Comportamiento Del Aprendiz

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A.:L.:G.:D.:G.:A.:D.:U.

S.:F.:U.:

V.:M.:

QQ.:HH.: todos

EL COMPORTAMIENTO IDEAL DEL APRENDIZ MASÓN, SIMBOLISMO Y MORALIDAD  

 
El Aprendiz Masón y como integrante de la columna del Norte o del Silencio, tiene su forma de ser y tiene una premisa
fundamental; “El silencio en Logia es un silencio creador de  Saber Pensar, Saber Dudar, Saber Callar, aquél que predispone
al Aprendiz al desbastamiento de su piedra bruta interior, mediante el ejercicio de la introspección, la reflexión el
autoanálisis, este silencio es la base de la sabiduría, y punto de partida del individuo, esa reflexión interior, estado de
absoluto control de los pensamientos para mantenerlos enfocados y concentrados en la observación para luego aprehender
conocimientos o simplemente formar conciencia de lo observado”.
“Silencio en Logia”, más que una formalidad encierra la invitación a asumir el estado propicio para el aprendizaje
dentro del taller, implica el cese de toda conversación profana, el cese de todos los pensamientos y emociones que pudieran
impedir para poder observar, escuchar y analizar los temas discutidos en el taller. El mantener el debido silencio para
reflexionar sobre dichos temas y poder tener tanto la mente como el corazón abiertos para asimilar lo más posible las
enseñanzas morales y filosóficas que se imparten en la tenida”.
En base de lo dicho nuestros, QQ:.HH:. mayores y con las luces del Taller, nos está dando la oportunidad para
exponer los progresos logrados en la Masonería luego de escuchar, reflexionar y saber callar, que no son otros, que el llegar a
conocerse a sí mismo lo suficiente como para poder dar lo mejor de sí no solo en la Logia, sino en el mundo profano, y tiene
su razón de ser por que el  Aprendiz, sólo se tendrá el derecho de palabra cuando se haya aprendido a observar en silencio, y
de esta manera tener conciencia del significado e importancia del uso de la palabra en el Taller.
El Comportamiento del Aprendiz Masón debe ser siempre librarse de los males con que lo amenaza de la superstición,
iniciarse en la vida de la inteligencia, quitarse el velo de lo material que cubre sus ojos, llevar su espíritu con el amor al
estudio y la inspiración de la virtud y de la fraternidad universal. 
El aprendiz masón debe ser como el perfume del Incienso, que se eleva hasta la bóveda del templo y llega hasta el
Eterno, es una expresión de nuestros homenajes al Gran Arquitecto del Universo, quien inspira en la logia, las leyes del
honor y de la sabiduría.
El comportamiento ideal del Aprendiz Masón, ser como la Sal el símbolo de la sabiduría y de la amistad, representada
la inspiración hacia ideas sanas y justas, pensamientos hacia el bien y hacia lo bello y el deseo de tener amigos fieles y
verdaderos.
El comportamiento ideal del Aprendiz Masón, ser como el vino, símbolo de la fuerza, que da al alma, el valor
necesario para resistir las adversidades de la vida y las seducciones del mal.
El comportamiento ideal del Aprendiz Masón, ser como la Miel, anuncia que jamás la cólera ni la calumnia deben
manchar la boca con palabras injuriosas sino, por el contrario, sean estas tan dulces como la miel. 
El comportamiento del Aprendiz Mason debe ser bajo el Nivel, que nos recuerda que todos los hombres son iguales y
que la justicia está basada en la ley de la reciprocidad.
El comportamiento ideal del Aprendiz Masón, bajo la Escuadra, significa que así como los lados de la escuadra, la
razón y la conciencia deben acompañar los juicios que emitimos.
El comportamiento ideal del Aprendiz Masón, es llevar consigo su mandil con la Insignia Masónica, emblema del
trabajo, porque el deber del hombre es trabajar, pagando así la deuda que tiene para con sus semejantes. El trabajo dignifica
al hombre, en tanto que la ociosidad lo degrada. La alegría que produce el cumplimiento del deber, es la mayor recompensa
del hombre laborioso y satisface una necesidad moral. 
El comportamiento del Aprendiz Mason debe ser siempre y tener presente que el hombre generoso, antes de
entregarse al descanso, mira en torno suyo, por si tiene que compartir su alimento con algún semejante, ser ejemplo de
solidaridad que debe unir a todos los hombres y de la filantropía que debe inspirar todos nuestros actos. 
El Comportamiento del Aprendiz Mason, cuando nos reunimos en la Logia debe tener siempre presentes los
principios de la orden como son: Amor Fraternal, Caridad y verdad, y como masones debemos mantener buenas relaciones
de Paz y Amistad con los hermanos.
El Comportamiento ideal de un Aprendiz Mason, debe respetar los principios de Libertad Igualdad y Fraternidad y
tratamos a menudo la tolerancia y la abominación de los fanatismos, buscar el camino  masónico que lleva a nuestro
perfeccionamiento como aprendices.
Además de las indicadas El comportamiento ideal del Aprendiz masón debe practicar la Prudencia,  es saber dominar
las emociones y pasiones, la Templanza, el masón no debe sucumbir a la tiranía de los vicios, Fortaleza, debe ser fuerte, esa
Fortaleza es consecuencia de la Perseverancia y la Templanza y está moderada por la Prudencia.
Nosotros que somos aprendices masones, debemos aprovechar las luces de nuestros hermanos mayores; y, tener en
cuenta, que Masón es un constructor, es un hombre que se define en la acción de sus trabajos, pero también en su vida diaria,
se debe actuar en el momento preciso, no esperar, mirando entre los profanos que le rodean, quien da el primer paso,
debemos dar ese primer paso.
Dentro de los 33 temas del aprendiz masón dice: “El Masón es pacifista y considera a la guerra como un crimen y
detesta la violencia.  Lleva su espada en la mano izquierda, con la punta hacia abajo en actitud de defensa, no de ataque. Con
la mano derecha realiza su tarea, pero está dispuesto a defender sus principios sin vacilación, con Perseverancia, Templanza
y Fortaleza, Justo y valeroso defender al oprimido, reza nuestro código Moral”.

