Influencia de Los Estereotipos en La Percepción de La Obesidad

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Nutr Hosp.

2008;23(4):319-325
ISSN 0212-1611 • CODEN NUHOEQ
S.V.R. 318

Original
Influencia de los estereotipos en la percepción de la obesidad
I. Jáuregui Lobera1, M. Rivas Fernández2, M.ª T. Montaña González3 y M.ª T. Morales Millán3
1
Departamento de Biología Molecular e Ingeniería Bioquímica. Área de Nutrición y Bromatología. Universidad Pablo de
Olavide. Sevilla. 2Servicio de Endocrinología. Hospital Universitario Virgen de Valme y Hospital Infanta Luisa. Sevilla.
3
Departamento de Química Analítica. Facultad de Farmacia. Universidad de Sevilla. España.

Resumen THE INFLUENCE OF STEREOTYPES


ON OBESITY PERCEPTION
Antecedentes y objetivos: El prejuicio sesga los procesos
de categorización, lo que implica asignar ciertas caracte- Abstract
rísticas más allá de los datos objetivamente disponibles. El
estereotipo llena el contenido categorial poniendo lo que Background and objectives: The prejudice biases the
falta a lo que escasamente conocemos. De un mero dato categorization processes, which implies assigning parti-
físico (“estar gordo o gorda”) pasamos a categorizar a la cular characteristics beyond the objective data available.
persona obesa sobre la base de nuestras creencias, en una The stereotype occupies the categorical content by adding
íntima fusión entre estereotipo y categorización. Ámbito, what is lacking to what we little know. From a mere phy-
población e intervenciones: Tomamos 138 estudiantes y 47 sical datum (“he/she is fat”) we categorize the obese indi-
pacientes, con anorexia o bulimia, que asignaron califica- vidual on the basis of our own believes, intimately fusing
tivos sobre la personalidad de las personas obesas utili- the stereotype and categorization. Setting, population, and
zando un listado de adjetivos. El mismo listado fue entre- interventions: We included 138 students and 47 patients
gado a 49 pacientes obesos, para que los usaran con el fin with anorexia or bulimia that assigned qualifying adjecti-
de definir su personalidad. Resultados: Se analizaron los ves of the personality of obese people by using a list of
adjetivos más utilizados y las escalas de personalidad epithets. This same list was provided to 49 obese patients
correspondientes, aplicando la prueba de X2 para determi- in order to be used to define their own personality.
nar las diferencias entre adjetivos y escalas en las mues- Results: We analyzed the most frequently used epithets
tras. Se consideró significación estadística un valor de p < and the corresponding scales of personality by applying
0,05 usando la aplicación SPSS v.13. A la hora de definir the X2 test to determine the differences between the adjec-
su personalidad las personas obesas lo hacen de forma tives and the scales in the samples. We considered a p
muy diferente al grupo control y al de pacientes. Mientras value < 0.05 as being statistically significant, by using the
las personas obesas utilizan con mucha más frecuencia SPSS v.13 software. Obese people define their personality
adjetivos “positivos”, los otros grupos tienden a utilizar very differently than the control group and the group of
adjetivos de connotaciones más “negativas”. Parece que patients does. While obese people more frequently use
los estereotipos introducen un sesgo perceptivo en cuanto “positive” adjectives, the other groups tend to use adjecti-
a las características de personalidad. El miedo al sobre- ves with more “negative” connotations. It seems that the
peso-obesidad o al hecho de “ganar peso” de los pacientes, stereotypes introduce a perception bias regarding the
explicaría algunos hallazgos del trabajo. Los pacientes personality characteristics. The fear to overweight-obe-
atribuyen a las personas obesas algunas características de sity or the fact of “weight gaining” of patients would
personalidad, en conjunto, más negativas que las que atri- explain some of the findings of this work. Patients attri-
buyen los miembros del grupo control. Conclusiones: bute obese people some personality characteristics alto-
Conocer la influencia de los estereotipos en la percepción gether more negative than those attributed by the people
de la obesidad es fundamental para el acercamiento, sin in the control group. Conclusions: Knowing the influence
prejuicios, al paciente de cara a su tratamiento. Los rasgos of the stereotypes on obesity perception is essential to
de personalidad atribuidos a las personas obesas distan approach the patient with no prejudice regarding his/her
mucho de cómo realmente se perciben dichas personas. treatment. The personality characteristics attributed to
(Nutr Hosp. 2008;23:319-325) obese people are far from how these people really per-
ceive themselves.
Palabras clave: Obesidad. Sobrepeso.
(Nutr Hosp. 2008;23:319-325)
Correspondencia: I. Jáuregui Lobera. Key words: Obesity. Overweight.
Departamento de Biología Molecular e Ingeniería Bioquímica.
Área de Nutrición y Bromotología.
Universidad Pablo de Olavide. Sevilla.
E-mail: [email protected]
Recibido: 21-I-2008.
Aceptado: 12-II-2008.

