Vera, Gobernador que fue de Filipinas. En Manila, a 30-IV-1590. (A. G. l., Filipinas, 59).
3 "Relación del fuerte [de Manila] y planta del que enbía el Doctor Santiago de­
Vera". Sin fecha. (A. G. 1.1 Filipinas, 27).
4 Copia del capítulo de una carta del procurador general de Manila, Agustín de
Ar<:eo, al Rey. Año 1600. (A. G. l., Filipinas, 27).
--
-..........

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Fig, 16.-Planta del primer fuerte de piedy de Manila, 1585?
1�5e.5�, flll'II b(!AS. •

1 �e wiait-icl\j; m �W.
l!S'rü,ió ,l

Fig. 17 .-Retrato del historiador de Filipinas Antonio de Mor�a. Cuadro existente en el Inotituto
(antigua Universidad) de Osuna (Sevilla).
ARQUITECTURA ESP�OLA EN FILIPINAS 41

ello reumo a todos los capitanes al objeto de determinar la traza que


había de tener la fortaleza, y los pareceres de estas personas fueron
diversos y encontrados: decían unos que debiera construirse una fuerza
de gran tamañq, con cuatro caballeros, mientras otros opinaban que
no era necesario un fuerte de ta,nta importancia, que requería el sos•
tenimiento de numerosa guarnkión. Fundábanse éstos en que dicha
fuerza sólo estaba destinada a contener a los naturales, ya que no era
<le temer un ata.que de enemigos procedentes de Europa, supos.ición
totalmente equivocada, como pronto lo demostraron los hechos.
Triunfó, no obstante, esta opinión, tomándose el acuerdo de cons­
truir un torreón para cuya defensa bastasen treirtta o cuarenta hombres,
y aunque tampoco pensaban que pudiese presentarse ningún enemigo
prov,isto de artillería, decidieron que la muralla tuviese doce pies de
grueso y que se terraplenase toda hasta la primera tronera, que había
de estar situada <!. la altura de dos brazas y media. A partir de este
punto, continuaría la muralla con el mismo espesor, y en �te segundo
cuerpo se construiría la vivienda para la gente y el almacén de muni•
dones.
La determinación de que vivienda y almacenes quedasen en el piso
superior, fue motivada por el clima cálido y húmedo que hacía temer
P.Or la salud de la guarnición y que ise conserva:sen mal los pertrechos
y provisiones si se colocaban en la parte baja, �n el centro del torreón.
Por otro lado,• pensaron que con una muralla de este grueso quedaba
bien resguardada la gente, pues aunque fuese batida por la artillería,
lais balas sólo podrían hacer <:n ella un agujero, sin traspasarla.
Tal fue el proyecto concebido por los cap1tanes a quienes don
Santiago <le Vera pidió parecer, pues por entonces no había en Filipinas
arquitectos ni ingenieros, ni siquiera albañiles.
La traza del fuerte la cielineó, según parece, el padre Antonio
Sedeño, s que había llegado a Filipinas en unión del padre Alonso
Sánchez, también jesuita, y del pri�r obispo de Manila, fray Domingo

s Así lo afirman el padre Chirino y fray Juan de la Concepcion. EJ primero dice:


"El dio la traza para la primera fortaleza de piedra que se hi'zo en Manila para su defecsa
y que fue a modo de castillo fuerte en la punta de la ciudad que cae al mar por la parte
de Bagumi>ayan". (Citado por el padre Pastells en su Historia General de Filipinas,
tomo II, pág. 189). Fray Juan de la Concepción escribe: "Trazó el P. Ántonio Sedeño
una fortaleza de piedra y executóse conforme a la planta; intitu1óse Nuestra Señora de
Guía. Es el Baluarte que ahora se dice de la Fundición". Historia General de Filipinas,
tamo I, pág. 91.
42 M.• LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

de Salazar. Dicho padre había servidQ a las órdenes del duque de frías
y "el militar exercicio y su observaci9n le instruyó en la, militar arqui•
tectura y para fortificar e�ta Ciudad él dio la· primera traza, que sin
duda las líneas primeras se nqtan ser de comprehensión de Maestro". ó
También el padre Sedeño enseñó a los indígenas a labrar la piedra,
hacer la mezcla, asentar los sillare5} y nivelar la pared, y por sus pro­
pias manos fabricó la primera teja y ladrillo que hubo en Manila. 7
Construída la fortaleza por indios que nunca habían hecho obras se­
mejantes, su impericia fue causa d e que la muralla saliera muy defec­
tuosa, hasta el extremo de que fue aumentando de espesor a medida
que se elevaba y ello dio motivo a que se hendiese por cuatro partes.
Para remediar esto, fue necesario hacerle cuatro estrioos que sirviesen
de traveses aunqu e el primitivo proyecto carecía de-ellos.
Además, a partir de unas cinco brazas de alto, !Se rebajó el espesor
de la muralla; que de doce pies quedó reducido a cuatro, lo que hacfo.
temer que si fuese batida por la artillería pudiera ser arrasada esta
parte superior, constituyendo un grave peligro para los defensores,
pues sus materiales caerían sobre ellos.
Sin embargo, don Santiago d� Vera, aun reconociendo esta ame­
naza, afirma que tal •como quedó la fortaleza, era suficiente para la
defensa de la ciudad, fundándose en las razones siguientes :
1.ª Que era muy poco probabk que fuese atacada con artillería,
ya qu e para -ello sería necesario llevarla expresamente y con gran can·
tidad de municiones, pues allí no las había.
z.ª Qué haría falta una expedición muy numerosa, pues para
llevar hasta Manila mil hombres, era preciso organizar un ejército de
doble número de soldados, contando con las grandes pérdidas que solía
causar el l?'rgo viaje.
3.ª Que aun suponiendo que llegara a Manila un ejército pode­
roso, con artillería suficiente, quedaría detenido antes de que consiguíe•
ran montarla contra la fortaleza, porque los defensores, desde el to­
rreón que tien� ocho brazas <le alto, pueden, con versos y mosquetes,
aniquilarla antes de que logren establecer sus baterías. El optimismo
de Vera es tan grande, que llega a decir que sólq con estar los sitiadores

6 Concepción, Juan de la: Ob. cit.; tomo 111, pág. 10.


7 Pastells, Pablo: Ob. cit., tomo II, pág. 189.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 43

�xpuestos al sol en las trincheras "basta para acabarlos, con los agua­
.ceros que suelen caer".
Finalmente, aun en el caso de que la parte alta de la fuerza que­
,dase destruída, el prim�r suelo, hecho de fuertes vigas, podría soportar
el peso de los es,c;ombros e inclusq para mayor seguridad, pudiera
hacerse de bóveda dicho primer piso.
Sin duda esta relación fue escrita con motivo· de algún informe
.contrario a la utilidad de la fuerza de Nuestra Señora de Guía, pues
.al final, despu� de haber enumerad¿ todas las razones expuestas y al•
guna más, dice Vera que nq hay que maravillarse si algún recién llegado
a Manila j1:1zgase inútil y defectuosa esta fortificación, porque viniendo
<le otras tierras de dima muy diver.so, donde abunda la gente y las
municiones, no denen en cuenta las condiciones naturales de aquel p aís,
Ja falta de hombres y medios que allí se padecen y otros inoonvenie.ntes.
Este últimq párrafo hace pensar que toda la relación va encami•
nada a justificarse y defenderse de alguna acusación hecha contra él PQl'
ihaber construído este tipo de fuerte, y no trazarlo con arreglo a las má­
ximas y preceptos del arte de fortificación de la época. Dicha acusación
-pudiera ser una carta del factor de la Real Hacienda Juan Bautista
Román 8 en que dice que en Manila "1&e va haziendo una fortaleza de
piedra por orden del GobemadQr, a costa de la Real Hacienda y de
ciertas imposiciones puesta:s. a los indio� y a los españoles y es tiempo
y dinero perdido todo lo que en ella se gasta, porque ... es un cubo de
-piedra redondo a -lo antiguo, de siete braza:s en alto, cubierto de teja,
,que en batiendo por lo alto son perdidos los que estuvieren dentro, con
las piedras y tejas qu e han de caer sobre ellos. Y oon lo que éste cuesta
se pudiera hacer una fortaleza a lo moderno de tres baluartes y no una
-obra tan inútil que ,cualquier inglés o francés que pudiera sitialla la
rendirá el primer día que la batiere, pues como digo l a mesma ruina
d.e los altos ha de ser el cuchillo de los que la defendieren; demás de
,que tiene algunos padrastros de casas de piedra que !Se labran cerca y
no tiene fosso ni plataforma, ni se puede usar bien del artillería, porque
no dexan sino unos agujeros redondos por donde cabe la pieza de
modo que no se puede asestar a todas partes, ni socqrrer de un lienzo
ca otro. Oprobio es nuestro -termina la carta- que se haga un fuerte
de este talle".

8 Dírigida al Rey, y fechada en Manila a 6-VII-1588. (A. <;. I., Filípinas, .29).
44 M..• LOURDES DÍA�-TRECBUELO SPÍNOLA

Tan dura crítica fue probablemente la que motivó la defensa que


hizo dop Santiago de Vera en su relación, aunque como ésta no lleva
fecha no puede afirmarse con seguridad.
Los defectos de la fortaleza se señalan también en una carta es­
crita por "los capitanes y gente de guerra", 9 quienes afirman que era.
"algo despropor.cionado y hecho sin maestro, Parecer ni tra�". Estos
defectos, debidos sin duda, como indica el citado documento, a la falta
de técnicos competentes, fueron causa de que el sucesor de Vera, don
Gómez Pérez Dasmariñas, hiciera destruir su parte alta que era la que
ofrecía más peligro.

Manila, cercada de muralla. lFué Leonardo Turriano


el primer ingeniero que pasó a Filipinas?
Cuando el nuevo Gobernador preparaba su vtaJe, por· real cédula:
fechada en San Lorenzo a 12 de septiembre de 1589, 10 se ordenó al
ingeniero Leonardo Turriano, destinado entonces en Canarias, que
pasase a Filipinas con él para dirigir las fortificaciones que se habían
de hacer en aquellas islas, y una vez terminadas., debía volver a España..
"con la tr� y planta de los dichos fuertes", pero· puede afirmarse que­
esta orden no se cumplió.
Es cierto que dicho ingeniero se encontraba en Canarias cuando­
se expidió la real cédula antes citada, porque en 18 de marzo de 1584-
fue destinado a la isla dt! La Palma para reconocer el puerto y construir
un muelle y torreón para su defensa; u en 20 de mayo de 1587 se le
encarga de visitar las islas de Canaria, Tenerife, Palma, Lanzarote,
Hierro, Gomera y Fuerteventura 112 y por la "Instrucción" dada al Go-

9 Carta del Estado Militar de Filipinas, en Manila, a 20-VI-1591. (A. G. I., Fi­
lipinas, 27).
10 W. E. Retana conoció la existencia de e-;ta real cédula por una fuente muy de­
segunda mano, el "Almanaque y Guía de Filipiras de 1834", y aunque dice que la hizo-­
buscar en el Archivo de Simancas con el mayor interés, no pudo encontrarla. (Breve Dic­
dionario Biográfico de los Ingenieros m-iliJares que han estado en las Islas Filipinas desde·
1565 hasta 1898. M'adrid, 1923, pág. 85). Nosotros la hemos hallado registrada en el libr�
cedulario correspondiente, fols. 222 v.º 223. (A. G. I., Filipinas, 339).
11 Archivo de Simancas. Registro del Consejo, libro 38, año 1584. Extractado por
don José Aparici García en su "Colección de documentos co¡>iados en el Archivo de Siman­
cas, como datos para �cribir la Hi,;toria del Cuerpo de Ingenieros". Sección Segunda,
tomo II. Noticias de los ingenieros del siglo XVI, fol. 303.
12 Archivo de Simancas. Registro del Consejo, libro 43, fol. 274, v.º, año r 587_
Recogido por Aparici Gatcía, ob. cit., fol. 306.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 45

bernador de Canarias en 6 de diciembre de 1588 consta que en tal fecha


continuaba encargado de la dire<X:ión de las obras, 1 3 pero el 30 de
.agosto de 1592 se 1� ordenó regresar a la Península para darle otro
des.tino 14 y teniendo en cuenta que Gómez Pérez Dasmariña!S llegó a
Manila en mayo de 1599, parece muy corto �1 plazo de poco más de
.<los años para que Turriano, cumplida su misión en Filipinas, estuviese
de vuelta en Canarias. Ademfus, el propio Gobernador, al remitir la
traza de la fortificación que estaba ejecutando, dke "que no será de
maravillar si lleva algún defecto por no aver en las yslas ingeniero ni
Arquitecto", 1 5 lo que indica con toda claridad que a pesar de la orden
recibida, Leonarao Turriano no le acompañó a Filipinas, sin que sepa­
mos los motivos que lo impidieron. Por otra parte, Rumeu de A.mas,
en su obra "Piraterías y ataques navales contra las Islas Canarias", 16
-estudia ,con todo detalle la personafidad de este ingeniero y, según los
datos que aporta, parece seguro que no salió de Canarias. hasta 1593,
por lo que puede llegarse a la conclusión de que no estuvo en Manila,
aunque en varios documentos del siglo XVIII se afirma que la primera
fortificación de la ciudad fue dirigida por él. Así, por ejemplo, en 1793
Gregorio Clavero, en el preámbulo o introducción a su proyecto de
'1ef ensa de la plaza; 1 7 también en un plano de Manila y sus. contor­
nos, sin autor ni fecha, pero seguramente del XVIII, 18 aparece una
leyenda que dice que la primitiva fortificación de la plaza fue hecha •
por Gómez Pérez Dasmariñas, que construyó toda la muralla y el cas­
tillo de Santiago, "dirigiendo la obra el capitán de Yngenieros Leo•
nardo Yturriano".
Creemos de mucha mayor fuerza los argumentos negativos antes
indicados, así como el hecho de que ni el padre Chirino, que llegó a
Filipinas con Górhez Pérez Dasmariñas en 1590, ni Antonio de Morga,
llegado en 1595, lo mencionan, a::¡í como tampoco dos autores del si·

13 Archivo de Simancas. Regi,stro del Consejo, libro 50, año 15.S.S. Aparici García:
Ob. cit., fol. 307.
r4 Archivo de Simancas. Mar y Tierra, leg. 35r. Año 159.2. Aparici García: Ob. cit.,
fol. 308.
15 Gómez Pérez Dasmariñas al Rey, en Manila, a .20-VI-1591. (A. G. I., Filipinas 6).
16 Ru'meu de Armas, Antonio: Piraterías y ataques navales contra las Islps Canarias.
Madrid, 1947-1950, tomo 11, r.• parte, capítulos XVIII y XIX.
17 Dicho proyecto lleva fecha u de mayo de I 793. (A. G. I., Papeles de Estado. 46).
18 "Plano de los contornos, porción de costa y Bahía adyacentes a la Ciudad y Plaza
. de Manila, capital de la,s Islas Filipinas". Sin autor ni fecha. Biblioteca Central Militar.
-Signatura M-m-9-9- N.0 7.323 del catálogo de planos.
4ó M.• LOURDES DÍAZ-T!tECHUELO SPÍNOLA

glo XVII tan autorizados como fray Gaspar d� San Agustín y el padre­
Colín. En el XVIII, ni fray Casimiro Díaz, continuador d e Gaspar de
San Agustín, ni fray Juan de la Concepción en su minuciosa "Historia.
General de Filipinas", nombran a Turriano al referirse a las obras de
fortificación de Manila. El ilustre filipinista W. E. Retana 19 llegó·
también a la conclusión de que Turriano no fué nunca a aquellas Islas,.
pero apunta la hipótesis de que tal vez i¡.e.a el autor de los proyectos,.
realizados �n Canarias oon datos enviado:s desde la Corte, y que el
Gobernador Gómez Pérez Dasmariñas, durante su escala de quince­
días en Tenerife, =pudo recoger los planos y ciertas explicaciones:
verbales del ingeniero.
Sin embargo, cl Gobernador hubo de contar con peritos en el arter
puesto que en .c¡u tiempo se hicieron obras tan importantes, y además,
según refiere el historiador Antonio de Morga, iax "arrasó de los altos"
el fuerte de Nuestra Señora de Guía. Para esto pidió informe al capitán.
de artillería Diego Jordán, a Cristóbal Bemardino y al alarife Juan:
Cucer.'"
Cuando Gómez Pérez Dasrnariñas llegó a Manila, la ciudad no­
tenía otra defensa que el citado fuerte y "estaba abierta por todas partes,
por mar y tierra y puesta en notable peligro de qualquier enemigo que·
la quisiera entrar". a3 El Gobernador acometió con gran energía la tarea
de cercarla de piedra, pues al pdigro apuntado se añadía otro inminen�
te: que "la mar y Río se va :eorniendo el poco sitio .que tiene esta
Ciudad", por lo que comenzó la obra por el frente de la bahía y cuando·
esto escribe -20 de junio de 1591- 1214 ya estaba casi acabada la mu­
ralla de dicho frente y confiaba en que pronto quedaría terminada toda
la fortificación de la plaza. Una carta de la Ciudad al Rey as corrobora
oue en este momento los trabajos !Se hallaban en pleno desarrollo y et
Gobernador había aplicado a este fin los productos de la alcaicería y el'
estanco de naipes, "por ser tantos lQS gastos que se ofrecen cada día.
especialmente agora con el edificio ·tan costoso desta muralla ... "
I!J Breve Diccio,iario Biográfico de los Ingenieros militáres que han estado en la�·
Islas FiliPinas desde z565 hasta z898. Madrid, 19.:13, pág. 86.
20 Cfr. Colín, F.: Labor evangélica, ed. del P. Pastells, tomo I, pág. 473.
21 Morga, Antonio de: Ob. cit., pág. 28.
2.:1 Retan.a, W. E.: Breve Diccionario Biográfico..., págs. 20 y 51.
23 Declaración del capi�n Pedro Sarmiento en 2 de febrero de 1593, en una in1or­
mación hecha de orden del Gobernador. (A. G. I., Filipinas, 6).
24 En la carta citada en la nota núm. 15.
25 La Ciudl!.d de M'anila .:i1 Rey, en 22-VI-1591. (A. G. I., Filipinas, 27).
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 47

El mismo mes y año 126 escriben los capitanes y gente de guerra.


quienes después de elogiar cumplida.'11.ente a don Gómez Pérez Dasma­
riñas, refieren que desde el fuerte de Nuestra Señora de Guía "hasta
otro que se qu�da haciendo" en la punta de la marina -la fuerza de
Santiago- "a echo una muralla tan fuerte y proporcionada con sus
traueses tan apropósito según el arte que aunque ésta por falta de
tiempo no asubido lo que a de subir queda de manera que. por e.sl:a
parte que era la m4 fácil e ymportante está puesta en defenssa".
Según parece. esta muralla no llegó a alcanzar la altura conveniente
durante el gobierno de Dasmariñas, pues en 16oo, el gobernador don
Francisco Tello (1596-1002) dice que era ne�ario elevarla una braza
"pqr hauerse hecho tanua ja".

Comienza el «doméstico asedio» de Manila


Bien pronto empiezan a aparecer en los documentos repetidas
quejas y petidones de. que no se consienta la construcción de grandes
edificios de piedra en los alrededores de la ciudad, porque perjudican
su defensa y favorecen al enemigo, siendo padrastros de las fortifica­
cion�s.
A lo largo de la historia de Manila, continuarán repitiéndose estas.
lamentaciones, �in resultado alguno; las grandes moles de piedra que
al decir de un ingeniero llegaron a tener como en "doméstico asedio'•
a la ciudad, �7 comienzan a edificarse eJ1. el siglo XVI, y se siguen
construyendo en las siguientes centurias sin que sean escuchados 1�
avisos de técnicos, y gobernadores. Ya en 1578 se estaba levantando en
"la otra banda del río donde estamos poblados, que llaman de Tondo"
un gran monasterio -comparable. al de San Agustín de intramuros, pues:
se dice que es 1'no menor ni de menos hobra que el desta ciudad", aun­
que su fábrica era de madera. (218
Unos treinta años después, el procurador general d� Manila, Lope­
de Vallejo, <219 solicita que sean demolidos los conventos construídos o-

2<í Carta del Estado Militar de Filipinas. (Vid. nota 9).


27 El ingeniero don Feliciano Márquez, en Manila a 30-IX-1767. (A. G. I., Fi­
lipinas, 918).
28 La Ciudad de Manila al Rey, en .27-VIl-15,78. (A. G. I., Filipinas, 27).
29 Don Lope de Vallejo, procurador general de Manila, al Rey, en Manila' a,
17-VII- 1609. (A. G. I., Filipinas, 27).
SPÍNOLA
"NI..• LOURDES DÍAZ-TRECHUELO
48

de. la ciudad, que 1� ;ser


vían de pa·
en constru cción en los alrededores ho procu·
la Instrucción dada a dic
drastros ; y en el ·capítulo décimo de
nciscanos, dominicos y jesuitas habían
rador, s.e dice que agustínos, fra dicaban
río y que sus e dificios perju
levantado co_nventos a la orilla del
ó del gob ernador don Rodrigo de
a. la ciu da d, por lo que. ésta solicit
derribada " la obra de piedra" que
Vivero (16o8-1q<:>9) que fuese e , pero los. rel igi osos
ondo. Así lo decr�tó é st
.hacían los dom inicos en Bin duraba
y co menzó un pleito que aún
recurrieron_ contra dicha orden
ones. Por ello suplican una pronta
.cuando se es cribían estas Instru cci acabado
ande que "ningún conve nto
r esolución de l asunto, y que se m qu p adr astro
é a orillas del dicho río y en part e e sea
-0 ,empe zado qu e es t o est a
todos se derriben". P er
,de la ,ciudad quede en pk, sino que " d omé s-
cerrándose po co a poco el
petición no fu e escuchada y continuó
tico asedio" de \a pla za.

Aparece el peligro holandés


adra
rente a Mani la una es cu
El año 16oo llegó por primera vez f en el si•
rep etirse f recuente mente
holandesa, h echo que habría de oponía cap­
li vier de Noort, y se pr
glo XVII. Iba ésta mandada por -O
españoles organizaro ápidame n�e
n r
turar la Nao de A capulco, pero los
, que al m ando de l célebre histo-
la ofensiva, fo rmando una arm ada
lla Audiencia, Antonio de Morga,
-riador de F ilipinas y oidor de aque
consiguió vencer a los corsa rios.
fiere a&í e stos hechos : A fines
El· propio Morga, en su obra, 3° re ia.
1:1n n avío procedente de la prov inc
.del mes de octubre, llegó a Manila e legu a s d el
a bahía situada a veint
de Cala m ianes, a visando que en un eros, que·
entrado dos barco s extranj
�abo del E spíritu Santo, habían -
español es obtuvieron de l os natura
-present ándo se co mo amigos de los
ies los vív eres qu e necesitaban. por,
io na lid ad i nglesa, fue apresado
Uno de los tripul antes, de nac de
gro que 1se escapó a n ado de uno
los indios, y por éste y par un ne habían entrado
ios holandeses, que
los navíos, se s.upo que eran oorsar
1
as en
y después de hacer algunas pres
-por e l estrecho de Magallanes, de qu e se
d irigi eron a Filipinas, e infor mado
s
la s c os tas de Chile, se
llegada del galeón "Santo Tomás",
esperaba de un momento a ot ro la
a
Morga, Antonio de: Ob. cit., pág.
103 119.
30
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 49
'
que traía de Acapulco el impO'rte del cargamento de dqs años, enviado
a Nueva España, y de qu� pronto comenzarían a llegar de la China los
navíos que anualmente iban a Manila a vender isus mercad�rías, deci­
dieron apostarse a la entrada de la bahía para apresarlos.
La capitana holandesa, mandada por Olivier de Noort, se llamaba
"Mauricio" y llevaba cien hombres y veinticuatro piezas de artillería
de bronce de cucharas. La almiranta, llamada "Concordia", iba man•
dada por Lamberto Viesman de Roterdam y equipada, con cuarenta
hombres y diez piezas de artillería.
El gobernador don Francisco Tel10, al recibir estas noticias, trató
de adoptar las medid as necesarias para la defensa, aunque la situación
era difícil, ya que no tenía m.víos de alto bordo con que salir al mar,
y disponía de pocos soldados, porque la mayor parte había marchado
a las órdenes de Juan Suárez Gallinato, para hacer una expedición por
la provincia de Pintados contra mindanaos y joloano&.
Tello convocó a la Audiencia y le expuso la situación, solicitando
la ayuda personal de los oidores. Tratóse luego - de lo que convenía
hacer y ise acordó que era urgente poner �n defensa el puerto de Cavite
para que el enemigo no pudiese apoderarse de él, y al propio tiempo
habrían de aprestarse al gunos navíos para combatir a los corsarios,
encargándose al doctor don Antonio de Morga la dirección de las
obra:s a realizar en dicho puerto.
El día 31 d� octubre salió Morga de Manila con algunos soldados
y comenzó a tomar las medidas oportunas para la defensa de Cavite,
que quedó guarnecido con ciento cincuenta hombres bien armad�;
en el frente de la marina dispuso doce piezas medianas de bronce de
cucharas, y doce de mayor akance en la punta avanzada, a la entrada
del puerto. En la playa se construyó una trinchera de maderos y tabla­
zón terraplenada, que sirviese de resguardo a los soldados contra la
artillería enemiga.
Entretanto se hacían estos preparativos, Morga activó la cons·
trucción de una galizabra 3r que se estc!,ba fabricando en el arsenal de
Cavite, y que junto wn un navío de Cebú y un patache portugués eran
los únicos buques que había en el puerto. Grande fue la rapidez con que
se hicieron estosi trabajos y así, a los treinta, <lías de comenzados, la

3I Embarcación de vela latina, y de unas cien toneladas de porte. (José Luis de


Pando Y Villatro ya: Diccionario Marltimo. Madrid, 1956).
so M.ª LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPfNOLA

galizabra estaba acabada y el navío d� Cebú también se hallaba pre•


parado, y armados cada uno con once piezas de artillería medianas•
y mayores que fueron enviadas de Manila. Mientra-s, los holandese;;
se habían establecido en la bQca d� la bahía, sin atreverse a atacar el
puerto de Cavite porque tuvieron noticias de que ya estaba bien defen·
dido, aunque no supieron que se aprestaba contra ellos una armada.,
por lo que tranquilamente se dedicaron a apresar cuantos navíos pre­
tendían entrar.
Cuando todo estuvo a punto, Morga dio cuenta al Gobernador
de lo heoho y le propuso que se arma;se también el patache portugués
que tenía embargado a este fin. Pero don Francisco Tello no lo con•
sintió y mandó en ·tambiq que se le dejase en libertad de regresar
a Malaca.
Díspuestos los barcos, planteóse el problema de la escasez de gente
para tripularlos, pues a más de ser poca la que había, los marineros
Stl fingían enfermos para no embarcar, y los capitanes y soldados
particulares, que no estaban al servicio del l{ey, no se ofrecían tampoco
para la jornada, contribuyendo a este retraimiento el que aún no se
supiese quién había de mandar la expedición.
Según el propio Morga el nombramiento recayó en su persona
porque don Francisco Telló vio que la gente estaba dispuesta a ir bajo
sus órdenes, y él aceptó " pareciéndole que si lo dejaua de hazer, se
le pornía culpa, de auer dejado pasar tan forc;osa ocasión, del seruicio
de Dios y de su Magestad, y del bien de toda· 1a tierra, y que las cosa e;
de la guerra auían estado a su cargo, y las auía manijado por Mar y
por tierra, y que le podría ser mal c.ontado, bol�er las �paldas en esta
coyuntura, buscándole para ella", 3.2 y para corroborar todo esto, inserta
en su obra el auto d�l Gobernador confiándole el mando de la expedi­
ción, dado en primero· de diciembre de 16oo.
Sin embargo, una carta. de la Ciudad al Rey 33 da a entender que
Antonio de Morga intrigó cuanto pudo para conseguirlo, quitándoselo
a la persona a quien por su cargo correspondía, que era don Juan
Ronquillo, y "a otros muchos soldados.a quien sin él se podía encar­
gar", llegando a decir que tal vez los informes enviados con anterio­
ridad oobre este asunto no se han visto por malas artes de Morga o

32 Morga: Oh. cit., pág. rn7.


33 La Ciudad de Manila al Rey, en 1-VII-1604. (A. G. I.J Filipinas, .27)..
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 51

del gobernador don Francisco Tel10, "que tuvq tanta y más culpa que
él en embiarle": Y �xpresa incluso el temor de que desde Méjico, donde
fue trasladado a petición propia continúe el. Oidor "su natural ynclina­
ción de hazer mal y daño a �sta Ciudaci y vezinos ciella", lo que hace
pensar que lQs firmantes de esta carta tenían enemistad personal contra
Morga; por ello hay que tomar con cierta reserva estas afirmacion�.
si bien es indudable. que resulta extraño qu� no hubiera en Filipinas
ningún militar de profesión que pudiera asumir el mando y fuera
necesario recurrir a quien por �u carr�ra, "jamás echó mano a espada".
El día 12 de diciembre de 16oo, ,salió de Cavite la armada espa•
ñola, compuesta de una capitana, llamada San Diego de Cebú 34 en
la que iba el Oidor, nombrado general, y una almiranta, mahdada por
Juan de Alcega. Completaban la escuadra dos caracoas 35 tripuladas por
indígenas y gobernada cada una por un español.
Al anochecer del mismo día llegaron al surgidero de la isla de
Mariveles, y al siguiente tuvieron noticias de que el enemigo, sabedor
sin duda de la salida d e las naves españolas, había levado anclas, tras·
ladándose frente a la punta de Va,leitegui, y con propósito al parecer
de hacerse a la mar para evitar la lucha.
Morga abrió entonces los pliegos que le había dado el Gobernador
y viendo que le ordenaba pers�guir a los holandeses, se dispuso a eje•
cutarlo, y dio a Juan de Alcega una instrucción escrita en que le decía
entre otra:s cosas, que ambos navíos debían atacar conjuntamente a la
capitana enemiga, porque casi toda la fuerza d� los corsarios venía
en ella.
El día 14 de diciembre tuvo lugar la batalla en la, que los españoles
consigu ieron abordar al navío de Olivier de Noort, con tal éxito que
al poco tiempo los holandeses solicitaban condiciones para la rendición
Entonces Juan de Alcega, creyendo terminada la lucha, se lanzó contra.
el otro barco, contraviniendo las órdenes de Morga, y al quedar solas
las dos capitanas, los holandeses, sintiéndose más fuertes, volvieron a
pelear contra los españoles. Varias horas duró el" combate, y al fin,.
cuando ya &ólo quedaban a los corsarios unos quince hombres, heridos
f odos, Olivier decidió pr:ender fuego al barco, con lo que los españoles
34 M'orga la llama "San Antonio", pero todos los documentos le dan el nombre
de "San Diego".
35 Embarcación pequeña usada en Filipinas para cortas travesías. (Diccionario.
Marftimo, citado en la nota 31).
52 M.'" LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

para salvar el suyo hubieron de regresiu- a él y separarlo del enemigo.


Fue entonces cuando la capitana de Morga comenzó a hacer agua, lo
que permitió al corsario emprender la huída, después de apagar el
incendio, si bien quedó maltrecho y destrozado su buque.
El barco español se fue a pique, ahogándose parte de su tripula­
ción y al referir �n su historia este hecho, Antonio de· Morga culpa
a Juan d� Alcega de la pérdida de la capitana, por haberse alejado
para luchar contra Lamberto Viesman, que cayó prisionero, con veinti-
cinco de .-¡us hombres.
El gobernador don Francisco Tello dio al Oidor una certificación
'"de lo sucedido en la jornada ccn el corsario Hollandés", fechada
en 24 de agosto de 1661, en la que elogia su actuación y el desinterés
d.e que dio muestras al negarse a tomar la parte que le correspondía
en el botín conseguido.

Otras expediciones holandesas contra Manila


Nuevamente se presentaron los holandeses en la bahía de Manila
el año 16o9, mandados ahora por �1 vicealmirante Francisco Wittert
que llevaba cinco grandes navíos bien artillados.
Habían atacado antes al puerto de llo ilo, en la isla de Panay,
donde sufrieron una terrible derrota, pero sin desanimarse por es.te
revés se dirigieron contra la capital, aunque aleccionadoo por lo ocurri·
do, no se atrevieron a intentar el desembarco, ni tampoco a atacar el
puerto de Cavite, que había sido fortificado y puesto en defensa po r
el gobernador don Juan de Silva. Contentáronse, pues con dominar la
bahía, estableciendo su escuadra junto a la isla del Corregidor, en el
paso obligado de todos los navíos que se dirigiesen a Manila o Cavite,
:;: allí apresaron gran cantidad de barcos mercantes, que venían de China
y Japón, Indostán y Macao, ·permaneciendo aisí, ,cerca de seis meses.
Entr,etanto los españoles no estaban inactivos, y en los astilleros
d.e Cavite construyeron a t oda prisa ocho navlos. El hierro necesario
para ello fue proporcionado por los vecinos de Manila que llegaron a
dejar sin r�jas sus ventanas, 36 y los cañones se fabricaron con el metal
de las campanas de las iglesias de la ciudad.

36 Blumentritt, Fernando: Filipi,nas. Ataques de los holandeses en los siglos XVI,


XVII , XVIII. Bosquejo histórico. Traducido del alemán por D. Enrique Ruppert. Madrid,
1882, pág. 20.


Fig. 18.-Vista de la bahía de Manila. De la obra The Ea,t and West lndian Mirror. Todo
es fantástico en este dibujo; el autor dio a las ciudades de Manila y Cavile una fisonomía
holandesa, con sus torres puntiagudas y la inclinación de los tejados.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 53

N.. la escuadra así preparada vino a unirse una embarcación cons­


truída en Marinduque, que burló el bloqueo holandés consiguiendo
entrar en la bahía, y el 21 de abril de 1610 salieron de Cavite nueve
barcos españoles que tres días más tarde trabaron: combate con los.
holandeses cerca de Playahonda, y de?pués de una lucha encarnizada
en la que murió el vicealmirante Wittert y los cor�arios perdieron
tres barcos, los dos restantes se dieron a la fuga.
Grande fue el júbilo· de la ciudad por esta victoria, que produjo
a los españoles un espléndido botín cuyo valor se calculó en 500.000
pesos.
La t_regua de los Doce Años, entre España y los Países Bajos, no
fue respetada en las colonias y aisí, holandeses y españoles continúan
luchando en estos años. En 16n el gobernador de Filipinas don Juan
de Silva, organizó una gran expedición contra las Molucas holandeses.
fiado en una relación que encontró entre los papeles del almirante
Caerden -prisionero de lo� españoles- en la que ponderaba el mai
estado de las fortificaciones de aqueJlas Islas.
Estas noticias resultaron falsas, pues sin duda eI- almirante había
exagerado mucho en su relación y la empresa de Silva no tuvo éxito.
estando en cambio a punto de causar la pérdida de Manila, pues en su
ausencia se presentó frente a la ciudad una escuadra holandesa man­
dada por el almirante Jorge Spilbergen.
Cundió el pánico en la capital, pero el gobernador interino don
Andrés Alcázar hizo rápidamente los preparativos necesarios logrando
fundir en brevísimo tiempo la artillería suficiente para defender las
murallas de Manila y Cavite. Pero no hubo ataque por parte de los
holandes.es, que después de permanecer quince días ante la ciudad.
abandonaron la bahía de modo inexplicable para los vecinos de Manila.
Fue causa de esta sorprendente retirada la noticia qu� recibió Spilbergen
de que los españoles iban a atacar a las Molucas, por lo que pensó acu­
dir en socorro de sus compatriotas, pero en vano los esperaron, y
luego, al tener noticia de la muerte de Silva, el holandés concibió la
idea de volver sobre Filipinas para establecer allí el dominio de su
ñación. A este fin, hizo rumbo a Iloilo, cuyo pequeño fuerte, heroica•
mente defendido por un puñado de españole� al mando de don Diego
qe Quiñones, consiguió rechazar el desemba,rco y obli gar al enemigo
a retirarse.
54 'M,ª LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

Decidieron entonces los holandes�s marchar sabre la bahía de


Manila, y para atacarla buscaron la alianza de los régulos mahometanos
de Mindanao, pero- de nada les sirvió esté pacto, porque los españoles
impidieron a los malayos reunirse con el enemigo, y con una armada
de diez navíos, preparados en Cavite a toda prisa, salieron de este
puerto el 7 de abril de 1617, a las órdenes de don Juan Ronqu1Jfo.
Otra v�z fue Playahonda el escenario de una victoria española,
más decisiva y meritoria ahora, pues las fuerzas eran casi iguales y los
barcos holandeses estaban mejor preparados para maniobrar. El navío
almirante, llamaqo "El Sol de Holanda", fue des.trozadó por la arti­
llería española y otros dos barcos fueron �chados a pique, huyendo los
demás sin que los españoles pudieran pel"Seguirlos, por ser los holan­
deses" mejores veleros.

Nuevos preparativos de defensa


Las luchas de �s.tos años demostraron que ni españoles ni holan•
deses tenían en las colonias fuerza suficiente para dar un golpe decisivo.
Esto fue causa de que Felipe III mandase equipar una fuerte armada
que llevando un gran ejército de tierra, debía dirigirse a Filipinas por
el estrecho dt; Magallanes.
Cuando se est¡¡.ban haciendo los preparativos de esta expedición,
llegó a Madrid la noticia de la muerte de don Juan de Silva, y de los
escasos resultados de· su empresa. Se decidió entonces que don Alonso
Fajardo, nombrado afm1rante d� la escuadra, marchase solo a Manila,
sin esperar qu_e estuviesen dispuestos. los barcos, para hacerse cargo
del gobierno de Filipinas.
Fajardo desembarcó en Cavite tl 2 de julio de 1618, y comenzó
su actuación tomando enérgicas medidas en favor d� los. naturales, a
quienes desc_argó de los trabajos más duros, política ésta muy acertada
pues gracias a ella, cuando los holandes�s trataron de entenderse con
los indígenas, comprendieron que no les sería posible sublevarlos contra
los españoles, y por esto los seis navíos que, a fines del mismo año 1618,
aparecieron en la bahía de Manila, se retiraron sin ata�rla. 37
La experiencia adquirida en est� tiempo fue causa de que se orde-

37 Ibídem: Ob. cit., págs. 33-34.


ARQUITECTURA ESPA:ÑOLA EN FILIPINAS 55

na,se a Fajardo, por Real Cédula de 29 de mayo de 1620 38 que para


evitar la incomunicación de Manila e n �so de que los holandeses
ocuparan la boca de la bahía, como ya había sucedido repetidas veces,
construyera un sis.tema d� canales po� dond� la ciudad pudiese recibir
auxilios en caso necesario.
El año 1629, gobernando en Filipinas don Juan Niño de Tavora
(1626-1632) llegaron noticias procedentes de la India y de Nueva
España 39 según las cuales una gruesa armada holandésa se dirigía
contra aquel Archipiélago. Con este motivo el GQbernador comenzó los
preparativos de defensa, reparando las murallas de Manila, haciendo
cuerpo de guardia en todas sus puertas, y construyendo en la fuerza
de Santiago un baluarte "que señorea toda la pla� de armas y la mar".
También levantó un nuevo fuerte en Cavite para prevenir un des•
embarco, y otro en Meitubi, situado en el camino entre Manila y aquel
puerto, en un lugar que estaba bajo la artillería de la capital. De este
modo quedaron defendidos todos los puntos que hasta entonces se con·
sideraban débiles, pero en esta ocasión, el enemigo no llegó a presentarse.
Al año siguiente �1630- un nuevo peligro se ci�rne sobre Ma­
nila. Es ahora el aviso recibido por la vía de Macan, 4° de que los japo­
neses tenían preparados cuarenta mil hombres para atacarla, y aunque
don Juan Niño no dio crédito a la noticia, la aprovechó para intensificar
los trabajos de fortificación sin gasto de la Real Hacienda, pues· pidió
a los chinos un donativo de su caja de comunidad. Dieron éstos cuatro
mil pesos, y con ellos se hicieron dos caba1leros y un pedazo de estrada
tncubierta., con �u banqueta de piedra. Al dar cuenta, de la ejecución
de estas obras, el Gobernador no especifica cuáles fueron esos caba­
lleros, y afirma que con ellas y con las que se hicieron el año anterior,
con motivo del peligro holandés "queda �stQ muy bien puesto", espe•
rando dejar más segura aún la plaza, antes de salir del gobierno.
Estas noticias son confirmadas por una carta de don Lorenzo
de O laso, que q la muerte de dQn Juan Niño se hizo cargo del gobierno
militar con carácter interino. 4 1 En ella ,se dice que al llegar el aviso

38 A. G. I., Filipinas, 27.


3 9 La Audiencia de Manila al Rey, en 23-VII-1629- (A. G. I., Filipinas, 21).
40 El Gobernador don Juan Niño de Tavora al Rey, en M'anila, a 3-VII-1630.
(A. G. I., Filipinas, 8).
41 El Gobernador interino en lo �ílitar, don Lorenzo de Olaso, al Rey, en Manila,
a 8-VII-1632. (A. G. I., Filipinas, 21).
56 M, • LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

de que el Emperador del Japón pensaba atacar a Manila, su antecesor


la fortificó, reedificando sus murallas, y "creciéndole cinco caballeros".
Asimismq puso en defensa el pu,erto de. Cavite, pero d ataque japoné¡;
no llegó a producirse.
En 1634 el gobernador don Juan Cerezo de Salamanca (1633•
1635) da cuent?' del estado en que :se hallaba la fortificación de Manila
y por esta carta 4:11 sabemos que la fuerza de Santiago se encontraba
"en defensa, si vien no con la perfección qu� en estos tiempos se
platica". Del restq <le la fortificación dice que estaba "trauaxosa" y
señala sus defectos; el fo1¡0 se hallaba cegado, hasta tal punto que ape·
nas había señales de su existencia, lo� reductos eran pequeños, y escasa
la altura de la muralla -sólo medía siete palmos�, que además carecía
d� terraplén.
En su opinión, todo esto �e justifica por razón de que al foctifi•
carse Manila se pensó que sólq pódría ser atacada por los naturales,
y a lo sumo por chinos y japoneses, para ló que era muy suficiente la
d efensa construí da. No obstante, cuando .la experiencia demostró que
llegaban hasta allá enemigos europeos, los Gobernadqres procuraron
enmendar los defectos, y robustecer la fortificación de la ciudad, como
lo prueban los tres caballeros que Cerezo de Salamanca encontró hechos,
�gún afinna en su carta, añadiendo que sería fácil perfeccionarlos.
Este Gobernador, teniendo en cuenta la importancia de la plaza, de­
terminó oonstruir "un caballero Real a lo moderno" que comenzado
cuatro meses antes del momento en que esto escribe, quedaría termi­
nado en otros dos, y pensaba asimismo destruir los pequeños reductos
existentes, que lejos de ayudar a la defensa, perjudicaban a los ca­
balleros.
Planteaba también un pn�blema el almacenamiento de la pólvora.
amontonada en un salón del Castillo, "en parte tan eminente que sobr�
puja a la muralla", con enorme riesgo para la ciudad; Cerezo pretende
resolverlo mediante la construcción en dos de los caballeros, de sendos
torreones, para guardarla.
Termina señalando e.l peligro que representaba para la ciudad la
concentración de veinte o treinta mil sangleyes que habitaban en sus
alrededores, y la, existencia de los grandes templos del Parián y Binon•
do, que eran padrastro1¡ de la fqrtificación.
4� El Gobernador don Juau Cerezo de Salamanca al Rey, en Manila, a 10-VIII,1634.
(A. G. I., Filipinas, 8).
ARQUITECTURA ESP.ÚÍOLA EN FILIPINAS 57

Sigue por tanto, preocupando esta cuestión, sobre la que habrá


de insistir años más tarde cl gobernador don Diego Fajardo (1644•
1653) diciendo que los dominicos levantaban '' con todo s�creto y pres•
teza" un edificio de piedra en medio del Parián de los sangleyesr
a tiro de arcabuz de la muralla, no obstante existir una Real Cédula
qu� prohibía tales construcciones. Por ello mandó que fuese demolid�
y sus piedras utilizadas en la fortificación de la ciudad, y también
ordenó derribar otras iglesias de piedra, entre éllas la oel pueblo de
Abucay.

La fortificación de Manila en la
segunda mitad del siglo XVII
Don Sebastián Hurtadq d� Corcuera �e preocupó mucho de la de•
fensa de Manila, porque también en su tiempo hubo noticia de que los
holandeses pensaban atacarla. Por una carta de los oficiales reales43
sabemos que construyó baluartes co n puentes levadizos, fosos y contra­
fosos, y estrada encubierta "trauajando pe�onalmente · con la azada en
la mano", pero estas fortificaciones, hechas "sin más parecer que el
suyo", según afirmará después c{on Diego Fajardo que le sucedió en el
gobierno 44 dañaban a la ciudad en lugar de defenderla, y hubieron de
ser destruídas, aprovechándose :sus materiales en la construcción de
un caballero, que se daba la mano con los demás que miraban a la parte
de tierra.
Aunque Fajardo no da las razones en las que � funda para
afirmar lo dicho anteriormente, de otra �rta suya posterior 45 parece
deducirse que las fortificaciones hechas por Hurtado de Corcuera
estaban fuera del recinto de la plaza, puesto que dice que "se resolvió
por Juntas demoler lo hecho y fortificar esta ciudad en el cuerpo ae
sus murallas, sin derramar �us fortificaciones fuera dél como se hacía",
arriesgándos e a que el enemigo se apodere de ellas ·y las utilice contra
Ja misma.
Don Diego Fajardo dedicó su actividad en este aspecto a reforzar
el frente de tierra qu� era el que mayor peligro ofrecía, y para·· ello

43 Los Oficiales Reales de Manila al Rey, en 20-VII-1643. (A. G. l., FilipiIUts, 31).
44 El Gobernador don Diego Fajardo al Rey, en Manila, a 15-VIII-1645. (A. G. l.,
FilipiIUts, :n).
45 El miosmo, en Manila, a 24-VIIl-1646. (A. G. I., Filipinas, 9).
M,_ª LOURDES DÍA�-TRECHUELO SPÍNOLA
58
iegq y renovo
extendió cuanto pudo hacia el mar el baluarte de San· D
dicho frente.
también el de San N icolás que e ran los que flan queaban
c mp r end i da ent re a mbos, que medía
Sacó más a fuera la cortina o
emb e ui d a e n el ext remo interior
mil trescientos dieciséis pi es, "dejando c
a, ce á n do la on su contra•
la Vieja ", que levantó a la altura de ést
rr s
cuarenta p ies e n e l pl ano y
fuertes y terr aplén, y le dio un e spesor de í . Sólo
era jugar la art iller a
parapeto, de modo que en toda e lla se pudi
arte -de San N icolás, se
en e stas obras, y dejando sin acabar el balu
gastaron más de trescientos mil pesos.
gobi emq de Filipinas
El 25 de julio de 1653 tomó poses ión del
po se hici eron grandes
don Sabinian o Manrique dé L ara, � cuyo tiem
obras de fortificación en Manila.
chino Kosen g, des•
Lleg aron por entonces notic ias de que el pirata
la Hermosa s e dispon ía
pués de haber conquista do a los holandeses Is
a dor hizo pr eparativos
a ataca r a la ca pital y con tal motivo e l Gobern
extensa carta 46 p or la
de defensa de los que da cuenta al Rey e n una
ación de la ciuda d e n 1663,
que se cqnoce cuál e ra e l e stado de la fo rtific
pues hace de ella una detallada descri pción .
, éra una fuerza de
. El castillo de Santiago, c iudadela de la plaza
l punta avanzad,a
figura irregular, que o cupaba como y a se ha dicho, a
allero triangular, cuyos
entr e d río y la bahía, terminando en un cab
el mar medía ci ento
lados eran desiguales, pues el que mir aba hacia
ó o te nía ciento ve inte.
dncuenta pi es, mientras el que caía s obre e l río
s l
e la punta, y por detrás
Ambos lados sé unían forman do án gulo sobr
ciuda d y a la plaza de
los enlazaba una cortina que hacía frente a la
esta fecha no ex istía
armas del Palacio de los Gobernadores, que ya en
o de 1645.
en aquel lugar, por haberlo destruído el terremot
murallas de la ciudad
Dicha cortina servía también de e nlace a las
orporarse e n e lla ", si en do
"que v ie nen estrechando a Rematar y Ync
pies .
su longitud de cuatrocientos c incue nta
xistido una plata forma,
En la punta que m ira a la bahía había e
del mar, habían demolido
que las corrientes del río y los embates
comp letam ente.
el r ecinto de ciudad,
A partir de la fuerza, la¡;¡ murallas, dibujando
tres frentes; el de la ma·
en form a de polígono irregular, constituyen
46 Carta del Gobernador don Sabiniano Manriquc de Lara al Rey, en Cavite, a-
4-VIII-1663. (A. G. I., Filipinas, 201).
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 59

rina, el qe fo;rra y eL del río, cuyos ángulos estaban defendidos por los
baluartes de San Diego, San Nicolás y San Gabriel.
El frente de l,a marina. Desde el baluarte de San Diego, hasta la
fuerza de Santiago, en una longitud de tres mil novecientos un pies,
.se extiende este frente, defendidQ entonces por una cortina de doce
pies de alto y ocho o �ueve de espesor. A lo ·1argo de ella, se sucedían
las siguientes fortificaciones: Una media naranja, situada a cuatrocien·
tos treinta y sei� pies del baluarte de San Diego, que limpiaba su espalda
y la cortina, y tres bofetones o extremos, armados cada uno con una
pieza de mediano calibre.
El primero de estos bofetones se hallaba a trescientos cuarenta y
ceinco pies de la media naranja, y luego se abría, la puerta llamada de
Santa Lucía, sobre la que se levantaba un garitón para jugar las mosque•
tería. Pasada la puerta, y distante de ella cuatrocientos quince pies, se
hallaba el segundo bofetón llamado gola de Santa Luda y má:s adelan­
te un tercero denominado vulgarmente la Garita del Negro.
El Postigo de Palacio, llamado así porque correspondía a este
'!dificio, convertido entonces en Contaduría, se hallaba a seiscientos
pies de la Garita del Negro, y poco má:s adelante abrfase un segu ndo
Postigo de Palacio, sobre el que había un garitón de cuatro ángu los,
.capaz para otras tantas piezas medianas, que cubrían el mar pór su
frente, por un lado defendían la playa hacia el baluarte de San Diego,
y por el otro, la punta en cuyo remate se levantaba el castillo. Por esta
parte la fortificación tenía el gravísimo defecto de que se había cons­
truídd una cerca de p1edra que saliendo de la cortina de la fuerza,
delimitaba una amplia huerta, viniendo luego a unirse �on la muralla.
Dicha cerca qe piedra, "sin discripción ni forma de fortización", �ons­
tituía un padrastro sumamente perjudicial.
El frientf! de tierra. El baluarte de San Diego, que dominaba "la
campaña y el mar d e baya", era el punto de arranque de una cortina de
mil pies de longitud que terminaba en otro baluarte llamado· de Sa'l
Nicolás o de Carranza. En •dicha cortina se abría una puerta, que más
tarde fue llamada Puerta Real, y de ella arra1;1caba la calle principal
de la ciudad, que iba a parar a la plaza de armas del antiguo Palacio
ya citado. Desde el orejón izquierdo del baluarte de San Nicolás, corría
la muralla hasta llegar a otro llamado de San Francisco de Dilao,
.situado a mil doscientos ochenta y dos pies, del anterior, y desde el
M.ª LOURPES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

orejón opuesto de este último, proseguía hasta el ba luarte de San Ga­


br iel que ocupaba � l ángulo formado por este frente y el de l río.
Entre l os dos último� baluartes citados, se abr ía la pue rta del Pa­
rián, así llamada por encontrarse frente a l a alcaicería o parián de los
1Sangleye s. Esta pu�rta tenía un puente levadizo de made ra sobre pilas­
tras de piedra, y la cerra,ba un r astrillo de cuatro ángulos en forma de­
chapitel , con sus troneras pa ra jugar la mosquetería.
El frente del rív. Desde �l ba l uarte de San Gabriel, que dominaba.
e l Parián, cqr ría un l ienzo <le mu ralla, por la o r ill a izquie rda dd Pásig,
"'cesgando y estrechando la ciudad en la forma continuada de ar ro".
En este fr ente se abrían las puer ta� d� SantOI Domingo y de Al ma­
cenes además de un pequeño postigo que ca recía de toda defensa, y que-
8e utiliza� para el abastecimiento d� ca rne de la ciudad.
Sobre l a puerta de Santo Domingo había un gar itón cuadrado, de
seis a siete pies de al to, con el ext,emo e mbebido en lo interior de la
cor tina. En él se mantenía un pequeño cuerpo de guardia que servía
du rant� el día en la. puerta y de noche en el garitón, que actuabél, oomo
través del baluarte San Gabr iel , po r un lado, y po r el otro, defendía la.
puerta de Almacenes. Pero por e sta ·pa rte existía un serio defecto en
l a fo rtificación, pues el hospital real tenía sobre la murall a la cocina
y un co rr edor y baño, con su puerta al río, cosa que Manrique de Lara­
cal ifica de "gran monstruosidad" desde d punto de vista estratégico.
Encima de l a puerta de Almacenes había otro garitón, y a ciento­
veintitr és pies de dicha puerta se levantaba un bofetqn, a partir del
cual proseguía la cortina hasta unirse al orejón izquierdo del castill o­
de Santiago.

La amenaza de Koseng y la defensa de Manila


En carta de 12 de julio de 1662 47 e l Gobernado r dio cuenta de­
l as amenazas del pirata chino Koseng, que envalentonado po r haber
conseguido arrebatar a los holanaeses la isla de Taiguan (Formosa)r
envió a Manila una embajada pretendiendó que los españoles le paga­
sen tr ibuto y anunciando que de no hacerlo asalaria la ciudad sin dejar­
piedr a sobre piedra.
Este peligro fu� causa de que don Sabiniano Man rique de Lara.
47 Hace referencia a esta carta, en la citada en la nota anterior.
ARQUITECTURA ESPAiiOLA EN FILIPINAS 61

<:omenzase a tomar medidas par,\ preparar la defensa de las Islas y


e s pecialmente de su capital, entre ellas la de concentrar en Manila las
tropas diseminadas pqr div�rsos puntos, desmantela,ndo los presidios
.de Terrenate, Zamboanga y otros.
Al propio tiempo dedicó su actividad a las obras de fortificación
<ie la ciudad en las que trabajó personalmente "cargando la Piedra y
tierra en el rigor de los soles", dice él misnio en su ya citada car:ta
.de 4 de agosto de 1663.
Pero no llegó a realizarse el ataque por parte d e los chinos porque
Koseng murió el 24 d� junio de 1662, y su hijo Sichu envió una emba­
jada solicitando la paz, que se continuase el comercio con la China y
.que fueran devueltas a los :sangleyes las haciendas que les habían sido
embargadas, accediéndose a ello en Junta de Hacienda que celebró el
Gobernador "con los oidores, arzobispo, oficiales reale s, ciudad, cabos
.militares y otros ministros". Resultado de estos temores de asalto fue
la rápida ejecución de unas importante s obras, minuciosamente de.s ­
.c:ritas por don Sabiniano Manrique de Lara, y �ntre las que merecen
.destacarse las :siguientes :
a) La Puerta Real: Una de la¡¡ primer.as medidas adoptadas por
el Gobernador fue la reconstrucción completa de la puerta del .frente
<le tierra, a la qu e dio el nombre de Puerta Real, que había de llevar
des de entonces. Para su defens a levantóse un gran baluarte de planta
cuadrangular capaz para cuatro cañones y con su correspondient e cuer•
po de guardia y puente levadizo de madera, sostenido. por pil;¡.stras de
piedra. En el frontispicio de dicha Puerta :se colocó una estatua de
Carlos II, en bronce dorado, quedando s in terminar "por falta de
reales", el re':ellín que debía cubrirla.
b) El frente de la mMÍna: En esta parte se comenzó la cons­
trucción de un trozo de cortina, siguiendo la misma línea señalada por
1a que había empezado su anteces or, con lo que la media naranja aquí
existente no servía ya de través a la espalda del bahiarte de San Diego
que mira al mar. Para corregir este defecto, siendo las casamatas "ba·
ja�, y abiertas a la campaña", las subió hasta la altura de dicho baluar­
te, o sea a veinticinco pies, y al través del mismo que daba a la playa,
1e sacó desde los cimientos un sesgo en proporción, con sus cajones y
terraplén, uniéndolo con la cortina.
Por la parte interna del baluarte, se hizo una espaciosa gola. de
62 :M.ª LOURDES DÍAZ-TRECHUiLO SPÍNOLA

dieciocho pies d� ancho y sobre ella un garita que la dominaba y señ�


reaba la casamata, haciéndose también en la plaza de armas un espa­
cioso alojamiento, con camarines, para guardar el tren de la artillería.
La media naranja antigua fue reedificada desde sus cimientos,
quedando con capacidad para seis piezas y recibió el nombre de San
Lorenzo.
Frente a ésta, y a sesenta y nueve pies de distancia del ángulo de
defensa del baluarte San Diego, se levantó desde los cimientos un fuer­
te de sillería "en figura d� Pentágono" llamado de San José, que servía
para defender la espalda del citado baluarte que miraba al mar. Dicho
fuerte carecía de puerta, siendo su único acceso una escala postiza.
La altura de su muralla era de trece pies hasta el terraplén y tres más
el parapeto, y �n su macizo se construyó un hornillo secreto para guar-­
dar la pólvora, sobre el que se hallaba el alojamiento de la guarnición.
En cada unq de los bofetones o extremos que había en este frente
se hicieron sendos fortines: el primero, inmediato a la media naranja,
tenía capacidad para cinco pi�zas, y fue llamado de San Eugenio; e!
levantado en el bofetón y gola de Santa Lucía, con características pare•
cidas al anterior, recibió el nombre de San Pedro, y en la Garita del
Negro s.e hiw �l fortín llamado de San Juan. Cuando escribe el G�
bernador, ise hallaba en construcción un alojamiento de madera, de se•
senta y cinco pies de largo por veintiséis de ancho, en la puerta de
Santa Lucía; ,cubierto con parapeto de piedra, levantado d�de la cor­
tina "con sus miras y rasgados para el uso de la mosquetería".
En el postigo del Palacio viejo edificó desde los cimientos un
baluarte con el nombre de San Francisco Javier, de forma irregular
pues mientras el través que miraba al fortín de San Juan medía no­
. venta pies, el de la cara opuesta sólo tenía treinta y cuatro. Esta des­
·proporción vino impuesta por la necesidad de "suplir lo mucho que
auía recogido la cortina �n la disminución de los tres bofetones".
Dicho baluarte jugaba ocho piezas, y con su interior se construyó­
una casa cuadrangular con dos pisos, el superior para guardar la arti­
llería y alojar a los soldados, y el inferior para almacenar la pólvora.
La gola correspondiente m�día doce pies de ancho y ochenta y cinco·
de escarpe. A partir de aquí era necesario prolongar la cortina unos
cuatrocientos pies hasta enlazar con el castillo de Santiago, porque la:
vieja muralla quedaba embebida en el palacio antiguo.
Una de las medidas más Ímportant� en orden a la defensa de-
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 63

este frente fue la demolición de un "fuerte quadrángulo" inmediato al


baluarte San Francisco Javkr y de las paredes sencillas que delimitaban
la huerta ya mencionada con lo que desapareció un serio peligro para
Ia ciudad.
c) La fuerza de Santiago, fue objeto también de diversas re·
p araciones, de las que nos ocuparemos al hacer la historia de esta
fortaleza.
d) El frente del Río: Las reformas efectuadas en esta parte
fueron las sigu ien tes: Construyóse un fortín llamado de Almacenes�
con capacidad para seis piezas, y e n la puerta de su nombre se levantó­
el baluarte de Santo Domingo armado con ocho cañones: fueron demo·
lidos la cocina, corredor y_ baño del Hospital y tapiada la puerta de la
carnicería, con lo que desaparecieron dos importantes defectos de este
�ctor.
e) Frente de tierra: Muy importantes fueron las obras realizadas
en él, además de la ya citada de la Puerta Real, pues todos los baluar•
tes -San Gabriel, San Nic9lás y San Francisco- fueron objeto de
grandes teparaciones.
En la parte comprendida .entre los baluartes San Gabriel y San
Diego existía ya un foso cuya anchura oscilaba entre ciento ochenta y
dento noventa pies. Manrique de Lara hizo profundizar la parte com·
prendida entre �1 primero y la puerta del Parián, que fue tanto como
abrirlo de nuevo porque estaba casi cegado. Se hizo también una falsa­
braga de veintidós pies de ancho, macizada. de hormigón, piedra y cal,
con su parapeto de cantería.
Un grave defecto presentaba la pue rta, pues por estar en el tr avé,.
de un pequeño ángulo se encontraba expuesta al tiro de la artillería
de la plaza. Para su defensa hizo construir en el terreno· intermedio
entre su foso y contrafoso "una tijera real de cantería" con sus aletasr
surtida encubie rta con puente levadizo de molinetes , y cuerpo de guar­
dia, que podía jugar al mismo tiempo veinticinco piezas de artillería.
Casi toda esta obra era de madera y medía veinte pies de ancho por­
cu arenta de largo. La surtida, por la p arte �tema, llevaba "su puerta
fuerte de gradas que hace rostro al baluarte San Gabriel", con su revés
de estrada encubierta que la cubre.
En el tramo de foso comprendido entre los baluartes San Nicolás­
y San Diego, se levantó una falsabraga <le dieciséis pies, con su esta­
cada como parapeto, con banqueta de fajina, y terraplén.
114.• LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

llín, a l qu e el Go·
Frente a la puerta Real fue construí do un �ve
Felipe, con sus a,letas en forma de.
bernador dio el nombre de San
a nu�ve pies de altu ra hasta el
punt a de diamante. Dicho revellín tení
d él, a treinta pies de distancia,
cordón y cuatr o el parape to, y delante e
con foso seco.
� e le vantó un c ontramuro de fendi do
Die go, par la parte interna.
En l a aleta qu� miraba al baluarte San nstmyó
iraba a San Nicolás se c o
.se hicieron dos go las, y en la que m
una escalera de piedra muy espaci osa.
a encubierta, que por un ladl1
_ Desde el re vel l ín partía una estrad r el án·
se prolongaba hasta cubri
11egaba hasta la playa, y por el otro
olás.
_gulo de defensa del balu arte San Nic
ién en l os alr ededo res
de
f) Otras medidas d.efe�vas: Tamb impo rt an t e s.
e obras di versas e
Mani la hizo don Sabiniano M anriqu C uz.
te sobre e l estero de Santa
r
entre ellas la construcción de un puen
ras de piedra, era lo bastante
Di cho puente, sostenido por d o s pilast
caballería, y · ase gurab a el .apro-
sóli do para qu� pudiese pasar pqr él la
visionamiento de la ciudad.
las medid as adoptadas p
or
De m ayor trascendencia fue o tra de o y h os pitale s,
i glesias, conv ent s
el Gob ernado r ; la demolición de trece o e n
. E s.te acuerdo fue .tom ad
que ·servían de padrastro a la ciudad on lo.s
s cabos m ilitares, asistier
Junt a General, a la que además de lo atac aron
ante, los franciscano s le
-prelados de las religiones, pero no obst como y a se h a dicho.
i t , tratándo le de hereje ,
d u ramente de sde el púlp <!

o
La fortificación hasta fines de sigl
ao
ila e l a v iso de qu e la n
El 25 de julio de 1663 llegó a M an , l m a nd o de l
1 salió d� Ca vite a
capitana "San José", que el año 166 a c abo
no, s-e encontraba fren te l
almi rante Francisco García del Fres
1

En ella venía, don Die go Salcedo,


Engaño, de vuelta de Nue va España. de Fil ipi•
de Lara en el Go�iemo
nombrado para suceder a Manrique mo año .
ptiembre del mis
nas, del que tomó posesión �1 8 de se
queda de si gl o, no sufre ya
A partir de este momen to, y� l o que
fortific ación de M ani l a, aunque
ninguna m odific a ción importante la os ca te­
araciones de más o men
constantem,ente se están haci endQ rep piedra
experimentaba por ser de
go rí a, a causa del rápido deterioro que
del clima cáli do y húmedo que
.arenis ca y sobre tod o, por la naturaleza
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 65

en poquísimo tiempo la cubría d e maleza, cuyas raíces socavaban las


murallas.
El año 1677 don Francisco Montemayor y Mansillá, que gober­
naba interinamente en lo militar, envía testimonío de una Junta de
Guerra celebrada el 17 de noviembre del citado año, 48 con motivo del
informe presentado por el sargento mayor don Gonzalo Samaniego,
sobre los resultados del reconocimiento de las murallas de la ciudad,
efectuado P.()r él. De dicho informe se de.duce qu e se hallaban deterio­
radas por dentro y por fuera, y carcomidos lQs cimientos en varias
partes. La falta d� numerosas pkdras las habían puesto en tal estado
que "casi hacen escaleras, para poder subir y amenazan ruina". Parece
que el frente más destruído era el de la marina, por lo que 1a Junta
acordó que se le hiciere un escarpe, es decir, un talud o declivio.
Años más tarde, don G.:i,briel de Curuzelaegui y Arriola, informa
<lel estado de la fortificación de Manila y por el testimonio que acoro•
paña a su carta 49 se ve que las obras necesarias son tan sólo reparos
menores, tales como i gualar las explanadas de todQS los baluartes con
planchadas de hormigón, pues por estar desiguales las tablillas no podía
jugar bien la artillería; retechar el cuerpo de guaraia de la puerta del
Parián y otros arreglos semejantes, cuya ejecución avisa en carta de
25 de diciembn: de 1687. so
Durante el gobierno interino. de 4cm Alonso· de Abella Fuertes�
sucesor de Curuzelae gui, se hizo un nuevo reconocimiento de "las
Murallas y demás sitios de este Presidio" del que se sacó en conclu•
sión que los Almacenes Reaks, por hallarse a �eis pasos de unq de los
baluartes de la fuerza, llamado San Francisco, la perjudicaban, acor·
dándose en Junta de Guerra que sería conveniente su demolición, cons•
truyéndose un nuevo edificio destinado a este objeto, como se verá. si
Todo �sto fue comunicado al Consejo de Indias y la respuesta,
-contenida en una Real Cédula de 3 de mayo de 16g1, llegó a Manila
tres años después, cuando ya gobernaba, don Fausto Cruzat y Gón·
gora s� quien respondió a clla dando cuenta de estar terminadas las
obras que había comenzado su antecesor.
48 A. G. l., Filipinas, 23.
49 Gabriel de Curuzelaegui al Rey, en Manila, a 15-VI-1685. ( A. G. l., Fili pinas, 13) .
so Gabriel de Curuzelaegui al Rey, en Manila, a 25-XII-168 7. ( A. G. I., ·Filipinas, 13). ·
51 Don Fausto Cruzat y Góngora al Rey, en M'anila, a s -VI-1685. (A. G. I., Fi·
lipinas, 122).
s,2 Ibídem.

(s)
PÍNOLA
Z-'IRECBUELO S
!4.ª LOUlUlES DÍA
66 edaba
- siglo XVII la ci
udad d e Manila qu
m n ar el d fe. ctQ§..
Por ta,nto, al ter numer osos
i e
fica ci ó n adol ecía de
, aunque¿ su fo r t i n e ser
q
la falta de unidad co
u
en defen sa cau 1:ia co m ún :
uibles a un a u cuenta la:s mo­
casi todos atrib ue cada Gobernador ef �ctuaba por s veces y edifi-
llevó a cabo, ya
q
o po rtunas, de
moiiendo unas
e st i m a ba
dificaciones que no d eja lug
ar-
cando otras. tar s us c art as sobre la mate ria, ena muestra
La manera de re
dác obras y bu
la dire cción de las o de
a d uda• aa,rca
de su p apel en
p or do n Sab
iniano Manriqu
h ech a ta nto
olija relación atribuyéndose p
or
de ello es la pr im a p erso na,
p>" habla en pr
er
Lara, que siem cutado.
espo nsabilidad d e lo eje; hubo ningún i ng
eniero,
la plena r
es ev i d ente q ue no nte
glo te nde
Durante todo el si os aparece n tan oólo e l cabo sup
erin
de¿ ca n-
mo técnic maestro
en Filipinas, y co algún anónimo maestro alarife., o es.
de Obras Reales
y
imi entos y
emiten inform
ecttÍa n re co n oc ha de cambiar
terla, quiene s ef como en t�nto s ot ros, el p anor ama
a a Fi­
En este aspecto, ap enas com.,nz
ado d. sigl o, lleg
XIVIII pu e s
ederán otrdS
que han de
t otalmente en cl y l go le s uc
niero militar,
u e
lipinas un inge
de las obras.
asumir la di,rección
111
INGENIEROS MILITARES EN FILIPINAS

" Los reparos que pueden ofrecerse


en las fortificaciones, es :preciso los ma­
neje persona inteligente, para no arries­
garlos, corriendo por quien más destruia
que edifique, o en lo mismo que repare
deje principiada nueva obra a la en­
mienda aumentando los gastos sin haber
conseguido el fin..• ".
Valdés Tamón al Rey, en 1130.
Creación del Cuerpo de Ingenieros
El siglo XVIII sign ifica un cambio radical con respecto a la
centuria anterior en lo qu� se refi�re a los métodos de gobierno y a la
administración de las provincias d� ultramar. El cambio de dinastía pro•
ducido a su comienzo tiene profundas repercusiones políticas y admi•
nistrativas, y por lo que hace a la arquitectura militar hay un hecho
de capital irnportancia: la organiza,ción del Cuerpo de Ingenieros.
Aunque el origen de los ingenieros es tan antiguo como la guerra,
en España no constituyen un Cuerpo facultativo hasta 1711, siendo su
primer jefe, o Ingeniero General, el marqués de Verboon. 1 La crea•
ción dt! dichq Cuerpo marca un jalón fundamental en la historia de las
fortificaciones; por lo que a Filipinas se refiere, ya vimos cómo hasta
ahora se han ido sucediendo los intentos aislados de los Gobernadores,
sin conexión alguna entre sí, y puede afirmarse que son los peligros• y
amenazas de ataque 1� que impulsan los trabajos de fortificación, que,
como e� lógico, realizados en estas condiciones, no responden ni pue­
den responder a un plan de conjunto. Son, simplemente, medidas cir•
cunstanciales, adoptadas con más o menos pr�ipitación según los casos,
y cuya eficacia depende de la mayor o menor preparación y aptitud que
para dirigir este género de obras tuviese d Gobernador de turno.
Ahora, en cambio, junto al Capitán General aparece siempi-e la
figura del Ingeniero, el técnico en la materia, que traza los planos y
proyectos y vigila, su ejecución, aunque su autoridad no deja de estar

1 El 13 de enero de 1710 fue nqmbrado por Real Decreto "Ingeniero General de


todos los Reales Ején:itos, plazas y fortificaciones de todos los reinos, provincias y estados
de S. M." don Jorge Próspero de Verboon. Este presentó una propuesta de organización
del Cuerpo en 4 de julio del mismo alío, que fue aprobada por Real Decreto dado en
Zaragoza a 17 de abril de 17u. (Cfr. Estudio Histórico del Cuerpo de Ingenieros del
Bjlrdto .•• Por una Comisión Redactora••• Madrid, 19u, 2 vols., tomo I, págs. u y 23).
70 "'
1!IL_ LOURDES DÍAZ�TRECHUELO SPÍNOLA

mediatizada muchas veces por el Go�rnador,. que no se resigna :t.


perder :!¡US omnímqdos poderes.
Por tanto, antes de comenzar �1 estudio de las obras de fortifica­
ción de Manila en este siglo, h�mos dei examinar brevemente la perso­
nalidad de &us arrtífice�, un grupo de hombres que pone a contribución
su talento y su esfuerzQ personal para que la ciudad viva segura tras
sus murallas.

Juan de Ciscara y Ramírez


El primer ingeniero militar 11�ado a Filipinas en el siglo X,VIII,
fue Juan de Ciscara y Ra,mí,rez :z nacido �n Santiago de Cuba, donde
su padre, ingeniero también, y también llamado Juan, dirigía las obras
de .fortificación. La coincidencia de profesión y nombre ha creado al•
guna oonfusión entr� ambQs.
· El que nos ocupa, nació en la mencionada ciudad el 17 de abril
cie 167 r, 3 y fu� el tercero de los trece hijos del matrimonio de Juan.
dé Ciscara Ybáñez con doña María Candelaria Ramírez.
Juan de Ciscara hijo, 4 fue soldado en Yucatán, donde sirvió un
año y tres meses, pasando de allí a La Habana, a cuyo Gobernador, don
Severino de Manzaneda, s� presentó con una real cédula fechada en
16 de abril de 1692, que le recomendaba para que lo emplease como
ingeniero militar. Pero no pudiendo o6tener en Cuba ningún cargo
·volvió a Nueva España, y en 3 de noviembre de 1694 fue nombradQ
por· el Virrey conde de Galve, ayudante de ingeniero, a las órdenes
de don Jaime Franck.
.2 El apellido de este ingeniero lo hemos visto también esc:rito Siseara o Siscarra,
y él se firmó siempre Ziscarra. Elegimos la forma Ciscara porque así figura en su partida
de bautismo, que reproducimos en la nota siguiente.
3 La partida de bauti,;m.o, <:onservada en la parroquia del Sagrario de la Santa
Iglesia Metropolitana de Santiago de Cuba (lib. a.• de B., fol. 17, núm. 790) dice así: ·
"Año del Señor de mil seiscientos setenta y uno, a veinte y nueve de Abril yo Manuel de
Villalobos teniente de Cura de la Santa Yglesia Catedral de Santiago de Cuba en dicha
Y.glesia bautizé y puse óleo y crisma a un infante que nació a diez y siete de- este dicho
mes a quie¡¡ le puse por nombre Juan Isidoro, hijo legítimo del Alférez D. Juan de Ciscara
Ingeniero Mayor por S. M. y de D.• María Candelaria Ramírez. Fue su padrino el Capitán
D. Cristóbal Fromesta el mo,;o. Manuel de Villalobos". Publica este doc:umento don Manuel
Pérez Beato en sus Noticias Hist6ricas y Biogt'dficas añadida,s a la obra de Benito León
y Canales titulada Archivo de Indias. Ingeniéros Cubanos. Siglos XVI, XVII y XVIII.
La Habana, 1941, pág. 138.
4 Los datos que siguen están tomados de su boja de ,;ervicios, techada en 20-IX-1716
Y remitida en apoyo de su solicitud de un hábito de Santiago, que le fue concedido.
(A. G. l., Filipinas, 194).
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPIN¡\S 71

Pronto puso de manifiesto aptitud� y celo en el de�mpeño de


:su cometido, cualidades que le valieron un laudatqrio informe de su
jefe inmediato, en atención al cual fu e ascendido a capitán de infan•
tería el 6 de mayo de 1695, y se le encargó de efectuar un reconoci•
miento y estudio de lo que era necesario hacer en las fortificaciones de
los puertos de las isl� de Barlqvento.
Desempeñada esta tarea a plena satisfacción del Virrey, conde
.de Moctezuma, Ciscara solicitó licencia para r�tiral"Se, perQ le fue
denegada, por ser irnprescindibks sus servicios a causa de la escasez
.ele ingenieros, y cuatro añqs después sustituye a Franck en la dirección
.de las obras de fortificación qe la bahía de Santa María de Galve, otor·
gándosek el grado de Sargento Mayor "ad honore". En 1702 solicita
de nuevo licencia, esta vez por enfermo, pero sólo se le concedieron
cuatro meses, y reintegrado al servicio activo, es encargado en diciem•
bre de 17�4 de reconocer las fortificaciones d«:l castillo de San Diego
de Acapulco, cuyo plano levantó. Este debió ser �u último trabajo en
Nueva España, pues en octubr� de 1705 lo encontramos ya en Filipinas,
ltaciendo un estudio y planta de las obras a realizar para poner en de.
fensa el puertQ de Cavite. s De gran importancia fue este proyecto,
,cuya ejecución dirigió por completo el propio Ciscara, y del que una
vez terminado remitió un plano, que no :S•e conserva, junto con una
carta 6 en la que solicita licencia para volver a España. El gobernador
Domingo de Zabalburu hace un cumplido elogio de la actuación de
este uigeniero en las obras de Cavite, cuya dirección le encargó ,ratenta.
-su gran suficiencia, y en él ha desempeñado su obligación, tanto en la
permanencia con que le ha reparado como en el ahorro de •sus gastos, 7
1o qual me ha parecido poner en la real consideración de V. M. para
-que se sirba atender a · este sugeto como merecen su aplicación y
servicios". 8
S Según informe de los oficiales reales, fechado en 8-Xl-171S, Ciscara sirvió la
plaza de ingeniero en Filipinas desde 1 de enero de 1 706. Sin duda en esta fecha tomó
-posesión oficialmente, aunque ya vimos que con anterioridad trabajaba en Cavite, donde
el
1!1egún citado .informe permaneció hasta fines de marzo de 1708, pasando inmediatamente
� reconocer y reedificar la fuerza de Iloilo; alli estuvo desde 1 de abril a 1 de noviembre
de 1708. El informe que contiene estos datos se encuentra en el
fol. 80 del testimonio de
.11utos que acompal\a a una <:arta del gobernador don Femando Manuel de Bustillo al Rey,
-en Manila, a 9-Vll-1719. (A. G.l., Filipinas,394).
6 J�n de Cisc �ra al Rey, en Manila, a 28-VII-1713. (A. G. l., Filipinas,167).
7 Ciscara redu¡o el coste de la obra, presupuestada en 175.000 pesos, a 60:7!)z y
◄ tom ines.
8 Domingo de Zabalburu al Rey, en Manila, a 20-VI-1708. (A. G. l., Filipinas, 129).
72 M.' LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

Además de la obra de Cavite, que fue la más importante, dirigió


también Ciscara la reparación de la fuerza de Iloilo, diseñó un plano
del castillQ <iti Santiago de Manila 9 indicando las obras que en él
convenía hacer, y también reconoció y delineó la planta de la fuerza.
de Zamboanga en 1719. 1 ° Como es frecuente en los ingenie.ros, no
limitó su actividad a las obras militares, sino que también prestó su
concurso a la co�trucción de edificiqs religiosos, pues hallándose en
Manila cuando el �rovincial de los dominicos fray Pedro de Mejoradar
emprendió la erección de una capilla dedicada a Nuestra Señora del
Rosario, Ciscara según dice en su hoja de servicios, "concurrió a su
fábrica hasta dexarla en toda perfección sin interés alguno". Esta
obra 1� mereció "lOIS aplausos y admiración de aquella,s islas asiáticas". 11
En su carta de 28 de julio de 1713, Juan de Ciscara solicita licen•
cía para volver a España, pero algún �iempo después regresó a Filipinas,
donde lo encontramos en 1718. Por una carta suya escrita en septiem•
bre d� dkho año 1.2 sabemos que no ·� hallaba en activo, pues a petición
propia fu� relevado del cargo de Ingeniero Mayor de Nueva España
para el que ha6ra sido nombrado en sustitució11 del coronel don Juan
Bautista Mawni. Al mismo tiempo solicitó licencia para volver a Fili­
pinas y al ,serl� concedida emprendió el viaje. Llegado al puerto de
Veracruz, recibió una carta del virrey marqués d� Valero, fechada
a 8 <le noviembre de 1717, que le llamaba a Méjico para asuntos de!
real servicio. No obstante su situación pasiva, Ciscara llevó a cabo lós
trabajos que le encomendó, pero cuando el Virrey pretendió rete­
nerlo definitivamente en Nueva España, hizo valer sus derechos para
proseguir el viaje a Filipinas en lo que sin duda tenía particular interés,.
si bien no da a ,conocer los mqtivos. Cuando llegó a Manila fue reque•
rido verbalmente por el Gobernador para reconocer el castillo de San­
tiago y las murallas de la Plaza a lo que se prestó Gscara haciendo
constar que no estaba qbligado a hacerlo, pero añadiendo que hasta

9 Torres Lanzas, Pedro: Relaci6ti descriJ,'ifla de los MaJ,os, Planos, etc. de Filij>inas,
existente, en el Archivo General de Indias. Madrid, 1897. Plano núm. 19.
1 o Ibidem. Plano IIÚm. 20.
II Arrate, José Martín Félix de: Llave del Nuevo M,undo, en "Los tres primer09
·historiadores de la Isla de Cuba", edi tores Rafael Cc,wley y Andrés Pego. La Habana,
1876, tomo I, pág. 511. Arrate toma este dato de la Descripci6n de la CaJ,illa de Nuesfra
Señoril del Rosario de Manifa, por Pedro Cordero.
u Juan de Ciscara al Gobernador, en Manila, 20-IX-1718. Contenida en un "Testi­
monio de autos sobre reparos en el castillo de Santiago y otros" que lleva fecha 12 de
mayo de 1719. Va cosido al plano citado en la nota núm. 9.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 73

tanto que � destinase a Filipina� un ingenien�, estaba dispuesto a


suplir en lo qut:_ fuere necesario "porque no se continúen �n las nuevas
fortificaciones que se con�.truyeren los defectos qu� � hallan en las
construídas". Estas sQn las últimas noticias qu� hemo� encontrado
sobre Juan de Ciscara pero treemos que permaneció en �1 Archipiélago
hasta su muerte.
Desaparecido este ingeniero, es indudable;: qu� transcurren. uno3
años sin que haya ningún otro en Filipinas, pues así lo afirma el go­
bernador don Fernando de Valdés Tam6n en carta al Rey, fechada
t',Jl 4 d� julio d� 1732, 1 3 ponderando la necesidad de que se envíe uno,

porque las importantes fortificaciones que había en. aquellas Islas "pi•
den una particular atenzión al quebranto de �us ruinas ... " y "muchas
vezes aconteze que si el reparo de alguna Fortificación se fia a person.:.
que no sea del Arte, son gastos infructuosos lQs que se hazen".

Tomás de Castro y Andrade


En la carta antes citada, Valdés Tamón propon e que sea confir­
mado d nqmbramiento como ingeniero de don Tomás de Castro y An­
drade, 1 4 "pe r,sona de toda ,suficiencia, y profe.sor del Arte", a quien
él había designado para que dirigiese unos reparos que necesitaba la
Plaza, señalándole un sueldo de veinticinco pesos mensuale1s.
La urgencia de dichos reparos resultó de un reconocimiento prac­
ticado por el Sar�nto Mayor, que presentó un proyecto cuyos planos
delineó Tomás de Castro, y llevado el asunto a Junta de' Guerra fue
aprqbada i&U ejecución. Entonces el Gobernador, teniendo en cuenta los
precedentes que había de casos análogos, designó a Castro para dirigir
las obras. Así comenzó éste su carrera de ingeniero militar, el 29 de
1

marzÓ de 1732, 5egún declara él mismo años más tarde. 1 5 Se le con­


cedió el grado de Capitán de infantería española, confirmado al otor­
gársele la incorporación al Cuerpo de Ingenieros militare.s por Real
Cédula de r.0 de julio de 1738. Después de dirigir las obras para las
que fue nombrado, se le encargó en 1734 la construcción de �os ha-

13 Valdés Tamón al Rey, en Manila, a 4-VIl-173z. (A. G. l., Filipinas, 919).


14 Castro era natural de Manila, y Retana le supone descendiente del capitán de
infantería del mismo nombre, llegado a Filipinas en 1663, según refiere fray Casi'miro Díaz;
( Conquista3 de las Islas Filipinas, pág. 646) (Cfr. Breve Diccicnario Biográfico de los Inge­
nieroJ militares que han estado en las Islas Filipinas ..., pág. 26).
15 Tomás de Castro y Andrade, en Manila, a zo-Vl-1759. (A. G. l., Filipinas, 921).
74 :M.• LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA
\

luartes en el presidio de Taytay, cabecera de la provincia de Calamianes.


Cuando se encontraba en aquel lugar, fue atacada, la fuerza por más
.de cuatro mil moros de Jaló y Mindanao, y Castro hubo de .dirigir Id.
<lef ensa, resistiendo un sitio de ocho días y un asalto que duró nueve
horas, y consiguió al fin que el enemigo se retirase, causándole muchas
bajas. En este combate fue herido por una bala, de fusil en el codo
.del brazo izquierdo, que le qu�ó inutilizarlo.
Otra:� obras dirigidas por e<>te ingeniero. fueron la reedificación
,de la fuerza de Capiz, cabecera de la provincia de Panay, y el reparo·
del puerto y fuerza de Iloilo, provincia de Otón, para los que fue
c-omisionado por don Gaspar de la Torre en 23 de agosto de 1742 y a
su regreso, el mismo Gobernador le encargó la renovación del Reparo
antiguo del puerto de Cavite, en el que años más tarde construyó el
fuerte Arechederra, cuyo plano trazó y cuyas obras dirigió perso-
"-1}almente. 1 6
No fue sólo de carácter militar la actividad de Tomás de Castro,
pues, como él mismo dice, lo,s planos que se remitieron a España desde
,que tomó posesión del empleo en 1732� hasta que esto escribe -20 de
junio de 1759--, "toqos sin excepción de algu no, assí de Arquitectura
militar y Civil como de Cartas marítimas, geográficas, y últimamente
el Plano y la relación del Volcán de '1a Laguna de Bochoc, han sido de
mi puño y mano". 1 7
Entre estos planos destaca el de la Real Contaduría, cuya obra
dirigió ha:stá �u término, �sí como la reedificación del Palacio d e los
Gobernadores. 18
También desempeñó otras comisiones al margen de su carrera,
pues en 7 de abril de 1752 el marqués de Ovando le nombró para for­
mar parte de la embajada que se envió al rey de Borneo, actuando al
parecer como ayudante y consejero de don Antonio Favean, que fue
el embajador, y el 29 de enero del siguiente año, el mismo Gobernador
lo mandó al "·registro de las· Islas de la Paragua y Balaba". En esta
expedición, que duró cinco meses y medio, hubo de luchar contra la

16 El gobernador interino y obispo electo de Nueva Segovia, fray Juan de Areche•


derra, en Manila, a 21-VI-1747. {A. G. l., Filipinas, �19).
17 Vid. nota núm. 15.
18 Este plano va unido a su expediente. (A G. l., Filipinas, 153). Hay duplicados en
los legajos 455 Y 457.
ARQUITECTURA ESPA&OLA EN FILIPINAS 75

hostilidad de fos naturales, volviendo a Manila contagiado de la pestt>


.que se declaró en la. armada española.
Por esta época debía ser ya hombre de edad madura, y además
.estaba "enfermo de perlecia, con una suma cortedad de vista", según
informa el gobernador don Pedro Manuel de Arandia, 1 9 al par que
.solicita se envíe a Manila otro ingeniero; pero aún .continuaba prestan·
<lo servicio en 1762, aunque como consecuencia de la petición indicada
.-se envió a Filipinas a don Miguel Antonio Gómez.
En 20 de junio de 1759, don Tomás de Castro escribe un largo
Memorial en que solicita el grado de Coronel de Infantería que creía
.corresponderle de acuerdo con las disposiciones vigentes, por ser Inge­
-niero en Jefe, único en el Archipiélago. Dicho grado no h( h;i.bía
,21()

sido reconocido _por el Capitán General de Filipinas, ante quien pre­


.-sentó la correspondiente petición, y por ello recurre a la Dirección del
Cuerpo para que se atienda a su derecho.
'Aún .continuaba cobrando el sueldo inicial de veinticinco pesos
-mensuales que le fu� asignado en 1732 cantidad insuficient e para sus
-necesidades --era casado y con sei& hijos-, por lo que se veía obligado
.a ayudarse pintando miniaturas. Es lástima que no se conserve una de
¿stas, representando a Nuestra Señora de fa.Portería, que remitió con
.carta de 15 de noviembre de 1758, pues por ella podríamos juzgar
'.'SUS aptitudes como miniaturista.
Recibido en España todo el expediente de Castro, fue enviado al
,Gobernador electo de Filipinas, don Juan Manuel Gómez de la Torre,
-en 7 de octubre de 176o, y éste, al acusar recibo con fecha 14 del mismo
mes, promete informar sobre ello al llegar a Manila, pero .su muerte,
ocurrida en la travesía, retrasó la tramitación del asunto. Al fin, en
25 de junio de 1762, 121 la petición de Castro es informada favorable­
·mente por el arzobispo de Manila, gobernador interino, don Manuel
Antonio Rojo. Por dicho informe sabemos que a pesar de su avanzada
edad continuaba sirviendo "con honor y puntualidad" y dirigía por

19 Don Pedro Manuel de Arandía, .en Manila, a 14-VII-1755. (A. G. l., Filipi­
-,t1as, 920).
20 Una disposición de I9 de octubre de 1756 estableció la siguiente correspondencia
=
entre los grados de ingenieros y los de infantería: Ingeniero en Jefe Coronel; Ingeniero
• �n Segundo = Teniente Coronel; Ingeniero Ordinario= Capitán; Ingeniero Extraordi­
nario::::: Teniente; Ingeniero Delineador= Subteniente.
21 ·El Arzobispo-Gobernador don Manuel AntCl'Ilio Rojo a Arriaga, en M'anila, a
c:15-Vl-1762. (A. G. l., Filipinas, 1.008).
76 114'..ª LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

entonces la ejecución de la obra provisional del puerto de Cavite. Tales


son las últimas noticias sobre TQmás de Castro, qu� debió morir en Fili.•
pinas, en fecha posterior al 24 de julio de 1764, pues entonces escribe
el gobernador interino Francisco de la Torre, que Se hallaba con título
d� Ingeniero, añadiendo que "'1e asisten muy pqcas· luces, y quan nin­
guna noticia de lo que es fortificación; siendo bueno solo para mandado ,.
y no para arbitrar por sí cosa que sea útil al Servicio de la Plaza.
y sus defenzas ... " ªª

Miguel Antonio Gómez


La personalidad de este Ingeniero es del mayor interés para 1�
historia de la fortificación de Manila, puesto que a él se debe el Pro­
yecto elaborado después de la toma de la ciudad por los ingleses en
1762, que sirvió de base al que formuló el Director General de Inge­
nieros, don Juan Martín Cermeño. Hijo de don Antonio Gómez de
Sotomayor , que fu e capitán del regimiento de Caballería de Santiago
y también ingeniero militar, comenzó su carrera como cadete del citadc­
regimiento, en unión de su hermano Lorenw, según consta en el nom­
bramiento que les fue otorgado por el marqués de la Ensenada el 22 de
septiembre de 1742.
En noviembre de 1753 estaba ya en América pues con esta fech.:
es destinado por el Virrey de Nueva España, conde de Revillagigedo
al cuerpo de Dragones de Veracruz, en calidad de cadete; empleo que
sirvió durante tres años, hasta diciembre de 1756, en que el Virrey·
marqués de fas Amarillas lo envió como ingeniero voluntario a las
obras de Veracruz, con retención del empleo y sueldo de cadete, y asig­
nándole además una_ gratificación de veinte pesos mensuales.
Más ta·rde se le nombra ingeniero delineador de la Dirección de­
dicha plazq de Veracruz, con carácter interino y con sueldo de treinta.
pesqs mensuales más veinte en concepto de gratificación. En· este puesto­
prestó señalados servicios durante varios.. años y de ellos le fueron
expedidas certificaciones por el Coronel Ingeniero en Jefe don Carlos­
Luján
· y por el Brigadier Ingeniero Director don Lorenzo de Salís.
El ·21 de enero de 1759, el marqués de las Amarillas le orden¡¡_
trasladarse a Méjico� a donde llegó el 30 de dicho mes, y allí se le man-

22 Francisco de la Torre, en Manila, a 24-VII-1764. (A. G. l., Filipinas, 921).


. ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 77

da emprender el viaje a Filipinas, a servir bajo las órdenes del Mariscal


<le Campo don Pedro Manuel d e Arandía, entonces Gobernador y Ca­
pitán General de aquel Archipiélago.
Con objeto de no gravar �1 real erario se le dio el nombramiento
de alférez de infantería, y con este empleo llegó a Manila, en ocasión
en que, muerto ya Arandía, gobernaba interinamente el obispo de Cebú,
fray Migu el Lino de Ezpeleta, que lo dejó durante unos meses sin
empleo ni sueldo, pues, según dijo, "no penetraba el fin de su comisión".
Migu el Antonio Gómez solicitó licencia para volver a Veracruz,
pero no le fue concedida, y en cambio se le obligó a servir como
alférez de artillería con veinte pesqs mensuales de sueldo.
En 1761 el obispo de Cebú fue sucedido en el gobierno por el
arzobispo de Manila, don Manuel Antonio �ojo, y ést e le despachó
título de capitán de infantería e ingeniero ordinario 12.3 pero siguió
percibiendo el sueldo anterior, porque no entraba en las facultades dei
Gobernador el aumentárselo. Con dicho objeto remitió la correspon·
.diente consulta pidiendo la confirmación del nombramiento, pero el
galeón "Santísima Trinidad", alias "El Poderoso", que llevaba estos
pliegos, fue apresado por los ingleses, y esta desgraciada circunstanci::i
fue causa de que Migu el Antonio Gómez no quedase incorporado· al
escalafón del Cuerpo, como se verá más adelante. 124
En una carta fechada en Malaca 2s hace Gómez una detallada
exposición de los servicios prestados en Filipinas desde su llegada hasta
el año 1763.
Tan pronto tomó posesión de s1,1 cargo, hechos los oportunos re­
conocimientos, expuso varias veces de: palabra al Gobernador, el mal
.estado de las fortificaciones de Manila, y se le mandó formar un
proyecto para reparar!� que llegó a terminar, pero antes de que se
.comenzara su ejecución apareció frente a la ciudad la escuadra ínglesa
del almirante Cornish que le puso sitio y la rindió en el breve plazo
<le catorce días.
Había hecho también un proyecto para la reparación del puerto de
Cavite con motivo de haber quedado arruinada por un fuerte temporal

23 El arzobispo don Manuel Antonio Rojo a Arriaga, en Manila, a i-VU-1762.


(A. G. l., Filipinas, 1.oo8).
24 Francisco de la Torre, en Manila, a 21-V-1765. (A. G. l., Filipinas, 922) .
25 Miguel Antonio· Gómez a A.rriaga, en Ma,laca, a 29-Vll-1763. (A. G. 1., Filipinas,
,681. Hay duplicado en el leg, 922).
78 M.ª LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

la antigua defensa del mismo. En dichas obras se trabajó con tanta.


actividad que habiendo comenzado su ejecución en marzo de 1762,
cuando llegaron los ingleses en el mes de septiembre, estaban ya clava­
das dieciséis mil estacas de palma brava, en dos filas paralelas, por
toda la extensión de terreno que había de ocupar el reparo. Al referirse
a estos trabajos, el arzobispo dice que Gómez hizo en ellos "notorias.
su inteligencia y aplicación". 00
Mientras, simultáneamente, dirigía diversas obras en Cavite y en
Manila, estudiaba la formación de un proyecto de construcción de dos.
diques en la desembocadura del Pásig, con objeto de que pudiesen
pa:sar su barra los galeones de la carrera de Acapulco, para venir a­
fondear directamente en Manila, en lugar de quedarse en Cavite. Esta
obra "llenaba toda la atención del público por su importancia y utili­
•dad", pero sus planos y perfiles, remitidos ,en el galeón "Santísima Tri"'
nidad", se perdieron todos.
No sólo se ocupó Miguel Antonio Gómez en trabajos propios de
su carrera, pues entre otras cosas más o menos ajenas a ella, fue en­
cargado de dirigir la explotación de una mina de hie.rro, llam!lda de­
"Santa Inés", en las montañas de San Isidro, desempeñando esta­
misión sin desatender las obras de Manila y Cavite, por lo que se veía.
obligado a realizar continuos desplazamientos.
Cuando los ingleses llegaron a Manila, el ingeniero se encontraba·
en la mina, y por regresar a toda prisa a la capita!, dejó allí su equipaje
y documentación que cayó en manos de los naturales junto con muchas­
datos y observaciones recogidas por él sobre la geografía y la historia
natural de Filipinas.
.N._ esta desgraciada circunstancia se debe la pérdida de una serie­
de noticias importantes ·&Obre su persona, porque incluso una copia de­
esta documentación que existía en la Escribanía Mayor y Real Conta­
duría de Manila, quedó des_truída también en el saqueo efectuado por
los ingleses.
Después de la rendición de la ciudad, el Arzobispo-Gobernador
convino con el almirante Cornish que algun oficial español embarcaría:
en una fragata inglesa próxima a salir para Londres con objeto de dar
cuenta al Rey de todo lo ocurrido en la guerra. Pero arrepentido dich<>

26 Vid. nota núm. 23.


ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS

Almirante, no lo dejó �mbarcar, ni tampocq en ninguna de las fragata"'


que salieron más tarde de Cantón, sin duda para que llegaran ante�
las noticias enviadas por él.
En vista de ello, fue desi gnaqo Miguel Antonio Gómez para traer
a España unos pliegos del GQbemador, y utilizando el ardid de solicitar
pasaporte para volver a Europa como prisionero de guerra, consiguio
autorización para embarcar en el navío d� guerra "Elisabeth", mandado
por el capitán Issac Curry, con el que trabó una amistad tan íntima­
que "m e aseguraba >-dice- del recelo de ser lqs- pliegos interceptados".
Este barco salió de Manila el día 26 d� diciembre de 1762, con
rumbo a la isla d e Pulo Tioman, en el estrecho de Malaca, donde 'debía.
esperar, hasta el 20 de enero, a las fragatas de la Compañía de las
India:s Orientales que estaban en Cantón, pero éstas no llegaron y la
"Elisabeth" pasó al abra de Malaca donde fondeó el 24 de enero.
Miguel Antonio Gómez, cuyo proyecto era embarcar en uno de los
barcos de la Compañía, hubo de modificar sus planes y se quedó en
Malaca, con una carta-Orden de su amigo el capitán, para que cual­
quiera de aquéllos lo admitiese a su bordo, e incluso se le facilitara el'
dinero para el viaje, pues salió de Manila sin nada.
Dos meses permaneció en Malaca sin que arribase ningún barc�
de la Compañía, y al fin supo que ,uaa fragata holandesa iba a zarpar
con rumbo a Batavia, y desde allí saldría para su patria. Solicitó e<n·
tonces del gobernador neerlandés, licencia para embarcar, pero se le­
denegó porque tenía órdenes rigurosas de no admitir en sus barcos:
a ningún extranjero, y en vista de ello decidió Gómez confiarle lo�
pliegos que llevaba, esperando que llegarían a España por este medio�
El 20 de marzo de 1763 fondeaba en Malaca la escuadra ingle.sa
que el día 3 de dicho mes había zarpado de Manila, y con ella dos­
fragatas de la Compañía que se dirigían a Londres. Pidió el ingeniero
que se le diese pasaje en una de ellas, pero le fue negado rotundamente­
'aunque llegó a ofrecer la elevaqa cantidad de ochocientos p�os fuertes,
que generosamente le facilitó el Gobernador holandés. Quedó pues en
Malaca, ya más tranquilo al saber que en una de dichas fragatas re­
gresaban a España dos oficiales que lle.vahan pliegos relativos a la toma
de Mamila por los ingleses, con lo que siempre llegarían las noticias�
aun cuando se perdieran las que él remitió por vía Batavia.
Entonces decidió embarcarse para Madrás, en el navío de guerra:
80 M.ª LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

Grafton, mandado por el vicealmirante Hyde Parker, que lo recibió


amablerriente y lo trató muy bien. Duró el viaje desde el 23 de marzo
ha•sta el 19 de mayo, día en que por fin desembarcó en aquel puerto y
allí encontró una fragata de la Compañía próxima a salir para Europa.
Tampoco pudo encontrar pasaje en ella, �n este caso por no disponer
<le dinero, pues dice que si hubiera tenido mil pesos. que ofrecer, le
hubiera cedido el capitán su própia cámara.
Al día sigu iente de su llegada a Madrás arribó a �ste puerto un
paquebot pr ocedente de Bombay, que traía la noticia de que se habían
ajustado los preliminares de la paz entre Inglaterra y España, y el
24 de mayo se publicó la orden de suspensión d� hostilidades, y salió
para Manila una fragata con esta noticia.
Días má:s tarde llegó Qtro bar.co, procedente de Londres de donde
había salido en enero, y llevaba la noticia de que estaba ya firmada
la paz, o sea el Tratado de París de 1 o de febrero de 1763. Con esta�
nuevas, Miguel Antonio Gómez cambió de opinión, y en lugar de
proseguir su viaje d� regreso, intenta ahora volver a Manila para ocu­
parse en el reparo de. sus fortificaciones y de las de Cavite.
A .fines de agosto estab a ya en la capital del Archipiélago, 'Z7 y
desde allí marchó a la provincia de la Pampanga, para recoger unas
cartas que le había llevado el galeón "El Filipino" .. El gobernador don.
Simón de Anda lo entretuvo allá con varias comisiones y encargos de!
-real servicio, destinándolo a la expedición organizada para sofocar
una sublevación en la provincia de Pangasinan. En esta empresa re�ibió
dos heridas graves, en el brazo y mant> izquierda, que le quedó inútil,
por lo que desde entonces le fue muy costoso delinear.
En los último� días del mes de: mayo de 1764, vuelve a Manila
y ocupa de nue.vo su puesto de ingeniero, dedicándose a la terminación
de los planos del nuevo proyecto, que remitió en 22 de junio del mismn
año z8 con una carta en que suplica se le envíe un ingeniero delineador
.alegando su incapacidad física, pues � los treinta y cinco años se en•
contraba ya "ca nsado, apocada la vista, manco y lleno de accidentes
havituales ... ".
No obstante siguió encargado de la <lirección de las obras haista

27 Miguel Antonio Gómez,.en Manila, a ao-VIl-1764. (A. G. I., Filipinas, 922).


28 M'iguel Antonio Gómez, en Manila, a 22-Vl-1764. (A. G. l., Filipinas, 922).
ARQUITECTURA ESPAffOLA EN FILIPINAS · 81

el 11 de septiembre de 1767 en que fue susJituído por Feliciano Már­


<JUCz'l29 pero aún continuó prestando servicio, pues por una carta de
Dionisio O'K!elly, nuevo Ingeniero Director, sabemos qüe Miguel
Antonio Gómez le ayudó "oon mucha aplicación"· hasta mediados de
<liciembre de 176g. En esta fecha se retiró pretextando su mala salud,
pidiendq licencia para trasladarse a otro clima. En realidad la causa
<le esta actitud fue un disgusto que tuvo con el Ingeniero Director
porque: Gómez quiso tomar el asiento de los materiales de la obra por
medio ele un tercero, cosa a la que naturalmente se opusq O'Kdly 30
<1uien al dar cue_nta del incidente dice de este ingeniero: "Ha servid0
.aquí muchos años a satisfacción de sus superiore$".
Per-o, no obstante sus dilatados e importantes servid�:, Miguel
Antonio Góm� no llegó a figurar en el escalafón del Cuerpo aunque
,el Director General don Juan Martín Cermeño, al recibir los clocumen•
tos y plaa1os de :su proyecto de fortificación de Manila, es1Cribió al
Bailío don Julián Arriaga, preguntándole qué graduación tenía par't
colocarle en el lugar que le correspondiese por su antigüedad; pero
no � encontraron antecedentes sobre él en la Se<:retaría, por las razo•
nes que ya conocemos.
El último <lato acerca de �ste ingeniero es una carta de don Simón
de Anda y Salazar, fechada en Manila e\ 17 de enero de 1773, por la
que se sabe que· había vueltq al servicio activo, con el mismo sueldo
de veinticinco pesos mensuales que se le s,eñaló �n 1762, en que "por
esta Capitanía General se le despachó el título de Ingeniero Ordinario
<le esta plaza de que aún no tiene confirmación". JI
Sin duda la pérdida del gale.ón "Santísima Trinidad", en que
venía su expediente, fue causa de que Gómez no quedase incorporado
al escalafón, aunque es raro que no hubiera noticias de él con anterio­
ridad puesto que en Veracruz también trabajó como ingeniero en
fecha en que ya estaba organizado este Cuerpo.

feliciano Márquez y Trujillo


El 15 de marzo de 1765 se 1io a la vela en el puerto de Cádiz, el
� Fe!iciano Márquez, en Manila, a I6-XI-I768. Incluye copia del nombramiento,
(A. G. l., Filipinas, 9.24).
30 Dionisia O'Kelly a Arriaga, en Manila, a I•I-I770. (A. G. l., Filipinas, 9.24).
JI Sim6n de Anda y Salazar a Arriaga, en Manila, a I7-l-1773. (/\. G. l., Fi-
1ipi1;1as, 49 3).

(6)'
LA
M. • LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNO
82
in ado a Fil ipinas, y entre
sus pasajeros
n avío "Buen Consejo", dest 3a nom-'
ieros don Felic iano Már quez,
figuraba el subteniente de ingen se
obras de fo rtific ación d e Manil a, donde
b rado para trabajar en las bía he ch o p re­
Antonio Gómez. Este ya ha
enc ont raba sólo d on Miguel enzad o la ejec u­
ad emás , por habe r com
sentes s us muchos acha ques y p rop io tiempo repar os en Ca ­
zarse al
ción del nuevo proyecto, y reali
para un solo hombre.
vite., el trabajo resultab a excesivo teniente en
r quez fue ascendido a
Durante su viaje a Fil ipi nas, Má com có ál Go­
u ni
sto del mi smo año �e
12 de juli o de 1765 33 y en a,go ente despacho­
emitiénd ole el correspondi
bernado r este nombramiento, r s anu ales .
era de ochociento s peso
El s ueldo que .cob rab a entonces o",34 perq,
avite el "Buen Consd
En agosto de 1766 arribó a C
e 1767 n o da cuenta e
l gobe rnad or don José Raon
hast a el 31 de enero d
destino. 35
de que queda ba i nco rpo rado a su ro dura nte los-
de& pl egada por este ingenie
G rande fue l a actividad el c apitán don
as, ha sta la llegada d
año s que permaneció en Fili pin eniero Di rec­
emos, fue n omb rado Ing
D ionisio O'Kelly, que como ver te nombra mi en­
t o r de las ob ras de for
tific ación de Ma nila. Sin duda es
a si endo teniente a unq ue había solici­
to molestó a Márquez, que seguí 6 A esta petición
de enero de 1767. 3
t ado el as cens o a capitán en 20 l mi�mo
dor, fechada en 7 de febrer o de
acompaña un a c arta del Gob erna es ta­
ozo hábil, aplic ado y de superior
añq, en l a que dice que era "m p rofes i ón útiles
tica p odrá hac e r en su
lentos , que adornados de la prác fue con-
favorables info rme_s no l e
prog reso s". Pero a pesa r de estos
.
cedido el g rado que solicitaba
a Filipinas­
pertrechos transportados
a la tropa, municiones y de 1765.
32 Expediente relati vo de Cád iz el 15 de mar zo
p rime r viaje del "Bu en Consejo", que salió
en el .
(A. G. I., Filipinas, 923)
, en Madrid,
Juan Gerbaut y fechado
un oficio dirigido a don arquen en el "Buerr
En dicho expediente hay ha resu elto que emb
le comunica que S. M.
a 8-II-1765 en que &e inas.
nieros con destino a Filip ha sido nom-
Consejo" uno o dos inge Arri aga (8-II -1765) le comunica que
Juli án
Otro oficio dirigido a don don José Esp elius y un subt eniente que­
el capitán de ingenieros alli
brado para. este servicio resid ente en Cád iz, .eligiéndolo en'tre los que
niero Director
habrá de designar el Inge
se encuentren destinados. y pasa-
la relación de tripulantes
debió embarcar, pues en
Según parece Espelius n() dato algu no sobr e él en Filipinall.
no :figura su nombre, ni hay
jeros del "Buen Consejo"
cit., tomo LVI, fol. 190.
33 Aparici García, José: Ob. relación de méritos y
a 2-VIII-1769, remitiendo
34 Don José Raon, en Manila, ila. (A. G. l., Filipinas, 489).
Estado May or de Man
servicios de los oficiales del 923).
-1767. (A. G. l., Filipinas,
35 El mis¡no, en Manila, a 31-I '.
quez , en Man ila, a 20-I-1 767, (A. G. l., Filipinas, 923)
36 Feliciano Már
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 83
1
'
En I I de septiembre de 1767 fué nombrado por el Gobernador,
Ingeniero Director de las obras provisionales que se estaban ejecutando
entonces ·en Manila 37 comenzando en tal fecha el período de mayor
actividad de este ingeniero, autor de numerosos planos y estudios de
obras a realizar. Dicha etapa comprende los años 1767 a 1769, en que
coincidiendo con la llegada de O'�elly, comienza a quebrantarse su
salud. No hay duda de que esto es cierto, pero también hubo de influir
su disgu sto por el nombramiento de otro ingeniero, que le relegó a
segundo plano, después de haber estado actuando como Director de
las obras, y ademas le molestó que éste desaprobase las obras del nuevo
proyecto ejecutadas bajo su dirección, y se permitiese opinar que no
debieran haberse come.nzado por donde él las empezó.
Es evidente que su enfermedad era real, pues una carta de don
José Raon afirma que qe.sde su llegada se vio aquejado por las dolen­
cias endémicas del país-: "Empeynes, sarpullidos, fluxiones, úlceras, y
bahydos de caveza", sin poder abrir un libro, ni tomar la pluma, "sub­
sistiendo en esta continua tortura ha impulsos de su espíritu que si1t
duda es ygual a sus brillantes talentos naturales y adquiridas luces!'.
El Gobernador recomienda que se le destine a otro lugar, en que podrá
prestar buenos servicios, si recupera la salud. 38
Pero sin duda las razones antes indicadas, influyeron en su actitud
a la llegada de O'Kdly, puesto que tan pronto como éste tomó pos�sión
del ·cargo de Ingeniero Director, Márquez dejó de pre.star servicio
alegando su mala salud 39 y solicitó licencia para volver a España, que
le fue concedida en I de diciembre de 1770. 4°
Pocos días después, el gobernador don Simón de Anda 4 1 comu­
nica que se había visto obligado a nombrar encargado del detall al te­
niente de milicias Francisco Pérez, por las continuas enfermedadec;
de Feliciano Márquez, que murió el 21 de enero del siguiente año "de
una violenta apoplejía". 42
Entre los planos delineados por este ingeniero, que se conservan

37 Vid. nota núm. 29.


38 José Raon a Arriaga, en Manila, a 30-XIl-1769. (A. G. l., Filipinas, 9.24).
39 Dionisio O'Kelly a Arriaga, en Manila, a 1-I-1770, (A. G. l., Filipinas, 9.24).
40 En esta fecha se Je comunica al gobernador don Simón de Anda, para que Je
permita embarcarse. (A. G. l., Filipinas, g.24).
41 Simón de Anda al Rey, en Mimila, a 19-XII-177-0. (A. G. I., Filipinas, 491).
4.:1 Dionisio O'Kelly a Arriaga, en Manila, a 15-VI-1771. (A. G. l., Filipinas, 925) y
Simón de Anda al Rey, en Manila, a 28-XI-1771. (A. G� I., Filipinas, 9.25).
M. ª LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA
84
te:
ias, figuran dos de la plaza de Cavi
en el Archivo Gener al de Ind ificaciones
expr esa el e stado de las fort
ambos de 1 767. Uno de ellos q z, con sus
yecto prop uesto por Má r ue
<le aquel p uerto , y otro el pro
correspondi entes perfiles. 4
3
de la plaza en 30 de se ptiembre
Hizo también un plano del estado a d; y otro de las ob
ras'
arr abale s d� la ci ud
<le 1 767, con los contornos y bre de 1 767 hasta j unio de
cut d as b ajo §U di rección, d e.sde septiem
eje a
fi l es, 44 así como un tercero
fechado en 3 1 de mayo
1 768, con s us pe r

<le 1 769. 45 Ca·


la ba hía de M anila, puerto de
Por último, hay un "M ap a de d 1 76 7.
6 fecha 28 de septiembre e
-vite y Laguna de Ba y" 4 con

Dionisio O'Kelly y Burke


es•
cia de Conacia, Irlanda ) y d
Era n atural de Lusduff (provin
imas familias irlandesas. 4
7
cendía de antiquísimas y nobilís
o cadete en el regimiento d�
Comenzó !SU carrera militar com go como voluntario
1 754, ingresand o lue
-Infante ría de Irlanda, el año Capitán Gener al conde
C e po d� Ing eni e ros, a las ó rdene s del
en el u r
de Aranda . fue con�ecuencia
tra Portugal, qu e.
Tomó p arte en la guerra con un
Fa mi li a , .Y recibió una her
id a en un br azo, al efectuar
c o d e
del Pa t
l pla z a d e Almeid a, el
día 9 de: agosto de ¡7 2. 6
-reoonoci mi ent o de a
vez cura do s e
cerse de e.sta herida, y una
Tres meses tardó en restable
de Valenci a de Alcántar a .
le destinó a la f ortificación Castel-
g do má s t arde de rec on ocer la plaza portuguesa de
Enc ar a
pr vin ci a de Alemte jo) s
e intród ujo en ella
devide (Cas tell o d e Vi d e , o
uda d,
uince horas en la ci
rmanecer más d e q
secretamente y consiguió pe d e �u s def ensas y gu
a rni ció n. 48
n com pleta
adquir iendo informació
Plan�
48 y 49, y núm. 162 de.
Ob. cit., Planos núms. 47,
4 3 Torres Lanzas, Pedro:
está inédita.
ce Filipinas, cuya relación s. s,1, 52, 53 Y 54•
44 Ibíd em: Ob. cit., núm
Ob. cit., núm s. 55, 56 Y 57.
45 Ibídem:
. 50. . 5.799.
46 lbíd:e!m : Ob. cit., núm ional. Caballeros de Santiago, expediente núm
Nac
47 Archivo Histórico
fue concedido en 1772. orial
G. l., Filipinas, 926) y Mem Fi•
El hábito de esta Orden le Manila, a 14-I-1775. (A. (A. G. l.,
48 Dio nisi o O'K elly , en l, a 21-XI-1781.
ado en San Lorenzo el Rea
presentado por O'Kelly, fech
lipinai,, 927).
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 85

Pasó luego destinado a Cádiz, donde estuvo hasta que por Rea�
Orden de 29 de diciembre de 1767, se le designó para dirigir las obra.e;
del nuevo Proyecto de fortificación de: Manila, embarcando en tel
navío "Buen Consejo", que en enero de 1768 emprendió su segundo­
viaje a Filipinas49 por la ruta del Cabo de Buena Esperanza. Dieciocho
meses duró la travesía porque el barco fue haciendo escala en muchos
puertos de la India. so y al fin arribó a Cavite el día 8 de julio
de 1769. s1
El 20 dcl mismo mes tomó poses1on de su cargo y comenzó a
reconocer el estado de las plazas de Manila y Cavite� que encontró
deplorable, hallándose suspendidas desde marzo las óbras de fortifica­
ción «por falta de caudales".
Grandes fueron el celo y actividad desplegados por O'Kelly en
estos estudios preliminares, como lo demuestra el detallado inform� .
.que dirigió a Arriaga el 30 de julio. s-2 Dos días más tarde --el I de
agosto--- quedó encargado de dirigir los trabajos.
Numerosos documentos acreditan la importante labor realizada
por este Ingeniero en la dirección de las obras del nuevo Proyecto que
estuvo a su cargo desde la citada fecha hasta fines de 1778 en que fué
relevado por don Tomás Sanz. 53 Es por tanto, una etapa de cerca de
diez años, en los que la ejecución del Proyecto, que encontró apenas
comenzado, avanza rápidamente, como tendremos' ocasión de ver al
estudiar las fortificaciones.
Los cuatro gobernadores que se suc�den durante este tiempo
-Raon, Anda y Salazar, Sarrio, y Basco y Vargas- ponderan re­
petidas veces su oompetericia y �elo en el desempeño de sus funciones.
Pocos meses después de su llegada 54 escribe don José Raon: "El Ca­
pitán Don Dionisio Kclli (sic) sigue en sus Reales Obras, con la acti­
vidad, celo e ynteligencia que acreditan sus progresos"; y dos años
más tarde, el roismo Gobernador lo recomienda para que sea ascendido
a Teniente Coronel -Ingeniero en Segu ndo--, manifestando que lo con-

49 "Expedientes relativos a la Tropa, Municiones y Pertrechos transportados a aque•


]las Yslas en el .2.• biaxe del Buen Consejo que salió de Cádiz e11 68". (A. G. l., Filipi­
nas, 92 4).
50 Dionisio O'Kelly, en Manila, 30-VII-1769. (A. G. l., Filipinas, 924).
51 José Raón, en Manila, a_ 2-YIII-1769. (A. G. l., 489 y 924).
5.:1 Dionisio O'Kelly a Arriaga, en Manila, a 30-Vll-1769. (A. G. l., Filipinas, 9.24).
53 Basca y Vargas, en Manila, a 31-Xll-1778. {A. G. l., Filipinas, 927).
54 JO'lé Raón, en Manila, a 30-Xll-1769. (A. G. l., Filipinas, 924).
86 M.• LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

sidera acreedor a ello, ya que "por su aplicación, desinterés, economía,


e inteligencia,,lleva las [obras] d� su cargo tan adelantadas que dudo
d que ningún otro de su facultad, huvieta dexado de emplear algún
año más, y mayor dispendio para ponerla:51 en el estado en que se
ven". ss
Don Simón de Anda elogia asimismo el celo de este Ingeniero,
y el mucho tr�bajo que desempeñaba, por encontrarse solo, pues en la
fecha en ·que esto escribe -18 de enero de 1772- ya había muerto
don Feliciano Márquez, sin que hubiese llegadQ aún el sustituto. 56 En
esta carta pide también para O'Kelly el ascenso a Ingeniero en Segun·
do, y por ello quedó unida al expediente que se formó al recibo de la
recomendación que con el mismo objeto hizo el ante.cesar de Anda,
y que_ no había sido resuelta, ni lo fue tampoco ahora.
En 1775 es el propio interesado quien presenta igual petición
alegando sus veinte años de servicio activo 57 pero no se le con.cedió
por haber otros con mayor antigüedad, y hasta el 8 de agosto de 1779
no le correspondió el ascenso. s8
Las obras de fortificación de Manila fueron suspendidas por orden
del gobernador don Simón de Anda, S9 el 7 de noviembre de 1 772 , a
caus'a de la arribada de la fragata "San Carlos", 6o que dejó exhausta
la real Caja, y aunque Dionisia O'Kelly expuso las gravísimas con•
secuencias que se seguirían de tal medida, no consiguió que el Gober•
nador revocase la orden de su:sp�sión.
Entonces el Ingeniero dedicó su tiempo al levantamiento de un
plano de los contornos de la ciudad "que comprehendiese la extensión
de dos o tres leguas" 61 para lo que pidió a don Simón de Anda los
auxilios necesarios, que no se le concedieron. Por ello hubo de hacerlo
él sólo, invirtiendo dos años en este trabajo, que comenzó en el mes
de diciembre de 1772 .
El año 1773 O'Kelly solicita par vez primera licencia para re·

SS El mismo a Arriaga, en Manila, a 25-XII-1771. (A. G. I., Filipinas, 925).


56 Simón de Anda y Salazar a Arriaga, en Manila, a 1&-I-1772. (A. G. l., Filipi-
na!, 491).
57 O'Kelly, eh Manita, a 14-l-1775. (A. G. l., Filipinas, 926).
5!l Aparici García, José: Oh. cit .. , tomo LVI, fol. 231.
59 O'Kelly a Arriaga, en Manila, a 1al-1773. (A. G. l., Filipinas, 925).
60 Simón de Anda lo comunicó a Arriaga, en Manila, a I2-XI1-1772. (A. G. I., Fi-
lipinas, 493).
61 O'Kelly, en Manila, a 1-l-1775. (A. G. l., Filipinas, 926).
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 87

gresar a España, a causa del mal estado de su salud "efecto desgra­


<iado de la a:sistencia en este húmedo caluroso climá a tanta obra de
cimientos", 62 �ro hasta el 12 de enero de 1779 no salió de Filipinas,
�1 ser relevado por Tomás Sanz.
Embarcó en la urca "Santa Inés" 6J y al dar cuenta de su marcha,
.el gobernador don José Basco y Vargas dice de él que estaba dotado
"' de las más claras luzes y conozimientos de estos terrenos con una
:basta comprehensión en proyectos, y materias que sin duda serian
:adaptables a nuestras ideas; e� persona recomendable por su instruc­
.ción y fina crianza abarcando su inteligencia lo más precioso de la
fortificación como lo indican las obraos que ha dirigido". Llega a decir
�ue sería conveniente su vuelta a Manila, proponiendo que se le ascien­
da a Cqronel -Ingeniero en Jefe- para estimularlo a ello. Pero esta
petición fue denegada, por haberla informado desfavorablemente don
:Silvestre Abarca.
La urca "Santa Inés" dobló el cabo de Buena Esperanza en el
mes de mayo de 1779, alcanzando el meridiano de las Islas Terceras
el día 22 de agosto, para ser apresada el 24 por dos corsarios ingleses,
quedando prisionero 0'Kelly, que perdió en el ·combate todo su equipaje
y haberes. 64
Conducido primero a Irlanda y luego a Inglaterra, se le concedió
al fin licencia para volver a España, bajo palabra de honor. Marchó
-entonces a 0stende y después de reconocer las principales plazas de
Flandes y Holanda, llegó a París, .el I de octubre de 178o,6s y perma­
neció allí algún tiempo a las órdenes del conde de Aranda. Por Real
Orden de 9 de noviembre de 1780 se le autorizó para quedarse en dicha
ciudad ha_sta que fuese canjeado, y se le concedió el abono de su sueldo
de Ingeniero en Segundo -grado que le fue otorgado mientras se
hallaba de viaje- desde la fecha de su llegada a Pads. 66
En noviembre de 1781, Dionisio 0'Kelly solicitó el ascenso a.

6.:a D ionisia O'Kelly a Pedro Martín Cermeño, en Manila, a 4-VIl-1773. (A. G. l.,
J.'ilipinas, 9.116).
6j Basco y Vargas, e n Manila, a 31-XII-1778. (A. G. I., Filipinas, 9.117).
64 Aparici García, José: Oh. cit., tomo LVII, fol. 849.
65 Expediente relativo a Dioni-sio O'Kelly, Ingeniero en Segundo. 1781 y 178a
(A. G. I., Filipinas, 927).
66 Aparici García, José: Ob. cit., tomo LVII, fol. 1.664.
88 M.• LOUlU>ES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

Coronel, que no k fue concedido por no tener la suficiente antigüedad


para ello, y esta es la última noticia que sobre él encontramos. (y,¡
Poseemos una relación d e los planos levantados por este ingeniero
durante su estancia en Filipinas, porque �icitó se le entregasen las
copias "de planos y oficios relacionados de Manila, que 1Se hallasen
sobrantes en la Secretaría" o al men� autorización para reproducir
los que le interesaran. 68

Los colaboradores de O'Kelly


Durante la estancia en Manila de. Diqnisio Q'Kelly como Inge­
niero Director de 1� obras de fortificación se suceden bajo su mando
varios ayudantes, qe los que alg":mos dejaron escasa huella por el corto,
tiempo de su permanencia en Filipinas.
Tal es el caso del subteniente Bartolomé Reynaud y de Pedro
Cortés. El primero hizo el viaje en la fragata, "Venus" que salió de­
Cádiz el 23 de diciembre de 1771; 69 llegó a Manila el 15 de julio de

67 Memorial de Dionisio O'Kelly, en San Lorenzo el Real, a .:u-XI-1781. (A. G. l. r


Filipinas, 9.27).
68 Dionisio O'Kelly, en Madrid, .2-I-178.2. (A. G. I., Filipinas, 9.27).
Dicha instancia fue causa de que se escribiese la citada relación, que dice así: "Prí-·
meramente tres Planos que Demuestran, el Núm. 1.º una porción de la Plaza de Manila�
en que expone el progreso que han tenido las Obras de su nuevo proyecto de Fortificación
en los primeros seis meses del año de 1777. En el núm . .2.• el Revellín de Dilao, yl ell
nú'm. 3.º y 4.• los dos reductos Sn. Francisco y Sn. Josef de dicha Plaza, remitidos con.
carta del Gobernador interino don Pedro Sarrio, fecha 27 de· junio de 1777.
Otros tres Planos que demuestran el primero el Baluartillo y Revellin situados en er
.frente del Parián de la Plaza de Manila, el segundo que son los Perfiles del antecedenter
y el tercero los dos Reductos Ultimamente construydos o cimentados en el frente de la
Marina, situados sobre lós Baluartillo,s de San Joscf y Sn. Francisco, sus fecllas de 1.• de­
julio de 1775 remitidQS con carta del Referido Governador de 2 de enero de 1777.
Un Plano General que demuestra la Campaña, Costa y Porción de Bahía ajacent�
. a la Plaza de Manila fecha de 1.0 de Enero de 1777.
Otro Plano de la Plaza de Manila, que manifiesta su estado actual con expresión de­
la Cantidad, orden y progresos de las obras de su nuevo Proyecto aprovado por su Mag. e.:11
10 de octubre de 1766. Con la misma fecha que el antecedente.
Otros quatro Planos que demuestran varios perfiles del antecedente, con la misma fecha.
Otros tres Planos, el primero demuestra el Reducto de Santiago y el Reducto de­
Sn. Pedro, situados Sobre los Baluartillos Sn. Francisco y Sn. Joaef, .el �<lo un,a.
porción de la Plaza de Manila y el tercero los pe1files de los mismos, todos con fecha.
1.• de julio de 1778 remitidos con Carta del dtado Governador con la 'misma fecha.
Todos estos Planos se hallan unidos al Expediente Relativo a Fortificación de Manila
Resuelto en el año de 1778 del dtado Ingeniero".
"Otros Planos que se hallan en la Colección General y son los siguientes :
Un Plano que rep¡esenta los Contornos de Manila, porción de costa· y Bahía adjacentes
a la Ciudad y Plaza remitj.do en 1.• de Enero del año de 1775.
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Fig. 19.-Firmas de los ingenieros militares que trabajaron en Filipinas durante el siglo XVIII.
t', ,. ., ,,,,,,1.1"' •• 11•.Jo :7A•,1�•••- ._,,,¡, ,. ..._..._,

. de Simancas.
. terminar, dedicad0 a Felipe V. Archivo
Fig. 19 b',s. -Manila en 1720. Plano sm
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS

1772, 7° algo delicado de salud, aunque se restableció pronto, dedicán­


dose a sus trabajos en los que qemostró "la más exacta apiicación, con­
ducta y buen modq" según informa !$U jefe inmediato. 7 1 Sin embargo
el clima de Filipinas 1� fue muy perjudicial, y regresó a España con
una perturbación m�tal de la que no llegó a curar, aunque continuó en
servicio activo hasta 1836 en qu� se propuso su jubilación "por su
poca dispo.5ición para el mando, d� r�sultas de accidentes de cabeza
que ha padecido". 7.a
Para sustituir a Reynaud fue designado el ingeniero extraordi­
nario don Pedro Cortés, qúe embarcó en la fragata "Juno", y cuya
llegada notifica el Gobernador en 8 de enero de 1775, 73 diciendo que
quedaba "en el ejercicio de su empleo". Unos cuatro años escasos per­
ma,neció en Filipina� Pedro Cortés, sin que tengamos ninguna noticia
de su actuación; no hay planos, reconocimiento$, informes ni cartas
suyas, por lq que es claro que desempeñó un papel totalmente secun·
<}ario. El 12 de diciembre de 1778 don Jo� Baisco y Vargas avisa el
relevo de Cortes por el ayudante de in�iero J$é Belestá, y da
cuenta de su embarco en 1a fragata "Astrea" en la que regresó a
España. 74

José Belestá y Pared


Cuando se concedió a Dionisio O'Kelly la licencia por él solicitada
para volver a España, al ser nombrado para sustituirle Tomá:s Sanz.
fue designado con la misma fecha -9 de septiembre de 1776- don
Joaquín Mosquera para relevar a Pedro Cortés 75 pero una enfermedad
le impidió emprender el viaje, y en su lugar se envió a José Belestá,

Otros varios que demuestran una Porción de la Plaza de Manila que manifiesta en
el Estado de Baja Marea, llll'l Obras ejecutadas, en c9nsecuencia de la Orden, y nuevo pro­
yecto aprobado por S. M. en I. • de Enero de I 770. Con su� Perfiles".
69 El Marqués de Real Tesoro, Presidente de la Contratación a Aniaga, en Cádiz,
a 24�XII-1771. En la relación de oficiales embarcados en la Venus figura Bartolomé
Reynaud. (A. G. l., Filipinas, 925).
70 O'Kelly a Martín Cermeño, en Manila, a 1-VII-1773. (A. G. l., Filipinas, 925).
71 Ibídem.
7:J Aparici García, José: Ob. cit., tomo LVII, fol. 1.836.
73 Simón de Anda, en Manila, a 8-I-1778. (A. G. l., Filipinas, 926).
74 Basco y Vargas a Gálvez, en Manila, a u-XII-17-78. (A. G. l., Filipinas, 926).
75 Aparici García, José, tomo LVI, fol. 585.
JIL_' LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

-de cuyo nombramientq quedó enterado el Gobernador de Filipinas se•


gún manifiesta en carta de 31 de octubre de 1777. 76
De la actuación de este ingeniero hace grandes elogios el �mo
_gobernador, don José Basco y Vargas, dicien<lo que por disposición
suya, desde fines de febrero de 1780, se hizq cargo de la dirección de
1

las obras de Manila77 desempeñando su cometido con "tanto primor,


.actividad y conocimiento que ha lle.nado mis esperanzas". Esta designa�
.ción para un cargo que no le correspondía pqr su grado, se debió a
las diferencias que hubo entre Basoo y Vargas y Tomái� Sanz, que
motivaron la destitución de éste, como se verá más adelante. Estuvo
.al frente de las obr� de Manila harsta el 4 de noviembre de 178o, 78
-día en qué Sanz dio explicaciones al Gobernador y fue repuésto en
:SU cargo.
Al año siguiente Belestá dirigió la construcción del almacén de
pólvora de San Juan del Monte, con una gratificación de veinticinco
-pesos mensuale,s, mientras durase la obra. 79 Seguía siendo todavía
.ayuqante de ingeniero, grado equivalente al de alférez de infantería,
sin que las recomendaciones de Basco y Vargas hubies� motivado
su ascenso, pero al fin en 7 de julio de 1781 fue promovido a ingeniero
,extraordinario, o sea teniente de infantería. Días más tarde ---el 21 de
julio- su hermano Domingo, ingeniero ordinario, y profesor enton­
ces en la Academia del Cuerpo en B:1rcelona, solicita se le conceda el
haber de su nuevo empleo, no a partir del momento en que reciba su
<lespacho, cosa que tardaría muchos años a causa de la guerra (alude :i
la que, España sostenía por entonces contra Inglaterra, como conse­
cuencia de la !Sublevación de las Trece Colonias contra la metrópoli)
sino desde la fecha del nombramiento, para que esto contribuya a aliviar
la situación económica de su madre y hermanas "que no tienen otro
.consuelo que los socorros de sus tres hijos empleados todos en el
:servicio de V. M. ". So
Ef�ctivamente los tres_ Belestá eran ingenieros, y uno de ello.s,

76 Basco y Vargas, en Manila, a 31-X-1777. (A. G. l., Fili¡iína..s, 926).


77 El mismo a Gálvez·, en Manila, sin dí.a, junio de 1 780. {A. G. l., filipinas, 497).
78 B asco y Vargas, en Manila, a 1-0-V-1781. (A. G. I., Filipinas, 9Z'l Y 499 ).
79 Basco y Vargas, en Manila, a 5-V.1781. (A. G. I., Filipinas, 927).
So Solicitud presentada por Domingo Belestá, en Barcelona, a 21-VII-1781. (A. G. l.,
Filipinas, 927).
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 91

Juan, trabajaba en Nueva España en I de enero de 1787, ya que su


hoja de serviciqs es remitida con esta fecha. 81
La gracia solicitada por Domingo Belestá, fue concedida, y dicha
petición dio lugar a que se formase un expediente por el que sabemos
.que el Gobernador d� Filipina!¡ recomendó a José de modo especial
en carta de 18 de mayo de 178o, y al margen de ella se puso esta reso­
lución: "El Grado de Teniente Coronel de Infantería luego que vengan
los últimos planos que no han llegado; de que se dio aviso al Gover•
nador con fecha 9 de junio de este año". (1781).
Perq no llegó a expedirse el nombramiento porque se dieron cuen·
ta a tiempo de que no le correspondía, ya que siendo aún teniente,
debía ascender al empleo inmediato, o sea al de ingeniero ordinario.
En cambio se 1� concedió el disfrute del sueldo desde el momento
:Solicitado, como gracia particular, "en atención al mérito que ha con·
-traído en su destino acttial" 82 y el 6 de septiembre de 1781 se envió
4viso a Manila de la equivocación sufrida en lo relativo al ascenso
.de Belestá.
La última noticia que sobre él tenemos es una carta de Basco y
Vargas a Gálvez, en que le c omunica que este ingeniero en su testa­
mento legó al Rey cien pesos "por alguna omisión que dice ha tenido
en el Rt:al servicio", añadiendo que si S. M. no los acepta, se entreguen
.a su madre doña Ana Pared, residente en Figueras o en_ Barcelona.
Sabemos por tanto que murió en Manila, antes del 30 de mayo
,de 1785 83 en que el Gobernador escribió lo que antecede, añadiendo
,que "era mozo de recomendables circunstancias, y de una actividad y
aplicación a su oficio dignas de un oficial que hacía honor a su cuerpo,
,que sólo pudo tener las omisiones que confiesa con motivo de la penosa
y larga enfermedad que padeció".

Tomás Sanz
A las órdenes de don Antonio de Ulloa, c0me.nzó su carrera como
ingeniero delineador, y después de desempeñar varios puestos en la

81 Calderón Quijano, J. A.: Historia de las Fortificaciones en Nueva EsJ>aña,


Sevilla, 1953, pág. 166, nota 37.
8.:1 ;Vid. nota núm. 80.
83 Basco y Vargas a Gálvez, en Manila, a 30-V-1785. (A. G. l., FilipinM, 929-).
92 M. • LOURDES DÍAZ TRECHUELO SPÍNOLA

Península hasta alcanzar el grado de íngeniero ordinario, fue de.e;


tinado a Filipinas por Real Orden de 9 d� septiembre de 1776, para
sustituir a, Dionisio 01 Kelly en la dirección de' las obras que allí se
ej�cutaban con arreglo al proyecto aprobado por S. M. para fortificar
la plaza de Manila. &l
En septiembre de 1778 estaba ya posesionado del cargo, puesto
que con fecha I 7 de dicho mes, envió al Gobernador su djctamen sobre
el estado de la Plaza y mQdo de ponerla en defensa en poco tiempo 8 s­
y dt:_sde este momento dirigió las obras de Manila hasta dejar termina­
da la ejernción del Proyecto, aunque con una interrupción de varios.
meses (del 23 de febrero al 4 de noviembre ele· 178o) á causa, según­
parece, de una cuestión personal con el Gobernador, que le llevó a•dejá:-­
incumplidas las obligaciones de su cargo.
Basco y Vargas da cuenta de estos hec;ho,s en carta de 14 de may<,.
de 1780 86 diciendo que al tener noticias de la declaración de gu erra
entre España e Inglaterra, ordenó al Ingeniero en 7 de febrero deI
citado año, que activase las obras, indicándole las que por ser más ur­
gentes a su juicio, debía ejecutar de modo inmediato, y tener acabadas.
antes de fines <le mayo. Diez días transcurrieron desde la fecha de
esta orden sin que Sanz se presentase al Gobernador, ni acusase recibo
<lie ella, por lo que se la reiteró e l 18 de febrero. Tampoco ésta dio
resultado alguno, y entonces Basco y Vargas decidió 'relevarle de hr
dirección de las obras de Manila, encargándole de las de Cavite que
hasta entonces dirigía Belestá, a quien nombró sustituto de Sanz.
Termina l.a carta del Gobernador, pidiendo que sea trasladado a
·otro destino, y en este sentido se expidió orden al Virrey de Nueva.
España, mandándole enviar a Filipinas un ingeniero oroinario de·
los que allí había "que sea de la mayor actividad y toda satisfacción" ,.
y al propio tiempo Sanz era destinado a Méjico.
El 24 ele febrero se hizo cargo de las obras de Cavite y allí per­
maneció hasta el 4 de i:ioviembre, en que con motivo de la festivida<f
de San Car-los asistió a la solemne función religiosa celebrada en Ma--:
nila y a la salida dio toda clase de explicaciones al Gobernador, por lo

84 Aparici García, José: Ob. cit., tomo LVI, fol. 585.


85 Tomás Sanz a Gálvez:, en Manila, a 30--XIl•1778. (A. G. I., Filipinas, 927).
86 Basco y Vargas, Manila, a 14-V-1780. (A. G. I., Filipinas, 927).
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 93

,que fue repuesto en su ca rgo, y quedó sin efecto s u t raslado. 87 Desde


�ste moment o llevó l as obras con gra,n celo y actividad, como tendre­
mos oca sión de ver al estudiar las muchas e import antes que realizó.
A él se deben numerosos planos entre los que figuran tres de la
Plaza de Manila, en que va dando cuenta; de las obra s eje.cutadas
,desde 178o h asta 1785, 88 a:$Í como el de la Puerta Real Nueva, 89
Puerta de Santa Lucía, 90 Almacén de Pólvora, de San Francisco del
Monte, 9r y otros muchos de diferentes piezas de la fortificación de
Manila (reductos, revellines, etc.).

Cregorio Clavero
Est e ingeniero cierra la �erie de lo$ qu� actuaron como directores
.de las obra s de fortificación de Manila en el siglo XVIII, y es autor
.del último proyecto de defensa, el a bor ado en cumplimient� de rea 1
-0rden de 20 de diciembre de 1790, motivada sin duda por la grave
.situación internacional planteada pqr la Revolución Francesa .
Gregario Clavero comenzó su carrer a como ayudante de ingeniero,
-en 16 de octu bre de 1774 y fue destinado a Madrid, a las órdenes del
brigadier don Francisco Sabatini. Al año siguiente es trasladado a

87 Vid. nota 78.


88 Torres Lanzas: 01,. cit., núm. 160: "Plano de la plaza de Manila, con las obras
,ejecutadas según el proyecto aprobado por Su Majestad. Por el ingeniero don Tomás Sanz.
Manila, 30 de abril de 1871. (En la Biblioteca Central Militar, hay duplicado. S ignatura:
ld-'m-r z-37)
Núm. rzo: "Plano que manifiesta las obras executadas en la plaza de Manila en el
.año de r783 y antecedentes". Por el ingeniero don Tomás Sanz. Manila, 31 de mayo
.de 1 783. (H,ay duplicado en la B. C. M. Signatura, M-m-u-36).
Núm. rz3. "Plano que manifiesta concluídas las obras exteriores de ia plaza de Manila,
según el proyecto aprobado ,por Su M'ajestad en el año de 1 784 y parte del 1 785". Por el
-ingeniero don Tomás Sanz.
8g Torres Lanzas: Ob. cit., Núm. 107. "Plano, perfiles y elevaciones de la Puerta
Real Nueva, construída en la medianía de la Cortina del frente de Bagumbayan (Manila)".
Por el ingeniero don Tomá� Sanz. Este plano ha sido publicado _por don Diego Angulo
Iñiguez: Planos de monumentos arqvitectónicos en América y Filipinas. Lám, 267.
90 ,Torres Lanzas: Ob. cit., núm. no. "Plano, perfiles y elevad6n de la puerta y bó­
vedas construídas en Santa Lucía (Manila)". Por el ingeniero don Tomás Sanz. Manila,
.30 de abril de 1 78 1 . Publicado por Angulo lñiguez: Ob. cit., lám." z68. (Hay dos ejemplares
.en la B. C. M. Sig. M-m- 1 6-39).
9 r Torres Lanzas: Ob. cit., núm. II 5: "Plano y perfiles de un almacén de pólvora,
.capaz de z.ooo quintales, con un cuerpo de guardia para su custodia que se ha construído
.extramuros de esta plaza, a la margen del río de San Francisco del Monte, distante tres
cuartos de legua de Manila". Por el ingeniero don Tomás Sanz. Manila, 30 de abril de 1781.
<(B. C. M. Sig. M-m-14_-75).
?4..• LOURDES DÍAZ TRECHUELO SPÍNOLA
94

Aragón, donde trabajó en el camino de Zaragoza, bajo el mando in�


as,.
mediato de To�á s Sanz, que poco después fue e nviado a Filipin
como ya se ha visto .
ero ordin ario, grado
El 30 de mayo de 1779 asciende a ingeni
infanterí , y un a ñ o desp ués es trasladado a.
equiv alente a capitán d�
a
de un c min o que se construí<'.
A'.ndalucía, para trabajar e n las obras
a
ramo de obr civiles en el qui:
as
cerca de Sevilla . En 1784 pasó del
, al de fortificaciones, siendo des•·
hasta entonces había est ado empleado
p asando luego a Cataluña.
tinad o a Cádiz, y má s tarde a Málaga,
a Filipinas, embarca nd o n
e
En 30 de marzo de 178g se le destinó r po sión de
e año, para tom se
Cádiz a primeros de marzo del siguient
a

b ajó tomo � ha dicho en la formación de un


su cargo. En M anila tr a
de una prolij a relación del est ado
proyecto de defensa, que va prec edido
hac e gala de sus, conocimientos2-e
en 'que se hallaba la Plaza, en la que
con ampulosidad, dieciochesca. 9
de la historia del arte de fortificación,
aría Aguil ar, a cuyo lado
En 1797 el gobernador don Rafael M
cipe de la P az, dedic a elogios al
trabajó desde 1793, en carta al Prín
pensión sob re encomienda, y el
ingeniero y pide par a él una moderada
grado de coronel. 93
las obras de Manila 94 y
En julio de 1800 continuaba dirigiendo a la
ero en J efe, y d esempeñab
en 18o2 era Teniente C oronel Ingeni r y d esde:
muy culto, buen escrito
C omandancia del Arma . "Fue ho mbre 5
l". 9
luego de gran co mp etencia profesiona

2u, 229, 554, 56 4, 579,


cit., tomos LVI y LVII, fols.
9.2 Aparici García, Jo,,;é: Ob.
5 5
617, 618; 646, 677, 694 Y 1, 9 . 10-VIII-1797. (A. G. !.,-
cipe de la Paz, en Manila, a
93 Rafael M'.• Aguilar al Prín
Papeles de Estado, 46). I-1800. (A. G. l., Pa-
de Saavedra, en Manila, a 8-VI
94 El mismo a don Francisco
peles de Estado, 46).
onario Biográfico..., pág. 29.
95 Rctana, W. E.: Breve Dicci
IV
LA FORTIFICACION DE MANILA HASTA 1762,
Y EL NUEVO PROYECTO

"Lo antiguo de las murallas de esta


Plaza, y los pocos reparos sólidos que
p ueden habérsele dado, sú construc­
ción desarreglada y lo mucho que han
padecido en la pasada guerra, ·ha deja­
do de tal suerte su fortificación que
ya está inútil y aún no adnúte com-­
p osicióu ... ".
De una carta del gobernador Fran­
cisco de La Torre, M'anila, I 7 de
junio de 1764.

El Gobierno de don Fernando Valdés Tamón.
Nueva etapa de actividad
Los primeros añqs d�l siglo XVIII transcurren en paz para los
habitantes de Manila y por este motivo apenas se hacen obras en sus
fortificaciones. Los datos que ofrecen los documentos de esta época
s e reducen a pequeños reparos en las muralla� y baluartes de la ciudad
sin preocuparse de corregir los defectos de que adolecían.
Así el ingeniero don Juan de Ciscara escribe en 1713 1 que se
encontraban bastantes imperfecciones para la buena defensa, siendo
una de ellas que el baluarte de Dilao, el � importante del frente de
tierra, carecía de parapetos, y "sus defendientes abrán de hacerlo a·
cuerpo descubierto pues no llega a. cubrirles la rodilla el que al presente
tiene". Añade luego que sus explanadas llenas de desigualdades e§.­
torbaban el juego de los cañones, que no pqdían hacer puntería fija,
y por último indica el defecto más grave de la Plaza: la existencia
<le una calzada de cal y canto, construída por cuenta de la ciudad, que
rodeandq la.s murallas "forma una línea �e contrabalación que de tal
servirá a los que intentaren la exp_ugnación" de Manila.
Valdés Tamón se posesionó del gobierno el día r4 de agosto de
1729 y al año !Siguiente 2 da cuenta con todo detalle del estado en que
encontró la ciudad, señala,ndo la circunstancia de ser "por defecto de
la situación, todas sus fortificaciones yrregulares, aunque vien mura•
lladas", defecto que más adelante tratará de corregir el nuevo Proyecto,
elaborado después de la, tqma de Manila por los ingleses en 1762.
Cuando el Gobernador, en la citada carta, habla de las obra!

I Juan de Ciscara al Rey, en Manila, a ?8-VII-1713. (A. G. I., Filipinas, 167).


2 Valdés Tamón al Rey, en Manila, a 10-VII-1730. (A. G. l., Filipinas, 919).
M. ª LOURDES DÍAZ TRECHUELO SPÍNOLA
98

ños reparos, tales co mo reno va­


necesarias sólo hace referencia a peq1.¡e
. Sin embarg o solicita con
ción de empalizadas, y limpi,eza de fosos
aza fija de ing eniero en M anila,.
el mayor emp eño la creació n de una pl
to de gast os, q uedarán éstos am­
pues aun que ello s uponga un a umen
cqn que se harán las ob�as. Por·
pliamente co mpensados por el ah orro iero con
ún en Filipi nas u n in gen
dicha carta sabemos que n o �xistía a ti g t uvo u no
"sólo po cQn n enci a
carácter permanente, ya q ue dice que
r

sin duda a don J ua n d e Ciscara.


esta P laz a y ya es difunto", aludiendo est e tiem­
obr� re_alizadas en
U n añ o más t arde, al c omunicar las
somb�íos colores el estado de
po, Valdés T amón pinta con los mfus
ente in exactitud que
an ila, afirmand o cqn evid
las fortificacio nes de M una
e sta Plaz a, s e ha movido
"a�n as de sde que se ciñó de muralla do n de
la urgencia , como en la
piedra, siendo en tant as partes notoria ione&
e sibles, las g olas de los bast
sus fosos estaban hechos bosques inacc j d la parte
a s y tierra arro a a a
pobladas de viviendas, cuyas inmundici s of recía
rca del c ordón, y en otra
de a fuera, llegaba a paraxes h asta ce
encia". 3
paso franco a la muralla, a muy poca dilig
ó a medio hacer "una muy­
_Fr ente a la puerta del Pariá n encontr anrique de·
o fue comenzada po r M
·.buena tenaza", que com o ya s e ha vist ida por
e debía estar bien defend
Lara, y teniendo en cuenta que esta part
terminarla en el más br eve plazo,
la vecindad de los sangleyes, decidió
faltaba ya co ro narl a de artillería.
tanto que cuando esto escri� sólo ncuenta:.
un a longitud de cient o ci
Desde dicha. tenaza, ha sta el río, en por ser la
a est acada "seg ún a rte,
toesas, se había construído una -buen
entre ésta y la m uralla quedaba
que t_ení� de ridícula construcción", y
ia�, por hallarse casi cegado. E11
el foso de agua que_ fue necesario limp
progr esos efectuados y por
1732 vuelve a escribir 4 notifican do los
que M anrique de La ra constr.1yó
esta carta sabemos q ue el re vellín
muy deteri orado. P or orden del
fren te a la Puerta Real, se hallaba
sargento mayor de la plaz a, Bar­
Gobernad(!r fue reco nocido por el
de Castro y Andrade, de quien dice
tolomé P eón en unión de Tomás
�oda suficiencia y prof esor deT
Valdés Tamón que era "persona. de
tó qu e el arco y la puerta del
Arte". De este reconocimiento resul orción ',.
revellín se venían abaj o,
y la estacada estaba "fuera de prop
dentro, así com o co rtar el foso-
por lo q ue era necesario llevarla más a
919).
a 30-VI-1731. (A. G. I., Filipinas,
3 Valdés Tamón al Rey, en Manila, 2. (A. G. I., Filip inas, 919).
a 4-VI I-173
4 Valdés Tamón al Rey, en Manila,
• • • . !! d;!:,. '" , ◄ ...

Fig. 20.-Plano del frenÍe de Bagumhay:ín, comprendido entre los baluartes de S. Diego
y San Andrés, por Tomás de Castro y Andrade. 1731.

.2Jn11ttt r/r lo nuloo dr/ ciloluorl� dr Úmrnzo ron. d ut=


J/jniO Jd cllmozrn a tº'" .,_ a lldtl pmt�tl .,

Fig, 11.-Proyecto de almacén de pólvora en el bduarte de San Nicolás o de Carranza, por


Castro y Andrade, 1731,
t_ L 1J I Off .,Z 1(
. '-

P!t111�a Jr {u ( �111/f(l Jr .�,, Ou ·J!l�/l'tf �/ .0'tti¼ ,9,, •• ',!"'"' ¡.'!Yª t'llll J'NJ tJI,., /«1r�,1 ,__,1,1,. - ,,l.
� U. !ll,jf43in' f:l'J:', 'J;,11111/,, '½lt!N ,?;°1,um {I,v11//v,, tÚÍ '('1,J'rd, Jmtti.a,!, 6'.� .Y lam6Ü11 _, $n/114'li,,, a,¡,..
,./g, m ,-'/ ,/,/ J".,/,ufrP. ""<Ú .tr.fi/,,,;,, nut1111111 tr1.? , ,l/,,urUlt tlr .?,/4r.,rr . .,//a,u/".Y .ftlllli ./. lt... /13,1. a.MI
If-,., .Jlr,,¡ Í. Jlmt1Wl ¿( _ff',{11mt tiJJrnM! lt .fl...,J.> t)piir: lt .l"N.:ll."f"' .....
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C: '" lt.Ju«# ,9ó'16,fiÚ �, tluri,,.,¡.,, _,.¿, -�
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!.J111Ufm1 tl ,n_lút,, /:. ,m/,1,11 4t ÚM11tt#I &IN��¡ ,, Úzmnllli1 J;,..,, a11tyuJ, t:lfl IN ln11mu.
. , ,� .,. . ,/ÚJv/41. .l!or111áa M &adúii (
0¡ � Jd,kk .w NII�) ""h .-r,,.,H """ i,,,,.
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11t7 • Jt l,, u ·a {4 .,/,J_i� !d .faalu1rll.

f'. ,. , Uf'/11/fd ��.,,,, � (i,fJtiJm, ,-r/4¡i11111,w, k/1Nntt!,¡0m/JIJ, i(/l���J, 1-,.,A:-Ñ n/1"4 M . .r-,.,-.
� ��-t\>
r-
Fig. 22.-El frente de Bagumbayán con sus obras exteriores, renovadas durante el gobierno
de Valdés Tamón. 1734.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 99

y hacerle su mura!la para que no quedase cegado por los escombros


Todo este plan de obras queda expresado en un plano (fig. 20) que fu�
delineado por Castro, y también un proyecto de almacén de pólvora
que debía construirse en el baluarte de San Nicolás o de Carranza
(fig. 21), porque el existente en el baluarte de Dilao estaba inservible. !;
La ejecución de estas obras fue aprobada en Junta de Guerra 6 y se
planteó entonces el problema de su dirección técnica, pues desde la
muerte de Juan de Ciscara no había en Filipinas ingeniero militar
El Gobernador dio a Castro un nombramiento interino 7 que fue para
éste el comienzo de su carrera, puesto que por real cédula de I de júlio
de I 738 i& Id fue confirmado quedando incorporado al Cueu-po d�
Ing�nieros con esta fecha.
En 1734 9 estaba ya perfectamente acabada la reconstrucción ·del
revellín de la Puerta Real, y en este frente, que era el más expuesto
a un ataque, se había hecho un nuevo camino cubierto, con lo que por
dicha parte de la ciudad, no :sólo "ofrez e una entrada vistosa, sino que
asim.ismo, Sie haze respetable", dice el Gobernador, añadiendo que
no había en Manila lugar se.guro para guardar la pólvora y a dicho
efecto mandó hacer un almacén a prueba de bomba, que es el que se
descubre en el plano en el bastión de la izquieraa (fig. 22). Conocemos
el estado en que :se hallaba la Pla,za en los últimos tiempos del gobiernr1
de Valdés Tamón por el plano general de Manila que éste remiti6
(fig. 23) acompañado de una descripción de la misma, que dice así:
"La Fortificación, de que esta Plaza se halla ceñida, es toda d e figur,l
irregular, á discreción del Terreno: y aunque de Cantería; si se consi­
dera la bondad de la piedra, fácil de labrar, por blanda, no se reputan
inferiores sus murallas á las de Tapia, ó Ladrillo; antes sí estoy per­
suadido, á que se les haría agravio á las nuestras, si se les denegase la.
ventaja de aquéllas, y firmeza de éstas; en vista de quanto resisten;

5 Informe fechado en Manila a 26-XI-1731; figura en el "Testimonio de los autos


sobre el reconocimiento de la estacada y rebellin que se halla fuera de la Puerta Rea·! de­
la ciudad de Manila", que acompaña a la carta citada en la nota anterior. (A. G. I., Fili­
pinas, 919). Este expediente va cosido a los planos, y se encuentra en la carpeta núm. 1 ,i,<;-
1 5o de Planos de Filipinas.
6 Convocada por Decreto del Gobernador, de 28-Xl-1731, y celebrada en 16-I-173.:;,-.
(Testimonio citado en la nota anterior).
7 Por Decreto de 21-IIl-1732. Testimonio citado en la nota núm. 5.
8 Así consta en el expediente causado por la petición del interesado, en M'anila, a
20-VI-1759. {A. G. I., Filipinas, 921).
9 Valdés Tamón al Rey, en Manila, a 3-VI-1734. (A. G. I., Filipinas, 919).
100 M.ª LOURDES DÍAZ TRECHUELO SPÍNOLA

pues en el transcurso ,de más de un Siglo de su construcción, sólo en


algún tiempo, por una, ó otra parte, poco defendida de los, vientos
salitrosos, se advierte algún leve desmoronamiento; que con el reparo
de una ligera capa de Cal se remedia, ó se preserva, debiendo á la
experiencia el concepto que se forma. Consta su circuito de 12.498 pies,
Castellanos: cerrando por ambos extremos con el Castillo de Santiago,
,que, según su positura, ocupa en Manila lugar de Ciudadela.
"Son los Baluartes de su Recinto doze, todos terraplenados: nueve
pequeños, y los tres Reates, de magnitud regular. En uno de estos
últimos, denominado San Andrés, ay Alrnazén de pólvora, á prueba de
bomba, hecho construir por el presente Goviemo. Sirvió á esta fábrica
de estímulo el poco abrigo de un simple texado del antiguo, y lo ex­
puesto de su cuerpo á los tiros del Sitiador; cuios temidos riesgos han
cesado, á vista ·de · la fortaleza .del nu�vo. Dos Miras, se registran
incorporadas-al Recinto dichQ: y fuera de él un Revellín, y una Corona.
Conjunto bien re.spetable, por lo que conduce á su máior defensa: de
cuias colocaciones se hará (donde corresponda) memoria.
"Las Puertas de esta Ciuq.ad son seis: dos Principales, y quatro
Postigos: de los quale& Santa Lucía y Palacio, mirando al Oeste,
franquean paso á la Marina; como lo hacen, por la parte del Narte
al Río Santo Domingo, y Almacenes. Las principales se distinguen por
1os nombres de Real y del Parián. Esta se halla en la medianía de la
Cortina, que hace frente al Nordeste, entre los Baluartes San Lorenzo
y· San Gabriel; con su cuerpo de Guardia en lo interior, capaz de aloxar
una Compañía, y á correspondencia del hueco de abaxo, tiene en lo
alto una Mira espaciosa, guarnecida de algunos Cañones; la que, á
beneficio de sus Costados, flanquea los Baluartes colaterales. Fortífica·
dón, que (á lo que se infiere) se colocó aqu_í, para reparar el defecto
<le la Extraordinaria longitud de esta Cortina.
"Las obras exteriores de ésta se componen de una Corona que
encubre la Puerta; una Falsabraga, que corre desde el Flanco del
Baluarte de San Gabriel, hasta llegar casi á dicha Puerta, dando lugar
allí á un Puentecillo para la comunicación con la Corona referida;
un Foso, del qu1:: trataremos más abaxo; su Camino encubierto, Para�
�to y Empalizada, con su Esplanada, ceñido el todo á reglas, quanto
dio lugar la Estrechez del Sitio, y a su pie un Cenagal que sirve de
Contrafoso: en cuio extremo, y por 1¡¡u ori1la exterior, corriendo hacia
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS ,101

el Sur, una Gran Calzada, qu� en su principio se une con otra pequeña,
que intermedia entre el Contrafoso y el Río; y ambas se dán la mano
con un Puentecillo contiguo á un Fortín que se erigió para la Guardia
del Puente grande, que á su inmediación atraviesa al Río.
"El Foso de la media Cortina (cuia noticia se reservó para este
lugal', para quitar la confusión) se forma de las Aguas, que al subir
de las Mareas comunica el Río: Empieza desde el Angulo Flanqueado
del Baluarte San Gabriel, y viene hasta muy cerca de la Puerta del Pa­
rián, con Contraescarpa, que la pierde allí, inclinándose azia la Corona:
con que la dexa casi aislada con un pequeño brazo. Este, á corto trecho,
pon e todo su Caudal, como en depósito, en el Contrafoso ya dicho.
No a,sí su Cuerpo; pues es tendiéndose éste sobre la derecha, á medida
de las Aguas que recive, vá siguiendo el margen de la Calzada grande,
con más, o menos inmediación, según sus círculos, hasta que acercán­
dose á la!!) Murallas, tenp.ina alrededor de ellas su carrera junto• al
Baluarte San Diego. Sitio, en que el Arte le impuso Coto, atendiendo,
sin duda, a fas frequentes inundaciones a que se expondrían los Con­
tornos, si (como le era fácil) llegase á unir,se COI\ el Mar. Acuerdo,
de que resultar<>.n dos muy especiales beneficios, en que immediatamen­
te se interesan la Plaza y Público: aquélla, por el que disfruta (come
en el Plano puede verse) en que por las Partes Oriental y Meridional
le sirva de Foso; y éste se utiliza en la Copia de Embarcaciones, que,
socorridas del fluxo, Hegan á descargarse á la Puerta Real.
"Esta es una de las dos Puertas Principales ya mencionadas. Hálla­
se á la parte Meridonal de esta Plaza, en la Cortina que guarnecen los
Baluartes San Diego y San Andrés; bien que más arrimada al último;
y aunque d e diversa estructura, es muy semejante a la del Parián, en
comodidad y fortificación, por tener, como ella, Cuerpo de Guardia
y Mira, compuestos de igual.es circunstancias. Sólo se advierte la es­
pecial entre todas, de ser esta Cortina la única que se mira Terraple•
nada; motivo de hav�rsele colocado algunos Cañones, de que carecen
las otras.
"Sus obras exteriores graduadas pcir �u orden, se reducen á un
Puente Levadizo y Foso revestido de Contraescarpa; y á poca distancia
un Revellín en estado de defensa, sin embargo de que, por encubrir la
Puerta no se halle enfrente d e la mitad de la Cortina, que era su lugar
proprio. Las r�¡,tantes de Camino encubierto, Parapeto, Empalizada y
102 'ltL• LOURDF.5 DÍAZ TRECHUELO SPÍNOLA

Esplanada, aunque las avía, estaban enteramente arruinadas, al ingreso


<le este Govierno ; lo que le movió a plantearlas de nuevo á la moderna
con más per fección que las antiguas.
"Todos los Lienzos qu� caen á la parte Occidental y Septentrional
de esta Plaz a son, sin controversia, los más flacQs de este Cuerpo; pero
en el supuesto de cree rse accidente remoto, se muevan á atacarla en.
fo rma Armas Europeas, y contemplarse, · para tamaño empeño, lo s
Enemigos de acá á qual más irrisible, por sin Disciplina, ni Fuerzas;
parece sobrarle la natural defensa, de tener por Occidente al Mar de
la Bahía por Foso, y por el Septentrion á un Río ancho y pro fundo;
con que se deponen qualesquier recelos". 10

Los gobiernos del Obispo de Nueva Segovia


y de don Pedro de Arandía
Fray Juan de Arechederra, obispo electo de Nueva Segovia, ocupó
el gobierno de Filipinas con ca rácter interino a la muerte de don Gas·
par de la Torre, ocurrida el 29 de septiembre d.e 1745. Cerca de cinco
años duró su man.'do (1745-1750) durante el cual se preocupó mucho
<le fortificar no sólo la capital sino todo el archipiélago y de un modo
especial ,el puerto de Cavite, en el que hizo construir un nuevo fuerte.
Con fecha 3 de agosto de 1747 11 envía test�monio de todas las
obras por él realizadas y así podemos oonocer con detalle sus activida·
des de carácter militar.
El estudio de dicho testimonio, pone una vez máis de manifiesto los
terribles efectos del clima, pues habiéndose reparado no hacía mucho
la puerta del Parián, .c¡e -afirma ahora que eshiba deteriorada hasta lm
cimientos. A ello contribuyó, isin duda, el servirle de foso un brazo
derivado del río Pásig, que oon su corriente los fue excavando.

10 Esta descripción es una de las contenidas en el manuscrito titulado "Relación en


que de orden de S. M. Catholica se declaran las plaza,s, castillos, fuerzas y presidios de
las provindas sujetas a su Real Dominio en las Islas Philipinas, con delineacion de sus
planos y demonstraciones puntuales de los pertrechos y gente de guerra, sueldO'l, raciones
y municiones para su 'manutención... Describense con noticias assi essenciales como curio­
sas todas estas Provincias... Formada por el Mariscal de Campo Don Fernando Valdés
Tamón, a cuio cargo es el Govierno de dichas Yslas. Año 1739". (Biblioteca de Palacio
Real. Madrid. ms. 264, folios 2 v.º a 3 v.º Hay otro manuscrito muy semejante a é9te, en
el Museo Naval, Madrid, qui! lleva fecha 1738.
11 Arechederra al Rey, en Manila, a 3-VIII-1747. (A. G. I., Filipinas, 453. Ha¡y
duplicado en el leg. 1 52).
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 100

Al ser reedificada totalmente esta puerta, se: la hi?:Q más amplia,


y se construyeron sus estribos de sillares de piedra, y más gruesos que
antes. También fu� rehecha su mira, de figura cuadrangular, y capaz
_para ocho cañones, aunque sólo· se montaron cuatro.
Entre qtras obras de menor importancia, hace referencia el testi­
monio a un baluarte de "figura sexagona", vulgarmente llamado Puer­
co Espín", que se hizo antiguamente ... para la defensa de la playa".
Debe tratarse sin duda de aquel fuerte de sillería que hizo construir
Manriqu e de Lara para defender la espalda del baluarte San Diego
,que miraba al mar, aunque según carta del -citado Gobernador, tenía
"'figura de pentágono". No obstante esta discrepancia, creemos que se
trata del mismo, puesto que al indicar su situación dice que "es do­
mina<io de la muralla, gola de la fundición, y baluarte", y añade e1
detalle de que sólo tenía acceso por escala levadiza de cuerda. En este
fuerte se hizo un rastrillo volado de madera para evitar que el enemigo
pudiera escalarlo.
Llegado a Filipinas el año 1954, el Mariscal de Campo don Pedro
Manuel de Arandía escribe al marqués de la Ensenada en •4 de julio
de 1755 1.2 y le comunica que encontró en buen estado las murallas y
baluartes del recinto de Manila, menos el frente ck la marina, que
-presentaba grandes defectos, explicables a su juicio porque cuandci
fue construído estaba bañado por las aguas y por tal motivo "cuidaron
poco de las medidas de su perfección". Pero el mar se había ido re­
tirando poco a poco y se encontraba ya a una distancia de la muralla
,que oscilaba entre cuarenta y siete y sesenta y ocho toesas, 13 con lo
<¡ue había adquirido importancia estratégica este frente cuya altura
era !Sólo de dos a tres toesas, desde el baluarte de San Diego hasta el
-castillo de Santiago, careciendo de foso en toda �u longitud, de qui•
nientas cuarenta y nueve toesa!¡. La distancia ya existente entre el mar
y la muralla, al hacer posible un desembarco, exigía que se tomaran
con toda urgencia las oportun� medidas para su defensa.
A esta carta se le contestó que obrase según su criterio y de acuer·
<lo con el Virrey de Nueva España --que era entonces el marqués de

u Arandía al marqués de la Ensenada, en Manila, a 14-VII-1755. {Incluída en un


testimonio de 1764, A. G. l., Filipinas, 482).
13 En otra <:arta posterior, dirigida al mar(lllés de la,, Amarillas, dice que la distancia
del mar a la muralla eran 70 u 80 toesas, lo que demuestra que se iba retirando. Esta
carta lleva fecha 20-VII-1758. (A. G. I., Filipinas, 48.a).
104 M.• LOURDES DÍAZ TRECHUELO SPÍNOLA

las Amarillas- a quien escribe Arandía 14 dándole cuenta 'de todo lo


dicha y añadiendo que �s necesario se envíe a Manila un ingeniero >
"pues el que aquí encontré --<ion Tomás de Castro y Andrade- es
un hombre de sesenta y quatro años cortísimo de vista y perlático y
aunque de rempujones (sic) ha hecho el plan que a Vuestra excelencia
incluio . . . nQ está para Cálculos".