Todo masón debe tener una actitud valiente de defender sus principios y aplicar el Código Moral, practicar la
sinceridad, Perseverancia, Prudencia, Templanza, Fortaleza, Justicia, Actividad Edificante que  son características del
Masón, sin embargo falta nombrar algo importante, y eso es el Amor, que todos nuestros actos y actividades debemos
hacerlo con amor, a la Humanidad, a la Familia, a la Verdad, a los hermanos,  a la Libertad, es el Amor el motor de todo su
accionar.
En definitiva, la conducta de un masón más que bellas palabras y discursos sobre el recto comportamiento, se define en
sus actos y ejemplos que da la sociedad y deben estar inspirados en los ideales de autosuperación y perfeccionamiento
basados en los principios de tolerancia, libertad, igualdad y fraternidad.

Por otro lado, una reflexión sobre el significado de la piedra bruta, sugiere una estrecha relación con un sistema moral,
que la Masonería nos enseña en torno a la perfección del hombre, en la búsqueda del desarrollo espiritual y hacia las
conductas sociales basadas en valores, el respeto, la fraternidad, la humildad, la tolerancia y los derechos del individuo.

Este sistema moral está representado por el perfeccionamiento de la piedra rudimentaria, que desde muy temprano, nos
estimula a un incesante trabajo en torno a las prácticas y doctrinas masónicas en un deseo de buscar la verdad. Pero la
búsqueda de esta verdad, sólo es posible por medio de una profunda indagación de nuestros sentimientos y la mejor
disposición a un verdadero trabajo interior. Es así como el trabajo masónico consiste, simbólicamente, en perfeccionar la
existencia humana, a través de un permanente y sucesivo proceso de transformación. La piedra bruta es el símbolo del
aprendiz, la piedra cúbica, simboliza al compañero, y la piedra cúbica en punta, al maestro, las cuales, en su conjunto,
simbolizan el motivo central de la superación permanente y constante en la búsqueda del pensamiento independiente y de la
perfección.

