Mes Del Corazón de Jesús

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MES DEL SAGRADO

CORAZÓN DE
JESÚS

SECRETARIADO DIOCESANO
DE PASTORAL DE VOCACIONES
ARCHIDIÓCESIS DE TOLEDO
Edita: Secretariado Diocesano de Pastoral de Vocaciones

Archidiócesis de Toledo

Pza. S. Andrés, 3

45002 TOLEDO

[email protected]
PRESENTACIÓN

Ya son varios los materiales elaborados por el Secretariado


Diocesano de Vocaciones con el fin de impregnar la oración y la
devoción del pueblo cristiano de esa sana inquietud y afecto por las
vocaciones de especial consagración, y principalmente, por el
sacerdocio.

En este sentido contamos con una guía vocacional para el rezo del
rosario, las peticiones propuestas para añadirlas entre las preces de
Laudes y Vísperas, la Novena de la Inmaculada, la práctica del mes
de mayo, un pequeño oracional por las vocaciones y la santidad de
los sacerdotes… y ahora la práctica del mes del Corazón de Jesús.

No hace mucho tiempo que el Papa Benedicto XVI recordaba a la


Iglesia, con palabras del santo cura de Ars, que “el sacerdote es el
amor del Corazón de Jesús”. ¿Cómo no elevar nuestra oración, a
gritos y con lágrimas, si fuera necesario, para que el Corazón de Jesús
siga manifestando cómo es su amor al mundo a través de sacerdotes
santos, sabios y celosos?

“Tanto amó Dios al mundo que le envió a su hijo único para que no
se pierda ni uno solo de los que el Padre le dio”. Perdonen nuestro
atrevimiento, pero no faltamos a la verdad si parafraseamos estas
palabras del Señor de la siguiente manera: “Tanto amó el Corazón
de Jesús al mundo que envía sacerdotes para que no se pierda ni uno
solo”

En este año jubilar de la misericordia, convocado por el papa


Francisco, ofrecemos el presente material para que personalmente,
en grupos y parroquias oremos insistentemente para que no falten
en la Iglesia ni en el mundo esos canales de misericordia por
excelencia que son los sacerdotes.
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

ESQUEMA

1. Canto de entrada

2. Invocaciones al Sagrado Corazón de Jesús

3. Oración para todos los días

4. Lectura (bíblica)

5. Meditación: tomada del magisterio pontificio

6. Silencio meditativo

7. Acto de Confianza.

8. Jaculatorias finales (y bendición si procede)

9. Canto final

● 4 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

DÍA 1

V/ En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.


R/ Amén.
V/ El Señor esté con vosotros.
R/ Y con tu espíritu.

Invocaciones al Sagrado Corazón de Jesús

V/ Amor del Corazón de Jesús.


R/ ¡Abrasa mi corazón!
V/ Hermosura del Corazón de Jesús.
R/ ¡Cautiva mi corazón!
V/ Bondad del Corazón de Jesús.
R/ ¡Atrae mi corazón!
V/ Sagrado Corazón de Jesús.
R/ En ti confío.
R/ “Por la ancha abertura que la lanza hizo en el costado de mi
buen Maestro, yo penetro hasta su Corazón. Allí descanso en
la misericordia de mi Dios, y cojo abundantemente cuanto
me falta”1

Oración para todos los días

¡Oh Dios!, que en el Corazón de tu Hijo, herido por nuestros pecados


has depositado infinitos tesoros de caridad; te pedimos que, al
rendirle el homenaje de nuestro amor, le ofrezcamos una cumplida
reparación. Por Jesucristo nuestro Señor.

R/ Amén.

1
San Francisco de Sales

● 5 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

Lectura bíblica: Gn 9, 12-13

Y Dios añadió: «Esta es la señal de la alianza que establezco con


vosotros y con todo lo que vive con vosotros, para todas las
generaciones: pondré mi arco en el cielo, como señal de mi alianza
con la tierra.»

Meditación: Signo de salvación para nuestro tiempo

Entre todos los testimonios de la infinita benignidad de nuestro


Redentor resplandece singularmente el hecho de que, cuando la
caridad de los fieles se entibiaba, la caridad de Dios se presentaba
para ser honrada con culto especial, y los tesoros de su bondad se
descubrieron por aquella forma de devoción con que damos culto al
Sagrado Corazón de Jesús, «en quien están escondidos todos los
tesoros de la sabiduría y de la ciencia».

Pues, así como en otro tiempo quiso Dios que a los ojos del linaje
humano que salía del arca de Noé resplandeciera como signo de
pacto de amistad «el arco que aparece en las nubes», así en los
tiempos turbulentos de la edad moderna, serpeando la herejía
jansenista, la más astuta de todas, enemiga del amor de Dios y de la
piedad, que predicaba que no tanto ha de amarse a Dios como padre
cuanto temérsele como implacable juez, el buen Jesús mostró su
Corazón como bandera de paz y caridad desplegada sobre las
gentes, asegurando cierta la victoria en el combate.2

O bien:

2
PÍO XI, Carta-Encíclica Miserentissimus Redemptor, n.2

● 6 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

Lectura bíblica: Os 11, 1.3-4.8c

«Cuando Israel era joven lo amé y de Egipto llamé a mi hijo. Era yo


quien había criado a Efraín, tomándolo en mis brazos; y no
reconocieron que yo los cuidaba. Con lazos humanos los atraje, con
vínculos de amor. Fui para ellos como quien alza un niño hasta sus
mejillas. Me incliné hacia él para darle de comer. Mi corazón está
perturbado, se conmueven mis entrañas.»

Meditación: Mes de junio, mes del Sagrado Corazón

El mes de junio está dedicado, de modo especial, a la veneración del


Corazón divino. No sólo un día, la fiesta litúrgica que, de ordinario,
cae en junio, sino todos los días. Con esto se vincula la devota
práctica de rezar o cantar cotidianamente las letanías al Sacratísimo
Corazón de Jesús.

Es la oración maravillosa, integralmente centrada en el misterio


interior de Cristo: Dios-Hombre. Las letanías del Corazón de Jesús se
inspiran abundantemente en las fuentes bíblicas y, al mismo tiempo,
reflejan las experiencias más profundas de los corazones humanos.
Son, a la vez, oración de veneración y de dialogo auténtico.

Hablamos en ellas del corazón y, al mismo tiempo, dejamos a los


corazones hablar con este único Corazón, que es "fuente de vida y
de santidad" y "deseo de los collados eternos". Con el Corazón que
es "paciente y lleno de misericordia" y "generoso para todos los que
le invocan".

Esta oración, rezada y meditada, se convierte en una verdadera


escuela del hombre interior: la escuela del cristiano.

La solemnidad del Sacratísimo Corazón de Jesús nos recuerda, sobre


todo, los momentos en que este Corazón fue "traspasado por la

● 7 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

lanza" y, mediante esto, abierto de manera "visible" al hombre y al


mundo.

Al rezar las letanías ―y en general al venerar al Corazón Divino―


conocemos el misterio de la redención en toda su divina y, a la vez,
humana profundidad.

Simultáneamente, nos hacemos sensibles a la necesidad de


reparación. Cristo nos abre su Corazón para que nos unamos con Él
en su reparación por la salvación del mundo. Hablar del Corazón
traspasado es decir toda la verdad de su Evangelio y de la Pascua.

Tratemos de captar cada vez mejor este lenguaje. Aprendámoslo.3

Acto de confianza

R/ ¡Oh Corazón de Jesús! Pongo toda mi confianza en Ti. De mi


debilidad todo lo temo, pero todo lo espero de tu bondad. A tu
Corazón confío... (dígase la petición que se desee).
Míralo todo y después haz lo que tu Corazón te diga, deja obrar a tu
Corazón ¡Jesús mío, yo cuento contigo, yo me fío de ti, yo descanso
en ti, yo estoy seguro en ti!

V/ Corazón de Jesús, Hijo del Eterno Padre.


R/ Ten misericordia de nosotros.
V/ Jesús, manso y humilde de Corazón..
R/ Haz nuestro corazón semejante al tuyo.

3
JUAN PABLO II, Ángelus, (27-VI-1982)

● 8 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

DÍA 2

V/ En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.


R/ Amén.
V/ El Señor esté con vosotros.
R/ Y con tu espíritu.

Invocaciones al Sagrado Corazón de Jesús

V/ Caridad del Corazón de Jesús.


R/ ¡Derrámate en mi corazón!
V/ Clemencia del Corazón de Jesús.
R/ ¡Consuela mi corazón!
V/ Docilidad del Corazón de Jesús.
R/ ¡Eleva al Padre mi corazón!
V/ Sagrado Corazón de Jesús.
R/ En ti confío.
R/ Dios mío, he resuelto vivir en adelante sin cuidado alguno,
descargando sobre ti todas mis inquietudes.4

Oración para todos los días

¡Oh Dios!, que en el Corazón de tu Hijo, herido por nuestros pecados


has depositado infinitos tesoros de caridad; te pedimos que, al
rendirle el homenaje de nuestro amor, le ofrezcamos una cumplida
reparación. Por Jesucristo nuestro Señor.

R/ Amén.

4
San Claudio la Colombière

● 9 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

Lectura bíblica: Jer 1,4-8


El Señor me dirigió la palabra: «Antes de formarte en el vientre, te
elegí, antes de que salieras del seno materno, te consagré; te
constituí profeta de las naciones.
Yo repuse: «¡Ay, Señor, Dios mío! Mira que no sé hablar, que solo soy
un niño».
El Señor me contestó: «No digas que eres un niño, pues irás adonde
yo te envíe y dirás lo que yo te ordene. No les tengas miedo que yo
estoy contigo para librarte».

Meditación: Un Corazón que cambia la vida

San Claudio La-Colombière, religioso de corazón puro y libre fue


preparado para comprender y predicar el mensaje que, al mismo
tiempo, el Corazón de Jesús confiaba a sor Margarita María
Alacoque. Paray-le-Monial es, a nuestros ojos, la etapa más fecunda
del breve camino de Claudio La Colombiere. Llegó a esa ciudad, rica
de una larga tradición de vida religiosa, para encontrarse
providencialmente con la humilde salesa que había entrado en
diálogo constante con su «divino Maestro», que le había prometido
«las delicias de [su] amor puro». Descubrió en ella a una religiosa que
deseaba ardientemente «la cruz completamente pura», y que ofrecía
su penitencia y sus penas sin reticencia.

El padre La Colombiere, con una gran seguridad de discernimiento,


acreditó enseguida la experiencia mística de Margarita María, esa
«discípula amada [del] Sagrado Corazón», con la cual entabló una
hermosa fraternidad espiritual. Recibió de ella un mensaje, que tuvo
una gran resonancia: «Éste es el Corazón que amó tanto a los
hombres, que no ahorró nada, hasta agotarse y consumirse para
testimoniar su amor». El Señor pidió que se honrara su Corazón con
una fiesta, haciéndole una «reparación de honor» en la comunión
eucarística. Margarita María transmitió al «servidor fiel y perfecto

● 10 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

amigo», que reconocía en el padre La Colombière, la misión de


«establecer esa devoción y de complacer a mi divino Corazón».
Claudio, en los años que aún le quedaban por vivir, interiorizó esas
«riquezas infinitas». Desde entonces su vida espiritual se desarrolló
en la perspectiva de la «reparación» y de la «misericordia infinita»,
tan subrayadas en Paray. Se entregó en alma y cuerpo al Sagrado
Corazón «ardiendo siempre de amor». Incluso en la prueba practicó
el olvido de sí mismo a fin de llegar a la pureza del amor y elevar el
mundo a Dios. Sintiendo su debilidad, se remitió al poder de la gracia:
«Señor, haz en mi tu voluntad... Por ti, divino Corazón de Jesucristo,
hago todo»5

O bien:

Lectura bíblica: Hch 4, 12

Porque debajo del cielo no existe otro nombre, dado a los hombres,
en el cual hayamos de ser salvos.

Meditación: El culto al Corazón de Jesús

La Iglesia siempre ha tenido y tiene en grande estima el culto del


Sacratísimo Corazón de Jesús: lo fomenta y propaga entre todos los
cristianos, y lo defiende, además, enérgicamente contra las
acusaciones del naturalismo y del sentimentalismo; sin embargo, es
muy doloroso comprobar cómo, en lo pasado y aun en nuestros días,
este nobilísimo culto no es tenido en el debido honor y estimación
por algunos cristianos, y a veces ni aun por los que se dicen animados
de un sincero celo por la religión católica.6

5
JUAN PABLO II, Homilía en la canonización de San Claudio La Colombière, (31-
V-1992)
6
PIO XII, Carta-encíclica Haurietis aquas, n. 3

● 11 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

Acto de confianza

R/ ¡Oh Corazón de Jesús! Pongo toda mi confianza en Ti. De mi


debilidad todo lo temo, pero todo lo espero de tu bondad. A tu
Corazón confío... (dígase la petición que se desee).
Míralo todo y después haz lo que tu Corazón te diga, deja obrar a tu
Corazón. ¡Jesús mío, yo cuento contigo, yo me fío de ti, yo descanso
en ti, yo estoy seguro en ti!

V/ Corazón de Jesús, formado por el Espíritu Santo en el seno


de la Virgen Madre.
R/ Ten misericordia de nosotros.
V/ Jesús, manso y humilde de Corazón.
R/ Haz nuestro corazón semejante al tuyo.

DÍA 3

● 12 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

V/ En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.


R/ Amén.
V/ El Señor esté con vosotros.
R/ Y con tu espíritu.

Invocaciones al Sagrado Corazón de Jesús

V/ Dominio del Corazón de Jesús.


R/ ¡Sujeta mi corazón!
V/ Dulzura del Corazón de Jesús.
R/ ¡Penetra mi corazón!
V/ Equidad del Corazón de Jesús.
R/ ¡Regla mi corazón!
V/ Sagrado Corazón de Jesús.
R/ En ti confío.
R/ ¡Oh Corazón santísimo! Enséñame el camino que debo
tomar para que, olvidado enteramente de mí mismo, llegue
a conseguir la pureza de tu amor, cuyo deseo me has
infundido.7

Oración para todos los días

¡Oh Dios!, que en el Corazón de tu Hijo, herido por nuestros pecados


has depositado infinitos tesoros de caridad; te pedimos que, al
rendirle el homenaje de nuestro amor, le ofrezcamos una cumplida
reparación. Por Jesucristo nuestro Señor.

R/ Amén.

Lectura bíblica: Os 11, 1- 4

7
Beato Bernardo de Hoyos

● 13 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

Cuando Israel era joven lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo. Cuanto


más los llamaba, más se alejaban de mí; ofrecían sacrificios a los
Baales y quemaban incienso a los ídolos. Pero era yo quien había
criado a Efraím, tomándolos en mis brazos; y no reconocieron que yo
los cuidaba.

Meditación: La compasión del Corazón de Jesús ante el pecado del


hombre
En el Antiguo Testamento se habla veintiséis veces del corazón de
Dios, considerado como el órgano de su voluntad: el hombre es
juzgado en referencia al corazón de Dios. A causa del dolor que su
corazón siente por los pecados del hombre, Dios decide el diluvio,
pero después se conmueve ante la debilidad humana y perdona.
Luego hay un pasaje del Antiguo Testamento en el que el tema del
corazón de Dios se expresa de manera muy clara: se encuentra en el
capítulo 11 del libro del profeta Oseas, donde los primeros versículos
describen la dimensión del amor con el que el Señor se dirigió a Israel
en el alba de su historia: "Cuando Israel era niño, yo lo amé, y de
Egipto llamé a mi hijo".
En realidad, a la incansable predilección divina Israel responde con
indiferencia e incluso con ingratitud. "Cuanto más los llamaba —se
ve obligado a constatar el Señor—, más se alejaban de mí". Sin
embargo, no abandona a Israel en manos de sus enemigos, pues "mi
corazón —dice el Creador del universo— se conmueve en mi interior,
y a la vez se estremecen mis entrañas". ¡El corazón de Dios se
estremece de compasión! 8

8
BENEDICTO XVI, Homilía en la inauguración del año sacerdotal en la
solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, ( 19- VI- 2009)

● 14 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

O bien:

Lectura bíblica: Jn 19,34

Uno de los soldados, con la lanza, le traspasó el costado, y al punto


salió sangre y agua

Meditación: Corazón de Jesús, fuente de agua viva

El corazón de Jesús es traspasado por la lanza. Se abre, y se convierte


en una fuente. El agua y la sangre que manan aluden a los dos
sacramentos fundamentales de los que vive la Iglesia: el Bautismo y
la Eucaristía. Del costado traspasado del Señor, de su corazón
abierto, brota la fuente viva que mana a través de los siglos y edifica
la Iglesia. El corazón abierto es fuente de un nuevo río de vida. La
liturgia de la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, sin
embargo, prevé como canto de comunión otra palabra, afín a ésta,
extraída del evangelio de Juan: «El que tenga sed, que venga a mí; el
que cree en mí que beba» .

En la fe bebemos, por así decir, del agua viva de la Palabra de Dios.


Así, el creyente se convierte él mismo en una fuente, que da agua
viva a la tierra reseca de la historia. Lo vemos en los santos. Lo vemos
en María que, como gran mujer de fe y de amor, se ha convertido a
lo largo de los siglos en fuente de fe, amor y vida. Cada cristiano y
cada sacerdote deberían transformarse, a partir de Cristo, en fuente
que comunica vida a los demás. Deberíamos dar el agua de la vida a
un mundo sediento.9

9
BENEDICTO XVI, Homilía en la inauguración del año sacerdotal en la
solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, ( 19- VI- 2009)

● 15 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

Acto de confianza

R/ ¡Oh Corazón de Jesús! Pongo toda mi confianza en Ti. De mi


debilidad todo lo temo, pero todo lo espero de tu bondad. A tu
Corazón confío... (dígase la petición que se desee).
Míralo todo y después haz lo que tu Corazón te diga, deja obrar a tu
Corazón. ¡Jesús mío, yo cuento contigo, yo me fío de ti, yo descanso
en ti, yo estoy seguro en ti!

V/ Corazón de Jesús, unido substancialmente al Verbo de Dios.


R/ Ten misericordia de nosotros.
V/ Jesús, manso y humilde de Corazón.
R/ Haz nuestro corazón semejante al tuyo.

● 16 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

DÍA 4

V/ En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.


R/ Amén.
V/ El Señor esté con vosotros.
R/ Y con tu espíritu.

Invocaciones al Sagrado Corazón de Jesús

V/ Eternidad del Corazón de Jesús.


R/ ¡Llena mi corazón!
V/ Fidelidad del Corazón de Jesús.
R/ ¡Protege mi corazón!
V/ Fuerza del Corazón de Jesús.
R/ ¡Sostén mi corazón!
V/ Sagrado Corazón de Jesús.
R/ En ti confío.
R/ Esta es mi irrevocable voluntad: pertenecerle a Él
enteramente y hacerlo todo por amor suyo, renunciando con
todo mi corazón a cuanto pueda disgustarle.10

Oración para todos los días

¡Oh Dios!, que en el Corazón de tu Hijo, herido por nuestros pecados


has depositado infinitos tesoros de caridad; te pedimos que, al
rendirle el homenaje de nuestro amor, le ofrezcamos una cumplida
reparación. Por Jesucristo nuestro Señor.

R/ Amén.

10
Santa Margarita María de Alacoque

● 17 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

Lectura bíblica: Lc 12,34

«Porque donde está vuestro tesoro, allí estará también vuestro


corazón.»

Meditación: El corazón como santuario interior del hombre

[...] El hombre contemporáneo se encuentra a menudo trastornado,


dividido, casi privado de un principio interior que genere unidad y
armonía en su ser y en su obrar. Modelos de comportamiento
bastante difundidos, por desgracia, exasperan su dimensión
racional-tecnológica o, al contrario, su dimensión instintiva,
mientras que el centro de la persona no es ni la pura razón, ni el puro
instinto. El centro de la persona es lo que la Biblia llama «el corazón».

[...] Las personas, experimentan una gran nostalgia de Dios, pero


dan la impresión de haber perdido el camino del santuario interior en
donde es preciso acoger su presencia: ese santuario es precisamente
el corazón, donde la libertad y la inteligencia se encuentran con el
amor del Padre que está en los cielos.

El Corazón de Cristo es la sede universal de la comunión con Dios Padre,


es la sede del Espíritu Santo. Para conocer a Dios, es preciso conocer
a Jesús y vivir en sintonía con su Corazón, amando, como él, a Dios y
al prójimo.11

11
JUAN PABLO II, Catequesis,(8-VI-1994)

● 18 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

O bien:

Lectura bíblica: Jn 19, 33-34


Pero al llegar a Jesús, viendo que ya había muerto, no le quebraron
las piernas, sino que uno de los soldados, con la lanza, le traspasó el
costado, y al punto salió sangre y agua.

