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Impacto de las Mujeres en la Ciencia

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica


Título del Documento:
Impacto de las Mujeres en la Ciencia
Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica
ISBN digital: 978-9942-8777-0-3

Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la


Ciencia y la Cultura (OEI)
Centro Internacional de Estudios Superiores de la Comunicación
para América Latina y el Caribe (CIESPAL)
Secretaria de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e
Innovación (SENESCYT)
Red de Mujeres Científicas del Ecuador (REMCI)
Coordinadora editorial
María M. Pessina Itriago

Revisión editorial
Camilo Molina
Diseño
Diego Acevedo
Portada
Bryham Cuellar
Impresión
Ciespal
2019
Índice

Prólogo 7

Introducción 9
María M. Pessina Itriago

Nuevos conocimientos desde una perspectiva feminista 17


Eulalia Pérez Sedeño

Ecuador: Investigadoras en Ciencia y Tecnología


atrapadas entre la invisibilización y el androcentrismo 29
María M. Pessina Itriago

Ciencia, Tecnología y Género 57


María Montoya

Antagonismo de género en las comunidades científicas.


Situación en Argentina y América Latina 65
Juana L. Gervasoni

La Red Ecuatoriana de Mujeres Cientificas (REMCI):


dando voz a las mujeres en Ciencia en el Ecuador 91
Segovia-Salcedo, M.C, Peláez, M. Castillo-Briceño Patricia,
Morales M. Santacruz Paola, M. Andrade

Perspectiva crítica: Acceso a las nuevas tecnologías 97


Verónica Calvopiña

Mujeres y ciencia en el Ecuador: un planteamiento


para la discusión sobre sesgo intrínseco,
indicadores de evaluación y mentorías 103
Daniela Ballari

Inserción laboral: Caso graduadas


Escuela Politécnica Nacional 109
Cristina Acuña, Efraín Naranjo
Las mujeres científicas argentinas en el área
de las ciencias biológicas y de la salud: el efecto de las
cuestiones de género sobre el progreso en la carrera
profesional 123
Gabriela Calamante

Mujeres, ciencia y divulgación 133


Sofía Cabrera Espín

Participación de la mujer en la comunicación


de la física 143
Alexandra De Castro

La inclusión de la equidad de género en las


políticas públicas: ¿realmente, lo hemos logrado? 157
Rossana Manosalvas

Academia y Género 167


Mónica Reinoso

El acoso sexual en las instituciones de


educación superior 171
Paz Guarderas

La utopía: el pensar como un acto de amor 183


María Elena Cruz Artieda

Diálogo de saberes: visión desde las mujeres


afroecuatorianas 191
Irma Bautista Nazareno

Diálogos paritarios de saberes y ciencias:


Visión desde las mujeres de los pueblos
y nacionalidades indígenas del Ecuador 199
Sandra Sánchez Gordón
Prólogo

La presente publicación es el reflejo del compromiso articulado


entre la sede en Ecuador de Organización de Estados
Iberoamericanos – OEI, el Centro Internacional Estudios
Superiores en Comunicación para América Latina - CIESPAL, la
Red de Mujeres Científicas del Ecuador – Remci y la Secretaría
de Educación Superior, Ciencia Tecnología e Innovación -
SENESCYT.

Esta obra recoge una serie de valiosas reflexiones realizadas


en el Primer Seminario Internacional “Impacto de las mujeres
en la ciencia. Efectos del género en el desarrollo y la práctica
científica”, realizado en el mes de junio del 2018, en la ciudad
de Quito, Ecuador.

Este encuentro contó con la participación de expertas de


México, Argentina, España, Brasil y Ecuador, y fue terreno para
la generación de intensos debates a partir de interesantes
ponencias y presentaciones que combinaron el abordaje de
miradas históricas, reflexiones teórico-metodológico, casuística
y experiencias concretas, a fin de proponer un análisis crítico
del rol de la mujer en el espacio científico-académico.

Salta a la vista que la casi veintena de trabajos que conforman


resultan un aporte por demás valioso a una discusión cada
vez más necesaria y actual, pero a la vez, paradójicamente
invisibilizada de forma intencional por las estructuras sociales,
económicas, políticas y culturales dominantes que sostienen

7
María Pessina Intriago

a las dinámicas androcéntricas como eje de toda labor, lo cual


también que se reproduce en el quehacer de la academia y la
ciencia.

Lo anterior evidencia que no son fortuitas las brechas que


persisten en el acceso femenino a carreras tecnológicas, en
las escalas remunerativas, en los espacios de dirección y en las
oportunidades para obtener becas de posgrado; en realidad,
estas diferencias son producto de una marcada intencionalidad
en mantener un orden que en el discurso se “indigna” por
las condiciones de desigualdad que enfrentan las mujeres,
pero que en la práctica hace todo lo posible por mantener el
esquema que las provocan.

Todos los trabajos aquí presentados son una respuesta a la


inercia sistémica que copta día a día el quehacer científico de
las mujeres y si bien se muestra datos que son alarmantes, la
obra también es una invitación a no claudicar en la lucha por la
equidad y la justicia social con perspectiva de género y busca
provocar nuevos espacios de discusión en diferentes ámbitos
que luego se traduzcan en acciones en firme que vayan
desvaneciendo las barreras que todos vemos, pero frente a las
cuales poco o nada se hace.

Finalmente, es fundamental señalar que, si bien la obra es un


ejercicio de análisis y reflexión en torno al papel de la mujer en
la ciencia, de nada serviría su lectura y difusión si este trabajo
no se utiliza como un aporte reflexivo hacia lo que realmente
es importante: construir una sociedad asentada en una nueva
convivencia social, marcada por la equidad y la igualdad en
todos los campos de la vida social.

8 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


Introducción
María Pessina Intriago

Este libro es el resultado de algunos trabajos de los expuestos


por las ponentes que participaron en el Primer Seminario
internacional del impacto de las mujeres en la ciencia. Efectos
del género en el desarrollo y la práctica científica, realizado
en el mes de junio del 2018, en la ciudad de Quito, Ecuador,
desarrollado por la Organización de Estados Iberoamericanos-
Ecuador (OEI); Centro Internacional de Estudios Superiores
de Comunicación para América Latina y el Caribe (CIESPAL); la
Red de Mujeres Científicas del Ecuador (REMCI); y la Secretaria
de Educación Superior Ciencia, Tecnología e Innovación del
Ecuador (SENESCYT).

En este seminario participaron más de 40 expositoras de


diferentes países de Latinoamérica que compartieron sus
reflexiones con 5 expertas internacionales: Eulalia Pérez
Sedeño (España); Norma Blazquez Graf (México); Juana
Gervasoni (Argentina); María Margaret Lopes (Brasil) y Patricia
Gómez (Argentina).

Los textos aportan a la discusión y análisis sobre los estudios


de ciencia y género y sobre los avances y retos que se deben
abordar y trabajar, sobre todo en la inclusión de las mujeres
en el campo de la ciencia y la tecnología. Todas las expositoras
aportaron una visión amplia sobre las problemáticas que

9
María Pessina Intriago

atravesamos las mujeres académicas y científicas dentro


este hábitat aún androcéntrico. Asimismo, se reflexionó
sobre el efecto del género en la protección y producción de
conocimientos y en el desarrollo y la práctica científica; se
analizó cómo el género se vincula con el desarrollo científico
en su doble dimensión, en cuanto sistema de conocimiento y
desarrollo científico.
También se explicó, a través de las vivencias de las participantes,
los problemas del acceso de las mujeres a la comunidad científica
(acceso a recursos, publicaciones, participación en comités
editoriales, etc.) y la presencia de diferencias y desigualdades
de género en el quehacer científico. Se revisó, a través de
las experiencias y datos estadísticos, cómo se estructura el
mercado laboral científico y se visibilizó algunas habilidades y
trayectorias de las mujeres para desarrollarse en él.
El evento indagó sobre perspectiva de género y el impacto
en la práctica científica en torno a cuatro temas centrales.
En estos se privilegió el abordaje interseccional que permita
acercarse a las dinámicas producidas por el cruce entre el
género y otros marcadores de diferencia o posibles condiciones
de desigualdad, como edad, condición socioeconómica,
pertenencia a pueblos y nacionalidades o movilidad humana.
Los temas centrales que se abordaron fueron: la producción
de conocimiento científico, la relación con la comunidad
científica, el desarrollo de la trayectoria laboral y el papel de
la mujer en el diálogo de saberes. Los objetivos del seminario
fueron: familiarizarse con las discusiones actuales sobre
ciencia, tecnología y género, conocer algunos de los principales
problemas que se plantean en las relaciones entre las ciencias,
las tecnologías y las mujeres; revalorizar los aportes de las
mujeres a la ciencia, los conocimientos y saberes ancestrales;
documentar la ausencia y presencia de las mujeres en el
desarrollo científico y tecnológico; explorar las consecuencias

10 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


Introducción

de la exclusión de mujeres sobre los contenidos y prácticas


científico tecnológico y evaluar la relevancia de la perspectiva
de género para una mejor comprensión de la ciencia y
tecnología.
Por ejemplo, desde la visión de las mujeres de los pueblos
y nacionalidades indígenas, Sandra Sánchez, de la Escuela
Politécnica Nacional (EPN), señaló que en Ecuador conviven 13
nacionalidades y 15 pueblos indígenas los cuales constituyen
el 17% de la población del país, lo que lo ubica como uno
de los países con mayor porcentaje de población indígena
de América Latina, conjuntamente con Bolivia, Guatemala y
Perú. Sin embargo, a pesar de la fuerte presencia indígena,
el conocimiento ancestral ha sido históricamente relegado
en la investigación científica que por lo general privilegia
conceptualizaciones propuestas desde la cultura occidental
por lo que invisibilizan desestructuran e incluso imposibilitan
la comprensión del mundo desde lo indígena.
Dado que la cultura occidental se encuentra en franca
ruptura de sus vínculos con la Pachamama, los pueblos
y nacionalidades indígenas andinos, afro y amazónicos
deben re-tomar su cosmovisión para re-construir estos
vínculos y reivindicar el aporte de su milenaria cultura a
la humanidad. Es por ello que los diálogos paritarios de
saberes y ciencias son hoy por hoy indispensables para el
desarrollo de la humanidad. Diálogos paritarios de saberes
y ciencias (Sánchez).

Por otra parte, Cristina Acuña y Efraín Naranjo, también de la


EPN, evaluaron desde su trabajo de investigación la existencia
del fenómeno conocido como “techo de cristal” entre las
graduadas de la Escuela Politécnica Nacional del Ecuador.
También se exploró la participación de la mujer en la
comunicación de la física, por parte de Alexandra De Castro, de la
Fundación Persea, quien explicó que probablemente una de las

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 11


María Pessina Intriago

áreas de la ciencia con menos participación femenina es la física.


Las desigualdades de género, mientras se avanza en la carrera
y el “techo de cristal” serán más difíciles de vencer si escasean
las oportunidades para presentar trabajos en conferencias
científicas prestigiosas. Es relevante para los estudios de género
en la ciencia encontrar vías para contabilizar la participación de
la mujer en las diferentes formas que existen de comunicar la
ciencia. En este trabajo, De Castro expuso ejemplos de los niveles
de participación por género en cuatro prestigiosos simposios y
congresos de física cuya participación como conferencista es
exclusivamente por invitación.
Fueron un total de veinte textos que plasman el análisis de los
objetivos propuestos por el Seminario, bajo diferentes puntos
de vista, y que nos advierten una necesidad inminente para
lograr una ciencia más humana e integradora. Estos textos
han evidenciado logros, independientemente de sus opciones
teóricas y metodológicas, del abordaje sobre estas temáticas.
Se reconoce, finalmente un avance significativo aunque, en
Ecuador sigue siendo un campo de estudio emergente, en el
que se están tejiendo historias y construyendo un espacio de
discusión y análisis.
Es importante recordar que los procesos de feminización
de algunas áreas de conocimiento aún están marcados por
las relaciones de poder. Por eso la importante presencia de
mujeres en áreas tradicionalmente de hombres, se debe tratar
con cuidado. Las diferencias son fundamentadas, básicamente,
por las asignaciones de roles sociales que se le atribuyen a
cada género, y se debe resaltar que los espacios abiertos en
los campos de investigación y docencia que se le ha dado a las
mujeres son resultados de las constantes luchas feministas.
Durante los tres días de reflexiones, se identificaron algunos
obstáculos que enfrentan las mujeres dentro de estas áreas,
como la discriminación entre la que está la territorial pues
se dedican a ciertas disciplinas científicas más “apropiadas”

12 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


Introducción

para ellas. También desigualdades jerárquica pueslas


mujeres quedan en los escalones inferiores de la escala
profesional o académica. Asimismo, el reconocimiento de
una discriminación abierta en el acceso de las mujeres a las
universidades y academias científicas; y una discriminación
encubierta como puede ser las micro desigualdades
y el “techo de cristal”, ya mencionado también conocido
como “efecto tijera”. Dentro de estos aspectos también se
reconoció un retraso evidente en el desarrollo profesional de
las mujeres científicas cuando son madres, como también la
importancia de las mentoras para acompañar el desarrollo en
las investigaciones.
En este punto, muchas científicas expositoras resaltaron que
el matrimonio y la maternidad acentúan las desventajas que
implican lograr el éxito. Ellas daban como algo “normal” que
el éxito profesional en las mujeres estaba relacionado con
saber compaginar la vida profesional y la vida familiar. Por ello,
es importante el apoyo legislativo y la existencia de políticas
sociales en este sentido, para lograr un cambio de mentalidad.

Se analizó también el acoso hacia las mujeres en las


universidades a través de un trabajo realizado por Paz
Guarderas, quien indagó las concepciones sobre el acoso sexual
desde una investigación para conocer la prevalencia de esta
problemática. Guarderas plantea “la necesidad de construir
un fuerte tejido social dentro de las universidades y entre
las universidades para lograr hacer que estos espacios sean
menos hostiles y que favorezcan procesos de transformación
en el cotidiano”.
Finalmente, el proceso de reflexión ha impulsado visibilizar
el papel y aporte de las mujeres en la ciencia, tomando en
cuenta que históricamente ha sido un campo androcéntrico y
la participación de nosotras ha sido reducida e invisibilizada.
Por ello es importante expresar el papel de los medios sobre el

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 13


María Pessina Intriago

trabajo de las mujeres en estos campos, como también difundir


en las etapas escolares las figuras femeninas y normalizar
nuestra participación.
Los medios de comunicación son claves para superar la imagen
masculinizada de la ciencia y los referentes científicos. Conocer,
aprender y leer sobre mujeres en estos campos, haría más fácil
la inserción de ellas en estas áreas. Así se consigue normalizar
la presencia femenina en la investigación sin exponerlas
como casos extraordinarios. La ciencia y la tecnología, al ser
campos estereotipadamente masculinos, producen que las
científicas vivan procesos pocos democráticos y meritocraticos
por razones de género. Sufren, además, la dicotomía de éxito
público y privado: muchas veces estos no se conjugan y de allí
pareciera que vienen sus fracasos.

Sobre este tema, Eulalia Pérez como una de las expertas


internacionales señala que la división sexual del trabajo en la
ciencia produce una organización genérica de las comunidades
científicas y de la propia ciencia y, por lo tanto, provoca que
la participación de las mujeres se invisibilice, construyéndose
y aplicándose conocimientos sin considerar los impactos
diferenciados por sexo. Por ello, la importancia de introducir
el género en las mallas curriculares de los institutos de
educación superior, porque de esa manera se hará más
visible la participación de las mujeres en las carreras que se
estudian, y también sus aportaciones, podría generar un nuevo
conocimiento, así como recordar a todas aquellas mujeres que
han hecho grandes aportes a la sociedad con sus trabajos,
hallazgos e investigaciones y que no han sido tratadas con
justicia por la historia, como expresó la física argentina, Juana
Gervasoni.

Otra vía surge de la conformación de redes de mujeres, como


ha sido el caso de la iniciativa de REMCI (Red Ecuatoriana de

14 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


Introducción

Mujeres Científicas) que promueve la participación de las


mujeres en este campo, su visibilización y su aporte en la
producción de conocimiento.
El compromiso es seguir trabajando y visibilizando a las mujeres
en la ciencia y tecnología, sus aportes y los desafíos que se
presentan dentro de los ecosistemas que se forman en las
instituciones, así como los estereotipos que se manejan sobre
nosotras. Por ello, es vital abolir el carácter androcéntrico
de las instituciones científicas, pues aún existen importantes
diferencias en las oportunidades de desarrollo profesional de
mujeres y hombres dedicados a la ciencia y a la tecnología.
Estas diferencias entre género constatan la necesidad de
reelaborar las políticas públicas. Por lo tanto, es evidente que
existe un problema de sexismo en las actividades de ciencia
y tecnología que produce una sistemática discriminación
hacia las mujeres, pues consideran que poseen características
intelectuales inferiores a los hombres, y con ello caen en
espacios de subordinación.

A pesar del éxito del Primer Seminario internacional del


impacto de las mujeres en la ciencia. Efectos del género en
el desarrollo y la práctica científica en la participación de las
investigadoras, se evidenció que la estructura organizativa de
la ciencia no ha cambiado; por ello, se podría pensar que se
debe tomar en cuenta en la organización de los sistemas estos
factores sociales que “impiden”, según las científicas, el éxito
profesional; lograr una estructura de la ciencia más atractiva,
integral y compatible, así como también diseñar políticas
más eficaces para que las mujeres ocupen cargos más altos y
obtengan más apoyo para investigar.

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 15


Nuevos conocimientos desde una
perspectiva feminista1

Eulalia Pérez Sedeño2

Introducción
El acceso a las universidades se produce, en casi todos los países
occidentales, de forma generalizada en la segunda mitad del
siglo XIX. Estados Unidos fue el país pionero en el ingreso de las
mujeres a la educación superior, pues la primera universidad
que admitió mujeres en 1833 (no de forma extraordinaria)
fue la de Oberlin, el mismo año de su fundación (aunque
con otra denominación), pero en departamentos o colleges
segregados. En Europa se las admite en Suiza en la década de
1860, en Francia en la de 1880, en Alemania en la de 1900 y
en Gran Bretaña en la de 1870 (aunque universidades como la
de Cambridge no las admitieron con todos sus derechos hasta
1947).

En Iberoamérica, el acceso de las mujeres a los estudios


universitarios se produjo a partir de la década de 1860. En
España, la primera mujer que se matricula en la universidad
española es María Elena Maseras Ribera, en la Facultad de
1 Este trabajo se basa en parte en Pérez Sedeño 2018 y ha sido realizado
dentro del proyecto FFI2015-65947-C2-1-P, financiado por el MINECO
español.
2 Depto. Ciencia, Tecnología y Sociedad,Instituto de Filosofía, CSIC

17
Eulalia Pérez Sedeño

Medicina de la Universidad de Barcelona en el curso 1872-73.


La siguen María Dolores Aleu Riera y Martina Castells Ballespí
que se doctoran en medicina en 1882, el mismo año en el que
se dicta un decreto mediante el cual se limitaba el acceso de
las ‘señoras’ a la enseñanza superior, excepto con permiso
de la ‘autoridad competente’. Hasta el 8 de marzo de 1910 no
se eliminó esa restricción en España. Poco después, en 1914,
María Sordé Xipell se licencia en Ciencias y en 1917 Catalina
de Siena Vives Pieras se convierte en la primera española en
conseguir el doctorado en Ciencias3.

En Brasil, México, Chile, Cuba y Argentina también las mujeres


acceden a la educación superior a finales del siglo XIX. En 1877
obtiene su título de medicina la primera mexicana, aunque no
se sabe si ejerció; sí lo hace, en cambio, una década después
Matilde Montoya. También en 1877 Chile permite el acceso a la
universidad y comienzan, en la siguiente década, a matricularse
en medicina y farmacia y en 1887 Eloísa Díaz obtiene el título
de doctora en medicina y cirugía. Ese mismo año, se licencia
en medicina la brasileña Rita López y, en 1888 la cubana Laura
Martínez Carbajal y del Camino López obtiene la licenciatura
en ciencias físico matemáticas. En 1889, la argentina Cecilia
Grierson se licencia en medicina (Pérez Sedeño y Canales, 2012)
y ese mismo año obtiene el título de ingeniería topográfica la
salvadoreña Antonia Navarro Huezo (Huribe Valencia, 2017).
Sin embargo, hasta el último tercio del siglo XX, la situación de
las mujeres en los sistemas de ciencia y tecnología, en cuanto a
su acceso a la educación superior fue precaria.

Algunos datos
El último tercio del siglo XX supuso un gran cambio en la
educación superior y en la investigación en España. Entre los

3 Hay algunas excepciones previas en las aulas universitarias de Salamanca


y Alcalá de Henares, en los siglos XV-XVI (Pérez Sedeño y Canales, 2012).

18 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


Nuevos conocimientos desde una perspectiva feminista

hechos que contribuyeron a este cambio tenemos: la creación


de nuevas universidades, la promulgación de la denominada
“Ley de la Ciencia” en 1986, la incorporación masiva de las
mujeres a los estudios universitarios, y la introducción de los
estudios de género (Pérez Sedeño, 2018).

En la exposición de motivos que habían llevado a la formulación


de la denominada Ley de la Ciencia de 1986 se hacía hincapié
en que era necesario corregir los defectos de nuestros
sistemas universitarios y de I+D+i: recursos económicos y
humanos insuficientes, desordenada coordinación y gestión
de programas, etc. a la vez que la necesidad de impulsar
institucional y socialmente la investigación en España.

En su momento, la Ley de la Ciencia identificó una serie de


problemas e indicadores. Por ejemplo, estaba claro que la
promoción de la investigación científico-tecnológica en los años
subsiguientes exigía un aumento del número de investigadores,
así como el aprovechamiento de la experiencia de los ya
existentes. Pero, a pesar de volcarse en las personas competentes
de la comunidad científica, no se tuvo en cuenta a las mujeres,
no sólo sobre cuál era su situación entonces, sino como futuras
integrantes de la comunidad científica. Los datos de 1986
mostraban, de manera clara, la pérdida que se producía a partir
del doctorado, como se puede apreciar en el gráfico 1.

En esos momentos ya se veía claramente la tradicional


discriminación jerárquica y territorial. Es decir, las mujeres se
quedan en los niveles más bajos del escalafón (gráfico 1) y en
las áreas que tradicionalmente se han considerado ‘adecuadas’
para ellas (humanidades y áreas biomédicas, éstas últimas
relacionadas con la esfera del cuidado, tradicionalmente
‘femeninas’, pero ahora con estatuto universitario).

A principio de los años noventa se comienzan a hacer los primeros


estudios cuantitativos sobre la situación de las académicas en

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 19


Eulalia Pérez Sedeño

Gráfico 1. Distribución de mujeres y hombres a lo largo de la


carrera docente(1986)
Distribución de mujeres y hombres a lo largo de la carrera docente(1986)

100

90 92,1

80
73,3
70
61,7
60 54,6 63,6
50,6
50
49,4
40 45,5
38,3 36,4
30
26,7
20

10
7,9
0
Matric. Licenc. Doctoran. Tesis Profesor. Catedrát.

%Hombres %Mujeres

Fuente: Pérez Sedeño y Alcalá Cortijo, 2006.

España. Las autoridades académicas y las personas encargadas


de tomar las decisiones de política científica no advirtieron
el problema que suponía la pérdida, a lo largo de la carrera
académica e investigadora, de mujeres sobradamente
preparadas, algo de lo que advertían una y otra vez los
numerosos estudios que ya se habían realizado. Seguramente
eso se debía a que nuestro país, como otros muchos, ha
carecido de sensibilidad hacia los problemas de las mujeres,
y ha habido una enorme ceguera acerca de las consecuencias
en todos los terrenos y niveles del desaprovechamiento de
recursos humanos y porque ingenuamente se había pensado
que el tiempo corregiría esa anomalía.

Sin embargo, aunque lentamente, se había iniciado un cambio


que se plasmaría en las medidas tomadas por el Consejo de
Ministros del 4 de marzo de 2005, “Medidas para favorecer la
Igualdad entre Mujeres y Hombres” que se publicaron en el
Boletín Oficial del Estado (BOE) el 8 de marzo de ese mismo
año. En ellas se establecía un Plan para la Igualdad de Género
en la administración general del Estado que contaba con

20 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


Nuevos conocimientos desde una perspectiva feminista

medidas para incorporación e integración de la mujer en las


Fuerzas Armadas, en el Ministerio de Justicia y en el Ministerio
de Asuntos Exteriores, dentro del cual destacaba un Acuerdo
Marco con el Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la
Mujer. Todas estas medidas se implementarían posteriormente
en la “Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad
efectiva de mujeres y hombres”.

Sin embargo en la actualidad, se sigue manteniendo la


discriminación jerárquica o vertical, como muestran los últimos
datos ofrecidos por la Unidad de Mujeres y Ciencia del anterior
Ministerio de Economía y competitividad (MINECO), hoy
Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades (Gráfico 2)

Gráfico 2

Fuente: Científicas en cifras 2015

Pero podemos apreciar, también, que se sigue dando


discriminación horizontal, aunque con ligeras diferencias. Hace
tres o cuatro décadas, esta abarcaba a todas las disciplinas,
excepto Humanidades y Ciencias Sociales (Pérez Sedeño y
Alcalá Cortijo, 2006), Ahora, como muestra el gráfico 3, son
mayoría en todas las disciplinas excepto en las ingenierías;
incluso en algunos casos esta mayoría es alarmante, como en
ciencias de la salud, dado que la feminización de un área o
disciplina conlleva su minusvaloración y a la inversa.

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 21


Eulalia Pérez Sedeño

Gráfico 3

Fuente: Científicas en cifras 2015

Por lo que respecta a los puestos de toma de decisiones, la


situación sigue siendo mala: de las 83 universidades públicas y
privadas que hay en España, en la actualidad sólo hay 8 rectoras
(3 en universidades públicas y 5 en privadas); y, por lo que se
refiere a los Organismos públicos de Investigación hace pocos
meses fue nombrada la primera presidenta del más grande, el
Consejo Superior de Investigaciones Científicas: Rosa Menéndez
López es la primera en la historia que preside un OPI.

Una de las cosas que debemos plantearnos ante la lentitud de


cambios en las carreras investigadoras de las mujeres es si hay
mecanismos que imposibilitan su plena incorporación. Porque
además de la discriminación jerárquica o la territorial, hay otros
mecanismos más sutiles como el famoso “techo de cristal” o las
micro-desigualdades, que son comportamientos de exclusión,
generalmente tan insignificantes, que pasan desapercibidos
pero que, al acumularse, crean un clima hostil que disuade a
las mujeres a ingresar o permanecer en las carreras científicas

22 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


Nuevos conocimientos desde una perspectiva feminista

y tecnológicas. Son comportamientos que tienen por efecto


singularizar, apartar, ignorar o descalificar de cualquier modo
a un individuo, en función de características inmutables y que
no dependen de su voluntad, esfuerzo o mérito, como el sexo,
la raza o la edad. Las micro-desigualdades crean un entorno
laboral y educativo que menoscaba el rendimiento de estos
sujetos, porque hace falta tiempo y energía para ignorar este
tipo de comportamientos y hacerles frente.

Además, en la sociedad hay una serie de estereotipos o


lugares comunes que también dificultan la plena integración
de las mujeres en el terreno científico-tecnológico, como las
afirmaciones de que “ya hay plena igualdad”, “las mujeres no
tienen ambición” o “no les gusta la ciencia y la tecnología”.
Quizás una de las peores es la de que “es cuestión de tiempo”,
pues, entre otras cosas, inhibe la acción para favorecer políticas
y acciones que promuevan y faciliten la situación de las mujeres
en esta área.

A estos mecanismos hay que añadir la falta de


corresponsabilidad, el alargamiento de la carrera de
investigadoras y la carencia de mujeres en los puestos de toma
de decisiones, así como la falta de perspectiva de género en
el diseño de los equipos de investigación que pueden impedir
tomar en cuenta diversas cuestiones como la conciliación entre
la vida personal y laboral.

Hacia una ciencia feminista


La introducción y desarrollo de los estudios de género o
feministas son otro de los factores del cambio en educación
superior y en investigación. Tales estudios han promovido
el análisis de las causas de la persistente desigualdad de las
mujeres en todos los ámbitos de la vida pública, incluido el
investigador, recuperar y visibilizar los logros de la mujeres,

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 23


Eulalia Pérez Sedeño

pasados y presentes y analizar críticamente supuestos,


hipótesis, metodologías, experimentaciones de nuestras
teorías y prácticas de conocimiento, promoviendo a la vez
nuevas miradas e cuestiones epistemológicas cruciales, como
la de objetividad, o la noción misma de conocimiento.

Pero, más allá de los aspectos sociológicos, históricos y de


igualdad, los estudios de género pretenden ayudar a construir
un conocimiento que no discrimine ni pueda ser utilizado
para mantener el carácter subordinado y desigual de las
mujeres (o de otros grupos marginalizados o vulnerables). Los
primeros trabajos se centraron en las áreas de humanidades
y ciencias sociales.

Se han reformulando nuevas hipótesis y teorías e ideando


nuevas metodologías para abordar disciplinas como la
historia, la antropología, la filosofía, la sociología, etc. También
se han sacado a la luz y evaluado las metáforas utilizadas,
pero también los sesgos metodológicos y androcéntricos en
la elaboración de dichas hipótesis o en las prácticas científico-
tecnológicas, no sólo en humanidades y ciencias sociales.

Hay disciplinas, como la primatología, la biología o la


biomedicina, que han incorporado de manera exponencial
mujeres que han contribuido con una nueva mirada a la
disciplina (García & Pérez, 2017). Y sobre todo se ha criticado
una ciencia hecha por los hombres y centrada en ellos como
sujetos y objetos de conocimiento.

El caso de la biomedicina es especialmente significativo, pues


se ha fundamentado en la idea de que mujeres y hombres
son diferentes, solo en los aspectos reproductivos. Eso ha
hecho que se despreciaran otros aspectos no reproductivos
de los cuerpos de las mujeres, o que se efectuaran estudios,
ensayos clínicos, etc. basados solo en varones, y por tanto

24 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


Nuevos conocimientos desde una perspectiva feminista

muy sesgados e incluso peligrosos para la salud de las mujeres


(Valls, 2008, García & Pérez, 2017).

Los análisis realizados desde la perspectiva crítica feminista


han encontrado especial resistencia, en el mundo académico
y social debido a la falsa creencia de que la ciencia es objetiva,
neutra y carente de otros valores que no sean los meramente
epistémicos. Pero la irrupción de la teoría feminista, junto con
otros enfoques como la filosofía naturalizada de la ciencia,
en el análisis y reflexión sobre la ciencia ha proporcionado
diversos argumentos en contra de la neutralidad valorativa
de la ciencia ésta como cualquier otra actividad desarrollada
por los seres humanos, no se puede entender fuera de su
contexto sociocultural. Los argumentos que hacemos a favor
de ciertas evidencias dependen del contexto, del mismo modo
que consideramos que ciertos datos constituyen evidencia
a favor o en contra de cierta hipótesis sólo con respecto a
ciertas hipótesis o supuestos previos. Dicho de otro modo,
la construcción del conocimiento es una práctica social;
por eso, la investigación conlleva necesariamente valores e
ideología, pero eso no supone que haya que tolerar de forma
indiscriminada las preferencias subjetivas individuales. Lo
que confiere objetividad a los productos de la investigación
científica es la crítica social más la evidencia empírica. La
ciencia es un proceso y actividad de comunidades científicas
insertas en contextos sociohistóricos concretos en cuyo
seno encontramos valores personales, sociales y culturales,
preferencias de grupos o individuales, de tipo cultural, social,
que inciden o pueden incidir en diversos modos y grados sobre
la práctica científica (Longino, 1990).

La nueva la filosofía feminista de la ciencia considera que los


valores contextuales, en concreto los ideológico-políticos, son
constricciones relevantes en el razonamiento y la interpretación
que conforman el contenido del conocimiento.

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 25


Eulalia Pérez Sedeño

Se abre así la posibilidad de lograr una “ciencia feminista”,


entendida como la que se hace desde una perspectiva feminista
(o desde la epistemología o filosofía de la ciencia que utiliza).
Una teoría que sea producto de una comunidad científica
más inclusiva (más variada) será mejor, en el sentido de que
estará más acorde con las necesidades cognitivas propias de
una comunidad intrínsecamente más democrática puesto
que contendrá una mayor variedad de valores, opiniones e
intereses.

Para lograrlo propongo no sólo adoptar un enfoque feminista,


sino además, contextual e interdisciplinar. Adoptar un enfoque
feminista es de suma importancia por dos razones principales.
Por un lado, porque ayuda a visibilizar los sesgos de género
(y de otros tipos) presentes en la investigación científica y
que afectan a la sociedad de manera perjudicial provocando
invisibilización de mujeres e identidades no normativas,
opresiones, etc. También permitiría corregir las desigualdades
que existen en el propio ámbito científico: reivindicaría el
acceso igualitario a puestos de poder intelectual, visibilizando
la pluralidad que de facto existe en el escenario social.

Por ejemplo, en la investigación sobre diferencias cognitivas


entre mujeres y hombres, uno de los supuestos es que hay dos
sexos, con características bien diferenciadas. Pero recientes
estudios con imágenes cerebrales muestran que, aunque
hay ligeras disparidades, las diferencias cerebrales entre los
miembros del mismo sexo suelen ser superiores a las que
hay entre los dos sexos e incluso que no se puede hablar de
cerebros masculinos o femeninos, sino de un continuo (Barral,
2010, Joel et al., 2015)

Adoptar un enfoque contextual es vital en tanto que se produce


un inevitable bucle de retroalimentación entre el campo de
los valores y la investigación científica. Es fundamental ser

26 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


Nuevos conocimientos desde una perspectiva feminista

consciente de que la investigación no está guiada por la pura


neutralidad valorativa, sino que por el contrario los supuestos
de trasfondo de una comunidad científica, que son reflejo de su
realidad social, política y cultural, cobrando un protagonismo
fundamental.

Y, finalmente, un enfoque interdisciplinar conlleva la necesidad


de adoptar un enfoque del punto de vista. Un mismo objeto
de estudio tiene múltiples aristas, de tal forma que no puede
abordarse desde un único punto de vista. Dado que tampoco
existe una perspectiva privilegiada desde la que observar todas
las caras de dicho objeto, se hace necesario el diálogo entre
diferentes sujetos. Sólo cumpliendo estos tres criterios, esa
crítica transformativa en forma de diálogo puede asegurar una
mayor objetividad científica y, por tanto, una ciencia mejor.

Como se ha señalado en otra ocasión “la objetividad científica


y la búsqueda de una mejor ciencia requieren no solo corregir
los sesgos de género que se producen en las investigaciones,
sino políticas democráticas y participativas en las prácticas
científicas comunitarias” (Valls, 2008, García & Pérez, 2017, p.
240).

Referencias bibliográficas
Barral, Mª José (2010): Análisis crítico del discurso biomédico
sobre sexos y géneros. Quaderns de Psicología, 12(2), 101-
116.
García & Pérez, E. (2017). Las “mentiras” científicas sobre las
mujeres, Madrid: Los libros de la Catarata.
Joel, et. al. (2015). Sex beyond the genitalia: The human brain
mosaic. Proceedings of National Academy of Science, 112
(50), 15468-15473.Longino, Helen (1990). Science as Social
Knowledge. Princeton, Princeton University Press.