El Tercer Pacto de Familia y la guerra


con la Gran Bretaña
El Tercer Pacto de Familia, fiñnado �n Parí& el 15 de agosto
de 1761, fue hecho público por Francia demasiado pronto para lo que
convenía a 1� intereses de España, y trajo como consecuencia la rup-­
tura con Inglaterra el 2 de enero de 1762�
Nuestras fuerzas navales eran muy inferiores a la& inglesas, por
lo que no fue posible impedir, ni siquiera retardar, los movimientos de
éstas, cuyos ataques se dirigieron contra las cqlonias españolas de
América )' �ia: una escuadra británica al mando del almirante Samuel
Comi�h, hizo rumbo a Filipinas, y el día 22 de septiembre de 1762 se
presentó frente a Manilá, donde aún no se tenían noticias del comienzo
de la guerra.
Las circunstancias en que se hallaba el Archipiélago wan poco
favorabl� para la defensa, pues desde la muerte de don Pedro de
.Arandía, ocurrida el día 31 de mayo de 1759, el Gobierno estaba en
manos eclesiásticas, hábiéndolo ocupado primero el obispo de Cebú
fray Miguel Lino de Ezpeleta, y luego, desde su llegada a Manila>
el arzobispo don Manuel Antoniq Rojo.
Este, consciente de :su inexperiencia, dejó los asuntos militares:
en manos del maestre de campo del Regimiento del Rey, marqués de.
Villamediana, ele'cción poco acertada como demostraron los aconteci­
mientos, pues no supo estar a la altura de las circunstancias, hasta et
punto de que don Francisco de· la Torre, que una vez terminada la
guerra ocupó interinamente el gobierno de Filipinas, atribuye en gran
parte a su ineptitud, la caida d� la ciudad en poder del enemigo. 1 s Bien
es verdad que no era militar de profesión, lQ que explica su falta de

14 Arandía al marqués de las Amarillas. Ver la nota anterior.


1� FranciM:o de la Torre al Rey, en Manila, 24-VIl-1764. (A, G. I., Filipinas, ,4827.
"P!JPBJII ·¡ e"lI ope¡ed "P ea91onq!IJ
·119me.1. •¡,p¡eA Jope 11J 9qolf I" Jod oge "I"" "" ºP!l!W9J 011 e¡ d U\}li3e '6HI "" Bi!IIBJII-"EZ •lf!.i
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,!A .,.,/l;.,i. ¡µ. .... ,'],,�·,,., l,��- y� ... 5.t..,q;,,.,,d• • J,,.-., :1�arhl"!lte1f'lt1l1r'/;,,( «kJ' '�· .ni.,•' rvl kd,trttf.•. r,··1/\'f '" .1/ dmunA't�-at,,lf{ K ... f!>, yo. d.bt-'4. 6mkt. �. '-'�r.,-!d('.J t'.-.r:Y .,·'"'� tLJ,,. Jtit;wm,� �tlJII !37'J•.'
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n,l,tt.tt. A ..�imJ'"'-" ,1,• ·,' l ,. ..-J,,r," mp.1rlicuia, .(1111 ,� ¡ O (aL/ium1� tví,'-1,1-,f:. « //�: f.a�t"t'mt, �,i•n n'4 • · ,, "'._ &:bY¡ ida l'�u.Jncl';a,.• lf,1mlrt, }�:/:t_),,,,m11�'!-m 1...',.!q_. ,,"r. 01Nt)..,,ttfuo1...!, (1� ,r,• ,• '. 1
(#/11" � · .,.1, .,1 u:, ..,n,p •. • v-dLC•'-",-..m,..r:n>,Cro t • S fl)J ...�tt lrnfiJtjf,.,,., l/ll1.1rt1.r,J,,l('slJltrrila { awlf. Jd /f1ttlm ,r1i.llo:f':i,,., epÁ:a1" �\: íAJ,i.cj, J,J,,,., {,'r1y1RCJ'\' \ (i :K.t¡.-i/41.'xn:J. '-1</..,,..,l<.' u•,"q�I
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Fig. 24.-Plano de Manila, por Tomás de Castro y Andrade, en el que se señalan los pontos
atacados por los ingleses en 1762.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 105

dotes de mando, aunque Francisco de la Torre reconoce sus cualidades


de "buen entendimiento, recta yntenci6n y arreglada vida".
El ingeniero militar d e Manila, don Miguel Antonio Gómez, nos:
ha dejado un diario del sitie>, al que precede una detallada descripción
del estado de la plaza en el momento en que la escuadra inglesa dio
fondo en su bahía. 16 Dicha descripción pone de manifiesto que después
de las obras de defensa realizadas por don Sabiniano Manrique de
Lara, o sea desde -el año 1663, no se había hecho ninguna esencial,.
que mejorara de modo n otable la fortificación d e la Plaza.
Comienza el ingeniero por señalar el defecto de que en el frente
de la marina,, los cinco baluartillos planos o fqrtines de San Lorenzo,
San Eugenio, San Juan, San Pedro y San Francisco Javier, y el re­
ducto, que cubrían la cortina, se hallaban a tanta dista,ncia unos de
otros que no se podían defender mutuamente. No existía foso· en este
frente, como ya � ha visto; la cortina carecía de terraplén, y sus.
parapetos, bajos y débiles, estaban oortados por numerosas arpilleras
demasiado próximas entre sí.
En el frente norte de la, ciudad, bañado por el río que le servía
de foso natural, había sólo dos baluartillos, también demasiado al ejados
uno de otro, con lo que ofrecía el mismo defecto :señalado en el frente
de la marina.
Una barbacana muy mal construída y arruinada a trozos, iba
desde el baluarte San Gabriel hasta la puerta del Parián, y sus escom­
bros cegaban en parte el foso. La citada puerta se hallaba cubierta
·por una obrilla exterior, en forma de corona, que hubo de ser aban-
donada por inservible.
El mayor defecto de la Puerta Real es señalado acertadamente
por el ingeniero : no estar en el centro del sector de muralla compren•
dido entre los baluartes de San Diego y San Nicolás.
El revellín que la cubría, hecho como se sabe en tiempos de 'don
Sabiniano Manrique de Lara, es considerado por Gómez "de malíssima
posseción y estractura", y por ser demasiado larga la cortina, no podía
defender las caras de los citados baluartes, ni ser cubierto por el1�1.

,16 "Diario de lo ocurrido en el ataque y defensa de la Plaza de Manila· Capital de


las Yslas Philipinas, desde el día 2:i de Septi�mbre, hasta el 5 de octubre de 1762 en que
fue tomada por assalto por las tropas Británicas". Por Miguel Antonio Gómez. (A. G. I.,
Filipinas, 681).
106 M.ª LOURDES l)ÍAZ TRECHUELO SPÍNOLA

Además carecía de foso y d� comunicación ·con la Plaza, -<:uya fortifica�


-ción interior no alcanzaba a dominarlo, ,pqr lo que con facilidad po-
-0ría caer en manos del enemigo. Esta circunstancia hiz o necesario su
.abandono �n la guerra, c1,sí como el del camino cubierto que lo unía
a los baluartes, por &er éste demasic1,dQ an<,ho, ·¡¡.in traveses ni corta­
.duras, y con un glacis casi horizontal que lo dejaba sin protección.
Todo el resto d� la fortificación es considerado por el Ingeniero
muy antiguq y lleno de defectos; la escarpa y contraescarpa se hallaban
.demolidas a trechos, y sus ruinas obstruían �l foso; 1� puertas queda­
ban enfiladas, y las explanadas de los baluartes tan desiguales que
:hacían imposible el manejo de la artillería, corriéndose el riesgo de
,que todas las piezas quedasen desmontadas al prim�r tiro.
Por lo que hace a la fuerza d� Santiago, se componía de dos me•
<iios baluartes que dominaban a la ciudad y un tercero sobre el mar,
<los platélformas en porción circular y algunos flancos rectos. Sus cor­
tinas carecían de terraplén .Y los parapetos eran bajos y débiles, estando
.sus fuegos colocad� sin oráen alguno.
A este deplorable estado de las defensas de¡ la Plaza, en cuyo
interior no había lugar que quedase libre del fuego enemigo, hay que
añadir la escasez de �u guarnición, pues �1 Regimiento del Rey se
hallaba reducido a quinientos cincuenta y seis hombres de los que
.ciento ochenta eran novatos, reclutados en el país, y los demás habían
ido de Nueva España, siendo toda e!la gente in1isciplinada y de poco
valor. Sólo había en Manila ochenta y cinco artilleros, "indios natura•
1es ", inexpertos en el manejo de loo. cañones, y mal instruídoo, y cuando
ya la escuadra estaba anclada frente a la ciudad, se formaron a toda
prisa cuatro compañías d e Milicias del Cqmercio, con sus corresron•
.dientes oficiales.
Esta era toda la guarnición <k Manila para hacer frente a la
poderosa armada inglesa y sus tropas de desembarco, que eran mil qui­
nientos soldados del Regimiento del brigadier Guillermo Draper, dos
-compañías de artilleros de brigada de ochenta y cinco hombres, cada
una, ochocientos fusileros cipayos, tr�s mil marineros europeos, exper·
tos en el manejo del fusil, y otros ochocientos cipayos destinados a fa.
fajina, mandados por un Ingeniero en Jefe y tres subalternos.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 107

El sitio y ataque a la ciudad


•Grande fue la sorpresa que experimentaron lQs habitantes de Ma­
nila al ver frente a la ciudad una tan poderosa escuadra, cuyas inten•
-dones y nacionalidad eran desconocidas por completo, y la primera
medida adoptada por el Gobernador fue enviar un mensaje al Coman·
4lnte de la armada, preguntándole el objeto de su visita, y por qué
había n penetrado en la bahía sin pedir puerto.
Remitido este despacho el mismo día 22 de septiembre, no se re•
.cibió respuesta hasta las once de la mañana del siguiente día; venía
-firmada por el almirante C.Omish y el brigadier Draper, quienes mani­
festaban en ella qu e por orden ·de Su Majestad Británica venían a
:apoderarse de 1� Islas, y solicitaban la entrega inmediata de la Plaza.
Rechazada altivamente esta petición, púsose en movimiento la es·
.cuadra a las ·seis de la tarde del día 23 para acercar:Se a la playa cuanto
le fue posible, quedando frente al reducto de San Antonio Abad, situa·
do a una media legua de la ciudad. Servía dicho reducto de fábrica y
:almacén de pólvora, y aunque precipitadamente se sacó la mayor p:ute
<le la que en él había, que fue conducida a la plaza, a:ún quedaron aban­
.donados una buena porción de salitre, y otros materiales, pues los
-ingleses hicieron un rápido desembarco, apoyados por la artillería de
Ja escuadra, y consiguieron ocupar no :.sólo el reducto citado, sino las
_3glesias de Malate, Nuestra Señora de Guía y Santiago, llegando hasta
.la de San Juan de Bagumbayan, situada a ochenta y cinco toesas
«te la Plaza. (Ver fig. 24, letra H).
Estos fuertes edificios de piedra fueron otros tantos sólidos puntos
,de apoyo para el enemigo, y le facilitaron el ataque a la ciudad.
La reacción española frente al desembarco inesperado, fue orga·
"11izar una :salida en la noche del 23 al 24: dos piquetes de fusileros,
-mandados por los capitanes don Baltasar Antonio de Cozar, y don .
"Bernardo Yiliberri, recibieron órdenes de desalojar al enemigo de los
-edificios ocupados y de impedir que continua&t: el desembarco. Pero
-:ante el fuego conjunto de la escuadra y de los fusileros que se habían
becho fuertes en la iglesia de Santiago, hubieron de retirarse en com·
pleto desorden.
El día 24 a las ocho de la ma,ñana, la artillería de los baluartes
San Diego y San Andrés abrió fuego contra el enemigo, sin obtener
108 M.ª LOURDES DÍAZ TRECHUELO SPÍNOLA

resultados positivos por �star los ingleses bien resguardados tras lo�
íuertes muros de la ya citada iglesia de Sa,ntiago, que utilizaron como
pod�roso baluarte contra la plaza.
Una hora más tarde entró �n la bahía una ga,lerilla, que traía la
noticia de la llegada del galeón de Acapulco, fondeado en Palapa.
Dicha embarcación, perseguicla por los ingleses, varó en la playa de
Bancusay, y su tripulación, que se arrójó al agua, fue apresada. En ella
iba un &0brino del Arzobispo-Gobernador, don Antonio Skrra Tag-Ie,
que algunos días después murió trágicamente a manos de los in�ígenas;.
cuando iba a ser puesto en libertad por los ingleses.
En la noche .del día 24 los españoles, al mando de César Fall&
hicieron una vigorosa salida en la _que toma,ron parte unos cincuenta
soldados, algunos milicianos del comercio, y ochocient� indígenas
armados de lanzas.; <los cañones de a cuatro· sirvieron de protección
a los asaltantes.
TréllS una acción sangrienta que duró la mayor parte de la noche,
los españoles se retiraron hasta la iglesia d� San Jua,n de Bagumbayan,
y sirviéndoles ésta de resgua,rdo, se mantuvieron allí hasta las nueve de­
la mañana del siguiente día,. en que recibieron socorros qu� cubrieron
la retirada. Nueve muertos españoles y unos veinte indígenas, más varios:
heridos, fueron las pérdidas de los sitiados; los ingleses debieron tener
bastantes bajas, y los natura,les mutilaron muchos cadáveres, lo que­
motivó una enérgica protesta del brigadier Draper; a esto respondió,
el arzobispo oon un bando en que bajo pena d� muerte se prohibía a los­
indígenas realizar tales mutilaciones.
· Una copia de este bando fue enviada 'al Brigadier, con carta der.
Gobernador, dándole satisfacciones por IQ ocurrido y Draper para.
corresponder a la nobl� actitud de don Antonio Rojo, prometió dar
libertad a su sobrino.
A las diez de la noche del día 2 5 comenzó a funcionar una batería de­
tres morteros que los ingleses montaron al abrigo de la iglesia de­
Santiago, y durant e la citada noche trabajaron activamente en la ins.
talación de una batería clirigida contra una de las cara,s del baluarte de­
San Diego.
Intentaron los españoles destruir la iglesia con la artillería de
qicho baluarte, pero los tiros dirigidos contra ella apenas si producíao
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 109

efecto en sus fuertes muros, a cuya resistencia hay que unir la poca
fuerza de la pólvora, empleada.
Entre tanto el enemigo bombardeaba sin tregua a la ciudad, en
.cuyo recinto caían bombas de ocho y diez pulgadas de diámetro, que
produjeron grandes daños en �us edificios. Durante esta noche, el
.activo fuego de la artillería y fusilería españolas causó numerosas bajas
a los ingleses, y a la mañana siguiente indígenas y mestizos, atacaron
por cuenta propia, sin orden del Gobernador, a la iglesia de San Juan
de Bagumbayan, y a otros edificios y casas-de mampo�tería ocupados
por el enemigo, que les ofreció dura resistencia, pero fue desalojada
por el ímpetu de los atacantes, si bien pronto llegaron tropas británicas
de refresco y los obligaron a replegarse hada la muralla de la P°Iaza.
Comenzó entonces a disparar la artillería del baluarte San Andrés
y cuando más encarnizada era la batalla, apareció un oficial inglés con
handera blanca, acompañado de don Antonio Sierra, sobrino del Go­
bernador. La artillería española suspendió el fuego tan pronto como
.advirtió la presencia del parlamentario, pero los disparos enemigos no
.cesaron de hacer estragos en las filas de los indígenas, que aún can•
tinuaban la pelea, y enfurecidos, se lanzaron sobre el oficial y sus
.acompañantes, que fueron muertos, o fallecieron luego a consecuencia
.de las heridas como ocurrió al sobrino del Arzobispo.
· Todo el día 27 prosiguió el furioso bombardeo por ambas partes,
hasta que al atardecer, · los españoles dieron tregua al enemigo para
,que retirase sus cadáv�res.
En la tarde del día 28 la capitana y almiranta de la escuadra
inglesa abrieron fuego contra Manila, batiendo el frente d e la marina
oon poco efecto, porque los tiros horizontales se perdían en la playa
y los disparados por elevación, cayero n en su mayoría al otro lado de
1a Plaza, pero no obstant� al día siguiente, desde las seis de la mañana,
1os ingleses redoblaron su� �sfuerzos, batiendo la cara del baluarte San
Diego que miraba al mar, y toda la cortina de este frente.
En la tarde del 29 la escuadra inglesa se vio reforzada por dos
fragatas y un navío, llamado "El Namur", .qu� por un recio temporal
habían quedado sepa,rados del grueso de la armada, compuesta en total
por die<:iséis unidades.
Transcurrieron los días 30 de septiembre y 1.0 de octubre sin qtv�
:Se produjera ningún cambio notable en la situación, y continuó el bom-
110 M.• LOURDES DÍAZ TRECHUELO SPÍNOLA

bardeo por parte de la escuadra; el día 2 comenzó a fun cionar desde


el alba una batería de ocho cañones de a veinticuatro, qu e batía el
átigu lo flanqueado del baluarte San Diego, y la cara del mismo que
hacía. frente al campo enemigo, y fue tanta su eficacia que a las diez
de la mañana estaba ya por tierra todo el parapeto y parte del revesti•
miento y terraplén de dicho baluarte. Todos lo� esfuerzos de los ingle­
ses se concentraron sobre este punto, pues al mismo tiemp� lo bom0ar•
deaban nueve morteros y los n avíos batían furiosamente la cara que
miraba al mar, mientras la. fusilería, parapetada en la torre de SantiagQr
más elevada que el baluarte, lo dominaba por completo con sus fuegos.
Repetidos intentos hicieron lo� españoies para echar abajo la torr�
e iglesia de Santiago, pero la mala calidad de su pólvora, los hizo
ineficáces. Quedó pronto el baluarte sin parapeto, desmontada su arti­
flería, y abierta un a brecha practicable para el asalto,· por lo que hubo
de ser abandon ado, "no hallándose medio de ocurrir al daño experi•
mentado, por no hauer gente <le fagina, qi útiles para emprender una
cortadura que se hauía proyectado". Con estas palabras refiere ef
hecho Migu el Antonio Gómez, pero una "Relación del sitio" escrita
por los Provinciales de las religiones de San Francisco y Santo Domin­
go 1 7 atribuye al citado ingeniero la responsabilidad de la pérdida de
este baluarte, afirmando que no hizo nada por consolidarlo, y que llegó
a oponerse a que los religiosos llevasen a cabQ dos cortaduras que tenían
proyectadas en el mismo, cuando ya habían reunido los materiales ne·
cesarios para ello, e incluso retirado algunos de los cañones desmon·
tad.os. Según dicha relación, el ingeniero dijo que tal obra era "priva­
tíva á los deveres de su cargo con arreglo a las superiores órdenes que
se le havían comunicado", pero no tomó medida algu na por su parte·.
En los días de asedio transcurridos, habían ido concentd.ndose
en Manila diversas parti<la:s de indígenas hasta el número de cinco mil,
de los cuales la mitad eran pampangos, más valientes y disciplinados
que el r.esto. Por eso ,se pensó utilizarlos e n una salida que se efectuó­
el día 3 al romper el alba,, divididos los pampangos en tres columnas;
una de ellas debía atacar a las iglesias de Bagumbayan y Santiago,
otra marcharía contra el cuartel general inglés establecido en la iglesia

17 Relación del sitio de Manila por los Provinciales de San Francisco y Santo Do:­
mingo, en Manila, a 22 de julio de 1764. (A. G. l., Filipinas, 682).
Fig. 25.-lglesia de Malate, Manila. Estado actual.
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Fig. 26.-Nuevo proyecto de fortificación de Manila, por el ingeniero don Miguel Antonio
Gómez. 1764.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 111

de Malate (fig. 25), y ermita de Nuestra Señora de Guía, y la tercera


se dirigiría hacia la marina para di<straer fuerzas enemigas. Dicha�­
columnas iban sostenidas por dos piquetes de fusileros españoles, man�
dados por el sargento mayor d� Cavite, pero tan pronto como los pamy
pangos se vieron fuera d� la puerta del Parián, comenzaron a gritar
desaforadamentet con lo que, advertidos lQS sitiaq.ores, tuvieron tiempo
de prepararse a rechazar el ataque. Sin embargo, llegaron los indios a.
·ae
e
penetrar en el campo �nemigo, pero pronto hubieron de retirarse, por
� lo que aterrorizados los supervivientes, no quisieron entrar de nuevo
en la ciudad, sino que huyeron a rsus pueblos.
Seguía la artillería enemiga batiendo furiqsamente las maltrechas
..,§ fortificaciones de Manila y al amanecer del día 3 d� octubre se vio que
..
e
•!:l
había caído al foso un cañón de a dieciocho y que las ruinas del bc1-
5 luarte de San Diego lo cegaban, haciendo camino para el asalto.
.5
-" Se reune la Junta de Guerra.
Asalto y saqueo en la ciudad
Convocó el Arzobispo-Gobernador a la Junta de Guerra, a la que
asistieron también cl Real Acuerdo, Cabildo secular, el gobernador
del arwbispado en nombre del Cabildo eclesiástico, y los prelados de
la$ Ordenes religiosas. Fue QÍdo en primer lugar el dictamen del inge­
niero Gómez, partidario de capitular, en vista de que la plaza se hallaba
prácticamente sin defensa, y a �sta opinión se a,dhirieron los militares
..," y todos los presentes-, con excepción del sargento mayor de las Milicias,
e
tl
marqués de Monte Castro, el oidor don Manuel Galbán y el Fiscnt
de S. M. quienes sostuvieron· que aún podía continuarse la resistencia,
pr,esentando un plan de operaciones que Gómez en su Diario califica de
" "especioso". Prevaleció esta opinión y la defensa se prolongó.
z;
1 Al amanecer del día 4, los ingleses comenzaros a arrojar carca­
_¿
sas 18 sobre Manila, cqn lo <1.u� se incendiaron muchas casas y edificios,
pero a costa de grandes trabajos se logró impedir que el fuego se
propagase a toda la ciudad. Al mismo tiempo arreciaba el bombardeo
y las descargas de fusilería; d incesante estruendo hizo cundir el pá­
nico entre los indígenas, que llegaron al extremo de volver sus armas
contra los oficiales es_pañoles que los mandaban, para conseguir escapar

18 Véase el vo�abulario militar inserto al final.


112 M.ª LOURDES DÍAZ TRECHUELO SPÍNOLA

<le la ciudad. Muchos de ellos se arrojaron por la cortina que cae sobr�
el río, y atravesán<lqlo a qado,. huyeron al campo, ejemplo �eguido
por
· bastantes milicianqs y algunos soldados.
Al fin, el día 5, a· la& seis y me1ia de la mañana, los ingleses se
lanzaron al asalto, divididos en tres columnas; una de ellas se dirigió
:a la brecha abierta en el baluarte San Die_go, otra marchó contra la
Puerta R�al y la tercera si guió la calzada que bordea,ba al foso.
Casi simultáneamente penetraron en la plaza las d� primeras, que
encontraron poca resistencia, y la segunda dirigiéndose a la plaza de
armas, se apoderó del Palacio Real, mientras la tercera, marchando
por la calzada, llegó hasta el fortín qu� defendía el puente �obre el
Pásig, y después de ocuparlo, entró en la Plaza pqr la puerta del Parián,
.ya ocupada desde dentro por los ingleses.
Tomadas todas las puerta� restantes, se presentaron ante el cas•
tillo de Santiago, que enarboló inmediatamente la bandera blanca, para
tratar la capitulación, pero los ingleses no admitieron condiciones y la.
fuerza se rindió a discreción, quedando la guarnición pru;ionera d�
_guerra, sin más honor que ceñir la espada.
Comenzó entonces el saqueo de la ciudad qu e duró cuarenta horas,
.a creer al ingeniero, y más d� dos días según la Relación ya menciona·
.da 19 que añade que los ingleses cometkrcn profanaciones y sacrilegios
en las iglesias; llegando a oortar la cabeza a la imagen de la Virgen
�:lel Rosario, venerada en el convento de Santo Domi�go.

.El Tratado de París y la devolución de Manila


Expuestos a grandes rasgos los principales acontecimientos del
-sitio y asalto a la ciudad d� Manila, prescindimos, J)Ql". no ser objeto
de nuestro estudio, de todo lo ocurrido <les.de el día 5 de octubre
.de 1762, en que entraron los inglese& en la Plaza, hasta el 31 de mayo
de 1763, en que fue evacuada, en cumplimiento de un artículo del
Tratado de París de 10 de febrero del mismo año, que estipulaba_ la
.devolución por parte de los ingleses <le lél!S conquistas hechas en Cuba
y Filipinas, a cambio de la Florida, con el fuerte de San Agustin_, la
·bahía de Panzacola, y todos los territorios españoles al este y oeste
.del Mississipi.

19 Ver nota núm. 17.


ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 113

Los pliegos en que se notificaba a las autoridades españolas en


Filipinas la firma del Tratado, dandQ instrucciones para la evacuación
<le las plazas ocupadas por los ingleses, fueron conducidos a Manila
por don Alfonso Rodrígu ez Ovalle, oficial de la Armada española,
quien aprovechó el po,co tiempo de su permanencia en Manila --desde
el 15 d� marzo de 1764 hasta el 27 de julio del mismo añq-- para
escribir una relación no l'iÓlo del sitio, sino de los demás hechos ocurrí•
<los durante la guerra y ocupación británica, dedicando especialmente
.5U atención a la actuación d<:l oidor don Simón de Anda y Salazar.
Dicha relación, dirigida al marqués d� Cruillas, virrey de Méjicq, fue
utilizada por el marqués de Ayerbe, en su estudio sobre el sitio y con­
<]Ui•sta de Manila= y coincide por oompleto con el Diario del sitio
redactado por Miguel Antonio Gómez, que hemos tenido a la vista
para hacer este breve resumen. ""1
La designación de Rodríguez d� Ovalle para llevar los pliegos a
Manila, molestó al teniente de rey Francisco de la Torre, que se dirigía
a Filipinas para hacerse cargo <le .su gobierno con carácter interino.
En carta a don Julián de Arriaga zz manifiesta su extrañeza por esta
<leterminación, que "parece gravosa a la Real Hacienda y mi reputa·
dón, pues estando yo aquí --en Acapulco-- (de que no hago a V. E.
informado) jusgo llevarían �n mí estos pliegos maior seguridad, y
más �iendo don Alfonso Rodríguez de Ovalle sugeto puramente par:­
ticular al que se le ha confiado esta Comis•sión ... ".
Francisco de la Torre tomó posesión del Gobierno de Filipinas
el 17 de marzo de 1764 y recibió la Plaza de Manila, evacuada por los
ingleses el 31 de mayo del mismo año. Bajo su mando, que duró hasta.
el 6 de julio de 1765, se comenzó la reparación provisional de las for-·
tificaciones de la .ciudad, y se elaboró, como veremos, el proyecto de
1as nuevas. Hízose también el reparo de los daños causados por la
guerra en los edificios y calles de la ciudad y por decreto suyo se orde­
nó a los propietarios de casas que por sí o por sus: inquilinos, a cuenta
<le alquileres, reparasen 1Q que a cada uno torrespondía, limpiando las
calles de los escombros que en muchos lugares las cegaban. Al dar

:ao Ayerbe, marqués de: Tres hechos memorables de lo Marina Española en el si,.
,glo XVIII. Madrid, 1907 .
.21 Ver nota núm. 16 .
.2:a Francisco de la Torre a Arriaga, en Acapulco, a .21-XIl-1763. {A. G. I., Filipi­
nas, 48.2).

(8)
114 M.ª LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

cuenta de haber entregado el mando a su ,sucesor don José Raon, dice: a;


"Oy es mui poco lo que falta y creeré que luego que baian respirando
en su Comercio se perfeccione".

La nueva fortificación de Manila


Firmada la paz y evacuada la ciudad por los ingleses, comienzan:.
inmediatament� los preparativos para fortificarla, pues la experienci�
reciente· puso de manifiesto que. no se hallaba en condiciones de ofrecer
seria resistencia, aunque e.e; cierto que <le haber existido un mando <'Om­
petente y enérgico, la · plaza hubiera podido defenderse mucho más
tiempo. Pero el sitio hizo patentes los grandes defectos de la fortifica­
ción y por ello el gobernador interino don Francisco de la Torre, or­
denó a don Migu el Antonio Gómez, por Decreto de 4 de junio de 1764 24'
que r econociese detenidamente su estado y diera cuenta de la situación
en que se hallaba y de la que tenía· cuando la ocuparon los ingleses.
En cumplimiento de esta orden, el ingeniero informa que la plaza
se encontraba igual que antes de la gu erra, pues aunque el enemigo­
abrió brecha en una cara del baluarte de San Diego o de la Fundición,.
demolió los flancos laterales de los de San Andrés, San José y San
Eugenio, y arruinó algo más por otras partes, los mismos ingleses;
repararon los destrozos, dejándolos como estaban antes del sitio, des­
pués del cual fueron demolidos varios edifidos en los extramuros..
entre ellos las iglesias de Santiago y San Juan de Bagumbayan, y unas
casas de mampostería que también perjudicaban a la ciudad.
Era tan deplorable el estado de la plaza que ya no cabía pensar
en intentar su reparo, sino que se hacía imprescindible fortificarla de·
nuevo, para cuyo objeto elaboró Miguel Antonio Gómez un detallado•
Proyecto, que fue remitido a España con carta del gÓbernador interino­
Francisco de la Torre, 2s y pasó a estudio del Director General def
Cuerpo de Ingenieros don Juan Martín Cermeño, quien introdujo er::.
él las modificaciones que estimó oportuna:s, como más adelante veremos
Una de las normas generales qel arte de fortificación de la época'..

23 Franci,sco de la Torre a Arriaga, en M'anila, a 9-VIII-1765. (A. G. l., Filipinas, 388J_


24 Testimonio del Informe y Proyecto de Fortificación de M'anila, por el Ingenier�
Mi guel Antonio Gómcz. tA. G. I., Filipinas, 482).
25 Francisco de la Torre a Arriaga, en Manila, a 17-VU-1764. (A. G. l., Filipi­
'Sl.11, 482).
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 11'>

era que los recintos irregulares debían aproximarse cuanto fuere po­
sible a una figura regular. En el caso de Manila, el autor del Proyecto
consideró que el frente d� tierra podía asimilarse a un polígono de
doce lados, cuyo radio menor o apotema medía mil quinientos pie,:;.
geométricos.
Haciendo centro en la calle del Parián, la circunfer�nda trazada.
con dicho radio, y el polígono a ella circunscrito, habrían de cortar a
algunos edificios, como el convento de Santo Domingo, Colegio de
San Juan de I..etrán, convento de Agustinos Recoletos, y Colegio de
San José. Por ello, después de maduro examen, decidió alargar eI
radio ciento doce pies, con lo que quedaban dentro del recinto los cita•
dos monumentos y a l propio tiempo se aumentaba la extensión de la
plaza, pudiendo así ser construídas dentro de ella las casas que se
habían de demoler en los extramuros.
Se proyecta también la colocación de una puerta en el centro de
la cortina que hace frente a la calle del Parián; la de mayor tráfico d�
la ciudad, y otra enfrente de la calle Real, también en el centro de la
cortina correspondiente. Dicha puerta quedaría enfilada por algunos
fuegos del castillo de Santiago, circunstancia muy digna de tenerse­
en cuenta.
Con arreglo a este plan, la fortificación existente, cuyos materiales
habían de servir para la construcción de la nueva, quedaba próxima
a ésta con lo que se ahorrarían gastos de transporte, y además si la:
plaza fuese atacada durante la ejecución del proyecto, siempre quedaría
para su defensa la vieja fortificación, ya que ésfa iría desapareciendo
a medida que � construyese la otra.
Después de dar con todo detalle las proporciones que han de tener
los nuevos baluartes que serfan sei,s, dke d ingeniero que para el frentC'
del río bastarían unas plataformas circulares colocadas a ochocientos
pies geométricos de distancia entre sí, con lo que se conse guiría a'
mismo tiempo -distribuir mejor los fuegos, y que la corriente del río
enfilas-e por esta orilla con mayor facilidad manteniendo limpio e! .
terreno que quedaba en el ángulo formado entre la cortina y la plata•
forma. Considera que esta defensa sería suficiente ya que por la na­
turaleza del terreno no eran de temer invasiones procedentes, del curso
superior del río, pero se podrían hacer además baluartes planos en la
orilla.
116 Ivt.ª LOURDES DÍAZ•TRECHUELO SPÍNOLA

Según observaciones verificadas durante veinte años por don To­


más de Castro y Andrade, ingeniero antecesor de Gómez, el mar se
füa retirando lenta, pero continuamente -pie y medio por año- con lo
,que ya era posible realizar un desembarco, peligro apuntado como
vimos por don Pedro Manuel de -t\randía.
Migu el Antonio Gómez propone que la nueva fortificación se hag2.
a la orilla del mar, cosa realmente inexplicable,. puesto que sabía que
éste continuaba su retroceso, con lo que en un plazo no muy largü
volvería a existir el mismo inconveniente. La única razón que aduce
en favor de su proyecto es que así tendría la plaza mayor extensión
y regularidad, consiguiéndose un aumento de terreno en el que se po­
drían construir cuarteles, almacenes, parque de artillería, etc. Para
<lef ensa de este frente proyecta la construcción de baluartes planos1
-0 bien unos caballeros altos unidos entre sí por las correspondientes
cortinas.
En el frente de tierra considera indispensable que se hagan reve·
llines delante de las cortinas, e incluso levantar unas contraguardias
<lelante de lo.s ángulos flanqueados de los baluartes, que junto con los
revellines servirían de fuerte defensa a las fortificaciones interiores.
Según parece esta idea la tomó Miguel Antonio Gómez de la plaza
de Madrás en la que ya sabemos que estuvo algún tiempo, esperandv
barco para venir a España.
En los baluartes señalados en el plano con la letra D (fig. 26)
fodica la conveniencia de hacer caballeros altós, pa"ra descubrir desde
lejos las avenidas que conducen a ,la plaza, y en sus terraplenes deberán
hacerse algunos subterráneos a prueba de bomba, para que en tiempo
de s,itio se refugien en ellos no sólo los heridos y enfermos, sino que
puedan también guardarse los pertrechos de boca y guerra.
También forma parte del Proyecto la reconstrucción del. castilk.
de Santiago, de que se tratará más adelante.
Se incluye asimismo un estudio de los materiales, de construcción
del país, señalando la existencia de dos clases de piedra; una dura y
otra blanda, que expuesta a la intemperie se ablandaba aún más, des­
moronándose fácilmente.
Gómez considera que la piedra dura debe emplearse para los fun­
damentos d e la fortificación, construyendo de este material hasta el
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 117

nivel de la pleamar, y continuando luego de ladrillo las cortinas Y


baluartes.
En caso -qe ejecutarse este proyecto, la nueva fortificaciÓf\ que­
daría en el lugar ocupado por el foso de la antigua, lo que ahorraría
notablemente lo!¡ trabajos de excavación de cimientos, pero al propio
tiempo se disminuía la cantidad de tierra extraída por lo que considera.
conveniente no terraplenar las cortinas, sino hacerles por la parte inte·
rior una bóveda de ladrillo a prueba de bomba, sistema que también
copia de la plaza de Madrás y que ofrece la ventaja de tener así, a lo
largo de las murallas unas grandes habitaciones que podrían usars�
como almacenes y alojamientos de tropa.
Termina Gómez la exposición de su proyecto marifes,tanclo que
por la naturaleza pantanosa del terreno, sería neces_ario hacer costoso&
desagües, y en muchos lugares habría que asentar los cimientos sobre
obra de pilotaje. Pero no da detalles sobre este punto porque no tuvo
tiempo de hacer los necesarios sondeos y calas,, y también se excusi
de no acompañar al proyecto el cálculo de la duración de la obra, asi
como el cómputo de materiales necesarios.
Fundándose en la urgencia de fortificar la ciudad y en la larga
dis,tancia que la separa de la Corte, hadendo lentas las comunicaciones,
estima que al ingeniero encargado de dirigir la ejecución del proyecto
se le deben conceder amplias facultades para que sin esperar autoriza­
ción en cada caso, pueda hacer lo que crea conveniente e incluso intro­
ducir al gu na modificación en el proyecto aprobado.
De la exposición que antecede, hecha por el propio autor del plan,
se deduce que las ideas centrales que presidie]'on su elaboración fueron
éstas:
1.ª-Ampliación del recinto de la plaza, procurando regularizar
su figura.
2.ª Constr1:1cción de obras ,exteriores en el frente de tierra, para
aumentar su defensa.
En España, el proyecto pasó a estudio de l Director General del
Cuerpo de Ingenieros militares, don Juan Martín Cermeño, que redactó
el plan definitivo, aprobado por el Rey en 18 de noviembre de 1766. 26
Dicho proyecto se expresa gráficamente en un plano que nos permite

26 Don José Raón a Arriaga, en Manila, a 15-VIl-1767. Acusa recibo del Proyecto
aprobado con la fecha indicada. (A. G. I., Filipinas, 923).
118 . M.ª LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

estudiarlo en detalle para ver las modificaciones que introduce en el


propuesto por Miguel Antonio Gómez.
Del examen comparativo d� ambos (figs. 26 y 27) a1 se deduce que
lo fundamental del proyecto de Gómez fue rechazado, o 1sea la modifica­
ción de la figura de la plaza, y aumento del número de baluartes, pues
en el plano de Martín Cermeño, se ve claramente que wnservan et
mismo lugar y figura que tenían los de San Diego, San Andrés y Dih ")
(núms. 1, 3 y 4) en los que habían de formarse parapetos de siete varas
de grueso, y colocar tres cañones en cada uno de sus flancos y dos o tres
en cada cara. 128 Sólo se modifica el de San Gabriel (núrri. 6) que
habría de extenderse para que en �u flanco derecho se pudiesen montar
tres cañones, dejando el antigu o baluarte como caballero o cortadura.
Las puertas Real y de el Parián, enfiladas con las calles de los
mismos nombres en el proyecto de Gómez, se trasfadan al centro de
sus respectivas cortinas en el de Martín Cermeño, y como las muralla s
que unían entre s,í los baluartes. era n demasiado largas --defecto ya
indicado por el ingeniero-, el Proyecto establece la construcción de
tres pequeños revellines, los de Bagumbayan, Dilao y el Parián, seña­
lados el en plano co n el núm. 79.
En el frente de la marina se proyecta la construcción de una luneta
delante del baluartillo de Santa Isabel (núm. 20). Dicha luneta (nú­
mero 87) llevaría en cada flanco tres o cuatro cañones. El baluartillo
de San Francisco (núm. 17) habría de cubrirse -oon un reducto, com­
pletándose la defensa de este frente con la media luna ya constrníd<t.
(número 24).
Martín Cermeño rechaza el plan de Gómez de llevar la fortifica­
ción hasta la orilla del mar, y eri cambio, previene la construcción de
un foso de agua (núm. 81) que circunvala totalmente la plaza, par·
tiendo del río, junto a la fuerza, para terminar de nuevo en él, ante
el baluarte de San Gabriel, y se establecen sendas compuertas en sus
extremos (núm. 82) para poder mantenerlo siempre lleno, incluso du-

27 El reproducido en la fig. 28 es el original de Martin Cermeño con su firma autó­


grafa. El de la fig. 217 es una copia del proyecto hecha en r de abril de r840 por Lui9
Angel Gárcía que lleva superpuesto al plano que representa el estado en que se hallaba
la Plaza, otro que expresa el nuevo plan de fortificación. De él nos servimos para el estudio
de dicho proyecto. (Este plano, a,,í como el anterior se conservan en la Biblioteca Central
Militar. Archivo de Planos, sigs. M-m-r2-43 y M-m-9-29, i:espectivamente).
,28 Explicación que figura al margen del plano ori�nal de Martín Cermeño que s�
menciona en la nota anterior.
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Fig. 26 bis.-Dos p!�rtod de Manila, por Miguel Antonio Gómez. Archivo de Simancas.
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-·-
• ID Juan Martín Cermeño.
Fig. 27 bis.-flano del nuevo proyecto de fortificación de Manila, por d•
Original conservado en el Archivo de Simancas•
Fig. 28.-Plano que muestra el estado de las fortificaciones de Manila para la mejor comprensión
del nuevo proyecto. Original de Martín Cermeflo.
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Fig. 29.-Perfiles correspondientes ¿-- ·
al proyecto de Martín Cermeño. , \
Fig. 29 bie.-Ampliación del proyecto de Martín Cermeño. Archivo de Simancae.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 119

t"ante la bajamar. Esta es una de las más importantes modificadones


introducidas pQr �1 Director General <le Ingenieros.
Rodeando el foso, se señala en el plano un camino cubierto (nú•
-mero 3) con plazas de armas y explanada, al que debía darse la altura
indicada en el perfil correspondiente (fig. 29) para que cubriese bien
Ja muralla.
El Proyecto indica la convenienci,a de que desaparezcan la iglesia
y convento de San Juan de Bagumbayan, así como la parroquia de
Santiago y unas aisas de mampostería, señaladas con el núm. 63, para
,dejar totalmente limpio el terreno comprendido entre la plaza y la
·unea de puntos trazada �n el plano (núm. 86).
En cuanto al -barrio del Parián, aunque el ingeniero fo considera
perjudicial a la plaza, teniendo en cuenta los intereses de la ciudad
,que poseía allí gran cantidad de bienes de propios, cree que debe con•
-servarse, prohibiendo levantar en él nuevos edificios, y mandando que
-en caso de guerra se fortifique con carácter provisional la orilla del
iestero de Maloza has· ta enlazar con la iglesia de San Antón (núm. 55)
-y con la calzada que rodea la plaza. También se impedirá el crecimien•
to del arrabal de San Miguel (núm. 57) y se prohibirá se construyan
.casas por esta parte, hasta mil varas, al menos, de la muralla.
Considera el autor <lel Proyecto que si pudiesen aprovecharse lQs
-esteros y canales de riego de los arrozales para inundar con facilidad
-el terreno· inmediato a fa plaza, sería muy conv-eniente preparar las
,compuertas necesarias para hacerlo, y por último dice que debían
rebajarse la torre de la iglesia de Binondo y la Alcaicería de San Fer•
-nando, en caso de que ésta dominase a la fuerza de Santiago, en la que
también introduce modificaciones que estudiaremos en su lugar.

El cinturón de piedra
·Con f.echa r7 julio de 1764 escribe una carta� el gobernado:­
foterino Francisco de la Torre, y en ella pondera el mal e_Sl!:ado de fa
fortificación de Manila añadiendo que los numerosos y fuertes edifi­
•cios de piedra que se hallan próximos a sus murallas, perjudican nota·
blemente la defensa.

29 Francisco de la Torre a Arriaga en Manila, a 17-VIl-1764. (A. G. l., Fílipi-


21a9, 9.22).
120 M.ª LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

Buen ejemplo de ello -y bien recient e cuando esto escribía el


gobernador- fue lo ocurrido en el ataque de los ingleses, quienes un'.I.
vez realizé\do el desembarco, se hicieron fuertes en las iglesias, de
Santiago y Bagumbayan, y des,de allí batieron a placer el baluarte
San Diego y las mt¡rallas de la plaza.
Ambas iglesias fueron destruídas P.Or el enemigo, pero sus ruinas
seguían representando un peligro para la ciudad, además de que existían
otras a .tiro de cañón, como las de la Ermita y Malate, por la marina
y en el frente de tierra San Lázaro de Dilao, San Miguel, y la del Parián.
Al otro lado del río se encontraban la iglesia de Binondo, "de fuerte­
y desmesurado grandor", el hospital de San Gabriel a tiro cíe fusil de­
la plaza, la iglesia de Tondo y otras fábricas que "todas se aventajan
unas a otras en la fortaleza".
Afirma Francisco de la Torre que mientras exista es.te círculo,
de fuerzas extramurales, aunque la ciudad se haga desde los cimientos
estará siempre amenazada, y debe por tanto ordenarse la demolición
de todos los edificios de piedra que la rodean, haciéndolos de caña
y paja para que puedan destruirse rápidamente por el fuego en caso­
de ataque. No teniendo el enemigo dónde fortificarse será muy difícif
ponerle asedio, a causa de su ventajosa situación y naturaleza det
terreno.
Esta carta dio por resultado una Real Cédula fechada en San
Lorenzo a 24 de octubre de 1765 3° y dirigida al nuevo goberm1dor
don José Raon, en que se le manda informar sobre el asunto, oyendo
al ingeniero y al ex gobernador Francisco de la Torre. Ambos estu­
vieron de acuerdo. 3 1 en que las iglesias de San Antón, Dilao, Hospi­
tal de San Lázaro, Alcaicería del Parián con rsu iglesia, Hospital de·
San Gabriel, Alcaicería de San Fernando y otros muchos edificios
próximos a la plaza, se hallaban situados contra toda regla de forti­
ficación. Sin embargo no se muestran partidarios, de que sean demolidos
porque ni siquiera con esta medida quedaría la ciudad en buena defen­
sa ; a ello se oponen la debilidad de sus murallas, la amplitud del re­
cinto y su escas� guarnición, lo que unido a los considerables perjuicios
que para la Real Hacienda traería consigo dicha demolición, les movió
a recomendar que no se adoptara esta medida.

30 La copia de esta Real Cédula está en el legajo 9.2.2.


31 José Raon, en Manila, a .28-VI-1766. (A. G. I., Filipinag, 9.23).
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 121

Las obras provisionales


Mie:ntra-s era, estudiado y aprobado el nuevo plan, se hacía im­
prescindible reparar la vieja fortificaóón de la ciudad, ya que había
de transc urrir bastante tiempo � la tramitación del citado Proyecto, ·
Por e so, el 19 de febrero de 1765 3.21 comenzaron las obras provisionale�
y por una carta de Francisco de la Torre 33 conotemosi las medida.,
adoptadas de modo inmediato. En primer lugar hubo neces,idad de · \
fabricar las herramientas precisas para los trabajos, pues ni eso había
en Manila. No existían tampoco fondos en lru¡i cajas reales, y para
tener operarios sin gasto alguno, el gobernador condenó a los san•
gleyes a trabajos forzados como castigo por !¡,u traición durante la
guerra.
Quinientos hombres diarios llegaron a ocuparse por este sistem:\
en las fortificaciones, y para librarse de esta pena qfrecieron un dona­
tivo de doce mil pesos a Su Majestad y ocho mil de regalo al goberna­
dor que los ingresó también en las reales cajas.
De este modo, a partir de la fecha citada -19 de febrero de
1765- y hasta el mes de julip de dicho año en que tomó posesión del
gobierno don José Raon, se ejecutaron una serie de obras, comenzan­
do · por la excavación de un nuevo foso revestido de mampostería, a
través del cual se dio entrada a las aguaJs en los antiguos, que se halla•
han casi cegados, por carecer de desagi.its para los limos y escorias•
que recibían de la ciudad.
Dicho foso quedaba rodeado de un camino cubierto que seguía
exactamente los entrantes y salientes de su figura y cuyo parapeto
h echo de tepes de tierra, tenía ocho pies de alto y doce de espesor con
su correspondiente glacis para el que se utilizó la tierra obtenida de
la excavación del foso.
En el frente de la marina se comenzó la construcción de un homa­
veque -según plano delineado por Miguel Antonio Gómez- situado
frente al Real Palado y delante de la pequeña puerta del Postigo.
(Ver fig. 35, núm. 26). Había en esta parte una elevación del terreno,

3.:1 Miguel Antonio G6mez a Arriaga, en Manila, a 24-VIl-1766. (A. G. l. Filipi­


na!, 918).
33 Francisco de la Torre a Arriaga, en Manila, a 28-VI•1765. (A. G. l., Fili¡pi-
nas, 388).
122 M.ª LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

que estorbab a el juego de la ,artillería facilitan<l,o un desembarco ene­


migo, pues dej aba a cubierto de loS: fuegos de la plaza un sector de la
· playa. Por t al motivo se d�idió construir el hornaveqúe, pues de no
hacerse éste sería necesar io n i velar el terreno, obra mucho más costosa.
Con dkha fort ificación tendría la plaza nueva defensa, cuyos fuegoi
rectos y oblicuos impedirían que ningún buque de guerra pudiera
cañonearla, y protegería asimismo la entrada del río.
T ambién quedab a empezada la excavación ºdel foso del fl anco iz­
quierdo de la obra exterior o tenaza, que cubría la puerta del Par ián,
que se encontraba sin termin ar cuando los ingleses at acaron a M aJ?-ila.
Tales fueron las obras efectuadas hasta el momento en que Francisco
de la Torre entregó el mando á don José Raon.
V
ARQUITECTURA MILITAR: LA REALIZACION DEL PROYECTO

"Los autores de Fortificación han


establecido por máxima genenl que
1M plazas deben estar fortificadas
igualment e por todas partes, por­
que si hubiese alguna sin la defensa
correspondiente, se serviría de ella
el enemigo para facilitar la rendi­
ción, sin que le estorbase la ven•
taj osa construcción de los demás
frentes".
Del Proyecto de Gregario Cla•
vero, Manila, r2 de mayo de r793.
Durante el primer año del gobierno d� don José Raon se conti­
nuaron las obras provisionales comenzadas, en espera de que llegase a
Man ila con la aprobación real, el proyecto de Gómez o el que hubiera
<le realizar.se. Dichas obras se reducen a reparos de escasa importancia,
quedando terminada la restauración del baluarte San Diego o de la
Fundición.
Al fin, en 15 de julio de 1767 Raón da cuenta de haber recibido
los planos del nuevo proyectq aprobado con fecha 18 de noviembre
<le 1766 y de haberlo entregado a los ingenieros Miguel Antonio
Gómez y Feliciano Márquez, con las instrucciones correspondientes. 1
Este último· fue des,ignado por el gobernador para, dirigir la eje•
cución del Proyecto, en 11 de septiembre de 1767 y pocos días más
tarde �l 30 de dicho mes� escribe una carta acompañada de una
¿'Relación del actual estado en que ,se halla la Plaza de Manila y de
las circunstancias essenciales a ella anexas",:;, con un plano de la ciu­
.dad y sus contornos. 3 (Fig. 35).
La detallada descripción que hace Márquez manifiesta que la for­
tificación de Manila en esta fecha continuaba casi en el mismo estado
en que la dejara Manrique de Lara, y señala las que él llama "capitale3
defectos de este Presidio en su1¡ deferrsas", entre los que menciona la
desigualdad de las casamatas del baluarte San Gabriel, y la "irregular

1 José Ra6n; en Manila, a 1s�VII-1767. (A. G. I., Filipinas, 923) .


.:1 Feliciano Márquez, en Manila, a 30-IX-1767. A esta carta acompaña la relación
citada. (A. G. l., Filipinas, 918).
3 "Plano del actual estado de la Plaza de Manila y de sus contornos y arrabales"
Por el ingeniero don Feliciano Márquez. Manila, 30 de septiembre de 1767. (A. G. I., Fi­
lipinas, 486). Torres Lanzas: ob. c it., núm. 55. (Hay otro ejemplar en la B. C. M., signa­
-jura K-m-9-28).
126 M.• LOURDES DÍAZ-TRECBUELO SPÍNOLA

figura" del Castillo de Santiago. Dicha fuerza, por la parte que minr,
a la plaza, tenía un foso seco, una fa1'sabraga y dos medios baluartes
con su rortina; en el frente del río había qos, lienzos de muralla, una
plataforma circular y un pequeño flanco, y por la parte de la playa,
un flanco y un medio baJuarte con las cortinas correspondientes.
La parte más interesante de esta "Relación" es la referente a las
obras exteriores de la plaza. Comienza afirmando que desde la fuerza
a la Puerta Real había un fo�o de agua que medía treinta y dos varas
de ancho y dos y media de profundidad. Pero desde la Puerta Real
hasta San Gabriel continuaba "a manera de pantano bajo dÜefente:)
dimensiones". Esta fra&e parece indicar que por aquí se hallaba casi
cegado.
En el frente de la marina, y cubriendo la. puerta del Postigo,
estaba aún a medio hacer el hornaveque comenzado en tiempo de
Francisco de la Torre, obra que Márquez considera no sólo inútil,
sino incluso perjudicial.
Como defensa de la Puerta Real señala la existencia del revellín
que construyó Manrique de Lara; la Puerta del Parián quedaba des•
cubierta y enfilada, hallándose a su lado la tenaza ya estudiada, que
describe dioeiendo que "es una obra de travez con dos pequeños espol�
nes, capaz de veintiséis cañones·" ; su construcción es de dos ángulos
salientes y uno entrante. "Es,ta obra, --<lirá má!s adelante Márqucz­
anuncia su inutilidad con su figura", y resume su opinión con res­
pecto a las puertas de la ciudad afirmando que por estar descubiertas
y colocadas sin orden "impedirán en tiempo de sitio las salidas".
La enumeración de los defectos de la plaza termina diciendo que
•sus cortinas son demasiado largas, de modo que de un baluarte a otro
no alcanza el tiro de fusil (circunstancia ya señalada también por Man­
rique de Lara� pues "está concebido el sistema de esta Fortificación
bajo del tiro del cañón".
Terraplenes desiguales y débiles, para�tos sin la altura y espesor
convenientes y baluartes cuarteadQS, con explanadas abiertas y hendi•·
das; tal es el cuadro desolador que pinta el ingeniero, añadiendo que
el frente del río necesita ser reedificado, pues está casi indefenso, y la
Real Fuerza amenaza ruina, de modo especial el baluarte de su izquier�
da, siendo absolutamente necesaria la reconstrucción total de dich?
Castillo.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 127

Con razón, Feliciano Márquez manifiesta su extrañeza de que n()


5-e abriera foso a la plaza .desde �1 principio, hallándose siempre rodea­
da de moros y chinos. Por no haberlo hecho así, hubo que construir
antes de comenzar su excavación, una fuerte estacada, a dos varas de!
pie de la muralla, para contener el terreno en que estaban fundados­
los cimientos de ésta. A su juicio, el foso que hizo el gobernador
Arandía era demasiado estrecho y con facilidad podían tenderse sobre
él puentes de madera, cañas o pal� que tanto abundan en el país.

Otra vez los extramuros


En la carta que acompaña a su "Relación" 4 afirma Márquez que
"la presente colocación de los Arrabales en el Plano expresado, tiene
como en Doméstico asedio a esta Plaza. Este que aora es accidente
de poca cons.equencia pasará a ser causa,. substancial de su ruina sí
apoderado el Enemigo de estas moles de mampostería dirige sus ata­
ques y bate sus murallas".
A juicio del ingeniero, dichos monumentos son el mayor peligro
para la ciudad como se demostró en la guerra contra los ingleses y
entre los edificios que la perjudican menc:ona "el Polvorista", urr
fuerte triangular situado a tres mil tres.cientas cuarenta y cuatro vara;
de Manila. Habla luego de las tantas •.•�r-5 mencionada1s iglesias de
Malate y la Ermita, construídas de mampostería, y <;lice que estas tres
fábricas -Polvorista e iglesias-- sirvieron de alojamiento a los ingleses.
También podían ser nocivas a la ciudad las ruinas de los templos
de Santiago y San Juan de Bagumbayan, que aún no se habían quitado�
Los baluartes de San Lorenzo y San Andrés quedaban dominados por
el convento de Dilao y el hospital de San Lázaro, dos fuertes edificios­
de cantería, situados a sólo cuatrocientas 'Setenta y cinco varas de la
muralla, y el puente de mampostería construído sobre el estero de
Maloza, paralelo a la cara del baluarte San Andrés, enfilaba el revellín,.
camino cubierto y baluarte de la Fundición.
Otras iglesias próximas eran la de San Migu el y la parroquia del'
Parián o convento de San Clemente, construído de ladrillos, con una:
gran torre, paralela al frente de la plaza. En el Parián había también.

4 Vid. nota núm. 2.


128 M.• LOURDES DÍAZ·TRECHUELO SPÍNOLA

casa:s de piedra, habitadas por chinos, y este arrabal impedía ademá�,


que desde la ciudad pudiera quedar defendido el primer recodo del
Pásig.
Más adelantes el mismo ingeniero indicará la conveniencia de
demoler dicho an•abal, o al menos no permitir su aumento. Como me­
dida provisional intentó fortificar la orilla del estero de Maloza, hasta
unirlo con la iglesia de San Antón y con la calzada que rodea la plaza.
Pero no pudo realizar este proyecto por carecer de fondos la Real
Hacienda, y negarse a contribuir a dio los propietarios de casas en
el Parián, a quienes se pidió costearan las obras, por iser parte inte­
resada.
Un gran puente de madera sobre pila:s.tras de mampostería enla­
zaba las dos orillas del río, y a su entrada, por la parte del Parián,
había un fuerte octogonal, armado con dos cañones por lado y cons•
truído sobre una bóveda que servb. de paso al puente. Lo guarnecían
y cerraban una tapia y dos rastrillos (Fig. 36).
A la orilla derecha del río se extendía el gran arrabal de Santa
Cruz, en cuyos extremos � hallaban el Colegio de este nombre, y la
Alcaicería de San Fernando, que perjudicaba al castillo y a una p¡.r:te
.de la ciudad.
En esta orilla, desta:ca también Feliciano Márquez, como ya lo
hizo Francisco de ,la Torre, la grandiosa iglesia de Binondo, cuya torre
octogonal de seis cuerpos dominaba lais obras interiores y exteriores
<le la fortificación de Manila.
Otras fábricas de mampostería que en la invasión de los ingleses
acarrearon funestas consecuenciais, eran el convento de Tondo, las
iglesias de Quiapo y San Sebastián y ,la casa llamada de Mayialique.
Unos ocho mes.es después de comenzadas la obras del nuevo pro­
yecto, Feliciano Márquez., entonces encargado de su dirección, escribe
,a Arriaga ·6 exponiendo que no � había decidido a construir los para•
petos "a prueba" �n la;s caras, orejones y flancos de los ba1uartec;,
-prescritos por dicho proyecto, a causa del deplorable estado en que se
hallaban y que le hacía temer que no resistirían �1 -peso de los merlones,

s F�iciano Márquez, rn Manila, a 2-VI-1768. (A. G. l., Filipinas, 918).


6 Feliciano Márquez a Arriaga, en Manila, a 20-V-1768. (A. G. l., Filipinas, 918).
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t-'ig. 30.-PÍano de la puerta
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del Parián, por. Miguel
Antonio Gómez. 1767. -en--- .....,.._,-- �.:. "->1
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© Fig. 31.-Fnchnda exterior de


la misma Puerta.

Fig. 32.-Alzndo de la Puerta

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del Parián, vista desde el
interior de la Plaza.
Fig. 33.-La vieja muralla de Manila, que hasta 19�5 delimitó el recinto de intramuros.
.l. Fig. 34,-Un án¡ulo de la muralla con su garita.

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Fig. 36.-Plano del fortín construído en 1755 para defender la entrada al puente principal
sobre el río Pási@',
Fig. 37.-0bras ejecutadas desde septiembre de 1767 a ,iunio d� 1768, en el sector correspondiente
a la Puerta del Parián y revellín que la cubre. Por Feliciano Márquez.
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Fige. 38 y 39.-Perfiles correspondientes al plan;, anterior.


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Fig. 40.-Plano del sector correspondiente a la Puerta del Parián y Baluarte de Dilao, que
expresa su estado en mayo d'e 1769.' Por don Féliciano Márquez.
/J.5ít qut /JMª por !.a J;,u,a C. D.

Figs. 41 y 42.-Perfiles correspondientes al plano anterior.
, ,1,t,
l ' !.i
Y!:,a/ua

r.,••, » .a

"'""' ,,,. ,' ...,_,.

Fig. 43.-Angulo correSij,ODdiente a los frentes de tierra y de la marina, que expresa el estado
de las obras en I.0 de julio de 1770. Por dionisio O'Kelly.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 129

por lo que sería dinero perdido el que se gastara en esta obra. Con
tal motivo descri� -su ·situación diciendo que carecían de contrafuertes,
y el terraplén de su trasdós era de arena movediza, que sólo se mantenía
en pie gracias a la gran anchura de su base, que �ra ca-si la mitad de
1a altura. A esto añade que también se iban arruinando las caras de
los baluartes, por todo lo cual era necesario reconstruidos desde 103
�imientos. Estas razones le movieron a no seguir lo e-stablecido en el
proyecto, pues pensó que en caso de urgencia podrían hacerse con
xapidez unos parapetos arovisionales de fajina.
Las obras reaJizadas desde •septiembre de 1767 a fines de junio
,del siguiente año., se reflejan �n un plano enviado por Márquez (figu•
-ra 37), que representa el sector de la plaza comprendido entre los
baluartes de San Gabriel (A) y Dilao (e). La ejecución del nuevo
proyecto de fortificación de Manila se comenzó por el revellín que
cubría la puerta del Parián, lo que fué duramente censurado por
O'Kelly, como se verá. Un año después. en mayo de 1769, don Feli­
ciano Márquez remite otro plano del mismo -sector (Fig. 40) que
-permite ver los progresos realizados.

Las obras de Manila bajo la dirección de O'Kelly


El día 20 de julio de 176<), el capitán Dionisio O'Kelly, recren
llegado a Filipinas, tomaba posesión del cargo de ingeniero director de
1as obras de fortificación de Manila, y diez días más tarde remite a
España su primer informe, 7 que comienza afirmando que encont!'Ó
-suspendidas las obras desde el mes de marzo por falta de fondos; sók,
se dedicaban a ellas la cantidad de quinientos pesos mensuales con los
(]Ue apenas podían continuarse algunos trabajos.
Muy expresivas son las palabras con que 0'Kelly manifiesta su
-primera impresión sobre la plaza; describe a la capital "oprimida de
la peligrosa contigüidad de arrabales, cercas man;iposteadas, e ygl�ias
<JUe parecen fortalezas, destituída de defensas exteriores, de flanco;;
,en buen estado de servicfo, la mayor parte del recinto no llega a quince
pies la altura,_ los muros desamparados de parapetos, de plataformas
:adequadas al prompto servicio dei Cañón; supuesto que hu viese uno

7 O'Kelly a Arriaga, en M'anila, a 30-VIl-1769. (A. G. l., Filipinas, 92-4).

(9)
130 M.º LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

solo bien montado ... ", y sigue hablando de la escasez de artillería,.


pertrechos de guerra y guarnición.
Coincide con su antecesor en afirmar que si no se fortifica o des­
truye el Parián y la,s demás casas e iglesias, que en los extramuros.
son padrastros de la· plaza, será inútil cuanto se haga para su defensa.
En su informe, O'Kelly critica con acritud la gestión de Feliciarnr
Márquez como director de las obrais, lo que motivó que éste se retirase
del servicio, pretextando enfermedades que, aunque ciertamente pa­
decía, no le impidieron hasta entonces desempeñar su empleo, lleva.ndo
él solo la dirección de los trabajos. El nuevo ingeniero se lamenta de
que la ejecución del proyecto se hubiese comenzado por el revellín que
había de cubrir la puerta del Parián, ya que en esta exi•stía la antigu:t.
tenaza que conocemos y que, a su juicio, era "mui capaz de defensa".
Por ello estima que se debió empezar por levantar el revellín proyectado
para cubrir la cortina en f;l sector comprendido entre los baluartes de
San Diego y San Andrés y al mi•smo tiempo aprovechar los momento.,.
oportunos, según las mareas, para terminar las compuertas que habían ·
de cerrar el foso. Hechas éstas se conseguiría mantener casi lleno de
agua el foso provisional cons.truído después de la guerra, además d("
permitir que los trabajos que en lo sucesivo se habían de ejecutar no·
quedasen sujetos a las alternativas propias de las obras por mareas.
Se propone llevar a cabo tan importante labor, una vez terminada la
estación de ,las lluvia:s, pues las frecuentes avenidas que en ella se pro­
ducen no aconsejaban acometerla por .el momento.
Termina el informe de O'Kelly con una nota optimista; la eco­
nOITIÍa con que según él podría llevarse a cabo la obra, cuyo gasto sería
mucho menor que el que ocasionaría en España otra semejante. Esto
se debe al poco precio de la sillería y a que en Filipinas todo estaba
más barato que en Europa.
Refiriéndose al. proyecto, dice qu� en su opinión "reune todo lo
que pudiera aprovecparse del antiguo recinto con el menor dispendio
posible", y una vez terminado quedará bien· defendida .la ciudad. E:;.
claro que para valorar este juicio hay que tenér en cuenta que O'Kelly
sabe que este informe será leído por el propio autor del proyecto, dot,
Juan Martín Cermeño, a royo estudio pasó, efectivamente, el 12 de­
agosto de r 770.
El día 25 del mismo mes, el director general del Cuerpo envb st!
-
.. ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 131

dictamen a Arriaga, 8 mostrándose de acuerdo con el ingeniero en


cuanto a dejar en suspenso la construcción del revellín de la puerta de!
Par.ián, para edificar primero el comprendido entre los baluartes de
San Diego y San Andrés y su cam;ino cubierto, por ser éste el frente
de la plaza que ofrecía menor defensa.
Una segunda carta de O'Kelly9 escrita en 1.0 de enero de 1770.
cuando llevaba ya cuatro meses al frente de las obras. --empezó a diri­
girlas el 1.0 de agO'Sto de 1769-, hace notar que se había prestado
poca atención "a la oonfigura,ción y dimensiones del todo y de las
partes de las obras que prescribe el mismo proyecto". Su primer cuidad,
fue reducir a las medidas señaladas en el mismo, el espesor de la con•
traescarpa y estribos opuestos al ángulo flanqueado del baluarte de
Dilao, en lo que �mpleó los pocos operarios que había, de�de su toma
de posesión hasta el mes de septiembre. En esta fecha empezó a abrir
un tramo de cimientos en cuya excavación encontró fango suelto, por
lo que se vió obligado a establecer un grillaje de palmas bravas, soste­
nido por una línea de cstaca1s; este sistema era el general en el país y
el único posible dada la naturalza del suelo.

El proyecto de defensa provisional


Comenzada ya, como se ha vi•sto,, la ejecución del nuevo proyecto,
la lentitud de la marcha de las obras y la imposibilidad de imprimirles
un ritmo más acelerado por falta de medios económicos, movió al
gobernador a pensar en la conveniencia de llevar a cabo un plan de
defensa provisional que pudiese quedar terminado en ·breve plazor
cuyas obras fuesen aprovechables en el proyecto definitivo, o al nienos
. favorecieran su realización. A dicho efecto, en 5 de octubre de I 769
ordenó al ingeniero que formase el proyecto correspondiente.
En el plan presentado, comienza O'Kelly por afirmar que consi­
dera in9ispensable disponer las baterías y plataformas de todo el re­
cinto para recibir la mayor cantidad posible de artillería y desemba­
razar la campaña de edificios y montones de ruinas, especialmente tl
frente de Bagumbayan.

8 Informes del Director General <le Ingenieros, don Juan Martín Cermeño, de 25 de
agosto de 1770 Y de 8 de septiembre del mismo afio, sobre la carta de O'Kelly citada en la
nota núm. 7. {A. G. l., Filipinas, 924).
9 O'Kelly a Arriaga, en Manila, a 1-I-1770. (A. G. l., Filipinas, 924).
1.3.2 M.ª I.OURDES DÍAZ·TRECHUELO SPÍNOLA

Propone también fa formación de un malecó n y compuerta pro•


visiona! junto al baluarte San Gabriel, para inundar el fo so y mante­
nerlo lleno en la bajamar, obra qu,.! ha�ía más breve y segura la eje·
.cución de la definitiva.
Cree urgente acometer la excavación del foso deJ frente de Ba­
_gumbayan y la construcción de los cimientos del revellín y contra­
escarpa proyectados, haciendo ptovisionalmente de tepes el revesti­
miento del terraplén. Con <:ticha obra quedaría reforzada la defensa
<le este frente y aprovechando algunos montqnes de. tierra existentes,
y la extraída del foso, se podría hacer rápidamente su glacis con un
buen parapeto de camino cubierto, también revestido de tepes.
En segundo término, estima que conviene fortificar el frente de
la marina antes que los de Dila.o y el Parián, pues en éstos la naturaleza
pantanosa del terreno haría fácíl la defensa, mientras que aquél carecía.
<le foso y d e toda obra exterior. Ta�poco tenía terraplenes, por lo que
.sus defensores "sólo podrían desfilar uno a uno para acudir a la cas:
:impracticable defensa de un muro de quince pies de altura" y su,;
baluartillos eran incapaces de contener el número proporcionado de
soldados.
Por todo ello propone se comience la excavación del foso, utili•
zando parte de la tierra eKtraída en formar el terraplén de la muralla,
y el resto en hacer el glacis que prescribe el proyecto aprobado. El para­
peto del camino cubierto podría, con carácter provisional, revestirse
de los excelentes tepes que resultarían de la superficie húmeda del
foso,
-E'Ste plan fue aprobado por el gobernador, y el r 3 de oc\ubre
comenzó su ejecución, empezando la excavación del foso al par que
se iba haciendo el malecón y la compuerta provisional, junto_ al baluarte
San Gabriel.
Al da var las primeras estacas, vio el ingeniero, con la alarma
consiguiente, que se hundían con gran facilidad, lo que demostraba la
naturaleza fangosa del terreno, que hacía temer grandes dificultades
en la fijación d e los fundamentos de la obra.
El 20 de noviembre quedaba terminada la construcción del malecón
hecho "de buena tierra bien pisonada" guarneciendo el espacio com­
prendido entre las estacas con raíces y brozas marítimas.
Simult.áneamente se iba limpiando la campaña, de modo que a
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS ¡3.;

mediados de diciembre estaba ya de acuerdo con lo prescrito en e,!


proyecto, para lo que fue necesario de5montar enormes moles de ruina"­
. cuyos materiales se utilizaron en elevar el glacis correspondiente ar
baluarte San Andrés.
Quedaba también excavado todo el foso del frente dé Bagumbayan
y buena parte del de la marina, haciendo en este último con la tierra.
extraída, un camino cubierto con �u parapeto d e buenos tepes. de seis
pies de altura, y el glacis correspondiente.
Toda la muralla que mira al mar, desde el flanco del baluarte­
San Diego hasta el baluarte de Santa Isabel, quedó guarnecido de ur�
terraplén de ocho varas de ancho en su parte superior; al dar cuenta
de la ejecución de e.sta obra, hace notar O'Kelly que la distancia entre
ambas fortificaciones difería en cien varas de la expresada en el Pro..:
yecto.
En el frente de Bagumbayan fue necesario clavar estacas par?.
sostener el paramento exterior de los cimientos del revellín nuevo, y lo
mismo habría que hacer en toda la contraescarpa, por requerirlo la
naturaleza del suelo.
Otro importante defecto de la fortificación de Manila era la escas:t
profundidad de los cimientos, pues exceptuando el baluarte San Gabriel,
único que los tenía bien fundados, los demás eran superficiales, espe­
cialmente en el frente de la marina, cuya base se hallaba por encima del
nivel de la pleamar, debiendo' ser inferior al de la marea baja. Por
ello, el ingeniero creyó conveniente dejar una faja de tierra d e ocho
varas de ancho al pie del muro, con objeto de que las aguas del foso
no le tocasen.
Contrastando con su escasa profundidad, los cimientos de las últi­
mas o6ras ejecutadas tenían gran espesor, y cuando O'Kelly indagá
la causa de esta anomaHa, se le dijo que se habían hecho así con objeto
de que resistieran mejor a los terremotos. Pero la verdadera razón .fue
que por estar fundados sobre arena muy floja se trató de dar a la obra
mayor firmeza aumentando la anchura de. la base de los muros y dis­
minuyendo progresivamente su peso en el trasdós mediante una gran
1

inclinación que llegó a ser de un cuarto y hasta de un tercio de su


altura, con gran irregularidad, pues no había cuarenta vara,s de muralla
que tuviese el mismo declive, cosa explicable porque los maestros que
1,34 M.ª LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

en ellas trabajaban desconocían el uso de las, plantillas adecuadas y les


daban a ojo la inclinación que creían conveniente.
Tampoco sabían trabajar allí con piedra quebrada, porque en Fili­
pinas todo muro o pared s� hacía de cantería en bruto o labrada, cosa
que explicaban, de un lado, el bajo coste de la sillería, . y de otro, la
1

carestía de la cal.
Comq ya vimos, d asunto pasó a informe del director general
del Cuerpo de Ingenieros, don Juan Martín Cenneño, quien dictamino
que debía ordenarse al gobernador y al director de 1� obras que por
ningún motivo variasen las dimensiones prescritas en el proyecto apro­
bado. Sobre esto mismo vuelve a insistir el 8 de septiembre de 1770,
cuando recibió la carta de O'Kelly de I.º de enero del mismo año, en
que daba cuenta de lo ejecutado en los frentes del Parián y Dilao. Al
examinar esta carta pudo apreciar Martín Cermeño que el revellín del
Parián y la contraescarpa que lo cubría no estaban hechos de acuerd0
con el proyecto, así como los demás defectos ya indicados, entre ellos
el enorme grueso dado a fos cimientos y la gran inclinación del muro.
Por todo ello cree -que debe reiterarse la orden circular a todos los
ingenieros que trabajan en Arnérica, de que no se aparten de los pro�
yectos aprobados.
Por otro informe de Martín Cermeño 10 sabemos que los planos
y perfiles que no pudo remitir O'Kelly con su carta de r. 0 de enero,
1

se enviaron con otra del .gobernador, fechada a 12 del mismo mes y


año. Al informar sobre ellos dice el Director General que se advierter.
los defectos antes indicados, por lo que se atiene en todo a lo que ya
había manifestado con anterioridad.
� acuerdo con· esto, en 15 de octubre de 1770 se expidió Real
Cédula dirigida a don Simón de Anda y Salazar, acusando recibo <lel
plano y advirtiéndole que procure se remedien en lo posible los defecto3
que en él se notan, no permitiendq �n adelante que las obras se aparten
de lo establecido en el proyecto.

El año 1770: proyectos y realidades


En la � citada carta de 1. 0 d� enet"Q de 1770, el ingeniero Dionisio
O'Kelly presenta el plan de obras que 'Se propone realizar durante e1

10 Dicho informe lleva fecha 39-IX-1770. (A. G. I., Filipinas, 9.24).


ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 135

año. Consiste en continuar la excavación del foso dtl frente de la


marina, aprovechando parte de la tierra extraída en formar anticipa•
,<la mente el terraplén del rev ellín proyectado en el centro d e este frente,
ha ciend o sus flancos capaces para dos cañon�. El r esto de fa tierra d el
foso, y la procedente d e allanar unos montones dispuestos en forma
.d e hornaveque, después de la última guerra, se podría emplear . en la
,construcción d el glacis y camino cubierto.
La luneta antigua, situ ada frente a la capital del baluartillo de
San José, s e ha llaba incap az de prestar servicio por care cer d e buenos
,cimientos y tener otros varios y grav es defectos. Por ello se propone
formar p rovisionalmente un p arapeto de tierra en el flanco de la misma
<¡ue servía de única d efensa al baluarte San Diego.
Proyecta también hac er durante el año el malecón y compuertas
de este frente y emprend er la construcción de los puentes d e comuP..ica­
ci6n; de éstos ,será necesario fundar sobre pilotaj e los cimientos de
los correspondientes a los frentes de Bagumbayan y del Parián.
La s relaciones remitidas periódicamente por el ingeni ero permiten
seguir paso a paiso los progresos de las obras, y así, por l a qu e envía
en 1.0 de julio, u acompaña da de un plano (Fig. 43), sabemos que
:-se estab a realizando lo proyectado en el frent e de la m�rina, habiéndose
construído. el camino cubierto, desde la puerta de Santa Lucía, dond e
terminaba la contraescarpa provisional hecha después de la guerra,
hasta el baluartillo d e San Juan; también se llevó a cabo la formación
del terraplén correspondiente a l revellín proy e ctado p ara este frente,
cuya puerta central, la de Santa Lucía, de scribe dici endo que ".se re duce
a un corte perpendicular de la muralla desde la parte superior del para­
peto h asta el piso de la calle ", sin que se parezca nada a lo que repre­
:Senta el plano, pues ni está cubierta por un tambor ni tiene puente de
comunicación, como allí aparece.
Aunqu� era u rgente hac erle el puente l evadizo, hubo de apl azar
1a obra por n o disponer de suficiente número de maestros. Sólo tenía
uno d e confianza y no quiso retira,rlo d e las obras en que estaba ocu·
-pado, por lo que decidió diferir ésta hasta que las lluvi as estacionale$
-obliga ran a paraliza� forzosamente las obra,s d e cimenta ción que s e ·
.estaban ejecutando. Entonces, aprovechando los cortos intervalos favo­
ra bles, s e propone acometer la construcción de la citada, puerta.
II O'Kelly a Arriaga, en Manila, a 1-VII-1770. (A. G. I., Filipinas, 925).
1..36 M.ª LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

Desde pritneros de febrero, el gobernador dejó reducida a la


mitad la consignación destinada a las obras, circunstancia que impidió
. que éstas continuaran avanzé!ndo con la misma rapidez, pues fue nece­
sario interrumpir el trabajo en el frente de la marina, prosiguiendo
sólo la obra del de Bagumbayan, en el que se continuó cimentando la
contr�escarpa, que estaba ya próxima a empalmar con la provisionat
construída después de la guerra.
También se cimentó el revellín proyectado para defender este sec­
tor, cuya primera piedra ,se colocó el día 5 de febrero. O'Kelly intro­
dujo una innovación en los materiales empleados para construir su
"pilotaje, pues una vez agotadas las es.tacas de palma brava que encontró.
preparadas, comenzó q utilizar otrais de palo mangle, más baratas y de
mayor duración, oonto pudo comprqbar reconociende un pilotaje colo­
cado hacía más de cuarenta años y que se hallaba ""tan fresco come>
el primer día". A fines de junio estaba ya muy adelantado el revellín�
quedando fundado sobre una línea de pilotaje más sólida y firme que:
la empleada para sostener la contraescarpa.

Plan de obras para 1771


En esta misma relación expone el ingeniero el plan que se propone­
realizar en 1771 dividiéndolo en dos partes; obrns a ejecutar durante
la estación lluviosa y obras que se harán durante la.seca. En la primera.
sólo pueden continuarse las obras ya cimentadas, y durante la se gunda·
piensa comenzar la contraescarpa que ha de ir desde el río hasta la
puerta de Santa Lucía, quedando así el castillo de Santiago separado­
dé la plaza por un foso de agua viva que, que mediante una compuerta.
se comunicará
.
con el Pásig. .
Proseguirán también las obras del frente de Bagumbayan, que con
esto!i meses de descanso estarán ya bien asentadas, "-cuya circunstancia_
--dice O'Kelly- se hace sumamente interesante en estos fundame11tos:
floxos".
Por último, se propone cimentar asimismo el revellín proyectado,
en el frente de Dilao.
Termina la relación dando cuenta de nuevas discrepancia'S encon­
tradas entre la realidad y el proyecto: por ejemplo, la cortina del frente­
de Bagumbayan ·excedía en sesenta y una varas a la longitud que según
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Fig. 44.-EI frente de la había, y parte del frente de tierra, en junio de 1771. Por Dionisio
O'Kelly.
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Fig. 45.-Perfiles correspondientes al plano anterior.
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Fig. 46.-Plan� levantado por O'Ke�y para expresar las diferencias que halló entre_ el recinto
que debía tener la Plaza, según el proyecto de fortificación aprobado, y el que
realmente tenía, 1771.
....---------------- -----------------
"Fig. 47.-Perfilee correepondientes al plano
anterior. Frentes de S. Gabriel, Dilao,
Bagumhayán y la marina.

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Fig. 48.-Perfiles correspondientes al plano>


anterior. Frente del río Páeig.

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Fig. 50.-Plano de los malecones proyectados
en el foso de la Plaza, por Dionisio O'Kelly,

Fig. 51.-El malecón ejecutado en el foso de la


Plaza de Manila. I.0 de julio de 1772/
Por Dionisio O'Kelly.

Fig. 52.-El revellín de Bagumbayán, en 15


de diciembre de 1771.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 137

el plano debía tener. El Plan aprobado prescribía que la gola del revellírr
correspondiente tuviese un tercio de la longitud de la cortina, y el ing<!6
niero, entendiendo que según el espíritu del proyecto debiera mantener­
se esta proporción de uno a tres, alargó la gola hasta <iarle un tercio
de la longitud real de la cortina.
También la altura del baluarte $an Diego y del terreno que por
esta parte rodea a la plaza, era mayor que la fijada en el plano apro"'."
bado, lo que impedía seguir fielmente el proyecto trazado para el glacis
correspondiente, cuyo plano y perfil hubo de modificar O'Kelly, com<l
indican las figuras 44 y 45.
Vio asimismo que la muralla había sido oonstruída con poca mez. ·
cla, a causa sin duda de la carestía de la cal, y sus junta,si descarnadas
producían ·grandes filtraciones. Por ello, en las obras ejecutadas bajo
s·u dirección, Dionisio O'Kelly tuvo buen cuidado de emplear la mezcla
necesaria, de excelente calidad, pues la cal del país, hecha de concha.
y ·unida con polvo de teja o ladrillo, adquiría en poco tiempo dureza
y tenacidad que superaba a la de la mejor piedra.
Un informe de don Juan Martín Cermeño 12 sobre dos carta:;
de O'Kelly y del gobernador, fechadas en 16 de julio de 1771, aprueba
P.lenamente todo lo ejecutado por el ingeniero en orden a la adaptación
de las obras proyectadas a la realidad existente, así como la demolición
del Colegio de San Felipe, beneficiosa para la defensa de la ciudad.

Los progresos efectuados en 1772


Por una relación de obras conocemos lo ejecutado desde 15 de
diciembre de 1771 (figs. 46, 47 y 48) hasta 1.0 de julio de 1772. 1 .s:
Prosiguieron las obras comenzadas en los frentes de la marina y Ba­
gu mbayan y en el primero quedaba ya la contraescarpa levantada
tres varas y media sobre la retreta, y a la misma altura se hallaban
lo!¡ seis pilaretes del puente de acceso a la puerta de Santa Lucía,.
así como el malecón construído en el foso junto a la fuerza de Santiago

14 Informe de don Jwm Martín Cermeño, en Barcelona, 17-VI-1772. (A. G. I., Fi­
lipinas, 925).
13 Relación de lo ejecutado en las obras del nuevo proyecto de fortificación de la
plaza de Manila desde 15 de diciembre de 1771 hasta I de julio de 1772. (A. G. I., Fih­
pinM, 918).
1.38 M. • LOURDES DÍAZ·TRECHUELO SPÍNOLA

y otr_os en diversos luga·res cuyo proyecto remitió el irigeniero en


junio de 1771 (figs. 49, 50 y 51).
El revellín del frente de Bagumbayan (figis. 52 y 53) tenía Y"
su parapeto, revestido de laclrillo por dentro y por fuera, y relleno de
tierra apisonada. El otro revellín que se hallaba en construcción, o
sea el del frente de Dilao (figs. 54 y SS), queáaba en esta fecha ele .
vado ha:sta el cordón, y se habían hecho de sillería los arcos destinados
a sostener el parapeto. En el frente del Parián (fig. 56) se prosiguió
la corrección de la. contraescarpa, que, como ya había manifestado
O'Kelly con anterioridad, estaba alineada de modo defectuoso. Una
parte de ella hubo de cimentarse ,�bre grillaje sostenido por pilotes,
.así como una porción de la escarpa y el malecón adyacente. En la carta
que acompaña a esta relación, 14 el ingeniero amplía su informe sobre
esta obra de cimientos dici�ndo que se hallaban la!S estacas "en di&p<r
sición de fundar sobre cada una el encuentro recto de los travesaños
y durmientes, ...haciendo quadrado dicho grillage, ligado con fuertes
pernos de madera, clavados en las ca.vezas de las estacas; y niveladas
con la mayor exactitud dichas cabezas, •se colocó alrededor de ellas.,
en la extensión de toda la ba¡¡e de los -cimientos, una capa espesa de
barro bien pisonado, en orden a impedir la irrupción del fango suelto
inferior. Sobre es.ta capa !Se rellenaron las· quadrículas con piedra me­
nuda y arena, toda aplicada a fuerte golpe de pisón, hasta el punto
cerciorado de no permitir la menor filtración. En consequencia de esta
maniobra se ,sentó la primera hilada, totalmente compuesta de tizones
.esquadrados en bruto, rellenando los huecos y junturas de polvo de b
misma piedra humedecido· con agua y aplicado a golpe de palanqueta,
hasta poner esta hilada igualmente a prueba de filtración, 'SObre la qual
se prosiguió la obra construyéndola de sillería, ... guarneciendo de zu­
laque las junturas exteriores y precaviendo el trasdós con una capa
<le barro".
El empleo de pernos de madera lo justifica diciendo que la expe­
riencia demuestra que los de hierro se pudren y corrompen la madera
en poco tiemp<>., por lo que temió qu� pudieran ocasionar daños a los
pilotes.

14 O'Kelly a Martín Cermcño, en Manila, a 1-VII-177.2. {A. G. I.,. Filipinas, 918).


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Fig. 53.-El revellín de Bogombayán, en 1.0 de julio de 1772•

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Fig. 54.-El revellín de.Dilao, én_ 15 de diciembre de 1771.


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Fig. 56.-Progresos de la obra del revellín del Parián desde diciembre de 1771 a julio de 1772.
Fig. 57.-El revellín del Parián, en
enero de 1773. l.os perfiles permiten
apreciar los progreso• realizado•.

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Fig. 58.-El revellín del frente


de Dilao en enero de l 773.

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Fig. 59.-Revellín del frente de


Bagumbayún, en enero de 1773.
Fig. 60.-Plano de la l,meta que según el
proyecto aprobado, debía construirse sobre
la capital del baluartillo de Santa Isabel,
en el fren!e de la marina.

lr.

Fig. 61.-Proyecto de
los reducto• que debían
c9nstruirse en el frente
de la marina. 1773.

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Fig. 62.-Plano que expresa el estado


de las obras de los mismos reductos,
en l.º de enero 1776.
1'tano V 11,@ � tmdt- u, qui lf halla d.� tÚ &r,,. ✓1�
"" � é /Ja/JiortJ/o dtJ":fmn<UD\m df""" d,úz·_,,,,_ .
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,1 ;, .,

Fig. 63.-E,tado de la obra de los parapetos del baluarte de S. Diego,


y camino cubierto de este sector, en 30 de noviembre de 1778.
Fig. 64.-EI reducto de Santiago, situado sobre el baluartillo
de San Francisco, del frente de la marina. 1778.
Y t.:l:1111.lUU \.UU&'-'& 11.V U<u ._,�._.., .,.,_.,.,.,., --
de San Francisco, del frente de la marina. 1778.
, I{
.e
Fig. 65.-0bras realizadas en el frente de Bagumbayán, basta el 30 de abril de 1779.
140 M.ª LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

frente. De no hacerse estas obras, sólo se habría conseguido con lo ya.


realizado, tener "un padra'stro general, tanto más favorable a la emr
presa del enemigo, quanto abraza casi todQ el recinto de esta capital".
La contestación del gobernador fue pedirle el plano de la plazá.
y sus contornos, hasta la distancia de un tiro de cañón. con expresión
detallada de sus ventajas y defectos, a lo que respondió el ingeniero
enviándole el correspondiente al proyecto original aprobado. Entonces
don Simón de Anda le ordt:nó levantar uno de lo que se había de­
ejecutar durante e:1 año, contestando O'Kelly qu e ningún proyecto
expresaba mejor que el aprobado las obras que propuso para realizar··
las durante el año, en su oficio de I I de 'Septiembre� a;sí como la situar
ción de la plaza.
Después de un silencio que se prolongó durante más de un mes, ef •
seis de noviembre, como ya se ha dicho, fue decretada por el gober·
nador la suspensión de los trabajos desde el día siguiente al de esta
1

orden, mandando que los materiales acopiados y herramientas, se gu ar­


dasen en lo& Reales Almacenes.
Dionisio O'Kelly se permitió exponer gue de isuspenderse las
obras se seguiría . el gran inconveniente de quedar abierta la ciudad
por la puerta de Santa Lucía, en la que se estaba trabajando, y cuya
única defensa era un tambor de empalizada hecho para que sirvierar
con carácter provisional hasta que finaliza!se la obra. El puente de l 2
marina quedaba a falta de maderamen, ya encargado al alcalde de la
provincia de Zambales, a quien habría que abonar los gastos, y cor,.
poco más podría quedar terminado.
Indica también que el revellín del Parián, casi acabado, quedaría
expuesto a arruinarse, lo que haría inútiles las gruesas sumas en éf
invertidas. Sigue O'Kelly por el mismo tenor, enumerando inconve r
nientes ecoil<�micos de la suspensión, · entre los que no sería el más­
pequeño que los maestros ya instruídos a fuerza de trabajo se dispersa­
ran dedicándose a otras actividades, pues no estarían disponibles cuando
de nueve fuesen necesarios. Termina afirmando que seis mil pesos-­
anuales bastarían para evitar la ruina de la fo1iificación hasta que se
pudieran reanudar los trabajos.
Nada respondió el gobernador, pero la interrupción de las obras­
no fue total, puesto que en la relación correspondiente a los meses de:
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 141

julio a octubre de 1775 18 se expresa lo trabajado en los reductos que


el proyecto establece sobre los baluartillos de San José y San Fran·
cisco (figs. 61 y 62). que estaban ya bastante adelantados, y por la
misma relación sabemos que se habían asegurado con estacas de man·
gle los cimientos de la luneta proyectada sobre la capital del baluartillo
Santa Isabel. También se había trabajado en la contraescarpa y camino
cubierto comprendidos entre el malecón de este frente y la puerta del
Postigo de Palacio.
Sin embargo, el ritmo de las obras se hizo muy lento, oomo lo
expresa la relación correspondiente a los meses de octubre de I 77 5 a
1 de agosto de 1776. 19 Esta circunstancia fue aprovechada por el in­
geniero para levantar un plano de los contornos de la dudad, en lo
que invirtió dos años porque el gobernador le negó la ayuda que
• solicitó, y hubo de hacer solo todo el trabajo.
Muerto don Simón de Anda y Salazar el año 1776, le sucede
interinamente el teniente de rey don Pedro Sarrio. En su corto gobier­
no prosiguen las obras de fortificación 20 trabajándose en los dos re•
.duetos del frente de la marina, ya elevados siete pies y cimentados su:::
respectivos cuerpos de guardia. El puente de la· puerta de Santa Lucía
quedaba terminado así como el revellín de Dilao. En el frente del Pa·
-rián quedaba cerrada la antigua puerta, cuyos postigos se .aprovecharqn
para la nueva, abierta tres años antes. La obra de pilotaje para cimen•
-tación de la luneta proyectada sobre el baluattillo Santa Isabel, seguía
:avanzando, así como la del revellín de Bagumbayan.
Aquí puede decirse que termina la actuación de O'Kelly como
.director de las obras de fortificación.

í'omás San:z al frente de las obras


.Las nueva� puertas de la ciudad
En 1778 llega a Filipinas el nu�vo gobernador don José de Basco
y Vargas y al mismo tiempo es relevado el Ingeniero Director de las
obras de fortificación, pues Dionisio O'Kielly había solicitado hacfa

18 Enviada con carta de Anda a Arriaga, en Manila, a 29-XIl-1775. (A. G. l., Fi­
JlpinM, 926).
19 Sirn6n de Anda, en Manila, a 3-VIII-17,6. (A. G. l., Filipinas, 9.26).
20 Sarrio a Gálvez, en M'anila, a .27-Vl-1777. Con relación de obras· ejecutadas desde
;1-l-1777 a 30-VI-1777. (A. G. l., Filipinas, 926).
142 M. ª LO URDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

tiempo licencia para volver a España. Designado para sustituirle Tomás


Sanz, éste se hallaba ya dirigiendo las obras en septiembre de 1778, .21
fecha en que informa al gobernador de la situación de la plaza, y pre­
senta un plan a realizar, en vista d e los temores de guerra caüsados por
las noticias recibidas del gobernador francés de Pondichery; éste, P.n
carta de 14 de julio del mismo año, había ·comunicado a Filipinas la
tensión existent e entre España e Inglaterra a causa del intento de Car­
los III de actuar como mediador entre Inglaterra y sus colonias de
América del Norte. La actitud de la Gran Bretaña obligó al Gobierno
tspañol a presentar un ultimátum (3 de abril de 1779) y por fin a
declarar la guerra. Sin duda el temor de un ataque británico ft:e
el acicate que estimuló el celo de Basco y Vargas, como él misma
afirma en una carta dirigida a Gálvez 122 acusando recioo 'de la Rea!
Orden de 18 d e mayo de 1779 en que se le comunica que se declararía
la guerra a la Gran Bretaña cuando la es<:uadra española se uniera a ];:r
francesa. &te aviso anticipado le hizo intensificar los preparativós
de defensa y la ejecución del proyecto, que una vez terminado conver­
tiría a Manila en "la Plaza más fuerte de Asia". según el citado
Gobernador.
El nuevo ingeniero dedicó sus primeros cuidados a la reparaciór..
de los baluartes de San Diego y San Andrés, los cuales. quedaron ter­
minados en el año 1779 (fig. 63), como consta en las relaciones .corres­
pondientes, .23 a-s.í como el reducto de Santiago cuyo plano y perfil
presentó Sanz (fig. 64).
En el primero de dichos baluartes fue necesario rehacer la cara:
que mira al frente de Bagumbayan, en la que como vimos, los ingleses
llegaron a abrir �na brecha, que taparon luego con arena y piedras.
sueltas, cubriéndola de tablillas de medio pie d e grueso, co n lo que eh
apariencia quedó bien fuerte. Pero pronto se vio que esta cara amena­
zaba ruina y hubo de ser revestida totalmente de sillería y mampostería.
La obra más importante acometida en este año fue la edifica-

21 Tomás Sanz a Basco y Vargás, en Manila, a 17-9-1778. {A. G. l., Filipinas, 687).
22 Basco y VaÍ-gas a Gálvez, en M'anila, a 10-V-1780. (A. G. l., Filipinas, 497).
23 "Relación de la,s obras executadas según el Proyecto . . . desde el 1 de may<>
próximo pasado hasta 30 de noviembre del presente año de 1779". (A. G. I., Filipinas, 494).
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 143

c1on de la nueva Puerta Real, cu yo plano remitió Tomás Sanz. 2'4


Dicha puerta que dó situada en el centro de la cortina que unía 105,
balu artes San Diego y San Andrés, y ·�u construcción se llevó a cabo­
con bastante rapidez, pues en la rela�ión d e obras que comprende las.
ejecutadas hasta el 30 de abril <le 1779. .2s se dice que quedaba abierto
en la cortina el hueco correspondiente, aplazándose su comienzo hasta
que terminara la estación de las aguas, y en 30 de abril d e 1781 estaba.
ya totalmente concluída.
Aunque la empezara Tomás Sanz, bu ena parte d e la ejecución de
esta puerta fue dirigida por Belestá, que como ya se ha dicho estuvo
al frente de las obras de Manila desde el 23 de febrero al 4 de noviem­
bre de 1780, al ser temporalmente separado de su cargo el Ingeniero
Director. En la relación de obras ejec utadas des:de I de diciembre de
1779 hasta 30 de abril de 178o, hay un párrafo dedicado a ésta que
dice así: aó "Puerta Real nueva y �us puentes de comunicación".
"El plano núm. 2ª7 (fig. 68), con sus perfiles y elevaciones, mani­
fiesta el esta do actual, y d isposición de esta obra, que se halla al
concluir.
La fachada de la portada se ha hecho de piedra oscura, traída de
las cante ras de Angono, situada en la Laguna de Bay.

El escudo de armas, e inscripciones, se han construído de mo1ave,


• madera capaz de resistir infinitos años, a las inclemencias rigurosas de
este clima, como se tiene experimentado en varios edificios antiguos.
Las ventanas de las• dos habitaciones, para la guardia, y el gef e, quedan
guarnecidas con dos rejas de hierro. Lo� puentes de comunicación para
la campaña, son de la expresada made ra, y se hallan concluídos, fal ·
tando únicamente colocar en su destino el puente levadizo y contra­
peso de la puerta del revellín... ".
El mismo Belestá hizo también un plano de la Puerta Real anti-

24 Torres Lanzas Ob. cit., núm. 107. Este plano ha sido publicado por don Diege>
Angulo lñiguez en su obra : Planos de monumentos arquitect6nicos de América 'JI Filipinar
existenteJ et1 el Archivo de Indias. Sevilla, 1939, lám. .267.
25 "Relación de lo executado en las Obras del Nuebo Proyecto de esta Plaza de-­
Manila, y edificios Militares desde r de diciembre ele! año próximo pasado, hasta 30 de
abril del presente de 1779, con expresión de �u costo". (A. G. l., Filipinas, 494).
26 Relación de obras ejecutadas por Belestá. (A. G. I., Filipinas, 496). Pub!. · por
Angulo lñiguez; ob. cit., en "Estudio", II, pág. 5.84.
27 Torre� Lanzas : Ob. cit., núm. 99.

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144 M.ª LOURDE S DÍAZ·TRECliUELO SPÍNOLA

gua (fig. 69) 28 cuya demolición comenzó tan pronto como la nueva
<iuedó en condicio-p.es de permitir el paso. El piso inferior de la puerta
vieja se transformó en una gran sala abovedada para servir de almacén
de municiones (fig. 70). Repuesto Sanz en su cargQ, fue él quien llevé,
.a cabo lo poco que faltaba para terminar la Puerta nueva, cuyo plano
remitió en 30 de abril de 1781 29 (figs. 71, 72 y 73).
Al mismo tiempo se reedificó la puerta de Santa Lucía (fig. 74)
cuyo plano muestra terminados los cuerpos de guardia, las bóvedas de
paso y la fachada exterior (fig. 75) en la que se observan tres mén­
sulas bajo �l arquitrabe que, como hace notar Angulo Jo "descubren
un deseo de originalidad que quizá falta en la Puerta Real".
También fue reedificada la puerta del Parián que se hallaba en
muy mal estado, con el maderamen d e suelo y tejado podridos, y cu­
bierta de nipa. Tenía además un grave defecto de posición, por lo que
.se juzgó má:s conveniente su derribo para colocarla de modo que no
-impidiese la vista de fl';inco de 10$ baluartes colaterales.
Los planos y alzado de esta nueva puerta fueron también remiti­
dos por Sanz JI que la describe diciendo que su fachada era de ordea
dórico, con pilastras, y retropilastras almohadilladas ; tenía un puente
kvadizo oon roldanas de bronce, cadenas de hierro y molinete de ma­
-9,era con su herraje para levantarlo (fig. 76).
La Puerta del Postigo, salida muy necesaria para la comunicación
.del camino cubierto, carecía de puente y de cuerpo de guardia, debien­
do estar los soldados bajo una escalera, en un lugar húmedo. En la
relación que comprende las obras realizadas desde i de junio de 1782 a
-fines de mayo del siguiente año Ja se da cuenta de su reconstrucción,
ajustándola a la altura dada a las nuevas puertas de Santa Lucía y
Puerta R,eat, aunque la muralla era algo más baja por esta parte. Ello
se hizo con el fin de que cuando fuese renovada la cortina no hubiera
,que rehacer la puerta, a la que se dotó. también· de un puente levadizo
(fig. 77).

28 Ibídem, núm. 100. Angulo Iñi�z: Ob. cit., lám. 267.


29 Ibídem, núm. 107. Vid. nota núm. 24.
30 Angulo Iñiguez, Diego: Ob. cit. "Estuáio" 11, ,pág. 587.
31 Relación de obras ejecutaáas desde 1-V-1781 a 1-V-1782, {A. G. I., Filipinas, 928) .
.3.:1 Relación de obras ejecutadas desde 1-VI-1782 a 31-V-1783. (A. G. I., Filipinas, 928).
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Fig. 68.-Planta, corte y alzado de la Puerta Real nueva, en l.º de mayo de 1780, por Ilelestá.
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Fig. 69.-La antigua Puerta Real, y su transformación en un almacén de municiones,
por Ilelestá. 1780.
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y elevación del almacén , 1781 .
Fig. 70,-Plano, perfiles Tomás Sanz
la antigua Puerta Real.
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Fig. 71.-La Puerta Real nueva, ya terminada. Tomás Sanz. 30 de abril de 1781.
Fig. 72.-La Puerta Real, antes de 1945.

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Fig, 73.-Plano y perfiles de las bóveda• de entrada a la


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Fig. 74.-Plano, per6les y elevación de la Puerta de Santa Fig. 75.-Ampliación de la fachada exterior
Lucía y sus bóvedas, por Sanz. 1781. de la misma puerta.
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Fig. 76.-Pfano, p ediles r elevadón de l� Puerta r �uerpo de 5uanl\a del Parián, por Sani, 1782.
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Fig. 79.-Perfile•
correspondientes
al plano anterior.

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Fig. 80.-El reducto de


Santiago, totalmente
concluido.
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Fig. 81.-El reducto de


San Pedro, también
concluido. 1781.
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Fig. 82.-Un sector del revellín de Bagumhayán, que expresa las obras ejecutadas hasta el 30 de abril de 1781,
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Fir. 85.-La fortificación de Manila en 1783.


ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 145

, el
eal.
Las últimas obras del proyecto
Las relaciones enviadas a España periódicamente, nos permiten
seguir con todo detalle los lento� progresos de las obras. Poco a poco,
vemos cómo va tomando realidad el proyecto aprobado ·en 1766, aunqur
con ciertas modificaciones que en él se introducen por diversos mo-
. tivos. Así, los pianos remitidos por Sanz en 30 de abril de 178r
(fi.gs. 78 y 79) señalan entre las obras terminadas el camino cubierto
(lUe rodea la plaza desde la punta en que se halla la fuerza de Santiago,
hasta el baluarte San Gabriel, abarcando los frentes de tierra y de la
había. En éste se terminaron los reductos de Santiago y San Pedro
(figs. 80 y 81). Se indica también el sector de foso comprendido entre
los baluartes de San Diego y San Andrés, terminado a falta del muro
para sostener la tierra. Estas son la,·s dos obras más importantes, a las
,que hay que añadir otras menores, como la realizada en el revellín de
Bagumbay?ll (fig. 82). Lá relacióu de junio de 1783 a mayo de 178433
comunica la conclusión del muro del contrafoso y la compuerta (fi•
gura 83) que da paso a las aguas del rio, habiéndose hecho· también
un puente de madera sobre dicho contrafoso, frente a la puerta Real
(fig. 84), para, facilitar e l tráfico por esta parte. Este puente, que medía
cincuenta y ocho varas de largo por cinco de ancho, se hizo <le ma.:lera
<le molave, sobre pies derechos también de madera, asentados sobre
e_stribos d e piedra cuya altura no sobrepasaba la de la retreta, con
objeto de que en caso de gu erra pudiese desaparecer fácilmente, pue�­
to que sólo habría que suprimir la parte superior.
El plano fechado en 31 de mayo de 1783 (fig. 85) permite segun·
1os progresos realizados. Son éstos la ejecución de un nuevo sector del
foso, desde el baluarte San Andrés hasta delante de la puerta del Pariári
(F. G. del plano) y en el frente de la bahía, la construcción d e un pos­
tigo con �us cuerpos de guardia y puentes. Al año siguiente, otro plano
de Sanz (fi.g. 87) recoge las obras realizadas desde que comenzó a
-dirigirlas y finalmente, el plano y relación de obras ejecutadas desde
I de juniq de 1784 a 31 de mayo de 1785 34 (fig. 89) da a conocer la
construcción de una calzada exterior que rodeaba a la ciudad corrien<lo

33 Relación de obras ejecutadas de 1-VI-1783 a 31-V-i784. (A. G. I., Filipinas, 9.28)


34 Relación de obras ejecutadas desde 1-VI-1784 a 31-V-1785. (A. G. l., Fili­
. pinas, 929).

(10)
'146 M.ª LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

paralela al contrafoso y a diecisiete vara·� de distancia de la cresta.


de su muro.
Dicha calzada facilitaba el tránsitQ de ca.rruajes y peatones, evi­
tando al propio tiempo el deterioro de las explanadas. Medía dos mil
.quinientas cuarenta y siete varas de longitud, y fue hecha: de cascajo.
y materiales aprovechados dt:' ruinas de edificios, bien apisonada y
cubierta de conchuela, bordeándola qos muros de piedra seca. Con su
terminación afirma el ingeniero que quedó "enteramente rematada y­
pedeccionada la obra exterior".
De las fortificaciones interiores, hemos visto ya terminarse los.
baluartes d'e San Diego. San Andrés y Dilao, aunque continuamente­
necesitaban nuevos reparos, cosa inevitable en el clima de Filipinas.
Sólo el baluarte San Gabriel estaba sin acabar, y en él se trabajó en
1785-1786 35 pero ·según la relación no se pudieron hacer más que dos
malecones, necesarios para contener las aguas del río y dejar seca la.
parte en que se había de operar, al objeto de construir las caras y­
flancos del citado baluarte, de acuerdo con el proyecto. Una epidemia:
general y el haberse presentado muy pronto la estación ·lluviosa aquel
año, impidieron acometer la obra, cuyos materiales quedaban prepara­
dos y pronto -se utilizaron pues en mayo de 1787 estaba ya casi acabado.
como lo demuestra el plano remitido por el ingeniero (fig. 91). El 3 de­
diciembre de 1787 Tomás Sanz comunica al gobernador don Pedr0-
Sarrio que en el próximo mes de enero piensa comenzar la construc­
ción del parapeto de este baluarte "que es la única obra que falta def
Proyecto" 36 el cual quedó terminado, después de transcurridos mác;.
de veinte años de su aprobación.

Nuevos preparativos de defensa


-Ya en la última década del siglo XVIII, la situación internacionc1.r
creada por la Revolución francesa, obliga a España a adoptar medidas­
de precaución en todos ·sus territorios y por ello en 20 de diciembre
de 1790 se expidió orden de poner en estado de defema la plaza de­
Manila. En su cumplimientQ, el gobernador don Rafael M.ª Aguilar

35 Relación de obras ejecutadas desde 1-VI-1785 a 30-VI-1786. A. G. l., Fili-­


pinas, 929),
36 Tomá.s Sanz al Gobernador, en Man:la, a 3-XII-1787. (A. G. I., Filipinas, !:1219)-
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Fig. 91.-El baluarte de S. Gabriel, modificado con arreglo al proyecto de Martín Cermeño. 1787.
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Fig. 92.-Plano de Manila y sos contornos, por Gregorio Clavero. Indica un nuevo proyecto
de fortificación para el frente del río Pásig. 17113.
er o propone modificar.
e staba el frente d el río, qne Clav
v e la situación en que
o anterior, en el que se
Fig, 93,-Copia del plan
148 M.ª LOURDES DÍAZ•TRECHUELO SPÍNOLA

�a entonces no sólo para su primitivo destino sino tambié n para. Adua•


na y en vista de ello el ingeniero cree que ésta podría tra�ladarse al
baluarte "d ", abriendo en sus flancos dos puertas y construyendq junto
a él un pequeño muelle.
En el resto del recinto de la plaza las obras proyectadas son de
poca consideración: revestir de ladrillos el parapeto de tierra y fajina
que tenía la muralla y construir un pastel frente al ángulo del baluarte
San Di�o que mira al mar, con objeto de estorbar el desembarco
«iemigo, que es lógico se intente por esta parte como ya ocurrió
-en 1762.
No siendo conveniente que haya almacén de pólvora en este lugar,
_propone la demolición del fuerte de San Antonio Abad, y la construc­
ción de un reducto en la prolongación de la, capital del revellín de la
Puerta Real. En el frente de la bahía sólo era necesario recalza.r la
muralla en algunas partes en que amenazaba ruina.
Estas son las línea'S generales del proyecto que se envió sin per•
files ni presupuesto, porque era necesario para hacer unos y otro que
estuviesen demolidos algunos edificios que se hallaban próximos con lo
que quédaría bien descubierta la campaña y s.e podría cakulár la altur�
que había de darse a las fortificaciones proyectadas sin cuyo requisit0
era imposible valorar ,su coste.
A través de las relaciones de obras de los años sucesivos y de las
cartas del gobernador se puede seguir la marcha de los preparativos
<le defensa que comenzaron por las obras de menor importancia, pues
según escribe Aguilar 38 no se creyó opQrtuno acometer el gran baluar­
-ta del frente del río ni las otras obras de cantería proyectadas por
temor a que el enemigo ·se presentase antes de que dichas obras estuvie­
sen bien asentadas y hubiesen adquirido la consistencia necesaria, cosa
�ue la humeq.ad del clima retardaba mucho.
Sin ,embargo, una vez terminados los preparativos, la plaza, a
juicio del gobernador 39 quedó en t;il estado de defensa "que por ahora
· ni en mucho tiempo tendrá el Rey que hacer nuevos gastos".

38 Don Rafael M.• Aguilar al duque de la Alcudia, en Manila, a 15-I-1796. (A. G. l.,
Papeles de Estado, 46).
39 Carta citada en la nota anterior.
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VI
ARQUITECTURA MILITAR Y CIVIL

El Castillo de Santiago se deb�


estimar Ciudadela de esta Plaza..•
pues..• señorea su ca'mpaña, guarda
y defiende la entrada y ·avenida deí
río principal ...
De una carta del ingeniero mi­
litar don Juan de Ciscara, a 20 de
l'leptiembre de 1718.
) •

La fuerza de Santiago
La Real Fuerza o Ca:stillo de Santiago fue la segunda fortalez=t
de piedra que tuvo la ciudad de Manila, y comenzó su construcción
Gómez Pérez Dasmariña•s, que hizo demoler e.l viejo fuerte de madera
que había en la prmta entre el río y la bahía, donde quedó emplazado
,el nuevo. 1
Por una carta del estado militar de Filipinas 2 sabemos que en
1591 estaba ya comenzado, y en 1634 escribe el gobernador don Juan
Cerezo de Salamanca: 3 "la fuerza desta ciudad está en defensa, si
-vien no con la perfección que en estos tiempos se platica".
Más tarde, don Sabiniano Manrique de La.ta hizo importantes
-obras en ella, como parte del plan general de fortificación de las plazas
<ie Manila y Cavite realizado con motivo de las amenazas del pirata
cliino Coseng. En la extensa carta en que da cuenta con detalle de
todas la,s medidas adoptadas 4 refiere que �n el primer orejón del cas•
-tillo hizo nuevos cajones con su tenaplén, y enlosado. También reparó
1as cortinas, levantando sus parapetos, y edificó una plataforma en la
-punta avanzada hacia el mar. Dicha plataforma, a la que dio el nombre
..,_ ,de San Migu el, guardaba la barra, y por estar "fu'ndada sobre el mismo
río", su construcción fue muy trabajosa. Un corredor interno de dicha
-plataforma, que hacía frente a la playa de Santa Luda, servía para el
juego de la mosquetería, que limpiaba así dicha playa. En este punto

1 Gaspar de San Aa,.istín: Conquistas de las Islas Filipinas. Madrid, 1698. Lib. III.
-Cap. V, pág. 434.
J El Estado Militar de Filipinas, en Manila, a 20-Vl-1591. (A. G. l., Filipinas, 27),
3 Juan Cert:zo de Salamanca al Rey, en Manila, a 10-VIII-1634. (A. G. l., Fi­
lipin¡is, 8).
4 Sabiniano Manrique de Lara al Rey, en Cavite, a 4-VIII-1663- (A. G. I., Fi­
lipinas, 201).
152 M.ª LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

se incorporaba a la plataforma una cortina orientada hada el oeste,.


que dominaba el mar y medía cuarenta y seis pies d e longitud.
Doscientos d e circunferencia tenía la plataforma, capaz para doce
cañone� gruesos, y con una gola con su barbacana muy fuerte, junto
él la cual levantó una media na,ranja que le servía de caballero y as,i-·
mismo a la parte que descubre de la plataforma y barra del río. L:r
media naranja tenía cincuenta y ocho pies de cuello y treinta y <loe, de
radío, jugaba cinco piezas, y se unía a la fuerza por un través above­
dado que servía de camino secreto a la plataforma. En su parte inferior
había d� casamatas de diez pies de ancho, que defendían la barra v
limpiaban la cortina del río y la puerta del Postigo.

Los reparos hechos por Curuzelaegui


En 1685 s el gobernador don Gabriel de Curuzelaegui informa al.
Rey del mal estado en que se hallaba el castillo, adjuntando testimonio·
del7nfonne emitido por �l capitán Francisco Ponce, cabo de obras
reales, que por orden suya reconoció la fortaleza en unión del maestre
de campo don Fernando de Bobadilla, y con asistencia de otros militares.
El dictamen técnico fue que habría que levantar de nuevo los­
dos baluartes que "cogían a caualero la ciudad", uno de los cuales;
llamado de San Juan C�isostomo dominaba �l río, y el otro denomina­
do de San Gregorio, miraba hacia el mar. Dichos baluartes los mandó
demoler don Sebastián Hurtado de. Corcuera.
También se hacía imprescindible abrir el foso que debía separar
la fuerza de la ciudad, y ponerle puente levadizo, construyendo delante
del mismo un revellí11 que lo cubriese.
Por último, había que hacer alojamientos para su guarnición 1
sustituir la reja de madera que tapaba su entrada por una puerta
conveniente.
Dos años rná:& tarqe., 6 Curuzelaegui comunica que las obras J:>ro:­
yectadas se hallaban en curso.

s Gabriel de Curuzelaegui al Rey, en Manila, � 15-VI-1685. (A. G. I., Filipinas, 13).


6 Gabriel de Curuzelaegui al Rey, en Manila, a 25-XII-1687. (A. G. I., Filipinas, 13).
... ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 153

El padrastro de los almacenes

Durante el gobierno interino de don Alonso de Abella Fuertes


prosiguieron las obras del castillo, y en este tiempo se adoptó el acuerao
de trasladar a otro lugar --<:orno luego veremoS,--'-' los Almacenes rea•
les, que por hallarse situados a seis. pa&os del baluarte de la fuerza
llamada San Francisco, le servían de padrastro. Llevado el asunto :i
Junta de Guerra y "con la vista de ojos de todos los· cabos" decidieron
que era conveniente la demolición de los citados almacenes.
En 1695 don Fausto Cruzat y Góngora, 7 da cuenta de un nuevo
reconocimiento efectuado en el Ca!ltillQ del que resultó hallarse termí­
nados los alojamientos p�ra la tropa comenzados en tiempos de -su
antecesor, pero éstós resultaban insuficientes para la guarnición de la
fuerza por lo que cree com·eniente aprovechar un espacio de diecisiete
brazas y cuatro pies de largo, único disponible en el interior del fuerte.
para construir un nuevo .cuartel.
Encontró asimismo enlosados lQS baluartes y cortinas, y el foso
acabado, aunque con el defecto de que el agua del río entraba en él
sólo durante la marea alta, pero en el reflujo quedaba casi en seco, y
aunque se pensó en la conveniencia de ponerlo en comunicación con
1

el mar, por el otro extremo, no se decidió a hacerlo por varias razones


que no explica. También se habían terminado en esta fecha el puente
levadizo y los parapetos para la falsabraga, ascendiendo el importe
de todas las obras a la cantidad de mil quinientos tres pesos y siete
tomines.
Propone también la ejecución de otras varias de poca importancia,
y refiriéndose al revellín proyectado anteriormente, dice que aunque
parecía necesario hacer en la plaza de armas, frente a la puerta del
castillo, una estrada encubierta con su media luna, se había dejado en
&uspenso esta obra por dos razones : la primera, que el espacio era
muy pequeño para ello y la segu nda que predsameóte los Almacenes
reales dominarían esta defensa, por lo que si no se llevaba a cabo su
demolición, $ería inútil edificarla.

7 Fausto Cruzat y Góngora al Rey, en Manila, a 5-VI-1695. (A. G. l., Filipinas, 1.22).
154 M.ª LOURDES DÍAZ·TRECHUELO SPÍNOLA

El Castillo de· Santiago a comienzos del siglo XVIII


En el primer cuarto del siglo XVIII fueron muchos los reparos
efectuados en el Castillo, pudiendo decirse que las obr� no se inte·
rrumpieron apenas, en este tiempo.
La& cuarteles construídos en el gobierno de Ab_ella Fuertes re­
sultaron poco sólidos, pues ya en 1713 amenazaban ruina según infor­
me presentado al g-0bernador el 27 d� marzo 8 por el castellano José
Madrazo, y además -eran pequeños para la guarnición de la fuerza.
Se reducían a unos cobertizo$ de teja vana, sostenido.s por unos quilos
sencillos que se apoyaban por un lado en la muralla y por el otro sobre
unos pilares bajos, y se hallaban en tan mal estado y "tan arruinados
por su antigüedad y mala disposición --dice el Castellano- que siem­
pre me he rezelado de muchas desgracias".
Propone Madrazo que los nuevos cuarteles se cubran de azotea
con lo que al mismo tiempo se consegt .iría dotar a la tropa de un
1

amplio espacio para la defensa de la cortina, en la que se hallaban


expuestos a despeñarse puesto que carecía de terraplén. Para la ilumi­
nación de los cuarteles propone que se abran troneras en la muralla,
las que también servirán para su defensa en caso necesario.
Asesoró al castellano en este asunto don Juan de Ciscara, según
manifestá el propio ingeniero en una carta que escribió al Rey,, 9 años
<lespués, afirmando que -se trataba de una obra de la mayor importa::icia
para la defensa de la ciudad, que se perdería "si la ocasión de Enemi•
gos llegase por lo presente según nos enseña el Arte de expugnar",
palabras que demuestran que a su juicio era urgente ocuparse de la
fortificación de Mánila.
Nada se hiw por el momento, y dos años más tarde, gobemandQ
con carácter interino el oidor don José Torralba, fue cuando se em­
prendió la obra, 10 d espués de haber sido reconocida la fortaleza por
varios peritos.
Con fecha 5 de abril de 1715, Torralba ordenó al superintendente

8 José Madraza al Gobernador, en 27-III-1713. Este informe se incluye en te-.itimonie>


de autos que acompaña a carta del gobernador don Fernando Manuel de Bustillo al Rey,
-en Manila, a 28-VI-1718. (A. G. I., Filipinas, 2t7).
9 Juan de Ciscara al Rey, en Manila, a 28-VII-1713. (A. G. I., Filipinas, 167).
10 José de Torralba al Rey, en Manila a 15-VI-1715. Con testimonio de autos.
(A. G. I., Filipinas, 169).
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 155

de oh-ras reales Antonio de Osio y OcampQ, que en unión del ayudante


Jgnacio del Río y del maestro de cantería Dionisio Saplan visitase la
fuerza para hacer informe de los reparos que necesitaba.
De ,dicho informe resulta que había que construir dentro del fuerte
una casa P.ara el castellano y otra para el capellán, por ser oonveniente
,que éste viviera dentro de su recinto para que la guarnición estuviese
.atendida espiritualmente sin que e:n ningún caso hubiese que abrir el
castillo a deshora. Pero la obra de mayor consideración es sin duda
la de los cuarteles de la infantería española y pampanga, por lo que
Torralb� quiso oír además el dictamen de qtro maestro y rogó a fray
Juan de la Encamación, Provincial de los agustinos recoletos, que
.diese autorización para reconocer el castillo y emitir su informe a fray
M;muel de la Concepción, por "la conocida havilidad que dicho Reve­
rendo Padre tiene en punto de fábrica y Edificios ... "
Concedido el permiso, dicho arquitecto presenta ,su dictamen, que
.coincide con el de los anteriores en tooo lo relativo a la casa del caste•
llano y del capellán y a otros reparos de menor importancia, pero en
cuanto a los cuarteles, estima que no �dmiten reparación, y sería mejor
1

por lo tanto demoleir lo que quedaba en pie, para hacerlos totalmente


nuevos, corrigiendo su princi pal defecto, que era tener unos qu;los
demasiado largos, cuyo peso descansaba sobre pilares bajos que, por
n.o poder resistir �I de la techumbre, se venían al suelo.
Por eso propone que los nuevos cuarteles se hagan con cubierta a
dos aguas, para lo que bastará que los quilos tengan dos brazas y media
.de longitud, consiguiéndose de est e modo mayor solidez en la obra.
Para la ampliación de su �pacidad, que resultaba insuficiente,
como se dijo, propone que se hagan de dos plantas, lo que podrá rea­
lizarse sin que sobrepa•sen la altura de la muralla, y así se dobla su
,cabida, sin ocupar más espacio.
Comenzaron inmediatamente las obras, y el 23 de julio dei año
siguiente -1716--- u Torralba comunica al Rey que se había termi­
nado ya la casa del castellano, qu� a su juicio quedó convertida en J::i
"más apacibl e y commoda auitación que tiene Manila". Cinco mil qui­
nientos diecinueve pesos y seis tomines fue su importe total, de los que

II José de Torralba al Rey, en Manila a 23-VI-1716. Con testimonio de auto,


(A. G. I., Filipinas, 171).
156 M.ª LOURDES DÍAZ-'.rRECHUELO SPÍNOLA

don José de Aguirre, que entonces tenía esta plaza, abonó novecientos.
doce.
Como justificación de la obra se remite un informe hecho por et
cabo superintendente de obras reales, capitán don Antonio de Heredia
y Velasco, en unión de Dioni·sio Saplán y del capitán Alfonso de la
Cruz, maestro de carpintería. En él •� describe la nueva casa, que ftie
hecha con cierto lujo, y también el cuerpo de guardia de la infantería
pampanga ya terminado, en cuya portada se colocó uri retablo de tres
brazas de a111Cho por cinco de alto, "labrado con dos columnas, dos
corni'Sas, sus cartela,s y remates todo de piedra, y en él un sitial de
madera que se compone de tres marcos de molave de tres varas de
largo y siete tablas de dindin assí mesmo de molave de tres varas
de largo donde está colocado un retrato de madera escultoreado, labra­
Qo dorado y pinta�o de ,su Cathólica Magestad de nuestro Rey y
Señor ... de dos brazas y media en cuadro, y al pie de dicho retrato un
rótulo o letrero. de mármol de lo mesmo de am:ho y de tercia •Y media.
de alto ... ". Dicho retablo fue también costeado por don José de Agui­
;rc, siendo su importe de doscie.ntos pesos.
La casa del capellán estaba asimismo comenzada e n esta fecha,.
y en otra carta de Torralba, de 2 1 de junio de 1717, se da cuenta de SU'._
conclusión añadiendo que ya vivía en ella un sacerdote pampango para
el cuidado espiritual de la infantería de esta clase.
En la misma carta comunica haberse terminado también los cuar­
teles, conforme al proyecto presentado, cuya obra importó catorce:
mil cuatrocientos pesos, siete tomines y siete granos, sin gél!sto alguno
de la Real Hacienda pues se aprovecharon muchos materiales del edi-­
ficio de los Almacenes viejos cuya demolición estaba acordada, y la
mano de obra la suministró la misma infantería pampanga.
Pero según parece hulJ<? algunas irregularidades en las cuentas
de estas obras, pues su tasación fue exagerada ya que el millar de tejas­
se pone a cinco -pesos y el de ladrillos a tres y meclio, cuando en esta
fecha estaban a cuatro y tres pesos respectivamente, a creer lo que ma­
nifiesta en 4 de junio de 1718 12 el nuevo castellano Ignacio Navamue:
y Villegas, afirmando que a dicho precio adquirió él esos materiales;
para la obra del hospital de San Juan de Dios.

I .:1 Este informe va incluído en el testimonio que acompañ¡i a la carta de Bustillo­


citada en la nota núm. 8.
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Fig. 95.-Proyecto aprobado para la fortificación del. frente del río, por el Director General d� Ingenieros, Francisco Sahalini.

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ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 157

A la vista de tales cargos, se ordenó por el Consejo acumular este


.expediente a lo� autos incoados contra Torralba por irregularidade.;
lialladas en las cajas reales durante su gobie.rno.

Los reparos efectuados por Navamuel.


.El proyecto de Juan de Ciscara
El sucesor de Torralba, don Fernando Manuel de Bustillo, Bus­
tamante y Rueda, nombró castellano interino de la fuerza de Santiago
al sargento mayor Ignacio Navamuel y Villegas, que tomó posesión
del cargo •el día 13 de septiembre de 1717 1 3 y acometió inmediata·
_mente la ejecución ,de una serie de reparos talés como limpieza del
foso y murallas, rehacer la calzada que va desde la entrada principal
hasta la vivienda del Castellano, reedificar desde los dmientos un'.l
de las paredes maestras de dicha casa, y otros de menor importancia,
cuyos gastos sufragó él, sin duda con el fin de hacer méritos para que
se le diese el cargo en propiedad, puesto que los refiere co n todo detalle
.al presentar dicha solicitud, ofreciendo además reedificar a su rosta h
sala de armas que amenazaba ruina, y cuya obra se presupuestó por
el superintendente general de reales obras José Frandsoo de Torres
y por los maestros alarifes Miguel Vanfa y Dionisio Saplan, en la
cantidad de sieiscíentos ochenta y siete pesos y dos reales.
Cuando juan de Ciscara regresó a Filipinas en 1718, reconoció
por orden verbal del gobernador 14 el estado en que se hallaba el Cas·
tillo de Santiago, y redadó un proyecto de obras a ejecutllr para po
nerlo en buen estado de defensa. A este expediente acompaña un plano
que había delineado antes de salir de Filipinas -está fechado en 1714-
y en el que expresa las obras, que se habían de realizar (fig. 96).
Por este diseño se puede conocer la disposición de la fortaleza qu 3

tenía forma aproximadamente triangular, con el vértice en la punt?.


avanzada de la desembocadura del Pásig, rematado por una plataforma
circular, que como sabemos fue construída durante el gobierno de don
Sabiniano Manrique de Lara, si bien su primitivo nombre de San Mi­
guel aparece aquí cambiado por el de San José. Tras de esta plataforma.

13 Consta en el informe citado en la nota anterior.


14 Testimonio de autos sobre reparos en el caistillo de Santiago y otros. En Manila
:a 12-V-1719. Va unido al plano núm. 19 de la Relación de Torres Lanzas. En dicho
-testimonio se incluye un infonne de Juan de Ciscara al Gobernador en Manila a 20-IX-1718.
158 M.• LOURDES DÍAZ•TRECHUELO SPÍNOLA

se alzaba el baluarte de Santa Bárbara y a su espalda, el almacén de:


la pólvora. Hay luego una huerta, y la, casa del caSltellano, que se une
al cuerpo de guardia.
Un foso de agua separaba el castillo de la plaza, flanqueado por
los baluartes de San Miguel -antes llamado de San Gregorio-,-. y de
San Francisco -antes San Juan Crisóstomo- frente a los Almacenes.
viejos. Junto al cuerpo de guardia principal había una pequeña capilla..
y a lo largo de las cortinas que enlazaban entre sí los tres baluartes.
cerrando el recinto de la fuerza, se extendían los alojamientos de la.
guarnición.
Además de la puerta principal, abierta hacfa la ciudad, con su.
rastrillo y puente levadizo, había dos pequeños postigos, llamadq uno­
de Santa Efigenia, que salía a la playa, y otro 4e Nuestra Señora de
la Soledad, ·sobre el río. En este frente puede verse en el plano la me<lia..
naranja que hizo construir Manrique de Lara para servir de caballern
a la plataforma de San Miguel, o de San José. (Letra G).
Las obras que Ciscara considera necesarias para que el castilla
quede en condiciones de cumplir su papel de ciudadela de Manila, sotr
éstas:
1.ª-Construcción de una plataforma triangular, señalada en ef
plano con línea de puntos y marcada con la letra Y, con cuya artillerh.
'Se descubrirá un espacio indicado con la-s letras K, K. que quedaba sin
defensa.
2.ª-Abrir un foso por el "írent·e que mira la bahía,· pues la dis­
tancia que por esta parte lo separa <lel mar hace posible un asalto.
Dicho foso deberá prolongarse a lo largo d e la muralla de la Plaza
has,ta enlazar con el que defiende el frente de tierra.
3.ª-Aislar el castillo de las murallas de la ciudad, a las que se­
unía contra toda regla de fortificación. Para ello sería necesario derri•
bar el trozo <:orrespondiente a, la anchura del foso, ha-sta dejarlo a la
altura de la estrada encubierta, y �n ella formar un cofre o dama con
su caballete, que impid2. el paso. Este es "el modo con que se praictica
sé.rrar en las fortificaciones ,semejantes".
No queda limitado estrictamente al recinto de la fuerza el plan
de CiS<:ara, pues propone también la construcción de un baluarte que
señala en el plano con el núm. 6, en el lugar donde se. hallaban los viejos
almacenes, mandados demoler por •servir de padrastro. al baluarte Sao
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 159

Francisco. Lo considera útil para defender la entrada del río y al


propio tiempo :SU artillería barrerá ia calle de Santa Clara, quedando
así defendidos los nuevos almacenes, cosa de gran importancia por
guardarse en ellos los víveres y pertrechos de guerra. Cree el ingenien'
que este baluarte podrá hacerse con poco gasto, pues se disponía oara
ello de los almacenes viejos qu� suministrarían casi to.dos los materiales
necesarios, ron lo que al mismo tiempo quedaría el terreno limpio d�
sus ruinas.
Defendidos de este modo los nuevos cuarteles de infantería y al­
macenes, desde el postigo de este nombre al convento de Santa Clara,
considera necesario hacer tambi,én un re<ludo --que señala con el nú�
mero 7- para darles defensa. desde la puerta del citado convento,
hasta la muralla que mira al mar. Este lo proyecta en plaI111:a cuadrada,
mirando hacia el interior de la plaza, y con uno de sus lados, apoyados
en la muralla. Su artillería enfilaría la calle de Santa Oara, y cruzando
así sus fuegos con el anterior. quedarían defendidos por todas partes
cuarteles y almacenes.
Señala luego Juan de Ciscara que para que se hallase conforme
a las reglas del arte, debería estar situado el Castillo, por lo menos a
,seiscientos pies de la plaza; ahora bien, dentro de esa distancia se en­
contraban la capilla Real, -los nuevos almacenes y cuarteles, y el con­
vento de Santa Clara, edificios que habrían de ser demolidos de acuerde.
con las máximas del arte de fortificación. Pero teniendo en cuenta que
por estar en e� interior de la ciudad, no estorbaban a la defensa de
ésta, cree innecesario destruirlos, máxime que ni aún así quedaría la
plaza conforme al arte, puesto que había otros muchos conventos, y
casas demasiado próximos a la muralla, que habrían de ser también.
demolidos.

La ruina de la muralla del frente de la bahía y su reparo.


El casti11o durante el mando de Valdés Tarnon.
Cuando llegó a España el expediente de las obrasi que vimos re_a•
!izó Torralba en el castillo de Santiago, el Consejo de Indias aoord6
pedir informe a la Audiencia, para saber 'Si estaban perfectamente aca�
badas y se habían hecho "conforme a Arte para su duración". Así se
160 M. ª LOURDES DÍAZ·TRECHUELQ SPÍNOLA

ordenó por real cédula de 13 de noviembre de 17191s a fa que res·


ponde la Audiencia manifestando que reconocido el castillo por varioc;
maestros, éstos declaran que las obras � habían hecho de: acuerdo con
la:s máxirrus de la arquitectura, estando acabadas por completo, aunque
ya hacían faha nuevos reparos. Además de la sala de armas, cuvc,
e stado ruinoso conocemos por el infor•me de Navamuel, había que co�­
poner el aljibe, retechar la mira de la puerta principal, y los cuarteles
<le la infantería española y pampanga. Pero la obra de mayor cons,i-
4eración, entre las propuestas pe>r los técnicos, es sin duda, la de repa
rar el lienzo de muralla del frente del mar, que amenazaba ruina, y
por la urgencia del caso, la Junta General de Hacienda, reunida �!
10 de julio de 1721, acordó �l comienzo <;le los trabajos, de cuya marcha
-va dando cuenta la Audiencia en los, años siguientes. Por estos infor­
mes sabemos que el reparo consistió en levantar desde los cimientos.
a todo lo largo del muro, un estribo <le •sillares, con lb que quedó "dich.i
obra firme, duradera y reforzada, como as,í mesmo reparada la ruina
que amenazaba por estar como estaba por tres partes rajada de arriba
abajo". 1 6
No obstante el favorable informe enviado sobre las obras que se 1

realizaron en tiempo de Torralba, los cuarteles fueron poco estables,


pues ya en 1730 amenazaban ruina, según manifiesta el castellano don
Carlos Abarca y Vald,és, en representación que dirig� al gobernador 1 1
solicitando los materiales necesarios, pues los trabajos serían ejecuta­
dos por los soldados.
También el baluarte de Santa "Bárbara necesitaba reparos, así co·
mo el frente que cae sobre el río, cuyas aguas iban comiendo lo.s, ci­
mientos. El cabo de obras reales, capitán Antonio de Asinas Duque
de Estrada, en unión de Nicolás Hernández, José de los R•eyes,, Migu el
Vanta y Lucas Catacutan, maestros de cantería y carpintería, hacen
un proyecto de resguardo para la muralla, consistente en un muro de
cincuenta y cuatro brazas de largo por una y cuatro tercios, de alto,

15 La Audiencia acusa recibo de esta Real Cédula, en Manila a 16-VII-·1721.


{A. G. l., Filipinas, 171).
16 La Audiencia al Rey, en Manila a 28-VI• -1724. (A. G. I., Filipinas, 173. Hay
-duplicado en el leg. 528).
17 Con fecha 17-X-1730. Incluída en testimonio que acompaña a una carta de Val­
<lés Tamón, a 22-VI-1732. (A. G. l., Filipinas, 919)
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 161

y cinco pies de grueso. Los cimientos de {;;'Slte muro habrían de hacerse


<le sillares y el re�to, de tablillas de dos, pies y medio de grueso.
Proyectaban ademá:s otras obras n�esarias, pero de e.llas sólo s,e
hicieron las máos urgentes, por falta de fondos según comunica el go•
bemador al remitir el expediente.
Pocos años más tarde se vuelve a hablar de que los cuarteles ne·
cesitan reparos, cosa que dio lugar a un rozamiento entre el Gobernador
y la Audiencia, porque ésta ordenó directamente al cabo de obrai.;
Teales efectuar un reconocimiento del castillo, y Valdés Tamón estimr;
que se trataba de una intromisión, en asunto que· competía exclusiva·
mente a la Capitanía General. 18 En realidad aquélla ·se limitó a cum·
plir lo que· •se le mandó por real cédula de 6 de diciembre de 1733, pero
el cabo de obra-s reales Ignacio Fernández Valenzuela, puso en conoci•
miento del gobernador la orden recibida preguntándole si debía cum·
plirla, y Valdés Tamón le contestó que no llevase a cabo la visita al
castillo, ·pues no era posible hacer nada de momento por falta de medios
eoonómicos.
Sin embargo, con fecha 2 de septiembre de 1735 mapdó al inge­
niero militar don Tomás. de Castro y Andrade, que en unión de Fer·
nández Valenzuela redactase un informe de todas las obras ejecutadas
durante su gobierno -comenzado en 1729- en las fortificaciones de
Manila y castillo <le Santiago. En dicho informe 1 9 se hace relación de
las obras que ya conocemos, y además s� añaden las necesarias en aquel
momento, entre las que figuran las siguientes : reparación del piso de
la mira de la puerta principal, sus oorredores y techos, y de la garita
de la media naranja que mira al río. Composición del aljibe que por
estar rafa.do dejaba escapar el agua, y finalmente reparar de nuevo los
cuarteles, cuya obra se calcula en mil doscientos sesenta y dos pesos y
cuatro tomines y laisi ca:sas del capellán y oficiales, presupuestadas en
,quinientos ·sesenta y tres pesos, siete tomines y diez granos.
Al año sigu iente ya •� habían terminado los cuarteles, cuyo impor•
te rebasó lo calculado, siendo de dos mil doscientos noventa y seis
pesos, siete tomines y cinco granos. i210

18 La Audiencia al Rey, en Manila a 28-Vll-1736. (A. G. l., Filipinas, 178. Hay


duplicado en el legajo 540).
19 En 12-IX-1735. Incluido en testimonio que acompaña a una carta de la Audiencia
:al Rey en Manila a 15-VIl-1737. (A. G. l., Filipina�, 178).
20 Fernando Valdés Tamón al Rey en Manila a 20-VI!-1737. (A. G. l., Filipina,s, 01L
(11)
162 M. • LOURDES DÍAZ·TRECHUELO SPÍNOLA

La competencia suscitada entre el gobernador y la Audiencia COLt.


motivo de tales obras, fue resuelta a favor del primero por real cédulét.
dada en San Lorenzo a I 6 de noviembre de 17 37 � 1 que aprueba la acti­
tud adoptada por Valdés Tamón, por ser los asuntos militares de h.
jurisdicción exclusiva del Capitán General.

El gobierno de Arechederra
Este obispo-gobernador que como ya se ha visto, se preocup,S.
tanto del reparo de las fortificaciones de: Manila y Cavite, prestó tam­
bién atención al castillo <le Santiago, por ser la ciudadela de la plaza,.
y lo reconoció persionalmente en unión del ingeniero militar y de otros.
inteligentes, pudiendo apredar que era necesario reedificar el puente­
levadizo y componer su rastrillo, así como el aljibe y la casa del ca,site­
llano que tambiér,. necesitaba algunos reparos, que se ejecutaron, asf
como la pintura y adorno de la Capilla:. 22
E.sitas obras quedaron terminadas durante el gobierno de Areche­
derra, y hasta 1755 no se tienen noticias de otras. En dicho año,
según escribe don Pedro de Arandía al marqués, de la Ensenada, 23-
era predso reparar el medio baluarte que cae sobr-e el río, junto al cuaI
se hallaba la cas,a del c, astellano que otra ve:z se venía al suelo. No sabe­
mos si dichas obras llegaron a efectuarse pero seis años después d ·
arwbispo don Manuel Antonio Rojo comunica que la Real Fuerz'.l
amenazaba ruina siendo necesario reedificarla.
Del reconocimiento efectuado de orden del Arzobispo por Fer­
nández Valenzuela, cabo de obras rea-les Z4 resultó que era preciso­
reparar la casa dcl castellano, el cuartel o vivienda de los oficiales, la
mira, y la capilla del cuerpo de gu ardia, así como todas o casi todas
las garitas.
Opina Valenzuela que no debe a1 reglarse el aljibe pues la e.x:pe-

z1 Valdés Tamón acusa recibo de esta Real Cédula en carta al Rey, en Manila, !l'
iz-VI-1739. (A. G. I., Filipinas, 439).
2..1 Don Juan de Arechederra al Rey, en Manila, a 3-VIII-1747. (A. G. I., Filipi­
nas, 152).
23 Don Pedro de Arandía al Marqués de la Ensenada, en Manila a 14-VII-1755
(f\. G. I., Filipinas, 48z).
z4 En Manila a 16-I-r76z. Incluido en testimonio de reparos efectuados en el castillc>
de Santiago, que acompaña a carta de don Francisco de la Torre, al Rey en Manila a
z2-VI-1764. (A. G. _l., Fili1>inas, 48z).
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 163

riencia ha demostrado que vuelve muy .pronto a romperse a causa de


la trepidación del suelo producida por las salvas de artillería, y pro•
pone que en su lugar ·se abra un pozo.
En cuanto a los cuarteles de la infantería Pampanga, que ya en
este momento no formaba parte de la guarnición del castillo, seria in­
útil repararlos, y debían ser demolidos para aprovechar los materiales
utilizabJ.es en las obras que se habían de hacer.
También fue examinada la fuerza por e) arquitecto don Juan
Uguccioni que estuvo de acuerdo con lo expuesto por Valenzuela .25 ,-·
celebrada la subasta se adjudicó -la obra en cinco mil quinientos pesos
a Jerónimo Tongco, sangley cristiano, que poco después· se hizo carg0
también de una obra en el Seminario.
Interrumpidos 1011 trabajos cuando los ingleses asaltaron la ciudad,
una vez terminada la guerra, el gobernador interino don Francisco d e
l a Torre, ordenó practicar un reconocimiento para dar cuenta de !a
$tuación de la obra a la llegada de las tropas británicas, y del estado
en que quedó al ser evacuada la ciudad por el enemigo. 26
Del infonne del cabo de obras Fernández Valenzuela se sigue
que la vivienda del cas· tellano estaba élcabada en la parte que mira al
río; la otra parte sólo se hallaba empezada, y -los cuarteles de oficiales
se habían reparado en sus dos. terceras partes. Estaba abierto el pozo
y restauradas por completo las caballerizas, a<:abado el tejado dé la
mira, y el suelo ca�i terminado.
Durante la guerra y ocupación británica, el edificio no sufrió daño
al guno; sólo desaparecieron los materiales reunidos· y las herramientas
de los operarios. 21

El castillo de Santiago en el nuevo proyecto de fortificación


El ingeniero militar, don Miguel Antonio Gómez, encargadó de
elaborar un proyecto de fortificaición de la plaza, es�ribió como preám­
bulo al mismo una detallada descripción del estado en que �e hallaban

25 En Manila, a 2.2-I-1762. Informe incluído en el testimonio citado en la nota


anterior.
26 Decreto del Gobernador, a 4-VI-1764, mandando informe el cabo de obras. Se
incluye en el mismo testimonio.
27 Informe de Ignacio Fernández Valenzuéla, en M'anila a 10-VI-1764. También e!
tes�rmonio citado.
164 M. • LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

las . fortificaciones entonces exjstentes, y P.Or élla conocemos la situa­


ción del castillo en este momento. Diice así : "La Fuerza o Ciudadela de
Santiago 1se compone de dos medios Baluartes que dominan la Ciudad
y uno que defiende d acceso contra los enemigos de fuera, dos plata·
formas circulares, y algunos flancos rectos; las cortinas que los unen
no tienen terraplén; los parapetos mui bajo?, y febles, y los fuegos
todos colocados isin orden". 28
En su proyecto (fig. 26), Gómez da a la nueva ciudadela las di­
mensiones que señala el Padre Tosca para este tipo de fortalezas, y de
acuerdo con ella!S, propone se derriben la Capilla Real de la Encarna•
ci(m, los Almacene.s, Cuarteles de Infantería, y Herrería, edificándose
la primera en Ia plaza de armas del ca:;tillo. .29
Pero este proyecto no llegó a realizarse, porque el Director Ge­
neral de Ingenieros no lo aprobó y la fuerza conserva su disposicióh
primitiva en el plano de Martín Cerrneño (fig. 27), en el que sólc
se indica un baluart e que cubre la puerta principal. Aquí se construye•
ron nuevos cuarteles con objeto de preparar alojamiento a la tropa que
llegó en el navío "Buen Consejo", al mando de don José Faraudo. 3o
Sin embargo, más tarde se presentó un nuevo proyectq de obras
en el ,castillo, elaborado por don Dionisia O1 Kelly, Ingeniero Director
de las obras de fortificación de Manila, 31 que en dos planos expresa
el estado actual de la fuerza, y los reparos a realizar en ella (figti-
ras 97 y 98).
Cree necesario prolongar la falsabraga aneja a la plataforma de
Santa Bárbara, hasta cubrir la pequeña puerta de socorro existente,
<¡ue a •su juicio debe trasladarse a otro lugar-más resguardado, sirvien-·
<lo la anterior para dar comunicación cubierta desde el -castillo a toda
1a falsabraga. Pr,9pone también elevar la parte del recinto que va
<lesde la plataforma de Santa Bárbara hasta la gran cortina adyacente
al río, y trasladar a lugar más conveniente el almacén de la pólvora,
,destinando este loc�l para alojamiento de la guarnición. Pero este plan

28 "Testimonio del Piar, formado en virtud de providencia gubernativa, del estado


en que se hallaba esta Plaza cuando la tomaron los ingleses y del que ten·ga el día deo,
hoy", por Miguel Antonio Gómez, en Manila a 12-VII-1764, fol. 4. (� G. I., Filipinas, 482)
29 Testimonio citado en la nota anterior, fol. 19.
30 José Ra6n ·aJ Rey, en Manila, a 30-VI-1767. Con testimonio de las obras provi­
sionales ejecutadas bajo la dirección de Miguel Antot:io Gómez desde 17 de junio de 1766
a 28 de enero de 1 767. (A. G. I., Filipinas, 485).
31 Dionisia O'Kelly a Arriaga, en Manila, a 15-XII-1771. {A. G. I,,' Filipinas, 918).
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Fig. 97.-Plano de la fuerza de Santiago, que expresa su estado en diciembre de 1771, por Dionisio O'Kelly;

Fig. 98.-Proyecto elaborado por O'Kelly para mejorar la fortificación del castillo de Santiago.
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Fig. 99.-Almocén de pólvora en el baluarte Santa Bárbara, de le fuerza de Santiago.


El plano expresa la necesidad de repararlo. 1780.

Fig. 100.-El mismo almacén, ya reparado y en condicione• de recibir la pólvora. 1781.


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s de 1945.
castillo de Santiago, ante
Fig. 102.-La portada del
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 165

no se realizó, y años más tarde, en 178o, el ingeniero José Belestá,


hizo un proyecto de reparación del viejo almacén de pólvora, abando­
nado a causa de la humedad (fig. 99). El plano remitido por Tomás·
Sanz al año siguit!l1te (fig. 100) presenta ya ejecutadas las obras, con
lo que el almacén quedó nuevamente en servicio.
La última noticia del castillo, en el siglo XVIII nos la dá ef
Teniente de R�y y ex Gobernador Francisco de la Torre, que describe­
con estas palabras el estado lastimoso de la ciudadela : "La Fuerz:.
de Santiago la miro con sólo el nombre de fuerza, porque no tiene­
ningu na, de :suerte que a pedazos se vienen al suelo sus pricipales parte:;.
y juzgo que el repararla y ponerla ·en estado de ser útil, sea obra larg�
y costosa". 32

Los cuarteles de Manila


El primer documento sobre construcción de cuarteles e n Manila,
es una carta de don Femando de Silva, que en 1626 33 escribe al Rey
comunicándole estaban ya acabados tres alojamientos para la infantería;
con capacidad para unos trescient&s hombres, añadiendo que debe pro­
seguirse "obra tan santa" hasta tener la gen.te d� armas dentro de la
ciudad, pues sólo de lo ya hecho ·se había seguido como consecuencia
que en ocho meses no hubiese necesidad de curar un sólo herido.
0
donde tantos se mataban cada mes".
Este problema del alojamiento <ie la guarnición exisitió en Manila
durante todo el siglo XVIII, y de él se preo�uparon los gobernadores,
por ser ,en extremo peligroso para la ciudad el que los soldados que
la habían de defender viviesen dispersos, muchos de ellos en los arra•
bales, pues en caso de ataque imprevisto no podrían reunirse fá,cilmente
Don Gabriel de Curuzelaegui se ocupó del asunto y comenzó la
construcción de unos cuarteles frente a los Reales Almacenes·, cuy,>
edificio sería, según sus palabras "de los relebantes: y estables que hay
en la Ciudad". En los altos se instaló la Contaduría, por acuerdo de

32 Dictamen de don Francisco de la Torre, en Manila, a 4-I-1772. Va unido a carta


del gobernador don Simón de Anda, en que da cuer.ta de lo que �erá necesario ejecutar
para poner en defensa las plazas de Mardla y Cavite. Manila, 11-VIl-1772. (A. G. l., Fili­
pinas, 929).
33 Fernando de Silva al Rey, en Manila a 30-VIl-1626. (A. G. l., Filipinas, 7).
Una declaraci6n del capitán Pedro de Sarmiento fechada en 6-II-1593, indica qce
Gómez Pérez DMntariñas hizo construir cuarteles, pero no debieron ser obra estable.
(A. G. l., Filipinas, 6).
M. • LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

Junta de Hacienda celebrada en 23 de ·enero de 1686, 34 pero llegó un


mqmento e.n que el espacio destinado a cuartel resultó insuficiente, v
se hizo necesario construir otro alojamiento para la tropa.
Durante el gobierno interino de don J<>'&é Torralba, se trató d!
establecer el n�evo cuartel en el solar, inmediato a Palacio, donde s·e
había comenzado la. construcción del Seminario de San Clemente, in­
terrumpida a la marcha de don Juan Bautista Sidoti, cuando apenas
se habían sacado los cimientos. A juicio de Torralba 35 este solar sería
suficiente no sólo para alojar a los soldados, sino para instalar en él
la Contaduría y Casas Reales.
Sin embargo, el maestre de ,campo don Manuel Santisteban, se
muestra contrario al establecimiento de la& cuarteles en el solar men•
donado 36 por hallarse éste frente al Palacio arzobispal, cQntiguo a
varias casas particulares, e inmediato al Palacio Real. 37 Por todas
estas razones cree más conveniente que se trasladen a Palado las cajas
reales, con lo que quedará espacio suficiente para la tropa en el actual
edificio, cuya situadón es muy ventajm,a para cuartel, por estar pró­
ximo al castillo de Santiago y a los Almacenes reales, como se ha dicho.
En 17:22 es cuando Santisteban expone este criterio, pero no ·se
adoptó ninguna medida, puesto que en 1730, 38 el mismo Maestre de
(;ampo vuelve a insistir ,sobre ello proponiendo de nuevo que la Con•
taduría se traslade al Palacio Real, o a unas casas inmediatas al mismo.
a cuyo� dueños podría indemnizarse qándoles otras equivalentes de las
mucha:s que el Rey ,tenía en la ciudad. A la vista de esta representación,
el gobernador pidió informe a los oficiales reales, a quienes de modo
directo afectaba el traslado, y que se muestran conformes con la opt•
nión de Santisteban, y consideran que la planta cuadrada de la act1:1a,
Contaduría podría ser fácilmente adaptada a su nuevo destino. Fue
entonces sometido el asunto a Junta General .de Haieienda, y s·e acordó
pedir presupuesto de la qbra al ca,bo Intendente. 39
·34 Gabriel de Curuzelaegui al Rey, en Manila, a 24-V-1688. Con testimonio de autos
en que figura esta noticia. (A G. I., Filipinas, 13).
35 Torralba al Rey, en Manila a 20-VI-1715. Hace referencia a esta carta una real
c;édula de 28-VI-1720, que acompaña a la carta que se cita en la nota núm. 38.
36 El Maestre de <:ampo Manuel de Santisteban, al Gobernador, en Manila a 30-Vl-
172:2. (A. G. I., Filipinas, 194).
37 .Véase el plano del Seminario.
38 Manuel de Santisteban al Gobemador, en Manila a 27,I-1730. (A. G. I., Fíli­
pinas, 919 y 178).
3<J Dicho presupuesto asciende a 54.740 pesos, de los que corresponden 23.286 a la
Fig. 103.-Estado en que quedó, después de la guerra,
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tel de infante ría, por Castro
Fig. 104.-Proyecto de cuar

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Luzón, por O'Kelly. 1773,


regimiento de D ragones de
Fig. 105,-CuQrtcl para el
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 167

En julio de 17304° habían comenzado ya las obras, y al año si­


guiente don Fernando de Valdés Tamón solicita se destinen a este
-0bjeto veinte mil pesos por una ,sola vez, con cuya cantidad quedaría
.instalada la Contaduría en �1 Palacio real. 4 1
· Existe un plano diseñado por el ingeniero militar don Tomás <le
Castro y Andrade 4>2 por el que . conocemos· la <lis-posición del edificio
que constaba de dos pisos con idéntica distribución, y capacidad para
.ciento sesenta y �cho soldados solteros y ci�nto ochenta casados, íen
,cada planta o sea un total de seiscientes noventa y seis hombres. Según
.advertencia del ingeniero,· que � lee ai. margen (fig. 104), para alojar
a este número de soldados no era bastante el solar ocupado por la Con•
taduría y fue necesario ampliarlo en catorce brazas, corriéndolo hacia
.el castillo de Santiago, frente a la puerta de la Capilla Real.
Aprobado por el Rey este proyecto, con focha 22 de julio de
1736, 43 la Junta General de Hacienda celebrada, el IS de febrero
,de '1738 44 acQrdó, por no disponer de fondos suficientes para la obra,
.que se pidiese un donativo a la Ciudad, por tratarse de un asunto de
interés común, difiriénd0se la petición hasta la llegada de "la plata
.del permiso". Pasada la estación de las lluvias darían comienzo las
-obras, cuyos materiales se irían ya acopiando. También acordó la Junta
.aplicar a la obra el caudal de p�nas de Cámara, y por otra real cédula,
también de 23 de julio de 1736, dirigida al arzobispo se destinaba
"'para ayuda de la fábrica de los quarteles de soldados que se intentan
fabricar" 45 el producto de las penas pecuniarias impuesta_s por los
tribunales eclesiásticos.
Pero hasta 1740 no se empezó la obra de la nueva Contaduría,

fostalaci6n de la Contaduría en el Real Palacio y 3 r.454 pesos y 6 tomines, a la fábrica


c:le los cuarteles. Pero de estas cantidades sólo tendría que desembolsar la Real Hacienda
15.403 pesos y 4 tomines, puesto que podrían aprovecharse muchos materiales del edificio
,ocupado entonces por la Contaduría y que se destinaba ahora a cuartel.
40 Valdés Ta'món al Rey, en Manila a 10-VII-1730. (A. G. I., Filipinas, 919).
41 El mismo, en Manila, a 3�VI-1731. (A. G. I., Filipinas, 919).
4.1 Publicado por don Diego Angulo Iñiguez, en "Planos de Monumentos Arquitec•
-tónicos de América y Filipinas, existentes en el Archivo de Indias". Sevilla. Laboratorio
c:le Arte, 1939. Lámina 266.
43 Valdés Tamón, en carta de 20-VII-x738, acusa recibo de esta real cédula. (A. G. I.,
:Filipina,,, legs. 147 y 436).
44 Esta noticia se contiene en testimonio de autos que acompaña a la carta citada
-en la nota anterior.
4 5 Fray Juan Angel Rodríguez, arzobispo de Manila, acura recibo de esta real cédul:t
eri carta de 30-VI-1738. (A. G. l., Filipinas, 29x).
168 M.ª LOURDES DÍAZ-TRECHUELó SPÍNOLA

según informa el gobernador don Gaspar de la Torre 46 que aplicó


a este fin, durante dos años, la •cantidad de seis mil pesos en cada uno.
procedentes del estanco del buyo -adjudicado en subasta a don To­
más de Endaya- por no ser suficientes para las obra:s el producto de
las penas de Cámara.
Verificado el traslado de la Contaduría al Palacio durante el go­
bierno de Arrechederra, quedaron al fin instalados los ·sóldados en el
local ocupado antes por dichas oficinas, pero el cuartel que allí se
levantó tenía sólo capacidad para trescientos hombres según escribe­
don Pedro de Arandia 47 en lugar de los seiscientos noventa y seis que
expresaba el plano. Sin embargo, cree el gobernador que levantando
de nueva planta el edificio 1i¡e lograría alojar en él toda la guarnición ,.
parte de la cual ,tuvo que ser instalada en los sótanos de Palacio por no
haber otro lugar para ello.
En 1775 don Simón de Anda y Salazar, al dar cuenta de la revis.t:r
que pasó al Regimiento de Infantería del ReyJ dice refiriéndose a su
cuartel, que "en toda la Plaza no ay peor edificio, ni más mal reparti­
do". por lo que solicita se destine a este Regimiento el Colegio Máximo
de San Ignacio, vacío desde la expulsión de los jesuftas, o bien que s�
concedan créditos suficientes para hacerlo de nueva planta. 48
Cuatro años después, Basco y Vargas insiste sobre .el mismo asun­
to, con motivo de estarse formando un regimiento de milicias regladas ►
para las que era imprescindible disponer alojamiento. Es ahora el sar··
gento mayor de milicias, don Manuel Zumaldo, quien solicita del go­
bernador, se destine a dicho objeto el Colegio de San Ignacio, en cuyo­
edificio no sólo se podría alojar �1 nuevo regimiento, sino el de Infan­
tería del Rey, cuyo actual cuartel --dice el gobernador- es tan ma i_.
sano por su humedad, falta de ventilación y calor insoportable en et
verano, que siempre tiene en el hos,pital ochenta o noventa soldados
siendo además tan pequeño el edificio, que tres compañías del regí-.
miento vivían en el castillo de Santiago y dos en los sótanos de Pala­
cio, como ya se ha dicho. 49
El Colegio de San Ignacio había padecido mucho en .su maderamen

46 Gaspar de la Torre al Rey, en Manila a 14-VI-1741. (A. G. l., Filjpinas, 445)_


47 Pedro de Arandia al marqués de la Ensenada, en Manila a 14-VII-1755. (Es la.
misma citada en la nota núm. .:13).
48 Simó.n de Anda al Rey, en M'anila a 19-VI-1775, (A. G. l., Filipinas, 926).
49 Basco y Vargas al Rey, en M'anila a 10-V-1779. (A. G. I., Filipinas, 494?.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 169

y cantería por llevar tanto tiempo cerrado pero podría repararse fácil·
mente y su hermosa iglesia sustituiría con gran ventaja ·a la pequ·aña
ca.pilla de la Encarnación, que servía aún como -Capilla Real, siendo
in�uficiente para ello.
Hubo una verdadera lucha por este edificio, pues mientras el arz­
o bispo pretendía que se le destinase a Seminario, y d gobernador a
c uarteles, el regente de la Audiencirt, don Digo Martínez Araque, so­
pedía que se trasladasen a San Ignacio todas las oficinas instaladas.
en el Real Palaóo y qne ésite fuera destinado a cuartel.
Triunfó de derecho el arwbispo, ya que por real cédula de 3 de·
junio de 1783, el edificio se destinó a Seminario, pero de hecho quedó,
convertido en cuartel, casi en su totalidad, fo que motivó en 1798 una
protesta del Cal:iildo eclesiástico sx porque la mitad del edificio estaba
ocupado por el Regimiento fijo de Manila, y ,casi la otra mitad la usu­
fructuaban desde 1795 trece compañías de milicianos. Pero a pesar de
todo, el Colegio siguió convertido en cuartel hasta fines del siglo XVIII�
y aún continuaba en tal estado en 1832. sa.
Durante el gobierno de don Simón de Anda, ·se acometió la con;,·
trucóón de un cuartel para el regimiento de Dragones, que se alojab:t
en "un tinglado aplicado a la cortina de la plaza" s3 inservible y qm·
era necesario demoler para construir los terraplenes de la muralla.
Por esto, el gobemado"r 54 ordenó al ingeniero don Dionisio O'Kelly
que con preferencia a toda otra obra, atendiese a ésta del cuartel di:
Dragones al que había que dar capacidad para ciento veintinueve sol­
dados y ciento veinte caballos. O'Kelly le propuso alojar a los Dra­
gones en el colegio que los jesuitas tuvieron en Santa Cruz, extra­
muros de Manila, ya que dentro de la plaza era difícil encontrar solar
apropósito, pues el proyecto di! fortificación aprobado, establecía que
el terreno comprendido entre la fuerza de Santiago y el actual cuartel.
debía quedar totalmente desembarazado. Pero el gobernador reiteró

50 Basco y Vargas, en Manila, 30-XII-1779. (A. G. I., Filipinas, 494).


51 El Cabildo eclesiástico de Manila, en 20-VIJ-1798. Extractada en Informe de la
Contaduría de 23-V-1804. (A. G. I., Filipinas, 1025).
5.1 El arzobispo de Manila fray José Seguí, al Rey, en 12-VI-1832. (A. G. I., Fili,
pinas, ton),
53 O'Kelly a Simón de Anda, en Manila a 2-XI-1772. (A. G. l., Filipinas, 926j.
54 Por Decreto de 15-X-1772, (A. G. l., Filipinas, 926).
170 M.ª LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

la orden, añadiendo que sólo pretendía que tuviesen " pe·sebres y techo
para el resguardo del sol". 55 Entcmces el ingeniero proyectó un edificio
.qe madera, cubierto de teja, con la-s caballerizas en la planta baja y el
.alojamiento de los soldados en el piso superior. Esta obra podría queda1·
terminada en cuatro meses. 56 Pero al gobernador le pareció excesivo
.su coste 57 teniendo en cuenta que sería provisional, y repite que sólo
quiere que se hagan unos cobertizos y_pesebres para los caballos y una
casita de ladrillo para los soldados, pudiendo utilizarse para ello los
materiales acopiados para las obras, de fortificación --'Suspendidas po,.
él como ya sabemos- y también los procedentes del derribo de las
casas del Parián que pertenecían al Rey. Al propio tiempo, le ordenaba
-comenzar la obra de modo inmediato. 5·8 Un año después, el gobernador
remite a España el plano del nuevo cuartel (fig. 105) levantadd por
O'Kelly 59 y en la relación de obras que acompaña 6o se dice que ya la
tropa estaba alojada en el piso alto, y en el bajo estaban tenninad'a3
dos cuadras de cuarenta y dos pesebres cada una. En julio de I 774, un
nuevo plano (fig. 106) presenta ya totalmente acabado el cuartel de
Dragones 61 en el que se había h�cho la tercera cuadra y se colocaron
·send{ls rastrillos en las dos salidas a la calle qt.te tenía el edificio.

El Real Palacio y la Audiencia


A principios del siglo X:VII escribía el historiador Antonio de
Morga: "Las casas reales son muy hermosas, y de buena vista y apo•
sento, con mucho ventanaje a la mar, y sobre la plai;a de armais, todas
-de cantería, con dos patfos, con corredores altos y bajos y pilares grue­
sos; dentro posa el Gobernador y Presidente con su familia; ay sala ele
1a audiencia real, muy grande y autorizada, ca.pilla aparte, cámara del
sello real, oficios d� escriuano de cámara de la audiencia, y escriuano

55 Anda a O'Kelly, en Santa Cruz, a 6-XI-1772. (A. G. l., Filipinas, 926).


56 O'Kelly a Si'món de Anda, en Manila a 10-XI-� 772. (A. G. l., Filipinas, 926).
57 ·3.744 pesos, 6 reales y 2 granos, ségún presupuesto de O'Kelly. (A. G. l., Fili-
-pinas, 926).
58 Anda a O'Kelly, en Santa Cruz a 17-XI-1772. (A. G. 1., Filipinas, 926).
5 9 A.nda a Arriaga, en Manila a 28-XII-1773. (A. G. l., Filipinas, 926).
60 Correspondiente a lo realizado desde 20 de junio a 20 de diciembre de 1773.
(A. G. l., Filipinas, 926).
61 Remitido con carta de Anda a Arriaga, en Manila a 10-VII-1774, a la que acom­
-paña relación de obras realizadas desde el 20 de diciembre de 1773 a 27 de junio cte 1774.
(A. G. l., Filipinas, 926).
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 17 1

de gouernación, y otras pie,;� para la caja real, y ministerio de oficia­


les reales, y un portal grande a la calle, con dos puertas principales,
.qonde esá el cuerpo de guardia, con una compañía de arcabuzeros de
paga, que cada día entra de guardia ... ". 62
Este edificio quedó casi destruído por el terremoto de 1645, ·dén·
do$e obligada la Audiencia a reunirse t:n un corredor, y a guardar
el Sello Real en un ángulo estrecho, por cuyas razones, a propuesta
<le la Ciudad, se acordó trasladar el alto tribunal a un suntuoso palacio,
labrado en uno de los frentes de la plaza mayor, por don Manuel
Estado de Venegas, cuyo& bienes habían sido embargados. Llevóse a
cabo, con gran solemnidad, la traslación del sello real, de cuya cere­
monia da cuenta la Audiencia al Rey, en 19 de 4ulio de 1654, 63 y tam
bién el gobernador pasó a vivir en el nuevo edificio, que hubo de se r
reparado durante el gobierno de don Fausto Cruzat y Góngora (1690-
1701). 6.4 En 1733 fue remitido tlitl plano del mismo (fig. 107) que
permite conocer su distribución.
k mediados del siglo XVIII, la sala de la Real Audiencia, su
Secretaría de Cámara, y la� demás oficinas, se hallaban muy deterio­
radas, llegando a ofrecer peligro inminente, por lo que el obisp0-g,,­
bernador don Juan Arechederra ordenó el reconocimiento del edificio
por personas inteligentes. Fue adjudicada la obra por contrata a 1m
sangley cristiano, maestro de cantería, llamado Antonio Mazo, y en
junio de 1747, se hallaba "para concluirse cuanto antes" según escrib.-�
el obispo. 6s
Antes de terminar el reparo de la Audiencia, se vio que estaba
4
muy deteriorada. y ameinazando ruina, la fábrica inmediata a la
'

escalera y demás oficinas del Real Palacio". Por decreto de 8 de mayo


<le 1747 66 se manda al ingeniero militar que en unión del cabo d-e
obras reales y personas inteligentes, haga un proyecto y presupuesto
<le la obra "con Diseño que se ha de formar para el efecto, con bre­
vedad, claridad y distinción". Dicho plano fue delineado por don

62 Morga, Antonio de: Sucesos... , pág . .200.


63 La Audiencia al Rey, en Manila a 19-VII-1654. (A. G. l., Filipinas, 22).
64 El Cabildo eclesiástico al Rey, en Manila a .20-VI-1702. (A. G. l., Filipinas, 187).
65 Fray Juan de Arechederra al Rey, en Manila a 21-VI-1747, con teatimonio de
:autos. (A. G. I., Filipinas, 153); El coste de la obra fue de 13.419 pesos, 2 toniine,
:¡ 2 g ranos.
66 Incluido en el testimonio que acompaña a la carta citada en la nota anterior.
172 111[, ª LOÚRDES DÍAZ-TP..ECHUELO SPÍNOLA

Tomás de Castro y Andrade, entonces ingeniero militar de la plaza


(figura 108), 67 y en Junta de H acienda celebrada el II de dic iem­
bre de 1747, se acordó la ejecución de las obras, cuya contrata tomó
también Antonio Mazo. El 29 de mayo de 1750 68 1\rechederra comu­
nica su terminación, siendo aprobadas P.Or real cédula de 16 de octubre
<le 1753. 69
Pero aún no habían transcurrido veinte años, cuando el terremoto
de I de febrero de 1771, dejó el edificio tan deteriorado que sólo que-­
daron habitables "unas piezas muy reducidas y ardientes", 7° haciendo
necesaria una nueva reedificación.
En julio de 1773, d estado ruinoso del Real Palacio, obligó al go-­
bernador don Simón dé Anda á trasladarse a una:s: ca·sas particulares 7 1
en la isla de Santa Cruz 712 y la Real Audiencia pasó a las. Casas de
Cabildo. 73
Se hizo entonces un reoonoc1m1ento del edificio por el ingeniero
militar Dionisio O'Kelly, en unión de Francisco Pérez y Gregorio
Nava, "los mejores facultativos, y práctioos de estas Islas". 74 Com­
probaron que toda la parte del edificio que servía de vivienda al gober­
nador amenazaba ruina inminente y estaban "bastantemente maltra­
tadas aunque no en tanto grado" las salas de la Real Audiencia y las.
Secretarías de Cámara y Gobierno. La inspección de los técnicos puw
de manifiesto un grave defecto de construccián del edificio, cuyos mu-­
ros transversales eran ele distinto material que los principales, y esta.
heterogeneidad contribuyó mucho a su ruina, por ser diversa su elas,,
ticidad y resistencia a las sa-cudidas del terremoto. Por ello, O'Kelly
estima indispensable demoler estos muros y reconstruirlos de materiaf
análogo a los principales, de cantería. También era necesario renovar

67 E,;te plano, hasta ahora inédito, está cosido al expediente citado en la nota 65,
68 Fray Juan de Arechederra al Rey, en Manila a 29-V-r750. {A. G. l., Filipi­
nas, 457 ).
6g Don Pedro de Arandia acnsa recibo de esta real cédula en carta de 6-VII-1756
(A. G: l., Filipinas, 474).
70 Simón de Anda ál Rey, en Manila a 8-VII-r77.2. (A. G. l., Filipinas, 49.2).
71 Anda a Arriaga, en Manila a r2-VI-r773. (A. G. I., Filipinas, 391).
7� Aquí es tá fechado el Decreto de rs-VI-1773 que ordena dar cuenta al Rey de::
estado de este expediente. Testimonio q11e acompafia a carta de Pedro Sarrio a Gálvez en:
Manila a, .26-VI-r777. (A. G. I., Filipinas, 39r).
73 Carta de Sarrio a Gálvez, citada en la nota anterior.
74 Informe de O'Kelly sobre el resultado del reconocimiento, Manila 6-III-r773. Eri
el testi1T1-0nio citado en la nota núm.72, ·
r Fig. 106.-Estado del edi6cio en I.0 de julio de 1774.

