Asociaciones Profesionales de México Siglo Xix - Manuel Eduardo Luis Hernández

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UNIVERSIDAD REGIONAL DEL SURESTE

CAMPUS “ROSARIO”

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS SOCIALES

DERECHO DEL

TRABAJO II
DERECHO DEL TRABAJO II

ASOCIACIONES PROFESIONALES DE MÉXICO SIGLO

XIX

CATEDRÁTICO: L.D. JESÚS CASTILLEJOS SÁNCHEZ.

ALUMNO: MANUEL EDUARDO LUIS HERNÁNDEZ.

8VO SEMESTRE

GRUPO “A”

CICLO ESCOLAR ENERO-JUNIO 2021

MANUEL EDUARDO LUIS HERNÁNDEZ


8° “A”
DERECHO DEL TRABAJO II

INTRODUCCIÓN

El sindicalismo, se origina con la revolución industrial en el último tercio del siglo

XVIII, dando lugar a que la máquina sustituya al trabajador manual, cuando la

fábrica ocupa el lugar de taller, cuando la gran industria suplanta a la economía del

artesanado y la producción de mercado local, se transforma en producción para el

mercado mundial.

La introducción de la máquina, produce grandes ganancias a los industriales,

obtenidas a costa del sufrimiento del naciente proletariado de las fábricas, la fatiga

excesiva, la insuficiencia en la alimentación, la disciplina imperante, etc. Que debían

de soportar los operarios. Tanto la moralidad, la higiene, la seguridad, salud, no

causaban ninguna preocupación al empresario, incluso le regateaba el salario a

obrero.

Además, las mujeres y niños eran explotados sin misericordia, se les

destinaban los trabajos más duros y humillantes, exponiendo con ello, sus vidas. En

esta época, el trabajador era una verdadera penuria, un sufrimiento para el

trabajador. Es así como el operario se convierte en esclavo de la máquina y el

trabajo del hombre se hace menos valorizado.

Con la Revolución Industrial, se produjo una radical transformación que se

operó en el campo de la industria en Inglaterra, en el último tercio del siglo XVIII,

porque fue la invención de la máquina y su incidencia productora, lo que produjo la

verdadera revolución industrial.

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Para los trabajadores el Estado les era opositor, más importante y primordial

que tiene el obrero para transformarse en fuerza a la que le asiste un poder, es la

unión, es la posibilidad de asociarse, en densa de sus intereses laborales y esto era

justamente a lo que se oponía el gobierno al no permitir dichas asociaciones.

Así las cosas, el obrero estaba a su suerte, incluso si se enfermaba, situación

muy común, al no poder trabajar no cobraba y era rápidamente reemplazado por

otro trabajador, que esperaba una oportunidad en ese sentido.

La revolución industrial, se ubica por el año 1775 y unos años después, en

1789 se produce la Revolución Francesa, la cual reivindicaría os derechos del

hombre. Pero se produce una situación paradójica, se cree que, dado que el hombre

es libre, no debe agruparse, ni formar coaliciones de obreros. Pues ello atenta

contra la libertad en general y en contra de la libertad de trabajo en particular. Es

así, como en la Declaración de los Derechos del Hombre y la ley Chapalier de 1791,

se imponen sanciones a todos aquellos que constituyen asociaciones de artesanos,

obreros o jornaleros.

Dada la situación planteada y la imposibilidad legal de que los trabajadores

se agrupen en densa de sus intereses, optan por iniciar el movimiento en la

clandestinidad, recogiéndose el sentido societario de los gremios. Sin embargo, ya

entrado el siglo XIX, las masas obreras con sus movimientos clandestinos y su

ideario sindicalista, comienzan a expresarse en diversas formas, que en un principio

se manifestó en forma de huelga con características de motín, posteriormente se da

la simple coalición de obreros de una misma fábrica, o diferentes.

