Historia de La Filosofía Tomista en La España Contemporánea
Historia de La Filosofía Tomista en La España Contemporánea
Historia de La Filosofía Tomista en La España Contemporánea
Historia
Serie dirigida por
José Andrés-Gallego
EUDALDO FORMENT
Eencuentrocr
ediciones a
Th1s One
lllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllll~
HTOR-WXE-SYAW
01998
Eudaldo Forment
y
Ediciones Encuentro, Madrid
IN1RODUCOÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
l. La Fllosofla y la Lógica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 86
2. El conocimiento de la verdad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 89
3. Los riesgos del filosofar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 94
4. El problema de los sentimientos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 100
5. El problema de la voluntad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 107
6. Importancia de la razón y de la voluntad . . . . . . . . . . . . . 109
7. La armonfa personal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 116
8. Fllosofla social y politica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 118
9. Fllosofla de la historia de España . . . . . . . . . . . . . . . . . . 125
lO. La actitud integradora y conciliadora . . . . . . . . . . . . . . . . 141
5
Índice
6
índice
7
INfRODUCCIÓN
9
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
pues si hay alguna cosa tratada por los escolásticos con demasiada
sutileza o enseñada inconsideradamente; si hay algo menos concor-
de con las doctrinas manifiestas de las últimas edades, o finalmente,
no laudable de cualquier modo, de ninguna manera está en nuestro
ánimo proponerlo para ser imitado en nuestra edad-4•
Según León XIII, la fllosofta del Aquinate es auténtica ·fllosofta
cristiana•. Con esta expresión, el Papa designa a la que se guía por
la luz de la fe y se pone a su servic1o. Por esta ayuda orientadora,
que recibe de la fe, la FilosofJ.a no deja de ser fllosofJ.a. Es una ayuda
accidental, que no le cambia la fonnalidad, únicamente representa
un auxilio perfeccionante, que puede ser negattvo, en cuanto sirve
para evitar errores, o posuwo, en cuanto se sugieren nuevos temas.
Por estas ayudas, que se prestan mutuamente la FUosofta y la
Teología, ya que la Filosofta debe tener la posibilidad de ser asumi-
da por la Teología -tanto por sus propios hallazgos, o bien por
haber desarrollado ámbitos inspirada en la misma-, la Filosofta
puede calificarse cristiana.
Las nuevas orientaciones de la endclica fueron muy bien recibidas
en Españas. En realidad, vinieron a confirmar la actitud de algunos
tomistas españoles, como José TolTaS y Bages (1846-1916). Tiene gran
interés, por ello, el estudio del pensador catalán, que es muy poco
conocido. Además sus preocupaciones fueron parecidas a las de la lla-
mada •generación del 98-. Podria considerarse como la respuesta
tomista a la problemática de los hombres de la generación del 98.
Fueron muchos los frutos de la renovación tomista en la prime-
ra mitad del siglo XX, en el ámbito eclesiástico y también en el de
los laicos. En Filoso.fia cristiana en el pensamiento cat61tco de los
siglos XIX y XX, se indica que: •En el campo de la investigación his-
tórica de la escolástica, trabajó sobre todo Marin-Sola (1873-1931)
(. ..) Pero la personalidad más interesante y el mejor intérprete de la
fllosofia tomista es sin duda Santiago Ramirez-6. Ciertamente son
dos grandes autores, que merecen un estudio detenido, aunque
quizá por su originalidad haya que destacar a Francisco Marin-Sola,
que precisamente, por ello, ha sido injustamente olvidado, hasta
hace muy poco'.
Igualmente, en esta misma obra de historia de la fllosofta cristia-
na, se da mucha importancia a Manuel García Morente. La tiene
sobre todo para la historia del tomismo, porque: ·Tras su vuelta a la
fe católica, García Morente estudió intensamente la fllosofta escolás-
tica, especialmente a santo Tomás de Aquino. Muy pronto le pare-
ció que la escolástica ofrecía una posibilidad para superar el inma-
nentismo de la fllosofta moderna.S.
10
Introducción
11
Historia de la filosofía tomista en la España contemporánea
12
Introducción
Notas
13
Historia de la fdosofia tomista en la España contemporánea
2 vols.
12 ALFONSO LÓPEZ QUINTÁS, Pllosojf'a española contemportJnea. Temas y
autores, Madrid, BAC, 1970.
U GONZALO DiAz, Hombres y documentos de la ftlosofta española, Madrid,
C.S.I.C., 1980-1995, 5 vols.
t4 ANTONIO PIOLANTI, PrejazWruJ a VV. AA, S. Tommaso ftlosojo,
Pontificia Accademia di S. Tommaso, Cittl del Vaticano, Ubreria Editrice
Vaticana, 1995, p. 5.
ISib., p. 6.
14
l. EL TOMISMO EN LOS SIGLOS XIX Y XX
15
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
16
El tomismo en los siglos XIX Y XX
17
Historia de la fdosofm tomista en la España contemporánea
18
El tomismo en los siglos XIX Y XX
19
Historia de la filosoflll tomista en la España contemporánea
20
El tomismo en los siglos XIX Y XX
3. El neotomfsmo
21
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
22
El tomismo en los siglos XIX Y XX
23
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
24
El tomismo en los siglos XIX Y XX
25
Historia de la ftlosoFta tomista en la España contemporánea
26
El tomismo en los siglos XIX Y XX
27
Historia de la filosofaa tomista en la España contemporánea
28
El tomismo en los siglos XIX Y XX
29
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
5. El tomismo en Cataluña
30
El tomismo en los siglos XIX Y XX
pueblo, que respeta mejor las cosas de nuestta tierra, y que jamás
babfa desaparecido del todo ~ al eclecticismo ilustrado de la
Universidad de Cervera-, sino que pervivia en la escuela domini-
cana, tan arraigada en Cataluña, con figuras prominentes como la
del cardenal Juan Tomás de Boxadors-. Por otra parte, porque la
doctrina de santo Tomás, especialmente su mosofta: ·Le da un
esquema de pensamiento aglutinador, un punto de referencia bási-
co para todas las cuestiones impHcadas en la vida social.65.
Conoce y comprende tan bien la mosofta tomista, que parece
connatural en él. Tenia una excelente preparación mos6fica, porque
babia estudiado en la Facultad de Filosofta y Letras de la Universidad
de Barcelona -teniendo como profesores a Manuel Mllá y Fonta-
nals, Antonio Bergnes de las Casas y xavier Uorens y Barba- y en
la Facultad de Derecho de la misma, obteniendo el doctorado.
Además, la estudió directamente, junto con la teologia, en el Semi-
nario de Vich, en el que se seguia fielmente a santo Tomás.
En un viaje a Roma, Torras y Bages participó en las fiestas del
sexto centenario de la muerte de santo Tomás, celebradas los dfas 5,
6 y 7, en el convento de la Minerva en Roma, y como cuenta su bió-
grafo Solá, solicitó la profesión de terciario dominico. ·La pia cere-
monia ( ...) tuvo lugar el mismo dfa de santo Tomás, inmediatamen-
te después del pontifical, en manos del General de la Orden, P.
Lmoca ( ...) y se celebra en la misma celda generalicia.66.
Al año siguiente de la promulgación de la endcHca .Aeternt Patrls,
inició su producción literario-mosófica, con el escrito •L 'tlngel de les
escolesJi'l. Poco después, preparó el Panegfrlco de Santo Tomás de
.AqutndB, para las fiestas que dedicó al Aquinate el Seminario
Conciliar de Barcelona, en 1882. También de esta época son Preces
tomfsttctdiJ.
Como escribe Solá: •Santo Tomás lo es todo para él: luz de la
inteligencia y gufa segura en los caminos de la vida ( ...) Al Doctor
Angélico, el Doctor Torras lo estudió en sus textos auténticos y le
profesó una cordial devoción. Las dos Sumas, la teológica y la
Contra los gentiles, no caen de sus manos en toda la vida. ¡En ellas
encuentra tantas cosas, siempre antiguas, siempre actuales! Las
subraya y multiplica las señales, porque todas le tienen que servir.
En los subrayados y notas marginales, casi todas latinas, de su texto
propio, que es una edición de Paris del año 1867, y, por tanto, una
de las más recientes en el tiempo en que él entró en el Seminario
de Vich, conservado en la Biblioteca Episcopal de aquella ciudad,
se adivinan claramente al menos cuatro colores de tinta y de lápiz;
es raro el articulo que no ostenta algún subrayado o anotación, y
31
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
32
El tomismo en los siglos XIX Y XX
33
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
da. 'Ser para obrar, para venir a ser más', era una de sus fórmulas.
Desde esa perspectiva de altura juzgaba de los problemas del hom-
bre-H. QuiD, por ello, sus dos 6ltimos libros están dedicados al
problema de Dios.
El conocimiento anal6g1co de Dios es una obra que ofrece una
explicación clara, ordenada y precisa, así como una prueba riguro-
sa, de la tesis tomista de que: ·Dios es objeto de conocimiento para
distintos sujetos, para distintas inteligencias, para distintos hábitos,
en distintas funciones-95. Su 6ltima obra, El hombre y el misterio de
Dios, preparada para el segundo volumen de El pensamiento de
Santo 7bmás de Aquino para el hombre de ho)P6, que dirige Abelardo
Lobato y que apareced próximamente, ofrece una síntesis del pen-
samiento de santo Tomás, siguiendo las interpretaciones de Ramírez,
sobre el tema de Dios, confrontando su clara y bien fundada doctri-
na con los pensadores y corrientes más representativas de la moder-
nidad: agnosticismo, ateismo, materialismo y positivismo.
35
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
36
El tomismo en los siglos XIX Y XX
37
Historia de la fJJ.osof1a tomista en la España contemporánea
38
El tomismo en los siglos XIX Y XX
8. El realismo de Mtllán-Puelles
39
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
40
El tomismo en los siglos XIX Y XX
41
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
42
El tomismo en los siglos XIX Y XX
43
Historia de la filosofía tomista en la España contemporánea
44
El tomismo en los siglos XIX Y XX
45
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
46
El tomismo en los siglos XIX Y XX
47
Historia de la filosofía tomista en la España contemporánea
48
El tomismo en los siglos XIX Y XX
49
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
50
El tomismo en los siglos XIX Y XX
51
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
52
El tomismo en los siglos XIX Y XX
53
Historia de la filosofía tomista en la España contemporánea
54
El tomismo en los siglos XIX Y XX
55
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
56
El tomismo en los siglos XIX Y XX
57
Historia de la fllosofia tomista en la España contemporánea
58
El tomismo en los siglos XIX Y XX
PASTA, que son los que atienden la obra apostólica. Cuenta ya con
varios sacerdotes, formados en el Seminario de la Fraternidad, y
muchos más seminaristas. En España desarrolla sus actividades
desde 1993, dirigiendo dos colegios en Barcelona y actividades fami-
liares en Madrid y Pamplonaz18.
La asodadón tiene dos objetivos principales: realizar una tarea
apostólica, especialmente entre la juventud y la familia; y orientar
espiritualmente a sus miembros, según el carisma dominicano. Se
nutre, por tanto, de la espiritualidad de la Orden dominicana, fun-
dando su doctrina en el Magisterio de la Iglesia y en la teologia y
ruosofia de santo Tomás. PASTA, que puede sintetizarse con estas
palabras de su fundador: •Es un intento de responder a la Iglesia
Conciliar, detrás del llamado de los laicos para que 'ordenen las
estructuras temporales según el espiritu del evangelio'.Z19. La .Ciudad
miliciana• es un espacio de salvación en el mundo de hoy220•
En la actualidad PASTA cubre toda Argentina. Tiene centros en las
ciudades de Mendoza, San Juan, San Luis, Tuc:umán, Córdoba,
Rosario, Buenos Aires, Mar del Plata, Jujuy, San Martin de los Andes,
Leonés, Libertador Gral. San Martin, y San Carlos de Bariloche.
También se ha expansionado en paises vecinos, como Uruguay,
Chile, Perú, e incluso en Estados Unidos. PASTA tiene trece colegios,
tres residendas universitarias, dos casas de retiros espirituales, dos
institutos, un centro de servicios educativos, una universidad
(Universidad Santo Tomás, PASTA) y veintiuna casas (escuelas) de
formadón de niños.
De las actividades de la asociación se benefician más de diez mil
familias. La Universidad PASTA, que desarrolla sus actividades aca-
démicas desde 1992, consta en estos momentos de las Facultades de
Ingenieria, Ciendas Económicas, Ciendas Jurídicas, Humanidades y
Ciendas de la Salud. Ubicada su sede central en la ciudad de Mar
del Plata, tiene una subsede, creada en 1995, en San Carlos de
Bariloche221.
La SITA también colabora estrechamente con ICUSTA, Inter-
natlonal Counctl oftbe Untvemttes ofSt. 7bomas Aqutnas, constitui-
da en la actualidad por diedocho universidades de todo el mundo,
y que preside D. Gerardo Rocha222• El activo presidente Rocha
-Presidente de la Corporadón de Santo Tomás de Chile, la empre-
sa privada de educación en Chile más importante, que cuenta con
20.000 alumnos y 2.000 profesores y que está extendida por todas
las regiones del país, por medio de centros de distinto nivel de for-
madón; y Presidente y fundador de la Universidad Santo Tomás de
Santiago--, intenta que los más de 200.000 alumnos, con que cuen-
59
Historia de la filosofía tomista en la España contemporánea
60
El tomismo en los siglos XIX Y XX
61
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
62
El tomismo en los siglos XIX Y XX
63
Historia de la filosofJa tomista en la España contemporánea
64
El tomismo en los siglos XIX Y XX
65
Historia de la filosofJ.a tomista en la España contemporánea
66
El tomismo en los siglos XIX Y XX
67
Historia de la filosotia tomista en la España contemporánea
Notas
68
El tomismo en los siglos XIX Y XX
69
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
70
El tomismo en los siglos XIX Y XX
4Sib., p. 657.
46 1b., pp. 657-658.
47}UANA SÁNCHEz-GEY VENEGAS, Principales movimientosftlos6ftcos en
Bspaiia, Madrid, E. U. Santa Maña, 1991, p. 58.
• GUII.lERMO PRAILE, OP,JBslorla de la Pl/osqf(aBspañola, op. cit., vol. n, Desde
la 1luslmd6n, p. 223.
•lb., vol. n, p. 224.
50JOSÉ LUIS ABEU.ÁN, H#storla crlt1ca del pensamiento español, vol. 5/2, La
crisis contemportJnea (1875-1936>, Madrid, Espasa-calpe, 1989, p. 164.
51 lb., p. 165.
5ZCf, lb., p. 166.
551b., p. 168.
54 ANDRÉS GUJJARRO MAYOR, •Reflexiones históricas y socioculturales
sobre la crisis del fin del siglo XX•, en Religión y Cultura (Madrid), XUII (1997),
pp. 567-596, p. 590.
"lb., pp. 588-589.
"lb., p. 591.
57 1b., p. 589.
"JOSÉ LUIS ABELLÁN, H#storla crftlca del pensamiento espaflol, vol. 5/2, La
crisis contemportJnea, op. cit., p. 168.
"lb., p. 169.
60fEUPE RUIZ ALONSO, •La situación sociopolitica en España a finales del
siglo XIX•, en Religión y Cultura (Madrid), XUII (1997), pp. 541-566, p. 565.
"ANDRÉS GUJJARRO MAYOR, •Reflexiones históricas y socioculturales
sobre la crisis del fin del siglo XX•, op. cit., p. 578.
6Zib., p. 583.
"LUIS NOS MURO, ·El pluralismo religioso en la España del siglo XIX•, en
Religión y Cultura (Madrid), XUII (1997), pp. 621-639, p. 636.
"JOSEP TORRAS 1 BAGES, •L'6nica efidcia•, en Obres completes, vol. 1-VUI:
Barcelona, Ed. ~ca. 1913-1915; y vol. IX y X: Barcelona, Poment de Pietat
Catalana, 1925 y 1927; vol. n, p. 41.
"ORIOL COLOMER 1 CABLES, El pensament de 7bmls 1 Bages, Barcelona,
Editorial Claret, 1991, p. 134.
"PORTIA soLA, Blograjfa de l'O.lm. Dr. J. 7bm1s 1 Bages, Barcelona,
Biblioteca Balmes, 1935, 2 vols., 1, p. 124.
67JOSEP TORRAS 1 BAGES, L'tlngel de les escoles, en Obres Completes, op.
cit., vol. vm, pp. 211-213.
"Íd., Panegfrlco de Santo 1bm4s de Al¡ulno, en Obres Completes, op. cit.,
vol. V, pp. 51-70.
69fd., Preces tomCst1cas, en Obres Completes, op. cit., vol. V, pp. 111-142.
70PORTIÁ SOLA, Biografta de I'O.Im. Dr.J 7bmls 1Bages, op. cit., 1, pp. 236-
237. A los vicios y virtudes esti dedicado su optísculo La.{ormacl6 del cartkter.
Comentarlo familiar de santo Tomds de Al¡ulno, en Obras Completas, op. cit.,
vol. vn, pp. 393-466.
n JOSEP TORRAS 1 BAGES, La 7radld6 catalana. Estudl del valor itlc 1
racional del reg1onaHsme cata/4, en Obres Completes, vol. IV, 1913.
72Véase: CABLES CARDÓ, Doctrina estit1ca del Dr. 7bmls 1 Bages,
Barcelona, Ed. Catalana, 1919.
71
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
73JOSEP TORRAS 1 BAGES, Pastorals, vol. 1-ill, en Obres Completes, op. cit.,
1913.
74 NORBERT BILBENY, FtJosqfia contemportJnla a Catalunya, Barcelona,
Edhasa, 1985, p.34.
7SJOSEP TORRAS 1 BAGES, •La ci~ncia del patira, en Obres Completes, op.
cit., vol. IX, pp. 229-230. Según Ramón Rucabado: •Rogó entonces a su emo-
cionadisirno secretario revisase bien lo que acababa de dictarle, para repasar la
-concordancia y la construcción• (RAMON RUCABADO, El s1enJo de Dios Ilmo.
Dr. D. José Tomu y Bages, Barcelona, Editorial Balmes, 1958, p. 107). Su secre-
tario José Dachs escribió: •Nada hubo a corregir después de dictada aquella
exhortación a su pueblo, que quiso firmar de su propia mano con gran trabajo
y sufrimiento, pues tuvo que incorporarse- (lb.).
76NORBERTO DEL PRADO, De gmlla et libero arbitrio, Priburgo de Suiza,
Sociedad San Pablo, 1907.
77 ld., De verltate júndamentalt pbllosopblae cbrlsllanae, Priburgo de Suiza,
1942-1947, 3 vols.
•id., Doctrina PoiUtca de Santo Tmruls, Madrid, Instituto León XIU, 1951.
"id., El Derecbo de Gentes. B:xamen cri#co de la ftlosofta del Derecho de
Gentes desde Arlst6teles basta .fn:lnctsco Su4ru, Madrid, Edit. Studium, 1955.
90id., De ordlne placlta quaedam tbomlstlca, Salamanca, San Esteban, 1963.
' 1 id., De auctorltate doctrlnall Sanctl 7bomae Aqutnatls, Salamanca, San
Esteban, 1952.
92VJCTORINO RODRiGUEZ, .Santiago Ramirez Dulanto, O.P. En el
Centenario de su nacimiento (1891-1991)•, en Ciencia Tomista (Salamanca),
118/385 (1991), pp. 1-58.
72
El tomismo en los siglos XIX Y XX
"id, -santiago Ramirez., Voz en GER, Madrid, Rialp, 1981, vol. 19, p. 654.
"ABELARDO LOBATO, •la conformación con el Señor-, en Crls#andad
(Barcelona), uvn89-790 (1997), pp. 17-18, p. 18.
9SVICfORINO RODRÍGUEZ, OP, El conocimiento analógico de Dios,
Madrid, Speiro, 1995, Introducc16n, p. 13. Véase: E. PORMENT, •El conoci-
miento analógico de Dios. El humanismo cristiano de Victorino Rodriguez., en
Verbo (Madrid), XXXV/341-342 (1996), pp. 147-178.
"ABELARDO LOBATO (Ed.), El pensamiento de Santo Tomt.ls de .Aquino
pam el hombre de hoy, Valencia, Edicep, 3 vols., v. 1, 1994.
!17Véase: E. FORMENT, •la interpretación de Santo Tomis como 'filosorlll
abierta'•, en Cuadernos de Pensamiento (Madrid), 2 (1988), pp. 147-169.
"Otras de sus publicaciones relevantes son Laftlosofta de Kant. Una lntro-
duccl6n a la F1losojfa (1917); La Fllosofta de Henrl Bergson (1917); .Birstljof sobre
el progreso (1932); El cult1vo de las humanidades (1938); Idea de la hispanidad
(1939); El Ponl1jfaldo y la Hispanidad (1942); La Idea ftlo.s6ftca de la persona/1-
dad en Sanjuan de la Ou%(1943); Cuatro sermones sobreSanPemando(1943);
Ideas pam una ftlosofla de la historia de España (1943); Ensayos (1945); Ser y
vida del caballero crlst1ano (1941); Ejercfdos esptrlluales (1961); Escritos pedagó-
gicos (1975); Sobre la teoria de la relatWfdad 0985); El 'bet(bo extraordinario' y
otros escrllos (1986); Escritos desconocidos e lnldUos (1987).
"MANUEL GARCÍA MORENTE, El •Hecho Extraordinario-, •Prólogo. de
Antonio Millm-Puelles, Madrid, Rialp, 1996, p. 42. En el libro se incluyen tam-
bién los escritos: La nuón y la fe en Santo 7bm4s de .Aquino; El espfrltu clentf-
ftco y la fe religiosa; y An411s1s ontol6glco de la fe.
IOOJb., Prólogo, p. 8.
101Véase: id., De la metaflslca de la vida a una teoria general de la cultum.
Curso en Buenos Aires de 1934. Edición de Juan Miguel Palados y Rogelio
Rovira, Madrid, Facultad de Filosofia de la Universidad Complutense, 1995.
10ZVéase: J. L BARCO COllAZO, •Filosofía y pedagogía en el pensamiento
de Manuel Garcia Morente•, en Studlum (Madrid), 23 (1983), pp. 89-107; G.
PERNÁNDEZ DE LA MORA, Pildsofos espafloles del siglo XX, c. N.· Morente y la
hispanidad, Barcelona, Planeta, 1987, pp. 115-131; E. FORMENT, •En el cente-
nario de Garcia Morenteo, en Crls#andad (Barcelona), 666 (1986), pp. 162-169;
id., -Garcia Morente y la filosofía moderna•, en Verltas (Rio Grande do Sul,
Brasil), 31 (1986), 531-545; id., •la interpretación de Sto. Torms en Garcia
Morenteo, en Esplrltu (Barcelona), 93 (1986), pp. 13-14; id., •la interpretación de
Santo Tomis como 'filosofía abierta'., en Cuadernos de Pensamiento (Madrid),
2 (1988), pp. 147-169; M& D. GóMEZ MOllEDA, Los refomuu:kwes en la España
conllelnpOnJnea, Madrid , CSIC, 1986; A. GUY, •Manuel Garcia Morente ou le
bergsonisme chrétien•, en BoiJet1n S.S.L.A. de Bayon~ 136 (1980), pp. 265-278;
M. IBIARTE, El profesor Gama M~ sacerdote, Madrid, Espasa-Calpe, 1953;
A. LÓPEZ QUINTAS, Cuatro ftl6so.{os en busca de Dios, Madrid, Rialp,1989; A.
MII.IÁN-PUEUES, •Morente, filósofo de la vida•, en Esta.{ela U/eraria (Madrid),
387 (1968), pp. 11-12: P. MURO ROMERO, Ptlosofta, Pedagogfa e Historia en
Manuel Gama Morente, Madrid, CSIC, 1977; JUAN MIGUEL PALACIOS (Ed.),
Manuel Gan:fa-Morente, Ensayos sobre el progreso, •Presentación. de Juan
Miguel Palacios, Madrid, Dorcas, 1980; ROGEUO ROVIRA y JUAN GARCÍA
NORRO (Eds.), Manuel Gan:fa-Morente. Bscrllos desamoc#dos e lnldUos,
73
Historia de la falosofia tomista en la España contemporánea
74
El tomismo en los siglos XIX Y XX
Wlb.,p.10.
122GONZALO PERNÁNDEZ DE LA MORA, Filósofos españoles del siglo XX,
Barcelona, Planeta, 1987, p. 191.
USANfONIO MW.ÁN-PUELLES, Maeztu y la deftmsa del espirllu, Madrid,
A.G. Benzal, 1957.
124fd, La ckwldtul en F1/osofia, Madrid, Rialp, 1958.
usfd., Bllog1clsmo y la Intuición metaftsica del ser, Madrid, Impr. C. Bermejo,
1958.
U6fd., J.afuru:16n social de los saberes liberales, Madrid, Rialp, 1961. Establece
la siguiente tesis: los saberes liberales son valores autónomos, buenos en si mis-
mos, no son simples instrumenlos del bien com6n. Precisa, sin embargo, que son
necesarios para la sociedad, en cuanto, por un lado, son el fundamento de la
vida prictica, por 0110, en cuanto que a su vez son el fin natural de la misma
sociedad Es necesario, por ello, que se transmitan (Véase: E. PORMENT, ·La mo-
softa del bien com{m de Antonio Mill!n-Puellesoo, en ALEJANDRO llANO (Ed.),
Ob}eltvldl:ld y llbenad. Jornadas sobre la obra mosófica de Antonio Millin-
Puelles, en Anuario Fllos6ftco (Pamplona), XXVU/2 (1994), pp. 797-815).
m ANI'ONIO MW.ÁN-PUELLES, La furu:16n subsidiarla del Estado, Madrid,
Instituto de Espafta, 1961.
UBfd., La sfntests bumana de la naturr.úeza y la libertad, Madrid, Rialp, 1961.
mtd., Pel'sona humana y justicia social, Madrid, Rialp, 1962.
uofd., La estructun.1 de la subjeffvldad, Madrid, Rialp, 1967; Trad. ital. La
.struiiUrr.l del/a soggeiWII4, Torino, Marieti, 1973.
UtGONZALO FERNÁNDEZ DE LA MORA, FIVJsofos españoles del siglo XX,
op. cit., p. 201.
l52Jb., pp. 198-199.
USJb., p. 198.
"'ANI'ONIO MW.ÁN-PUELLES, 7Boria del objeto puro, Madrid, Rialp, 1990.
usfd., La ldeologfa de la protesta unlversUarla, Santander, Publicaciones de
la Universidad •Menéndez Pelayoo, 1969.
U6fd., Bconomla y llbertlíld, Madrid, Fondo de Investigación de la
Confederación Espaftola de Cajas de Ahorro, 1974. Explica los condicionamien-
tos económicos del ser humano por la libertad, estableciendo tres tipos de la
misma: la libertad fundamental o trascendental, que se corresponde con la
apertura trascendental de las facultades del hombre; la libertad psit;oMg1ca, que
es el libre albedño o la capacidad de opción; y la libertad~ que es adqui-
rida, porque se consigue con la adquisición de las virtudes, que permiten el per-
feccionamiento humano. Con esta tíltima, se consigue el seftoño sobre los bie-
nes materiales, el no ser tenido por ellos, o el no estar sometido a una esclavitud
impropia de la dignidad humana.
mtd., Universidad y Sociedad, Madrid, Rialp, 1976.
uefd., Sobre el hombre y la sociedad, Madrid, Rialp, 1976. Al afio siguiente
apareció el libro: .MILLÁN-PUEU.ES, A.; WERTENBRUCH, W.; JONGHE, E; Die
MOrr.ll des Wobktandes, KOln, Adan ~. 1977.
U!IANTQNIO MILLÁN-PUELLES: lhdco ftlos6ftco, Colee: Manuales
Universitarios, Rialp, Madrid, 1984.
••GONZALO PERNÁNDEZ DE LA MORA, F116sofos españoles del siglo XX,
op. cit., p. 194.