319
Introducción En la obesidad, el prejuicio sesga los procesos de
categorización, pudiendo generar (de hecho suele
En la psicología de los grupos es bien conocido que hacerlo) repercusiones en las relaciones interpersona-
tendemos a atribuir ciertas características a grupos les. El sesgo estriba en asignar ciertas características a
sociales determinados. A cualquier miembro, por el la persona, más allá de los datos de los que objetiva-
hecho de pertenecer a un grupo social, podemos perci- mente disponemos. Es como si el estereotipo llenara el
birlo con unas peculiaridades bastante específicas, contenido categorial poniendo lo que falta a lo que
fenómeno propio de los estereotipos. Éstos no son sino escasamente conocemos. De un mero dato físico
las expectativas, basadas en una determinada categoría (“estar gordo o gorda”) podemos pasar a categorizar a
(por ejemplo el sobrepeso y la obesidad), que tenemos la persona obesa sobre la base de nuestras creencias, en
en la percepción de personas. Si nos presentan a un una íntima fusión entre estereotipo y categorización. El
vasco, por ejemplo, podemos pensar que es una per- resultado de esta fusión es un sesgo o asimetría en las
sona “fuerte” o, en otro caso, que debe ser “alegre” un atribuciones11. De este modo las conductas negativas
andaluz. Una sola característica nos lleva a inferir que se atribuyen a las personas obesas (por ejemplo,
determinados rasgos de personalidad, de capacidad como ya hemos dicho, la responsabilidad de su estado)
física, de dotación intelectual, etc. El aspecto físico, la tienden a explicarse por causas internas y estables (por
imagen, es uno de los determinantes más importantes ejemplo “es que los obesos no se cuidan, son así, no
en la percepción de personas y en la formación de las hacen nada…”), mientras que algo positivo (suponga-
llamadas teorías implícitas de la personalidad1. Así, el mos que la persona obesa mantiene, en el tiempo, una
sobrepeso y la obesidad, como patologías que se expre- actividad física moderada) se tiende a atribuir a causas
san también en una determinada imagen, dan lugar a externas e inestables (en este caso valdría decir que la
percepciones peculiares de las personas que las sufren, persona obesa “ha encontrado una pareja que le obliga
si bien el modelo médico tradicional ha prestado escasa a ir al gimnasio, pero cuando no está ya vuelve a lo
atención a estos aspectos, que podríamos llamar psico- mismo”). Algunos autores nos recuerdan que dicho
sociales2. Es bien conocido que, siendo todo lo demás sesgo se plasma, con claridad, en el lenguaje12: en nues-
igual, una persona con apariencia física agradable es tro caso lo negativo de las personas obesas se expresa-
más atractiva que otra con una menos agraciada apa- ría de forma abstracta (“es así”), pero los aspectos posi-
riencia física3. El lenguaje nos da alguna pista por tivos se tenderían a concretar (“va ahora a un gimnasio
cuanto cuando decimos que alguien es agraciado físi- porque tiene una pareja concreta, que le obliga a ir”).
camente todos entienden que hablamos de alguien La cuestión no es baladí, por cuanto las conductas codi-