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La última etapa se concreta con la formación de sociedades de resistencia,

con objetivos de imponer por coacción moral o física al resto de los trabajadores, al

paro colectivo de la especialidad laboral, que culminan con la auténtica aparición

del sindicalismo, que se presenta con una estructura más evolucionada, con una

rigurosa diversificación de oficios e industrias, frente a la estructura social imperante

y que busca un lugar legalmente en el conjunto económico-social de su época.

El sindicalismo en este período, existía de hecho pero no de derecho y su

aptitud estaba dirigida a obtener esa conquista y es a la que se orientaba la masa

trabajadora.

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SINDICALISMO DEL SIGLO XX

El sindicato es una de las instituciones que tienen gran importancia en la vida

económica y social de una comunidad y país. El sindicato es todo tipo de

organización o asociación profesional compuesta o integrada por personas que

ejerciendo el oficio o profesión u oficios o profesiones similares o conexos, se unen

para el estudio y protección de aquellos intereses que le son comunes a todos ellos.

En 1901 se constituye en Copenhague la Secretaría Internacional de

Sindicatos, con participación de asociaciones de Alemania, Bélgica, Finlandia, Gran

Bretaña y Suecia.

En el año de 1906 mientras la CGT francesa (Confederatión Genérale du

Travail) aprueba en Amiens su Carta Magna, en Italia se crea su primer sindicato:

la Confederaziones Generale del Lavoro (CGL) y en Países Bajos la Federación

Neerlandesa de Sindicatos.

El taylorismo gana fuerza en estos albores del siglo XX y es en 1911 cuando

F. W. Taylor publica su Management científico; la aplicación generalizada de los

métodos propuestos por Taylor supondrá un profundo cambio en el modelo

productivo y en la organización del trabajo: estamos ante la Segunda Revolución

Industrial.

En 1917 se produce la Revolución, que establece el primer estado obrero de

la historia, y un poderoso impacto en el movimiento obrero mundial.

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En 1919 se crea funda la Organización Internacional del Trabajo, uno de los

organismos internacionales más antiguos del mundo, gobernado en forma tripartita

por gobiernos, sindicatos y empleadores.

En el siglo XX los sindicatos de todo el mundo tendieron a abandonar la

antigua organización sindical por oficio, para generalizar el sindicato por rama de

actividad.

En el siglo XX los sindicatos tendieron a dividirse internacionalmente en tres

grandes corrientes mundiales:

a) Los comunistas organizados en la Federación Sindical Mundial (FSM),

fundada en el año de 1945 en la ciudad de Paris, Francia. Inicialmente

agrupó a todos los sindicatos de Europa y Estados Unidos y del resto

del mundo de tendencia socialdemócrata y comunistas.

b) Los socialistas democráticos organizados en la Confederación

Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL), era la

mayor organización mundial de sindicatos hasta que desapareció en

el año de 2006, naciendo la Confederación Sindical Internacional, que

nace en Viena, Austria, el 31 de octubre del 2006.

c) Los cristianos organizados en la Confederación Mundial del Trabajo

(CMT). Fundada en 1920 se auto disuelve el 31 de octubre del 2006,

al fusionarse a la Confederación Sindical Internacional.

Existen sindicatos no organizados con las corrientes mayoritarias al ser

organizaciones de carácter más independiente y que como los sindicatos libertarios

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se coordinan con otros sindicatos y organizaciones sociales como Solidaridad

Internacional Libertaria o la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT).