Meditación: Corazón del que manan los sacramentos

No hay, pues, duda de que el Sagrado Corazón de Jesús, al ser


participante tan íntimo de la vida del Verbo encarnado y, al haber
sido, por ello asumido como instrumento de la divinidad, no menos
que los demás miembros de su naturaleza humana, para realizar
todas las obras de la gracia y de la omnipotencia divina, por lo mismo
es también símbolo legítimo de aquella inmensa caridad que movió
a nuestro Salvador a celebrar, por el derramamiento de la sangre, su
místico matrimonio con la Iglesia: «Sufrió la pasión por amor a la
Iglesia que había de unir así como Esposa». Por lo tanto, del Corazón
traspasado del Redentor nació la Iglesia, verdadera dispensadora de
la sangre de la Redención; y del mismo fluye abundantemente la
gracia de los sacramentos que a los hijos de la Iglesia comunican la
vida sobrenatural, como leemos en la sagrada Liturgia: «Del Corazón
abierto nace la Iglesia, desposada con Cristo... Tú, que del Corazón
haces manar la gracia».
De este simbolismo, no desconocido para los antiguos Padres y
escritores eclesiásticos, el Doctor Común escribe, haciéndose su fiel
intérprete: «Del costado de Cristo brotó agua para lavar y sangre
para redimir. Por eso la sangre es propia del sacramento de la
Eucaristía; el agua, del sacramento del Bautismo, el cual, sin
embargo, tiene su fuerza para lavar en virtud de la sangre de Cristo».
Lo afirmado del costado de Cristo, herido y abierto por el soldado,
ha de aplicarse a su Corazón, al cual, sin duda, llegó el golpe de la

● 19 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

lanza, asestado precisamente por el soldado para comprobar de


manera cierta la muerte de Jesucristo. 12

Acto de confianza

R/ ¡Oh Corazón de Jesús! Pongo toda mi confianza en Ti. De mi


debilidad todo lo temo, pero todo lo espero de tu bondad. A tu
Corazón confío... (dígase la petición que se desee).
Míralo todo y después haz lo que tu Corazón te diga, deja obrar a tu
Corazón. ¡Jesús mío, yo cuento contigo, yo me fío de ti, yo descanso
en ti, yo estoy seguro en ti!

V/ Corazón de Jesús, de majestad infinita.


R/ Ten misericordia de nosotros.
V/ Jesús, manso y humilde de Corazón.
R/ Haz nuestro corazón semejante al tuyo.

12
PÍO XII, Carta-Encíclica Haurietis aquas, n. 21.

● 20 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

DÍA 5

V/ En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.


R/ Amén.
V/ El Señor esté con vosotros.
R/ Y con tu espíritu.

Invocaciones al Sagrado Corazón de Jesús

V/ Gloria del Corazón de Jesús.


R/ ¡Ocupa mi corazón!
V/ Grandeza del Corazón de Jesús.
R/ ¡Confunde mi corazón!
V/ Humildad del Corazón de Jesús.
R/ ¡Anonada mi corazón!
V/ Sagrado Corazón de Jesús.
R/ En ti confío.
R/ Me abraso en deseos de agradarte; pero siento que de
ningún modo podré llegar a conseguir lo que deseo sin aquel
gran auxilio que solamente Tú puedes darme. Perfecciona,
pues, en mí ¡oh Corazón santísimo! todo lo que te es
agradable y conforme a tu voluntad.13

Oración para todos los días

¡Oh Dios!, que en el Corazón de tu Hijo, herido por nuestros pecados


has depositado infinitos tesoros de caridad; te pedimos que, al
rendirle el homenaje de nuestro amor, le ofrezcamos una cumplida
reparación. Por Jesucristo nuestro Señor.

R/ Amén.

13
Beato Bernardo de Hoyos

● 21 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

Lectura bíblica: Ez 36, 26

«Os daré un corazón nuevo»

Meditación: El Corazón de Jesús, dádiva del Amor de Dios

Paray-Le Monial es un lugar donde estas palabras del Profeta


Ezequiel resuenan con fuerza. Fueron confirmadas aquí por una
sierva pobre y escondida del Corazón divino de Nuestro Señor: Santa
Margarita María. Cuántas veces, en el curso de la historia, la verdad
de esta promesa ha sido confirmada por la Revelación, en la Iglesia,
a través de la experiencia de los santos, de los místicos, de las almas
consagradas a Dios. Toda la historia de la espiritualidad cristiana lo
atestigua: la vida del hombre creyente en Dios, en tensión hacia el
futuro por la esperanza, llamado a la comunión del amor, esta vida
es la del corazón, la del hombre «interior», Ella está iluminada por la
verdad admirable del Corazón de Jesús que se ofrece a Sí mismo por
el mundo.14

O bien:

Lectura bíblica: Jn 15, 13

«Nadie tiene amor más grande que el que da su vida por sus
amigos».

Meditación: Don supremo de su Corazón

Al don incruento de Sí mismo bajo las especies del pan y del vino
quiso Jesucristo nuestro Salvador unir, como supremo testimonio de
su amor infinito, el Sacrificio cruento de la Cruz. Así daba ejemplo de
aquella sublime caridad que él propuso a sus discípulos como meta

14
JUAN PABLO II, Homilía en Paray Le Monial, (5-X-1986)

● 22 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

suprema del amor. Cierto es que nuestro Divino Redentor fue


crucificado más por la interior vehemencia de su amor que por la
violencia exterior de sus verdugos: su sacrificio voluntario es el don
supremo que su Corazón hizo a cada uno de los hombres, según la
concisa expresión del Apóstol: “Me amó y se entregó a sí mismo por
mí”.15

Acto de confianza

R/ ¡Oh Corazón de Jesús! Pongo toda mi confianza en Ti. De mi


debilidad todo lo temo, pero todo lo espero de tu bondad. A tu
Corazón confío... (dígase la petición que se desee).
Míralo todo y después haz lo que tu Corazón te diga, deja obrar a tu
Corazón. ¡Jesús mío, yo cuento contigo, yo me fío de ti, yo descanso
en ti, yo estoy seguro en ti!

V/ Corazón de Jesús, templo santo de Dios.


R/ Ten misericordia de nosotros.
V/ Jesús, manso y humilde de Corazón.
R/ Haz nuestro corazón semejante al tuyo.

15
PIO XII, Carta-encíclica Haurietis aquas, n. 20

● 23 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

DÍA 6

V/ En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.


R/ Amén.
V/ El Señor esté con vosotros.
R/ Y con tu espíritu.

Invocaciones al Sagrado Corazón de Jesús

V/ Inmutabilidad del Corazón de Jesús.


R/ ¡Fija mi corazón!
V/ Justicia del Corazón de Jesús.
R/ ¡No abandones mi corazón!
V/ Latidos del Corazón de Jesús.
R/ ¡Haz que resuenen en mi corazón!
V/ Sagrado Corazón de Jesús.
R/ En ti confío.
R/ “Quiero correr a ti, la Fuente, y beber a largos tragos del mar
divino que derramas sobre aquellos que tienen sed.”16

Oración para todos los días

¡Oh Dios!, que en el Corazón de tu Hijo, herido por nuestros pecados


has depositado infinitos tesoros de caridad; te pedimos que, al
rendirle el homenaje de nuestro amor, le ofrezcamos una cumplida
reparación. Por Jesucristo nuestro Señor.

R/ Amén.

16
San Gregorio de Nisa

● 24 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

Lectura bíblica: Jn 17, 19

«Por ellos me santifico a mí mismo, para que ellos también sean


santificados en la verdad»

Meditación: El corazón amorosísimo de Jesús como alimento de


nuestra alma

La Iglesia contempla sin cesar el amor de Dios, manifestado de


forma sublime y particular en el Calvario, durante la pasión de Cristo,
sacrificio que se hace sacramentalmente presente en cada
eucaristía. «Del Corazón amorosísimo de Jesús proceden todos los
sacramentos, y especialmente el mayor de todos, el sacramento del
amor, por el cual Jesús ha querido ser el compañero de nuestra vida,
el alimento de nuestra alma, sacrificio de un valor infinito».

[...] «El amor de Cristo nos impulsa» a hacer que sea conocido y
amado el Salvador, que derramó su sangre por los hombres.

Por tanto, exhorto encarecidamente a los fieles a adorar a Cristo,


presente en el Santísimo Sacramento del Altar, permitiéndole que
cure nuestra conciencia, nos purifique, nos ilumine y nos unifique. En
el encuentro con él los cristianos hallarán la fuerza para su vida
espiritual y para su misión en el mundo. [...] Serán cada día más hijos
en el Hijo. Así, a través de ellos, el amor se derramará en el corazón
de los hombres, para edificar el cuerpo de Cristo que es la Iglesia y
construir una sociedad de justicia, paz y fraternidad. Serán
intercesores de la humanidad entera, pues toda alma que se eleva

● 25 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

hacia Dios, a la vez eleva al mundo y contribuye de modo misterioso


a la salvación ofrecida gratuitamente por nuestro Padre celestial. 17

O bien:

Lectura bíblica: Ef 5,26


Cristo se entregó a sí mismo por ella, para consagrarla, purificándola
con el baño del agua y la palabra.
Meditación: Sagrado Corazón, símbolo del amor de Cristo

Nada, por lo tanto, prohíbe que adoremos el Corazón Sacratísimo de


Jesucristo como participación y símbolo natural, el más expresivo, de
aquel amor inexhausto que nuestro Divino Redentor siente aun hoy
hacia el género humano. Ya no está sometido a las perturbaciones
de esta vida mortal; sin embargo, vive y palpita y está unido de modo
indisoluble a la Persona del Verbo divino, y, en ella y por ella, a su
divina voluntad. Y porque el Corazón de Cristo se desborda en amor
divino y humano, y porque está lleno de los tesoros de todas las
gracias que nuestro Redentor adquirió por los méritos de su vida,
padecimientos y muerte, es, sin duda, la fuente perenne de aquel
amor que su Espíritu comunica a todos los miembros de su Cuerpo
Místico.
Así, pues, el Corazón de nuestro Salvador en cierto modo refleja la
imagen de la divina Persona del Verbo, y es imagen también de sus
dos naturalezas, la humana y la divina; y así en él podemos
considerar no sólo el símbolo, sino también, en cierto modo, la
síntesis de todo el misterio de nuestra Redención. Luego, cuando

17
JUAN PABLO II, Mensaje al Arzobispo de Lyon: Corazón del Verbo
encarnado, signo del amor por excelencia, (4-VI-1999)

● 26 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

adoramos el Corazón de Jesucristo, en él y por él adoramos así el


amor increado del Verbo divino como su amor humano, con todos
sus demás afectos y virtudes, pues por un amor y por el otro nuestro
Redentor se movió a inmolarse por nosotros y por toda la Iglesia, su
Esposa18.
Acto de confianza

R/ ¡Oh Corazón de Jesús! Pongo toda mi confianza en Ti. De mi


debilidad todo lo temo, pero todo lo espero de tu bondad. A tu
Corazón confío... (dígase la petición que se desee).
Míralo todo y después haz lo que tu Corazón te diga, deja obrar a tu
Corazón. ¡Jesús mío, yo cuento contigo, yo me fío de ti, yo descanso
en ti, yo estoy seguro en ti!

V/ Corazón de Jesús, tabernáculo del Altísimo.


R/ Ten misericordia de nosotros.
V/ Jesús, manso y humilde de Corazón.
R/ Haz nuestro corazón semejante al tuyo.

18
PÍO XII, Carta-Encíclica Haurietis aquas, n. 24

● 27 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

DÍA 7

V/ En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.


R/ Amén.
V/ El Señor esté con vosotros.
R/ Y con tu espíritu.

Invocaciones al Sagrado Corazón de Jesús

V/ Liberalidad del Corazón de Jesús.


R/ ¡Enriquece mi corazón!
V/ Luz del Corazón de Jesús.
R/ ¡Ilumina mi corazón!
V/ Misericordia del Corazón de Jesús.
R/ ¡Perdona mi corazón!
V/ Sagrado Corazón de Jesús.
R/ En ti confío.
R/ Las armas de quienes queremos ser vuestros hijos
verdaderos y no renunciar a la herencia son tus cinco llagas,
Señor.19

Oración para todos los días

¡Oh Dios!, que en el Corazón de tu Hijo, herido por nuestros pecados


has depositado infinitos tesoros de caridad; te pedimos que, al
rendirle el homenaje de nuestro amor, le ofrezcamos una cumplida
reparación. Por Jesucristo nuestro Señor.

R/ Amén.

19
Santa Teresa de Jesús

● 28 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

Lectura bíblica: Jn 12, 23-25

Jesús les contestó: «Ha llegado la hora de que sea glorificado el Hijo
del hombre. En verdad, en verdad os digo: si el grano de trigo no cae
en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto.
El que se ama a sí mismo, se pierde, y el que se aborrece a sí mismo
en este mundo, se guardará para la vida eterna».

Meditación: Dios es amor

El desarrollo del amor hacia sus más altas cotas y su más íntima
pureza conlleva el que ahora aspire a lo definitivo, y esto en un doble
sentido: en cuanto implica exclusividad —sólo esta persona—, y en el
sentido del «para siempre». El amor engloba la existencia entera y
en todas sus dimensiones, incluido también el tiempo. No podría ser
de otra manera, puesto que su promesa apunta a lo definitivo: el
amor tiende a la eternidad. Ciertamente, el amor es «éxtasis», pero
no en el sentido de arrebato momentáneo, sino como camino
permanente, como un salir del yo cerrado en sí mismo hacia su
liberación en la entrega de sí y, precisamente de este modo, hacia el
reencuentro consigo mismo, más aún, hacia el descubrimiento de
Dios: « El que pretenda guardarse su vida, la perderá; y el que la
pierda, la recobrará», dice Jesús en una sentencia suya que, con
algunas variantes, se repite en los Evangelios. Con estas palabras,
Jesús describe su propio itinerario, que a través de la cruz lo lleva a la
resurrección: el camino del grano de trigo que cae en tierra y muere,
dando así fruto abundante. Describe también, partiendo de su
sacrificio personal y del amor que en éste llega a su plenitud, la
esencia del amor y de la existencia humana en general.20

20
BENEDICTO XVI, Carta-Encíclica Deus caritas est, n. 6

● 29 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

O bien:

Lectura bíblica: Flp 2, 7-8


Al contrario, se despojó de sí mismo tomando la condición de
esclavo, hecho semejante a los hombres. Y así, reconocido como
hombre por su presencia, se humilló a sí mismo, hecho obediente
hasta la muerte, y una muerte de cruz.
Meditación: Culto al Corazón de Jesús, culto en espíritu y en verdad.
Y así del elemento corpóreo —el Corazón de Jesucristo— y de su
natural simbolismo, es legítimo y justo que, llevados en alas de la fe,
nos elevemos no sólo a la contemplación de su amor sensible, sino
más alto aún, hasta la consideración y adoración de su excelentísimo
amor infundido, y, finalmente, en un vuelo sublime y dulce a un
mismo tiempo, hasta la Meditación: y adoración del Amor divino del
Verbo Encarnado. De hecho, a la luz de la fe —por la cual creemos
que en la Persona de Cristo están unidas la naturaleza humana y la
naturaleza divina— nuestra mente se torna idónea para concebir los
estrechísimos vínculos que existen entre el amor sensible del
Corazón físico de Jesús y su doble amor espiritual, el humano y el
divino. En realidad, estos amores no se deben considerar
sencillamente como coexistentes en la adorable Persona del
Redentor divino, sino también como unidos entre sí por vínculo
natural, en cuanto que al amor divino están subordinados el humano
espiritual y el sensible, los cuales dos son una representación
analógica de aquél. No pretendemos con esto que en el Corazón de
Jesús se haya de ver y adorar la que llaman imagen formal, es decir,
la representación perfecta y absoluta de su amor divino, pues que no
es posible representar adecuadamente con ninguna imagen criada la
íntima esencia de este amor; pero el alma fiel, al venerar el Corazón
de Jesús, adora juntamente con la Iglesia el símbolo y como la huella
de la Caridad divina, la cual llegó también a amar con el Corazón del

● 30 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

Verbo Encarnado al género humano, contaminado por tantos


crímenes. 21
Acto de confianza

R/ ¡Oh Corazón de Jesús! Pongo toda mi confianza en Ti. De mi


debilidad todo lo temo, pero todo lo espero de tu bondad. A tu
Corazón confío... (dígase la petición que se desee).
Míralo todo y después haz lo que tu Corazón te diga, deja obrar a tu
Corazón. ¡Jesús mío, yo cuento contigo, yo me fío de ti, yo descanso
en ti, yo estoy seguro en ti!

V/ Corazón de Jesús, casa de Dios y puerta del cielo.


R/ Ten misericordia de nosotros.
V/ Jesús, manso y humilde de Corazón.
R/ Haz nuestro corazón semejante al tuyo.

21
PÍO XII, Carta-Encíclica Haurietis aquas, n. 28

● 31 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

DÍA 8

V/ En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.


R/ Amén.
V/ El Señor esté con vosotros.
R/ Y con tu espíritu.

Invocaciones al Sagrado Corazón de Jesús

V/ Modestia del Corazón de Jesús.


R/ ¡Asombra mi corazón!
V/ Obediencia del Corazón de Jesús.
R/ ¡Somete mi corazón!
V/ Paciencia del Corazón de Jesús.
R/ ¡No te canses de mi corazón!
V/ Sagrado Corazón de Jesús.
R/ En ti confío.
R/ Bien conozco que soy frágil e inconstante; sé cuánto pueden
las tentaciones contra la virtud más firme;… pero nada de
esto puede aterrarme. Mientras mantenga firme mi
confianza, me conservaré a cubierto de todas las
calamidades; y estoy seguro de confiar siempre, porque
espero igualmente esta invariable confianza.22
Oración para todos los días

¡Oh Dios!, que en el Corazón de tu Hijo, herido por nuestros pecados


has depositado infinitos tesoros de caridad; te pedimos que, al
rendirle el homenaje de nuestro amor, le ofrezcamos una cumplida
reparación. Por Jesucristo nuestro Señor.

R/ Amén.

22
San Claudio la Colombière

● 32 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

Lectura bíblica: Is 43, 1

Y ahora esto dice el Señor, que te creó, Jacob, que te ha formado,


Israel: «No temas, que te he redimido, te he llamado por tu nombre,
tú eres mío».

Meditación: Amor de Dios, experiencia que transforma el Corazón

La fuente de todo don perfecto es Dios Amor -Deus caritas est-:


«quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él». La
Sagrada Escritura narra la historia de este vínculo originario entre
Dios y la humanidad, que precede a la misma creación. San Pablo,
escribiendo a los cristianos de la ciudad de Éfeso, eleva un himno de
gratitud y alabanza al Padre, el cual con infinita benevolencia
dispone a lo largo de los siglos la realización de su plan universal de
salvación, que es un designio de amor. En el Hijo Jesús –afirma el
Apóstol– «nos eligió antes de la fundación del mundo para que
fuésemos santos e irreprochables ante Él por el amor».

Somos amados por Dios incluso “antes” de venir a la existencia.


Movido exclusivamente por su amor incondicional, él nos “creó de la
nada” para llevarnos a la plena comunión con Él. Lleno de gran
estupor ante la obra de la providencia de Dios, el Salmista exclama:
«Cuando contemplo el cielo, obra de tus dedos, la luna y las estrellas
que has creado, ¿qué es el hombre para que te acuerdes de él, el ser
humano, para que te cuides de él?». La verdad profunda de nuestra
existencia está, pues, encerrada en ese sorprendente misterio: toda
criatura, en particular toda persona humana, es fruto de un
pensamiento y de un acto de amor de Dios, amor inmenso, fiel,
eterno. El descubrimiento de esta realidad es lo que cambia

● 33 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

verdaderamente nuestra vida en lo más hondo.23

O bien:

Lectura bíblica: Jn 7, 37-38

Fueron los soldados, le quebraron las piernas al primero y luego al


otro que habían crucificado con él; pero al llegar a Jesús, viendo que
ya había muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los
soldados, con la lanza, le traspasó el costado, y al punto salió sangre
y agua.

Meditación: Jesucristo, el amor de Dios encarnado

Este actuar de Dios adquiere ahora su forma dramática, puesto que,


en Jesucristo, el propio Dios va tras la « oveja perdida », la
humanidad doliente y extraviada. Cuando Jesús habla en sus
parábolas del pastor que va tras la oveja descarriada, de la mujer que
busca el dracma, del padre que sale al encuentro del hijo pródigo y lo
abraza, no se trata sólo de meras palabras, sino que es la explicación
de su propio ser y actuar. En su muerte en la cruz se realiza ese
ponerse Dios contra sí mismo, al entregarse para dar nueva vida al
hombre y salvarlo: esto es amor en su forma más radical. Poner la
mirada en el costado traspasado de Cristo, del que habla Juan, ayuda
a comprender lo que ha sido el punto de partida de esta Carta
encíclica: « Dios es amor ». Es allí, en la cruz, donde puede
contemplarse esta verdad. Y a partir de allí se debe definir ahora qué
es el amor. Y, desde esa mirada, el cristiano encuentra la orientación
de su vivir y de su amar. Quien quiere dar amor, debe a su vez
recibirlo como don. Es cierto —como nos dice el Señor— que el

23
BENEDICTO XVI, Mensaje para la XLIX Jornada mundial de oración por las
vocaciones, (29- IV- 2012)

● 34 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

hombre puede convertirse en fuente de la que manan ríos de agua


viva. No obstante, para llegar a ser una fuente así, él mismo ha de
beber siempre de nuevo de la primera y originaria fuente que es
Jesucristo, de cuyo corazón traspasado brota el amor de Dios.24

Acto de confianza

R/ ¡Oh Corazón de Jesús! Pongo toda mi confianza en Ti. De mi


debilidad todo lo temo, pero todo lo espero de tu bondad. A tu
Corazón confío... (dígase la petición que se desee).
Míralo todo y después haz lo que tu Corazón te diga, deja obrar a tu
Corazón. ¡Jesús mío, yo cuento contigo, yo me fío de ti, yo descanso
en ti, yo estoy seguro en ti!

V/ Corazón de Jesús, horno ardiente de caridad.


R/ Ten misericordia de nosotros.
V/ Jesús, manso y humilde de Corazón.
R/ Haz nuestro corazón semejante al tuyo.

24
BENEDICTO XVI, Carta-Encíclica Deus caritas est, nn. 7.12

● 35 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

DÍA 9

V/ En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.


R/ Amén.
V/ El Señor esté con vosotros.
R/ Y con tu espíritu.

