Biologia y Religion
Biologia y Religion
Biologia y Religion
por
Antonio T. de Nicolas
PRESENTACION
Al preguntarle al Maestro Arquero como podía concentrarse tan a fondo para llevar
a cabo una operación tan imposible de ejecutar por el resto de los mortales, su
respuesta es aún mas desarmante: ni invoca dioses, ni se proclama campeón olímpico.
"No hago nada", me dice. Y añade: "Y ese es el secreto".
EL PARADIGMA BIO-CULTURAL
Nuestras aliadas en esta empresa son la ciencia misma por una parte y por la otra las
experiencias humanas que llamamos místicas. En ambos casos nuestro enfoque es la
condicionalidad de la experiencia conocida por todos como nuestra experiencia de
identidad, o el "yo" personal, ya que tanto la ciencia moderna como los antiguos místicos
están de acuerdo en que esta experiencia tan básica es la epistemología fundamental en
que tanto la ciencia como la religión se basan. Dado que es el "yo" personal en el que
basamos tanto la ciencia como nuestra identidad temporal o eterna, este estudio puede
resultar interesante y al mismo tiempo ayudarnos a comprender el nuevo modelo humano
de "bio-culturas", en busca siempre de la elusiva meta de la libertad humana. Ciencia y
religión son dos actividades humanas con promesas de libertad. Pero tanto la ciencia
como la religión tienen su historia y sus diversos modelos, dentro y fuera de sus
disciplinas. La ciencia por ejemplo empieza con modelos lógico-matemáticos, mecánicos,
y acaba en modelos casi místicos. La religión, igualmente, empieza en Occidente con
modelos lógicos, externos, y margina los modelos místicos con que la ciencia se expresa
actualmente. ¿Como dar sentido a esta historia?
IDENTIDAD Y CIENCIA
El dato más curioso y sorprendente en la presente "conversación" que mantienen las
ciencias clásicas entre sí es que la conversación esta enfocada primordialmente no hacia
objetos y objetividad, sino hacia sujetos y las estructuras subjetivas del conocer.
2. Los "fenómenos", que son nuestro único contacto con este "orden", son lo que el
nombre griego indica, "manifestaciones/apariencias", a los cuales hemos añadido
"estructure".
3. En algunos casos, lo que parece ser un fenómeno -como el tiempo, por ejemplo-
resulta ser solamente "estructura mental", es decir una consecuencia de nuestra forma
particular de procesar nuestros datos intuitivos.
Estos postulados nos han llegado desde la fuente sacramental del conocimiento objetivo
de las ciencias a través de experimentos controlados. Es decir de una vida experimental.
Estos postulados, por otra parte, se semejan más a los modelos de la "sabiduría" antigua
y mística que a los dictados de Newton y Descartes. Uno recuerda las descripciones de
Platón de la "cueva", y las descripciones de Shankara sobre "superimposiciones" mentales,
o el esfuerzo de místicos en manipular el cuerpo para dejar de lado la experiencia del
"yo" en favor de la experiencia de "eso" o la experiencia sin perspectiva personal, o no-yo.
Es por esta razón que vamos a describir la practica de los místicos, no porque produce
euforia, o alegría, sino porque aclara lo que llamamos experiencia humana, las múltiples
actividades de los diversos cerebros humanos sobre la "objetividad," la formación de
hábitos, y nuestras conexiones neurales. De todas formas, lo que necesitamos de
momento es volver a abrir una "conversación" que debido a las presiones de lo que es o
no "correcto políticamente" está a punto de ser cerrada para siempre, especialmente en
las ciencias sociales y sagradas.
Estos tipos bioculturales son invariables, es decir, aunque existen como posibilidades en
cada uno de nosotros, como no se activen con ejercicio en los tiempo señalados para su
desarrollo la naturaleza los suprime irremediablemente (Pearce, 1992), o si uno es
sancionado socialmente por encima de los otros se sigue igualmente imperialismo cultural
y perdida individual.
Ideología y acción tanto en las ciencias como en religión (lo que decimos sobre la realidad
opuesto a lo que hacemos con la realidad) siguen caminos distintos. El modelo bio-
cultural se fija en la acción de cada uno de los cerebros como el "texto primario" y
posteriormente en como y por que criterios lee o formula esta actividad, o el "texto
secundario". A esto hay que añadir una "tecnología primaria" capaz de elucidar el cerebro
responsable por tales acciones y los actos de la facultad responsable; mientras que una
"tecnología secundaria" se activa para poder "leer" la tecnología primaria con sus textos
originales y hacerlos públicos. Lo que sucede normalmente no es esto sino que las lectura
del texto y tecnologías secundarias son la norma sobre la que basamos toda realidad y
el incremento de ideología.