Existen diversos tipos de sindicalismo, por ejemplo:

a) El sindicalismo revolucionario, que es generado por los anarquistas o

comunistas libertadores. En esta variante se considera improcedente

toda acción política y ve en la huelga general y la acción directa la

destrucción del régimen capitalista.

b) Sindicalismo reformista, se opone a la acción violenta y directa del

proletariado, como único sistema, pero sin rechazar el principio de que

el sindicato constituye un medio de lucha y debe el proletariado

legalizar a fin de obtener justiciadas reivindicaciones, no pretendiendo

la formación de una nueva sociedad.

c) Sindicalismo Cristiano, que se inspira en la encíclica “Rerum

Novarum” del Papa León XIII. Adopta una fórmula de amplia

colaboración social, que reconoce la legitimidad de principio de las

organizaciones obreras y sin imponer radicales transformaciones en

el régimen de propiedad y en el sistema de explotación industrial,

recuerda al capital la función social para que haya hermandad entre

todos los hombres.

d) Sindicalismo Comunista, en el que la fuerza sindical es utilizada para

la implantación de ideales reputados como propios de una revolución

universal que llegue a la absorción por el estado de todas las fuentes

de producción.

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e) Sindicalismo de Estado o Nacionalista, pretende apuntarse en

apariencia hacia la política, sus expresiones más notables fueron en

la Italia fascista y en la Alemania Nazi.

SINDICALISMO EN MÉXICO

El 16 de septiembre del año de 1872, se fundó la primera asociación de tipo

profesional, círculo de obreros. Esta organización llegó a contar en sus filas al mes

de octubre de 1874, con 8000 trabajadores, en su gran mayoría eran artesanos y

obreros de hilados y tejidos. El 5 de marzo de 1874 fue fundada la Confederación

de Asociaciones de Trabajadores de los Estados Unidos Mexicanos, la cual

fortaleció la unidad de los trabajadores, constituyéndose en el año de 1890 en la

llamada “Orden Suprema de Empleados Ferrocarrileros Mexicanos, la Unión de

Mecánicos Mexicanos, La Sociedad de Hermanos Calderos Mexicanos, la Liga

Mexicana de Empleados del Ferrocarril y otras más.

En Cananea, Sonora se funda la Unión Liberal Humanidad, y en Orizaba,

Veracruz, el Gran Círculo de Obreros Libres, ambos organismos fueron los

protagonistas de las huelgas de Cananea y Río Blanco. En 1911 se constituyó la

Confederación Tipográfica de México. En 1912 de funda el Departamento del

Trabajo y se establece la Casa del Obrero Mundial que, en 1913, conmemora por

primera vez en México, el día 1° de mayo, exigiendo la jornada laboral de 8 horas y

el descanso dominical.

En el año de 1916 se lleva a cabo en Veracruz, un congreso obrero

convocado por la Federación de Sindicatos del Distrito Federal, al que se negó a

concurrir el general Heriberto Jara, gobernador del Estado. En este congreso se


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acordó conformar un organismo sindical denominado “Confederación del Trabajo

de la Región Mexicana. Su objetivo principal era la lucha de clases y como finalidad

suprema para el proletariado, la socialización de los medios de producción.

En el año de 1917 se reunió en Tampico, Tamaulipas, otro con congreso

obrero, concurriendo a él delegados de las organizaciones más importantes. Se

acordaron resoluciones que reconocían el derecho de libre asociación,

recomendaban la organización sindicalista y la limitación de los integrantes de la

familia de los obreros. En este congreso se acordó la celebración de otro para el

siguiente año, así en 1918 en la ciudad de Saltillo, Coahuila, se funda la CROM o

Confederación Regional Obrera Mexicana, ello obedeció a que los anarquistas

pensaron que sería una sección de una central internacional. Otros integrantes no

estuvieron de acuerdo y que deberían de agregar al título la palabra “mexicana”,

quedando como se ha dicho. El nacimiento de la CRIM representa el triunfo del

reformismo, en el movimiento obrero mexicano.

En el congreso de 1918 se exigió la reglamentación del artículo 123 de la

Constitución. Durante la década de los 20s del siglo pasado, la CROM es el

organismo representante de las exigencias de los trabajadores mexicanos. En la VI

Convención, la CROM declara al candidato presidencial, Plutarco Elías Calles, su

presidente honorario. El Partido Laborista Mexicano, prolongación de la CROM

apoya a candidatura en el 1° de diciembre de 1924 asume la presidencia de la

república, y Luis N. Morones es nombrado Secretario de Industria, Comercio y

trabajo.