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 27


Eulalia Pérez Sedeño

Pérez, E. (2018). Conocimiento y Educación Superior desde


la perspectiva de género: sociología, políticas públicas y
epistemología, ArtefaCToS. Revista de estudios de la ciencia
y la tecnología. Vol. 7, No. 1 (2018), 2ª Época, 121-142.
Pérez, E. & Alcalá. (2006). La ley de la ciencia 20 años después:
¿Dónde estaban las mujeres?. Revista madrid, Nº. Extra
1. Disponible en http://www.madrimasd.org/revista/
revistaespecial1/articulos/perezalcala.asp
Pérez, E. & Canales, A. (2012). Educación superior e investigación
científica: historia, sociología y epistemología. En Capitolina
Díaz Martínez y Sandra Dema Moreno (eds.), Sociología y
género, Madrid: editorial Tecnos
Unidad Mujeres y Ciencia (UMYC). (2016). Científicas en
cifras 2015, Madrid, MINECO. Disponible en http://www.
idi.mineco.gob.es/stfls/MICINN/Ministerio/FICHEROS/
Informe_Cientificas_en_Cifras_2015_con_Anexo.pdf
Uribe, Y. (2017) Participación de la mujer en la ciencia en
Colombia. Tesis Doctoral dirigida por la Dra. Obdulia Torres
en la Universidad de Salamanca.
VallsLlobet, C. (2008). Mujeres invisibles. Barcelona: Mondadori.
Wilson, O. (1975). Sociobiology: The New Synthesis. Cambridge:
Harvard University Press.

28 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


Ecuador: Investigadoras en Ciencia
y Tecnología atrapadas entre la
invisibilización y el androcentrismo

María M. Pessina Itriago4

Introducción
Poco se conoce de las mujeres científicas e investigadoras que
han logrado hallazgos importantes en la ciencia para la sociedad
ecuatoriana. Las páginas están en blanco; por ello, es urgente
trabajar para visibilizar los aportes de mujeres ecuatorianas en
la ciencia. La participación de las mujeres en el campo científico-
tecnológico ha venido en aumento en la última década, y a
pesar de esta inserción, las estructuras institucionales siguen
enmarcadas en las características androcéntricas y patriarcales
clásicas de esta disciplina. Los hombres siguen avanzando en el
desarrollo de la carrera obteniendo mejores posiciones dentro
de los centros de investigación.

Muchas mujeres han realizado aportes importantes al desarrollo


científico-tecnológico de la humanidad, sin embargo, lo que
4 Feminista. Máster en Género y Desarrollo por FLACSO-Ecuador.
Periodista e investigadora de temas sobre Ciencia, Tecnología, Educación,
Comunicación y Género. Ella fue una de las personas que promovió y
organizó el Seminario Internacional: Impacto de la mujeres en la Ciencia.
Forma parte del comité científico del Congreso Iberoamericano de Cencia,
Tecnología y Género.

29
María M. Pessina Itriago

ha pasado es que gracias a la cultura androcéntrica presente


se las ha invisibilizado por considerárselas que son inferiores
al hombre desde el punto de vista intelectual y biológico.
Culturalmente las mujeres han sido consagradas a ubicarse en
la esfera privada desde el patriarcado.

Teorías culturales y biologicistas, de afamados estudiosos, se


han empeñado, en construir a las mujeres sobre la base de
que son seres humanos que tienen como principal objetivo
la reproducción, la maternidad, tienen características como la
ternura, la delicadeza y las han renegado a ser incapaces, según
determinadas concepciones, de ser sujetos de conocimiento
y de generar aportes en el campo científico- tecnológico
(Pessina, 2017).

Algunas de las mujeres ecuatorianas que se han destacado


en la historia del país son, Rosa Cabeza de Vaca quien fue la
primera mujer graduada como bachiller en el Colegio Mejía
(Quito) en el año 1903, institución que hasta esa fecha solo
educaba a hombres. Hermelinda Urvina Mayorga fue, en 1932,
la primera mujer ecuatoriana y sudamericana en obtener
la licencia de piloto de avión; la cual fue otorgada por la
autoridad aeronáutica de los Estados Unidos. Posteriormente
fundó la organización más grande de mujeres pilotos de
Norteamérica, llamada Ninety Niners. Asimismo se encuentra
a la revolucionaria Matilde Hidalgo de Prócel, conocida por
ser la primera mujer en Ecuador en graduarse de doctora en
Medicina, la primera en votar en una elección democrática en
América del Sur y la primera en ocupar un cargo político por
elección popular en 1941. Ellas representan los pocos ejemplos
que han protagonizado la historia de las mujeres en campos
dominados por los hombres.

Actualmente se ha destacado a nivel nacional e internacional


la científica María Eugenia del Pino. La BBC realizó el especial

30 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


Invisibilización y androcentrismo

100 Mujeres: la mitad del mundo habla, en el que resalta los


logros y los desafíos de las mujeres a lo largo de la historia.
En ese reportaje documental, destaca un espacio para las diez
científicas más destacadas de Latinoamérica. Y en la que se
encuentra, por primera vez una mujer ecuatoriana, Del Pino,
quien forma parte de las científicas más destacada de la región.

Eugenia del Pino Veintimilla es doctora en biología, sus estudios


pioneros, se basan sobre la biología del desarrollo de una
rana marsupial (Gastrotheca riobambae) típica de Ecuador, en
comparación con otras ranas tropicales. Este hallazgo impulsó
una línea de investigación nueva en el ámbito científico
internacional. Asimismo, Del Pino es una de las científicas que
más ha impulsado la conservación de las Islas Galápagos.

La doctora Del Pino es la primera ecuatoriana en ser miembro


asociado extranjero de la Academia Nacional de Ciencias en
Estados Unidos (desde 2006). Se graduó en Biología en la
Universidad Católica de Quito (PUCE); en 1969 obtuvo una
beca para cursar el Máster de Ciencia en el Vassar College,
en Poughkeepsie, Nueva York. Después, ganó obra beca en
la Universidad Emory, en Atlanta, donde en 1972 obtuvo su
doctorado (PhD). En ese mismo año regresó a Quito como
profesora en la PUCE. Es Miembro Honorario Extranjero de
la Asociación Norteamericana de Ictiólogos y Herpetólogos.
Ganadora de premio para América Latina de L’Oreal/Unesco
2000 para la Mujer en la Ciencia. En 1986, el Fondo Mundial
para la Conservación de la Naturaleza le otorgó un diploma por
su trabajo en beneficio de las Islas; y en 1999, la Fundación
Charles Darwin le otorgó una medalla en reconocimiento por
su trabajo en la conservación de las Islas Galápagos.

Si se analiza la estructura de los miembros en la Academia


de Ciencias Ecuatorianas, de cincuenta de sus miembros solo
doce son mujeres y en la Academia Ecuatoriana de Medicina

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 31


María M. Pessina Itriago

solo hay dos mujeres. Según datos de UNESCO en el mundo


solo el 30% de los investigadores son mujeres. En Ecuador, el
porcentaje de científicas es cercano a la igualdad: de cada 10
investigadores, cuatro representan al género femenino.

Sin embargo, existen nuevas iniciativas para visibilizar el trabajo


de las mujeres en la ciencia en Ecuador. Entre estas encontramos
a la Red Ecuatoriana de Mujeres Científicas (REMCI), que como
reza su sitio web es una “red apartidista, independiente y sin
fines de lucro de mujeres ecuatorianas activas en la academia
e investigación de Ecuador y del mundo. Desde marzo 2017
la REMCI forma parte de la Red Ecuatoriana de Universidades
y Escuelas Politécnicas para la Investigación y Postgrados
(REDU) como red temática (oficio No. 2017-029)”. REMCI
está conformada por científicas de diversas universidades
ecuatorianas e internacionales, uno de sus objetivos es
construir al desarrollo sostenible de Ecuador a través de la
ciencia, tecnología e innovación, creada por mujeres científicas
ecuatorianas. Se propone:
Visibilizar y promover el trabajo científico de las mujeres
ecuatorianas, incrementar su participación en la academia
y toma de decisiones, mejorar su acceso al financiamiento
público y privado para proyectos de investigación, y
motivar el intercambio científico.

En esta investigación se pretende, como punto principal,


evidenciar dónde están las mujeres investigadoras en el campo
de la ciencia y tecnología, así mismo visibilizar que las mujeres
en su participación son sujetos importantes de conocimiento
a pesar de que están insertas en escalafones inferiores a los
hombres en las instituciones y claustros científicos, espacios
que siguen bajo una dominación masculina, puesto que como
señala Badinter (45:2003):
La dominación masculina es objeto de un asedio incesante.
Esto se observa en todas partes: en las instituciones, la vida

32 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


Invisibilización y androcentrismo

cotidiana privada o profesional, las relaciones sexuales y


el inconsciente. El androcentrismo está en todas partes,
mucho más sospechoso porque avanza enmascarado.
Como ciertos virus es multiforme. Cuando cree que se ha
acabado con él, se produce de manera diferente (…).

De esta manera, a pesar del desarrollo de políticas públicas


inclusivas y con equidad de género, vemos que la dominación
masculina se encuentra fuertemente arraigada en el
campo científico, a veces, sin ser percibida y produciendo
constantemente un retraso o lentitud en el desarrollo y en la
carrera de las mujeres científicas.

Finalmente, a través del desarrollo de estas investigaciones


se visibiliza las problemáticas y las condiciones de las mujeres
ecuatorianas en el campo científico, se evidencia que aún faltan
medidas por tomar, en cuanto a las políticas públicas como
también en los espacios social y cultural. El campo científico
en Ecuador sigue siendo un área dominada por lo masculino;
es androcéntrica y sexista, y sin estos estudios no se puede
visibilizar la situación de las mujeres en la ciencia en este país.

Por ello, los objetivos de este trabajo se centran en analizar los


datos de inserción de mujeres en los campos de ciencia, tecnología
e Innovación a través de las últimas encuestas nacionales;
sistematizar la información que arrojó el último análisis de la
encuesta de las Actividades en Ciencia, Tecnología e Innovación,
(ACTI -2014) sobre las mujeres investigadoras en 158 centros de
investigación de ciencia y tecnología a nivel nacional; reconocer
cómo el androcentrismo persiste en las instituciones científicas
y conocer a través de los indicadores de ACTI la situación de las
mujeres en el Sistema de Ciencia y Tecnología.

Mujeres y educación superior


No es difícil percatarse de que en Ecuador las mujeres
científicas han sido ignoradas por la discriminación dentro de

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 33


María M. Pessina Itriago

las estructuras e instituciones y por la falta de atención pública


hacia ellas. Son pocas las mujeres que han podido tener acceso
a becas y reconocimientos en estas áreas, aunque actualmente
hay más oportunidades que en otro momento de la historia.

La brecha de género en América Latina y el Caribe no tiene mayores


diferencias con otras regiones. Por ejemplo, Europa Central y
Oriental hay un 45% de mujeres investigadoras, Asia Oriental y el
Pacifico 23%, según el Instituto de Estadísticas de UNESCO.

Según el Instituto Nacional de Estadística y Censo Ecuador


(INEC), el país tiene 8’087.914 mujeres, lo que representa el
50,5% de la población del país. De ellas 1´069.988 son jefas
de hogar. Actualmente las mujeres desempeñan funciones
y profesiones que tenían mayor participación masculina,
en el 2001 existían 64 mujeres con títulos universitarios de
físicos y en el 2010, esa cifra llegó a 1.125 mujeres. También
en la encuesta de ENEMDU, el 53,3% de las mujeres se
autodenominan científicas e intelectuales dentro de sus
ocupaciones profesionales, explica el informe.

Dentro del mercado laboral, la población femenina se


incrementó dentro de la Población Económicamente Activa
(PEA) en un 80% entre 2001 y 2010. Mientras del total de
establecimientos registrados en el Censo Económico, el 48%
tiene a una mujer como dueña o gerente.

Durante décadas, feministas han tratado de visibilizar a las


mujeres científicas, campo que ha sido tradicionalmente
dominado por hombres. A pesar de lograr un diagnóstico de
la situación y tomar medidas para conseguir una inserción de
las mujeres bajo las mismas condiciones de los hombres, las
brechas persisten.

En muchas esferas públicas aunque hay más mujeres


insertadas en ellas, aún continúan ubicándolas en roles que

34 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


Invisibilización y androcentrismo

están vinculados o se relacionan a la esfera privada- doméstica,


como por ejemplo, al cuidado de las personas, a la atención
pública, a la asistencia en actividades administrativas, entre
otras actividades, hay un impedimento que se ha naturalizado
que frena el desarrollo y ascenso de las mujeres en puestos
de toma de decisión. Además se observa que hay diferencias
salariales considerables entre hombres y mujeres aún cuando
ocupen los mismos cargos, esto forma parte de una serie de
discriminaciones persistentes en este y otros campos.

A pesar de los logros en la inserción de las mujeres en la


educación superior, que según datos de UNESCO, en el 2014
ha superado el porcentaje de hombres con estudios de grado
y de posgrado, en el doctorado se profundiza la brecha,
siendo los hombres quienes obtienen títulos en este nivel.
Según el estudio de UNESCO (2014) realizado en 110 países,
el porcentaje de mujeres con estudios de doctorado cae a un
44% (hombres superan el 55%) solo el 29% de ellas se dedica
a la investigación.

A nivel mundial los datos son semejantes y evidencia un


estancamiento en las cifras de mujeres con estudios de PhD o
involucradas en investigaciones de posdoctorado. Sin embargo,
aunque Ecuador presenta datos más alentadores, pero las
mujeres siguen estando subrepresentadas en los espacios de
decisión y en las áreas que conforman la ciencia y la tecnología.

La lupa sobre Ecuador, analizando los datos


En Ecuador, se evidencia significativas asimetrías en la educación
superior. El análisis del acceso determina en varios tipos de
carreras que eligen, los “techos de cristal” que enfrentan las
graduadas al llegar a espacios predominantes en determinadas
profesiones y quienes en muchos casos no se encuentran en
los procesos ni espacios toma de decisiones.

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 35


María M. Pessina Itriago

En el caso de las mujeres ecuatorianas, la diferencia salarial,


está impregnada de desventajas, como se puede observar en
el Gráfico 1. A pesar de la feminización que se viene generando
en Ecuador durante los últimos 10 años, las diferencias en
penetración laboral y salarial son evidentes si las analizamos
bajo un enfoque de género.

En el siguiente cuadro se evidencia la existente brecha salarial


de acuerdo al sexo, pues las mujeres ganan menos que los
hombres. En que estos 10 años observamos un crecimiento
considerable en la remuneración salarial, persiste una
diferencia de más de 300 dólares en el 2016, la misma que
hace 10 años, es decir a pesar de que ha habido un alza en el
salario, la diferencia entre hombres y mujeres es la misma, no
ha disminuido.

Gráfico 1: Ingresos al ámbito laboral personas con título


superior
1400,00
1.225,6

1200,00

1000,00 892,6
846,60

800,00

600,00 519,80

400,00

200,00

0,00
Hombre Mujer

2006 2016

Fuente: SENESCYT-SNIESE

En Ecuador, el diagnóstico en el 2016 se concentra en que


las mujeres eligen carreras más afines a las ciencias sociales,
alcanzando más del 50% su presencia en ellas, pero en carreras
como ingeniería, matemática y estadística, tecnología, ciencias

36 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


Invisibilización y androcentrismo

físicas, entre otras, su penetración alcanza hasta un 45% .


Asimismo, se destaca cómo las mujeres son la población que
alcanza la culminación de las carreras de pregrado a más del
80%, como se señala en el gráfico 2. Por ello, se puede decir
que hay un claro rezago en las mujeres que deciden estudiar
carreras científico-tecnológicas.

Gráfico 2: Graduadas
100,0%
90,0%
80,0%
70,0%
60,0%
50,0%
40,0%
30,0%
20,0%
10,0%
0,0%
2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016

EDUCACIÓN INGENIERÍA, INDUSTRIA Y CONSTRUCCIÓN


ARTES Y HUMANIDADES AGRICULTURA, SILVICULTURA, PESCA Y VETERINARIA
CIENCIAS SOCIALES, PERIODISMO E INFORMACIÓN SALUD Y BIENESTAR
ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS Y DERECHO SERVICIOS
CIENCIAS NATURALES, MATEMÁTICA Y ESTADÍSTICA

Fuente: SENESCYT-SNIESE

Gráfico 3: Matriculados universidades 2016


Hombre Mujer Distribución
100% 30%
15%
90% 27% 26%
32% 34% 31% 25%
80% 37% 39%
44% 45% 45% 45% 46% 42%
49% 49% 52% 53% 52%
56%
70% 63% 61% 60% 60%
68% 67% 68% 20%
60% 80%

50% 15%
14%
85%
40%
74%
68% 66% 69% 10%
30% 63% 61%
56% 8% 55% 55% 55% 54% 58%
51% 51% 48%
7% 7% 47% 48%
6% 44%
20% 37% 39% 40% 40%
32% 5% 5% 33% 32% 5%
10% 3% 3% 3% 20%
2% 3% 2%
2% 1%
0% 0% 1% 0% 0% 0% 0% 0% 0% 0% 0% 0%

Fuente: SENESCYT-SNIESE

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 37


María M. Pessina Itriago

Sin embargo, a pesar de que actualmente las mujeres no se


escapan de estas diferencias sociales, políticas y culturales,
entre ellas y los hombres; en Ecuador, desde el 2008, la nueva
Constitución ha centrado su atención hacia las mujeres y sus
derechos.

La Constitución aprobada en 2008, afirma:


Nadie podrá ser discriminado por razones de etnia, lugar
de nacimiento, edad, sexo, identidad de género, identidad
cultural, [...] el Estado adoptará medidas de acción
afirmativa que promuevan la igualdad real en favor de
los titulares de derechos que se encuentren en situación
de desigualdad, 39, 66, Num. 3, el Estado ecuatoriano
reconoce y garantiza: “El derecho a la integridad personal,
que incluye: a) La integridad física, psíquica, moral y
sexual. b) Una vida libre de violencia en el ámbito público
y privado. El Estado adoptará las medidas necesarias para
prevenir, eliminar y sancionar toda forma de violencia.
De esta manera la Carta Magna del 2008, trata el derecho
al acceso a la educación, el derecho a una educación de
calidad y el derecho al respeto en el entorno de aprendizaje
(art. 76, 68). Es así como se protege los derechos
fundamentales de las mujeres que viven en Ecuador (art.
344), y ofrece garantías para que las personas adultas
accedan a la ‘educación permanente’ (art. 347), articulada
con la Educación Superior (art. 344).

Pero no basta con los derechos, pues las mujeres viven


dentro del espacio público con limitantes. Por ello el Estado
debe analizar y comprender el entramado de las relaciones
sociales que persisten entre hombres y mujeres, que producen
un hilo constante de desigualdad y permiten y naturalizan
la subordinación femenina, lo que vemos reflejada en la
participación política, en la educación, en el empleo y en las
tareas familiares y del hogar.

38 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


Invisibilización y androcentrismo

Diágnostico de las investigadoras en Ciencia


y Tecnología
Los datos arrojados por la Encuesta de Ciencia, Tecnología e
Innovación, abordaron un universo de 158 instituciones del
Directorio de la Secretaria de Educación Superior, Ciencia,
Tecnología e Innovación (SENESCYT). Estas instituciones
forman parte de las Universidades y Escuelas Politécnicas,
Institutos Públicos de Investigación, Entidades de Gobierno,
Hospitales públicos de docencia, ONGs que realizan de manera
permanente actividades de Ciencia y Tecnología a nivel
nacional, durante el periodo de referencia de la información
2012-2014. Las actividades realizadas por estas instituciones
se consideran sistemáticas con la producción, promoción,
difusión y aplicación de los conocimientos científicos y técnicos
en todos los campos de la ciencia y la tecnología. En esta
encuesta se analizó, entre varios puntos, el talento humano y
desarrollo de la investigación.

Tabla 1 Institutos que realizan actividades en Ciencia y


Tecnología a nivel nacional
Entidades #
Universidades 58
Institutos Públicos de Investigación 11
Entidades de Gobierno 30
ONG 19
Hospitales de docencia 40
Fuente: ACTI 2014

En el año 2014, del personal total de Ciencia y Tecnología 5.531


son investigadores EJC lo que representa el 54,96%.

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 39


María M. Pessina Itriago

Tabla 2: Personal de Ciencia y Tecnología*

Tipo de función 2009 2010 2011 2012 2013 2014


Total 3.797 5.631 5.453 7.966 9.220 10.064
Investigadores 1.604 1.960 2.544 3.898 4.860 5.531
Becarios de Doctorado 135 150 193 453 648 842
en I+D
Técnicos y personal 873 1.029 1.177 1.292 1.234 1.435
asimilado en I+D
Otro personal de apoyo 563 1.630 686 1.329 1.357 1.140
Personal de servicios 622 861 854 994 1.120 1.116
en CyT

Fuente: INEC- Encuesta Nacional de Ciencia y Tecnología

Investigadores Becarios de Doctorado en I+D Técnicos y


personal asimilado en I+D. Otro personal de apoyo Personal
de servicios en CyT * Equivalente a Jornada Completa (EJC):
si un trabajador de I+D a jornada completa está empleado en
una unidad de I+D durante sólo seis meses, se le contabilizará
como 0,5 EJC.

Asimismo, en el año 2014, la disciplina científica “Ciencias


Sociales” registró 3. 814 investigadores, lo que representa el
33,43 % del total de investigadores.

Tabla 3: Investigadores* según disciplina científica

Disciplina científica 2009 2010 2011 2012 2013 2014


Total 2.413 3.091 4.027 7.263 9.456 11.410
Ciencias Sociales 693 975 1.413 2.360 3.041 3.814
Ingeniería y Tecnología 476 652 811 1.382 1.927 2.448
Ciencias Naturales y Exactas 418 472 589 1.465 1.869 2.039
Ciencias Médicas 288 396 454 927 1.154 1.313
Ciencias Agrícolas 326 378 458 682 833 924
Humanidades 212 218 302 447 632 872
*La categoría Investigador, agrupa a los investigadores + becarios de doctorado
Fuente: INEC - Encuesta Nacional de Ciencia y Tecnología

40 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


Invisibilización y androcentrismo

Explorando más al detalle las cifras de personal en los centros


de investigación en Ecuador (2014, ACTI), en las áreas de
Ingeniería y Tecnología; Ciencias Médicas, Ciencias Agrarias;
Ciencias Sociales, Humanidades y Ciencias Sociales naturales y
exactas, puede apreciarse un universo de hombres y mujeres
con resultados parejos o cercanos. Sin embargo, si se analiza a
detalle por jerarquía, observamos una brecha entre hombres
y mujeres.

Tabla 4: personas físicas de CYT

PERSONAS FÍSICAS DE CYT


Hombres Mujeres Total Hombres Mujeres Total
Investigadores tiempo
3.623 2.763 6.386 56,7% 43,3% 100,0%
completo y parcial 2012
Investigadores tiempo
4.710 3.432 8.142 57,8% 42,2% 100,0%
completo y parcial 2013
Investigadores tiempo
5.682 4.058 9.740 58,3% 41,7% 100,0%
completo y parcial 2014
Becarios tiempo completo y
575 302 877 65,6% 34,4% 100,0%
parcial 2012
Becarios tiempo completo y
833 481 1.314 63,4% 36,6% 100,0%
parcial 2013
Becarios tiempo completo y
1.040 630 1.670 62,3% 37,7% 100,0%
parcial 2014
Técnicos asimilados tiempo
771 809 1.580 48,8% 51,2% 100,0%
completo y parcial 2012
Técnicos asimilados tiempo
840 658 1.498 56,1% 43,9% 100,0%
completo y parcial 2013
Técnicos asimilados tiempo
932 883 1.815 51,3% 48,7% 100,0%
completo y parcial 2014
Personal de apoyo tiempo
818 931 1.749 46,8% 53,2% 100,0%
completo y parcial 2012
Personal de apoyo tiempo
972 977 1.949 49,9% 50,1% 100,0%
completo y parcial 2013
Personal de apoyo tiempo
780 998 1.778 43,9% 56,1% 100,0%
completo y parcial 2014

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 41


María M. Pessina Itriago

Personal de servicios tiempo


768 444 1.212 63,4% 36,6% 100,0%
completo y parcial 2012
Personal de servicios tiempo
820 542 1.362 60,2% 39,8% 100,0%
completo y parcial 2013
Personal de servicios tiempo
834 522 1.356 61,5% 38,5% 100,0%
completo y parcial 2014
TOTAL PERSONAL CYT 2012 6.555 5.249 11.804 55,5% 44,5% 100,0%
TOTAL PERSONAL CYT 2013 8.175 6.090 14.265 57,3% 42,7% 100,0%
TOTAL PERSONAL CYT 2014 9.268 7.091 16.359 56,7% 43,3% 100,0%
Fuente: ACTI 2015

Uno de los pocos trabajos realizados para analizar los datos


de la participación de las mujeres sobre las mujeres en la
investigación y educación superior, lo realizó Magdalena León
(2001); en este estudio se evidenció que actualmente los
datos reflejan casi la misma proporcionalidad de las mujeres
en la ciencia y tecnología con respecto a los hombres, como
también en la presencia de las mujeres en la dirección de
proyectos de investigación, a pesar de que las cifras actuales
han crecido considerablemente, es evidente que al pasar más
de dos décadas el diagnostico es similar. Existen, en número,
más mujeres pero siguen ubicadas en los mismos espacios y sin
poder escalar hacia mejores posiciones, como sucede con los
hombres en estos campos.

De esta manera se observa que, en el periodo de 1994 a 1996,


las mujeres solo representaban en las direcciones de proyectos
de ciencia y tecnología el 8%. En la participación femenina en
la dirección de proyectos de investigación durante el periodo
1983 a 1993, de 612 proyectos, el total de directoras fue de 77,
es decir un 13% en 10 años. En el 2014, como se aprecia en el
cuadro de Investigadores en ejercicio en ciencia y tecnología
hubo 2320 investigadoras de un total de 5531 investigadores/as.

42 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


Invisibilización y androcentrismo

Tabla 5 Dirección de proyectos de ciencia y tecnología


(Fundacyt-BID), por áreas y sexo (1994-1996)

Áreas Mujeres Nº % Hombres Nº %


Biomedicina 0 0 7 100
Alimentos 0 0 3 100
Materia primas y minerales 0 0 4 100
Recursos naturales y medio 3 23 10 77
ambiente
Ingeniería y procesos 0 0 8 100
TOTAL 3 9 32 91
Fuente: León (2001)- Conuep.

Tabla 6. Participación femenina


en la dirección de proyectos de investigación (CONUEP),
por áreas (1983-1993)

Nº total de Nº total de
Áreas % %
proyectos directoras
Tecnologías 179 29 18 10

Ciencias Sociales 169 28 30 18


Agropecuarias 124 20 8 6
Ciencias Naturales 70 11 17 24
Salud y Nutrición 60 10 4 7
Ciencias exactas 10 2 0 0
TOTAL 612 100 77 13

Fuente: Magdalena LEON (2001)- CONUEP

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 43


María M. Pessina Itriago

Tabla 7. Investigadores EJC CYT

INVESTIGADORES EJC CYT


Hombres Mujeres Total
Investigadores EJC en Ciencias Naturales y 476 428 904
Exactas 2012
Investigadores EJC en Ciencias Naturales y 609 488 1.097
Exactas 2013
Investigadores EJC en Ciencias Naturales y 682 389 1.071
Exactas 2014
Investigadores EJC en Ingeniería y 435 200 635
Tecnología 2012
Investigadores EJC en Ingeniería y 585 269 854
Tecnología 2013
Investigadores EJC en Ingeniería y 704 397 1.101
Tecnología 2014
Investigadores EJC en Ciencias Médicas 257 242 499
2012
Investigadores EJC en Ciencias Médicas 302 276 578
2013
Investigadores EJC en Ciencias Médicas 328 280 608
2014
Investigadores EJC en Ciencias Agrícolas 262 110 372
2012
Investigadores EJC en Ciencias Agrícolas 303 169 472
2013
Investigadores EJC en Ciencias Agrícolas 329 153 482
2014
Investigadores EJC en Ciencias Sociales 616 647 1.264
2012
Investigadores EJC en Ciencias Sociales 793 765 1.558
2013
Investigadores EJC en Ciencias Sociales 961 921 1.881
2014
Investigadores EJC en Humanidades 2012 109 116 224
Investigadores EJC en Humanidades 2013 166 136 302
Investigadores EJC en Humanidades 2014 207 180 387

44 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


Invisibilización y androcentrismo

TOTAL INVESTIGADORES CYT 2012 2.155 1.743 3.898


TOTAL INVESTIGADORESCYT 2013 2.759 2.102 4.860
TOTAL INVESTIGADORES CYT 2014 3.211 2.320 5.531

Fuente: ACTI 2015

Las brechas en cuanto la ocupación de las mujeres representan


el 56% del personal de apoyo a tiempo completo y parcial,
mientras que los hombres se ubican en el 58% del cuerpo de
investigadores a tiempo completo y parcial. Es decir, hay más
mujeres, pero en la escala más baja de jerarquía. Hay que tomar
en cuenta que los becarios hombres representan el 62%, por
ello es posible que aumente el porcentaje de investigadores
hombres durante el desarrollo académico de estos becarios.

Con respecto a los espacios de trabajo, las mujeres tienen menor


participación en los centros de investigación privados así como
en las Organizaciones No Gubernamentales (ONG). En este
campo solo encontramos el 35% son mujeres investigadoras;
lo contrario pasa en los espacios estatales que ascienden a 43%
y en los Institutos de Educación los resultados son iguales, en
el 2014, en el área de Ciencias Sociales encontramos al 50%
de mujeres. Si vemos los datos del 2012 hay una contracción
en el área de humanidades, pasó de 63% de mujeres a 41%.
En las áreas de ciencia naturales y exactas el 36% son mujeres
investigadoras y en los espacios de educación superior
encontramos la misma cifra.

La brecha se amplía cuando las investigadoras están en las


áreas de ingeniería y tecnología en las que solo hay un 30% de
mujeres investigadoras. En los últimos años, en instituciones
públicas ha crecido la participación femenina en esta área, ya
que encontramos el 52% de mujeres. Por otra parte, vemos que
1 de 4 personas que están trabajando en el área de agricultura
son mujeres.

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 45


María M. Pessina Itriago

En los datos estadísticos de la encuesta de Actividades de


Ciencia, Tecnología e Innovación (ACTI- 2014) se observa una
clara dominación masculina en las investigaciones. También se
observa que los hombres lideran los espacios de investigación
en casi todas las áreas en instituciones privadas y de educación
superior. En las áreas gubernamentales hay una exposición
mayor de mujeres en algunos de los casos. En ingeniería y
tecnología, los hombres investigadores se ubican en 70% en
universidades, 48% en instituciones públicas y un 100% en
ONG. En ciencias médicas, están en 45% (gobierno); 58% en
educación superior y 100% en ONG. Asimismo, en ciencias
agrarias hay 76% en instituciones del estado, 64% en Educación
Superior y 78% en ONG.

Asimismo en el área de ciencias naturales y exactas, hay en el


gobierno 63% de hombres, 64% en educación superior y 60% en
ONG. En ciencias sociales los hombres se ubican en un 55% en
instituciones públicas, 0% en educación superior y 0% en ONG;
estos espacios serían los más feminizados en la investigación.
Por su parte en el área de humanidades los hombres tienen 59%
en gobierno, 53% en educación superior y 0% en ONG.

Entonces los sectores donde más mujeres trabajan como


investigadoras son en las ciencias médicas e ingeniería y
tecnología con una participación mayor en instituciones
gubernamentales mientras que en el sector privado las
mujeres solo llegan a conquistar las áreas de ciencia sociales
y humanidades. Es aquí donde existe una brecha importante.

Los espacios de investigación de la ciencia y la tecnología son


las instituciones públicas 43% y las universidades y escuelas
politécnicas. De esta manera, las mujeres en los espacios de
ciencia y tecnología encontramos a más investigadoras en
ciencias médicas (46,17%) y en ciencias naturales y exactas con
un 40%. En las áreas de ingeniería y tecnología 36% y 31% en

46 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


Invisibilización y androcentrismo

ciencias agrícolas. El total de mujeres que trabajan en estos


centros de investigación, gubernamentales, de universidades
y ONG es de 43,3% pero en jerarquía solo 41,7% de mujeres
investigadoras. Aunque los datos no son desagregados por
direcciones de investigación, las mujeres se encuentran por
debajo de las posiciones predominantemente masculinas, se
ubican como mayoría en el personal técnico y de apoyo.

Sobre este punto la científica Leone (Entrevista, 2015) señala


que:
En general hay más mujeres en el laboratorio.
Probablemente hay más hombres en puestos altos
de decisión, pero en la primera fase, la mayoría de las
mujeres pertenecen al personal técnico, personal de
laboratorio. Los varones que se encuentran en puestos
altos, probablemente sea porque, al ser una carrera de
tiempo completo, aquí nunca trabajamos 8 horas sino
más, probablemente las mujeres tomen la decisión de
la vida familiar, como principal que la vida profesional;
probablemente el hombre puede encontrar un gran apoyo
en la mujer para que él se dedique a trabajar, mientras
la mujer se encarga del hogar y los hijos. La conciliación
familiar es difícil para la mujer científica, pues hay quienes
deciden dedicarme más a la casa, a los hijos, y por ello no
pueden cumplir con la dedicación a tiempo completo que
requiere la ciencia.

A pesar del aumento de la presencia de mujeres en investigación


científica y tecnológica en los últimos años, las mujeres
no participan de la misma manera en todas las disciplinas
científicas y tecnológicas, como se puede observar en los datos
específicos del 2014 de Actividades de Ciencia, Tecnología e
Innovación, ACTI.

Las mujeres están ubicadas en áreas que tradicionalmente han


sido relacionadas con los roles culturalmente asignados a las
mujeres, tales como educación y humanidades, ciencias de la

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 47


María M. Pessina Itriago

salud, biología, ciencias sociales, y están sub-representadas


especialmente en las ingenierías y tecnología, campos en los
cuales predominan los hombres, como sucede también en la
mayoría de los países de la región. Este fenómeno se conoce
como segregación horizontal.

Uno de los resultados que arroja los datos de la encuesta ACTI


sobre el ambiente de investigación dentro de las instituciones
en ciencia y tecnología es evidente la diferencia entre mujeres
y hombres: en estas estructuras los puestos de toma de
decisión son liderados por varones y evidencia que aun no hay
una revisión para eliminar los sesgos de género.

Igual que sucede en América Latina y el Caribe, a pesar de que


las mujeres han conquistado, gracias a la luchas feministas,
acceso en estos espacios; aún encontramos que las mujeres
deciden carreras y profesiones marcadas por el sexo, como se
pudo observar en la tabla de matriculadas.

Las mujeres viven espacios de discriminación jerárquica,


como se observa en los datos arrojados por la encuesta de
ACTI. Ellas siguen estando relegadas a los puestos inferiores
de los escalafones. Las mujeres se concentran en los niveles
inferiores de clasificación de los sistemas nacionales de ciencia
y tecnología y están sub-representadas en los niveles más altos
del desempeño científico y en los puestos de dirección de las
instituciones científicas, es decir, segregación vertical, como
sucede en Ecuador.

Por ello, es importante tomar medidas que eliminen las


desigualdades y den representación a las mujeres en la
academia y en los puestos de decisiones a las mujeres. Una
de ellas sería incorporar la transversalidad de género en
todas las políticas públicas. Asimismo que todos los datos
que se estudien estén desagregados por sexo y que no solo

48 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


Invisibilización y androcentrismo

señale la participación de las mujeres sino también incluir la


producción científica. Los datos estudiados no se presentan
así, no se conoce las subvenciones, los méritos, los cargos
específicos y su trabajo por áreas. Lo anterior dificulta así una
reflexión más profunda del diagnostico de las investigadoras en
ciencia y tecnología en Ecuador, que con más detalle, se podría
corregir las desigualdades por sexo y la escasa visibilidad de las
científicas en Ecuador.

Las estadísticas también reflejan una constante en un


porcentaje mayor de hombres con respecto a las mujeres,
sobre todo, como ya mencionamos ocupando espacios altos
de jerarquía, algo que se mantiene desde hace siglos. Pero
en Ecuador, hace más de una década la participación de las
mujeres en la academia en los centros de investigación de
ciencia y tecnología han variado, desde una participación casi
ausente a una más activa. No solo han aumentado las cifras
en esta área sino también su presencia en las universidades,
matriculadas y licenciadas, como se aprecia en las tablas.