Invocaciones al Sagrado Corazón de Jesús

V/ Paz del Corazón de Jesús.


R/ ¡Invade mi corazón!
V/ Presencia del Corazón de Jesús.
R/ ¡Aficiona mi corazón!
V/ Providencia del Corazón de Jesús.
R/ ¡Vela sobre mi corazón!
V/ Sagrado Corazón de Jesús.
R/ En ti confío.
R/ Pueden los hombres despojarme de los bienes y de la buena
fama; pueden las enfermedades quitarme las fuerzas y los
medios de servirte; yo mismo puedo perder tu gracia por el
pecado; pero no perderé mi confianza; la conservaré hasta el
último instante de mi vida y serán inútiles todos los esfuerzos
de los demonios del infierno por arrancármela.25
Oración para todos los días
¡Oh Dios!, que en el Corazón de tu Hijo, herido por nuestros pecados
has depositado infinitos tesoros de caridad; te pedimos que, al
rendirle el homenaje de nuestro amor, le ofrezcamos una cumplida
reparación. Por Jesucristo nuestro Señor.
R/ Amén.

25
San Claudio la Colombière

● 36 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

Lectura bíblica: Zac 12, 10

Derramaré sobre la casa de David y sobre los habitantes de Jerusalén


un espíritu de perdón y de oración, y volverán sus ojos hacia mí, al
que traspasaron.

Meditación: Sagrado Corazón de Jesús, única esperanza del hombre

[Como la Cruz, en las primeras persecuciones contra la Iglesia] fue


simultáneamente signo y causa de la amplísima victoria lograda
inmediatamente, otro signo se ofrece hoy a nuestros ojos, dichoso y
divino: el Sacratísimo Corazón de Jesús con la Cruz superpuesta,
resplandeciendo entre llamas, con espléndido candor. En El han de
colocarse todas las esperanzas; en El han de buscar y esperar la
salvación de los hombres».

[…] En este dichoso signo y en esta forma de devoción por


consiguiente, ¿no es verdad que se contiene la suma de toda la
religión y aun la norma de vida más perfecta, como que más
expeditamente conduce los ánimos a conocer íntimamente a Cristo
Señor Nuestro, y los impulsa a amarlo más vehementemente, y a
imitarlo con más eficacia? Nadie extrañe, pues, que nuestros
predecesores incesantemente vindicaran esta probada devoción de
las recriminaciones de los calumniadores y que la ensalzaran con
sumos elogios y solícitamente la fomentaran, conforme a las
circunstancias […]

Mas, entre todo cuanto propiamente atañe al culto del Sacratísimo


Corazón, descuella la piadosa y memorable consagración con que
nos ofrecemos al Corazón divino de Jesús, con todas nuestras cosas,
reconociéndolas como recibidas de la eterna bondad de Dios.
Después que nuestro Salvador, movido más que por su propio

● 37 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

derecho, por su inmensa caridad para nosotros, enseñó a la inocente


discípula de su Corazón, Santa Margarita María, cuánto deseaba que
los hombres le rindiesen este tributo de devoción, ella fue, con su
maestro espiritual, el P. Claudio de la Colombière, la primera en
rendirlo. Siguieron, andando el tiempo, los individuos particulares,
después las familias privadas y las asociaciones y, finalmente, los
magistrados, las ciudades y los reinos.26

O bien:

Lectura bíblica: Jn 17, 22-23

Yo les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno, como
nosotros somos uno; yo en ellos, y tú en mí, para que sean
completamente uno, de modo que el mundo sepa que tú me has
enviado y que los has amado a ellos como me has amado a mí.

Meditación: ¡Hijo mío, dame tu corazón!

Dios y Redentor a la vez, posee plenamente y de un modo perfecto,


todo lo que existe. Nosotros, por el contrario, somos tan pobres y tan
desprovistos de todo, que no tenemos nada que nos pertenezca y
que podamos ofrecerle en obsequio. No obstante, por su bondad y
caridad soberanas, no rehúsa nada que le ofrezcamos y que le
consagremos lo que ya le pertenece, como si fuera posesión nuestra.
No sólo no rehúsa esta ofrenda, sino que la desea y la pide: "¡Hijo
mío, dame tu corazón!" Podemos pues serle enteramente
agradables con nuestra buena voluntad y el afecto de nuestra alma.

Consagrándonos a Él, no solamente reconocemos y aceptamos


abiertamente su imperio con alegría, sino que testimoniamos
realmente que si lo que le ofrecemos nos perteneciera, se lo

26
PÍO XI, Carta-Encíclica Miserentissimus Redemptor, nn. 2-3

● 38 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

ofreceríamos de todo corazón; así pedimos a Dios quiera recibir de


nosotros estos mismos objetos que ya le pertenecen de un modo
absoluto. Esta es la eficacia del acto del que estamos hablando, y
este es el sentido de sus palabras. Puesto que el Sagrado Corazón es
el símbolo y la imagen sensible de la caridad infinita de Jesucristo,
caridad que nos impulsa a amarnos los unos a los otros, es natural
que nos consagremos a este corazón tan santo. Obrar así, es darse y
unirse a Jesucristo, pues los homenajes, señales de sumisión y de
piedad que uno ofrece al divino Corazón, son referidos realmente y
en propiedad a Cristo en persona.27

Acto de confianza

R/ ¡Oh Corazón de Jesús! Pongo toda mi confianza en Ti. De mi


debilidad todo lo temo, pero todo lo espero de tu bondad. A tu
Corazón confío... (Dígase la petición que se desee).
Míralo todo y después haz lo que tu Corazón te diga, deja obrar a tu
Corazón. ¡Jesús mío, yo cuento contigo, yo me fío de ti, yo descanso
en ti, yo estoy seguro en ti!

V/ Corazón de Jesús, santuario de la justicia y del amor.


R/ Ten misericordia de nosotros.
V/ Jesús, manso y humilde de Corazón.
R/ Haz nuestro corazón semejante al tuyo.

27
LEÓN XIII, Carta-Encíclica Annum Sacrum, n.7

● 39 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

DÍA 10

V/ En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.


R/ Amén.
V/ El Señor esté con vosotros.
R/ Y con tu espíritu.

Invocaciones al Sagrado Corazón de Jesús

V/ Reino del Corazón de Jesús.


R/ ¡Establécete en mi corazón!
V/ Sabiduría del Corazón de Jesús.
R/ ¡Conduce mi corazón!
V/ Santidad del Corazón de Jesús.
R/ ¡Purifica mi corazón!
V/ Sagrado Corazón de Jesús.
R/ En ti confío.
R/ Así, espero que me sostendrás en las más rápidas y
resbaladizas pendientes, que me fortalecerás contra los más
violentos asaltos y que harás triunfar mi flaqueza sobre mis
más terribles enemigos. Espero que Tú me amarás siempre
y que yo te amaré sin interrupción28.

Oración para todos los días

¡Oh Dios!, que en el Corazón de tu Hijo, herido por nuestros pecados


has depositado infinitos tesoros de caridad; te pedimos que, al
rendirle el homenaje de nuestro amor, le ofrezcamos una cumplida
reparación. Por Jesucristo nuestro Señor.

R/ Amén.

28
San Claudio de la Colombière

● 40 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

Lectura bíblica: Jn 12, 30-32

Jesús tomó la palabra y dijo: «Esta voz no ha venido por mí sino por
vosotros. Ahora va a ser juzgado el mundo; ahora el príncipe de este
mundo va a ser echado fuera. Y cuando yo sea elevado sobre la
tierra, atraeré a todos hacia mí»

Meditación: Para que venga su Reino

Mas, como en el siglo precedente y en el nuestro, por las


maquinaciones de los impíos, se llegó a despreciar el imperio de
Cristo nuestro Señor y a declarar públicamente la guerra a la Iglesia,
con leyes y mociones populares contrarias al derecho divino y a la ley
natural, y hasta hubo asambleas que gritaban: «No queremos que
reine sobre nosotros», por esta consagración que decíamos, la voz
de todos los amantes del Corazón de Jesús prorrumpía unánime
oponiendo acérrimamente, para vindicar su gloria y asegurar sus
derechos: «Es necesario que Cristo reine. Venga su reino». De lo cual
fue consecuencia feliz que todo el género humano, que por nativo
derecho posee Jesucristo, único en quien todas las cosas se
restauran, al empezar este siglo, se consagra al Sagrado Corazón,
por nuestro predecesor León XIII, de feliz memoria, aplaudiendo el
orbe cristiano.

Comienzos tan faustos y agradables, Nos, como ya dijimos en


nuestra encíclica Quas primas, accediendo a los deseos y a las preces
reiteradas y numerosas de obispos y fieles, con el favor de Dios
completamos y perfeccionamos, cuando, al término del año jubilar,
instituimos la fiesta de Cristo Rey y su solemne celebración en todo
el orbe cristiano.

Cuando eso hicimos, no sólo declaramos el sumo imperio de


Jesucristo sobre todas las cosas, sobre la sociedad civil y la doméstica

● 41 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

y sobre cada uno de los hombres, mas también presentimos el júbilo


de aquel dichoso día en que el mundo entero espontáneamente y de
buen grado aceptará la dominación suavísima de Cristo Rey. Por esto
ordenábamos también que en el día de esta fiesta se renovase todos
los años aquella consagración para conseguir más cierta y
abundantemente sus frutos y para unir a los pueblos todos con el
vínculo de la caridad cristiana y la conciliación de la paz en el Corazón
de Cristo, Rey de Reyes y Señor de señores.29

O bien:

Lectura bíblica: Mt 7, 25

«Cayó la lluvia, se desbordaron los ríos, soplaron los vientos y


descargaron contra la casa; pero no se hundió porque estaba
cimentada sobre roca»

Meditación: Sumo aprecio por el culto al Sagrado Corazón de Jesús

Esto supuesto, ya no cabe duda alguna de que los cristianos que


honran al sacratísimo Corazón del Redentor cumplen el deber,
ciertamente gravísimo, que tienen de servir a Dios, y que juntamente
se consagran a sí mismos y a toda su propia actividad, tanto interna
como externa, a su Creador y Redentor, poniendo así en práctica
aquel divino mandamiento: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu
corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente, y con todas tus
fuerzas». Además de que así tienen la certeza de que a honrar a Dios
no les mueve ninguna ventaja personal, corporal o espiritual,
temporal o eterna, sino la bondad misma de Dios, a quien cuidan de
obsequiar con actos de amor, de adoración y de debida acción de

29
PÍO XI, Carta-Encíclica Miserentissimus Redemptor, n.4

● 42 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

gracias. Si no fuera así, el culto al sacratísimo Corazón de Jesús ya no


respondería a la índole genuina de la religión cristiana, porque
entonces el hombre con tal culto ya no tendría como mira principal
el servicio de honrar principalmente el amor divino; y entonces
deberían mantenerse como justas las acusaciones de excesivo amor
y de demasiada solicitud por sí mismos, motivadas por quienes
entienden mal esta devoción tan nobilísima, o no la practican con
toda rectitud.30

Acto de confianza

R/ ¡Oh Corazón de Jesús! Pongo toda mi confianza en Ti. De mi


debilidad todo lo temo, pero todo lo espero de tu bondad. A tu
Corazón confío... (dígase la petición que se desee).
Míralo todo y después haz lo que tu Corazón te diga, deja obrar a tu
Corazón. ¡Jesús mío, yo cuento contigo, yo me fío de ti, yo descanso
en ti, yo estoy seguro en ti!

V/ Corazón de Jesús, lleno de bondad y de amor.


R/ Ten misericordia de nosotros.
V/ Jesús, manso y humilde de Corazón.
R/ Haz nuestro corazón semejante al tuyo.

30
PÍO XII, Carta-Encíclica Haurietis aquas, n. 31.

● 43 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

DÍA 11

V/ En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.


R/ Amén.
V/ El Señor esté con vosotros.
R/ Y con tu espíritu.

Invocaciones al Sagrado Corazón de Jesús

V/ Silencio del Corazón de Jesús.


R/ ¡Habla a mi corazón!
V/ Ciencia del Corazón de Jesús.
R/ ¡Enseña a mi corazón!
V/ Poder del Corazón de Jesús.
R/ ¡Asegura mi corazón!
V/ Sagrado Corazón de Jesús.
R/ En ti confío.
R/ “Yo ya no quiero otro amor,
Pues a mi Dios me he entregado,
Y mi Amado es para mí,
Y yo soy para mi Amado”31

Oración para todos los días

¡Oh Dios!, que en el Corazón de tu Hijo, herido por nuestros pecados


has depositado infinitos tesoros de caridad; te pedimos que, al
rendirle el homenaje de nuestro amor, le ofrezcamos una cumplida
reparación. Por Jesucristo nuestro Señor.

R/ Amén.

31
Santa Teresa de Jesús

● 44 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

Lectura bíblica: Jn 6, 54-56

«El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo


resucitaré en el último día. Mi carne es verdadera comida, y mi
sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre
habita en mí y yo en él.»

Meditación: El Corazón de Jesús en la Eucaristía

En primer lugar deseamos que por medio de una participación más


intensa en el Sacramento del altar sea honrado el Corazón de Jesús,
cuyo regalo más grande es justamente en la Eucaristía. De hecho, en
el sacrificio eucarístico se inmola y se recibe a nuestro Salvador
siempre vivo para interceder por nosotros, cuyo Corazón fue abierto
por la lanza del soldado y derramó sobre el género humano el
torrente de su Sangre preciosa, mezclada con agua; en este excelso
Sacramento, además, que es la culminación y centro de los demás
sacramentos, se gusta la dulzura espiritual en la misma fuente y se
recuerda aquella insigne caridad que Cristo ha demostrado en su
pasión; es necesario por tanto que - para usar las palabras de San
Juan Damasceno - nos acerquemos a él con deseo ardiente… para
que el fuego de nuestro deseo, recibido como si fuera el ardor de una
brasa, destruya quemando nuestros pecados e ilumine los corazones
y de tal manera en el contacto habitual con el fuego divino nos
volvamos ardientes y puros y semejantes a Dios32

O bien:

32
PABLO VI, Carta Apostólica Investigabiles divitias Christi

● 45 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

Lectura bíblica: Is 12, 3

Sacaréis agua con gozo de las fuentes de la salvación

Meditación: Volver al amor primero

La esperanza del hombre y la esperanza del mundo contemporáneo,


la perspectiva del futuro realmente "mejor", más humano, dependen
del "Confíteor" y del "Kyrie eleison". Dependen de la conversión: de
las muchas, muchas conversiones humanas, que son capaces de
transformar no sólo la vida personal del hombre, sino la vida de los
ambientes y de la sociedad entera: desde los ambientes más
pequeños, hasta los cada vez más grandes, abarcando incluso a toda
la familia humana.

Una cosa significativa: el día en que pensamos, ante todo, en el


término, en el fin, la liturgia se orienta hacia las expresiones que
hablan del principio: "En el principio ya existía la Palabra, y la Palabra
estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. La Palabra en el principio
estaba junto a Dios".

El fin manda remontarse con el pensamiento al Principio. El final del


año a su comienzo. El término de la vida a su inicio. Sin embargo, el
prólogo del Evangelio de San Juan nos manda retornar a ese
Principio, que es antes del tiempo, antes del mundo, antes que todo
lo que vive en este mundo y muere y tiene un principio y un fin... Nos
manda retornar al Principio de todo, que está en Dios. En Dios
mismo.33

33
JUAN PABLO II, Homilía en la Iglesia del Gesú, (31-XII- 1980)

● 46 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

Acto de confianza

R/ ¡Oh Corazón de Jesús! Pongo toda mi confianza en Ti. De mi


debilidad todo lo temo, pero todo lo espero de tu bondad. A tu
Corazón confío... (dígase la petición que se desee).
Míralo todo y después haz lo que tu Corazón te diga, deja obrar a tu
Corazón. ¡Jesús mío, yo cuento contigo, yo me fío de ti, yo descanso
en ti, yo estoy seguro en ti!

V/ Corazón de Jesús, abismo de todas las virtudes.


R/ Ten misericordia de nosotros.
V/ Jesús, manso y humilde de Corazón.
R/ Haz nuestro corazón semejante al tuyo.

● 47 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

DÍA 12

V/ En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.


R/ Amén.
V/ El Señor esté con vosotros.
R/ Y con tu espíritu.

Invocaciones al Sagrado Corazón de Jesús

V/ Voluntad del Corazón de Jesús.


R/ ¡Dispón de mi corazón!
V/ Celo del Corazón de Jesús.
R/ ¡Devora mi corazón!
V/ Alegría del Corazón de Jesús.
R/ ¡Contagia mi corazón!
V/ Sagrado Corazón de Jesús.
R/ En ti confío.
R/ “¡Ése es mi Cielo! Descansar en tu corazón, cerca de tu
rostro.”34

Oración para todos los días


¡Oh Dios!, que en el Corazón de tu Hijo, herido por nuestros pecados
has depositado infinitos tesoros de caridad; te pedimos que, al
rendirle el homenaje de nuestro amor, le ofrezcamos una cumplida
reparación. Por Jesucristo nuestro Señor.
R/ Amén.

34
Santa Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz

● 48 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

Lectura bíblica: Mt 5, 14-15


«Vosotros sois la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad
situada en lo alto de un monte; ni se enciende una luz para ponerla
debajo de un celemín, sino sobre un candelero para que alumbre a
todos los de la casa».

Meditación: La fe, la esperanza y la caridad brotan del amor que Dios


nos tiene.

Fe, esperanza y caridad están unidas. La esperanza se relaciona


prácticamente con la virtud de la paciencia, que no desfallece ni
siquiera ante el fracaso aparente, y con la humildad, que reconoce el
misterio de Dios y se fía de Él incluso en la oscuridad. La fe nos
muestra a Dios que nos ha dado a su Hijo y así suscita en nosotros la
firme certeza de que realmente es verdad que Dios es amor. De este
modo transforma nuestra impaciencia y nuestras dudas en la
esperanza segura de que el mundo está en manos de Dios y que, no
obstante las oscuridades, al final vencerá Él, como luminosamente
muestra el Apocalipsis mediante sus imágenes sobrecogedoras. La
fe, que hace tomar conciencia del amor de Dios revelado en el
corazón traspasado de Jesús en la cruz, suscita a su vez el amor. El
amor es una luz —en el fondo la única— que ilumina constantemente
a un mundo oscuro y nos da la fuerza para vivir y actuar. El amor es
posible, y nosotros podemos ponerlo en práctica porque hemos sido
creados a imagen de Dios. Vivir el amor y, así, llevar la luz de Dios al
mundo.35

O bien:

35
BENEDICTO XVI, Carta-Encíclica Deus caritas est, n. 39

● 49 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

Lectura bíblica: Jn 3, 16

Tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el
que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna.

Meditación: El Costado del Redentor, escuela del Señor

El costado traspasado del Redentor es la fuente a la que nos invita a


acudir la encíclica Haurietis aquas: debemos recurrir a esta fuente
para alcanzar el verdadero conocimiento de Jesucristo y
experimentar más a fondo su amor. Así podremos comprender
mejor lo que significa conocer en Jesucristo el amor de Dios,
experimentarlo teniendo puesta nuestra mirada en él, hasta vivir
completamente de la experiencia de su amor, para poderlo
testimoniar después a los demás. En efecto, como escribió mi
venerado predecesor Juan Pablo II, "junto al Corazón de Cristo, el
corazón del hombre aprende a conocer el sentido verdadero y único
de su vida y de su destino, a comprender el valor de una vida
auténticamente cristiana, a evitar ciertas perversiones del corazón
humano, a unir el amor filial hacia Dios con el amor al prójimo. Así -y
esta es la verdadera reparación pedida por el Corazón del Salvador-
sobre las ruinas acumuladas por el odio y la violencia, se podrá
construir la civilización del Corazón de Cristo"36

Acto de confianza
R/ ¡Oh Corazón de Jesús! Pongo toda mi confianza en Ti. De mi
debilidad todo lo temo, pero todo lo espero de tu bondad. A tu
Corazón confío... (dígase la petición que se desee).

36
BENEDICTO XVI, Carta al Prepósito General de la Compañía de Jesús en el
150º aniversario de la encíclica Haurietis Aquas, (15-V-2006 )

● 50 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

Míralo todo y después haz lo que tu Corazón te diga, deja obrar a tu


Corazón. ¡Jesús mío, yo cuento contigo, yo me fío de ti, yo descanso
en ti, yo estoy seguro en ti!
V/ Corazón de Jesús, digno de toda alabanza.
R/ Ten misericordia de nosotros.
V/ Jesús, manso y humilde de Corazón.
R/ Haz nuestro corazón semejante al tuyo.

DÍA 13

V/ En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.


R/ Amén.
V/ El Señor esté con vosotros.
R/ Y con tu espíritu.

Invocaciones al Sagrado Corazón de Jesús

V/ Inocencia del Corazón de Jesús.


R/ ¡Renueva mi corazón!
V/ Pureza del Corazón de Jesús.
R/ ¡Transita en mi corazón!
V/ Mansedumbre del Corazón de Jesús.
R/ ¡Habita mi corazón!
V/ Sagrado Corazón de Jesús.
R/ En ti confío.
R/ “El Amor de Dios arde en mi corazón,
Querría inflamar el mundo entero”37

37
Santa Teresa Benedicta de la Cruz

● 51 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

Oración para todos los días

¡Oh Dios!, que en el Corazón de tu Hijo, herido por nuestros pecados


has depositado infinitos tesoros de caridad; te pedimos que, al
rendirle el homenaje de nuestro amor, le ofrezcamos una cumplida
reparación. Por Jesucristo nuestro Señor.

R/ Amén.