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Fi¡. 109.-La Audiencia en 1778.


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ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 173

�1 maderamen. comido de anay. El cos te aproximado de la obra no


haja,ría, a su juicio de catorce o quince mil pesos, según los técnicos.
El expediente siguió los trámites acostumbrados, con la lentitud
proverbíal, y nada ,se había hecho aún a fines del año 1776 en que el
_gobernador, ahora ya don Pedro Sarrio, tnandó realizar un nuevo re·
conocimiento para determinar cuáles eran los reparos imprescindibles
-para poder habitar de nuevo el Palacio. 75 Fueron los mismos técnic-�s
de la vez anterior quienes hicieron la vista de ojos, y encontraron el
-edificio en el mismo estado que tenía en 1773, por lo que comprobara•;
que no era preciso hacer una obra de tanta importancia como creyeron
-antes, estimando que con tres mil cuatrocientos pesos que se invirtie­
o ran en ella, quedaría en condiciones de ser utilizado. Aprobado estt'
..
□..

presupuesto, las obras comenzaron en febrero de 1777. 76
Se pensó entonces que las salas del Real Acuerdo y la Audienóa
con su Secretaría de Cámara, deberían instalarse en la parte del edificio
{}Ue hasta entonces ocuparan las oficinas de la Contaduría, Tesorería
y su escribanía, consigu-iéndose d� este modo que todas las dependen­
.ci�s de la Real Audiencia quedasen dentro del Palacio. 77
..."2..,.. La obra quedó terminada en 1778, puesto que en dicho año §e
aprueban los gastos hechos en ella. 78 Gobernaba entonces el Archipié,
lago don José de Basca y Vargas, quien hizo decorar de nuevo el salón
.<lel Palacio Real donde se celebraban las recepciones solemnes, y se
reunían las Juntas de Guerra y Hacienda. Las escenas del sitio y ataque
de Barcelona en la guerra de Sucesión. que tenía pintadas en sus pare­
des fueron sustituídas por motivos relacionados casi todos con la his­
toria de Filipinas, que eran, según la enumeración hecha por el propio
gobernador, "la con·quiE-t:a de las Batanes, la formación del ejército y
sus evoluciones, la construcción .de la armadilla ,contra moros, colocad'l
en cinco divisiones, la escuadra que transportó a S. M. desde N ápoles
a Barcelona, formada en cinco columnas, la fundición de artillería y

75 Decreto dado en Manila a 2-XII-1776. También en el testimonio citado en la


nota núm. 7 2.
76 El 6 de dicho mes se ordenó a O'Kelly dar comienzo a lo'S trabajos. Testimonio
citado en nota núm. 7 2.
77 ... Relación de lo executado en los edificios militares de la Plaza de Manila desde
1.º de enero a 30 de junio de 1777". Remitida <'on carta de Sarrio fechada a 27-VI-1777.
(A. G. l., Filipinas, 391).
78 Por real cédula dada en San Lorenzo a 24-X-1778. Basco y Vargas acusa recih<)
�n carta de 1-XII-1779. (A. G. l., Filipinas, 495).
174 M.• LOURDES DÍAZ-TRECHUELQ SPÍNOLA

construcción de hornos de afino y reverbero, la nueva derrota de A ca­


pulco por el cabo Bogeador, la construcción de Bajeles, l as obras d e­
fortificación y la fund2ciÓn de la Sociedad [Económica] todo en me­
moria de S. M. que los. mandó poner en práctica, representando varias
matronas con sus geroglíficos y pirámide3 las virtudes del Rey, su d\)­
minación en las cuatro partes d�l mundo y la memoria de sus inimit:i.­
bles hechos... ". 79
Del mismo año 1778 se conserva un plano de la Audiencia, remi­
tido en 31 de diciembre por el regente (fig. 109). 8o Dicho plano mani­
fiesta la disposición del edificio en que estaba instalado el tribunal�
ocupaba éste un ala de l piso princi pal del Real Palado, desde cuyc
patio tenía acceso y disponía de una sala (n.0 8 del plano)_ que al decir
del regente reunía pésimas condiciones, entre otras la de hallarse sobre
el cuartel que se instaló en la residencia del gobernador.
Por ello pide se traslade la Audiencia al Colegio de San Ignacio
que fue de los jesuitas, convertido en cuartel. Una r-eal cédula, dada ert
San Ildefonso a 7 de septiembre de 1786 �h aprobó esta. propuesta, pero
anteriormente el edificio había sido destinado a Seminario 82 y cuandq.
esta nueva orden llegó a Manila ya estaba instalado en él dicho Centro.
Sin embargo se siguió tratando de la necesidad de buscar otro locat
para la Audienéia, pero en 1791, consultado sobre ello el gobernado!·
don Félix Berenguer de Marquina, responde que no era necesario pues:
se hallaba bien donde estaba. 83
Dos años después vuelve a ponerse la cuestión sobre el tapete, y
se adopta la solución de establ.ecer la Audiencia en el piso alto de una
casa inmediata al Palacio Real, cuyo bajo se habilitó para cár.ccl de­
Corte (fig. 110). 84 Dicha casa fue unida al Palacio mediante un arco

79 ,Basco y Vargas a don Antonio Valdés y Bazán, en la Isla de Le6n, a 30-IX-1790


(A. G. I., Ultramar, 605).
80 · Con carta de 31-XII-1778.
81 A. G. l., Ultramar, 566.
82 Por real cé dula de 3-VI-1783. (A. G. I., Ultramar, 566).
83 Don Félix Berenguer de Marquina a don Antonio Porlier, en Manila a 16-VH- ·
1791. (A. G. I., Filipinas 501, A).
84 El Regente de la Audiencia don Agustín de Emparan, en 9-VII-1793. (Ultra•·
mar, 566).
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 175

proyectado por el ingeniero militar Gregorio Clavero 85 y en julio


de 1796 estaba ya realizado el traslado a ella de la CárceJ y Audiencia. 86

Los Almacenes Reales

El primer edificio que hubo en Manila destinado a este objeto,


estaba situado junto al río, con el que comunicaba por la llamada Puer­
ta de Almacenes.
Durante el gobierno interino de don Alonso de Abella Fuertes,
que se ocupó mucho de las fortificaciones de la ciudad, en ocasión
en que se estaba reparando el castillo de Santiago, se consideró que
los almacenes eran padrastro para dicha fortaleza por encontrarse a.
unos seis pasos del baluarte de San Francisco. 81 Estudiado el caso en
Junta de Guerra, fue acordada su demolición y ti:aslado a un solar
existente frente a la Contaduría, aprovechando en el nuevo edificio l0s­
materiales resultantes del derribo.
Hecha la correspondiente consulta al Consejo, una real cédula
fechada en 3 de mayo de 1691 deja el asunto al criterio del gobernador,
que cuando este documento llegó a Manila, en 1694, era ya don Fausto
Cruzat y Góngora, quien convocó a los técnicos en la mate.ria y estudió
con ellos el problema, mandando reconocer el edificio y medir el rolar
que ocupaba, así como el propuesto por Abella para el nue.vo em·
plazamiento.
De !a primera medición, realizada por el superintendente de Obra5
Reales y Fortificaciones, capitán Francisco Ponce, en unión de An­
tonio Coria, alarif�, Dionisio Mallari, maestro de cantería, y Tomá.,,
Longco, sangley, maestro de carpintería, resultó que el solar ocupado
por· los almacenes medía sesenta brazas de frente y cuarenta de fondo.
Efectuada luego la medición del terreno en que se trataba de cons­
truir los nuevos almacenes, r-esultó insuficiente, siendo necesario agre­
garle otros solares próximos, pues según los datos facilitados por los
peritos, "desde la parte pgr do linda c0n las espaldas. de la Cassa que-
85 Presupuesto formulado a 6-VI-1793. Detalla todas las obras necesarias para adap­
tar la casa a su nuevo destino. (A. G. l., Ultramar, 566).
86 El Gobernador don Rafael M'aria Aguilar y el Regente don Agustín de Emparan'
en Manila a 5-VII-1796. {A. G. l., Ultramar, 566).
.• �7 Don Fausto Cruzat y Góngora al Rey, ,·n Manila, a 5-VI-1695. (A. G. l.r
Filipinas, r 22).
176 M. • LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

posee el General Don Juan de Garaycoechea ... hasta la esquina que haze
frente con la de dicha Real Contaduría" medía dieciocho brazas y
media, y tenía de frente cuarenta y dos brazas, "y por el otro lado
o costado que hai Chfrente a la Capilla Real" veintiséis brazas menos
una cuarta. 88
La necesidad de construir el nuevo edificio antes dé derribar el
existente, al objeto de que los géneros nQ quedaran sin cobijo, hacía
imposible la utilización <le los materiales ::le éste. Por otra parte, segúr,_
el dictamen de los peritos, sólo resultaría aprovechable la mitád de la
piedra y tejas, y algunas maderas.
El tiempo necesario ,para realizar la obra ,se calculó en dos años
y ,su costo en cincuenta y cinco mil cuatroci�ritos un pesos y un tomín 89
.a cuya cantidad habría de añadirse el importe del terreno necesario
para completar la superficie qu� ocuparían los almacenes. Por todas
estas razones, la ·opiniÓn general fue contraria al traslado, porque
aún reconociendo que efectivamente servían de padrastro al castillo,
no �ran el único que tenía éste, siéndolq también algunas iglesias y con•
ventos y especialmente la Capilla Real de la Encarnación.
Ateniéndose al parecer de los técnicos, el gobernador decidió sus•
pender el traslado "hasta que el rey resuelva" a la vista de todo lo
expuesto 9o pues lo consideraba innecesario ya que en un momento
<lado podrían suprimirse estos padrastros derribándolos con la artillería
del propio ·castillo y- en cambio la proximidad de los almacenes ofrecía
la indudable ventaja de facilitar �l transporte de las armas, víveres y
demás pertrechos que en ellos se guardaban, a más de que su emplaza­
miento junto al río permitía hacer con gran comodidad la carga y
descarga de los géneros. Termina el gobernador su razonamiento di•
ciendo que el peligro de un sitio en forma lo cree muy remoto para
1a ciudad pues los naturales no disponen de medios para eff:ctuarlo,
y un ataque extranjero vendría siempre por mar.
Estudiado por el Consejo todo este asunto, pasó a informe de
<lon Enrique Enríquez quien lo emite con fecha 26 de agosto de 1696. 9 1
Dicho informe es favorable al traslado: no obstant_e las razones ex•

88 Incluído en testimonio _de autos, de 13-V-1700, que acompafía a una carta de don
Fausto Cruzat y Góngora de 30 del mismo mes y año. (A. G. I., Filipinas, I.213).
89 Este dato di¡rura en la carta citada en la nota núm. 8}.
90 Ibídelm.
91 Acompaña a la carta de Cruzat y G6ngora citada en nota núm. 88.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 177

puestas por el gobernador, porque si fuera sitiada la ciudad en alguna


ocasión :serían muy perjudiciales en t:1 lugar que entonces ocupaban.
De acuerdo con esto, por real cédula de 7 de diciembre de 1696 912
.se mandó ejecutar �1 traslado de los al01aoenes al solar propuesto por
Abella. Sin duda en España no se estimaron convincentes las razones
-d� Cruza t Y. Góngora, quien en cumplimiento de la citada orden 93
-ordenó a los oficiales reales que averiguasen quiénes eran los propie-
tarios de los 1solares inmediatos al que había de servir para los nuevos
almacenes, y cuáles sería necesario adquirir. Estos informan que ba3•
tarían tres, pertenecientes al mona,sterio de Santa Clara, y en ws que
,existían dos casas y una cochera, de propiedad ,particular.
Para ahorrar gastos a la real hacienda, quiso el gobernador ofre­
-cer a los propietarios otros solares equivakntes, pero como en la ciu­
,dad nq había -ninguno que fuese del real erario, hubo de adquirir éstos,
y otro rnás para abrir una calle que fuese hasta Ia muralla donde había
idt: hacerse la puerta sobre el río, para el servicio de los almacenes.
Antes de proceder a la compra de lo&: terrenos se hizo una tasa•
,ción de los solares y casas en ellos existentes, verificada por el cabo
<le obras reales capitán Francisco Ponce y por el maestro de cantería
Dionisio Saplan y el de carpintería Policarpo de Figu eroa.
Los propietarios eran: el general don Juan de Garayooechea, dueño
-de una casa y de la cochera, y el médico don J uah Geraldo que tenía
una casa perteneciente a su mujer María de Salinas. El alférez don
Gabriel de Baena poseía un 'SOlar sin edificar. 94
Inmediatamente fueron derribados los edificios aprovechando la
mayor cantidad posible de sus materiales, mientras se iban sacando lo;
,cimientos de los nuevos almacenes, y para realizar la obra con la mayo r
economía posible el gobernador _.empleó en ella a los soldados de infan•

9.:1 Citada en la misma carta, e incluida en el testim�nio que la acompaña.


93 Carta citada en la nota 88.
94 De acuerdo con la tasación, la casa de Geraldo se vendió en 239 pe'>OS y 6 torni•
-nes de oro común; don Juan de Echevarría, apoderado de Garaycoechea, no se conformó
. -con la tasación que se hizo de sus propiedades, por lo que se mandó hacer un .nudvo
.aprecio por· Francisco Ponce, ahora en unión del alférez Isidro de Salcedo, "Persona
-perita· en el arte", y de acuerdo con ello, vendió su ,asa y cochera �n 3 70 pesos, z tominee
Y 8 granos. La compra de loo cuatro solares importó 1,560 pesos, que unidos a la indemni­
:zaci6n abonada a los dueños de las casas y cochCl'a, hacen un total de 2.723 pesoo;i.
.2 tomines y I o granos.

(12)
178 111.ª LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

tería pampanga entre los que había muohqs oficiales de cantería, alba­
ñiles y carpinteros.
También los materiales necesarios 1se obtuvieron a poca cos:ta ;­
la piedra y cal ·salieron de los pueblos de Meycavayán y Parañaque­
que gozaban de reserva de tributos por suministrar estos géneros, y
para su transporte se· utilizaron embarcaciones de propiedad real y sol­
dados pampangos.
Dichos soldados se encargaron también del corte y acarreo de­
las maderas que se tomaron d� los bosques de la isla de Mariveles, y­
lOl'l ladrillos y tejas se fabricaron e n Cavite, asimismo por soldados..
Por último, el hierro y las herramientas necesarios procedían de la'>'
1 eales almacenes.
El 3 de junio de 1702, Domingo de Zabalburu, sucesor de Cruzat
en el gobierno, al dar cuenta del estado de la obra dice que estaban ya
concluídos los cimientos, 95 y los trabajos continuaron durante el go­
bierno interino de don José Torralba, y del Mariscal de Campo don,
Femando Manuel de Bustillo. Conocemos el estado en que quedaron
los almacenes a la muerte de este último, por un testimonio de auto&
que envía su sucesor, fray Francisco de la Cuesta, 96 del que resulta.
estar a,cabados los cuatro cañones. del primer patio, con sus, bodegas-,
corredores y •salones, y levantada una pared de dos brazas de alto por
veinticinco y media de larg,o, que daba frente a la Conta<l.uría, y con­
timtaba, volviendo la esquina, ha,sta la casa del sargento mayor <W1:·.
Jósé de Aguirre.
También quedaban levantados hasta la altura de una braza och(}.
pilares de piedra y ladrillos macizos, cinco correspondientes al frent�
de la Contaduría y tres a la otra pared citada. Cuatra pilares de igua..
altura estaban preparados para servir de soporte a la caída de los­
molinos.
Por el mismo testimonio conocemos los progresos efeduaclos du­
rante el gobierno del Arzobispo, que ftteron la fábrica de la panadería
en la que se instalaron ,seis molinos y dos hornos, donde· se elaboraban
el pan y bizcocho que. abastecía a los galeones de la carrera de Acapul­
co; una caída o corredor para- los molinos, y la vivienda del Tenedor

95 Domingo de Zabalburu, al Rey, en Manila a 4-VI-1702. (A. G. I., Filipinas, 124)'_


96 1Este testimonio acompaña a una carta fechada en Manila a 13-VII-1720. A. G. I...
Filipinas, 399).
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 179

<le los reales almacenes, con lo que quedó tan adelantado que al año
siguiente el Arzobi,spo·gobernador comunica la termina,ción 97 del edi­
ficio que oons�ba de cinco nave& destinada,s a los dtferentesi géneros;
tales como armas y municiones, trigo y arroz, bienes embargados a
particulares, etc., etc. 98
Permanecieron en pie los almacenes, hasta el 18 de junio de 1733 99
en que se produjo un incendio entre dos y tres de la tarde. Creyendo
que en ellos � guardaba mucha pólvora, nadie se atrevía a acercarse
y cuando se convencieron de que sólo había una corta cantidad, ya era
tarde para atajar el fuego; no obstante se pudieron salvar gran parte
de los géneros almacenados. Ante �sta notable pérdida la ciudaq entre­
gó un donativo de 30.oex> pesos con los que se llevó a cabo la reedifica•
ción, procurando enmendar los defectos <le la antigua fábrica.
Abri� una información 100 para averiguar las causas del sinies•
tro, y las pérdidas por él ocasionadas, que se estimaron en sesenta y
dos mil ochQcientos siete pesos, cuatro tomines y dos granos, y mandó
el gobernador que los restos <lel edificio fuesen reconocidos por per•
sonas competentes para calcular lo que cos,taría su reparo. Determinó
también incorporar a los almacenes la casa contigua, propiedad de don
José de Aguirre, lo que no se verificó por haberise oonsideradq luego
que no era ne�esario. También se acordó construir en la plaza de
armas un camarín de piedra cubierto de tejas, dividido en varios de­
partamentos para guardar el salitre, azufre y demás géneros inflamables.
En 18 de julio de 1736 101 la obra estaba muy ,adelantada y Valdé.::
Tamón oanfía que "en lo que resta de este año y parte del que viene "'
estaría acabada.
Según reconocimiento efectuado por Femández Valenzuela, cabo
de obras reales, en esta fecha se hallaban terminados los cañones o

97 Fray Francisco de la Cuesta al Rey en Manila a 27-VI-1721, (A. G. I., Filipi­


nas, 134).
g8 Reconocimiento efectuado por el superintendente de obras reales Juan Antomu
da Ocio, en M'anila a x.0 de junio de 1721. Figura en testimonio de autos que acompaiia
.a la carta dtada en la nota anterior.
99 Valdés Tamón al Rey, en Manila a 29-VI-1733. (A. G. I., Filipinas, 145).
roo El 'mism(?, en 6-VII-1734. {A. G. I., Filipinas, 145).
101 El mismo, en 18-VII-1736. (A, G. I., Filír,inas, 146).
180 M.ª LOURDES DÍAZ·TRECHUELO SPÍNOLA

naves que miran hacia el convento de Santa Clara y hacia la Capilla


Real. Los otros dos, o sea el de frente a la Contaduría y el central o
foterior, ·según declaró el cabo podrían acabar� en cu:i.tro meses. Nü
Qbstante, en julio del año siguiente aún no estaban totalmente termi�
nados. En esta fecha 102 esic'ribe el gobernador que se hallaban "en su
total pt!rfección, mejoradas sus oficinas y enmendados algunos defecto,
que se dejaban ver en la obra antigua, sólo resta empedrar una bodega
y entablar el altQ que le corresponde".
El importe total de la obra fue de once mil novecientos cuarenta
pesos, �is tomines y cinco granos, según consta de la certificación d�
oficiales reales que acompaña a la carta. Al margen de ésta puede
leerse el parecer del Fiscal de Su Majestad que hace notar que no se
garantiza la firmeza de la obra con el informe técnico como se acostum·
hra, ni se justifica el empleo de la cantidad que sobró de los treinta mil
pesos donados por la ciudad, por 1o que debe pedirse al gobernador que
cumplimente estos extremos, y así lo decretó el Consejo.
En 1738 103 los almacenes estaban "en su cabal perfecci6n" y se
construía el camarín de piedra proyectado en la plaza de armas para
guardar las materias inflamables; el sucesor de Valdés Tamón, don
Gaspai: de la Torre, al dar cuenta al Rey de la completa terminación
de la obra remite certificación de su costo. u,4
Como consecuencia de lo acordado por el Consejq en 6 de octubre
de 1739 se e xpidió real cédula el 6 de diciembre del mismo año, a la
que satisface Gaspar de la Torre, dando cuenta detallada de la inver­
sión de los treinta mil peso.<. de donativo. 10 5 Remite también utia
certificación del ingeniero don Tomás de Castro y Andrade y del cabo
de obras reales, Femández Valenzuela, que declaran que la fábrica es
·"buena y firme como qualquier fábrica de las mejores que ay en esta
Ciudad por es.tar hecha con buenas maderas de las que en este paíz ·
l
10.:1 Valdés Tamón al Rey, en Manila a 18-VII-1737. (A. G. I., Filipinas, 147).
103 El mismo, en 20-VII-1738. (A. G. I., Filipinas, 436).
. 104 Gaspar de la Torre al Rey, en Manila a 8-VI-1740. (A. G. l., Filipinas, 440)
El costé fué de 12.318 pesos, 6 tomines y 2 granos.
105 El mismo en 22-VI-1741. (A. G, l., Filipinas, 445). La distribución fue ésta:
12.318 pesos, 6 tomines y .2 granos en la obra; 5.835 pesos, 3 tomines y 4 granos, se
gastaron en víveres para aprovisionar los pataches que en 1733 hicieron viaje a Nueva
España, y u.845 pesos 6 tomines y 6 granos en la compra de diversos géneros y pertrechos
para reemplazar los que se destruyeron. en el incendio. {Esta catta l'!e repite en .u-VI-t742.
A. G. I., Filipinas, 1so).
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 181

se consideran ser mejores, y podrá durar lo mesmo que qualquier otra


de las dichas". 106
Efectivam�nte, el tiempo confirmó la exactitud de este dictamen.
pues no hubo necesidad de realizar obraisi de importancia en los al­
macenes reales durante el resto d( la centuria, y a �diados del si­
glo X.I:X: 101 el edificio subsistía, destinado a qtros tlJSOS.

ro6 Informe emitido en 2-XII-1740, que se incluye en .testimonio de autos que


acompafia a la carta de 22-VJ-¡_;,42, citada en la nota anterior. (A. G. l., Filipinas, 150).
107 Buzeta, M. y Bravo, F.: Diccionario Geográfico-Eslad!slico-Hisl6rico de las ]slar
FiliJ,i1Ja.1. Madrid, 1850, tomp II, pág. 218.
VII
.ARQUITECTURA RELIGIOSA: LA CATEDRAL DE MANILA

... "en el estado en que oy 1:;e halla, es


admiración de todos los que la ven ; no
cansándose en ponderar que en estas dis ,
tancias se ayan podido llevar con tanto
rigor las reglas precissas de una rigurosa
architectura; y más se maravillan de que
toda la fávrica ha sido remendar y unir
lo nuevo a lo antiguo, y a primera vista
parece obra nueva, !Sacada de cimientos,
y d� un nuevo planteo".
De una carta de don Mi¡uel Lino de
Ezpeleta, obispo electo de Cebú. Manila,
to de ju nio de 1757.
,..

Erección de la Diócesis.
Comienza la construcción de la Catedral.
Cuando el Adelantado Miguel Ló�z de Legazpi fundó la ciudad.
de Manila, reservó en su Plaza Mayor el solar que había de ocupar
la futura cat�dral, cuya construcción comenzó diez añ0$< más tarde.
En esta fecha -1581- llega a Manila su primer Obispo, fray
Domingo de Salazar, acompañado por lo$ padres jesuitas. Alonso Sán­
chez y Antonio Sedeño, 1� primeros de la Compañía que pasaron a
Filipinas. El prelado pertenecía a la Orden de Predicadores, y durante
cuarenta años había sido misionero en América. Nombrado luego pro•
curador general de su provincia, pasó a la Corte, dond.e tuvo ocasión
de predicar un sermón en defensa de los indios, y agradó .tanto a
Felipe II que ello le valió la propmista para ocupar la nueva Diócesi$
de Manila. 1
Por Real Cédula de 13 d1: mayo de 1579, dirigida al Gobernador
de Filipin�s, ,se manda construir la catedral "en la parte de essas yslas
y por la tra� que pareciere más oombeniente", � recomendando "que
el edificio sea moderado", lo que revela la preocupación real por los
abus_os que en este aspecto ise habían cometido en las Indiais y que die•
ron lugar a medidas restrictivas.
Los gastos que había de originar la edificaci6n ise rep;irten por
tercias partes, en la fo� acostumbrada, entre los naturales, encomen•
deros y Real Hacienda, y otra real cédula de la misma fecha 3 ordena a

J Bu<:eta, Manuel y Felipe Bravo: Diccionario geográfico e.rtadlslico•ltistórico de los


1.rlOJ Fili/'ino.r. Madrid, 1851. Tomo II. pág. .274 •
.2 Real cédula al Gobernador de Filipinas, En Aranjuez, a 13-V-1579. (A. G. I., Fili-
pin as, 339). ·
3 Real cédula a los Oficiales· de la Casa 1e {A.
Contratación. G. J.,Filipina,, 339).
186 M.• LOURDES DÍAZ-TRECBUELO SPÍNOLA

los oficiales de la Casa de Contratación entreguen al Obispo de Manila.


por una sola vez, "quinientos ducados que va.len ciento ochenta y siete
mil maravedises", d�stinad� a ornamentos, cálices y otras cosas para
el servicio de 1a "yglesia catredal que allí sea de fundar".
El 22 de mayo de I 579 4 se conceden a la catedral de Manila las
dos novenais partes de los diezmos pertenecientes al Rey. durante die:r.
años, "para que se gasten en -su obra y edificio". Con esto se abre la
serie de aportaciones económicas de la Corona, que continuará dt
modo ca,¡¡i ininter_rumpido hasta fin�s del siglo XiVIU, isiendo imposible
calcular el gasto total, ya que algunas de estas concesiones no llegaron
a hacerse efectivas.
Llegado a Manila en marzo d� 1581, el 2 I de diciembr� del citado
año fray Domingo de Salazar erigió su iglesia, en virtud de una Bula
de Gregorio XIII. Dióle el título de la Pudsima Concepción, y se creó
�1 Cabildo, compuesto por el Deán, cuatro dignidades y cuatro canon•
jías dotadas por el Real Erario. Este mismo año comenzó la construc·
ción del primer edificio de madera, caña y nipa, materiales de los que
,estaban hechas también todas las casas de la ciudad, según dice el
Obispo en una carta esicrita poco después de su llegada.
. Pero no debió ser mucha la diligencia puesta en construir el �i-
ñcio de cantería, ya que una real cédula f�chada en Barcelona a 8 de
junio de 1585 s afirma que, según carta del prelado, no :se habían cum�
plido las órdenes dadas anteriormente, y aun no había iglesia catedral.
por lo que se manda que "se haga luego sin dilación al guna" dando
cuenta de haberlo realizado.
Un año d�spués, ·la, "Junta Univer•sal de Manila" envía al Consejo
un Memorial cuyo capítulo primero se titula: "De lo que toca a las
cosas espirituales de Manila y Filipinas". En él se dice que la catedral
era de "madera y paja, tan pobre, descompuesta y désproveyda, es
deshonrra y menoscabo de nuestra f e y Religión cristiana y de nuéstra
Repúbli,ca y Cabe<;as que la gobiernan". 6

4 Real cédula, en Aranjuez, a .22-V-1579. (A. G. l., Filipinas, 339);


s Real cédula al Presidente-y oidores de la Audiencia de Filipinas. (A. G. l., Füt•
pinas, 3.39).
6 "Memorial de los particulares que la Junta Universal de Manila representa al
Consejo". 19-IV-1586. (A. G. 1., Filipinas, 77),
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 187

:El primer edificio de cantería.


Por real cédula de 20 de enero de 1587 7 dirigida a don Santiago
de Vera sabemos qm�, después del terrible incendio de 1583, se comenzó
un nuevo edificio, que no llegó a terminarS<:, qu�dandQ cubi�rto con
esterais y ta n indecoroso, que no se tenía allí el Santísimo Sacramento.
Completa esta noticia una carta de la ciudad fechada en 31 (sic)
,de junio de 1588, 8 en la que se dice que con tres mil pesos repartidos
.entre los vecinos, los naturales y la Real Hacienda, se habían sacado
.de cimientos la� pa�des del cuerpo de la iglesia, que por algunas partes
:alcanzaban ya do� brazas de alto. Pero �ta suma sería insuficiente
para levantar los muros a la altura necesaria, calculando que con seis
mil pesos más podría quedar terminado este edificio.
El mismq documento nos da a conocer la solución provisional que
se adoptó después del incendio, y que fue consitruir una iglesicJ. de
madera, cubierta de paja, utilizada hasta el día 15 de junio de 1588,
en que fué derribada por un furioso huracán que destruyó la mayor
parte de las casas, de estos mismos materiales, que había �n la ciudad.
Tal vez como consecuencia d� esta carta, �e ordeña a Gómez P&
rez Dasmariñas, que iba a tomar posesión del gobierno de Filipinas, 9
• <]U� tm-i pronto llegue a Manila, reparta d,oce mil ducados, por t�rcias
partes, como de costumbre, a razón de tr�s mil anuales durante cuatro
años. Y para que de modo inm�diato pueda comenzar la obra de la
-catedral, � le manda que al pasar por Nueva España solicite se le
envíen de aquellas cajas dos mil ducados como adelanto de la parte
oorrespondiente a la Real Hacienda. Esta orden dada al Gobernador,
.fue comunicada al Obispo de Manila en 17 de agosto d� -1589 10 y con
igual fecha a los oficiales reales d,e Filipinas. 11
Llegado a Manila �n mayo de 1590, Gómez Pérez Dasmariñas
-puso gran empeño en la ejecución d� la obra,, y cuando el obispo fray
Domingo de Sala�ar se -trasladó a España en 1591, quedaba ya comen•

7 -Real cédula al Gobernador don Santiago de Vf'ra, en Madrid, a zo-l-1587. (A. G, l.,
l•ilipinas, 339).
8 La Ciudad al Rey, en Manila, a 31-VI-1588 (sic). (A. G. I., Filipinas, z7).
9 Instrucción a Gómez Pérez Dasmariñas, en San Lorenzo, a 9-VIII-1589. (A. G. l.,
:Filipinas, 339).
10 Real cédula dada en San Lorenzo a 17-VIII-1589. (A. G. I., Filipinas, 339).
11 Real cédula dirigida a los Oficiales Reales de Filipinas, a 17-VIII-1589. (A.. G. l.,
Filipinas, 339. Hay duplicado de esta Real -Cédula en el leg. 1.002).
188 M.• LOURDES DÍAZ•TRACHUELQ SPÍNOLA

zado el edifido de mampostería; 12 ,según escribe el Gobernador 13 con


fecha veínté de junio. al mes sigui�nte se podría decir misa en la nueva..
iglesia "porque ya quedan cubiertas la� dos naves colaterales y la capilla.
se acabará para Corpus Christi y lo demás hasta Navidad". En con­
testación a esta carta. el Rey •4 le agradece el cuidado y diligencia cor,
que atendía a la construcción de la catedral: "He olgado de entender
--dice- quan adelante quedaba 1� obra...", lo que demuestra que
aun no estaba ooncluída, aunque el padre Gaspar de San Agustín afirme'
que la "acabó de fabricar Gómez Pérez Dasmariñas el año 1591". 1 i
Antonio de Morga clice sencillamente que "fabricó de cantería la yglesii
Cathedral de Manila", 16 pero, según Fonseca, aun no estaba termi­
nada en 31 de diciembre de 16oo, fecha en que hubo un fuerte terre­
moto que arruinó parciaJ�.nte el ediñcio. 1 1
Cuando vino a España el padre Alonso Sánchez, S: l., entre lo�
muchos asuntos que expuso a Su Majestad, manifestó que la catedrar
carecía de edificio adecuado y que �staba "cubi�rta de madera y paxa,
pobre, descompuesta y desproveyda ...", 18 dando lugar a que se expi­
diese una real cédula en I I d!: junio de 1594 19 que reitera al Gober­
nador la orden de entregar doce mil ducados para la fábrica, al objete,
de acabarla totalmente, y destina el sobrante de dicha suma· a orna•·
mentos, retablos, órganos, campanas, lámparas y otros enser(s def
culto.
Más ,tarde, en la "Instrucción" dada al sucesor de Dasmariñas•r
don Francisco Tel10, =
se le ordena vis-itar la catedral y que, en ca:so­
de que aún no esté terminada, haga que cuanto antes se acabe la obra­
y la provea de todo lo necesario para d culto divino. A pesar de ellor
al año siguiente -I 597_:_ el Cabildo eclesiástico -se dirige al Rey expo-

12 Fonseca, J�uín: L1' caltdf'v,l de Mcmill,J. Origen y r,stauracicnes sucesivas.


Manila, 1880, pág. 8. Afirma que tomó estos dato, de "un precioso documento" que tuv'o­
ocasión de hojear, sin dar más referencias.
13 GómeJ Pérez Dasmariíías al Rey, en Manila, a :zo-VI-159¡. (A. G. I., Filipinas, (í)_
14 Real eédula, en M'adrid, a 17-I-1593. {A. G. I., Filipinas, �39).
15 San Agustín, Gaspar de: Conquislas de las· Islas Filipinas. M'adrid, 1698. Lib. II
cap. XXXVIII, pág. 388.
16 Morga, Antonio de: Sucesos de las Islas Filipinas. Ed. Retana. Ma(irid, 1909''
pág. :z8.
17 Fonseca, Joaqµín. Vid. nota núm. u.
18 Relación del P. Alonso Sánehez, S. I.
19 Real cédula, en Madrid, a 11-VI-159-4. (A. G. l., Filipinae, 3111).
:za Instrucción al Gobernador don Francisco Telló, en Toledo, a 25,V.1596. (A. G. I.,.
Filip�s, 339).
ARQUITECTl7RA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 18Y

:niendo la!¡ necesidades de aquella iglesia y dice "que los edifficios della
:nunca se acaban porque has,ta, agora no tenemos sala de cabildo, ni
baptisterio ni torre, ni claustro". El altar mayor y otros dos altares se
.habían hecho de limosna Y. del mi!¡mo modo se iba had�ndo el coro.
_Fondera el Cabildo la conveniencia e incluso necesidad de que la cate•
dral de Manila sea muy suntuosa y bi�n ornamentada "por estar a la
mira d� muchas y diuersas naciones". 31 La carta está decretada al
margen, diciendq qu� se ordene al Gobernador examinar el estado de
la iglesia y lo que será preciso para acabarla, procurando que se llew
.a �fecto la obra con prontitud, y que quede bien servida de todo lo
relativo al culto divino. P�ro dos años más tarde, en 1599, vuelve a
insistir el Cabildo en otra 1carta redactada en parecidos, términos, si
bien se dice en ella que el Gobernador había visitado el edificio y soli·
citado una relación de todo lo que hacía falta para el servicio de la
iglesia, lo que sin duda obedece a la orden antes indicada. Nada se
había hecho hasta este momento. u

El siglo XVII .
.Apenas comenzada la centuria; �1 6 de julio de 16o1, el gober.na­
dor don Francisco Tello es.cri� al Rey, 2 3 y refiriéndose a la catedral
<lice que se halla en bu en estado y "con una torre y sacristía que se
hiziese, estaría acauada de todo punto". Pero no era posible realizarlo
por falta de dinero, pues de los catorce mil pesos que se habían ido CQtlJCe•
<iiendo para la fábrica y ornamentos, no quedaba nada, al parecer. Tellc
ordenó que se tomasen las cuentas, pero éstas se hallaban tan confusas
o(}Ue aun no se habían terll!inado, aunque e-speraba lograr su conclusión,
y si restaba algo oe aquella cantidad la inrvertiría en la terminación del
.edificio.
Continúan las vicisitudes de la obra, que pueden seguirse a travé$
4e los documentos, y •se suceden las concesiones de ayuda económic1
-por parte de la Corona, y las cartas de Arzobispos y Cabildo reda•
mando una y otra vez por la lentitud con que marchan las cosas. Así,
el 5 de mayo de 16o3, el Rey hace merced de la cantidad de mil pesos
<le a ocho reales, por una sola v�z, para la fábrica de la iglesia metro-

21 El Cabildo Eclesiástico al Rey, en Manila, .a z7•Vl-1597. (A, G. l., Filipinas, 77).


2.a El Cabildo Eclesiástico al Rey, en M'anila a 10-VII-1599. (A. G. l., Filipinas. 77).
23 Francisco Tel10 al Rey, en Manila, a 6-VI!-1601. (A. G. l., Filipinas, 7).
190 .11.• LOURDES DíAZ-TRECSUELO SPÍNOLA

politana de Manila, que "�tá por acabar", 24 y en 10 de julio de 1610-


el Cabildo manifiesta que aun no los habían podido hacer efectivos. :.is­
El motivo de estas dilaciones era casi si�mpre la falta de · fondos eo­
las cajas real� de Filipinas, como repetidas.veces lo d�claran. los Go­
bernadores, pudiendo iservir de muestra est� capítulo cle una carta de
don Pedro de Acuña : "Haré --di�- la diligencia posible en procurar
que v�yá. adelante la obra de la iglesia mayor desta ciudad aunque la.
tierra está tan pobre que en materia de Hacienda no hay cosa en que·
no �� halle dificultad". 36
Sin embargo, aunqu� despacio, se prosiguió el edificio, contribu­
yendo a ello no poco �I esfuerzo pe¡,sonal del tercer arzobispo de Manila ,..
fray Miguel de Benavides, llegado allí en agosto de 16o3.
Aparte de la penuria económica, había que luchar COil' los factores­
climá:ticos -tan adver.sos, por el calor y la humedad-, que con enorme
rapidez producían el deterioro de las maderas, haciendo necesario reno•·
varias. Así ocurrió en la catedral, durante el curso de su edificación,
pues en 16o7 la cubierta se hallaba en tal estado que fue preciso des­
alojar la iglesia y trasladar el culto a la capilla de San Andrés, también,
llamada de Santa Potenciana. En esta ocasión, el Cabildo Eclesiásticn
se dirige al R�y en solicitud d e una encomienda de indios �7 para re­
hacer la techumbre, petición que se repite en varias cartas, .-aS Y. en una.
de ellas, fechada en 10 de julio de 1610, manifiestan que al descubrir
la iglesia, se halló que no sól<? era n�cesario enmaderada, sino hacerla­
de nuevo, tarea qu� acometieron con buen ánimo, fiados en la protección.
del Rey, comenzándola "con proporción que sea desente para yglesia.
cathedral y como sie requiere para estas yslas... " 129
Efectivamente, según la describe Moreno, 3° "era la sumptuos.r
fabrica de piedra, de tres naves, siete capillas con la mayor, y diez alta-·
re.s: colocóse el Santísimo Sacramento, año de 1614, lográndose la.
piadosa magnificencia del licenciado don Francisco Gómez de Arellano,
cuarto Deán, que con su hacienda y limosnas que recogió de vecinos,

24 Real cédula, en Aranjuez, a 5-V-1603. (A. G. l., Filipinas, 339).


25 El Cabildo Eclesiástico al Rey, en Manila, a 10-VII-1610. {A. G. l., Filipinas, 77)_
26 Pedro de Acuña al Rey, en Manila, a 15-VII-1604. (A. G. l., FilipinM, 7).
27 El Cabildo Eclesiástico al Rey, en Manila, a 24-VI-1607. (A. G. l., Filipinas, 77).
28 Dos cartas, sin fecha, del Cabildo Eclesiástico, que están en el Inismo legajo n-
29 El Cabildo Eclesiástico al Rey, en M1anila, a 10-VIl-1610. (A. G. J., Filipinas, n)-
30 Moreno, Francisco: Apud Fonseca, pág. 9. (Vid. nota núm. 12).
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 191

y grandes ayudas de cqs,tas d� su Majestad, la adornó y acabó; en cuya


me,moria se le dió el sepulcro principal en medio d� la Capilla mayor,
de las ínfimas gradas, ,con una orla de bronce alrededor y su letrero ;
las seis capillas fuera de la mayor las fundaron personas particulares".
Este edi�cio fue bendecido sQlemnemente por el arzobispo don
Diego Vázquez de Mercado, el 6 de diciembr� de 1614, pero aun no
0
tenía siete años de existencia, cuando el fuerte terremoto de 1. de
agosto de 1621, qu� fue uno de tos má!s terribles que sufrió Manilay
produjo tales daños en sus paredes, pilares y tejados, que no se podía
entrar en ella sin grave peligro. Nos· da esta noticia un informe de l<I'
Audiencia, 31 fechado en 18 de julio de 1622, que al referirse al edifi­
cio, afinna que "la obra fue muy flaca", por lo que no sería posible
repararla, sino que se hacía preciso hacerla de nuevo, y añade que tam­
bién necesitaba una nm;va sacristía, pues la existente era muy peqneña
y estaba aún sin acabar. Tampoco había sala capitular, por. lo que e!
Cabildo se veía obligado a celebrar sus reuniones en el coro, y el altar
mayor carecía de retablo, teniendo ·sólo un dQsel con un Cristo. Por
último se indica la necesidad d� construir dependencias para guardar
los ornamentos y demás objetos de la iglesia.

Se reedifica la Catedral.
El terremoto de 1645.
Don Pedro Flavio, racionero de la catedral, fue encargado por
el Cabildo, gobernador del arzobispado en ·sede vacante, de llevar a cabo
la reconstrucción de la iglesia, y según una información de méritos
y servicios, del citado racionero, éste ejecutó la obra en menos dé año
y medio, gastando en ella mucha parte de su hacienda. 3z
La circunstancia de hallarse vacante la,' silla arzobispal de Manila,
permit<i fechar esta reconstrucción entre 1.<> d� julio de 1641, día en
que murió fray Hernando Guerrero, isexto prelado de la diócesis, y eí
mes de julio de 1645, �n que tomó posesión el sucesor, don Fernando·
Montero.
Muy efímera fué, por desgracia, la vida de est� ,edificio, pues quedó-

31 La Audiencia al Rey, en 'Manila, a 18-VII-16zz. (A. G. l., Filipinas, 77).


32 Información de méritos y ' '
servicios de don Pedro Flavio en Manila a 16-XI-1644 r
61).
-(A. G. l., Filipinas,
192 M.ª LOURDES DÍAZ·TRECHUELO SPÍNOLA

totalmente arruinado por el terremoto dd día de San Andrés, 30 de


noviembre de 1645,. uno de 1� más violentos que registra la historia
<le Manila, pues las sacudidas se repitieron con más o menos intensidad
por espa,cio de muchos días.
El primer temblor fue a las ocho de la noche del día citado y con
él --dice el cronista Baltasar de Santa Cruz 33_ "s� vinieron de una
vez al suelo casi todos, o lo mejor de los edificios de esta ciudad; y
mientras más altos más pres.to... Las dos torres mayores que había en
la ciudad, la de la Catedral y de nu�tro cqnvento de Santo Domingo,
.se vinieron a pique esta n oche con todo el peso de sus campanas y cam­
panarios, que eso sólo podía haicer temblar la ciudad ... ".
En los días siguientes fueron m�nos intensas las sacudidas, pero
.al quinto hubo otra tan fuert� que superó a la primera y acabó de
.destruir lo que aun quedaba, en pie.
La ruina de la catedral obligó a construir un camarín de tablas
-cubierto de paja y cañas, que se hizo "en medio de la pla� publica·"
para poder celebrar los actos de culto.
A solicitud del mayordomo de la iglesia, bachiller Amaro Díaz, la
Audiencia abrió información, cuyo tes,timonio remit� al Rey. con carta
.de 16 de agosto de 1646, 34 en la qu� se pondera la necesidad de acudir
prontamente a la· reedificación de la iglesia metropolitana de Manila
�' por ser la principal y que está a vista d� tantas naciones bárbaras'",
.advirtiendo qu� los vecinos, no podrán contribuir a la obra, no sólo
por los grandes estragos causados por el terremoto, sino porque habían
.acudido con largueza a los gastos.de la anterior reconstrucción, apenas
concluída cuando ocurrió el desastre. Por �tas razones, la Audiencia
solicita la conc�sión de un donativo de doce mil pesos para destinarlos
.a dicho objeto.
En esta información, hecha por el entonces oidor más antiguo,
<lon Antonio Alvarez de Castro, declaran como testigos muchos vecinos
notables de la ciudad, como los capitanes Leonardo de PadilÍa y Ber•
nardino de Villafaña, generales Rafael Gómez de Azeuedo y Pedro
<le Almonte y Veráztigui, almirante P�dro de Zárate, el general don

33 Santa Cruz, Balasar c!e: Historia de la PrC>'llincia del Santo Rosario de Filipinas•••
Tomo II, Lib. I, pág. 86.
34 La Audiencia al Rey, en Manila, a 16-VIII-1646. (A. G. I., Filipinas, 1.015).
ARQUITECTURA ESPA&OLA EN FILIPINAS .193

Fernando de Ayala, castellano de la fuerza de Santiago de M�nila, y


los capitan�s Lu4 Calar de Eyrolo y P�clro de Alcaraz.
Todas las declaraciones son muy semdantes y coinciden en afir•
mar la pobreza de la iglesia, y la imposibilidad en que se ven los vecinos
,de costear su reparo, añadiendo que el edificio arruinado, de piedra
y teja, era uno de los más suntuosos que había en la ciudad.

Nueva reconstrucción.
Al arzobispo don Miguel de Poblete (1653-1667) corresponde la
gloria de haber cqlocaqo la primera piedra del nuevo edificio, el día
20 de abril de 1654. E¡¡.ta iglesia, de tres naves y de orden dórico ro•
mano, duró, según Fonseca, 35 hasta 1863, dato que no es del todo
�xacto, ya que a mediados del siglo XVIII s:e hizo una importantídma
obra qu� puede considerarse como verdadera reedificación, aunque se
aprovecharon la.$ paredes existentes.
En junio de 1659, la obra estaba a punto de terminarse, 36 ha­
biendo contribuído a ello el gran empeño que puso en la empresa el
ya citado arzobispo, y, en el aspecto económico, la aplicación a este fin,
del producto de las vacantes del arzobispado. Todo esto hizo que en
1663 sólo faltara ya concluir d prei¡biterio. 37
El interés de don Miguel Poblete por la reconstrucción de la iglesi:l
alcanzó hasta después de su muerte, pues la nombró heredera de sus
bienes. En carta de 24 de junio de 1668, 3S su sobrino y albacea don
José Millán de Poblete, deán del Cabildo Eclesiástico d e Manila, re•
clama la entrega �e los bienes sobrantes después de pagar la:s deudas
<iel Prelado, y, según se desprende del contenido ele dicha carta, se
trataba entonces de adornar la sacristía, debiendo estar oompletamente
terminada, la iglesia.
Afirma Fonseca 39 haber visto un autógrafo -no indica de quién-­
en el que se dice que el 7 de junio de 1662 se celebró la bendición del
templo, a cuya obra había ayudado mucho el gobernador don Sabiniano
35 Fonseca, Joaquín: Ob. cit., pág. 13 y sigs.
31i El Cabildo Eclesiásticc al Rey, en M'anila, a 18-VI-1659. (A. G. I., Filipinas, 77;.
3'1 El Cabildo Eclesiástico al Rey, en Manila, a 31-VII-1663. (A. G. l., Filipinas, 77;.
38 El Deán de Manila, don José Millán Pobkte al Rey, a 24-VI-1668: (A. G. l.•
Filipinas, 77). •
39 Fonseca, Joaquín: Ob. cit., póg. 13.

(13)
194 M.ª LOURDES DiAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

Manrique de Lara y el vecindariq de M;:tnila. De ser ci�rto este dato,.


. hubo de celebrarse la ceremonia sin que la iglesia estuviese acabada,.
puesto que por otra carta del Cabildo40 sabemos que aun se trabajaba:
en el edificio a principios del año 1669, bajo la vigilancia del citado
deán don José Millán · de Poblete, a quien, dos años más. tarde, 41 et
gobernador don Manuel de León, acusa de desidia, al afi rm ar q�e la:
obra quedaba entonces "en los últimos terzios de su conclusión, y estu­
viera ya acauada, si la persona por cuia mano ha corrido huuiera obrado
con má$ vigilancia".
De modo continuo se lucha contra la� dificultades económicas,.
reflejadas en los documentos de modq expresivo, hablándose constante
mente de la "exhaustez de la$ Real�s Cajas", "falta de caudales" y,
otras frases no menos gráficas.
_ En 166g, el Gobernador entregó al Cabildo tres mil pesos, 42 a;
cuenta de los que �staban retenidos en las reales cajas. Pero ya ·al año,
siguiente, según confiesa él mismo, sólo entregó dos mil, y en 1671 no­
pudo dar ni uno. No obstante, la obra prosiguió con distintos recursos
y se esperaba que quedase t�rminada "pa ra el día de San Pedro que
viene", dice el Gobernador. Como esta carta lleva fecha 15 de junk>..
debe ent�nderse que se refiere a la próxima festividad del Apósto
-29 de junio-, lo que está de acuerdo con lo que afirma Fonsesa en
su ya citada obra, 43 aunque también, como hemos visto, recoge lct.
notida de qu� fue �decida en 1662.
Don José Millán de Poblete, ahora obispo electo de Nueva S�govia,
comunica, en carta de 15 de octubre de 1671, que el 31 de agosto del'
mi'Smo año quedó terminada la capilla mayor de la catedral, 44 cuya
dedicación se celebró el 8 de s�ptiembre de 1671. 4S Pero todaví� en•
1676 46 estaban sin a;cabar la sacristía y otras oficinas, y lo mismo se-

40 El Cabildo Eclesiástico al Rey, en Manila, a 15-I-1669. (A. G. l., Filipinas, 77)<


4r El gobernador don M'anuel de •León al Rey, en Manila, a 15-Vl-1671. {A. G. l.,.
Filipinas, 1o). •
4,1 El Cabildo Eclesiástico al Rey. (Ve,· nota núm. 39).
43 Fonseca, Joaquín: Ob. cit., pág. 13.
44 \Hace referencia a esta carta una real cédula dada en Madrid a 26-V-1673_
(A. G. I., Filipinas, .:z8).
45 Díaz, !=asimiro: Conquistas de las Islas Filipinas, .• Parte segunda, Valladoli a;
.i890, pág. s�S.
46 El Cabildo Eclesiástico al Rey, en Manila, a 30-V-16i6, (A. G. l., Filipinas, 78)-
• ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 195

guían en 1681, según otra carta del Cabildo &lesiástic�, 47 cuyo objeto
es comunicar que el Gobernador no había �ntre.,gadq aun el producto
de las vacantes de encomiendas concedidas por el R�y, lo que fue •causa
de que no .se hubieran t�rminado tooavía las capillas y demás oficina•s
de la catedral. Se refier� de modo especial a la sacristía y afirma "que
no la tien�".
Nuevamente insiste el Cabildo sobre este punto, 48 diciendo que
-de los �is mil pesos que � de treinta años antes había concedido el
Rey para la fábrica material de la sa_cristía, aún no recibieron más que
dos mil ochocientos, gastado� �n reparar los techos de la iglesia que por
ser de madera y teja "reciuen de ordinario mucho daño por ocasión
de los continuos terremotos y grandes uracanes que en . . . Manila se 1

�perimentan... '\ por lo que no &ólo seguía la catedral sin sacristía,


sino que inclusó el edificio ya oonstruído necesitaba muchos y costosos
reparos".
En consecuencia solicitan .se abone a la iglesia la cantidad que se
le adeuda -tres mil dosci�ntos pesos- y un tercio del producto de
la vacante causada por muerte del arzobispo fray Felipe Pardo.

La Catedral en la primera mitad del siglo XVlll.


Nuevo y grande impulso recibió la obra durante el pontificado de
don Diego Camacho y Avila (1697-17o6), promovido luego a la sede
de Guadalajara (Méjico).
En carta fechada en Manila a 2 de junio de 1700, � responde el
Prelado a una real cédula en que se le pide cuenta de las cantidades
recibidas con destino a la fábrica de la catedral, y en este documento
da a conocer los progreso� efectuados, diciendo que se habían construído
dos sacristías, sala capitular y otras dependencias, teniendo comenzada.
la torre, muy necesaria. Solicita fondos para terminarla, así como para
"acauar de perfizionar lo restante de una Iglesia que es la Catedral que
V. M. tiene en estas Islas".

47 El Cabildo Eclesiástico al Rey, en Manila, sin fecha. Debe ser de 168r ' pues se
recibió con otra,s cartas de ese afio. (A. G. l. Filipinas, 78).
48 El Cabildo Edesiástico al Rey, en Manila, a r4-Vl-1696. (A. G. I. Filipinas, 78 ,.
49 El arzobispo don Diego c;amacb,o, al Rey, en Manila a 2-VI-·1700. {A. G. l., Fi­
lipinas, 1.23),
196 M.• LOURDES DÍAZ·TRECHUELO SPÍNOLA

En el expediente que acompaña a esta carta figura el informe del


fiscal ) la resolución del Consejo de Indias, fechada a 18 de marzo
de 1702, en que se ordena al gobernador, que de acuerdo con la ley 37,
título 7.0 del li�ro 1. 0 de la Recopilación, aplique lo necesario para
terminar la torre, puntualizando que la obra deberá hacerse tasar y
pregonar, y que en adelante en todos los casos análogos, deberá dar
noticia del estado de las fábricas y del tanteo o presupuesto que· se
hici�re de su costo, remitiéndolo al Consejo. so
Durante todo el siglo :X,VIII prosigu en las vicisitudes de la obra.
que además de luchar siempre con las dificultades de orden económico,
tiene otros enemi gos naturales -terremotos y huracanes-- que no
cesan de ata·carla, por cuyo motivo necesitaba reparos constantes toda
la parte ya concluída.
Buen ejemplo de ello lo tenemos en el terremoto de 29 de sep­
tiembre de 1701, que "fue de los grandes y mayores qui! se han visto
en �stas Y;slas" s I y habría destruí do toda la Ciudad "si la fábrica de
sus edificios no se compusiese de hari gu es y de toda fortaleza" . .!>2 En
la catedral, este seísmo produjo una grieta de arriba abajo, pero le
sirvió de contrafuerte la arquería que enlazaba la torre con el cuerpo
de la iglesia.
Cuando esto escribe el Cabildo, la ,citada torre tenía ya terminados
dos cuerpos y próximo a comenzarse el tercero en el que habían de
ir las campanas.
Dejó don Diego Camacho acabada por completo la sctcristía, con
techo pintado y dorado, y sobre ella hizo levantar la sala capitular y
-Otras oficinas.

50 Cruzat y Góngora al Rey, en Manila, a 3-VI-1700. (A. G. l., Filipinas, 123),


Por esta earta conócemo; la cantidad invertida por la Real Hacienda en la obra de
la catedral, sólo en la segunda mitad del siglo A'VII. Una Real Cédula de 3 de octubre
de 1657 concedió 10.000 pesos a razón <ie 1.000 anuales durante diez jlfics; otra de cuatro
de septiembre de , 67 r otorgaba para el mismo fin 6.000 pesos también a razón de mil
:anuales, de loo que aún se debían 31 3 pesos, s tomines y II granos: En 26 de junio d-,
1670 se enviaron de las reales cajas d-e Méjico, .23.046 pesos, 1 tomín y 9 granos product..,
◄le las do5 últimas vacantes de la sede de Manila, ocurridas antes del pontificado de don
Miguel Pobletc, y de los estipendios que se debían al citado arzobispo. Por último a don
Diego Camacho ,se entregaron 6.445 pesos, I to'mín y 9 granos, de los expolias de su ante•
cesor, fray Felipe Pardo.
51 El Cabildo Eclesiástico al rey, en M'anila a 10-Vl-1702. (A. G. l., Filipinas, 187).
52 El Cabildo Eclesiástico al Rey, en Manila, a 6-VI-1703. (A. G. l., Filipinas,.
1.006).

,
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 197

El coro y sus tribunas y rejas dejólos también terminados· este


arzobispo, que hizo asimismo fabricar un hermoso púlpito "el mejor
de Filipinas" al decir del Cabildo, hecho de marfil, ébano y tíndalo.
Llevaba en el �entro una imagen d� la Inmaculada, cuy9 rostro, manoE­
y pies eran también de la misma materia, resultando "obra primorosa.
y costosa qui no se hallará en todas las Indias Púlpito que se le ygua!e
en la Labor y materia de que fué formado". s3
Vimos ya que por real cédula se mandó al gobernador ta!'¡ar y
pregonar la obra de la torre. En cumplimiento de esta orden es,crib�
don Domingo de Zabalburu, a 10 de junio de 1705 que habiéndost
entregado hasta esa fecha, según testimonio d�l Arzobispo, la cantidad
d e cincuenta y cinco mil trescientos pesos y dos granos para la fábrica
de fa iglesia, de dicha suma podría sacarse la necesaria para la termina­
ción de la torre, "que es una fábrica mui moderada y en esta Ciudad
corren a moderados precios los materiales y los alarifes", encontrán•
dose ya entonces, próxima a concluirse pues sólo faltaba hacer "el
Chapitel y algunas obras exteriores d� poco costo". s4
El constructor de la torre fue el sangley Dionisia Saplan, mae!.tro
de cantería y ya en 17o6 estaba acabada por completo, con sus seis
cuerpos, afirmando el Cabildo s6 que es "la mayor que tienen. todas
estas Islas y puede competir en �u fábrica y hermosura con las que se
hallan fabricadas en la nueua españa y Perú ... ". s7
Este mismo año pasó a la sede Guadalajara, de Méjico, don Diego
Camacho, dejando terminada por completo la catedral de Manila.
Pocos años se mantuvo firme la iglesia, y ya en 1725 comenzó
el Cabildo Eclesiástico a preocuparse del a-sunto. s8 En 1730, gober­
nando en sede vacante, pide una encomienda para la fábrica de la

53 El Cabildo Eclesiástico al Rey, en Manila, a 15-Vl-1706. (A. G. l., Filipinas, 296).


54 Domingo de Zabalburu al Rey, en Manila, a 24-V-1708. (A. G. l., Filipinas, 193-).
En esta carta copia la de 10-VI-1705.
55 El Cabildo Eclesiástico al Rey, en Manila, a 10-VII-1736. (A. G. l., Filipinas,
I .OI 5).
56 El Cabildo Eclesiástico al Rey, en Manila, a 15-Vl-1706. (A. G. l., Filipinas, 294}.
57 Esta torre "duró hasta, 1880 en que la derribaron para dar nueva forma a La
catedral". (Nota que fray Til'ISO López, editor d'! la obra de Díaz Conquistas de las Islas.
Filipinas... , puso al pie de fa pág. 538 de dicha obra. Vid. nota 45).
58 En carta de 23-Vl-1725 pide una encomierda perpetua de dos mil indios comr­
la tenía la catedral de Cebú para su fábrica. Repite la petición en 28-VI-1727. (A. G. l.,
Filipinas, 294) .


.198 M.ª LOURDES DÍAZ·TRECHUELO SPÍNOLA

catedral porque se venía abajo a causa de los �is meses anuales de


lluvias, siendo también preciso reparar la torre, la sacristía y otras
partes del edificio, lo que demuestra, una vez más, la desastrosa in•
fluencia d�l clima cálido y húmedo.
A esta petición acompaña un testimonio del estado en que se
hallaba, con informe hecho por el cabo de obras reales, Pedro Miguel
Cordero, quien declara que toda la t;iblazón y maqeraje que sostenía
el entarimado de la iglesia y sacristía, estaba en mal estado, calculán­
dose en unqs cuatro mil peso!? la cantidad necesaria para '$U reparo.
También reconoció el maderamen de las dos naves laterales y encontró
las aletas o sobre.quilos, vencidos y arqueados por el gran peso de las
tejas, pues en algunos lugares había hasta diez o dqce, una sobre otra .
.A!sí s� había intentado suplir la poca inclinación del techo, para dar
corriente a las aguas; pero no se tuvo en cuenta el enorme peso que
de este modo gravitaba sobre la techumbre, que a juicio del perito,
estaba expuesta a venirse abajo en cualquier terremoto, y además, a
causa de léts continuas goteras, el zaquizamí de estas. dos naves se
hallaba podrido en su mayor parte. Para este reparo se necesitarían
unos seis Q siete mil pesos.
Por último, la sala de la torre tenía podridos• parte del zaquizamí
y de 1os quilos, y las escaleras de ma;dera en mal estado, siendo también
necesario muelar, en part�, la chapa ,de plomo que •cubría la torre, para
tqdo lo cual calculó mil pes•Js de coste, o sea que el importe total de
la obra se estimaba en doc� mil pesos aproximadamente. 59
El 29 de junio de 1773, 00 el Cabildo Eclesiástico suplica con
carácter de perpetuidad, una encomienda de do� mil tributos invocando
en apoyo de su pretensión otras concesiones semejantes hechas a la
catedrá.1 de Cebú y a varias iglesias de regulares; en esta carta se hace
reíerencia al anterior informe del cabo de obras reales, remitido por
·1a Audiencia en 1730, e insiste en que "por la injuria de los tiempos y
los repetidos temblores", se hallaba en tan mal estado el edificio que
en la estacióh de las aguas "se llueve por varios sitios con perjuicio

59 Pedro Miguel Cordero, en Manila, a 7-VI-1730. Informe cuya copia se incluye


en testimonio "sobre la petición de una encomienda de 2.000 tributos para la fábrica de,
la catedral", fechado en 30-VI-1730. (A. G. I., Filipinas, 1.015).
60 El Cabildo Eclesiástico al Rey, en Manila, a 29-VI-1733. (A. G. I., Filipinas, 1.015).
En el 'mismo legajo hay otra carta, copia de ésta, fechada en 29 de junio de 1734.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 19()

para el maderaje de la cubierta y �l entarim ado del ·suelo, y con inco­


modidad para los fieles". Señala también el ya citado defecto de oom·
.trucción, o sea la escasa pendiente de los tejados, qu� sólo podría .
.corregirse levantando el techo, para lo que sería necesaria la cantidad
presupuestada por el c abo d� obras, Pedro Miguel Cordero.
En otra carta de igu al fecha 61 solicita eJ Ca,bildo la tercera pé!:rte
..de la vacante producida por muerte del arzobispo Bermúdez de Castro,
.que par�� pensaban aplicar a los reparos menores continua mente ne•
.cesarios para la conservación del edificio. En esta carta dicen que l a
.catedral era una fábrica "tan �umptuosa, est�dida, y grande, que
,con la:s Capillas y demás oficinas, que necesari amente tiene. a sí unidas
y anexas, ocupa toda un a quadra entera en las calles de esta Ciudad ... ".
La petición del Cabildo fue atendida, pues éste, en 10 de julio
<le 1736 62 acusa recibo de una real cédula fecha da en El Pardo a
.31 de enero de 1734, concediendo el tercio de la vac ante producida por
traslado de fray Francisco de la Cuesta al obispado de Michoacán,
y de la ocurrida por muerte de don Carlos Bermúdez de Castro. 63

Fray Juan Angel Rodríguez y la Catedral de Manila.


Este prelado, cuyo nombre va unido a una nueva réconstrucción
de la catedral de Manila, tomó posesión d� la sede metropolitana de
Filipin as el día 2 5 de marro de 1736 6.4 y al d ar cuenta de ello al Rey,
,dice refiriéndose a la iglesia : "De lo material, he visto que el techo
está amenazando ruina. No sé a la hora esta si ay efectos o no ay para
:sus Reparos".
Poco después, en diciembre de 1737, fue derribada la media na•
r anja de la torre 65 que se rehizo de ladrillo "con la cúpula más hermo•
sa que antes tenía" y mejor cerrada para defenderla de las lluvias, que-

61 (A. G. l., Filipinas, 1,015). También de esta carta se remitió una copia fechada
-en 29-Vl-1734, que está en el mismo legajo,
6.2 El Cabildo Eclesiástico al Rey, en M'anila, a 10-VII-i736. (A. G. l., Filipinas,
"1.015).
63 Va incluída en testimonio que acompaña a carta del Cabildo Eclesiástico de
25-VI-1738. (A. G. l., Filipinas, 1.015). Por este concepto percibió la catedral 4.759 pesos,
.
4 tomines y I granb, según carta de oficiales reales de Méjico, fechada en 10-IV-1736.
64 El arzobi,spo fray Juan Angel Rodríguez al Rey, en Manila, a 3-II-1737, (A. G. I ..
Filipinas, 291).
65 Carta del citado arzobispo, en Manila, a 21-VII-1738. (A. G. I., Filipinas, 291)
200 "M.ª LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

dando "tal y tan hermosa, que aunqu� no podrá competir con las d�
España, a lo menos no la excederá ninguna de las Indias ... ". 66
Todo lo ejecutado en la torre fue aprobado por real cédula de
17 de abril de 1742, que llegó a Manila, muerto ya dkho pre lado,.
acusando recibo de la misma el Cabildo ,eclesiástico. 61
V,erdaderamente ruinoso llegó a ser el estado del cuerpo de la
iglesia, que fray Juan Angel describe con e,$tas palabras; 68 "de su
entarim�do no ha quedado tabla en su lugar, las bóvedas de madera­
deshechas, los techos, especialmente los de las naves colaterales, se­
vienen abaxo, los r,etablos maltratados y deslustrados con la continua
agua que les cae, el choro intolerable con la humedad, e inmundicia:
de los morciégalos (sic) que se abrigan en su obscuridad; últimamente­
no se considera serbible de toda la fábrica más de las paredes".
A la vista de tal desastre, decidió el arzobispo comenzar a reunir·
los materiales para la obra, aunque sólo disponía de la corta cantidad
de nueve mil pesos, y otros dos mil concedidos por el Rey y aún no
cobrados por no saberse de qué ramo de la Real Hacienda se habían
de abonar.
Por eso, para disminuir los· gastos, solicita el prelado que se le­
otorgue el uso de las reservas de piedra, cal y ladriIIo df'stinados a las
obras reales, que muchos años no se empleaban.
En. carta posterior --de 10 de julio de 1740- después de repetir
todo lo dicho, añade que estaba terminando el acopio de materiales., para,,
que al comenzar la obra estuviera asegurada su continuidad, pero la.
muerte sorprendió al arzobispo antes de dar principio a la reedificación� '

61 El mismo, en 15-VI-1739. ,A. G. l., Filipinas, 291). La repite en 10-VII-1740,.


que est{¡ en el leg. 1.006. No se limitó el arzobispo a reparar la parte arquitectónica de la:
torre, sino que además hizo fundir de nuevo sus campanas, que se hallaban todas hendidas,
�specialn:ente la mayor, que estaba a punto de caerse. Trece se fabricaron con el metaf
procedente de la,s viejas y el que reunió por su induertia el Prelado, que en la carta citada.
da noticia de sus no'mbres y dimensiones.
Gracias a la diligencia y celo desplegados por fray Juan Angel Rodríguez, la fundición­
y colocación de todas las campanas importó sólo mil pesos.
67 El Cabildo Eclesiástico al Rey, en Manila, a 25-VI-1743. tA.
G. l., Filipinas;.
r.016).
68 El arzobispo fray Juan Angel Rodríguez al Rey, en Manila, a 6-VII-1739. Cart�
incluida en otra de 10-VII-1740, {A. G. l., Fili pinas, I.006).
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 201

Fray Pedro de la Santísima Trinidad


y la reedificación de 1751.
El día 27 de agosto de 1747 hizo su entrada solemne en Manila
el prelado bajo cuyo impulso habrá de llevarse a cabo la más importante
obra de la catedr�l, verdadera reconstrucción, aunqu� se aprovechó
parte del edificio antiguo, como veremos.
Estaba persuadido el arzobispo de que sin un buen arquitecto seria
inútil acometer la empresa, pues se gastarían en balde tiempo y di­
nero, como lo atestigu aba la propia iglesia, que por haberse hecho baj,>
la dirección de "rudo e inex�rto obrero" 69 presentaba numerosos
defectos. Por ello, pidió · repetida� vec,es a Nueva España que se le
enviase un maestro, y al mismo tiempo en 1748 se dirige al Rey expo­
niendo el estado en que se hallaba el templo y que sería mejor hacerlo
de nuevo. Vuelve a insistir sobre ello en 29 de mayo de 1749 7° solici­
tando ayuda económica y con esta carta va un testimonio del reconoci­
miento del edificio realizado por el jesuita "Padre Joaquín Mezquita
como inteligente architecto" en unión del ingeniero militar de la Plaza
don Tomás de Castro y Andrade, y de don Antonio G()nzález de
Quijano, caballero de la Orden de Santiago, quienes declaran "que
respecto de ser su fábrica notablemente más larga de lo que pide �u
ancho, carece todo el edificio de la·s dimensiones proporcionadas según
las reglas de Architectura; y atento a los terremotos y uracanes que
continuamente suceden en estas islas, ser asimismo sobradamente alta
respecto de su ámbito".
En contestación a esta ca,rta, se expidió real cédula en· Buen Re­
tiro a 17 de abril de 1751, ordenand') que puestos de acuerdo el arz­
obispo y la Audiencia, remitiesen el diseño de la futura iglesia y pre­
supuesto de su costo.
Pero antes de que esta orden real llegase a Manila "el acas·so o por
mejor decir la Providencia, preparó un Religioso Cayetano, ·de nación
florentino, grande architecto, e ingeniero, que hacía paso por esta Ciu­
dad, para pasar a GQa, después de aver servido a los Ingleses de su
ingeniero en la costa de Malavar; y baxo ·de este título era misionero

69 ln�orme de Rojas y Melo y de Uguecioni en Manila, a 20-VIII-175.::r. Incluído


_
en teshmomo de autos fechado en 8'VIl-r753. (A. G. l., Filipinas, 1.008).
. . ?º El arzobispo Martínez de Arizala al Rey, en Manila, a 29-V-r74g. (A. G. I,
F1hpmas, 1.007);
202 llrl.ª LOURDES DÍAZ·TRECHUELO SPÍNOLA

apostólico por la Sagrada Congregación de Propaganda Fide en a.que·


.llas Islas". 7 1 Era este maestro el padre Juan de Uguccioni, qu� arribó
a Manila a fines del año 1750 7.z y a petición del arzobispo, reconoció
el edificio, y emitió su informe, en el qu� coincide con los anteriores
peritos señalando los mismos d�fectos que aquéllos. Dicho informe
lleva fecha 9 de diciembre d� 1750, 73 y comienza diciendo que el edi­
:ficio de la catedral �ra un cuadrilátero dividido t;n tres naves estrecha"'.
y altas en forma desproporcionada a su longitud, "sin la menor sime­
tría ni ornato y por consiguiente la considero en todo tosca, informe
y desproporcionada, a lo que se añade la grande oscuridad, que tal vez
es causa que multitud d� animales inmundos la infesten, y hagan in­
habitable y del todo indecente".
La planta de la catedral vieja (fig. 111 ), manifiesta lo dicho por
Uguccioni: era un edificio de tres naves, con capillas laterales que co­
menzaban a la altura del tercer pilar a partir de los pies de la iglesia,
tenía cabecera plana, y detrás del altar mayor se encontraban una sa•
.cristía y varias dependencias. Adosado a la nave del evangelio s�
hallaba el curato de españoles o parroquia del Sagrario, y separado d<!
ésta por un gran patio estaba la torre, de planta octogonal, que tanto
.abunda en Filipinas. A la espalda de la parroquia de españoles y de las
capillas laterales de esta nave, � extendía un patio interior en el que
se señalan numerosa� habitaciones -<loce en total- que según e!
-plano son "casita& de los sacristanes", y al fondo del mismo, un "ca•
:marín donde se guardan trastos".
Como es lógico, el arquitecto opina que lo mejor sería hacerla
iotalmente de nuevo, pero teniendo en cuenta lo costoso de la obra.
y la falta de terreno disponible, propone aprov�char la mayor parte de
1a antigua fábrica, introduciendo en ella la,s modificaciones necesarias
para darle una figura más conforme a las reglas del arte. A dicho
objeto eme necesaria la demolición de los dos últimos pilares de la
nave principal, y de las capillas colaterales correspondientes y pared
que separaba el pre1,biterio de la sacristía. Con ello quedaría libre el

71 Fray Miguel Lino de Ezpeleta, obispo electo de Cebú, en Manila, a 10-VI-1757.


(A. G. l., Fili pinas, 293).
7:1 El Cabildo Eclesiástico al Rey, en Manila, a 2-VII-1757. (A. G. l., Filipinas, 185
1Iay duplicado d-� esta carta en el leg. 1,001>).
73 Una copia del mismo acompaña a éarta del arzobispo, de 8-VI-1751. (A. G. I.
Filipinas, 1.007).
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Fig. 112.-Plano de la catedral de Manila, que expresa el plan de su reedificación, por Ugucciooi.
Fig. ll3.-Fachada de la catedral de Manila, levantada en el siglo XIX, antes de su destrucción en 1945.
Fig. 114.-L11 misma fachada, en l9iS,
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 203

�spacio suficiente para construir un crucero proporcionado a las dimen•


siones de la iglesia, Y. para hacer la capilla mayor con su ábside semi­
.circular, siendo necesario levantar dos nuevos pilares al extremo de fa
nave central, para que sobre ellos y sobre los inmediatos antiguos,
estribe la media naranja, proyectada con sus correspondientes venta­
nas para da r luz a la iglesia, al par que sirven d,e ornato al cimborrio.
Otros dos nuevos pilares habrían de levantarse a continuación d� los
.anteriores para formar la girola, desapareciendo la antigua sacristía
y demás dependencias que ocupaban el testero de la iglesia (fig. II r,
letras N, Di y nn). Al trazar el crucero, se reduce el número de capillas
1aterales, quedando en el lado de la epístola una muy amplia, orientada
en sentido longitudinal, que se dedicó a San Pedro (fig. 112, letra C2).
y dos más pequeñas, las de San José y Nuestra Señora de Guadalupe.
En el lado del evangelio no queda ninguna pero se amplía notable•
mente la parroquia del Sagrario, que tiene ahora doble extensión, pues
ocupa además el espacio de una de las capillas antiguas y el de su
propia sacristía, que se traslada a la parte posterior (fig. I I I, letra D2)
-utilizando parte del terreno antes destinado a viviendas de sacristanes,
,que desaparecen todas, así como el patio interior de la antigua iglesia,
.en cuyo so'.ar se trazó una extensa sacristía con grandes atrios (fig. II r.
1ettas D1 y C), la,,sala del te.soro (M) y otras dependencias. Por último,
en la parte .señalada icon la letra L se coloca la sala capitular, a la que
sirve de acceso una hermosa escalera. Tal fue el proyecto concebido por
Uguccioni con indudable acierto, pues aprovechando la catedral vieja
.casi totalmente, la transforma por completo, hermoseándola notable·
mente al dotarla de crucero y cimborrio.
�on objeto de iluminar el resto de la iglesia, propone el arquitecto
la demolición d e la parte ·superior de la nave principal, hasta la clave de
los arcos, al objeto de añadir "los chapiteles y comisas correspondien·
tes a su orden "que estima debe �r el jónico, "no sólo por -ser el templo
,dedicado a la Virgen Nuestra Señora, sino por ser en sus medidas más
-conform e a la:s que tenemos en la fábrica antigua".
De este modo, y elevando algo la nave central, se podtían abrir a
lo largo de ella los vanos necesarios para su iluminación, y si aún fuera
ésta insuficiente, podrían hacerse dos o má:s cimborrios en cada una de
las naves laterales, eligiendo los lugares más adecuados para ello.
Con relación a las bóvedas, el proyecto del arquitecto es que se
..204 111..• LOURDES DfAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

hagan d� madera, que pueden ser "tan hermosas como si fuesen de


cantería", pues d e este modo habrá menos peligro de que se derrumben
por los terremotos, criterio semejant� al seguido en otras catedrales:
constrídas en regiones sísmicas, como la de Lima, cuyas bóvedas ;e
hicieron con nervaduras de cedro incorruptible "y yesso canteado sig­
nificando .sier de cantería de piedra" 74 si bien esta catedral es un ejem­
plo mucho más representativo que 1a de Manila de 1a arquitectura anti
sísmica, ya que en pleno siglo XVIII se la reconstruye en estilo gótico
que por su gran.-flexibilidad ofrece mayores garantías de resisitenci:r
a los temblores.
Será también necesario -sigue diciendo el informe- levantar
cuanto fuere posibl� el piso de la iglesia, no sólo por razones estética�,
buscando la proporción entre el ancho y el alto, sino para evitar h
humedad del suelo.
Asimismo ·será preciso hacer las" has.es de pilares y pilastras d�
a,cuerdo con el orden jónico, y un frontispicio "más vistoso del que af
presente tiene para hacerlo conforme a lo interior de la fábrica y que­
en todo se guarde el mismo orden".
Finalmente, habrá que construir nueva sacristía, sala capitular,
sala del tesoro, y demás dependencias para lo que sólo quedaba dispo•
nible el terreno existente al costado de la iglesia puesto que dichos edi­
ficios habían de �er demolidos para aprovechar este espacio en la· am•
pliación de la catedral.
El arqµitecto pasa despufs a establecer el cómputo de tiempo y
caudal necesarios para ejecutar este proyecto, calculando el primero
en unos tres años, a causa de las forzosas interrupciones que impone
la estación lluviosa. De cuarenta a cipcuenta mil pesos cree que harán
falta para la obra, ·sin incluir los materiales acopiados con a,nterioridad,.
que habían importado otr� diez mil.
El arzobispo, en vista de este informe técnico, consultó con el go­
bernador, marqués de Ovando, y de acuerdo con éste y con el Cabildo
eclesicrstico, decidió comenzar el derribo. Por tal causa, el citado Ca­
bildo solicitó y obtuvo de Ovando la autorización necesaria para ce•
lebrar el coro y demá:s actos de culto en la iglesia de San Andrés, del

7,1 Angulo Iñiguez, Diego: Historia del Arte Hispanoa111.iricano, Barcelona, 1945,
tomo I, pág. 691.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS ·205

colegio de Santa Potenciana. donde quedaron instalados en enero de


1751, comenzando inmediatamente la demolición de aquellas partes de
1a catedral que según la opinión del arquhecto, habían de desaparecer. 75
Encargado Uguccioni de la d.ireoción de la obra, fue nombrado
.obrero mayor el canónigo don Esteban de Rojas y Melo, natural de
Lima, que pasó a Filipinas el año 1736, rnmo secretario del arzobispo
fray Juan Angel Rodríguez, y fu� quien se ocupó activamente del aco·
:Pio de los materiales que a la muerte de dicho prelado quedaron reunidos.
Esteban de Rojas permaneció t:n Manila después de fallecido fray
Juan Angel, y fue nombrado medio racionero y más tarde canónigo
-de gracia. Cuando Martínez de Arizala comenzó a ocuparse de la re•
.edificación "atendiendo a la havilidad, pundonor y eficacia de este
individuo, e informado en que avía muchos años que era aplicado a
las Ciencias Mathemáticas, tuvo a bien nombrarle por obrero mayor
.de la reedificación, y dando en poco tiempo a conocer su buena direc•
,ción y acierto, le comunicó su omnímoda, para que en consorcio del
;architecto dispusiesen lo mejor... ". 76

Ejecución del proyecto.


El 8 de juñio de 1751 el arzobispo da cuenta de todo lo relativo a
la qbra, y pide una vez más se le abonen seis mil pesos que aún faltaban
.de los diez mil concedidos por el Rey en 27 de abril de 1740. 77
Comenzado ya el año 1752, llegó a Filipinas la real cédula dada
-en Buen Retiro a 17 de abril del año anterior, y dirigida a la Audienda
:Para que de acuerdo con el Prelado, remitiese el plano y proyecto de
nueva iglesia metropofüana. 78 Pero como hemos visto, la obra estaba
.,empezada puesto que por la urgencia del caso, el arzobispo, previa
-consulta al Gobernador decidió acometerla §!in esperar respuesta a SH
.carta de 29 de mayo de 1749. Ahora, él también recibe una real cédula
•de igual fecha que la dirigida a la Audiencia, y se presenta ante ésta
manifestando los motivos que le obligaron a no aguardar la orden dci

75 El Cabildo Eclesiástico al Rey, en Manila, a 6-VÍI-1751, {A. G. l., Filipinas, 1.or6J.


76 El obispo electo de Cebú en carta citada en la nota núm. 71,
77 El arzobispo de Manila en carta citada en la nota núm. 7 3 .
78 A pesar de lo ordenado en dicha real cédula, los planos de la catedral no se remi­
-tieron con este expediente, sino más tarde, con carta del arzobispo de zo de junio de 1753.
,(A. G. I., Filipinas, 1.008).
206 M. • LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

Rey para dar principio a la obra. Por este informe qel prelado sabemos
que iban ya gastados treinta mil pesos y harían falta otros tantos para
acabarla.
Al dar cu�nta ·al Rey de este estado de cosas, la Auq_ia1cia 79 remi­
te un testimonio que incluye un detallado informe del arquitecto y del
obrero mayor, fecha<io en 20 de agosto de 1752. So Dicho informe no,;.
permite conocer los progresos de la obra desde sus comienzos hasta.
la citada fecha, en que estaban derribadas casi todas las partes que
habían de demolerse faltando sólo alguna porción de pared que se­
utilizaba como cerca de la obra.
El antiguo cuerpo de la iglesia tenía ya hecho los chapiteles, im­
postas, comisas, etc. S� hallaba cubierta la nave central y se estabar
formando las bóvedas de madera de las naves laterales.
Los cuatro pilares que fqrmaban el presbiterio se encontrabatt
acabados y dispuestos a recibir los arcos de piedra, quedando también
muy avanzada la cabecera d� la iglesia, por lo que_ se atreven a afirma1r
que en menos de dos años quedaría terminada completamente, ya que
además de lo indicado. faltaba sólo demoler el frontispicio y hacerlo,
de nuevo.
Consideran necesaria la cantidad de cincuenta o cincuenta y cinco­
mil pesos, además. de los treinta mil ya gastados, pero debe tenerse­
en cuenta que en dicha suma incluyen la Teedificación del Sagrario de·
la catedral, que era la iglesia parroquial de Manila.
El 28 de mayo de 1755 falleció fray Pedro de la Santísima Tri­
qidad Martínez de Arizala, y en julio dd mismo, el Cabildo, goberna­
dor en sede vacante, da cuenta al Rey del estado de la obra, e insiste
en la petición de la cantidad de cincuenta o cincuenta y cinco mil pesos,
que según el informe técnico antes citado, se necesitaban para su ter­
minación. 81
Con anterioridad, el propio Cabildo se dirigió al Gobernador don
Pedro Manuel de A•randía, manifestándole que se ve en la necesida f
de suspender la obra por falta de recursos, cuando ya se habían ga-s�

79 La Audiencia al Rey·, en M'.anila, a 7-VIl-1753. (A. G. l., Filipinas, 569).


80 · 1Ha sido publicado por don Diego Angulo lñiguez en Planos de mcnumenlos
arquitect6nicoJ de América y Filipinas, existentes en el Archivo de Indias. Sevilla, 1939 ,.
tomo II, pág. 566 y sigs.
81 El Cabildo Eclesiástico al Rey, en Manila, a 4-VIl-1755. (A. G. l., Filipinas, 1.017)
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 21J7

tado más de noventa mil pesos en ella, y faltaba pocq para conduirla r
por lo que solicitan qu� sea reconocida por personas inteligentes, y se­
informe al Rey de la cantidad necesaria para �u terminación. Según
el Cabildo faltaban aún "puertas, viclrieras, rexas de choro, sillería�
retablo, púlpito, sachristía, cajonerías, aparadores, órgano, el entari­
mado de toda la Iglesia, su frontispicio y otra·1¡ muchas menudencias,.
con el oro necesario pa:ra dorar sus altares ... ". s.a,
Esta carta dio lugar a la formación d� un expediente, pues el
gobernador decretó que el encargado de llevar las cuentas de la obra
informase sobre los siguientes puntos:

1.0�Cantidad gastada hasta la fecha de la muerte del arzobispo.


2.0-Materiales existentes para la obra y encargos hechos para su.
adorno a Java y a otros lugarei.
3. -Efectivo en caja.
0

4. 0-Cantidades que podrían aplicarse a la prosecución de la obra�


5.0-Dispo siciones adoptadas por el Cabildo después de la muerte
del .Prelado, en relaciÓn con la obra de la catedral.

Esteban de Rojas y M�lo, obN!ro mayor como ya sabemos, res­


ponde a esta:s preguntas en informe fechado a 25 d e junio de 1755, en
el que martifiesta que la cantidad gastad& ascendía a más de noventa
mil pesos, de los que debían descontarse unas tres mil enviados por
adelantado para la compra de plomo y vidrio en Java y para la fabrica­
ción de una reja de cobre para el coro, en Cantón. Los materiales reuni­
dos eran casi suficientes para terminar la obra pues se disponía de
toda la clavazón y el hierro necesarios, así como del vidrio para las
ventanas, y el efectivo en caja montaba trece mil veinticinco pesos,
proponiendo además d obrero mayor que ;&e aplique a la obra el pro•
dueto de los pontificales del arzobi-spo, y otros recursos.
Cuando murió el Prelado se trabajaba en el interior de la bó­
veda de madera, estando terminada en su mayor parte. También se

8J 'fodo este expediente va con carta de don Pedro de Arandía al Rey, en Manila,
a 14-VII-1755. (A. G. l., Filipinas, 159).
208 M.ª LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPiNOLA

trabajaba en el cimborrio que estaba ya forrado totalmente por dentro


y por fuera� de madera y de planchas de plomo, faltando sólo una�
pacas para el hueco de las ventanas inferiores. Todas éstas se estaban
soldando y poniéndoles las vidrieras y las rejas de alambre para defen­
derlas de los vientos. Se hallaba próximo a comenzarse el barnizado
del cimborrio por la parte exterior, con el fin de defender la'S plancha,
de plomo "del rigor de las aguas y de los soles1 y se labraban las
"

maderas para cubrir el primer piso de la sacristía, y subir la sobre­


sacristía, "oon la!s maderas ya al pie de dicha obra para echarle �
texado".
También se hallaba casi acabado el retablo del altar d�l presbi­
terio. En cuanto al órgano, hal:,ía sido encargado a un religioso de
-quien dice Rojas que era "un M�stro sumamente perito y único en
las Ysla!s" ; en dicha obra se habían invertido ya más de setecientos
pesos y habría de ser digno d e una c3tedral. Otros materiales se esta­
ban preparando, tales como las losas de mármol para las escalinatas
de coro y presbiterio, y para el pavimento de la iglesia, que se encarga•
ron a Bosoboso, donde s e hallaban veinte hombres ocupados en
cortarlas.
Estaba muy adelantada la sala capitular, que pronto se encontraría
en disposición de recibir la cubierta, y se trabajaba activamente en la
fachada y portada de la iglesia, esperando que la obra quedaría termi­
nada para el día de San Pedro de 1756.
Pero muerto el prelado, el CabildQ mandó sus�nder todos lo�
trabajos, exicepto la construcción d� la portada, y el acabado del cim­
borrio por el exterior. Esta medida c�usó notabl� perjuicio a las parte,
del edificio que quedaban a medio acabar, pues se exponían a una total
ruina, y a la pérdida de los materiales preparados para ellas. Incluso
ia construcción del retablo se mandó dejar en ·suspenso, sin tener en
cuenta --di-ce Rojas y Melo-- "qut; arrimado a un rincón, padecería
lo exquisito de su talla grande deterioración".
Muchas y graves fueron las diferencias habidas entre el obrero
mayor y el Cabildo, con motivo de la suspensión de las obras, y a tal
punto llegaron, que el día 14 de junio fue destituído, quedando sólo
como sobrestante, y se hizo cargo de su puesto el propio d�án, quien
adoptó una serie de medidas humillantes para don :Esteban de Rojas,
hasta el extremo que éste, el día 25 de junio decidió suspender total-
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS

mente la obra, y así lo comunica al gobernador en su informe, expre­


sando los motivos que para ello tuvo.
Don Pedro de Arandía ordenó también que informase el arqui•
tecto sobre la posibilidad de dejar en suspenso una parte de la obra,
para disminuir gastos, y éste responde adjuntando una representación
hecha por él al Cabildo en la que manifiesta los, it1JOOnveniente.s de la
interrupción, y ha.ce un resumen de las cantidades nec�arias a su jui­
cio para llevarla a feliz térm.ino, que rnman un total de veintidós
mil pesos. 83
Seguidamente informa del estado que tenía hi pa,rroquia o curat0
de españoles aneja a la catedral, que estima que podría terminarse con
cuatro o cinco míl pesos, · puesto que sólo fa,ltaban ya las maderas
de molave necesarias para ponerle los tirantes, y construir luego el
cimborrio.
El arquitecto considera indispensable la continuación de la sala
del tesoro y �cru¡tía, así como la capilla de San P�dro y demás eo­
laterales, pues de· quedar interrumpidas, podría �eguirse serio perjuicio
para el cuerpo principal de la iglesia.
Fina,lmente expone lo� graves inconvenientes de de$pedir a los
obreros ya adiestrados, con grande esfuerzo, pues sería luego necesairio
.emplear tiempo y trabajo en enseñar a otros.
Este escrito de Uguiccioni, dirigido al Cabildo lleva fecha 16 de
junio, y termina pidiendo se le acU's<e recibo del mismo para, que, de no
proseguirse la obra, quede a salvo su responsabilidad, y no padezca
su ,crédito como arquitecto.
El expediente se cierra, con un decreto del gobernador fechado
.a 1.0 de julio de 1755,- en el que comunica al Ca,bildo que pondrá en
conocimiento del Rey la situación d� la obra, y promete ayuda econó­
mica oon la condición de que siga bajo la dirección del mismo arqui"
tecto y obrero mayor, y no sea interrumpida parte alguna de 'ta misma
A dicho objeto deberán aplicar no sólo los espolios y la plata del pon•
tifical :sino también otro!¡ arbitrios y_ recursos propuestos por don Ec;•

83 Dicha cantidad se distribuye del modo siguiente: Para la carpintería, incluída la


terminación del retablo mayor, diez mil quinientos pesos. Para la obra de cantería, con
inclusión de materiales y mano de obra, ocho mil pesos, y para gastos diversos, tres mil
quinientos.

(14)
210 M.ª LOURDES DÍAZ·TRECHUELO SPÍNOLA

teban de Rojas, llegando si es necesario incluso a empeñar e hipoteca1-


las alhajas de la iglesia.
En caso d e qm: la obra quede sus.pendida, el gobe.mador amenaza-_
al Cabildo con tomar las qportunas medidas, en uso de las facultades.
que le confiere el Real Patronato, pues desea a toda co&ta t:vitar que
suceda en Manila co,mo en Cebú cuya catedral no �ió de cimientos­
después de haberse invertido en ella grandes sumas de dinero, por­
haber llevado la dirección de la obra varios obispos, que sigui'!ron.
divers� criterios.
Visto en el Consejo de Indias ·este c-xpediente, y de c1Jcuerdo coo.
el parecer del fiscal, se decretó en 8 de enero de 1757 que se aplicaran
a las Qbras de la catedral los productos rle vacantes de los obispados.
de Filipinas. 84
Pero entre tanto, la obra permanece detenida y el 21 de abril de­
dicho año 1757 85 el Cabildo 'se dirige al gobernador para manifestarle
que sólo le queda el recurso de hipotecar la fábrica y los ,bienes y alhajas
d e la iglesia, con lo que a duras penas obtendrán lo necesario para_
acabarla, "omitiendo altares, capillas, adornos y follages1 ".

Iban ya gastados en este momento ciento v,einte mil pesos, pro­


cedentes en ·�u mayor parte, de aplicacionps y limosnas, que consiguió
el arzobispo :liray Pedro de la Santísima Trini<lad, pero aún serían
precisos unos treinta mil má:s.
En el expediente que acompaña a esta carta hay un informe det
arquitecto, fechado en 1.0 de enero del mismo año, que permite conocer
el estado de la obra : La portada estaba ya concluída en su parte­
arquitectónica y sólo le faltaba "acabarse la �ultura y preservar de
la:s injurias del tiempo, poniendo los ladrillos donde conviene, y la:
"paletada" 86 propia y necesaria no tanto para su adorno, como para
qefensa de sol y aguas, siendo indubitable que quedándose sólo así
se calcinan las piedras, y :se desmoronan como ha sucedido al atrio dl!"
la sacristía cuyas cornisas y columnas se van deshaiciendo con notable­
d�trimento".
Sigue diciendo Uguccioni que se habían realizado los temores que

84 Vid. nota núm. 82.


85 El Cabildo Eclesiástico al Gobernador en Manila a .:11-IV-1757. (A. G. l., Filipi­
na�, 185).
86 En Manila daban el nombre de "paletada" al enlucido o capa de mezcla fina cono
que se cubren las paredes.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 211

manifestó al Cabildo cuando ést� mandó suspender la obra. En efecto,


la sacristía que se dejó a medias, se e?taba desmoronando, y además
fue éausa de que se produjera una raja en la· bóveda de la iglesia pues
tiraba, de todo el lado d�l evangelio, y aunque cuando esto escribe aún
no era cosa de importancia, se hacía imprescindible arreglarlo pronto
pues de otro modo podría ocasionar la ruina completa del edificio;
y añade, "yo �ñor, atribuyo a especialísima providencia que la bóveda
del Tesoro no ha hecho hasta el presente un formidable estrago pue&
- son tres años, que está expuesta a toda inclemencia".
Refiriéndose al altar mayor dice que sería una lástima que no se
acabase su retablo, pues aunque " po drá haber otros de materiales más
preciosos, mas no de mejor idea y proporción, y así se debe poner
todo el empeño en darl� la última mano ... " antes que falte quien lo
dirige y los obreros ya adiestrados tengan que ser sustituídos por otros.
El día 3 de enero, Roja·s y M�lo envía este informe al Cabildo
acompañado de otro suyo en que insiste sobre lo mismo, añadiendo
que están ya puestas las barandillas del presbiterio, y comenzado el
enlosado de éste, "con las esicaleras de piedra hermosa de China, que
un devoto me dio de limosna".
Termina resumiendo lo que aún faltaba para poner la cafedrai
en estado de servir al culto, que era lo siguiente : blanquearla toda,
hacer el coro con su rieja y sill�ría, enlosar la nave mayor y ponerle
barandillas que la separen de las otra·s, enlosar el tránsito· entre las
puertas de los costados, dar el blanco al cimborrio y concluir la solda­
dura exterior con ·su argamasa que pre�rve al plomo; terminar el
:altar del presbiterio y dorarlo, hacer el altar d; Nuestra �eñora, acabar
la sacristía, poner rejar a las capillas, entarimar las naves laterales y
traseras, poner puertas a la iglesia y sacristía, terminar los adornos de
1a portada que ya �staban empezsdos, y poner a las ventanas vidr�os
y rejas de alambre para su defensa.
Teniendo en cuenta que los únicos materiales adquiridos eran los
tirantes y la mayor parte de los quilos y sobrequilos de la sacristía,
Rojas y Uguccioni calculan qu� serán necesarios para todo lo dicho
unos veinticinco mil pesos, y el Cabildo, en sesión celebrada el 4 de fe•
brero de 1757, acordó qu� el obrero mayor se encargase de hipotecar
212 M._• LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

la fábrica, y al propio tiempo que todo -el expediente fuese remitido al


Cobemador para que éste lo hiciese llega1 a manos del Rey. 87
En 1758 estaba ya é!Jcabado el cuel"]X) principal de la igle.sia y se
pintaban por el interior, bóvedas, artesonados y paredes, al par que
se fabricaban retablos y altares. Pero aún faltaban capillas, sacr,istía,
y sala capitular con otras piezas necesarias, de las que unas se hallaban
mediadas y otra� sólo empezadas. 88

La inauguración del templo.


El día 22 qe julio de 1759 tomó posesión del arzo�ispado de Ma•
nila don Manuel Antonio Rojo, bajo cuyo pontificado se estrenó solem­
nemente la catedral �1 día 8 de diciembre de 176o, aunque no se hallaba
aún completamente terminada.
Por una carta del obrera mayor don Esteban de Rojas 89 sabemos
.qu� �n agosto de aquel año el arzobispo 1� manifestó sus deseos de que
la iglesia se inaugurase en la festividad de la Inmaculada Concepción,
ordenándole que de acuerdo con el arquitecto le informase con todo
detalle de las obras necesarias para acabarla y su coste.
Por esta circunstancia conocemos cuál er<1, entonces el estado de
la reedificación: Estaba sin enladrillar toda la iglesia, no se había pues­
to el pavimento de mármol dd coro y nave central, ni se hallaban
colocadas las ocho puertas del templo y otras varias de la sacristía,
siendo también necesario colocar la bóveda de madera de la antesa­
cristía. Aclemás faltaban aún numerosos detalles decorativos, tale.s. co•
mo el retablo de Nuestra Señora de la Concepción titular de la iglesia,
dorar el presbiterio, el púlpito y la reja del coro, que Rojas describe
diciendo "que �s de fie�ro de singular figura y follages que la hacen
muy hermosa ... ".
Esto era sólo lo imprescindibl� para inaugurar, el templo dejándose
para más adelante los altares, adornos y rejas de tres capillas, la sala
capitular y otr:os detalles de menos ímporbµ:J.cia.

81 Por una carta del Cabildo fechada en 2-VII-1757, sabemos que ya se había efec­
tuado la hipoteca de la fábrica y bienes de la iglesia, en la cantidad de treinta mil pesoa
{A. G. l., Filipinas, 1.017).
88 Arandía al Rey, en M'anila, a 16-VII-1758. (A. G. 1,, Filipinas, 477. Hay otu
ejemplar en ,e:l leg. 16.2). -
89 Esteban de R.ojas y Melo al Rey, en Manila, a .20-VIl-1762. (A. G. l., Filipi­
nas, r .024).
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS

Aunque en cumplimiento de la orden del Pr('.la<lo, se aceleró


cuanto fue posible el ritmo de los trabaj os no pudo terminarse ni si •:
quiera lo proyectado, pero la iglesia se estrenó en la fecha prefijada
celebrándose la víspera una solemne procesión para trasladar a ella
el Santísimo Sacramento y la imagen de la Titular.
� esta .r,econstrucción de la iglesia metropolitana de Filipinas,
hecha bajo la dirección de Uguccioni, salió un edificio que al decir deI
obispo de Cebú fray Miguel Lino de Ez�leta, 9Ó era "admiración de
todos los que la ven; no can�ndose ('.n ponderar que en estas distancias
se aya podido llevar con tanto rigor las .rieglas precissas de una riguros::..
Architectura; y más se maravilla de que toda la fávrica ha sido remen­
dar y unir lo nuevo a lo antiguo, y a primera vista parece toda Obra
nueva, sacada desde sus cimientos y qe un nuevo planteo".
Como •suele ocurrir en tales casos, inau gurada ya oficialmente h
iglesia, quedaron en suspenso los trabajos, hasta que un terrible hura­
cán que hubo en la estadón lluviosa de 1761 produjo daños en los
techos, qu e aunque de no mucha consideración, movieron al arwbispo
a reanudar las obras. Para ello, llamó al obrero mayor y le pidió
un proyecto para la reparadón de los desperfectos ,causados por el
tempQral.
El medio propuesto y adoptado fue entablar las sobrebóvedas y
enladrillarlas, dando salida y corriente a las aguas. Para defender las.
vidrieras, muchas de las cuales se habían roto con el vendaval, propuso
Rojas que se les pusieran puertas dt mader;a por el exterior � las
naves y por el interior en el cimborrio.
Aprobado este plan, comenzaron las obra:s por el entablado de
las bóvedas, y en ello estaba ocupado el obrero mayor, cuando vio que
el Dr. Memije, medio raicionero de la catedral, había comenzado a
preparar los quicios de las ventanas para la colocación d� las puertas
por él propuesta:s.
Esto dio lugar a que Rojas presentase sus quejas al arzobispo,
según refiere en su carta, y de toda ella se desprenden los sentimiento-;
del obrero mayor con respecto al Prelado. Entre ambos. hubo sin duda
pequeños rozamientos, que sin llegar. a una ruptura, crearon una situa-

90 Fray Miguel Lino de Ezpeleta, en su informe ,sobre la reedificación de la catedral


de Manila, dtado en nota núm. 7 1.
214 llLª LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

ción vio1enta cuya causa principal fue la intromisión de Memije, quien


�o ·se limitó a comenzar la obra d� las ventanas, sino que poco después
mandó cegar un pozo existente en la sacristía, con pretexto de que sn
humedad la perjudicaba. Según afirma Esteban de Rojas, no había
tal cosa, puesto que el pozo se hallaba bien acondicionado, y por el
contrario, al cegarlo, el agua se difundió por la tierra cual si ésta fuera
un'.1 esponja, amenazando los cimientos del edificio.
También se atrevió Memije a abrir dos grandes ventanas en una
de las parede-s maestras de la iglesia, qu� servía de costado a la capilla
colateral de San Pedro. Estos grandes vanos, abiertos sin tomar pre•
caución alguna, ponían al muro en peligro de venirse abajo.

La catedral en el último tercio del siglo.


El sitio y asalto que sufrió la ciudad de Manila por parte de las
tropa:s británicas, en el año 1762, no causó apenas daños en el edificio
de la catedral. Conocemos el· estadq en que quedó por un informe del
arquitecto Juan de Uguccioni, hecho en unión de Francisco Nicolás,
"maestro subalterno que ha asistido siempre en la misma fábrica". 9 1
La sacristía que, como :sabemos, se hallaba sin terminar cuando llegaron
los ingleses, tenía comido de anay su maderamen, y podrido a causa
de la lluvia, por no estar acabado el techo. Proponen los maestros sus,­
tituirlo por molave, única madera inatacable por el anay.
También se refieren en este informe a la situación de la media
naranja que necesitaba urgente reparo, pues la plancha <le plomo que
la cubría quedó inservible. Ei¡.ta cubierta se puso con carácter provisio­
nal, ya que el proyecto era cubrirla de tejas vidriada;s. Pero hubo necesi­
dad encargar éstas a la China, para lo qce se entregó el molde corres-

91 Informe de Juan Uguccioni, en 15-XI-1765. Incluído en Testimonio de las canti­


dades libradas para la obra de la catedral. Año 1770. (A. G. l., Filipinas, 626). Los repa­
ros de la sacristía se presupuestaron en 6.000 pesos, que .fueron librados por los oficiales
reales en 18-XI-1765, en cumplimiento de t:n Decreto del Gobernador de fecha 16 del
mismo mes y año. En carta de 22-VII-1767, el Cabildo eclesiástico da cuenta al Rey de
que esta cantidad se invirtió en concluir la sacristía y otras obras exteriores que amenl!­
zaban ruina, por los daños que recibieron con la guerra. Al mismo tiempo ·se quejan d.­
que no se les hubiera entregado ninguna otr:t cantidad a cuenta de los 60.000 pesos conce­
didos para la fábrica de la catedral, en el ramo de vacantes de los obispados de Filipina's,
y piden les sean !ibrAdos los 54.000 pesos restantes. (A. G. l., Filipinas, 615). Para la.
media naranja se libraron 8.000 pesos el 19 de diciembre de 1768. Este dato procede del
testimonio arriba citado.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 215

pondiente a don Antonio Pacheco, propietario d� un barco que comer­


.ciaba con dicho país, y como éste aun no había .regresado, era necesario
_pensar de modo inmediato e n �l reparo de la media naranja pues de no
_ha:cerse así se tstropearía su maderamen así como el altar mayor, a
,causa de las got:erns.
En 1768 el arzobispo don Basilio Sancho de Santa Justa y Rufina,
-en cumplimiento de lo que se encargó por real cédula 912 mandó reco•
:nocer el edificio al arquitecto, en unión del ingeniero militar don Migu el
Antonio Gómez y ambos presentan un inform� conjunto 93 en el que
.expresan que el c��rpo de la iglesia se hallaba en general acabado pero
faltaba aún por terminar la sala c._apitular, cuyo proyecto había siido ya
remitido a España, con �l correspondiente presupuesto, que ascendía
.a dos mil pesos.
En cuanto a la media naranja, ambos estiman necesario quitar la
plancha de plomo, pues aunque se intentó remediar las numerosas gO".
teras que caían en el presbiterio cubriéndola con una capa de betún, no
fue suficient� este reparo. Para sustituir la plancha propone el arqui­
tecto cubrir exteriormente la media naranja con un tabique de ladrillo,
,o bien l'evantar sobre los arcos principales del crucero sendas paredes
.que la encierren y sobre ellas hacer una cubierta de ma,dera y teja.
Esta segunda solución, más :sólida, perjudicaría a la estética del edificio
:afeando sus !íne� externas.
También se hace constar en el informe que la portada principal
necesitaba pequeños reparos pues la abundancia de lluvias propia del
país, había hecho desaparecer el enlucido o capa de mezcla fina, que
-en Manila llamaban "paletada", y en las junturas de las piedras habían
brotado algunas malezas.
Quiso el arzobispo, antes d� decidirse ¡xJr algu na de las solucione"
:pr.opuestas, oír otro dictamen ¡¡obre la obra de la media naranja por
ser la de mayor consideración, y así suplicó verbalmente a un religioso
"''Profesor de la Arquitectura Civil" llamado fray Juan de San José,
<le la Orden de los agustinos descalzos o Recoletos 94 que reconociera
también dicha cúpula. Este maestro fue de parecer que lo más conve-

92 De fecha 216-II-1767. El arzobispo acusa recibo de la inisil)a en carta de


.1-VIII-1768. (A. G. I., Filipinas, 619).
93 Juan de Ugu<:cionj y Miguel Antonio Góm�z, en Manila, a 20-VII-t;,68. (A. G. I..
Filipinas, r .024).
94 Fray Juan de San José, en Manila, a r-XII-1768. (A. G. l., Filipinas, r.o.:r4).
216 M.ª LOURDES DÍAZ·TRECHUELO SPÍNOLA

niente sería desmontar la media naranja, que como sabemos. tenía arma­
zón de madera, y 4acerla de nuevo, formando su caja de piedra y ladri­
llo, pues aunque dicha& maderas estaban firm�s,, asi tendría la obr:1
mayor solidez, •para resistir las inclemencias del tiempo. Coincide con
el anterior dicta,men en que era nec�ario quitar la: plancha de plomo
que a su juicio más bien perjudicaba a la cúpula.
Este informe pasó a Ugucciqni que se ratificó en su opinión in.
clinándose ya decididamente por la primera solución que propuso, la­
que ofrece la ventaja de dejar el edificio tal como es.taba por su parte
interior, y protegerá la cúpula por el txterior, consigu iéndose el efecto
perseguido sin necesidad de desmontar la media naranja existente, a lo
que debe añad.itise que el aspecto externo del edificio no perdería valor
estético con este cambio de. "su figura redonda en cuadrada", quedando
rematado por un tejado piramidal, cubierto de tejas en forma de esca•
ma <le pescado. Pidiós e asimismo informe sobre el asunto al ingeniem
militar don Feliciano Márquez, 9s quien se adhiere por completo at
parecer del aIXIuitecto y estima también innecesaria la obra que pro-
pone fray Juan de San José.

Se adoptó al fin la solución propugnada por Ugucdoni, constru-
yéndose cuatro paredes que arran'caban de las dovelas exteriores de los:
cuatro arcos principales del crucero, robustecidrus por ocho estribos.
Di<:has paredes sostenían un ,tejado en forma de pirámide truncada. 9�
(figs. 120 y 121) sobre el que ise levantaba la linterna ochavada, que
si guió cubierta por una plancha de plomo --110 obstante sus inconve­
nientes- puesto que en 1781, al hacerse cargo de· la dirección de las
obras de la catedral el ingeniero militar don Tomás Sanz, da cuenta 97"
de haberla isustituído por otra nueva, y � haber renovado el tejado,.
en forma de "escama de pescado".
En esta ocasión, .todo el techo y paredes <le la media naranja se­
cubrieron con un betún cuya curi�a composición detalla el ingeniero

95 Feliciano Márque%, en Manila, a 7-XII-1768. Este informe y los dos a que se­
hace referencia en las notas 93 .Y 94 se incluyen en un Testimonio que lleva fecha-
9-IV-1772, folios 36 a 39 vuelto. (A. G. l., Filipinas, 1.024).
96 El Arzobispo al Rey, en Manila, a 28-VII-176g. (A. G. l., ·Filipinas, 622). Vistos­
los informes favorables del Fiscal y de ta Contaduría estos reparos se aprobaron por
real cédula dada en el Pardo a 6-III-1771. (A. G. l., Filipinas, 626). ·
97 Relación de obras ejecutadas en la catedral desde agosto de 1781 a mayo de 1783.,
por Tomás Sanz. Va con carta del arzobispo don Basilio Sancho a Gálve%, en Manila.,
a 15-I-1784. (A. G. l.,Filipinas, 1.009).
Fig. IIS.-El interior del edificio, después de su destrucción.
Fig. 116.-Detalle del crucero.
Esta parte, de madera, quedó
totalmente destruída.

Fig. ll7.-La catedral de Manila,


terminada en 1879.

Fig. ll8.
Los movimientos •ísmico• de julio
de 1880 destruyeron la torre.
1
Fig. 119.-La plaza mayor de Manila. Al fondo la catedral, tal como quedó después de la reconstrucción hecha por Uguccioni. A la izquierda, las
Casas de Cabildo. Dibujo de Fernando Brambila. Museo Naval. Madrid.
.""' 1" AB
•.o.,., Id, � ,!el,, o,,/,d,,,/ J, JG,,,,J,.,
Á

l.
Fig. 120.-Planla' de la· cúpula de la catedral, remitida por
el Arzobispo en 1769. Fig. 121.-Alzado de la misma cúpula.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 217

diciend.Q que está "hecho de cal, polvo de ladrillo, huevos de pata y


miel de caña, que en este país �e ha experimentad<> ser de mucha
duración".
En 1770 el mayordomo don Pedro Pa,blo de Memije, en un deta- •
Hado informe dirigido al Cabildo, ·da a conocer .el estado del edi-
ficio: Necesitaban reparos las capill� de las Animas y de Guadalupe.
el Sagrario se hallaba en deplorable estado, la sala capitular tenía cas.i
destruídas sus paredes, la torre, cuarteada, a�nazaba ruina y nece-
sitaba ser reconstruída desde un ,tercio de �u altura. Por último las dos.
naves laterales de la catedral tenían la� maderas comidas de anay,
polillas y gQrgojos. 98
Hasta 1773, la Inmaculada Concepció�, titular de la catedral de
Manila, no tuvo retablo ni capilla propia, y estaba colocada "como
en depósito" -<lice el arzobispo- al lado <lel Sagrario. Por ello don
·Basilio Sancho mandó hacer un retablo "de primorosa escultura y do­
rado en el principal frqntis de dicha igl�ia" que se inauguró el 8 de
diciembre <le 1773. 99
Dos añOs más tarde, el mismo arzobispo comunicó haber dedicado
una capilla de la catedral a la Virgen de los Dolores, cuya· imagen llevó
consigo a FilipinaJs. 100 Dicha capilla estaba situada al lado del evan­
gelio, inmediata al crucet10, y según el p1.an del arquitecto, debía des­
aparecer, quedando incorporada a la capiila del Sagrario como se ve en
el plano (fig. 112). Pero el Prelado la hizo ampliar y icubrir de bóveda
de piedra, de medio cañón; al <lecir del arquitecto,. padre Uguccioni,
"Exceptuada la iglesia de San Agustín es la que solamente se halla
con aboveda (sic) dentro de Manila". En su centro levantó una lin­
terna también de piedra, de más de una braza de diámetro, con cuatro
ventanaJS para dar luz a la capilla. Estaba ésta inmediata al Sagrario
o parroquia de la catedral y con el fin de ampliar su capacidad, se
abrieron tres arcos en la pared medianera, el cent:ra,l mayor que los

98 Don Pedro Pablo de Merniie en informe fechado en 18-VIl-1770, que se incluye


en testimonio de autos, remitido al Consejo de Indias por los oficiales reales de Manila,
con carta de 31-VIl-1770. (A. G. l., Filipinas, 626).
9!1 El arzobispo al Rey, en Manila, a 23-XII-1773. (A. G. l., Filipinas, 635). Indica
que hizo la obra sin gasto de la Real Hacienda, y en 10-IX-1777 se le aprueba y agradece
lo ejecutado por real cédula dada en San Ildefonso. De este docU1Dento acu,;ó recibo el
Prelado en carta de 27-VI-1778. (A. G. l., Filipinas, 643).
100 En carta al Rey fechada en Manila a 31-Vl-1775, en la que dice que se hizo
sin gasto de la Real Hacienda. (A. G. l., Filipinas, 635).
218 M,• LOURDES DÍAZ•TRECHl,ELO SPÍNOLA

laterales. Otro aroo la ponía en CQinunicaci6n con la catedral. El arqui•


tectQ describe también el altar donde se colocó la imagen, diciendo
que era de madera, de forma octogonal, con cuatro lados mayores
formando un camarín sostenido por columnas <le ébano, �bre 1� que
descansaba un "segundo cuerpo de cuatro cónsolas, que en su remate
sustentan una cruz". 101
Desde agosto de 1781 a mayo de 1783 re efoctuaron bajo la direc•
ción de Sanz otros varios reparos, además de los ya referidos, cuya
relación manifiesta, una vez más los terribles efectos del clima, pues
hubo que sustituir. muchas maderas, ya podridas a causa de la humedad,
y ent� ellas una de las piezas principa1es que sostenían la pequeña
media naranja <le la ·capilla de San Pedro.
Al indicar las obras que habrían de ejecutarse oon mayor urgen•
é:ia, expone Sauz la necesidad de sustituir esta media naranja por otra
de ladrillo, y lo mismo en las capillas de San José y de Nuestra Señora
4e Guadalupe.
Sobre ello insiste·en un informe fechado a 4 de enero de 1785 roa
manifestando que ante todo había de repararse la capilla de San José,
ya expuesta a venirse abajo, y la de Guadalupe. La de San Pedr:o,
gracias al reparo antes citaqo, podría resistir algo más, pero estima
que sería conveniente rehacerla de piedra de Meycavayan. Aunqu� por
falta de tiempo, no diQ presupuesto detallado de estas obras, considera
el ingeniero·que se necesitarían para efectuarlas unos doce mil pesos.

La capilla del Sagrario.


En 1768, también esta Capilla amenazaba ruina, y Juan de Uguc­
doni informa que sería indispensable hacerla de nuevo aprove.chando
:SUS paredes maes!ras que se hallaban en buen esta,do. Propone asimiismo
�ificar su sacristía en un trozo de ter-J:1eno que había detrási del altar
mayor, y prom�te ,presentar planos y perfiles de este proyecto cuyo
coste calcula en seis mil pesos.

101 "'Plan en relato testimoniado de una capilla de la Santa Iglesia Catedral de


Manílá, dedicada a Nuestra Señora de los Dolores", por Juan Uguccioni, en 16-VI-1775.
(A. G. l., Filipinas, l,39).
10:1 Incluído en un testimonio de las diligencias hechas por el tesorero de la catedral
para que se le abonase-n las cantidades que se debían a la fábrica, del producto de las
vacantes. Año 1786. {A. G. l., Filipinas, 1.0.2.2).
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 219

En 1769 <\Úll no se había comenzado esta obra, y la capilla ame·


nazaba p11onta ruina. 103 Por una carta d�l Cabildo eclesiástico 104 sabe­
mos que �1 año 1774 1seguía sin comenzar la reedificación del Sagrario,
y fue necesario demolerlo, teniendo que utilizar CQmo parroquia la
.capilla d� San Pedro (fig. u2, letra C2)_ de la misma catedral, por ser
la más ca)?.aZ. Los curas del Sagrario, por indicación del arzobispo,
salieron q ,pedir limosnas a los vecinQs y recaudaron seis mil pesos,
con los que e l prielado decidió acometer la r�ificación, �ncargando
<le ella al arquitecto de la catedral 10s que amplió la antigua capilla,
incorporándole un terreno d� más <le tres brazas de largo, situado
detrás, en el que había unas ,ca,sitas habitadais por los sacris.tanes. 106
Las puertas de acceso al Sagrario eran dos,· una que comunicaba
-con la catedral, y otra al lado del evang�lio, qu� daba al patio. Esta
.existía ya en la antigua capilla y a su derecha e izquierda había sendas
venta,nas que se conservaron para aumcmtar la iluminación de la iglesia,
<¡ue se completaba mediante otras cuatro, dos en la ,pared que daba a
1a calle, y otras do� en la del patio, que correspondían al presbiterio.
También se proyectó cubrirla de ,bóveda de piedra, de medio cañón,
con linterna del mismo mat�rial, cuyo diámetro sería algo mayor que
el de la construída �n la capilla de 1.os Dolores a la que ya nos hemos
referido. En dicha linterna, cuatro ventanas. darían luz a la iglesia.
Cuando el arquitecto presenta este informe 107 estaban ya levan­
tadas todas las paredes y se trabajal)q �n la bóveda.
La .sacristía del Sagrario se comunicaba con la de la catedral y
también tenía puerta a la calle. En la fecha d�l inform� se est<!,ba cu·
hriendo de teja esta pieza.
De la descripción de Uguccioni y del estudio de los planos de h
:antigua y de la nueva catedral que él mismo presentó en 1754 se de­
<iuce que no se llevó a la práctica su plan primitivo en lo que sSe refiere

rn3 El arzobispo don Basilio Sancho al Rey, en M'anila, a 28-VIl-1769. (A. G. L


Filipinas, 622).
rn4 El Cabildo eclesiástico al Rey, en Manila, a 22-XII-1774. (A .G. l., Filipinas, 639)
105 El arzobispo,¡¡.! Rey, en Manila, a 30-Vl-1775. (A. G. l., Filipinas, 639).
I06 Con ello la longitud de la iglesia llegó a ser de 1 6 brazas y 4 palmos. El anclw
·siguió siendo el mismo --euatro ,brazas, dos palmos y tres puntos-- y el alto era de cinro
brazas, -cuatro palmos y cinco puntos. Estos datos figuran en el "Relato testimoniado del
,plan del Sagrario o curato de la Santa Iglesia Cat�drat de Manila", presentado por
Vguccioni en 16-VI-1775. (A. G. l., Filipinas, 639).
rn7 Vid. nota anterior.
M.• LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

�l Sagrario, ya que en la planta que delin�ó (fig. 112) se proyecta.


ampliarlo a la anchura d� <los tramos d� bóveda de la catedral, y la
sacristía (D2) se coloca detrá� del altar mayor, en el lugar que en la
antigua iglesia ocupaban cuatro casillas de ,sacristanes ( fig. 111, letras
cccc). Sin embargo, en este "Relato testimoniado" qu� ahora presenta.
:se dice claramente, como hemos vi�to, que este terreno· sirvió en partc­
para, prolongar la longitud dd Sagrario, y que su anchura no se aumen­
tó puesto que indica que � comunicaba con la catedral sólo por ur.
arco, y no por do� como tenía proyectaqo.
El examen del plano antiguo de la cat�dral nos da la explicación:
porque en él aparece una capilla inmediata al s·agrario qu� fue la dedi•
cada a la Virgen de los Dolores, por el arzobispo. Dicha capilla, junto
con la antigua isacristía del curato, debía n desaparecer en beneficio de
la ampliación d� é¡¡te, según el plan del arquitecto, pero el deseo del
Prelado hizo icotnQ ya vimos, que la capilla fuese incluso ampliada y
puesta en comunicación oon el Sagrario para servir como prolongaciór:..
de éste en los días de mucha asistencia de fieles; Uguccioni tuvo, por
lo tanto, que modificar su proyecto inicial y colocó la_ nu�va sattistía:
en el espacio comprendido entre el testero de la ca.pilla de los• Doloreg.
y la pared frontera a la calle, es decir, que fijándonos en la disposición:
que tenía en el plano antigu o, lo que hizo fue correrla hacia la izquierda ,.
ya qu� parte de la vieja sacristía del Sagrario sirvió para ampliar la;
capilla qe los Dolores.
El 30 de junio de 1775 el arzobispo da cuenta del estado de la:
obra, remitiendo el informe de Uguccioni que acabamos de estudiar ,.
y-vuelve a �ir ·se le entreguen las cantidades que se adeudaban a·
su iglesia. 1 o8
Esta petición puso d e manifiesto que se habían gastado en otras
cosas los miles de pesos que se remitieron de Méjico en conceptn de
vacantes, y dio lugar a que por reaJ orden de 5 de septiembre de 1777 iog­
se desaprobase al gobema,dor el mal uso hecho de tales cantidades..
mandando al propio tiempo �tisfacerlas de otro ramo de la Reat
Hacienda.
Entr� tanto, el arzobispo buscó los· medios para proseguir la-:.
obra, y aprovechó la circunstancia de haber quedado destruída en la

108 Carta citada en la nota 105.


109 Real Orden, en San Ildefonso, a 5-IX-1777. (A. G. I., Filipinas, 1.00.2).
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 221

guerra con los ingleses la capilla <le Nuestra Señora d� Guía, extra­
muros de Manila, la que no podía reedificarse en aquel lugar por ser
perjudicial a. la defensa d� la plaza la �xistencia en tal lugar de un
edificio de piedra, como lo demostró la experiencia pasa<la.

l
Propuso entonces el Prelado que la imagen de la titular fuese
trasladada al Sagrario de la catedral, y de este modo pudo tomar
-cuatro mil pesos de las cajas de la citada Capilla. uo
Con esto pued� consid�rarse ,terminada ,por completo la reedifica•
ción de la catedral emprendida en 1751, m y con ella la lústoria de
�ste monumento en. el !\iglo XVIII.

na El arzobispo al Rey, en Manila, a 23-VIl-1776. (A .G. I., Filipinas, 640).


II 1 Desde esta fecha, haista el u de inayo de 1781, se invirtieton en ella 214 . .:a81
-pesos, 6 reales y 4 granos, según testimonio que remite el Gobernador, en el que consta
<¡Ue los ingresos, induídos limosnas, présta!mos y donaciones reales, fueron sólo 190.383
-pesos, 4 reales y 6 granos. Existía por tanto un déficit de 23.898 .pesos, 1 real y 1 o granos,
<¡ue aumentó en los años sucesivos con los constantes reparos que fue necesario efectuar, ,
basta llegar a ser en 1784 de 66.z3z pesos, 6 reales y 3 granos. En dicho año fueron
-enviados de M'éjico 79.806 pesos, 1 real y 4 granos del producto de vacantes de mitra,s.
-y por decreto del Gobernador fue abonado el défidt al tesorero de la catedral don Francisco
Díaz de Durana, librándose el resto de esta cantidad para realizar las obras antes indicadas
-en las capillas de San José, Guadalupe y San Pedro. (Todos estos datos se incluyen en
el testimonio de autos citado en la nota núm. 102).
· VIII
ARQUITECTURA RELIGIOSA: LAS FUNDACIONES DEL SIGLO XVI

" ... yo vos mando que luego OiJ


ynforméi.s en qué partes y luJ
gares de esas yslas ay necesi­
dad de hacer monesterios, y en
las partes que combiniese pro­
ueáys célmo se agan ... ".
Real cédula, al Gobernador
de Filipinas, en Aranjuez a
13 de mayo de 1579.
Los primeros religiosos en Filipinas.
El Convento de San Pablo de M�nila.

Tres años después de la fundación de Manila -en 1574-, se


.expidió una real cédula I que ordenaba el establecimiento de monaste•
rios en las Islas Filipinas, y más tarde, accediendo a la petición formu­
lada por fray Domingo de Salazar, su primer obispo, se manda al go·
bernador que en la construcción de dichos monasterios se atenga a lo
establecido para Nueva España, Q sea que el edificio se haga a costa
<le la real Hacienda y de lo¡;¡ encomenderos, donde los hubiere, y que
los indios ayuden a la, obra. Muy especialmente se encarga "que las
.cassas sean umildes y no aya en ellas :superfluidad". 2
Sin duda las fundaciones se multiplicaron rápidamente y con
cierto desorden, pues en I 584 se previene a don Santiago de Vera 3
que no consienta se establezca ningún monasterio sin su licencia y la
<lel obispo. Este último requisito no fue ten"ido en cuenta por Gómez
Pérez Dasmariñas, que autorizó algunas sin contar con el Prelado, lo
<JUe dio lugar a la. rt:al cédula de I I de junio de I 594 4 en que se le
prohibe conceder licencia por sí solo.
No obstante las medidas restrictivas, en 1638 había ya dentro del
. p equeño recinto de intramuros, cinco conventos de religiosos y uno

1 Real cédula, en Madrid, a 7-Xl-1574- (A. G. l., Filipinas, 339) .


.:a Real cédula, en Aranjuez, a 13-V-1579. (A. G. l., Filipinas, 339).
3 Re:il cédula, en San Lorenzo, a 2-VI-1584. (A. G. I., Filipinas, 339).
4 Real cédula, en Madrid, a 11-VI-1594. (A:
G. l.,
FiHpinas, 339). Posteriormente,
por real cédula de 15-V-1717 se reitera la prohibición de fundar conventos sin expresa.
licencia. (A. G. l., Filipinais, 524). De nuevo se insiste sobre lo mismo en real cédula de
18-II-1753. {A. G..1.,
Filipmao, 295).

(15)
226 M,ª LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

de religiosas 5 y dqn AJonso Fajardo de Tenza escribe que en la ciudad


y en un radio de una. legua a �u alrededór, se habían oonstruído treinta.
iglesias "sin que haya tres que no sean de pieqra". 6 Tales datos ponen
de manifiesto la importancia que tienen estos edificios de carácter reli­
gioso en la historia del ·desarrollo urbanístico de la ciudad.
La vanguardia del ejército evangelizador de Filipinas la constitu-­
yen los cuatro religiosos agu·st�nos que con fray Andrés de Urdaneta,.
embarcan en lás naves de �gazpi. Por eso en el primitivo repartimien•
. tq de Manila, heého por d Adelantado, se reservó como queda dicho,.
un solar para el monasterio de San Agustín.
Su primer edificio ---<le caña y nipa ,como todos los demás- se
quemó en 1574, cuando el pirata chino Li-Ma-Hong arrasó la ciudad.
Reconstruído nuevamente cqn los mismos materiale!l, vuelve a desapa­
recer � el incendio de 1579 7 segundo que sufrió la capital y por ter•
,cera vez quedó destruído por «:l fuego el año 1583. Precisamente tuvo
su origen el siniestro en esta iglesia, cuando en ella se celebraban los
funerales de don Gonzalo Ronquillo de Peñalosa, cuarto gobernador
de Filipinas.
Estas repetidas catástrofes fueron causa de que en el séptimo Ca­
pítulo provincial de la Orden, reunido en Manila el 25 de abril de 1587,.
se adoptase d acuerdo de hacer de piedra iglesia y convento. Fue nom­
brado sobrestante de la obra el padre fray Francisco del Busto, persona.
que, a juicio a.e los superiores, reunía las mejores cualidades para llevar
la dirección
. de los trabajos, pero que no era arquitecto 8 por cuyo mo- .
tivo, unido a la falta de medi()IS, el edificio adelantó muy lentamente.
Ya a raíz dei último incendio, los agustinos habían solicitado de[
Rey ayuda económica, y por real cédula de 19 de abril de 1584 9 se le�
conceden diez mil ducados a razón de mil anuales durante diez años,
pata la edificación del convento. Pero esta cantidad no se les hizo efec­
tiva, y por ello el provincial· de la Orden fray Diego Muñoz, y los
definidores fray Alvaro Gutiérrez, fray Diego Alvarez y fray Juan

5 El tesorero de la real Hacienda Martín Ruiz de Escalona, en M'anila, a 31-VIII-163S!�


(A. G. l., Filipinas, 8).
6 Don Alonso Fajardo de Tenza al Rey, en Manila, a 15-VIII-1620. (A. G. l.,
Filipinas, 7).
; ºLa ciudad al Rey, en 20-VI-1580. (A. G. I., Filipinas, 27).
8 Gaspar de San Agustín: Conquistas de las Islas Philipinas. Madrid, 1698. Lib. III�
pág. 444.
9 Incluída en otra <le 25-II-1616. (A. G. l., Filipinas, 80).
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 'Z27

de Valderrama, escriben al Rey, suplicando se les entregue la limosna


concedida. 10 Esta carta fue enviada a España en manos de un religioso
agustino que vino como Procurador de su religión.
Empezada ya la obra de piedra, en 1591 'Se abre información en
Manila II para solicitar que el edificio se hiciese a costa de la rea!
Hacienda por no disponer la Orden de medios económicos para ello..
Entre los testigos presentados figuran muchos vecinos notables de la
ciudad, como el capitán Pedro de Sarmiento, Andrés Cauchela conta­
dor de la real Hacienda, Tomé de la Isla Farfán, "Alférez general
destas islas" y otros hasta el número de d�e. La declaración del con,.
tador confirma lo que asevera el cronista Gas.par de San Agustín.12 pues
dice que por entonces se estaban fabricando de piedra iglesia y convento.
Acompaña a la información de parte un informe del oidor Pedro de
Rojas, favorable a que se conceda lo solicitado. Por él se �abe que de
los diez mil ducados concedidos en 1 584 sólo se habían abonado a los
religiosos poco más de dos mil.
Seis años más tarde 13 se abre nueva información que coincide
sustancialmente con la anterior. El objeto de ésta es solicitar la prórro.
ga de los mil ducados anuales por veinte años más, petición que justi•
fican "por ,ser mucha la costa de los mat�riales y oficiales". Proseguía
por tanto la obra, pero con gran lentitud, que Gaspar de San Agustín
atribuye a la falta de maestro inteligente, 14 falta que pronto habría
de remediarse, pues en 1 599 tomó el hábito en Manila Juan Antonio
de Herrera, de quien el cronista citado afirma que era "hijo del Maes­
tro Mayor que hizo la maravilla del Escorial, que fu� después el que
pus9 al convento y a la iglesia en la perfección que ·se ve al presente". 1 s
No puede admitirse sin alguna reserva esta afirmación ya que
según parece Herrera no tuvo descendencia de su matrimonio con María
de Alvaro, hija de Pedro de Alvaro y Elvira Ortiz de Ibarguen. No

10 En carta fechada en Manila, a 2-VI-1588. {A. G. l., Filipinas, 79).


11 Infonnación hecha a petición de fray Antonio Serrano procurador general de­
la Provincia. Manila, 15-V-1591. (A. G. l., Filipinas, 79).
12 Vid. nota núm. 8.
13 En Manila, a 10-III-1597, a petición de fray Pablo Tmxillo, procurador general,
para que el convento se acabe a costa de la real Hacienda. (A. G. l., Filipinas, 79;.
14 Vid. nota núm. 8.
15 'El padre Elviro J. Püez en su CaMlogo bio - bibliográfico de los religiosos
agustinoJ de la Provincia de l Santísimo Noml,re de Jesús ... desde sa fundación hasta
flMestros dfas. Mia,nila, \1901, pág. 8, dice que. la obra estuvo primero •bajo la direcdón
de don Juan Macías.
228 M.ª LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

Qbstante Llagtmo y Amirola 16 cree que pudiera haber sido hijo suyo
este Juan Antonio de Herrera, arquitecto del convento de Manila, que
.según tradición entre los religiosos de su Orden se vio obligado a mar·
char a Filipina:s po_r haber matado a un hombre, habiendo trabajado
antes, con ·su padre en la obra de El Escorial.
Una carta del Cabildo Eclesiástico de Manila, fechada en 2 de
julio de 1757, al hacer un resumen de la historia de la reedificación
.de la catedral, que se hallaba en curso por esta fecha, afirma que "la
fabrica de la Yglesia y Convento de los Religiosos Agustinos, orna·
mento precioso de esta Ciudad, se. consiguió el año 1599 por el relance
<le aver tenido por Maestro de la obra al hermano fray Antonio de
Herrera, religioso lego; que avía sido uno de los Maestros de aquella
.famosa obra de San Lorenzo el Real del Escorial, hijo del Maestro
Mayor de aquella maravilla". 1 7 Pero no puede concederse valor a este
documento por su fecha tardía, posterior en medio siglo a la publica•
ción de la obra del padre Gaspar de San Agustín que apareció en 1698,
y de donde es muy posibk que estén tomados los datos ya que se em­
plean casi las mismas palabras.
En cambio el padre Elviro J. Pérez en su "Catálogo" 18 dice que
el arquitecto del convento de Manila era sobrino del maestro Juan de
Herrera, añadiendo que se ignora el motivo de su llegada a Filipinas,
pero consta que en 1599 profesó en Manila y "daba principio � mismo
afio a las obras de la iglesia y convento de San Agustín verdaderas
joyas a.e arte, no sólo por su solidez y ornamentación, sino por ser los
únicos monumentos que quedan tn pie a pesar de los violentos terre­
motos que con tanta frecuencia se repiten en estas latitudes".
El citádo cronista dice que fue precisamente en 1599 cuando fray
Antonio de Hertera tomó la dirección de la obra, y ésta quedó ter•
minada en 16o4, "con la actividad y diligencia fervorosa del padre
prior fray Pedro de Arce", habiéndose gastado en ella cientG cincuenta
· mil pe.sos, según el padre Agustín María de Castro. 1 9

16 Llaguno y Amirola, Eugenio: Noticias de los arquitectos y arquitectura de E#aña


,+'dadrid, 1829, tomo 111, pág. 147.
17. El Cabildo eclesiástico al Rey, en Manila, a 2-Vll-1757. (A. G . l., Filipinas, 185).
r8 Pérez, Elviro J.: Ob. cit., pág. 8.
19 Hristoria del insigne convento de San Pablo de Manila, Orden de N. P. S-. Aguslí'J
fl$crila /)t>1' fray Agu.tUn María de Castro, de la misma Orden, natural de la villa de La
Bañeza y Bibliotecario de este sobredicho convento. Año de z770. Capítulo 3.0• El manus
crito original de esta obra se conserva hoy en el convento agustiniano de Valladolid, al que
Fig. 122.-Vista exterior de conjunto de la iglesia y convento de San Pablo de Manila,
de los agustinos calzados.

Fig. 123,-Portada y torre de la misma iglesia.


Fig. 124.-lglesia del convento de San Pablo. Puerta principal, detalle de la misma, y puerta lateral.
r1g. n:4.-JgJesia del convento de San Pablo. Puerta principal, detalle de la misma, y puerta lateral
Fig. 125.-lnterior de la iglesia de San Pablo.
Fig. 126.-Nave central de la iglesia de San Pablo. Lado del evangelio. Fig. 127 .-Nave central, lado de la epístola.
Fig. 128.-Detalle del coro de la iglesia de San Pablo. Manila.. Fig. 129.-Vano correspondiente al tramo de bóveda inmediato al �oro.
Lado del evangelio.
,.

Fig. 130.-Angulo del patio principal del convento de San Pablo.

Fig. 131,-0tro patio del mismo �onventq,


ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS

Dicho autor indica que "se parece mucho a la iglesia de San Felipe
el Real de Madrid" y la describe diciendo que "está fundada en terreno
firme y tiene de largo setenta y siet� varas y tres cuartas, y de ancho
veintiocho y media; de alto, desde la cornisa hasta el suelo, catorce
varas y una cuarta... Su situación corre desde Sudoeste al Noroeste,,
que es· el rumbo a que mira la puerta mayor. Se puede decir que es de
tres naves, pues en cada lado tiene siete capillas que se comunican unas
con otras entre sí y con el cuerpo de la iglesia. A la entrada de dic'h1:
�uerta mayor tiene dos arcos elípticos muy anchos y hermosos, sobre
que descansa ,en bóveda de cantería un coro... La fachada principal
es de figura triangular, muy fea y negra; dos torres cierran sus lados;
la una no tiene campanas ni sirve de nada, y por causa de los temblores
tan frecuentes en Manila, na tiene sino un ,cu�rpo cada una, y ese irre­
gular y feo, ·sin elevación ni gracia". ,zo
A principios del siglo XVIII se hizo un retablo mayor dorado,
obra del maestro Juan de los Santos, .natural de San Pablo de los Mon­
tes, ·21 pero fue muy maltratado durante la ocupación de Manila por
los ingleses.
En esta iglesia fueron sepultados el Adelantado Miguel López de
Legazpi, y los Gobernadores don Gonzalo Ronquillo de Peñalosa, don
Francisco Tello de Guzmán, don Pedro de Acuña, don Gabriel de Curu-.
zelaegui y Arriola, y otras qestacadas personalidades de la histori1.
filipina.
Pero mientras se iba llevando adelante la construcción de la iglesia,
el convento quedaba relegado a segundo término, y así por una infor•
maci611 hecha a solicitud de fray Diego de Cerrabe, sabemos que en
16o2 22 aún no se había empezado ti claustro ni la sacristía, para cuyas
obras se necesitarían más de veinte mil pesos. De esta información se
deduce que la iglesia en construcción se estableció en otro solar, pues

ha sido trasladado el archivo del convento de Manila, después de la pasada guerra mundial,
Lo ha publicado, precedido de un estudio del autor y de la obra, el padre Manuel
Merino, O. S. A., en la r�vista "M'issionalia Hispánica". (Instituto Santo Toribio de
Mogrovejo, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Madrid, 1951, año VIII,
núm. z.:1, págs, 65-122) con el título de El convento agustiniano de San ·Pablo de ManiJa
Las citas que sigueri de la misma obra, se refieren a esta única ediciótt.
20 CMtro, Agustín María: Ob. cit., Capítulo 3.0• Ed. del P. M'erino, págs. 98-99.
21 Ibídem, Capítulo 4.0, Ed. del P. Merino, págs. 101 y 105.
2.:1 Dicha información se abrió por decreto de la Audiencia, en 20-V-1602. (A. ·G. I,
Filipinas, 79).
230 M. • LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

aún en P.ste momento se utilizaba la antigua, ya en estado ruinoso, y


ofreciendo serio peligro, ·_o¡egún afirman todos los testigos. Dicha iglesia
.se quemó pocos años después, el 30 d� marzo de 16o6 qu�dando tam­
bién destruído el convento, lo que dio lugar a una nueva petición de
prórroga de la limosna de mil ducados anuales, que l�s fue concedida
por tres años 23 y más tarde ampliada por otros. tres. :.1l4
Aunque en 1614 fray Peqro de Solier, procurador general de la
Orden, dice que "la iglesia de San Pablo i[d� Manila] se ha acabado
suntuosamente" 12s el convento continuaba sin terminar en 1618 y con
las rentas de que disponían no podría acabarse en muchos años. Con
tal motivo �e hace una información de parte �n Manila 26 y el primer
testigo presentado, don B�rnardino del Castillo; castellano de la fuerza
de Santiago, declara que la obra que se estaba haciendo era "de mucha
suntuosidad y opulencia, muy trabajosa" y que en muchos años no
se acabaría por la escasez de renta.
Como consecuencia de esta información les fue concedida una
nueva prórroga de la limosna, reduciéndola a quinientos ducados anua­
les, durante tres años 1 que por real cédula de 2 I de mayo de 1627' 28
12

se ampliaron a otros tres, ordenando al propio tiempo que el Gober•


nadar y la Audiencia informasen sobrn la situación en que se hallaba
el convento.
El edifido resistió victoriosamente todos los grandes terremotos
del �iglo XVII, aunqu� a mediados de la centuria siguiente, el padre
Delgado '29 die� que "desde antiguo se ve la bóveda de la iglesia que
es <le media caña con una rajadura por medio que llega desqe la t�stera
hasta la puerta", y continuando su descripción añade: "Todo el con­
vento, así claustros como escaleras, reíectorio, sacristía y demás ofi­
cinas, son asimismo de bóveda de media caña muy hermosa y fue.rtes.
Así la iglesia como el convento están recubiertos- con teja, porque si�n-

2:i Real cédula en San Lorenzo, a 13-V-1609. (A. G. l., Filipinas, 79).
24 En el extrac to de una instancia presentada . por el procurador general fray Miguel
García hay una nota que dice: "En 22 de febrero <le 1616. Prorr6gueseles por tres años
más". (A. G. l., Filipinas, 79¡.
25 Copia de una solicitud de dicho procurador general. (A. G. l., Filipinas, 79).
26 Información hecha en Manila por el procurador general fray Juan Dionisio de
Roan para que se le conceda la lim'.Jsna de vino y aceite. M'anila, 7-..VIII-1618. (A. G. J.,
Filipinas, So).
:,¡¡ Real cédula; en Madrid, a 9-II-16.21. (A. G. l., Filipinas, 80).
28 Real cédula, en Madrid, a 21-V-1627. (A. G. l., Filipinas, 81).
29 Delgado, Juan Jos é: Oh. cit., tomo I, pág. ·54.
,

..
Fig. 132.-La plaza de San Francisco, por Fernando Brambila. A la izquierda el convento
de los franciscanos, y más a la derecha, la capilla de la Venerable Orden Tercera.
Museo Naval. Madrid.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 231

c:lo las lluvias en estais tierras tantas, no se sintieran con las continua:s
.aguas o humed�cieran los material�s y �e derrumbaran o desmqronaran
las bóv�des de los techos".
El historiador agm;tino, padre Castro, en su Historia del convento
.de Manila escribe: "Yo h� vÍ!Sto en España los conventos ·que tiene la
Orden en Valladolid, en Madrid, en Córdoba, en el Puerto, en Cádiz,
.en la Puebla y en Méjico y digo resueltamente que éste d� Manila no
merece ser comparado con aquéllos ni se pued.e llamar suntuoso porque
no tiene capacidad notable y su compás es bien reducido, como lo pue•
'1es medir en dicha estampa ck Fr. Lubín. 3o No � puede llamar sober­
bia su fábrica porque no ti�ne elevación, ni la puede tener, por los
frecuentes y espantosos terremotos; ni se puede decir que es magnífica,
porque no ostenta majestad ni belleza, ni tiene gravedad en la distribu­
ción de sus miembros; tampoco se la puede llamar hermosa, porque
tiene poco lustre· y mala figura y toda la piedra de que s� compone es
fofa, fea y de poca duración respectiva: pero, no obstante esto, bi�n
:.Se puede afirmar con verdad lisa y sin ¡>Qnderación que �n la construc·
ción de esta fábrica compiten la fortaleza, la solidez, la grandeza, el
primor y simetría del arte, la riqueza, el adorno y la abundancia... ". 3 1
La verdad de: estas afirmaciones ha quedado probada por el tiempo,
pues el soberbio edificiq ha acreditado su fortaleza resistiendo durante
más de tres siglos terremotos Y. huracanes, e incluso los estragos de la
última guerra. D� su grandiosidad y valor artístico son buena muestra
las fotografías que ilustran este trabajo, en las que junto a la sobrie• ·
dad escurialense de sus líneas, pueden notarse los detalles ornamentales
,que le hacen magnífico ejemplar del protobarroco filipino.

El Convento de San Ftancisco


El 24 de junio de 1577 entraron solemnemente en Manila los
primeros religiosos frandscanos, que fueron hospedados por los agus•
tinos mientras se edificaba su convento, en cuya construcción se ocupó
.:activamente el gobernador don Francisco de Sande. 3.2
Los primitivos edificios de iglesia y convento fueron de madera

30 Ltibín, Agustín: Orbi.s Augustinianus, sive convenhtum Ordinis Eremitarum Sancti


.Augustini; chorogra,phica et topograpliica descriptio. Parisiis, 1659.
31 Castro, Agustín María: Ob. cit., Ed. del P. Merino, pág. 68.
3: La ciudad al Rey, en Manila, a 27-VIl-1578. {A. G. I., Filipinas, 27).
232 M.'" LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

y caña siendo OOlsteadqs, res�ctivarp.ente, por el mariscal Gabriel de


Rivera y el capitán Martín de La Rea. Con gran rapidez se llevaron las
obras y ya el 2 de agosto del mismo año ,se verificó la toma de posesión
por parte de los religiosqs qu� dedkaron la iglesia a Nuestra Señora:
de l�s Angeles, <:n cuya fiesta fue estrenada. 33
Se ·hallaba este convento en un solar inmediato al que más tarde
ocuparon los religiosos de San Juan de Dios, como puede verse en el
plano de Manila levantado en 1671 por fray Ignacio Muñoz (fig. 4,.
letra S).
El primer edificio se quemó en el incendio d� 1583, y sus bien•
hechores volvieron a levantarlo, esta vez de madera y teja. En 16o2 se·
reconstruyeron de piedra iglesia y convento, 34 también a expensas del
mariscal Rivera, que más tarde profesó en la Orden franciscana. El te•
rremoto de 1645 dejó a estos edificios amenazando ruina, 3S pero sin
embargo, hasta 1739 no fuerqn derribados para levantar otros cuya
primera piedra fue colocada por el go�rnador d01;1 Ga:spar de· la Tarre,.
en diciembre del mismo año. 36
Este nuevo edificio, de proporciones modestas, resultó sólido y es­
table, resistiendo victoriosamente a los terremotos de los siglos pos­
teriores. Próxima al convento y formando ángulo con él se empezó
a ,construir en 1678 una capilla para la Venerable Orden Tercera. 37
.Fernando Brambila, uno de los artistas que acompañaron a Ma•
laspina �n su viaje científico, nos, ha dejado un bello grabado de la
· plaza de San Francisco, cqmo la viera cm\ndo la expedición visitó­
Manila (fig. 132), en la qÚe aparecen ambasi iglesias, y al fondo una:
de las ,salidas de la muralla.

Los Jesuítas en Manila:


En r 581 pasaron a Filipinas, como ya, queda dicho, los, padres
Alonso Sánchez y Antonio Sedeño, acompañando al primer obispo de
Manila, pero hasta unos años después no tuvieron los jesuítas ca,sa
-

33 Francisco de Santa Inés: Cr6mco de la PrO'IJÍ.ncia de San Gregoric Magno d�


Religiosos Descalzos de N. P. S. Francisco en las Islas Filipinas, China, Jap6n, etc. escritCJ.
en 1676. M'anila, 1892. Biblioteca Histórica Filipina, vols. II y III, torno I, pag. 1.27.
34 Buzeta, Manuel .Y Felipe Bravo: Ob. cit., torno II, pág. 2.29.
35 Los franciscanos de Manila al Rey, en 4-VIII-1646. (A. G. I., Filipinas, 81).
36 Vid. nota núm. 34.
· 37 Juan de la Concepción: H>istoria General de Filif,ina.r, torno :vn, pág. .261.
Fig. 133.-La iglesia de San Francisco, reconstruida en el siglo XIX.
PJ..ii/t� CO!'m ! llaTA
,,,,.,,,¡......... �...................J


',.

•••
' ..
Fig. 134.-Plano, cortes y alzado de IR i11lesia de San l11nacio. Manila.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 233,

propia en la ciudad. El mariscal Gabriel de Rivera les · edificó a su cos.ta


una buena iglesfa de madera "que sirvió hasta acabarise la de piedra,
que después andande> el tiempo 'Sacó de fundamentos el padre Antonio
Sedeño" 3� con limosnas de los vecinos de Manila. Dicha iglesia quedó
terminada en 1596, eolocándose en ella el Santísimo Sacramento el dfa
de Santa Ana a quien fue dedicada. El padre Diego Sánchez 39 dice :
"Es la iglesia la mejor que tiene la Compañía en esta-s yslas, y en toda
la Nueva España a voto de los que han visto lo uno y lo otro; tod:t
la bóveda de arista, muy bien arqueada, hecha de esta traza: la bóveda
de enmedio tiene. dos corredores que caen sobre la nave principal, a
traza de la que tiene la casa de Roma, de donde •se puede muy bien oír
misa y ·sermón quando por sobra de gente no hay lugar en la igle.sia".
El terremoto de 1599 'hundió la bóveda de este edificio que hubo
de ser cubierto provisionalmente de ,cañas y hojas de palma 4° y que al
poco tiempo llegó a �tar tan deteriorado que fue necesario comenzar
un nuevo templo, cuyo!\ cimientos se estaban ya abriendo en 1623. P�ro
no pudiendo continuarlo �n ayuda ,económica, el procurador general
de la Compañía padre Francis,co Crespo, presentó una solicitud acom·
pañada de los inform� favorables del Gobernador y del Arzobispo41 y
con una información de parte hecha, en Manila a petición del Rector del
colegio de San José. Uno de los testigos, don Juan de Oñez, capellán
del colegio de San Andrés•, declara que la ca,sa e iglesia de la Compañía
eran entonces las más viejaJS que había en la Ciudad, pues las demás
religiones habían reedificado ya sus iglesias y conventos. Efectivamente,
otro testigo, el capitán Bias López Beltodano, manifiesta que cuando
él llegó a Filipinas, treinta y tres años antes, ya se estaban levantando
la iglesia y casa de los jesuitas.
Como resultado de la petición del padre Crespo, por real -cédula
de 1.0 de junie> de 1625, se concedió una renta anual de mil ducado&
durante diez años 4l2 para la construcción de la nueva iglesia.

38 Quirino, Pedro: Relaci6n de /a¡ Islas Filipinas... Roma. 1604. M's. origina,,
lib. 1, cap. XVIII. Apud Pablo Pastells en ,su Hisfo,-ia General de Filipinas, Barcelona,
19.25, tdmo II, pág. CCCXXXIII.
39 En su Carta Annua de 1595-96. Pastells: ob. cit., tomo 111, pág. CII.
40 Quirino, Pedro: Ob. cit. Ms. original, lib. IV, cap. 11. Pastells: Ob. cit., tdmo IV,
pág,;, CLXXX y CLXXXI.
41 Solicitud del padre Francisco Crespo e información que la acompaña, fechada
en Manila a 15-VII-16.23. (A. G. l., Filipinas, 80).
4.:1 Real cédula, en Madrid, a 1-Vl-1625. (A. G. l., Filipinas, 77),
23,4 M.• LOURDES DÍAZ·TRECHUELO SPÍNOLA

Los temores expresados con respecto a la antigua se vieron reali•


:zados el día 25 de novi�mbre de 1628. A la una de la mad rugada, sin
<¡ue ·se hubiese producido ningún temblor •sensible "comenzaron a caer
de lo alto del techo algunos gruesos pedazos de m�zcla y tierra; llegó
.a flaquear una de las parédes y vino sobre ellas el techo con tanto ruido,
que ·se oyó a distancia de dos tiros de fus,il. .. ". 43
Quedó también la casa en grav� peligro según informa la Audien­
.cia, al dar cuenta al Rey de la desgracia ocurrida, y solicita se conceda
.otra limosna igual a la dada en 1625. 44 Pero no les fue otorgada, puesto
que cinco año$ más tarde insisten en la misma petición 45 y por este
.documento sabemos que al caerse la iglesia vieja habían comenzado,
tomando mucho dinero a censo, un nuev� templo y una modesta y es­
trecha vivienda para los religiosos: A l:\ vi!Sta de esta instancia, se
pidieron informe� al Arzobispo y a la Audiencia. Esta última respon­
dió 46 que aún faltaba más de la mitad de la obra de la iglesia nueva,
en la que se habían invertido cuarenta mil pesos, ademá!S de los diez
mil ducados concedidos en 1625, y de no proseguirse el edificio, se
arruinaría lo ya constru ído.
Este templo se hizo bajo la dirección del pcrdre Juan AntoniQ
Campion,. llegado a Manila �n 1622, con el padre Juan de B®ras, 47 y
resultó verdaderamente grandioso. Dice el padre Murillo Vela,rde: 48
"El monumento que más ilustra el nombre del padrie Campion: en estcl!S
Islas, y el que más muestra lo mucho que alcanzó de arquitectura, es

43 Juan de la Concepción: 0b. cit., tomo V, pág. r 38.


44 La Audiencia al Rey, en Manila, a 29-VII-r630. {A. G, I., Filipinas, 80).
45 Resumen del expedi<'nte causado por la petición del Colegio de la Compañía en
Manila. Año 1639. (A. G. I., Filipinas, So),
46 La Audiencia al Rey, en Manila, a 29-VII-1638. (A. G. I., Filipinas, 21).
.f7 El padre Juan Antonio Campion ingresó en la Compañía en 1608, cuando contaba
dieciséis año,<¡ de edad. Ya sacerdote, P?-SÓ a Méjico, y luego a Filipinas, el año 1622, en
-unión del padre Juan de Bueras. Allí desempeñó importantes cargos; explicó Filosofr1
en Manila, fue rector de las residencias de Carigara, Palapag y Bohol, Secretario de h
l'rovincia, y rector del colegio de Cebú. Escribió varias obras de matemáticas, algunos
1:ratados en lengua visaya y un vocabulario de ésta que no llegó a terminar. El padre
M'urillo dice de él que "fue erudito en letras humanas, sutil en la Philosophía, en la Thco­
logia Escolástica y Moral, sólido y profundo en la Escritura, se aplicó a las ciencias
Mathemática3 con felix progreso, señalándose entre todas en la Astrología y Geometría,,
especialmente en la Arquitectura civil". Historia dt la Provincia dé Philipinas de la Com,­
J>añía de Jesús. Segunda J,arle que comprende ... desde el año de 1616 hasta el 1716.
Manila, 1749, Lib. II, fols, r94 y 195.
48 Murillo Velarde, Pedro: Ob. cit., Lib. II, fol. r95 v.0•
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS

�1 magnífico templo de nuestra iglesia de Manila, h�cho des<k! los funda·


mentos, por la dirección, planta y_ disposición de �te jamo� .arquitecto".
La nueva iglesia, dedicada a san Ignaicio, se orientaba de sun,ste a
noroeste dando a la antigua calle Real una de sus fachadas laterales
(fig. 134)_. Era un templo de tres naves, con crucero cubierto por una
�úpula ochavada, con una airosa linterna rematada en una piña. Cons·
truído en estilo clásico, de sus pilastras de orden jónico arrancaban
ar,cos de medio punto, que sustentaban bóvedas de cantería en las naves
laterales. En la ceritral había una segunda arquería, de doble número
<le arcos que la inferior, y su bóveda se hizo de maqera para que ofre­
dese mayor resistencia a· los terremotos, y por el mismo motivo sus
arcos perpiaños no eran semicirculares, :sino escarzanos. También la
cúpula se construyó de madera, haciendo aisimismo escarzanos los cua-
tro arcos torale!! en que estribaba. La iluminación del edificio se resolvía
por .medio de ochq ventanas abiertas en la cúpula y otras muchas de
varias figuraiS y tamaños en el resto del templo, que según el padre
Murillo se hallaba a toda hora bañado en luz.
En la fachada principal (fig. 135) se abrían tres puertas corres­
pondientes a cada una de las naves, estando la del centro cubierta por
un arco "capialzado, que degenera en dintel perficionándose cuanto
más degenera". Esta fachada fue recargada más tarde "con cierto�
relieves, foliages, molduras y otros ornatos impropios e importunQs
de la majestad ostentosa de la fábrica". A ambos l;,1.dos de la fachada
.se levantaban las torres, que se hicier.an eón elevación proporcionada
a las dimensiones del templo, pero más tarde según · afirma el padre
Murillo, se cortaron por temor a los• terremotos, dejándolas sin rematar
por lo que "q�dan ha·sta oy por lunar y humillación del edificio", dice
-el autor citado.
En cambio, la fachada que caía a la calle Real de P.alacio, estaba
,cuando escribía dicho padre "como salió del diseño del maestro y del
cincel del artífice y por esto es digna concha de la perla que incluye...
Es sumptuosa por su capacidad, soberbia por su elevadón, magnífica
-por su mole, ostenta gran majestad en la bella y grave distribución
,de sus miembros, comisas y adornos".
El interior del templo guardaba relación con &u aspecto externo :
�n el altar mayor había un retablo dorado de cuatro cuerpos, con esce­
nas de la vida de San Ignacio en relieve, y una imagen del santo, en
236 M.ª LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

el centro del segundo cuerpo. El tabernáculo, obra del padre Melchor


de Vera, era de dos cuerpas con su cúpula y tenía esculpidas escena:;
del antiguo testamento alusivas al Sacrificio del Altar.
El edificio fue construído con piedra extraída de las cercanías de
Antipolo, "de buen color y bello lustre", al par que muy sólida según
afirma el padre Murillo, quien ponderando la �lleza del templo dice�
"He conocido hombres de buen gusto y de grande inte1igencia en la
arquitectu� y que han visto bellísimas famosas fábricas de Europa,
estar como embelesados en esta iglesia".
La residencia <le lo� Padres, .inmediata al templo, tuvo como pri...
mer edificio un ,cuarto de ladrillo que fabricó a su costa el capitán Juan
Pacheco Maldonado, y fue la primera casa religiosa que hubo en Manila
de este material, pues todas las demás eran de madera.
"Quedó. fuerte, hermoso y muy poblado de celdas y las demás­
oficina•s y como a cosa nueva y nunca vista, acudieron a gozar de verle­
no sólo todos los hombres, pero todas las mujeres de la ciudad, antei,
que los Padres lo havitasen". 49
También en este edificio, llamado Colegio Máximo de San Ignacio,
puso ·1¡u mano el arquitecto padre Campion, pues él levantó el cuarto
principal" tan grande largo y_ capaz que era vivienda cómoda para cin­
cuenta sujetos con las oficinas regulares y tan elevado que descollaba.
sobre toda la ciudad", di.ce el padre Murillo. so Posteriormente fue­
suprimido el piso superior, maltratado �r los temblores, y se fueron
añadiendo diversas piezas, hasta constituir un "grande cuerpo de mu­
chos miembros entre sí di•s-cordantes". s 1
Destaca t:l padre Murillo en -&U descripción de este edificio, fa:.
amplia galería que dominaba la ciudad y la bahía, y la escalera que:
daba acceso al coro de la iglesia, sobre la que había un arco escarzano,.
"hermoso,. grande y vistosísimo. Este y el del Coro son de los que lo:;.
arquitectos llaman, por su primor, belleza y perfección cabeza de.
obra". s 2
Otro de los "muchos miembros" que integraban este conjunte,
arquitectónico, era el Colegio de San José, creado para educar a los.
hijos de los vecinos españoles.

49 Quirino, Pedro: Vid. nota 38.


50 Murillo Velarde, Pedro: Ob. cit., Lib. II, fol. 198.
SI Delgado, Juan José: Ob. cit., tomo I, pág. 54.
52 Vid. nota 50.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 237

Por real cédula de 8 de junio de 1585 53 se mandó al gobernador


<ion Santiago de Vera que, de acuerdo con el Arzobispo, inforrnaise
:;obre la conveniencia y posibilidad de fumlar �n Manila con dicho
objeto un Colegio a cargo de la Compañía de Jesús. La esca1Sez d�
medios económicos dejó por entonces el prnyecto en suspenso, y aunque
.dos años más tarde 54 \Se pidió parecer a la, Audiencia sobre el mismo
.asunto, nada se hizo h�ta 1595, en que Górnez Pérez Dasrnariñas 55
le señaló una renta anual de mil pesos para sostenimiento de diez becas;
.esta dotación se hizo. con carácter provisional, hasta tanto que algún
particular quisiera hacerse ca,rgo de ella.
Gobernaba en Filipinas don Francisco Tello (1596-1002) cuando
.el padre Pedro Quirino· fue encargado por sus superiores de lá funda­
ción del Colegio, para lo que hizo gestiones cerca del Gobernador y
oidores de la Audiencia, así corno de los Cabildos secular y eclesiástico
La idea fue bien acogida, puesto que a medida que transcurría el tiempo
se hacía sentir más y más la necesidad de crear un centro de enseñanza
,que atendiese a la educación de los hijos de los vecinos de la ciudad.
De momento se habilitaron unas casas colindantes con la residencia
<le los jesuitas, y se inauguró el colegio con trece alumnos, entre los que
;figuraban don Pedro Tel10, sobrino del Gobernador, y un hijo del oidor
.don Antoniq de Morga.
El primer edificio de piedra que tuvo el Colegio se construyó "sin
.asistencia de prácticos artifices" y "sin inteligencia de los materiales"
por lo que en 16o5 amenazaba próxima ruina. s 6 Ya por entonces el
capitán Esteban Rodríguez de Figueroa había legado 8U capital, que
.ascendía a unos treinta mil pesos, al Colegio de San José. Dicha canti­
d.ad se invirtió en casas, tierras y una estancia de ganado, con cuyo
,producto ·se vino sosteniendo la fundación hasta que los terremotos
<le 1645 y-1658 demolieron las casas, con lo que la situación económic:>.
:.Se hizo muy precaria, pues también el ,edificio del Colegio quedó des·
truído. 57

53 Real cédula, en Barcelona, a 8-VI-1585. (A. G. l., Filipinas, 339).


54 Real cédula, en Madrid, a 11-I-1587. {A. G. I., Filipinas, 339).
55 La Audiencia al Rey, en Manila, a 30-Vl-1667. (A. G. l., Filipinas, 82).
56 Concepción, Juan de la: Ob. cit., tomo III, pág. 408.
57 "lnfor111e del º padre Luis Pimentel, procurador general de la Compañía de Jesus
-en las Filipinas, acerca del Colegio de San José de colegiales seculares que está a cargo
"1e isu religión en la ci udad de Manila". Sin fecha. (A. G. I., Filipinas, 28).
M.' LOURDES DÍAZ-TREC
HUELO SPÍNOLA

En 1667 58 los repa, os nece


• � sarios ;se calculaba
en unos doce mil pesos, sin que sepamos si n p or los peritos
ayuda, pero '.í?Í que en 1696 e:l lleg ó a concederse alguna
Cabildo eclesiástico y
de Manila 59 solicitan del Re el
y que socorra al Coleg Ayuntamiento­
cuya existencia era muy int io de San Jos
ei;-esante para la ciudad. é,
Años más tarde_, el procur
ador gen�ral de la Provi
Agustín Soler, pide al Rey qu ncia, padre
� tome bajo su patronato
efecto alguno de gravamen al Colegio "sin
de la, Real Hacienda, con
poner en sus puertas y dem la facultad de
ás partes acostumbradas las
y usar el título de Colegio Armas Reales:
Real en los instrumentos qu
cartas que escribiere a V. Ma e presentare y
gestad ".
El fis•ca,l informó favorable
mente esta solicitud siempr
concesión tuviese carácter e que la
,exdusivamente hon orífico,
mulo para los colegiales, 00 siendo sólo estí­
y a&í fue despachada.