Tampoco se toman en cuenta en los análisis y datos estadísticos el


impacto que tiene la maternidad sobre el desarrollo en las carreras
científicas. Hay diferencias entre una científica madre y una que
no es. Así lo señalan algunas investigadoras entrevistadas. Las
mujeres científicas madres padecen de un desarrollo profesional
más lento y se les dificulta los reconocimientos, algo que no
sucede con los hombres: “la investigación científica y tecnología
es una carrera que demanda mucho desprendimiento de la vida
personal, entonces de pronto eso se le facilita más al hombre
que a la mujer” explica Leone.

Cuando se le preguntó a una de las investigadoras que si


considera que hay barreras en el desarrollo de una mujer
científica para lograr el éxito o llegar a un alto nivel jerárquico
dentro del campo donde está investigando, señala que:

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 49


María M. Pessina Itriago

Esa parte es complicada responder, porque depende de la


realidad, del lugar en el que estás. La respuesta general
sería sí, pero también eso se tiene que analizar desde
el punto de vista de cuáles son los apoyos que hay para
las mujeres. Por ejemplo, los institutos de apoyo pueden
ser, en el caso del Ecuador, la SENESCYT o, en el caso de
los Estados Unidos, la Fundación Nacional de Ciencia o
la Fundación Nacional de Salud; todas estas instituciones
tienen programas de apoyo, para las mujeres. Sí es cierto
que tradicionalmente las mujeres tiene roles del cuidado
de los hijos de la familia, (Espinoza 2014. Entrevista)

A comparación de lo que sucede en otros países de América


Latina, Ecuador muestra un 42% de mujeres investigadoras.
Según los datos de UNESCO, en México y Chile, esta cifra es del
32% mientras que en Colombia alcanza al 38%, en Uruguay el
49% y Venezuela el 56%.

Por lo tanto, “los análisis de los sesgos de género muestran


cómo la ideología androcéntrica y sexista ha condicionado los
contenidos científicos de las teorías mientras que los análisis
de la retórica científica evidencian como todo el edificio de la
ciencia (incluyendo ontología, epistemología y metodología)
está determinado por esta ideología” (Gómez 1999: 25)

El proyecto de una ciencia no androcéntrica exige un


sujeto dotado de cualidades epistémicas muy distintas
a las masculinas hasta ahora dominantes. Estas nuevas
cualidades solo pueden ser las femeninas (segunda parte de
los binomios antes señalados) excluidas tradicionalmente
de la ciencia, que tendrían así su oportunidad histórica.
Por tanto, el proyecto de una ciencia diferente supone, en
primer lugar, fundamentar teóricamente la superioridad
epistémica femenina; en segundo lugar, afrontar la viabilidad
del proyecto de una ciencia feminista y el estatuto epistémico
de esta ciencia (Gómez 1999:26)

50 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


Invisibilización y androcentrismo

Una de las razones encontradas en las entrevistas realizadas


a científicas que investigan en universidades para explicar
la poca participación de ella en estos espacios puede surgir
de las barreras ocasionadas por el trabajo no remunerado y
de actividades de cuidado. Especialmente en la fase inicial
de la carrera, y por la fuerte predominancia masculina en
la estructura de poder de ciencia y tecnología, en muchos
casos, como plantea Butler, vemos a científicas ejercitar, una
secuencia de actos repetidos y regulados por un conjunto de
microdisciplinas, se performance con las características que se
le atribuyen a la ciencia y a los hombres. Es necesario tomar en
cuenta, que en el caso del trabajo doméstico no remunerado,
las mujeres dedican en promedio 31 horas con 49 minutos
semanales frente a las nueve horas nueve minutos que utilizan
los hombres, es decir 22 horas 40 minutos menos que las
mujeres.

Una de las investigadoras entrevistada reconoce que la carrera


de investigación es muy demandante.
No solo es estudiar, graduarse y hacer el post doctorado;
para lograr cierto éxito profesional debes cosechar
reconocimientos, escribir, publicar, participar en eventos
internacionales, trabajar más de 18 horas al día, no tener
vacaciones… esto tiene un costo, el de no tener hijos,
de no tener un monto de vida social o familiar, porque
trabajamos mucho y sí, reconozco que tengo colegas que
tiene hijos y que tienen que decidir cómo van a asignar el
tiempo porque tienen otro tipo de dificultades, (Espinoza
2014:Entrevista)

Asimismo, la investigadora Romoleroux (2014: Entrevista)


describe cómo ha sido su trayectoria siendo madre:
(…) A veces mi hijo si me dice: Mami es absurdo por qué no
te pagan más si te quedas hasta las 9 o 10 de la noche; es
decir él no logra entender el porqué yo no salgo a las cuatro

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 51


María M. Pessina Itriago

de la tarde. Es difícil el hecho de poder compatibilizar el


aspecto de mujer, de madre, con el aspecto científico por
la demanda que implica.

Conclusiones

El escenario analizado en este texto no es un asunto exclusivo


de Ecuador ni de Latinoamérica. La presencia de más
hombres en la ciencia, es un asunto que viene desde hace
siglos; que actualmente persista evidencia una problemática
que demuestra las inequidades de género, y que el mundo
de las ciencias es aún masculino. Cuando se estudia ciertas
áreas especificas de la ciencia y la tecnología se observa un
marcado sexismo, en el que a las mujeres se les ubica en
un papel subordinado asignado por una cultura patriarcal,
actividades y responsabilidades afines a sus roles sociales. Es
decir, se reflejan los estereotipos de género, diseñados por
patrones culturales y concepciones arraigadas de la sociedad
que pretenden reforzar los roles tradicionales, que siempre ha
desempeñado la mujer: la maternidad, la atención familiar, y
obviamente el tiempo que dedican a estas responsabilidades,
alejan a las mujeres de la ciencia y la investigación. Es decir,
como señala Gómez (1999: 25) “los científicos, cuando hacen
ciencia, siguen siendo hombres, pertenecientes a una raza y
clase social. La ciencia que elaboran está contaminada por
este hecho: su género es masculino su ideología patriarcal,
androcéntrica y misógina”.

Asimismo Gómez (1999) agrega que “(…) la ciencia, en su


totalidad, es resultado de esta clase de valores, es decir, es
androcéntrica y misógina. El conocimiento científico ha de ser
entendido como lo que es un producto cultural que se disuelve
en la ideología, las relaciones de poder y de género. Por ello
colabora directamente en la dominación de un grupo por otro,
en proyectos sociales sexistas, racistas y clasistas” (1999: 25).

52 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


Invisibilización y androcentrismo

Por ello, es vital abolir el carácter androcéntrico de las


instituciones científicas, pues aún existen importantes
diferencias en las oportunidades de desarrollo profesional de
mujeres y hombres dedicados a la ciencia y a la tecnología.
Asimismo se evidencia la ausencia de las mujeres investigadoras
en niveles de decisión, como vemos en los resultados que
arroja la encuesta de ACTI (2014), últimos datos que existen en
Ecuador. Estas diferencias constatan la necesidad de reelaborar
las políticas públicas con una transversalidad de género. Por lo
tanto es evidente que existe un problema de sexismo en las
actividades de ciencia y tecnología que produce una sistemática
discriminación hacia las mujeres.

El sexismo presente en estos campos científicos se sustenta


sobre los valores de la dominación masculina, pues se considera
que las mujeres poseen características intelectuales inferiores
a los hombres. Por ello, al penetrar en estas áreas, se ubican
en espacios de subordinación. Así, encontramos a muchas
mujeres que desempeñan actividades de ciencia y tecnología
que detienen el desarrollo de su carrera de investigadoras para
asumir el tiempo familiar

Los hombres ascienden con mayor rapidez que las mujeres,


obtienen puestos de mayor sueldo, y tienen más capacidad
de dedicación. La lentitud del crecimiento del total de mujeres
en las categorías de investigación no se corresponde con la
velocidad y el valor de las cifras de graduadas en el tercer y
cuarto nivel.

En Ecuador es necesario potenciar las políticas de acción


afirmativas y dar reconocimiento a las carreras científicas
tecnológicas de las mujeres. Asimismo,hay que mejorar las
estadísticas nacionales sobre la participación de ellas en
estos campos; privilegiar el acceso equitativo en las áreas que
están subrepresentandas y originar políticas de cuotas para

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 53


María M. Pessina Itriago

promover la representación de las mujeres en espacios de


toma de decisión.

Por otra parte, es indispensable que desde el nivel inicial de


formación educativa se incentive el interés de las niñas por los
temas de la ciencia y tecnología. Finalmente, abolir esa forma
de hacer ciencia que es el resultado de un conjunto de valores
que se sustenta en el androcentrismo y la misoginia y crear un
conocimiento científico que no posea características sexistas,
racistas y clasistas.

Referencias bibliográficas
Badinter, E. (2003). Hombres. Mujeres. Cómo salir del camino
equivocado. Buenos Aires: Fondo de cultura Economica.
Gómez, A. (1999). ¿Es el sujeto feminista epistemológicamente
relevante en ciencia? Universidad de la Laguna. Política y
Sociedad. 30 (1999), Madrid (23-37)
González, M. et al. (1996) Ciencia, Tecnología y Sociedad. Una
introducción al estudio social de la ciencia y la tecnología
de Marta. Madrid : Tecnos.
Pessina, M. (2017). ¿La Ciencia, cuestión de hombres? Mujeres
entre el sexismo, la discriminación y el sesgo de género.
Quito: CIESPAL.
Instituto de Estadística de la UNESCO, “Women in science”,
UIS Fact Sheet, N° 23, diciembre de 2012 y N°14, agosto
de 2011;
UNESCO eAtlas of Research and Experimental Development.
https://www.tellmaps.com/uis/rd/#!/tellmap/187250920
Encuesta de las Actividades de Ciencia, Tecnología e Innovación
de Ecuador (ACTI) http://www.ecuadorencifras.gob.ec/
encuesta-nacional-de-actividades-de-ciencia-tecnologia-e-
innovacion-acti/
Red de Mujeres Científicas del Ecuador (REMCI): https://www.
remci.org/

54 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


Invisibilización y androcentrismo

Constitución de la Republica del Ecuador: https://www.oas.


org/juridico/pdfs/mesicic4_ecu_const.pdf
BBC (2013) 100 Mujeres: la mitad del mundo habla. 10 mujeres
que lideran la ciencia en América Latina. En http://www.
bbc.com/mundo/noticias/2013/10/130930_ciencia_
mujeres_cientificas_mr
INEC: http://www.ecuadorencifras.gob.ec/estadisticas/

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 55


Ciencia, Tecnología y Género

María Montoya

Este capitulo se centra en las mujeres dentro del mundo de la


ciencia en el contexto de la Unión Europea. En este entorno
hay conceptos que consideramos anticuados y pensamos que
ya están superados en nuestra sociedad, como por ejemplo
la segregación de hombres y mujeres en los ambientes de
trabajo. Sin embargo, hay científicos que consideran que las
mujeres científicas deberían trabajar en laboratorios sólo
con mujeres ya que distraen a los hombres de su trabajo, se
enamoran de sus compañeros de trabajo y lloran cuando se las
critica. Estas son afirmaciones que hizo en público Sir Tim Hunt
a los invitados a una comida de gala cuando estaba haciendo
un brindis. Sir Tim Hunt ganó el premio Nobel en el año 2001
y esta afirmación pública se realizó en el año 2015. El señor
Hunt tuvo que dimitir de su puesto de catedrático “University
College of London” (UCL) debido a estas declaraciones públicas.
Aunque pueda haber personas que piensen en estos términos,
lo que parece no aceptable actualmente es que se exprese
públicamente, pues no se considera políticamente correcto
(BBC News, 2015).

El estereotipo del científico se asocia con un hombre de raza


blanca y con cierta madurez. Es la imagen que instintivamente
se relaciona con el proceso del descubrimiento,con el invento,

57
María Montoya

es como un atajo de nuestra mente, es algo que nos es


fácilmente identificable. Nuestra mente se decanta por lo que
resulta familiar, nos gusta, nos sentimos cómodos y confiamos
en lo que consideramos familiar. Pero si queremos una cultura
de cambio, hay que evitar los “atajos familiares”.

Para evitar estas simplificaciones, se han creado asociaciones


como (Soapbox Science, s.f.), una asociación de mujeres
científicas en el Reino Unido cuyo objetivo es visibilizar a las
mujeres con bata blanca, el concepto de mujer científica, al
mismo tiempo que presentar su trabajo a la sociedad. Este
tipo de iniciativas responden a la situación estereotípica del
científico hombre únicamente.

Igualmente, cada vez más se están construyendo redes de


mujeres científicas en varios países de la Unión Europea con
el objetivo de visibilizar la tarea de las científicas no sólo
frente a la sociedad en general sino también frente al mundo
científico. El gobierno de España hizo un estudio detallado
de la situación de la mujer en todos los ámbitos de la ciencia
llamado “Científicas en Cifras” (Rodríguez, A., 2016).

El estudio de 2015 es la cuarta edición de una serie que inició la


Unidad de Mujeres y Ciencia a nivel estatal con la publicación
de Académicas en Cifras 2007, seguida por las sucesivas
publicaciones de Científicas en Cifras en los años 2011 y 2013.
Esta publicación analiza la presencia relativa de mujeres en
los distintos niveles y ámbitos de la ciencia en España, con
especial atención a la carrera investigadora en universidades
y organismos públicos de investigación, a la composición
de órganos de decisión y a la participación de mujeres en
convocatorias de financiación de la I+D+i.

Este estudio revela que la situación en España es muy similar


a la de otros países de la Unión Europea. Por ejemplo, en las

58 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


Ciencia, Tecnología y Género

universidades públicas y privadas españolas durante el curso


2014-2015, las mujeres representaban el 46% y los hombres
el 54% del alumnado matriculado en estudios de grado en
primer y segundo ciclo. Estos porcentajes se mantienen hasta
llegar a un 50% en el alumnado matriculado en doctorado
y tesis doctorales aprobadas. Cuando se llega a niveles
profesionales mayores de la Universidad, grado B (profesor
titular y equivalentes) y grado A (catedráticos), es cuando el
porcentaje de las mujeres desciende dramáticamente al 42% y
21% respectivamente.

Estos gráficos en forma de tijera son los típicos en las


sociedades europeas. Cuando se estudia la distribución del
equilibrio de género y la infra-representación de mujeres/
hombres en la composición de órganos/equipos de gobierno,
según tipo de órgano o equipo en las universidades públicas
se observa que un 10% los consejos de dirección, los consejos
de gobierno y equipos de gobiernos en los centros tienen una
infra-representación de mujeres.

La evolución de la distribución de mujeres y hombres en los


Organismos Públicos de Investigación (OPIs) según la categoría
investigadora muestra igualmente un patrón en tijera. El grado
D que incluye al personal investigador en formación tiene
un 58% de mujeres frente a un 42% de hombres. El grado C
incluye el personal con contratos post doctorales ya invierte
los porcentajes con un 44% de mujeres y un 56% de hombres.
En el grado B que incluye científicos titulares de OPIs, personal
con contrato Ramón y Cajal y profesor titular de Universidad
se marca mas la diferencia con un 41% de mujeres frente a
un 59% de hombres. Ya en la escala laboral mas alta, grado A,
que incluye profesores de investigación de OPIs y catedráticos,
la diferencia es mucho mas sustancial con un 25% de mujeres
frente a un 75% de hombres. Son cifras que ponen de manifiesto

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 59


María Montoya

que las mujeres van desapareciendo del trabajo investigador


según se avanza en la escala laboral profesional.

Igualmente, los datos de las OPIs respecto a la distribución


del equilibrio de género y la infra-representación de mujeres/
hombres en la composición de órganos colegiados de gobierno
según el tipo de órgano, revela que el 80% de consejos rectores
tienen una infra-representación de mujeres y el 20% restante
tienen una infra-representación de hombres. El 83% de los
comités o consejos de dirección tienen una infra-representación
de mujeres y el 17% de hombres.

El porcentaje de mujeres y hombres revela una serie


de problemas de género según se avanza en la carrera
investigadora. Pero un punto importante de la carrera
investigadora es conseguir financiación para los proyectos
de investigación, por tanto analicemos cómo se financian los
investigadores. La distribución de mujeres y hombres en las
propuestas evaluadas y concedidas por programas prestigiosos
como los de “European Research Council” (ERC) presentadas
desde España y según el ámbito de investigación revelan unos
porcentajes inferiores de mujeres presentando propuestas
que son evaluadas en todos los ámbitos. Dentro de las
propuestas concedidas, los porcentajes son variables aunque
los porcentajes de mujeres son inferiores, llegando a ser nulo
en las ciencias de la vida. El único ámbito en el que las mujeres
representan un 54% es en las ciencias sociales y humanidades
en el período 2013-2015.

Es importante destacar la composición de los comités


evaluadores de estas propuestas de proyectos. La distribución
de género y la infra-representación de mujeres/hombres en la
composición de las comisiones de evaluación de los programas
de recursos humanos en las convocatorias del año 2014 revela
un desequilibrio importante. En el área científico-tecnológica

60 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


Ciencia, Tecnología y Género

existe un desequilibrio notable. Los datos van desde un 100%


de las comisiones con una infra-representación de mujeres en el
área de ciencias naturales, de ingeniería y tecnología y ciencias
médicas y de salud frente a un 40% en el área de humanidades
y un 14% en ciencias sociales. Las ciencias agrícolas es la única
área que no presenta desequilibrio de género ese año.

Un reciente estudio en los Países Bajos demuestra que el género


es un factor importante que contribuye al éxito en las propuestas
para financiar la investigación (Van der Lee et al, 2015). En este
estudio se analizaron las solicitudes y los materiales a evaluar
de tres convocatorias de una de las mas prestigiosas a nivel
nacional para científicos en los primeros pasos de su carrera
científica. Los datos generales demuestran una caída del 4%
de las mujeres solicitantes durante el proceso de revisión que
incluye: solicitud, pre-selección, entrevista y concesión del
proyecto. Por otro lado, la calidad investigadora de los hombres
solicitantes de los proyectos fue evaluada por encima de sus
competidoras mujeres de forma estadísticamente significativa.
También los hombres solicitantes tuvieron un porcentaje de
éxito mayor que las mujeres en las convocatorias bajo estudio.

El porcentaje de éxito en las solicitudes de proyecto en el


“Biotechnology and Biological Sciences Reserach Council”
(BBSRC) del Reino Unido dibujan un panorama parecido
(McAllister, D., Juillerat J., Hunter J., 2015). En el período que
comprende los años 2011 a 2014, los proyectos liderados por
mujeres representaron el 21.1% del total de solicitudes de
proyectos generales al BBSRC y con un porcentaje de éxito del
25,8%. Esta cifra contrasta con un porcentaje de éxito del 30.6%
de los proyectos liderados por hombres. En las solicitudes de
grandes proyectos estratégicos de varios millones de libras
esterlinas o proyectos LoLA, las cifras muestran que incluso ha
habido años en los que ningún proyecto liderado por mujeres
ha sido concedido (años 2012 y 2013).

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 61


María Montoya

Otro indicador de desequilibrio de género es la brecha salarial.


Según un estudio Fedea que ha depurado estadísticamente los
datos salariales brutos de 2014, las mujeres en España ganan
de promedialmente un 12,7% menos que sus compañeros
masculinos (El País, 2018). Esta brecha salarial está presente
en cada detalle de las variables observadas: edad, educación,
antigüedad, ocupación, tipo de contrato y jornada, actividad y
tamaño de empresa.

Un estudio del año 2016 de la “University and College Union”


del Reino Unido ha establecido la brecha salarial en todas las
universidades del país y ha publicado en una lista con los datos
(UCU, 2016).

Cuando se tiene en cuenta todo el personal de la universidad, la


institución que encabeza la lista con un 63,5% es la “University
of the Highlands and Islands”, seguida en segundo puesto por
la “University of London” con un 70,9% de brecha salarial entre
mujeres y hombres. Cuando se evalúa la brecha salarial entre
catedráticos universitarios, las cifras resultan reveladoras.
Instituciones tan prestigiosas como The City University o
London School of Economics and Political Science tienen una
brecha salarial entre mujeres y hombres de un 83,6% y un 88%
respectivamente.

De esta manera, vale la pena recordar que el cambio que ha


experimentado España en los últimos años en los puestos
de poder. La presencia de mujeres en el gobierno de España
desde el comienzo de la democracia ha sido un baremo de
la situación del país (Clemente, Y., 2018). En los primeros
gobiernos democráticos, la presencia de ministras era residual
en la década de los 70-80, con una, dos o ninguna ministra. Esta
situación ha ido evolucionando con la sociedad española donde
encontramos de 4 a 5 mujeres ministras en los gobiernos de la
última década (con un 28,6% a un 35,7%). El último y reciente

62 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


Ciencia, Tecnología y Género

gobierno de España, ha ido mas allá de la paridad con once


ministras y seis ministros en el gabinete ministerial. Además,
este nuevo gobierno está planteando medidas que apoyen la
conciliación familiar, como por ejemplo promover una baja
maternal obligatoria no transferible.

Por último, es necesario resaltar las recomendaciones que


hace la Unión Europea al respecto y dentro del ámbito de
investigación científica (Cacace, M., 2009).

• Comprobar los indicadores de género en los índices de


éxito
• Discutir los desequilibrio de género u otros desequilibrios
en su institución
• Realizar actividades de concienciación de género en
los paneles de evaluación, comités de dirección y con
el personal de forma regular. Establecer un sistema de
mentores y mentoras.
• Ofrecer cursos de formación para cuestiones de género
al personal, en los paneles de evaluación y los comités
directivos.
• Evaluar los porcentajes de éxito en las solicitudes de
proyecto de mujeres y hombres para poder distinguir
posibles sesgos o el efecto de los cursos de concienciación.
• Aprender de otras organizaciones similares en las medidas
implementadas para evitar el desequilibrio de género.

Todos estos datos y múltiples estudios realizados respecto al


desequilibrio de género hacen pensar que las actitudes de
igualitarias per se son insuficientes para producir cambios
positivos si no están acompañadas de cambios de conducta y
políticas científicas relevantes diseñadas específicamente para
combatir el sesgo de género actual.

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 63


María Montoya

Referencias bibliográficas
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girls comment. Recuperado de: https://www.bbc.com/
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y profesión científica. Recuperado de: http://www.ciencia.
gob.es/stfls/MICINN/Ministerio/FICHEROS/Informe_
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de: http://soapboxscience.org/
UCU. (2016). Holding down women’s pay. Report for
international women’s day. Recuperado de: https://www.
ucu.org.uk/media/7959/Holding-down-womens-pay-
Feb16/pdf/ucu_IWDpayreport_mar16.pdf

64 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


Antagonismo de género en
las comunidades científicas.
Situación en Argentina
y América Latina
Juana L. Gervasoni5

Reconocer en las mujeres la misma capacidad que tienen los


hombres para el trabajo científico y tecnológico ha llevado
siglos, y los prejuicios apenas se han debilitado un poco —y en
apariencia— desde el pasado reciente. Cada año la UNESCO
llama la atención al hecho de que sólo tres de cada diez
científicos en los laboratorios del mundo son mujeres.

La empresa Microsoft afirma que siete de cada diez niñas y


adolescentes están interesadas en la ciencia, pero sólo dos
se gradúan en el área. En internet, científicas y estudiantes
de tecnología han puesto en evidencia que los comentarios
sexistas son un lugar común en el mundo académico.

Betina Lima, del Consejo Nacional de Desarrollo Científico


y Tecnológico de Brasil, dice que: «hay un discurso oficial de
no discriminación. Pero se habla sobre la vida personal de las
investigadoras, y hasta de la ropa que usan».
5 Centro Atómico Bariloche é Instituto Balseiro; Comisión Nacional de
Energía Atómica (CNEA); Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y
Tecnológicas (CONICET). 8400 S.C. Bariloche, Rio Negro, Argentina

65
Juana L. Gervasoni

Valgan dos ejemplos emblemáticos: cuando en 2013 murió


la química y matemática Yvonne Brill, mujer que desarrolló el
sistema para mejorar la propulsión de los cohetes espaciales, el
New York Times comenzó su obituario diciendo que cocinaba un
magnífico filete strogonoff. Pero Yvonne Brill «también fue una
brillante científica de cohetes», decía en su segundo párrafo.
Después de recibir las indignadas quejas de sus lectores, el
New York Times decidió corregir la versión web del texto y
quitó la referencia al filete strogonoff, aunque el obituario
siguió privilegiando su rol como esposa y como madre antes
que como científica.

En el año 2015, el Dr. Tim Hunt, premio Nobel de Medicina


2001, y miembro de la Real Sociedad de Londres para el
Avance de la Ciencia Natural, se refería acerca de las mujeres
en los ámbitos de investigación científica: “…tres cosas pasan
cuando hay mujeres en el laboratorio… Te enamoras de ellas,
ellas se enamoran de ti y cuando las criticas, lloran.” El prestigio
del Dr Hunt en la comunidad científica es universalmente
reconocido y agravó el impacto de su postura. Los dichos de
este investigador nos hacen reflexionar sobre todas aquellas
situaciones donde la discriminación no es verbalizada pero es
claramente ejercida: preferencia en la contratación de varones,
condicionamiento de las maternidades de las investigadoras,
condicionamientos para las becarias/investigadoras que hacen
trabajos de campo.

En este trabajo mostraré esta brecha todavía vigente, poniendo


de relieve las fuertes relaciones antagónicas entre ciencia-
tecnología y género. Analizaré el lugar de las mujeres en las
ciencias y la rechazable presencia de estereotipos de género
en el ámbito científico, tecnológico, y educativo, todavía sin
resolver.

66 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


Antagonismo de género en las comunidades científicas.
Situación en Argentina y América Latina

Análisis: Género y Sociedad


En la comunidad primitiva, según estudios antropológicos
(GPAC, 2017), las mujeres realizaban labores de recolección,
así como el mantenimiento y cuidado de los primeros animales
domésticos, lo que aseguraba la comida del grupo. También
fabricaban utensilios y acumulaban conocimientos sobre
plantas comestibles y medicinales. Por cierto, la antropología
destacaba las habilidades y las herramientas del “hombre
cazador”, pero desconocía hasta hace poco los conocimientos
y el instrumental utilizados por las mujeres en la labor de
recolección (Arfuch, 2005) (Dillon, 2005).

Esta era la principal actividad de subsistencia de los humanos


primitivos y las mujeres recolectoras fueron las primeras
“botánicas” (Connel, 1987). Como la recolección de alimentos
exige una concepción del tiempo, ellas aprendieron a
reconocer las fases de la luna o la ascensión de una estrella
y a relacionarlas con las estaciones y la disponibilidad de
determinados comestibles (Arias, 1974). Desarrollaron
instrumentos y tecnología para recolectar, preparar y conservar
la comida. Inventaron el mortero y un molino primitivo para
triturar semillas y granos.

A medida que se iban perfeccionando los instrumentos,


la recolección se transformó en agricultura primitiva y los
hombres dejaron la caza para dedicarse a la domesticación
y cría de animales, surgiendo así la incipiente ganadería
(Basaglia, s.f). Esto produjo un excedente con el que se inicia
la forma más primaria de intercambio. De hecho, las mujeres
-valiosas por su capacidad de llevar vida en su seno y parir-,
fueron utilizadas como bienes de intercambio entre distintas
tribus o comunidades. De esta forma los varones se atribuyeron
un derecho sobre el destino femenino que ellas no detentaron
sobre los varones (Ramazzini, 1987).

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 67


Juana L. Gervasoni

Durante este período los hombres se adueñaron de ganado y


de terreno de pastoreo, imponiendo un dominio económico
que engendró la consecuente preocupación por la propiedad,
la familia y la herencia de padres a hijos (Platón, 1999). La
familia patriarcal tradicional se formaba de una manera simple:
con una boda (Platón, 1994). Puesto que la novia pasaba del
dominio de sus padres al del marido, su identidad se subsumía
en la de este. Cuando la mujer se casaba, sus derechos de
propiedad pasaban a los de su marido, en virtud de la doctrina
legal llamada cobertura (Hipócrates, 1990) (Galeno, 2002).

La norma de cobertura, vigente hasta el siglo XIX en los países


occidentales y en algunos de éstos hasta el XX, significaba que
a los ojos de la ley, una pareja constituía una sola persona: el
marido, cuya identidad asimilaba a la de la mujer. Además de
controlar la transmisión de la propiedad, la boda patriarcal
tradicional permitía también tomar las medidas necesarias
para que ni el nombre de la familia, ni sus bienes se dispersaran:
la cultura requería lealtad sexual a las mujeres (Ball, 2000). En
muchas culturas, está permitido o tolerado que un hombre
agreda o incluso mate a su mujer si es engañado, lo inverso es
castigado severamente (Buenaventura, 1988).

Al analizar el origen de la familia como institución, el


economista y filósofo Adam Smith (siglo XVIII) (Smith, 1776)
sostuvo que la institución del matrimonio surge con la
aparición de la propiedad y que el grado de subordinación de
las mujeres en la familia depende de factores económicos. Para
Smith, lo económico es la causa de las relaciones de poder
entre los sexos. Ya en el siglo XX, Kate Miller (1970) refuerza
el concepto de que el instrumento clave del patriarcado es
la familia: situada entre la estructura individual y la social, la
familia ejerce el control sobre todo aquello en que la política
resulta insuficiente, considerando a la política como una
relación de poderes estructurados, en los que unas personas

68 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


Antagonismo de género en las comunidades científicas.
Situación en Argentina y América Latina

son controladas por otras, (desde esa óptica, el sexo es un


status con implicaciones políticas.) Este status hace que
la inteligencia, la fuerza, la eficacia y la competitividad se
consideren atributos del hombre, mientras que la emotividad,
la pasividad, la ignorancia, la docilidad, la ineficacia profesional
y el preciosismo sean considerados característicos de la mujer.

Diferenciación de roles en género analizados


desde la ciencia
El determinismo biológico, que floreció entre los siglos XVII y
XVIII, postuló que tanto las normas de conducta compartidas,
como las diferencias sociales y económicas que existen entre
los grupos - de raza, de clase y de sexo- derivan de ciertas
distinciones heredadas, innatas y que, en este sentido, la
sociedad constituye un fiel reflejo de la biología. Los más
destacados biólogos de esa época adhirieron casi sin excepción
a dicha teoría. Charles Darwin (1980), el más célebre naturalista
británico y autor de una teoría de la evolución aún vigente,
postula en El Origen del hombre y la selección sexual, (1871):
“El hombre se distingue de la mujer en la estatura, fuerza
corporal, vellosidad, etc., y asimismo en la inteligencia…”

Gustave Le Bon (1879), por su parte, señala:


En las razas más inteligentes, como sucede entre los
parisienses, hay gran cantidad de mujeres cuyo cerebro
presenta un tamaño más parecido al del gorila que al del
hombre, [que está] más desarrollado. Esta inferioridad es
tan obvia que nadie puede dudar ni un momento de ella;
sólo tiene sentido discutir el grado de la misma.

Todos los psicólogos que han estudiado la inteligencia


de la mujer, así como los poetas y novelistas, reconocen
hoy que [la mujer] representa la forma más baja de la
evolución humana, y que está más cerca del niño y del
salvaje que del hombre adulto y civilizado. Se destaca por

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 69


Juana L. Gervasoni

su veleidad, inconstancia, carencia de ideas y de lógica, así


como su incapacidad para razonar. Sin duda, hay algunas
mujeres destacadas, muy superiores al hombre medio,
pero son tan excepcionales como la aparición de cualquier
monstruosidad, como un gorila con dos cabezas, por
ejemplo; por tanto, podemos dejarlas totalmente de lado”
(Freud, 1974).

Como caso anecdótico señalemos que, en la década de 1870


el destacado anatomista Theodor Ludwig Wilhelm Bischoff,
razonaba que a partir del peso promedio del cerebro de las
personas (1350 gr. en los hombres, y 1250 gr. en las mujeres)
se podía probar de forma irrefutable la superioridad mental
de los hombres. Decidió que al morir, su cerebro fuese pesado
para contribuir a la estadística. Así se hizo, y su cerebro pesó...
1245 gr.

Ya en el siglo XX, el creador del psicoanálisis, Sigmund Freud,


tomando como referencia características masculinas definió a
la mujer como un varón frustrado (Freud, 1974). Su teoría de
que la mujer es un ser incompleto, razón de origen de todas
sus frustraciones, así como de su inferioridad, ha sido aceptada
durante mucho tiempo.

Jay Gould Stephen (2005), concluye: … "calificaría a la empresa


misma de asignar valores biológicos a los diferentes grupos
humanos, a lo que realmente es: irrelevante, intelectualmente
errónea, y sumamente ofensiva."

Visibilizando a las mujeres


Desde que las mujeres resultan explicadas primordialmente a
través de la función familiar y materna, han recorrido un sendero
manipulado por unas determinadas circunstancias-necesidades
sociales, lo que ha marcado en gran medida, una pauta para
desalentar, omitir y en ocasiones, ocultar su participación en
otros aspectos de nuestra civilización (Cáceres, 1998).

70 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


Antagonismo de género en las comunidades científicas.
Situación en Argentina y América Latina

No obstante, esta realidad de marginación y desvalorización,


las mujeres fueron buscando resquicios en los distintos
espacios donde realizar su actividad en el ámbito público,
y en esa búsqueda, fueron erosionando y cambiando los
modelos dominantes y desafiando prejuicios. Los primeros
intentos, cargados de ambivalencia y necesariamente
contradicciones, los realizaron para destacarse en un mundo
de hombres (recordemos que las mujeres eran explicadas
desde lo masculino, tanto que si destacaba en alguna actividad
intelectual era, tenía que ser, con “la parte masculina de su
cerebro”); más adelante, a partir de los estudios de género,
se entendió a la mujer como una entidad completa por ella
misma, con sus aportes específicos.

La socióloga feminista francesa Evelyn Sullerot, estudió junto


a Jacques Monod y André Lwoff, ambos premios Nobel en
Medicina, “el hecho femenino” desde una perspectiva que
incluyó lo biológico, lo psicológico y lo social, concluyendo en
los años 70 que la diferencia sexual no implica superioridad de
un sexo sobre otro (Gervasoni, 2015).

Visibilizando a las científicas


La ciencia no fue ni es ajena a la realidad descrita previamente.
Las mujeres han contribuido a la actividad científica desde
sus orígenes, enfrentando numerosas barreras, y muy a
menudo sin que se les reconozcan sus importantes aportes
en esta rama de la actividad humana. Actualmente muchos
historiadores e investigadores especialistas en el tema han
rescatado las contribuciones que realizaron las mujeres, así
como también las estrategias implementadas por éstas para
lograr que sus trabajos fueran aceptados por una comunidad
científica a menudo escéptica de sus habilidades y capacidades
para realizar dicha actividad.

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 71


Juana L. Gervasoni

A continuación, describiremos brevemente el rol de las


mujeres en la actividad científica, en los distintos periodos de
la sociedad occidental (Beauvoir, 1967).

Edad Antigua
Quedaron registros en muchas civilizaciones tempranas de la
participación de las mujeres en la medicina (Obligado, 2005).
En Babilonia: Tapputi- Belakallim (1200 a C): desarrolló técnicas
químicas para la producción de perfumes y cosméticos. En
Troya: Agamedes “curandera”, así la cita Homero antes de la
guerra de Troya. Atenas: Agnodicas (s.IV a C): fue la primera
mujer en ejercer la medicina legal.

El estudio de la filosofía natural era una actividad ejercida


por las mujeres en la Antigua Grecia: Aglanicas (astrónoma),
predijo eclipses y Teano, matemática y física, quien fue alumna
(y posiblemente esposa) de Pitágoras, asumió el liderazgo de
la escuela pitagórica (Escuela de Crotona, en la cual asistían
muchas mujeres) luego de morir su fundador.

Varias mujeres están en los registros de Alejandría, con


importantes contribuciones al desarrollo de la alquimia,
entre ellas: María la Judía (s I), quien diseñó utensilios y
procedimientos empleados en química y aún vigentes, como
el “baño maría”; Hipatia (370-415): geómetra, astrónoma,
algebrista, inventora (un hidrómetro, un astrolabio, y un
instrumento para destilar agua figuran entre sus creaciones),
fue la integrante más famosa de la Universidad de Alejandría
cuando ésta era el centro intelectual del mundo occidental.