Lectura bíblica: Jn 12, 32

«Cuando sea elevado sobre la tierra, atraeré a todos hacia mí»

Meditación: La atracción del Corazón de Jesús

Miremos a Cristo traspasado en la cruz. Él es la revelación más


impresionante del amor de Dios, un amor en el que “eros” y “agapé”,
lejos de contraponerse, se iluminan mutuamente. En la cruz Dios
mismo mendiga el amor de su criatura: tiene sed del amor de cada
uno de nosotros. El apóstol Tomás reconoció a Jesús como «Señor y
Dios» cuando metió la mano en la herida de su costado. No es de
extrañar que, entre los santos, muchos hayan encontrado en el
Corazón de Jesús la expresión más conmovedora de este misterio de
amor. Se podría decir, incluso, que la revelación del “eros” de Dios
hacia el hombre es, en realidad, la expresión suprema de su “agapé”.
En verdad, sólo el amor en el que se unen el don gratuito de uno
mismo y el deseo apasionado de reciprocidad infunde un gozo tan
intenso que convierte en leves incluso los sacrificios más duros. Jesús
dijo: «Yo, cuando sea elevado de la tierra, atraeré a todos hacia mí».
La respuesta que el Señor desea ardientemente de nosotros es ante
todo que aceptemos su amor y nos dejemos atraer por él. Sin

● 52 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

embargo, aceptar su amor no es suficiente. Hay que corresponder a


ese amor y luego comprometerse a comunicarlo a los demás: Cristo
«me atrae hacia sí» para unirse a mí, a fin de que aprenda a amar a
los hermanos con su mismo amor.38

O bien:

Lectura bíblica: 1 Jn 3, 16

En esto hemos conocido lo que es amor: en que él dio su vida por


nosotros. También nosotros debemos dar la vida por los hermanos

Meditación: Llamada a la consagración

Quien acepta el amor de Dios interiormente queda modelado por él.


El hombre vive la experiencia del amor de Dios como una "llamada"
a la que tiene que responder. La mirada dirigida al Señor, que "tomó
sobre sí nuestras flaquezas y cargó con nuestras enfermedades", nos
ayuda a prestar más atención al sufrimiento y a las necesidades de
los demás. La contemplación, en la adoración, del costado
traspasado por la lanza nos hace sensibles a la voluntad salvífica de
Dios. Nos hace capaces de abandonarnos a su amor salvífico y
misericordioso, y al mismo tiempo nos fortalece en el deseo de
participar en su obra de salvación, convirtiéndonos en sus
instrumentos.

Los dones recibidos del costado abierto, del que brotaron "sangre y
agua", hacen que nuestra vida se convierta también para los demás
en fuente de la que brotan "ríos de agua viva". La experiencia del
amor vivida mediante el culto del costado traspasado del Redentor

38
BENEDICTO XVI, Mensaje para la Cuaresma ,(2007)

● 53 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

nos protege del peligro de encerrarnos en nosotros mismos y nos


hace más disponibles a una vida para los demás. "En esto hemos
conocido lo que es amor: en que él dio su vida por nosotros. También
nosotros debemos dar la vida por los hermanos"39

Acto de confianza

R/ ¡Oh Corazón de Jesús! Pongo toda mi confianza en Ti. De mi


debilidad todo lo temo, pero todo lo espero de tu bondad. A tu
Corazón confío... (dígase la petición que se desee).
Míralo todo y después haz lo que tu Corazón te diga, deja obrar a tu
Corazón. ¡Jesús mío, yo cuento contigo, yo me fío de ti, yo descanso
en ti, yo estoy seguro en ti!

V/ Corazón de Jesús, Rey y centro de todos los corazones.


R/ Ten misericordia de nosotros.
V/ Jesús, manso y humilde de Corazón.
R/ Haz nuestro corazón semejante al tuyo.

39
BENEDICTO XVI, Carta al Prepósito General de la Compañía de Jesús en el
50º aniversario de la encíclica Haurietis Aquas, (15-V-2006)

● 54 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

DÍA 14

V/ En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.


R/ Amén.
V/ El Señor esté con vosotros.
R/ Y con tu espíritu.

Invocaciones al Sagrado Corazón de Jesús

V/ Nobleza del Corazón de Jesús.


R/ ¡Guía mi corazón!
V/ Ternura del Corazón de Jesús.
R/ ¡Haz que mire la humanidad como Tú!
V/ Sagrado Corazón de Jesús.
R/ En ti confío.

● 55 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

R/ Dichoso el corazón enamorado,


que en sólo Dios ha puesto el pensamiento;
por él renuncia a todo lo criado,
y en él haya su gloria y su contento;
aun de sí mismo vive descuidado
porque en su Dios está todo su intento;
y así alegre pasa y muy gozoso
las ondas de este mar tempestuoso.40

Oración para todos los días

¡Oh Dios!, que en el Corazón de tu Hijo, herido por nuestros pecados


has depositado infinitos tesoros de caridad; te pedimos que, al
rendirle el homenaje de nuestro amor, le ofrezcamos una cumplida
reparación. Por Jesucristo nuestro Señor.

R/ Amén.

Lectura bíblica: 1Jn 4, 16

Y nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos


creído en él. Dios es amor y quien permanece en el amor permanece
en Dios y en Dios en él.

Meditación: Encuentro de amor, unión de corazones

[…] El encuentro con las manifestaciones visibles del amor de Dios


puede suscitar en nosotros el sentimiento de alegría, que nace de la
experiencia de ser amados. Pero dicho encuentro implica también
nuestra voluntad y nuestro entendimiento. El reconocimiento del
Dios viviente es una vía hacia el amor, y el sí de nuestra voluntad a la

40
Santa Teresa de Jesús

● 56 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

suya abarca entendimiento, voluntad y sentimiento en el acto único


del amor. No obstante, éste es un proceso que siempre está en
camino: el amor nunca se da por « concluido » y completado; se
transforma en el curso de la vida, madura y, precisamente por ello,
permanece fiel a sí mismo. Idem velle, idem nolle, querer lo mismo y
rechazar lo mismo, es lo que los antiguos han reconocido como el
auténtico contenido del amor: hacerse uno semejante al otro, que
lleva a un pensar y desear común. La historia de amor entre Dios y el
hombre consiste precisamente en que esta comunión de voluntad
crece en la comunión del pensamiento y del sentimiento, de modo
que nuestro querer y la voluntad de Dios coinciden cada vez más: la
voluntad de Dios ya no es para mí algo extraño que los
mandamientos me imponen desde fuera, sino que es mi propia
voluntad, habiendo experimentado que Dios está más dentro de mí
que lo más íntimo mío. Crece entonces el abandono en Dios y Dios
es nuestra alegría.41

O bien:

Lectura bíblica: Jn 19, 30

Jesús, luego de haber clamado de nuevo con gran voz, dijo: «Todo
está consumado». E inclinando la cabeza, entregó el espíritu.

Meditación: Su Corazón no dejará de palpitar

Después que su Cuerpo, revestido del estado de la gloria sempiterna,


se unió nuevamente al alma del Divino Redentor, victorioso ya de la
muerte, su Corazón sacratísimo no ha dejado nunca ni dejará de
palpitar con imperturbable y plácido latido, ni cesará tampoco de

41
BENEDICTO XVI, Carta-Encíclica Deus Caritas est, n.17

● 57 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

demostrar el amor con que el Hijo de Dios se une a su Padre eterno y


a la humanidad entera, de la que con pleno derecho es Cabeza
Mística.42

Acto de confianza

R/ ¡Oh Corazón de Jesús! Pongo toda mi confianza en Ti. De mi


debilidad todo lo temo, pero todo lo espero de tu bondad. A tu
Corazón confío... (dígase la petición que se desee).
Míralo todo y después haz lo que tu Corazón te diga, deja obrar a tu
Corazón. ¡Jesús mío, yo cuento contigo, yo me fío de ti, yo descanso
en ti, yo estoy seguro en ti!

V/ Corazón de Jesús, en quien se hallan todos los tesoros de la


sabiduría y de la ciencia.
R/ Ten misericordia de nosotros.
V/ Jesús, manso y humilde de Corazón.
R/ Haz nuestro corazón semejante al tuyo.

DÍA 15

V/ En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.


R/ Amén.
V/ El Señor esté con vosotros.
R/ Y con tu espíritu.

Invocaciones al Sagrado Corazón de Jesús

V/ Corazón de Jesús, verdadero Dios y verdadero hombre.


R/ ¡Sé Tú el lote de mi heredad!

42
PIO XII, Carta-Encíclica Haurietis aquas, n. 16

● 58 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

V/ Corazón de Jesús, formado en las entrañas de Santa María,


Virgen.
R/ ¡Haz que todos lleguemos a ti por María!
V/ Corazón de Jesús, mediador entre Dios y los hombres.
R/ ¡Que nunca me separe de ti!
V/ Sagrado Corazón de Jesús.
R/ En ti confío.
R/ ¡Qué bien sé yo la fonte que mana y corre aunque es de
noche!43

Oración para todos los días

¡Oh Dios!, que en el Corazón de tu Hijo, herido por nuestros pecados


has depositado infinitos tesoros de caridad; te pedimos que, al
rendirle el homenaje de nuestro amor, le ofrezcamos una cumplida
reparación. Por Jesucristo nuestro Señor.

R/ Amén.

Lectura bíblica: Sal 77, 14-16

Dios mío, tus caminos son santos.


¿Qué Dios es grande como nuestro Dios?
Tú, oh Dios, haciendo maravillas,
mostraste tu poder a los pueblos:
con tu brazo rescataste a tu pueblo,
a los hijos de Jacob y de José.

Meditación: La predilección del Corazón de Jesús: enfermos y


desvalidos

43
San Juan de la Cruz

● 59 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

Hay una fuerza, una fuerza positiva, que mueve al mundo, capaz de
transformar y renovar a las criaturas: la fuerza del "amor de Cristo",
como la llama san Pablo en la segunda carta a los Corintios; por
tanto, esencialmente no es una fuerza cósmica, sino divina,
trascendente. Actúa también sobre el cosmos, pero, en sí mismo, el
amor de Cristo es "otro" tipo de poder, y el Señor manifestó esta
alteridad trascendente en su Pascua, en la "santidad" del "camino"
que eligió para liberarnos del dominio del mal, como había sucedido
con el éxodo de Egipto, cuando hizo salir a los judíos atravesando las
aguas del mar Rojo. Algunos santos han vivido personalmente de
modo intenso esta experiencia de Jesús. El padre Pío de Pietrelcina
es uno de ellos. El amor que llevaba en su corazón y transmitía a los
demás rebosaba ternura, siempre atento a las situaciones reales de
las personas y de las familias. Sentía la predilección del Corazón de
Jesús especialmente por los enfermos y los que sufrían. En una de
sus cartas escribió: "Parece que Jesús no tiene otra curación para mis
manos sino la de santificar vuestra alma". Su primera preocupación,
su anhelo sacerdotal y paterno, fue siempre que las personas
volvieran a Dios, que experimentaran su misericordia y, renovadas
interiormente, redescubrieran la belleza y la alegría de ser
cristianas.44

O bien:

Lectura bíblica: Ap 1, 17-18

«No temas: yo soy el primero y el último, yo soy el que vive. Estaba


muerto, y ya ves, vivo por los siglos de los siglos»

44
BENEDICTO XVI, Homilía en la visita a Pietrelcina, (21- VI- 2009)

● 60 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

Meditación: Corazón de Jesús, fundamento de toda entrega

La respuesta al mandamiento del amor sólo se hace posible


experimentando que este amor ya nos ha sido dado antes por Dios.
Por tanto, el culto del amor que se hace visible en el misterio de la
cruz, actualizado en toda celebración eucarística, constituye el
fundamento para que podamos convertirnos en personas capaces de
amar y entregarse, siendo instrumentos en las manos de Cristo: sólo
así se puede ser heraldos creíbles de su amor.

Sin embargo, esta disponibilidad a la voluntad de Dios debe


renovarse en todo momento: "El amor nunca se da por "concluido" y
completado". Así pues, la contemplación del "costado traspasado
por la lanza", en el que resplandece la ilimitada voluntad salvífica por
parte de Dios, no puede considerarse como una forma pasajera de
culto o de devoción: la adoración del amor de Dios, que ha
encontrado en el símbolo del "corazón traspasado" su expresión
histórico-devocional, sigue siendo imprescindible para una relación
viva con Dios.45

Acto de confianza

R/ ¡Oh Corazón de Jesús! Pongo toda mi confianza en Ti. De mi


debilidad todo lo temo, pero todo lo espero de tu bondad. A tu
Corazón confío... (dígase la petición que se desee).
Míralo todo y después haz lo que tu Corazón te diga, deja obrar a tu
Corazón. ¡Jesús mío, yo cuento contigo, yo me fío de ti, yo descanso
en ti, yo estoy seguro en ti!

45
BENEDICTO XVI, Carta al Prepósito General de la Compañía de Jesús en el
150º aniversario de la encíclica Haurietis Aquas, (15-V-2006)

● 61 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

V/ Corazón de Jesús, en quien reside toda la plenitud de la


divinidad.
R/ Ten misericordia de nosotros.
V/ Jesús, manso y humilde de Corazón.
R/ Haz nuestro corazón semejante al tuyo.

DÍA 16

V/ En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.


R/ Amén.
V/ El Señor esté con vosotros.
R/ Y con tu espíritu.

● 62 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

Invocaciones al Sagrado Corazón de Jesús


V/ Corazón de Jesús, Altar humano donde se ofrece el Sacrificio
divino.
R/ ¡Sacia de favores a tus fieles!
V/ Corazón de Jesús, Morada de toda la divinidad.
R/ ¡Sé tú nuestra morada!
V/ Corazón de Jesús, Ofrenda agradable al Padre.
R/ ¡Que seamos víctima viva para tu alabanza!
V/ Sagrado Corazón de Jesús.
R/ En ti confío.
R/ “Y si me gozo, Señor,
con esperanza de verte,
en ver que puedo perderte
se me dobla mi dolor;
viviendo en tanto pavor
y esperando como espero,
Muérome porque no muero.”46

Oración para todos los días


¡Oh Dios!, que en el Corazón de tu Hijo, herido por nuestros pecados
has depositado infinitos tesoros de caridad; te pedimos que, al
rendirle el homenaje de nuestro amor, le ofrezcamos una cumplida
reparación. Por Jesucristo nuestro Señor.
R/ Amén.

Lectura bíblica: Hb 5, 7-9

Cristo, en los días de su vida mortal, a gritos y con lágrimas, presentó


oraciones y súplicas al que podía salvarlo de la muerte, siendo

46
San Juan de la Cruz

● 63 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

escuchado por su piedad filial. Y, aun siendo Hijo, aprendió,


sufriendo, a obedecer. Y, llevado a la consumación, se convirtió, para
todos los que lo obedecen en autor de salvación eterna.

Meditación: La expiación prepara y perfecciona la consagración

Así, pues, como la consagración profesa y afirma la unión con Cristo,


así la expiación da principio a esta unión borrando las culpas, la
perfecciona participando de sus padecimientos y la consuma
ofreciendo sacrificios por los hermanos. Tal fue, ciertamente, el
designio del misericordioso Jesús cuando quiso descubrirnos su
Corazón con los emblemas de su pasión y echando de sí llamas de
caridad: que mirando de una parte la malicia infinita del pecado, y,
admirando de otra la infinita caridad del Redentor, más
vehementemente detestásemos el pecado y más ardientemente
correspondiésemos a su caridad.47

O bien:

Lectura bíblica: Is 42, 1-3

Mirad a mi Siervo, a quien sostengo; mi elegido, en quien me


complazco. He puesto mi espíritu sobre él, manifestará la justicia a
las naciones. No gritará, no clamará, no voceará por las calles. La
caña cascada no la quebrará, la mecha vacilante no la apagará.
Manifestará la justicia con verdad.

47
PÍO XI, Carta-Encíclica Miserentissimus Redemptor, n.8

● 64 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

Meditación: Misericordia hacia el Crucificado

Tanto los creyentes como los no creyentes pueden admirar en el


Cristo humillado y sufriente una solidaridad sorprendente, que lo
une a nuestra condición humana más allá de cualquier medida
imaginable. La cruz, incluso después de la resurrección del Hijo de
Dios, "habla y no cesa nunca de decir que Dios-Padre es
absolutamente fiel a su eterno amor por el hombre. [...] Creer en ese
amor significa creer en la misericordia".
Queremos dar gracias al
Señor por su amor, que es más fuerte que la muerte y que el pecado.
Ese amor se revela y se realiza como misericordia en nuestra
existencia diaria, e impulsa a todo hombre a tener, a su vez,
"misericordia" hacia el Crucificado. ¿No es precisamente amar a Dios
y amar al prójimo, e incluso a los "enemigos", siguiendo el ejemplo
de Jesús, el programa de vida de todo bautizado y de la Iglesia
entera?48

Acto de confianza
R/ ¡Oh Corazón de Jesús! Pongo toda mi confianza en Ti. De mi
debilidad todo lo temo, pero todo lo espero de tu bondad. A tu
Corazón confío... (dígase la petición que se desee).
Míralo todo y después haz lo que tu Corazón te diga, deja obrar a tu
Corazón. ¡Jesús mío, yo cuento contigo, yo me fío de ti, yo descanso
en ti, yo estoy seguro en ti!

V/ Corazón de Jesús, en quien el Padre tiene toda su


complacencia.
R/ Ten misericordia de nosotros.
V/ Jesús, manso y humilde de Corazón.
R/ Haz nuestro corazón semejante al tuyo.

48
BENEDICTO XVI, Carta al Prepósito General de la Compañía de Jesús en el
150º aniversario de la encíclica Haurietis Aquas, (15-V-2006)

● 65 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

DÍA 17

V/ En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.


R/ Amén.
V/ El Señor esté con vosotros.
R/ Y con tu espíritu.

Invocaciones al Sagrado Corazón de Jesús

V/ Corazón de Jesús, Roca inmutable del Amor.


R/ ¡Sé Tú nuestra fortaleza!
V/ Corazón de Jesús, Fuente inagotable de misericordia.
R/ ¡Sé tú nuestro descanso!
V/ Corazón de Jesús, Esperanza cierta de tus amigos.
R/ ¡Mantén nuestros ojos fijos en ti!
V/ Sagrado Corazón de Jesús.
R/ En ti confío.
R/ Sólo a ti ¡Oh Corazón santísimo! se deberá toda la gloria de
mi santidad, si mereciere finalmente conseguirla: ni yo
quiero aspirar en adelante a la misma santidad con otro fin
sino el de vuestra gloria y alabanza.49

Oración para todos los días

¡Oh Dios!, que en el Corazón de tu Hijo, herido por nuestros pecados


has depositado infinitos tesoros de caridad; te pedimos que, al
rendirle el homenaje de nuestro amor, le ofrezcamos una cumplida
reparación. Por Jesucristo nuestro Señor.

R/ Amén.

49
Beato Bernardo de Hoyos

● 66 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

Lectura bíblica: Lc 7, 44. 47-48


Y volviéndose a la mujer dijo a Simón: « ¿Ves a esta mujer? He
entrado en tu casa y no me has dado agua para los pies; ella en
cambio me ha regado los pies con sus lágrimas y me los ha enjugado
con sus cabellos» […] «Por eso te digo: sus muchos pecados han
quedado perdonados, porque ha amado mucho, pero al que poco se
le perdona, ama poco.» Y a ella le dijo: «Han quedado perdonados
tus pecados»

Meditación: La Reparación
A estos deberes, especialmente a la consagración, tan fructífera y
confirmada en la fiesta de Cristo Rey, necesario es añadir otro deber,
del que un poco más por extenso queremos, venerables hermanos,
hablaros en las presentes letras; nos referimos al deber de tributar al
Sacratísimo Corazón de Jesús aquella satisfacción honesta que
llaman reparación.

Si lo primero y principal de la consagración es que al amor del


Creador responda el amor de la criatura, síguese espontáneamente
otro deber: el de compensar las injurias de algún modo inferidas al
Amor increado, si fue desdeñado con el olvido o ultrajado con la
ofensa. A este deber llamamos vulgarmente reparación.

Y si unas mismas razones nos obligan a lo uno y a lo otro, con más


apremiante título de justicia y amor estamos obligados al deber de
reparar y expiar: de, justicia, en cuanto a la expiación de la ofensa
hecha a Dios por nuestras culpas y en cuanto a la reintegración del
orden violado; de amor, en cuanto a padecer con Cristo paciente y
«saturado de oprobio» y, según nuestra pobreza, ofrecerle algún
consuelo.50

50
PÍO XI, Carta-Encíclica Miserentissimus Redemptor, n.5

● 67 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

O bien:

Lectura bíblica: Jn 4, 7

Llega una mujer de Samaría a sacar agua, y Jesús le dice: «Dame de


beber».

Meditación: El corazón de Cristo: lugar donde conocer el verdadero y


único sentido de la vida
[...] Desde sus mismos comienzos la Iglesia ha dirigido su mirada al
Corazón de Jesús traspasado en la cruz y del cual brotaron la sangre
y el agua que son símbolos de los sacramentos que constituyen la
Iglesia; en el Corazón del Verbo Encarnado han visto los Padres del
Oriente y Occidente cristianos el comienzo de toda la obra de
nuestra salvación, fruto del amor divino Redentor, que el Corazón
traspasado simboliza tan expresivamente.