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La crisis de la CROM del año de 1928, marca el fin del periodo formativo del

sindicalismo mexicano, pues durante este lapso se ensayan las modalidades de

organizaciones cuyos rasgos esenciales marcarían el desarrollo posterior de dicho

sindicalismo, y es cuando se establecen los primeros eslabones de la cadena que

acabó por atar definitivamente los sindicatos al Estado. La CROM se desfunda con

la salida del grupo “lombardista” en el año de 1932. Se funda el Partido Nacional

Revolucionario (PNR) actualmente Partido Revolucionario Institucional. En 1931 un

año antes, se expide la Ley Federal del Trabajo.

La Confederación General de Trabajadores (CGT) es una expresión de la

corriente anarcosindicalista en México. Surge como respuesta del movimiento

obrero en contra de la legitimación de las organizaciones de trabajadores ante el

Estado. Su evolución se admite en el periodo en el que se admite oficialmente el

sindicalismo. El anarcosindicalismo como variante del anarquismo, plantea una

estructura económica basada en el sindicato, el cual logrará la organización de la

sociedad, valiéndose de acciones directas y revolucionarias, cotidianas, que lleven

a la huelga general, con la que se consolida la revolución social. La nueva sociedad

podrá organizarse de manera federalista y se basará en una cooperación

sistemática, según lineamiento previamente determinados y el mantenimiento de

los acuerdos contraídos.

El medio de difusión de esta organización fue el llamado “El verbo rojo”, que

censuró violentamente el contubernio de la CROM con el gobierno. Un grupo de

integrantes de la CROM inconformes se unen a la CGT y fundan la Federación

Sindical de Trabajadores del Distrito Federal, entre ellos Fernando Amilpa, Jesús

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Yurén, Fidel Velázquez, Alfonso Sánchez Madariaga y Luis Quintero (los famosos

cinco lobitos).

Otra fase del movimiento obrero mexicano es la etapa revolucionaria que se

da precisamente con la revolución de 1910, formándose sindicatos y agrupaciones

de obreros inspirados en la doctrina social de la iglesia católica. Al estallar la

revolución ya estaba vigente la Unión Católica Obrera, presidida por el Lic. Salvador

Moreno Arriaga, surgiendo de una asamblea la llamada “Confederación Católica

Obrera, que agrupaba a cuanta y seis círculos de obreros con 12236 socios

efectivos al año de 1911. En el año de 1913 de convoca a la llamada “Dieta de

Zamora” con el objetivo fue llevar a la realidad los postulados de la encíclica “Rerum

Novarum”. Otro intento de reunir trabajadores en una asociación religiosa fue la

Confederación Cristiana de los Caballeros de la Humanidad, cuyo lema era: “Pro

Deu, Pro Humanitate”, que asegura admitir obreros de cualquier corriente

ideológica.

Otros antecedentes fue la Confederación General de Obreros y Campesinos

de México (CGOCM) que intento unificar el sector laboral, estuvo dirigida por

Vicente Lombardo Toledano, no representando un cambio en la conciencia del

movimiento obrero. A pesar de su corta vida, esta organización fue un intento más

o menos exitoso de reorganizar a los trabajadores que se encontraban dispersos.

Se desconoce el número exacto de sus integrantes. Su disolución el 20 de febrero

de 1936, da origen a la llamada Confederación de Trabajadores de México (CTM),

la que se constituyó un día después, el 21 de febrero de 1936, en cumplimiento con

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el pacto solidario firmado en el Comité Nacional de Defensa Proletaria, para

construir la Central Única Obrera y Campesina de la República Mexicana.

En ese mismo año con el apoyo del sindicato de telegrafistas, camioneros,

carteros y otros, se funda la Federación Nacional de Trabajadores al Servicio del

Estado (FNTSE), y el 30 de abril de 1939 este organismo convocó a todos los

sindicatos a conformar una federación que se llamaría Federación de Sindicatos de

Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE).

