Actividad 7 - Informe de Las Obligaciones de Los Contratos
Actividad 7 - Informe de Las Obligaciones de Los Contratos
Actividad 7 - Informe de Las Obligaciones de Los Contratos
Fundamentos de Derecho
Presenta:
María Valentina Arias Pérez ID 775973
Danny Leandro Beltrán Correa ID 775172
Díaz Andrade Yider Hernando ID: 776793
Jairo Andres Ruiz Zúñiga ID 776291
Docente:
Iván Darío Gómez González
Un contrato es un acuerdo jurídico entre dos o más partes que genera derechos y
obligaciones.
Contrato: Definición
Teniendo en cuenta el artículo 1495 del Código Civil, se conoce como contrato al acto
voluntario de una persona de adquirir una obligación para con otra persona. Bien puede ser
para dar o hacer una cosa. Vale mencionar que el contrato puede implicar a dos o más
personas; donde ambas adquieren responsabilidades a beneficio de la otra parte.
Tipos de contrato
Este acto jurídico compromete a las partes que lo han firmado. La clasificación de los
contratos (regulados en los artículos 1496 al 1500 de Código Civil Colombiano) depende de
los siguientes factores:
Contrato unilateral, que obliga solo a una de las partes (por ejemplo, un contrato de
préstamo).
Contrato bilateral, donde todas las partes adquieren obligaciones (contrato de compra-
venta).
Según quien reciba el beneficio
Contrato gratuito, a través del que solo una de las partes obtiene el beneficio (una
donación).
Contrato oneroso, entendiéndose como un contrato que beneficia a ambas partes (contrato
de trabajo).
Real, que da a entender que se necesita la tradición de la cosa para ser válido (comodato).
Consensual, es decir, que se hace perfecto solo con el consentimiento de las partes (compra-
venta).
Según su ejecución
Vale mencionar que estos tipos de contratos no se establecen dentro de Código Civil. Fue la
doctrina la que estableció esta clasificación que se considera de suma importancia en la
esencial y naturaleza de los contratos.
Contratos de ejecución sucesiva, a saber, aquellos donde los efectos se prolongan con el
tiempo (arrendamiento).
Teniendo en cuenta el artículo 1501 del Código Civil, para que un contrato sea válido, debe
contar con ciertos elementos que generan efectos diferentes, a saber: esenciales, de naturaleza
y accidentales.
En el primer caso, son elementos que permiten la existencia del contrato, por ejemplo, el
consentimiento. Mientras tanto, las cosas que son de su naturaleza suponen algo que pertenece
inherentemente a él, es decir, se prevén antes de firmarlo. Por último, están aquellas que son
accidentales que se agregan mediante cláusulas especiales valiéndose del principio de
autonomía de la voluntad.
Tanto el código civil como el código de comercio consagran disposiciones relativas a los
principios generales de las obligaciones, a la representación, la oferta, reglas generales sobre
los contratos, el pago, la cesión de contrato y a las sanciones del negocio jurídico. Sin
embargo, su tratamiento no siempre es el mismo en los dos regímenes. A continuación, se da
respuesta a los interrogantes planteados según lo consignado en los códigos mencionados
anteriormente.
Edilberto Olaya Murillo indicó que el 16 de marzo de 2013 fue notificado del proceso de
restitución de bien inmueble arrendado adelantado por la señora Clara Eugenia Rodríguez de
Rincón, en contra suya y de Angélica María Mogollón Sánchez, ante el Juzgado 25 Civil
Municipal de Descongestión de Bogotá [1]. La causal de restitución alegada fue el
incumplimiento del contrato por ausencia de pago de los cánones de arrendamiento desde mayo
de 2008 hasta octubre de 2012.
El accionante explicó que dentro de ese proceso de restitución se opuso a las pretensiones
de la demanda y propuso varias excepciones de mérito, en tanto consideró que la señora
Rodríguez de Rincón no se encontraba legitimada en la causa por activa, pues aportó “una simple
copia informal de un contrato de arrendamiento… que es prueba sumaría al cual (sic) me opuse
por falta de veracidad de la misma” (f. 6 cd. inicial).