[...] En el Corazón de Cristo aprende el corazón del hombre a conocer


el verdadero y único sentido de su vida y su destino, a comprender el
valor de una vida auténticamente cristiana, a guardarse de ciertas
perversiones del corazón, a unir el amor filial a Dios con el amor al
prójimo. De esta forma ‐ y esta es la verdadera reparación que pide
el Corazón del Salvador ‐ sobre las ruinas acumuladas por el odio y la
violencia podrá ser construida la civilización del amor tan deseada, el
reino del Corazón de Cristo.51

51
JUAN PABLO II, Carta al Prepósito General de la Compañía de Jesús, (5-X-
1986)

● 68 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

Acto de confianza

R/ ¡Oh Corazón de Jesús! Pongo toda mi confianza en Ti. De mi


debilidad todo lo temo, pero todo lo espero de tu bondad. A tu
Corazón confío... (dígase la petición que se desee).
Míralo todo y después haz lo que tu Corazón te diga, deja obrar a tu
Corazón. ¡Jesús mío, yo cuento contigo, yo me fío de ti, yo descanso
en ti, yo estoy seguro en ti!

V/ Corazón de Jesús, de cuya plenitud todos hemos recibido.


R/ Ten misericordia de nosotros.
V/ Jesús, manso y humilde de Corazón.
R/ Haz nuestro corazón semejante al tuyo.

● 69 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

DÍA 18

V/ En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.


R/ Amén.
V/ El Señor esté con vosotros.
R/ Y con tu espíritu.

Invocaciones al Sagrado Corazón de Jesús

V/ Corazón de Jesús, Vida de los hombres.


R/ ¡Alienta nuestros corazones!
V/ Corazón de Jesús, Luz para los ciegos.
R/ ¡Disipa nuestras tinieblas!
V/ Corazón de Jesús, Señor del mundo y de la historia.
R/ ¡Reina en nuestros corazones!
V/ Sagrado Corazón de Jesús.
R/ En ti confío.
R/ Un alma en Dios escondida,
¿qué tiene que desear,
sino amar y más amar,
y, en amor toda encendida,
tornarte, de nuevo, a amar?52

Oración para todos los días

¡Oh Dios!, que en el Corazón de tu Hijo, herido por nuestros pecados


has depositado infinitos tesoros de caridad; te pedimos que, al
rendirle el homenaje de nuestro amor, le ofrezcamos una cumplida
reparación. Por Jesucristo nuestro Señor.

R/ Amén.

52
Santa Teresa de Jesús

● 70 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

Lectura bíblica: Jn 15, 9-11

«Como el Padre me amó yo os he amado; permaneced en mi amor.


Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor, como yo
he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su
amor. Os he dicho esto para que mi alegría esté en vosotros y vuestra
alegría llegue a plenitud».

Meditación: Corazón de Jesús, escuela de la “Divina scientia amoris”

¿Cómo no recordar con conmoción que de este Corazón ha brotado


directamente el don de nuestro ministerio sacerdotal? ¿Cómo
olvidar que los presbíteros hemos sido consagrados para servir,
humilde y autorizadamente, al sacerdocio común de los fieles?
Nuestra misión es indispensable para la Iglesia y para el mundo, que
exige fidelidad plena a Cristo y unión incesante con él, o sea,
permanecer en su amor; esto exige que busquemos constantemente
la santidad, el permanecer en su amor, como hizo san Juan María
Vianney. Dejarse conquistar totalmente por Cristo. Esta fue la meta
de todo el ministerio del santo cura de Ars, […]. Que este sea
también el objetivo principal de cada uno de nosotros.

Para ser ministros al servicio del Evangelio es ciertamente útil y


necesario el estudio, con una esmerada y permanente formación
teológica y pastoral, pero más necesaria aún es la "ciencia del amor",
que sólo se aprende de "corazón a corazón" con Cristo. Él nos llama
a partir el pan de su amor, a perdonar los pecados y a guiar al rebaño
en su nombre. Precisamente por este motivo no debemos alejarnos
nunca del manantial del Amor que es su Corazón traspasado en la

● 71 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

cruz. Sólo así podremos cooperar eficazmente al misterioso


"designio del Padre", que consiste en "hacer de Cristo el corazón del
mundo"53

O bien:

Lectura bíblica: Fp 3,10-11

Todo para conocerlo a él, y la fuerza de su resurrección, y la


comunión con sus padecimientos, muriendo su misma muerte, con
la esperanza de llegar a la resurrección de entre los muertos.

Meditación: La Cruz: el plus del amor

Recuerdo que cuando era joven, en la fiesta del Sagrado Corazón, se


rezaba una hermosa oración de León XIII y también otra de Pío XI, en
la que la reparación tenía un lugar particular, precisamente con
referencia, ya en aquel tiempo, a los actos sacrílegos que debían
repararse.

Me parece que es necesario profundizar, llegar al Señor mismo, que


ha ofrecido la reparación por el pecado del mundo, y buscar los
modos de reparar, es decir, de establecer un equilibrio entre el plus
del mal y el plus del bien. Así, en la balanza del mundo, no debemos
dejar este gran plus en negativo, sino que tenemos que dar un peso
al menos equivalente al bien. Esta idea fundamental se apoya en
todo lo que Cristo hizo. Por lo que puedo entender, este es el sentido
del sacrificio eucarístico. Contra este gran peso del mal que existe en
el mundo y que abate al mundo, el Señor pone otro peso más grande,

53
BENEDICTO XVI, Homilía en la inauguración del año sacerdotal en la
solemnidad del sagrado Corazón de Jesús ( 19- VI-2009)

● 72 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

el del amor infinito que entra en este mundo. Este es el punto


importante: Dios es siempre el bien absoluto, pero este bien
absoluto entra precisamente en el juego de la historia; Cristo se hace
presente aquí y sufre a fondo el mal, creando así un contrapeso de
valor absoluto. El plus del mal, que existe siempre si vemos sólo
empíricamente las proporciones, es superado por el plus inmenso
del bien, del sufrimiento del Hijo de Dios.

En este sentido existe la reparación, que es necesaria. Me parece que


hoy resulta un poco difícil comprender estas cosas. Si vemos el peso
del mal en el mundo, que aumenta continuamente, que parece
prevalecer absolutamente en la historia —como dice san Agustín en
una meditación—, se podría incluso desesperar. Pero vemos que hay
un plus aún mayor en el hecho de que Dios mismo ha entrado en la
historia, se ha hecho partícipe de la historia y ha sufrido a fondo. Este
es el sentido de la reparación. Este plus del Señor es para nosotros
una llamada a ponernos de su parte, a entrar en este gran plus del
amor y a manifestarlo, incluso con nuestra debilidad. Sabemos que
también nosotros necesitábamos este plus, porque también en
nuestra vida existe el mal. Todos vivimos gracias al plus del Señor.
Pero nos hace este don para que, como dice la carta a los Colosenses,
podamos asociarnos a su abundancia y, así, hagamos crecer aún más
esta abundancia, concretamente en nuestro momento histórico.54

54
BENEDICTO XVI, Encuentro con los párrocos y sacerdotes de la diócesis de
Roma, (22-II-2007)

● 73 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

Acto de confianza

R/ ¡Oh Corazón de Jesús! Pongo toda mi confianza en Ti. De mi


debilidad todo lo temo, pero todo lo espero de tu bondad. A tu
Corazón confío... (dígase la petición que se desee).
Míralo todo y después haz lo que tu Corazón te diga, deja obrar a tu
Corazón. ¡Jesús mío, yo cuento contigo, yo me fío de ti, yo descanso
en ti, yo estoy seguro en ti!

V/ Corazón de Jesús, deseo de los eternos collados.


R/ Ten misericordia de nosotros.
V/ Jesús, manso y humilde de Corazón.
R/ Haz nuestro corazón semejante al tuyo.

DÍA 19

● 74 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

V/ En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.


R/ Amén.
V/ El Señor esté con vosotros.
R/ Y con tu espíritu.

Invocaciones al Sagrado Corazón de Jesús

V/ Corazón de Jesús, Esplendor de la Gloria del Padre.


R/ Que todos los hombres se acerquen a ti.
V/ Corazón de Jesús, que atraes a todos hacia ti.
R/ Que todos te amen y lleguen al conocimiento de la Verdad.
V/ Corazón de Jesús, plenitud de Gracia y de Verdad.
R/ de la que todos recibimos gracia tras gracia.
V/ Sagrado Corazón de Jesús.
R/ En ti confío.
R/ “Necesito encontrar un Corazón que arda en llamas de
ternura, que me preste su apoyo sin reserva, que me ame
como soy, pequeño y débil, que todo lo ame en mí, y que no
me abandone ni de noche ni de día.”55

Oración

¡Oh Dios!, que en el Corazón de tu Hijo, herido por nuestros pecados


has depositado infinitos tesoros de caridad; te pedimos que, al
rendirle el homenaje de nuestro amor, le ofrezcamos una cumplida
reparación. Por Jesucristo nuestro Señor.

R/ Amén.

Lectura bíblica: Is 49, 14

55
Santa Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz

● 75 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

Mas Sion dijo: me ha abandonado el Señor, el Señor se ha olvidado


de mí. ¿Puede, acaso, una mujer olvidar a su pequeñuelo hasta no
apiadarse del hijo de sus entrañas? Aunque ésta se olvidare, yo no
me olvidaré de ti.

Meditación: El Corazón de Jesús, modelo de nuestro amor

Este amor de Dios tan tierno, indulgente y sufrido, aunque se indigna


por las repetidas infidelidades del pueblo de Israel, nunca llega a
repudiarlo definitivamente; se nos muestra, sí, vehemente y
sublime; pero no es así, en sustancia, sino el preludio a aquella muy
encendida caridad que el Redentor prometido había de mostrar a
todos con su amantísimo Corazón y que iba a ser el modelo de
nuestro amor y la piedra angular de la Nueva Alianza.56

O bien:

Lectura bíblica: Col 1, 24

Ahora me alegro de mis sufrimientos por vosotros: así completo en


mi carne lo que falta a los padecimientos de Cristo, a favor de su
cuerpo que es la Iglesia.

Meditación: Dios nos invita a entrar en la “lógica del amor divino”

La teología debería hacer más para comprender aún mejor la


realidad de la reparación. A lo largo de la historia no han faltado ideas
equivocadas. […] San Gregorio Nacianceno, en cierto momento
habla de este aspecto y se pregunta: ¿a quién ofreció el Señor su
sangre? Dice: el Padre no quería la sangre del Hijo, el Padre no es
cruel, no es necesario atribuir esto a la voluntad del Padre; pero la

56
PIO XII, Carta-Encíclica Haurietis aquas, n. 8

● 76 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

historia lo exigía, lo exigían la necesidad y los desequilibrios de la


historia; se debía entrar en estos desequilibrios y recrear aquí el
verdadero equilibrio. Esto es precisamente muy iluminador. Pero me
parece que aún no poseemos suficientemente el lenguaje para
comprender nosotros mismos este hecho y para hacerlo comprender
después a los demás. No se debe ofrecer a un Dios cruel la sangre de
Dios. Pero Dios mismo, con su amor, debe entrar en los sufrimientos
de la historia para crear no sólo un equilibrio, sino un plus de amor
que es más fuerte que la abundancia del mal que existe. El Señor nos
invita a esto.

Se trata de una realidad típicamente católica. Lutero dice: no


podemos añadir nada. Y esto es verdad. Y también dice: por tanto,
nuestras obras no cuentan nada. Y esto no es verdad. Porque la
generosidad del Señor se muestra precisamente en el hecho de que
nos invita a entrar, y da valor también a nuestro estar con él.
Debemos aprender mejor todo esto y sentir la grandeza, la
generosidad del Señor y la grandeza de nuestra vocación. El Señor
quiere asociarnos a este gran plus suyo. Si comenzamos a
comprenderlo, estaremos contentos de que el Señor nos invite a
esto. Será la gran alegría de experimentar que el amor del Señor
nos toma en serio.57

Acto de confianza

57
BENEDICTO XVI, Encuentro con los párrocos y sacerdotes de la diócesis de
Roma, (22-II-2007)

● 77 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

R/ ¡Oh Corazón de Jesús! Pongo toda mi confianza en Ti. De mi


debilidad todo lo temo, pero todo lo espero de tu bondad. A tu
Corazón confío... (dígase la petición que se desee).
Míralo todo y después haz lo que tu Corazón te diga, deja obrar a tu
Corazón. ¡Jesús mío, yo cuento contigo, yo me fío de ti, yo descanso
en ti, yo estoy seguro en ti!

V/ Corazón de Jesús, paciente y lleno de misericordia.


R/ Ten misericordia de nosotros.
V/ Jesús, manso y humilde de Corazón.
R/ Haz nuestro corazón semejante al tuyo.

DÍA 20

● 78 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

V/ En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.


R/ Amén.
V/ El Señor esté con vosotros.
R/ Y con tu espíritu.

Invocaciones al Sagrado Corazón de Jesús

V/ Corazón de Jesús, Verbo de Dios hecho carne.


R/ Que nuestra palabra te confiese, te anuncie y te alabe.
V/ Corazón de Jesús, Cordero manso de Dios.
R/ Que te sigamos donde quiera que vayas.
V/ Corazón de Jesús, lagar del Vino nuevo que alegra el corazón
del hombre.
R/ Con María te decimos: ¡No tienen vino!
V/ Sagrado Corazón de Jesús.
R/ En ti confío.
R/ ¡Corazón de Jesús, Tesoro de ternura, Tú eres mi dicha, mi
única esperanza!58

Oración

¡Oh Dios!, que en el Corazón de tu Hijo, herido por nuestros pecados


has depositado infinitos tesoros de caridad; te pedimos que, al
rendirle el homenaje de nuestro amor, le ofrezcamos una cumplida
reparación. Por Jesucristo nuestro Señor.

R/ Amén.

Lectura bíblica: Sal 40, 7-9


Tú no quieres sacrificios ni ofrendas,

58
Santa Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz

● 79 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

y, en cambio, me abriste el oído;


no pides holocaustos ni sacrificios expiatorios;
entonces yo digo: «Aquí estoy –como está escrito en mi libro-
para hacer tu voluntad.
Dios mío, lo quiero, y llevo tu ley en las entrañas»

Meditación: Expiar nuestros pecados

Pecadores como somos todos, abrumados de muchas culpas, no


hemos de limitarnos a honrar a nuestro Dios con sólo aquel culto con
que adoramos y damos los obsequios debidos a su Majestad
suprema, o reconocemos suplicantes su absoluto dominio, o
alabamos con acciones de gracias su largueza infinita; sino que,
además de esto, es necesario satisfacer a Dios, juez justísimo, «por
nuestros innumerables pecados, ofensas y negligencias». A la
consagración, pues, con que nos ofrecemos a Dios, con aquella
santidad y firmeza que, como dice el Angélico, son propias de la
consagración, ha de añadirse la expiación con que totalmente se
extingan los pecados, no sea que la santidad de la justicia divina
rechace nuestra indignidad impudente, y repulse nuestra ofrenda,
siéndole ingrata, en vez de aceptarla como agradable.

[…] Pero ninguna fuerza creada era suficiente para expiar los
crímenes de los hombres si el Hijo de Dios no hubiese tomado la
humana naturaleza para repararla. Así lo anunció el mismo Salvador
de los hombres por los labios del sagrado Salmista: «Hostia y
oblación no quisiste; mas me apropiaste cuerpo. Holocaustos por el
pecado no te agradaron; entonces dije: heme aquí». Y «ciertamente
El llevó nuestras enfermedades y sufrió nuestros dolores; herido fue
por nuestras iniquidades»; y «llevó nuestros pecados en su cuerpo
sobre el madero»; «borrando la cédula del decreto que nos era

● 80 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

contrario, quitándole de en medio y enclavándole en la cruz», «para


que, muertos al pecado, vivamos a la justicia».59

O bien:

Lectura bíblica: Lc 22, 28-29.


«Vosotros sois los que habéis perseverado conmigo en mis pruebas,
y yo preparo para vosotros el reino como me lo preparó mi Padre a
mí».
Meditación: Un culto providencial

Una ferviente devoción al Corazón de Jesús fomentará y promoverá,


sobre todo, el culto a la santísima Cruz, no menos que el amor al […]
Sacramento del altar. Y, en realidad, podemos afirmar —como lo
ponen de relieve las revelaciones de Jesucristo mismo a santa
Gertrudis y a santa Margarita María— que ninguno comprenderá
bien a Jesucristo crucificado, si no penetra en los arcanos de su
Corazón. Ni será fácil entender el amor con que Jesucristo se nos dio
a sí mismo por alimento espiritual, si no es mediante la práctica de
una especial devoción al Corazón Eucarístico de Jesús; la cual —para
valernos de las palabras de nuestro predecesor, de feliz memoria,
León XIII— nos recuerda «aquel acto de amor sumo con que nuestro
Redentor, derramando todas las riquezas de su Corazón, a fin de
prolongar su estancia con nosotros hasta la consumación de los
siglos, instituyó el adorable Sacramento de la Eucaristía».
Ciertamente, «no es pequeña la parte que en la Eucaristía tuvo su
Corazón, por ser tan grande el amor de su Corazón con que nos la
dio».60

59
PÍO XI, Carta-Encíclica Miserentissimus Redemptor, n. 6
60
PÍO XII, Carta-Encíclica Haurietis aquas, n. 23.

● 81 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

Acto de confianza
R/ ¡Oh Corazón de Jesús! Pongo toda mi confianza en Ti. De mi
debilidad todo lo temo, pero todo lo espero de tu bondad. A tu
Corazón confío... (dígase la petición que se desee).
Míralo todo y después haz lo que tu Corazón te diga, deja obrar a tu
Corazón. ¡Jesús mío, yo cuento contigo, yo me fío de ti, yo descanso
en ti, yo estoy seguro en ti!

V/ Corazón de Jesús, fuente de vida y santidad.


R/ Ten misericordia de nosotros.
V/ Jesús, manso y humilde de Corazón.
R/ Haz nuestro corazón semejante al tuyo.

DÍA 21

V/ En el nombre del
Padre, y del Hijo y del Espíritu
Santo.
R/ Amén.

● 82 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

V/ El Señor esté con vosotros.


R/ Y con tu espíritu.

Invocaciones al Sagrado Corazón de Jesús

V/ Corazón de Jesús, artífice de la Nueva Creación.


R/ Di una palabra, y mi alma quedará sana.
V/ Corazón de Jesús, divino mendigo de nuestras almas.
R/ Que abramos apenas llames a nuestra puerta y cenemos
juntos.
V/ Corazón de Jesús, verde pradera y fuente tranquila.
R/ Sólo Tú tienes palabras de Vida Eterna.
V/ Sagrado Corazón de Jesús.
R/ En ti confío.
R/ ¡Oh Corazón Sagrado!, yo me escondo en tu seno y ya no
tengo miedo, mi virtud eres Tú.61

Oración para todos los días

¡Oh Dios!, que en el Corazón de tu Hijo, herido por nuestros pecados


has depositado infinitos tesoros de caridad; te pedimos que, al
rendirle el homenaje de nuestro amor, le ofrezcamos una cumplida
reparación. Por Jesucristo nuestro Señor.

R/ Amén.

Lectura bíblica:2Cor 4, 11-12

Mientras vivimos, continuamente nos están entregando a la muerte


por causa de Jesús; para que también la vida de Jesús se manifieste

61
Santa Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz

● 83 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

en nuestra carne mortal. De este modo, la muerte actúa en nosotros,


y la vida en vosotros.

Meditación: En virtud de la expiación de Cristo

Es necesario no olvidar nunca que toda la fuerza de la expiación pende


únicamente del cruento sacrificio de Cristo, que por modo incruento
se renueva sin interrupción en nuestros altares; pues, ciertamente,
«una y la misma es la Hostia, el mismo es el que ahora se ofrece
mediante el ministerio de los sacerdotes que el que antes se ofreció
en la cruz; sólo es diverso el modo de ofrecerse»; por lo cual debe
unirse con este augusto sacrificio eucarístico la inmolación de los
ministros y de los otros fieles para que también se ofrezcan como
«hostias vivas, santas, agradables a Dios». Así, no duda afirmar San
Cipriano «que el sacrificio del Señor no se celebra con la santificación
debida si no corresponde a la pasión nuestra oblación y sacrificio».

Por ello nos amonesta el Apóstol que, «llevando en nuestro cuerpo


la mortificación de Jesús», y con Cristo sepultados y plantados, no
sólo a semejanza de su muerte crucifiquemos nuestra carne con sus
vicios y concupiscencias, «huyendo de lo que en el mundo es
corrupción de concupiscencia», sino que «en nuestros cuerpos se
manifieste la vida de Jesús», y, hechos partícipes de su eterno
sacerdocio, «ofrezcamos dones y sacrificios por los pecados».62

O bien:

Lectura bíblica: Jn 17, 26

62
PÍO XI, Carta-Encíclica Miserentissimus Redemptor, n.8

● 84 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

«Para que el amor que me tenías esté en ellos, y yo en ellos».

Meditación: Perennidad de la llamada a la reparación

Los [más de] tres siglos que han pasado [desde las revelaciones del
Sagrado Corazón] nos permiten medir la importancia del mensaje
confiado a Claudio La Colombière, En un período de contrastes entre
el fervor de algunos y la indiferencia o la falta de piedad de muchos,
se ofrece una devoción centrada en la humanidad de Cristo, en su
presencia, en su amor misericordioso y en su perdón. La llamada a la
«reparación», característica de Paray-le-Monial, podrá
comprenderse de diversas maneras, pero esencialmente se trata de
los pecadores, que son todos los hombres, vuelvan al Señor tocados
por su amor y le ofrezcan una fidelidad más viva en el futuro y una
vida abrasada por la caridad. Si existe solidaridad en el pecado,
también existe en la salvación. La ofrenda de cada uno se realiza para
el bien de todos. Al imitar el ejemplo de Claudio La Colombière, el
fiel comprende que esa actitud espiritual sólo puede deberse a la
acción de Cristo en él, manifestada por la comunión eucarística:
acoger en su corazón el Corazón de Cristo y unirse en el sacrificio que
sólo él puede ofrecer dignamente al Padre.63

Acto de confianza

63
JUAN PABLO II, Homilía en la canonización de San Claudio La Colombière,
(31-V-1992)

● 85 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

R/ ¡Oh Corazón de Jesús! Pongo toda mi confianza en Ti. De mi


debilidad todo lo temo, pero todo lo espero de tu bondad. A tu
Corazón confío... (dígase la petición que se desee).
Míralo todo y después haz lo que tu Corazón te diga, deja obrar a tu
Corazón. ¡Jesús mío, yo cuento contigo, yo me fío de ti, yo descanso
en ti, yo estoy seguro en ti!