En el año de 1951 se funda la Federación Revolucionaria de Obreros y

Campesinos (FROC), y un año más tarde nace la Confederación Revolucionaria de

Obreros y Campesinos (CROC) producto de la fusión de diversas organizaciones,

entre ellas: la Confederación de Obreros y Campesinos de México (COCM).

El Congreso del Trabajo (CT), ha sido el último intento para unificar el

movimiento obrero organizado en México. Su formación es resultado de la fusión de

las confederaciones y los sindicatos nacionales. El CT ha seguido, en general, la

orientación marcada por la CTM de alianza con el Estado, aunque hay alas radicales

no están de acuerdo con ello.

Estos sectores se han separado formando actualmente la Unidad Obrera

Independiente formada por el Sindicato de Trabajadores de la Aviación; de

Teléfonos; los de la Goodrich Euzkadi, etcétera.

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CONCLUSIÓN

En este trabajo hemos podido analizar, de manera resumida, el complejo escenario

de la organización social del trabajo en México, resultado del esfuerzo de múltiples

actores sociales y políticos, que no estuvo exento de rupturas, negociaciones e

indiferencias -por parte de autoridades locales y federales, inclusive en la propia

burguesía revolucionaria- y que la sola existencia de un discurso de transformación

y revolución sociopolítica no fue condición para solucionar los problemas

estructurales de la clase trabajadora y de paso asegurar la cohesión social.

La historia del derecho social y laboral ha sido la disciplina que ha dado pistas para

comprender el debate jurídico, pero disociado de los contextos históricos de larga

duración. En este sentido, considero, que se debe avanzar hacia un registro

histórico que, junto al aparato jurídico, pero también social y económico, dé cuenta

de las ramificaciones de este debate en el espacio público, donde la clase política,

los obreros "ilustrados" e intelectuales expresaron en voces polifónicas la necesidad

de un consenso político, social y económico para implementar las transformaciones

en materia laboral y social necesarias para el país y la causa revolucionaria.

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OPINIÓN PERSONAL

El registro histórico con el que cuenta nuestro país, nos ha permitido conocer cómo

ha sucedido el desarrollo de las organizaciones profesionales en México al pasar

de los años.

En esta ocasión nos situamos en un periodo muy importante para el reconocimiento

de la clase obrera en nuestro país, el siglo XIX y XX, épocas en las cuales tuvieron

lugar una serie de movimientos políticos y sociales que ocasionaron cambios

trascendentales en la sociedad mexicana.

Gracias a los registros históricos es posible conocer todo lo que tuvo que ocurrir

para que los trabajadores mexicanos se dieran cuenta que la mejor forma para que

sus derechos fueran reconocidos y su labor fuera dignificada, era a través de la

unión que como dicen, “hace la fuerza”, y como decidieron crear organizaciones a

través de las cuales podían expresar de mejor manera sus inquietudes, alzar la voz

para dejar de ser la clase desprestigiada.

Lo anterior, por supuesto, implica una lucha social de años, es algo que no ocurre

de la noche a la mañana, y además, permitió que los trabajadores gocen de

mayores prestaciones, se les reconozcan sus derechos, se dignifique su labor y su

importantísimo aporte dentro de la sociedad; y además, permitió sentar las bases

para la creación, organización y funcionamiento de los sindicatos actuales.

MANUEL EDUARDO LUIS HERNÁNDEZ


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BIBLIOGRAFÍA

BERMUDEZ CISNEROS, Miguel; Las obligaciones en el Derecho del Trabajo; ob.

cit.; p. 188.

LASTRA LASTRA, José Manuel; ob. cit.

TRUEBA URBINA, Alberto; Nuevo Derecho del Trabajo; Porrúa; 3° edición; México;

p. 351.

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