Roma: Victoria (s IV d. C), Médica obstetra, a quien Prisciano le


dedica su tercer libro médico.

72 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


Antagonismo de género en las comunidades científicas.
Situación en Argentina y América Latina

Europa medieval
La educación universitaria era permitida a la mujer durante el
periodo medieval (Walters, 2005). Se destacaron: Trotula de
Ruggiero (ps. 11) médica, tuvo una cátedra en la Universidad
de Salerno, donde ella enseñaba a un grupo de nobles italianas,
conocidas como las Damas de Salerno. Varios avances en
la medicina en ramas como obstetricia y ginecología se le
atribuyen a Trotula. También la Universidad de Boloña tuvo
como catedrática en medicina a Dorotea Bucca (s. XV).

Los conventos medievales eran un lugar posible para educación


de las mujeres, y algunas de dichas comunidades desarrollaron
un papel importante en la investigación, un ejemplo es la de la
Abadesa Hildegarda de Bingen (Alemana), quien fue botánica
y médica, teniendo varios tratados de dichas disciplinas de su
autoría. Así mismo fue compositora de música gregoriana.

La revolución científica de los siglos XVI y XVII conoció un


gran flujo de mujeres en las universidades recientemente
creadas, aunque poco a poco empezaron a ser desalentadas y
excluidas de las mismas. Las pertenecientes a familias nobles
eran persuadidas de dedicarse a la ciencia como un hobby,
la mayoría de las veces, para ayudar a sus familiares (padres,
hermanos, esposos) ya sea tomando apuntes o realizando los
dibujos o croquis de algún tratado científico. Esta situación se
dio principalmente en Italia y Francia (Herzberg, Maschel, y
Altena, 1991).

En Inglaterra, Margaret Cavendish, Duquesa de Newcastle,


una aristocrática dama del siglo XVII, tomó parte de la mayoría
de los debates científicos realizados en aquel tiempo. No le
permitieron formar parte de la Academia Real, aunque podía
asistir a los debates. Escribió numerosos tratados científicos,
entre los cuales merecen citarse: Observaciones sobre Filosofía

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 73


Juana L. Gervasoni

Experimental y Bases de la Filosofía Natural en estos trabajos


ella era muy crítica acerca de la creencia creciente de que
los humanos, a través de la ciencia, son los maestros de la
naturaleza.

En Alemania, la tradición de la participación femenina en


diferentes oficios les permitió a las mujeres involucrarse
paulatinamente en ciencias de observación, especialmente en
astronomía. Entre 1650 y 1710 el 14% de los astrónomos eran
mujeres. La más famosa fue Maria Winkelman: astrónoma,
educada por su padre y tío, al casarse con un astrónomo
prusiano (Gottfried Kirch) fue su asistente en el observatorio
astronómico de Berlín, que dependía de la Academia de
Ciencias, realizando numerosas y originales contribuciones,
incluyendo el descubrimiento de un cometa. Al morir su esposo,
ella aplicó a un cargo de asistente en dicho observatorio, para la
cual estaba largamente calificada, siéndole denegado el puesto.

Los problemas de María Winkelman con la Academia de


Ciencias de Berlín reflejan los obstáculos que debían sortear las
mujeres para que fueran aceptadas en trabajos científicos, los
cuales eran considerados mayormente para hombres. Ninguna
mujer fue aceptada en las Academias de Ciencias de Francia o
Gran Bretaña hasta el siglo XX. La sociedad de aquel entonces
esperaba que la mujer se dedicara por entero a su hogar y
cuidad niños.

La revolución científica hizo muy poco para cambiar las ideas


acerca del rol de la mujer; más aún, los científicos usaron el
desarrollo de la biología para “explicar” la idea de inferioridad
de la mujer, como ya lo vimos en las secciones precedentes,
subordinándolas a cumplir roles domésticos o de servicios a
ellos. La invención de la imprenta con la posterior distribución
de libros aseguró la comunicación y continuación de tales
ideas.

74 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


Antagonismo de género en las comunidades científicas.
Situación en Argentina y América Latina

Siglo XVIII
El Siglo de las Luces vivió, sin reconocerla, una participación
creciente de la mujer en las ciencias (Herzberg, Maschel,
y Altena, 1991). En Francia, el surgimiento de los salones
culturales atrajo a filósofos y sus puntos de vista sobre política,
artes y ciencias a los hogares pudientes. Estos salones eran
orquestados por mujeres, debido a que el hogar era el espacio
“natural” de la mujer, y varias mujeres de renombre surgieron
de dichos encuentros, en diversas formas, ya sea brindando un
espacio para la interacción entre los intelectuales de esos días,
o aportando con sus propias contribuciones intelectuales en la
discusión.

Emilie de Chatelet, física, dedujo el principio de conservación


de la energía y tradujo los Principia de Newton al francés.
Debido a que muchos experimentos y discusiones científicas
se realizaban en casas particulares, las mujeres asistían a sus
esposos u otros familiares en la actividad científica. Entre
las más conocidas está Marie-Anne Pierrette Paulze, quien
se casó con Antoine-Laurent Lavoisier a los 14 años y se
convirtió en su asistente. Madame Lavoisier hablaba inglés y
tradujo varias obras de químicos ingleses, como así también
la correspondencia que su esposo mantenía con sus colegas
británicos acerca de la naturaleza del calor. Ella también tomó
clases de dibujo con Jacques-Louis David, y es la autora de
14 croquis de la obra pionera y revolucionaria de su marido
Tratado elemental de química (1789).

Madame Marie-Anne Lavoisier mantuvo un pequeño pero


muy activo salón y correspondencia epistolar con científicos
y naturalistas franceses, muchos de los cuales estaban
impresionados por su intelecto. Su interés en la naturaleza
del calor continuó después que su esposo fuera guillotinado
en 1794. Ella se casó nuevamente con Benjamín Thompson,

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 75


Juana L. Gervasoni

convirtiéndose en la Condesa de Rumford, pero la intolerancia


de Thompson a lo que él denominaba las “fiestas de su esposa”
y su deseo de apartarla de la vida pública, los llevaron a un
catastrófico divorcio cuatro años más tarde.

Otro ejemplo destacado es el de Caroline Hershel (1750-1848)


Descubrió ocho cometas a lo largo de su vida profesional,
el primer de los cuales fue en 1786. Como asistente de su
hermano, también astrónomo, recibía un pequeño salario de
la Corona, convirtiéndose así en la primera mujer asalariada
(1798). En el mismo año presentó un trabajo en la Real Sociedad
de Astronomía, siendo la primera mujer en hacerlo.

Por aquel entonces, Lady Mary Wortley Montagu viaja al


Imperio Otomano. En uno de sus viajes a Estambul, presencia
la inoculación del virus de la viruela, práctica que introduce
en Inglaterra en 1717, enfrentando una tenaz oposición.
Posteriormente, varias décadas después, Edward Jenner
“inventaría”, oficialmente este remedio contra el principal
flagelo de la época.

En Italia se destacó María Gaetana Agnesi (1718-1799),


matemática y filósofa, quien realizó importantes contribuciones
a la teoría del cálculo diferencial.

Con respecto a la botánica, los prejuicios de la época resultaron


en un comportamiento curioso: fue muy popular entre las
mujeres en el siglo XVIII y se las alentaba a realizarla, no como
actividad formal, pero se les permitía realizar la clasificación
taxonómica de los sistemas, identificar y dibujas catálogos de
plantas y flores, incluso se le permitió a Maria Sibilla Merian ser
miembro (como botánica) de una tripulación que fue al Nuevo
Mundo para catalogar los nuevos especímenes. Sin embargo,
el sistema de Linneo de clasificación vegetal, basado en las
características sexuales de las plantas, llamó la atención, y al
fin del siglo XVIII las mujeres fueron desalentadas a continuar

76 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


Antagonismo de género en las comunidades científicas.
Situación en Argentina y América Latina

con esta actividad dado que se temía que observar y aprender


acerca de la reproducción de las plantas podría darles lecciones
de moral equivocadas y hacer que las mujeres se dedicaran a la
“vida licenciosa”, siguiendo el ejemplo de la naturaleza.

Siglo XIX
Al comenzar el siglo, la contribución de las mujeres en la ciencia
estuvo limitada por su exclusión de la educación formal, pero
comenzaron a ser reconocidas al permitírseles su admisión en
las sociedades científicas (Ogilvie, 1993).

Caroline Herschel y Mary Fair Fax Somerville (escocesa)


fueron las primeras mujeres admitidas en la Sociedad Real
de Astronomía (1835) en Gran Bretaña. En 1826 Somerville
presentó un trabajo en la Real Sociedad de Astronomía,
titulado: “Las propiedades magnéticas de los rayos violetas
del espectro solar”, siendo la segunda mujer en hacerlo. La
primera fue Carolina Herschel, autora de varios libros sobre
matemática, astronomía, física y geografía, y fuerte defensora
de la educación de la mujer.

Una alumna de Somerville, Lady Ada Lovelace, matemática,


escribió el primer programa para computación (1842-43,
aunque esto ahora está en disputa), pudiendo visualizar el
propósito general de la computación matemática, por ejemplo,
en la composición musical.

Maria Mitchell, norteamericana, fue la primera mujer miembro


de la Academia Americana de Artes y Ciencias (1848) y de la
Asociación Americana para el Avance de las Ciencias (1850).
Descubrió el cometa que lleva su nombre y realizó los cálculos
para el Índice producido por el Observatorio Naval de Estados
Unidos.

En Alemania, se fundó el Instituto Diacono en Kaiserswerth en


1836 para instruir a las mujeres en enfermería. Elizabeth Fry lo

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 77


Juana L. Gervasoni

visitó en 1840, sirviéndole de fuente de inspiración para fundar


el Instituto de Enfermería de Londres (Florence Nightingale
también realizó cursos en dicho instituto).

La guerra de Crimea (1854-56) contribuyo a establecer la


enfermería como profesión, cuya exponente más destacada
fue Florence Nightingale (1820-1910), quien fundamentó y
sistematizó la enfermería, fue pionera en salud pública, y creó
una escuela de enfermería en Londres en 1860, que fue la
base para las demás escuelas que se abrieron en todo el Reino
Unido.

La última mitad del siglo 19 vio un crecimiento acelerado


en la oportunidad de educación de las mujeres, tanto en
Europa como en Estados Unidos, como así también mayores
oportunidades de trabajo científico. En Gran Bretaña se
abrieron las primeras escuelas para mujeres, similares a las de
los varones, la primera fue la North London Collegiate School
(1850), siguiéndole varias otras casi inmediatamente.

Elizabeth Garret Anderson fue la primera mujer británica que


recibió su título médico en 1865. Con Sophia Jex-Blake, la
norteamericana Elizabeth Blackwell y otras, fundó la primera
escuela médica para entrenamiento de mujeres en el Reino
Unido, la London School of Medicine for Women, en 1874.

Siglo XX y XXI
El siglo XX se vio dramáticamente partido en dos, desde todo
punto de vista: antes y después de la Segunda Guerra Mundial.
Esta realidad se vio también reflejada en la situación de la
mujer (Sledziewski, 1987). Premio Nobel, junto a su esposo, y
es la primera en obtener un segundo en 1911, ambos por sus
trabajos en radiación.

Por la misma época, Lisa Meitner (1878-1986), física austríaca


destacaba por sus trabajos sobre la desintegración del radio,

78 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


Antagonismo de género en las comunidades científicas.
Situación en Argentina y América Latina

torio y actinio. En 1918 descubrió con Otto Hahn, el protactinio,


y en 1938 llevó a cabo la fisión del uranio.

María Montesori (1870-1952) médica. Reformó el sistema


educativo para niños

Helen Kéller (1880-1968) y su profesora Anne Sullivan, quienes


desarrollaron el lenguaje Braile para ciegos.

Emmy Noether (1882- 1935), matemática, hizo notables


contribuciones al algebra y a la teoria de grupos. Estableció
las conexiones entre la simetría y las leyes de conservación en
física.

Cecilia Payne-Gaposchkin, estudiante graduada en Harvard,


demostró por primera vez, de evidencia experimental tomada
del espectro de las estrellas, que éstas están formadas casi
exclusivamente por hidrogeno y helio, una de las teorías
fundamentales de la astrofísica estelar (The Ohio State
University, Department of Astronomy, s.f.). En Estados Unidos,
el número de las mujeres que empezaron a dedicarse a la ciencia
creció significativamente, ayudadas por sus colegas femeninas
y por la creación de nuevas universidades (Herzberg, 1986).
Encontraron oportunidades en botánica y en embriología,
también en psicología, aunque eran alentadas a hacer el
doctorado en educación y en psicología infantil, para conseguir
trabajo en hospitales y en agencias de asistencia social.

La Segunda Guerra mundial trajo nuevas oportunidades para


las mujeres, debido a que la movilización de hombres para el
conflicto armado, dejó libres puestos de trabajo que de otro
modo no se hubiera dado. Incluso en la religión anglicana y
protestante, las mujeres tuvieron que ocupar el lugar de los
hombres en el púlpito, lo que trajo aparejado una toma de
conciencia propia de lo que podían hacer. Es justo señalar
también que muchas mujeres participaron en el conflicto

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 79


Juana L. Gervasoni

bélico, inclusive en el Proyecto Manhattan, como Leona


Woods Marshall, Catherine Way y Chien-Shiung Wu. Muchas
otras trabajaron para los servicios militares estadounidenses,
como por ejemplo Rachel Carson que contribuyó a desarrollar
técnicas y equipamiento para la detección submarina.
Florence Van Straten, química, estudio los efectos del tiempo
meteorológico en combate. Varias mujeres se pusieron al
frente de grupos de investigación, como por ejemplo Mina
Spiegel Rees, matemática, quien fue la jefe técnica del Grupo
de Matemática Aplicada del Comité de Investigaciones para la
Defensa Nacional.

En la posguerra, con los cambios sociales, empezó a tomarse


una nueva conciencia acerca de la situación de las minorías
en general, y de la mujer en particular. Con los cambios en los
rígidos roles familiares, la mujer tuvo posibilidades de entrar
más fácilmente al campo productivo, aunque debiendo sortear
barreras que persisten en la actualidad.

En ciencias, la participación de la mujer fue en constante


aumento, pero sin llegar a equipararse al varón en cantidad,
aunque si en calidad. En Europa, Rosalind Franklin, cristalógrafa,
ayudó a elucidar la estructura fina del carbón, grafito, ADN y
virus. En 1953, el trabajo que ella hizo les permitió a Watson y
Crack concebir su modelo de la estructura del ADN. Su muerte
prematura la inhibió de compartir el Premio Nobel con ellos y
Wilkins.

El julio de 1967, Jocelyn Bell Burnell descubrió evidencia de


lo que se denominó los pulsares, lo cual resultó en 1974 en el
premio Nobel para su supervisor.

En los Estados Unidos, Sulamith Low Goldhaber y su esposo


fundaron un grupo de investigación para estudiar los
mesones K y otras partículas de altas energías y Deborrah S.

80 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


Antagonismo de género en las comunidades científicas.
Situación en Argentina y América Latina

Jin, en Colorado, en 2003, produjo la primera condensación


fermionica, un nuevo estado de la materia.

Un poco de estadística
Nina Byers notó que antes de 1976, la contribución de las
mujeres en física era poca, aunque notable (CWP, 2001), pero
la asimetría se está revirtiendo: “las mujeres enfrentan una
serie especial de barreras relativas al género para entrar y
permanecer en carreras científicas, que persisten a pesar de
los avances antidiscriminatorios”.

Desde 1966, el número de mujeres que reciben el título de


bachiller en ciencias e ingeniería en los Estados Unidos, se
incrementa casi anualmente, alcanzando 2´002.583 en 2001,
aproximadamente la mitad del total. El número de varones no
ha crecido significativamente desde 1976. La proporción de
mujeres graduadas en ciencias e ingeniería está en aumento
desde 1991, alcanzando el 41% en 2001. Sin embargo,
comparado con otras actividades se observan diferencias
sustanciales: en 2001, del total de la matricula femenina, tres
cuartos estaban inscriptas en psicología, pero solo 20% en
ingeniería y 30% en ciencias de la computación (Etzkowitz,
Kemelgor y Uzzi, 2000).

Con respecto al doctorado en ciencias e ingeniería, el número


de mujeres que obtuvieron dicho título se viene incrementando
año tras año desde 1966, del 8% en dicho año al 37% en 2001.
El número de varones doctores tuvo un máximo en 1996 y
cae desde ese momento, no obstante, el número de varones
doctores sobrepasa al de mujeres. Se observa que las mujeres
con título de doctor en ciencias o ingeniería se emplean
predominantemente en el sector de educación, mientras
que los varones con el mismo título se emplean en industrias
y negocios. También se observa una marcada deserción de

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 81


Juana L. Gervasoni

mujeres en cada paso de la carrera científica, por ejemplo,


en biología, el número de magísteres femeninas es igual al
de hombres, es menor el de doctorados y menor el de pos
doctorados. En el Reino Unido las mujeres ocupaban la mitad
de las plazas en el dictado de clases en carreras científicas
(medicina, “ciencias duras” e ingeniería) en el periodo 2003-
2005. Sin embargo, las diferencias de género son marcadas: las
mujeres sobrepasan en número a los hombres en biología y
medicina, especialmente en enfermería, mientras los hombres
predominan en matemáticas, física, ciencias de la computación
e ingeniería (Rossinter 1995) (García, 1995).

En enero de 2005, el presidente de la Universidad de Harvard,


Laurence Summers, en la Conferencia sobre la diversificación
de la Ciencia y la tecnología (NBER Conference), sugirió que
la poca participación de la mujer en la ciencia puede deberse
a diferencias innatas en las habilidades o preferencias entre
hombres y mujeres. Estas afirmaciones condujeron a un
enfrentamiento entre los conferencistas, dado que en las
distintas presentaciones se había demostrado que ese tipo
de afirmaciones eran incorrectas, que no tenían soporte
intelectual, y que eran muy irresponsables viniendo del
presidente de una universidad. El resultado de esa controversia
fue que el presidente tuvo que renunciar a su cargo pocas
semanas después de sus declaraciones.

Situación en la región y en Argentina


En cuanto al enfoque de género en la educación en la región,
se ha logrado que el 92% de las niñas se matriculen en la
escuela primaria, el mismo porcentaje que los varones. En la
secundaria, actualmente hay más niñas que niños (78%, un 5%
más que la cantidad de varones).

La perseverancia de las niñas hasta el último grado de primaria


es del 85,9% y la cifra de adolescentes que finalizan la educación

82 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


Antagonismo de género en las comunidades científicas.
Situación en Argentina y América Latina

secundaria es del 81,8%. Estos porcentajes son equivalentes


o incluso levemente mejores que los que corresponden a los
varones.

Sin embargo, hay diferencias entre los países debido a la


desigualdad en términos de pobreza y zona de residencia.
Unicef señala que en América Latina 1 de cada 4 niñas que
viven en zonas rurales o en situación de pobreza no va a la
escuela.

Según datos de la Cepal y Unicef, un 25% de las chicas de 12


a 18 años que no han terminado la educación secundaria
mencionan las restricciones económicas como una de las
causas para dejar la escuela, mientras que un 16% aduce falta
de interés. Un 13% de las adolescentes, entre 12 y 18 años,
señalan que el factor detrás del abandono de los estudios es la
responsabilidad por los quehaceres domésticos, los cuidados
no remunerados y la maternidad.

En la Argentina, la situación es parecida a lo que sucede en


Europa y Estados Unidos. Pese a los avances producidos en
las últimas décadas, en el trabajo productivo sigue teniendo
supremacía el varón, tanto en el número de puestos de trabajo,
como en la remuneración. Los varones ganan en promedio
32% más que las mujeres a igualdad e tareas, cifra parecida
a la de Estados Unidos (31%) y el Reino Unido (33%). En las
áreas técnicas y científicas es más acusada. Las mujeres ganan
un 33.5 % menos que los varones, y dentro del personal no
calificado, un 29.5%. Es decir, a mayor capacitación, mayor es
la brecha a favor de los hombres (Origlia, 2006). Hay un 65% de
varones insertos en el mundo laboral, frente al 41% de mujeres,
según estadísticas del Ministerio de Trabajo (Argentina.gob.ar,
s.f.), en el 2006 el trabajo masculino creció un 9%, mientras
que el femenino solo el 7.5%.

Las actividades desarrolladas por mujeres, en porcentajes son:

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 83


Juana L. Gervasoni

• 27.5 % en el servicio doméstico y áreas relacionadas,


• 25 % en comercio minorista
• 22 % en enseñanza
• 12% en ciencia y tecnología
• 11% en salud y servicios sociales
• 8.5% en administración publica
• 6% en actividades empresariales.

En los avisos publicitarios ofreciendo puestos de trabajo se


observa que el 41% solicita exclusivamente varones, el 9% solo
mujeres y el 50% aclara que el sexo es indistinto, pero en este
segmento es donde se produce la gran diferencia encubierta ya
que, frente a iguales condiciones de formación y experiencia,
los empleadores eligen casi siempre al varón.

En cuanto a las carreras universitarias: el 56% de los estudiantes


universitarios en el país son mujeres. Hay mayor permanencia
femenina en todos los niveles educativos (primario, secundario
y terciario). En el estudio universitario, las mujeres se inclinan
por carreras como sicología, educación, letras, idiomas,
sociología, servicio social y carreras paramédicas, como
enfermería. Los varones egresan con profesiones mejor
remuneradas como ingenierías (83%), agropecuarias (66% o
ciencias de la computación (60%).

En cuanto a las mujeres que acceden a los puestos gerenciales:


en la Federación Agraria Argentina, entre sus 25 miembros
integrantes, solo 2 son mujeres, en la Confederación de la
Mediana empresa, de 16 integrantes, solo una es mujer;
mientras que en la conducción de la Confederación General
Económica (CGE), la Unión Industrial (UIA), la Asamblea de
Pequeños y Medianos Empresarios (APyME), la Cámara del
Comercio y la Sociedad Rural, no hay ninguna mujer.

Un dato a tener en cuenta, según el Ministerio de Salud de la


Nación (Argentina.gob.ar, s.f.): el 15% de los nacimientos se

84 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


Antagonismo de género en las comunidades científicas.
Situación en Argentina y América Latina

dan en madres entre 10 y 19 años. Esta maternidad precoz es


del 15%, superior a la media mundial en un 10%. Entre el 35 y
50 % de las madres jóvenes no trabaja ni estudia.

Conclusiones
Desde la antigüedad hasta nuestros días, las mujeres han
hecho diversas contribuciones a las artes, las ciencias y la
tecnología. Sin embargo, la exclusión de las mismas de la
educación formal, especialmente desde 1600 hasta parte
del siglo XIX, ha restringido severamente sus posibilidades; y
fundamentalmente en áreas que demandaban altos estudios,
la participación femenina se ha visto a menudo circunscripta a
mujeres de posición aristocrática, con conexiones familiares,
realizando el trabajo aisladamente, sin participación en la
sociedad. La aplicación de roles femeninos tolerados por la
sociedad, como arte, escritura y traducción de textos sirvió
de puente para la entrada en la actividad científica de muchas
mujeres.

También es cierto que la exigencia de la guerra trajo consigo


oportunidades para el género femenino, aunque al regreso
de los varones se las alentaba a permanecer en los roles
tradicionales. La entrada a la educación universitaria sin
restricciones formales durante el siglo XX, al menos en Estados
Unidos, Europa y algunos países de América Latina, resultó
en contribuciones más frecuentes de mujeres en el área
científica. Sin embargo, el número de mujeres que se dedican
a algunos campos, como física, computación e ingeniería, es
sensiblemente inferior al de los hombres.

Si bien es cierto que podemos apreciar en las últimas


décadas y especialmente desde la Segunda Guerra Mundial
el cambio tanto cualitativo como cuantitativo en los papeles
de las mujeres, no podemos dejar de observar tampoco que

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 85


Juana L. Gervasoni

este proceso y sobre todo en nuestra región, se hace en las


categorías sociales más afortunadas, en tanto que las mujeres
pertenecientes a los estratos populares, más abocadas “por
necesidad” al ejercicio de los roles sexuales tradicionales –
concebidos en la intersección del capitalismo y el patriarcado-
desarrollan existencias eminentemente influidas y acotadas
por estos desempeños en el espacio privado o en el mejor
de los casos, con la proyección de los roles domésticos en
los espacios públicos (docencia, enfermería, fabricación de
alimentos y ropas, etc.).

Educar a todas las niñas es una oportunidad, en especial para


América Latina. Garantizar que tengan acceso a una educación
de calidad es clave en una región donde, según Unicef,
hay cifras desafiantes: ostenta la segunda tasa más alta de
embarazo precoz (74 nacimientos por cada 1 000 adolescentes
entre 15 y 19 años); 4 de cada 10 niñas experimentan violencia
de pareja en el transcurso de su vida; 1 de cada 4 niñas se casa
antes de cumplir los 18 años y la tasa de matrimonio infantil y
uniones tempranas es dos veces mayor entre las mujeres con
menos años de escolaridad en comparación con las mujeres
que terminaron la secundaria (25% y 12%, respectivamente).
Para avanzar hacia la construcción de una legítima equidad de
género entre mujeres y varones, resulta necesario el análisis
profundo de los procesos que nos condujeron a lo que somos y
a las desiguales oportunidades que tenemos.

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Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 87


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88 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


La Red Ecuatoriana
de Mujeres Cientificas (REMCI):
dando voz a las mujeres en
Ciencia en el Ecuador

María Claudia Segovia Salcedo,


Melani Pelaez,
Marcela Morales,
Mabelle Andrade

En la actualidad, las mujeres llenamos las aulas universitarias


en el Ecuador, un 55% del total de estudiantes son mujeres;
sin embargo, en las áreas de ciencia y tecnología las mujeres
seguimos siendo minoría (23% Ingeniería, Industria y
construcción; 38% Ciencias de la vida, matemáticas, informática)
(Herdoíza, 2015). En estudios de posgrado solamente un 38%
del total de estudiantes de doctorado y solo 39% del total de
investigadores científicos son mujeres (datos 2011) (UNESCO
Institute for Statistics, 2015), notándose una diferencia de
género en las carreras de ciencia, tecnología, e ingenierías.
De acuerdo con la UNESCO, a nivel regional Latinoamérica
presenta un promedio de 44% de mujeres trabajando en el
sector de la investigación científica.

89
María Claudia Segovia Salcedo, Melani Pelaez,
Marcela Morales, Mabelle Andrade

En el Ecuador, el claustro universitario está formado por un 36%


de mujeres. Si bien el porcentaje de PhD en el Ecuador sigue
aumentando, apenas un 30% de los docentes con PhD somos
mujeres. Al analizar las mujeres en posiciones de decisión,
encontramos que apenas un 18% de las máximas autoridades
de las Universidades y Escuelas Politécnicas son mujeres
(Herdoiza, 2015). Estos datos son un reflejo de la sociedad
ecuatoriana donde existen roles de género y estereotipos
bien establecidos, generando actitudes donde se considera a
las mujeres menos calificados para los ámbitos relacionados
a la tecnología y la ciencia. Estos estereotipos están tan
normalizados que incluso la discriminación es negada por las
mismas mujeres en ciencia (Herdoíza, 2015).

Dentro de este contexto, nace la Red Ecuatoriana de las Mujeres


Científicas (REMCI) en el 2016 a través de conversaciones
casuales en las Redes Sociales. Estas herramientas tecnológicas
permitieron reunir a un grupo de mujeres ecuatorianas con el
interés común de apoyar a las mujeres y la ciencia en nuestro
país.

La mayoría de las fundadoras de la REMCI estamos adscritas


a la academia ecuatoriana; de ahí que el 8 de marzo del 2017,
REMCI se crea oficialmente como una Red temática de la Red
Ecuatoriana de Universidades y Escuelas Politécnicas (REDU)
con 10 científicas fundadoras de 8 instituciones:

• Daniela Ballari (Universidad del Azuay)

• Patricia Castilleo Briceño (ULEAM)

• Carla Hermida (Universidad del Azuay)

• Johanna Orellana (Universidad de Cuenca)

90 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


La Red Ecuatoriana de Mujeres Cientificas (REMCI):
dando voz a las mujeres en Ciencia en el Ecuador

• Ana Elizabeth Ochoa Sánchez (Universidad de Cuenca)

• Melani Peláez (University of Freiburg)

• Claudia Segovia-Salcedo (Universidad de las Fuerzas


Armadas -ESPE)

• Maria Herminia Cornejo (Universidad Politécnica Santa


Elena- UPSE)

• María Castro (Universidad Técnica Particular de Loja


-UTPL)

• Andrea Encalada (Universidad San Francisco de Quito -


USFQ)

Hoy contamos con 86 científicas de 19 instituciones nacionales


e internacionales y capítulos formados en varias universidades
y provincias. En Pichincha: Capítulo Escuela Politécnica
Nacional (EPN), Universidad de las Fuerzas Armadas ESPE; en
Azuay, Capítulo Universidad de Cuenca, Capítulo Universidad
del Azuay; y las 6 universidades de Manabí agrupadas en su
propio capítulo.

La REMCI establece como meta inicial el incrementar el número


de mujeres ecuatorianas con carreras activas y en niveles
directivos en las áreas de ciencia, tecnología e innovación; con
la misión de aportar a la participación equitativa de las mujeres
en estas áreas y al reconocimiento de las contribuciones que
hacen las científicas ecuatorianas a la sociedad.

El reciente desarrollo de la legislación ecuatoriana relativa a


la educación superior, la investigación, ciencia y tecnología ha
llevado a la comunidad académica y científica de Ecuador a

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 91


María Claudia Segovia Salcedo, Melani Pelaez,
Marcela Morales, Mabelle Andrade

proponerse nuevos y mayores retos académicos, considerando


estándares de calidad y competitividad internacionales. En
este contexto, el incremento de mujeres activas en el campo
científico es primordial para impulsar una mejor academia
ecuatoriana, que reconozca que la equidad de género fomenta
la diversidad de perspectivas y talentos, un factor que ha
fortalecido el avance científico de los países líderes en este
campo; así como lo ha hecho un cambio generacional sostenido,
para el cual se requiere incentivar activamente a las jóvenes
mujeres a tomar el camino de la investigación científica.

Misión y objetivos

La REMCI establece como misión aportar a la participación


equitativa de las mujeres en la academia, el servicio público,
el sector privado, y la vida pública, así como incrementar el
reconocimiento de las contribuciones que hacen las científicas
ecuatorianas a la sociedad.

El objetivo principal de la Red es contribuir al desarrollo


sostenible de Ecuador, a través de ciencia, tecnología e
innovación creada e impulsada por mujeres científicas
ecuatorianas.

Adicionalmente, la Red busca visibilizar y promover el


trabajo científico de mujeres ecuatorianas, incrementar su
participación en la academia y toma de decisiones, mejorar su
acceso al financiamiento público y privado para proyectos de
investigación, y motivar el intercambio científico.

Impacto científico
1. Creación de equipos multidisciplinarios de trabajo entre las
científicas del país, que se va a reflejar en mayor número de
artículos científicos.

92 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


La Red Ecuatoriana de Mujeres Cientificas (REMCI):
dando voz a las mujeres en Ciencia en el Ecuador

2. Aumento de estudios sociales en relación al rol de las mujeres


y su participación en el desarrollo de la ciencia y generación de
conocimiento en el Ecuador.

3. Reducción de la brecha teórica y empírica sobre el rol de


redes de mujeres en el desarrollo de ciencia en Latinoamérica
y el mundo con el caso Ecuador.

Impacto social
1. Organización de espacios de interacción e intercambio
activo entre sus miembros y mujeres de la sociedad, como por
ejemplo conferencias temáticas, cursos de capacitación, visitas
de investigación, encuentros informales de networking (por ej.
Science Café locales, foros virtuales).

2. Difusión de información sobre convocatorias a proyectos,


becas, financiamiento, y eventos a través de una presencia
web, e interacción en las diferentes redes sociales en Internet.

Beneficiarias/os

La Red Ecuatoriana de Mujeres Científicas está dirigida a


involucrar y apoyar a mujeres ecuatorianas y extranjeras:
profesoras universitarias, estudiantes de doctorado,
investigadoras postdoctorales, investigadoras independientes,
estudiantes de maestría, y post- graduadas, que se encuentren
investigando en universidades y centros de investigación
del Ecuador, o ecuatorianas que se encuentren activas en la
investigación científica en el exterior.

Resultados esperados
• Incremento de científicas en el Ecuador.
• Incremento en el número de publicaciones generadas
por mujeres en el Ecuador.

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 93


María Claudia Segovia Salcedo, Melani Pelaez,
Marcela Morales, Mabelle Andrade

• Incremento de la visibilidad del trabajo científico de


mujeres ecuatorianas en el ámbito académico
y el espacio público.
• Incremento del número de científicas en posiciones de
toma de decisiones en los ámbitos académico, público, y
privado.

Las redes sociales: nuestros principales


aliados
Las redes sociales no solamene nos permitieron unirnos
sino además generar un espacio para las mujeres en
ciencia en el Ecuador. Através de nuestra página facebook
@REDCIENTIFICASEC, cuenta de twitter @CientificasEC, blog
https://cientificasecuatorianas.blogspot.com/p/contacto.html
y nuestra página web www.remci.org hemos llegado a más de
100.000 personas. A diario recibimos mensajes, comentarios y
pedidos para divulgación de eventos , conferencias y talleres.
Adicionalmente en cada uno de los capítulos se han organizados
eventos centrados en visibilizar a las mujeres en ciencia en el
Ecuador.

A través de las redes también nos colaboramos con la equidad


en el acceso a tecnología que ha sido contemplado como uno de
los objetivos de desarrollo (Fatehkia, Kashyap y Weber, 2018).
Tomando en cuenta que el crecimiento del número de mujeres
que activamente usan redes sociales como el Facebook frente
a los hombres (García et. al., 2018). El uso adecuado de estas
plataformas nos ha permitido acceder a nueva información y
a generar un espacio para compartir y producir información
sobre mujeres en ciencia en el Ecuador.

Este es un espacio creado por mujeres y para mujeres con la


finalidad de acercar la ciencia a las mujeres y las mujeres a la

94 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


La Red Ecuatoriana de Mujeres Cientificas (REMCI):
dando voz a las mujeres en Ciencia en el Ecuador

ciencia porque pensamos que este es un proceso de doble vía


donde las mujeres tenemos mucho que aportar a la ciencia ,
pero la ciencia también puede generar cambios en la realidad
de las mujeres.

Referencias bibliograficas
Herdoíza, M. (2015). Construyendo Igualdad en la Educación
Superior. Fundamentación y lineamientos para
transversalizar los ejes de igualdad y ambiente. 1ª ed. –
Quito: Senescyt/Unesco ISBN-978-9978-339-10-7
García, D., Mitike, Y., Cuevas, A., et all. (2018). Analyzing gender
inequality through large-scale Facebook advertising data,
Proceedings of the National Academy of Sciences. DOI:
10.1073/pnas.1717781115
Qiang, C., Clarke, G., & Halewood, N. (2006). Information
and communications for development: Global trends and
policies. Washington, DC: World Bank.
Unwin, P. (2009). ICT4d: Information and communication
technology for development. Cambridge University Press.
Walsham, G., & Sahay, S. (2006). Research on information
systems in developing countries: Current landscape and
future prospects. Information Technology for Development,
12(1), 7–24.

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 95


Perspectiva crítica: Acceso a las
nuevas tecnologías

Verónica Calvopiña

¿Para qué utilizamos las mujeres Internet? ¿Es neutral la


tecnología o es que hay una tecnología para mujeres?