V/ Corazón de Jesús, propiciación por nuestros pecados.


R/ Ten misericordia de nosotros.
V/ Jesús, manso y humilde de Corazón.
R/ Haz nuestro corazón semejante al tuyo.

DÍA 22

● 86 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

V/ En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.


R/ Amén.
V/ El Señor esté con vosotros.
R/ Y con tu espíritu.

Invocaciones al Sagrado Corazón de Jesús

V/ Corazón de Jesús, Puerta siempre abierta.


R/ Adoramos la llaga de tu costado.
V/ Corazón de Jesús, Pastor de nuestras almas.
R/ ¡Nada nos puede faltar!
V/ Corazón de Jesús, Que conoces a tus ovejas.
R/ No dejes de pronunciar mi nombre.
V/ Sagrado Corazón de Jesús.
R/ En ti confío.
R/ ¡Oh Dios mío!, lejos de desalentarme a la vista de mis
miserias, vengo a vos confiadamente, acordándome de que
“no tienen necesidad de médico los sanos sino los
enfermos”64

Oración para todos los días

¡Oh Dios!, que en el Corazón de tu Hijo, herido por nuestros pecados


has depositado infinitos tesoros de caridad; te pedimos que, al
rendirle el homenaje de nuestro amor, le ofrezcamos una cumplida
reparación. Por Jesucristo nuestro Señor.

R/ Amén.

Lectura bíblica: Sal 69, 21

64
Santa Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz

● 87 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

La afrenta me destroza el corazón y desfallezco.


Espero compasión y no la hay;
consoladores y no los encuentro.

Meditación: Consolar a Cristo

Mas ¿cómo podrán estos actos de reparación consolar a Cristo, que


dichosamente reina en los cielos? Respondemos con palabras de San
Agustín: «Dame un corazón que ame y sentirá lo que digo».

Un alma de veras amante de Dios, si mira al tiempo pasado, ve a


Jesucristo trabajando, doliente, sufriendo durísimas penas «por
nosotros los hombres y por nuestra salvación», tristeza, angustias,
oprobios, «quebrantado por nuestras culpas» y sanándonos con sus
llagas. De todo lo cual tanto más hondamente se penetran las almas
piadosas cuanto más claro ven que los pecados de los hombres en
cualquier tiempo cometidos fueron causa de que el Hijo de Dios se
entregase a la muerte; y aun ahora esta misma muerte, con sus
mismos dolores y tristezas, de nuevo le infieren, ya que cada pecado
renueva a su modo la pasión del Señor, conforme a lo del Apóstol:
«Nuevamente crucifican al Hijo de Dios y le exponen a vituperio».
Que si a causa también de nuestros pecados futuros, pero previstos,
el alma de Cristo Jesús estuvo triste hasta la muerte, sin duda algún
consuelo recibiría de nuestra reparación también futura, pero
prevista, cuando el ángel del cielo se le apareció para consolar su
Corazón oprimido de tristeza y angustias. Así, aún podemos y
debemos consolar aquel Corazón sacratísimo, incesantemente
ofendido por los pecados y la ingratitud de los hombres, por este
modo admirable, pero verdadero; pues alguna vez, como se lee en la
sagrada liturgia, el mismo Cristo se queja a sus amigos del
desamparo, diciendo por los labios del Salmista: «Improperio y

● 88 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

miseria esperó mi corazón; y busqué quien compartiera mi tristeza y


no lo hubo; busqué quien me consolara y no lo hallé».65

O bien:

Lectura bíblica: Jn 19,25

Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre,


María, la de Cleofás, y María, la Magdalena.

Meditación: María, modelo de reparación

En esta hora de la plegaria mariana hemos contemplado el Corazón


de Jesús víctima de nuestros pecados; pero antes que todos y más
profundamente que todos lo contempló su Madre dolorosa, de la
que la liturgia canta: "Por los pecados de su pueblo Ella vio a Jesús en
los tormentos del duro suplicio"

[…] Recordemos esta presencia intrépida e intercesora de la Virgen


bajo la Cruz del Calvario, y pensemos con inmensa gratitud que, en
aquel momento, Cristo, que estaba para morir, víctima de los
pecados del mundo, nos la confió como Madre: "Ahí tienes a tu
Madre".

Confiemos a María nuestra plegaria, mientras decimos a su Hijo


Jesús: Corazón de Jesús, víctima de nuestros pecados, acoge nuestra
alabanza, la gratitud perenne, el arrepentimiento sincero. Ten
misericordia de nosotros hoy y siempre.66

Acto de confianza

65
PÍO XI, Carta-Encíclica Miserentissimus Redemptor, n.10
66
Juan Pablo II, ,Ángelus, (10-IX-1989)

● 89 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

R/ ¡Oh Corazón de Jesús! Pongo toda mi confianza en Ti. De mi


debilidad todo lo temo, pero todo lo espero de tu bondad. A tu
Corazón confío... (dígase la petición que se desee).
Míralo todo y después haz lo que tu Corazón te diga, deja obrar a tu
Corazón. ¡Jesús mío, yo cuento contigo, yo me fío de ti, yo descanso
en ti, yo estoy seguro en ti!

V/ Corazón de Jesús, hecho obediente hasta la muerte.


R/ Ten misericordia de nosotros.
V/ Jesús, manso y humilde de Corazón.
R/ Haz nuestro corazón semejante al tuyo.

DÍA 23

● 90 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

V/ En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.


R/ Amén.
V/ El Señor esté con vosotros.
R/ Y con tu espíritu.

Invocaciones al Sagrado Corazón de Jesús

V/ Corazón de Jesús, Camino, Verdad y Vida.


R/ Tú eres nuestro Bien.
V/ Corazón de Jesús, Vid verdadera.
R/ No permitas que me aparte de ti.
V/ Corazón de Jesús, Amado del Padre.
R/ Que permanezcamos en tu Amor.
V/ Sagrado Corazón de Jesús.
R/ En ti confío.
R/ Os suplico, ¡oh, divino esposo mío!, que seáis Vos mismo el
reparador de mi alma, que obréis en mí sin hacer caso de mis
resistencias.67

Oración para todos los días

¡Oh Dios!, que en el Corazón de tu Hijo, herido por nuestros pecados


has depositado infinitos tesoros de caridad; te pedimos que, al
rendirle el homenaje de nuestro amor, le ofrezcamos una cumplida
reparación. Por Jesucristo nuestro Señor.

R/ Amén.

Lectura bíblica: Lc 22, 41-44

67
Santa Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz

● 91 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

Se apartó de ellos como a un tiro de piedra y, arrodillado oraba


diciendo: “Padre, si quieres, aparta de mí este cáliz; pero que no se
haga mi voluntad, sino la tuya.” Y se le pareció un ángel del cielo, que
lo confortaba. En medio de su angustia, oraba con más intensidad. Y
le entró un sudor que caía hasta el suelo como si fueran gotas
espesas de sangre.

Meditación: Deseo ardiente de expiar

Quien con amor medite [este misterio] y en lo profundo del corazón


lo grabe, no podrá menos de aborrecer y de abstenerse de todo
pecado como de sumo mal; se entregará a la voluntad divina y se
afanará por reparar el ofendido honor de la divina Majestad, ya
orando asiduamente, ya sufriendo pacientemente las
mortificaciones voluntarias, y las aflicciones que sobrevinieren, ya,
en fin, ordenando a la expiación toda su vida.

Aquí tienen su origen muchas familias religiosas de varones y


mujeres que, con celo ferviente y como ambicioso de servir, se
proponen hacer día y noche las veces del Ángel que consoló a Jesús
en el Huerto; de aquí las piadosas asociaciones asimismo aprobadas
por la Sede Apostólica y enriquecidas con indulgencias, que hacen
suyo también este oficio de la expiación con ejercicios convenientes
de piedad y de virtudes; de aquí finalmente los frecuentes y
solemnes actos de desagravio encaminados a reparar el honor
divino, no sólo por los fieles particulares, sino también por las
parroquias, las diócesis y ciudades.68

O bien:

68
PÍO XI, Carta-Encíclica Miserentissimus Redemptor, n.13

● 92 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

Lectura bíblica: 1 Tes 5, 16-24

«Estad siempre alegres. Sed constantes en el orar. Dad gracias en


toda ocasión: esta es la voluntad de Dios en Cristo Jesús respecto de
vosotros».

Meditación: Amar al Amor

Sea […] la fiesta del Sagrado Corazón para toda la Iglesia, una santa
emulación de reparación y de impetración. Acudan numerosos los
fieles a la mesa eucarística, acudan al pie de los altares a adorar al
Salvador del mundo bajo el velo del Sacramento, que vosotros,
Venerables Hermanos, procuraréis esté en ese día solemnemente
expuesto en todas las Iglesias; desahoguen en aquel Corazón
misericordioso, que ha conocido todas las penas del corazón
humano, el desborde de su dolor, la firmeza de su fe, la confianza de
su esperanza, el ardor de su caridad. Ruéguenle, interponiendo el
poderoso patrocinio de María Santísima, Mediadora de todas las
gracias, por sí y por sus familias, por su patria, por la Iglesia;
ruéguenle por el Vicario de Cristo en la tierra y por los demás
pastores, que con El soportan el formidable peso del gobierno
espiritual las almas; ruéguenle por los hermanos creyentes, por los
hermanos extraviados, por los incrédulos, por los infieles; y,
finalmente, por los mismos enemigos de Dios y de la Iglesia, para que
se conviertan. Manténgase después el espíritu de oración y de
reparación intensamente vivo y activo en todos los fieles […] a fin de
alcanzar misericordia y hallar el auxilio de la gracia, para ser socorridos
[…] El Corazón Divino de Jesús no podrá dejar de conmoverse por las
preces y por los sacrificios de su Iglesia y terminará por decir a su
Esposa que gime a sus pies bajo el peso de tantas penas y de tantos
males: Grande es tu fe. Hágase conforme tú lo deseas.69

69
PIO XI, Caritate Christi Compulsi, nn. 15-16.

● 93 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

Acto de confianza

R/ ¡Oh Corazón de Jesús! Pongo toda mi confianza en Ti. De mi


debilidad todo lo temo, pero todo lo espero de tu bondad. A tu
Corazón confío... (dígase la petición que se desee).
Míralo todo y después haz lo que tu Corazón te diga, deja obrar a tu
Corazón. ¡Jesús mío, yo cuento contigo, yo me fío de ti, yo descanso
en ti, yo estoy seguro en ti!

V/ Corazón de Jesús, traspasado por la lanza.


R/ Ten misericordia de nosotros.
V/ Jesús, manso y humilde de Corazón.
R/ Haz nuestro corazón semejante al tuyo.

DÍA 24

V/ En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.


R/ Amén.
V/ El Señor esté con vosotros.

● 94 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

R/ Y con tu espíritu.

Invocaciones al Sagrado Corazón de Jesús

V/ Corazón de Jesús, que eres una sola cosa con el Padre


R/ Que todos seamos uno en ti.
V/ Corazón de Jesús, de amor apasionado hasta la muerte.
R/ ¡Abrásanos en tu mismo amor!
V/ Corazón de Jesús, de cuya herida brotó sangre y agua.
R/ Todas mis fuentes están en ti.
V/ Sagrado Corazón de Jesús.
R/ En ti confío.
R/ “Yo te amo con todo mi corazón, con toda mi alma, con
todas mis fuerzas; y deseo continuar este amor todos los
instantes de mi vida y que te amen con igual amor todos los
hombres”70

Oración para todos los días

¡Oh Dios!, que en el Corazón de tu Hijo, herido por nuestros pecados


has depositado infinitos tesoros de caridad; te pedimos que, al
rendirle el homenaje de nuestro amor, le ofrezcamos una cumplida
reparación. Por Jesucristo nuestro Señor.

R/ Amén.
Lectura bíblica: Jn 7, 37-39

El último día, el más solemne de la fiesta, Jesús en pie gritó: «El que
tenga sed, que venga a mí y beba el que cree en mí; como dice la
Escritura: “de sus entrañas manarán ríos de agua viva” » Dijo esto
refiriéndose al Espíritu, que habían de recibir los que creyeran en él.

70
Beato Bernardo de Hoyos

● 95 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

Todavía no se había dado el Espíritu porque Jesús no había sido


glorificado.

Meditación: Un amor que empuja a amar

«Ves la Trinidad si ves el amor », escribió san Agustín. […] Al morir


en la cruz —como narra el evangelista—, Jesús «entregó el espíritu»,
preludio del don del Espíritu Santo que otorgaría después de su
resurrección. Se cumpliría así la promesa de los «torrentes de agua
viva» que, por la efusión del Espíritu, manarían de las entrañas de los
creyentes. En efecto, el Espíritu es esa potencia interior que
armoniza su corazón con el corazón de Cristo y los mueve a amar a
los hermanos como Él los ha amado, cuando se ha puesto a lavar los
pies de sus discípulos y, sobre todo, cuando ha entregado su vida por
todos.

El Espíritu es también la fuerza que transforma el corazón de la


Comunidad eclesial para que sea en el mundo testigo del amor del
Padre, que quiere hacer de la humanidad, en su Hijo, una sola familia.
Toda la actividad de la Iglesia es una expresión de un amor que busca
el bien integral del ser humano: busca su evangelización mediante la
Palabra y los Sacramentos, empresa tantas veces heroica en su
realización histórica; y busca su promoción en los diversos ámbitos
de la actividad humana. Por tanto, el amor es el servicio que presta
la Iglesia para atender constantemente los sufrimientos y las
necesidades, incluso materiales, de los hombres.71

O bien:

71
BENEDICTO XVI, Carta-Encíclica Deus caritas est, n.19

● 96 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

Lectura bíblica: Hch 2, 3


Vieron aparecer unas lenguas, como llamaradas, que se dividían,
posándose encima de cada uno de ellos.
Meditación: Pentecostés
La misión del Espíritu Santo a los discípulos es la primera y
espléndida señal del munífico amor del Salvador, después de su
triunfal ascensión a la diestra del Padre. De hecho, pasados diez días,
el Espíritu Paráclito, dado por el Padre celestial, bajó sobre los
apóstoles reunidos en el Cenáculo, como Jesús mismo les había
prometido en la última cena: «Yo rogaré al Padre y él os dará otro
consolador para que esté con vosotros. eternamente». El Espíritu
Paráclito, por ser el Amor mutuo personal por el que el Padre ama al
Hijo y el Hijo al Padre, es enviado por ambos, bajo forma de lenguas
de fuego, para infundir en el alma de los discípulos la abundancia de
la caridad divina y de los demás carismas celestiales. Pero esta
infusión de la caridad divina brota también del Corazón de nuestro
Salvador, «en el cual están encerrados todos los tesoros de la
sabiduría y de la ciencia»
Esta caridad es, por lo tanto, don del Corazón de Jesús y de su
Espíritu. A este común Espíritu del Padre y del Hijo se debe, en
primer lugar, el nacimiento de la Iglesia y su propagación admirable
en medio de todos los pueblos paganos, dominados hasta entonces
por la idolatría, el odio fraterno, la corrupción de costumbres y la
violencia. Esta divina caridad, don preciosísimo del Corazón de
Cristo y de su Espíritu, es la que dio a los Apóstoles y a los mártires la
fortaleza para predicar la verdad evangélica y testimoniarla hasta
con su sangre; a los Doctores de la Iglesia, aquel ardiente celo por
ilustrar y defender la fe católica; a los Confesores, para practicar las
más selectas virtudes y realizar las empresas más útiles y admirables,
provechosas a la propia santificación y a la salud eterna y temporal

● 97 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

de los prójimos; a las Vírgenes, finalmente, para renunciar


espontánea y alegremente a los goces de los sentidos, con tal de
consagrarse por completo al amor del celestial Esposo.72

Acto de confianza

R/ ¡Oh Corazón de Jesús! Pongo toda mi confianza en Ti. De mi


debilidad todo lo temo, pero todo lo espero de tu bondad. A tu
Corazón confío... (dígase la petición que se desee).
Míralo todo y después haz lo que tu Corazón te diga, deja obrar a tu
Corazón. ¡Jesús mío, yo cuento contigo, yo me fío de ti, yo descanso
en ti, yo estoy seguro en ti!

V/ Corazón de Jesús, fuente de toda consolación.


R/ Ten misericordia de nosotros.
V/ Jesús, manso y humilde de Corazón.
R/ Haz nuestro corazón semejante al tuyo.

DÍA 25

V/ En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.


R/ Amén.
V/ El Señor esté con vosotros.
R/ Y con tu espíritu.

72
PÍO XII, Carta-Encíclica Haurietis aquas, n. 23.

● 98 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

Invocaciones al Sagrado Corazón de Jesús

V/ Corazón de Jesús, fiel al Padre en todo.


R/ ¡Tu Voluntad es mi delicia!
V/ Corazón de Jesús, compasivo y misericordioso con los
hombres.
R/ ¡Tú mi cayado para el camino!
V/ Corazón de Jesús, perfeccionado en los sufrimientos.
R/ ¡Tú, mi consuelo ahora y siempre!
V/ Sagrado Corazón de Jesús.
R/ En ti confío.
R/ ¡Oh Corazón de Jesús! Haz nuestros corazones semejantes al
tuyo en la humildad y mansedumbre que quisiste
aprendiéramos de ti.73

Oración para todos los días

¡Oh Dios!, que en el Corazón de tu Hijo, herido por nuestros pecados


has depositado infinitos tesoros de caridad; te pedimos que, al
rendirle el homenaje de nuestro amor, le ofrezcamos una cumplida
reparación. Por Jesucristo nuestro Señor.

R/ Amén.

Lectura bíblica: Rm 11, 33

¡Que abismo de riqueza, de sabiduría y de conocimiento el de Dios!


¡Qué insondables sus decisiones y que irrastreables sus caminos!

Meditación: Mostrar las riquezas de Cristo.

73
Beato Bernardo de Hoyos

● 99 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

No hay necesidad más urgente, venerables hermanos, que la de dar


a conocer las inconmensurables riquezas de Cristo a los hombres de
nuestra época. No hay empresa más noble que la de levantar y
desplegar al viento las banderas de nuestro Rey ante aquellos que
han seguido banderas falaces y la de reconquistar para la cruz
victoriosa a los que de ella, por desgracia, se han separado. ¿Quién,
a la vista de una tan gran multitud de hermanos y hermanas que,
cegados por el error, enredados por las pasiones, desviados por los
prejuicios, se han alejado de la verdadera fe en Dios y del salvador
mensaje de Jesucristo; quién, decimos, no arderá en caridad y dejará
de prestar gustosamente su ayuda? Todo el que pertenece a la milicia
de Cristo, sea clérigo o seglar, ¿por qué no ha de sentirse excitado a
una mayor vigilancia, a una defensa más enérgica de nuestra causa
viendo como ve crecer temerosamente sin cesar la turba de los
enemigos de Cristo […] parecen romper con impiedad suma las
tablas de los mandamientos de Dios, para sustituirlas con otras
normas de las que están desterrados los principios morales de la
revelación del Sinaí y el divino espíritu que ha brotado del sermón de
la montaña y de la cruz de Cristo? Todos, sin duda, saben muy bien,
no sin hondo dolor, que los gérmenes de estos errores producen una
trágica cosecha en aquellos que, si bien en los días de calma y
seguridad se confesaban seguidores de Cristo, sin embargo, cuando
es necesario resistir con energía, luchar, padecer y soportar
persecuciones ocultas y abiertas, cristianos sólo de nombre, se
muestran vacilantes, débiles, impotentes, y, rechazando los
sacrificios que la profesión de su religión implica, no son capaces de
seguir los pasos sangrientos del divino Redentor.74

O bien:

74
PIO XII, Summi Pontificatus, n. 5

● 100 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

Lectura bíblica: Jer 3, 15

«Os daré pastores, según mi corazón, que os apacienten con ciencia


y experiencia».

Meditación: El sacerdocio mana del Corazón de Jesús

Un amor misterioso, que en los textos del Nuevo Testamento se nos


revela como inconmensurable pasión de Dios por el hombre. No se
rinde ante la ingratitud, ni siquiera ante el rechazo del pueblo que se
ha escogido; más aún, con infinita misericordia envía al mundo a su
Hijo unigénito para que cargue sobre sí el destino del amor
destruido; para que, derrotando el poder del mal y de la muerte,
restituya la dignidad de hijos a los seres humanos esclavizados por el
pecado. En el Corazón de Jesús se expresa el núcleo esencial del
cristianismo; en Cristo se nos revela y entrega toda la novedad
revolucionaria del Evangelio: el Amor que nos salva y nos hace vivir
ya en la eternidad de Dios. El evangelista san Juan escribe: "Tanto
amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea
en él no perezca, sino que tenga vida eterna".

