La Histórica Reunificación de Alemania Después de La Caída Del Muro de Berlín

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LA HISTÓRICA REUNIFICACIÓN DE ALEMANIA DESPUÉS DE LA CAÍDA DEL

MURO DE BERLÍN

Después del fin de la Segunda Guerra Mundial, las potencias vencedoras (Estados Unidos,
China, Gran Bretaña, Francia y la Unión Soviética), acordaron la división del territorio
alemán. Dividiendo a Alemania en dos: la República Federal de Alemania (RFA) y
la República Democrática Alemana (RDA), con la construcción del muro, para
supuestamente proteger a la Alemania Oriental de la “influencia occidental”.

La RFA (Occidental) estaba bajo el control de Estados Unidos, el Reino Unido y Francia,

La RDA (Oriental) estaba bajo la influencia de la Unión Soviética (aunque los países


occidentales se negaban a reconocerlo como un país independiente).

La ciudad de Berlín estaba dentro de la RDA, pero al ser la capital de Alemania también


se dividió en dos zonas. La tensión entre los Estados Unidos y la Unión Soviética, que tenían
sistemas políticos muy diferentes, provocó que en 1961 los soviéticos decidieran construir
un muro para evitar las influencias de Occidente.

El Muro de Berlín dividió a la ciudad y su población durante casi tres décadas. Era una


estructura de hormigón de 120 kilómetros de longitud y unos 3 metros de altura. El muro se
fue reforzando a lo largo de los años para mejorar la vigilancia y evitar fugas desde el lado
Oriental (RDA).

El contraste de la zona este y oeste de Berlín era demasiado notoria. Berlín occidental era
una ciudad llena de dinamismo y vitalidad, al igual que el resto de la Alemania Federal,
mientras que Berlín oriental y el resto de la República Democrática Alemana ofrecía un
aspecto desolado y triste, donde imperaba la represión política y la economía centralizada
dirigida por el Estado. Sus habitantes, que tenían prohibición de cruzar el muro y pasar al
lado occidental bajo pena de muerte.
UNA CIUDAD, DOS MUNDOS

La RFA y la RDA representaban dos sistemas políticos y económicos diferentes. Por un lado,


estaba el modelo capitalista impulsado por los Estados Unidos, que favorecía a las empresas
y la economía privada; por el otro, el sistema comunista propio de la Unión Soviética, en el
que el gobierno controla todos los servicios y medios de producción.

Estos dos sistemas coexistían en Berlín, aunque cada uno en su zona. Los policías de ambos
bandos se encargaban de vigilar la frontera y evitar cualquier contacto entre los habitantes la
parte oriental (RDA) y occidental (RFA).

La vida era muy diferente a un lado y otro del muro. En el Berlín Occidental había centros
comerciales, la gente podía viajar a otros países (no al bando Oriental), escuchar música y
leer libros de autores extranjeros…

En cambio, en el Berlín Oriental estaba prohibida cualquier influencia extranjera (que no


fuera de la Unión Soviética). El gobierno comunista ejercía un fuerte control sobre la
población y quería evitar a toda costa que sus habitantes se fugaran al otro lado.

LAS CONSECUENCIAS DE LA CAÍDA DEL MURO

Los berlineses consiguieron derribar el muro la noche del 9 al 10 de noviembre de 1989. Un


año más tarde se hizo oficial la reunificación de Alemania.

La caída del muro supuso que los berlineses del este tuvieran los mismos derechos y
libertades que en el Berlín Occidental, que familiares separados por el muro pudieran
reunirse y que todos pudieran circular libremente por su ciudad.

La unificación de Berlín también fue el inicio de la reunificación de Alemania. Las reformas


políticas y económicas de la Unión Soviética habían generado un gran descontento entre la
población de la RDA. Por su parte, el gobierno de la RFA había iniciado una política de
acercamiento a la Alemania Oriental.

Tras meses de protestas y reivindicaciones, las autoridades aprobaron la anexión de la


RDA a la República Federal de Alemania el 3 de octubre de 1990.

Al mismo tiempo, la desaparición de la RDA y el declive de las políticas comunistas


condujeron al fin de la Unión Soviética. La disolución de la Unión de Repúblicas Socialistas
Soviéticas (URSS) supuso también el nacimiento de 15 nuevos países que antes estaban
integrados dentro de la Unión Soviética.

La caída del Muro simboliza también el fin de la Guerra Fría, un período de tensiones entre
Estados Unidos y la Unión Soviética tras la Segunda Guerra Mundial. Ambas potencias
estuvieron compitiendo durante décadas, pero el enfrentamiento nunca llegó a estallar en una
guerra.

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