El Poder de Una Primicia
El Poder de Una Primicia
El Poder de Una Primicia
La Primicia Es Consagrada
La primicia debe ser consagrada al Señor, a Él le pertenece. El pueblo de Israel
se consideraba la primicia del Señor, un pueblo apartado, consagrado para
Dios. Todo aquel que los despreciaba se consideraban culpables.
“Santo era Israel para el SEÑOR, primicia de su cosecha. Todos los que lo
devoraban eran culpables, y el mal recaía sobre ellos’, dice el SEÑOR.” (Jer
2:3 LBLA)
Dios es el creador de todos los pueblos sobre el planeta pero Israel era la
primicia de toda su creación. El pueblo era considerado como santo y precioso
por Él. Por eso Dios le protegió de todo enemigo tanto durante el viaje por el
desierto como durante la conquista de la tierra de Canaán. Los que se oponían
a Israel sufrían las consecuencias, porque El Señor protegía a su pueblo y
castigaba a los que lo atacaron.