Su Corazón divino llama entonces a nuestro corazón; nos invita a


salir de nosotros mismos y a abandonar nuestras seguridades
humanas para fiarnos de él y, siguiendo su ejemplo, a hacer de
nosotros mismos un don de amor sin reservas. Aunque es verdad que
la invitación de Jesús a "permanecer en su amor" se dirige a todo
bautizado, en la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús, Jornada de
santificación sacerdotal, esa invitación resuena con mayor fuerza
para los sacerdotes. Me viene inmediatamente a la mente una
hermosa y conmovedora afirmación del Santo Cura de Ars, recogida
en el Catecismo de la Iglesia católica: "El sacerdocio es el amor del

● 101 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

Corazón de Jesús"75

Acto de confianza

R/ ¡Oh Corazón de Jesús! Pongo toda mi confianza en Ti. De mi


debilidad todo lo temo, pero todo lo espero de tu bondad. A tu
Corazón confío... (dígase la petición que se desee).
Míralo todo y después haz lo que tu Corazón te diga, deja obrar a tu
Corazón. ¡Jesús mío, yo cuento contigo, yo me fío de ti, yo descanso
en ti, yo estoy seguro en ti!

V/ Corazón de Jesús, vida y resurrección nuestra.


R/ Ten misericordia de nosotros.
V/ Jesús, manso y humilde de Corazón.
R/ Haz nuestro corazón semejante al tuyo.

DÍA 26

V/ En el nombre del Padre, y del Hijo y


del Espíritu Santo.
R/ Amén.
V/ El Señor esté con vosotros.

75
BENEDICTO XVI, Homilía en la inauguración del año sacerdotal en la
solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús ( 19-VI-2009)

● 102 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

R/ Y con tu espíritu.

Invocaciones al Sagrado Corazón de Jesús

V/ Corazón de Jesús, Hijo Amado del Padre.


R/ ¡Que estemos siempre a tu escucha!
V/ Corazón de Jesús, océano infinito de caridad.
R/ ¡Fiado en ti me meto en la batalla!
V/ Corazón de Jesús, que buscas a los pecadores y te alojas con
ellos.
R/ Tú eres mi Dios y Salvador ¿A quien temeré?
V/ Sagrado Corazón de Jesús.
R/ En ti confío.
R/ “Y dice el pastorcico: ¡ay, desdichado
De aquel que de mi amor ha hecho ausencia,
Y no quiere gozar la mi presencia,
Y el pecho por su amor muy lastimado!”76

Oración para todos los días

¡Oh Dios!, que en el Corazón de tu Hijo, herido por nuestros pecados


has depositado infinitos tesoros de caridad; te pedimos que, al
rendirle el homenaje de nuestro amor, le ofrezcamos una cumplida
reparación. Por Jesucristo nuestro Señor.

R/ Amén.

Lectura bíblica: Dan 7, 13-14

Seguí mirando. Y en mi visión nocturna vi venir una especie de hijo


de hombre entre las nubes del cielo. Avanzó hacia el anciano y llegó

76
San Juan de la Cruz

● 103 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

hasta su presencia. A él se le dio poder, honor y reino. Y todos los


pueblos, naciones y lenguas lo sirvieron. Su poder es un poder
eterno, no cesará. Su reino no acabará.

Meditación: El Corazón de Cristo Rey

Ha sido costumbre muy general y antigua llamar Rey a Jesucristo, en


sentido metafórico, a causa del supremo grado de excelencia que
posee y que le encumbra entre todas las cosas creadas. Así, se dice
que reina en las inteligencias de los hombres, no tanto por el sublime
y altísimo grado de su ciencia cuanto porque Él es la Verdad y porque
los hombres necesitan beber de Él y recibir obedientemente la
verdad. Se dice también que reina en las voluntades de los hombres,
no sólo porque en El la voluntad humana está entera y
perfectamente sometida a la santa voluntad divina, sino también
porque con sus mociones e inspiraciones influye en nuestra libre
voluntad y la enciende en nobilísimos propósitos. Finalmente, se
dice con verdad que Cristo reina en los corazones de los hombres
porque, con su supereminente caridad y con su mansedumbre y
benignidad, se hace amar por las almas de manera que jamás
nadie —entre todos los nacidos— ha sido ni será nunca tan amado
como Cristo Jesús. Mas, entrando ahora de lleno en el asunto, es
evidente que también en sentido propio y estricto le pertenece a
Jesucristo como hombre el título y la potestad de Rey; pues sólo en
cuanto hombre se dice de Él que recibió del Padre la potestad, el
honor y el reino; porque como Verbo de Dios, cuya sustancia es
idéntica a la del Padre, no puede menos de tener común con él lo que
es propio de la divinidad y, por tanto, poseer también como el Padre
el mismo imperio supremo y absoluto sobre todas las criaturas.77

77
PÍO XI, Carta-Encíclica Quas primas, n.6

● 104 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

O bien:

Lectura bíblica: Jn 15, 12-13


«Este es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he
amado. Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus
amigos».

Meditación: La más completa profesión de la religión cristiana.


Siendo esto así, fácilmente se deduce que el culto al Sacratísimo
Corazón de Jesús no es sustancialmente sino el mismo culto al amor
con que Dios nos amó por medio de Jesucristo, al mismo tiempo que
el ejercicio de nuestro amor a Dios y a los demás hombres. Dicho de
otra manera: Este culto se dirige al amor de Dios para con nosotros,
proponiéndolo como objeto de adoración, de acción de gracias y de
imitación; además, considera la perfección de nuestro amor a Dios y
a los hombres como la meta que ha de alcanzarse por el
cumplimiento cada vez más generoso del mandamiento «nuevo»
que el Divino Maestro legó como sacra herencia a sus Apóstoles. [...].
Mandamiento éste, en verdad nuevo y propio de Cristo; porque,
como dice santo Tomás de Aquino: «Poca diferencia hay entre el
Antiguo y el Nuevo Testamento, pues, como dice Jeremías, "Haré un
pacto nuevo con la casa de Israel". Pero que este mandamiento se
practicase en el Antiguo Testamento a impulso de santo temor y
amor, se debía al Nuevo Testamento; en cuanto que, si este
mandamiento ya existía en la Antigua Ley, no era como prerrogativa
suya propia, sino más bien como prólogo y preparación de la Ley
Nueva».78

78
PÍO XII, Carta-Encíclica Haurietis aquas, n. 29.

● 105 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

Acto de confianza

R/ ¡Oh Corazón de Jesús! Pongo toda mi confianza en Ti. De mi


debilidad todo lo temo, pero todo lo espero de tu bondad. A tu
Corazón confío... (dígase la petición que se desee).
Míralo todo y después haz lo que tu Corazón te diga, deja obrar a tu
Corazón. ¡Jesús mío, yo cuento contigo, yo me fío de ti, yo descanso
en ti, yo estoy seguro en ti!

V/ Corazón de Jesús, paz y reconciliación nuestra.


R/ Ten misericordia de nosotros.
V/ Jesús, manso y humilde de Corazón.
R/ Haz nuestro corazón semejante al tuyo.

DÍA 27

V/ En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.


R/ Amén.
V/ El Señor esté con vosotros.
R/ Y con tu espíritu.

● 106 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

Invocaciones al Sagrado Corazón de Jesús

V/ Corazón de Jesús, perdón de los pecadores.


R/ ¡Tú lo sabes todo, Tú sabes que te quiero!

V/ Corazón de Jesús, baluarte de los débiles.


R/ ¡Tú lo sabes todo, Tú sabes que te quiero!
V/ Corazón de Jesús, esperanza de los caídos.
R/ ¡Tú lo sabes todo, Tú sabes que te quiero!
V/ Sagrado Corazón de Jesús.
R/ En ti confío.
R/ "Por tu Corazón herido, querido Señor, traspasa el mío tan
profundamente con el dardo de tu amor, que ya no pueda
más contener cosas terrenas sino que sea gobernado tan
solo por la acción de tu divino amor."79

Oración para todos los días

¡Oh Dios!, que en el Corazón de tu Hijo, herido por nuestros pecados


has depositado infinitos tesoros de caridad; te pedimos que, al
rendirle el homenaje de nuestro amor, le ofrezcamos una cumplida
reparación. Por Jesucristo nuestro Señor.

R/ Amén.

Lectura bíblica: Jn 14, 6.

«Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie va al Padre sino es por


mí.»

Meditación: La labor de todo apóstol: dar testimonio de la Verdad

79
Santa Gertrudis

● 107 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

Como Vicario de Aquel que […] pronunció la augusta palabra: Yo para


esto nací y para esto vine al mundo, para dar testimonio de la verdad;
todo aquel que pertenece a la verdad, oye mi voz, declaramos que el
principal deber que nos impone nuestro oficio y nuestro tiempo es
«dar testimonio de la verdad». Este deber, que debemos cumplir con
firmeza apostólica, exige necesariamente la exposición y la
refutación de los errores y de los pecados de los hombres, para que,
vistos y conocidos a fondo, sea posible el tratamiento médico y la
cura: Conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. En el
cumplimiento de este oficio no nos dejaremos influir por
consideraciones humanas o terrenas, del mismo modo, no
cejaremos en el propósito emprendido ni por las desconfianzas, ni
por las contradicciones, ni por las repulsas, no nos apartará tampoco
de esta determinación el temor de que nuestra acción sea
incomprendida o falsamente interpretada. Sin embargo, aun
trabajando con cuidadosa diligencia para este fin, nuestra conducta
estará animada por aquella caridad paterna que mientras nos ordena
trabajar con suma tristeza a causa de los males que atormentan a los
hijos, nos manda también señalar estos mismos hijos los oportunos
remedios, imitando así al divino modelo de los pastores, Cristo,
Señor nuestro, que nos da al mismo tiempo luz y amor: Practicando
la verdad con amor. 80

O bien:

Lectura bíblica: Jn 15, 18-21

«Si el mundo os odia, sabed que me ha odiado a mi antes que a


vosotros. Si fuerais del mundo, el mundo os amaría como cosa suya,
pero no sois del mundo, sino que yo os he escogido sacándoos del
mundo, por eso el mundo os odia. Recordad lo que os dije: “No es el

80
PIO XII, Summi Pontificatus, n. 14

● 108 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

siervo más que su amo”. Si a mí me han perseguido, también os


perseguirán, si han guardado mi palabra, también guardarán la
vuestra».

Meditación: La esperanza nos viene de Cristo

En medio de un mundo que actualmente es tan contrario a la paz de


Cristo en el reino de Cristo, la Iglesia y sus fieles experimentan unas
dificultades que rara vez conocieron en su larga historia de luchas y
contradicciones. Pero los que precisamente en tiempos tan difíciles
permanecen firmes en su fe y tienen un corazón inquebrantable,
saben que Cristo Rey está en la hora de la prueba, que es la hora de
la fidelidad, más cerca que nunca de nosotros. Consumida por la
tristeza de tantos hijos suyos que sufren males innumerables, pero
sostenida por la firme fortaleza que proviene de las promesas
divinas, la Esposa de Cristo, en medio de sus sufrimientos, avanza al
encuentro de amenazadoras tempestades. Sabe la Iglesia que la
verdad que ella anuncia y el amor que ella enseña y pone en práctica
serán los mejores estímulos y los mejores medios que tendrán a su
alcance los hombres de buena voluntad en la reconstrucción de un
nuevo orden nacional e internacional establecido según la justicia y
el amor, una vez que la humanidad, cansada del camino del error,
haya saboreado hasta la saciedad los amargos frutos del odio y de la
violencia.81

Acto de confianza

R/ ¡Oh Corazón de Jesús! Pongo toda mi confianza en Ti. De mi


debilidad todo lo temo, pero todo lo espero de tu bondad. A tu
Corazón confío... (dígase la petición que se desee).

81
PIO XII, Summi Pontificatus, n. 75

● 109 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

Míralo todo y después haz lo que tu Corazón te diga, deja obrar a tu


Corazón. ¡Jesús mío, yo cuento contigo, yo me fío de ti, yo descanso
en ti, yo estoy seguro en ti!

V/ Corazón de Jesús, víctima de los pecadores.


R/ Ten misericordia de nosotros.
V/ Jesús, manso y humilde de Corazón.
R/ Haz nuestro corazón semejante al tuyo.

DÍA 28

V/ En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.


R/ Amén.
V/ El Señor esté con vosotros.
R/ Y con tu espíritu.
Invocaciones al Sagrado Corazón de Jesús

● 110 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

V/ Corazón de Jesús, que penetraste en lo más alto del Cielo.


R/ Dinos: “Hoy estarás conmigo en el Paraíso”.
V/ Corazón de Jesús, cumplimiento de todas las promesas.
R/ Dinos: “Yo estaré con vosotros todos los días hasta el fin del
mundo”
V/ Corazón de Jesús, que tanto has amado a los hombres.
R/ Señor mío y Dios mío.
V/ Sagrado Corazón de Jesús.
R/ En ti confío.
R/ “Estoy seguro de que no permaneceremos más en nosotros
mismos y que, de corazón, intención y confianza
habitaremos para siempre en el costado herido del Salvador,
pues sin Él no sólo no podemos, sino aunque pudiéramos, no
querríamos hacer nada. Todo en Él, por Él, con Él y para Él.
Todo Él.”82
Oración para todos los días
¡Oh Dios!, que en el Corazón de tu Hijo, herido por nuestros pecados
has depositado infinitos tesoros de caridad; te pedimos que, al
rendirle el homenaje de nuestro amor, le ofrezcamos una cumplida
reparación. Por Jesucristo nuestro Señor.

R/ Amén.

Lectura bíblica: 1Pe 1, 18-19

Ya sabéis que fuisteis liberados de vuestra conducta inútil, heredada


de vuestros padres, pero no con algo corruptible, con oro o plata,
sino con una sangre preciosa, como la de un cordero sin defecto y sin
mancha, Cristo.

82
San Francisco de Sales

● 111 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

Meditación: Fundamento de la realeza de Cristo: la Unión hipostática y


la Redención

Para mostrar ahora en qué consiste el fundamento de esta dignidad


y de este poder de Jesucristo, he aquí lo que escribe muy bien San
Cirilo de Alejandría: Posee Cristo soberanía sobre todas las criaturas,
no arrancada por fuerza ni quitada a nadie, sino en virtud de su misma
esencia y naturaleza. Es decir, que la soberanía o principado de Cristo
se funda en la maravillosa unión llamada hipostática. De donde se
sigue que Cristo no sólo debe ser adorado en cuanto Dios por los
ángeles y por los hombres, sino que, además, los unos y los otros
están sujetos a su imperio y le deben obedecer también en cuanto
hombre; de manera que por el solo hecho de la unión hipostática,
Cristo tiene potestad sobre todas las criaturas.

Pero, además, ¿qué cosa habrá para nosotros más dulce y suave que
el pensamiento de que Cristo impera sobre nosotros, no sólo por
derecho de naturaleza, sino también por derecho de conquista,
adquirido a costa de la redención? Ojalá que todos los hombres,
harto olvidadizos, recordasen cuánto le hemos costado a nuestro
Salvador. Fuisteis rescatados no con oro o plata, que son cosas
perecederas, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un Cordero
Inmaculado y sin tacha. No somos, pues, ya nuestros, puesto que
Cristo nos ha comprado por precio grande; hasta nuestros mismos
cuerpos son miembros de Jesucristo.83

O bien:

Lectura bíblica: Jn 21, 2

83
PÍO XI, Carta-Encíclica Quas primas, nn. 11-12

● 112 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

Jesús repitió: «Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así


también os envío yo» Y, dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo:
«Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les
quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan
retenidos».

Meditación: Iglesia que vive de la Misericordia

La Iglesia vive una vida auténtica, cuando profesa y proclama la


misericordia—el atributo más estupendo del Creador y del
Redentor—y cuando acerca a los hombres a las fuentes de la
misericordia del Salvador, de las que es depositaria y dispensadora.
En este ámbito tiene un gran significado la meditación constante de
la palabra de Dios, y sobre todo la participación consciente y madura
en la Eucaristía y en el sacramento de la penitencia o reconciliación.
La Eucaristía nos acerca siempre a aquel amor que es más fuerte que
la muerte: en efecto, « cada vez que comemos de este pan o
bebemos de este cáliz », no sólo anunciamos la muerte del Redentor,
sino que además proclamamos su resurrección, mientras esperamos
su venida en la gloria. El mismo rito eucarístico, celebrado en
memoria de quien en su misión mesiánica nos ha revelado al Padre,
por medio de la palabra y de la cruz, atestigua el amor inagotable, en
virtud del cual desea siempre El unirse e identificarse con nosotros,
saliendo al encuentro de todos los corazones humanos. Es el
sacramento de la penitencia o reconciliación el que allana el camino
a cada uno, incluso cuando se siente bajo el peso de grandes culpas.
En este sacramento cada hombre puede experimentar de manera
singular la misericordia, es decir, el amor que es más fuerte que el
pecado.84

84
JUAN PABLO II, Carta-Encíclica Dives in Misericordia, n.13

● 113 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

Acto de confianza
R/ ¡Oh Corazón de Jesús! Pongo toda mi confianza en Ti. De mi
debilidad todo lo temo, pero todo lo espero de tu bondad. A tu
Corazón confío... (dígase la petición que se desee).
Míralo todo y después haz lo que tu Corazón te diga, deja obrar a tu
Corazón. ¡Jesús mío, yo cuento contigo, yo me fío de ti, yo descanso
en ti, yo estoy seguro en ti!
V/ Corazón de Jesús, salvación de los que en ti esperan.
R/ Ten misericordia de nosotros.
V/ Jesús, manso y humilde de Corazón.
R/ Haz nuestro corazón semejante al tuyo.

DÍA 29

V/ En el nombre del
Padre, y del Hijo y del
Espíritu Santo.
R/ Amén.

● 114 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

V/ El Señor esté con vosotros.


R/ Y con tu espíritu.

Invocaciones al Sagrado Corazón de Jesús

V/ Corazón de Jesús, Cordero Inocente.


R/ Tuyos son la gloria, el esplendor y la majestad.
V/ Corazón de Jesús, Cordero degollado que te sientas en el
trono de Dios.
R/ A ti la fuerza, la alabanza y el honor.
V/ Corazón de Jesús, Cordero de Dios Inmolado por nosotros.
R/ A ti la bendición y el poder por los siglos de los siglos.
V/ Sagrado Corazón de Jesús.
R/ En ti confío.
R/ “Tenemos que esmerarnos mucho en servirle bien tanto en
las cosas grandes como en las pequeñas, puesto que podemos
robarle su corazón por amor de igual modo, tanto por unas como por
otras.”85

Oración para todos los días

¡Oh Dios!, que en el Corazón de tu Hijo, herido por nuestros pecados


has depositado infinitos tesoros de caridad; te pedimos que, al
rendirle el homenaje de nuestro amor, le ofrezcamos una cumplida
reparación. Por Jesucristo nuestro Señor.

R/ Amén.

Lectura bíblica: Ap 15,3-4

85
San Francisco de Sales

● 115 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

Grandes y admirables son tus obras, Señor, Dios omnipotente; justos


y verdaderos tus caminos, rey de los pueblos. ¿Quién no temerá y no
dará gloria a tu nombre? Porque vendrán todas las naciones y se
postrarán ante ti, porque tú solo eres santo y tus justas sentencias
han quedado manifiestas.

Meditación: La Realeza de Cristo sobre lo espiritual y sobre lo temporal

[La Realeza de Cristo] es principalmente espiritual y se refiere a las


cosas espirituales. En efecto, en varias ocasiones, cuando los judíos,
y aun los mismos apóstoles, imaginaron erróneamente que el Mesías
devolvería la libertad al pueblo y restablecería el reino de Israel,
Cristo les quitó y arrancó esta vana imaginación y esperanza.
Asimismo, cuando iba a ser proclamado Rey por la muchedumbre,
que, llena de admiración, le rodeaba, Él rehusó tal título de honor
huyendo y escondiéndose en la soledad. Finalmente, en presencia
del gobernador romano manifestó que su reino no era de este
mundo. Este reino se nos muestra en los evangelios con tales
caracteres, que los hombres, para entrar en él, deben prepararse
haciendo penitencia y no pueden entrar sino por la fe y el bautismo,
el cual, aunque sea un rito externo, significa y produce la
regeneración interior. Este reino únicamente se opone al reino de
Satanás y a la potestad de las tinieblas; y exige de sus súbditos no
sólo que, despegadas sus almas de las cosas y riquezas terrenas,
guarden ordenadas costumbres y tengan hambre y sed de justicia,
sino también que se nieguen a sí mismos y tomen su cruz. Habiendo
Cristo, como Redentor, rescatado a la Iglesia con su Sangre y
ofreciéndose a sí mismo, como Sacerdote y como Víctima, por los
pecados del mundo, ofrecimiento que se renueva cada día
perpetuamente, ¿quién no ve que la dignidad real del Salvador se
reviste y participa de la naturaleza espiritual de ambos oficios?

● 116 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

Por otra parte, erraría gravemente el que negase a Cristo-Hombre el


poder sobre todas las cosas humanas y temporales, puesto que el
Padre le confirió un derecho absoluto sobre las cosas creadas, de tal
suerte que todas están sometidas a su arbitrio. Sin embargo de ello,
mientras vivió sobre la tierra se abstuvo enteramente de ejercitar
este poder, y así como entonces despreció la posesión y el cuidado
de las cosas humanas, así también permitió, y sigue permitiendo,
que los poseedores de ellas las utilicen.

Acerca de lo cual dice bien aquella frase: No quita los reinos mortales
el que da los celestiales. Por tanto, a todos los hombres se extiende el
dominio de nuestro Redentor.86

O bien:

Lectura bíblica: Is 53, 4-5

Él soportó nuestros sufrimientos y aguantó nuestros dolores;


nosotros lo estimamos leproso, herido de Dios y humillado; pero él
fue traspasado por nuestras rebeliones, triturado por nuestros
crímenes. Nuestro castigo saludable cayó sobre él, sus cicatrices nos
curaron.