“atractivo”. Y desde luego el atractivo físico ha ido ficadas de forma abstracta son mucho más resistentes
cambiando históricamente, sujeto a cánones de belleza al cambio y se tienden a percibir como estables.
asimismo cambiantes; pero nadie duda, en la actuali- En una época en la que se impone un lenguaje políti-
dad, de que el sobrepeso y la obesidad no constituyen camente correcto se asienta en la sociedad el valor de
aspectos físicos agraciados y, por ende, resultan esca- no manifestar prejuicios; sin embargo, no ha habido, en
samente atractivos. absoluto, una auténtica reducción de los mismos. Tal
Los estereotipos recogen las creencias relativas a un vez en la obesidad sea donde mejor se ve la existencia
grupo objeto de algún prejuicio, constituyendo el del prejuicio sutil, automático, no expresado. En este
aspecto cognitivo de éste. Se considera que es el com- punto resulta útil recordar la diferencia que señalan
ponente afectivo lo que constituiría el prejuicio en sí, algunos autores entre estereotipo y creencia13. El este-
al que se podría unir, finalmente, la parte conductual o reotipo existe al margen de la persona concreta que
discriminación. Es pues el prejuicio una actitud nega- categoriza (por ejemplo a la persona obesa); la creencia
tiva que, en muchas ocasiones, conlleva conductas prejuiciosa es mucho más individual, personal. Y así,
discriminatorias hacia alguna persona por su pertenen- mientras el estereotipo se activa de forma automática,
cia a cierta categoría grupal. Son bien conocidas las la creencia requiere tiempo y motivación; dicho de otro
actitudes negativas hacia las personas con sobrepeso modo, el estereotipo se activa en todos los miembros de
por parte de niños, adultos e incluso profesionales de la sociedad, pero individualmente considerados unos
la salud4-7. En el ámbito del sobrepeso y la obesidad tendrán creencias prejuiciosas más asentadas que otros.
existen discrepancias en cuanto a si el prejuicio, la Lo interesante es que el estereotipo se activa automáti-
actitud negativa, conlleva conductas de discrimina- camente en todos los miembros a la hora de categori-
ción. Por un lado hay quien lo niega8, pero sin embargo zar, por ejemplo, a las personas obesas.
es frecuente que a las personas obesas se les atribuya la Esa creencia prejuiciosa, en muchas ocasiones expre-
responsabilidad de su estado sobre la base de su forma sada hacia las personas obesas como prejuicio sutil, es
de ser; de este modo sí se discrimina o penaliza, social- vivida por estas personas en el ámbito interpersonal e
mente, la pereza, la falta de autocontrol o la glotonería, institucional, en los que refieren conductas de discrimi-
etiquetando a quien muestra dichas características nación14, 15. A la hora de categorizar a las personas obe-
como “desviado” (cuando lo que socialmente impera sas, en contraposición con las personas delgadas, existe
es la diligencia, la competitividad, el rígido control, una clara bipolaridad entre perezoso/motivado, estú-
etcétera)9, 10. pido/inteligente y de escaso valor/valioso. Torpeza, des-