75
Historia de la filosofía tomista en la España contemporánea
76
El tomismo en los siglos XIX Y XX
n
Historia de la ftlosofJa tomista en la España contemporánea
mmctas (en Crlsttandad (Barcelona), 269 (1955), pp. 200-202, p. 200). Véase:
JOSÉ MA1ÚA ALSINA CASANOVA, .COlaborador en el 'encargo suavísimo'., en
Cristiandad (Barcelona), LV/801-802 (1998), pp. 10-11. Para una visión general,
véase: E. FORMENT, ·El magisterio tomista del P. Orlandis, apóstol del Corazón
de Jesús-, en Doctor Communts (Citti del Vaticano), 47/1 (1994), pp. 43-71; 47/2
(1994), pp. 155-174.
170 JAIME BOFILL, La escala de los seres, o el dinamismo de la perfecc16n,
Barcelona, Publicaciones Cristiandad, 1950. Véase: FRANCISCA TOMAR ROME-
RO, Persona y amor. El personalismo de Jaime Bofill, Barcelona, PPU, 1993.
171 Íd., Obraftlos6ftca, Barcelona, Ariel, 1967.
mfd., •Para una metafJSica del sentimiento-, en Obraftlos6ftca, op. cit., pp.
107-161, p. 149.
173 Ib., p. 134.
escma
J'"Íd., La de los seres o el dinamismo de la perfecctón, op. cit., p. 6.
175GONZALO DiAz DiA.z, Hombres y documentos de la ftlosofta española, 1
(A-B), Madrid, CSIC, 1980, vol.I, p. 606.
1711Véase: M. AYUSO, •Francisco Canals y la Escuela Tomista de Barcelona•,
4• ed. 1985.
180Íd., Tmos de los grandes filósofos. Edad Media, Barcelona, Herder, 1975;
78
El tomismo en los siglos XIX Y XX
79
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
21'Ib., p. 26. Cf. PÍO XII, Allocuz1one al capttolo Genera/e, O.P., 1946,
Dtscorst., v. 8, p. 245.
zt4.Los doce miembros fundadores que fltiJW'On ante notario fueron: Vmcent
de Couesnongle, presidente de la Sociedad, Aniceto Femindez Alonso,
Abelardo Lobato Casado, Beneddetto Lorenzo D'Amore, Edward McDonald, en
calidad de Administrador, G. L. Walsh, Juan José Gallego Salvadores, José
Salguero, Alfred Wdder, Comelio Fabro, Battista Mondin y Armando RigobeUo-
(ABEIARDO LOBATO, La Sociedad lnternactonal de Santo Tomtis, op. cit., p.
3, nota).
2t5Cf. ABELARDO LOBATO, Itinerario de la Sociedad Internacional Tomtis
de Aqutno en sus primeros 20 años, en VV. AA., Sanctus 7bomas de Aqutno
Doctor Hodternae Humanttatls. MisceUanea offerta dalla Societi Intemazionale
Tommaso d'Aquino al suo Direttore Pro/. Abe/ardo Lobato, O.P. per il suo LXX
genetliaco a cura di Daniel Ols, OP, op. cit., pp. 24-46; y E. FORMENT, La
.SOCiedad Internactonal Tomtis de Aqutnoo, en Espirltu (Barcelona), XIll (1993),
pp. 75-94.
zt6Los otros ponentes han sido: Dr. Pedro Suñer, SJ (Director General de
Balmesiana), Dr. Juan Vallet de Goytisolo (Presidente de la SITA de España); Dr.
José T. Raga (Universidad San Pablo CEU); Dr. Abelardo Lobato, OP (Rector,
Suiza); Mons. Inos Biffi {Italia); Dr. Paul Gilbert, SJ (Univ. Gregoriana); Dr.
Carlos Valverde, SJ (Universidad PontifiCia ComiDas); Dr. Vicens M1 Capdevila
(Facultad de Teologia de Cataluña); Dr. D. Darlo Composta, SDB (Universidad
Urbaniana); Dr. Battista Mondin, SX (Decano de la F. de Filosofia de la Pontificia
Universidad Urbaniana); Dr. Leo Elders, SVD (Holanda); Dr. Armando Bandera,
OP (Pontificia Universidad Santo Tomás de Aquino de Roma); Dr. Eudaldo
80
El tomismo en Jos siglos XIX Y XX
81
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
222 En la última reunión del Consejo, los participantes fueron los siguientes:
Por Asia: Fr. Rolando de la Rosa, OP, Rector (University of Santo Tomas, Manila,
Filipinas); Dr. Florentino Hornedo (University of Santo Tomas, Manila, Filipinas);
y Fr. Vugilio Ojoy, OP, Rector and President (Aquinas University, Legaspi City,
Philippines). Por Australia: Dr. John Coll, Pro-Vice Chancellor (Academic)
(Australian Catholic University, Sydney, Australia). Por Europa: Fr. Abelardo
Lobato, Rector (Pacolta di Teologia di Lugano, Switzerland). Por América: Mr.
Gerardo Rocha, Presidente (Universidad Santo Tomis, Santiago de Chile); Mr.
Rodrigo de la Cuadra, Vtce-Presidente (Universidad Santo Tomis, Santiago de
Chile); Mr. Patricio Muñoz, Secretario General (Universidad Santo Tomás,
Santiago de Chile); José Garcia Patifto, OP, Pro-Rector (Universidad Santo
Tomás, Santiago de Chile); Dr. Raúl Poblete, Presidente (Universidad San
Sebastián, Concepción, Chile); Fr. Jaime Valencia, OP, Rector General
(Universidad Santo Tomis, Santa Pe de Bogotj)¡ Fr. jorge Murcia, OP, Rector en
Bucaramanga (Universidad Santo Tomis, Santa Pe de Bogotj)¡ Dr. José
Domingo Murcia (Universidad Santo Tomis, Santa Pe de Bogotá); y Mr. Miguel
Díaz (Universidad Santo Tomás, Santa Pe de Bogotj).
:WMadrid y Barcelona fueron el lugar de origen de buena parte de los asis-
tentes, pero no menos importante fue la presencia de participantes que acudie-
ron desde ciudades como Lérida, Gerona, Valencia, Murcia, Salamanca, San
Sebastián, Zaragoza, Palma de Mallorca, Burgos, Cuenca, Santa Cruz de
Tenerife, Santiago de Compostela, Badajoz, Cidiz, Córdoba, Málaga, Huelva y
Granada. También participaron profesores de Poznan (Polonia), Roma (Italia),
Perrara {Italia), Sao Paulo (Brasil), Lima (Perú), Porto (Portugal), Buenos Aires
(Argentina), México, y Toulouse (Francia).
224 E. PORMENT (Ed.), Dignidad personal, comunidad humana y orden juri-
dtco. Actas de las jornadas de la Sociedad Internacional Tomis de Aquino, op. cit.
msrrA, Notlzlarlo X -News Bullel1n X, Roma, Gennaio 1996, p. 13.
226E. PORMENT, Presentación, en id. (Ed.), Dignidad personal, comunidad
bumanayordenjurldfco, op. cit., pp. 7-10, pp. 8-9.
227 CARLOS CARDONA, Metajf.s1ca del bien y del ma~ Pamplona, EUNSA,
1987, p. 203.
mtd., Metajf.s1ca de la opc16n lntelectua~ Madrid, Rialp, 1973, 2• ed. corre-
gida y ampliada.
mfd., René Descartes: Discurso del mltodo, Madrid, EMESA, 1987, 3• ed.
Z30fd., Metaftstca del bien y del~ op. cit.; trad. italiana: id., Metajf.s1ca del
bene e del male, Edizioni Ares, Milano, 1991.
:mfd., Éttca del quehacer educaiWo, Madrid, Rialp, 1990.
mfd., Tiempo Interior, Barcelona, Seuba, 1992. En 1998 apareció su obra
póstuma Olvido y memoria del ser (Pamplona, EUNSA, 1998).
muuts CLAVELL, El nombre propio de Dios según Santo Tom4s de Aquino,
Pamplona, EUNSA, 1980.
Z34LLufS CLAVELL¡ T. ALVIRA y T. MELENDO, Metajf.s1ca, Pamplona EUNSA,
s• y
1982; ed., corregida ampliada, 1993; traducción italiana: Metaftslca, Pirenze,
Le Monnier, 1987.
:muuls CLAVELL, Metaftstca e llbert4, Roma, Armando Armando, 1996.
Z36SANTO TOMÁS, Summa 7beo/ogüle, 1, q. 13, a. 11, in c.
Wib., q. 13, a. 11, ad l.
82
El tomismo en los siglos XIX Y XX
mlb., q. 13, a. 9, in c.
DPRAMÓN GARCIA DE HARO, La vida crlslfana, Pamplona, EUNSA, 1992;
Trad. italiana, La v1ta crlsliana. Corso di teología morale fondamentale, Milano,
Edizioni Ares, 1995.
*TOMÁS MEI.ENDO, R. ALVIRA, L. CLAVELL, Metajfsica, Pamplona,
EUNSA, 1982.
MlTQMÁS MELENDO, Fecundación -In vltro- y dignidad bumana,
Ban::elona, Casals, 1987.
aafd., Mllodos naturrdes de la regulaci6n humana de la .{ertflldad,
Ban::elona, Casals, 1987.
:M5fd, Onlologfa de los opuestos, Pamplona, EUNSA, 1982.
:M4fd., Las claves de la eftct;u;1a empresaria, Madrid, Rialp, 1990.
M5fd., La dl¡¡nfdlld del trabajo Madrid, Rialp, 1992.
at6fd., La metl.f/lsfca de Arls161e/e.s. Mllodo y temas, 1, n, Pamplona,
Cuademos de Anuario Fdosófico, 1997.
wfd, Bntre moderno y postmoderno. Introducct6n a la metafts#ca del ser,
Pamplona, Cuadernos de Anuario Pllos6fico, 1997.
•fd., Bducac16n, familia, trabajo, México, Lomaz Editorial, 1995.
:MPfd, Metajfslca de lo concreto. Sobre las relaaones tmtre ftlosojül y vida,
Ban::elona, Ediciones Internacionales Universitarias, 1997.
ZWI'OMÁS ME1ENDO y LOURDES .MIIJÁN-PUELLES, Dignidad: ¡Una pala-
lm:l tNidal, Pamplona. EUNSA, 1996.
251TQMÁS ME1ENDO y LOURDES MW.ÁN-PUELLES, La pasl6n por la ver-
dad. Hacia una educac16n llberatim'a, Pamplona, EUNSA, 1997.
m.JFS(Js GARdA LÓPEZ, Nueslra sabldurfa rtiC1orlal de Dios, Madrid, CSIC, 1950.
zssfd., Bl conocimiento naturrll de Dios. Un estudio a trafJr& de Descartes y
Santo 7bmcls, Murcia, Publicaciones de la Universidad, 1955.
254fd., Bl ualor de la verdad y otros estudios, Madrid, Gredos, 1965.
zssfd., Doctrina de Santo TomAs sobre la verdad, Pamplona, EUNSA, 1967.
256fd, Bsludlos de metajfs#ca tomista, Pamplona, EUNSA, 1976.
mld., 7bm4s de Aquino, maestro del orden, Madrid, Cincel, 1985.
afd., Los tlerecbos humanos en Santo 7bm4s de Aquino, Pamplona, EUNSA,
1979.
afd., Bl s1stema de las virtUdes bumanas, México, Editora de Revista, S.A.
de c.v., 1986.
*fd., Blementos de Fllosofta y crlstlantsmo, Pamplona, EUNSA, 1992.
*Íd., lllcc#ones de metajfslca tomista. Ontologfa. Nockmes comunes,
Pamplona. Ediciones Universidad de Navarra, S.A., 1995.
•1b.,p.15.
•fd, Bl conocimientoftlos6ftco de Dios, Pamplona, EUNSA, 1995.
*lb., p. 110.
•lb., p. 249.
*id, ÜICC#ones de metajfslca tomista. Gnoseologfa. Principios gnoseol6g1cos
bl:lstcos, Pamplona, EUNSA, 1997.
2157Cf. L MIR. MIR, A solas con ... (Cincuenta entrevistas), Barcelona, Grupo
Paper, 1985, vol. 1, pp. 171-176.
•RAFAEL GAMBRA CIUDAD, Hislorla senc1lla de la Fllosofta, Madrid, Rialp,
1961; 141 ed., 1985: Trad. portusuesa, Oporto, Tavares, 1974, 51 ed.
83
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
84
El tomismo en los siglos XIX Y XX
85
11. LÓGICA Y FILOSOFÍA SOCIAL: JAIME BALMES
1. La Rlosofla y la L6gtca
86
Lógica y fllosofia social: Jaime Balmes
87
Historia de la fllosofía tomista en la España contemporánea
88
Lógica y filosofía social: Jaime Balmes
dad está en relación con todas las facultades del hombre. Cuidar de
la una y no de la otra es a veces esterilizar la segunda y malograr la
primera•14. Si todo saber tiene que ser fiel a la realidad, debed serlo
con el mismo hombre en su totalidad15.
2. El conoctmlento de la verdad
89
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
90
Lógica y ftlosofia social: Jaime Balmes
91
Hi~1oria de la filosofia tomista en la España contemporánea
92
Lógica y filosofia social: Jaime Balmes
93
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
95
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
97
Historia de la filosofía tomista en la España contemporánea
res males. Ello no implica que sea una opción por el mal menor,
porque no hay una opción propia positiva por el mal, simplemente
se soporta el mal de otros.
La certeza de la verdad tampoco lleva al distanciamiento de otras
posiciones. La vet·dad no requiere la clausura de la relación con los
que no piensan igual, sino el diálogo. En todo diálogo, se deben, en
primer lugar, atender las otras posiciones, que deben ser conocidas
incluso con gran claridad, tanto en sus argumentaciones como en su
misma fuerza convincente.
Es preciso, por tanto, la comprensión: ·Debemos cuidar mucho
de despojamos de nuestras ideas y afecciones y guardamos de pen-
sar que los demás obrarán como obrariamos nosotros. La experien-
cia de cada d1a nos enseña que el hombre se inclina a juzgar de los
demás tomándose por pauta a si mismo (. ..) Esta inclinación es uno
de los mayores obstáculos para encontrar la verdad en todo lo con-
cerniente a la conducta de los hombres•46• Lo mismo se puede decir
de su modo de pensar.
La verdad, a la que quiere acceder la Filosofia, conlleva el inten-
to de entendimiento de los otros. ·Desgraciadamente, el conoci-
miento de los hombres es uno de los estudios mb difíciles, y por lo
mismo es tarea espinosa el recoger los datos precisos para acertar-4'.
En muchos de nuestros razonamientos, indica Balmes, tendemos
a utilizar las comparaciones con respecto a lo más conocido, que
somos nosotros mismos y asi: ·Prestamos a los demás el mismo
modo de mirar y apreciar los objetos. Esta explicación tan sencilla
como fundada, señala cumplidamente la razón de la dificultad que
encontramos en despojamos de nuestras ideas y sentimientos ( ... )
Con nadie vivimos más íntimamente que con nosotros mismos, y
hasta los menos amigos de concentrarse tienen por necesidad una
conciencia muy clara del curso que ordinariamente siguen su enten-
dimiento y voluntad. Preséntase un caso, y no atendiendo a que
aquello que pasa en el ánimo de los otros, como si dijésemos en tie-
rra extranjera, nos sentimos naturalmente llevados a pensar que
deberá de suceder allí lo mismo, a corta diferencia, que hemos visto
en nuestra patria•.a.
En segundo lugar, en todo diálogo, debe procurarse tratar al otro
con benevolencia. Sin despreciarle ni humillarle y procurando hallar
y valorar la parte de verdad que presenta. ·Cuando se trata de con-
vencer a otros, es preciso separar cuidadosamente la causa de la ver-
dad de la causa del amor propio. Importa sobremanera persuadir al
contrincante de que cediendo nada perderá en reputación. No ata-
quéis nunca la claridad y perspicacia de su talento, de otro modo se
98
Lógica y fdosofia social: Jaime Balmes
99
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
100
Lógica y filosofia social: Jaime Balmes
101
Historia de la filosofía tomista en la España contemporánea
102
Lógica y r.Iosofia social: Jaime Balmes
103
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
104
Lógica y fJlosofia social: Jaime Balmes
105
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
especiosos otra cosa que: 'Esto no irá bien; estos raciocinios no son
concluyentes; aqui hay ilusión: el tiempo lo manifestará'•.
Lo que se explica, porque: ·Hay cosas que más bien se sienten
que no se conocen; las hay que se ven, pero no se prueban; porque
hay relaciones delicadas, hay minuciosidades casi imperceptibles,
que no es posible demostrar con el discurso a quien no las descu-
bre a la primera ojeada; hay puntos de vista sumamente fugaces que
en vano se buscan por quien no ha sabido colocarse en ellos en el
momento oportun0o10.
Es preciso asimismo tener en cuenta que la falta de buen sentido
se da también en otro cuarto tipo de personas, las que están obse-
sionadas por una idea. ·El hombre dominado por una preocupación
no busca ni en los libros ni en las cosas que realmente hay, sino lo
que le conviene para apoyar sus opiniones. Y lo más sensible es que
se porta de esta suerte a veces con la mayor buena fe, creyendo sin
asomo de duda que está trabajando por la causa de la verdad. La
educación, los maestros y autores de quienes se han recibido las pri-
meras luces sobre una ciencia, las personas con quienes vivimos de
continuo o tratamos con más frecuencia, el estado o profesión y
otras circunstancias semejantes, contribuyen a engendrar en noso-
tros el hábito de mirar las cosas siempre bajo un mismo aspecto, de
verlas siempre de la misma manera•71.
Observa también Balmes que todavía puede hablarse de un quin-
to tipo de personas, con relación a la aveniencia a la realidad, ya
que: •Hay ciertos entendimientos que parecen naturalmente defec-
tuosos, pues tienen la desgracia de verlo todo bajo un punto de vista
falso o inexacto o extravagante. En tal caso no hay locura ni mono-
mama; la razón no puede decirse trastornada, y el buen sentido no
considera a dichos hombres como faltos de juicio. Suelen distinguir-
se por una insufrible locuacidad, efecto de la rapidez de percepción
y de la facilidad de hilvanar raciocinios•.
Tales entendimientos torcidos: ·Apenas juzgan de nada con acier-
to, y si alguna vez entran en el buen camino, bien pronto se apartan
de él arrastrados por sus propios discursos. Sucede con frecuencia
ver en sus razonamientos una hermosa perspectiva que ellos toman
por un verdadero y sólido edificio; el secreto está en que han dado
por incontestable un hecho incierto, o dudoso, o inexacto, o entera-
mente falso; o han asentado como principio de eterna verdad una
proposición gratuita o tomado por realidad una hipótesis, y asi han
levantado un castillo que no tiene otro defecto que estar en el aireo.
Tales hombres: •Impetuosos, precipitados, no haciendo caso de
las reflexiones de cuantos los oyen, sin más guia que su torcida
106
Lógica y fJlosofia social: Jaime Balmes
5. El problema de la voluntad
107
Historia de la fl.losofia tomista en la España contemporánea
108
Lógica y filosorta social: Jaime Balmes
109
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
110
Lógica y fllosofia social: Jaime Balmes
111
Historia de la fdosofia tomista en la España contemporánea
112
Lógica y ftlosofia social: Jaime Balmes
113
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
114
Lógica y filosofia social: Jaime Balmes
115
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
7. La armonfa personal
116
Lógica y filosofia social: Jaime Balmes
117
Historia de la filosofía tomista en la España contemporánea
118
Lógica y ftlosofia social: Jaime Balmes
119
Historia de la filosofía tomista en la España contemporánea
120
Lógica y filosofia social: Jaime Balmes
121
Historia de la filosofía tomista en la España contemporánea
122
Lógica y filosofía social: Jaime Balmes
123
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
124
Lógica y fllosofia social: Jaime Balmes
125
Historia de la filosofía tomista en la España contemporánea
126
Lógica y fllosofia social: Jaime Balmes
127
f listoria de la filosofia tomista en la España cuntemporánea
128
Lógica y fllosofía social: Jaime Balmes
129
Historia de la filosofía tomista en la España contemporánea
130
Lógica y fllosofia social: Jaime Balmes
131
Historia de la filosofm tomista en la España contemporánea
132
Lógica y fllosofia social: Jaime Balmes
133
Historia de la ftlosofía tomista en la España contemporánea
haber perecido para siempre ·el solio español con el desastre de Don
Rodrigo a las orillas del Guadalete. Donde se ven reunidos algunos
cristianos para hacer frente a los sectarios de Mahoma, allí se pre-
senta un rey; su trono son los escudos de los valientes que le levan-
tan en alto y le proclaman caudillo; su diadema es su capacete; su
cetro la espada. No obstante, los pueblos le veneran, le tributan
homenaje, y, sin el oropel de grandes palacios ni el esplendor de la
púrpura, recaba de cuantos le rodean sumisión y acatamiento-t&.
Concluye, en cuarto lugar, que la monarquía española es católi-
ca. ·La influencia religiosa ha figurado en el primer puesto en la his-
toria de nuestra patria, y las vicisitudes de tantos siglos no han bas-
tado a borrar de la monarquía española el carácter que se le
imprimió en la cuna•.
Todas las peculiaridades de la monarquía española se explican
por su catolicidad originaría y permanente. ·He aquí dónde buscar-
se debe la primera causa de que entre nosotros haya figurado siem-
pre en primera línea el elemento religioso, y de que el feudalismo
no haya tenido el arraigo y el poderío que en otras partes, y que la
nobleza, las municipalidades y demás instituciones democráticas y la
monarquía misma hayan ofrecido un sello propiamente español y
que, más o menos semejante al de otros pueblos, se haya siempre
conservado de manera que nunca pudiese confundirse ni equivo-
carse-t63. La religión católica es, en definitiva, para Balmes, el alma
de la nación y de la monarquia españolas.
Por último, en quinto lugar, Balmes sostiene que por fidelidad a
su tradición, monárquica y católica, la nación española no puede
quebrantar la unidad nacionaL Afmna que la pérdida de la unidad,
en todos los seres, provoca la pérdida de su misma naturaleza, en
cuanto ya no pueden actuar ni cumplir sus fmes propios. ·Todos los
seres, así que se apartan de la unidad a que están sometidos, pier-
den en cierto modo su naturaleza; porque ésta no consiste precisa-
mente en la esencia que los constituye, sino que abarca todas las
facultades cuyo ejercicio forma el complemento del mismo ser, y le
hace alcanzar el objeto a que está destinado (. .. ) Por esta causa todos
los seres que existen fuera del orden que les corresponde, que han
dejado de estar sometidos a la unidad, se hallan en situación violenta
y forcejean para volver a su estado normal•.
Es fácilmente comprobable esta tesis metafiSica general, porque:
·Sin unidad no hay concierto, sin concierto no hay orden, y sin
orden no pueden subsistir el mundo fisico ni el moral. Éstas son ver-
dades inconcusas, eternas, aplicables a la sociedad como al indivi-
duo. ¿Qué es la virtud? Un orden, un concierto, subordinados a la
134
Lógica y ffiosoflll social: Jaime Salmes
135
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
136
Lógica y filosotia social: Jaime Balmes
137
Historia de la filosofía tomista en la España contemporánea
138
Lógica y fdosor.a social: Jaime Balmes
139
Historia de la filosofía tomista en la España contemporánea
reformas, sino para destruirlo del todo y levantar sobre sus ruinas un
edificio enteramente nuevo-. De alú que: ·Con esta revolución en las
ideas, que afectó profundamente las costumbres, acabaron de disi-
parse los restos de localidad en Cataluña, si algunos quedaban en la
memoria de sus moradores-1".
En la Revolución francesa, por otra parte, hay que buscar los ori-
genes del provincialismo moderno, separatista, que se ha dado en
Barcelona, y que no tiene su origen en el provincialismo histórico.
·Situada Barcelona a las orillas del mar, a las inmediaciones de
Francia, y siendo además un punto muy visitado por toda clase de
extranjeros, natural es que participase más que otras poblaciones de
España de la influencia de las ideas y costumbres que habian adqui-
rido mucha pujanza y extensión en otros paises de Europa, y parti-
cularmente en el reino vecino. Hallándose además esta ciudad muy
adelantada en industria y comercio, y sintiéndose con irresistible ten-
dencia a progresar más y más en dichos ramos a causa del conjunto
de circunstancias favorables (. ..), debió suceder que entrase más fácil-
mente en el movimiento que arrebata a los demás pueblos, supues-
to que en la industria y en el comercio hay no sólo la fabricación y
transporte de los efectos manufacturados, sino que también sirven de
vehiculo para la circulación y propagación de las ideas y costumbres-.
Añade que, además: ·La experiencia de todos los tiempos ha
enseñado que los pueblos industriales y mercantiles se contagian
presto con las enfermedades morales de los otros, que renuncian
con menos trabajo a sus tradiciones y a sus hábitos; que el sello de
su nacionalidad se altera con el roce continuo, y que, situados a
veces a muy poca distancia de comarcas no sometidas a semejante
influencia, son tan diferentes de los moradores de ellas que los hom-
bres parecen de paises y de siglos muy distantes•ao.
Balmes no parece notar que el provincialismo de la Cataluña his-
tórica, el-provincialismo propiamente dicho-t81, no murió. Como ha
señalado Canals: ·La herencia de 1714 ( ...) habia perdurado en la
guerra de Cataluña contra la Revolución francesa y en la guerra de
Independencia y revivia en el tenaz espiritu tradicional de los car-
listas de la montaña catalana.182 • Quizá, porque a nuestro autor le
interesaba defender un •provincialismo legitimo-183, en el que se rea-
f111Il3ba la unidad de la nación española, que veia peligrar en los
otros dos provincialismos, incluso en el histórico, porque la época
habia cambiado y veia necesaria la adaptación.
Sin embargo, Balmes advirtió claramente que la tradición provin-
cialista catalana no fue asumida por el moderno provincialismo
separatista, que de este modo no era auténticamente catalán. El pro-
140
Lógica y fllosofJa social: Jaime Balmes
141
Historia de la filosofía tomista en la España contemporánea
142
Lógica y fllosofía social: Jaime Salmes
143
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
144
Lógica y filosofía social: Jaime Balmes
145
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
146
Lógica y fllosofia social: Jaime Balmes
Notas
t JAIME SALMES, •La palabra ftlosor.a•, en Obrr:Js completas, Madrid, BAC,
1949, 8 vols., vol. vm, pp. 257-259, p. 257.
2 La integridad, seftalada en esta deftnici6n, implica, ademis de la totalidad,
la objetividad. El mismo Balmes explica: ·Es menester advertir cum necesaria
era la limitación que muy de propósito hemos añadido 'y no mis de lo que hay';
porque asi como hay entendimientos cortos y oscuros, que nada aciertan a ver
y distinguir, los hay también demasiado vivaces y puntiagudos que en todo cavi-
lan, que todo lo aguzan, pareciéndose a las cabezas desvanecidas por alg(in
accidente que pretenden ver centellas estando a oscuras, y estar mirando
muchos y variados objetos cuando en realidad no ven nada• (JAIME BALMES,
·La palabra fllosofia·, op. cit., p. 258).
'JAIME BALMES, Fllosofla elemental, en Obrr:Js completas, op. cit., vol. m,
pp. 3-538, Lógica, 1, 1, p. 8.
•id., El Criterio, en Obrr:Js completas, op. cit., vol. m, pp. 551-755, 1, 1, p.
553. Afuma también: .COnocemos mis los hbros que las cosas, y el ser sabio
consiste en saber cosas y no libros- (Id., Pensamientos sobre literatura, ftlosofla,
polfltca y rellgl6n, en Obrr:Js completas, op. cit., vol. vm, pp. 327-347, p. 339.
'lb., 1, 1, nota póstuma, p. 557.
'lb., XXII, 60, p. 754.