Los aprendices buscamos y escogemos las piedras que deben ser preparadas para la construcción del templo, y debemos
empezar a moldearlas y darles forma golpe de cincel. Ello deberá ser continuo y pausado, con inteligencia y disciplina, con
paciencia y dedicación, con una precisa fuerza que, golpe a golpe, moldee gradualmente las partículas de la piedra hasta
desbastarla, y según sea la resistencia de la piedra, el uso de la fuerza deberá estar en equilibrio con el peso y la solidez de las
herramientas: el mazo y el cincel.

Es esta alegoría, la que justamente encierra el motivo central de la existencia humana, cuyo escultor es el propio yo
interno de cada uno hacia el logro de la perfección, el fortalecimiento del espíritu, aprender a disciplinar de manera
constructiva todas las facultades, el conocimiento de uno mismo y las circunstancias que lo rodean. El logro de la perfección
simbolizada en el pulimiento de la piedra, consiste en desprenderse de errores, prejuicios, odios, desarmonías e
intransigencias existentes en la vida interna, así como aquellas derivadas de las relaciones sociales entre los hombres, tales
como el desorden profano, la oscuridad del fanatismo y la barbarie de la intolerancia.

Lograr la transcendencia a un plano más elevado es cumplir con el elemental compromiso humano de mejorar cada día,
en todos los aspectos de su existencia, modelando el carácter y el desarrollo de la personalidad, de acuerdo a valores, como el
constante progreso, la pasión por la sabiduría, el conocimiento y el repudio de la ignorancia, la virtud, la búsqueda de lo bello
como alternativa, así como el amor a sí mismo y a sus semejantes.

Desde nuestra perspectiva de aprendiz masón, es en la piedra bruta donde se representa la fortaleza y la moral del primer
grado, en la actitud para aprender del esfuerzo y dedicación que en ello se ponga. Este es el principio y fundamento en que
descansa todo progreso, toda vez que se efectúa reconociendo, asimilando y dominando lo aprendido, a pesar de las
circunstancias de la vida y de la sociedad en la que nos insertamos.

CONCLUSION:

El comportamiento ideal de un aprendiz, debe ser digno y respetuoso, pero sobre todo, trabajar, desbastando nuestra
piedra bruta interior e intelectual para ser hombres mejores, de manera en que en toda ocasión, ya sea dentro o fuera del
Templo. Ser como el perfume de incienso, la sal,  el vino, la miel, aplicar las herramientas en nuestros actos el nivel, la
escuadra, trabajar con amor porque eso dignifica al hombre y con amor seguir puliendo nuestra piedra. “Cuando se entra al
templo, se entra a uno mismo. Las cuatro paredes materiales son en realidad las cuatro virtudes cardinales que debemos
practicar, no solamente en el espíritu sino también en el Cuerpo”, “El Templo soy yo y lo llevo a todas partes. Nada más
ingenuo que pensar que a él vamos una vez a la semana”.   
                 

BIBLIOGRAFIA:

MANUAL DEL APRENDIZ – 2ª Edición


Aldo Lavagnini
Editorial Kier
Buenos Aires – Argentina 2017

ETICA Y MORAL MASÓNICAS: LA PERSPECTIVA DE UN APRENDIZ


Rodrigo Alperi 
R.Lo. La Búsqueda Nº 182, Santiago de Chile.

EL SILENCIO EN LOGIA 
Circulo de Estudios del Rito Francés
Víctor Guerra M:. M:.

CARÁCTER DE UN MASON 
JIC M:.M:.
Buenos Aires, día 18º del primer mes del año 6003 , (v.·.l.·.)

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