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motivación y escaso valor serían algunas características b) Material
propias asignadas a las personas obesas, automática-
mente expresadas en función de los estereotipos16. Para los tres grupos utilizamos el listado de adjetivos
En cuanto a la fuerza de los estereotipos sobre la obe- del inventario para la evaluación de los trastornos de la
sidad, es bien conocido que cuando en las familias está personalidad de Tous, Pont y Muiños27. Se trata de una
muy arraigada la preocupación por la apariencia o prueba destinada a adolescentes y adultos de ambos
cuando está se presenta como algo esencial (por ejemplo sexos y que permite recoger, mediante un listado de
entre estudiantes de ciencias de la educación física y el 146 adjetivos, nueve tipos de personalidad normal en
deporte), los estereotipos son mucho más acusados17. La unos 10-15 minutos. Los tipos de personalidad que per-
presencia de actitudes negativas hacia la obesidad se ha mite recoger son: Introvertida, Inhibida, Cooperativa,
constatado en todas las edades y nivel educativo18-20, sin Sociable, Confiada, Convincente, Respetuosa, Sensi-
diferencias de género21 y con algunos matices transcul- ble e Impulsiva.
turales22. Por nuestra parte, en un trabajo previo23, ya Estas personalidades normales parecen correlacio-
señalábamos la existencia de ciertas diferencias en la nar con determinadas alteraciones de la personalidad,
percepción de las personas obesas al comparar un que respectivamente serían: esquizoide, evitativo,
grupo control de estudiantes universitarios con un dependiente, histriónico, narcisista, antisocial, obse-
grupo clínico de pacientes con trastornos alimentarios, sivo-compulsivo, negativista o pasivo-agresiva y
en situación de normopeso y en tratamiento ambulato- límite.
rio. La influencia de estos aspectos socioculturales
parece ser decisiva en cuanto a la motivación, por
ejemplo, del tratamiento de la obesidad, especialmente c) Método de estudio
en el terreno psicoeducativo24.
Los objetivos del presente trabajo, continuación del A los estudiantes y pacientes de los dos grupos se les
citado trabajo anterior, se centran en el análisis, en pri- entregó el listado de adjetivos del inventario de Tous,
mer lugar, de la percepción que de sí mismas tienen un Pont y Muiños, con la consigna de señalar aquellos
grupo de personas obesas y, en segundo lugar, en valo- adjetivos que mejor calificaran, según su criterio, a las
rar las posibles diferencias que puedan existir con la personas obesas. En el caso del grupo de obesidad la
percepción que de la obesidad tiene una muestra de consigna fue que utilizaran los adjetivos de la lista que
estudiantes universitarios (sin sobrepeso u obesidad), mejor calificaran su forma de ser. En la muestra de
así como un grupo de pacientes con algún trastorno de estudiantes y pacientes con trastornos alimentarios fue
la conducta alimentaria en situación de normopeso. una psicóloga la que estuvo presente, mientras que en
Junto al tradicional análisis de hábitos dietéticos y el caso de las personas obesas la encargada fue la enfer-
estado nutricional en la infancia25 o en población juve- mera que habitualmente lleva a cabo el control de peso.
nil26, que pone de manifiesto importantes deficiencias La duración de la prueba osciló, según lo previsto, unos
alimentarias y nutricionales, parece necesario conocer 10-15 minutos.
las posibles diferencias perceptivas intergrupos, a fin
de incluir los estereotipos y las creencias sobre la obe-
sidad en los programas de trabajo psicoeducativo para d) Análisis estadístico
el tratamiento integral de esta patología.
Se llevó a cabo un estudio descriptivo y se aplicó la
prueba de X2 tanto para determinar las diferencias entre
Material y método escalas de personalidad y entre los adjetivos más fre-
cuentemente utilizados por parte de los tres grupos
a) Población a estudio estudiados. Todo ello mediante la aplicación SPSS 13
para Mac OS X.
Realizaron la prueba un total de 138 estudiantes de
Farmacia de la Universidad de Sevilla (124 mujeres
—89,85%— y 14 varones —10,15%—, con una edad Discusión
media de 19,4 años —rango 19-21—), 47 pacientes en
tratamiento ambulatorio por algún trastorno de la con- Como es frecuente en trabajos de aplicación colec-
ducta alimentaria, según criterios DSM-IV (todos ellos tiva, todos los adjetivos del listado fueron utilizados
en situación de normopeso, sin comorbilidad asociada, para calificar a las personas obesas. Fueron elegidos un
con una distribución de 43 mujeres —91,48%— y 4 mínimo de 1 y un máximo de 63 adjetivos, con un pro-
varones —8,52%—, y con una edad media de 22,3 medio de 21,44. El mínimo y máximo número de adje-
años —rango 15-34—) y 49 pacientes con obesidad tivos usados corresponde al grupo de pacientes con
(IMC > 30), en tratamiento por el Servicio de Endocri- TCA y al grupo control. En el caso de las personas obe-
nología del Hospital Infanta Luisa de Sevilla, 34 de sas, utilizaron, para “autocalificarse” un mínimo de 12
ellos mujeres —69,38%— y 15 hombres —30,62%—, adjetivos y un máximo de 56, con un promedio de
con una edad media de 33,4 años (rango 29-47). 29,75.