El Convento de Santo Domi


ngo
El 21 de julio de 1587 desem
barcaron en Cavite los religio
dominicos que iban a fundar sos:
en Filipinas una nueva provin
Orden, la cual, en el primer cia de fa._
Capítulo, celebrapo en Manila
junio de I5�8, 61 fue denom , a 12 de
inada del Santísimo Rosario.
fray Domingo de Salazar, de El obispo
la misma Ord en, alojó en su
religiosos entre tanto encontrab casa a los
an un solar apropiado para
convento. No era ya fácil hal .erigir su
lar terrenos libres dentro de
pero el interés y diligencia del la ciudad.
Prelado dieron por resultado la
de uno perteneciente al vecino de compra.
Manila Gaspar de la Isla; halláb
dicho ·solar próximo al río, y cua ase
ndo la ciudad' fue cercada de murall
el convento. quedó adosado a, ella a,
, lq que constituía un perjuicio par
la defensa, como máis tard� harán a.
notar los ingenieros militares, Y�
al mismo tiempo, molestaba también
a lo,s. religiosos esta circunstancia •.

58 La Audiencia al Rey, en Manila,


a 30-VI-zG67. (A. G. l., Filipinas,
59 El Cabildo eclesiástico en 15 de mayo 82).
año 1696, (A. G. 1., Filipinas, 296). y el Ayuntamiento en 3r del mism
o mes,..
60 Instancia del padre Agustín Soler
. Filipinas. Sin fecha. El informe , S.. l. procurador general por la
del fiscal es de ro-III-1722, y la provincia d�
dicho mes y año. {A. G. l resolución de z3 de:
., F.ilipillas, .397).
61 Aduarte, Diego: Ob. eit.,
Lib. 1, pág. 87.
- ----� -----o1,---.....-------------�-__,......----�-------4-----
Fig. 135.-La iglesia de San Ignacio, semidestruída, en el siglo XIX.
Fig. 136.-Facbada
de la iglesia de Sant
o Domi ngo de Manila,
por el arquitecto don reco nstruida en 1863,
Félix Rojas.
Fig. 137.-Abside de la iglesia de Santo Domingo. 1863,
FiJ. 137.-Absid,; de la iglesia de Santo Domingo. 1863,
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F
ARQUITECTURA ESP�OLA EN FILIPINAS

porque �l convento quedaba dominado y a la vista de los soldados de­


la ronda. 62
Eta el lugar tan pantanoso qu� fray Domingo de Salazar hub0
de bendecirlo en una canoa, acto que s-� verificó el día 16 d� agosto
de 1587,_63 comenzando seguidamente las obras con la cantidad de
ttes mil pesos que les entregó d Prelado para este fin, y con los que
construyeron una. casa, e iglesia de madera, pobre y pequeña, pues me­
día sólo veinticuatro brazas de largo.
El día 1.0 de julio de 1588 s� instalaron los dominicos e.n su con­
vento, pero, como nQ podía menós d� ocurrir dada la poca firmeza del
terreno, y tratándo!ie de una obra hecha tan a la ligera, su duración
fue corta; aun no llevaba dos años terminada cuándo se derrumbó la
capilla mayor, salvándose la imag�n de Nuestra Señora del Rosario,
pues según refiere Ad u arte 6.4 "el techo que la �ubría quedó cortado en
forma de ala como guardapolvo y !i-Ombra de nuestra Señora; suceso­
que causó · tanta devoción al pueblo qu� habiendo el convento hecho
después otra Imagen con el rostro de marfil, para aquel altaf, cuando
después se renovó la Iglesia, pidieron muchos devotos que les pusie:§en
la Imagen anti gua... en lugar donde la pudiesen venerar y así se hizo­
y está hoy en la portada de la Iglesia".
La nueva imagen fue donada por don Luis Pérez Dasmariñas-..
y la. tafló un sangley bajo la dirección dd capitán Remando de los.
Ríos, vecino notable de Manila. Aduarte la descri� diciendo : "Es esta
Señora de cinco tercias de alto, rostro, manos y Niño de marfil, y de
soberana hermosura... Está en muy hermoso trono y tiene un rico y
grande retablo muy 6ien dorado qu� dio Antonio Xuarez de Puga..." 6s-
Aleccionados por la pasada experiencia determinaron los religioso;
hacer de p iedra la nueva iglesia Y. el convento, para cuya empresa sólo
contaban con la ayuda voluntaria de los vednos de Manila, quienes los
favorecieron con limosnas muy cuantiosas. Fue la primera, la herencia
del capitán Domingo de Mendiola, que. dejó al convento la tercera parte
de su fortuna para la construcción de la nueva capilla de la Virgen dd
Rosario. Más .tarde murió doña María Pérez, esposa del capitán Fratl!--

6:a Extracto de una instancia de fray Diego de Soria, prior del convento de Manila_
. Sin fecha. Al dorso dice z3-V-1601 6 160:z. (A. G. I., Fili.pinas, 79).
63 Aduartc, Diego: Ob. cit., Lib. I, pág. .zg.
64 Ibídem, Lib. I, pág.. 31 y sigs.
65 Ibídem, Lib. I, pág. 34.
24() M.• LOURDES DÍAZ-TRECHU ELQ SPÍNOLA

cisco Rodríguez, dejando dos mil pesos para la obra, y también el


capitán Castillo legó una gruesa suma para el mismo fin.
1

Encontrábase por entonces en el convento de. Manila el padr�


Alonso Ximénez -hijo del de San Esteban de Salamanca-, que pasó
a Filipinas con los primeros religiosos de su Orden que allá fueron
<lespués de haber sido misionero en Guatemala. Destinado a Bataa�
para ejercer su ministerio apostólico, contrajo una grave enfermedad,
por lo que fue enviado a Manila para curarse. Era este padre un buen
arquitecto, isegún Aduarte, que afirma que "por entendérsele mucho
<le obras, le traxeron a que cuidase de esta" ,66 siendq elegido Prior del
convento de Manila y más tarde Provincial.
Muy acelerado fue el ritmo impreso a la obra por �1 padre Ximé­
nez, quien "no sólo trazaba como maestro, sino que servía como
peón", 67 y así, habiéndose caído la antigua iglesia a fines del año I 589,
1,e pudo inau gu rar ésta el día 9 de abril de 1 592.
Además de la iglesia se construyó una sacri�tía, sala capitular,
refectorio, portería, dos grandes dormitorios y otras dependencias, y la
huerta quedó cercada de pied�a.
A juzgar por las características y solidez del templo y· convento
levantado por el padre Alonso Ximénez, pqdría pensarse que su dura­
óón habría de ser larga, pero desgraciadamente, por tener cubierta de
madera, fueron destruídos por el fuego en el terrible incendio de 16o3.
Comenzó éste en una casa situada al otro extremo de la ciudad, por lo
,que ·1os religiosos no pensaron siquiera en la posibilidad de. que su con·
vento corriese peligro, y 1salieron todos a auxiliar a loo vecinos de la
zona incendiada, entre los que se hallaba un insi gne bienhechor de la
Orden, el general Juan Tello de Aguirre. Pero el vien�o favorable avivó
el fuego, que encontró presa fácil en las muchas casas de madera que
aun había en Manila, no obstante las experiencias pasadas, y a,sí en
brevísimo tiempo s e abrasó la tercera parte de la ciudad. Llegaron las
llamas a Santo Domingo, de cuya iglesia sólo pudo salvarse el Santí•
sima Sacramento y la imagen de la Virgen del Rosario. Del conv�nto
�uedó en pie alguna parte, en la que a durns p\!nas se a_comodaron los
religiosos.
Decidieron entonces hacer la iglesia de b6veda para prevenir en lo

·66 Aduarte, 1.Jiego: Lib. I, págs. 3,r-33.


67 Ibídem, Lib. I, ,pág. 120.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 241

:posible el riesgo de un nuevo incendio, pero para ello fue necesario


1abrar nuevos y más fuertes cimientos para todo el cuerpo del templo,
y levantar y fortificar mucho la capilla mayor del mismo. También
el convento fue reedificado y quedó mucho mejC>r que antes, al decir
<1� Aduarte, 68 corriendo ahora las obras a cargo del prior, fray Fran·

1
-cisco Minayo. Duraron éstas diez años, y se invirtieron en ellas más
de cincuenta mil duros, "pero �lió un templo verdaderamente gran·
-dioso" 6g que duró hasta el gran terremoto del día de San Andrés de
1645, �n que se desplomó su hermosa torre, capaz de competir con la
de la catedral, y también la bóveda de la nave central de la iglesia,
quedando en pie las del crucero y presbiterio.
Años más tarde, el temblor del día de San fü;rnardo de 1658 acabó
.de arruinar lo que quedaba del edificio y se hizo necesario reconstruirlo
nuevamente.
Ahora, aprovechando la experiencia, adquirida que demostró que
el terreno en que se asentaba no tenía suficient� consistencia para so­
portar la bóveda de piedra, se l�vantaron tres �ólidas naves, cubriéndo­
las de teja, con bóveda de madera "bien labrada y dorada". 10 La nave
mayor de esta nueva iglesia medía cincuenta varas de largo por catorce
de ancho, con cinco aroos a cada lado y di�z encima que daban salida
;a las tribunas. El coro se asentaba :&Obre dos arco s r�bajados a la altura
de las naves colaterales. El crucero qu�dó irregular, pues no era cua­
drado, y el presbiterio fue luego ampliado por fray Juan Arechederra.
Más tarde se construyó al lado de lá epistola una capilla para la Virgen
,del Rosario, tamoién con bóveda de: madera. Esta reedificación la diri­
gía el entonces prior, fray Juan de los An�les, 7 1 y costó unos· cuarenta
mil duros al decir de Ferrando.� Fue el �difido que gozó de más larga
vida, pues permaneció e:n pie hasta el terremoto de 1863.

El Colegio de Santa Potenciana


En la Instrucción que llevaba Gómez Pérez Dasmariñas cuando
marchó a tomar posesión del gobi�mo de Filipinas·, se le mandaba fun•

68 Aduarte Diego: Lib. 1, pág. 31 y sigs.


6!) Ferrando, Juan: Historia de los PP. Dominicos en las Islas Filipinas.,. Madrid.
2-870-72, tdmo I, pág. 241 y sigs.
70 Ibidem.
71 Santa Cruz, Baltasar de: Oh. cit., pág. 311,
72 Vid. nota núm. 69.

(16)
242 'M.• LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

dar en Manila un Colegio para la educación de las hijas de los soldados.


distinguidos, y cumpliendo dicha orden fue establecido en un s casas
y solar "donadas a dicho �fecto por el factor de la Real Hacienªd a Luis.
de Vivanco". 73
En 1592 el Gobernador �scribe 74 que ponía gran empeño en acti-·
var la construcción de "la nueva iglesia y casa que \Se hace qe piedra.
qu� saldrá muy buena y capaz y se acabará dentro de medio año". Sin
embargo, hasta 1594 no quedó terminado el Colegio ; don Luis Pérez:.
Dasmariñas, al d:tr cu�nta del fin de las obra�, dice que "es uno de los
lucidos edificios de esta ciudad". 75
Destruído en 1645, permaneció arruinado trdnta y dos años, vi­
viendo las colegialas durante este tiempo en un� jacales de paja, levan­
tados sobre la:s ruinas del mismo 7<> hasta qu� al ser nombrado visitador
del �stablecimiento el oidor fiscal de la Audiencia, don Diego Calderón,
Serrano, éste reunió limosna s y comenzó la reedificación "a funda­
1

mentis ". En diciembre d� 1677 se hallaba ya tan adelantada la obra.


de la iglesia que. según escribe el mismo Oidor, �n ocho meses más:
podría quedar terminada, aunque para la reconstrucción del Colegio se:
necesitaría má:s tiempo.
A principios qel siglo XiVIII, d� nuevo am�nazó ruina el edificio,..
y del recoQocimiento efectuado resultó que para reparar sus conside­
rables deterioros sería necesaria la cantidad de veinticuatro mil peso�
y ocho granos.
Don Fausto Cruzat y Góngora (169<>-1701) se ocupó de estas obrM,
y levantó un cuarto y un aljibe, así como la casa del capellán, y en la.
iglesia hizo fabricar un retablo "de todo primor con sus collateral�:;;.
todo dorado y de mucho precio". 77 En 1716 el Gobernador comunica;:
la terminación de las obras, realizadas Stin coste de la Real Hacienda. 7�:

73 Juan de la Concepción: Ob. cit, tomo II, pág. 183.


74 Gómez Pérez Dasmariñas al Rey, en Manila, a 31-V-1592. (A. G. I., Filipinas, 6} ••
75 Don Luis Pérez Dasmarifí;ls al Rey, en Manila, a 15-VI-1594. (A. G. I., Fili-
pinas, 6).
76 El oidor ,fiscal de Manila don Diego Calderón Serrano, en .20-XIl-1677. (A. G. I.,.
Filipipas, 23).
77 El Cabildo eclesiáistico al Rey, en Manila, a .20-VI-1702. (A. G. I., Filipinas, 187).
78 La minuta de esta carta se encuentra en una nota de los documentos sacad-:-s del"
legajo titulado "Secretaría de N. E. Secular. Audiencia de Filipinas. Cartas y expedientes..
del Gobernador; años 1716 ·a 1719". Dichos documentos fueron remitidos al Ministerk
s
de Hacienda en virtud de real orden comunicada a la Dirección del Archivo en 1 de abril!
de 1847. (A. G. I., Filipinas, 131).
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 243

Unos cuarenta años después, dan Pedro de Arandia 79 habla del


mal estado en qu� se hallaba el Colegio, a causa d e los terremotos y de
la antigüedad de §U fábrica. También se hacía necesario ampliar el
edificio, a cuyo efecto fray Juan de Arechederra había adquirido du·
rante su gobierno una cas� contigua, pero no pudo realizar las ·obras
por falta de medios.
Nuevos r�paros necesitaba el edificio en 1762, y para saber a qué
aten,erse sobre el particular, el arwbispo-gobernador don Manuel Rojo

..
ordenó que el factor de la Real Hacienda don Manuel Suárez López,
con el cabo de obras reales Ignacio Fernández Valenzuela, pasasen a
reconocerlo.
Del informe redactado por éstos,&> resultó que los muros se ha­
llaban fuertes y bit:n cimentados, pero todo lo demás del edificio era
necesario derribarlo por amenazar inminente ruina, salvo una pieza
próxima a la cocina que se hallaba en buen estado.
La obra necesaria para incorporar al Colegio la casa adquirida
en tiempo de Arechederra con objeto de ampliar el dormitorio de las
niñas y hacerl�s una enfermería desahogada,, se tasó en unos cuatro
mil pesos.
A la vista de este informe, el arzobispo quiso oír también la opi­
nión del arquitecto de la catt:dral, don Juan Uguccioni, a quien ordenó
pasar asimismo al reconocimiento del Colegio. Este estuvo totalmente
de acuerdo con Fernández Valenzuela y, como él, consideró urgente
�1 derribo qe lo que amenazaba ruina.
La obra fue sacada a suba�ta del modo acostumbrado, y antes de
que se celebrase, los maestros que pensaban tomar parte en ella visita­
ron el t:difido en unión del arquitecto y dt:l cabo de obras para hacerse
cargo de la importancia de los trabajos- a re.alizar. En este reconoci­
miento se advirtió que era necesario reedificar también la arquería del
segundo patio por estar rajados sus pilares. El aljibe había de ser
rt:hecho dándole más profundidad y cubriendo su fondo con piedra de
-Meycavayan, dqs capas de ladrillos del país y dos de China, utilizando
para ello la mezcla impermeable usada en Filipinas, que se componía
79 Don Pedro de Arandía al marqués de la Ensenada, en Manila• a 14-VII-1755.
(A. G. l., Filipinas, 482).
So Dicho informe lleva fecha 19-l-1762 y va incluido en testimonio de autos núm. 3"
que acompaña a carta del gobernador don Francisco de la Torre, en Manila a 22-Vl-1764.
(A .G. l., Filipinas, 482).

i
l
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 243

Unos cuarenta años después, don Pedro de Arandia 79 habla del


mal estado en qut: se hallaba el Cqlegio, a causa d e los terremotos y d'!
la antigüedad de s,u fábrica. También se hacía necesario ampliar el
edificio, a cuyo 'efecto fray Juan de Arechederra había adquirido du·
rante su gobierno una cas� contigua, pero no pudo realizar las ·obras
por falta de medios.
Nuevos rt:paros necesitaba el edificio en 1762, y para saber a qué
at�rse :sobre el particular, el arwbispo-gobernador don Manuel Rojo

••
ordenó que el factqr de la Real Hacienda don Manuel Suárez López,
con el cabo de obras reales Ignacio Fernández Valenzuela, pasasen a
reconocerlo.
Del informe redactado por éstos, 80 resultó que los muros se ha·
llaban fuertes y bi�n cimentados, pero todo lo demás del edificio era
necesario derribarlo por amenazar inminente ruina, ·salvo una pieza
próxima a la cocina que se hallaba en buen es-tado.
La obra necesaria para incorporar al Colegio la casa adquirida
en tiempo de Arechederra con objeto de ampliar el dormitorio de las
niñas y hacerfes una enfermería desahogada,, se tasó en unos cuatro
mil pesos.
A la vista de este informe, el arzobispo quiso oír también la opi•
nión del arquitecto de la cat�dral, dqn Juan Uguccioni, a quien orden<>
prusar asimismo al reconocimiento del Colegio. Este estuvo totalmente
de acuerdo con Fernández Valenzuela y, como él, consideró urgente
�1 derribo de lo que amenazaba ruina.
La obra fue sacada a subasta del modo acostumbrado, y antes de
que se celebrase, los maestros que pensaban tomar parte en ella vi!Sita­
ron el �difido en unión del arquitecto y d�l cabo de obras para hacerse
cargo de la importancia de los trabajo� a re.alizar. En este reconoci­
miento se advirtió que era necesario reedificar también la arquería def
segundo patio por estar rajados sus pilares. El aljibe había de ser
rt!hecho dándole más profundidad y cubriendo su fondo con piedra de
'Meycavayan, dqs capas de ladrillos del país y dos de China, utilizando
para ello la mezda impermeable usada en Filipinas, que se componía
'19 Don Pedro de Arandía al marqués de la Ensenada, en Manila, a 14-VII-1'155·.
(A. G. I., Filipinas, 482).
So Dicho informe lleva fecha 19-l-1762 y va incluído en .testimonio de autO'l núm. 3'
que acompaña a carta del gobern.ador don Francisco de la Torre, en Manila • a 22-VI-1764.
(A .G. l., Filipinas, 482).
244 'NI..• LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

<le huevos de pata, -cal fina y miel de caña. También había que retecharli,
y hacerle azotea, además de reparar todos sus tanques y conductos para
el agua.
La 1subasta, celebrada el día 13 de marzo de 1762, fue adjudicada
al sangley Juan Peauco, considerado cqmo "et más práctico e inteli•
gente" entre los presentados, además de ofrecer mayor garantía eco•
nómica.
Previamente se habían ejecutado obras provisionales en el antiguo
edificio del oolegio de Santa Isabel, cedido por la Hermandad de la
1'.Hsericordia, a petición del Arzobispo, para que en él se alojasen
durante las obras las colegialas de Santa Potenciana, cuyo traslado se
verificó el día 14 de marzo.
La llegada de la escuadra inglesa �n septiembre del mismo año
dejó interrumpida la obra cuando se hallaba ya "en el primer piso y en
buena planta" 81 y iseguía en tal estado el año 1779 puesto que el arz·
obispo don Basilio Sancho, al dar cuenta de la visita que giró a los
hospitales, beaterios y casas de recogimiento que existían en Manila,
escrioo refiriéndose a Santa Potenciana, que :sus habitaciones amenazaban
ruina y eran "indignas de serlo para persona humana". &a
Por real orden de 3 de ,septiembre de 1782 83 se ordenó reparar el
Colegio a costa de la Corona, tan pronto como fuese posible. Pero aun·
que se trató de cumplir lo mandado, nada pudo hacerse, pues la obra
fue presupuestada en la cantidad de veintitrés mil pesos, suma de la
que no disponía de momento la caja real.
En vista de ello, las colegialas fueron trasladadas a una casa
cedida por don Nicolás Felipe Rodríguez, situada en una isla del río
Pásig, donde permanecieron sólo un� me&,es porque su dueño la re­
clamó. Entonces se resolvió en Junta Superior comprar una "casa fuerte,
capaz y bien acondicionada" que se hallaba en venta junto con otra
pequeña inmediata a ella, y se adquirieron en diez mil pesos que abonó

-81 Del informe presentado por el cabo de obras en u-VII-1764, de orden del Gober­
nador, resulta que la obra estaba bastante adelantada y sufrió algunos daños durante la
ocupación inglesa, además de que desaparecieron los materiales acopiados para proseguirla.
Dicho infor'me se incluye en el testimonio de autos citado en la nota anterior.
,8� El arzobispo don Basilio Sancho, en M'anila, a zo--XII-1779. {A. G. l., Fili­
pinas, 1.0oz).
83 Una carta del gobernador don Rafael M.• Ag uilar a don Miguel Cayetano Soler,
fechada en Manila a 24-VIl-1801, hace referencia a esta real orden. (A. G. I., Filipinai,
507), cuya minuta está en el leg. 688 de la Audiencia de Filipinas (A. G. l.).
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 245

la Caja dlf1 Comunidad, destinándose a Colegio la casa grande, y la.


pequeña, para vivienda del Capellán. �
Así continuaron las cqsas hasta 18o1 en que por amenazar ruina.
también esta casa, la R"ctora qel Colegio hizo presente al Gobernador
la necesidad de reeaificar su antigu o edificio e iglesia. Es.ta última era
de buena fábrica de cantería según dice fray Juan de la Concepción, 85
pero por permanecer tanto tiempq cerrada se había ido cayendo a pe­
dazos el techo, hasta llegar finalmente a derrumbarse.

Los hospitales de Manila: el de tos españoles


El primero que se estableció en Manila fue el Hospital Real de
los españoles, cuyo solar señaló Legazpi al hacer la primitiva traza y
repartimiento de la ciudad, obedeciendo así a la real cédula de 7 de
noviembre de 1564, 86 que le mandaba construir hospitales para espa­
ñoles e indios. El primitivo edificio, qe caña y nipa, desapareció en e!
incendio de 1583, y diez años más tarde aún no estaba totalmente re­
construído, pues quedaba n por hacer dos cuartos. 81
Una información de parte hecha en 1594 88 a solicitud de Her•
nando de los Ríos, administrador del establecimiento, hace patente la
necesidad de ampliar el edificio por tener sólo una galería donde estaban
mal acomodados y faltos de espacio las enfermos. Se propone la con5•
trucción de otra sala y también la ampliación de la vivienda de los
enfermeros.
En esta información figu ran como testigos fray Alonso Ximénez,
provincial de la Orden de Santo Domingo, arquitecto y autor de la
obra de aquel convento, como se ha dicho; el Padre Antonio Sede•
ño, S. J., también maestro arquitecto; el deán del Cabildo catedral don
Diego Vázquez de Mercado, y dos vecinos notables de Manila, el capi•
tán Pedro de Chaves y Gaispar de la Isla, este último antiguo adminis­
trador y mayordomo del hospital.
En el incendio de 16o3 el edificio quedó nuevamente destruído
por el fuego, 89 y fue necesariq trasladar los enfermos al hospital de

84 De la carta citada en la nota anterior.


85 Juan de la Concepción: Ob. cit., tomo II, pág. 183.
86 Real cédula, en Madrid, a 7-XI-1564. (A, G. I., Filipinas, 339).
87 Real cédula, en Madrid, a a&-I-1593. (A. G. I., Filipinas, 339).
88 "Información del Hospital Real de Manila". 16-II-1594. {A. G. I., Filipinas, 59).
M.• LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

los naturales, extramuros de la ciudad. Al dar cuenta de ello, el gober­


nador don Pedro de Acuña manifiesta que sie estaban reuniendo los
materiales necesarios para reedificarlo.
Por real cédula de 29 de abril de I 577 90 se qrdenó construir una
casa de convalecencia para que los enfermos que .¡¡alieran del Hospital
Real no se vieran expuestos a recaídas por faltarles. los cuidados nece­
sarios. Pero no se llevó a efecto su establecimientq, ordenado repetidas
veces ha1Sta que al fin� como se hacía sentir vivamente esta necesidad,
el gobernador don Sebastián Hurtado de Corcuera decidió levantar una
sala de convalecientes aneja al hospital por nq existir otro lugar ade·
cuado para ello.
� obra se empezó a comienzos del año 1636, bajo la dirección
del capitán Santiago Gaztelu, que juzgó necesario derribar un trozo de
la casa qu e comprendía la vivienda de los franciscanos, encargados de
la administración del Hospital, así como la botica, las viviendas del
boticario y mayordomo y la iglesia, que consideraba innecesaria por
estanse construyendo en aquella fecha la Capilla Real, en la q1,1e habían
de enterrars e los. sqldados que muriesen en el hospital.
El Gobernador ordenó entonces a los franciscanos, que desde I 578
lo atendían, desalojar la parte ocupada pqr ellos, lo qu� se verificó no
obstante su protesta. Pero �n 1685 volvieron a encargarse del Hospital
a ruegos del gobernador don Gabriel de Curuzelaegui, quien hizo visitar
el establecimiento por el oidor don Diego Antonio de Viga, y habién­
dolo encontrado mal atendido por ·estar �n manos de seglares llamó de
:nuevo a los franciscanos, aunque dejó en sus puestos al mayordomo
y algunos enfermeros laicos. 9 1
A principios del siglo XVIII, el hospital necesitaba urgentes repa·
ros que especifica en un escrito su capellán mayor don Joaquín José
Ramírez. Era preciso retecharlo por completo y reedificar algunas par•
tes que se estaban viniendo abajo. 9<2 No sabemos lo que se hizo por
entonces, pero en 176! fué reconocido el edlficio, de orden del Gober­
nador, por el cabb de obras reales Ignacio Fernández Valenzuela, 93
89 Don Pedro de Acuña al Rey, en Manila, a 15-VII-1604. (A. G. l., Filipinas, 7).
90 Testimonio de autos fechado en 5-III-1636. (A. G, I., Filipinas, 21).
91 Curuzelaegui al Rey, en Manila, a 1-VI-1685. (A. G. l., Filipina,;, 83).
92 El capellán mayor del Hospital Real de los Españoles, en Manila, a 3-VI-1711.
(A. G. I., Filipinas, 297).
93 Testimonio del reconocimiento del estado del Hospital Real. Año I 764. (A. G. I •
Filipinas, 482).
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 247

Tesultando que sus muros se hallaban fuertes desde los cimientos hasta
-el t�jado; pero éste necesitaba grandes reparos, así cqmo la vivienda
del mayordomo, el cuarto del enfermero en la sala de medicina, la
capilla y otras habitaciones.
El arquitecto padre Uguccioni, que también pasó a reconocer el
Hospital por orden del Arzobispo-Gobernador, se mostró de acuerdo
,con todo lo que �xpuso el cabo de obras,. Celebróse la subasta concu•
rriendo sólo Juan Ingco, sangley, maestro de carpintería y cantería

- .a quien se adjudicó en dnco mil ochocientos �sos el reparo del Hospital.


La guerra de 1762 dejó isin acabar e&-ta obra que estaba ya bien
adelantada pues la enfermería de la sala de medicina, la capilla, la sala
-0e oficiales y su ·cocina, la escalera y las tres habitaciones de los cape·
llanes es.taban terminadas. En la sala de cirugía sólo se habían pµesto
al gunas tablas qel piso, y se le había hecho una nueva azotea; la vi•
vienda d�l mayordomq quedó también a medio acabar así como otras
dependencias.
Los daños causados por el sitio y ocupación enemiga no fueron.
grandes, pues se redujeron, según informe, 94 a la desaparición de algu·
na!¡ puertas y tabiques, así como de todos los materiales acopiados, que
los ingleses destinaron a otros usos.
Tales ison las última s noticias del Hospital Real en el siglo XVIII.

El hospital de los naturales


Hubo también d�ntro del recinto de la ciudad un hospital para los
naturales que fundaron los franciscanos junto a su convento. Tuvo
su origen en la caridad ejercitada por un hermano lego llamado fray
Juan Clemente, que comenzó a curar en la portería del convento de
Manila, a algunos enfermos que acudían a él, y pronto fue tanto su
número que se hizo necesario edificar junto a aquél un camarín, que
también resultó insuficiente al pocq tiempo. Entonces se levantaron do�
,cuartos de madera d!: �ás de cincuenta pasos de longitud, jwlto al
espacio del .convento, en un terreno pantanoso, por lo que fue necesario
ante todo terraplenarlo, h�ta, dejar el §()lar llano y seco para poder
edificar en él. Este hospital fue dedicado a Santa Ana por su fundador

94 En 10-VII-1764. Incluído en el testimonio de autos citado en la nota anterior


248 M.ª LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

fray Juan Clemente, que a los pocos años trató de hacerlo d� piedra;;
por entonces la ciudad quiso abrir una calle en el lugar ocupado por
este edificio, por lo que el procurador de la Ord�n fray Francisco de
Montilla 95 solicitó del Rey que se lo prohibi�ra a,l Cabildo secular de
Manila y al mismo ti�mpo que se concedi�ra a loo rdigiosos ayuda
económica para hacer el hospital de piedra. En 29 de marzo de 1 597· 96'
se pidió informe a la Audiencia, sobre �ste particular, y aunque no co•
nocemos su respuesta, isegún escribe fray Francisco de Santa Inés
se levantaron dos cuartos "de labor muy fuerte, con una capilla muy
buena, a honra de la gloriosa, Santa Ana, y un cuarto para vivienda de­
los �nfermeros". 97 El nuevo edificio 1Siguió d�nominándose hospitaf
de Santa Ana aunque vulgarmente se le llamó "de la Misericordia de­
los frailes de San Francisco". Más tarde fue llamado de los Naturales·
para distinguirlo del Hospital Real en que ISÓlo se curaban españoles,
y luego se le denominó de San Lázaro por haber sido atendidos allí
algunos japoneses leprosos, con fo que ya continuaron acudiendo a é!
todos los atacados d e esta enf�rmedad.
El hospital fue luego trasla<lado a los extramuros de Manila, 98'
a un lugar situado a quinientos pasos de sus murallas, 99 entre el pueblo
de Dilao y la ciudad, donde permanecía cuando el gobernador don.
Sabiniano Manrique de Lara lo mandó demoler. 100

95 Instancia de fray Francisco de Montilla, procurador de los franciscanos de Filipi-


nas. Sin fecha.(A. 79).
G. I., Filipinas,
96 Real cédula, en Madrid, a 39-III-1597. (A. G. I., Filipinas, 339-).
97 Francisco de Santa Inés: Ob. cit., tomo I, pág. 384.
98 Ibídem, tomo I, pág. 381.
99 El arzobispo fray Miguel García Serrano al Rey, en Manila, a 25-VII-16zr_
(A. G. I., Filipinas, 74).
100 Informe de fray Ignacio Muñoz, en 28-XI-1671 . .(A. G. I., Filipinas, 86).
Los Agustinos Descalzos en Manila.
El Convento de San Nicolás de Tolentino.
A comienzos del siglo XVII llegaron a Filipinas los agustinos
recoletos, y se instalaron éll Manila, en una casa pequeña. Mu�rto poco
después el gobernador don Pedro de Acuña, los religiosos compraron
-una casa de recreo que éste tenía en Bagumbayán, �xtramuros d� Ma­
nila, dond� perman_ecieron hasta que accediendo a :las instancias de los
� vecinos, el provincial fraY, Juan de San Jerónimo adquirió una casilla
próxima a la, antigua fundición d� artill�ría, cuyo solar también soli•
citaron y les fue cedido gratuitamente por el gobernador don Juan de
Silva 1 a condición de que lo terraplenasen y llevasen lo� harigues del
fuer,te viejo al lugar dond� estaba la nueva fundición, en cuyo trabajo
gastaron más dinero de lo que valía el terreno. También se les puso
por condición que si en el plazo de cuatro años no obtenían confirma•
ción real de la donación, habrían de pagarlo, descontando d� su importe
1o invertido en terraplenar el fuerte.
Así pues, tomaron posesión del solar el día 30 de diciembre de
IÓ09, '2 pero los oficial�s reales escribieron al Rey informando que aquel
terreno .tenía gran valor, y en vista d� ello don Juan de Silva decreto
:Se abriese información 3 para apreciarlo. En cumplimiento de esta orden,
el alcalde ordinario d� Manila P�dro de, Chaves, con fecha 13 de julio

I Juan de la Concepción: Ob. cit., tomo V, pág. 39 .


2 Testimonio de autos hechos a petición de fray Rodrigo de San Miguel procurador
general de la Orden. Incluye traslado de la donación y de la toma de pO'lesión. (A. G. l.,
Filipinas, 79).
3 Información hecha �r decreto de don Juan de Silva. Manila, 12-VII-1612.
(A. G. l., Filipinas, �).
252 M.• LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

de 1612, mandó al escribano del AyuntamientQ que de los libros deI


Cabildo y de &u archivo sacase todo lo relativo al asunto. De esta inves­
tigación resultó lo siguien�: En el Libro de Acuerdos consta que reuni­
do el Cabildo el día I d� marzo de 1610� el castellano qe la fuerza de
Santiago, don l:krnardino del Castillo, manifestó que el solar en que
se hallaban instalados los recoletos y el qu e lin�ba oon él, no se ajus­
taba.o a la traza de la ciudad. En consecuencia el Cabildo di spuso que
se efectuase la medición de dichos solares, de la que resultó que los
agustinos habían tomado cuatrq pies de terreno más. <ki lo que les corres­
pondía isegún el planq de la ciudad, pero que no causaría a ésta ningún
qaño la pequeña extralimitación. En vista del informe, se acordó, en
sesión celebrada el 4 de marzo de 1610 que no ise molestaría a los reli­
giosos por tal motivo. Esto es -cuanto, según testimonio del escribano.
se hallaba en los libros del Cabildo.
Citó luego Pedro de Chaves a varios testigos, siendo el primero­
el capitán Juan Alonso de Sosa, que era alcalde ordinario en 16o6, o,
sea el año en que los recoletos llegaron a Filipinas. Este declaró que
antes d e que fuera ocupado por 1� religiosos, el rolar dondé estaoa
la fundición vieja era una gran laguna que no podía atravesarse en
todo el año ni a pie ni a caballo, siendo el terreno tan pantanoso que·
cuando los recoletos lo solicitaron, él creyó imposible que pudieran
desecar aquella ciénaga y ponerla en condiciones de construir el con­
vento, además de resultar pequeño para este fin por lo que se vieron
obligados a comprar algunas casas próximas. Por tqdo ello, puede de­
cirse que el gobernador les cedió algo que carecía de todo valor, a má�
de que en demoler la vieja fundición y tran portar sus harigues al lugar
de la nueva gasitaron más de lQ que valía el solar a lo qu·e hay que
añadir que también terraplenaron a su costa el nuevo emplazamiento
de la fundición, de modo que pagaron con creces el trozo de terreno
cedido haciendQ también un gran beneficio a la ciudad con la desecación
de aquella zona, donde se levantaba el nuevo edificio que Gontribuh
a embellecerla.
En el mismo sentido se expresan los demás testigos,, uno de los;
cuales fue don Bernardinq del Castillo, gran bienhechor de lo.s recoletos ,.
pues a su costa se levantó la iglesia y convento que costaron más de
cien mil pesos. El y su mujer fueron �epultados en esta iglesia, destruíd�
como todas las de Manila por él terremoto de 1645, y todavía no reedi-
Fig, 139,-Vista exterior de la iglesia de San Nicolás, de los PP. Recoletos, después de su
destrucción eu 1945.
Fig. 140.-Interior de la misma iglesia .de San Nicolás. Fig. 141.-Detalle de una de las ventanas del convento de San Nicolás.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 253

:ficada �n 1648, fecha en que aún vivían los religiosos en celdas de paja
<JUe levantaron �n la huerta. 4
La iglesia estuvo desde el principio dedicada a San Nicolás de
Tolentino, bajo cuya advocación pusieron estos religiosos su provincia
.de Filipinas, antes de salir d,e España.
Concedió el Rey cuatro mil pesos para la reedificación y según carta
de la ciudad s ésta se llevó a cabo "con todo cuidado y puntualidad"
pero el terremoto del día de San fü;mardo d,e 1658, lo arruinó de nuev0
por completo. El templo era un suntuoso edificio al decir del arzobispo
fray Miguel de Poblete, por cuyos informes sabemos que los religiosos
hubieron de desprenderse d� algunas lámparas y candelabros dt. plata
y otras alhajas para hacer con su producto y con algunas limosnas,
una pequeña iglesia y ca:s,a de madera, donde vivían en 16oo. 6
El procurador general de la Orden presentó un Memorial solici•
tando ayuda para esta obra, tasada por los maestros alarifes en más.
<le veinticuatro mil pesos y con fecha 17 de febrero de 1666 el Consejo
acordó se les concedieran tres mil, a razón de quinientos anuales, par.t
el edificio de la iglesia.
El padre jesuita Juan José Delgado, en su Historia,7 describe el
,ccnvento e. iglesia de San Nicolás de Manila diciendo que era obra
grande y suntuosa, pero toda � ladrillos, porque las regla.is de la Orden
-prohibían tener ¡edificios de icantería.
Conservada hasta nuestros días,. fue destruída en 1945 como otro3
tantos monumentos de Manila (figs. 138 a 141).

Los hospitales de la Orden de San Juan de Dios


En 1611 llegan a Filipinas los padres fray Juan de Gamboa y fray
Lucas de los Angeles con el fin de fundar hospitales en que se atendiese
a los pobres de toda clase y condición, pues en el que hasta entonces
,existía, intramuros de Manila, sólo se curaban los soldados y marinos. 8
Era entonces gobernador del Archipiélago don Juan d� Silva, quien

4 La ciudad al Rey, en Manila, a 30-IV-1648. (A. G. l., Filipinas, 81),


5 La ciudad al Rey, en Manila, a 14-VII-1661. (A. G. l., Filipinas, 81).
6 El arzobispo fray Migu el de Poblete al Rey, en. Manila, a 25-VII-1660. (A. G. l.,
Filipinas, 81).
7 Delgado, Juan José: Ob. cit., tomo 1, pág. 55.
8 Maldonado de Puga, Juan Manuel : Religüm, hosJ,i.talidad por los hijos del 1>uido10
.cori1>heo... San Juan de Dios. Granada, 1742, pág. 31 y aigs.
254 14..• LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

no atendió a los religiosos, ,§.in duda, según refiere Maldonado de Puga


porque su luc?a :º�tra los hqlandeses., y otras empresas de gran im:
_
portanc1a le 1mp1d1eron ocupa.rse d�l asunto. Recurrieron IÜego al
ayuntamiento de Manila que acordó no ser necesaria la nueva funda­
ción por nq haber en ella "sitio, ni disposición, ni sus Vecinos tener
comodidad para nueva Hospitalidad, porque lo$ que hay son bastantes
para lo qu� tiene n�cesidad". 9
El citado cronista recoge también 10 otra opinión 1SObre la fecha
de llegada y primer establecimiento en Filipinas de los religiosos de
San Juan de Dios. Estos datos los toma de unos apuntes, cuya proce­
dencia no cita, y que dic�n aií : "Por unas Licencias que líallé en este
Archivo, parece, que lo� primeros Religiosos que passaron a essas Islasr
fueron los PP. Fray Juan de Gamboa, y Fray Lucas de los Angeles.
passaron el año de 1621, los quales fundaron un Hospital de convale­
cientes en una Casa o Huerta que les donó un Señor An;obispo; lo des­
ampararon, y se bolvieron a esta Nueva España, quienes fallecieron
luego que llegaron; esto es, según una Junta del dicho Padre Medrana,
qu e es quanto h� podido descubrir de la Fundación de essa Sant.t
-
Provincia ... ".
Hay en esto una notable discrepancia con lo anterior, pues mien­
tras según el Libro de Acuerdos de Manila, estaban allá en 1611, aquí
se dice que llegaron �n 1621, es decir diez años más, tarde. Pero parece
dato más seguro el prim�ro, y así lo cree también Maldonado.
De todos modos, esta primera avanzada de la Orden sólo consiguió­
establecer un hospital para cqnvalecientes, e:rtramuros de Manila, y
pronto hubieron de abandonarlo, por no poder atender a su sosteni­
miento, volviéndose a Méjico como queda dicho. Según parece, la muer­
te de los do.s religiosos, ocurrida poco después de su regreso, impidió­
saber las verdaderas causas que motivaron el abandono de la empresa.
y tampoco se sabía a quién entregaron el Hospttal, y los bienes y docu-­
mentos d� su religión, que eran de importancia, a juzgar por sus
noticias.
Años más tarde, gQbemando don Seba·stián Hurtado de Corcuerct
(1635-44), y vacante la sed� deJ Manila, fueron solicitados con grarr,

9 Esta noticia la torna Maldonado de Puga del Libro de Acuerdos de Manila,.


fols. 42 y 43. Dicho libro comprende desde 13 de enero de 16n a 16 de julio de 1615.,
10 Maldonado de Puga, J. M.: Ob. cit., pág. 34.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 255

empeño los religio¡¡.os ele San, Juan de Dios para que pasasen de nuevo
a aqu�llas I,slas, y el Comisario General de Nueva España, decidió
enviar al padre fray Andrés d� San Jqsé oon el doble objeto de averi•
guar qué biene$ de la Orden existían en Filipinas, y al mismo tiempo
informarse sobre la conveniencia de fundar �n ellais. En la patente dada
a este religioso, fechada en Méjico a 20 de fiebrero de 1641, u se dice
que tanto el Gobernador oomq "otra s personas muy grav�s" habían
escrito con gran instancia para que parosen allí los religioSOSI de San
Jua n de Dios con objeto de entregarles lqs hospitales de¡ Manila, Cavite,
y Colegio de San Juan d� Letrán, y ya estaban en la capital d� Filipinas
las necesariais fü:encia$ de Su Majesta,d y d�l Consejo de Indias.
Con la patente citada se entregó también al padre Andrés de San
José una autorización para fundar,. si así lo creía oonvenient�, nqmbrán·
qosele "Prior in capite" del prim�r Convento y Hospital que legítima­
mente erigiese, con facultad para nombrar superiores de las demás
casas qu� se establecieran.
Obtenida la licencia d�l virrey de Nu�va España, fray Andrés de
San José embarcó en Acapulcq, acompañado del' religioso lego fray
'.Antonio d� Santiago, en 1641, y en noviembre del mismo año, loo
encontramOil? ya en Cavite, donde con lic�ncia del Gobemadqr, se hospe•
dan en las Casa,s Reales y erigen en ellas hospital, con diez camas.
Poco más de dos años habían transcurrido desde la fundación del
b'.ospital de Cavite, cuandq fray Andrés de San José decidió restaurar
el que los religiosos que habían ido antes a Filipinas tuvieron en Ba­
gumbayán. A este fin solicitó del gobernador Hurtado de Corcuera la
licencia necesaria 1� dada �n Manila a 14 de abril de¡ 1644, pero ésta no
se refiere al restablecimientq del hóspital d� Bagumbayán, �ino que le
autoriza a fabricar una casa o comprarla ya edificada, a la orilla
derecha del río, extramuros de la ciudad.
Murió por �ntonces Hurtado de Corcuera, sucediéndole �n el go­
bierno dqn Diego Fajardo, al que fray ,\ndrés de San José pidió auto­
rización para restablecer el antiguo hospital de Bagumbayán, por no
haber encontrado sitio a la derecha del río para fundar otro. En' la �li•
citud que presenta a Fajardo, dice textualment�: 1 3 "ry al presente tengo
1 r Ibídem, pág. 43.
r2 Ibídem, pág. 73.
13 Ibídem, pág. 78. La 1Jolicitud presentada por fray Andrés de San José se incluye­
en testimonio de autos que acO'mpaña a un memorial de fray Francisco de Magallanes,,
pidiendo se confirme la fundación del hospital. (A. G. I., Filipinas, 86).
256 M..• LOURDES DÍAZ-TRECHUELQ SPÍNOLA

sitio junto
, a "nuestra Señora
• de Guía proprio de mi rel"1gion,
·, d onde
.
antes av1a tenido Hospital de �onvale:c1entes". Esta petición fue infor-
.mada favorablemente por la ciudad de Manila, y a la vista de dicho
inf�rme el Gobernador confirmó la licencia concedida por su antece sor
'
según decreto de 16 de septiembre de 1644-
Ya en este momento fray Andrés de San José había sidq sustituí do
por fray Francisco de Magallanes, nombrado superior de la Prov incia
de Filipinas, y en su gobierno se inauguró el hospital para oonvaledetti­
tes, que cqnstaba de dos salas, una de hombres y otra, de mujeres, ca•
paces para unas veinte personais. Este hospital desapareció poco des­
pués de haberse hecho cargo los religiosos de San Juan de Dios del
.que tenía en Manila la Casa de Misericordia.
Existía e n la ciudad un hospital fundado por ésta el año 1596, 14 y
como llegó un momento en que no podía continuar !¡0steniéndolo, en 1

Junta General celebrada el día 15 de marzo d� 1656 se trató de la


conveniencia de ,entregarlo a la Orden de San Juan de Dios, acordán•
dose as.í. Se estipularon con los religiosos una serie d-, condiciones
entre las que destacan las siguientes:
La donación iseria irrevocable, y_ ,&e entregaría el hospital, casa y
solar, censos, mandas y deudas, ropa Y.: botica y todo lo demás a él
perteneciente.
Los religiosos se comprometen a no cambiarle el nombre, y los
señores de la Mesa de la Misericordia se obligan a obte�r del Gobema•
dor y del Arwbispo la licencia necesaria para que la Orden se haga
cargo del hospital y puedan construir igl,�a oon puerta a la calle� el
lugar más conveniente, y_ tocar campanas y administrar los sacramentos
no sólo a los enfermos �ino a toda persona que acudiere a su templo, así
como enterrar en él a lq;s que lo desearan, del mismo modo que se �cía
en las iglesias de otras religiones. Dicha licencia les fue concedida por
el arzobispo don Miguel de Poblete con fecha 11 de mayo de 1656.
También � comprometió la Hermandad a entregarle� oichoci�ntos
pesos para la <:Oll!Strucción de vivi�nda donde pudieran hospeqarse por
no existir ninguna en el hospital.
Dos años d�spués, 1 s don Sabiniano Manrique ae Lara da cuenta
de haber,se efeetuado la entr,ega <lel hospital de la Misericordia a los

14 M'aldonado de Puga, J. M.: Ob. cit., pág. 84 y sigs.


15 Manrique de Lara al Rey , en Manila, a 15-VII-1658. (A. G. I., Filipinas, 23).
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 257

religiosos d� San Juan de Dios, y al mismo tiempo, la Mesa de la


Hermandad 16 solicita del rey su confirmación, que se hizo por real
cédula de 5 de diciembre de 1659. 1 7
Pero ya el 31 de mayo de 1656 habían tomado solemnemente po­
-sesión del hospital 18 en el que ha,bilitaron tres salas de doce camas cada
una, y construyeron una pequeña iglesia, y vivienda para los religiosos.
Dicha iglesia duró hasta el 19 de julio de 1664 1 9 en que quedó des•
truída por los terremotos, y ientom�es el padre Francisco Cardoso levantó
un nuevo templo que medía treinta y tres brazas de largo; -anchura
proporcionada y se�s brazas de alto. También este edificio fue arrui•
nado por un temblor, en 1674, según Maldonado de Puga, 20 y en
1676, según escripe fray Marcos de Me�sa ,a,i cuya carta va acompañada
de una solicitud del Procurador General de la Orden, fray Sebastián
de Zea y Caicedo, que pide al Rey una encomienda para costear la
reedificación; dicha petición fue atendida por real cédula de 19 de junio
<le 168o y se le conceuió, durante veinte años, una que rentaba qui•
nientos pesos anuales. El gobemador de Filipinas don Gabriel de Curu•
.zelaegui 122 les adjudicó de momento cuatrociento� dos tributos, es·
perando completarles el resto con los primeros que vacasen.
En 1703 el prior del hospital de Manila fray Ignacio Gil solicitó
se aumentara la enoomi�nda concedida con anterioridad, para edifi.car
una sala alta destinada a españoles ;seculares y eclesiásticos, que era
imprescindible, pues la que existía 5e qrruinó y quedó desheclía "con

16 La Mesa de la Misericordia al Rey, en Manila, a 15-VIl-1658. (A. G. l., Fi­


lipinas, 23).
17 Maldonado de P.uga, J. M'.: Ob. cit., pág. 100.
1 8 Mal donado de Puga, en su citada obra, pág. II o y I II, reproduce el inventarie,
,que se hizo en esta ocasión, que dice así: "Primeramente el dicho Hospital con sus paredes
de piedra, con una sala entablada de ocho huecos, de dos brazas poco más de ancho, cu­
bierta de texa, con el dindin de adentro de tablas de molave, y por el otro lado, sobre
la cerca de piedra, dindin de tabla de molave, y por la otra parte de adentro Callejón
�nmedio, un dormitorio de madera cubierto de texa que haze frente con la cocina de piedra,
<:ubierta de texa, que está en el patio, y debaxo de la dicha sala, la capilla antigua, donde
se enterraban los difuntos y a un lado a lo alto, a mano izquierda de la estalera, oomo
se sube para arriba, una cocinilla, de madera cubierta de texa; y a un lado de la dicha
<:ocina de piedra, que está en lo baxo, un camarín de madera de ocho huecos de a dO'>
brazas cada hueco, y de diez brazas y media de ancho... ".
19 Maldonado de Puga, J. M.: Ob. cit., pág. 101.
zo Ibídem, pág. 10.2.
21 Fray Marcos de Messa al Rey, en Manila, a 19-VI-1676. (A. <;,. l., Filipinas, 86)•
.22 Curuzelaegui al Rey, en Manila, a 25-V-1685. (A. G. I., Filipinas, i3).
258 M." LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

los repetidos terremotos y_ temblor� que continuamente experÍmentan


esta Ciudad y sus Islas".
El Consejo de Indias acordó una prórroga por vcinte años en­
cargando al Gobernador de vigilar para que el prqducto de esta li�-­
na se emplease precisamente en edificar la sala a que •se refiere la peti­
ción. Dicha prórroga fue atorgaaa por real cédula de 17 de septi embre
de 1705. a3

La nueva Iglesia del hospital


La iglesia levantaqa por fray_ Marcos de Messa duró hasta el año
1727, pero los sucesivos temblores la dejaron "tan decaída como menos­
cedente ; incómoda, lóbrega, y en tan mal aparato y . poco adorno, que
por. cualquiera parte amenazaba, ruina; en tal manera, que aun el Púl­
pit9 para poder servir necessitaba de puntales, que por todos lados lo.
sobstuviessen". ·24
El padre fray Pedro de Amaya aprovechó esta deplorable situa­
ción para pedir ayuda a los fieles congregados en el templo con motivo
de la solemne función dedicada a San Juan de Dios, en su fiesta --8 de­
mayo---, de aquel año. Al terminar el acto varios de los asistentes se:
reunier�m en la celda priora!, y cada unó ofreci6 alguna ayuda para
la obra. Uno de ellos, el sargento mayor don Diego Mont_erde entregó­
trescientos pesos, con los que el prior fray Antonio de Arce -· a quierr
Maldonado d e Puga llama "Atlante por Antonomasia, reparador de­
esta Santa Provincia" as_ decidió comenzar el derribo, para levantarla
de nuevo desde los cimientos. Los trabajos empezaron el 10 de mayo z&
y el 28 de noviembre estaba ya delineada la nueva planta, abiertas lais­
zanjas para sus cimientos y reunidos los materiales necesarios. En dicho
día el arzobispo de Manila, don Carlos Bermúdez de Castro colocó la
primera piedra con asistencia del gobernador marqués de Torre Campo
que contribuyó personalmente con crecidas limosnas y además, con

.a3 Expediente del Hospital de Manila a cargo de los Religiosos de San Juan de Dios­
pidiendo que se le prorrogue la encomienda de que disfruta desde 1680. Año 1735, (A. G. l.,.
Filipinas, 297).
24 Maldonado de Puga, J. M.: Ob. cit., pág. 121 y ,sigs.
25 Ibídem, pág. 102.
26 Maldonado de Puga dice el 1o de abril, pero ha de ser un error puesto que la.
función que hemos referido se celeb.ró el 8 de mayo.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 259

acuerdo de _la Junta Gen�ral de Hacknda, prorrogó por seis años la en­
comienda de que disfrutaba el hospital. 2 7
Las obras, comenzadas al día siguiente d,ei la colocación de la pri�
mera piedra, se llevaron activamente y por ello su duración fue de
poco más de cuatro años, pues ya en 1732 se trabajaba en el adort10
interior del t�mplo, 28 que medía ciento cincuenta pies de largo por
cuarenta y dos de ancqo, y otros tantos de altura desde el suelo a la
cornisa, punto de arranque de la bóveda de medio cañón, con amplias
ventanas que daban a la iglesia buena iluminación.
Era de una sola nav(;, con crucero de seis brazas de largo y nueve
y media de ancho. Cuatro pilastrones dóricos servían de ooporte a los
arcos toralies sobre los que descansaba la media naranja que arrancab_a
de una comisa o banquillo adornado d(; motilos, en la qu(; se asentába
el bocelón en forma ochavada. De aquí nacían los pedestales en que
descansaba la bóveda quedando así formado un corredor circular en
el que se abrían dieciséis V(;ntanas.
El presbiterio, cubierto de bóveda de medio cañón, medía treinta
y tres pies de ancho y veinticuatro <l(; fondo, dándole acceso cinco ·
amplias gradas de piedra.
El coro descansaba -sobre �iete llaves o tirantes con otros tantos
boncalos por cada extremo y tanto unos como otros estaoan-1ill.ados
y pintados.
A la aLtura del coro y por ambos lados d(; la nave central se exten­
día un corredor de cuatro pi� y medio de ancho que llegaba hasta el
crucero, y que servía para dar _a la iglesia mayor amplitud en los ca.sos
de gran concurso de fi(;les.
Maldonado de Puga dedica íntegro el capítulo décimo de su obra
a la descripción de "la sumptuosa fábrica y adorno de la Iglesia de
nuestro C�mvento de Manila", ilustra,da con doo grabados que mani­
fiestan el aspecto externo de la misma, y su interior, mediante varios
cortes. Dichos grabados (figs. 142 y 143) nos muestran lo recargado de
su adorno, pues la1s pinturas cubren muros y bóvedas sin dejar apenas
un espacio libre. Incluso las pilastras quie sostienen los arcos torales def
crucero, están cubiertas de arriba abajo por cuadroo representaltivos
de las apariciones de la Virgen de Guadalupe mejicana. En la·s: pechinas

27 Expediente citado en la nota núm. 23 •


.ali Maldonado de Puga, J. M. : Ob. cit., pág. 22_4.
260 M. • LOURDES DÍAZ·TRECHUELO SPÍNOLA

cuatro lienzos representaban a los Evangelistas "orlados de oro y co•


lores, según arte; y el restante campo de: salpicacla·s flores". La clave
<le la media naranja estaba ocupada por "un florón de esc�ltura dorado
y resaltado de colores. Todo el ámbito de ella ocupó el mefor pincel
.con una imagen vivísima de la Gloria"• y en la bóveda del presbiterio
-dice también Maldonado-, "el pincel echó el resto y el oro sus
brillos, o isea por mejor o por más iluminado".
..
La fachada del templo (fig. 143) corría pareja con su interior.
La puerta principal estaba cubierta con un arco rebajado y flanqueado
por columnas de orden toscano. A ambos lados se abrían nichos en los
que aparecían los apóstoles San Pedro y Sé\n Pablo, y en el friso que
separaba este cuerpo del siguiente, figuraba la inscripción "Sancms
Deus, Sanctus Fortis, Sanctus Inmortalis, miserere nobis". El �gun­
do cuerpo tenja en el centro una hGrnacina, cqn la imagen de San Juan
de Dios y a ambos lados sendas ventanas. Refiriéndose a la imagen
del Santo dice Maldonado que es/taba "tan al vivo esculpida que a
todos da que hacer en la ciudad ; pues siendo el passo común y de
tráfico donde se coloca, está ya recebida la escusa en cualquiera tardan·
za, de averse detenido con San Juan de Dios".
Cuatro columnas toscanas sostenían el friso que remataba este
cuerpo y soboo el que se levantaba el tercero, un frontispicio triangular,
en cuyo centro cuatro columnas más pequeñ� del mismo orden, sopor•
taban un entablamento coronado por un frontón roto en el vértice por
una ventana ochavada. En el centro de este cuerpo figuraba una imagen
de San José y a los lados dos ventanas redondas orladcl!s de molduras
Todo el conjunto, decorado como el interior del templo con profusión
de pinturas. Flanqueaban la fach�da do� torres octogonales, como casi
toda•s las de Manila, divididas en cuatro cuerpos y· asentadas sobre una
elevada base.
El convento se adosaba a la iglesia por el lado de la epísitol'l
extendiéndose en torno a un patio cuyos claustros tenían arcos rebajados
en ambos pisos. La construcción de la iglesia y de las enfermerías hizo
.que esta obra quedase en segundo término. .A:sí ,en 10 de julio de 1735 29
el Cabildo informa que se había construído una nueva sala para per-

29 Informe del Cabildo eclesiástico, gobernador en sede vacante, 10-VIl-1735. Tam•


bién incluido en el expediente que se cita en la nota 23.
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Fig. 143.-Fachada de la iglesia y convento de San ]nao de Dios.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 261

sonas eclesiá:sticas, pero la vivienda d� los religiosos estaba apenas co­


menzada, y éstos se alojaban en una sala vieja de la enfermería.
Dos años más tard� 3° la obra del convento seguía parada y se
pros�guía la del hospital : las salas de m�icina se hallaban mediada,
y se estaba ·terminando la de convalecencia. Po r fin, en 1740 31 gran
parte del convento estaba hecho, y cuando esc ribe �1 padre Delgado
�n 1749- encontrábase recién concluído. 32

El primer convento de monjas en Filipinas: Santa Clara


A comienzos del siglo X,VII se hizo sentir en Manila la necesidad
de que s� fundasie un convento de monjas "donde las hijas de· vecinos
y conquistadores destas yslas tengan el remedio espiritual y temporal
que ,se desea". Con �sta:s palabras solicitaba la fundación el Cabildo
eclesiástico en el año 16o1 33 pero han de transcurrir otros veinte, ante3.
de qu� llegue a ser una realidad. Se pidieron informes al Gobernador.
Audiencia y Ciudad sobre la necesidad y conveniencia de dicho con­
vento, y .se les preguntó también qué Orden había de establecerlo y de
qué hacienda se sostendría. Años después se consulta de nuevo a la
Audiencia sobre ello y se le pregunta si sería conveniente establecer eI
convento en el Colegio d� Santa Potenciana, a lo que respondió aquélla
en 21 de julio de 1611 34 que no sólo era conveniente, sino incluso
necesario qtlJEl en Manila hubiese un oonvento de monjas, pero que
no parecía indicado establecerlo en Santa Potenciana porque dicho
Colegio tenía �u fin específico, distinto del <l� la nueva fundación, y por
otra parte sería· fácil encontrar casa y rentas para el convento por haber
en Manila gran número de doncellas que deseaban �ntrar en religión,
cuyos padres estaban dispue,stos a dotarlas convenientemente, a má:s de
que los vecinos contribui rían con sus limosnas a sostener a las monjas.
En 1612, la Audiencia insiste sobre el particular, 35 exponiendo al rey

30 La Audiencia al Rey, en Manila, a 18-VII-1737. (A. G. l., Filipinas, 1-79).


31 Gaspar de la Torre al Rey, en Manila, a 22-Vl-1740. {A. G. l., Filipinas, 149).
3.:1 Delgado, Juan José: Oh. cit., pág. ,55.
33 El Cabildo eclesiástico al Rey, en Manila, a 12-VII-1601. (A. G. l., Filipinas, 77).
Sobre la fundación de este convento, véase el estudio del padre Fidel de Lcjarza: Expansi6K
de ICJ.! Clarisas en A.mérica y Extremo Oriente, en Archivo Iberoamericano, 2.• época,
año XVI, M'adrid, enero-marzo 1956, núm. 61, págs. 5-85.
34 La Audiencia al Rey, en Manila, a .21-VII-1611. (A. G. l., Filipinas, .20).
35 La Audiencia al Rey, en Manila, a 20-VIl-1612. (A. G. l., Filipinas, .20).
262 M.• LOURDES DÍAZ•TRECHUELO SPÍNOLA

l os qeseos generales en la ciudad de que se hiciera de modo inmediato


la fundación del monas�rio.
Sin embargo, fue neéesario que años después repities� la instancia
el procurador general de Manila en la Corte, Remando de los Ríos
Coronel, que en su petición manifiesta que el maestr{'. de campo Pedro
de Chaves y su mujer, doña Ana de Vera, habían hecho donación de
unas casas principales "en el mejor sitio y más apasibl e para monas•
terio" 36 y de una hacienda de ganado vacuno y tierras de labor para
el sostenimiento del futuro convento.
Al fin, por cédula de 9 de marzo de 1620 se concede lic�cia para
que las clarisas funden convento �n Manila, quedando bajo el real Pa·
tronato.
El 5 de julio del mismo año salen de Cádiz la fundadora, Madre
Jerónima de la Asunción, y otras siete religiosas, que en 1.0 de abri!
<ki 1(521 embarcan en Acapulco, rumbo a Filipinas a donde arribaron
el 24 de julio, más de un año después de su salida de Cádiz. Desde
Bolinao, donde desembarcaron, 1Se dirigen a Manila, en la que entran
el 6 de agosto, hospedándose en las casas d� doña Ana de Vera, que
había de ser patrona del conv�nto. 37
El primero de noviembre tomaron posesión del mismo, situado
junto a la muralla isobre el río, próximo al castillo de Santiago, en la
calle que por este motivo se llamó de Santa Clara, y fr�n� al hos,pital
teal de los españoles. Esta vecindad fue causa de que años más tarde,
gobernando don Sebastián Hurtado de Corcuera, hubiese una reclama·
ción de las clarisas por haber levantado este Gobernador una sala de
convalecientes en el piso superior del hospital, como ya se dijo, de
modo que dominaba el convento y desde ella se veían las camas de las
monjas. Además la ronda de la muralla, "que �ra calle passagera y de
servicio para el convento", fue cerrada y se cQmenzó en este terreno
un cuartiel para soldados de caballería, con sus cuadras. 3B
La protesta presentada también por el procurador de los francis-

36 Testimonio de autos que acompaña a carta del gobernador don Fausto Cruzat y
Góngora al Rey, en Manila, a 4-VI-1700. (A. G. I., Filipinas, 123).
37 Juan de la Concepción: Ob. cit., tomo V, pág. r.
38 La aba:desa de Santa Clara, sor Ana de Cristo, al Rey en Manila, a 30-VI-1636.
(A. G. I., Filipinas, 85). Esta carta fue publicada por el padre Lorenzo Pérez en su trabajo
Fundación del convento de Santa Clara de Manila y dQcumentos a él pertenecient es. Archivo
Iberoamericano, ,.• época, tomo XVIII, año 1922, págs. 225-243.
'T
1
ARQVITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 263

�anos -por ser de esta, Orden las religiqsas de Santa Clara--oio lügar
.a que por real cédula de 2 de octubre de 1638 39 se prohibies� al Gober­
nador la prosecución de amba.$ obras.
El convento d� Santa Clara quedó también destruído por los terre­
.motos de 1645 y 1658 y las monjas tuvieron qut: aloja,rse algún ti�mpo
.en un jacal de caña y paja, según escribe el gobernador don Sabiniano
Manrique de Lara en 166o, "'° añadiendo que un religíoso franciscano
llamado fray Mateo de la Asunción consiguió reunir limosnas para
_hacerles "una corta vivienda". El_propiq fra,y Mateo pasó a la Corte
.como Procurador General de su Orden, y presentó un Memoria solici•
:tando ayuda económica para la reedificación de la iglesia y convento
.de Santa Clara, cuyas r�ligiosas estuvierqn sin tener clónde habitar d��e
1658 hasta 1661, en que él consiguió hacerles la vivienda antes indicada,
¡pero la iglesia continuaba destruída. Solicita que se les abonen seis mil
.;Seiscientos pesos que como resto d� mayor cantidad se les debían, y que
_se conceda al cqnvento una r�nta de quinientos pesos anuales en indios
wacos 4 1

;Et Beaterio de Santa Catalina de Sena


Al gunos años después d� la fundación del convento de Santa Clara,
los dominicos solicitaron licencia para establecer en Manila un Beaterio
<le su Orden, pero el procurador general de la ciudad, don Juan Grau
Montfalcón, tSuplicó :11 Rey q� no se concedies� la autorización nece­
ria, alegando ser suficiente con un convento, pues de establecerse otro,
1os hijos de los vecinos no encontrarían esposas. 42 El Consejo, a la
·vista de ,esta petición, acordó que no �ebía otorgarse la licencia, 43 y en
t6 de febrero de 1635 una real cédula ordenó al Gobernador que no
consintiera la fundación, 44 al par que otra de igual fecha manda al

39 Real cédula en Madrid, a 2-X-1638. (A. G. I., Filipinas, 86). Publicada también
;por el padre Lorenzo Pérez en el artículo que se cita en la nota anterior.
40 Manrique de Lara informa ,sobre el memorial que presenta fray Mateo de la
.Asunción en nombre de las monjas de Santa Clara. Año 1664. (A. G. l., Filipinas, 86).
41 Real cédula en Madrid, a 4-IV-1664- {A. G. l., Filipinas, 81).
4:.1 Minuta de una instancia del procurador general de Manila al Rey, sin fecha.
(A. G. l., Filipinas, 27 ).
43 Acuerdo de 13-II-1635 que figura al margen de la instancia citada en la nota
:anterior.
44 Real cédula en Madrid, a 16-II-1635. (A. G. l., Filipinas, 80).
264 M.• LOURDES DÍAZ•TRECHUELO SPÍNOLA

Virrey de Nueva España que no permita iembarcar para Filipinas a las


·religiosas que habían de ir
No desistieron pqr eso los dominicos, y el Procurador general de
la Provincia del Santísimo Rosario, fray Mateo dt; la Villa, -p�eñtó
un Memorial en el que rebate los argumentos: ele Montfalcón afirmanclo
que en Manila había mujt;res de sobra, por lo que el nuevo convento
iera no sólo conveniente, _.¡in.o hasta necesario, y además acompaña.
copia de varias escrituras de donación para demostrar que el beaterio
�ía m�ios suficientes para t;stablecerse sin gravar a la Real Hacien­
da ni a ios vecinos.
Entre dichas escrituras aparece la otorgada por un sacerdote. vecino
de Manila, llamado don Pedro de Artos.a, que en 6 de agosto de 1633,
hizo donación al Beaterio qut; había de fundarse "de las casas de piedra
cubiertas dt; texa que tiene en esta ciudad en la traJSS,a della en la callti
que ba a la Carniseria en esquina frontero de la serca de la guerta del
combento de Santo Domingo de e¡¡.ta ciuda,d linde con casas y solar def
bachiller Gaspar Arias y Riuera y con casas y solar que fueron: de[
contador Andrés de Zárate q® agora son del dicho convento y por
las espaldas con casas y solar de los menores de Juan de Villamarín.,
difunto". 45
También va unida al Memoria·! de fray Mateo de la Villa una carta
del Obispo de Cebú, gobemadqr en sede vacantt; �l Arzobispado de:
Mani1a, 46 en que éste recomienda a,l Rey la nueva 'fundación para la
que ya por su parte había concedido licencia por cr�rla muy prove­
chosa.
Establecido al fin el Beaterio, no d�jó de isuscitarse en varias oca­
siones la cuestión de su permanencia, y por reales cédulas � 24 de
agosto <le 1714 y 17 de febrerq de 1716, se autoriza su conservación,.
sin prerrogativas de lugar sagrado, y no pudiendo tener campana, o sea.
igliesia pública. 47
Pero esta licencia le fue concedida años más tarde por real cédula

45 Escritura de la donación otorgada por don Pedro de Artosa, Pbro., en 6-VIII-1633•.


Va unida a la solicitud de fray Mateo de la Villa pidiendo se autorice la fundación del
Beaterio. (A. G. l., Filipinas, 80).
46 El obispo de Cebú al Rey, en Manila, a 10-VIII-1633. Unida también a la solici•
tud que se cita en la nota anterior.
47 Copias de dichas reales cédulas van unidades a una carta de fray Francisco de
la Cuesta, arzobispo de Manila, al Rey, en 23-Vl-1718. (A. G. l., Filipinas, 1.006).
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 265

de 10 de octubre de I 732 y con sus rentas compró el Beaterio por cinco


mil pesos en reales � oro' común, la iglesia del Colegio de San Juan de
Letrán, que estaba contigua a él. Esta compra fue autorizada por escri­
tura que se firmó "en la Alcaizeria Parian de Sangleyes extramuros.
de la ciudad de Manila", en 30 de 'diciembre de 1733, entre fray Juan
de Arechederra, Presidente del R,eal Col�gio de Niños de San Juan
de Letrán, y fray Francisco Serrano, Procurador General de la Pro-­
vincia del Santísimo Rosario y del Beaterio de Santa Catalina de Sena.
Dicha escritura permite conocer con todo detalle la situación de
esta iglesia, pues dice que "linda por frente con el lienzo que va de­
la gola de San· Gabriel para la puerta dt; Santo Domingo y por el un
lado con el dicho Monasterio (sic) [de Santa Catalina] por el otro eón
el colegio de San Juan de Letrán y por el otro con varias casas de­
madera y teja, cercadas de piedra". Todo esto lo refiere Valdés Tamón
en carta de 6 de junio de 1734, acompañando testimonio de autos en
el que aparecen los datos antes citados. 48
El Beaterio tuvo bastante importancia a mediados del siglq XVIII;
en el año 1745 había en él quince españolas y cuarenta indias. 49

El Colegio de San Juan de Letrán


y la Universidad de Santo Tomás
Tuvo su origen este Colegio en la piadosa obra 'de un vecino de
Manila llamado Juan Jerónimo Guerrero, que se dedicó a recoger niños.
e�pañoles, huérfanos y abandonados, para darles instrucción.
En 1623 el Rey aprobó la institución recibiéndola bajo su patr�
nato y ordenando al Gobernador de Filipinas que lo favoreciese eco­
nómicamente. Piero todavía en este ti�mpo no tenía edificio propio, pues
Guerrero recogía a los niños en su casa.
Por real cédula de 1635 dirigida a Hurtado de Corcuera, se ordenó
nuevamente asignar rentaJs al Colegio, y en su cumplimiento se le dieron
unos hornos de vino de arroz con cuyo producto se sostuvo dutant�

48 Valdés Tamón al Rey, en Manila, a 6-VI-1734. Con testímonio de autos. (A. G. I.,.
Filipinas, 145).
49 El Provincial de los dominicos, en Manila, a 14-VIII-1745, escribe dando cuenta
del estado en que 5e hallaba el Beaterio de Santa Catalina de Sena. (A .G. I., Filipinas, 299).
266 M.ª LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

.algún tmpo, perq más. tard� se li! ca.mbió por una encomienda que
producía unos trescientos pesos anuales. S'tl
Antes de morir, Juan Jerónimo Guerrero dejó encomendada su
-obra a los dominicos y la Orden La recibió oficialmente en el Capítulo
provincial oelebrado !'n 1640, con el 11A mbre de "Colegio de los Niños
Huérfanos de San Pedro y Sa,n Pablo". Fueron trasladados �ntonces
los recogidos-a unas habitaciones bajas del convento de Santo Domingo,
iuera de los claustros, y quedó encargado de ellos el hermanq portero
fray Diego � Santa María.
En 1643, el Colegio se trasladó. a una!'! casas que fueron del sar­
gento mayor don Bartolomé Tenorio, ya difunto, y que estaban situa­
<las fr�nte ,a la iglesia de Santo Dqmingo. Aquí permaneció dos años,
hasta que el ternemoto de 1645 dejó arruinada la casa. Entonces la
Ciudad les ced_ió un sitio �n los extramuros, junto al Parián, y se
levantó de limosnas un nu�vo edificio, en el que se mantuvo el Colegio
:hasta 1669 según Santa Cruz, si y 1668 ;según F,errando. En dicho año
se acordó tra,sladarlo de nuevo a intramuros por tres razones: por no
ser sano el sitio en que estaba, porque la vecindad de los chinos infieles
podía perjudicar a los jóvenes, y 1Sob� todo por la gran distancia que
lo separaba del Colegio de Santo Tomás, a cuyas clases asistían los más
adelantados. s,z
Fueron entonces adquiridas las casas de doña María Ramírez Pin­
to y otros •solares contigu os situados junto al río y próximos al con­
vento de Santo Domingo; aquí se estableció definitivamente el Colegio,
�• cuya construcción irregular indica claramente que no se hiw de una
planta". 53 Aún conservaba su primitivo nombre, hasta que el Capítulo
provincial celebrado en 17o6 k llamó en sus Actas "Colegiq de San
Juan de Letrán" por haberse generalizado esta denominación.
En 1730 se hallaba casi arruinado el edificio del Coliegio según
escribe �l Cabildo eclesiástico S4 al informar favorablemente la p�tición
de que se les perpetúe una iencomienda de quinientos dieciséis, pesos

50 Ferrando, Juan: Ob. cit., tomo II, pág. 43.:. y sigs.


5 1 Santa Crot, Balta,,;ar de : Ob. cit., tomo II, pág. 29.
52 Vid. nota núm. 50.
53 Ibídem.
54 Et Cabildo eclesiástico gobernador en sede vacante al Rey, en Manila, a 26-VI-1730.
(A. G. l., Fil/pinas, 297)'.
+-
Fig. 144.-La cabalgata ~de los Doctores, pasa por delante de la iglesia de Santo DomiDflO, El edificio de -¡a izquierda, que hace esquina
H la plaza, es la Universidad de--8lírítoTomás.
PLANTA DELCOLEGIOB
S. THOMA&DEMANILA-
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Fig. 145.-Pla■o de la Universiclod de Santo Tomás, por fray Juan Peg_uero.


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Fi-g. 146,-Fa�bada de 1� Universidad de Santq l'omás, en intc"muros, destruída eQ 1945,


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ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 267

.anuales, que disfrutaban por tiempo limitado, cosa que se l�s otorgó
-en 1743. 55
Otro centro docente de mucha mayor importancia, y que sigue
.siendo gloria de España, tuvieron loª dominicos en Manila. Fue éste
.el Colegio de Sa,ntq Tomás, elevado a La categoría de Universidad por
·un breve de Inocencio X de 20 de noviembre d� 1645, 56 y que había
�ido fundado por fray Miguel de B,enavides. Este legó al Colegio todos
,sus bienes, con los que se comenzó la construcción d�l edificio en uno�
,solares que según se dice en la escritura de fundación 57 estaban junto
.a la capilla mayor del conviento de Santo Domingo, "calle en medio en
.esquina en la calle que va de la dicha capilla mayor a la plaza e Iglesia
· Catedral de esta dicha ciudad, linde con la calle que va a la puerta
.d.el río; y por una par.te -casas de Antonio Espejo y por otra de Afonso
Gómez ". En este solar se levantó el primitivo edificio, merced a las
limosnas recibidas de diversas personas, entre ellas un legado de tres
-mil ochocientos pesos que le dejó fray Diego de Soria, Obispo de Nueva
Segovi.a. s8 El día de la Asunción del año 1610 estaba terminada fa
.obra y entraban a vivir � el Colegio <l,oce alumnos seglares, siendo
11ombrado primer rector el padre Balt.asar Fort.
En años sucesivos fue ampliándose el edificio mediante la compra
da varios solares próximos, 59 señalados en La planta que diseñó el
Procurador de los dominicos fray Juan Peguero (fig. 145). Muy esca·
:Sas son las noticias sobre su construcción, pero, según parece, en 16g7
-se trabajaba ya �p. su hermosa torre, gracias a la limosna de dos mil
-pesos que para ello dió el ge�al don Marcos Quintero, con lo que
también se hizo una nueva escalera junto a la capilla, añadiendo el

SS Acuerdo del Consejo en 4-V-1743. (A. G. I., Filipinas, 1.000).


56 Santa Cruz, Baltasar de: Oh. cit., forno II, lib. I, cap. XXXVI.
57 Ms. del Archivo de la Universidad de Santo Tomás. Lib. D, tomo 48. Fundaci6n,
·fol. ro. El padre fray Juan Sánchez y García publica esta escritura como ap'éndice a su
.SinopsiJ histórica documentada de la Universidad de Santo Tomás de Mamla, desde sus
.origeneJ hasta nuestros dfos. Manila, 1928. •
s 8 Aduarte, Diego: Ob. cit., tomo I, lib. II, pág. 479.
·59 Fueron éstos los siguientes: Solar de Alonso G6mez, en 4 de n oviembre de 1619,
-por :z.700 pesos. Id. del capitán Franci,;co Montealegre, en 27-VIII-16:zo, en 6.000 pesos.
ld. de Diego de Baeza, en 16�, por 850 pesos. Id. de Antonio de Espejo, en 7-II-1629,
1)0r 7.979 pesos y s tomines. Id. de Hernando Guillén, en 30-VII-1646. Id. del capitán
Francisco L6pez, en :29-VIII-16 56. En .:u-I-1707 fue cedida a la Universidad, la casa que
íue del sargento mayor Pedro Lozano. Sánchez y García, Juan: Ob. cit., págs. 17 y 18.
M.• LOURDES DÍAZ.·TRECHUELO SP:fNoµ

espacio ocupado por el hueco de la antigua, a la celda rectoral, 6o con


cuya obra quedó terminada la Universidad.

La Capi11a de la Encarnación
Esta capilla f� fundada en 1636 por don Sebastián Hurtado de
Coocuera para parroquia y entierro de los soldados del Tercio de Ma­
nila, y estaba situada junto a la puerta de Almacenes, próxima a la
fuerza de Santiago y a los cuarteles de infantería.
El mismo Gobernador, al dar cuenta al Rey de la erección de la
Capilla, dice que se �vantó sin gasto alguno de la Re.al Hadenda, pues­
él pidió a los soldados que cada uno diese para este fin "una. paga de
las que se les debían". Lo concedieron de buena gana, y con los once
o doce mil' pesos que resultaron" se les hizo la iglesia en qoo se entierran
y se celebra una misa cantada y dos _nezadas por cada difunto". Todo
esto y los demás cultos de la Capilla se costeaban por los soldados sin
que la Hacienda real tuviese que .abonar más que ef sueldo de Ün cape-
llán mayor y de un sacristán. 61
Esta;í! son las notitias �I Gobernador, pero los oficiales reales dan
otra versión distinta del asunto, pues según ellos � no serían suficien- '
tes los descuentos hechos a los soldados par.a sufragar una obra que
a•scendería a diez u once mil pesos, ya que a aquéllos sólo se le;.
ck-bían en total dQs mil cua,trocientos. Así lo hicieron presente a Hur..
tado de Cc-,rcuera, quien les mandó ,s,uplir los gastos de Ii real Caj.a.
Ante esta orden, los oficiales reales se creyeron oblígados a poner e1
asunto en conocimiento del Soberano, haciendo constar también que
a su juicio se trataba de una obra innecesaria, pues existía ya en Ma­
nila por este tiempo un número más que suficiente de iglesias.
Dos años después, ,e.l tesorero real don Martín Ruiz de Escalona
se expresa en el mismo sentido didendo que había en la ciudad diez
iglesias muy próximas. 63

60 Sáncbez y García, Juan: Ob. cit., pág. 20.


• 61 Hurtado de Corcuera al Rey, en Manila, a 20-VIII-1637. (A. G. I., FiHpinas, 8)�
También en un Memorial que dirigi6 al Rey don Sebastitán Hurtado de Corc·uera, fecbac),o
en Córdoba a 10 de julio de !653 refiere en parecidos términos la fundación de la Capillll'
{impreso en 4 hojas folio, sin pie de imprenta. Vid. Retana, W. E.: Aparato biblworáfici,
de la Historia General de Filipinas... Madrid, 1900, T. 1, pág. 107.
62 Los oficiales realt.s de Manila al Rey, tn 26-Vl-1636. (A. G. l., Filipina�, 30) .
. 63 Martín Ruiz de Escalon.i, en Manila, a 31-Vlll-1638. (A. G. l., Filipinas, 8).
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS

No obstante, la Capilla Real de la Encamación se construyó pór


.�mpeño del Gobernador, y sie: gastaron en ella ochenta mil pesos, a cuya
�antidad contribuyeron los soldados con dieciséis mil y el resto salió
.d,e las caja:, reales. 64
En 17o8, el edificio fue reconocidQ por el ingeniero militar don
Juan de Cisc.ara, quien ien Junta de Guerra manifestó que no era pa·
drastro al castillo de Santiago, y de considerarlo tal, habría que estimar
más perju.diciales a la Fuerza varios conventos y casas particüfares, así
como los cuarteles de infantería que se hallaban a igual o menor dis•
tanda de clla.
Estas noticias las da el gobernador 6 s como respuesta a una real
cédula de 19 de octubre de 1705 que parece fue motivada por carta del
.arzobispo CamaGho y Avila, quien informó al Rey de que la Capilla
Real siervía de padrastro al ca,stillo.
Gracias ::¡.l dictamen de Ciscara, esta iglesia siguió existiendo,
y en 1721 .el arzobispo-gobernador, fray Francisco de la Cuesta, 66 in·
forma que se habían hecho en ella dos retablos éolaterales, upo de
cuatto braz�s y media de alto por tres y media de aricho, "todo i.abrado
y escultado con sus columnas de los quince misteri0s ", donde se colocó
la Sagrada Familia, y en el otro, que medía tres brazas y media de
:alto por do.s y medí.a de ancho, se pusieron una imagen de Nuestra
Señora del Rosario y otra de San Francisco.
Después no encontramos otras noticias sobre la Real Capilla que
-en este mismo siglo comenzó a arruinarse sin que se hiciese nada por
repararla. La Audiencia, que celebraba en ella sus funciones religiosas,
se trasladó a la iglesia de Santa Clara y la capilla Real quedó aban•
<l(U'l.ada. 6';

El Palacio Arzobispal
No sen• muchas las noticias que existen de este edificio, que fue

64 Estas cifras parecen exageradas, pues .Zabalburu, en la carta citada en la siguiente


-nota, dice que a los soldados se descontaron 5. I 89 pesos, a los que se añadieron 14,000 pro­
cedentes de "mayor cantidad que importó el buque de la nao que aquel año hizo viaje a
1a Nueva España, que se benefició por cuenta de V. M.".
65 Domingo de Zabalburu al Rey , en Manila, a 22-VI-1708. (A. G. l., Filipinas, 129).
6(í Fray Francisco de la Cuesta al Rey, en Manila, a 18-VII-1721. (A. G. l., Fili­
:9inas, 135).
67 Buzeta, Manuel: Ob. cit., tomo II, pág. .218.
270 M.ª LOURDES DÍAZ·TRECHUELO SPÍNOLA

adquirido 20r ie:l arzobispo don Miguel de Poblete (l6SJ-I667) y se


hallaba situatlo entre la muralla y, la llamada por esto, calle del A _
obispo, teniendo enfre?te el Seminario de San Clemente y, próxi;:,
el Palacio Real.
En 1677 dicha e.asa estaba "tan malparada con los temblones que
se han �ucedido que es verosímil que �! Prelado que viniere no quiera
vivir en ella". Así escribe el Cabildo ec�iástico 68 en la vacante ocurri­
da entre la muerte de fray .Juan Ló�z y la llegad.a a Manila del nuevo
pr�lado fray Feli pe Pardo. Para qt.1Je1 ést� tuviera donde hospedarse,
s licitan se destine a palacio arzobispal la casa que vivía el licenciado
Manuel Suárez Olivera, capaz y cercana a la catedral, que se hallaba
embargada por la Real Haciienda.
Una real cédula de 30 d� noviembre de 168o accedió a la petición
del Cabildo y se destinó a residencia del Prelado el citado edificio, con
carácter transitoriq. 96
Sin embargo, según declara años más tarde el cabo de obras reales
Frascisco Ponce, 7° las casas arzobispales 'Se hallaban "corrientes Y
habitables, como por entonces se habitaban" y con un gasto de miI
pesos para realizar algunos reparos, hubiesen quedado en buen estado,
pudiéndose evitar su ruina sólo con tener cuidado de restaurar todos
los años los desperfectos -c.ausiados en ellas por los factores climáticos ..
Cuando el sucesor de fraY. Felipe Pardo, don Diego Camacho y
Avila, llegó a Manila �n 1697, se hospedó en la casa que fue <k-1 citad.o­
Suárez· Olivera, y solicitó de la Audiencia se le e;;ntrega,sen los espolios.
de -su antecesor, par.a aplicarlos al reparo del Palacio, ya que según él,
se arruinó por ,su <lescuido. Esta petición está de acuerdo con lo estable­
cido en las Leyes de Indias en que expresament,;, se previene que aunque
la iglesia es la heredera de su Prelado, en los casos en que éste <l,;,jare
deudas· o se hubiese descuidadq en el reparo de las casas episcopales,
se .aplicar-án sus bienes a este fin con preferencia. 1 1
Con tal motivo se;; promovió un pleito· entnei don Diego Camacho-

68 El Cabiltlo eclesiástico· en Manila, a 30-V-1677. (A. G. I., Filipinas, 78).


69 Don Fausto Cruzat y Góngora al Rey, en Manila, a 23-VI-169 9. (A. G. l., Fi­
lipinas, x 63).
70 Informe del reconocimiento efcctuadc eri los díais 5 a 14 de abril de x6g8. Incluí.do,
en testimonio de autos que acompaña a la carta citada en la nota anterior.
7P Informe del fiscal de S. M., en 2-IV-1701; figura en el expediente que acompaña
a la carta citada en la nota nÚ'm, 68.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 271

y el Cabildo ecl�iástico, como heredero en nombre de la iglesia. Gra­


cias a esto, conocemos la situación en que se hallaha el Palacio a
principios del año 1698, ie;n que fue reconocido por el capitán Fra:n·
cisco Ponce, designado al efiecto por el Cabildo, y por el maestro alarife
Dionisia Saplan, que estaba po� entonces ejecutando La obra de la
catedral, y fue nombrado por el Arwbispo. Ambos die común acuerdo­
tasaron los reparos necesarios para hacer habitable el Palacio, y la
sentencia pronunciada en 26 de ·septiembre de 1698 condenó a losi bienes
y espolios de fray Felipe Pardo al pago de los gastos de la obra. 7:,,
No obstante, el Cabildo ecliesiástico protestó d e la sentencia,. pues.
a su parecer no podía acusarse de descuido a dicho Prelado, ya que­
cuando don Migu el de Poblete compró aquellas casas, eran viejas y
necesitaban costosos reparos, qm::i Pardo no pudo realizar por falta
de medios, sin que se le pudieran imputar tampoco los daños qu� luego
recibieron de los terremotos y huracanes. 73
La cantidad que resultó de los espolios fueron unos siete mil pesos r
que al cábo de algún tiempo se entregaron al Arrobispo, pero como no
era suficiente, don Diego Camacho de acuerdo con el Cabildo decidió·
vender el Palacio, con pacto de retroventa, por lo que hubiese costado
iSU reedificación y quedando en él a censo lo que importaran los mate­
riales. Al dar cuenta al Rey de estos propósitos, el Arzobispo solicita
se destinen definitivamente a residencia <le los Prelados, las casas de
Suárez Oliver�. 74
El gobernador don Fausto Cruzat y Góngora pidió también at
Rey que se confirmara con carácter de. perpetuidad el destino de las,
citadas casas para residencia arzobispal, por ser apropiadas para ello
y hallarse muy próximas a la catedral, 75 pero el Fiscal de S. M. opinó·
que no podía verificarse por no estar sentenciado el pleito de confis.caciórr
d e bienes del citado vecino y no debía suspenderse por lo tanto, la re­
edificación del Palacio. 76 No obstante el Consejo acordó ordenar al
Gobernador que si estaba ya terminado el litigio, hiciese la adjudicación
definitiva de las casas al fin indicado, y si no, que procurase acabarlO'
cuanto antes. 77
7z Dicha sentencia figura en el testimonio de autos que s.e cita en la nota 69.
73 El Cabildo eclesiástico al Rey, en Manila, a 27-Vl-1699. (A. G. l., Filipinas, 163).
74 Don I!iego Camacho al Rey, en Manila, a 19-VI-1699. (A. G. I., Filipinas, 163)_
75 Vid. nota 68.
76 Informe citado en la nota 70,
77 Acuerdo del Consejo, en 11-VII-1701. Expediente citado en la nota 69.
272 M.ª LOURDES DÍAZ.·TRECHUELO SPÍNOLA

Aunque no volvemos a encontrar noticias documentales � este


edificio hasta muchos ,años d�spués, el plano de la ciudad levantado
en 1763 por don Tomás� Ca-s.tro y Andrade (fig. 24) demuestra que
.el Palacio seguía estando en iel solar adquirido por don Miguel de
Poblete, y allí se mantuvo.

El Seminario Conciliar
A principios del siglo X,VIII aun no existía en Manila �1 Semi­
nario que toda Diócesis debe t�ner, según dis.puso el Concilio� Trento,
_aunque en cierto modo lo suplían los centros docentes que había ien la
-ciudad, dirigidos por religiosos:: El de San José, de los jesuitas, y los
de Santo Tomás y San Juan de Letrán, de los dominicos.
Por reales cédulas de 14 d� noviembne de 1696, dirigidas al Arz•
obispo y al Gobernador se les ordena que en caso de no haber seminari,,
en Manila, informen sobre ,cuánto podrí.a costar su fundación y sos·
tenimiento. De la respuesta del Arzobispo 18 resulta que no lo había,
y que según dictamen de personas inteligentes su fábrica costaría de seis
a ocho mil pesos, fundándolo ien un '!Solar qu� había junto a la catedral
y "frontero de la Misericordia".
En opinión diel Prdado debía destinarse este seminario sólo a los
indios que quisieran seguir la carrera sacerdotal pues para los españoles
eran suficientes los .colegios ya citados. Como solución más económica
propone también qu� se fabrique una vivienda, inmediata al Coiegio
<kl San José, donde residan losi seminaristas, encargándose de su ins•
trucción los jesuitas. Otro medio sería aplicar al- seminario la enco­
mienda de que disfrutaba el Colegio de San Juan de Letrán y que se
destinaba a los mestizos. De este modo podrí.an iestudiar la Gramática
en dicho Colegio y continuar luego lQs esitudios de Teología y Artes
en el de Santo Tomás, proponiendo la ·creación de doce becas, � caso
de a-doptarse esta solución.
Por su parte, el gobernador dQn Fausto Cruzat y Góngora, res­
pondió ,con fecha 13 de junio de 1700 79 afirmando que no creía nece•
saria la fundación d�l Seminario P.Or
,
ser
. a su juicio más que suficientes
78 Don Diego Camacho al Rey, en Manila, a 1-Vl-1700. (A. G. l., Filipinas, u3).
79 Don Fausto Cruzat y Góngora al Rey, en Manila, a 13-VII-1700. (A. G. l.�
:Filipinas, 123).
;

ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 273

!os tres centros ya menciona<lqs, todos los cuak!-5 tenían pocos alumnos.
Pasadas estas respuestas a informe del Fiscal de S. M., éste no
se muestra de acuerdo con el Gobernador, ya que según las disposicio­
nes conciliares ies obligatoria la fundación del Seminario: sentado esto,
opina el Fiscal que debe calcularse su sostenimiento sobre la base de
-ocho becas, pidiendo informe al Gobernador sobre ello y sobre _el pro·
<lucto anual die los diezmos.
El 18 de marzo de 1702 el Consejo de Indias resolvió, de acuerdo
con este parecer, que se ordenase al Arzobispo y al Gobernador formar
presupuesto del costlfl de la nueva fábrica, y del sostenimiento del Se­
minario, señalando cqmq posibles recursos económicos para ello el
prod11cto de Las vacantes de los obispados de Filipinas. En consecuencia,
por real cédula de 28 de abril de 1702 se manda ,emprender la funda·
ción del seminario en la forma expuesta, pero el Go6ernador no tuvo
• gran prisa en darle cumplimiento, y por ello en 16 de" octubre ckt 1705 so
el Prelado informa que aun no-- �e le ha entregado nada del producto
de las vacantes, atribuyendo esta demora a influencia de los religiosos
.que se oponían a la fundación por creer sin duda que ésta perjudicari11.
a sus colegios.
Así las cosas, llegó a Filipina¡¡ el Patriarca de Antioquía, con fa­
cultades de "legado a l.atere"; con él iban algunos clérigos y ientre ellos
uno llamadlo Juan Bautista Sidoti, que se quedó en Manila esperando
una oportunidad para pasar al Japón. Este sacerdote, natural de Pa­
lerrno, hombre de "mucho espíritu y celo" al cktcir del Arzobispo, tom6
a su ,cargo la erección del seminario y_ pudo obtener del Gobernador
cuatro mil pesos del produdo de vacantes, consi guiendo también el
permiso paca comenzar el corte de las maderas nécesarias para la obra
en la provincia de la Pampanga, cuyos habitantes habían ofrecido al
Prelado este material, hacía tres años. Para realizar dicho trabajo
hubo de luchar oon la oposición de los agustinos doctrineros de aquella.
provincia, que cqn pretexto ,d¡ej que la tala perjudicaba .los intereses
comunes de sus habitantes, pusieron grandes dificultades, que supo
vencer Sidoti, dirigiendo personalmente los trabajos. Para el edificio
eligió �1 Arzobispo un solar situado frien.te a su Palacio y próximo a la
Catedral, de la que sólo lo separaba la casa del �án, q® confiaba incor­
porar también al �minario, más adelante.

So Don Diego Camacho, en Manila, a 16-X-1705. (A. G. l., Filipinas, z90).


274 M,• LOURDES DÍAZ·TRECHUELO SPÍNOLA

Preco�izadc1 ya don Diego Camacho y Avila para I.a diócesis de­


Guadalajara (Méjico) se propuso dejar erigido el Seminario antes de
salir de Manija, por temor de que si no quedaba terminada o al �enos
muy avanzada la obra, se destruyese lo hecho en el tiempo -de la vacan--
00 que solía ser larga en Filipinas. Por estas razcnes, procuro darle,
gran impulso, y cuando escribe se estaban ya abriendo los cimientos de
un edificio con capacidad para ochenta seminaristas, pues er.an muclios
los que deseaban ingresar.
Al mismo tiempo, por iniciativa personal de Sidoti se pensó ampliar­
e! edificio para que en él pudieran vivir también veinte o treinta sacer­
dotes misioneros, dispuestos a trabajar en Filipinasi o en otro lugar, y­
recogió muchas limosnas con las que fundó ,esta obra pía.
También por inspiración de Sidoti, se dio al Seminario el título­
de San Clemente, como homenaje al Papa, y esto unido al hecho de
haber dejado en manos de un extranjiero la dirección del asunto, fue­
causa de que el Arzobispo fue� amonestado, por considerarse todo ello,
contrario al Real Patronato.
El plano del edificio fue remitido a España en I 706 81 y por él
con<?remos l.a magnitud del proyecto de Sidoti, que no llegó a termi­
narse. Es un gran rectángulo (fig. 147) cuya tachada principal da
frent� al Palacio Arzobispal, y a la espalda linda con las rnsa•s der
doctor don Antonio Enríquez y del señor Deán. El Seminario está
dividido en dos partes; la destinada a las clases se desarrolla en torno
a un gran patio cuadrado, rodeado die claustros por tres de sus lados.
En la otra mitad del edificio quedan el amplio reiectorio, y todas las
dependencias, junto con una huerta y un segundo patio.
No pudieron realizarse los, planes dd ArzobisJX' don Diego Cama­
cho pues según ,escribe su sucesor fray Francisw de la Cuesta 82 la obra
estaba en !.as primeras piedras cuando fray Juan Bautista Sidoti mar­
chó a las misiones de China y Japón; así la encontró el nuevo Prelado�
que renunció a terminarla por su elevado coste, y decidió instalar a lc-:c­
ocho seminaristas sostenidos por el Rey, con su rector y maestro, en

81 Publicado por el doctor Angulo Iñiguez, obra citada, lám. 259. Otra copia dec
este plano, hecha por el capitán Pedro de Vinales, se conserva, cosido a su expediente,
en el leg. 630 de la Au diencia de Filipinas. (A. G. l.).
82 Fray Francisco de la Cuesta al Rey, en Manila, a 27-VI-1709. (A. G. J., Fili­
pinas, 290).
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 275

una pequeña casa situada a esipaldas del Real Palacio, que perteneció
al 'licenciado Manuel Suárez Olivera, 83 cuyos bienes estaban embar•
gados, por la Real Haciienda, y que le fue cedida para este fin por el
Gobernador don Dom'ingo de Zabalburu.
Pero transcurrido algún tiempo, �1 Rector del Seminario, don
Gabriel Isturis, expuso al Prelado que la casa resultaba insuficiente,
y propuso ampliarla mediante la compra de un solar inmediato a ,ella,
en el que •Sie podría edific,ar con poco gasto, a su parecer, mientras que
la terminación del gran edificio comenzado, requería más de v,einte
mil pesos.
Mandó entonces el Arzobispo que se efectuase un reconocimiento
de ambos solares, para conocer la s.ituación de la obra empezada, y si
había ,algunos fondos disponibles para ella, encargando del aSiUnto al
deán don Domingo de Valencia, y al chantre don Juan González de
Guzmán, quienes realizaron el reconocimiento ,con el capitán Francisco
Afán de Riviera, y_ Dionisio Saplan, maestro de cantería, como personas
"inteligentes en fábricas". Del estudio efectuado por éstos, resultó
que La obra esitaba apenas comenzada, pues en partes sólo había vara
y meaia de pare<l fuera de cimientos y en otras sólo una. El dictamen
de los técnicos fue que para terminar el edificio se necesitarían veinti•
cinco mil pesos.
Reconocidos también el seminario que se estaba utilizando y el
solar inmediato a él, se mostraron de acuerdo con el parecer del Rector,
presupuestando la obra t;n cuatro mil do�iientos diez pesos y siete gra­
nos, incluídos todos los materiales necesarios.
Llevóse a cabo la ampliación del local, pues en 1713 8 4 el Arz•
obispo repite el informe ya hecho ,el año anterior de haberse "logrado
sus deseos de ampliar la estrecha avitación de los Seminaristas, del Real
Colegio Seminario de San Clemente", que como puede verse aun con·
servaba este nOIT!,br'e, pero con fecha 31 de diciembre de 1712, se ordenó
por real cédula 8s que sie le c.ambiase por el de San Felipe, lo que se
cumplió el 2 de agosto de 1715.
Hasta bien avanzado ya el siiglo XVIII, no volvemos a encontrar

83 Fray Francisco de 1a Cue-ita al Rey, en Manila, a 20-VI-1708. Esta carta se


extracta en una real cédula de 3.1-XII-1712. (A. G. l., Filipinas, 290).
84 Extractadá en el índice de los despachos remitidos por el arzobispo de Manila
en 1713. Manila, 31-VIl-1713. (A. G. l., Filipinas, 297).
85 Real cédula citada en la nota 83.
276 M.ª LOURDES DÍAZ·TRECHUELO SPÍNOLA

noticias del Seminario. Por un reconocimi ento que mandó hacer el arz·
obispo don Manuel Antonio Rojo 86 sabemos que el edificio necesitaba
reparos por encontrars e muchos de sus materiales en mal estado v
comidos de gorgojo y anay, y se hallaba expuesto a venil'Se abajo' en
los ternemotos tan frecuentes en Manila. Sin embargo, :se hallaban en
buen estado las paredes principales, " por estar dobles, fuertes y bien
simentadas" de modo que con renovar la:s· maderas deterioradas, que­
daría "como si fuest1 fabricado a fundamentis". Tal fue el dictamen
de Ignacio Fernández Valenzuela, pero no contento con esto, el Arz­
obispo decretó que d arquitecto de la catedral d_on Juan Uguccioni,
pasase también a reconocer el edificio en unión del mencioñado maestro
y de algunos sangleyes peritos en los oficios de carpintería y cantería,
a quienes se habría de adjudicar la obra por contrata.
Verificado este nuevo ex.amen, Uguccioni se adhiri6 por completo
a lo expuesto por el cabo de obras reales, y se adjudicó la contrata al
sangley Jerónimo Tongoo, ya conocido en este aspecto, pues realizaba
por ientonces, a plena satisfacción, una obra en el castillo �e Santiago
Algu nos meses después, en septiembre de I 762, llegaron los in­
gleses a Manila, y entre los edificios ocupados por ellos, estuvo el Se­
minario, en el q� no causaron grandes daños, pero � llevaron todos
los materiales en él reunidos- para su reparo, que estaba ya bastante
avanzado, según informe de Femández Valenzuela. l!7
Después de esto, no volvió a proseguirse la obra, y los seminaristas
fueron reunidos por el Arzobispo don Basilio Sancho en una casa
.arrendada a·dicho efecto.
El terremoto de I de febrero de 1771, dejó al viejo edificio en
peligro inminente de ,caerse, por lo que el ingeniero militar don D"ionisío
O'Kelly manifesto al Gobernador que e ra urgente su demolición, aña·
diendo que la situaci6n del Seminario, sobre la ba:se del terraplén de!
baluartillo de San Felipe, en el frente de la marina', era perjudicial a
su defensa. Propone que se utificen los materiales resultantes crel
derribo, en reparar los destrozos causados por el mismo temblor en el
Real Palacio y en otros edificios, y así se ejecutó con autorización del

86 Testimonio del reconocimiento del estado del Real Colegio de San Felipe, año 176-4.
(A. G, l., Filipinas, 9z2).
87 Dicho inform e figura en el testimonio citado en la nota anterior y lleva fecha
16-VII-1764.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 277·

gobernador don Simón de Anda, 88 comenzando la demolición_ en junio


de 1771 y hallándose derribado hasta el primer cuerpo, el día 20 del
mismo mes. 89
Establecido el seminario en una casa particular, como se ha dicho,
don Basilio Sancho consiguió más tarde trasladarlo al �ificio dd Co­
legio de San José, cerrado por la expulsión d� los jesuitas, pero en
17 de junio de 1776 se le ordenó por la Audiencia desalojar <lidio.
Colegio, por haberse acordado su apertura. Se le dab.a a escoger entre
el edificio del Colegio Máximo de San ,Ignacio y el de San Ildefonso
extramuros de Manila, por cuya razón el Arzobispo eligió el primero,
del que sólo pudo ocupar una p�uieña parte, por hallarse el resto des­
tinado a cuartel. Al dc1,r cuenta al Rey, de todo esto, el Prelado, solicita
que todo el edificio quede para el Seminario con su iglesia, ornamentos
y vasos sagrados, y que sie apliqu�n a su sostenimiento las rentas ·de la
hacienda Mariquina que perteneció a los jesuitas. 90
Por real cédula de 3 de junio de 1783 se destinó a Seminario et
Colegio Máximo de San Ignacio, pero una parte d� él siguió ocupada
por iel Regimiento fijo de Manila, y en 1795 se alojaron tambíén en
él trece compañías d� milicianos, por cuya razón .el Cabildo eclesiástioo
protestó, 9 1 manifestando que los s�min.aristas no podían continuar allí
pues no encontraban el aislamiento y reposo necesarios para dedicarse
a su formación y estudios.
Años diespués solicitó el Cabildo 92 la traslación al Colegio de San
José que desde su restablecimiento apenas tenía alumnos, proponienclo
que el profesorado del Seminario se enca_rgase de la enseñanza die los
pocos que había.
Remitido al Co_nsejo este expediente, pasó a informe de la Con­
taduría que se mues,tra favOFable al traslado, pidiendo antes dictamen
a la Audiencia, y de acuerdo con esto se expidió real cédula dirigida
al Gobernador en 13 d� octubre de 1804. 93 No conocemos la respuesta

...
88 Decreto de 16-II-1771 al que hace referencia O'Kelly en carta a Arriaga de
20-VI-1771. (A. G. I., FilipinM, 925).
89 Seg(m la carta citada en la nota anterior .
90 Don Basilio Sancho al Rey, en Manila, a 20-VII-1777. (A. G. I. Filipinas, 1.008).
91 El Cabildo eclesiástico al Rey, en 20-VII-1798. Resumida en un informe de la
Contaduría de .:a3-V-1804. (A. G. I., Filipinas, 1.025).
9.2 El Cabildo eclesiástico al Rey, en Manila, a 10-VII-1801. También resumida en
el informe citado en la nota anterior.
93 Real cédula en San Lorenzo, a 13-X-1804. (A. G. I., Filipinas, 1.025).
278 M.• · LOURDES DÍAZ·TRECHUELO SPÍNOLA

<le éste., pero en 1832 seguía instalado el Seminario ien San Ignacio,
donde aún se habían acuartelado más tropas. 94

El Monasterio de Santa Rosa de Lima


Ya en el último cuarto del siglo X,VIII, los mestizos de sangley
quisieron fundar �n Binondo, extramuros de Manila, un monastierio
para las jóvenes de su raza, ya que no tenían ca,bida en ninguno de los
conventos y beaterios existentes en la ,capital.
En 1778 los apoderad� del gnemio en Madrid, 95 recibieron órcle­
nes de solicitar la licencia, y al mismo tiempo, los gobernadorcillos de
Tondo, Binando y Santa Cruz, exponen al Gobernador de Filipinas la
necesidad de esta fundación, comprometiéndo� a sufragar los gastos
de su fábrica y sostenimiento.
Como de costumtir� los trámites fueron lentos y laboriosos: des­
pués de consultar al arzobispo, cuyo dictamen fue desfavorable, y de
.abrir en la Audiencia una información en la que declaran como testigo�
muchos viecinos notables, el expediente fue remitido a España en 1781.
Tres años más tarde, ·una real cédula 96 deja el asunto al criterio del
Gobernador. Prescindiendo de seguir paso a paso los minuciosos requi•
sitos legales, diganios que el 1788 el Real Acuerdo mandó q� S'e pre•
sentase el plano y proyecto del futuro monasterio, formulado por un
arquitecto elegido por los mestizos, y otro designado por el alto tri•
bunal. Fue ésoo el capitán Domingo González de la Cruz, y los san·
gleyes por su parte escogieron a, don Juan Bautista Nieto, vecino de
Binondo. Ambos diseñaron un plano (fig. 14.8) y presientaron una re·
ladón valorada de los materiales necesarios, 97 comprometiéndose a
dirigir las obras sin percibir honorarios por su trabajo. 98 Pasado a in­
forme del Fiscal, éste opinó que el proyecto era demasiado ambicioso,

94 El arzobispo fray José Seguí al Rey, en Manila, a 12-VI-1832. (A. G. l., Fili­
pinas, r.ou).
95 Testimonio del expediente que sigue el apoderado del gremio de los 'mestizos de
los pueblos de Tondo, Binondo y Santa Cruz sobre la fundación de un monMterio con el
título de Santa Rosa de Lima. Año 1788, núm. 188, 2.• vía. (A. G. I., Filipinas, 1.048).
La orden lleva fecha 17-XII-1778.
96 Dada en Madrid a 19-XII-1784. Se incluye en el testimonio citado en la nota
anterior.
'97 Folios 82 a 86 del testimonio citado en la nota 95.
93 Escrito firmado por los dos arquitectos en 1-VII-1788. También figura en el test!•
monio citado en la nota 95.
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Fig. 148.-Plano del monasterio de Santa Rosa de Lima, proyectado por los arquitectos Domingo
de la Crui Gon�lez y Juan, Bautista Nieto.
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Fig. 149.-La iglesia de Santa Cruz, extramnros de Manila.

Fig. 150.-La i$1esia del ¡mcblo de Qniapo,


Fig. 151.-Iglesia de Paco, pueblo situado en las inmediaciones de la capital.

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del Parián,
señalan en él las iglesias
Tomás Sanz en 1782. Se
Plaza, Plano levantado por ancas.
iales a la defensa de la San Antón. Archivo de Sim
Fig. 152,-Edificios perjudic de San Lázaro y ermita de
San Migcel, Dilao, hospital
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 279

pues se trataba de dar�e ,capacidad para treinta y tres monjas de coro


y doce legas. Pqr e_llo, propone se Jle<luzca el número en una tercera
.o cuarta parte, y en estas condiciones, podrá el Gobernador informar
favorablemente al Rey para que autorice su erección. 99
Sin embargo, no fu_,. concedida la licencia, por e_stimarse_ insuficien­
es
i los fondos con que contaban para el sostenimiento del monasterio.
Aunque no hemos encontrado otras noticias sobre el particular,
es de interés para nuestro obje_to el proyecto-® los arquitectos Domingo
de la Cruz González ---q_ue debe �er el principal autor- y Juan Bau·
tista Nieto. De este último, al aceptar su designación por paroo de los
mestizos sangleyes, dice el Gobernador que era "arquitecto conoci•
do", 100 si bien nosotros no -hemos hallado ninguna otra obra en que
intervenga. De Domingo de la Cruz sabemos que dirigió una reparación
importante en la iglesia parroquial de Binondo.
El proyecto se compone de_ una planta del convento e iglesia y un
·alzado de la fachada principal del edificio, que corresponde a la lateral
,.de la iglesia. en la que se abren dos puertas a la calle. Sus ventanas
iníeriores se sitúan tan bajas que inutilizan los lienzos interiores del
muro para colocar en ellos los altares y retablos· laterales, como suele
hacerse. 101 Las habitaciones de las monjas � disponen en tomo a un
patio interior, a.provechando según parece una casa ya exis,tente, en
forma de ángulo recto, que se completa con una doble nave q� cierra
los otros dos lados del mismo, destinando a claustro la inmediata al
patio, y la otra a viviendas. Queda, en e_l plano un amplio espacio vacío,
seguramente para huerta, aunque nada, indica el proyecto.

:Las parroquias de los extramuros de Manila


Sobre estos edificios sólo hemo� encontrado breves noticias, re•
cogidas en los testimonios de autos de_ las visitas pastorales realizadas
por el arzobispo don Basilio Sancho d,e Santa Justa y Rufina, cuyo pon•
tificado abarca los años de 1767 a 1787. Aunque muy escuetos, no

99 La respuesta del Fiscal lleva fecha 25-IX-1788 y ,se incluye en el mismo testimonio
100 Decreto fechado en Manila a 6-V-178-8. Figura en el citado testimonio.
101 :A�í lo hace notar el Dr. Angulo lñiguez, en su obra Planos de Monumen.tos
,arquitect6nico.r... Estudio, tomo 11, pág. 571. El plano de este edificio está repr9du cido
..en dicha obra.
280 M.ª LOURDES DÍAZ·TRECHUELO SPÍNOLA

queremos prescindir de unos <latos que nos dan a conocer la situación


de estos templos en la segunda mitad d�l siglo XVIII.
En mayo d� 176g visitó el Prelado la ighesia de Santa Cruz, que
había pertenecido a los jesuitas, y el testimonio nos dice de ella que
era grande y magnífica, de cal y canto. Servía <le casa parr_oquial el
antiguo colegio <kl San Ildefonso que tuvo aquí la Compañía de Jesús,.
y era un hermoso edificio, también hecho de cal y canto. 102 Cuatre>
años más tarde, repite su visita a este templo, y ahora se nos da una
descripción más detallada del �dificio: "La iglesia es de tres naves, con
sus columnas en medio; es d e piedra y maderas. Es hermosa y espaciosa,.
con su torre de bastante �levacion. Tiene bellos altares y está surtida de
preciosas alajas de oro y plata, vasos y ornamentos sagrados". 103 Sus
dimensiones las encontramos en una t�rcera visita pastoral efe�tuada.
en el año 1778 1 04 en la que S1e indica que las paredes eran muy fuertes
y los cimientos podrían soportar unos muros de doble altura que los
existentes. Los retablos que tenía por entonces eran siete, cuatro más.
modernos y iel mayor y sus <los colaterales de "he-chura antigua de
columna je y pintura:s". Finalmente, en enero de 1783, una nueva visi­
ta 10 5 nos suministra más datos sobre la iglesia y su exorno. Por este:
documento sabemos que había en la portada tres hornacinas y en la.
central estaba una imagen de madera de la Virgen del Pilar. Tenía la.
iglesia un ooro de mad�ra y en él una imagen del Crucificado, de tres
cuart8!s de alto. A la derecha de la puerta mayor estaba el baptisterio,.
con pila bautismal de piedra, y un retablo "escolteado y dorado", y lo

102 Testhnonio de autos remitido por el Arzobispo con carta de 28-VIl-1769_


(A. G. I., Filipinas, 6zz).
103 Testimonio que acompaña a la carta del arzobispo de f�ha 26-VI-1773. (A. G. r.,:.
Filipinas, 637).
•104 Testi�onio anejo a la carta del Arzobispo, en Manila, a z,5-VI-1778. (A. G. I.,
Filipinas, 634). Medía 33 brazas y z palmos de longitud, desde el frontis al reverso de­
la pared del altar mayor. La anchura de la nave central e ra de 13 brazas y 2 los laterales;­
la del crucero ten.ía 4 brazas y 2 palmos. El presbiterio medía 5 brazas de largo Y la capilla­
mayor 3 ½. El testimonio de la visita efectuada en 1783, da otras medidas: Largo, 39 bra­
zas por el interior y 41 por el exterior; ancho interior, 14 brazas y exterior, 20; la ton·e­
tenía 16 brazas de alto y 11 ½ de perímetro. Se quemó en un incendio ocurrido el día.
15 de enero de 1791, que arrasó gran número de casas de Santa Cruz y de Binando, según­
escribe el gobernador don Félix Berenguer de Marquina en .:w-VIl-1791. (A. G. I., Fi-­
ljpinas, 662).
105 El testimonio correspondiente, sin carta· de remisión, está en el legajo 65:a, de­
la Audiencia de Filipinas. (A. G. l.). Las noticias que siguen de la iglesia de Santa Cruz,.
se encuentran en los folios 13 v,0 a 14 v.0 de dicho dooomento.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 281

mism era e.l mayqr, <le cuatro cuerpos. A cada lado había tres colate-
rales, con retablos también tallados y dorados.
De la iglesia de Quiapo, dedicada a San Juan Bautista, sabemos
qu� en 1773 106 era "de piedra, teja y madera, hermosa y fuerte". Los­
grandes terremotos de 1771 ca,usaron graves daños en este edificior
que a la sazón se estaban reparando. Cuando, cinco años más tarde�
vuelve el Arzobispo en nu�va visita, s� dice que estaban recién repara­
das la portada y la torre, de tres pisos, todos de piedra. 10 7 La primera
tenía seis columnas de piedra en cada uno de sus cuerpos. En la horna­
cina central estaba_ la imagen del titular, y en el cueq�o superior la de
Santa Bárbara. También tenía una puerta � cada costado, con las imá•
genes de San Roque y San Antonio Abad en sus respectivas hornacinas.
Adosada a la iglesia por el lado del este, se hallaba una capilla pertene­
ciente a la Cofradía de Jesús Nazareno, cuya imagen se veneraba en
ella. La sacristía, situada al lado norte, tenía la misma anchura que la
iglesia, y cerca de cinco brazas de largo. El exorno interior del templo
era suntuoso, como lo manifiesta la descripción que sigu e: "El retablo
del altar mayor de esta iglesia [es] de madera de baticulin, que sube
hcl!sta la barandilla de la bóveda de ella con su� columnas de primero,
segundo y tercer ,cuerpo, escqlteado y dorado de oro, con su esmalte
correspondiente, en el primer cuerpo el Tabernáculo del Diviníssimo,
que sirv,e de sagrario, así mismo escolteado y dorado, en el segundo
cuerpo el nicho de Nuestro Señor, y en el tiercero la Ímage n dil glorioso
San José, con su Niño Jesús, y en el remate la de San Miguel Archán­
gel, en los_ lados de los dos nichos... dos cuadros pintados en los prime­
ros las imáge� del Señor y San Juan Bautista manifestando en el
río Jordán el sacramento del santo Bautismo, y los otros dos cuadro�
que ocupan e) segundo cuerpo, el uno la Degollación del glorioso San

106 Vid. nota 104. En un plano del pueblo de Quiapo, levantado en 1746 por Fran­
cisco Xavier Estorgo Gallegos, aparece un pequeño alzado de esta iglesia, a,;;í como de las­
de Santa Cn17. y San Seb'.lstián. No reproducimos este plano por carecer de interés para
nuestro estudio. Puede verse en Planos .-te ciadad•s iberoamericanas y filipina.s exútentu
en el Archwo de Indlas. Inst. de &t. de Administración Local. Madrid, t951. El original
está en el Archivo General de India�, Audiencia de Filipinas, leg. 1.016 (T. L. Filipi­
nas, 31) y un duplicado en el mismo legajo.
r 07 Las dimensiones de esta iglesia, según el testimonio citado en la nota 104, eran
23 ¾ brazas de largo y 7 ½ de ancho y 6 de alto. El testimonio correspondiente a la visita
realizada en diciembre de 178.2 (vid. nota 105) da estas dimensiones: largo, .26 brazas y
6 cuartas ; ancho, 7 brazas y media vara ; alto, 6 brazas.
M:• LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA


Juan Bautista y �n el otro la presentación del mismo a Herodes". 1011
Había otros muchos altares con retablos dorados e imágenes de talla
que se enumeran minuciosamente en el mismo documento ele dond;
hemos t.omado la descripción del retablo mayor, y muchos cuadros al
óleo, pero en ningún caso se citan los autores de uno ni de otros. Es pro­
bable que algu nas de estas obras de arte fuesen llevadas de Méjico,
e incluso de España, pero sin duda habría otras realizadas en Filipinas,
por lo que es lástima que si,empre se omitan en estos detallados Ínven­
tarios los nombres de los artista:s.
Al tratar en líneas generales de los extramuros de Manila, nos
referimos a la erección del templo parroquial de Binondo, y a su estado
� el siglo XVII. 1 09 Ahora hemos de añadir que cuando el arzobispo
don Basilio Sancho lo visitó en 177� 110 acababa de ser reparado el
cimborrio qu,e era de madera, por :haber sido atacado por el anay. Est1.
parte de la iglesia se hallaba cubierta de nipa y el resto de teja. Tenía
entonces ocho altares "todos de hechura moderna, con primorosas es•
culturas y doradura". En 1781 se hizo una import:¡mte obra en este
edificio, costeada ca•si toda por los feligreses españoles de aquella pa­
rroquia. El arquitecto Domingo de la Cruz González, mestiw de san•
gley, fue quien la dirigió, consistiendo en hacer de nuevo los cuatro
arcos 'torales, de piedra de Meycavayan. Estos aocos vinieron a sustituir
a los antiguos, quedando asentada robre ellos la bóveda, sin necesidad
de tocar a ést� oosa que "causó la admiración de los más diestros eri el
aroo de Architectura ". 111 La media naranja que antes era octogona1,
se rehizo entonces en forma ovalada.
El retablo mayor, de cinco ,cuerpos, con seis imágenes· de bulto
redondo y diez de media talla, tenía en el aentro un tabernáculo dond�
se hallaba la imagen de la titular, Nu�stra Señora del Rosario.
De la iglesia de Tondo tenemos una descripción fechada en 23 de
dkiembre de 1782, por la que sabemos que era toda de paredes maestras.,

ro8 Folios 5 y 6 del testimonio citado en la nota 105.


109 Pág. 33.
1 ro Vid. nota 104. Aquí se asignan a la iglesia estas medidas: largo, desde el presbi­
terio hasta la puerta mayor, 37 brazas; ancho, 7 ½ ; alto, 9 braza-; desde el piso al techo;
anchura del crucero, 1,1 brazas. Altura de la torre, 16 brazas.
, 11 Folios 56 a 57 del testimonio citado en la nota 105. Las d:imeMiones que aquí
se atribuyen a la iglesia son : largo, de pared a pared, 30 ½ brazas; ancho, 7 brazas y
, 5 puntos; alto, ro brazas aproximadamente; largo de cada brazo del crucero, 4 brazas
.-Y I o puntos. Altura de la torre, 21 brazas y r r puntos ; diámetro de la misma, 7 ½ brazas.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS

�on doce estribos a cada lado. "Tiene su buena portada de mampostería


con dos torres de lo mismo". El·retablo mayor, dorado, tenía un taber·
náculo para ,el Santísimo. Poseía la iglesia una buena sacristía y una
capilla bautismal también amplia, a juzgar por la!S dimensiones que
le asigna el párroco. 112
Pasando a la orilla izqui�rda del Pásig, encontramos en primer
término la iglesia de los Santos Reyes del Parián, una de las que re·
petidas veces hemos visto señalada como perjudicial a Ja defensa de
la plaza. No obstant� la �xperiencia, aún reciente, de la guerra de 1762,
rSeguía en pie su fábrica de piedra cubierta de madera y u,ja, "iglesia
muy capaz y hermosa, con su proporcionada torre". rr3 de cinco cuer·
pos. 114 El templo y cot1vento se hicieron a costa de la Provincia domi·
nicana del Santísimo Rosario, invirtiéndose en iel primero veinticinco
mil pesos, y veinte mil en el convento. Su retablo mayor, tallado y do­
rado, tenía en el centro la Adoración d� los Santos Reyes, titulares de
la iglesia. En ,el brazo derecho del crucero había una suntuosa capilla
<iedicada a Nuestra Señora de Consolación. 11s
A esta parroquia fue agregada la de. San Miguel en 1776116 El edi­
ficio de esta última, hecho de cal y canto, estaba ya en muy malas con·
diciones en iel año 1768 111 y se arruinó totalmente con los terremotos
<le 1771; hubo necesidad de levantar un camarín de materiales débiles
para celebrar los actos de culto, 118 hasta que la parroquia quédó agn·
gada a la del Parián. Pero sus habitantes no quis�ron aceptar1o, por
ser ésta feligresía de chinos, y entonces se les agregó a la de Dilao.
En 1791 el pueblo de San Miguel fue trasladado a la orilla derecha
.del Pásig ie incorporado a la parroquia de Quiapo. 119
La iglesia de Santiago, cuya erección en la primera mitad del si•
glo XVIII ha quedado referida, 120 •se demolió después de la guerra

1u Follo 23 v.º del testimonio citado en la nota 105.


113 Vid. nota 103.
114 Testimonio citado en la nota 104. Las dimensiones de este edificio eran : lar¡¡-o,
.as brazas ; ancho, 6 ½ ; alto, 6 brazas.
115. Testimonio citado en la nota 105, folios 33 v.• y 37.
n6 El Arzobispo al Rey, en M'anila, a 29-XII-1776. {A. G. l., Filipinas, 641).
117 Testimonio citado en la nota 102.
118 Testimonio citado en la nota 103.
119 Testimonio de autos sobre asignar parroquia para el pueblo nuevo de San Miguel.
Año 1791. (A. G. l., Filipinas, 662).
1 20 Págs. 29 y sigs.
284 llll'..ª LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

de . 1762 y no volvió a reedificarse, si �!ren


�guía existiendo la parro•
,
quia y celebraba ;sus actos de culto ,en ui:i camarm decente" 121 hasta
que en 1776 Iue agregada a la d� la Hermita. 1221
Esta quedó totalmente arruinada ren lQs terre�otos de 1771, y en-
1773 se utilizaba como templo un camarín de piedra y teja, que servía.
de escuela 123 pero cinco años más tarde ya había una nueva iglesia de
piedra aunque "� construcción muy débil y muy baja", en la que se
ven�raba a Nuestra Señora de Guía, en una imagen pintaoa sobre
lienzo, ya que la primitiva había sido traladada al nuevo Sagrario de
la catedral por el propio arzobispo don Basilio Sancho. En 1783 la:
iglesia había sido ampliada y fenía una pequeña torne de cantería, rz,¡,
pero en 1791 fue. mandado derribar ,este edificio. 125
La iglesia parroquial de Malate, que como sabemos desempeñó un
importante papel en el sitio de Manila por los ingleses, quedó arruinada
por la guerra y no se había reconstruído aún en 1777, fecha en que fue­
visitada por el Arzobispo. 126 Pero en 1783 debía estar ya reparadn,.
pues en la descripción de ella s,ei dice : "es toda d e piedra de cantería
con sus dos torres de· lo mismo". 121 La figura 25 muestra la fachada
de esta iglesia, en su estado actual.
Por los años de 1783 y 1784 estuvieron a punto d� ser demoliifo!'r
los templos dd Parián, Dilao y el Hospital de San Lázaro, por estorbar
la ejecución del proyecto de fortificación de la plaza de Manila; inclus<>
se aprobó el derribo por real orden de 6 de septiembre de 1784 128 pero­
al año siguiente _¡¡e rectificó lo dispuesto, mandando respetar los men�
cionados edificios, hasta tanto no hubiese inmediato peligro de guerra,
en ,cuyo caso debían ser demolidos. 129 En 1788 el gobernador dorr
Félix Berenguer de Marquina, desconociendo esta orden, promulg1>

121 Testimonio ciado en la nota 103.


12.a Carta citada en la nota u6.
123 Testimonio citado en la nota 103.
124 Folio 43 v.º del testimonio citado en la nota 105. Comparando las medidas que·
se le asignan en el testimonio de la visita de 1773, con las que se dan ahora, se dedute­
esta ampliación. En el primero se dice. que tenía 1 5 ½ brazas de largo, 4 ½ de ancho y
2 brazas de alto. En el segundo, 32 varas 19 puntos de largo, 9 varas de 3!1l.cho y 4 v.aras­
y 4 puntos de alto.
125 Medía 42 vara,s de largo por 7 de ancho y 12 de alto. Testimonio que acompaña.
a una carta del Arzobispo al Rey, en Manila, a 20-VI-1777. (A. G. l., Filipinas, 641).
126 Testimonio citado en la nota 130, folios 92 y siguientes.
127 Folio 49 v.0 del testimonio citado en la nota 195.
128 Vid. capítulo I, not:. 43.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 285

un bando concediendo dos años de plazo para que los habitantes del
.Parián, Dilao, Santiago, San Migu�l y_ San Antón se trasladasen a
-Otros lugares, y se demoliieran todos los edificios de estos arrabales,
tanto los de cantería -:-<IUe eran muy pocos-- como los de caña y
nipa. 13° Pero los intere�ados sacaron a relucir la real orden de 1785
.antes aludida, y en diciembre de 1790 no sie había hecho nada toaavía.
En esta fecha 1 3 1 el Gobernador pide informe a los ingenieros Sanz
y Clavero quienes opinan que no debía esp�rars,e más tiempo pues las
tantas veces mencionadas iglesias del Parián, Dilao y hospital de San
Lázaro eran edificios capaces de sostener baterías die artillería y de
ocultar las operaciones d,el enemigo, y por otr:J. parte su fortaleza
'impedía verificar la demolición rápidamente, por lo que ,estimaron con­
venient e no esperar a que se presentase el peligro de un ataque. En vista
<kl �llo, el Gobernador hizo pasar oficio al arzobispo recordándole lo
<lispuesto en el bando que promulgó, y pidiéndole manifieste si se en­
cargarían de la demolición los _párroco� y religiosos respectivos, para,
en caso contrario, ha,cerlo por cuenta del Re.y y bajo la dirici:ión de
los ingenieos militares. Después de nueva•s dilaciones, comenzó' al fin
el derribo de las dos parroquias, y sabemos que en marzo de 1791 x3.z
�taban ya casi demolidos ambos edificios, pasandq el pueblo- de Dilao
.al lugar llamado Paco, término de Santa Ana. 1 33

1.29 Real orden de 6-IX-1785 que se cita en el expediente que acompaña a una carta
del fiscal de lo civil y protector de indios, don Joaquín José Alonso de Texada aJ Rey,
en Manila, a rs-VII-1791. (A. G. l., Filipinas, 66.z),
130 Este bando, fechado en 15-VIII-1788 se incluye en los folios 16 a 17 v.º dd
"'Testimonio sobre remover fuera del alcance del cañón de la Plaza de M'anila los pueblo,
extramuros Dilao, Parián, San Antón, San Miguel y Santiago, y el que se siguió sobre
-el ,pueblo de la Hermita". Va con la carta de Alonso de Texada que se cita en la oo+:i
:anterior.
131 Decreto de 7-XIl-1790 (folio 47 v.0 del testi'.monio citado en la nota anterior).
El informe 4e Sanz, fechado en 9 del mismo mes y año, figura a continuación (folios
48 a 49 v.º) y seguidamente el de Gregario Clavero. (A. G. I., Filipinas, 66.z).
132 "Testimonio del estado que tenían a 28 de 'marzo los edificios de firme ,;itos en
'fos arrabales extramuros, mandados asolar y del estado que quedaban a .z8 de junio
�e 1791". Va con la carta de Alonso de Texada, que se cita en la nota 129.
133 "Testimonio del expediente sobre el nuevo asiento del pueblo de Dilao. 1791".
"También anejo a la carta citada en la nota 129.

X
EL PUERTO DE CAVITE EN EL SIGLO XVII

"Es Cavite una punta cercada del mar


por todas partes salvo una entrada muy
llana que le queda por tierra, que debe
tener doscientas brazas de mar a mar".
Don Juan Niño de Távora, en Manila,
a r-VIIl-r6z9 .



La fortificación del puerto

Al �uroeste de Manila, se •encuentra el puerto de Cavite, 1 en una.


lengua de tierra arenisca d� legua y media de largo y tan sólo media
<le amplitud en su parte más ancha.
La importa,ncia estratégica d,e¡ dicho puerto se refleja en los docu·
menlos de le>s siglos XVI y XVII, y se demuestra en �l hecho de que
todos los ataques dirigidos con.tra la capital, tuvieron a Cavite por
primer objetivo.
La ciudad de Manila, en carta al Rey� lo llama "la llaue de es.tas
islas" ; "� este Puerto consiste la manutención de las Yslas Philipi•
nas", dice el fiscal del COI11s,ejo de Indias, al informar sobre un expe·
diente de f�rtificación de Cavite, 3 y el obispo-gobernador fray Juan
de Arechederra lo llama "llave y d�fensa de esta Ciudad" de Manila. 4
Por ello, la fortificación de Cavite fu� considerada siempre diel
mayor interés y en ella se invirtieron gruesas sumas de dinero.
En 1591 el gobernador Gómez Pérez Dasmariñas, oomprend�dJ
el valor de su posición, dice que en Cavite debía hac�rse un fuerte "de
no menos importancia !Sine> antes de más" qwe, el d� Manila, "por ser
el puerto desta Ciudad y adonde a de procurar entrar cualqui�r enemi•
go que a ella venga, por no aver otro en toda esta bahía". s

1 Los naturales llamaban Cauit a esta lengua de tierra, a causa de su forma, porque
en su lengua significa "garfio". De aquí se derivó Cavite.
.:a La ciudad de Manila al Rey, en 6-VIIl-1650. (A. G. l., Filipinas, 31).
3 Informe del fiscal del Consejo de Indias, sobre un expediente de fortificación de
-Cavite enviado por el gobernador Domingo de Zabalburu, con carta al Rey, en Manila,
.a 20-V-1702. (A. G. l., Filipinas, .124).
4 El Obispo-gobernador fray Juan de Arechederra al Rey, en Manila, a 3-VIIl-1747.
(A. G. l., Filipinas, I 52).
5 Gómez Pérez Dasmariñas al Rey, en Manila, a .:11-VI-1591. (A. G. l., Filipinas, 6).

(19)
290 M.• LOURDES DÍAZ-TRECBUELO SPÍNOLA

El Rey ordenó la construcción � e¡¡te fuerte, ya comenzado por


los años de 1609 a 1610., en que fue remitida su planta; a causa de la
escasez cle gente para guarnecerlo, no se 1<: trazó muy gr ande, pero con
todo, la obra iba. despacio por falta OO. dinero, y por tal motivo, cum­
r.liendo órdenes reales, se había �rito al Virrey de Nueva España,
remitiéndole el presupuesto que a&cendía a seis Q sieoo mil ducados.
Se indica también que los baj� de dicho fuerte podrían servir
para almacenes de pertrechos y a�rezos de la'S naos, que aún no los
había en Cavite. 6
El año 1628, los buques que arribaron a Filipinas, procedentes d�
Nueva España, llevaron la noticia de que en el Perú ieran ·esperados
cuarenta bajeles holandeses e ingleses, siendo de temer que luego se
dirjgies� sobre Manila. Este a':iso, repetido por la vía de Malaca,
movió al gobernador don Juan Niño de Távora a convocar Juntas de
Guerra y Hacienda en las que se acordó reforzar en lo posible la for­
tificación del puerto de Cavite. Por carta del citado gobernador 7 sabe•
mos que ise hiw un fuerte de cuatro medios caballeros, capaz para
doscientos hombres y_ con buenos terraplenes en que podta jugar la
artillería. Dicho fuerte era de piedra, y estaba sobre la marina, a un
lado de la bahía.
En el lado opuesto se hizo un re<lucto, situado frente al fuerte"
unido a él por una estacada. Delante de ambas fortificaciooos, a una
distancia de treinta pasos, se construyó una estrada encubierta con sus
traveses, quedando así defendido el frente de tierra.
Hízose también una explanada a la entrada del puerto y en ella:
se pusieron cuarenta cañones "con su espalda delante". Una carta de
la Audiencia de Manila 8 confirma todo lo dkho por don Juan Niño
de Távora añadiendo que estas obras se hicieron. a poca costa de la.
real Hacienda, "cqn algunos arbitrios del Gobernador".

Los proyectos de t 659


Durante toda la primera mitad del siglo XVII, no se dejan de ha·cer
obras de fortificación en Cavile, aunque la:$- noticias sobre ellas exis•·

6 Fragmento de una carta, sin fecha ni firma, que debió ser escrita entre 16c,5 y
1610. (A. G. I., Filipinas, 7).
7 Don Juan Niño de Távora al Rey, en Cavite, a 1-VIII- 16.29. (A. G. l., Filipinas, .21).
8 La Audiencia al Rey, .23-VII-16.29. (A. G. I., Filipinas, .21).
=.,
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 291

tentes dan la impresión,� que por falta de un plan cl,e conjunto y de


una dirección técnica COOJpetente, s e malogran los esfuerzos y se invier•
te gran cantidad d e dinero en intentos desarticulados.
Así por �jemplo, sabemo& que en 1636 se estaba construyendo
un baluarte en el puerto de Cavite, 9 y en 1650 la ciudad 10 pondera
la necesidad de fortificarlo, pues sólo contaba con "una mala fuerza"
que se debía demoler para construir otra· ien lugar más conveni-ente.
También el gobernador don Diego Fajardo en carta de 4 de ag1Jsto
de 1650 insiste sobne este punto. No -hemos visto dicha carta, pero
está resumida ien el informe del ingeniero Juan de Somovilla Tejad-a
que más adelante estudiaremos u y en ella dice qu e era urgente forti­
ficar el puerto de Cavite, cuya única defensa ies "una force(juela p�ueña
y biejísima" que al retirarse el mar había quedado tan dentro de la
punta, "que viene a ser una casa particular, como se expieri11J.entó cuan­
do fue el holandés el año de 641 a acañonearla".
Provisionalmente Fajardo hizo cercar el fuerte d e una empalizada
de mackora:s débiles y no pudo acometer la fortificación de la plaza por
falta de medios económicos, pero era muy necesario hacerlo, pues si
Cavite cayera en podter del enemigo "se verían aquella51 provincias en
manifiesto riesgo de perderse por faltarles aquel puerto".
Sin duda esta carta <lió motivo a la expedición de una real cédula
en 11 de julio de 1654 121 ordenando al gobernador de Filipinas, que
remitiese planta del estado actual de la fortificación de Cavitie y de lo
que sería necesario hacer para po�lo en defensa, con informes técnicos
de ingenieros y oficiales reales, y presupuesto de su coste.
Cuando dicha real cédula llegó a Manila, en 1659, gobernaba ya
aquellas Islas don Sabiniano Manrique de Lara, que e n su cumpli­
miento ordenó 1 3 al castellano de Cavite, Jerónimo de Fuentes Cortés
que en unión de su teniente Juan de Pereña, y del capitán de artillería;
Pedro Barrón, estudia1se sobre el terreno lo que sería necesario hacer,.
remitiéndole sus informes y planta!¡, de la:s fortificaciones existen�s y

9 Don Sebastián Hurtado de Corcuera al Rey. en Manila, a 30-VI-1636. (A. G. I.�


Filipinas, 8).
re La ciudad de Manila al Rey, en 6-VIII-1650. (A. G. L, Filipinas, 31),
II Vid. nota ,17.
u Real cédula, en Madrid, a n-VII-1654. Incluída en testimonio de autos sobre
fortificación de Cavite. (A. G. 1., Filipinas, 9).
13 Por decreto de .23-V-165_9, que figura en el testimonio citado en la nota anterior.
292 M. • �OURDES DÍAZ·TRECHUELO SPÍNOLA

<l.e las q ue se proyectaban (figs. 153 Y 154). El 19 de junio de 16 14


, _ , , 59
Jero�1mo de F uen tes Cortes -envia al Go�rnador los informes y planta s
_ _
solicitadas, y en la carta que los ac9mpana_ d1c, e que ttlvo j unta con los
suje tos ya in dicados y con el a lmirante Francisco García del Fresno
y " otras personas prácticas en cossas de l a guerra ", que estudiaron
concienzudamen te el terreno, midkndo las distancias "con todas las
atenciones que el caso requiere".
Como resultado de todo ello le remitió por c uadr uplicado la planta
<l.el ie1;tado actual de las fortificaciones y la del proyecto propuesto, j unto
con los pareceres de ca da uno de ellos. Por el informe de Fuentes Cor­
tés po<lemc,s formamos idea exact<1 de la fortificación entonces exis,,
tenw en Cavite, pues la describe deta\ladamen te.
El castillo de San- Felipe, fue la primera fortaleza qu e se hizo en
aquel puerto, por los años 1009 a 161'6, en que go�rnó don J uan d e
Silva ; ,era una fu erza cuadrada, de cuatro baluartes, y con un necinto
die doscientos veinte pies. Construída "en la punta de la rivera que mira
al p uerto y ciudad de Manila ", el mar •se había retirado tanto por
aqu ella parte, q� a la sazón se encontraba a novecientos pies de la
orilla. Por tal motivo se estaba haciendo entonces j unto al agua un c ubo
o plata forma, capaz para diez cañones, llamado de Santa Catalina
Már tir.
Por detrás del pueblo de Cavite, en la parte más iestrecha a.e la
lengua de tierra, existía un foso de ochen ta pies de ancho, que se exten·
día de mar a mar, guarniecido por dos cubos redondos de ochénta pies
de diámetro y treinta de alto, situados uno a cada ex tremo del foso.
Dichos cubos carecían de casamata, y estaban unidos eritre sí por una
cortina de ocho pies de espesor, q ueda,ndo entre esta m uralla y el foso
un "an;ón" o barbacana de treinta pies de ancho. Llamábanse N uestra
Señora de la Conct;pci6n, el del norte, y N ues tra Señora del Rosario,
el del extremo op uesto del foso. Por la costa septentrional de Cavite,
y partiendo ck-1 cubo de N uestra Señora de la Concepción, corría un
ti:.ozo de muralla de mil doscientos cuarenta y sie� pi es de longitud y
<le una braza de altQ, que llegaba hasta la iglesia de la Compañía de

14 Jerónimo de Fuentes Cortés al Gobernador, en Cavite, a 19-Vl-1659. (A. G. I.,


Filipinas, g.). A esta carta van unidos su parecer, y los del almirante Garcia del Fresno-
y capitán Juan de Pereña.
Fig. 154.-Plano de Cavile que expresa las nuevas fortificaciones que debían construirse para ,u defensa. Remitido junto con el anterior por don Suuiniun. Manrique de Lara. 1659.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 293

Jesús. En el centro de e,sta cortina se hizo un pequeño cubo cLe treinta.


'pies de diámetro, cuyos cimientos estaban carcomidos por las aguas.
así como la muralla, a trechos derrumbada por esfar toda esta fortifica­
ción demasiado próxima al mar.
Frente al balua� San Felipe del castillo de este nombre, estaban
las ruinas de las casas reales, construídas de cantería, y junto a éstas,
por la parte del mar, había una plataforma baja, capaz para ocho ca_ño­
nes. Esta plataforma se hallaba en mal estado y ya se había dado orden
de repararla.
Tal era el conjunto de fortificacionies existentes en Cavite, bien
escasas y defectu-osas, por lo que urgía completarlais y robustecerlas.
A continuación, el castellano de San Felipe expone lo que a su
juicio debe haoerse para poner en ddensa el puerto :
Comienza dickndo qu e la fortificación ha de cubrir una extensión
de cuatro mil doscientos treinta pies de longitud, que es la distancia qu:!°
hay des.de el cubo de Santa Catalina Mártir al de Nuestra Señora de
la Concepción por un lado, y desde aquél al die- Nuestra Señora del
Rosario por el otro, porque todo este terreno estaba ocupado por la
población en la que había una parroquia y cuatro conventos : San Fran•
cisco, Santo Domingo, la Compañía de Jesús y San Nicolás.
El frente de tierra: Era éste el más expuesto, porque aunque se•
gún piensa Fuentes Cortés, no sería fácil un desembarco por la ense•
nada del puerto de Leiton, sí lo era en la parte situada �ntre la Estan•
zuela y la punta del Sangley (fig. I 56), terreno llanísimo, sin un árbo'I,
y a donde no alcanzaba la artillería de Cavite por encontrarse a más.
de media legua de distancia.
Por tanto sólo por el frente de tierra podía sier atacada la plaza
poniéndole sitio y batería, razón por la que se habían hecl1o allí ei fOtSO,
y los cubos y cortina ya citados, pero esta defensa era muy débil, por
carecer dichos •cubos, como sabemos, de traW!'ses y casamatas, y por ser_
la cortina •sencilla y sus parapetos endebles y capaces ~para poca gente.
Señala también Fuentes un gran defecto de esta fortificación; que
no podía qarsie la mano con �l castillo d e San Felipe, por impedirlo las
iglesias y conventos de la Compañía de Jesús, Santo Domingo y San
Francisco, edifi_cados tan a la orilla que batía en ellos el mar.
Propone la construcción de dos baluartes, uno a cada extremo
del frente, con caisamatas, orejones y traW!'ses, dejando embebidos én
294 M.• LOURDES DÍAZ-TRECHtrELO SPÍNOLA

ellos los cubos existentes, y levantando ésto� ocho Q diez pies para que
sirvan de caballeros a dichos baluartes. ' - �
La cortina debe hacerse d,e. más espesor, aprovechando la que había
y levantando la del arzón del foso con su correspondienre escarpe.
Terraplenando la barbacana de treinta pies de ancho, que había
entre .el foso y la ·cortina, quedaría ésta capaz para parapeto doble.,
pudiendo ponerle artillería y quedando la gente a cubierto. De este
modo, la cortina se levantaría junto al foso y se aprovecha,rí4 la misma
estrada encubierta que sie. estaba oonstruyend<?.
El frente norte, o de la marina: En esta parte considera necesario
el Castellano que se haga una muralla sencilla, con algunos cubos a
convenienoo distancia, capaces para dos o tres piezas de artillería de
a dieciocho libras de bala. Dichas piezas defenderían la cortina y lim�
piarían mutuamente los traveses de los cu�s, con lo que quedaría--bas­
tante fortificado este frente, ql.lle' sólo desd e el mar podía ser atacado,
ya que en él era casi imposible un desembarco.
La Punta de la Ribera y el .Castillo: Para fortificar la punta sa­
liente, propone oonstruir, además del ya comenzado cubo die Santa
Catalina Mártir, otro frente a la punta del baluarte de San Agu stín
del castillo de San Felipe, con lo que quedaría bien defendida iesta parte,
que cuenta también con los baluartes de Santiago y San Felipe de la
citada fuerza. Esta tenía un importante· padrastro en iel convento de
San Francisco, situado a ciento cuarenta y cuatro pies del baluarte
de igual nqmbre, lo que constituía un notable defecto de la fortificación.
El frente sur, o de la bahía: En esta parte existían las ruinas de
las Casas Reales, que Fuentes propone aprovechar en la coristrucción
de un orejón que haga casamata hada la fuerza, y un baluarte superior
a la plataforma ya hecha. Dicho baluarte se daría la mano con el pro•
yectado donde estaba el cubo de Nuestrá.. Señora del Rosario, y entre
ambos se correría una cortina por la orilla,· con dos cubillos, y travieses
a trechos. Con esto y con hacer qtra cortina desdtei la plataforma al
castillo y desde éste al cubo de Santa Catalina, quedaría la plaza cerrada
y en defensa.
Para llevar a la práctica este proyecto, de acuerdo con la planta
trazad·a, era impnescindible tomar de los conventos de la Compañía de
Jesús; Santo Domingo y San Francisco, el terreno necesario para que
la cortina y cubos pudieran hacerse en suelo firme, y se evitara su de.s-
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 295

tracción, como había ocurrido a la cortirn.\ hecha de�de iel cubo de Nues·
tra Señora de la Concepción hasta la Compañía.
Dice Fuentes que no se causa.ría perjuicio notable a ninguno de
Jos tres edificios, pues del de San Francisco sólo sería pnedso tomar
algo de la huerta, y tal vez nada; del de Santo Domingo se tomaría
parte del convento, pero no se llegaría a la iglesia, y ·disponía de b:,rce_•
no bastante para sustituir la parte derribada; y de los jesuitas. se tomaría
la sacristía que podría hacerse en otra parte, pues también era sobrada
la capacidad del solar que les pertenecía.
El parecer de García del Fresno, refleja la profesión � su au·
tor; el almirante se ocupa sobre todo de estudiar las posibilidades de
un ataque por mar, y •comienza por describir oon gran detall.te la bahía
"''para la inteligencia de su planta y fortificación", haciendo resaltar que
.el frente norte, que mira hacia d mar abierto, es el único que pwede
ser atacado por navíos de gran porte, y batido por su artillería, razón
por la que ha de cuidarse más su fortificación.
En cambio, el frente sur que cae sobre la bahía, sólo podría
ser atacado por pequeñas embarcaciones, debido al esca� fondo allí
existente.
Propone iel almirante. cerrar con estacas en línea recta hasta la
desembocadura del río Vinacaya (fig. 156), situada enfrente, cosa fácil
-por la poca profundidad de este paraje. Con ello se evitaría que el·
enemigo pudi ese ientrar en el interior de la ensenada y hacer un desem­
barco e n ella, para atacar la plaza por tierra.
El tono general de este informe es de gran optimismo, pues según
-él, la topografía ha,ce de Cavite una fortísima plaza, casi imposibLe de
�xpugnar, porque el único sitio por donde se le puede poner batería
es el frente de tierra, y ejecutando ie.n éste las fortificaciones propüestas
por el Castellano, estará bien deíendido.
El resto de la ciudad queda rodeado de agua y hay tan poco calado
que sólo friente a la punta más avanzada podrá!} llega-r nav_íos de gran
porte, que la batan con su artillería, y por esta parte no será muy per­
judicial a la plaza dicho ataque, y sí en cambio muy costoso al enemigo
"'�según la experiencia nos enseñó el año de quarienta y siete con bateda
<¡ue puso el enetnigo por dicha punta".
Por los frentes norte y sur, el poco espacio queda entre la muralla
y el mar hac,;i. imposible todo desembarco. Por ello cree que en el lado

,

296 M.• LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

de la bahía será suficiente construir un revellín o reducto en el centro


que dé la mano a. 10& dos caballeros que se harán uno a cada extrem;
-
de dicho frente.
Para la parte que mira al mar, propone dos revellines, o bien un
revellín má,s próximo al caba,lk,ro de la punta, y un pequeño cubo
entre aquél y el caballero del frente de tierra, para que �ste lado que
ofnece mayor peligro, qu�e más fortificado.
La opinión de Juan de Pereña se aju�ta por compkto a la de­
Fuentes Cortés, añadiendo sólo que estima conveniente la construcción
de un baluarte de piedra en la barra d� Bacor (fig. 156), capaz para seis
piezas de artillería. En dicho baluarte se podrían alojar los socorros
de víveres, municiones y gente enviados de Manila por tierra, y desde­
allí fácilmente se transportarían a Cavite atravesando la ensenada en
embarcaciones de poco calado.

Parece-res de Ricardo Carr y de Juan de Somovilla


Recibidos por don Sabiniano Manrique de Lara, todos estos infor­
mes y estudios los remitió al Rey con carta de 20 de julio de 1659 1 s­
y con los planos ckil estado actual y de las fortificaciones proyectadas,
haciendo notar que como oomple�to al plan, se propone la coI11Struc­
ción de tres reductos, uno � Bacor, otro en Vinacaya y el tercero en
la punta del Sangley, para impedir un desembarco y asegurar las comu-­
nkaciones con Manila por vía ter�tre.
Dice también qu� la guarnición de Cavite era muy escasa para su.
recinto, y que no había en Filipinas ingenieros militares, por lo que las­
fortificaciones se hacían por los mismos soldados, sin otra guía que su
experiencia.
Por último da cuenta del presupuesto del proyecto presentado que
se ,calcula en más de cincuenta mil pesos.
Todo este expediente st vio en ,el Consejo a 20 de mayo de 166z
y fue remitido a Junta de Guerra, que lo �xaminó en 14 de diciembrn­
del mismo año, a.cordando pedir informe. técnico al ingeniero holandés.
Ricardo Carr, que se encontraba preso en Madrid, y luego qu� se remi-
1:iese todo a Juan de Somovilla Tejada para que informase a su vez..

15 Manrique de Lara al Rey, en Cavite, a 20-VII-1659. (A. G. I., Filipinas, 9).


�I\·
� .
Fig. 155.-Proyecto de fortificación de Cavile, por Ricardo Carr. 1663.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS

Ricardo Carr emitió su informe, acompañado � un plano, 1 6 a


comienzos del año 1663.
En relación con lo propuesto para el frente de tierra, opina que
se deben demoler los dos cubos existentes, ien lugar de dejarlos embe-­
bidos en los baluartes como proy�tó Fuentes Corté�. Con los, materia­
les de dichos cubos, cree que deben hacerse dos medios baluartes, y por
la parte interior sólo una simple cortina, pues de este modo, si el ene­
migo se apoderase de dichos rmxl.ios baluartes, no podría defenderse en
ellos contra la ciudad y castillo de San Felipe.
Para· el caso de que fuese ocupado el pueblo de San Roque y s�
pusiese en él batería contra Cavite, ,es necesario hacer en esta parte,
frente al foso, una media luna y estacada, o mejor aún en lugar d:!
ésta, un foso de �gua viva. Pero como solución' inmediata y de mayor
economía puede hacerse la estacada mientras no s,e pueda abrir el foso.
Con esta fortificación quedarían asegurados. los baluartes. de N ue_c;•
tra Señora d e la Concepción y del Rosario y la puerta de entraaa a la
ciudad.
En el plano diseñado por este ingeniero (fig. 155) se señalan tam­
bién varios puntos de la, costa ie.n que aconseja que se eche piedra
muerta para resguardar a las fortificaciones de los embates del mar.
Dichos puntos son los flancos que miran al mar de losi dos baluart,es.
citados. la porción de costa frente al baluarte de San Felipe, del castillo,
y la situada al pie die la plataforma frontera a las Casas Reales, asi
-como en la costa ,norte, delante de dos baterías que proyecta.
De este modo cree que se evitará el peligro de que el agua del mar
las arruine, "que esto lo digo por Esperiencia que tengo de Cartagena
de las Indias en el tiempo que estube allá". Señala luego como defecto
capital de la fuerza de San F,elipe, �u carencia de foso y aun de empa­
lizada, que le permita defenderse de un desembarco imprevisto o incluso
de una insurrección del pueblo.
Apruebá pbenamente, tal como está en el plano que se le entregó
para su estudio, la plataforma de las Casa,s Reales, y e.n cambio rechaz::t
por completo el proyecto de hacer cubos o torr,eones de trecho en trecho
de la muralla, por su mucho ga_.sto y poca capacidad para la artillería

16 "Parecer y opinión del Capitán Ricardo Carr, olandés, tocante a la fortificación


del puerto de la ciudad de Cauite". Año 1663. (A. G. l., México, 39).
M.ª LOURDES DÍAZ·TRECHUELO SPÍNOLA

y porque al suprimirlos se evitan pleitos con las comunidades religiosas


a quienes perjudica est� proyecto.
En cambio, propone la construcción de dos baterías, una próxima
al convento de Santo Domiµgo, y otra a la mitad de la distancia que
queda entre ésta y el baluam, de Nuestra S�ñora de la Concepción.
Para que la p1a,za quede �n defensa en poco tiempo, cree que en
lugar de muralla debe haoerse en los frentes marítimos una empalizada
muy sólida, y luego, poco a poco, podrá hacerse la muralla empleando
en el�a t:l material más fuerte que se encuentre ¡e,n el pafu..
Considera de más daño que provecho el cubo proyectado frente al
baluart,;i de San Agustín d�l castillo, porque perjudica a la defensa de
.éste, y propone en cambio la construcción de do� baterías en esta parte,
una junto a San Francisco y otra más próxima a 1a punta de la ribera,
con objeto de evitar que por aquí pueqan acerca,.rse los barcos enemigo s
a cañonear el castillo, como ya había, ocurrido en alguna oca•sión.
Finalmente, da por bueno y aprueba el cubo de Santa Catalina
Mártir, por �star ya hecho, pues, si no, cree que sería acertado hacer
en este punto un baluarte ,con b®Oa artillería para mejor defensa.
Coincide Ricardo Carr con to� pareceres de García del Fresno
y de Juan de Pereña en cuanto a la importancia estratégica d� la des•
�bocadura del río Bacor, y cr� que debe fortificarse muy- sólidamente
est� punto, y cerrar el río con estacada, así como el de Vinacaya.
- También considera acertada la propuesta de cerrar el puerto con
empalizada conforme indica el almirante García del Fnesno a cuyo
parecer se remite en este punto.
Después de informado por Ricardo Carr, el expedlenw de fortifi­
cación de Cavite pasó a estuqio de Juan de Somovilla, que con fecha
11 de febrero de 1663 1 7 expuso su pareoer, al que acompaña un
plano (fig. 156).
Coincide con el anterior en cuanto a la demolición de los cubos:
del frente de tkrra y también cree qiw pueden suprimirse los orejones
y casamatas de la parte exterior de los nuevos baluartes, porque tenienclo
delante el foso, de ochenta pies qe ancho, bastará con los traveses que
flanqueen la cortina y el frent� del baluarte opuesto.
Mucho menos necesarios estima los orejones y casamatas por la

17 Informe de Juan de Somovilla Tejada, en Sevilla, a 11-II-1663. (A. G. I., Mé­


:xico; 39).
ARQUITECTURA ESP.úiOLA EN FILIPINAS

parte interior, bastando cqn correr la contramuralla con las subidas a


los baluaroos, disminuyendo con esto de modo notable el cost� de
la obra.
En cuanto al resto de la fortificación de este frente, aprueba el
plan propuesto de engrosar la cqrtina de la barbacana lo necesario para
levantarla a la altura de veinticinco pies, "escarpando de cinco uno".
A dicho nivel se construirá el cordón y &<>bre él cuatro pies a plomo,
que sirvan de parapeto, el cual, isiendo de cantería, bastará que tenga
<liez pies de grueso. Con la indicada altura de cuatro pi�, la artillería
podrá quedar a barba sobre él y sfo troneras.
Para: la circunvalación de la playa, propone, en vez de muralla,
como Fuentes, o de empalizada, como Ricardo Carr, "unos lienzos de
trincheras a plomo" de siete pres de grueso y quince de alto, y que
sobre ellos 1se levante un parapeto de cuatro pies de elevación por dos
<le espesor, con lo que qu,edarían libres cinco pies del grueso del muro
para formar un camino que cqmunique entre sí los puestos, y que pueda
guarnecerse de mosquetería cuando fuere necesario.
En lugar de los cubos que propuso Fuentes Cortés, cree Somovillé.
<}Ue deben. hacerse plataformas con sus traveses, que sirvan de baluartes
a las trincheras que proyecta. Dichas platafonnas deberán tener veinte
pies de altura hasta el terraplén, y a partir de és,tie, se levantará un
parapeto de cuatro pies de alto por cinco de grueso. La artillería ae
estas fortificaciones flanquearía el mar por ambas bandas defendiiendo
también el surgidero y su entrada.
Coincide con Ricardo Carr en con&iderar inadecuado el cubo de
Santa Catalina Mártir, pero comó va estaba hecho, propone utilizarlo
como una <lJf1 las plataformas proyectadas.
En cambio difiere de su colega en lo que se refiere al castillo de
San Felipe, que considera absolutamente inútil para la defensa � la
plaza, llegando a decir que es inclusq perjudicial a ésta, por lo que .en
.su opinión debiera ser demoliclo. Con iesto �� conseguiría ganar espacio
para la población, bien estrechada por el mar, y. los materiales resultan•
tes del derribo servirían para las obras proyectadas, con el <;onsigu iente
:ahorro. Es esta la principal novedad que ofrece el dictamen d& Somo­
villa con relación a los anteriores.
De acuerdo con el parecer d-e Fuentes Cortés, dice que para correr
la cortina se ha de tomar lo necesario � los conventos ya citados, y
300 M.• LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

con Ricardo Carr, afirma que en los ángulos más salientes de la forti­
ficación debe echarse piedra muerta para defenderlos ck,l mar.
Por último da su opinión en cuanto al baluarte de pieclra pr0puest�
por Juan de Pereña en la desiembocadura d�l río Bacor. Somovilla cree
que debe hacerse un reducto con muy buena artillería, " po rque siendo
ciertas las distancias que se ponen en las plantas, no hay más que dos
mil pies de la playa a la boca de dicho río", ·distancia que puede ser
ffu:ilmente alcanzada por el tiro de cañón y así cubrirá el surgidero de
los navíos, que no podrán desviarse d� su línea de fuego por el poco
fondo qu,e hay en la ensenada y no les quedará otro camino que salir
fuera, hacia ef mar. Por ésta razón estima que un reducto será su'fi�
ciente, en lugar del baluarte proyectado.

La ejecución del proyecto

Puede afirmarse que ninguno de los pareceres estudiados fue se­


guido en su totaliÓad, sino que se tomaron algunos puntos 'de cada uno
de ellos, aunque las noticias ck, �stos años son confusas..
Don Sabiniano Manrique d e Lara, en agosto de 1663 18 comunica
que se había levantado desde sus cimientos, sobre la puerta del castillo
de San Felipe, un ,cabalbero con capacidad para diez cañones. Estaba
terminado el cubo de Santa Catalina Mártir y a ciento noventa y un
pies del de Nuestra Señora de la Concepción se había oonsfruído otro­
de cuarenta pies ck, diámetro, que s� llamó de San Sabiníano. Entre:
éste y el de Santa Catalina se hizo una plataforma de madera, con
lo que quedaron terminadas las obras del frente norte. En el de la
bahía se lie'Vantó una plataforma de piedra a doscientos veintidós pies
de la fuerza, y otra de madera denominada de San J o&é. Hiciéronse
también estacadas de fajina, estradas encubiertas, fosos· y revellines
en las partes neaesarias y se completó el sistema defensivo con la <fe•
molición de cuatro iglesias y •conventos cuyos nombres no cita, per'J'
que han de ser los de San Francisco, Santo Domingo, la Compañía de­
Jesús y San Nicolás, que eran los únicos ie:xistentes en Cavite.
Teniendo en cuenta la fecha en que escribe, no hay d,uda de que
estas medidas Ete! adoptaron mientras en España se estudiaban los infor­
mes y planos remitidos por el Gobernador, pero a juzgar por las noti-

18 Manrique de Lara al Rey, en Cavite, a 4-VIII-1663. (A. G. I., Filipinas, .201).


ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 301

cías que da seis años después, en la ,circunvalación de la plaza se si­


guieron en parte los ·dictámenes d� Carr y Somovilla, pwesto que dicl!
.haber fortificado la ciudad con una esta,cada de terraplen y fajina en
redondo, con sus' fortines y plataformas a trechos.
El 15 de junio de 1685, el gobernador don Gabriel de Curuze1ae·
gui 20 informa al Rey del estado de las fortificaciones de Manila y
Cavite, acompañando su ,carta con testimonios de autos, uno de ellos
reíerenne a este puerto.
Por dicho testimonio sabemos que en 26 de abril del cit_ado año
.ordenó el Gobernador que se efectuase un reconocimiento d,e las forti­
ficaciones de Cavite, asistiendo él mismo con el fücal Esteban Lorenzo
,de la Fuente y Alanís, los generales, Tomás de Endaya y Francisco
González Zorrilla, sargento mayor Bernardo Endaya, almirante Fran­
cisco Lezcano, el -sargento mayor Alonso de Ponte y Andrade --enton•
ces Castellano de Cavite- y el capitán Francisco Ponce, cabo supier•
intendente de Obras Reales. El 28 d� abril fue realizado dicho recono·
miento y de sus resultados �ie deduce que no se habían demohdo los dos
-cubos del frente de tierra, ni construído los medios baluartes propues­
tos, pues aunque al enum�rar lqs reparos necesarios se habla d,el ba•
1uarte de la Puerta Vaga 21 que mira al norte, el examen de los planos
posteriores demuestra que seguían existi�ndo sólo los antiguos cubos
redondos.
Refiriéndose al de Nuestra Señora de la Concepción, se dice que
el pretil del cubo "necesita. sacarle simiento para resguardo de dicho
baluarte y adeser en cercQ lo que coge dicho Baluarte un estado de
alto poco menos fuera de los simiientos para que emparexe con los pe­
.dai;os que an quedado en pie".
También el cubo del frente sur -Nuestra Señora del Rosario-­
necesitaba se le reparase d cerco en partes y en otras sacarlo de ci­
mientos, y reparar el pretil del foso "una piedra en alto".'
En el frente norte se habían hecho dos baluartes, uno junto a la
igkosia de la Compañía, llamado de San Nicolás., y otro a la espalda
del conv�nto de Santo Domingo, llamado de San Sabiniano, y ambos
necesitaban r�construirse desd� los cimientos.
·19 El oidor don Juan M'anuél de la Peña Bonifaz, gobernador interino, al Rey, en
:Manila, a 16-I-1669, (A. G. l., Filipinas, 23).
20 Gabriel de Curuzelaegui al Rey, en Manila, a 15-VI-1685, {A, G, l., Filipinas, 13).
2t Vaga o baga, significa "nueva" en tagalo.
302 :M.ª LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

1-:a plataforma que gu�:-nece las galera� d� los forzados "hay que
escarp1arla toda en redondo por estar conudas las piedras por los gol­
pes de mar, repararl� el parapeto y echar en el suelo hormigón "para
que empareje", pues por ser de piedra el terraplén no podía jugar bien
la artillería.
También fue examinado el castillq de San Felipe, cuyos cuarteles,
de madera y tejas, iestaban arruinados, así como la vivienda del Tenieñ­
te, y necesitaba un nuevo almacén con capacidad para di�z mil cabanes
de arroz.
Pero lo más necesario era cortar el avance incesante del mar que,;
amenazaba destruir el puerto, y para �llo se propone la construcción
de dos lienzos de iestacada.
Llevado todo el asunto a Junta de Guerra, en 5 de junio del mismo
año se declararon urgentes �tas obras, con fu que pasó el exped�te
a Junta <kl Hacienda y se dio vista al fiscal, cuyo parecer fue favorable
al comienzo inmediato d-=i los trabajos '!l-i se disponía de fondos para:
ello; añade que el Gobernador d�bía design ar un ingeniero para diri­
girlos. No lo había entonces en Filipinas, y fue nombrado el propio.
cas, tellano de Cavite Alonso de Ponte y Andrade, en Acuerdo Generar
de Real Hacknda celebrado el día 9 de junio.

Las obras de Cavíte durante el gobierno de Cruzat y Góngora


La proyectada obra de estacas, para q�fender el castillo de San
Felipe, no llegó a comenzarse siquiera, según refier� Curuzelaegui za
porque, después de decidida �u �jecución, se presentó al Gobernador
un capitán llamado Felipe Ferrer, "ent�ndido en el ar� de architectura"
y ofreció hacer la obra de defensa en año y medio, con cajones de­
sillería, si se oo. daba la gente y los materiales necesarios, comprometién•
dose a dirigirla personalmente sin retribución alguna.
Curuzelaegui pidió informes sobre �ste proyecto al almirante don
Pedro d e la Pt;ña Maceda, al capitán Francisco Ponce y al maestre di:,,
campo don Antonio Coria, personas peritas en arquitectura, y todos­
opinaron que de esta ·manera resultaría la obra más duradera, aunqu�
también más costosa, pues se presupuestó �n cien mil pesos.
Fue estudiado el asunto en Junta de Guerra, a la, que asistió el ex.

z.a Gabriel de Curuzelaegui al Rey, en Manila, a a5-XIl-1687. (A. G. I., Filipinas, 13),
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 303

gobern ador don Juan d e Vargas, que, excomulga do E:Or..�1 ·arzobispo


de M anila, vivía f� de la ciudad en compieto aisla miento, p ero Curu-�
z elaegui solicitó y_ obtuvo del prelado el p ermiso necesario . para qu e
pudiera acudir a esta Junta y a otra s, con obj eto de a prov echa r su gran
exp eriencia e n iestas materi asp
El a cu�rdo d e la Junta fue t ambién favorable al proy ecto de
F errer y asimismo el de la Junt a d� H a cienda , a la qu e pasó lu ego el
asunto, pero cuando el Gobe rnador �stab a adopt ando las me-didas nec e­
s arias p ara dar coini enzo a las obras, F elipe Ferrer fu e apre sado por
unos pira tas y todo quedó paralizado d� momento , aunqu e no fue
a b andonado el pla n.