Tanto las ciencias primarias, matemáticas, física, biología como la experiencia mística
se basan para su ejercicio en experiencia, en el lado derecho del neocortex. La creación
de un nuevo paradigma en ciencia es una creación o un salto puramente imaginativo.
Mientras que esta misma creación al hacerse ciencia en el laboratorio se convierte en un
acto conceptual, sin imágenes, y ya envuelta en la actividad de otro cerebro distinto, el
del lado izquierdo del neocortex, capaz solamente de producir una traducción en
conceptos. Y lo mismo pasa con la teología. La Revelación entra solamente por el lado
derecho del neocortex ya que el lado izquierdo -la región de la teología- es no más que
una traducción o una ideología conceptual sin posible acceso directo a la Revelación. No
sólo esto sino que mientras los cerebros del lado derecho del neocortex actúan en la
inmediatez de una experiencia, de una fe bautizada en experiencia, las creencias del
lado izquierdo del neocortex no solo no corresponden a las realidades percibidas por el
lateral derecho del neocortex sino que actúan ya en el "pecado original" de privar al
creyente humano (biocultural) de sensaciones originales. Por eso separamos en este
estudio la ciencia, de las ciencias sociales, y la experiencia mística de la teología. Las dos
primeras están basadas en experiencias bioculturales, mientras que las otras dos se basan
en normas sociales e ideológicas. La religión basada en la experiencia mística es
igualmente distinta de otras patologías somáticas, como la esquizofrenia, el masoquismo,
o experiencias inducidas con drogas. Los místicos dejan epistemologías, los otros no. En
cualquier caso la biología delimita tanto la creación de la ciencia como de la religión y
en sus cerebros originales la biología es el limite humano de la abstracción social. Esto
la ciencia ha tratado de modelarlo con simulaciones "algorítmicas" donde las entidades
son modeladas como "individuos" en vez de "compartimentos" agregados en un modelo de
ecuación diferencial. La unidad biocultural mas grande en este modelo es la "familia" y
la interacción entre sus miembros. Donde las ideologías reinantes de la teología y las
ciencias sociales están de acuerdo es en proclamar con Aristóteles la supremacía mental
del segundo grado de abstracción, ausente en la mayoría de las culturas orales y en las
experiencias del lado derecho del neocortex. Conceptos como iglesia, nación, reino,
sociedad, árbol, piedra etc. solo existen como conceptos y no tiene realidad biológica
alguna. Y a estas entidades conceptuales sin realidad biológica no hay dios que se revele
directamente o que pueda ser limitado por su existencia fantasmal. Dios entra por dentro
y afecta las operaciones del lateral izquierdo del neocortex solo indirectamente, en
proporción a como el lateral derecho reciba su presencia, o manifestaciones. Por otra
parte estos "controles" externos actúan en el ecosistema personal para formar el "yo-
sombra", the "shadow" de que hablaba Platón, y la "imagen" que imponen sobre cada uno
de nosotros y a la que respondemos en un esfuerzo titánico por conservar nuestro propio
balance. Nuestro propio "yo" biocultural permanece por la mayor parte transparente así
como también el proceso de como lo creamos o no lo fueron creado en la crianza infantil
y se pasa el resto de lo que llamamos vida tratando de armonizar nuestra gestación
interna con los controles externos. Pero el árbol sigue siendo árbol y sus sombras. Darle
a la sombra o a la imagen substancia biológica es la historia de nuestras crisis personales
y culturales.
No existe otro ejercicio humano más evidente para entender las bio-culturas internas "en
movimiento" que las prácticas que los místicos nos legaron. Los sistemas biológicos
humanos necesitan ejercicio para su propia renovación y continuidad. Por desgracia
tendemos a identificar lo místico con lo "religioso", pero esto no se sigue necesariamente,
como es evidente en las practicas científicas y los nuevos paradigmas que nos ofrecen,
relatividad, el principio de Heisenberg, o los modelos a través de los cuales estudiamos
el mundo subatómico de partículas fundamentales. Los ejercicios místicos identifican
para nosotros estructuras neurales que son importantes porque nos aclaran
primordialmente lo que es humano y secundariamente, tal vez a través de gracias
divinas, la inmersión en lo humano de lo divino; y lo mismo con científicos, a pesar de
que estos substituyan lo divino por conceptos como inspiración, intuición, o estados
"oceánicos".