1 Id., El CrUerlo, en Obrr:Js completas, op. cit., vol. m, pp. 551-755.
8 Íd., Fllosoflafundamental, en Obrr:Js completas, op. cit., vol. n, pp. 3-824.
'Íd., Filosofla elemental, en Obrr:Js completas, op. cit., vol. m, pp. 3-538.
tolb., Lógica, 1, 1, p. 8.
11 Ib., Prospecto, p. 551. Véase: SANTIAGO PERNÁNDEZ BURILLO, L'artde
pensar bl. Una introduccl6 a]. Salmes, Barcelona, Edicions del Drac, 1991.
12JAJME SALMES, Filosofla elemental, op. cit., 1, 2, p. 8.
147
Historia de la filosofía tomista en la España contemporánea
148
Lógica y filosofia social: Jaime Balmes
149
Historia de la filosofía tomista en la España contemporánea
150
Lógica y fllosor~a social: Jaime Balmes
Ulllb., p. 257.
U91b., p. 259.
UOib., p. 260.
Ullb., p. 261.
wfd., •Mú sobre la situación de España•, en Obras completas, vol. VI, pp.
243-251, p. 249.
""IGNAOO CASANOVAS, Prólogo de la Edición •Balmesfa11Q11, en JAIME
BALMES, Obras completas, op. cit., vol. VI, pp. 183-184, p. 183.
15tJAJME. BALMES, .Si.tuaci6n de España•, en Obras completas, op. cit., vol.
VI, pp. 234-242, p. 236.
USib., p. 240.
Ulilb., p. 235.
mfd, •La religiosidad de la nación española•, en Obras completas, op. cit.,
vol. VI, pp. 185-200, p. 186.
UBib., p. 185.
~lb., pp. 185-186.
1401b., p. 199.
1411b., p. 200.
t.afd., ·El indiferentismo., en Obnls ~ op. cit., vol. V, pp. 131-139, p. 138.
14Sib., p. 132.
1441b., pp. 132-133.
1451b., pp. 138-139.
1461b., p. 134.
t47fd., •La influencia religiosa•, en Obras completas, op. cit., vol. V, pp. 755-
810, pp. 768-769.
1411b., p. 769.
l•lb., pp. 769-770.
1501b., p. 771.
1511b., p. 770.
1521b., p. 772.
lSSib., pp. 770..771.
1541b., pp. 775-776.
1"1b., p. 774.
"'lb., pp. 771-772.
1S71b., p. 776
n•fd., •La religiosidad de la nación española•, op. cit., p. 193.
1"1b., p. 195.
ltolb., p. 186.
t6tfd., •La influencia religiosa•, op. cit., p. 773.
t62fd., •Política extranjera•, en Obras completas, vol. VI, pp. 420-450, p. 426.
t"fd., •La influencia religiosa•, op. cit., pp. 772-773.
t64fd, .consideraciones fllos6fico-políticas-, en Obras completas, op. cit., vol.
VI, pp. 341-356, pp. 341-342.
1"1b., p. 343.
t66fd., .catalufta·, 4 arts., en Obnls ~ op. cit., vol. V, pp. 923-1002, p. 942.
167Jb., art. 1, pp. 929-930.
168IGNASI CASANOVAS, Btografta, en JAIME BALMES, Obras completas, op.
151
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
t69JAIME BALMES, •Barcelona•, 6 arts. en Obrr.ls completas, op. cit., vol.V, pp.
955-1002, p. 974
t70Jb., art. 3, pp. 974-975.
171 Ib., art. 3, p. 9n.
17ZJb., art. 3, pp. 975-976.
173Jb., art, 3, p. 9n.
t74fRANQSCO CANAIS VIDAL, •Elll de septiembre de 1714-, en Crlsttandad
(Barcelona), XXXII/557 (19n), pp. 169-176, p. 176. Véase: Íd., La tradidón cata-
lana en el siglo XV1II. Ante el absolutismo y la ilustración, Madrid, Fundación Elías
de Tejada y Erasmo Pércopo, 1995, pp. 63-80; e íd., Estudio Preliminar, en FRAN-
CISCO DE CASTEU.VÍ, Narraciones blstórlals, Edición de josep M. Mundet y José
M. Alsina, Madrid, Fundación Francisco Elías de Tejada y Erasmo Pércopo, 1997,
vol. I: Antecedentes basta el mnado de carlos o. Reinado de carlos o. Año 1701.
Año 1702. Año 1703. Año 1704. Año 170~ pp. 9-35.
mJAIME BALMES, Barcelona, op. cit., pp. 9n-978.
176Ib., art. 3, p. 978.
tnib., art. 3, p. 979.
178Ib., art. 3, p. 978.
179Jb., art. 3, pp. 978-979.
180Jb., art. 4, p. 980.
IBIJb., art. 3, p. 974 Y p. 979.
tBZfRANCJSCO CANAIS VIDAL, ·Elll de septiembre de 1714-, op. cit., p. 176.
t83JAIME BALMES, •Catalufta•, op. cit., art. 1, p. 930.
184 FRANCISCO CANAlS VIDAL, ·Elll de septiembre de 1714-, op. cit., p. 176.
185JAIME BALMES, ·La religión en Espafta•, en Obrr.ls completas, op. cit., vol.
VI, pp. 439-446, pp. 445-446.
186Jb., p. 446.
tB7Íd., •La unión y el Dos de mayo-, en Obras completas, op. cit., vol. VII,
pp.635-640, pp. 636-637.
t•]UAN B. VALLET DE GOYTISOLO, Rejle:Jdones sobre Cataluña. Religación,
Interacción y dialéctica en su historia y en su derecho, Barcelona, Fundación
Caja de Barcelona, 1989, p. 229.
t89JAIME BALMES, •La religión en Espafta•, op. cit., p. 446.
190JAIME BALMES, •Pío IX•, en Obras completas, op. cit., vol. VII, pp.
945-1003, p. 1000.
1' 1Íd., •La religión en Espafta•, op. cit., p. 446.
t92fd., ·La prensa•, en Obras completas, vol. V, pp. 512-527, p. 514.
1"Íd., •Pío IX•, op. cit., p. 1001. •La vida del género humano, ¿no envuelve
una transformación continua'- (ib.).
tMíd., •La religión en Espafta•, op. cit., p. 446.
1"Íd., •Pío IX•, op. cit., p. 1000. •Los hombres religiosos no deben entusias--
marse por una causa sólo porque oigan los gritos de libertad y fraternidad; pero
tampoco deben hacerlo porque oigan orden y conservación. Lo que debemos
buscar y amar, siempre y en todo, es la verdad y el bien• (ib., p. 1001).
1"lb., p. 1001. ·La anarquía es una cosa horrible, pero no es bello por cier-
to el despotismo; la revolución destruyendo ofrece un especticulo desastroso,
pero el poder oprimiendo presenta también un cuadro repugnante• (ib.).
I97Jb., p. 1000.
152
Lógica y fllosofia social: Jaime Balmes
153
111. FILOSOFÍA MORAL Y FILOSOFÍA POLÍTICA:
JOSÉ TORRAS Y BAGES
154
Filosor~a moral y fll.osofía política: José Torras y Bages
155
Historia de la filosofía tomista en la España contemporánea
156
Filosofia moral y fllosofia política: José Torras y Bages
157
Historia de la ftlosofta tomista en la España contemporánea
158
Filosof~a moral y fllosofia política: José Torras y Bages
159
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
160
Filosofia moral y ftlosofJ.a política: José Torras y Bages
3. El espfrltu de la modernidad
Afirma insistentemente Torras y Bages que: ·El Regionalismo y el
Renacimiento son antitéticos-32. Contrapone totalmente el regionalis-
mo, que nace y se desarrolla en la Edad Media, con el Renacimiento,
con sus posteriores consecuencias de los absolutismos y las revolu-
ciones. Considera que la revolución es •Una pura y estéril negación,
es un disolvente poderosisimo; no es el sentimiento de amor que
fecunda y engendra, es la torpfsima pasión del odio que mata•.
El espiritu de la revolución animaba ya al Renacimiento. La revo-
lución, por consiguiente: •No es una institución indigena, nacida
espondneamente en el seno de la sociedad humana en estas o en
aquellas circunstancias históricas, en esta o en aquella región; no es
fruto de una generación ni raza; no es la encarnación de una civili-
zación determinada·.
161
Historia de la filosofia tomista en la España mntemporánea
162
Filosofta moral y ftlosofia política: José Torras y Bages
163
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
164
Filosofia moral y filosofia política: José-Torras y Bages
165
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
166
Filosofia moral y ftlosoflll política: José Torras y Bages
167
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
168
Filosofia moral y filosofia política: José Torras y Bages
4. El bilemoifismo social
169
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
170
Filosor~a moral y fllosofia política: José Torras y Bages
5. Cristianismo y tomismo
171
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
172
Filosof"1a moral y fllosofia política: José Torras y Bages
173
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
174
Filosofia moral y ftlosofia política: José Torras y Bages
175
Historia de la filosofía tomista en la España contemporánea
176
Filosofia moral y fJlosofia política: }osé Torras y Bages
6. Unidad y pluralidad
177
Historia de la filosofia tomista en la España <."ontemporánea
178
Filosor~a moral y ftlosor~a política: ]osé Torras y Bages
179
Historia de la fllosofJ.a tomista en la España contemporánea
hombre y los que viven según Dios. Y los hemos designado figura-
damente con el nombre de las dos ciudades, esto es, dos socieda-
des humanas-no.
Esta clasificación de los hombres en dos grupos, según como
hayan ordenado su vida personal, se fundamenta en dos amores
opuestos. En el conocido texto en que las contrapone, se lee: ·Dos
amores han dado origen a dos ciudades: el amor de si mismo hasta
el desprecio de Dios, la temma; y el amor de Dios hasta el despre-
cio de si mismo, la celestial-.
El amor desordenado de si mismo o egoismo, causa de todo peca-
do, lleva a la aversión a Dios. El egoismo es como una conversión a
si mismo, el tomarse como el fin absoluto de la propia vida, en el
valor supremo. Por ello, clir.i san Agustin de las dos ciudades: ·La pri-
mera se gloña en sí misma; y la segunda se gloña en el Seiior.
Aquélla solicita de los hombres la gloria; la mayor gloria de ésta se
cifra en tener a Dios como testigo de su conciencia•111 • Por la bús-
queda desordenada de todos los bienes, los que pertenecen a la ciu-
dad edificada en el amor propio desordenado, caen en el vicio de la
soberbia, en el deseo inmoderado de encumbramiento o excelencia.
Para Torras y Bages: •Nuestro tiempo es tiempo de soberbia y
como consecuencia, de falta de reflexión y de mucha ligereza inte-
lectual; solamente hace caso de las cosas grandes, del ruido, de la
vanidad, del colorido, de lo que hiere a los sentidos; y, por esto las
cosas del espíritu no las sabe entender (. .. ) Y que el vicio dominan-
te y capital de nuestro tiempo es la soberbia, se demuestra obser-
vando cómo el mundo se contradice a si mismo; pues predica que
quiere ser popular y amigo del pobre y del trabajador, y, no obs-
tante, aborrece y se avergüenza de lo popular, de lo sencillo, y todos
quieren ir por las alturas y hacerse el sabio-112•
A la soberbia le sigue lo que en nuestros dias se denomina •pen-
samiento débil·, que se considera propio de la posmodernidad. ·El
gran mal moderno es la flojedad. Todo es flojo hoy en dia ( ...) Una
inmensa vanidad se ha apoderado del mundo; la vanidad y la floje-
dad son hermanas y suelen ir juntas-113.
Una importante consecuencia de esta situación es la siguiente: ·La
Iglesia de los intelectuales es la Babtlonla de la conjusl6n, ni se
entienden entre si, ni se pueden entender, es una escuela sin maes-
tro, o mejor dicho, es una escuela en que todo el mundo quiere ser
maestro y los maestros que llegan a imponerse lo son solamente por
la moda. Es una de las grandes manifestaciones de la vanidad
humana, capaz de excitar la curiosidad, de entretener la ociosidad,
pero no de satisfacer a la humanidad-11-'.
180
FilosoFta moral y fJ.losofia política: José Torras y Bages
181
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
182
FilosofJa moral y filosofJa política: José Torras y Bages
183
Historia de la filosorta tomista en la España contemporánea
184
Filosofia moral y fdosofia política: José Torras y Bages
185
Historia de la filosofía tomista en la España contemporánea
186
Filosofta moral y ftlosofia politica: José Torras y Bages
lidad del poder, bajo las maternales alas de la Iglesia, se crió la socie-
dad europea, se fonnóla civilización que aún disfrutamos, hasta que
el Renacimiento trajo los gérmenes del cesarismo redivivo, y con
ellos la extinción de la libertad popular y el establecimiento del
absolutismo monárquico-135.
De este modo se explica que: ·Los enemigos del Catolicismo que
quisieran expelerlo de nuestra intima constitución, van casi siempre
denigrando la patria, suponiéndola la más infeliz de las naciones, y
a nuestra historia una historia de ignominia; atribuyendo ellos todos
los males a la Iglesia; ¡como si Espafta no ocupara un lugar eminente
entre las pocas naciones que en distintas épocas ha:n acaudillado el
movimiento internacional de la civilización cosmopolita, y como si
su espúitu y su lengua no fueran aún hoy predominantes en gran
parte de los pueblos del mundo civilizadol·t36,
Toda la posición de Torras y Bages queda sintetizada en este
principio: ·Los cristianos nunca admitirán aquel ya rancio principio
del parlamentarismo moderno de que una mayoria pueda volver
blanco lo negro ni negro lo blanco, hacer justo lo injusto e injusto
lo justo-137.
En la actualidad, la misma racionalidad y toda libertad tienen que
ser defendidas por la Iglesia, porque: •Razón y libertad son dos atri-
butos esenciales a la naturaleza humana, y no obstante son sacrifi-
cados por los naturalistas modernos en su furor homicida. El princi-
pio evangélico qut amat, perdel, queda hoy dia palmariamente
demostrado. El amor desordenado del hombre, la idolatria del hom-
bre, lleva a la perdición del hombre. La razón humana es destrona-
da por la ciencia moderna, se le niegan los derechos de reina; des-
pués de haberla querido hacer independiente de Dios, ahora se la
sujeta al plebiscito de los sentidos; la naturaleza hizo monárquico el
régimen interior del hombre, constituyendo a la razón señora, pero
los naturalistas quieren que sean los sentidos los que lo gobiernen•.
Igualmente, añade: ·La libertad civil es pisada también por los
naturalistas cuando llegan a apoderarse del gobierno de la nación,
ellos que quJsieron hacer al hombre moderno independiente de la
Iglesia, le hacen esclavo de la secta, cumpliendo nuevamente de esta
manera lo que tantas veces se ha visto en el decurso de las genera-
ciones humanas, que cuando el hombre huye del dominio de Dios
cae bajo la tirania de Satams-t58,
Además de la defensa de la razón y de la voluntad, un tercer
rasgo esencial y caracteristico de Torras y Bages, en su reflexión
sobre las cuestiones antropológicas, es la valoración del amor per-
sonal. Sostiene que: •El amor suaviza las relaciones y da unidad y
187
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
188
Filosofia moral y filosofia política: José Torras y Bages
del Espúitu Infinito. La actual herejia, alrededor del fuego del amor
que naturalmente brota del corazón del hombre, le pone una cerca,
la cerca de la carne; fuera de la carne no quiere ver nada más en sus
relaciones con los hombres entre si, y la carne no es un combusti-
ble suficiente para mantener el fuego sublime del amol'»142.
El naturalismo de la modernidad ha debilitado de tal manera la
energía moral del hombre, que es más necesario que nunca el auxi-
lio sobrenatural de la gracia. •Estamos en un siglo de refinamientos,
la vida material se ha suavizado hasta robar las energías del espúi-
tu. Alma y cuerpo tienen una mutua influencia y, por lo tanto, si el
alma encuentra un cuerpo viciado por las delicias materiales aunque
no sean ilicitas, el hombre no estará en disposición de emprender
las grandes obras de la vida cristiana, las sublimes obras de la vir-
tud, que exigen un esfuerzo y una fuerza no puramente humana,
sino una energia divina, o sea el auxilio de la gracia(. ..) ¡La gracia
de Dios! He aqui ( ...) la gran necesidad humana, la perenne necesi-
dad que el siglo soberbio y rebelde, no quiere reconocer-te.
9. El sufrlmtento y el amor
189
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
190
FilosofJa moral y filosofía política: José Torras y Bages
191
Historia de la filosofía tomista en la España contemporánea
192
Filosorm moral y fllosorm política: José Torras y Bages
193
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
194
Filosorta moral y fllosofia política: José Torras y Bages
195
Historia de la filosofía tomista en la España contemporánea
196
Filosotia moral y fllosoflll política: José Torras y Bages
Notas
197
llistoria de la filosofia tomista en la España contemporánea
Completes, op. cit., vol. IX, pp. 432-441, p. 439. Para Torras y Bages, por consi-
guiente, varios pueblos o naciones, en un determinado proceso histórico, pue-
den haberse unido, constituyendo no sólo un único estado, sino también una
unidad nacional o de pueblos.
161b., p. 437.
t7Íd., lA '1Wullc16 catalana, op. cit., p. 11. Torras y Bages no asume la teo-
ña rom4ntica de la nación, forjada por el idealismo, que establece el llamado
principio de las nacionalidades, o el derecho de cada nación a la independencia
y a constituirse en estado, tal como elaboraron los rom4nticos alemanes. Según
esta concepción: •El sujeto de la Historia es la nación, un fenómeno a la vez
único, 'natural' y 'objetivo'. La nación se sitúa por encima de los individuos que
la componen y sus miembros poseen caracteñsticas mentales comunes, que son
objetivamente discriminables y que los distinguen de los no miembros. La misma
'naturaleza' ha ordenado esta individualidad cultural, y una buena prueba de ello
son las diferencias de lengua, costumbres, instituciones, descendencia y religión•.
De estas diversidades externas se infiere la existencia de: ·Un 'espíritu' distintivo
de la nación, con su propio poder causal independiente. Este espíritu une las
partes de una nación en un 'todo' org§.nico, que vuelve un agregado de indivi-
duos y elementos en un patrón inconsútil único, del que a su vez las partes
dependen para su vida y forma• (ANIHONY D. SMITH, Las teorias del nactona-
ltsmo (Trad. esp. de U. Flaquer de 7beorles of Naltonaltsm, Londres, Gerad
Duckworth and Co. Ud., 1871), Barcelona, Ediciones Península, 1976, p. 43).
tBJOSEP TORRAS I BAGES, lA 'IWultctó catalana, op. cit., p. 389.
1'Ib., p. 94.
20 Ib., p. 67.
198
Filosofia moral y fdosofia política: José Torras y Bages
,.,lb., p. 91.
5llb. 134.
521b., p. 389.
»lb., pp. 92-93.
54RAFAEL GAMBRA CIUDAD, Bso que llaman estado, Madrid, Ediciones
Montejurra, 1958, pp. 67-130, p. 70.
"Id., .m acercamiento a la persona•, en Arbor (Madrid), 2 (1944), pp. 215-
226; en id., Bso que llaman estado, op. cit., pp. 19-36, p. 19.
-"lb., p. 23.
57 lb., p. 24. Después de la crisis del racionalismo y del idealismo: •Los prin-
cipios puramente racionales y cuantitativos de la ciencia no se miran ya mis que
como b#p61esis de trabajo, necesarias para su objeto, pero que en modo alguno
agotan la realidad ni responden a la vida· (lb., pp. 24-25).
.. Para Gambra, los dos principios nucleares del existencialismo, tomados
de la modernidad -el antropológico del·encermr.se el hombre en sí mismo- y
el de la asunción del•imperativo moderno de 'bastarse a si mismo'-, cerra-
ron la fdosofia existencial sobre si misma, impidiéndole el camino hasta la
metafisica trascendente. Ademis, le condujeron a la desesperación pesimista o
a la desesperación asumida y alojada sin aflicción en el nihilismo. De este
modo, no se ha podido aprovechar la doctrina del compromiso y la domesti-
cación (d. RAFAEL GAMBRA, .m acercamiento a la persona•, op. cit., pp. 26-
28). En nuestros dias, al agudizarse la crisis de la modernidad, el existencialis-
mo -y el más pesimista y desesperado- ha reaparecido, depurado de sus
consecuencias sociales y politicas, en una nueva versión del pensamiento de
Nietzsche, que se le conoce como fdosofia posmoderna. Esta integración, que
se ha dado en la actualidad, ha sido posible por el n(Jcleo nihilista de estas dos
fdosoftas. Seg(Jn Gambra, las tesis de la inmanencia de la persona y de su auto-
suficiencia no son ni los principios ni las consecuencias lógicas de la doctrina
del compromiso ni de todo lo que implica.
»id., El s11enc1o de Dios, Buenos Aires, übreria Huemul, 1981, 3• ed., p. 22.
401b., pp. 22-23.
4llb., p. 23.
42 1b., p. 28.
451b., p. 29. Véase: RAFAEL GAMBRA CIUDAD, •Rebelión y revolución en la
obra de Camus-, en Nuestro Tiempo (Pamplona), 69 (1960), pp. 120-130.
44fd., El silendo de Dios, op. cit., pp. 30-31. En la modernidad, como con-
secuencia de la desvinculación del hombre con la realidad, ésta fue vista como
un espectjculo. Tal contemplación extrinseca, comenta Garnbra: •Engendró en
los albores de nuestra época una actitud desconocida en las anteriores como
fenómeno general: el turismo, esa actividad individualista y extñnseca que se
desarrolla sobre un valor también desconocido hasta entonces: el valor de lo
pintoresco ( ...) mturista busca siempre lo diferencial, lo tipico y localizado, es
decir, lo comprometido y vinculado a un tiempo histórico, a una situación, a un
espacio concreto- (lb., pp. 31-32). Véase: RAFAEL GAMBRA CIUDAD, .m huma-
nismo de este tiempo indigente•, en Nuestro Tiempo (Pamplona), 54 (1958), pp.
665-668.
45fd., El silendo de DIOS, op. cit., p. 32.
46 Ib., pp. 32-33.
199
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
200
Filosofia moral y fllosofia politica: José Torras y Bages
"lb., p. 117.
•lb., p. 122.
8l lb., p. 119.
121b., p. 61.
151b., pp. 110-111.
IMSAN'J'O TOMÁS, Summa 'Ibeologlae., 1, q. 1, a. 8, ad 2.
eslb., 1, q. 2, a. 2, ad 1.
"JOSEP TORRAS 1 BAGES, .consideraciones sociolc)giques sobre el regic>
nalismea op. cit., p. 355.
17 SANTO TOMAS, Summa 7beologtae., 1-n, q. 109, a. 3, in c. ·La gracia con-
forma con la naturaleza, y obra diferentemente en cada individuo- (JOSEP
TORRAS 1 BAGES, .COnsideradons socials i politiques sobre el regionalismea,
op. cit., p. 473).
•JOSEP TORRAS 1 BAGES, •De la ciutat de Déu i l'Evangeli de la pau•, en
Obres completes, op. cit., vol. 1, pp. 4-55, p. 34.
•Id., la 'D'adtctó catalana, op. cit., p. 110.
"'SANTO TOMÁS, Summa 7beologlae, I-n, q. 105, a. 1, in c.
''JOSEP TORRAS 1 BAGES,la 'D'adtctó catalana, op. cit., p. 277.
liZib., p. 163. •La Orden de Santo Domingo es la expansión de la reconcen-
tración monacal, que en los anteriores siglos de la Edad Media conserva los ele-
mentos civiles y cientificos de la Antigüedad y fue como el depósito de la tradi-
ción romana, heredera de todas las antiguas civilizaciones, y, por consiguiente,
humanistica en grado superlativo. El humanismo no es un ~. sino un bien de
orden natural• (ib., p. 165). Los caracteres esenciales dominicanos son el -tem-
peramento asimilador- y el-espúitu de libertad· (pp. 165-166).
"lb., p.m.
Mlb., pp. 163-164.
"PRANOSCO CANAIS VIDAL, -catalanismo y tradición catalana•, en
Crls#andad (Bm:elona), 362 (1961), pp. 86-90, p. 89.
"JOSEP TORRAS 1 BAGES, la 'D'adtcló catalana, op. cit., p. 295.
P7fRANOSCQ CANAIS VIDAL, .Sugerencias sobre la tradición catalana•, en
Crls#andad (Ban:elona), 425-426 (1966), p. 146.
"JOSEP TORRAS 1 BAGES, la '1hldlc16 catalana, op. cit., p. 170.
"lb., pp. 156-157.
lOOib., pp. 276-277.
tOlVéase: PRANOSCO CANAIS VIDAL, la tradtclón catalana en el siglo
XV1l1. Ante el absolutismo y la llustrr.IC16n, Madrid, Fundación Francisco Elias de
Tejada y Erasmo P&copo, 1995. p. 9.
••JOSEP TORRAS 1 BAGES, la 'D'adtctó catalana., op. cit., p. 306.
lOJib., p. 121.
JOflb., p. 64.
tOJfRANOSCO CANAIS VIDAL, -catalanismo y tradición catalana•, op. cit.,
p.89.
tOIIJOSEP TORRAS 1 BAGES, la '1hldlc16 catalana., op. cit., p. 111.
171b. p. 476.
1
id, oConsideracions sodals i po1itiques sobre el regionalismeo, op. cit., p. 437.
1GB
tOJVéase: ALJUANDllO RAMOS, la Clut:lad de Dios en Santo 7bm4s de
.Aquino. Bstudlo de eclesfologfa tomt.sts, Buenos Aires, Universidad PASTA, 1997.
201
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
11'Ib., p. 25.
120Ib., p. 21.
202
Filosofia moral y fllosofia política: José Torras y Bages
"'Íd., .Sant Tomis i Ueó Xln•, en Obres completes, op. cit., vol. vm, pp. 220-
225, pp. 224-225.
UPid., •Lo eterno y lo variable del cuerpo social•, en Obres completes, op. cit.,
vol. V, pp. 271-307, pp. 303-304.
t411fd., ·Influencia de la devoción al sagrado Corazón de Jesús en los tiempos
modernos-, en Obres completes, op. cit., vol. V, pp. 3-47, p. 46.
t4tfd., «Consagracio dels bornes al Sagrat Cor de Jesús-, en Obres completes,
op. cit., vol. 1, pp. 133-146, pp. 136-137.
t4Zfd, •L'amor tipico, en Obres completes, op. cit., vol. m, pp. 7-27, pp. 10-11.
t45fd., -Consagrado dels bornes ál Sagrat Cor de JesOso, op. cit., p. 136.
t44fd., ·De la ciutat de Déu i l'evangeli de la pau•, op. cit., p. 23.
t4Sfd., •La ci~ncia del patü-, en Obres completes, op. cit., vol. IX, pp. 203-230,
pp. 211-212.
t46fd., .Culte de la cam•, en Obres completes, op. cit., vol. m, pp. 191-225, p.
207.
t47fd., •La ci~ncia del patir-, op. cit., p. 212.
141BOECIO, De Consolattone Pbtlosopblae Ltbrl qutnque, ML 63, pp. 579-
862, p. 724.
14PJOSEP TORRAS 1 BAGES, •La ci~cia del patir-, op. cit., p. 212.
HOib., p. 211.
1' 1Ib., p. 214.
l52Ib., p. 211.
155Ib., p. 227.
154Ib., p. 219.
1"Ib., p. 220.
1"Íd., •La música educadora del sentiment•, en Obres completes, op. cit., vol.
1, pp. 205-221, p. 220.
157Jb., pp. 219-220.
UBib., pp. 212-213.