Y por si fu era poco este contratiempo, un terremoto, ocurrido d


5 d e octubre d e 1687, a rruinó los almace n es reales del pu erto, l a g alera
de los forza dos y los cuárteles dtel ca stillo de S an Felip e, d estrozos cuyo
reparo, de ne cesid ad absoluta, se t asó �n dos mil noviecientos ochenh
p esos.
Cu ando el Gob ern ador escribe al Rey est as notici as 2 3 estaba n ya:
casi a c a ba dos los alma � es. y las demás obras adelantad as, esp erando
qu e costarían menos de lo previsto.
En dici embre de 1688 ,entró a servir la plaz a de �ast ellano d e
C avit e Francisco de Atienz a y Vañes, quien dio cuenta a l R ey die!
�st ado de todás las fortificaciones de aquel puerto t;n c art a de 1 S de
junio de 1689. .24
Al año siguient e tomó pos.esión del gobierno de Filipinas don
Fausto Cruzat y Góng or a, quien recibió una real cédula en 1694 moti­
vada sin duda por la r epres entación antes cita da d el C a st ellano. De
acu erdo ambos, comenzó �1 a copio de mat eriales par a las obr a s, pero
las mad eras prepara das al e fecto fu eron empleada s en otros usos p or
el ma estr e d e ca mpo Tomás de Enda ya , enc arg ado de la fábrica de
embarcaciones, y aunque Atienza puso el h echo e n conocimi ento del
Gobernador, ést e ni siquiera le cont estó.
Al fin, por @Creto d e 9 d� marro de 1695, se l e ordenó qu e infor-

23 El mismo, en la carta citada en la nota anterior, a la que acompaña un testhnoni().•


de autos.
24 El propio Atienza hace referencia a esta carta en una certificación fechada en.
Manila a ro-I-1702, que figu ra en testimonio de autos unido a carta de Zabalburu de
20-V-1702. (A. G. l., Filipinas, 124).
M.ª LO URDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

mase del estado del puerto, certificando lQ que se había hecho y lo que
,quedaba por hacer, y en cumplimiento de esta orden, Francisco de
Atienza manifiiesta lo siguiente: zs La situación del puerto se iba ha•
dendo cada vez más crítica y •�e encontraba más comido por el mar,
que en 1686, 4ño en que Curuzelaegui trató de reparar las fortificado•
nes ya arruinadas.. Era urgente deteruer los avances del agua y hacer
algunas obras de reedificación de fortificaciones, por lo menos lo más
esencial, junto con una serie de reparos menores que enumera y que
fueron los únicos que �l Gobernador mandó ejecutar, por decreto de
14 de mayo de 1695. En lo relativq a le\ obra fundamental se limitó a
mandar quia se acurriulas.en estos autos a los hechos por Curuzelaegui
para dar cuenta al Rey, como lo hace en carta de 5 d� junio def mismo
año.- 26 _ Por ella sabemos cuáles fueron 1�1$ obras realizadas en este
tiempo, todas de escasa importancia.
En el Castillo sie construyó un granero "que llaman Tambono de
Arrdz", con capacidad para ocho mil cuatrocientos cabanes., y una casa•
mata de bóveda de sillería de piedra de cincuenta y un pies de longitud
por dieciocho � ancho, para la pólvora.
Se había reedificado también tooo el cuerpo de guardia de la puerta
Vaga y en los lienzos de muralla de lo&i frentes norte y sur� construyó
en cada uno un garitón de ladrillo, madera y teja, para sustituir a los
que había, que eran � paja.
En el cubo d� Nuestra Señora dd Rosario se había levantado un
torreón de piedra y ladrillo robre bóveqa, que servía de atalaya para
descubrir la boca de! Mariveles.
En estas obras y en otras de menos cuantía se invirtieron diecisiete
mil ochocientos treinta y tres pesos y cinco tomines, que no salieron
de la Real Hacienda porque d Gobernador se valió para ello de diversos
medios. Tenía además en proyecto la construcción de nuevos cuarteles
dentro del Ca:stillo, y vivienda para el Teniente, lo que demuestra que
1o propuesto por Curuzelaegui no se realizó.
Habla luego del "principal reparo que nezecita el Puerto de Caui­
te", o sea de cómo detener el avance del mar para que "no le Acaue de
cortar como se. conoce lo ba haciendo, por el suelo que a robado y ha

25 Inf'orme de Francisco de Atienza, en Cavite, a 20-IV-1695, incluído en el'testimonio


que se cita en la · nota anterior.
26 Don Fausto Cruzat y Góngora al Rey, en Manila, a s-VI-1695_ (A. G, l., Fili-
1>inas, rz.2).
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 305

robando" y hace referencia al proyecto de Ferrer, afirmando que por


.su elevado coste no s� hizo nada, ni siquiera s e dió cuenta al Rey. Esto
último no es exacto, pu,esto que ya se ha visto que Curuzelaegui lo
refiere todo en la carta antes citada.
Don Fausto Cruzat y_ Góngora termina diciendo que entre tanto
se 1� dan órdenes concretas procurará atajar los avances del mar con
�stacadas y fajinas, y_ estudiará también la posibilidad de hacer una
ob l_"a definitiva menos costosa que la propuesta por su antec�r.

.(2'0)
XI
LA FORTIFICACION DE CAVITE EN EL SIGLO XVIII
LA CIUDAD Y SUS EDIFICIOS

"En Cavite se fabricaban y carena­


ban los ¡raleones, pataches y galeras
que cruzaban estos mares; se cargaban
fas ricas mercancías que se remitían a
., ' Acapulco, y desembarcaban allí los pa­
sajerc)S que pasaban a las islas con
todos los efectos y capitales que traían.
Era mirado entonces este puerto come>
la segunda capital de Filipinas ... ,.
"Historia de los Dominicos en Filipi­
nas", por fray Juan Ferrando.
Las obras dirigidas por Jmm de Ciscara

Durante todo el siglo X,VIII el gran enemigo del puerto de Cavite


fue el mar, que con sus incesantes ataques iba poco a poco robándole
terreno, 11,egando a amenazar su existencia.
Este peligro comenzó a hacerse sentir ya a fine&, de la centuria
anterior, y así en el reconocimiento de - las fortificaciones de Cavite
iefectuado por orden de don Gabriel Curuzelaegui en 26 de abril de
1685 1 se habla por primera vez de la nec�sidad de cortar el continuo
avance del mar que amenazaba destruir el puerto.
Desde este momento oo suc�den los plan�s de defensa, cuya rea•
lización no se llevó a cabo con la rapidez y eficacia que el caso requería.
Basta comparar los diversos planos de Cavite hechos en el si•
glo �VIII, para ver con toda claridad �ómo ,el mar fue incesantemente
ganando terreno, sobre todo por detrás del frente de tierra, en el es­
trecho istmo cortado por el foso, llegando a sepultar bajo sus aguas el
hospital de San Juan de Diqs que existía en la orilla nom!'. Dicho
hospital había sido reedificado por cuarta. vez en 1728, siendo prior
fray Antonio de Are�, pero hacia 1749 ya se hallaba sepultado bajo
12

ias aguas. 3 Entonces lo� religio�os se trasladaron al interior del recin­


to de la plaza, a un solar inmediato al conv,;m.to de los agustinos des­
calzos (fig. 159, letra R).
El 8 de diciembre de 1701 llegó a Manila Domingo de Zabálburu, •
nombrado Gobernador dt; Filipinas y en carta, al Rey fechada en 20 de

I El gobernador don Gabriel de Curuzelaegui al Rey, en Manila a 15-VI-1685.


(A. G. I., Filipinast I 3).
2 M'aldonado de Puga: Ob. cit., pág. 70.
3 Delgado, J. J.: Ob. cit., pág. 57.
310 M.ª LOURDES DÍAZ·TRECHUELO SPÍNOLA

mayo de I 702 4 le da cuenta de la situación � qu� encontró el puerto


de Cavite, manifestando que su antecesor don Fausto Cruzat y Gón·
gora dejó &in ejecutar las obras más impo$ntes, por lo qu� se halfabn:·
la plaza en el más deplorable estaqo. Lo corrobora el informe del cas­
tellano don Francisco de Atienza incluído en el testimonio d e autos
que acompaña a la carta del Gobernador.
En dicho informe se dice que no obstante los continuos reparos
�hos de estcl!cada y fajinas, para tratar de oponer resis.tencia al mar,
los avances de éste habían sido tan grandes que por entonces sólo
1

quedaba en Cavite una calle, la central, habiendo ocupado el agua las.


dos laterales. En la parte norte, que �ra la más combatida, ",está para
arruinarse el Colegio y Iglesia de la Compañía de Jesús y ,el convento
de los religiosos de Santo Donüngq está ya casi aislado", y en sus.
cimientos "ya quiiebran las olas aún �n las ordinarias mareas".
También el cubo de la puerta Vaga, que miraba a este frente,
y que en otro tiempo quedaba a distancia del mar, tenía ya arrancadas
parte de s.us cimientos, penetrando d agua bajo éstos en las mareas.
comunes, por lo que el Castellano hizo desmontar los qiez cañones de
gran calibre que lo coronaban para que su peso no lo hundiese.
Por .ser iesta fortificación de capital importancia era urgente su
reparo, y asimismo estudiar el modo de impedir qire ocurriese lo mismo
en toda población, y en los baluartes del Castillo a los que ya llegaba
el mar, así como en el camárín de la Herrería, hecho de cal y canto y
en cuya construcción se invirtió gran cantidad de dinero. También se
veía n amenazados los camarines � la "ribera y cordonería, Almace•
nes y Casas Reales, con todas la.s casas" de Cavite.
El expediente remitido al Consejo por Zabálburu, pasó a informe
del Fiscal, que señaló el qefiecto de que s.ólo se acompañaban informes
del Castellano y no se pidió parecer y dictamen "a alguna Junta '1e
-Ministro s y oficiales de su Magestad ". Por ello cree que debe librarse
despacho al Gobernador de Filipinas, para que "con acuerdo y parecer"
de dichos oficiales y_ ministros hicies.e con la mayor ur�ncia todas las
obras necesarias para que el mar no robara los cimientos d e los edifi­
cios y �e conservase él surgidero, debiendo informar además de la
cantidad a que podría ascender la ejecución del proyecto de cajones

4 Domingo de Zabalburu al Rey, en Manila a 20-V-t70:z. (A. G. l., Filipinw;, 124).


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ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 311

de sillería, �ho por Felipe F�rrer, si se consideraba imprescindible


-su realización para evitar que continuara arruinándose el puerto. Debía
recomendársele al propio tiempo que procurase que esta obra no tuviese
,qoo ser t(?talmente sufragada por la Real Haci�nda, sugiriendo la idea
<le que el Virrey de Nueva España proponga a aquel Comercio "que
pues es ynteresado en que � conserue el Puerto de Cabite" contribuya
..i su reparación.
Siguióse exactamente la opinión del Fiscal s y fue expedida una
-�1 cédula fechada en Trujillo a 7 de julio <te 1704, dirigida al Virrey
de Nueva España. en que � le ordena lo que propuso en su informe,
y otra de igual fecha al Gobernador de Filipinas acusando recibo 'de
sus carta.s de 20 de mayo y 3 de junio de 1702, y mandándolie ejecutar
1o expresado.
Pero ya Zabálburu había hecho un nuevo reconocimiento del puer•
to, y ordenó que "se discurriese por personas inteligentes el media
mejor para un reparo sólido y firme de estos daños". 6 De acuerdo con
,el parecer de dichas personas, cuyos nombres no cita iel Gobernador,
resolvió "murar y acordonar de cantería toda la parte por donde viene
,el daño, en caxones de sillería", proyecto que iestá de acuerdo con
los que anteriormente :se habían hecho, y cuyo coste � calculó en
-ciento setenta y cinco mil 'l pesos, o sea en setenta y cinco mil más
,que el primitivo proyecto de Felipe Ferrer.
Para sufragar estos gastos, el Gobernador pidió al Comel'Cio de
Filipinas que contribuyese a la obra, corno parne muy interesada en
1a· cónservació n del puerto, proponiéndole que diese cada año "una
porción con equidad, situada en las piezas de Carga, que se reparten
-u la república en los Galoones de esta Carrera". El Comercio aceptó
.al principio, "aunque no en el todo, en gran parte", pero luego se negó
:a ello inclucido, ·siegún el Gobernador, por el piloto mayor don Miguel
-de Elorriaga. Entonces Zabálburu creó un impuesto de cuatro pesos
sobre cada pieza, y con estos recursos comenzó la obra.
Pero en otra carta de 14 de" junio de 1705 dice que una disposi­
oei{m real suprimiendo la distribución de p�as de carga, hizo cesar este

sInforme del Fiscal sobre este e,xpediente, en Madrid a 8-V-1704. Va unido a la


-cartacitada en la nota anterior.
6 Domingo de Zabalburu al Rey, en Manila a 24-V-1708. Es copia de otra de fecha
.22-VI-170'zl. (A. G. I., Filipinas, 129).
312 1\11'..ª LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

ingreso, y se vio forzaqo a suspender los trabajos. s Poco después


debió llegar a Filipinas, proc�ente de Nueva España, el ingeniero,
militar don Juan de Ciscara, pues sa�os que el 20 de octubre de
. 170 5 9 hizo el estudio y planta de la obra a realizar:, presupuestándola
en menos de la mitad ele la cifra dada por Zabálburu ant�rlonnentje_
Comenzóse la obra llevandQ la dirección técnica el ingeniero Cis,­
cara, nombrado Sargento Mayor de infantería española y gente de mar
y guerra del puerto de Cavite, el 22 de diciembrie de 1705. 10
Desde el primer momento existió una rivalidad entre el Castellano
y el Ingen�ro, y aquél y "otras personas d� inteligencia" fueron opues·
tas al proyecto. Dicha oposición se manifestó en un informe enviado
· al Gobernador en el m�s de en�ro del año 1707 11 en el que se afirma
qt.00 la obra se iba haciendo "�in estabilidad ni firmeza" y estaba "mur
expuesta a debilitarse, y d�scomponerse po� defecto de su construc•
ción y fábrica".
Ciscara respondió a �stas objeciones a �atisfacción del fiscal de
la Audiencia de Manila, don Antonio de Ca�a y Albarado, quien pidió
qoo no se �storbase la ejecución d� l¡:i. obra, sino que se le facilitase­
todo lo necesario para proseguirla, y en vista de elloi el Gobernador
decretó en 14 de febrero de 1708 que se continuasen ios trabajos y
que el Ingeniero formase planta y diseño para dar cuenta al Rey de
lo ejecutado.
Una, carta del propio C�cara dirigida al Monarca, pone de ma•
nifiesto su en,emistad con el Castellano, rl% explicable por � oposición
que éste hizo a su proyecto. Afirma que en la construcción del arrecife
hecho para contener las aguas qel mar, se consumieron muchas canti•
dades de dinero �in su intervención y que aunque por tres vieces lo
puso en conocimiento d�l Gobernador, éste no le hizo caso y se siguió
echando en .el arrecife piedra menuda por di.s.posición del castellano
Francisco de Atienza, que hacía oficio de ingeniero "sin más inteligen•

7 Una carta del arzobispo-gobernador don Manuel Antonio Roj-0, dirigida a Arriaga,
en 13-VIl-176.a, da la cifra de r75.3o6 pesos y 6 tomines. (A. G. I., Filipinas, r. oo8).
8 ,Domingo de Zabalburu al Rey, en �nila a 14-VI-1705. Va incluída en la ca.-ta,
citada en la nota núm. 6.
9 El conde de Lizárraga al Rey, en Manila a 10-VII-1710. (A. G. I., Filipinas, 129)_
ro Hoja de servicios del ingeniero don Juan de Ciscara, 20-IX-1716. (A. G. l., Fili­
pinas, 194).
r r El conde de Lizárraga en carta citada en la nota núm. 9.
12 Don Juah de Ciscara al Rey, en Manila a 28--VII-1713. (A. G. I., Filipinas, -129).
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 313

cia que la espotiqué� que le <la el s�r el iexe d� las operaciones de dicho
Gobernador", Domingq de Zabálburu.
Delante del castillo de San Felipe., en lugar de una estacada que
tenía hizo construir iel Castellano un trinch�rón de cal y canto, com•
puesto � varias líneas "las quales terminan serrando, en las dos ...
Caras de los Baluartes Cora,terale& de dicha Puerta, en unos trauese�
en qu� los e�igos pueden bien cubrirse". Se conoce -sigue diciendo
Ciscara- que el Castellano ign ora el modo de atacar plazas y castillos,
pues· "qualquier beterano soldado que intentase su expu gnación se
arrojará del primer ímpetu a su pie, por hallarse cubierto en él".
T�rmina diciendo que por ser la puerta Vaga muy e�trecha y no
poder pasar por ella ningún coche, el Castellano la hizo ensanchar
para que cupies� el su yo, mandando cegar un pedazo del foso y rom­
piendo un parapeto de la falsabraga, con lo que quedó perjudicada
la defensa por esta parte.
El 20 de junio de 17o8 Zabálburu acusa recibo de la real cédula
de 7 � julio de 1704 ya citada y d� otra de 6 de novie_mbre de 1705
ordenándok la forma en que debía hacerse la reparación del puerto
de Cavite, y dar cuenta <le haberlo ejecutado. En su cumplimiento
envía con ésta un plano y certificación que, aunque no lo dice, debieron
ser hechos por Cis,ca.ra. La carta del Gobernador afirma que quedaba
por oompleto reparado el puerto y sus fortificaciones, "con permanen­
cia, seguridad, y mucho aumento dd terreno, que iel Mar le auía rouado,
en el 'Corto tiempo de poco más de dos años que á que se dio principio
al Cordón de Cal y Canto, que demuestra �1 Mapa; que a pocos días
ck, la fe-cha de ésta quedará enteramente fenecido, mediante la actiui•
::1ad con que se trabaja... ".
No hemos encontrado el plano ni la certificación mencionados en
la carta, pero puede asegurarse que las afirmaciones de Zabálburu
eran demasiado optimistas, pues dos años más tarde su sucesor, el
Conde de Lizárraga dice que al tomar pos�sión del Gobierno reconoció
t>l puerto de Cavite, encontrando sin terminar su reparo, "que aún
todavía necesita para su seguridad y cumplida perfección de mucha
manifatura y augmento de mat�riales" oomo consta por los informes
que solicitó del ingeniero y de otras personas residentes en Cavite. 1 .J

1J El conde de Lizárraga, en la carta citada en la nota núm. 9.


.314 M.• LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

Según dice el Gobernador los parece.res de éstas fueron diversos


y encontrados, con lo que sigu ió en pie la cuestión de la utilidad y
consistencia de la obra que se estaba haciendo y Lizárraga decidió
terminarla.
Por la carta ya citada de don Juan de Ciscara 14 sabemos que se
concluyó en 1710. En este mismo año se creó un impuesto llamado de
"'anclaje" sobre los barcos extranjeros y los champanes de la China,
cuyo importe fue d�stinado a las continuas reparaciones que siempre
necesitaba el puerto. Desde su creación, hasta 1713 en que escribe
Cis-cara, se habían recaudado por este conoepto veinticuatro mil pesos,
que se debieron invertir en los citados reparos, aunque no se llevó
-cuenta y razón detallada.

Unos años de inactividad (1711-1745).


El Fuerte de Arechederra
Acabada la ejecución del proyecto de Ciscara, hay algunos años
-en que no se habla de obras en Cavite, cosa lógica teniendo en cuenta
que sólo debieron hacerse en ellas reparos de escasa importancia.
En 1721 el go�rnador interino fray Francisco de la Cu,esta
arzobispo de Manila, remite al Consejo un testimonio de autos a que
dio lugar la repres,enta.ción que con fecha 15 de febrero del citado año
le dirigió el castellano del puerto de Cavite, don Miguel de Elorria­
ga. 1 5 En ,ella manifiesta que la muralla llamada del Reparo se en·
contraba falta de bastantes sillares en <liversas partes de sus cimi�ntos,
arrancados por el mar que la batía de lleno, sobre todo cuando soplaban
los nortes, vientos dominantes durante toda una estación.
Cuando esto escribía ,el Castellano, estaba comenzando la época
más apacible del año, y por tanto era el mejor momento para llevar a
-cabo la reparación de la muralla, para la que a su juicio bastaría con
doscientos sillares de piedra y cuatro mil cabanes de cal.
Cel�bradas las cornespondientes Juntas de Guerra y Hacienda,
se le concedieron los materiales solicitados, pero apenas empezada
la obra se vio que la mayor parte del muro carecía de cimientos po.r

14 Vid. nota 1.2. El coste total de la obra fué de 75.738 pesos, de )O'l que sólo 4.946
:salieron de la Caja Real.
15 Fray Francisco de la Cuesta al Rey en Manila a 26-VI-1721. (A. G. l., Filí­
J)inas, 134).
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 315

habersie podrido las estacadas que los sostenían y se mantenía en pie


sólo por la unión de la mezcla de cal con la trabazón de los sillares.
Don Miguel de Elorriaga hiw personalmente un reconocimiento
y luego ordenó a los maestros de cantería que junto con e1 capitán don
José Martí�z, veedor y apuntador de la Ribera de aquel Puerto,
biciesen un estudio sobre el terreno, informando luego bajo juramento;
las festividades de Semana Santa retrasaron el cumplimiento de esta
orden hasta el 22 die abril, y efectuada al fin la inspección, coinciden
-en todo con la la opinión de Elorriaga, que mandó luego a los maestros
canteros que declarasen qué parte de la fortificación hafüa sido repara­
.da recientemente.
Con fecha 20 dt1 abril, dicen éstos que se había quedado terminada
1a obra del baluarte de Santa Cruz, y se habían reedificado dos. trozos
-del lienzo de muralla, uno de treinta y una brazas de largo y otro de
.dieciocho y media. Este último se hiw desde los cimientos hasta el re­
·mate del parapeto, y no estaba aún acabado por falta de tablillas He
piedra.
El expediente, remitido al Cqnsejo de Indias, pasó a informe dt>l
Fiscal en 7 de enero de 1723, que recomendó se ordenase al marqués
<le Torre �ampo, nombrado Gobernador de Filipinas, que atendiera
,: este asunto con especial cuidado y vigilancia.
Nada sabemos <le la ejecución de la obra, ni volvemos a encontrar
-noticias de Cavite hasta 1731. En dicho año, el gobernador don Fer­
nando Valdés Tamón, en carta al Rey 16 dioe que la muralla del Reparo
<iel puerto de Ca vite "en que estriva su conservazión", combatida por
Iuriosos nortes y noroestes se arruinaba por momentos y para evitar
su destrucción completa envió los albañiles y demás operarios precisos,
que desde hacía ocho meses trabajaban en las obras, y continuarían
:basta acabarlas.
Los planos que el citado Gobernador remitió en 1738 y 1739 (fi­
guras 157 y 158)" muestran la situación de la plaza en aquel momento.
El primero se refiere sólo al castillo de San Felipe y punta de la Ri­
bera, mientras que el segundo comprende toda la ciudad, y en la expli­
.cación que le acompaña 1 7 se describe la fuerza, de fi gura cuadrilátera

16 Don Fernando de Valdé� Tamón al Rey, en Manila a 30-VI-1731. (A. G. l.,


:Filipinas, 152).
316 M. ª LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

írregular, situada a unos mil cien pies � la citada punta, así como
las demás fortificaciones de Cavite.
El año 1745 tomó posesión del gobierno con carácter interino,
,el obispo de Nueva Segovia, fray Juan �� Arechederra, y habiendo
tenido noticias de que una escuadra inglesa había pasado el estrecho
de Malaca y se dirigía a Filipinas, procuró fortificar y poner en defensa
la ciudad de Manila y el puerto de Cavite.
Entre las obras realizadas en dicho puerto figuran la reparación
del rastrillo y la estrada �cubierta de la Puerta Vaga, y <k,l Baluarte
de San Juan, y algúnos reparos de menor importancia en el castillo de
San Felipe. Perq · 10 principal fue la construcción de un nuevo f®rte�
al que se dio su nombre, y que estaba situado más cerca de la punta.
del puerto que el de San Felipe.
Desde el mes de noviembre se empezaron a reunir los materiales�
)' a principios ck-1 mes de diciembre de 1746, el propio obispo-goberna·
dor puso la pri�a piedra del fuerte Arechederra, cuya traza había
sido delineada por el ingeniero don Tomás de Castro y Andrade, quien
dirigió personalmente los trabajos.
Tenía t�s baterías que resguardaban la entrnda dd Puerto con
veintinueve cañones de gran calibre, y estaba dotado de un fuerte para•
peto. Para defenderlo de los embates del mar se kl puso una estacada
de madera casi incorruptible, con terraplenes de cascajo.
En el mes de agosto se ,encontraba adelantada la obra, en la que­
se empleó piedra procedente d� una cantera recién descubierta cerca:
de Parañaque. Este hecho dio lugar a un considerable ahorro en su
ejecución, pues antes de encontrarSé estas canteras, se llevaba a Cavite
la piedra de construcción desde el _pueblo de Meycavayan, situado a
diez leguas de distancia, mientras que éstas sólo distaban una, produ•
ciéndose por tanto una importante disminución en los gastos de tráns­
porte. 18
Muy •efímera debió ser la vida del fuerte Arechederra, puesto que­
no aparece en ninguno de los planos posteriores, y por ello creemos:­
que hay bastante exageración en estos informes y que su importancia.

17 "Planos de las Plazas, Presidios y Fortificaciones ... en las Yslas ·Philipinas .. �


por... don Fernando Valdés Tamón... Año 1739". Biblioteca de Palacio, Madrid,
'm'l. 264, folios 7 y 8.
18 •Fray Juan de Arechederra al ,Rey, en Manila, a 3-VIII-1747. (A. G. l., Fili­
pina3, 152).
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 317

debió s_er mucho menor, lo que se ve corroborado por la escueta noticia


de Montero y Vidal, que dice que el obispo-gobernador hiw construir
en Cavite "un baluarte" para la defensa del puerto. 19

Cavite en la segunda mitad del siglo


Sigu en siendo las agu as el peor enemigo de ieste puerto, y su his­
toria es la de una lucha cons_tante entre los hombres y el mar. Levantan
aquéllos muros y diques, y se complace éste en dierribarlos, burlán·
dose de su impotencia.
En 1753 penetraba ya el agua por muchas partes, y en I 761 20
llegaba ha1,ta las_ murallas del Castillo "y siguiendo la calle de Santo
Domingo quasi hasta la Puerta Baga, y por la parte opuesta que es
la del sur hasta las paredes el� San Juan de Dios".
El castellano don José de Iriarte, que es quien escribe estas pala·
bras, solicitó del Gobernador -lo era enton�s el arzobispo don Ma­
nuel Antonio Rojo- el envío del ingeniero y del "Padre Fray Juan"
--el arquitecto de la catedral de Manila, don Juan Uguccioni- para
que reconocieran la situación de la plaza en pleamar, y se tratase de
ponerle remedio.
El 15 de septiembre del citado año, Ignacio Fernández, cabo su·
perintendente de obras rea�, informa de los resultados del reconoci­
miento que hizo, según el cual estaban arruinadas unas trescientas
brazas de muralla.
Sin duda, se trató de ir ganando tiempo, mientras llegaba el in­
geniero enviado por d Gobernador. Este fue don Tomás de Castro y
Andrade, quien después de reconocer las fortificaciones de Cavite,
informa el 26 de septiembre que las encontró en parte demolidas y
maltratadas hasta el punto d,e que cualquier temporal o viento fuerte
producirían la inundación, puesto que en las mareas vivas cubría el
agua gran parte ele la ciudad. Por ello considera necesario comenzar
la obra una vez pasada la estaición d� los nortes y calcula que se podrá
realizar con diiez mil pesos,. o tal vez <:on una cantidad menor. Aconseja

19 Montero y Vida!, José: Ob. cit., tomo I, pág. 4!k


.20 El Castellano de Cavite don José de Iriarte, al Gobernador, en Cavite a 30-VII-
1761. Incluída en "Testimonio del expediente formado a consecuencia de representación
del Castellano del Puerto de Cavite, sobre la obra de la Muralla que llaman el Reparo.
Año de 1;s64". (A. G. l., Filipinas, 918).

l
318 M.ª LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

que se empiece cuanto antes el acopio de materiales, especialmente de


las estacas de mangle, y otro& que detalla.
Mandó el Arzobispo que se hiciese un nuevo examen del estado
de las murallas de Cavite, por lo� ingenieros Castro y Gómez y este
último formó un proyecto de obra de defensa contra el mar 11 inspira­ .:i

do en el método segu ido para la reedificación del muelle die Veracruz,


a la que asistió como ingeniero voluntario, a las órdenes del Brigadier
don Lorenzo de Salís y del Coronel Ingeniero en Jefe don Carlos
Luján.
Miguel Antonio Gómez comienza su informe describiendo el es­
tado en que encontró las murallas existentes, cuyos tramos rectos­
iestaban arruinados en diversas partes -tres de ellos por oompleto--­
hasta un total de quinientas ochenta y cinco varas castellanas. El resto
se hallaba cuarteado, incluso una cortina construída en 1756, cuya
pronta ruina explica por estar asentada sobre un pilotaje muy super­
ficial, a lo que había que añadir su construcción defectuosa y el maI
corte y disposición de la cantería del revestimiento. Por tales razones
aconsejó que no se siguiera este método para la obra nueva, sino que
se estableciera "con sólidos fundamentos de cantería bien trauada con
varios cortes o muescas para que unas hiladas abrasen a las otrasy
llenándose sus claros . . . de firme mampostería".
Cree que 1<1. nueva muralla debía colocarse por detrás del pilotaje
de la antigua, pues así no bah.ría que arrancar las estacas de ésta, y al
mismo tiempo su conservación contribuiría a la seguridad y firmeza
de la obra nueva, siendo muy poco el terreno perdido con ello, y mu­
chas en cambio las ventajas que se conseguirían.
Tampoco aconsieja limitarse a renovar los trozos arruinados, sino
hacer de nuevo la muralla en toda su extensión, pues cualquier tem­
poral podría romper la parte vieja y abrir brecha por donde penetrase
el mar, lo que acarrearía la destrucción de todo el ".Reparo".
Por último previene la posibilidad de que la obra quedas� inter
rrumpida " por falta de caudales", mal endémico en _Filipinas, diciendo
que en tal caso se debería fortificar muy bien el extremo en que se
dejase la muralla para, no abrir al mar esta brecha, por la que intro­
ducirse, y así sería posible esperar hasta la reanudación de la fábrica.

21 Informe del ingeniero don Miguel Antonio Gómez, en M'anila a 10-X-1761. In­
cluído en el testimonio citado en la nota anterio,.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 319

La cantidad que el Ingen�ro juzga necesaria para ejecutar h.


obra proyectada asciende a doce mil quinientos sesenta y cuatro pesos
y cuatro tomines.
Remitiéronse estos planes por el Gobernador, a don José de Iriar�
te, castellano coo. Cavite, quien informó sobre ellos diciendq que esti­
maba acertada la idea de profundizar más los cimientos, y que además
coo esto debiera colocarse una estacada, delante de la muralla, para que
actuando como rompeolas, le sirviera de protección.

El temporal del 12 de octubre de 1761.


Sus estragos. Reparo provisional
Mientras se realizaban estos trámites, un furioso temporal ocurri­
do el día 12 de octubre aumentó considerablemente la ruina del p�rto.
haciendo más grave el problema y de mayor urgencia su solución, pues
quedó destruído todo el Reparo, y amenazados por el mar la casa del
Cabo de Obras y el convento de Santo Domingo, a cuyo ceménterio
llegaba ya el agua. Tal fue �1 resultado de un nuevo reconocimiento
dectuado por Gómez el día 29 de dicho mes.
Dos días antes 22 había presentado un proyecto de la obra a eje­
cutar, que es el desarrollo del plan esbozado anteriormente. A cuatro
varas delante de la línea por doncLe ha de ir la nueva muralla, se colo?
cará una fila de gruesas estacas, separadas entre sí dos varas, y hundi­
dás en el suelo una y media con reladón al nivel de la retreta.
Delanm de esta línea de estacas se clavará otra paralela a ella Y
distante vara y media, a igual profundidad y separación entre sí. Ambas
filas se revestirán d� tapiales hechos de "gruesos tablones machihem­
brados", clavados por la cara interior de las estacas; dichos tablones
deberán quedar enterra,dos por la parte inferior hasta el nivel de la
retreta, llegando por la superior hasta una vara y media más alto que
el nivel de la pleamar, para que impidan que entre el agua.
Para· darles mayor consistencia, llevarán por la parte de dentro
unos marcos de tablazón que "unen y travan el todo de este mecanis­
mo" y por la de fuera, unas tornapuntas o riostras, para resistir el
continuo batidero de las olas.

22 Proyecto de la obra 2 realizar en Cavite, por Miguel Antonio Gómez, en Manil(t


a 27-X-1761. También en el mismo testimonio.
M.ª LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

Se cubrirán lwego los extremos de los tapiales quedando así for­


mado una especie de cajón bien cerrado, que se rellenará de arena o
tierra muy apretada. Considera tan importante que no pueda pen,etrar
el agua dentro de él, que indica que si no quedaran bien unidrus, las
juntas de los tablones, se pueden clavar en iellas "tiras de lonetas 0
mantas de Yilocos", por la parte -interior, para que el agua no saque la
tierra antes mencionada. De trecho en trecho sie harán unas divisiones
tra�versales, formadas por cajones de igual modelo, que partiendo
del tapial interior, terminen "en el cantil quie forma el Pizo del recintQ
<le la Muralla Vieja", quedando así formados una serie de comparti­
mentos estancos, que podrán desaguarse con una o varias bombas para
dejarlos en s,eco y de este modo abrir los cimientos, nivelar el terreno
y efectuar las demás operaciones necesarias.
Hecho esto � pondrá la primera hilada de cantos, y se mampos·
tearán sus trasdoses; cuando iel muro alcance ya el nivel de la pleamar,
se pasará al siguiente cajón y se irán quitando las divisiones transver­
sales a medida que no sean necesarias.
Recomienda mucho que al colocar las hiladas, se deje le'11tre l_os
cantos una pulgada en claro, y que dicha junta por la parte de fuera,
se revoque con "zulaque", hasta la altura que haya de quedar cubierta
por el agua, fijando todo lo diemá� con mezcla fina en la forma ordinaria.
Poco después d mismo ingeniero presentó un plan de ejecución

de la obra y presupuesto detallado de la misma, según el cual harían
falta para realizarla cinco años, especificando lo q� en cada uno de
ellos había de efectuarse. El coste total asciende a noventa y un mil
trescientos seis pesos, cuatro tomines y ocho granos.
El tiempo y la cifra indicados fueron causa de q� el Gobernador
ordenase la formación de un proy�to de carácter provisional, que
pudiese ser llevado a cabo en breve plazo, proyecto que también fue
elaborado por Gómez . .23
Se reduce a proponer que se claven dos filas de estacas de palma.
brava, delante de la muralla arruinada, dejando entre ambas· dos varas
de distancia; este hueco -sie rellenará con la piedra caída del viejo re­
paro y con la procedente del lastre de las embarcaciones, que existía
en abúndancia, dispersa por el puerto. Si no fuera bastante, podría

.23 ·Proyecto de obra provisional por el mismo ingeniero, en Manila a 20-XI-1761.


:En el testimonio citado.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 321

tr�rse de Parañaque una cierta cantidad que luego serviría para la


mampostería de la obra definitiva.
Las estacas necesari� son diez mil, cuyq costo calcula en siete mi!
quinientos �sos.
Presentado por Miguel Antonio Gómez este proyecto el día 20 de
noviembre, aún se hizo otro estudio sobre el terreno, esta vez por don
Tomás de Castro, acompañado por el arqui�to padre Uguccioni, quie­
nes declararon ser necesaria la ejecución de la estacada en la forma
prop�esta, considerando que sólo este reparo sería suficienoo para de­
fender por mucho tiempo el Puerto, y que por ser indispensable su
ejecución como obra preliminar, anoos <le emprender el reparo definí•
tivo, no se perderían el tiempo y el dinero que en ella se invirtiesen.
A la vista de este infor�, decretó el Gobernador .24 el inmediato
comienzo de los trabajos y que todo el expediente pasase a Junta de
Hacienda. En ella se propuso por el Fiscal que la mitad del coste de
la obra provisional fuese sufragado por el Comercio de Manila, invo­
cando el precedente de lo hecho en toompos de Domingo de Zabálburu.
Para los gastos de la obra definitiva opina que debe aplicarse la mitad
del producto de las boletas durante el tiempo de su ejecución, dedican­
do también a ella los productos del ramo de anclaje, que había ren·
tado veinticuatro mil p esos desde su establecimi�to. .25
El 13 de júlio de. 1762 el arzobispo da cuenta de la marcha de los
trabajos, y por esta carta z6 sabemos que ya estaba hecha la mitad de
la obra provisional, confiando terminarla e n el mes de septiembre,
Su importe total de dkz mil pesos se había de abonar a partes iguales,
por la Ciudad de Manila y por la Real Caja a cuyo efecto se sacó esta
<'antidad de cierto fondo correspondiente a un impuesto que estableció
-el gobernador don Pedro de Arandía, y que ya suprimido, dejó en
existencia diez mil pesos, de los que cinco mil se aplicaron a la obra.
La toma de Cavite por los ingleses.
Nuevos proyectos de fortificación
Encontrándose en plena actividad las obras provisionales, se pre•
sentó ante el puerto la escuadra inglesa el día 2 die octubre.
24 'En M'anila, a 26-II-1762. En el mismo testimonio .
.25 Acta de la Junta General de Hacienda, celebrada en Manila a 21-V-1762, que se
incluye en el testimonio 'mencionado.
z6 Don Manuel Antonio Rojo a Arriaga, en Manila, a 13-VII-1762. (A. G. I., Fili­
pina1J, r.008).
322 M.• LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

El Arzobispo-Gobernador, prisionero de los británicos, ord�nó al


Castellano la rendidón de la plaza y éste obedeció sin n ingún in:oonve­
niente, y "$-in tener en cuenta que este mandato fue dado bajo coacción.
El tratado de París (10 de febrero de 1763) devolvió a España:
las plazas de Manila y Cavite, tratándose al año sigu iente de reanudar
:as obras para su defensa.
A este fin, se or<!,enó al Castellano pres�ntar un informe del estado
en qu� se hallaba la obra a la llegada del enemigo, y de su situatjiéJn
actual, especificando ·si padeció algún daño durante la ocupación. 2r
. Por dicho informe,218 sabemos qu� sólo faltaban ochocientas cua...
tro varas de ,estacada para terminar la obra, y que ésta: no sufrió daño
alguno durante la guerra. Sólo se aprovecharon los ingleses de una.
cantidad de estacas que'estaban prevenidas y aún no se habían utilizado­
en la obra.
Todo este expedknt� fue remitido por el gobernador interino­
Francisco de la Torre, con carta de 22 de junio de 1764. 29
Un informe dél ingeniero don Tomás d� Castro Jo nos da a cono­
cer el estado del puerto de Cavite en 1765, que seguía siendo el mism0-
ya que no se había hecho nada por remediarlo. Insiste Castro en que­
el frente norte est.aba arruinado por los embat,es del mar, en más de
un tercio de su longitud, y refiriéndose a las piezas de fortificación
dice que el castillo de San Felipe era '' un cuadro irre gular con cuatro­
baluartes oon orejones a lo antiguo", y que en el lugar donde estuve,.
el cubo de Santa Catalina Mártir se hizo una plataforma de "figura
cuadrilonga", llamada de Guadalupe.
En el lado norte había dos baluartes llamados de ·san Juan y de­
San Miguel, situado d primero a doscientas sesenta y cinco varas de la
cortina del frente � tierra. El de San Miguel era un ángu lo saliente,
coronado por cuatro cañones. Estas piezas de fortificación tenían sus
correspondientes parapetos con las dimensiones adecuadas, pero en el
resto del recinto se k-vantaba un parapeto de cuatro pies de alto, por

2-, Decreto del Gobernador en Manila a r 5-Vl-r 764. Incluído en el testimonio citado·
en la nota núm. 20.
28 Informe del Castellano don José de Iriarte, en Cavite a 19-VI-1764. Ultimo docu­
mento del testimonio citado en la nota 20.
29 Don Francisco de la Torre a Arriaga, en Manila a z.a-VI-1764. (A. G. l., Fili­
pinas, 91 8);
Jo Dirigido al Gobernador, en 26-VIII-1765, {A. G. l., Filipinas, 922).
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Fig. 159.-Cavite en 1765. l'lano levantado por don Tomás de Castro y Andrade.
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ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 323

dos y medio de grueso, sobre una banqueta de dos pi�s de altura,


siendo a juicio del ingeniero una débil defensa para resistir cualquier
, ataqu� por parte de enemigos �uro�os (fig. 159).
Gobernando ya en Filipinas don José Raón, fue expedida una Real
cédula 3 1 que dispone se haga por los ingenieros un nuevo reconoci­
miento del puerto, y que se comunique su resultado, para proveer.
En cumplimiento d� esta orden, el ingeniero don Feliciano Már-­
quez hizo un detenido estudio de la situación de Cavite, que se refleja
en un informe fechado en Manila a 15 ele diciembre de I 766 JIZ que
remitió con carta de igual fecha. En ella se muestra sumamente pesi•
mista, afirmando que la plaza se halla en las � deplorables circuns·
tandas, y sin posibilidad de remedio porque "no hay ya sugeto que
conservar". "En fragmentos yacen por el suelo divididas las obras",
y ,cada vez era más rápido el avanoo del agua llegando ya en el frente
d e tierra a unirse las mareas del mar y de la bahía; con lo quie Cavite
estaba a punto d� convertirse en una isla.
En un plano fechado a 19 de juniq de 1767 (fig. 16o), scifah
Márquez, la situación del Puerto, y el avance ck, las aguas desde el
año 1713. La línea D. C. inclica la orilla de la costa norte, según el pla•
no trazado por.Ciscara en dicho año. La línea E. F. F. indica el límite
de la marea alta, en flujo normal, en aquellos momentos. En la zona.
inundada había casas y iedificios sepultados bajo las aguas, entre otro,
el hospital d� San Juan de Dios.
Nada nuevo añade el informe que se limita a �xponer el estado
de las fortificaciones y de la muralla llamada el Reparo, por completo
caída, sin que hubiera servido d� nada el malecón provisional comen•
zado en 1761 y qu� por la llegada de los ingleses quedó sin terminar_
Insiste sobre todo en �1 estado del frente de ti�rra, casi en ruinas
y cuya fortificación foo. siempre muy débil parque no se ejecutaron los
proyectos propuestos por Ricardo Carr y Juan de Somovilla en el si•
glo XVII, quedando sin construir los medios baluartes y la obra exte•
rior que dichos ingenieros trazaron.

31 Real cédula al Gobernador de )<'ilipinas, en San Lorenzo a 11-X-1765. (A. G. I.,


Filipina!, 922).
32 Carta e Informe de don Feliciano Márquez, en Manila a 15-XIl-1766. (A. G. I.,
Filipinas, 923).
324 M.ª LOtrRDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

El Plan de Feliciano Márquez


En diciembr,e de 1766, don Feliciano Márquez había expuesto su
plan � fortificación. 33 Cree que lo que debe hacerse es cortar la plaz:i.
en su mayor diámetro, y cerrar este nuevo frente de tierra con una
cortina flanqueada por dos me<lios baluartes, y defendida por un re­
vellín, caminq cubierto y $U correspondienoo glacis. De este modo con­
sidera que se tendrá "una reducida pero competente ciudadela, que de­
íendiendo el Puerto, objeto principa1 <k esta fortificación, flanqueo
la parte de tierra en que pueden alojarse los enemigos que intenten
batirla".
Propone esta solución por ser mienos costosa que guarnecer de
muralla todo d recinto de la plaza, aún teniendo en cuenta el valor de
las casas, conventos y otros edificios que quedarían fuera- del n�evo
recinto, y cuyo apnecio se estaba haciendo por los perito� y alarifes.
Ofrece elaborar el proyecto cuando ,éstos terminen su trabajo. Y efec•
tivamente, en 15 de septiembre de 1767 el ingenooro presentó un estu­
dio, acompañado de los planos y J?erfi.les corre�pondientes. En �no de
estos planos (fig. 161) se muestra la situación � la plaza, y en otro
(fig. 162) se expresa gráficamente el plan que propone Márquez, cuyo
detalle reproduce la figu ra 163. Como ya indicó en diciembre de 1¡66,
Cll='e conveniente cortar la punta de la Ribera, mediante un foso que
la separe de la población, que queda fuera del plan defensivo, es decir
<4ue se trata sólo de fortificar el puerto. Para ello proyecta construir
dos medios baluartes y un revellín y rodear toda la punta con una
cortina. Como muestra el plano, desaparece la fuerza de San Felipe.
No prospel,"'Ó este proyecto, pues pasado a estudio del Director General
de Ingenieros., don Juan Martín Cermeño elaboró otro (fig. 166) a la
vista de los planos de Márquez, pero completa,mentx, opuesto al de éste,
ya que se propone reducir el perímetro de la plaza, dejando fuera
del recinto fortificado precisamenoo. la parte que Márquez pretendíé..
circunvalar.
Martín Cermeño mantiene el antiguo frente de tierra, y considera
aprovechable la cortina existente entre los dos viejos torreone·s.
Proyecta dos baluartes en este frente., de menor altura que los citad�s
torreones y cortina, para que aquéllos sirvan de cabal�os a éstos )'

33 Márquez a Arriaga, en Manila a 24-XII-1766. (A. G. l., Filipinas, 9.a3).


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Fig. 161.-Plano de Cavile levantado por Márquez para servir de hase a su proyecto. 15 de septiembre de 1767.
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Fig. 162.-EJ proyecto de fortificación de Cavile, propuesto por don Fe!iciano Márquez.
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ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 32�

dominen la campaña y cubran la población. Hasta aquí, su plan coin;,.


cide ·con lq propuesto por Fuenties Cortés en el siglo anterior.
Para la mejor defensa de este frente �e coloca un revellín delante
de la cortina, y se proyecta también un camino cubierto, en cuyos extre­
mos se abrirán sendas compuertas, para inundar el foso siempne que
sea necesario. Como defet:1sa contra el mar, proyecta la construcción
de una muralla sencilla (letra T) por la parte que el plano de Márquez
sieñala como zona afectada por las mareas, con el fin de evitar que et
agu a robe las tierras de las explanadas. En el extremo opuesto de !a
ciudad, proyecta la construcción de tres baluartes, marcados con la
letra X, que unidos entre sí por cortina& (Z) forman dos frentes para
ia defiensa del puerto. En uno de ellos, et- que mira hacia el NO. se
abrirá una puerta de salida a la marina, cubierta por una plaza de
armas (letra a). En el baluart� d�l extremo norte se proyectó un alma­
cén de pólvora (letra c) cuyo plano particular, incluído en el general.
va marcado con ,el número 3 y permite conocer su distribución.
El resto de la plaza quedará circunvalada por una muralla sencilla,
indicada en el plano por una línea (l�tra b.b.b.) tanto por el frente de
la bahía, corno por el frente norte que mira al mar. La altura: de esta
cortina deberá ser suficiente para evitar_ que los enemigos puedan su­
perarla con lanchas.. La· antigu a 1!1uralla d�l frente norte (letra A) se
aprovecha en parte, pero en cambio, todo lo señalado con puntos en
e11te frente, deberá ser demolidq. En el caso de que dicha muralla no
estuviese bien firme y hubiera necesidad de reedificarla, se debería
auqientar la capacidad die! baluart� antigu o aquí existente, que se señah.
con la fetra L, dándole las proporciones que señala la línea magistral
trazada en el plapo.
'Se ha de terraplenar el espacio comprendido entre la muralla
antigu a y las casas de la ciuda<l, para evitar las filtraciones de las aguas,
Y para que no padezcan los cimientos de los muros con las resacas de
las mareas, y todo el frente norte deberá defenderse con- abundante
piedra suelta, fijándola mediante estacadas, cajones de madera o pilo­
taje. Termina Martín Cermeño indicando que se deben comenzar las
obras por los frentes de tierra y su opuesto, por ser los puntos en que
ha de apoyarse toda la def,ensa de la plaza. 34

34 Explicación que acompaña al plano; firmada por Juan M'artín Cerm6ñi:>, en Bar­
celona a 22-X:X768. (Archivo de Simancas, M. P. III-ro).
326 M. • LOURDES DÍAZ·TRECHUELO SPÍNOLA

Es.te proyecto no llegó a ej�utarse, ni tampoco el que más tard'!


formuló Sabatini, siguiendo las mismas directrices con algunas varian·
tes (fig. 167) y en 1797 Cavite s�gu ía en el mismo iestado (fig. 168)
sin que se hubieran hecho en él más que obras provisionales, como a
continuación veremos.
En 1769 llegó a Filipinas el capitán de ingenieros Dionisio O'K&
lly, nombrado para dirigir el nuevo proyecto de fortificaición de Manila,
y en carta que escribió a Arriaga, poco después de su arribo, confirma
10 expuesto por Márquez, en cuanto a la situación de Cavioo diciendo
que el estado de esta plaza "casi reducida a ruina.s es un objeto d-e
dolor". 35 El Director General de Ingenieros en su informe sobre dicha
carta, se. atiene a lo que manifestó en octubre de 1768, y a su proyecto
para la fortificación definitiva dt:: Cavite, que antes hemos estudiado.
En 1772 aún no &e había hecho nada según escribe don Simón
de Anda y Salazar 36 que remite unos informes del tenienoo de rey
Francisco de la Torre, del castellano del puerto y del comandante de
marina, Aristizábal.
El primero, que fue gobiernador interino por los años de 1764 a
1765, dice que era necesario hacer de nuevo dicha fortificación para
lo que sería iJ:nprescindibk que hubiese en Filipinas tres ingienieros,
pues teniendo que fortificar simultáneamente la ciudad de Manila, no
era suficiente con w..enos.
En análogos términos se expresa el castellano de Cavite, don
José Faraudo, añadiendo que aunque al parecer, las murallas de· la
fuerza de San Felipe se. encontraban en buen estado, era muy posible
que tuvieran socavado el terraplén, pues sólo era de piedra la cara o
revestimiento y en ellas abrieron los ingleses veinticuatro hornillo.,
para voladas, por cuyos agujeros penetraban las aguas en pleamar.
El . comandante de Marina, don Gabriel de Aristizábal pondera
la necesidad de fortifiicar el puerto de Cavite, pues la llegada de los
enemigos ha de ser siempre en tiempo de vendavales, por lo que ante
todo, intentarán tomar <licho puerto, sin el qu,e estaría en peligro su
escuadra, mientras que una vez ocupa<lo, sería imposible que otra
armada tomase la plaza.

35 Dio11isio O'Kelly a Arriaga, en M'anila, a 30-VII-1769. (A. G. l., Filipinas, 9Z4J·


36 �on Simón de Anda al Rey, en Manila, a u-VII-1772. (A. G. I., Filipinas, 929),
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Fig. 167 .-Olro plan de forlificación de Cavile, por Francisco Saba1ini.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 327

En 1775 el mismo Gobema,dor da cuenta de los reparos efectua•


.<los adjuntando una nelación que firma Francisco Pérez, 37 ingeniero
voluntaria. que fue nombrado encargado del detall, por enfermedad de
.don Feliciano Márquez. Las obras de más importancia fueron las
,ejecutadas en el castillo de San Fdipe, <k'stinándose uno de los alma-::e•
nes situado& en su interior, a cuartel del destacamento de Infantería
.del Rey.

Cavite durante el gobierno de Basco y Vargas


Nada se había hecho aún para fortificar cbefinitivamente la plaza
<le Cavite, cuando tomó posesión del gobierno don José Basco y Vargas
.quien envió 38 un plan provisional de obras a ejecutar para mantener
.el puerto hasta tanto que se realice iel proyecto definitivo aprobado.
_DÍcho plan fue elaborado por el ingeniero don Tomás Sanz y lleva
fecha 16 de diciembre de I 778.
Por la descripción que hace, saoomos cuál era la situación en
:aquel momento: La plataforma de Guadalupe tenía todos sus mer­
lones, o almenas, amenazando ruina y las explanadas hundidas por l;is
filtraciones del mar. El frente norte presentaba numerosas abertura�
y en casi todo él no podía montarse una batería,. La parte menos
maltratada era el frente de tierra, pero los pequeños t<?rreones que lo
.defendían no eran capaces para tener parapetos en condiciones de mon-
1ar artillería y la muralla, sin terraplén, ofrecía un esti;echísimo paso
para reforzarla. El muro de la falsabraga, que mira al foso estaba
1ambién casi derruído y la puerta quedaha al descubierto.
El lado de la . bahía se encontraba totalmente abierto y sin más
-0.efensa que la del torreón de la izquierda de la puerta de tierra, y la
<le uno de los frentes del castillo de San Felipe; de éste afirma Sanz
-que se encontraba en muy buen estado.
Lo más grave iera el continuo avance del mar que el examen com·
-parativo de los diversos planos pone bien de manifiesto. El ingeniero,
;aunque indica que esta circunstancia hace casi inútil todo plan de de-

37 El mismo al Rey, en Manila a 27-XIl-1775. (A. G. l., Filipinas, 926). La "Rela­


-ción" está fechada en Cavite a 16-XII-1775.
38 Basco y Vargas a Gálvez, en M'anila a 24-XII-1778. (A. G. l., Filipinas, 927.
Hay otro ejemplar de esta carta en el legajo 6S7). Hay copia de la relación en la Biblio­
teca Central Militar (S. H. M.). Sig. M 5-5-3-1.
328 M.ª LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

f ensa, propone a continuación que &e hagan l as siguienties obras provi•


sionales de tierrá y fajina:
Levantar dos pies el piso de la plataforma de Guadalupe, hacerle
explanada de madera y reparar sus al�as lo mejor posible.
Cerrar los portillos existent�s en la parte NO. que mira a la punta
del Sangley, con estacas de palma brava, fajina y piedras, y luego
estableoer una serie de baterías dél mismo material, haciéndoles expla•
nadas de madera de molave y montando en ellas sesenta y ocho cañ�
nes del mayor calibre posible.
En el frente de tierra propone construir un espaldón para cubrir
la puerta, reparar el puente y la falsabraga y aumentar el grueso de los
parapetos de los torreones unos tre& piies que será "lo que permita el
uso del cañón".
Por la parte de la bahía proyecta también una serie d,e bateriag
de tierra y fajinas cerrando todas las bocacalles. La defensa � es.te
frente se ve reforzada por el castillo de San Felipe.
Al remitir este plan, Basco y Vargas se muestra. contrario a su

ejecución por considerar que no se ajusta a la� posibilidades existentes�
y;t qu� exige una fuerte guarnición y gran cantidad d� artilbería gruesa,
cosas que no había entonces <;n Filipinas, por lo que a su juicio "ven­
dría a ser suplir lo que falta con lo que no hay".
Por eso estima que deben �legirse tres o cuatro puntos principales­
por su valor estratégico, en los que se formarán baterías de fajina, y lf!S-­
perar que de España se envíen órdenes concneta!'¡ sobre el plan a seguir.
Con fecha 16 de septiembre de 1779 se 1� contesta que, en vista
citl los docum�ntos antecedentes, el Rey ha resuelto "que en la Plaza
de Cavite se Ragan las obras provisionales necesarias para su defensa;
pero que éstas sean acomodadas a los pertrechos que ahí existen, a las
tropas que pueden guarn,xerlas, y a la cantidad y calidad de los ene•
migos qu� es verosímil emprendan su ataque. Sobne este pun_to "del todo
dependiente de las circunstancias locales no se. pu�den dar desde aquí
reglas fixas; así lo dexa S. M. a la prudente consideración de V. S." 3'1
Por una relación de obras ejecutadas en Manila y Cavite desde-
1.º de mayo a 30 de noviembre de 1779, sabemos que ya se habían
hecho en esta última algunos reparos proviisionabes d� escasa importan•

39 El mísmo a Gálvez en Manila a 14-V-1781. {,A. G. l., Filipinas, 498). Acusia.


recibo de la Real Cédula de 16-IX-1779.
ARQUITECTll «A ESPAÑOLA EN FILIPINAS 329

da a juzgar por su coste. 4° Lo mismo se advierte en otra relación.


enviada por Sanz en 31 de mayo de 1782. 4 1
Al año siguiente, el ingeni�ro da et.tienta de que el 14 de agostct
del citado año 1782 hubo un fuerte huracán, y los viento s y el mar
acabaron de destruir casi toda la muralla que roqea la plaza por esa
parte. 42
Como puede versie por los datos qu� anteceden, la situación del
puerto se hacía cada vez má¡¡ crítica, porque hubo siempre falta de
decisión para aicometer una obra estable, y se perdió enorme cantidad
� tiempo en hacer reconocimi�1tos y proyectos que no se ejecutaron.

Cavite durante el mando de don Rafael María Aguilar


Cuando tomó pos�sión del gobierno don Rafael María Aguilar
(1793-18o6), la situación de las fortificaciones d� Cavite no había
variado, ni cambió durante su mando, pues se mostró siempre contra•
rio a la ejecución de obras de defensa ,eon .este puerto por considerarlas
inútiles. En cuatro cartas que tratan de esta materia,· ;a acumulando
argum�to.s que apoyan su tesis: "Obras sobre agua �n una playa
brava, son capaces de consumir los mayores oosoros", escribe en 1795 -4J.
citando el ejemplo de los puertos de Cherburgo y San Juan de Luz,
cuyas fortificacion�s no pudieron acabarse después de haber invertido
en iellas sumas enormes.
Dos años más tarde 44 es aún más explícito: "La plaza de Cavite
se representa per}udicial como Plaza; inútil como Puerto; e incapaz:
bajo ambos aspectos de contribuir a la seguridad d� la capital"; y
añade qtie iesta opinión la comparten otras muchas personas entendidas
en la materia, entre las que cita al brigadier don Alejandro Malaspina,
que recientemente había terminado su viaje alrededor <k-1 mundo, en
el que visitó el archipiélago filipino.

40 Remitida por el inge�iero don Tomás Sanz, en Manila, a JO•XI-1779. (A. G. I.,
Filipinas, 494).
41 A. G. I., Filipinas, 928.
43 Relación de obras remitida también por Tomás Sanz, en Manila, a 31-V-'1783.
(A. G. I., Filipinas, 928).
43 Don Rafael María Aguilar al conde de Campo Alange, en Manila a 5-VIII.1795.
(A. G. I., Papeles de Estado, 46).
44 El mi-.mo al Príneipe de la Paz, en Manila, a 2-III-17'97. (A. G. I., Papeles de
Estado, 46).
330 14.ª LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

En otra ocasión 45 vuelve a insistir sobre el particula.r, manifes•


1ando que oonsi<Lera un :rror mantener dos plazas tan próximas, y que
110 son capaces de auxiliarse mutuam�nte, pues en la Clf,tación en que
dominan los vientos del ,suroeste, Manila no puede ayudar a Cavite,
ni ésta a la capital cuando soplan los nortes.
A este serio . inconveniente agrega la necesidad de sostener en
aquel puerto una guarnición de cuatro mil hombres y diis.poner de otros
tantos o más para prevenir y evitar un desembarco, a cuyos gastQs hay
que sumar los de ªP.rovisionamiento, que serían crecidos por la �teri­
lidad de los terrenos próximos. Finalmente; la dificultad de evacuar
la plaza, hace muy probabk la pérdida de su guarnición, y por todas
estas razones, cree más útil construir un puerto próximo a Manila,
idea que ya apuntó �n su carta anterior, y una vez hecho esto, inutilizaf
el de Cavite, 46 pero este dictam�n no fue segu,_ido por los técnicos que
en España examinaron el asunto, y en consecuencia se ordenó acometer
la fortificación de Cavite, realiza.da ya �n el siglo X[X.

La ciudad y sus edificios


Todo el oonjunto de fortificaciones delimita la estrecha lengua de
tierra en que s� asienta la ciÚqad, cuyo trazado era bastante regular,
según manifiestan ·sus planos. En ella hubo, como se ha visto, varios
�dificios de piedra; uno de éstos eran las .Casas Reales, en las que
residía el Gobernador cuando ,se trasladaba a Cavite para el despacho
oo las na.os. Yi otros, los más, eran edificios d� carácter religioso., como
la iglesia parroquial y diversos conventos. Los clominicos fundaron en
Cavite el convento de San Telmo, situado en la parte norte de la ciudad1
muy próximo al mar, 47 y los jesuitas y franciscanos tuvieron tam­
bién edificios de piedra en este mismo sector de la pÓblación. En 1633,
según refiere el padre, Murillo Velarde, 48 el licenciado Lucas de Castro,
párroco de Cavite, hizo fabricar a su costa una iglesia en iel colegio que
tenían allí los jesuitas. Dicha iglesia, dedicada a. la Virgen de Loretó,
fué consagrada el día de San Francisco Javier del citado año. Todo3

45 El mismo, en ,M'anila, a 8-Vlll-1797. {A. G. l., Papeles de Estado, 46).


46 En la carta citada en la nota anterior.
47 Ferrando, Juan: Oh. cit., tomo I, pág. 729.
48 Murillo Velarde, .)?edro: Historia de la Provincia de Filipinas de la Compañía
de Jesús... desde el año de 1616 hasta el de 1746. Manila, 1749. Lib. I, c.ap. X.VI, fol. 63.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 331

estos edificios fuerqn demolidos por orden de don Sabiniano Manrique


<le Lara, pero 'Se reconstruyeron más tarde, a excepción del de San
Francisco.
Los agustinos descalzos hicieron iglesia y convento en un solar
<ionado por el viecino de Cavite Rafael Blanco; hallábase éste en la
parte meridional de la ciudad, y en él se levantó primero un edificio
.de madera, que luego se con�truyó de ca,l y canto. 49
Hubo asimismo en este puerto un Hospital :&eal para la gente de
mar y guerra, administrado al principio por un mayordomo y varios
<liputados, que nombró su fundador, don Juan Niño de Távora (1622•
1632). Su edificio fue al principio de madera, y aunque ,se trató de
hacerlo de piedra, y muchos vecinos contribuyeron con donativos, so
.a mediados de siglo aún no se había construído de dicho material.
En 1641, Cavite sufrió un terrible incendio que dejó la ciudad
reducida a cenizas, pues todas sus casas era,n de madera cubiertas de
-nipa, e incluso los mejores edificios tenían columna!¡ y bechumbres del
mismo material, como ·medida de precaución contra los terremotos. sx
Este mismo año, los religiosos de San Juan de Dios, recién llega•
<los a Filipinas por segunda vez, ie'!¡tablecieron un pequeño hospital en
las Casas Reales del puerto de Cavite, solamente con diez camas, pero
pronto fue tan grande la afluencia de enfermos, que solicitaron diel
Gobernador la entrega del Hospital que se fundó en a,quella ciudad
para la gente de mar y guerra. Hurtado die Corcuera, de acuerdo con
el informe favorable del fiscal, lo decretó así en 21 de enero de 1642.
bajo la condición de que en el plazo die cua,tro años habían de pre!¡entar
la licencia del Rey. El 30 de enero se verificó la toma de posesión del
edifi¡:io, que era de madiera con cubierta de teja, sa y en él permanecie•
ron los religiosos hasta 1643, en que se le!¡ ordenó desalojarlo. 53 Se
instalaron entonces provisionalmente en unas tiendas que solían alqui•
Jarsie a los sangleyes, y solicitaron del Gobernador que les autorizase
para ocupar un camarín de cañas y nipa, situado fuera del recinto de

49 Juan de la Concepción: Ob. cit., tomo V, pág. 64 y sigs.


50 La Audiencia al Rey, en Manila, a 6-VIl-1663. (A. G. l., Filipinas, .21).
51 Juan de la Concepción: Ob. cit., tomo V, pág. 146.
5::1 Maldonado de Puga, Juan M'anuel: ,Ob. cit., pág. 57. Hace relación de todo lo
..que se les entregó, comenzando por "la Casa, que servía de Hospital, de madera y jarigues,
.cubierta de teja, vieja y maltratada".
53 Ibidem, pág. 67,
332 M.• LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

la plaza; don ·p�go Fajardo accedió a su petición. En este lugar se


fovantó el hospital, que hubo d� ser Teconstruído tres veoes en el
siglo XVII, " a causa del batidero del Mar y otros accidentes regiona­
ks ". 54 Su primer edificio de caña y paja lo levantó fray Francisco
oo Magallanes, y duró ha,sta 1682, en que fue rehecho por fray Marcos­
de Mesa. Este nuevo hospital pérmaneció en pi� hasta 1699, en cuyo'
año lo reedificó fray Juan de Alarcón. Hallábase muy próximo a la:
orilla del mar y al foso que separaba el recinto de la plaza, de sus arra­
bales extramuros, que eran los pueblo$ de San Roque y Cavite, ambo:;,
formados por casas de caña y paja en qu,e vivían la gente d e mar
y los que trabajaban en los astilleros·, porque la reducida extensión de­
la ciudad, ocupada en buena parte por edificios públicos y religiososr
no dejaba espacio para, esta población.
En 1774, la iglesia parroquial de Cavite era una buena fábrica dc­
piedra, madera y teja, con una ton� de cuatro cuerpos, hecha del mis­
mo material, 55 y tres años después, en lo!! autos de la visita pa·storal
realizada por el arzobispo don Basilio Sancho, se la describe como un
hermoso edificio, bien decorado en su interior con netablos y altares. 56
!Fuera del recinto de la pla,za e inmediatos al frente de tierra. lo�
pueblos de San Roque y Cavite. el Viejo tenían también buenas iglesiasr
El primero tuvo un templo d� tres naves, hecho de piedra con cubierta­
de madera y teja, que fue destruído por los ingleses en 1762, quedando­
sólo en pie su fuerte torre de cuatro cuerpos, la portada principal y algo,
de las paredes maestras. Sobre iellas se levantaron unas de caña, y cu­
bierta de nipa permanecía en 1178. 57
La iglesia de Cavite el Viejo estaba dedicada a Santa María Magr
dalena, cuya imagen ,� vieneraba en el altar mayor: 58 era un edificio de­
ladrillo, madera y teja, que medía setenta y dnco varas de longitud,
Perteneció a los jesuitas hasta su expulsión. 59

54 Ibídem, pág. 70.


55 Testimonio de autos anejo a carta del Arzobispo al Rey, en Manila a 23-VI1-1774r
(A. G. l., Filipinas, 637).
56 Testimonio anejo a una carta del Arzobispo al Rey, en Manila a 25-VI-1778,
(A. G. 1,. Filipinas, 643).
57 Testi'monio citado en la nota anterior.
58 Testimonio anejo a carta del Arzobispo al Rey, en Manila a 20-VI-1777. (A. G. r�
Filipinas, 641 ).
59 Testimonio citado en la nota 55.
XII
LAS CIUDADES EPISCOPALES DE CEBÚ, NUEVA CACERES
Y NUEVA SEGOVIA

"La quarta ciudad, es la del san­


tisimo nombre de IESVS, en la isla
de Sebu : prouincia de Bi<;ayas, o ·Pin­
tados, que fue la primera poblazon de
españoles, que fundó el adelantado M'i­
gncl López de Lcgazpi. • . con un her­
moso puerto de mar: bien limpio y fon­
dable, y capaz para muchos navíos..."
Ántonio de Morga: "Sucesos de las
Islas Filipinas".

'
+-
"


La ciudad del Santísimo Nombre de Jesús

La isla de Cebú es una de las nuev� de mediana ext�sión que hay


en el Archipiélago, y se halla situada entre 1�· de Leyt� y Bohol al este,
y la de Negros al oeste. Tiene forma alargada, y hada la mitad de su
costa oriental se asienta una ciudad, llamada antes dd Santísimo Nom­
bre de Jesús, y actualmente Cebú. Esta fue la primera población espa·
ñola en Filipinas, pues la fundó en 1565 1 el adelantado Miguel López
de Legazpi, quien, por haberse verificado la ceremonia el día ocho de
mayo, la denominó Villa de San Miguel. .2 Pero algunos años después,
el primero de enero de 1571, se cambió este nombr� por el ya indicado,
siendo elevada por el Rey a la categoría de ciudad en 7 de abril
de 1594. 3
Debióse la segunda denominación al hecho de haberse hallado en
casa de uno de sus habitantes una imagen del Niño Jesús: "de los qu'!
hazen en Flancks, que yba dentro de una caxita de pino . .. y su ca.mi­
si ta de volante y :su gorroncico velludo de lana colorado ... y sus dos
dedos de la mano derecha al�ados para bendecir y en la otra mano
la bola dorada ... ". 4 Dicha imagen fue regalada a la reina de Cebú
por el italiano Antonio Pigafotta, compañero de Magallanes y cronista
de la expedición, qu� lo refiere en su Diario, diciendo que cuando
la reina iba a �r bautizada él le. mostró "una imagen pequeña de la

1 Díez de la Cá.lle, Juan: Noticias sacras y Reales de los dos Imperios de las Indias
occidentes. (¿ 1657 ó 1659 ?) Tomo 1, fol. 354. (B. N. Manuscritos de América, 3.0,:a,3).
,:a, Gaspar de San Agustín : Oh. cit., tomo I, pág. 1 22,
J Díez de la Calle, Juan: Oh. cit., tomo I, fol. 354.
4 A. G. I. Patronato 23. Citado por W. E. Retana en su edición de Sucesos de las
Islas FiliPinas, por Antonio de Morga, pág. 374. Vid. nota núm. 6.


.336 M.ª LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

Virgen con el Niño Jiesús" y a ruegos de la neófita se la regaló. s Anto•


nio de Morga afirma que los naturales la tenían en mucha veneración
4
' y les hazía en sus �ecesidades efetas milagrosos". 6
Comenzó Legazpi la fundación de la ciudad por la traza de 511
castillo, y de acuerdo con el parecer de los capitanes, oficiales de Su
Majestad y demá s personas de calidad que le acompañaban, "s e midió
y trazó el sitiq para hacer el fuerte Martes a 8 de Mayo, y se echaron
las líneas en triángulo, .para formar la muralla. Diase luego principio,
comen�ando el general a cabar en el ángulo primero, invocando el
SS. Nombre de Jesús, en el segundo rabó el maestre de campo Mateo
del Sanz., y en el tercero los do.$ capitanes Martín de Goyti y Juan de
la Isla". 7 Legazpi encomendó la dirección de la obra al maestre de
campo, a quien Retana llama "príncipe de los ingenieros militares no
facultativos" qoo. trabajaron en Filipinas. 8 Este fuerte, denominado de
San Pedro, conservó su primitiva figura triangular, al ser construído
de cantería, como lo demµ,e,stra el -plano (fig. 169) y descripción de él
<¡u e envía Valdés Tamón, en 1738. 9 Por dicha descripción sabemos
.que medía 1.440 pies de circunferencia, y en sus ángulos había tres
baluartes, quedando defendido cl frente por una empalizada que servía
de parapeto o falsabraga. En su interior había alojamientos para la
-infantería, y almacenes para la pólvora.

Cebú, Sede Episcopal. Erección. de su Catedral

El año 1591 se hizo la división eclesiá!stica de Filipinas, creándose


tres diócesis sufragáneas ® Manila, y la ciudad del Santísimo Nombre
de Jesús se vio elevada a la categoría de obispado, si bien hasta el 10 de
agosto de I 595 no tuvo lugar la erección de �u catedral que fue p�ta
"bajo la advocación del Santo Angel Custodio. 10

� Pigafetta, Antonio: Primer viaje en torno del Glolw. Edición del IV Centenario.
Madrid, 1927, pág. rrr.
6 M'orga, Antonio de: Sucesos de las Islas Filipinas.Ed.de W.E. Retana. Ma-
,drid, 1909, pág.18..
7 Gaspar de San Agustín: Ob. cit., tomo I, pág. rz.2.
8 Breve Diccionario biográfico· de los ingenieros milit a.,ts..., pág. 79 .
9 "Planos de las Plazas, Presidios y Fortificaciones en todo el Distrito de las Pro­
vincias, que sugeta el Real Dominio en las Yslas .P:hilipinas•.• Por el Mari&Cal de Campo
<ion Fernando Val dés Tam6n... Año de 1738.( Bibl.del Museo Naval. Madrid).
ro Diez de fa Calle, J uan: Ob. cit ., tomo I, fol.154 v.0
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ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 337

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S e construyó entonces· un primer edificio de m ader a, cañas y nipa 11
y más tarde se levantaron cuatro p�re des die pi edra muy endebles, cu·
bie rtas t ambién de nipa. En esta situación la encont r ó el c ua rto pre­
l a do de la diócesis, fr ay J uan López, que tomó posesión de su obispado
el día 3 I de agosto die 1665 y dos años después da cuenta al Re y del
�sta do de su iglesi a, remitiendo una "Informa ción" que mandó hac e r
sobre el particu lar. Por ella sabemos que el retab lo mayor lo formaban
dos viejas colu mnas de mader a, entrn las que se hallaba una imagen.
d.el Angel Custodio, titul a r de la iglesia, que fue donada por fray
Pedro de Arce, segundo obispo de Ce bú, y un sagrario que dio de
limosn a un ben eficiado. Todo él ,estaba sin dorar, y los col aterales
:tenían retablos pint ados, venerándose en uno de ellos una escultura
del patrono de la ciudad; S an Vidal, ya oomida de polil la. El otro
-colate ral tenía un vi ejo :sagrario. También carecía la catedral de baptis·
-rerio, administrándose el sacramento en un pl ato colocado sobre un a
mes a; la sacristía era " un apart adijo de tablas viej as" en la que no
s e podía guardar nada; y el campanario. lo constit uían cuatro maderos
aún más b ajos que la iglesi a, de 1� que colgaban otra:s1 tantas campanas.
Después d e describir esta trist e situación, el Obispo rec uerda al
Rey que aquella iglesia era la más antigua del Archipiélago, pues cerca
de ella se dijo l a primera mi:sia en Filipinas, hacía más die un siglo, y
t ermina solicitando un a renta anual de dos mil pesos en indi0s vacos,
pa ra su fábrica.
Visto en el éons ejo e ste expediente, por neal cédula de 27 de oc·
tubre de 1670 12 se concedió lo solicitado, y además una limosna de
diez mil pesos d e a ocho realies, a pagar en diez años, con destino a1
edificio de la n ueva catedral. Consta que don J uan de V argas Hurtado
situó a la catedr al la renta que le habí a sido asignada 1 3 y que ésta
se abonó regula rment e ha:sta fines de octubre de 1689 14 en cuya fe cha
se habían entre gado para este fin diecisiete mil seteci entos di eciocho
pe sos. Con dicha ,s uma lev antó fray Di ego de Agui lar " una catedral

11 Según declaración del alférez Domingo de los Reyes, en informaeión hecha por
orden del obispo en 1667. (A. G. l., Filipinas, 82).
1.:1 Un traslado de esta real cé dula va unido a carta del Gobernador Valdés Tamón
-de 9-VII-1733. (A. G. I., Filipinas, 145).
13 Don Juan de Vargas Hurtado al Rey, en Manila a u-VI-1681. (A. G. l., Fili-
l)Ínas, 392).
r 4 Así consta en el parecer del fiscal que fortna parte del expediente que acompañ'l.
a la carta de Valdés Tamón citada en la nota 12.
338 :M.ª LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

de cal ·y canto, de un simple -cañón" q ue costó más de diez mil pesos,..


y no llegó a aca barse, aunq ue, cubierta de palmas, sirvió algún tiempo. 1s;
El sucesor de Aguilar, fray Miguel Bayot; t omó posiesión en
septiembre de 1696 y echó los cimientos de u n n uevo edifici o, que a su
muert e ocurrida en 1701, dejó apenas com�nzado, 16 pUle's desde r6gz
se había suprimido el pago d� la rent a, por arden del gobernador don
Fausto Cruzat y_ Góngora, quien dio cuenta 11 de q ue el fiiS'Cal d e l¡i
Audiencia de Manila pidió se decla rase si la merced de · dos mil pesos
anuales era temporal o perpetua . A esla cons ult a se respondió por real'
cédttl a de 19 de j unio de 1699 ordenando q ue el edificio fu ese recono­
cido por maestr os alarifies, haciendo t a:sación de lo gastado � su.
fábrka, y presupuesto de lo que sería necesario para acabarla.
En carta de 27 de mayo de 1701 18 .contestó Cruzat y Góngor�
que sólo estaban abi ertos algunos cimientos cuyo c"oste se t asó en tres-'
crent os t reinta pesos, y el valor de lo s materia les acopiados podía calcu ­
larse e n unos trescient os setenta y siete. Sin embarg o, sabemos q ue
se habían invertido en esto 1nás de cu at ro mil pesos. 1 9 No remite­
presupuie"Sto de la obra romo se le pidió "por no hauer en aq uella
Probincia Maest ro de Ynteligencia" por lo que el reconocimiento fue­
hecho por "Ju an Antonio. Ayeo, único cantero q ue se hall a en esta­
ciudad", y por Jerónimo Quibón y Jacint o Caba, carpintero s, q uieneS'
c,ertificaron q u � había reunidos muchos materiales tales como piedras
d e arrecife, harigues de mol ave, hatangas · de cuat ro brazas, y casco
:le lavan. 120 Terminá manifes tando ser muy n ecesario que se continúe
el abono de la merced oonoedida. En vista de ello, por real cédula de-
12 de octu bre de 1703 se mandó pr oseguir el pag o de <lidia renta pero
esta orden no se cumplió, a pesar de las repetidas instanci as d,e los
prelados de Cebú.

15 Fray Juan Angel Rodríguez al Rey, en Manila, a 15-Vll-1739. (A. G. l., Fili­
pinas, 1.006).
16 Así se afirma en la <:arta citada en la nota anterior.
17 Don Fausto Cruzat y Góngora al Rey, en 8-VI-1692. Se ha<:e referencia a �-
c;i.rta en el expediente citado en la nota 1.2.
18 También citada en el mismo expediente.
19 Este dato consta en la carta de fray Juan Angel Rodríguez, citada en la nota ISr
zo Angulo Iñi¡¡uez: Oh. cit., tomo II, Estudio, págs. 561-62.
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Fig. 170.·- Planta de la catedral de Cebú, por Juan de Ciscara. 1719.


Fig. 171.-Fachada principal de la catedral de Cebú.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 339

La Catedral de Cebú en el siglo XVIII


Muerto fray Miguel Bayot, sexto obispo d e la diócesis, el día
28 de agosto de 1700, se hizo cargó del gob�no de su obispado fray
Andrés González, obispo de Nueva Cáceres, y por una carta suya
escrita en 4 de mayo de 1702 21 sabemos que la vieja catedral a medio
hacer, que oo venía utilizando, quedó destruída por un huracán y fue
necesario levantar un camarín de palos "en el qual se dize Misa aunque
con alguna indecencia". Para su reedificación no contaba con renta
alguna, pues no había sido cumplimentada la real cédula de 1703.
Así •seguían las cosas ,cuando tomó posesión el nuevo Prelado fray
Sebastián de Fóronda -el 21 de enero de 1719-, que decidió derribar
los restos ® la catedral arruinada y acometer la construcción de un
nuevo edificio, cuya planta remitió a España. (fig. 170 ).
Dicho plano lo trazó el ingeniero militar don Juan de Ciscara, que
se encontraba en Cebú accidentalmente, y no sabemos si por iniciativa
propia, o lo que parece más probabk'.o, por indicación del obispo, pro­
yectó un templo de tres naves, cabecera plana, crucero apena:s indicado.
y dos torres a los lado s de la fachada, principal, cuyo frente medía
cincuenta y tres varas castellanas. En suma, una iglesia demasiado
grande para aquella ciudad, proyectada "a medida y proporción de
esta catedral de Manila", como diría años más tarde fray Juan Angel
Rodríguez. az
Por una carta de fray Seba:stián de Foronda 12'3 sabemos que éste
rieclamó el pago de las rentas de la iglesia y consiguió que don Fer­
nando Manuel de Bustillo Bustamante, ordenase al alralde mayor de
Cebú efectuar dicho abono. Pero ocurrió entonces el asesinato del
Gobernador, y sabiendo el Prelado que sería inútil insistir por hallar­
se exhaustas las real� cajas, decidió construir por su cuenta un edificio
provisional de palos y tablas, capaz y decente para celebrar los divinos
oficios y servir como catedral y parroquia.
Fue nombrado P,Or entonces alcalde mayor de la provincia de
Cebú el general don Manuel de Ochoa y Sarate, persona muy conqcida

21 Fray Andrés González al Rey, en Nueva Cáceres, a 4-V-17oz. (A. G. I., Frli­
pina!, 296).
z2 En su carta citada en la nota Is.
z3 Fray Sebastián de Foronda al Rey en Santo Nombre de Jezús de Zebú, a 3-V-17.:n.
(A. G. l., Filipinas, 293).
340 M. ª LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

del Obispo, y que, según él, tenía "ciencia geométrica b�tante para
executar la fábrica de la Iglesia Cathedral" conforme a la plan ta que
trazq Juan de Ciscara, y por ello le hizo maestro mayor de la misma.
A primeros de diciembre de 1720 comenzó a reunir piedra y cai
y a fabricar camarines para alojamiento d,e los obreros, pero cuando
todo estaba ya dispuesto para é\brir los dmientos, el Gobernador ordenó
a Ochoa que de los fondos que tenía a· su cargo suf raga·se los gasto3
d� armadas que s� organizaban para luchar contra los moros malanaos,
<}Uienes confederados con los mindanaos, sie disponían a atacar Zam·
boanga. Con esto quedaron ,suspendidos los trabajos, en los que ya
· se habían gastado quinientos pesos, que de· no proseguirse, serían
inútiles y se perd,erían también los materiales acopiados como ocurrió
con los que dejó reunidos a su muerte fray Miguel Bayot.
En este momento debían existir en las cajas de Manila treinta
y siete mil trescientos treinta y seis pesos de las rentas atrasadas, a los
que aún había que añadir diecisiete mil setecientos dieciocho pesos y
seis tomines que se mandaron abonar de los espolios de fray D�go
<l.e Aguilar, por no haber éste justificado la citada cantidad, que le fu.e
entregada romo se ha dicho.
Ningún resultado dieron estas gestion,es del Prelado, y siguieron
acumulándose en la;s cajas reales las rentas de -la catedral de Cebú.
En 1732124 los oficiales reales, por orden del Gobernador, certifican
que se debían a la iglesia sesenta y cinco mil sesenta y dos pesos.
Pasó entonces el asunto a manos del fiscal de la Audiencia de
Manila, que pidió se hiciese reconocimiento del estado de la obra por
técnicos en la materia, siendo designado iel ingeniero militar don Tomás
<le Castro y Andrade, que presupuestó la construcción de la catedral
en sesenta mil quinientos veintitrés pesos y un real. Entonces se acordé­
lf'tl Junta de Hacienda celebrada el día 3 de febrero de 1733 que el
alcalde mayor de Cebú pagase anualmente los dos mil pesos de renta
.asi gnados, y que para amortiz.ar los atrasos se saca,sen del producto·
de vacantes de mitras cuatro mil pesos anuales. De todo esto dio cwenta
Valdés Tamón.zs y el Consejo de Indias acordó aprobar lo ejecutadu
ordenando al Gobernador que diese cuenta detallada del iestado de
Ja fábrica.

z4 Esta certificación figura en el expediente citado en la nota 1 a


as Carta citada en dicha nota núm. I 2.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 341

Había muerto entre tanto fray Sebastián de Foronda, siendo


sucedido por don Manuel Antonio de Ocio y Ocampo, que gobernó
la diócesis <ksde el 26 de abril de 1733, hasta el 21 de julio de 1737.
En estos cuatro años se libraron puntualmente seis mil pesos en cada
uno de el los, y se comenzó la edificación de la catedral con arreg lo ;t
la p!anta de Ciscara, llevando la direcc ión de la obra un maestro arq ui •
tecto llamado Lázaro Buyco. :z6 Conocemos los progresos de la obra
durante el pontificado de don Manue l Antonio de Ocio y Ocampo,
gracias al reconocimiento que mandó practicar el Gobernador en cum·
plimi�nto de una real cédula de 7 de julio de 1735 qµe l e ordenaba dar
cuenta detallada del estado del edificio.
Para dicho reconocimiento el Alca lde Mayor de Cebú convocó
a las siguientes per!¡onas: don Lázaro Buyco "maestro mayor de. dicha
fábrica y que ha corrido -con iella desde que se comenzó", don Mariano
Ambrosio de la Cruz, maestro alarife, d general don Miguel de Ara•
gón "persona de inteligencia en fábricas", el sargento mayor d01t
Ignacio de La Serna alcalde ordinario de Gebú, don Juan de ToledG
y Grimal dos, don Juan Ignacio de l Corro, y el alférez don Ignacio
Orcul lo, personas todas "inteligentes y versadas en la materia". El 6 de
mayo de 1737 se verificó esta vista de ojos die la que resu ltó estar la
iglesia, sacristía y torre fuera de cimientos; en esta �ituación se dejó
1a obra por algún tiempo para que quedase bien asentada, aunqUJeo según
dedaración del arquitecto sus fundamentos estaban hechos con la mayor
fortaleza y sc lidez y .se l es dio más profuncijdad y espesor de los
req�ridos por el edificio, a causa de ser el terreno tan húmedo que al
abrirlos brotó gran cantidad de agua, por lo que hubo que trabajar
mucho para dejarlos bien asentados. Este obligado compás de espera

... se aprovechó para reunir materiales y labrar más de cuarenta mil


tablillas de piedra. También sie prepararon unos diez mil cabanes de
cal y gran cantidad de piedras para vitoca.
A juicio de'l arquitecto y del alarife Ambrosio de l a Cruz, se ne­
cesitarían unos cincuenta o sesenta mii pesos para acabar la catedral ,
que quedó en esta situación a. la muerte de Ocio y Ocampo. 27

26 El nombre de este maestro aparece en el testimonio que acompaña a una 'carta


del Gobernador que se cita en la nota siguiente.
27 Según r �conoci �iento efectuado en 6 de 'mayo de 1737, cuyo testimonio va unido
a carta de Valdes Tamon de 16-VII-1737. (A. G. I., Filipinas, 431).
342 'M.• LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

Se hizo cargo entonces de la administración de la diócesis el arz­


obispo de Ma?ila fray J u�n Angel Rcdrígue z, �ro este Prelado que
, _ _
tanto se ocupo de la fabrica matenal de su iglesia no hiZQ lo mismo
con lc:1, de Cebú, sino que por el contrario, aunque ,el Go�rnador y la
Audiencia le rogaron que se encargase de proseguir la obra, no quiso
hacerlo por no tene r persona de oonfianza que corriese con su admi­
nistración, además <le que a su juicio la catedral comenzada era dema•
siado grande para la ciudad por lo que creía que no debía continuarse
este edificio, cuyo coste sería muy elevado.
Por tcxlo ello resolvió vender los materiales acopiados, que pu•
dieran deteriorarse con el tiempo, ingresando su producto ·zS e� las
cajas reales a cargo del alcalde mayor de la provincia de Cebú.
Transcurrieron más de cuatro años, ha·&ta que al fin cl 7 de diciem·
bre de 1741 tomó posesión el nuevo obispo de Cebú, don Protasio
Cabezas, que en 20 de abril del año siguiente l2J9 después de hacer un
breve resumen de la historia de su catedral, afirma que no obstante
haberse invertido en ella muchos millanes de pesos, no existía allí ni
siguiera una iglesia "de madera decente para los Divinos oficios, ni
aun para la simple qualidad de Iglesia Parrochial".
Siguen pasando años sin que se termine la catieclral de Cebú y ya
mediado el siglo 3o don Mi gu el Lino de Ezpeleta, informa al Rey, que
sólo había un camarín de tabique cubierto de hojas de palma, construí­
do cuando se vino abajo el que antes tenían, que también era indecente.
Naturalmente el objeto de esta carta es reclamar una vez más las
cantidades adeudadas a la iglesia, y visto por el Consejo sie expidió
real cédula en 2 de. abril de 176o 3 1 ordenando al Gobernador y Audien­
cia de Manila ínformar con toda claridad y justificación. Pero antes
d e que esta cédula llegase a su destino, vuelve a insi.stir Ezpeleta,
ahora gobernador del Archipiélago, por muerte de don Pedro Manuel
de Arandía. 32 La catedral seguía siendo un camarín pequeño, indecente
h 9sta "para ha:bitadón de un indio" y a la vista de ello se ordenó por
real cédula dirigida al Virrey de Nueva España que remitiese directa-
28 Así lo afirma en su carta citada en nota , 5.
29 Don Protasio Cabezas al Rey, en .:ao-IV-1742. (A. G. l., Filipinas, 151).
i30 Don Miguel Lino de Ezpeleta al Rey, en 10-V-1757. Citada en un informe de la
Contaduría, de 5-Ú{,-1765. (A. G. l., Filipinas, 1.002).
3r Citada en In,orme de la Contaduría de 18-XIl-1794. (A. G. l., Filipinas, 1.002).
3:.1 Don Miguel Lino de Ezpeleta, en Manila, 23-Vl-1760. Extractada en el informe
que se cita en la nota anterior.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 343

mente al Obispo de Cebú los dos mil �sos de renta a,nual de �u iglesia,
.C:escontándolos qel situado d� Filipinas. Los otros cuatro mil peso�
.que por Junta de Hacienda se acordó pagar anualmente a cuenta de
�trasos, debían abonarse por los alcaldes mayores de Leyte y Panay,
.del producto de vacantes.
Tal era la situación de la catedral cuando tuvo lugar la �xpulsión
.coo los jesuítas, y entonces el Gobernador de Filipinas, pensó sería

-
.conveniente convertir en catedral la iglesia que éstos t�nían en Cebú
y dedicar a palacio episoopal �u colegio. Pidió informe sobre ello al
Prelado, pero éste �pondió que consideraba la igl�sia "pequeña oscu­
ra e indecente" y por tanto inadecua<la para catedral, además de que
:.si no se terminaba d edificio em�zado, se perderían la,s gruesas sumas
ya invertidas en él, añadiendo que ba:starían seis mil pesos para con·
.cluirlo. En cuanto al colegio, lo cree demasiado grand� para su resi•
tienda, y con distribución poco adaptable a este fin. 33
Él parecc;r del Fiscal de Su Majestad coincidió con el d�l Obispo
y en consecuencia, por neales cédulas dirigidas a éste y al Gobernador
en 16 de diciembre de 1770 se mandó prosegu ir la obra, y cuando don
Mateo Joaquín Rubio de Arévalo, sucesor de Ezpeleta, tomó posesión
-t-el 4 de sept�bre de· 1775� estaba· terminada algo más de la mitad
.d� la fachada y poco más de un tercio de las paredes lat�rales. Para
continuarla solicitó los espolios de su antecesor, pero pasaron varios
-años sin que se le abonaran. Cuando esto iescribe, en 1784 34 estaba
preparando los materiales y tenía dispuestos "maestros inteligentes"
para proseguir la obra hasta concluirla con seguridad y firmeza, tan
pronto recibiese el caudal necesario.
Dos años después ---el II de julio de 1786- 35 comunica que se
le entregaron ocho mil pesos �n concepto de espolios de don Miguel
Lino <k, Ezpeleta, con cuya cantidad continuó la obra. En esta fecha
-estaba concluído el frontis o fachada "de primorosa Arquitectura, el
-cuerpo principal de la iglesia, crucero y presbiterio, levantando más de
una braza de su cimiento" y preparado ya el maderamen neCJ:!'sario que
se llevó de la isla de Bohol. En todo esto invirtió la mitad de lo recibido,

33 El mismo Prelado, en 20-XI-176ª. {A. G. l., Filipinas, 619).


34 Don Mateo Joaquín Rubio de Arévalo al Rey, en 17-V-1784. También citada
en el mismo informe.
35 El mismo Prelado, en n-VIl-1786. Citada en dicho Informe.
344 M. ª LOVRDES DÍAZ-TRECIÍVELO SPÍNOLA

y aún faltaban los arcos en que había de estribar la media naranja


toda la techumbre, el presbiterio, sacrifitÍa y torre a más del adorn;
interior del templo;. retablos, coro, rejas, etc., por lo que estima insu­
ficiente la cantidad de seis mil pesos que solicitó su antecesor, y que
aún no se habían cobrado por no haber sido niec,esarios hasta el
momento.
Esta carta dio lugar a que fuese revisado todo el expediente re­
lativo a las rentas de la fábrica material de la catedral de Cebú a la que­
se debían grandes cantidades que se invirtieron en otras cosas, y una
vez más, pqr real cédula de 4 de mayo de 1795 36 se manda al Gober•
nador que encargue al Prelaclo actual don lgnado de Salamanca pre­
sente la cuenta detallada de lo gastado en la iglesia desde que se puw.
en práctica lo oraenado por real cédula de 27 de octubre de 176o.
Así termina el siglo X,VIII, y a principios del XIX fray Joaquín
de Encabo, de la Virgen de Sopetrán, dio fin a la obra de la catedral, 3r
si bien en 1829 ésta .se �aliaba otra vez amenazando ruina. 38

Otros edificios religiosos de Cebú


Cuando Legazpi. trazó el plano de la ciudad, señaló un �olar para
la iglesia en que había de colocar.se la imagen del Niño Jesús recien
hallada, que ocupaba precisamente iel lugar de su invención, y otros
solares P.róximos hasta ser "un espacioso sitio", en el que más tarde
se levantó la iglesia y convento de los agustinos, primeros religiosos
que hubo en Filipinas.
Una información de. parte hecha a petición del Procurador de la
Orden de San Agustín, fray Bartolomé García 39 asegura que este con­
vento era el edificio � pobre que había en aquellas Islas, en el año
1596. Sus paredes de tablas y cañas se hallaban podridas, y su techo
de paja había sido arrancado ya varias veces por vientos y tempesta­
des. Era tanta la debilidad de sus paredes "que con menos fuer�a que
una cos o puntapié se apostillaran" y por ello hubo en la iglesia un

36 Real cédula diria-ida al Gobernador de FilipinM, en 2-V-1795, (A. G. l., Filipi-


nas, 1.002).
37 Buzeta, Manuel y Felipe Bravo: Ob, ci(., tomo I, pág. 554.
38 Angulo lñiguez: Ob. cit., tomo 11. Estudio, pág. 564.
39 En· Cebú, a 16-II-1596. (A. G. l., Filipinas, 60}.
-

Fig. 172.-Iglesia del Santo Niño, de Cebú. Fachada principal.


fi¡¡. 173.-Iglesio del Santo
Niño, de Cebú. Detalle del prim
er cuerpo de la torre,
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 345

robo sacrílego siendo despojada la imagen del Santo Niño de todas


su� Joyas.
En 1é>o9 el convento segu ía en la misma situación, y el Procurador
de la Orden fray Pedro de Agu irre manifiesta que. estaba pua caers�
con las muchas aguas., por lo que se expidió real cédula mandando al
Gobernador don Juan de Silva informar sobr e el asunto 40 y según
escribe Juan Díez de la Calle 4 1 en ro de Eeptiembre de 1635 se le
concedieron mil ducados die limosna para ·ayuda de su reedificación
que se estaba efectuando.
A principios del �iglo XVII llegaron a Filipinas los agustinos
descal zos o recoletos, y en 1621 4 2 a petición de don Pe.dro de Arre,
segundo obispo de Cebú, fundaron convento en esta ciudad, en una
ermita dedicada a la Inmaculada Concepción (fig. 16g, letra P), que
el Prelado les entregó para ello. 43 Por una carta de éste 44 sabemos
que en 1625 el convento tenía una iglesia de madera que por ser muy
vieja se les estaba cayendo, sin que pudieran reedificarla por carecer
de rentas. Dicho edificio, según escribe el padre Delgado 45 se hallaba.
separado de la ciudad por un estero.

La iglesia y casa de la Compañía


También los j�uítas se iestablecieron en Cebú muy pronto y su
casa e iglesia, en el año 16oo tenían necesidad de reparos. 46 De la
información que con tal motivo se abrió consta que eran de madera
y según declara el deán del Cabildo Catedral don Juan de Quintana,
sería conveniente hacer la casa de piedra y cal, dándole un solar más
amplio que el que tenía. Con fecha s· de julio del mismo año se hizo
en Manila, por el oidor don Antonio de M orga, otra información sobre
el mismo a:sunto, 47 a la que va unida un informe de la Audiencia 4S­
que propone se le señale una renta anual de quinientos ducados y que-

40 Real Cédula dada en Segovia a 29-VIII-1601. {A. G. l., Filipinas, 80).


41 Díez de la Calle, Juan: Oh. cit., tomo I, fol. 3-54.
42 Bu zeta, M'anuel y Felipe Bravo: Oh. cit., tomo I, pág. 554.
43 Juan de la Concepción: Ob. cit., tomo V, pág. 71.
44 Fray Pedro de Arce, en Cebú, a 7-Ill-16.25. (A. G. l., Filipinas, 80).
45 Delgado, Juan José: Oh. cit., tomo I, pág. 61.
46 Información hecha a ,solicitud del Provincial de la Compañía de Jesús, padr::,
Raimundo de Prado, en Cebú, a 6-IV-1600. (A. G. l., Filipinas, 79).
47 Hecha en Manila, a 8-VIl-1600. (A. G. l., Filipinas, 79).
48 Fechado en 1.2-VII-1601.
.346 llil'..• LOURDES DÍAZ-TRECHOELO SPÍNOLA

1� sean concedidos otros tantos por una sola vez para las obras que
necesitaba. A mediados del siglo XVIII este edificio. era una "fábric:a
aunque pequeña, muy re gular y bien qi:spuesta", dice el padre Delgado.
El planq remitido ¡>?r Valdés Tamón en 1738 (fig. 169) nos da
a conoc�r la confi guración irre gular de la ciudad, situada en una punta
-cuyo extremo defiende la fuierza de San Pedro (A). Sus calles tiradas
.a ,cordel, delimitan solares iguales o cuadras, y por la parte que mira
al fuerte, forma un 'ángulo recto, mientras que el resto del perímetro,
bordeado por un riachuelo, es irre gular. En el recinto así acotado se
sit�an la catedral (N), la� casas episcopales (M) y del cabildo (L)
.en la parte central de la dudad,· y en su.. periferia la iglesia y casa de 1a
Compañía de Jesús (I) y <lel Santo Niño (O) perteneciente a los a gus·
tinos. También se indican los cuarteles y casa real (H). Fuera dcl r�
cinto urbano quedan, de una parte, la iglesia y convento <Le la Con•
cepción (P), de los agustinos. recoletos y de otra, el Parián(Q) con su
iglesia de San Juan Bautista (K).
Cuando el padre Delg�do visitó' la ciudad, a mediados del si•
:glo XVIII Cebú ·se hallaba ,en decadencia y tan despoblada que apenas
tenía los vecinos necesarios. para proveer los cargos de regidores; y
alcaldes ordinarios. "Es Cebú al presente --die� como cualquier pue•
hlo de indios" y qtribuye esta situación a la codicia de los alcaldes
mayores, que im�ían el comercio a los demás vecinos, acaparándolo
todo. 49

Nueva Cáceres
Durante el gobierno de don Francisco de San de (1575-l 579) el
capitán Pedro de Chaves llevó a cabo la pacificación de la provincia
� Camarines, al sur de la isla de Luzón y fundó en ella la ciudad de
Nueva Cáceres, a cuatro leguas del mar y sobre la orilla del río Naga.
En este "lugar regalado y proveído de todos bastimentas" 5° se
creó una pequeña población que a principios del siglo XVII tenía c�1
ve,cinos _1:;spañoles que vivían �n casas de madera, pero no obstante
1a poca importancia de este núcleq urbano, en 1591 Nueva Cáceres
había sido elegi<la para sede de -uno de los obispados sufragáneos de

49 Delgado, Juan José: Ob. cit., tomo I, pág. 6z.


50 Morga, Antonio de: Ob. cit., pág. 204.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 347

Manila y su catedral se erigió �n 1595 con la advocación de San Juan


Evangelista. SI
No prosperó por esto la población que a fines del siglo XVIII sz
seguía siendo muy pequeña. En su calle principal, orientada de sur a
norte, se hallaba la catedral cuyo atrio quedaba a la orilla del río.
Adosado a su espalda estaba el palacio episcopal, separado de los reales
almacenes por un jardín. Estos tres edificios eran de piedra y a con·
tinuación se alineaban la s ca·�as de madera de los vecinos.
En el extremo opuesto de estq calle, comenzando por la orilla del
-río, se encontraba el Seminario seguido de. varias casas particulares
:hasta llegar junto a los almacenes, donde estaba la Casa Real, resi•
dencia del Alcalde Mayor de la provincia.
Una calle transversal orientada al este llevaba ha!¡ta el convento
-de San Francisco, único que existió en la ciudad, y que debió ser su·
t)rimido, pues en 1825 s3 fray Bernardo de la Concepción afirma que
-no había ninguno en toda &u diócesis.
Tuvo Nueva Cáoeres tre� arrabales: Tabuco, Naga y Santa Cruz.
En este último se comenzó una iglesia de piedra destinada a parroquia,
,que no llegó a utilizarse. A una milla de la ciudad se halla la ermita
:<le Nuestra Señora de la Peña d., Francia cuya reedificación dejó
.empezada don Felipe de Molina. 54

1.a Catedral

Dura·nte mu�hos años su edificio foe de tablas cubierto de nipa y


1uego se hicieron las paredes de ladrillo por no haoor en aquellos alr e­
..dedores ninguna cantera.
1
A fines del siglo XVII gobernó lá sede de Nueva Cáceres fray
Andrés González,
. O. P. que tuvo un largo pontificado
. (desde el 7 de
agosto de 1679 hasta el 14 de febrero de 1709) durante el que se ocupó

SI Díez de la Calle, Juan: Ob. cit., to'mo I, fol. 352 v.0 •


52 ,Relación de la visita de la catedral. Nueva Cáceres, s-V-1791. (A. G. I., Fili­
.-pina9, 1.033).
53 "Relación del Estado de la Yglesia de Nueva Cáceres que su Obispo D. Fr. Ber­
-nardo de la Concepción del Orden Seráfico de -Meoores Descab:os, hace a la Sagrada
cCongregación del Concilio por medio del Rey Cathólico su Señor". Nueva Cflceres, a
Jo-XII-I8.25. (A. G. I., Filipinas, 1.033).
54 Fray Juan Angel Rodríguez al Rty, en Manila, a Io-VII-1740. (A. G. l., Filipi­
:111a9, 1.006).
348 M. • LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

de la fábrica material de su iglesia. En el año 1700 ss tenía reunidas


y preparadas las maderas necesarias para techarla de nuevo, porque
amenazaba mina su cubierta, y había efectuado obra&, de consolidación,
· pues las parodes � hallaban rajadas a causa de los terremotos, por
lo que fue necesario reforzarlas oon estribos d� sillería.
También cercó de piedra el patio de la catedral y en él delimitó
un espacio cuadrado de veinticuatro varas de lado para cementerio de
los pobres. Preocupóse también del adorno interior del templo haciendo
un retablo nuevo para el altar mayor y un sagrario primoroso "porque
el que antes tenía era una caxt.iela quadrada y mal dispµesta". Hizo
tallar varias imágene� nuevas y fabricó un viril dorado.
En 1703 S6 ya estaba techada de nuevo toda la iglesia y dórado-;
sus retablos habiendo invertido en la obra más de seis mil pesos ien
el tiempo de· su pontificado que eran ya cerca de veintidós años. Dicha
suma la abonó él porque la catedral no tenía asign ada renta alguna
para su fábrica.
Años después otro Pnelado, don Felipe de Molina s7 solicitó una
renta de quinientos pesos anuales citando el pre�dente de las catedra­
les de Manila y Cebú que tenfan r�ta fija para �u fábrica maberial.
Vuelve a insistir en este petición el 8 de junio de 1726 54 por la situa­
ción en que se hallaba el ,edificio que mandó reconocer por personas.
inteligentes, al proponerse cambiar su techo de paja por otro de teja
para evitar el inminente peligro de incendio. De este reconocimiento
resultó que las paredes estaban a punto de caerse hasta el extreme>
que se juzgó necesario demolerlas, antes que uno de los frecuentes
terremotos o baguíos las arruinasen por completo.
En otra carta del mismo Prelado s9 "Se describe el edificio que
media menos de veinticuatro brazas de largo, por cinco y media de
ancffo y algo más de dos braz� y media de alto. No tenía portada ni
sacristía, sus paredes de ladrillo estaban demolidas y rajadas por mu•
chas partes, el techo era de paja y su .maderamen se hallaba tan podrido

SS Fray Andrés González al Rey, en N11eva Cáceres, a 6-IV-1700. (A. G. l., Fi-
lipinM, 123).
56 El mism'o, en Nueva Cácer�, a 4-V-1703. (A. G. I., Filipinas, 296).
57 Don Felipe de Molina al Rey, en Nueva Cáceres, a 20-Vl-1725. Esta carta se­
copia íntegra en otra de 8-VI-17.26. (A. G. l., Filipinas, 293).
58 Don Felipe de M'olina al Rey, en 8-VI-17.26. Citada en la nota anterior.
59 El mismo, en 30-Vl-1725. Copiada en otra de u-VI-1726. (A. G. l., Filipinas, .293),
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 3'49

y maltratado que era necesario renovarlo por oompleto. Cuando esto


escribe tenía preparados madetas, ladrillos y tejas para hacerle una
portada decenoo, fortificar sus paredes con algunos pilares y levantarla
-una vara más para ponerle el tiecho de teja, cuyo material no se sabía
fabricar allí, por lo que tuvo que transportarlo desde Manila venciendo
grandes dificultades pues hubo de llevarlo por mar a Pasacao y desde
allí a Nueva Cáceres por muy malos caminos. Comenzada la pemoli­
ción, hubo que llevar de Manila "obreros inteligentes" para la fábrica
<le la nueva iglesia.
Según consta de una carta de Valdés Tamón 6o don Felipe de
Molina llegó a fabricar a sus expensas la catedral dt: su diócesis, y su
sucesor, don Isidoro � Arévalo dice: "Hallé, señor, la Iglesia buena,
aunque demuestra asía la portada algunas hendiduras, no parecen de
cuydado, sólo será preciso retecharla por la1¡, goteras, pero no es esto
" 61
tan execut.1vo ....
Por su parte el nwevo Prelado comenzó a fabri,c.ar un campanario
que medía tres brazas e� cuadro y ·se <hallaba levantado ya a la altura
de dos brazas de pared. Era esta obra muy necesaria pues las campana�
�e hallaban colgadas de cuatro postes de madera detrás de la iglesia.
Hasta 1781 110 volvemos a tener noticias de este edificio; en dicho
año el obispo fray Antonio Gallegos 62 acusa recibo de la cantida<l
-de dós mil pesos producto de espolios de su antecesor, que destinó al
reparo de la catedral muy deteriorada por los temblores, y en otra
carta posterior 63 comunica que tenía ya preparada toda la madera
necesaria para el reparo, y scis hornos de cal.
A.demás había hecho ir de Manila un maestro para enseñar a los
11aturales la fabriracion de la teja y estaba ya .cociéndose la primera
hornada.
El edificio estaba acabado en 1791 64 pero su vida fwe corta pues
lo arruinaron los temblores de 18II y cuando tomó posesión de h
Diócesis fray Bernardo d e °la Concepción la catedral estab� destruída,

60 Valdés Tamón al Rey, en Manila, a 3.o-VI-1734. (A. G. I., Filipinas, 423).


61 Don Isidoro de Arévalo, en •Nueva Cáoeres, a 30-VI-1742. (A. G. I., Filipi­
nas 1.033).
62 En carta al Rey, fechada en Nueva Cáceres, a 26-lV-1781. (A. G. I., Filipinas, 653.
Hay duplicado en el leg. 688).
63 Fechada a .29-IV-1781. (A. G. I., Filipinas, 653).
64 Relación de la visita de '1a Catedral, citada en nota 5.2.
350 M.ª LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

cosa que el Obispo atrfüuyó en parte a la p0'4 consistienda del terreno


en que fue levantada que por estar próximo al río era muy húmedo.
Teniendo en cuenta esta circunstancia decidió trasladarla, así como el
P.alacio episcopal y nemitió al Gobernador el plano de ambos edificios,
que fué aprobado. 6 s En 1825 estaba terminada la nueva catedral de
sillería.

El Palacio Episcopal y el Seminario


Hasta fines del siglo XVII no hubo en la ciudad casa episcopa1
según afirma fray Andrés González 66 que levantó una, cuyo costo fue
de tres mil pesos, pero su �ucesor don Domingo de Valencia comenzó­
otra nueva y "bastantemente capaz según su planta" q1,1e dejó sin ter­
minar a su muerte por lo que el nuevo prelado don Felipe de Molina
tuvo qoo hacer en ella unos tabiques de caña para poderse acomodar
provisionalmente hasta tanto se le concedieran auxilios económicos
para acabarla. 67 Pero debió mudar de opinión más tarde, y empezó
a demoler esta casa según testimonio de don Isidoro de Arévalo 68 que
le sucedió en la sede Nuey� Cáceres, el cual la vio a medio derruir­
cuando fue a recog,er a don, Felipe de Melina, que se hallaba enfermo,.
para llevarlo a Manila.
En d tiempo en que la diócesis estuvo vacante, l<;>s indios acabarorr
de 'derribarla casi por completo y al llegar a la ciudad el nuevo Prelado­
dice 69 que halló la ca.sa "en peor estado del que imaginaba" pues sólo
tenía un cuarto abrigado. No sabemos qué suerte corrió este edificio­
pe.ro sí que cuando tomó posesión de la sede fray Antonio Gallegos 70,
el Palacio era de tablas, cubierto de paja y estaba tan desmantelado que­
hubo de invertir quinientos pesos en reparos imprescindibles.
Al fin, a principios del siglo X!IX fray· Bernardo de la Concep­
ción emprendió la construcción de un edificio de sillería en lugar más

165 Fray Bernardo de la Concepción, en Nueva Cácerés, a .21-XI-1816. (A.· G. I. r


FilipinM, 1.033).
66 Fray Andrés González, Nueva Cáceres, a 17-V-1691. (A. G. I., Filipinas, .2!)6).
67 Don Felip e de Molina, en Nueva Cáceres, a 30-VI-17.25. Copiada en otra de­
II-VI-1726. (A. G. l., Filipinas, 296).
68 Don Isidoro de Arévalo al Rey, en Nueva Cáceres, a 1.2-VII-1741. Copiada e�
otra de 30-VI-174.2. (A. G. I., Filipinas, 1.033).
69 El mismo, en 30-VI-174.2, citada en la nota anterior.
70 Fray Antonio Gallegos al Rey, en 26-IV-1781. Citada en •la nota núm. 6.2.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 35t

firme, y con la ayuda que le prestó el Gobernador pudo t�rminarlo�


de lo que da cuenta al Rey en 1825. 1 1
La dióce_sis de Nueva Cáceres no tuvo �minario conciliar hasta
fines del :siglo XVIII en qu� el qbispo fray Antonío Gallegos de acuerdo
con el Gobernador, levantó un edificio de planta cuadrada y veintisiete
brazas de lado. Hízose est� edificio de ladrillo por no haberse encontra•
do piedra en aquel distrito. En abril de 1783 1a estaba terminada su
fachada hasta los arcos de las ventanas superiores y todo lo demás
hasta el prim�r piso. Unos meses d�spués el Obispo asegura que er
Seminario quedaría concluído al año siguiente, pue� se hallaba en su
mayor parte cubierto de teja. 73
La actividad constructora de fray Bernardo de la Concepción al­
canzó también al Seminario 74 que según parece encontró amenazando­
• ruina, y dejó re.edificado de sillería así como la catedral y el palacio
episcopal.

Nueva Segovia
A la orilla <Lerecha del Tajo �e fundó en 1581, durante el gobierno­
de don Gonzalo Ronquillo, la ciudad de Nueva Segovia, a dos leguas
del puerto de Camalayuga, situado en la costa septentrional de L4zón.
En tiempos de Antonio d� Morga la población tenía unos dosciien-­
tos vecinos españoles que vivían en casas de madera y junto a ella se
ievantaba un fuerte de piedra con cien hombres <Le guarnición. 75
· Por la relación detallada que de todos los presidios y fortifica­
ciones de Filipinas remitió Valdés Tamón en 173816 sabemos que·
éste, llamado Real Fuerza de San Francisco, era de planta cuadradc1,
con cuatro baluartes y rodeado de foso (fig. 174). A los diez años
de su fundadón la ciudad fue elegida para sede de otra de las diócesis
sufragáneas de Manila y en 1599 tomó posesión su primer obispo fray
Migu,e,l de Benavides.
En 16o2 todavía no se había levantado la iglesia catedral según

71 "Relación" citada en la nota núm. 53.


72 Fray Antonio Gallegos al Rey, en :»-IV-1783. (A. G. l., Filipinas, 653).
73 El mismo Obispo, en 15-X-1783. (A. G. l., Filipinas, 653).
74 "Relación" citada en 1a nota 53.
75 Morga, Antonio de: Ob. cit., pág. 203.
76 "Planos de las Plazas, Presidios... ", fols. 12 y 15. Vid. nota núm. 8.
352 llli. • _LO URDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

afirma fray Diego de Sória, el�cto para aquel obispado, quien añade
que no sería posible hacerla pronto "por ,ser aquella tierra nueva y
pobn�" 77 y en efecto, transcurrió medio siglo hasta q�e al fin fray
Rodrigo de Cárdenas que ocupó �sta sede desde 1653 a 166!, dejó
dispuesto que se edificase la catedral la que se hizo "muy bastante
para aquella tierra" al decir_ del padre Baltasar de Santa Cruz. ,s Debió
ser sin embargo, un pequeño y miserable edificio puesto que así lo
describe en 17o6 el obi:spo fray Diego Gorozpe !rala, diciendo que la
halló "tan pobre que no parece de V. M. ni en la humildad de sus
paredes ni en la desnudés d� sus altares, ni en las incomodidades de su
-cura, que es el únicCl dérigo a que se reduce su choro... ". 79
Por el testimonio de un saaerdote que visitó la catedral en 1719
�abemos que en dicho año ya estaban rajadas por muciJas partes las
paredés de la iglesia, su techo deteriorado y los harigu es que lo sus.ten• •
taban "casi pendienbes en el aire" por haberse podrido la parte clavada
en tierra. Refiere este testigo que en una ocasión, mientras celebraba
misa, hubo un "ventarroncillo" que le hizo temer que se hundiría
1a iglesia por lo mucho que crujía el techo. 8o
Hacia 1721 .sólo quedaban de este mísero edificio unas tapias ra­
jadas, sin cubierta alguna, poc lo que fue necesário fabricar un cama­
rín d,e paja donde se celebraba el culto. 81 Empezó entonces a hablarse
de la conveniencia de trasladar la sede �piscopal a la ciudad de Vigan
o Villa Femandina, situada en la costa occidental de la isla Luzón,
provincia de !locos, que por hallarse en el centro de la Diócesis haría·
posibLe que el Prelado pudiese visitarla, cosa que no era facttble desde
N ue_va Segovia.

La Catedral en Vigán
Desde este momento los obispos de Nueva Segovia solicitan repe·
ddas veces que se autorice la traslación. Así, don Jerónimo de Herne-

77 El Consejo de Indias en un informe fechado en Valladolid a r-Il-r602 hace


-r•eferencia a esta carta de Fray Diego de Soria. (A. G. l., Filipinas, 1,066).
78 Santa Cruz, Baltasar de: Ob. cit., tomo 11, pág. 366.
79 Fray Diego de Gorozpe al Rey, en Vig.an, a 24-V-r706. (A. G. l., Filipinas, .293).
80 Declaración de don Ignacio Fernández, Pbro. en información que acompaña
a una reiación hecha por don Julián de M'olina y dirigida a don Jerónimo de Herrera,
Obispo 'de Nueva Segovia. Sobre el estado de la catedral y la conveniencia de trasladarla
a Vigan. (A. G. l., F11ipinas, 1.030).
81 Informe del Maestro Julián de Molina, citado en la nota anterior.
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Fig, 175.-Plano de la ca1edral de 1� \liócesis \le N11eya Seeovia, en Vieán, 1800


ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 353

ra 82 que, no obstante, acometió la reconstrucción del edificio, sin que


r.udiera proseguirla por falta de fondos : y má� tarde t!S don Juan oo
;a Fuente :Yépez 83 quien de nuevo pide el traslado a Vigan, con infor­
me favorable del gobernador don Pedro Manuel de Arandía, 84 pero
no se ooncedió la autorización por real cédula hasta el 7 de diciembre
de 1758 8s y tran�currieron más de veintt! años antt!S � que se co·
menzaran las obras de la nueva catt!dral.
En 1785 el gobernador don José de Basco y Vargas visitó la pro•
vincia de Ilocos y estuvo en la ciudad de Vigan donde pudo ver el
estado ruinoso de su iglesia parroquial de San Pablo, que era necesario
adaptar para catedral. Al año siguiente se autorizó por dicho Gober•
na·dor el com�zo de las obras que ÍUt!ron llevadas con bastante rapi­
dez gracias al celo del obispo fray Juan Ruiz de San Agustín 86 qúien
en 26 de mayo dt! 1794 87 dio cut!nta del estado en que se hallaban.
Por esta carta ,sabemos que el 31 de enero de 1790 puso la primer:i
piedra de una iglesia de tres naves que medía noventa y siete varas y
dos tercias de largo por treinta y cinco varas y cinco puntos de ancho,
y cuya na� mayor tenía dieciocho. varas de latitud. Cuando esto
escribía estaban ya lt!vantadas las part!des de cantería, concluídos bap­
tisterio y sacristía, y acabada la fachada hasta la cornisa mayor, habién•
<lose colocado en ellas las armas reales como era costumbre. La torre,
que estaba .separada de la ig�ia, •se hallaba levantada hasta el segu ndo
cuerpo, y ya se hallaban reunidos y preparados los materiales necesarios
para la conclusión de la obra, o :sea la piedra para acabar el frontis,
las madt!ras para sostener la techumb� y las tejas para cubrirla. Según
afirma el Obispo, no había por entonces en Ilooos edificios con cubierta
<le teja, pero para la catt!<lral se eligió este tipo por asegurarla de los
frecuentes incendios a qut! se hallaban expu�stos los edificios cubiertos
8.e paja, que eran todos los de aquella ciudad°. Precisamente por eso,
solicitaba el Prelado que se mandasen quitar unas casa•s situadas a menos

82 Don Jerónimo de Herrera, en Manila, a 20-VI-1725. {A. G. I., Filipinas, 1,030).


83 Don Juan de la Fuente Yépez, en Manila, a 20-VI-1756. (A. G. l., Filipinas, 293).
84 Don Pedro de Arandía al Rey, en Manila, a 7-VII-1756. (A. G. 1, Filipinas, 474).
85 Angulo Iñiguez: Ob. cit., tomo II, Estudio, pág. 626.
86 Basco Y Vargas, en Imus, a .25-V-1794. En esta carta se copia otra del m.iamo
Gobernador, fechada en 23-I-1786, autorizando el comienzo de las obJ"as. (A. G. 1.,-Filipi­
nM, 1,021).
87 Fray Juan Ruiz de San Agustín, en .26-V-1794. (A. G. l., Filipinas, S ección de
Ultramar, 68.2). Estudiada por Angulo Iñiguez, en su citada obra, tomo 11, pág. 627.
354 M,ª LOURDES IlÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

5ie d�n brazas de la iglesia, y la Contaduría a cuyo informe pasó �ta


carta, qictaminó que. siendo muy justa la petición, debía ser atendida .
También del mismo informe resultó l¡¡. necesidad de ordenar al Go ..
bernador que diiese cuenta del �stado de la obra, fondos aplicados a
ella, y cantidad que haría falta para terminarla. 88 En consecuench
se expidió real cédula el 29 de abril d� 1797 89 en cuyo cumplimiento
reconocieron el edificio los maestros Tomás y Alejandro Arenas, san­
gley�s ladinos en el idioma castellano, que manifestaron faltaba aún
concluir el zaquizami d� las do& naves 1atera1�s, el retablo mayor y co­
lateralies, el púlpito y el cem�nterio, para todo lo cual se necesitarían
unos catorce mil pesos.
En 1799 la obra �staba muy adelantada y al año siguiente et
Obispo remite el plano de la nueva catedral 90 (fig. 175).

El Palacio Episcopal
Los prelados de la Dióc�sis de Nueva Segovia riesidieron en Vigan
desde 1755, pero hasta 1769 no hay noticias de su habitación. En dicho
año, el obispo fray Mi gu�l García 9 1 dice tener casi acabada la obra. dd
palacio episcopal que levantó sobre las tapias de la antigua ·casa parro•
quial, ampliada al doble de su extensión incorporándole un solar in...
mediato. Esta obra se hizo a expensas del Prelado y debió ser suma­
mente pobre a juzgar por lo qoo., años más tarde, escribió otro obispo,,
fray Juan Ruiz de San Agu stín. 9:a El edificio era de maqera cubierto
de cañas y se hallaba enteramente comido de anay, por lo que se trató
de hacerlo cw. cal y canto o de ladrillo y con cubi�rta de teja. Pero la.
fa,lta de medios impedía acometer la obra de modo inmediato, por la.
que el Obispo solicitó ael Rey una limosna.
En octubre de 1783 93 comunica el mismo Prelado que el edificio
quedaba por completo inutilizado, y había tenido que intalarse provi-

88 Informe de la Contaduría sobre la carta citada en la nota anterior. Este informe-


lleva fecha 13-X-1796. (A. G. l., Filipinas, 1.00.2).
8 !1 Angulo Iñiguez: Oh. cit., tomo II, Estudio, pág. 628.
90 Dicho plano ha sido publicado por Angulo IñiiUeZ en su citada obra, lám . .297_
91 Fray Miguel García, en 19-VI-1769. Citada en informe de la Contaduría de-
13-VII-1770. {A. G. l., Filipinas, 1.00.2).
�..i Fray Juan Ruiz de San Agustín, en .2-IV-1783. Extractada en Informe de la
Contaduría de 16-II-17 85. (A. G. I., Filipinas, 1.00.2).
93 El mismo, en .21 6 .27 de octubre de 17 83. Citada en el informe a que se hace­
referencia en la nota anterior.
ARQUITECTURA ESPA?iOLA EN FILIPINAS 355

sionalmente en unas e�tr�cha¡¡ habitadone$ qu� levantó gracias a la


ayuda que le pr�staron algunos vecinos.
El Obispo no remitió planta, proyecto, ni presupuesto del nuevo
palacio, por lo que la CQntaduría dictaminó que �bía enviarse el expe·
diente al Intendent� de Filipinas para que de acuerdo con el Prelado
hiciese trazar el plano y pr�upuesto d� la obra y lo remitiiese al Con•
sejo con lo¡¡ necesarios informes. Tal es la última noticia que sobre
�ste edificio hallamos en el siglo XIVIII, pero sie sabe que en la primera
mitad del XIX era uno d� lqs más notables d� la ciudad de Vigan.,
y había sido construído de cantería. 94

j 94 Buzeta, Manuel y Felipe Bravo: Ob. cit., tomo II, pái'. 468.
XIII
LA� FORTIFICACIONES DE MINDANAO, CALAMIANES
Y VISAYAS

"Los principales presidí°" de estas ys­


las son los de Zebú, Yloylo, Calamiane!J­
y Samboanga en las ·Provincias de
Vizayas ..• "
Don Fernando Valdés Tamón, e�
Manila a 19 de junio de 1730.
La fortificación de Mindanao
Esta isla, ·segunda del Archipiélago por .su extensión, fue ocupada
por los españoles en fecha tardía, no obstante la abundancia d� sus re­
cursos naturales y su po$ición es_tratégica para cortar el paso a los
moros de Borneo y Joló que tanta!¡• incursiones piráticas realizaron a
lo largo de la historia moderna de Filipinas.
A fines del siglo XVII, el mapa remitido por los r�coletos (fig. 176)
:!ieñala la existencia de tres pnesidios o fu�rzas en la isla de Mindanao:
!ligan al norte, Tandag en la costa oriental, y Zamboanga -el más
importante- en el suroeste.
Tres cuartos de siglo después, un mapa dedicado a Fernando VI
por Nicolás Norton Nicols (fig. 177) señala además los ck, Dapitan
y Cagayan.
El presidio de San Franci!¡co Xavier <le Iligan, era en 1738 1 un
reducto de cantería con cuatro ángulos flanqueados, y en el centro.
un caballero cuadrado, también de piedra, artillado oon cuatro cañones.
Lo delimitaba un recinto de estacas dobles, de novecientos cuarenta
y dos pies de circunferencia, y también la población quedaba encuadra·
d.a por otro recinto de estacas (K) en cuyo interior se hallaban las
Casas reales (M) y le\ iglesia y conv�nto (L) (fig. 178).
El de San José de Tandag, en la provincia die+ Caraga, tenía figura
<le triángulo escaleno, con dos baluar,tes y· un medio baluarte, estrada
encubierta, mira y alojamientos para la guarnición. 2'
En Dapitan hubo un presidio, dedicado a Santiago, consisten.te

I "Planos de las Plazas, Presidi� y For tificaciones. . . en las Yslas Phili pinas .••
i,or.•. don Fernando Valdés Tam6n...• Año de 1738", fol. 4-3. (Museo Naval. Madrid).
2 Ms. citado en la nota anterior, fo! 5.2.
360 J!4.ª LOURDES DÍAZ·TRECHUELO SPÍNOLA

sólo en un cuadro de estacas (fig. 179), situado ien la cima de un mon­


tículo de cien brazas de altitud, y próximo al río de su nombre. Al am­
paro de esta defensa natural se extendía el pueblo con su iglesia y
convento. 3
El padre Juan de. la Concepción dice de este fuerte que su posición
le hada: tan inatacable que no necesitaba defensa "pues por naturaleza
es .suficiente a que no la rindan sitios ... ". 4
En Cagayán, capital de la provincia de Misamis, estuvo la fuerzct
de San José, simple recinto de estaquería y terraplén, con trescientos
cuarenta y dos pies de circunferencia, y a orillas del río de Cagayán,
como manifiesta el plano (fig. 18o). La fuerza consistía en un doble
recinto cuadrado, al que se adqsaba por uno de :sus lados, otro de forma
recta,ngular, ie.n cuyo interior .se hallaba el pueblo. Había en un ángulo
de este liltimo un caballero artillado con un cañón de a ocho (E), y
otro semejante dentro del recinto de la fuerza (D). En el centro· de
la población se hallaban la iglesia y convento die los agustinos reco­
letos (H). s
Junto al río de Misamis, en la ensenada de Pangui, se levantó en
1754 el fuerte de Nuestra Señora de la Concepción y del Triunfo.
Gobernaba entonces el Archipiélago don Pedro Manuel de Arandía,.
quien encargó de trazar la planta y levantar la fortaleza a los jesuitas
padres José Ducós y Juan Nepomuceno Paver. 6 La construcción de
esta fuerza fue aprobada por el Consejo en 2 de septiembre del año
siguientl!,., pero todavía en julio de 1766 sólo existía en Pangui un
fuerte provisional de madera, cuyo plano remitió Arandía 8 junto con
un mapa de la ensenada.
Cuatro años después, el fuerte tenía tres baluartes "levantados con
ocho tablillas", y en el cuarto se había comenzado a poner la novena.
Dos de las cortinas e,staban sacadas de cimientos y se había n hecho las
zanjas para poner los fundamentos de las otras dos. 9 El gobernador

3 Ibídem," fol. 47.


4 Juan de ia Concepción: Historio General de Filipinas, tomo V, pág. 185.
s Ms. citado en la nota 1, fol. 45.
6 Don Pedro de Arandía al Rey, en Manila a 14-VII-1755. (A. G. l., Filipina,;, 9:zo).
7 Decreto que figura al dorso de la carta anterior.
8 Arandía al Rey, en Manila a 12-VII-1756. (A. G. l., Filipinas, 920).
9 /El corregidor Jacinto Rodríguez de Morales al Gobernador, en Misamis a 16-III-
1760. Testimonio que acempaña a una carta del obispo de Cebú fray Miguel Lino de Ezpe­
leta al Rey, en Manila a 8-VII-1761. (A. G. l., Filipinas 603 B).
Fig. 176,-Mapa de la isla de Mindanao, en el que se indican los presidies existentes en 1683.
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Fig, 180.-Plano de la fuerza de Cagayán (Mindanao). 1738. "Relación" de Valdés Tamón.



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ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN .FILIPINAS 361'

interino Lino de Ezpelcia, viendo cuán atrasada se hallaba la qbra y su



�xcesivo coste, por haberse proyectado demasiado grande, consultó
al padre Ducó.s y al provincial d� la Compañía de Jesús así como a otras
personas que conocían d terreno, para ver si convendría reducir su
traza. 10
El padre Juan de Moreno, provincial de los jesuitas, manifestó que
el fuerte era "de una grandeza no necesaria" para su finalidad y por
eso cree qiw si pudiera reducirse su planta a un triángul6 o a otra
figura geométrica, con ahorro de la real Hacienda, sería suficiente para
defender el puerto � impedir las salidas de lqs moros de aquella zona. 11
El castellano de Misamis, capitán don José de Castro, cuyo infor•
me se solicitó también, remite un map<,1 de la situación de la fuerza,
y plano de la misma (figs. 181 y 182) que manifie�ta el estado en que
se hallaba la obra. En él se ven terminados los baluartes de San Fier• .
nando (H) y San Ignacio (J), y aún sin acabar los de San José y San•
tiago. Las cortinas aparecen en el estado que indica el corregidor
Rodríguez de Morales. 12 Este plano pa:só a man� del ingeniero don
Tomás de Castro y Andrade r3 para que estudiase la posibilidad de mo­
dificar la traza del fuerte. El informe técnico es contrario al cambio
de planta pues el ingeniiero cree que para reducirlo a un cuadrado
menor, habría que demoler lo hecho con el consiguiente aumento de
gastos, y desecha por completo la idea de darle planta triangular, por
"Sier este género de fuertes muy incómodos, y por eso desusado".
En todo caso cree pre.ferible hacer otro más, pequeño, cuyas cortinas
tengan diecisiete toesas de longitud, y baluartes proporcionados, que
podría guarnecerse con ochenta hombres. 14 En vista de este informe,
el Gobernador mandó proseguir la obra con arreglo a la misma planta 1 s
y dio cuenta a su Majestad de lo actuado. Ello determinó que por reaí
orden d,:i 16 de junio de 1764 se comunicara a don José Raón que el
Rey dejaba a su buen criterio el proseguir o no la obra del fuerte de
Misamk 16 Raón pidió informe al cornegidor de la prov�ncia, don J a•

ro Decreto de 7-VIII-1760, incluído en el testimonio que se cita e11 la nota anterior,


II Informe del padre Juan de Moreno, en Santa Cruz a u-VIII-1760. En el mismo
testimonio.
12 Vid. nota 9.
13 Decreto del Gobernador, fechado a 22-VIII-1760. En el testimonio antes c itado.
14 Informe, sin fecha, que figura en el testimonio citado.
Is Decreto en Manila, a 15-IX-1760. En el mismo testimonio.
16 Arriaga a Ra6n, en 16-I·-1764, (A. G. I., Filipinas, 6u).
362 J4,ª LOURDES DÍAZ•TRECHUELO SPÍN OLA

cinto Rodríguez de Morales, que responde detallando la situació n de


aquel presidio a su salida de él, el 19 de marzo de 1762. De sus palabras
se deduce _que la obra había avanzado, aunque lentamente, con relaci6n
al estado que ya conocemos, pues lo.s d<>s baluartes de San José y San•
tiago estaban ya acabados,. y tres de �us cortinas tenían colocada,s nueve
hiladas de tablillas de. piedra, mientras la cuarta queda,ba sólo con dos
hiladas. El cuerpo de guardia, situado en el interior del fuerte, estaba
hecho de nipa, con piso de palma brava; la casamata se construyó de
madera, cubierta con mezcla, y los almacenes. se techaron de nipa. 1 1
Al enviar a España este expecliente, el Gobernador remitió también
un plano delineado por don Miguel Antonio Gómez (fig. 183) sobre
el original en mayor escala, que!(: fue entregado. Advierte el ingeniero
que no va lavado de su color el foso, porque no consta si e,staba seco
o lleno de agua. El Consejo de Indias, a la vista de todo, acordó pedir
nuevos informes al Gobernador, por no estimar suficientes estos datos
para resolver si convenía abandonar el fuerte o conservarlo.

El fuerte de Nuestra Señora del Pilar de Zamboanga


Gobernando en Filipinas don Juan Cerezo de Salamanca, los je­
suitas le hicieron presente la necesidad de erigir un presidio en lugar
convenienoo par� contener a los moros de Mindanao, so pena de tener
que abandonar las misiones que existían en la parte de aquella isla que
les estaba encomendada. En vista de ello el Gobernador decidió ,esta•
blecer el fuerte, y para sufragar los gastos de su edificación y sosteni­
miento creó el tributo que fue conocido con el' nombre de "la ganta.
de Zamboanga", por consistir como su nombre indica, en el pago de
una ganta de arroz.
Para mandar la expedición que había de. erigir el fuerte, designó
a don Juan de Chaves, que salió de Cebú con trescientos españoles y
mil indígenas, a fines de marzo de 1633. "Planteóse la nueva fuerza
y dibujo die la Plaza según reglas de fortificación militar, por el padr�
Melchor de Vera, inteligente en esta facultad de arquitectura" y la
primera piedra se puso el 23 de junio del citado año de 163 5. 18

17 Informe de Jacinto Rodrí guez de Morales al Gobernador, en Manila a 21-VIII-1765.


(A. G. I., Filipinas, 6n).
18 Juan de la Concepción: Ob. cit., tomo V, págs. 194 Y sigs.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 363

Desd� el primer momento fue muy di&cutida la utilidad del fuerte


de Zamboanga, y el mismo Hurtado de Corcuera, al dar cuenta de
haberlo continuado, dice que hubiera sido mejor no empezarlo. 19 El
Consejo, al examinar esta carta pidió los antecedentes que sobre ello
hubier� '20 y por una nota de la S�cretaría �abemos que no sie halló
ningún dato sobre este fuerte ni en la corresponden�ia de Cerezo de
Salamanca, ni en la de su antecesor don Juan Niño de Távora. Tampoco
en los cedularios estaba registrada su aprobación, lo que parece probar
qoo el citado Gobernador actuó por cuenta propia en· la fundación del
presidio de Zamboanga. 21 En vista de ello, se dio orden de enviar la
planta de la fuerza, con informe de sus características y estado en que
se hallaba la obra, para resolver .si convenía o no proseguirla. 22
Hurtado de Corcuera dotó de agua al presidio, ya que al volver de
su expedición contra el régulo Corralat, ,¡¡e detuvo en Zamboanga y se
ocupó eficazmente de. resolver este grave problema, dando comienzo
a la acequia grande en la que trabajó personalmente, pues al decir de
fray Juan de la Concepción, "el primero que tomó el azadón fue el
mismo Gobernadpr ...". 23
Terminóse al fin el fuerte de Zamboanga pero su v,ida fue bastante
efímera, pues ,en 1662, don Sabiniano Manrique de Lara, ant� la ame­
naza del ataque de Coseng, q� ya ha sido reí erida adoptó una serie
de medidas defensivas, y entre ellas hizo abandonar y desmantelar, los
presidios de Zamboanga, Iligan y CaJamianes a fin de concentrar fuer•
zas en Manila y Cavite. 24
Años después, terminado ya su gobierno en Filipinas, Manrique
de Lara expuso las razones que tuvo para retirar la,. guarnición de estas
fortificaciones sin esperar órdenes del Rey, y trató qe justificarse con

19 Hurtado de Corcuera al Rey, en Manila a 30-VI�1636. (A. G. l., Filipinas, 8).


20 AJ dorso de la carta citada en la nota anterior, se lee: "En 8 de junio, de 638.
Reconózcase si esta fábrica deste fuerte está aprobada por la Junta y si don Juan Zerezc,
escribió sobre ello y trayganse las noticias que hubiese desto". A continuación está la
la respuesta de la Secretaría.
21 Así lo dice también fray Juan de la Concepción: Ob. cit., tomo V, pág. 254. "Qu�
edificado sin licencias Reales, en abandonarle no había especial inconveniente ... ".
22 Acuerdo adoptado en rn-VI-1638, cuya minuta figura también al dorso de la carta
del Gobernador que se cita en la nota 19.
23 Juan de la Concepción: Ob. cit., tomo V, págs. 326 y 327.
24 Testimonio de la junta general celebrada para tratar del abandono de Zamboanga,
Iligan y Calamianes y expulsión de los sangleyes, Manila 17-V-166.2. (A. G. l., Fili­
pinas, 201).
364 JMI.ª LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

las noticias que recibió del podef"ío del P.irata chino, a través del padre
Victoria Riccio, de la Orden d,e Predicadores, que fue el portador de
la carta en que Coseng amenazaba a los españole� de Filipinas. Añade
el ex-gobernador que tomó esta qecisión previa consulta a la Audiencia
Arzobispo, Cabildos �cula,r y eclesiástico, oficiales reales, maestre de
campo y cabos militares a quienes reunió en junta como ya hemos
dicho. Termina afirmando qtrei pensó volver a establecer el presidio de
Zamboanga pero no le dio tiempo a llevarlo a efecto.12,s
La campaña pro restablecimiento de Zamboanga fue iniciada y
continuada por los jesuitas, quienes insisten una y otra vez, por medio
de sus Procurado� en la Corte y al fin llegan a lograrlo, no sin es·
fuerzo. Así, el padre Luis Pimentel, en 1666 presentó un Memorial 126
solicitando que se volviese a fortificar aquel punto, y esta instancia dio
-lugar a que se pidiesen nuevos informes a .Filipinas por real cédula de
6 de marzo de 1667, y en con.secuencia &e convocó y celebró a 14 de
enero de 166<) una junta de guerra que se mostró favorabk< al resta..
blecimiento. a7
También informó sobre el particular· don Félix Herrera Rava·
chero, que durante doce años había residido en Zamboanga como sar­
gento mayor y almiran� de sus armadas . .28 En apoyo de su dictamen
favorable, trae cinco pareceres de personas tan autorizadas como el
maestre de campo Domingo de Ugarte, el almirante Juan de Ytamarren.
el maestre � campo Agustínº de Cepeda Camacedo y los generales
Francisco Garda del Fresno y Diego Cortés. Todos estos dictámenes
están sacados del acta de la junta de guerra celebrada en enero de 166g,
i1 la que antes aludimos.

Por todo ello, en 26 de agosto de 1672 se expidió real cédula


ordenando que se volviese a ocupar y fortificar Zamboanga1 pero et
gobernador don Manuel de León, a quien iba dirigida, no la cumplió
por falta de g,ente y de dinero, y por temor a que el restablecimiento del

25 Manrique de Lara en Madrid, a 8-X-1666. (A. G. l., Filipinas, 201).


26 A. G. l., Filipinas, 201.
27 Autos y diligencias hechos por el fuero de la guerra sobre el restablecimiento de
Zamboanga a petición de la Compañía de Jesús. RemitidO'! con carta del oidor de la Au­
diencia de Manila don Juan �nuel de la Peña Bonifaz, fechada a 6-VII-1669. (A. G. l.,
Filipihas, 201).
28 Este informe está fechado en Lingayan, cabecera de la provincia de Pangasinan,
de la que era alcalde mayor por entonces, a 25-V-1669. (A. G. l., Filipinas, 201).
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 365

presidio molestase al rey de Mindanao, con quien mantenía pqr entonc!!s


buenas relaciones. ,29
Entretanto, la fuerza de Zamboanga seguía abandonada, pero en
pie, pues aunque los naturale$ intentaron demolerla, 1a fortaleza de
sus muros no se lo permitió, y sólo d�rribaron algunas almenas. 3o
En España no se estimaron convincente& las razones del Gober·
nador, y por real cédula 3 1 se ordenó al sucesor de León don Juan de
Vargas Hurtado que convoca� junta general y si ésta acordaba �1 res·
tablecimiento del presidio, lo ejecutase "con tal prudencia y buena dis­
posición" que no ca.usase ningún recelo al rey de Mindanao.
Pero todavía �n junio de 168o no ,se había oelebrado la junta or­
denada 3 2 pues Vargas Hurtado insiste en el peligro de rompimiento
<:on dicho reyezuelo, que según aviso enviado por el alcalde mayor ckl
la provincia de Caraga, estaba preparándose por si llegara el caso.
Sin em9argo, el Gobernador cree conveniente que se restablezca el pre•
sidio, pero rto estima oportuno el momento, entre otras cosas por falta
de gente para guamecerlo, y por ello solicita el envío die quinientos
hombres escogidos y mil mosquetes y arcabuces, para el caso de que
se hubiese de ocupar de nuevo la fuerza.
El plan de Vargas Hurtado es levantar un fuerte a legua y media
del anterior, en el lugar llamadQ La Caldera: "más sano y <1;,bundante
en agua y puerto muy bueno y s,eguro". Solicita treinta mil pesos el
primer año y diez mil en cada uno de los tres ,siguientes, para los gastos
de construcción de la nueva fortaleza.
A esto se le contestó reiterando la orden de celebrar la Junta que
se le indicó anteriormente, y que los vecinos contribuyesen a los gastos,
como parte interesada, por tratarse de la seguridad de todos. También
se le manda enviar planta del fuerte, e informe de ,su situación y dis­
tancia de Manila.
En cumplimiento de esta orden, Vargas Hurtado contesta que
Zamboanga dista de Manila unas ciento. cincuenta leguas, y tiene un
fuerte real de cuatro baluarties, casamata y almq,cenes, con alojamientos,

29 Don Manuel de León a la Reina Gobernadora, en Manila a 4-VI-1675. (A. G. l.,


Filipinas, 201).
30 El oidor de la Audiencia de Manila y gobernador interino, don Francisco Ele
M'ontemayor y Mansilla, al Rey en u-VI-1678. (A. G. l., Filipinas, 23).
31 Dada en 13-XI-1677. (A. G. I., Filipinas, 201).
32 '.Juan de Vargas Hurtado al Rey, en Manila a 9-VI-1680. (A. G. l., Filipinas, 201).
11,1.ª LOURDES DÍAZ·TRECHUELO SPÍNOLA

para cien hombres. Como su guarnición iera de seiscientos, el resto


había de alojarse fuera del castillo, que �staba cercado de muralla con
dos reductos y dos puentes de a,cceso. Por la parte donde no había muro
de cantería, lo suplía una estacada y siervía de foso un est�ro de lodazal
profundo, en comunicación con el mar. En la boca de la barra del río­
había otro fuerte también de cantería, con tres cañones. 33
At mismo tiempo se;: celebró la junta general ordenada concurrien­
do a ella el maestre d� campo Bobadilla y otras tres personas peritas.
El dictamen fue favorable al restablecimiento por tres, votos con··
tra uno. 34
En 1685, el sucesor de Vargas, don Gabriel de Curuzelaegui con·
vocó nueva junta 35 en la que Bobadilla informó por escrito en sentido­
favorable. Este documento nos suministra la sigu iente descripción de­
Zamboanga: "La planta de aquella plaza con todas sus fortificaciones,
contenía un castillo cuadrado de cuatro baluartes que dominaban a.
caballero todos los demás fuertes, baluartes y cortinas y barrían con­
.su artillería todo lo que se descubría al mar. Los alojamientos de la
gente de guerra que alijaba fuera del castillo estaban cerrados con cor-­
tinas y defendidos con traveses que les flanqueaban todos quedando
la plaza cerrada y por la parre que podía ser atacado el castillo que era
una corta plaza de tierra firme, le precedían dos plataformas con buena
artillería y foso para defenderle el ataque y en otros dos parajes
por fuera de la plaza estaban levantados dos fuertes en lugares con­
venientes".
Bobadilla no es partidario de que se haga el nuevo presidio en'
La Caldera, sino de defendier este puerto con un baluarte r�al, solución
más económica indudablemente, puesto que .se aprovechaba lo que ya
estaba hecho en Zamboanga.
El 25 de mayo de 1685, •se celebró un cabildo abierto en Manila 36
para pedir ayooa monetaria a los vecinos conforme a lo dispuesto por

33 "Planta de la fortificación del Preddio de Samboanga y su cituacion y distancia


de Manila, según noticias que e adquirido de los -Cauos Militares que alli an estado y del'
Maestre de Campo D. Fernando de Vovadilla que lo gouernó algunos años. Manila y junio
10 de 1683, Juan de Vargas Uriado". (A. G. l., Filipinas, 201).
34 Gabriel de Curuzelaegui al Rey, en Manila a 5-Vl-1685. Con testi'monio que recoge
todo lo actuado en tiempo de su antecesor don Juan de Vargas. (A. G. l., Filipinas, 201).
35 Ibí¡lem.
36 Así consta ·del testimonio de autos remitido por el Gobernador con !a carta que·
se cita en la nota 34-
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 367

la real cédula antes indicada, pero éstos no se mostraron nada propicios


a cooperar, y sólo el sarg�to mayor don Joaquín de Eguía ofreció
quinientos pesos, un patac� de su propiedad y su ayuda personal.
Por último el Gobernador consultó a los jesuitas sobre el interés
que en el aspecto espiritual podía ten�r el restablecimiento de Zam·
boanga, y éstos informan q� era muy necesario para atender a los
cristianos naturales de Mindanao, y evangelizar a los restantes. 37
Sin embargo prevaleció la opinión contraria y por r�al cédula de
3 de noviembre de 1685 38 se ordenó al Gobernador dejar en suspenso
este asunto y conservar a toda costa la paz y buena armonía con el rey
de Mindanao, y otros circunvecinos; en 1687 se reitera la orden de no
restablecer la fuerza de Zamboanga. 39

Nueva ocupación de la fuerza


Así quedaron la-s cosas hasta la primera década del siglo XVIII,
en que volvió a ponerse de actualidad el tema de la ocupación de Zam•
boanga, y por real cédula a·� 19 d� junio de 1712 4° se manda convocar
junta de Guerra y Hacienda para ver la forma de mantener el fuerte
"haciendo planta de su situación y de la gente que le deba guarnecer".
Al fin, esta orden fu� cumplimentada por el go�mador don Fer­
nando Manuel � Bustillo que organizó una expedición a Mindanao.
Salió ésta del puerto ele Cavite el 24 de noviemóre de 1718 y el S de
.. bril del siguiente año entró en la fuerza abandon'ada "arbolando en
ella la santa cruz y el estandarte y armas reales". 4 1 Esta noticia 4z
llegó a Manila el 30 de mayo día de San Fernando y fue celebrada con
gran regocijo y solemne Te D,eum en la catedral.
Había llevado el mando de la empresa el sargento mayor don Gre­
�-orio de Padilla y Escalante que se ofreció voluntaria y desinteresada•

37 Escrito de 2--VI-1685, firmado por el padre Luis Pimentel y otros. En el testimo­


nio que acompaña a la carta que se cita en la nota 34.
38 Se refiere a ella Alonso de Abella y Fuertes , gobernador interino, en carta de
26-Vl-1689. (A. G. l., Filipinas, 26).
39 Real cédula de 19-XII-1687, de cuyo cumplimiento da cuenta Abella y Fuertes en
la carta citada en la nota anterior.
40 A. G. l., Filipinas, 228.
41 Don Fernando Manuel de Bustillo al Rey, en Manila a 1-VIl-1718. (A. G. 1,,
Filipinas, 394). •
4� Comunicada e n carta del jefe de la
expedición , capitán don Gregorio de Padilla
y Escalante, al Gobernador. Zamboanga, 17-IV-1719. (A. G. I., Fili pinas , 201).
368 M.• LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

mente para ello, 43 y le acompano como técnico �l ingeniero Juan de


Ciscara quien a pesar de hallarse relevado del serv1c10 por su estadv
de salud, aceptó la comisión que "!ie le daba. 44 Bustillo redactó una
"Instrucción" para el jefe de la expedición 45 en la que se 1� encargó
que una vez instalado en la vieja fortaleza la hicies� reconocer por e!
ingeniero y de acuerdo con él procurase repararla, haciendo que su
planta quedase ajustada en lo posible a las reglas del arte de forti­
ficación.
Por la misma Instrucción a la fuerza, llamada antes de San José46
� le cambia el nombre por el de Nuestra Señora del Pilar de Zara­
goza, y a sus cuatro baluartes _se les dan los W!! San Felipe, San
Fernando y San Luis "e n memoria de nuestro Rey y príncipes", y
San Fran.cis'co Xavier, "en reverencia de haber estado en aq�lla isla
de Mindanao este glorioso santo apóstol de las Indias". 47
Si el fuerte s e hallase tan destruído q� fuese necesario reedifi­
carlo de&de los cimientos, se le manda reconocer el puerto de La Cal­
dera y examinar las ventajas e inconvenientes de cada emplazamiento
en junta de Guerra con todos los ca{>itanes y oficiales y con el asesora·
miento de Ciscara para elegir el sitio más favorable y que en el plazo
máximo die tres meses quede hecha la· nueva fuerza. 48 Se le autoriza
a permitir que los naturales formen población al amparo de la misma
siempre que estén a conveniente distancia de ella, y bajo el fuego de su
artillería. En caso de que no s,e levante el nuevo fuerte en La Caldera,
se hará en este puerto un baluarte armado con seis piezas de artillería,
al que debería dar el nombre de Nue¡¡,tra �ora del Carmén. Pero si
la fuerza principal se llega.se a poner en La Caldera, queda al criterio
de los jefes de la �pedición el hacer o no este baluarte en Zamboanga.
Conocemos con todo detalle las vicisitudes de la empresa por
varias cartas de Padilla y de Ciscara. El primero 49 refiere su llegada

4 3 Folio 76 del testimonio anejo a la carta citada en la nota 42.


44 Folios 80 y sigs. del mismo testimonio.
45 Consta de treinta y tres artículos y se incluye íntegra en el testimonio anejo
a la carta del Gobernador, folios 92 y sigs.
46 Con este nombre fü¡ura en una certificación de oficiales reales, fechada en
· 27-X-i663, sobre los presidios que existían en Filipinas cuando tomó posesión de su go-
bierno don Sabiniano M'anrique de Lara, en z5-VII-1653, (A. G. I., Filipinas, 201).
47 Artículo 26 de la "Instrucción". Vid. nota 45.
48 Artículo 27 de la "Instrucción".
49 En carta de 17-IV-1719. Vid. nota 42.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 369

al puerto de La Caldera el día 1. 0 de �bril, desembarcando allí y forti•


ficándose provisionalmente, en · previi¡ión de qu� la fuerza de Zam•
hoanga se hallase en poder del enemigo. Para reccmoc�rla envió una
�mbarcación al mando del capitán Migu el de Aragón que volvió dicien•
.do hallarse desierta. En vista de ello, la ocupó con el grueso de la
.expedición, dejando guarnecido el puerto de La Caldera.
El 5 de abril entraron en el fuerte, y como en opinión diel ingeniero
y de los jefes militares, el puerto de La Caldera, por ser pequeño, no
reunía las ventajosas condicione� d� Zamboanga, decidieron reparar la
fuerza vieja, cuyas murallas y baluartes estaban demolidos hasta. la
mitad de su altura. La solemne toma de posesión se verificó el día 8
-sábado de gloria- e inmediatamente comenzaron los trabajos para
limpiar de escombros la parte exterior de la fuerza y levantar sobre
la muralla antigu a otra provisional de estacas, tierra y fajina con para•
·
_petos de cestone&.
Juan de Ciscara por su parte, también escribe al Gobernador so
y nos da idea clara de lo que era la fortaleza, y de sus defectos de cons­
trucción: "Este castillo ---<iice- se compone de cuatro baluartes, el uno
muy. capaz con sus orejones, hecho según Arte, y los otros restantes
son algo menores y con grand�s imperfecciones porque los flancos o
traveses colaterales no descubren bien las faces o caras de dichos ba·
luartes por cuyo. motivo no pueden dar.se el urio al otro la recíproca
,defensa que según Arte deben". Este defecto, que Ci�cara califica de
:grave, podía tener fácil remedio, según él mismo indica, pues bastaría
bacer más agudos los ángulas flanqueados sacándolos hacia af�rc1
basta que quedasen bien defendidos.
Refiriéndose al suministro de agua a la fuerza dice que se trabaja­
ba en la limpieza de la antigua conducción y ésta iba ya tan adelantada
qtt¡:;1 esperaba que el mismo día en que escribe, quedaría asegu rado el
-aprovisionamiento. Estaba por entonces Ciscara levantando el plano de
la fuerza; a1 remitirlo, poco después (fig. 184) manifiesta el ingeniero
,que dicho plano iba "con toda claridad y justificación" de suerte que
el Gobernador podría conocer por él la fortaleza como si la estuvie_se
-viendo. Calcula en un añ9· el tiempo nece�ario para hacer toda la obra,

50 Juan de Ci'lcara al Gobernador, en 17-IV-1719 (folios 135 a 141 v.0 del mismo
,:testimonio).

(�)
370 M.ª LOURDES DÍAZ·TRECHUELO SPÍNOLA

,que va a comenzar inmediatamente por "lo que es el castillo que fonn.i


los cuatro baluartes". s 1
El plano de Ciscara refleja muy bien lo que era este presidio, si�
tuado a orillas de un río salado, que poco a poco se iba convirtiendo en
manglar. El cuerpo principal de la fuerza, compuesto de los cuatro·
baluartes ya descritos, tenía en su interior la capilla (Y) donde se puso
la imagen de la Virgen .del Pilat' que el Gobernador les dio con est�
fin. A esta capilla le hicieron un techo de nipa, aprovecbando las pa•
redes existentes, ya muy maltratadas. También dentro del recinto de­
la fuerza había unos almacenes <Le víveres y pertrechos (K), cuya:,;.
paredes bastante deterioradas, se cubrieron asimismo de nipa, y urr
pequeño almacén de pólvora (L). Las obras exteriores se componíarr
de una plataforma llamada de San Gnegorio (E) situada junto a la
orilla, y delante del ángulo flanqueado del baluarte de San Felipe.
Se hallaba �sta plataforma sin parapetos y demolida hasta los cimientos
en la parte que batía el mar.
Fr,ente al baluarte San Fernando estaba la media luna de Nuestra
Señora de Guadalupe (F), que ,carecía de parapetos. Un trincherón
de piedra (G) unía la plataforma antes citada con la media !tina, y se·
prolongaba hasta cubrir los tanques de:: agua (núm. 3), haciendo las
veces de ,estrada encubierta por esta parte. Diého trincherón se prolon�
gaba por u n lienzo de muraita baja (P) muy deteriorada, defendida
a trechos por unos fortines "a lo antiguo", llamados de San Andrés­
(S), Santa Rosa de Lima (T), San Esteban (V) y Nuestra Señora
del Carmen (X). En el recinto así delimitado, estuvo la casa del gober­
nador de la fuerza, la contaduría, el colegio de la Compañía de Jesú�..
y otras fábricas de las que sólo encontraron ruinas.
El plano muestra también a la entrada d� la barra un fortín circu·
lar llamado de San José (I) que al decir <Le Ciscara estaba casi derruído­
por la parte en que batía el mar. Otro fortín ,semejante, llamado qe
San Dionisio (Z) se hallaba a novecientas varas del castillo y también
a la orilla del mar. El aprovisionamiento de agua se hacía a través de·
la llamada "zanja de San Miguel" (núm. 2).
Gregorio de Padilla y Escalante permaneció a) mando de la
fuerza de Zamboanga durante un año y dos meses, o sea hasta junio

51 Ciscara al Goberrtador, en 2-V-1719 (folios 151 v.• a 153 v.º del testimonio citado)r
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 371

.de 1720, y por un informe suyo s.:.a sabemos que dejó hechos tr� ba­
Juartes, w, los que uno fue levantado desde la mitad dt: su altura y los
-Otros dos desde los cimientos. Hubo necesidad de ampliarlos, como
indicó Ciscara, para corregir su defecto primitivo. El cuartq baluarte
-quedó levantado de fajina, tierra y estacas clavadas por el interior del
_grueso de la muralla y con parapetos de cestones. Las cortinas que•
-daron en el estado en que las halló, y n ecesitaban mucho reparo, según
Padilla, que añade : "Quedó dicha fuerza cerrada, con sus portadas de
cal y ladrillo y sus puertas de mola ve con sus armas de S. M. (que :q. g.)
en la puerta principal".
Aconseja la demolición de la cerca exterior y de los fortines antes
indicadQs, por ser "de ningún provecho" y cree muy necesario que
se levante en La Caldera el baluarte proyectado, que él no tuvo tiempo
<le construir como se le ordenaba en la In!¡trucción que recibió.
Tenemos otra descripción de la fuerza en un informe del sargento
-mayor don Sebastián de Amorena, fechado en Zamboanga a 24 de
junio de 1720. 53 Coin_cide con el anterior en líneas generales y añade
-.algunos pequeños detall�, como la necesidad de reparar los tanques
de agua, imprescindibles para la conservación del presidio y la conve­
niencia de poner la entrada del estero en condiciones de que pudiera
c'�ervir de refugio a las caracoas y otras embarcaciones pequeñas.
Poco tiempo después de haber sido restablecido el presidio de
·zamboanga volvió a pensar-se en su abandono, y se celebraron nuevas
juntas -de Guerra y Hacienda, para tratar del asunto, en e{ año 1720
En ellas no se tomó ninguna decisión, en espera del informe del padre
• Marcelo Valdivieso Provincial de la Compañía de Jesús que a la sazón
..estaba visitando el presidio, y entre �nto se envió al Gobernador <kit
mismo un refuerzo de cien hombres con los víveres y _pertrechos nece•
,sarios y la cantidad de cuatro mil pesos.
En septiembre del mismo año, redactó su informe el padre Valdi­
vieso 54 en sentido totalmente favor�ble a que se mantuviese la fuerza,
y en cambio se abandonase el presidio � Dapitan, incorporando al de

52 Informe del general don Gregorio de Padilla, en Santa Cruz, a 9-X-17.20 (folio .23
.del testimonio anejo a carta del marqués de Torre Campo al Rey, en Manila, a 30-VI-17.25,
J\: G. l., Filipinas, 407).
· 53 Folios 9 v. 0 a .20 v.• del testimonio que acompaña a la carta citada en la nota
�nterior.
54 Fechado en San Pedro de Macati a .2.2-IX-17.20.. {A. G. l., Filipinas, 407).
372 M. ª LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

Zamboanga su guarnición. El mismo padre, en otro informe fechado


a 8 d� octubre,. 55 vuelve a insistir en la conveniencia y necesidad de
conservar la fuerza extendiéndose en razonies de carácter religioso,
como la conservación y propagación de la fe entre los naturales de Min­
danao, para lo que era preciso que la fuerza asegurase a los misio�os:
la posibilidad de realizar su labor evangélica, manteniendo en paz a l�
indígenas, y haciendo que éstos respetasen sus vida�, y oyesen su pre•
dicación.
Todas estas noticias fueron remitidas a España por el gobernador
marqués de Torre Campo 56 pero aquí no se estimaron bastantes para:
tomar una decisión. Por otra parte, los jesuitas habían presentado una
instancia para que se formase en el puerto de La Cald�ra una poblaciórr
compuesta <le cien familias d� la isla de Bohol, fortificando de modo­
conveniente est e puerto. Sobre todo esto, el Consejo de Indias pidió
informes a los procuradores de la Compañía de Jesús en la Corte 51'
quienes lo dieron favorable, como era de esperar, diciendo -que la con­
·s,ervación de Zamboanga era muy necesaria pues suprimido este presidio
los moros podrían llegar hasta Manila sin obstáculo alguno. Tambiérr
creen muy útil la fortificación y población de La Caldera, para la de­
fensa de Zamboanga, ya que así se evitaría qtie los enemigos ocupasen­
agtJel puerto, amenazando de esre modo a dicha fuerza.
Todavía el Consejo no se creyó bastante informado para resolver.
y de nuevo pidieron informes a Filipinas, 58 cuyo Gobernador era ycr
por entonces don Femando Valdés Tamón. Este expresó su opiniÓIT
personal en una carta de 27 de junio de 1731 59 en la que afirma que­
nunca debió ser restablecido �1 presidio de Zamboanga, pero que una·
vez hecho esto, debía ser conservado a toda costa, para lo que sería
necesaria una guarnición de s�iscientos hombres, y una escuadra de­
sieoo galeras. En cuanto a la erección de un fuerte y población en La

55 Este segundo informe del padre Valdivieso figura a co11tinuación del anterior en
el misino testimonio. Vid. nota 52.
56 Todo este expediente se formó por real cédula dada en Aranjuez a 3-V-1722, en
la qué se hace referencia a lo que manifestó el arzobispo-gobernador fray Francisco de
la Cuesta en carta de 8-VII-17.20. (A. G. l., Filipinas, 132. Otras cartas del citado arzobispo,
de 13-Vll-17:ro y 14-Vll-17.21, en que repite las mismas noticias, están en el legajo 135).
5;,t Los .Procuradores de la Compañía, padres José de Bobadilla y Buenaventura,.
Plana, en Madrid, a 13-XI-1728. (A. G. l., Filipinas, 419).
58 Real cédula dada en la Isla de León. (A. G. 1,, Filipinas, 419).
59 Valdés Tam6n al Rey, en Manila, a 27-Vl-1731. (A. G. l., Filipinas, 227).
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ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 373·

Caldera, &u opinión ies totalmente contraria. Con esta carta, envió tes-·
timonio de las diligencias realizada:¡, en cumplimiento qe lo que se le
ordenó, y por dicho documento conocemos las opiniones contradictorias,
que se emitieron ien ellas. Así el general Juan Domingo de Nebra y el
almirante Jnan Bautista Carranza, son opuestos a la conservación del
Zamboanga y a la nueva fortificación y población de La Ca,ldera. En la
junta celebradá. el 30 de abril de 1731, los pareceres· fueron también
contrarios iespecialmente el de los agustinos recoletos. Sólo los jesuitas­
siguieron defendiendo esta causa, como era lógico. Es de particular inte­
rés la opinión de don Gregorio Padilla y Escalante 6o partidario de que­
se conservara Zamboanga a todo trance, pues sin esta defensa podrían
ocupar la isla los holandeses, atraídos por sus· recuti�os naturales, espe-·
cialmente la canela.
La Audiencia, consultada también por real cédula de la misma fecha,
que la dirigida al Gobernador, respondió en 9 de julio de 1731 con un
informe que coincide en lo esencial con la opinión manifestada por
Valdé& Tamón. 6 1
Dos años <ktspués, el Gobernador' estaba tratando de formar una
P.oblación, no en La Caldera, sino en Zamboanga, a cuyo fin ordenó al.
"=
=.."'"
alcalde mayor de Cebú que comunicara a los boholanos que si volun­
tariamente querían ir a poblar, se les transportaría por cuenta de la.
o
real Hacienda y s� les darían t�rras, quedando exentos de polos y·
"
N tibutos. 62
-�
1
. Disponemos de otro plano de Zamboanga (fig. 185) que forma
P.arte de la col�ción remitida por Vaklés Tamón en 1738 63 y que nos-­
permite conocer ,su estado en esta focha, así como compararlo con eli
levantado por Juan de Ciscara. En éste, aparecen ya reconstruídos y
modificados los baluartes de la fuerza, y el r�into antes delimitado.
por la vieja oortina oon sus forti�s, está ahora rodeado por un foso
que arranca de la zanja de conducción de agua y termina en el río des­
pués de envolver por dos lados a dicho recinto. Dentro de éste, se indi-·

60 Infor me fechado en 8-V-1731. Al igual que los anteriores fonna parte del testi­
monio de autos que Valdés Tam6n remitió con su carta citada en la nota anterior •.
(A. G. l., Filipinas, 419. Hoy otro ejem,plar del testimonio en el legajo z.28).
61 LaAudiencia al Rey, en Manila, a 9-VII-1731.{A. G. I., Filipinas, 2.27).
<i.2 Valdés Tam6n al Rey, en Manila, a 6-VII-1733. Estas providencias se le aprobaron,
por real cédula de 3-IV-1735. (A. G.I., Filipinas, 227).
63 "Planos de las Plazas... ", foJ; 53. (Museo Naval. Madrid).
374 114.• LOURDES DÍAZ•TRECHUELO SPÍNOLA

can la iglesia (N) y colegio (O) de los jesuitas, neconstruídos, la casa


del Gobernador de la fuerza, t:l hospital (I), cuya planté\ forma un án­
gulo recto, y el cuerpo de guardia de la infantería pamP.anga (H).
Frente a la fuerza, y en la punta ;\Vanzada delante de ella, se señalan
la herrería (L) y el camarín de cal (Ki).