Los místicos dan por entendido que toda percepción es una imágen. Pero esta
imagen, esta morfología interna, es posible porque pueden caminar sobre un andamio
de geometrias originales. (El lateral izquierdo por el contrario, no tiene geometrias,
sólo abstracciones conceptuales y proscripciones). Los místicos caminan sobre
cuerdas geométricas dando luz a imágenes puras, no existentes antes de su caminar,
y si el camino esta llano y bien preparado es posible que las imágenes sean
manifestaciones divinas. Este camino místico igual se aplica a individuos que a
culturas donde estos cerebros eran los pilotos de los grupos, como en los tiempos del
Rig Veda, La Gita, Budismo, Los Sufis, Teresa de Avila, Ignacio de Loyola, San Juan
de la Cruz, ( de Nicolas 1976a, 1976b, 1984, 1986, 1989). Es dato curioso que, por
ejemplo, en los tiempos clásicos de la India la facultad de pensar, como nosotros la
entendemos, no existía y manas, pensamiento, se consideraba uno mas de los
sentidos, no una facultad. De aquí que la actividad propia del cuerpo del místico es
a través de la creación y manipulación de imágenes ( de Nicolas 1990). Como decía
Bachelard (1960): " Actos psicológicos crean un hombre de un místico, pero como
crear un místico de un hombre, a pesar de la vida?".
La educación mística es una labor agónica y los que tienen éxito olvidan a menudo lo
que cuesta empezar. Por eso vamos a dar una descripción detallada del proceso,
teniendo en cuenta que tanto el/la practicante como el guía espiritual han de ser
conscientes de sus bioculturas para no perderse en la maraña de ejercicios, signos y
tentaciones. Ni los ejercicios, ni las señales que producen son universales sino que
están limitados por las bioculturas personales. Y esto es de suma importancia para el
guía espiritual.
PREPARACION
Los principios son siempre duros, tiempos de pruebas, de desorientación, busca de guía,
de aridez. Y sobre todo es un tiempo de un asalto brutal sobre los hábitos corporales (y
no solo mentales) del ejercitante. Es un tiempo de violencia contra hábitos ya
establecidos. Hay que buscar un "lugar", un lugar desconocido, nuevo, para hacer los
ejercicios, lejos de los lares familiares, de los hábitos familiares. Hay que cambiar la
temperatura y las luces, el lugar de meditación, el lugar donde andar, sentare, dormir,
comer y ayunar. Es decir, un "lugar" donde el ejercitante se vea forzado a inventar
nuevos hábitos de forma que permanezca inmune al sistema de comunicación familiar y
externo. Estos ejercicios y este nuevo horario son forzados sobre el cuerpo del
ejercitante para que éste desarrolle su voluntad queriendo e imponiendo los nuevos
hábitos de lugar y tiempo, el nuevo horario de acostarse y levantarse en un ejercicio
continuo de la voluntad.
Aún en esta fase inicial, y si los ejercicios se hacen bien, el ejercitante empieza ya a
saborear la excitación de la nueva vida y la perdida de la vieja. Y al mismo tiempo se
experimenta la incertidumbre de lo nuevo: no hay garantía de que la divinidad penetre
en la "región solitaria", mientras que todo lo que era familiar, lo que nos daba antes
consuelo, ya no lo da. El ejercitante no puede anticipar lo que va a pasar, y sin embargo
se encuentra lanzado a un camino que borra lo que antes le sostenía sin poder anticipar
si los espacios ahora vacíos van a ser llenados. Este camino es el camino de la fe cruda.
Y este es sólo el principio. Sin embargo, hay dos datos en favor del ejercitante, el
primero es los ejercicios mismos abriendo nuevos horizontes de experiencia y lenguaje,
y el segundo es la realización de que la "experiencia" que se busca " ya ha tenido lugar"
o en la historia o en individuos anteriores a él. Y por eso su atención se va a volcar sobre
la predictibilidad de esta experiencia. Y este es el segundo paso en el camino de los
ejercicios: el descubrimiento de la memoria y la activación de esta memoria en
ejercicios.