Pensamos que el mundo se divide, entre otras cosas, entre la


técnica, el mundo político y lo doméstico, mundos separados
que no se juntan. Las mujeres históricamente hemos ocupado
el mundo doméstico, el que posibilita la reproducción. La
ciencia, la política y la técnica son, en cambio, el espacio de los
hombres. Esto, sin embargo, no significa que las mujeres no
usemos tecnologías. Al estar confinadas al mundo doméstico,
la tecnología que nos asignaron tradicionalmente las mujeres,
están destinadas a mejorar las actividades evidentemente
domésticas; prueba de ello, las publicidades de los años 50,
donde mostraban que la tecnología de las cocinas, refrigeradoras,
y de los electrodomésticos en general, mejorarían dichas
actividades domésticas. Así pues, la tecnología no es neutra; al
igual que varias construcciones sociales, también está marcada
por estereotipos y roles de género.

Pero no significa que las mujeres no hayamos sido creadoras


de tecnología, lo que sucede es que, al no estar en el espacio
público, donde se disputan las ideas, y se crea el conocimiento

97
Verónica Calvopiña

oficial, este saber pasa desapercibido. Así no aprendemos,


no escuchamos sobre mujeres científicas, creadoras de
tecnología; el saber y el conocimiento en las mujeres es juzgado
y condenado. La tecnología y la ciencia son campos usurpados
a las mujeres, tanto así que le tenemos miedo a topar, a saber,
cómo están hechos los aparatos, herramientas, y equipos que
son parte de nuestra vida cotidiana.
Tanto así que aún perduran estereotipos negativos sobre la mu-
jer y la tecnología, que se evidencian en las cifras oficiales sobre
uso de tecnología, que descubren una clara brecha de género.
Según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, INEC (20121)
en el 2016, el 56.8% de hombres usaba internet, frente a un
54.5% de mujeres. Ambos usan Internet en mayor medida,
para obtener información (hombres: 38.6%, mujeres: 37.5%)
y para comunicarse (hombres: 30.8%, mujeres:32.1%);
también hay una diferencia importante, entre los hombres y
las mujeres que usan internet para trabajar (hombres: 3.9%,
mujeres:3.4%); y para temas educativos (hombres: 22.6%,
mujeres:23.8%).
Con el surgimiento de la Internet y las tecnologías de la
Información y Comunicación (TIC), nos encontramos en un
escenario donde, por un lado, se hicieron evidentes estas
brechas de desigualdad en cuanto a conocimiento y acceso
para las mujeres; y persisten el ocultamiento y la invisibilización
en la ciencia de las mujeres como creadoras de tecnología,
aunque su aporte haya sido evidente para el aparecimiento de
la computadora, el wifi, por ejemplo. Sin embargo persiste la
imagen de la mujer como usuaria desconocedora e incapaz de
la tecnología, y por tanto, aún se asume que la tecnología es
“cosa de hombres”.

Así mismo, tenemos que las TICs también cambiaron las formas
del trabajo. Hoy en día, se proyecta la idea de que la mujer
puede incorporarse al mundo laboral, o hacer emprendimientos

98 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


Perspectiva crítica: Acceso a las nuevas tecnologías

desde casa, conectándose a una computadora, sin dejar su rol


reproductivo, y el trabajo del cuidado. Es decir, la tecnología en
alianza con el capitalismo y el patriarcado puede perpetuar y
naturalizar la doble jornada laboral para las mujeres: sumatoria
de lo laboral y lo reproductivo, seguir a cargo de las tareas de
reproducción sin salir de casa.

Las TICs y el acceso a redes sociales se constituyen en uno de


los pocos espacios de socialización de las mujeres que realizan
un trabajo reproductivo; las redes sociales les permiten
conectarse al mundo, tener amigos, aunque sigan en casa. Estas
ideas tradicionales de las mujeres frente a la tecnología fueron
expuestas en el documental: “Mujeres Empoderadas: reflexiones
sobre tecnología desde Potosí, Ciudad Bolívar, Bogotá, Colombia
2017”, realizado por la productora Sueños Films Colombia, Ojo al
Sancocho y Fundación Karisma; en este audiovisual, las mujeres
mencionan que ellas no ocupan el internet, y reafirman la idea
de que éste es un espacio masculino:
Yo uso internet, para ver vídeos de recetas y comunicarme
con personas que no están cerca, Internet es muy caro.
Lo tiene el hijo, yo no lo utilizo. Usar casi nunca lo uso,
el computador es propiedad de él. Uno como mujer tiene
otras ocupaciones en la casa, tiene que hacer más cosas
que los hombres, para ellos es más fácil acceder.

Pero ¿qué pasa cuando una mujer no está en las nuevas


tecnologías, en el internet? Pues que ahora lo digital es un
espacio de disputa, la nueva ágora, la plaza pública, el espacio
dónde está el debate público. Por tanto, al no tener acceso,
al no comprender cómo funciona el internet o tener una
alfabetización tecnológica, las mujeres seguimos excluidas del
saber, pero además del debate público, de la cosa pública.

Así, de otro lado, las TICs, han permitido la irrupción del


movimiento feminista. Las prácticas, acciones y debates de

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 99


Verónica Calvopiña

este movimiento se dinamizaron a partir de la aparición de


la Internet: “Las tecnologías de información ya forman parte
de la química del activismo. La lucha por la soberanía digital
y las libertades en línea no son necesariamente nuevas sino
una continuación de luchas políticas existentes” (Arrow para el
cambio, 2016). La Internet es el nuevo espacio público, donde
ahora están presentes, la lucha y las reivindicaciones de grupos
sociales, asícomo el movimiento feminista.

Desde el ciberfeminismo se propone, por un lado, empoderar


a las mujeres de la tecnología, que así accedan al internet, a las
redes para la incidencia pública, para opinar, expresarse, para
ejercer este derecho. Pero también del otro lado, a perderle el
miedo a la tecnología.

Pero también nos encontramos con que la violencia de género


que está en todos los ámbitos sociales y también se trasladó al
internet. Acoso, chantaje, discriminación, y cuestionamiento de
la participación es un ejercicio de violencia constante. Frente a
esto, el reto es cómo volver feminista al internet, cuestionando
la violencia y recuperando en la práctica de la tecnología,
nociones feministas como el autocuidado, la formación de
redes y el aprender entre mujeres.

La incursión de las TICs, así como de la web 2.0 permitió que


aparezcan más espacios de mujeres y organizaciones feministas
en la red, espacios de diálogo e interacción; así como nuevas
experiencias cyberfeministas y de mujeres haciendo activismo
en la web y redes sociales:
La red se convierte en un espacio privilegiado para dar voz
a las mujeres y visibilizar sus luchas, así como para tejer
redes y afinidades entre mujeres que se encuentran a
cientos y miles de distancia con un solo clic (Cruells, E.,
Vergés, N., Hache, A. 2014).

100 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


Perspectiva crítica: Acceso a las nuevas tecnologías

La cada vez mayor presencia de las mujeres feministas en la Red,


ha permitido el posicionamiento público de temas referentes a
derechos sexuales, género, derechos de las mujeres; así como
también la articulación de manifestaciones multitudinarias en
varios países de la región como “Ni Una Menos”, o la iniciativa
digital “Mi Primer Acoso”.

Frente a este panorama, en Ecuador nació Ciberfeminismo


EC, un espacio que busca construir espacio de acceso y
aprendizaje gratuito y de fácil acceso entre mujeres, para el
encuentro entre mujeres activistas digitales y ciberfeministas
del país y de América Latina; así el año pasado organizamos el
1er Encuentro de Ciberfeminismo para conocer e inspirarnos
en experiencias ciberfeministas y activistas de la región que
permitan multiplicar proyectos similares en nuestro país.

La apuesta en general del Ciberfeminismo es expandir los


principios feministas como el autocuidado a las redes, pero
también que la Internet sea un espacio para fortalecer la lucha
feminista.

Referencias bibliográficas
Arrow para el cambio. (2016) Sexualidad, Salud y Derechos
Sexuales y Reproductivos e Internet. Vol 22 N. 1. 2016.
Cruells, E., Vergés, N., Hache, A. (2014). “Activismo Feminista
2.0.” Revista Pueblos. Pág. 4
ENEMDU (2012). Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y
Subempleo

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 101


Mujeres y ciencia en el Ecuador:
un planteamiento para la
discusión sobre sesgo intrínseco,
indicadores de evaluación y
mentorías

Daniela Ballari,6

Este documento resume los temas que expuse en el


“Seminario Internacional: Impacto de las mujeres en la ciencia.
Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica”.
Seleccioné 4 temas de discusión de importancia para el
contexto del seminario. Este documento no pretende describir
completamente los conceptos ni realidades relacionadas, sino
simplemente abrir un espacio de discusión y para la generación
de hojas de rutas. Los temas tratados fueron: 1) Sesgo
intrínseco: percepción vs Evidencias; 2) Indicadores: ¿Techo
de cristal en el Ecuador?: indicadores de género CEAACES; y 3)
Mentorías: ¿Qué tipo de investigadoras queremos ser dentro
de 20 años?

Sesgo intrínseco: percepción y evidencias


Es común encontrar mujeres y hombres que desarrollan
su profesión en un ámbito académico y científico quienes,
6 PhD IERSE. Facultad de Ciencia y Tecnología. Universidad del Azuay

103
Daniela Ballari

al referirse a temas de género, dicen: “Aquí no pasa nada”,


“Nunca he visto que se discrimine a una mujer”, “Nunca he
experimentado prejuicios sobre el trabajo femenino”. Sin
embargo, varios estudios científicos ha generado evidencias
que contradicen estas percepciones personales y ponen
de manifiesto una clara subrepresentación femenina en la
ciencia y en áreas STEM (Science, Technology, Engineering and
Mathematics), la reducción de presencia femenina a medida
que aumenta el grado académico (muchas menos mujeres
con doctorado, que con maestría y, a su vez, que con grados
académicos de tercer nivel), el “techo de cristal”, la dificultad de
conciliación familiar y laboral, los sesgos de género y las micro-
inequidades. Entonces, ¿Por qué existe esta discrepancia entre
percepción y evidencia en temas de género en la ciencia?.

Una de las respuestas a esta pregunta se relaciona con el sesgo


(bias) inconsciente o intrínseco generado por factores socio-
culturales (Miller et al., 2015; Master & Meltzoff, 2016, Kim
et al., 2018). Esta es una forma no visible de discriminación
que acepta como natural la subvaloración del trabajo y la
producción de las mujeres. Es decir, es difícil verlo, darse cuenta
de su existencia, y por eso mismo, es más difícil evitarlo. Una
hoja de ruta que ayude a superar los sesgos intrínsecos debe
considerar:

• La necesidad de generar evidencias del problema en


nuestro entorno (Latinoamérica y Ecuador), ya que la
mayoría de los estudios que han producido evidencias de
sesgos de género en ciencia se desarrollan en el contexto
de Estados Unidos y Europa.
• Se debe pensar más allá de los indicadores e involucrar
también investigación cualitativa, para mostrar las
realidades que los indicadores no logran descifrar por sí
mismos.
• Se debe aprender a analizar las razones de nuestras

104 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


Mujeres y ciencia en el Ecuador: un planteamiento para la discusión
sobre sesgo intrínseco, indicadores de evaluación y mentorías

decisiones para evitar que sean influenciadas por el sesgo


intrínseco.
• Se debe cuestionar los estereotipos socio-culturales
de género, aunque ellos hayan sido aceptados como
“normales” hasta ahora.

Indicadores: ¿Techo de Cristal en el Ecuador?


El modelo de evaluación institucional CEAACES del 2018
establece dos indicadores con componentes de género. Uno es
el número de mujeres docentes y el otro el número de mujeres
en cargos de dirección. Se copia textualmente este segundo
indicador (CEAACES, 2018, pag 16.):
Dirección mujeres: Paridad de género es al 50%, debido a
su naturaleza el rango de tolerancia para definir el estándar
debe ser más amplio, en este caso, al menos el 30% de
los puestos directivos deben estar ocupados por mujeres,
hasta un máximo de 70%.

Es decir, la utilidad máxima en este indicador se logra al 30%.


¿Cuál sería entonces la motivación para las instituciones de
Educación Superior de aumentar este porcentaje, al momento
de la evaluación de su desempeño? ¿No es de esperar que sólo
se cumpla este mínimo 30%? ¿De qué tipo de paridad estamos
hablando cuando se premia el 30% de mujeres en cargos
directivos como si fuera el máximo alcanzable?

Para plantear una posible hoja de ruta en este contexto


debemos considerar:

• La paridad debe ser de 50%. Suavizar el indicador al 30%,


es simplemente permitir que los problemas relacionados
con el sesgo de género persistan.
• En lugar de “Dirección mujeres”, los indicadores deben
buscar la paridad. Es decir, la misma representatividad
de mujeres y de hombres. En algunas profesiones, en

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 105


Daniela Ballari

particular las relacionadas con el cuidado (e.j. enfermería),


la presencia femenina es mayoritaria. Por lo que debe
tenderse a lograr el aumento de la representación
masculinaen estas áreas.
• Los indicadores del CEAACES aplican de manera global a
las instituciones de Educación superior, pero no a nivel de
carrera ni de estudiantes. Considero que el objetivo no
debe ser que una universidad tenga paridad de género,
sino que cada estudiante experimente la paridad a través
de un número igualitario de docentes mujeres y hombres.

Mentorías: ¿qué tipo de investigadoras


queremos ser dentro de 20 años?
Hagamos un ejercicio imaginario juntas y pensemos: ¿Qué tipo
de investigadora quiero ser dentro de 20 años? Busquemos
una imagen que represente a esa investigadora. ¿Sabemos que
camino debemos recorrer para llegar allí?

En este ejercicio se suele elegir modelos a seguir, en especial


modelos femeninos, Sin embargo, en un país como el Ecuador,
donde la investigación científica todavía está camino a
institucionalizarse y a fortalecerse, no solemos encontrar
muchos modelos de mujeres científicas cercanas, y les resulta
muy difícil a las jóvenes que se inician en la vida académica
encontrar ejemplos positivos que les impulsen y guíen en su
camino. Es por esto que los programas de mentorías para
investigadoras e investigadores es fundamental (Pritchard,
2011).

Por ello, como hoja de ruta se deben establecer mentorías


para investigadoras e investigadores jóvenes, que están
comenzando sus carreras, o para motivar a niñas y niños o
estudiantes de colegio a seguir carreras STEM. Sin embargo,
también necesitamos mentores y modelos a seguir las que

106 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


Mujeres y ciencia en el Ecuador: un planteamiento para la discusión
sobre sesgo intrínseco, indicadores de evaluación y mentorías

tenemos una carrera ya en marcha. En esto, la REMCI debe


jugar un papel clave y generar estos espacios de mentorías.

Referencias bibliográficas
CEAACES, 2018. Modelo de evaluación institucional de
universidades y escuelas politécnicas 2018 (preliminar).
Acceso en https://www.ucsg.edu.ec/wp-content/
uploads/transparencia/Modelo-evaluacion-preliminar-
universidades-escuelas-politecnicas2018.pdf. Fecha de
acceso: 23/03/2019
Master, A., & Meltzoff, A. N. (2016). Building bridges between
psychological science and education: Cultural stereotypes,
STEM, and equity. Prospects, 46(2), 215-234.
Miller, D. I., Eagly, A. H., & Linn, M. C. (2015). “Women’s
representation in science predicts national gender-
science stereotypes: Evidence from 66 nations.” Journal of
Educational Psychology, 107(3), 631.
Kim, A. Y., Sinatra, G. M., & Seyranian, V. (2018). “Developing
a STEM identity among young women: a social identity
perspective.” Review of Educational Research, 88(4), 589-
625.
Pritchard, P. A. (Ed.). (2011). Success strategies for women in
science: A portable mentor. Elsevier.

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 107


Inserción laboral: Caso graduadas
Escuela Politécnica Nacional

Cristina Acuña B.
Efraín Naranjo B.7

Antecedentes
A nivel mundial han tomado fuerza los estudios de género; y
particularmente, el análisis de la participación de la mujer en
la organización (Patton & Haynes, 2014).

La educación contribuyó a una mayor participación de la mujer


en la organización; sin embargo, no se evidenciaba que dicha
participación fuera en espacios jerárquicos superiores; es así
como en 1991 el Departamento de Trabajo de los Estados
Unidos define el concepto de Glass Ceiling (Techos de Cristal)
y conforma una comisión para su estudio (U.S. Deparment of
Labor, 1995)

En Latinoamérica los estudios sobre este fenómeno son más


recientes (Gaete-Quezada, 2015; Género, 2015; Rocha Sánchez,
2015) y se identifican hoy como metas imperantes dentro de
los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM, aunque en el
Ecuador aún no se han llevado a cabo estudios que realicen un
análisis que permita dar trazabilidad a la carrera laboral de las
mujeres.
7 Escuela Politécnica Nacional

109
Cristina Acuña B.; Efraín Naranjo B.

En el año 2017 se llevó a cabo, en la Escuela Politécnica Nacional,


una investigación orientada a determinar las percepciones que
tanto graduados como graduadas tenían respecto del mercado
laboral y sobre las diferentes barreras que existen para que las
mujeres puedan aspirar a cargos de dirección. De este estudio
se desprende que en efecto existen barreras que limitan la
participación de las mujeres en espacios de poder.

Marco teórico
Entre los años 1836 y 1920 en los Estados Unidos y en otros
países, el movimiento por la lucha de los derechos de las mujeres
tuvo un gran impacto en la historia al vislumbrar la creación de
la primera universidad de mujeres y posteriormente alcanzar
éstas el derecho al voto (Aidt & Dallal, 2008). El movimiento
de las suffagettes no sólo luchó por alcanzar el derecho al voto
sino a su vez por otro derecho, la educación; en este sentido,
Harriot Stanton Blatch cumplió un rol importante dentro
del movimiento sufragista, y como miembro de la primera
generación de mujeres con educación superior creía que la
educación y los logros profesionales, más que la riqueza y el
refinamiento, encajaban a una mujer para el liderazgo social
(DuBois, 1987).

La medicina se constituyó en una de las primeras carreras a


las que las mujeres tuvieron acceso, primordialmente en
los Estados Unidos, a inicios del siglo XIX; por otro lado, las
primeras universitarias latinoamericanas tuvieron acceso a la
educación superior en la década de 1880 y los primeros países
en incorporarse en esta práctica fueron Argentina, Brasil, Cuba,
Chile y México (Palermo, 2006).

Junto con el acceso a la educación superior, también se ha


incrementado a lo largo de la historia la participación de las
mujeres en los espacios organizacionales. En la actualidad, la
incorporación de las mujeres al mundo laboral es significativa

110 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


Inserción laboral: Caso graduadas Escuela Politécnica Nacional

y constante (DeBoer & Seeborg, 1989; Rocha Sánchez, 2015);


sin embargo, la participación de las mujeres en puestos de
dirección continua siendo limitada y conflictiva (Chi & Li,
1987; Ezzedeen, Budworth, & Baker, 2015; İlkkaracan, 2012;
McDonald & Hite, 1998; Shahtalebi & Yarmohammadian, 2012)
reflejada en estudios que muestran diferencias salariales,
exclusión, falta de empoderamiento económico y participación
política así como en la toma de decisiones (Rocha, 2015); esto
a pesar que en los últimos años las mujeres han alcanzado
logros académicos importantes y han asumido retos laborales
significativos (Pyle & Ward, 2003).

Algunos datos muestran que a nivel mundial la tasa de


participación de mujeres en la fuerza laboral disminuyó de
52.4% a 49.6% entre 1995 y 2015 (International Labor Office,
2016), como resultado se generan brechas en términos de
la seguridad social. En términos salariales, por otro lado, la
diferencia es más clara, ya que las mujeres ganan el 77% de
lo que gana un hombre (World Economic Forum, 2015), y
políticamente se encuentran menos representadas (World
Economic Forum, 2017).

A las barreras invisibles y obstáculos, existentes en la


organización, que impiden que personas calificadas alcancen
posiciones de liderazgo, dentro de una organización, o un
cargo político (Purcell, MacArthur, & Samblanet, 2010) se los
conocen como “Techos de Cristal” y están relacionadas con la
segregación ocupacional no sólo de mujeres sino de grupos
susceptibles de discriminación (Bucheli & Sanroman, 2005).

En el año 1995 menos del 5% de mujeres ocupaba posiciones


jerárquicas superiores en grandes corporaciones (McDonald
& Hite, 1998) y a pesar que legalmente no existe ningún
impedimento en que las mujeres ocupen estos cargos
aún sufren de múltiples discriminaciones (Shahtalebi &
Yarmohammadian, 2012).

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 111


Cristina Acuña B.; Efraín Naranjo B.

La existencia del fenómeno se determina en función de las


barreras invisibles a las que las mujeres deben enfrentarse
y pueden ser de varios tipos; partiendo de elementos como
discriminación, prejuicios, falta de mentores, y exclusión de
redes, tanto sociales como de información (Cook & Glass, 2014)
El fenómeno es muy visible al revisar estadísticas sobre el
número de mujeres que ocupan puestos de alta dirección en
las empresas; adicionalmente hace mención dos categorías
que explican la falta de mujeres en posiciones de dirección;
y las organizacionales creadas por las prácticas corporativas.
Por otro lado, Shahtalebi (2012) afirma que los obstáculos que
deben enfrentar las mujeres están conformados por elementos
organizacionales, sociales e individuales. Finalmente, Gaete-
Quezada (2015), en su estudio sobre la presencia del fenómeno
en las universidades estatales chilenas, toma a las barreras
sociales, barreras internas, y barreras gubernamentales como
criterios de análisis.
Metodológicamente, para este estudio también se han tomado
como criterios de análisis a las barreras sociales, barreras
sociales internas, individuales y gubernamentales.
Metodología
La presente investigación fue realizada desde una perspectiva
mixta en dos etapas. La primera etapa fue de carácter
cuantitativo de alcance exploratorio, con el objeto de
determinar la percepción sobre la existencia del fenómeno
de techos de cristal, así como las características del grupo
objeto de estudio, hombres y mujeres graduados de la Escuela
Politécnica Nacional. Posteriormente, se desarrolló una
segunda etapa bajo una perspectiva cualitativa; esta etapa
fue de carácter descriptivo y con ella se buscaba tener una
comprensión del porqué de la existencia del fenómeno, para lo
cual el trabajo se concentró primordialmente en las graduadas

112 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


Inserción laboral: Caso graduadas Escuela Politécnica Nacional

de la institución.
Para la primera etapa se realizó una encuesta con preguntas
cerradas a un total de 404 exalumnos, hombres y mujeres, de la
Escuela Politécnica Nacional. El análisis de los datos obtenidos
se realizó mediante distribución de frecuencias y promedios.
La etapa cualitativa se realizó a través de entrevistas a
profundidad a un total de 8 graduados, dos de ellos hombres y
autoridades de la institución. El análisis de estas entrevistas se
lo realizó a través del análisis de discurso. En este documento
nos enfocaremos en la presentación de los resultados
cuantitativos.

Resultados y discusiones
Cómo se ha señalado el estudio se realizó a estudiantes
graduados (hombres y mujeres) de la Escuela Politécnica
Nacional; en primera instancia se definieron características
generales para contextualizar a los graduados.

Los primeros resultados obtenidos en términos de


caracterización permiten observar que del grupo de estudio
se cuenta con un 39,6% de mujeres y un 60,4% de hombres;
este grupo a su vez cuenta con los niveles de formación de
tecnología, ingeniería, maestría y doctorado. Adicionalmente,
el promedio de edad de las mujeres es de 34 años y el de los
hombres de 35 años.

En términos del nivel de formación en la ilustración 1 se puede


observar que el grupo de hombres encuestado en porcentaje
supera, en todos los niveles, a las mujeres; lo cual se relaciona
con el número de encuestados antes mencionado. Para el caso
de ingeniería se evidencia una brecha en el número de mujeres
graduadas misma que disminuye para el caso de maestría y
doctorado de forma significativa.

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 113


Cristina Acuña B.; Efraín Naranjo B.

Gráfico 1: Graduados por nivel de formación y sexo

En el gráfico 2 se presentan de forma agrupada por sexo los


porcentajes de personas que al momento de la encuesta se
encuentran trabajando por horas, medio tiempo, tiempo
completo o no se encontraban trabajando. En este sentido se
observa que el grupo de mujeres tiene una mínima diferencia,
en el porcentaje de personas que no se encuentran trabajando
al momento, respecto del grupo de hombres.

Las mujeres porcentualmente superan en casi tres puntos


porcentuales a los hombre en el criterio de trabajo a tiempo
completo.

Gráfico 2: Graduados por sexo y estatus laboral

El fenómeno de techos de cristal, cómo se había señalado


anteriormente, vincula ciertas barreras que se asocian con la

114 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


Inserción laboral: Caso graduadas Escuela Politécnica Nacional

discriminación e imposibilidad, en este caso de las mujeres, de


alcanzar puestos de nivel jerárquico superior. De igual manera
como ya se señaló anteriormente, este fenómeno puede ser
apreciado a través de la brecha salarial.
Para este trabajo se buscó discriminar la brecha salarial por
sectores, teniendo así el sector no gubernamental, el sector
público y privado. Así mismo, se agruparon los salarios
considerando la escala remunerativa pública y el sexo.
El sector no gubernamental no cuenta con muchos graduados
de la Escuela Politécnica Nacional; sin embargo, por nivel de
formación se aprecia una concentración de doctores y de
tecnólogos en este sector.
Del grupo de graduados que cuentan con título de maestría
y que laboran en el sector privado son los hombres quienes
cuentan con salarios más altos, lo contrario sucede en los
primeros niveles salariales del sector público; sin embargo,
en los rangos salariales más altos de este sector sólo existen
hombres. Para el caso de doctores son los hombres quienes
cuentan con salarios más altos.

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 115


Cristina Acuña B.; Efraín Naranjo B.

Gráfico 3: Graduados por nivel de formación,


sexo y salario

En términos de percepción, en la encuesta se preguntó si


se sentía que los superiores ofrecían un trato diferente y
exigencias laborales distintas basados en género. Lo que
se pudo observar en este sentido es que fueron las mujeres
quienes en su mayoría están de acuerdo.

116 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


Inserción laboral: Caso graduadas Escuela Politécnica Nacional

Gráfico 4: Percepción de trato diferenciado


basados en género

Considerando lo anterior, se evaluó si las mujeres han


experimentado prejuicios de género al incursionar en el
mercado laboral obteniéndose que un 54,41% señaló estar de
acuerdo y totalmente de acuerdo.

Gráfico 5: Mujeres que han experimentado


prejuicios de género

Otro elemento evaluado y relacionado con el mercado laboral


estuvo orientado a determinar si los encuestados opinaban que
existen más barreras para las mujeres que para los hombres. Lo
que se obtuvo de esta pregunta revela que el 74,38% de las
mujeres considera que sí existe algún tipo de discriminación
frente a un 47% de hombres, aproximadamente, señala estar
en desacuerdo y en total desacuerdo.

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 117


Cristina Acuña B.; Efraín Naranjo B.

Gráfico 6: Barreras en el mercado de trabajo

Las barreras sociales y organizacionales toman en consideración


el hecho de la maternidad como un obstáculo para que las
mujeres puedan ascender y aspirar a espacios laborales de
niveles jerárquicos superiores. En este contexto, se consideró
el nivel de formación en contraste con la opinión de si el hecho
de casarse, tener hijos y llevar una vida familiar afecta el
trabajo agrupando las respuestas por sexo. Como resultado se
obtuvo que en su mayoría los hombres y mujeres consideran
estas características como una variable que en efecto influye
en su vida laboral y se aprecia una mayor proporción hacia el sí
para las mujeres en casi todos los niveles de formación. Para el
caso de tecnólogos, se observa que las mujeres no consideran
que este sea un criterio que influya en su vida laboral.

Gráfico 7: Tener hijos, casarse y tener una vida familiar en la


afectación de la vida laboral

118 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


Inserción laboral: Caso graduadas Escuela Politécnica Nacional

Este trabajo presenta una oportunidad para analizar el


fenómeno de “techos de cristal” en el contexto ecuatoriano y
en la educación superior, el haberlo realizado en una Escuela
Politécnica además refleja el nivel de acceso de las mujeres a
carreras de Ingeniería.Con los resultados obtenidos, además,
se abre la posibilidad de ampliar el estudio a otras instituciones
del sistema de educación superior y posteriormente trabajar de
forma específica en el sector privado, donde estudios empíricos
demuestran que se visibiliza mayormente este fenómeno.

Las graduadas de la Escuela Politécnica Nacional son afectadas


por el fenómeno. Sin embargo, no se puede señalar que sea
un tema exclusivo para este grupo en particular; de allí la
necesidad de realizar este estudio en un grupo más amplio.

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120 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


Inserción laboral: Caso graduadas Escuela Politécnica Nacional

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Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 121


Las mujeres científicas argentinas
en el área de las ciencias
biológicas y de la salud: el efecto
de las cuestiones de género
sobre el progreso en la carrera
profesional
Gabriela Calamante

En Argentina las carreras universitarias relacionadas con las


profesiones que permiten una inserción laboral en las áreas
de ciencia y tecnología (CyT) se estudian principalmente
en Universidades públicas y gratuitas. La tasa de ingreso y
graduación en estas universidades es mayor para las mujeres
que para los hombres (60% y 40%, respectivamente). Los
porcentajes de mujeres en los diferentes niveles de educación
y trabajo en CyT son: estudiantes de grado 58%, estudiantes de
doctorado 56% e investigadores 53% (“Instituto de Estadística
de la UNESCO”, s/f). Este último valor supera ampliamente
el promedio mundial de mujeres en investigación (28%). En
el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas
(CONICET), el incremento de la cantidad de investigadoras fue
sostenido en el tiempo y ocurrió en todas las grandes áreas.

En particular, en las grandes Áreas de Ciencias Exactas y


Naturales y de Ciencias Biológicas y de la Salud el aumento
fue del 41 y 61 % de investigadoras mujeres, respectivamente
(Pérez, 2018)

123
Gabriela Calamante

En el caso particular de Argentina, en el área de investigación


científica, donde el progreso económico es limitado, es posible
que el alto porcentaje de mujeres dedicadas a esta actividad
se deba a una búsqueda de realización personal junto con una
relativa independencia económica. En cambio, en el contexto
de nuestra sociedad patriarcal donde el hombre “debe” ser
el sostén del hogar, generalmente elige otras profesiones
asociadas a un rápido y continuo crecimiento económico.

El estereotipo femenino define determinadas características,


valores y comportamientos sociales que influyen en las
actividades que realizamos las mujeres. Así, tenemos la
doble carga de las obligaciones familiares y laborales; con
la subsecuente “culpa” que nos impone nuestro entorno
social cuando dejamos de lado las primeras en función de las
segundas.

Los principales obstáculos que enfrentamos en Argentina las


mujeres científicas son la edad y condición de precariedad
laboral durante la realización del doctorado, la maternidad
y las tareas de cuidado de personas. Con respecto a la edad
para realizar el doctorado o PhD (indispensable para progresar
como científicas) es importante considerar que coincide con la
edad reproductiva (25-35 años). Los directores de doctorado
prefieren elegir a becarios hombres para garantizar un trabajo
continuo sin las “interrupciones” (licencias) por maternidad.

Esta elección por género es independiente del desempeño


académico o antecedentes profesionales de las egresadas
universitarias. La manera más simple de compatibilizar la
investigación científica con la maternidad, principalmente
cuando l@s niñ@s son menores de 4 años (no escolarizad@s),
es la disponibilidad de jardines maternales (desde los 45
días de edad, cuando finaliza la licencia por maternidad).
Estos jardines maternales deben estar en el lugar de trabajo

124 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


Las mujeres científicas argentinas en el área de las ciencias biológicas y de la salud: el
efecto de las cuestiones de género sobre el progreso en la carrera profesional

o su cercanía para facilitar el período de amamantamiento


y deben ser gratuitos o de bajo costo. En Argentina, existen
pocos lugares de trabajo para investigadoras que disponen
de estas facilidades (algunas facultades de universidades
públicas con alta matrícula de mujeres o en algunos centros de
investigación de INTA con alto porcentaje de trabajadoras). Sin
embargo, existen reglamentaciones que deberían garantizar
este derecho.

Por otro lado, somos las mujeres quienes dedicamos el


mayor tiempo a la crianza de hijos, cuidados de personas y
gerenciamiento del hogar. Priorizando estas actividades frente
al trabajo en investigación. Es una escala de valores diferente a
la de hombres, quienes ponen su trabajo en primer lugar, antes
que hijos/familia/hogar.

En relación al estado civil, las mujeres que alcanzaron las


categorías más altas en la carrera de investigador@ del
CONICET (período 1984-2006), en su mayoría no formaron una
familia. Si bien no fue posible discernir si permanecer solteras
fue una opción real o una imposición para el éxito en sus
carreras, un trabajo realizado en base a entrevistas a mujeres
prominentes del sector científico tecnológico, que tenían entre
60 y 70 años de edad, la mayoría refería que habían “decidido”
no establecer una familia, por las presiones laborales (Franchi
A et al., 2008).

En Argentina, los trabajos de investigación científica que


permitirán realizar la tesis doctoral (PhD) se realizan bajo la
figura de “becas”. Las becarias reciben una remuneración por
su trabajo pero no tienen los derechos laborales que implica un
cargo de planta o de carrera. No se realizan aportes jubilatorios,
ni aportes para un seguro médico y, hasta hace pocos años,
no existían las licencias por maternidad, las cuales debían ser
“acordadas” entre becaria y director/a.

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 125


Gabriela Calamante

En este contexto, el CONICET, principal organismo de promoción


de CyT en la Argentina, tomó medidas reglamentarias positivas
para disminuir la asimetría entre mujeres y hombres en
el ámbito científico. Actualmente, las becarias doctorales
pueden usufructuar la licencia por maternidad o adopción
por 100 días, junto con una prórroga de la duración de la beca
por el mismo período de tiempo. Además, las investigadoras
asistentes (primer escalafón en la carrera de investigador
científico de CONICET) están exentas de presentar los informes
anuales si tuvieran licencia por maternidad o adopción. Con
respecto al límite de edad para acceder a las becas o cargos
de investigadoras asistentes se dispuso que, en las mujeres, se
aplazara a razón de un año por hijo. Por otro lado, se incluyó la
realización de pasantías para capacitación durante los períodos
de beca o en los inicios de las carreras científicas. Estas
capacitaciones pueden ser internas o externas y generalmente
se realizan en el contexto de becas del Ministerio de Educación,
CONICET o de proyectos de investigación acreditados.
Las medidas reglamentarias implementadas en CONICET
establecen un antecedente al cual, posteriormente, se refieren
los reglamentos de becas de la mayoría de los organismos de
CyT de Argentina.
Es importante destacar que el crecimiento de la cantidad de
mujeres investigadoras fue de la mano de una política pública
desarrollada entre 2003 y 2015 que permitió la expansión
del sistema científico y que hoy se ha frenado. También fue
fruto del reconocimiento de derechos (como la licencia por
maternidad para las becarias) (Pérez, I, 2018).
Con respecto a los lugares donde nos insertamos a trabajar las
mujeres científicas, existe un gran desbalance entre la inserción
laboral en el sector público respecto del privado (53% y 18%
respectivamente, “Instituto de Estadística de la UNESCO”, s/f).
La mayoría de las mujeres científicas argentinas trabajamos
en el sector público, porque ofrece puestos de trabajo con

126 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


Las mujeres científicas argentinas en el área de las ciencias biológicas y de la salud: el
efecto de las cuestiones de género sobre el progreso en la carrera profesional

horario acotado (45 h semanales), que nos permite dedicarnos


a las otras tareas no remuneradas (cuidado de personas y
gerenciamiento del hogar) que realizamos. Además, en varios
lugares del sector público existen jardines maternales que
facilitan la continuidad laboral durante los primeros 3 años de
edad de nuestros hijos. En cambio, los hombres representan
el 82% de los investigadores del sector privado, donde reciben
mejores salarios y mayores oportunidades de progreso que en
el sector público.

Actualmente, en el Instituto Nacional de Tecnología


Agropecuaria (INTA) las mujeres representamos el 37% de l@s
trabajador@s con cargo de planta de INTA4. Los cargos de INTA
están divididos en 3 puestos de trabajo: personal de apoyo,
técnico y profesional, puestos que son ocupados por mujeres
en el 25%, 43% y 42%, respectivamente.