"'Íd., •L'amor tipic•, en Obres completes, op. cit, pp. 7-8: •Es evidente que lo
m4s humano del hombre, que es el sentimiento, o el amor, que se cria en la
confluencia del alma y del cuerpo, que participa del espirito y de la carne, el
amor para engrandecerse, para extenderse y comunicarse, para universalizarse,
que el hombre para caminar por las vias del amor, para vivir una vida de amor,
necesita una influencia divina. La secularización del amor significa ya no sola-
mente su desnaturálización, sino también su extinción• (ib., p. 10).
t60fd, lQ tradtcló cat41ana, op. cit., p. 196. Afirma, por ejemplo: •La acción
politica, sociál y legislativa de Jaime 1 el Conquistador, es la realización y pdc-
tica, en el orden pOblico, de la doctrina y el criterio que formuló de una mane-
ra insuperable el excelso Doctor, que ya en vida fue llamado luz del mundoo
(ib., p. 197).
t6tfd., •Panegirico de Santo Tomis de Aquino-, en Obres completes, op. cit.,
pp. 68-69.
162PÍO X,
Motu Proprio Doctorls.A.ngelict, AAS 6 (1914), p. 37. Véase: E. POR-
MENT, •La redacción de las XXIV Tesis tomistaso, en Cristiandad (Barcelona),
LIJ/763 (1995), pp. 19-22; y el reciente clarificador y sugerente estudio: FRAN-
CISCO CANALS VIDAL, -Génesis histórica de las XXIV tesis tomistaso, en .Anales
de la Fundad6n Francisco Blfas de 'nl}ada (Madrid), m (1997), pp. 47-63.
203
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
t65Ib. En 1907 babia escrito Pio X: •Y a los Maestros los exhortamos a que
tengan fijamente presente que el apartarse de Santo TornAs, principalmente en
las cuestiones metafiSicas, no se had nunca sin grave detrimento- (Enciclica
Pascendt, AAS 40 (1907), p. 640).
164ABELAROO LOBATO, .Santo Tomú de Aquino en el magisterio de la
Iglesia desde la 'Aetemi Patris' a Juan Pablo ll•, en Alt1 del V1I1 Congnsso
Tomtstlco Int.emaztonale, PontifiCia Accademia di S. Tommaso, Libreria Editrice
Vatiacana, 1981, vol. m, pp. 7-28, p. 17.
1"JOSEP TORRAS 1 BAGES, .carta sobre el 'Motu proprio' de Pio X 'Doctoris
angelici nell\Ot, en Obres compleles, op. cit., vol. vm, pp. 156-159, pp. 156-157.
1"Ib., p. 158.
167 Ib., p. 157.
•"id., la tradlcló catalana, op. cit., pp. 192-193.
••lb., p. 192.
170Ib,, p. 195.
171Ib., p. 428.
tnid., •Panegirico de Santo TornAs de Aquino-, op. cit., p. 69. •Adquiriréis con
ella mis ciencia en un año de estudio, que con los dernis libros en toda la vida,
según la expresión del papa Juan XXII• (ib., pp. 68-69).
204
N. METAFÍSICA DE LA UBERTAD:
FRANCISCO MARÍN-SOLA
205
Historia de la filosorlll tomista en la España contemporánea
206
Metatisica de la libertad: Francisco Marin-Sola
207
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
208
MetafiSica de la libertad: Francisco Marín-Sola
209
Historia de la filosoflll tomista en la España contemporánea
210
MetafJSica de la libertad: Francisco Marin-Sola
211
Historia de la filosofía tomista en la España contemporánea
212
Metaf'tSica de la libertad: Francisco Marin-Sola
213
Historia de la filosofía tomista en la España contemporánea
214
MetaflSica de la libenad: Francisco Marín-Sola
215
Historia de la filosoFta tomista en la España contemporánea
miento que tiene de la esencia de todas las cosas, sin depender toda-
via de su voluntad; y cfencfa libre, que es la que posee de lo que
depende ya de su voluntad, tanto de las cosas reales, que ha queri-
do que existan, como de las posibles, que no ha· querido darles exis-
tencia real. De las existentes tiene ciencia de vistón, que es así de
todo lo existente, pasado, presente o futuro, bueno y malo, contin-
gente y libre; de las meramente posibles, porque no existen ni exis-
tirán, porque Dios no quiere, tiene ciencia de stmple inteligencia.
Hay: •Finalmente, una tercera, una ciencia media, por la cual,
desde la altísima e inescrutable comprehensión de todo libre arbi-
trio, en su esencia, ve qué haría, en uso de su innata libertad, si
fuese puesto en esta o en aquella situación o en cualquiera de las
infmitas situaciones en que puede encontrarse, a pesar de que
podría, si quisiera, hacer exactamente lo opuesto•40• Tiene, por tanto,
por objeto los futuros condicionados libres, que son los que no exis-
ten ni tampoco existirán, pero sí existirían si se diesen unas condi-
ciones determinadas·n.
La ciencia media no es de simple inteligencia, ya que no tiene
por objeto meras cosas posibles, que son siempre necesarias, sino
objetos libres. Tampoco es ciencia de visión, porque tales objetos no
dependen de Dios sino de la libertad de la criatura. Es una ciencia
intermedia entre la de simple inteligencia, o de lo posible, y la de
visión, o de lo real, ya que participa de ambas. De manera que entre
lo posible y lo existente, se coloca lo posible libre.
Ha notado Canals que: •El infalible conocimiento de un acto libre,
es decir, realizado por un agente que podría no realizarlo o realizar
otro, se resuelve en cuanto a los futuros no absolutos, en la infali-
bilidad de la ciencia media. En cuanto a ésta, la funda Molina en la
supercomprensión de la voluntad creada por la que el entendimien-
to divino infmito conoce lo que libremente haría en tales circuns-
tancias•. Sin embargo, ·La explicación de la ciencia media por super-
comprensión de la voluntad creada•, como ya advirtió Suárez y otros
jesuitas •establecía un determinismo de las circunstancias-42.
Al ocuparse de la predestinación, segunda tesis teológica, que se
apoya en la filosófica de la ciencia media, Molina comienza tratan-
do el atributo de providencia de Dios. ·La providencia divina no es
otra cosa que la disposición o previsión ordenada de las cosas a sus
fmes, existente en la mente divina, con intención de llevar a efecto
su cumplimiento, ya por sí mismo, ya también por medio de las cau-
sas segundas-43.
No incluye la consecución del fin, basta la ordenación. Como
comenta Ocaiia: ·Providencia es ver con anterioridad -prever-,
216
MetaflSica de la libertad: Francisco Marín-Sola
217
Historia de la filosof'ta tomista en la España contemporánea
218
MetaflSica de la libertad: Francisco Marín-Sola
cual orden del universo, que Dios escoge libremente. Pero ( ...) viene
a entenderse el curso de las cosas como teniendo en si una cone-
xión que Dios conoce pero no pones'.
Si surge esta dificultad por el lado de Dios, también aparece otra
por el del ser humano. Puede decirse que: •Históricamente el moli-
nismo se nos presenta como una reacción al determinismo luterano;
su punto de vista inicial, en la solución al problema de la Concordia,
es salvar la libertad del hombre de los ataques de Lutero-. El bañe-
cianismo aparece, en cambio, como una reacción al molinismo, que,
a su parecer, concede demasiado al libre albedrío en detrimento de
la dignidad y eficacia de la causalidad divina54.
Sin embargo, como ha señalado Canals: •En realidad Molina bus-
cando explicar el movimiento del libre albedrío, y creyendo para
ello necesario negar un dominio divino previo y predetenninante,
redujo la libertad creada a necesidad natural, en la misma medida en
que la emancipaba de la libertad divina.S5 .
Al determinismo luterano, que se presentaba fundado en la tra-
dición agustiniana, también respondieron otras dos escuelas, nacidas
como el molinismo en el catolicismo, pero con notables diferencias
esenciales entre si: el bañecianismo y el jansenismo. Ambas, en
nombre de la doctrina de santo Tomás y de la de san Agustin, se
enfrentaron a la respuesta molinista; en el fondo, por su concepto
de libertad, que consideraban antitéticamente irreductible con el de
la tradición. En definitiva, en el centro de las controversias De au.xi-
ltfs, de finales del siglo XVI y principios del XVII, estuvo el proble-
ma de la libertad.
3. La solución tomista
Explica también Marin-Sola que a estas cuatro tesis molinistas,
Báñez presentó otras cuatro completamente distintas e irreductibles.
Su intento fue defender dos tesis filosóficas fundamentales: la pre-
moctón jfstca, enfrente del concurso simultáneo, en el orden de la
ejecución, y los decretos dtvinos predeterminantes, enfrente de la
ciencia media, en el orden de la intención. A su vez otras dos teo-
lógicas, basadas en ellas respectivamente: la eficacia intrínseca ek la
gracia, en cuanto a la ejecución, y la predestinación antes ek los
méritos previstos, en cuanto a la intención.
Según Marin-Sola estas cuatro tesis de Báñez, opuestas a las moli-
nistas, son las propias del tomismo. •El edificio de defensa y ataque,
que Báñez y sus primeros compañeros antimolinistas opusieron a la
219
Historia de la filosoFta tomista en la España contemporánea
220
Metafisica de la libertad: Francisco Marín-Sola
221
Historia de la filosofía tomista en la España contemporánea
4. La moci6n divina
222
MetafJSica de la libertad: Francisco Marín-Sola
223
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
fmes. •Pero mientras que los seres necesarios no pueden por sí mis-
mos salirse jamás del orden de esas leyes y mociones, el ser libre
puede por sí mismo salirse de las leyes y mociones divinas que
miran al bien honesto y que le obligan en todos sus actos libres,
aunque no pueda jamás salirse de la ley y moción generalísima de
querer el bien•.
El que las criaturas reciban las mociones de Dios para poder actuar,
no implica, por tanto, que éstas ya no se rijan por leyes, pero tamp<r
co que, por seguir estas leyes, dejen ya de ser gratuitas. •Para que un
don sea completamente gratuito basta que el donante, al decretar
darlo, no tuviese obligación alguna, de darla, ni que, por tanto, tuvie-
se derecho alguno a recibirla aquel a quien se decrete dar-64.
Ley y gratuidad no son incompatibles. Así, por ejemplo, se puede
dar una limosna sin fijar orden o ley, o también fijando libérrima-
mente algún orden o ley a su distribución. Alguien: ·Sin tener obli-
gación ninguna de dar limosna, y sin establecer ley, ni plan, ni orden
alguno en la manera o tiempo de darla, va por la calle repartiendo
el dinero a capricho, como suele decirse-. Otro: ·Aunque tampoco
tenga obligación alguna de dar limosna, y, por tanto, puede darla a
quien quiera y cuando quiera, sin embargo, se fija o establece libé-
rrimamente un orden en la distribución de las limosnas, decretando
darla en tales días y no en otros; a tal clase de personas, y no a otras;
en tales circunstancias, y no en otras. Es evidente que mientras ese
orden sea establecido libérrimamente por el donante mismo, y mien-
tras no ponga como condición para recibir su don algo que sea
mérito, o derecho, o título a recibirlo, el don es completamente gra-
tuito-65.
Sin tampoco afectar a su gratuidad, incluso las mociones pueden
considerarse como debidas, en cuanto a su relación con la naturale-
za de las cosas. •Las mociones naturales, aunque gratuitas en su raíz,
que es la creación libre de los seres por Dios, pueden llamarse, y se
llaman, debidas a la naturaleza de las cosas, una vez puesta la crea-
ción. La razón es que en la naturaleza misma de esas cosas hay una
verdadera potencia e tncltnactón a sus efectos, y, por tanto, a las
mociones divinas, y Dios se debe a sí mismo el no dejar sus obras
a medias o sin completarlas-66. En las mismas naturalezas está ins-
crita una ley respecto a las mociones.
Marín-Sola, fiel a santo Tomás, sostiene que: •Dios no debe nada
a ninguna de sus criaturas. Libre y gratuitamente las crió; libre y gra-
tuitamente las conserva, libre y gratuitamente las promueve a obrar.
Pudo crearlas o no crearlas. Aun después de creadas, puede con-
servarlas o aniquilarlas. Aun después de creadas y conservadas en el
224
MetafJSica de la libertad: Francisco Marín-Sola
225
Historia de la ftlosofta tomista en la España contemporánea
226
Metafisica de la libertad: Francisco Marín-Sola
227
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
5. La eftcacia de la gracia
228
Metafísica de la libertad: Francisco Marín-Sola
229
Historia de la ftlosofia tomista en la España contemporánea
230
MetaflSica de la libertad: Francisco Marín-Sola
231
Historia de la filosofía tomista en la España contemporánea
232
MetafiSica de la libertad: Francisco Marín-Sola
233
Historia de la filosofía tomista en la España contemporánea
234
Metafisica de la libertad: Francisco Marín-Sola
235
Historia de la filosofía tomista en la España contemporánea
eficaz-99. En cambio, con la gracia eficaz -al igual que con la gracia
inefable de la perseverancia final y con la gracia de la justificación-,
por ser gracia eficazmente infalible para actos dificiles, no cabe
impedimento y ningún hombre puede hacer menos que otro.
Se puede, por consiguiente, formular el siguiente principio fun-
damental: ·El hombre no puede ser jamás causa primera de nada
bueno. No puede ser, por tanto, causa de ningún bien sin que le
premueva Dios, ni hacer mis bien que aquel a que Dios le pre-
mueva. No puede, en consecuencia, discernirse a sí mismo de otro
en el bien (. .. ) Puede (. ..) discernirse a sí mismo de otro en cuanto
al mal, o en cuanto a hacer menos bien·100, ya que recibe gracias
suficientes, que son impedibles.
Desde este principio se comprende el sentido del famoso texto
de la Escritura: •¿Quién te distingue? ·¿Qué tienes que no hayas reci-
bido?·101. Si no pone impedimento, el hombre: •No hace ni más ni
menos que a lo que le mueve Dios. No tiene, pues, nada que no
haya recibido de Dios, puesto que no tiene nada sino aquello a que
ha sido premovido por Dios-. No hay, por tanto, por su parte, dis-
tinción en el bien. Es siempre Dios que distingue un hombre de otro
en la línea del bien.
No parece que, por el contrario, pueda entenderse así, en el moli-
nismo, porque, con el concurso simultáneo indiferente, el hombre al
obrar bien, haría aún mucho más de a lo que Dios le mueve. Tendría
así algo no recibido de Dios y, con ello, se distinguiría a sí mismo
en el bien.
Si, en cambio, este mismo hombre hizo el mal, aun con la misma
moción a obrar bien que antes: ·Puso impedimento a la moción ora
desviándola u obrando mal cuando debía obrar bien, ora paralizán-
dola o no obrando cuando debía obrar, sin que para eso necesitase
premoción alguna nueva, pues para el mal, para no obrar, para
poner impedimento, para hacer menos de a lo que Dios mueve, la
criatura es causa primera.. En este caso, es el hombre quien se dis-
tingue de otro en la línea del mal.
La causa de la distinción en el bien es Dios, y el hombre se dis-
tingue a sí mismo en cuanto al mal, porque puede ser y es la causa
primera del mal. Hace entonces menos bien que aquel que le movía
Dios con las gracias suficientes.
Marín-Sola explica esta situación de eficiencia por parte de Dios
y de deficiencia, por parte del hombre, con el siguiente ejemplo:
•Entre dos objetos, igualmente blancos, se puede introducir la dife-
rencia o el discernimiento, en cuanto a la blancura, por dos vías:
primera, si uno de ellos aumenta su blancura; segunda, si el otro
236
MetafJSica de la libertad: Francisco Marín-Sola
237
Historia de la filosofía tomista en la España contemporánea
238
MetafJSica de la libertad: Francisco Marín-Sola
8. La ltbertad humana
239
llistoria de la filosofia tomista en la España contemporánea
240
MetariSica de la libertad: Francisco Marin-Sola
241
Historia de la filosofía tomista en la España contemporánea
242
MetariSica de la libertad: Francisco Marin-Sola
243
Historia de la filosofía tomista en la España contemporánea
244
MetaflSica de la libertad: Francisco Marin-Sola
245
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
246
Metafisica de la libertad: Francisco Marín-Sola
247
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
248
Metafisica de la libertad: Francisco Mario-Sola
249
Historia de la filosofía tomista en la España contemporánea
250
MetafJSica de la libertad: Francisco Marin-Sola
251
Historia de la filosofía tomista en la España contemporánea
252
MetartSica de la libertad: Francisco Mario-Sola
Notas
•JACQUES MARITAIN, Humantsme lntégral, col. •Poi Vtvante-, rl' 66, Paris,
éditions Aubier-Montaigne, 1968, p. 21.
z lb., p. 20. ·Todo el pensamiento teológico de aquella época estA dominado
por san Agustfn, y especialmente por las posiciones de éste frente a Pelagio- (ib.).
'lb., p. 24.
4 lb., p. 25.
'lb., p. 26.
' lb., pp. 25-26. •Tal es la dialéctica y la tragedia de la conciencia protestan-
te, con su sentido admirablemente ardiente y doloroso, pero puramente huma-
no, tenebrosamente humano, de la miseria humana y del pecado- (ib. p. 26).
7lb., pp. 26-27.
•lb., p. 27.
'lb., pp. 27-28.
JOib., p. 28.
11Ib., pp. 28-29.
12Ib., p. 29.
ISib., p. 30.
••Denz. 1090. ·Decia Paulo V, después de haber ordenado la suspensión, en
1607, de las 'disputaciones' entre la Orden de Predicadores y la Compañia de
}esOs: 'La cosa ha sido diferida. Que una y otra parte concuerden con los pun-
tos capitales de la verdad católica, y enseften que Dios, con la eficacia de su
gracia, nos excita a obrar y hace que queramos, y doblega y cambia las volun-
tades de los hombres, de lo que en esta causa se trata; discrepen en el modo
de expUcarlo...• (Den/Sch, suppl. ad 1997). (FRANCISCO CANAIS VIDAL,
253
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
Ms., Lib. 1, pp. 1-2. En su primer artk:ulo sobre estas cuestiones, ya babia escrito:
•Estamos persuadidos que los representantes de esos sistemas medios entre el
molinismo y el tomismo son tan sinceros al rechazar la ciencia media como al
negar la predeterminación ftsica. Es mAs: estamos persuadidos que la causa de
quedarse esos teólogos a medio camino, entre el molinismo y el tomismo, mAs
viene de la repu1stón que les causa la predeterminación 6sica que de atracción
alguna que sobre ellos ejerza la ciencia media·. Añadía: ·Estamos intimamente con-
vencidos que parte de esa repulsión viene de la manera algo estrecha con que los
conceptos de predeterminación ftsica y gracia suficiente suelen exponerse por
algunos tomistas, por eso creemos que ampliar y aclarar esos conceptos, para lo
cual basta seguir y desarrollar las indicaciones ya hechas por tomistas de primer
orden, es contribuir a que el tomismo atratga bada sí a todos los sistemas que,
con sólo negar la ciencia media, estin gravitando hacia él· (FRANCISCO MAIÚN-
SOIA, •El sistema tomista sobre la moción divina·, op. cit., p. 14).
z1 FRANCISCO MUÑIZ, •Apéndices en Suma Teológtca blltngae de Santo Tomds
de Aquino, Madrid, BAC, 1960, 16 vols., 1947-1960, vol. 1, 1947, pp. 859-929.
22 EMWO SAURAS, •Introducción general•, en FRANCISCO MAiúN-SOIA, La
evolución bornoghlea del dogma católiCo, Madrid, BAC, 1952, pp. 3-24, p. 23.
u LUDOVICO MOLINA, ConaJntia l1berl arlJitrl cum grr#lae don~ divina jJraer
cfenlta, protJfdenlfa, ptr;letiesllnal el rrpobalione, París. I.ethielleux, 1876, 1, d 25, l.
24 Ib., 1, d. 30, 5.
25MARCEUNO OCAÑA, Moltna (1535-1600), Madrid, Ediciones del Orto,
1995, p. 33.
26MOUNA, Concordia, op. cit., 1, d. 26, 5.
27 Ib., 1, d. 26, 11. Por consiguiente, ademAs de inmediato, rJSico y simultA-
neo: -Se trata de un concurso 'general' ( ...). Es general, pues, porque lo mismo
254
Metafisica de la libertad: Francisco Marín-Sola
sirve para que el fuego caliente, como para que la nieve enftie, o para que el
libre albedño tome una determinada decisión; como podemos llamar general en
este mismo sentido a la luz que, siendo la misma, nos sirve para ver los colo-
res, o las formas, lo hermoso o lo horroroso de todo aquello que se presente a
nuestra vista• (MARCELINO OCAÑA, Mollna (1535-1600), op. cit., p. 34).
21 MARCELINO OCAÑA, Mollna (1535-1600), op. cit., p. 36.
»MOLINA, Concordia, op. cit., I, d. 25, 20.
50MARCELINO OCAÑA, Mollna (1535-1600), op. cit., p. 34.
3tMOLINA, Concordia, op. cit., U, d. 26, 15.
32PRANCISCO CANAI.S VIDAL, •La tensión integrismo-progresimo y el pro-
blema de la actualidad del tomismo-, en Crls#andad (Barcelona), :xxvn/469-
470 (1970), pp. 70-90, p. 84.
"MOLINA, Concordia, op. cit., m, d. 41, 20.
341b., n, d. 41, 2.
»lb., I, d. 5, 14.
"lb., m, d. 40, 13.
571b., m, d. 40, 11.
•MARCELINO OCAÑA, Mollna (1535-1600), op. cit., pp. 37-38.
"MOLINA, Concordia, op. cit., VII, d. 10, 16.
40 Ib., IV, d. 52, 9.
4t futuro absoluto es el que no depende de ninguna condición. Futuro con-
dlcloruulo, o jiaurlble, es el que depende de alguna. Todavfa puede ser n«asa-
rlo, si el futuro depende de causas necesarias, y contingente, si procede de cau-
sas fortuitas. Si éstas son las aiaturas con libre albedrio, se llama libre. La ciencia
media seria la que tiene Dios de todo futuro condicionado cont1ngenle y libre.
42PRANCISCO CANAI.S VIDAL, Historia de la Ft1osojfa Med#erJal, Barcelona,
Herder, 1986. p. 325.
"'MOLINA, Concordia, op. cit., VI, d. 1, 19.
44 MARCELINO <>CAÑA, Mollna (1535-1600), op. cit., p. 38.
"'MOLINA, Concordia, op. cit., VII, d. 1, 13.
"'lb., VII, d. 1, 11.
471b., VII, d. 1, 27.
•MARCELINO OCAÑA, Mollna (1535-1600), op. cit., p. 39.
•lb., p. 84.
501b., pp. 40-41.
5tMOLINA, Concordia, op. cit., Apéndice, 2 obj.
5ZPRANCISCO CANALS VIDAL, Historia de la Fllosofta Medieval, op. cit.,
p. 324.
"lb., p. 325.
34ALBERTO BONET, Laftlosofta de la libertad en las controuerslas teoló-
gicas del siglo XVI y primera mitad del XVl1, Barcelona, Imprenta Subirana,
1932, p. 171.
"PRAN<lSCO CANAIS VIDAL, HlslorladelaPI/asqfláMedleval, op. cit., p. 326.
"Cf. NORBERTO DEL PRADO, De grtllfa el libero arbllrlo, Pribwgo de Suiza,
Sociedad San Pablo, 1907, p. 497. Véase: jESÚS VALBUENA, OP, ·El influjo de la
Causa primera en el obrar de las causas segundas-, Apéndice n, en Suma notóglca
de Santo 7bmt:fsde.lno, Madrid, BAC, 1947-1960, vol. m, 1959, pp. 1119-1183.
El P. V!albuena declara, en este excelente estudio, que sigue a Marin-Sola.
255
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
256
Metafisica de la libertad: Francisco Mario-Sola
•lb., p. 327.
"lb., p. 328.
MJb., p. 329.
"lb., p. 328.
"lb., p. 329.
f7fd, •Respuesta a algunas objeciones acerca del sistema tomista sobre la
moción divina•, op., cit, p. 54. En este mismo lugar escribe nuestro autor:
.SUpongamos que Dios da a dos hombres gracias iguales, y que después de reci-
bidas, o durante un momento cualquiera del curso de esas gracias, el uno se
duerme, mientras el otro comete un pecado. Con eso sólo tendremos que, con
igual gracia, el uno ha pecado y disminuido el efecto de la gracia y el otro no;
a no ser que se diga que hasta para dormirse hace falta mayor gracia o una pro-
videncia especial. Solamente admitiendo que para todo lo bueno, y aun para
todo lo menos malo, hace falta siempre una providencia especial ( ...) podña
decirse 16gicamente que con dos mociones iguales o gracias iguales no puede
uno hacer menos que otro. Pero admitir eso seña, a juicio nuestro, reducir a
cero la voluntad general o antecedente de Dios y la providencia general y la
gracia suficiente o general; seña, simplemente, la teoña de una naturaleza muer-
ta o podrida, que, para todo lo bueno, por minimo que sea, necesita moción
especial. Seña, a juicio nuestro, dar pretexto a los molinistas para que nos acu-
sen a los tomistas de afinidades con el jansenismo- (ib., p. 57).
"lb., pp. 66-67.
"lb., p. 54.
lGOJb., p. 59.
1011Cor 4,7.
tGZfRANCISCO MAIÚN..SOLA, •Respuesta a algunas objeciones acerca del sis-
tema tomista sobre la moción divina·, op. cit., pp. 60-61. ·La conciencia nos dice
que muchas veces fuimos infieles a la gracia de Dios, esto es, que no hicimos
con ella todo lo que debiamos y podiamos de hecho hacer. Si de hecho no se
pudiese hacer con la gracia ni mAs ni menos que lo que se hace, nunca habria
infidelidad a la gracia ni remordimiento de conciencia• (ib., nota).
tOSfd, •Nuevas observaciones acerca del sistema tomista sobre la moción
divina·, op. cit, p. 346.
t4MSANTQ TOMÁS, Summa 7beolog1ae, 1, q. 49, a. 2, ad 2.
tOSfRANCISCO MAIÚN..SOLA, •Nuevas observaciones acerca del sistema
tomista sobre la moción dMna·, op. cit., pp. 348-349.
1061b., pp. 358-359.
107Jb., p. 361.
t•lb., pp. 362-363.
1•ld., •Respuesta a algunas objeciones acerca del sistema tomista sobre la
moción divina, op. cit, p. 64, nota.
nofd., •El sistema tomista sobre la moción divina•, op. cit., p. 44.
111SANTQ TOMÁS, Summa Conlnl Gentiles, m, c. 159.
tUfRANCISCO MAIÚN-SOLA, ·El sistema tomista sobre la moción dMna·, op.
cit., p. 27.
nsfd., •Nuevas observaciones acerca del sistema tomista sobre la moción
dMna•, op. cit, pp. 366-367.
n•ld., •El sistema tomista sobre la moción divina·, op. cit., p. 44.
257
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
divina•, op. cit., p. 346. Marin-Sola parece asumir, por tanto, la acusación, que
les hacían los molinistas. Probablemente los problemas que tuvo con su inter-
pretación vinieron principalmente por estas palabras.
119Íd., ·Respuesta a algunas objeciones acerca del sistema tomista sobre la
258
Metafisica de la libertad: Francisco Marín-Sola
1441b., p. 39.
1451b., pp. 40-41.
t461b., pp. 41-42, nota.
1471b., p. 42, nota.
•efd., •Respuesta a algunas objeciones acerca del sistema tomista sobre la
moción divina·, op. cit., p. 17.
••Id., ·El sistema tomista sobre la moción divina·, op. cit., p. 24.
t50fd., •Respuesta a algunas objeciones acerca del sistema tomista sobre la
moción divina·, op. cit., p. 18.
. uafd., ·El sistema tomista sobre la moción divina·, op. cit., p. 39.
anfd., •Nuevas observaciones acerca del sistema tomista sobre la moción
divina•, op. cit., p. 377.
1551b., p. 378.
"'lb., pp. 382-383.
assSANI'O TOMÁS, Summa 'Jbeologlae, n-n, q. 83, a. 16.
a56p. MAIÚN-50LA, •El sistema tomista sobre la moción divina•, op. cit., p. 40.