MEMORIA E IMAGINACION
La memoria, tanto para el neófito como para el místico avanzado, es una tecnología,
un órgano separable (Merleau-Ponty, 1962) que alarga nuestros cuerpos. Tanto para
el neófito como para el místico proficiente, la meta a conseguir es extender ese
órgano separable hasta llegar a los orígenes mismos de donde nuestras bioculturas,
los mundos que conocemos y como los conocemos, hacen su aparición. La memoria,
por lo tanto, ha de concentrarse en llegar a esos orígenes y no quedarse adormecida
con los mundos que los diversos "yo-sombras" ofrecen. Es decir, las memorias que han
de recrearse son aquellas que tuvieron lugar antes de la formación de nuestras
bioculturas propias, memorias previas a nuestros mundos, nuestra historia, nuestro
tiempo y espacio. Estas son las memorias de la Trinidad en el Cristianismo, nirvana
en el Budismo, el primer sacrificio en el Rig Veda, Moksha (liberación) en cualquiera
de sus múltiples formas. Y esto es así porque el recordar, o tratar de recordar, esas
experiencias que han acaecido anteriores a la historia humana, es ya un acto fuera
del poder acondicionador de cualquiera de nuestras "yo-sombras". Ni están estas
experiencias fuera, arriba, debajo, a la izquierda o derecha del ejercitante. Esta
experiencia original va dentro, ya que sin ella no seria posible el nacimiento de
ninguna biocultura. El ejercitante lleva dentro de si todas las posibilidades de llevar
a cabo su propia liberación. No tiene por que depender de instrucciones externas,
modelos, o coacciones para descubrir sus propios orígenes. Estas memorias del origen
son las memorias que unen a individuos en comunidades. Son estas memorias las que
ayudan a que unos se ayuden y ayuden a otros a encontrar un origen común que
comparten y que quieren compartir. La tecnología propia del místico es la memoria,
pues a través de ella la memoria se convierte en ejercicio espiritual. El místico fuerza
a la memoria a actuar mas allá de las "yo-sombras," es un experto en la acumulación
de memorias, y cada señal se convierte en un punto de memoria en un esfuerzo por
articular la memoria de forma que se convierta en vida otra vez. A través de la
memoria el místico pone en movimiento la voluntad del origen —sin atención a los
nombres que se le den de Dios, dioses, fuerzas, energías— in en momentos de éxito
la experiencia sabe a un dios encarnado, una manifestación, una consolación, una
experiencia "oceánica" como la llamaba Freud. El místico repite en su tecnología el
camino hacia tras del acto original de creación cuando la UNIDAD original se
desmembro a si misma y dio luz a sus creaciones. Por eso los ejercicios espirituales
son esencialmente una cadena de ejercicios tratando de poner en movimiento otra
cadena hecha de puntos de memoria. Ni los Ejercicios Espirituales -ni la Biblia- son
lo que son porque estén escritos. La escritura no es el origen de Dios ni de los dioses.
Cada palabra escrita se ha de convertir antes en un punto de memoria para que
nosotros a su vez hagamos con el la operación inversa: recordarlo, o remembrarlo,
(Recordar en español es pasarlo por el corazón, en ingles es rehacerlo en la forma
original, remembrarlo).
En español, recordar los puntos de memoria, indican el paso de estas memorias por
el corazón. La neurobiología moderna esta de acuerdo, ya que el sitio de la memoria
esta en los lóbulos frontales y estos están unidos al corazón y no al neocortex. Por
otra parte en inglés recordar es "re-membering" remembrar lo que antes se había
desmembrado. Y esta acepción del termino describe mejor la tecnología del acto de
recordar e imaginar.
El ejercitante se encuentra cara a cara con el acto de imaginar en busca de lo divino.