Meditación: El Corazón de Cristo, fuente de vida para la Iglesia

La Iglesia, o reino de Cristo, presenta ya como misterio, se desarrolla


visiblemente en el mundo por la fuerza divina. Este nacimiento y
desarrollo se significan por medio de aquella sangre y agua que
salieron del costado abierto de Jesús crucificado”. Porque, en
realidad, de aquel Corazón herido del Redentor nació la Iglesia, y de
él se alimenta, ya que Cristo “se entregó a si mismo por ella, para
santificarla, purificándola por el agua, en virtud de la palabra de la

86
PÍO XI, Carta-Encíclica Quas primas, nn. 14-15

● 117 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

vida”. Por esta razón es absolutamente necesario que los fieles


rindan culto y veneración, ya con afectos de íntima piedad ya con
públicos obsequios, a aquel Corazón de cuya plenitud todos hemos
recibido, y aprendan de él a ordenar su vida, de modo que responda
exactamente a las exigencias de nuestro tiempo. 87

Acto de confianza

R/ ¡Oh Corazón de Jesús! Pongo toda mi confianza en Ti. De mi


debilidad todo lo temo, pero todo lo espero de tu bondad. A tu
Corazón confío... (dígase la petición que se desee).
Míralo todo y después haz lo que tu Corazón te diga, deja obrar a tu
Corazón. ¡Jesús mío, yo cuento contigo, yo me fío de ti, yo descanso
en ti, yo estoy seguro en ti!

V/ Corazón de Jesús, esperanza de los que en ti mueren.


R/ Ten misericordia de nosotros.
V/ Jesús, manso y humilde de Corazón.
R/ Haz nuestro corazón semejante al tuyo.

DÍA 30

V/ En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.


R/ Amén.

87
PABLO VI, Carta Apostólica Diserti interpretes

● 118 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

V/ El Señor esté con vosotros.


R/ Y con tu espíritu.

Invocaciones al Sagrado Corazón de Jesús

V/ Corazón de Jesús, que todo lo has hecho nuevo.


R/ Haz de tu Iglesia una Esposa digna de ti.
V/ Corazón de Jesús, Hijo Único a quien el Padre envió.
R/ ¡Me amó y se entregó a la muerte por mí!
V/ Sagrado Corazón de Jesús.
R/ En ti confío.
R/ ¡Oh Corazón de amor! Pongo toda mi confianza en ti;
porque, aunque todo lo temo de mi debilidad, todo lo espero
de tu bondad.88

Oración para todos los días

¡Oh Dios!, que en el Corazón de tu Hijo, herido por nuestros pecados


has depositado infinitos tesoros de caridad; te pedimos que, al
rendirle el homenaje de nuestro amor, le ofrezcamos una cumplida
reparación. Por Jesucristo nuestro Señor.

R/ Amén.

Lectura bíblica: Mt 5,13-14.

«Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué
la salarán? No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente.

88
Santa Margarita María de Alacoque

● 119 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad


puesta en lo alto de un monte»

Meditación: La urgencia de anunciar al mundo que el cristianismo es la


religión del amor

Frente a la tarea de la nueva evangelización, el cristiano que,


contemplando el Corazón de Cristo, Señor del tiempo y de la
historia, se consagra a él y a la vez consagra a sus hermanos, se
redescubre portador de su luz. Animado por su espíritu de servicio,
contribuye a abrir a todos los seres humanos la perspectiva de ser
elevados hacia su plenitud personal y comunitaria. «Junto al Corazón
de Cristo, el corazón del hombre aprende a conocer el sentido
verdadero y único de su vida y de su destino, a comprender el valor
de una vida auténticamente cristiana, a evitar ciertas perversiones
del corazón humano, a unir el amor filial hacia Dios con el amor al
prójimo»

[…] Se trata aún hoy de guiar a los fieles para que contemplen con
sentido de adoración el misterio de Cristo, Hombre-Dios, a fin de que
lleguen a ser hombres y mujeres de vida interior, personas que
sientan y vivan la llamada a la vida nueva, a la santidad y a la
reparación, que es cooperación apostólica a la salvación del mundo;
personas que se preparen para la nueva evangelización,
reconociendo que el Corazón de Cristo es el corazón de la Iglesia:
urge que el mundo comprenda que el cristianismo es la religión del
amor89.

89
JUAN PABLO II, Carta al Prepósito General de la Compañía de Jesús, (5-X-
1986)

● 120 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

O bien:

Lectura bíblica: Sal 23, 1-6

El Señor es mi pastor, nada me falta:


en verdes praderas me hace recostar;
me conduce hacia fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas;
me guía por el sendero justo,
por el honor de su nombre.
Aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo, porque tú vas conmigo:
tu vara y tu cayado me sosiegan.
Preparas una mesa ante mí,
enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume
y mi copa rebosa.
Tu bondad y tu misericordia me acompañan
todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor
por años sin término.

Meditación: Experiencia del amor del Corazón

Dios quiere que nosotros como sacerdotes, en un pequeño punto de


la historia, compartamos sus preocupaciones por los hombres.
Como sacerdotes, queremos ser personas que, en comunión con su
amor por los hombres, cuidemos de ellos, les hagamos experimentar
en lo concreto esta atención de Dios. Y, por lo que se refiere al
ámbito que se le confía, el sacerdote, junto con el Señor, debería

● 121 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

poder decir: «Yo conozco mis ovejas y ellas me conocen».


«Conocer», en el sentido de la Sagrada Escritura, nunca es
solamente un saber exterior. «Conocer» significa estar
interiormente cerca del otro. Quererle. Nosotros deberíamos tratar
de «conocer» a los hombres de parte de Dios y con vistas a Dios;
deberíamos tratar de caminar con ellos en la vía de la amistad de
Dios.

El pastor muestra el camino correcto a quienes le están confiados.


Los precede y guía. Digámoslo de otro modo: el Señor nos muestra
cómo se realiza en modo justo nuestro ser hombres. Nos enseña el
arte de ser persona. ¿Qué debo hacer para no arruinarme, para no
desperdiciar mi vida con la falta de sentido? En efecto, ésta es la
pregunta que todo hombre debe plantearse y que sirve para
cualquier período de la vida.90

Acto de confianza

R/ ¡Oh Corazón de Jesús! Pongo toda mi confianza en Ti. De mi


debilidad todo lo temo, pero todo lo espero de tu bondad. A tu
Corazón confío... (dígase la petición que se desee).
Míralo todo y después haz lo que tu Corazón te diga, deja obrar a tu
Corazón. ¡Jesús mío, yo cuento contigo, yo me fío de ti, yo descanso
en ti, yo estoy seguro en ti!

90
BENEDICTO XVI, Homilía en la clausura del año sacerdotal en la solemnidad
del Corazón de Jesús, (11-VI-2010)

● 122 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

V/ Corazón de Jesús, delicia de todos los santos.


R/ Ten misericordia de nosotros.
V/ Jesús, manso y humilde de Corazón.
R/ Haz nuestro corazón semejante al tuyo.

● 123 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

APÉNDICE

● 124 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

LETANÍAS AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS


Señor, ten piedad de nosotros. Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros. Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros. Señor, ten piedad de nosotros.

Cristo, óyenos. Cristo, óyenos.


Cristo, escúchanos. Cristo, escúchanos.

Dios, Padre Celestial,


Dios Hijo, Redentor del mundo,
Dios, Espíritu Santo,
Trinidad Santa un solo Dios,

Ten misericordia de nosotros


Corazón de Jesús, Hijo del Eterno Padre,
Corazón de Jesús, formado en el seno de la Virgen Madre por
el Espíritu Santo,
Corazón de Jesús, unido sustancialmente al Verbo de Dios,
Corazón de Jesús, de infinita majestad,
Corazón de Jesús, templo santo de Dios,
Corazón de Jesús, tabernáculo del Altísimo,
Corazón de Jesús, casa de Dios y puerta del cielo,
Corazón de Jesús, horno ardiente de caridad,
Corazón de Jesús, santuario de la justicia y del amor,
Corazón de Jesús, lleno de bondad y de amor,
Corazón de Jesús, abismo de todas las virtudes,

● 125 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

Corazón de Jesús, digno de toda alabanza,


Corazón de Jesús, Rey y centro de todos los corazones,
Corazón de Jesús, en quien se hallan todos los tesoros de la
sabiduría, y de la ciencia,
Corazón de Jesús, en quien reside toda la plenitud de la
divinidad,
Corazón de Jesús, en quien el Padre se complace,
Corazón de Jesús, de cuya plenitud todos hemos recibido,
Corazón de Jesús, deseo de los eternos collados,

Ten misericordia de nosotros


Corazón de Jesús, paciente y lleno de misericordia,
Corazón de Jesús, generoso para todos los que te invocan,
Corazón de Jesús, fuente de vida y santidad,
Corazón de Jesús, propiciación por nuestros pecados,
Corazón de Jesús, colmado de oprobios,
Corazón de Jesús, triturado por nuestros pecados,
Corazón de Jesús, hecho obediente hasta la muerte,
Corazón de Jesús, traspasado por una lanza,
Corazón de Jesús, fuente de todo consuelo,
Corazón de Jesús, vida y resurrección nuestra,
Corazón de Jesús, paz y reconciliación nuestra,
Corazón de Jesús, víctima por los pecadores,
Corazón de Jesús, salvación de los que en Ti esperan,
Corazón de Jesús, esperanza de los que en Ti mueren,
Corazón de Jesús, delicia de todos los santos,

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, Perdónanos Señor.


Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, Escúchanos Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, Ten piedad de
nosotros.

● 126 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

V. Jesús, manso y humilde de Corazón.


R. Haz nuestro corazón semejante al tuyo.

Oremos.
Oh Dios todopoderoso y eterno, mira el Corazón de tu amantísimo
Hijo, las alabanzas y satisfacciones que en nombre de los pecadores
te ofrece y concede el perdón a éstos que imploran misericordia en
el nombre de tu mismo Hijo, Jesucristo, que vive y reina contigo por
los siglos de los siglos. Amén.

● 127 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

CONSAGRACIÓN AL CORAZÓN DE JESÚS DE SANTA MARGARITA MARÍA


ALACOQUE

Yo N. N., me dedico y consagro al Sagrado Corazón de nuestro Señor


Jesucristo, le entrego mi persona y mi vida, mis acciones, penas y
sufrimientos, para no querer servirme de ninguna parte de mi ser
sino para honrarle, amarle y glorificarle. Esta es mi voluntad
irrevocable: ser toda de El y hacerlo todo por su amor, renunciando
de todo corazón a todo cuanto pueda disgustarle.
Te tomo, pues, Corazón divino por el único objeto de mi amor, el
protector de mi vida, la seguridad de mi salvación, el remedio de mi
fragilidad y de mi inconstancia, reparador de todas las faltas de mi
vida, y mi asilo en la hora de la muerte.
Sé, por tanto, Corazón bondadoso, mi justificación para con Dios
Padre, y aleja de mi los rayos de su justa indignación. Corazón de
amor, en ti pongo toda mi confianza, pues aunque todo lo temo de
mi debilidad, todo lo espero de tu bondad. Consume, pues, en mí
todo lo que pueda desagradarte o resistirte. Que Tu amor se imprima
tan profundamente en mi corazón que no pueda jamás olvidarte, ni
verme separada de ti. Te ruego encarecidamente, por tu bondad,
que mi nombre esté escrito en ti, pues yo quiero construir toda mi
dicha y mi gloria en vivir y morir como esclava tuya. Amen.

● 128 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

CONSAGRACIÓN DEL GÉNERO HUMANO A CRISTO REY


POR EL PAPA PÍO XI

¡Dulcísimo Jesús, Redentor del género humano! Miradnos


humildemente postrados; vuestros somos y vuestros queremos ser,
y a fin de vivir más estrechamente unidos con vos, todos y cada uno
espontáneamente nos consagramos en este día a vuestro
Sacratísimo Corazón.
Muchos, por desgracia, jamás, os han conocido; muchos,
despreciando vuestros mandamientos, os han desechado. ¡Oh Jesús
benignísimo!, compadeceos de los unos y de los otros, y atraedlos a
todos a vuestro Corazón Santísimo.
¡Oh Señor! Sed Rey, no sólo de los hijos fieles que jamás se han
alejado de Vos, sino también de los pródigos que os han
abandonado; haced que vuelvan pronto a la casa paterna, que no
perezcan de hambre y miseria.
Sed Rey de aquellos que, por seducción del error o por espíritu de
discordia, viven separados de Vos; devolvedlos al puerto de la verdad
y a la unidad de la fe para que en breve se forme un solo rebaño bajo
un solo Pastor.
Sed Rey de los que permanecen todavía envueltos en las tinieblas de
la idolatría; dignaos atraerlos a todos a la luz de vuestro reino.
Conceded, ¡oh Señor!, incolumidad y libertad segura a vuestra
Iglesia; otorgad a todos los pueblos la tranquilidad en el orden; haced
que del uno al otro confín de la tierra no resuene sino ésta voz:
¡Alabado sea el Corazón divino, causa de nuestra salud! A Él se
entonen cánticos de honor y de gloria por los siglos de los siglos.
Amén.

● 129 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

CONSAGRACIÓN DEL BEATO BERNARDO DE HOYOS SEGÚN LA FÓRMULA


DE SAN CLAUDIO

¡Oh Corazón de mi amantísimo Jesús! ¡Corazón dignísimo de toda mi


adoración y amor! Yo, …, inflamado en el deseo de compensar y
borrar tantas y tan graves injurias cometidas contra vos, y para huir,
cuanto está de mi parte, el vicio de ingrato, os entrego y consagro
del todo mi corazón con todos sus afectos, y a mí mismo con todo
cuanto soy enteramente. Protesto que es mi deseo puro y sincero
olvidarme del todo desde esta hora y momento de mí mismo y de
todas mis cosas, para que, quitados todos los impedimentos, pueda
entrar en vuestro sacrosanto Corazón, que con singular misericordia
me habéis abierto, y habitar en él vivo y muerto con vuestros fieles
siervos.

Encendido, pues, todo en vuestro amor, ofrezco gustoso a este


divinísimo Corazón todo el mérito y satisfacción que puedo tener en
los santos sacrificios de la misa, oraciones, obras de penitencia,
humildad, obediencia y de todas las demás virtudes que ejercitare
por todo el tiempo de mi vida hasta el último aliento de ella. No sólo
quiero hacer todo esto en alabanza y honra del Corazón de Jesús,
sino que también le pido humildemente y a cada instante se digne
admitir esta perfecta donación de todas mis cosas que hago a este
santísimo Corazón, de suerte que pueda disponer de todas ellas a su
arbitrio, aplicándolas a quien fuere servido, o destinándolas al fin que
más le agradare: y cediendo a las ánimas del purgatorio toda la
satisfacción que pueda tener en mis obras, deseo se las aplique
según el beneplácito del Corazón de Jesús. Pero, no debiendo
impedir ésta mi donación, que yo pueda ofrecer las misas y oraciones
según lo pidieren algunas veces la obediencia y caridad; habiendo de
valerme entonces de los bienes ajenos y que ya pertenecen al
Corazón de Jesús, es mi intención que todas las obras de virtud que

● 130 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

ejercitare entonces, queden dedicadas y consagradas al Corazón de


Jesús como bienes propios suyos.

¡Oh Corazón santísimo! enseñadme, os ruego, el camino que debo


tomar para que, olvidado enteramente de mí mismo, llegue a
conseguir la pureza de vuestro amor, cuyo deseo me habéis
infundido. Abrásome en vehementes deseos de agradaros; pero
siento que de ningún modo podré llegar a conseguir lo que deseo sin
aquel gran auxilio que vos solamente podéis darme. Perfeccionad,
pues, en mí ¡oh Corazón santísimo! todo lo que os es agradable y
conforme a vuestra voluntad. Conozco ciertamente que yo repugno
y resisto; pero, si no me engaño, no quisiera resistir: a vos os toca dar
y perfeccionarlo todo. A vos sólo ¡oh Corazón santísimo! se deberá
toda la gloria de mi santidad, si mereciere finalmente el conseguida:
ni yo quiero aspirar en adelante a la misma santidad con otro fin sino
el de vuestra gloria y alabanza: Amen.

ORACIÓN EXPIATORIA AL CORAZÓN DE JESÚS DE PÍO XI

Dulcísimo Jesús, cuya caridad derramada sobre los hombres se paga


tan ingratamente con el olvido, el desdén y el desprecio, míranos
aquí postrados ante tu altar. Queremos reparar con especiales
manifestaciones de honor tan indigna frialdad y las injurias con las
que en todas partes es herido por los hombres tu amoroso Corazón.

Recordando, sin embargo, que también nosotros nos hemos


manchado tantas veces con el mal, y sintiendo ahora vivísimo dolor,
imploramos ante todo tu misericordia para nosotros, dispuestos a
reparar con voluntaria expiación no sólo los pecados que cometimos
nosotros mismos, sino también los de aquellos que, perdidos y
alejados del camino de la salud, rehúsan seguirte como pastor y guía,

● 131 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

obstinándose en su infidelidad, y han sacudido el yugo suavísimo de


tu ley, pisoteando las promesas del bautismo.

Al mismo tiempo que queremos expiar todo el cúmulo de tan


deplorables crímenes, nos proponemos reparar cada uno de ellos en
particular: la inmodestia y las torpezas de la vida y del vestido, las
insidias que la corrupción tiende a las almas inocentes, la
profanación de los días festivos, las miserables injurias dirigidas
contra ti y contra tus santos, los insultos lanzados contra tu Vicario y
el orden sacerdotal, las negligencias y los horribles sacrilegios con
que se profana el mismo Sacramento del amor divino y, en fin, las
culpas públicas de las naciones que menosprecian los derechos y el
magisterio de la Iglesia por ti fundada.

¡Ojalá que podamos nosotros lavar con nuestra sangre estos


crímenes! Entre tanto, como reparación del honor divino
conculcado, te presentamos, acompañándola con las expiaciones de
tu Madre la Virgen, de todos los santos y de los fieles piadosos,
aquella satisfacción que tú mismo ofreciste un día en la cruz al Padre,
y que renuevas todos los días en los altares. Te prometemos con todo
el corazón compensar en cuanto esté de nuestra parte, y con el
auxilio de tu gracia, los pecados cometidos por nosotros y por los
demás: la indiferencia a tan grande amor con la firmeza de la fe, la
inocencia de la vida, la observancia perfecta de la ley evangélica,
especialmente de la caridad, e impedir además con todas nuestras
fuerzas las injurias contra ti, y atraer a cuantos podamos a tu
seguimiento. Acepta, te rogamos, benignísimo Jesús, por
intercesión de la Bienaventurada Virgen María Reparadora, el
voluntario ofrecimiento de expiación; y con el gran don de la
perseverancia, consérvanos fidelísimos hasta la muerte en el culto y
servicio a ti, para que lleguemos todos un día a la patria donde tú con

● 132 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

el Padre y con el Espíritu Santo vives y reinas por los siglos de los
siglos. Amén.

ACTO DE CONFIANZA DE SAN CLAUDIO DE LA COLOMBIÈRE

Estoy tan convencido, Dios mío, de que velas sobre todos los que
esperan en Ti, y de que no puede faltar cosa alguna a quien aguarda
de Ti todas las cosas, que he determinado vivir de ahora en adelante
sin ningún cuidado, descargando en Ti todas mis solicitudes: «en paz
me duermo y al punto descanso, porque tú, Señor, me has afirmado
singularmente en la esperanza». Despójenme, en buena hora, los
hombres de los bienes y de la honra, prívenme las enfermedades de
las fuerzas e instrumentos de serviros; pierda yo por mí mismo
vuestra gracia pecando, que no por eso perderé la esperanza; antes
la conservaré hasta el último suspiro de mi vida y serán vanos los
esfuerzos de todos los demonios del infierno por arrancármela: en
paz me duermo y al punto descanso.

Que otros esperen la dicha de sus riquezas o de sus talentos: que


descansen otros en la inocencia de su vida, o en la aspereza de su
penitencia, o en la multitud de sus buenas obras, o en el fervor de sus
oraciones; en cuanto a mí toda mi confianza se funda en mi misma
confianza: «Tú, Señor, me has afirmado singularmente en la
esperanza». Confianza semejante jamás salió fallida a nadie: «Nadie
esperó en el Señor y quedó confundido». Así que seguro estoy de ser
eternamente bienaventurado, porque espero firmemente serlo, y
porque eres Tú, Dios mío, de quien lo espero: «en Ti, Señor, he
esperado; no quedaré avergonzado jamás».

Conocer, demasiado conozco que por mí soy frágil y mudable; sé


cuánto pueden las tentaciones contra las virtudes más robustas; he
visto caer las estrellas del cielo y las columnas del firmamento; pero
nada de eso logra acobardarme. Mientras yo espere, estoy a salvo de

● 133 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

toda desgracia; y de que esperaré siempre estoy cierto, porque


espero también esta esperanza invariable.

En fin, para mí es seguro que nunca será demasiado lo que espere de


Ti, y que nunca tendré menos de lo que hubiere esperado. Por tanto,
espero que me sostendrás firme en los riesgos más inminentes y me
defenderás en medio de los ataques más furiosos, y harás que mi
flaqueza triunfe de los más espantosos enemigos. Espero que Tú me
amarás a mí siempre y que te amaré a Ti sin intermisión, y para llegar
de un solo vuelo con la esperanza hasta donde puede llegarse,
espero a Ti mismo, de Ti mismo, oh Criador mío, para el tiempo y
para la eternidad. Amén.

● 134 ●
Mes del Sagrado Corazón de Jesús

A.M.D.G.

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