Advierte santo TomAs que, como a ningún -acto propio de la voluntad se le
puede inferir violencia· (Summa 'Ibeologlae, I-n, q. 6, a. 4, in c.): •Nuestra ora-
ción no tiende a cambiar la disposición divina, sino a obtener todo aquello que
Dios tenia dispuesto conceder por las oraciones- (ib., n-n, q. 83, a. 2, in c.). De
manera que: •Nuestras oraciones no se ordenan a mudar las disposiciones divi-
nas, sino a obtener por la oración lo que Dios ya tenia dispuesto a damos- (ib.,
ad 2). Indica, por 6ltimo, que: .Si Dios exige nuestras oraciones, es para utili-
dad nuestra, pues asi nos convencemos de la seguridad de que nuestras s6pli-
cas lle_gan a DioS'y"de que Él es el autor de nuestros bienes- (ib., ad 3).
tS?ld., •Nuevas observaciones acerca del sistema tomista sobre la moción
divina•, op. cit., p. 383, nota. Mañn-Sola asume la doctrina de la oración de san
Agustin y de san Alfonso Maria de Ligorio. Este 6ltimo decia en el 7mlado de
la Orac16n: •Para que sea verdad que esti en poder del hombre el perseverar,
asi como es necesario que con la oración pueda impetrar la ayuda para perse-
verar actualmente, sin que se precise ninguna otra gracia, asi también es nece-
sario que con la sola gracia suficiente común a todos, sin que sea necesaria nin-
guna otra gracia especial, pueda actualmente orar y obtener después con la
oración la perseverancia• (SANT AI.PONS MI UGUORI, 7ractat de l'oradó (Trad.
C. Montserrat), Barcelona, Poment de Pietat Catalana, 1927, U, 4, pp. 222-223).
Afirma el gran Doctor de la Iglesia que ademAs de: •La gracia intrinsecamente
eficaz, con la cual nosotros infaliblemente -pero bien que libremente- obra-
mos el bien• (ib., p. 249), hay: •La verdadera gracia suficiente, que es común a
todos, y con la cual el hombre, que le corresponda, tendrt la gracia eficaz; en
cambio, el hombre, que no la corresponda, y la resista sed justamente privado
de esta gracia eficaz. (ib., p. 252). Concluye, por ello, diciendo: •Rezar, rezar y
no dejéis nunca de rezar, puesto que si reziis sed cierta vuestra salvación; si,
en cambio, dejtis de rezar, sed cierta vuestra condenación• (ib., p. 255).
u•fd., •El sistema tomista sobre la moción divina•, op. cit., pp. 30-31.
"'lb., pp. 53-54.
lSIIb., p. 20.
a6tfd, •Nuevas .observaciones acerca del sistema tomista sobre la moción
divina•, op. cit., p. 384, nota.
259
V. ÉTICA Y TEOLOGÍA NATURAL: CARLOS CARDONA
Y VICfORINO RODRÍGUEZ
260
Ética y teología natural: Carlos Cardona y Victorino Rodriguez
261
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
262
Ética y teología natural: Carlos Cardona y Victorino Rodríguez
2. La Metajisfca
263
Historia de la filosofía tomista en la España contemporánea
264
Ética y teologia natural: Carlos Cardona y Victorino Rodríguez
3. La Ética metaflsica
En otra de sus obras, Metaftsk;a del bien y del maP1 , que ha teni-
do un éxito extraordinario, presenta la solución de santo Tomás al
llamado -problema del mal·, y otras cuestiones conexionadas con el
mismo, como la -permisión divina del mal•, y la del mal y la exis-
tencia de Dios, situándolas en el horizonte de la libertad. Concibe,
con ello, lo más nuclear del pensamiento tomista como una metaft-
sica ética o una ética metafisica. El libro, que es también una res-
puesta a la actual -crisis de la ética•, representa la recuperación de la
ética desde la metafisica del ser.
265
Historia de la filosona tomista en la España contemporánea
266
Ética y teología natural: Carlos Cardona y Victorino Rodríguez
267
Historia de la fllosoña tomista en la España contemporánea
268
Ética y teología natural: Carlos Cardona y Victorino Roclriguez
269
Historia de la filosofía tomista en la España contcmporánt:'a
270
Ética y teología natural: Carlos Cardona y Victorino Rodríguez
271
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
272
Ética y teología natural: Carlos Cardona y Victorino Rodríguez
273
Hi~1oria de la filosofía tomista en la España contemporánea
274
Ética y teologia natural: Carlos Cardona y Victorino Rodriguez
275
Historia de la filosofía tomista en la España contt!mporánea
276
Ética y teologia natural: Carlos Cardona y Victorino Rodríguez
277
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
sobre Dios, principio y fin de todas las cosas, de todas las acciones,
de toda la historia, del ser y obrar de Cristo; y verticalmente, en
cuanto a la posesión cognoscitiva de todos ellos: el saber teológico
es, ante todo, un destello del conocimiento de Dios, comunicado
personalmente por Él a los hombres, es decir, la participación del
saber de Dios por encima de la revelación natural de las creaturas-8'.
Explica asimismo que: •Para salvar la continuidad y la diferencia
entre el lenguaje sobre lo humano y sobre lo divino, los santos
Padres iniciaron y los teólogos continuaron la 'triple vía' de nega-
ción, de causalidad y de eminencia: las palabras o juicios referidos
a Dios han de entenderse depurados de toda imperfección o limita-
ción propias de la palabra humana; todo lo que se diga con palabras
comunes a Dios y al hombre, al referirlas a Dios, han de entender-
se en grado eminente-.
También la analogía es el instrumento metódico fundamental de
la Teología. Siguiendo a Tomás de Vío, Cardenal Cayetano, y sobre
todo a Santiago Ramírez, indica nuestro autor que: ·La metáfora (. .. )
es uno de los modos analógicos de hablar, pero no el único ni el
principal. La metáfora tan usada en el Escritura y en el lenguaje
corriente, con tanta belleza, valor evocador y pedagógico o mne-
motécnico, como es patente en las parábolas evangélicas y en las
fábulas, no expresa lo que son propiamente las cosas; su sentido es
traslaticio, por referencia a lo que es propiamente la cosa denomi-
nada. Más aproximada a la realidad entendida es la analogía propia,
que puede ser de proporcionalidad o de atribución, es intrínseca o
extrfnseca,.B5.
La analogía es imprescindible para la Teología. ·Cierto que el
conocimiento que Dios tiene de sí mismo es simplicísmo y único y
así es también su Palabra o Verbo, pero nosotros a Dios lo enten-
demos con conceptos distintos y lo expresamos con palabras y
enunciaciones distintas, no sinónimas, sino análogas, que nos ponen
en conmunicación pluriforme con la realidad simplicísima de Dios.
Así son también las palabras que expresan la feJI6.
En este sentido, declara: ·Podemos (. .. ) hablar y hablamos de
Dios y de sus cosas, en términos simples o en proposiciones com-
plejas, porque le podemos pensar a Él y a sus cosas y discurrir
sobre lo mismo indefmidamente. Y como Dios, que empezó el
diálogo personal con los hombres, se sirvió de conceptos huma-
nos y palabras humanas, la respuesta del hombre, creyendo, pen-
sando teológicamente y hablando sobre lo mismo, también es
dada por medio de conceptos y palabras (. .. ) Realmente el hecho
de que la revelación de los misterios de Dios se verifique con
278
Ética y teología natural: Carlos Cardona y Victorino Rodríguez
279
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
280
Ética y teología natural: Carlos Cardona y Victorino Rodríguez
281
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
282
Ética y teología natural: Carlos Cardona y Victorino Rodríguez
283
Historia de la filosofía tomista en la España contemporánea
284
Ética y teologia natural: Carlos Cardona y Victorino Rodríguez
285
Historia de la filosofía tomista en la España contemporánea
286
Ética y teología natural: Carlos Cardona y Victorino Rodriguez
287
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
288
Ética y teología natural: Carlos Cardona y Victorino Rodñguez
289
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
290
Ética y teología natural: Carlos Cardona y Victorino Rodriguez
291
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
292
Ética y teología natural: Carlos Cardona y Victorino Rodríguez
293
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
294
Ética y teología natural: Carlos Cardona y V:ictorino Rodríguez
295
llistoria de la filosofia tomista en la España contemporánea
296
Ética y teologia natural: Carlos Cardona y Victorino Rodríguez
.297
Historia de la filosofm tomista en la España contemporánea
298
Ética y teologia natural: Carlos Cardona y Victorino Rodríguez
299
Historia de la fllosofJ.a tomista en la España contemporánea
o más bien por aquello que nos une al bien fruible, esto es, por el
amor y la sabidufia.166.
Por consiguiente, advierte Rodriguez: •Nuestro conocimiento de
Dios tn vía no es totalmente inmediato: aunque sea 'teologal' y 'ter-
mine' en Dios mismo, a quien creemos y en quien creemos, no deja
de ser mediante especies de orden judicativo, y, por tanto, de estruc-
tura compleja. Esta imperfección cb::l conocimiento teologal no desa-
parecerá hasta el cielo-.
No ocurre exactamente igual con la otra operación, porque. ·El
amor de caridad, en cambio, aun tn vía, es totalmente tnmediato, sin
especies ni cosa equivalente, por eso perdura esencialmente el
mismo en el cielo ( ... ) A pesar de todo, la caridad en esta vida está
como violentada por estar 'condicionada' por un conocimiento esen-
cialmente imperfecto, cual es el de fe-167.
La caridad en esta vida no es perfecta por esta supeditación del
amor al conocimiento, que no es el adecuado ·El amor aspira a la
posesión total y real del bien amado, a la presencia sin ausencia.
Esta posesión ha de realizarse por el conocimiento (visión beatifica)
y mientras no se llegue a esto, el amor de caridad será siempre un
amor doliente, que suspira por el estado definitivo y hacia él gravi-
ta por la esperanza teologal. Por esto mismo la inhabitación en esta
vida tampoco es plena, no es 'como fruto perfecto', según nos dice
santo Tomás, lo será en el cielo, donde nos asemejaremos plena-
mente a Él, en lo que cabe a una creatura, 'porque le veremos tal
como es', según la expresión de san}uan•168.
Continúa explicando Victorino Rodriguez: •La presencia sin au-
sencia nos está reservada para el cielo, cuando cese la esperanza.
Sin embargo, en esta vida nuestro amor de caridad termina inme-
diatamente en Dios mismo, Uno en naturaleza y Trino en personas,
lo mismo que en el cielo, si bien aqui sufre cierta violencia, por estar
condicionado por la fe incompatible con la unión perfecta que pide
el amor•169.
Como consecuencia, añade: ·La inhabitación de la Santisima
Trinidad, por resultar de un factor sobrenatural o don creado, y estar
condicionada por él, es susceptible de aumento y disminución, es
decir, de grados. No aumentan las divinas Personas, pero si aumen-
ta y disminuye, es mayor o menor la presencia de ellas en nosotros,
según que el don creado, por el que nos hacemos presentes a ellas,
sea más o menos perfecto, más o menos actual•11o.
Infiere, por ultimo, que: •Habitando realmente en nosotros las
Tres divinas Personas como distintas, la inhabitación no es propia de
ninguna de ellas, sino común, tanto por lo que se refiere al princi-
300
Ética y teología natural: Carlos Cardona y Victorino Rodríguez
301
Historia de la fllosofia tomista en la España contemporánea
302
Ética y teología natural: Carlos Cardona y Victorino Rodriguez
303
Historia de la fllosofia tomista en la España contemporánea
la fe sino también a los actos previos que los preceden, tanto si son
causas como si son normas o reglas de los mismos. Así pues: ·A este
asentimiento sobrenatural y saludable concurren la gracia exterior u
objetiva de la revelación y la gracia interior o inspiración del Espíritu
Santo o fe, que derivará normal y connaturalmente en movimiento
de esperanza teologal y de caridad-178.
También es necesaria de la gracia para el conocimiento de la ver-
dad natural, aunque no es tan obvia como en el de la verdad sobre-
natural, y hay además que matizar esta afmnación. En el estado
actual del hombre, de naturaleza caída por el pecado, la razón
humana ha quedado debilitada y oscurecida, pero no es impotente
para conocer. Conserva fuerzas naturales suficientes para conocer
con certeza, stn necesidad de la gracia, las verdades fundamentales
de orden metafJSico y ético, precisas para el gobierno de la vida
humana, como son la existencia de Dios, la espiritualidad del alma
y la libertad. Si su naturaleza no estuviera afectada por el mal, dis-
pondría de capacidad intelectiva suficiente y no encontraría obs-
táculos para conocerlas perfecta y fácilmente.
Sin embargo, hay que advertir que la potencia para conocer este
conjunto de verdades filosóficas necesarias para la dirección y
gobierno de la vida, aunque es .fistca o natural, pues en la natura-
leza humana hay fuerzas suficientes, sin embargo, está acompañada
de una impotencia moral, en cuanto está rodeada de múltiples obs-
táculos, que le impiden conocerlas por todos, enseguida, y con cer-
teza y sin mezcla de error.
Para que todos y cada uno de los hombres pueda conocer desde
el principio, con certeza y seguridad, es moralmente necesaria la
gracia externa de la revelación. Victorino Rodríguez, ·frente al ilu-
minismo, al fideísmo y al agnosticismo fenomenologista de nomina-
listas y modernistas-, establece que: ·El hombre puede, sin la gracia
sobrenatural, conocer la existencia de Dios, los signos de su revela-
ción, la inmortalidad del alma, la responsabilidad del hombre ante
Dios y la ley natural impresa en su corazón, si bien ha sido conve-
niente que estas verdades fuesen divinamente reveladas, tras el debi-
litamiento de la inteligencia por el pecado original, para que fuesen
conocidas en conjunto a tiempo y con seguridad·.
En el estado actual de naturaleza caída, el hombre conserva las
fuerzas necesarias para poder conocer con certeza las verdades natu-
rales, pero no puede decirse lo mismo: ·Respecto de aquellas ver-
dades naturales dificiles cuyo conocimiento nos es urgente intelec-
tual y moralmente, como son la existencia de Dios, su providencia;
la espiritualidad, inmortalidad y responsabilidad del hombre; la ley
Ética y teologia natural: Carlos Cardona y Victorino Rodríguez
305
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
306
Ética y teología natural: Carlos Cardona y Victorino Rodríguez
307
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
308
Ética y teología natural: Carlos Cardona y Victorino Rodriguez
310
Ética y teología natural: Carlos Cardona y Victorino Rodríguez
311
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
312
Ética y teología natural: Carlos Cardona y Victorino Rodríguez
313
Historia de la fllosofaa tomista en la España contemporánea
314
Ética y teologia natural: Carlos Cardona y Victorino Rodríguez
315
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
ni cura a todos los enfermos, para que en los que cura aparezca el
efecto de su poder y en los otros se guarde el orden natural, así tam-
bién no a todos los que resisten a la gracia los previene con su auxi-
lio para que se desvíen del mal y se conviertan al bien, sino sólo a
algunos, en los cuales quiere que aparezca su misericordia, así como
en otros se manifiesta el orden de la justicia.Ztt.
Toda esta dificil y profunda reflexión sobre la gracia de Dios, en
sus aspectos éticos y teológicos, Victorino Rodríguez la incluye en
su antropología integral, como la parte más nuclear y esencial, por-
que, como ha recordado Abelardo Lobato: •Era un apasionado por
la dignidad del hombre-, y, por ello: •Sentia que era necesario lograr
de nuevo la primada de Dios en todo lo humano.zu.
Notas
316
Ética y teología natural: Carlos Cardona y Victorino Rodríguez
317
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
318
Ética y teologia natural: Carlos Cardona y Victorino Rodriguez
319
Historia de la filosofía tomista en la España contemporánea
nes futuras del hombre no ha de ofrecer dificultad, porque Dios las conoce
320
Ética y teologia natural: Carlos Cardona y Victorino Rodríguez
321
Historia de la filosofía tomista en la España contemporánea
322
Ética y teologia natural: Carlos Cardona y Victorino Rodríguez
lf5Ib., p. 427.
1"SANro TOMÁS, 1 Sent, d. 14, q. 2, a. 2, ad 2.
1"VVCI'ORINO RODIÚGUEZ, Bsludlos de~~ op. cit., p. 418.
lfllb., pp. 418-419.
••lb., p. 436.
1701b., p. 420.
•nlb., p. 422. •En la justificación e inhabitación resplandece de un modo sin-
gular la bondad y amor de Dios al hombre, por eso justamente se apropia al
Espiritu Santo que es el Amor subsistente en la Trinidad· (ib., p. 423).
1721b., pp. 423-424.
l751b., p. 435.
1741b., pp. 437-438.
1751b., p. 427.
1761b., p. 377.
I77Jb., p. 338.
178Jb., pp. 340-341.
l791b., p. 342.
1801b., pp. 347-348.
IIISANfO TOMÁS, Summa 7beologlae, 1-11, q. 99, a. 2, ad 2.
IIZib., 1-II, q. 109, a. 3, ad 3.
..,lb., 1-II, q. 83, a. 3, in c.
184VICTORINO RODIÚGUEZ, Estudios de A~fa Teológica, op. cit.,
p. 348.
185SANfO TOMÁS, Summa 7beolog1ae, 1-II, q. 109, a. 2, in c. Estos •bienes ftsi-
coso no hay que considerarlos en cuanto tales, sino en su aspecto moral, en cuan-
to ejecutados por un fin honesto. Lo mismo hace el Aquinate mú adelante,
poniendo también como ejemplo la virtud de la amistad: •Puede, no obstante,
hacer obras que alcancen alg(ín bien connatural al hombre, como trabajar en el
campo, beber, comer, tener amigos y otras semejantes (ib., 1-n, q. 109, a. 5, in c.).
Véase supra lY, notas 71 y 72.
186VICTORINO RODRÍGUEZ, Estudios de A~ Teológica, op. cit.,
pp. 348-349.
117Jb., p. 349. En el estado de natumleza integra y elevada, el hombre podia,
por su misma naturaleza, hacer todo el bien natural honesto, sin dificultad, por-
que, por la completa armonia de sus facultades, no encontraba obstAculos ni
dificultades. En el estado de natumleza pura, sin la gracia y sin los dones pre-
ternaturales, que le acompañaban, el hombre hubiera podido hacer todo el bien
honesto, aunque con dificultad, por la falta de completa sumisión de la parte
inferior del hombre a la razón. En el estado de naturaleza caida, por la pérdi-
da de toda armonla y por la rebelión de sus facultades, no puede hacer todo el
bien natural honesto, aunque si algunos actos buenos y honestos, con también
trabajos y dificultades.
•SANro TOMÁS, Summa 7beologlae, II-II, q. 26, a. 3, in c .
..lb., 1-II, q. 109, a. 3, ad l.
1"'1b., 1-II, q. 109, a. 4, ad 3.
•t•VICTORINO RODIÚGUEZ, Estudios de A~logfa Teológica, op. cit.,
p. 351.
••SANro TOMÁS, Summa 7beologtae, 1-II, q. 109, a. 3.
323
Historia de la filosofía tomista en la España contemporánea
324
VI. METAFÍSICA Y ANTROPOLOGíA: ABELARDO LOBATO
325
Historia de la filosofía tomista en la España contemporánea
326
MetariSica y antropología: Abelardo Lobato
327
Historia de la filosofía tomista en la España contemporánea
328
Me~fJSica y antropologia: Abelardo Lobato
329
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
330
MetaFJSica y antropología: Abelardo Lobato
2. Ente y untdad
331
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
332
MetarlSica y antropología: Abelardo Lobato
333
Historia de la filosofaa tomista en la España contemporánea
tal, sin la unidad de cada uno de los elementos que la integran. Es así
una cierta unidad imperfecta. De ahí que su oposición a la unidad no
sea contradictoria, su negación pura y simple, sino contraria, como la
que se da entre los extremos de un mismo género, ya que la unidad
no expresa la negación de la multiplicidad, sino de la división.
3. La verdad y la bondad
La contemplación del ente de manera relativa es posible por la
multiplicidad, que a su vez es posible por la unidad. En tal caso: ·Si
el modo del ente se toma según el orden de uno a otro, esto puede
suceder de dos maneras. Una, atendiendo a la distinción de un ente
respecto de otro, lo que se expresa con el nombre de 'algo', pues
decir algo es como decir 'otro que'. Por eso, así como el ente se dice
uno en cuanto no está dividido en sí mismo, así se dice algo en
cuanto está dividido (o distinguido) de los demás-*.
Desde la noción de división externa o de la multiplicidad -que
no es un concepto trascendental, porque no es propia de cada ente,
aunque está posibilitada por la unidad trascendental, o la negación
de la división interna-, el ente se revela como •otro que•, o como
no siendo lo otro, como •algo-.
Este cuarto trascendental significa el ente en cuanto distinto o
separado de los demás. El -algo- añade al ente la afirmación de la
división externa, o la negación de la identidad con los demás. Así
como la unidad significa el ente con la negación de la división inter-
na, o con la afmnación de la indivisión o de la identidad propia, el
-algo· significa el ente con la afmnación de la división de los demás,
o con la negación de la indivisión o identidad con lo otro.
Al trascendental •aliquid•, de manera parecida a la •res•, a veces,
no se le considera como tal, por considerar que, por su dependen-
cia originaria con la noción de multiplicidad, es sólo una propiedad
de los entes creados. En este limitado nivel, trasciende las categorías,
pero sólo en éste. Por tanto, se concluye, es una propiedad del ente
fmito, pero no del ente en cuanto ente.
La dificultad desaparece, si se tiene en cuenta que el-aliquid-, por
una parte, se fundamenta, en cuanto a su generación --tal como
hacen todos los trascendentales--, en el trascendental anterior, en la
unidad trascendental. Sin embargo, lo hace por medio del concepto
de multiplicidad, generado de la unidad. El •algo• es, por tanto, una
propiedad trascendental de un trascendental -explicita el conteni-
334
Metafisica y antropología: Abelardo Lobato
335
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
336
MetafJSica y antropología: Abelardo Lobato
337
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
4. La belleza y su trascendentaltdad
338
MetariSica y antropologia: Abelardo Lobato
339
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
340
MetafJSica y antropología: Abelardo Lobato
341
Historia de la filosofía tomista en la España contemporánea
342
Metatisica y antropología: Abelardo Lobato
343
Historia de la filosofía tomista en la España contemporánea
los demás seres del mundo. Por un lado, todo lo cósmico le afecta
y le alcanza en sus leyes y estructuras. La materia le impone la nece-
sidad y lo somete al azar. Por otro, las necesidades de la materia no
alcanzan a la porción más propia del hombre, por la cual él es una
forma emergente y no material. El espíritu no está sometido del todo
a las leyes de la materia•79.
Esta imagen del hombre contrasta con la reducción materialista
de la modernidad. Como ha señalado Lobato en un escrito anterior:
·El materialismo es el primero y quizá el más grande obstáculo de la
cultura y de la religiosidad. El materialismo es la actitud de quien no
trasciende la corporeidad y los sentidos y todo lo reduce a materia•.
El materialismo no es exclusivo de hoy. ·En la historia hay una
persistencia del materialismo que resulta obstinada, y en nuestro
tiempo ha vuelto con toda su seducción. Ya ha recorrido todas las
posiciones: la evolucionista con Darwin, la instintiva con Freud, la
positivista con Comte, la relacional con Marx, la cuantitativa con las
ciencias del hombre ( .. .) La cultura occidental ha favorecido el desa-
rrollo de la técnica, de las ciencias flSico-matemáticas y aun la inda-
gación en lo profundo del hombre, desde una reducción de todos
los datos a la cuantificación. La vida humana se ha materializado y
la dimensión económica se ha impuesto como la más irrenunciable
de la cultura•.
Ante esta reducción de lo humano, matiza: ·Materia sí, materia-
lismo no. La materia es un componente de la realidad, pero no
basta, ni siquiera en ciencia. Junto a la masa hay que descubrir la
energía. Compañera inseparable de la materia es la forma. El mate-
rialismo es la cárcel del per1Samiento, su negación porque trata de
dar razón de los elementos superiores de la realidad por los inferio-
res ( ... ) ¡no hay cultura si el espíritu no la alienta!•eo.
Esta imagen del hombre como horizonte, implica la concepción
de un universo jerarquizado en una escala de seres superiores e infe-
riores, que, a pesar de su discontinuidad, por sus diferentes grados
de ser, guardan una continuidad de orden. Tal graduación sigue el
siguiente principio neoplatónico: .Siempre está unido lo infuno del
género supremo con lo supremo del genero inferior.St.
Ley que, según santo Tomás, se cumple también en el hombre,
porque su entendimiento es puramente potencial. No sólo en cuan-
to posee una capacidad receptiva de lo inteligible, al igual que las
substancias intelectuales inmediatamente superiores, sino también
en cuanto que, por carecer del modo de conocimiento por inteligi-
bles innatos, únicamente puede recibirlos, a través de los sentidos
sensibles, de las cosas materiales. En cambio, el cuerpo humano es
344
MetarlSica y antropología: Abelardo Lobato
345
Historia de la filosofía tomista en la España contemporánea
347
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
348
MetaflSica y antropología: Abelardo Lobato
misteriosa pero bien distintas, y las dos se separan del todo cuando
llega la muerte-".
Frente a esta concepción dualista, defiende Lobato con santo
TonW; que: •No hay contradicción entre el cuerpo y el espiritu, hay
una sorprendente unidad de contrarios-96. Cuenta el siguiente apó-
logo, que ilustra muy bien esta tesis: ·Una vez que Dios hubo crea-
do los mgeles los reunió en tomo a si y les propuso esta cuestión:
Estoy pensando crear también un mundo corporal, de estrellas,
soles y planetas, y en uno de estos planetas haré crecer plantas y
animales, ¿qué os parece? Muy bien, dijeron todos. Dios continuó:
Estoy pensando también poner en este planeta un ser singular, que
al mismo tiempo sea cuerpo y sea espiritu: ¿qué os parece? Los
mgeles respondieron: nos parece imposible. No entendemos que
haya algo que pueda ser a un tiempo cuerpo y espíritu, porque
seria al mismo tiempo corpóreo e incorpóreo, y eso es una contra-
dicción. En ese momento, Dios abrió la planta de su mano, y dijo:
Miradlo, aqui ed. Era Adm. Entonces Dios explicó a los mgeles
cómo el hombre seria una unidad de lo plural, en la cual el espíri-
tu es acto y la materia es potencia. Es una unidad que supera la
contradicción•97,
Insiste nuestro autor en notar que: ·La concepdón de Tomás de
Aquino sobre el hombre, cuerpo y alma en una perfecta unidad, ed
bien lejos de incurrir en contradicción, porque no afirma y niega lo
mismo y bajo el mismo respecto. Afirma que en la naturaleza del
hombre se unen de modo profundo y misterioso dos niveles distin-
tos de lo real, el corporal y el espiritualoo9B.
Asimismo, en su tratado sobre el cuerpo, Abelardo Lobato, esta-
blece siempre que: ·La corporeidad está constituida por la forma, y,
por tanto, no hay comprensión del cuerpo humano, sino desde lo
que tiene de humano, y eso lo da el alma. Aristóteles babia inicia-
do esta senda de acceso a la comprensión del cuerpo desde el alma
como acto primero de la materia. 'No es el cuerpo el que contiene
al alma, sino el alma la que contiene al cuerpo', babia afirmado con
toda exactitud el Filósofo. Tomás ampliará ese principio a todas las
realidades espirituales, que en vez de ser contenidas, contienen las
cosas donde se encuentran. Asi el alma contiene el cuerpo y Dios al
mundo-99.