. La población de Zamboanga
A mediados del siglo XV1II se trató de establecer en Zamboanga
una nueva población de cincuenta vecinos españoles y oon este fin se
expidió real cédula dando instrucciones al Go�mador. 64 También en
esto aparece la mano de los jesuitas, pues sabemos que el padre José
Calvo, procurador general de la, Provincia � San Ignacio de Filipinas,
presentó un Memorial, en el que proponía como medio eficaz para la
conservación de Zamboanga, la fundación de un pueblo de españoles,
dedicados a la explotación <ki la canela, para lo que se les poclrían con­
ceder notables ventajas.
En la real cédula antes �endonada se especifican éstas, que no
· vamos a detallar aquí, po r ser asunto ajeno a nuestro estudio.
Con las dilaciones de costumb�, se siguieron los trámites legales,
y el Comercio de Manila, por medio d� su Diputado en Madrid <ton
Lorenzo die Rugama y Palacio, presentó al Consejo de Indias un Me­
morial pidiendo se le comunicaran las concesiones que se pretendíi
·hacer a los fundadores de la nueva poblaieión, con objeto de conocer
si eran lesivas para sus intereses. Atendiendo esta petición, se entre­
garon a dicho Diputado todos los antecedentes del asunto y en un se•
gundo_ Memorial, presentó enérgica pro�ta por las ventajas de tipo
económico que � otorgaban a los vecinos, y que según él eran contra­
rias al reglamento de Comercio de 1734, llegando a decir que esto sería
-nada menos que la despoblación de Manila y la ruina de Filipinas. 65
Pero el asunto siguió adelante y en 2 de abril de I 751 el Gober•
nador mandó publicar un bando en el que hacía saber las mercedes que
el Rey otorgaba a quienes quisieran ir a rundar la nueva poblacióp, y
al mismo tiempo, se ordenó al go�mador de Zamboanga informase
sobre el emplazamiento más conveniente para la ciudad.

64 Real cédula, en Aranjuez, a 9-VI-1742. (A. G. I., Filipinas, 678).


6s Se recoge todo esto en real cédula de 1-VII-1742. (A. G. I., Filipinas, 678).
Fig. 186.-Vista del puerto de Zumhoanga, por Fernando Bramhila.
Fig. 187.-Ul fuerza de Sta. Isabel, en lu isla <le Porugun. 1738. "Relación" de Valdés Tomón.

fi&- 188.-Planta de 111 fuerza de Iloilo (isla de Pan:iy), 1738. "Relación" de Valdés Tamón.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 375

Sólo un vecino, llamado Antonio Jove, -se ofr�ció con su familia


para ir a poblar 66 y_ en vista de ello el Gobernador autorizó al castellano
cd� Zamboanga para reclutar entl',:!' los naturales de las Visayas veinti­
.cinco familias que considerase aptas para �ta empresa, a las que podría
trasladar a este lugar por cuenta de su Majestad y reuniclas éstas•
.qebería proceder a la fundación con arreglo a las normas y cemmonial
-prescritos en las Leyes de Indias. 61 Un siglo después -a mediados
del XIX- la población de Zamboanga era de algo más de ocho mil
babitantes. 68

:Las fortificaciones de la provincia de CaJamianes


La relación � planos enviada por Valdés Tamón en 1738 nos da
a conocer los presidios que había entonces en esta provincia, a la que
-pertenecían entre otras las �las de Paragua, Calamian, Linapacan,
Culiong, Lutaya y Cuyo. 69
El presidio de Linapacan, en la isla de su nombre, iestaba situado
:sobre un monte próximo a la playa. Era un fuerte d� figura irregular,
y en el centro de su recinto estaba la iglesia, los alojamientos de la guar•
:nición y las casas de los naturales.
En la isla de Culiong existía un fuerte cuadrangular, con baluartes
y cortinas de cantería, y en :su 'interior los mismos edificios qu� se indi•
,can en el de Linapacan.
En la de Lutaya se levantó el fuer� de San Juan Bautista cuya
-planta cuadrangular, de seiscientos setenta y ocho pies de circunferen•
,cia; fue delineada por el encomendero don Antonio de Rojas. 7°
En la isla de Cuyo hubo otro fuerte de cantería con tres baluartes
iguales y cortinas de ciento cincuenta pies de longitud, que también
tenía dentro de su recinto la iglesia, cuarteles y casas de los naturales.
Por último en Taytay, cabecera de la. provincia, en la isla de Para·

66 Testimonio de autos anejo a carta del marqués de Ovando al Rey, en Manila,


ca 9-Vl-1751. (A. G. I., Filipinas, 459).
67 Testimonio de la orden dada al sargento mayor y gobernador del presidio de
.Zamboanga, don Francisco Domingo Oscote. Manila, 1-II-1753. {A. G. I., Fili.pinas, 464).
68 Vid. Buceta, y Bravo: Diccionario..., tomo II, pág. 474.
6g "Planos de las Plazas ... " remitidos por Valdés Tamón en 1738. Folio 29 y sigs.
70 Valdés Tamón en carta de 28-VI-1731 comunica la construcci ón de este fuerte
1)0r los naturales de la isla con ayuda de su encomendero, e indica que dicha encomienda:
ilabía sido ya incorporada a la Corona. (A. G. I., Filipinas, 91jj).

376 11,ª LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

gua, se levantó .el fuerte d� Santa Isabel, cuya, historia vamos a resumir
br�vem�te.
En el primer cuarto del siglo XVIII el gobernador don Fernando
Manuel de Bustillo, determinó r�dificar este fuem, que había sido
abandonado, y cuya conservación �stimaba nec�saria por estar próximo
a la isla de Borneo, y "al paso de todas las embarcaciones mercantiles
y de contratación extranjeras y piratas". Nombró castellano de la fuer­
za al capitán don Fernando Vélez de Arce, �n atención a sus méritos
y servicios y por ,¡¡er entendido "en la formación de figuras regulares
e yrregulares d� fortificaciones y campañas en que se exercitó apren­
diéndolas en Pública Academia en la ciudad· de Barcelona ... " con lo que
el mismo castellano podría dirigir la �ificación. 1 1 Sin embargo, en
junio de 1725, el marqués de Torre Campo, sucesor de Bustillo en et
gobierno de Filipinas, expone que la fuerza de Santa Isabel era de
maoora y que a petición del alcalde mayor de la provinda de Calamia­
nes, reunió Junta de Guerra, y ésta consideró necesaria la construcción
de un fuerte de piedra. 1.a. En octubre de 1726 73 se trabajaba en ella
y se estaba haciendo ,el baluarte qu� daba frent� al pueblo. Su castellano
Juan Antonio de la Torre, creía necesario demoler el reducto llamado
"la retirada" que se estaba vini�ndo abajo, y no era d� provecho a su
juicio. Esto � aprobó en Junta de Guerra, indicando que en aquel
paraje se debía colocar una casilla Q garita qu� sirviese "para vigía de
las embarcaciones d� fuera".
Por una carta del alcalde mayor Pedro Ambrosio de Lucena, sa­
bemos que en _septi,embre de 1729 74 estaban terminados los baluartes
de Santo Toribio, San Miguel y San Juan. El de Santa Teresa, orien•
tado hacia el norte, :sólo estaba empezado; unas de las cortinas estaba
acabada, otra levantada hasta el cordón y las dos restantes sin empezar.
Cuatro años después, don Benito Lla,n�s y Cienfuegos, nuevo af•

71 Don Fernando Manuel de Bustillo al Rey, en Manila, a 23-VI-1718. (A. G. l.�


Filipinas, 137).
7:a El marqués de Torre Campo al Rey, en Manila, a 30-Vl-1725. (A. G. l., Filipi­
nas, 140).
73 Juan Antonio de la Torre al gobernador, en Taytay, a 19-X-17�. Vuelve a insistir­
sobre ello en 14-Il-1727. Ambos documentos figuran en un "Testimonio de los autos íechos­
sobre la conclusión de la nueva fuerza del presidio de Calamianes... " .1.• vía. (A. G. l.�
Filipinas, 419).
74 Pedro de Lucena al Gobernador, en Taytay, a 15-IX-1729. Testimonio citad1>
en la nota anterior.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 377

calde mayor de Calamianes, describe la fuerza diciendo que "estab:t


formada sobre un peñón d,e especie de �dernal y muy indefensa, con­
sistiendo su fábrica en haber mal revestido el mogote de cal y canto"�
carecía de plaza de arma:s, los cuarteles, alojamientos y demás oficinas
eran de rnateriales combustibl� y quedaban descubiertos al enemigo.
Por todo ello; el alcalde mayor expuso al Gobernador que sería conve­
niente trasladar la fuerza a otro_ lugar, pues en el emplazamiento que
tenía sería inútil el gasto y el trabajo que :se dedicasen a repararla, sin
que nunca se pudiera lograr hacer en tal sitio una buena fortificación
por estar dominada por un monte y falta de agua. Propone se lleve de.
nuevo la fuerza al lugar llamado "la retirada", del que ya hablamos
antes, don<k, según Llanes, defendía al pueblo, descubría las entradas
del enemigo por tierra y mar, y estaba provista de agua potable por
disponer de dos pozos muy buenos y hallarse también cerca ·del río. 7S
Como vemos, esta opinión e!i muy distinta de la de Juan Antonio de la
Torr�, que consideraba debía desaparecer la fortificación que existía en
t>ste lugar.
El Gobernador comisionó a l ingeniero don Tomás de Castro y
Andrade para estudiar sobre el terreno si convenía ◊- no realizar el
traslado de la fuerza, y en caso contrario para que se ocupaE1e de en­
mendar los defectos que tenía; con el menor costo. 76 En opinión del
técnico era urgente construir una nueva fuerza, pues la que había era
"incapaz de reparo por su mala situación". Pero se le ordenó reforzar
provisionalmente ésta y Ca1¡tro hiw levantar más la cortina y baluartes
del frente de tierra y dar a los restantes la extensión correspondiente,
de acuerdo oon lo irregular del sitio. n
El plano remitido por Valdés Tamón en 1738 (fig. 187) y la expli­
cación que le acompaña 18 muestran la figuta irregular de la fuerza
y que sólo eran de cantiería los baluartes y cortina que daban frente a
la calzada que conducía al pueblo. Las otras cortinas eran de estacada
y terraplén y los baluart�s t�nían planta irregular.
� Sin embargo, el presidio de Taytay, no obstante sus deficiencias,
resistió varios ataq�s, entre ellos uno de joloanos y mindanaos que en

7S Juan de la Concepción: Oh. cit., tomo X, pág. 337 y sig,s.


76 Ibídem, pág. 340.
77 Ibídem, pág. 343.
78 "Planos de las Plazas... " remitidos por Valdés Tamón. Museo Naval.
378 M-ª LOURDES DÍAZ•TRECHUELO SPÍNOLA

número de unos mil quinientos atacaron simultáneament� por tres pun­


_
tos, pero fueron valientemente rechazado� por la guarnición mandada
por Benito Llanes Cienfuegos. 79

Los fuertes de Labo y Balabac


En 1705, el rey dt: Joló cedió a España una zona de la isla de
Paragua y la de Balabac, pero aunque el gobernador Domingo de Za•
bálburu quiso hacer efectiva la toma de posesión, el general Gaspar
Sánchez Bernardo dt: Quiró&, enviado _con �s� fin, regresó sin llevar
a cabo la empresa, con pretexto de enfermedad.
En 1719, el provincial de los rc:coletos ofreció al gobernador Bus­
tillo los misiqneros niecesarios para evangelizar la región, en la que
convendría erigir una fuerza, por hallarse muy próxi,ma a Borneo. El
capitán José de Arosa, alcalde mayor Y. capitán a guerra de la provin•
cia de Otón, se ofreció para realizar a su costa la empresa a cambio de
qut: se separasien aquellos territorios de la alcaldía mayor de Calamianes
y se fonnase con ellos una nueva provincia cuyo mando pretendía. La
Junta de Hacienda celebrada el 2 de mayo, acordó que Arosa pasara a
fundar el nuevo presidio, al que s,e. dio el nombre de Nuestra Señora
de Guadalupe y San Fielipe, acompañado de Vélez de Arce. 8o En la
Instrucción que se entregó al primero, S(; le indica que la fuerza había
de fundarse en el puerto de Labo -isla de Para.gua-, 81 aunque se le
faculta también para establecerlo en otro lugar de- acuerdo con Vélez
de Arce y con los padre& recoletos, que irían en la expedición.
Conocemos los resultados de ésta por una carta del sucesor de Bus·
tillo, fray Francisco dt: la Cuesta; &, el fuierte se comenzó en el sitio
indicado, o sea en la ensenada de Labo, a unas sesenta !�guas de Taytay,
pero en Junta de Real Hacienda, celebrada en 20 � noviembre de 1719,
se acordó suspender la obra y en cambio reedificar el presidio de Sanb
Isabel, que �ra iel principal de la provincia de Calamianes y sería sufi•
ciente para dominar toda la isla.
79 Historia General de Filipjnas..., tdmo
Montero y Vida!, José: I, pág, 450.
80 Don Fernando Manuel de Bustillo al Rey, en Manila, a ro-VII-1719. (A. G. I.,
Filipinas, 394).
8r Artículo 9 de dicha Instrucción que figura en el testimonio de autos anejo a la
carta citada en la nota anterior.
82 Fechado en Manila, julio de 1720, (A. G. I., Filipinas, 227. Hay duplicado en
el legajo 399).
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 379

Abandonado el fuerte de Labo, no vuelve a hablarse del asunto


hasta muchos años después, si bien el obispo d� Cebú don Protasio Ca­
bezas, indicó al Rey ien 1745 que sería conveniente proseguir la obra
empezada, o quizá erigir un nuevo fuerte en la isla de Balabac. 83 Sobre
ello se pidió, como de costumbre, informe al Gobernador marqués de
Qvando, 84 que hizo ce!,ebrar junta de personas entendidas en la mate­
ria, quienes dictaminaron que era mejor la se gu nda solución, o sea
emplazar la nueva fuerza �n Balabac. 8 s De acuerdo con esto, Ovandn
decidió organizar una expedición para ocupar dicha isla. y la zona de
Para gua, oedida por el Rey de Jo!ó desde hacía años, como ya vimos,
y sobr e la que no se había llegado a hacer efectiva la soberanía de
España. Quiso el Gobernador asumir personalmente el mando, pero le
disuadieron de e-llo las opinion,es adversas del Real Acuerdo y de la
ciudad de Manila, a quienes consultó. 86 En vista die ello nombró aJ
capitán don Manuel Faustino de Agu irre 87 gobernador, castellano y
justicia mayor de lo� nuevos establecimientos que se habían die fundar
en la costa ,sur de la isla de ·Paragua y en la de Balabac, y como sargént<;>
mayor del nuevo presidio fue designado el sevillano Ramón de Tobar y
Escobar 88 Ovando nedactó la:� oportunas instrucciones para los jefes
de la expedición, cuyo objeto era crear una nueva provincia que se
llamaría de la T,rinidad, y estaría integrada por las tierras cedidas por
el Rey de Joló. En esta empresa intervino también el ingeniero Castro
y Andrade, que llevaba la misión de elegir el emplazamiento más favo­
rable para el fuerte, que se. dedicaría a Nuestra Señora del Buen Fin.
La expedici6n no logr6 sus objetivos, pero los recoletos no cejaron en
83 Don Protasio Cabezas obispo de Cebú al Rey, en Manila, a 15-VII-1745, (A. G. l.,
Filipina,¡, 228).
&.¡ Real cédula, en Buen Retiro, a 24-IX-1747, a la que hace refuencia Ovando
en su carta citada en la siguiente nota.
85 ,EJ marqués de Ovando al Rey, en Manila, a 9-Vl-1751. (A. G. l., Filipinas, 603 A)�
86 •En el testimonio de autos anejo a una carta de Ovando al Rey, en M'arulla, a
30-IV-1753, figura la consulta del Gobernador a la Ciudad, Junta de Guerra y Real
Acuerdo y las respuestas que éstos dieron. (A. G. l., Filipinas, 464).
87 Decreto de :12-XI-1752 que figura en el testimonio que se cita en la nota anterior;
88 Decreto de 28-XI-r 762, que también figura en el citado testi'monio. Antes hay­
un escrito de Tobar en que hace relación de su,,; méritos y servicios. Por él sabemos que
en los años 1737 a 1746 estuvo en Cartagena de Indias donde luchó contra los ingleses en
los diversos asedios que puso a esta plaza el almirante Vernon. Después pasó a Lima y­
a El Callao donde embarcó en uno de los navíos que mandados por don Francisco de
Orozco, salieron al reconocimiento de la isla de Juan Femández y puertos de las costas
de Chile. Pasó a Filipinas en el galeón Santísima Trinidad y N/uestra Señora del Buen Fin,
baje las órdene� del teniente coronel don José de Iriarte, que fue luego castellano de Cavite.

'
M.ª LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

el empeño y su Provincial, fray Mateo de la Encarnación, al dar cuenta


al Rey del fracaso de aquélla, solicitó dos galeras y dos falúas conve­
nientemente equipadas, comprometiéndose en nombre de su Orden a
"'reducir a nuestra Santa F� y q la sujeción de V. Rl. Corona a los in­
fieles de dicha Isla y fabricar la fwerza en el paraje más convenien•
te ... ", proporcionando un maestro que dirigiese la obra, o bien corriendo
<le cuenta dr su Provincia "los socorros del :Maestro que la constru•
yera". 8g
Unos años después, don Pedro de Arandía manif,estó su opinióu
totalmente opuesta a quf se estableciera este fuerte, con lo que �l asunto
se dió por terminado. 9°

Los fuertes de las Visayas


A esbe grupo central del Archipiélago, situado entr� Luzón y Min•
danao, corresponden las islas de Sámar, Leyte, Cebú, Bohol, Panay y
otras. Estudiado ya en el capítulo preced�te el fuerte d� San Pedro
<le Cebú, hemos de ocuparnos ahora de los de Panay y su provincia, ya
que en las restantes islas no hubo presidios d� importancia.
Tuvo Panqy un fuerte dedicado a Nuestra Señora del Rosario, en
lloilc, provincia de Otón, que se erigió con oca;ión de un ataque de los-
11olande�s, en el siglo XVII. Don Diego de Quiñones hizo fortificar la
punta .de Iloilo con una trinchera de terraplén, fajina y estacas, "que
hizo más defensiboo con un reducto, foso y cortaduras, según permitió
1o breve del tiempo". 91 Rechazado el ataque, se acordó fortificar bien
esta P.Unt;,t y en ella � construyó una fuerza que en 1738 era de planta
cuadrada (fig. 188) con cuatro baluartes de los que sólo uno, el llamado
baluarte Negro (Q), tenía flancos rectos y los otros tres, denominados
del Aljibe (O), de la Bandera (P) y de la Gola (R), tenían orejon�s.
El perímetro de esta fuerza era de mil seiscientos setenta y cuatro pies,
y en su interior estaban los cuartPles, casa <lel teniente, almacenes de
pólvora, pertrechos y vívieres y un aljibe, como se ve en el plano. 912

89 El Provin cial de los agustinos descalzos de Filipinas, en Manila, a 17-VIl-1753.


(A. G. l., Filipinas, 300).
90 Arandía al Rey, en Manila, a 24-VIl-1757. · (A. G. l., Filipinas, 475. Hay dupli•
cados en los legajos 161 y 476).
91 Juan de la Concep ción: Ob. cit., tomo IV, pág. 440.
g � "Planos de las Plazas...", fol. 39.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 381'

Por último, en la isla de Romblón, pertenedente a la provincia de


Pana'y, se construyó una muralla de cant�ría, en forma semicircular, que
medía trescientos pies d,e, largo y se apoyaba en dos puntas de tierra que
salían de un montículo. En lo;¡ extremos de esta muralla había dos ba­
luartes y otro en su centro, dando frent� al mar, ,y dominando el puerto,
a la vez que cubría a la población. 93
Con esto queda n indi_�dos los principak!s presidios de Filipinas en
el siglo XVIII, pues 1� demás "sólÓ se 1educen a unas estacadas, un
cabo y doce o catorce hombres" 34 y "ay otros que aunque tienen et
:1ombre d e presidios� la realidad no fo son". 9S_

93 Ibídem, fol. 24.


94 Valdés Tatnón al Rey, en Manila, a 10-Vll-1731. (A. G.l., Filipinas, 919).
9S Valdés Tamón al Rey, en Manila, a 19-VI-1730. {A. G.l., Filipinas, 919).
{zs)
APENDICE DOCUMENTAL


1

R.eal cédula ordenando a Leonardo Turriano pasar a Filipinas, con


Oómez Pérez Dasmariñas. (A. Ci. l., Filipinas, 339).

/ El Rey/Leonardo turriano mi ingeniero por/que a mi seruicio con­


uiene que vais a las Islas Phi/lippinas en compañia de Gomez Pere_z
das/mariñas cauallero_ de la orden de Santiago/a qui�? he proueido por
nú gouernador v cap[1ta]n/ general de ellas para que por V[uestr]o pa­
rescer y tra<;a se hagan los fuertes que conforme/a lo con,tenido en la yns­
truccion del dicho Gomez / Perez se han de hazer en las dichas Islas / os
mando· que os vais con el embarcandoos / con tanta breuedad que no se
detenga un/ punto por vuestr.a causa a lo qua! ayudara/ don Luis de la
la Cueua nii Gouernador y / Capitan genera1 de essas Islas de Canaria
que / ansi se lo mando y ,a los officiales de mi Real / Hiazienda de fas
dichas Islas Philippijnas/ que os den y paguen a razo11, de mill/ducados dt
salario cada vn año ·desde/ el dia que por testimonio signado de Scriua/no
les constare haueros hedho a la vela / en qualquier puerto de las dichas
Islas de / Canaria en adelat1te todo el tiempo que os ocu/paredes y de­
tuuieredes �n la fabric"a de los dichos fuertes y en estando acauados /
os volvereis a estos Reynos con la tra<;a y planta/ de los dichos fuertes
fecha en sant loren<;o I a doze de septiembre de mill y quinienfos y /
ochenta y nueue años. Yo el Rey. Refrendada/ de Joan de !barra seña­
lada del consejo.

"Relación del fuerte [de Manila] y planta del que embia el doctor
Suntiago de Vera". Sin fecha. (A. Ci. l., Filipinas, '2'7).

Hauiendo en esta· Ciudad una fortaleza hecha de madera que ultra


de ser poco fuerte era menester repararla cada dia con mucha cost'a
y trabajo de los ydios sic viendo La comqdidad que hauia de materiales

-
386 :r.s:.• LOURDES DÍAZ·TRECHUELO SPÍNOLA

de piedra y cal y la piedra ser la mejor que ay en el 111undo para cosa::


de fortificación, se trató de hazer una de piedra y juntos tod os los capi­
tanes para uer qué forma se la daría uuo pareceres diuersos porque
a unos par·ecio que se hiziese una fortaleza muy capaz y de quat'ro
caualleros y si '[se] supiera lo que agora &e sabe, q se tell:\iera ¡0
que agora se teme assi se hauia de hazer pe![ro] como no �e �em;ia
de enemigos de Europa, y que para los que ay aqui alrededor [ no]
era necessario fuerzas como las de allá, ni era bien obligar a S. M.
a tener tanta gente o pr-esidio en partes· tan remofas adonde con tanta
difficultad se trahe, parecio a los más, y despues todos conueniero_n
en ello, que se hiziesse un torreon que con treinta o quarenfa hombres
se pudiesse defender y_ aunque no se sospechaua que pudiesse hauer
batería se le hiziesse la muralla, para todo lo que se pudiesse offrecer de
doze pies en ancho y todo terraplenado hasta las primeras troneras que
estarán dos brazas y ltledio de alto y desde alli para arriba subiesse la
muralla del mismo grossor y_ fuesse La viuiel)da roto la gente y para las
municiones, que aunque en el medio del torr-eon quedaua har [to]/ espaciy
en lo de abaxo por ser la tierra humeda y_ cálida se conseruan mal las
cosas, y con esto quedaua harto espacio para la gente y segura de bate­
ría aunque La uuiesse, por la muralla tan gruessa y de materiales, qu�
qando La bala en ellos es l)Í mas ni menos [que] como si <Hesse en un
terrapleno que no haze mas que un agugero sin atormentar la muralla
y por esta causa y_ por escusar La mucha gente que una fuerza con gran
plaza pedía, no se hizieron traueses; pero corno aquí no hauia Arquitec­
tos ni aluañiles que supi-ess,en obrar y ass-entar La piedra y hazer bien la
mezcla, sino indios (que aunque agora son ya más maestros) entonces no
lo sabian hazer por no hauerlo visto ni apprendido en su vida, fueron des­
plomando La muralta de suerte que aunque ,ella era muy ancha en. lo alto
vino a serlo más, de lo que hauia de ser al contrario, y ansi hendió por'
quatro partes como en cruz para remedio desto· se le hizieron quatro
estribos que siruen de tr�ueses como en la planfa que va con esta rela­
cion se verá y con esto y_ con descargar la muralla hasta el plano de la
habitación há quedado muy fuerte y segura y sube la muralla de doze
pies de andho y_ de cinco bra<;as o más en alto porque tiene dos suelos
uno es donde está la artillería y hasta allá sube el t'errapleno el otro es
donde ha de ser la viuienda, y_ aunque es verdad que de cinco bra<;as
para arriba la muralla no es más que de grossor de quatro pies por razon
de no cargar muchq supuesto el sentimiento que hauia roto y parece
que hauiendo cerco y plantando artillería para batir podía ser de mucho
daño para los de dent'ro porque siendo tan flaco con la batería lo podían
arrasar; pero hay algunas razones con las quales se prueua que aunque
ele nueuo no se haga fuerza puede bastar esta. La primera es que para
hauer de batir ·esta fuerza es menester traher muy de proposito artilleria
muy grande de batir y municiones en gran copia, porque acá no las ay
y hazer un apparato qua! se suele hazer para tomar una fuerza por
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 387

assalto y esto se haze con grandissima dificultad en partes tan ret11otas


.adonde con tanto riesgo se viene. La 2." porque es necessaria mucha ge�­
te que para que acá lleguen mil hombres que puedan pelear han de sahr
de allá más de dos m.il porque COlI!O el viaje es tan largo se suelen perder
nauios y morir mucha gente y llegando a tierra caliente, con los agua­
ceros y soles, mucha más. Lo 3.º porque ya que ayan llegado antes que
vengan a plantar artillería acabaron tQdos, porque el Torreón es de ocho
brac;as en alto y tiene de terrado sus andenes y tronerillas de donde a su
saluo y sin ningun telt!or, con uersos y moxquetes pueden hazer ,.gra�­
dissimo daño al enemigo antes que pueda llegarse a plantar artillena
y ultra de esto los alojamentos no pueden ser sino de ojas de palma que
a cada paso se les pueden quemar y molestar de como gente ya hecha
.a la tierra y a los soles y que sabe los passos que con m.il emboscadas
y ardides de guerra le haran mucho daño aunque no aya otra cosa que
estar (como por fuerza lo han de estar en las trincheas sic) al sol esse
hasta para acabarlos con los aguaceros que suelen caer, La 4." que aun­
que llegassen a poder batir y que la muralla sea flaca por ser como está
didho como de tierra, antes que hechen abaxo cosa que haga daño gas•
taran mucho tiempo y municiones y aunque cayga algo ay reparo muy
fuerte abaxo por estar el primer suelo hecho de muy gruessas bigas y
poderse apuntalar de suerte que aunque cayga todo lo pueda sustentar
y si quisiessen asegurarlo más se puede hazer boueda muy fuerte y con
esto está todo seguro, y no hauemos de dar al enemigo todo tan próspero
que no concedamos que nuestra artillería que está en sus caualleros ha de
holgar y auna necessidad en las casas matas de los dichos caualleros
que son de boueda se puede conseruar toda la gente o en medio diel mis­
mo Torreón adonde ay mucho espacio abierto a manera de patio que est'á
también cercado con otra pared a manera de torreon y esto sería quando
c:lel todo nos faltasse lo de arriba y que por t'odas las partes lo uui�e
derribado que moralmente no parece possible. La 6." razon es que nadie
querrá gastar un millon de hazienda si no tiene esperanza de mucho mfls,
y en esta Ciudad no hallará sino artillería y alcabuzazos y no querá el
enemigo ponerse a riesgo ni de perder solo un hombre sino conseruar
su gente y tomar sitio a su proposito y poblarse allí que si fuese señor
<le los indios hará fodo quanto quisiere y sin ellos nada, y a trueque de
hallar casas hechas no querá ni seria prudencia poner :[en] peligro de
perderse como es cosa cierta lo haría si acometiese para battir por mucho
aparato que trayga porque muchissimo �s menester en estas tierras para
poner [asedio] y bateria a una fortaleza, esto es lo que de present'e se
offrece y deue de hauer o[tras] muchas razones para prouar que la
fortaleza que esta hecha es bastante y se puede defender de la manera
didha de millares de hombres.
A todo lo dicho hasta aquí se ha de añadir que no ay que marauillarse
,que los que nue[vos] vienen a esta tierra juzgassen al principio otra cosa
contrario a lo dicho y poniessen fal [ta] en lQ que está hecho porque como
388 1111.• LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

vienen de tierra en el temple muy <lifferente que esta y donde las cosas
de loa guerra estan en su puntq Y. se hallan gente y municiones co[mo] se
desean y quieren parecerles ha que aquí hallan lo mismo no mirando et
clima de la tierra y_ la falta que ay de lo que allá sobra y con quanta
dificulta se pon roto lo que allá. se encuentra sin ninguna, y ansi no
pueden qar buen parecer y juyzio hasta [tener] -conocida y experimen­
ta.da la tierra. Ld. Stiago de Vera". (Rubricado).

Fragmento de una carta del Gobernador don Sabiniano Manrique


de Lara al Rey, en Cavite a 4 de agosto de 1663. (A. G. l., Filipinas, 201).
1
Da cuenta de las am¡tmazas del pirata chino Coseng, y de las fortifi:
caciones que con tal rt1¡0tivo se hicieron en Manila y Cavite, describiendo
antes las que ya existían en la Capital y la situación de ésta.
5. "El terreno en que se fundó esta ciudad es Vnoa lengua por su
naturaleza inexpuguable y fuerte, que por la banda del suduest'e La baña
su anchurosa baya que tiene qe box 25 leguas, Y por la parte del Nord•
este la hermosea vn Rio caudaloso que nace de su espaciosa laguna que
esta seis leguas de distancia, y corre de leste A Veste dilatando sus buel•
fas en partes profundo y en pocas de bajamar badeable desaguando Por la
punta en que remata la fuerza Santiago con Vna dilatada barra de tiro
<le mozquete Y con Vn canal por donde Vnica�nt'e pueden entrar y salir
champanes y Pataches qe 200 a 300 toneladas en su creciente. La lat'itud
de este sitio corre del nornorueste al sur sudueste y por la parte del
sursu-dueste, q[ue] ya ensanchando la tierra hasta el terreno de la Cam,pa•
ña, por donde se le puede poner batería y a t'odo alcan<;e de tiro de arti­
llería abre su anohor tiro de mosquete lo mas que se dilata entre mar
y Rio Y al Remate del tiro de la artillería está vna fuerza pequeña qua•
drada con quatro baluartes donde se fabrica la Polvora Vulgarmente
nombrada la fuerc;a de Meitubi por donde corta la campaña vn estero
que corre del Nordeste al sudueste qu� en las crecientes del mar se
estiende por el centro y se puede impedir el passo., por no tener hado aun•
que en algunas angosta demasiadamente que sin embarazo con cañas
gruec;as y fuertes se puede hazer puente en breue instante y venzer la
dificultad;, Y en tiempos de aguas por la maior parte del Rio es anegadic;o
y pantanoso y de Meytubi siguiendo el Rumbo del sudueste, descaeciendo
al sur espacio de vna legua tendrá por lo mas ancho media legua la
campaña Demar al Rib por cortar la tierra en Parañaque un estero cau­
daloso que hace barra a la baya y va c;esg,ando hasta comunicarse con
el Rio principal por el proprio rumbo del Nordest'e al Sudueste.
6. El año de 1592 se echaron los cordeles a la planta de este ciudad
haciendo frente a la campaña con vn lienc;o que tendría de longitud UX)(}
pies, que corre por el rumbo del Nordeste quarta al teste y sudueste
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 389

auarta al Veste Rematando en dos baluartes moderadQs el vno de la


mano derecha inmediato a la plaia que señoreaua la campaña y el mar
de la bay,a nombrado San Diego, y vulgarmente el de la fundación poi::
tener inmediata y unid,a a el en lo interior la Casa en que se funde la
artilleria, y por la parte siniestra el otro nombrado San NicolAs con
Renombre de carran<;a que señoreaua la campaña y la parte del Rio que
esfá a tiro de arcabuz, y en el yntennedio de este lieni;o estaua la puerta
que sale a la referida campaña de bagunbaya. Y coje la calle prin_cip,al
delo largo de la ciudad que remata en la Plaza de armas, del Palacio
antiguo demolido con los terremotos del año de 1645 : y desde el trauez
del baluarte San Diego que hacia la esp,alda qu� afronta al mar, y el ore­
jó� que cesga la plaia se corrio un lien<;o de cortina franca que mira al
poniente y tiene 3.901 pies hasta donde hacía su remate que le incor­
poraua con la fuer<;a Santiago de 12 -pies de alto y ocho y nuebe lo
macisso seguido por él rumbo de norueste sueste y_ a los 436 pies de la
cortina medidos desde el baluarte San Diego estava una media naranja
que suplía el trauez del baluarte correspondiente que limpiaua la cortina
Y. espalda del baluarte San Diego afrontado al mar = Y a los 345 pies
de cortina que Va ,cesgando medidos de,sde el Remate del semicirculo
desta media naranja estaua Vn bofeton o esfremQ, Y en el Vna mo­
derada pie<;a de artillería que seruia de travez = Y a fos 333 pies
contados asia la fuerza está la puerta antigua nombrada Sta. Lucia que
tenia Vn gariton para jugar la mosquetería = Y desde ella Por el mesmo
rumbo a los 415 pies estaua otro extremo o bofeton que jugaua otra
moderada pieza nombrada la gola de Sta. Lucia = Y a los 678 pies de
cortina cesgada estaua ofro extremo o bofeton que jugaua otra mode­
rada pieza llamado en lo bulgar la Garita del negro = Y a los 000 pies
estaua el postigo del Palacio Viejo demolido siguiendo el resto del lienzo
de Pared alto que hacia Vivienda al Palacio que oy sirue de Contaduría
que tiene 400 pies, rematados en la incorporacion que haze a la fuen;a
Y frontero del Postigo referido a distancia de cinquent'a p.ies estaua la
�egunda Puerta del Postigo que salia a la Plaia y sobre ella vn Gariton
de quatro angulos de donde se podian Jugar quatro moderadas piezas a la
mar. Por su frente, y por el vn costado a la playa que corre para San
Diego y por el ot'ro a fa plaia que haze la punta donde remata la fuen;a
Santiago cerrado con dos cortinas sensillas. Y del salia vn lien¡;o sensillo
que ,hada vna dilatad-a guerta asía San Diego. Cerrada con otra cortina
sensilla de Pared que se Vnia con la muralla principal aprouechandose del
terreno que ocupaua esta cerca de Piedra sin discripción ni forma de for­
tificazion siendo padrastro y confussion. = Y por la otra banda siniestra
de la ciudad que cae al río y mira al nordeste corre el lienzo opuesto al de
Santa Luzia d_e_ la banda de la mar, desde el orejon del baluarte San
Nicol,as de Carran<;a que va abriendo y estendiendo el sitio de la ciudad
por el rumbo del norte y sur con al guna ynclinacion a su qua.'rta d�l
norueste sueste hast'a vnirse con el orejon del baluarte san francisco
390 14.• LOURDES DÍAZ·TRECHUELO SPÍNOLA

de Dilao que tiene . 1.282 pies donde hace �1 trauez correspondiente;


Y desde el o.tro oreJon 4e este baluarte prosigue la cortina continuando
la abertura por el rumbo de Norueste quarta al Norte y sueste quart'a
al sur, hasta incorporarse con la pu�rta nom,brada del Parian tiene 923
pies donde sobresale Por la parte externa Vn extremo o padrastro de tres
angulos llanos con su escarpe ayudado de la cort'ina principal donde está
el cuerpo de guardia, y por la banda que mira a San Gabriel está la
puerta que sale fuera de la ciudad al parian con vn puente capaz de
maderas y pilastras qe piedra de 110 pies pies de latitud que ahre el
foc;e> por aquella parte y remata en vn rastrillo erigido de 4 angulos en
forma de chapitel con sus troneras para jugar. la mosquetería; y el
lienzo prosigue cesgando en forma de arco y consta qe 654 pies hasta
incorporarse con vn ·estremo que hace quadrado el trauez del baluarte
S. Gabriel que sobrepuja cauallero al parian al puente del Rio principal
q [ ue J ,esta se compone de once pilastras de piedra de cantería gruec;as con
sus punfas de Diamante por ambas partes y corre de nornorueste sur.
sueste, y tiene de latitud vn tiro de mosquete y de ancho sus 20 pies, y
en su nacimiento tiene vn baluarte de quatro angulos que haze rastrillo
y cuerpo de guardia abajo; y arriba juega quatro Pedreros que limpian
el puente, y la calc;ada que prolonga la ciudad y deja dentro embeuido
el fosso y co11tra foc;o y assi mismo el baluarte San Gabriel señorea y
barre con su trauez alguna parte del lienc;o que corre cesgando y estre­
chando fa ciudad en la forma continuada de arco hasta llegar a la puerta
de Sfo. Domingo Por el rumbo del Leste Veste que tiene 950 pies rema­
tando donde estaua vn Gariton quadrado de seis a siete pies de alto que
jugaua tres piec;as medianas. de artillería con estremo en beuido en lo
interior de la cortina vn cuerpo de guardia pequeño que seruia de día
en la puerta y de noche en el garit'on summamente débil que por su frente
miraua al Rio y por el costado der,eoho ):lacia trauez correspondient'e al
de S an Gabriel y Por el siniestro el trauez que miraua acia la puerta de
]os Almazenes quele impedia el barrer su lienzo vn Padrastro y Vivienda
que sobre el tenia la cocina y un corredor y baño consu puerto al Rio del
ospital Real sin defensa en gran monstruosidad, quedando en el inter­
medio de S. Gabriel y este Gariton de Santo Domingo vna puerta peque•
ña por donde entraua la carne que se vende en la carnicería publica sin
defenssa ninguna contra todo arte; Y desde el gariton de santo Domingo
prosigue la cortina con su c;esgo de arco por el rumbo del Lueste y quar­
ta del norueste, hasta llegar al Gariton queestá enzima de la Puerta de
los Almacenes. que tienel.105 pies y des<le esta puerta a los 123 pies de
distancia haze otro bofet'on siguiendo por el mismo rum,bo; y desde el
prosigu e la cortina vnos 40 pies hasta rematar incorporándose con el
orejon siniestro de la fuerc;a Santiago =
La cortina de la fuerc;a Santiago que hace frente a la ciudad y plac;a
de Armas del Palacio antiguo demolido que vne los dos Lienc;os de la
ciQdad que vienen estrechando a rematar y Yncorporarse en eUa corre de
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 391

=
nordeste sudueste y tiene 450 pies Y la cortina que hace ángulo. con
esta frente que mira a la baya corre al sudueste y quarfa al sur tiene
420 pie1:1 Y la otra cortina su opuesta, del Lado siniestro que mira al río
aLuest� quarta del Norueste y tiene otros 450 pies; y la cierra vn
cauallero mas eminente en forn;ia triangular que la espalda que mira a
la baya corre al nornorueste al sursudueste y tiene 150 pies, Y por la
otra espalda siniestra que mira al Rio y corre del Leste a Veste, tiene
120 pies disminuyendo los 30 correspondientes al otro lado en vna gola
ernbeuida en el y remata en vn lienzo de Pareq que hace espalda a la
fuerc;a y sirue de frente a la barra del Río que tiene 102 pies Por el
rumbo de nordeste a sudueste y explqra la maior Parte de la baya y
pueblos de tondo y BinondQ que es dqnde fenece y remata asimismo la
punta de la lengua ·de su terreno = Y en la superficie de la parte inferior
de esta punta estauan las ruinas de vna plataforma antigua que las
corrientes del río y el ,abatimiento de las aguas del mar la auian rouado
por de�jo llegando hasta los mismos cimientos del cauallero sin dejar
en ella cossa ninguna que poder aprouechar = Y ,en esta forma quedo la
ciudad cerrada y por lo más ancho de ella es desde la Puerta de santa
Lucia .que cae al lienc;o de la mar !hasta la puerta del Parian que cae al
Lienzo que mira al río tiene 2.365 pies geometricos por el rumbo del
nordeste sudueste, y por lo largo desde la puerta que cae en el lienzo
que hace frente a la campaña de bagunbaya hasta el Lienzo en que
remata la fuerc;a Santiago que corre de nornorueste al sursueste tiene
5.050 pies.
7. D. Don Diegq faxardo mi antecesor por ser la frente de la cam­
paña la parte más peligrossa por donde esta ciudad puede Reciuir batería
fortificó su lienc;o y baluartes San Diego y San Nicolás de carranc;a ha­
dendolos muí capaces est'endiendolos todq lo posible_ sacando mas afuera
la cortina dejando embeuida en el extremp interior la Vieja que leuantó
al peso de la nueua cerrandola con sus contrafortes y terraplen dejando
de cortina franca 1.316 pies cqn 111acisso en el plano y parapeto de 40 pies
que en toda ella se puede jugar artillería sacando de nueuo el baluart'P
San Nicolás que la espalda y orejon que mira a la campaña tiene 443 pies,
y la espalda con su orejon que mira al Río otros 443; Y el baluarte San
Diego le estendió acia la parte de la mar todo lo que pudo que la espalda
y orejón que haze frente ,a la campaña tiene 421 pies y la espalda con su
orejon que mira a la mar tiene 399 = Y en solos estos dos baluartes y
cortina dejando el dé San Nicolas por terraplenar y acauar y ambos sin
alojamientos ni forma para poder jugar la art'illeria gasto mas de 300.(XX)
-pesos.
8. Después tomé posecion de estos cargos reconociendo que la
Puerta que sale a la campaña de bagunbaya estaua yrregular y sin
forma lo material de su fabrica, en conocida flaqueza expuest'a a la
batería y sin la defensa que requería la hice de nueuo con titulo de la
Puerta Real erigiendo uu. baluarte grande que leuante �n forma de qua-
392 M.ª LOURDES DÍAZ•TRECHUELO SPÍNOLA

dr-angula con su cuerpo de guardia capaz en lo bajo, y en lo alto sU;fi­


ciencia bastante para Jugar quatro cañones grue<;os de artilleria a la
campaña con sus traueses a la misma muralla y_ para limpiar la calle
Principal de la ciudad con- un puente de Pilastras de Piedra y madera,
leuadiza sin auer podido aoauar su reuellin por falta de reales colocando
en el frontispicio de la Puerta vna estatua de V. M. baciada de bronze
dorada.
9. Con la obra <leste lienzo y baluartes dejo mi antecesor embeui­
dos en lo ynterno los antiguos y apartada la boca del trauez de la cassa
mata que mira •a la plaia de la cortina antigua, mas de quarent::1 pies y
comenzada vn peda<;o de cortina para correr por la plaia al peso de su
planta con que la media naranja que se le seguia y harria el orejon de!
baluarte antiguo enbe,uido San Diego no podía descubrir la espalda nue­
uamente hecha por cuia Razon estaua la espalda de la mar <leste baluarte
ún trauez que le defendiese en conocida flaqueza y para enmenda,r sus
difectos Por ser este traues y el ofro su correspondiente y sus casas
matas bajas y abiertas a la campaña las subi cubriendolas hasta Ygua­
lar los 25 pies de altura del baluarte sacandole desde sus cimientos
al trauez que mira a la playa vn cesgo en proporcion con sus caxones
y terraplen vniendole con la cortina que tiene 71 pies y la casa mata
en el Rostro SO y de gueco en el cuerpo del baluarte 49 pies; hacien­
dole en el mismo lugar en la parte interna vna gola espaciosa de 18 pies
de ancho y en lo alto della vna garita capaz que la descubre y se­
ñorea la casa mata con el maciso de la cortina y en la otra casamatt'a
que mira al balua,rte San Nicolás que tiene 46 pies y de gueco 49
con sus parapetosy anditos a su defensa y en la pla<;a de armas del
baluarte vn espacioso alojamiento •con camarines para almacenar el tren
de la artilleria; y en el paraje donde estaua la media_ naranja anti gua
en el mismo lienzo la fabrique, de nueuo desde sus cimientos con titulo
de San Loren<;o quedando de cuello abierto 45 pies y en cada traues
36 y en cada cortina 25 su parapeto 3 pies de grue<;o 4 de alto Y dejan­
dola en altura de 20 pies que juega seis piezas = frontero desta media
naranja a los 69 pies de distancia de el angulo de defensa del baluarte San
Diego, fabrique de Nueuo en la marina desde sus .cimientos vn fuerte de
Piedra sillar en figura de Pentagono con chico ángulos nombrado S. Jo­
seph con sus puas fuertes sobre el cordon. rematando en 191 pies la
circunferencia del baluarte por el cuello que juega siete piezas gruezas
Para suplir la defensa de la espalda del baluarte San Diego que mira al
mar quedando en altura <le 13 pies sin los fres de su parapeto: Y en
lo maciso se le hi<;o su jornillo secreto piua guardar la poluora y sobre
él, el alojamiento necesario para la Ynfanteria d� su guarnkion sin mas
puerta que 1a de vna escala posti<;a quedando este defendido del baluarte
Y la media naranja que le sobrepujan caualleros = Y en el primer bo­
feton de la muralla hice vn fortín nueuo desde sus cimientos con t'itulo
de St'. Eugenio cuio cuello tiene 26 pies de gueco y el traues que mira
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 393'

a san Lorern;o 27 y sus cortinas cada una catorze pies y el traues que
forma el bofeton 48 con su parapeto que juega cinco pie(i;as Yde la parte
de la ciudad arrimé nueuamente desde sus cimientos vn gariton de piedra
capaz para su guardia =Yen la Puerta antigua de santa Lucia de Ma­
deras fortissimas fabrique nueuamente �n la parte superior vn aloja­
mi�nto Capaz de 65 pies de Largq y 26 de ancho con su escalera al cuerpo
qe guardia inferior cubriendolo con vn parapeto de piedra leuanta�o
desde la cortina con sus miras y rasgados para el vso de la mosquetena
en que se está entendiendo = en <::l segundo bofeton y gola de St." Lucia
edifi.que de nueuo otro fortin desde sus cimientos nombrado S. Pedro
que lo guefi:o de su cuello tiene 26 pies y medio y el traues que mira
a S. Eugenio 28 y cada vna de sus cortinas 17 y_ el frauez que forma �1
bofeto11 55 que juega otras cinco piezas y en la parte interior Qtro gan�
ton de piedra para su guardia y su gola a la Ciudad de 15 pies de ancho
con su escarpe = Y ,en el tercer bofeton de esta cortina llamado La
Garita del negro erigi otro fortin desde sus cimieqtos con nombre de
que lo gueco de su cuello tiene 26 pies y medio y el traues que mira
a san Pedro 28 y_ cada vna de sus dos cortinas 17 pies y medio y el fraues
del bofeton 58 con su parapeto y de la banda de adentro le hice su gari­
ton suficiente para su guardia que juega otras cinco pie(i;as = Y en el
Postigo del Palácio Viejo dempli_do edifique desde_ sus cimientos vn ba­
luarte yrregu lar cqn tit'ulo de S. francisco xauier que su cuello tiene
de gueco 51 pies y el traues que miira al fortín San Juan por suplir lo
mucho que auia recogido la �ortina en la diminución de los tres bofe­
tones saliendo Perpendicular sobre ella, 90 pies Y. su cqrtina 27 y las si­
guientes 30 Y el otro traues 34 dejandole vna oquedad de 9 pies pata
proseguir la cortina acia la fuerza arrimada a la anti gua que enbeuio
en si con su Viuienda. el Palacio antigu o la distancia de 400 pies para
incorporar con la fuerza Yen lo interior de este baluarte que juega ocho
Piezas sin embarazar su terreno le lize vna Cassa quadrangufa de 20 pies
de ancho y 27 de largo cori dos altos, el inferior a la seguridad de la
Poluora y el superior Para alojamiento de la ynfanteria y recogimiento
del tren de la artilleria y una Gola que arrime de 85 pies de escarpe y
an-0hu�a de 12 = Y hice derribar el fuerte quadrangulo que tenia a la
mar en su frontera y las Paredes sensillas que le ceñian con las que
hacian la guerta quedando reducido a campaña el sitio =Yen el primer
orejon de la fuerza Santiago le hize de nueuo caxones con su terraplen,
y enlossado reparando muchas partes de sus cortinas, leuantandole sus
parapetos y en el remate de la dicha fuerza que le haze espalda y frente
ni baluarte o cauallero·en que cierta donde estauan las ruinas de la plata­
forma antigua le arrimé nueuamente vna plataforma que erigi desde sus
cimientos nombrada San Miguel capacissima en forma semicircular a
la lumbre del agua en defensa de la barra con inmenso trauajo por ser
toda ella fundada en el mismo Río con un trauez de 15 pies y medio
para cañ"on grueso y la mosquetería que se maneja en vn corredor
394 JII." LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

inter!1o mira al sur y limpia la plaia_ de Sancta �ucia y en el se vne per­


pendicularmente vn pedai;o qe cortma de 46 pies que mira al ponient'e
y Predomina el rnar y toda la cir•cunferencia de esta plaforma sic con­
tiene 2CX) pies y el semidiame�ro de su maior huelo es de 63 con su ban­
queta y parapeto que juega d�e cañones gruei;os y en lo interior de su
plana fabrique vn alojamiento suficiente d� madera con sus tres puertas
y Para entrar en la plataforma Por camino secreto subterraneo desde
dicha fueri;a por la parte del Rio le hi<;e vna gola con su muro o barba­
cana fortissima, resistente a la corriente del Río con longit'ud de 115 pies
y de anchura de gQla qe 9 hast,a 14 con puerta fortissima, toda aforrada
con laminas de hierro ele 9 pies de ancho vniendo la barbacana con vn
baluarte semicircular media naranja que erigí y leu.ante de nueuo para
predominar y defender como cauallero la barba Cana y parte que des­
cubre de la plataforma y barra del Riq sacfmdQla desde sus cimientos
encima del Riq 'que tiene cinquenta Y. ocho pies de cuello y de semidiame­
tro 32 con su_ parapeto, que juega cinco piezas y le vni con la fuerza por
la parte occidental con vn traues de 20 pies que por debajo abobedado
hace camino secreto a la plataforma y en el centro desta media naranja
dos al¡;apantes que por cada uno de ellos se baja por diez escalones a
dos casamatas de diez pies de anchura con sus dos troneras abocada
vna pieza de artillería a la lumbre del agua que la una defiende la barra
y la otra por la parte orienfal limpia la cortina del Rio y la puerta del
postigo que s,ale a el, vniendose la media narauja por la parte oriental
con vna cortina de la fu�rya de 117 pies que se aforro nueuamente desde
la lumbre del agua con camissa de quatro pies de macisso y 18 de alto.
Y por la parte de adentro_ la oquedad que auia entre esta cortina y otra
mas interna qu�dandQ sufiziente bobeda al camino secreto, se macissó
lo restante hasta el plano = Y desde est'a cortina aforrada prosiguiendo
la de la parte del Río que sierra la ciudad al oriente en el bofeton inm�­
diato k:uanté nueuemente con sus cimientos ·desde el fondo del Rio vn
fortín llamado de los Almazenes de 15 pies de altura que el gueco de
su cuello tiene 30 y el traues que mira a la puerta de los Almazenes 35
y el traués que mira a la fuer<;a 42 que juega seis piezas, y en la parte
interior su Gariton para la guardia y tren de la .artillería, y el lienzo
de 123 pies por estar maltratado se repasó y le hice de nueuo parape_to
y la gola arrimaqa al fortín se leua:nto = Y en la puerta de Santo Do­
mingo que salió al Rio al fado del poniente en su Riueta leuante de nueuo
desde sus dmient'os vn hermosQ baluarte con el mismo titulo en altura
de 14 pies y su cuello de 65. y el_ traues que mira al poniente tiene SO ly,
su cortina 37 y el otro que mira al oriente tiene 41. y su cortina 35 y el
parapeto cinco de macisso y de altQ 4. que juega 8 piezas. Y en la parte
inferior se le hizo una hermosa gola, y sobre el cuerpo de guardia
alojamiento espacioso de 90 pies cO!J su casa de poluora, y tren de la
artillería de 25 pies cubriendo la Vista de diciho alojamiento con un alto
parapeto y parn dejar suficiente plai;a al ,cut:rpo de guardia en lo interuo
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 395

de la ciudad se echó un muro de Piedra de 170 pies de largo, diuidiendo


la clausura del. conuento de santo Domingo, y en los 70 pies de cort'ina
acia el ospital Real fortifiqué con vnos parapetos cortados para defensa
del Río y de la parte interna con vn Repecho por auer demolido el padras­
=
tro de la cocina corredor y baño del hospital cen:ando la Puerta yrre­
gular de la carnicería = reedificando la casa de la Poluora del balurart'e
de S. Gabriel y tren de 1a artilleria que estaua demolida y desmantela­
da = en el baluarte S. francisco de Dilao hice cubrir a la vista y ofensa
de la campaña sus dos casasmatas de los traueses leuantando nueuamen­
te diez pies de altura su muro con parapetos y_ anditos 'y lo ancho de cada
una es de 40 pies y de largo 56 y por estar las espaldas al juego de la
artillería consumidas del tiempo le terraplene y macise de ormigon lo
que contienen las Cortinas efe orejon a orejQn en anchura de 35 pies.
con vna pared de piedra por contraforte y vna espaciosa gola para ma­
nejar la artillería en lo maciso del baluarte que tiene en cada cortina
con su orejon 302 pies leuantando en él alojamiento de Piedra con su
casa de poluora y tren de la artillería con anchura de 48 pies y de lon­
gitud 74 y altura 15 arrimandole a la parte interior del therreno Vna
espaciosa gola = Y en el baluarte de San Nicolas d� carrarn;a leuante
y_ cerr e ele nueuo los traueses de sus dos casas matas formando sus para­
petos y anditos como en el de Dilao, siendo la línea de cada traues de
cinquenta y dos pies, Y la largura de 54 macisandole de ormigon en
anohura de 30 pies con sus muros Íijternos, por contrafortes de orejon a
orejon con sus cortinas que tiene cada vna 315 pies Geometricos con una
anchurosa gola en la misma linea Capifal para el manejo de la artillería
y arrimada a esta gola con gran resguardo vna casa fuerte de piedra de
suficiente capacidad, para tener la poluora segura haciendole un capa­
cissimo alojamiento oculto a la Gampaña con su casa de Pertrechos y
tren de 150 de longitud y de anchura 24 y_ en lo ¡nterior de la ciudad
arrimada vna dilatada gola de 100 pies de plano a su escarpa.
10. En la parte externa de la ciudad desde el baluarte San Gabriel
hasta el baluarte d� San Nicolás por la parte del Río que mira al oriente
Y desde él al baluarte de San Diego que es la frente de la campaña corr�
el f�o que ,abre en partes 180 pies sin disminuir de 90 y desde el baluarte
san Gabriel hasta la puerta d�l Parían se alargó y profundó abriendo!�
casi de nuevo por estar cerrado y le hice su falsabraga de 22 pies de
ancho aplanada y macissada de ormigon de Piedra y cal, con su parapet'o
de cantería sacado de el cent'ro hasta altura de cinco pies con su ban­
queta en la parte interna de su plano. Y porque la puerta que sale al
Parían está en el traués de vn pequeño angulo expuesta al rigor de
nuestra misma ,artillería por la oquedad dd baluarte con su espacioso
cuerpo de guardia qu� t'iene en su centro para defensa de la puerta y que
fauorece poco la cortina delbaluarte de Dilao y ser el sitio peligroso
resolui con toda madurez el reparo a sus inconuinientes y en el terreno
ynt'er111edio entre su fo�o Y. controf�o con anchura de 138 pies, erigí de
396 114.• LOURDES DÍAZ·TRECHUELO SPÍNOLA

nueup de canteria vna tigera real con sus aletas surtida encubierta con
puente levadic;o y cuerpo de guardia ceñida -de fo<;o con dos minas que
siruen de casas de poluora vna en cada vno qe los angulos internos que
puede jugar a vn, 01ismo tiempo 25 pi�zas de artilleria con dos espaciosas
golas entre si correspondiet},tes en las Aletas, y por buscarle el terreno
fixo a sus cimientos se· profundaron ooho pies de altura, y lo maciso del
01uro con su escarpa y banqueta, es de 12 pies de ancho, y hasta 9 die
alto sobre el oric;onte hasta el cordon donde se eleuó el parapeto. de
quatro pies de altura y_ cinco de madso siguiendole en la parte interna
los contrafortes y caxones de terraplén, haciencio lo más extrecho del
plano, y juego de la artiUeria en el angulo interior de la tixera de 35 pies
y cada una de las minas tiene de ancho 20 y de largo 35 con sus Ramales
encontrados en el cuerpo de guardia en la boca ynterna de la surtid¡¡.
y en su qefensa; es fabrica por la rnaior par� de madera fuerte con
20 pies de ancho y 40 de largo, y la surtida tiene · 13 pies de ancho y
34 de largo. Con foi;o de agua Y- puente leuadic;o de molinetes, repart'ida
en tres quarteles y en la parte externa desta surtida su puerta fuerte
de gradas que hace rostro al baluarte San Gabriel con su reues de es­
trada encubierta, que la cubre con arzen Dando lugar con su anchura
de 36 pies para poder salir y entrar seis hombres a cauallo entre foc;o y
foc;o por la surtida y cada una de sus golas tiene 13 pies largos. Y el de
la escarpa 42, y cada vna de las cortinas que forma el ángulo de la tijera
inferna tiene 105 pies, y de las que forman con estas el angulo externo
tiene cada una 37 pies Y. cada Aleta 45 con 26 pies de maciso y dando
el tiempo lugar proseguiré en acauarle continuan,do la estrada encubier•
ta, al foc;o intercyo con 20 pies de anchura y de arc;en 86 en cada lado
prolongandola hasta los baluartes San Gabriel y S. francisco y cerrare
la puerta del traues abrie11dola enfrente del centro de la t'ijera formando
sus casasmatas macisando lo restante dejandole a la parte interna de

=
la ciudad su cuerpo de guardia con puertas etJ.tontradas y rasfrillos con
traueses para trabucos de defensa en el Raso superficial Y en todo lo
que coge el foc;o desde el baluarte San Nicolas de carranc;a hasta el d�
San Diego le leuante su falsabraga de 16 pies con su estacada por para­
peto con banqueta de fagina y ferraplen alegrando, limpiando y profun­
dando lo posible el foc;o que consta de 114 pies, lo ancho de la frente, de
1a cortina y de 00 por los baluartes = Y en frente de la Puerta Real
de Ia bagunbaia a distancia de 110 pies de la contraescarpa de su fo�o
leuante desde sus cimienfos vn Reuellin con titulo de San Phelipe con
sus aletas en forma ordinaria de punta de diamante en altura de nueue
pies con su parapeto maciso de tres y de alto quatro Copioso de troneras
y capaz al juego de la artillería y en la parfe externa a distancia de
30 pies leuante vn contramuro seguido por la figura del reuellin cerran­
dole en foc; 0 seco sin impedimento de la defensa.de la artilleria arriman­
dole al muro por lo externo de la campaña su arc;en, de terreno excar­
pado, y a la parte interna del reuellin en la Aleta que mira al baluarte
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 397

San Diego le arrimé dos golas para salir y ent'rar en la campaña de


anchura de 20 pies la una y la otra para el vso militar del mismo reuellin,
esta una pieza de artillería en defensa de la primera gola, y Junto a la
aleta una mas vecina al baluarte San Nicolas le arrime en lo interno vna
espaciosa escalera de Piedra que hace las veces qe gola al reuellin el
-qual tiene en el ladq que mira a la fundicion y hace el angulo de defensa
95 pies y la aleta que se le vne 51. Y el otro lado que forma el angulo
<le defensa y_ mira al baluarte San Nicolás SO pies y su Aleta SS. Y para
defensa del fo<;o y controfoc;o y cubrir lo posible toda la cortina franca
y las de sus baluartes se fabricó de nueuo vna estrada encubierta que
corre desde el reueUin hasta v11irse con el mar y plaia de santa Lucia
repartida en quatro escalones con vna anchurosa gola a la campaña, v
<los puntas de reuellin la menor anchura del plano interior de la estacada
es de 64 pies a que se siguen dos escalones de Piedra cada vno de anchura
de dos pies y sobre eUos vna mesa de enlosado de seis pies de ancho para
el vso de la mosquetería y_ sobre ella leuante de estacada su parapeto de
(!Uatro pies a la estrada arrimandole el t'erreno del arc;en hasta el contra­
f�o que por la línea derecha tiene en su pie 300 pies ; el primer peda<;o
,d� cortina ,q parapeto de esta estrada dando principio en el mar tiene 205
pies por el rumbo del nordeste quarta al Leste y aquí haze vn cesgo mo-
1ierado para afuera de 40 pies Y en su estremidad corre otro pedaz"o de
,cortina de 106 pies por el mismo rumbo, y En el vna gola a la campaña
,cuia menor anchura es de 24 pies fort•alecida con sus cqnt'rafortes internos
de Piedra y su escarpa de enlossado y_ ormigon vniendola a esta cort'ina
vn angulo de reuellin que por vn lado tiene 65 pies, y por el otro 62 al
qual se sigue otro peda<;o de cortina o escalou de 240 pies Por el Rumbo
del Nordeste siguiendole otro angulo casi recto de Reuellin para fuera
'CJ.Ue poi: vn lado tiene 47 pies y_ por el otro 73'. y a el se vne el vltimo
peda<;o de cortina derecha de 432 pies Por el Rumbo del Nordeste hasfa
formar la gola a la campaña en el Reuellin San Phellpe, y a la parte
del baluarte de S_. Nicolas desde el Reuellin se prosigue la estrada en­
cubierta por linea deredha, hasta cubrir el angulo de defensa del baluarte
San ·Nicolas de carran<;a que tiene de anchura este peáa<;o de estrada
en la parte interior 30 pies escasos y de largura 475' con cuias fortifica­
ciones corone la ciudad. Reduciendo sus defensas al tiro de la mosque­
tería fortaleciendolas todo lo pqsible =.
11. · Y para Vencerlas dispuse asistiesen los sangleies que aquí
-quedaron asi canteros como Pedreros,- herreros, carpinteros y peones
socórriendolos con cortas cantidades para su sustento acudiendo a ellas
la infantería indios y naciones que conduje y apreste para la defensa
-desta pla<;a siendo yo el primero y el vltimq en el cansancio asistiendo
-corporal y Personalmente a las direcciones cargando la Piedra y tierra
,en el dgor de los soles de que se me recrecieron vnas pem?sas Reumas
en que fui largando los dientes y muelas conociendo lo Peligroso del

(z6)
398 M,ª LOURDES DÍAZ·TRECHUELO SPÍNOLA

empeño, y que de otra suerte no fuera posible auer conseguido ni ven­


cido tanto teniendolas en perfeccion a los 20 del corriente.
12. En el estero de Santa Cruz hi�e un puente de dos Pilastras de
Piedra que erigi desde sus cimientos y madera fuerte y capaz para que
la caualleria pudiese entrar y salir a la campaña y pasar de vna parte
a otra del Rio Haciendo las surtidas y Reparos conuinientes y poder
asegurar los bastirnentos.
13. A vn mismo tiempo entendí en demoler tre�e Iglesi.as con­
uentos y hospitales que estauan en la campafía y seruian de Padrastros.
en Virtud de Junta general que celebre con los Prelados y cauos mili­
tares, y sin embargo algunos Religiosos de la orden de san francisco me­
conuirtieron en Erege excomulgado Perseguidor de la Yglesia con toda
.nota escandalo y peores consequencias assi en los Pulpitos como fuera
de ellos en que me valí d� la tolerancia ...
14. En la fuer�a Principal san Phelipe del Puerto de Omite que
constaua de quatro baluartes sobre la puerta qe ella le leuante desde sus

=
cimientos Vn cauallero eminente a los demas capaz de 14 cañones d�
Resinto de 220 pies Y en la punta de la Riuera erigi un cubo nombra­
do St: cathalina martir capaz que tiene de diametro 40 pies, que del
hasta el f�o de la muralla de la Puerta Real ay 4.230 pies Y de mar
a Mar por lo ancho del terreno 900 y desde el cubo Nra. señora de la:
concepción que esta en la parte del Norte a los 1.910 pies erigi Vn cubo­
nombrado San Sabiniano capaz que tiene de diametro 40 pies, Y desde

=
el a los 1.260 pies hice una plafaforma de Madera nombrada san Gero­
nimo que tiene 60 pies distante qel cubo santa Catalina 920 pies Y Por
la parte del Sur a distancia de 222 pies de la fuer�a erigí otra plataform�
Real Y a 1.200 pies hice otra plataforma de madera nombrada san Joseph
en la marina correspondiente al cubo Nra. Señora del Rosario, cerrando
con estas fortificaziones el terreno de. aquel Puerto demoliendo aun
tiempo quatro Yglesias Y conuentos haciendoles sus estacadas de faxina
estradas cubiertas fo�os y Reuellines en las partes necesarias como todo­
parecera por los mapas que incluyo con esta para su mejor compre­
henzion .. ,

Diario de lo ocuirrido en el ataque y defensa de la Plaza de Manila­


capital de las Yslas Pbilipinas, desde el dia 22 de septiembre, hasta ef
5 de octubre de 1762 en que fué tomada por assalto por las tropas Bri­
tanicas. (A. G. l., Filipinas, 681).

Antes de dar principio al diario d� operaciones es presiso hazer una


succinta descricion de la situación de esta Plaza, y estado desprevenide>
en que se hallaba q[uan]do se presentó ,en la Bahía la esquadra ynglesa,
para venir en claro conocim[ien]to de la vigorosa defensa, que se prac-
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS

tico hasta el estremo de hauerla tomado por asalto las t'ropas Britanicas.
La Plaza de Manila Capitql de las Yslas Pfuilipinas y Archipidago
de Sn. Lazaro se halla situada en la de Luzon en 14 grados 40 minutos
de latitud septentrional; y 158 g. 35 m,. de lor,¡gitud (segun el Mama sic
del Pe. Murillo) sobre una lengua de tierra, que termina en punta for­
mando la figura de una bqta, cuyo extremo o cuello se considera en la
nominada punta donde esta situada la fuerza o. Ciudadela de Santiago,
y tiene por terminas por la part'e del O. E. a la gran Bahia, y_ por la del
N. del Rio Pasig, q [ ue J baña sus muros: por la parte de tierra entre S.
y L. es defendida de quatro Baluartes llenos coq sus plazas bajas y flan­
cos rectos cubiertos con orejones fosso, camino cubierto y glacis pero
toctas est'as, y la demás partes de fortificación, tienen los defectos capi­
tales que se van a expresar .
Una cortina larga que corr(! por la Marina, tiene cinco baluartillos
planos, y un reducto, colocado a largas distancias, con unas líneas de
defensa tan desproporcionadas, que no es posible defenderse reciproca­
m[ en J t'e ni menos impedir el acceso a la Cortina; a <lemas de no hauer por
esta part'e fosso; y ser los parapetos de 3 pies de alto y_ 2 de espe,sor,
cortados y clareados con aspilleras mui unidas; la cortina no tiene terra­
plen, y su espesor es de 6 pies: La que corre por la parte del N. bañada
del Rio Pasig, que le sirbe de fosso, y que se encurba un poco formando
dos angulas entrantes, es defendida de dos Baluartillos con la misma
desproporción notada arriba en las lineas de defensa: Desde el Baluarte
Sn. Gabriel hasta la puerta del Parian por la banda del L. corre una
falsabrnga o Barbacana defectuosisima por estar assi arruinada en distin­
tos parages segando las ruinas parte del fossq, como por no ser facil la
retirada: Dicha puerta del Parian esta cubierta de una obrilla ext'erior
en forma de Corona abandonada por inservible: La puerta Real, que
he.ze frent'e a la vanda de tierra, esta cubierta de u11 revellin de malissima
posicion y_ estructura, consistiendo su mayor defecto en nQ estar colo­
cado en medio de la Cortina, y siendo esta de un largor desm,esurado no
puede el revellin defender las Caras de los Baluartes Colaterales, ni
menos los flancos de estos, las de aquel; ademas de que por no te­
ner fosso ni comunicación con la Plaza y no ser dominado de la for­
tificacion interior, estaba espuesto a ser facilment'e sorprendido; y ass?
fue preciso abandonarlo. como inútil: como tanibien el camino cubierto,
por ser extremam [ en] te ancho por esta- part'e sin traversas ni corta­
duras, arruinado su parapeto, sin estacada; las entradas sin barreras
y el Glacis casi orizontal deja en descubierto dicho Catnino, como tam­
bién el Muro desde el plano de la Plaza, o basa del terraplen: Por
lo <lemas todas las partes de la fortificacion son mui antiguas y defec­
tuosas; el rel>estimiento de solo dos pies de cracicie sic en el cordon
sin cont'rafuertes: la escarpa y contraescarpa derrumbada la mayor parte
segando sus ruinas el fosso: las embasuras mal dispuestas: Las Puertas
enfiladas: Las esplanadas de los balue.rtes tan irregulares y escabrosas
400 M-ª LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

que no era posible manejar la artilleria que estaba montatla la mayor


parte en cureñas de Marina mui viejas y maltratadas, de suerte que no
se podía disparar un cañon sin riesgo de quedar desmonfado.
La fuerza o ciudadela qe Santiago se compone de dos medios Ba­
luartes que dominan la ciudad, y uno que defiende el acceso contra los
enemigos de fuera: Dos plataformas en porción circular, y algunos flan­
cos rectos; las cortinas que los unen no tienen terraplen: los parapetos
mui bajos y febles, y los fuegos todos colocados sin orden. Siendo est�
el estado de las fortificaciones, se puede deducir cual sera el del interior
de la Plaza basta expresar que en toda ella no hay lugar essento de los
Bombardeos, balas, etc. bamos ahora a dar razQn del estado de la Guar­
nicion y su calidad.
A la llegada de la esquadra enemiga se hallava tan disminuido el
Rejim[ien]to del Rey de la dotación d e esta Plaza, que no existian
mas que quinientos cincuenta y seis soldados, de los quales los ciento
y ochenta eran nuebos reclutas de naturales del Pais, y los <lemas de
Nueba España, Gente enferma, indisciplinada, y de poco valor; por
que hasta el numero de 400 poco mas o menos se hauian destinado a los
regulares destacamentos de Cavit'e, Galeones, Armadillas contra lo;;
Moros, y otros destinos, y todos los <lemas de que se componía dicho
Rejimiento al principio de su ereccion, se hauian retirado del servicio
con las lizencias regulares, de que en los dos antecedentes Goviernos
lmbo grande indulgencia, no hallando dificultad qualquiera que la pre­
tendía.
No ihabía en la Plaza mas que oc'hent'a y cinco Artilleros Indios na­
turales poco espertos en el manejo <k la Artille ria, sin conocim [ ien] to
alguno de la mecanica del Bombardeo, Y. fuegos artificiales por falta
<le instruccion.
Despues del arribo de la esquadra enemiga se formaron quatro Com­
pañias de Milicias del Comercio con sus correspondientes oficiales, con
el desarreglo y precipitacion que se deja discurrir en las circunstancias
de un accidente tan inopinado. Nunca creyo Manila ser imbadida por
naciones europeas, fundando esta seguridad en lo distante y r�moto de
su situación; y en esta misma confianza se mantenía mui tranquila con­
tentándose con tener la Plaza capas de resistir a los Moros, y naciones
circunvezinas poco espertas en la Guerra y en el manejo de Art'illeria
gruessa, fucileria, y otros artificios terribles de Bombas, Granadas, Car­
eases etc. demandando su defensa contra combatientes europeos quatro
mil hombres disciplinados y otras preuenciones de que hasta ahora ha
carecido Manila.
En el predicho estado de la Plaza se dejo ver el dia 22 de septiembre
de 1762 a las cinco y media de la tarde, una numerosa armada compuesta
de 13 Navios; y como entonces no se tenia ni aun presumpcion de estar
declarada la Gu�rra, cogio de sorpresa esta repentina novedad, y se
acordo escrivir al Comandante de la esquadra reconviniendole amistosa•
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 401

mente sobre el hecho de hauer entrado en esta Ba'hia sin pedir puert<I,
deseando saber de que nacion era, y su designio; con esta comisión se
despachó un oficial nuestro la noche del nominado día, y el siguiente
como a las once de la mañana, se arrimo a la fuerza un Bote destacado
de la esquadta, que conducía dos oficiales de ella, y nuestrq embiado,
con un pliego firmado del Almirante Samuel Cornisth y del Brigadier
General Guillermo Draper Comandante en Gefe de las tropas de tierra
de S. M. B. destinadas a esta espedicion, en que devian venir de orden
de su soberano a conquistar estas Yslas en cuya t:onsequenciá solicitaban
se les entregase esta Plaza, sus fortalezas, y territorio, y que si los
españoles no estaban infatuados admitirían desde luego su proposición,
pues tenían a la vista los medios con que exforsaban su demanda sien90
infructuosa una mala temporada resist'encia,.
Se les respondió que Ja citada demanda no tneía lugar en la estima­
don de estos fieles vasallos del Rey catholico, pues se hallavan resueltos
a sacrificar sus vidas en defensa de la religion y honor de las armas de
su soberano.
Luego que recibieron esta respuesta, se puso en movim[ien] to toda
su esquadra, como ,a las 6 de la tarde del día 23, acercandose quanto puqo
a la Playa del S. frente del reducto nombrado sn. Antonio Abad que
seruia de casamata, destacado de la Plaza como media legua de donde
aquella misma tarde, y el antecedente día, se sacó toda la polvora con­
duciendola a la Plasa con precipitada diligencia; sin embargo fué preciso
abandonar aquel Puesto con algunos materiales, y una buena porcion de
salitre que no ubo lugar de retirar, porque los enemigos hizieron sn
desembarco por aquella parte sostenido de la artillería de sus Navíos;
tomaron el reducto como también las yglecias de Malate; Nuestra Sra.
de Guia ; y Santiago con los arrabales, y caseríos que corren por la ma­
rina, desde las yglecia de Sn. Juan de Bagunbayan ( distante de la Plaza
85 Tuesas) hasta el citado reducto o cassamata ; estos puestos ofrecio
a los enemigos sic 1as mayores ventajas y abrevio' notablem [en] te la per­
dida de la Ciudad, como se ,:econosera de la serie de los hechos que
se referiran en este diario.
Esta misma noche se destacaron de la Plaza dos piquetes de fuci­
leros, mandados por los capitanes don Balthazar Antonio de Cozar, y
dn. Bernardo Yliberri con orden de atacar al enemigo y desalojarlo,
intpidiendo al mismo tiempo el desembarco, que continuaba por diferentes
partes de la Marina: estos piquetes sufrieron un fuego vigorosisimo de
fu esquadra y fucileria enemiga que estaba hecho fuerte en la Yglecia
de Santiago, y Casas inmediatas por lo que se retiraron con desorden.
El dfa 24 a las 8 de la mafüi,na se empezó a saludar al enemigo con
la artillería de los baluartes sn. Diego y Sn. Andres con poco efecto,
por estar resgua,:dadas sus tropa_s con dicha Yglecia, que no solam [en] t'e
las cubría, sino que les sirvio de un baluarte poderoso y fortissimo contra
la plaza.
4-02 M-ª LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

A las 9 de la mañana entró en la Bahia una galerilla que venía del


embocadero qe San Bernardino con nQticias de quedar fondeado en
Palapa el Galeon el Philipino ele vuelta de Nueba España que vista de
la esquadra ,enemiga destacó una fragata ligera, y quatro botes armados
que dieron casa a la Galerilla, y haviendola disparado algunos tiros de
fucil la obligaron a barar en la Playa de Bancusay, arrojandose al agua
la tripulación, soklados; y pasajeros fue tomada pClr dos botes, quedando
prisionero u n Capitan, y un subalterno, que la mandaban, con un sobrino
ele nuestro Capitan General: LQs botes hizieron diligencia de sacar la
Galerilla, y no hauiendolo cons�guido extrageron todo lo· que hauia en
ella (a ecepcion de dQs cañones de a 6 que no pudieron manejar) y la
abandoparon retirandose a su esquadra: Despu es se dio fuego a la Gale­
rilla por orden de n1 [uest]ro Capitan G[ene]al retirandose los dos
Cañones.
La noohe de este dia se determino hacer una vigorosa salida para
incomodar al enemigo que se íba fqrtificando a toda priesa en la Yglecia
de Santiago: Se destacaron clos Canonsitos de a quatro cqn los corres­
pondientes artilleros y gente para su manejo; cinquenta fucileros de
tropa reglada, algu nos Milicianos del Comercio y ochocientos naturales
Lanzeros; fue encargado de esta expedición el Ca.vallero dn. Cesar Fallet,
peritisimo en la guerra, quien con su tropa ataco a el enemigo en sus
pue·stos: la acción fue sangrienta y duro la mayor parte de la noche,
hasta que recopociendose la poderqsa fuerza de los contrarios, y que
subscessivam[en] te les iban eqfrandon uebos socorros, retrocedió un poco
nuestra gente apostandose delante de la Yglecia de Sn. Juan de Bagum­
bayan, que mant'ubieron toda la noch� haciendo fu�go contra la de San­
tiago, hasta las 9 de la mañana del día 25 que a el abrigo de un nuebo
socorro que se embio de la plaza se r,etiraron todas las tropas: en esta
accion quedaron heridos dos de nuestros subalternos, y murieron tres
soldados de tropa reglada: seis Milicianos del Comercio y como veinte
na forales: De la parte contraria, no se save a punto fixo los muertos y
heridos, pero se cree fueron muchos, porque la tarde de este dia se
recibio una carta comminatoria del General Drepe, en que expresaba
hauerse hallado en su campo algunos oficiales y soldados con las cavesas
cortadas, y mutilados otros; � pedia satisfacción de este hecho, como
se egecuto prohiviendo por bando, pena de la vida a los Yndios naturales
el que mutilasen los Cadaveres; y se remitio al General Yngles copia
euthorizada del vando con carta satisfa�toria, y expresion de hauer sido
este proceder de la incultura dedl[ic]ihos naturales conq[u]e quedó muí
satisfecho, y en reconocimiento ofrecio mandar libre al sobrino de
n[uest] ro Capitan Gene,;al; esta noche se destaran sic algunos vezinos
españoles a Cavallo, que hizizieron sic sus correrias contra las del enenú­
go, y hubo algunas escaramuzas; esta misma noche a las 10 empezó el
Bombardeo contra la ciudad desde una bateria de tres Morteros coloc�da
a el abrigo de la Yglesia de Santiago.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 403'

El 26 al amanecer se recqnocio desde la Plaza que los enemigos


hauian abierto aquella noche la ca.veza de ataque, y extendido un ramal
o linea de faginas delante de dicha Yglesia, y a su abrigo estaban traba•
jando una bateria dirigida al parecer contra una de las caras del Baluar­
te sn. Diego, desde donde se procuro desbarata¡; sus trabajos con el
-fuego activo de nuestra Artillería; pero nuestro polvora era tan poco
activa y mal acondicionada que los tiros hacían mui poco efecto y sin
embargo de los grandes exfuerzos que se hizjeron para hechar la Iglecia
a tierra no se pudo conseguir. El Bombardeo continuaba sin interrump•
.cion sic con mucho daño de los edificios, y algunas muertes: las Bom•
bas que se recogieron enteras �ran de ocho y dies pulgadas de dímetro
J1ic, y se iban reservando para dirigirlas después al campo enemigo con
dos morteros pequeños que se encontraron en los Reales Almazenes:
esta noche se dispararon algunos cañones a metralla, y se Jugo la fuci•
leria con· buen efecto, pues al amanecer del dia 27 se reconocieron desde
la Plaza varios cadaver�s dispersos desde el Glacis hasta la trinchera
enemiga; y aun se recogieron algunos fuciles de los Muer.tos: estos
fueron sepultados et\ el vientre de muchos zerdos y perros hambrientos
(lUe hauia por aquel campo que en breue los consumieron a vista de los
<J.Ue estaban en nuestra Muralla. A .las 8 de la mañana del citado dia 27
-se presentaron algunos Yndios, y mestizos lanzeros delante de las trin­
•cheras enemigas, sin hauer precedido orden para ello, y acercandose a
sus guardias abanzadas, que ocupaban la Sachristia de la Yglecia de
sn. Juan de Bagu111bayan, Panadería y otras casas de Mamposteria, les
empezó a hacer fuego el enemigo: sin embargo se arrojaron nuestros
naturales con tal ímpetu que ganaron los mencionados puestos, desalo­
jando la fucileria enemig,a: hiriendo y matando a muchos de los contra­
rios, que inmediatamente fueron socorridos de 300 fucileros que recupe­
.raron los puestos que hauian perdid•o haciendo retroceder a. los Indios
,que desde el baluarte sn. Andres se les hizo seña que abriesen campo
JJara dar lugar al fuego de nuestra Artillería, que hizo mucho destrozo
ien los contrarios: estando en lo ma? ardiente de esta sangrienta accion
se de.jo ver un oficial del Campo enemigo con.una Vandera blanca, seguí•
<lo de un Joben vestido de negro, y de un tambor, que venia tocando
llamada, immediatametnte se snspendio �1 fuego de n,[ ues] tra artillería:
pero la fucileria y Bombardeo del enemigo continuaba disparando con
porfiado tezon contra los Indios lanzeros que aun sostenían la pelea,
por lo que acometiendo al oficial Ingles le mataron, y dieron quatro
heridas mortales al Joben, que le acompañaba: assimismo fueron muer­
tos el tambor, y uno al parecer criado del oficial; a este le fue cortada
1.a Caveza por los Indios, quienes no pudiendo sufrir el fuego, se retira•
rnn al Camino cubierfo de la Puerta Real : es el caso, que hallandose
prisionero un sobrino d_e nuestro Capitán General como queda referido,
1e hauia dado livertad el General Ingles, y le conducía el oficial muerto,
·recibiendo el joben las cuatro heridas de que después mur-ió.
404 M-ª LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

Todo este dia continuo con furor el BombardeQ-, hauiendose aumen­


tado tres Morteros a la bateria de Santiago, y a la tarde se despacho
tm oficial de la plaza al Campo enemigo concediendo tregua para que:­
re, tirasen el cadáver del oficiál, y otros muchos que hauia en el campo
pero los enemigos retiraron solo aquel, y de nuestra parte se retiraro;
algunos heridos y estropeados.
El día 28 por la mañana se recibio pliego del Comandante G[ ene] raf
Yngles en _que solicitaba � le embiase la Caveza de su oficial, y el agresor
de la mutilacion Y. que de no ,hacerlo embiaria la de todos los prisionero�
de Guerra, junto con las d� los dos oficiales nuestros que lo hauian sid-.:­
en la Galei-illa: a cuya demanda se satisfizo complet,am[ en Jte disculpan­
danos de un hecho en ·que solo hauia tenidoo part� la fiereza e inculfura
de los Indios : y mas la de los fucileros, y bombarderos enemigos, que
no cessaron de hostilizar, sin embargo del embiado y su insignia de Paz_
Desde las cinco Y. media de la tarde hasta las siete batieron contra
la Plaza, Capitana y Almiranta con ,poco efecto, porque las balas orizon­
tales se perdían en la Playa, Y. Corti11a y las disparadas por elevación
pasaban las mas a la otra parte de la Ciu [ad].
Este dia se hauilitaron dos morteros en el baluarte sn. Diego, qu�
dispararon muchas bombas al Carr¡po y trincheras del enemigo.
El día '29 a las 6 de la mañana empezaron a batir Capitana Y. Almi­
ranfa contra dkho. Baluarte, y cortina de la Marina con furor desespera..
do, que continuo hasta las ocho con igual actividad y siguio hasta las.
diez con moderacion.
La tarde de este dia entraron poi: la boca grande de Maribeles dos
embarcaciones: <}estacaron los enemigos otras dos de su esquadra que·
· uniendose con las primeras fondearon todas cerca de la Plaza, y después
se supo eran dos fragatas que con un recio temporal se hauian separado
de la esqu,adra; como también el Na vio el Namur que_ hauia desarbola­
do, y arribado a Canfon, componiendose toda ella de 16 embarcaciones.
El dia 30 batio la escuadra contra la plaza Y. se reconocio hauer
zozobrado quatro lanchas que venian a tierra con gente y peltrechos de
guerra, como tambien un champan, que los enemigos hauian apresado,.
con el motivo de hauer arreciado el vient'o OE: esto sucedio como a la;;
quatro de la farde, y a las 6 baxo una fragata frente del reducto sn. An-­
tonio Abad.
El dia primero de octubre a �I amanecer auisaron los Indios de
Paray hauer viarado en aquella Playa una balza compuesta de los Palos,.
Masteleros, y Vergas de la fragata barada, sobre la cual estaba la jarcia
y artilleria, hallandose desamparada, y que hauian encontrado en aquel
parage diferentes cadaveres de gente ahogada: con est'e motivo se
destacaron de la Plaza ciento y_ cinquenta hombres a cavallo con orden
de apoderarse de la balsa, pero fueron rechazados de trecient'os fucileroS"
enemigos, que desde el quartel General de. Malate se hauian destacado
para poner cobro a estos ut'encilios.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 405

El día 2 al romper del nombre pusieron los enemigos en exers1c10


una batería de ocho cañones de a 24 �ontra el angulo flan,queado de!
Baluarte sn. Diego y cara qui:: hacia frente a su campo, tan bien servida,
que a las diez del día ya estaba por ti�rra todo el parapeto, y parte dei
1ebestimiento y terraplen: al mismo tiempo dirigieron a este baluarte
la punteria de sus morteros que ya eran nueve de diferente diam,etros
en dos baterías: Los Navíos batieron furiosamente contra la cara de
la Marina pero lo que ·mas nos encomodq fue la fucileria enemiga colo­
cada en la torre y muros de la Iglecia de Santiago que hauian preparado
a este fin abriendo diferentes aspilleras, ele suerte que nos dominaban a
su salvo y veían todo quanto pasaba en la Plaza: Se hizieron de nuestra
parte nuebos exfuerzos para arruinar los trabajos del enemigo y espe­
cialmente la Iglecia y torre de Santiago, pero todo fue en bano por la
mala calidad de nuestra pol\rora. No puede menos de hacerse increible
que estando al descubierto el baluarte batido en brecha sin parapeto ni
.otro resguardo, y hallandose en el la n'¡ayor parte de los oficiales arti­
lleros, fucileros, y faginantes sufriendo un fuego desesperado por todas
partes no hubiesen muerto en la funcion de este dia mas que dos arti­
lleros, dos fucileros y tres faginantes: verdad es que se retiraron mas
de veinte heridos, y estropeados y entre ellos un theniente agregado
a la artilleria, que perdió el brazo derecho: Los dem,as oficiales fueron
heridos, y lastimados de golpes de piedra, pero quedaron continuando su
función; y hauiendo sido desmontada la artillería de este baluarte fue
preciso desampararlo, no hallandose medio de ocurrir al daño experimen­
tado, por no hauer gente de fagina, ni utiles para emprender una corta•
dura que se hauia proyectado.
Por este tiempo se hauian juntado y aquarte1ado en la Plaza diferen­
tes partidas de Indios Provincianqs, hasta el numero de cinco mil poco
mas o menos lanzeros Y. flecheros, g-ente tímida, cobarde, indisciplinada,
y sin obediencia. Sin embargo se creyo que dos mil y quinientos Pam•
pangos, que hauia entre ellos serian capaces de alguna faccion; y así se
determino en Junta hazer una salida, que se hauia de emprender al rqm.
per del nombre del dia tres con este orden: Los Pampangos hau"ian de
marchar en tres columnas; la primera hauia de acometer por el sit'io de
Bagumbayam, y Santiago donde los enemigos tenían sus baterías de
cañones y morteros: La segunda hauia de entrar por el sitio de Malate
y la Hermita, donde estaba el quart'el General; y la tercera por la· parte
de la Marina para divertir las fuerz>as enemigas por todas partes estas
tres columnas hauian de ser sostenidas de dos piquetes de fucileros ma�­
dados por el Sargento Mayor de Oauite: a la hora asignada salieron
nuest'ros Pampangos y Piquetes mostrando buen animo, pero luego que
pusieron el pie fuera de la Puerta del Parían empezaron aquellos e. dar
. grandes gritos, haciendo una terrible algazara, con que avisaron al cam­
po enemigo para que se preparase; sin embargo entraron en él nuestras
tropas matando las centinelas abanzadas y haciendo mucho daño
406 M-ª LOURDES DÍAZ·TRECHUELO SPÍNOLA

en los contrarios no fué menor el que recibieron nuestros Pampangos


de la fucileria enem)ga, y se hubiera acrecentado, ano hauerse mezclado
unas y otras tropas, de suerte que las cqntrarias no se atrevieron a dis­
parar algunos Cañone� que tenían prevenidos cargados a Metralla por
no perjudicarse a si mismos: Nuestros piquetes de fucileros hiendo esta
confusion hizieron alto delante de la Iglecia de sn. Juan de Bagumbayan, .
desde dimde protegieron la retiracla de los Pampangos que se egecuto
como a las ocho de la mañana. De nuestra parte ubo en esta accion dos
fucileros muerfos y ocho heridos, y de las tropas Parnpangas faltaron
más de doscientos hombres y huvo muchos heridos ; y después se supo
que con el motivo de hauer muerto algunos oficiales de las tropas ene­
migas hauian ahorcado e_n su campo todos los Pampangos Prisioneros
que pasaban de sesenta, por lq que amedrentados los <lemas no quisieron
entrar en la Plaza, y se retiraron a sus respectivos pueblos.
Esta accion no embarazo el vigoroso fuego <le las baterías, de tal
suerte, que al amanecer de este dia se reconoció haver caído en el foso
un Cañon de 18, y que las tierras, y ruinas del baluarte hauian segado
el foso; pero lo que dio mas cuidaqo fué hauer recqnocido el Yngeniero.
que los enemigos estaban acabando una nueba bateria dirigida a desmon­
tar la artilleri� de los flancos colaterales, que defendían el acceso a la
brecha; y con efecto al medio dia empezo a batir con tal actividad, que
a las tres de la tarde hauia demolido el parapeto, y desmontado la arti­
llería de dichos flancos, con muerte de nuestros mejor�s artilleros, no
quedandonos otra defensa, que la de un cañon de 18 colocado en el flanco
alto del baluarte sn. Andres y dos cañonsitos barre fosqs acomodados
en la plaza baja del mismo baluarte.
Informado de todo nuestro Capitan General convocó Junta de Gue­
rra en que concurrieron el Maestre de Campo Governador de las Armas :
Sargento Mayor <le la Plaza: el de Cavite: el del Rejim[ ien] to del Rey:
el de las Milicias del Comercio y el Ingeniero ordinario. Assi mismo
entraron en esfa Junta el Real Acuerdo Cavildo secular: el Governad.Qr
del Arzobispado por el ecleciastico; y Prelados de l,as religiones: fue
oydo el dictamen del Ingeniero, que se redujo a demontrar sic la in­
defencion de la Plaza, y concluyo con que ya era tiempo de Capitular:
fue seguido de todos los Militares y <lemas concurrentes a ecepcion del
Marques de Monte castro Sargento Mayor de las Milicias: el oydor
dn. Manuel Calvan; y el Fiscal de S. M. estos expusieron que la Plaza
aun tenia mucha defenza, Y. produxeron un proyecto especioso sobre el
orden que se hauia de observar en las operaciones que a este fin arbi­
tlaron y se hauian de practicar en adelante.
El dia quatro al romper del nombre empezaron los enemigos a mau•
dar carcazes a la plaza con que pusieron fuego a muchas Cassas, y edi­
ficios, y ,ano haver acudido proptam[en]te hubiera quedaclo reducicj.a a
cenizas toda la Ciudad; sin embargo fueron, abrasadas las que hazen
frente a la Iglecia de Sn. Augustin: el fuego de las baterías enemigas,
ARQUITECTUR A ESPAÑOLA EN FILIPINAS 407

Bombardeo y fuci1-eria fué est'e dia y siguiente noche horroroso, y ame­


drento tanto a los Ineios, que por lograr la desercion convertían sus
armas contra los oficiales que se oponían a la fuga, y asi se arrojaron
todos o la mayor parte por la cortina de la orilla del Rio, que pasaron
a nado: acompañaron a lqs Indios algunos artilleros y soldados, y a su
ímitacion muchos Milicianos del Comercio. no quedando dentro de la
Plaza más que los Oficiales y vecinos de onor con algunqs pocos soldados
de reputación: el asalto se palpaba, pero no se daba paso a la Capi­
tulacion.
El día 5 a las seis y media de la mañana salieron de sus trincheras
i.as tropas enemigas marchando en tres columnas: la primera se enca­
minó a la brecha la segunda a la Puerta Real, que esta entre el baluart'e
batido y su Colateral; y la tercera marcho por la Calzada que rodea
el fosso por la parte del L: •estas columnas hizieron alto a una distan­
cia proporcionada, y dando dos descargas serradas de toda la fucileria.
y de quatro Cañones de Campaña que conducían en el centro de la se­
gunda Columna, barrieron los flancos de los baluartes Colaterales·y COJ.:•
tina que los une; y a todo correr monto la brecha la primera columna y
se apodero del Baluarte sn. Diego, con poca oposición de nuestra tropa,
que ocupaba su gola, y que padecio mucho: Al mismo tiempo la segunda
columna con el tren de artillería acometió a la Puerta Real, que forzo y
rompio, con hachas, y entrando en la Ciudad se encamino a la Plaza
de armas, y se apodero del Palacio Real: La tercera columna que mar­
cho por la Calzada tomo el fortín, que defiende el paso del Puente sobre
el Rio Pasig, y despues entro en la Plaza por l,a Puerta. del Parían, que
ya estaba por los Britanicos: ulfimamente fueron tomando todos los
puestos, hasta presentarse delante de la fuerza de Santiago, que puso
bandera blanca, y trato de capitulacion, pero no hauiendo sido admitida,
se rindio a discrecion, quedando la Guarnicion prisionera de Guerra con
solo el honor de vestir la espada.
La Ciudad fue dada al saco que fue cruel y duró quarenta horas,
en que no se perdono lugar sagrado ni casa privilegiada.
Las fuerzas enemigas consistían en mil y quinientos soldados euro­
peos del Rejimiento de Dreper, y Batallon suelto qe la India: Dos Com­
pañias de Artilleros de Brigada de 85 hombres cada una: ochocientos
fucileros Sipais: tres mill marineros peritisimos en el manejo del fudl,
todos europeos: y otros ochocientos Sipais destinados a la fagina man­
dados por un Ingeniero ,en Gefe y tres subalternos.
Las Baterías de Morteros ·metieron dentro de la Plaza mas de cinco
mill bombas; y las de cañones, Junto con las de la esquadra mas de mil
balas e.le diez y ocho, y veintiquatro, que arruinaron la mayor parte
de 10. Ciu í da]d. los Carcazes fueron como cin.quenta.
Durante el sitio, y asalto de la Plaze. murieron de nuestra parte el
Sargento Mayor del Rejimiento del Rey; dos Capitanes y quatro subal­
ternos, y segun calculo prudencial, como ciento y cinquent'a hombres
408 M.ª LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

entre artilleros, fucilerQs y Milicianos españoles; y mas de trecientos


l?dios Provinciales: Los heridos de todas clases pasaron de quatro­
c1entos.
No se. pudo averiguar a punto fixo el numero de muertos de la parte
contraria, pero se supo por noticias circunstanciadas que en la reseña
general que se hizo dos días despues qe la toma de la Plaza faltaban
d� sus tropas mas de mil hombres, y entre ellos muohos oficiales de
reputacion, siendo de este numero el Sargento· Mayor del Regimiento
de Dreper, que fu<: muerto el dia del asaltci: el Comandante del Batallon
de la India, que murio de bala de fucil estando de observacion desde
la torre de la Iglecia de Santiago: y el Vizealmirante de la esquadra que
se ahogo, con el motivo de hauer sozobrado el bote en que veni<1-
a tierra." Miguel Antonio Gom-ez. Rubricado.

"Testimonio del Plan formado en virtud de providencia Governativa


del estado en que se hallaba esta Plaza quando la tom,aron los yngleses,
y del que tenga el dia de oy". Año 1764. (A. O. l., Filipinas, 482).
"Proyecto de Fortificacion de Manila elaborado por el ingeniero
D. Miguel Antonio Gómez.
En el supuesto cierto de ser preciso ihazei: del fodo nueua la
. Plaza, y firtificaciones sic de Manila assi por estar amenazando ruina
las ,antiguas como porque aunque estuviesen bien tratadas y deme--­
diana vida era Indispensable mudar su figura por lo desproporcionado
desus lineas de defensa, Cortinas, flancos semiglas, angulos flanquea.­
dos ett'ezetera. desuerte .que haciendo refl.exion sobre todas las partes
de las fortificaziones existentes sehallará que ninguna deellas se ajus.­
ta a las maximas generales establecidas y assi se deue considerar
a esta plaza no fortificada sino serrada con un simple resinto capas
demui poca defensa corno sereconose de la simple inspeccion del Plano
que va designado con puntos por lo que es menester proceder aun
nueuo proyecto; y siendo una de dichas máximas quelos recintos irre­
gulares se aproximen quanto sea posible alo regular; parece se pue_de
acomodar mui bien al de Manila; por lo que haze al de tierra la mitad
.de un poligono regular d� doze lados admitiendo por naturaleza segundo
flanco, y como el radio menor de dicho poligono ( según el metodo que
me ha parescido mas ajustados) es de mill quinientqs ochent'a y ocho
pies geometricos, que reducidos a V'clras Castellanas hasen Quinientas
veinte y nueve, y una tercia, se halla que haciendo centro en la calle del
Parian en la parte mas conveniente corta la i;:ircunferenc_ia y lados deI
poligono algunos edificios. como son el Comvento de Santo Domingo
CoUegio de San Juan de Letrau, Convento de Recoletos y Collegio de
San Joseph, pero como est'as medidas no son tan precisas que no dejen
algún Arbifrio al Ingeniero para Variarlas mientras no falte a las ma-
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS

:ximas genera�s y tene�os Campo para salirnos quanto se quiera se ha


-determinado e9n maduro acuerdQ serias reflexiones, y continuas meditta•
ciones, aumentar al dicho radio ciento y dClze pies geomet'ricos, otreinta
y siete Varas, Y. un terciCl, y aeste respecto se han de proporsionar las
<l�mas partes de la figura conque se consiguen muchas Ventajas: Pri­
mera: dejar idemnes dichos edificios: Segunda: s� le da a la Plaza algu na
mas extencion y desahogo para que los dueños proprietarios de las Casas
situadas en· los extramuros que s� deuen demoler puedan siquieren cons­
truirlas dentro del recinto: Tercera: Que colocando una Puerta en el
Centro de la Cortina que hace frente a la Calle del Parían (la del maior
Trafico de la Ciudad y por donde se comunica el Puente sobre el Rio
Pasig y extramuros) en virtud de las dimenciones, y .construccion del
Poligono nos biene a caer el Centro a otra Cortina enfrente dela Calle
Real donde es preciso colecar otra Puerta par.a dar Comunicación a los
arrauales y Pueblos ae la Marina, y ser esta Puerta vistta, Y. enfilada de
algunos fuegos de la Ciudadela, Ventaja mui esencial. Quarta: Que la
pocession delas <lemas partes estan convinadas de suerte que los des­
pojos de la fortificazion antigua que se han de emplear en la const'ruc­
cion de la nueua se hallan a la mano de sus deuidos lugares para evitar
la confucion, Y. gastos de trasportes superfluos; Dicha convinacion se
estiende alcasso d� que siendo la plaza atacada al tiém_po de estarse cons­
truyendo las nueuas Obras esten reseruados algunCls flancos, y Cortinas
para la defenza sobre lo qual, y 01etodos que se ha de obseruar en esta
parte se formaran a su tiempo las instrucciones convenientes. Ultima­
mente de la Inspeccion del Piano se deducen otras Ventajas que aquí
se omiten. Las semigolas, y flancos se han formado de Ciento y sesenta
pies geometricos: La auertura del Angulo del flanco es de Cient grados,
y el flanqueado recto o de noventa grados; La linea de la gran defenza
segun medida mecánica se aproxima a ochocientos y Quarenta pies bajo
de estas prenúsas sise inspeccionan todas las demás part'es se hallaran
adaptadas a la practica corriente del Tercio del Flanco? se puede em­
plear en el orejon Y. en lo restante queda bastante capacidad para colocar
la Artillería comveniente siendo el desinio construir Plazas bajas y
flancos retirados no me det�ngo en la desproporcion que se puede notar
en las Caras de los Baluartes respecto de las demas partes sobre que
se quiebran la Caueza los authores pareci\!ndome este un juicio conten­
dosso de poca sustancia ami me basta que el Baluarte tenga la sufi­
cient'e defenza en los flancos y que el grandor de sus Caras Ofrezca
bastante capacidad para hacer una Cortadura en casso necessario. Por
lo .que haze a la orilla del Río me ha parecido estar bien defendida con
las plataformas en porcion ,circular .que van designadas colocadas adis­
tancia de ochocientos pies geometricos ; se executa assi para repartir
mejor los fuegos como para que las corrientes del Río enfilen por esta
orilla con más facilidad, manteniendo limpio el terreno que se interpon�
entre las lineas que forman el angu,lo misto del concurso de la Cortina
410 M,ª LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

y Plataforma porque s·egún la disposición del Paiz no hay que temer


invacion de la parte de arriva del Rio pero si se quiere se pueden. cons­
truir Baluartes Planos sobte la linea larga que forma dicha orilla. Segun
la dispossición, y señales que se observan en las Cortinas y Baluartillos
Planos que corren por la Marina parece que cuando se construyeron
estos eran bañados del mar que subsecibamente se ha ido retirando lo
que se comprueva por una serie continuada de Veinte años de obserua,
ción hecha por Don Thomas de Castro y Andrade ingeniero de esta
Plaza de que se deduce retirarse �1 mar cada año pie y medio, assi haidQ
dejando el terreno que ay entre el recinto, y las orillas del Mar, en que
sin mucha dificultad pueden los enemigos hazer desembarco, y fortifi­
carse contra la Plaza. Por lo que se haze precisso subvenir a este in­
conveniente abanzando la nueua fortificazión desuerte que tocando at
agua dexe encerrado todo el mencionado t'erreno esto se consigue con
aumentar mui poco recinto respecto del antiguo, y se logra el singular
Veneficio de dar alguna más regularidad y estención a la Plaza, y tener
<::ampo en que establecer Quarteles, Almacenes, Parque de Artillería,
y demas oficinas precisas de una Plaza .que es Capital de las Yslas Phili­
pimis, y Archipiélago de San Lazaro rodeada de poderosos enemigos y
de cuia conseruacion depende la seguridad de las cost'as del Sur de amba�
Americas: esta parte de la Marina parece ,quedar bien defendida prac­
ticandose los Baluartes, Planos que constan del decinio o unos Caualleros
altos unidos con las correspon [ dien] tes cortinas. Los Reuellines que
coloco delante de las cortinas por la parte de Tierra me parecen indis­
pensables y a maior abundamiento se pueden construir unas contra guar­
dias delante de los Angulas flanqueados de los Baluartes; estas con los
reuellines ensierran y defi.enden grandemente las fortificaziones Interio­
res; assí esta practicado en la Plaza de Madras que se acaua de forti­
ficar. En cada Cortina donde no ay Puerfa principal se practicará una
poterna para comunicar los reuellines y <lemas obras exteriores. En los
dos Baluartes señalados con la letra D. parece convenien�e construir
Caualleros Altos de buena consistencia para descubrir desde lexos las
auenidas comitiendo sic las plazas bajas, y flancos retirados, y en sus
terraplenes algunos subterraneos a prueua de Bomba para que en tiem­
po de Citio se puedan recojer a ellos no solo los enfermos y Heridos sino
también las municiones de guerra, y boca para preceruarlas de Incendios
y otros accidentes. En los Baluartes de Marcados con la Letra C. se pue­
den construir dos pequeños Almazenes de Poluora respecto aque el te•
rreno donde sea de trasar la nueua fortificazion es mui bajo donde a
pocos pies de escauazión se encuentra el agua, y Caer los maiores tramos
de las Cortinas flancos y Caras dentro de los fossos existentes por lo que
apenas se podrá sacar de los nueuos la Tierra necessaria para el Glassis
parece conveniente .que las cortiuas no sean terraplenadas sino que eJ
muro. y reuestimiento interior siruan de Pilares a una Bobeda de
ladrillo a prueua de Bomba apleno sintre como esfa executado con buen
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 411

suceso en dicha plaza de Madras quedando en lo interior de dichas


Cortinas unas piezas largas seguras, y como<las para alojamiento de la
guarnición, Almacenes de Peltrechos y utencilios y otros varios destino5.
En este Paíz ay dos Calidades de Piedra que generalmente se emplean
en todas suertes de edificios la una mui dura, y la otra mui blanda esta.
última expuesfa al ambiente en lugar de endurecerse, y consolidarse se
ablanda mucho más que quando fué sacada de la Cantera y muchas
Vezes se desmorona por lo que soy de dictamen que las nueuas fortifica­
ziones se construyan de Piedra dura desde los fundamentos hasta el
nivel del alta mar, y de aquí arriua de Ladrillo de buena calidad cuia
fabrica se tiene a la mano en las orillas del Ria con grande facilidad
para los trasportes; per.o la contraescarpa Parapeto de los Caminos
cubiertos trauersas de estos y generalmente todo lo que no sea cortina
Baluarte reuellin o fabrica a prueua de Bomba se puede consfruir con
dicha Piedra consistente bien detallada. Pará mantener los fosos limpios
y con bastante agqa aún en las maiores secas parece conveniente se
establescan dos pequeñas eclusas sic en los ext'remos de qichos fosos
demarcados con la letra Y. Bamos aorn a la Ciudadela proyectada aesta
le he dado las mismas dimenciones que trae el Padre Tosca para las
pequeñas ciudadelas por parecerme las más adaptadas a este_ Terreno.
En el Baluarte demarcado con la letra F. me parece muí útil se practique
un -Cauallero alto con varios subterráneos a prueua de Bomba para los
fines ya expressa.dos en los señalados con la let'ra h. se pueden practkar
dos grandes Algives o sisternas lo que traerá. gra�de Veneficio alaguar­
nición: en la Plattaforma sircular l. !'¡e puede construir un Almazen
de Poluora. Respecto a que las esplanadas de la Ciudadela 'deuen ocupar
el terreno en que esta Cituada la Capilla Real Almazenes Quarteles de
Ynfanferia y Herrería y que tal vez nos veremos precisados a demoler
estos edificios parece conveniente se construya la Capilla Real en la
plaza de la Ciudadela que es donde corresponde estar. Se deuen fabricar
Cassas Cornadas para hauitación del Theniente de Rey Castillano, y
Ayudante maior. También se ihaze pr,edsso establecer Quarteles con
Pauellones para oficiales una Pieza grande Q Galera para recoger lo;;
Gastadores forzados priciones, y otras varias oficinas. Para dar comuni­
cación a los reuellines se estableceran las pbternas convenientes, y en
el lugar P. un pequeño muele (muelle?). ·Eu el añq pasado de mili sette­
cientos Cinquenta y seis se establecieron en esta Barra en la embocadura
del Ria dos estacadas de Palma braua de mill varas de longifud for­
mando una entrada o canal para las pequeñas embarcaciones cada una
de estas estacadas se compone de dos filas paralelas distantes quatro
varas Clauadas a golpe de Martinete eleuadas sus Cauezas al nivel de
las mas Altas mareas y relleno el interualo ent're las dos filas de peque­
ños cantos de esta obrilla se ha seguido el singular Veneficio de pro­
fundar el Canal de tal modo que antes de establecerse baraban en ella
los Paraos que es una embarcación que flota en tres pies de agua, y oy
412 M-ª LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

entran por dicha Barra fragatas de mediano porte aunque de�argadas


Las ,estacadas estan ya arruinadas, y las Piedras se van rodando al CanaÍ
si se establecen dos Casadas, Diques Q ramales, o Piedras perdidas a imi­
tacion de las executadas en la Francia �n el Puerto de Cherburg y harta
de Bayona segun los modelos que trae Monsieur Belidor en el tomo
dos Part. dos Libro tres, Capitulo siet� de su Arquetectura Hidraulica
se puede entrar en la espe,:anza de que dentro de algunos años entre
por este Canal 'el Galeon que anualmente va a Aca·pulco contribuyendo
no poco a llenar este objetq las pequeñas eclusas que dejo propuestas
en el parrapho antece<lente, y_ otras que· se puedan establecer en otros
lugares las grandes utilidades que de la practica de esta obra se seguiran
al publico, y Real herario son, bien notorias, y se dejan conocer a primera
vista sobre este partiC\llar avía formaqo un pruyecto sic que se remitía a
su Magestad en el Galeon el poderosso apres-sado por los Ingleses y con
la -entrada de estos en Manila se extrauiaron los orijinales como tambien
las Copias que haui,an quedad,o en la Secretaria del Superior Gouierno
y guerra: En la actualidad no me queda tiempo para producir los planes
y perfiles de este particular proyecto lo formalizaré luego que pueda.
Para establecer los fundamentos de la obra sera pi-essiso hazer costosos
desagues, y en muchas partes poner fundamentos de Pilofage sobre lo
qual no se ha podido dar regla fixa pqrque no hauido lugar de hazer
Calas. y catas. Se mui bien que los proyectos de esta nat'uraleza no
se deuen proponer en t�rminos tan. generales, y que deuen acompañar
1os calculas del tiempo que puede durar la obra segun el numero de arte•
sanos que se han de emplear en ella cantidad, y calidad de Mat'eriales
con los arbitrios conducentes. Sigue jwstificandose de no haber man­
dado los planos de este proyecto de la barra ni tampoco los perfiles
de una cortina, �oso, revellin, camino cubierto y glacis y exCUIS8ill•
dose de los defectos que pueda tener el proyecto, por la prisa con que
lo 'ejecutó, "pe ro la larga distancia enfre Philipinas, y la Corte, y la
urgencia que demanda la pr:esente deplorable constitucion de esta plaza
obliga a no perder ocasion alguna y la misma razon exige remitir a la
conducta del ingeniero que aya de servir etJ. estas Yslas el defal meca­
nismo, y proyectos de las obras que ocurran concediendosel.c amplias
facultades para poner en execución los proyectos que halle convenientes
sin esperar la aprouacion de Ia Corte y Variar con maduro acuerdo una
u otra cossa de los ya aprouados, para lo qual es indispeiuable que dicho
ingeniero sea dotado de un espíritu nada bulgar para en parte suplir
la falta de los Planes parciales diré ingenuamente que el sistema' que me
he propuesto en orden al mecanismo del proyecto es según los detalles
y modelos que frae Monsieur Belidor en su ciencia de Ingenieros, y
Arquitectura Hidraulica parecemé lo mejor en esta clase Cercenando
alguna cositas sic y añadiendo otras de mi propio Caudal a fin de adap­
tarme siempre al presente sistema de esta plaza,
El proyecto tal podrá parecer oosfo, y magnifico para estas distan•
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 413'

cias yo he puesto particular estudio en que no· tenga nada de superfluo


deuiendose considerar que el modo de atacar las plazas en la India se
halla tan adelantado que no se diferencia �n est() -de Europa. Manil.a
y Julio <lose de mill setfecientos sesenta y quatro.=Miguel Antonio
Gómez".

"Relación del actual estado en que se halla la Plaza de Manila y de


Jas circunstancias essenciales a ella anexas". Por el ingeniero militar
don Feliciano Márquez en Manila a 30 de septiembre de 1767". (A. O. l.,
Filipinas, 918). Hay un ejemplar de esta relación en la Biblioteca Central
.Militar. (Signatura 4-1-12-4).
"La Ciudad de Manila es Plaza Marítima edificada sobre la orilla
oriental de una gra11 Bahia (al Sudueste) d� la Ysla de Luzon Capital
de las Philipinas. Esta en 14 grados 36 m_inutos de latituq septentrional,
y en 118 grados de longit'ud del Meridiano de Paris. Su figura es de un
irregular Polígono. La forman 13- lienzos de muralla 11 Balua,:tes y una
pequeña Ciudadela.
Por la part'e que mira a la Bahia está defendida por seis cortinas
y seis Baluartillos. Termina11 los extremos de este lado parte de la
Ciudadela y el medio Baluarte de la Fundición. Desde aquella al· Baluar­
tillo de San Francisco corre la muralla 125 varas. Este fuerte es com•
puesto de dos reducidas caras y dos desiguales flancos; uno de 6 em­
brassuras que defiende la Plaza y otro de dos que corresponde a la re­
ferida Fuerza; y_ cada una de aquellas de un Cañon. El Muro compre­
hendido entre el referido y el siguient'e de San Juan es de 100 vaf\as.
Este semejante al antecedente se diferencia en que el flanco que corres­
- ponde a la Fuerza es de 3 embrassuras. La muralla que sigue tiene en
· su tercio abierta la Puerta que llaman del Postigo de 242 varas. El imme­
<liáto de Sant'a Ysabel es igual y semejante al antecedente y subcequente
de San Eugenio. La cortina que une estos, es quasi de la rn,isma longitud
-que la otra, en cuia mitad está colocada la Puerta que llaman de Santa
Lucia. La immediata que termina en el de San Josseph. const'a de 105
-varas y es este de las mismas dirn,ensiones que los expresados. El tramo
último de Muralla que toca al Baluarte de la Fundición es largo de
'98 varas; es·te Baluarte consta de dos flancos curbos, dos casas-matas
y_ dos caras: La de la Bahia a barbet'a capaz de ocho cañones. La otra
-de doze embrassuras en un parapeto 1 y 2/4 varas ancho 3 y 1/4. Los
flancos cada uno de dos cañones, y lo mismo las Casas matas. Yaze en
su Gola un Cavallero elevado sobre su paviment'o 2 varas. Obra mui
-arruinada por las injurias del tiempo.
�s tres siguientes lados cierran el ataque de tierra. Cada uno de
una cortina Y. dos medios Baluartes. Entre el de la Fundizion y el de
414 M,ª LOURDES DÍAZ·TRECHUELO SPÍNOLA

San Andrés est'á contenida la muralla Real de 308 varas. Sus parapetos
altos una y tres quartas y espesos t'res y una quarta varas. El terraplen
altq de 5 y_ ancho de 14 y m,edia varas. La Puerta Real está abierta
proxima a el angulo de la espalda de el ult imo referido Baluart'e. El es
construído de dos caras, 4os flancos curbos y dos cassas matas: aquellas
cada una de 12 embrassuras en su parapeto alto 1 y 1/2 ancho 3-y 1/4-
varas: Ellos cada uno de dqs cañones y tambien estas. La cortina entre el
ultimo y el de San Lorenzo o de Dilao consta de 265 varas. Este Baluarte
es edificado según el antecedente. En cada una de sus caras (abarbeta)
pueden jugar siete piezas de �tir y dos en cada flanco y en cada Casa­
mata. El muro que corre desde este al de San Gabriel es largo de. 400 va•
ras en cuia mitad está la Puert'a 4d Parían, y sobre ella un Baluartillo
plano...._con cuatro cañones de frente y uno en cada flanco. Este lado
defiende fambien la primera sinuosidad del rio Pasig. El prenotado de
San Gabriel con,sta de dos desiguales caras una de siete v otra de cinco
cañones. De dos flancos· rectos uno de t'res y otro de dos; sus parapetos.
altos y anchos y una Y. medi,a varas; el lienzo de muralla interpuesto
entre este y el de Santo Domin,go, consta de 290 varas. A su extremo
está la puerta del mismo nombre con comunicación al Rio. Este pequeño
fuerte tiene dos caras cada una ele dos cañones, y dos flancos rectos
cada uno de tres. Sus parapetos una y media vara de alto y tres quartas­
de ancho. Lá inmediata cortina que llega al Baluarte de Almazenes consta
de 340 varas. Está interrupta con un flanco de dos cañones y proxima
a él otra puerta que franquea el paso al Rio. Este último Baluarte es
plano, sus flancos de dos cañones cada uno, su única cara de tres. Cierra
este lado un lienzo de muralla de 24 varas que fenece en la Ciudadela�
Ella guarnece por uu corfo lado la Plaza.
R.eal Fuerza: La Ciudadela se denomina Real Fuerza: es de una
irregular figura; presenta a la Plaza un foso seco, una falsabraga, dos
medios baluartes capaces de 7 cañones y_ su cortina. La parte del Rio
la flanquean, dos lienzos de muralla, una plataforma circular capaz de
8 cañones y un pequeño flanco. La boca del dicho fluyente la defiende
una batería alta de 16 cañones y una barbacana de 10. Por la parte de
la playa consta de dos lienzos de murallas, uu flanco y un medio
baluarte.
Obras Exteriores. Corr.e un foso de agua, ancho de 32 varas pro­
fundo dos y media desde la Fuerza a la Puerta Real; y desde esta
a el Baluarte San Gabriel sigue a manera de pantano bajo diferentes
dimensiones.
Cubre la Puert(I, del Postigo un medio construido ornabeque de
fierra trazado su foso y guarnecido de estacas que sostienen el terreno
Sobre el pequeño Baluarte de San Josseph cae un reducto cuias:
<:aras puedel'l: contener un cañqq y dos los flancos.
La Puerta Real la defiende un Revellin que en sus caras puedea
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 415

jugar ocho piezas y dos en sus flancos. Estos razos y aquellos con para­
petos de una y media vai:a altos y tres quarfas de espesor.
J.,a Puerta del Parían des-cubierta Y. enfilada tiene a su lado una
qbra de travez con dos pequ�ños espolones, capaz de 26 cáñones; su
construcción es d� dos ángulos salientes y uno entrante.
Al pie de la muralla que desde esfa Puerta corre a San Crllbdel
yaze una falzabraga.
Rodea el {lmbito referido un camino cubierto levantado de tiei:ra e
interrupto por varias partes. Desde la Puerta Real a la obra de 'travez
no está formado y el correspondiente a dicha falzabraga t'iene de ancho
3 varas. El glacis y estacada siguen en todo la misma suerte.
La contraescarpa existe por varias partes limitando y ensanchando
el fosso; tramo del .caree� de ella. Otros la tienen mal construida.
Un fuerte destacado sostiene la cabeza del Puente, su figu ra octo­
gona capaz cada lado de dos piezas. Está edificado sobre un cañon de
bobeda, trancitq al mismo Puente, guarnecido y cerraqo de una t'apia
y dos rastrillos.
El caudaloso Río de Pasig baña las murallas de la Plaza por la parte
del Norte, sirviéndole de fosso. Trae s_u origen de la famosa Laguna de
Bay, su giro por varias sinuosidades es de tres horas. La calidad de
su agua es dulce: abunda en pezes, se divide· en varios ramos y esteros.
Dos de ellos se comunican con la Bahía, uno desagua al Lest'e, y el otro
al Sudueste. Es invadeable poi: ·est'as in111:ediaciones. Solo en la Barra
proxima a la Laguna de Bay tiene �1 vado por los meses de Febrero,
Marzo, Abril y Mayo. Es navegable de Paquebotes Y.: pequeñas• Fraga•
tas. La Barra que forman las Arenas a la entrada impide el ingreso
a maiores Embarcaciones, su latitud d� quasi 265 varas su profundidad
en el regular fluxo 3 brazas.
El gran Puente que facilita el paso de una parte a otra es de ma­
dera sobre Pilast'ras de mampostería.
Este es el presente �stado en orclen a las piezas que en sus principios
se formaron para defender la Plaza.
Las demasiadamente largas cortinas sacan a los Baluartes del tiro
del fusil. Est concebido el sistema de esta Fortificacion bajo del t'iro
del cañon.
Los terraplenes son desiguales y de todos modos deviles. Las cami•
sas endebles formadas.de una delgada pieclra que al menor impulso ceden.
Los parapetos sin la altura ni espesor competente facilmente se arruynan.
Algunos de los_ Baluartes �stan quarteados; y sus explanadas abier­
tas y hendidas. El lado de la Plaza que corresponde al Rio necesita
reedificarse. Extravagante fué la idea de no abrir fozo a esta Plaza en
su ercccion. Era precisamente el reparo mas obio que se ofrecía a los
ojos. Un Paíz recien conquistado ll�no de Chinos y rodeados de Moros,
pedía un estor'vo a lé!. escalada. Por fin no tubieron la menor idea de
fozq. Esto obligó (quando � �mpezó a formar) a circundar toda la
416 )1(.ª LO URDES DÍAZ·TRECHUELO SPÍNOLA

Plaza de una fuerte estacada que contubiese el terreno en que están


embeuidos los cimientos. Esta circunstancia se extiende a todas las obra':!
del pie de la Muralla. Forma este terreno incluso una anoha verma.
Por partes :ha hecho conato a arruinarse.
Las Puertas descubiertas Y. con desorden coJocadas impedirán en
tiempo de sitio las salidas. Una de ellas cubiert'a con un revellín y otra
<:on el incohado ornabeque, devilitan las defenzas de los proximos flancos
del cuerpo de la Plaza. Esta Pieza no pertenece al lugar que ocupa.
Desde la irrupción de los Yngleses existe el fo�o lleno. Su latitud
es estrecha respecto que con facilidad se pueden hacer Puentes de ma­
deros cañas o palmas. Es fertilísimo �1 Paiz en vejetables. Su contra­
escarpa sin el preciso talud por varias partes declina al fozo ; causará
esta ruyna el terreno firme que con las copiozas lluvias, y natural exce­
siva Humedad, intenta dilatar sus límites. Ellos ceden por carecer de
fuerza que resista a su empujo.
Los lados que caen a los arrabales de San Lázaro y del Parían,
carezen de ext'erior defenza.
La falza-braga y camino cubierto que corresponde a el ultimo son
indefensables. La obra de travez anuncia su inutilidad con su figura.
El lado del Rio es casi indefenso y mui maltratado por las injurias
del tiempo. La Real Fuerza podia subministrarle algunas si huviese sido
construida en otra disposición. Ella amenaza ruina por varias partes,
principalmente el medio-baluarte de su izquierda. La cont'ra-escarpa abier•
ta, quarteada e inclinada al foso, contínuamente s� deteriora. Los terra­
plenes y parapetos de corta latit'ud Y. altura ofrecen poca resistencia.
La Bateria alta de Santa Barbara se halla con su pavimento raxado
y con inclinación a hundirse. Finalmente esta Pieza absolutamente ne­
cessifa reedificarse.·
Dos son los repuestos de Pólvora que existen en esta Plaza, uno
en la fuerza y otro en el Baluarte de Dilao. Carece totalm�nte de Alma•
cenes de Guerra v boca: Assimismo no hay Quarteles ni obra que sirva
de assilo en caso de sitio a las Tropas.
Arrabales. La circular disposición que distribuy� a esfos Pueblos
al rededor de la Ciudad forma una especie de linea obsidional que tiene
a esta Plaza como en azedio. El Polvorista que es un fuerte triangular
de ninguna consideración a la defensa, es perjudicial a la Plaza. Dista
de ella 3.344 varas. Las Yglcsias de Mampostería de Malate y la
Hermita distan aquella 2.49CJ y esta 1.049. Estas tres fá.bricas sirvieron
de aloxamiento a las Tropas Ynglesas y a su abrigo abrieron a salvo
sus trincheras y construyeron sus Baterías sin el me11or impedimento
de la Plaza. Existen las ruynas de los templos de Santiago y de San
Juan de Bagumbaya.
El convento de Dilao y el Hospital de San Lazaro son unos grandes
Edificios de Canteria situados a 475 varas de la cortina. Dominan los
Baluartes de la Plaza de San Lorenzo y San Andrés. El Puente de
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS · 417

Malosa es de fuerte m.amposteria en dispocissión paralela a la cara del


Baluarte de San Andrés, distante de 150 varas, enfila la ot'ra cara, Reve­
llin, camino cubierto, y el medio baluarte de la Fundición. Los otros dos
-de Dilao y San Lazara pueden servir d� refugio a algúnos destacamentos
enemigos. La Yglesia de San Miguel dista 80'.) varas, tambien es de
mamposteria. La Parroquia del Parian o Comvenfo de San Clemente
está construido de ladrillos con su gran torre paralela al frente de la
Plaza a 300 varas del Parapeto del camino cubierto. Este Barrio for­
mado de algunas Yslas de Casas de Pie<lra, es havitado por la colonia
de Chinos que havitan el Paiz. Los restantes los Pueblan los Yndios
y Mestizos. Esta situado sobre la orilla del Rio Pasig, cuia circunstancia
agrava mas su colocación pues ofendiendo a la Plaza impide que esta
defienda la primera tortuosidad del referido Rio. El Collegio de Santa
Cruz y la Alcayzeria de San Fernando colocados a la otra part'e del Rio,
50n los extremos del gran arrabal del mismo nombre formado de casas
de mamposteria sobre el mismo fluyente, y dispersas por todo aquel
ámbito. La dicha Alcaycería de figura octagona perjudica a la Ciudadela
y parte de la Ciudad.
Las referidas Casas y otros edificios, sugetan por una parte a el
Baluart'e de San Gabriel y por otra enfilan cortina, fozo, camino cubierto.
y obra de travez del lado del Parian. La Y glesia y Comvento de Binondo,
es la mas dominante obra de estas cercanías cuia Torre octagona de seis
varas de lado y seis cuerpos toda de mampostería, sobresale entre tcidas
dista de la Plaza 650 varas, manda y enfila sus ob,as interiores y
exteriores.
El convento de Tondo e iglesia de Quiapo y San Sebastian y la
Cassa fuerte que llaman de Mayjalique obras <le mampostería son perju•
diciales a la Plaza, y en la invación de los Yngleses la traxeron funestas
concequencias.
Las avenidas que pue<len conducir un Exercito a esta Plaza (supuesto
el desembarco) son tres, la de Malate o Playas al mediodia. La de San
Lazaro al oriente, y al Norte la de TQndo.
El desembarco no es dificil por varios segmentos de la gran peri•
feria de 1a Bahia. Sus playas en varias partes son accesibles. El Enemigo
marchará sin oposicion ni obstaculo hasta presentarse al frente inmediafo
de la Plaza.
Los Caminos que por estas inmediaciones s-e dirigen a la Plaza puede
rodarlos un tren de campaña.
Todo el recinto del ataque de Tierra se halla sin obras auxiliares
que le defiendan ·sus cortinas; ofrecen ael enemigo toda su extension.
Las Caras de los Baluart'es expuestas a la Campaña, han de resistir el
impetuoso golpe del sitiador. Ellas ofrecen aloxamiento al minador. Este
conseguiría su efecto sin que podamos abrir subterraneas contraminas,
ni usar de los cofres ni Fogatas. Los Pantanos que circuyen esta Plaza
impiden esta maniobra.
418 11[.ª LOURDES DÍAZ·TRECHUELO SPÍNOLA

De t'odo lq expresado en �sta relacion se infiere la poca defensa que


se puede sacar de sus endebles obras. La débil resistencia de ellas y
principalmente la prompta atención que se debe aplicar a ponerla en
un estado de defensa. Manila a 30 de Septiembre de 1767. Es copia del
original que queda en este Archivq. Dn. Feliciano Marquez.

"Duplicado de la R.elacion del estado actual de la Plaza de Manila,


y de las obras necesarias para ponerla en estado de defensa quie en virtud
de R.eal orden de 20 de diciembre de 1790, propone de acuerdo con ef
M. l. S. Governador y Capitan General de estas Yslas, el Ingeniero
Comandante de las mismas•.•. Por Gregorio Clavero en Manila a 12 de
mayo de 1793. (A. G. l., Papeles de Estado, 46).

Al ver los defectos del recinto de Manila y el poco influxo que tuvo
el arte en la dirección de sus defensas, se conoce facilmente que fué
<'onstruído en el siglo XVI. Se que es comúri ihonrrar la memoria de
aquel feliz siglo, llamandole continuamente alegre estación de las Musas,
siglo de Alexandro, siglo de Augusfo, y siglo qe oro d� la moderna li•
teratura, porque en él las ciencias, y las Artes se vieron en el maior
auge, pero el arte militar, que usamos al presente, solo le debió el origen
eu las sangrientas guerras de Cario� V y de Francisco I. La Fortificación
moderna camin�ba a su perfección con pasqs tan lentos, que a últimos
<ie aquel siglo excedía en mérifo a todas las obras de su clase la de
Errard de Bar-le-duc, cuyo siste-ma se desdeñaría hoy cualquiera Inge•
niero en seguirlq. Así el descubrimiento de la Polvora hecho mucho
tiempo antes, no causo revolucion sensible en el arte de fortificar, hasta
que en el siglo XVII dio a luz su sistema el Conde de Pagan corriendo
de esta fuente tanfos manantiales d� conocimiento� utiles y nuevos que
bastaron a elevar el arte a un grado de perfeccion muy superior al que
babia tenido en los siglos anteriores dejandose ver luego con todo su
esplendor y decoro,. en los- famosos sistemas de Coehorn, Medrano y
Vauban, publicados en los años de 1685, 87 y 89. Y si a pesar de estos,
y de m�s de sesenta que post'eriormente se imprimieron, la Fortificacion
moderna, es tan inferior al ataque, que algunos de sus Profesores la
consideran en la cuna, colocando a su rival en la edad varonil ¿ qué con•
cepto podremos formar de ella en el año de 1592 en que se fortificó esta
Plaza? Concluyamos que la Fortificación en aquel tiempo estaba en­
vuelta en densas tinieblas que le impedían, ver la luz clara de las ver•
daderas maximas, que constituyen hoy su mérito, por cuya razón las
Plazas que entonces se fortificaron son ahora débiles y absolutament'e
incapaces de hacer una vigorosa defensa, a no ser que la naturaleza las
haya favorecido extraordinariamente por alguno de los muchos medios
que acostumbra. Baste lo dicho para hacer ver que el recinto de Manilc1.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 419

es necesariamente defectuoso, por haberse hecho eq ti�m.pq que la For­


tificación carecia de sólidos principios, y no por ignorancia culpable del
<::apitan D. Leonardo Yturriano qu� dirigió sus obras; con lo cual paso
ya a manifestar particularmente sus defectos.
La plaza por la parte que le baña el caudaloso Rio Pasig, tiene
para su defens a �1 Macho A, las baterías circulares B y C y los redien­
t'es D. y E; con los Baluartillos y_ semibaluarte FG. y HI. Algunos
autores llevados del deseo de inutilizar la artilleria del sitiador, han sido
de parecer que los Caballeros o Machos debían tener mucha altura, para
descubrir desde ella el cañón del enemigo, en la reculada que da cuando
se dispara pero el tiempo, que todo lo examina, ha hecho ver que este es
un medio infruct'uoso, que el sitiador �lude facilmente �ando m.ucho decli­
vio a las explanadas de sus baterías. Por otra parte parece que estas bate­
ria.s altas obligan al sitiador a qu,.e abra su trinchera a mucha distancia de
la Plaza, Y. a que gast'e mas tit;mpo �n la construcción <le sus parapetos,
que deben ser mas elt;vados de lo regular; pero el sitiador r�compensa
en parte esta pérdida, con las ventajas que logra &obre �I sitiado, de que
$US tiros dirigidos de abajo arriba, hac�n m.ayor y seguro efecto, que los
que se tiran de arriba abajo y las bat'erias por lo mjsmQ que esta-n mas
elevadas le presentan mayor objeto, Y. 1� dan m.as facilidad para batirlas.
Sin em.bargo los Caballeros contribuyen mucho a la defensa de una
Plaza, siempre q'ue estéq construí�os, con tal arte, que sus ruinas no
ir�utilicen la bateria que tienen delante ni le impidan su comunicación;
pero este caballero elevandose dem.asiado, qµeda muy descubierto de
las baterías del enemigo Y. como al pie de él 110 hay un foso que reciba
sus ruinas, la bat�ría circular B padece sus estragos quedando inutil
la comunicación l. 2. con la Fuerza de Santiago. A poca distancia de
dicha Batería hay otra muy pequeña coqstruida a barbeta pero de poca
elevacion. Disponense asi quando se situan sobr� una eminencia cuya
altura la cubre naturalmente o en un frente que corresponde al Mar
para .dirigir los tiros donde convenga; pero si la situación es baja y no
11'!-ira a la m,ar, es un defecto gravísimo el que no esten cubiertas con
merlones; cuya operación siendo impraet'icable en el caso presente por
falta de terreno, la batería de que se trata es absolutamente inutil siendo
inutiles igualmente los redientes D. Y. E. que además de su poca lougi­
t'ud tienen el defecto de estar inmediatos a e<lifidos, cuyas ruirias im.pe·
dirían hacer de ellos el uso conveniente. El Baluartillo F. <leve reputarse
en nada para la defensa de la Plaza, por ser su extension tan .l.imitada,
que haciendole el parapeto a prueba, le quedan solo diez varas de gola,
y el Baluartillo G. aunqu� �s algo maior, que el anterior, es mucho menor
que los Baluartes mas pequeños que se hacen en el dia; de que resulta
que los sirvientes de la artillería estan muy apiñados, y no tienen terreno
suficiente para sortear las Bombas, granadas y_ piedras que arroja en
abundancia el enemigo a cuyos estragos quedan considerablemente ex­
puestos. El semibaluarte H. I. merec� mucha mas consideración, por
420 JI[,• LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

la mejor disposición de sus partes y porque sus parapetos, estan todos


a prueba pero el defecto de t'ener muy pequeño el flanco le quita mucha
parte de su merito. Las cortinas que unen las expresadas baterías están
sin terraplenes, menos la part� 3:.4 qu� lo tiene, y sus parapetos de
ma.mposteria aprueba de fusil, no son mas que unos mat'aderos de sus
defensores, cuyas circunstancias, y la de estar tan inmediatos a los
edificios de la Plaza, impiden que la tropa se mantenga en ellos para
defender con el fusil el paso del Rio tan importante al enemigo.
De todo lo qual parece inferirse, que la Plaza por est'a parte no
tiene más defensa que las Baterias A y B y el semibaluarte H.I. que
entre este y aque1lás hay una distancia consid�rable sin defensa alguna
no debiendo estimarse por tal la del baluartillo G. por los defectos ya
insinuados; y por últ'imq que consistiendo principalmente la defensa de
las �lazas en que tengan grandes flancos establecidos a distancias com.
petentes, esta parte del recinto, que solo tiene el pequeño flanco del
semibaluarte H.I. es de poquísima re�istencia, sin embargo de pasar
junt'o a ella un Rio caudaloso que sería un obstaculo insuperable al ene•
migo, si tuviese algunas baterías que defendiesen el paso.
El puente K que sirve de éomunicacion con el Arrabal, tiene eI
mi9:mo defecto, un Fuertecillo L. construído a la eutrada sobre una débil
boveda, con parapetos de mamp�steria a prueba de fusil, es toda su
defensa; pero yo siguiendo la opinión del sabio Coment'ador de Polibio,
creo que estos puestos no pueden defenderse si no se cubren con obras
de mucha extensión, capaces de contener gran número de tropa, para
resistir a los esfuerzos del enemigo, que intente apoderarse de ellos,
deteniendo el ímpetu de sus ataques, es caso de abandonarlos mient'ras
los defensores se retiran a la orilla opuesta.
iLas cortinas que median desde el Baluarte I has�a el de la Fundi.
cion, son excesivamente grandes de que resulta, que las lineas de defen.
sa son mucho mayores que el alcance del fusil especialmente en los
ft ent'es de Puerta Real, y la del Parían; cuyo defecto es de la maior
consecuencia, porque los referidos dos frentes no miran a paraje de
dificil acceso como Rio, Laguna, precipicio etc. carecen de t'erraplen
como sucede regularmente en las Plazas que se construían en· aquellos
tiempos, porque sie-ndo en ellos comunes las escaladas, lo omitían los
�itiados para ihacerlas mas dificiles, con el objeto de obligar al enemigo
a sufrir dos riesgos uno en la operación de escalarlas y otro en la de
bajar despues a la Plaza, para lo cual tenian que aplicar a lo int'erior
<le la muralla las mismas escalas, que habian servido antes para subir
a ella, siguiendose a los sitiadores de este doble trabajo el atraso y
perjuicios que se dejan conocer facilmente, pero en el dia se considera el
terraplen como una parte esencial del recinto. Sus parapetos siendo de
mampost'eria a prueba de fusil, se ve claramente que es muy peligroso
el defenderlos. De los Baluartes que defienden dichos frentes la parte IM.
del primero, se construyó el año de 87 ; y como se hallaba ya hecha la
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 421

contraescarpa, no pÚdieron dar al flanco mas longitud que la que ella


P.ermitía, quedando tan reducido que solo pueden colqcarse tres cañones.
Los demás Baluarres, según su capacidad, y dispqsición parecen algo
posteriores al recinto <k la Plaza y_ estan construidos con orejones, flan­
cos rectos, y la casamata que manifiesta el plano. Los orejones tienen
el mismo defectó que s� lee en todos los Autores que escrivieron de
Fortificacion antes del Cavallero qe Ville. Este habil Yngeniero invenfó
el modo de ocultar un cafion, pa:r:a defender el asalto de la Brecha, diri•
giendo el revés del orejon al angulo flanqueado del Baluarte opuesto;
pero en estos es tal la dirección que no queqa pieza en todo el flanco
que no esté descubierfa de las Baterías del enemigo, y como las cortinas
estan sin hrinna, falta en todas �llas un cañon muy util para la defensa
del camino cubierto. La magnitud d� estos flancos no es proporcionada
a la extensión de la parte que <leven qefende.r, ni a la capacidad del terre­
no en que puede colocarse el enemigo para arruinarlos y aunque el
flanco del Baluarfe de S. Andrés tiene su Casamata con dos Cañones,
no hallandose esta construida aprueba dt bomba, esta expuesto aquel
a quedar enteram,ente inservible. Ademas de estos flancos hay segundos
flancos, los cuales ocupan toda la cortina en el frente de la Puerta del
Parían pero en los demás frenfes son tan pequeños que no merecen nom­
brarse. Estos segundos flancos según Loriui de Ville y Tensini, son
muy ventajosos porque defienden las caras de lQ-S Baluartes opuestos
por líneas más cortas, que los primeros; pei:o los condenan Pagan Blon­
del, y_ �1 incomparable Vauban, por ser muy oblicua su defensa, y por
Qtras varias i:azones. Si se tiene presente, que las cortinas (como ya
he dicho) carecen de terraplen, y que sus parapetos esfa.n solo aprueba
de fusil, se vera facilmente, que los segundos flancos de estos frentes
tienen mas defectos y m,enos ventajas que los flancos de que hablan
Vauban, y de Ville y los partidarios de uno y otro. Tantos yerros come­
t'idos por los antiguos en la construccion de estos frentes, se ven en
parte corregidos por los Ingenieros modernos que construyeron 1:ts
obras exteriores después de la guerra del 62. Es admirable la disposición
que dieron a los Revellines atendidas las circunstancias que ya he refe,;,
rido de los frentes a quien corresponden; porque con ella suplieron la
poca longitud de los flancos de la Pla'za, y aumentaron nuevas' lineas
de defensa, m,ucho menores que el aloance del fusil. Sin embargo como
regularmente se toma el Revellín antes de dar el asalt'o a los Baluartes,
si el enemigo lo executa sin detenerse a batir los flancos, quedan sin
uso los del Revellín, y tomado este, puede servirse de ellos para bafü,
la Plaza; pero si el sitiado tiene a su disposición fropas de valor, puede
recobrarlo sin mucho riesgo, porque le queda libre la comunicacion con
la Plaza, y siendo tan pequeño el Revellin, es más fácil la empre'sa,
según el Marqués de Santa Cruz. Estas ventajas a pesar de los esfuer­
zos que hizo el arte, no pudieron conseguirse sin incurrir en algunos
defectos que aunque menores que los que lie evitaron, merecen no obs-
422 1\,1.• LOURDES DÍAZ·TRECHUELO SPÍNOLA

t.a.nte mucha consideracion. En efect'o los Revellines no cubren los flan­


cos, Puertas, ni cortinas; y como sus caras no estan dirigidas a las de
los Balu.a.rtes no sacan de ellas defensa alguna: desde un mismo punto
pueden batirse el flanco y cara del Baluarte opuesto y estos quedan
bastante descubiertos, de algunos puntos de la campaña. En las <lemas
obras exteriores y_ en el Revellín de Recoletos, falta la bajad.r al foso
para comunicarse la tropa con la Plaza.
Y reduciendo ahora a breve compendio cuanto he dicho antes sobre
el estado de esfos frentes concluiré; que en el recinto principal se hallan
defectos de la mayor consideración procedidos de la escasez de principios
que padecía la Fortificación en el siglo XVI que dimanan necesariamente
de ellos, los que resultan en los Revellines y que en est0:s se encuentran
algunas ventajas, pero insufiéientes para defender con vigor unos fren­
tes tan irreg1,dares y defect'uosos.
El que corresponde a la Marina, tiene mas defectos que los anterio­
res, pero su situacion es tan ventajosa, que no es presumible que el
enemigo ataque la Plaza por esta parte. Las. principales, defensas con­
sisten en las obras exteriores, en el Baluarte plano de Santa Lucia y en
las Baterisa de la Fuerza de Santiago, las cuales defienden el desembar­
co con el cañon, y fusil sin estar muy expuestas al fuego de las embar­
caciones enemigas por el poco fondo que tiene la Mar en esta parte. En
tanto que conserve estas ventajas seria un frent'e muy i:espetable, pero
si la mar s.e alejase fuer.a del alcance del cañon, no podría absolutamente
defenderse, porque los baluartillos por su poca capacidad, y mala dispo­
sición, no dan sufi�iente defensa, las cortinas amenazan ruina por falta
de cimientos, y los parapefos, sobre .el defecto enorme de ser de mam­
postería y de no estar aprueba, tienen tan poca elevación que no permi­
ten que la tropa se comunique por el terraplén.
Estos y los demás defectos que he manifesfado en todos los frentes
de la Plaza son otros tantos obstaculos ·que se qponen a su vigorosa
defensa, y siendo imposible que esta se verifique, sin que primero se
se corrijan aquellos paso a prqponer los medios que me han parecido
mas conducentes.
Proyecto ,
,Los Aufores de Fortificacion han establecido por maxima general,
que las Plazas deben estar fortificadas igualmente por todas partes,
porque si hubiese alguna sin la defensa correspondiente, se serviría de
ella el enemigo para facilitar la rendición, sin que le estorbase la ven­
tajosa construcción de los demás frentes.
Est'a maxima, por general que quiera entenderse tiene no obstante
su excepción, en el caso de convenirle más al sitiado el conservar un
frente que otro, en el qual deberá fortificar con mucho más cuidado
aquel que le proporcione mas ventajas, Para conocer cual sea el frente
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 423

preferible y mas ventajoso a esta Plaza es necesario saber que por cual­
quiera parte que se sitíe es oosi imposible que un Gobernador por inte•
ligente y_ activo que sea pueda introducir socorros en eUa, ·por el frent'e
de la Mar, siendo �1 enemigo dueño de la Bahia como debe suponerse. Por
los tres frentes de tierra que median desde el Baluarte de la Fundición
hasta el Riq Pasig podrá introducirlos si el enemigo forma sus ataques
por el frente del Rio y reciprocament'e los introducirá por este en el caso
de atacar por aquellos; porque no es posible que su linea de contrabala•
cion comprenda todos estos frentes mediando un Rio caudaloso que
dividiría sus ataques cuya comunicación sería impracticable siendo dueño
-el sitiado de la isla de la Convalecencia. Pero entre todos est'os frentes
es sin duda preferible el del Rio, porque fortificandole de modo que el
enemigo no pueda atacado � podrían introducir por el tantos o más
víveres que por los frentes de tierra en igual caso, las mismas municiones
de guerra y más tropas, confandose entre ellas las de la próvincia de
Cagayan, que son los de mas espíritu y lealtad que se encuentran entre
estos Indios; se lograría lia ventaja de tener algunos piquetes a mano,
alojandolos en los arrabales de Santa Cruz, Tondo etc. respect'o que
S. M. ha resuelto que no se destruyan estQs Barrios: los heridos y
muertos, y los que enfermasen durante el sitio podría el Gobernador por
-este medio reempláziarlos diariamente, sin que se l<> pudiera estorbar
el enemigo, con lo cual conseguiría mantener siempre en pie el total
de su guarnición. El :Hospital del Rey estaría más distarite de los ataques
y de consiguiente menos expuesto al fuego del enemigo, y aun en los
mismos Barrios, se pqdría habilitar un,a casa que sirviese al mismo fin,
en la cual lograrían los pacientes �ntera seguridad y sosiego. Es muy
·dificil apoderarse de una Plaza que logre estas venat'ja·s, hallandose re­
gularmente fortificada, pero si al fin hubiese de sufrir esta una suerte
tan desgraciada, el Gobernador despues qe haber hecho una gloriosa
defensa, podría �vacuarla con toda su guarnicion y_ con ella y las demás
tropas que se le reunieran defender vigorosamente las islas; Anibal hijo
de Guicon supo escaparse de ,'.\grigento siq que la guarnicion sufriese
notable daño, el Mariscal de Belle-isl� �vacu<> la Plaza de Praga y Peri
salvo la guarnición de Haguenau con t'odos sus equipajes sin perder un
hombre. Folard, Le-Blond Y. Feuquieres refieren estos hechos pero el
f:egundo añade, que para conseguir esta empresa es necesario que la
Plaza no se halle ent�ramente cercada, y que la guarnicion teng,a poco
q_ue andar para ponerse en salvo. Uno y otro debe verificars-e fortifican­
do bien el frente referido, porque no atreviendose el enemigo a atacarlo
por temor de perder mucha gente con el paso del Rio y de no conseguir
6U intento, formaría sus ataques por otro frent� dejando este entera•
mente libre por el cual podrá la guarnicion evacuar la Plaza sin riesgo
alguno, porque quedará en salvo desde el momento que haya pasado el
Rio, no pudiendo seguirla �1 enemigo, sin darle sobrado tiempo para la
,-etirada, especialmente si se tiene el cuidado de quemar los Barcos y
424 11.• LOURDES DfAz-TRECHUELO SPfNOLA

Planchas, que hayan servido al efecto luego que lleguen a la orilla opues­
ta, y de derribar el puente como se dir� mas adelante. Este conjunto
de ventajas, que no se consigue por ninguno de los otros frentes hace
palpable la utilidad de fortificar est'e con rnucho rnás cuidado poniendole
fuera de todo insulto, para que disfrutemos de ellas si el enemigo Jo
respeta, o tenga que sufrir inmensos riesgos y dificultades en el caso
de atacarlo sin que por eso se abandonen los demás frentes de la Plaz-a.
Bajo este supuest'o, y sin perder de vista la economía, que exigen las
actuales circunstancias, propongo para su defensa la doble estacada e,
las Plataformas b y e, y el Baluarte d., dandole toda la extension posible
sin faltar a lias reglas del arh;., con el objeto de que sus grandes flancos
barran con el cañon y fusil t'odo el frente del Rio. La disposición de!
terreno proporciona a estos flancos la gran ventaja de no poder ser ba­
tidos sino muy oblicuamente, y las Plataformas, las caras del mismo
baluarte y la del Baluarte i, dan suficientes fuegos para oponerse con
vigor al enemigo, que intentase arruinarlos. Si por librarse del fuego
de estos flancos abriese brecha en alguna de las caras (deviendo pasar
el Rio para montarla) se exponía a qm;dar sumergido en sus aguas por
el ·mucho fuego que se le haria desde los flancos b. c. H, y de las baterías
provisionales que podria establecer el Gobernador de la Plaza en diferen­
tes partes F. del mismo 'Rio. La cortina que media entre el flanco a. y la
batería circular B si correspondiese a un frente de tierrra no quedaria
bien defendida, siendo tan pequeña, pero los riesgos a que se expone
el enemi�o en el paso del Rio le dan rnucha defensa, la cual se aumenfará.
por medio de la doble estacada, al nivel de las mareas alta y baja en la
cual deteniéndose el enemigo se le podrá hacer un vivo fuego desde los
flancos y Baluartes c y d. El Caballero A puede ponerse en buen estado
de defensa con la mayor economía a cuyo efecto es necesario en tiempo
de sitio demoler el parapeto por ser de piedra, y construirlo con tepes,
para que sus defensores no sufran el est'rago que se experimenta en l.t
defensa de estos mortales parapetos; con esta operación y la de abrir
al pie de él un foso de dos varas de latitud, la Batería circular B podrá
defenderse con menos riesgo porque las ruinas del caballero no seran
peligrosas. La comunicación l. 2. debiendo quedar inservible desde el
el momento en que el enemigo -haga fuego sobre ella, es indispensable
poner corriente la antigua que actualment'e se halla cerrada, continuando
el caracol hasta la altura del terraplen del caballero. El cuerpo de guar..­
dia g. no debe subsistir en un pai:aje tan peligroso, por cuyo motivo con­
vendrá demolerlo, habilitando para el mismo fin el almacen de polvora h.
que por descubrirse de la Campaña y ser algo humedo, es absolutament'e
inuti-1 para este destino y en su lugar se construirá un pequeño repuesto
en el edificio i, que se halla descubierto y sin uso. Los edificios aislados
y de mucha extension, situados a tiro de fusil de una Plaza son muy
perjupiciales a su defensa, porque al abrigo de ellos puede el enemigo
sin ser visto construir baterías contra ella; en cuyo caso se halla la.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 425

Alooyzeria de San Fernando cqn la circunstancia agravante de que no


habiendo obra alguna exterior, que cubra la muralla del Rio, se puede
batir en brecha desde la teferida Alcaicería. En este edificio se han des­
tinado cuatro bodeg�s de ochenta y seis varas de longitud entre fodas
y ocho de latitud, para acomodar lqs efectos d� la Aduana y sobre ellas
se ha señalado habitación para sus dependientes dejando todo lo demás
<iel edificio para los Chinos. S. M. en consideración- al cort'Q espacio
que actualmente ocupa la Aduana, se sirvió mandar por Real Orden
de 6 de Febrero de 1789 que se construyera una casa al modo de la Alcay­
zeria de San Fernando, qu� sirviese de Aduana a este Comercio con la
exten_sion correspondiente, en caso de que se franqu�ase este Puerto
a los europeos ; el cual hallandqse verificado en el dia, hace urgente el
cumplimiento de la referida Real Orden. Por otra posterior se ha mau­
dado construir un Parían para los chinos y no resultando inconveniente
de que vivan en él los de la Alcayceria se podria hacer separadamente
la Aduana en el Baluarte vacío d, que es el paraje mas aproposito que
hay en la Plaza, abriendo en el flanco dos puertas l.m. a fin de evitar
la confusion que reina donde hay mucho concurso: Junto al referido
Baluarte se haría en tal OOSQ un pequeño muelle para desembarcar los
efectos que hubiesen de entrar en la Aduana y construida esta se podría
demoler la Akayzeria de San Ferna11do. Mientras dure el sitio es preciso
cerrar la Barra del Rio con gruesas cadenas y las bocas de los esteros
n, con diferentes ordenes de estacadas para impedir el paso al enemigo
en �aso de sitiar la Plaza por esta parte, y el Puente K, ·no pudiet}do
cubrirse con obra· algu na de corr,espondiente extension, por impedirlo
los edificios del pueblo de Binondoc, será preciso demolerlo en el mismo
Gaso, pero si el enemigo forma sus ataques por los frentes de tierra,
convendría conservarlo cuanto sea posible j;enien<lo cuidado de destruirlo
o quemarlo en �1 momento en que el fodo o parte de la guarnicion haya
evacuado la Plaza o antes segun lo exijan las circunstancias del sitio
l;ó'ortificaqo asi el frente del Río es indispensable ocupar con algu na�
baterías la isla de la Combalecencia para defender desde ella la Plaza
y privar al enemigo de las ventajas que le resultarían si se alojase en
,ella. Por la parte que mira al Puente no debe hacerse Bat'eria alguna
que no sea provisional, de fagina y a flor de agua, pero en frente del
recinto de la Plaza cqmprendido entre los puntos l. P. aunque las Bate­
rías deben ser provisi9nales, es necesario antes elevar un poco el terreno,
que debe servirles de base para que dominando la campaña ofendan por
la espalda en la misma trinchera aJ enemigo, que intent�se atacar la
referida parte del recinto. Esta defensa llamada de revés, es preferida
entre todas por los autores de Fortificación, y solo por medio de ella
puede defenderse con vigor el expresado recinto, que como se ha visto
ant'es abunda de defectos, que disminuyen considerablem�nte su defensa.
Construidas a poca costa estas Baterias de revés ( obligando a ello las
operaciones del enemigo) � evitaría �1 dispendio de crecidos caudales,
426 lll[.ª LOVRDES DÍAZ·TRECHVELO SPÍNOLA

que habría que invertir en la execucion de otras de frente, menos ven­


tajosas, a la Plaza, y en la ref7ri�a parte del recinto solo habría que
aumentar las pequefias Qbras srgu1entes: escaleras para bajar al foso
en todas las plazas de armas de los angulos entrantes, y en la gola del
Revellín de Recoletos, con un puente de comunicacion a flor de agua
para pasar desde él a la poterna de enfrente, continuar el terraple_n hasta
la altura del corqon en el flanco N del Baluar� qe Dilao, para condenar
la batería baja que se halla inservible por no tener mas parapeto que
la misma muralla, establecer la misma sobr� el insinuado terraplen, y
formar la estacada o. para evitar una sorpresa por l,a cortina de enfrente
que es muy baja. Al referido Baluarte se le hace su parapefo provisional
siempre que hay preparativos de Guerra, Y. esta operación -distrae a los
Ingenieros de otras atenciones muy precisas en semejantes ocasiones,
. y eroga al Real Erario algunos gastos que pudieran evitarse. Se cree
con mucho fundamento, que en � espesor de la muralla hay cajones de
arena y en este caso se aumenta el valor del peso Y. se disminuye el de
la potencia, pero como se ignora la situacion, numero, Y. magnitud de
dichos cajones, la resistencia de la muralla es incalculable, resultando
de esta combinadon de circunstancias el prudente recelo de que no
pueda sostener el parapeto. A principios del año de 91, con motivo de
poner esta Plaza en el mejor estado de defensa posible, fué preciso
hacerle un parapeto de tierra revestido de fagina, y la muralla lo sosw
tiene en el día, sin que se haya nofado en ella el mAs pequeño quebranto;
luego mejor sostendrá el misnio parapeto revestido de ladrillo, po"tque
siendo mayor el peso de este material que el de la fagina, aumenta más
el valor de la potencia. Est'a consecuencia se infiere legítimamente de
los principios que:! esfablece Belidor en su ciencia dé Ingenieros, y arre­
glándome a ella, soy de parecer de que puede revestirse el parapeto co11
ladrillo, dándole las mismas dimensiones que actualmente tiene.
El enemigo en vista· de los obstáculos que tendría que vencer para.
atacar la Plaza por cualquiera de los frentes anteriores se det'erminaría
a sitiarla por el frente de Puerta Real; aun sin ellos lo executó asi eI
año de 62, haciendo el desembarco entre Malate y la Polvorista, y no
hay apariencias de que pueda practicarlo por ot'ra parte con tantas
ventajas, porque siendo esta playa más limpia que la <le Bancusay, es,
más aproposito para desembarcar la tropa, artillería, y municiones.
Puede así mismo construir la. trinchera en la dirección de la línea Q R
porque en la Plaza no hay fuego alguno que la enfile, y en este caso
logra una comunicadón pronta y fácil entre su escuadra y exercit'o r
y la misma playa le proporciona un seguro apoyo contra las salidas del
sitiado, que no podra atacarle por el flanco de su ala izquierda. El terre.­
no es más aproposito para formar los ataques que el de los otros frentes
por ser mas elevado, unido, nada pantanoso, y est'ar mas distante de­
la isla de la Convalescencia. En la prolongación de la referida linea Q R.
a distancia de tres mil doscientas veinticinco varas del camino cubierto
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 427

de la Plaza, se halla el Fuerte de· S. Antonio Abad que por su debil


resistencia puede tomarlo facilmente, y_ servirse con mucha utilidad de
los almacenes de polvora que tiene dentro, y de un pequeño cuartel de
Caballería que está inm(!diato. Para qefender este frente, y privar al
en,emigo de las. ventajas que le ofrece, conviene demoler t'odo el para­
peto de la Cortina, por ser de pieqra y hacerlo aprueba con tierra, y
tepes, o ladrillo, contruir el Pastel p. para enfilar desde el la trinchera
que forme el enemigo en la dirección de la línea Q R. o de otra cual�
quiera que no pueda ser enfilada de la Plaza formando la parte q. p. de
mampostería y lo restante de fagina. En la prolongación de la capital
del Revellín será muy util construir el r�ducto r. para aumentar los
fuegos del frente, abriendo el canal s.t. u, cuyos brazos s.t. y t.u. quedan
respectivamente enfilados del expresado reducfo, y de la Batería X, que
deberá ponerse en la isla de la Convalecencia con otra Y, que defienda
di.cha isla. Finalmente, no conviniendo que haya almacenes de Polvora
en la principal avenida del enemigo se demoleran, igualmente que el
Fuertecillo de S. Antonio, formando en el paraje que se considere mas
aproposito Almacenes de Polvora, y una batería provisional, que difi­
culte el desembarco. El flanco q. del Pastel, sirve para hacer fuego sobre
d enemigo quando pase el contrafoso, eq el caso de atacar el rebellin,
como es regular por la cara s. con el objeto de libertarse de la inunda­
cion, y de apartarse mas de la Convalecencia, y la cara p. para barrer
la playa hasta el alcance del cañon, y hacer fuego sobre la trinchera y
baterias del sitiador. El reducto r. obliga al enemigo a empezar el sitio
a mayor distancia de la Plaza y por el queda la cortina mas cubierfa,
que con solo el rebellin. Sus caras están defendidas por el camino cu­
bierto y Baluartes de uno y otro lado, y desde las plazas de armas T.
se puede hacer fuego sobre su terraplen, qespués de haberlo perdido.
Por la comunicación 6.7. del reducto recibirá el contrafoso de la Plaza
mas agua de 1a que actualmente tiene y construyendo dos banquetas
sobre ·su nivel, se retirará por ellas la tropa con la mayor prontitud.
El canal o inundación s.t.u. sobre contribuir mucho a la defensa de los
trente de Recoletos y del Parían, facilita d modo de hacer un fuego
muy venfajoso sobre el enemigo que ataque el frente de Puerta Real,
cogiendole ya de revés o ya por el flanco, valiendose para esto de las
lanchas cañoner,as y obuseras durante la noche, las cuales de día podran
mantenerse en el rio Pasig y en el foso del reducto. No hay plaza en
Europa donde pueda hacerse igual uso de estas Baterías flotantes, tanto
para las operaciones sobredichas, como para retardar el desembarco ar.
enemigo, incomodar su escuadra y obligarle a mant'ener en sus navicis
toda la tripulación privandole de la ventaja de reforzar su exercito
con la mayor parte de �lla por cuya razon deberan construirse cuantas
se puedan tripular. La inundación deberá practicarse por las mismas
reglas que los contrafosos de la Plaza, con sola la diferencia, que en
lugar de contraescarpa, no habrá mas que excavar las fierras con un
428 J!4.ª LOURDES DÍAZeTRECHUELO SPÍNOLA

pendiente suave, para que se mantengan por sí solas: como en esta


operación no entra material alguno, si se executa por m,edio de los for­
zados en tiempo oportuno, se gastará muy poco en ella. Siendo la isla
de la Convalecencia �1 mayor apoyo de las referidas qefensas, deberá
ponerse el mayor cuidado en conservarla para lo cual contribuirá m,ucho
su situación, el no poderse atacar por la orilla V del Río, por ser terreno
pantanoso, las baterías y. x. Y. finalmente las referidas lanchas que
al abrigo de dicha Isla, podran oponerse con vigor a las operaciones
que el enemigo debe executar para apoderarse de ella. El frente de la
Marina, sin embargo � las itregularidades y defectos que actualmente
tiene, es respetable en el día por estar defendido el desembarco con el
cañon y fusil de ·sus bat'erias y camino cubierto; por cuya razon bastará
que se recalce la m,uraUa en diferentes partes que amenaza ruina y que
s-e hagan escaleras en las golas de los rebellines para comunicarse con
la Plaza, por medio de algunos Barcos, -que se 'tendrán prevenidos. Si el
enemigo se presentase con fuerzas considerables a batir este frente se
puede construir facilmente al guna batería provisional, que se comunique
con el camino cubierfo.
Los perfiles de las obras propuestas en este Proyecto para la de­
fensa de la Plaza generalmente hablando no es posible formarlos, hast,a,
que s,e demuelan los edificios de Arrozeros, y la Herrnita, y los ·de caña
y nipa construidos en la isla de l,a Convalecencia, porque solo entonces
se descubrirá bien la Campaña a la distancia de mil y quinientas varas
de camino cubierto, y se podrá dar a esf.as obras la altura conveniente,
enterrandolas cuanto sea posible, sin que por eso dejen de dominar la
trinchera y baterías del sitiador. El calculo de consiguiente no puede
hacerse ignorando la altura, y aun cuando se conociere resultaría poco
exacto, por la naturaleza y circunst'ancias del terreno. Sii:i embargo
puede decirse generalmente que a excepciqn qe lqs cimientos, todo lo
demás debe costar menos de lo que parece por.que las obras de m,ayor
elevación no deben llegar a la altura ordinaria de la muralla de un,1
Plaz,a, y hay al gu nas entre ellas de poca elevación ; la tierra está inme­
diata, y de las semigolas del Baluart'e d. podra aprovecharse mucha
piedra. Se me podría objetar que fortifi.co demasiadq una Plaza, que
dista tanto de Europa, y no faltaría apoyo en uno de los escritores más
recomendables de este siglo. Así se explica Maigret; "seria un g,asto
inutil para los sqberanos de Europa el construir Plazas fuertes en mu•
chos de los Países que poseen en las Indias Orientales y Occidentales.
porque no pueden ser atac,adas con grandes fuerzas"; pero yo venerando
los profundos conocirnien,tos de este ilustre Ingenierq, veo que la nave•
gación se facilita demasiado de· dia en dia para poder conformarme con
su opinion, Por otra parte, oigq a los naturalistas, que han examinado
por sí el fertil suelo de estas Islas, que una vez fomentadas son capaces
de llenar los deseos oe la Nacion mas codiciosa, y no ignoro que nue3•
tros mayor•es enemigos las codician en efecto. l<'ina,lmente creo que ha•
ARQUITECTURA ESPAiiiOLA EN FILIPINAS 429

llandose esta Plaza tan favqreci<la de la naturaleza, si se fortifica �ien,


es muy cqn.tingente el tomada por cuya razon, es 11'\UY probable, que
el enemigo_ desista de esfa empresa, para no exponerse a invertir inutil•
mente los .crecidos caudales que necesariamente se consumen en una
navegación tan dilatada; lo cual me ha obligado a fortificarla con el
mayor cuidado. Conozcq muy bieQ, que la empresa es ardua, y muy
superior a 1T1is debiles fuerzas para poderme lisongear de haberla des­
empeñado dignatíl,ente pero el cumplimiento de mi obligacion ha exigido,
el qoo me aventurase a formar este pequeño ensayo. U;na mano maestra
que corrija mis yerros, conservará a S. M. por este medio la perla más
. preciosa del Oriente. Manil,a, 12 de mayo d� 1793. Gregorio Oavero".

Descripcion del puerto de Cavite y de sus fortificaciones, por el cas•


tellano de la fuerza de San Felipe, Jeróni� de Fuentes Cortés. 18 de
junio de 1659. (A. O. l., F ilipinas, 9).