Mientras el ejercitante acude a la meditación en una unidad de si mismo, o así el o
ella lo cree, los puntos de meditación le fuerzan a una desmembración básico de si
mismo ya que para poner la imaginación en movimiento y crear las imágenes que se
propone SE HA DE DESMEMBRAR A SI MISMO, SENTIDO POR SENTIDO, (discordiar para
concordar) mientras da unidad a la imagen. La imagen se construye usando un sentido
por separado de los demás, y cuando este sentido no devuelve signos, se empieza con
otro: así con la vista, el oído, el tacto, el gusto, el olor , el movimiento. Y esto de
forma que la imagen así construida con las sensaciones mismas del ejercitante en
ejerció de desmembración,( de discordia interna) devuelva al ejercitante otras
señales, signos y movimientos en señal de que el ejercicio esta en progreso. Es en
este intercambio de señales cuando la meditación propiamente dicha tiene lugar. Si
la meditación no devuelve signos, señales de las imágenes construidas, la meditación
no esta teniendo lugar y el ejercitante esta perdiendo el tiempo. El director o guía
enseguida toma acción sobre el ejercitante y le envía a revisar lo que hace
interiormente o le aconseja volver a los ejercicios fundamentales, y en muchos casos
a su casa con oraciones vocales y exámenes de conciencia.
Esto, que es tan fácil de describir y tan difícil de practicar, se convierte de repente,
en el místico, en habito. Las dificultades del principio se olvidan y aun pasos
considerados esenciales al principio se efectúan sin darse cuanta con resultados
sorprendentes. Hay ejercitantes que practican estas tecnologías con suma facilidad,
para otros aparecen imposibles de practicar; hay culturas que parecen poseer estas
tecnologías a modo de hábito y las experiencias llamadas "oceánicas" son comunes y
son cultivadas. Otras culturas, como las modernas, necesitan que se les recuerden
constantemente estas tecnologías que son una porción del patrimonio neural de cada
uno de nosotros, y que este patrimonio puede ser recuperado a condición de que los
adultos mantengan abiertos los pasajes neurales de los niños en su formación infantil.
Hasta este momento en la vida espiritual que estamos siguiendo el ejercitante vive y
actúa hacia dentro. Y es ahora cuando el ejercitante mira hacia fuera y empieza a leer
los signos de la meditación, a hacerlos públicos.
La vida mística es una serie de ejercicios que activan los distintos cerebros ya abiertos
para poder hacer estos ejercicios. San Ignacio de Loyola sintetiza esta tradición en sus
Ejercicios Espirituales. Divide los Ejercicios en cuatro semanas para ser llevados a cabo
en el espacio de un mes. La Primera Semana es de probación. Puede el ejercitante hacer
los ejercicios; tiene suficiente salud; tiene el suficiente equipo neural para seguir
adelante? Esta semana cubre las imágenes de la Creación y Caída, la traducción de las
historias "orales" o escritas en imágenes. Y es en esta primera semana donde a muchos
no se les deja continuar. Es que no tienen suficiente equipo neural? La Segunda Semana
activa primordialmente el lateral derecho del neocortex, cuando se le pide al ejercitante
que imagine las historias de la vida de Cristo. La Tercera Semana activa principalmente
el cerebro reptílico, concentrándose en instintos básicos, luchar o huir, la presencia de
la muerte, la continuidad biológica, lo fútil de las historias acerca de la inmortalidad. La
Cuarta Semana desarrolla principalmente el cerebro límbico, promoviendo amor,
compasión, simpatía, armonía, o como las llama San Ignacio "contemplación (es) para
alcanzar amor". Sabemos igualmente por experiencia y por neurobiología que si un
cerebro es afectado, los demás también lo son. Los místicos fueron los primeros en
encontrar las conexiones entre el corazón, el cerebro límbico, los lóbulos frontales y la
memoria e imaginación. Ahora la ciencia les da la razón.
a) Signos que preceden a deliberación y elección, es decir signos del Origen anteriores
a los que aparecen a través de la biocultura individual.