En Dtgnfdad y aventura humana, explicará también, para acla-
rar esta tesis que: ·El hombre tiene analogía con las plantas. Ya
Aristóteles lo compara con ellas y dirá que la boca del árbol son sus
mees, de donde se puede decir también que el hombre es un árbol
con las mees hacia arribaolOO,
349
Historia de la fllosoña tomista en la España contemporánea
7. La indivtdualidad personal
350
MetaflSica y antropologia: Abelardo Lobato
351
Historia de la filosof"ta tomista en la España contemporánea
352
MetaflSica y antropologia: Abelardo Lobato
353
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
354
MetafJSica y antropologia: Abelardo Lobato
355
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
cambio, el espiritu puede hacerlo, todo está en todo, y todo está pre-
sente a si mismo-. Comenta seguidamente que: ·Esta propiedad del
espiritu, de estar por encima de la distensión en sus partes, de poder
entrar y salir de si, la llamaban los neoplatónicos retomo, reditio
completa ( ...) La persona ( ...) entra en si misma y logra conocerse.
Sale de si misma como en una distensión y logra darse•1zz.
8. La dignidad antropológica
356
MetafJSica y antropología: Abelardo Lobato
357
Historia de la fllosofm tomista en la España contemporánea
358
MetarJSica y antropología: Abelardo Lobato
359
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
do: ·Las palabras son signos ad placttum. Por ello tienen una cierta
semejanza con los productos del arte: implican la voluntad y una
cierta imagen o ejemplar previo en la mente. La analogía con la obra
de arte sirve a Tomás para penetrar en la palabra humana. Toda obra
poética requiere finalidad, modelo Interno y producción. Se parte
de la intelección del fm, se produce la forma de la obra de arte, y
se llega a la obra realizada en la materia exterior-1«.
En la producción del lenguaje oral, de modo parecido a una obra
de arte, intervienen tres causas, indicadas por santo Tomás en el
siguiente texto: •En el que habla se encuentran tres verbos, a saber:
lo que se concibe por el entendimiento, a fm de significar el verbo
exterior que procede, y éste es el verbo del corazón, sin voz pre-
sentado; el original del verbo exterior, y a éste se le llama verbo Inte-
rior, que tiene la imagen de la voz; y el verbo exterior expresado,
que se dice verbo de la vo~t4s.
Por consiguiente, como señala Lobato: •Hay un verbo que es fm,
otro que es ejemplar, y hay un producto externo. Tomás designa el
primero como palabra del corazón, que se pronuncia sin voz: ver-
hum cordis stne vocis prolatum; hay una palabra interior que es
ejemplar quod babet tmagtnem voc#s; y fmalmente hay una palabra
exterior que la boca pronuncia, verbum exterlus, verbum voci.9o146.
Advierte que, en este pasaje, se nombra un cuarto verbo, que
interviene en la producción del lenguaje. Como en el anterior, se dis-
tinguen: el verbo exterior o verbo de la voz, el verbo interior y el
verbo de la imagen, pero ahora estos dos últimos, aunque distintos,
por presentarse siempre unidos, se citan conjuntamente en segundo
lugar. Además, se distingue otro verbo, que se denomina verbo del
corazón.
El verbum cordis, como ha puesto de relieve Lobato: •No es otra
cosa que lo que se considera actualmente por el intelecto, sin mate-
ria. Implica la intelección actual. No se trata aún de un producto,
sino de una actividad. Este primer momento de la palabra es mani-
festatio ad seipsum, que precede la manifestatio ad alterum. La base
del lenguaje y de la palabra del hombre está en esta zona del ver-
hum cordis, en la cual se realiza el entender como pura actividad
cognoscitiva•.
Continúa explicando nuestro autor que: ·La palabra interior, ver-
hum interlus sigue al verbum cordis. Es ya el término de la actividad
cognoscitiva, el concepto del entendimiento, incomplejo o comple-
jo. El entender humano es un proceso, y el concepto o lo entendi-
do es lo que realmente procede de otro: como las conclusiones de
los principios, lo actual de lo habitual, lo posterior de lo primero.
360
Metafisica y antropología: Abelardo Lobato
Por esto el verbo interior humano implica dos notas: ser entendido
y proceder de otr()ot1•7.
Esta misma doctrina es la que se encuentra sintetizada en este
otro texto del Aquinate: ·Siendo el verbo interior aquello que es
entendido, y no existiendo en nosotros sino en cuanto entendemos
en acto, el verbo interior requiere siempre el entendimiento en su
acto, que es el entender-1411. El verbum cordis es la actividad locutiva
de la intelección, la que procede del núcleo de la persona, de la
interioridad del espíritu, del verdadero corazón del hombre.
Para justificar su referencia o expresión de la realidad, santo
Tomás da el siguiente argumento: •Tal concepción o palabra mental
( ...) nace de algo y representa algo otro. Pues nace del entendi-
miento por su acto; pero es semejanza de la cosa entendida ( ...) Esto
es asi, porque el efecto se asemeja a su causa según su forma, y la
forma del entendimiento es la cosa entendida. De aqui que el verbo
que nace del entendimiento sea la semejanza de la cosa entendi-
da·••9. Con la palabra interna expresada o concepto, se entiende o
dice la realidad, se -asemeja• a ella, gracias a una -semejanza• ante-
rior: la que se da entre la forma del entendimiento con la de la forma
de la cosa entendida.
Respecto a esta última, afmna, por ello, santo Tomás: ·Todo
conocimiento se perfecciona por la asimilación del cognoscente a la
cosa conocida, de modo que la mencionada asimilación es la causa
del conocimient()ott50
Toda esta doctrina de santo Tomás que lleva a la comprensión
del conocimiento como apertura infinitamente abierta a todas las
cosas, que se poseen como conocidas, en el verbum cordis, queda
perfectamente expresada en las siguientes conclusiones de Abelardo
Lobato: ·La palabra oral es signo del pensamiento. La palabra men-
tal es signo de la realidad. Como el signo pierde su consistencia ónti-
ca para ser transparencia significativa, la palabra es mero instru-
mento humano para la comunicación del pensar y de la
comprensión de la realidad. La palabra enuncia las cosas•151.
9. Fllosofta de la ltbertad
361
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
362
Metafisica y antropología: Abelardo Lobato
hacer esto o aquello. Por ella, cada hombre ejerce el dominio de sus
obras, dispone de si mismo, se autoposee por su voluntad o se auto-
determina. Deda Aristóteles: ·libre es lo que es causa de si•157. Es,
por tanto, un medio de perfección en la verdad y en la bondad, aun-
que frecuentemente se la entiende como la pura licencia para hacer
cualquier cosa, sea buena o mala.
Añade Lobato que: ·La libertad del hombre desde la perspectiva
cristiana es una participación en el poder activo y dominador de
Dios. Todas las dimensiones de la libertad encuentran aquí su raiz.
Por estar abierto a Dios lo está al ser, a si mismo, y ejerce una cier-
ta supremada sobre el mundo. Pero aqui está también su tremendo
misterio. Al poder decir no a Dios, tiene en su dominio el inmanen-
te horizonte de lo negativo, la terrible fuerza del mal•tss.
El acto propio de la libertad del hombre es la elección. Por ella,
tiene la posibilidad de hacer lo adecuado o no hacerlo. En la liber-
tad intervienen asi tres elementos: la voluntad, como principio in-
trinseco; el fin: el bien propio; y un acto: la elección.
Un obstáculo a este acto es la coacción externa o interna, como
las pasiones y los hábitos. •No es compatible la libertad con la coac-
ción, con la violencia, con la opresión, con la esclavitud. Donde
haya imposición desde fuera no hay ejercido de la libertad. Lo que
implica el acto libre es la espontaneidad de la voluntad en su ten-
dencia hacia el fm·t".
La elección, o este modo de posibilidad, lo es respecto a los
medtos para conseguir un fm. Sin embargo, en relación con los fines
verdad y bondad, no se posee este libre albedño, porque se quie-
ren de .un modo natural y necesario.
Santo Tomás, siguiendo a san Agustin, considera a este básico
querer natural y necesario el bien supremo o fm último, en el que
no hay elección, un primer grado de libertad. Lo justifica indicando
que: ·La necesidad natural no es contraria a la voluntad. Por el con-
trario, es necesario que, asi como el entendimiento asiente por nece-
sidad a los primeros principios, así también es necesario que la
voluntad se adhiera al fin último, que es la bienaventuranza. Pues el
fin es en el orden práctico, lo que los principios en el orden espe-
culativo-160.
Esta tendencia natural y necesaria, que san Agustin incluso deno-
minaba ·libre albedño-, da razón del -deseo natural de felicidad· de
todo hombre, de la aspiración a la perfección o de máxima pleni-
tud. El ser humano no puede, por ello, dejar de querer ser feliz, de
querer el bien. La tenclencia más básica, natural y necesaria, es la de
la felicidad. Todo hombre quiere siempre ser feliz.
363
Historia de la filosofía tomista en la España contemporánea
365
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
libre albedrío humano. Por elección aparece una necesidad del bien
concreto, que es así elegido, con la imposibilidad de elegir el mal.
Es la síntesis integradora de los otros dos grados de libertad con res-
pecto al fm último, una natural y necesaria y otra racional y electiva
El hombre puede siempre progresar en perfección de este que-
rer racional, necesario y elegido del bien, acercándose a una nece-
sidad absoluta, asemejándose así su libertad a la que tiene Dios, con
respecto a su fm, ya que quiere el Bien supremo concreto, que es
Él mismo, de forma natural, racional y necesaria.
En cambio, en la vida humana, la libertad implica la posibilidad
de elegir entre el bien y el mal, y, por tanto, de crecer en perfección
o de perderla. ·Desde esta perspectiva ( ...) el hombre se encuentra
en riesgo permanente, llamado a mayor libertad, condenado a una
libertad precaria que puede fallar, suspendido en el abismo al que
puede caer-167.
La libertad, con respecto al fm último y a los medios que condu-
cen a él, es esencialmente querer el bien, y su perfección es querer-
lo sin posibilidad de apartarse de él, quererlo de modo necesario.
Lejos de oponerse la libertad y la necesidad, esta ultima viene exi-
gida en la voluntad del fm último y de los medios que conducen a
él. En cualquier grado de libertad, se encuentra alguna necesidad.
En el libre albedrío humano, junto con la elección y la posibilidad
del mal, que lo constituyen, se da la inclinación natural y necesaria
al fm último.
Si la necesidad no fuese constitutivo esencial de la libertad con
respecto al último fm, no podría decirse que Dios es libre con res-
pecto al suyo. Por ello, afirma el Aquinate: •La voluntad libremente
apetece la felicidad, aunque necesariamente la apetezca. Y asi Dios
se ama a si mismo con su voluntad libre, aunque necesariamente se
ama a si mismo-168. En Dios se cumple plenamente la esencia de la
libertad con respecto al fm y no hay elección del bien último, sino
necesidad. •La voluntad divina tiene una relación necesaria con su
bondad, como nuestra voluntad quiere por necesidad el bien•169.
Si el hombre hace el mal, no obra, en sentido propio, con liber-
tad. Cuando elige entre los diversos medios apropiados que condu-
cen a su fm concreto, que ha sido también elegido, actúa con libre
albedrío, con un cierto grado de libertad. En cambio, si no elige su
verdadero fm último o toma los medios inadecuados, pierde en rea-
lidad la misma libertad del libre albedrío humano, que no es plena
por incluir esta posibilidad de apartarse del ftn supremo. De ahi que
la elección, que otorga tal posibilidad de bien y de mal, no consti-
tuye esencialmente a la libertad en si misma. Como declara santo
MetarJSica y antropolog1a: Abelardo Lobato
367
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
niño, se hace malo, 'peor que una bestia'.1&1. Precisamente: ·La pro-
moción humana consiste en la conquista de la dignidad, y que no
se logra sin una adecuada paidea de la libertad•1sz.
Por otra, porque: ·La sociedad surge no sólo como remedio a una
corporeidad animada, sino también a una naturaleza espiritual, que
está abierta a la comunicación•183, que no desea sólo recibir, sino tam-
bién dar. Comenta al respecto Lobato que: •Nuestra situación cultural
tiene muchos 'agujeros negros' donde los perfiles se hacen borrosos.
Uno de los males cruciales que es al mismo tiempo efecto y causa,
porque el proceso se agrava y arrastra como los cuerpos en su caída,
es ser 'una sociedad sin padres ni maestros'. Se hace urgente restau-
rar las relaciones básicas interpersonales en su justo medio-JM.
Estas relaciones interpersonales deben vivirse especialmente entte
los sexos. •Varón y mujer en el proyecto de Dios, son seres creados
a su imagen, llamados a vivir en reciprocidad. No hay entre ellos
superior ni inferior. Son personas y tienen funciones diferentes, com-
plementarias, mutuas-185.
Afinna, en defmitiva, Abelardo Lobato: ·El ser humano ha nacido
para amar. Si no ama no es hombre. Tiene que amar el bien y la ver-
dad, amar a las personas, amar dándose a sí mismo. Ésta es su tarea.
Y esta tarea es personal•.
El amor siempre es enriquecedor. .Como son dos los que llevan,
cada uno se retorna con el doble de lo que pone. Y ocurre que en
los dolores y los gozos del amor personal y familiar se da la para-
doja que refleja el proverbio alemán: el dolor compartido es medio
dolor, el gozo compartido es gozo doblado-.186
Ésta es, en realidad, la aventura humana -ya anunciada en el
título de su libro Dignidad y aventura humana-, porque: .com-
pete al hombre ser en cierto modo 'padre de sí mismo', como
decía Gregario de Nisa, ser arquitecto de su propia dignidad o ser
un sepulturero. Éste es el tremendo dilema de la dignidad que el
hombre a solas y en comunión con otros hombres está llamado a
desarrollar-187.
Por ello: •Tambim en este a.mbito lo humano oscila entre la con-
quista y el fracaso, entre la aventura y la desventura. Es más senci-
llo indicar el sendero que recorrerlo. Pero es necesario descubrirlo
y tenerlo presente, porque tampoco aquí se puede dar por termina-
da la tarea mientras se desarrolla la trama de la vida. Como en el
ámbito de lo personal, pueden darse aquí los retrocesos, los olvidos
de la racionalidad y la virtud. En este orden se siente más el peso
del número, de la mayoria de la moda cambiante, de lo que se lleva
y se impone como actual•188.
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
370
MetafJSica y antropología: Abelardo Lobato
371
Historia de la filosofía tomista en la España contemporánea
Notas
1 ABELARDO LOBATO, •Pilosofia y Teologia. El uso y abuso de la ftlosotia
372
Metafisica y antropología: Abelardo Lobato
373
Historia de la filosofía tomista en la España contemporánea
46Ib., q. 1, a. 1, in c.
nfd., Summa 'Ibeologlae, q. 16, a. 2, in c.
41Ib., q. 9, a. 1, in c. La entidad es verdadera o conveniente al entendimiento
por la posesión de la propia esencia. Por ello, a la verdad trascendental, se
puede también definir por la posesión de la forma o esencia propia del ente.
De manera que, como dice santo TomAs: •Toda cosa es verdadera seg(ln que
tiene la forma propia de su naturaleza• (SANI'O TOMÁS, Summa 7beologlae, 1,
q. 16, a. 2, in c.).
"Íd., De Verltate, q. 1, a. 1, in c. Cf. ARISTÓTELES, Etblca Ntcomacbela, 1,
1, 1094a 3.
50SANf0 TOMÁS, De Verltate, q. 21, a. 1, in c. Cf. ARISTÓTELES, Metajfslca,
V, 4, 1027b 25; SANTO TOMÁS, Summa Contm Genltles, 1, 37; y PSEUDO-DIQ-
NISIO AREOPAGITA, De Dlvlnls Nomlnlbus, IV, MG 3, 585-966, 693B.
StABELARDO LOBATO, Serybelleza, op. cit., p. 117.
52 SANTO TOMÁS, De Verltate, q. 21, a. 3, in c. Cf. ARISTÓTELES, Metajfslca,
IV, 4, loo6b 10.
53 ABELARDO LOBATO, Ser y belleza, QP. cit., p. 109.
S4Véase: SANTO TOMÁS, Summa 'Ibeologtae, 1, q. 16, a. 4, ad 2.
SSABELARDO LOBATO, Ser y belleza, op. cit., p. 117.
"SANI'O TOMÁS, Summa 7beologlae, 1-n, q. 27, a. 1, ad 3.
57 ABELARDO LOBATO, Ser y belleza, op. cit., p. 120.
SBDIONISIO, De Dlvlnls Nomlnlbus, c. 4, 4, MG 3, 700.
"ABELARDO LOBATO, Ser y belleza, op. cit., p. 120. Cf. CAYETANO, In I-
n, q. 27, a. 1, ad 3.
60 ABELARDO LOBATO, Ser y belleza, op. cit., p. 121.
6tSANI'Q TOMÁS, Summa 7beologtae, 1, q. 5, a. 4, ad l.
62ABELARDQ LOBATO, Ser y belleza, op. cit., p. 121.
63Ib., p. 122.
64 Ib., p. 123.
6Sib., p. 129.
66Ib., pp. 130-131.
67 Ib., p. 131. El tercer elemento de la belleza, en el orden categorial, la cla-
ridad, se explica por la forma. •De ésta derivan no sólo la lntel~bll#dad, como
acto del ser, sino también la manlfestabllidad ( ...) Con acierto, desde este ingu-
lo, lo bello se ha definido como 'esplendor de la forma'• (ib., p. 100). Añade
Lobato: ·Alberto Magno puede decir con acierto y profundidad: 'La razón de lo
bello consiste en el esplendor de la forma sobre las partes proporcionadas de
la materia o sobre las diversas fuerzas y acciones'• (ib., pp. lOQ-101). Cf. De
Pulcbro, ed. Mandonnet, en opuscula, V, pp. 417-443, p. 427). Indica Lobato
que: •El estudio que Alberto hace de la belleza, en el anüisis del capitulo 4 (de
Los Nombres Divinos) puede decirse exhaustivo. La parte del comentario refe-
rente a la belleza fue encontrado por Ucelli en un ms. napolitano, entre otras
obras de santo TomAs, que tomó como autógrafas. En 1874 editó el op6sculo
De Pulcbro, adscribiéndolo a santo TomAs. Como él hicieron los editores De
Maria y Mandonnet. Hoy ya estl claro que el opúsculo no es de santo TomAs,
sino de san Alberto- (ib., p. 52, y nota 51).
68ABELARDO LOBATO, Ser y belleza, op. cit., p. 125.
"lb., p. 129.
374
MetarJSica y antropología: Abelardo Lobato
375
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
IIZJb., p. 108.
113Jb., p. 109.
n•·El ser subsistente es incomunicable, es decir, de tal modo es singular, que
no puede ser sino el que es. Se puede compartir el tener, pero en el fondo, no
se puede compartir el ser. Esto se hace experimentable de algún modo en los
intentos de fusión de dos como en el amor, o de fiSión de uno como en el homi-
cidio, la separación del alma del cuerpo. Una vez que se ha unido al acto de
ser al alma, no hay modo de posible separación. El sujeto es quien es y lo es
para siempre (ib., p. 110).
mfd., •Primada de lo intelectual en la comunicación interpersonal•, en
Revista de Ftlosofta (Madrid), XXI/80-81 (1962), pp. 89-94, p. 91.
116Jb., p. 89.
117 Íd., ·La persona en el pensamiento de Santo Tomis de Aquino-, op. cit.,
p. 286.
118 Ib., p. 285.
119Íd., Dignidad y aventura humana, op. cit., p. 111.
130Íd., •La persona en el pensamiento de Santo Tomis de Aquino-, op. cit.,
p. 283. Cf. SANTO TOMÁS, Summa 'lbeologlae, 1, q. 29, a. 3, e id., De Polenlla,
q. 9, a. 3, in c.
121 Íd., •La persona en el pensamiento de Santo Tomis de Aquino-, op. cit.,
p. 283.
uzfd., Dignidad y aventura humana, op. cit., p. 112.
IUJb., p. 9.
tMCf. KANT, Loglk, A, 25.
115Sal8,1.
tatiCf. ABELARDO LOBATO, La antropolog(a de Santo 7lmuls de Aquino y las
antropologfas de nuestro 11emp0, pp. 64-71.
127Íd., •Antropologia y metantropologia. Los caminos actuales de acceso al
376
etarasica y antropologla: Abelardo Lobato
377
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
378
etafJSica y antropología: Abelardo Lobato
379
VII. METAFÍSICA DE LA PERSONA Y DEL AMOR:
RAMÓN ORLANDIS Y JAIME BOFILL
380
MetarlSica de la persona y del amor: Ramón Orlandis y Jaime Bofill
381
Historia de la ftlosofia tomista en la España contemporánea
382
Metafisica de la persona y del amor: Ramón Orlandis y Jaime Boftll
383
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
385
Historia de la filosofaa tomista en la España contemporánea
3. Gracia y perfección
La conformidad del pensamiento de san Ignacio con el de santo
Tomás la mostró Ramón Orlandis principalmente en todo lo refe-
rente a la gracia de Dios. Sus escritos sobre esta temática no sólo tie-
nen un gran interés teológico, sino también fllosófico, ya que ense-
ñó insistentemente que la plena perfección natural se debe a la
gracia. Afi.I11la, en uno de ellos, que: ·El elemento sobrenatural apor-
ta a la vida espiritual una fuerza o poder doble: a) un poder que
podríamos llamar elevativo o divinizador; b) un poder medicinal y
roborativo-29.
Para la mejor intelección de este último poder, advierte que el
pecado provoca la Ignorancia, la malicia, la debilidad y la concu-
piscencia. Enseña santo Tomás que el primer hombre perdió todos
los dones sobrenaturales (gracia santificante, gracias actuales, virtu-
des, dones del Espiritu Santo e inhabitación trinitaria) y todos los
dones preternaturales (inmortalidad, impasibilidad, integridad, domi-
nio sobre los animales y ciencia insigne en Adán). Además, la misma
naturaleza humana en si misma quedó en peores condiciones de lo
que hubiera encontrado en un estado de naturaleza pura.
Según santo Tomás, el hombre fue creado en estado de justicia
original, con una naturaleza pura y una serie de dones, los sobre-
naturales y los preternaturales. •Que fue creado también en gracia
( ...) parece exigirlo la rectitud del estado primitivo, en el cual, según
el Eclestástico: 'Dios hizo al hombre recto' (Eccle 7,30). En efecto,
esta rectitud consistia en que la razón estaba sometida a Dios; las
facultades inferiores a la razón; y el cuerpo, al alma. La primera suje-
ción era causa de las otras dos, ya que, en cuanto que la razón per-
manecía sujeta a Dios, se le sometian a ella las facultades inferiores,
como dice san Agustin. Pero es manifiesto que esta sujeción del
cuerpo al alma y de las facultades inferiores a la razón no era natu-
ral, de serlo hubiera permanecido después de haber pecado ( ...) la
primera sujeción, por la que la razón se subordinaba a Dios, no era
sólo natural, sino un don sobrenatural de la gracia, ya que el efecto
no puede ser superior a la causa,.30.
La ordenación recta de la mente a Dios era el efecto per se o
necesario de la gracia. En cambio, los otros dones, que le fueron
concedidos en razón de este primero, eran efectos per acctdens o no
necesarios de la gracia. En este sentido la primera sujeción era causa
de las otras dos. De manera que, en este estado de inocencia, Dios
también proporcionó al hombre de un modo totalmente gratuito, no
exigible por su naturaleza, otros dones, denominados preternatura-
MetaflSica de la persona y del amor: Ramón Orlandis y Jaime Bofill
387
Historia de la filosofía tomista en la España contemporánea
388
MetaftSica de la persona y del amor: Ramón Orlandis y Jaime Bofill
390
MetariSica de la persona y del amor: Ramón Orlandis y Jaime Boftll
391
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
392
MetarlSica de la persona y del amor: Ramón Orlandis y Jaime Bofill
plo, la sierra hace falta que sea de hierro para que pueda cumplir la
función que se le destina, y para la cual se requiere la dureza, pero
el que sea oxidable no depende de la voluntad del agente, sino de
la condición intrinseca de la materia. Si el fabricante pudiese, fabri-
carla sierras inoxidables. Pues bien, Dios, creador del hombre, es
omnipotente y por su benevolencia anuló la necesidad de morir que
se deriva de la composición del cuerpo humano. Ese beneficio lo
perdimos por el pecado de los primeros padres, viniendo a ser la
muerte, desde ese momento, natural por la condición de la materia
y penal por la pérdida del beneficio divino que nos preservaba de
la muerte-53.
Explica también en otro lugar que: ·El cuerpo humano, corrupti-
ble en cuanto a su propia naturaleza, en cierto sentido está también
proporcionado a su forma y en cierto sentido no lo está. Podemos
distinguir una doble propiedad en la materia: una elegida por el
agente, otra impuesta por su condición natural. As1, el fabricante,
para hacer un cuchillo, elige materia dura y dúctil, que puede adel-
gazarse hasta ser apta para cortar, y en ese supuesto, la materia apta
para hacer cuchillos es el hierro. En cambio, el que el hierro pueda
quebrarse y que el óxido lo recubra, esto procede de la natural dis-
posición del hierro, y no lo busca el artifice, sino que lo eliminada
si pudiese. Luego esta disposición de la materia no está proporcio-
nada a la intención del artifice ni del arte. De manera parecida, el
cuerpo humano es materia elegida por la naturaleza, porque posee
una complexión moderada, a fm de que al órgano del tacto y a las
restantes facultades sensitivas resulte convenient1simo para cumplir
su fin. En cambio, el que sea corruptible proviene de la condición
de la misma naturaleza, la naturaleza elegirla materia incorruptible,
si pudiese. Pero Dios, a quien toda la naturaleza está sometida, al
crear al hombre suplió esa deficiencia de la naturaleza, dando al
cuerpo, mediante la gracia de la justicia original, ese don de inco-
rruptibilidad. En este sentido, decimos que 'Dios no hizo la muerte',
sino que ésta es pena del pecado-54.
También hay que tener en cuenta que, aunque la enfermedad y
los otros defectos corporales sean efecto indirecto del pecado ori-
ginal, no se dan en todos los hombres en el mismo grado. ·Ha-
blando de causa propiamente dicha, a igualdad de causa sigue
igualdad de efecto, y, aumentada o disminuida la causa, el efecto
sufre la misma alternativa. Pero la causalidad indirecta o acciden-
tal, que es remoción de obstáculos, no exige igualdad de defectos.
De que uno con idéntico impulso remueva dos columnas no se
sigue que las piedras superpuestas adquieran idéntico movimien-
393
Historia de la filosofía tomista en la España contemporánea
to, sino que la más pesada por naturaleza caerá más rápidamente
que la otra, ya que al quitar los obstáculos se les deja a merced de
sus propiedades naturales. Asi quitada la justicia original, la natu-
raleza del cuerpo humano quedó dejada a su suerte, y en virtud de
la complexión natural de cada uno, aun siendo uno el pecado ori-
ginal, hay quienes están bajo el peso de más defectos corporales
que los otros-55.
De ahí que en el estado de inocencia, además de la -disparidad
en justicia y ciencia•, propias del alma y de su libertad, •aun por
parte del cuerpo podla haber disparidad, pues el cuerpo no era
ajeno a las leyes naturales. Podlan, por tanto, los agentes exteriores
servirles de mayor o menor ayuda o utilidad, dado que su vida se
sustentaba con alimentos. Y así no hay inconveniente en decir que
unos fuesen más robustos, de mayor talla, de mayor belleza o com-
plexión que otros, debido a las influencias de la atmósfera o de los
astros. Bien entendido que en los inferiores no se daría ningún
defecto ni pecado en el alma ni en el cuerpoS6.
La transmisión del pecado original se explica porque es pro-
pio de la naturaleza humana, pero no de la persona individual,
que es cada hombre. ·El hombre engendra seres iguales a sí espe-
cificamente, pero no numéricamente. Por tanto, las notas que
pertenecen a un individuo en cuanto singular, como los actos
personales y las cosas que le son propias, no se transmiten de los
padres a los hijos. No hay gramático que engendre hijos conoce-
dores de la gramática que él aprendió. En cambio, los elementos
que pertenecen a la naturaleza, pasan de los padres a los hijos, a
no ser que la naturaleza esté defectuosa. Por ejemplo, el hombre
de buena vista no engendra hijos ciegos si no es por defecto
especial de la naturaleza. Y si la naturaleza es fuerte, incluso se
comunican a los hijos algunos accidentes individuales que perte-
necen a la disposición de la naturaleza, como son la velocidad de
cuerpo, agudeza de ingenio y otros semejantes. Pero no las cosas
puramente personales•s7 • De ahi que los pecados personales no
se transmitan.