"El Puerto de Cavite esta •en la bahía que hace playa a la ciudad
de Manila y entran.en ella los bajeles por una bocana que hace ent're dos
serraní-as altas, ambas tierra firlT\e de �sta isla, llamadas Batan la de la
parte del norte y Li1T1bon la d�l sur apartadas dos leguas una de otra y
en medio está una isla pequeña que llaman Mariueles que la divide en
dos bocas que l,a una tendrá de anchura una legua y la ot'ra media.
Está la ciudad de Manila aleste a siete leguas de distancia. En entrando
en esta Baya por Mariueles va haciendo l,a marina ensenada a 1T1ano
derecha y parte del sur en linea curba Por espacio de tres leguas y media
y a ella salen ocho riachuelos medi,anos y pequeños que bajan de _tierra
firme alta donde hay algunas esfanfias de ganado mayor y tierras de
pan llevar hiasta llegar a un sitio que llaman Leyton y desde alli es
manglar y terreno de arena y por sus orillas va corriendo la playa por
espacio de legua y media la mitad la buelta del nordeste y la otra mitad
la del leste. Y boluiendo a mano derecha casi en media buelfa redonda
buelve la marina la •buelta del ueste y corre hasta volver a las espaldas
del dicho rio de Leiton por la parte del Sur habiendo causado entre una
y otra marina una lengua de tierra arenisca de legua y media de largo
y un cuarto de legua de ancho, y me<lia por adonde mas y en ella esta
el pueblo. y riuera ele Gauite y d de los naturales llamado San Roque que •
luego se -<lira su planta y fortificación. Esta marina vuelve sobre mano
izquierda casi en 1T1edia vuelta redqnda dejando hecha una ensenada de
media legua de largo y un quarto de ancho y va corriendo en linea curba
hast,a la ciudad de Manila en cuyo distrito salen tres riachuelos y muchos
esteros y en su riuera hay algunos pueblos de indios lla1T1ados Cavite el
viejo, Vinacaya, Bacor, Las piñas, Parañaque, Maitubi y Maalat. Esfa
marina. y playa pasa de la ciudad de Manila haciendo ensenada muy

(�8)
.430 M.ª LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

grande a la parte del norte asia una Prouincia que llaman Ia Pampanga
y volviendo sobre mano izquierda casi en media buelta redonda vuelve
.cordendo en linea fluxos•a hasta la dicha serrania de Batan· y boca de
Mariueles, con que se ha descrito la forma de la Baya.
El puerto de Cauite y surgidero de los galeones a la parte de la.
punta de la dicha lengua de tierra que mira la ciudad de Manila y asi al
nordest'e y no pueden entrar mucho en la ensenada que corre al veste
y espaldas· de leyton por nq auer fondo para ello.
La rivera fabricas y aderezos de los galeones esta en la misma
punta de tierra que mira a Manila y al nordeste por auer foD40 para
botadero.
· · Arriba queda dicho que la lengua de tierra arenisca adonde estan
la rivera .v pueblos de Cauite San Roque corre por espacio de legua y
media hasta el sitio de Leyfon. Resta decir que es en esta forma.
La parte de tierra que � a la parte del puerto de Leiton de una.
a· otra mar que sera de media legua es muy baxo y anegadizo y lleno de
unos arbolillos que llaman mangle que pqr esto se llama Manglar. Y su�
raices que son sobre tierra y su maleza es tan embarazosa que no se
puede andar y solo se fraxina por las orillas sobre la arena que a echado
la resaca y aquesta espesura es <lemas de media legua corriendo así al
puert0t:= acabado este terreno o manglar comienza terreno limoso y
bueno y mui parexo que llaman la estanzuela y punta del Sanglei que·
por aquella parte tiene de ancho un quarto de legua y de alli se viene
ansangostando hasfa quedar en setecientos pies de anchura adonde co•
mienza el Pueblo de Cauite quedando ya atras el de S. Roque. Y desde
alli ensancha algo mas hasta donde esta la fuerza de mi cargo S. Felipe
y de alli a la marina que es el puerto hace una punta de nuevecientos pies
de largo que es la riuera.
Esta es la discreción del sitio o lerigua de fierra aora dire la fortifi­
eacion con que al presente se halla.
La primera fortificación que a este puerto se le hizo fue dicha fuerza:.
de S. Felipe de 4 baluartes cuadrada que su recinto es doscientos y veinte
pies que aunque se hizo en la punt'a de la rivera que mira al puerto y­
ciudad de Manila con el traqscurso del tiempo ha desplayado la mar de
manera que por aquella parte se halla oy apartada de -la marina 900 pies
a cuya causa por orden de. su señoría se est� de presente haciendo un
cubo para plataforma en la niarina llamado Sta. Catalina Martir capaz:
· pam 10 cañones.
A 2.734 pies apartado de la fuerza asia el vest'e que es al remate dd
Pueblo de Cauite y lq mas angosto de la tierra· se corta con un foso de
80 pies <k ancho que coge de mar a mar. Y esta guarnecido con 2 cubos.
redondos de 80 pies de diametro y 30 de alto llamados el de la parte­
del norte Ntra. Sra. de la Concepcion y Nt'ra. Sra. del Rosario el otro
uno a cada extremo sin casamata y con una cortina de uno a otro de
8 pies de grueso. Y entre el foso y la muralla un arcen o barbacana de
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS '431

30 pies de at1cho y_ por la marina que mira ,al qorte corre un pedazo de
muralla de una braza de alto desde el cubo Ntra. Sra. de la Concepcion
hasta llegar ,a una Iglesia de la Compañia de J esus que est'á a 1247 pies
y en· medio está un cubillo de 30 pies de diametro y por auerse hecho
�uy pegado a la mar sus resacas han comido los simientos del cubillo
y cortina que están derrumbados a trechos.
Apartado del baluarte S. Felipe uno de los de la fu�rza S. Felipe,
estan las ruynas de las Casas Reales que fueron de cal y canto y a ,la
parte de la ·marina tenian una plataforma baja a la superficie de la tierra
capaz para 8 cañones que esta maltratada y_ tengo orden para su aderezo.
Fortificaciones y reparos que necesita para estar en defensa.
La longitud que forzosamente se ha de cubrir con la fortificación
es de 4.230 pies que son los que hay d� terr-eno desde la punfa de la
rivera y nuevo cubo de Sta. Catalina Martir ... hasta el dicho foso que
hace la dicha cortadura y cubos �tra. Sra. de la Cémcepcion y Ntra.
Sra. del Rosario tanto por necesitar qe t'odo el para su población por ser
angosto, quanto por los conventos y fabricas qu� hay hechas y porque
por auerse cegado la bahi,a o ensenada que cae a la parte qel sur de
manera que no tiene ya fondo para podei: entrar en ella galeon d� porte
desde la punta de la plataforma qe las Casas Reales guardando de reser­
va al puerto de Bacor y_ ansi ha d!é! ser el surgidero desde alli para estotra
banda del norte al veste que tiene fondo fuera de otras razones que
hacen fuerza que no digo por no dilatarme.
Aunque este terreno es fuert'e por. naturaleza por sér cercado de
agua incegable por los tres frentes y no sujeto a minas por ser bajo y
arenisco por la parte de tierra .está sujeto a sitio y batería porque aunque
por la ensenada del puerto de leiton es dificultoso al enemigo echar gente
por auer de tener sus galeoqes desviados- un cuarto de legua por ser
bajos y ser el terreno corno se ha dicho pantanoso y embarazado dé
arboles y malezas, la_ puede echar desde el sitio que llaman la esta-nzuela.
a la punta del s-anglei qu� es a plazer ameno terreno y llauisimo sin un
arbol y adonde no ofende nuestra arfilleria por estar a mas de ½ legua
de dist'ancia. Tiene este sitio un cuarto de legua de ancho y con ésta
atencion se fortifico aquella parte cortandola cqn el dicho foso y hacien:.
do los dos cubos y_ cortina y con la misma �e estan hoy reparando de
casamatas para municiones cubriendolos para guarda de su artillería
y guarnicion.
La fuerza de S. Felipe no puede hoy darse la mano con la fortifi­
cacion de los dos cubos de N:tra. Sra. d� la Concepcion y Ntra. Sra. del
Rosario que guarnecen el foso por estar fabricados �uy a la marina
tres conventos y iglesias de cal y caqto de la ComP.añia de Jesus, Sto. ·
Domingo y S. Francisco qu� vate en ellos la mar y aun le son de pa­
drastro porque el <le S. Franciscq su cerca lo está tanto del baluarte
S. francisco que solo dista del 144 pies y ansi por esto como por ser'
dilatada esta playa y tener ·ya poca g�nte par,a su guarnición por la poca
432 M.• LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

que hay en estas Islas para que �st' e con la seguridad que combiene e.;
necesario q4e se cerque de muralla sencilla todo lo que mira a la marina
por no estar sujeta a Batería con algunos cubos a moderada distancia
capaces p�ra 2 o 3 piezas de ,artillería de a. 18 libras de bala que puedan
ofender las naos enemigas y guardar la marina, defender las cortinas
y_ limpiarse los traueses el uno ,a el otro a que ayudará fa ai:cabucerill
y mosquetería que podrá ponerse en los trauesillos de las murallas
cuando y donde convenga.
Sobre todo es necesario que la parte de tierra que es por donde solo
tiene peligro esta plaza de s�i: atacada que es por adonde se le puede
poner sitio y bateria se fortifique en forma que lo pueda resistir porque
lo que hoy tiene de solos dos cubos redondos sin traberes ni casamatas
ni pieza guardada la cortina sencilla, parapetos debiles, capaces de poca
gente y toda descubierta y la artilleria facil de desencabalgar no lo podra
hacer.
Lo que me parece mas conveniente he puesto en pl,anta que estos
baluartes uno a cada extremo con sus casamatas orejones y traueses
y que embebidos en ellos queden guardados los cubos y que levantan,
dolos 8 o 10 pies sean caballeros de los baluartes.
La cortina se engruese sirviendo la que hoy tiene y levantando con
su es-carpe la del arzen del foso y terraplenando la barbacana que hoy
tiene entre el foso y muralla que es de 30 pies quedara la cortina de entre
uno y ot'ro baluarte de SO pies capaz para parapeto doble y para ponerle
artilleria y para tener en ella gente cubierta. quedale a la cortina el· mis­
mo foso batiendo �n ella y la misma estrada que hoy se esta haciendo.
La punta <le la rivera con el nuevo cubo Sta. Catalina que se esta
acabando y con otro que se haga frontero de la punta del baluarte
S. Agustín de la fuerza S. Felipe que s� dé la mano con ella quedara
bastantemente segura y en defensa por ayudar t'ambien por aquella par·tu
3 baluartes de los de dicha fuerza.
En las ruinas de las casas reales con ellas mismas sacandoles un
orejon para que haga casamata Hasia la fuerza para que ayude a su
defensa, se hara un baluarte superior a la plataforma que tiene que
limpiar a l,a mar y tierra y se dara la mano con el cubo Ntra. Sra. del
Rosario y con el baluarte que alli se hkiese y corriendo una cortina muy
sencilla de uno a otro por la marina con dos cubillos y traueses a tre•
chos como se ven en la planta, queda guarnecido aquel costado como
conviene = Y corridas las <lemas cortinas desde esta plataforma a la
fuerza y desde la fuerza al cubo Sta. Oatalina quedara cercada est'a plaza
y en la defensa que conviene para que pueda ser socorrida por muchas
partes pQr ser bahía y ensenadas grandes y aplaceradas de bajos donde
no pueden llegar navíos grandes y entrar en ella muchos rios y esteros.
Arriba queda dicho como a la orilla de la marina están fabricados
3 conventos y yglesias tanto bate la mar en ellas causa porque se hizo
el cubo Ntra. Sra. qe l,a Concepcion y cort'ina que corre desde el a la
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS , 43.;

compañia de J esus tan fuera a la mar para que salvandolos pudiese lim-•
piar la una a la ofra y por esta causa sus embates lo han derribado y §i
se ha de hacer la fortificacion conforme a la t>lanta es necesario que se
mande que de los dichos conventos se tome de los cuai:tos que miran a
1-a mar lo necesario para .que se pueda hacer la cortina y_ cubos en part'e
y terreno seguro sin que estoruen los edificios sus baterias porque de
otra manera es imposible el poderse hacer ya que esto no es en notab!e
perjuicio porque el convento de S. Francisco no se le quita nada y quando
algo sera de guerta que es capaz para todo. Al de St'o. Domingo no se
llega a la yglesia y el convento es muy capaz y tkne terreno vacio para
ensancharse al de la Compañia de J esus le tocará la sacristia y tambien
es muy capaz y tiene lugar ep que hacerla. Cauite y junio 18 de 1659.
Geronymo de Fuentes Cort'es,

Descripción de la bahia de Manila y �• puerto de Cavite y sus for•


tificaciones, por el almirante Francisco García del Fresno, Año 1659.
(A. G. l., Filipinas, 9).

Discression de la Bahya de Manila y Puerto de Cauite para 1�


inteligencia de su planit:a y fortificacion empezando <lesde la islra de Ma•
riueles que es la que haze la Bahya por estar atrauezada en su Boca
tendria de distancia esta Isla legua y medfa y esta echada de Nordeste,
sudueste, y en Altura de· Catorze grados y quarenta y ocho minutos,
tiene dos Bocas o por mejor decir las :haze con las dos tierras de Battan
y Marigondon. La de Marigondon es la Boca grande, y biniendo a en•
trar en el Puerto queda amano derecha, y la otra Boca chica que haze
Mariveles y la tierra de Battan queda a Man isquierda, esta tierra de
Battan va entrando para dentro y haziendo un medio circulo con foda
la tierra de la Pampanga, es costa ,aplacerada, y el fondo es flama, y
corre la costa cassi que Nordeste sudueste hasta cerca de Nabotfas
distante de Manüa quátro leguas de aqui corre la Costa cassi que Norte
Sur, hasta el rio de Manila y de alli va siguiendo por el mesmo Rumbo,
hasta el Rio de Maytubi, de aqui al Rio de Bacor corre al susueste y de
Ba-cor corre al ves sudueste hasta el Rio de Cauite el Viexo y del Rio
de Cauite el Viexo al Puerto de Cauite viene haciendo la costa un medio
sirculo toda esta costa es muy aplazerada, y en la ensenada de Cauite
mas, porque t'odo lo de la enseriada que esta arrimada al Puerto de Cauite
es Manglar y pantano hasta la otra banda de la B.ahya = Ay de Mari­
veles a Manila siete leguas, tendrá la Bahya por lo mAs ancho ocho
leguas, y el rrecodo que haze esta Bahya sobre mano derecha o banda
del Sur es el Puerto de Cauitte, que es en esta forma, una punta larga
de arena que t'endrá desde el pueblo de los Indios hasta el remate de la
Punta cossa de media legua y_ d� lo que ocupan los españoles desde una
434. M-ª LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

fuerza a otra ªY. quah:ocientas y sesenta brazas dexando fuer� un pedazo


de Punta que llaman la Riuera que es adonde se aderezan los Baxele� y
fabricas, que tiene setenta brazas de largo, en casso que se cerque el
Íugar y fortifique en la manera que está dispuest'o; y en el Remate desta
punta o Riuera se. esta haziendo un Cubq que guarda esta Punta que es
donde sean de arrimar las Naos que entraren, porque si se apartan
daran en el plazer de la otra qanda donde va·rq el 0landes con su Capi­
tana y dos Vaxeles quando pusso la Batt'eria a este Puerto� y es aduer­
tenzia que oy tiene m.enos �gua Y. segun lo Visto de treze años a esta
parte siempre tha y_do teniendo menos Agua e_sta ensenada y puerto, de
manera que oy nq podra llegai: el e.nemigo con Nao grande donde llegó
enfonzes; Ay desta punta y Puei:to de Cauite_ a la Isla de Mariueles cinco
leguas Va corriendo la -Cosfa Les nordeste, Ves sudueste, es tie-rra
aplazerada que lo mas que un Galeón se puede llegar a tierra es tres
quartos de Legua siguie,ndo la costa de Cauite echa un.a punta que lla­
man de Sangley echara fuera un quarto de legua es aplazerada y est'á
¡nedia legua de Cauite1 desde esta Punta esta la punta de Marigon_don
que es enfrente qe la Isla de Mariüeles Va siguiendo un plazer que sale
poco menos de media legua, y la mas agua q[ue] hallaran en el son tre�
brazas y media; si bien en partes ay algunos Possos ele mas Agua, desde
esta punta de_ Sangley al Rio de Cañas abra una legua <leste paraje hasta
la estanyuela es tierra llena <le manglares y pante.nos de m.odq que por
aqui no puede El enemigo hazei: marcha, y_ Casso que eche gen.te la a de
echar mas arriua en un puerto que llaman la estancia de don Juan esque­
rra y si la echase aqui no pqdra marchar respecto que tiene que andar
por pantano y una angostura que haze en el rio que llaman de Leyton
con la mar que donde mas anc_ho tendra ocho brazas y tiene de distancia
esta angostura mas de_ tiro de mosquete sin otros malos pasos de modo
que si el enemigo hubiese_ de echar gente para el sitio <leste Puerto
adeser de la punta del Sangley para el Puerto y alicanza nuestra Artille­
ria a este paraje m.uy bien,1 Y casso que tomasse pie Y. sitiase y pusiesse
bateria por la parte de tierra que es en el pueblo de los Indios que tiehe
de frente ciento y quarenta y tres brazas y_ por lo mas ancho Doscientas
y nuebe de m.ar a mar no puede impedir ser socorrido el pue_rto por mu­
chas partes po_r mar y por Rios que salen a la tierra enfrente del Puerto,
en esta manera: El Rio qe_ Manila echa ynfinitos brazos por donde puede
ser socorrida de todas partes entre estos echa uno que sale a un pueblo
de la costa llam.ado Parañaque y de aqui ba a otro braxo de Rio por la
tierra adentro a salir al pueblo de Bacor Y. por dentro de la tierra en­
trente de Omite donde alcanza nuestra Artilleri;,L muy descansadamente
Conque hecho un rreduto en la tierra de Bacor va otro brazo a salir al
Rio de Vinacaya enfrente de Cauite que hecho aqui un Recluto y cercada
de esfacas la mar no podra passar nada Junto al Rio Con quatro Cañones
ni podra passar embarcazion del enemigo para dentrq a ynpedir el soco­
rro y las embarcaziones que hubieren pe entrar abran de ser muy chicas
ARQUITECTURA ESPAROLA EN FILIPINAS

por no hau�r agua d� aqui para de�tro, que el mas fcm<lo es !:!raza y_
media, y arrimadQ aca para el Puerto pqr la esquina del Muelle que es
via rrecta con Bacor. abra menos ele dos brazas• =. Otrosi que esta ense­
nada desde el pueblo de Parañaque hasta �l Puerto de Cauite tendrá de
sirculo que es como corre siguie_ndo la cost'a hasta rrematar en Cauitte
mas de dos leguas y es menester muchas chalupas Q patachuelos para
guardar todo estq <lemas d� qu� tambien abrá de guardar desde la punta
de la riuera que_ es dqnde r�mata la ensenada de_ Cauitte el viexo de que
se ha tratado y va luego siguienqo la cost'a qu� va a Marigondon y Boca
grande de Mariuele� y assi es necesario que en esta costa tubiera el ene­
migo quien impidiera el sQcorro pqr la mar porque puede ser socorrido
el puerto atrauezandq la tierra a la qtra banda d� Cauite El Viexo por
el Camino de_ Don Juan esquerra esto e� para los socorros que pudieran
venir de Manila por la cost'a del riq de Cañas que por la ensenada de
Cauite demás de poder ser socorrido por Bacqr lo puede ser por el Rio
de Vinacaya porque sale por brazos al de Bacor que está mas adentro de
la ensenada y tambien por el Rio de_ Cauite el viexo que esta v�zino a
este pueblo=. Otrosi que quanqq el enemigo trujesse tanta p'ttjanza que
pudiesse sitiar mar y tierra no le �s posible que pase de Bacor para
dentro que para la inteligencia de entender el sitio Vendrá a ser como la
entrada del puntal y la matagorqa en Cadiz si bien ay aca mas longitud
<!os tantos pero la Artilleria de seis libras d� bala alcanza con mucho
descanso de mas de la fuerza que se puede hazer en el pueblo de Bacor
se puede hazer un rredut'o en Binacaya como esta dicho y Cerrar de esta­
queria del Puerto a Binacaya respecto del poco fondo que ay en la
ensenada Cerrar de estacada de una tierra a qtra que con espezar las
estacas ni pasara embarcaciqn pues las guardan la Artilleria de las dos
fuerzas y hecha esta diligencia que_dá asegurado el que no le pueda im­
pedir el socorro de más que siendo necesarias poner mas fuerza se puede
de la parte de adentro de las estacas arrimar una Balza de quat'ro mil
cañas y sobre ella se haze una plataforma de Diez o doze cañones de
diez y ocho libras de Vala que muy bien puede sustentar y de ay para
arriva y se le haze su cassamata y sus trincheras de prueba de bala de
Artilleria de qualquier Calibre que· por cerca que �ste no passara la tal
=
t'rinchera o parapeto, esta se haze con trossos de Arboles de Laguan y
se funda sobre madera de Guijo que abrazan los tercios Otrosi que
llegado el casso el enemigo no puede batir mas que por la Banda de
tierra y_ hecha la fortificación propuesta importara muy poco su Bateria
porque ha menester tiempo muy largo segun la defensa y primero que
aportille .est'ara reparado por set sola una parte la de la Bateria y hauer
de acudfr alli todos que lo <lemas del lugar no puede ser batido por estar
cercado por los dos costados y frente de Agua y ser ta-n poca que si no
es en la punta del Puerto como está dicho no puede hauer bateria y essa
perjudicara poco, y a ellos lo sera de mucho daño y_ según la experiencia
nos enseñó el año de quar�nt'a y siete con bateria que pu_so el enemigo
436 I(.• LOURDES DW•TRECHUELO SPÍNOU

por dicha ·punta = Otrosi que tampoco podrá ser escalado por rrt!speto
de C.ercarlo el agua Cotl\O esta dicho pues es fuerza �esembarcar la gente
a tico de piedra de las murallas, y para asaltarla era menester mucha
gente y con tl\Ucho Valor, y que los <le dentro fuessen muy pocos y tu­
biesen menos Valor Y. no estante no hauian de poder escalarse por la
parte de tl\ar sino es Con, grandissimo descuydo ==; La frente donde pue­
den poner batería que es pq-r la parte de tierra tiene su fo¡¡so, y demás·
de quedar muy fuerte Con la. Obra propuesta se guarnezerá Con poca
gente porque no tiene de mar a mar tl\as que Ciento y Veinte y cinco
brazas que &e guarneze con pocos mas hombres, y cercado el Puerto con
su Muralla y dos Caualleros que den las Manos a la fuerza y estos den
las �nos a dos Rebellines Q plataformas que queden a medio lugar
ecepto el de la banda de la mar que a de quedar algo más arrimado al
Cauallero de la Puerta Nueba otro rreduto o Cubo chiquitto que esta
es la banda que a de quedar m,as fuerte porque puede El Enemigo Caño­
near esta banda Con sus Naos Y. la otra banda esta segura por no hauer
agua bastante como esta dicho Y assi le basta un rebellin o rreduto en
medio que de la mano a lqs dos caualleros aunque ellos se guardara uno
a ot'ro. por no hauer mas d� quatrocientas y sesenta brazas de largo de
Vno a otro, y tqdo esto se Vera Con mas claridad y se entender-a por
las tl\apas hechas de la discresion del sitio, forma <lel Lugar y trassa de
=
fortificassion... Otrosi que no puede ser• minado por ningun¡¡. parte
por cercar el Agua al puerto y la parte de tierra ser Arena y En Cauando
una braza dar en Agua.

10

Proyecto de fortificación de Cavite, por el ingeniero militar don Mi:


guel Antonio üórnez. Manila 10 de octubre de 1761. (A. ü. l., Filipinas.
918). Este proyecto se incluye en un testimonio sobre dicho asun�o.
y comienza en el folio 14 vuelto.

Del reconocimiento que con el tl\ayor cuidado realizó en este puerto


se deduce: "La necesidad urgente de practicar un reparo estable con
sólidos fundamentos de firme mampostería revestida por la parte exte•
rior de cantería bien trauada que asegure la estabilidad y permanencia
de la lengua de tierra que forma la pobladón de dicho Puerto de Cauite
y su Riuera, porque de no practicarse así puede temerse su tofal fotura
ak ruina por los furiosos Nortes que conbaten dicho Puerto por toda la
orilla que se estiende por esta parte hauiendo enseñado la experiencia
los repetidos estragos y lastimosos efectos que en los antecedentes años
han causado los furiosos temporales del norte y Norueste, y en esta
atencion se tomó la providencia de hazer el reparo, que oy existe; el
que como se deduce del primer reconocimiento hecho por el Ingeuiero
don Thomas de CastrQ y Andrade, está casi demolido, hallandose arrui•
ARQUITECTURA ESPAÍfOLA EN FILIPINAS · �37
nadas quinient'as ochenta y dncq Varas Castellanas en diferentes parajes
de los tramos rectos estando tres de ellos enteramente arruynados, y lo�
<lemas en toda la extensión del Ramal amenazando próxima ruina por
hallarse quartejado sin rt!Cerva de una cortina que s� construyó el año
pasado de 1756 siendo la causa de este prompt'o deteriorq el estar fun•
dada la obra sobre pilotaje muy superficial, pues las Cauezas de las Esta­
cas quedan elevadas mas d� media Vara sobre el nivel de las bajas ma­
reas escuradas como se reconoce del �tfil del reparo existente lavado
de rojo; hademas d:e lq defectuoso d� su consttuccion y mal corte y dis•
po�icion de la Canteria de su rebesti!lliento; Por lQ que soy de sentir
no se deue seguir el m,ethodo antiguo �n la constrtlcción del reparo que
se intenta hacer nuebamente antes &i deuerá establecerse con sqlidos
fundamentos de canteria bien trauada con variqs cortes q muescas para
que unas hiladas abrasen a las otras llenandose &us claros o trand9.se sic
de firme m'ampost'eria según se manifiesta del nuevo perfil lauado qe
amarillo ( color con que se de.signan los proiectos) Colocando la linea
de Direccion de la primera hilada por la parte de adentro del fundamento
del Pilotage de la qbra antigua quedando este en su propio lugar, respec•
to de ser preciso hacer una gran excauacion para funqar lqs cimientos
de la nueva obra, y si se hubiera de colocar su direccion sobre el mism,o
terreno de la Vieja era preciso dar en el grande embarazo e inconvenien­
te de arrancar dicho fundamenfo de Pilotage moviendose el terreno que
necesitamos firme, hademas de la circunstancia Ventajosa de que la per­
manencia del Pilotaje puede contriguir sic en muoha parte a la segu­
ridad y firmeza del reparo riuebo estable siendo poca cosa la perdida de
terre110 y grandes las conveniencias que resultan de este arbit'rio asi para
dí,cha seguridad comq para mayor facilidad de la colocación de los Tapia­
les, para los desagues y_ otras Ventajas cuia exprecion se omitte == Tam­
poco convendrá aquel en el casso preciso de hauerse de practicar el repa•.
ro estable en los términos que lleuo proyectado se execut'e por interva•
los remendando los 'pedazos d�l ramal que actualmente estan arruynados
sino que se construía de nuebo en tqda su extension porque amenazando
próxima ruina auo los tramos que estan mas bien t'ratados sucederá indu­
bitablemente que con qualquiera temporal se arruine la obra Vieja con­
tribuiendo esto mismo a derrumbar la nueva porque el Impitu de las
furiosas olas del mar no necesita de otra cosa que hallar brecha por
donde introducirse para derribar aun los cuerpos más sólidos, robust'os
y concistentes y asi se deue ocurrir seriamente a este grauissimo incón­
veniente ( que puede causar gasttos cn:cidisimos ·a la Real Hacienda) 1

determinandose la obra nueya est'able bien trauada y unida y si por acon­


fecimitnto sucediera el no poder seguirla por falta qe caudales, u otro,;
inconvenientes .que ptledan ocurrir se podra tomar la oportuna providen­
cia de fortificar mui bie11 el extremo en que se dexo la obra para no·
presentar este corte al Mar por donde fuera abrir brecha dejando por
este medio asegurada la estabilidad de la obra construida hast'a que haia
438 J!4.ª LOURDES DÍAZ·TRECHUELO SPÍNOLA

proporcion de finalizar su fabrica, .==; El methodo que propongo e. Vse•


ñoria Illustrisima para la execucion del reparo estable es el mismo que
se obseruó en el Puerto de VeraCruz para la reedificación de su muelle
que se abanzo al mar ciento Veinte Y. seis Varas en mu�ho mas fondo
que el que ay en el Puerto de Cauite y quedo aquella obra t'an solida y
. permanente como que ha resistido y resiste a los furiosos nortes que las
combaten que sin qisputa son mucho mas fuertes en aquella Costa brava
que dentro de est'a Babia y_ assi puedo con toda seguridad seguir aquel
exemplar por hauer intervenido, y assitido �rsónalmente a la construc­
éión de su fabrica donde como en ·otras obras adquirí mucha experiencia
y conocimiento de la Arquitectura Hidraulica en el concurso de exce­
lentes Maestros como lQ son el Brigadier Ingeniero direct'tor Don
Lorenzo de Solís y el Coronel Ingeniero en Jefe Don Cados Luxan
• � cuias ordenes serui en aquellas Reales obras de Ingeniero Voluntario
ademali de hauer consultado diferentes authores especialmente la Arqui,
fectura Hidraulica de Monsieur Belidor cuya 1.4 y 2.ª parte tengo en
tn:i poder".

11

"R.elación de Ja Babia y Puerto de Cavite, playa, rios y demás


notables circunstancias que se hallan en la distancia de seis leguas,
comprehendidas desde la Plaza de Cavite hasta la de Manila". Por
el ingeniero militar don Feliciano Márquez. (A. O. L, Filipinas, 923).

"Las ventajosas concurrencias que sola naturaleza, ha dispenzado á


la Bahía, y Puerto de Cauite, y que el Arte empleado co11 t'odo exmero,
ni aún con summas considerables lograria, forman el oi:igen de la felici­
dad de esta Capital, y sus adyacentes. Despreciarlas sería no conocer
. 1os verdaderos Yntereses de S. M. en la conservacion de estos Dominios,
que le aseguran las costas de las dos Americas.
El comercio-unico, y escencial principie, de la riqueza de los Vasallos
de S. M. que avitan este País, perecería sin el Puert:'o, asilo y deposito
�e las Embarcaziones, que en el deuen girar.
Los Canales o entradas que conducen á el alveo de la Babia y Puer­
to, que son tres libres de rocas, bancos y arrecifes, se navegan con las
tres quartas .partes de los 312 tumbos de la aguja nautica, que facilita
� los Bageles sus arribadas y promptas salidas. La primera de ellas, de
ancho media legua, la forma la punt'a más occidentál de la Ysla con un
!Ylogote llamado el Frayle. La segunda de igual distancia es entre el
dicho Mogote, y la Ysla del Corregidor, La tercera de tres quartos de
!egua esta .entre Pulocaballo (pequeña Ysleta) Y. otro Mogot'e llamado
la Monja.
La Vasta capazidad de la Bahía, ofrece anclage a numerosa esqua­
dra, sin que se et?barazen los Navíos en sus borneos. Contiene el peri•
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 439

!11-etro de sus plyas la ,distancia de 30 leguas en forma circular. La calidad


del fondo asegura a quál quier Bagel de lastimarse aún_ cuando toque;
es lodo o fango tan suelt'o, que varanqo diariamente las eltlbarcaciones
ancladas en el Puerto jamas han experimentado lesion alguna en sus
Quillas; se desprenden del lecho a la pleamar con la misma facilidad, que
en la baja se sientan. La profundidad qel agua es la suficiente a Nauios
de qualquier porte.
La multitud de Riós, que desaguan en la Babia, han formado Bancos
de arena, proximos a las Orillas; estos se aumentan cada dia acumulan­
dose mas materia, v principalment'e en tiempo de las avenidas, que
1leuan las corrientes tras si quantos fragmeqtos, desperdicios, y brozas
hallan sobre sus margenes.
Desde la punta en que se halla Cavite hasta el río de Parañaque,
distancia de cinco leguas está comprehendido el Puerto formando una
ensenada quasi eliptica, que presenta las embarcaziones de los Vientos
del primero y quarto Quadrante. Todas estas playas son naturalmente
limpias de piedras y arrezifes; pero la buena disposición de los Ríos los
han llenado de bancos de arena, que en algun modo son obstaculo por
algunas partes aun desembarco.
El Rio mas' próximo a Cavite se nombra de Cauite el Viejo, cuias
corrientes han perjudicado en gran manera el Puerto. Siguiendo las ori­
llas se baila vn Pueblo del mismo nombre a dist'ancia de media legua, y
corriendolas están los Ríos <le Binaoayan y Bacoor. Estos tres referidos
desaguan a el Puerto, cuiqs lechos crecen con el continuo deposito de
fas materias que en sus corrientes traben. El fluyente de Las Piñas de
poca consideración, y el ,caudaloso de Parañaque se derraman a la entra­
da del Puert'o. Todos tieneq sobre sus margenes Pueblos que lleuan
el mismo nombre. A distancia de vn quarto de legua de esta Plaza, se
halla vn estero, y un fuerte de Campaña di! figura triangular llamado el
Polborista, la disposicion de su defensa es de ninguna atencion.
Todas las referidas playas se hallan indefeil.zas, los Rios navegables
p1esizamente en el tiempo de 1as Monson_es, que es el de las llubias,
estacion apt'a a arribar a este Puerto. Si las Ymbaciones enemigas se
han de practicar en estos Dominios es indispen_sable executarlas en esta
coyuntura.Entonces los rios navegables facilitan passo al enemigo a
alojarse en lo interior qel Pais; Sus booas des�ubiertas sin batería, ni
defensa alguna conspiran a acelerar · · qualquier irrupcion que el enemigo
ínt'ente.
Es indispensable y de absoluta ]J.ecesidad fortificar las booa:S de la
Babia. Esta ovia defensa se deue efectuar afin de contener, e impedir
a las esquadras e°'emigas su ingreso a ella. La Ysla qel Corregidor, y
1a de Pulocaballo con los recíprocos fuegos de las baterias colocadas
en las laterales puntas del Continente: de esta YsLa defendería mut'ua­
mente la entrada a una numerosa esquadra. La qisposicion ventajosa
de estas partes, que forman los canales auxiliares del fuego del Cañon,
440 1\1.� LOU!U>ES DÍAZ-TRECiiUELO SPÍNOLA

y mortero, serian un cierto obstáculo, que detendrían qualquiera empre•


za. Se contendrían del mismo modo a los barbaros Moros, que nos.
rodean! y se atreuen cada día a pisar las playas ptoxi,?1as a esta Capital;
_ _
emb1stlr; quemar los Pueblos c1rcunveztnos, y cauptivat sus havitantes.
Esta funesta accion sufrieron los Pueblos de Malabon Tambobo, Hago•
noy, Samal, Orion, y Balanga. Sus havitantes sin protecdoh o defenza.
posseydos de un terror panico viuen en vn continuo sobre salto temiendo
las perdidas de sus Casas, bienes, y vidas. Lós restantes margenes de
la Bahia desde esta Población, hasta la punta de Mariveles en que fene,
cen pasaré a registrarlas en oportuno tiempo. Trataré de ellas en el
ynforme de la Plaza de Manila, arrabales que la circundan y el famoso
Río de Pasi� que baña sus Murallas.-Manila 23 de diziembre de 17()6,

12

El Cabildo eclesiástico agradece al R.ey la presentación del arzobisp<J


de Manila don Diego Camacho y Avila, para la sede de Guadalajara
(México). Manila 15 de junio de 1706. (A. O. l., Filipinas, 296). Frag­
mentos de la carta.

. . . "y aunque este Cabildo se gratifico en ello, queda con el descon­


suelo de la pérdida de tanto Prelado, Padre y Pastor amantisimo de
sus obejas, como de su yglesia que la dexa concluida en sus obras, con
los esmeros que pudo su ardiente zelo manifestar y de todo tiene dado
quenta a V. Mg. por repetidas carftas ... expresando la fabrica de la.
Sala Capitular con sus oficinas y sachristiá adornada ele espejos, quadros,
contadores, escaparates y caxones, todo embutido de marfil y ebanó,
para guardia y custodia de l os ornamentos, con separación de_ cada color ;
y quedando esta perfecta en el todo, enprendio la del pul pito de marfil y
ebano y tíndalo, obra primorosa como costosa, que no se hallará en todas
las Indias pulpito que se le yguale en la labor y materia de que fue for,
mado, no siendo de menor calidad la rexa del Coro con sus tribunas,
que todo queda perfecto, assi en su fabrica, como en lo pintado y dorado;
reniendo y haziendo � y correspondencia, ésfa con las bobedas que­
fabricó en las tres naves de la yglesia que deja pintadas y doradas, pues:
hauiendola hallado con la rudeza que quedó la exaltó con tanta obra,
no siendo menor la del retablo mayor, y sagrario d'el presuiterio que
fabrico de nueuo, y queda todo hecho vn pino de oro. Y las Capillas de­
esta dicha yglesia concluídas y atauadas, y la de la thorre en donde­
colocó las ·campanas de seis cuerpos con el del relax y en donde echó el
esmero de su ardiente zelo que pareze inposible pudiese enprender err
menos de ocho afias tantas obras y tan particulares en sus fabricas,
si la poderosa mano de Dios no le asistiera, mayormente quando los
medios para tanta fabrica eran cortos, pues el resago que halló de lo que
vino de la Nueua Espafía de los espoleas del Reuerendo Arc;obispo Dn-
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 441

Miguel qe Poblete, no podía con ellqs fabricar la quarta parte de lo que


ha fabr-ieado, y par.a que fodo quedase perfecto, hizo en menos de dos
meses fabricar una lampara de plata que coloco el Juebes Santo en el
altar mayor, que costó mas de rnill y ochocientos pesos, y es de las
grandes que tienen todas est'as Islas en el peso, labor y primor ... ".

13

Informe de) arquitecto don Juan de Uguccioni, sobre el estado en que


halló la catedral de Manila y modo de reedificarla. Fechado a 9 de di­
ciembre de 1750. (A. O. l., Filipinas, 1,007).

"Obedeciendo la orden de Vseñoria Yllustrisima examiné la fábrica


-d·e la Santa Iglesia Cathedr,al y no le hallo mas forma que la de un
quadrilongo, dividida en tr,es naves estrechas, alfas con desproporción
a su longitud, sin la menor simetría, ni ornato y por consiguiente la
considero en todo tosca, informe y_ despro"porcionada, a lo que se añade
1a grande obscuridad, que tal vez es causa que multitud de animale_s
inmundos hi. infesten y 'hagan inhabitable Y. del todo indecente.
El verdadero remedio fuera su demolicion, y construcción de otra,
pero -como esto es muy dificult'oso assi por falta de terreno, como
de medios para tan grande obra; por lo que considero sus deffectos
y el methodo mas conducente de enmendarlos. Juzgo primeramente de.
versele dar otra figura, sino del todo perfeda, a lo menos mas conforme
a un Templo Metropolitano, que en el mismo tiempo, dexando intacta
1a mayor parte de la fabrica antigua, le de Qtra forma y figura.
Para conseguir este inttnto se hace necesario el derribar los dos
últimos pilares de la nave principal, y la pared que divide el presbiterio
de la sacristía con las dos capillas colat'erales correspondientes; y así
est'a area nos dará lugar de poderse formar un crucero pro porcionado
a sti cuerpo, y_ la testera, y extremo, que siendo en forma semicircular
�erá a la vista mas agradable y ostentoso.
Para cuyo fin se hace preciso lebantar cuatro pilares de la misma
altura, que los de la antigua fábrica; los dos que dan fin a la nave mayor.
para recibir con los dos inmediatos antiguos, haciendo un cuadro, un
cimborrio _o media naranja en forma circular cuyo ornato ha de constar
de v•entanas correspondientes, que no solo sea hermoso a la vista, sino
que dará mucha luz y_ claridad al presbiterio, y a la mayor parte del
cuerpo de la iglesia; los otros dos son para hacer paso a las procesiones
que se acost'umbran en las iglesias catedrales. • .
La obscuridad y tosquedad del restante cuerpo de la iglesia admite
más fácil remedio; porque derribandose de la nave principal lo que consta
de las Claves de los Arcos azia arriba, se pueden añadir los chapiteles
y cornisas correspondientes a su orden, y en el mismo tiempo abrirse
en los intermedios las ventanas necesarias a comunicar la luz a todo el
442 11,1.ª LOURDES DÍAZ•TRECHUELO SPÍNOLA

cuerpo; y est'o se consigue con añadirle alguna _mas altura, aunque no


.
mucha, a la menc10nada nave; y s1_ en vista del remedio reJeri<Lo, para:
_ _
en razon de comumcar la luz a todo el cuerpo de la Iglesia, no fuesen
suficientes las mencionadas ·ventanas, se pue<le tomar otro, y es:· de que
en los lugares, mas co_rnmodos de las naves colaterales se lebanten dos
o mas cimborrios, qu� estos contribuy.aq a comunicar la luz, que se no,;
esoasee, siendonos imposible, atent'as y pesadas todas las circunstancias
bucar otros medios que los referidos.
Las boveqas, para no exponernos a una ruin� con los temblores tan
frecuentes en estas islas, se pueden fingir de madera, que sean tan her-
mosas como si fuesen de cantería. '
Levantada la nave segúq dicho methodo s·e hace necesario terra­
plenar d piso cuanto se pudiere para dismiquir la humedad del suelo,
y parte de su altura haciendola menos proporcionada pQr su estrechez.
Es tambien preciso y n�cesario hacer nuevas basas a todos los pila�
res y pilastras para que toda. esta maquina sea uniforme al orden de
arquitectura que se escogerá para ello, que_ parece <leve ser la jónica
no solo por ser el te01plo dedicado a la Virgen Nuest'ra Señora, sino pot
ser en sus medidas más conforme a las q ue tenemos en la fabrica an­
tigua. Dexo de ·hablar de más ornato que se <leven dar en los lugares.
oportunos, que se hallan totalmente desnudos de ellos.
A esta reparacion devemos añadir un frontispicio mas visfa,c;o del
que al presente tiene para hacerlo confQrme a lo interior de la fabrica
y que t:n todo sé guarde el mismo orden.
Se hace tambien preciso levantar nueva sacristía, sala capitular,
sala de thesqro y los demás commodos y t:>iezas ·necesarias y para esto
no hay otro lugar que el terreno que tenemos al costadq de la iglesia,
porque el que ocupan al presente <levemos tomarlo para conseguir la
idea que llebo propuesta.
El caudal que discurro será necesariq para la consecución de estc1
obra será de quarenta a cinquenta mil pesos sin incluir el valor de los
materiales que se tienen prevenidos.
El tiempo, en vista de que nq todq el año es proporcionado para
el trabajo pQr las estaciones de aguas rigurosas, será poco más o menos
el de t'res años. Este es el dictamen que he formadq sobre los deffectoi,
que contiene la fabrica antigua de esta cathedral y su remedio, y assi
lo firmo. Manila y Diciembre nueve de mil setecientos y cinquenta años;
B. L. M. de Vs. · Illma. su mas humilde servidor· e capellan. D. Juan
M." Uguccion;t'. Rubricado.
ARQUITECTURA ESPAfiOLA EN FILIPINAS 443

14

lnform,e del obispo électQ de Cebú don Miguel Lino de Ezpeleta,


sobre la reedificación de la catedral de Manila, y su arquitecto. Manila
10 de junio de 1757. (A. O. l., Filipinas, 293). Fragmentos del documento.

Viendo que la catedral am'enazaba ruina, el arzobispo fray Juan


Angel �odriguez, "por los año� de setecientos treinta y siete, emprendió
dar principio a la reedificación de su Cathedral, y comenzó a disponer y
preparar los mat'eriales; y_ el año de setecientos quare·nta y dos en que
murio dexó gran porción de ellos reservados en sus camarines y bodegas ;
con su muerte pararon dichas prevenciones hasta �l a,ño de setecientos
quarenta y siete en qu� por merced de V. M. tomó posesion de la silla
arzobispal el M. R. Do� Fi:. Pedro de la Santisirna Trinidad Martinez
de Arizala, quien con grande prudencia y deseo de lo mejor, solicitaba
en la Nueva España, Arquitecto de Profession y Maest'ro Consumado, lo
que nQ pudo conseguir hasta que el acasso, o p·or mejor decir,la Provi­
dencia, preparó un Religioso Cayetano, de Nacion Florentino, grande
Arquitecto � Ingeniero, que hada paso por esta Ciudad, para pasar a Goa
despues de aver servido a los ingleses q� su ingeniero en la costa de
Malavar; y baxo de este titulo era misionero apost'ólico- por la Sagrada
Congregación de Pr;opaganda Fide en aquellas Islas.
Con el felis a.rrivo de �ste perito maestro, encontró el Arzobispo
quanto su buen deseo y magnánimo espiritu anhelaba, luego al punto
procuró acariciarle, y hacerle quantos obsequios le eran posibles para
que se se det'uviss� y s� thiciesse cargo qe la r,eedificación de su cathedraI
como lo consiguió empeñándose dicho Arzobispo de escrivir a su superior
de Goa para que le> tuviesse a bien, y por ne> perder tiempo, y malograr
la ocasion se dio principio a ella el año de setecientos cinquenta y uno,
en que el derribo solo de varias partes del anti guo edificio llevó muy
cerca de dos años. Comenzose el reedificio con aquel cuidado solidez y
esmero que fo encargaba el Arzobispo, lo pedía la fabrica y el Maestro
por su arte y pericia considerava, assi prosiguio hasta el año de cin­
quenta y cinco en que Dios por sus altos juicios arrancó al Arzo\>ispo
de entre nosotros, para ll�varlo a mejor vida, dexan'do a su Cabildo en
el sumo desconsuelo de la grán falta que les hacía, assi por su integri­
dad, zelo y gran virtud, como porque quedava la reedificación en la mitad
de su reedificio, siendoles preciso proseguirla hasta su conclusion porque
no se perdiesse lo ya echo con sumo dispendio de los grandes caudales
que se avian gastado no ohstarrte la suma orfandacl y gran pobreza en
que siempre ha es fado la dicha iglesia ... ".
LEYENDAS DE PLANOS Y MAPAS
Fig. 4

A. G. l. Filipinas, 86 1 6 7 1 T. L., Filipinas, 10

Título en cart,ela: Descripcion geor11étrica/de la Civdad, y circvn•


valación/de Manila, y dé svs arrabales/al. Real Consejo de las Indias/
Por el P. Maestro F. Ignacio Muñoz del 0rd[en] de Pred)[icadores]/
Año/1671.
En el dibujo: Escala de Mil pies Geometricos/Mar de la Baia.
En la hoja adjunta: Abecedario y_ guia de las partes y lugares not'a•
bles de la planta y circunvalacion dentro y fuera de los muros de la
ciudad de Manila, metrópoli de las islas Filipinas.
A. Rio Pasig. S. Convento de San Francisco�
B. l\4ar qe la baia. T. Convento de monjas de San•
C. Puente. ta Oara.
D. Parte meridional. V. Convento de San Agustín.
E. Fosso. X. Convento de los .Recoletos
F. Conttafosso. Agustinos.
G. Cqrtrna de Sant'a Luzia. Y. Colegio de la Compañía de
H. Cortina del Parián de los Jesús.
chinos. Z. Convent'o y hospital de San
I. Pueblo del Parián. Juan de Dios.
K. Cortina ele Bagumbaya. a. Colegio de Santo Tomás ,
L, Cortina de Dilao. Universidad Real.
M. Cortina del Rio. b. Seminario de la Compañía de
N. Iglesia metropolitana. Jesús.
O. Capilla Real. d. Pueblo <fo San Antón.
P. Recogimiento de la Miseri• e. Pueblo de Dilao.
cordia. f. Hospital de los naturales.
Q. Recogimiento de Santa Po• g. Niños huérfanos de San Juan
t'enciana. de Letrán.
R. Convento de Sto. Domingo. h. Pueblo de Quiapo.
RECJiUELO SPÍNOLA
111·• LOURDES DÍAZ-T
448 fuerza de Sa
n•
7. Postigo de la
ndoc. tiago.
i. Pueblo de Bino stacada . s almaze n
es a 1
k. Pueblo de la E 8. P uerta de lo
gos . a l r ío .
1. Pueblo de Lon umbaya. Rey.
Pueb lo de B ag 9. Herrería del ale s.
San Juan, d
m. e re
c enes
n. Convento de s tinos. 10. A lma
. Santo Doming
o.
Recoletos Agu go . 11. I}aluarte de Gab riel.
e San Die
San
-p. Baluarte d fortín de San Lo· 12. Baluart e puerta principa
l
13. Fortí n con
q. Reducto y .
al P arián
renz o. al Santiag
o.
o seph . z re
r. F� rtín de San J genio. 1 4. T e na a
n Fr anci sco de
an
s. Fortín de SSanta Luzia.
E u 15. Balua rte Sa
Dilao. de
t. Puert.a de San Pedro. n Nicolá s y
u. Fortín de alado del gober- 16. Baluarte Sa
rta de l p Carranza. real de
y. Pue r. 17. Revell ín de
la pu erta
d
na o
ortí n de
San Juan. Bagumbaya. e n el
F a rrozeros
2.
d San Francisco. e• 18. Sitio de los
l. Balu arte e
rtel de Ba
nd
:2. P uerta al qua Parián .
de los chinos.
ras . 19. Hospital e va al pueblo de
Banderas. 20. Estero qu
3 Quartel de antiago.
.
Ton do.
4. Fuerza de Sllave d e la barra scadores .
5. Platafo r ma 21. Sitio de pe boca del rio.
. del río. 22. Baxos en la
ellín.
n j a y rev
6. Media nara
Fig. 6
42
T. L., Filipinas,
1 7 6 3
as, 482
A, O. l., Filipin Plaza de Manila dis•
Ca·
g ra ph ico de la n la
s[a]n Lazaro co
no
ez•• Plano Ych
Titulo en cab hilipinas y Archipielago de el año de 1762, Leban•
las P \eses
pita\ de \ as Ys o, que / fe pusieron \os Yng omez Yn geniero Ordinar io
ón de l s it i A nf oni o G
p<>sici an d[ o]n
Miguel
G a prt
tado p o r el
i/\\o se emplea
laza. cl Color amar so em /p\earlo
ele l a sita da P n, Adv ertencias. / Aun que ·ha sido preci de Car minl
Al ..,rge na los p royee/tos, lt a
ria,. p<ir !a
r
1 en desig
gériera\t,,[en]te s i' existentes de m ám4)0 Ste¡ m.eriJ/en el Java.do de \a,
ro es /
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das con / trazo si n
estan d esigna
siti o . s, ep r e se nt j
adas con puntos , -y ue-
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Islas de Cas
.a r
ssi mismo/ fue
r
Las quadras o as de Mam/p<>steria, que a
estran \
_la var / demu
ma das.
ARQUITECTURA ESPAÑOL,\ �
FILIPINAS 449
Lo lavado de verde/ gay, manifiest'a las hu/ertas, y s•ementeras /
<le Arros.
En la <lelineacion y/ lavado de este
tectos, / que se pueden dispensar / r�spect�l_:>l<ian o, se¡snotan algu?os de­
/ en
tl Mar/ con la precisa e1:com/modiqad, cl�¡ e� ¡hauer ido trabajado
0 balanzes dela embarca­
cion/, y falta <lelo necesario/ para su pert�ccion.
La explicaóon va/ separada, por no a/ ber en este marco. /
Escala <le 200 v.aras cast[ellana] s.
Mi[ue]l Antt[oni]o Go�ez.. �ubric�.
En hoja separada: Exphcacion del Pt,n
o de la P1aza y Ciudad cuio
recinto va designado con puntos.
l. Baluarte de San Diego batido en hr�
h a Y. proyecto <le una corta-
dura que no tuvo efecto por no hauer utiles faginas ni gente.
2. Puerta Real y Reuellin abandonado.
3. Baluarte de San Andrés donde ay un t>equeñ Alma
o zen de Poluora.
4. Baluarte de San Lorenzo.
S. Puerta del Parían Y. obrilla exterior ql..\�
6. Baluarte de San Gabriel. la cubre.
7. Baluartillo y Puerta de Santo Domi�0•
8. Puerta de Almazenes.
9. Baluartillo Ydem.
10. Baluarte de San Francisco qu� corresl;li,onde ala Fuer.;a.
11. Postigo que corresponde al R10.
12. Piafa forma en porcion circular.
13. Otra Segunda Ydem.
14. Baluarte de Santa Barbara.
15. Postigq que corresponde al Mar�
16. Baluarte de San Miguel.
17. Baluartillo de San Francisco.
18. Baluartillo de San Juan.
19. Postigo <le Palacio Y pequeñ� cortadq
ria sic para su defensa.
·20. B,aluartillo de Sanfa Ysabel.
21. Puerta de Santa Lucia Y pequeña cor�
dura para su defenza.
22. Baluartillo de San Eugenio.
23. Baluartillo de San Jo�eph.
24. Media Luna abandonada.
26. Convento de ·Monjas de Santa Clara.
25. Capilla Real.
27_. Hospital real.
28. Cassas de ayuntamiento.
29. Cathedral.
30. Palacio real.
31. Collegio real de San Phelipe.
32. Convento de Santo Domingo.
33. Collegio de San Juan de Letrán.
450 M.ª LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

34. Beaterio de Sanfo Domingo.


35. Cassa de recogimiento de niñas huérfanas,
36. Cass,a de Recogidas.
37. Collegio de niñas de Santa Isabel.
38. Comvento u hospital de San J oan de Dios.
39. Comvento de San Agustín.
40. Comvento de San Francisco.
41. Collegio de niñas ele Santa Potenciana.
42. Comvento de agustinos recoletos.
43. Cassa profesa de la Compañía.
44. Real colegio de San Joseph.
45. Beaterio de la Compañia.
Explicación de los exframuros y disposición del ataque:
47. Fortín que defiende el passo del puente sobre el rio Pasig.
48. Yglesia del Parián, par:roquia de chinas a cargo de dominicos.
49, 49, etc. Posseciones novissimas del Parián construidas de mamposte­
rí,a, perjudiciales a la plaza.
50, 50, etc. Resto del Parián o Alcaysería de los chinos que conviene
demoler y lo mismo se entenderá de todos los demás puntos que
se han explicado.
51. Yglesia de San Ant'onio, ayuda de parroquia administráda por clé­
rigos.
52. Y glesia y parroquia de San Miguel, administrada por los padres
jesuitas.
53. Pueblo del mismo nombre.
54. Hospital de San Lázaro.
SS. Yglesia, comvento y parroquias de Dilao, ministerios franciscanos.
56. Reducto de tierras y faginas, const'ruido para defender los pasos de
de los puentes y calzadas señalados con las letras ABC y estero D.
por donde los enemigos podían pas,ar a apoderarse del rio Pasig
sobre que hicieron grandes esfuerzqs.
57. Cassa de Balete, fortificada para resistir al enemigo en caso de pasar
al estero de San Lázaro.
58. Yglesia y comvento <\e Bagombayán sic quemada, pertenecient'e
a los padres recoletos, cuia sa·cristia ocupaban los británicos.
59, 59, etc. Cassas de mampostería que assimismo ocupaban.
OO. Yglesia y parroquia de Santiago, administrada por clérigos, que
ocupaban los ingleses.
61. Batería de seis morteros resguardada con dicha iglesia.
62. Bat'eria de -ocho cañones de a veinte y quatro para batir en brecha.
63. Bateria de tres cañones de a veinte y quatro para desmontar la
artilleria de los flancos colaterales.
64. Batería de siete morteros, los t'rt!s qe menos calibre dispararon y los
quatro de trece pulgadas estaban reservados.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 451

65. ,Lugares atrincherados y defendidos cC>n algunos ca.f\ones.


li5. Principio de los pueblos de Bagumhayan y Santiago.
67. Ysla de San Andrés, donde ay un hospital qe comvalecen,cia de San
Joan de Dios-.
68. Yglesia y parroquia de Santa Cruz, ministerio de jesuitas.
69. Yglesia de San Jasinto.
70. Yglesia, comvento y parrochia d� Binondo, ministerio de dominicos.
71. Torre fortissima de cantería, muy perjudicial a la plaza.
72. Hospital de San Gabriel para ct.tracion de lqs chinos, administrado
por los dominicos.
i'.3. Real alcayzeria de San Fernando en que havitan y hazen su comer­
cio los chinos gentiles, que anualmente vienen con champanes.
74. Principio del pueblo de Tondo que se prolonga mucho fuera del
marco del plano, assi a la mano isquierda-.
75. Principio de dos estacadas que forman el canal de la entrada de la
barra.
Se previene que fuera de los marcos del plano se prolonga mu­
cho los pueblos y colaciones ihallandose corriendo la marina hacia
el sur la iglesia de Nuestra Señora de Guía, administracion de clé­
rigos y las de Malate y Parañaque, de agustinos.
Assi a la parte del Leste se halla la parrochia y pueblo de Quia­
·Pº, administrado por clerigos ; las de Sampalo y Pandacán, de fran­
ciscanos, y la de San Sebastian, de recoletos. Por la parte del norte
c-ae la iglesia y parrochia de Tondo, administrada por los agustin.os ;
todas estas iglesias y pueblos se hallan bajo del tiro del ca.ñon de
la plaza a excepcion de Parañaque.
Puntos notables que no se explicaron en el plano de l,a plaza:
76. Quarteles_ de infantería casi arruinados.
77. Herrería del rey.
78. Camarines cubiertos de paja que sirven de taller y parque de arti­
lleri,a.
79. Reales almazenes.
.80. Palacio arzobispal.
Fig. 11

A. O. l., Filipinas, 714 1774

Plano del Hospital de San Gabriel.


Escala de 16 brazas 4 Lo que se le a añadido sin
En la parte no reproducida: inovar de nuevo
I Presviterio 5 Cruz alta que ha tenido
2 Cuerpo de la yglecia siempre e11 el patio de la
3 Hasta donde llegaba la ygle� calle
cia anfes 6 Dond� antes estaba la esca-
452 :M:.• LOURDES DÍAZ•TRECHUELO SPÍNOLA

lera para entrar por el nú­ me�t� abierta en la pared


mero 4 en la enfermería misma antigua que corres­
7 Escalera, del numero 6 para ponde a la calle
llevar el sagrado viático a la 16 Puerta antigua por donde
,enfermería se entraba a la yglecia
8 E11fermeria, en ella ay nue­ 1? Campo santo con floresta
ve enfermos chinos 18 Enfermeria . de lazarient'ós
9 Cocina de la enfermeria ay dos el vno colegial de San
10 Asotea de la cocina Juan de Letran,; y con �stós
11 Gallinero de la enfermeria son doce enfermos que ac­
12 Sala para enfermos tualmente ay
13 Enfermeria, ay un tunquin 19 Oavstro
colegial de San Juan de Le• 20 Escalera de la casa
tran de aquellos que el Rey 21 Sachristia
mant'iene en dicho colegio 22 Oratorio de la sachristia
14 Puerta principal de la casa 23 Quarto para vtencilios de la
. 15 Puerta de la yglecia nueva- sacrist'ia
* Al dorso, el número 68 de la foliación del expediente. Existe otro ejemplar perte­
neciente al leg. 71 s que no ofrece variantes de interés.
En la transcripción de esta leyenda y en la de las figuras 1 z, 6g, 7 x, 74, 84, 1 04, x 0·5,
106, 107, 109, H0, 1 n, na, 147, 148, 170 y i75, hemos utilizado la obra de Angulo Iñiguez:
Plano3 de monumen/03 arquitect6nicos de América y Filipinas, .. tantas veces citada.

Fig. 12

A. G. l., Filipinas, 160 1 7 5·6 T. L., Filipii,as, 38

Yara de veinte brazas.


Mapa de· la alcaiceria que se fabrica en el sitio que llaman la Est¡t­
cada o Barraca, barra del río de esta plaza, cµyo castillo domina a dicha.
fabrica, por hallarse, •en la rivera opuesta y la inteligencia y conocimien­
to de oficinas se manifiesta por los numeros de sus figuras que aqui se
nominan. N.º I La plaza con sus bcho frent'es. 2 Arqueria de los portales
demuestrase, por su perfil y plan. 3, Corredores de dichos portales.
4 Perfil y plan de las puert�s y tiendas. 5 Perfil y plan de las puertas
interiores. 6 Perfil que demuestra cocina, patios, escala y bodega debaxo
de ella. 7 Pared y piar¡ inmediato a l a, calle- de la muralla. 8 Calle entre
muralla y espaldas de las oficinas. 9 Perfil y cimient'o de muralla.
10 Calle y puerta de tierra. 11 Galle y puerta de el muelle. 12 Perfil de
las quartos altos.
Sigue la transcripción particular de cada uno de los espacios trape­
_zoidales:

Zotea
Patio Patio Patio
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 453

Tienda Entrada de la casa Entrada d� la casa


Tiend,a Entrada de la. casa Tienda
El Río Grande
Puerta y calle del muelle
Patio Cuerpo de guardia Ofizinas reales de
contaduría Patio
Entrada de la casa Tienda Entrada de la casa
Patio Patio Patio
Tienda Entrada d� la casa Entrada de la casa
Tienda Entrada de la casa Tienda
Patio . Cuerpo de guardia Thesor�ria Patio
Entrada de la casa Tienda Calle Ofizial real
Entrada de la casa
Patio Pafio Patio
Tienda Entrada de la casa Entrada de la casa
Tienda Entrada' de la casa Tienda
Zotea Zotea Zotea
Tienda Entrada de la casa Entrada de la casa
Tienda Entrada de la casa Tienda
Zotea

Fig. U

A. G. l., Filipinas, 508 1 8 1 4 T. L., Filipinas, 133

Título en cabeza: Plano de la Plaza de Manila y sus Cont'ornos.

Al margen: Explicación.

Esta Plano demuestra la Ciudad y Plaza de Maní/la con los pueblos


limitrofes a sus Defenzas, que forman tos extra/muros de ella.
En las Poblaciones que se hallan situadas a ta otra parte del/ cau•
daloso Rio Pasjg, y son Binondo, Tondo, Santa Cruz, Quiapo, / San Se­

... bastian, San Miguel, San Ant'on y Sampaloc, se numeran / 53.571 Almas,
segun el vltimo censo.
Entre las Casas de piedra y demás Edificios que están interpolados/
con otros formados de Tabla, Caña y Nipa, en las citadas/Poblacione�;
exist•en en el territorio de Sanfa Cruz, el Quartel de Vsares/deLuson A;
con la Administracion de la Renta de Bonga B(Ys/la del Romero). En
el de Binondo, la Administracion g/eneral y talle/res de la R/en/ta
del Vino, C. La Direccion g/ene/ral de la del Tabaco,. sus gran/des
Almacenes y Fabrica D: con vn, Quartel de Ynfanteria E, que/corre
sobre vnos Tinglados proporcionados para el resguardo de los/Buques
de ta Escuadra Sutil, qu� en la ocacion <levan destinarse a/la Plaza; y
vltimamente la Alcayceria de San Fernando, F, que sir/ve el-e Aduana
454 JII.ª LOURDES DÍAZ•TRECHUELO SPfNOLA

a el Comercio en general. Por conclucion, en el de/Tondo esta vn Quartel


de Cavalleria, G, de nueva Fabrica: (Ysla de /Misic).
Por el frente de Tierra de la Plaza se hallan vnos terrenos adictos
a las/Fortificac [ ion]es y_ en donde anteriormente existian los pequeños
Pueblos del Parían/ o Arroceros, San Miguel, San Anton, San Lazar9;
Diliao, y Santiago; Tos quales/fueron trasladados a los sitios en que
actualmente se hallan por los años de/1791, en virtud de expresas
R [ ea! ]es Ordenes; por convenir asi a la mejor Defenza/de esta Plaza;
cuyos terrenos se Ynundan ,en los tiempos convenientes, con/las agua�
del Pasig por medio del Estero de Arroceros, H, y Canal artificial/nom­
brado de Valete Y; manteniendose las aguas de la dicha Ynundacion/
todo el tiempo necesario, y- conveniente ; respecto a las Compuertas que
hay es/\ablecidas para semejante objefo; tanto en el citado Estero, como
en et Canal/no�nado.
En el Pueblo que es ahora San Fernando, conocido anteriormente/
con el nombre de Paco, y a donde existia sólo el de Peña de Francia,
se/ trasladaron en el año de 91 el citado de Dilao, e indicado de San
Tiago;/pero en 1810 se formo de estos tres Pueblos o Jurisdicciones,
vna sola con/la denominacion dicha de San Fernandq para evitar las
controversias/que r,esult'aban entre los tres Governadorcillos, y Justicias
independientes, que /havia en tales pequeñas Poblaciones revnidas.
Los otros Pueblos que se manifiestan y son el de la Hermita, cuen­
tan, /este 2.322 Almas. El de Malate 6.043. El de Santa Ana 5.123. El/
de Pandacan 2.270. El de San Pedro Macati 1.895; y d sobredicho de/
San Fernando en sus fres Barrios de Santiago, Dilao y Peña de Fran­
cia/4.711 Almas. En la Hacienda de San Juan del Monte jurisdicion
de/Santa Ana se cuenta asimismo 830 Almas: estando situado en ella
vno/de los Almac-enes de Polvora de esta Plaza y otro en la de San
Francisco del/Monte.
En la Ciudad y Plaza de Manila se c'oncideran 8.000 Almas; sin
in/cluirse en este, número la Guarnicion,. tanto Veterana como la de
Milicias/Provinciales.
En el Grupo de Poblaciones de la otta parte del Río, y son las refe­
ridas de Tondo, Binondo, Santa Cruz, Quiapo, San Sebastian, San
Miguel/San Anfon; y Sampaloc; ·cuyos terminos y Jurisdic[cion]es las
señalan Calles/Riachuelos y Esteros; hay onze Gov�rnad[ orci]llos o
Justicias .subalternos de/ Correg![id]or de lia Provincia: contandose
entre estos, ocho Jueces de Natur[al]es y tres/de M�stizos Sangley que
residen en Santa Cruz, Tondo y Binondo.
La Ysla de Convalecenci_a S, P, Q, depende del Pueblo de Sn.
Miguel/existiendo en ella vna Casa Hpspital de Sn." Juan de Dios.
Manila y Enero 4 de 1814. El Com�Tan<lan] t'e de Inge [ nier] os·.
Yldefonso de Aragon. Rubricado
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 455

En el dibujo:

San Juan del Monte.


San Francisco del Monte.
'.Mandaloyong.
Lomas q[u�J Pertenesen a/ Sn. Paloc, Sta. Mesa y_/ Tondo.
Santa Mesa.
Pandacan.
Santa Ana.
Sn. Pedro Macati.
Sanpaloc.
San Anton.
Sn. Miguel.
Sn. Seba-stian.
Quiapo.
Santa Crvz.
Tondo.
Binondoc.
Terrenos adicfos a la Fortificacion.
San Fernan,do de Dilao.
Pasay.
Malate.
Hermita.

Fig. 16

A. O. l., Filipinas, 27 1585 ? Planos de Filipinas, 142

Al dorso: Planta del fuerte de Manila.


hendedura
hendedura hende[dura]
patio ? roto de 30 pies de diametto

l
almacenes pozo
100 � 80 70 60 so 40 30 20 10
muralla de 12 pies qe grueso.
Planta.
La Mar.

Fig. 18
R.eproducción de la lámina 18 de la obra "The East and West
tndian Mirror... ".
Number 18 is the Bay of Mianilles.
With the immediate surroundings very correctly explained anrl
índicated.
456 M.ª LOURDES DÍAZ·TRECHUELO SPÍNOLA

A. Is the Bay of Manill�s.


B. Is the harbour in which many of their vessels lay.
C. Is the town of Manilles, very populous.
D. Is a fort named the Cabitta.
E. Is the island of Maribella.
F. b our fleet, ·consisting of six vessels.
G."Ate our boats, with which we were very diligent to obtain sorne
prisoners.
H. Ai-e sorne of their vessels, which they call junks.
I. Are twq of our vessels bringing two of their sampans to our fleetr
K. Is one of our boats making one of the Indian sampans haul down its
sail, and bringing it to the fleet.
En el plano: Manila, núm. 18.

Cabita
Bay de Manila
I. Maribela alias de Verne
Witt'ers Ins.
Harten I.

Fig. 19 bis

A. Simancas, G. M. 3785 1720 M. y P. V-75·


1

Título, escrito a lápiz: Al Mvy Poderoso Monarca Dn. Felipe ·•,./


el Magno N [ uest] ro Señor/ Rey Catolico de las Españas y Emperador
del Nvevo Mvndo/. Planta de la MvY. Nqble Civdad de Manila con sv
circvnval-a.cion.
En el plano: a la izda. del rio.
Yglesia del pa/ rían. Y glesia
Parian de los Sangleyes Colegio de los/ niños huerfanos
Pueblo de Sn./ Anton Pueblo de Dilao
Hospital de los natura/les
Pueblo de Malosac
Suyglesia/de Sn. Juan
Pueblo de baCunbaya
Parroquia de S.Tiago.

A la derecha del rio:


Pueblo de Sta. Cruz.
Pueblo de Sn. Jasinto Pueblo del Rozaría
Yglesia
Puebo sic de Binondoc
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 457

Puebo de baybai
Poblaciorr de lia estacada
Puebo de lcmgos
En el rio: Rio de Pasig Canal de la Barra.
En intramuros: Hospital d� San/ Juan de/ Dios
Convern/to de San/ Fran[cis]co
Conben/to de Sn./ Nicolas
Reco/jimiento/ de Sta. Polo/nia sic
Semi/nario de S�-,/ Joseph
,Colegio qe la Com/pañia de je/sus
ConVento de/ San Agu·stin
Yglesia y Reco/jimiento de la/ misericordia
-Conbento qe/ Sto. Domin/gq
Pláza Yglesia/Ca.tredal
cavalle/risas
Hospital/ Real
Con Vento/ de Monjas/ de Sta. Clara
(;asas Re/ales
Palacio bie/jo Quar/tel qt! Dra[gone]s/tribunal de/ de oficiales/reales
Almaze/nes Reales
Capilla Re/al
Escala de mill pies con .que se formo esta- Planfa.
Pie Geometrico o tercia de Vara Castellana Conque se midieron
las obras y Fortificasiones de esta Planfa.

Fig. 20

A. O. l., Filipinas, 919 1731 Planos de Filipinas, 149

Planta de la Cortina, Fosso, Estrada e'ncubierta y Esplanada que


miran/ al Pueblo de Bangumbaya extramuro de Manila./ A. La Puerta
real./B. el Revellin./Las lineas am·arillas señalan el designio de lo �ue
se ha de hazer./C. Linea de la Estrada encubierta.ID. Linea de la Contra
escarpa./La Cituacion del terreno y las obras/ya hechas no dan lugar
a mas regu/laridad. En la parte inferior: Escala de Mil pies brabantinos.

Fig. 21

A. O. l., Filipinas, 919 1731 Planos de Filipinas, 150

Planta de la mitad del Baluarte de Carranza cqn el dec=:/signio del


Almazen a Polvora a toda prueba.
458 l\!.ª LOURDES DÍAZ•TRECHUELO SPÍNOLA

En el plano: Pla<;a baxa./almazen./Cuerpo de Guardia.


En el ángulo inferior izquierdo: Escala de Cien Pies de Castilla.

Fig. 22

A. O. l., Filipinas, 919 1734 Planos de Filipinas, 151

En el dibujo: Bagumbaya./ Escala de quinientos pies Castellanos./


En la parte inferior: Planta de la Cortina. 4� Est'a Ciu[da]d q(ue]
mira al Pueblo de Bagumbaya con sus Obras Exteriores renovadas en el/
Govierno del Sr. Brigadier Dn. Fernando Valdes Tar11on Cavallero del
Otd f en] de Santiago etc. y tambien sus Baluartes y Cola�/rales, en Es•
pe¡[cia]l el Sn. Aridrez onde se fabrico nuevam[en]te El Almazen de Pol•
vora. Manila. y Junio 4 de 1734 años/.A La Puerta Real./B. Cuerpo de
Guardia./C. Embarcadero qt[ue] se hizo pa[ra] facilitar la Conducion de
los Mate/ríales de su Magestad./E. Cuerpo de Guardia a la subida del
Baluat te./F. Almazen de Polvora a pru�va de Bomba, Capaz de 500. Ti•
najas tenien-/do de gueco 9576, pies cubicos, hasta el nacimiento de la.
Bobeda./G. Cazamata al vso antiguo, con dos troneras.ID. Portada del
Revellin ( cuya Bobeda se renobó) onde se puso una inscripc/cion esculpí•
da en piedra viva del Reino de nuestro invicto Monarca/La Contraespa
sic y el Parapeto son de Cal y Canto por lo pantanoso del terreno, pero
todo a lo Moderno, hauiendo Empalisada al pi� del Parapeto.

Fig. 22 bis

De la obra de Pedro Ortiz Armengol, "Intramuros de Manila".

Título en cartela:

Topographia / de la Ciudad de M,anila, Ca.pital / de las Yslas Phili•


pinas, Fundada en la de Luzon / Nuevo Reyno de Castilla.
Dedicada al Rey Nuestro Señor / D. Felipe V. (que Dios gu[arde])
Por el Mariscal de Campo D. Femando Valdes Ta-/mon su Governador
y Capitan Gene[ra] l de d[ic]has Yslas, / Presidente d [e] la R [ea] 1
Audiencia y Chane[ ille }ria d[e] ellas./
Delineada de orden de Su Mag[esta]d por D. Anfonio Fernandez
/<le Roxas y esculpida por Fr. Hipolito / Ximenez d[e]l Orden d[e] la
la Hospit[alida]d / d![e]l Glorl[ios]o S. Iua, de Dios.

En el angulo superior derecho:


Explicación :
A. Cathedral.
B. Palacio de los Governadores.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 459

C. Real Audiencia.
D. Collegio de S. Phelipe.
E. Contaduría, y quarteles d[e] Solda[do ]s.
F. Almasenes Nuevos.
G. Capilla Real.
H. Almasenes Viejos qemolidos.
Y. Sta. Oará.
J. Hospital Real.
I{. Cassa de Cabildo.
L . Collegio ,de Sto. Thomas Vniv[ ersida]d.
LL. Yglesia Y. Convento d[e] Sto. Dom[ in] go.
M. Beat[eri]o de Sta. Chatarina de Cena.
N. Collegiq de Sa[n] Juan de Letran.
:fil'. Yglesia y Hosp[ita]l de S. luan de Dios.
O. Yglesia y Comvento de S. Francisco, Y. capilla de la tercera Orden.
P. Yglesia, x Comvento de Agust[ino]s d�scal[zo] s.
Q. Collegio Real de Sta. Potenciana.
R. Compañia de Iesus.
S. Collegio de S. lqseph.
T. Cassa de la Fundicion.
V. Yglesia de Comvento de S. Agustín,
X. Collegio de Sta. Ysabel.
Z. Solar en q[ ue] se fabricaba el Ceminario.
· AA. Palacio Arzobispal.
En el dibujo: A la izquie'rda del rio:
Parian .d� los Sangleyes.
Ygl[esi]a y Comvenfo / del Parían.
Arrozeros. / fortin. / Galzada.
Sepultura,s de Sang[ley.Jes.
Herm:[i)ta de S. Anto[n].
Principio d[e] 1 Pueblo de S. Miguel.
Yglíesi]a y Comvento de Dilao.
Pueblo de Dilao.
Puente del estero de S. Lazaro.
Puente y estero de Malosa.
Sementeras.
Ygle [ sil a y rnnu[en] to di[e J S. luan.
Principio del pueblo de Bagumbaya.
A la derecha del rio:
Ygle[siJa de Sta. Cruz.
Yglesia y Convento <l� Binondo.
Hospital <le S. Gabriel.
460 M." LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

Estero de Binondo.
La Estacada.

En las fortificaciones que rodean la ciudad:


S. Gabriel.
Puerta del Parian.
S, Lorenzo.
S. Andres.
Puerta Real.
S. Diego.
S. Eugenio.
S. Joseph.
Puerta de Sta. Lucia.
Sta. Ysabel.
Puerta del Post'igq.
S. luan.
S. 'Francisco.
En el castillo:

Castillo d[e] S. Tiago.


S. Francisco.
S. Miguel.
Sta. Barbara.
Plataforma.
-Postigo.
En el frente del rio:
-P. Nueva de los Almasenes.
P[uerta] de S[anto] Domingo.

En el rio: Rio de Pasig.


En el mar: Ma,r de la Baya.
Escala de quinientos pies Castellauos.

Fig. 23

1Jibl. de Palacio. Madrid 1739 ms. 264, fol. 6

En el dibujo: Pitipié de Quinientos Pies Castellanos./Rio de Pasig./


:Estero de Binondo./Estero de San íLázaro./Parian.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 461

En la parte inferior: Plan d� la Ciudad/de Manila Gapit'al/de Phe­


lipinas./Explicaqon,/A Cathedral/B Palacio de los Sres. Governadores/
<: Real Audiencia /D Colegio de S. Pihelipe/E Contaduria y Quarte-/les
de los Soldado�/F Almazenes nuevos /G. Capilla Real/H Almazenes anti­
guos demolidos/! Sta. Oara, las Monjas/L Hospital Real/M Casas de
Cavildo/N Colegio de Sto. Thomas/0 Yglesia y Com"�nto de/S. Do•
mingo/ P. Beaterio de Sta. Catharina/Q S. Juan de Let'ran, Colegio/R
S. Juan de Dios, ,Hospital/S S. Francisco, Yglesia y Convento /T y la
Tercera Orden, Capilla/V Los Recoletos, Yglesia -y Convento/K Sta.
Potenciana, Colegio Real/Y Compañia de Jesus/Z S. Joseph, Colegio/a
Casa de Fundicion / b Yglesia y_ Convento de S. Agustin/c Sant'a Yzabel.
Colegio/d Palacio Arzobispal/e S. Diego, Baluarte/{ San Andres/g S.
Lorenzo/h S. Gabriel/i S. Francisco/L Sta. Barbara/m S. Miguel/n
Castillo de Santiago/o S. Francisco, Baluar_tes/p S. Juan/q Sta. Yzabelj
T S. Josph/s S. Eugenio/t Puerta Real/u Puerta Parian/x Puerta
S. Domingo/y Postigo del Castillo/z Puerta del Postigo/ & Puerta Sta.
Lucia/1 S. Juan, yglesia y convento/2 Pueblo de Bagumbaya/3 Hospital
<le S. Gabriel/4 Yglesia y Convento de Binondo / Puerta de los Al­
mazenes.
Fig._24

A. O. l., Filipinas, 719 1763 ? T. L., Filipinas, 43


En cabeza: Plano de la ciudad de Manila, capital de Philipinas, de
-su ataque por los enemigos ingleses y d� su defensa que duró desde el
�ía 24 de septienrbre de 1762 asta el día S del siguiente mes de oct'itbre
,que tomaron la plaza por asalto, y en que se clemuestran los �xtramuros
�e esta ciudad, en particular los. edificios de piedra por cuya cercanía
y elevación sirvieron de padrastro y atalaya incont'rastables (por su
'!lolidez) contra efü1, y de ventajoso abrigo a dkhos enel_lligos para atrin­
cherarse y establecer sus baterías. Y en que también se demuestra la
interior <l.isposición de la plaza, con el mal estado de su castillo para
·su defensa.
Explioación :
A. Lugar del desembarque de los enemigos.
B. Fortín de la polvorista totalmente abandonado.
C. La iglesia y convento d� Me.late,
D. La hermita de Nuestra Señora de Guía. ·
E. Dos baterías de a tres morteros contra la plaza, de bombas de a
6 pulgadas y algunas pero pooas de 13 pulgadas de diametro.
F. Trinchera de los enemigos y baterías de artillería con 10 piezas de
calibre de 24. De estas tres baterías la primera con 7 cañones abrió
una brecha dt; 12 a 14 varas en la cara del baluarte San Diego y
arruinó el flanco opuesto del baluarte San Andrés, y la tercera de

(30)
462 ?4,ª LOURDES DÍAZ•TRECHUELO SPÍNOLA

un solo cañón arruinó la defensa del baluartillo San Joseph a que


se siguió el avance repentino y toma de la plaza por asalto.
G. La yglesia d� Santiago.
H. La yglesia y convento de San Juan.
Estos dos edificios fueron los dichos padrastros contra la plaza.
I. El l;>aluarte San Andrés.
K. San Diego, el de la brecha.
L. San Joseph dicho indefenso.
Descripción de lo interior de la ciudad de Manila:
M. Palacio de los governadores.
N. Palacio arzobispal.
R. La iglesia cathedral.
O. Yglesia y colegio ae Santa Yzabel.
P. Los padres augustinos calzados.
Q. Yglesia y colegio de Santa Potenciana.
R: Los padres jesuítas "y sus colegios.
S. Los padres recoletos de San Augustín.
T. Los padres franciscos y la tercera orden.
V. El hospital de San Juan de Dios.
X. Los padres dominicos· y su colegio.
Y. El hospital real.
Z. Las monjas de Santa Clara.
&. La capilla real.
Castillc, de Santiago:
a. El baluarte San Miguel.
h. San Francisco. La cortina de entre estos dos baluartes se hallaba
detereorada en su terraplén que aunque mazizado de piedra y cal
se avía todo quarteado y socavado por las continuas lluvias y gran­
des avenidas desde su medianía C asta el mismo terraplén del ba­
luarte ·b y ya se avía apuntalado su pared interior para macizarle­
otro nuevo terraplén quando acaeció d citio y toma de la plaza.

En el dibujo: Yglesia y convento de Binondo El Rosario Hospita!


de San Gabriel El Parián La gran calzada Alcaecería San Fernando.
La estacada Río de Pasig Castillo.
Thomás de Castro y Anorade. Rubricado

• En el Archivo de Simancas se conserva otro plano sin firma, muy semejante a éste.
(M. y P., IJ.22). Corresponde al legajo G. M. 7.247.
En la transcripción de esta leyenda y en la de las figs. 26, 35, 43, 44, 46, 78, 85, 89,
94, 96 y 153 a 156, utilizamos las hechas por Julio González y C,onzález en la obra Pla11og­
de ciudades Iberoamericanas y F.riPiMs... ya citada·.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 463

Fig. 26

A. O. l., Filipinas, 922 1764 Planos_ de Filipinas, 160

Plano de la plaza de Manila, capital de las Philipinas y archipiélago


de San Lázaro.Va designado con líneas fuertes un nuevo proyecto de
fortificaciones para poner dicha plaz·a en estado de defenza.
Al margen: Se previene que en este plano no van designadas las
islas de casas de paja que rodean la ciudad porque la intención ha sido
manifestar sólo 1as de mampostería, que se venga en claro conocimiento
de lo perjudiciales que son estos edificios y la necesidad de demoler
quanto esté dentro del tiro de cañón, sin cuya precaución será perdida
la plaza siempre que los enemigos le pongan sitio.
La explicación va separada por no caber en �ste margen.
Para la inspección del proyecfo que propongo será conveniente se
cotege este pfano con el que en esta ocasión remito a S. Magd. porque
en este último, está.n designadqs los fosos existentes y otros puntos
remarcables que para ebifar confusión se han omitido aquí.
Manila y jullio 12 de 1764.
Miguel Antonio Gómez. Rubricado.
Aparte: Explicación del plano de la plaza y ciudad, cuio recinto va
designado con puntos.
1

l. Baluarte de San Diego, ba­ 11. Postigo que corresponde al


tido en b�cha, y proyecto río.
de una cortadura que no fu. 12. Plataforma en porción <;ir-
bo efecto, por no aver útiles, cular.
fagina ni gente. 13. Otra segunda ydem.
2. Puerta real y revellí,t\ aban.. 14. Baluarte de Santa Bárbara.
donado. 15. Postigo que corresponde al
3'. Baluarte de San Andrés, don­ mar .
de ay un pequeño almazén 16. Baluart'e de San Miguel.
de pólvora. 17. Baluartillo de San Francisco.
4. Baluarte de San Lorenzo. 18. Baluartillo de San Juan.
5, Puerta del Parián y obrilla 19. Postigo de Pala<;io y pequ�­
exterio.r que la cubre. ña. cortaduría ·para su· de­
6. Baluarte de San Gabriel. fenza.
7. Baluartillo y puerfa de San­ 20. BaJuartillo de Santa Isabel.
to Do�ingo, 21. Puerta de Santa Lucía y pe­
8. Puerta de almazenes. queña cortadura para su de­
9. Baluartillo ydem. fenza.
10. Baluarte de San Francisco 22. Baluartillo de San Eugenio.
que corresponde a la fuerza. 23. Baluartillo de San Josseph.
464 M.ª LOURDES DÍAZ·TRECHUELO SPÍNOLA

24. Media lW1a abandonada. trán.


25. Capilla r:eal. 39. Beaterio de Santo Domingo.
26.. Conventq de monjas de San­ 40. Cassa de recogidas.
ta Oara. 41. Colleg10 de niñas de Santa
27. Realc::s almazenes. Isabel.
28. Quarteles ele ynfantería. 42. Convento d_c:: San Juan de
29. Hospital real. Dios, hospital.
30. Collegio real de San Phelipe. 43. Convento de San Augustín.
31. Collegio de Santo T:homás. 44. Convento de San Francisco.
Universidad . 45. Real collegio de niñ¡as de
32. Cassas de ayuntamiento. Santa Pottenciana.
33. Palacio real. 46. Convento de augustinos re­
34. Convento ele S a n t o Do­ coletos.
mingo. 47. Collegio de la Compañía,
35. Cassa de recogimiento de Universidad.
niñas huérganas. 48. Collegio de San Josseph.
36. Cathedral. 49. Beatterio de la Compañia.
37 Palacio arzobispal;_ SO. Real fundición Óe la ,artille-
38.. Collegio de San Juan de Le- ría arruinada.
l
2. Yglesia del Parían, parrochia de chinos a cargo de los dominicos.
3. Posiciones novísimas del Parían.
4. Resto del Parián o alcayzería de los chinos.
s. Yglesia que llaman de:: San Antón, administrada por clérigos.
6. Yglesia y parrochia de San Miguel, administrada por los padres
jesuytas.
7. Pueblo del mismo nombre.
8. Hospital de San Lázaro,
9. Yglesia, convento y parrochia de Dilao, ministerio de franciscanos.
10. Reducto de tierra y faginas construído para defenéler los puentes

.
señalados con las letras AB y pasa de:: estero C por donde los ene­
migos podían pasar a apoderarse del río Pasig, sobre que hicieron
grandes tentativas.
11.. Cassa de Balette, fortificada para resistir al enemigo, en caso de
pasar el estero de San Lázaro que después fué quemada.
12. Yglesia y convent'o de San Juan de Bagumbayán, quemada, perte•
neciente a los padres recoletos, cui.a sachristía ocupaban los britá-
nicos y después demolieron sus muros para dar esplanada a la plaza
por esta part�.
13. Cassa� de mampostéría que asimesmo
' ocupaban y demolieron des-
pués.
14. Yglesia y parrochia de Santiago, administrada por ·clérigos que
ocupaban 1os yngleses y demolieron después.
15. _Batería de seis morteros resguardada con dicha yglesia.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 465

16. Batería de ocho cañones de a veinte y quatro para batir en brecha.


17. Batería de tres cañones de a veinte y quatro para desmontar la
artillería de los flancos colaterales.
18. Batería de siete morteros, los tres de rnenor calibre dispararon y
los quafro de trece pulgadas estaban recervados.
19. Lugares atrincherados y defendidos con algunos cañones.
20. Principio de los pueblos de B�gonbayán y Santiago.

Explicación de la otra parte del río:

21. Ysla de San Andrés donde hay un hospital de combalecencia d;


San Juan de Dios.
22. Yglesia y parrochia de Santa Cruz, ministerio de jesuitas.
23. Yglesia de San Jazinto..
24. Yglesia, convento y parrochia de Binondo, ministeriÓ de dominicos.
25. Torre fortísima de cantería bastante celebrada que domina a la
plaza y ciudadela.
26. Hospital de San Gabriel para curación de los chinos, administrado
• por _los dominicos.
27. Real Alcayzería de San Fernando, en que hauitan y hazen su co­
mercio los chinos gentiles que anualmente bienen con campanes.
28. Principio del pueblo de Tondo que se prolonga mucho' fuera del
marco, assí a la mano yz.quierda.
29. Principio de dos estacadas que forman· el canal c;le entrada de la
barra.
• Hay un duplicado dd plano y del texto, en el rnis'mo fondo.

Fig. 26 bis

A. Simancas, O. M., 3617 1765 M. y P. XIX-160

"Plano del estado en que se hallaban las fortificaciones de Manila


antes de emprenderse· las nuevas obras.

Explicacion:

l. Baluarte de san Diego.


2. Puerta Real.
3. Baluarte de san Andrés.
4. Baluarte de sn. Lorenzo.
5. Puerta del Parían.
6. Baluarte de sn. Gabriel.
114.• LOURDES DÍAZ·TRECHUELO SPÍNOLA

"' >
7. Puert'a de sto. Domingo,
8. Puerta de Almacenes.
9. Postigo de la Fuersa.
10." Postigo de Palacio.
11. Puerta de sta. Lucia.
Manila y agosto 6: de 1765:
Mig[ue]l Antonio Gomez. Rubricado.
En el dibujo: Escala de 600 varas castellanas.

Segunda parte:

A. Simancas, O. M. 3617 M. y P. XIX-161

Plano del estado e11 que se hallan las nuebas obras· de fortificaciorÍ
de la Plaza de Manila Capital de las Islas Philipinas, empezadas en
19 de febrero de 1765, a la conducta del Ingeniero ordinario dn. Miguel
Antonio Gomez.

Explicación: •
l. Bestigios de la Iglesia de Santiago demolida por los Yngleses d�
cuias rruinas se han ex;traido mas de ocho m,il cank>s y casi otra:;
tantas baras cubicas de piedra y cascaxo que se han empleado en
revestimiento de la nueba contraEscarpa.
2. Ruinas de la iglesia de San Juan de Bagumbaya que se han empe­
zado a extraer y se destinan para la continuacion del camino cu­
biert'o que va designado c�n puntos.
3, Puente de· Malosa Tapi-ado por los Ingleses y abierto aora para
comunicar con el fosso el estero de San Lasaro.
4. Camarines de madera cubiertos de teja pertenecientes a s. M. G.
demolidos.
S. Pequefí.a eclusa echa por los ingleses qu,itada aora por irse segando
el fosso.
6. Puentes proiectados para sobstit:'uir en lugar del continente de tierra
que existe para la entrada.
7. Puentes prouisionales de madera Y. palma brava Executados sobre
el fosso del Postigo del Palacio y a las del Hornabeque.
8. Otro ídem delante de la Puerta de sant'a Lucia.
9. Puentes proiectados delante de la Puerta Real en lugar de los con-
tinentes que existen.
10. Fortín que defiende el paso del Puent'e grande sobre el Rio Pasig.
1 l. Reducto con que se termina el camino cubierto de esta p( art Je.
12. Principio de la Estacada vieja que forma el C�nal de la Barrn y se
abanza al mar 800 toesas.
Manila y agosto 6 de 1765.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 467

Miguel Antonio Gomez. Rubricado.


En el dibujo: Escala de 600 baras castellanas.
• Los perfiles correspondientes se encuentran también en el A. de Simancas (M. Y P.
::XII-22, G. M'. 3617).

Fig. 28

B. C. M. Archivo de Planos 1766 M-m-12-43

Plano de la Ciudad, y Plaza de Manila Ca t-al de la Ysla de Luzon:


-con el Proyecto q'[u]e p[ar]a su mejor/ defensa propone a S. M. el
Th[enien]te G[enera]l y Comandante G[enera]l del Cuerpo de Ynge­
n[ier]os dn. Juan Martin Zermeño.

Explicacion :

1. Baluarte de Sn. Diego batido en Brecha, y Proyecto de una corta­


dura, que no tuvo·efecto.
2. Puerta R[ea J 1 y revellin abandonado.
3. Baluarte de Sn. Andrés en q[u] e ay un pequeño Almazen de
Polvqra.
4. Baluarte de Sn. Lorenzo.
S. Puerta del Parfan, y obrilla exterior que la cubre.
6. Baluarte de Sn. Gabriel.
7. Baluartillo de Sto. Domingo.
8. Puerfa de los Almacen,es.
9. Baluartillo.
10. Medio Baluarte de Sn. Ftan[cis]co que corresponde a la fuerza.
1L Postigo q[u]e corresponde al Rio.
12. Plataforma en porcion circular.
13. Otra Ydem.
14. Postigo q[u]e corresponde a la Marina.
15. Baluarte de Sta. Barbara.
16. Baluarte de Sn. Miguel.
17. Baluarte de Sn. Fran[cis]co.
18. Baluarte de Sn. Juan.
19. Postigo de Pa1acio Y. pequeña Cortadura.
20. Baluartillo de Sta. Ysabel.
21. Puerta de Sta. Lucia y pequeña cortadura.
22. Baluartillo de Sn. Eugenio.
23. Baluartillo de Sn. Joseph.
24. Reducto abanzado.
25. Capilla R [ea] l.
26. Combento de Sta. Clara.
4ó8 M.ª LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

27. lipspital Real.


28. Casas del Ayuntamiento.
29. Catedral.
30. Palacio Real.
31. Colegio R[ea]l de S. Phelipe.
32. Combento de Sto. Domingo.
33. Colegio de Sn. Juan de Letran.
34. Beaterio de Sto. Domingo.
35. Casa de Recogimiento de Huerfanos.
36. Casas de recojidas.
37. Colegio de Niñas de ta. Ysabel.
38. Comb [en]to de Sn. Juan de Dios.
39. Comb [en] to de Sn. Agustin.
40. Comb[en]fo de Sn. Fran[cis]co.
41. Colegio de Niñas de Sta. Potenciana.
42. Comb[en] to de Agustinos recoletos.
43. Casa Profesa de la Compañia.
44. R[ea]l Colegio de Sn. J[ose]ph.
45. Beaterio de la Compañia.
46. Fundicion de Artilleria.
47. Quarteles de Ynfant[eri] a arruinados.
48. Herreri.a del Rey.
49. Tinglados cubiertos de paja que sirven de Taller, y Parque. de
Artilleria.
SO. R [eale] s Almacenes.
Explicacion de los Ext'ramuros de la Plaza.

51. Fortin que defiende el paso del Pueñte .sobre el Rio Pasig.
52. Yglesia del Pari.an Parroquia de Chinos, a cargo de los Dominicos.
53. Posesiones nuev,as del Parian, construidas de mamposteria, perju­
diciales a la Plaza.
54. resto del Parian o Alcayzeria de los Chinos.
SS. Yglesia de- Sn. Ant[oni]o ayuda cle Parroquia administrada por
Oerigos.
56. Y glesia Parroquial de Sn. Miguel administrada por Jesuitas.
57. Poblacion del mismo nombre.
58. Hospital de Sn. Lazara.
59. Comb [en] to, y Parroquia ele. Dilao, administ'rada de Padres Fran-
[ciscano]s.
60. Reducto de tierra, y faginas, construido en defensa de los Puentes,
y Calzadas señalados con las letras A. B. C. y estero D. por donde
los enemigos en l,a ultima Guerra hicieron esfuerzo a pasar.
61. Casa de Balete fortificada pa[ra] en caso de pasar los enemigos al
estero de Sn. Lazara.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 469

62. Yglesia y Comb[en]to de BagQmbayan quemada, perteneciente a


los Padres Recoletos.
63. Casas de mampostería que ocuparon los enemigos.
64. Parroquia, Sn. Tiago, que ocuparon los Yngleses.
65. Bateria de seis Morteros q[u]e pusieron al abrigo de d[ic]'ha
Yglesia.
66. Bateria de ocho cañones de a veint� y quatro que batía en Brecha
la Plaza.
67. Bateria de tres cañones de a veinte y quatro pa[ra] desmontar
la Artilleria de los Flancos.
68. Otra Bateria de siete Morteros.
69. Puestos Atrincherados, y defendidos de algunos cañones.
70. Parte de los Pueblos de Bagumbayan, y Sn. Tiago.
71. Ysla de Sn. Andres donde ay un Hospifal de combalecencia de
Sn. Juan de Dios.
72. Parroquia de Sta. Cruz administrada de P[adr]es Jesuitas.
73. Yglesia de Sn. Jadnto.
74. Comb[en]to � Parroquia de Binondo, adminis[tra]da de P[adre]s
Dominicos.
77. R[ea]l Alcay:zeria, en q[u]e abitan, y hazen �u comercio los Chinos
Gentiles.
78. Parte del Pueblo de Tondo.

Explicacion del Proyecto.

l. 3. 4. Baluartes a quienes se d<:verán formar Parapet'os · de siete


varas de grueso, colocando tres cañones en cada Flanco, y dos
a tres en cada cara.
6. Baluarte q[u]e se estenderá según manifiesta el ];>royecto, con el
fin de q[u]e su Flanco derecho sea Capaz de tres cañones quedando
el Baluarte antiguo por Cavallero o Cortadura.
Para cubrir parte de l,as cortinas extraordinariam[en]te largas in­
termedias a los Balu[art]es 6 y 4, 4 y 3, 3 y 1, y tambien pa[ral
resguardar los Flancds de estos se formaran los pequeños Reve­
llines n.º 79 con Flancos capaces cada uno de tres cañones q'[u]e
serviran a la defensa de los mismo!i Baluartes.
Delante del Baluartillo o Torreon n.° 20 q[u]e promedia el Frente
de la Mar, se colocará una Luneta cc:m Flancos pa[ra] tres o qua­
t'ro cañones cada uno, cubriendo asi mismo el Torreon n.° 17 con
un Reducto, q [ u]e con d colateral n.° 24 ia' executado resultará
distribuida la defensa reciproce. en todo el gran frente.
80. Puei:ites de comunicacion a las obras exteriores y a la campaña.
81. Foso de Agua, que p[o]r medio de las compuertas n.° 82 puede
quedar lleno s[iem]pre q[u]e combenga en las bajas Mareas.
470 Jd.ª LOURDES DÍAZ·TRECHUELO SPÍNOLA

83. Camino cubierto, con Plazas ,de Armas y esplanada, que por el
Perfil se reconoce la altura, que deverA darsele, para que cubra
suficienteme.f1te el Muro.
84. Ynundacion que dej,a Yslado �1 cam[in]o cub[ier]to y esplanada,
haciendo mas dificil al sitiador el Ataque.
85. Comunicacion a cubierto, pa[ra] el Puente y Fortín nurn,. 51.
Nota l.ª Si con los esteros y Aguas que se riegan los Arrozales
se reconociese facilidad par.a inundar el terreno, podrán hacerse las
compuertas que se juzguen precisas pa[ra] practicarlo en los casos de
necesidad.
Nota 2.ª La parte del pueblo de Bagombayan con los edificios de
los nums. 62, 63, y 64 serA conveniente se arruinen, dejando limpio el
terreno intermedio, entre la Plaza, y la linea de puntos n.º 86.
Nota 3.ª El Barrio del Parían en que se comprehenden los nums.
52, 53, y 54 sin disputa es perjudicial a la Plaza, pero atendiendo a q(u]e
en el está establecido el mayor valor de propios que tiene la ciudad,
podra arbitriarse, en defect'o de no arruinarlo, el que no se permita su
aumento, y que en el caso preciso se fortifique provisionalmente de
tierra, la orilla del estero hasta unir con el n.º 55 Yglesia de Sn. Ant.P y
con la Calz,ada que circuye la Plaza impidiendose asi mismo el aumenfo
del Barrio n.º 57 y por esta parte hasta la distancia lo que menos de mil
vafas todo caserio.
Nota 4.ª La R[ea] 1 Alcayzeria si domina a la Fuerza o Castillo
será combeniente rebajarla y lo mismo la Torre n.º 75 donde con Arti­
lleria se puede inquietar la Plaza.
Madrid a 10 de Octubre d e1766.
Juan Martin Zermeño. Rubricado.
En el plano: Canal de la Barra.
Debajo de la firma hay una nota que dice: Nota bene./Este proyecto
fue aprobado por S. M. en 18 de Noviembre_ de 1766; segun aparece
de -un oficio de D. Feliciano Marquez de 20 de Miayo de 1768". �glesia.
Rubricado.
• La fig. 27 es una copia, con la misma leyenda, añadiendo "Manila r.0 de abril
de 1840./Es copia./Luis Angel Garcia (Rubricado)". B. C. M. M-m-9-29. La ,fig. 27 bis es
un duplicado del original de Cermeño existente en el Archivo de Sirnancas, M. y P. IX-62,
exactamente igual aÍ de la fig. 28, pero en perfecto estado de conservación:

Fig. 29

B. C. M. Archivo de Planos 1766 M-m-16-33

Perfiles del Proyecto de la Plaza de Manila.


ARQUITECTURA ESPdOLA EN FILIPINAS 471

Corresponde a el plano/original de Zermeño.


Perfil Cortado por la linea E. F.
Linea del nivel de las mas al tas mareas de la conjuncion.
Linea de las bajas mareas escoradas y Plano del foso.
Perfil cortado por la linea G. H.
Varas Castellanas.

Figs. 30, 31 y 32

B. C. M. Archivo de Planos 1767 M-m-16-1

Pri�ra hoja:

Margen izquierdo:

Proyecto para la puerta del Parian/Expl�cacion/A. B. Transifo o


pasage de la Puerta/C.Pequeñas quadras para retirar las/cargas bolumo­
sas que convenga detener /D. Nichos para los armei;.os/E. Quarto del
oficial de Guardia/F. Cuerpo de Guardia de los Soldados/G. G. etc. Ni­
chos para que se resguarde la gente al tiempo de pasar carruagcs/H.
Camara del Puente leuadizo doble/Y Senos del ten:aplen viejo que se
han de rnamposfear/J. Nuebos terraplenes sobre los quales se han de
acomodar quatro Cañones/K. escaleras para subir al Rampan./Nota/
Quelo designado de color Roxo son/las paredes existentes que se em­
plean/ y_ adaptan al nuebo proyecto. El color amarillo representa/los
que se han de 1hacer nuevam[ en] te. Manila/ y Agosto 6 de 1767./Mi­
g· [ ue] l Ant[oni]o Gomez. Rubricado.
En el plano: N.º l. / Escala de 10 Tuesas.

Segunda Hoja: En el pláno.

Fachada interior de la, Puerfa./Escala d� 12 Tuesas./1767=:Gomez'.

Tercera hoja: En el plano.

Fachada exterior de la Puerta/Escala de seis Tuesas. 1767=Gomez.

Fig. 35

A. G. l., Filipinas, 488. 1767 T. L., Filipinas, 51

Al margen: Plano del ,actual ,estado de la plaza de Manila y de sus


contornos y arrabales.

Explicación :
Jll.ª LOURDES DÍAZ•TRECHUELO SPÍNOLA
472

l. Real fuerza. truída.


25. Parrochia de la Hermita.
2 a 6. Pequeños baluartes de 26. Hornabeque de fagina di�
San Francisco, San Juan, ruído.
Santa Isiabel, San Eugenio 27. Real alcayzería de San Fer•
y San J oseph.
nando.
3. Reducto ant'iguo.
8. Baluarte de la fundición. 28. Parrochia, convento y gran
pueblo de Binando.
9. Especie de revellín.
29. Hospital de chinos.
10. Baluarte de San Andrés o
Carranza. 30. Collegio, parrochia y pueblo
de Santa Cruz.
11. Baluarte de San Lorenzo de
Dilao. 31. Parrochia de Quiapo.
12. Baluarte y puerta del Pa- 32. Convento y pa"rrochia de
rián. San Sebastián.
13. Obra qe Revez. 33. Convento, parrochia y pue•
14. Baluarte de San Gabriel. blo capital de la provincia de
15. Haluartillo y puerta de San­ Tondo.
to Dom,ingo, 34. Hospital e ysla de la conva•
16. Baluartillo y puert'a de al-· lecencia de San Juan de
mazenes. Dios.
17. Fortín. 35. Casa de Mayjalique.
18. Parrochia y convento del A. Puente de mampostería de
Parián. Maloza.
19. Capilla de San Antón, ayu­ B. Puente de mampostería de
da de parrochia. San Lázaro.
20. Convento y parrochia de C. Puen te de mampost'ería de
Dilao. Dilao.
21. Parrochia de San Miguel. D. Casa destruída de Balete.
22. Hospital de San Lázaro. ·
23. Convento arruinado de San E. Edificio destruído.
Juan de Bagumbaya. F. Repuesto de pólvora.
24. Parrochia de Santiago des- G. Cavallero arruynado.

Manila y septiemb� 30 de 1767.


�n Feliciano Márquez. Rubricado.
Dibujo:
Escala 500 varas.
* Acompañado de duplicado y de triplicado.

Fig. 36
1755 M-m•l6-28, 2.ª hoja
B. C, M. Archivo de Planos
cipal de Manila Capi /tal de
Pla�o del Fortin/tesforo del Puente prin
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 473

Phipilinas acompañado del pequeño Re/cinto que incluye Quarteles y


otras precisas ofi/cinas de que po r estar totalmente desp roveido y ex/
puesto aqualquier repentino insulto mando el pre/sente Capitan Gene ral
se fabrique de Cal y Can/to pa ra mayo r resguardo y seguridad de las
tro/pas de su defensa y seperficionó afines del año de/1755.
Explicacion :
A Puentecillo de Comunicacion con la Calza�a.
B Rastrillo p rimero del Recinto del fo rtín que cie-/rra su recinto
ahoras competente.
<C Alojamiento del Otficial de Guardia.
D Cuerpo de Guardia y Quarteles.
EE T rancito y paso comun debajo de la bobeda que/ sostiene el 1:e rra-
plen del Fo rtín.
-P Escale ra para subir a d[ic]ho terraplen.
G Entrada ,a el mismo terraplen.
H Postigo de comunicacion con �1 camino cubierto/de la Plaz,a.
1 Almacen de Polvora debajo de la Escalera.
K Rastrillo segundo de d[ic]ho recinto que abre el/paso al puente p rin-
cipal de est'a Ciudad.
KL Puente p rincipal de Manila que atraviesa el/ Rio de Pasig.
Siguense los dos aspectos.
Aspecto del frente del Fo rtín que mira a la/Calzada.
Aspecto del Copado sic del Fortín que mira a la/Barra.
Es copia/Ga rd� A. Rubricado.

Fig. 37

A. G. l., Filipinas, 486 1768 T. L. Filipinas, 52


Explicacion :
l. 2. 3. Antigua contr a Escarpa.
4. S. Parapeto del camino cubiert'o/ y surtida .
Obra nueva.
3. 96. Contra esca rpa del Fosso del Revellín.
7. 8. Aditamento del antiguo flanco 8. 9,
9. 10. 11. 12. Obra nueva acomodada a la Obra antigua de travez.
13. Parapeto inutil demolido.
14. Lo mismo.
15. 16. Obra antigua inutil.
A. Baluarte de S. Gabriel.
E. Baluar te de la Puerta del Pa rían.
C. Semi baluarte de Dilao.
Manila 30 de junio de 1768.
Dn. Feliciano Marquez. Rl!bricado.
114.• LOURDES DÍAZ•TRECHUELO SPÍNOLA
474
Fig. 38

1768 T. L, Filipinas, 53
A. O. l., Filipinas, 486

Perfil que pasa por la Linea P. Q.


Manila 30 de junio de 1768.
Dn. Feliciano Marquez. Rubricado.
Fig. 3 9

1 7 68 T. L., Filipinas, 5.f


A. O. l., Filipinas, 486

Perfil que pasa por la Linea R. S.


Manila 30 de junio de 1768.
Dn. Feliciano Marquez. Rubricado.

Fig. 40

1769 T. L., Filipinas, 55


A. O. l., Filipinas, 489
a de Manila.
Plano del nuevo Proyecto de la Plaz
Explicación.
l. 2. Obra antigua.
2. 3. Obra nueva.
4. Baluarte de Dilao.
S. Puerta del Parian.
6. Baluarfe de S. Gabriel.
Manila 31 de mayo de 1769 años.
Dn. Feliciano Mai:quez. Rubricado.

Fig. 41

1769 T. L., Filipinas, 56


A. O. l., Filip!nas, 489

Perfil que pasa por la Linea A. B.


Manila y mayo 31 de 1769.

Fig. 42

1769 T. L., Filipinas, 57


A. O. I ., Filipinas, 489

Perfil que pasa por la Linea C. D.


Manila y mayo 31 de 1769.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 475

Fig. 43

A. O. l., Filipinas, 925 1770 T. L., Filipinas, 59

Plano de una pordón de la plaza de Manila, que manifiesta en el


estado de plena marea las obras cimentadas desde l.º de enero de li'.70.
Explicación :
Obras de la plaza :
A. Baluarte d� San Andrés.
B. Plazas baxas.
C. Cuerpos de guardia y Puerta Real.
D. Tambores que la cubren.
E. Baluarte de San Diego.
F. Torreón antiguo.
G. Bóbeda inútil por falta de respiración y ser enterrada.
H. Fundión.
I. Baluartillo de San Joseph.
K. Baluartillo de San Eugenio.
L. Parte del terraplén aplicado al muro de este frente, a fines del año
pasado.
M. Vermas dispu�stas a precaver el defecto de cimientos que padece
el mismo muro.
N. Reducto igualmente defectuoso ,en ciniienfos a que se ha aplicado
un parapeto de tierra.
O. Luneta cuya parte se 'ha demolido para dar lugar a las excavacione5
del foso y cimientos de la nueva contraescarpa.
TORXZYU. Conúaescarpa viciosamente alineada y cimentada que se
executó de piedra labrada inmediatamente después de la última
guerra.
a. Colegio de San Joseph, cuya situación y proximidad a la nueva
puerta que deve establecerse en el centro de la cortina con la p: e•
cisión de aloxar una parte considerable de los defensores de la pla•
za, lo más cerca que sea posible a este frente, obligarán disponer'.o
para q uartel de oficiales y soldados.
b. Beaterio.
c. Qua.rtel de Artillería.
d. Parte de las casas demolidas en la última guerra.
e. Espacio antece'1entemente ocupado por los regulares de la Compañía.
f. C_asas del vecindario.
Obras del proyecto :
ghm. Revellín nuevo empezado en febrero de este año.
stpqrz. Contraescarpa cimentada desde l.º de enero.
s. Término de la obra cimentada a fines del año pasado, 1a que en éste
se ha elevado desde la retreta a la altura manifestada en lds perfiles.
UELO SPÍNOLA
M.-ª LOURDES DÍAZ-'.l'RECH
476
corregir provis ionalm ent'e
la
ado disp uesto a
1, 2, 3. Terra plén anticipnze del fusil que padec,e este frente. · ·
alca
desprop orción al de ne�sidad.
cutarse ,en caso
Es pal dó n pr o yectado _ p ara exe nal fo rrrµ1do el año
4.
13i. 14. 15. Glads provis
io
5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. que resultaron de la excavación de los fosos.
pasado de las tierras orregido sig uiend
o la dirección XY.
An gu l o e ntr a nte que se ha c
XZY. 1770.
M anila a l.º de julio de
lly:. Ru bri cado,
Dio nisi o . Ke
Parte de la bahí a .
Fig. 44

1771 T. L., Filipinas, 65


A. G. l., Filipinas, 925
uestr a las obr a�
la plaza de Ma nila, q ue dem
1

Plano de una porción de as desd� 15 de d


icie mb r e de 1770 ha sta
yec f o , exe c ut ad
,de su nuev o pr o
m. l.
15 de. j unio de 1771. Nú
Expli cac ió n :
Obras de la plaza :
l. Fuerza de Santiago . ncisco .
2. B aluar tillo de San F elipe, llamad o el d� San J ua n en el proyecto .
ra
S an P h
3. Baluiartillo de Isabel.
4. B aluartill o • d e S anta
uar til lo de S a n J oseph.
5. B al o.
7. B aluarte de Sa n Dineg d r és.
8. B aluarte de S an A
, út' il.
9. Reduct ill o a n ti gu o in
sta el plano y pro•
12, 13, 14, 15. R ec in to supuesto que rnanifie
10, 11,
yecto aprobado de S. M.
-Obras del proyecto : asta el c ordón.
ayán, elevado h
A. Revellín de Bagumb entado últimamente y levant'ado una vara
�im
B. Revellín de Dilao ,
sobre la re tre ta .
erminada.
.abcde. Co ntraesca rpa t en ta da úl timarnente y_ �levada una vara s obre
-fhilmn. Contraescarpa cim
la ret're ta. anchas se hall an
esta•
t a d o, c uy o p ilotage y_ pal pl
-C. Maleón pro yec
blecidos. uración efectiva
del recinto, si•
Lu net a s ada p tadas a la config
DEF. itu del proyecto .
guiendo el orden y espír cilit'ar el tr ánsit o p or
es te
il lo p r ovi s io n a l dispuesto para fa
g. Puentec
frente.
K. Puentes proyectados. tada que no pudo cimentarse en estos últi-
.opq. Co ntraescarpa proyec
.. - ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 477

mos seis meses, sirviendo provisionalII\ente la ant'igua defectuosa,


representada en los planos del año pasado.
rst. Otro tramo. de contraescarpa proyectada, cuya execución fue pre­
ciso diferir, hasta que la parte adya<.'ente al malecón tenga a lo
menos la alfara de la plena marea; � otro modo perjudicaría en
extremo a toda la obra la irrupción de las aguas detenidas actual,
mente· por la altura de las arenas que forman la margen X del río
Pasig.
v. Canal avierta para facilitar la introducción de materiales.
Manila, 15 <le junio de 1771.
Dionisio Kelly. Rubricado.
Río Pasig.
Señal de la viva plena marea. Parte de la bahía.
Escala de 500 varas.

Fig. 45

A. G. l., Filipinas, 925 1771 T. L., Filipinas, 69


Perfiles correspondientes al Plano n.º 1 de una porción de la Plaza
de Manila.
Perfil cortado por la Linea �­
Perfil cortado por la Linea IL.
Perfil cortado por la Linea MN.
Perfil cortado por la Linea OP.
Perfil cortadq por la Linea QR.
1

Fig. 46

A. G. l., Filipinas, 925 1771 T. L., Filipinas, 72


Al margen: Plano de la ciudad y plaza de Manila, capital de la isla
de Luzón, que demuestra las diferencias halladas entre su recinto efec­
tivo y el que manifiesta el plano aprobado de S. M. con las obras exte­
riores executadas en consecuencia de dicho plano y proyecto; y otras
provisionales que se proponen executar, en caso de un próximo rompi­
miento de guerra.
Explicación. Obras de la plaza :

l. Baluarte de San Diego. 5. Baluartillq y puerta' del Pa­
2. Puerta real. rián.
3. Baluarte de San Andrés. 6. Baluarte de San Gabriel.
4. Baluarte de Dilao o de San 7. Baluartillo y puert'a de San­
Lorenzo. to Domingo.

(Jr)
478 ?,!.• LOURDES DÍAZ•TRECHUELO SPÍNOLA

8. Puerta d� lqs almacenes. 29. Capilla de San Antonio.


9. Baluartillo d� los almacenes. 30. Yglesia de Dilao.
10. Fuerza de Santiago. 31. Hospital de San Lázaro
11. Baluarti11o de S. Francisco 32. Caserías de caña cubie�tas
12. Baluartillo de San Juan. de hoja de palma.
13. Puerta del postigo de palacio. 33. Puente de Dilao sobre el es­
14. Baluarti11o de Santa Isabel. tero de los arrozeros.
15. Puerta de Santa Lucía. 34. Puente de San Lázaro sobre
16. Baluarti11o de San Eugenio. tlichq estero.
17. BaJuartillo de San Joseph.
18, 19, 20, 21, 22, 23, 24, 25, 26. 35. Puent'e de Malosac sobre di-
Recinto supuesto que mani­ cho estero.
fiesta el plano aprobado por 36. Calzada.
S. M. 37. Arrabal de Santa Cruz.
27. Fortín que defiende el paso 38. Arrabal de Binondoc.
del puent'e sobre el rio Pa­ 39. R e a I alcayzería dominada.
sig. del castillo de Santiago, en
28. Arrabal del Parián, maltra­ que havitan y hacen su co­
tado por el terre111oto último. mercio los chinos gentiles.
Obras del proyecto:
A. Revellín del Parián.
B. Revellín de Dilao, elevado en los últimos seis meses hasta la altur&
de t'res varas y media sobre la retreta.
C. Revellín de Bagumbayán, elevado hasta el cordón.
DEF. Luneta y reductos proyectados.
G. Medfo baluarte proyectado.
a, b, c, d, e, f, g. Contraescarpa perfeccionada del todo, en los últimos;
seis Ill.eses.
h," i, 1, m, n. Malecón cimentado y contraescarpa que en el mismo tiem­
po se elevó hasta dos varas y media sobre la retreta.
o, p, q. Contraescarpa proyectada, que inmediatamente debe cimentarse
teníendo clavada ya part'e del correspondiente pilotage.
r. Malecón proyectado, que init1.ediatamente debe cimentarse.
s, t, u. Alineamiento de la co�traescarpa corregida.
x, .y. Alineamiento de la escarpa colateral, que se juzga conforme aI
espíritu del proyect'o, a vista qe la diferencia hallada en el terreno.
z. Situación de la colll.puerta correspondiente a la inundación.
w. Puentes proyectados.
Obras provisionales, que se proponen añadir en el caso de un rompi­
miento:
40. Plaza de armas atrincheradas, que· protege al frente adyacente al
río; supliendo al defect'o de flancos que padece.
41. Foso de cuy.a excavación resultará el pequeño glacis 42; que cubre
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN' FILIPINAS 479
¡
enteramente de la margen opue·sta a la robusta estacada colocada
en el mismo foso.
43. Estacada robusta duplicada en orden a impedir tanto en el alta
como en baxa marea el avance de qualesquiera disposición flotante
Q embarcaciones armadas del enemigo, conforme demuestran los
perfiles.
45. Foso ;x_ estacada cori:espcmdiente a la plaza de armas.
45. Comunicación por la puerta de Santo Domingo.
4ó. Terraplenes proyectados:
47. Plaza de armas, camino cubierto y glacis, que ordena el proyecto
aprobado de S. M.
Manila, 15 de diciembre de 1771.
Dionisia Kelly. R.ubricado.
En el dibujo: Río Pasig. Canal de la Barra. Señal de la viva plena
marea. Parte de la bahía. Estero de arroz-eros.
Dibujo:
Escala: 400 varas.
* Hay duplicado y triplicado, con variantes. En ellos figura esta nota: "Los duplicados
de las relaciones respectivas al año pasado pueden referirse a este plano". Están fechados
en I de julio de 1772.

Fig. 47

A. O. l., Filipinas, 918 1772 T. L., Filipinas, 78

Perfiles correspondientes a los frent'es de S. Gabriel, Dilao, Bagum­


bayan y la marina de la Plaza de Manila.
Perfil cortado por la linea S. T.
Linea del Nivel de las mas altas mareas del equinoxio.
Perfil cortado por la Íinea Q. R.
Linea del Ni�l qe las mas altas mareas de la conjuncion.
Linea de tas baxas mareas escoradas, y plano del foso.
Perfile cortado por la linea Q. R.
Linea del Nivel de las· mas altas mareas de la conjuncion.
Linea de las baxas mareas escoradas, y plano del foso.
Perfil cortado por la linea Y. L.
Linea del Nivel de las mas altas mareas de la conjuncion.
Perfil cortado por la linea G. H.
Linea del Nivel de las mas altas mareas de la conjuhcion.
A la derecha del plano: Linea del Nivel de las mas altas mareas
de la conjuncion.
Linea del Nivel q.e las mas altas mareas de la conjuncion.
A
•TRECliUELO SPÍNOL
M-ª LOURDES DÍAZ
480
Fig. 48
T. L. Filipinas, 77
s, 918 1772
A. G. I ., Filipina la
l fr ente ady
acente/al rio Pasig de
P erfiles cor respondie ntes a
Plaz a d e M anila .
Domingo.
Convento de/Sfo. a linea A. B. as plenas mar
eas
l
Perfil cortado por ordinaria. Linea del nivel de las viv
Viva plena marea
ordinari as .
Plan o del f oso .
a . .Oar a.
Convento de/ St la linea E". F. areas ordinar
ias.
Perfil cortado r Linea del nivel de las vivas plenas m
p o

Plena mare a
Plano del f oso. linea X. Z.
Perfil corta do por la vivas ple nas mareas ordi narias.
Linea del niv e l de las
rea viva ordinaria.
Nivel de la ba xa m a
Fig. 49
T. L., Filipin as, 68
177 1
s, 925
A. O. I ., Filipina la conj uncion ,
ltas ma reas de
de l niv el de las m as a
En el plano: Li nea
y plano del foso ,
mareas escoradas
Linea de las b aj as
Explicació n :
niobr a / de c;u
bir y baxar la
A. Malecon. m , qu e f acilifa la má a plica das u na
f r a y
B. Pequeña pla t e constará d e / viguetas encastradas
a o

Compuerta , qu area .
superar la plena m a del M a / lecon en ti empo:;
tras otra , / hasta ur r fir m ez
enados a aseg
a la
guas , media vara
C. Estrivos ord e suelen e ntumecer / y elevar las a
de avenida s, qu nea de la. plena
marea. a•
mas arriva de la / li M alecon, a dy a
1/ cente a la contr
adá en e l br a z o d el
D. Torrecilla sifo impedir todo tran / sito. u a ) de
esca rpa a. fin
de na / en el ag
mo la ve ( mad era eter da 1�
strado de urid a d de to
E. T a\>la zon encade grueso ; dispuesta / para la seg
tre s pulgadas acion es.
obra , y pa ra
precaver a las filtr bla zo n, encorporados sic en el
que s é c la v a la ta
F. D urmientes en
m aciso.
g. Esfacas. endi /dos entr
e los
h. Palplanchas. ad i llo y be t un, compreh
os de l r
o. Espacios macisad
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 481

sillares que componen el intrados del/ Malecon, a fin de precaver �


las filtraciones.
Manila 15 de junio de 1771.
Dionisia Kelly. Rubricado.

Fig. 50

A. G. l., Filipinas, 918 1771 T. L., Filipinas, 76

Plano, perfil x elevación de los Malecones proyectados en el foso


de la Plaza de Manila. N.° 4.
Explicacion :
A. Malecon.
B. Pequeña plataforma que facilita la ma/niobra d� subir y baxar la
compuerta/ que constará de viguetas encastradas y/ aplicadas una
tras otras hasta superar/ la plena marea.
C. Estrivos ordenados a ,asegurar la firme/ za del Malecon en tiempos
de avenida/ que suelen entumecer y elevar las a/guas media vara
mas arriba de la / linea de la plena marea.
D. Torrecilla situada en el brazo del Ma/lecon adyacente a la contra•
escarpa a/ fin de impedir �1 transito.
E. Tablazon encastrado de molave made/ra eterna en el agua de tres
pulgadas de grueso dispuesta para la s�gu/ ridad de toda la obra
y para precaver/ a las filtraciones. .
F. Durmientes en que se clava la tahla/zon incorpore.dos en el macizo.
g. Estacas.
h. Palplanchas encastradas.
o. Espacios macisados de ladrillo y betún/ cQrnprehendidos entre los
sillares que/ componen el intrados del Malecon a/ fin de precaver
a las filtraciones.
P. Vi gu etas de nueve pulgadas de espesor/ que por facilitar la mani­
obra suben/ o baxan succesivamente 'ha�ta per/ feccionar la cQm•
puerta en qualquier / altura que convenga.
Dion[isi]o Kelly. Rubricado.
En el plano: Linea del Nivel qe las mas alfas mareas del equinoxio.
Linea de las baxas mareas del equino:x:io.

Fig. 51

A. G. l., Filipinas, 918 1771 T. L., Filipinas, 76

Plano, perfil y elevacion de una porcion del Malecqn executado en


el foso de la Plaza de Mariila. N.° 4.
* La explicación es exactamente igual a la del plano anterior.
482 14,• LOURDES DiAZ-TRECHUELO SPfNoLA

M anila l.º de julio d� 1772.


Dion'[isi]o Kelly. Rubricado.

Fig. 52

A. O. I ., Filipinas, 925 1771 T. L., Filipinas,

Plano del Revellin situado en el frent'e de Bagumbayan.


Perfil cortado por l a linea AB.
Perfil Cort ado por la linea CD. / Escala del pl ano. / Escala de los
perfiles.
M a nila 15 de diciembre de 1771.
I)ion[isi]o Kelly. Rubricado.

Fig. 53

A. O. l., Filipinas, 918 177Z T. L., Filipinas, 73

Pl ano del Revellín situ ado en d frente de Bagumbay.an N.º l.


Perfil cort ado por la linea AB. - Perfil cortado por la linea CD.
M anila a Lº qe julio de 1772.
Dion[isi]o Kelly. Rubricado.

Fig. 54

A. O. I ., Filipinas, 925 1771 T. L., Filipinas, 67

Plano del Revelli¡¡. situ ado en el frente de Dil ao.


Perfil cortado por la linea AB. que demuestra el maciso x z, execut'ado
desde 15 de junio, hasta 15 de diciembre de 1771.
Escala del plano. Escala del perfil.
M anila 15 de diciembre de 1271.
Dion[isi]o Kelly. Rubricado.

Fig. 55

A. O. l., Filipinas, 918 1772 T. L. Filipinas, 74

Plano del Revellin situ ado en el frente de Dilao. N.° 2.


P�rfil cortado por la linea CD. Plena marea viva. Plena marea viva.
Perfil cortado por la línea A B.
Manila a l.° de Julio de 1772.
DioI11[isi]o Kelly. Rubricado.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 483

Plano del R�vellin situado en el frente de Dilao. N.º 2.


Perfil cortado por la linea A. B. Plena llla�ea viva. Plena marea viva.
Perfil cortado por la linea C. D.
Manila a l.º de Julio qe 1772.
Dion[isi]o Kelly. Rubrica4o.
Fig. 56

A. G. l., Filipinas, 918 1771-72 T. L. Filipinas, 75

Plano del Revellín sifüado en el frente del Parían. N.º 3.


Perfil cortado por la linea A B.
Perfil que demuestra la configuracion actual de la boveda y surtida.
Escala del Plano. Escala de los perfiles.
Manila 15 ·de diciembre de li71.
Dion[isi]o Kelly. Rubricado.

Plano del Revellin situado en el frente del Parian. N.• 3.


Perfil cortado por la linea A B.
Perfil que demuestra la configuracion actual de la bobeda y surtida.
Manila a l.º de Julio de 1772.
Dion[isi]o Kelly. Rubricado.

Fig. 57

B. C. M. Archivo de Planos 1773 K-m-9-46, 1;•


Plano del Revellín situadq en el frente del Parían. N.º l.
Perfil cortado por la linea A B.
Perfil cortado por la linea C D.
Perfil cortado por la linea E F.
Escala de los perfiles. Escala del plano.
Manila a l.º <le enero de 1773'.
Dion[isi]o Kelly. l{ubricado.

Fig. 58

B. C. M. Archivo de Planos . 1773 K-m-9-46, 3.ª


Plano del Revellin situado en el frente de Dilao. N.º 2.
Perfil cortado por la linea A B.
Perfil cortado por la linea C D.
Escala de los perfiles. Escala del planQ.
Manila a l.º de enero de 1773.
Dion[isi]o Kelly. Rubricado.

�-
484 M.ª LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

Fig. 59

B. C. M. Archivo de Planos 1773 K-m-9-46, s.&

Plano del Revellín situado en el frente de Bagumbayan. N.° 3.


Perfil cortado por la linea A B.
Perfil cort'ado por la linea C D.
Escala de los perfiles. Escala del plano.
Manila a l.° de enero de 1773.
Dion[isi]o Kelly. R.ubricado.

Fig. 60

B. C. M. Archivo de Planos 1773 K-m-9-39, v•

Plano de construccion de la Luneta (87) que ordena el proye,cto


aprobado de S. M. sobre la Ca-/pital del balvartillo de Sta. Ysabel, en
el fre ntede la Marina. N.º 4.
Manila a l.º de enero de 1773'.
Dion[isi]Q Kelly. R.ubricado.

Fig. 61

B. C. M. Archivo de Planos 1773 K-m-9-39, 2."

Plano de construccion de los Reductos proyectados en el frente de


la Marina, que demuestra la/disposicion adaptada a sus respectivos
cuerpos de Guardia, rampas, escaleras y comunicaciones. N.º S.
Explicacion :
A. Reducto proyectado sobre �1 halvartillo de/Sn. Joseph.
B. Ydi[e]m sobre e1 balvartillo de /Sn. Joseph.
l. Cuerpo de Guardia del Oficial.
2. Yd[e.]m de los Soldados.
3. Rampa y escalera.
4. Puerta que asegura la comunicacion y sirve de/muelle a las em-
barce.ciqnes.
Manila a l.º de enero de 1773.
DiÓn[isi]o Kelly. R.ubricado.

Fig. 62

A. O. l., Filipinas, 926 1776 · T. L. Filipinas, 87

Plano de los Reductos ultimam·ente cimentados en el frente de la


ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 485

marina, situados sobre los balvartillos/ de San Joseph y San Francisco


de la Plaza de Manila.
Perfil cortado por la linea A. B. C. D.
Manila a l.º de enerq de l7Z6.
Dion[isi]o Kelly. Rubricado.

Fig. 63

A. O. l., Filipinas, 687 1778 Planos de Filipinas, 17Z

Plano y Perfiles del estado en que se halla la obra de los parapetos del
Baluarte de San Diego, y/ del camino cubierto correspondiente a
e&ta parte.
Perfil cortado por la línea A.B.C.
Perfil cortado por la línea D.E..
Escala del plano/100 Varas Castellanas.
Manila 30 de noviembre de 1778.
Thomas Sanz. Rubricado.

Fig. 64

A. O. l., Filipinas, 687 1778 Planos de Filipinas, 173

Plano y Perfil del estado en que se halla el Reducto de Santiago, situ/ado


sobre el Baluartillo d� S. Francisco, en el frente de la marina.
Perfil cortado por la linea 1.2.3'.
Escala del Perfil, 30 Varas Castellanas.
Escala del Plano, 30 Varas Castellanas.
Manila, 30 de noviembre de 1778.
Thomas Sanz. Rubricado.

Fig. 65

A. O. I ., Filipinas, 927 1779 T. L., Filipinas, 94

Plano y Perfiles del frente de Bagumbayan, con las obras exceufadas


en él, arregladas al Prqyecto aprobado por S. M.
Explicacion :
A.L.L. Cara y flanco concluído.
A.B. Cara que ·se ha reedificado toda, desde la retre/te, por estar cons•
t!:!tída en falso.
P. Traversa concluída. .
O.R.S. Parte del camino cubierto, y explanada concluida.
O.G. Parte del camino cubierto, dos pies fuera de cimienfos.
486 11.• LOURDES DÍAZ·TRECHUELO SPÍNOLA

S.T. Parte del camino cubierto, que falta solo una hilada para concluir.
Q. Almacen de pólvora.
R. Portillo empezado a abrir para la Puerta Real.
V.V.V. Cara y flanco concluido sus parapetos.
En el dibujo. Escala del plano 300 Varas Castellanas.
Manila 30 de abril de 1Z79.
Thomas Sanz. R.ubricado.
Parte de la Baihia.
Perfil cortado por la linea C.D.E.
Perfil cortado por la linea F. H.;. K..
Perfil cortado por la linea M.N. Perfil cortado por la linea X.Z.
Escala de los perfiles 30 Varas Castellanas.

Fig. 66

A. O. l., Filipinas, 494 1779 T. L., Filipinas, 95


Plano y perfiles de las obras e:xecutadas en la fortificación dé esta Plaza
de Manila, según el proyecto aprobado pe>r S. M., desde e.l mes de
Maio hasta 30 de Nov iembre de 1779.
Explicación :
A. Baluarte de San Diego.
B. Baluarte de S. Andres.
C. Revellín de Dilao.
D: Revellín de puerta Real.
E. Reducto de S. Pedro.
F. Punto a donde llega la explanada concluida.
Q.. Punto hasta donde llega el parapeto concluidq sin explanada.
H. Pilas.
P. Puerta Real que se esta construiendo.
Q. Puerta Real vieja.
R. Explanadas de madera.
S. Explanadas de piedra dura de china.
T. Fundición.
V. Horno de fundicion.
X. Horno de i:efino.
Z. Garitas de piedra.
M. Torreón antiguo arruinado.
X. Rampa, escalera y muro nuevamente consfruídos.
O. Almacen de polvora.
Y. Dos camarines del flanco bajo nuevamente construidos.
Dos camarines ce>ns'truidos para defenza del revellin D.
Manila 30 de noviembre de 1779.
Thomas Sanz. R.ubricado.
ARQUITECTURA ESP.A&OLA EN FILIPINAS 487

En el dibujo. Perfil cortado por la linea 1.2.


Perfil cortado por la linea· K.Y.
Perfil cortado por la linea L.M.
Linea del nivel de las altas mareas de lá conjuncion.
Escala de los Perfiles 30 varas.

Fig. 67

A. G. l., Filipinas, 496 1780 T. L., Filipinas, 98

Plano y perfiles de las obras executadas de esta Plaza segun el Proyecto


aprobado/por S. M. y_ alguna de las provisionales, que para el ob­
jeto de la presente guerra ha/ mandado executar el Governador
y Capitán General de estas Yslas, desde el mes de/Diciembre proxi­
mo pasado hasta el fin de Abril de 1780. N.º l.
Explicadon.
A. Baluarte S. Lorenzo con los parapetos de tierra y fagina.
B. Reducto S. Pedro que tiene el texado cubierto provicionalmente
de Caña, Nipa y Madera.
C. Revellín de puerfa Real con su puente durmiente concluido.
D. Porcion de Par,apeto demolido para const'ruir dos cañoneras de don­
de sacara las defensas el revellin/antecedente.
E. Puerta Real con su puente durmiente levadizo y contrapeso/vease
el Plano n.º 2.
G. Continuacion del camino cubierto por la parte del mar y puert'a
del/ Parían.
H. Excavacion por donde debe correr la inundacion cuias tíerras / se
han aplicado a toda la obra del camino cubierto y se vá con/tinuan­
do con la idea de inundar interinamente el frente de Ba-/gum­
bayan por el est'ero I de San Lázaro, el qual trae sus aguas/ dos
pies mas elevadas que las del río Pasig, no separándose en / esta
urgente providencia de la nota primera del Proyecto.
J. Distancia que coge la colocacion de la estacada.
K. Comunes.
L. Calzada.
Manila á l.º de Mayo de 1780.
Josef Belestá. Rubricado.
En el dibujo: Perfil cortado por la linea 1.2 .
Perfil cortado por la linea 3.4.
Perfil cortado por la linea 5.6.
Perfil cortado por la Ti.nea 9.10.
Perfil cort'ado por la linea 7.8.
Perfil cortado por la linea 11.12.
Perfil cortado por la linea 13.14.
ECHUELO SPÍNOLA
:M.-" LOURD$5 DÍAZ·TR
488
nea· 15.16.
Perfil cortado por la li ras.
Escala del PlanQ: 300 Va Varas.
SO
Escala de los Perfiles:
Fig. 68

1780 T. l., Filipinas, 99'


A. O. l., Fili pinas, 496
a pordoti
s y ele va nes de la Puerta Real nueva, con un
Plano, perfile cio
on. N.º 2.
del pue nte de comunicaci
Explicaci on.
para el Oficial.
A. Cuerpo de guardia
B. Porticos.
C. Bobeda de paso. ara la Tropa.
D. Cuerpo de guardia p der a la muralla.
a asc e del
E. Escaleras pa para cubrir la bobeda/ G ado
r n

p rci de mu r o que se avanzó dem asi


F. Una sa/ del
va mui descubierta á cau
o on
contrapes o, la qual queda en el perfil cor/fado por 1.2.3. se marca
talú que tiene la corti a ndo perfil/de esta porcion de muro avan•
n

de -pu nto s, seg u


con linea
z ado.
ion conclui do .
H. Puente de comunicac1780.
Man ila á l.º de Maio de cado.
J osef Belestá. Rubrique pasa por la linea 7.8.
En el dibujo: Elevació n
a por la linea 1.2.3.
Perfil y elevaci on que pas por la linea 4.5.6.
a
Perfil y elevación que pas
a del Pla 20 Va ras .
Escal no
ras.
file s 15 Va
Escala de los Per
Fig 69

1780 T. L., Filipinas, 100


A. O. l., Filipinas, 496

Mitad de la izquierda.
licacion.
a, Real antigua N.º 3. /Exp
Plano y perfil de la puert
A. Piso de la mira alta.
n el texado.
B. Pilarotes que sobstiene cion con el bal uarte imediato de S. An dres.
la c mu ica
C. Puerta pa ra o n
para la salida al foso�
P. Puerta del piso inferior
E. Puerta de la calle.
F. Venta�as.
G. Tablado para la Tropa.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 489

H. Escalera para subir al piso superior.


. .
Perfil cort,ado por la linea 1 2

.Mitad de la derecha.

Plano, perfil y elevacion del estado en que se halla la misma pu�rta Real
antigua reducida/ á un almacen aprueba, que se est'á executando
para el resguardo de algunas municiones, y desean/za de tropas en
el caso de ser amenazada esta Plaza.
Expli<:acion.
A . Plano de la puerta, que no necesita de mayor explicacion, atendiendc,
al perfil y elevacion.
B. Plano de unos comunes execut. ados dentro del revestimiento interior
de la cortin,a situados sobre un conducto que/ atravi<esa el Colegio
frontero de S. J osef.
Manila y Maio á l.º de 1780.
J osef Belestá. Rubricado.
Perfil cortado por la linea i.2. Elevación que pasa sobre la linea 3.4.
:Perfil cortado por la linea 5.6.

Fig. 70

.A. G. l., Filipinas, 927 1781. T. L., Filipinas, 109

':Plano, Perfiles, y Elevasion, de un Almacen á prueva, executado, ( en el


trnmo que ocupava la Puerta Real antigua, situada en la Cortina
de el /frente de Bagumbayan) con el fin de resguardar algunas
Municiones, 6 aloxar algunas Tropas, en el ca·so de hallarse ame­
nazada esta Plaza. N.° 4.
:Explicacion.
A. Plano del Almacen,
B. Plano de vnqs Comunes situados en el revestimiento/ inferior de
esta Cortina sobre un Conducto que/ atravieza el Colegio frontero
de Sn. J osef.
En el dibujo: Corresp[on]de a la Rep[resentaci]on n.° 439.
Perfil, y Elevasion que pasa por la linea 1.2.3.
Perfil cortado por· la linea 4.5.
Perfil cortado por la linea 6.7.
Escala del Plano y Perfiles 20 Varas.
Manila á 30 de Abril de 1781.
íhomas &mz. Rubricado.
111.• LOURDES DÍAZ·TRECHUELO SPÍNOLA
490
Fig. 71

1781 T. L., Filipinas, 1o¾


A. 0.1., Filipinas, 927
Real Nueva, construida en
Plano, Per files, y Elevacione s de la Puerta Bagumbayan.
la medianía de la Cortina d� el fr ent e de
Explic acion.
A. A bitacion del Comandante.
B. Ydem para la Tropa.
C. Bobeda de p aso.
D. Ydem para mayor desaogo.
E. Escal eras para subir a la Muralla .
cub rir/l a Bobeda G. que con-
F. Porcion de muro que s e avanzó par a
tiene el Contrapeso la/ qual quedaba mu y descubierta ac aus a de el/
l C r i na en elj Perfil cortado por
demasiado tal u sic qu� ti ene a o t
do de dicho muro.
1.2.3. s e marca con li nea de puntos el avan za
H. Puente de co municacion .
Corresp[ on ]de a la Rep[ r�sentacio ] n n.º 439.
Escala del Plano, 20 Varas.
Escala de los Per files, 15 Varas.
Manila a 30 de Abril de 1781.
Thomas Sanz. Rubricado.
En el dibujo: N.º 2.
Elevasion que pas a po r la linea 7.8.
r los III. y gouernan do es tas
Reynando en las Españ,as/la M. G. de Ca
r gas./Año de 1780.
Islas el M. Y. S r./Dn. Joseph Basco y Va
.
Perfil y elevasion que pas a po r la li nea 1.2.3
y El v sio n q u e pas a po r l a linea 4.5.6.
Perfil e a

Fig. 73

1781 M-m-16-38
B. C. M. Archivo de Planos

de la puerta R eal.
Plano, y perfile s de las bobedas de l a e ntrada -
Perfil cortado por 7 y 8.
Perfil c ortado por 3.4.
Per fil cortado por 5.6.
Elevacion que pas a por 3.4. � ..
Per fil cortado por 1.2.
Escala del Pla no 20 Varas. •' '.
1781. San z. Rubricado.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 491

Figs. 74 y 75

A. O. l., Filipinas, 9Z7 1781 T. L., Filipinas, 110

Plano, perfiles y elevacion de la puerta y bobedas construidas en Sant'�


Lucia.
Perfil cortado por la linea 1, 2, 3.
N.º 5.
D.O.M.
Carolo III Hispaniarum, et Indiarum Rege sapiente, civitatis bono, et
ornamento portam fieri curavit Josephus Basco, et' Vargas Philip­
pinis prefectus. Anno MIX:::cLXXXI.
Elevacion de la puerta.
Se repite en la lápida el texto latino copiado anteriormente.
Explicacion.

A. Bobedas de arista, de paso. E. Lugares comunes.


B. Cuerpo de guardia para la F. Armeros.
tropa. G. Ahugeros para colocar un
c. Cuerpo de guardia para el molinete qe quita y pon, parn
oficial. levantar el puent'e levadizo.
D. Repuesto para polvora. H. Puente levadizo.

Manila a 30 de abril de 1781. Thomas Sanz. �ubricado.


Corresponde a la repr.:sent'ación n.• 439.
Al dorso: N. $.

Fig. 76

B. C. M. · Archivo de Planos 1782 M-m-9-lZ

Plano, Perfiles ·y Elevaciones de la Puertil, y Cuerpo de Guardia del


Parían, proyectada y construida por el Theniente Coronel Dn. Tho­
mas / Sanz é Yngeniero e11 Segundo se principió en Marzo de 1782,
en fin de Mayo se hallava en donde ma7ifiesta/ el pajiso del plano,
se concluió totalmente el 12 de Junio del propio año.
Explicacion.
A. Bobedas de paso construidas de La/drillo á prueva de bomba batidas.
B. Cuerpos de guardia del oficial.
C. Ydem ele la Tropa.
D. Calaboso que en tiempo de guerra/puede servir de repuesto de
polvora.
E. Lugares comunes debajo de la escalera.
F. Escaleras.
M,ª LOURDES DÍAZ•TRECHUELO SPÍNOLA
492
flancos/ de la puerta para mejor
(;. Dos Tron e ras en los pequeños
de f,enza.
Fachada de la Puerta.
H. Ynscripcion puesta sob� la
En el dibwjo. Vista por la linea 5.6.
Perfil· cortado por la linea 3.4.
Perfil cortado por la línea 1.2.
Fac hada exterior d e la Puerta.
lnscripcion. D.O.M./Carolo III,
Hispaniarvrn et Indiarvm Rege Sa-
Pro ad erga Patt:iam Eximio
pient e/Porta a fvndamentis strvcta/
Mranilae D ecor em et Mvnime•
et Optimvm Patri Patre m Stvdio / as Philippinis Prefect'vs /
tvm / Avxit / Josephvs Basc o et Barg
Anno 1782.
Manila 12 de Junio de 1782.
Thomas Sanz.. Rubricado.
Fig. 77

1783 T. L., Filipinas, 119


A. G. l., Filipinas, 928
o surtida al camino cubierto,
Plano,. Perfile s y El evacion del Postigo de Manil�. N.° l.
y sus cuerpos de guardia d e la Plaza
Explicadon.
A. Bóbeda de paso.
B. Cuerpo d e guardia del oficial.
C. Cuerpo de guardia de la Tropa.
D. Arm ería.
E. Re puesto de polvora.
F. Lugares comunes.
G. Escalera para subir al muro.
pu ent.e
H. Pies derechos para el molin et e del
I. Puente levadizo.
ient e de madera.
L. Pilas de piedra y puente durm
M. Fachada exterior de la puerta.
Manila 31 de Mayo d e 1783.
Thomas Sanz. Rubricado. 1.2.
En el dibujo. Perfil cortado por la linea
P e rfil cortado por la linea 3.4.5.
El·evacion .que pasa por l,a linea 6.7.
Fig. 78

1781 T. L., Filipinas, 106


A. G. l., Filipinas, 927
s executadas según el proyecto
Plano de la plaza de Manila con las obra 0. la repr esentación
n.° 439.
aprobado por- S. M. Correspondiente
ARQUITECTURA ESPAÑOLA :EN FILIPINAS 493

En la ciudad: Explicación: ,
A. Camino cubierto concluído con traversas, plazas de arm�s, surtidas
·B. y toda la. estacada.
Puerta de Santa Lucía, concluída con sus bóbedas de paso, y cuer-
pos de guardia.
C. Fuerza real conchúda con sus cuerpos de guardia y puentes.
D. Almacén executado en donde estava la puerta real antigua.
.E. Baluarte de Dilao,· que se han 'hecho los parapetos de tierra y fagina.
F. Batería de tepes para flanquear el muro inferior del río y cubrir. la
puerta de Santo Domingo.
C. Almacén de pólvora compuesto.
H. Explanada perfeccionada.
XZ. Parte de la inundación concluída a excepción del muro para sos-
tener las tierras.
X. Muro del testero principiado y con t'res hiladas.
Fuera de la ciudad: Parte del río Pasig / Parte de 1a bahía.
Manila, a 30 de abril de 1781.
Thomas Sanz. R.ubricado.
'Dibujo:
:Escala de 600 varas.
Fig. 79
f
.A. G. l., Filipinas, 927 1781 T. L., Filipinas, 114
Perfiles cor:respóndientes al Ple.no N.º l.
-Perfil cortado por la linea 1.2.
Perfil cortado por la linea 5.6.
Perfil cortado por la linea 3.4.
Es-cala de SO va.ras.
Thomas Sanz. R.ubricado.

Fig. 80
A. G.I., Filipinas, 927 1781 T. L., Filipinas, 111
-Plano y perfil del Reducto de Santiago, concluido. N.º 6.
"Explicación.
A. Cuerpo de guardia para Oficial.
·B. Y<l[e]m para la Tropa
.
C. Rampa para la subida del terraplén.
D. Escalera para el propio fin.
·E. Desaguadero del Revellin.
P. Repuesfos para polvora.
iG. Escaleras para banqueta, paraq[u]e tenga/ mas capacidad el terra­
plen.

,(32)
CHUELO SPÍNOLA
114,ª LOURDJ:S DiAz-TRE
494
1781.
Manila á 30 de Abri l de
Thomas Sanz. Rubricado. 9.
sent aci] on n.º 43
Cori:esp[ on]de a l a rep[re a 1.2 .3.
cort ado por la ine
l
En el dibujo: Perfil

Fig. 81

1781 T. L., Filipinas, 11:?


),.. O. l., Filipinas, 927
l do. N.º 7.
an Pedro c o nc uí
Plano ,y perfil del Reducto ele S
Explicación.
r a ofic ial.
A. Cuerpo de guardi a pa
pa.
B. Yd[e]tn para l a Tr ida del terraplen.
o

C. Rampa pa,[ra] la subpio fin.


D. Escalera par a el provellin.
E. J;)esa guadero del Reor a.
F. Repuest os para polv nquetas , pare.que/ teng a mas capacidad el te-
G. Escaleras pa[ra] ba
rraplen.
1781.
M anila a 30 ade Abril de
resenfac i]on n.º 439.
Corresp[on] de a la rep[
·fhotnas Sanz. Rubricado.
Fig. 82

1781 T. L. Filipinas lOS


A. O. l., Filipinas, 927
l fr,ente de Bagu
mba­
rci o n de l Rev e llin sit uado en e
Pl,an o de Vna p o
tadas. N.• 3.
obras nuevatnente execu
y an para m anifestar las
Explic acion .
l oficial.
A. Cuerpo de guardia de
B. Ydem de l a Tr o pa .
ora.
C.· Rept1esto para polvla abertura del terrap len p ara el paso.
D. Mur o que r evis te
a ci on para el c
uerpo de la Plaza .
E. Puente de comunicas exteTiores.
F. Ydem p ara las obr
G. Salida de las aguas. <l,e 1781.
Manila a 30 de Abril ado.
Thomas S anz. Rubricepres[enfaci]on n.º 439.
Corresp[ on]de a l a r a A. B.
Perfil corta�o por la li ne
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 495

Fig. 83

A. O. l., Filipinas, 927 1785 T. L. Filipinas, 125

Plano, y perfiles de la nueva Compuerta en· mayor escala que ma­


nifiesta su situacion, y disposicion.
Explicacipn :
A. Plaza de Armas frente del Revellín/ de la Puert,a del Parían.
B. Camino cubierto.
C. Fortín.
D. Bobeda de piedra de la Compuerta nueva.
E. Tablones que cierran la Compuerta,/ situados en donde manifiest'a
el perfil,/ ocultos del c.añon de la campaña.
F. Gasa para el guarda de la compuerta,/ y cubrir las maderas de la
intemperie.
G. Muro const'ruido para sugetar el Rio, y que dirija sus aguas a la
compuerta sin derrumbar las tierra�.
H. Esc,alera.
L. Cont'rafoso.
M. Pretil para preserv�r la gente de caer en el contrafoso, y se deve
quitar en tiempo de guerra.

En el plano:
Perfil co_rtado por la linea 1.2.
Perfil cortado por la linea 3'.4.
ManiJa y MayQ 31. de 1785.
Thom:as Sanz. R.ubricado.

Fig. 84

A. O. l., Filipinas, 929 · 1785 T. L. Filipinas, 126

Plano y perfiles del puente sobre el co�trafoso, frente Puerta Real.


Perfil corfado por la linea 3.4.
Manila y mayo a 31 de· 1785.
Perfil cortado por la linea 1.2.
Tlhomas Sanz. Rubricado.

Fig. 85

A. O. l., Filipinas, 9Z8 1783 T. L. Filipinas, 120

En cabeza: Plano que manifiesta las obras executadas en la plaza


de Manila en el año de 1783 y antecedentes.
SPÍNOLA
fAZ-TRECilUELO
:M-ª LOURDES D
496
licaci:ón :
Al margen: Exp
S an Diego.
A. Baluarte de S an Andr és.
B. B aluarte de
an Lo renzo.
C. Baluarte de S an Gabriel.
S
D. Baluarte d e
E.. Contrafoso. utado en 1783'.
trafoso exec
FG. Parte del con n demolidas.
Casas de l Paría ontrafoso , parte de ell a cim entado.
del c
L. Ultim a línea rían.
M. Pue rta d el Pa
N. Puerta Real. te en 1783.
nta Lucía.
O. Puerta de S autado con cuerpos d e guardia y puen de las obras.
P. Postigo exec do p ara mudar e l estero y apartarlo .
royecta r.
Q. Canal p que de nada sirve y se ha de demole
R. Pu en te

l r ío Pasig
Parte de la bahí a.
ad: P arte de
Fuera de la ciud
En la ciudad: N.º
2.
de 1783.'
Manil a 3'1 de may o cado.
ubri
Thomás S anz. R
Dib uj o :
Escala de 500 varas.
Fig. 86
21
T. L. Filipinas, 1
928 1783
A. G. I ., Filipinas,

N.° 3.° r la linea 1.2.


Perfil corta do po la l inea 3.4.
Perfil cortado rp o
la linea 5.6.
Perfil cortado por
la linea 7.8.
Perfil corta do por
p r la linea 9.10.
Perfil cortado o
de 1783.
Manila 31 de Maio cado.
Thomas Sanz. Rubri
Ftg. 87
boja
K-m-9-«, l."
de Planos · 1184
B. C. M. Archivo la s
ion de toda s
M ani la , con l a exp licac ro-
Plaza d e ladas al P
Plano gen eral de la tado en sus fortificaciones, arreg
execu
obras, que s e �an 1784.
, des de el año de 1779, hasta el de
yecto
AR�Ul'rECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 497

Explicacion. N.° l.°

A. Baluarte de Santiago, se ha executado desde la mitad de sus muro.s�


hasta su entera conclusion.
B. Postigo, se ha executado su fachadita ext'erior, y bobedas de cañon
aprueba de bomba, de piedra para paso, cu-/erpos de guardia, y
repuesto de polvora, escalera y rampa, con su puente de madera,
durmie�tes, y levadizo.
C. Puerta de Santa Lucia, se ha executado su fachada exterior, de
orden Toscano, con colunas, y bobedas de aris/ta, aprueba de bom­
ba, de piedra, para paso, cuerpos de guardia, repuestos de polvera,
y dos rampas.
D. Reducto de S. Pedro, se han executado sus parapetos, cuerpos de
guardia , escalera, y rampa, hast'a su remate.
E. Braluarte de Fundicion, sus parapetos aprueba, explanadas _de piedra
fuerte, y garita de piedra, y toda la/cara, que mira a la campaña.
F. Puerta Real, su fachada exterior, de orden Dorico, con pilastras,
bobedas de cañon, aprueba de bomba, de/ piedra, para paso, y
cuerpos de guardia, con dqs escaleras de caracol, interiores, para
subir a la muralla, y/ los dos puentes de comunicacion, durmientes,
y levadizo.
G. Almacen de bobeda de piedra, execufado en el hueco de la Puerta
Real antigua.
H. Baluarte de S.· Andrés, sus parapetos aprueba, terraplen, flanco
bajo, explanadas de piedra fuerte, y/ garita de piedra.
L. Parian nuevo.
M. Puerta del Parían se ha executado su fachada exterior, de orden
Dorico, con pilastras, bobedas,/ baídas, aprueba de bomba, de ladri­
llo, y piedra, para paso, cuerpos de guardia, y repuesto de/polvora,
con dos escaleras, para subir a la muralla.
N. Camino cubiert'o, se ha executado todo, con sus plazas de armas,
traverzas, y estacadas ..
O. Contrafoso executado todo, con s� cvmpuerta, para la recepcion, y
retencion de las aguas.
P. Cqmpuerta nueva, con su bobeda, y casa, par- a cubrir las maderas,
y havitacion/para el que la cuida.
Q. Puente ligero de madera, executado para facilit'ar el comercio de
la Plaza.
R. Fortin.
S. Río Pasig.

Manila a 31 de Mayo de 1784.


Thomas Sanz. Rubricado,
En el dibujo: Parte <le la Bahia.
498 11r1.• LOURDES DÍAZ•TRECHUELO SPÍNOLA

Fig. 88

B. C. M. Archivo de Planos 1784 K-tn-9-44, 2·ª hoja


. 11
Pe:r;fil correspondiente al Plano genera l de l a Plaza.
Perfil cortado por la linea 1.2.3.
Manil a y_ Mayo 3'1 de 1784.
Thomas Sanz Rubricado.

Fig. 89
1
A. O. l., Filipinas, 929 1785 T; L., Filipinas, 123

Título, en cabeza: Plano que manifies ta concluídas l as obra s exte•


riores de la pl aza de Manil a según el proyec to aprovado por S. M. en
el año de 1784 y parte de 85.
,
Al margen: Explicación :

Núm. l.
A. Baluar te de San Diego.
B. Revellín de Puerta Real.
C. Puente de madera sobre el conJrafoso p ara facilitar l a comunica-
ción, por esta puerta.
D. Baluarte de San Andr és.
E. Baluarte de San Lorenzo.
F. Puerta del Parían.
G. Baluarte de San Gabriel.
H. Contrafoso concluído.
I. Compuerta y bóbeda por donde entra el agua a dioho contrafoso.
J. Explanada del contrafoso.
K:. Calzada o camino firme que sin interrumpir la explanada, l a asegura
y tanbién el paso de la geute y ruedas.
L. Can al p royec tado al estero de San Láza ro para apartarlo del contra-
foso.
M. Puente que se <leve ,arruinar en el canal que se ha de abandonar.
N. Puente que existe y d-eve subsistir pai:a el tránsito por esta parte .

Manila y mayo á 31 de 1785.


Thomás Sanz. Rubricado.
En el dibujo: Río Pasig Río Pasig Parte de la bahía .
Dibujo:
Escala : 500 varas.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 49'J

Fig. 90

B. C. M. Archivo de Planos 1785 M-m-16-40, 5." hoja

Perfil correspondiente al Plano general de la Plaza.


Perfil cortado pQr la linea 1.2.3.
Manila y Mayo 31 de 1785.
Thomas Sanz R.ubricado.

Fig. 91

B. C. M. Archivo de Planos 1787 K-m-9-47, t: hoja

Plano del Baluarte de S: Gabriel, con la porcion añadida, segun el


Proyecto aprovado por S. M.
Explicacion:
A. Baluarte viejo.
B. Parte añadida.
C. Porcion del viejo, que há quedado enterrado.
D. Muro de ruinas, que sube desde abajo para cimiento/. del revesti-
miento del parapet'o.
E. Rampa nueva.
F. Escal�ra para abajar a la cortina que está mas baja.

Perfil cortado por la linea 1.2.


Manila 31. de Mayo de 1787.
Thomas Sanz. R.ubrlcado.

Fig. 92

·A. O. l., Estado, 47 1793 Planos de Filipinas, 185

Plano de 10. Plaza, y / contornos ge Manila,/capital de las Yslas


Phili/pinas, en el que se manifi/esta (!I proy_ecto de las / obras que
necesitan cons/truirse para ponerla en/ est'ado de defensa.
Explicacion:
;,¡, Fuerza de Sant'iago.
b, c, d. Baterias proyectadas para la defensa del / frente del Rio.
e. Doble Estacada.
S. S. Carbonera de las Reales Herrerias que de/ve demolerse para
hazer la subida a la Plata/forma c.
8. Hospital del R�y.
l. Baluarte de S. Gabri�I.
500 lll,ª LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

L. Fortín const'ruido a la entrada del Puente K.


N. Ba luarte de Dilao.
9. Poterna de Recoletos.
O. Estacada proyectada.
P. Baluarte de S. Andres.
10. Casamata.
:x:, y. Baterias proyectadas en la Yslia Combale/cencia.
s, t, u. Canal con su compuerta u, y dos recodos 11. y/ 12. para el
abrigo de las Lanchas cañoneras,/ y Obuceras.
r. Reducto.
13. Baluarte de la Fundicion, Q de S. Diego.
p, q. Pastel.
14. Baluarte de Sta. Lucia con su parapeto á bar/beta concluido et
dia 11 de Mayo del corrí/ente año.
15. Barra que actual mente cqnstruye d Consulado,/ por lo quial no
pueden entrar embarcaciones de gue/rra por no tener fondo sufi-
ciente.

Manila 12 de Mayo de 1793.


Gregorio Oavero. Rubricado.
En el plano:
Pueblo de Tondo.
Pueblo de Binondo.
Pueb lq de Tondo.
Pueblo de Binondo.
Bajo inundado por las miareas.
Pueblo de Quiapo.
Pueblo de Sta. Cruz.
Pueblo de Sfa. Cruz.
Ysla de Comba lecen,cia.
Pueblo de Sta. Cruz.
Pueblo de Sta. Cruz.
Pueblo de Binondo.
Pueblo de Binondo.
Rio Pasig.
Alcayzeria/ de S. Fernando.
Al dorso: Sacado de los papeles que vinieron del/ Ministerio de Estado.
Leg,ajo rotulado= 1796 -:- FilipinaS= / Preparativos de defensa de
aquella / Plaza, providencias tomadas para e l / efecto y plan.os que
acompañan.
• La fig. 93 es duplicado del plano anterior, y sus leyendas coinciden con la,s de
aquél, con leves variantes ortográficas. Lo reproducimos para mostrar el estado en que
se hallaba el frente del río, y ponerlo en .parangón con el proyecto de Clavero, que se
reproduce en la figura 92.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 501

Fig. 94
A. O. I ., Estado, 46 1796 T. L., Filipinas, 131
Al margen:
Plano de la plaza y contornos de Manila, capital de las yslas Filipinas,
en el que se manifiestan las obras proyectadas y execÜtadas con
motivo de los actuales preparativos de guerra.
Explicación :
A. Cara del baluarte de la fundicion.
l. Baluartillo de San Josef.
B. Baluartillo de San Eugenio.
B. B. Baluartillo de San Juan.
C. Baluartillo de San Francisco.
D. Fuerza de Santiago.
E. Semibaluarte a barbeta de San Francisco.
F. Baluartillo de las !--terrerías.
G. Bateria de Santo Domingo.
H. Baluarte de Dilaq.
I. Bat'eria d� Carlos IV.
J. Puerta d� Recoletos.
K. Puente <le Madera para pasar al revellín qel frente.
L. Cuerpo de guardia del misrn,o.
M. N. Cortina de puerta real.
O. Bateriia de San Gregorio.
P. Comunicacion del mismo.
Q. Cuerpo de guardia del mismo.
20. Bateria de la reyna.
21. Batería de San Luis.
22. Batería de San Fernando.
S. Bateria de San Rafael.
T. Baferia <le San Juan ele Dios.
V. Batería <le San Francisco Xavier.
X. Batería del Coronel.
23. Fuerza de San Antonio Abad.
24. Mu-elle provisional para el abrigo de las lanchas cañoneras en tiem­
po de bendabales.
25. Quarteles de caña y pipa para las tropas que deben opon,erse al
desembarco por la playa de Bagurn,bayan.
26. Quarteles de caña y nipa para las tropas que deben oponerse ai
desembarco por la playa de Bancusay.
27. Muelle provisional para el abrigo qe las lanchas cañoneras en tiempo
de bendabales.
Manila, 28 de junio de 1796.
Gregorio Clavero. Rubricado.
502 .M.ª LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

Fig. 95

B. C. M. Archivo de Planos 1796 M-m-12-48, i.- bofa


En el dibujo:
Perfil que pasa por la linea 8.9.
S. M. ap:r;ueva este Proyecto.
S[a]n Lorenzo 16 de diciembre de 1796.
Alvarez. Rubricado.
Fran[ cis ]co Sabat'ini. Rubricado.

Fig. 96

A. O. l., Filipinas, 217 1714 T. L., Filipinas, 19


Título, en cabeza: Ygnographía del castillo o c_iudadela de Sant'iago que
está a la entrada del río de la ciudad de Manila, delineada por el
sargento mayor don Juan de Ziscarra, yngeniero militar de su Ma­
gestad cathólica, a ynstancia del sa:r;gento mayor don Joseph de
Aguirre, castellano de dicha fortaleza, conforllle al estado que tiene
este año de 1714, las obras construídas y las que de nuevo neéessita
para mayor resguardo de los enemigos y comodidad de los amigQs
y defensores que la gúarnesen, lo qual se declara en consulta que
acompaña este dizeño.
Al margen: Declaración de los nombres :
A. Pue:r;ta y cuerpo de guardia principal.
B. Postigo de Nuestra Señora de la Soledad que mira al río.
C. Postigo de Sartta Efigenia que mira a la rivera def mar.
D. Bialuarte de San Miguel.
E. Baluarte de San Francisco.
F. Baluarte de Santa Bárbara.
Y. Plataforma que se demuestra con puntos y se propone para que
descubra los espacios que demuestran las letras KK.
G. Plataforma de la media naranja.
H. Plataforma de San Joseph que mira a la barra.
L. Surtidas para la. comunicación de las fortificaciones.
M. Cortinas de los muros de 1a pliaza unidas con los de est'a fortaleza.
N. La estrada encubierta y contra escarpa.
Explicación del perfil de abajo:
l. Plano superior de los quarteles.
2. Parapeto.
3. El ramparte o muralla.
5. Trqneras.
La figunl siguiente es el perfil o orthographía para la fábrica de
los nuevos quarteles o aloxam.ientos que se necessit'an.
Campo: Este foso de aguas y l,a contra escarpa d·e.lineada de puntos
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 503

que se demuestra sobre estas letras solisita d castellano su construción


por las razones que dará en consulta que acompañará este diseño.
El fQ so El puente El foso La falsa braga · Rastrillo
La falsa bra Calavoso Capilla Aloxamiento AlQxamiento
Alxiue Caballerisa Herrería Aloxamiento Aloxe.miento !fe
1a Ynfantería Cuerpo de guardia Guerta Poso Calavoso
Almagasén de pólvora Cassa de los castellanos.
Fuera del castillo: Quarteles de la Ynfantería donde está la Conta­
duría Capilla real Almazenes de víveres que de nuebo se an
fabricado Aquí sigue la ciudad de Manila . Alrnasenes reales que
fU magestad tiene mandado demoler para mexor defenza de este castillo
El río La canal del río ,La barra Frater Hisp. Sculps.
"Escala de cien baras cast'ellanas para medir la planta de la fQt.:•
talem".
Fig. 97
A. G. l., Filipinas, 918 1771 T. L., Filipinas, 70
Plano del Castillo de S. Tiago, que demuestra su estado actual, y la
necesidad de mejora que padece.
Explicación :
A. Plataforma de Sta. Barbara, cuyo recin/to termina �n la dificultosa
e irregular/ comunicacion con la falsa braga 1.2.
B. Baluarte de S. Miguel.
C. Medio balvarte de S. Francisco.
D. Plataforma baxa o falsa braga que comu/nica con lo interior del
Castillo por la ram/pa 3.4.5.6. pasando por la havitacion del/ C-aste­
llano, y_ cuyo muro, algo maltrata/do, se halla incorporado en 7
con el del/ recinto, 8.9.10.
E. Bobeda inservible por falta de respii:acion, cubierta de/ un segundo
cuerpo techado, que actualmente sirve de/almacep de polvora.
F. Puerta principal, cuerpo de guardia, y pequeño quartel.
G. Puerta del socorro.
H. Casa del Castellano.
I. Havitacion del Ayudante, y de algunos presos .
L. Edificio arruinado.
M. Afjive an:uinado.
N. H)errerias dependientes de los Reales Almacenes.
O. Camarines de caña cubiertos de hoja de palma destina/dos al res-
guardo de útiles pertenecientes a la Artillería.
P. Tinglado que actualmente sirve a la Cavallería.
R. Malecon cimentado.
Manila 15 de diciembre de 1771.
Dion [isi] o Kelly. R.ubricado.
* Hay otro plano con leves variantes, fechado a x.º de julio de 1772. En la mism;-,
carpeta.
504 M.ª LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

En el plano: Perfil cQrtado por la linea AB. / Linea del nivel de las vivas
plenas mareas ordinarias./ Nivel d� la baxa marea viva ordinaria.
Perfil •cortado por la linea CD./ Perfil cortado por la linea EF. /
Plena viva marea ordinaria. / Baxa marea ordinaria./ Río Pasig.
Fig. 98
A. O. l., Filipinas, 918 1771 T. L., Filipinas, 71
Plano del Castillo o fuerza de Santiago que demuestra la disposición
de mejora que se le propone adaptar.
Explicacion :
A. Plataforma de Sta. Barbara, sobre la/qual se propone establecer
otra, 1.2.3.4. / levantando el peque�o flanco 1.2. y / elevando al muro
2.3. que se incorpo/ra al antiguo levantado asimismo / hasta el nivel
de la cortina 5.6.
. BC. Balvarte de S. Miguel, y rr¡,edio ba/ lvarte de S. Francisco, cuyos-
para/petos se mejoran.
D. Plataforma baxa, o falsa braga que/ se propone alargar hasta cu­
brir la / puerta del socorro G., sirviendo esta / de comunicacion al
Castillo, y dis / poniendose otras, en el pequeño flan/co retirado,
con su puente levadiza / y escalera firme, 8.
E. Bobeda cubierta de un s�gundo cu/erpo techado, al rededor de la
qual/ se necesit,a excavar un pequeño/ foso, capaz de precaverla
de las hu/medades, y falta de transpiración/ que padece.
F. Puerta principal, cuerpo de guardia/ y pequeño quartel.
G. Casa del Castellano, parte de la qual / s� propone demoler, en orden
al estajblecimiento de los terraplenes.
I. Terraplenes proyectados.
M. Plaza de armas, camino cubierto/ y glacis, que ordena el proyecto
.a/probado de S. M.
Manila 15 de diciembre de 1771.
Dion [ isi] o Kelly. R.ubricado.
Escala de los perfil-es. Escala del plano.
En el plano: Perfil cortado por la linea EF. / Plena Viva marea ordi-
naria. baxa mar·ea ordinaria.
Perfil cortado por la linea GH./ Plena viva marea ordinaria.
Perfil cortado por la linea AB. / Linea del nivel de las vivas plenas
mareas ordinarias./ Nivel de la baxa marea viva ordinaria.
Perfil cortado por la linea OD.
Plena viva marea ordinaria.
Escala de los perfiles.
Escala del plano.
Río .Pasig.
• En la 'misma carpeta existe otro, fechado en 1.º de julio de 1772, con pequeña;
variantes.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN Fll.lPINAS 505

Fig. 99

A. O. l., Filipinas, 496 1780 T. L., Filipinas, 101

.Plano y perfil de un Al macen de polvora antiguo apoyado al t'errap1en


del bal uarte S[an]ta Barbara en la Fuerza de Santiago, que por
ca us a de las humedades que filtravan /dentro/de la bobeda, ocasio­
nadas por el dicho .terr aplen , que carga va sobre el muro del cos tado,
y t es tero, se hallaba abandom1,do, Y. con las ob¡as proyectadas qu e­
dará capaz d e recivir la polvora .
:Explicación :
.A. Porcion de terraplen del baluarte Sta. Barbara .
B. Excavacion para separar las ti·erras del muro y tes t'ero.
-C. Cuneta proyectada, y principiada p ara que se recoj an las aguas ,
y giren con libert ad.
D. Muro proyecta do p ara res is t_ir el terraplen A.
E. Es frivos que estaban enterrados , y s e des cubrieron en l a ex<:: avacion.
F. Porcion de terraplen de una plataformilla circular.
,C. Rampa p ara subir el Almacen, y plataformi ll a d[ic]ha.
H. Rampa para subir al baluarte de Sta. Barbara .
I. Dos lune tas preparadas con nuebas puertas dobles en rej ados men u­
dos de cobre, y porteras grue/ sas de madera machihembradas de
quitar y pon er.
J. Tercera lunefa del Almac�n dispuesta pa ra la entrada con igual
pr•ecaus ion.
·K. Nuevo respiradero con rexilla de cobre.
L. Mampos teria que se h a descubierto al ti�mpo de la excavacion y mJ
se s abe su oficio.
·M anila a Lº de Maio de 1700.
Jos ef Belesta. Rubricado.
En el dibujo:
N.° 4.
Perfil cortado por la linea M.N.