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Tabla I Tabla II
Adjetivos más utilizados y personalidad de referencia Diferencias en los adjetivos utilizados

Adjetivo N Tipo de personalidad Adjetivo TCA Control Obesos SE


Pasivo 117 Introvertida Ansioso 40,42 26,08 14,28 p < 0,05
Cariñoso 81 Cooperativa Inseguro 38,29 34,78 12,24 p < 0,01
Sensible 75 Inhibida Pasivo 61,7 61,59 6,12 p < 0,001
Inseguro 72 Cooperativa Rechazado 42,55 34,05 0 p < 0,001
Discreto 69 Cooperativa Sensible 38,29 35,5 1,79 p < 0,05
Reservado 68 Introvertida Susceptible 29,78 23,18 4,08 p < 0,01
Rechazado 67 Inhibida Solitario* 40,42 13,04 4,08 p < 0,001
Ansioso 62 Sensible Vago* 31,91 13,04 6,12 p < 0,001
Trabajador 58 Respetuosa Excluido 29,78 20,28 2,04 p < 0,001
Hablador 57 Sociable Apagado* 27,65 13,76 2,04 p < 0,001
Tímido 53 Inhibida Auxiliador* 31,91 7,97 20,4 p < 0,001
Educado 53 Cooperativa Complaciente* 31,91 10,14 38,77 p < 0,001
Honrado 53 Respetuosa Dependiente* 31,91 7,24 16,32 p < 0,001
Pensativo 53 Impulsiva Desinteresado* 29,78 12,31 12,24 p < 0,05
Limpio 51 Respetuosa Dócil* 29,78 13,04 18,36 p < 0,05
Feliz 50 Sociable Ignorado 23,4 16,66 4,08 p < 0,05
Solo* 29,78 15,94 4,08 p < 0,01
Impulsivo* 21,27 5,07 22,44 p < 0,001
Infantil* 25,53 5,07 22,44 p < 0,001
En la tabla I pueden observarse los adjetivos más uti- Tradicional 21,27 11,59 26,53 p < 0,05
lizados en conjunto, con la mención del tipo de perso- Discreto 17,02 25,36 53,06 p < 0,001
nalidad al que hacen referencia según el instrumento Serio 12,76 5,79 26,53 p < 0,001
empleado en el estudio. En conjunto parece haber una Discutidor 4,25 1,44 30,61 p < 0,001
percepción en la que coexisten adjetivos negativos Inquieto 4,25 2,89 46,93 p < 0,001
(pasivo, inseguro, ansioso, rechazado, tímido) con Educado 14,89 14,49 53,06 p < 0,001
otros de connotaciones mucho más positivas (cariñoso, Activo 8,51 2,17 57,14 p < 0,001
Hablador 27,65 16,66 42,85 p < 0,001
educado, feliz, limpio o trabajador, por señalar algunos Fanfarrón* 12,76 4,34 0 p < 0,05
ejemplos). Un hecho interesante es que entre los adjeti- Optimista 17,02 13,04 28,57 p < 0,05
vos más utilizados no figuran aquellos que definen las Impaciente* 8,51 2,17 32,65 p < 0,001
personalidades confiada y convincente de la clasifica- Satisfecho 6,38 2,89 38,77 p < 0,001
ción empleada, lo que contrasta con un hallazgo poste- Gruñón 10,63 4,34 20,4 p < 0,01
rior al considerar las diferencias intergrupos. Combativo* 10,63 2,17 2,04 p < 0,05
Lo que resulta significativo no es qué tipos de adjeti- Testarudo 2,12 4,34 28,57 p < 0,001
vos han utilizado los pacientes con TCA, los del grupo Honrado 8,51 13,76 61,22 p < 0,001
Trabajador 12,76 18,11 55,1 p < 0,001
control y el de las personas obesas en la definición de las
Limpio 12,76 8,69 67,34 p < 0,001
características de personalidad, sino observar si la per- Deprimido 19,14 19,56 0 p < 0,01
cepción de la obesidad por parte de los dos primeros gru- Variable 12,76 10,14 36,73 p < 0,001
pos señalados es diferente a la que tienen de sí mismas Quisquilloso* 14,89 3,62 18,36 p < 0,01
las personas obesas. En la tabla II podemos observar las Pensativo 17,02 13,04 55,1 p < 0,001
diferencias, en los adjetivos utilizados, que resultan sig- Exasperante 0 0,72 20,4 p < 0,001
nificativas. En la figura 1 podemos ver los perfiles resul- Nervioso 0 3,62 53,06 p < 0,001
tantes en función de los adjetivos escogidos. SE = significación estadística* = diferencias TCA-Control.
Resulta llamativo que la forma de percibirse, de cali-
ficarse, de definirse en cuanto a su personalidad, de las
personas obesas, es muy diferente de la forma en que el excluido, apagado, auxiliador, complaciente, depen-
grupo control y el de pacientes con TCA perciben, cali- diente, desinteresado, dócil, ignorado, solo, fanfarrón o
fican y, en definitiva, define a las personas obesas. Así, deprimido. Parece quedar claro que la percepción que
mientras las personas obesas utilizan, con mucha más las personas obesas tienen de sí mismas es mucho más
frecuencia, para describir sus características de perso- positiva que la que tienen, de dichas personas, quienes
nalidad adjetivos como complaciente, tradicional, dis- no padecen obesidad, sea un grupo control de estudian-
creto, serio, discutidor, inquieto, educado, activo, tes o un grupo de pacientes con TCA sin sobrepeso.
hablador, optimista, impaciente, satisfecho, gruñón, Que los estereotipos introducen un indudable sesgo
testarudo, honrado, trabajador, limpio, variable, quis- perceptivo en cuanto a las características de personali-
quilloso, pensativo, exasperante y nervioso, vemos que dad también parece claro.
en el grupo control y el de pacientes con TCA son más En cuanto al miedo, el pánico, al sobrepeso, a la obesi-
utilizados adjetivos como ansioso, inseguro, pasivo, dad, al simple hecho de “ganar peso”, propio de los
rechazado, sensible, susceptible, solitario, vago, pacientes con TCA, podría explicar algunos de los