En este sentido, asimismo indica santo Tomás que: ·Por el bau-
tismo se limpia uno del pecado original en cuanto a la culpa, y el
alma en su parte-espiritual recupera la gracia. Pero continúa el peca-
do original en cuanto al fomes, que es un desorden de las partes
inferiores del alma y del cuerpo-. Añade, por ello, que: •Los bauti-
zados transmiten el pecado original, porque no engendran en cuan-
to que están renovados por el bautismo, sino en cuanto que les
queda algo de la vejez del primer pecad()o58.
394
Metafisica de la persona y del amor: Ramón Orlandis y Jaime Boflll
395
Historia de la fllosofía tomista en la España contemporánea
396
MetafJSica de la persona y del amor: Ramón Orlandis y Jaime Bor.tl
397
Historia de la filosofía tomista en la España contemporánea
que de ella nazcan todos los vicios a veces, porque, aunque se pue-
den transgredir todos los preceptos de la ley por cualquier pecado de
desprecio, que es objeto de la soberbia, no toda transgresión de los
preceptos divinos se debe a él, sino que a veces se deben a ignoran-
cia y, otras veces, a flaqueza,.aa. La ignorancia, la malicia, la flaqueza y
la concupiscencia, las cuatro ·heridas- de la naturaleza humana, son
las causas productoras, o eficientes, inmediatas del pecado.
Como indica Canals: ·San Gregorio Magno y santo Tomás ponían
la soberbia como 'reina' de todos los vicios y enumeraban la vani-
dad o 'vanagloria', como uno de los vicios capitales-. Explica que:
·Los vicios capitales no se llaman asi en razón de la gravedad de los
pecados a que inclinan al hombre, sino por cuanto son pecados de
los que derivan otros muchos, es decir, son como cabezas de lo
pecaminoso, como punto de partida•.
Desde san Gregorio Magno se consideran como vicios capitales:
la gula, la lujuria, la acedia, la envidia, la ira, la avaricia y la vana-
gloria. En cambio: ·A los más graves pecados: el odio a Dios y al
prójimo, la envidia de los bienes espirituales y en general los peca-
dos contra el Espiritu Santo, no se les llama con el titulo de vicios
capitales, precisamente porque no están en el comienzo de los cami-
nos del mal sino en su última y más perversa meta•1".
Por ser un desorden del deseo irascible, no es tan fácil caer en la
soberbia, como en los demás vicios. Es mucho más dlftctl ser sober-
bio, que caer en cualquiera de los vicios, tanto los del deseo, natu-
ral y cultural, o los nacidos de la rehusión ante el bien. Por su extre-
mada dificultad, el vicio de la soberbia implica una actitud muy
consciente y, por lo mismo, una mayor responsabilidad y culpabili-
dad aún que los otros originados por desórdenes del deseo.
La soberbia no es un punto de partida o de comienzo de los males
morales. Se accede a ella desde otros y es el fin de todos ellos, por-
que, tal como lo justifica el Aquinate: •En el orden de intención es el
fm quien tiene razón de principio. Y en todos los bienes temporales,
el fm que el hombre busca es poseer una cierta perfección y exce-
lencia. Por esta vfa descubrimos que la soberbia, apetito de la propia
excelencia, se pone como principio de todo mal.,IM. La soberbia, por
tanto, se dice principio de todo vicio en cuanto que es su fm.
Lo primero en cuanto a la realización del mal r.o es la soberbia,
sino la avaricia. La riqueza permite colmar el mayor número de de-
seos desordenados, y, por ello, está en el inicio. Como explica santo
Tomás: •La avaricia se dice mízde todos los males, por semejanza con
la raiz del árbol, que suministra alimento a todo el conjunto. Lo prue-
ba la experiencia. Por las riquezas está uno dispuesto a cometer cual-
398
MetafJSica de la persona y del amor: Ramón Orlandis y Jaime Bofdl
399
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
5. El victo de la soberbia
400
MetaFJSica de la persona y del amor: Ramón Orlandis y Jaime Bofill
toman las dos especies de soberbia, a saber: 'creer que se tiene por s(
mismo lo que se ha recibido de Dios o creer que ha sido dado de arri-
ba por sus propios méritos'•. Estas dos actitudes de superioridad dan
lugar a otras dos especies más de soberbia.
Por último, el bien que se posee puede ser visto según: ·El modo
de poseerlo, en cuanto que uno se hace más excelente por el hecho
de poseer un bien mejor que los demás. También de este modo
puede buscar el apetito desordenadamente su propia excelencia, lo
cual da lugar a la cuarta especie de soberbia, que tiene lugar 'cuan-
do uno, despreciando a los demás, desea que todos le miren'.95.
El pecado original fue de soberbia. Explica santo Tomás que, por
su libertad participada y, por tanto, no absoluta ni omnimoda, el
hombre, aun en el estado de completa armonia, tenia la posibilidad
del pecado. Es de fe que pecó, perdiendo la justicia original. Este
pecado del primer hombre no fue de naturaleza sexual. ·Como en el
estado de inocencia no podemos hablar de una primera rebelión de
la carne contra el espfritu, es imposible que el primer desorden se
produjera por el deseo de un bien finito que arrastrara a la carne
contra el orden de la razón. Por consiguiente, ese primer apetito
tuvo que ser de un bien espiritual, y como no habria desorden en el
apetito de esos bienes si procediesen conforme a la medida esta-
blecida por la ley divina, no hay más remedio que concluir en la
existencia de un apetito desordenado de bienes espirituales; éste es
precisamente el objeto de la soberbia, luego el primer pecado del
hombre fue la so1Jerbta.96.
Concretamente este pecado de soberbia consistió en desear ser
semejante a Dios. Pero, como continúa, explicando santo Tomás:
·Dos son las especies de semejanza aplicable a Dios. Una es de
tg11aldad absoluta, y ésa no ta buscaban los primeros padres, por-
que a nadie se le ocurre pensar en ella, y menos a los sabios. Otra
es de tmttacl6n, mediante la participación de ciertas notas en el
modo de ser. Todo el bien de las criaturas es una semejanza partici-
pada del primer bien. Por eso, al apetecer el hombre algún bien
espbitual que lo supere, desea la semejanza con Dios de un modo
desordenado-.
Hay que tener en cuenta, sin embargo, que: ·El bien espiritual,
conforme al cual la criatura puede imitar al Creador, es triple:
Primero, tmttact6n en el ser y naturaleza, y esta semejanza con Dios
la poseemos desde el momento de la creación, pues fuimos hechos
'a su imagen y semejanza' (Gn 1,26-27), lo inismo que los ángeles.
El segundo modo de imitación se encuentra en el pensamiento. Este
modo le fue concedido al ángel desde su creación, por ser 'sello de
401
Historia de la fllosofia tomista en la España contemporánea
402
MetafJSica de la persona y del amor: Ramón Orlandis y Jaime Bofill
403
Historia de la filosofía tomista en la España contemporánea
del cuerpo, sino a los que pueden hallarse en las cosas espirituales,
ya que nada se inclina si no es a lo que de algún modo puede con-
venir a su naturaleza. Ahora bien, en los bienes espirituales, cuando
alguien se aficiona a ellos, no puede haber pecado, a menos que en
tal afecto no se observe la regla del superior. Pero no someterse a la
regla del superior en lo debido es precisamente lo que constituye el
pecado de soberbia. Luego, el primer pecado del ángel no pudo ser
más que el de soberbia•too.
A la soberbia, pudo seguir la envidia, porque este vicio, también
de tipo espiritual consiste en: •entristecerse de los bienes de los otros
en cuanto exceden de los propios-101. El motivo es el siguiente: ·La
misma razón que el apetito tiene para inclinarse a una cosa, la tiene
para rechazar la contraria, y por esto ocurre que el envidioso se
duele del bien de otro, por cuanto estima que el bien ajeno, es un
obstáculo para el propio. Pero el bien de otro no pudo ser estima-
do como impedimento del bien a que se aficionó el ángel malo, sino
en cuanto apeteció una excelencia singular que quedaba eclipsada
por la excelencia de otro. De aqui que, tras el pecado de soberbia,
apareciese en el ángel prevaricador el mal de la envidia, porque se
dolió del bien del hombre y también de la excelencia divina, por
cuanto Dios se sirve del hombre para su gloria en contra de la
voluntad del demonio-102.
Asimismo, como consecuencia de la soberbia, de querer ser
semejantes a Dios en tener por st la felicidad eterna, los ángeles
rebeldes quisieron también poseer el poder de Dios sobre las cosas.
·Como lo que es de por st es principio y causa de lo que es por otro,
de aquella apetencia se siguió, que quisiera tener dominio sobre las
demás cosas, llevando su perversidad a querer también asemejarse
en esto a Dios-t03,
Advierte, por ello, Canals que: •En el vicio de la soberbia no se
cae sino de modo muy consciente y culpable. Aunque las tentacio-
nes iniciales de soberbia nos sobrevienen fácilmente, por el contra-
rio la asunción consciente y responsable de una actitud soberbia es
algo dificil al hombre, y es muy culpable por lo mismo a tomar tal
actitud, e instalarse en el deseo desordenado de la propia excelen-
cia al margen del orden querido por Dios•104.
La soberbia es el vicio más grave no sólo por su máxima capi-
talidad, sino también en cuanto a la aversión o huida de Dios que
implica. Explica santo Tomás que: ·La aversión es la parte formal
del pecado, y este elemento lo posee la soberbia dtrectamente,
mientras que en los demás pecados es algo como derivado-105.
Considerada, por tanto, en su formalidad, o en cuanto al aleja-
404
MetafJSica de la persona y del amor: Ramón Orlandis y Jaime Bofill
405
Historia de la filosoflll tomista en la España contemporánea
406
Metafisica de la persona y del amor: Ramón Orlandis y Jaime Bofill
407
Historia de la fllosofia tomista en la España contemporánea
7. Criatura y dependencia
408
MetarlSica de la persona y del amor: Ramón Orlandis y Jaime Boflll
409
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
410
Metartsica de la persona y del amor: Ramón Orlandis y Jaime Boftll
411
Historia de la filosofía tomista en la España contemporánea
412
MetariSica de la persona y del amor: Ramón Orlandis y Jaime Bofill
413
Historia de la fllosofia tomista en la España contemporánea
8. La humildad metajisfca.
414
MetafiSica de la persona y del amor: Ramón Orlandis y Jaime Boflll
415
Historia de la filosofía tomista en la España contemporánea
416
MetariSica de la persona y del amor: Ramón Orlandis y Jaime Bofill
417
Historia de la filosofía tomista en la España contemporánea
418
MetafJSica de la persona y del amor: Ramón Orlandis y Jaime Bofill
419
Historia de la filosofía tomista en la España contemporánea
420
MetafJSica de la persona y del amor: Ramón Orlandis y Jaime Boftll
9. La persona y el amor
421
Historia de la filosofía tomista en la España contemporánea
422
Metafisica de la persona y del amor: Ramón Orlandis y Jaime Bofill
nen biografia, porque tienen una vida individual, única, una vida
como proceso unitario que no se explica únicamente por las carac-
teristicas o propi~des de la naturaleza humana en general. En
efecto, en las biografías no se determinan características o propie-
dades universales del hombre, sino que se intenta explicar de algu-
na manera la vida del hombre individual, la vida de una persona. La
vida personal es la que se comunica en las relaciones de amor de
donación desinteresada. En la donación reciproca amistosa, los que
se aman se intercambian los pensamientos, las voluntades, los afec-
tos y todo aquello que pertenece a la propia intimidad personal, y
que son sus mejores bienes propios.
La naturaleza del amor explica por qué el hombre en ninguna de
sus etapas de la vida está hecho para la soledad, ya que ésta se supe-
ra siempre con el amor. Se dan ya estas situaciones en la misma
infancia. El hombre ha nacido para la amistad. •Por ella queda ven-
cida definitivamente la soledad, al quedar igualmente satisfechas
tanto nuestras aspiraciones a ser comprendidos, apreciados, amados,
como aquellas otras de dirección contraria, a derramar en otros la
plenitud de nuestro corazón en apacible confidencia. Por ellas
queda el hombre situado en su verdadero ambiente, a saber: la fami-
lia y la sociedad, y ocupa su puesto en el universo-.
Hay que enseñar al hombre a entender y vivir el amor, a descu-
brir que no es únicamente una aspiración a ser comprendido, apre-
ciado, acogido y, por tanto, a ser amado, sino también necesaria-
mente a dar, a impartir amor. El amor en su plenitud es donación, y
siempre es perfeccionante.
El sentido de la vida humana es amar. La sabiduría consiste en
saber amar. El hombre tiene que saber amar el mundo, sobre todo
al mundo de las personas, con su historia y sus sentimientos. Para
entender profundamente la realidad, es preciso amarla, y si es una
persona tener amistad con ella. •La medida de esta perfección y del
gozo correspondiente nos lo hará vislumbrar la consideración de lo
que ella significa: el enriquecimiento de una persona por lo que hay
de más valioso en el universo entero, a saber: por otra persona, que
se entrega a si misma no en alguno de sus aspectos o bienes más o
menos exteriores, sino introduciéndonos en lo intimo de su vida y
de su ser•. Vivir como persona es amar.
El amor verdadero implica el desprendimiento de todo egoismo.
Y la lucha interna contra el amor en exceso de sí mismo, del que
brotan todos los deseos desordenados de bienes, y que misteriosa-
mente está arraigado en la naturaleza humana como un hábito o una
disposición permanente, va acompañada de sufrimiento. Desde los
423
Historia de la filosofta tomista en la España contemporánea
menos elevados a los más sublimes, a todos los amores les acompa-
ñan inseparablemente los dolores. Todas las grandes obras humanas
revelan esta conexión entre dolor y amor. •Únicamente el indice de
potencialidad que afecta tan profundamente a nuestra naturaleza
humana (pero también, en alguna medida, a toda naturaleza creada),
impide la realización perfecta de este ideal ejemplar de amistad espi-
ritual. Únicamente este indice de potencialidad impide nuestra per-
fecta comunión con los otros hombres y con Dios-176,
10. La contemplación
424
Metafísica de la persona y del amor: Ramón Orlandis y Jaime Boftll
425
Historia de la filosofía tomista en la España contemporánea
426
Metaftsica de la persona y del amor: Ramón Orlandis y Jaime Bofill
427
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
428
Metafisica de la persona y del amor: Ramón Orlandis y Jaime Bofdl
429
,.
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
Por ello, la doctrina del Doctor Angélico, por una parte: •No
puede desvincularse de la vida interior de la que brota y a cuya
nutrición y robustecimiento está ordenado, después de haber con-
quistado para ella un horizonte de necesidad y de universalidad·. El
tomismo como ·sistema de pensamiento•, por otra parte: •No puede
desligarse ( ... ) de sus fuentes reales: el movimiento de la creación y
de la gracia, que está ordenado a prolongar, por modo de reflexión
intelectual, en formulaciones objetivas-.
Lo que se explica, porque: •La verdad es dada al hombre, no sólo
como visión, sino también como confidencia, no sólo como certi-
dumbre, sino también como dulzura, no sólo como representación
objetiva, sino como spirans amorento. De ahi que: ·El tomismo no
puede ser mera ftlosofia ni tan siquiera mera teologia, antes bien,
debe vehicular el proceso ontológico y teologal que conduce al
hombre a su santidad y a su bienaventuranza•19S.
Notas
1 FRANCISCO CANALS VIDAL, •A los veinticinco años de la muerte del
padre Orlandis•, en Crlsttandad (B:ucelona), 628-631 (1983), pp. 96-104, p. 96.
El P. Enrique Rami~re, SJ (1821-1884) fue el segundo fundador y organizador
del •Apostolado de la Oración• y fundador de su órgano de expresión ·El
Mensajero del Corazón de Jesús-. Autor, entre otros libros, de La soberanfa
soctal de jesucristo, Las esperanzas de la Iglesta, El Cott~z6n de Jesús y la divini-
zación del cristiano y El Apostolado de la Oración.
z ld., -Continuador del P. Rami~·. en Cristiandad (Barcelona), 331/XV
(1958), pp. 38-44, p. 43. Un resumen sintético de todas sus enseñanzas se
encuentra en el escrito de Orlandis titulado Pensamientos y ocurrencias (en
Crlsttandad (Barcelona), 269 (1955), pp. 200-202). Para una visión general de
algunas de estas enseñanzas, véase: E. FORMENT, •El magisterio tomista del P.
Orlandis, apóstol del corazón de Jesús-, en Doctor Communls (Citti del
Vaticano), 47/1 (1994), pp. 43-71; 47/2 (1994), pp. 155-174.
3 FRANCISCO CANALS VIDAL, Sant Tom4s d'Aqulno: Antologfa Metaftslca,
Barcelona, Ediciones 62, 1991, •Introducci6o, pp. 15-30, p. 19.
4 lb., pp. 19-20.
s lb., p. 20. En varios escritos, Francisco Canals ha notado el carácter disci-
plinar y no doctrinal de la aprobación de las Tesis, por la Sagrada Congregación
de Estudios. (Véase: FRANCISCO CANALS VIDAL, -Génesis histórica de las XXIV
Tesis tomistas-, en Cristiandad (Barcelona), UVn89-790 (1~7), p. 38). También
ha advertido que su fmalidad era la de diferenciar estas tesis de otras opuestas
escolásticas. El P. Getino en un articulo puso: •Las proposiciones declaradas
como de Santo Tomás por la Sagrada Congregación, y a su lado otras tantas de
Suárez, extractadas de sus obras por un eminente profesor de la Compañia de
Jesús- (LUIS G. ALONSO GETINO, •En el centenario de Suárez•, en La Clencta
Tomista (Salamanca), XV/1 (1917), pp. 381-390, p. 383. Véase: E. FORMENT, •La
430
MetartSica de la persona y del amor: Ramón Orlandis y Jaime Bofill
431
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
zt lb., m, p. 43.
22 1b., m, p. 45.
u lb., m, pp. 48-49.
24 Ib., m, p. 51.
zs lb., m, p. 52.
26 1b., m, pp. 51-52.
27 1b., m, p. 52.
•lb., m, p. 53.
~RAMÓN ORLANDIS, ·De la sobrenaturalidad de la vida en los Ejercicios-,
en Manresa (Madrid), 46 (1936>, pp. 97-125; 47 (1936), pp. 193-223; p. 106.
"SANfO TOMÁS, Summa '1beolo81ae, 1, q. 95, a. 1, in c. La naturaleza
humana fue elevada con los dones sobrenaturales en orden al fm sobrenatural.
Los medios sobrenaturales, con los ~ales el hombre adquiría la deificación o
filiación divina -en cuanto poseía cierta comunicación de la misma naturaleza
de Dios, una participación fisica, intrinseca, fonnal, accidental y analógica- y la
renovación sobrenatural de la imagen de Dios -imperfecta y analógica-, eran
la grada santtftcante, las virtudes Infusas y los dones del Espirllu Santo. También
poseía una serie de gradas actuales, que le disponía para recibir y poner en
movimiento todas las gracias santificantes, entitativas y operativas. Como conse-
cuencia inhabitaba en su alma la Santfsima Trinidad. Esta presencia especial le
hacía templo de Dios. Véase: supra n, notas 115, 116 y 117; y V, nota 187.
JI lb., 1, q. 97, a. 2, in c.
JZib., 1, q. 95, a. 2, in c.
JJib., 1, q. 95, a. 2, ad 3.
Mlb., 1, q. 95, a. 2, ad l.
Js lb., I, q. 96, a. 2, sed c.
361b., I, q. 96, a. 2, in c. El texto completo es el siguiente: •En el hombre en
cierto modo, se encuentran todas las cosas (In bomlne quodammodo sunt
omnla). Asi pues, el modo de su dominio sobre lo que hay en él es una imagen
del dominio sobre las demAs cosas. Cuatro cosas cabe considerar en el hombre:
la nuón, que le es común con los Angeles; las potencias sensUttJas, que le son
comunes con los animales; las natundes, que le son comunes con las plantas, y
el cuerpo, que le iguala a los seres inanimados. Pues bien, la razón en el hombre
es lo que contribuye a hacerle dominador y no sujeto a dominio. Por consi-
guiente, el hombre en el primer estado no dominaba a los Angeles; y lo de 'a toda
criatura' ha de entenderse de 'la que no es a imagen de Dios'. Tocante a las poten-
cias sensUWas, como la irascible y la concupiscible, que obedecen algún tanto a
la razón, el alma las domina imperando. Asi pues, también en el estado de in«?
cencia con su imperio dominaba a los animales. Las potencias naturales y el
mismo cuerpo no estin sometidos a su impulso, sino a su uso. Por ello, el hom-
bre en estado de inocencia, no tenía sobre las plantas y seres inanimados un
432
MetaflSica de la persona y del amor: Ramón Orlandis y Jaime Bofill
433
Historia de la filosofía tomista en la España contemporánea
q. 118, a. 1, in c.
11Cf. ib., 1-11, q. 84, a. 4, in c.
121b., 11-II, q. 118, a. 6, ad 1, in c.
73Ib., Il-11, q. 118, a. 7, in c. •El dinero no es fm, sino que está subordinado a
otro como a su fm. Sin embargo, en cuanto sirve de medio para obtener todos
los bienes sensibles, los comprende virtualmente a todos ellos y proporciona por
lo mismo cierta semejanza de felicidad· (ib., n-n, q. 118, a. 7, ad 2). En él, no
puede encontrar el hombre la felicidad. Indica también el Aquinate que: •No es
del mismo modo infmito el deseo de las riquezas que el deseo del supremo bien,
porque cuanto más perfectamente se posee el bien sumo, tanto más se le ama y
más se desprecian las otras cosas, pues mejor se le conoce ( ...) Pero con el deseo
de riquezas y de cualquier otro bien temporal ocurre lo contrario: cuando ya se
tienen se desprecian y se desean otras cosas (. ..) El motivo es porque se conoce
más su insuficiencia cuando se poseen. Por lo tanto, en esto mismo manifiesta su
imperfección y que el bien sumo no consiste en ellas- (ib., 1-II, q. 2, a. 1, in c.).
74Cf. ib., 11-11, q. 103, a. 1, ad 3.
75Cf. ib., 1-11, q. 84, a. 4, in c., e ib., 11-11, q. 35.
76Cf. ib., 1-11, q. 84, a. 4, in c., e ib., 11-11, q. 36.
77 Cf. ib., 1-11, q. 84, a. 4, in c., e ib., 11-II, q. 158, a. 2, in c.
78 lb., 1-11, q. 77, a. 5, in c.
implica que sólo por soberbia sea pecador el hombre, aunque si que por la
soberbia se agrava todo pecado, ya que es por la soberbia, como apetito desor-
denado de la propia excelencia, por lo que el hombre no ya sólo se 'convierte'
434
MetaftSica de la persona y del amor: Ramón Orlandis y Jaime Bofill
a los bienes creados, sino que se aparta de Dios, en lo que consiste definitiva-
mente el desorden moral y el pecado en cuanto tal• (FRANCISCO CANALS,
VIDAL, .SObre el sennón de Lucifer en la 'Meditación de Dos Banderas'. En
recuerdo del P. Ramón Orlandis en el 30 aniversario de su muerte•, op. cit., p.
44). Con el pecado se infringe voluntariamente la ley de Dios, una ley grave o
leve. Por ello, el elemento formal del pecado es ~1 alejamiento, o separación, y
ofensa a Dios. El elemento material es la conversión a las criaturas; es lo que se
busca, por el goce ilicito, que proporcionan.
., FRANCISCO CANAIS VIDAL, .Sobre el sermón de Lucifer en la
'Meditación de Dos Banderas'. En recuerdo del P. Ramón Orlandis en el 30 ani-
versario de su muerte•, op. cit., p. 46.
1M SANTO TOMÁS, Summa 7beologtae, 1-II, q. 84, a. 2, in c.
85Jb., 1-II, q. 84, a. 1, in c.
"lb., 1-II, q. 84, a. 2, in c.
171b., 1-II, q. 77, a. 4, in c.
•lb., 1-II, q. 77, a. 4, in c.
89FRANCISCO CANALS VIDAL, •Sobre el sermón de Lucifer en la
'Meditación de Dos Banderas'., op. cit., pp. 47-48.
90SANTO TOMÁS, Summa 7beologtae, II-II, q. 162, a. 5, ad l.
Pll Ion 2, 15.
!IZSAN AGUsrfN, E:xpostdón de la epístola de San]uan a los Partos, II, 13,14.
"SANTO TOMÁS, Summa 1beologtae, 1-II, q. 77, a. 5, in c.
114Santo Tomás divide la soberbia en cuatro especies, tal como hab'ta indi-
cado san Gregario en el siguiente texto: .Cuatro son las manifestaciones que
delatan la presencia del arrogante: el creerse que el bien que posee procede de
si mismo; el pensar que los dones concedidos gratuitamente por Dios han sido
merecidos por él; el jactarse de poseer lo que no se tiene; y el despreciar a los
demás, ansioso de que sólo brille el bien suyo- (SAN GREGORIO MAGNO,
Moral, XXXIII, c. 6; ML 76, 258. Véase: SANTO TOMÁS, Summa 7beologlae, ib.,
II-II, q. 162, a. 4, ob. 1).
"SANTO TOMÁS, Summa 7beologlae, II-II, q. 162, a. 4, in c.
961b., II-II, q. 163, a. 1, in c.
'"lb., n-n, 163, a. 2, in c.
!llllb., 1, q. 63, a. 3, in c.
"lb., 1, q. 63, a. 3, in c.
toolb., 1, q. 63, a. 2, in c.
101 1b., n-n, q. 36, a. 2, in c.
tozlb., 1, q. 63, a. 2, in c.
t051b., 1, q. 63, a. 3, in c.
tCMFRANCISCO CANALS VIDAL, .SObre el sermón de Lucifer en la
'Meditación de Dos Banderas\ op. cit., p. 50.
J05SANTQ TOMÁS, Summa 1beologtae, n-II, q. 162, a. 7, in c.
1a61b., n-n, q. 162, a. 6, in c. Precisa que: ·Por parte de su conversión, la
soberbia no es el pecado mis grave, ya que la excelencia que el soberbio busca
desordenadamente no dice, respecto del bien de la virtud, la máxima repug-
nancia; pero, por parte de la aversión, la soberbia posee la máxima gravedad·
(ib.). Por parte del elemento material del pecado, u objeto del mismo, el mayor
es el de odio a Dios. También lo son los pecados contra el Espiritu Santo ~1
435
Historia de la filosofm tomista en la España contemporánea
n•lb., 1, q. 105, a. 5, ad 2.
t:.19fd., QuaesUones dtsputatae. De Potenlla, q. 3, a. 7, in c.
uofd., Summa Contra Genl1les, m, c. 149.
131JA1ME BOFILL, ·Humildad ontológica, humildad personal, humildad
social•, op. cit., p. 108.
13ZVéase: FRANCISCO CANALS VIDAL, •La tensión integrismo-progresimo y
el problema de la actualidad del tomislnoo, en Crlst1andad (Barcelona),
XXVII/469-470 (1970), pp. 70-90, p. 84; y supra IV, nota 32.
133Véase: E. PORMENT, •El magisterio tomista del P. Orlandis, Apóstol del
Corazón de Jesús-, op. cit., pp. 168-169.
U4fRANCISCO CANALS VIDAL, En tomo al dúJiogo católico protestante,
Barcelona, Herder, 1966, p. 62. Véase: supra IV, nota 18.
1"Ib., p. 63.