Fig. 100

A: O. l., Filipinas, 496 1781 T. L., Filipinas, 101

·plano y perfil de un Al macen de polvora antiguo apoyado al terraplen


del Baluarte Sta. Barb ara en la Fuerza de S antiago, que por c ausa
de las h umedades que filtraban / dent'ro de la bobeda ocasionadas
por el dicho terraplen que cargava sobre el muro d,el costado y tes­
tero se h allava abandonado, y con las obras executadas quedara
c apaz de recivir la polvora.
506 M,• LOURDES DÍAZ-TRECBUELO SPÍNOLA

Explicación :
A. Porcion del terraplen del Baluarte Sta. Barbara.
B. Muro executado para revestir el terraplen dicho.
C. Cuneta que recoge las aguas, y las ha,ce jirar con livertad.
D. Estrivos que estaban enterrados, y se descubrieron en la excavacion.
E. Porcion de terraplen de una plataformilla circular.
F. Rampa pai:a subir al Almacen, y plataformilla dicha.
G. Rampa para subir al Baluarte de Sfa. Barbara.
H. Dos Lunetas preparadas con nuevas puertas dobles en:rrejados me­
nudos de cobre, y porteras gruesas/ de madera machihembradas de
quitar y poner.
l. Tercera Luneta del Almacen dispuesta para la e11trada con igual
prec-aucion.
J. Nuevo respiradero con rejilla de cobre.
Manila á 30 de Abril de 1781.
Thomas Sanz. R.ubricado.
Corresp [ on] de a la Rep [ resentaci] on n.° 439.
Perfil cortado por la linea M.N.
N.° 8.
Fig. 104
A. O. I ., Filipinas, 421 1733 T. L., Filipinas, '27
Advertencia del ingeniero militar autor de esta planta. Que no bastando
la capacidad del solar donde se halla al presente_ la contaduria para
aloxar el numero propuesto de 696 soldados, se ha alárgado de
catorze brasas azia el castillo de Santiago, en la plaza de enfrente
la puerta de la <:;apilla Real. Thomas de Castro y Andrade. R.ubricado.
Oficial Oficial.
Planta de los quarteles para alojamiento de la infantería de Manila en
. numero de 696 soldados entre casados ·J solteros en el"primer cuerpo
del edificio.
Posos.
A. Puerta.
B. 4 Tabladillos para 120 camas de solteros de a 30 camas cada uno.
C. 4 Tablas para 48 camas.
Montan a 168 solteros aloxados.
180 viviendas· para casados.
168 sol teros referidos.
348 entre unos y otros.
348 en el �egundo cuerpo.
696 soldados en t'odo.
Escala de ochenta baras castellanas.
Oficial Oficial.
• Existe otro ejemplar correspondiente al legajo , 78 que no ofrece variante de interés.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 507

Fig. 105

A. G. l., Filipinas, 925 1773 T. L., Filipinas, 86

Plano del quartel c onstruido principalmente de materiales de demo­


licion, para al oxar el esquadron de dragones de Luzon.
Explicación :
A. Quadra capaz de una compañía de caballos, a cuyos pesebres se
han dado las dimensiones que manifiesta el plano, atendiendo a h
naturaleza del sacate fresco, de que se alimen"t'an_ los caballos.
B. Segunda y tercera idein.
C. Escalera que c onduce al segundo piso que contiene el repartimiento
adquado al resguardo de armas y utencill os, y el aloxamient o total
de los sargentos cavos y soldados de dicho esquadron.
D. Harigues que sostienen este edifici o, al uso del país.
E. Puertas de resguardo y comunicacion.
F. �arte del quartel del regimiento del Rey que sirve de cuerpo de
guardia de prevencion, y prisio n del quartel de dragones.
G. Caballerizas antiguas perjudiciales, aplicadas a la cortina de la
plaza, que se demolieron actualmente, a fin de aprovechar sus mate-
riales.
H. Capilla real.
I. Quartel del regimiento del Rey.
Manila a 28 de diciembre de ll]3.
Dio nisia Kelly. R.ubricado.

Fig. 106

A. G I ., Filipinas, 925 1774 T.L., Filipinas, 86

Pfano del quartel co nstruido principalmente de materiales de de­


molicion para aloxar, el esquadron de drag ones de Luz on.
Explicación :
A. Quadra capaz de una compañia de caballos, a cuyos pesebres se han
dado las dimensio ne� que manifü;sta el plano, atendiendo a la natu­
raleza del zacate fresco de que se alimentan los caball os.
B. Segunda y tercera ldem.
C. Escalera que co nduce al segundo piso, que· contiene el repartimiento
adequado al resguardo de armas y utensill os, y- el aloxamiento
total de los sargentos, cavos, y soldados de dicho esquadron.
D. Harigues que sostienen �ste edificio , al uso del pais.
E. Puertas. de resguardo y co municacion.
M.ª LOURDES DÍAZ•TRECHUELO SPÍNOLA

F. Parte del quartel del regi�ienfo del Rey, que sirve de cuerpo de
guardia de prevencion, y prision, del quartel de dragones.
O. Co:iínas, para cuyQ establecimiento, se cons-ervo una pequeña por,
don de las caballerizas antiguas,' ya demolidas, H. aplicadas a la
cortina de la plaza.
J. Comunes construidos sobre el conducto correspondientes a los del
quartel del regimiento del Rey:
M. Capilla Real.
Manila a l.º de julio de 1774. Diqnisio Kelly. Rubricado.
Varas.
Al dorso:
Plano remitido por el governador de Filipinas Don Simon de Anda
en su carta de 10 de junio de 1774. Numero 379 respectivo al nudbo
..quartel construido en aquella plaza, para el esquadron de dragones.

Fig. 107

,A. 0.1., Filipinas, 178 . 1733 T. L., Filipitt.as, 26

Ychnographia de Palacio, Audiencia y Contaduría de Manila, con


-advertencia que las quatro escaleras, corredores Y. oficinas de la Cont'a­
,<luria estan por fabricarse.
A. Puerta principal de Palacio. K. Thesoro.
B. La de la Real Audiencia. L. Tribunal de la Contaduría.
·C. Escalera dt Palacio. M. N. Oficios de hazienda.
D. La de la Audiencia. o. Facturia.
E. Descanso de dichas escaleras. P. Sueldo.
'F. Viviendas y oficinas de Pa-
lacio. Q. Contaduria q_e cuentas.
-G. La Real Audiencia y sus ofi­ R. Oficio de cuentas.
cinas. T. Balanzario.
H. La cochera. v. Retiro.
1. Escalera de la contaduria. s. Corredores de arcos y pilares.
Escala de cincuenta var.as castellanas.
• Existe otro ejemplar procedente del legajo 421 citado también por el señor Torres
Lanzas y sin variantes de interés.

Fig. 108

A. O. I ., Filipinas, 153 1747 Cosido a su expediente


Palacio, Audiencia y Contaduria. Manila.
'Palacio./Conta<lur[i]a /Audiencia.
Escaleras/ Las Cecretarias.
ARQUITECTURA ESPAfi'OLA EN FILIPINAS 5()()

Puerta de Pa/lacio. La Cochera.


Cocina. Necessa/rias. Sotea.
Puerta de la R[ea]l Aud:[ienci]a.
"Escala de treinta brazas Castellanas.

Fig, 109

A. G. I ., Filipinas, 590 • 1778 En el legajo


Palacio Real y Audiencia de Manila.
1 Puerfa principal dt Palacio. diencia.
2 Escalera de Palacio. 8
Sala de Audiencia y de acuer-
.3 Patio qe Palacio. dqs.
4 Puerta de entrada para subir 9 Capilla.
a la Audiencia. 10 Sachristia.
5, 5 Es.caleras para la Audien­ 11 Quarto de relatores.
da. 12 Escribania de camara.
'6Cayda o corredor de la Au­ 13 Ante oficina o corredor.
diencia. 14 Puerta de cochera.
7 Entrada a la sala de Au­
AI dorso:
Diseño de la sala de Audiencia al número 26.

Fig. no
A. G. l., Ultramar, 566 1793 T. L. Filipinas, 129
Plano, y proyecto de la casa, que se propone havilitar para carzel
,de corte.
Explicacion :
A. Zaguan. H. Patio con su pozo y pila de
13. Entrada a los calavozos de baño.
los hombres. l. Patio cubierto.
--C. Oalavozos de los mismos. L. Aljibe.
D. Capilla. M. Pilar para construir la cozi­
E. Calavozos de las mugeres. na del carzelero al nivel del
'F. Hueco de la escalera que su- entresuelo .
ve al piso principal, cur.os N. Lugar comun de las muge­
peldaños no se han delinea­ r�s.
do para que se vea bien la O. Lugar comun de los hom­
bovecla G que esta debajo del bres.
segundo t'ramo, y el calavozo P. Bobedas de la casa.
'C I que cae debajo die fa Q. Comunicacion de esta con el ·
meseta. Real Palacio.
'Palacio Real de Manila.

,(33)
114,• LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA
510

Nota:
la casa cubren los calavozos de
El piso pr incipal y entresuelo d� poca r esist•encia siendo temiblt
tiene n
los presos, y s obre s-er de mad era
que ve ifiqu en po r ell o s la fuga si no !le evita cqn providencias que
r vigilancia en el alcayde, y d emás
r
mantengan constantemente la mayo
encargados de su custodia. io Oavero. Rubricado.
Manila a 20 de junio de 1793 Gr egor
Pies var as.
Al dorso:
ila Do.n Agustín de Empar an
Vino con carta del regente de Man re de 94.
d e 9 de julio de 93, y re
civido en secretar ia �n � de septiemb
Fig. 111

1754 T. L. Filipinas, 36
A. O. l., Filipinas, 1008
cathedr al de Manila, cuyo
Diseño d e la planfa de la antigua yglesia se esta r eedificando otr a
d err ibo comenzó �l año e
d 1751; y_ sobre ella
nueva yglesia este d e 754.
+ Altares. D I Sa,chr istia.
N Lugar d� descans o.
A Nave mayor.
B Naves. colate rales. n n Escaler a par a los quartos
E Puerta mayor. d e arr iba.
F Puertas colaterales. f 3 f 4 & Sus puertas corr es•
C Capillas. pondientes.
p Pilastr as. c e c Casitas de sacr istanes.
L Viviend a de campaneros. d Camarin donde se guardan
O Campana r io.. trastos.
S Cu r ato de e spañ oles. r Pozo.
b Baptisterio. f 6 Puert'a que va a la calle.
f Puerta del curato. s s s Arcqs.
D 2 Sachr ist'ia del cur ato.
b 2 f 5 Sus puertas correspqn­ P Patiq.
qientes. P 2 Patio interior.
e At'rio de sachristia. v Ventanas.

Atlas fecit.
y cada palmo de
Escala de 12 brazas, cada braza de 8 palmos,
8 puntos. el
ados por el señor T-orres Lanzas bajo
• ¡Existen otros dos ejemplares, catalog curato
sin más variante que la de existir tres cruces en la cabecera del
número 34,
sigue el texto de la cartela pequeña "Mapa y diseño de la pi.anta
de españoles, y ser cO'mo
Corresponden
segun existio hasta el año de 1750".
de la Santa Yglesia Cathedral de Manila,
a este mismo legajo 1008 y al 292.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FIUPINAS 511

Flg. 112
A. O. l., Filipinas, 292 1753 T. L. Filipinas, 35
Mapa y diseño de 1-a planta de la Santa Yglesia Cathedral de Manila,
segun se va construyendo al present'e, aviendo comenzado el derribo
de la antigua a los principios de enero de 1251, y sigue aun su construe­
cion este de 1753' años.
+ Altares. D 2 Sachristia del dicho curato.
A Nave mayor. f 4, 5, 6, 7. Puertas correspon­
B. Naves colaterales. dientes al Bauptisterio.
C. Capillas. f 1 Puerta que entra al atrio de
E. Puerta mayor. . la sachristia.
F. Puertas colaterales. a E11trada a lós afrios.
CC. Choro. e Atrios de la sachristia.
G. Puerta de la sala capitular.
h. Escalera que sube a la sala D I Sachristia <k la iglesia.
capitular. f 3 Puerta que del atrio ent'ra a
H. Puerta que entra a la sala -la sachristia.
capit'ular. f 2 Puerta, que de la calle entra
L. Sala capitular. para ir a la sachristia.
O. Torre. m. Pequeño atrio.
p 1 Pilastras antiguas. N. Pieza de descanzo.
p 2 Pilastra,s nuevas. n Esoalera, que sube a las pie­
p 2 p Pilastras, que sustentan zas sobre la sachristia.
el simborrio. M. Sala del t'hesoro.
C Capilla nueva de San Pedro.
f 8 f 9 Puertas nuevas de la f Puertas correspondientes.
iglesia. u Bentanas.
S. Curato de españoles. g Gradería.
f 2 Su puerta. P. Patio.
Y. Arcos, que corresponden de R. Portico ideado por comodo.
la iglesia al curato. y ornato de la iglesia.
Escala de 12 brazas, cada braza de 8 palmos, y cada palmo de
8 puntos.
• Existen otros dos ejemplares, uno en el mismo legajo y otro en el legajo ,1008,
ambO'I citados por el señor Torres Lanzas bajo los números 37 y 35, respectivamente.
En el número 37 el texto de la cartelá pequeña es como sigue: "Diseño de la pliajnta de
esta nueva yglesia cathedral de Manila, cuya reedificacion empezo el año de 1751; y se
prosigue en el presente de 754". Al pie de la cartela grande se lee la firma "Atlas fccit".

Fig. 134
B. C. M. Archivo de Planos 1867 M-m-14-7
Cuerpo de Ingenieros d�l Ejercito./Filipinas./Comandancia d� Ma-
512 M,ª LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

nila./Manila./Plano Cortes y Vista/de la arruinada Yglesia de la Com­


pañia levantado para la formacion/del presupuesto de su demolicion/
por /El Teniente Coronel Comandante/D. Manuel Herbella/Año de 1867.
Vista de la Igl!;!sia por el frente de la plaza de Sta. Potenciana E. F.
Corte por A.B./Corte por C.D. Vista por la calle de Palacio.
Explioocion :
Exp,;esa la parte que ha de demolerse.
Ydem. lo que debe quedar.
Ydem lo derrivado por terremotos.
Muros que han de construirse, espre/ sados en el presupuesto.
En el plano de la iglesia:
Sacristia./ Presviterio/,Plano de la Yglesia/ Nave principal./Nave
lateral. Nave latei;al./Torre. Torr�.
Ingreso del Seminario.
Calle de Palacio.
Galeria.
Fig. 142

Maldonado de Puga, J. M.: "Religiosa Hospitalidad. .. "

Diseño del/ Adorno interior de nu/estra Yglesia del Conv[en] to/de


Manila./Solo demuestra un lado/ porq[ue] la predsion no ha premi/
tido se formase segun, q [ ue] el Arte/ la prespectiba demandaba ; bi/ en.
q{ue] entendido es semeJante/ el otro lado se presume penetre su Com­
puesto á un el/ menos discreto.

l. Puerta principal de la Yglesia.


2. Lienzo de la Aprobacion de la Religion/ q [ ue] esta al lado derecho
como se entra.
3. Puerta de la Torre del Coqv[en] to.
4. Lienzos de dos de los Nobissimos.
5. Lienzos d-[e] Sta. Catha[li]na y Sta. Teresa sobre/ pilastras.
6. Ventana q{ue] esta debajo del Coro parte/ del Convento.
-7. Lienzos de la vida de S. Ju[a]n B:[autis]ta/ sobre pilastras.
8. Corateral del mesmo Sto.
9. Lugar de Sta: Ysabe! Madre del Sto.
10. Puerta de gracias.
11. Lienzo donde se vé á N. Sto. P[adr]e Carg[a]do de Leña.
12. Lienzos d[ e] la Vida d[ e] S. Ant [ oni] o sobre pilastras.
13. Corateral del mesmo Sto. !1
14. Lugar del Sto. Angel Custodio.
15. Pulpito y forna voz .
16. Altar de S. J oseph.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FIUPINAS 513

17. Lados del Cruzero, y Lienzos de la Apari/cion d[e] N[uestr]a _


S[eñor]a de Guadal[up]e de Mex[i]co.
18. Basa del Arco toral.
19. Lados del Previterio y sus Ventanas.
20. Altar Mayor.
21. Puerta q[ue] entra a la anteSaduistia.
22. Puerta para subir el Corateral.
23. Gradas del presviterio, y 4c los Alta/res d[e] Dolores, y S. Joseph.
24. Arcós torales.
25. Lienzos de los Evangelistas,
26. Centro d[e] la media naranja o Simborrio.
27. Barandal de su Cornisa.
28. Arquería del Simborrio.
29. Su Ventaneria.
30. Cornixeria de las Bobedas.
31. Ventanas de las Bobedas.
32. Arcos de las Bobedas.
33. Barandal de las tribunas, y Coro.
34. Tabernaculo del Niño Jhs.
35. Lienzo del Calvario.
36. Ventanas del Coro.
37. Lienzo d� S. Phelipe Nery.
38. Sillería del Coro.
39. Puerta del Coro.
40. Puerta de la t'ribuna.
41. Puerta de la torre por el Coro.
42. Arquería de las tribunas y Coro.
43. Lienzo de la Confirmaz[i]on p[o]r la mano/ isquierda ala entrada
44. Pila de Agua Bendita.
Joseph Andrade Sculp.

Fig. 143

- Maldonado de Puga, J. M.: "Religiosa Hospitalidad..."

Diseño d[e]l / Frontispicio de la/ Iglesia ele nuestro Co[n]vento


de Manila Y de/ lo q[ue] se Registra por/ la Calle q[ue] llama;[n] del
Parían.
... AndradeSculp.
l. Fachada y frontispicio de la Y glesia.
2. Torre d[e] la mano derecha q[ue] p[o]r lado mi/ra a la Muralla,
y Parían.
3. Torre de la Yzquierda q[ue] mira d[e] lado al Conv[en]to.
4. Poi:teria.
¡¡
514 Jlol.• LOURDES DÍAZ·TRECHUELO SPÍNOLA

S. Sementenrio, y gradas con q[ue] a el s� sube.


6. Fachada del ConV:[en]to p[o J r la Calle del Parian.
7. Ventanas de las Zeldas.
8. Ventanas de las Zeldas de Donados.
9. Ventana de la Escalera.
10. Ventana de la Votica.
11. Claustro Interior alto.
12. Oaustro InteriQr Vajo.

- Fig. 145

Sánchez y García, Juan: "Sinopsis histórica documentada de la Univer­


sidad de Santo Tomás de Manila", pág. 16.

Planta del Colegio di[e]/ S. Thomas de Manila.

En el plano: Solar del Cap[ita]n Fran[cis]co de Mont'e Alegre/


Costo 6 mil pesos. Lib. D. fol. 34.

Solar de D. Diego/ de Besa. 850 p[eso J s./Lib. D. fol. 39.


Casa del Sarg'[ent]o Maior P[edr]o Lozano./ Costg 895 p[esb]s 7
r[eales] 7 g[ranos].
Puerta del Colegio Puerta de la Capilla.
Solar de Antonio de Espexo. Costo 7979 p[eso J s./Lih. D. fol. 42.
Altar de la Capilla.
Solar del Maestro Plata/Cost'o 750 p [eso]s. Lib. D. fol. 86.
Solar de I uliana Gutieri:es. Costo 2600 p[eso]s. Lib. D. fol. 21.
Solar de Gaspar Albares.
Puerta para el Rio.
Solar de Alonc;o Gomez. Costo 2700 p[eso]s./Lib. D. fol. 25.
Solar del Cap[ita]n Fran[cis]co Lopes/Cosar (?osto 500 p[eso]s. Lib. D.
fol. 65.
fr[ay] J'[ua]n Peguero. Rubricado.

Fig. 147

A. G. l., Filipinas, 308 1706 Cosido al expediente

Planfa del Seminario de San Clemente que se ha fabric-anqo, en


la ciudad de Manila, traslad- ado del original, a ynstall(;ias del Señor Avad
Don Juan Bauptista de Sidoti, año de 1706.
Casa del Doctor Don Antonio Enrriquez Casa del Señor Deán
Palacio del señor governadbr Comunes Quarto de criados
Salon o quarto para las artes mecanicas Quarto de criados Ropería.
Guert'a Gallinero Despensa Oaustro Poso
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 515

Cosina Pozo Repos�ria, o, partidor Oaustro General


Puerta falza Traspatio Ante refitorio y pasadizo a la cosina
Subida de la escalera Calle Real
Cavalleriza Chiquero Alxive Refitorio Entresuelo
Descanzo <le la es-calera Entresuelo Saguan Aula
Petipie de 40 brasas cast'ellanas Palac;io arzobispal Puerta
princ;ipal.
Fig. 148

A. O. l., Filipinas, 1048 1788 · En el legajo

En la parte no reproducida:

Plan, y elevacion d� la casa, o monasterio con su yglesia, con el


titulo de Santa Rosa de Lima, que se ha de fundar en el pueblo ele
Binondoc, proyectado por el capitan Don Domingo de la Cruz Gonzales
de orden del Señor Don Manuel <lel Castillo y Negrete del consejo de
Su Magesfad Catolica su oydor en esta Real Audiencia, con asistencia,
y acuerdo de Don Juan Bapj:ista Nieto nombrado para el efecto por
el Bachiller Don Casimiro de los Santos, apoderado del greniio. de mes­
tizos de Tondo, Binondoc, y Santa Cruz.

1 Puert_a principal. 7 Cozina.


2 Puerta de recivimiento. 8 Zotea.
3 Reja, 9 Letrina.
4 Torno. 10 Casa que existe.
5 Oaust'ro. 11 Yglesia.
6 Viviendas. 12 Avitacion del vicario.
Vista y elevacion que pasa por la linea 1, 2.
Rubricado. Varas.

Fig. 152

A. de Simancas. O. M. 6.898 1782 M. y P. IX-43

Plano que manifiesta los edificios más perjudiciales á l,a Plaza de


Manila.
Explicacion :
A. Baluarte de S. Gabriel.
B. Revellín y Puerta del Parían.
C. Baluarte de Dilao.
D. Revellin de Dilao.
E. Camino c�biert'o y explanada.
516 114.• LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA ...
F. Muro del contrafoso.
G. Calzada o camino para el paso de las gentes, y carruages.
H. Explanada para igualar el terreno y facilitar la vista de la campaña.
Y. Calzada vieja.
K. Casas del Parían por donde pasa el muro, y calzaqa del contrafoso.
L. Otras casas que aunque no las toca el muro se deven derribar p[ar]a.
facilitar 1a vista a la Plaza.
M. Casas de tabla y foja, q[u]e tambien se <leven demoler p[o]r ser
igualtn![ en]te perjudiciales.
N. Yglesia del Padan q[u]e no servira quitado este barrio, y p[o]r su:
fortaleza es perjudicial a la Plaza.
O. Hermita de S. Anton medio arruinada Y. sin uso.
P. Casas de Nipa.
Q. Iglesia de S. Miguel medio arruinada y sin uso.
R. Iglesia y Conv[en]to de Dilao mui perjudicial a la Plaza p[o]r­
estar mui cerca y ser fabrica mui fuerte.
S. Hospital de S. Lazara igual en fodo al antecedente, y a la salud
p[o]r curarse enferrhedad contagiosa.
T. Madre proyectada· al estero de $. Lazara para separarlo mas del
muro del contrafoso, e im/pedir que le perjudique en las mareas
altas.
V. Compuerta del contrafoso.
X. Fortin.
Z. Puente grande.
Nota.
Que t'odos los edificios de piedra, tabla, y / caña que marca el plani,
-en todo su/frente, facilitan al enemigo un prompto/,y seguro ataque
contra la Plaza, y su/ permanc:;ncia inutiliza todos los gastos q [u]e e?
Rey ha hecho en la fortifica.cion,/por cuia razon se <leven demoler todos,
· sin/permit'ir que por aquella parte haiga/ obstaculo ninguno dentro de!
tiro del/cañon como lo previen,en las Reales Ordenanzas, y se logra
al mismo t[iem]po/q[u]e haciendo sementeras en los terrenos ocupados
e inundados por la5 aguas, dificulte/mas el ataque al enemigo.
Manila y Noviembre á 15 de 1782.
Thomas Sanz. R.ubricado.
En el plano: Rio Pasig.

Fig. 153

A. O. l., Filipinas, 9 1659 Planos de Filipinas, 14.J

Título, deb�jo de la escala: Planta del puerto Y. punta de Cavite


en el estado en que están sus fortificaciones en 18 de junio de 1659.
All.QUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 517

En cartela: A. Pitipié o escala desta planta de 600 pies.


B. La fuer<;a de San Phelipe.
GCC. Los 4 balu11.rtes de la fu�r<;a San Felipe.
D. La puerta nueva que sale a San Roque.
E. El cubo Nuestra Señora de la Concepción.
F. El cubo Nuestra Señora del Rosario.
GG. Cortina de uno a ot'ro cubo.
HH. Ar<;e o barvacana entre el fozo y la cort'ina.
YY. El Fozo.
LL. Estrada cubierta.
M. Rebellín a la puerta y estrada.
NNN. Cortina y cubillo entre la compañía y el cubo Nuestra Señora
de la Concepción.
T. Plataforma de las cassas reales.
O. El cubo· plataforma Santa Cat'alina mártir.
P. La Herrería.
Q. La Ygle<;ia mayor.
R. Combento de San Francisco.
S. Combento de Santo Dq_mingo.
V. Colegio de la Compañía de Jhesús,
X. Combento <le San Nicolfls.
2. Hospital de San Juan de Dios, ck cafía y paja.
3. Pueblo de San Roque, de caña y paja.
4. Igle<;ia de San Roque, de madera y teja.
5. La punta del Sangley.
6. La Estanzuela. •
7. El puesto y at'alaya de Leitón.
8. Río de Cavite el viejo.
10. Río de Vinacaya.
11. Bacor.
En dibujo, fortaleza: La fuer<;a San Felipe San Augustin San
Francisco Santiago San Felipe Costa: Río ¡Je Cavite el v�exo.
Vinacaya Bacor.
R.everso, con letra del XIX: Sentado en este lienzo por el oficial 2.º
José Sánchez Jass·er.
Dibujo:
Pitipié o escala dest'a planta de 600" [pies].

Fig. 154
A. G. l., Filipinas, 9 1659 Planos de Filipinas, 144
Título, debujo de la escala: Planta del puerto y punta de Cavite,
con las fortificaciones que <leve tener para est/ar e/11 defenza.
JI!.ª LOURDES DÍAZ•TRECHUELO SPÍNOLA
518
de 600 pies.
En cartela: A.. Pitipié o escala de la planta
B. La fuer<;a de Sa n Feli pe.
n Felipe.
COCC. Los 4 balu artes de la fuer<;a Sablo de San Roque.
D. La puerta nueva que sale al pu [e]
a , San Sabiriianq y San Geró-
EE. 1:os dos baluartes -de la puerta nuev
mmo.
Con[ce]pción y el Rossario
FF. Lo� dos cubos de Nuestra Señora de l a
cav[alle]rós, a los baluartes.
GG. Cortina de uno a otro baluarte.
VYY. Las 4 cassas matas de lqs baluartes.
HH. El fozo.
LL. Estrada cubierta.
M. Rebellín a la puerta nueva y estra da.
N. Cue1 po de guardia. tir.
O. El cubo, plata forma Santa Cata lina már de Santa Catalina al baluar•
PP. La cortina y cubo s que corr e de[s de] el
fe San Sabiniano.
s.
QQ. Plataforma y baluartes de las cassas reale form a de las cas as re ales
RR. La cortina y cubo s que corr e de la plat a

al baluart� Sa n Gerónimo..
S. La yglesia mayor.
T. El combento de San Francisco.
V. El combento de Santo Domingo. ús.
X. El colegio de la Compañía <le Jhes
z. El éombentq de San Nico<te lás.
Dios /de caña y paja/.
2. El hospit�l de San Juan
3. El pueblo de S an Roq ue, de c aña y paja.
4. ;La ygle <;i a de S a n Roqu e, de m a dera y teja.
5. La punt'a del Sangley.
6. La Estanzuela.
8. El ríq de Cavite el viejo.
9. El pueblo de Cavite el viejo.
10. El río de Vinacaya.
11. El río de Bacor. -
n Gerónimo /San Agustín S an
En el dibujo: San Sabiniano Saantiag o/ San F�lipe S a nta Cat a•
Francis-co La fuer<;a $an Felipe /S Baco r.
Río de /Cavite/ el viejo Vin a c ay a
lina mártir /
Pitipié o escala desta pl ant'a de 600 pies.
Fig. 155
1663 T. L. Filipinas, 8
A. G. l., México, 39
de la plaza y ensenada
Título, en la parte no reproducida: '[Plano
/
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 519

y sus fortificaciones; pueblos de $an Roque, Ca vite el Viejo y la


Est'anjuela y bocas de los· ríos Vinaca.ya y Bacón sic.
Por el ingeniero holandés Richardo Carr, preso en Manila, y con
un informe del mismo sobre las fortificaciones que se débí-an hacer].
Campo. Río Baoor Río Vinac.aya La Estanjuela Rio de.
Cavite el Viejo.
En la ciudad: La cassa real Glesia major El cubo o torión de
Santa Catalina mártir El castillo de San Felipe Ba-
1 [uar]te de. Santiago. Bal[uar]te de San Phelipe. Ba-
I[uar]te de San Francisco. Bal [ uar) te de San Augestin.
Couento de San Nicolás. San Francisco Companio Jesu.
Santo Domingo.
Extramuros: Hospital de San Juan de Dios La pueblo de San
Roque Glecia de San Roque El pueblo de Cauite el viejo
Atalaya de Leitón.
Pitipié o escala desfa planta 900 pies.
R.everso: Texada n.° 10.

Fig. 156

A. G. l., México, 39 1663 T. L. Filipinas, 9

Títwlo: [Plano de la plaza d� Cavite, con las fortificaciones que se


debían hacer, acompañado de un informe del ingeniero don Juan de
Somovilla Tejada].
Campo: Recluto que se ha de hacer Río Bacor. Río de Vina-
caya Surgidero qe los nabíos grandes de donde no pueden entrar más
adentro por no auer más que bra� y media de agua en lo restante de
la baya.
Ciudad: Cubo de Santa Catalina mártir Sitio que ·se acrecienta
a la plac;a demoliendo el castillo San Philipe que está en él Sitio de las
casas Reales Iglesia mayor Combento de San Nicolás Sitio de
San Francisco Santo Domingo Compañía de Jhesús.
R.everso: Ricardo Carr. N.° 8.°

Fig. 157

Museo Naval. Madrid 1738 "R.elación" de Valdés Tamón,


fol. 11
Plan de la Fuerza Puerto y Rivera/de Cavite en la Baya. de Manila.
Explicacion :
A. Embarcadero para las Embarcaciones de Rem,o.
B. Montea para el Embarque y_ desembarque de la Artilleria/ de;; su
M[ajes]tad p [ar] a los Galeon�s y sus embarcaciones.
520 14.• LOUJU>ES DÍAZ•TRECHUELO SPÍNOLA

C. .Muell� para las Embarcaciones d� los Reales efectos.


D. Almagazenes Reales con Cinco Bodegas pa[ra] el Arros/ Abaca
Brea, Azeite y fierrq de su M[ajest]ad y_ la Casa del/ Almazener;
con dos Bodegas pa[ra] Cosas Manuales.
E. Galera y Bodegas pa[ra] el Bonote en Bruto y escarmenado/ con
otr;as oficinas pa[ra] el Trabajo y Con1odidad de los forc;ados.
Sigue se dicha explicacion.
F. Puerta de .la Rivera.
G. Cuerpo de Guardia Panpango.
H. Bateria Raza con Veint'e Cañones Cavalgados.
l. l{ornillas de Cocer Brea pa[ra] 1as Embarcaciones de su M[ajest]ad,
K. Puente pa[ ra] la Carena de dichas Embarcaciones.
L. Casa del Apuntador de la Rivera.
M. Desembarcadero del Carbon para la Real Herreria.
N. Almagazen pa[ra] el ,abrigo de las arboladuras de dichas/Embar•
caciones.
O. Punta de la Rivera.
P. Casa del Capitan de la Punta.
Q. Real Herreria.
R Puerta al Reparo, el qua! tiene Parapeto y Troneras.
S. Puerta nombrada del Camachile.

En e) plano: Pitipie de Veinte Toesas.


Barrio de Camachile.
Oficinas de los Operarios y Varios Peltrechos oficinas de Varios
Operarios Casa del/ Castellano y/ Justicia Mayor.
Fuerza Sn. Felipe.

Fig. 158

Bibl. de Palacio R.ea). Madrid 1739 Ms. 264, fol. 12

Plan de la Fuerza, Puerto y Rivera de Cavite/en la Baya de Manila,


Pitipie de Quinientos Pies castellanos.
AJ margen:
Explicacion :
A. Embarcadero pa[ra] las Exnbarcaci/ones de Remo.
B. Montea pa[ra] el embarque y des/embarque de la Artillería.
C. MueUe pa[ra] las Embarcacion/es de los Reales Efectos.
D. Almagazen� Reales cqn/ cinco Bodegas pa[ra] el Arroz/Aba ca r
Brea, Azeite y fierro,/de su M[agest] ad y la Casa del/ Almazenero
con dos Bode/gas par;a Cosas manuales.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 521

E. Galera y Bodegas para el / Bonote en bruto y escarmena/do con


otras Oficinas pa'[ra] el tra/baxo x comodid[a]d de los Forzados.
F. Puerta ,ala Rivera.
G. Cuerp� de Guard-[i]a Panpanga.
H: Bateria raza con Veinte/ Cañones Caualgados.
J. Hornillas pa[ra] cocer brea pa[ra] las Embarcaciones de S. M[a•
gest] ad.
K. Puente p:a[ra] la Carena d� d[ic]has Embarcaciones.
L. Casa del Apunt[ad,]or de la Riuera.
M. Desembarcadero pa[ra] �1 Car/bon dela R[ea]l Herrería.
N. Alrr¡.azen pa[ra] e,1 a:brigo de /las Arboladuras de d[ic]has/Embar-
caciones.
O. Punta de la Rivera.
P. Casa del Cap[ita]n <lela Punta/.
Q. R[ea]l Herrería.
R. Puerta al Repa.ro el qual( tiene parap[e]to y Troneras.
S. Puerta nomb [ra] da del Camachile.
'T. Tanque de Agua.
V. Oficinas de los Operarios 7con Varios Peltrechos.
X. La Puerta Baga.
Y. Casa del Castellano.
Z. Barrio del Camachile.
1. La Parrochia.
2. S [ a] n Juan <l� Dios.
2. S[an]to Domingo.
4. La Compañia de Jesus.
S. Los Recolet'os.
6. La Soledad.

Fig. 159

A. O. l., Filipinas, 719 1765 T. L. Filipinas, 44

Título, en cabeza: Plano del puerto de Cavite, en la bahía de Ma­


nila, capital de Philipinas.
Al pie: Explkación del plano.

A. El castillo de San Phelipe.


B. Baluarte de Santa Catalina.
C San Miguel.
D. San Juan.
E. Dos torreones en lugar de baluartes.
F. La Puerta baga.
G. La Casa del Castellano.
H. Los Reales Almaga�nes.


522 11/l,• LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

I. El Carenage. 1
L. Maderería y Carpintería.
M. La Herrería·.
N. Camarín de Arboladuras.
O. Convento de Santo Domingo.
P. La parrochia.
Q. Colegio de los padres jesuítas.
R. Hospital de San Juan de Dios.
S. Convento de augustinos descalzos.
T. Hermita de Nuestra Señora de la Soledad.
V. Caxón formado de dos filas d.f estacas de palma brava, que se avía
de rellenar de piedra, para resguardar el recinto del puert'o, que se
hallaba arruinaqo con los embates del mar, y estando ya adelantada
esta obra llegó la esquadra enemiga con lo que cessó su travaxo.
Thomás de Castro y Andrade. Rubricado.
Dibujo:
"Escalas de varas y toesas".
* Existe otro plano muy se_mejante, también de Castro Andrade, que correspond!:!
a! leg. 922. Planos de Filipinas, núm. 161. El nún¡. 180, leg. 929 es una copia con variantes.

Fig. 160

A. G. l., Filipinas, 923 1767 Planos de Filipinas, 162

Títuto, en cabeza: Plano de Cavite.


Al margen: Explicación :

l. Plataforma de Guadalupe. 8. Convento de recoletos.


2. Carenero. 9. Hermita de la Soledad.
3. CastillQ de San Phelipe. 10. Collegio de jesuítas.
4. Algmacenes. 11'.Convento de Santo Domin•
5. Galera de forzados. go.
6. Parroquia. 12. Casa del castellano.
7_. Convento de San Juan de
Dios.

G.J.L. Denotan el terreno bañado por el mar quando crece.


Manila, 19 de junio de 1767.

Dibujo:

Escala de 100 toesas.


FILIPINAS 523
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN

Fig. 161

1767 '.f. L. Filipinas, 47


A. O. l., Filipinas, 488
pro yecto qu e
Título, en cabeza: Plano d�l puerto de Cavite y dcluez, yngel\iero
para conservarlo propone aexé s.· M. <ton Feliciano Má rq
real s rcitos.
· raordinario de sus tiembre de 1767.
e
ext
Manila, 15 de sep
Al margen: Explicación:
8. Convento de re cole tos.
l. Platafqrm,a de Guadal upe. 9. Hermita de la Soledad.
2. Carenero. 10. Collegio de jesuítas.
3. Castillo de San Phelipe. 11. Convento de Santo Domin-
4. Almacenes. gQ.
5. Galera de forzadqs. 12. Casa del castellano.
6. Pa r rochia.
7. Convento de San J uan de
Dios.
Dibujo:
Escala: 100 toesas.
Fig. 162

1767 M. y P. V-47
A. de Simancas. O. M. 3,617
l P royecto que para conservarlo
Plano del Puerto de Cavit'e, y due �z Yn geniero Extra ordinario de
rq
p ropone/ a S. M. D. Feliciano Ma
sus R [ eale] s Exerc itos .
Manila 15, de Septiembre de 1767. do.
D [-o] n Fe liciano Marquez. Rubrica
Explicacion :
l. Plata forma de Guadal upe.
2. Carenero.
3. Castillo de S. Phelipe.
4. Almace ne s.
5. Galera de Forzados.
6. Parrochia.
7. Convento de S. Juan de Dios.
8. Convento de Recoletos.
9. Hermita de la Soledad.
10. Coll egio de Jesuitas.
11. Convenfo de Santo Domingo.
12. Cassa del Castellano.
524 M.• LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

Fig. 164

A. O. l., Filipinas, 488 1767 T. L. Filipinas, 49

Perfil que pasa por la linea A.B.


Manila y Septiembre 15 de 1767.
Dn. Feliciano Marquez. Rubricado.

Fig. 165

A. O. l., Filipinas, 488 1767 T. L. Filipinas, 48

Perfil que pasa por la linea 1.2.


Perfil que pasa po:r: la 3,4.
Manila y Septiembre 15 ele 1767.
Dn. Feliciano Marquez. Rubricado.

Fig. 166

A. de Simancas. O. M. 7.1A7 1769 M. y P. 111-10

Plano de la Plaza de Cavite / con el Proiecto que se propone para/


ponerla en estado de defeosa.
Explicacion de su actual estadQ.
A... Recinto antiguo.
B...Castillo de San Felipe.
C ...Plataforma de Guadalupe.
E ...Almazenes.
F ...Galera de forzados.
,G...Parroquia.
H ...Convento de San Juan de Dios.
Y ...Convento de recoletqs.
J.. .;E-Iermita de la Soledad.
l{¡...Colegio de jesuitas.
L...Coriv-ento de Sto. DomiQgo.
Explicacion del Proiecto :
.M. Muralla unida a dos torreones, que existe en el frente de fierra,
<le suficiente grueso según manifiesta d Perfil/ remitido por dn.
Feliciano Marques por cuiq motibo s� aprobecha sirbiendo de cor­
tina a los Baluartes N.O. que se/ <leven foi:mar en el ex¡1resado
frente y an de quedar mas bajos que la cortina y Torreones, a fin
que sirviendo de7 caballero cubra la Poblacion y domin� con mas
ventaja la Campaña inmedi,ata.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 52.5

P. Tenallón que se deve. ejecutar con el fin de no remober el terreno


sobre que está fundado el Muro que sirve/ de Cortina y evitar su
recalzo, consiguiendose por este medio apartar las aguas del foso,
Q y aumentar los/ fuegos a los flancos.
'R
. Revellin que cubre el frente de tierra:, cuio detalle y_ disposición se
manifiesfa en el Plano particular/ N.° l.º en el que se deven ejecutar
las Bovedas indicadas en los flancos para poder pasar a las Plazas
<le Ai:mas/ y camino cubeirto, S. en el qual debe aver en los extre­
mos, n, unas· compuertas para la introduccion del agua/ siempre
que convenga inundar el foso.

T. Muralla sencilla para contener las aguas de l,a alta Mar, y evitar
robe las tierras de las Explana?as.

X. Baluartes que con las cortinas, Z, forman los dos frentes que co­
rresponden a la defensa del Puert'o/ y_ carenero, cuios muros deven
tener doze pies de altura asta su cordon a excepcion de la distancia
que comprende/ las Bovedas de la Puerta que sale a la Marina
que a de tener 18 pies corno lo expresa el Perfil 7.8.9.

a. Plaza de Armas que cubre la Puerta de su frente para el uso de


la Marina.

2:>. Linea Magistrial que indica la direccion de una Muralla sencilla


que se deve egecutar para enserrar la Población/ .y liberarla de una
sorpresa, cuia altura devera ser la suficienfe para impedir el que la
superen con l,anchas siempre/ que quisiesen intentarlo los Enemigos.
•c. Almazen de Polbora cuio detalle y sircunstancias se expresan en el
Plano particular N.º 3.º
N.º 2.º Detalle de las Bovedas que se <leven executar en la Cortina del
frente de tierra en �l Hueco que al present'e/ ocupa su Puerta cuia
explicacion es la siguiel}te. o...Puerta y Bobeda de paso. e ...Cuerpo
de Guardia para el / oficial. f. .. Cuerpo de Guardia para los Soldados.
g ... Calabozo. H ...Bobeda que puede servir para pertreohos/ de Arti-­
lleria u otros fines segun convenga, previniendo que esta misma dis­
posicion de Bobedas <leve haver en la Puerta/ de la M;arina, coJ1
solo la diferencia que se han de ajustar al ancho que tiene el terra­
plen en aquella parte, como esta señalado en su Perfil. i ... Pequeños
pilares. que se <leven hazer en el muro biejo para ganar el talud que
tiene por la parte interior, a fin de/ que, volviendo Arcos en la
superior del Muro, se pueda, formar la Muralla interior del Parapeto.
Notas. /1.ª/La Plataforma de Guadalupe s,e deve conservar, reparando
sus Muros lo que fuere menester para ponerla en/ esfado de ser­
vicio y á es.te efecto se ejecutara en su gola una Muralla de dos
526 :na:.• LOURDJ:S DÍAZ·TRECHUELO SPÍNOLA

pies de grueso como se indka en t!l Plano / a fin/ de precaverla de


cualquiera insulto. Asimismo la Muralla antigua A. se aprovechara
ett la forma que se expresa con lineas/ encarnadas que unen cor:
las negras (pues todo lo que se señala con puntos se deve demoler)
a menos que por su mala consistencia/ sea preciso volverlo a re­
-edificar, y en este caso el Baluarte, L, se ara mas capaz como
manifiesta la Linea Magist'ral que se propone.
2:/ El espacio comprenqi<lo entre la Muralla antigua, y las casas, que
está señalado de color amarillo, se <leve terraplenar los tres/ pies
que se escabai;on, a fin de evitar la filtración qe las aguas, y que no
padescan los cimientos de los Muros con las resacas de la/ alta
marea: y respecto que ésta en t'oda la parte del Norte ocaciona
mucho daño a los expresados Muros, se po.ndra el mayor cuidado
en/ precaverlos, anteponiendo abundancia qe piedra suelta, sugeta
con esttacadas, cajones de madera o Pilotage.
3."/ No se expresan en los Perfiles el modo de construir los cimientos
de los Muros de las obras que se proponen por ignorarse/ la calidad
del terreno en que se han de fundar, y asi quedara al cuidado deI
Yngeniero, a quien se encargue este Proiect'o de aplicar el/ Pilotage
en los parages que convenga, o bien seguir la practica del país en
esta especie de obras, conforme paresca a la mejor solidez.
4."/ Se <leve atender con preferencia a la execuciott de las obras del
frente de tierra. y a las del Puerto y carenero, por sugetarse en/
ellas la fortificacion de esta Plaza, Y. son las unicas que han de
resistir qualesqniera imbacion que intenten los Enemigos, Pues la:;
que/ se proponen para unir los expresados frentes con el fin de
enserrar la Poblacion, y_ sacar defensas a los Baluartes colaterales,
tieneo/ mas espera, y podran executarsl! despues de concluidas
aquellas.
Barcelona 22 de octubre de 1768.
Es copia del or:iginal que se remitio cop la anterior fecha. Barcelo­
na 2 de septiembre de 1769.
Juan Martín Zermeño. Rubricado.

En el plano:
Perfil que pasa por la -Linea 5.6.
Perfil que pasa· por la Linea 7.8.9.
Perfil del Alrna-ccn de Polbora por la ,Linea 10.11.
Perfil y Vista de las obras del frente de Tierra que pasa· por la Linea
12.3.4.
Escala de los Perfiles. Escala de los Perfiles.
Escala de los Planos Particulares. Escala de los Planos Particulares.
Escala del Plano General de la Plaza. Escala del Platlo General de la
Plaza.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 527

Fig. 167

A; de Simancas. G. M. 7.247 1796 M. y P. 111-14

Plano de la Plaz-a <le Cavite con el proyecto que se propone paTa


ponerla en estado de defensa. Por don Frat)cisco Sabatini.
• La explicación es igual a la del plano de la figura anterior.

Perfil por la Linea 2.3. Escala de los Perfiles.


Perfil por la Linea 3.4. Escala <le los Planos Particulares.
Perfil por la Linea 4.5 Escala del Ptano General de la
Fran/cisco Sabatini. R.ubricado. Plaza.

Fig. 168

B. C. M. Archivo de Planos 1797 M-m-13-24

Plano del Puerto <le Cavite situado a la / parte <le! Su�ste de Manila
segun el esta/do en que se 1hallava el año <le 1797.
Explicacion :
N. Bateria de 6 Cañones construida nuevam [en]te/ en Bacor.
J. Sit'uacion en donde <leve estar la Bateria flot{tan]te.
g.g. Linea <le Buques de Guerra acordonados.
E. Plataforma de Guadalupe.
Y. Arcenal. :,
P. Batería <le Herrería.
C. Fuerza de San Felipe.
F. Retrincheramiento.
XX. Linea hasta donde llega la mar en mareas / llenas.
D. Batería de Santo Domingo, construida nueva/mente de 5 Cañones,
y un Mortero.
G. Batería de S. Mig[ue]l nuevam[en]te const'ruida de 4./C�fiones.
l. Baluarte de San Juan.
H. Batería de la Soledad.
B. Frente de Bejucos Y. Tierra.
A. Batería y Cortadura nuevamente construida/ en Puerta Baga.
R. Yglesia de San Roque arruinada.
M. Bateria de Santiago en Punta Sangley/ nuevamente construida, de
25 Cañones.
L. NOTA. Los lienzos <le Muralla que ban en !in [e]a de/ puntos esta
toda arruinada y la q[ue] en linea no de/ puntos, esta entera p( er:]o
amenazando ruina.
Los Nu�ros de Sonda son brazas <le 2 var-as Castellanas/ cada
una medidas en baja mar, la A, significa Arena/ y la F. fango.
528 M-ª LOURDES DÍAZ-TRÉCHUELO SPÍNOLA

En el plano:
Escala de una Milla dividida t:n Decints.
Pueblo de Bacor. Rio de Bacor. Cavite ViejQ, RiQ de Tierra Alta
Rilagica. La Estanzuela. Pueblo eje San Roque. Encenada de Cañacao.

Fig. 169
Museo Naval. Madrid 1738 "Relación" de Valdés Tamón.
fol. «
Plan de la Fuerza Sn. Pedro/ de la Ciudad de Zebu.
A. Fuerza Sn. Pedro.
B. Cuerpo de Guardia y Calabosos .
(. Vivienda del Teniente.
D. Almazenes.
E. Almazen de Polvora.
F. Poso.
G. Montea pa"(ra] las Golas.
R. Quarteles y Gasa Real.
l. Yglesia y Colegio de la Compañia de Jesus.
K. Yglesia de Sn. Juan B autist:i. del Parian.
L. Casas de Cavildo.
M. Casa s Episcopales.
N. La Yglesia Cathedral.
O. Yglesia y Convento de la Concep[ ci] on.
Q. Parian de los Sangleyes.
Pitipie de ochenta brazas.
En el plano: Pantano. Pantano. Pantano.

Fig. 170

A. O. l., Filipinas, 1027 1719 T. L., Filipinas, 21

Planta para la fabrica de la yglecia cath!:;dral de la ciudad, del Santo


Nombre de Jesus de Zebú.
Puerta Sachristia Puerta.
Pedro de Urquiola escribano publico. Rubricado.
Puerfa Altar del Perdon Puerta.
Corateral Parrochia de españoles Alfar mayor.
Corateral Parrochia- de naturales.
Puerta Puerta.
El coro baxo.
Torre Puerta Puerta Torre.
Puerta Puerta principal Puerta.
Escala de cinquenfa y tres baras castellanas, para medir esta planta
delineada por el sargento mayor Don Juan de Siscarra ingeniero de Su
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 529

M agest ad a in stan cia del Illvst risimo y Reverendísimo Señor Maestro


Don Fray Se bastian de Foron d a, del concejo de Su Magest a d obispo
elect'o auxiliar, y govern ador apostolico d el obispado de la ciudad del
Santísimo Nombre <le Jesus y provincias de Pinta dos año de 1719.
"' El señor Torres Lanzas cataloga además otro ejemplar procedente del mismo legajo.
Existen dos ejemplares más de análogas medi<iM y sin variantes de interés, pertenecientes
al legajo 422; y otros dos, que cataloga el señor Torres Lanzas bajo el número 28, sin colo::­
alguno de relleno en muros y pilares, pertenecientes a los legajos 421 y 1.028, y que tampoco
ofrecen variante digna de mención.

Fig. 174

Museo Naval. Madrid 1738 "Relación" de Valdés Tamón,


fol. 15
Plan d e 1-a Fuerza Sn. Francisco de la nueva Segovia/ de Cagayan .
A. Puerfa de la Fuerza .
B. Cuerpo .<le Guar di a y alox amiento.
C. Capill a .
D. Calaboso.
E. Almágazen dé Víveres.
F. Almagazen de Polvora y ot ros Peltrechos de guerra.
G. Pozo.
H. Monteas para Subir al Ramparte .
En el plano: Pitipie de Vein te braza s.

Fig. 175

A. O. l., Ultra.mar, 682 1800 T. L., Filipinas, 13?

Catedral de Vigan.
Sachristia se ha de hacer.
Torre de relox, se ha de h acer .
Brazas son 99 v aras.
Braza s.
Al dorso:
Recivido con cart a del obispo de Nueva Segovia de 12 de febrero
de 1800.
Fig. 176

A. O. l., Filipinas, 201 1683 T. L., Filipinas, 11

Al dorso: Map a de la Isla/ de Mindaua o donde se fun do / El Pre­


sidio de Z amboanga.
530 14.• LOURDES DÍAZ•TRECHUELO SPÍNOLA

En el mapa, sobre la isla: Tibau. manucal.


Dapata[n].
Tiban. Duc;ino.
dico-ca. piyao.
Ponot. Dicayo.
Laguna/de Malanao/es mui po- ysla de palomas.
blada. Iubugan,
Pamolaloa. Dipolo.
Linao. Dapifan.
Linao. D[e] esta y_:sla/esto dotrina[n]
Laguna de /Sapo[,11]gan. Padres de la compa[ñi]a de
Surigao. Jesus.
Jago. Laguna de / Mindanao / es mui
Catel. poblada/el Rey, Moncay.
Baga'.[n]ga. Desde Cayu asta aquí so;[n] do•
Caraga. trinas de padres Recoletos.
Cauo de S. Augustin. 'Dapifan.
Matoto. Layagua.
Sincaran. Ensenada qe /Pangui/ esta muy
tapaca. poblada./ y por falta de minis- ·
Butiquian. tros / no esta dqtrinada &.
Vital. Baloy.
Docuney. Agus.
manica[n]. La Fuerza de / eligan.
mosluc. Bayu.
Polop9lq. Panaon.
masloc Sulaguan.
Bagu[mJbaya. .. � cauuli,
Dumalon. Silar.
Dinpapa. Lingao.
Bocot. oyo[n]ga[n].
Sobre el mar, a la derecha: R[io] de Butua[n].
Cauit.
Linpapa. La fuerza d[e] ta[n]da.
tiraguay. Siargao.
Siocon. R[io] Janda.
Bocal. Dotrinas d [e] los Padres Re,co•
mucas. letos.
sibuco.
quipit. Sobre el mar, a la izquierda:
P [ uer J to de Castelo.
La p[un]ta de la galera.. La caldera.
hasta aqui auia 48 Pueblos. colina que se leuanta sobre / el
el P[uer]to· de St. Maria. puerto.
Dic;ican. .. " bat'asa[n].
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 531

S. boanga. Babia de mindanao est'a m,as/


Cauitcaguit. pqblada.
San/,boa[m]/ga. Lasauanilla.
buaya. tiuoc.
caganCaga[n]. tugaguan.
masulo. El Rey corralas.
Dap. Simoay.
SoSocan. Buaye[n].
bulon. Janpaca.
Sa:[n]guu.
R[io] de Sibuguey. Sarrangan.
Poroan. Ensenada de. loop/ tiene mucha
bagan/ga. je[n]�.
La[m]bago. Toda esta costa est'a Mui poblada
Punta de flechas. y p[o J r fo.Ita et[e] ministros
Caragas /No esta dotrinada &.
Dimas. Basilan.
Lamita. Tagima.

Fig. 177

A. G. l., Filipinas, 199 1757 T. L., Filipinas, 39

Título en cartela: La Ysla de Mindanao / dedicada/ Al Rey N. S.


Don/ Fernando VI que / Dios guarde / por ' Dn. Nicolas Nort'ori Nicols.

En el mapa: Surigao. Bongor.


Caragao.
Bayuyo. P[un]ta de Flechas.
Hibon. Sabanilla.
Tandag. Ysla Cumalaron.
Taga. Basilan.
Caragao. Ysla de lolo.
Sanga. Samban/gan.
Cabo Sn. Agustín. Caldera.
P[un]ta Agundat. Dumalo.
E�ze/nada/ d'[e] Tagloc. Siraguey.
Buhayen. Siocon.
Sincaraon. P [un]ta Galera.
Sanguil. P[un] fa Sta. Maria.
Yslas Saranga. Quipit.
Tabor. Mucas.
Enzenada / de Sn. Fra / ncisco/ Talinga.
Xavier. Sindagan.
532 M,ª LOURDES DÍAZ·TRECHUELO SPÍNOLA

Disagan. Pi[un] ta Salivan.


P[un] ta Blanca. Cagayan.
Lumbo. Tagoloan.
Dapitan. Conpot. •
P[un]ta Divan.
Langaran. Butuan.
Ynamuoan. P[un] ta de Bonajan.
Lavayan. Pitipie de 20 Le guas comunes de
Yligan. España.
En hoja adjunta: La Ysla de Mindanao, cuyos habitantes son los
fatales enemigos de n [ uestJ ra Sta./Fee Catholica y juntandose con los
Ysleños de Jolo hacen los horribles estragos/ Martirios y rbbos en la!>
demas Yslas de S. M. C. lo que le ha costado tan inmensas/ cantidades
de dinero y tanta sangre de sus fieles Vassallos Indios aun·que hasta
ahora/ infructuosamente.
L a d[ic]ha Ysla dista de Manila como 150 leguas, de Jolo como 23
y/ se halla entre los seis grados neube sic minutos y neube gradosr
veinte y un minutos/ de latitud Norte que hace 44 le guas de Septen.
trional a Meridional, y del Ponifente al Oriente se estiende 128 leguas
1/3 y su punta mas occidental 127 grados/ 47 minutos al Oriente de
Cadix, a 20 leguas por grado hacen 2.555 2/3 leg[ua] s, y a 15 / gradbs
de longitud poi:: oada hora de tiempo, hace diferencia de tiempo 8 horas
31,,8,, / de manera que 12 del día aquí, son las 8,31,,8,, de la noche allí.
Presidios, con fortalosas .. . son senalados sic ( signo convencional)
---- sin fortalesas . ... ..... • .. .. ..... ...... ..... " "
---- tomados y_ arruinados por los Moros " "

Fig. 178
Museo Naval. Madrid 1738 "Relación" de Valdés Tamón ,.
fol. 46
Plan de la Fuerza de Iligan de la Prov'[irici] a de Zebu.
A. Entrada del Río.
B. Puerta de la Fuerza.
C. Gradas para subir al Castillo.
D. Cavallero con quatro Cañones.
E. Cuerpo de Guardia.
F. Casa del Cabo.
G. Almazen de Polvora.
H. Almazen qe Víveres .
I. Recinto doble de Estacacas sic con Terraplen.
K. Recinto de Estacas de la Poblazon.
L. Yglesia y Convento.
M. Casa Real.
En el plano: Lugares pantanosos. Poblazon. Lugares pantanosos.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 533

Fig. 179

Museo Naval Madrid 1738 "R.elación" de Valdés Tamón,


fol. 50
Plan de la Fuerza de Dapitan de la Provincia de Zebu,
Esta Fuerza es vna Fortificacion Natural sobre vn Zerro alto de
Cien brazas con vn Poso y vn Tanque Capas/ de doze mil Tinajas de
Agua y no tiene otra Subida sino por vn,a Escalera Movedii;a de Madera.
A. Desembarcadero para Subir al Zerro.
B. Las Gradas para d[ic]ha Subida.
C. Casa del Cabo.
D. La Escalera Movedii;a.
E. Cuerpo de Guardia.
F. Dos Garifas con dos Cañones en Cada vna.
G. Otras dos con vn Cañon cada vn9.
H. Tanque Capas de doze mil- Tinajas de Agua,
l. Almazenes de Polvora y de los <lemas Peltrechos.
K. Capilla onde se dize Missa en tiempo de Invasion.
En el plano: Lugares pantanosos. Yglesia y Con,vento. Lugares
Pantanosos. Casa de Comunidad. Entrad.a del Rio.

Fig. 180
Museo Naval. Madrid 1738 "R.elación" de Valdés Tamón,
fol. 48
Plan de la Fuerza de Cagayan con �1 Recinto de su/ Poblazon de
la Provincia de Zebu..
A. Puerta de la Fuerza.
B. Segunda Puerta.
C. Gradas para subir al Terraplen.
D. Cavallero ondt esta Cavalgado vn Cañon de a Ocho.
E. Ot'ro Cavallero de la misma Suerte.
F. Garita de la Poblazon.
G. Almazen de Polvora y <lemas Peltrechos.
H. Yglesia y Convento.
l. Mog-ote.
En el plano: Pantano. Entrada de1 Rio. Pantanos. Poblazon. Pitipie
de Cincuenta pies.

Fig. 181
A. O. l., Filipinas, 603 B. 1761 Cosido al expediente
En el plano: Costa de Capitan que corre a Samboanga.
Cost'a de Yligan que corre al cauo de San Agustín.
534 M,ª LOURDES DÍAZ•TRECHUELO SPÍNOLA

Fig. 182

A. G. l., Filipinas, 603 B. 1761 Cosido al expediente

Explicacion.
A. El Quadro limpio de dentro 32 toesas.
B. La distancia de los Lienzos qe vn Baluarte a/ otro 25.toesas.
C. El flanco Guarda Lienzos 2.toesas 4,pies.
D. La casa de los Baluartes 8.toesas y 4.pies.
E. El Grueso de la Muralla sobre sinµentq 1.toe/sas 3.pies.
F. Pedazos de lienzos que se hallan sin simient'os.
G. .Puerta principal al Pueblo.
H. Baluarte Sn. fernando linda al Sur 4.ªsudueste/aca:bado.
Y. Baluarte Sn. Joseph que linda Oeste 4.ªno/ruest'e su altor 4.toesas
3.pies.
J., Baluarte sn. Ignacio que linda Nort'e 4." nordeste acava<lq.
K. Baluarte s [a] ntiago linda Leste 4." al sueste su altor / l.toesa 3, pies.
L. Postigo a la Mar dentro de Ensenada.
M. La gola tiene de largo 7.toesas de ancho 2.t'oesas/3.pies.
N. Lugar destinado para Casamata.
O. Lienzos que se hallan en solo Simiento.
Por la .explicasion de arriba se reconocera la regla y medidas con que
sedelineo la Construccion y / por consigui�nte enla figura que}lase el
fuerte sedemuestra su Estado, yporla ádjunta se vendra en/ Conocimie11•
fo dela situaz[ io] n terreno y Ensenada.

Fig. 183
,
A. G. l., Filipinas, 611 1765 T. L., Filipinas, 46

Plano y perfil del fuerte nombrado N [uest] ra S[ eño] ra de la Con­


cepcion, y del Triumpho de Pa11gui, situado en la embocadura/ de la
ensenada de Pangui, en la Ysla de Mindanaq. Construido el año de 1754,
Explicacion.
1.1. Rio de Missamis.
2.2. Puerto donde fondean las Ga/leras del Rey.
3.3. Cassas de caña y Nipa.
4.4. Sementeras de arros.
5.5. Terreno preparado para sementeras.
Advertencias.
No se ha puesto la explicacion de los Baluartes, y oficinas Interio
Tes porque en el Plano original/ en punto grande remitido de aquel/
Precidio, y que se puso en mi poder para i:-educirlo a menor escala nq se
da otra que la puesta arriba.
ARQUIT_ECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 535

No ban !abados los fossos con sus colo/res proprios, _porque no


consta si son secos, Q llenos de agua.
Tanpoco se han !abado las oficinas/ que bah delineadas- de-ntro del
fuerte/ porque en dicho Plano original no se/ demuestra sison de Mam­
postería,/ madera, caña u otra materia.
Los graues defectos que se obseruan �n/ la pocicion del fuerte, se
hallan t'amb'[ie] n/ en el plano origin-al pues como queda/ dicho no se ha·
echo otra cossa que reducirlo amenor Escala.
Manila y Julio 24/ de 1765 / Mig[ue]l Ant[oni]o Gomez. R.ubricado.
En el Plano: Perfil cortado por lo ancho d� la Cortina, fosso, Cam,i­
no cubierto, y Glacis y pasa por la linea A.B. del plano.
Escala para el Plano de 100 Toesas Escala para tl perfil de 30 Toesas.

Fig. 184

A. G. l., Filipinas, 394 1719 T. L., Filipinas, 20

Planta, Ygnographica Del Castillo y Fortificaciones, D� Nuestra


Señora Del Pilar De Samboanga, conforme/ se hallaron, (Despues de
56 años, Que se abandono) al tiempo, del nuebo, Restablesimiento, y
Pocesion que de ellas/, tomo, (De orden deJ Señor Mariscal de Campo
Don Fernando, Manuel de Bustillo. Bust'amante y Rueda, Go/vernador
y Capitan General de estas Islas, y Presidente, d� su Real Audiensia)
el General. Don Gregorio de Pa/dilla y Escalante delineada, obserbada
y Reconosida, por �l Sargento mayor Don luan de Siseara, Yngénie/ro
militar acuyo cargo, puso d[ic] hQ Señor Mariscal, la reedificasion, y
enmienda d� d[ic] has fortificasiones ; p[or] auerias hallado, mui deterio­
tadas, y con los defectos, et[ue] se demuestran, en esfa Planta, año
de 1719=Sigue la ex/plicasion, de las partes de q'[ue] se compone
este Mapa.

A. Baluarte de señor sn. PI-!elipe el qual se hallo de molido hasta la


mi/tad de su altura, la qua! se lebanto, con estacas faxina y tierra/
con su parapeto de sestones, dejando libre, el grueso de la Muralla
para/poder seguir perfisionandola, de Cal y piedra sin faltar a la
bue/na defensa que se debe mantener.
B. Balua·rte de San Luiz se hallo, con las mismas ruin.as, que/ el
antesedente, fortifi.case en la misma conformidad: tiene la ojeb/cion
sic de faltar la defensa a sus fases Q caras, porque, no se descubren./
de los flancos, de los Baluarte Coraterales, a Causa, detener el/
Angulo de la figura de nouenta grados, y el flanqueado, de 82 1/2
gra/dos; quedase disponiendo hacer mas agud o, d[ic]ho Angulo
abansan/dole a la Campaña desqe los angulas de la espalda, que
quedaran/mas obtieso sic como sedemuestra en el mapa, que lo ex­
terior de las/ caras de d[ic]iho Baluarte .con lineas amarillas, Y. tres
536 M,ª LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

Cruses, con lq/ qual vendran descubiertos y defendidos, de los flan•


cos de d[ic]ho�/ Baluartes sus coraterales.
C. Baluarte de S.!l. franc[isc]o Xauier, yguahn�nte se hallo arrui/nado
como los antesedentes, y se fortifico en la mismma Confor/miclad;
su angulo flanqueado es de 83 gra[dos] largo� y el de la/ figura.
de nouenta de que se sigue estas sic con el defecfo de indefensi/on
que el antesedente y en la misma conformidad va demostrado en
. el mapa y sea de reparar.
:p. Baluarte de Sn. femando queda reparado, y_ fortificado como/ los
tres �ntesedentes por.que la ruina que se hallo en el era seme/jante
como lo es, en el defecto de indefension q[ue] tambien va demos/
trado en el mapa su Angulo franqueado, es de 81 g[rado]s 1/2 y et
de la / figura de 90 gr[ado]s seguiras�, en su redificasion el metodo
q[ue) queda/ expresado para los dos antesedentes, con qt ue]
ygualm[en]te quedaran de/fendidas las fases o caras de dicho Ba•
luarte de los fla11cos sus cora/terales.
E. Plataforma de sn. Gr-egorio que esta en lugar de media luna, de/
l,ante del angulo flanqueado del Baluarte sn. Phelipe, hallose sin
parapetos, y demolido hasta su sirniento� lapat:te que bate el/ mar�
con .su Artilleria, la defiehde orizon,talm[en]te ya las embarcaz[io•
n]es/ que surgen debaxo de sus fuegos por �,star el Puerto casí
siego.
F. Medialuna de n[uest]ra señora dé. Guadalupe se hallo falto de
para/petos como lo estan, las Cortinas o liensos del Castillo y mues•
fras sic pa/sadas de reyses sic de Arboles, de suerte que por lo
interior andespedi/do dos de ellas las tablillas con la mitad del
grueso.
G. Vntrincheron de piedra con que siñe esta fortificasion desde la/
plata forma de sn. Gregario hastas sic los tanques del agua suplien•
do/ por esta parte de estrada encubierta.
H. Puerta prinsipal y Cuerpo de guardia, del Castillo la qual se ha/llo
demolida de quisios para arriua y sus costadbs mui maltrata/dos
serrose con vn porton de maderos y el Cuerpo de guardia se/ techo
de nipas sobre los bestigios de sus paredes.
Y. Capilla de N[uest]ra señora del Pilar. la qual queda fechada d�
nipas/ sobre las paredes antiguas que se hallaron algo maltratadas
y pene/fradas de reyses:
J. Postigos de sn, Juan Baup[tis] ta, se hallo demolido de quisios para
a/riua, queda serrado con vna puerta <le maderos.
K. Almasenes de Viueres, y peltrechos cuias paredes se hallaron derio•
radas sic y empartes de ·Molidas sobre ellas se formaron sus t'echos
de nipas con q[ue] que/dan resguardado de las inclemensias los
peltrecho� y Viueres que en ellos/ s� metieron.
L. Vm almagasenillo de Bou�da pequeño donde queda la poluora con
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 537

algun/ resguardo abiendolo serrado, con vn portonsillo aforrado d�


Cuero.
M. Surtidas para subir a la Muralla.
N. Sisterna o al Jib�, el qual se hallo rajado por <liferentes partes.
,O. Vm poso que estaua, en soluado de tierra y hauiendolo limpiado s·�
hallo/ el agua mui salobre.
-p_ Vn resinto d� muralla Vaxa, mui deteriorada q[ue] sigue acontinua­
sion/ del Castillo, con quatro fortines alo antiguo, dentro del qual
clisen estaua/la Casa del Gou[ernad]or, Contaduría, Colegio de la
Compañia, y otras fabricas, c·u/yas ruinas y simientos, avn sedexan
·
ver, por varias partes.
-Q. Puerta prinsipal, y vr¡ postigo de d[ic]ho resinto que salen a la
Campa/ña.
R. Otro Postigo que sale al Manlar sic.
S. ·Fortin de sn. Andres = T. Fortin de santa Rosa de lima.
-V. Fortin de sn. esteuan = X. Fortin de nuestra señora del Carmen.
1. Fortin de señor s [ a J n Joseph, que esta ala entrnda de la Barra se
hallo/ demolidos sus parapetos, y vasio, la mitad de suterraplen que
con la mu/ralla, se le acomido el mar, por la parte q[ue] le vate.
Z. Fortin de sn. Dionisio, el qual esfa mui deterioradas sic por todas
partes/ distantes, del Castillo por · la parte q[ue] se demuestra

=
900 varas.
1. Puentes de Comunicasion. 2. sanj� de san Migue.1 por donde/ se
trajo el agua del rio a la fuera sic = 3. tanques donde se recoje
el agua.
4. Boca de Ia Barra que en marea vaja solo tiene medi,a Vara de agua.
.:S. Rio salado donde entrauan las embarcasiones, ·oi esta lleno de/
Manlares.
Escala de cien varas castellanas para medir/ esta planta..
En el plano: Manglar Manglar Manglar Manglar.
• Riachuelo Manglar Riachuelo Islote Riach�lo.
fozo de Agua dulc;e fozo de Agua dulc;e.
Fig. 185
Museo Naval. Madrid 1738 "R.elación" de Valdés Tamón,
fol. 53
Plan de la Fuerza N[uest'r]a S [ eño J ra del Pilar de / Saragoza de
·Sambuanga y / ·sus Contornos.
Explicacion :
A. Puerta de la Fuerza.
"'B. Cuerpo de Guardia.
e Capilla.
538 M,ª LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

· D. Calaboso.
E. Aloxamientos de la Infanteria.
F. Almazen de Polvora.
G. Almazenes Reales.
H. Cuerpo de Guardia Panpangue sic.
I. · Hospital.
K. Camarin de Cal.
L. Herreria.
M. Vivjenda del Gobernador.
N. Yglesia de los Jesuitas.
O. Colegio.
En el plano: Pitipie de Ducientos pies Geometricos.
Parian. Casas de los Naturales.
Sn. Phelipe Sn; Fernando St. Cathal [in] a.
Sta. Lucia Sn. Francisco.
Pantano Pantano,
Centinela avanzada Sta. Barbara.

Fig. 187

Museo Naval. Madrid 1738 "Relación" de Valdés Tamón.


fol. 30
Plan de la Fuerza Sta. Yzabel de la Paragua Cabecera de la Pro­
v [inci] a de Calamianes.
A. Puerta de la Fuerza.
BB. Gradas pa:r:a subir a las Golas, aloxamientos y Almazenes.
C. Cuerpo de Guardia de la Infanteria Española.
D. Vivienda del Castellano.
E. Almazen de viveres.
FF. Almazenes de Polvora.
G. Almazen de Varios Pelt'rechos.
HH. Cocinas del Castellano y Soldados.
III. Garitas.
Las lineas amarillas muestran ª1 pacer sic alguna Delineacion que
han dexa<lo.
K. Montaña que predomina a d[ic]ha Fuerza con doble Altor.

En el plano: Sta. Teresa. Sn. MigueL


Sto. Thoribio Sn. Juan.
Pitipie de Cien pies Castell [a] nos.
Calzada pa[ra} ir a la Poblazon.
Poblazon.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 539

Fig. 188
Museo Naval. Madrid 1738 "R.elación" de Valdés Tamón,
fol. 42

Plan de la Fuerz,a de Yloylo/ de:! la Provincia de Ot'on.

A. Puerta de la Fuerza.
B. Cuerpq de Guardia.
C. Almazenés de Polvora y otros/.peltrechos.
D. Quarteles.
E. La Casa d�l Teniente.
F. Calaboso.
G. Algive.
H. Almazenes de Arroz.
I. La Gasa Real.
K. Casa del Alcalde Mayor.
L. el Camatin de las Obras.
M. Camarín para las Galeotas.
N. Vario de los Panpangos.
O. Baluarte del Algibe.
P. Baluarte de la Bandera.
Q. Baluarte Negro.
R. Baluarte 4� la Gola.
Pitipie de Cien Varas.
FUENTES DOCUMENTALES

La base de este trabajo la constituye la documentación que se conserva en el Archivo


Cenera! de Indias de Sevilla. Hemos revisado la ca,;i totalidad de los legajos correspon­
dientes a la Audiencia de Filipinas (1,072) y muchos de las Secciones de Patronato, Papcle,
<ie Estado, U1tramar, e Indiferente General. Para no alargar demasiado esta enumeración
indicamos tan sólo aquellos legajos que han suministrado datos para nuestro estudio.

;a) Audiencia de Filipinas:


1567-1699.-Cartas y e)!'pedientes del Gobernador de Filipinas, leirs. 6, 7, 8, 9, 10 y 13.
-i583-1699.-Cartas y expedientes del Presidente y oidores de la Audiencia de Manila,
legs. 20, 21, 22 .y 23.
1570-1699.-Carta,s y expedientes del Cabildo Secular de Manila, legs. 27 y 28.
i:564-1698.-Idem de los oficiales reales de Filipinas, iegs. 29, 30 y 31.
1565-1699.-Idem de personas seculares de dicha Audiencia, leg. 34.
1572-1655.-Informaciones de oficio y parte, legs. 59, 60 y 61.
i:579-1697.-Cartas dél Arzobispo de Manila, leg. 74.
1586-1700.-Cartas del Cabildo Eclesiástico de Manila, lega. 77 y 78.
1569-1700.-Cartas de los misioneros de Filipinas, legs. 79, 80, 81, 82 y 83.
1570-1696.-Cartas y expedientes de .personas eclesiásticas, legs. 85 y 86.
i:675-1765.-Cartas y expedientes tlel Gobernador de Filipinas, legs. 122, 124, 129, 131, 132,
134,. 135, 137, 140, t45, •146, 147, 149, 150, 151. 152, 153, 159; 161, 162.
i:608-1762.-Idem del Presidente y oidores de ra Audffricia de Manila, Jégs. 163, 167, 16.g,
171, 173, 178, 179 Y 1.85.
1700-1759.-Idem del Cabildo secular de Manila, leg. 187.
1645-1761.-Idem de personas ,seculares, legs. 193 y 194-
1:662-1686.-Expediente sobre el desmantelo de Terr�nate, Zamboanga y otros presidios de
las Islas Filipinas, leg. ZQI.
"1715-1722.-Expediente sobre la restitución de las plazas de oidores de la Audiencia de
Manila a don Gregorio Manuel de Villa y don José Antonio Pabón y lo resucito
contra don José Torraiba, oidor de la mfoma Audiencia, leg. 217,

...
i:721-1748, _: Expediente sobre la conservación del presidio de Zamboanga, aumento de su
situado y paces hechas con el rey de Joló, legs. 227 y 228.
1702-1761.-Cartas del Arzobispo de Manila, legs. 290 y 291.
1674-1762.-Cartas de los obispos de Cebú, Nueva Segovia y Nueva Cáceres, leg. 29'3.
1645-1764.-Cartas del Cabildo Eclesiástico de Manila, leirs. 294 y 295.
1714-1761.-Expedientes de personas eclesiásticas, legs. 296, 297, 299 y 300.
-,;568-1605.-Registros de oficio y partes. Reales órdenes dirigidas a las autoridades y par�
ticulares del distrito de la Audiencia de Manila, leg. 339.

{35)
542 111, ª LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOL A

1759-1821.--Correspondencia con Gobernadores de Filipinas, leg. 388.


1776-1787.-Gobiernos del Capitán General don José de Basco Y Vargas y don Félix Be­
renguer de M'arquina, leg. 391,
1651- 1850.-Dupli<;ados del Gobernador, legs. 392, 3 94, 39 9, 4 07, 4 19, 423, 43 1, 436, 439, 440 ,..
445, 453, 455, 457, 459, 46 4, 474 , 475, 476, 477 , 482, 486, 4 89, 491, 492, 493,
494, 49 5, 496, 497, 498, 499, 501-A Y 507.
1703-1850.-Duplicados del Presidente y Oieores, le.;s. 524, 528, 54 0 y 56 9.
1751-1800.-Cartas y expedientes, legs. 603-A, 603-B, 6II, 615, 6 19, 62.2, 626, 630, 634 ,..
635, 637, 639, 64 0, 641, 643, 648, 652: Y 653,
1719-1849.-Expedientes e instancias de partes, legs. 678, 67 9, 680, 681, 682, 687 y 68JL
1755-1789.-Expediente i;obre expulsión de los sangleyes o chinos católicos por delitos de
infidelidad y otros durante la ocupación de la Plaza por los ingleses, leg, 71 4.
176 4 -1771.-Plano sobre fortificación de Manila y Cavite, leg. 9 18.
17.:z8-1!h8.-Fortificaciones, pertrechos de i1Jerra, situados de tropa y sus incidencias, lega-
jos 919, 920, 921, 922, 923, 924, 92: 5, 92:6 , 927, 91 28 y 9�.
1702-1832.-Consultas de materias y provisiones eclesiMticas, legs. 1.000 y 1.001.
1589-1819.-Materias eclesiásticas e informes, leg. Loo2.
1703-1850.-Duplicados del Arzobispo de Manila, legos. 1.006, 1.007, 1.008, 1.009 y I.Oll-
1688-1835.-Duplicados del Cabildo eclesiástico de M'anHa, legs. 1.015, 1.016 y 1.017.
:68�-183.a.-Duplicados de peMonas eclesiásticas, leg. 1.0 21.
1739<1801.-Cuentas de las fábricas de la Santa Iglesia de Manila,. legs. 1.0.n y 1.024.
1780-18u.-Reales cédulas, infor'mes y expedient� sobre el establecimiento del Seminari<>
Conciliar y Colegio de Sta. Potencian.a , leg..1.025.
1603-1825.-Duplicados del Obispo de Nueva Segovia, leg. 1.030.
1715-1850.-Id. del Obispo de Nueva Cáceres, leg. 1.c,33.
1782-1789.-Monasterio de Sta. Rosa de Lima (Manila), Jeg. 1.04 8.
Papeles varios, Jeg. 1.066.

b) Otras Secciones: Papeles de Estado , leg. 46.


Papeles de tntramar, legs. 566, 601 y 682.
México, leg. 39.
Patronato, leg. 2 4.

Además hemos trabajado ,sobre la documentación existente en el Servicio Históric<>


Militar, examinando la relativa a los planos que se publican de esta procedencia, cuyas:
signaturas se indican oportunamente. En la Real Academia de la Historia, Museo Naval,
Archivo Histórico Nacional, Biblioteca Nacional (Sección de Manuscritos) y Biblioteca
del Palacio Real, que no detallamos, puesto que en el texto se hallan las citais correspon­
dientes. Del Arcbivo de S imancas hemos examinado la Sección de Mapas y Planos, sin,
poder consultar los legajos de Guerra Moderna, a causa de la importante obra que se está·
realizando en el castillo. Sí hemos manejado documentación de otras Seccione<; de este
Archivo.
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VOCABULARIO MILITAR *

ABALUARTAR, 15istema de fortificación eón baluartes, con líneas o frentes abaluartados.


ALMENA, cada uno de los pequeños prismas que se levantan sobre el adarve, en lo alto
de las torres o muros de mamposterías, generalmente equidistantes el cuerpo de uno
o dos hombres.
ANTEFOSO, o como algunos le llaman impropiamente, Contrafoso, es el que en una plaza
o fortaleza se abre al pie o en la cola del glacis, sea para aumentar obstáculos al
sitiador, o extraer tierras necesarias al relieve. Se suele llenar de agua.
BALUARTE, es una torre cuadrada, cuya cara exterior se tronza hacia adelante, su,,titu­
yéndose por un ángulo. Tiene la v,:ntaja de anular el espacio muerto existente en la<J
primitivas torres de recinto. Lo niás interesante en él es la reunión de las cinc& líneas.
constitutivas del llamado sistema abaluartado.
BANIQUETA, escalón o grada de pie y medio de alto y cuatro o cinco de ancho, que 1Servia
para que el mosquetero pudiese tirar por encima del parapeto.
BARBACANA, fortificación que se colocaba delante· de las murallas: era más baja que
la principal y servía para defender el foso.
BARBETA, es el trozo de parapeto, ordinariamente en los salientes, destinado a que tire
la artillería a descubierto sin cañoneras ni merlones. La altura de apoyo llega a las
-rodillas de los sirvientes de las piezas que tiran al descubierto.
BASTION, galicismo empleado inadecuadamente para significar un sinónimo de baluarte.
BERMA, espacio que queda al pie de la muralla, arrimado al declive exterior del terraplén
y sirve p¡¡ra que la tierra y piedras que caen de ella al ser batida por el enemigo, no
vayan a parar dentro del foso.
CABALLERO, hasta el siglo XVIII, esta palabra envolvía idea de dominación, es deci�
la condición material de sobresalir o descollar. El adv. "a caballero" es muy usual.
Caballero de Baluarte era generalmente otro .baluarte más pequeño y semejante, con
r!!US líneas paralelas a las del baluarte al que servía de reducto interior para la últim,i
defensa.
CAMINO CUBIERTO, sinónimo de espalto, explanada. estrada encubierta.
CAPITAL, la línea imaginaria que divide en dos partes iguales el ángulo saliente de una
obra cualquiera.
CARCASA, bomba incendiaria.
CASAMATA, bóveda que se hace en alguna parte de la muralla para poner una batería
baja, para defender el foso.

* Para la redacción .de este vocabulario, además de las obras sobre fortificación que
se cit.in en la Bibliografía, hemos utilizado el que J. A. Calderón Quijano in,serta en su obnt
Hi,rtoria de las Fortificaciones en Nueva España. Se\illa, 1953.
550 M.ª LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

CIRCUNVALACION, es la línea, continua o discontinua, de atrincheramientos, fuertes


obstáculos u obras cualesquiera de fortificación. con que el sitiador de una plaza 6�
cubre y defiende contra el ejército que venga a socorrerla.
CIUDADELA, lugar especial de una plaza, fortificado del lado de la villa y de la campaña.
Nombre italiano, "cittadella", que constituye un ekmento de la fortificación permanente.
Tuvo ,¡u precedente en las "acrópolis", el "capitolio", "alcázar", "alcazaba", "cas­
tillo", "el macho", "torre del homenaje", etc., en la Edad Media. La moderna ciudadeh
ha modificado y ensanchado su forma. Su con�trucción más sólida y es'merada, pertenece
a lo que se llama fortificación regular o permanente, es decir que entra en el sistema
general defensivo de un estado que se prepara la guerra.
CONTRAESCARPA, de los dos taludes, o pendientes o caras que forman el foso, la que
está al lado exterior o de la campaña.
CONTRAFUERTE, estribo o machón que se hace para sostener o fortalecer un muro.
CORDON, moldura circular o bocel .que había en la antigua muralla de plaza, que luego
lo convirtió en tableta.
(,,ORTINA, la parte recta y extensa de la muralla entre baluarte y baluarte. Por analogía
en �tras sistei;nas de fortificación que no son abaluartados, la extensión recta que separ,
las obras más importantes y de las cuales recibe la cortina protección y flanqueo.
CUERPO DE GUARDIA, primitivamente fue el ¡¡rueso de la guardia, la tropa reunida
que queda después de ,,;acar centinelas, vi¡ilantes, avanzadillas, ordenanzas y patrullas.
Hoy le queda la acepción de puesto y más usual, de habitación pequeña que ocupa
la tropa de guardia.
ESCARPE, debe decirse 'mejor ESCARPA. Esta palabra .designa la cara del foso corres­
pondiente al lado del parapeta y opuesta a la contraescarpa.
ESPALDA, o ángulo de espalda, es el que forman en el baluarte la cara Y el flara,¡:o.
El deseo de cubrir la artillería de este último indujo a los tracistas a reforzar este
ángulo, y se llamó orejón cuando el refuerzo era curvo o redondeado, y simplemente
espalda cuando se le dejaba angular o achaflanaclo.
ESPALDON, es toda masa de tierra, u otro material, destinada a cubrir del fuego de
enfilada o de revés.
ESTACADA, reunión en fila con mayor o menor intervalo, de palos, postes, e'ltacas, que
en tiempos antiguo,¡ cerraban la liza. Hoy designa una defensa ac1.:esoria del camino
cubierto en obras permanentes; de la gola u otras parte,¡ en las obras de campaña.
No es fácil distinguirla de la polizadq pero parece que la estacada· supone o prescribe
estaca de �ección transversal cuadrada; con listones Y travesaños bien acomodados, con
situación siempre vertical y aislada, con más tendencia a lo perfecto y permanente.
ESTRADA ENCUBIERTA, sinónimo de camino cubierto.
ESTRIBO, es machón de apoyo o contrafuerte.
EXPLANADA, en fortificación permanente, el espacio inmediato a la cola del glasis, en
que ordinariamente se plantan alamedas. No debe confundirse con el glasi,s.
En artillería, el tablado o armazón de madera sobre el cual juegan las piezas en batería.
FAGINA, es el haz muy apretado y agarrotado por medio de la braga, destinado al revesti­
miento de los trabajos de sitio y atrincheramientos de la campaña. Se comprenden
también dentro de esta voz, como genérica, los -salchichones, cestones, zarzos o materiales
de ramaje.
FALSABRAGA, es el antemuro bajo, que se ponía para mejor defensa del muro principal,
y que corresponde a la barbacana de los antiguos.
FLANCO. La línea que une el extremo de la cara del baluarte con la cortina. En los nu­
merosos sistemas de este género hay flancos rectos y curvos, bajos, retirados, etc.
FLANQUEADO, ángulo saliente de una obra de fortificación, sobre el cual se cruzan los
fuegos de flanco.
FOSO, e�cavación o zanja de dimensiones variables aue precede o circunda geru,ralmente
a las obra,¡ de fortificación. Sus partes son: FONDO, ESCARPA Y CONTRAc
ESCARPA.
GARITA, la caseta de piedra, madera o ramaje en que el c. entinela se resguarda de la
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 551

lluvia fue.rte. En la antigua fortificación se construían de piedra y muy vistosas en


los salientes, y aun en los ángulos de la espalda de los baluartes, lo cual proporcicmaba
al sitiador, cuando inventó Vauban el tiro de rebote, tomar ,sin gran molestia las
prolongaciones de las cara� y enfilarlas. Por esto se suprimieron.
GLACIS o GLASIS, es la tieTra dispuesta en larga y suave pendiente o declive desde la
cresta del camino .cubierto o desde el borde de la contraescarpa hasta confundirse con
el terrt>no o ,suelo natural. Al extremo inferior del glacis o sea a su intersección o mejor
confusión con el terreno unos llaman pie y otros cola. No debe por tanto confundirse
con la explanada, que c'mpieza aquí y donde suelen plantarse alamedas y sirve de paseo
público.
GOLA. En las obras de fortificación abiertas como baluartes u hornabequffl, la gola es
la parte posterior, pues no tiene parapeto; la línea imaginaria que une los extremos
de los flancos. A veces la gola se cierra con esta-,adas.
HORNABEQUE, obra de fortificación que se compone de un frente _abaluartado, es decir
dos medios baluartes unidos por su cortina, y del saliente de aquéllos parten dos ala,,;
o líneas rectas de varia longitud.
LIENZO, de muralla es lo que luego se llamó cortina.
LUNETA, baluarte pequeño, y con la precisa condición de no formar sistema, de estar
suelto, aislado, de,stacado, avanzado. No debe coníundirse con tenaza.
MALECON, murallón, muro, terraplén para contener y encauzar la corriente de un rio.
MEDIA LUNA, recibe el nombre de su fonna, y servía para cubrir las pueTtas de las
antigua,s fortificaciones. Luego toma la forma de línea recta y se denomina revellín.
MERLON, es el macizo del parapeto o batería comprendido entre dos cafíoneras contiguas.
MIRA. En las descripciones de fortalezas antiguas suele encontrarse esta voz significandv
voladizos, saledizos, corredores altos, dominantes; quizá ladroneras, o matacanes o
buhardas.
"En Filipinas, donde todavía se dice fuerza la ciudadela, se lla'ma hoy oficialmente mira
de "puerta-Vaga" el cuerpo de guardia antiguo que hay sobr� dicha puerta en la
plaza de Cavite". {Diccionario Militar de Almirante).
MURALLA, es el recinto, la línea continua cuando rse quiere distinguir éste de las obras
exteriores. En general es la fortificación permanente de una plaza o fortaleza.
OREJON, apéndice, refuerzo o salida del ángulo de !a espalda, ya redondeado, ya a.chafla­
nado, que tuvo por objeto resguardar las piezas que guarnecían el flanco, generalmente
curvo y retirado.
PADRASTRO, voz que designa a las eminencias o puntos peligrosos que dominan; enfilan
y molestan el espacio interior, el terraplén de una obra o fortaleza. Por extensión se
llama a,sí en la guerra a todo fuerte o fortín que sujeta y molesta una comarca.
PALIZADA, es empalizada, estacada, fila de maderos, troncos y estacas solas.
1' ARAPETO, en general todo lo que cubre y resguarda, pero . técnicamente, en fortificación
es el terraplén, montón o masa de 1 ierra, ya insista sobre el terreno, ya sobre otro
terraplén arreglado a dimensiones de pe,-fil que cubre hasta el peclio al que tira sobre
la banql\l!ta. El parapeto tíene dos taludes, interior y exterior y declivio superior o plano
de fuegos.
PILOTAJE, obra, puente, y en general construcción de pilotes, que son estacas grandes,
maderos, árboles rollizos, los cuales clavados. con 'martinete o de otro modo, forman
las pilas de los puentes militares.
PLAZA DE ARMAS, entrante o saliente a las del camino cubierto. También ciertos trozos
de paralela o trinchera destinadas en el ataque a recibir y cubrir grandes so,stenes.
RASTRILLO, en fortificación, la puerta de estacas o barrera en francés.
RECINTO, es la línea continua que indica el cuerpo de plaza.
REDUCTO, obra de fortificación cerrada que ordinariamente tiene cuatro lados y cuy:i
condición caracteTÍstica es no tener flanqueo. Generalmente es obra de campaña, pero
los hay también que forman parte integrante de la fortificación permanente y en est-:
cao�o son segunda defensa, refugio o abrigo, como el reducto de la media luna, de la
552 lll.• LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

pla za de armas entrante, etc. Entonces pueden tener :forma varia y correr desde la
simple estaca da basta el muro más sólido y robusto.
RETRETA, atrinch eramiento que por lo coinún, s e .hace en las dos cara s de uno o más­
ba luartes, form a ndo un ángulo entrante para disputar el terreno palmo a p almo, cuando­
las primera s def ensa s están ya destruídas.
REVELLIN o REBELLIN, nombre qUe en su origen tuvo la media luna actual del frent�
aba luartado de fortific a ción.
TALUD, es la ca ída o declive na tural de la ti erra a montonada y a pisona da.
TAMlBOR, en fortificación d e campaña no s e puede decir con rigor que .e s obra , sino apén­
dicé de traza próximam ente semicircular y de cualquier material, gen era lm ente mam­
postería , árboles rollizos, gruesas e st acas, con o sin tierra, que se a dosa. o a dapts
especia lmente al e xterior de puertas y esquin a s de edificios cua ndo se ponen rápida­
mente en estado de defensa, y con las qu e se procur a n cubrir mejor y flanquear CO!I
una s cuantas aspilleras.
TENAZA, e n fortificación permanente y en el viejo ,sistema abaluartado la obr a especi al.
qu e cubre la cortina o el cla ro entre los flancos d e los dos b aluartes contiguos.
También se llama así la tra za en ángulo entrant.e, rompiendo o mejor tronz ando hacia
adentro (no brisando) los la dos del polígono e xterior o envolvente. De ahí línea o frent�
atenaz a do, de tenaz a s, d e ángulos a lternativament e entrant es y salientes.
TEPES, peda zo de tierra trab ada con raíces de la llr a ma u otra hierba del ca mpo que se­
cort a en forma de cu adrilátero, y ,se emplea por lo común en ce rca s o ci erros y en
revestimi entos d e la fortificación de c ampañ a . Césp ed es la tierra entera, o sus pedazos­
irregular es.
TERRAPLEN, en gen era l, montón o masa de ti erra apisonada. En fortificación tiene este­
sentido genérico, p ero también s e lla m a te rraplén lo que pudier a s er adarve, la parte superior
de una 'muralla , es decir del terraplén mismo que la fórma; y por extensión el pÍllo,
e l pla no, e l suelo de toda obra aunque sea de campaña y lo constituya el mismo terreno,
!!!obre el cual se a lza el parapeto. T erra plenar un muro se decía cuando a alguno de h
antigua fortifi cación se le a dos aba n tierr a s.
TRAVES, vid. Flanco.
INDICE ONOMASTICO *

ABARCA, Silvestre: 87. ALONSO DE TEXADA, Joaquín José:


ABARCA Y VALDES, Carlos: 160. 285.
ABELLA FUERTES, Alonso de: 65, ALVAREZ DE CASTRO, Antonio: 192.
153, 154, 175, 177, 367, AL VARO, María de: 227.
Abucay: 57. ALVARO, Pedro de: 227.
Acapulco: 30, 48, 49, 71, 78, 108, II3, AMARILLAS, Marqués de las: 76, 103,
139, 174, 178, 255, 262, 307. 104.
ACUNA, Pedro de: 28, 190, 229, 246, 25r. AM'AYA, Pedro de: 258.
ADAM, Juan: 2.a. América: 194, 134, 143, 167, 185, 261,.
ADUARTE, Diego de: 24, 25, 33, 34, 335.
238, 239, 240, 241, 267, América del Norte: 142.
AFAN DE RIVERA, Francisco, alarife: AMORENA, Sebastián de: 371.
275. ANA DE CRISTO: 262.
.AGUILAR, Diego de: 337, 338, 340. ANDA Y SALAZAR, Simón de: 20, 80,
AGUILAR, Rafael María de: 21, 22, 94, 81, 83, 85, 86, 89, 113, 134, 139, 140,
146, 148, 175, 244, 329. 141, 165, 168, 169, 170; 172, 277, '326.
AGUIRRE, José de: 156 178, 179. Andalucía: 94.
AGUIRRE, M'anuel Faust!no de: 379. ANDRES DE SAN JOSE: 255, 256.
AGUIRRE, Pedro de: 345. Angono: 143.
ALARCON, Juan de: 332. ANGULO IIDGUEZ, Diego: 34, 35, 93,
ALCAZAR, Andrés: 53. • 143, 144, 167, 204, 2o6, 274, 279, 338,
ALCAZAR, Pedro de: 193. 344, 353, 354.
ALCEGA, Júan de: 51, 52. Antioquía: 273.
ALCUDIA, Duque de: 148. Antípolo: 236.
ALDAUE, Salvador: 9. ANTONIO DE SANTIAGO: 255,
Alemtejo: 84. APARICI GARCIA, José: 44, 45, 82, 86,
Almeida: 84. ·87, 89, 92, 94.
ALMONTE Y VERAZTIGUI, Pedro de: Aragón: 94.
,f92. ARAGON, Miguel de: 341, 369.
ALONSO DE SOSA, Juan: 252. ARANA, Baltasar de: 29.

* Se incluyen en este índice los nombres de personas y lugares que aparecen en el


"texto y notas. No se citan aquellos cuya frecuente repetición haría prácticamente inútil
-esta referencia. (Filipinas, Manila, Indias y otros). Hemos creído útil in.dicar quiénes
fueron arquitectos, ingenieros e incluso alarifes o canteros, ya que a veces tuvieron a su
�rgo obras importantes. La voz ingeniero la usamos en sentido amplio, aplicándola también
:a qu{enes, antes de la formación del Cuerpo, dirigieron obras de fortificación.
554 M, ª LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

ARANDA, Conde de: 84, 87. Bay, Laguna de: 84, 143,
ARANDIA, Pedro Manuel de: 35, 36, 75, Bay-Bay : 22, 32, 33,
77, 102, 103, 104, n6, 127, 162, 168, BAYOT, Miguel: 338, 339, 340.
17z, 206, 207, 209, 2IZ, 243, 321, 342, BELESTA, Domingo: 90, 91,
353, 360, 380. 'BELESTA, Juan: 91.
Aranjuez: 7, 23, 185, .186, 190, z23, 225, BELESTA Y PARED, José; ingeniero:
372, 374. 89, 90, 143, 166.
ARCE, Antonio de: 258, 309. BENAVIDES, Miguel de: 190, 1ro7, 351.
ARCE, Pedro de: 228, 337, 345. BERENGUER DE MARQUINA, Félix.
ARCEO, Agustín de: 40. Vid. MARQUINA.
ARECHEDE�RA, Juan de: 74, 102, 16z, BERMUDEZ DE CASTRO, Carlos: 199,
171, 1 72, 24'1, z43, 265, 289, 314, 316. 258.
ARENAS, Alejandro, alarife : 354. BERNARDINO, Cri�tóbal; ingenin-o: 46.
ARENAS, Tomás, alarife: 3•54. BERNARDO DE LA CONCEPCION:
AREVALO, Isidoro de: 349, 350. 347, 349, 350, 351,
ARIAS Y RIVERA, Garpar: 264. Binondo : 22, 32, 33, 48, 56, 119, 120,
ARISAN, Amador de: 8. 1 28, 278, 279, 280, 282.
ARISTIZABAL, Gabriel de: 326. BLANCO, Manuel: 7.
AROSA, José de: 378. BLANCO, Rafael: 331.
ARRATE, José Félix de: 72. BLUMENTRITT, Fernando: 52.
ARRIAGA, Julián de: 20, 35, 36, 75, 81, BOBADILLA. Fernando de: 152. 366.
82, 83, 85, 86, 89, l,13, 114, II7, II9, BOBADILLA, José de: 372.
121, 128, 129, 131, 135, 139, 141, 164, Bochoc: 74.
170, 172, 312, 321, 322, 324, 326, 361. Bnhol: 234, 335, 343, 372, 380.
ARRIARAN, Amador de: Vid. Arisán. Boje:ui01·, cabo: 174.
ARTOSA, Pedro de: 264. Bolinao : 262.
Asia, 104, 142. Bombay: 80.
ASINAS DUQUE DE ESTRADA, Anto­ Borneo: 74, 359, 376, 378.
nio, cabo de obras reales: 156. B0'3oboso: 208.
ATIENZA Y VARES, Francisco de: 303, BRAMBILA, Fernando: .232.
304, 310, 312. BRAVO, Felipe: 20, 181, 185, 232, 344,
A Y ALA, Fernando de: 193. 345, 355, 375,
A YCO, Juan Antonio; cantero: 338. Buen Retiro: 201, 205, 379,
AYERBE, Marqués de: 113. Buena Esperanza, cabo de: 87.
Bacor : 296, 298, 300. BUERAS, Juan de: 234.
BAENA, Gabriel de: 177. BUSTILLO BUSTAMANTE Y RUE;.
BAEZA, Diego de: 267. DA, Fernando Manuel de: 71, 154, 156.
Bagumbayán: 22, 28, 41, 120, 127, 131, 157, 178, 33· 9, 367, 368, 376, 378.
132, 133, 135, 136, 138, 141, 142, 145, BUSTO, Francisco del: 226.
251, 255. BUYCO, Lázaro; arquitecto: 341,
Balahac: 74, 378, 379. BUZETA, Manuel: 20, 34, 36, 181, 185,
Bancusay: 108. 232, 269, 344, 345, 355, 375.
Barcelona: 90, 91, 173, 233, 237, 325, CABA, Jacinto: 338.
376. CABEZAS, Protasio: 342, 379.
Barlovento, Islas de : 71. Cádiz: 82, 85, 88, 89, 94, 23•1, 262.
BARRON, Pedro: 291. CAERDEN, almirante: 53,
BASCO Y VARGAS, José de: 85, 87, Cagayán: 359, 360.
89, 90, 91, 92, 141, 142, 168, 169, 1'73, Calamián: 375.
174, 327, 238, 353, , Calamianes: 48, 74, 357, 363, 375, 376,
BASILIO SANCHO DE SANTA JUS­ 377, 378.
TA Y RUFINA: .:a15, 216, 217, 244, CALAR DE EYROLO, Luis: 193.
276, 277, 279, 282, 284, 332. CALDERON QUIJANO, José Antonio:
Bataán : 240. 91.
Batanes, Islas de los: 173. CALDERON SERRANO, Diego: 24;1.
Batavia: 79. CALVO, José: 374.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 555

CAMACHO Y AVILA, Diego: 195, 196, CERRABE, Diego de: .:129.


197, 269, 270, 271, 272, 273, 274. Ciudad del Santísimo Nombre de Jesús.
Camalayuga: 35 �. Vid. Cebú.
Camarines: 346. CISCARA Y RAMIREZ, Juan de; i1J{le­
CAMPION, Juan Antonio; ar(J1'ittcto: niero: 70 a 73, 97, 88, 99, 149, 154, 157,
234, 236. 158, 159, 269, 309, 312, 313, 314, 323,
CAMPO ALANGE, Conde de: 329. 339, 340, 341, 368, 369, 370, 371, 373.
CAMUS HERRERA, Manuel: 21. CISCARA YBAREZ, Juan de: 70.
Canaria: 44. CLAVERO, Gregorio; ingtniero: 20, 45,
Canarias, Islas: 44, 45, 46. 93"94, 123, 147, 175, 285.
Cantón: 22, 79, 207. CLEMENTE, Juan: 247, 248.
Capiz: 74, COLIN, Francisco: 46.
Carara: 359,365. Conacia: 84.
CARDENAS, Rodrigo de: 35a. Concordia: 49.
CARDOSO, Francisco: 257. CONDE, Manuel: 21.
Carigara: 234. CORDERO, Pedro: 72.
CARLOS 11, Rey de España: 61. CORDERO, Pedro Miguel; cabo de obras
CARLOS 111, Rey de España: 142. reales: 198, 199.
CARLOS IV, Rey de España: 22. Córdoba: 231, .:z(i8.
CARO Y MORA, Juan: 8. CORIA, Antonio; alarife: 175, 302.
CARR, Ricardo, ingtniero: 296, 297, 298, CORNAL, Lucía del. Vid. CORRAL.
299, 300, 301, 323. CORNISH, Samuel: 77, 78, 104, 107.
CARRANZA, Juan Bautista: 373. CORRAL, Lucia del: 8.
Cartagena de Indias: 297, 379. CORRALAT (Rey de Mindanao): 363.
CASSA Y ALBARADO, Antonio de: 312. Corregidor, isla del: 52.
Castello de Vide: 84. CORRO, Juan Ignacio del: 341.
Castelvidé: 84. CORTES, Diego: 364.
Castilla: 25. CORTES, Hernán: 5.
CASTILLO, Bemardino del: 230, 240, CORTES, Pedro; ingtniero: 88, 89.
COSENG: 23, 58, 60, 61, 151, 363.
COWLEY, Rafael: 72.
CASTRO, Agustín María de: 228, 229,
GOZAR, Baltasar Antonio de: •107.
.231.
CRESPO, Franci,;co: 233.
CASTRO, José de: 361.
CRUILLAS, Marqués de: 113.
CASTRO, Lucas de: 330. CRUZ, Alfonso de la: 156.
CASTRO Y ANDRADE, TO'más de; in­ CRUZ GONZALEZ, Domingo de la; a·­
geniero: 20, 30, 73 a 76, 98, 99, 104, q1:itecto: 278, 279, 282.
II6, 161, 167, 172, 180, 201, .272, 316, CRUZ, Mariano Ambrosio de la; ahr:f�:
317 318, 321, 322, 340, 361, 377, 379.
341.
CATACUTAN, Lucas; cantero: 160.
Cataluña: 94. CRUZAT Y GONGORA, Fausto: 65, 153,
CAUCHELA, Andrés· 3, 9, 227. 171, 175, 176, 177, 178, 196, 242, 262,
27c,, 271, 272, 302, 303, 304, 305, 310,
0

C-auit: 289.
Cavit• :· 23, 28, 32, 49, 50 a 56, 57, 58, 71, 338.
72, 74, 76, 77, 78, 80, 82, 84, 85, 9:?, CUCER, Juan; alarife: 46.
102, III, 178, 238, 255, 287 a 332, 363, CUESTA, Francisco de la: 20, 178, 179,
367, 379. 199, 264, 269, 274, 275, 314, 372, 378.
Cavite el Viejo: 332. Culicng: 375�
Cebú, ciudad de: 77, 104, 183, 197, 202, CURUZELAEGUI Y ARRIOLA, Gabriel
205, 210, 213, 234, .:z(i4, 333 a 345, 346. de: 65, 152, 165, 166, 229, 246, 257,
348, 360, 362, 373, 379. 301, 302, 303, 304, 305, 309, 366.
Cebú, isla de: 3, 335, 380. CURRY, Isaac: 79.
CEPEDA CARNACEDO, Agustín de: Cuyo: 375.
364. CHA VES, Juan de: 362.
CEREZO DE SALAMANCA, Juan: 37, CHAVES, Pedro de: 245, 251, 252, 262,
56, 151, 362, 363. 346.
556 M. ª LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

Cherburgo: 329. FELIPE 11, Rey de Espafía: s, 185.


0

Chile: 48, 379. FELIPE 111, Rey de Espafia: 54.


China: 3, 4, 22, 35, 36, �9, 52, 6r, 214, FERNANDEZ, Ignacio: 352.
.232, 243, 274, 3•14. FERNANDEZ V ALENZUELA, Ignacio •
CHIRINO, Pedro. Vid. QUIRINO. cabo de obras reales: 161, 162, 163'.
Dapitán: 359, 371. 179, 180, 243, 246, 276, 317.
DAVI.LA, Pedrarias: 5. FERNANDO VI, Rey de España: 359.
DIAZ, Amaro: 192. FERRANDO. Juan: 6,_ 3.2, .241, 267, 305,
DIAZ, éasimiro: 46, 73, 194, 197. 330.
DIAZ DE CEBALLOS, Sancho; inge-
FERRER, Felipe: 3oz, 303, 305, 3n.
niero: 40.
Figueras: 91.
DIAZ DE DURANA, Francisco: 221. FIGU.EROA, Antonio de; cabo de obras
DIEGO DE SANTA MARIA: 266. reales: 35.
DIEZ DE LA CALLE, Juan: 335, 336. FIGUEROA, Policarpo de: 177.
345, 347. Flandes . 87, 335.
Dilao: 13, 18, :n, .23, 26, .27, 59, 63, 88, FLAVIO, Pedro: 191.
9 7, 99, 120, 127 , 11 29, •131, 132, 134, Florida: u2.
136, 138, 139, 141, 146, .248, 283, 284, FONSECA, Joaquín: 188, 190, 193, 194.
285. Fomosa: 60.
DEI:.GADO, Juan José: 7, 21, 230, 236, FORONDA, Sebastián de: 339, 341.
253, 261, 309, 345, 346. FORT, Baltasar: 267.
DRAPER, Guillermo: 106, 107, 108. Francia: 104.
nucos, José; arquitecto; 360. FRANCISCO DE SANTA INES: 232,
ECHEVARIA, Juan de: 177. 248.
EGUIA, Joaquín de: 367. FRANCK, Jaime; ingeniero: 70, 71.
El Callao: 379. FROMESTA, Cristóbal: 70.
El Escorial. Vid. San Lorenzo; el Real de. FUENTE Y ALANIS, E�teban Lorenzo
El Pardo: 29, 199. det 301.
ELORRIAGA, Miguel de: 3i1, 314, 315. FUENTE YEPEZ, Juan de la: 353.
EMPARAN, Agustín de: 174, 175. FUENTES CORTES, Jerónimo de; inge­
ENCABO, Joaquín de: 344. niero: 29-r a 297, 29-9, 325.
ENDAYA, Bernardo: 301.
ENDAYA, Tomás de: 168,301, 303. Fuertéventura: 44.
Engaño, cabo: 64. . GALBAN, Manuel: rr-r.
ENRIQUEZ, Antonio: 274. GALVE, Conde de: 70.
'ENRIQUEZ, Enrique: 176. GALVEZ, José de: 89, 90, 91, 9-.2, 141,
ENSENADA, Marqués de la: 76, ·103, 142, 172, :116, 327, 328.
162, r68, 243. GALLEGOS, Antonio: 349, 351.
GAMBOA, Juan de: 253, 254.
Española, isla: 5. GARAY, Francisco de: 5.
ESPEJO, Antonio:· 267. GARAYCOECHEA, Juan de: 176, 177.
ESPELIUS, José; ingeniero: 82. GARÓA, Bartolomé: 344.
&píritu Santo, cabo del: 48. GARCIA, Luis Angel: 118.
ESTACIO DE VENEGAS, Manuel: 26, GARCIA, Miguel: 230, 354.
I71. GARCIA DEL FRESNO, Francisco: 64,
Estanzuela, La: 293. 292., 298, 364.
ESTORGO GALLEGOS, Francisco Xa- GARCIA SERRANO, Miguel: 248.
vier: 281. GASPAR DE SAN AGUSTIN: ,1, 46,
Europa: 79, 130. I 51, I 88, 226, 227, 228, 335, 336.
FAJARDO, Diego: 26, 57, .255, .291, 3•32. GAZTELU, Santiago; arquitecto: 246.
FAJARDO DE TENZA, Alonso: 54, 55, GERALDO, Juan: 177.
226. GERBAUT, Juan: 82.
FALLET, César: ro8. GIL, Ignacio: 257.
"FARAUDO, José: 28, 164, 326. Goa, 20'I.
FAVEAU, Antonio: 74. Gdmel'a: 44.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 557

GOMEZ, Alonso: 267. ISLA, Juan de la: 336.


GOl:l:'EZ, Lorenzo: 76. ISLA FARFAN, Tomé de la: 227.
GOMEZ, Miguel Antonio; ingeniero: 20, Isla Hermosa: 58.
75, 76 a 8,2, 105, IIO, IIII, II3, I'I<J, Isla de León: 174, 372.
II6, II7, II8, 1.:n, 125, 163, 164, 215, Islas de Poniente: 7, 21.
3l8, 319, 320, 3·21, 362, ISTlJRIS, Gabriel: 275.
GOMEZ DE ACEVEDO, Rafael: 192. Japón: 4, 52, 56, 232, 274.
G;OMEZ DE ARELLANO, Francisco: Java: 207.
190. JERONIMA DE LA ASUNCION: 262.
GOME • Z DE SOTOMAYOR, Antonio: 76. Joló: 74, 359, 378, 379.
GOMEZ DE LA TORRE, Juan Manuel: Jordán, río: 281.
75, JORDAN, Diego; ingeniero: 46.
GONZALEZ, Andrés: 339, 347, 348, 350, JOVE, Antonio: 375.
GONZALEZ DE GUZMAN, Juan: 275, Juan Fernández, isla de: 379.
GONZALEZ DE QUIJANO, Andrél!: JUAN DE LA CONCEPCION: u, 14,
201, 17, 20, 28, 31, 41, 42, 46, 232, 234,
GONZALEZ ZORRILA, Francisco: 3or. 237, .24,2, 245, 25tl, 262, 33 11 345, 360,
GOROZPE !RALA, Diego: 352. 362, 363, '377, 380.
GOYTI, Martín de: 3, 4, 8, 9, 336. JUAN DE LA ENCARNACION: 155.
Guadalajara, de Méjico: 195, 197, 274, JUAN DE LOS ANGELES ; arquitecto:
Guadalquivir, río: 7. 241,
Guatemala: 240. JUAN DE SAN JERONIMO: 251.
GUERRERO, Hernando: 191. JUAN DE SAN JOSE; arquitecto: 215,
GUERRERO, Juan Jerónimo: 265, .266. 216.
GUILLEN, ,Hernando: 267. KOSENG. Vid. Coseng.
GUTIERREZ, Alvaro: 2.26. La Bafü:za: 228.
Gran Bretaña: 19, 104, 142. Labo: 378, 379,
Gra!lada, 253. La Caldera: 365, 366, 369, 371, 372, 373.
GRAU MONTFALCON, Juan: 32, 263. La Habana: 70, 72.
GREGORIO XIII, Papa: 186. Lanzarote: 44.
HEREDIA Y VELASCO, Antonio de; La Falma: 44.
cabo de obras reales: 15 6. LA SERNA, Ignacio: 341.
Hermita, pueblo de la: 28 4, 285. LAVEZARIS, Guido de: 3, 7, 9, 24.
HERNANDEZ, Nicolás; cantero: 160. LEGAZPI, Miguel López de: 3, 4, 6, 7,
HERRERA, Jerónimo de: 352, 353. 8, 13, 24, 31, 40, 185, 2.26, 229, 245,
HERRERA, Juan Antonio de; arquitecto: 333, 335, 336, 344.
227, 228. LEJARZA, Fidel de: 261.
HERRERA RAV ACHERO, Félix: 364. Leiton, puerto de: 293.
Hierro, isla de: 44- LEZCANO, Francisco: 301.
Holanda: 87. LEON, Manuel de: 194, 364, 365.
HURTADO DE CORCUERA, Sebastián: LEON Y CANALES, Benito: 70.
57, l52, 246, 254, 255, 262, 265, .268, Leyte, isla de: 335, 343, 380.
291, 331, 363. Lima: 204, 205, 278, 379.
Iligan: 359, 363 . LI-MA-HJONG: 7, 8, 9, 10, .:;:26.
Ilocos: 8, 320, 352, 353. Linapacan: 375.
Iloilo: 52, 53, 71, 72, 7 4, 357, 380. Lingayen: 364.
Imus: 28, 353. LINO DE EZPELETA, Miguel: 77, 104,
India: 31, 55, 85. 183, 202, 213, 342, 343, 360, 36.I.
Indostán: 5z. LIZARRAGA, Conde de: 21, 312, 313,
INGCO, Juan; cantero: 247. 314.
Inglaterra: 80, 87, 90, 92, 104, 142. Londres: 78, 79, 80.
INOCENCIO X, Papa: .267. LONGCO, Tomás: 175.
IRIARTE, José de: 317, 3.19, 322, 379. LOPEZ, Francisco: 267.
Irlan<la: 84, 87. LOPEZ, Juan: 270, 337.
ISLA, Ga-.par de la: 238, 245. LOPEZ, Tirso: 197.
558 M, • LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

LOPEZ BELTODANO, Bias: 233. II4, II7, 118, 1301 131, 134, 137, 13
8'►
LOPEZ DE LEGAZPI. Vid. Legazpi. l 64, 324, 325.
LOZANO, Pedro: 267. MARTIN CERM'El-l'O, Pedro, 87.
LUBIN, Agustín: 231. MARTINEZ, Bartolomé: 25.
LUCAS DE JESUS MARIA; arquitecto: MARTINEZ, José: 315.
35. M'ARTINEZ ARAQUE, Diego: 169.
LUCAS DE LOS ANGELES: 253, 234. MARTINEZ DE ARIZALA; Pedro, 29,
LUCENA, Pedro Ambrosio de: 376. 201, 205, 206, 210.
LUJAN, Carlos; ingeniero: 76, 318. M!ATEO DE LA ASUNCION: 263.
Lusduff: 84. MATEO DE LA ENCARNACION: 380.
Lutaya: 375. Mayjalique: 128.
Luzón: 3, 4, 23, 346, 351, 352, 380. MAZO, Antonio; alarife: 35, 171, 172.
LLAGUNO Y AMIROLA, Eugenio: 228, MAZONI, Juan Bautista: 72.
LLANES Y CIENFUEGOS, Benito: 376, M'EDRANO, P.: 254.
377, 378. Meitubi: 55.
Macan: 55, Méjico: 3, 5, 12, 30, 5'1, 72, 76, 92, n3,
Macao: 52. 195, 196, 197, 199, 220, 221, 23,1, 234,
255, 274, 282, 296, 298.
MACIAS, Juan; arquitecto: 227.
Madrás: 79, 80, 116. MEJORADA, Pedro de: 72.
M'ADRAZO, JO'lé: 154. MEM'IJE, José: 213, 214.
MADRIGAL, Antonio: 21. MEMIJE, Pedro Pablo de: 217.
MAGALLANES, Fernando de: 335. MEM'IJE Y QUIROS, José Antonio de:
MAGALLANES, Francisco de: 255, 256, 29, 30..
33.2. MENDIOLA, Domingo de: 239.
MERINO, Manuel: 229. 231.
Magallanes, estrecho de: 48, 54. M!ESSA, Marcos de: 257, 258, 332.
Malabar, costa de: 201. Meycavayan: 178, .:n8, 2 43, 282, 3r6.
M'alaca: 50, 77, 79, 290, 316. MEZQUITA, Joaquín ; arquitecto: 29,
Málaga: 94. 201.
MALASPINA, Alejandro: 329. Michoacán: 199.
Malatc: 120, 127, 284. MIER Y NORIEGA, Fernando de: 35,
M'ALDONADO DE PUGA, Juan Ma­ 36.
nuel: 253, 254, 256, 257, 258, 259, 260,
309, 33,1. M'ILLAN DE POBLETE, Jo'sé: �3, 194,
Malinas: 4. MINAYO, Francisco: 241.
Mindanao: 54, 7 4, 357, 359, 362, 365,
Maloza, estero de: 119, 127, 128. 367, 368, 37 2, 380.
MALLARI,Dionisio; cantero: 175. Minondo. Vid. Binondo.
MANRIQUE DE LARA, Sabiniano: 18, MIRANDAOLA, Andrés de: 3, 9.
23, 27, 58, 60, 61, 63, 64, 66, 98, ·103, Misamis: 360, 361.
105, 125, 126, 15.l, 157, 158, 194, 248, Mi�sissipí: 112.
256, 263, 291, 296, 300, 331, 363, 364, MOCTEZUMA, Conde de: 7r.
368. MOLINA, Felipe de: 347, 348, 349, 350.
M!ANUEL DE LA CONCEPCION; ar- MOLINA, Julián de: 352.
quiteeto: 155. Molucas, islas: 53.
MANZANEDA, Severino de: 70. MONTEALEGRE, Francisco: 267.
Marinduque: 53. MONTE CASTRO, Marqués de: rr r.
Mariquina: 277. M!ONTEMAYOR Y MANSILLA, Fran-
Mariveles: 51, 178, 304. cisco de: 65, 365.
MARQUEZ Y TRUJII.,W, Feliciano; in­ MONTERDE, Diego: 258.
g eniero: 20, 27, 33, 34, 47, 8.1 a 86, MONTERO, Fernando: 191.
1.25, 126, 127, 128, 129, 130, 216, 323, MONTERO Y VIDAL, José: 3r6, 378.
324, 326, 3)27, MONTILLA, Francisco de: 248.
MAR.QUINA, Félix Berenguer de: 174, M!ORENO, Francisco: 190.
280, 284. MORENO, Juan de: 361.
MARTIN CERME1'l'O, Juan: 76, 81, 89, MORGA, Antonio de: 12, 13, 45, 46,
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 559

48, 49, so, sr, 52, r70, r 7r, r8S, 237, Países Bajos: 53.
333, 336, 345, 346, 35r. Palapa: ro8.
MOSQUERA, Joaquín: 89. Palapag : 234.
MU:ROZ, Diego: 226. P.alermo: 273.
MU�OZ, Ignado: r7, r8, 27, 232, 248. PALM, Erwin Walter: 5.
MURILLO VELARDE, Pedro: r 5, 234, Palma, isla de: 44.
235, 236, 330. Pampanga, prov. de la,: 80, 273.
Naga, río y pueblo: 346, 347. Panay, isla de: 3, 4, 52, 74, 343, 380,
Nápoles: r73. 38r.
NAVA, Gregorio, · alarife: r7 :a. PANDO Y VILLARROYA, José Luis
NAVAMUEL Y VILLEGAS, Ignacio: de: 49.
r56, ,r57, r6o. Pangasinan, prov. de: 80, 364.
Navidad, puerto de la: 3. Pangui: 360.
NEBRA, Juan Domingo de: 373. Panzacola: 112,
N�gros, isla de: 335. Paragua, isla: 74, 375, 378, 379.
NICOL'.AS, Francisco, alarife: 2r4. Parañaque: 8, 9, r78, 3r6, 32r.
NIETO, Juan Bautista, arquitecto: 278. PARDO, Felipe: 195, 196, 270, 27r.
:.179. PARED, �a: 9r.
NI:RO DE TAVORA, Juan: 26, 32, 55, París: 87, 104, 112, 23r, 322.
287, 290, 33r, 363. PARKER, Hyde: 80.
NOORT, Olivier de: ¡8, 49, 5 r. Pasacao: 349.
NORTON NICOLS, Nicolás: 359. Pá,;ig: 3, 9, I 5, 22, 32, 33, 35, 40, 60,
Nueva Cáceres: 333, 339, 346, 347, 348, 78, 102, rr2, 128, r36, r47, 157, 244,
349, 350, 351. 283.
nueva Segovia: 74, ro2; 194, 267, 316, PASTELLS, Pablo: 41, 42, 46, 233.
333, 35I a 354, PAVER, Juan Nepomuceno, arquitecto:
OCIO: Hilario: 17. 360.
OCIO Y OCAMPO, A11tonio de, cabo de PAZ, Julián: 7.
obrás reales: r55, r 79. PAZ, Príncipe de la: 2r, ·94, 329.
OCIO Y OCAM•PO, Manuel Antonio de: PEAQCO, Juan, alarife: 244.
341. PEGO, Andrés: 72.
OCHO A Y SARATE, Manuel de, arqui­ PEGUERO, Juan: 267.
tecto: 339, 340. PE:fitA BONIFAZ, Juan M'anuel de la:
O'KELLY Y BURKE, Dionísio, inge­ 301, 364.
niero: 20, 81, 82, 83, 84 a 88, 89, 92, PE:fitA MACEDA, Pedro de la: 302.
129, r30, 132, 134, r35, 136, 137, 138. PEON, Bartolomé: 98.
139, 140, 14r, 164, 169, 170, 17z, r73, PERE:RA, Juan de: 29r, 292, 296, 298,
276, 277, 326. 3oc,.
O LASO, Lorenzo: 26, 55. PEREZ, Elviro J.: 227, 2.28.
O1il"EZ, Juan de: 233. PEREZ, Francisco, ing¡miero: 83, r72,
OROZCO, Francisco de: 379, 327.
ORCULLO, ,Ignacio de: 341. PEREZ, Lorenzo: ll!62, 263.
ORTEGA, Francisco de: 7. PEREZ, María: 239.
ORTIZ DE IBARGUEN, Elvira: 227. PEREZ BEATO, Manuel: 70.
OSCOTE, Frartcisco Domingo, 375. PEREZ DASMARI:RAS, Gómez: 6, 12,
Ostende: 87. r8, 19-, 22, 33, 44, 46, 47, r51, r65,
Otón: 74, 378, 380. r87, 18S, 225, 237, 24r, 242, 289.
OVANDO, Marqués de: 74, 204, 375, P.EREZ DASMARI1il"AS, Luis: 15, 33,
379. 239, 242.
Paco, pueblo de: 285. Perú: 197.
PAOHECO, Antonio: 215. PIGAFETTA, Antonio: 335, 336.
PACH¡ECO MALDONADO, Juan: 236. PIMENTEL, Luis: 237, 364, 367.
PADILLA, Leonardo de: 192. Pintados, prov. de: 49; 333.
PADILLA Y ESCALANTE, Gregorio PLANA, Buen�entura: 372.
de: 367, 368, 370, 371, 373. Playahonda: 53, 54.
560 M. ª LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

POBLETE, Miguel 1k: 19, 193, 196, 253, mayor de la catedral de Manila ; 201,
256, 270, 27 I. ao7, .2o8, 210, 211, 212, 213, 214.
PONCE, Francisco, cab� ·ae obra.s rea­ ROJO, Manuel Anton1o: 75, 77, xo4,
les: 152, 175, 177, 270, 271, 301, 302. 108, ,162, 21.2, 243, .276, 312; 317, 321.
Pondicbery: 142. Roma: 233.
PONTE Y IANDRADE, Alonso de: 301, ROMAN, Juan Bautista: xo, II, 43,
302. Romblón, isla de: 381.
PORLIER, Antonio: 174. RONQUILLO, Juan: 50, 54.
Portugal : 84. RONQUILLO DE PElitALOSA, Gonza-
PRADO, R.aimundo de: 345. lo: xo, 24, 226, 229, 351.
Puebla de los Angeles: 231. RUBIO DE AREVALO, Mateo Joa­
Puerto de Santa Ma:ría: 231. quín: 343.
Pulo Tioman: 79. RUGAMA Y PALACIO, Lorenzo de:
Quiapo: 15, 22, 128, 281, 283. 374.
QUIBON, Jerónimo: 338. RUIZ, Juan de San Agustín: 353, 354.
QUINTANA, Juan de: 345. RUIZ DE ESCALONA, Martín: .z.26,
QUINTERO, Marcos: 267. 249, 268.
QUWONES, Diego de: 53, 380. RUMEU DE ARMAS, Antonio: 45.
QUIRINO, Pedro: 41, 45, 233, 236, 237. RUPPERT, Enrique: 52.
RADA, Martín de: 7. SAAYEDRA, Francisco de: 94.
RAJA MATAN.DA: 3. SABA TINI, Francisco: 93, 326.
RAJAMO'RA, 3, 4. SALAMANCA, Ignacio de: 344.
RAMIREZ, Gaspar: 8. Salamanca ; 240.
RAMIREZ, Joaquín, José: 246. SALAVERRIA, Santiago: .21.
RAM'IREZ, María Candelaria: 70. SALAZAR, Dptningo de: u, 42, 185,
RAMIREZ PINTO, María: 266. 186, I 87, 225, 238, 239•
RAON, José: 82, 83, 85, u7, 120, 121, SALCEDO, Diego de: 18, 32, 64.
122, I.25, 164, 3.23, 36¡. SALCEDO, Isidro de: alarife; x 77.
REAL TESORO, Marqués de: 89. SALCEDO, Juan de: 3, 8, 9.
RETANA, ,\V. E.: x.:r, 17, 18, 44, 46, SALINAS, María de: x 77.
73, 94, 188, .268, 335, 336. SAMANIEGO, Gonzalo: 65.
Samar: 3-80.
REVILLAGIGEDO, conde de: 76.
Samboanga, vid. Zamboanga.
REYES, Domingo de los: 337.
San Antón, pueblo de: 26, 285.
REYES, José de lO'l: 160.
San Francisco del Monte: 93.
REYNA,UD, Bartolomé, ingeniero: 88,
San Ildefonso (La Granja): 174, 217,
89. 220.
RICCIO, Victorio: 364.
San Isidro, montes de: 78.
RIO, Ignacio del: 155.
San Juan de Bagumbayan, pueblo de;
RIOS CORONEL, Hernando de los: vid. Bagumbayan.
239, 245, 26.2.
San Juan de Luz: 329.
RIVERA, Gabriel, de: 232, 233. San Juan del Monte: g,o.
ROAN, Juan Dionisio de: 230. San Lázaro, pueblo de: 22, :.6, 284, 285.
RODRIGO DE SAN MIGUEL: 19, 251. San Lorenzo el Real de El Escorial: 84,
RO.DRIGUEZ, Francisco: .240. 88, IZO, 162, l73, 187, .2.25, 227, 228,
'RJODRIGUEZ, Juan Angel: ,r67, .199, ·230, 277, 323.
.200, .205, 338, 339, 34.2, 347. San Miguel, pueblo de: 2.2, 1.27, 283,
RODRIGUEZ, Nicolás Felipe: 244. .285.
RODRIGUE.Z DE FIGUEROA, Este· San Pablo de los Montes! 2.29.
ban: .237. San Pedro de Macati: 371.
RODRIGUEZ DE MORALES, Jacinto: San Sebastián, pueblo de: 128, 281.
360. 361, 36.2. SANCHEZ, Alonso: 41, 185, x8S, 232,
RODRIGUEZ OV ALLE, Alfonso: x13. 233.
ROJAS, Antonio de, ingeffierO: 375. SANCREZ BERNARDO DE QUlROS,
ROJAS Y MELÓ, Esteban de, obrero .. _Gaspar: 378.
ARQUITECTURA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 561

SAN.CHEZ Y GARCIA, Juan: 267, 268. SUiAREZ OLIVERA, Manuel: 270, 27, r,
SAN.DE, Francisco de:. 10, 40, .2311. 275.
Sangley, punta del: 293, 296, 328. Tabuco, 347.
Santa Ana, pueblo de: 285. Taig¡:.an: 60.
SANTA CRUZ, Baltasar de: 6, 13, 16, Tajo, río: 35r.
17, 192, 241, 266, 267, 352. Tandag: 359.

..
Santa Cruz, estero de: 64. Taytay: 74, 275, 376, 377, 378.
Santa Cruz, pueblo de: r 28, 169, I 70, TELLO, Pedro: 237.
172, 278, 361, 371, 280, 281, 347. TELLO DE AGUIRRE, Juan: 240.
Santa María de Galve: 71. TELLO DE GUZMAN, Francisco: 47,
Santiago, pueblo de: 283, 285. 49, so, 51, 52, r88, 189, .2;29, 237.
Santiago de Cuba: 70. Tenerife: 44, 46.

--
Santísimo Nombre de Jesús, ciudad del; TENORIO, Bartolomé: 266.
vid. Cebú. TEPA, Conde de; vid. VIA • NA, Fran-
SANTISTEBAN, Manuel: r66. cisco Leandro de.
Santo Domingo, ciudad: s. Terceras, Islas: 87.
SANTOS, Juan de los, eseu,ltor: 229. Terrenate: 6r.
SANZ, Mateo del, ingeniero: 336. TOBAR Y ESCOBAR, Ramón de: 379.
SANZ, Tomás, ingeniero: 20, 85, 87, 89, Toledo: r88.
90, 9I a 93, 94, r4r, 143, 144, 145, TOLEDO Y GRIMALDOS, Juan de:
146, 165, .ar6, 218, 285, 327, 329. 341.
SAPLAN, DiollHiio, alarife: ,155, 156, Tondo: 3, 15, 21, 22, 32, 33, 34, r20 ,
157, 177, 197, 271, .275. I 28,. 278, 282.
SARMIENTO, Pedro: 46, 165, 2.27. TONGCO, Jerónimo, alarife: 163, 276.
SARRIO, Pedro: 85, 88, r4r, 146, 172, TORR:ALBA, José: 154, 155, 156, 157,
173. 159, 160, 166, 178.
SEDE�O, Antonio, arqúiUcto: 41, 42, TORRE, Francisco de la: 33, 76, 77,
185, 232, 233, .245. 95, 104, 105, 113, II4, II9, 120, 121,
l 22, I 26, 1I 28, I 62, I 6,1, I 65, 243, 322,
Segovia: 345,
326.
SEGUI: José: 169, 278.
TORRE, Gaspar de la: 74, rn2, r68, 180,
SERRANO, Antonio: 227.
232, �r.
SERRANO, Francisco: 265.
TORRE, Juan Antonio de la: 376, 377.
SERRANO Y SANZ, Manuel: �­
SERRET, Miguel Juan: 27. TORRE CAMPO, Marqués de: 258, 315,
Sevilla: 17, 91, 94, 143. 167, 206, 298. 371, 372, 376.
SICHU: 61. TORRES, José Francisco de, cabo de
obras reales: 157.
SIDOTI, Juan Bautista: r66, 273, 274.
TORRES LANZAS, Pedro: 72, 84, 93,
S IERRA TAGL�, Antonio: ró8, 109.
125, 143, 157.
SILVA, Fernando de: 165.
TOSCA, P.: 164.
SILVA, Juan de: 19, 52, 53, 54, 251, Trento: 272.
253, 292, 345.
Trinidad, prov. de: 379.
Simanca,s: 44, 45, 325. Trujillo: 3rr.
sroco: 8, 9. TRUXILLO, :Pablo: 227.
SOLER, Agustín: .238. TURIUANO, Leonardo, ingeni�o: 44,
SOLER, Miguel Cayetano: 244. 45, 46.
SOLIER, Pedro de: 230. UGARTE, D1>mingo de: 364.
SOLIS, Lorenzo de-: 76, 31-8. UGUCCIONI, Juan, arquitecto: 1�3, 2or,
SOMOVILLA TEJADA, Juan de: 29r, 202, 205, 209, 210, 211, 213, 214, 216,
296, 298, 299, 300, 301, 323. ,217, .218, 219, 2.20, 243, 247, .276; 317,
Sopetrán: 344. 3.21.
SORIA, Diego de: 239, 267, 352. ULLOA, Antonio de: 91.
SPILBERGEN, Jorge: 53. URDAN.ETA, Andrés de: 226.
SUAREZ GALLINATO, Juan: 49. VALDERRAMA, Juan de: 227.
SUAREZ LOPEZ, Manuel: 243. VALDES TAMON, Fernando de: 67, 73,
562 M.• LOURDES DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA

97, 9 8, 99, 10.2, 159, 160, 161, 162, Villa de San Migud: 335:
167, �79, -180, .265, 315, 316, 336, 337, VILLAFAAA, Bernardino de: 19.2.
340, 341, 346, 349, 351, 357, 359, 37.2, VILLALOBOS, M'anuel de: 70.
373, 375, 377, 3,&1. VILLAMANRIQUE, Marqués de: 12.
VALDES Y BAZAN, Antonio: 174. VILLAMARIN, Juan de: .264.
VALDIVJESO, Marcelo: 371, 37.2. VILLAMEDIANA, Marqués de: 104.
Valeitegui, punta de: 51. Vinacaya, río: 295, .296, .298.
VALENCIA, Domingo de: .275, 350. VINALES, fedro: .274.
Valencia de Alcántara: 84. Visayas: 33.2, 357, 375, 380.
VALERO, Marqués de: 72. VIVANCO: Luis de: .24.2.
Valladolid: 5, 17, 1194, .2.28, .231, 35.2. VIVERO, Rodrigo de: 33, 48.
VALLEJO, Lope de: -33, 47. VOVADILLA, Femando de; vid. BO-
V.ANTA, Miguel, alarife: 157, 160. BA,DILLA.
VARGAS HURTADO, Jua.n de: 303, WITTERT, Francisco: 5.2, 53.
337, 365, 366. XIMENEZ, Alonso, arquitecto: .240, .245.
V AZQUEZ DE MERCADO, D i e g o : XUAREZ DE PUGA, Antonio: .239.
191, .245. YLIBERRI, Bernardo: 107.
VELAZQUEZ, Alonso : 8. Ylocos, vid. Ilocos.
VELEZ DE .A:RCE, Fernando, ingenie- Yloylo, Vid. Iloilo.
-ro : 376, 378·. YTAMARREN, Juan de: 364.
VERA, Ana de : .26.2. Yucatán, 70.
VERJA, Gaspar de: 'l'I, 40. ZABALBURU, Domingo de: 71, 178,
VERA, M'elchor de, arquitectó 'Y escultor: 197, 269, .275, .289, 303, 309, 310, 311,
.236, 26.2. 312, 3'13, 321, 378.
Vera, Santiago de: II, 1.2, 19, 33, 40, 41,
Zambales, prov. de: 140.
4.2, 43, 44, 187, .2.2>5, .237.
Veracruz: 7.2, 76, 71, 81, 318. Zamboanga: 61, 72, 340, 357, 359, 362 a
VERBOON, Jorge Próspero ae:· 69, 375.
VERNON, Almirante: 379. ZARATE, Pedro de: 192.
VIANA, Frandsco Leandro de: .29. Zaragoza: 6, 24, 69, 94, 368.
ViESMÁN DE ROTTERDAM, Lamber- ZARA TE, Andrés de: .264.
-to: 49, 5.2. ZEA Y CAICEDO, Sebastián de: .257.
VIGA, Diego Antonio de: .246. Zebú, vid. Cebú.
Vigan: 35.2, 353, 354, 355. ZEREzo·, Juan; vid. Cerezo de Sala­
VILLA, Mateo de la: .264. manca.
Vil!:i. Femandina; vid. Yigan. ZUMALDE, Manuel: 168.
FE DE ERRATAS
PÁGINA LÍNEA DICE DEBE DECIR

70 25 Siscarra Ziscarra
70 26 Ziscarra Siooara
IOJ 17 1954 1754
278 22 González de la Cruz de la Cruz González
IMPRIMIR
ESTE UBRO SE ACABÓ DE
EL DÍA 17 DE MARZO DE 195
9
EN LA IMPREN TA DE LA
CANOS
EscuEL A DE EsTuDios H1sPANOAMERI
DE SEVILLA, DIRIGIDA POR
INO G6MEZ MESAS.
EL Loo. DoN MAxIM

Depósito legal.-SE-5-1959.
PUBLI CACI ONE S
DE LA

ESCUELA DE ESTUDIOS HISPANO - AMERICANOS

OBRAS PUBLICADAS:

l Anuario de Estudios Americano,. Vol. 1.-Sevilla, 1944.-XII+844 págs., 17 láms.


24Xl7 cms.-1.500 grs.-AGOTADO.
2 Pérez Emhid, Florentino: El Almiranla:go de Castilla hasta las Capitulaciones de
Santa Fe.-Sevilla, 1944.-XVI+I86 págs., 5 ilust., 14Xl7 cms.; rústica, con iobre­
cubierta.-360 grs.-AGOTADO.
3 Giménez Fernández, Mannel: La: Bulas Alejandrinu de l•S93 referentes a l,u
India,.-Sevilla, 1944.-XVI+258 págs., 5 ilust,, 24Xl7 ems.; rústica, ron eobre­
cubierta.-450 grs.-AGOTADO.
4 Memoria de Gobierno de ]osé Fernández de Abascal 'Y Sowa, Virrey del Perú.
Edición de Rodrígnez Casado, Vicente; Calderón Quijano, José Antonio. Estudi•>
preliminar de V. Rodríguez Casado.-Sevilla, 1944.-CLII+495 y 584 págs., 15 láms.
Dos tomos de 20Xl3 cms. Tela, con sobrecnbierta,-1.750 grs.
5 Calderón Quijano, José Antonio: Belice, 1663,1821.-Sevilla, 1944.-XIV+504 págs.,
32 láms., 20Xl6 cms.; tela, con sobrecubierta.-850 gu.-100 jesetas.-AGOTADO.
6 Carro, O. P,, Venancio D.: La Teologla 'Y los teólogo•jurislu espaíioles ante la Con­
quista de América.-Madrid, 1944.-2 tomos. 453 y 473 págs., 22Xl6 ems.; tela, con
sobrecubierta, 1.250 grs.-AGOTADO.
7 Rumeu de Armas, Antonio: Colón en Barcelona.-Sevilla, 1944. - XII+86 págs.
24Xl7 ems.-170 grs.-AGOTADO.
8 Jos, Emiliano: Investigaciones ,obre la vida 'Y ·obras iniciales de D. Fernando Colón.
Sevilla, 1945.-XVIII+l64 págs., 6 ilust., 24Xl7 ems.-330 grs.-AGOTADO.
9 Anuario de E,tudios Americano,. Vol. 11.-Sevilla, 1945.-XVIII+936 págs., 24Xl7
ceotimetros.-1.790 grs.-AGOTADO.
10 Bayle, S. J., Constantino: El protector de indios. - Sevilla, 1945. - VIII+I76 págs.,
24Xl7 ems.-325 grs.-AGOTADO.
11 Gutiérrez de Arce, Manuel: La colonización danesa en las Islas Vírgenes.-Sevilla.
VIII+l61 págs., 6 láms. 24Xl7 eme.; 275 grs.-AGOTADO.
12 Lohmann Villena, Guillermo: El arte dramático en Lima durante el Virreinato.
Madrid, 1945.-XX + 647 págs., 22Xl6 eme.; tela, con sobrecubierta; 1.050 gro.
AGOTADO.
13 Alonso Getino, O. P., P. Luis: Influencia de los dominicos en las Leyes Nueva,.
Sevilla, 1945.-VIII+94 págs., 24Xl7 cms.; 170 grs.-AGOTADO.
14 Las Leyes Nuevas, 1542,1543. Reproducción fotográfica. Transcripción y notas de
Antonio Muro Orejón.-Sevilla,-XXI+26 págs., 24Xl7 cms.-AGOTADO.
15 Céspedes del Castillo, Guillermo: La averla en el comercio de India,.-Sevilla, 1945.
VIII+I87 págs., 8 láms., 24Xl7 cms.; 300 grs.-AGOTADO.
16 Malilla Triscón, Antonio: Lo• viajes de ]ulián Gutiérrez al Golfo de Urabá.
Sevilla, 1945.-VII+84 págs., 4 láms., 24Xl7 ems.; 195 grs.-AGOTADO.
17 Palacio Atard, Vicente: El Tercer Pacto de Familia.-Sevilla, 1945,-XVII+377 pá.
ginas; 8 láms., 22Xl6 cms.; tela, con sobrecubierta 600 grs
18 Muzquiz de Miguel, José Lnis: El Conde de Chinchón, virrey del Petú.-Sevilla,
1945.-334 págs., 16 láms., 22Xl6 ems.; tela, con sobrecubierta; 650 grs.
19 Pérez Emhid, Florentino: Lo, descubrimiento• en el Atlántico hasta el lraiado
de Torduillas.-Sevilla, 1948.-370 págs., 35 láms., 22Xl6 cms.; tela, con sobre­
cubierta; 760 grs.
20 Portillo y Diez de Sollano, Alvaro del: De.scubrimiento, '1 e:r:pedicione., en las
cosiu d� Cali/ornia.-Madrid, 1947.-540 págs., 57 láms., 22Xl6 cma.; tela, con
sobrecnh1erta; 900 grs.
2l Memoria de gobierno de Manuel Amat '1 Juniet, virrey del Perú. Edición y estudio
preliminar de Vicente Rodríguez Casado y Florentino Pérez Embid.-Sevilla, 1947.
XCII+845 págs., 12 láms., 20Xl3 cms.; tela, con sobrecubierta; 800 gra.
22 Ayala, F. Javier de: Ideas poUticas de Juan de Solór:wno. - Sevilla, 1946. _
XII1+583 págs., 22Xl6 cms.; tela, con sobrecubierta; 1.080 grs.
23 Lobmann Villena, Guillermo: El Conde de Lemoa, virrey del Perú.-Madrid, 1946.
XVIII+472 págs., ll láms., 22Xl6 cms., tela, con sobrecubierta; 800 grs.
24 Arregui, Domin¡o Lázaro de: Descripción de la Nueva Galicia. Edición y estudio
de Fran�ois Chevalier.-LXXl+l61 págs., 4 láms., 24Xl7 cms.; 490 grs.
25 --Agia, Fr. Miguel de: Servidumbres personalea de indios. Edición y estudio preli­
minar de F. Javier de Ayala.-Sevilla, 1946.-LII+Ul págs., 24Xl7 cms.; 450 gr■•
26 Memoria de gobierno de Joaquín de la Pewela, virrey del Perú. Edición y Prólego
de V. Rodríguez Caeado y Guillermo Lohmann Villena.-Sevilla, 19"7.-XLVIX912
páginas, 3 láms., 20Xl3 cms.; tela, con sobrecubierta; 850 grs.
27 . Rodríguez Caeado, Vicente; Férez Embid, Florentino; Construccionu del virrey
Amar.-Sevilla, 1949-XII+307 págs., 58 láms., 22Xl6 cms.; 500 grs.
28 Schafer, Ernesto: El Consejo Real '1 Supremo de las Indias en la admini,tración
colonial.-Sevilla. Centro de Eetudios de Historia de América (1 tomo) y E.E.H.A.
(II tomo), 1935 y 19"7.-XVIIl+434 y XV+680 págs., 5 lám., 25Xl7 cms.; tela,
con sobrecubierta; 2.500 grs. AGOTADO.
_29 Rumazo, José: La región amazónica del Ecuador en el siglo XVI.-Sevilla, 1945.
XII+268 págs., 12 láms., 24Xl7 cms.; 500 gn.-AGOTADO.
30 Palacio Atard, Vicente: Areche '1 Guirior: Observaciones sobre el fracaso de una
visita al Perú.-Sevilla, 19"6.-VIII+l06 págs., 5 láms., 24Xl7 cms.; 200 gramos.
31 Anuario de Estudios Americano,. Vol. 111.-Sevilla, 1946.-XVI+I.306 páge., 50 lá­
minas, 24Xl7 cms.; 2.300 grs.-AGOTADO.
32 Herráez S. de Eecariche, Julia: Don Pedro Zapata de Mendoza, gobernador de
Cartagena de Indias.-Sevilla, 1946.-VIII+l37 págs., 6 láms., 24Xl7 cms.; 250 gro.
33 Giménez Fernández, Manuel: Las doctrinas populistas en la independencia de
Hilpanoamérica.-Sevilla, 1947.-VIIl+l56 páge., 24Xl7 eme., 300 grs.
34 Céspedes del Castillo, Guillermo: Lima '1 Buenos Aire.,. Repercusiones económica,
'1 políticas dé la creación del Virreinato del Plata.-Sevilla, 1947.-VIIl+21" páge.,
6 láms., 24X17 cms.; 400 grs.
35 Rumeu de Armas, Antonio: Los viajes de John Hawkin, a América (1562-1595).
Sevilla, 19"7.-XX+-486 páge., 26 láms., 22Xl6 cms.; tela, con sobrecubierta;
650 grs.
36 Angulo lñiguez, Diego: El Gótico r el Renacimiento en las Antillas. Arquitectura,
escultura, pintura, asulejos, or/ebrería.-Sevilla, 1947.-VIII+101 págs., 81 iluet.,
24X17 cms.; 200 grs.
37 Díaz Venteo, Fernando: Las cámpañiu militares del virrey Abascal.-Sevilla, 1948.
XIII+416 páge., 22Xl6 cms."; tela, con sobrecnbierta; 500 gro.
38 Anuario de Estudio, Americanos. Vol. IV.-Sevilla, 19"7.-XVIll+804 págs., U lá­
minas e iluat., 24Xl7 eme.; 1.500 grs.-AGOTADO.
39 E,tudio, Americanos. Revista cnatrimeetral. Vol. 1, núma. l al 4.-Sevilla, 1949.
842 págs.; 25Xl7 cms.-AGOTADO.
40 Díaz de lraola, Gonzalo: La vuelta al mundo de la e:r:pedición de la vacuna. Pró•
logo de Gregorio Marañón.-Sevilla·, 1948.-XVl+l02 págs., 20 láms.; 24Xl7 eme.;
rústica, con sobrecubierta; 300 grs.
41 Gil Monilla, Octavio: Malvinas. El conflicto anglo-e,pañol de 1770.-Sevilla, 1948.­
VIII+154 páge.; 24Xl7 cms.; 257 gra.-AGOTADO.
42 Le1uria, S. J., Pedro de: La Encíclica de Pío VII, (30 de enero de 1816) sobre 1.a
Revolución Hispanoamericana. -Sevilla, 1948.-VIIl+93 págs., 24Xl7 cms.; 195
gre. -AGOTADO.
43 Giménez Fernández, Manuel: Hernán Cortés '1 su revolución comunera en la Nuevo
Eapaña.-VII+l44 págs., 24Xl7 cms.; 295 grs.
44 Anuario de Estudios Americanos. Vol. V.-Sevilla, 1948.-XVI+280 páp., 25 láms.
24Xl7 cms.; 1.4.50 grs.-AGOTADO.
45 Cascajo Romero, Juan: El Pleito de la curación de la lepra en el Hospital de San
Lázaro de Lima.-Sevilla, 1948.-VIll+ll8 págs., 6 láms.; 24Xl7 cms.; 200 gr,.-
46 Borregáu, Alo11so: Crónica de la conquist.a del Perú. Edición y prólogo de Rafael
Loredo.-Sevilla, 1949.-124, págs.; 24Xl7 cms.; 200 . grs.-40 pesetH.-AGOTADO.
47 Moliua Argüello, Carlos: El Gobernador de Nicaragua en el siglo XJII.-Sevilla,
1949.-Xll+256 págs.; 22Xl6 cms.; 400 grs.
48 Trujillo, Diego de: Relación del descubrimiento del Reyno del Perú. Prólogo y
uotas de Raúl Porras Barrenechea.-Sevilla, 1948.-XIV+l24 págs.; 24Xl7 cm,.;
210 grs.
49 Santa Croz, Alonso de: Crónica de los Reye& Católicos. (Inédita hasta ahora.)-Se­
villa, 1951.-2 vols. de CCC+367 págs. el tomo I, y X+646, el 11; 22Xl6 cms.; 1.750.
grs.
50 Lohmanu Villeua, Guillermo: Las minas de Huancavelica en los siglos XVI 'f
XJIII.-Sevilla, 1949.-XVII+466 pág1., 9 láms.; 22Xl6 cms.; 750 grs.; rústica, con
sobrecubierta.
51 Catálogo de documento, de la Sección novena del Archivo General de In­
dias. Dirigido por Bertnúdez Plata, Cristóbal: Tomo 1.-Sevilla, 1949.-822 págs.
1.450 grs.
52 Herráez, S. de Escariche, Julia: Beneficencia de España en Indias.-Sevilla, 1947.-
11+182 págs., 4 lám1.; 22 X16 cms.; 300 gro.
53 Jos, Emiliano: Ciencia y osadía sobre Lope de Aguirre el Peregrino.-Sevilla,
1950.-Xll+l68 págs., 7 lám,.; 22Xl6 cms.; 300 gro.
S4 Gil Muuilla, Octavio: El Río de la Plata en la Política Internacional. Génesis del
Jlirreinato.-Sevilla, 1949.-XIV+464 págs., 8 láms.; 22Xl6 cms.; 700 grs.; rús­
tica, con sobrecubierta.
SS Marco Dorta, Enrique: Cartagena de Indias.-Sevilla, 19SI.-XXIV+326 págs.; 8
láms., 170 figuras; 32X22 eme.; 1.550 grs.; tela, con sobrecu.bierta.-AGOTADO.
S6 Pulido Rubio, José: El Piloto Mayor de la Casa de la Contratación de Sevilla.-Se­
villa, 1950.-VIII+948 pigo.; 22X16 cmo.; rústica, con sobrecubierta.
S7 Carvajal y Roble•, Rodrigo: Fiesta de Lima. Edición y prólogo de Francisco López
Estrada.-Sevilla, 1950.-XXIV+l98 págs., 2 láms.; 22Xl6 cms.; 350 grs.; rústica,
con sobrecubierta.
58 Pérez Embid, Floreniino: Diego de Ordáa, compañero de Cortés y explorador del
Orinoca.-Sevilla, 1950.-156 págo., S láms., 22Xl6 cms.; 225 gro.
S9 Estudios Americanos. (Vol. 11, uúma. 5, 6 y 7).-Sevilla, 1950.-AGOTADO.
60 Calderón Quijano, José Antonio: Fortificacionu en Nueva España.-Sevilla, 1953.­
XXXVIII+338 pága., 183 figuras; 34X24 cms.; 2.000 grs.; tela, con sobrecuhii:rta.-
61 Anuario de Estudios Americanos. -Vol. VI.-Sevilla, 1949.-XIV+875 págs.; 24Xl7
cms.-AGOTADO.
62 Estudios Americanos. Vol. 111 (núms. 8, 9, 10 y 11).-Sevilla, 1951.-25 Xl7 cms.
AGOTADO.
63 Gusinde, Martín: Fueguinos. Traducción de la obra Urmenschen im Feuerland, por
Diego Bermúdez Camacho.-Scvilla, 19Sl.-X+400 págs., 48 láme.; 22Xl6 cms.; 600
grs.
64 Anuario de Estudios Americanos. Vol. VII.-Sevilla, 19S0.-XVI+608 págs., 8 láms.;
24Xl7 cms.; 900 grs.
65 Muro Orejón, Antonio: Criatóbal Colón. El original de la capitulación de 1492 'f
sus copias cimtemporáneas.-Sevilla, 1951.-12 págs., 8 fotograbados; 24Xl7 cms.;
65 grs.-AGOTADO.
66 Marco Doria, Enrique: Fuentes para la Historia del Arte Húpano-American1J.-Se­
villa, 1951.-XXIII+370 págs.; 24Xl7 cms.; 700 grs.
67 Morales Padrón, Francisco: Jamaica Española.-Sevilla, 1952.-XXXII+S04 págs.,
22 láms., l mapa; 22Xl7; 650 grs.; tela, con sobrecubierta.
68 Porras Troconis, Gabriel: Historia de la Cultura en el Nuevo Reino de Granada.­
Sevilla, 1952.-X+6S2 pgs.; 22Xl6; 700 grs.
69 Estudws Americano,. Vol. IV (núms. 12, 13, 14 y 15).-Sevilla, 1952.-25Xl7 cm,.
70 Mariluz Urqnijo, José María: Eruayo ,obre lo, juicws de residencia, indiano,.-Se•
villa, 1952.-XX+520 págs.; 22Xl6 ems.; 400 grs.
71 Giménes Fernández, Manuel: El Plan Ci,nero,-Las CIUIU para la reformación d..­
la, Indiu.-Sevilla, 1955.-XXIV+776 págs., 30 láma., 22Xl6 cms.; 1.350 grs.; telar
con sobrecubierta.
72 Anuario de E,tudw• Americanos. Vol. VIII.-Sevilla, 1951.-XII+658 págs.; 24Xl1
centímetros; 980 gra.
73 Estudios Americano,. (Vol. V, núms. 16 al 20).-Sevilla, 1953.
74 Estudios Americanos. (Vol. VI, núms. 21 al 27).-Sevilla, 1953.
75 Armas Medina, Fernando: Crutianimción del Perú.-Sevilla, 1953.-XXVIII+64(>
páginas, 14 fotograbados y mapas; 1.000 gre.; tela, con sobrecubierta.
76 León Pinelo, Antonio: El Gran Canciller de las Induu. Edición, estudio y nota&
de Guillermo Lohmann Villena.-Sevilla, 1954.-CLXXIV+232 págs., 22Xl6 ems.;
rústica, con sobrecubierta; 500 grs.
77 Anuario de Estudio, Americanos. Vol. IX.-Sevilla, 1952.-XVI+780 págs., 5 láminai,
y gróficos.-24Xl7 ems.; 1.050 grs.
78 Peñalver Simó, Patricio: Modernidad tradicional en el pensamiento de Jovellanos­
Sevilla, 1953.-XXXII+l68 págs.; 20Xl3 cms.; 210 grs.; Col. Mar Adentro.
79 Elías de Tejada, Francisco: La, doctrinas políticas de Raimundo de Farias Brito,
Sevilla, 1953.-196 págs.; 20Xl3 ems.; 200 gre.; Col Mar Adentro.
80 López Núñez, Carlos: Horizonte doctrinal de la Sociología Húpano-Americana,-S.,..
villa, 1953.-164 págs.; 20Xl3 ems.; 165 grs.; Col. Mar Adentro.
81 Estudios Americanos. (Vol VII, núms. 28, 29, 30, 31 y 32).-Sevilla, 1954.
82 Tovar, Balthasar de: Compendw Bulario Indico. Edición y estudio de Manuel Gn,
tiérrez de Arce.-Sevilla, 1954.-LIII+558 págs.; 18X25 ems.; 1.050 grs.; tela, coo
sobrecubierta.
83 Larrea, Juan Ignacio: La Santa Sede y el Ecuador.-Sevilla, 1954.-LIII+l76 págs.;
18X25 eme.; 225 grs.
84 Gil Mnnilla, Ladislao: Descubrimiento del Marañón.-Sevilla, 1954.-XVI+392 pá•
ginas, 13 láms.; 16 X22 ems.; 600 grs.; rústica, con sobrecubierta.
85 Asís Garrote, Agustín: Bartolomé Herrera,-Sevilla, 1954.-148 págs.; 20Xl3 ems.;
200 grs.; Col. Mar Adentro.
86 Vila Selma, José: Rómulo Gallego,.-Sevilla, 1954.-196 págs.; 20Xl3 ems.; 20&
grs.; Col. Mar Adentro.
87 Tejado Fernóndez, Manuel: A,pecto de la vida social en Cartagena de Indias du­
rante el sei,cientos.-Sevilla, 1954.-348 pág1.; 16X22 eme.; 500 grs.
88 Anuario de Estudios Americanos. Vol. X.-Sevilla, 1953.-739 págs., 9 láms.; l.05CP
grs.
89 Estudios Americanos. Vol. VIII. (Núms. 3-3-34, 35-36, 37, 38 y 39).-Sevilla, 1954.
90 Rodríguez Casado, Vicente: De la Monarquía Española del Barroco.-Sevilla, 1955.-
180 págs.; 20Xl3 eme.; 180 grs.; Col. Mar Adentro.
91 Morales Padrón, Francisco: El comercio canario-americano en los siglos XJl'I, XVII
y XJl'III.-Sevilla, 1955.-XX+432 págs., 26 láms.; 22Xl6 eme.; 645 gra.; rústicar
con sobrecubierta.
92 Levillier, Roberto: Los Incas. - Sevilla, 1956. - 260 págs. y un mapa plegable;
22X16 eme.; 360 grs.
93 Morales Padrón, Francisco: Fisonomía de la CorJquúta Indiana.-Sevilla, 1955.­
XII+l82 págs.; 20Xl3 ems.; 200 grs.; Col. Mar Adentro.
94 Asís Garrote, Agustín: Ideas ,ociopolíticas en Alonso de Polo (El Tosado).-S.,..
villa, 1955.-160 págs.; 20Xl3 ems.; 180 gra.; Col. Mar Adentro.
95 Rodil, José Ramón: Memoria del sitio del Callao. Edición, estndio preliminar
y notas de Vicente Rodríguez Casado y Guillermo Lohmann Villena.-Sevilla, 1955.
XXX+344 págo.; 20Xl3 eme.; 500 grs.
96 Elías de Tejada, Francisco: El pen•amiento político de los fundadores de Nuev11
Granada.-Sevilla, 1955-XII+262 págs.; 20Xl3 emo.; 275 gra.; Col. Ma� Adentro.
97 Estudios Americanos. Vol. IX. (Núms. 40-41, 42, 43-44 y 45).-Sevilla, 1955.
98 Estudios Americanos. Vol. X. (Núms. 46, 47, 48, 49 y 50-51).-Sevilla, 1955.
'99 Muro Orejón, Antonio: Cedulario Americano del siglo XVIII.-Sevilla, 1956.­
XCVI+834 págs.; 24X17 cms.¡ 1.300 gn.¡ rústica, con sobrecubierta.
100 Morales Padrón, Francisco: Rebelión contra la Compañía de C11rcu:a&.-Sevilla,
1955.-146 págo., 12 láms.¡ 25Xl8; rústica, con aobrecnbierta; 250 grs.
101 Eatudios Americanos. Vol. XI. (Númo. 52, 53, 54, 55, 56).-Sevilla, 1956.
·102 Anuario de Eatudáos Americanos. Tomo XI, l954.-24Xl7 cms.-820 págs., 50 lámi•
nas, rústica¡ 1.250 grs.
103 E•tudios Americano&. Vol. XII. (Núms. 57-8, 59, 60, 61, 62, 63).-Sevilla, E. E. B. A.,
1956, 492 págs.
104 Anuario de E,tudio• Americanos. Vol. XII.-Sevilla, E. E. B. A., 1955, 989 págs.,
28 láms.¡ 24Xl7 cms.
J05 E,tudios Americano,. Vol. XIII. (Núme. 64-65, 66, 67-68, 69-70).-S�villa, E. E. B. A.,
1957, 440 págs.
106 Arcila Farías: El régimen de la encomienda en Vene:uela.-Sevilla, E. E. B. A.,
1957, 378 págs.; 22Xl6 cma.¡ 500 grs.-Dos colores.
107 Acevedo, Edberto Osear: El ciclo hi,tórico de la Revolución de Mayo.-Sevilla.
E. E. B. A., IV-310 págs.¡ 20Xl3 cms.; 300 grs.; Mar Adentro.
108 Alvar, Manuel: La poesía de Delmira Agustini.-Sevilla, 1958, VII-113 págs., 4 ilust.¡
20Xl3 cms.; Col Mar Adentro.
109 Estudios Americano,. Vol. XIV. (Núms. 71-72, 73-74, 75).-Sevilla, E. E. B. A., 1957,
277 pág.
_110 E,tudio, Americanos. Vol. XV. (Núms. 76-77• 73-79, 80-81).-Sevilla, E. E. B. A.,
1958, 306 págs.
111 Muro Orejón, Antonio: Ordenanza& Reales para el buen regimiento y tratamiento
de los yndios. (Las Leyes de 1512-1513). Estudio y edición por .. . Sevilla, E. E. B. A.,
1959, 85 págs., 32 láms.; 24X17 cms.-Rústica.
112 Rubio Merino, Pedro: Don Diego Camacho y A11ila Arzobispo de Manila y de
Guadalajara de México. (1695-1712).-Sevilla, E. E. B. A., 1958, XVIII-561 págs.,
l.íms., 7 ilust.¡ 16X22 eme.
113 Anuario de Estudios Americanos. Vol. XIII.-Sevilla, E. E. B. A., 1956, 604 págs.;
24Xl7 eme.
114 E,tudios Americanos. Vol. XVI. (Núms. 82-83, 84-85, 86-87).Sevilla, E. E. B. A., 1958.
ll5 Navarro García, Luis: Intendencia& en lndiaa.-Sevilla, E. E. B. A., 1959, 19 mapas,
ilust.; 22Xl6 eros.; Col. Dos Colores.
ll6 Coulthard, G. R.: Raza y color en la literatura antUlana.-Sevilla, E. E. B. A., 1959,
VIII-175 págs.; 20Xl3 cms.; 190 grs.; Mar Adentro.
117 Díaz-Trechuelo Spínola, María Lourdes: Arquitectura española en Filipina,.-Sevilla,
E. E. H. A., 1959, 193 láms.; 24Xl7 cms .

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