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80

70

60

50

40

30

20

10

0
Ansioso
Inseguro
Pasivo
Rechazado
Sensible
Susceptible
Solitario*
Vago*
Excluido
Apagado*
Auxiliador*
Complaciente*
Dependiente*
Desinteresado*
Dócil*
Ignorado
Solo*
Impulsivo*
Infantil*
Tradicional
Discreto
Serio
Discutidor
Inquieto
Educado
Activo
Hablador
Fanfarrón*
Optimista
Impaciente*
Satisfecho
Gruñón
Combativo*
Testarudo
Honrado
Trabajador
Limpio
Deprimido
Variable
Quisquilloso*
Pensativo
Exasperante
Nervioso
Pacientes TCA Grupo Control Personas Obesas

Fig. 1.—Perfil de cada grupo en función de los adjetivos utilizados.

hallazgos de este trabajo. En este caso, los pacientes atri- cientes, desinteresadas, dóciles o combativas. Parece
buyen a las personas obesas algunas características de que convive el estigma actual de la obesidad, como un
personalidad, en conjunto, más negativas que las que estado negativo y rechazable, con el tradicional mito del
atribuyen los miembros del grupo control. Sin duda “lo “gordo feliz”, bueno, complaciente, generoso, etc.
peor que le puede pasar” a un paciente con TCA es “con- Y no sólo es destacable el grado de utilización de los
vertirse” en una persona obesa. Eso lleva a equiparar el adjetivos por parte de cada grupo, sino que aquellos
hecho de la obesidad con características de personalidad adjetivos que no son utilizados estimamos que también
como ser vago, solitario, apagado, dependiente, solo, expresan mucho de la realidad subyacente en la catego-
impulsivo, infantil fanfarrón, impaciente o quisquilloso. rización de las personas obesas. Así, adjetivos como
Y a la vez, de forma que parece “compensatoria, perci- discreto, serio, discutidor, inquieto, educado, activo,
ben a la personas obesas como auxiliadoras, compla- hablador, optimista, impaciente, satisfecho, honrado,

25

20

15

TCA
10 CONTROL
OBESOS

0
da

da

le

da

le

va
tiv

nt

os
b

ib
rti

bi

fia

lsi
cia

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ns
hi
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n

in
So

Se
In

Co

sp
op
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Im
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In

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Fig. 2.—Perfil de personalidad


para los diferentes grupos.