Como se muestra en la Figura 1A, el puesto de trabajo de


personal de apoyo es, en su mayoría, ocupado por hombres
(75%) ya que son tareas de campo o choferes que son asignadas
preferentemente por género. La distribución de mujeres y
hombres en los puestos de trabajo de técnicos y profesionales
es más pareja pero existen diferencias de proporción de
género en los escalafones (nivel) dentro de cada puesto. Es así
que dentro del personal técnico los niveles más altos (9 y 10)
son ocupados principalmente por mujeres y corresponden a
actividades administrativas.

En cambio, dentro de los profesionales ocurre lo contrario. A


medida que aumenta el escalafón disminuye significativamente
la proporción de mujeres, siendo de aproximadamente del 20%
en los niveles más altos (11 a 14) (Nocetti L et al., 2018). Una
situación similar se observa en el CONICET (Pérez, I, 2018), donde
los porcentajes de mujeres en las categorías de investigador
asistente y adjunto (las dos más bajas) son de 60 y 53,6%,

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 127


Gabriela Calamante

respectivamente; mientras que en el cargo de investigador


superior (categoría más alta) es de aproximadamente el 25,8%
(Figura 1B).

Figura 1. Porcentaje de distribución por género en los diferentes


puestos de trabajo y niveles en INTA (A) y en las distintas
categorías de la Carrera de Investigador Científico de CONICET
(B).

El discurso patriarcal sostiene que esta disparidad de la


presencia de mujeres en los puestos jerárquicos se debe a
que las investigadoras no continúan su formación profesional
(capacitaciones profesionales, pasantías) y por eso no
progresan profesionalmente. Sin embargo, un estudio de la
Coordinación Nacional de Investigación y Desarrollo (INTA)
mostró que entre los profesionales que ingresan al Programa
de Formación de INTA las mujeres representan el 52% cuando
la capacitación es en el país y el 33% cuando es en el exterior
(Nocetti L, et al, 2018). Estos datos demuestran que las
mujeres que se capacitan profesionalmente eligen o prefieren
la formación en el país, ya que eso es compatible con el tiempo
que les demandan las actividades de cuidado de personas y
tareas/organización del hogar.

128 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


Las mujeres científicas argentinas en el área de las ciencias biológicas y de la salud: el
efecto de las cuestiones de género sobre el progreso en la carrera profesional

El bajo porcentaje de mujeres en puestos jerárquicos es muy


sorprendente cuando se evalúa la distribución por género
dentro del organigrama (INTA, 2017) Desde su creación en el
año 1956, 32 presidentes del INTA (máximo nivel de decisión)
fueron designados por el Poder Ejecutivo Nacional. Nunca
hubo una presidenta. Tampoco hubo mujeres dentro del
Consejo Directivo que es un cuerpo colegiado formado por
integrantes del sector público (Ministerio de Agroindustria,
Universidades Nacionales) y privado (confederaciones o
asociaciones de productores del sector agropecuario). Los
miembros del Consejo Directivo son elegidos a través de ternas
propuestas por cada entidad allí representada. Actualmente,
se solicita a las entidades que incluyan mujeres dentro de las
ternas cuando se renueva el cargo de su representante. Por
otro lado, el alto puesto jerárquico de Director Nacional al
que se accede por concurso público nunca fue ocupado por
mujeres. Con respecto a los puestos de Director de Centro,
de los 15 Centros Regionales y los 6 Centros de Investigación,
actualmente esos cargos son ocupados sólo por una o dos
mujeres, respectivamente (Nocetti L, et al., 2018).
Por último, a modo de ejemplo personal, la condición de mujer-
madre-ama de casa influenció en las decisiones personales
que tomé durante mi carrera profesional como investigadora
científica. Primero, fue la decisión de postergar la maternidad
hasta tener un cargo que brindara estabilidad laboral junto con
un salario más alto. Además, al finalizar el doctorado e ingresar
en INTA, donde inicié una nueva línea de investigación, mi
trabajo demandaba alta dedicación y, gracias al Programa de
Formación de INTA pude realizar tres estadías cortas en un
laboratorio de Inglaterra. Allí, me capacité en las metodologías
necesarias para iniciar el nuevo proyecto, e implementar esas
tecnologías en INTA.
Estas decisiones permitieron tener una productividad
científica-tecnológica en ascenso continuo durante todo ese

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 129


Gabriela Calamante

período. Después que nacieron mis hijos (a mis 37 y 40 años


de edad), elegí que la familia ocupara el primer lugar dentro
de mis prioridades. Es así, que a partir de ese momento la
productividad de mi trabajo estuvo en un plateau, cumpliendo
con los proyectos en curso pero sin dedicar el tiempo extra
que contribuye al aumento de la productividad. En esos años,
fue fundamental la elección de proyectos en colaboración
con otros grupos de investigación, de manera tal de sumar
capacidades para cumplir con los objetivos propuestos en los
diferentes proyectos. Finalmente, cuando mis hijos fueron
creciendo, aumentó el tiempo extra de dedicación a mi trabajo
de investigadora científica, con el consiguiente incremento en
la productividad.

En conclusión, como en muchos lugares del mundo, un bajo


porcentaje de las investigadoras científicas argentinas llegan a
ocupar altos puestos jerárquicos. La falta de acceso a dichos
puestos está más relacionada con una cultura patriarcal que
con la falta de idoneidad de las mujeres científicas. Además,
el techo de cristal se presenta como un obstáculo importante
porque las mujeres científicas tomamos menos compromisos
en el ámbito del trabajo porque ya tenemos una enorme
demanda en nuestros hogares.

Para conseguir la equidad de género en todos los niveles


y puestos de trabajo en el área de CyT es necesario tanto el
compromiso de todos/as los/as integrantes de la comunidad
científica como las políticas públicas que garanticen la igualdad
de oportunidades.

Referencias bibliográficas
Franchi A, Atrio J, Maffia D, Kochen S. (2008). Inserción de las
mujeres en el sector científico-tecnológico en la Argentina
(1984-2006). ARBOR Ciencia, Pensamiento y Cultura

130 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


Las mujeres científicas argentinas en el área de las ciencias biológicas y de la salud: el
efecto de las cuestiones de género sobre el progreso en la carrera profesional

CLXXXIV 733, septiembre-octubre 827-834.


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Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 131


Mujeres, ciencia y divulgación
“La divulgación es un compromiso y un derecho humano”
Natalia Ruiz Zelmanovicth
divulgadora española

Sofía Cabrera Espín8

En la antigua Grecia, literatos y filósofos se reunían con los


científicos para compartir en las polis griegas sus ideas sobre
diferentes campos de la ciencia. Sócrates puede considerarse
un pionero de la divulgación científica, pues aplicaba la
mayéutica, proceso de preguntas para llegar a una verdad,
con el propósito de fomentar la educación participativa y salir
de las supuestas verdades que manejaban, a manera de uso
exclusivo, las castas sacerdotales.

La principal misión de la ciencia es mejorar la calidad de vida de


las personas. Sin embargo, a lo largo de la historia de la ciencia,
se evidencia una brecha de comunicación entre la comunidad
científica y la sociedad. En este contexto, la divulgación
científica nace con el propósito de crear recursos y medios que
fomenten el acercamiento entre el científico y la sociedad.

Comunicación o divulgación de la ciencia son términos usados


para dar significado a la transmisión pública y democrática
8 Comunicadora, divulgadora científica y docente universitaria/ @Sofiasice

133
Sofía Cabrera Espín

del conocimiento científico. Los términos más empleados en


Iberoamérica son: Apropiación social de la ciencia (Colombia),
Chile y Argentina (Apropiación social del conocimiento
científico), España, México y otros países latinoamericanos
(divulgación de la ciencia) (Lozano, 2003). Todos estos términos
afianzan a la divulgación dentro de un marco comunicacional
que busca la ampliación y actualización del conocimiento
científico con dos condiciones: que sean tareas hechas fuera
de la enseñanza académica formal sin el objetivo de formar
especialistas ni de perfeccionarlos en su propia en su área de
conocimiento (Erazo, 2007).

Stand up comedies de ciencia, cervezas y teatro científicos


son actualmente opciones para hablar de ciencia en espacios
públicos. La divulgación ha cambiado la idea de “ciencia
aburrida e incomprensible”. Los científicos han decidido salir
de la burbuja y utilizar los medios digitales para compartir a
toda la sociedad los avances de sus investigaciones. Algunos
se han estrenado de youtubers, otros manejan twitter como
mecanismo de propagación, y muchos de ellos escriben en
sus blogs, utilizando la redacción creativa como estrategia de
divulgación.

“La ciencia es la obra de arte colectiva más importante”


menciona José Miguel Echenique (2017). El siglo XX es el
triunfo de la ciencia y la tecnología. La ciencia moderna es fruto
de la combinación de dos realidades, por un lado la realidad
física testeada y testeable por experimentos y por otro lado
la realidad abstracta de conceptos e imágenes que surgen de
la búsqueda interna de la lógica que aportan las matemáticas.

La divulgación de la ciencia tiene una expansión significativa


en el escenario internacional a partir de los años ochenta. Es
considerada un complemento indispensable de la historia y
de la filosofía de las ciencias, en el hecho que suscita nuevas

134 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


Mujeres, ciencia y divulgación

cuestiones: ¿por qué?, ¿para quién?, ¿cómo cada ciencia fue


difundida en el tejido social de una época?, ¿qué personas se
apropiaron de esta ciencia y porqué medios?

Todos los tratamientos tradicionales de la ciencia han separado


a los productores del conocimiento con sus consumidores. En
muchos de los casos esta actividad se ha realizado solo desde
una visión unidireccional, en la que la información se emite y
fluye desde individuos dotados de conocimientos a una gran
masa carente de estos.

Modelos de Divulgación de la Ciencia


En los últimos años la práctica científica ha generado notables
transformaciones en la comunicación y mucho más en las
políticas públicas de ciencia y tecnología que manejan las
sociedades. La divulgación ha transitado desde esquemas
unidireccionales hacia otros muy diferentes, participativos,
públicos y ciudadanos; promoviendo la participación del gran
público a un diálogo interactivo con los especialistas sobre
temas científicos con alcances sociales.

Esta transformación en el manejo de los contenidos de los


discursos científicos a partir de la CPCT se explica a través de
dos modelos que a continuación se explican.

Modelo de Déficit
La divulgación parte de la idea que el público tiene completo
desconocimiento sobre los temas de ciencia y tecnología, por lo
que es necesario traducir estos conocimientos de manera que
sea completamente comprensible para el público no experto.
El énfasis contiene tres elementos: contenido (Información de
CyT que se divulga), medio (uso de medios de comunicación
masiva para la transmisión) y el público que se asume como
ignorante de la materia científica.

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 135


Sofía Cabrera Espín

Una de las principales críticas a este modelo es su falta de trabajo


con el público, debido al manejo de divulgación tradicional; por
lo que se asume que la desconfianza del público a la temática
de CyT es producto de su incomprensión, al lenguaje utilizado
y la falta de información para apreciar la ciencia y tecnología,
apoyarlas, trabajarlas y disfrutarlas.

Modelo Democrático
Este modelo, a diferencia del otro, se inserta dentro de la
discusión del papel de la participación de los públicos en
la definición de políticas científicas y tecnológicas, como
directrices que el Estado debe adoptar para fomentar la
investigación científica y crear programas para fortalecer la
metodología de su enseñanza y comunicación.

Reconoce la participación de la pluralidad de los actores


(científicos, políticos, expertos, grupos sociales, empresarios,
etc.) insertos en el proceso de toma de decisiones sobre las
temáticas de Ciencia, Tecnología y Sociedad. Además, pretende
resolver la crisis de la desconfianza sobre ciencia y tecnología
mediante la pluralidad de valores e intereses que entran en
juego en la toma de decisiones sobre el tema.

El modelo democrático de divulgación es el que se promueve


para crear la conexión entre la comunidad científica y los
diferentes públicos. Las plataformas interactivas y digitales son
ahora las herramientas utilizadas por científicos, comunicadores
e interesados en desarrollar estas estrategias para fomentar la
visión de la ciencia como parte de la cultura. El conocimiento
científico es propiedad de sus contribuyentes. La divulgación
de la ciencia es un compromiso con la sociedad que financia
las investigaciones y que requiere estar mejor informada para
ser más libre.

136 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


Mujeres, ciencia y divulgación

Mujeres y divulgación
En este contexto, las mujeres científicas tienen un destacado
papel en la divulgación científica, uno de sus objetivos es
promover nuevos referentes en los medios de comunicación,
puesto que “las niñas no pueden convertirse en aquello que
no ven”.
El impacto de las mujeres en la ciencia es cada vez más
relevante, y aunque la historia ha olvidado su destacada
participación, hoy las diferentes estrategias de divulgación
de la ciencia promueven su conocimiento. Entonces, ¿Cómo
fomentar vocaciones científicas en las nuevas generaciones?.
La respuesta es crear estrategias dinámicas, interactivas y
participativas en los espacios y medios de comunicación
frecuentados por niñas, adolescentes y jóvenes.
Con la intención de visibilizar la participación de la mujer en
la ciencia, el 15 de diciembre del 2015, la Asamblea General
de las Naciones Unidas decidió proclamar el 11 de febrero
de cada año Día Internacional de la Mujer y la Niña en la
Ciencia. El propósito de celebrar este día es lograr el acceso
y la participación plena y equitativa de mujeres en la ciencia y
fomentar las vocaciones científicas en niñas, promoviendo su
empoderamiento y la igualdad de género.
Como una actividad para conmemorar esta fecha en Ecuador, en
febrero 2018 se realizó una radiografía que recoge testimonios
de jóvenes mujeres estudiantes de carreras científicas en
diferentes universidades de Quito. Sus convicciones, obstáculos
y pasiones profesionales son síntomas de un tiempo que
exige igualdad de derechos y oportunidades más allá de los
discursos. Esta investigación fue publicada en el portal digital
La Barra Espaciadora.
En el texto, Jhael Ortega, Denisse Puebla, Andrea Sevilla,
Karolina Hinojosa, Sabine Orellana y Pamela Narváez,

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 137


Sofía Cabrera Espín

estudiantes de biología, biotecnología, mecánica, alimentos,


agroindustria y medicina hablan sobre sus referentes científicos,
las dificultades que han asumido para estudiar una carrera
científica y sus aspiraciones a futuro. Ellas son el rostro fresco
de la mujer de la ciencia, apasionadas por sus carreras y con
muchas ganas de luchar por sus sueños. Son solo algunas voces
entre mucho silencio. Y son también referentes. A través de la
comprensión de la cultura científica y de su divulgación, estas
mujeres estudiantes y científicas se convierten en un impulso
de la igualdad de derechos y oportunidades entre hombres y
mujeres, en todos los campos del conocimiento.

¿Quién divulga?
Los agujeros negros, el ADN o la nanotecnología han dejado
de ser temas para los expertos; un video, un podcast o un
afiche nos pueden llevar a un laboratorio para descubrir el
funcionamiento del universo. “El estudio del universo es un
viaje para auto descubrirnos” decía Carl Sagan.

Todos los actores sociales que tengan un conocimiento


nuevo para compartir pueden utilizar a la divulgación como
una herramienta para llegar a diferentes públicos. Esta tarea
requiere de cinco preguntas claves: ¿Qué contar?, ¿cómo lo
hago?, ¿quién es el público?, ¿cómo conecto con el público? y
¿cómo lo digo?

¿Qué contar?
Uno o varios conceptos de un determinado conocimiento
científico. Es preferible no abundar en información, sino al
contrario seleccionar un tema específico para no perder la
atención del público.

138 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


Mujeres, ciencia y divulgación

¿Cómo lo hago?
Es importante redactar una narración que utilice un lenguaje
comprensible para el público al que se dirige. La redacción
creativa es la base de la divulgación. Actualmente la estrategia
del Storytelling, usada en el marketing y la publicidad, es
una excelente herramienta para crear historias o relatos
interesantes con los conceptos que se quieren transmitir.

¿Quién es el público?
El público es al primer elemento para seleccionar en esta
cadena. El lenguaje utilizado estará basado en la formación
social (cultura) y marcos de referencia (cotidianidad) del target
al que quiero transmitir determinado conocimiento científico.

¿Cómo conecto con el público?


El medio utilizado para llegar al público, debe estar a su alcance.
Las mejores estrategias de divulgación son las que irrumpen en
los medios que utilizan las personas a las que se dirigen.

¿Cómo lo hago?
Las historias deben transmitir interés en el público. El juego
de diferentes lenguajes con la redacción creativa son la mezcla
perfecta para conseguir un buen producto de divulgación.

Hoy en día, los medios digitales son el mejor espacio para


promover el acercamiento de la ciencia con la sociedad. Son
varias las experiencias de mujeres que realizan divulgación;
mujeres que lideran la opinión pública de ciencia y tecnología
en twitter, otras que hacen obras de teatro en escuelas y
colegios para recordar a las grandes científicas de la historia,
y muchas otras que hacen monólogos y stand up comedies
en escenarios. El objetivo es generar nuevos referentes y
vocaciones en niñas y niños.

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 139


Sofía Cabrera Espín

Ecuador y la Divulgación
En Ecuador, desde los años 90, se identifican instituciones
de educación superior, institutos públicos de investigación,
organizaciones sociales, entre otros, que promueven el
posicionamiento de la ciencia y la tecnología con un enfoque
social e intercultural.

Experiencias como el Café Scientifique, Quinto Pilar, Bihela


Científica, Ciencia al cubo, Monólogos de ciencia, programas de
radio, obras de teatro como ‘Ciencia al Rescate’, son ejemplos
de proyectos que buscan promover la cultura científica.
De estas iniciativas ha nacido KUNA, red de divulgación del
conocimiento científico y ancestral para fomentar la inclusión
de quienes hacen divulgación.

El desafío en el país es la búsqueda de políticas que conecten la


ciencia, tecnología, innovación y conocimientos tradicionales
con el desarrollo inclusivo, vinculado al desarrollo socialmente
justo. Sin duda, la divulgación es el puente para conectar a la
ciencia con la sociedad.

Referencias bibliográficas
Erazo, Ma. de los Ángeles. (2007) Comunicación, Divulgación
y Periodismo de la Ciencia, Una necesidad imprescindible
para Ibero América. Quito: Editorial Planeta.
Fayard, Pierre. (2004). La Comunicación Pública de la Ciencia.
México D.F.: UNAM- Dirección General de Divulgación de
la Ciencia.
Imbaquinto, P. & Cabrera, S. (2018, 11 de febrero). Las
Mujeres y la Ciencia van de la Mano. La Barra Espaciadora.
Recuperado de: https://goo.gl/i7Szhf
Lozano, M. (2003). La investigación como estrategia para la
apropiación social de la ciencia y la tecnología. Había una
vez una iguana: Experiencias en apropiación social de la

140 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


Mujeres, ciencia y divulgación

ciencia y la tecnología. Bogotá: Gobierno del Departamento


de Guajira.
Mena-Young, M. (2017) La comunicación de la ciencia en
América Latina: esfuerzos de evaluación en la diversidad.
San José, Costa Rica: Centro de Investigación en
Comunicación, Universidad de Costa Rica.

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 141


Participación de la mujer en la
comunicación de la física

Alexandra De Castro

Introducción
Generalmente las conferencias por invitación son las más
prestigiosas, los organizadores tienen la tarea de escoger
a los mejores investigadores en un área, según su criterio, e
invitarlos a exponer sus ideas y trabajos recientes. Esto presenta
una diferencia fundamental con el resto de los eventos cuya
participación se logra a través de la postulación voluntaria de
cada conferencista. En este trabajo muestro varios congresos
y simposios de física muy prestigiosos cuyos oradores solo
pueden participar por invitación.

En la primera parte reviso los niveles de participación por


género en conferencias técnicas científicas en diferentes áreas
de la física, mientras que en la segunda parte me refiero a las
conferencias de divulgación científica que se organizan para
diversas áreas, más allá de la física. La razón de presentar la
segunda parte ampliando las áreas de la ciencia es que en
cuanto a la comunicación pública de la ciencia hay menos
eventos para áreas específicas.

En este trabajo no presento un estudio exhaustivo y general


de la participación de la mujer en la categoría de congresos

143
Alexandra De Castro

y simposios. Mi análisis se refiere a un conjunto limitado de


ejemplos. Sin embargo, podemos considerar esta contribución
como un preámbulo que sirva de inspiración para llevar a cabo
una investigación profunda, incluso a nivel regional.

Participación de la mujer en la comunicación


científica de la física
En esta primera parte, hago una visita por las conferencias de
física más importantes a nivel mundial y presento los datos
de cada una. Además decidí incluir fotos para acompañar los
números fríos con imágenes que corresponden a las fotos
oficiales que normalmente se toman en esta clase de eventos,
como testimonio visual de la situación que emerge en cada
caso.

Conferencias científicas de física por invitación, algunos datos.

Conferencia Solvay
Figura 1: Conferencia Solvay, 1911, Marie Curie entre 24
participantes. Conferencia Solvay, Marie Curie entre 29
participantes.

144 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


Participación de la mujer en la comunicación de la física

La Conferencia Solvay es uno de los eventos más importantes


de la ciencia a nivel mundial. Reúne a los científicos más
destacados de diferentes áreas de la física y de la química.
En esta cita la participación es exclusivamente por invitación.
Se podría decir que la Conferencia Solvay es un congreso tan
prestigioso como el Premio Nobel. Se viene celebrando desde
1911 y se ha realizado en diferentes áreas de la física, teóricas
y experimentales.

Las primeras conferencias Solvay de física entre 1911 y 1927


son sumamente famosas pues allí se discutieron los avances
más impactantes de la física del siglo XX. Los invitados son
los padres de la mecánica cuántica y de la relatividad. Estas
conferencias son también famosas por sus fotos oficiales
donde la única mujer que aparece es Marie Curie.

Es un hecho histórico bien documentado que para finales del


siglo XIX y principios del siglo XX que la mujer tenía muy poco
acceso a la universidad en los países europeos. Incluso muchos
reglamentos internos de las universidades europeas tenían
explicito no permitir mujeres en ciertas carreras ni contratarlas
como profesoras. Esto explica por qué en las primeras
conferencias Solvay la participación femenina se reducía a una
o a ninguna mujer.

Sin embargo, a nivel académico y de la investigación, hubo


cambios dramáticos a lo largo de los siglos XX y XXI. Las
universidades tienen cada vez mejor proporción de estudiantes
de física y de profesoras contratadas. Incluso hoy en el siglo
XXI hay programas de estímulo a las mujeres para que puedan
continuar y avanzar en posiciones de importancia sus carreras
en el área de la física.

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 145


Alexandra De Castro

Figura 2: Conferencia Solvay 2011, 100 años después de la


primera conferencia, tres mujeres entre 95 participantes.
Lisa Randall, Eva Sylverstein, Irina Veretennicoff .

A pesar de esos progresos académicos en cuando a la inclusión


de la mujer, vemos que 100 años más tarde la situación de
la conferencia Solvay no presenta absolutamente ninguna
mejora. Después de investigar los datos correspondientes
a los oradores de todas las conferencias, disponibles de
forma pública en el sitio oficial de Solvay desde 1911 y para
conferencias en diversas áreas de la física, se observa que solo
tres de ellas apenas superan el 5% de mujeres, en general se
mantiene un promedio de aproximadamente una mujer por
cada 30 hombres, esto es, apenas de 3,5%, al menos en tres
ediciones ninguna mujer fue invitada.

¿Es justificable esta proporción plana en el tiempo de la


conferencia Solvay? Mi presunción es que no, que estos datos
necesitan una indagación de las causas.

146 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


Participación de la mujer en la comunicación de la física

Figura 3: Proporción de mujeres en conferencia Solvay de


física. Datos de la página oficial del Instituto Solvay, Bruselas.

Simposio de física de altas energía en Beijin 2014

Tras el gran éxito que representó el hallazgo del Bosón de Higgs,


se organizó un simposio con rueda de prensa en Beijing, China,
el 23 de Febrero de 2014 titulado: Después del descubrimiento
del Higgs, ¿hacia donde va la física fundamental? Una
emocionante cita en la que nuevos planes científicos fueron
develados frente a la prensa internacional. El evento se pudo
ver en línea a nivel mundial. Sin embargo, es imposible dejar
de observar que el panel de expertos estuvo compuesto
enteramente por hombres.

La física de altas energías no carece de mujeres investigadoras


reconocidas. Se destaca en el mismo contexto del evento, por
ejemplo, la investigadora Fabiola Gianotti, líder del experimento

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 147


Alexandra De Castro

ATLAS, colaboración protagonista del descubrimiento del Higgs,


hoy directora de la Organización Europea para Investigación
Nuclear (CERN), y medalla Niels Bohr. ¿Por qué habiendo
talento femenino de alto nivel, su ausencia fue total en un
evento tan importante?

Reunión de física teórica en Argentina.


¿Es la falta notoria de representación femenina en eventos de
renombre un problema regional de los países desarrollados?
Responder a esa pegunta requiere de una investigación
exhaustiva. Sin embargo, entre los ejemplos que he reunido
para presentar en este trabajo, investigué a un seminario de
física en Argentina llamado Strings@ar donde se observa una
situación similar a las conferencias organizadas por europeos
y estadounidenses citadas anteriormente. Esta conferencia es
un encuentro de científicos argentinos que trabajan en física
fundamental. En la foto vemos la edición del 2015.

Figura 4: Conferencia Strings@ar, 2015. Imagen de


publicidad en la página de Facebook de la conferencia.

En el sitio en línea del evento hay reportados 26 oradores


invitados, entre los cuales se cuenta, efectivamente, a una sola
mujer.

148 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


Participación de la mujer en la comunicación de la física

Algunos datos sobre la proporción de las mujeres en los


departamentos de física de las universidades y centros de
investigación

Para acercarnos a las causas de la increíblemente baja


participación de la mujer en estos eventos presentados arriba
y de otros que valdría la pena estudiar, es importante revisar
los datos de las proporciones de investigadoras por regiones
y analizar caso por caso. Es un trabajo arduo que puede
llevar meses. Aun cuando no sería suficiente, pues el estudio
debería ser multivariante, es parte esencial de la investigación
de género en la comunicación de la ciencia. En esta sección
presento algunos datos de Argentina y de los EE. UU.

El Centro Latinoamericano de Física (CLAF-UNESCO) hizo


público en el 2011 un informe donde destaca las cifras de
mujeres profesionales que hacen investigación en física en
Argentina. Allí está señalado que para el año 2010 la proporción
de investigadoras en Argentina era de 22%. Por otro lado, se
reporta que para el 2013 la proporción de mujeres que hacen
investigación en física en Argentina se mantiene alrededor del
20% (Frechero, M., 2015). Estos números contrastan con la
proporción de mujeres en el evento Strings@ar señalado en la
sección anterior.

Por su parte, de Instituto Americano de Física, AIP, en una


encuesta hecha en las 200 universidades principales en los
EE. UU., se destaca que para 2010 ya se aprecia un aumento
hasta del 22% en las profesoras asistentes y para 2014 de
23%, mientras que para el rango más alto, profesora titular es
todavía de 10%. (Ivie, 2018).

Si bien la proporción de mujeres en departamentos de física


todavía es muy inferior a la igualdad, sigue siendo notoriamente
mayor que la proporción de mujeres invitadas a las conferencias

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 149


Alexandra De Castro

más prestigiosas. ¿Qué justifica la participación en promedio


solo del 3.5% de mujeres en conferencias por invitación como
Solvay en pleno siglo XXI? Someramente observamos que
se asoma un problema de discrepancia que valdría la pena
investigar.

¿Qué está pasando?


Hay dos escenarios que se pueden proponer como hipótesis.

• Las investigadoras son invitadas pero no aceptan.


• Las investigadoras no son invitadas de acuerdo a su
proporción en los departamentos de física.

En una encuesta del Instituto Americano de Física, 2018 (Ivie,


2018), hecha a un universo de 15.000 personas en 130 países
se hizo la pregunta a los profesores y profesoras de física: ¿Ha
sido invitada o invitado a dictar conferencia como orador? En
los países en vías de desarrollo la respuesta fue: 51% de las
mujeres respondieron sí, mientras que 67% de los hombres
respondieron sí. Una diferencia de 16%. En el caso de los países
desarrollados la brecha es casi igual de dramática: 58% de las
mujeres declararon ser invitadas, mientras que 73% de los
hombres son invitados, una diferencia de 15%.

En el caso de la pregunta si las mujeres atienden a las


conferencias: en el caso de los países en vías de desarrollo la
proporción resultó en 75% de las mujeres atienden versus 81%
de los hombres atienden, una diferencia de 6%. En el caso de
los países desarrollados 83% de las mujeres atienden mientras
que en el caso de los hombres es de 87%, una diferencia solo
de 4%. Vemos que las diferencias proporcionales entre las
mujeres que reciben invitaciones y los hombres que reciben
invitaciones es significativamente mayor que las diferencias
entre las mujeres que atienden a conferencias y los hombres
que atienen a conferencias. Estos resultados sugieren que

150 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


Participación de la mujer en la comunicación de la física

efectivamente no es falta de disposición de las investigadoras


de participar en conferencias.

Participación de la mujer en la comunicación


pública de la ciencia
Conferencias divulgativas por invitación

Dificultades: Estudiar la comunicación pública de la ciencia y de


la física en particular, por género, enfrenta nuevas dificultades.
En el espectro de personas haciendo esta actividad hay
investigadores, profesores de bachillerato, periodistas,
estudiantes e incluso personas que no están en ninguna de
estas categorías.

Sin embargo, es posible reunir algunos datos de conferencias


de divulgación científica por invitación a investigadores en las
áreas de ciencias naturales y matemáticas, conocidas como
STEM por sus siglas en inglés.

Conferencia Starmus

Starmus es la conferencia de divulgación científica más


prestigiosa del siglo XXI, la inscripción de los espectadores
es muy costosa y los conferencistas atienden solo por
invitación. Generalmente los conferencistas son personajes
muy reconocidos de la ciencia, con una fuerte inclinación en
las física y ciencias aeroespaciales. Sin embargo, también hay
neurocientíficos, biólogos, médicos, entre otros. En términos
generales, es la conferencia más importante de la década.
Aproximadamente 200 personas atienden en vivo. Las charlas
son grabadas y transmitidas luego por video público en línea.

Hasta hoy se han realizado cuatro conferencias y hay una


planificada para 2019. De todas ellas es posible obtener los
datos de los conferencistas invitados, que presento en la

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 151


Alexandra De Castro

siguiente gráfica.

Allí se observa una bajísima participación de la mujer en las


primeras tres ediciones, por debajo del 10%, situación que
mejora en la cuarta y proyecta estar todavía ligeramente sobre
el 20% en la quinta edición.

Eventos de divulgación científica prestigiosas de España

Durante la última década, ha despagado la actividad de


divulgación científica en España. Todos los años, diferentes
grupos de divulgadores organizan conferencias. Aquí presento
los más importantes con su proporción femenina en el 2016.

Naukas: Mujeres, 30% en 2016.

Desgranando Ciencia. Mujeres, 23% en 2016.

Jot Down Ciencia. Mujeres: 24% en 2016.

El total proporción de mujeres científicas en España 40% de


acuerdo con el Instituto de Estadísticas de la UNESCO.

Medios, iniciativas

Es necesario hacer una investigación profunda a través de


encuestas para entender los problemas de participación
femenina en las actividades prestigiosas de comunicación
de la ciencia. Con los datos presentados aquí no es posible
concluir, pero sí mostrar la relevancia que tiene llevar a cabo
una investigación en esa dirección.

Fabienne Crettaz von Roten (Crettaz, 2011) presenta un estudio


realizado en Suiza que mostró diferencias notables de género
en actividades de comunicación científica en los medios de
comunicación. Debido a que las actividades de acercamiento
y participación pública pueden deberse a iniciativas de los

152 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


Participación de la mujer en la comunicación de la física

científicos o iniciativas de los medios, la autora no solo


contactó a los investigadores sino que se dirigió a los medios de
comunicación. En ese trabajo, Crettaz concluye que los medios
se comunican con las mujeres científicas con menos frecuencia
que con los científicos hombres. Esto independientemente de
su posición, edad y facultad. Al comparar las mejoras de los
hombres y las mujeres para el alcance público y el compromiso,
este estudio encontró diferencias significativas que pueden
utilizarse para adaptar los incentivos para cada grupo de
científicos. En el estudio también se indagó en la intención de
los científicos de hacer divulgación y se encontró que tanto
hombres como mujeres, en igual proporción, desean hacer
público su trabajo.

Impacto y conclusión
El impacto de la baja participación en eventos de comunicación
científica prestigio es significativo. Puedo mencionar al
menos tres renglones donde esta baja participación afecta
negativamente a las investigadoras y a su entorno social.

Pocas oportunidades para mostrar trabajos en conferencias


desmejora las oportunidades de ascenso y progreso en la
carrera.

Desde el punto de vista científico y social se empobrece la


diversidad en cuanto a los intereses y estilos de comunicación.

Hay un impacto significativo en las jóvenes quienes no se ven


representadas y eso deja una marca a la hora de elegir carrera
o desmotiva a continuarla.

En el caso de la divulgación de la ciencia el impacto en la carrera


puede ser menor, pero el detrimento social prevalece y tiene
más alcance.

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 153


Alexandra De Castro

En conclusión, los eventos de comunicación de la ciencia


de prestigio por invitación parecen presentar proporciones
notoriamente bajas de participación femenina, que contrastan
con las estadísticas de genero en cuanto a investigadoras en
facultades e institutos. En esta contribución he evaluado unos
pocos ejemplos, sin embargo, espero que sirva de motivación
para hacer una investigación amplia que ayude a alcanzar
conclusiones generales y a investigar el origen de déficit
que se asoma en la participación de la mujer en eventos de
comunicación de la física y de la ciencia en general.

Referencias bibliográficas
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Tsinghua University in Beijing on Feb. 23, 2014. URL:
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Ivie, R. (2018). Beyond Representation: Data to Improve the
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Institute of Physics, Statistical Research Center. URL: https://
www.aip.org/statistics/reports/beyond-representation-
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Solvay Institute. International Solvay Institutes, aceso a los
datos en línea 21 de mayo de 2018. URL: http://www.
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154 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


Participación de la mujer en la comunicación de la física

Starmus Festival V, Stephen Hawking Medal for Science


Communication, aceso a los datos en línea 21 de mayo de
2018. URL: https://www.starmus.com/
Strings@ar. (2018) An argentinean theoretical physics network,
aceso a los datos en línea 21 de mayo de 2018. URL: http://
stringsar.blogspot.com/
UNESCO Institute of Statistics. Women in Science, aceso
a los datos en línea 21 de mayo de 2018. URL: http://
u i s . u n e s c o . o r g /a p p s / v i s u a l i s a t i o n s / w o m e n - i n -
science/#overview!region=40500

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 155


La inclusión de la equidad de
género en las políticas públicas:
¿realmente, lo hemos logrado?

Rossana Manosalvas

Una sociedad y un Estado que tienden a


homogenizar
El análisis sobre la inclusión de la equidad de género en las
políticas pública parte de la observación de si el Estado y la
sociedad en su conjunto, han logrado entender la diversidad de
identidades que los comprenden. Es decir, nosotros la gente,
la sociedad, los votantes, no somos una masa homogénea,
sino mas bien, una gran diversidad de identidades, somos
hombres y mujeres ecuatorianas, mujeres rurales, indígenas,
académicas, militantes, funcionarías públicas, etc.

Para entender por qué ocurre este fenómeno de


homogenización, hago las siguientes reflexiones, y parto desde
de mi experiencia personal.

Hemos sido educadas con una mirada parcializada de la realidad


y fragmentada por las ciencias. En mi caso, vengo del mundo
de las ciencias duras, las ciencias naturales, que, con contadas
excepciones, son absolutamente positivistas. En la carrera

157
Rossana Manosalvas

de biología en la universidad nos enseñaron a ver el mundo


“objetivamente”, para luego proclamar verdades universales
que nos permitieran proteger y conservar el ambiente de la
voracidad del “hombre”.