1. El señor Edilberto Olaya Murillo argumentó que, con la actuación del Juzgado accionado,
se violaron sus derechos fundamentales al debido proceso, a la defensa y al acceso a la
administración de justicia, en la medida en que debió valorarse la controversia sobre la
legitimidad de la presunta arrendadora, en tanto ésta aportó una copia simple del contrato de
arrendamiento que fue tachada de falsa, sin que pudiera comprobarse la veracidad de la misma,
al ser desestimada su defensa. Sostuvo que en su caso no se tuvo en cuenta la subregla
establecida por la Corte Constitucional en la sentencia T-067 de febrero 4 de 2010 (M. P. Jorge
Ignacio Pretelt Chaljub) la cual establece que, si se presentan serias dudas sobre la existencia del
contrato de arrendamiento, no debe exigírsele al demandando el pago de los cánones adeudados
para ser oído en el juicio, situación fáctica que, en opinión del actor, es la que ocurrió en este
caso.
3. De otra parte, el actor afirmó que el original del contrato desapareció en manos de la
señora Matilde Rubio Rubio (posteriormente fallecida) y recalcó que en el documento que la
demandante en restitución presentó “se suprimió la figura de coarrendataria” de la señora
Angélica María Mogollón Sánchez, por lo cual él desconoció la veracidad y autenticidad del
mismo frente al Juez accionado.
4. De otra parte, el señor Edilberto Olaya Murillo explicó que la presente acción de tutela
cumple el requisito de inmediatez, pues entre octubre 18 de 2013 (sentencia atacada) y
noviembre 6 de ese año (instauración de la acción de tutela), transcurrió un término razonable.
Así mismo, señaló que está satisfecho el requisito de subsidiariedad, ya que el proceso de
restitución de bien inmueble arrendado es de única instancia, por lo cual, contra el fallo atacado
no procede ningún recurso. Frente a lo anterior, argumentó que está ante la ocurrencia de un
perjuicio irremediable, pues la acción de tutela es el único mecanismo con que cuenta para
obtener la protección de sus derechos al debido proceso, a la defensa y al acceso a la
administración de justicia.
5. Por todo lo precedente, el señor Olaya Murillo solicitó al juez de tutela amparar sus
derechos fundamentales al debido proceso, a la defensa y al acceso a la administración de justicia
y, en consecuencia, decretar la nulidad de toda la actuación dentro del “proceso de restitución de
CLARA EUGENIA RODRÍGUEZ DE RINCÓN, contra EDILBERTO OLAYA MURILLO Y
ANGÉLICA MARÍA MOGOLLÓN SÁNCHEZ bajo radicación 2012-00791”
2. CONSIDERACIONES DE LA CORTE ANTE EL PROBLEMA JURÍDICO
• Competencia:
• Lo que se analiza:
Así, antes de abordar la resolución del caso concreto, es necesario: i) analizar la procedencia
excepcional de la acción de tutela para controvertir decisiones judiciales; y ii) reiterar la
jurisprudencia constitucional en relación a la aplicación del numeral 2º del parágrafo 2º del
artículo 424 del CPC, cuando se presentan dudas sobre la existencia de contrato de
arrendamiento.
El numeral 2° del parágrafo 2° del artículo 424 del Código de Procedimiento Civil
colombiano [16], establece que cuando el arrendatario alega la causal de incumplimiento por
falta de pago, la posibilidad del arrendador de ser oído en el proceso, queda sujeta al
cumplimiento de una carga de tipo probatorio, como es presentar ante el juez de conocimiento la
prueba de que efectivamente se han pagado los cánones de arrendamiento adeudados.
De igual manera, el numeral 3° del mismo parágrafo[17], limita el derecho del demandado a
ser oído en el juicio cuando, cualquiera que sea la causal invocada, éste no consigne a órdenes
del juzgado los cánones que se causen durante el proceso en ambas instancias.
• Análisis del caso concreto
Como quedó dicho, la situación que dio lugar a la presentación de esta acción de tutela surge
de una decisión judicial, específicamente la adoptada por el Juzgado 25 Civil Municipal de
Descongestión de Bogotá. El actor consideró vulnerados sus derechos al debido proceso, a la
defensa y al acceso a la administración de justicia, ya que dicho
Juzgado no lo escuchó en juicio dentro del proceso de restitución de bien inmueble arrendado.
Básicamente la parte actora en tutela considera que en dicho proceso debió valorarse la
controversia sobre la legitimidad de la presunta arrendadora, en tanto la demandante en
restitución aportó “una copia simple” del contrato que, según el accionante fue tachada de falsa,
sin que pudiera comprobarse la veracidad de la misma, al ser desestimada su defensa.
3. PROBABLES SOLUCIONES
• Dejar una prenda de garantía mientras el arrendatario se pone al día ante la deuda.
• Permitir la terminación del contrato y luego el arrendatario deberá dejar una garantía para
la realización del pago y deberá despojar la vivienda.
Referencias