136FRANCISCO CANALS VIDAL, Hislorla de la Filoso/fa Medieval, Barcelona,
436
MetafJSica de la persona y del amor: Ramón Orlandis y Jaime Boflll
437
Historia de la filosofía tomista en la España contemporánea
438
VIII. SÍNTESIS DEL TOMISMO: FRANCISCO CANALS
439
Historia de la filosofía tomista en la España contemporánea
441
llistoria de la filosofía tomista en la Esp;tña contemporánea
2. Ser y conocer
442
Síntesis del tomismo: Francisco Canals
443
Historia de la filosofía tomista en la España contemporánea
444
Sintesis del tomismo: Francisco Canals
3. Los preconocidos
También advierte Canals que se han ignorado los praecogntta,
-presupuestos preconocidos•, o principios evidentes por si mismos,
que permiten explicar lo que es el conocer, su ámbito objetivo y los
contenidos alcanzables. Como explica en Sobre la esencia del cono-
ctmfento, se dan en el conocimiento humano: •Unos contenidos y
unos significados, que, con anterioridad incluso a haber sido objeto
de reflexión, o de haberse intentado una penetración y aclaración
conceptual de los mismos, se muestran en si patentes ( ...) elemen-
tos pre-conocidos, iniciales de cualquier reflexión o búsqueda acer-
ca de lo que sea el conocimient0.Z5.
Aristóteles ya había establecido la necesidad de principios eviden-
tes, que no requieren demostración alguna, para que sea posible cual-
quier argumentación racional. Afinnó que: ·Todo saber dado y toda
disciplina racional se genera desde un conocimiento preexistente-26.
Indica Canals: •La doctrina sobre los 'praecognita' que se presu-
ponen a la puesta en marcha de cualquier esfuerzo discursivo, lógi-
camente ordenado, en búsqueda de 'ciencia', no equivale en modo
alguno a una tesis innatista. Lo que afmna es la anterioridad de
conocimientos sensibles e intelectuales, a los que las facultades
humanas están ordenadas por su naturaleza, y que se adquieren por
medio 'connatural' y como espontáneo, con anterioridad a toda
construcción reflexiva de carácter metódico, y generadora de hábi-
tos intelectuales cientificos-Z7. Lo cual tiene aplicación tanto para el
hallazgo del saber como para su transmisión, es válido para la inves-
tigación y para la docencia.
445
llistoria de la filosofía tomista en la España contemporánea
446
Síntesis del tomismo: Francisco Canals
447
Historia de la filosofía tomista en la España contemporánea
449
Historia de la filosofía tomista en la España contemporánea
450
Síntesis del tomismo: Francisco Canals
451
Historia de la filosofía tomista en la España contemporánea
452
Sintesis del tomismo: Francisco Canals
453
Historia de la ftl.osofia tomista en la España contemporánea
454
Sintesis del tomismo: Francisco Canals
La esencia es lo que had posible que el ser pueda ser recibido. Este
cometido lo realiza la esencia en su sentido abstracto, puesto que
por ella el ente pertenece a una especie precisa, requisito indispen-
sable para tener ser. También podria decirse que lo lleva a cabo la
esencia concreta singular o individual, ya que el ser es proporcio-
nado o propio de toda la esencia individual y existente.
La esencia ejerce una segunda función que es la de sustentar el ser.
La esencia es el sujeto o -recipiente- del acto de ser. De ahí que en esta
detlnici6n se dice que -en ella• el ente posee su ser. Debe también
advertirse, que esta expresión -en ella•, no se refiere ahora a la esen-
cia abstracta -ya que en este estado, la esencia no existe, únicamen-
te es la expresión de sus principios constibltivos esenciales-, sino sólo
a la esencia concreta y singular, que contiene también los principios
individuantes, y es la única que existe. Esta función sustentadora la
hace solamente la esencia individual, que es asi sujeto del ser.
El que esta esencia reciba o sustente el ser, no hay que enten-
derlo en el sentido de que sea su sujeto, como si fuese una realidad
receptora de otra realidad. La esencia, desde el orden entitativo, no
es absolutamente nada, es únicamente el grado, o medida, de limi-
tad6n del ser. Si los entes difieren entre si es porque el ser propio
de cada uno es1i limitado en distintos grados. La esencia expresa
este nivel de imperfección.
La menor o mayor perfecd6n de un ente, por consiguiente, no
tend.d su origen en una determinad6n esencial, sino en que su ser
se encuentra menos limitado o imperfeccionado por el otro consti-
bltivo entitativo, tal como ocurre en las criablras; o bien en que no
tiene limitación alguna, porque su esencia no es limitante, ni, por
tanto, receptora, por identificarse completamente con el ser, lo que
ocurre únicamente con Dios, que, después de demostrar su existen-
cia, la MetafiSica descubre que es el•mismo Ser Subsistente-6t, Puede
decirse, por ello, que: ·Dios es acto puro-62.
Por lo mismo, indica el Aquinate, las diferencias entre los entes
creados no se explican por el ser en absoluto, sino por su ser pro-
pio o recibido de un peculiar modo. De manera que: •Las cosas no
se distinguen entre si según que tienen ser, pues en esto todas con-
vienen ( ...) difieren porque el mismo ser conviene a diversas nabJ-
ralezas seg(in la espede ( ...) las cosas se diferencian porque tienen
diversas nablralezas, mediante las cuales reciben el ser de diverso
modo-65. El ser proporcionado, o que ha -convenido- a su esencia,
es el prindpio último diferenciador.
El ente ~no es totalmente el ser, precisamente por su esencia,
que lo ha limitado o lo ha recibido de un modo particular, y, por ello,
455
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
456
Sintesis del tomismo: Francisco Canals
Todos los entes creados por participar del ser y según una cierta
medida de participación, que es su esencia, estin, por ello, consti-
tuidos por la ~cia individual, que es el constitutivo material, y el
ser propio y proporcionado a ella, que es su constitutivo formal. Los
dos constitutivos no son dos entidades, sino dos principios, que
constituyen el, ente. No son entes, pero son reales, porque se
encuentran en el ente, y siendo éste real, también lo serán sus cons-
titutivos. Si se determinara la composición del ente por otros dos
entes, no se explicaría verdaderamente la entidad. Es posible hacer-
lo por estos do¡s constitutivos entitativos, que estin en un orden dis-
tinto al del ente y al que trascienden.
La concepción ente participado implica la doctrina de la creación,
o como dice ~to Tomás. ·De ser ente por participación se sigue
que ha de ser C::ausado por otro-'1• Se advierte, si se tiene en cuenta
que la doctrina de la participación en el ser explica la composición
entitativa de las criaturas en esencia y ser propio o proporcionado a
ella. Desde esta original explicación de la estructura entitativa de los
entes, puede concluir el Aquinate: ·Es necesario que todas las cosas,
menos Dios, no sean su propio ser, sino que participen del ser, y,
por lo tanto, es necesario que todos los entes, que son más o menos
perfectos en razón de esta diversa participación, tengan por causa
un primer ente que es del todo perfecto-n.
En el concepto de creación, no es esencial que Dios lo haya ori-
ginado en el tiempo. Santo Tomis incluso admite como posible
racionalmente el sostener que el mundo no haya tenido un 'primer
dia', un primer momento, porque, aun en este caso continuaría sien-
do creado. Su duración eterna tendría su causa en Dios. Continuaría
dependiendo absolutamente de su Causa".
457
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
458
Síntesis del tomismo: Francisco Canals
459
Historia de la ftlosoflll tomista en la España contemporánea
460
Síntesis del tomismo: Francisco Canals
461
Historia de la filosofía tomista en la España contemporánea
7. Metafaslca de la persona
462
Sintesis del tomismo: Francisco Canals
463
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
464
Síntesis del tomismo: Francisco Caríals
465
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
466
Síntesis del tomismo: Francisco Canals
467
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
8. Persona y relactón
469
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
470
Síntesis del tomismo: Francisco Canals
471
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
472
Síntesis del tomismo: Francisco Canals
tente, que no es la mera esencia, sino ésta con su ser propio. ·La per-
sona divina significa la relación en cuanto subsistente. Esto es signi-
ficar la relación por modo de substancia, que es una hipóstasis sub-
sistente en la naturaleza divina; aunque lo que subsiste en la
naturaleza divina no sea cosa distinta de la naturaleza divina•.
Esta itJenlfdad de la relación subsistente con la naturaleza divina,
también subsistente, hace que pueda decirse que en la relación sub-
sistente, que define a la persona divina, queda expresada también la
esencia divina. De manera que: ·El nombre persona significa direc-
tamente (tn recto) la relación, e indirectamente (tn oblfquo) la esen-
cia; pero la relación no en cuanto relación, sino en cuanto significa-
da por modo de hipóstasis-1.2!1.
Sin embargo, esta identidad puede plantear la siguiente dificul-
tad, basada en principio de identidad comparada: ·Todas las cosas
que son idénticas a otra son idénticas entre si. Pero todas las rela-
ciones que hay en Dios son realmente idénticas con la esencia divi-
na. Luego las relaciones no se distinguen realmente entre si•130.
Para resolverla santo Tomás, indica lo siguiente: oSegún el Filó-
sofo, el argumento de que las cosas idénticas a otra son idénticas
entre si, es válido cuando la identidad es real y de razón, como túni-
ca y vestido, pero no cuando entre las cosas hay distinción de razón.
Por esto, alli mismo se dice que, aunque tanto la acción como la
pasión sean la misma cosa, porque en la acción se importa la rela-
ción de principio del movimiento en cuanto va del motor móvil, y
en la pasión la del término del movimiento que viene de otro. De
modo parecido, aunque la paternidad y la ftliación sean en la reali-
dad lo mismo que la esencia divina, sin embargo, las dos importan
en sus conceptos relaciones que son opuestas y, por consiguiente,
se distinguen entre si•u1.
Para la perfecta intelección de esta respuesta, hay que tener en
cuenta, en primer lugar, que las relaciones divinas son verdaderas
relaciones, reladones predfcamentales. Advierte el Aquinate que:
•No se admiten en Dios más que dos predicamentos: el de substan-
cia y el de relación; porque los otros, lo mismo por su ser que por
la propia razón de su género, indican una referencia a aquello de lo
que se dicen, y nada de lo que hay en Dios puede decir relación,
como no sea la de identidad, a aquello en que está o de lo cual se
dice, a causa de la suma simplicidad divina·132.
Las relaciones en Dios, por tanto, no son accidentales, no son
inherentes a un sujeto, al que afectan intrinseca o extrinsecamente.
Las relaciones predicamentales divinas son subsütentes o substan-
ciales, no son algo relativo a su sujeto, como las accidentales. •En
473
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
cada uno de los nueve géneros de accidentes hay que distinguir dos
aspectos: Por una parte, el ser que a cada uno le compete en cuan-
to que es accidente: el ser del accidente es estar en otro, Por otra, la
razón propia de cada uno de estos géneros. Asi, exceptuando la
relación, encontramos que en los demás, como la cantidad y la cua-
lidad, por ejemplo, la razón propia de cada uno se toma por com-
paración al sujeto, y asi se llama cantidad a la medida de la subs-
tancia y cualidad, a la disposición de la substancia. Pero la razón
propia de la relación no se toma de su comparación al sujeto en que
está, sino por la comparact6n a algo externo a él-1".
Este segundo aspecto es el que significa la relación divina, el pro-
pio o especifico de la relación: la respectivldad o referencia a otro,
el ser a. •Los otros géneros, como la cantidad o la cualidad, según
su razón propia significan algo inherente a otro. En cambio, las rela-
ciones significan, según su razón, sólo la respectivldad a otro-1"'.
La relación en cuanto tal no incluye su -ser en•, por el que se dis-
tingue de la substancia y por el que se compone con ella, que es el
elemento común o genérico con los otros accidentes. Cuando la
relación se atribuye a Dios queda removtda la inherencia, y la rela-
ción en cuanto tal, que resulta de este despojamiento, queda lden-
ttftcada con la misma esencia substancial divina, y, por tanto, tam-
bién con el ser divino. Este ser substancial le confiere realidad, la
hace existir subsistentemente y no de modo inherente, la convierte
en relación subsistente.
Advierte santo Tomás que: ·Todo lo que en las criaturas tiene ser
accidental, trasladado a Dios tiene ser substancial: nada, pues, está
en Dios como accidente en el sujeto, sino que todo lo que está en
Dios es su misma esencia•.
Explica también que: ·Por lo que respecta a la relación que en las
cosas creadas tiene ser accidental en el sujeto, la relación real en
Dios tiene el ser de la esencia divina y es idéntico completamente a
él. En cambio, tomada bajo la razón propia de relación no significa
referencia alguna a la esencia, sino más bien a su opuesto. Es evi-
dente que la relación que existe realmente en Dios es idéntica con
su esencia y sólo difiere de ella según el concepto de nuestro enten-
dimiento, en cuanto que en la relación se importa una referencia a
su opuesto, que no importa el nombre de esencia. Por lo tanto,
queda claro que en Dios no son distintos el ser de la relación y el
ser de la esencia, sino que son uno y el mismo·1's.
En segundo lugar, por esta noción formal de relación, las rela-
ciones subsistentes, reales y opuestas, que constituyen a las tres per-
sonas divinas, se distinguen realmente entre si, aunque no se distin-
474
Síntesis del tomismo: Francisco Canals
475
Historia de la ftlosofia tomista en la España contemporánea
476
Síntesis del tomismo: Francisco Canals
477
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
478
Síntesis del tomismo: Francisco Canals
479
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
480
Síntesis del tomismo: Francisco Canals
481
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
482
Síntesis del tomismo: Francisco Canals
483
Historia de la filosorm tomista en la España contemporánea
485
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
488
Síntesis del tomismo: Francisco Canals
489
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
490
Síntesis del tomismo: Francisco Canals
491
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
492
Síntesis del tomismo: Francisco Canals
493
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
Notas
494
Sintesis del tomismo: Francisco canals
495
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
la fdosorlll son posturas extrañas, asi como el decir que nada se mueve, lo cual
destruye los principios de la ciencia de la naturaleza. Algunos hombres son
inducidos a la afumaci6n de tales posturas en parte por protervia, otros en parte
por algunas razones sofiSticas que no pueden resolver como se dice en el libro
IV de la MetarJSica• (SANTO TOMÁS, De malo, q. 6, a un., in c.).
46 PRANCISCO CANALS VIDAL, Sobre la esencia del conoctmtento, op. cit.,
p. 699. Véase: ib., p. 125.
o id., Sanl7bmds d~tno. Anlologta metajfsfca, Ban:elona, Edicions 62, 1991.
•ARISTÓTELES, Metafls1ca, IV, 1, 1003a 21-26.
49S.ANTO TOMÁS, De Verltate, q. 1, a. 1, in c. Cf. ARISTÓTELES, ll, 3, 998b
2Q-30.
50 id., De ente et essentta, c. l.
51 id., In duodectm ltbros Metapbys1corum exposttlo, 1, lect. 1, n. 2419.
52 AVICENA, Metapbystca, Introd.
53SANf0 TOMÁS, In quattuor libros Sentenllarum, 1, d. 33, q. 1, a. 1, ad l.
54 FRANCISCO CANALS VIDAL, •El 'Ipsum esse subsistens' como esencia
metarJSica de Dios-, en id., Cuestiones defundamentact6n, op. cit., pp. 203-219,
p. 212.
55 SANTO TOMÁS, Summa 7beoloslae, 1, q. 3, a. 4, in c.
56 lb., 1, q. 8, a. 1, in c.
57fd., Summa Conlnl Genttles, 2, 68.
58id., Summa 7beologlae, 1, q. 4, a. 2, in c.
"lb., 1, q. 4, a. 3, ad 3.
60id., De ente et essentta, c. l.
6tid., Summa 7beoloslae, 1, q. 4, a. 2, in c.
62 1b., q. 25, a. 1, in c.
63id., Summa Contra Genttles, 1, 26.
64id., Summa 7beologlae, 1, q. 3, a. 4, in c.
65 id., In llbrum Boetbl de HebdiJmadtbus, lect. 2.
66 id., De Antma, '\: un., a. 6, ad 2.
67D0MINICO BÁÑEZ, Scbolasttca commentarla tn Prlmam Partem
Summae 7beologtcae S. 7bomae ifqulnatls, ed. L Urbano, Madrid-Valencia,
FEDA, 1934, vol. 1, 1, q. 3, a. 4, p. 141a.
68 Ib., 1, q. 3, a. 4, p. 143b.
691b., 1, q. 3, a. 4, p. 142a.
70 FRANCISCO CANALS VIDAL, Cuestiones de fundamentación, op. cit., p. 20.
496
Síntesis del tomismo: Francisco Canals
497
Historia de la filosofta tomista en la España contemporánea
t03Jb., q. 20, a. 1, in c.
tMfRANOSCO CANALS VIDAL, Sobre la esencia del conocimiento, op. cit.,
pp. 480.
tOSSAN AGUSTÍN, De 7Hntlale, IX, 4.
106Véase: SANTO TOMÁS, Summa 1beolog1ae,I-II, q. n, a. 4, in c.
107id., Summa 7beolog1ae, 1, q. 29, a. 1, ad 5.
IOBÍd., IJe Pofenlfa, Q• 9, a. 6, in C.
t09fd., In Metapby., Proem.
uofd., Summa 7beolog1lle, 1-II, q. 111, a. 5, ob. 3.
mJb., 1-II, q. 111, a. 5, ad 3.
IJZVéase: K. HEMMERLE, Tesl di Ontologla 1Wnttarla. Per un rlnnovamento
della ftlosofta crlsl1ana, Roma, Citti Nuova, 1986.
115J. GALOT, La persona de Cristo. Bnsayo ontoMgtco, Bilbao, Ed. Mensajero,
1971,31 ed., p. 47.
114fRANCISCO CANALS VIDAL, oSer personal y relación interpersonal•, en E.
FORMENT (Ed.). Dignidad personal, comunidad humana y orden juñdtco,
Barcelona, Editorial Balmes, 1994, 2 vols., 1, pp. 25-35, p. 34.
115]. GALOT, La persona de Cristo. Bnsayo ontológ1co, op. cit., p. 37.
116Véase: K. HEMMERLE, Tesl di Ontologla 1Wnuarta, op. cit.
msANTO TOMÁS, Summa 7beolog#ae, 1, q. 29, a. 3, in c.
ua lb., m, q. 3, a. 3, in c. •En este caso, nuestro entendimiento podrá enten-
der la bondad y sabiduria divinas y los atributos esenciales, prescindiendo en
su consideración de las propiedades personales, como la paternidad y la filia-
ción• (ib.).
U9Jb., 1, q. 32, a. 1, in c.
taoJb., m, q. 3, a. 3, ad l. •En Dios, es idéntico lo que es y aquello por lo
que es; por tanto, todo lo que se atribuye a Dios en abstracto, considerado apar-
te del resto, será algo subsistente, y, por lo tanto, una persona, ya que tal atri-
buto pertenece a una naturaleza intelectual· (ib.).
mfd., De Potenlia, q. 9, a. 4, in c.
12zld., Summa 'Ibeologtae, 1, q. 29, a. 4, in c.
t25fd., De Potenlia, q. 9, a. 4, in c.
124fd., Summa 'Ibeologtae, 1, q. 36, a, 2, in c.
125Íd., De Potenlia, q. 9, a. 4, in c.
126Cf. id., Summa 7beologtae, 1, q. 3, a, 3, in c.
tZ7Jb., 1, q. 3, a. 4, in c.
••id., De Potenlia, q. 9, a. 4, in c.
t29fd., Summa 7beologtae, 1, q. 29, a, 4, in c. Añade que: ·También se puede
decir que directamente significa la esencia e Indirectamente la relación, en cuan-
to, la esencia se identifica con la hipóstasis, ya que la hipóstasis estA significada
en Dios como distinta por la relación; y, desde este punto de vista, la relación
significada por modo de relación entra indirectamente en la persona• (ib.).
t30Jb., 1, q. 28, a. 3, ob. 1.
mJb., 1, q. 42, a 4, ob. 2, ad 2.
t.szJb., 1, q. 28, a. 2, ad l.
U-'lb., 1, q. 28, a. 2, in c.
134Jb., 1, q. 28, a. 1, in c.
U5Jb., 1, q. 28, a. 2, in c.
498
Síntesis del tomismo: Francisco Canals
"'lb., 1, q. 39, a. 1, in c.
mfd, De Polfml1a, q. 9, a. 5, ad 15.
uefd, Summa ~ 1, q. 39, a. 1, ad l.
UlfRANCJSCO CANALS VIDAL, Ser persorud y rellld6n interpersonal, op.
cit., p. 29.
tfDCf. SANTO TOMÁS, Summa 'Jbeolog#ae, 1, q. 27, a. 5, ad 2.
•••lb., 1, q. 27, a. 5, a. 1, in c.
tolb., 1, q. 27, a. 3, in c.
telb., 1, q. 27, a. 4, in c. -Generadón significa el origen de un ser vivo que
proviene de un prindpio viviente con el cual estA unido, y a esto se Dama p~
piamente nacimiento ( ...) la procesión del Verbo en Dios tiene razón de gene-
racióo, porque procede por operadón intelectual, que es operación vital, y p~
viene de un prindpio que le estA unido, y segCm la razón de semejanza, porque
la concepción del entendimiento es una semejanza de lo conoddo; y, por fin,
es de la misma naturaleza, porque en Dios ser y entender son una sola y misma
cosa. Por tanto, en Dios la procesión del Verbo recibe el nombre de generadón,
y el Verbo procedente el de Hijoo (ib., 1, q. 27, a. 2).
t441b.,l, q. 41, a. 3, in c.
telb., 1, q. 36, a. 2, in c. •Es necesario decir que el Espiritu Santo procede
del Hijo, porque si no procediese del Hijo, no podña distinguirse personalmente
de il· (ib.).
••lb., 1, q. 36, a. 4, in c.
t471b., 1, q. 28, a. 4, in c.
••lb., 1, q. 28, a. 1, in c.
••lb., 1, q. 30, a. 2, in c. •la distinción real entre las reladones divinas no
proviene mAs que de su oposidón relativa. Luego, dos relaciones opuestas han
de pertenecer por necesidad a dos personas distintas; y si hay reladones que
no sean opuestas es necesario que pertenezcan a la misma persona• (ib.).
tsolb., 1, q. 30, a. 2, ad l.
t5tlb.,l, q. 42, a. 4, ob. 2.
mlb., 1, q. 42, a. 4, ad 2.
wfd, De Polfml1a, 1, q. 42, a. 1, in c.
t54fd., Summa Ccmlnl Gentiks,IY, 14.
WLUDOVICO BILLOT, De Deo et 7Wno. Commentarlus in Prlmam PtJrtem S.
Domae, Romae, Pontificia Universitas Gregoriana, 1920, ed. 6', q. 28, 3, p. 392.
U6fRANCJSCO CANALS VIDAL, Ser personal y rellld6n interpersonal, op.
cit., p. 30.
t57SAN'I'() TOMÁS, De Potenlta, q. 2, a. 5, in c.
••id, Summa 'Jbeologtae, 1, q. 42, a. 1, in c.
•"lb., 1, q. 42, a. 4, ad 3.
tfOPRANCJSCO CANALS VIDAL, •Teoria y praxis en la perspectiva de la dig-
nidad personal•, en Al# del CongniSSO Internazionllle 21Jorla e Prrlssi, Nipoles,
Edizioni Domenicane ltaliane, 1976, vol.l, pp. 109-116.
t611b., p. 112.
••lb., pp. 113-114. •la soledad y opresión del hombre contempodneo son
efectos connaturales de la hegemonia creciente de la metafisica del idealismo
de la voluntad y de la acdón• (ib., p. 114).
*lb., pp. 114-115.
499
Historia de la filosoña tomista en la España contemporánea
67-71, p. 68.
mfd., ·El culto al Corazón de Cristo ante la problem!tica humana de hoy-,
op. cit., p. 3.
178 Ib., p. 6.
'"Íd., ·Aspectos pedagógicos de una renovada devoción al Corazón de
Cristo-, en Crlsllandad (Barcelona), XXXII/544 0976), pp. 146-152, p. 149.
llofd., ·El culto al Corazón de Cristo ante la problem!tica humana de hoya,
op. cit., p. 3. ·El proceso de este humanismo, que con mAs precisión que con
el término 'ateo' puede ser defmido como el de 'autodivinizador' del hombre,
se desplegó en las diversas fases de la evolución de la 'modernidad', desde el
Renacimiento, e inspiró tareas e instituciones politicas, educativas y sociales, a
partir de la revolución industrial y del despotismo ilustrado- (ib.).
181 ld., ·Para sobrenaturalizarlo todo: entrega al amor misericordioso del
Corazón de Jesús-, en Crlsltandad (Barcelona), XIJ/644-645 (1984), pp. 457-
463, p. 458; e id., ·El culto al Corazón de Cristo ante la problem!tica humana
de hoy•, op. cit., p. 6.
t&Zid. •Fuera de Cristo, no hay camino-, en Crlsltandad (Barcelona),
XXXII/561-562 09n>. pp. 243-245, p. 245.
t83fd., •'Derechos humanos' y desprecio al hombre•, en Crlsllandad
(Barcelona), XXXII/548 0976), pp. 233-235, p. 234.
t14fd., •Fuera de Cristo, 'no hay camino'., op. cit., p. 245.
tesfd., •Aspectos pedagógicos de una renovada devoción al Corazón de
Cristo-, op. cit., p. 148.
186fd., ·El culto al Corazón de Cristo ante la problem!tica humana de hoya,
op. cit., p. 5.
500
Síntesis del tomismo: Francisco Canals
501
Historia de la filosofia tomista en la España contemporánea
502
Fotocomposidón
Encuentro-Madrid
Impresión
Cofás-Madrid
Encuadernación
Sanfer-Madrid
ISBN: 84-7490-491-9
Depósito Legal: M. 28.788-1998
Printed in Spain
OBRAS DE FILOSOFÍA
PUBUCADAS POR
EDICIONES ENCUENTRO
Carlas Díaz, Cmum Prometeo.
Annando Segura, Emmanuel. Principia
.Pbi~.
Pedro Ortega Campos, Notas para una filosofla
de la ilusión.
Jacques Maritain, El Hombre y el Estado.
Dietrich von Hildebrand, Ética.
Alfonso Pérez de Laborda, ¿Salvar lo real?
Materiales para una filarofía de la ciencia.
Armando Segura, Principios de Filosofía de la
·Historia.
Enrique Rivera de Ventosa, Unamuno y Dios.
Larty Laudan, El progreso y sus problemas.
Rogelio Rovirn, Teología Ética.
Carlas Díaz, Eutlaimonía.
Feliciano Blázquez Carmona, la filosofía de
Gabriel Marc:el.
Cario Díaz, Preguntarse por Dios es razonable
(EmaJ'O de Teodicea).
Rogelio Rovira, La fuga del no ser.
d lf i h. 1 tr du ió la fi 11 m no--- -
logía.
Han · Reiner. Bueno y malo.
, lanuel García ; lorente, obre la !eolia de la
relatíl'idad.
AA. V\". , Filosqf/a cristiana en el pe1u1miento
católico de los s(~los .\IX y A.\.
-1. Suew.· enfoques en el siglo XIX.
-ll. \ ítelta a la benr¡zcia escolástica
-ID. C01rientes modl!mas en el sif?lo }(X.
René Girard, Cumulo empieceu a suceder e....;tas
cosas ...
.M:t! · imo Borghe~i. Postmodemi dad y cnstiauis-
mo. ,.·l 'na radical mutación cmtropvlógica?
Étienne Gibon. El realismo metódico (edición
bilingüe)
Desde la promulgación, en 1879, de la encíclica Aeterni
Patris, la filosofía cristiana, en especial la tomista, volvió
a ocupar el puesto que por derecho le pertenecía dentro
del pensamiento español y mundial.
La síntesis que aquí presentamos va más allá de una mera
historia del tomismo y se convierte en un punto de refe-
rencia obligado para quien desee conocer y vivir una
alternativa al pensamiento homologado impuesto en la
actualidad por quienes detentan el poder, sea éste políti-
co, económico o cultural.
ISBN 84-7490-491 ·9
.L.Jil.