Por un lado, esta neutralización de la ciencia justamente es la


que le da poder sobre las otras ciencias (sociales) y sobre los
otros conocimientos (ancestrales, por ejemplo). Y desconoce,
por lo tanto, que la ciencia como cualquier otra construcción
humana, responde a estructuras de poder e interés político
(Boelens, 2013).

Por otro, el que yo diga a propósito, “de la voracidad del


hombre” no es inocuo pues desde el Feminismo Ecológico se
postula que la guerra, la violencia y la dominación sobre la
naturaleza, o sobre los más débiles son características de lo
masculino. Sin necesidad de entrar en la dicotomía de hombres
malos y destructores, y mujeres buenas y proveedoras de vida,
y la polémica que supongo esta posición puede causar, lo que
quiero decir, es que hoy me encuentro cruzando un puente. Un
puente entre lo social y lo humano, lo construido y lo natural,
lo masculino y lo femenino. Y ese puente justamente me ha
permitido ver que esa dualidad ser humano-naturaleza no
existe, y así, poco a poco, he ido cuestionando la lógica de los
estudios ambientales objetivos y adentrándome más en las
ciencias que ven al mundo desde diversas ópticas, donde la
naturaleza no es un objeto a estudiar, sino una construcción
que los seres humanos, hombres y mujeres vamos tejiendo y
con las que vamos interactuando; a su vez ella (la naturaleza)
también nos va moldeando y cambiando.

La naturaleza es una construcción humana, de la misma


manera que lo “femenino” y lo “masculino”, un híbrido socio-
natural que se ha ido y se sigue construyendo. Por lo tanto,
para el caso de las ciencias ambientales y la conservación,

158 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


La inclusión de la equidad de género en las políticas públicas:
¿realmente, lo hemos logrado?

es esencial entender que hombres y mujeres, en contextos


culturales e instituciones político-sociales particulares, no solo
experimentan esta interacción de manera distinta, sino que
debido a las construcciones sociales de género (valores, roles,
tareas, expectativas, conocimientos, remuneración, costos,
beneficios, etc.), tienen una enorme diferencia en el acceso,
uso, control y beneficio de los recursos naturales (Poats, Cuvi
y Arroyo 2001), en la legitimidad de su autoridad al momento
de tomar decisiones, y en cómo sufren por el impacto de la
degeneración ambiental (Boelens, 2013).

Lograr que se comprenda esta diferenciación es el primer


elemento esencial para trabajar sobre la inequidad. Hay
necesidad de visibilizarnos como diferentes de los hombres,
pero con iguales derechos.

Para ello, se pueden establecer puentes entre las ciencias


naturales y sociales, o iniciar con la sensibilización del primer
instrumento de comunicación de la sociedad humana, el
lenguaje. Al tratar de institucionalizar un lenguaje inclusivo en
la ONG donde trabajé por más de 20 años, no se trataba pues
de una simple moda, o ganas de complicar las cosas, como
aseguraban algunos compañeros. Se trataba, y se trata, de
aterrizar en el primer nivel de relacionamiento, la comunicación
humana a través del lenguaje, una diferenciación.

El usar la palabra “hombre” para hombres y mujeres porque se


“asume” o se “sobrentiende” que incluye a los dos, o porque
lo dicta la Real Academia de la Lengua (RAE), es continuar con
la discriminación histórica que hemos tenido las mujeres. De
acuerdo con la RAE, el masculino es universal y de manera
tajante dice que el uso del lenguaje inclusivo es “artificioso
e innecesario desde el punto de vista lingüístico”. Según su
criterio, “La actual tendencia al desdoblamiento indiscriminado
del sustantivo en su forma masculina y femenina va contra

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 159


Rossana Manosalvas

el principio de economía del lenguaje y se funda en razones


extralingüísticas. Por tanto, deben evitarse estas repeticiones,
que generan dificultades sintácticas y de concordancia, y
complican innecesariamente la redacción y lectura de los
textos” (Tribuna Feminista, 2017).

Nuevamente, aquí se mira al lenguaje como algo aislado de la


sociedad, impoluto, aséptico y neutral, como si no estuviera
atravesado por las luchas de poder y las inequidades que
existen en la sociedad humana.

Con estos dos ejemplos, podemos decir que la sensibilización


sobre la inequidad de género y la transición hacia una
sociedad más inclusiva es un largo proceso. Este simple, pero
profundo, cambio de visión a una sociedad múltiple, compleja,
heterogénea, compuesta por una amplia gama de diversidades,
nos permite ver “la realidad” desde los ojos de las otras, de las
marginadas, de las invisibilizadas, las del Sur.

Y puedo decir, que, desde el plano personal, como mujer y


como bióloga este camino hacia la sensibilización de género ha
sido largo. Yo también creía en mitos.

Los mitos sobre el feminismo, el género y las


luchas políticas
Al igual que muchos de las ponentes que me han precedido,
quisiera, desbaratar algunos mitos. El mito número uno es,
“Ser mujer no te convierte en feminista” u otro muy similar
“Ser mujer tampoco te convierte en una experta en género
(generóloga)”. El mito número dos: “Ser feminista no es ser una
histérica, extremista, vociferante, difícil y odia hombres”.

Ser feminista es entender que ha habido y hay luchas de


poder y reconocer que las mujeres somos una minoría, y
que hemos sido víctimas de discriminaciones y violencia

160 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


La inclusión de la equidad de género en las políticas públicas:
¿realmente, lo hemos logrado?

en sus distintas formas. Cuando mujeres más jóvenes se


acercan a mí, y me dicen “Yo no me siento segregada”, “Yo
no me siento ofendida por tal o cual chiste o cumplido”,
me doy cuenta del profundo desconocimiento que existe
sobre las luchas anteriores, las luchas de aquellas que nos
precedieron, de las que tuvieron que lidiar con insultos,
cárcel, y que, como muchas otras mujeres en la historia,
fueron olvidadas, borradas o invisibilizadas.

Ser feminista es entender que la inequidad de género no se


resolverá de manera fácil. Pues se trata de una lucha de poder
y alguien (seguramente algunos) tienen necesariamente que
ceder ese espacio. La inclusión, que a manera de concesión
nos hace la hegemonía, cualquiera sea esta, el Primer Mundo,
el patriarcado, la academia, el Estado) es lo que queremos
desmantelar. Entonces la equidad de género, cómo todo lo
que hacemos en la vida, es una posición política, que primero
puede ser personal, pero que con el trabajo de sensibilización
se vuelve colectiva y puede, a través del control social dentro
de un buen gobierno, convertirse en política pública.

No dialogamos, nos enfrentamos


El tercer punto que quiero analizar es la poca capacidad que
dialogar que tiene el Estado con la sociedad civil y esto está
vinculado directamente con la manera en que se genera
política pública.

Partimos de que para que haya un buen gobierno o una


gobernabilidad democrática debe haber un diálogo horizontal
entre sociedad pública y sociedad civil, donde juntas,
acompañando una a la otra, generan política pública.

Hablar de diálogo entre ambas se refiere de manera específica


y concreta a que el Estado debe crear y fortalecer espacios de
debate y consenso que permitan la construcción conjunta de

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 161


Rossana Manosalvas

política pública y donde se pueden ir incluyendo, de manera


clara, concisa y pragmática los principios de equidad (Olvera
2001). Este es el proceso ideal para la construcción de la política
pública, pero ¿cuál es la realidad? y ¿cómo se construye política
pública en el Ecuador?

La Asamblea Constituyente de Montecristi aprobada en


el año 2008 marca un hito para el Ecuador, es uno de los
momentos de participación ciudadana más amplios en su
historia democrática. Los movimientos sociales de mujeres,
ambientales, indígenas, por el agua, de grupos GLTB llevaron
sus propuestas y pudieron hacer incidencia política.

Sin embargo, a pesar de que tenemos una Constitución


garantista de derechos, y varias Agendas de igualdad que se
establecieron posteriormente, como la que Agenda Nacional
de las Mujeres y la Igualdad de Género 2014-2017, (Comisión
de transición para la definición de la institucionalidad pública
que garantice la igualdad entre hombres y mujeres, 2014), la
pregunta más importante es ¿cuánto se ha cumplido?

Por otro lado, la percepción del Estado como proveedor, en su


rol paternal, y patriarcal y, la de ciudadanos como indefensos,
beneficiarios, clientes o recipientes de bienes y servicios
(seamos hombres, mujeres, los del campo y los de la ciudad,
los indígenas) está cambiando. No debemos, ni podemos ser
vistos como entes pasivos, sino que somos actores, por lo tanto,
activos y poseedores de derechos. derechos que podemos
demandar y exigir, eso sí al Estado, justamente porque él es el
garante de esos derechos.

Finalmente, como hemos visto no todos, ni todas, somos


iguales. Las mujeres, como grupo portador de derechos y
que cuándo hace las demanda hacia el Estado no es grupo
homogéneo.

162 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


La inclusión de la equidad de género en las políticas públicas:
¿realmente, lo hemos logrado?

Para mostrar un ejemplo concreto, voy a hablar desde el


ámbito de la gestión pública en el Ministerio de Agricultura y
Ganadería (MAG) y sobre la condición de las mujeres rurales.
En el Ecuador, las mujeres representan el 20 % de la fuerza
laboral agrícola como productoras de alimentos o trabajadoras
agrícolas, pero tienen serias dificultades para el acceso, uso
y control de recursos como tecnología, formación, crédito y
tierra.

Cada vez más hogares rurales están encabezados por mujeres,


debido a la migración dentro del país y hacia fuera, el trabajo
remunerado de los hombres en las ciudades o hacia los
centros de explotación petrolera suelen ser la principal fuente
de ingresos de sus familias. Esto ha creado lo que se conoce
como feminización de la agricultura. Es decir, hay un mayor
número de mujeres en el campo como jefas de hogar, e incluso
cuando están presentes ambos hombre y mujer en el campo,
las mujeres trabajan alrededor de 20 horas semanales más que
los hombres o lo que equivale a un promedio de cuatro horas
diarias más (Flores, 2018).

Hay poca o escasa participación de las mujeres en los


espacios de toma de decisiones en las organizaciones, por lo
general permanecen en los cargos de secretarias, tesoreras y
vocales, pero solo un mínimo porcentaje (4%) asume cargos
como presidentas o vicepresidentas de la Juntas de Riego
(AndeanTech, 2018).

Retos por cumplir


Para cambiar la situación de inequidad de las mujeres en el
Ecuador, y sobre todo de las mujeres rurales nos quedan varios
retos.

Frente al peso de un Estado burocrático y lento, que hace que


muchas de las políticas queden como discurso, y que pocas

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 163


Rossana Manosalvas

llegan a la práctica al territorio, falta una fuerte sensibilización


y capacitación, tanto a las demandantes y poseedoras
de derechos, así como al Estado en todos sus niveles. En
ocasiones, a pesar de que existen las políticas públicas que
favorecen la equidad de género, la implementación de estas se
dificulta por los mandos medios en las instituciones estatales
que desconocen las políticas, o simplemente no les interesa
aplicarlas.

Hace falta una política pública potente, que se refuerce


constantemente, y que sobre todo se renueve con la
participación de las actoras.

Hay que tender puentes entre la Academia y el Estado, pues


en muchas ocasiones trabajan dándose la espalda, y cada uno
con fuertes prejuicios sobre el otro. Ambas se necesitan, la
Academia para hacer investigación relevante para la realidad
y la problemática, y el Estado para incorporar en su política
pública la innovación social o tecnológica que logre incorporar
las diferencias dadas por el género en los grupos o poblaciones
con los que va a trabajar. En este punto se ha puesto especial
énfasis en investigación en las intervenciones del Estado o de
las ONG que eviten y prevengan efectos adversos, sobre las
mujeres como, por ejemplo, sobrecarga de trabajo, conflictos
intrafamiliares, intra-comunales, o intrainstitucionales.

La sociedad en su conjunto, hombres y mujeres, debemos


hacer cambios en nuestras distintas posiciones, en la sociedad
civil, en la función pública o en la empresa privada, en todas y
cada una de las prácticas cotidianas donde las discriminaciones
o inequidades de género se acentúan, se naturalizan o se
normalizan (Boelens, 2013).

Es una obligación de la sociedad, del Estado y la Sociedad


Civil, entender que la variable género, como una categoría de

164 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


La inclusión de la equidad de género en las políticas públicas:
¿realmente, lo hemos logrado?

las ciencias sociales debe ser incorporada transdisciplinaria


mente en las otras ciencias. El género, es una lupa poderosa
que nos permite analizar la realidad de otra manera, quitando
la neutralidad a lo que ocurre, porque todo responde a unas
causas que van más allá de lo que aparentemente vemos, lo
que se llaman causas estructurales.

Solo un mundo diverso nos permitirá sobrevivir a las grandes


crisis sociales, ambientales, políticas y económicas que
está viviendo el Mundo. La diversidad es nuestra fuerza, las
mujeres y sus diversas identidades, pues somos mujeres,
pero somos mujeres del Tercer Mundo, somos mujeres, pero
somos mujeres andinas, somos mujeres, pero somo mujeres
rurales, somos mujeres, pero somos mujeres indígenas, somos
mujeres, pero somos mujeres analfabetas, somos mujeres…

Debemos trabajar, actuar, incidir, movilizarnos pensando que


el derecho que estamos defendiendo, no es el derecho a ser
iguales a los hombres, sino el derecho a ser diferentes.

Referencias bibliográficas
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caracterización de la población objetivo del programa de
formación a administradores y gestores en el marco de la
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julio 2018 https://tribunafeminista.elplural.com/2017/05/
la-rae-contra-el-lenguaje-inclusivo/
Academia y Género

Mónica Reinoso9

Desde niñas nos enseñaron a ser perfectas y a actuar con


cautela; se olvidaron de decirnos que también debemos ser
valientes y asumir los retos. Y es que, aunque hemos avanzado
mucho en materia de igualdad de género, en el inconsciente
colectivo y en lo más profundo de nuestras mentes aún anidan
muchas ideas sexistas.

Y es, precisamente, por eso que las niñas terminan


convirtiéndose en mujeres que asumen solo los riesgos
imprescindibles y que ante los problemas piensan que algo
anda mal en ellas. Nuestro objetivo es romper ese candado y
asumir con coraje los retos que se presenten, transformando la
educación en el país.

Comenzamos por algo pequeño: el uso obligatorio de la falda


en el uniforme está prohibido. Asimismo desarrollamos una
enseñanza de codificación a través de la cual aquellas niñas que
aprendieron a ser valientes empiezan a crear cosas increíbles
como un algoritmo para ayudar a detectar si un cáncer es
benigno o maligno.

De acuerdo con un informe de la UNESCO “Mujeres en ciencia,


tecnología, e innovación, un problema de justicia”, las mujeres
9 Viceministra de Gestión Educativa – Ministerio de Educación de Ecuador

167
Mónica Reinoso

constituyen solo un 28% de los investigadores existentes en el


mundo. En el Ecuador, el 42% de los investigadores científicos,
del sector público, son mujeres mientras que los hombres
investigadores ocupan el 58% de los puestos.

Sin embargo, y pese a esta diferencia porcentual, podemos


mencionar con orgullo a Eugenia Del Pino, doctora en biología
que fue elegida por la cadena de noticias BBC como una de
las 10 científicas más destacadas de Latinoamérica o Silvia
González Pérez, docente de la Universidad Técnica Particular
de Loja quien obtuvo el premio internacional 2018 de la OWDS-
Fundación Elsevier por su aporte científico en química teórica y
computacional.

Mujeres que decidieron hacer su vida y son nuestro ejemplo.


Como Ministerio de Educación generamos dos programas:
la Agenda Educativa Digital 2017-2021, que responde a la
instauración de una cultura digital global y a las nuevas prácticas
de aprendizaje y enseñanza dentro del contexto ecuatoriano
como sociedad del conocimiento.

Este proyecto nos permite, además fomentar y desarrollar


competencias y habilidades tanto digitales como ciudadanas
así como iniciativas de mejora de la calidad educativa.
Hemos creado estrategias para la alfabetización digital y
la participación; disminuyendo paulatinamente la brecha
y promoviendo la generación de contenidos y de recursos
educativos, acompañados de propuestas y experiencias
innovadoras de aprendizaje.

Contamos con un espacio digital de reflexión, articulación,


empoderamiento y transformación mediante el cual se está
formando y capacitando a 10.097 docentes, entre mujeres
y hombres en nuevas metodologías para la enseñanza
aprendizaje de las ciencias, el uso de recursos tangibles y
digitales para la enseñanza de la matemática.

168 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


Academia y Género

El 16 de abril pasado Ecuador participó en el Día internacional


de las niñas en las TIC’s 2018, organizado por la Unión
Internacional de Telecomunicaciones (UIT). Allí instituciones
como Plan Internacional, la Escuela Politécnica Nacional y el
Ministerio de Telecomunicaciones prepararon diversos talleres
en los cuales estuvieron cerca de 350 niñas que pudieron
disfrutar del mundo de la programación, utilizando programas
como Allice, Scracht, Scracht Junior, entre otros.
Según la UIT, hasta la fecha, más de 325.000 niñas y mujeres
jóvenes han participado en más de 9.400 celebraciones del Día
Internacional de las Niñas en las TIC, en 171 países de todo el
mundo.
No se puede hablar de desarrollo sin el protagonismo de las
mujeres y la eliminación de obstáculos en diversas áreas, entre
ellas la educativa. Por eso el segundo programa emprendido
por el Ministerio de Educación tiene un enfoque ambiental; es
una apuesta institucional y personal ya que tenemos un equipo
liderado por mujeres.
En septiembre del 2017 pusimos en marcha la Metodología
Tierra de Niñas, Niños y Jóvenes para el Buen Vivir, TiNi, un
programa creado en Perú y que se aplica en más de 10 países
del mundo. Su aplicación parte en el momento en el cual los
adultos otorgan a las niñas, niños y jóvenes un espacio de
tierra que puede medir medio metro cuadrado o más para criar
la vida y la biodiversidad con amor.
En adelante, es alrededor de ese espacio -que funciona como
un aula al aire libre- en el que los estudiantes fortalecen sus
conocimientos, habilidades, valores, y autoestima para vivir en
armonía con el ambiente. No importa si es una niña o un niño:
el cuidado y la protección del ambiente no conoce de géneros.
Con la aplicación de TiNi, más allá del fortalecimiento de
conocimientos científicos, las niñas y los niños son reconocidos

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 169


Mónica Reinoso

como agentes del cambio positivo y aplican también sus valores


para construir un país y un mundo mejor para ellos mismos,
para los demás y para la naturaleza. Esta transformación social
que se desarrolla en dos sentidos.

El primero es que dejemos de lado la idea de que niñas, niños y


jóvenes recién podrán protagonizar cambios socioambientales
cuando cumplan la mayoría de edad. Con TiNi asumimos la
idea de que los estudiantes son ciudadanos proactivos cuando
ejecutan pequeñas o grandes acciones, pues al recuperar un
espacio abandonado, al sembrar sus alimentos o adoptar y
mantener un árbol son los protagonistas de este cambio.

El segundo es que las niñas puedan empoderarse de los espacios


más cercanos a su realidad, para que tomen decisiones de
mejora y uso de esos espacios en igualdad de condiciones que
los niños. Actualmente 6.378 instituciones educativas crearon
sus espacios TiNi y 1.049 docentes han sido capacitados a nivel
nacional.

El trabajo ha sido arduo; hemos tenido y tenemos aún que


derribar muchas barreras pero, somos mujeres y al llenarnos
de valentía nos volvemos indestructibles.

170 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


El acoso sexual en las
instituciones de educación
superior

Paz Guarderas

Este trabajo versa sobre un tema que es clave de analizar en


esta relación entre academia y género: el acoso sexual en las
Instituciones de educación superior.

Partamos de algunos datos. Según el censo del 2010 en la


educación primaria la tasa de asistencia de mujeres es de 90%
en la población y en la educación media es 40%, la brecha
entre hombres y mujeres se ha acortado. Pero, en la educación
superior la tendencia indica que ligeramente son las mujeres
quienes más acceden, en un 10%. Finalmente, las mujeres
tendemos más que los hombres a obtener título universitario.
Sin embargo, apenas el 4% de las mujeres que laboran en las
universidades como docentes, se dedican a la investigación y
apenas un 33% ocupan cargos de toma de decisión.

Quedémonos con la buena noticia: somos más mujeres que


hombres quienes accedemos y culminamos la educación
superior. Sin embargo, consideramos que este acceso no
ha implicado que el medio universitario deje se ser hostil
e intimidatorio hacia las mujeres, tal como lo demuestran

171
Paz Guarderas

las situaciones de acoso sexual que desde el 2016 han sido


visibilizadas por diversos colectivos de estudiantes y docentes,
principalmente de la Universidad Central. En estos años se
han hecho públicas situaciones históricamente silenciadas y
naturalizadas en nuestras universidades.

El tema del acoso sexual en las universidades ha sido


escasamente estudiado en el país, salvo una publicación de
Julieta Logroño, y algunas tesis de licenciatura y maestría.

Por ello nos pareció importante iniciar algunas investigaciones


sobre el tema. Hasta ahora hemos realizado dos investigaciones
que están en curso. Hemos indagado las concepciones sobre
el acoso sexual y estamos iniciando una investigación para
conocer la prevalencia de esta problemática.

Comprendemos al acoso sexual como un tipo de violencia de


género, es decir, “es parte de un complejo entramado material
y simbólico constituido por discursos y prácticas hegemónicas
heteropatriarcales, atravesados por concepciones racistas y
clasistas” (Guarderas, et all, 2018). Estos discursos y prácticas
violentos mantienen a las personas en situación de inferioridad
y desigualdad, y se activan en las relaciones universitarias:
“es un mecanismo para, en última instancia, perpetuar las
relaciones desiguales de poder” (Guarderas, 2014).

Según Bosch y sus colaboradoras, el concepto acoso sexual


(sexual harassment) es empleado por primera vez en 1974 en
Estados Unidos por un grupo de feministas de la Universidad de
Cornell (USA) refiriéndose exclusivamente al acoso en el mundo
laboral y aludía al comportamiento masculino que negaba el
valor en el ámbito laboral a las mujeres y que se manifestaba de
modo sexual, pero con una clara intención de ejercer el poder
hacia ellas. Es decir, se trata de un comportamiento intrusivo e
indeseado sobre las mujeres.

172 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


El acoso sexual en las instituciones de educación superior

En 1992, Paula Nicolson y Jane Ussher incluyeron en la


definición el ámbito académico, y lo definieron como:
cualquier indeseada e inaceptada insinuación sexual,
petición de favores de tipo sexual, contacto físico o de
palabra, cuando ese contacto tiene el propósito o efecto de
interferir irrazonablemente en el trabajo de un individuo,
en su actuación académica o intenta crear un ambiente
laboral o académico intimidatorio, hostil u ofensivo (Bosch,
et all, 2009).

Para Hirigoyen (2000) el acoso sexual implica el uso de


la autoridad para la satisfacción sexual o imposición de
requerimientos sexuales indeseados a quien es agredida en el
contexto de una relación. Este acto implica la concepción de las
mujeres como objeto sexual y a disposición de quien la agrede
(Hirigoyen, 2000). El acoso sexual no es un problema de poder
jerárquico, sino de poder de género, que puede entrelazarse
con las jerarquías universitarias.

En la normativa nacional el COIP se contempla al acoso sexual


enfatizando que se trata de un problema de índole jerárquico
pero no de género.

La reciente Ley Orgánica Integral para la Prevención y


Erradicación la Violencia de Género contra las Mujeres (2018)
no contiene un articulado específico sobre acoso sexual, aunque
lo incluye como una de las prácticas de la violencia psicológica
de modo explícito y de modo implícito en la violencia sexual. La
misma ley se refiere a la violencia en el ámbito educativo como
“aquella que se ejerce mediante palabras, acciones, omisiones
o conductas que infringen o inducen docentes, personal
administrativo, compañeros u otro miembro de la comunidad
educativa (…) contra las mujeres” (p.10).

Con este marco conceptual nuestras investigaciones se han


basado en las epistemologías feministas del conocimiento

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 173


Paz Guarderas

situado (Haraway, 1995), hicimos una elección metodológica


desde nuestra posición política. En nuestro contexto parece
necesario contar con datos empíricos para dotar de visibilidad
a este problema social.
El objetivo de nuestra investigación fue contribuir en la
detección del acoso sexual indagando cómo lo comprenden
las y los estudiantes posteriormente indagaremos sobre su
prevalencia.
Para dar cuenta de las concepciones sobre acoso sexual
realizamos una investigación de carácter exploratorio mediante
la réplica de un cuestionario realizado por Esperanza Bosch y
sus colaboradoras en España (Álvarez, 2018). Es un cuestionario
que estudia los comportamientos que pueden constituir
acoso sexual, conformado por 38 ítems. Cada uno alude a
prácticas diversas y las personas deben indicar si se trata de:
“acoso sexual”, “otros delitos”, “comportamiento grosero”,
“comportamiento normal entre adultos”. Lo adaptamos al
lenguaje utilizado en nuestro país.
El cuestionario fue aplicado a una muestra de estudiantes de
una carrera en una IES privada. En el período de la investigación
(2017-2017) estaban matriculadas 975 estudiantes el 70% de
mujeres y el 30% de hombres.
Se realizó una muestra con 83 hombres y 192 mujeres de 18-
48 años. Se aplicó el cuestionario en grupos mientras estaban
asistiendo a clases.
Para indagar sobre la prevalencia del acoso sexual estamos
desarrollando un instrumento validado en nuestro contexto
para medirlo. Hemos realizado la validación de contenido
basadas en la selección de grupo de personas expertas, uso del
panel de expertas y guías de validación de contenidos.
Se conformó un grupo de 15 personas expertas: 10 contaban
con experticia en investigación en género; dos en investigación

174 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


El acoso sexual en las instituciones de educación superior

cuantitativa y cualitativa; y un investigador de salud. También


se contó con la participación de una persona de bienestar
estudiantil que atiende situaciones de acoso en la universidad.
Las personas expertas eran de dos universidades privadas UPS
y PUCE y cinco públicas U de Cuenca, UCE, FLACSO IAEN, UASB
(Larrea, 2018).

En referencia al uso del panel de expertas (Grant y Davis, 1996) se


realizaron tres talleres grupales presenciales y varias consultas
individuales virtuales. En un primer momento se realizó una
aproximación a las experiencias que se reportaron en las siete
universidades. Posteriormente se elaboró un inventario de
acoso sexual en las IES. Este inventario fue presentado a las
participantes en forma de una guía para medir la pertinencia
y la especificidad de los contenidos de los ítems basadas en
el porcentaje de acuerdo —level of interrater agreement—
(Grant y Davis, 1996).

Posteriormente, se presentó una segunda guía de selección


de prácticas asociadas al acoso sexual, para identificar la
correspondencia entre la práctica descrita y el acoso sexual, es
decir cuan relevante y representativo era cada comportamiento.

Se añadieron variables socio demográficas, variables de


presentismo y ausentismo trabajadas por Arístides Vara-Horna
y colaboradores (2016), tras lo cual se presentó a expertas
externas para que analizaran el nivel de comprensión de cada
ítem.

Resultados sobre las concepciones en torno


al acoso sexual
Los principales resultados sobre la investigación apuntan a
que existen situaciones de acoso sexual sutiles y descarnadas,
pero a la hora de identificar las concepciones en torno a estas
prácticas existe un desconocimiento de lo que es o no acoso

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 175


Paz Guarderas

sexual de alrededor del 20% de las personas participantes. La


tendencia evidencia que las mujeres son quienes menos claro
tienen qué es el acoso sexual y qué no lo es.

El envío de mensajes por redes sociales, los tocamientos en


zonas genitales son los comportamientos que alrededor del
90% de las personas encuestadas los conciben como acoso
sexual.

Llama la atención que el 20% de las personas no consideran


que el uso de situaciones supuestamente académicas para
buscar mayor intimidad no deseada, sea acoso. Y este mismo
porcentaje considera que la petición de favores sexuales para
obtener beneficios no es acoso sexual.

Asimismo el 30% de personas no consideran que el no atender


favores sexuales por amenaza del prejuicio es acoso sexual.

A manera de conclusiones
Los hallazgos sobre las concepciones sobre el acoso sexual
dan cuenta de una cuestión que requiere ser estudiada con
mayor profundidad. No se debe perder de vista que ésta fue
una investigación exploratoria. Los datos presentados nos
muestran que existe confusión sobre lo que es acoso sexual.
Llama la atención que sean las mujeres quienes menos claro
tienen la definición. Si bien la carrera en la que se llevó a cabo
la encuesta tiene más mujeres que hombres, nos alerta que no
se comprendan situaciones muy complejas como acoso sexual.
Esto se debe a que lo conciben como otro tipo de delito. Sin
embargo, también puede vincularse a la naturalización de este
tipo de violencias dentro del ámbito universitario. Esto habría
que indagarlo.

Otra cuestión que llama la atención en el caso de los hombres


es que, si bien se tiende a tener más claro las situaciones

176 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


El acoso sexual en las instituciones de educación superior

más descarnadas de acoso sexual, no se ven como tales otras


prácticas más sutiles por decirlo así. Quizás esto se relacione
con rituales de masculindad hegemónica que se llevan a cabo,
comprendiendo ciertas prácticas de acoso como cotidianas. En
la actualidad hemos iniciado una nueva investigación asociada
a esta hipótesis con hombres adolescentes y jóvenes.

En referencia al proceso de elaboración del instrumento para


medir la prevalencia del acoso sexual en las IES, consideramos
que validación de contenidos por expertos es fundamental,
pues comúnmente los test psicométricos, los cuestionarios y
encuestas son desarrollados fuera del contexto ecuatoriano o
adaptados sin procesos de validación rigurosos. Lo que muchas
veces invalida los datos obtenidos.

En los procesos de validación de contenidos la principal


dificultad apuntada en la literatura es la incongruencia entre la
conceptualización y el contenido del constructo (Grant y Davis,
1996). El caso del acoso sexual tiende a ser un fenómeno con
diversas definiciones. La delimitación del concepto de acoso
sexual se relaciona con los siguientes elementos: los sujetos
(sexo, jerarquía y relación con la actividad), las conductas y la
percepción de la persona acosada.

Como lo hemos mencionado (Guarderas, et all, 2018) “el


aporte del panel de expertas a este campo ha sido ampliar
la noción de sujetos hacia las diversas posiciones sexo-
genéricas”. En cuanto a la jerarquía, la definición jurídica
nacional establece explícitamente la autoridad en la relación
laboral o docente COIP, 2014). Sin embargo, es necesario
incluir las relaciones de poder a partir de interpelaciones
sociales marcadas por la dominación patriarcal. Esto es, hay
que considerar la interseccionalidad, es decir, la “diversidad
y dispersión de las trayectorias del entrecruzamiento de las
diferentes modalidades de dominación” (Viveros Vigoya, 2016).

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 177


Paz Guarderas

Asimismo, se eligió trabajar con las diversas relaciones que se


dan en las IES, tanto en el orden laboral como educativo, sin
perder de vista el escalafón (Guarderas, et all, 2018).

El abordaje del acoso sexual es múltiple. En unos casos tiene


un carácter más amplio, y está a prácticas que implican
consecuencias negativas para las mujeres (Pérez Guardó, 2012).
Otras definiciones lo vinculan con tres aspectos: actitudes
degradantes hacia las mujeres basadas en estereotipos que
aluden a las competencias y habilidades femeninas; la atención
sexual no deseada y la coerción o chantaje sexual (Guarderas,
et all, 2018). Asimismo, varias autoras aluden a dos tipos de
acoso: el chantaje sexual o acoso quid pro quo o de intercambio,
y el acoso sexual ambiental (Bosch et al., 2012; Pérez Guardó,
2012).

Concluimos que el panel de personas expertas aportó a la


construcción de los ítems considerando de forma simultánea:
el contenido, el efecto, la frecuencia, el fin, el contexto y
el modo. Pero en énfasis está en: en primer lugar aquellas
prácticas que son indeseadas, ofensivas, irrazonables,
inaceptadas o no buscadas(…) Partir de las experiencias vividas
en las IES enriqueció el trabajo de delimitación del fenómeno,
atribuyendo al concepto acoso sexual categorías que lo
caracterizan con el fin de elaborar un constructo operativo y
medible. Se pudo delimitar el fenómeno gracias a los debates
y estudios realizados en otros contextos, pero aterrizándolo
en prácticas medibles acorde a las especificidades de cada
universidad. (Guarderas, et all, 2018).

178 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


El acoso sexual en las instituciones de educación superior

La variedad de abordajes conceptuales del


acoso sexual dificulta su reconocimiento,
detección, medición y establecimiento de
políticas para su erradicación
Esta investigación sorteó esta dificultad precisando sus
confines, pues se seleccionaron los elementos que por medio
de la discusión y a través consenso entre las expertas (mayor
a 70%) fueron apuntados como pertinentes, relevantes,
representativos y específicos. De igual modo, se diferenció
el acoso de otros comportamientos. La existencia de un
planteamiento común entre las personas expertas favoreció
contar con los indicadores para la medición lo que favorecerá
la obtención de cifras que no sean dispares y comparar los
resultados.

Es fundamental la delimitación del abordaje en clave feminista,


lo que implica partir de la comprensión del acoso sexual como
una expresión de las relaciones de poder en las que se ponen
en juego configuraciones vinculadas al género, la etnia, la clase
social, las orientaciones sexuales, etc. Este es un aporte al
campo para otras latitudes. (Guarderas, et all. 2018).

Es clave que en las universidades se realicen campañas que


permitan identificar con claridad que es o no acoso sexual
desde una perspectiva feminista. Pero para ello hay que
lograr construir una definición común para esta violencia de
género que emerge en el ámbito universitario. En la actualidad
estamos trabajando en este sentido.

Para cerrar, queremos dejar planteada la necesidad de construir


un fuerte tejido social dentro de las universidades y entre
las universidades para lograr hacer que estos espacios sean
menos hostiles y que favorezcan procesos de transformación
en el cotidiano.

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 179


Paz Guarderas

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180 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


El acoso sexual en las instituciones de educación superior

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Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 181


La utopía: el pensar como un
acto de amor

María Elena Cruz Artieda10

Este trabajo quiero problematizar acerca de la diferencia


entre saber/es y conocimiento oficial con el fin de establecer
una conexión con lo que en la Academia se conoce como
Epistemología.

A lo largo de la historia Occidental, el pensamiento en


su despliegue generó una tensión entre los saberes y el
conocimiento. Por ejemplo, en Egipto y en Grecia los magos
eran considerados portadores de sabiduría pues conocían el
uso de hierbas, partes de animales para curar enfermedades o
para crear cosas sin comprender las causas que las originaron.

Así, la magia es un antecedente directo de la alquimia, que no


es sino el arte de mezclar esencias, sustancias, materias con el
fin de ayudar a la Naturaleza en el permanente y maravilloso
acto de CREAR.

La magia, de este modo, organizó un conjunto de observaciones


como intento de comprender el mecanismo o las regularidades
de la naturaleza. En consecuencia, la magia en tanto actividad
humana estuvo ligada a la ciencia, a la religión, a la filosofía y
10 Escuela Politécnica Nacional. Departamento de Ciencias Sociales

183
María Elena Cruz Artieda

al arte con el propósito de incentivar el crecimiento espiritual


de la cultura.

La valoración positiva de la magia se fue perdiendo conforme el


deseo de poder y dominio iban apoderándose de los sentidos
de las culturas. En el siglo V de nuestra era, la religión Católica
se proclama como la religión universal y desconoce otros tipos
de creencias y de saberes que no estén en atención al dogma.

El dogma católico para afirmar su dominio hace la diferencia


entre aquello que es ortodoxo y aquello que es pagano. Con lo
cual, al imponer lo ortodoxo, se abre una perspectiva de vida
que al globalizarse impone una hegemonía que hace posible la
superioridad y la sumisión de todo aquello que toca tanto en
el plano de las relaciones entre los seres humanos como en las
relaciones del ser humano con la naturaleza y de la relación
del individuo consigo mismo, es decir, hablando en términos
epistemológicos, el todo, como diversidad y pluralidad
absoluta, es sometido y subsumido por su centro. Estamos
hablando de la hegemonía del UNO.