Este punto final es donde las mayores luchas acaecen, entre teología y misticismo,
ciencia y misticismo, experiencia e ideología, amor divino o ética conceptual. Alguien ha
de saber separar y discernir signos, ya que no todos los signos son buenos, algunos son
distracciones, tentaciones o malos. Y hay que ir con mucho cuidado no leer estos signos
según los criterios impuestos por el lateral izquierdo, ya que el lateral izquierdo no tiene
conexión alguna directa con la Revelación. La ley de esta lectura de signos es que, los
signos buenos son los signos que proceden de tu biocultura primaria, los otros hay que
investigarlos. San Juan de la Cruz, tipo biocultural primario "maia" hace de todos los
signos, aun de los de la noche oscura, un canto de amor. Ni quiere oír de voces, ni de
visiones: " En la cumbre de la montaña, nada, nada, nada." Santa Teresa de Avila, cuya
biocultura es primariamente lateral derecho mimético, sus señales son los de esta
biocultura, visiones, imágenes, imágenes, visiones. Son imágenes visibles que hablan,
tocan, la levantan, la hieren, pero son imágenes con forma visual. Esta tan lejos del tipo
"mythos" que necesita cinco confesores simultáneos para leerle los signos, o coincidir con
ella en su lectura propia. San Ignacio de Loyola, tipo biocultural "mythos" se entiende a
si mismo como en comunidad, hablando con unos y con otros, su propio yo ausente, por
eso sus signos son "loquelae," voces internas, lagrimas y sus únicas tentaciones es cuando
otros signos de otras bioculturas aparecen, como la "luz serpentina" o la visión de una
serpiente llena de luz que le acompaño con consolaciones por muchos años, y las visiones
que se le aparecieron al final del Diario Espiritual en sus meditaciones en busca de
elecciones. Por eso los místicos se dedican a la meditación como la única forma de recibir
señales divinas. Neurobiológicamente esto es también cierto porque las imágenes dejan
de lado el interprete del lateral izquierdo y el lateral derecho no miente. Es solo el
lateral izquierdo el que es capaz del acto voluntario de mentir ( Gazzaniga, 1992). Y es
por esta razón igualmente por la que los místicos usan los signos de la meditación para
tomar decisiones, para decidir. Al igual que los místicos sabían que estos signos creados
por la manipulación de tecnologías humanas aunque esenciales para el desarrollo humano
viene condicionadas y por lo tanto son temporales, a pesar de que sirvan para transmitir
la voluntad divina. Como decía Santa Teresa de Jesús; " Toda esta preparación no es la
causa de que Dios aparezca, pero sin ella Dios definitivamente no va a aparecer."
CONCLUSIONES
Este estudio empezó con el propósito de dilatar nuestro conocimiento de lo que hoy
día se entiende por ciencia y religión en vista de los últimos descubrimientos
neurobiológicos de como funcionan nuestros múltiples cerebros. De la mano del
paradigma biocultural hemos tratado de elucidar en que consiste y cual es nuestro
patrimonio biocultural, el nuestro en particular, el de culturas y la especie en
general. Los neurobiólogos han podido delimitarnos cinco cerebros y cinco "yo-
sombras" correspondientes a cada uno de ellos dado el mecanismo de dilación conque
cada uno esta dotado. Así hemos podido delinear un modelo humano que cubre la
totalidad de las manifestaciones personales y culturales de la especie humana y que
depende para su existencia en mantenerlo en ejercicio, marcando sus limites,
prejuicios y capacidad de decisión. Si lo que hemos delineado sirve para entender
que existe un repositorio de posibilidades humanas y manipulaciones corporales
(ejercicios) capaces de darle integridad a nuestro continuo problema de la estructura
de la identidad gracias a los estudios modernos de la ciencia, y que los místicos son
nuestra fuente mas directa de llegar a este entendimiento, entonces hemos de
concluir que no hay otro descubrimiento moderno mas importante para nosotros que
este aquí presentado, forzándonos a concentrarnos sin mas distracciones en los
espacios internos y los modelos que presentan de liberación y comunidad. Si no, lo
que normalmente entendemos por identidad y su estructura continuara siendo una
imposición externa sobre nuestra biología, trivializando nuestra vida humana y
condicionándola a nuevas y mas frecuentes imposiciones teóricas, es decir a un
imperialismo biocultural. Además, mientras seguimos encontrando el problema de
identidad filosóficamente interesante, gran parte de la población esta aprendiendo
a modificarlo farmacológicamente. Y la razón es que grandes porciones de nuestro
posible desarrollo humano están siendo olvidadas porque se hallan presentes en
culturas que nosotros creemos son distintas a las nuestras cuando en realidad esas
culturas no hacen mas que recordarnos lo que es nuestro biológicamente. Los
modelos presentes no tiene sitio para ellas. Y son estos modelos anticuados los que
han forzado a una porción de la humanidad a levantarse contra la otra, o ignorarla
o imponerse sobre ella. No hace falta que recordemos aquí las atrocidades mentales
que los "creyentes" han sido forzados a cometer en la ausencia de ejercicios
espirituales. Las creencias privan al sistema biológico humano de sensaciones, solo
la fe le da vida sensual.
REFERENCIAS