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Tabla III Y como ya hemos señalado, el estigma de la obesi-
Tipos de personalidad percibidos por los dad15, 17, 18, parece convivir todavía con el mito del “gordo
diferentes grupos bondadoso y feliz”, a la vista de la mezcla de adjetivos
elegidos. Lo que resulta llamativo es que no hay coinci-
Tipo de personalidad TCA Control Obesos SE dencia entre las personas sin sobrepeso y las personas
Introvertida 16,66 16,77 9,02 p < 0,001 obesas en la forma de considerar a estas últimas. El
Inhibida 17,8 19,43 11,12 p < 0,001 campo semántico escogido por unos y otros es bien dife-
Cooperativa 18,93 18,16 17,81 NS rente si observamos los adjetivos utilizados para califi-
Sociable 10,09 9,68 11,42 NS car, en definitiva, categorizar a las personas obesas.
Confiada 5,78 4,81 7,96 p < 0,001 Parece necesario que, tanto en el tratamiento, inter-
Convincente 5,66 5,37 7,84 p < 0,001 disciplinario, de la obesidad como de los trastornos de
Respetuosa 9,29 9,3 21,05 p < 0,001 la conducta alimentaria, se incluya un trabajo psicoe-
Sensible 10,09 10,63 6,24 p < 0,001 ducativo que contemple las teorías implícitas de la per-
Impulsiva 5,66 5,81 7,44 NS
sonalidad acerca de las personas obesas, los estereoti-
SE = significación estadística. pos, la estigmatización y la culpabilización mediante la
NS = no significativo. atribución de un estado (gordo o gorda) al solo hecho
de “ser de una determinada manera”. Esto ya lo indicá-
trabajador, limpio, pensativo o nervioso no parecen ser bamos en un trabajo anterior23, cuando veíamos que la
“apropiados” para definir a las personas obesas por categorización que de las personas obesas hacían los
parte de los dos grupos de personas sin sobrepeso. pacientes con trastornos de la conducta alimentaria y
Como ocurre, en general, con el mantenimiento de los jóvenes universitarios era bien diferente. Tal vez la
estereotipos, la información que tiende a no confirmar- reflexión más adecuada, tras este segundo estudio, es
los es negada, apartada, en la categorización. que al acercarnos a la persona obesa a fin de proporcio-
Más allá de los adjetivos, individualmente conside- nar un tratamiento lo hacemos de una forma determi-
rados, en la tabla III podemos ver las diferencias en nada. En función del automatismo que implican los
cuanto a los tipos de personalidad percibidos según estereotipos se suscitan en nosotros determinadas
conjuntos de adjetivos. En resumen los personas sin “teorías” acerca de “cómo son las personas obesas”.
sobrepeso de nuestra muestra (estudiantes y pacientes Incluso cualquier dato a nuestra disposición que
con TCA) perciben a las personas obesas como más pudiera poner en entredicho dicha teoría es desconside-
introvertidas, inhibidas y sensibles. Por su parte, la per- rado en nuestra categorización. Y poco tiene que ver el
cepción que de sí mismas tienen las personas obesas es “como vemos a las personas obesas” con el “como se
mucho más confiada, convincente y respetuosa. La ven las personas obesas”. Tal vez para mejorar los
figura 2 permite ver el perfil obtenido, mostrando las resultados terapéuticos en el tratamiento integral de la
diferencias señaladas. obesidad debamos empezar por hacer un acercamiento
Nuestro estudio viene a confirmar cómo un solo al paciente desde posiciones cognitivo-afectivas
dato, el aspecto físico o la imagen, es un determinante menos sesgadas.
importantísimo en la formación de las llamadas teorías
implícitas de la personalidad1. Al igual que otros auto-
res4-7 encontramos actitudes negativas hacia las perso- Referencias
nas obesas, en nuestro caso, además, entre pacientes
con trastornos alimentarios. También podemos afirmar 1. McArthur LZ y Baron R. Toward an ecological theory of social
que existe una fusión clara entre estereotipos y catego- perception. Psychol Rev 1983; 90:215-238.
rización, lo que provoca un sesgo importante en las 2. Touster LO. Fat opresión: the complicity of psychology. Dis-
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atribuciones11. Los adjetivos que no vienen a confirmar 3. Hatfield E, Sprecher S. Mirror, mirror... The importante of
el estereotipo son mucho menos escogidos en la cate- looks in every life. Albano: SUNY Press; 1986.
gorización por parte de las personas sin sobrepeso 4. Crandall CS y Schiffhauer KL. Anti-fat prejudice: Beliefs,
(pacientes con trastornos de la conducta alimentaria y values, and american culture. Obes Res 1998; 6:458-460.
grupo control). Ello también confirma que el estereo- 5. Greenberg BS, Matthew E, Hofshire KL y Kelly DB. Portrayals
of overweight and obese individual on commercial television.
tipo se activa de forma automática13, mientras que la Am J Public Health 2003; 93:1342-1348.
creencia prejuiciosa resulta más elaborada. Esto último 6. Brown I. Nurses attitudes towards adult patients who are obese:
puede explicar alguna de las diferencias observadas literature review. J Adv Nurs 2006; 53(2):221-232.
entre los pacientes con trastornos alimentarios y el 7. Maddox GL y Liederman V. overweight as a social disability
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grupo control. Sobre la base de una patología que tiene 8. Eagly A, Chaiken S. The impact of attitudes on behavior. En
que ver con la “imagen corporal” habría una diferente Eagly A, Chaiken S, Youngblood D. The psychology of attitu-
elaboración de las creencias, acerca del sobrepeso y la des. Harcourt, pp. 155-281. New York, 1993.
obesidad, por parte de dichos pacientes. El miedo a 9. Crandall CS. Prejudice against fat people: ideology and self-
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convertirse en una persona obesa podría llevar a alguna 10. DeJong W. Obesity as a characterological stigma: the issue of
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