La dialéctica entre el Pensamiento y el Pensar


• EL pensamiento se vincula con la acumulación de
conocimientos, muy importante en la Epistemología, pues
la evolución humana implica, entre otras cosas, dar orden
al aparente caos de la naturaleza pero a partir de nuestros
propios sistemas o estructuras de signos. De ahí que
Cassirer, E. (2016) distinguió al menos cuatro modos de
pensamiento que se expresan cada uno con su particular
estructura, diferente una de la otra pero conectadas entre
sí. Pensamiento Científico (cálculo)
• Pensamiento Mítico (magia)
• Pensamiento Religioso (parábola)
• Pensamiento Artístico (metáfora)

184 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


La utopía: el pensar como una acto de amor

En la relación de estos han sido posibles las distintas culturas


que han habitado a lo largo de miles de años el planeta. De este
modo, el pensamiento es una especie de “memoria histórica”
que en ciencias se le conoce como un conjunto de coordenadas
que nos permiten a los individuos poner en relación el espacio
y el tiempo: eso es la representación.

En consecuencia, cada pueblo narra su historia y la imprime


como huella para que otros la puedan “leer” y conocer acerca
de su existencia. Así, toda cultura no es sino una representación
y por ende es una ficción que da lugar a la realidad.

La Época Medieval en Europa se desarrolló sobre la convicción


que la única realidad es aquella que predica la doctrina Católica,
así se desataron guerras en nombre de la cruz (conocidas como
las cruzadas) con el fin de aniquilar cualquier otro tipo de
realidad distinta, para ello se aplicaron métodos de humillación
tanto material como espiritual que implicaron el despojo de
otros modos de representación.

Amén a las cruzadas se estableció un modo de ser europeo que


anuncia al “yo conquisto” como subjetividad dominante que
legitimó sus prácticas a través de la ciencia.

En el modo de construcción de conocimiento, a partir del siglo


XVI el pensamiento científico cobró autoridad sobre los otros
tipos de pensamiento, así, se estableció una jerarquía que
conlleva la desconexión de la ciencia con el arte, con el mito
y la religión tildando los saberes y conocimientos que aportan
estos como irrelevantes, ingenuos o inválidos.

H. Arendt (2007) expone el hecho que en algún momento de


la historia el pensar como acto se desvinculó del pensamiento
en tanto acumulador de conocimientos. Siguiendo a Arendt,
y a modo de sugerencia, creo que esta fatal desvinculación
se consolidó entre los siglos XVII-XX, momento en que el

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 185


María Elena Cruz Artieda

pensamiento positivista se auto-asumió como defensor de la


verdad.
La Verdad que anuncia el positivismo está en relación directa
con abordar la naturaleza como un objeto de estudio en el que
cualquier argumento de índole mítica, metafísica y artística son
vistas como irracionales. De este modo, el positivismo apela
a organizar leyes científicas que deben aplicarse de modo
general. Surge así la historia universal que tipifica a las culturas
para diferenciarlas entre civilizadas y salvajes.
El pensamiento positivo, de este modo, deja fuera toda
“reflexión que no sirva al conocimiento oficial” por considerarlo
“fuera de orden” (Arendt, 2007).
Se establece, en consecuencia, un modo de pensamiento
excluyente que tiene como Autoridad central “el nombre del
Padre” (Zizek, 1994), telón de fondo para establecer relaciones
falo céntricas y patriarcales en las que el sujeto de acción es el
“yo conquisto” (Benítez, 2002).
Por tanto, la realización del triunfo de este sujeto conlleva una
marca que intenta ser maquillada pero que no deja de estar
presente en el quehacer científico y tecnológico medieval,
moderno y contemporáneo porque detrás del esplendor
hay cientos, miles y millones de víctimas sacrificadas por no
someterse a la Verdad.
Ejemplos de esto tenemos muchos: el horror de las cruzadas
que enfrentó en una guerra sanguinaria al menos dos tipos de
representación –la judeo-cristiana y romana con la árabe- las
guerras medievales por el poder –entre los diferentes reinos
ubicados en la actual Europa- las asechanzas a alquimistas y
a magos, la conquista a América, la guerra entre católicos
y protestantes, las quemas en la hoguera a mujeres por
acusaciones de brujería, las persecuciones a homosexuales, el
odio religioso que desembocó en el holocausto.

186 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


La utopía: el pensar como una acto de amor

¿Qué podemos hacer las Mujeres en la


Ciencia?
H. Arendt, explica la importancia de pensar como un acto que
nos lleva a la reflexión, es decir, a mirar aquello que está hecho
pero con ojos críticos que nos permitan corregir en bien de la
humanidad los errores. Esta reflexión la dialogó con Benjamin,
quien incluso dio una imagen a este reflejo al que lo llamó el
ángel de la historia.

De este modo, no es necesario satanizar, ni deslegitimar todo


producto científico construido por el método moderno ligado
al pensamiento positivo, sino aquellos elementos que han
causado dolor, sufrimiento y muerte a miles de seres humanos
y daños a la naturaleza. Así, la función social de la filosofía y de la
epistemología es según Gaston Bachelard (1973) comprender,
hacer una genealogía, es decir, de-construir el rompecabezas
para volverlo a armar desde otras perspectivas o puntos de
vista. Ese es el ejercicio de los científicos que tienen como
hábito pensar para volver a crear.

El positivismo, si bien ha sido un método fructífero para el


desarrollo tecnológico y científico, tiene errores sobre los que
hay que hacer una crítica; así, este método solo pone atención
en los resultados que una vez conseguidos se proclaman como
verdades inapelables, que en ciertos momentos de la historia
se ha constatado se posicionan como ladrillos inamovibles
que sostienen una estructura que al ser estándar tiene como
objetivo “calzar a todo ser humano”.

Comprender al positivismo implica poder observar al sujeto


que lo enuncia -y ese claramente es el “yo conquisto”- que
en los últimos siglos de nuestra presencia como especie en el
Planeta ha sido causa de violencia y destrucción que no solo se
plasma en los destrozos materiales acaecidos en los genocidios
y en las guerras sino además se muestra en un deterioro

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 187


María Elena Cruz Artieda

espiritual que ha llegado a límites insoportables como son las


mafias económicas y políticas que concentran la acumulación
de la riqueza en un porcentaje cada vez menor de la población
humana y aparecen de modo cínico como los “salvadores del
mundo”; además a nivel individual el exceso de “tecnología
informática” nos está llevando a un deterioro en la salud que
cobra forma en altos índices de enfermedades psicológicas
como la depresión, la angustia, la bulimia, la obesidad mórbida,
la diabetes…

Resulta de todo esto que el principio femenino así como el


principio masculino en tanto que paridades de lo vital y sensible,
de lo real y concreto, han terminado siendo subsumidos por
un principio abstracto de universalización que ha dado lugar a
un ciclo histórico que la Filosofía contemporánea denomina el
“mundo de la cantidad”, mundo que por sus contradicciones se
encuentra en un momento de total decadencia que amenaza
con la propia existencia de lo humano y de la naturaleza, es
decir, de lo vital.

En estas condiciones lamentables, el pensamiento en tanto


acumulador de conocimientos debe ser interpelado por el
“acto de pensar” que motive nuevos sentidos y construya
un pensamiento como promesa de salvación que recurra a la
presencia activa de lo femenino como posibilidad de un modo
de representación distinto que integre a lo masculino en una
realidad de paridad complementaria como está presente en la
Cosmovisión de pueblos que luchan por la Tierra y que en el
mapa del mundo actual son las periferias del sistema capitalista
central.

Finalmente, es tarea de la Filosofía poner en movimiento


una epistemología de carácter femenina que haga posible
la creación de nuevas utopías que nos lleven a meditar y
reflexionar: pensar en esa dirección, es un acto de AMOR.

188 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


La utopía: el pensar como una acto de amor

Referencias Bibliográficas
Cassirer, E. (2016). Las Formas Simbólicas. México D.F.: FCE.
Arendt, H. (2007). Responsabilidad y juicio. Barcelona: Paidós.
Zizek, S. (1994). Goza tu síntoma. Jaques Lacan dentro y fuera
de Hollywood. Buenos Aires: Nueva Visión.
Benítez, M. (2002). Peregrinos y Vagabundos. La cultura
política de la violencia. Quito: Abya-Yala.
Bachelard, G. (1973). Epistemología. Barcelona: Anagrama.

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 189


Diálogo de saberes: visión desde
las mujeres afroecuatorianas
Irma Bautista Nazareno

”Toda forma de vida implica forma de conocimiento,


de acoplamiento con el medio, de regulación
del intercambio de materia y energía”
Baradian y D. Vásquez

Introducción
Señora Epifanía curandera de Borbón dando un sobijo para
curar el “ojo” a la niña Yavisa.

191
Irma Bautista Nazareno

El tema propuesto en el panel es el diálogo de saberes desde


la visión de las mujeres de pueblos y nacionalidades, me
permitiré tratarlo desde la visión de la mujer afroecuatoriana,
porque aunque hemos tenidos el mismo trato de irrespeto por
nuestros saberes y conocimientos ancestrales, considero que
cada pueblo tiene su propia cosmovisión y el derecho para
hablar del tema con voz propia.
Establecer este diálogo de saberes desde la cosmovisión de
las mujeres afroecuatorianas, me lleva a reflexionar desde su
sentir profundo a su espiritualidad, sanadora, para la mujer
afrodescendiente ser sabia es tener conocimientos para el
goce de la vida y para la vida proyectada al más allá, trataré
sobre uno de los conocimientos que es la medicina ancestral
y la soberanía alimentaria, esperando que este diálogo sea
en concordancia con el concepto propuesto por el maestro
Cachiguango que dice:
Un diálogo se diferencia del monólogo (un solo discurso)
en que es el cruce del dar y recibir (intercambio)
respetuoso de dos o más discursos. Esta reciprocidad
para dar y recibir aprendizaje lo podemos llamar como
relación y diálogo de culturas, es la relación y diálogo con
la palabra, con los pensamientos, con los sentimientos
y con los actos. Este diálogo es lo que genera una nueva
actitud y una nueva forma de ver las cosas por cuanto
disipa inquietudes, descubre realidades incomprendidas,
revela verdades entre los dos dialogantes. Sin embargo,
estos interlocutores tienen que dejar de lado los posibles
prejuicios sobre el otro, tienen que “sintonizarse” en una
causa común para entenderse y comprenderse. No hay
diálogo entre dos desiguales (Tayta,s/f).
Antecedentes
El pueblo afroecuatoriano es un conjunto de núcleos familiares
de ascendencia africana que forman comunidades urbanas y
rurales, que han mantenido una cultura propia y una historia
común, que están determinados a preservar, desarrollar

192 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


Diálogo de saberes: visión desde las mujeres afroecuatorianas

y trasmitir a las futuras generaciones, su acervo cultural,


que mantienen sus territorios ancestrales como base de
su existencia, de acuerdo a sus propios patrones culturales
ancestrales, instituciones sociales y sistemas legales, su
conformación y presencia es anterior, a la creación de la
República del Ecuador11.

La población afroecuatoriana según el censo del 2010, es de


1.041.559 personas que equivale al 7,2% de la población total
del Ecuador. Las mujeres afroecuatorianas representan el
49,26%, de la población perteneciente a esta etnia, es decir,
513.112 personas mientras que los hombres son el 50,74%
(INEC, 2010).

Como es de conocimiento general el origen de los


afroecuatorianos y de toda la Diáspora Africana en América y el
mundo tiene que ver con la trata tras-atlántica, que arrancó a
millones de hombres y mujeres del África Subsahariana, muchos
de ellos poseedores de conocimientos y saberes ancestrales
de manera que lo que se dio no fue solo esclavización para
obtener de ellos fuerza de trabajo, sino también transferencia
de conocimientos que les han sido negados, al punto que recién
en la Constitución del 1998 y en la del 2008, se nos reconoce
como pueblo con derechos colectivos, hasta hace poco tiempo
en las aulas escolares se nos enseñaba que no teníamos cultura
y que nuestra patria era España.

La riqueza cultural, conocimientos y saberes de los


Afroecuatorianos en todas sus expresiones, se ha ido
visibilizando a través de distintos medios y representaciones
culturales y por la lucha desde los procesos organizativos,
porque al igual que a las personas de los pueblos y
nacionalidades el funcionamiento de la colonialidad del saber,

11 Concepto construido por los delegados afroecuatorianos que elaboraron


el Plan Acción de Derechos Humanos de los Afroecuatorianos-2.002

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 193


Irma Bautista Nazareno

donde una cultura de impuso sobre muchas otras culturas,


dio como resultado la imposibilidad de un verdadero dialogo
de saberes, persistiendo la usurpación de conocimientos en
alguno casos y en su mayoría el conocimiento de los saberes
ancestrales, fueron invisibilizados y desvalorizados, llegando a
ser condenados a mitos o sabiduría popular.

Considero que en este caso se puede ver claramente que


no hay un problema de género si no étnico-cultural, porque
las dificultades para desarrollarnos y ser reconocidos como
aporte en los diferentes campos de las actividades humanas
y especialmente en las ciencias, es por igual en hombre y
mujeres de pueblos y nacionalidades.

Así lo analiza Catherine Walsh (2012) cuando dice:


La Cultura occidental porta el racionalismo científico
que ha funcionado también herramienta de colonización
cultural e ideológica. De esta forma se condenan a todos
los otros saberes y epistemes a la condición de mitos,
sabiduría popular las cuales son segregadas y consideradas
como nociones pre-científicas

Los saberes engloban conocimientos sobre, biodiversidad,


educación, ciencia, lenguas, tecnologías, medicinas,
gastronomía, astronomía y al considerarlas nociones pre-
científicas se las reduce solo a experiencias subjetivas que
no son valoradas como verdad, no se toma en cuenta su
prevalencia y transmisión intergeneracional por miles de años,
a pesar de la brutal persecución e intentos de desvalorización
no han podido acabar con estos conocimientos. Pero es difícil
que la ciencia reconozca las prácticas, saberes, sentires y
conocimientos ancestrales como aportes a la ciencia de hoy.

194 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


Diálogo de saberes: visión desde las mujeres afroecuatorianas

Importancia de los conocimientos y saberes


ancestrales como aporte al campo científico
La importancia de los conocimientos y saberes ancestrales no
se circunscribe únicamente favorable para beneficio de las
comunidades y pueblos que la practican si también para toda
la humanidad, así lo reconoció la Organización de las Naciones
Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) sobre
la diversidad cultural en la que se estableció que” los saberes
tradicionales y ancestrales son un patrimonio cuyo valor
no se circunscribe sólo a las comunidades originarias, sino
que constituye un valioso recurso para toda la humanidad”
(UNESCO, 2012).

Antes de determinar cuáles son los aportes que mi pueblo y en


especial las mujeres del pueblo afrodescendiente ha dado a la
ciencia pregunto ¿qué es lo que la ciencia ha obtenido de los
africanos y sus descendientes y hasta ahora no ha reconocido?.

El papel de las mujeres afroecuatorianas


como guardianas de los conocimientos
Las mujeres afrodescendientes han sido y siguen siendo la
fortaleza viviente para su pueblo y la sociedad toda, ellas abren
puertas a la vida y son las guardianas en la conservación de la
cultura que desde a ancestralidad se ha venido construyendo
y de-construyendo hasta darnos una identidad propia y con
valores. Pero si las miramos desde los valores científicos
vamos a encontrar mucha invisibilización a sus aportes desde
sus saberes y aún más ha tenido las puertas cerradas hacia
a participación y formación en ciencias, lo que no ha sido un
problema solo de las mujeres afrodescendientes, si no de las
mujeres en todas las culturas.

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 195


Irma Bautista Nazareno

Dionisia Casquete (curandera de Borbón)

Las mujeres desde los inicios de la humanidad hemos sido


curanderas, cirujanas y parteras, químicas y mucho más, en el
proceso de recolección de los vegetales y su uso, descubrieron
las propiedades medicinales de las plantas y aprendieron a
secar, almacenar y mezclar las sustancias vegetales. Muchas
son sanadoras como doña Dionisia Casquete curandera de
Borbón, es una mujer con experticia en salvar personas que
han sufrido picaduras de serpientes.

Mercedes Barahona partera de las comunidades


de San Lorenzo

196 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


Diálogo de saberes: visión desde las mujeres afroecuatorianas

Gracias a la experimentación y a la observación cuidadosa


descubrieron las yerbas que eran un tratamiento efectivo para
diferentes enfermedades. Sin embargo, este conocimiento
hasta la actualidad no es reconocido como ciencia, para la
cultura occidental es un conocimiento empírico. Porque si se le
pregunta sobre los conocimientos que posee con los cuales ha
salvado vidas, no lo puede explicar en la forma como la ciencia
lo explica, metódica, con teorías e hipótesis demostrables en
evidencia observable, y cuantitativa pero si con el conocimiento
basado en la experiencia y en la percepción sensorial, con sus
palabras e ideas cimentadas en su propia experiencia y en
los conocimientos trasmitidos de generación en generación,
utilizando elementos de la naturaleza, la energía que emerge
de su ser, secretos y oraciones, conocimientos de la herbolaría
y en forma cualitativa.

Estas características de ser y estar en el mundo son las


que diferencian los conocimientos tradicionales de los
conocimientos científicos, porque nuestra concepción es
holística, comunitaria, integra la vida en todas sus formas.
Diferente al conocimiento científico que se prueba en los
laboratorios

El papel desempeñado por las mujeres Afrodescendientes,


desde la llegada de nuestras ancestras, fue de aportes, dieron
su fuerza de trabajo y transferencia de conocimientos, lo que
contribuyó desde sus inicios a la nación ecuatoriana.

Otra una gran contribución está en la alimentación, forma de


preparación de los alimentos.

Conclusión y recomendaciones
Para terminar, creo que es importante que dado que la
Constitución Ecuatoriana y el Código Orgánico de la Economía
Social de los Conocimientos, la Creatividad y la Innovación

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 197


Irma Bautista Nazareno

(COESCCI) protegen los conocimientos tradicionales y saberes


ancestrales, es necesario que nuestros pueblos conozcan la
existencia de este marco normativo, que exista apoyo e incentivos
del Estado para la preservación de estos conocimientos; y
particularmente, que exista un reconocimiento y visibilidad
para las mujeres portadoras de estos saberes, porque sus
conocimientos valen y contribuyen en diferentes áreas de los
conocimientos, las ciencias y la innovación.

Si la Academia nos reconociera y diera oportunidad


para realizar investigaciones en los saberes ancestrales,
reconociendo la propiedad intelectual los pueblos que poseen
estos conocimientos, no se continuaría preguntando cuál es el
aporte que los pueblos y nacionalidades o qué es lo que las
mujeres han dado a la ciencia. Más bien se nos invitaría para
que recibamos premios y reconocimientos.

Referencias bibliográficas
Baradian y D. Vásquez, (2013) Conocimientos y Saberes
Ancestrales. Concepto construido por los delegados
afroecuatorianos que elaboraron el plan acción de derechos
humanos de los afroecuatorianos-2.002
Censo de población y vivienda-INEC 2010
Declaración de la UNESCO, sobre la Diversidad Cultural 11 de
septiembre de 2001: en línea: http://unesdoc.unesco.org/
images/0012/001271/127162s.pdf
Cachiguango L, Dialogo de saberes documento sin publicar.
Walsh Catherine, (2002) Indisciplinar las Ciencias Sociales,
Geopolítica del conocimiento y colonialidad del poder
perspectiva desde lo Andino, Quito: Universidad Andina
Simón Bolívar./Aby-yala, pág. 11

198 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


Diálogos paritarios de saberes
y ciencias: Visión desde las
mujeres de los pueblos y
nacionalidades indígenas del
Ecuador

Sandra Sánchez Gordón12

“En la edad de la primera killa13, en la edad del primer inti,


en la marka de los Kichwas-Otavalos el cielo se obscureció,
las plantas se secaron y los ríos empezaron a desaparecer.
Los yayas, kurakas, y yachaks decidieron enviar a los chaskis
a recorrer el chincha suyu, el kulla suyu, el anti suyu y el kunti
suyu en busca de luz, agua, aire y alimento con la consigna
de depositarlos en pondos. Los yachaks, con cantos, danzas
y sueños sagrados, hicieron la limpia de los trayectos por
donde se dirigían los chaskis. El pueblo esperaba impaciente
su regreso, y aunque los yachaks les enseñaron la virtud de la
serenidad, paso mucho tiempo y el cansancio finalmente logró
vencer al pueblo. Entonces, a lo lejos, proveniente del anti
suyu se escuchó el débil sonido de un pututo, y luego desde
12 Escuela Politécnica Nacional
13 Killa/luna, inti/sol, marka/pueblo, yaya/anciano, kuraka/autoridad,
yachak/sabio, chaski/mensajero, suyu/región, chincha/norte, kulla/sur,
anti/oriente, kunti/occidente, Pachamama/Madre Tierra, Inti Raymi/
Fiesta del Sol, Pachakamak/Ordenador-Creador, Allpa-Mama/Divinidad
Femenina, Waka/Espíritu

199
Sandra Sánchez Gordón

los otros suyus se escucharon rugidos de pututos cada vez con


mayor claridad. Los chaskis que venían del anti entregaron el
primer pondo a los yachaks y kurakas quienes lo destaparon; de
su interior se expandió la luz a lo largo y ancho de la marka de
Otavalo. Luego llegaron los chaskis que fueron al kunti y de su
pondo se disperso aire fresco por toda la marka. Los chaskis que
fueron al kulla trajeron el pondo del que empezó a fluir el agua,
penetrando la tierra y formando pequeños riachuelos que se
dispersaron. Finalmente, llegaron los chaskis que se fueron al
chincha, y del fondo de su pondo emergieron pequeños granos
de maíz. El pueblo tomó cada uno dos granitos de maíz, un
macho y una hembra, con los que emprendieron la siembra.
Con la primera cosecha prepararon tortillas, tostado, chicha;
y para rendirle homenaje a la Pachamama celebraron la
fiesta del Inti Raymi. Con la segunda cosecha, prepararon una
bebida especial cuya fragancia llegó a los dioses del cielo y de
la tierra Pachakamak, Allpa-Mama y las Wakas Sagradas, que
decidieron hacerse presentes y realizar la ofrenda de la bebida,
a la que llamaron Yamur Tuktuy, Bebida del Florecimiento, a fin
de recordar los duros días que vivió la marka y nunca olvidar el
respeto que debemos tener a la Pachamama. Si los pobladores
de la marka de Otavalo olvidan las virtudes de la honestidad, la
bondad, la disciplina, el trabajo y la justicia, los dioses pueden
destapar nuevamente los pondos de la vida y dejar que ella se
vacíe como sucedió en la edad de la primera killa, en la edad
del primer inti.” (Kowii, 2009)

Introducción
En lo que actualmente es el territorio del Ecuador conviven
varios pueblos y nacionalidades indígenas hereditariamente
originarios de esta tierra y constituidos hace miles de años. Se
entiende por nacionalidad “al pueblo o conjunto de pueblos
milenarios anteriores y constitutivos del Estado ecuatoriano,
que se autodefinen como tales, que tienen una identidad

200 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


Diálogos paritarios de saberes y ciencias: Visión desde las mujeres
de los pueblos y nacionalidades indígenas del Ecuador

histórica, idioma y cultura comunes, que viven en un territorio


determinado mediante sus instituciones y formas tradicionales
de organización social, económica, jurídica, política y ejercicio
de autoridad” (FLACSO, 2016, p.13). Los pueblos indígenas
se definen como las “colectividades originarias, conformadas
por comunidades o centros con identidades culturales que
les distinguen de otros sectores de la sociedad ecuatoriana,
regidos por sistemas propios de organización social, económica,
política y legal” (FLACSO, 2016, p.13).

El Ecuador alberga a 17 pueblos y 14 nacionalidades indígenas.


En la región amazónica se encuentran las nacionalidades:
Achuar, Andoa, Cofán, Kiwcha-Amazónica, Secoya, Shiwiar,
Shuar, Siona, Waorani y Zápara. En la región Costa están las
nacionalidades: Awá, Chachi, Épera y Tsa’chila; y los pueblos
Wancawilka-Puná y Manta. En la región Sierra habita la
nacionalidad Kiwcha; y los pueblos: Chibuleo, Kañari, Karanki,
Kayambi, Kisapincha, Kitukara, Panzaleo, Natabuela, Otavalo,
Puruwá, Palta, Salasaka, Sarakuro y Waranka. Esta también
el pueblo Afro-Ecuatoriano que se encuentra distribuido
principalmente en la provincia costeña de Esmeraldas y las
provincias andinas de Carchi e Imbabura (FLACSO, 2016,
p.13). Aproximadamente el 17% de la población del Ecuador
es indígena, lo que lo ubica como uno de los países con
mayor porcentaje de población indígena de América Latina,
conjuntamente con Bolivia, Guatemala y Perú (Chisaguano,
2006).

Las nacionalidades y pueblos indígenas han resistido


históricamente a sucesivas intrusiones y han mantenido su
identidad desde la época de la expansión del imperio inca
de mediados del siglo XV que duró casi un siglo, y que fue
interrumpida abruptamente por la subsiguiente invasión y
colonización española a partir del año 1492, invasión que
duró tres siglos; seguida de la época independentista, la Gran

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 201


Sandra Sánchez Gordón

Colombia y la actual época republicana que inició en el siglo


XIX.

En este estudio, se abordan tres perspectivas desde la visión de


las mujeres de los pueblos y nacionalidades indígenas: los retos
del acceso a la educación, la importancia de lo femenino en la
cosmovisión andina y la participación en los diálogos paritarios
de saberes y ciencias.

Retos del acceso a la educación


La problemática de la educación indígena en general, y la
educación de las mujeres indígenas en particular, se origina
desde la colonización española donde surgieron conflictos en
diferentes niveles por la imposición de la cultura occidental.
El conglomerado dominador no percibió la diversidad cultural
existente entre los pueblos y nacionalidades originarios, sino
que trató de homogenizarlos invisibilizando así los saberes y
ciencias ancestrales (CONAIE, 1988).

Como consecuencia de la colonización española, en la época


republicana en todos los niveles del Sistema Educativo
Ecuatoriano se adoptaron conceptualizaciones propuestas
exclusivamente desde la cultura occidental. Varias de estas
conceptualizaciones desestructuran, e incluso imposibilitan,
la comprensión del mundo desde lo indígena. Esta realidad
hizo indispensable la creación de espacios interculturales que
den cabida a reflexiones y debates que van contribuyendo a la
creación de una nueva condición social del saber e investigar
desde la diversidad.

Las nacionalidades y pueblos indígenas para re-construir un


pensar propio necesitan crear, recuperar y re-valorizar los
saberes ancestrales y echar mano de los instrumentos teóricos
y analíticos que permitan una comprensión del mundo sin
violentar su cosmovisión y valores éticos fundamentales.

202 Impacto de las Mujeres en la Ciencia


Diálogos paritarios de saberes y ciencias: Visión desde las mujeres
de los pueblos y nacionalidades indígenas del Ecuador

Históricamente, las niñas, adolescentes y mujeres de los


pueblos y nacionalidades indígenas han sido doblemente
discriminadas: por su género y por su etnia. Esto ha tenido
como consecuencia que muchas mujeres indígenas vivan
situaciones de agresión, racismo, pobreza y barreras de acceso
a la educación incluyendo la educación superior.

Esto ha llevado, en ciertos casos, a la invisibilización de la


cultura runa – las celebraciones, alimentos, vestimentas –, a
la invisibilización del runa shimi – la lengua kichwa, alma de la
cultura – y también a la invisibilización de los saberes y ciencias
runas. Es así como la lucha de las mujeres indígenas por ocupar
espacios de impacto, liderazgo y autoridad en la sociedad en
general y en el ámbito de las ciencias se enfrenta con una doble
discriminación. Solo el 2% de las mujeres indígenas en América
Latina terminan su educación superior y un porcentaje aún
menor realizan estudios de doctorado (Comercio, 2018).

Importancia de lo femenino en la cosmovisión


andina
En el relato de el Mito del Yamur Tuktuy con el que inicia este
estudio, se manifiesta de manera contundente como la génesis
de la cosmovisión andina parte de lo femenino en equilibrio de
opuestos complementarios y proporcionales con lo masculino,
Tayta Inti y Mama Killa, los granos de maíz macho y hembra.
La Figura 1 reproduce la imagen sobre la Cosmovisión Andina
localizada en el Templo del Sol Qurikancha en Cusco y atribuida
al cronista indígena Pachacuti Yamqui Salcamayhua. En la
imagen se puede apreciar la importancia de la Madre Tierra
y la Madre Agua así como también se coloca a la Mujer y al
Hombre en el centro de la representación.

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 203


Figura 1. Cosmovisión Andina (Salcamaygua, 1613)

El entendimiento del espacio-tiempo desde la filosofía andina


viabiliza una existencia armónica de los seres humanos con el
planeta en base a tres principios fundamentales: Vincularidad,
Complementariedad y Reciprocidad.

El principio de Vincularidad sustenta que la totalidad se


constituye de tres mundos concéntricos (Hanan Pacha, Kay
Pacha, y Uku Pacha) con un tiempo no-lineal que oscila cíclica y
permanentemente entre ellos.

El principio de Complementariedad precisa que todo surge y se


sustenta en un equilibrio de opuestos y que el desequilibrio, o
el estar chulla, causa destrucción y enfermedad.

El principio de Reciprocidad expresa que todo acto que concreta


el Ser Humano (Runa) en su convivencia con los tres mundos
es correspondido siempre con un acto equivalente mientras
observan “todos los ojos de todas las cosas”.
Diálogos paritarios de saberes y ciencias: Visión desde las mujeres
de los pueblos y nacionalidades indígenas del Ecuador

En esta cosmovisión, las energías femeninas están siempre


presentes: Pachamama (o Universo), Allpamama (o Madre
Tierra), Yakumama (o Madre Agua).

Participación de las mujeres indígenas en los


diálogos paritarios de saberes
En la historia antigua, a Mama Huaco, regente y estratega
militar, se le atribuye la visión de organizar el entonces naciente
Tawantinsuyu bajo una sola cosmovisión.

En el Siglo XV, Quilago Túpac Palla, del pueblo Karanki, fue guía
y líder militar de la resistencia a la conquista inca y también
desarrolló estudios astronómicos para medir el tiempo y
relacionarlo con el cosmos.

En la historia reciente, han contribuido al diálogo paritario de


saberes mujeres indígenas como Domitila Barrios de Chúngara,
Mama Tránsito Amaguaña y Mama Dolores Cacuango, quienes
son ejemplos de vida para las generaciones actuales y futuras de
niñas, adolescentes y mujeres de los pueblos y nacionalidades
indígenas.

En la actualidad, nuevas generaciones de mujeres indígenas


están rompiendo barreras de acceso a la educación superior y
convirtiéndose en puentes entre el conocimiento ancestral y el
conocimiento occidental. En las siguientes líneas se presentan
algunas estrategias para fortalecer el acceso a la educación
e impulsar la participación de las mujeres indígenas en los
diálogos paritarios de saberes.

Fortalecer el acceso a la Educación Superior


Es fundamental compartir experiencias exitosas y buenas
prácticas de acceso y permanencia en la educación superior de
las mujeres en general, y de las mujeres indígenas en particular.

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 205


Un ejemplo de ello es el proyecto de la Universidad Intercultural
Amawtay Wasi con el cual tuve el privilegio de colaborar en el
año 2006. La propuesta académica de la Amawtay Wasi incluye
carreras universitarias en Agroecología Sustentable y Liderazgo,
Psico-Pedagogía Intercultural Plurilingüe, y Tecnología en
Arquitectura y Planificación Territorial. La formación se apoya
en comunidades de aprendizaje fundamentadas en el respeto
y valoración de los conocimientos locales y la cultura de los
pueblos y nacionalidades indígenas. Los programas de las
comunidades de aprendizaje se aproximan a los territorios
de las comunidades con el fin de evitar el desplazamiento
de los estudiantes al medio urbano y proponen soluciones
a problemas locales integrando saberes y conocimientos
ancestrales.

Fortalecer el uso de la lengua Kichwa


Trabajar en el fortalecimiento de la lengua Kichwa y su
enriquecimiento a través del uso en la ciencia y la tecnología.
Un ejemplo es el proyecto que impulsamos en el año 2016
con compañeros de la comunidad de estudiantes, graduados y
docentes pertenecientes a pueblos y nacionalidades indígenas
AylluEPN y el Centro de Pensamiento y Culturas Andinas
Tinkunakuy con el apoyo de Tayta José Caiza, para la traducción a
la lengua Kichwa de la metodología Scrum. Esta metodología se
utiliza en el desarrollo de productos de software. La traducción
a lengua Kichwa se encuentra disponible en el portal web
oficial de la organización internacional Scrum (Scrumguides,
2016). La Figura 2 muestra un extracto del documento.

Un proyecto futuro relacionado es la construcción de un


diccionario Kichwa de términos de ingeniería. La meta a
mediano y largo plazo es que los profesionales Kichwa
hablantes utilicen su idioma en el ejercicio profesional.
Diálogos paritarios de saberes y ciencias: Visión desde las mujeres
de los pueblos y nacionalidades indígenas del Ecuador

Figura 2. Extracto de Scrum Yachayñan (Scrumguides, 2016)

Conclusión
La cultura occidental se encuentra en franca ruptura de sus
vínculos con la Pachamama. Los pueblos y nacionalidades
indígenas andinos, afro y amazónicos deben retomar su
cosmovisión para reconstruir estos vínculos y reivindicar el
aporte de sus saberes y ciencias para beneficio de la humanidad,
a través de fortalecer la educación desde un permanente y
paritario diálogo de saberes y ciencias, no solo con Occidente,
sino también con otras culturas como las orientales y entre las
diversas culturas indígenas del planeta.14

Referencias bibliográficas
Chisaguano, S. (2006). La población indígena del Ecuador.
Quito: INEC.
Comercio. (2018). Científica kichwa es un puente entre la ciencia
14 Mis agradecimientos a la Universidad Intercultural Amawtay Wasi por
su predisposición para compartir información y sobre todo por su aporte
a los diálogos paritarios de saberes. Agradezco también al Dr. Javier
Lajo del Pueblo Pukina del Perú pues parte de las explicaciones sobre la
cosmovisión andina presentadas en este documento provienen de sus
publicaciones y reflexiones. De igual forma, un especial agradecimiento
a Abadio Green del Pueblo Kuna de Colombia y Guzmán Cáisamo por
sus valiosos aportes para reivindicar los saberes y ciencias ancestrales.
Finalmente, agradecer a Tupac Amaru Anrango, Inti Toaquiza y Yani Flores
por los diálogos enriquecedores y por ser valiosos representantes de las
nuevas generaciones de hombres y mujeres indígenas de América Latina.

Efecto del género en el desarrollo y la práctica científica 207


y saberes indígenas. Recuperado el 17 de agosto del 2018
de https://www.elcomercio.com/guaifai/cientifica-kicwha-
ciencia-saberesancestrales-protocolodenagoya.html
CONAIE. (1998). Las nacionalidades indígenas del Ecuador:
Nuestro Proceso Organizado. Recuperado el 14 de julio
del 2018 de http://www.dineib.edu.ec/documentos/
nuestroprocesoorg.pdf.
FLACSO. (2016). Etnohistoria de los pueblos y nacionalidades
indígenas del Ecuador. Quito: FLACSO-CARE.
Kowii, A. (2009). El mito del yamur tuktuy. Recuperado el 14
de julio del 2018 de http://www.otavalosonline.com/
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Salcamaygua, P (1613). Cosmovisión andina. Recuperado el 17
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de-la-chakana-andina/
Scrumguides. (2016). Scrum yachayñan. Recuperado el 17 de
agosto del 2018 de https://www.scrumguides.org/docs/
scrumguide/v2016/2016-Scrum-Guide-Quichua.pdf

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